Critica Contemporánea
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Titulo: El poder de la Democracia en los nuevos espacios de lo
político1
Autor: MsC. Angel Rodríguez Soler
Teléfono : 053 8372504
Email : [email protected]
Institución : Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI)
Resumen
Los medios constituyen un elemento esencial del sistema
representativo, proceso central de las democracias
contemporáneas. Los medios son los instrumentos principales que
permiten a los individuos tener acceso a la esfera de lo político a
través de la representación de la política que éstos ofrecen.
Asimismo permiten llevar la política a la escena y entrar así en
contacto con los individuos. La democracia representativa como
modelo político necesita participar de la escena mediática para
poder ejercerse. Sin este nuevo espacio, la política o lo político,
tal como está estructurado hoy en día, ni siquiera existe, por
tanto, no puede funcionar. A través de las prácticas del debate que
1 El trabajo fue presentando en el XI Seminario de Relaciones Internacionales ISRI 2014 “Las relaciones internacionales en su nuevo escenario”, La Habana,
Cuba, Abril 2014
se están dando en las redes, está aproximándose a la construcción
del discurso y con él del consenso a partir de los nuevos espacios
de la cotidianidad que significan las redes. De manera que las
nuevas formas de participación ciudadana, la apropiación o
reapropiación de ellas, están condicionando la construcción de
una nueva sensibilidad y un nuevo cuerpo colectivo.
En la red se libran las grandes batallas de la humanidad hoy. La
toma de las calles ha sido sustituida por la toma de las redes, y son
los más jóvenes los protagonistas de los nuevos espacios de lo
político aunque no tengan conciencia de ello, lo cual es parte del
juego de quienes detentan el poder.
La existencia de los nuevos escenarios de lo político es un hecho.
El papel central de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones (TIC), en los nuevos tiempos ha condicionado un
cambio en las estructuras tradicionales de participación,
redefiniendo la lucha antiimperialista desde las trincheras de
las redes, desde un marco crítico en consonancia con el surgimiento
de concepciones más flexibles o “líquidas”.
Palabras clave: Redes Sociales, Democracia, Mass Media, Ciencias
Sociales
Abstract
The media are an essential element of the representative system,
central process of contemporary democracies. The media are the
main tools that allow individuals to access the political sphere
through political representation they offer. Also let out the
policy on the scene and so contact with individuals.
Representative democracy as a political model requires
participation of the media scene to be exercised. Without this new
space policy or politics, as it is structured today, does not
exist, therefore, it may not work. Through discussion practices
that are occurring in networks, it is approaching the construction
of discourse and consensus with him from the new spaces of everyday
life that mean the networks. So new forms of citizen participation,
appropriation or reappropriation of them, are conditioning the
construction of a new sensibility and a new collective body.
At net the great battles of humanity today are fought. The taking of
the streets has been replaced by making networks, and are the
youngest players in the new spaces of politics but not be aware of
it, which is part of the game of those in power.
The existence of the new scenarios of politics is a fact. The
central role of Information Technology and Communications (ICT)
in the new era has influenced a change in the traditional
structures of participation, redefining the anti-imperialist
struggle in the trenches of networks, from a critical framework in
line with the emergence of more flexible or "liquid" conceptions.
Keywords: Social Media, Democracy, Mass Media, Social Sciences
1. El espíritu posmoderno entre nosotros
Las mutaciones y transformaciones de hoy, traducidas en
reiterados períodos de crisis del “progreso", “estado de
bienestar”, etc., corporizadas en la “racionalización"
capitalista y sus exigencias tecnológicas, han puesto en jaque la
legitimidad de las democracias tradicionales. Ese estado de
“deslegitimación" o erosión del principio de credibilidad de lo
macrosocial se expande desde las formaciones discursivas hasta
las prácticas culturales.
La sociedad contemporánea está funcionando con nuevos mecanismos
que la dotan de una complejidad tal que provoca el reordenamiento
de los patrones tradicionales y la cultura.
Las Nuevas Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones
(TIC) constituyen un elemento esencial del sistema
representativo, proceso central de las democracias
contemporáneas. Los medios son los instrumentos principales que
permiten a los individuos tener acceso a la esfera de lo político a
través de la representación de la política que éstos ofrecen.
Asimismo permiten llevar la política a la escena y entrar así en
contacto con los individuos. La democracia representativa como modelo
político necesita participar de la escena mediática para poder
ejercerse. Sin este nuevo espacio, la política o lo político, tal
como está estructurado hoy en día, ni siquiera existe, por tanto,
no puede funcionar.
A través de las prácticas del debate que se están dando en las
redes, está aproximándose a la construcción del discurso y con él
del consenso a partir de los nuevos espacios de la cotidianidad que
significan las redes. De manera que las nuevas formas de
participación ciudadana, la apropiación o reapropiación de ellas,
están condicionando la construcción de una nueva sensibilidad y un
nuevo cuerpo colectivo. Se trata de la existencia de un mundo
virtual, con sus propios códigos culturales, aunque aún falta
formación, educación, modelos didácticos para la buena práctica
de la Internet.
Teóricos como Jean Baudrillard han debatido sobre los orígenes del
actual fenómeno: "Nuestras sociedades están dominadas por este
proceso de masa, no sólo en sentido sociológico y demográfico, sino
también en el sentido de "masa crítica", de superación y un punto de
no retorno. En esto consiste su acontecimiento más considerable:
el nacimiento, al filo mismo de su movimiento, de su proceso
revolucionario (todas las sociedades son revolucionarias desde la
perspectiva de los siglos pasados), de una fuerza de inercia
equivalente, de una indiferencia inmensa, y del poder silencioso
de esta indiferencia.
Esta materia inerte de lo social no resulta de la falta de
intercambios, de información o de comunicación, sino que resulta
por el contrario de la proliferación y de la saturación de los
intercambios. (...) Cualquier trascendencia social, histórica,
temporal, es absorbida por esta masa en su inmanencia silenciosa.
En estos momentos, los acontecimientos políticos ya no poseen
suficiente energía autónoma para conmovernos y por lo tanto se
desarrollan como en una película muda de la que colectivamente
somos irresponsables"2.
En palabras de Dominique Wolton, "no hay democracia masiva sin
consideración de la opinión pública, y ésta es inseparable de un
proceso comunicacional, tanto en su constitución como en su
expresión.3"
De manera que con el espíritu posmoderno, surgió una suerte de
nuevo escenario comunicacional trascendente en el tiempo y en el
espacio, a partir del cual se reorganizara toda la arquitectura
sociopolítica y mediante el cual la sociedad civil en un proceso de
reordenamiento participara de lo político, al menos aparentemente
y pasivamente.
Debe tenerse en cuenta que si bien por una parte, el espíritu
posmoderno nace en el seno del capitalismo triunfante, no es su
propósito “alcanzar nuevamente un estatuto de universalidad o una
“verdad" totalizadora, sino el mantenerse (inquietante y
perversamente) en ese borde limítrofe de la sospecha y el acecho,2 Baudrillard Jean. La ilusión del fin o la huelga de los acontecimientos , Anagrama, 3a
edición, Barcelona, 19973 Wolton Dominique. "Los medios, eslabón débil de la comunicación política", en
Ferry J., D. Wolton, et.al. El nuevo espacio público , Gedisa Editorial, Col. El Mamífero Parlante, Serie Mayor, Barcelona, segunda reimpresión, 1998.
en ese umbral perenne del cuestionamiento de todo precepto o valor
moderno”. De lo que se trata entonces es de un estado emotivo o
afectivo de la cultura que hace trisar todo dogma o canon impuesto
por la modernidad4 .
El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman5 acuñó el término
“modernidad líquida” para referirse al tiempo actual,
caracterizado por grandes transformaciones sociales, sin
certezas, con miedos y angustias existenciales. Estudioso de la
posmodernidad, Bauman explora aquellos atributos de las
sociedades contemporáneas que se han mantenido en el tiempo,
destacando el acentuado individualismo en nuestras relaciones
tornándolas precarias y volátiles.
