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ESTUDIOS EXTREMEÑOS

REVISTA

HISTÓRICA, LITERARIA

Y ARTÍSTICA

(Fundada en 1927)

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BLANCA

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REVISTA

DE

ESTUDIOS

EXTREMEÑOS

AÑO 2006 ~ TOMO LXII

NUMERO II

MAYO - AGOSTO

BADAJOZ

DEPARTAMENTO DE PUBLICACIONES

EXCELENTÍSIMA DIPUTACIÓN PROVINCIAL

TERRITORIO ,PATRIMONIO YC U L T U R AI EN LA

FRONTERA

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DIRECTOR:

Moisés Cayetano Rosado

DIRECTORA DEL CENTRO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS:

Lucía Castellano Barrios

CONSEJO ASESOR:

José María Alvarez Martínez

Domingo Barbolla Camarero

Pilar Blanco-Morales Limones

Florentino Blázquez Entonado

Marcelino Cardalliaguet Quirant

Feliciano Correa Gamero

Fernando Cortés Cortés

Rafael España Fuentes

Rafael Rufino Félix Morillón

Julio Fernández Nieva

Isabel M. Pérez González

Fernando Rubio García

Antonio Salvador Plans

Fernando Serrano Mangas

Francisco Torres Escobar

Francisco Valverde Luengo

Francisco Vázquez Pardo

SECRETARIO:

Diego Peral Pacheco

REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS

(Fundada en 1927)

D. L.: BA-14-1958 - I.S.S.N.: 0210-2854

Redacción, administración, suscripciones,fotocomposición y maquetación:

CENTRO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS

Apartado de Correos 581

C/ Godofredo Ortega y Muñoz, 2

06011 - BADAJOZ

Tfnos.: (924) 245091 - 245722

Fax: (924) 235908

La Revista de Estudios Extremeños

es cuatrimestral y el importe de sususcripción anual es de 9,02 C

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SUMARIO

PRESENTACIÓN: CAYETANO ROSADO, MOISÉS ................................................... 535

ESTUDIOS ...................................................................................................... 537

OGANDO, IOLANDA: Acerca de D. Sebastião na Extremadura:literatura e história nas aulas de PLE ................................................ 539

FERNÁNDEZ GARCÍA, M.ª JESÚS: Portuñol y Literatura ......................... 555

CABRITA, MARIA DA CONCEIÇÃO VAZ SERRA PONTES : BibliotecaMunicipal de Elvas. Uma biblioteca na fronteira Alentejo/Extremadura ........................................................................................ 579

COMINO FERNÁNDEZ DE CAÑETE, CARMEN M.ª: Selección de re-franes del Quijote en traducciones portuguesas de los siglosXVIII, XIX y XX ................................................................................... 593

ELIZAINCÍN, ADOLFO: Los estudios sobre la frontera España/Portugal. Enfoque histórico ................................................................ 607

CARRASCO GONZÁLEZ, JUAN M.: Evolución de las hablas fronte-rizas luso-extremeñas desde mediados del siglo XX: Uso ypervivencia del dialecto ...................................................................... 623

HAßLER, GERDA: A fala: normalización tardía e identidad cul-tural ..................................................................................................... 637

OSSENKOP, CHRISTINA: La situación lingüística actual de lasvariedades portuguesas en la franja fronteriza de Valenciade Alcántara ........................................................................................ 661

PÁG.

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TEIJEIRO FUENTES, MIGUEL ÁNGEL: Portugal en la vida y obrade Cervantes ........................................................................................ 683

BOLLER, FRED: Cambio de identidad en los (r)emigrantes por-tugueses ............................................................................................... 701

MEDINA GARCÍA, EUSEBIO: Orígenes históricos y ambigüedadde la frontera hispano-lusa (La Raya) ................................................ 713

FONSECA, JORGE: A raia luso-castelhana, espaço de cativeiroe de luta pela liberdade (sèculos XVI-XVII) ....................................... 725

VIEIRA, RUI ROSADO: Os espanhóis residentes en Campo Maiorem 1837 ............................................................................................... 739

COSME, JOÃO: Olivença (1640-1715). População e Socie-dad ....................................................................................................... 753

LUNA, CARLOS EDUARDO DA CRUZ: Historia e declinio de trespovoações na fronteira ........................................................................ 825

MARTÍN GALINDO, JOSÉ LUIS: Los chozos extremeños: referentehistórico y recurso socio-cultural para el futuro ............................... 839

VALLECILLO TEODORO, MIGUEL ÁNGEL: Principales caracterís-ticas del retablo alto-alentejano (s. XVII y XVIII) ............................. 891

CAMPESINO FERNÁNDEZ, ANTONIO J.: Fortificaciones abaluar-tadas de Extremadura: planos inéditos de Moraleja, Zar-ça de Alcántara, Alcántara, Valencia de Alcántara y Albur-querque ................................................................................................ 921

NOTICIAS CULTURALES ................................................................................... 947

CONGRESO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS ..................................................... 947

I ENCONTRO TRANSFRONTERIZO DE REVISTAS DE CULTURA ........................ 951

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PRESENTACIÓN

Cuando el Consejo Asesor de la Revista de Estudios Extremeños acordóla publicación de un número monográfico sobre “TERRITORIO, PATRIMONIO Y

CULTURA EN LA FRONTERA”, estaba incidiendo en algo que ha sido una constan-te de esta publicación: el interés por las diferentes temáticas que abordan elestudio de la “Raya”. Pero ahora se trataba de presentar estudios de autoresque o no habían publicado sus investigaciones, reflexiones, aportaciones eneste medio, o lo han hecho de manera esporádica y por ello su presenciapuede significar una innovación en la contribución de nuestra revista a lasrelaciones transfronterizas.

De ahí el interés especial y la novedad que significan las aportacionesque el profesor de la Universidad de Extremadura Juan M. Carrasco Gonzálezha conseguido reunir para este número. El mismo Dr. Carrasco González nosindica que “un primer grupo de trabajos, realizados todos por profesores delÁrea de Filología Portuguesa de la Universidad de Extremadura, aborda di-versos temas relacionados con la literatura y la cultura literaria. El primeroconsiste en una propuesta didáctica a propósito de D. Sebastião en Extremadurarealizada por Iolanda Ogando. Mª Jesús Fernández García nos acerca al ‘por-tuñol’ en la literatura, incluyendo algunos ejemplos extremeños. Maria daConceição Cabrita analiza los fondos excepcionales de la Bibliotea de la fron-teriza ciudad de Elvas. Finalmente, un tema con el que contribuimos al ho-menaje cervantino del año 2005: el tratamiento de los refranes del ‘Quijote’en varias traducciones portuguesas según un estudio llevado a cabo por Car-men M.ª Comino”.

Un segundo bloque de estudios lingüísticos, fruto de la sesión “La rayaluso-española como lugar de delimitación e identidad lingüístico-cultural”,dentro del “XV Congreso de la Asociación Alemana de Hispanistas”, celebra-do el año pasado en Bremen, con reflexiones de especialistas de distintasuniversidades de Europa y América, nos lo presentan sus coordinadores,Christina Ossenkop y Ulrike Mühlschlegel, bajo el objetivo de “inventariar lasituación lingüística a lo largo de la frontera luso-española, integrando losdistintos enfoques de la investigación lingüística (como dialectología,sociolingüística, contacto de lenguas, etc.) y abriendo asimismo también unespacio para otras disciplinas complementarias”. Y así, Adolfo Elizaincín

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(Montevideo) ofrece una vista panorámica sobre los estudios lingüísticosmodernos dedicados a la raya luso-española. A continuación, Juan M. CarrascoGonzález (Cáceres) expone la evolución de las hablas fronterizas desde me-diados del siglo XX. Gerda HaBler (Potsdam) presenta un análisis de losprincipales estudios que se han desarrollado acerca de la “fala”. Sigue unestudio de Christina Ossenkop (GieBen) sobre el contacto de lenguas en lafranja fronteriza de Valencia de Alcántara. Finalmente, Fred Boller (Kiel)analiza el contacto de lenguas y las consecuencias como fruto de la migraciónlaboral, en este caso concreto de la emigración portuguesa a Francia.

Tras estos bloques, ofrecemos diversos trabajos, procedentes de estu-diosos extremeños y alentejanos fundamentalmente, que abordan cuestionesvariadas, yendo desde el estudio histórico de la frontera en general a con-crecciones particulares de poblaciones y “pobladores” de la raya en particu-lar; de la comparación de realizaciones artísticas a la contribución social enla conformación del territorio; de la evolución socio-económica de nuestrasregiones fronterizas al estudio de sus potencialidades y perspectivas de desa-rrollo futuro; de nuestras difíciles, luego distantes y ahora fructíferas relacio-nes, a los acuerdos para un “mañana” más prometedor.

Dado el volumen de las aportaciones, esta parte tendrá continuación enel próximo número de la revista, completando así la unidad del monográfico.

Una vez más, el esfuerzo ha merecido la pena. La novedad ha superadoel riesgo con unas contribuciones dignas, útiles, de claro interés para todos,variadas y sugerentes. Y así, cumplen el objetivo de generar o reimpulsarnuevas actuaciones en el estudio de la “raya” que cada vez debe tener mayorpresencia en nuestra publicación.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

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Acerca de D. Sebastião na Extremadura:

literatura e história nas aulas de PLE*

IOLANDA OGANDO

Universidad de Extremadura

São muitas as vozes que apontam o facto de o ensino da literatura ter deapresentar constantemente justificação para a sua presença nos planosdisciplinares da ‘escola’ europeia. Da pré-primária à Universidade, uma rápi-da análise dos planos docentes mostra a quase obrigação de a literatura e oseu estudo -quer sob a forma de história literária, quer sob perspectivas maisdidacticamente inovadoras- legitimarem a sua presença em âmbitos educati-vos. Obviamente, e como assinalam estas mesmas vozes, esta insistência nanecessidade da literatura como matéria de formação deixa entrever oquestionamento de que tem sido objecto nas últimas décadas, o qual, se nemsempre tem a ver com instâncias académico-científicas, verifica-se, isso sim,na aplicação da maioria das políticas educativas reais, inclusivamente, comoassinala Maria José Meira (2003: 49), dentro do ensino das línguas.

Perante este panorama e, apoiando-se na funda renovação dos estudosliterários -acelerada, como não podia ser menos, por essa mesma crise, que ostinha colocado num ponto crítico de análise e legitimação-, são também muitasas vozes que têm dedicado grandes esforços a destacar e sistematizar os facto-res de relevo e as vantagens que reporta o ensino da literatura na formação econformação dos nossos alunos e alunas, quer a nível académico, quer a nívelsocial e pessoal.

Aspectos como o desenvolvimento das capacidades linguísticas e deleitura do aluno -a nível oral e escrito-, um maior conhecimento da línguaque pode também ser considerada “património cultural” (Meira 2003: 51), asua maior compreensão de outras matérias de estudo ou o apoio ‘de enqua-

* Quero expresar o meu agradecimento ao Instituto Camões, com cuja ajuda académica einvestigadora através de uma bolsa de investigação, fez possível a elaboração deste artigo.

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dramento’ no ensino das LE -que, a nível geral, é a área que nos interessa-,têm sido marcados como vantagens específicas do ensino da literatura nasaulas. Mas, para além das ‘competências a desenvolver, foram tambémassinalados outros ‘valores’ como a) a abertura a ‘mundos possíveis’, b) odesenvolvimento da leitura no seu duplo sentido de leitura e interpretação domundo, c) o conhecimento e contacto com valores ou mundividências estranhase/ou estrangeiras e, finalmente, d) o próprio questionamento do Eu no processode conhecimento do Outro…

Desta maneira, pensamos que a literatura representa uma óptimaferramenta/oportunidade de compreensão e explicação do mundo, sendo cons-cientes de que, como indicam Heintel ou Timmermann (apud Bredella 1989:20 e ss.), a didáctica da literatura deve reflectir sobre o seu papel na própriaconfiguração do homem. Não podemos portanto ficar-nos por um ensino queesqueça a relevância do literário no estudo, mesmo quando se tratar daaprendizagem de uma literatura estrangeira.

É verdade que, como se assinala na clássica revisão de Bredella, corre-mos o risco de deixar de ensinar literatura simplesmente pelo facto de serliteratura. No entanto, pensamos que se por um lado este risco fica diminuídopela escolha de muitos textos clássicos, sancionados já por uma tradição deestudo e canonização cultural e nacional, por outro, a possibilidade de analisara literatura de uma perspectiva que não tem como eixo central a fruição ou asimples transmissão dos valores para a cidadania, não é incompatível com apresença destes mesmos valores. Muito pelo contrário, é precisamente estainterdisciplinaridade que contribui para o processo didáctico, nomeadamenteem âmbitos universitários, pois legitima a leitura dos textos para além deuma alegada qualidade estética, ao transformá-los em testemunhos do seutempo e lugar, e ainda do tempo e lugar em que são incluídos e passam aparticipar nessa disposição histórico-nacional que conforma os cursos de lite-ratura tradicionais.

Aliás, não deveremos esquecer o facto do ensino deste tipo de matériascaminhar para um estatuto diferente no novo contexto de Ensino Superior naEuropa, pelo que resulta de grande utilidade, no âmbito da didáctica das dife-rentes línguas estrangeiras do ‘velho continente’, descrever as directrizescomuns que estruturam a ‘cartografia romântica’ (Cunha 2002: 90) das suas‘literaturas nacionais’. O aluno poderá desta forma estabelecer as comparaçõese as diferenças entre elas mas, sobretudo, aceder culturalmente a outraslinguagens, em níveis que ultrapassam a simples tradução linguística para seaproximarem da tradução intercultural.

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É claro que esta posição nos obriga a uma maior atenção à sociedade deorigem da literatura objecto de estudo, mas também àquela em que iremosdesenvolver o nosso trabalho docente para estabelecer as tarefas e objectivosfactíveis mais apropriados. Por outras palavras, e seguindo a Malte Dahrendorf(apud Bredella 1989: 58) é necessário fundamentarmos o ensino da literaturacom uma análise inicial da sociedade em que se inscrevem os nossos discentespara, em seguida, com base nestes dados, definirmos objectivos e formas.

Desta maneira, a literatura e a história, nos seus diferentes níveis deimbricação, são instrumentos que nos apresentarão as “regras do jogo”; o“elemento empírico” necessário para o “enquadramento transcendental deum mundo de vida” ao conterem os “sinais simbólicos cuja interpretação nosleva a entender formas de vida e horizontes do sentido de outros” (Bredella1989: 75), porquanto “as obras literárias possuem um carácter transcendental,visto apresentarem ao leitor uma interpretação da realidade, segundo deter-minadas perspectivas, tornando-a, assim, acessível a esse leitor” (ib. 1989:76), característica que fundamenta a sua presença nos planos de estudo. Aaula de literatura será portanto a que nos ajudará a “tornar evidente a visão domundo contido em cada texto” (ib. 1989: 146).

Em conclusão, a nossa premissa é que na aprendizagem e aproximaçãoà língua e à cultura portuguesas que pode fazer um aluno nos níveis superio-res de ensino da Extremadura, também o estudo das obras literárias pode serum instrumento de conhecimento que, para além de contribuir a nível deapropriação de um registo sociolinguístico ‘culto’, pode ajudar ao (futuro)professor de português na transmissão de diferentes aspectos que conformamo imaginário do país vizinho. Por outras palavras, também Portugal se con-forma (e se confirma) através do imaginário literário e de personagens histó-ricas que, em muitas ocasiões, têm a ver mais na sua projecção cultural coma criação literária que com a sua realidade histórica, como de facto aconteceucom Inês de Castro ou o próprio D. Sebastião, figura que é agora o centro danossa atenção.

SOBRE LITERATURA E HISTÓRIA NA AULA DE LITERATURAPORTUGUESA NA UEX

Neste sentido, estudar o Português como Língua Estrangeira numaUniversidade como a da Extremadura supõe contar, desde já, com uma sériede vantagens que ultrapassam a pura proximidade linguística. Conse-quentemente, os alunos espanhóis de PLE contam, de início, com relativas

ACERCA DE D. SEBASTIÃO NA EXTREMADURA:LITERATURA E HISTÓRIA NAS AULAS DE PLE

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facilidades na aproximação às obras literárias. E não deixa de ser importantelembrar que, tal como acontece para alunos dos níveis primário e secundárioem Portugal (Fonseca 2000), também a leitura literária pode ser um factor deavanço na competência de uso da língua portuguesa para um aluno em níveisavançados do liceu, das escolas de línguas ou da universidade.

Mas é também, aliás, grande a proximidade geográfica, cultural e mesmohistórica que, para além das evidentes comunicações ‘diárias’ que permite atodos os níveis, deixa rastos históricos e literários que podem ser coordenadose utilizados em diversos âmbitos do ensino da língua e da cultura portuguesasem Extremadura. É por isso que o professor de português no sistema de ensinodesta comunidade pode contar com uma grande quantidade de recursosinterculturais e comuns para os alunos, elos com os que atrair e explicar asdiversas faixas culturais que, incontornavelmente, se transmitem através dalíngua portuguesa.

Entre esses elementos comuns que ajudam a explicar as ligações histó-ricas entre as diferentes regiões luso-espanholas, pode-se trazer à memória,como já dizíamos, a figura de D. Sebastião. Com efeito, esta personagem e asua presença nos discursos literário e histórico têm uma grande relevância,quer como elementos mítico-configuradores da imagem que Portugal tem desi próprio, quer como matéria justificadora e criadora de parte da imagem quea partir da Espanha -onde, como iremos ver, também a Extremadura tem oseu papel- se projectou sobre o reino português e o período do reinado filipino.

A figura cultural objecto de análise está presente, pois, em obras portu-guesas, entre as quais se destaca a perspectiva que sobre ela se estabelece emvárias das obras de Garrett, nomeadamente no clássico Frei Luís de Sousa(1844) -um dos padrões canónicos do Romantismo e, em geral, de toda ahistória da literatura portuguesa-; mas também noutras, entre as quais pode-ríamos lembrar a peça menos conhecida As profecias do Bandarra (1848),que retoma o mito sebastianista como um dos motores da acção ficcional,embora de uma perspectiva muito diferente, devido, entre outras coisas, aodiferente tratamento genérico, sendo aquele um drama histórico, ainda comvocação de tragédia, e esta uma comédia de actualidade com presença dahistória como constituinte cultural.

Por outro lado, a figura sebastianista aparece também protagonizandoobras de ‘origem estremenha’, como a intitulada Viaje a España del Rey DonSebastián de Portugal (1576-1577) de Antonio Rodríguez Moñino, tratadohistórico publicado em 1956 e que descreve a viagem que, com efeito, fez orei português ao mosteiro de Guadalupe em finais de 1576 para se encontrar

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com o seu tio Felipe II. Sem podermos aproximar as obras pelo seu carácterliterário, podemos no entanto compará-las pela união que do discurso literárioe histórico fazem para atingir objectivos -quer dizer, imagens constituintes-diferentes. É claro que na aula de literatura não nos iremos ocupar dos aspec-tos históricos que aparecem na obra do autor estremenho, mas sim do facto dea história ser um discurso que compartilha elementos como a descrição, afocalização e, em geral, todo o processo de selecção e perspectiva que criauma visão diferente da mesma figura histórica e que, desta maneira, nos ajudaa compreender também as ideias e objectivos que subjaziam à criaçãogarrettiana.

Uma análise da presença de D. Sebastião nestes dois autores, emboraafastados por mais de um século, pode ajudar-nos a explicar a relevância quea figura e a lenda que sobre ela se criou nos séculos posteriores em Portugal eainda em Espanha, através da descrição de uma viagem feita pelas terrasestremenhas, que sem dúvida irão reconhecer. Pensamos que se pode cumprirassim a afirmação que há já três décadas fez Lothar Bredella a propósito dapertinência da presença da literatura no ensino:

“O estudo das obras literárias sempre constituiu o melhor exemploda forma como as pessoas se decidem, de forma diversa, face aosacontecimentos externos, devido aos seus diferentes horizontes demotivação. É por isso que a interpretação de obras literárias pode de-senvolver a sensibilidade para a percepção dessas relações” (1989: 129).

GARRETT, O PEDAGOGO DA NAÇÃO

O estudo de toda a obra de Almeida Garrett oferece grande interessepara um estudioso da língua e da cultura portuguesas. Não só por a actividadedeste escritor constituir uma das mais relevantes e influentes do panoramaintelectual português, mas por abranger, nas palavras de Vieira Pimentel,“uma activa participação em diversos frentes – da política à educação, dojornalismo à história, da língua às tradições, da arte em geral às literaturasculta e popular” (2001: 94).

Mas também na biografia intelectual garrettiana nos interessa a suatentativa de renovação da literatura em todas as suas facetas, posto que “paraGarrett, criar o autor é criar tudo quanto o cria a ele: os leitores, os públicos,a nova ideia de literatura, as instituições que lhes correspondam” (VieiraPimentel 2001: 106). Afinal a totalidade da obra Garrett, da criação à teoria,

ACERCA DE D. SEBASTIÃO NA EXTREMADURA:LITERATURA E HISTÓRIA NAS AULAS DE PLE

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passando pelas doutrinas e o trabalho crítico, tende a “contribuir para a rea-lização de uma sociedade em embrião; uma sociedade nova, apartada de nor-mas e modelos apriorísticos rígidos, sobremodo dependente da acção e davontade do homem do século” (Vieira Pimentel 2001: 111).

E se a preocupação garrettiana abarca as diversas instâncias do polissis-tema literário português, destaca-se por cima de tudo a sua basilar afirmaçãoliterária do teatro, através do cultivo dos mais diversos géneros e temas.

O TEATRO (HISTÓRICO) DE GARRETT COMO ARMA CARRE-GADA DE SIGNIFICADO

É sabido que o teatro teve uma relevância privilegiada nos processos deconstrução e organização social, em parte graças a ser o meio de transmissãooral e colectiva que permite (re)criar e (re)actualizar diferentes elementos doimaginário colectivo.

A análise de uma peça teatral de qualquer autor português pressupõesempre a possibilidade de conhecer uma grande quantidade de dados sobre oPortugal passado, sobre as suas concepções da vida vistas através dos olhosprivilegiados do escritor. Mas este exame implica também a possibilidade deobservar, nomeadamente a partir do Romantismo, as imagens veiculadasatravés dos diálogos das diferentes peças que vão subindo à cena e, ainda,daquelas que ficam sem estreia, mas que nos ajudam a definir e enquadrar osinteresses e pensamento do autor.

Neste sentido, ganham importância as peças de teatro histórico, génerofundamental e fundacional do teatro europeu de todas as nações durante oséculo XIX. Foi já apontado por vários autores que este subgénero dramáticotem uma dupla capacidade de significação simbólica. Ruiz Ramón (1988: 22)explica os mecanismos que permitem a comunicação de um significado queconfigura o presente através do passado. Em opinião deste autor estabeleceessa relação através de chaves “polissémicas” e “polissemânticas” queconseguem que o assunto signifique, “literal y simbólicamente en el procesode recepción de su sentido”. Desta maneira, o drama histórico permite quetanto na produção como na recepção se estabeleçam “nuevas relaciones signi-ficativas entre pasado y presente capaces de alterar el sentido tanto el unocomo del otro, así como del uno por el otro” (1988: 22).

São vários os autores que apontam ao facto de se possibilitar deste modoa reafirmação ou a negação de uma visão histórica, política e social dominan-

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te ou marginal. Juan Villegas sublinha o facto de este tipo de teatro “construirun pasado funcional a los fundamentos ideológicos y culturales de los secto-res culturales fundadores o productores del discurso” (1999: 233). E aindainsiste no alcance político do teatro histórico:

Como todo discurso, el discurso teatral histórico construye un ima-ginario social que legitima un sistema social o desconstruye el imagina-rio social dominante con el fin de proponer un imaginario que lo sustitu-ya. De este modo, legitima el imaginario social sustentador del texto, elcual, a su vez, legitima el sistema de valores o la ideología del grupo delemisor del discurso (Villegas 1999: 235).

O teatro histórico aparece desta maneira carregado de símbolos signifi-cativos que agem sobre vários níveis de construção cultural da época em quese produz e, graças a isso, vem carregado de significados para o trabalho e areflexão com e para a o aluno: mais um caminho de conhecimento da culturade que se aproxima quando estuda Português Língua Estrangeira e,nomeadamente, quando aspira a ser um especialista na docência ou nainvestigação nessa língua. Com efeito, também em Portugal são muitas aspeças de teatro histórico que, desde o trabalho fundacional1 de Almeida Garrett,serão publicadas e/ou estreadas no palco que se constrói como nacional. E,como já se pode ver, a figura e a obra de Almeida Garrett, enquanto iniciadordo ‘teatro literário moderno’ em Portugal, é de grande relevância, já que esta‘fundação’ é realizada com um conjunto de obras em que predominam as decarácter histórico, nomeadamente as que retomam personagens e factos pro-cedentes da nova história nacional.

LITERATURA DRAMÁTICA E HISTÓRIA COMO REPRESENTA-ÇÃO DA NAÇÃO PORTUGUESA

Se o teatro histórico reflecte mais o mundo do dramaturgo que o mundopassado recriado na ficção (Ogando 2004: 50 e 86), é indubitável que a análise

1 Lembremos que para além de ser o seu poema Camões considerado fito inaugural da nova literaturaportuguesa pelos historiadores da literatura posteriores, o próprio autor aponta a que “a índoledeste poema é absolutamente nova” (I: 194), afirmação que ultrapassa, é claro, o “narcisismo” eainda a filiação romântica que lhe aponta Massaud Moisés (2000: 136), e alcança a renovação /fundamentação nacional que substentará toda a produção literário-cultural de Almeida Garrett.

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das peças históricas de Garrett nos serve para apresentar vários aspectosculturais aos nossos alunos que têm a ver, mas não só, com a actividadegarrettiana e que vão da língua à concepção do teatro, do desenvolvimento daactividade cénica à introdução das ideias românticas e liberais no Portugal daprimeira metade do século XIX. No entanto, não fica por aqui a informaçãoencontrada numa peça histórica, uma vez que, ao unir a sua carga ideológicacomo género à da carga simbólica da história que estrutura a sua ficção, estesubgénero põe à disposição dois instrumentos fundamentais na construçãodas novas nações da Europa do séc. XIX, como acontece também em Portu-gal.

No transcurso das últimas décadas, diversos autores como Hobsbawm,Anderson, Mainer, Aguiar e Silva, Sommer ou Casanova têm apontado aparticipação da literatura na constituição da nação. No âmbito de estudosportugueses destaca-se o de Carlos Manuel Ferreira da Cunha que, se por umlado lembra que “a literatura nacional é um produto do nacionalismo culturaldo século XIX, à semelhança do próprio conceito da história nacional” (2002:49), assinala também que

No conceito de literatura nacional enfeixam-se elementos perten-centes a áreas discursivas diferentes e resultantes de uma conjuntura his-tórica inovadora, pois o nascimento e afirmação do pensamento históri-co articula-se fortemente com a emergência dos Estados-nação moder-nos, a difusão dos ideais da Revolução Francesa e a concepção românticada literatura que, desde Herder, associa à pátria a língua e à culturanacionais (...) Na Europa, as literaturas nacionais e as respectivas histórias

literárias nascem assim ao serviço dos Estados-nação, numa fortearticulação entre as tradições nacionais e as aspirações de independênciae/ou de afirmação do terceiro estado2 (2002: 50-51).

Na realidade, e como este mesmo autor aponta seguindo a Anne MarieThiesse, a formação nacional foi preparada -e daí ser também mais facilmenteespalhada- “pela criação cultural das identidades nacionais (que serviu desuporte à consciência colectiva da nacionalidade), numa actividade conjuntade escritores, artistas e eruditos, que elaboraram os patrimónios culturais esimbólicos nacionais (língua, historiografia, monumentos históricos, folclo-

2 Itálicas nossas.

IOLANDA OGANDO

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re). Esta check-list identitária (Thiesse 1999: 14) estará presente de diversosmodos na criação de uma das fórmulas literárias e cénicas de mais êxito doséculo XIX: o denominado ‘drama histórico’, subgénero que vem quase cons-tituir a totalidade do género teatral em países como a França e que ocupagrande parte da produção nas restantes novas nações da Europa.

Com efeito, vários críticos concretizam no teatro histórico um dos ins-trumentos conformadores da nova (imaginada no clássico termo de BenedictAnderson) comunidade nacional. Anne MarieThiesse (1999: 139 e ss.) descreveo papel decisivo na didáctica da nação, quer pela sua construção de um mode-lo de língua oral, quer pela sua constituição de modelos históricos representa-tivos dos novos valores nacionais, que são lidos “à la lumière de l’actualité”;processo este, como se sabe, ressignificador que torna os diálogos “déclarationspolitiques” e consegue “transformer les représentations en meetings houleux”(Thiesse 1999: 140).

Desta maneira, também neste sentido é muito útil determo-nos na análiseda obra teatral de carácter histórico de Almeida Garrett porquanto inclui ele-mentos históricos da nação portuguesa e, o que é mais importante, os elemen-tos mitificadores da história e, portanto, os padrões do sentimento nacional.E deveremos apontar ainda -concordando com Ana Isabel de Vasconcelos(2003: 122) que a maioria da população alvo das peças garrettianas nãoconheceria vários dos factos ou personagens recriados- que as situações efiguras são tanto aquelas que partilha com o conhecimento geral do seu públi-co receptor, quanto aqueles que quer conscientemente reivindicar e transmi-tir na missão didáctico-nacional que subjaz a toda a sua actividade teatral.

Seja como for, o teatro de Garrett aparece nesta esfera nacional como oprimeiro alicerce de uma nova concepção de Portugal e do mundo que, comobom herdeiro que ainda é3 da revolução romântica, continua a explicar algunstraços do Portugal do século XXI.

D. SEBASTIÃO EM GARRETT E RODRÍGUEZ-MOÑINO

É certamente curioso vir a estabelecer um exercício de comparação en-tre uma obra teatral da literatura portuguesa -ainda com presença da históriacomo elemento constitutivo ou temático-, e um tratado histórico espanhol.

3 Ao igual que o resto das nações europeias.

ACERCA DE D. SEBASTIÃO NA EXTREMADURA:LITERATURA E HISTÓRIA NAS AULAS DE PLE

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Para além daquela inicial distinção aristotélica, também ela fundacional, quecolocava a verdade literária acima da histórica, contaremos no século XXIcom a ideia corrente entre os nossos alunos de que, se a literatura correspondeà ficção, a história corresponde à verdade. Obviamente, esta será a primeiraconsideração com que deveremos trabalhar na aula. No nosso caso, e como jáexplicámos, será a união destes dois discursos um dos primeiros traçoslegitimadores da nossa aproximação.

Mas existe nelas sem dúvida um factor de adesão histórico-cultural quederiva das vicissitudes da história das relações luso-espanholas e cujo levan-tamento poderá ser feito perante os nossos alunos, através de uma análisecomparada que complemente o estudo ou a leitura do canónico Frei Luís deSousa de Almeida Garrett na aula de Literatura Portuguesa.

Nesta peça, a ficção corresponde a uma escolha que Garrett baseia naverdade que a poesia legou à história, como ele próprio indica na sua “Memóriaao Conservatório Real”. Estamos, pois, perante uma “criação de um mundopossível de acontecimentos com base histórico-factual, mas superiormenteregido pelas potencialidades modeladoras e cognoscitivas do poético-literário”(Vieira Pimentel 2001: 109). Assim, a ausência constantemente presente dafigura sebastianista é um elemento central na constituição da intriga, trans-formando-se em símbolo ambíguo, ao mesmo tempo, da decadência e da espe-rança para a nação portuguesa. Em palavras de Vieira Pimentel:

quando este [Wolfgang Kayser] afirma que o regresso de D. Sebastião,por interposta pessoa, é “um anti-regresso”) mas (...) diminui o alcanceda retirada de Manuel de Sousa Coutinho. É que este se retira do mundopara renascer das cinzas, para surgir metamorfoseado em Frei Luís deSousa, o grande cultor da Língua [e da história] portuguesa (2001: 99).

Concordamos com este autor quanto à ideia de que a figura sebastianistaem Frei Luís de Sousa, mais do que representar apenas uma queda da nação,resultou ser também na concepção garrettiana a origem da nova nação.Ultrapassando a admiração incondicional devotada à figura do rei desapare-cido por Maria e o aio Telmo -primeiro factor da posterior identificação D.João de Castro/D. Sebastião-, a oposição estabelecida entre o mesmo D. Joãode Castro -o D. Sebastião interposto- e D. Manuel de Sousa Coutinho desem-boca na base que simboliza o renascimento da nação portuguesa a partir doselementos constitutivos do imaginário popular.

Como já dissemos, perante esta visão ambígua e recreadora de AlmeidaGarrett, podemos colocar, a reconstrução que Rodríguez Moñino realiza da

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figura do mesmo rei a partir dos documentos, nomeadamente coetâneos eespanhóis, que foram redigidos por ocasião da visita que D. Sebastião fez aomosteiro de Guadalupe, na Extremadura, para se encontrar com o tio, FelipeII, que viria ser rei de Portugal a partir de 1580.

No nosso âmbito de trabalho e estudo, esta análise comparada do FreiLuís de Sousa com o Viaje a España del Rey Don Sebastián de Portu-gal apresenta-nos, desde já, duas vantagens didácticas excelentes: 1.-con-frontar o tratamento histórico das personagens com o tratamento literário e,portanto, as diferenças formais e pragmáticas de ambos discursos; e2.-confrontar os respectivos tratamentos do discurso literário e do discursohistórico e as suas possibilidades de mistura, na procura de diversos objectivose públicos.

Mas consideramos que a confrontação ultrapassa o primeiro nível deoposição entre a verdade histórica e a ficção literária, para deixar transparecera oposição entre a visão proveniente do campo intelectual espanhol e a docampo português. Assim, no Frei Luís de Sousa a ausência que marca aomnipresença do rei desaparecido, como já foi dito, deixa transparecer nobresrazões que se reflectem na própria dignidade do Romeiro que regressa deAlcácer Quibir, numa tentativa que, acima da inicial oposição entrepersonagens, une as vontades da maioria dos portugueses: das classes popu-lares às nobres, das personagens novas às idosas, de D. João de Castro aManuel de Sousa Coutinho..., e os opõe aos espanhóis, de quem foge esteúltimo até ao ponto de atear o incêndio com que destrói a sua casa.

Frente à dignidade e majestade intuídas na figura filo-sebastianista deGarrett, repare-se neste trecho do tratado de Rodríguez-Moñino -um entremuitos- que caracteriza o mesmo rei, mas de uma perspectiva muito diversa,quase contrária:

nació con lágrimas de vasallos, crióse con discordia de parientes y fueservido con envidia de privados que le aconsejaban más, según el grandeánimo que en él veían, que según la prudencia que era menester para unreal entendimento.

Y así, creyéndose providencial, estando en la firme convicción deque sus imaginaciones y proyectos debían ser obligatorios para los de-más, teniendo la seguridad de que no eran súbditos para dirigir sinosoldados para mandar, los ciudadanos que constituían su Estado, lógi-camente pensó Don Sebastián lo que en su niñez han pensado siempre loshombres: fantasías, heroicas conquistas, grandes empresas guerreras que

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le sirviesen de pedestal sobre el cual asentar sólidamente la gigantescaestatua de una gloria a la cual estaba llamado de lo alto. (…)

El ánimo juvenil, presto y aparejado para todas las moldeaduras ysugerencias extrañas, en cuanto éstas llevasen un derrotero paralelo alde las prematuras pero desarrolladas aficiones, tal vez fue engolosinán-dose con la perspectiva de poder un día coronarse Emperador de aque-llos remotos países de China y Japón, a la sazón sólo tocados por jesuítashispano-portugueses. Tal vez las Relaciones y Cartas de los Padres de laCompañía, leídas como al descuido por el privado Martín de la Cámara,fuesen minando el casi infantil cerebro y dejando en él la honda huella deun surco bien profundizado. (1956: 13-14)4

Será patente para qualquer leitor que, além da verdade e da ficção, évisível uma diferente intencionalidade no tratamento da mesma figura, comresultados muito diversos. Enquanto na literatura garrettiana, como víamos,se destaca a sua nobreza ausente, que infelizmente coloca o reino em mãosdos espanhóis, a quem também se opõe D. Manuel de Sousa Coutinho; naobra de Rodríguez-Moñino, D. Sebastião caracteriza-se pela sua proximidadeda loucura e do capricho, caracterizando-o o autor quase como um doenteinfantil, traços que ficam mais claros frente à majestade do rei espanhol,sábio e adulto que “no vino al mundo con terror de súbditos y miedo de muje-res. Fué su educación sabiamente cuidada. Se le acostumbró a gobernar, no aimaginar empresas temerarias” (Rodríguez-Moñino 1956: 13).

É obvio que para o historiador espanhol não suscita a mesma admiraçãonem comporta as mesmas conotações que Almeida Garrett utilizava na suaconstrução literária. Mas, para além da diferença de interesse, por não ter amesma relevância na história nacional em que se insere5, a comparaçãoestabelecida entre os dois reis vem, na obra do historiador estremenho, carac-terizar, embora de forma implícita, a futura união ibérica: o domínio filipinodo reino português, que fica deste modo legitimado, ao ter sido provocadopela doidice de um rei a quem toda a sua corte de nobres não pôde ou não quis

4 Esperamos que o significativo deste texto na nossa análise desculpe a sua longa extensão.5 E, de facto, a motivação inicial deste tratado reside na viagem à Extremadura, região pertencente

à nação que -como é, aliás, corrente en grande parte dos tratados históricos a partir do século XIX- justifica o interesse do historiador estremenho.

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fazer desistir do seu intento. Em opinião de Rodríguez-Moñino, frente a elesestaria o justo, digno e topicamente sóbrio rei espanhol que, se por um ladoteria sido um dos maiores opositores à empresa africana do sobrinho, sem, noentanto, ser capaz de convencer um doido; por outro, teria demonstrado maiorcapacidade de governo. Conclui-se, portanto, que já se ia preparando o caminhopara o domínio histórico de Espanha -talvez adulta, sóbria e séria como FilipeII?- em Portugal (talvez perdido, inexperiente e endoidecido como Sebastião?).Sabe-se lá… mas intui-se.

PARA CONCLUIR

Desta maneira, podemos verificar com os nossos alunos como, atravésda caracterização que se desenha na obra extremenha, se constrói uma imagemcompletamente diferente -não quer dizer que mais ou menos verdadeira, masno mínimo muito diferente-, que pode ser explicada através do enquadramentodas obras de onde procede. É claro que o enquadramento da obra de origemexplicar-lhes-á algumas das razões da divergência caracterizadora dos auto-res: diferenças genéricas, cronológicas, nacionais...

Mas, se a origem explica a forma, a forma também explica a origem.Por outras palavras, a comparação estabelecida entre as duas obras pode-nosajudar também a conhecer e explicar precisamente o contexto que as gera e,em última análise, as gere.

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BLANCA

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Portuñol y literatura

Mª JESÚS FERNÁNDEZ GARCÍA

Universidad de Extremadura

1. ¿QUÉ ES EL PORTUÑOL?

Demasiadas veces se recurre al término portuñol1 para designar cual-quier tipo de interferencia entre español y portugués. Tal es así que resultacasi un estereotipo de las relaciones luso-españolas la imagen del orador (seaconferenciante, político, entrevistado, etc.) que se disculpa ante su auditoriopor no manejar bien la lengua vecina, pero se decide a intentarlo para insta-larse en un registro que comúnmente llamamos portuñol. El resultado es quela designación, que no es completamente peyorativa, se ha transformado enuna noción comodín que igualmente sirve para caracterizar una determinadapronunciación, con realizaciones fonéticas propias de una lengua en el uso dela otra, acompañada o no de interferencias léxicas, o el calco de estructurasgramaticales de una lengua al emplear la vecina. En suma, se trata de unregistro donde se hacen evidentes fenómenos todos ellos propios del contactoentre lenguas. Sin embargo, con este sentido, otro rasgo viene a definir elportuñol obligándonos a distinguirlo de los fenómenos que permiten a ladialectología o a la sociolingüística hablar de variedades de una lengua dada:su variabilidad. El portuñol, como registro espontáneo que resulta de la mez-cla ocasional de español y portugués de acuerdo con unas necesidadescomunicativas momentáneas, es tan diverso como los hablantes que lo practi-can.

1 El término no aparece en diccionarios españoles como el DRAE; está incluido en algunos portu-gueses como el brasileño de Aurélio Buarque de Holanda (Rio de Janeiro, Editora Nova Frontera,1999), antecedido por la abreviatura Burl. (burlesco) y definido en primera acepción como “Oresultado da mistura dos códigos (q.v.) português e espanhol”; la segunda y la tercera se refierensiempre al uso idiomático de un hablante portugués que no domina el español: “2. No aprendi-zado do espanhol por um falante nativo do português, nível de interlíngua bem distante dalíngua-alvo.”

556 MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ GARCÍA

En conclusión, nada tiene que ver esta noción creada y divulgada por eluso común de los hablantes con los procesos descritos desde las disciplinaslingüísticas, sea la sociolingüística, la dialectología o los estudios de contac-tos de lenguas2.

En la Península Ibérica, diversos trabajos, fundamentalmente en el campode la dialectología, han caracterizado las diferentes situaciones de contactoque se dan entre portugués y español en su amplia frontera desde Galiciahasta Andalucía3. En lo referente a la frontera extremeña, los estudios sonhoy numerosos y, en síntesis, vienen a dibujarnos una penetración de las ha-blas portuguesas modernas en territorio extremeño4, con la excepción de

2 ELIZAINCÍN, Adolfo: “Dialectología de los contactos: un ensayo metodológico”, Anuário deLetras, vol. XXXVI, 1988.

3 La bibliografía supera los propósitos de este artículo, por lo que sirve apenas como botón demuestra: Maia Clarinda de Azevedo : Os Falares Fronteiriços do Concelho do Sabugal e daVizinha Região de Xalma e Alamedilla. Suplemento IV de la Revista Portuguesa de Filologia,1977; Mª Victoria Navas Sánchez-Elez: “El barranqueño: un modelo de lenguas en contacto”,Revista de Filología Románica, 9, pp. 225-246 y “El barranqueño y el fronterizo en contraste”,Anuario de Lingüística Hispánica, 10, pp. 267-281; Santos, Maria José de Moura: “Os falaresfronteiriços de Trás-os-Montes”, Revista Portuguesa de Filologia, vol. XII, 1967; Vilhena, Mariada Conceição: Falares de Herrera e Cedillo, Mérida, Gabinete de Iniciativas Transfronterizas,2000.

4 En relación a la frontera extremeña y dejando al margen el dialecto del Valle de Jálama que, comoes sabido, tiene un origen galaico-portugués medieval (vid. CARRASCO GONZÁLEZ, Juan M.:“Hablas y dialectos portugueses o galaico-portugueses en Extremadura (Parte I: Grupos dialectales.Clasificación de las hablas de Jálama”, Anuario de Estudios Filológicos, XIX, 1996, pp. 135-148), pueden verse otros trabajos como CARRASCO GONZÁLEZ, Juan M.: “Hablas y dialectosportugueses o galaico-portugueses en Extremadura (Parte II y última: Otras hablas fronterizas.Conclusiones), Anuario de Estudios Filológicos, XX, 1997, pp. 61-79; “La frontera lingüísticahispano-portuguesa en la provincia de Badajoz”, Revista de Filología Románica, XVIII, 2001,pp. 139-158; “Cá no Alentejo: a língua portuguesa em La Codosera”, Anuario de EstudiosFilológicos, XXVII, 2004, pp. 13-21.

“Se trata de hablas portuguesas modernas, con una mayor semejanza a la variante beirona alNorte (en Cedillo) o pertenecientes de forma plena a las hablas alentejanas al Sur (zona fronterizade La Codosera). Verificamos una progresión continua entre ambas variantes que ocupa toda lacampiña de Valencia de Alcántara, por lo que podemos caracterizar a estas hablas comopertenecientes a un dialecto de transición entre el beirano y el norte-alentejano. (…) El portuguéshablado en este grupo dialectal es el mismo que se habla en las pequeñas localidades portuguesasmás próximas, sin más diferencias que la aparición de algún castellanismo léxico de formaesporádica.” (CARRASCO GONZÁLEZ, Juan M.: “Los asentamientos alentejanos en la fronteraextremeña en el siglo XX: pervivencia y desarrollo de las hablas portuguesas en Extremadura”, OPelourinho. Boletín de Relaciones Transfronterizas (número extraordinario), 1996, p. 75).

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Herrera de Alcántara y el grupo dialectal del Valle de Jálama5, que deben susparticularidades a relaciones históricas más antiguas.

Siendo así, no podemos afirmar desde el punto de vista científico queexista portuñol como variante lingüística ni del español ni del portugués en elterritorio del Estado Español, lo cual no significa que existan fenómenos muyrelevantes de contacto entre las dos lenguas6.

La situación en las fronteras del continente americano entre países dehabla hispana como Uruguay, Paraguay y Argentina con Brasil, el gran colo-so de habla portuguesa, es diferente, pues algunos estudios lingüísticos nosrevelan la existencia de variedades dialectales resultado de la mezcla de por-tugués y español, y, además, con ingredientes procedentes de las lenguas in-dígenas, por ejemplo, el guaraní, que han dado lugar en algún caso a dialec-tos como los hablados en los límites entre Uruguay y Brasil, por una pobla-ción del medio rural. Variedades de contacto conocidas popularmente como“fronterizo”, “portuñol”, “carimbáo” o “bayano” y designadas por los lin-güistas como “dialectos portugueses del Uruguay” (DPU). Estas variedadesdialectales han sido objeto de estudio desde los años setenta por investigado-res como Adolfo Elizaincín Eichengerger, responsable de una gran parte delos trabajos sobre el contacto de español y portugués en la frontera uruguayo-brasileña7, quien se refiere a ellas como un sistema intermedio, con elemen-

5 “Herrera de Alcántara posee un portugués arcaico, con rasgos propios del siglo XVI o de la EdadMedia que se mezclan con una reciente influencia del español moderno” (Carrasco: 1996, p. 77),también en Maria Conceição Villena: Falares de Herrera e Cedillo, Mérida, Gabinete de IniciativasTransfronterizas, 2000.

6 Como los que se dan en el dialecto de Barrancos. Pueden verse trabajos como los de Mª VictoriaNavas Sánchez-Elez citados en nota 3.

7 ELIZAINCÍN, Adolfo: “Algunos aspectos de la sociolingüística del dialecto fronterizo”, Temasde Lingüística, 3, Montevideo, Universidad de la República, 1973, “Historia del español en elUruguay”, Historia y presente del español de América, C. Hernández Alonso (coord.), Junta deCastilla-León, Pabecal, 1992, pp. 743-58; Adolfo Elizaincín y Gabriela Barrios: “Algunascaracterísticas del español rural uruguayo: primera aproximación”, Iberorromania, 30, 1989,pp. 63-69; A. Elizaincín, L. E. Behares y G. Barrios: Nos falemo brasilero. Dialectos portuguesesen el Uruguay, Montevideo, Amesur, 1987; Gabriela Barrios y B. Gabián: “La españolización delos dialectos portugueses del Uruguay. Un estudio léxico”, in G. Barrios, A. Beretta y M. Dotta(comps.): Estudios humanísticos en memoria a Guido Zannier, Montevideo, Universidad de laRepública, 1998, pp. 49-69; Hensey, Fritx G.: “Spanish, Portuguese and Fronteirico: Languagesin Contact in Northern Uruguay”, Internacional Journal of the Sociology of Literatura, 1982,pp. 9-23; José Pedro Roña, La frontera lingüística entre el portugués y el español en el Nortede Uruguay, Porto Alegre, Champagnat, 1963.

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tos específicos aunque de base preponderantemente portuguesa y gran in-fluencia del español.

Pero, además, MERCOSUR ha creado todo un ámbito de expectativasde mutuo conocimiento más allá de las áreas de frontera, particularmenteentre socios tan próximos como los señalados, que ha tenido también su refle-jo en productos de “mestizaje idiomático”. Toda una serie de manifestacionesdel mundo de la música y también de la literatura, marcadas sin duda por elrasgo de “populares”, han pasado a realizarse en un portuñol que resulta de lasuma de determinados elementos de uno y otro idioma. Nacido como un re-gistro popular, espontáneo y fruto de las necesidades de comunicación oral,este portuñol ha ido ganando adeptos y, con ello, consistencia. Un recorridopor la web permite comprobar las diferentes caras del fenómeno. Por un lado,el portuñol como resultado de la mezcla de las dos lenguas se presenta enalgunas webs como variedad lingüística que puede aprenderse, por lo que noson raras las ofertas de cursos para hablar portuñol, con indicaciones quequieren ser reglas de transformación. Un análisis somero demuestra la sim-plificación de laboratorio a que son sometidas las dos lenguas y lo limitado deestas propuestas, reducidas a veces a la adaptación de un léxico coloquial, enocasiones vulgar y sexual8.

Pero, por otro lado, encontramos manifestaciones más encuadrables enun sistema cultural reconocible: primera edición de un libro de poemas enportuñol (Da Gusto Andar Desnudo por Estas Selvas-Sonetos Salvajes9) de-bido al poeta brasileño Douglas Diegues; música en portuñol de Manu Chao,del grupo brasileño Os Magnéticos, entre otros; o, incluso, exposiciones con-juntas y festivales de artistas plásticos de esta área geográfica, donde se hablade un “lenguaje portuñol”, no ya en el sentido de un idioma mestizo, sinocomo “fusión de culturas”, las argentina, paraguaya, uruguaya y brasileña10.

A diferencia de los DPU, este portuñol de nuevo cuño, que tiene en lared una inmensa área de difusión, parece surgir en términos simbólicos y de

8 www.portunhol.art.br/wiki ; blog.lacuevaelmirlo.net son algunas de estas páginas. Así en uno deestos cursos, en el nivel básico, se proponen algunas de estas reglas del portuñol como el cambiode “o” por “lo”, “a” por “la”, “nós” por “nosotros”, “v” siempre por “b”.

9 Paraná, editora Travessa dos Editores, 2003.10 Noticias que pueden verse en páginas web como www.mileniodiario.com, página de Unidad en la

diversidad. Portal informativo sobre la lengua española, www.clarin.com.

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representación lingüística con una impronta de transgresión frente a las polí-ticas lingüísticas homogeneizadoras de los respectivos estados y como expre-sión de una nueva identidad grupal que lo prestigia. El alcance de este fenó-meno está por verse11.

Volviendo a las fronteras hispánicas, la constatación es que no hay unacultura fronteriza en Extremadura que se exprese en portuñol. Como decía-mos, apenas podemos considerar éste como resultado de un uso oral espontá-neo que fundamentalmente mezcla léxico de una lengua con el de la otra,dependiendo del conocimiento de cada hablante. Si bien existió desde siem-pre, y a pesar de la frontera política, todo un sistema de relaciones sociales,culturales y humanas entre los pueblos que habitaban a uno y otro lado de laraya, la promoción (y recuperación) de la cultura rayana así como la organi-zación de actividades culturales conjuntas entre Extremadura y Portugal son,en comparación, iniciativas relativamente recientes12. La única consecuencialingüística que puede señalarse de este entramado inmemorial de contactossociales es el bilingüismo. Si concebimos éste como situación en que el mis-mo hablante puede manejar una segunda lengua, no apenas comprenderla, elfenómeno sería más frecuente entre los vecinos de las localidades portugue-sas. Aunque no hay estudios relativos a este bilingüismo de frontera, es defácil constatación el conocimiento del español que demuestran los habitantesde localidades como Elvas, Estremoz, Campomaior, Portalegre o CasteloBranco que, por razones laborales, deben mantener contactos con españo-les13. El bilingüismo entre españoles, dejando a un lado las poblaciones extre-meñas con presencia histórica de hablantes de portugués, ofrece en compara-

11 El pasado día 13 de octubre fue la fecha elegida para la celebración de “Lo dia internacional dehablarse portunhol” entre internautas de Sudamérica.

12 En este sentido es obligado destacar el papel desarrollado por el Gabinete de IniciativasTransfronterizas de la Junta de Extremadura, que, desde finales de los noventa, viene apoyandotodo tipo de iniciativas que tengan como objeto la colaboración entre entidades de uno y otro ladode la frontera. El GIT es además responsable de toda una serie editorial dedicada a las relacionesluso-españolas que no tiene parangón en ninguna otra comunidad autónoma del Estado Español.

13 Así lo constata también Clarinda de Azevedo Maia en “Fronteras del español: aspectos históricosy sociolingüísticos del contacto con el portugués en la frontera territorial” (III CongresoInternacional de la Lengua Española. El español en la sociedad de la información. Consultadoen la página web del Instituto Cervantes).

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ción un saldo inferior14. Sin duda, puede atribuirse al bilingüismo, ya seaentendido de forma estricta como la capacidad de uso de dos lenguas, o ya seade forma amplia, limitado a una capacidad de comprensión, una funciónbloqueadora al hacer innecesaria la aparición de una lengua de tránsito, unavariante del español o del portugués, que permitiese la comunicación entrelusos e hispanohablantes.

2. LITERATURA EN PORTUÑOL Y PORTUÑOL EN LA LITERA-TURA

El paso de las situaciones de uso real anteriormente presentadas a laobra literaria que quiere reflejarlas es un salto que sólo puede abordarse te-niendo en cuenta algunas salvedades. La primera de ella tiene que ver con laconsideración del lenguaje literario como traslación del lenguaje real15. Estatransposición sólo ocasionalmente es fiel y, en la mayoría de los casos, ellenguaje literario se construye a partir de la selección de ciertos rasgoscaracterizadores que, a veces, acaban estereotipándose como registros para,aplicados reiteradamente a determinados personajes, identificarlos por su per-tenencia a una clase social, profesional o dialectal.

Se deriva de esta premisa que el registro resultado de la mezcla de espa-ñol y portugués, encontrado en los textos literarios que nos servirán de ilus-tración del fenómeno, debe ser tratado, a priori, como una recreación lingüís-tica que los autores experimentan siguiendo estrategias diferentes en cadacaso: desde la traslación más o menos realista, hasta la pura invención, pa-

14 Situación que sin duda se ha modificado en las últimas décadas como demuestran el interés quela lengua portuguesa despierta en la región, mesurable en el número de alumnos que hoy estudianportugués en diferentes instituciones de enseñanza: universidad, escuelas de idiomas, universidadespopulares, cursos del Gabinete de Iniciativas Transfronterizas, algunos centros de enseñanzasecundaria, etc.

15 Esta consideración está presente en trabajos que, como el nuestro, abordan en los textos literarioslas pruebas de usos lingüísticos reales. Así Gerardo A. Lorenzino en “La inmigración y el truequelingüístico en el Buenos Aires finisecular” (Anuario de Lingüística Hispánica, vol. XII-XIII,1996-1997, pp. 369-385) advierte: “El lenguaje literario sólo ocasionalmente es copia exacta dellenguaje real. Los estereotipos abundan y muchas veces terminan reemplazando la forma y elsentido de la verdadera voz humana. Pues bien, una situación tan variable como la del contactolingüístico, cualquiera sean las lenguas y las circunstancias que la condicionen, no es impune aimprecisiones aún mayores.” (p. 374)

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sando por la búsqueda del simple efecto humorístico. Nuestro propósito esofrecer diversos ejemplos de este abanico de posibilidades.

Pero, además, una segunda distinción debe ser hecha en relación a lapresencia de portuñol en una obra literaria para distinguir dos procesos dife-rentes. Podremos hablar de literatura en portuñol cuando sea éste el registroúnico o mayoritario escogido por el autor para dar voz al sujeto lírico, en elcaso de la lírica, o al narrador y/o a los personajes, en el caso de la narrativay el teatro. Habrá que distinguirlo de aquellos casos en que esta presencia essólo ocasional, porque su función puede estar ligada a la producción de senti-dos diferentes.

Nos interesa hacer esta distinción visto que los ejemplos que vamos acomentar no pueden considerarse equiparables ni por el grado de inclusióndel portuñol ni por la rentabilidad literaria que su aparición representa. Encualquiera de los casos, nuestro propósito es reflexionar sobre las causas deesta intromisión, sobre el alcance de la misma, así como sobre los efectosexpresivos que en cada caso se buscan y alcanzan.

Las circunstancias descritas al inicio de nuestro trabajo relativas a unaexperiencia diferenciada del portuñol en Sudamérica y en la Península Ibéri-ca se sobreponen a la distinción que acabamos de proponer entre literatura enportuñol y portuñol en literatura, para devolvernos un panorama que, en sín-tesis, señala sólo a algunos escritores sudamericanos, vinculados vitalmentea la experiencia de la frontera brasileño-uruguaya, como auténticos autoresde narrativa en portuñol. En los ejemplos que aportamos debidos a autorespeninsulares de distintas épocas, la aparición de este registro mezclado es, encomparación, mucho menor y esporádica.

3. LITERATURA SUDAMERICANA EN PORTUÑOL

El portuñol o, más propiamente, las variedades dialectales de la fronte-ra entre Uruguay y Brasil son, como hemos visto, registros idiomáticos rea-les, en gran parte amenazados por las políticas de planificación lingüística delos estados respectivos y por la propia consideración negativa de sus hablantesen relación a las lenguas de prestigio (español y portugués), pero al mismotiempo están ligadas a una zona de “sorprendente dinámica cultural”16. Estas

16 AÍNSA, Fernando: Del canon a la periferia: encuentros y transgresiones en la literaturauruguaya, Montevideo, Trilce, 2002. Edición digital en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes(www.cervantesvirtual.com)

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variedades “portuñolas” son el producto más fuertemente simbólico de la exis-tencia de toda una cultura de la frontera y esta propiedad es la que ha hechoque algunos escritores sudamericanos las hayan incorporado a textos litera-rios que focalizan muy concretamente la experiencia histórica del espaciofronterizo de sus personajes. Los procesos de incorporación y manipulaciónlingüística en busca de un metalenguaje literario son diferentes según losautores. Nos referiremos únicamente a dos de ellos, sin duda los más repre-sentativos en este aspecto de la búsqueda de un lenguaje que surge de la ma-nipulación literaria del dialecto fronterizo: el uruguayo Saúl Ibargoyen y elbrasileño Wilson Bueno.

Saúl Ibargoyen es un autor ligado por nacimiento a la zona fronterizade Rivera (Uruguay) con Livramento (Brasil). Poeta, cuentista y novelista,perteneciente a la generación de los sesenta, vinculada al post-boom de lanarrativa hispanoamericana, hizo del área rural fronteriza su particular micro-universo literario ya en su primer libro de cuentos Fronteras de JoaquimColuna (1975) y este espacio vuelve a serlo en su novela, Toda la tierra (2000),donde focaliza concretamente la figura de José Cunda y de su familia. Ibargoyenconvierte en materia para su narración una realidad bicultural y bilingüe,construida sobre una frontera indefinida, donde la vida de los personajes estámarcada por la dualidad de un espacio rural sin línea divisoria que distingaestados. En la polifonía de voces que Toda la tierra contiene surge a cadapaso la variedad lingüística de las gentes que habitan esta región real y litera-ria a la vez, variedad exclusivamente oral para la que es necesario inclusoescoger una codificación gráfica. Este registro recreado por Ibargoyen parasus personajes ha merecido ya algunos estudios desde un punto de vista lin-güístico. Entre ellos, el de Magdalena Coll17 analiza uno de los cuentos deIbargoyen para señalar, entre otros rasgos, la elección de una ortografía que,aun siendo gráficamente española, enfrenta al lector a una tercera lengua,compuesta de formas en que se reconoce la mezcla de español y portugués delhabla de las gentes de la frontera, así palabras como berso, diñero, fariña,paisiño o filio quieren ser reflejo de este carácter híbrido. Todos los niveles

17 COLL, Magdalena: “La narrativa de Saúl Ibargoyen Islas como representación literaria de unafrontera lingüística”, Hispania, 80, 1997.

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lingüísticos participan de esta condición mixta, como podemos apreciar eneste fragmento dialogado de Toda la tierra18:

“Aquí les estoy presentando a meu sobrino, Juanito Bautista. Es élde Canguçueiro, mesmamente que yo. Largo camino tiene hecho el coitado,pasando por Puerto Polvo… Lo mandé buscar, como vosés saben, noshizo el favor de allegarse hasta Siete Árboles.”

“Beinvindo, bienvenido a sus casas de usté, don Juanito. Boa visi-ta es la suya para nos…”

“Placer tengo en conocerlo, sí…”

“Mais, cansado debe de estar, viaje complicado seguramente tuvo,con tales caminos…Si el señor querer, pos ya le endilgamos su recámara.Depois de trocar ropas, podemos cenar.”

“Voy a agradecer, doña Juana Mangarí. Es lo que la señora dis-ponga.”

“Gué, veo que están en buen entendimiento. Y a ti, Almendorina,miña filia, béin bonita te apreciamos esta noche.” (Capítulo XX, p. 121)

Además de la inclusión de léxico portugués como benvindo, coidado,etc., y de la fonética más portuguesa que española de algunas palabras comobein o filia, destacan en este fragmento interferencias como el uso de losposesivos portugueses, de las formas de los pronombres personales vocês ynós, de estructuras sintácticas como la oración condicional con futuro de sub-juntivo (“si el señor querer”) o la perífrasis de gerundio (“estoy presentan-do”), característica del portugués de Brasil.

El registro mezclado que Ibargoyen recrea en esta novela, y en otraspartes de su producción narrativa, es un instrumento para “expresar una iden-tidad fronteriza”, pero también, como él mismo ha reconocido, para cuestio-nar “la sacralización posmoderna de la lengua culta”19.

Por su parte, el escritor brasileño Wilson Bueno es autor de una extensaobra narrativa, que comenzó en los años ochenta y abarca hoy cerca de una

18 Toda la tierra, Montevideo, Ediciones Caracol al Galope, 2000.19 En entrevista concedida a El Financiero, México, 14 de septiembre de 2000.

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decena novelas. En 1992, publica Mar Paraguayo20, relato breve en forma demonólogo de una mafarota, prostituta o mujer libertina, que se inicia a raízde la muerte del viejo que la protegía, a modo de exculpación del posibleasesinato de éste. El autor inventa una lengua para su protagonista paragua-ya, mezcla de español, portugués y guaraní. La identidad fronteriza que ellenguaje quiere acompañar tiene que ver con la construcción de un personajedel pueblo y del territorio donde existe, llamado Guaratuba, y no con la re-creación de una variante lingüística real. El portuñol de Mar Paraguayo esuna propuesta literaria del autor y el resultado es un idioma propio, en el quehay que reconocer un poder poético emanado de los propios significantes. Eltexto inicial advierte de la importancia que esta “mezcla aberrante y erráticade varias lenguas” tiene en “la obra”, dando lugar a una especie de adverten-cia metalingüística y metapoética:

“Un aviso: el guarani es tan esencial en nesto relato quanto elvuelo del párraro, lo cisco en la ventana, los arrullos del português ô losderramados nerudas en cascata num solo só suicidio de palabras an-chas. Una el error dela outra. Queriendo-me tal vez acabe aspirando, enneste zoo de signos, a la urdidura esencial del afecto que se vá en la coladel escorpión. Isto: yo desearía alcançar todo que vibre e tine abaixo,mucho abaixo de la línea del silêncio. No hay idiomas aí. Solo la vertigende la linguagem. Deja-me que exista. E por esto cantarê de oido por lasplayas de Guaratuba mi canción marafa, la defendida del viejo, arras-trando-se por la casa como uno ser pálido y sin estufas, sofriendo elviejo hecho así un mal necessário –sin nunca matarlo no obstante losesfuerzos de alcançar vence a noches y dias de pura sevicia en la obse-sión macabra de eganar-lhe la carne pisada del pescoço. No, cream-me,hablo honesto y fundo: yo no matê a el viejo.”

El lector reconoce en este extracto elementos de una y otra lengua, perono se trata de sustituciones que respondan a un funcionamiento constante enrelación a trazos fonéticos, léxicos o sintácticos que hagan previsible la alter-nancia. El producto final es un registro completamente híbrido, en un gradosuperior al de todos los ejemplos que aquí presentamos. Esta lengua que ellector, portugués o español, interpreta en primera instancia como ajena nonecesita traducción, ni la soportaría.

20 Mar Paraguayo, São Paulo, Iluminuras/Secretaria do Estado da Cultura do Paraná, 1992.

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4. PORTUÑOL EN LA LITERATURA PORTUGUESA

En relación a las letras peninsulares, el rastreo por la literatura portu-guesa y española21 (y en particular la extremeña) revela poquísimos ejemplosde la incorporación al texto literario de un registro mezclado de español yportugués y, cuando se da, obedece a razones muy diversas, como vamos acomentar. El hecho de no existir como variante dialectal, vinculada a unacomunidad de hablantes reales, sino apenas como uso espontáneo en determi-nados contextos de relación social es la razón de su aparición meramentecircunstancial. Pero incluso en estos pocos ejemplos merece la pena detenersepara observar qué función tienen dentro del texto literario y qué recursossirven de base para la recreación del encuentro y la fusión entre las dos len-guas.

Así, el ejemplo más antiguo lo encontramos en una pieza de teatro anó-nima de la segunda mitad del siglo XVI, titulada Auto de Dom Luís e dosTurcos. Perteneciente a lo que en la historia de la literatura portuguesa deno-minamos teatro post-vicentino, la obra es uno de los más interesantes ejem-plos de la continuación del bilingüismo hispano-portugués inaugurado por eldramaturgo Gil Vicente a principio de siglo. Además de en el teatro, el bilin-güismo en el Portugal de esta época es un fenómeno más amplio que alcanzasobre todo a las clases altas e instruidas de la sociedad portuguesa y que,entendido como “uso de las dos lenguas”, iría siendo más raro a medida quedescendemos en la escala social.

21 En el caso español, en el libro que Julio Llamazares dedica a su viaje por el norte de Portugal(Tras-os-Montes. Un viaje portugués, Madrid, Alfaguara, 1998) la cuestión lingüística se planteaen algún momento, revelando la situación que comentábamos al principio de este trabajo: laexperiencia de la mutua comprensión bloquea la necesidad de aprender la lengua del vecino y esmayoritario este conocimiento entre los portugueses, receptores de clientela española:

“El viajero no sabe portugués, pero entiende lo que dicen, aunque sea solamente por los gestos.Por gestos se explica él, aparte de en español, cuando quiere saber algo o cuando, como ahora,entra a comprar a una tienda comida y agua para el camino, y todos le entienden perfectamente.Al fin y al cabo, piensa mientras camina, el portugués y el español son dos idiomas hermanos,aunque Portugal y España hayan estados enfrentados durante tanto tiempo.” (p. 27)

“Lo único malo del sitio (restaurante en Miranda do Douro) es que, al estar en la raya, estálleno de españoles. Hasta la dueña habla en español de tanto tratar con ellos.

-¿Quiere un orujo?-le dice, al traerle la cuenta.

- Bueno. Si se empeña…-concede, amable, el viajero” (p. 278)

En toda la obra, las intervenciones de las gentes portuguesas aparecen en español, por lo queno hay ni bilingüismo ni reflejo de cualquier tipo de registro mezclado.

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La existencia de piezas teatrales bilingües hasta bien entrado el sigloXVII puede interpretarse como síntoma de que una gran parte del públicoportugués es capaz de entender largas tiradas de versos en español, pero quie-nes pueden ser considerados bilingües, sin lugar a dudas, son el autor teatraly determinados personajes que en una misma pieza pueden hablar tanto espa-ñol como portugués, alternando las lenguas sin mezclarlas. Estos personajesson siempre miembros de la alta y media nobleza. Parece, pues, que el teatroestá reflejando una situación próxima, si no idéntica, a la realidad socio-lingüística del Portugal del siglo XVI.

El Auto de Dom Luís e dos Turcos contiene una trama amorosa: dosjóvenes amantes, don Luís y doña Clara, ambos de cuna noble, portugués él,española ella, emprenden un viaje huyendo de los que impiden su amor. Elviaje desgraciado les lleva hasta el norte de África y son capturados por losturcos. Las peripecias durante el cautiverio y la posterior liberación constitu-yen la materia central y final de la obra22.

En el conjunto de los personajes secundarios, se encuentra BrasLourenço, criado portugués de don Luís, figura fundamentalmente cómicaque, con algunas variaciones, representa al criado fiel, pero cobarde y preocu-pado sólo por su propia supervivencia.

Brás Lourenço es el encargado de recoger a doña Clara de su casa lanoche de la huida, lo que da lugar a una escena entre ellos dos donde estepersonaje portugués, hijo del pueblo llano, intenta hablar español con suseñora, produciendo una mezcla de portugués y español:

“Bras Lourenço: Não se arrime a my agora 460

Tenga-se en si, si quisiere!

Dona Clara: Valgame Dios!

Brás Lourenço: Valh’embora!

Esteja queda, senhora:nam sey quem vejo, espere!

Venga passito, callada 465

Tenga mano, no se assombre!

22 Es una pieza que sigue la estela de Dom Duardos de Gil Vicente.

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Dona Clara: Blas Lorenço!

Bras Lourenço: No me nombre!

Dona Clara: Y pues?

Brás Lourenço: Que não es nada:

antojoseme ser hombre.

Dona Clara: Jesus, vo fuera de my!

Brás Lourenço: Tenga-se, senhora, em si! 470

Dona Clara: No fuya(i)s!

(...)

Brás Lourenço: Tenga mano en la rodelha 485

y en la espada, por emtanto!

Dona Clara: A do vais?

Brás Lourenço: Mirar lo canto.

(...)

Dona Clara: No sentis venir hablando! 500

Brás Lourenço: Es verdad, em boina fe!

Dona Clara: A do vais?

Brás Lourenço: Yo estaré

de ca de longe, mirando

nam me achem com Sua Merce.

(...)

Dona Clara: Bras Lorenço, no oys? 520

Brás Lourenço: No fable, no oygo nada!

Dona Clara: Oygo hablar a don Luys.”23

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23 Seguimos la edición de Giuliano Macchi, Auto de Dom Luís e dos Turcos, Roma, Edizionidell’Ateneo Roma, 1965, p. 85-89.

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Como vemos, a pequeños períodos correctos en español (“tenga-se ensi”, “no me nombre”, “yo estaré mirando”, “no oygo nada”, “es verdad”) sesuman otros en perfecto portugués (como cabe esperar de un nativo), perotambién otros que son resultado de la mezcla aleatoria de español y portu-gués: “mirar lo canto”, “que não es nada” o “no fable”. Estos fenómenos sonde diversa naturaleza lingüística: la alternancia del adverbio de negación nãoy no puede interpretarse como simple interferencia léxica, así como el empleodel término “canto”, que con el sentido de esquina de una calle, no es usual enespañol; en otros casos se ven afectados diferentes niveles lingüísticos, comoel paradigma morfológico de los artículos, que ofrece en el portuñol de BrásLourenço la forma masculina singular “lo” (lo canto), mientras que empleacorrectamente la forma femenina “la”; la interferencia fonética puede expli-car la forma “fable” con mantenimiento de la f inicial, como en portugués(fale), en lugar del ensordecimiento del castellano; la expresión “tenga manoen la rodelha” con el sentido de “coja” podría resultar de la traducción aproxi-mada de la forma portuguesa “pegar em”; por último, en la expresión “emboina fe”, el criado iletrado intenta traducir al castellano la expresión popu-lar “bofé”, donde parece equivocar “buena” con “boina”.

El interés de la escena, sin duda, radica en el efecto humorístico que seconsigue, no sólo a través de la situación (un criado cobarde, custodiando enplena noche a una dama que se fuga de la casa paterna), sino a través de lalengua y de la imagen de un plebeyo intentado hablar el idioma de la nobleza.La mezcla lingüística se entendería como colección de errores propios de unpersonaje con poca instrucción y demasiada osadía.

El segundo ejemplo que presentamos pertenece a un autor portuguéscontemporáneo, representante destacado del movimiento neo-realista: Carlosde Oliveira, quien en una de sus novelas, Pequenos burgueses24, incorpora unpersonaje que se expresa en una mezcla de español y portugués. La formacomo el autor construye el particular registro idiomático de este personaje yel propósito con que lo hace son bien diferentes al caso anterior y merecenalgún detenimiento.

24 Empleamos la edición incluida en Obras de Carlos de Oliveira, Lisboa, Caminho, 1992: PequenosBurgueses, págs. 731-877.

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Pequenos burgueses es un retrato social de una pequeña localidad ruralde la Gándara, próxima a Corgos, en una región portuguesa donde también seambientan otras novelas del autor, como Uma Abelha na Chuva, sin duda unade sus más destacadas producciones. Sin un único personaje central, la obrase construye como sucesión de retratos individuales25 que juntos constituyenun micro-universo donde las relaciones sociales se rigen por un orden rígidoque separa el trabajo, los hábitos, los sueños, en suma, la vida de ricos ypobres. La inercia del sistema, y ahí radica probablemente la crítica neo-realista, se evidencia por medio de la falta de grandes acontecimientos en ladiégesis. Sin principio, medio o fin, el autor ofrece una mirada a un lugarcualquiera del Portugal de aquella época y de su estatus quo social y vital26.