La modernidad líquida, sostiene Bauman, es una figura del cambio
dado que los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo, es
decir, “duran”; mientras que los líquidos son informes y se
transforman constantemente, es decir, “fluyen”.
4 Ravelo , Paul: La posmodernidad en la intelectualidad cubana de los noventa , enhttp://www.javeriana.edu.co/pensar/Rev31.html5 Zygmunt Bauman nació en Poznan, Polonia, en 1925. Participó en la Segunda
Guerra Mundial con el ejército polaco, fue miembro del Partido Comunista hasta la represión antisemita de 1968; por este hecho se vio obligado abandonar su
puesto como profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia. Profesor emérito en la Universidad de Leeds, es autor de libros fundamentales de
la sociología contemporánea entre los cuales se destacan Modernidad y holocausto o Modernidad líquida . Ha sido galardonado con el Premio Amalfi de Sociología y
Ciencias Sociales (1992) y el Theodor W. Adorno (1998), recientemente en 2010 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
La pertenencia a “ningún sitio”, la ausencia de raíces y de
anclajes sumerge a nuestras sociedades en el desasosiego y el
miedo. Los temores son muchos y variados, reales e imaginarios:
violencia, desempleo, hambre, terremotos o epidemias. Lo
“líquido” de la modernidad se refiere al fin de una etapa de
“incrustación” de los individuos en estructuras sólidas, como el
régimen de producción industrial o las instituciones
democráticas.
Por su parte, la política, obligada a ofrecer respuestas a estos
escenarios, se mueve desorientada entre las masas de electores que
expresan una fluctuante geografía del consenso. Para darle
sentido a estas profundas transformaciones, en distintas partes
del planeta surgen nuevas e imaginativas formas de participación
ciudadana para hacer congruentes estos cambios sociales con las
instituciones democráticas.
¿Cómo otorgar a los ciudadanos más poder y participación del que
poseen realmente en la actualidad? Esta pregunta reclama una
redefinición del escenario de lo político y sus objetivos hoy. Se
trata de un escenario que se ha ido construyendo poco a poco, que
trasciende a las obsoletas instituciones heredadas de la
modernidad, más o menos democráticas: Los medios.
2. El nuevo debate sobre la democracia: Democracia líquida
Los medios constituyen un elemento esencial del sistema
representativo, proceso central de las democracias
contemporáneas. Son los instrumentos principales que permiten a
los individuos tener acceso a la esfera de lo político a través de
la representación de la política que éstos ofrecen. Asimismo
permiten llevar la política a la escena y entrar así en contacto con
los individuos. La democracia representativa como modelo político
necesita participar de la escena mediática para poder ejercerse.
Sin este nuevo espacio, la política o lo político, tal como está
estructurado hoy en día, ni siquiera existe, por tanto, no puede
funcionar.
A través de las prácticas del debate que se están dando en las
redes, está aproximándose a la construcción del discurso y con él
del consenso a partir de los nuevos espacios de la cotidianidad que
significan las redes. De manera que las nuevas formas de
participación ciudadana, la apropiación o reapropiación de ellas,
están condicionando la construcción de una nueva sensibilidad y un
nuevo cuerpo colectivo. Los medios hacen posible una
participación política virtual.
En este contexto, las redes sociales han revolucionado la política
y el concepto de identidad a escala global, al tiempo que han
traído consigo importantes retos para las sociedades. La
globalidad y temporalidad de su despliegue las convierten en un
instrumento cuyo potencial, tanto para la reproducción de los
mecanismos de dominación como para la movilización social anti-
sistémica, es incalculable e imprescindible. Es precisamente esta
ambivalencia su principal limitación y oportunidad a la vez.
No se trata solo de la cooperación en las redes informáticas, sino
de un conjunto de formas de vida, relaciones sociales, lenguajes,
información, códigos, tendencias culturales, saberes, circuitos
formativos más o menos formales, servicios, prestaciones, etc.;
que están conformando los nuevos espacios de la cotidianidad desde
el ciberespacio.
Sin dudas, en este orden de cosas los jóvenes tienen un papel
fundamental, ya que se trata de esa generación que ha nacido en la
era de internet, de las redes sociales. Esta perspectiva se combina
con aquella que para el caso de los jóvenes habla de una generación
marcada por la apatía, el sin sentido y la carencia de utopías. Sin
embargo, en sus manos está el dominio y de hecho el desarrollo de
los nuevos espacios de lo político que se están desplegando en el
ciberespacio, esa segunda realidad que trasciende a la realidad
física de la cual son los jóvenes el sujeto fundamental.
Si los movimientos estudiantiles fueron durante décadas, la
expresión privilegiada de la participación juvenil, con demandas
sobre las condiciones de la educación y de la democratización de
los órganos de gobierno; girando posteriormente a la
participación barrial en organizaciones urbano-populares, en
consejos juveniles y en una variedad de colectivos que demandaban
espacios culturales; hoy desde las redes, sin una conciencia de
clase o de participación política, miles de usuarios activos en las
redes están coexistiendo y construyendo el escenario político.
La toma de las calles ha sido sustituida por la toma de las redes, y
son los más jóvenes los protagonistas de los nuevos espacios de lo
político aunque no tengan conciencia de ellos, lo cual es parte del
juego de quienes organizan el poder.
Las grandes organizaciones juveniles en que el individuo quedaba
prácticamente anulado en pro de lo colectivo masificado han dejado
de ser de interés para las nuevas generaciones. Desde luego las
federaciones estudiantiles, los consejos populares y las
agrupaciones para-partidarias siguen existiendo gracias a sus
aparatos burocráticos en mayor o menor medida, pero no gozan de la
popularidad, masividad, entusiasmo y poder de convocatoria
necesario.
Es evidente que los jóvenes no se sienten fuertemente atraídos por
estas estructuras verticales. No les interesa ser un militante o
afiliado más que pierde su individualidad en la masa. Por ello, la
participación juvenil se expresa hoy día en pequeños colectivos y
grupos y, muy claramente en acciones diversas en las que se
participa de manera individual y efímera.
Las viejas discusiones sobre la representatividad vertical,
propia del modelo piramidal de organización son sustituidas por
otras preocupaciones propias de las redes horizontales. Las redes
que los jóvenes crean buscan fungir como facilitadoras y no como
centralizadoras, por lo que definen su identidad como espacios
democráticos de vinculación; en cuanto a su autonomía les interesa
no ser hegemonizadas por grupos particulares, por lo que rechazan
los comités ejecutivos, direcciones, etc., y en su lugar crean
pequeñas coordinaciones que se relevan y que no pueden asumir la
representación de todos.
En ese sentido, el ciberactivismo ha devenido en una práctica muy
oportuna si se tienen en cuenta que estos jóvenes son nativos
tecnológicos. Se trata de la utilización de un conjunto de
técnicas y tecnologías de la comunicación como teléfonos móviles,
blogs, correo electrónico o redes sociales organizando,
movilizando y sirviendo de inspiración a comunidades online cuyo
objetivo es poner en marcha procesos de acción y toma de posición
social.
En este contexto se inserta las nuevas polémicas en torno a la
democracia real y mediática, poniendo en duda la democracia
representativa burguesa. Es imposible concebir la política hoy
solo en el espacio físico y olvidar la creciente importancia que
está adquiriendo el espacio virtual, y con él las nuevas
alternativas de participación.
Es importante destacar que existe una variedad de medios
convencionales digitales, que están estrechamente vinculados con
los sectores de poder, por lo que la comunicación generada se
constituye bajo los presupuestos de dicho sistema de dominación,
lo cual provoca un monopolio de la información que permite un uso
arbitrario de los medios dando lugar a la manipulación de los
mensajes, de acuerdo con intereses sectoriales.