Entre los personajes de este mundo se encuentra el gitano español Pa-blo Florez, cujo círculo de relaciones es el de la clase potentada de la locali-dad. Ambientada en los años de expansión del III Reich por Europa, los con-vecinos portugueses de Florez saben que desarrolla funciones policiales liga-das al espionaje27 al servicio de las dictaduras fascistas. En su caracterizaciónes fundamental su registro, mezcla de español y portugués. Así lo podemosapreciar en la primera referencia que a él se hace en la obra, procedente deCilinha, hija del oligarca rural y prometida del Delegado del gobierno enCorgos, pero que hace del español Pablo Florez objeto de sus fantasías amoro-sas y eróticas, como prueban las cartas secretas que le dirige y que nuncallega a enviar:

“Já lhe pedi que não me olhe dessa maneira quando vou a Corgoscom o meu pai. Os seus olhos quietos, quase mortos, metem-me medo. Oque é que está por trás deles? Indiferença, ódio, amor? Que espécie deamor? Sinto-os como se a neve, mesmo com este calor, me cobrisse dacabeça aos pés. (...) Responda e deixe a carta dez metros para a esquerdado portão (...) não tente escrever uma carta bonita, só em português, usea misturangada com que costuma falar, português e espanhol. Dá-lhe umar de aventureiro viajado, que veio de muito longe.” (p. 763)

25 Retratos y autorretratos, dado que el narrador en tercera persona alterna con la propia voz dealgunos de los personajes.

26 Con algunos escenarios destacados como el salón de juego donde se reúnen los personajesadinerados a jugar a las cartas.

27 Uno de los personajes dice sobre Pablo Florez: “O seu amigo Pablo Florez está ligado ao serviçosecreto alemão e suponho que à policía portuguesa também.” (p. 784).

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La misturangada de Pablo Florez aparece por primera vez en el capítu-lo XII de la obra. El discurso es un monólogo interior del personaje mientrasasiste a una partida de cartas:

“El Medeiros tiene la banca. Faço-me com quatro trunfos bajos ele peço una carta. El cabron me dá el duque de paus. Bien puderas pregá-lo en la testa ou talvez já no precises. Merda, mierda, merda. Estes tiposme julgam impasible. Pablo Florez pierde sin pestanejar. Por amor deDiós, de Déus, de Deus, quien pensam ustedes que soy eu? Um buda, umtipo de metal com niervos de acero? Faço el posible e el imposible porparcerlo. Verdad. Es una buena, bona, boa máscara para el resto, lasmujeres, los negócios, pero cansa. El duque de paus. No tienes una carti-ta mais desgraciada, hijo de puta, para este hombre de hierro que pierdecomo se não fuera nada con ele? Una cartita blanca, que es lo que aPablo Florez le gusta mais para dar la ideia perfecta de una estátua depiedra? E ahora, agora, calma. Estes desabafos interiores son ladescomprensión necessária, pero no los deixes transparecer. Eso. Indife-rente, los ojos quietos como dos lagos helados, los comparou assim cier-ta noche de verão, verão?, se dice verão?, una chica, se dice chica?, sedice dice?, bien, dos lagos helados, pero hás-de llorar mucho en tu vida,la nieve se fundirá en lágrimas, passión, amor, acrescentou la cigana, eserás de nuestra raza otra vez. Yo lo soy por dentro, solo que prefiro labuena ronha, entienden?, a la naifa de mis hermanos, e eso precisamenteme levou a esta máscara sem emoção, a este autodomínio, bravo, meocorre agora mejor, melor, melhor el português, a este rosto talhado navieja madera de la experiência.” (pp. 785-786)

El hecho de ser un discurso íntimo evidencia la interiorización que deeste registro mezclado ha hecho el personaje/hablante, por lo tanto no se tratade dificultades momentáneas de paso de una lengua a otra, sino de un nuevosistema caracterizado por las continuas vacilaciones.

El propio Florez es consciente de su lengua mixta, reflejo de una iden-tidad también forjada en la mezcla:

“Pablo, estropias dos lenguas, ya lo sabes. Desaprendeste una semhaber aprendido la otra. Inventaste tu lengua personal e intransmisible.Muy bien. Ahora, ouve: se quisieras dar un murro em la mesa e outroneste vigarista que no tiene mas tiene espadas, que obscenidad escolheriaspara decir, dicer, dizer? No lo sabes, claro, porque no hay palabra bas-tante salgada para la emergência. E se houvesse, no la dirias porque esel hombre de piedra. Los hombres de piedra no hablan. Pelo menos empúblico. Bravo, una frase toda portuguesa. No desmanches tu serenidad.Hablarás quando llegar el momento.” (p. 787-788)

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Los fragmentos reproducidos nos permiten observar qué tipos de proce-sos lingüísticos ha escogido el autor para recrear el registro de un españolque, después de años entre hablantes de portugués, se ha estancado en el usode una mezcla entre los dos idiomas. Como vemos, en su conjunto la repro-ducción de este registro portuñol se basa en la vacilación y en la alternanciade elementos de una y otra lengua, con algunas constantes, como la combina-ción de dos elementos sintáctica y morfológicamente ligados. Así ocurre ensintagmas nominales con determinante español y sustantivo portugués (“latesta, la ideia, la cigana, la buena ronha, la naifa, un murro”, además deaquéllos en que el acento indica la pronunciación portuguesa del término: la“estátua”, la “experiência” o la “emergência”) o con sustantivo portugués yadjetivo español (“trunfos bajos”) o a la inversa (“palabra salgada”). Tam-bién es frecuente la combinación de pronombre español y verbo portugués(“le peço, me dá, los comparou, los deixes, nadie lo saberá”) o a la inversa(“soy eu”).

Otros fenómenos son claramente aleatorios, como la aparición de yo yde eu, de formas verbales españolas y portuguesas casi en igual número deocasiones, del indefinido un y um, de las mismas preposiciones y conjuncio-nes en español (“sin, con, en; pero”) y portugués (“com, sem, e, ou”), deladverbio de negación con la forma não y no.

Más allá de esta alternancia, serían ejemplos de la influencia mutua delenguas en contacto fenómenos como la anteposición del pronombre personalátono al verbo en casos en que el portugués exige la posposición (“le peço, mejulgan, los comparou, me ocorre”, etc.), si bien en otros casos el personajedemuestra conocer esta regla de funcionamiento del portugués (“faço-me”) yde las modificaciones fonéticas que puede conllevar en el caso de los infinitivos(“pregá-lo”). La traducción de estructuras también tiene algún ejemplo en elregistro de Pablo Florez, quien parece un nativo portugués cuando traduce alespañol el artículo neutro “o” por el masculino “el” en la expresión “faço elposible e el imposible”, pero lo usa correctamente en “es lo que a Pablo Florezle gusta”. También resulta de una traducción de la expresión portuguesa “sercom”, con el sentido de “importar”, la frase “como se não fuera nada con ele”.Son menos frecuentes las formas que quieren reflejar un contacto entre laslenguas en el nivel fonético, como “niervos”, con una diptongación errónea, o“parcerlo” con una pronunciación a la portuguesa que hace desaparecer la epretónica.

Sin duda el rasgo lingüístico que sobresale es el de la vacilación, impre-sión que el autor apoya sobre las repeticiones léxicas, habitualmente de tres

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elementos, del tipo “Merda, mierda, merda”. En algunas de ellas parecesubrayarse la idea de una vacilación en cuanto a la pronunciación que va entodos los casos de la española a la portuguesa con parada en un estado inter-medio de evolución: “Por amor de Diós, de Déus, de Deus”, desde la o abiertadel español a la e cerrada del diptongo portugués, pasando por una pronun-ciación abierta errónea. Semejantes serían los casos “mejor, melor, melhor”,con paso de la palatal española a la lateral palatal portuguesa, “Ninguna,niguna, nenhuma”, con ensayos hacia la nasal palatal portuguesa, “luego,lego, logo”, con simplificación del diptongo, “manos, maos, mãos”, hacia lanasalización del diptongo, o “decir, dicer, dizer”, ensayando la sibilante so-nora portuguesa.

A las fonéticas se suman las dudas de tipo léxico, reproducidas median-te la repetición del término en español y portugués: “ahora, agora”, “casi,quase” o, más desarrollado, “noche de verão, verão?, se dice verão?, una chi-ca, se dice chica?, se dice dice?”. Dudas que, como vemos, tanto afectan aluso del portugués, segunda lengua para el personaje, como al español, lenguamaterna.

El hablante que Carlos de Oliveira inventa no pretende responder a unacaracterización lingüística real. Por ello a veces los fenómenos serían lospropios de un hablante nativo de español usando el portugués como lenguaextranjera, pero a veces también ocurre a la inversa. La vacilación lingüísticaquiere por encima de todo subrayar el carácter ambiguo del personaje, cons-truido en la frontera misma de dos naciones, de dos razas, de dos clases socia-les y, también, de dos lenguas.

5. PORTUÑOL EN EXTREMADURA

En relación a la literatura hecha en Extremadura, cabría comenzar se-ñalando que lo portugués como tema ha sido y es frecuente motivo de inspira-ción para los escritores extremeños y, apenas como botón de muestra de estaimbricación en la literatura más reciente, puede mencionarse al dramaturgoManuel Martínez Mediero y su obra, Las largas vacaciones de OliveiraSalazar28. Se trata, no obstante la recreación de la figura del dictador portu-gués en torno a su época final, de una obra enteramente escrita en español.

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28 Editadas en 1991 en Madrid por el Centro de Documentación Teatral del Instituto Nacional delas Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de Cultura.

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Sin embargo, son absolutas excepciones aquellos textos que incorporanlas dos lenguas como materia para el trabajo creativo, sacando partido estéti-co de sus diferencias y semejanzas, de su eventual presencia conjunta en unmismo texto o, incluso, de su mezcla.

En este sentido, el teatro parece que es el género que mejor se presta aeste tipo de experiencias y, así, podemos señalar la pieza breve de la escritoracacereña Lola Amado titulada “Falsas Interpretaciones”, representada en di-versas ocasiones por el grupo TapTc teatro? de Mérida. Escena única delcotidiano fronterizo en que dos jóvenes españoles llegan a un restauranteportugués, donde tendrán verdaderos problemas de comunicación con el ca-marero por causa de su completo desconocimiento del léxico gastronómicoportugués y de toda una batería de “falsos amigos”. La escena dramatiza ellugar común basado en que no existen dificultades para que españoles y por-tugueses intercomuniquen cada uno en su lengua, demostrando su falsedad.

“Ana: Con que no había problemas con el idioma,¡eh! Pues nosestamos luciendo.

Sergio: No es para tanto. Al final nos hemos entendido. (Con elmismo aire de suficiencia)

Ana: Si a esto le llamas entendernos, con poco te conformas. Yo mehe quedado con ganas de una ensalada, por no saber lo que es “alface”29.

Un segundo ejemplo de bilingüismo luso-español en una pieza teatralde factura extremeña lo encontramos en el texto de Cándido Gómez y MiguelMurillo Terra de Ninguém/ Tierra de Nadie30, que se estrenó el 30 de noviem-bre de 2004 en la localidad alentejana de Serpa. Dada la concepción bilingüede la pieza, el montaje reunió a la compañía española “La Candi y La Cabraloca S.C.”, de Badajoz, y a la portuguesa “Baal 17”, del Alentejo.

Se trata de un espectáculo humorístico que básicamente cuestiona lafunción divisoria de la frontera, creando para ello una ficticia república, mi-

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29 Edición de autor, sin fecha ni lugar.30 Hemos tenido acceso al guión del espectáculo por gentileza de su propio autor, Cándido Gómez.

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tad extremeña y mitad portuguesa. Esta tierra de nadie recibe el nombre deTécula Mécula, tomado del dulce característico de Olivenza, población que seevoca como símbolo de la doble nacionalidad. El guión se articula en cincocuadros, entre los que se introduce la proyección de videos o la interpretaciónde canciones sobre las relaciones luso-españolas. En estos cuadros dialoganpersonajes portugueses y españoles que representan distintos aspectos de lacultura compartida por los dos países como, por ejemplo, dos mujeres contra-bandistas o dos toros, cuya personalización sirve para introducir el tema de lacorrida y de sus diferencias y similitudes. En otro se dramatiza el milagro delgallo de Barcelos, localizado en esta república de ficción, y en el cuadro finalse asiste a una invasión norteamericana justificada por el hecho de ser latécula mécula un arma de destrucción masiva. Como puede apreciarse, laclave humorística inspira todo el texto y es su razón de ser. Sin embargo, apesar de este carácter cómico y lúdico, de esta caricaturización de la realidadhasta llegar al absurdo de las situaciones y de sus protagonistas, también esevidente el cuestionamiento de convenciones políticas como la que represen-ta la frontera en cuanto que línea de separación invisible que no consigueevitar que las gentes vayan creando su propio universo cotidiano. La letra deMiguel Murillo para la canción “Terra de ninguém” se inspira en este senti-miento de artificialidad de todas las fronteras:

“Las nubes que cruzan sobre mi cabezano tienen papeles ni raza ni lenguani saben de geografía ni cruzan fronteras,

las hojas que vuelan sobre mi cabezano tienen papeles ni raza ni lenguani saben geografía ni cruzan fronteras.

Sólo conozco un paisajeentre mi alma y la tuyaque se llena de coloresy no entiende de fronteras,porque es la tierra de nadiees la tierra de ninguém,nuestra tierra. (…)”

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Los autores señalan al inicio del guión teatral que es ésta una “obraescrita en portuñol” y esta caracterización se repite en las noticias de prensadedicadas a su representación. El sentido con que se usa el término portuñoles evidentemente erróneo, dado que en realidad la pieza es bilingüe, con per-sonajes españoles y portugueses que dialogan empleando cada uno su idioma,sin que se den entre ellos problemas de comunicación. Sólo hay una interven-ción en todo el espectáculo en que se produce cierta mezcla entre las doslenguas. Se trata de las palabras que abren la pieza, debidas a Eufemia SalazarGómez, licenciada en relaciones transfronterizas y ella misma fruto de estasrelaciones como indican sus apellidos. Eufemia ha realizado una tesis docto-ral sobre la idiosincrasia de la República Transfronteriza de Técula-Mécula,becada por la Universidad de Évora y la de Extremadura, y se dispone a darlectura a su trabajo:

“La República Transfronteriza de Técula-Mécula se chama Técula-Mécula por causa do seu postre tradicional que também se chama Técula-Mécula. Mas não se pode confundir Técula-Mécula República com Técula-Mécula postre. Enfim, já lo explicaré a lo largo de mi tesis. La RepúblicaTécula-Mécula está dividida por una linha…(procura a linha). Dondecoño está la linha?... Bien, es una linha imaginária. De um lado estáTécula e do outro está Mécula. Técula...Mécula…Técula…Mécula…ébanhada pelo Rio Guadiana e sus tierras são...”

Como vemos se trata de un registro que ocasionalmente mezcla léxicoespañol y portugués. No supone, pues, una recreación elaborada de una len-gua mixta, sino un uso espontáneo que, dada la brevedad de la intervención,no es posible sistematizar en sus trazos fundamentales.

Así, pues, Terra de Ninguém no está escrita, desde el punto de vistalingüístico, en portuñol, sin embargo, toda la obra insiste en la existencia deun espacio y una realidad común surgida en torno a la frontera o raya. Cabe,pues, interpretar el propio espectáculo teatral, bilingüe desde el punto de vis-ta lingüístico y fronterizo en cuanto al tema escogido, como un producto cul-tural “portuñol”.

6. ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Este breve recorrido por diferentes literaturas nacionales y épocas tam-bién diversas nos devuelve la imagen caleidoscópica de un fenómeno que,aunque semejante en su base (registro lingüístico mezclado de español y por-tugués), presenta como recurso literario varias caras.

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El portuñol, allí donde se corresponde a variedades dialectales de espa-ñol y portugués, es la lengua para las relaciones sociales de comunidades conuna identidad cultural ligada a la experiencia de la frontera. Esta es la situa-ción, como hemos visto, de la frontera de Brasil con países de habla hispanacomo Uruguay o Paraguay. Una frontera más reciente que la peninsular y másaleatoria hasta el siglo XIX. Escritores, como Saúl Ibargoyen, que escogenrecrear literariamente personajes, paisajes y acontecimientos de este micro-universo fronterizo reelaboran literariamente la lengua en que se expresansus gentes. Otros, como Wilson Bueno, van más allá de la recreación hastallegar a la invención de un lenguaje literario propio, basado en el mismorecurso a la mezcla lingüística, y, sin duda, también resultado de la experien-cia de una identidad híbrida sudamericana.

En la Península, durantes siglos se fue creando una conciencia profun-da de la existencia de la frontera, incluso cuando se trataba de superarla legalo ilegalmente. Paralela a ella, la conciencia de la diferencia lingüística seahonda, haciendo que los hablantes de uno y otro lado de la frontera seanantes bilingües que hablantes de un registro mezclado. Los ejemplos litera-rios que hemos comentado, la escena de la obra teatral del XVI y la novela deCarlos de Oliveira, reflejan que esta situación de mezcla lingüística es siem-pre un fenómeno individual y ocasional. Por ello tal vez no ha interesadocomo estrategia literaria a nuestros escritores.

Más allá de las variantes dialectales fronterizas, el portuñol es un pro-ducto de futuro, sobre todo en el área de MERCOSUR, cuya evolución hoysólo podemos vislumbrar en la incipiente eclosión de manifestaciones artísti-cas que reivindican la frontera como seña de identidad para insistir en sufunción como punto de encuentro. También en la Península se vive desdehace algunas décadas una intensificación de las relaciones con Portugal entodos los ámbitos, pero la experiencia del hibridismo es por muchas razonesdistinta al contexto sudamericano, por ello las experiencias de fusión en tér-minos artísticos son aún escasas y por el momento sólo se proponen superarel lugar común del “mutuo desconocimiento”.

MARÍA JESÚS FERNÁNDEZ GARCÍA

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6. BIBLIOGRAFÍA

BOLEO, M. P. (1974): “O estudo das relações mútuas do português e doespanhol na Europa e na América, e influência destas línguas emterritórios da África e da Ásia”, Estudos de Lingüística Portuguesa eRomânica, Coimbra, pp. 355-398.

ELIZAINCÍN, A. (1973): Algunos aspectos de la sociolingüística del dialectofronterizo, Montevideo.

— (1992), Dialectos en contacto. Español y portugués en España y América,Arca, Montevideo.

— “Las fronteras del español con el portugués en América”, II Congreso inter-nacional de la Lengua Española, Unidad y diversidad del español, Va-lladolid, consultado en la página web del Centro Virtual Cervantes (http://cvc.cervantes.es)

GRILLO, Rosa María (1994): “El portuñol. De espacio fronterizo a espacioliterario”, Fundación, 2, Montevideo, Noviembre.

HENSEY, F. (1993): “Portuguese and/or ‘Fronterizo’ in northern Uruguay”,en TRLP, V, pp. 433-452.

LÓPEZ, Brenda de (1993): Lenguaje fronterizo en obras de autores urugua-yos, Montevideo, Nordan Comunidad (2ª edición).

SALA, Marius (1998): Lenguas en contacto, Madrid, Gredos.

PORTUÑOL Y LITERATURA

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BLANCA

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Biblioteca Municipal de Elvas.

Uma biblioteca na fronteira

Alentejo/Extremadura

MARIA DA CONCEIÇÃO VAZ SERRA PONTES CABRITA

Universidad de Extremadura

A Biblioteca Municipal de Elvas será, sem dúvida, a de maior valorhistórico e literário, de todas as que se encontram na fronteira com aExtremadura. A Biblioteca Municipal de Elvas ocupa parte do edifício que,outrora, foi o Colégio de S. Tiago fundado pela Companhia de Jesus em 1645,em consequência de doação testamentária de D. Aldonça da Mota, em 1559,mulher do fidalgo elvense Diogo de Brito1. A sua denominação deve-se a umaermida erigida no local da actual Igreja do Salvador, contígua ao edifício doColégio, pelos Cavaleiros de Santiago, logo após a conquista de Elvas aosmouros, em 1228, por D. Sancho II. No edifício do Colégio sobressai o alpendreda entrada, construído em 1715 e, assente em colunas de mármore toscanas.Na cornija estão quatro coruchéus e ornatos recortados. A cobertura é de azu-lejo azul e branco, em xadrez, tendo como remate, no topo, um edículo facetadocom volutas2.

Com a expulsão dos Jesuítas de Portugal, por ordem do Marquês dePombal, por Decreto de Governo de 3 de Setembro de 1759, os dezanovereligiosos do Colégio de Elvas partiram para Itália3. Os bens foram doados à

1 Arquivo da Biblioteca Municipal de Elvas.2 Mª. do Céu Ponce Dentinho: Elvas, Elvas, Câmara Municipal de Elvas, 1989, p. 102.3 Ibidem, p. 71.

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Universidade de Coimbra por Carta de Lei de 4 de Junho de 17744, passandoo Colégio a Seminário Episcopal, anos mais tarde5.

A vida das ordens religiosas, em Portugal, a partir da segunda metadedo século XVIII, foi conturbada. Embora o Liberalismo consignasse a religiãoCatólica como a da Nação portuguesa, os Jesuítas só regressaram em 1829com o Miguelismo, tendo sido novamente expulsos em 1834, com a extinçãodas Ordens Regulares uma vez que eram conotados com o regresso ao Abso-lutismo6. No entanto, é necessário realçar que esta medida tentou pôr, apenas,em causa a instituição clerical e, não o Cristianismo de tal forma que, com oreatar de relações com a Santa Sé, em 1841, as ordens religiosas regressaram- os Jesuítas em 1848, os Franciscanos em 1860 ou os Beneditinos em 18887.Com a proclamação da República, entre Outubro de 1910 e Abril de 1911 oGoverno aboliu todas as referências à religião Católica na vida pública e,embora não se tratasse de laicização do Estado, este passou a administrar aIgreja destruindo-lhe a hierarquia e privando-a de meios de subsistência, ten-tando assim, evitar que se criasse um Estado dentro do Estado8. A Companhiade Jesus foi expulsa em 1910 só regressando com o Estado Novo9.

A Biblioteca Municipal de Elvas surgiu a partir da ideia do escrivão daFazenda, natural de Fronteira, João Ferreira Alves. A inauguração e aberturarealizaram-se na data comemorativa do tricentenário da morte de Camões -10 de Junho de 1880- apesar da sua criação jurídica ter sido efectuada emsessão camarária apenas a 31 de Outubro10.

Os fundos documentais são básica e essencialmente constituídos porobras alvo de doações particulares e por dezenas de milhar de documentosque constituem o Arquivo, no qual abundam os de carácter administrativo,esfragístico e testamentário com grande quantidade de pergaminhos. Não

4 Arquivo da Biblioteca Municipal de Elvas.5 Mª. do Céu Ponce Dentinho: Op. cit., p. 146.6 Isabel Nobre Vargues e Mª. Manuela Tavares Ribeiro: “Ideologias e práticas políticas”, in José

Mattoso, História de Portugal, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda. e Autores, 1993,Vol. 5, p. 225.7 Ibidem.8 José Mattoso: “A cultura republicana”, in José Mattoso, História de Portugal, Lisboa, Círculo de

Leitores, Lda. e Autores, 1994, Vol. 6, pp. 407, 408.9 Ibidem, p. 411.10 Acta de reunião da C.M.E., 31/10/1880, Arquivo da Biblioteca Municipal de Elvas.

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podemos deixar de mencionar a documentação diocesana nem os vinte e umincunábulos dos quais destacamos pela beleza das ilustrações, o volume LiberMedicinalis de Quinto Sereno Sammónico, médico do Imperador Sétimo Se-vero, século III d.C., impresso em Veneza a 25 de Outubro de 1488. Referi-mos, ainda que de uma forma muito genérica, os manuscritos e outros docu-mentos que a Biblioteca Municipal de Elvas possui e que são de interesselocal e regional, como documentos eclesiásticos, documentos referentes àsinvasões francesas, correspondência vária e inventários. Os autógrafosconstituem uma estimada colecção repleta de muitas e valiosas informaçõessobre bibliografia, literatura, arqueologia, etnografia, entre outras. Algunssão assinados por autores como Teófilo Braga, Oliveira Martins, José Leite deVasconcelos, Adolfo Coelho, Sousa Viterbo, Raul Proença, Trindade Coelho,Émile Zola, António Sardinha, Conde de Sabugosa e, muitos outros que seriafastidioso enumerar. Outros são nomes de eméritos trabalhadores das letras,que por sistema ou por temperamento, não atingiram a notoriedade e, outrosainda são oriundos de pessoas de boa categoria intelectual, interessadas porassuntos de investigação cultural. Quem visita a Biblioteca Municipal de Elvase se interessa pela história local e respectivas repercussões na história nacio-nal, pela terra e gente alentejanas com os seus usos, costumes e tradições, nãopode, certamente, deixar de ter como referência o Cónego doutoral, VigárioGeral da antiga Sé de Elvas11, Aires Varela12 do qual se desconhece a verdadeiranaturalidade e, data de nascimento embora, se julgue que nasceu em Elvas,onde faleceu a 8 de Outubro de 1655. As suas obras, apesar de terem ficado nasua maior parte inéditas, granjearam-lhe grande reputação. Dele falamelogiosamente D. Francisco Manuel de Melo, Diogo Barbosa Machado, J. C.de Figanière e muitos outros. Das suas obras impressas fazem parte: Sucessosque houve nas fronteiras de Elvas, Olivença, Campo Maior e Ouguela noprimeiro ano da Recuperação de Portugal que começou em 1 de Dezembrode 1640 e Fez Fim em Último de Novembro de 1641, Lisboa, 1642, reimpressaem Elvas em 1861; Genealogia de todas as Famílias do Bispado de Elvas;Teatro das Antiguidades de Elvas com a História da mesma cidade e Descriçãodas Terras da sua Comarca. A esta obra refere-se D. Francisco Manuel de

11 A bula de Leão XIII de 30 de Setembro de 1881 extinguiu o Bispado de Elvas.Cfr. Mª do Céu Ponce Dentinho, op. cit. p. 74.

12 Eurico Gama: O Cónego Aires Varela Precursor da Historiografia Elvense, Braga, separata deA Historiografia Portuguesa anterior a Herculano, Braga, Tip. Barbosa & Xavier, 1977,pp. 143-145, 176.

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Melo nas suas Cartas Familiares, publicadas em Roma em 1664. Outrapersonalidade que merece ser tida em conta é o oficial do exército e eruditoVitorino de Sant’Ana Pereira de Almada13 (Elvas, 1845-1899) que se dedicoua coligir documentação histórica, a maior parte da qual não chegou a editar e,que fez persistentes estudos históricos e arqueológicos sobre Elvas. De 1888 a1895 publicou parte da obra Elementos para um Dicionário de Geografia eHistória portuguesa14 a qual trata de factos atinentes ao concelho de Elvas eaos extintos concelhos de Barbacena, Vila Boim e Vila Fernando. Escreveuainda: O manuscrito de Afonso da Gama Palha sobre a guerra da sucessãoem Espanha, Elvas, 1876; Francisco de Paula Santa Clara-estudo biográfi-co, Elvas, 1888; Os quartéis-mestres, Elvas, 1890. Foi ainda, redactor princi-pal do jornal O Elvense fundado em 1880 e, colaborou em numerosos perió-dicos. Mencionamos também António Thomaz Pires15 (Elvas, 1850-1913),Secretário da Câmara Municipal de Elvas, que foi um notável estudioso dahistória e da etnografia de Elvas e, do Alto Alentejo em geral. Colaborou comTeófilo Braga, José Leite de Vasconcelos, Gonçalves Viana, Adolfo Coelho,entre outros. As suas investigações foram publicadas em jornais e revistasregionais como -O Elvense, O Progresso d’Elvas, Correio Elvense, O Boémio,A Pérola, O Liberal- como de outras localidades e até de circulação nacio-nal- Gazeta de Portugal, Boletim da Sociedade de Geografia, O ArqueólogoPortuguês, A Tradição. Da sua incansável pesquisa das riquezas folclóricasde Elvas e da sua região -canções, rimas populares, adivinhas, adágios, rifõese anexins, romances e orações, contos16 e jogos, destacamos: Estudos e NotasElvenses; Cantos Populares Portugueses; Cancioneiro Popular Político. Erao “Antoninho das cantigas” no dizer da gente simples que “recolheu o dom

13 Mª. do Céu Ponce Dentinho: Op. cit., p. 142.14 Catalogado de A a Z, estão publicados dois volumes que correspondem à letra A e uma pequena

parte, incompleta, que pertence à letra B. A Biblioteca Municipal de Elvas guarda toda a obramanuscrita em verbetes mínimos.

15 António Ventura: “Correspondência de António Sardinha para o editor elvense António José Torresde Carvalho (1902-1916)”, in A Cidade-revista cultural de Portalegre, nº2-Especial (Nova Série),Portalegre, Julho/Dezembro 1988, pp. 175-202 na p. 196.

16 António Thomaz Pires: Contos Populares Alentejanos recolhidos da Tradição Oral, ediçãocrítica e introdução de Mário F. Lages, Lisboa, Centro de Estudos dos Povos e Culturas de ExpressãoPortuguesa-Universidade Católica Portuguesa, 1992, (1ª edição); Idem, Contos PopularesAlentejanos recolhidos da tradição Oral, edição crítica e introdução de Mário F. Lages, Lisboa,C.E.P.C.E.P.-U.C.P., 2004, (2ª edição aumentada).

Os Contos estão coligidos nestas duas colectâneas, que são produto de recolha em periódicose revistas, não havendo até estas datas, uma edição integral numa mesma publicação.

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que deixa ouvir o silêncio, que na alma impalpável, esfrangalhada, dos Sítiose das Ruínas, decifra os letreiros que ensinam a contemplar no que a nós nosparece transitório, o que, em essência, é eterno”17. Gostaríamos, ainda quede uma forma muito sucinta, referir Eurico Gama (Elvas,1913-1977) biblió-filo, editor, membro da Sociedade de Geografia de Lisboa e, da AcademiaPortuguesa de História. Colaborou em diversos jornais e revistas. Entre 1963e 1969 foi director da Biblioteca Municipal de Elvas. Dirigiu e editou a colecçãode estudos elvenses À Sombra do Aqueduto. Doou o seu espólio particular, decerca de seis mil volumes, à Biblioteca Municipal.

Um dos núcleos mais importantes da Biblioteca Municipal de Elvas,que faz parte do fundo antigo é, indubitavelmente, a Biblioteca PúbliaHortênsia18 na Sala António José Torres de Carvalho19 desenhada pelo arqui-

17 António Sardinha: De Vita et Moribus – Casos & Almas - Lisboa, Livraria Ferin Editora, 1931,p. 148.

18 Públia Hortênsia de Castro, nasceu em Vila Viçosa, em 1548. Seu pai, Tomás de Castro, era umparente muito chegado do Arcebispo de Évora, D. João de Melo. Desejosa de continuar os seusestudos mas, como o sexo constituía um problema, não hesitou em envergar trajes de homem paraestudar, Humanidades, na Universidade de Coimbra juntamente com seu irmão Jerónimo de Castro.Instruída para além do comum, em estudos aristotélicos, defendeu “conclusões públicas”, emÉvora, com apenas dezassete anos para grande admiração de todos os presentes como evidenciaAndré de Resende na sua carta Bartholomeu Fria Albernotio, um afamado jurista espanhol.Sustentou, também, em Elvas, “conclusões”, em matéria teológica, tendo por ouvinte Filipe II deEspanha que, demonstrando o seu apreço, lhe atribuiu uma tença de 20 mil réis. Esteve como“moça de câmara” no palácio de D. Maria, filha de D. Manuel, conquistou a admiração do CardealD. Henrique e do Duque de Bragança, D. João. Faleceu em 1595. Está sepultada no Conventodos Religiosos Agostinhos em Évora, hoje a Igreja da Graça. Públia Hortênsia de Castro compôsPoesias Várias, em latim e em português, Cartas latinas e Portuguesas, diálogos sobre teologiae filosofia a que deu o nome de Flosculos Theologicalis e, por ordem da Infanta D. Isabel, mulherdo Infante D. Duarte, quando o filho do mesmo nome, Duarte, partiu para a guerra de África nacompanhia de D. Sebastião em 1574, Salmos pela vitória e felicidade do Senhor D. Duarte edeclaração dos ditos salmos.

Cfr. Diogo Barbosa Machado: Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1752, TomoIII, pp. 629, 630.

19 António José Torres de Carvalho (Elvas, 1865-1940), bibliófilo e editor, frequentou o Liceu dePortalegre e o 1º ano de Direito na Universidade de Coimbra. A sua predilecção literária, fê-lodedicar-se ao jornalismo. Colaborou no periódico O Ateneu em Coimbra e em Elvas, publicou ojornal Correio Elvense. Com a ajuda de seu pai, fundou a Tipographia Progresso (1889) que lhepertenceu até 1920. A livraria do Dr. Santa Clara, com 12.000 espécies bibliográficas adquiriu-aa um dos seus herdeiros, o seu primo Jerónimo Barbas e, que, posteriormente doou à BibliotecaMunicipal de Elvas a 25 de Janeiro de 1935. Torres de Carvalho foi ainda director da BibliotecaMunicipal durante 27 anos (1913 a 1940).

Cfr. Arquivo da Biblioteca Municipal de Elvas.

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tecto Balmaceda Aires, cuja estanteria, galeria e móveis, são construídos emmacacaúba, madeira exótica do Brasil. Esta designação foi-lhe atribuída porFrancisco de Paula Santa Clara20 em virtude de Públia Hortênsia de Castro terdefendido “teses” na casa que foi sua residência, na presença de Filipe II deEspanha, que aí residiu, mais de três meses, antes de ser reconhecido comorei de Portugal nas Cortes de Tomar de 158121.

Debruçar-nos-emos, agora, sobre algumas obras, da Biblioteca PúbliaHortênsia, que nos parecem relevantes para um melhor conhecimento daHistória e Literatura Portuguesas:

O Cancioneiro da Biblioteca Públia Hortênsia22 foi descoberto em 1928pelo Tenente e músico Manuel Joaquim (1894-1986) e publicado em 1940com o apoio do Instituto da Alta Cultura. Data do terceiro quartel do séculoXVI. A língua dominante é o castelhano, havendo apenas dezanove compo-sições em português. Apresenta vestígios de uma encadernação setecentistatendo sido reencadernado em 1965. Compõe-se de duas partes: A primeirainclui sessenta e cinco canções polifónicas profanas com transcrição da letrae da música distribuídas por quatro colecções, duas delas constituídas por

20 Francisco de Paula de Abreu Santa Clara (Elvas, 1836-1902), bibliófilo e latinista, formou umadas melhores bibliotecas particulares, notável pelas suas raridades, como incunábulos, crónicasmonásticas, crónicas do início da nacionalidade, para além de outras preciosidades. Deixou-nos,ainda, vários trabalhos da sua autoria como diversas anotações ao Hyssope, e, entre outras, asobras: Ode Saphica, Coimbra, Tip. Académica, 1857; Ensaios Poético-Latinos, Coimbra,Imprensa da Universidade, 1860; Metri Asclepiadei specimen auditoribus, latinae consuetudinisadsequendae cupidus, Coimbra, Tip. Literária, 1870; Imitação do Episódio do Canto Terceirodos Lusíadas, Immortal Poema de Luiz de Camões, em Versos Latinos, Tip. Literária, 1875;Imitação das Estâncias 118 e 119 do Livro terceiro dos Lusíadas, Immortal Poema de Luiz deCamões, em Versos Latinos, Tip. Literária, 1876; Índice dos Chantres da Sé d’Elvas, Tip. Elvensede Samuel F. Baptista, 1887; Camoneana: Carta do Doctor Francisco de Paula Santa Claraao Doctor Pereira Caldas sobre a Versão dum Soneto de Camões, Elvas, Tip. Progresso, 1904;O Deado da Sé d’Elvas, Elvas, Tip. Progresso, 1905; Elvas Antiga. Albergaria. Cosmander,Elvas, Tip. Progresso, 1909.

Cfr. Armando de Sacadura Falcão: “Lemos e Silva Santa Clara Barbas de Lisboa, Castelo deVide e Elvas”, in Raízes e Memórias, nº 17, Lisboa, Associação Portuguesa de Genealogia,Novembro 2001, p. 92; Arquivo bibliográfico da Biblioteca Municipal de Elvas.

21 António Francisco Barata: A Monja de Cister, Chronica Eborense, s/d., p. 257.22 Cancioneiro da Biblioteca Públia Hortênsia de Elvas, estudo introdutório de Manuel Pedro

Ferreira, Lisboa, Instituto Português do Património Cultural, 1989, (edição fac-similada), pp. V-VIII.

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peças de repertório ibérico de cerca de 1500, uma de peças portuguesas,provavelmente da primeira metade do século XVI e um grupo de composiçõesde influência italiana, de origem portuguesa, do terceiro quartel do séculoXVI. A segunda parte contém o texto de quinze romances, sete glosas e catorzevilancetes e cantigas que parece ter sido constituída pela junção de umacolecção de romances previamente ordenada e numerada, várias glosas deproveniência diversa e, três grupos de peças classificadas, sem qualquer ri-gor, como vilancetes ou como cantigas. As composições em português formamum grupo coerente. Os autores são: Garcí Sanchez de Badajoz, Salazar, elHermiteño, Comendador Escrivá, D. Afonso de Menezes, Juan del Encina,D. Manuel de Portugal e Pêro Andrade de Caminha. A atribuição da autoria éfeita com base em composições líricas já citadas ou transcritas noutras fontes23.Da mesma maneira, é atribuída a autoria da música a Pedro Escobar, Juan delEncina e Pedro de Pastrana.

O Livro que trata das cousas da Índia e do Japão24 é uma colectâneaquinhentista de informações de carácter económico, geográfico, político, reli-gioso que refere a Índia, o Japão, Ceilão, China, Síria, Pérsia, Mesopotâmia eoutros locais considerados como fontes de matérias-primas ou objectivos deempresas militares. O códice foi redigido em Goa. A sua encadernação é po-bre: Uma folha grande de pergaminho, arrancada, sem dúvida, a um missaldo qual ainda restam pautas, notas musicais e versículos a castanho, comcapitais a verde. A caligrafia é cursiva de meados do século XVI.

Não existem referências deste manuscrito em dicionários bibliográficosnem em diversos catálogos consultados. É impossível dizer qual foi o seudestino durante centenas de anos. Pertenceu a António Thomaz Pires tendo-lhe sido oferecido, em 1901, por Francisco de Paula Santa Clara. Supõe-seque tenha pertencido à Cartuxa de Évora pois, a primeira folha tem a cotaCax.78 e a última Cax.93. Os frades da Cartuxa de Évora usavam catalogaçãoidêntica. Este manuscrito não contém uma “Tavoa” ou “Tavoada” mas, o tex-to está dividido em vinte e cinco capítulos.

23 Manuel Joaquim: O Cancioneiro Musical e Poético da Biblioteca Públia Hortênsia, Coimbra,1940, pp. 104-150.

24 Livro que trata das cousas da Índia e do Japão, edição crítica do códice quinhentista 5/381 daBiblioteca Municipal de Elvas, com introdução e notas de Adelino de Almeida Calado, separatado Boletim da Biblioteca da Universidade de Coimbra, Coimbra, Coimbra Editora, Lda., 1957,passim.

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Para estabelecermos, com a exactidão possível, a data do manuscrito,observamos que das várias passagens se infere a data de 1548. Outro factoque corrobora esta data, é a menção de quase todos os vice-reis e organizado-res da Índia até esse ano, principalmente nas duas décadas anteriores. Assim,depois de se haverem referido os nomes de Afonso de Albuquerque (1509-1515), Lopo Soares de Albergaria (1515-1518) e Diogo Lopes de Sequeira(1518-1522), surge um breve espaço de sete anos e, menciona-se Nuno daCunha (1529-1538), Garcia de Noronha (1538-1540), Estêvão da Gama (1540-1542), Martim Afonso de Sousa (1542-1545) e D. João de Castro (1545-1548).

A série de governadores referidos detém-se em 1548, ano em que tomaposse Garcia de Sá, que se pensa terá sido o organizador deste volume, que éuma compilação de informações atribuídas directamente a treze autores pordetrás dos quais teria existido um organizador, pessoa de elevada posiçãosocial e de grande influência na economia e política ultramarinas. Foi um dospilares da expansão portuguesa no Oriente, tendo integrado no território deGoa as províncias de Baldez e Salsete e, fez vir àquela localidade o Rei deTanor que se converteu ao cristianismo e, portanto, seria normal desejar obterpormenores seguros sobre determinados aspectos da vida dos países asiáti-cos25. Tinha muito interesse por navios, estaleiros e armazéns de materialnáutico bem como por assuntos religiosos. É-nos relatado o bom acolhimentodispensado aos Jesuítas, nomeadamente a S. Francisco Xavier (1506-1552)com quem manteve estreitas relações. O Capítulo XVII foi redigido peloApóstolo das Índias com base nas informações do Samurai Anjiro, convertidoao Cristianismo pelo Santo Jesuíta e que adoptou o nome cristão de Paulo deSanta Fé -nome do Colégio da Companhia de Jesus em Goa, fornecendo assim,uma informação indirecta pois, S. Francisco Xavier só atinge o porto deKagoshima, ilha de Kiu-Siu, no Japão em 154926.

25 Kirti Chaudhuri: “O estabelecimento no Oriente”, in Francisco Bethencourt e Kirti Chaudhuri,História da Expansão Portuguesa, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda. e Autores, 1998, Vol. 1, pp.163-191 na p. 179.

26 Ibidem, pp. 183, 184; Otto Zierer: História do Japão, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda. e Autores,1980, pp. 54, 55.

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Colóquios dos Simples e Drogas e Cousas Medicinais da Índia27 deGarcia da Orta, publicado em Goa em 1563, data da primeira edição, contéma ode, à laia de prefácio, com a qual Luís de Camões exalta o valor do autor,perante o vice-rei D. Francisco de Sousa Coutinho. É, em forma de diálogo,que nos expõe o que viu e o que aprendeu naquelas paragens do Oriente.

Garcia da Orta, de ascendência judaica, natural de Castelo de Vide oude Elvas, nasceu nos começos do século XVI, talvez em 1505. Estudou naUniversidade de Salamanca e de Alcalá, tendo como condiscípulo André deResende. Em 1523, já como médico, regressa a Castelo de Vide onde exercemedicina. Passados alguns anos, ao querer entrar para o professorado naUniversidade, vai para Lisboa, onde convive com o matemático Pedro Nunese o polígrafo Pedro Margalho. Em 1534, D. João III escolheu-o para médicoda Real Câmara e, foi na Corte que conheceu Martim Afonso de Sousa que oinduziu, com facilidade, talvez devido à pressão que se ia fazendo sentir so-bre os cristãos-novos, a embarcar com ele para o Oriente, onde ia exercer ocargo de Capitão-Mor do mar da Índia. Assim, fixando-se em Goa, Garcia daOrta passou a acompanhar Martim Afonso de Sousa em todas as suascampanhas militares. Nesta situação privilegiada, teve o ensejo de conheceros produtos naturais do Oriente, vegetais e minerais que afluíam tanto a Goa,como a Diu, como a Ceilão.

Martim Afonso de Sousa deixou-lhe por aforamento o usufruto da ilhade Bombaim ainda enquanto governador, de 1542 a 1545 e, é nesse pequenoparaíso de esplendorosa vegetação tropical, que faz da sua ilha aforada, umverdadeiro horto-jardim experimental, viveiro de plantas medicinais e outrasespécies. Amigo íntimo de Luís de Camões era com ele que discorria sobre osseus estudos acerca da flora oriental.

O livro de Garcia da Orta era de considerável valor científico para aépoca e, para além de tratar das plantas aplicáveis à Medicina e Farmacologia,observamos que ele não é o simples prático que escreve aquilo que vê. O seumundo de conhecimentos clássicos permitiu-lhe avançar na descrição comcomparações e rectificações claras e precisas e também, mercê da sua formação,

27 Hernâni Cidade e Carlos Selvagem: “Garcia da Orta”, in Cultura Portuguesa, Lisboa, EditorialNotícias, 1971, Vol. 5, pp, 56-61.

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os embates entre o saber do humanismo científico e o da experimentaçãotornam-se flagrantes e, assumem traços definitórios muito concretos.

Bibliotheca Lusitana de Diogo Barbosa Machado28, constitui a primeirabibliografia de autores de língua portuguesa editada em Portugal. Contémdados biográficos e bibliográficos de escritores dos mais diversos campos desaber nascidos quer em Portugal quer nas antigas colónias. Inclui, igualmen-te, referências a obras editadas e também manuscritas, muitas das quaisdesapareceram. Constitui uma fonte de pesquisa importante no campo da Li-teratura e das várias artes e ciências dos séculos XVI, XVII e XVIII. Compõe-se de quatro tomos publicados em Lisboa. O tomo I, de 1741, tem o títuloseguinte: Bibliotheca Lusitana, Histórica, Critica, e Cronológica na qual secomprehende a noticia dos Autores Portuguezes, e das suas obras, quecompuzeraõ, desde o tempo da promulgaçaõ da Ley da Graça até o tempopresente, oferecida à Augusta Magestade de D. João V, nosso senhor. Contémo retrato do autor, prólogo, licenças e elogios. Inclui as letras A a E; o tomo II,

28 Diogo Barbosa Machado (1682-1772) foi presbítero secular, abade de Sever, no concelho de Sta.Marta de Penaguião, bispado do Porto. Foi escritor e bibliófilo. Estudou com os Padres daCongregação do Oratório e, em 1708, matriculou-se na Universidade de Coimbra, na faculdadede Direito Canónico. Porém, devido a doença grave não prosseguiu. Depois de obter um benefíciosimples na Igreja de Sta. Cruz de Alvarenga, do bispado de Lamego, concedido pelo Bispo daqueladiocese, D. Nuno Álvares Pereira de Melo, recebeu ordens de presbítero a 2 de Junho de 1724,conferidas pelo Bispo de Tagaste, D. Manuel da Silva Francês. A 4 de Novembro de 1728 foinomeado abade da Igreja de Sto. Adrião de Sever pelo Marquês de Abrantes. Quando foi fundadaa Academia Real de História fez parte dos primeiros cinquenta sócios e, como tal, escreveu asMemórias do reinado de D. Sebastião, D. Henrique, Filipe I, Filipe II e Filipe III, três volumesin folio. À custa de muitas despesas e sacrifícios conseguiu reunir uma copiosa e selecta bibliotecade alguns milhares de volumes, onde se encontravam os livros mais raros, pertencentes à Históriade Portugal e grande quantidade de opúsculos avulsos coligidos em mais de cem tomos de fóliopequeno. Havia ainda, dois tomos de formato máximo, contendo 690 retratos de reis, príncipes einfantes de Portugal, quatro tomos contendo 1.380 retratos de portugueses célebres e mais umtomo exclusivamente formado por cartas e mapas geográficos de Portugal e suas conquistas.Tudo foi oferecido ao rei D. José I que depositou estas obras no paço para compensar a perda daantiga biblioteca régia destruída pelo terramoto de 1755. Mais tarde, em 1807, foram transportadaspara o Brasil, por ocasião da fuga da família real, constituindo hoje, a maior parte do fundoprimitivo da biblioteca pública do Rio de Janeiro.

Cfr. Diogo Barbosa Machado: Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1741, TomoI, p. 634; Idem, Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1758, Tomo IV, p. 95; EstevesPereira e Guilherme Rodrigues, Portugal – Dicionário Histórico, Geográfico, Heráldico,Biográfico, Bibliográfico, Numismático e Artístico, Lisboa, João Romano Torres, 1906, Vol. II,pp. 107-108.

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de 1747 tem igual título, sendo oferecido ao Exmº. e Revmº. Sr. D. José Mariada Fonseca e Évora, Bispo do Porto, do Conselho de Sua Magestade,compreende as letras F a I; o tomo III, de 1752 contém as letras L a Z e, otomo IV, de 1758, inclui adições, ilustrações, emendas aos três primeiros e osíndices gerais de todos29.

Importa ainda mencionar o poema herói-cómico, O Hissope, de AntónioDinis da Cruz e Silva (1731-1799), cujo manuscrito se encontra na BibliotecaMunicipal de Elvas, explicitamente inspirado no poema Le Lutrin de Boileau.Narra o ridículo mal-entendido protocolar entre o Bispo de Elvas, D. Lourençode Lencastre e o Deão, José Carlos de Lara que tinha por hábito fazer-lhe aentrega do Hissope, à porta da Casa do Cabido todas as vezes que o Bispo iaexercer as suas funções na Sé. A sua comicidade provém do desequilíbrioentre a mesquinhez do assunto e a grandiosidade do estilo no qual há um tommarcadamente épico, tendo Os Lusíadas como referente das marcasintertextuais. O poema faz uma crítica aos valores feudais, à mentalidadeescolástica, à poesia gongórica, ao fausto da aristocracia ou aos abusospraticados pelas altas esferas da Igreja. O Hissope foi editado pela primeiravez em 1802. A Biblioteca Municipal de Elvas detém várias edições, sendo amais antiga de 1817, impressa em Paris.

António Dinis da Cruz e Silva30 formou-se em leis na Universidade deCoimbra. Foi juiz de fora em Castelo de Vide (1759) e juiz auditor militar emElvas (1764). Aqui encontrou, no ambiente eclesiástico, o episódio e aspersonagens de que tanto riu e fez rir a tertúlia, da qual fazia parte, no Sótãodo Falcato.

Em 1756, fundou com Esteves Negrão e Gomes de Carvalho, aos quaisse juntou mais tarde Correia Garção, a Arcádia Lusitana ou Ulissiponense naqual tomou o pseudónimo de Elpino Nonacriense. O espírito arcádico,pretendia combater o Barroco e orientar a produção poética para uma estéticaneoclássica fundada na razão e no culto do natural31.

Para terminar e, pelas óbvias razões de espaço e de objectivos -contri-buir, ainda que de uma forma ínfima, para um melhor conhecimento do espólio

29 Cfr. Arquivo bibliográfico da Biblioteca Municipal de Elvas.30 Hernâni Cidade e Carlos Selvagem: Op. cit.,1973, Vol. 11, pp. 80-90.31 António José Saraiva e Óscar Lopes: História da Literatura Portuguesa, Porto, Porto Editora,

2000, (17ª Edição), pp. 596, 600-602.

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da Biblioteca Municipal de Elvas- não gostaríamos de deixar de referir aimportante colecção de jornais locais e regionais, de finais do século XIX einícios do século XX, o mais antigo é de 1860, que indubitavelmentecontribuem para um melhor conhecimento da cidade, da região e do país, naintersecção com o momento histórico, político e cultural.

FONTES E BIBLIOGRAFIA

Revistas e Publicações Periódicas:

A cidade-Revista cultural de Portalegre, nº 2-especial (nova série), Portalegre,Julho/Dezembro, 1988.

CALADO, Adelino de Almeida: Livro que trata das cousas da Índia e doJapão, separata do Boletim da Biblioteca da Universidade de Coimbra,Coimbra, Coimbra Editora, Lda., 1957, (edição crítica).

GAMA, Eurico: O Cónego Aires Varela, Precursor da Historiografia Elvense,separata de A Historiografia Portuguesa anterior a Herculano, Braga,Tip. Barbosa & Xavier, 1977.

Raízes e Memórias, nº 17, Lisboa, Associação Portuguesa de Genealogia,Novembro, 2001.

Documentos:

Acta de reunião da Câmara Municipal de Elvas, 31/10/1880.

Documentação relativa ao Colégio de Santiago. Masso nº 143.

BIBLIOGRAFIA

BARATA, António Francisco, A Monja de Cister, Chronica Eborense, s/d.

BETHENCOURT, Kirti Chaudhuri e Francisco, História da Expansão Portu-guesa, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda., e Autores, 1998, Vol. I.

CIDADE, Carlos Selvagem e Hernâni, Cultura Portuguesa, Lisboa, EditorialNotícias, 1971, Vol 5.

—Idem, Cultura Portuguesa, Lisboa, Editorial Notícias, 1973, Vol. 11.

—Cancioneiro da Biblioteca Públia Hortência de Elvas, Lisboa, InstitutoPortuguês do Património Cultural, 1989, (edição fac-similada).

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DENTINHO, Maria do Céu Ponce: Elvas, Elvas, Câmara Municipal de Elvas,1989.

JOAQUIM, Manuel: O Cancioneiro Musical e Poético da Biblioteca PúbliaHortênsia, Coimbra, 1940.

MACHADO, Diogo Barbosa: Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues,1741, Tomo I.

— Idem, Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1752, Tomo III.

— Idem, Bibliotheca Lusitana, Lisboa, Ignacio Rodrigues, 1758, Tomo IV.

MATTOSO, José: História de Portugal, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda., eAutores, 1993, Vol. 5.

— Idem, História de Portugal, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda., e Autores,1994, Vol. 6.

RODRIGUES, Esteves Pereira e Guilherme: Portugal-Dicionário Histórico,Geográfico, Heráldico, Biográfico, Bibliográfico, Numismático e Ar-tístico, Lisboa, João Romano Torres, 1906, Vol. II.

SARAIVA, Óscar Lopes e António José: História da Literatura Portuguesa,Porto, Porto Editora, 2000, (17ª edição).

SARDINHA, António: De Vita et Moribus- Casos & Almas, Lisboa, LivrariaFerin Editora, 1931.

ZIERER, Otto: História do Japão, Lisboa, Círculo de Leitores, Lda., e Auto-res, 1980.

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BLANCA

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Selección de refranes del Quijote

en traducciones portuguesas

de los siglos XVIII, XIX y XX

CARMEN Mª COMINO FERNÁNDEZ DE CAÑETE

Universidad de Extremadura

He seleccionado una serie de refranes del Quijote en tres traduccionesen lengua portuguesa. La que indico en primer lugar es la primera traducciónque apareció publicada, de forma anónima, en 1794. La segunda traducciónque menciono es la llevada a cabo por José Carcomo y publicada entre 1888 y89. La tercera es obra de Albertina de Sousa, en 1993. Ante un mismo refrány su traducción encontramos diferentes maneras de llevarlo a cabo: se puedeidentificar y quererlo plasmar tal cual, modificarlo, no identificarlo y tradu-cirlo mediante una explicación e incluso ignorarlo. El seleccionar estos refra-nes y estos tres autores se debe primordialmente a pertenecer a tres siglosdiferentes y a la variedad que ofrecen. A modo de ejemplo muestro aquellosrefranes cotejados con repertorios paremiológicos de publicación semejante ala primera traducción y con otros posteriores.

Mi recopilación de refranes y frases proverbiales del Quijote está toma-da teniendo fundamentalmente como base el Vocabulario de refranes y frasesproverbiales del maestro Gonzalo de Correas. Esta obra, aparte de ser muyamplia, está datada en el manuscrito original en 1627, fue publicada por pri-mera vez en 1627, fecha cercana a la publicación del Quijote1.

1 Utilizo la edición de Gonzalo de Correas: Vocabulario de refranes y frases proverbiales, Madrid,Castalia, 2000.

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1. “No dirás desto a nadie, porque PON LO TUYO EN CONCEJO Y UNOS DIRÁN

QUE ES BLANCO Y OTROS QUE ES NEGRO” (II, 36, p. 505, S. )2. Esta advertencia deSancho recoge el que era refrán popular “Pon tu haber en concejo: uno diráque es blanco, otro que es bermejo; (o) prieto” (Correas, 2000: 642). En laprimera traducción portuguesa no hay inconveniente en adaptar las palabrasdel intelocutor y buscar el equivalente más parecido: “PÕE O TEU EM CONSELHO,E HUNS DIRÃO QUE HE BRANCO, OUTROS QUE HE NEGRO” (Rol. V, 177). En la tradi-ción portuguesa, tanto en el siglo XVIII, Adágios de Rolland, como en elsiglo XX, Rifoneiro de Chaves, viene recogido con el elemento pecunarioespecífico: “Põe o teu dinheiro em conselho, hum dirá, he branco, outro hevermelho” (Rolland, 1780: 38); “Põe o teu dinheiro em conselho, um dirá ébranco, outro é vermelho” (Chaves, 1928: 200). José Carcomo recurre a otrorefrán similar que, aunque mantiene una estructura paradigmática muy se-mejante y con elementos rimados, puede parecer que es una sustitución inne-cesaria: “QUEM FAZ A CASA NA PRAÇA, UNS DIZEM QUE É ALTA, OUTROS QUE É BAIXA”(Car. II, 260). En la traducción de Albertina de Sousa desaparece por comple-to la estructura del refrán, ni siquiera queda claro el mensaje: “OS DE FORA NÃO

DEVEM METER O NARIZ NOS NOSSOS ASSUNTOS” (Sou. II, 277). Esta traslación sepuede unir con las palabras anteriores de Sancho “No dirás desto nada anadie”, pasando por alto la intención del autor al introducir el refrán. Viene apropósito recordar las palabras de García Yebra cuando indica cómo existeuna diferencia entre el lector común y el lector-traductor: “El lector, en cuan-to tal, llega al término de su viaje cuando ha captado el contenido del texto.El que lee como traductor, en cambio, tiene desde el comienzo la intención deno detenerse en esa meta: piensa emprender a continuación el camino inver-so, en la misma dirección seguida por el autor, sólo que por otro terreno: estecamino irá desde el contenido del texto original hasta los signos lingüísticoscapaces de expresarlo, pero en la lengua terminal, que suele ser la lenguapropia del traductor, la de la comunidad lingüística a la que pertenece” (GarcíaYebra, 1982: 33).

2 Las citas de Don Quijote se corresponden con la edición del Instituto Cervantes-Ed. Crítica,Barcelona, 1999. Las partes aparecen en números romanos, después los capítulos en arábigos, laspáginas y los nombres de los personajes. Don Quijote y Sancho son los únicos que están abreviados.En las traducciones sólo abrevio el nombre del editor en el primer caso y del apellido en los otrosdos; después indico el volumen y la página.

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PORTUGUESAS DE LOS SIGLOS XVIII, XIX Y XX

2. “y si no, AL FREÍR DE LOS HUEVOS LO VERÁ, es decir: lo verá cuando sumerced del señor ventero le pida menoscabo de todo.” (II, 58, p.438, D. Q.)Esta frase proverbial que tiene dos variantes más reducidas en el Vocabulario“Al freír lo veréis” y “Al freír lo verán” (Correas, 2000: 362), está tambiénrecogida en los Adágios con la variante más similar a la del Quijote, “Aofrigir dos ovos o vereis”. (Rolland, 1780: 89). No es de extrañar que en laprimera traducción anónima se respete totalmente el original y se conjuguecomo corresponde al diálogo, “AO FRIGIR DOS OVOS O VERÁ” (Rol. III, 28).Carcomo, en cambio, vuelve a hacer otra sustitución. En este caso podríaparecer parcial porque mantiene la estructura formal y el verbo principal “AO

ATAR DAS FERIDAS SE VERÁ” (Car. I, 325), y, por el contexto, se puede aceptar,pero pierde en cuanto a su imagen original. En el Vocabulario la encontra-mos explicado de la siguiente manera: “Dicen que un carbonero, vaciando elcarbón en una casa, se llevaba hurtada la sartén escondida; y preguntándolesi era bueno el carbón, encareciéndolo por tal, dijo: “Al freír lo verán””. (Co-rreas, 2000: 362). A pesar de que con una u otra variante se mantiene viva enla paremiología portuguesa del siglo pasado, tanto en el Rifoneiro, “Ao frigirdos ovos o verás” (Chaves, 1928: 52) como en Carolina “Ao frigir dos ovos overemos” (Michäelis, 1986: 65), en la traducción de Sousa no consta. Nopuedo decir si no la ha entendido, ha preferido ignorarla o, simplemente, sele ha pasado por alto, pues no es una frase que se vuelva a repetir en el Quijo-te. El hecho es que no aparece en su obra.

3. “Vuestra merced mire cómo habla, señor barbero, que no es todohacer barbas, y ALGO VA DE PEDRO A PEDRO” (I, 47, p. 546, S.) Esta frase prover-bial que se utiliza para indicar que, aunque parezcamos iguales, hay diferen-cia entre nosotros, presenta en el Vocabulario dos variantes: “Mucha diferen-cia hay de Pedro a Pedro” y “Mucha diferencia hay de uno a otro” (Correas,2000:532). De manera similar viene recopilada en los Adágios: “Muito vai dePedro a Pedro” (Rolland, 1780:96). Nuevamente nos encontramos con unaprimera traducción portuguesa que, teniendo en cuenta esta frase proverbial yla pequeña variación que presenta en boca de Sancho, sólo altera el orden desus elementos e introduce “coisa” después del indefinido. Es una traducciónbastante literal aun cuando parezca innecesaria la alteración: “DE PEDRO A

PEDRO ALGUMA COISA VAI” (Rol. III, 217). Carcomo, en cambio, vuelve a haceruna sustitución, que sólo resulta similar en el sentido. Recurre a otra fraseproverbial que aparece repetida varias veces en el Quijote, pero que distamucho de la original en este contexto en cuanto a su estructura: “NEM TODO O

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MATTO É OREGÃOS” (Car. I, 417). Con una u otra variante seguimos encontran-do esta frase en la tradición portuguesa: “Muito vai de alhos a bugalhos (ou“de Pedro a Pedro”)”, (Chaves, 1928: 65). A pesar de ello, cuando leo latraducción de Sousa, me da la impresión de que no sólo desmonta la estructu-ra por completo, sino que además no comprende el significado del texto ori-ginal: “EU AINDA SEI O QUE DIGO” (Sou. I, 46).

4. “...no se ha de decir por mí: «A DINEROS PAGADOS, BRAZOS QUEBRADOS»”3

(II, 71, p. 1201, S.) Con este refrán que utiliza Sancho sin alterar el orden ymanteniendo la estructura bimembre original tradicional (Correas, 2000: 223),no quiere que se le incluya entre aquellos que después de cobrar, buscan cual-quier excusa para no hacer lo acordado. En la primera traducción portuguesa,la de 1794, el primer elemento significativo viene así expresado como “co-brado” y tratado en singular: “A DINHEIRO COBRADO, BRAÇOS QUEBRADOS” (Rol.VI, 286). Sigue haciendo una traslación casi literal. El repertorio paremiológicocoetáneo ofrece una variante centrada en el trabajo realizado y pagado (Rolland,1786: 26) con el mismo segundo elemento significativo. A este refrán tradi-cional portugués es al que recurre Carcomo en su traducción del siglo XIX:“A OBRA PAGADA, BRAÇOS QUEBRADOS” (Car. III, 471). En Carolina ya encontra-mos la misma variante que aparece en el Quijote: “A dinheiros pagados, braçosquebrados” (Michäelis, 1986: 46). Aun así, la traslación de Albertina de Sousarompe nuevamente la estructura del texto original impidiendo ver la existen-cia de los dos elementos propios de este refrán, aunque es quien sí tiene encuenta el escribirlo entre comillas. Dando por sentado que este tipo de situa-ción es bastante conocida por los lectores, no tiene inconveniente en enunciarsólo las palabras iniciales de una expresión que no termina en su segundaparte sino en puntos suspensivos: “QUEM RECEBE ADIANTADO…” (Sou. II, 257).La técnica de modificar refranes, trastocarlos, expresar sólo su primera parteo incluso hacer meras alusiones, es utilizada por Cervantes a lo largo delQuijote, pero en el caso de la traductora no queda claro cuál pueda ser suintencionalidad alejándose del texto original.

3 El refrán aparece entre comillas en este caso.

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5. “– ¡A OTRO PERRO CON ESE HUESO! -respondió el ventero- ¡Como si yono supiese cuántas son cinco y adónde me aprieta el zapato!” (I, 32, p. 373,ventero). Este refrán usado por el ventero de la manera en que se ha hechopopular para indicar que uno no se deja engañar, está presente en el Vocabu-lario con sus dos partes constituyentes: “A otro perro con ese güeso, que ésteya está roído” (Correas, 2000: 29). La primera traducción portuguesa lo sus-tituye por otra expresión popular en la que también se advierte el sentidofigurado y el tono irónico: “ONDE PRÉGA V. MERCÊ AS TARDES?” (Rol. II, 218).Esta vez no hace la traslación literal a pesar de que el refrán como tal existíaen la tradición paremiológica portuguesa en su forma ya unimembre y talcual podría haberlo plasmado: “A outro cão com esse osso” (Rolland, 1786:88). Tampoco recurre Carcomo esta vez a él, sino que también lo sustituyepor otra expresión popular con el mismo tono entre jocoso y de desconfianza:“ORA, VÁ A BATER A OUTRA PORTA” (Car. I, 242). En la traducción que estoycomentando del siglo XX, la de Albertina de Sousa, hay nuevamente unafrase que no acaba, un enunciar palabras para dejarlas pendientes de los pun-tos suspensivos. Parece que está utilizando este recurso como llamada de aten-ción, pero al igual que en el caso anterior, no queda claro si la autora no buscael refrán equivalente portugués u otra expresión semejante porque no lo hayaidentificado: “VÁ CONTAR ESSA A OUTRO...” (Sou. I, 273). En el Rifoneiro semantiene vivo y consta como en el texto cervantino: “A outro pêrro com esseôsso” (Chaves, 1928: 36).

6a. “-Calla, muchacha -dijo Teresa-, que no sabes lo que te dices, y esteseñor está en lo cierto, que TAL EL TIEMPO, TAL EL TIENTO: cuando digo Sancho,Sancha, y cuando gobernador, señora” (II, 50, p.569, Teresa). Este refrán quepresenta una pequeña variante en boca de Teresa respecto a la fórmula tradi-cional encontrada en el Vocabulario “Cual el tiempo, tal el tiento” (Correas,2000: 192), y que es la misma que viene recopilada en los Adágios “Qual otempo, tal o tento” (Rolland, 1786: 126), es sustituido por otro semejante enla primera traducción portuguesa: “TAL O TEMPO ANDAR, TAL PÃO MANJAR” (Rol.VI, 16). El significado no varía y también se hace referencia expresa al tiem-po, pero la rima recae ahora sobre los verbos que se introducen con este otrorefrán. Carcomo recurre a la tradición paremiológica sin tener en cuenta lapequeña modificación que Cervantes hace en las palabras de Teresa: “QUAL OTEMPO, TAL O TEMPO” (Car. III, 354). Sousa no traduce este refrán en esta apa-rición ni en la siguiente, a pesar de que continúa vivo en la tradición portu-guesa del siglo XX, pues de la misma manera que en la traducción del XIX lo

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encontramos recopilado en el Rifoneiro: “Qual o tempo, tal o tempo” (Chaves,1928: 210).

6b. “Pero el hombre propone y Dios dispone, y Dios sabe lo mejor y loque le está bien a cada uno, y CUAL EL TIEMPO, TAL EL TIENTO” (II, 55, p. 1082,S.) Como podemos ver en este contexto Cervantes sí mantiene el refrán tal ycomo es el tradicional encontrado tanto en la tradición española como en laportuguesa. En la primera traducción no se sustituye esta vez por el mismorefrán rimado que acabamos de transcribir en el contexto anterior sino que sehace una paráfrasis “HE PRECISO ACOMMODAR-NOS AO TEMPO” (Rol. VI, 84), conlo que se pierde la forma original bimembre rimada. En el caso de José Carcomoresulta su traducción ser la misma que la anterior, por lo que coincide ahoracon las palabras de Sancho y con lo que venía siendo tradicional: “QUAL O

TEMPO, TAL O TENTO” (Car. III, 387). En el caso de Sousa nuevamente nosencontramos con ausencia de traducción. Siendo, pues, dos veces el mismorefrán el que no aparece traducido en esta obra, es probable que no le resultefamiliar o, incluso, que no lo entienda.

7. “–Señor mío, alce vuestra merced la cabeza y alégrese, si puede, y dégracias al cielo que, ya que le derribó en la tierra, no salió con alguna costillaquebrada, y pues sabe que DONDE LAS DAN, LAS TOMAN” (II, 65, p.1163, S.) Esterefrán, que ya viene recopilado con dos variantes en el Vocabulario, “Dondelas dan, ahí las toman; [o] Donde las dan, las toman” (Correas, 2000: 240), esprecisamente elegido por la primera traducción con el adverbio de lugar querefuerza el significado: “e como V. Mercê sabe ONDE SE DÃO, AHI SE APANHÃO”(Rol. VI, 221). Es, sin embargo, en los Adágios donde sólo se recopila lavariante más simple y coincidente hasta en los verbos con las palabras deSancho: “Onde as dão, as tomão” (Rolland, 1786: 41). No obstante, la varian-te más enfática debería estar bastante extendida pues, a pesar de no estar en eltexto cervantino, vuelve a ser la elegida en la traducción de Carcomo en elsiglo XIX: “AONDE SE DÃO AHI SE APANHAM” (Car. III, 456). Encontramos toda-vía una otra variante mantenida en el siglo XX que no se aleja de la anteriortanto como para no ser reconocida: “Aonde as dão, aí se pagam” (Chaves,1928: 187). A pesar de todas estas posibilidades, en la traducción de Albertinade Sousa se sustituye el refrán por otra expresión, “QUEM VAI À GUERRA DÁ A

LEVA” (Sou. II, 489), que es la que más dista nuevamente del original.

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8. “...tanto se pierde por carta de más como por carta de menos y AL

BUEN ENTENDEDOR, POCAS PALABRAS.” (II, 37, p. 938, S.) Este refrán, alteradopor Sancho sólo en hacer contracción de la preposición y artículo, presentados variantes en el Vocabulario: “A buen entendedor, pocas palabras, o pocaparola” (Correas, 2000: 5). Al leer la traducción anónima y ver que añadía elverbo “bastão” al final del refrán, “AO BOM ENTENDEDOR POUCAS PALAVRAS BASTÃO”(Rol. V, 188), pensé si podría ser que no existiese en portugués y que se aña-diese para que no tuviese duda el lector. Tras cotejar las diferentes traduccio-nes portuguesas he visto que es una variante muy extendida. No obstante, enlos Adágios se recopila como en las palabras de Sancho (aunque sin artículo):“A bom entendedor, poucas palavras” (Rolland, 1780: 24). La otra varianteque más se repite en las traslaciones es la que presenta Carcomo en su obra,que es un poco menos literal en su segunda parte y en la que también seadvierte el uso del verbo al final: “A BOM ENTENDEDOR MEIA PALAVRA BASTA”(Car. III, 135). Ya en el Rifoneiro están presentes ambas variantes, tanto laexistente con verbo como la que es igual a la española: “A bom entendedôr,meia palavra basta (ou “poucas palavras”)” (Chaves, 1928: 31). El utilizar elrefrán mutilado, esta vez sin alteración de las palabras previas (el cambio dela preposición “a” por “para” no afecta al sentido), es un recurso que ya he-mos visto repetido en la traducción de Sousa. Se puede deducir que debe ser,por lo tanto, un refrán bastante conocido también en Portugal y que a Sousano le gusta demasiado reflejar las estructuras bimembres al completo. Prefie-re el uso de los puntos suspensivos: “PARA BOM ENTENDEDOR…” (Sou. II, 282).

9. “-No hay camino tan llano -replicó Sancho-, que no tenga algúntropezón o barranco; EN OTRAS CASAS CUECEN HABAS, Y EN LA MÍA, A CALDERADAS”(II, 13, p, 730, S.) Las dos variantes encontradas en el Vocabulario se refierena la segunda parte del refrán: “En cada casa cuecen habas, y en la mía acalderadas; o en la nuestra...” (Correas, 2000: 308). Contrastando con la re-copilación portuguesa, existe sólo una variante cuya primera parte es igual ala española: “Em cada casa comem favas, e na nossa ás caldeiradas” (Rolland,1780: 51). La primera traducción portuguesa es literal, pues se atiene al textotal y como es ligeramente modificado en boca de Sancho: “N´OUTRAS CASAS

COZAM FAVAS, E NA MINHA ÁS CALDEIRADAS” (Rol. IV, 155). Carcomo esta vez norecoge el refrán tradicional ni recurre a otro similar sino que, rompiendo estaestructura, da una explicación. Hace, pues, una traducción bastante libre aun-que se adecúa al contexto: “NO FIM DE CONTAS CADA UM SENTE OS SEUS MALES”(Car. II, 89). El refrán sigue presente en el Rifoneiro, “Em cada casa comem

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favas, e na nossa ás caldeiradas” (Chaves, 1928: 108). En el caso de Albertinade Sousa, aparentemente mantiene unos significantes muy similares al textoespañol pero, al sustituir el grupo preposicional final por un verbo imperso-nal que enlaza con la temporal inicial, el refrán no sólo pierde parte de suestructura sino también de su fuerza expresiva: “QUANDO NAS OUTRAS CASAS

COZEM FAVAS NA MINHA HÁ CALDEIRADAS” (Sou. II, 98).

10. “Teresa dice -dijo Sancho- que ate bien mi dedo con vuestra mer-ced, y que HABLEN CARTAS Y CALLEN BARBAS” (II, 7, p. 680, S.) Este refrán utili-zado para recordar que merecen más respeto los escritos que las palabras,viene recopilado en el Vocabulario de la misma manera en que se cita (Co-rreas, 2000: 374). Aunque en los Adágios no consta sólo la variante “Fallemcartas, calem barbas” (Rolland, 1780: 28), sino además “Morrem barbas,apparecem cartas” (Rolland, 1780: 31), la traducción de 1794 es también eneste caso literal: “FALLEM CARTAS, E CALLEM BARBAS” (Rol. IV, 80). Carcomo, encambio, vuelve a hacer una traducción bastante libre, pues explica el signifi-cado sin tener en cuenta la estructura del refrán ni buscar ninguno equivalen-te: “CONTRA FACTOS NÃO HÁ ARGUMENTOS” (Car. II, 49). No obstante, el refránsigue estando presente en el Rifoneiro Português tal y como lo encontramosen el Quijote: “Falem cartas e calem barbas” (Chaves, 1928: 115). A pesar deesto, tampoco Albertina de Sousa se vale de él en su traducción ni de la otravariante, sino que lo sustituye por una expresión popular y la enlaza con laspalabras previas mediante una preposición final. Pierde así la estructura ori-ginal del refrán y parte del sentido: “PARA PORMOS AS CARTAS NA MESA” (Sou. II,57).

11. “No, sino HACEOS MIEL Y PAPAROS HAN MOSCAS; tanto tienes cuantovales” (II, 43, p. 977, S.) Este refrán, ligeramente modificado de su formausual “Haceos miel, y comeros han moscas” (Correas, 2000: 376) en las pala-bras de Sancho, viene seguido de otro que se usa conjugado en segunda perso-na del singular. Debió ser esto probablemente lo que indujo a la primeratraducción portuguesa a presentar el refrán como referido también a una se-gunda persona del singular en vez del plural: “e senão, FAZ-TE MEL, COMER-TE-HÃO AS MOSCAS” (Rol. V, 225). El verbo que usa en la segunda parte es elrecopilado en los Adágios y no el modificado esta vez por Sancho: “Fazei-vosmel, comer-vos-hão as moscas” (Rolland, 1780: 376), donde consta tambiénel artículo determinado precediendo a “moscas”. Es la traducción de Carcomola que esta vez se presenta más literal, pues tiene en cuenta la pequeña altera-

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ción que del refrán tradicional hace Sancho, “papar” por “comer”. Muestra,sin embargo, una estructura alternativa para la primera parte y sigue mante-niendo el artículo definido: “FAZEI-VOS DE MEL E PAPAR-VOS-HÃO AS MOSCAS” (Car.II, 337). El refrán en su forma tradicional continúa estando presente en elRifoneiro, “Fazei-vos mel, comer-vos-hão as môscas” (Chaves, 1928: 117),pero Sousa vuelve a hacer una traducción con caso omiso de él. Lo sustituye,a mi entender innecesariamente, por otro donde modifica hasta las palabrasprevias: “Sim, que COM PAPAS E BOLOS SE ENGANAN OS TOLOS” (Sou. II, 320).

12. “–Ay señor, señor, y cómo HAY MÁS MAL EN EL ALDEGÜELA QUE SE SUE-NA” (I, 46, p. 533, S.) Con este refrán utilizado para indicar que la cosa espeor o más difícil de lo que parece, puede haber ocurrido en la primera tra-ducción algo parecido a lo que veíamos en el anterior, es decir, que se hayaproducido un contagio, esta vez sonoro, de “senhor” (al que hace rimar con“maior”) y se confunda “sonar” con “soñar”: “MAIOR MAL HA NA ALDEÂZINHA, DO

QUE SE SONHA” (Rol. III, 194). Sancho no modifica el refrán tradicional, ex-cepto en el orden, de forma que pudiera conducir a tal error: “Más mal hay enla aldigüela de lo que suena” (Correas, 2000, 496). También muy semejantelo encontramos en la tradición portuguesa: “Na aldeia, que não he boa, maismal ha, que soa” (Rolland, 1780: 6). Carcomo es quien hace también esta vezuna traducción más literal, incluso buscando la rima entre el primer y elsegundo elemento como se produce en el original español: “HA MAIS MAL NA

ALDEOLA DO QUE SÔA” (Car. I, 406). Se ha mantenido en la paremiología portu-guesa con la misma variante que vimos anteriormente, “Na aldeia que não éboa, mais mal há que soa” (Chaves, 1928: 160), aunque Sousa tampoco eneste caso le presta atención. Al contrario de lo que defiende John Rutherfordsobre la conveniencia de inventar nuevos refranes ingleses sobre la base delos españoles al traducir el Quijote (Rutherford, 2002: 227), a Sousa pareceque le gusta más devirtuarlos o sustituirlos: “olhe que AS APARIÊNCIAS ILUDEM EVOSSA SENHORIA NÃO SABE DA MISSA A METADE!” (Sou. I, 405).

13. “...atendiendo al refrán: “HAZ LO QUE TU AMO TE MANDA, Y SIÉNTATE

CON ÉL A LA MESA” (II, 29, p. 869.1, S.) Este refrán que se dice Sancho a símismo mientras dialoga con don Quijote y que se utiliza para indicar `obede-ce y te lo agradecerán´, presenta dos variantes en el Vocabulario: “Haz lo quetu amo manda, y siéntate con él a la mesa; (o) y sentarte has con él a la mesa”(Correas, 2000: 386). La traducción de 1794, que es casi literal coincide en laforma verbal con esta segunda y lo identifica como “rifão”. El “Amo” lo

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escribe con mayúscula: “HAZE O QUE TU AMO TE MANDA, E SENTAR-TE-HAS COM

ELLE Á MEZA” (Rol. V, 72-73). También es identificado por Carcomo como“rifão”, quien no lo traduce literalmente sino que recurre a sustituirlo por elque era equivalente portugués y encontramos en los Adágios (Rolland, 1780:10): “SÊ MOÇO BEM MANDADO, COMERÁS Á MESA COM TEU AMO” (Car. II, 207). Noobstante, otra variante similar a la primera traducción encontramos añadidaen una recopilación del siglo XX: “Faze o que manda teu senhor, sentar-tehás com êle à mesa” (Chaves, 1928: 116). Albertina de Sousa vuelve a iden-tificarlo como “refrão” y, a pesar de tener estos antecedentes, opta por haceruna otra sustitución. Nuevamente rompe la estructura del refrán al elegir unaexpresión popular que deja pendiente de puntos suspensivos: “COM TEU AMO

NÃO JOGUES AS PÊRAS...” (Sou. II, 220).

14. “...pero como LA CUDICIA ROMPE EL SACO, a mí me ha rasgado misesperanzas” (I, 20, p. 210, S.) Este refrán que introduce Sancho en medio desus consideraciones y formando parte de un contexto lingüístico mayor, vienerecopilado en el Vocabulario con una segunda estructura: “La codicia rompeel saco; quizá le romperá donde no está” (Correas, 2000, 425). Ni el contextoen el que aparece ni la forma simple en que se presenta en los Adágios, “Acobiça rompe o sacco” (Rolland, 1780: 115), justifican la desafortunada in-terpretación que del primer sustantivo se hace en la primera traducción por-tuguesa de 1794: “A FOME ROMPE O SACO” (Rol. I, 253). Es cierto que se asociala figura de Sancho con el comilón al contrastarla con la de don Quijote, peroen este pasaje no está hablando de comida sino de las ilusiones perdidas y delmiedo que va tomando. La traducción de Carcomo no es tan sucinta como enel original, pues aunque mantiene la imagen, o incluso la refuerza, amplía oexplica el refrán. Establece una relación explícita progresiva entre la codiciaque va llenando el saco y el efecto final no deseado, su rotura: “A COBIÇA ENCHE

O SACCO, ATÉ ROMPE-LO” (Car. I, 128). En el caso de la tercera traducción, la deSousa, tampoco encontramos una simple traslación literal sino otra explica-ción. Esta vez no se mantiene la fuerza en imagen del refrán, pues la pierdehaciendo desaparecer los elementos básicos que la componen: “A COBIÇA DEITA

TUDO A PERDER” (Sou. I, 145).

15. “Cada oveja con su pareja, y NADIE TIENDA MÁS LA PIERNA DE CUANTO

FUERE LARGA LA SÁBANA; y déjenme pasar, que se me hace tarde” (II, 53, p.1066, S.) Esta nueva consideración de Sancho para expresar que no se debeaspirar a más de lo que se es capaz, se une a la anterior completándola. En elVocabulario constan dos variantes, una como recomendación y otra como

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afirmación: “Nadie estienda la pierna más de hasta donde la sábana llega.También se dice: “Nadie estiende la pierna más de hasta donde llega la sába-na” (Correas, 2000: 543). La traducción de 1794 es literal en la primera partedel refrán y, en la segunda, se le confiere a la sábana una demarcación másexplícita al introducir el verbo “permitir”: “NINGUEM ESTENDA MAIS A PERNA, DO

QUE PERMITTE O COMPRIMENTO DO LANÇOL” (Rol. VI, 58). De cualquier manera seaproxima más al original español que a la variante que se recopila en losAdágios: “Cada hum estenda a perna até onde tem a cuberta” (Rolland, 1780:28). La traducción de Carcomo comienza también por el pronombre indefini-do absoluto en la primera parte y, la segunda, sin ser totalmente literal, seasemeja mucho a la original: “NINGUÉM ESTENDA A PERNA SENÃO ATÉ AONDE CHEGA

O LENÇOL” (Car. II, 374). Tanto en la primera como en la segunda traduccióncomentada se advierte claramente la relación con el refrán español. En elRifoneiro también consta otra variante similar: “Cada qual estende a perna,até onde tem a coberta” (Chaves, 1928: 71). Cuesta decir lo mismo cuandollegamos a la obra de Albertina de Sousa, pues hace una nueva sustitucióndonde no mantiene ninguno de los elementos anteriores. Ni parece encontraruna imagen feliz al limitar la obra del zapatero de esta manera: “NÃO SUBA O

SAPATEIRO ALÉM DA CHINELA” (Sou. II, 399).

16. “¿Qué canasta de ropa blanca, de camisas, de tocados y de escarpines,aunque no los gasto, trae delante de sí para ablandarme, sino un vituperio trasotro, sabiendo aquel refrán que dicen por ahí, que UN ASNO CARGADO DE ORO

SUBE LIGERO POR UNA MONTAÑA, y que...” (II, 35, p. 962, S.) Sancho adapta,ampliándolo, el que era refrán popular procedente de la tradición latina “Asnocon oro, alcánzalo todo” (Correas, 2000:106). En la primera traducción por-tuguesa, que es muy literal, se sustituye “asno” por “burro” y “montaña” por“monte” existiendo ambos vocablos en el léxico portugués. Viene precedidopor “rifão: “HUM BURRO CARREGADO DE OURO, SÓBE LIGEIRO POR HUM MONTE” (Rol.V, 168). En la traducción de Carcomo sí se mantienen los vocablos “asno” y“montanha” para los respectivos españoles. Es, por lo tanto, totalmente lite-ral y viene indicado como “dito”: “UM ASNO CARREGADO DE OIRO SOBE LIGEIRO POR

UMA MONTANHA” (Car. II, 255). La fórmula recopilada en el Rifoneiro es laequivalente a la que indica Correas: “Asno com oiro, tudo alcaça” (Chaves,1928: 57). A pesar de estos antecedentes, Albertina de Sousa vuelve a alejarsedel texto original tanto en la estructura como en las imágenes. Sustituye elque ella denomina “ditado” por otro bien diferente, que si no fuera por elcontexto incluso sería difícil de buscar la equivalencia: “NÃO É COM VINAGRE

QUE SE APANHAM MOSCAS” (Sou. II, 271).

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Valgan estos ejemplos para mostrar cómo existen ciertas tendencias enlos traductores que suelen mantenerse a través de toda la obra. Así, en laprimera traducción portuguesa es donde hay más abundancia de refranes tra-ducidos de manera literal, total o parcialmente (“põe o teu em conselho, unsdirão que hé branco, outros que hé negro”; “de Pedro a Pedro alguma coisavai”). José Carcomo, aunque también presenta un buen número de ellos (“umasno carregado de oiro sube ligeiro por uma montanha”), suele hacer mássustituciones. No obstante, en ellas recurre con frecuencia bien a la paremio-logía tradicional portuguesa (“A obra pagada, braços quebrados”), bien amantener una estructura paradigmática semejante (“quem faz a casa na praça,uns dizem que é alta, outros que é baixa”). En el caso de Albertina de Sousaencontramos dos refranes que no se traducen. De uno de ellos, como se repiteen dos contextos diferentes (6a, 6b), se podría deducir que lo descone, perodel otro es más difícil descubrir los motivos (2). Abundan en su traducción lassustituciones de refranes por explicaciones (“os de fora não devem meter onariz nos nossos assuntos”) y las fragmentaciones, pues con frecuencia dejalos refranes inacabados (“para bom entendedor...”). Decidir cuál sea la mejortraducción en cuanto a refranes se refiere no es tarea fácil, pero la tendenciaexcesiva a modificar el texto original innecesariamente como hace Albertinade Sousa me parece la opción menos afortunada.

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BLANCA

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Los estudios sobre la frontera España/

Portugal. Enfoque histórico

ADOLFO ELIZAINCÍN

Universidad de la RepúblicaMontevideo

1. El aspecto histórico al que quiero referirme en esta oportunidad,tiene que ver con la lingüística, no con el lenguaje; vale decir, con lahistoriografía de los estudios sobre la frontera España/Portugal, sin preten-der, por cierto, agotarlos a todos. Seguramente estarán, algunos de estos estu-dios, ausentes en estas líneas. Hecho tal sólo podrá atribuirse a dos causas: obien me es desconocido ese trabajo, o bien no he tenido tiempo para incluirloaquí.

Hace mucho tiempo me atraen las situaciones de frontera, como algu-nos quizás lo sepan. He intentado ejemplificar los fenómenos que, creo, uni-versalmente se dan en tales situaciones a través del estudio de otra frontera enque coexisten español y portugués: la “raia” brasileña/uruguaya en Sudamérica.

1.1. En mi libro de 19921 intenté, por un lado, proponer una metodolo-gía específica para el estudio de estas situaciones; por otro, establecí unacomparación, en base a esa misma metodología, con la frontera España/Por-tugal, en base a los datos que pude obtener de descripciones y estudios previosde esa zona. A esos mismos materiales vuelvo hoy, tratando de revisarlos a laluz de los avances de esta disciplina en la última década.

Y la disciplina en cuestión no es otra que la que estudia los contactos,“lenguas en contacto”, sin nombre específico, ya que “Contactología” no sue-na precisamente bello. Por cierto, ese tema, a través del cual identificamosesta porción de los estudios lingüísticos actuales, fue motivo, antes, de estu-

1 ELIZAINCÍN: Dialectos en contacto. Español y portugués en España y en América.

608 ADOLFO ELIZAINCÍN

dio y consideración: en la geolingüística, en la dialectología, en lasociolingüística más tardíamente, en la criollística sin duda. Pero reconozcá-moslo: esta imprecisión terminológica para designar a esta porción de losestudios, etc. no es gratuita: algo aún está faltando, y yo pienso que eso seauna delimitación más precisa de su campo de acción y de su metodología ytécnicas de abordaje. Pero claro, no es este el tema aquí.

1.2. Hay que decir, también, en estas líneas introductorias, que el cam-po es mucho más amplio que lo que podría sugerir la simple denominacióndel mismo como “lenguas en contacto”: se trata de un fenómeno mucho másamplio que incluye el contacto de las culturas involucradas, y que exige, porcierto, conocimientos previos de las características generales y hasta particu-lares de las poblaciones que entran en contacto. La demografía histórica, lasociología, la propia historia, la psicología social, no son disciplinas ajenaspara el mejor conocimiento de una situación fronteriza.

1.2.1. Por otra parte, el propio concepto de frontera es mucho más amplioque el que se podría reducir a la mera frontera geográfica; paradojalmente, elconcepto supone elementos de separación pero también de unión. Las fronte-ras geográficas son espacios en los que políticamente hay territorios a un ladoy a otro de una línea, “raia”, trazada la mayor parte de las veces en formaarbitraria (quiero decir, no natural), territorios que incluyen personas y agru-paciones de personas; y por otro una convivencia que, en general, suele serpacífica y donde se dan naturalmente procesos de integración naturales (ma-trimonios mixtos, visitas de habitantes de un lado al otro por razones de com-pras, educación, salud, deportivas, etc.).

1.2.2. Estos espacios fronterizos suelen generar en sus habitantes unaidentidad específica, propia de la zona. Los habitantes suelen afirmar su per-tenencia a ese espacio, y no se consideran integrados a las comunidades ma-yores (supongamos, España o Portugal).

Es decir, integración en la mayoría de los casos. Y, como forma másnotoria de esa integración, el surgimiento de variedades lingüísticas propiasde ese contacto. La suerte de esas variedades no depende, claro, exclusiva-mente de ellas, sino de la suerte que les toque en el contexto histórico y cultu-ral en que se desarrollen. La mayoría de ellas, como dijo Hugo Schuchardthablando del surgimiento de las lenguas criollas, desaparecen cuando las cir-cunstancias que le dieron origen a su vez desaparecen; de lo contrario, pue-

609LOS ESTUDIOS SOBRE LA FRONTERA ESPAÑA/PORTUGAL.ENFOQUE HISTÓRICO

den o bien mantenerse en una eterna indefinición, muchas veces con severosproblemas de segregación social, sin posibilidades ciertas de cambio ni inter-no, ni externo; o bien lo contrario, encontrar circunstancias favorables quepromuevan sus desarrollo.

Estas variedades son rurales, con poca o nula tradición escrita, y de usocasi exclusivamente familiar. Los sistemas escolares de alfabetización suelendesecharlas a los fines educativos. Precisamente por esta causa, la identidadde que hablaba antes surge con fuerza; muchas veces como una identidadescondida, no propalada públicamente, pero con una raigambre fuerte y po-derosa.

1.3. Desde el punto de vista de la estructura lingüística, la inestabili-dad y variabilidad suelen ser una de sus características más notorias. Este esuno de los puntos quizás más controvertidos, o quizás sobre el cual más me heinterrogado yo mismo; sin lugar a dudas, la cuestión compromete puntos de-licados de la teoría lingüística, como por ejemplo, ¿cuánta variabilidad puedesoportar un sistema?, ¿cuándo deja algo de ser relativamente sistemático,homogéneo, coherente (sin apelar a lo social) y se transforma en sólo unamezcla sin ley ni orden alguno?

1.3.1. El concepto de variabilidad ha sido especializado, a partir del devariación, propio de la sociolingüística cuantitativa de cuño laboviano, envarias de mis publicaciones; llamo variabilidad a la variación que se da ensituaciones de contacto de dos lenguas. Por lo que se ve, a la natural variaciónpropia de la lengua histórica, se suma, en esta situaciones, la variabilidad quesurge del contacto. Creo que son dos conceptos que necesariamente deben serdistinguidos.

Si la variabilidad es muy fuerte en un amplio campo de la estructuralingüística (supongamos: lo que se evidencia en una entrevista oral con unhabitante de esas zonas), variabilidad que incluye, como variantes, elementosde la lengua A y elementos de la lengua B, con el “mismo” significado, refe-rencia o función, entonces se trata de un proceso, o bien reciente, o biendetenido en el tiempo con variabilidad estancada.

Si por el contrario, la variabilidad es moderada y las soluciones tiendena parecerse a A o a B, se trata de un proceso asentado, más antiguo, conevolución interna propia y específica.

Tanto en uno como en otro caso, debemos decidir si estamos frente aestructuras autónomas de por sí; creo que sí, que estas variedades, pero sobre

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todo en el caso segundo que veíamos antes, deben interpretarse como posee-dores de una gramática propia, lo que justifica su estudio como unidadeslingüísticas con todo su derecho, digámoslo así, lejos de la mera considera-ción de ellas como mezclas sin sentido, sin ley, sin gobierno.

2. Algunas de estas ideas que acabo de exponer, subyacen o aparecenespecíficamente en los estudios que sobre la “raia” luso/española se han idosucediendo a lo largo de poco más de un siglo.

La zona en cuestión se extiende desde la zona leonesa, al norte, hasta lazona andaluza, al sur. Creo que ésa es una distinción muy importante, a lahora de distinguir zonas dialectales, pero es una primera división muy grose-ra, si se quiere.

El predominio del leonés en la zona norte, y hasta bien avanzada lazona meridional, ha sido reconocido ya desde el comienzo de estos estudios.La extensión e importancia medievales de la lengua del reino de León, lasvariedades que de ahí se derivan actualmente y el ámbito geográfico cubiertopor la zona reconquistada por León, hablan de una presencia importante ydifícil de desestimar a la hora de ver los contactos en la zona noroeste de la“raia”.

2.1. Hago referencia aquí a dos trabajos interesantes: Menéndez Pidaly Lang2:

2.1.1. En su trabajo, Menéndez Pidal se propone establecer “fronteras”en un continuo que lleva desde el “gallego” hasta el “castellano”. Para ellotoma en cuenta la evolución de ocho rasgos fónicos, que aparecen ejem-plificados en estos pares de palabras que ofrezco a continuación3:

1) forno~horno (f- inicial)

2) lobo~llobo (palatalización de l-)

3) ela~ella~etsa (realización de -ll-)

4) ano~año (palatalización de -nn-)

2 MENÉNDEZ PIDAL: El dialecto leonés; Lang, Sprache im Raum.3 MENÉNDEZ PIDAL: El dialecto leonés, pp. 28 y ss.

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5) raa~rana y mau~malo (pérdida de -l- y -n- intervocálicas)

6) terra~tierra, corpo~cuerpo (diptongación)

7) caldeiro~caldero, outro~otro (diptongación).

A continuación, Menéndez Pidal representa en un diagrama la distribu-ción espacial de estas formas, con lo que aísla cinco variedades: gallego, ga-llego oriental, leonés occidental, leonés oriental y castellano. Así por ejem-plo, lobo se lo ubica en el gallego, el castellano y en parte, en el leonés orien-tal, mientras que llobo es propio del gallego oriental, del leonés occidental y,parcialmente del oriental, con lo que parece ser ésta la variedad más variable,al menos para este rasgo.

Quizás sea la situación del leonés occidental la más interesante, ya quees esta variedad la que entra en contacto con el gallego y el portugués, básica-mente; también con el castellano, claro. Menéndez Pidal le atribuye especialsignificación a los dos rasgos que tienen que ver con el vocalismo, a saber elde monoptongación y el de diptongación, 6 y 7 en el esquema anterior. Diceasí4:

De modo que para limitar el leonés occidental tendremos que fijar-nos en un par de rasgos únicamente: uno que excluya el dialecto gallego(éste será común con el leonés oriental), y otro que excluya al leonésoriental (éste será común con el gallego), y así llamaremos dialecto leo-nés occidental a aquél que pronunciando tierra y cuerpo, pronuncia a lavez caldeiro y outro; y podremos señalar en el mapa sus límites pasandouna línea occidental que deje a la derecha los pueblos que pronunciantierra, cuerpo, y a la izquierda los que dicen terra, corpo; y otra líneaoriental que deja a la izquierda los que dicen caldeiro, outro y a la dere-cha los que dicen caldero, otro. Esta línea comprendería el Occidente deAsturias, de León, de Zamora y la Tierra de Miranda en Portugal.

2.1.2. Ochenta años más tarde, Lang propone una distribución un pocomás acertada, quizás -seguramente- más actualizada, pero que opera con lamisma idea básica de Menéndez Pidal, a saber, observar un mismo rasgofónico, con dos o tres derivaciones diferentes y analizar su distribución y

4 Ibid., p. 30.

LOS ESTUDIOS SOBRE LA FRONTERA ESPAÑA/PORTUGAL.ENFOQUE HISTÓRICO

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combinación en los lugares geográficos en cuestión. Luego de especificar losrasgos específicos del galaico-portugués, del leonés y del español, Lang ob-serva lo que hay en común en algunos de ellos5, de lo cual daré nada más quealgunos ejemplos:

Galaico-portugués y leonés (asturiano) pierden una -e, precedida de l-,n-, r-, s-, o z- en las formas verbales de indicativo presente, futuro y perfectoy subjuntivo imperfecto, mientras que el castellano no lo hace (portugués:quer, quis, quiser, diz, diser, faz, etc.), asturiano (quier, vinier, diz, comier,faz, etc.), castellano (quiere, quise, dice, etc.); o asimilaciones fonéticas“zwischen Präpositionen bzw. Infinitiv und Artikel bzw. Personalpronomen”6,propias del portugués y del asturiano pero tampoco del castellano Así, enportugués tenemos no campo, na casa, pelo caminho, dizê-lo; en asturianocola mano, (e)na casa, pel camin, dicelo; y en castellano, en el campo, decir-lo.

Por su parte, leonés y castellano comparten la diptongación de o y de ebreves acentuadas, mientras que no lo hace el galaico-portugués; y así otros,pero siempre con mucha variabilidad en leonés.

Estos dos ejemplos de trabajos sobre la zona muestran un interés espe-cial en identificar zonas y, en definitiva, rescatar lo específico de cada una delas variedades que se intuyen como independientes. Veo, tanto en MenéndezPidal, a comienzos del siglo XX, como en Lang, hacia finales, una actitudrespetuosa y comprensiva hacia las situaciones fronterizas (siempre tan con-flictivas, como sabemos).

2.2. Otra es la actitud científica de Zamora Vicente7:

Existen en el territorio peninsular unas cuantas hablas laterales, extre-mas, hablas de tránsito, que el uso coloquial español ha consagrado bajo unvago contenido semántico como hablas dialectales. […] En realidad, no exis-ten como tales dialectos. Se trata de hablas que participan en mayor o menor

5 LANG: Sprache im Raum, pp. 246-252.6 Ibid., p. 248.7 ZAMORA VICENTE: Dialectología española, p. 265.

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cantidad de los rasgos de los dialectos vecinos, o del que derivan histórica-mente, y de los más extendidos rasgos del castellano vulgar y rural.

Este tipo de visión de la cuestión no es precisamente el más adecuadopara lidiar con estas variedades; se trata de una actitud que parece reconocerimportancia sólo a aquellas variedades (dialectos) asentadas, solidificadas,reconocidas. El otro tipo de habla son “de tránsito”, aunque puedan ser tanantiguas como los anteriores. En rigor, para autores de este tipo, no parecehaber existido Schuchardt ni existir la criollística.

2.3. Del otro lado de la “raia” (ubicándonos en España), el MenéndezPidal portugués, José Leite de Vasconcelos8, se acerca a esta realidad cam-biante y variable de las variedades fronterizas con una mirada diferente :

Suppondo que

a + b + c + d = A é o portuguêsc + d + e + f = B é o hespanhola + b + e + f = C é o mirandês

achamos que o mirandês tem a + b em commum com o português e e + fem commum com o hespanhol; apesar d’isso fórma unidade linguisticaporque não só a + b estão em desaccôrdo com o hespanhol, mas porque a+ b + e + f apparecem sempre relacionados entre si.

Este criterio es de una gran modernidad; la consideración de lacoocurrencia de rasgos para delimitar una unidad determinada (una especiede matriz de rasgos relevantes) no era por cierto lo más común en ladialectologia de comienzos del siglo XX. Pero aún más: nuestro autor sugiereun nombre para estas variedades fronterizas, nombre que si bien no prosperóposteriormente, podría, de haber tenido fortuna, evitado designaciones deltipo de hablas de tránsito, o mezcladas, etc. que siempre connotan algún pre-

8 LEITE DE VASCONCELOS: Estudos de philologia mirandesa, vol. II, pp. 66 y ss., especialmentep. 67.

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juicio en quien la emplea. Un poco más adelante del pasaje antes citado con-tinúa Vasconcelos9:

Com a expressão co-dialecto português quero significar que aunidade linguistica chamada mirandês goza de certa independenciaglottologica, a bastante para que ella occupe lugar entre as fallas deHespanha e as de Portugal, e não seja mero dialecto nem do portuguêsnem do hespanhol.

2.4. El lingüista alemán Fritz Krüger, de Hamburgo, dedicó varios es-tudios a la zona fronteriza española, pero interesan aquí fundamentalmentedos trabajos: los de 1914 y de 1925.

2.4.1. En el trabajo de 191410, la zona estudiada, básicamente en susaspectos fónicos, queda delimitada por la Sierra de Gata en el Norte, la líneaférrea Hervás-Plasencia-Garrovillas al Este, el Tajo en el Sur y la frontera enel Oeste. Luego de abundantes y exhaustivos análisis a los que no puedo en-trar aquí, Krüger opina que hay un proceso generalizado de sustitución deldialecto por formas castellanas. Las generaciones más jóvenes muestran inse-guridad en su comportamiento lingüístico, mientras que los más ancianoshablan “sin timidez” el dialecto. El proceso de desaparición parece irreversi-ble.

2.4.2. En el trabajo de 192511, Krüger estudia comparativamente cincopueblos fronterizos de la provincia de Zamora: Hermisende, La Tejera, Calabor,Santa Cruz de Abranes y Rionor de Castilla, los que están

[e]xpuestos a diversas influencias -a la portuguesa en el Sur, a la gallegaen el Oeste y a la leonesa en el Norte- [los que] forman […] un verdaderocampo de batalla entre dialectos que, aunque más o menos afines, tienentodos sus rasgos particulares12.

9 Ibid., pp. 72 y s.10 KRÜGER: Studien zur Lautgeschichte westspanischer Mundarten.11 KRÜGER: “Mezcla de dialectos”.12 Ibid., p. 122.

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Se trata, una vez más, de una opinión y un acercamiento al objeto deestudio muy diferente al que comenté antes de Zamora Vicente. De entre lasmúltiples comparaciones que se ofrecen en el trabajo, rescato y comento sólodos, que tienen que ver con la variabilidad observada en la zona que, comodije antes, es una de las características típicas de este tipo de situacioneslingüísticas.

2.4.2.1. La primera persona Presente Indicativo del verbo ser aparecede la siguiente manera: son (Hermisende); sou (Calabor); soi (Santa Cruz deAbranes y Rionor de Castilla). Tenemos, pues, respecto al tratamiento de la1ª. Persona, tres tendencias diferentes: soi en el Este como en el castellano,sanabrés y parte de Trás-os-Montes; sou en el Centro, en contacto geográficocon Portugal; son en el Oeste igual que en gallego13.

2.4.2.2. El otro fenómeno es el de la 1ª. Persona Imperfecto Indicativode tener, que aparece como tiña en Hermisende y Rionor de Castilla y comotenía en Calabor y Santa Cruz de Abranes14. Como puede verse, comparandocon el ejemplo anterior, aquí hay una distribución diatópica diferente de lasformas; si bien en el primer caso (verbo ser), para ese tiempo, modo y personaSanta Cruz y Rionor se comportaban de la misma manera, apareciendo for-mas específicas para Hermisende y Calabor, para el caso de tener en ese tiem-po, modo y persona, Rionor y Hermisende se agrupan en una unidad, comotambién lo hacen Calabor y Santa Cruz.

2.5. Hay también temprana bibliografía sobre otros tres pueblos fronte-rizos españoles, Eljas, Valverde y San Martín de Trevejo, que se encuentran(¿o se encontraban?) en las estribaciones de la Sierra de Jálama (parte occi-dental de la Sierra de Gata, continuación, a su vez, de la Sierra de Gredos).San Martín, de todos modos, es el que más atención concitó en su momento.

2.5.1. En 1927 Vasconcelos15 presenta así la situación, e hipotetiza so-bre la circunstancia de que en un pueblo español se hable una variedad portu-guesa:

O que parece mais admissivel, é supor que o português existiu emS. Martín, desde que aí ha povoação, ou porque o sitio foi povoado por

13 Ibid., pp. 145 y s.14 Ibid., p. 150.15 LEITE DE VASCONCELOS: “Linguagem de San Martín de Trevejo”, p. 258.

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Portugueses, tão vizinhos d’ele, ou porque a área primitiva da linguaportuguesa o abrangia: o que vem a dar na mesma. Só a pouco e pouco alingua geral da região em que fica San Martín se foi sobrepondo á portu-guesa aí encravada [...].

2.5.2. En 1929, Otto Fink16 también los estudia, reconoce la base por-tuguesa predominante y la influencia mínima desde el Este que se da sobretodo en Valverde; Eljas es, a este respecto la más conservadora, ocupando SanMartín una posición intermedia :

Altportugiesische Formen wie á < ala, atónu < autumnu sind inEljas [...] noch lebendig; in San Martín [...] und Valverde [...] ist alseinzige altportugiesische Form kon’óÞu [Valverde], kon´oiÞu [San Mar-tín] < cognosco erhalten [...].

2.5.3. A su vez, en 1930, Federico de Onís17 dice:

No hay en estos pueblos uniformidad de lenguaje, ni la hay tampo-co entre ellos y los pueblos colindantes de Salamanca, Cáceres y Portu-gal. San Martín, Eljas y Valverde ofrecen la particularidad notable dehablar un dialecto fundamentalmente portugués mientras que [….] de-más pueblos circundantes hablan formas diversas del dialecto leonés,pertenecientes todas ellas a la región oriental de dicho dialecto […].

2.5.4. Mucho tiempo después, en 1977, Clarinda de Azevedo Maia18

en su análisis cuidadoso de la zona, confirma la tendencia de la mayor hispa-nización de Valverde, señalada por de Onís:

se apresenta menos puro e mais afectado por interferências do espanhol.[…] Não encontrei na povoação pessoas que falassem o dialecto localsem profunda influência do espanhol em todos os domínios, mas sobretudono léxico e na fonética. O dialecto local, a que os habitantes […] chamamchapurrau, está, pois, profundamente castelhanizado.

16 FINK: Studien über die Mundarten der Sierra de Gata, pp. 126 y s.17 DE ONÍS: “Notas sobre el dialecto de San Martín de Trevejo”, p. 63.18 DE AZEVEDO MAIA: Os falares fronteiriços do Concelho do Sabugal e da vizinha região de

Xalma e Alamedilla, p. 101.

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Aparte la zona que, de hecho, estos pueblos delimitan, están aquellaspoblaciones pequeñas sobre la frontera, literalmente hablando: tal el caso deRiodonor de Castilla, en su parte española, Rionor, en su parte portuguesa.Vázquez Cuesta y Mendes da Luz19 atribuyen la base lingüística de este lugaral leonés, con fuerte influencia portuguesa.

2.6. Como ejemplo de una recolección dialectal de la tercera décadadel siglo pasado, reproduzco aquí el texto de Riodonor que nos ofreceVasconcelos20 bajo el título de “Anédota”. Obvio aquí la transcripción fonéti-ca, para mayor claridad del texto en sí:

Bieno u carabinero y despuois antes de binhir ál carpintero, bienoál pai d´al studiante Agustín. I perguntou ál pai dal studiante se podiepassar a merenda pál Barcimba, i respundeu-le ál Padre Xua que si, capodie passar, i aspuois perguntoru-le al Sargento de carabineros, i dixo-le que si. Después ál pai dal studiante fói a passa-la e saliru-l´ ós cara-bineros, e apanhorou-no na raia, e aspuois raioru-le muoito porqu´habiepassáu, i el respundeu-le que l´habie mandau ál Sargento, i os carabine-ros respunderu que nu l´importaba al Sargento, que eili yera elos Sargen-tos, bateru-le, puseram-no andar a fuorcia, decindo-le que staba perdiu,porque un podie lebá la merenda pal Barcimba. Despuois bieno álstudiante Agustín i perguntou quiem l´habie batiu a sou pai: dixieru-leq´habie siu u carabinero na raya e agarrou a roçadeira i quixo salir aver se le podie bater al carabinero i agarrou-se una muiyer díxole: “nubais, Agustim, que te mata” i él respondeu c´al deixasse que un le teníemieu.

Como puede verse, se trata de un muestrario de español, portugués yleonés.

2.6.1. La posibilidad de reconocer regularidades en textos de este tipo(que, por otra parte, abundan en pueblos de este tipo) requiere de técnicas a suvez especiales que permitan medir, para cada rasgo en consideración, cuál esel componente que predomina (español, portugués, leonés, gallego, eventual-mente) y ello tomando en consideración como variables no sólo la variacióndiatópica sino también las otras que la moderna sociolingüística ha exigido

19 VÁZQUEZ CUESTA Y MENDES DA LUZ: Gramática de la lengua portuguesa, vol. I, p. 74.20 LEITE DE VASCONCELOS: Opúsculos, pp. 761 y ss.

LOS ESTUDIOS SOBRE LA FRONTERA ESPAÑA/PORTUGAL.ENFOQUE HISTÓRICO

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que se consideren cuando se habla de la variación global en las lenguas histó-ricas naturales, y no sólo de la vieja variación geográfica.

2.6.2. Una sugerencia para tratar este tipo de situaciones es la quehemos presentado en nuestro libro de 1992 (ver nota 1), antes referido. Tam-bién, y de la misma manera para el caso de la frontera Brasil/Uruguay, elAtlas dirigido por Thun y Elizaincín21 que, en forma cartográfica, presentalos resultados de encuesta in situ tomando en cuenta variables como el lugar,la edad, el nivel socioeconómico y el estilo de habla de los informantesencuestados.

El resurgimiento de la geolingüística, ahora fecundada o, por lo menos,inspirada por la sociolingüística, es un fenómeno interesante de la lingüísticade los años 80 en adelante. Se parte del convencimiento de que una teoríageneral de la variación lingüística, diferente por cierto a la fundada por Labov,es posible; y se establece que la representación cartográfica de los fenómenosestudiados es una posibilidad muy interesante para demostrar cómo se entre-lazan las causalidades geográficas, históricas, sociales, y hasta personales enel surgimiento de un fenómeno determinado. De esta manera ha pretendidoestudiar una zona semejante el ADDU ya citado anteriormente, pero hay tam-bién ejemplos en el Atlas lingüístico de Sicilia, en algún atlas lingüísticoalemán, etc.

2.6.3. Aun cuando no toma en consideración todas las característicasantes nombradas, está dentro de esta línea el trabajo de Fred Boller22, queconsta de dos volúmenes, uno primero que explica el método seguido, lastécnicas de su representación y los fenómenos, fonológicos y morfológicos,que se estudian, todos los cuales se representan cartográficamente luego en elvolumen 2, el Atlas propiamente dicho, donde para fenómeno estudiado seofrecen los mapas correspondientes, enfrentados en páginas siguientes. Estatécnica permite visualizar fácilmente, y comparar, los resultados en las doszonas estudiadas, la primera, de contacto entre el gallego, el portugués y elespañol; y la segunda, zona de frontera Lombada-Aliste.

21 THUN Y ELIZAINCÍN: Atlas lingüístico diatópico y diastrático del Uruguay (ADDU).22 BOLLER: Die Isoglossenstaffelung in der galicisch-portugiesisch-spanischen Kontaktzone

und im Lombada-Aliste Grenzgebiet.

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En la primera zona de Boller, existe un conflicto de identidades (muycomún en estas regiones) que lleva a una confrontación de nacionalidades ylenguas: como le dijo un pastor de 65 años de San Ciprián al encuestador,“Somus castelanus peru falamus galegu”. En cuanto a la otra zona, comentael autor23:

Demgegenüber herrscht im Lombada-Aliste Grenzgebiet (LA)größere Klarheit in bezug auf die eigene Sprachidentität, jedoch hat diedort lebende Bevölkerung durchaus das Bewußtsein entwickelt, einen dia-

lecto chapurreado [...] zu sprechen […].

2.7. No quiero terminar estas palabras sin recordar, de todos modos,una serie de trabajos que ha venido llevando adelante, en los últimos tiempos,María Victoria Navas Sánchez-Élez24, en la Universidad Complutense deMadrid. La autora estudia el pueblo de Barrancos, situado en la zona portu-guesa, pero donde se habla una variedad fuertemente influida por el español,precisamente el “barranqueño”. No integra el pueblo de Barrancos la zonasobre la que hemos estado comentando hasta ahora, quizás la más conocida yestudiada, es decir la zona de influencia leonesa, gallega, portuguesa, espa-ñola. En este caso se trata del contacto del portugués del Alentejo (el BajoAlentejo) con el andaluz y el extremeño. Interesante como es la situación,seguramente mostrará rasgos no totalmente compatibles con las descritasanteriormente.

3. Sobre estos estudios que he rápidamente reseñado se comienza aconstruir una tradición de estudios de contacto, que toman en consideraciónsituaciones geográficas complejas, donde los métodos y las técnicas de estu-dio deben, muchas veces, crearse ad-hoc para captar cuestiones de gran espe-cificidad y particularidad. Sin embargo, sostenemos que, aun en estos casosdonde cada situación de frontera parece ser específica e intransferible, exis-ten suficientes elementos en común, comportamientos lingüísticos lo sufi-cientemente parecidos como para justificar una disciplina que no se agota enlo particular, sino que puede establecer generalizaciones y hasta descubriruniversales, quizás, de este fenómeno tan común del mundo contemporáneo:el contacto e interacción de lenguas y culturas.

23 Ibid., vol. I, p. 17.24 NAVAS SÁNCHEZ-ÉLEZ: “El barranqueño: un modelo de lenguas en contacto”.

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LOS ESTUDIOS SOBRE LA FRONTERA ESPAÑA/PORTUGAL.ENFOQUE HISTÓRICO

622 ADOLFO ELIZAINCÍN

BLANCA

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Evolución de las hablas fronterizas luso-

extremeñas desde mediados del siglo XX:

Uso y pervivencia del dialecto

JUAN M. CARRASCO GONZÁLEZ

Universidad de Extremadura-Cáceres

La realidad sociolingüística de los dialectos fronterizos extremeños, comohablas muy minoritarias que son frente a la lengua oficial española que sehabla en toda Extremadura, presenta aspectos muy diversos para su análisis:el grado de penetración de la lengua oficial (dando lugar a un bilingüismomás o menos generalizado), la supervivencia de estas hablas, su mayor omenor uso en diferentes franjas de edad o en diferentes contextos de comuni-cación (la familia, la calle, el comercio, la escuela, la administración...), lasactitudes lingüísticas, etc. Los caracteres que han adquirido en las últimasdécadas todos los elementos de carácter social que influyen en su procesohistórico hacen que los lingüistas deban enfrentarse a problemas completa-mente nuevos para los que el conocimiento que ahora tenemos del devenirhistórico de las lenguas no nos ofrece soluciones. Así lo expresaba ejemplar-mente Clarinda de Azevedo Maia cuando reflexionaba sobre el dialecto deJálama:

Numa época como a nossa em que, em virtude de determinadascircunstâncias sociais, culturais, económicas e demográficas [...] queintensificam e diversificam as situações de contacto entre línguas e entredialectos, as variedades regionais tradicionais convergem umas emrelação às outras ou em direcção à variedade culta normativa da línguae descaracterizam-se. Em todo o caso, convém recordar que essascircunstâncias, ao mesmo tempo que têm como consequência a reduçãodas diferenças linguísticas entre as línguas ou entre as variedades deuma determinada língua, os dialectos, a sua parcial homogeneização e aaproximação da variedade “standard”, criam aos linguistas (dialectó-logos e historiadores da língua no momento actual) e aos sociolinguistas

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novos problemas objectos de estudo que constituem não menosapaixonantes temas de pesquisa1.

Las hablas fronterizas se mantuvieron hasta bien entrado el siglo XXsin que, aparentemente, hubiesen sufrido regresión digna de mención. Bienes verdad que cada vez era mayor el porcentaje de hablantes bilingües (engran medida como consecuencia de la escolarización obligatoria), pero, bilin-gües o monolingües, casi todos los habitantes de las zonas que nos ocupantenían el habla local como lengua materna, y en él se expresabancotidianamente en sus relaciones familiares y sociales dentro de su mismapoblación. Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX (y muy especial-mente a partir de los años 60), se produce una fuerte regresión en el uso y enel conocimiento del habla local, hasta el punto de que en la actualidad sólopueden hablarlo las personas de más edad, todas ellas bilingües. Como conse-cuencia de ello, debemos esperar que en los próximos años desaparezca deExtremadura la mayor parte de las hablas fronterizas.

Es curioso advertir que las últimas grandes monografías publicadas sobrehablas fronterizas extremeñas, aunque aparecieron en fechas muy dispares,recogen los resultados de un trabajo de campo realizado durante los años 60,y ya en esa época se percataron de sus dificultades de supervivencia ante lasuplantación generalizada por parte de la lengua oficial. Maria da ConceiçãoVilhena, en su tesis de licenciatura sobre Cedillo y Herrera de Alcántara,señalaba lo siguiente:

Tanto o falar de Herrera como o de Cedillo, apesar da vitalidadeque ainda possuem, são falares condenados a um rápido desaparecimento.Proibidos pela escola, abandonados pelas crianças, a sua extinção dar-se-á com o desaparecimento dos mais jovens que agora os falam, portantodentro de um espaço que não deve ir muito além do ano 20002.

En un Congreso que celebramos en Cáceres en 1994 sobre temas fron-terizos, Maria da Conceição Vilhena presentó una ponencia con el significa-

1 MAIA: “Os dialectos de Xalma: Problemática e perspectivas de pesquisa”, p. 77.2 VILHENA: Falares de Herrera e Cedillo, p. 490. Los datos fueron recabados durante dos estancias

en aquellas localidades en 1963 y 1964.

JUAN M. CARRASCO GONZÁLEZ

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tivo título de “Herrera de Alcántara: Um falar em vias de extinção”. Igual deexplícito es el título de un artículo publicado en 2001 por Maria de FátimaRezende Matias: “A agonia do português em Olivença”. De hecho, la situa-ción de tipo sociolingüístico en estas tres localidades con ayuntamiento pro-pio (Herrera, Cedillo y Olivenza) responde a un proceso muy similar: hastamediados del siglo XX (o poco antes) había una mayoría de hablantes mono-lingües del dialecto local portugués, una minoría de nativos bilingües (lasclases más acomodadas, muchas veces con estudios) y una población itineranteforastera que sólo conocía el castellano (el párroco, la Guardia Civil, a vecestambién el maestro, etc.). Esta población itinerante era mucho más numerosaen el caso de Olivenza, por tratarse de una pequeña ciudad que se constituyóen el núcleo de una extensa comarca que cuenta con servicios que nunca hanexistido en las otras localidades fronterizas: Notaría, Registro, Juzgados, Far-macia, Instituto de Enseñanza Secundaria, etc. Esta circunstancia ha deter-minado una forma de influencia lingüística y de penetración del español enOlivenza que adquiere rasgos peculiares muy diferentes a los casos de Herreray Cedillo, pero no hay divergencias notables en cuanto al estatus sociolin-güístico del habla local con respecto al castellano.

La villa de Olivenza era ya plenamente bilingüe a finales del siglo XIX,según el testimonio de Leite de Vasconcelos3, quien sólo encontró algunosrasgos aislados de influencia lingüística del castellano sobre el habla local(como, por ejemplo, el yeísmo). No creemos que esta misma situación se die-se en otras localidades más pequeñas de su comarca (Táliga, San Benito,Villarreal...), pues responde a los condicionamientos propios de la capital dela comarca, como ya advertíamos anteriormente. Tenemos un testimonio deello en el libro que Matos Sequeira y Rocha Júnior dedican a Olivenza en19244. Según estos autores, el bilingüismo en la capital de la comarca estabatan extendido, que todos sus habitantes, hablando entre ellos, pasaban de unidioma a otro constantemente y sin solución de continuidad. En cambio, enlas pequeñas aldeas aledañas la lengua castellana continuaba considerándoseajena (“extranjera” es la palabra que utilizan estos autores).

3 VASCONCELOS, V.: “O português de Olivença”, pp. 347-349.4 SEQUEIRA & ROCHA JÚNIOR: Olivença, 1924.

EVOLUCIÓN DE LAS HABLAS FRONTERIZAS LUSO-EXTREMEÑAS

DESDE MEDIADOS DEL S. XX: USO Y PERVIVENCIA DEL DIALECTO

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Pasados los años 60, cuando Maria de Fátima de Rezende Matias llevaa cabo sus pesquisas en Olivenza, ya no existe la oposición entre ciudad bilin-güe y campo unilingüe, ni entre clase social alta bilingüe y resto de clasessociales unilingües. Tanto en la ciudad como en el campo, el bilingüismohabía alcanzado ya a todos los sectores de la población:

Na sede do concelho [Olivença] e nas aldeias de São Bento e VilaReal, o português é ainda a língua materna para grande parte dapopulação; refiro-me às pessoas com idade superior a 25-30 anos. Estasituação verifica-se em todos os estratos sociais. Falam, porém, comigual facilidade, a língua espanhola, passando, na mesma conversa, deuma língua para a outra com grande à-vontade5.

Sin embargo, el fenómeno más preocupante que pudo constatar la pro-fesora Rezende Matias fue el del abandono del portugués por parte de losniños y de los jóvenes: desde hacía algunos años, las familias habían dejadode transmitir el idioma propio a sus hijos6. Es evidente que esta situaciónllevaría a la desaparición del habla local a medio plazo, es decir, cuandodesapareciesen las generaciones de más edad. En un trabajo de campo que laProf.ª Rezende Matias llevó a cabo en el año 2000, corroboró plenamenteestas previsiones:

Foi, sem dúvida, a decisão de não passar à geração seguinte oidioma de Camões que, colocando-o em risco de sobrevivência,comprometeu irreversivelmente o seu futuro na região. Hoje, confinadoàs camadas mais velhas da população, que, bilingues, o falam apenasentre si, o português de Olivença está moribundo, correndo sério riscode ir engrossar o caudal das línguas, que todos os anos morrem, nosterritórios que as viram florescer7.

5 Bilinguismo e níveis sociolinguísticos numa região luso-espanhola (Concelhos de Alandroal,Campo Maior, Elvas e Olivença), p. 95.

6 Cf. ibid., pp. 97-98.7 MATIAS: “A agonia do português de Olivença”, p. 165.

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Estos datos confirman nuestra propia experiencia en los trabajos quehemos realizado sobre Olivenza, Herrera de Alcántara y Cedillo. En el casode Herrera de Alcántara, la localidad menos poblada, el número de hablantesdel dialecto local es ínfimo y se ha reducido a las personas de más edad (nomenos de 70 años quizás). En Olivenza encontramos sólo a jubilados quehablan portugués. En Cedillo aún conseguimos hacer entrevistas a personasque en la actualidad tendrán unos 65 o 70 años y que hablaban perfectamenteel dialecto local. En algunas localidades, como Táliga, ya no encontramos anadie que conservase la lengua portuguesa, aunque es una posibilidad que nopodemos descartar del todo.

Aparentemente parece haber algunos años de diferencia entre unas lo-calidades y otras, pero lo cierto es que en todas ellas llegó un momento (entrelos años 50 y 60) en que ninguna familia transmitía ya a los hijos su hablamaterna portuguesa. En el caso de Olivenza, bilingüe desde el siglo XIX, encontacto diario con población unilingüe castellanoparlante (funcionarios, pro-fesores, médicos, etc., por un lado, y muchos habitantes de localidades próxi-mas a su comarca que debían acercarse a Olivenza para hacer cualquier ges-tión), constatamos un flujo constante y prolongado de influencia española porcontacto lingüístico. Así se explica que el portugués que a mediados del sigloXX allí se habla posea numerosos rasgos lingüísticos propios del españolmeridional: yeísmo, aspiración o elisión de s trabante, mucho léxico castella-no, etc. Y también explica que el español que hablan los oliventinos, tanto losbilingües como los monolingües más jóvenes, no sea el español estándar, sinoel mismo español que se habla en las localidades extremeñas vecinas.

Herrera de Alcántara presenta el otro extremo de esta situación. Mariada Conceição Vilhena constata a principios de los años 60 un habla local conenorme influencia española: yeísmo, ceceo, aspiración o elisión de s trabante,betacismo, etc. Naturalmente, esto se explica por un contacto muy prolonga-do e intenso con el castellano, como ocurrió en Olivenza. Sin embargo, yaalgunos años antes se produjo una ruptura sociolingüística mucho más radi-cal, de tal forma que el abandono del dialecto “firrerenho” es inmediato yaquéllos que lo hablan acaban haciéndolo sólo en la intimidad. Las familiasenseñan a sus hijos un español perfectamente estándar: el mismo que oyen enla radio y en la televisión, y que se les enseña en la escuela. Parece que en elorigen de esta situación hubo unas actitudes lingüísticas verificables en Herrerade Alcántara a mediados del siglo XX muy negativas a propósito del dialectomaterno. Si hemos de creer a Maria da Conceição Vilhena, los herrereños,con dificultades ya para entenderse en su habla local con portugueses y con

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DESDE MEDIADOS DEL S. XX: USO Y PERVIVENCIA DEL DIALECTO

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sus vecinos de Cedillo, se sentían acomplejados: “[...] A gente de Cedillo,consciente do carácter moderno do falar português que usa, começou a troçaro falar arcaico dos de Herrera, a tal ponto que estes, hoje, na sua presença,falam apenas em castelhano”8.

La penetración de la lengua castellana en estas regiones fronterizas dehabla portuguesa, hasta hacer de ellas sociedades perfectamente bilingües,era inevitable en el contexto de su incorporación a las modernas sociedadessurgidas tras la revolución industrial. En primer lugar, llegó a ellas su obliga-do contacto con los diferentes estamentos administrativos del Estado (regis-tro civil, impuestos, guardia civil, aduana, servicios municipales, etc.), deentre los que destacamos, por su influencia esencial para la propagación de lalengua oficial, la escolarización obligatoria. Por otro lado, estas localidadesfronterizas, anteriormente aisladas junto a la raya de Portugal, se ven unidasal resto de localidades españolas gracias a la mejora de las vías de comunica-ción, los transportes públicos y, muy especialmente, los medios de comunica-ción de tipo audiovisual (la radio y la televisión).

Pero si era inevitable y previsible el paso de estas sociedades monolin-gües fronterizas a sociedades bilingües con perfecto dominio de la lenguaespañola, lo mismo no podemos decir en cuanto al abandono del dialectolocal. Es verdad que, a lo largo de la historia, todas las sociedades bilingüesacabaron abandonando una de las lenguas que hablaban. Aquellas sociedadesvivieron estos procesos a lo largo de un período de tiempo a veces muy pro-longado, hasta tal punto que los períodos de bilingüismo duraban generacio-nes. Como se sabe, este contacto entre dos lenguas durante tanto tiempo pro-piciaba la aparición de fenómenos de substrato y de superestrato lingüísticos.

8 Falares de Herrera e Cedillo, p. 26. Llama la atención aún más este abandono tan radical de supropio dialecto por parte de los herrereños si tenemos en cuenta que a mediados del siglo XX lapenetración del castellano era menor en Herrera que en Cedillo, como nos advierte Maria daConceição Vilhena: “Todavia, é interessante notar que, em Cedillo, onde o contacto comportugueses se faz com frequência, as crianças abandonaram completamente o falar local, logoque foi proibido pela escola. Há famílias em que os filhos mais velhos ainda falam português e osmais pequenos apenas o compreendem. Pelo contrário, em Herrera, onde os contactos com Portugalse fazem muito raramente, encontram-se ainda crianças em idade escolar, que em família, seservem do falar local, o que deve ser devido, certamente, a um temperamento conservador [...]”(ibid., pp. 40-41).

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Ahora bien, en la actualidad, debido a las actitudes lingüísticas de loshablantes (que tienen que ver con el sentimiento de patrimonio y de identidadcomunitaria), éstos pueden mantener su bilingüismo sin que, aparentemente,corra ningún riesgo la lengua minoritaria. En cierta medida es lo que sucedióen el valle de Jálama. Hasta mediados del siglo XX constatamos una tenden-cia de regresión dialectal similar a la que describimos en Cedillo, Herrera uOlivenza. A finales de los años 20, Fink y Leite de Vasconcelos encuentranlas hablas de Jálama con toda vitalidad9, pues aún en esta época el bilingüis-mo no alcanzaba a toda la población. Ambos autores, sin embargo, se mostra-ban muy pesimistas sobre su futuro debido a la presión que ya ejercía el cas-tellano sobre el habla local. Fink se refería sobre todo a los peligros que traíala sociedad moderna: la escuela, el servicio militar, la Iglesia, la guardia ci-vil, la prensa diaria y la costumbre, cada vez más extendida, de mandar a loshijos a estudiar fuera de la comarca (una medida inevitable, pues sólo eraposible realizar allí estudios primarios). Por su parte, Leite de Vasconceloshace una interesantísima descripción de las actitudes lingüísticas que encuentraen San Martín, pues afirma que sus habitantes no muestran ningún entusias-mo por hablar en su dialecto, y mucho menos por escribir en él, lo que le llevaa vaticinar una rápida desaparición engullido por el avance imparable de lalengua española.

Clarinda de Azevedo Maia encuentra una situación en 196510 que pare-cía concordar en todo con la drástica disminución en el uso del dialecto localque se producía en Herrera, Cedillo y Olivenza por la misma época. En suvoluminoso estudio, la Prof.ª Clarinda Maia compara las descripciones deFink y Leite de Vasconcelos con la situación que ella misma encuentra, dedonde deduce que la vitalidad del dialecto ha ido disminuyendo inexorable-mente debido a la penetración de la lengua oficial11. Aún así, existían algunasdiferencias notables con relación a los otros dialectos fronterizos, pues sóloen Valverde del Fresno el bilingüismo era general en toda la población, mien-tras que en San Martín de Trevejo aún era posible encontrar algunas personas

9 Fink, Studien über die Mundarten der Sierra de Gata. Leite de Vasconcelos estuvo en Jálama en1929 y 1931, aunque publicó su “Português dialectal da região de Xalma” en 1933.

10 Aunque Os falares fronteiriços do concelho do Sabugal e da vizinha região de Xalma eAlamedilla se publica en 1977, el trabajo de campo fue realizado antes de enero de 1965, fechaen que se presentó como tesis de licenciatura en la Universidad de Coimbra.

11 V. especialmente pp. 97-107.

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que únicamente utilizaban el dialecto local y en Eljas era común que así fueseen todas las personas mayores de determinada edad. Clarinda Maia constataque a mayor penetración de la lengua nacional (es decir, cuanto más genera-lizado está el bilingüismo), menor vitalidad del dialecto local y mayor in-fluencia castellana:

A vitalidade e a pureza do dialecto variam também de povoaçãopara povoação em ordem inversa à penetração da língua nacional, oespanhol: por ordem decrescente, a vitalidade é maior nas Elhas, em SanMartín e, finalmente, em Valverde del Fresno. É também nas Elhas que odialecto se apresenta mais puro, isto é, menos afectado por influênciasdo espanhol, ao passo que em San Martín e sobretudo em Valverde delFresno as interferências são mais profundas e numerosas12.

Cuando en mayo de 1999 viaja a San Martín de Trevejo invitada a uncongreso sobre el dialecto de Jálama, no deja de sorprenderse por su vitali-dad, pues la mayoría de las personas, de cualquier edad, continuaba usándoloa pesar de las circunstancias desfavorables que les acosan como consecuenciade haber entrado en los condicionamientos propios de la vida moderna. Sonlas agresiones que provocan la acentuada movilidad geográfica, especialmen-te del agro a los centros urbanos, las facilidades de comunicación y de inte-grarse en la educación obligatoria, los medios de comunicación, etc.:

Que até uma época com estas características, no termo do séculoXX e no limiar do século XXI, tenham chegado esses remotíssimos dia-lectos como instrumentos vivos de comunicação dos habitantes dessaspovoações e que os seus utentes continuem a manifestar fidelidade ao seuinstrumento vivo de comunicação, mesmo quando (ou após terem estado)expostos às situações acima aludidas, constitui obviamente uma herançade inquestionável valor científico e cultural13.

En efecto, los habitantes de Jálama han seguido modernamente un ca-mino completamente inverso al de los habitantes de las otras zonas fronteri-zas. En lugar de renunciar a su propio dialecto, se empeñan en transmitirlo asus hijos, que lo hablan normalmente con sus amigos en el patio de la escuela

12 Ibid., pp. 97-98.13 “Os dialectos de Xalma: Problemática e perspectivas de pesquisa”, p. 78.

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o en la calle, crean asociaciones culturales para su defensa e, incluso, llegan apresionar al Gobierno autónomo para que lo proteja mediante un decreto14.Los últimos estudios de tipo sociolingüístico que han analizado su pervivencia,como los de los profesores Gargallo15 y Costas González16, confirman que, apesar de haberse generalizado el bilingüismo, el habla de Jálama sigue siendoutilizada por casi toda la población, en todas las franjas etarias, y no parecepeligrar su existencia.

Para acabar esta aproximación a la evolución actual de las hablas fron-terizas hay que aludir, naturalmente, a las causas por las que hacia los años50 y 60 del siglo XX se produce una crisis en la transmisión de estas hablas,salvo en el caso de Jálama. La penetración en las zonas donde se hablaban erainevitable debido a las causas ya apuntadas: universalización de la enseñanzaobligatoria, presencia institucional del Estado, medios de comunicación, etc.Ahora bien, esta penetración del castellano daría lugar a sociedades bilin-gües, pero no necesariamente tendría que llevar a la ruptura que se producede una generación a otra con el abandono completo del habla local (y, dehecho, acabamos de comprobar que no se produce en Jálama).

En los años 50 y 60 asistimos a un masivo movimiento migratorio des-de estas localidades (como desde toda Extremadura) hacia los grandes nú-cleos urbanos que necesitan de mano de obra para la incipiente industrializa-ción del país (Madrid, Barcelona, Bilbao, etc.), así como hacia las grandesregiones industrializadas de Europa17. Las familias, viendo las ínfimas posi-bilidades de progreso y las precarias condiciones de vida que hay en sus pro-

14 La Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura declara bien de interés cultural la Fala enel Decreto 45/2001 de 20 de marzo (Diario Oficial de Extremadura nº 36 de 27 de marzo de2001).

15 Cf. GARGALLO GIL¨, José Enrique: Las hablas de San Martín de Trevejo, Eljas y Valverdedel Fresno. Trilogía de los tres lugares, especialmente el capítulo “La fala de Xálima entre losmás jóvenes: un par de sondeos escolares (de 1991 y 1992)”, pp. 67-92.

16 Cf. “Valverdeiro, lagarteiro e mañego: O ‹galego› do Val do Río Ellas (Cáceres)”.17 Según Moisés Cayetano Rosado, a partir de 1950, y hasta la crisis de 1973, se produce “la más

tremenda de nuestras hemorragias [migratorias]”, a lo largo de veinticinco años que se saldan conmás de seiscientos cincuenta mil emigrantes extremeños: 174.601 en 1950-59, 378.165 en 1960-69 y 115.866 en 1970-74 (“La hemorragia migratoria extremeña”, p. 590). De hecho, el saldomigratorio negativo continuó hasta los años 80.

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pias localidades, sólo ven un futuro mejor para sus hijos en la emigración. Enese contexto, apertrechar a sus vástagos con un conocimiento sin interferenciasde la lengua oficial era un buen bagaje para quienes presumiblemente debe-rían abandonar el pueblo de origen. Nada nos extrañan, por ese motivo, losresultados de una encuesta que Maria de Fátima de Rezende Matias lleva acabo sobre las actitudes lingüísticas de los oliventinos. Según esta encuesta,el 95% prefiere el castellano al portugués, pues considera a éste “antigo, in-correcto, sem utilidade”, frente a un castellano “bonito, moderno, importantee útil”18. Además, casi nadie lamentaba la pérdida del portugués en Olivenza:“a morte desta língua na sua terra é necessária, para a construção dum futuromelhor, que só o domínio do castelhano garante”19.

La emigración fue fomentada por el desarrollismo franquista, que noconsideró oportuno realizar inversiones en estos lugares. Dentro de la otrazona fronteriza de pérdida inminente del portugués, Maria da ConceiçãoVilhena fue testigo en 1964 de cómo se organizaron cursos, cuya asistenciaera retribuida, en los que se formaban hombres y mujeres para la emigración:

Em 1964 funcionaram aí cursos de formação intensiva profissionale humana, para homens e mulheres, com uma duração de cinco a seismeses, a fim de que, ao procurarem trabalho fora da terra, se sintamaptos a ocupar qualquer lugar com eficiência. Estes cursos costumamser frequentados por grupos de 30 a 50; no fim da aprendizagem, queconsta de aulas teóricas e práticas, são submetidos a exame e recebemum diploma que lhes permite serem contratados pelas empresas. Quandoaí estive, os homens estavam a aprender a profissão de chapista, solda-dor e instalador eléctrico; as mulheres aprendiam costura [...]. Tanto oshomens como as mulheres estavam a ganhar durante o curso, e os casa-dos recebiam também o abono de família20.

La emigración ya había calado en Herrera y en Cedillo cuando allí llegaMaria da Conceição Vilhena. El párroco de Herrera le informa entonces deque el 40 % de la población masculina ya se encontraba trabajando fuera, la

18 “A agonia do português em Olivença”, p. 167.19 Ibid. Sin embargo, simultáneamente se ha producido en Olivenza un cierto deseo de recuperar el

idioma por parte de aquella generación adulta que no llegó a dominarlo, aunque siempre tuvocontacto con él. Es esa franja etaria la que actualmente llena las clases de portugués que organizala Universidad Popular oliventina.

20 Falares de Herrera e Cedillo, p. 33.

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mayor parte “com contratos de trabalho de nove meses por ano, para umaregião ao norte de França”21. En cuanto a Cedillo, ya en 1963 constataba que“dos 1179 habitantes cerca de 550 foram trabalhar para Bilbao, Madrid, Bar-celona, Gerona, França, Suiça e Alemanha, 145 dos quais com carácter defi-nitivo”22.

Las consecuencias de la emigración sobre la población de estas áreasbilingües de Extremadura las podemos apreciar bien comparando los datosque poseemos de Herrera de Alcántara y Cedillo. Según Maria da ConceiçãoVilhena, en 1965 había 1.179 habitantes en Cedillo, casi todos ellos de hablaportuguesa23, mientras que en la actualidad sólo habitan la localidad 540 per-sonas, de las que sólo las mayores de 65 o 70 años hablan portugués24. Herrerade Alcántara, que poseía 1.337 habitantes en 1965, casi todos hablantes del“firrerenho”25, sólo cuenta con 312 en la actualidad26, de los que casi ningunoes capaz de expresarse en el dialecto local (sólo los mayores de 70 años, comoen Cedillo).

21 Ibid., p. 29.22 Ibid., p. 30.23 Ibid., p. 23.24 Según los datos del Instituto Nacional de Estadística elaborados por la Consejería de Economía,

Industria y Comercio de la Junta de Extremadura en 2002. Fueron consultados en www.juntaex.es.25 VILHENA: Falares de Herrera e Cedillo, p. 23.26 Datos de 2002 tomados del Instituto Nacional de Estadística (v. nota 24).

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BIBLIOGRAFÍA DE OBRAS CITADAS

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JUAN M. CARRASCO GONZÁLEZ

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BLANCA

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A Fala: normalización tardía

e identidad cultural

GERDA HAßLER

Universidad de Potsdam

1. LA FALA COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN

El interés por la manera de hablar llamada fala es tardío si se lo relacio-na con el que se observa en otras regiones por el habla dialectal, como es elcaso del mostrado por Jovellanos, en el siglo XVIII, hacia Asturias y porJerónimo Borao, a mediados del siglo XIX, hacia Aragón. En esas regiones,sus habitantes han tenido conciencia de que poseían un dialecto claramentediferenciado del castellano normativo. Los primeros intentos de analizar elhabla rústica extremeña se manifiestan en el último tercio del siglo XIX ensendas revistas de marcado matiz regional aparecidas en Fregenal de la Sie-rra (Badajoz) y en Cáceres capital. La escuela alemana de Hamburgo destacóa dos investigadores, Bierhenke y Oskar Fink, que exploraron los pueblos dela Sierra de Gata. En los años setenta aparecieron obras sobre los dialectosextremeños1, pero los dialectos fronterizos siguieron poco estudiados. La pro-fesora portuguesa Clarinda de Azevedo Maia investigó en 1965 los dialectosde la zona fronteriza de Portugal con las provincias de Cáceres y Salamanca2.Los tres pueblos de la provincia de Cáceres, en los cuales se habla fala, pre-sentan interferencias lingüísticas con las hablas de las poblaciones portugue-

1 Por ejemplo CUMMINS, John G.: El habla de Coria y sus cercanías, 1974; MARTÍNEZMARTÍNEZ, M.: El enclave de Olivenza, su historia y su habla, 1974.

2 MAIA: Os falares fronteiriços do concelho de Sabugal e da vizinha região de Xalma eAlamedilla, 1977.

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sas, gracias a los continuos contactos con los pueblos vecinos de uno y otrolado de la frontera política.

La dificultad en definir la fala está obviamente asociada a la dificultadde encontrar consenso en cuanto a su origen y conservación. Hay una tenden-cia acentuada para considerar que la fala resulta de la dislocación de natura-les del noroeste de la Península -de Galicia-, que habrían poblado esta regiónde España después de la Reconquista. Lindley Cintra, por ejemplo, afirmaque la fala tiene su origen en el inicio del siglo XIII por colonos gallegosllamados por el rey Alfonso IX.

Este argumento, sin embargo, no es suficiente para explicar el origende la fala. El Valle de Xálima fue recuperado del dominio musulmán en 1184por el rey Fernando II y hasta la reestructuración provincial llevada a cabo en1833 los tres pueblos vivieron separados administrativamente hablando yperteneciendo a comunidades de habla española fuera del valle. Valverde yEljas pertenecían a la Orden de Alcántara y San Martín, a la de San Juan,siendo Eljas y Valverde parte de la provincia de Extremadura de la Real Au-diencia de Cáceres mientras que San Martín pertenecía a la provincia deSalamanca y estaba bajo la jurisdicción de la cancillería de Valladolid. Valverdesiempre perteneció a la diócesis de Coria mientras que Eljas y San Martínhasta 1958 pertenecían a la de Ciudad Rodrigo. Se trata de explicar la exis-tencia de un habla común entre tres localidades que durante siglos estuvierondivididas por Órdenes Religiosas y que llegaron a rivalizar entre sí. El pro-blema es saber cómo pudieron algunas comunidades ser de habla española yotras de habla galaico-portuguesa estando bajo la misma jurisdicción military religiosa.

La fala, llamada también de fala de Xálima, galaico-extremeño y, des-pectivamente, chapurreáu, cuenta con unos 5.500 hablantes, más 5.000 resi-dentes fuera que regresan cada verano. Siempre la región ha estado bastanteaislada y poco estudiada por escolares españoles. Los tres pueblos de Valverdedel Fresno, Eljas y San Martín de Trevejo, están localizados en un valle aisla-do denominado Valle de Jálama o Valle del río Eljas, en el rincón noroccidentalde la provincia de Cáceres, en la región de Extremadura. Los hablantes de lafala están todos alfabetizados en lengua castellana. Al no existir una formaunificada de escribir la fala, los adultos prefieren leer y escribir en castellano.

Se pueden distinguir los dialectos siguientes dentro de la fala: valverdeiruen Valverde del Fresno, mañegu en San Martín de Trevejo y lagarteiru enEljas. Los dialectos tienen muy pequeñas diferencias y suficiente inteligibili-

GERDA HAßLER

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dad para entender mutuamente un discurso. Esta inteligibilidad mutua existetambién con el gallego. Los hablantes del gallego occidental han sido confun-didos con hablantes de la fala, pero los hablantes de la fala no se identificancon los hablantes de gallego a pesar de que su ortografía se asemeje a la delgallego. Las diferencias de ortografía existentes se deben a que la fala tienemuchos más fonemas que el castellano.

Las semejanzas del dialecto de los tres pueblos son profundas, no obs-tante algunas particularidades en cada uno. Se trata de un dialecto gallego-portugués con algunos trazos típicamente leoneses. Para otros, la fala es undialecto de transición entre el gallego-portugués y el leonés occidental; paraellos, sobre un fondo común de leonés occidental se entremezclan formasgallego-portuguesas con las peculiaridades gramaticales autóctonas, frecuen-temente teñidas de castellanismos3. En Eljas se encuentra el dialecto másantiguo, Valverde del Fresno representa la etapa más moderna de la evolu-ción y San Martín de Trevejo ocupa una posición intermedia. La vitalidad y lapureza del dialecto varían también de pueblo a pueblo en orden inverso a lapenetración del español como lengua nacional. En Eljas donde el dialecto sepresenta más puro, hay pocas influencias del español, que son más numero-sas en San Martín y sobretodo en Valverde4.

2. DIALECTO LEONÉS OCCIDENTAL O GALLEGO-PORTUGUÉS

Las opiniones de diversos especialistas acerca del habla de esta comar-ca apuntan unas a clasificarla como dialecto gallego-portugués y otras a con-siderarla mezcla de dialectos.