Esta comunicación política generada por los canales anteriormente
reseñados es susceptible de incidir en el sistema de creencias,
normas y valores de la opinión pública llegando a reproducir o
generar formas políticas aceptadas dentro de una sociedad
determinada, en especial a la juventud de las periferias del
sistema capitalista. Para ello se constatan un número de
ideologías y modelos subyacentes tras los medios de prensa
digitales, que ofrecen temáticas y estrategias de lenguaje para
legitimar una pauta ideológica determinada.
Sin embargo, si bien esta concepción mediática, articulada a
partir de las propias coordenadas en las que se inserta el debate
acerca de la democracia (representativa, participativa o
radical); si reconocemos el papel fundamental que el espacio de lo
mediático juega en la fábrica del individuo y de las sociedades
contemporáneas, ¿es posible reapropiarse de este espacio y sus
significados?
Una alternativa que cada vez resulta más plausible a la democracia
directa y la democracia representativa, sobre todo a raíz de la
excepcional habilidad de Internet a la hora de conectar a la gente
en redes, es la democracia líquida o democracia delegativa
revocable. Se trata de una forma de democracia directa que incluye
la posibilidad de delegación de voto revocable de forma
instantánea, de ahí su liquidez.
A través del voto por internet se puede opinar, realizar propuestas
y manifestar decisiones. Es el “ciudadano total” que expresa sus
necesidades e intereses a los políticos en tiempo real, a través de
las redes sociales o de medios electrónicos y digitales,
integrando una representación virtual de carácter permanente. No
es necesario sustituir a los representantes políticos
tradicionales, ni esperar el final de las legislaturas, dado que el
voto delegado puede expresarse en cualquier momento y lugar.
En algunos países como Alemania, Italia, Austria, Suiza y Brasil se
desarrollan distintas formas de democracia líquida, a través de
sistemas online como el denominado “LiquidFeedback”, que es un
programa de código abierto para la formación de opiniones y para la
toma de decisiones, que permite una interacción positiva entre
democracia directa y democracia representativa. Este sistema
permite tomar decisiones sin dejar de reflejar la voluntad de los
usuarios de los servicios públicos. El LiquidFeedback, que
funciona desde 2010, es un sistema para discutir y votar
propuestas, y está dirigido a los partidos, asociaciones y grupos
de ciudadanos, ámbitos en donde la enorme cantidad de integrantes
dificulta conocer su opinión directamente.
Es una democracia interactiva que devuelve el poder de decisión a
los ciudadanos en su calidad de usuarios de los servicios públicos.
Los usuarios pueden enviar propuestas para que sean votadas por los
demás. El emisor de la propuesta la clasifica en un área temática
adecuada o puede crear una nueva. También se pueden formular
propuestas alternativas a las ya existentes.
La novedad más importante es que se trata de una participación
continua y un interés por la política que hoy son completamente
desconocidos por una gran parte de la población, evidenciado por
los altos porcientos de abstencionismo, a la vez que demuestra que
existen fórmulas para evitar esa apatía actual del ciudadano con el
actual sistema de partidos políticos y lograr que la ciudadanía
participe en los asuntos de Estado, que se supone que es el
principal anhelo de los propios partidos.
El antecedente teórico de la democracia líquida fue el autor de
Alicia en el País de las Maravillas: Charles Lutwidge Dodgson más
conocido por su pseudónimo literario Lewis Carroll. Sus
conclusiones al respecto las hizo públicas en 1884, en un breve
panfleto llamado “Los principios de la representación
parlamentaria”.
El ensayo, en realidad es un tratado de teoría de juegos, con sus
tablas y fórmulas matemáticas. En ese ensayo ya se abordaba el voto
como una especie de moneda: podías “gastar” tu voto en un
candidato, que entonces podría, a su vez, gastar el voto que había
recibido de ti en otro candidato.
Más de un siglo después, gracias a la tecnología en
telecomunicaciones, que permiten estar conectados unos con otros,
y de forma rápida y barata transferir votos, o “monedas”, firmar
cosas en Change.org y también llevar las ideas germinales de
Carroll a unos niveles que hace solo una década hubieran resultado,
cuando menos, utópicos.
Esta iniciativa pretende cambiar el sistema sin quebrar la
legalidad; no se trata de una propuesta antissitema, sería un
sistema nuevo y, desde luego, supondría un toque de atención a la
clase política, en la medida de que se trata de la repolitización de
la sociedad, mediantes formas no convencionales.
Relacionada con la Democracia líquida, pueden encontrarse otros
conceptos como democracia de código abierto, democracia en red,
sin embargo, todos tienen como denominador común el hecho de ser
nuevas prácticas muy insipientes que refieren a una forma de
participación en lo político donde las TIC es el elemento central.
El emergente cambio de escenario de participación de lo político,
necesariamente remite a otro concepto: “Estado red” del pensador
Manuel Castells. Este nuevo Estado, según Castells, tiene una
"soberanía de geometría variable" y nace como "respuesta de los
sistemas políticos a los retos de la globalización". Es una forma
superior y más flexible de Estado. El lado bueno de esta teoría
sería "el paso del poder nacional al local", la relajación del
vertical Estado nación.
Sin embargo, el lado negativo es: estructuras supranacionales,
políticas y económicas borrando las democracias representativas
de los Estados Nación. La hoja de ruta de la Troika para Grecia o
España es la encarnación del lado distópico. Por eso, la remezcla
del Estado red de Castells es más necesaria que nunca. Un Estado
red, sí, pero que conecte lo hiperlocal, que garantice la topología
de red distribuida y capilar, que facilite la participación. Un
Estado red que propicie el empoderamiento ciudadano y la co-
creación de iniciativas. Un Estado red que debilite la influencia
de las super estructuras financieras y políticas.
La crisis global no ha hecho más que confirmar algunas de las
intuiciones o diagnósticos sobre la caduca democracia
representativa y sus obsoletas instituciones en pleno tiempo de
crisis sistémica del capitalismo. Algunas experiencias
concretas, algunas un tanto instantáneas, coyunturales, otras más
elaboradas, han ido dibujando el camino hacia la búsqueda de nuevas
formas de participación que han apuntado hacia la democracia
líquida.
Islandia es, según algunos analistas, el prototipo de Estado Red
más mencionado. Tras el colapso financiero, Islandia creó un
Consejo Constitucional formado por 25 ciudadanos elegidos al azar
para redactar la constitución. El camino islandés ha utilizado
plataformas wiki y un diálogo constante en Facebook o Twitter. Todo
el proceso tuvo streamings. Toda la información, disponible
siempre en tiempo real. La wikicracia participativa islandesa es
un prototipo innovador, sin duda. Sin embargo, su mecanismo de
participación, además de no ser perfecto, puede ser válido para un
país de 319.000 habitantes como Islandia, pero no para otro mayor.
El avance del Partido Pirata como fuerza política dentro Alemania
se debe a gran medida a la utilización que brinda el software Liquid
Feedback: un software libre para la formación de opinión política y
toma de decisiones, que borra los límites entre la democracia
representativa y directa. Para las elecciones al Parlamento
Europeo del 2009, recibió 229.117 votos lo que representa un 0,9 %,
sin alcanzar así el 5 % requerido para obtener un escaño. En
septiembre de 2009, el partido consiguió el 2,0% de los votos en
las elecciones federales de 2009 de Alemania. Con este porcentaje
el partido no obtuvo ningún escaño en el Bundestag; no obstante,
fue el mejor resultado entre los partidos que no alcanzaron el
mínimo requerido del 5%, debido a la fragmentación que propicia el
sistema de representación proporcional en las elecciones, en las
elecciones de Berlín, realizada en septiembre de 2011, los piratas
consiguieron entrar por primera vez en un parlamento estatal al
obtener un 8,9% de los votos en elecciones legislativas de la
ciudad-estado. De esta forma, sustituye al FDP, que ha quedado
fuera de la cámara al no llegar siquiera al 5 por ciento mínimo.