En la tabla siguiente se pueden ver las diferentes clasificaciones deldialecto de los pueblos en cuestión.5

3 VIUDAS CAMARASA/ARIZA VIGUERA/Plans, Salvador: El habla en Extremadura, p. 67.4 MAIA: Op. cit., p. 985 COSTAS GONZÁLEZ: “Tipoloxía das falas do val do río Ellas”.

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Autor Año Clasificación

Fritz Krüger 1925 portugués dialectal

Otto (sic) Fink 1929 portugués dialectal

José Leite de Vasconcellos 1929 portugués dialectal

Federico de Onís 1930 no es astur-leonés

José Leite de Vasconcellos 1933 portugués dialectal

Luis Filipe Lindley Cintra 1959 galego arcaico interferido por leonesismos1974

Clarinda de Azevedo Maia 1977 galego-português arcaizante

Antonio Viudas Camarasa 1982 híbrido astur-leonés-galego-portugués

Xosé Henrique Costas Glez 1992 galego arcaico inteferido por leonesismos

José Luís Martín Galindo 1993 fala autóctona

José Enrique Gargallo Gil 1994 galego-portugués fronteirizo e arcaizante1996

Xosé Henrique Costas Glez. 1996 “galego”

Juan Manuel Carrasco Glez. 1996 a terceira póla do tronco galego-portugués

F. Xavier Frías Conde 1997 dialecto gallego

José Luís Martín Galindo 1998 dialecto portugués

Francisco Fernández Rei 1999 “galego”

José Luís Martín Durán 1999 subdialecto leonés

Xosé Henrique Costas Glez. 1999 a terceira póla, mais a partir da póla galega

J. R. González Salgado 2000 castellano dialectal extremeño con lusismos

El sistema vocálico de esta habla presenta rasgos que lo individualizanrespecto a los de las hablas asturleonesas y gallego-portuguesas. Mientras enasturiano occidental diptongan la e y la o breves tónicas latinas, en este dia-lecto no lo hacen. A pesar de esto no se puede hablar de un sistema vocálicocon cuatro grados de abertura como el del gallego-portugués. De esta pers-pectiva el sistema vocálico en posición tónica está formado por cinco fonemas

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(/i/, /e/, /a/, /o/, /u/), con tres grados de abertura. Este sistema contrasta con elsistema con cuatro grados de abertura y siete fonemas de las hablas gallego-portuguesas. La falta de nasalización con rendimiento fonológico en las vo-cales impide clasificarlo como un dialecto del portugués y lo acerca a lossistemas del gallego y del asturiano occidental.

El sistema consonántico de la fala ofrece 21 fonemas. La fala presentauna pareja de consonantes sordas y sonoras que no tiene el castellano actual:es la pareja formada por la /s/, sorda, y la /z/, sonora. La palatal fricativasorda [S] no tiene su correspondiente sonora como pareja fonológica. No obs-tante, en el habla de San Martín tiene dos alófonos, uno [S], sordo, y otro [J],sonoro, pero ambos no ejercen rendimiento fonológico con función distinti-va. El fonema /x/, jota castellana, aparece en palabras que son claroscastellanismos vivos en el dialecto como bandeja, virgin, dibujus.

La fala puede concebirse como descendiente del gallego-portugués, perocomo una rama que se deduce desde los dialectos gallegos actuales6:

hablas gallegas actuales

Gallego (-portugués) antiguo falas del Valle de Eljas

hablas portuguesas actuales

El habla de esta comarca podría clasificarse como un dialecto de transi-ción de base gallego-portuguesa que participa de distintos rasgos comunescon las hablas vecinas, pero que tiene una personalidad lingüística propia, esdecir, un dialecto puente entre las hablas gallego-portuguesas y el denomina-do asturleonés occidental.

6 COSTAS GONZÁLEZ: “Tipoloxía”.

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3. CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS DE LA FALA

Antes de pasar a la situación del bilingüismo y a problemas de norma-lización daré una breve caracterización lingüística de la fala. Utilizaré loscuadros y la descripción de Costas González.7

3.1. Algunas características morfológicas

a) Como ya hemos mencionado, no hay diptongación de las e y o bre-ves tónicas latinas:

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

PORTA porta porta porta puerta puerta

NOSTRA nosa nosa nossa nuesa~nuestra nuestra

BONA boa boa boa buena buena

FORTE forte forti forte fuerte fuerte

OVU ovo ovu ovo güevu~güivu huevo

TEMPU tempo tempu tempo tiempu tiempo

GENERU xenro xenru genro xienru yerno

CASTELLU castelo castelu castelo castieyu castillo

PETIA peza peza peça pieza pieza

VEC’LU vello vellu velho vieyu viejo

Contra lo que afirma Leite, non existen en estas hablas fonemas vocálicosnasales, como tampoco existen fonemas vocálicos de grado medio abierto,aunque, no obstante, podamos registrar esporádicamente algunas realizacio-nes abiertas. Esto último supone una ruptura con el vocalismo gallego-portu-gués y puede inducir a pensar inmediatamente en una influencia del castella-no; de manera que el vocalismo tónico de las falas coincide así con el delcastellano si se excluye la diptongación.

7 COSTAS GONZÁLEZ: “Valverdeiro, Lagarteiro e Mañego: o ‹Galego› do Val do Río Ellas(Cáceres)”, 2002.

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b) Se puede constatar la presencia de los diptongos decrecientes oi y ei,característicos del gallego, del portugués y del astur-leonés occidental:

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

TAURU touro toiru touro ~ toiru toru toro

PAUCU pouco poicu pouco pocu ~ pucu poco

SALTU souto soitu souto sotu soto

CALCE couce coici couze couz ~ coz coz

RAUPA roupa roipa roupa ropa ropa

EGO eu ei eu you yo

MEU meu mei meu miou mi

BEBIT bebeu bebei bebeu bebió bebió

c) Estas hablas presentan la terminación -eu, -ea: centeu, cheu, cea,vea, chea, allea, idea, aldea, cadea, colmea, avea, aldea, etc., y no con laintroducción de [j] epentética o antihiática que tiene lugar en portugués.

d) Conservación de la f- inicial latina: esta característica es común algallego, al portugués y al asturiano occidental y central, mientras que no seconserva la f- en asturiano oriental y en castellano. En la fala son normalesformas como faba, febra, fel, ferir, fermosa, ferru, fial, fígau, figu, fillu/a,fogu, foici, folgazón, fomi, fonti, forca, fornu, forti, fucicu~fudicu, fumu,furmiga, fusu, fuxir, etc.

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

FILICTU fento~fieito~felgo fieitu~fitu feto felechu~jelechu helecho

FARINA fariña fariña farinha farina ~ jarina harina

FOLIA folla folla folha fueya ~jueya hoja

FACERE facer~faguer~faer~fer fer ~ ficer fazer facer ~ jacer hacer

A FALA: NORMALIZACIÓN TARDÍA E IDENTIDAD CULTURAL

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e) Evolución de pl-, fl-, cl- latinos a /tS/, como en asturiano occidental,mientras que en las falas portuguesas vecinas dieron /S/ y en castellano /á/:chorar, chocallu, chorume, chan, cheu, encher, cheirar, etc.:

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

CLAVE chave chave chave chave~ tsave ~ llave llave

CLAMAT chama chama chama chama~tsama~llama llama

PLENA chea chea cheia chena~ tsena ~ llena llena

PLICAT chega chega chega chega~ tsega ~ llega llega

FLAMMA chama chama chama chama~tsama~llama llama

f) Caída de -l- intervocálica latina: este fenómeno afecta en la Penínsu-la Ibérica únicamente a las hablas de la familia gallego-portuguesa: animais,candís, papeis, currais, fiar, mau/má, mó, mu/múa, muíñu, pau, quenti, seida,soer, etc. Una diferencia importante con respecto al asturiano es la nopalatalización del l- inicial en gallego, así como la reducción de la geminada-ll- > -l- en gallego y su palatalización en asturiano y en castellano:

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

CABALLU cabalo cabalu cavalo cabayu~cabatsu caballo

MARTELLU martelo martelu martelo martieyu~martietsu martillo

LACTE leite leiti leite lleite~tseite~lleche leche

LIGNA leña leña lenha lleña ~ tseña leña

TELA tea tea teia tela tela

DOLERE doer doer doer doler doler

CAELU ceo ceu céu cielu cielo

FOLIOLA filloa folló filhó fiyuela hojuela

MOLERE moer moer moer moler moler

SALIRE saír sér sair salir salir

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g) Caída de la -n- intervocálica latina: atró (‘trono’), bo/boa, cadea,colmea, ducia~udia, moea, persoa, soar, etc.

h) Resultados de los grupos latinos -k’l-, -g’l-, -ly-: coinciden total-mente con las soluciones de la mayoría de las lenguas iberorrománicas con laexcepción del castellano:

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

SPEC’LU espello espellu espelho espeyu espejo

APIC’LA abella abella abelha abeya abeja

TEG’LA tella tella telha teya teja

REG’LA rella rella relha reya reja

PALEA palla palla palha paya paja

MULIERE muller muller mulher muyer mujer

i) Resultados de los grupos latinos -ult-, -uct- y -oct-: coinciden grossomodo con las soluciones gallegas y portuguesas, pero específicamente conalgunas variedades del gallego oriental.

ÉTIMO GALEGO FALA PORTUG. ASTUR. CASTELL.

MULTU moito~muito mutu muito munchu mucho~ muto~mutio

CULTELLU coitelo~cuitelo cutelu cutelo cuchiellu~ cuchillo~cutelo~cutielo cutsiellu

LUCTA loita~luita~luta luta (~loita) luta lucha lucha

TRUCTA troita~truita~truta truta truta trucha~trutsa trucha

NOCTE noite ~ nuite noiti noite nueche~nuetse noche

OCTO oito ~ uito oitu oito ocho ocho

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j) Resultados del grupo latino -ct-: coinciden con los que se registranen gallego, portugués y asturiano occidental, es decir, vocalización del pri-mer elemento: feitu, leite, leituga, direitu, teitu, peitu, etc.

3.2. Características morfológicas

La morfología coincide con la gallega arcaica en las categorías del artí-culo, sustantivo y adjetivo; para el pronombre debemos indicar únicamenteque los trazos de arcaísmo asoman en la no palatalización de los pronombrespersonales de dativo te y le en che y lle, como ocurrió en gallego común. Losdemostrativos siguen las formas arcaizantes aqueste, aquesta, etc., junto alas modernas este, esta, etc.

Las peculiaridades de las falas se manifiestan más nítidamente en lamorfología verbal. La parte de trazos inequívocamente gallegos (P3 de losperfectos acabados en -u: truxu, dixu, tuvu, etc.), presenta características par-ticulares (SNP de las P1 de los perfectos acabados en -í: cantí, cheguí, mirí,pensí, etc; el SNP de las P6 de los perfectos de CI es -orin: cantorin, chegorin,mirorin, pensorin, etc.; infinitivos propios como ficer, quér (gal. caír), sér(gal. saír), trer (gal. traguer), oivir, etc.)8. Un fenómeno que resulta extrañopara un gallego-hablante medio es el empleo del verbo haber como auxiliarpara formar tiempos compuestos: he ditu, has feitu, heis estoxau, haxas tíu,habías cheirau, etc. En gallego antiguo esta formación no era rara, pero engallego común moderno hay conciencia de “pecado por castellanismo” conformas como éstas.

3.3. Características léxicas

En el léxico de la fala se nota más el carácter gallego-portugués arcaicoy fronterizo, de isla diferente rodeada de portugués y de castellano y coninterferencias importantes del segundo (llaris, jeno, bodón, etc.). Con todo,se percibe perfectamente el origen gallego antiguo de buena parte de los nom-bres comunes, dándose la curiosa coincidencia que en un espacio geográ-

8 P1: Primera persona del singular, P3: Tercera persona del singular, P6: Tercera persona del plural

SNP: Sufijo de número y persona

CI: Primera conjugación

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ficamente tan reducido coexisten con plena vitalidad sinónimos de distribu-ción dialectal por toda Galicia. En el valle se encuentran sinónimos comoestalunchu-funqueiru, cirdeira-cireixeira, subreira-carrasqueira, chíchari-ervilla, dinuciña-duniña, rebolu-carballu, etc., que se distribuyen por Galiciaen grandes áreas.

Están presentes también arcaísmos del tipo o mú, a múa, o estoxar (gal.aforrar), busu (gal. burato), atró (gal. trono), atroar, folló (gal. filloa), cestoasnal (<*acinale) etc. Para el gallego medio lo más sorprendente son los cam-bios de significado de algunos significantes comunes. Indiquemos que, porejemplo, xeira pasa de ‹jornada de trabajo› a ‹campo› (que se ha trabajado enun día); argola pasa de ‹aro común› a ‹pendiente de la oreja›; cacheira ycachola no son sinónimos: cacheira es una ‹cosa para cubrir›, cachola; cho-queira es ‹la pubertad›, la época en que las personas “chocan”; cileiru pasade designar ‹almacén de grano o despensa› a significar ‹dormitorio pequeño›,porque en aquel antiguo almacén dormían los criados. Un gallego entiendesin problemas lo que quieren decir estas y otras voces porque se distancia delas pequeñas o grandes mutaciones semánticas que tuvieron lugar durantesetecientos anos.

4. LA SITUACIÓN DEL BILINGÜISMO EN LOS PUEBLOS DE FALA

El bilingüismo se caracteriza por la convivencia de dos idiomas en losindividuos de una comunidad lingüística, eso quiere decir que el individuopasa de un idioma al otro según la situación, el objeto de la comunicación y elhablante con quien habla. El punto de contacto de las lenguas es el mismohablante.

Debido a varios factores, la vitalidad del dialecto había disminuido des-de los años treinta del siglo pasado. En 1929 Oskar Fink pudo todavía cons-tatar:

Diese Mundart steht in solcher Blüte, daß selbst die Kinder, die inder Schule nur Kastilisch hören und auch sprechen müssen, im Verkehruntereinander sich nur ihres Dialektes bedienen; ältere Leute verstehenvielfach Kastilisch oder Extremeñisch nur mit Mühe9.

9 FINK: Studien über die Mundarten der Sierra de Gata, p. 10.

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A la propagación de la lengua nacional ayudaron la escuela, el serviciomilitar, la Iglesia y la prensa. Muchos padres mandaron a sus hijos a estudiara las capitales de las provincias de Cáceres y Salamanca, e incluso a Madrid.Entrando en contacto diario con hablantes de la lengua nacional, estos jóve-nes abandonaron el uso del dialecto. Pocos años después de Fink, Leite deVasconcelos se refiere a la supervivencia del dialecto en los tres pueblos, noobstante “violentos abalos que sofre do espanhol”10. La presión del castellanoera tan fuerte en esta época que Vasconcelos ya predijo la decadencia deldialecto local:

Não é todavía tal a força da manutenção do samartinhego, que elenão se veja ameaçado de sucumbir por inteiro, dentro talvez de não longotempo. De um lado o desgaste producido nele pelo idioma nacional, e dooutro o nenhum entusiasmo que os naturais mostram de o falar, e muitomenos de o escrever, levá-lo-ão a este fatal resultado11.

La visión triste de Vasconcelos era una exageración, el dialecto galle-go-portugués sigue viviendo pero en diferentes grados de pureza y de vitali-dad. Los habitantes del Valle consideran que “o nossu lenguaji é meiuportuguês” o que “o nossu lenguaji é chapurrau, num é castelhanu ni português”lo que indica la conciencia de esta posición entre la lengua lusa y la fala.

En su libro de 1977 Clarinda de Azevedo Maia ha estudiado el bilin-güismo de los hablantes de cada pueblo en relación con la conciencia de suindividualidad y su actitud ante la lengua nacional. En Valverde del Fresno,que es el pueblo más abierto a contactos con Cáceres, Hoyos y Salamanca, eldialecto se habla menos y presenta aparte de interferencias esporádicas e in-dividuales otras completamente integradas en el dialecto y generalizadas atodos los hablantes. Las influencias se manifiestan sobre todo en el léxico yen la fonética. El dialecto, llamado chapurrau por los hablantes, ya está com-pletamente castellanizado. Esta denominación es bastante expresiva desde elpunto de vista de la conciencia lingüística: chapurrar es voz del español co-mún que se usa con el significado de ‹hablar con dificultad un idioma, pro-nunciándolo mal y usando en él vocablos y giros exóticos›. Según ClarindaMaia la palabra chapurrau se utiliza exclusivamente en Valverde del Fresno

10 LEITE DE VASCONCELLOS: “Português dialectal na Região de Xalma (Hespanha)”,pp. 164-275.

11 LEITE DE VASCONCELOS: Op. cit., pp. 245-246.

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en este sentido, lo que expresa una valoración despreciativa del dialecto enoposición a la lengua nacional, que tiene más prestigio12.

Los tipos de hablantes de Valverde son varios: la mayoría de ellos alter-na constantemente el castellano y el dialecto local con muchas influenciasespañolas. El dialecto se usa cada vez menos, la necesidad de hablar castella-no crece con los contactos comerciales, los contactos con personas que hablancastellano y con los viajes a otras regiones del país. Aparte de los habitantesbilingües hay monolingües castellanos que vinieron de otras regiones, perotambién personas de Valverde que no hablan el dialecto, pero lo entienden.Según Clarinda Maia, en los años sesenta ya no había hablantes monolingüesde portugués13. Hay finalmente habitantes trilingües que además del castella-no y del dialecto tienen conocimientos de portugués que utilizan en sus con-tactos frecuentes con Portugal. Algunas personas nacidas en Portugal hablanla lengua portuguesa con más perfección.

En Eljas, un pueblo esencialmente agrícola de unos 2.000 habitantes,es donde el dialecto gallego-portugués se ha mantenido con pocas interferenciascastellanas. Todavía hay personas en Eljas que no hablan bien el español yque pueden considerarse como monolingües. El número de bilingües activoscapaces de pasar de una lengua a otra según las necesidades comunicativas esreducido, pero sigue creciendo con la escolarización y los contactos.

El nivel socio-económico de San Martín de Trevejo es más alto que elde Eljas, muchos habitantes pasan solamente sus vacaciones en el pueblo ymuchos jóvenes estudian en la universidad. Los habitantes de San Martíntienen conciencia nítida de su dialecto, lo denominan linguagi manhego, onosso linguagi en oposición al portugués y al español. La mayoría de los ha-bitantes de este pueblo es bilingüe, pero el número de monolingüescastellanohablantes está aumentando. Las personas trilingües son pocas, elportugués se entiende gracias a numerosos contactos, pero se habla poco. Lavitalidad del dialecto es bastante grande, pero menor que en Eljas, aunque seamayor que en Valverde.

Si los dialectos suelen clasificarse en progresivos y regresivos, es evi-dente que los dialectos o variedades de la fala, que se debilitan cada vez más,

12 MAIA: Op. cit., p. 101.13 MAIA: Op. cit., p. 102.

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se cuentan entre los regresivos. Pero la conciencia de la colectividad, en granmedida, es la condición para que un habla se vaya perdiendo o que, por elcontrario, se mantenga y prospere. Conciencia que es a veces la consecuenciade la existencia de un sentimiento de autoafirmación política14.

La frontera entre España y Portugal se explica por un sentimiento deindividualidad, no depende de factores geomorfológicos o climáticos. Esoplantea el problema de la importancia de la lengua para la identidad de sushablantes. Además de la fala, los hablantes hablan castellano, pero lo usanpara la escuela, la iglesia y las relaciones con los foráneos, en todos los demáscontextos usan la fala.

Los hablantes de la fala no tienen buena conciencia de su habla regio-nal. La idea más generalizada es que lo que ellos hablan es un mal castellano;de ahí que tiendan a “corregir” los fenómenos lingüísticos que en su concien-cia o subconciencia de hablantes consideran como incorrectos. En los mediosde comunicación, el hablante oye o lee un castellano más o menos cuidadoque tiene todo el prestigio que los medios poseen. Además, la presión de laescuela tenderá a enseñar un castellano normativo. El sentimiento de ser unpueblo marginado y la falta de una conciencia regional puede haber creado oayudado a la “automarginación lingüística”15.

El entorno modifica o impide la modificación de un habla. Utilizamosel ejemplo de Ariza Viguera:

El hablante de un pueblo en el que a los chicos jóvenes se les llamamozos, dejará de utilizar el término si se desplaza a la capital de laprovincia, a Madrid, etc., pero cuando vuelva al pueblo en vacaciones,volverá a utilizar la palabra usual del entorno para evitar ser tachado defino, para evitar la burla16.

Con el tiempo, el vocabulario más localista, más peculiar de la colecti-vidad se pierde. Los jóvenes desconocen un alto porcentaje de los términosque emplean sus abuelos, y, si los conocen, no los emplean. De esta manera,el vocabulario de los jóvenes se acerca cada vez más al vocabulario comúncastellano.

14 ARIZA VIGUERA: “La conciencia lingüística y el problema del habla de Extremadura”, p. 21.15 ARIZA VIGUERA: Op. cit., p. 21.16 Ibid., p. 23.

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5. CONCIENCIA COLECTIVA Y NORMALIZACIÓN DESDE LOSAÑOS 90

Diversos diarios gallegos y extremeños han presentado artículos al res-pecto que han favorecido una mayor conciencia colectiva en el estudio y desa-rrollo de la fala. Fruto de este despertar a nuevos horizontes surge en 1992 laAsociación Fala y Cultura y, en 1999, se celebró el primer Congreso sobre AFala. Finalmente, el gallego de Extremadura está reconocido como bien deinterés cultural con el nombre de a fala por el gobierno autónomo de estaregión también en 2000. La denominación del dialecto debe evitar una valo-ración despreciativa y fijar su identidad. Desde esta ley se organiza laescolarización en gallego-extremeño en el territorio donde se habla. Estaescolarización no es obligatoria y se hace solamente en los primeros años.

En los últimos treinta años se ha producido una invasión brutal decastellanismos en la fala de los más jóvenes, debido sobre todo a la esco-larización obligatoria (en castellano), o al incremento de relaciones comer-ciales, de la influencia de los medios de comunicación, de la administración,de la iglesia, etc. Los más jóvenes ya no ejercen los trabajos y oficios tradicio-nales, desconocen por consecuencia el léxico de la flora y de la fauna. Por esono puede extrañar que castellanismos del tipo bubilla, nutria, gulundrina,lombrí de terra, cirueleiru o deu miñiqui, estén presentes en la fala de losmás jóvenes en lugar de las palabras tradicionales bubela~popa~galu docampu, lundria, anduriña, miñica, ameixeira o deu minguichi. La escuela encastellano está consiguiendo uno de sus objetivos: reducir las peculiaridadeslingüísticas de las hablas autóctonas, uniformar poco a poco en castellano. Lageneración intermedia, buena parte de la cual es semianalfabeta, tiende aimitar a los hijos ya escolarizados y cae en el conocimiento pasivo de la eco-terminología, conocimiento que no transmiten sino por descuido. La genera-ción mayor e imperturbable en sus hábitos lingüísticos son analfabetos osemianalfabetos, apenas salieron del valle y desde siempre son monolingües.

La mayoría de los hablantes de la fala que regresa cada verano, vive enCataluña, Suiza y el País Vasco. No se han estudiado hasta ahora las conse-cuencias de este tipo de migración.

No es fácilmente comprensible por la población de las cercanías, perosí por los gallegos orientales, de cualquier modo sus hablantes no se sientenidentificados con los gallegos y sí con las gentes de las cercanías. La variedadortográfica rompe totalmente con la norma gallega.

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En la discusión sobre la ortografía, la fala se integra en el llamadocontinuum de las normas ortográficas del gallego actual17 y de las relacionesque éstas establecen entre sí, con el español y con el portugués padrón. Hayactualmente diez normas ortográficas con suficiente coherencia interna comopara ser consideradas como tales, si bien, debemos observar que algunas sonuna derivación de las cuatro principales: mínimos reintegracionistas, máxi-mos, portugués padrón (de Portugal o bien de Brasil), y, por último, las nor-mas ortográficas del Instituto da Lingua Galega (ILG) y de la Real Academiada Lingua Galega (RAG) que utilizan la ortografía castellana, sin apenasalteraciones. A esta lista de subpatrones del gallego exterior a las fronterasadministrativas de Galicia habría que sumar las falas de la Sierra de Xálimaen la provincia de Cáceres. Este panorama tan fragmentario se debe, en granmedida, a la escasa presencia y a la marginación de las soluciones propias delgallego del bloque central y oriental a la hora de la elaboración de las normasdel gallego llevado a cabo por el ILG y la RAG.

La fala es hablada por la gente de todas las edades de manera coloquial,usando el español culto en actividades sociales oficiales y con gente de fuera.La vitalidad del lenguaje es alta. Casi todos utilizan la fala en el ámbitofamiliar y social, sobre todo en Eljas y en San Martín; los porcentajes dadospor Costas González pueden ilustrar la frecuencia del uso18:

VALVERDE ELJAS SAN MARTÍN

saben hablar la fala 97 % 100 % 100 %

el hombre con su mujer 93 % 100 % 98 %

el hombre con los hijos 76 % 99 % 85 %

la mujer con los hijos 73 % 98 % 82 %

los hijos con los padres 73 % 92 % 75 %

con los vecinos 91 % 100 % 95%

en el trabajo 69 % 93 % 91 %

los jovenes entre ellos 78 % 97 % 84 %

17 ÁLVAREZ CÁCCAMO: “O continuum das normas escritas na Galiza: Do espanhol ao português”.18 COSTAS GONZÁLEZ: “Valverdeiro, lagarteiro e mañego: O ‹galego› do Val do Río Ellas

(Cáceres)”.

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La transmisión generacional está garantizada, lo que no lo está es lacalidad de la lengua transmitida.

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A FALA: NORMALIZACIÓN TARDÍA E IDENTIDAD CULTURAL

660 GERDA HABLER

BLANCA

661

La situación lingüística actual

de las variedades portuguesas en la franja

fronteriza de Valencia de Alcántara

CHRISTINA OSSENKOP

Universidad Justus Liebig, Gießen

1. PRESENTACIÓN DEL ÁREA DE INVESTIGACIÓN

La franja fronteriza de Valencia de Alcántara se encuentra en el centrodel continuum dialectal que, según Carrasco González1, se extiende desdeCedillo, en la confluencia del río Sever con el río Tajo, hasta El Marco, case-río meridional del término municipal de La Codosera. Por sus rasgos dia-lectales, se distingue claramente de las hablas galaico-portuguesas del Vallede Jálama, así como del portugués arcaico de Herrera de Alcántara2, aunqueeste pueblo dista sólo unos 10 kms. de Cedillo (por caminos que fueronasfaltados hace relativamente poco tiempo). Según Carrasco González, perte-nece al grupo de dialectos portugueses meridionales, como el habla deOlivenza, distinguiéndose de esta última, por lo menos en Cedillo y en loscaseríos fronterizos de Valencia de Alcántara, en algunos rasgos dialectalespropios de la zona subdialectal de Castelo Branco y Portalegre3, un área de

1 CARRASCO GONZÁLEZ: “Hablas y dialectos portugueses o galaico-portugueses enExtremadura”, p. 138.

2 Ibid., p. 136.3 Por ejemplo en la alteración del timbre de las vocales del tipo tudo [ty�u], pouco [pøku], campo

[kãmpu], etc. (cf. ibid., pp. 70ss. y 138s.). En un estudio más tardío, CARRASCO GONZÁLEZconfirma que las hablas portuguesas de La Codosera quedan fuera de esta zona subdialectal, yaque allí no se encuentra ningún ejemplo de alteración de los timbres vocálicos. Las clasifica,pues, como variedades alto-alentejanas (“La frontera lingüística hispano-portuguesa en la provinciade Badajoz”, p. 151). Sin embargo, quedan dentro del continuum dialectal junto con Cedillo yValencia de Alcántara sobre todo por razones lingüísticas (la contigüidad de las hablas, de maneraque se puede constatar una reducción continua de los rasgos beiranos del norte al sur) e históricas

662

transición entre el beirano y el alentejano delimitada por Lindley Cintra en su“Nova proposta de classificação dos dialectos galego-portugueses”4.

Cedillo y los caseríos fronterizos de Valencia de Alcántara y La Codoserasurgieron probablemente todos entre el siglo XVII o XVIII y principios delsiglo XX5. Los primeros habitantes eran portugueses, de procedencia beiranao alentejana, que se instalaron en esta zona en búsqueda de mejores condicio-nes de vida. Aparte de los trabajos agrícolas, el contrabando fue convirtiéndo-se poco a poco en uno de los factores económicos más importantes de la re-gión, lo que mantuvo vivas las relaciones tranfronterizas y el uso de la lenguaportuguesa en estas localidades. La situación socio-económica y lingüísticaempezó a cambiar considerablemente a partir de los años 50 del siglo XX acausa de la fuerte emigración y de la creciente movilidad laboral6. Además, elaumento de la escolarización, la mejora de las vías de comunicación con otrospueblos hispanohablantes y la instalación de la televisión incrementaron, porsu parte, la influencia del español en la vida diaria de los habitantes, especial-mente de los jóvenes7. Un cambio decisivo para las relaciones transfronterizasfue la entrada de España y Portugal en la actual Unión Europea y, en particu-lar, la firma del Tratado de Schengen, lo que terminó definitivamente con elcontrabando. A partir de entonces, las relaciones transfronterizas se reduje-ron sobre todo a visitas de tipo familiar y turístico. Las pocas diferencias deprecio que hoy en día todavía existen llevan a los españoles a comer en el país

(todas estas localidades fronterizas surgieron a partir del siglo XVIII), mientras que Olivenza fueportuguesa hasta su incorporación a España en 1801 (ibid., pp. 149-153; id., “Hablas y dialectos”,pp. 70ss. y 137ss.). Durante nuestras propias entrevistas en esta zona de contacto, observamos laalteración del timbre de las vocales en el habla de algunos informantes mayores de La Rabaza yde los pueblos portugueses vecinos, A Rabaça y São Julião, mientras que no encontramos ningúnejemplo en El Marco.

4 Cf. CINTRA: Estudos de dialectologia portuguesa, pp. 155s.5 CARRASCO GONZÁLEZ: “Hablas y dialectos”, pp. 66ss. Para una vista más detallada sobre

los motivos de los asentamientos portugueses en esta zona cf. también id., “Los asentamientos”,pp. 86-90.

6 Véase a este respecto el artículo de Juan M. CARRASCO GONZÁLEZ en este volumen(“Evolución de las hablas fronterizas luso-extremeñas”).

7 Naturalmente, el mantenimiento del portugués como lengua de la conversación diaria tambiéndepende de la intensidad del contacto con los vecinos portugueses: Así, la influencia española semanifiesta menos en el sur de esta zona transfronteriza, donde los contactos con Portugal siguensiendo todavía muy vivos, mientras que en Cedillo, donde la comunicación con Portugal se dificultópor la construcción de una central hidroeléctrica en la confluencia del Sever con el Tajo, el avancedel español es más notable.

CHRISTINA OSSENKOP

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vecino y a los portugueses a comprar en los grandes núcleos como Valenciade Alcántara o La Codosera, ambos en su mayoría de habla castellana, o enlos centros comerciales de Badajoz. Los pequeños caseríos de habla portugue-sa quedan normalmente, con pocas excepciones, fuera de este nuevo tipo deintercambio económico.

Como consecuencia del desarrollo socio-económico en esta zona fron-teriza, la mayoría de los hablantes es, hoy en día, bilingüe, estando el uso delportugués y del español determinado por una situación fuertemente diglósica.El portugués se utiliza para la comunicación oral e informal, mientras que elespañol, lengua oficial, lengua de la educación y lengua de prestigio, se em-plea en todos los tipos de comunicación formal y escrita. Sin embargo, estasituación diglósica está en vías de desarrollo, ya que el español también seusa de forma creciente en situaciones de comunicación informal e invade deesta manera paulatinamente el territorio tradicional del portugués. A este au-mento del español como lengua de comunicación informal, que va acompa-ñado de un número creciente de hablantes monolingües de español, contribu-yó el hecho de que desde los años 70, los padres, en su mayoría, dejaron detransmitir la lengua portuguesa a sus hijos para facilitarles la vida escolar yprofesional. Por ello, resulta difícil, actualmente, encontrar en esta zonahablantes bilingües menores de 30 años.

2. LAS CONSECUENCIAS DEL CONTACTO LINGÜÍSTICO

La coexistencia del español y del portugués8 no repercute solamente enel número de lusohablantes en el área de investigación, sino que se manifiestatambién a nivel de interferencias lingüísticas9 por parte del español en la

8 Cuando utilizamos el término de portugués sin más precisiones, nos referimos generalmente alportugués local del área de investigación, que pertenece al dialecto altoalentejano. Esta variedadestá en contacto tanto con el español estándar, que la mayoría de los hablantes estudió en elcolegio y que se transmite a través de la televisión, como con la variedad regional extremeña,hablada en los pueblos españoles vecinos. Sin embargo, para este artículo no es necesario distinguirentre la influencia española a nivel dialectal y a nivel de la lengua estándar, ya que nos centraremosen algunos rasgos en los que ambas variedades españolas no se diferencian.

9 Veith define el término de interferencia como influencia mutua de dos sistemas lingüísticos, el detransferencia como influencia unilateral (Soziolinguistik, pp. 204ss.). LÓPEZ MORALES, sinembargo, emplea los dos términos como sinónimos, sin distinguir si se trata de una influenciaunilateral o recíproca (Sociolingüística, p. 165). Por su parte, opone la interferencia (otransferencia), definida como “influencia de una lengua (A) sobre otra (B), produciendo en estaúltima estructuras agramaticales”, al proceso de convergencia, que “también es producto del

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EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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fonética y fonología, en la morfosintaxis y en el léxico de las variedades por-tuguesas10. Según Weinreich, se puede distinguir entre interferencias de ha-bla, empleadas de manera aleatoria e individual por las personas bilingües, einterferencias de lengua, que llegan a ser habituales y se establecen en elsistema de la lengua, implicando una reestructuración de este último11. Másadecuado aún parece, siguiendo el modelo de Coseriu, dividir la segundacategoria en interferencias de sistema, que llevan a la reestructuración de estemismo, e interferencias de norma, que no reestructuran el sistema, pero semanifiestan en la lengua habitual, p.ej. en la frecuencia de uso. Tomando encuenta esta distinción entre los tres planos lingüísticos, nos proponemos eneste artículo examinar a través de algunos ejemplos en qué medida las varie-dades portuguesas de la franja fronteriza de Valencia de Alcántara han sufri-do la influencia de la lengua coexistente española en los distintos niveleslingüísticos.

El siguiente análisis está basado en 16 horas de conversaciones semi-dirigidas que grabamos en el año 200012. Entrevistamos a 28 hablantes bilin-gües, 13 hombres (H) y 15 mujeres (M), en tres caseríos: La Fontañera, SanPedro y Jola. Los entrevistados fueron clasificados en cuatro grupos de edaddistintos (cf. tabla 1), y se reflejó el número de informantes masculinos yfemeninos por cada grupo de edad respetando el porcentaje que representanrespecto a la población total de cada caserío. Así varía el número de entrevis-tados bilingües entre una mujer en el grupo de informantes menores de 30

influjo de A sobre B, pero se diferencia de la interferencia en que nunca produce resultadosagramaticales” (ibid.). Debido a la semejanza de los sistemas lingüísticos español y portugués (cf.ELIZAINCÍN: Dialectos en contacto, pp. 42s.), prescindiremos en este estudio de la distinciónentre convergencia e interferencia. Utilizaremos el término de interferencia para designar todotipo de influencia de la lengua española sobre la portuguesa, sea cual sea el resultado de esteproceso.

10 Aunque se puede constatar un influjo mutuo de ambas lenguas en contacto, el objetivo de nuestroestudio es estrictamente unidireccional, puesto que está dedicado a la influencia creciente delespañol sobre las variedades locales portuguesas. Sin embargo, para evitar la impresión de que setrate de un proceso unilateral, no hablaremos de transferencia, sino de interferencia (cf. nota 9).

11 WEINREICH: Languages in Contact, pp. 1 y 11. Cf. también ELIZAINCÍN: Dialectos en con-

tacto, p. 41.12 Este pequeño estudio forma parte de un trabajo de investigación más amplio sobre el contacto

lingüístico en el área dialectal entre Cedillo y La Codosera.

CHRISTINA OSSENKOP

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años, siete personas en cada uno de los grupos de 30 a 49 y de 50 a 64 años y13 en el grupo de los mayores de 65 años13:

TABLA 1

La repartición de los informantes por cada caserío,sexo y grupo de edad

La Fontañera San Pedro Jola Los 3 lugares

Grupo de edad H M H M H M H M

< 30 - - - - - 1 - 1

30-49 1 - 2 1 1 2 4 3

50-64 1 2 1 1 1 1 3 4

> 65 2 4 2 2 2 1 6 7

Total por sexo 4 6 5 4 4 5 13 15

Total 10 9 9 28

13 Tabla 2: Las siglas utilizadas en los ejemplos para cada uno de los hablantes:

La Fontañera (F) San Pedro (P) Jola (J)

Edad Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres

< 30 - - - - - JJR

30-49 FJG - PJM PJN JDC JFMPJO JRM

50-64 FFB FFP PJU PMA JJC JMRFMS

> 65 FTD FTM PEP PMC JJV JMBFSN FAP PAA PMP JAC

FJAFCF

Otras siglas: E (encuestadora), GMM (mujer de Os Galegos, 72 años), GAB (mujer de OsGalegos, 68 años).

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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Aparte del análisis propiamente lingüístico de las interferencias espa-ñolas en las variedades locales portuguesas, examinaremos una posible rela-ción entre la aparición de estas interferencias y parámetros sociolingüísticoscomo la edad o el sexo de los hablantes en cada uno de los caseríos respecti-vos y comparando los caseríos entre ellos.

2.1. Interferencias a nivel fonético-fonológico

Como ejemplo de una posible interferencia a nivel fonético-fonológico,escogimos la oposición fonológica entre los fonemas /b/ y /v/ que existe tantoen el portugués estándar como en los dialectos centro-meridionales. En espa-ñol, sin embargo, así como en los dialectos portugueses septentrionales, estosdos fonemas se funden en un solo fonema /b/ -se trata del fenómeno llamadobetacismo-, realizado ora como consonante oclusiva [b] (p.ej. en posicióninicial), ora como consonante fricativa [B] (p.ej. en posición intervocálica).La franja fronteriza de Valencia de Alcántara y la región portuguesa vecinapertenecen al área de los dialectos centro-meridionales, lo que se refleja, engeneral, en la conservación de la oposición fonológica /b/ : /v/.

Entre las 28 personas entrevistadas en los tres caseríos rayanos, encon-tramos solamente dos hablantes que muestran algunos usos aislados debetacismo. Se trata de dos hombres mayores de 65 años que viven en SanPedro y Jola, respectivamente. En el primer caso, el fonema /b/ aparece úni-camente en la desinencia verbal de la 3.a persona del singular, imperfecto deindicativo del verbo separar, mientras que en todas las otras formas verbalesdel imperfecto de indicativo el mismo hablante mantiene el fonema labioden-tal /v/:

1) PEP: sempre me criei + na mesma fronteira + num rio ques(e)parava14 (E)spanha e Portugal num rio + qu(e) sai aí norio Sever + separava Espanha e Portugal

14 En la transcripción ortográfica, se utiliza la cursiva para subrayar las palabras analizadas. Además,se emplean los siguientes signos de transcripción:

+ pausa corta++ pausa largasi: alargamiento vocálicomarcado articulación atenuada( ) segmento no articulado y reconstruidoXXX fragmento indescifrable/ secuencias truncadas y/o reiniciadas

La transcripción fonética sigue el alfabeto de la A.F.I.

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15 En la terminología de WEINREICH, se trata, pues, de una interferencia fónica del tipo sub-

diferenciación de dos fonemas (Languages in Contact, p. 18; cf. también ELIZAINCÍN: Dialectos

en contacto, p. 42).16 CARRASCO GONZÁLEZ: “Hablas y dialectos”, p. 71; MATIAS: Bilinguismo e níveis

sociolinguísticos numa região luso-espanhola, p. 140. Esta última autora encontró ejemplos debetacismo en los mismos lexemas (palavra, verdadeiro) en Ouguela, al lado de Campo Maior(ibid.). En Cedillo, Maria da Conceição Vilhena registró igualmente algunos casos esporádicosde betacismo (VILHENA: Falares de Herrera e Cedillo, p. 126).

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

[}semprW mW }krjej na }meJma frõn}tera nu $ }riw kW spa}raBa}Spãùa i purtu}gal nu } r_iw }ksaj a}i no } r_iw sW}vEr sWpa}raBaWSpãùa i purtu}gal]

En el segundo caso, se trata del hablante JAC de Jola que reali-za sistemáticamente el lexema palavra con consonante bilabial fricativa [B](ej. 2). No obstante, en el habla de este informante, el betacismo no se limitaa una sola forma verbal como en el ejemplo 1, sino que aparece también enotros contextos, alternando con la consonante labiodental [v] (ej. 3):

2) JAC: e a palavra de António é igual + é igual qu(e) à espanhola[i a pa}laBra dW an}tOnju E i}gwal E i}gwal ka WSpa}ùOla]

3) JAC: a palavra verdadeira é + é é Antonio e Manuel + essa/ isso(e)screve-se António

[a pa}laBra BWrda}dera E E E an}tOnju j ma}nwEl }Esa }isu

}SkrEvWsW an}tOnju]

Como no encontramos caso de betacismo alguno en los pueblos portu-gueses vecinos de A Rabaça, São Julião y Os Galegos, nuestro análisis confir-ma la tesis de Carrasco González de que los casos de betacismo no se puedenatribuir a un vestigio dialectal, sino al contacto con la lengua española en estaregión15, lo que Rezende Matias afirma igualmente para la zona de contactoluso-español al sur de nuestra área de investigación16.

668

Un fenómeno más interesante aún es la realización del fonema /b/ como[v]. Esto ocurre sistemáticamente, tanto en La Fontañera como en el puebloportugués vecino de Os Galegos, con la palabra carabineiros (ej. 4a+b)17. Setrata de una palabra estrechamente ligada al contrabando rayano, utilizadaúnicamente por hablantes mayores de 65 años y de un nivel de instrucciónbajo. En La Fontañera, la usan precisamente los emigrantes regresados, quepasaron en torno a 50 años fuera de su región natal:

4 a) FTD: [kÇrÇvineruS]

b) FCF: [karavineruS]

c) FTM: [kÇrÇbinEruS]

El hecho de que la variante [kÇrÇvineruS] (ej. 4a) también se utilice enOs Galegos18 indica que se trata de una forma dialectal muy arraigada en lasvariedades portuguesas a ambos lados de la frontera, fruto de una escasa in-fluencia de la lengua portuguesa estándar y de la grafía. La única persona queemplea esta palabra con consonante bilabial fricativa (ej. 4c) es la mujer FTM,de 65 años, cuyo marido fue militar en distintas regiones de España, lo quehace suponer que el entorno profesional del marido haya influido en el uso yla pronunciación de la palabra, que ya no se limitaría a designar al soldadoque guarda la frontera entre España y Portugal, sino también a cualquier tipode soldado de fronteras. Aunque la realización con [b] corresponda a la len-gua estándar portuguesa, se podría, pues, considerar aquí como interferenciaespañola en la forma dialectal rayana, normalmente realizada con [v].

La realización labiodental del fonema /b/ también está documentada enSan Pedro y Jola, como demuestran las ocurrencias del verbo perceber. Algu-nos hablantes, por ejemplo JAC de Jola, que igualmente manifestó algunoscasos de betacismo (cf. ej. 2 y 3), siempre realizan este verbo con consonantebilabial fricativa (ej. 5), lo que corresponde a la lengua estándar portuguesa.

17 Rezende Matias encontró el mismo rasgo en los términos municipales de Olivenza, Ouguela, yotros, sobre todo en el habla de personas con un nivel bajo de instrucción. En Ouguela, p.ej., ellexema carabineiro está atestiguado con la forma [kravineru] (MATIAS: Bilinguismo, p. 140).

18 Está atestiguada en el habla de dos informantes, una mujer de 68 años y un hombre de 70 años,con un bajo nivel de instrucción (el hombre es analfabeto, la mujer sabe leer y escribir en portugués)y pocos conocimientos de español (entienden el español, pero lo hablan muy poco).

CHRISTINA OSSENKOP

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Otros, sin embargo, por ejemplo PJN de San Pedro (una mujer de 38 años) yJJC de Jola (un hombre de 56 años), lo pronuncian sistemáticamente conconsonante labiodental [v] (ej. 6):

5) JAC: à portuguesa19 nÇ$o percebiem nada

[a pOrtu}gesa nãw pWrsW}bie$ }nada]

6 a) PJN: ele não não percebia

[}elW na na pWrsW}via]

b) JJC: outra gent(e) não percebia

[}otra }Jent nÇ$w pWsi}viÇ]

Perceber es un verbo poco frecuente en el portugués del área de inves-tigación, ya que la mayoría de los hablantes prefiere el sinónimo entender. Deahí puede resultar cierta inseguridad acerca de la pronunciación correcta,aunque el hecho de que la realización labiodental del fonema /b/ esté restrin-gida a pocas palabras (carabineiros, perceber) parece indicar que se trata deformas arraigadas en el uso de la variedad local portuguesa y no del resultadode una inseguridad individual de los hablantes respectivos. Lo contrario ocu-rre en el caso de PJO de San Pedro (un hombre de 45 años), el único infor-mante que muestra ejemplos más variados de la realización labiodental delfonema /b/ (ej. 7):

7 a) PJO: vem dos meu(s) bisavós + o meu avô

[ve$j duS mew viz¨}vOS u mew Ç}vO]

b) PJO a nossa cozinha é assim também um pouco basada na + no::++ no que na na: + na coisa a cozinha de do(s) nossos avó(s)

[a }nOsa ko}ziùa E a}se$j ta}me$j u$ }poko va}zada na no:: no kWna na na }kojza a ko}ziùa dW du }nOsuz a}vO]

19 La palabra portuguesa se pronuncia según la fonética española.

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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La utilización de la [v] inicial en la palabra bisavós se podría, eventual-mente, explicar por asimilación regresiva a distancia, aunque parece másprobable hablar de una forma ultracorrecta, debida a la inseguridad del ha-blante frente al sistema fonológico portugués. Esta inseguridad se debe alhecho de que el hablante nunca aprendió portugués en la escuela, pero almismo tiempo es consciente de que la pronunciación estándar portuguesadifiere en varios aspectos de la pronunciación rayana. La voluntad de hablarun portugués correcto y la consciencia de que en muchas palabras portugue-sas aparece una consonante labiodental [v] donde en las españolas se encuen-tra una consonante bilabial [b] o [B] podrían ser los factores que determina-ron la realización de la palabra bisavós como [vizÇ}vOS] (frente al españolbisabuelos [bisa}Bwelos]) y de basada como [va}zada]. Este último ejemploes, en realidad, un préstamo al español pronunciado como si se tratara de unapalabra portuguesa, ya que la forma portuguesa correcta sería baseada. Setrata, pues, al mismo tiempo de un caso de interferencia léxica y de ultra-corrección fonética.

La conclusión que se puede extraer de este análisis de la oposiciónfonológica entre /b/ y /v/ es que, por regla general, ésta se mantiene muy vivaen los tres caseríos fronterizos de Valencia de Alcántara. Los casos de betacismoson muy escasos y se encuentran únicamente en dos hombres mayores de 65años en San Pedro y Jola. El fenómeno contrario, la realización labiodentaldel fonema /b/, es algo más frecuente: Existe en los tres caseríos y en el hablade personas de entre 38 y 74 años, pero se limita esencialmente a dos palabras(carabineiros y perceber), con excepción del hablante PJO, que muestra al-gún ejemplo más. Al otro lado de la frontera, donde hicimos encuestas decontrol con 7 personas en Os Galegos, São Julião y A Rabaça, no encontra-mos ningún caso de betacismo y la realización labiodental [v] del fonema /b/está vinculada exclusivamente a la palabra carabineiros. En resumen, lasinterferencias españolas en las variedades locales portuguesas, con respecto ala oposición fonológica entre /b/ y /v/, son, pues, poco numerosas y se mani-fiestan, por una parte, como fenómenos colectivos de las comunidadeslingüísticas portuguesas a ambos lados de la frontera, y por otra parte, comorasgos individuales debidos a la inseguridad lingüística del hablante respecti-vo.

2.2. Interferencias a nivel morfológico

A nivel morfológico, se manifiestan interferencias españolas en losparadigmas de conjugación de algunos verbos. Una forma generalizada entoda el área de investigación es la forma impersonal del verbo haver, que

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normalmente se realiza hai -con diptongo como en español- en todos los ca-seríos, aunque en el habla de la misma persona a veces alterna con há:

8 a) FMS: aqui não há nada

b) FMS: a água não hai tanto tempo

9 a) PJO: aqui como hai tantas relações comerciales

b) PJO: há pessoas que forem embora e nunca mais voltarem

10) JMB: hai muita gente a falar à portuguesa

La única persona que emplea la forma há con más frecuencia que hai esla hablante FMS de 53 años, que nació en Portugal y asistió allí dos años a laescuela antes de mudarse a La Fontañera (ej. 8). Se trata de una de las pocaspersonas entrevistadas que solamente sabe escribir en portugués y no en espa-ñol.

También encontramos casos aislados de hai en Os Galegos, al otro ladode la frontera:

11) GAB: aqui nesta hai uns 10 ou 12

GMM: hai há

Según Rezende Matias20, hai es una forma popular que está extendidaen el lenguaje popular a ambos lados de toda la frontera luso-española, demanera que se trata de una clara interferencia del sistema morfológico espa-ñol21.

También se encuentran algunos ejemplos de interferencias españolasen los paradigmas del presente do conjuntivo de los verbos ir, ser y saber:

12) FFP: agora quando vaia p’arriba pois tem que agarrar a + adireito

13) FSN: aunque não sea perfeito

20 Cf. MATIAS: Bilinguismo, p. 174, esp. nota 2.21 En Os Galegos, la forma hai aparece solamente delante de palabras que empiezan con vocal. Se

podría, pues, interpretar como variante distribucional de há que se emplearía para evitar elencuentro vocálico con la vocal siguiente, pero el hecho de que esté atestiguada a lo largo de todala raya corrobora la interpretación como simple interferencia española.

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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14) E: a gente fala numa língua e escreve noutra língua

JDC: a que sepa

Mientras que en los ejemplos 13 y 14 se trata de ocurrencias aisladas, laforma vaia, que existe también en otros lugares de la raya como, por ejemplo,Cedillo, Olivenza y Nisa22, está más extendida y se encuentra tanto en LaFontañera (ej. 12: se trata de una mujer de 59 años) como en el habla de dosinformantes de Jola, una mujer de 21 años (JJR) y un hombre de 56 años(JJC).

En los tiempos verbales del indicativo, las interferencias españolas sepueden clasificar en tres grupos. El primer grupo consiste en la sustituciónsistemática u ocasional de la forma verbal portuguesa por la forma verbalespañola (adaptada al sistema fonológico portugués o no). A veces, las dosformas coexisten en el mismo contexto (ej. 15b):

15 a) JJR: voy quando pido alguma coisa pido em espanhol e medão

b) FTD: eu voy aos Galegos ou vou a Santo António

16) PJO: estávamos com a dictadura (sic) de Franco ainda nosabrirem + as portas e fuimos das formas também de trazeralgumas divisas

17 a) PJN: quando estuve lá em + Suíça + em Alemanha agora es-tos (sic) dias não + (es)tuvimos lá em na + na SelvaNegra

b) PJU: eu tive um/ eu tuve um um amigo

En el segundo grupo, las formas verbales españolas están parcialmenteadaptadas al sistema fonológico y morfológico portugués:

18) PJN: enquanto estuvera lá em Portugal sim23

(pg. estivera, esp. estuviera)

22 Cf. MATIAS: Bilinguismo, p. 174; VILHENA: Falares de Herrera e Cedillo, p. 199.23 Aunque la hablante utiliza la forma verbal estuvera en función del imperfeito do conjuntivo, la

clasificamos entre los paradigmas del indicativo, ya que la forma original portuguesa estivera esel pretérito-mais-que-perfeito simples del verbo estar. La interferencia se manifiesta, pues, nosolamente a nivel morfológico, sino también a nivel sintáctico.

CHRISTINA OSSENKOP

673

19) PJN: quando + podo po/ dou uma escapadinha para lá

(pg. posso, esp. puedo)

Finalmente, hay interferencias morfológicas que consisten en el cam-bio de conjugación del verbo portugués según el modelo del verbo correspon-diente español:

20) PJO: já que ocorriu não foi mal não

(pg. ocorreu, esp. ocurrió)

En resumen, las interferencias a nivel morfológico son más numerosasque a nivel fonético-fonológico. Se manifiestan en el habla de informantes detodas las edades y de ambos sexos. Dejando aparte las formas verbales hai yvaia, que están extendidas por varios lugares de la raya, se trata normalmentede interferencias individuales de habla, debidas a la inseguridad del hablantefrente al sistema morfológico portugués. Aparecen sobre todo en los infor-mantes para los que el español se convirtió en la lengua habitual de la vidadiaria, ora por razones familiares, ora por razones de trabajo. Las interferenciasespañolas en los paradigmas de conjugación abundan sobre todo en loshablantes de San Pedro. Aunque nuestro análisis no pretende ser exhaustivo,refleja la tendencia observada de que en este pueblo, el portugués está en unasituación más precaria que en los otros dos caseríos. Esta tendencia se mani-fiesta tanto en un porcentaje más alto de personas que usan el español en lacomunicación diaria como en un grado más alto de interferencias españolasen todos los niveles lingüísticos de la variedad portuguesa. En el caso de lainformante PJN, por ejemplo, las interferencias en la morfología verbal sepueden atribuir al hecho de que, desde hace 24 años, vive en Cáceres y sólovuelve al pueblo los fines de semana. El hablante PJO, por su lado, pasó 9años emigrado en Madrid y tiene actualmente un negocio en San Pedro, porel cual sus contactos con personas de lengua española son más frecuentes quecon personas de lengua portuguesa. La diferencia entre las variedades portu-guesas de San Pedro, por un lado, y las de Jola y La Fontañera, por el otro, semanifestará de forma aún más clara más adelante cuando tomemos en cuentael conjunto de los distintos tipos de interferencia.

2.3. Interferencias a nivel léxico

Las interferencias a nivel léxico son, con diferencia, las más frecuentesen todos los caseríos estudiados. Aparecen naturalmente, aunque alternando

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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con palabras autóctonas portuguesas, en todos los contextos que se refieren ala sociedad española con sus instituciones, su cultura y política (ej. 21b y 22)y a los objetos de la vida moderna como, por ejemplo, la infraestructura,los medios de transporte y de comunicación, los electrodomésticos, etc.(ej. 23 y 24):

21 a) FJG: já se reformou

b) FFB: e ele ele agora mesmo se jubilou

22) JMR: tinhem que ir a uma escola + + + a uma escola hogar+ bem + é que o meu maior já tinha acabado + a pri-mária + o EGB [Ehe}be]

23) JJV: eu cheguei a andar noites inteiras + qu(e) acabavasuma empalmavas com a outra no trem + + e: de Madrilea Irún na fronteira da França era uma noite + dali lá:+ a Paris era outra eram duas noites + d(e) + de com-boi(o) + + pois o trem em português é o comboi(o)não é

24 a) FJA: tem que saber português pa(ra) poder falar + por t/ porteléfono não po(r) por telefone

b) PMP: não tenho teléfono porque eu não m(e) entendo comisso

El hablante FJG, un hombre de 38 años que por su negocio tiene mu-chos contactos con los habitantes de Os Galegos, muestra pocos casos deinterferencias léxicas españolas y utiliza en el ejemplo citado (21a) la palabraportuguesa reformar-se. Entre los otros hablantes, sin embargo, los ejemplosde interferencias léxicas con referencia a la sociedad española y a la vidamoderna son abundantes (ej. 21b-24). Generalmente, exceptuando la palabratrem [tre$j] (ej. 23), los lexemas prestados no son adaptados al sistema fonoló-gico portugués, sino que guardan la pronunciación original española, de ma-nera que se reconocen en seguida como castellanismos24. Mientras que FFB(ej. 21b) y PMP (ej. 24b) utilizan el préstamo sin manifestar ninguna vacila-

24 Sobre todo cuando están formados por fonemas como /x/ (incluida la variante aspirada [h]), queno existen en portugués (cf. arriba jubilarse y EGB, ej. 21b y ej. 22).

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ción, los otros hablantes revelan a través de fenómenos de vacilación comopausas y repeticiones (ej. 22), a través de autocorrecciones (ej. 23 y 24 a) y através de comentarios metalingüísticos (ej. 23) su consciencia de usar unapalabra española y, en el caso de JJV y FJA (ej. 23 y 24a), de conocer la formacorrecta portuguesa. La forma española parece ser la que se utiliza en la con-versación informal con familiares y conocidos del pueblo, la portuguesa, sinembargo, en situaciones formales con personas que vienen de fuera.

Mientras la existencia de interferencias españolas en los contextos men-cionados era de esperar, resulta sorprendente encontrarla también en camposléxicos con referencia a relaciones familiares o a la vida tradicional del cam-po. Cabe mencionar, por ejemplo, el uso alternativo de las palabras avô yabuelo (o avó/abuela respectivamente), que puede variar en el habla de unamisma persona (ej. 25), o el uso generalizado del esp. pollo en vez de lapalabra portuguesa frango (ej. 26):

25 a) PMC: os nossos avós + + penso eu + + que vinham de Portugal

b) PMC: o que fazem é levar os abuelos

26) JMR: ainda tenho os meus pollos por ali

El número de interferencias léxicas varía considerablemente de un ha-blante a otro. Comparando, por ejemplo, los cuatro hombres del grupo deedad entre 30 y 49 años, el hablante FJG de La Fontañera muestra el gradomás bajo de interferencias. En el otro extremo se encuentra el hablante PJOde San Pedro, que, además de mostrar, de manera clara, el grado más alto deinterferencias léxicas, que alternan de vez en cuando con la palabra correctaportuguesa (ej. 27e), emplea las palabras españolas en contextos muy varia-dos, con referencia a realidades extralingüísticas más amplias que la vidamoderna o las relaciones familiares:

27 a) PJO: é dia da Puríssima pois em: + o primer e:: sim + o segun-do: domingo sempre se faz assim em fecha [fESa] maisou menos

b) PJO: tinhem que:: ir pa(ra) outros trabalhos p(or) aí às gran-des ciudades não

c) PJO: é o costumbre esse de intercâmbio

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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d) PJO: mas dá o mesmo + hai chica [tSika] guapa em todos la-dos não

e) PJO: havia cá apanhar na maleta na mala

En el caso de ciudades (pg. cidades, ej. 27b)25 y costumbre (pg. costume,ej. 27c)26, se trata de interferencias debidas a la equivalencia semántica y lasemejanza fonética y morfológica entre las palabras correspondientes de lasdos lenguas en contacto. En los otros casos mencionados, no existe equiva-lencia semántica entre la palabra prestada y la palabra portuguesa fonética ymorfológicamente parecida. Maleta (ej. 27e), por ejemplo, en portugués es eldiminutivo de mala con el significado de ‘maleta pequeña’, semánticamentemás restringido que el esp. maleta. El adjetivo guapo (ej. 27d), que en espa-ñol se utiliza con referencia al aspecto físico de una persona (o cosa), enportugués significa en primer lugar ‘valiente, intrépido’, en segundo lugar‘elegante, garboso’, mientras que se emplean los adjetivos bonito o lindopara referirse al físico agradable de una persona. Sin embargo, en estos casos,todavía existe alguna relación semántica entre las palabras españolas y lascorrespondientes portuguesas. En los otros dos casos, no obstante, las pala-bras españolas prestadas no tienen semánticamente nada en común con lasformas portuguesas fonética y morfológicamente parecidas: chica (ej. 27d)designa, en el portugués de Brasil, o una bebida alcohólica, o un baile deorigen africano. En Portugal, la palabra se utiliza como abreviación hipo-corística de Francisca, pero no como sustituto de rapariga, la palabrasemánticamente equivalente al esp. chica. Finalmente, PJO utiliza la palabrafecha en el contexto citado como equivalente del pg. data (ej. 27a), aunque enportugués, esta forma -fecha- solamente existe como tercera persona del sin-gular del presente de indicativo (y como segunda del imperativo) del verbofechar ‘cerrar’. A diferencia de chica, que es prestada al portugués con suforma fonética española, guardando la africada [tS], fecha se adapta al siste-ma fonológico portugués y pierde el elemento oclusivo de la africada, de ma-

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25 El hablante, que en español normalmente no es seseante, es decir que distingue los fonemas [s] y[Q], adapta la palabra ciudades [sjudadeh] parcialmente al sistema fonológico portugués, en elque el fonema interdental [Q] no existe.

26 El hablante combina la forma española costumbre, de género femenino, con el género masculinode la palabra portuguesa costume.

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EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

nera que se realiza como [fESa], con consonante palatal fricativa. La adapta-ción fonética podría ser un indicio de que el uso de fecha en vez del pg. datano es un rasgo individual del hablante, sino que un préstamo frecuente en elárea de investigación. Por el contrario, la africada mantenida en chica pareceindicar que se trata de un préstamo individual y que en lugar de este lexema,los hablantes normalmente prefieren palabras autóctonas como rapariga ocachopa.

Las interferencias españolas no se limitan a los lexemas propiamentedichos, sino que se encuentran igualmente en el campo de las preposiciones yconjunciones y tienen, de esta manera, también repercusión a nivel morfo-sintáctico. Casos muy frecuentes son la preposición segum (esp. según), quesustituye al pg. conforme (ej. 28), las conjunciones aunque, pero y mentras(esp. mientras) así como la locución sem embargo, que reemplazan a las con-junciones portuguesas ainda que, mas, enquanto y contudo, respectivamente(ej. 29-32). En el caso de sem embargo, se trata más bien de una interferenciade uso, ya que la locución también existe en portugués, aunque no se utilizacon tanta frecuencia como en castellano:

28) FFB: com o carro é um quilómetro e meio coisa assim pode haversim quilómetro quilómetro e meio XX o que é + segumvaia segum vaia o caminho de frente

29) PJM: nós sempre dizemos primos aunque seja de outra geraçãodistinta

30) JJR: eu me rio porque não estou acostumada + pero ela tampouco

31) PMP: a mãe da da Quini e da María + a irmã + falavem (sic) àportuguesa + e sem embargo [se $ne $mbargo] as minhassobrinhas + como se criarem na estação + aí na estação deValença + pois sempre à espanhola

32) FCF: mentr(as) estive aqui sim

Por su vinculación al nivel morfosintáctico, las interferencias españo-las en el campo de las preposiciones y conjunciones son muy significativas;indican que las variedades locales portuguesas están desarrollándose haciaun sistema mixto donde convergen rasgos lingüísticos españoles y portugue-ses27. En algunos casos extremos, la convergencia de los dos sistemas condu-ce a enunciados como en los ejemplos 33-35, en los que ya no se puede hablar

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de interferencias de una lengua sobre la otra, sino de una verdadera lenguamixta, en la que se ven implicados todos los niveles lingüísticos. El nivel demezcla es todavía moderado en el enunciado 33, cuya base léxica es el espa-ñol, mientras que el portugués interfiere en la fonética; aumenta en el ejem-plo 34, donde se revela tanto en el léxico como en la fonética, y culmina en elenunciado 35, manifestándose en una convergencia de rasgos portugueses yespañoles a todos los niveles lingüísticos:

33) PJN: todos los fines de semana

[toduJ luS fines de semana]

34) PMC: e é qu(e) diz que la dan dada + filha + que la dan dada

[i E k diS kW la dan }dada }fiáa kW la dan }dada]

35) PMP: ali:: no:: ali falámo(s) pa(ra e)l maestro p(ara) o mestre enespanhol saíamos daí a jugar todos pois era sempre emportuguês + e aqui yo que siempre hablaba em portuguêssempre sempre

[a}li:: nu:: a}li fa}lamu pal ma}EStro po }mEStrW en ESpa}ùOlsÇ}iÇmuJ dÇ}i a hu}gar }toduS poz }Era }semprW e $j pOrtu}geSi a}ki jo ke }sjempre a}BlaBa e $j pOrtu}geS }semprW }semprW]

3. CONCLUSIONES

Esta pequeña exposición sobre la situación lingüística actual de las va-riedades portuguesas en la franja fronteriza de Valencia de Alcántara ha mos-trado de manera ejemplar la repercusión que tiene el contacto lingüístico conla lengua española en los distintos niveles lingüísticos. Los resultados de esteanálisis se pueden resumir de la manera siguiente:

1. A nivel fonético-fonológico, las interferencias españolas son másbien escasas. Encontramos casos aislados de betacismo y de realiza-ción hipercorrecta del fonema /b/ como [v] en los tres caseríos y, conexcepción de dos hablantes de San Pedro, solamente en el habla de

CHRISTINA OSSENKOP

27 El hablante PJO, aunque no es mencionado en este contexto, muestra igualmente numerososejemplos de interferencias en el campo de las preposiciones y conjunciones.

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personas mayores de 55 años, mayoritariamente hombres, aunquetambién mujeres.

2. En la morfología verbal, las interferencias ya son más numerosas.Aunque también encontramos ejemplos en los tres caseríos, domi-nan los de tres hablantes de San Pedro, de los que dos también mues-tran algunas interferencias a nivel fonético-fonológico. En LaFontañera, los informantes que manifiestan algunas interferenciasespañolas en los paradigmas de conjugación son mayores de 59 años,mientras que en Jola, las interferencias se encuentran también en elhabla de personas más jóvenes. Esta diferencia se explica por razo-nes muy individuales: FSN, por ejemplo, está casado con una mujerque no habla portugués y JJR, en la vida diaria, dejó de hablar portu-gués porque, cuando iba al colegio de Valencia, los otros niños sereían de ella porque no hablaba bien español.

3. Las interferencias del nivel léxico son las más numerosas y apare-cen con frecuencia en los tres caseríos estudiados. Alternan en elmismo pueblo, a veces hasta en el mismo hablante, con la palabraautóctona portuguesa, que se utiliza sobre todo cuando los habitan-tes hablan con personas desconocidas, mientras que la palabra espa-ñola se emplea en la comunicación familiar y entre amigos.

4. En algunos casos extremos, sobre todo en San Pedro, el conjunto delas interferencias lingüísticas hace convergir el habla de la personahacia una verdadera lengua mixta. El hecho de que esto ocurra tantoen el habla de personas jóvenes, con un alto grado de movilidadlaboral (PJO y PJN), como en el habla de personas mayores de 70años que nunca salieron del pueblo (PMC y PMP), parece un indicioclaro de que en San Pedro, el proceso de convergencia del portuguéscon el sistema lingüístico español y de su desaparición paulatinaestá más avanzado que en los otros dos caseríos28.

LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

28 Agradecemos a Laura Cuadrado la revisión de este artículo.

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CHRISTINA OSSENKOP

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LA SITUACIÓN LINGÜÍSTICA ACTUAL DE LAS VARIEDADES PORTUGUESAS

EN LA FRANJA FRONTERIZA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

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BLANCA

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Portugal en la vida y obra de Cervantes

MIGUEL ÁNGEL TEIJEIRO FUENTES

Universidad de Extremadura

1. PORTUGAL EN LA VIDA DE CERVANTES

Durante algún tiempo la corte lusitana, como lo serán también los dife-rentes estados italianos, recibió la visita de escritores y humanistas españolesque acompañaban en misiones diplomáticas a los grandes señores o viajabanpor su cuenta en busca de fortuna. Aquella corte se caracterizaba por su es-plendor y prosperidad a comienzos del siglo XVI, y buen ejemplo de ello loencontramos en la Comedia Trofea del extremeño Bartolomé de TorresNaharro, en donde se da cuenta de la embajada que Tristán de Acuña hizo alPapa con motivo de la victoria lusa en las Molucas. Los portugueses, merceda las bulas del papa Alejandro VI1, habían pasado a dominar el norte de Áfri-ca y las Islas Orientales, que les suministraban buena parte de sus riquezas,contribuyendo a su poderío económico y militar del que era testigo el ince-sante trasiego de barcos en el internacional puerto de Lisboa. Cuando el es-cuadrón de peregrinos que protagonizan el Persiles abandonan las peligrosasaguas del enojoso norte europeo y toman tierra segura en Lisboa, el españolAntonio explica a su bárbara esposa Ricla las excelencias de aquella ciudad“...en donde se descargan las riquezas del oriente y desde ellas se reparten por

1 Y en concreto la Bula inter coetera de 4 de mayo de 1493, según la cual se marcaba una línea quedistinguía los territorios pertenecientes a España y Portugal y que se situaba aproximadamente acien leguas del oeste de las Islas Azores y Cabo Verde.

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el universo”2, una imagen que Cervantes no va a olvidar de su corta estanciaen Lisboa:

Así como las naves que cargadasLlegan de la Oriental India a Lisboa,Que son por las mayores estimadas, Ésta llegó, desde la popa a la proaCubierta de poetas, mercancíaDe quien hoy saca Calicut y en Goa.3

Esta pujanza comercial de la corona portuguesa -de hecho, los portu-gueses destacan en los textos literarios por dedicarse al mercadeo y aparecenrepresentados como mercaderes de paño, especias, perfumes...y demás pro-ductos procedentes del lejano oriente- y ese afán conquistador de sus gentes,estará todavía presente en la obra de Cervantes. Así, si en La española ingle-sa se alude al episodio en el que Ricaredo viaja por el Atlántico como cosariocon licencia de su Majestad, la reina Isabel de Inglaterra, tratando de hacerméritos para alcanzar el amor de la joven Isabela, interceptando cualquierbarco que navegara por aquellos mares, bien procedente de América, bien deOriente:

Seis días navegaron los dos navíos con próspero viento, siguiendola derrota de las Islas Terceras (“esto es, de las Azores”), paraje dondenunca faltan o naves portuguesas de las Indias orientales o algunas de-rrotadas de las occidentales...4

2 CERVANTES, M. de: Persiles, ed. C. Romero Muñoz, Madrid, Cátedra, 1997, p.429.3 CERVANTES, M. de: Viaje del Parnaso, ed. M. Herrero García, Madrid, CSIC, 1983, p.265.4 CERVANTES, M. de: La española inglesa, en Novelas ejemplares, ed. F. Sevilla y A. Rey, Madrid,

Austral, Espasa-Calpe, 1991, t. I, p.266.

MIGUEL ÁNGEL TEJEIRO FUENTES

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en El coloquio de los perros, refiriéndose a los falsos cultos que dicenconocer y hablar las lenguas clásicas, nos encontramos con una referencia ala colonia portuguesa del norte de África, cuando apunta Berganza:

Esso es lo que yo digo, y quisiera que a estos tales los pusieran enuna prensa, y a fuerza de vueltas les sacaran el jugo de lo que saben,porque no anduviesen engañando al mundo con el oropel de sus gregüescosrotos y de sus latines falsos, como hacen los portugueses con los negrosde Guinea5.

De este modo, Lisboa era a Portugal lo que Sevilla a España, los dospuertos más importantes de la Europa dorada, en donde convergían las IndiasOccidentales con las Orientales, repartidas entre los dos países más podero-sos, años después unidos bajo una misma corona. Esta fue la esplendorosaciudad que Cervantes conoció tras su improvisado viaje a Portugal, tal vezmovido más por cuestiones económicas, que tanto le acuciaron siempre, quepor la curiosidad personal del viajero empedernido que acabaría siendo.

Tras su penoso cautiverio por tierras de Argel, Miguel imaginó un futu-ro más esperanzador a su regreso a España, donde todo serían ayudas y favo-res; sin embargo, nadie valoró sus servicios a la Corona ni su ejemplar com-portamiento en Argel. Así, como tantos otros, mendiga alguna compensacióneconómica importunando a los cortesanos más influyentes y solicitando cual-quiera de los oficios que estaban vacantes en el Nuevo Mundo, desde Guate-mala a Cartagena de Indias o la Paz.

Como no lo consigue, se traslada a Tomar a principios de 1581, acom-pañando a la corte real, que le encargara la peligrosa misión de regresar alnorte de África como espía. A su vuelta, en junio de ese mismo año, se presen-ta en Lisboa para dar cuenta de las informaciones obtenidas en sus entrevistascon el alcalde de Mostaganem y a recibir parte del sueldo prometido por sutrabajo, pues la otra parte ya la había cobrado antes de salir. Durante el otoñoprocuraría ganarse el favor de Mateo Vázquez, mano derecha del monarcaespañol. De hecho, J. Canavaggio6 sostiene que por aquella época tal vez

5 CERVANTES, M. de: Coloquio de los perros, en Novelas ejemplares, ed. cit., t. II, p.584.6 CANAVAGGIO, J.: Cervantes, en busca del perfil perdido, Madrid, Espasa-Calpe, 1992,

pp. 114 y ss.