Los partidos piratas apoyan la defensa de los derechos civiles y
sociales, democracia directa con el modelo de democracia liquida y
participación ciudadana, reformas al copyright y leyes de
patentes, el libre acceso al cultura los bienes de uso común, la
neutralidad en la red y la protección y fomento de Internet, con un
acceso igualitario a la misma, incluido el ámbito rural,
privacidad, libertad de información, educación gratuita y sanidad
universal. Actualmente encontramos al 2013, una red de 60 partidos
piratas en el mundo. Aquellos que tienen mayor participación en el
gobierno en elecciones nacionales, se destacan Alemania con el
2,1% de los votos, República Checa con el 9.1%, Suecia con 7,13%,
Islandia 5,1%, Ucrania 9,0%. Posee actualmente dos
Eurodiputados6.
6 Ver más información en libro Alemania: ¿Regreso de la extrema derecha?, de Rodríguez Soler, Angel, Editorial Académica Española, 2012
Michel Bauwens, de la P2P Foundation, en su artículo Towards the
Partner State Model of Commons Governance, hace un pequeño repaso a
algunos nuevos prototipos de democracia. El texto cita el caso de
la ciudad francesa de Brest, que ha creado el proyecto Wiki-Brest
para dinamizar el territorio y la participación ciudadana. Las
inercias digitales refuerzan la cohesión territorial y son los
propios ciudadanos, y no el sector privado, quienes cocinan las
recetas junto a sus gobernantes. El procomún - lo colectivo, el
bien común - es el faro del modelo.
Otro ejemplo importante es el Gabinete Digital del Gobierno de Rio
Grande do Sul, en Brasil, el que esté apostando más por la
democracia en red. Tanto, que su eslogan es "Democracia en red". No
es casualidad que haya nacido en Porto Alegre, donde surgió el Foro
Social Mundial y el modelo de presupuestos participativos. En
todos estos casos, el Estado se reinventa en lo que Michel Bauwens
denomina partner State, algo así como el Estado compañero o Estado
socio. Un Estado muy diferente del soñado por los neoliberales. Un
Estado que mantiene el estado del bienestar y juega un papel vital
"en la creación de valor por parte de la sociedad civil"7.
El movimiento 15M es un movimiento líquido, su conjunto de procesos
y metodologías, también está siendo citado como prototipo de
democracia en red por muchos pensadores. Asambleas registradas en
7 Democracia en red , por Bernardo Gutiérrez, enhttp://blocs.gencat.cat/blocs/AppPHP/qualitatdemocratica/es/2013/03/25/democracia-en-xarxa-per-bernardo-gutierrez/
tiempo real, documentos abiertos (normalmente en TitanPad o
PiratePad), trabajo colaborativo y en red, conexiones
transversales entre diferentes asambleas, grupos y nodos... Su
Asamblea Virtual está investigando sobre nuevos rumbos
tecnopolíticos de participación. La iniciativa Demo4Punto0
encontró un método de votación parlamentaria híbrida, para
equilibrar los votos de los diputados con participación
ciudadana. Las asambleas de barrio, como afirma el investigador
Adolfo Estalella, convierten la ciudad en un archivo, en un
hardware, en un método. Sin embargo, esto no basta para gobernar en
una sociedad compleja, donde estos movimientos tienden a la
institucionalización perdiendo su esencia de cambio.
Así también en el caso de la Primavera árabe, sin dudas internet y
las redes sociales junto a la telefonía móvil fueron cruciales para
el desarrollo de las revoluciones en Túnez, Egipto y demás países.
En ese sentido fue significativa la propagación de las imágenes de
las protestas locales contra el régimen de Ben Ali en Facebook y
Youtube. Cientos de jóvenes entonces se coordinaron entre sí
mediante las redes sociales en el ascenso de las movilizaciones
lcales, y a partir de los videos de Youtube se divulgaron las
primeras protestas en Siria y Egipto.8
8 En Egipto el 40% de los mayores de 16 años están conectados a Internet (en el hogar, cibercafés o centros de estudios), cifra que alcanza el 60% entre los jóvenes urbanos, y el 80% de los cuales tienen móvil. En Túnez el 3,6 de sus 10.3
millones de habitantes usan internet, hay 1.4 millones de cuentas de facebook y existen 8,5m millones de móviles en uso.
El papel de Internet y la telefonía móvil fue paralelo a la
importancia de un medio de comunicación de masas tradicional como
la televisión Al Jazeera. En realidad se retroalimentaron en
palabras de Manuel Castells: “Un nuevo sistema de comunicación de
masas construido como mezcla interactiva multimodal entre
televisión, internet, radio y plataforma de comunicación móvil.”9
Pero Internet y Al Jazeera no han creado las revoluciones árabes,
estas no se gestaron en Internet como el 15M en España, sino que
aceleraron, precipitaron, facilitaron y propagaran las
movilizaciones en un contexto de censura y falta de libertad, asi
como contribuyeron a definir la propia configuración y formas de
protesta, favorecieron una dinámica de funcionamiento horizontal
en red y con formas organizativas flexibles que se adaptan a la
propia lógica de las redes sociales y la comunicación electrónica
además de ser espacios politizados y de formación de identidades
movilizadoras.
La guerra mediática es otra cara de la democracia líquida. El caso
de Venezuela – hombre símbolos de la derecha construidos para hacer
el cambio donde estimulan las contradicciones publicas entre el
gobierno y ese jefe de estado que no hace nada por cambiar la
situación existente, desmiente la conferencia de paz, hablan de un
discurso débil del mandatario y todo esto está orquestado desde los
9 Manuel Castells “La wikirevolución del jazmin”. La Vanguardia. 29 de enero del2011.
grupos de poder norteamericanos en su política de small power para
implementar el golpe de estado blando.
Ejemplo de estos hombres símbolos en la red es el caso de Lorent
Saleh, una joven que estudió comercio exterior. Es una de las
cabezas visibles de la coalición que busca derrocar al presidente
Nicolás Maduro. Preside la organización Operación Libertad, que
ubica al castro-comunismo cubano como el enemigo principal de
Venezuela.
Lorent comenzó su faena contra la revolución bolivariana en 2007.
Ha abandonado las aulas, se presenta aún como líder estudiantil,
otro caso Vanessa Eisig de 22 años, estudia comunicación en la
Universidad Andrés Bello, ha participado en protestas contra la
Revolución, siente que hace historia, es militante de Juventud
Activa Venezuela Unida (JAVU)10 .
El líder de todos estos grupos es el filósofo Gene Sharp, que
reivindica la acción no violenta para derrocar gobiernos. Sharpe
fundó el Instituto Albert Einstein, promotor de las llamadas
10 Organización que exige la deposición del usurpador Nicolás Maduro y de todo su gabinete. La organización tiene como emblema un puño derecho de color blanco,
que “es signo de resistencia y de burla al socialismo”. Ha desempeñado un papel relevante en los actuales disturbios que se viven en Venezuela. Fundada en 2007,
la organización se define como una plataforma juvenil de resistencia, que busca derribar los pilares que sostienen al gobierno constitución. La misma está inspirada en un movimiento estudiantil en Serbia denominado Otpor para derrocar
del gobierno al presidente Slobodan Milósevic en 2000, que recibió financiamiento de agencias gubernamentales norteamericanas.
revoluciones de colores en países que no son afines a los intereses
de la OTAN y Washington.
La relación entre JAVU, Otpor y Canvas es muy estrecha, una
militante del grupo de extrema derecha Marialvic Olivares expresó
“las organizaciones internacionales que nos están apoyando en
este momento siempre han estado de la mano con nosotros, no
solamente en cuestiones de protesta, sino en cuestiones de
formación, y nosotros con ellos siempre hemos estado de la mano. No
nos da vergüenza, no nos da miedo decirlo.” De este modo los
vínculos entre los jóvenes dirigentes estudiantiles venezolanos y
los think tanks y agencias de cooperación de derecha van mucho más
allá de la alianza con Otpor/Canvas.
Otra fuerza en la red que ha desempeñado un papel relevante en la
intentona por deponer a Maduro es el Movimiento Social
Universitario 13 de Marzo, organización estudiantil que actúa en
la Universidad de los Andes, su dirigente más conocido es Nixon
Moreno.
Entre sus principales acciones desde la red es de promover la
imagen de desestabilización política en el país, reciben
financiamiento internacional, militan en las filas de la
ultraderecha y son xenófobos. Están vinculados con organizaciones
nazis y conservadoras en varios países. Simpatizan con políticos
de la derecha radical como Leopoldo López, María Corina Marchado y
Antonio Ledezma.
3. Las Redes sociales desde una teoría política de izquierda
Néstor Kohan utiliza el término “aplicar” para dar una idea lo más
exacta posible de lo que implicó “aplicar el pensamiento
emancipador de origen europeo a la formación social argentina y
latinoamericana en lugar de intentar asumirlo como propio desde
estas realidades.”
Esta reflexión combina con la idea de “aplicar el pensamiento
emancipador” al uso de una plataforma virtual que está
revolucionando en la actualidad la forma de hacer política y
participar de la política en lugar de incorporar pasivamente los
códigos imperialistas.
En contraposición a estos códigos, el antimperialismo sugiere el
camino emancipador. Se trata de la corriente política autóctona
más avanzada y sólida de América Latina, la cual tiene como
precursor el pensamiento de José Martí. La fecunda síntesis
latinoamericana del antiimperialismo y el marxismo se logró en la
década de 1920, en figuras formadas en el seno de esta corriente que
ensanchan su horizonte con el marxismo y el leninismo. Entre ellas
se destacan José Carlos Mariátegui (Perú, 1894-1930), Julio
Antonio Mella (Cuba, 1903-1929) y Agustín Farabundo Martí (El
Salvador, 1893-1932). Posteriormente Ernesto Che Guevara, Fidel
Castro Ruz y la Revolución Cubana en general constituyen faros para
la experiencia socialista latinoamericana.
La mezcla de estas corrientes ha alcanzado gran relevancia
sociopolítica desde finales del siglo XX y principios del XXI.
Puede decirse que se “latinoamericanizó” el pensamiento
emancipador con el rescate del pensamiento integracionista de
Simón Bolívar a través de la relevante figura de Hugo Rafael Chávez
Frías. En ese sentido no pueden dejar de abordarse aquellos
elementos teóricos que engarzan y matizan los procesos
sociopolíticos llevados a cabo por el mencionado líder
venezolano, Evo Morales y Rafael Correa.
Estos procesos están enmarcados en la globalización neoliberal
caracterizada por el control por parte del gran capital del sistema
de relaciones sociales en función de su proyecto hegemónico, donde
las juventudes son un punto medular hacia donde se enfocan las
políticas de reproducción cultural, especialmente a partir de la
influencia de las TIC.
De ahí que se hace impostergable profundizar en el estudio del
universo juvenil latinoamericano desde la perspectiva del
empoderamiento de las redes sociales, reto principal hacia la
construcción del sujeto contrahegemónico para concretar la praxis
revolucionaria.
Los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador son los más elocuentes en
el rescate de la voluntad popular como máximo criterio legitimador
de los cambios políticos. El nuevo constitucionalismo
latinoamericano a través de la proyección e implementación del
pluralismo jurídico, el principio de plurinacionalidad y la
descentralización político-administrativa, es una de las
expresiones más abarcadoras del empoderamiento, como nuevas
formas de participación que implican actividades que superan a la
intervención en los partidos políticos.
En los procesos sociales llevados a cabo en estos países se hizo
evidente la necesidad de formación y desarrollo de un sujeto de
nuevo tipo, participante de los designios de su país no solo desde
la pasividad del ejercicio del sufragio, sino que se vertebre en el
poder también, desde las esferas económica, social, ideológica,
cultural.
Sin dudas, las coordenadas de los proyectos más avanzados las
encontramos en Cuba, sin embargo, se trata de experiencias muy
válidas en las que ha sido fundamental el papel de la personalidad
en la historia: las figuras carismáticas de sus líderes políticos
(transitorios) respectivamente y por su puesto la voluntad
política. Esta situación de ensambladura política no garantiza la
continuidad o concreción de un proyecto social que, salvo en el
caso de Cuba con más de 50 años de experiencia en la construcción
del socialismo, recién comienza a fraguarse en la región.
En este contexto, la revolución cubana está abocada a la
articulación y legitimación de su proyecto en las redes sociales, a
través de la construcción de un sujeto contrahegemónico, una
ideología superior, un proyecto cultural alternativo entendido
como instrumental quirúrgico para reapropiarse de estos espacios
mediáticos donde hoy se monta el espectáculo de la información-
desinformación.
El universo juvenil cubano necesita un pensamiento holístico para
construir capacidades reflexivas, conceptuales, metodológicas y
culturales para comprender, contextualizar, reconfigurar y
transformar las reglas del juego que condicionan la realidad
insatisfactoria que se requiere cambiar.
En ese marco del desmontaje de las viejas instituciones, deben ser
transformadas las personas que cambian la cosas, y el “cambio”
requiere constructores no seguidores de ideas, es a la misma vez ir
creando un pensamiento antiimperialista con una pedagogía de la
pregunta para formar constructores de utopías y no la pedagogía de
la respuesta que puede desfigurar el proceso revolucionario.
4. La juventud y el desafío TIC: Contextualizar la realidad cubana
La revolución cubana tiene ante sí el desafío de insertarse en el
ciberespacio en medio de un escenario adverso, marcado por
recursos limitados, víctima del bloqueo económico-comercial
impuesto por EE.UU y por ende la condena a la “desconexión”. Sin
embargo se hace impostergable revertir estos mecanismos de
dominación y hegemonía para librar la batalla que se nos hace desde
las redes. Se trata de reapropiarse de las TIC, esa nueva forma de
hacer política cuyas herramientas son la desobediencia pacífica
masiva, la ocupación de los medios y espacios urbanos, las nuevas
formas de participación ciudadana, la construcción de una nueva
sensibilidad y un nuevo cuerpo colectivo, y la potencia radical de
la sociedad- red.
El tema del saber y del conocimiento está indisolublemente ligado
al poder, desde Foucault, no podemos hablar del saber, sino de
conformaciones, constelaciones de saber-poder. Las estructuras
del poder imperantes hoy en día, salvo muy contadas excepciones,
tratan de afianzar el status quo de las grandes desigualdades,
incluso en la esfera de la información y las comunicaciones, donde
se está ampliando la brecha entre las mayorías sin acceso a las
comunicaciones, la información, la Internet, y las minorías con
acceso a ellas.
A nivel de la realidad, el saber no existe solo, sino imbricado en
las estructuras del saber-poder, mediadas por los
condicionamientos de clase, género, raza, etnias, por las
realidades políticas, nacionales e internacionales de las
diferentes regiones. En la medida en que esas contradicciones y
confrontaciones del saber-poder se solucionan a favor de los
intereses de la mayoría de esos pueblos, pueden abrirse espacios
que tengan realmente sentido para esos países, para avanzar en el
camino de la sociedad del conocimiento y en la medida que no sea
así, seguirán abriéndose las brechas, cada país irá accediendo a su
sociedad de conocimiento.
Hay relaciones de dominación, centros de poder que acumulan ese
conocimiento, lo privatizan, sin embargo, el conocimiento y la
tecnología son una oportunidad como alternativa emancipadora para
los países menos desarrollados, pues ofrecen también la
posibilidad de que la voz alternativa se pueda escuchar por un
mayor número de personas.