PORTUGAL EN LA VIDA Y OBRA DE CERVANTES

686

estuviera escribiendo ya su Galatea, si tenemos en cuenta que bajo el disfrazde Larsileo, y la canción laudatoria que Miguel le dedica en el Libro IV de sunovela, pudiéramos identificar a tan ilustre personaje, del que se dice en elrelato que “en los negocios de la Corte tiene larga y ejercitada experiencia”.

Años después, en el ocaso de su vida, teniendo ya el pie “puesto en elestribo”, recordará aquellos momentos inolvidables en su Persiles y le dedi-cará a la capital portuguesa uno de los episodios, si breve, no menos sentido,de su obra. Aquellos diez días en los que Periandro y Auristela se pasean porsus calles, constituyen un emocionado, y a veces exagerado en su ironía, elo-gio de la capital portuguesa.

El primer personaje que exagera el laus urbis es el grumete del navío enel que viajan nuestros peregrinos. Al descubrir a lo lejos tierra firme exclama:

¡Tierra, tierra! Aunque mejor diría: ¡Cielo, cielo!, porque, sin duda,estamos en el paraje de la famosa Lisboa...7

A partir de ese momento, Antonio el español y, por tanto, el que mejorconoce aquellas tierras de todo el escuadrón de peregrinos, se encarga dereferirnos las bondades de aquella tierra. Además de su apogeo comercial, yasubrayado, destaca su interés demográfico, al convertirla en la más populosaciudad de Europa, sobresaliendo por la fama de sus hospitales, como el de laMisericordia, fundado en 1498, y por la religiosidad de sus habitantes (“...ve-rás juntamente las católicas ceremonias con que se sirve y notarás cómo lacaridad cristiana está en su punto”8).

El resto es una mezcla de recuerdos vividos y fantasía literaria. Losperegrinos llegan al puerto de San Julián (“Sangián”, se nombra en la novelaen varias ocasiones), ocupado por tropas españolas debido a su gran valorestratégico. Registran su llegada y continúan su viaje, desembarcando en lasriberas de Belén, en donde visitan el monasterio jerónimo fundado en 1497por el rey don Manuel I, sin duda un paso más en la peregrinación espiritualque lleva a Periandro y Auristela desde la Isla Bárbara hasta Roma.

7 Persiles, ed. cit., p. 429.8 Ibidem, p. 430.

MIGUEL ÁNGEL TEJEIRO FUENTES

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Pasan por tierra a Lisboa, en donde conocen al gobernador de la ciudad,“que entonces era el arzobispo de Braga”, al que poco después se le atribuyeel rango de “visorrey”. Como advierte Romero Muñoz9 en sus esclarecedorasnotas a pie de página de su edición cervantina, si seguimos la cronología delrelato bizantino, la pareja de enamorados llega a la capital lusa hacia el año1559, siendo gobernador de la ciudad bien fray Bartolomé de los Mártires obien don Enrique, el tío del desdichado rey don Sebastián. Por el contrario, siatendemos a la fecha de composición del mismo, hacia el año 1614, pareceseguro que el visorrey fuera fray Alejo de Meneses, agustino que ocupó elcargo hasta junio de 1615, cuando se trasladó a Madrid como Consejero ecle-siástico de Felipe III.

En Lisboa permanecerán durante diez días, en los que les ocurren algu-nos sucesos curiosos de los que daremos cuenta después. Su estancia en tie-rras portuguesas les permite “visitar los templos y encaminar sus almas por laderecha senda de la salvación”10. Además, aumenta la popularidad del escua-drón de peregrinos y, sobre todo, de la extraordinaria belleza de Auristela. Unpintor se encargará de recoger en un gran lienzo el dibujo de todas las aven-turas que les han sucedido desde su salida de la Isla Bárbara, una excusanarrativa para que Cervantes resuma los acontecimientos más destacados desu relato.

Durante los meses que Cervantes vivió en Lisboa, y luego a lo largo desu existencia, su contacto con la literatura portuguesa es tan evidente comoenriquecedora, razón por la que nuestro autor nunca la ocultó, bien al contra-rio aprovechó cualquier ocasión que se le presentaba para ensalzarla. De estemodo, la primera obra conocida de nuestro genio literario, la Galatea, seencuentra ligada, no sólo por género, sino también por argumento, al univer-so portugués que por entonces le resultaría tan familiar. Cervantes se inicia,pues, en la literatura con una obra que imita la tradición narrativa que en lasletras hispanas inició el portugués Jorge de Montemayor, de cuya novela semuestra un gran conocedor. Así, en el Quijote, confirma la valía de la Diana

9 Ibidem, p. 432, n.16.10 Ibidem, p. 439.

PORTUGAL EN LA VIDA Y OBRA DE CERVANTES

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en el famoso escrutinio que llevan a cabo el Cura y el Barbero, refiriéndose asu autor como a aquel al que le cabe “la honra de ser primero en semejanteslibros”11, aunque no compartiera con él el fantástico embuste con el que lasabia Felicia soluciona el conflicto a través del agua encantada, inverosimili-tud más propia de los censurados libros de caballerías.

No olvidemos que en esta narración pastoril, en la que se entremezclala ficción con la realidad, clave para la interpretación del género, Elicio,pastor de las riberas del Tajo, descubre al final del relato que Aurelio, padrede su amada Galatea, ha decidido casarla con un “pastor lusitano” al que loszagales de este otro lado de la raya “pensava[n] poner tales inconvenientes ymiedos...que él mesmo dixesse no ser contento de lo concertado”12, sin renun-ciar incluso al uso de la fuerza. Como tampoco podemos pasar por alto lasreferencias que a lo largo de esta obra Cervantes hace de escritores portugue-ses a los que tal vez conociera en ese primer encuentro que tendría lugar entreel verano y el otoño de 1581, pues en invierno Miguel regresaría a Españacon los bolsillos cargados de nada y víctima de esa desesperanza que le acom-pañará en algunas de sus obras.

En el repaso a la nómina de escritores conocidos que encontramos en el“Canto de Calíope”, incluido en la Galatea, concebido como uno de losinventarios más interesantes de la poesía en tiempos de nuestro autor, apare-cen citados dos nombres. El primero de ellos es Henrique Garcés, al quededica la siguiente octava:

De un Enrique Garcés, que al peruanoreino enriquece, pues con dulce rima,con subtil, ingeniosa y fácil mano,a la más ardua empresa en él dio cima,pues en dulce español al gran toscanonuevo lenguaje ha dado y nueva estima,¿quién será tal que la mayor le quite,aunque el mesmo Petrarcha resucite?13

11 CERVANTES, M. de: Quijote, ed. Fº. Rico, Barcelona, Editorial Crítica, 2001, I,6.12 CERVANTES, M. de: Galatea, ed. J. B. Avalle-Arce, Madrid, Clásicos Castellanos, Espasa-

Calpe, 1987, p. 494.13 Galatea, op. cit., p. 448.

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Sabemos que era natural de Oporto, en donde había nacido hacia el año1525, trasladándose a España, en donde estudiaría Humanidades y, tal vez,alguna materia relacionada con la minería. Aventurero, se trasladó a vivir alPerú en donde vivió hasta finales de 1589, convirtiéndose en el descubridormás importante de yacimientos de mercurio en la región de Huancavelica, ydedicándose posteriormente a proveer de papel y tinta a las imprentas quecomenzaban a establecerse en aquel territorio. Regresó a Madrid, en dondepublicó las traducciones de Os Lusiadas de Camoens, Del reyno del italianoFrancisco Patricio y, la conocida y citada por Cervantes, Sonetos y cancionesde Petrarca14. Resulta curioso que Cervantes ya tuviera noticias de él durantesu estancia en tierras americanas y conociera de sus inquietudes literarias yde su interés por la obra de Petrarca.

El segundo nombre se refiere a Benito de Caldera:

Tú, que de lujo el sin igual thesorotruxiste en nueva forma a la riberadel fértil río a quien el lecho de orotan famoso le haze adonde quiera:con el devido aplauso y el decorodevido a ti, Benito de Caldera,y a tu ingenio sin par, prometo honrarte,y de lauro y de yedra coronarte15.

también portugués y, además, famoso por la traducción que hizo de la obra deCamoens. En su biblioteca, Cervantes conservaba un ejemplar de su ediciónde Alcalá, a cargo de Juan Gracián, del año de 1580. La amistad con el poetaportugués puede venirle a través de su relación con amigos comunes, comoGálvez de Montalvo y Laínez, que incluyeron sonetos preliminares a la tra-ducción de la obra del portugués.

14 A las noticias entresacadas de Avalle-Arce (ed. cit.) se recomienda la lectura del artículo deL. Monguió, Sobre un escritor elogiado por Cervantes: los versos del perulero Enrique Garcés

y sus amigos, Berkeley y Los Ángeles, University of California Press, 1960.15 Galatea, op. cit., p. 435.

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No será la única referencia a la literatura vecina. En el citado repaso alos libros de caballerías del Quijote, el licenciado identifica al autor delPalmerín de Inglaterra con la figura de don Juan II de Portugal:

...Este libro, señor compadre, tiene autoridad por dos cosas: launa, porque él por sí es bueno, y la otra, porque es fama que le compusoun discreto rey de Portugal...16

y vuelve sobre la aristocracia cultural portuguesa en la segunda parte desu Quijote, cuando el andante caballero baja a la cueva de Montesinos y pro-mete servir más devotamente a Dulcinea de lo que lo hicieron con sus damasel marqués de Mantua y el infante don Pedro de Portugal, autor del Libro delinfante don Pedro de Portugal, que anduvo las cuatro partidas, publicado alcastellano en Salamanca en el año 1547:

...y así le haré yo de no sosegar, y de andar las siete partidas delmundo, con más puntualidad que las anduvo el infante don Pedro dePortugal hasta desencantarla...17

Tampoco puede evitar referirse en el Quijote a las excelencias del versodel gran Camoens, al que cita hermanándolo conscientemente con el admira-do e imitado Garcilaso:

...Traemos estudiadas dos églogas, una del famoso poeta Garcilaso,y otra del excelentísimo Camoes, en su misma lengua portuguesa, lascuales hasta ahora no hemos representado...18

Años después, en el Viaje del Parnaso, publicado en noviembre de 1614,cuando su fama se había extendido por toda Europa merced a la aparición delQuijote, así como de las Novelas ejemplares, añadió nuevos nombres proce-dentes de las letras portuguesas, algunos de ellos tal vez afincados por enton-ces en la corte española. Uno de ellos es Miguel da Silveira, poeta portuguésautor de El Macabeo, publicado tardíamente en 1638. Cervantes conoció a sutocayo antes de alcanzar éste el cargo de médico real, cuando seguramente

16 Quijote, ed. cit., I, 6.17 Ibidem, II, 23.18 Ibidem, II, 58.

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frecuentaba los cenáculos cortesanos en busca de algún valedor y dejaba pruebasde su ingenio poético en poemas encomiásticos, como el elogio que encabezala Dirección de Secretarios de señores de Barrio Angulo19. Curiosamente,ambos pertenecían a la famosa congregación religiosa de los “esclavos delSantísimo Sacramento”, en la que, además de actividades religiosas, celebra-ban certámenes poéticos cuyos premios eran costeados por los personajes másinfluyentes de la corte, el duque de Lerma incluido. Cervantes entró a formarparte de la misma el 17 de abril de 1609, mientras que Silveira lo hizo el 10de agosto de 1612.

En él ensalza Cervantes la poesía portuguesa cuando dice:

Éste, por quien de Lusa están ufanasLas Musas, es SILVEIRA, aquel famoso,Que por llevarle con razón te afanas20.

Asimismo merece un recuerdo la figura de Juan Mendes de Vasconcelhos,nacido en Évora, y uno de los muchos portugueses que defendieron hasta lamuerte la unión ibérica, llegando a formar parte de los ejércitos reales espa-ñoles. Publicó en Madrid en 1612 una obra titulada Liga Deshecha, por laque tal vez mereciera el halago de nuestro autor cuando señala:

Aquel discreto JUAN DE VASCONCELOSVenía delante en un caballo bayo,Dando a las musas lusitanas celos21.

19 Consúltense los datos aportados por M. HERRERO GARCÍA en sus Notas al Viaje del Parnaso,ed. cit., p. 496.

20 Ibidem, p. 231.21 Ibidem, p. 262.

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y tampoco se olvida de otros tres ingenios, si bien desconocemos los lazos deamistad que les unieron:

De la alta cumbre del famoso PindoBajaron tres bizarros lusitanos,A quien mis alabanzas todas rindo: Con justo pie y valientes manos,Con FERNANDO CORREA DE LA CERDA,Pisó RODRÍGUEZ LOBO monte y llanos, Y porque Febo su razón no pierda,El gran DON ANTONIO DE ATAIDELlegó con furia alborotada y cuerda22.

El primero es el poeta Correa de la Cerda, humanista y militar curtidoen África, cuyos poemas inéditos hoy en día le permitieron gozar de granfama en su tiempo; el segundo es Francisco Rodríguez Lobo, el más renom-brado de los tres merced al éxito que alcanzaron, entre otros, sus Romances(1596) y su Primavera (1601), natural de Leiria y discípulo de Camoens, alque Cervantes seguramente habría leído. Finalmente, cita a Antonio de Ataide,conde de Castro Daire, glorioso militar combatiente en las Azores y noblecercano a la corte de Felipe IV.

Todos ellos representan el elenco cervantino más representativo de lacultura portuguesa, aunque aún están por estudiar de manera más precisa yexhaustiva los vínculos de amistad que surgieron entre ellos. Debemos supo-ner que los ingenios tocados por la poesía frecuentaban lugares y ambientesmuy concretos y, por tanto, es más que probable que todos ellos hubierancoincidido en academias, cenáculos, proyectos, ediciones, intercambio depoemas...Madrid se había convertido, como Lisboa, a principios del sigloXVII en una de las ciudades más modernas y populosas de Europa, y su atrac-tivo cultural era imprescindible para todos aquellos que quisieran estar alcorriente de las grandes novedades literarias. Desde la Comedia Nueva lopesca,que comenzaba a enseñorearse de los corrales de comedias con exitosa anda-dura, hasta los novedosos poemas de un Góngora o un Quevedo, pasando por

22 Ibidem, p. 291.

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el nacimiento de la novela moderna, con Mateo Alemán y, sobre todo, conCervantes a la cabeza, España se había convertido en el centro de atencióncultural que crecía de manera inversamente proporcional a su estrepitoso fra-caso político.

2. PORTUGAL EN LA OBRA DE CERVANTES

La figura del “portugués” en la literatura española del Siglo de Oro,como personaje literario que trasciende la realidad, aparece recogida en unbuen número de obras. M. Herrero García23 nos ha recordado algunas de ellas,proporcionándonos un inventario de los rasgos más sobresalientes que losadornan, a saber, la “unidad racial”, el “antagonismo político”, el “valor”, la“arrogancia”, el “ingenio” y, lo que él denomina, la “amorosidad”. Las dosprimeras características tienen que ver con los vaivenes socio-políticos queinfluyeron en el desarrollo de ambos países a lo largo de su historia. No olvi-demos que durante algo más de medio siglo el territorio portugués fueanexionado a la corona española tras los enconados enfrentamientos de ban-dos irreconciliables. Las otras cuatro cualidades apuntadas tienen que ver conla supuesta idiosincrasia del pueblo portugués, al que se le atribuyen, como alresto de las naciones, vicios y virtudes que se han ido transmitiendo de gene-ración en generación a manera de leyenda enquistada, pero intocable. Estostópicos salpican una y otra vez los textos convirtiéndolos en verdadesincuestionables propiciando el debate popular. Veamos algunos de ellos.

Cuando Antonio destaca la hermosura de las mujeres portuguesas y labizarría de los hombres en el Persiles, concluye con una exagerada loa, noexenta tal vez de cierta ironía, en la que subraya uno de sus rasgos más carac-terísticos: la condición de enamorados de sus gentes, junto a su valor y ciertaarrogancia:

Aquí el amor y la honestidad se dan la mano y se pasean juntos, lacortesía no deja que se le llegue la arrogancia y la braveza no consienteque se le acerque la cobardía. Todos sus moradores son agradables, soncorteses, son liberales y son enamorados, porque son discretos24.

23 HERRERO GARCÍA, M.: Ideas de los españoles del siglo XVI, Madrid, Gredos, 1966,pp. 134-79.

24 Persiles, ed. cit., p. 430.

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Las referencias a la fama de enamoradizos de los portugueses se repitecon insistencia en las obras cervantinas. Cuando Loaysa, en El celoso extre-meño, trata de entrar en casa de Leonora sobornando con sus canciones alnegro que duerme a la entrada, señala:

Todas ésas son aire -dijo Loaysa- para las que yo os podría ense-ñar, porque sé todas las del moro Abindarráez, con las de su dama Jarifa,y todas las que se cantan de la historia del gran Sofí Tomunibeyo, con lasde la zarabanda a lo divino, que son tales, que hacen pasmar a los mis-mos portugueses25.

La identificación “Portugal-amor” confirma el carácter apasionado deeste pueblo, transmitido de generación en generación. En el Viaje del Parnaso,Cervantes se refiere a este asunto en unos versos que dicen:

Verás cómo le prestan las florestasSus sombras, y sus cantos los pastores,El mal sus lutos y el placer sus fiestas; Perlas el sur, Sabea sus olores,El oro Tíbar, Hibla su dulzura,Galas Milán y Lusitania amores26.

La fama del galante portugués y su arrullo amoroso están estrechamen-te relacionadas con su lengua tan melosa y musical, capaz de competir con lasdel resto de la Península:

...y principalmente les alabaron la hermosura de las mujeres y suextremada limpieza y graciosa lengua, con quien sola la portuguesa pue-de competir en ser dulce y agradable27.

25 CERVANTES, M. de: El celoso extremeño, en Novelas ejemplares, ed.cit., t. II, p. 370.26 Viaje del Parnaso, ed. cit., p. 258.27 Persiles, ed. cit., p. 562.

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una idea que nuestro escritor ya había desarrollado en términos muyparecidos en la Jornada II de La gran sultana, cuando el gracioso Madrigal lerefiere al cadí las diferentes lenguas que conoce, entre las que cita la“bergamasca de Italia”, “la gascona de la Galia” o la “griega”:

y si de aquéstas le pesa,porque son algo escabrosas,mostraréle las melosasvalenciana y portuguesa.28

La personificación de esta propensión amorosa la encontramos en lafigura del portugués Manuel de Sosa Coitiño, uno de los muchos personajesque se intercalan a lo largo del Persiles. Se trata de un soldado lisboeta,“noble en sangre, rico en los bienes de fortuna y no pobre en los de naturale-za”29, que da en enamorarse de su vecina, descendiente del ilustre linaje delos Pereira, y mujer de gran hermosura, “deseada de todos los mejores delreino de Portugal”30. Manuel pide a Leonora, que así se llama la dama, a lospadres de ésta y después de algunas excusas y contratiempos se acaba prome-tiendo con ella.

Nombrado Capitán General, es destinado por orden real a una de lasfortalezas militares del norte de África, bien Tánger, bien Ceuta, pues nada seespecifica. Antes de partir, Manuel se despide de su amada con la promesa deregresar muy pronto a sus brazos. Cuando lo hace, dos años después, recibe laalegre nueva de su pronto matrimonio, que contraerá en el convento lisboetade la Madre de Dios, fundado en el año 1509 por las monjas descalzas.

Allí, Manuel deberá aceptar, entre sorprendido y resignado, la devota einesperada voluntad de su amada Leonora, que confiesa estar casada ya...conDios y le manifiesta sus deseos de entrar en religión en ese mismo convento,

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28 CERVANTES, M. de: La gran sultana, en Teatro completo, ed. F. Sevilla y A. Rey, Barcelona,Planeta, 1987, p. 416, acto II, vv.1554-57.

29 Persiles, ed.cit., p. 190.30 Ibidem, p. 190.

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corriendo así igual suerte que la de Luzmán con Arbolea en la Selva de aven-turas (1565) de Jerónimo de Contreras, o la de Gerardo con Nise en el Espa-ñol Gerardo (1615) de Céspedes y Meneses, o la de Hipólito con Aminta en lanovela del mismo nombre de Francisco de Quintana (1624), todas ellas tam-bién relatos bizantinos. El joven está a punto de perder el juicio y, desespera-do, se marcha de Lisboa para iniciar un viaje que le lleva hasta las IslasBárbaras en las que se sitúa la acción primera del Persiles. Allí le van a cono-cer sus compañeros de aventuras por un soneto amoroso que entona emocio-nado y que ha sido el recurso narrativo que nos permite conocer el resto de suhistoria. Desgraciadamente, ningún detalle más sabremos de ella, pues, nadamás terminar de contárnosla, “...dando un gran suspiro, se le salió el alma ydio consigo en el suelo”31 sin volver a despertarse.

Será al final del relato cuando Cervantes vuelva sobre este personaje.Al desembarcar nuestros peregrinos en Lisboa, uno de los muchos admirado-res que les persiguen se identifica como un marinero de los que se libró delincendio de la Isla Bárbara. Será éste quien les lleve al sepulcro que los fami-liares de don Manuel le han levantado en su memoria, y en donde se puedeleer un epitafio no exento de ironía, que habla del amor y del antagonismopolítico entre ambos reinos:

Aquí yace viva la memoria del ya muerto; Manuel de Sosa Coitiño,caballero portugués, que, a no ser portugués, aún fuera vivo. No murió amanos de ningún castellano, sino a las del amor, que todo lo puede. Pro-cura saber su vida y envidiarás su muerte, pasajero32.

Cervantes, al construir este personaje, tal vez no sólo estuviera pensan-do en el arquetipo del portugués enamorado, sino también en la ejemplificaciónpersonal a través del personaje de la figura del homónimo escritor portuguésdel mismo nombre, sobre el que Almeida Garret escribió, estrenó y publicó en1844 el drama titulado Frei Luis de Sousa, nombre que había tomado nuestropersonaje cuando se inclinó por la vida religiosa.

Había nacido éste en Santarem (c.1556). Capturado por los moros, co-noció a Cervantes en Argel. Se casó en 1583 con doña Madalena de Villena,

31 Ibidem, p. 196.32 Ibidem, p. 436.

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viuda de don Juan de Portugal, y muerto, como otros muchos caballeros por-tugueses y castellanos de valía, en la célebre batalla de Alcazarquivir, dondelas letras hispanas perdimos al malogrado Francisco de Aldana. Es plausibleque Cervantes, en recuerdo del amigo muerto, imaginara un personaje quepresenta las mismas trazas que el citado caballero, y que a partir de él trazasela biografía de este infeliz enamorado portugués.

Esta propensión al amor puede convertirse también en inclinaciónlibidinosa y entonces el amor perfecto se transforma en desvío lujurioso. Porello, cuando el violador Rodolfo, el caballero protagonista de La fuerza de lasangre, abandona a Leocadia en la calle en mitad de la noche tras haberlaforzado, el narrador señala que:

Llevóla, pues, hasta la plaza que llaman de Ayuntamiento, y allí,en voz trocada y en lengua medio portuguesa y castellana, le dijo queseguramente podía irse a su casa, porque de nadie sería seguida...33

Desconocemos la colonia de portugueses que existía en Toledo en aque-lla época, pero parece evidente que valiéndose del tópico del enamoramientoapasionado de los portugueses, el impresentable de Rodolfo, en un nuevo actode cobardía, trata de confundir a la joven haciéndola creer que el causante desu desgracia ha sido un portugués a quien la encendida pasión le ha llevado acometer semejante locura.

Al carácter meloso y enamoradizo de los portugueses, se añaden algu-nas otras características convertidas en tópicos en los textos literarios delSiglo de Oro. Ya por convencimiento, ya por experiencia, ya por imitación,Miguel de Cervantes los incorpora también a sus textos. Al valor y al ingeniose unen también tres características que conforman la idiosincrasia del paísvecino y que aparecen recogidas en la historia del polaco Ortel Banedre, in-cluida también en el Persiles. Son éstas: la cortesía, la arrogancia y la rivali-dad que muestran con los castellanos del otro lado de la frontera.

La historia de Ortel Banedre es tan solidaria como inverosímil, peroconstata una creencia popular que habla del buen crédito que merecen losportugueses. Este personaje, caminando una noche por una de las calles deLisboa, que ellos comúnmente llaman “rúas”, fue embestido por un caballero

33 CERVANTES, M. de: La fuerza de la sangre, en Novelas ejemplares, ed. cit., t. II, pp. 342-43.

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portugués embozado, cuya arrogancia le obliga a batirse en duelo con él ydarle la muerte. En su huida, el infortunado busca protección en una casacercana, orientándose a través de una luz que le lleva a los aposentos de unadama, a la que confiesa desesperado el motivo de su presencia allí.

“¿Sois castellano?”, me preguntó en su lengua portuguesa. “No,señora -le respondí yo-, sino forastero, y bien lejos de esta tierra”. “Puesaunque fuérades mil veces castellano -replicó ella-, os librara yo, si pu-diera, y os libraré, si puedo...34

La pregunta de la dama, en mitad de una situación tan violenta e ines-perada, es una nueva muestra de la ironía cervantina y un reflejo evidente delsentir de los de aquella nación a la hora de valorar a quién ayudan, aunque eneste caso pueda más la solidaridad que sus prejuicios y convicciones.

Oculto tras un tapiz, el polaco irá descubriendo por los gritos y comen-tarios que escucha a su alrededor, que el caballero al que acaba de dar muertees el hijo de la dama que ha prometido protegerle. La llegada de la justicia ylos deseos de venganza de los familiares le hacen temer lo peor. Sin embargo,atónito, comprueba cómo la desconsolada madre no sólo no le delata, sinoque le encubre, “porque mal se remedia una muerte con otra, y más cuandolas injurias no proceden de malicia”35.

El polaco acaba agradeciendo a doña Guiomar de Sosa, la viuda princi-pal que le ha salvado de una muerte segura, su caritativo comportamiento,que ella explica por la arrogancia de su hijo que, tarde o temprano, temíaacabara de tan trágica manera. Por su parte, Ortel Banedre parte para lasIndias en donde participó en aquellas hazañas que por esos mares lleva a cabo“la invencible nación portuguesa”36, sirviendo como soldado “con valentísimosportugueses”37, como lo fuera el caballero Juan de Merlo, de ascendencia por-

34 Persiles, ed. cit., p. 491.35 Ibidem, p. 494.36 Ibidem, p. 497.37 Ibidem, p. 497.

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tuguesa, y al que Miguel cita por boca de don Quijote junto a otros personajeslegendarios:

Si no, dígame también que no es verdad que fue caballero andanteel valiente lusitano Juan de Merlo, que fue a Borgoña y se combatió en laciudad de Ras con el famoso señor de Charní, llamado Mosén Pierres, ydespués, en la ciudad de Basilea, con Mosén Enrique de Reinestán, sa-liendo de entrambas empresas vencedor y lleno de honrosa fama38.

hazañas que fueron recogidas en la Crónica de Juan II y recibieron el elogiode Juan de Mena en las estrofas 198-99 de su Laberinto de la fortuna conmotivo de su muerte, cuando dice:

¡o fados crueles, sobervios, raviosos,que siempre robades los más virtuosose perdonades la gente peor!39

o la de aquella nobleza portuguesa a la que Cervantes hace referencia en ElQuijote, cuando Vivaldo pregunta al loco caballero acerca de la descendenciade su dama Dulcinea. Los tres citados explican la idea cervantina de España,a la que está estrechamente unida Portugal como una parte más del territorio:

No es de los antiguos Curcios, Gayos y Cipiones romanos, ni de losmodernos Colonas y Ursinos, ni de los Moncadas y Requesones de Cata-luña, ni menos de los Rebellas y Vilanovas de Valencia, Palafoxes, Nuzas,Rocabertis, Corellas, Lunas, Alagones, Urreas, Foces y Gurreas deAragón, Cerdas, Manriques, Mendozas y Guzmanes de Castilla,Alecantros, Pallas y Meneses de Portugal; pero es de los del Toboso de laMancha...”40

38 Quijote, ed. cit., I, 49.39 MENA, J. de: Laberinto de la fortuna, en Obras completas, ed. M. Á. Pérez Priego, Barcelona,

Planeta, 1989, p. 273, estrofas 198-99.40 Quijote, ed. cit., I, 13.

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Tan próximos y unidos en muchos aspectos y tan separados y distantesen otros, las culturas de nuestros dos países se han buscado y relacionadodesde siempre. La trascendencia de Jorge de Montemayor y su Diana en nuestraliteratura es un evidente ejemplo de lo que queremos decir, representantemodélico de una lista numerosa de autores y textos, como los del célebregrupo de Bastos, a orillas del Mondego, en torno a las figuras castellanas deFeliciano de Silva o de Núñez de Reinoso, y a las portuguesas de BernardimRibeiro o Sá de Miranda41. De otro lado, los escasos estudios comparados nosdeparan algunas sorpresas interesantes y nos permiten seguir por el buencamino en la búsqueda de temas comunes (desde los trabajos de Mª. Fernandade ABREU, relacionando a Cervantes con el Romanticismo portugués o conla obra de Eça de Queirós, hasta el de Mª. R. ÁLVAREZ SELLERS entrete-jiendo relaciones literarias entre El curioso impertinente y El yerro del en-tendido del alentejano MATOS FRAGOSO, o los libros de J. T. MEDINAsobre nuestro autor en Portugal y el de O. ORICO destapando las similitudesentre Camoens y Cervantes...)42. No obstante, es necesario constatar que, apesar de nuestra cercanía geográfica, existen todavía barreras superables ylagunas importantes que dificultan el conocimiento de nuestra historia co-mún. Cuantos más lazos de unión establezcamos, más fácil nos resultará en-tendernos. Cervantes, sin duda, es un buen ejemplo de ello.

41 TEIJEIRO FUENTES, M. Á.: “El solar de Basto: un lugar ameno para la poesía”, en Actas de

Congreso Internacional Luso-Español de Lengua y Cultura en la Frontera, Cáceres, UEx,1996, pp. 129-43.

42 Vid. Mª. Fernanda de ABREU: Cervantes no romanticismo portugués..., prólogo de C. Guillén,Lisboa, Ed. Estampa, 1994 o “De un melancólico movido a risa o la risa salvadora del Quijote enla obra de Eça de Queirós”, en Actas del IV Congreso Internacional de la Asociación de

Cervantistas, Palma, Universitat de les Illes Balears, 2001, pp. 1091-1097; Mª. R. ÁLVAREZSELLERS: “Cervantes y Portugal: de El curioso impertinente a El yerro del entendido de Joâode Matos Fragoso”, en Actas del III Congreso Internacional de la Asociación de Cervantistas,Palma, Universitat de les Illes Balears, 1998, pp. 533-45; J. T. MEDINA: Cervantes en Portugal,Santiago de Chile, Nascimento, 1926; O. ORICO: Camoens y Cervantes, Santiago de Chile,Nascimento, 1945.

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Cambio de identidad

en los (r)emigrantes portugueses

FRED BOLLERUniversidad Christian Albrecht, Kiel

1. FRONTERA Y CONTACTO LINGÜÍSTICO

Cuando trabajamos en la raya luso-española para realizar nuestro estu-dio dialectológico (cf. Boller 1995) sobre las hablas fronterizas en el extremonordeste de Portugal, nos dimos cuenta de su enorme complejidad lingüísti-ca. La frontera política entre España y Portugal sugiere la existencia de unafrontera lingüística con transcurso idéntico pero no es el caso. Es aún peor: lafrontera lingüística tiene otra naturaleza que el límite político. Suele formaruna zona de transición, donde las isoglosas muestran transcursos individua-les. H. Lüdtke la denomina “zona gris” y propone una caminata fingida enque el excursionista va lentamente desde la Península Ibérica hasta Sicilia.En cada lugar se detiene algún tiempo antes de continuar su itinerario y,llegando finalmente a su destino, nunca ha tenido la impresión de haber atra-vesado una verdadera frontera lingüística1.

Ahora bien, la zona fronteriza atrae nuestro interés como lingüista por-que es una zona de contacto lingüístico-cultural. En el caso de la raya luso-española intentamos investigar los distintos ingredientes de los dialectosmezclados. Por ese motivo, nuestro estudio dialectológico lleva por título At-las lingüístico de la zona de contacto gallego-portugués-española (ALGPE).El territorio investigado se extiende de la Serra do Canizo en el oeste a la

1 H. LÜDTKE: “Rectificaciones acerca de la posición histórica del español”, p. 51: “Podemosimaginar a un viandante algarabio que en el año 1900 saliera de su tierra, Algarve, y pasara porun sinnúmero de localidades intermedias hasta llegar a Sicilia sin jamás encontrar una verdaderafrontera lingüística.”

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Portilla de Padornelo en el este y de la Peña Trevinca en el norte a la Serra daCoroa en el sur. Otra región altamente reveladora para el análisis dialectológicode posibles interferencias entre caracteres lusófonos e hispanófonos con susdistintos grados de mezcla está representada por la zona de contacto lingüís-tico de la Lombada portuguesa (parte oriental del distrito de Bragança) y laAliste asturianoleonesa (parte occidental de la provincia de Zamora). Se ex-tiende desde el Río de Onor en el oeste hasta la faja fronteriza de la Aliste ydesde la Sierra de la Culebra en el norte hasta el distrito de Outeiro en el sur.

Dentro de estos territorios se eligieron 21 puntos portugueses y 29 pun-tos españoles. La generación intermedia se encontraba muy afectada por elfenómeno de la emigración hacia otros países, sobre todo Francia y Alema-nia. Los jóvenes se habían ausentado casi en su totalidad para estudiar en lasciudades más importantes o para vivir con sus padres en el extranjero. Estasituación nos hizo desenfocar el análisis de las variaciones diastrática ydiageneracional dando prioridad al estudio de la variación diatópica. Ahorabien, el contacto lingüístico causa múltiples interferencias en el nivel fónico,en la morfología y en el léxico. Sin embargo, este tipo de estudio dialectológicodescansa en el axioma de la topoestática y en el unilingüismo. En el casoideal, el encuestador entrevista a informantes representativos de una locali-dad y una lengua. Para asegurar la representatividad de nuestros informan-tes, sólo consideramos personas nativas cuyos padres también habían nacidoen el mismo lugar. La dialectología monodimensional se dedica exclusiva-mente al estudio de la variación diatópica pero descuida la topodinámica y elplurilingüismo, fuentes para nuevos tipos de contacto lingüístico.

Durante la fase exploratoria para nuestra investigación nos llamó laatención que también había gente perfectamente bilingüe y personas que es-taban obviamente de tránsito2. Estos individuos también forman parte de larealidad lingüística en la raya luso-española pero no “sirven” de informantesrepresentativos para un estudio sobre la variación diatópica strictu sensu. Enla zona fronteriza con Galicia viven muchos bilingües gallego-castellanosque constituyen una minoría autóctona en España. Además, su bilingüismosuele convertirse en diglosia porque hablan la lengua minorizada en casa o

FRED BOLLER

2 Así constatamos gran número de vehículos con matrícula francesa que no era para nada indicio deeventuales turistas franceses. Estos coches pertenecían a los propios portugueses residentes enFrancia que regresaban para visitar a sus familiares sobre todo en verano.

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con los amigos y el prestigioso castellano en el ámbito formal. Lasociolingüística ha realizado varios análisis de situaciones plurilinguales enregiones con lenguas minoritarias como en Galicia, el País Vasco o Cataluña.A continuación queremos enfocar el aspecto de la movilidad demográfica dedeterminados grupos hacia otros países y analizar su comportamiento lin-güístico.

2. MIGRACIÓN Y MIGROLECTOS

Existe otra fuente para crear nuevas situaciones de contacto lingüístico,a saber los movimientos migratorios. La lengua del emigrante se arranca dela comunidad lingüística históricamente crecida y se trasplanta en un nuevocontexto sociocultural. En la geolingüística moderna se reconoce la topo-dinámica como dimensión suplementaria y se contrasta con la topoestática3.Migración como término comprende cada forma de desplazamiento en queindividuos sueltos o grupos de individuos abandonan su población autóctona.Por supuesto, la migración no es un fenómeno moderno de nuestra edad conuna creciente movilidad. Se conoce la migración románica desde la tempranaEdad Media. En el noroeste de la Península Ibérica algunos topónimos deri-van de una emigración mozárabe, la reconquista del norte hispánico atrajo aemigrantes franceses e Italia conocía temporalmente una emigración de laNormandía. Un capítulo aparte es naturalmente la emigración transatlánticahacia América. Con el descubrimiento del continente en 1492 se inició unode los mayores movimientos migratorios en nuestra historia. Entraron en con-tacto contadas lenguas indoeuropeas con las tantas lenguas amerindias, si-tuación lingüística que caracteriza la Romania nova4.

CAMBIO DE IDENTIDAD EN LOS (R)EMIGRANTES PORTUGUESES

3 Cf. THUN et al.: Atlas lingüístico Diatópico y Diastrático del Uruguay (ADDU). Intentamosestudiar el comportamiento lingüístico de ciertos montevideanos que se mudaron para Rivera enla frontera brasileña comparándolo con los propios riverenses. En el caso opuesto, se trasladaronmuchos riverenses a la capital uruguaya adaptando su habla fronteriza a la nueva situaciónlingüística.

4 En este sentido el Atlas Lingüístico Guaraní-Románico (ALGR) de H. THUN y W. DIETRICHse dedica a la investigación del contacto lingüístico en la zona guaranítica del Paraguay, del norteargentino y del suroeste brasileño.

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Dentro de la Romania europea hay múltiples casos de migración nacio-nal y transnacional que crean formas particulares de contacto lingüístico. Siseguimos la dirección general de las corrientes migratorias intraeuropeas enla contemporaneidad, salta a los ojos un movimiento del sur hacia el norte,causado principalmente por la llamada migración laboral. Los emigrantesdejan su patria para encontrar mejores condiciones de trabajo en el extranje-ro, asegurando la subsistencia de sus familias. Conviene diferenciar entremovimientos intranacionales y otros internacionales. La migración nacionalse efectúa dentro del mismo país: los andaluces emigran a Cataluña o al PaísVasco y los sicilianos emigran al norte de Italia más industrializado que elsur. La migración transnacional sale más allá del propio país y caracteriza losllamados países de emigración como Grecia, Turquía, Italia, España y Portu-gal frente a los otros países europeos más industrializados como Francia oAlemania.

El resultado de todos los tipos migratorios es la situación minorizadade los migrantes y una nueva forma del contacto lingüístico. Los migrantesconstituyen una minoría alóctona que se establece lejos de su patria. Estasituación de contacto lingüístico se distingue fundamentalmente de las condi-ciones de bilingüismo o diglosia en las minorías autóctonas. Migración equi-vale a pérdida de la patria y al enfrentarse con una nueva realidad lingüísticaque ofrece un alto potencial de conflicto lingüístico. La lengua materna delemigrante se convierte casi siempre en lengua desprestigiada en función delnuevo contexto sociocultural. Este proceso se manifiesta menos en la migra-ción nacional, pero se siente mucho más en la migración transnacional. Laintegración en el sistema educativo del país de acogida se dificulta considera-blemente. El emigrante no suele dominar la lengua extranjera y tiene pocasposibilidades de ascenso profesional. Sin embargo, la presión de integraciónobliga al emigrante de aprender la lengua extranjera cuanto antes. La adqui-sición del lenguaje no suele ser organizada por el país de acogida así que lageneración migratoria sólo llega a tener conocimientos rudimentarios de lalengua extranjera. Hay casos de migrantes que ya viven veinte o treinta añosen el extranjero sin dominar la lengua del país5. En la generación siguiente

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5 En la actualidad nos preocupa el problema de las sociedades paralelas que representan grupos demigrantes superficialmente integrados. Utilizan el país de acogida solamente de plataformaeconómica continuando en el cultivo de sus propias estructuras sociales y lingüísticas sin ningúninterés integrativo.

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estas condiciones pueden invertirse porque la lengua del país de acogida seconvierte en lengua principal de los hijos del migrante y la lengua de origena su vez se reduce al uso en casa o se olvida por completo. Además, la lenguadel migrante se encuentra en un nuevo contexto lingüístico y adopta elemen-tos de la lengua extranjera.

Como resultado de este proceso de aculturación se crean auténticas va-riedades endémicas: los llamados migrolectos. El migrolecto es el indicio deuna nueva identidad lingüístico-cultural de la minoría alóctona. Ahora bien,la competencia lingüística de los migrantes depende de la situación concretadel contacto lingüístico. Las minorías española, árabe o china en Franciap. ej. han desarrollado distintas estrategias de integración. En lo siguientenos dedicaremos al estudio de la migración portuguesa.

3. EMIGRANTES PORTUGUESES EN FRANCIA COMO MINORÍAALÓCTONA

La emigración representa un fenómeno constante del pueblo portugués.Ya en 1425 hubo un primer movimiento migratorio con la colonización deMadeira. Desde el descubrimiento de América en 1492 observamos una cons-tante emigración de portugueses hacia Brasil. A finales del siglo XVII, lasminas brasileñas atrajeron a muchos emigrantes portugueses que se dedica-ban entonces a actividades comerciales. Otros trabajaron en los puertos brasi-leños, asumían cargos públicos o profesiones liberales. Más tarde, durante elsiglo XIX, la emigración para el Brasil adquiere una nueva cualidad: con laabolición de la esclavitud en 1888 los emigrantes portugueses se veían forza-dos a tomar cargos más penosos y humildes en la agricultura. En los años 50del siglo XX, el movimiento migratorio de los portugueses experimentó uncambio profundo porque se orientaba cada vez más hacia Europa. El creci-miento económico espectacular de algunos países de Europa Occidental cau-só una promoción social de sus poblaciones y una creciente necesidad demanos de obra para los trabajos más duros o de menor productividad. Losmigrantes portugueses eran en la mayoría obreros poco cualificados, enton-ces habituados a un nivel de vida modesto y poco exigentes en salarios.

En Portugal hubo un movimiento migratorio considerable hacia Fran-cia y, en menor medida, hacia Alemania que perjudicaba a las regiones eco-nómicamente poco desarrolladas en el interior del país y en la zona fronterizacon España. Se trata de una migración transnacional en el interior de laRomania. Casi un millón de portugueses dejaron su patria para encontrar

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mejores condiciones de trabajo en el extranjero europeo. Sólo con la crisiseconómica de 1974 comienza a estancarse el movimiento migratorio haciaFrancia y Alemania. Paralelamente los problemas de integración de losmigrantes van agravando. Aumentan las tensiones sociales y los conflictoslingüísticos de las minorías alóctonas en situaciones de bilingüismo o dediglosia. Los gobiernos de Alemania Federal y de Francia tomaron medidasrestrictivas para controlar la entrada de emigrantes. Además, a partir de 1974,los migrantes portugueses se orientan cada vez más hacia Canadá y los Esta-dos Unidos, nuevamente hacia Brasil y el Sur de África. En Francia y enSuiza, el turismo ofrece otro tipo de trabajo para algunos portugueses queentonces emigran temporalmente o se juntan a sus propios familiares ya resi-dentes en el extranjero.

Analizando la situación demográfica en el país de origen, es tradicio-nalmente el norte y el noreste de Portugal que sufre la emigración. Los distri-tos de Porto, Aveiro y Viseu, Braga, Bragança, Coimbra, Guarda y Vila Realsuministran más de 80% de los emigrantes portugueses. La emigración legaly clandestina, sobre todo entre 1950 y 1970, causó una auténtica disminuciónde la población en Portugal.

Si enfocamos ahora la situación sociolingüística del migrante portu-gués en el país de acogida, casi no hay comparación entre países como Brasil,Francia o Alemania. Claro está que el portugués se adaptará fácilmente en elBrasil y por otro lado encontrará serios problemas lingüísticos en Francia oAlemania6. Los emigrantes portugueses en Francia forman una minoríaalóctona que entra en contacto con la lengua y cultura francesas. El portuguéscomo lengua desarraigada pierde prestigio y se ve influido por la lengua na-cional francesa. El contacto lingüístico del portugués con el francés no se dani en una frontera natural ni por una minoría autóctona. Aunque las doslenguas románicas pertenezcan a la misma familia lingüística, el migranteportugués se ve confrontado con una lengua extranjera que comprende mal.La situación pragmática se complica mucho: en la vida profesional, el migrantetiene que comprender y hablar como puede el francés mientras que en casahabla su lengua materna. Incluso hay indicios de diglosia intrafamiliar por-

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6 A pesar de algunas diferencias fonéticas, morfosintácticas y léxicas, el portugués europeo y elportugués brasileño forman un mismo sistema lingüístico. En el caso de la pareja portugués-francés ya entran en contacto dos idiomas diferentes a pesar del mismo fondo románico. Portuguésy alemán finalmente pertenecen a sendas familias lingüísticas con pocas semejanzas.

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que los padres hablan el idioma materno entre sí pero prefieren hablar fran-cés con los hijos para facilitar su integración en la vida escolar. Además, sedetectan múltiples casos de code-switching y de code-mixing dentro de lamisma situación pragmática. Hay diferencias considerables en la competen-cia lingüística en cuanto a las principales técnicas, a saber comprender yhablar, leer y escribir en la lengua materna y extranjera. A continuación pre-sentaremos las divergencias estructurales más importantes entre las dos len-guas románicas en cuestión.

4. POSIBLES FUENTES DE INTERFERENCIA LINGÜÍSTICA

Para poder reconocer posibles fuentes de interferencia lingüística reali-zamos un estudio contrastivo portugués vs. francés. Empezamos con las dife-rencias fonéticas en el vocalismo y en el consonantismo, a continuación pre-sentaremos algunos rasgos morfosintácticos divergentes y finalmente nos de-dicaremos al nivel léxico. En el nivel fonético-fonológico se constata un in-ventario divergente en las vocales palatales. Mientras el francés posee la seriede las vocales palatales redondeadas /y/, /ø/ y /œ/, el portugués carece de estosfonemas. En palabras francesas como usine, bureau y heureux el portuguéstiende a la pronunciación [u}zin¨], [bi}ro] y [e}re]. El inventario de las vocalesoronasales cuenta con más unidades en el sistema portugués frente al francésque desconoce las oronasales más cerradas. En las consonantes se destaca eltratamiento diferente de la /-s/ final que se palataliza en portugués y no serealiza en francés. Palabras francesas como immigrés y enfants se conviertencon facilidad en [imi}greS] y [A}fAS] en boca portuguesa. El grupo de las vi-brantes ofrece los dos fonemas portugueses /r/ y /R/ que contrastan con lafricativa francesa /¢/. Sin embargo, el fonema francés conoce los tres alófonos[¢] parisien, [R] grasseyé y [r] roulé que muestran variación diatópica ydiastrática en Francia. El migrante portugués favorece la vibrante apico-alveolar en las palabras francesas y pronuncia con frecuencia [k¨m¨}rad¨] y[mar}Se] para camarade y marché. En los elementos suprasegmentales se des-taca la diferenciación portuguesa en palabras agudas, llanas y esdrújulas, encambio el francés se caracteriza por su estructura oxitónica. Otro elementosuprasegmental francés sería la liaison que hace sonar consonantes finalesmudas. En caso de la /-s/ final de palabra se realiza como [z] (fr. [leza}mi])pero el portugués está diferenciando según el contexto fónico y realiza [z]ante vocal, [J] ante consonante sonora y [S] ante consonante sorda o en finalabsoluta.

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~ ~

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Pasando del nivel fonético-fonológico a los rasgos morfosintácticosdiferenciadores entre el portugués y el francés se observan algunos que pue-den causar interferencias gramaticales. Mientras el francés utiliza el artículopartitivo (hier j’ai acheté du vin), el portugués lo desconoce (ontem compreivinho). El comparativo se forma con MAGIS (mais) en portugués y con PLUS(plus) en francés. Los pronombres personales sujeto son facultativos en portu-gués pero obligatorios en francés (pg. canto ~ fr. je chante)7. Los pronombresobjeto se utilizan en portugués con enclisis y en francés con proclisis (pg.ajudaram-me ~ fr. ils m’ont aidé). En los pronombres posesivos el portuguéscuenta con un paradigma simple (meu), en cambio el francés diferencia unaserie átona de otra tónica (mon, mien). También la morfología verbal ofrecealgunas diferencias entre el portugués y el francés que pueden causarinterferencias en situaciones de contacto lingüístico. En los tiempos del pasa-do se utiliza el pretérito simple en portugués (ontem escreveu uma carta)pero el compuesto en francés (hier il a écrit une lettre). El subjuntivo mantie-ne su valor modal en portugués mientras manifiesta un alto grado degramaticalización en francés. En los verbos auxiliares el portugués hace ladiferencia entre ser y estar mientras que el francés sólo conoce être. Final-mente se constata una sintaxis más tolerante en portugués en comparacióncon la sintaxis relativamente rígida del francés.

En el nivel léxico se nota que el portugués pertenece a la Romaniamarginal conservadora (formoso, comer) mientras el francés forma parte dela Romania central innovadora (beau, manger). La relación entre voces po-pulares y cultismos se reconoce en portugués (direito ~ directo), en cambio seoculta en francés (droit ~ direct). En algunas palabras se constatan diferen-cias de género gramatical: pg. a árvore, a ponte ~ fr. un arbre, le pont. Confrecuencia se traslada el género de una palabra determinada en la lenguamaterna a palabras idénticas en la lengua extranjera. El francés cuenta connumerosas voces del superestrato franco que no existen en portugués (fr. blesser~ pg. ferir / fr. bleu ~ pg. azul). Una fuente importante de interferenciassemánticas está constituida por los falsos amigos como: pg. botica (‘farma-cia’) ~ fr. boutique (‘tienda’), pg. chifre (‘cuerno’) ~ fr. chiffre (‘cifra’), pg.chute (‘tiro’) ~ fr. chute (‘caída’), pg. fiel (‘fiel’) ~ fr. fiel (‘hiel’), pg. gato

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7 La ausencia del pronombre portugués y la presencia del pronombre francés equivalen a la formano marcada. En la mise en relief el portugués utiliza el pronombre personal mientras que elfrancés añade otro pronombre tónico y dice moi, je chante.

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(‘gato’) ~ fr. gâteau (‘pastel’), pg. pele (‘piel’) ~ fr. pelle (‘pala’), pg. ranger(‘crujir’) ~ fr. ranger (‘arreglar’), pg. príncipe (‘príncipe’) ~ fr. principe (‘prin-cipio’), pg. serrar (‘serrar’) ~ fr. serrer (‘apretar’), pg. sair (‘salir’) ~ fr. salir(‘ensuciar’). En la formación de palabras se destaca la alta productividad delos sufijos diminutivos en portugués (carrozinho) frente a la baja productivi-dad en francés (petite voiture).

El estudio contrastivo de las divergencias entre portugués y francés nosindica posibles fuentes de interferencia lingüística que caracterizan elmigrolecto de los emigrantes portugueses en Francia. La lengua del emigran-te se ve influida por la lengua nacional francesa y recibe múltiples interferenciasléxicas y algunas interferencias morfosintácticas. En el francés del migrantese manifiestan interferencias fonéticas, gramaticales y léxicas, debido al idio-ma materno.

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BLANCA

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Orígenes históricos y ambigüedad de la

frontera hispano-lusa (La Raya1)

EUSEBIO MEDINA GARCÍAUniversidad de Extremadura

RESUMEN

En este artículo presentamos de manera sucinta, en primer lugar, los

orígenes históricos de la frontera entre España y Portugal; a continuación,

describimos algunas de sus características esenciales que han perdurado a

través del tiempo; por último, identificamos las cualidades esenciales que

conforman, a nuestro parecer, la naturaleza específica de las culturas de

frontera en general y de la raya hispano-portuguesa en particular.

PALABRAS CLAVE: frontera, feudalismo, historia, sociología, cultura de

frontera.

ORÍGENES DE LA FRONTERA

La raya hispano-lusa, con sus más de siete siglos de historia y sus 1234kilómetros de longitud constituye la frontera más antigua de Europa y una delas más extensas. Dicha frontera, a pesar de que discurre en gran parte por loscauces de numerosos ríos y riberas, no es una frontera definida o determinadasólo ni principalmente por la orografía, sino que ha sido y es, sobre todo, unafrontera de carácter histórico y cultural.

1 Nombre con el que se conoce vulgarmente a la frontera hispano portuguesa desde hace siglos.

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La frontera entre España y Portugal se gestó gradualmente durante laEdad Media, al tiempo que surgía el reino de Portugal y se fraguaban losdemás reinos peninsulares. La Reconquista del territorio peninsular en la quese empeñaron aquellos reinos cristianos, marcó el inicio de un dilatado pro-ceso de expansión, redefinición y consolidación de las fronteras terrestres, nosiempre lineal y generalmente impredecible. Dicho proceso se extendió a lolargo de toda la Baja Edad Media, alcanzando a la Edad Moderna y aún laactualidad, ya que a pesar de la firma de sucesivos tratados delimitativosentre ambos estados, persisten las discrepancias acerca de la legitimidad de lasoberanía española sobre determinados tramos de frontera2.

La emergencia de estas nuevas fronteras discurrió en paralelo al incre-mento del poder de las monarquías en detrimento de los feudos. Como señalaGonzález Arce, “...aparte de los supuestos ideales de la monarquía hispana,los reyes pretendían ampliar los marcos espaciales de su soberanía a la vezque los jurisdiccionales frente a la nobleza....como cualquier otro señor feu-dal. Y con ello no sólo querían más tierras que gobernar y administrar, sinosobre todo más hombres a los que explotar y más derechos a detraer”(González Arce,1998:323). Estas monarquías embrionarias de los estadosnacionales, procuraron someter a los súbditos y amoldaron sus intereses conlos del propio estado, transformando paulatinamente la legitimidad basadaen la costumbre y en el derecho de conquista, en un nuevo tipo de legitima-ción de carácter legal-racional, más propio de estados ilustrados centraliza-dos; así, “el tránsito de las fronteras medievales a las modernas, se iniciacuando surge la perspectiva de un Estado territorial homogéneo, en el que elpoder real se superponga a las fuerzas oligárquicas predominates en la EdadMedia” (Cordero Torres, 1960: 66).”Estas [fronteras estables] se forjaráncuando las nociones adjetivas, vagas y escatológicas den paso a otrassustantivas, precisas y políticas. Y esto sólo será posible cuando las monar-quías feudales del Occidente suelten bastante de su lastre patrimonialista yse estabilicen territorialmente” (Mitre Fernández, 1997: 34).

2 Esta polémica se conoce como la cuestión de Olivenza, porque atañe básicamente a la delimitacióninternacional de dicho término municipal. Para más información sobre dicha polémica cfr. LimpoPíriz, 1983.

715ORÍGENES HISTÓRICOS Y AMBIGÜEDADDE LA FRONTERA HISPANO-LUSA (LA RAYA)

La nueva frontera desempeñó un papel muy importante en la delimita-ción de las respectivas áreas de influencia de los reinos peninsulares, así comoen la consolidación de Portugal como reino independiente (Gaspar, 1985:225),el cual, habiendo concluido su particular proceso de reconquista casi dos si-glos antes que los castellanos, tras consolidar y reforzar sus posiciones defen-sivas en la frontera, y ante la imposibilidad de expandirse más hacia el este,se orientó hacia el ancho mar, iniciando su peculiar aventura ultramarina(Codero Torres, 1960: 104). Esta decisión estratégica tuvo unas repercusio-nes transcendentales para la conformación de la identidad histórica portu-guesa y jugó también con éxito en su afán de independencia respecto delpoderoso reino de Castilla (Gaspar, 1985: 225 y ss.).

LA FRONTERA DEL PODER

La historia de esta frontera registra numerosos conflictos y escaramu-zas, desencuentros donde lo político y lo militar han jugado un papel relevan-te, forjando un carácter desconfiado, excluyente y destructor, imponiendo unafrontera bélica como línea divisoria entre reinos hermanos de sangre y de fe,pero enfrentados en lo material y cotidiano, donde el Otro se vislumbró comoenemigo potencial y permanente, donde las fronteras mentales y psicológicasacabaron separando de manera más efectiva que las barreras físicas o geográ-ficas.

Las disputas por los territorios fronterizos entre los emergentes reinoscristianos peninsulares se entablaron con mayor o menor intensidad a lolargo de la Edad Media y Moderna, alcanzando incluso la Contemporanei-dad3. Los Tratados firmados entre los reyes cristianos se rompieron una y otra

3 En 1247 el rey de Castilla invadió Portugal y se replegó tras recibir algunas concesiones. En 1251el monarca portugués (Alfonso III) conquistó las poblaciones de Aronche y Aracena. Después dela subida de Alfonso X al trono de Castilla y León (1251), los territorios de Portugal se ampliaronhasta el Algarve, incluyendo todas las poblaciones rayanas situadas en la margen izquierda delGuadiana, estableciéndose una tregua de sangre entre ambos reyes. En 1267 estos soberanosfirmaron el Tratado de Badajoz, donde por primera vez se establecía un tramo de la línea fronterizaen el río Guadiana. Durante el reinado de Don Dionis, desconforme con esta división, aprovechandouna coyuntura política favorable, declaró la guerra al rey castellano en 1295, viéndose Castillaobligada a entregar las villas de Serpa, Moura, Aronche, Aracena y Mourao. Con la firma delTratado de Alcañices en 1297, Portugal renunció a sus conquistas de Aronche y Aracena a cambiode incorporar a su territorio las villas de Olivenza y Campomaior, además de otras poblacionescomo Ribera-Coa, S. Felices, Mertola, Noadar y Mourao. En 1336 los castellanos penetraron denuevo en Portugal. Entre 1369-71 se desarrollaron sucesivas incursiones y hostilidades. En 1381,

716 EUSEBIO MEDINA GARCÍA

vez, originando un fenómeno de avance y retroceso en los dilatados frentes yfronteras que perduró durante varios siglos. Los continuos enfrentamientos yrivalidades entre los reinos cristianos peninsulares, retrasaron e incluso hi-cieron peligrar el triunfo final sobre los sarracenos, quienes se aprovecharonde estas rivalidades para reorganizar sus fuerzas y establecer alianzas, recu-perando a veces vastos territorios anteriormente perdidos. Las fronterasfluctuaban como rémora de la victoria en las batallas, manteniéndose a lolargo de toda la Baja Edad Media un movimiento pendular, que junto con ladesconfianza y el enfrentamiento entre los reinos cristianos, constituyó unade las características distintivas de este dilatado periodo, de la historia penin-sular.

Tras la batalla de las Navas de Tolosa -1212- y el consiguiente desmo-ronamiento del poderío musulmán en la península, dividido definitivamenteen reinos de taifas enfrentados entre sí, la frontera de la cruz avanzó impetuo-samente hacia el sur, ampliándose rápidamente los dominios de los distintosreinos cristianos, quienes a medida que se expandían territorialmente, ibanasumiendo y transformando los espacios conquistados en nuevas posesiones,entregadas para su pacificación, dominio y explotación a las ordenes milita-res, al clero y a la nobleza4. Esta transcendental batalla no sólo puso freno alavance musulmán, sino que inclinó la balanza de la guerra a favor de loscristianos, cuyas fuerzas de avanzadilla barrieron, a partir de entonces, a losmusulmanes de amplios espacios en disputa, entre ellos los territorios queconforman hoy la actual Extremadura, los cuales permanecieron ya definiti-vamente bajo la órbita cristiana. El rey Alfonso IX de León conquistó Alcántaraen 1213, Cáceres en 1229 y se apoderó de Mérida y de Badajoz en 1230,mientras que Sancho II, rey de Portugal, conquistaba las plazas de Elvas en

de nuevo, fue declarada la guerra. Entre 1387 y 1388 se verificaron más enfrentamientos. En1396 los portugueses acosaron a la ciudad de Badajoz y un año después, los castellanos fueronatacados en suelo portugués. Entre 1474-77 se produjeron nuevos enfrentamientos bélicos. En1580 el Duque de Alba invadió Portugal, forzando la Unión Ibérica. En 1640 los portugueses selevantaron en armas contra los castellanos. Esta guerra (de independencia) duró casi treinta años(1640-1668); a principios del setecientos (1702-1714) estalló de nuevo la guerra, y un siglo mástarde (1801) se produjeron nuevos enfrentamientos bélicos (Guerra de las Naranjas). Cfr. DosSantos Ramalho Cosme (1992), Cortes Cortés (1991) White (1987), Lorenzana de la Puente(1992) et al.

4 El derecho de conquista sirvió como fuente primaria de legitimación de la propiedad feudal y delas modalidades de explotación relacionadas con ella.

717ORÍGENES HISTÓRICOS Y AMBIGÜEDADDE LA FRONTERA HISPANO-LUSA (LA RAYA)

1226 y unos años después Serpa y Moura (1232) (Dos Santos Ramalho, 1992).Fue en este momento histórico, al tiempo que los diferentes reinos peninsula-res iban avanzando hacia el sur y conformando su propia identidad, cuandocomenzaron a fraguarse las actuales fronteras territoriales entre España yPortugal. La frontera móvil y extensa -targ-5, la frontera religiosa que seextendía en sentido horizontal separando el norte del sur, fue sustituida pau-latinamente por otras fronteras dispuestas en sentido vertical (este-oeste). Lasnuevas fronteras dividían aproximativamente a los distintos reinos cristianospeninsulares; empeñados en ampliar sus respectivos campos de influencia yafanados en delimitar sus posesiones, así como en legitimar su dominio y susprivilegios sobre el territorio recién conquistado.

Los sucesivos enfrentamientos bélicos y los pactos territoriales entrelos reyes cristianos, terminaron generando un cierto equilibrio de fuerzas, demanera que a finales del siglo XIII, con la firma del Tratado de Alcañices -1297-, la frontera hispano-lusa ya aparecía prácticamente definida con susactuales límites territoriales (Ramalho Cosme, 1992:388). Una vez finaliza-da la reconquista -1492- , expulsados los musulmanes de la península y antela imposibilidad de anexionarse el reino de Portugal, los portugueses fueronestigmatizados por los castellanos y convertidos en una suerte de nuevos he-rejes. El Otro musulmán fue sustituido por el Otro portugués, el vecino seconvirtió en el enemigo, se acentuaron las oposiciones, se desencadenaronnuevos pleitos y un rosario de fortificaciones remodeladas y nuevas se erigióen la Frontera.

La frontera hispano-lusa se convirtió así durante varios siglos en unterritorio semidespoblado y alejado, en un vasto espacio solar que era utiliza-do por los respectivos poderes peninsulares como zona de seguridad, a costade la inseguridad de sus pobladores; una tierra indefinida y peligrosa dondese sucedían las escaramuzas y los constantes saqueos. En estos tiempos deconflictividad dilatada y permanente, de fronteras extensas y difusas, de am-plios desiertos demográficos (Bernal Estévez, 1998), se dibujó un nuevo or-

5 "Los musulmanes utilizaban el término -targ- tagur (en plural)- para designar las áreasfronterizas móviles, entre la comunidad islámica y las tierras no sometidas a su autoridad.”Mitre Fernández (1997:31). Según este mismo autor, el concepto musulmán de frontera teníaalgo que ver con su peculiar sistema de organización económica.

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den que borraba por completo las anteriores adscripciones territoriales, esta-bleciendo un sistema complejo, de carácter feudal, tras el anárquico o al me-nos caprichoso reparto de extensas propiedades entre reyes, clero, órdenesmilitares y nobleza: los nuevos señores de la tierra. La instauración del mo-delo de sociedad feudal, junto con la promulgación de diversos fueros paraatraer a la escasa población interesada por establecerse en estos apartadosterritorios, acentuaron la extraordinaria complejidad del mapa territorial yjurisdiccional de la frontera, cuyas reminiscencias persisten en la actualidad.Tal como señala Cordero Torres, el feudalismo, a la vez que hizo posible unadefinición más precisa de las fronteras hispánicas exteriores, complejizó has-ta el infinito los límites interiores, no sólo entre los respectivos reinos, dondelas fronteras nunca estuvieron bien definidas hasta fechas muy tardías, sinoprincipalmente dentro de dichos reinos, fragmentando y “confundiendo lapropiedad con el dominio, la soberanía política y la patrimonial, complican-do la noción geográfica de pertenencia.” (Cordero Torres, 1960:64 y 65).

Tras la reconquista, los nuevos pobladores, asentados en las inmedia-ciones de los castillos por motivos de seguridad, retomaron las escasasinfraestructuras existentes y desarrollaron un modelo económico autosuficiente,basado en la agricultura y la ganadería tradicionales. Los nuevos señores dela tierra y de la guerra, interesados en mantener aglutinados y temerosos alos súbditos, favorecieron el distanciamiento y avivaron el clima de inseguri-dad, con el fin de asegurar un sistema de posiciones y privilegios característi-co de la Edad Media.

No obstante, debemos poner de manifiesto la extraordinaria diversidadde situaciones que alberga la frontera. Las generalizaciones empobrecen nues-tro conocimiento de la realidad. Las relaciones interfronterizas nunca fueronuniformes, ni siquiera a nivel de las élites que gobernaban en estos dominios.La evolución y las características peculiares de los distintos espacios fronteri-zos estuvieron determinadas, al menos en parte, por su régimen jurisdiccio-nal; realengos, señoríos nobiliarios, tierras de la iglesia y de las ordenes mili-tares originaron distintos sistemas de explotación y de relaciones sociales;así, mientras que en las tierras gestionadas por las órdenes militares y en losseñoríos prevaleció un régimen de explotación de carácter colectivista, dondelas prácticas comunitarias tuvieron un notable protagonismo, en las tierrasdependientes de la realeza y administradas por los concejos se propagaroncon rapidez las ventas, particiones, usurpaciones... que acabaron conforman-do grandes propiedades privadas (dehesas), casi siempre a costa y en detri-mento de las tierras comunales (cfr. Bernal Estévez, 1998).

719ORÍGENES HISTÓRICOS Y AMBIGÜEDADDE LA FRONTERA HISPANO-LUSA (LA RAYA)

Con el tiempo, la nueva frontera se convirtió no sólo en un referentepolítico y territorial sino en una potencial fuente de ingresos mediante laregulación, control y fiscalización de los tráficos mercantiles, de manera quea finales del siglo XIII ya se habían promulgado las primeras reglamentacio-nes fiscales que contemplaban la creación de un nuevo tributo (los diezmosde aduanas) y se desplegaron por el espacio fronterizo los primeros represen-tantes del poder real: capitanes de frontera, alcaldes de sacas, guardas de lospuertos secos, recaudadores de rentas reales... El control de la frontera, yespecialmente de los pasos aduaneros y del contrabando, fue un codiciadoobjeto de disputa entre los diversos poderes altomedievales, cuya gestión aca-bó recayendo en manos de la monarquía (Hinojosa Montalvo, 1998; GonzálezArce, 1998; Melón Jiménez, 1999, Medina García, 2003).

LA FRONTERA DE LA “GENS”

La ambigüedad es consustancial con las fronteras. El mismo términofrontera designa realidades muy diferentes y contrapuestas; haciendo refe-rencia en unos casos a barrera o linea divisoria entre dos espacios diferencia-dos y en otros a puerta de entrada y de contacto con el otro lado. En la Raya,junto a la frontera política y conflictiva de las reyertas o contiendas6 se desa-rrolló una frontera osmótica, permeable, llena de encuentros y de oportunida-des. Esta es la frontera del comercio y del contrabando tradicional7, de loscotos mixtos8 y los povos promicuos; es la frontera mágica y festiva, del en-tendimiento y de las alianzas tácitas, la frontera de la vida cotidiana. Los

6 Espacios fronterizos en disputa entre los respectivos estados. En estas delimitaciones “prevalecióel interés de los estados sobre el de los lugareños”, quienes hasta ese momento resultabanbeneficiados de unos arcaismos que provocaban numerosas confusiones e indefiniciones (CorderoTorres, 1960: 296-7; Kavanagh, 1994). En Extremadura encontramos algunas reyertas en lazona de Alburquerque: la de Ouguela y la de Arronches. La reyerta de Ouguela se dividió en dospartes, la de arriba para Portugal, la de abajo para España. La de Arronches se dividió a su vez entres partes, dos partes para España y una para Portugal. En el sur de la provincia, la más importantede las reyertas, la de Moura, fue objeto de un convenio especial.

7 Entendemos por contrabando tradicional un tipo peculiar de contrabando, practicado por laspoblaciones rayanas desde los orígenes de la misma frontera (Medina García, 2003).

8 Condominios, espacios interfronterizos que suelen admitir aprovechamientos compartidos por losnaturales de uno y otro país. Estos lugares fronterizos estaban de alguna manera regulados por lacostumbre; y generalmente constituían espacios de encuentro y de aprovechamientos compartidos,que reflejaban y simbolizaban la otra manera fundamental de ser y de vivir en la frontera.(CORDERO TORRES, 1960: 297; nota nº 4).

720 EUSEBIO MEDINA GARCÍA

numerosos enfrentamientos bélicos que jalonan la historia de esta frontera nohan impedido que se construyera un espacio de encuentro, de entendimientorecíproco, animado quizás por la mordiente necesidad del día a día, perotambién por la curiosidad y la atracción que ejerce lo extraño, por la seduc-ción de lo próximo desconocido. Las restricciones y las prohibiciones, la gue-rra y la paz han venido impuestas generalmente desde los alejados centros delpoder, por los respectivos estados nacionales; pero estos no han conseguidodomeñar a las poblaciones rayanas en su afán de contacto y comunión con losdel otro lado, ni han logrado evitar que sigan casándose entre ellos, ni quehablen portuñol en las tabernas, ni que los caminos y veredas terminen en lafrontera, aunque sí muchas carreteras. Por otra parte, esta acusada interacciónen la frontera no parece haber mermado el sentimiento de pertenencia a unaidentidad nacional ni ha erradicado estigmas y estereotipos referidos al Otro.

El territorio fronterizo y el transfronterizo, a medida que se constituíancomo tales, pasaron a formar parte estructurante de la memoria individual ycolectiva, conformando un soporte para la convivencia y para la representa-ción, sobre el que se asientan, se crean y se recrean los referentes de la iden-tidad. Esta aprehensión y manipulación simbólica del espacio en la frontera,resulta particularmente interesante para adentrarnos en los aspectosinmateriales del fenómeno, en ese rellano cargado emocionalmente que nosremite a los procesos de identificación individual y colectiva. En este sentido,la raya de Portugal no ha sido históricamente un lugar especialmente atracti-vo; prueba de ello son los diferentes apelativos con los que aún se la denomi-na: la Costa del Luto, el Telón de Corcho, el Muro Ibérico, la Frontera delSubdesarrollo (Pintado y Barrenechea, 1972).

En la frontera hispano-portuguesa, la lengua constituye un elementodiferenciador fundamental, y ello es así, pese a que existen numerosos fenó-menos de hibridación, diglosia y singularidades lingüísticas -el barranqueño,la fala, el mirandés, etc.- en determinados enclaves de la frontera. Curiosa-mente, en la raya, quienes hablan corrientemente los dos idiomas -español yportugués- suelen ser las personas de extracción humilde y bajo nivel de edu-cación institucionalizada. En la frontera se producen además mezclas origi-nales de uno y otro idioma -portugués y castellano- aunque la presencia y lautilización de este lenguaje de intermediación -portuñol- no se encuentranigualmente repartidas por todos los espacios de frontera, ni tienen la mismaincidencia en unas y otras capas de la sociedad. Curiosamente, en la raya,quienes más utilizan este lenguaje híbrido parecen ser los visitantes ocasio-nales que provienen de regiones alejadas de la frontera; mientras que los

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rayanos tienden más a expresarse en su idioma materno o bien en el idiomadel otro, pero no en portuñol, si es que tal dialecto existe9.

Las respectivas historias nacionales, ejerciendo su particular violenciasimbólica (Bordieu y Passeron, 1977), proporcionan numerosos referentes dela identidad nacional, poblada por reyes fundadores, conquistadores, políti-cos, militares, literatos, etc. Sirvan de ejemplos escogidos las figuras de AfonsoEnriques, Alfonso X el Sabio, Don Dionis, los Reyes Católicos, Enrique elNavegante, Cristóbal Colón, Vasco de Gama, Luís de Camoens, Miguel deCervantes, etc. Personajes históricos que configuran un corpus diferenciadode iconos que condensan la propia identidad y que, transmitidos por unaeducación sesgada, sirven tanto para reforzar la propia identidad como paraaumentar la distancia simbólica respecto de los Otros (De la Torre et al.,2001). Paradójicamente, en la frontera, el sentimiento de identidad nacionalparece verse reforzado por la mayor interacción con el Otro, el cual denotauna figura esencialmente ambigua, pues es percibido tanto como un proble-ma como una oportunidad (Bustamante, 1997: 311 y ss.).

CULTURA DE FRONTERAS

Algunos autores defienden la existencia de una cultura de frontera enla raya luso-española. Dicha cultura estaría caracterizada por “una fluidapermeabilidad sociocultural que estructura una fuerte interdependencia si-métrica asentada sobre relaciones de complementariedad e interdependen-cia” (Uriarte, 1994). Aunque en principio existen manifestaciones que pue-den avalar tal aseveración, consideramos que el concepto de cultura de fron-tera debe incluir más que meras relaciones de complementariedad e interde-pendencia. Una cultura o subcultura de frontera debe contener una serie deelementos distintivos, específicos, que la diferencien significativamente delas culturas matrices y debe ser, además, percibida desde dentro y desde fuerade su ámbito territorial, en su especificidad, tanto por los sujetos que formanparte de ella como por los demás (Barth, 1976).

9 En algunas apartadas aldeas españolas de la frontera -Jola, la Fontañera...- los naturales tienden aexpresarse normalmente en el idioma del otro -en portugués- pero cuando reciben visitas deespañoles, les hablan en su mismo idioma -en castellano o español-.

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Los habitantes de la Raya suelen ser etiquetados por el resto de la po-blación, mediante un vocablo acuñado para referirse a ellos –rayanos- Tam-bién están presentes los principales símbolos identitarios referidos a las res-pectivas nacionalidades, así como una cierta hibridación que se refleja envarios frentes o dimensiones de la realidad, tales como la existencia de redesparentelares transfronterizas, la participación en fiestas y celebraciones delotro lado, los fenómenos de diglosia, el parecido modo de realizar las cons-trucciones, los lugares de culto compartidos, la semejanza en los modos devida, etc; no obstante, echamos de menos la presencia de signos identificativosdiferenciales, propios y exclusivos de la cultura rayana; tampoco parece evi-dente la existencia de un sentimiento explícito de pertenencia, de ser fronte-rizo, de esforzarse por querer serlo. Los rayanos son percibidos como talesmás por la gente de fuera que por ellos mismos. Aunque pueden haberse vistocondicionados por la existencia de la frontera política más que el resto de losnacionales de ambos países, no parecen haber desarrollado símbolosidentitarios propios y tienden a reacomodar su identidad social a las identida-des locales y nacionales respectivas. Aseverar que esta capacidad dereacomodación de la identidad fronteriza o transfronteriza constituye la esen-cia de la cultura de frontera, nos parece no sólo inespecífico sino un tantoaventurado.

En todo caso, defendemos que cualquier clasificación cerrada y genera-lizada sobre los contenidos y/o los procesos en torno a una identidad fronteri-za violenta y reifica la realidad, especialmente si nos referimos a determina-dos aspectos intangibles, como son los relacionados con la cultura de la fron-tera. Ateniéndonos a dicha realidad, debemos resaltar la extraordinaria fluc-tuación de elementos y la complejidad de los procesos de interacción queconforman una situación en un momento histórico determinado.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Actualmente, en la frontera hispano-lusa encontramos, junto a las iden-tidades locales múltiples, dispersas y/o fragmentadas, procesos en los que lapropia frontera se configura como un referente de gran magnitud y comofuente de inspiración para indagar en la esencia de esas nuevas formas de sery estar en la frontera; pero intentar construir una sola identidad cultural paratoda la raya parece, en principio, un despropósito, ya que existen variacionessignificativas de dicha identidad en uno u otro tramo, a uno y otro lado de unamisma frontera e incluso dentro de una localidad y entre la misma gente

EUSEBIO MEDINA GARCÍA

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Alegría, 2000: 99 y ss.). Es más, probablemente las identidades fronterizas ytransfronterizas se tejen, como en todas partes, mediante un juego flexible dediferenciaciones y oposiciones, muchas de las cuales toman como principalreferente al vecino más inmediato, que no tiene porqué ser siempre ni necesa-riamente el del Otro lado de la frontera.

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EUSEBIO MEDINA GARCÍA

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A raia luso-castelhana, espaço

de cativeiro e de luta pela liberdade

(séculos XVI-XVII)

JORGE FONSECA

A fronteira que separa o território português do espanhol tem sido, aolongo de séculos, palco de conflitos armados, casamentos reais e intensocomércio -legal e ilegal- assim como ponto de passagem de embaixadas, mi-grações, fugitivos e viajantes. Tudo isso fruto da existência dos dois estados edas divergências e coincidências de interesses entre eles, de diferenças políti-cas e religiosas, de situação geográfica, de economia e de cultura. Se as fron-teiras, por um lado, separam os respectivos povos, são, por outro, geradorasde dinâmicas só por elas possíveis.

O tema que vou tratar é o das transferências de escravos entre Portugale Castela nos séculos XVI e XVII, nomeadamente o tráfico transfronteiriço ea fuga de cativos de um país para o outro. Ambos os fenómenos foramimpulsionados por diferenças entre os dois estados, num caso a diversa posiçãoperante os mercados abastecedores de mão-de-obra africana e, no outro, comoveremos, a diferente posição geográfica. Se um levava ao reforço da escravidãoe do comércio escravista, o outro abria a muitos cativos a perspectiva dalibertação, nuns casos frustrada, mas noutros certamente coroada de êxito.

Começando pelo primeiro aspecto, a venda de escravos de Portugal paraCastela -porque era nesse sentido que, predominantemente, o tráfico entre osdois países se processava- tinha origem no exclusivo lusitano da navegação ecomércio na costa africana, nascido da prioridade portuguesa na exploraçãodessa área geográfica. A localização do país na parte mais ocidental da Penín-sula e o domínio -depois da conquista de Ceuta, em 1415- sobre o tráfegomarítimo na zona do estreito de Gibraltar, levou ao desenvolvimento danavegação de corso contra os estados islâmicos e as suas frotas, actividadeque se foi expandindo pela costa africana em direcção ao sul, até às regiõeshabitadas pelos povos negros. A coroa portuguesa procurou garantir, desde

726 JORGE FONSECA

cedo, a legitimidade e o exclusivo da sua presença nessas paragens, o queconseguiu pelas bulas Dum diversus e Divino amore communiti, de Nicolau V(1452) -que lhe concedia o direito de conquista sobre todos os muçulmanos eoutros infiéis, podendo reduzir os respectivos povos à escravidão- e Romanuspontifex (1454), do mesmo papa, que lhe atribuía o domínio exclusivo sobreas terras descobertas e a descobrir e que veio a ser confirmada por Calixto III,através da bula Inter cetera (1456).

A partir de certa fase do processo expansionista Portugal abandonou osataques à costa africana para captura de nativos, iniciando o comércio com ospovos autóctones, com vista à obtenção de ouro, especiarias e escravos, nesteúltimo caso procurando desviar para o Atlântico as caravanas árabes que,havia séculos, conduziam cativos africanos para as margens do Mediterrâneo.Tal objectivo só foi parcialmente atingido, mas permitiu ao país, após a criaçãoda feitoria de S. Jorge da Mina (1482) e da colonização de Cabo Verde e de S.Tomé, não só obter ouro, algodão, pimenta e açúcar, como tornar-se fornecedorem grande escala de mão-de-obra escrava a países africanos do golfo da Guiné,à Madeira e Canárias e, sobretudo, às colónias espanholas da América e aoBrasil.

Uma parte menor desse caudal humano destinou-se à Península Ibéri-ca, nomeadamente a Portugal, de onde, principalmente por via marítima, eraparcialmente encaminhado para outros países europeus, sobretudo para o res-to da Península. Vicenta Cortés Alonso encontrou referências a 1521 escravosentrados em Valência, de 1501 a 1516, provenientes de Portugal, 98 % dosquais eram negros1. Muitos deles iam em cargas de dezenas e até centenas deindivíduos, às ordens de comerciantes de Lisboa, para serem aí vendidos2.Segundo a mesma historiadora, a cidade contava com uma pequena colóniade mercadores portugueses que negociavam em escravos3.

O mesmo se passou em Sevilha, habitada por mercadores de Lisboa,Lagos e Tavira, que actuavam como intermediários no tráfico negreiro ouentão, associados a genoveses e sevilhanos, organizavam expedições à costa

1 CORTÉS ALONSO, Vicenta: La esclavitud en Valencia durante el reinado de los ReyesCatólicos (1479-1516), Valencia, Ayuntamiento, 1964, p. 302-471.

2 Idem, p. 353, 401, 415, 427 e 429.3 Idem, p. 302 a 471.

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de África para compra de cativos4. A cidade do Guadalquivir tornar-se-ia, noséculo XVI, a segunda maior concentração de escravos da Península Ibérica,depois de Lisboa e uma das maiores da Europa. Cabia-lhe também, tal comoa Valência, um papel importante como centro de redistribuição da mão-de-obra cativa para o interior peninsular5. O cronista Luís de Peraza referia-se àabundância de escravos na cidade: “Existe uma multidão infinita de negras enegros de todas as partes da Etiópia e Guiné, dos quais nos servimos emSevilha, que são trazidos pela via de Portugal”6.

A par, no entanto, do fornecimento de escravos, por via marítima, apartir do território português, funcionavam rotas terrestres com o mesmo fim.Vários autores, sobretudo espanhóis, têm estudado esse tráfico transfronteiriçoe a eles vou recorrer, assim como aos resultados da minha própria investigaçãonesse campo. Uma característica do mesmo era a escala mais reduzida a quese processava, em comparação com o tráfico marítimo. Neste caso não havia,aparentemente, deslocação de grandes lotes de cativos através da raia. Outraera assentar num conjunto de vilas e cidades espalhadas ao longo da fronteiraque separava o Alentejo e o Algarve da Estremadura castelhana e da Andaluzia.Aí viviam e actuavam indivíduos exclusiva ou só parcialmente dedicados aocomércio de cativos, que, do lado português, se abasteciam em Lisboa e noutrasterras da parte meridional do território e vendiam a mercadoria humana emlocalidades além fronteira a mercadores especializados nesse comércio, quese encarregavam da sua revenda para os principais centros de consumo.

Entre essas localidades contava-se Olivença, na época uma vila por-tuguesa, em que habitavam, em 1668, os castelhanos Bartolomeu Guisado eMateus Rodrigues Romano, que foram a Montemor-o-Novo “a compraralgumas escravas”, juntamente com dois compatriotas, um deles chamadoDiogo Gomes, o Santo, “homem moreno”, ou seja, mulato, de Alcaria de laPova e o outro de Sevilha. Compraram nessa vila oito escravas, dos 17 aos 29

4 FRANCO SILVA, Alfonso: La esclavitud en Sevilla y su tierra a fines de la Edad Media,p. 74-76.

5 Idem, p. 94.6 Mencionado em CIRES ORDÓÑEZ, Juan Manuel de; e GARCÍA BALLESTEROS, Pedro E.:

“El tablero de ajedrez sevillano: bautizos y matrimonios de esclavos”, inserido na obra deMORENO, Isidoro: La antigua hermandad de los negros de Sevilla, Sevilla, Universidad, 1997,p. 493.

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anos, a vários moradores da mesma7, tendo realizado certamente negóciossemelhantes noutras terras. Em 1604 um casal de Vila Viçosa mandou um seurepresentante “ir à vila de Olivença a vender uma escrava deles (...) a pessoaou pessoas que lhe parecer”8, o que mostra que a localidade era consideradaum destino apropriado para venda de escravos.

Outra vila com importante papel nesse negócio era Serpa, residência,em 1662, de Manuel Fernandes, “comprador de escravos”, que tinha a alcunhade Cativo. A actividade que lhe é atribuída, de “comprador”, evidencia a suaposição específica na rede do tráfico terrestre, de angariador, em Portugal, demão-de-obra destinada a Castela9. Em 1622 um indivíduo de Évora vendeuquatro escravos a dois “mercadores” de Serpa, Salvador Rodrigues Seco eJoão Gonçalves10. Este último pode ter sido o Juan González Barriga, “tra-tante de escravos” de Serpa que António Manuel González Díaz refere terestado em Ayamonte em 162111. Este autor menciona também o “mercador denegros” António Machado, igualmente de Serpa, que vendeu cinco peças emAyamonte em 1634 e 1635 e Domingos Lopes, com a mesma profissão eresidência e com negócios na vila andaluza entre 1620 e 162912.

Em 1616 vivia em Serpa Bento Fernandes Quaresma, “homem par-do”, que comprou um escravo a uma moradora de Cacilhas, do termo deAlmada13. A aparentemente modesta condição deste antigo escravo, ou des-cendente de escravos, leva a supor que não se tratava de compra para usopróprio, mas para revenda, sendo este mais um agente activo do tráficonegreiro.

A Elvas, importante centro militar e eclesiástico e próspero burgo mer-cantil, na entrada do reino, coube também uma função de destaque no tráficotransfronteiriço. Para aí eram enviados a vender escravos de Évora e outras

7 FONSECA, Jorge: Escravos no sul de Portugal. Séculos XVI-XVII, Lisboa, Vulgata, 2002,p. 62.

8 Arquivo Distrital de Évora, Fundo Notarial, Vila Viçosa, Liv. 15, f. 141.9 ADE, FN, Évora, Liv. 854, p. 78 v.10 ADE, FN, Évora, Liv. 492, f. 124 v.11 González Díaz, Antonio Manuel: La esclavitud en Ayamonte durante el Antiguo Régimen -

siglos XVI, XVII y XVIII-, Huelva, Diputación Provincial, 1996, p. 108.12 Idem, p. 108.13 Arquivo Distrital de Setúbal, Fundo Notarial, Almada, Cx. 7, Liv. 31, f. 71.

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terras14. Aí se deslocavam traficantes espanhóis a adquirir a mercadoria hu-mana e dela saíam naturais da cidade a vender escravos na Estremaduracastelhana15.

Évora, embora não sendo uma cidade raiana, tinha importância nestetráfico, quer pelo número de proprietários de escravos que reunia, por issopotenciais vendedores, quer como ponto de passagem de remessas expedidaspara a fronteira de terras do litoral, como Lisboa, quer também como sede daactividade de mercadores de cativos. É exemplo desta realidade João Peres,“tratante de escravos”, morador na rua de Machede, que vendeu em 1663duas jovens a D. João Cortês, comissário-geral da Cavalaria de Sevilha16.

Quanto ao Algarve, Tavira destaca-se nas fontes quinhentistas eseiscentistas como residência de vendedores de cativos na Andaluzia, sobretudoem Ayamonte, o que se devia à sua importância económica e demográfica e àproximidade da fronteira17. Era frequente moradores da cidade enviaremescravos para venda àquela vila andaluza, como fez o alcaide-mor HenriqueCorreia da Silva em 1601, através de um procurador18 e Simão Fagundo, dotermo da cidade, provavelmente lavrador, em 1614, que mandou vender doisescravos a dois moradores de Villa Blanca (Ayamonte)19. A ela acorriamtambém proprietários de outras localidades algarvias para transaccionaremcativos com compradores andaluzes, de que é exemplo Leonor Duarte, moçadonzela residente em Faro, que em 1633 vendeu Oriana, mulata de 16 anos, adois compradores de Ayamonte20.

Do lado oriental da fronteira, em vilas e cidades estremenhas e andalu-zas, raianas ou, então, próximas da fronteira mas, simultaneamente, a caminhodos principais centros de consumo de mão-de-obra servil, outros agentes dotráfico desenvolviam intensa actividade na deslocação forçada de negros eoutros escravos de Portugal para Castela. Em Badajoz, cidade da raia frente a

14 ADE, FN, Évora, Liv. 323, f. 29 e Liv. 509, f. 87.15 CORTÉS CORTÉS, Fernando: Esclavos en la Extremadura meridional del siglo XVII, Badajoz,

Diputación Provincial, 1987, p. 139-140.16 ADE, FN, Évora, Liv. 666, f. 52 v.17 Antonio Manuel González Díaz,, Ob. cit., p. 119, 128 e 129.18 Arquivo Distrital de Faro, FN, Tavira, Liv. 8-4-147, f. 96 v.19 Idem, Liv. 8-4-151, f. 113 v.20 ADF, FN, Tavira, Liv. 8-4-155, f. 48 v.

A RAIA LUSO-CASTELHANA, ESPAÇO DE CATIVEIRO E DE LUTAPELA LIBERDADE (SÉCULOS XVI-XVII)

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Elvas e na passagem da principal via terrestre que ligava os dois reinos,actuavam portugueses vendedores de cativos e naturais que igualmente tiravampartido dessa excelente situação geográfica para obterem lucros com o comérciode seres humanos21. Alguns desses moradores deslocavam-se a localidadesportuguesas, como Lisboa, Coimbra, Évora e outras terras22. Em 1592 JoãoGuisado, vizinho de Badajoz, comprou em Lisboa um negro de S. Tomé a umbarbeiro da cidade23. Mas havia também portugueses aí estabelecidos queintervinham, como intermediários, no mesmo negócio24.

Muito activa no tráfico transfronteiriço era Zafra, geograficamente bemcolocada, entre o mercado abastecedor português e cidades andaluzas comoSevilha, Córdova e Granada. Os seus mercadores surgiam com frequência aactuar no negócio, como Manuel Gonçalves, que comprou uma escrava pretana vila de Alvito, a qual se veio a revelar doente25, ou Cristóvão Rodrigues,que comprou Júlia, negra da Guiné, em Évora, em 157726.

Segundo Manuel Sánchez Gómez-Coronado, embora o mercado deescravos funcionasse todo o ano, era nas feiras de S. João e S. Miguel que serealizava a maior parte das vendas, por parte de comerciantes portuguesesidos de Lisboa, Évora, Olivença e outros locais, a traficantes andaluzes, comdestaque para os sevilhanos e granadinos. Na feira de S. Miguel de 1581 osevilhano Gonzalo Sánchez Morales comprou cinco escravos a João Rodrigues,mercador de escravos de Lisboa27. Este investigador encontrou escrituras decompra e venda referentes a mais de 500 escravos no período de 1570 a 1600,lavradas perante um dos três notários da cidade, o que o faz supor que, nototal, tivessem sido ultrapassados os mil cativos vendidos nesses 30 anos28.

21 CORTÉS CORTÉS, Fernando: “Esclavos y comercio esclavista entre el reino de Portugal y laExtremadura meridional a finales del siglo XVII”, Encuentros/Encontros de Ajuda, Badajoz,Diputación Provincial, 1987, p. 479.

22 Idem, p. 475.23 Torre do Tombo, Fundo Notarial, Lisboa, Cartório 11, Cx. 4, Liv. 13, f. 21.24 CORTÉS CORTÉS, Fernando: “Esclavos y comercio esclavista ... “, p. 479.25 ADE, FN, Évora, Liv. 354, f. 142 – 24.3.1608.26 Idem, Liv. 126, f. 123 v.27 SÁNCHEZ GÓMEZ-CORONADO, Manuel: “El comercio de esclavos en Zafra en el siglo XVI”,

Revista de Zafra y su feria, 1994, p. 4º-41.28 Idem, p. 43.

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De Miajadas há notícia de o mercador aí residente Juan Rodríguez tercomprado seis escravos em Portugal em 1609, os quais certamente nãodestinava a uso próprio29 e de Manuel Peres, que em 1612 comprou uma cati-va “parda” a uma viúva de Évora30.

Dada a importância de Sevilha, Granada, Córdova e Málaga como mer-cados de destino dos cativos idos de Portugal, também nestas cidades e seusarredores actuavam mercadores especializados no tráfico negreiro. FernandoCortés menciona dois deles nos seus trabalhos sobre este tema : Alonso Garciade Béjar, vizinho de Antequera (Málaga), designado como “mercader de es-clavos en el reyno de Portugal” e Manuel Garcia, morador de Granada, “tra-tante en el empleo de esclabos que sacava del reyno de Portugal”31. Mas, porcerto, muitos outros procuravam o território luso com o mesmo fim. Em 1594o sevilhano João Bautista Belagamba comprou em Lisboa, ao enfermeiro-morda cidade de Beja, Luís Dias, um índio de Bengala de 18 anos32 e, quatro anosdepois, D. Alonso Escalante de Mendonça, também vizinho de Sevilha,comprou Cosme, natural de S. Tomé, aos padres do mosteiro de Santo Elói,igualmente em Lisboa33.

Ayamonte, já referida a propósito de Tavira, ocupava um importantelugar como porta de entrada de escravos na Andaluzia, idos do Algarve e doBaixo Alentejo. Indivíduos de localidades fronteiriças como Alcoutim, Cas-tro Marim, Cacela e Tavira (no Algarve), Beja, Mértola e Serpa (no Alentejo)dirigiam-se regularmente à vila, nos séculos XVI e XVII, para vender escravos,mas igualmente faziam aí a sua aparição mercadores de terras mais longínquas-mas com mais cativos disponíveis- como Lisboa e Porto34, do que são exemploso lisboeta Manuel da Costa, que transaccionou dez escravos entre 1624 e1628 e Blas López de la Cuadra35, vizinho “del Puerto de Portugal”, mas

29 NARANJO SANGUINO, Miguel Ángel: “ La esclavitud en Miajadas durante la Edad Moderna”,Revista de Estudios Extremeños, tomo 56, nº. 2, Badajoz, Diputación Provincial, 2000, p. 509.

30 ADE, FN, Évora, Liv. 339, f. 137 v.31 CORTÉS CORTÉS, Fernando: “ Esclavos y comercio esclavista ...”, p. 476-477.32 TT, FN, Lisboa, C. 11, Cx. 5, Liv. 19, f. 136 v.33 TT, FN, Lisboa, C. 7 A, Cx. 25, Liv. 121, f. 125.34 GONZÁLEZ DÍAZ, António Manuel: Ob. cit., p. 128-129.35 Idem, p. 108.

A RAIA LUSO-CASTELHANA, ESPAÇO DE CATIVEIRO E DE LUTAPELA LIBERDADE (SÉCULOS XVI-XVII)

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natural de Valverde de Badajoz, que negociou na vila raiana em 163236. Eracertamente o mesmo que em Portugal era chamado Brás Lopes, “mercador etratante de escravos”, residente no Porto em 1630, ano em que adquiriu duasescravas e o filho de uma delas a um lavrador de Évora37, sem dúvida para osrevender em território castelhano.

Mas, também aqui, nem sempre se tratava de traficantes especializadosneste ramo de comércio. O piloto da carreira da Guiné Fernão d’Álvares,residente em Lisboa, nomeou em1582, como seus procuradores dois mercadoresde Ayamonte, para cobrarem de um seu conterrâneo a importância que lhedevia de quatro escravos que lhe entregara, anos antes, “para lhos vender ebeneficiar em Aiamonte”38, o que torna claro o papel dessa vila na rede detráfico de escravos.

Em 1589 o castelhano André Calvo, vizinho de S. Lúcar de Barramedamas “estante em Lisboa” (ou seja, a viver temporariamente nesta cidade), nacondição de “comprador de Diogo de Mentanches”, também castelhano,adquiriu em Montemor-o-Novo um índio que tinha fugido e estava preso emSetúbal39. Tratava-se, provavelmente, do representante em Lisboa de ummercador de escravos estabelecido naquela vila, encarregado de angariarcativos na sua fonte principal e de os enviar ou levar pessoalmente ao patrão,por sua vez fornecedor do mercado andaluz.

Mesmo pequenas localidades fronteiriças podiam contar com comer-ciantes deste ramo, que tiravam partido da vantagem geográfica das mesmas.No povoado raiano de Paymogo, próximo de Serpa, residia em 1631 MarcosDomingues, que comprou uma negra a Gaspar Piteira, de Évora40.

Pode-se, pois, concluir que a maior disponibilidade de mão-de-obra cativaem Portugal, devida ao monopólio de que o país beneficiava em relação aosmercados da África sub-saariana, assim como a procura intensa dessa mão-de-obra pelas classes abastadas da Andaluzia e da Estremadura castelhana,faziam da fronteira entre os dois estados, na sua parte meridional, palco deum animado tráfico de homens e mulheres, negros na sua maioria, uns des-

36 Idem, p. 165.37 ADE, FN, Évora, Liv. 430 – 6.5.1630.38 TT, FN, Lisboa, C. 7 A, Cx. 11, Liv. 51, f. 32 v.39 ADE, FN,Évora, Liv. 220, f. 112.40 ADE, FN, Évora, Liv. 563, f. 55.

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locados à força das suas terras de nascimento e outros já naturais de Portugal,mas à disposição dos respectivos donos para serem transaccionados comoqualquer mercadoria.

Mas, simultaneamente com esse movimento, que contribuía para oreforço das relações esclavagistas e do comércio de seres humanos em ambosos estados, outro, clandestino, se processava, de objectivo inverso. Nos pontosmenos frequentados da raia e às horas mais calmas do dia, seres humanossubmetidos à escravidão passavam de um território para o outro na tentativade se subtraírem ao domínio dos senhores e conseguirem uma vida semelhanteà do comum das pessoas.

Em todo o mundo em que a escravatura existiu a história das fugas decativos decorreu paralelamente à do próprio sistema escravista. Os quilombosde S. Tomé e do Brasil, os cumbés da Venezuela ou as aldeias dos cimarronesmexicanos41 foram as manifestações mais visíveis da vontade de muitos cativosse libertarem do seu inferior estatuto, quantas vezes em situações de desespe-ro. Nas colónias referidas, a vastidão do território, em grande parte formadopor densas florestas, o reduzido povoamento, o número elevado de escravos,bem como a extrema dureza do trabalho a que eram sujeitos facilitou onascimento de comunidades de cativos, que permitiam aos fugitivos umaliberdade prolongada. Na Península Ibérica, as condições eram outras e me-nos propícias para os eventuais evadidos. A densidade populacional, muitomais elevada, as características da paisagem, sem condições para ocultar pormuito tempo grupos de fugitivos, o mais reduzido número de escravos e amenor violência das suas condições de vida e trabalho, não favoreciam essasolução.

Aqui, a única possibilidade de um escravo fugitivo escapar à perseguiçãodo dono era encontrar trabalho numa terra bastante afastada do local de par-tida, onde passasse por liberto ou mesmo livre, de preferência com outro nome.Tal, porém, não era fácil de conseguir. A fuga aos donos era consideradacrime equiparado ao roubo, condenada pelo Estado e pela Igreja e quem fosse

41 CHÁVEZ-HITA, Adriana N.: “ De San Lorenzo de los Negros a los Morenos de Amapa”, Rutasde la esclavitud en África y América Latina, San José, Universidad de Costa Rica, 2001,p. 157-174.

A RAIA LUSO-CASTELHANA, ESPAÇO DE CATIVEIRO E DE LUTAPELA LIBERDADE (SÉCULOS XVI-XVII)

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cúmplice dessa infracção incorria em pesado castigo que, em Portugal, estavaprevisto nas Ordenações Manuelinas:

“Defendemos que nenhumas pessoas sejam tão ousadas que levem

fora de nossos reinos nenhum escravo cativo para os poer em salvo (...)

nem lhes mostrem os caminhos por onde se vão (...). Nem outrossi sejam

asadores, nem consentidores, nem encobridores dos ditos escravos fugirem.

E qualquer pessoa que o contrairo fizer mandamos que (...) sendo cristão

será degredado para a ilha de S. Tomé para sempre, e sendo judeu ou

mouro forro, será cativo do senhor do cativo que assi levava”42.

Além disso, o fraco conhecimento da geografia e dos caminhos, a dure-za das viagens, a incerteza do desfecho e o receio das represálias da lei e dosenhor a que desse modo se furtava -como o de ser ferrado com uma marca afogo, para evitar novas evasões- eram factores de desencorajamento. Só emsituações de extrema injustiça e mau tratamento ou de graves conflitos comos donos a via da fuga era tentada pelos escravos. E, mesmo aí, era necessáriopossuírem as condições físicas indispensáveis ao êxito de tal aventura. Porisso foram sobretudo homens e em idade jovem que o tentaram, sós ou emgrupos de dois, por vezes um casal, homem e mulher, muito raramente umamulher só.

O conhecimento que temos de escravos fugitivos provem, quase sempre,de ordens para a sua captura ou para recolha de escravos já capturados. Sempreque um fugitivo era descoberto, era mantido na prisão da localidade respecti-va, até que o dono o mandasse buscar por um seu representante, a quem davaprocuração. Quando ainda não tinha sido encontrado, a ordem era para oprocurar e o levar ao dono.

Na sua fuga muitos escravos atravessavam a fronteira luso-castelhana,num ou noutro sentido. São esses evadidos que vamos ter em atenção, emboraoutros houvesse que não chegavam a abandonar o território português oucastelhano. O estudo das procurações atrás referidas permite observar algumastendências da parte dos fugitivos.

Uma das mais notórias era a tentativa de aproximação do litoral anda-luz, com vista à travessia para o norte de África onde, quer escravos mouros

42 Ordenações manuelinas, Liv, V, Tít. 77, Ed. Fac-símile de Lisboa, Fundação C. Gulbenkian,1984, p. 234-235.

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quer negros, esperavam encontrar acolhimento. Isso obrigava os que viviamem Portugal a entrarem em território castelhano. Casos houve em que essaintenção foi confessada pelos fugitivos, como fez um mouro do arcebispo deÉvora, evadido em 1601 e aprisionado perto de Huelva. Segundo ele, saíra deÉvora com outro companheiro de aventura, também mouro, tendo descidoambos a fronteira até San Lúcar de Guadiana e aí furtaram um barco “parairem a Berberia”. Quando, já depois da foz, tentavam navegar pela costa atéao estreito de Gibraltar, a sua pouca prática de navegação levantou as suspeitasde um morador de Moguer, junto a Huelva, que os prendeu e entregou àjustiça43.

Noutros casos, aquele objectivo, embora não declarado, é-nos sugeridopela direcção tomada pelos evadidos. O facto de muitos cativos fugidos dePortugal terem sido descobertos e presos em locais situados ao longo decaminhos por onde facilmente podiam atingir o sul do território andaluz e olitoral norte-africano, leva-nos a concluir que os podia mover essa intenção.Isso é inegável no caso de António, índio cozinheiro fugido de Lisboa e cap-turado em Gibraltar em 1587. A sua dona nomeou o provedor das Armadasdesta cidade para o tirar da cadeia e o vender44. Mas é também admissível quefosse esse o objectivo de um escravo de Setúbal que em 1581 deixou o seusenhor e foi ter a Puerto de Santa Maria, junto de Cádis45 e, igualmente, o deMateus, homem baço de um vinhateiro de Évora, cuja evasão foi interrompida,em 1610, em Utrera, a sul de Sevilha46. Mas o mesmo podia suceder comalguns dos cativos surpreendidos em terras andaluzas próximas da raia, comoAroche, Puebla de Guzmán, San Lúcar de Guadiana, Ayamonte, Lepe ouHuelva. Na primeira estava preso, em 1558, um “abexim de terra do PresteJoão das Índias”, ou seja, da Etiópia, de 18 anos, fugido de Évora47. Na últi-ma ficou detido, em 1636, Francisco Rodrigues, evadido de Lisboa, aguar-dando que o senhor o mandasse buscar48.

43 FONSECA, Jorge: “Fugas de escravos na região de Évora (Século XVII)”, A Cidade de Évora,nº. 2, 2ª. Série, Évora, Câmara Municipal, 1996-97, p. 212,214.

44 ADE, FN, Évora, Liv. 260, f. 121.45 Arquivo Distrital de Setúbal, FN, Setúbal, Liv. 2/2, f. 179.46 ADE, FN, Évora, Liv. 458, f. 22-22 v.47 ADE, FN, Évora, Liv. 35, f. 138.48 ADS, FN, Alcochete, Liv. 3/7, f. 112.

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No entanto, qualquer um deles podia ter optado por se acolher a Sevilha,urbe notável e populosa na época, que albergava milhares de cativos e denegros, onde facilmente poderiam viver algum tempo sem que a sua condiçãofosse descoberta e onde podiam juntar-se a eventuais familiares. Foi nela quese juntou o maior número de fugitivos aprisionados, como Baltasar, “daCanária”, que em 1545 deixou D. João de Lima, seu senhor, fidalgo eborense49

e Manuel Sanches, mulato de 20 anos pertencente ao deão da capela do duquede Bragança, António de Brito de Sousa, capturado em 1624. Para o levar devolta a Vila Viçosa o dono nomeou o caminheiro Gaspar dos Reis, “homembaço mas forro”, portanto antigo escravo50. A profissão de caminheiro eravulgar nos libertos e também era comum encontrá-los a perseguir escravosfugitivos.

Muitos atravessaram a fronteira com a Estremadura de Castela e forampresos em terras como Badajoz, Cheles, Fregenal de la Sierra, Jerez de losCaballeros e Zafra e seus arredores, como sucedeu com Mateus, preto de 20anos, que fugiu em 1608 ao alcaide-mor de Montemor-o-Novo, D. FernãoMartins Mascarenhas, encontrado nesta última vila51. Todos eles podiam tercomo destino quer a cidade do Guadalquivir quer o estreito de Gibraltar.

Madrid foi também um objectivo procurado com frequência pelos fugi-tivos de Portugal. Alguns foram aí descobertos e aprisionados, outros em lo-calidades situadas nos caminhos que a ela conduziam, como Miajadas, Puen-te del Arzobispo, perto de Oropesa -onde, em 1592, foi encontrado Gaspar,que sabia o ofício de sapateiro e pertencia a um profissional desse ofício deÉvora52- e Nossa Senhora de Guadalupe- onde em 1628 estava Pascoal, de umlavrador do Vimieiro, para cuja recuperação o dono nomeou um frade resi-dente no mosteiro dessa vila53. Em Madrid foi localizado, em 1628, Lourenço,de 17 anos, índio de um mercador de Évora, que fugiu duas vezes : a primeiradesta cidade e, a segunda, de Badajoz, quando vinha de regresso forçado e foiter à corte castelhana, onde ficou ao serviço do conde de Altamira, queprovavelmente o julgava livre54.

49 ADE, FN, Évora, Liv. 10, f. 2.50 ADE, FN, Vila Viçosa, Liv. 76, f. 133.51 Arquivo Histórico Municipal de Montemor-o-Novo, 4 K 1, f. 48.52 ADE, FN, Évora, Liv. 225, f. 143.53 ADE, FN, Évora, Liv. 559, f. 45 v.54 ADE, FN, Évora, Liv. 569, f. 19.

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Para qualquer das cidades e vilas referidas e para muitas outras se podiamencaminhar os numerosos cativos evadidos do território português e cuja fugafoi interrompida perto da fronteira, como em Elvas, Serpa, Portalegre ouOlivença.

Vejamos agora as fugas em sentido inverso, de Castela para Portugal.Embora em menor número, também as houve.

Em 1565 Juan de Saldaña, vizinho de Mérida, fez de um ourives deÉvora seu representante para recuperar Diogo, mulato de 18 anos que lhetinha fugido havia três meses 55. Da vila andaluza de Estepa evadiu-se António,mulato e “ferrado no rosto de ambas as faces”, em 1602, indo ter a Évora esendo aí preso e vendido, por ordem do dono56. Quanto a Domingos, de ummorador de Arroio de Mérida, fugido em 1606, não conseguiu ir mais longeque à vila fronteiriça de Olivença, onde foi detido e o dono o mandou bus-car57.

Não conhecemos o destino que estes fugitivos procuravam alcançar antesde serem interceptados nas suas certamente aventurosas caminhadas. Umahipótese possível era Lisboa, com cerca de 10.000 escravos, além de negroslibertos, no século XVI, por isso um bom refúgio para um evadido de Castela.Foi provavelmente o caso de Maria Baioa, mulata de Alonso Vaz, vizinho dalocalidade raiana de Cheles, que “teve por notícia que esta(va) na cidade deLisboa”58. Mas também Évora, que o humanista flamengo Nicolau Clenardocomparou a uma cidade do inferno, de tantos negros que tinha, quando nelaviveu no século XVI, podia revelar-se uma hipótese conveniente, apesar doseu menor tamanho e maior proximidade da fronteira. Foi, por certo, paraFrancisco de Morales, baço que fugiu a um advogado da cidade estremenhade Lherena, numa mula do seu dono, indo ter a Évora. Apesar de a distâncianão ser grande, só 20 anos mais tarde, em 1668, o amo soube do seu paradeiroe que estava casado na cidade alentejana. Para manter a liberdade, o escravoe a mulher, Esperança Gomes, concordaram em dar “outro homem ou fêmea”ao antigo dono, que poriam em Olivença às suas ordens59. Foi semelhante a

55 ADE, FN, Évora, Liv. 93, f. 77v.56 ADE, FN, Évora, Liv. 347, f. 111 v.57 ADE, FN, Vila Viçosa, Liv. 28, f. 126 v.58 ADE, FN, Évora, Liv. 532, f. 17.59 ADE, FN, Évora, Liv. 724, f. 138.

A RAIA LUSO-CASTELHANA, ESPAÇO DE CATIVEIRO E DE LUTAPELA LIBERDADE (SÉCULOS XVI-XVII)

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este o desfecho da fuga de João, pertencente a uma senhora de Fuente delMaestre, perto de Zafra. Refugiado em Estremoz, foi encontrado em 1672pelo padre João Guerreiro, irmão da sua senhora, o qual, atendendo a estar“casado honradamente” , lhe deu alforria em troca do seu valor em dinheiro60.

Uma conclusão clara que se pode extrair dos documentos é que a gran-de maioria das capturas foi feita em terras próximas da raia luso-castelhana,diminuindo à medida que as localidades se afastavam da mesma. Isso leva aconsiderar que, quanto mais o escravo fugitivo se conseguisse distanciar doponto de partida, maiores eram as hipóteses de ter êxito e de se manter fora doalcance do amo. As prisões em terras como Valladolid, Tui, Alcañices ouValência são muito raras, daí se ter que admitir que muitos fugitivos devemter conseguido alcançar a liberdade tão almejada e conservá-la até ao fim davida.

Alguns evadidos só foram encontrados ao fim de vários anos, caso deTomé, do fidalgo Francisco de Sá, morador em Belém, junto a Lisboa, que foimandado buscar a Gibraltar ao fim de 10 anos após ter fugido61. O lavradorAntónio Mestre, de Selmes, em Beja, mandou em 1668 procurar o seu escravoMiguel, que o abandonara havia cerca de 20 anos, em Castela, para ondesabia que tinha partido, ou em qualquer outra parte62. Francisca Fernandes,de Évora, em 1621 declarou no seu testamento que Gregório lhe tinha fugido“há muitos anos” e, no caso de aparecer, queria que lhe dessem a carta dealforria63.

Isto mostra que, apesar da conjugação de muitos factores adversos, erapossível uma fuga ser coroada de êxito. Pouco sabemos das evasões vitoriosas.As fontes de que dispomos, pela sua própria natureza, referem-se só às queforam frustradas. Mas tudo leva a acreditar que também existiram casos comum final feliz e que, em recônditos pueblos da planura castelhana, por entre abalbúrdia dos tabuleiros de xadrez sevilhano ou lisboeta, ou mesmo para ládo Estreito, já em terras africanas, muitos homens e mulheres submetidos àescravidão tenham, pelo seu esforço, conseguido recuperar, finalmente, adignidade que lhes tinha sido tirada.

60 ADE, FN, Estremoz, Liv. 24, f. 124.61 Torre do Tombo, FN, Lisboa, Cart. 11, Cx. 1, Liv. 3, f. 60.62 Arquivo Distrital de Beja, FN, Vidigueira, Liv. 21, f. 91 v.63 ADE, Misericórdia de Évora, Liv. 1809, f. 207.

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Os espanhóis residentes

em Campo Maior em 1837

RUI ROSADO VIEIRA

Um “Registo da população do Concelho de Campo Maior (do) Ano de1837”1, tendo em consideração a sua forma e conteúdo, parece seguir os mé-todos estatísticos que presidiram à elaboração do primeiro censo geral dapopulação portuguesa de 1864, organizado pela Repartição de Estatística,criada em 18592.

Os dados incluídos naquele levantamento estatístico respeitam às trêsfreguesias que então integravam o concelho de Campo Maior, as duas da vila-Matriz e S. João Baptista- e a rural, actualmente extinta, de Nª. Srª. da Graçade Ouguela. A freguesia de Degolados, que no presente faz parte do concelhode Campo Maior, encontrava-se naquela época adstrita ao concelho deArronches.

Não identificámos a existência no Arquivo Distrital de Portalegre derecenseamentos da população do ano 1837, relativos a qualquer outro concelhodo distrito de Portalegre, certamente porque não se chegaram a efectuar ouporque se extraviaram.

Presumimos que o censo efectuado em Campo Maior, naquele ano, tenhafeito parte dos esforços frustrados, iniciados em Portugal em 1836, de elabo-

1 Arquivo Distrital de Portalegre, Documentos do Governo Civil de Portalegre, Registo da Populaçãodo Concelho de Campo Maior, Ano 1837. As folhas do livro que recolhe os dados do recenseamento,não se encontram numeradas. Dada a necessidade de referir a parte do “Registo” donde foramrecolhidas algumas das informações incluídas no presente texto, optámos por numerar, a lápis, asfolhas da mencionada brochura.

2 FERREIRA, Maria Emília Cordeiro: “Recenseamentos”, in Dicionário de História de Portugal,dirigido por Joel Serrão, Iniciativas Editoriais, Lisboa, 1979, Vol. V, p.241.

740 RUI ROSADO VIEIRA

rar o primeiro censo geral da população portuguesa, objectivo que só seconseguiu concretizar em 18643.

A anteceder a apresentação dos dados recolhidos, encontra-se transcritauma carta, de 4 de Agosto de 1837, subscrita pelo “Administrador do Concelho”de Campo Maior, dirigida ao Administrador Geral do Distrito de Portalegre,na qual se diz que o “registo da população” foi executado por ordem e deacordo com regras estabelecidas pelas entidades oficiais daquele tempo e quenos “mapas agora feitos (foi empregue) o maior cuidado em que fossem feitoscom a possível exactidão”4.

Trata-se, assim, de um documento idóneo, com informação relevantepara conhecimento da vida no concelho, no período de passagem do AntigoRegime ao Liberalismo, trabalho que iniciámos e que oportunamente conta-mos divulgar.

De entre os diversos elementos nele registados considerámos que osque revelam a residência em Campo Maior de naturais do país vizinho, pelaimportância sempre actual que o fenómeno migratório apresenta, deviammerecer a nossa melhor atenção.

Assim, com a finalidade de conhecer os contornos do problema e en-contrar sinais que permitissem saber algo sobre as condições de vida e o nívelde integração no seio da população autóctone, estimámos a proveniência geo-gráfica dos residentes espanhóis e o seu peso relativo entre a totalidade dapopulação (Tabela I).

Com objectivo similar, experimentámos descobrir a sua composiçãosócio-profissional (Tabela II), sem desprezarmos a possibilidade de detectar aexistência de guetização através da eventual fixação dos emigrantes em áreasresidenciais predeterminadas.

Com o propósito de descortinarmos indícios de instabilidade social oupolítica na região de origem dos emigrantes e na convicção de que o momen-

3 Sacuntala de Miranda: “A Revolução de Setembro de 1836 - Geografia Eleitoral”, LivrosHorizonte, 1982, p. 2; e FERREIRA, Maria Emília Cordeiro, Texto citado.

4 Arquivo Distrital de Portalegre, Documentos do Governo Civil de Portalegre, Documento citado,fls. 1-1vº.

741OS ESPANHÓIS RESIDENTES EM CAMPO MAIOR EM 1837

to da sua chegada a Campo Maior não terá diferido muito da partida da suaterra natal, procurámos identificar os anos de entrada de naturais de Espanhadas dez terras mais referidas no recenseamento (Tabela III).

Face à grande proximidade da raia, particularmente da cidade deBadajoz, e a relativa facilidade de fazer a sua travessia, Campo Maior foisempre domicílio fixo ou temporário de indivíduos naturais de Espanha.

Naquele ano de 1837 residiam na vila, que então possuía 3.886 habi-tantes, 119 naturais do país vizinho. A área residencial encontrava-se naqueletempo, exclusivamente, circunscrita ao espaço situado no interior das muralhasSeiscentistas, que curiosamente haviam sido levantadas perto de dois séculosantes para defender a população local dos ataques do exército espanhol.

O documento que nos serviu de fonte nada refere sobre os motivos quelevaram os cidadãos do país vizinho a abandonar a terra de nascimento, parase estabelecerem em muitos casos o resto da vida em Campo Maior.

Foram, provavelmente, de natureza vária as causas que conduzirammais de uma centena de emigrantes a fixarem-se naquela vila alentejana, aolongo das primeiras décadas do Séc. XIX, alguns dos quais, quando darealização do recenseamento, já aí residia há mais de trinta anos.

Pouco sabemos sobre a história individual da generalidade dos espanhóismoradores em Campo Maior em 1837.

Não obstante, conhecemos o seu nome, morada, profissão, estado civil,idade, naturalidade, tempo de domicílio na vila, número de pessoas queintegrava o agregado familiar e designação do chefe de família.

Questão de certa relevância residia na identificação da naturalidade dosdiferentes membros da comunidade espanhola então estabelecida em CampoMaior. Uma vez que a possibilidade de existir um grande número de indivíduosprovenientes de um determinado espaço territorial, podia ser explicada pelosurgimento de problemas económico-sociais ou de perturbações políticas nessamesma região.

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TABELA I

Terras de naturalidade, por ordem alfabética,dos espanhóis residentes em Campo Maior no ano 1837

Terra de naturalidade Número de indivíduos

Albuquerque 19

Alconchel 6

Badajoz 13

Brozas 6

Cáceres 3

Don Benito 1

Madrid 3

Mérida 1

Niebla 1

Olivença 8

San Sebastião de Biscaia 1

San Servan 1

San Vicente (de Alcântara ?) 4

Talavera 4

Terra de Camellos 2

Torre de Almendra 1

Trujillo 4

ValdeTorres 5

Villa da Matta 3

Villa del Rey 10

Villa Nubla 1

Terra espanhola não discriminada 22

Total 119

RUI ROSADO VIEIRA

743

Tendo em conta a origem geográfica, excluindo os naturais de terra nãodiscriminada, verifica-se que mais de 70% dos espanhóis residentes em Cam-po Maior em 1837 eram originários de povoações pertencentes à actualExtremadura espanhola.

Assinale-se que as quatro terras que apresentam maior número de emi-grantes, Albuquerque, com 19 indivíduos, Badajoz, com 13, Villa del Rey,com 10 e Olivença, com 8, num total de 50, são, simultaneamente, as que seencontram geograficamente mais próximas de Campo Maior.

Verificámos que alguns agregados familiares eram, na sua totalidade,constituídos por emigrantes naturais da mesma povoação espanhola, o quesugere tratar-se de famílias que se transferiram em bloco para Campo Maior.Contudo, identificámos outras em que um dos membros do casal era espanhole o outro natural da terra, o que parece demonstrar a inexistência de precon-ceitos entre as duas comunidades.

Também o lugar de residência dos espanhóis estabelecidos em CampoMaior não se circunscrevia a qualquer espaço determinado da povoação,distribuindo-se aleatoriamente pelas artérias do burgo.

A composição sócio-profissional dos emigrantes além de indiciar algu-mas das áreas de actividade eventualmente mais carenciadas de trabalhadoresem Campo Maior, permite avaliar, através da natureza das profissões exercidaspelos naturais de Espanha, o seu nível de integração na comunidade campo-maiorense.

OS ESPANHÓIS RESIDENTES EM CAMPO MAIOR EM 1837

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TABELA II

Composição sócio-profissional, por ordem alfabética, de espanhóis dosexo masculino residentes em Campo Maior no ano 1837

Profissão ou função Número de indivíduos

Abegão 1

Ajudante da Praça (militar) 1

Alfaiate 1

Almocreve 4

Alvanéu 1

Barbeiro 2

Botequineiro 2

Cadeireiro 1

Caixeiro 1

Comendador 1

Criado de servir 4

Jornaleiro 13

Mendigo 2

Negociante 1

Porteiro 1

Taberneiro 3

Total 39

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Pese embora o número relativamente elevado de “jornaleiros”, a maioriados emigrantes espanhóis exercia tarefas ligadas ao sector dos serviços, o quedesde logo exclui a possibilidade dos estrangeiros residentes em Campo Maiorse ocuparem maioritariamente dos trabalhos menos prestigiantes.

A composição sócio-profissional descrita na tabela atrás não revela sinaisde discriminação, dado que a natureza das ocupações profissionais exercidaspelos emigrantes espanhóis não era diferente das praticadas pelos naturais daterra.

Regista-se a presença entre a população de um casal de mendigos naturaisde Albuquerque, de nome Carrião Rodrigues e Ilária Texeira, ambos de oitentaanos de idade, residentes há vinte e três anos em Campo Maior.

Os dois idosos moravam naquele ano em um dos espaços mais pobresda vila, na então denominada Rua do Chafariz, hoje algo transfigurada. Areferida artéria iniciava-se junto ao Chafariz, naquele tempo encostado àmuralha que ainda se encontrava de pé. Depois descia acompanhando o traçadoda cerca, terminando no ponto onde se cruzava com a então designada Ruadas Poças.

Quer a condição social do casal de idosos, quer o lugar de domicílio,não podem ser entendidos como sinal de exclusão social sofrida, unicamente,pelos naturais do país vizinho. Uma vez que entre os naturais da terra secontavam, naquele tempo, vários pedintes e na referida artéria viviam, então,mais de três dezenas de indivíduos nascidos na vila5.

Em pólo oposto àqueles indigentes, assinala-se a singular coincidênciade as duas principais personagens estabelecidas em Campo Maior -o comen-dador José de Carvajal Pizarro e Obando e o homem de negócios Justo Garcia-serem naturais de Espanha.

O primeiro nascera em Cáceres e pertencia à conhecida família cas-telhana dos Carvajais, oriunda daquela cidade. Daí viera, em princípios dadécada de 1790, para se ligar por casamento com uma representante da nobrezarural, sobrinha-neta de Estêvão da Gama de Moura e Azevedo, antigogovernador militar de Campo Maior, de nome Ana José de Vasconcelos GamaSilva Moura e Azevedo.

5 Idem, fls.29.

OS ESPANHÓIS RESIDENTES EM CAMPO MAIOR EM 1837

746

No ano de elaboração do recenseamento em 1837, o comendador Car-vajal, tinha setenta e um anos de idade, era viúvo, e já morava em CampoMaior há perto de quarenta e cinco anos.

No palácio pertencente aos Moura e Azevedo, situado no início da ac-tualmente denominada Rua 1º.de Maio, junto ao jardim público, viveu aqueleinfluente cacerenho durante várias décadas -faleceu em 18 de Janeiro de 1838-com a sua numerosa família e não menos copiosa criadagem, as quais no seuconjunto ultrapassavam, naquele ano de 1837, mais de uma vintena de pessoas6.

Justo Garcia, negociante, era originário do Condado de Niebla, naAndaluzia e terá chegado a Campo Maior nos inícios do decénio de 1830.

Quando o arrolamento da população se efectuou, aquele mercador tinhatrinta e dois anos de idade, era solteiro e morava, juntamente com seus doisjovens empregados e compatriotas, naturais de Terra de Camellos, na maisextensa e populosa artéria da vila -a Rua da Cadeia.

A casa de residência de Justo Garcia, que servia também de sede dosseus negócios, situava-se no mesmo lado da rua do palácio dos Carvajais, nocruzamento com a Rua de Paço, nas cercanias do espaço que, entre os Sécs.XVII-XX, constituiu o centro cívico e comercial do burgo -o Terreiro daMisericórdia7.

O próspero andaluz casou, em finais da década de 1830, com umacampomaiorense de nome Maria José Mocinha e faleceu, com sessenta e seisanos, em 17 de Janeiro de 1871.

Um jornal de Elvas, em notícia enviada de Campo Maior datada do diaseguinte ao da sua morte, informa que faleceu “Justo Garcia, hespanhol, ricoproprietário n’esta villa, deixando uma fortuna para mais de cem contos deréis, fortuna reunida pelo seu trabalho e indústria e favorecida pela felicidadecom que entrou nesta povoação há quarenta e tantos anos”8.

6 Idem, fls. 2; GAMA DE MOURA E AZEVEDO, Estêvão da : “Notícia da Antiguidade. Aumentoe Estado Presente da Vila de Campo Maior (...)”, Edição da Câmara Municipal de Campo Maior,Ano 1993, pp.13-25; Arquivo Distrital de Portalegre, Livros Notariais de Campo Maior, Maço215, Livro 41, fls.56vº; e Maço 204, Livro 110, fls. 50.

7 Arquivo Distrital de Portalegre, Documentos do Governo Civil de Portalegre, Documento citado,fls.8.

8 A Democracia, de Elvas, nº. 160, de 28 de Janeiro de 1871.

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A herança foi tão valiosa que mesmo depois de repartida pelas suascinco filhas, estas, após constituírem casa própria, deram origem a algumasdas famílias campomaiorenses mais abastadas da primeira metade do Séc.XX9.

TABELA III

Ano de chegada a Campo Maior de naturais de terras espanholascom mais de três representantes

Anos <1807-1836 <07 07 14 17 21 25 27 28 29 32 33 34 35 36 soma

Terras

Albuquerque 5 2 1 3 1 6 1 19

Badajoz 2 1 7 3 13

Villa del Rey 5 1 4 10

Olivença 2 2 3 1 8

Alconchel 5 1 6

Brozas 6 6

ValdeTorres 2 3 5

S.Vicente 4 4de Alcántara

Talavera 4 4

Trujillo 4 4

Total 5 2 5 2 1 3 4 2 3 14 6 8 11 13 79

Nota: Por ausência de significado não incluímos as terras como menos de 4 emigrantes, nem os 22oriundos de terra espanhola não identificada, cujo ano de chegada a Campo Maior também

era desconhecido.

9 Arquivo Distrital de Portalegre, Livros Notariais de Campo Maior, Maço 203, Livro 127,fls. 32vº.

OS ESPANHÓIS RESIDENES EM CAMPO MAIOR EM 1837

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Dos 119 espanhóis domiciliados em Campo Maior em 1837, cerca de33% residiam na vila há menos de cinco anos, 27% há mais de cinco anos,17% há mais de 10 anos, perto de 18% há mais de vinte anos e 5% há mais detrinta anos.

Donde se pode concluir que na sua grande maioria -perto de 67%,- játeria no momento de elaboração do recenseamento a vida estabilizada ou emvias de o conseguir, uma vez que residia na terra de opção há mais de cincoanos.

Perante a relativamente reduzida população emigrante e a forma comose distribuíram quanto à naturalidade, não é possível afirmar que os espanhóisque abandonaram a sua terra, para se fixarem em Campo Maior, o fizerampara fugir a dificuldades resultantes da eclosão de graves acontecimentos denatureza política ou económica, ou se não foi mais que a repetição do tradi-cional fenómeno de pendulares movimentações migratórias, ocorrido ao longodo tempo entre as populações das terras vizinhas de ambos lados desta parteda raia.

Exceptuando dois naturais de Olivença, estabelecidos no burgocampomaiorense em 1807, não há sinais de gente vinda daquela vila, quefora portuguesa até 1801, relacionada com a sua ocupação naquele ano peloexército espanhol.

Também a cifra de 52 naturais de diferentes povoações espanholas, ins-talados em Campo Maior entre 1832-1836, ainda que possa ter algum nexocom as perturbações políticas vividas naquele período no país vizinho, estálonge de se assemelhar ao êxodo, em direcção a terras portuguesas da raia,ocorrido em outras épocas.

Certamente que outros indivíduos de nacionalidade espanhola viveramem Campo Maior nos anos imediatamente anteriores a 1837, os quais pormotivos vários já não residiam na vila no ano de realização do censo quevimos analisando.

Tal foi o que aconteceu com Diogo Muñoz Torrero, natural de Cabezadel Buey, na Extremadura espanhola, sacerdote, intelectual e político, defen-sor da abolição da Inquisição e dos dízimos eclesiásticos, do estabelecimentoliberdade de imprensa em Espanha e um dos principais redactores daConstituição liberal de Cádiz de 1812.

Nascido em 1761, foi sucessivamente, professor catedrático de Filosofiana Universidade de Salamanca, em 1784 e reitor da mesma Universidade, em1788.

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Foi impulsionador da insurreição popular e organizador das Juntas deDefesa que se opunham aos exércitos napoleónicos que, em 1808, invadirama Península.

Escolhido para deputado às cortes de Espanha em representação da suaprovíncia natal, em 1810, distinguiu-se como um dos principais arautos dasideias liberais durante os anos que se seguiram.

Em resultado do seu empenhamento a favor de transformações políti-cas de sentido progressista, de que foi raro representante entre o alto cleroespanhol, tornou-se alvo da perseguição dos seus inimigos.

Em 1823, após o estabelecimento do absolutismo em Espanha, DiogoMuños Torrero, receando a ira dos novos governantes do seu país e movidocertamente pelo desejo de se manter o mais próximo possível da região emque nascera e vivera, refugiou-se em Campo Maior, onde residiu até 1828.

Ignoramos quase tudo sobre as actividades exercidas durante os cincoanos de permanência naquela vila. Sabemos que ensinou Filosofia a algunsjovens. Sendo presumível que, nos seus contactos com as pessoas das suasrelações, tivesse comunicado as ideias políticas e filosóficas que professava.Como, aliás, sugerem as opções ideológicas e o percurso político de um jovemcampomaiorense que foi seu aluno.

Naquele ano de 1828, por ter ocorrido a restauração do absolutismo emPortugal, o sacerdote liberal prevendo o pior, procurou pôr-se a salvo. Dirigiu-se para o efeito a Lisboa onde, no Outono daquele ano, ao pretender embarcarrumo a Inglaterra ou França, foi preso e pouco depois encarcerado na Torrede S. Julião da Barra, junto ao Tejo, no concelho de Oeiras.

O ilustre cidadão espanhol terá dado entrada naquela fortaleza em 13de Novembro de 1828, onde entre 1828 e 1832 foram enclausurados 618indivíduos acusados de seguirem as ideias liberais, alguns dos quais naturaisde Campo Maior10.

No decurso dos cerca de quatro meses de reclusão, o prestígio e a idadeavançada de Muñoz Torrero de nada lhe valeram, sendo sujeito às humilhaçõesmais diversas até aos últimos dias de vida. Estando moribundo vitima de

OS ESPANHÓIS RESIDENTES EM CAMPO MAIOR EM 1837

10 Gran Enciclopedia Extremeña, Mérida, Edic. Extremeñas, 1992, Tomo VII, pp. 191-193;DUBRAZ, J.: Recordações dos Últimos Quarenta Anos (1828-1868), Lisboa, Imprensa deJoaquim Germano de Sousa Neves, Lisboa, 1868, pp. 330-337; ROSADO VIEIRA, Rui: OAssociativismo Alentejano na Cidade de Lisboa, Edições Colibri/Casa do Alentejo, 2005, pp.23-24; e “A Capitulação de Unidades Nortenhas do Exército Miguelista em 1834, em CampoMaior”, Callipole, Revista de Cultura, Nº. 12, Ano 2004, pp. 82-84.

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cólera -faleceu no “hospital provisório” da Torre, às três horas da manhã de16 de Março de 1829- foi impedido de receber os últimos sacramentos e de serenterrado em chão sagrado, como relata alguém que directamente viveu osacontecimentos.

A testemunhar a existência de procedimentos irregulares, de que igno-ramos os verdadeiros motivos, apresenta-se o próprio assento de óbito, exaradono respectivo livro paroquial não em data imediata ao falecimento, mas algunsanos depois, no Outono de 1833, após a vitória definitiva dos liberais, talcomo os de outros presos falecidos11.

Segundo declara um seu companheiro de infortúnio, de nome FélixGarrido, “empregado civil, (com habilidade para o desenho) natural de Ma-drid”12, que compartilhava a cela nº 131 com o “respeitável e sábio D. DiogoMuñoz Torrero, bispo eleito de Guadix (...)”, como consta de um requerimentodirigido pelo dito desenhador ao governador da prisão. Através daquela petiçãosomos informados que o referido Félix Garrido desenhara uma semana antesda morte do bispo, um retrato que representava aquele eclesiástico, o qualsegundo “diziam os que ali o conheceram era o mais bem parecido possível”.

A obra que foi subtraída ao seu autor pelos guardas da cadeia, emNovembro de 1932, terá sido restituída ao representante do governo espanholem Lisboa, em 183413, podendo, por hipótese, tratar-se do retrato que ilustrauma nota biográfica sobre Diogo Muñoz Torrero, incluída numa enciclopédiarecentemente publicada14.

Em comentário final, acrescente-se que em resultado das acções bélicasocorridas ao longo dos séculos entre os dois estados peninsulares, as populaçõesfronteiriças, em especial as de Campo Maior, foram frequentemente asprimeiras e as que mais graves consequências sofreram.

11 BATISTA DA SILVA LOPES, João: História do Cativeiro dos Presos de Estado na Torre de S.Julião da Barra de Lisboa, durante a desastrosa época da usurpação (...), Publicações Europa-América, pp. 37 e 253; e Torre do Tombo, Livros de Registos Paroquiais, Concelho de Oeiras,Freguesia de S. Julião da Barra, O. 1, Rolo 2838, fls. 64, Ver documento anexo no final destetexto.

12 BATISTA DA SILVA LOPES, João: Obra citada, p. 40.13 Idem, pp. 328, 425-426 e 494.14 Gran Enciclopedia Extremeña, obra citada, p. 192.

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Porém, terminados os conflitos e acalmados os ânimos, a aceitação doestrangeiro como um igual, a convivência pacífica e o bom acolhimento, comocomprovam diferentes estudos historiográficos relativos a outras épocas,constituíram as características dominantes do relacionamento entre os povosde ambos os lados desta parte da fronteira.

OS ESPANHÓIS RESIDENTES EM CAMPO MAIOR EM 1837

ASSENTO DE ÓBITO DE D. DIOGO MUNHOZ TORREIRO

À margem: “D. Diogo Munhoz Torrº. Aos desasseis de Março de mil oitocentos vinte e nove faleceono Hospital Provisorio desta Torre D. Diogo Munhoz Torreiro Clérigo Hespanhol e para constar fizeste Assento. Torre de S. Julião da Barra aos 30 de Outubro de 1833.Pro Parocho Fr. Antonio da Purificação Madeira”

(Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Livros Paroquiais do Concelho de Oeiras, Freguesia de S.

Julião da Barra, O 1, fls. 64, rolo 2838)

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BLANCA

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Olivença (1640-1715).

População e Sociedade

JOÃO COSME

RESUMONeste artigo estuda-se a evolução demográfica de Olivença durante o

período de 1640 até 1715, respectivamente, a data da revolução indepen-dentista portuguesa contra Espanha, e o ano em que os dois países ibéricosassinaram o tratado de paz, após as lutas da guerra da Sucessão à Coroaespanhola.

Através do método agregativo, analisam-se as variáveis demográfi-cas, natalidade, nupcialidade, mortalidade e mobilidade. As lutas, iniciadasno ano de 1641, puseram termo ao crescimento da natalidade que se começavaa fazer sentir, após a recessão da década de vinte do século XVII. Seriaapenas na década de oitenta, deste mesmo século, que a população cresceriade modo significativo.

Palavras-chave: Olivença, demografia histórica, população.

ABSTRACTThis paper explains the demograhic evolution of Olivenza, between

1640 and 1715, which are, respectively the year of portuguese independrevolution agaisnt Spain and the year in which both iberian countries signedthe Peace Treaty after the battles of Spanish Crown’s Succession.

The demographic variants: fertility, nuptiality, mortality and mobilityare analised through the aggregative method. The fights, started in 1641,made an end in the natality growth, which had began after the 1620’sdecadence. Only in the 17th century eighties, the population grew upsignificantly.

Key words: Olivenza, historical demography, population.

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INTRODUÇÃO

A comunidade dos investigadores reconhece, cada vez mais, aimportância da História Local e Regional. Entende-as como a investigaçãocircunscrita a um espaço geográfico segundo perspectivas científicas, nuncaesquecendo o todo. É através da inserção das áreas de menor dimensão nosespaços, geograficamente, mais amplos que se deve efectuar este estudo.

Segundo José Mattoso, o ponto de partida da História Local e Regionaldeve ser o “(...) estudo da relação entre o homem e o espaço habitado que orodeia”1, para que, de seguida, se estabeleça a ligação com o espaço nacional/geral. “O estudo de uma comunidade, de uma região vale pela possibilidadede tentar elucidar problemas de carácter global, cuja importância transcendeo espaço geográfico de análise”2.

A pretensão de explicar tudo, de um modo massificador, sem atender àsespecificidades e cambiantes sócio-culturais de um local ou de uma região,tem cada vez menos adeptos3, pois estes estudos limitam-se aos grupos domi-nantes e às estruturas do poder Central, descurando completamente os outrosgrupos sociais bem como os poderes de cariz regional e local.

Um dos aspectos mais importantes da História Local é o estudo dapopulação, através do qual se podem descortinar os mecanismos subjacentesa certos comportamentos demográficos. Eversley defende que a História Lo-cal ganha maior “protagonismo” epistemológico, com a Demografia Históri-ca, já que o impacto de certos fenómenos (v. g., climáticos, epidémicos, legis-lativos, bélicos, etc.), tem uma particular e especial incidência em cada umdos agregados populacionais das diferentes localidades.

Por vezes, não se consegue perscrutar estes movimentos olhando ape-nas para elementos referentes a um todo nacional ou até mesmo regional, jáque os factores operantes podem ter, apenas, uma incidência ao nível do

1 A Escrita da História. Teoria e métodos, Editorial Estampa, Lisboa, 1988, p. 169.2 “História Local e Regional, que perspectivas? Que objectivos?”, in O Estudo da História. Boletim

da Associação de Professores de História, 2ª série, Lisboa, 1986, p. 81.3 Para além da vertente epistemológica, a História Local pode também ter uma função

consciencializadora dos habitantes de uma zona para a importância da preservação do patrimóniohistórico dessa mesma comunidade. Também ao nível pedagógico o recurso à História Local eRegional pode motivar os discentes para o estudo da História Geral, onde as matérias a estudartêm pouca ‘afinidade’ com eles. O fomento de monografias locais e regionais poderia ser umaimportante estratégia de motivação dos alunos para o estudo da História do País e/ou da HistóriaGeral.

JOÃO COSME

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indivíduo, da família ou de uma pequena comunidade. Os factores de âmbitonacional ou internacional têm um impacto reduzido, comparados com asinfluências locais. Por isso, o estudo da conexão entre oportunidades de em-prego e casamento, entre secas e mortes, por exemplo, ganha uma especialpertinência nas investigações históricas locais. Segundo aquele autor inglês,urge estudar os eventos locais, não só porque eles se agigantam na consciênciada gente anónima, mas também porque com eles podem erradicar-se algumasinterpretações incorrectas existentes na História Geral4.

Convém relembrar que, conceptualmente, História da População eDemografia Histórica são disciplinas distintas. Para o efeito, chamamos àcolação um breve trecho que Joaquim Manuel Nazareth escreveu a este pro-pósito. Segundo ele,

“a História da População não é um ramo da Demografia. É umramo da História. A diferença entre as duas é uma diferença entresubstância e metodologia. Enquanto a História da População procurafornecer uma contabilização do estado e dos movimentos das populaçõesno passado, a Demografia Histórica define-se sobretudo a partir dasfontes que utiliza e da metodologia que desenvolve para investigar opassado”5.

Desta interessante e didática sistematização conceptual, facilmente, seconclui que a Demografia Histórica tem métodos e técnicas específicas. Acei-ta-se, actualmente a existência de três métodos: reconstituição de famílias(Henry-Fleury), agregativo (Cambridge) e reconstituição de paróquias(Norberta Amorim). Muito sinteticamente, pode dizer-se que as vantagens dométodo francês são as desvantagens do inglês e vice-versa6. Regra geral, amaior parte das investigações demográficas destinam-se, num plano imediato,a provas académicas; por isso, face à cada vez maior exiguidade dos prazos énecessário proceder a uma reflexão sobre estes métodos. Marcados por um

4 EVERSLEY, D.E.C.: “Population History and Local History”, in An lntroduction to English

His-torical Demography. From the Sixteenth to the Nineteenth Century, London, 1966, p. 15.5 Princípios e Métodos de Análise da Demografia Portuguesa, Editorial Presença, Lisboa, 1988,

p. 43.6 Sobre a caracterização dos métodos de exploração dos livros de registo paroquial (reconstituição

de famílias e exploração anónima), veja-se o artigo de MARTÍN GALÁN, Manuel: “Fuentes yMetodos para el estudio de la Demografia Histórica castellana durante la Edad Moderna”, inHispania. Revista Española de Historia, nº 148 (Madrid, 1981) pp. 309-319. Sobre as vantagense técnicas da exploração anónima dos registos paroquiais, veja-se, CARDOSO, Ciro F. S. e

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

756

grande sentido pragmático, a que certamente, a tradição dos prazos académi-cos dos “cursos de doctorado” não é alheia, em Espanha usa-se maiori-tariamente a metodologia agregativa, com a qual se têm produzido bonstrabalhos demográficos7, infelizmente, pouco conhecidos em Portugal.

1. PERSPECTIVA MACRO-DEMOGRÁFICA

O final do século XVII e a primeira metade do XVIII são parcos eminformação populacional abrangente da globalidade do País. Todavia, quandodispomos desta informação, é necessário ter cuidados especiais já que podeapresentar problemas. Por exemplo, em algumas fontes, é difícil de precisar areferência cronológica dos dados; os quantitativos estão arredondados à classedas centenas e, até mesmo, dos milhares, o que significa que a exactidão e opormenor não existem. Outras vezes, os valores referem-se apenas a umaparte do todo (uma só freguesia), quando a localidade tem mais do que uma.

PÉREZ BRIGNOLI, H.: Los métodos de la história, p. 135, onde refere que a metodologiaagregativa possibilita uma maior rapidez de investigação, permitindo, por isso, ampliar o númerode paróquias analisadas, ao mesmo tempo que se aproveita a quase totalidade da informaçãoobtida. No entanto, através dele não conseguimos conhecer alguns aspectos importantes doscomportamentos demográficos, como por exemplo, idade ao matrimónio, intervalos proto eintergenésicos. Convém, todavia, não esquecer o alerta de LEBRUN, François: (“La DemographieUrbaine en France sous L’Ancien Regime. Problemes de Methode”, in Actas de las I Jornadas de

Metodología Aplicada de las Ciencias Históricas. Vol. III História Moderna, Santiago deCompostela, 1975, pp. 273-79) no qual refere que o método de reconstituição de famílias aplica-se, de modo vantajoso, ao estudo das populações rurais, sendo a sua aplicação às populaçõesurbanas cheia de dificuldades já que a dimensão numérica, a mobilidade e heterogeneidade dasmesmas são factores de dissuasão. D.E.C. EVERSLEY num excelente artigo, (“Exploitation ofAnglican Parish Registers by Agregative Analysis. Aggregation or Reconstitution?”, in An

Introduction to English Historical Demography. From the Sixteenth to the Nineteenth Century,

London, 1966, pp. 44-46) refere que o método de reconstituição de famílias desperdiça muitosdados (“isolated events”), os quais são aproveitados no método agregativo, pelo que os resultadosobtidos apresentam-se muito mais representativos da realidade do que os obtidos através do métodode reconstituição. Com o intuito de evitar algumas destas críticas, Maria Norberta Amorim propõeum novo método -Reconstituição de Paróquias- (Uma Metodologia de Reconstituição de

Paróquias, Universidade do Minho, Braga, 1991), onde se podem conjugar informações soltas epersonalizadas com os dados dos registos paroquiais.

7 A título exemplificativo citamos três obras: CARBAJO ISLA, Maria F.: La poblacion de la villa

de Madrid. Desde finales dei siglo XVI hasta mediados dei siglo XIX, siglo veintiuno editores,Madrid, 1987; ZARANDIETA ARENAS, Francisco: Almendralejo en los siglos XVI y XVIl, 2tomos, Almendralejo, 1993; MARCOS MARTÍN, Alberto: Auge y Declive de un Nucleo Mercantil

y Financiero de Castilla la Vieja. Evolución demográfica de Medina del Campo durante los

siglos XVI Y XVII, Universidad de Valladolid, 1978.

JOÃO COSME

757

Noutros casos, ainda, os dados apresentam-se em categorias diversas (fogos ealmas), pelo que se torna difícil, quiçá impossível e problemático, efectuar acomparação entre momentos cronológicos diferentes.

Apesar de estarmos conscientes destas adversidades, arriscamo-nos aprescrutar a evolução populacional oliventina durante o período em estudo,pelo que passamos a apresentar os dados disponíveis para Olivença.

DATA Nº de fogos Nº de almas

1635-378 1800 -----

16419 2000 -----

165710 ----- 1000

final do séc. XVII11 2000 -----

172412 650 -----

8 Biblioteca Naional de Lisboa, Res. 127 A: Relação do Bispado de Elvas, fl. 16, publicada em1635, informa: “A primeira villa deste Bispado hé Olivença, consta de 1800 vesinhos”.