Los medios constituyen una pieza necesaria del proceso
representativo , proceso central de las democracias contemporáneas.
Los medios son los instrumentos principales que permiten a los
individuos tener acceso a la esfera de lo político a través de la
representación de la política que éstos ofrecen. A su vez son los
instrumentos que permiten a la esfera política ponerse en escena y,
de esta manera, entrar en contacto con los individuos. El modelo
político de democracia representativa necesita la escena mediática
para poder ejercerse. Sin esta escena, la política y más allá de
ella, lo político, tal como está estructurado hoy en día, no pueden
funcionar.11
Es a través de ellos donde en la actualidad se está construyendo la
política, y en este campo de batalla donde están ocurriendo
relaciones políticas fundamentales. Se trata de la construcción
de espacios públicos donde los ciudadanos participan de un
espectáculo político. Los medios hacen posible una participación
política virtual, pasando de la construcción de un pueblo de
ciudadanos a miembros de un público concebido desde la pasividad
como espectadores.
11 González Broquen, Ximena. Hacia una categorización del poder mediático: poder representativo, meta-poder y anti-poder. Mediaciones Sociales, No. 8 I
semestre 2011.
Sin embargo, si bien esta concepción mediática, articulada a
partir de las propias coordenadas en las que se inserta el debate
acerca de la democracia (representativa, participativa o
radical); si reconocemos el papel fundamental que el espacio de lo
mediático determina en la fábrica del individuo y de las sociedades
contemporáneas, ¿es posible reapropiarse de este espacio?
Las redes están revolucionando la política y el concepto de
identidad a escala global, al tiempo que traen consigo importantes
retos para las sociedades. La globalidad y temporalidad de su
despliegue las convierten en un instrumento cuyo potencial, tanto
para la reproducción de los mecanismos de dominación como para la
movilización social antiimperialista, es incalculable e
imprescindible.
A partir del fomento de las prácticas del debate que se están dando
en las redes sociales, de alguna manera está aproximándose a la
construcción del consenso y de una fuerza colectiva hacia un
proceso de transformaciones sociales desde sectores claves como
la cultura y la producción del conocimiento.
No se trata solo de la cooperación en las redes informáticas, sino
de un conjunto de formas de vida, relaciones sociales, lenguajes,
información, códigos, tendencias culturales, saberes, circuitos
formativos más o menos formales, servicios, prestaciones, etc.;
que están conformando los nuevos espacios de la cotidianidad.
Sin dudas, en este orden de cosas los jóvenes tienen un papel
fundamental, ya que se trata de esa generación que nació en la era
de Internet, de las redes sociales. Existe toda una tendencia
contemporánea a concebir o articular desde las redes sociales, los
sitios web, los movimientos sociales y las identidades
colectivas.
Esta perspectiva se combina con aquella que para el caso de los
jóvenes habla de una Generación X marcada por la apatía, el sin
sentido y la carencia de utopías. Sin embargo, en sus manos está el
dominio y de hecho el desarrollo de los nuevos espacios
antiimperialista que se están desplegando en el ciberespacio, esa
segunda realidad que trasciende a la realidad física de la cual son
los jóvenes el sujeto fundamental.
Si los movimientos estudiantiles fueron durante décadas, la
expresión privilegiada de la participación juvenil, con demandas
sobre las condiciones de la educación y de la democratización de
los órganos de gobierno; girando posteriormente a la
participación barrial en organizaciones urbano-populares, en
consejos juveniles y en una variedad de colectivos que demandaban
espacios culturales; hoy desde las redes, sin una conciencia de
clase o de participación política, miles de usuarios activos están
coexistiendo y construyendo el escenario político.
Rossana Reguillo señala como características de las culturas
juveniles actuales, que el barrio ha dejado de ser el epicentro del
mundo, adquiriendo una conciencia planetaria y una vocación
internacionalista, a pesar de lo cual estos jóvenes “priorizan los
pequeños espacios de la vida cotidiana como trincheras para
impulsar la transformación global”.
Los jóvenes quieren cambios aquí y ahora. Sus proyectos de futuro
tienen que ver más que con sistemas claramente estructurados, con
imaginarios de una sociedad anhelada. Se piensa en el planeta, en
la sociedad global, en la utopía, pero se actúa en el espacio
inmediato frente a interlocutores inmediatos, conectados en red
desde cualquier parte del planeta, adscritos a sitios web comunes
que representan la bandera de sus demandas.
En la red se libran las grandes batallas de la humanidad hoy. La
toma de las calles ha sido sustituida por la toma de las redes, y son
los más jóvenes los protagonistas de los nuevos espacios de lo
político aunque no tengan conciencia de ello, lo cual es parte del
juego de quienes organizan el poder.
Las grandes organizaciones juveniles donde el individuo quedaba
prácticamente anulado en pro de lo colectivo masificado han dejado
de ser de interés para las nuevas generaciones. Desde luego las
federaciones estudiantiles, los consejos populares y las
agrupaciones para-partidarias siguen existiendo gracias a sus
aparatos burocráticos de mayor o menor medida.
Sin embargo, es evidente que los jóvenes no se sienten fuertemente
atraídos por estas estructuras verticales. No les interesa ser un
militante o afiliado más que pierde su individualidad en la masa.
Por ello, la participación juvenil se expresa hoy día en pequeños
colectivos y grupos y, muy claramente en acciones diversas en las
que se participa de manera individual. Como los nuevos movimientos
europeos, los jóvenes latinoamericanos establecen mecanismos de
participación poco o nada institucionalizados, en los que se
permite una gran flexibilidad de actuación en campañas
específicas, en redes de información y en acciones concretas.
Influidos por la cultura de izquierda, las organizaciones
juveniles tradicionales se coordinan y estructuran en formas
piramidales en las que el centralismo y la centralización son
valores y normas básicas. Frente a ello, las nuevas formas de
participación juvenil pasan por lo que Claus Offe llama la des-
diferenciación:
Es típico que en su modo interno de actuar, los nuevos movimientos
sociales, en contraste con formas tradicionales de organización
política, no se rijan por el principio organizativo de la
diferenciación, ni en la dimensión horizontal (el de adentro
frente al de afuera), ni en la dimensión vertical (dirigentes
frente a gente común).
Las viejas discusiones sobre la representatividad vertical,
propia del modelo piramidal de organización son sustituidas por
otras preocupaciones propias de las redes horizontales. Las redes
que los jóvenes crean buscan fungir como facilitadoras y no como
centralizadoras, por lo que definen su identidad como espacios
democráticos de vinculación; en cuanto a su autonomía les interesa
no ser hegemonizadas por grupos particulares, por lo que rechazan
los comités ejecutivos, direcciones, etc., y en su lugar crean
pequeñas coordinaciones que se relevan y que no pueden asumir la
representación de todos.
Como sugiere Enrique Dussel, es necesario encontrar alguna
combinación entre representación y participación aunque tal vez
la democracia participativa directa en especial con la ayuda de los
medios electrónicos avance tanto que haga de la representación tal
como se está practicando en la actualidad una mera antigualla.
Escuchamos hablar de políticas que favorecen la participación
directa de jóvenes; pero si deseamos que ellos participen tenemos
que considerar que “formar para la participación” implica
concienciar para querer participar, aprender para saber
participar y finalmente superar la obsolescencia de la
instituciones heredadas de la modernidad con el fin de organizarse
para poder participar.
Plantear como primer objetivo la construcción de la ciudadanía es
pretender que el joven se integre para participar; sin saber cómo
participar y, lo que es peor, sin preguntarle si quiere. La
participación juvenil deviene en ciudadanía si realmente como
refiere la Prof. Dina Krauskopf se facilita la inserción social de
adolescentes y jóvenes como verdaderos actores estratégicos del
desarrollo y no se los considera solamente receptores de nuestros
proyectos.