O recurso à História Comparada permite corroborar a datação destes dados, já que osnumeramentos de Portugal e de Castela ocorreram, geralmente, em datas muito próximas. SegundoManuel Martín Galán, art. cit., pp. 245-246, refere que entre os anos de 1635-1637, realizou-se,a mandado de Filipe IV, um ‘inventário’ da população castelhana. Também David-Sven REHERe VALERO LOBO, Ángeles: Fuentes de información demográfica en España, CuadernosMetodológicos, nº 13, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid, 1995, p. 18 informa que:“En 1625 y 1635-37 fueron realizados sendos recuentos (para recaudar donativos) pedidos entiempos del reinado de Felipe IV”. Porém, VERÍSSIMO SERRÃO, Joaquim: “Uma estimativada População em 1640”, in O tempo dos Filipes em Portugal e no Brasil (1580-1668), EdiçõesColibri, 1994, p. 161 defende que a “feitura das ‘notícias’ referentes a Portugal [realizou-se]entre os anos de 1637 e 1640”.

9 ANTT, Cortes, maço 12, nº 1, fl. 4. Cf. a publicação do texto dos Capitulos Especiais, apresentadospelos Procuradores do concelho de Olivença às Cortes de 1641, in COSME, João: Elementos

para a História do Além-Guadiana Português (1640-1715), Câmara Municipal de Mourão,1996, pp. 302-320.

10 LEDESMA ABRANTES, Ventura: O Património da Sereníssima Casa de Bragança em

Olivença, p. 300.11 Este quantitativo foi retirado da obra do Padre António CARVALHO DA COSTA: Corografia

Portugueza. Sobre a data e a obra, bem como a sua dimensão demográfica, cf. Henrique JorgeCoutinho de Almeida Monteiro, A População Portuguesa por 1700, Dissertação de Mestradoem História Contemporânea apresentada à FLUP, Porto, 1997, policopiada.

12 Arquivo Municipal de Elvas, Colecção Lavadinho, Diversos, doc. nº 265, fls. 3-3 v. Este valorreporta-se apenas à freguesia de Santa Maria do Castelo (Matriz).

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

758

A prova da importância de Olivença, como agregado populacional,encontra-se no capítulo vigésimo sexto, apresentado pelos Procuradoresoliventinos às Cortes de 1641. Nele, pediram que lhe fosse concedido o títulode cidade. Argumentavam que rondava os dois mil vizinhos e tinha duasfreguesias e dois conventos (um masculino e outro feminino). Este valor estáem consonância com os quantitativos apresentados para as “vésperas daRestauração”. Aceita-se por isso que Olivença, na transição da década detrinta para a de quarenta do século XVII, teria entre oito a nove mil habitan-tes.

Com o início das lutas, em 1641, a população abandonou o termo emdirecção à vila. Apesar deste fluxo, em 1657, a sede teria apenas cerca de milalmas. Neste mesmo ano foi ocupada, ficando sob o controlo castelhano até1668. Após a entrega do concelho à jurisidição portuguesa iniciou-se o seurepovoamento. Todavia, os conflitos militares ocorridos por ocasião da Guer-ra da Sucessão à Coroa espanhola, provocaram novos “estragos” popula-cionais, neutralizando a revitalização demográfica em curso. Durante esteconflito, a população oliventina foi, mais uma vez, fortemente penalizada.

Os quantitativos existentes antes do 1º de Dezembro de 1640, ainda nãotinham sido recuperados em 1724, facto que se continuou a verificar em meadosdo século XVIII.

Esta breve análise macro-demográfica permite apresentar os valoresconhecidos em momentos isolados. Porém, como se sabe, a evolução populacio-nal não ocorre de forma rectilínea e gradual, mas tem sentidos e oscilaçõesdiversas. Por isso, utilizaremos o método agregativo para tentar descortinaras balizas temporais dessas mudanças, assim como as suas tendências.

Em conformidade com esta perspectiva, passaremos a analisar as variá-veis demográficas, natalidade, mortalidade, nupcialidade e mobilidade.

JOÃO COSME

759

2. A NATALIDADE

2.1. Evolução Quantitativa da Natalidade

SANTA MARIA DO CASTELO - MATRIZ

Tal como se observa no gráfico anterior, as linhas dos índices e dasmédias móveis traçam uma descida até finais da década de cinquenta/princípiosda de sessenta. A partir desta época nota-se uma subida até meados da primeiradécada do século XVIII.

Gráfico 1: Matriz-Baptismos

0

50

100

150

200

250

1640

1645

1650

1655

1660

1665

1670

1675

1680

1685

1690

1695

1700

1705

1710

1715 Anos

Índices

M. M. 5

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

760

Para sedimentar estas asserções, sistematizámos os dados por décadas.

Década nº de % média casos anual

1640-49 1157 19.9 115.7

1650-59 845 14.6 84.5

1660-69 286 4.9 28.6

1670-79 409 7.0 40.9

1680-89 606 10.4 60.6

1690-99 766 13.2 76.6

1700-09 1143 19.7 114.3

1710-15 596 10.3 99.3

TOTAL 5808 100 76.4

Confirma-se, assim, que a década de sessenta foi a que apresentou me-nor número de baptismos. Convém relembrar que a povoação esteve sob odomínio castelhano desde 1657 até 1668. Praticamente são imperceptíveis asreduções ocorridas a partir de 1704-1705. Tal facto é compreensível, já quefoi durante os anos de 1708 a 1712 que os conflitos bélicos aqui tiverammaior incidência, e, por consequência, a natalidade registou uma queda sig-nificativa.

A evolução quantitativa da Matriz de Olivença aponta a existência dequatro ciclos, cujos valores da tendência são os seguintes:

1640-1656: m= -1,45

1657-1668: m= +0,30

1669-1709: m= +3,07

1710-1715: m= +9,0

JOÃO COSME

761

Durante o período que estudámos, a natalidade teve o seu pico máximo

no ano de 1641. A partir desta data começou a decair. Durante os primeiros

anos em que a vila esteve ocupada, o número de nascimentos diminuiu

drasticamente em resultado do abandono de parte significativa dos seus habi-

tantes, registando o pico mínimo dos baptismos em 1658-1659. Porém, du-

rante os anos finais da ocupação, a natalidade reanimou-se. Este facto pode

ter por base o regresso de alguns dos antigos moradores que, após terem aban-

donado as suas casas em 1657, tornaram ao seu espaço mesmo antes da vila

voltar à posse portuguesa em 1668; mas também porque foi nesta freguesia

que se concentraram os soldados que vieram guardar a povoação durante o

domínio espanhol.

Após a assinatura do Tratado de 1668, deu-se o repovoamento. O clima

de paz proporcionou o renovar do crescimento da natalidade, que as lutas da

Guerra da Sucessão vieram a interromper. Depois desta suspensão conjuntural,

o movimento natal denotou sinais de recuperação.

SANTA MARIA MADALENA

Tal como já se verificou na Matriz, as linhas dos índices e das médias

móveis referentes aos registos de baptismos da freguesia da Madalena,

apresentam uma descida até princípio da década de sessenta. A partir desta

data, voltam a subir até meados da primeira década de Setecentos. As lutas da

Guerra de Sucessão à Coroa espanhola voltaram a inibir a dinâmica crescente

dos nascimentos.

Gráfico 2: Madalena-Baptismos

0

50

100

150

200

1640

1645

1650

1655

1660

1665

1670

1675

1680

1685

1690

1695

1700

1705

1710

1715 Anos

Índices

M. M. 5

OLIVENÇA (1640-1715).

População e Sociedade

762

Para melhor alicerçarmos esta afirmação apresentamos um quadro-síntese, por décadas, com os valores globais:

Década nº de % média casos anual

1640-49 976 18.4 97.6

1650-59 658 12.4 65.8

1660-69 303 5.7 30.3

1670-79 483 9.1 48.3

1680-89 737 13.9 73.7

1690-99 779 14.7 77.9

1700-09 928 17.4 92.8

1710-15 449 8.4 74.8

TOTAL 5313 100 69.9

Nota-se também aqui, que, à semelhança da Matriz, foi na década desessenta que se registou menor número de baptismos. Tal como já dissemos,esta ocorrência é totalmente justificável, já que a povoação esteve sob o domíniocastelhano de 1657 até 1668. As reduções apresentadas nos anos de 1710-1715 tiveram como causa o reinício dos conflitos bélicos da Guerra da Sucessão,cujos efeitos se notaram mais acentuadamente de 1708 a 1712.

Complementando o estudo da evolução quantitativa, encontramos quatrociclos:

1640-1656:m=-1.82

1657-1668:m=+3.01

1669-1709:m=+1.99

1710-1715:m=+6.94

JOÃO COSME

763

Constata-se pois, que, após 1640, a natalidade começou a decair,apresentando em ambas as freguesias uma tendência com valor negativo. Aocupação da vila, em 1657, levou ao abandono da mesma pela quase totalidadedos seus habitantes, o que motivou uma queda brusca e notória do número debaptismos no final dos anos cinquenta/princípios de sessenta. O movimentonatal voltou a reanimar-se nos anos finais da ocupação. A assinatura do Tra-tado de Paz, em 1668, possibilitou o seu reprovamento pelos portugueses,facto que fez interromper o crescimento que estava a ocorrer e reiniciar umnovo ciclo. As lutas da Guerra da Sucessão provocaram uma nova suspensãoconjuntural dos nascimentos.

Analisando comparativamente os valores das duas freguesias deOlivença, pode alegar-se que foi na Matriz que se notaram, de forma maisacentuada, os efeitos da ocupação. Esta asserção encontra eco no facto de que,nas décadas anteriores à conquista em 1657, o número bruto de registos dafreguesia da Matriz era superior ao da Madalena. Por sua vez, durante apresença castelhana o número de baptismos desta ultrapassou os valores quese observaram naquela, voltando a superá-los apenas no início do século XVIII.

2.2. Sazonalidade

A determinação dos meses de concepção e nascimento é um dos aspec-tos mais interessantes do estudo da natalidade. Estas opções têm por basefactores de ordem diversa, tais como religiosos, culturais, mentais e ambientais.Com a detecção destas influências nas práticas da fertilidade, a DemografiaHistórica dá um precioso contributo ao estudo objectivo da História da Cultu-ra e Mentalidades que, por vezes, é exercitada sem recurso a qualquer métodoe assenta em diletantismos opinitivos pessoais.

Embora os livros de registos paroquiais refiram a data do baptismo, enão do nascimento, é possível calcular, com uma pequena margem de erro, omês da concepção, já que a prática do sacramento do baptismo se deveriarealizar oito dias, no máximo doze, depois do parto13. Pode, assim, calcular-

13 Primeiras Constituições Sinodaes do Bispado d´Elvas…., título III, § 1, prescrevia que obaptismo devia ser realizado dentro de oito dias após o parto. No caso de se ter procedido aobaptismo de emergência, o prazo de apresentação na igreja para aposição dos óleos e restantecerimonial não devia ultrapassar o décimo segundo dia de vida do recém-nascido.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

764

se o mês da concepção. Basta recuar nove meses lunares a partir do mês emque se realizou a cerimónia baptismal.14

Para melhor compreensão dos acontecimentos, passamos a apresentarpor freguesia e por períodos cronológicos15, o comportamento estacional dasconcepções/ nascimentos.

SANTA MARIA DO CASTELO-MATRIZ

Concepção Nascimento Número de casos Percentagem Índices

1640 1658 1669 1704 1640 1658 1669 1704 1640 1658 1669 1704 // // // // // // // // // // // //

1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715

Abril Janeiro 236 31 273 135 11.9 10.8 12.5 10.0 140 128 147 117

Maio Fevereiro 229 27 227 127 11.6 9.4 10.4 9.4 149 122 134 121

Junho Março 218 22 188 108 11.0 7.7 8.6 8.0 129 94 101 94

Julho Abril 156 16 156 101 7.9 5.6 7.1 7.5 96 68 87 91

Agosto Maio 159 24 157 92 8.0 8.4 7.2 6.8 94 98 84 80

Setembro Junho 120 14 152 106 6.1 4.9 6.9 7.8 74 60 84 95

Outubro Julho 133 29 127 86 6.7 10.1 5.8 6.4 80 120 68 74

Novembro Agosto 131 25 160 99 6.6 8.8 7.3 7.3 78 103 86 86

Dezembro Setembro 133 17 170 125 6.7 6.0 7.8 9.2 82 73 94 112

Janeiro Outubro 148 26 207 106 7.5 9.1 9.5 7.8 88 107 111 92

Fevereiro Novembro 166 26 184 144 8.4 9.1 8.4 10.6 102 111 102 129

Março Dezembro 151 29 187 125 7.6 10.1 8.5 9.2 90 120 100 108

14 CIRO CARDOSO, F. S. e PÉREZ BRIGNOLI, H.: Ob.cit., p. 150 e HENRY, Louis: Técnicas

de Análise Demográfica, pp. 68-70.15 Em virtude do nosso estudo se estender por 76 anos, durante os quais aconteceram múltiplos

fenómenos de natureza político-militar, resolvemos dividi-lo em períodos para, assim, se perceberemas mutações dos comportamentos demográficos. Tendo em consideração os comentários de LouisHenry (ob. cit., p. 68), de CIRO F. S. Cardoso e H. PÉREZ BRIGNOLI (ob. cit., p. 151) e deMaria Norberta SIMAS BETTENCOURT AMORIM (Guimarães 1580-1819. Estudo

demográfico, p. 146) resolvemos dividir a época em quatro períodos. O critério subjacente a estaopção prende-se com as fases vividas neste espaço. Durante o primeiro período (1640-1657), avila esteve sob a soberania portuguesa; de 1658-1668, esteve sob jurisdição castelhana; duranteo 3º (1669-1703) voltou à posse portuguesa e viveu uma época de paz; durante o último (1704-1715) voltaram a verificar-se conflitos bélicos. Sempre que nas páginas seguintes nos referirmosa períodos cronológicos, as suas balizas serão as que aqui acabamos de referir, cujos critérios dedivisão também enunciámos.

JOÃO COSME

765

A distribuição mensal dos baptismos registados na Matriz revela que,no primeiro período (1640-1657), Fevereiro e Janeiro foram os meses commaior concentração de baptismos. A partir de Abril, os índices são todos infe-riores a cem, salvo o de Novembro com 102. No segundo período, Janeiro eFevereiro continuaram a ocupar os lugares cimeiros, enquanto que os quatromeses seguintes tiveram valores abaixo de cem, cujo patamar voltou a serultrapassado a partir de Julho. Nestes dois primeiros períodos, Junho foi omês com menor número de nascimentos.

No terceiro momento, o mês de Janeiro voltou a ocupar o primeiro lu-gar. De Abril até Agosto, os índices desceram para valores inferiores a cem,sobrepondo-se este limiar nos meses seguintes, com especial destaque para opico máximo secundário de Novembro e de Dezembro. As asserções acabadasde fazer são, na maior parte, válidas para o quarto período. Constituiramexcepção, o mês de Fevereiro que ocupou o primeiro lugar e Abril que passoupara o último, posição que na fase anterior fora ocupada por Julho.

SANTA MARIA MADALENA

Concepção Nascimento Número de casos Percentagem Índices

1640 1658 1669 1704 1640 1658 1669 1704 1640 1658 1669 1704 // // // // // // // // // // // //

1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715

Abril Janeiro 169 45 270 102 10.5 14.6 11.2 10.3 124 172 132 120

Maio Fevereiro 176 19 227 104 11.0 6.2 9.5 10.5 141 80 122 135

Junho Março 164 24 209 95 10.2 7.8 8.7 9.5 120 91 102 112

Julho Abril 127 27 169 56 7.9 8.8 7.0 5.6 96 107 84 64

Agosto Maio 118 18 178 73 7.4 5.9 7.4 7.3 86 69 87 86

Setembro Junho 120 19 138 83 7.5 6.2 5.7 8.3 91 75 70 101

Outubro Julho 103 16 132 60 6.4 5.2 5.5 6.0 75 62 65 71

Novembro Agosto 95 26 177 69 5.9 8.4 7.4 6.9 69 100 87 81

Dezembro Setembro 124 22 207 74 7.7 7.1 8.6 7.4 94 87 105 90

Janeiro Outubro 126 25 211 82 7.9 8.1 8.8 8.2 92 96 103 97

Fevereiro Novembro 134 38 240 102 8.3 12.3 10.0 10.3 101 151 121 124

Março Dezembro 149 29 246 96 9.3 9.4 10.2 9.7 109 112 120 113

A natalidade apresentou várias oscilações comportamentais, ao longodos quatro épocas referidas. Assim, na primeira, os meses de Fevereiro, Janeiro

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

766

e Março ocuparam os lugares cimeiros no tocante ao número de nascimentos.Os meses seguintes tiveram médias percentuais com valores inferiores a cem,destacando-se o mês de Agosto com o menor número de baptismos, cujosquantitativos estiveram muito próximos de cem em Novembro e Dezembro.No segundo período houve grandes mutações. Janeiro ocupou o primeiro lu-gar e Novembro o segundo: os restantes valores oscilaram, obtendo-se emJulho os picos mínimos dos registos.

Por sua vez, a distribuição dos nascimentos alcançou maior uniformi-zação no terceiro período, já que Janeiro e Fevereiro se quedaram pelosprimeiros lugares. De Abril até Agosto, as médias ficaram abaixo do patamarcem e só voltaram a subir em Setembro e Outubro, para apresentarem umpico máximo secundário em Novembro e Dezembro. Julho distinguiu-se, maisuma vez, como o mês com menor número de nascimentos. No último período,Fevereiro ocupou o primeiro lugar, seguindo-se-lhe Novembro e Janeiro. Abrilfoi o mês com menos nascimentos enquanto que os meses consecutivos, atéOutubro, obtiveram índices inferiores a cem.

Em síntese, pode dizer-se que os movimento das concepções manifestou-se similar ao longo dos vários períodos nas duas freguesias. Salvo rarasexcepções, o bloco temporal decorrente de Julho a Novembro, foi o que registoumenor valor de concepções; por oposição, a maior parte das concepçõesconcentrou-se nos meses de Fevereiro a Maio.

Em nosso entender, o início da Primavera (factor de ordem ambienciale climatérico) foi determinante na concentração do pico máximo dasconcepções nos meses de Abril e Maio ao longo da época do nosso estudo.Nos meses seguintes, a realização das actividades económicas motivou adiminuição do número das concepções que ganharam novo “fôlego” nos me-ses de Janeiro e Fevereiro.

2.3. Índice ou Relação de Masculinidade ao Nascimento

Através desta medida conhece-se o número de crianças que nasceramdo sexo masculino, por cada cem raparigas nascidas no mesmo períodocronológico. Os resultados obtidos foram os seguintes:

Freguesia 1640-1657 1658-1668 1669-1703 1704-1715 SOMA

Matriz 110,6 88,2 112,2 103,9 108,4

Madalena 104,2 105,3 107,4 102,4 105,4

JOÃO COSME

767

Os valores apresentados mostram que, regra geral, o número denascimentos de crianças do sexo masculino foi superior ao do sexo feminino.Os quantitativos rondaram os 105 rapazes por cada 100 raparigas. Este valorestá em consonância com os padrões referidos por Louis Henry16. A únicaexcepção ocorreu, no 2º período, na Matriz oliventina que se quedou com umvalor muito inferior; todavia, logo ultrapassado no terceiro momento.

Cremos que tal diferença significa uma mera discrepância conjunturalou, até mesmo, um subregisto dos nascimentos das crianças do sexo masculi-no.

2.4. Ilegitimidade e Filiação Desconhecida

2.4.1. Ilegitimidade

A distinção entre filho legítimo e ilegítimo institucionalizava-se a par-tir do momento em que o novo “Ser” era baptizado. Na acta da ocorrência dacerimónia baptismal, o sacerdote, dando sequência aos ditames sinodais,exarava um “rótulo” sobre o novel sacramentado. Para melhor conhecimentodesta realidade, passamos a apresentar um quadro organizados em função dastipologias referenciadas nos livros paroquiais:

Freguesia Mãe Livre Mãe Escrava Pai Conhecido Dois Progenitores SOMA

Nº casos % Nº casos % Nº casos % Nº casos %

Matriz 48 19.6 79 32.2 8 3.3 110 44.9 245

Madalena 81 29.7 99 36.3 2 0.7 91 33.3 273

SOMA 129 24.9 178 34.4 10 1.9 201 38.8 518

Pode confirmar-se que, grosso modo, o tipo de ilegitimidade maisfrequente foi o de nome de mãe conhecida/nome de pai desconhecido. A estepropósito, as Constituições Sinodais do Arcebispado de Braga, no título II,constituição VIII, estipulava que “se os ditos baptisados não forem [h]avidosde legitimo matrimonio não se nomeará no assento mais que a mãy”.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

16 Técnicas de análise em Demografia Histórica, pp. 26-27.

768

No cômputo global da ilegitimidade das duas freguesias, o número decasos de filhos (com nome de pai omisso) de mãe escrava foi muito idênticoao de mãe livre, respectivamente, com 40,2% e 39,8%.

Para uma análise mais elucidativa, passaremos a apresentar algunsexemplos, a fim de que, deste modo, se possa caracterizar este problema so-cial. Por exemplo, o baptizado realizado em 4 de Abril de 1677 refere:

“Ilena, filha ilegitima de Maria Martins, viuva17”;

O prior da freguesia da Matriz, ao registar o baptismo efectuado em 22de Novembro de 1687, exarou o seguinte assento:

“(...) baptizei a Luis, filho ilegitimo de Luiza da Silva, veuva que

ficou de Manuel Mendes, rachador, e por que não faça duvida dar-se ao

mesmo marido, digo que pario depois do marido morto pasante de dois

annos18”.

Detecta-se, assim, que a debilidade sócio-económica esteve interligadacom a ilegitimidade. Outras vezes, os priores das diversas freguesias nãotiveram em conta a norma sinodal referida e assentaram o nome dos progeni-tores. Este facto desviava-se do estipulado nas Constituições Sinodais doArcebispado de Évora que, no título I, capítulo VI, prescrevia que o celebran-te deveria assentar “o nome da criança que baptizar e de seu pay e may, sendo[h]avidos por marido e mulher”.

Este tipo de ocorrência sucedeu, com alguma frequência, em Olivença.A causa deste comportamento deve estar conexa com a permanência de gran-des contingentes militares nesta localidade, os quais estavam “imunes às crí-ticas” que a situação poderia gerar. A título exemplificativo apontamos algunscasos. No registo realizado em 28 de Maio de 1642, o prior escreveu o seguintetexto:

“Manuel, filho natural de Manuel Bravo, soldado, e de Pellonia

Roiz, ambos solteiros19”;

17 Arquivo Municipal de Elvas (A.M.E.), Registos Paroquiais, Olivença, freguesia Matriz. Maço

8 (Misto), L° 5, fl. 232v.18 lbidem, Maço 12 (Baptizados), L° 2, fl. 79.19 A.M.E., Registos Paroquiais, Olivença, freguesia Matriz, Maço 12 (Baptizados), L° 1, fl. 56.

JOÃO COSME

769

Outro exemplo interessante encontra-se no baptismo realizado em 7 deAbril de 1687, cujo trecho é o seguinte:

“Domingos, filho de Catarina Francisca, molher exposta, e de

Gaspar Fernandez, soldado, o qual pai pus neste asento por elle assim o

conssentir20”.

Outras vezes, a mobilidade espacial causada pelos conflitos bélicos,facilitou as relações ilegítimas, como por exemplo, no caso descrito no assentode 17 de Novembro de 1643:

“Manuel Roiz, filho natural de Maria Roiz, a serrana, que veio de

Talliga, e de Nicolao Gonçalvez, o qual mandou dizer o assentassem por

seu filho21”.

Todavia, nem sempre, os progenitores autorizavam que o seu nome fosseexarado nos livros paroquiais, conforme se confirma pelo extracto do baptismorealizado em 8 de Julho de 1715:

“Domingos, filho natural de Lionor Arcangella de Sampayo que

dis ser filho de Domingos Mendes Ramos, o qual nega ser seu filho e

assim mo afirmou”22.

Por último, em nítida oposição à norma sinodal que, no caso dailegitimidade, recomendava o exclusivo assento do nome da mãe, encontra-mos alguns casos de referência única ao nome do pai. Embora, o número decasos detectados seja pouco significativo, convém dizer, no entanto, que foium fenómeno que teve especial incidência na Matriz de Olivença. Seguindo ametodologia anterior, vamos apresentar alguns exemplos, começando pelobaptismo realizado em 10 de Março de 1651:

“Maria, filha encuberta do mestre de campo Bartolomeu de

Vasconce-los e não sei quem hé a may”23.

20 Ibidem, L°2, fls.75-75 v. O baptismo realizado em 28 de Janeiro de 1648, é outro exemplo, doque acabamos de afirmar, cujo texto é o seguinte: “Maria, filha expuria de Bento Martinz, soldado,e de Catarina Vieira, escrava de André Vieira” (Ibidem, fi. 118v).

21 A.M.E., Registos Paroquiais, Olivença, freguesia Matriz. Maço 12 (Baptizados), L° 1, fl. 84.22 Ibidem, L° 4, fl. 96 v. Itálico da nossa autoria.23 Ibidem, fl. 144v.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

770

Outro exemplo encontra-se no assento do baptismo realizado em 8 deJunho de 1659:

“Alonço, filho espurio do capitam D. Alonço”.

À margem tem a seguinte nota:

“não quizeram dar o nome da mai”24.

Em síntese, pode dizer-se que nos últimos exemplos existe uma particu-laridade comum: o progenitor era militar.

Passamos, agora, a caracterizar a ilegitimidade, na sua evolução tem-poral, pelo que apresentamos as taxas25 de ilegitimidade por períodos:

Freguesia 1640-1657 1658-1668 1669-1703 1704-1715 TOTAL

Matriz 63,64 48,95 36,56 18,46 42,18

Madalena 92,21 61,69 30,78 32,13 51,38

Após a observação dos resultados obtidos surge, de imediato, umaprimeira inferência que se prende com a diminuição das taxas de ilegitimidadecom o decurso do tempo. Em perfeita consonância com esta asserção, podereferir-se que a taxa de ilegitimidade da freguesia da Madalena, nas primeirasquatro décadas de Seiscentos, se cifrou26 em 85,49 por mil. Face a tais resul-tados constatamos que a evolução neste espaço raiano foi idêntica à observa-da por Maria Norberta Amorim para Guimarães, pelo que a citamos:

“Na segunda metade do século XVII parece ter havido uma forte

retracção nas relações ilegítimas, não sabemos se por influência da Igreja

que pressionava para que fossem abandonados a convivência íntima en-

tre os noivos e o concubinato, se por tais relações se terem tomado por

reflexo mais escandalosas aos olhos da sociedade, se por influência das

migrações, ou se por melhoria de condições de existência das mulheres

que precisavam sozinhas de prover ao seu sustento. Logo no início do

24 lbidem, freguesia da Madalena, Maço 3 (Baptizados), L° 3, fl. 3.25 Cf. a fórmula em Ciro F. S. Cardoso e H. Pérez Brignoli, ob. cit., p. 151.26 João dos Santos Ramalho Cosme: Ob. cit., pp. 74-78.

JOÃO COSME

771

século XVIII e até meados do mesmo, demarca-se uma subida na filiação

natural conhecida”27.

Ao procedermos à comparação dos nossos valores com os resultados deduas localidades da Extremadura espanhola, observamos que são muito simi-lares aos 75,5 88,65 ou 61,72 por mil, observados por Alfonso RodriguezGrajera28, para Mérida, para os períodos, respectivamente, de 1600-1623, 1624-1678 e 1685-1699. Também não diferem muito dos 68,89 por mil, encontra-dos por Fernando Cortés Cortés29 para Zafra, no século XVII.

Constata-se, assim, que houve uma redução das taxas de ilegitimidadeao longo do século XVII, situando-se o valor mais elevado entre 1640 e 1657.Uma possível explicação para o caso oliventino pode encontrar explicação napresença de um elevado contingente militar, algo propício ao desenvolvimentodas concepções fora do quadro matrimonial.

2.4.2. Progenitores Desconhecidos

Dentro deste tipo (Filiação Desconhecida) convém distinguir os queforam rotulados de “expostos ou enjeitados” e os que foram registados semqualquer referência à sua situação jurídica e sócio-familiar. Convém realçarque, embora em alguns casos existam indícios de que estas crianças eramilegítimas, não se pode afirmar genericamente que, aqueles cujos nomes dosprogenitores não ficaram exarados, nasceram fora da instituição matrimo-nial30.

Tal como acabámos de mencionar, existem casos em que se confirmaque as crianças cujos nomes dos progenitores se desconhecem, eram ilegíti-mas, conforme se vê pelo extracto que passamos a transcrever:

“Antonio [h]avido de segredo”.

27 Maria Norberta Simas Bettencourt Amorim: Ob. cit., p. 231.28 La población de Mérida en el siglo XVII, p. 54.29 La población de Zafra en los siglos XVI y XVII, p. 39.30 Sobre esta problemática, veja-se Maria Norberta Simas Bettencourt Amorim: Ob. cit., pp. 250-

272; T. Egidio: “Aportación a estudio de la demografía española: los niños expósitos de Valladolid(siglos XVI-XVIII” in Actas de las I Jornadas de Metodologia aplicada a las Ciencias

Históricas, vol. III, p. 335. Cf. ainda, notas 67-69.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

772

Nota á margem:

“morreo aos 14 do mesmo (…) e por ser de molher casada se não

nomeam paes”31.

Para melhor conhecimento deste grupo e porque, como acima referi-mos, não se pode generalizar que todos estes registos são de filhos ilegítimos,vamos apresentar um quadro-síntese com os resultados obtidos, subdividindo-os conforme estão, ou não, “rotulados” de “expostos”/”enjeitados”:

Freguesia Enjeitados/Expostos Pais não referidos

1640- 1658- 1669- 1704- SOMA 1640- 1658- 1669- 1704- SOMA

1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715

Matriz 10 2 13 35 60 68 1 19 9 43

Madalena 5 2 5 - 12 14 1 2 5 12

Os quantitativos apresentados permitem enunciar que o número deexpostos da Matriz foi muito superior ao da freguesia da Madalena.

Para se compreender a evolução do comportamento familiar durante aépoca em estudo, à semelhança do que fizemos para a ilegitimidade,apresentamos a taxa de filiação desconhecida.

Freguesia 1640-1657 1658-1668 1669-1703 1704-1715 TOTAL

Matriz 12.,12 10.49 14.62 32.50 17.73

Madalena 5.61 3.25 3.43 5.02 4.52

Observa-se, assim, que, contrariamente à ilegitimidade, os valoresaumentaram à medida que o tempo passou. Este facto pode ser um elementode justificação do retrocesso da taxa de ilegitimidade.

31 A.M.E., Registos Paroquiais, Olivença, freguesia Matriz. Maço 12 (Baptizados), L° 1, fl. 30 v.

JOÃO COSME

773

Em jeito de síntese apresentaremos a estrutura da natalidade por perío-dos. Por uma questão de simplificação metodológica daremos todos os resul-tados da freguesias oliventinas por períodos:

Freguesia Legitimos Ilegítimos Expostos Prog. Desc. TOTAL

Nº casos % Nº casos % Nº casos % Nº casos %

1640-1657

Matriz 1830 92.4 126 6.4 10 0.5 14 0.7 1980

Madalena 1448 90.2 148 9.2 5 0.3 4 0.2 1605

1658-1668

Matriz 269 94.1 14 4.9 2 0.7 1 0.3 286

Madalena 286 92.9 19 6.2 2 0.6 1 0.3 308

1669-1703

Matriz 2076 94.9 80 3.6 13 0.6 19 0.9 2188

Madalena 2323 96.6 74 3.1 5 0.2 2 0.1 2404

1704-1715

Matriz 959 96.3 32 3.2 0 - 5 0.5 996

Madalena 1285 94.9 25 1.8 35 2.6 9 0.7 1354

Global

Matriz 5460 94.0 245 4.2 60 1.0 43 0.7 5808

Madalena 5016 94.4 273 5.1 12 0.2 12 0.2 5313

Em consonância com o que afirmámos, nota-se que no século XVII, aspercentagens de filhos legítimos aumentaram. Porém, esta tendência sofreuuma suspensão duranto último período. O motivo mais plausível para estecomportamento deve-se à concentração de soldados na vila por ocasião daGuerra da Sucessão. Por sua vez, o número dos expostos aumentou, facto que,também, pode explicar a diminuição do número de ilegítimos.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

774

2.4.2.1. Repartição dos baptizados por sexo

Dado os resultados serem diminutos, apenas os apresentaremos, no seucômputo global. Assim, temos:

Expostos Prog. Desc. SOMA

Masc. Fem. Masc. Fem. Masc. Fem.

32 40 36 19 68 59

A leitura destes elementos, conjugada com a comparação32 dos valoresde 1600-1640, permite afirmar que houve uma atitude comportamental, emque foram expostas mais crianças do sexo feminino do que masculino. Pelocontrário, o número de crianças sem o nome dos progenitores exarado nosregistos, mas não rotulados de “expostos”, foi constituído por um maior nú-mero de elementos do sexo masculino. Estas diferenças neutralizaram-semutuamente, levando a que o somatório destas duas categorias se equivalessemquantitativamente. Algo já detectado em Guimarães33, para a época anterior a1740.

2.4.2.2. Local de abandono

Regra geral, os registos são parcos em informações sobre o local em queas crianças eram “enjeitadas”. Apesar de tudo, excepcionalmente, encontra-mos algumas referências sobre o local de abandono. Através dos registos sa-bemos que a maior parte das crianças foi colocada à porta da Misericórdia, jáque, num total de doze exposições com local referenciado, sete foram postosjunto desta instituição; outros três foram encontrados à porta de outrasinstituições religiosas. Para um melhor conchecimento desta situação,passamos a transcrevê-los:

“Maria, engeitada, que foi achada à porta de São Lázaro”34;

“Brizida, engeitada à porta de Santo António”35;

32 João dos Santos Ramalho Cosme: Ob. cit., pp. 93-94.33 Maria Norberta Simas Bettencourt Amorim: Ob. cit., p. 257.34 A.M.E., Registos Paroquiais, Olivença, freguesia da Madalena, Maço 3 (Baptizados), L.° 2,

fl. 24v.35 Ibidem, fl. 123v.

JOÃO COSME

775

“Isabel, exposta em a noite de sexta feira mayor, que se contaram

sinco de Abril da ditta era; achada junto ao convento de S. Francisco

desta vila por hum soldado”36.

Finalmente, dois foram abandonados junto de espaços particulares.Estiveram nesta situação:

“Maria posta em casa de Pero Martinz, acarretador, a qual trazia

hum escrito que fosse bautisada nesta Matris”37.

Em síntese, pode concluir-se que a assistência às crianças expostas eraprestada essencialmente pelas instituições de cariz sócio-religioso e pelacâmara.

2.5. Baptismos de Emergência e Respectivos Ministrantes

Quando os recém-nascidos corriam perigo de vida, a Igreja recomendavaque o novel Ser fosse baptizado. Para que mais facilmente se conseguissebaptizar a totalidade dos nascidos, em perigo de vida, as Constituições Sinodais

determinavam que alguns leigos poderiam ministrar os baptismos38. Amortalidade neo-natal precoce e neo-natal deve-se essencialmente a factoresintrínsecos e extrínsecos à parturiente; por isso, estes dados podem tornar-seindicadores importantes das condições de vivência humana, quer ao nívelindividual quer ao nível ambiencial.

Para melhor se analisar e compreender o ritmo dos baptismos deemergência, passamos a apresentar as respectivas taxas:

Freguesia 1640-1657 1658-1668 1669-1703 1704-1715 TOTAL

Matriz 14.65 48.95 36.11 34.71 29.10

Madalena 29.28 38.96 45.34 31.12 37.46

36 Ibidem, freguesia Matriz, Maço 12 (Baptizados), L.° 3, fl. 70.37 Ibidem,freguesia Matriz, Maço 12 (Baptizados), L.° 1, fl. 31.38 Primeiras Constituições Sinoadaes do Bispado d’Elvas, título III, § 3, fl. 11.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

776

Regra geral, os valores mais elevados situaram-se no segundo e terceiroperíodos. Este facto induz a conlcuir que o aumento do número de nascimentos,após o tratado de paz de 1668, teve como reverso o aparecimento de um maiornúmero de nascidos em perigo de morte. Outro factor que teria contribuídopara esta ocorrência foi o esforço de maior apoio e prática religiosa nas diver-sas comunidades. Importa dizer que, em consonância com esta afirmação, osquantitativos encontrados são superiores aos que se detectaram39 para osprimeiros quarenta anos do século XVII. O aparecimento de fenómenosambiencias degradantes do estado higio-sanitário das populações também teriacontribuído para o agravamento das condições do parto.

Tal como já referimos, as normas sinodais estipulavam a prioridade doministrante do baptismo de emergência. Para se poder aquilatar a observânciadas regras, procedemos à quantificação dos registos segundo os autores:

MATRIZ MADALENA

1640- 1658- 1669- 1704- SOMA 1640- 1658- 1669- 1704- SOMA

1657 1668 1703 1715 1657 1668 1703 1715

Clérigo 11 8 31 26 76 28 1 43 18 90

Parteira 9 5 41 13 68 7 7 50 10 74

Autor não especificado 9 1 5 4 19 10 3 2 1 16

Um homem - - 2 4 6 2 - 13 1 16

Uma mulher - - - - - - 1 1 1 3

SOMA 29 14 79 47 169 47 12 109 31 199

39 João dos Santos Ramalho Cosme: Ob. cit., pp. 65-68.

JOÃO COSME

777

Em síntese, no cômputo global dos registos, atendendo à suaespecificidade, observou-se a seguinte repartição:

Matriz Madalena

Nº casos % Nº casos %

Clérigo 76 45.0 90 45.3

Parteira 68 40.2 74 37.2

Autor não especificado 19 11.2 16 8.0

Um homem 6 3.6 16 8.0

Uma mulher 0 - 3 1.5

TOTAL 169 100 199 100

Em consonância com o estipulado, os clérigos foram os que impuserama água baptismal mais vezes nos momentos de perigo. Nas ConstituiçõesSinodais do Bispado de Elvas recomendava-se que, na ausência dos clérigos,deveria recorrer-se a um substituto obedecendo aos seguintes critérios:

“em defeito dos sobredittos, o poderá baptizar qualquer homem

que saiba o necessario; e em falta de todos estes, o poderá baptizar

qualquer molher”40.

Como se observa, no quadro atrás apresentado, a percentagem debaptismos realizados por homens foi diminuto. A actividade dos homens, comoministros do baptismo, em situações de emergência, foi pouco significativa. Ageneralidade apenas ministrou um baptismo e nenhum realizou mais de dois,o que demonstra uma actividade acidental41.

40 Primeiras Constituições Sinoadaes do Bispado d’Elvas, título III, § 3, fl. 11.41 Para um conhecimento mais pormenorizado desta actividade por parte dos homens, passamos a

apresentar o nome e o número de baptismos de emergência realizados pelos homens:Matriz (Olivença)Francisco Martins: 1; João da Silva: 1; Pedro Marques: 1; Matias Fernandes: 1.Madalena (Olivença)

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

778

No que toca às mulheres convém distinguir se detinham ou não o “esta-tuto” de parteira. As possuidoras deste estatuto tinham a sua funçãodevidamente referida nas Constituições Sinodais42. A importância da suaactividade pode comprovar-se pelo elevado número de actos em queim-puseram a água baptismal sobre a cabeça do neófito43, colocando-se logoatrás dos clérigos. Daí que, em cumprimento do estipulado, os priores tivessemassentado, por várias vezes, nos registos que as tinham examinado.

Como muito bem relembra Marinha do Nascimento Fernandes Carneiro,

“até ao século XVIII, o parto não se concebe sem parteira, essa

mulher de saberes práticos, vinda do fundo dos tempos, herdeira de

pequenos segredos e do toque de mão daquela que a precedeu, confidente

das suas companheiras, depositária da tradição. Personagem central da

sua comunidade, com uma componente do sagrado, com autoridade mo-

ral, a sua função central, os seus poderes reais e simbólicos conduzem

Sebastião Vieira: 2; Manuel Mexia Restrolho: 1; Doutor Manuel Roiz Pinto: 1; Sebastião Lourenço:1; Francisco Pereira: 1; João Fernandes: 1; João Roiz: 1; Manuel Perdigão: 1; Francisco Roiz: 2;Manuel Roiz (moleiro): 1; Manuel Roiz (hortelão): 1; Manuel Fernandes: 1; Francisco do Amaral:1, João de Brito: 1.

42 Primeiras Constituições Sinodaes do Bispado d’Elvas, título III, § 4, fl. 11.43 Face à importância da actividade destas mulheres na sociedade do seu tempo, passamos a identificá-

las, registando o número de actos realizados por cada uma das parteiras.

Na Matriz de Olivença:

Inês Vaz - 5 baptismos [O primeiro baptismo aconteceu em 12 de Fevereiro de 1640 (A.M.E.,Registos Paroquiais, Olivença, Matriz, Maço 12 (Baptizados), Lº 1, fl. 13) e o quinto foi em 5de Fevereiro de 1642 (Ibidem, fl. 48)]; Maria Martins - 3; Marina Raiz - 3; Maria Sanches - 1;Violante Garcia - 21 [O primeiro tem a data de 18 de Março de 1684 (Ibidem, L° 2, fl. 46) e ovigésimo primeiro está datado de 20 de Novembro de 1715 (lbidem, L° 4, fl. 104]; FranciscaMendes - 7 [O primeiro foi em 23 de Setembro de 1685 (lbidem, L.° 2, fi. 59)] e os últimos doisforam em 20 de Janeiro de 1696 (lbidem, fl. 186)]; Violante Roiz - 1; Maria Álvares - 1 e ViolanteSoares - 2.

Na Madalena (Olivença):

Isabel Raiz - 1; Leonor Lopes - 3; Maria Roiz - 4 [O primeiro aconteceu em 23 de Fevereirode 1664 (A.M.E., Registos Paroquiais, Olivença, Madalena, Maço 3 (Baptizados), L° 3, fl. 17v)] e o quarto foi em 14 de Abril de 1665 (lbidem, fl. 25)]; Violante Garcia - 48 [O primeiro tema data de 14 de Julho de 1673 (lbidem, L° 3, fl. 97 v)] e o quadragésimo oitavo está datado de 18de Novembro de 1714 (lbidem, L° 4, fl. 123 v)]; Francisca Mendes - 7 [O primeiro registo é de 25de Fevereiro de 1686 (lbidem, L° 4, fl. 67) e o último tem a data de 7 de Maio de 1697 (Ibidem,L° 5, fl. 36)]; Maria Álvares - 3 [O primeiro tem a data de 13 de Agosto de 1702 (Ibidem, L° 5,fl. 100) e o terceiro está datado de 19 de Agosto de 1715 (Ibidem, L° 6, fl. 136)].

JOÃO COSME

779

(…) a que outros, que usufruem um parcela do poder, suspeitem dela, a

controlem e vigiem”44.

O número de baptismos efectuado por mulheres que não estavam “ofi-cialmente” incumbidas das funções de parteira foi diminuto. Estes casos sãodeveras específicos já que, além de nem sempre se fazer referência ao seunome, explicitam-se preocupações sobre as suas capacidades como ministrantesdo baptismo45. As mulheres, que não se incluíam nesta categoria, eram colo-cadas no último lugar da escala referida pelas normas sinodais. O número debaptismos de emergência realizados por elas foi exíguo.

À guisa de consideração final diríamos que as parteiras desempenharamum papel de grande importância nas suas comunidades, através do apoio àsparturientes, bem como no seu papel de elos de ligação e de “instrumento” daIgreja institucional. Facto notório e demonstrativo da existência de uma acçãoorganizada, encontra-se no elevado número de baptismos efectuado poralgumas das parteiras.

3. A NUPCIALIDADE

O estudo da variável nupcialidade é fundamental para se conheceremas populações do passado, já que a maior parte dos nascimentos tem origemno matrimónio, o que influencia a natalidade. Convém não esquecer que estavariável depende quase exlusivamente da vontade humana; quer isto signifi-car que ela reflecte, com grande rigor, as opções e os comportamentos dassocieda-des antigas. Há autores que, inclusivamente, defendem que o papelregulador do sistema demográfico pertence a esta variável46.

44 Marinha do Nascimento Fernandes Carneiro: Ajudar a Nascer. Parteiras, saberes obstétricos e

modelos de formação (séculos XV-XX), Porto, 2003, pp. 45-46.45 Para mais pormenores passamos apresentar as diversas informações, que se conhecem sobre cada

uma delas:

- Madalena:

Um primeiro baptismo foi realizado, em casa, “por huma mulher” (A.M.E., Registos Paro-

quiais, Olivença, freguesia da Madalena, Maço 3 (Baptizados), L° 3, fl. 57 v); num segundo, acriança foi baptizada por “hia molher com quem paria que se chama Joanna Roiz” (Ibidem, L° 4,fl. 109) e no terceiro, Manuel foi “baptizado em caza por necessidade por Maria Correa, viuva deAntonio Pires” (Ibidem, L° 6, fl. 134).

46 J. Hajnal: “European marriage patterns in perspective”, in Population in Histopy. Essays in

Historical Demography, London, 1965, pp. 101-145; Pierre Chaunu, Histoire Science Sociale.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

780

G r á f i c o 3 : M a t r iz - C a sa m e n t o s

05 0

1 0 01 5 02 0 02 5 03 0 0

1 6 4 0 1 6 4 5 1 6 5 0 1 6 5 5 1 6 6 0 1 6 6 5 1 6 7 0 1 6 7 5 1 6 8 0 1 6 8 5 1 6 9 0 1 6 9 5 1 7 0 0 1 7 0 5 1 7 1 0 1 7 1 5 A n o s

Í n d i c e s

M . M . 5

A este facto deve acrescentar-se que, comparativamente com os outros

registos paroquiais, os quantitativos dos assentos matrimoniais são os que

estão mais próximos da realidade47.

Por isso, passamos a apresentar, tal como já o fizemos para os baptismos,

os números dos esponsais realizados anualmente em cada uma das freguesias

oliventinas.

3.1. Evolução Quantitativa da Nupcialidade

SANTA MARIA DO CASTELO - MATRIZ

Pela leitura do gráfico anterior, constata-se que o pico máximo de

casamentos se situou nos primeiros anos da década de quarenta. Ao nível dos

valores brutos, o ano de 1645 deteve a liderança, com 56 ocorrências, seguindo-

se-lhe 1647 com 48, 1642 e 1644, com 46 e, em quinto lugar, 1643 com

apenas 39. A partir de finais desta década, o número de consórcios entrou em

queda até 1659, data em que ocorreu o pico mínimo com apenas três registos.

Tal resultado teve como causa a ocupação da vila, em 1657, pelas tropas

La Durée, L’Espace et L’Homme a L’Époque Moderne, Paris, 1974, pp. 289-293 ; David Sven

Reher, Town and country in pre-industrial Spain. Cuenca, 1550-1870, Cambridge, 1990, pp.

189-243; Robert Rowland, “Microanálise e Regimes Demográficos”, in Reconstituição deFamílias e outros métodos microanalítcos para História das Populações, vol. I, Edições

Afrontamento, Porto, 1995, pp. 23-34.

47 Manuel Martín Galán: “Fuentes y Metodos para el estudio de la Demografia Historica castellana

durante la Edad Moderna”, in Hispania. Revista Española de Historia, nº 148, Madrid, 1981,

pp. 300-301.

JOÃO COSME

781

castelhanas. Depois desta data, o número de bodas matrimoniais começou a

subir, com particular incidência para os anos noventa, e jamais se notou uma

queda significativa.

Para melhor corroborarmos as afirmações anteriores, passamos ao

agrupamento dos dados por decénios:

Década nº de % média

casos anual

1640-49 353 23.3 39.2

1650-59 210 13.8 21.0

1660-69 75 4.9 7.5

1670-79 109 7.2 10.9

1680-89 120 7.9 12.0

1690-99 205 13.5 20.5

1700-09 288 19.0 28.8

1710-15 157 10.4 26.2

TOTAL 1517 100 20.2

A análise do quadro apresentado está em consonância com o que ante-

riormente afirmámos. Assim, nota-se uma acentuada diminuição das médias

anuais anuais até ao decénio de sessenta, data em que atingiu o valor ínfimo,

Nos anos setenta, reiniciou-se a recuperação, mas só voltou a superar a

média anual da série nos anos noventa. No último período (1710-1715), a

média anual foi inferior à da primeira década de Setecentos (1700-09), o que

denota as repercussões negativas da Guerra da Sucessão de Espanha no

movimento nupcial oliventino. Registámos a existência de dois ciclos:

-1º (1641-1658): m = -8,20

-2º (1659-1715): m =+2,37

O primeiro valor comprova a fortíssima queda dos esponsais, enquanto

que o segundo significa que o número de casamentos conheceu uma evidente

recuperação a partir de 1659.

OLIVENÇA (1640-1715).

População e Sociedade

782

MADALENA

A linha dos índices e das M.M. 5 denota que houve uma descida até fins

da década de cinquenta/princípios de sessenta, iniciando-se, então, um au-

mento do número de registos até meados da primeira década do século XVIII.

Por sua vez, o número máximo dos casamentos aconteceu em 1642.

Neste ano, realizaram-se 40 matrimónios, ocupando os lugares seguintes os

anos de 1645 e 1644, com, respectivamente, 38 e 36 ocorrências. Por sua vez,

o valor mais baixo de consórcios teve lugar nos anos de 1658, 1661 e 1666

com sinco bodas, em ambos.

Para melhor documentarmos a evolução do movimento nupcial

apresentamos os dados agrupados por décadas:

Década nº de % média

casos anual

1640-49 294 19.9 29.4

1650-59 200 13.5 20.0

1660-69 89 6.0 8.9

1670-79 148 10.0 14.8

1680-89 183 12.4 18.3

1690-99 213 14.4 21.3

1700-09 243 16.4 24.3

1710-15 110 7.4 18.3

TOTAL 1480 100 19.5

Gráfico 4: Madalena-Casamentos

0

50

100

150

200

250

1640 1645 1650 1655 1660 1665 1670 1675 1680 1685 1690 1695 1700 1705 1710 1715Anos

Índices

M.M. 5

JOÃO COSME

783

A média anual das diversas décadas comprova as asserções anteriores.É notório como o número de casamentos diminuiu, registando-se a médiamais baixa nos anos sessenta, voltando a crescer nos períodos seguintes.Convém frisar, ainda, que a média dos anos quarenta não foi atingida emmais nenhum decénio e que a média dos últimos seis anos da série foi inferiorà da década anterior. Nesta série também detectámos dois ciclos:

- 1.°) 1640-1660: m = -6,30.

- 2.°) 1661-1715: m = +1,36.

O valor da tendência destes dois ciclos espelha o comportamento domovimento nupcial oliventino ao longo dos 76 anos do nosso estudo. Podedizer-se que, nos primeiros 21 anos, a recessão foi bastante acentuada, enquantoque, nos restantes 55, o número de casamentos apresentou sinais de recuperaçãomoderada.

3.2. Sazonalidade dos Casamentos

O estudo da distribuição mensal das núpcias é importante, pois revelaos factores que determinaram os comportamentos humanos. Em virtude docasamento ser um acto dependente da vontade humana, torna-se interessantedescortinar quais foram, efectivamente, as causas que levaram os habitantesde um determinado espaço físico a optarem por certos meses para a realizaçãodas suas bodas matrimoniais.

Em síntese, pode confirmar-se que o descortinar das conexões causaisda distribuição dos consórcios é um contributo relevante para um melhorconhecimento dos comportamentos e da mentalidade das sociedades antigas,face a um acto íntimo como o casamento.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

784

Passamos a apresentar os resultados obtidos nas duas freguesias.

MATRIZ

Meses Número de casos Percentagem Índices

1641// 1658// 1669// 1704// 1641 // 1669// 1704// 1641 // 1669// 1704//

1657 1668 1703 1715 1657 1703 1715 1657 1703 1715

Janeiro 66 7 61 45 12.0 11.2 12.9 141 132 152

Fevereiro 63 8 50 40 11.4 9.2 11.5 147 119 149

Março 24 5 35 20 4.3 6.4 5.7 51 76 67

Abril 37 3 32 25 6.7 5.9 7.2 81 72 87

Maio 55 12 70 26 10.0 12.9 7.5 117 152 88

Junho 26 8 37 20 4.7 6.8 5.7 57 83 70

Julho 63 3 38 25 11.4 7.0 7.2 134 83 85

Agosto 57 7 42 30 10.3 7.7 8.6 122 91 101

Setembro 52 5 40 42 9.4 7.4 12.1 114 89 146

Outubro 32 3 53 29 5.8 9.7 8.3 68 115 98

Novembro 38 8 52 22 6.9 9.6 6.3 84 116 76

Dezembro 39 4 34 24 7.1 6.2 6.9 83 74 81

No período decorrente de 1641 a 1657, os casamentos concentraram-seem três momentos: Janeiro-Fevereiro, Maio e Julho-Setembro. Na época48 emque a vila esteve ocupada, as opções colocaram os meses de Maio e Junho emprimeiro lugar, seguindo-se-lhes o bimestre de Janeiro-Fevereiro. A mudançadeu-se na opção de Novembro, em detrimento de Julho, o que parece signifi-car um menor respeito pelos períodos clausos do Advento (Novembro) eQuaresma (Março). Na época de paz (1669-1703), Maio foi o mês com maiornúmero de ocorrências, o que pode querer significar a vivência de um climade “renovação da natureza”, bem como a influência do factor económico.Janeiro e Fevereiro ocuparam o segundo lugar e Outubro-Novembro, o terceiro.

48 Face à exiguidade dos quantitativos desta época, optámos por não calcular as percentagens nem

os índices.

JOÃO COSME

785

Esta última opção simboliza a manutenção da pouca influência negativa doAdvento.

No último período deram-se algumas mudanças assaz significativas.Os dois primeiros meses do ano situaram-se nos lugares cimeiros daspreferências; Maio perdeu importância nas preferências, o que é compreensíveljá que foi na Primavera que se realizou a maior parte das acções militares.Este clima de instabilidade era pouco propício à celebração das festividadesdo casamento; quer isto significar que a renovação foi quebrada pelos mo-mentos de guerra e destruição. Setembro e Outubro, à semelhança do queaconteceu no primeiro período, voltaram a ocupar um lugar de destaque nasopções nupciais, ao mesmo tempo que Novembro voltou a ser pouco procura-do para a realização dos matrimónios.

MADALENA

Meses Número de casos Percentagem Índices

1641// 1658// 1669// 1704// 1641 // 1669// 1704// 1641 // 1669// 1704//

1657 1668 1703 1715 1657 1703 1715 1657 1703 1715

Janeiro 55 13 67 39 11.4 10.4 14.9 134 122 177

Fevereiro 54 8 70 24 11.2 10.8 9.2 145 140 119

Março 33 3 27 18 6.9 4.2 6.9 80 49 81

Abril 38 12 38 19 7.9 5.9 7.3 96 72 88

Maio 46 13 64 24 9.6 9.9 9.2 112 116 108

Junho 31 7 31 8 6.5 4.8 3.1 78 58 38

Julho 43 5 43 22 9.0 6.6 8.4 106 78 100

Agosto 50 6 54 24 10.4 8.3 9.2 123 98 108

Setembro 41 6 80 28 8.5 12.4 10.7 104 150 130

Outubro 36 9 78 18 7.5 12.0 6.9 88 142 81

Novembro 32 6 55 18 6.7 8.5 6.9 81 103 84

Dezembro 21 4 40 19 4.4 6.2 7.3 52 73 86

As considerações efectuadas para a Matriz aplicam-se também a estafreguesia. As diferenças cingem-se a aspectos de pormenor numérico semqualquer repercussão ao nível conceptual.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

786

3.3. Sociologia Matrimonial

O matrimónio constitui um dos fenómenos naturais de maior influênciana vida social das pessoas. A escolha do consorte está muito dependente dediversas especificidades, entre as quais, cumpre destacar o relacionamentoprévio entre os nubentes e respectivas famílias. Apesar desta relação, deveatender-se, também, à natureza do matrimónio e ao nível etário dos nubentes,como factores condicionantes da escolha do futuro parceiro.

Por isso, torna-se fundamental a identificação das ligações preferenciaisdos contraentes, para, assim, se poder caracterizar melhor o relacionamentosocial da época e do espaço considerado. Dentro desta linha de entendimento,passamos a apresentar as opções encontradas nas diversas paróquias e nosvários períodos cronológicos:

MATRIZ

Ambos Um ou dois Não especi- TOTAL Períodos solteiros viúvos ficados

nº abs. % nº abs. % nº abs. %

1641-57 271 49.1 193 35.0 88 15.9 552

1658-68 27 37.0 15 20.5 31 42.5 73

1669-03 322 59.2 207 38.0 15 2.8 544

1704-15 190 54.6 155 44.5 3 0.9 348

TOTAL 810 53.4 570 37.6 137 9.0 1517

MADALENA

Ambos Um ou dois Não especi- TOTAL Períodos solteiros viúvos ficados

nº abs. % nº abs. % nº abs. %

1641-57 216 44.9 192 39.9 73 15.2 481

1658-68 41 44.6 43 46.7 8 8.7 92

1669-03 359 55.5 274 42.3 14 2.2 647

1704-15 146 55.9 115 44.1 0 - 261

TOTAL 762 51.5 624 42.1 95 6.4 1481

JOÃO COSME

787

Desde logo, é visível como as percentagens dos registos sem referênciaao estado civil dos nubentes diminuiu ao longo do tempo. Também é bastantenotório como grande parte do registos da Matriz, durante o tempo em queesta vila esteve ocupada pelas tropas castelhanas (1657-1668), omite o estadocivil dos cônjuges, o que reflecte a desorganização vivida nesta paróquia du-rante este período conturbado.

Assinala-se, ainda, que, regra geral, o número de consórcios entre doissolteiros suplantou a situação em que pelo menos um dos nubentes era viúvo.Mais uma vez, deve assinalar-se que, durante o segundo período, a freguesiade Madalena foi excepção, já que, nesta época, a percentagem dos casamentosem que pelo menos um dos nubentes casou em segundas núpcias superiorizou-se à dos casamentos entre solteiros.

Para melhor compreender o comportamento matrimonial, passamos aapresentar a tipologia de segundas núpcias:

MATRIZ MADALENA

Solteiro- Viúvo- Ambos Solteiro- Viúvo- Ambos

-viúva -solteira viúvos -viúva -solteira viúvos

nº nº nº nº nº nº

abs. % abs. % abs. % abs. % abs. % abs. %

1641-57 104 53.9 44 22.8 45 23.3 193 102 53.1 47 24.5 43 22.4 192

1658-68 6 - 2 - 7 - 15 20 46.5 9 20.9 14 32.6 43

1669-03 91 43.9 73 35.3 43 20.8 207 138 50.4 90 32.8 46 16.8 274

1704-15 68 43.9 50 32.3 37 23.9 155 63 54.8 30 26.1 22 19.1 115

TOTAL 269 47.2 169 29.6 132 23.2 570 323 51.8 176 28.2 125 20.0 624

No cômputo global, a opção solteiro-viúva foi a mais significativa emtodos os momentos, em ambas as freguesias oliventinas. A Matriz apresentou-se como excepção quando a vila esteve ocupada. Porém, os quantitativos desteperíodo são demasiado exíguos para se poderem efectuar generalizações.

Estes dados podem ser indícios importantes para uma melhorcaracterização da sociedade oliventina que passava momentos de guerra, crise

TOTAL TOTAL

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

788

e consequente mortalidade, cuja particular incidência se observava nos homensdos estratos etários em princípio de idade activa. Pode, assim, dizer-se que ossolteiros, particularmente os imigrantes, perante as dificuldades da conjunturaeconómica, desposaram preferencialmente as viúvas com situação económicarazoável.

3.4. Endogamia e Exogamia

Antes de inciarmos o aspecto migracional, tem interesse estudar acomposição geral dos matrimónios, separando os que se realizaram entrenaturais do lugar em estudo e os originários de outro espaço diferente. Todavia,como já referimos, nem sempre os registos contêm todos os elementos infor-mativos sobre a naturalidade dos cônjuges. Apesar desta limitação, julgamosútil apresentar os dados encontrados, já que eles são outro importante caracte-rizador sociológico do comportamento matrimonial das populações49.

MATRIZ

Ambos da H. da terra Ambos H. de fora / Não espe- TOTAL

Localidade / M. de fora de fora M. da terra cificado

1641-57 240 3 18 211 80 552

1658-68 12 1 10 7 31 61

1669-03 70 31 144 114 185 544

1704-15 14 23 88 69 154 348

SOMA 336 58 260 401 450 1505

49 José Maria Merino Arribas: La demografia de Torrejón de Ardoz en el siglo XVIII, Alcalá de

Henares, 1991, p. 230.

JOÃO COSME

789

MADALENA

Ambos da H. da terra Ambos H. de fora / Não espe- TOTAL

Localidade / M. de fora de fora M. da terra cificado

1641-57 161 11 24 224 61 481

1658-68 13 4 38 10 27 92

1669-03 62 34 174 110 267 647

1704-15 23 12 58 60 108 261

SOMA 259 61 294 404 463 1481

Importa salientar que o número de registos omitindo a naturalidade doscônjuges continuou a ser muito elevado. Apesar desta particularidade, quere-mos anotar que o comportamento nupcial nas duas freguesias oliventinas nãoapresentou grandes diferenças. Assim, de 1640 a 1657, o maior número deactos nupciais, realizados na Matriz, foi entre dois nubentes naturais da vila.Por sua vez, na Madalena, a opção mais procurada teve, como parceiros, umhomem imigrado e uma mulher de Olivença.

Esta tendência continuou durante o período em que a vila esteve ocupa-da pelas tropas castelhanas (1658-1668). Assim, o consórcio entre dois naturaisde Olivença continuou a ser o mais realizado na Matriz, ao passo que naMadalena o casamento entre dois imigrados foi o que teve maior expressão.Esta diferença leva-nos a colocar a hipótese de que foram os residentes nonúcleo mais central da vila - nobreza local50 - que se mantiveram, enquantoque os moradores da zona mais periférica, quiçá, os mais desprotegidos, seausentaram. Por este facto, a zona menos central foi a mais utilizada pelosespanhóis que, entretanto, fixaram residência em Olivença.

O período decorrente de 1668 a 1703 teve como realidade dominante oscasamentos entre dois nubentes naturais de outras freguesias. Esta tendênciacontinuou a ter uma expressão significativa nos primeiros anos do séculoXVIII.

50 Alfonso Franco Silva: La Villa de Olivenza (1229-1801), p. 48 refere que a nobreza oliventina

era proprietária das casas mais belas, situadas no centro da localidade.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

790

No cômputo global, urge anotar que a vila foi um importante centro deimigração, particularmente masculina, já que o maior número de casamentosregistados foi constituído pelo par “homem de fora/mulher de Olivença”.

4. A MORTALIDADE

A Demografia Histórica dedicou, nos últimos anos, grande parte dosseus esforços a aprofundar os conhecimentos sobre a mortalidade51. Pretendeconhecer em que medida as variações desta variável microdemográfica, porvezes, acentuadas, condicionaram ou até inverteram formas e ritmos decrescimento populacional. Por isso, o conceito de crise demográfica quase seidentifica com o de crise de mortalidade, já que, só esporadicamente, umacrise populacional, entendida em sentido estrito, derivou de modificações brus-cas nos níveis de natalidade ou nas formas migratórias.

Segundo Vicente Perez Moreda, “toda a alteração demográfica dependiaquase exclusivamente das sobremortalidades presentes, com carácter cróni-co, na maior parte das populações do passado”52.

Partilhando desta perspectiva, Josep Bernabeu Mestre refere que apresença das crises demográficas, “solía comportar un aumento extraordináriode la mortalidad. Esta circunstancia, junto a las elevadas cifras de mortalidadordinaria, explica el escaso, cuando no nulo, crecimiento vegetativo que mos-

51 Em Portugal, durante os últimos anos, foram publicados diversos trabalhos sobre a mortalidade.

A título exemplificativo recordamos alguns: Emília Salvado Borges: Crises de Mortalidade no

Alentejo Interior. Cuba 1586-1799), edições Colibri, Lisboa, 1996; Teresa Rodrigues: Crises de

Mortalidade em Lisboa. Séculos XVI e XVII, Livros Horizonte, Lisboa, 1990; Maria João

Guardado Moreira: Vida e Morte no concelho de Idanha-a-Nova. Estudo de Demografia

Histórica (Século XVIII), Livros Horizonte, Lisboa, 1993; João Cosme: “As crises de mortalidade

no con-celho de Noudar-Barrancos, no século XVIII”, in População e Sociedade, nº 3, CEPFAM,

Porto, 1997, pp. 151-163; Maria Luís Rocha Pinto: Crises de Mortalidade e Dinâmica

Populacional nos Séculos XVIII e XIX na Região de Castelo Branco, Dissertação de

Doutoramento apresentada à FCSH da UNL, Lisboa, 1993, 2 vols., policopiada; Henrique Manuel

Pebre Rodrigues David: As Crises de Mortalidade no concelho de Braga 1700-1880), Dissertação

de Doutoramento apresentada à FLUP, Porto, 1992, 2 vols., policopiada.

52 Las crisis de mortalidad en la España interior (siglos XVI-XIX), siglo vientiuno, Madrid,

p. 61.

JOÃO COSME

791

traban estas poblaciones”53. Segundo este professor de História da Medicina ede Saúde Pública, a natureza das crises demográficas dever-se-iam a doistipos de factores. No primeiro grupo, denominado factores políticos, incluir-se-iam as guerras e os conflitos sociais, ao passo que, no segundo, classificadode factores biológicos, ter-se-ia em conta a fome e a carestia (alimentaçãoinsuficiente), enfermidades (de ordem epidémica, etc.) e catástrofes naturais54.

Tendo como “pano de fundo” estes considerandos, passamos à análisepormenorizada desta variável microdemográfica.

4.1. Evolução Quantitativa da Mortalidade

Para melhor conhecimento desta variável, passamos a apresentar umgráfico com os valores dos índices e das médias móveis, indicadores datendência num tempo médio, observados ao longo da série nas duas freguesiasoliventinas.

A conjugação dos dados dos índices e das M.M. 5 permite observar aexistência de uma linha recessiva de 1640 até ao princípio da década de oitenta,começando, depois, a notar-se uma nova tendência - crescente da mortalidade.Convém frisar que o pico máximo ocorreu no biénio de 1641-1642 e que opico secundário teve lugar nos anos de 1704-1705. Por sua vez, os mínimos

53 Enfermidad y población. Introducción a los problemas y métodos de la epidemiologia

histórica, Seminari d’estudis sobre la ciencia, Valencia, 1995, p. 74.

54 Ibidem, pp.74-76.

Gráfico 5: Matriz-Óbitos

0

50

1 00

1 50

200

250

300

350

400

450

500

1 640 1 645 1 650 1 655 1 660 1 665 1 670 1 675 1 680 1 685 1 690 1 695 1 700 1 705 1 71 0 1 71 5

Anos

Índices

M.M. 5

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

MATRIZ

792

localizaram-se em finais da década de setenta e princípios da seguinte. Estamesma asserção pode ser comprovada pelas médias de cada quinquénio, quepassamos a apresentar:

Anos nº de casos % Média anual

1640 71 2.0 71.0

1641-45 900 25.3 180.0

1646-50 334 9.4 66.8

1651-55 232 6.5 46.4

1656-60 179 5.0 35.8

1661-65 156 4.4 31.2

1666-70 209 5.9 41.8

1671-75 52 1.5 10.4

1676-80 19 0.5 3.8

1681-85 1855 0.5 3.6

1686-90 112 3.2 22.4

1691-95 211 5.9 42.2

1696-00 236 6.6 47.2

1701-05 320 9.0 64.0

1706-10 242 6.8 48.4

1711-15 265 7.5 53.0

SOMA 3556 100 46.8

JOÃO COSME

55 O número de óbitos registados nesta freguesia, na 2ª metade da década de setenta bem como na

primeira de oitenta, é extremanente diminuto, o que pode levar a colocar a hipótese de subregisto.

Se os compararmos com os dados da freguesia da Madalena, observamos que os quantitativos

desta freguesia são superiores; porém, a tendência é também é idêntica. Em ambas, nota-se uma

forte diminuição da mortalidade, o que pode querer significar que a recuperação demográfica

desta vila aconteceu no segundo lustro da década de setenta.

793

É notório como as médias desceram até à segunda metade da década desetenta e primeira parte da de oitenta, recomeçando a subir nos lustrosseguintes. Houve, apenas, duas excepções a esta regra. A primeira localizou-se no período de 1666-70, já que teve a antecedê-la um resultado superior, e asegunda situou-se em 1706-1710, com uma média menor que a do momentoanterior. Face aos resultados, poderemos dizer que estamos perante dois ci-clos:

- 1º - 1640-1682: m = - 6,90.

- 2º - 1683-1715: m = + 3,10.

Tal como já referimos, estes valores permitem dizer que os ritmos damortalidade nesta freguesia oliventina foram bastante diferentes. No primeironotou-se uma sobremortalidade nos anos iniciais da série, seguindo-se-lheuma forte redução até princípio da década de oitenta. No segundo, a tendênciainverteu-se e o número de óbitos registados começou a aumentar a umacadência média. Passamos a apresentar os resultados obtidos para a outrafreguesia oliventina:

MADALENA

A observação dos valores das colunas dos índices e M.M. 5 revela umadescida dos quantitativos da mortalidade, a partir de princípios dos anosquarenta até ao início da década de setenta. Seguiu-se, depois, um aumentoaté ao pri-meiro lustro do século XVIII. O pico máximo localizou-se nos anosde 1642 e 1644, enquanto que, no biénio de 1704-1705 se situou o pico máxi-

Gráfico 6: Madalena-Óbitos

050

100150200250300350400

1640 1645 1650 1655 1660 1665 1670 1675 1680 1685 1690 1695 1700 1705 1710 1715 Anos

Índices

M.M. 5

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

794

mo secundário. Por sua vez, o pico mínimo ocorreu nos anos de 1660 e de1668. Pode sustentar-se, grosso modo, que o patamar cem do índice (valormédio) foi ultrapassado na década de quarenta, no quinquénio de 1694-98,no quadriénio de 1703-06 e nos anos de 1708 e 1715.

Para mais pormenores e seguindo um critério metodológico uniforme,passamos ao agrupamento dos dados por quinquénios:

Anos nº de casos % Média anual

1640 62 1.9 62.0

1641-45 664 20.6 132.8

1646-50 259 8.0 51.8

1651-55 194 6.0 38.8

1656-60 128 4.0 25.6

1661-65 163 5.0 32.6

1666-70 107 3.3 21.4

1671-75 93 2.9 18.6

1676-80 150 4.6 30.0

1681-85 144 4.5 28.8

1686-90 131 4.1 26.2

1691-95 219 6.8 43.8

1696-00 224 6.9 44.8

1701-05 304 9.4 60.8

1706-10 203 6.3 40.6

1711-15 184 5.7 36.8

SOMA 3229 100 42.5

Pode, também aqui, dizer-se que, à excepção, pouco significativa, doperíodo de 1661-65, a média anual diminuiu até ao primeiro lustro da décadade setenta e subiu nos três quinquénios seguintes. Atingiu um resultado supe-

JOÃO COSME

795

rior à média anual global nas duas metades da década de noventa e nosprimeiros cinco anos do século XVIII, voltando a registar valores inferiores àmédia global nos últimos dois períodos da série.

Em consonância com o exposto, também nesta freguesia, a sérieapresentou dois ciclos distintos:

- 1º - 1640-1670: m = - 7,70.

- 2º - 1671-1715: m = + 1,69.

Comprova-se, assim, que a mortalidade regrediu nos primeiros anos dasérie, voltando a crescer a partir da segunda metade da década de setenta.

4.2. Sazonalidade dos Óbitos

Após termos tratado a mortalidade sobre uma perspectiva essencialmentequantitativa, vamos abordá-la numa dimensão mais descritiva e qualitativa.Através do estudo das épocas do ano em que ocorreram mais óbitos, torna-sepossível conhecer vários elementos que, ao nível ambiencial, tiveramrepercussões no quotidiano, contribuindo para que a mortalidade aumentasse.

Antes de mencionarmos os dados, anotamos que, por razões metodo-lógicas, fizemos algumas opções. Assim, em vez de apresentarmos o númerode óbitos de cada mês, preferimos englobar as ocorrências por trimestre, jáque, grosso modo, a cada terço do ano corresponde uma estação. Dada adiversidade de situações vividas ao longo do período estudado, resolvemosdividi-lo em vários períodos cronológicos.