En ese sentido, el ciberactivismo ha devenido en una práctica muy
oportuna si se tienen en cuenta que estos jóvenes son nativos
tecnológicos. Se trata de una persona que utiliza un conjunto de
técnicas y tecnologías de la comunicación como teléfonos móviles,
blogs, correo electrónico o redes sociales organizando,
movilizando y sirviendo de inspiración a comunidades online cuyo
objetivo es poner en marcha procesos de acción y toma de posición
social.
Existe una variedad de medios convencionales digitales, que están
estrechamente vinculados con los sectores de poder, por lo que la
comunicación generada se constituye bajo los presupuestos de
dicho sistema de dominación, lo cual provoca un monopolio de la
información que permite un uso arbitrario de los medios dando lugar
a la manipulación de los mensajes, de acuerdo con intereses
sectoriales.
Esta comunicación política generada por los canales anteriormente
reseñados es susceptible de incidir en el sistema de creencias,
normas y valores de la opinión pública llegando a reproducir o
generar formas políticas aceptadas dentro de una sociedad
determinada, en especial a la juventud de las periferias del
sistema capitalista entre ella latinoamericana.
Para ello se constatan un número de ideologías y modelos
subyacentes tras los medios de prensa digitales, que ofrecen
temáticas y estrategias de lenguaje para legitimar una pauta
ideológica determinada.
Una función medular de los medios es la emisión de símbolos que
refuercen los sentimientos de pertenencia a una comunidad. Ello
permite, el control ideológico como mecanismo de dominación con la
creación de hitos comunes que supuestamente se forman de un pasado
compartido. Este recurso de lograr internalizar una identidad
colectiva es utilizado por los grupos de poder, para implementar
sus políticas.
Jóvenes y adolescentes están creando un mundo en el que todos
pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debido a la raza, el
poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento,
estará naciendo una nueva clase social, un mundo donde puedan
expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin
miedo a ser coaccionados, al silencio o el conformismo
(Declaración de independencia del ciberespacio).
5. Cuba: Hacia un ciberespacio antiimperialista
Las posibilidades que brindan las TIC le han permitido a EE.UU
crear un nuevo mecanismo para la desestabilización del proceso
revolucionario cubano, venezolano y otros países progresistas de
la región. La creación de una fauna mercenaria protegida,
financiada y habilitada tecnológicamente desde el extranjero,
sobre todo desde los EE.UU, tratando de socavar desde dentro junto
con la campaña mediática sostenida que lleva EEUU y Europa, esta
última con su posición común, contra Cuba.
La dialéctica revolución-contrarrevolución no es nada nuevo en la
historia de Cuba. La contrarrevolución bajo el liderazgo de
Estados Unidos, es secundada por las mismas fuerzas políticas: los
plattistas, reformistas y anexionistas.
En este sentido, la entrada de la administración demócrata
liderada por Barack Obama, la posición adoptada desde su campaña
presidencial inclinó a pensar que podría existir un viraje en el
conflicto, es cierto que era una ruptura en gran media con la
proyección histórica de los Estados Unidos sin precedentes en la
trayectoria de este país desde su etapa fundacional, pero
evidentemente muy comprometido con el sistema por lo que no
rompería con este.
La crisis global no ha hecho más que confirmar algunas de las
intuiciones o diagnósticos sobre la caduca democracia
representativa y sus obsoletas instituciones en pleno tiempo de
crisis sistémica del capitalismo. Algunas experiencias
concretas, algunas un tanto instantáneas, coyunturales, otras más
elaboradas, han ido dibujando el camino hacia la búsqueda de nuevas
formas de participación que han apuntado hacia la democracia
líquida, que debe ser una característica del ciberespacio
antiimperialista.
La guerra mediática es otra cara de la democracia líquida. El caso
de Venezuela donde se producen hombres símbolos de la derecha
construidos para hacer el cambio donde estimulan las
contradicciones públicas entre el gobierno y ese jefe de estado que
no hace nada por cambiar la situación existente, desmiente la
conferencia de paz, hablan de un discurso débil del mandatario y
todo esto está orquestado desde los grupos de poder
norteamericanos en su política de smart power para implementar el
golpe de estado blando.
En el caso cubano a partir de las recomendaciones expuestas en el
Informe de la Comisión para la asistencia a una Cuba libre del Plan
Bush, por ejemplo han continuado financiando a la
contrarrevolución ahora mejor organizada y con mayor presencia a
nivel internacional utilizando la Internet, en las 48 páginas que
posee el documento hay 49 recomendaciones y el 40 % de ellas, de una
forma más explícita o no, tratan sobre cómo aplicar las nuevas TIC o
de la forma de financiar su actividad.
De esta manera, las herramientas tecnológicas están destinadas a
recuperar su hegemonía sobre nuestro país, donde el sistema se
presenta mucho más dinámico porque identifica viejas variables
que recalientan el conflicto como:
-El crecimiento de la comunidad cubana dentro de los EEUU y en
otros países
-La flexibilización de Cuba con el tema emigración.
-El fomento de un nuevo tipo de contrarrevolucionario en Cuba que
se potencia con las TIC desde los Estados Unidos.
-La descentralización del mecanismo económico cubano.
-La necesidad de Cuba de participar en el Tercer Entorno para
mantener y perfeccionar el modelo económico social replanteado.
De forma general la política estadounidense hacia nuestra isla ha
estado permeada de un constante condicionamiento, dirigido a
manipular nuestra soberanía y la autodeterminación en detrimento
de la paz y la estabilidad nacional.
En la actualidad tal como expresara el General de Ejército, Raúl
Castro Ruz en el Informe Central al VI Congreso del Partido “El
gobierno norteamericano no ha cambiado su política tradicional
dirigida a desacreditar y derrocar a la Revolución, por el
contrario, ha continuado el financiamiento de proyectos para
promover directamente la subversión, provocar la
desestabilización e interferir en nuestros asuntos internos. La
actual administración ha decidido algunas medidas positivas, pero
sumamente limitadas.”
Aunque las medidas tomadas por Barack Obama sobre los viajes, las
remesas, y los servicios de telecomunicaciones, pueden
calificarse de positivas para una mejor relación entre ambos
países, no constituyen en su esencia una rectificación de una
política agresiva, sino más bien parte de la estrategia subversiva
a través de los “métodos blandos” o del “softpower”.
Al mismo tiempo que el bloqueo es manejado de forma más inteligente
para que cumpla con los fines subversivos propuestos, la
administración Obama repite el mismo error de los gobiernos
estadounidenses anteriores, al utilizar el bloqueo como su
principal carta de negociación, presionando a Cuba para que cambie
su sistema político interno y lo ajuste al “modelo de democracia
estadounidense”. Mientras tanto la dirección de nuestra
Revolución sigue demostrando que no actúa bajo presiones
externas.
La administración de Obama se ha caracterizado por la utilización
de las tecnologías de la información y las comunicaciones desde sus
procesos eleccionarios hasta en la subversión político-
ideológica contra Cuba enrumbando sus esfuerzos y dinero para
utilizar ese escenario, sabiendo que son los jóvenes los
principales usuarios de esas técnicas de infocomunicación. Esta
estrategia norteamericana está bien delimitada y es definida como
conectividad efectiva, potenciando la utilización de la
mensajería por celulares con estos fines.
Recientemente fueron revelados proyectos desestabilizadores
contra Cuba como ZunZuneo, Piramideo, Commotion, 14ymedio y La
Cubanada, pero no son los únicos, existen otros que canalizan
fondos secretos del gobierno de Estados Unidos para subvertir el
orden social escogido por la mayoría del pueblo cubano, algunos de
estos de una gran sofisticación técnica.
Zunzuneo es una especie de twitter contra Cuba creado por la
Agencia de Estados Unidos para la Ayuda al Desarrollo (USAID) por
medio de un intrincado sistema que incluía empresas de fachada y
expertos en nuevas tecnologías. La agencia Associated Press (AP)
publicó la exclusiva y reveló que tras esa acción ilegal estuvo el
gobierno de Estados Unidos. USAID intentó crear una base de
suscriptores del twitter en Cuba, usando noticias de deportes y
magazine, esperando, en una segunda fase, enviar mensajes de
contenido político para provocar protestas contra el gobierno. La
propia USAID reconoció en un documento su objetivo: una “primavera
cubana” para “renegociar el equilibro de poder entre el Estado y la
sociedad”. ZunZuneo captó a más de cuarenta mil suscriptores
cubanos, pero se estima que su alcance superó los 400 mil, quienes
solo después se enteraron que el servicio había sido creado por el
gobierno norteamericano.
Aunque tanto los portavoces de la Casa Blanca como del Departamento
de Estado y el director de la USAID negaron el carácter ilegal,
secreto y político de ZunZuneo, sucesivas revelaciones de AP han
dado a conocer la creación de empresas pantalla en terceros países
para gestionar ZunZuneo, el robo de la base de datos de usuarios de
la operadora de telecomunicaciones cubana ETECSA, la
clasificación de los usuarios por sus actitudes políticas y una
reunión del vicepresidente Joe Biden con varias personas
vinculadas al programa.
Para dar un golpe suave en Cuba se requieren conciencias
desideologizadas que se menosprecien a sí mismas. Las agencias
gubernamentales norteamericanas (y algunas europeas) están
acostumbradas a repartir dineros entre cubanos alquilados que
pertenecen a “la raza vendible” de la que habló José Martí. Esos
cubanos están en Martí Noticias, en Diario de Cuba y otras
plataformas mediáticas tendenciosas, al servicio de una
oficialidad extranjera que no les permite ni el menor margen de
pluralismo, esa mentalidad aún no prolifera en el territorio
nacional.
Esta vez, la fabricación de historias falsas y la manipulación
política no lograron promover una revuelta en Cuba. Zunzuneo fue
una agresión encubierta marcada por el menosprecio, la chapucería
y el fracaso, pero también por la amargura de la arrogancia
imperial herida ante la resistencia del pueblo cubano. Ante el
mundo Cuba seguirá siendo blanco de la manipulación de las
conciencias y el asedio cibernético, muy en contra de las buenas
intenciones de las que ha hablado Obama. Sería ingenuo, por tanto,
pensar que el pueblo de Martí lo acepte sin combate.
Piramideo, es un programa subversivo contra Cuba orquestado por la
Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB) que junto al proyecto
Martínoticias promueve la creación de una red de “amigos”,
ofreciéndoles la posibilidad de que una persona envíe a los
miembros de su “pirámide” un SMS masivo por el valor de un solo
mensaje. Esta estrategia, destinada también a restarle recursos a
Cuba, busca además crear una especie de “canal de comunicación”
entre grupúsculos contrarrevolucionarios. Como tantos proyectos
se nutre de fondos de dudosa procedencia, viola además la
Resolución 192 del Ministerio de la Informática y las
Comunicaciones, que contiene el “Reglamento para contrarrestar el
envío de mensajes masivos dañinos a través de las redes de
telecomunicaciones”. Además de la red social, incluye otros
elementos, como el uso de memorias flash de papel para enviar
noticias y reportajes de radio y la distribución de programas de TV
Martí a través del llamado “paquete semanal”, que circula por
nuestras calles a través de dispositivos de almacenamiento
masivos (memorias flash, discos duros entre otros).
El diario digital 14ymedio de la bloguera contrarrevolucionaria
Yoani Sánchez, tiene el objetivo de difamar y subvertir el orden en
nuestro país, sus servidores están fuera de la geografía cubana y
con financiamiento externo provenientes de los fondos destinados
a la subversión, este proyecto de propaganda salió a Internet como
un nuevo capítulo en la estrategia imperial de atacar el prestigio
de Cuba en Internet. Su esencia está en la propaganda hacia el
exterior, buscando vender una imagen diferente a la que viven los
cubanos para tratar de buscar apoyos y consensos en un público
alejado de nuestras fronteras, aunque no renuncian a un receptor
nacional, dando algunos pasos para insertar una versión del
proyecto en el paquete semanal.
La red social La Cubanada, se oculta tras la aparente fachada de un
servicio de interés público para los cubanos residentes en la Isla.
Este portal de múltiples entradas, es utilizado como plataforma
para inundar la red de teléfonos móviles de nuestro país con
mensajes, en su mayoría de carácter subversivo con el objetivo de
crear un ambiente hostil hacia la Revolución. El portal, que se
asegura es administrado por los cubanos Clive Rudd Fernández,
residente en Londres, Reino Unido y Alexis Ferrer, residente en
Estocolmo, Suecia, convoca a usuarios de la telefonía celular en
Cuba a llamar a un número asociado al proyecto, desde donde
recibirá un mensaje de voz, estando ahí precisamente el anzuelo
para difundir las ideas subversivas. Una vez asociado al proyecto
sus usuarios, sin necesidad de acceder a Internet podrán difundir y
compartir sus mensajes, propuestas de ventas y otras facilidades.
Con este nuevo proyecto se trata de influir entre los cubanos,
moviendo por la red celular ideas y propuestas que ayuden a crear un
ambiente político favorable para futuras acciones.
Resulta muy curioso que precisamente después de ponerse en marcha
estos proyectos hayan comenzado a “nacer” enfocados hacia Cuba una
serie de “nuevos empresarios tecnológicos”, que utilizan, como
mismo sucedió en el caso de ZunZuneo, a empresas intermediarias
ubicadas en terceros países.
La Internet, en sentido general, y particularmente sus redes
sociales, han ampliado en un grado superlativo las posibilidades
de comunicación entre los seres humanos y brindan inusitadas
oportunidades, entre ellas las de comunicarse instantáneamente
con una figura política de cualquier nivel, un artista o deportista
famoso residente en el más lejano lugar del planeta.
A pesar de recibir todos estos apoyos, entre los jóvenes
latinoamericanos no despiertan simpatía ni solidaridad. Por el
contrario, suscitan desconfianza y repudio. Su causa nada tiene
que ver con el ideario del movimiento estudiantil-popular
mexicano de 1968 y del Mayo francés.
6. Conclusiones
La existencia de los nuevos escenarios de lo político es un hecho.
El papel central de las TIC en los nuevos tiempos ha condicionado un
cambio en las estructuras tradicionales de participación,
redefiniendo la democracia, desde un marco crítico en consonancia
con el surgimiento de concepciones más flexibles o “líquidas”.
La participación de lo político a partir de la hibridación de dos
escenarios: el físico y el ciberespacio, concretándose el acto de
la participación en este último, es una de las tendencias más
generalizadas de manera informar en los últimos tiempos, sin
embargo, se ha impuesto dotando a los ciudadanos de un nuevo poder
virtual en la toma de decisiones, que poco a poco se ha ido
sistematizando a través de hechos aislados, a la vez que ha ido
cediendo espacio a manifestaciones contrahegemónicas.
Sin dudas, el uso de las TIC constituye un elemento esencial en la
repolitización de la sociedad, o el fomento de una nueva cultura
política. No obstante, continúan siendo limitaciones
determinantes, por una parte, las grandes transnacionales de la
información que dominan los medios y por ende construyen los
contextos en el ciberespacio, conformando estados de opinión. Por
otra parte, el debate sobre el acceso a las TIC en todos los
rincones del planeta, es todavía un obstáculo insalvable. Ambas
disyuntivas no son las únicas, pero son esenciales para cuestionar
la liquidez real de esta democracia en red.
7. Bibliografía
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Wolton Dominique. "Los medios, eslabón débil de la comunicación
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