Depois destes considerandos, passamos a enumerar os valores encon-trados para as paróquiais oliventinas:

MATRIZ

1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 4º trimestre

Nº casos % Nº casos % Nº casos % Nº casos %

1641-57 394 23.8 345 20.8 473 28.5 446 26.9 1658

1658-68 63 18.5 41 12.1 120 35.3 116 34.1 340

1669-03 157 18.2 169 19.6 254 29.4 284 32.9 864

1704-15 150 21.6 146 21.0 198 28.5 200 28.8 394

TOTAL 764 21.5 701 19.7 1045 29.4 1046 29.4 3556

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

SOMA

796

MADALENA

1º trimestre 2º trimestre 3º trimestre 4º trimestre

Nº casos % Nº casos % Nº casos % Nº casos %

1641-57 324 26.2 276 22.3 304 24.5 334 27.0 1238

1658-68 51 17.5 46 15.8 117 40.2 77 26.5 291

1669-03 241 21.1 218 19.1 308 26.9 376 32.9 1143

1704-15 117 20.8 110 19.5 163 29.0 173 30.7 563

TOTAL 733 22.6 650 20.1 892 27.6 960 29.7 3235

Os dados apresentados mostram que o terceiro e o quarto trimestresrepartiram entre si a primeira posição no ranking dos trimestres com maiornúmero de óbitos, pelo que, logicamente, o segundo semestre foi o mais mor-tífero.

Em jeito de síntese, importa frisar que esta repartição significou que osmeses de final de Verão e de Outono se cotassem com os valores máximos,merecendo Outubro um realce especial. Por oposição, Fevereiro, Março, Abrile Maio foram os que registaram os quantitativos mais baixos56. Sabe-se que acausa deste comportamento se encontra na maior incidência que as infecções

JOÃO COSME

56 Os totais absolutos mensais, de cada uma das fregeusias, foram os seguintes:

Matriz Madalena

Janeiro 278 263

Fevereiro 202 218

Março 284 246

Abril 241 222

Maio 221 204

Junho 239 224

Julho 326 276

Agosto 353 268

Setembro 366 348

Outubro 377 350

Novembro 360 300

Dezembro 309 310

SOMA

797

intestinais tiveram nos meses de Verão; ao passo que as mudanças climáticasdo Outono (frio e chuva) afectam, principalmente, os corpos mais debilitadosnos mecanismos de auto-regulação e defesa imunológica, propagando-se, maisfacilmente, as doenças broncopulmonares que atingem, maioritariamente, osmais idosos.

4.3. Índice ou Relação de Feminilidade à Morte

Através desta medida conhece-se o número de óbitos de pessoas do sexofeminino por cada cem do sexo masculino. Os resultados obtidos foram osseguintes:

1641-1657 1658-668 1669-1703 1704-1715 Total

Matriz 66.0 41.7 91.2 74.8 70.4

Madalena 79.4 55.6 72.8 71.1 73.2

Pela leitura dos elementos que acabámos de apresentar, ressalta que, navila de Olivença, morreram muito mais homens do que mulheres. Asexplicações para esta realidade podem encontrar-se aos níveis de conjunturapolítico-militar e biológico-social. Convém frisar que, durante este período,Olivença sofreu as agruras das lutas da Restauração e da Sucessão de Espanha.Como os homens eram os que, maioritariamente, se incorporavam nas hostesmilitares, significando maior exposição às consequências mortíferas da guer-ra, é compreensível que tenha morrido um número de homens muito superiorao das mulheres. Facto que parece estar evidente no 2.° período oliventino(1658-1668), época em que a situação da vila se pode assemelhar a um presídiomilitar.

Deve relembrar-se, ainda, que, se nasceram mais rapazes do queraparigas, como se viu, é lógico que morressem mais pessoas do sexo mascu-lino. Para além disto, deve assinalar-se que a necessidade de defesa militar daregião levou a que Olivença ficasse fortemente marcada pela imigração mas-culina, o que torna compreensível que o número de óbitos masculinos fossesuperior ao número de óbitos femininos.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

798

4.4. Saldo Fisiológico

O cálculo do saldo fisiológico é deveras importante, já que indica adiferença entre o número de nascidos e o de mortos num determinado espaçode tempo. Todavia, convém frisar que os resultados obtidos devem ser tidoscomo relativos, pois que os registos de óbitos raramente tiveram em consi-deração a mortalidade dos menores de sete anos57. Quer isto significar que osquantitativos apresentados para a mortalidade estão subavaliados. Apesar destarelatividade, julgamos útil, num primeiro momento, proceder a esta operação.

Assim, se compararmos os resultados das duas variáveis em cada umadas freguesias, observamos que na Matriz houve vários anos com saldo fisio-lógico negativo. A sua localização temporal coincidiu com o período da Guer-ra da Restauração, com particular referência para o período em que a povoaçãoesteve sob controlo militar castelhano (1658-1668). Nos anos de 1641-42,

Gráfico 7: Matriz-Saldo Fisiológico

0

50

100

150

200

250

1640

1645

1650

1655

1660

1665

1670

1675

1680

1685

1690

1695

1700

1705

1710

1715 Anos

Baptismos

Óbitos

57 Vicente PEREZ MOREDA: “El estudio evolutivo de la mortalidad. Posibilidades y problemas

planteados por los Registros Parroquiales del área rural soriana”, in Actas de las I Jornadas de

Metodologia aplicada a las Ciências Historicas, Santiago de Compostela, t. III, p. 309;

Bettencourt Amorim, Norberta: Exploração de Róis de Confessados duma Paróquia de

Guimarães (1734-1760), Guimarães, 1983, pp. 22-24. Em Portugal, os registos de óbitos de

menores de 7 anos só começam a ser praticados com regularidade a partir de meados do século

XVIII. A falta de registos dos óbitos dos menores de 7 anos pode confirmar-se nas freguesias

oliventinas em estudo.

JOÃO COSME

799

1644-45, 1658-59, 1663, 1665, 1667, 1669-70 e 1696, o saldo foi deficitário.Nestes anos, os nascimentos contabilizaram 741 ocorrências, enquanto queos aconte-cimentos funerários atingiram 1220. Durante o período em estudoregistaram-se 5808 baptismos e 3556 óbitos, o que quer representar que aquelavariável suplantou esta em 2252 unidades.

Por sua vez, na freguesia de Madalena, o déficit fisiológico aconteceunos anos de 1641-42, 1644-45, 1658-59, 1661-63, 1665 e 1669. Pode con-cluir-se que foi nos anos das lutas da Restauração, particularmente, no perío-do em que a vila esteve ocupada pelas tropas castelhanas (1658-1668) que onúmero de enterros foi superior ao dos nascimentos. Nestes anos, a diferençacifrou-se em mais 299 óbitos do que baptismos (794 óbitos e 495 baptismos).No entanto, no período estudado registaram-se 5313 nascimentos e 3229mortes, o que significa que aquela variável suplantou esta em 2084 unidades.

4.5. Crises de Mortalidade

No seguimento do que se observou atrás, a mortalidade não se distirbuiuuniformemente, durante o período em estudo. Torna-se, por isso, convenienteque determinemos não só os anos em que a sobremortalidade afectou a

Gráfico 8: Madalena-Saldo Fisiológico

0

25

50

75

100

125

150

175

1640

1645

1650

1655

1660

1665

1670

1675

1680

1685

1690

1695

1700

1705

1710

1715

Anos

Baptismos

Óbitos

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

800

população oliventina, mas também as possíveis causas destas ocorrências.Face ao inquestionável interesse em se proceder à comparação destas crisescom as que ocorreram noutros espaços, recorremos à fórmula proposta porJacques Dupâquier, na sua última versão.

Detectaram-se as seguintes crises:

MATRIZ:

- o quinquénio de 1641-45 foi marcado por uma crise, com intensidadede 42,43 e com magnitude de catástrofe; - ano de l656, com intensidade de3,17 e magnitUde de crise média; - anos de 1665 e 1667, com intensidade,respectivamente, de 2,94 e 3,59, ambas com magnitude de crise média; -biénio de 1695-96, com intensidade de 8,16 e magnitude de crise importan-te;- biénio de 1704-705, com a intensidade de 8,61 e magnitude de crise im-portante.

MADALENA:

- quinquénio de 1641-45, com intensidade de 42,61 e com magnitUdede catástrofe; - ano de 1665, com intensidade de 3,62 e magnitude de crisemédia; - quadriénio de 1703-706, com a intensidade de 13,68 e magnitude decrise importante; - ano de 1715, com a intensidade de 4,65 e magnitude decrise forte. Os dados permitem que sistematizemos as diversas crises.

Assim:

a) Crise de 1641-45

Durante estes anos, ambas as freguesias oliventinas sofreram um criseplurianual, de intensidade semelhante e de magnitude de catástrofe. Osconflitos bélicos foram a principal causa do aumento excepcional damortalidade nesta vila raiana. A este propósito queremos lembrar que, no anode 1644, a situação militar alterou-se profundamnete na fronteira alentejana.Passou-se de uma fase de incursões portuguesas para uma situação de defesae resistência aos ataques das tropas castelhanas. Convém, ainda, relembrarque, em 1644, a situação epidemiológica se alterou, já que a doença se instalouem algumas praças portuguesas, bem como em alguns presídios (Alconchel eVilla Nueva del Fresno) ocupados pelos Portugueses.

Em carta datada de 30 de Setembro deste ano, o Conde de Alegreteinformava D. João IV desta nova realidade, dizendo-lhe que havia

JOÃO COSME

801

“muita gente enferma de febres e cesões (.. .). Este ano têm sido

muy grandes as doenças que derão a estas praças” 58.

Para além destes factores, já referidos, importa acrescentar que as tro-pas portuguesas tinham vários meses de salários em atraso e que as condiçõeshigio-sanitárias não eram as melhores, o que facilitava a propagação da doença.

b) Crise de 1656

Esta crise apenas foi sentida na freguesia Matriz. Cremos que esta crisenão teve por base o factor militar, já que durante este ano não houve conflitosbélicos na zona de Olivença. Sabe-se que o final de 1655 e todo o primeirosemestre de 1656 foram marcados pelo excesso de chuvas. Apesar destacontrariedade climática, os preços dos cereais nas zonas mais próximas nãosofreram alterações significativas, o que nos leva a presumir que estaadversidade climática teria contribuído para o aparecimento de alguma virose,gerando, por conseguinte, esta sobremortalidade.

c) Crises de 1665 e de 1667

A crise de 1665 foi sentida em ambas as freguesias, enquanto que a de1667 só se repercutiu na Matriz. Em ambos os casos a magnitude foi de crisemédia. Torna-se difícil descortinar a causa desta crise. Pensamos que a suaorigem pode encontrar-se nos conflitos bélicos. Convém, por isso, relembrarque Olivença estava, desde 1657, sob a soberania castelhana e que, a partir de1664, a situação militar portuguesa começou a reequilibrar-se. A títuloexemplificativo, relembramos que a batalha de Montes Claros aconteceu em1665, e nos anos de 1666 e 1667, particularmente neste último, houve muitasarremetidas portuguesas contra a região oliventina.

d) Crise de 1695-96

Esta crise só se fez notar na Matriz. Certamente que esta ocorrência nãoteve como causa factores bélicos, já que se vivia um período de paz. Amagnitude foi de crise importante. Esta crise teve como causa a subida dos

58 Cartas dos Governadores da Província do Alentejo a El-Rei D. João IV, vol. II, p. 76.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

802

preços dos cereais, motivada pelos maus anos agrícolas. Sabe-se, por exem-plo, que em Olivença os preços cresceram no final de 1692 e em 1693,desconhecendo-se os valores de 1694 e 1695 porque a Misericórdia local nãoadquiriu cereais, dado o seu alto preço.

Por sua vez, sabe-se que nas zonas portuguesas mais próximas, nosanos de 1692, 1693, 1694 e 1695, os preços do trigo, da cevada e do centeioatingiram valores muito elevados59. Nestes mesmos anos, a carestia dos cereaisfoi sentida em diversas regiões do País. Por exemplo, em Cuba (Alentejo), oano de 1694 “foi apontado como um dos anos mais estéreis”60. As colheitas de1693 foram de tal maneira fracas que o prior de Santo Aleixo da Restauração,no concelho de Moura, não se coibiu de exarar uma nota à margem do registode baptismo, efectuado em 31 de Dezembro de 1693, cujo teor é o seguinte:

“Esteril anno o que nesta terra chamam onde nada se recolhe” 61.

e) Crise de 1703-1706

A freguesia Matriz passou por uma crise plurianual nos anos de 1704-05, enquanto que a crise observada na freguesia de Madalena circunscreveu-se ao período de 1703-06. Em ambos os casos, a magnitude foi de crise im-portante. As lutas militares entre Portugal e Espanha foram, novamente, asresponsáveis por esta sobremortalidade. Mais uma vez, as periferias foram o“local sacrificado” pelos conflitos entre os Poderes Centrais destes dois Paí-ses, cujas marcas de destruição são evidentes nas crises de mortalidade senti-das nesta época em diversas zonas raianas de Portugal62.

Porém, convém não esquecer que, no Alentejo dos princípios do séculoXVIII, os preços dos cereais estão em fase ascendente e que alguns lugaresque não estiveram directamente implicados nos conflitos da Guerra da Sucessãode Espanha sofreram uma crise de sobremortalidade nos anos de 1704-1705.

59 João Cosme: Elementos para a história do Além-Guadiana português (1640-1715), 1996, pp.165-169.

60 Emília Salvado Borges: Ob. cit., p. 108.61 Arquivo Distrital de Beja, Registos Paroquiais, Santo Aleixo da Restauração, baptismos, Lº 1,

fl. 15 v.62 Sobre as crises de mortalidade no concelho de Idanha-a-Nova, neste período, veja-se Maria João

Guardado Moreira: Ob. cit., pp. 90-100.

JOÃO COSME

803

Este facto leva a crer que, para além das armas, o tifo teria sido o coresponsávelpor esta sobremortalidade em Olivença63.

f) Crise de 1715

Esta crise apenas se fez sentir na freguesia de Madalena. As oscilaçõesclimatéricas observadas nos finais do século XVII continuaram a fazer-sesentir nos primeiros anos do século XVIII. Assim, o final de 1711 e a maiorparte de 1712 caracterizaram-se por altos índices de pluviosidade64, enquantoque nos anos de 1713, 1714, 1715 e 1716 houve falta de chuva65. Por sua vez,o ano de 1710 fora fustigado por uma praga de gafanhotos, sem esquecer osconflitos militares que ocorreram durante a 1ª década e 1ª metade da décadaseguinte do século XVIII.

A conjugação destes factores facilmente explica a subida dos preços doscereais nestes anos e a consequente sobremortalidade de 1715 que aquelafreguesia oliventina sofreu.

4.6. Estrutura Profissional segundo os livros de Registo de Óbitos

As fontes da Demografia Histórica oferecem, por vezes, dados impor-tantes para a História Social. Preenchem este requisito a generalidade dosregistos de óbitos das freguesias em estudo, já que as actas referem a profissãode uma parte significativa dos homens que faleceram em Olivença. Tendocomo intuito uma melhor caracterização sócio-demográfica da vila, agrupámosos dados segundo um critério dicotómico: a titularidade da soberania sobre apraça de Olivença.

Por isso, na primeira parte do quadro colocámos as informaçõesrespeitantes ao período em que a vila esteve sob soberania portuguesa (1640-1657 + 1669 - 1715), enquanto que a segunda parte se destinou aos dados

63 Sobre esta mortalidade em Cuba, cf. Emíla Salvado Borges: Ob. cit., 114-115.64 João Cosme: Ob. cit., pp. 160-161.65 Miguél Ángel Melón Jiménez: Extremadura en el Antiguo Regimen. Economia y sociedad em

tierras de Cáceres 1700-1814, pp. 164-165; citado por Maria João Guardado Moreira, ob. cit.,p. 101.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

804

referentes ao tempo em que a vila esteve sob o domínio das tropas castelhanas(1658-1668).

Para melhor conhecimento da realidade social, coligimos os dados noquadro seguinte66:

1640-1657 + 1669-1715 1658-1668

Freguesias Freguesias

Matriz Madalena Matriz Madalena

Primário

Agro-Pecuário

lavrador 11 40 - -

trabalhador 1 9 - -

segador 1 - - -

ganhão 2 2 - -

hortelão 8 30 - -

pastor 10 15 - -

tosquiador - 1 - -

vaqueiro 1 1 - -

porqueiro 5 2 - -

rendeiro 1 1 - -

lenhador - 2 - -

TOTAL 40 104 - -

66 Utilizámos como critério de agrupamento social os sectores de actividades. Este critério é seguidopela maior parte dos historiadores demógrafos espanhóis da época moderna, como, por exemplo,José Maria Merino Arribas: La demografta de Torrejón de Ardoz en el siglo XVIII, 1991, pp. 36-37; Fernando Cortés Cortés: La población de Zafra en los siglos XVI y XVII, Badajoz, 1983, pp.100-101; Alfonso Rodríguez Grajera: La población de Mérida en el siglo XVII, DiputaciónProvincial de Badajoz, 1985, pp. 155-156.

JOÃO COSME

Sectores deactividade

805

Secundário

Têxtil

alfaiate 3 8 - -

tecelão 1 8 - -

cardador 2 2 - -

laneiro 1 - - -

sirgueiro 1 - - -

sombreireiro 2 - - -

Subtotal 10 18 - -

Couros/Peles

sapateiro 10 11 1 -

correiro - 1 - -

Subtotal 10 12 1 -

Madeira

abegão 2 6 - -

carpinteiro 3 3 1 -

cadeireiro 1 - - -

cesteiro - 1 - -

Subtotal 6 10 1 -

Metal

ferrador 7 4 1 -

ferreiro 7 5 - -

Subtotal 14 9 1 -

Barro/Construção

caleiro 1 - - -

oleiro 1 - - -

pedreiro 6 1 1 -

telheiro 1 - - -

empreiteiro das

obras dos quartéis - 1 - -

Subtotal 9 2 1 -

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

806

Alimentação moleiro 5 4 - -padeiro - - 1 -Subtotal 5 4 1 -Higiene saboeiro 1 - - -Subtotal 1 - - -

Cera

Cerieiro 1 1 - -

Subtotal 1 - - -

TOTAL 56 56 5 -

Terciário

Administração eJustiça

juiz de fora 2 - - -

tabelião do judicial - 1 - -

tabelião do judiciale notas - 1 - -tabelião de notas - 1 - -carcereiro - 1 - -porteiro 1 - - -escrivão da câmara 1 - - -juiz da alfândegae órfãos - 1 - -

escrivão dos órfãos - 1 - -

oficial do celeiro 1 1 - -

assentista - 1 - -

familiar do Stº Ofício - 2 - -

Subtotal 5 11 - -

Comércio almocreve 6 4 - -mercador 4 2 - -

JOÃO COSME

807OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

tendeiro 1 7 - -

Subtotal 11 13 - -

Bebidas/Alimen-tação

forneiro 2 - - -

taberneiro 1 - - -

Subtotal 3 - - -

Higiene/Saúde

médico 1 - - -

cirurgião 1 3 - -

boticário - 2 - -

sangrador - 1 - -

hospitaleiro 2 - - -

barbeiro 6 8 1 1

coveiro 1 - - -

Subtotal 11 14 1 1

Ensino

estudante - 1 - -

mestre de latim 1 - - -

mestre de meninos - 1 - -

Subtotal 1 2 - -

Transportes

acarretador 4 - - -

Subtotal 4 - - -

Doméstico

camareiro - - 1 -

caseiro 1 - - -

criado 22 21 3 4

Subtotal 23 21 4 4

Militar

soldado 389 312 75 47

808

cabo 8 5 - -

furriel 4 3 1 -

sargento 11 12 5 4

sargento-mor - - - 2

alferes 17 17 8 14

oficial - - - 1

tenente 1 16 10 7

capitão 20 32 9 13

tenente-coronel 2 - - -

tenente-general - - - 1

artilheiro 4 9 - 2

mestre de campo 2 - - 1

comissário-geral 1 - - -

ajudante - 4 - 3

ordenança - 1 - -

mosquete - 1 - -

tambor 6 - 2 2

trombeta - - - 1

pajém do alcaide 1 - - -

capelão - - - 3

Subtotal 460 418 110 101

Eclesiástico

minorista 1 - - -

sacerdote 36 31 4 -

mestre de capela - 1 - -

sacristão - 1 - -

charamela da igreja - 1 - -

ermitão 7 5 - -

Subtotal 44 39 4 -

TOTAL 562 518 119 106

JOÃO COSME

809

Outras Situações

cigano - 4 - -

doutor 2 - - 1

escravo 12 20 1 1

mendigo 1 - - -

TOTAL 15 24 1 2

SOMA 673 702 125 108

Para melhor compreensão do quadro anterior, sintetizamos os dadosda vila, durante os períodos em que esteve sob o domínio português, obtendo-se os seguintes resultados:

Sectores Totais %

Primário 144 10.5

Secundário 112 8.2

Terciário 1080 78.5

Outros 39 2.8

TOTAL 1375 100

Este último quadro apresenta uma interessante «radiografia» dasociedade oliventina. O sector terciário foi o mais representativo, atingindo,por isso, as percentagens mais altas. Tal facto comprova que, na vila, haviaum elevado número de efectivos dos subgrupos militar e eclesiástico. Assim,num universo de 1375 registos de óbito, ocorreram 701 enterros de soldadose 67 de eclesiásticos.

Os subsectores dos serviços domésticos, higiene-saúde, comércio eadministração-justiça, no plano dos efectivos, situaram-se nas posiçõesseguintes, encontrando-se um número significativo de criados nas duasfreguesias oliventinas. O sector primário ocupou o segundo lugar na escaladas percentagens. Dentro deste grupo, três profissões adquiriam granderelevância: a dos hortelões, a dos pastores e a dos lavradores-trabalhadores.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

810

Quer isto significar que a pastorícia tinha grande importância em Olivença,enquanto que a agricultura intensiva, de regadio e em pequenas parcelas(hortas) se praticava com preponderância no concelho de Olivença. Confir-ma-se, ainda, a prática da agricultura de sequeiro, encontrando-se um núme-ro elevado de lavradores e de trabalhadores.

O sector secundário era, percentualmente, o menos significativo dostrês. Dentro deste grupo, algumas profissões detinham particular represen-tatividade: alfaiates-tecelões, sapateiros, carpinteiros-abegões, ferradores-ferreiros e pedreiros. Convém, ainda, anotar o elevado número de moleiros, oque se justifica plenamente, devido à localização deste espaço junto ao rioGuadiana.

Por último, importa, ainda, realçar a existência de um grande númerode escravos na vila de Olivença. Através dos registos de óbitos confirma-se apresença de ciganos, neste espaço nos séculos XVII-XVIII. Encontrou-se,ainda, um mendigo, o que pode corroborar a ideia de que o indigentismo era,na altura, um fenómeno com incidência urbana.

A segunda parte do quadro ajuda a compreender a realidade socialoliventina, durante o período em que esteve ocupada pelas tropas castelhanas(1658-1668). Os valores obtidos indicam o predomínio absoluto do sectorterciário, dentro do qual o subsector militar foi preponderante. A defesa dapraça era a preocupação fundamental dos residentes, cujos chefes tinham aoseu redor criados, camareiros e escravos. Imprescindível era o apoio religiosoe sanitário, por um lado, e a execução de certas tarefas essenciais ao desenrolardo quotidiano (carpinteiro, sapateiro, padeiro, ferrador e pedreiro), por outro.

A inexistência de qualquer referência ao sector agro-pecuário comprovaa ideia de que a situação vivida na localidade não permitia que se dedicassemàs actividades produtivas no exterior da fortaleza.

5. A MOBILIDADE - AS MIGRAÇÕES

Alguns anos atrás pensava-se que as comunidades rurais da ÉpocaModerna eram fechadas; isto é, delas não se migrava. Todavia, actualmente,observa-se que as mesmas não eram estáticas mas abertas às influências exte-riores67. Por isso, tentaremos traçar as origens dos fluxos migratórios. Alvarez

67 Michael W. Flinn: The European Demographic System. 1500-1820, the Harvester Press, p. 65.

JOÃO COSME

811

Santaló, a propósito da importância dos fenómenos migratórios no compor-tamento da sociedade, escreveu:

“No creo necesario realizar un ditirambo de la importancia del

fenómeno migratorio, cualquiera que sea la causa, el tiempo y el espacio

donde se produzca. Entre todos los fenómenos demográficos, tal vez sea

el migratorio el de más hondas repercusiones socioeconómicas, o a su

vez el más directamente afectado por los sustratos físicos”68.

Antes de iniciarmos o comentário dos dados pesquisados, queremosdeixar duas notas de cariz metodológico-conceptual. Sabemos que nem sempreo registo de casamento de um nubente, com naturalidade diferente daquelaem que o acto se realizou, significa migração, pois pode ter ido apenas con-sorciar-se à paróquia da noiva69; também, nem sempre a coincidência de localentre os registos de nascimento e morte, espelha imobilidade. Pelo meio destesdois actos importantes da vida humana existe um termo intermédio que é alifetime, elemento bastante difícil de descortinar onde tal ocorrência seprocessou70.

Assim, recorrendo aos registos paroquiais dos casamentos e dos óbitos,apresentamos o número de referências sobre os naturais de outras localidadesque se consorciaram em primeiras núpcias ou faleceram nas duas paróquiasem estudo. Para melhor se compreender esta variável demográfica, subdi-videremos os dados em dois subcapítulos, consoante a vila esteve sob asoberania portuguesa ou a espanhola. Esta divisão71 tem subjacente não sóuma opção metodológica, mas sobretudo epistemológica. Pretende-sedescortinar as dinâmicas de mobilidade existentes em momentos distintos dahistória oliventina.

68 La población de Sevilla en el primer tercio del siglo XIX, p. 215; cit. por José Maria MerinoArribas: Ob. cit., p. 236.

69 Maria Norberta Amorim: Uma Metodologia de Reconstituição de Paróquiais, Braga, 1991; J.Pierre Pousou, “Introdução ao estudo das migrações antigas”, in Maria Luiza Marcílio,Demografia História, S. Paulo, 1973, pp. 139-170.

70 Michael W. Flinn: Ob. cit., pp. 66-67.71 Já utilizámos esta divisão quando, no capítulo 4.6., abordámos a estrutura profissional.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

812

Pensamos que, com esta opção metodológica, tornam-se mais percep-tíveis as consequências geradas pelas mudanças de dependência política, mi-litar e administrativa na mobilidade demográfica. Além disso, detectam-semais facilmente as origens dos fluxos militares que participaram na defesa dapraça.

5.1. Durante os períodos em que Olivença esteve sob a soberaniaportuguesa

Neste caso, utilizamos a Província72 como critério de agrupamento daslocalidades por áreas geográficas. Embora estejamos despertos para a amplitudee problemas ínsitos nesta opção, julgamos que pedagogicamente se apresentamais correcta e vantajosa, pelo que passamos a apresentar diversos quadros-síntese com a origem dos migrantes das duas freguesias oliventinas:

1-Proveniência dos Homens segundo os livros de Registo de Óbitos

Alentejo Minho T.-os- Beira Estrema- Algarve Ilhas Outras TOTAL Montes dura

nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº %

abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs.

Matriz 163 38.2 12 2.8 6 1.4 70 16.4 146 34.2 4 0.9 3 0.7 23 5.4 427

Madalena 152 39.2 12 3.1 10 2.6 49 12.6 142 36.6 5 1.3 2 0.5 16 4.1 388

72 A justificação deste critério é defendida por vários autores, entre os quais José M. Rabasco Valdés:“La Inmigracion a Granada, 1665-1700: Fuentes para su estudio”, in Actas de las I Jornadas de

Metodologia aplicada de las Ciencias Historicas. III - Historia Moderna, Santiago de Com-postela, 1975, pp. 317-360; Alfonso Rodriguez Grajera, La población de Mérida en el siglo

XVII, 1985, p. 123.

JOÃO COSME

813

2-Proveniência dos Homens segundo os livros de Registo de Casamentos

Alentejo Minho T.-os- Beira Estrema- Algarve Ilhas Outras TOTALMontes dura

nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº %

abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs.

Matriz 400 58.4 19 2.8 15 2.2 79 11.5 146 21.3 7 1.0 4 0.6 15 2.2 685

Madalena 444 60.9 22 3.0 15 2.1 92 12.6 127 17.4 7 1.0 2 0.3 20 2.7 729

3-Proveniência dos Mulheres segundo os livros de Registo de Óbitos

Alentejo Minho T.-os- Beira Estrema- Algarve Outras TOTALMontes dura

nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº %

abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs.

Matriz 14 - 1 - - - - - 1 - - - 11 - 27

Madalena 25 - - - 1 - 1 - 3 - - - 7 - 37

4-Proveniência dos Mulheres segundo os livros de Registo de Casamentos

Alentejo Minho T.-os- Beira Estrema- Algarve Outras TOTALMontes dura

nº % nº % nº % nº % nº % nº % nº %

abs. abs. abs. abs. abs. abs. abs.

Matriz 282 82.4 1 0.3 1 0.3 11 3.2 14 4.1 2 0.6 31 9.1 342

Madalena 284 83.3 1 0.3 1 0.3 20 5.9 11 3.2 - - 24 7.0 341

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

814

Os quadros anteriores permitem apontar os vectores principais damigração com destino a Olivença. É vísivel e notório que os homens migraramem número muito superior ao das mulheres. Percentualmente, o Alentejo foia região de origem da maior parte dos que migraram para Olivença. Aproximidade foi a causa fundamental desta ocorrência, algo típico e naturalneste género de migrações internas.

Porém, convém realçar que as gentes da Estremadura e da Beira, também,tiveram um peso significativo nesta dinâmica migratória; o que permite dizerque a mobilidade masculina, com destino a Olivença, caracterizou-se, ainda,por mais duas dinâmicas migratórias. Uma com origem no litoral em direcçãoao interior, e outra, com origem na Beira, com uma direcção de norte para sulao longo do interior. Os quantitativos com origem no Algarve foram diminu-tos, o que, a contrario, corrobora a afirmação anterior.

Por sua vez, a migração feminina teve origem quase toda no Alentejo.Todavia, os dados dos registos de casamento, respeitantes às mulheres, dão aconhecer que muitas mulheres espanholas se casaram em Olivença. Tal per-mite afirmar que, enquanto a mobilidade masculina foi essencialmente inter-na, destinando-se especialmente à participação nas tarefas militares, a femininafoi de natureza transfronteiriça; isto é, confirma-se a existência de um “mer-cado matrimonial” transfronteiriço.

Com vista a uma caracterização mais específica e pormenorizada destamesma mobilidade, socorremo-nos dos dados dos diversos quadros colocadosem anexo. Em perfeita consonância com o que acabámos de dizer, confirma-se que a maior parte dos migrantes masculinos eram naturais de pequenaslocalidades mais próximas, com especial destaque para as paróquias do termoconcelhio (Contenda, Olor, S. Domingos de Gusmão e Tálega), o que comprovaa fuga dos lugares do termo em direcção às muralhas ptotectoras da sede.

Depois destes, foram os originários de Elvas, Vila Viçosa, Estremoz,Portel que migraram em maior número para Olivença. No que toca à Provínciada Estremadura convém assinalar a presença dos naturais de Lisboa, Tomar,Ferreira do Zêzere, conjuntamente com várias outras freguesias deste concelho.No que toca à Beira cumpre assinalar a importância dos principais concelhosdesta Província, como Guarda, Castelo Branco, Lamego, entre outros.

Na migração feminina, o factor proximidade foi muito mais significati-vo do que na masculina, já que a quase totalidade das mulheres provenientesdo Alentejo era originária das freguesias do termo de Olivença, bem comodas localidades vizinhas de Elvas, Vila Viçosa e Estremoz. Isto significa que

JOÃO COSME

815

a dinâmica migratória não era uma acto descontextualizado, mas pelo contrárioinserido numa dinâmica abrangente, de carácter comunitário com conexõesao nível da solidariedade.

O factor proximidade também foi determinante na imigração com origemnas localidades espanholas vizinhas, onde sobressaíram Alconchel, Cheles,Jerez de los Caballeros, Valverde e Torre de Santa Maria. Por fim, cumpre,ainda, frisar, que esta migração, maioritariamente, teve como destino afreguesia da Madalena que era a mais periférica, o que significa que osmigrantes se concentraram no espaço, social e urbanisticamente, menos rele-vante.

5.2. Durante o período em que Olivença esteve sob a soberaniaespanhola

Para mais facilmente caracterizarmos a realidade migratória, neste pe-ríodo, no plano metodológico agrupámos as áreas de origem dos migrantesem três grupos: originários de Espanha, Portugal e Outras Zonas.

Os dados obtidos foram os seguintes:

Livros de Óbitos Livros de Casamentos

Homens Mulheres Homens Mulheres

Matriz Madal. Matriz Madal. Matriz Madal. Matriz Madal.

Espanha 43 71 14 25 10 45 9 37

Portugal 2 1 1 4 1 1 - 1

Outras 57 27 2 11 2 7 - -

SOMA 102 99 17 40 13 53 9 38

Os resultados que acabamos de apresentar permitem, desde logo, dizerque a migração feminina praticamente não teve expressão neste período, oque se torna perfeitamente compreensível face à situação militar vivida napraça. É a realidade militar que explica os valores quase nulos respeitantes àmobilidade de portugueses para Olivença neste período, já que os antagonis-mos político-militares marcavam as relações bilaterais entre Portugal eEspanha.

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Esta migração tinha origem em Espanha e também, de modo muitosignificativo, noutras zonas da Europa com conexões políticas a Espanha.

Por motivos de ordem pedagógica, subdividimos as localidadesespanholas por Regiões, as quais subagrupámos por Províncias; enquanto que,as Outras Zonas foram divididas por Países.

Para melhor conhecimento das áreas de origem dos imigrantes espanhóis,passamos a apresentar alguns quadros síntese:

1-Proveniência dos Homens segundo os livros de Registo de Óbitos

Matriz Madalena SOMA

Extremadura 23 39 62

Andalucia 7 12 19

Aragão 1 1 2

Astúrias - 4 4

Cantábria 1 - 1

Castelas 5 7 12

Catalunha 1 1 2

Galicia 3 2 5

Murcia - 1 1

Navarra - 1 1

Valencia - 1 1

Vascongadas 1 1 2

Ilhas 1 1 2

SOMA 43 71 114

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2-Proveniência dos Homens segundo os livros de Registo de Casamentos

Matriz Madalena SOMA

Extremadura 3 24 27

Andalucia - 7 7

Aragão - 1 1

Castela e Leão 4 7 11

Catalunha 1 - 1

Galicia 1 4 5

Murcia 1 - 1

Vascongadas - 1 1

Ilhas - 1 1

SOMA 10 45 55

3-Proveniência da Mulheres segundo os livros de Registo de Óbitos

Matriz Madalena SOMA

Extremadura 10 18 28

Aragão - 1 1

Castela e Leão 2 6 8

Galicia 2 - 2

SOMA 14 25 39

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4-Proveniência dos Mulheres segundo os livros de Registo de Casamentos

Matriz Madalena SOMA

Extremadura 6 27 33

Andalucia - 1 1

Aragão 1 - 1

Cantábria - 1 1

Castelas 2 7 9

Galicia - 1 1

SOMA 9 37 46

As regiões da Extremadura, da Andalúcia, de Castela e Leão e da Galiciacontribuiram com o maior número de registos nas duas paróquias oliventinas.O factor proximidade explica os quantitativos da Extremadura, da Andaluciae de Castela, pois estas duas últimas regiões são contíguas à Extremadura. Osnúmeros da Galicia confirmam a existência de uma vaga migratória para sulno século XVII.

Mais uma vez se confirma que os migrantes se instalaram maiorita-riamente na freguesia da Madalena. A leitura dos quadros específicos informamque a maior parte dos migrantes era natural de Almendralejo, Barcarrota,Burguillos, Salvaterra de los Barros e Valverde de Legañes.

O factor proximidade tornou-se mais eficaz e notório no caso daimigração feminina. Muitas destas mulheres, que se consorciaram em Olivença,dirigiram-se para esta localidade com seus pais quando eram pequenas. Paracorroborar esta afirmação, trazemos à colação extracto de um registo decasamento, efectuado em 2 de Maio de 1665, no qual se declara que a nubente,Maria do Ó era

“natural de Badajós por [h]aver vindo menina de alguns outo para

nove annos”73.

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73 AME, Registos Paroquiais, Olivença, Madalena, Maço I, Lº 6, fl. 19.

819

Uma última nota cabe à migração com origem na Europa. A Itália, aAlemanha, a Bélgica, França e Suíça foram as principais zonas de proveniênciados imigrantes europeus. A razão essencial deste movimento é de cariz mili-tar; isto é, prende-se com a vinda de soldados em auxílio da causa castelhana.Por este motivo, a referência a mulheres naturais destas paragens resume-seaos livros de óbito. Quer isto significar, que elas já vieram consorciadas, emcompanhia de seus maridos.

Finalmente, cumpre realçar a existência de problemas de integraçãosócio-cultural dos soldados suíços, em virtude de não professarem a religiãocatólica, motivando declarações de conversão à hora da morte74 e enterrosfora dos templos75.

6. CONSIDERAÇÕES FINAIS

Ao nível do cômputo global, o número de fogos registado no final doséculo XVII era muito próximo do que se verificara antes do 1º de Dezembrode 1640. Esta estagnação dos quantitativos demográficos é a consequênciadas doenças, fomes e, sobretudo, dos conflitos bélicos da Guerra da Restauraçãoe da Sucessão de Espanha se terem dirimido de modo muito significativoneste espaço.

A análise micro-demográfica permite dizer que o número de baptismosapenas voltou a equivaler-se ao observado nos primeiros dois anos da décadade quarenta, nos primeiros anos de Setecentos. Também o número de

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

74 Esta afirmação pode comprovar-se pelo comentário que o Reitor da Matriz de Olivença exarouno livro de óbitos, cujo conteúdo passamos a transcrever:

“Acontesseo em o anno de 1665, estando em esta villa de Olivença os exgigaros e grizões deguarnisão quando se retiraram ou fuigiram da batalha de Villa Visoza, saindo o Reitor desta santaIgreja, dia de Corpus Christi, fes reparo que aqueles tersos não se arrodilhavam nem menosdecobriam as cabesas, recordando que os mais eram hereges e todos deram cargas. Foi cauzamiraculoza não matarem muittas pesoas, o Reitor e pobres clerigos (...)”. (AME, Registos

Paroquiais, Olivença, Matriz, Maço IX, Lº 1, fl. 176).75 Esta afirmação pode comprovar-se pelo comentário que o Reitor da Matriz de Olivença exarou

no livro de óbitos, cujo conteúdo passamos a transcrever:

“Depois de enterrado (...) se levantou hum rumor que o dito tenente era calvino e o reitor festoda a deligensia. Por ser asim o mandou logo tirar fora; sendo asim que antes que o enterrasse feso dito reitor informassão e depois se soube que os que o tinham jurado eram como elle”. (AME,Registos Paroquiais, Olivença, Matriz, Maço IX, Lº 2, fl. 6 v).

820

casamentos e de óbitos atingiu o patamar mais elevado no primeiro lustrodaquela década, o que significa que, no período imediatamente posterior àRestauração, Olivença passava por uma dinâmica demográfica assinalável.

No que concerne ao comportamento sazonal, a maior parte das con-cepções concentrou-se nos meses de Fevereiro a Maio, o que se justifica pelofactor biológico-climático, inserindo-se no ciclo da renovação da natureza,próprio da Primavera. Também a ausência de actividades económicas nalgunsmeses deste período ajuda a explicar esta concentração de concepções nestaépoca do ano.

Por sua vez, em regra, os casamentos realizaram-se maioritariamentenos meses de Janeiro e Fevereiro. Nestes meses não havia impediamentos,nem de ordem religiosa nem de ordem económica, o que possibilitava arealização das festividades nupciais.

Também a mortalidade atingiu o seu pico máximo no biénio de 1641-1642. A partir desta data iniciou-se uma fase de tendência negativa atéprincípios dos anos oitenta. A linha de tendência inverteu-se, voltando a cresceraté aos anos 1704-1705, os quais se cotaram como o pico máximo secundário.Os principais momentos de sobremortalidade aconteceram, precisamente, nosanos de 1641-45, 1656, 1665, 1667, 1695-96, 1703-1706 e 1715.

Pode dizer-se, por conseguinte, que a natalidade, a nupcialidade e amortalidade deixaram transparecer sinais típicos de que estavamos perante o«regime demográfico de tipo antigo»

A migração com destino a Olivença foi essencialmente masculina ecom origem no Alentejo. O factor proximidade geográfica explica esta reali-dade. Para além desta linha, detectaram-se mais duas dinâmicas migratóriasmuito significativas. Uma com origem na Estremadura e outra na Beira, oque demonstra que as migrações internas, no século XVII, em Portugal seguiamo sentido de Norte para Sul.

JOÃO COSME

821

BIBLIOGRAFIA

FONTES

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Concelho de Olivença:

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Lº 5: Casamentos: 1643-1657; e Óbitos: 1643-1657.

Maço nº 2, Lº 1: Óbitos: 1657-1694.

Lº 2: Óbitos: 1694-1715;

Lº 3: Óbitos: 1715-1728.

Maço nº 3, Lº 2: Baptismos: 1636-1657;

Lº 3: Baptismos: 1657-1678;

Lº 4: Baptismos: 1678-1693;

Lº 5: Baptismos: 1693-1705.

Lº 6: Baptismos: 1705-1716.

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Freguesia da Matriz (Santa Maria do Castelo):

Maço nº 8, Lº 5: Baptismos: 1651-1677; e Casamentos: 1640-1678.

Maço nº 9, Lº 1: Óbitos: 1635-1665;

Lº 2: Óbitos: 1666-1696;

Lº 3: Óbitos: 1696-1712;

Lº 4: Óbitos: 1712-1729.

OLIVENÇA (1640-1715).População e Sociedade

822

Maço nº 11, Lº 1: Casamentos: 1678-1715;

Lº 2: Casamentos: 1715-1736.

Maço nº 12, Lº 1: Baptismos: 1638-1657;

Lº 2: Baptismos: 1678-1699;

Lº 3: Baptismos: 1699-1709;

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JOÃO COSME

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Historia e declinio

de tres povoações na fronteira

CARLOS EDUARDO DA CRUZ LUNA

OUGUELA

1. Introdução

Quem hoje se afasta de Campo Maior para norte, ou nordeste, encontra,a cerca de 10 quilómetros, uma povoação, Ouguela, de pouco mais de 60habitantes. Um castelo de grandes dimensões, e que desde logo nos surpreende,domina a paisagem.

Trata-se de mais um caso de uma povoação que já teve alguma grande-za, e que conheceu um grande declínio, um pouco como sucedeu comJuromenha, e, em menor escala, com Terena, para já não falar de outras.

Algumas fontes antigas dizem que ali, existiu uma povoação romanachamada “Budua”, e que nos tempos visigodos, e até talvez árabes, se chamavaNiguella. Não se sabe se há fundamentos para tais afirmações ou se estamosperante lendas.

2. Ouguela (até ao século XVII)

Por volta de 1220 ou 1230, a região de Ouguela, bem como CampoMaior, foi conquistada por leoneses. As duas localidades tornaram-se aldeiasde Castela-Leão, com algumas situações de conflito sem grande importância,até que, em 1297, pelo tratado de Alcañices, passaram para Portugal, tal como,na região, Olivença (e Táliga). Ouguela (assim se passou a chamar) recebeuforal do mesmo tipo do de Évora, logo em 1298. Todavia, com Campo Maiore Olivença, dependeu do bispado de Badajoz até 1415. O castelo foi mandadoreconstruir em 1300 (o que indica que já existia algo de fortificações no local,a não ser que se trate dum erro). Outras fontes indicam 1310, o que parece sermenos provável.

826 CARLOS EDUARDO DA CRUZ LUNA

A importância de Ouguela, estava na sua posição estratégica, já quedefendia um dos caminhos de entrada em Portugal, primeiramente conta Leãoe Castela, depois contra a sua sucedânea Espanha.

Ouguela quase não é citada na crise de 1383-85, presumindo-se queterá sido anulada por Campo Maior, que se colocou do lado de Castela.Portanto, só terá regressado à coroa portuguesa entre 1348 e 1390. É muitopossível que se tenham desenrolado combates na região, e que a populaçãotenha sofrido com isso.

O seu castelo é várias vezes reforçado nos séculos XIV e XV, o quesignifica que mantinha a sua importância estratégica.

Em 1475, segundo a lenda e alguns documentos, ter-se-á travado umestranho combate singular entre João da Silva, alcaide-mor de Ouguela, eJoão Fernandes Galindo (Juan Fernández Galindo), alcaide-mor deAlbuquerque (Espanha). Parece que um contigente castelhanho penetrara navila. Ambos morreram dos ferimentos sofridos, tendo em 1551 Diogo da Sil-va, neto do alcaide-mor então falecido, a caminho do Concílio de Trento,mandado colocar no local de combate uma cruz comemorativa, hoje no museude Elvas (Cruz de Galindo). Não se sabe o que haverá de fantasioso em talepisódio.

Em 1 de Junho de 1512, Ouguela recebeu uma nova carta de foral (rei-nado de D. Manuel). Claro que Ouguela, ou melhor, as suas gentes, terãoparticipado na gesta dos descobrimentos iniciada no século XV, e terão vividoa decadência portuguesa da segunda metade do século XVI e do século XVII.

Em 1527, o numeramento (censo) de Portugal dava a Ouguela 144 fogos(cerca de 600 a 650 habitantes), ao lado de Campo Maior (cerca de 2.900habitantes), Alegrete (cerce de 1.000 habitantes), Arronches (cerca de 3.300habitantes), Elvas (8900 habitantes), Olivença (4.900 habitantes), Juromenha(600 habitantes), Terena (600 habitantes também), Vila Viçosa (3.000 habi-tantes), Borba (3800 habitantes), Estremoz (4.500 habitantes), Marvão (1.700habitantes), Monforte (2.500 habitantes).

3. Séculos (XVI e XVII)

A guerra da restauração (1640-1668) levou novas agruras para a suapopulação. Datam dessa época alguns troços de muralha com os primeirostrabalhos em 1647, mas que se estenderam pelo século XVIII.

Logo em 1642, Ouguela fora atacada, mas o exército espanhol não le-vara a melhor, conseguindo a vila resistir vitoriosamente. Um episódio

827HISTORIA E DECLINIO DE TRES POVOAÇÕES NA FRONTEIRA

semelhante ocorreu em 1644, mas aí os combates foram bem mais ferozes. Apopulação resistiu com bravura, tendo várias lendas nascido na época.

Na memória popular ficou uma mulher, Isabel Pereira, que, segundorezam documentos da época, se mostrou dotada de grande valentia, “querpelejando nas trincheiras, [quer] repartindo pólvora e balas aos soldados; eretirada ao castelo ficou desacordada por algum espaço com a ferida que lhederam, até que, tornando a si, e vendo que não era perigosa, prosseguiu apelejar com maiores brios até ó fim”.

Em 1662, todavia, Ouguela rendeu-se sem resistência ao exércitoespanhol de D. João de Áustria. O capitão Domingos de Ataíde Mascarenhas,que deu a ordem de capitulação, foi depois severamente punido.

A paz de 1668 permitiu às terras raianas recomeçar a sarar as feridas,tanto do lado português como espanhol. Mas… novos conflitos se sucederam.Assim, em 1709 houve novas destruições em torno da vila, e em 1762 umrigoroso cerco, durante o qual o capitão Brás de Carvalho conseguiu resistirheroicamente.

Na obra “Corografia Portuguesa”, de 1708, de António Carvalho daCosta, tomo IF, duas páginas são dedicadas à vila de Ouguela; diz-se que apovoação tem mais de 700 habitantes, que o seu orago é Nossa Senhora daGraça, que tem casa da misericórdia na ermida do Espírito Santo. Mais, fala-se em ruínas antigas junto a uma ermida, São Salvador, a quatro quilómetrosda vila, citada como tendo sido “Casa dos Templários”. Diz-se ainda queOuguela “é (…) abundante de pão, vinho, e gados, e [que] tem uma fonte comduas propriedades notáveis: uma, que toda a cousa viva, que se lhe lançadentro, morre logo, excepto rãs; e outra, que de maneira nenhuma coze car-nes, nem legumes”. Mais, diz-se que a vila “tem dois juízes ordinários,vereadores, um procurador do concelho, um escrivão da câmara, um juiz órfãoscom o seu escrivão, outro do judicial, e notas, e uma companhia de ordenança”.D. Pedro da Cunha, senhor de Tábua, é apontado como senhor de Ouguela.

A obra refere a lenda da igreja de Nossa Senhora da Enxara, no caminhode Albuquerque, semelhante a tantas outras, nas quais uma divindade, ouuma estátua da mesma, indica o lugar onde se lhe deverá erguer um templo.Neste caso, é uma garota, e depois a sua mãe, que são escolhidas pela divindade.

Descreve-se a imagem da Santa e opina-se que poderá ter origemvisigótica.

Refere-se que há muita devoção à mesma, e que pessoas de CampoMaior, e até de Castela, lhe pedem protecção, e visitam a Igreja.

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É significativo, talvez, que não se refira a “lenda do tamborzinho”.Com as devidas reservas, tal poderá significar que esta, tão difundida emOuguela, terá tido origem num facto ocorrido em 1709 ou em 1762.

Dificilmente poderá ter tido lugar mais tarde.

A lenda diz que estando Ouguela cercada durante uma guerra (não seindica qual), e não sendo possível pedir socorro a Campo Maior, uma criançaterá descido pela figueira que ainda hoje se vê junto á muralha, transportandouma bandeira e uma mensagem escrita, e talvez um tamborzinho com quecostumava brincar. Não tendo levantado suspeitas no campo espanhol,ultrapassou as linhas inimigas e chegou a Campo Maior, entregando amensagem no hospital.

Diz-se que Ouguela terá tido um brazão inspirado nesta lenda, masnada consta em documentos. Afinal, esta lenda reflecte a vivência de postomilitar raiano das gentes de Ouguela.

4. Declínio

Tudo isto terá influído no sentido de, em 1800, haver em Ouguela só 24vizinhos “dentro” da vila e 20 fora (cerca de 200 habitantes, talvez). Em1801, durante a Guerra das Laranjas, após a conquista de Olivença e Juro-menha, Campo Maior rendeu-se ao exército espanhol, mas só depois de vio-lento cerco e de muita resistência (15 de Junho). Ouguela não foi atacada,mas caída Campo Maior era um espinho nas costas do inimigo. 460 espanhóis,simulando um maior número pela disposição no terreno, aproximaram-se docastelo. O governador, Jóse Joaquim Queirós, acabou por entregar Ouguelaao atacante, já que não havia qualquer possibilidade de resistência (estadescrição encontra-se no Livro A Guerra das Laranjas/A perda de Olivença,de António Ventura, 2004, Ed. Prefácio).

Até 1811, decerto houve alguns conflitos em terras em redor de Ouguela,mas de pouca monta, pois quase nada chegou até nós. Os vários conflitos doinício do século XIX pouco rasto deixaram na região.

A novidade seguinte, pouco alegre para a vila, é que em 1836 se extinguiuo concelho, sendo unido a Campo Maior. A decadência, que já vinha do sécu-lo XVIII, reflectia-se a nível administrativo. E algo pior sucedeu, quandoOuguela deixou de ser freguesia e foi anexada a São João Baptista (CampoMaior) (1941).

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É um pouco triste seguir esta história. Uma povoação nasceu e cresceu,teve momentos de alguma grandeza e de glória… e iniciou um processo dedecadência.

Algumas quadras populares falam de Ouguela. Uma refere-se à sua gran-deza:

Bela cidade de OuguelaDá vistas à lapagueiraMal empregada cidadeEstar em tão alta ladeira

(A lapagueira será um acidente geográfico).

Outra ironiza com a sua decadência, e, com algum sentido de humor,reza assim:

Adeus vila de OuguelaQue não há vila mais nobrePara teres vinte ruasFaltam-te só dezanove

Assim é a roda da história. Olhando as velhas muralhas, a que não faltaainda opulência, sentimos-nos comovidos. Uma inscrição em latim, num dosarcos, informa-nos de uma divisa dos seus antigos defensores e moradores.“pro patria, pro rege et pro fide, aut vincere, aut mori” (pela pátria, pelo rei,e pela fé, vencer ou morrer). O tempo é (mesmo) implacável.

Há, todavia, que pensar no futuro. Ouguela, hoje com apenas cerca de60 habitantes, terá de procurar reerguer-se. O seu castelo, que já foi palco defilmagens de séries de televisão, tem uma beleza indesmentível. Há que ser-seimaginativo e ter força de vontade, e aproveitar tão vetusto monumento. Ago-ra já não, porque felizmente tal não é necessário, como lugar de defesa, masquiçá, como lugar de encontro, entre as raias alentejana e extremenha.

Que esta singela história da antiga vila, hoje “lugar”, de Ouguela, abracaminho nesse sentido, seja um primeiro passo, eis o meu sincero desejo.

HISTORIA E DECLINIO DE TRES POVOAÇÕES NA FRONTEIRA

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JUROMENHA

1) Introdução

A história pode ser madrasta, mesmo no vale do Guadiana. O rio e seusafluentes convidam o Homem a instalar-se nas suas margens, ou próximodelas. Com bons resultados, quase sempre. Mas... acontecimentos diversospodem influir no desenvolvimento normal e no progresso dos aglomeradoshumanos.

2) Até ao século XVI

A fortaleza abandonada de Juromenha, sobre o Guadiana, 18 km a nor-deste do Alandroal, 16 km a sudoeste de Elvas, 17 km a leste de Vila Viçosa,e 11 km a noroeste de Olivença, impressiona pela sua dignidade fantas-magórica.

A sua origem perde-se na noite dos tempos. Sem provas, quer-se quetenha sido fundada por galo-celtas, por volta de 400 a.C. Embora existamvestígios romanos, é muito improvável que tenha sido fundada por Júlio Cé-sar em 50 a.C., com o nome de “Julii Moenia” (Muralhas de Júlio). Outralenda dá-a como fundada pelos visigodos, onde estaria a origem do seu nome,numa princesa de nome Menha a quem um irmão queria arrancar um jura-mento indecoroso (- Jura, Menha, que não!). Tal lenda não é digna de crédito,independentemente da sua beleza, pois surge muito depois da fixação dotopónimo.

Nos tempos muçulmanos, foi uma cidade importante, cujo nome seria,segundo alguns, “Chel-Mena”. Mas o topónimo árabe mais provável terá sidoo de “Yulumaniya” ou “Julumaniya”, uma, repete-se, cidade moura impor-tante, e nele se deverá ver a origem mais provável do termo JUROMENHA,que conheceu algumas variantes, como Jeremenha, Gerumenha, ou Jorumenha.

Não se pode pôr de lado a hipótese de a forma árabe Yulumaniya deri-var de “Julli Moenia” (Muralhas de Júlio)... se acaso tal lenda (a da origemromana) já existia no século VIII ! D. Afonso Henriques terá conquistado apovoação em 1167. D. Gonçalo Viegas, filho ou sobrinho de D. Egas Moniz,talvez já no tempo de D. Sancho I, tê-la-á recebido em doação, atravessandoentão o Guadiana e ocupando o lugar de Vila Real, embora pouco se saibasobre a veracidade destes factos.

Os muçulmanos reocuparam a região, decerto entre 1169 e 1189, já quea data de 1242 referida em algumas enciclopédias como de “conquista moura”,

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estará decerto errada, pois sabe-se com razoável certeza ter o fidalgo D. PaioPeres Correia ocupado definitivamente a região por volta de 1220, 1230 omais tardar. Em 1242, já os mouros estavam muito, muito longe.

Após a pacificação da fronteira em 1297 (Tratado de Alcañices),D. Dinis mandou reedificar as muralhas e o castelo de Juromenha, dando-lheforal em 1312. As suas terra ficaram dentro da área atribuída à Ordem deAvis.

Sem dúvida que no século XIV teve assinalável importância, nela seefectuando três casamentos reais: o de D. Afonso IV com D. Beatriz de Castela,ainda no século XIII e a rematar o já citado Tratado de Alcañices; o de D.Maria de Portugal com Afonso XI de Castela em, 1328; e o de D. Pedro I comD. Constança de Castela em 1340.

Durante a crise de 1383-1385, Juromenha não parece ter desempenhadonenhum papel de realce, pois raramente é referida, o mesmo ocorrendo noséculo XV.

Podemos, todavia, estar a ser enganados por eventual destruição de do-cumentos. De qualquer forma, não deverá ter perdido importância, poisD. Manuel I concedeu-lhe, em Lisboa, novo Foral, em 15 de Setembro de1512. As muralhas, por essa época, eram grandiosas, com 17 torres, sendouma delas uma Torre de Menagem com 140 palmos (cerca de 30,8 metros) dealtura.

No Numeramento de 1527-1573, o mais antigo de Portugal, Juromenhasurge como tendo 150 fogos (pouco mais de 600 habitantes, ao que se julga),portanto bastante menos que as vizinhas Elvas (1916 fogos, cerca de 7000habitantes), Alandroal (284 fogos, cerca de 1100 habitantes), Olivença (1053fogos, cerca de 4000 habitantes), Vila Viçosa (talvez 800 fogos e cerca de3.000 habitantes), Estremoz (969 fogos, aproximadamente 3.200 habitantes)e Borba (600 fogos, cerca de 2.300 habitantes). Igualava, todavia, Terena(170 fogos, talvez 650 habitantes).

A importância de Juromenha era essencialmente militar e estratégica,protegendo, à retaguarda, Olivença, uma urbe alentejana que, cercada porCastela/Espanha por três lados, constituía sempre um quebra-cabeças para aschefias militares portuguesas. As terras do Concelho ultrapassavam aliás oGuadiana, pois pertencia-lhe o lugar de Vila Real, exactamente a sua melhorárea agrícola.

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3) 1640-1801

O período das Guerras de Restauração aumentou o papel de Juromenha,e D. João IV ampliou-lhe e modernizou-lhe as fortificações, que passaram aser em estilo “Vauban”. Em 1657, recebe milhares de oliventinos fugidos dasua vila, então ocupada pelo inimigo, à qual só regressaram em 1668, quandoa administração portuguesa foi reinstaurada.

Juromenha resistiu sempre durante a Guerra de 1640-1668, registando-se nela um triste evento em 19 de Janeiro de 1659, quando explodiu pordescuido um armazém de pólvora, perecendo então toda a guarda aliaquartelada, composta por estudantes de Évora capitaneados pelo Padre Fran-cisco Soares (conhecido por “o Lusitano”).

Em 1709 (Guerra de Sucessão de Espanha) travaram-se combates nasproximidades, e ainda ao longo de todo o século XVIII a Praça de Juromenhafoi alvo de constantes cuidados.

É evidente que, em todas estas guerras, toda a zona fronteiriça (raiana),tanto do lado português como espanhol, sofreu consideráveis destruições. Odesenvolvimento é, necessariamente, inimigo da guerra.

O conflito seguinte, no início do século XIX, irá, uma vez mais,demonstrá-lo.

4) 1801, data incontornável

A Guerra das Laranjas levou à conquista da Vila de Juromenha em 20de Maio de 1801. Alguns meses depois, foi devolvida pelos espanhóis, massem a parte do Concelho a leste do Guadiana, com a aldeia de Vila Real, aliása mais rica em termos agrícolas desde sempre.

Ainda em 1837 Juromelha era considerada uma fortaleza de PrimeiraClasse, com uma forte guarnição militar, mas o declínio acelerou-se a partirde então. A meio do século XIX, deixava mesmo de ser sede de Concelhos,passando a depender do Alandroal.

Os delicados problemas ligados à inexistência oficial de fronteira naregião, resultantes da questão em aberto de Olivença, fizeram-se sentir dura-mente. Durante algum tempo, alguns oliventinos procuravam escolarizar-seem Juromenha, mas em breve a vigilância espanhola, em especial na épocafranquista, tornou tal quase impossível.

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5) Os limites do concelho de Juromenha e a Ponte da Ajuda

Mas, afinal, quais eram os limites do extinto Concelho de Juromenha aleste do Guadiana?

Um trabalho recente, de autoria de Mário Rui Simões Rodrigues, deLeiria, baseado em vários documentos, nomeadamente um mapa de 29- Janeiro-1802, existente no “Servicio Historico Militar” em Madrid, procura demonstrarque, muito provável e inesperadamente, a Ponte da Ajuda, que ligava Elvas aOlivença, deveria, para lá do Guadiana, assentar em terras do termo deJuromenha. As investigaçõs do oliventino Miguel Ángel Vallecillo Teodoro,ao demonstrar, no seu livro “Olivença en su Historia”, que as herdades deMalpica de Portugal e Joana Castanha, cujo limite norte era a fronteira daRibeira de Olivença, pertenciam a Vila Real, freguesia do concelho deJuromenha, reforçam esta conclusão.

Sabe-se que a Ponte da Ajuda, construída no reinado de D. Manuel porvolta de 1520, se destinava a pôr em contacto as 6ª (Elvas) e 13ª (Olivença)maiores povoações portuguesas. Com os seus 450 metros, 18 arcos, e quase 6metros de largura, esta ponte, parcialmente destruída em 1709, durante aGuerra da Sucessão de Espanha, é, ainda hoje, uma obra impressionante.

Inevitavelmente, a polémica luso-espanhola sobre as terras de Olivençatem-se reflectido no adiamento constante da sua recuperação. As dificuldadese as contradições diplomáticas não cessam. Note-se que, desde 1967, a Pontefoi declarada Monumento de interesse Nacional pelo Estado Português.

No que respeita ainda a limites, Portugal não cessou de reclamar contraa ocupação de parte do concelho de Juromenha, em 1801, pela Espanha,contrária ao Tratado de Badajoz, independentemente de Portugal considerareste anulado desde 1807.

Com efeito, no Tratado de 1801 fala-se em colocar os limites fronteiriçosno Guadiana, mas “... naquela parte que UNICAMENTE toca ao sobreditoterritório de Olivença.” (Artigo III)

Vila Real, a aldeia que, segundo a lenda, foi fundada por Gonçalo Viegas,que quis recordar Vila Real de Trás-os-Montes (sendo mais provável que onome se deva a existirem ali terras da Coroa Portuguesa), bem como toda aárea que lhe pertencia a oriente do Guadiana, foi pois anexada em violação doTratado de Badajoz.

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6) Declínio, um triste destino

Juromenha não se limitava a sofrer pela amputação de parte do seuterritório. As desgraças sucediam-se. Epidemias de febres (“sezões”) afugen-tavam a população. No princípio do século XX, um surto de peste bubónicaafugentou as poucas gentes que tinham ficado. Mais tarde, surgiu um povoadonovo, fora das muralhas, e as ruínas de Juromenha passaram a ser utilizadascomo palheiros e currais. Distinguem-se, ainda, a antiga Câmara e a Casa doSenado, bem como as capelas da Misericórdia e de São Francisco de Assis.Da antiga cadeia, quase só resta um colorido brasão. Por vezes, e cada vezmais, distinguir estes antigos edifícios exige um grande esforço de imaginação.

Durante a Guerra Civil de Espanha (1936-1939), por ali passaram algunsrefugiados, que as autoridades portuguesas procuravam deter para, conscien-temente, os entregarem à desumana repressão franquista.

A população da nova Juromenha extra-muros tem vindo a diminuir desdeo meio do século XX, com alguns movimentos ocasionais insuficientes paracontrariar a tendência: 1399 habitantes em 1950, 1453 em 1960, 929 habi-tantes em 1970. e, em 1991... 181 habitantes apenas!

A situação de fronteira administrativa, mas não legal, no Guadiana,não lhe permitiu ter uma verdadeira alfândega, embora funcionasse às vezesum muito pequeno posto de estatuto indefinido. A sua Feira Anual, em 10 deAgosto, sob o seu antigo Orago de Nossa Senhora do Loreto, é muito modes-ta.

Juromenha é, fundamentalmente, uma ruína grandiosa. Um certo medodo local e das suas antigas epidemias subsistiu até 1940, já que num guia comessa data se aconselhava a eventuais visitantes o cuidado de se preveniramcom quinino.

A falta de água é um dos dramas do povoado, e é um problema muitoantigo. E, todavia, era relativamente rica de trigo em volta, em especial além-Guadiana, e de madeira de queima, pelo que há memória de um ditado popu-lar significativo (“Juromenha, Juromenha, // boa de trigo, e melhor de lenha”).

Para visitar a fortaleza de Juromenha, segundo informações de 1996,tem de se pedir a chave no novo povoado de Juromenha fora das muralhas.Agora, em 2006, a fortaleza fica sempre aberta!

E o visitante logo concluirá que a actual situação de abandono não podecontinuar. A fortaleza está ainda razoavelmente bem conservada, fazendo jusao antigo brasão da Vila (uma torre de muralha, dentro de água, encimada

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por correntes), mas as ruínas do interior em breve não passarão de uma cama-da de pó. Urge, pois, salvar os maltratados monumentos, reconstruí-los, res-taurar tanto quanto possível o traçado urbano, e fazer da fortaleza fantasmaum lugar de vida, talvez um ponto turístico, quiçá uma pousada, e outrasatracções. Há notícias de que se começa a pensar em qualquer coisa.

Qualquer solução será benvinda, mas o abandono actual não pode terperdão.

O que poderá fazer para acudir a esta região, progressivamente abando-nada, onde as pedras carregadas de história têm cada vez menos homens porcompanhia? Fica a interrogação para quem de direito responder.

TERENA: 5000 ANOS DE HISTÓRIA

1) Origens

Terena, uma das mais antigas povoações de Portugal. situa-se a 11 Kma Sul do Alandroal, a 10 Km a oeste do Guadiana, 10 Km a Leste do Redon-do, 29 Km a norte de Reguengos de Monsaraz. Juromenha, outra antiga vilahoje integrada no Alandroal como a presente, dista 22 Km em linha reta.

É notável a antiguidade desta antiga vila, sede de Concelho até meio doSéculo XIX. A região era habitada já por volta de 3000 a.C., pois, a cerca de2 Km. a leste, na Ribeira de Lucefécit, encontramos o chamado “CasteloVelho”, um recinto fortificado com 5000 anos. E, como se não bastasse, a 1Km. a Noroeste de Terena, temos um outro recinto fortificado, o “Castelinho”,datado de cerca de 1000 a. C.

Considerando que estamos numa região alentejana rica em megálitos,é-nos difícil afinal dizer em que remota data se produziu uma primeiraocupação humana na região da antiga vila. Entre ouitras coisas, encontrou-sea 4 Km ao norte da mesma um local de culto datando da época romana; neleforam recolhidas noventa lápides, na maioria hoje no Museu ArqueológicoNacional em Lisboa. A divindade alvo de culto era aliás pré-romana, edenominava-se “Endovélico” (talvez do céltico “Andevellicos”, significando“muito bom”). Não muito longe, descobriu-se recentemente um local de cultomais primitivo, talvez o primeiro dedicado a tal dividande, “transferido”pelos romanos. No século XVI, existiam ainda no local do Templo Romano96 colunas de mármore de Ordem Jónica, retiradas nesse século e no seguin-te para decorar edifícios em Évora e Vila Viçosa. No local do antigo templo(séc. I?), ergueu-se mais de mil anos depois uma ermida (São Miguel da Mota).

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Uma primitiva Terena ter-se-á, quase certamente, erguido em redor oupróximo do Templo de Endovélico. É pouco claro o que lhe terá sucedido comas Invasões Bárbaras no início do Século V. Consta que no século VIII osmuçulmanos a terão destruído, mas, por obra dos mesmos, surgiu um grandepovoado na região chamado, tudo o indica, “Talanna”. Se não ficava situadono local do antigo Templo Romano de Endovélico, não deveria ficar longe,mesmo porque tudo indica que o topónimo moderno (Terena) terá tido origemna designação árabe.

2) Terena portuguesa

Em 1262 Terena, decerto após destruiçôes resultantes da Reconquista,é (re)fundada, cristãmente, por D. Gil Martins (Reinado de D. Afonso III). OForal dava-lhe quase toda a área meridional do actual Concelho do Alandroal.Terena deverá então ter sido edificada, ou reedificada, junto da Igreja da BoaNova, recebendo o nome de Santa Maria de Terena.

O Santuário de Nossa Senhora da Boa Nova, vulgo Igreja da Boa Nova,é referido já no Século XIII. A sua antiguidade poderá ser muito grande,podendo provavelmente tratar-se da cristianização de um culto muito, muitoantigo mesmo. Todavia, a sua forma actual remete-nos arquitecto-nicamentepara o século XIV, e ainda assim há sérias dúvidas. Talvez se esteja peranteum edifício sucessivamente reconstruído e remodelado. Hoje, encontramo-nos perante um templo em forma de fortaleza, com ameias. Interiormente,alberga pinturas, e de cada lado do altar-mor estão sumptuosos tocheiros. Oconjunto é gótico. Uma tradição diz ter sido construído no século XIV, mas,como há muitas dúvidas, tal só poderá estar parcialmente correcto.

3) O século XVI

Terena recebe novo foral (manuelino) em 10 de Outubro de 1514.Contudo, fala-se então de uma povoação chamada São Pedro de Terena. Tudoindica que já no século XVI, portanto, Terena se terá “mudado” para a suaactual localização, quiçá por razões de salubridade. O Castelo, que parecedatar do século XIII, e que portanto distava da aglomeração primitiva (sabe-se lá porquê...), terá talvez tido influência na mudança da povoação, da zonada Boa Nova, para o outeiro onde as muralhas protegeriam melhor as suasgentes.

Sendo uma praça fronteiriça, Terena teve uma História acidentada. OCastelo terá sido fundado, ou restaurado, por D.Dinis, sendo possível que

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tenha sido reforçado na época de D. João I. D. João II terá querido dar novofôlego a Terena, restaurando uma vez mais o Castelo, que ainda sofreu acrescen-tamentos manuelinos. Datará dessa época (séculos XV-XVI) uma nova (?)Torre de Menagem, bem como uma barbacã.

No numeramento de 1527-1531, Terena surge como tendo cerca de 600habitantes (800, no máximo). Nos seus arredores, o Alandroal tinha cerca de1.100 habitantes, Juromenha 600, Vila Viçosa 3.000, Monsaraz 2.500, Borba2.300, Olivença 4.000, Estremoz 3.200. As maiores cidades próximas eramElvas (cerca de 7.000 habitantes) e Évora (entre 12.000 e 15.000).

No século XVI terão sido construídos os Paços do Concelho, a Miseri-córdia, a Torre do Relógio, e a já referida Torre de Menagem. Outros monu-mentos se destacam em Terena, como o Pelourinho renascentista, a IgrejaMatriz, e a Rua Direita no seu conjunto, com portadas góticas, renascentistas,e barrocas, e ainda grades e chaminés típicas.

4) As guerras

Pouco se sabe sobre movimentações militares em redor de Terena em1383-1385, ou nos anos seguintes. Já na Guerra da Restauração (1640-1668),a vila esteve em destaque. Por exemplo, em 1652 as tropas espanholas doDuque de S. Germán saquearam os campos, recolhendo depois a Barcarrota,escapando-se apesar de perseguidas por tropas da mesma Terena e de Olivença.Tendo deixado, todavia, parte do saque na circunvalação externa da Praçaespanhola, os portugueses recuperaram essa parte e levaram-na para Olivença,onde os lavradores de Terena foram recuperar os seus bens. Todavia,em 1656(noutro exemplo), Terena foi cenário de violentos combates, e num espaço depoucos dias foi ocupada por espanhóis e recuperada custosamente pelo exércitoportuguês.

O Século XVIII viu um certo declínio. A sua economia foi enfraquecendo.Como se não bastasse, Terena foi uma das povoações alentejanas que maisdanos sofreu com o terramoto de 1755. Não ficou destruída, claro, masverificaram-se muitos estragos.

5) Declínio

A época pombalina não parece ter sido importante na região. A suadecadência prosseguiu, e, já no século XIX, a sua economia foi ainda maisabalada com o corte de ligações para além Guadiana depois de 1801, nãotanto por ter ligações directas com a região de Olivença, ainda que algumas

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existissem, mas sim porque tinha laços com o Alandroal e com Juromenha,estas directamente afectadas, em especial esta última povoação.

Na primeira metade do século XIX, vários Concelhos com expressãoreduzida acabaram por se unir em torno do que foi o único sobrevivente, o doAlandroal. Foram eles Juromenha, Ferreira de Capelins (um estranho Concelhode reduzida população, hoje Santo António de Capelins), Terena, e, obvia-mente, o próprio Alandroal. Tal junção de esforços não trouxe exactamenteprogresso ou benefícios sensíveis, como bem o sabem os seus actuais habitan-tes, ainda que houvesse períodos de alguma prosperidade.

6) O presente, com interrogações para o futuro

Terena deixou de ser sede de Concelho por volta de 1835, e, perdendo aatracção de polo administrativo, a sua população foi diminuindo. Parademonstrá-lo, temos os números da segunda metade do século XX: 1.986habitantes em 1.950, 1.081 em 1960, 1.119 em 1970 (uma ligeira recuperação,logo contrariada), um pouco mais de 600 em 1991! Como agora, em 2006.

Continua a ser, todavia, extremamente recompensador percorrer a Vilade Terena, com os seus 5.000 anos de História presentes um pouco por todo olado, na área do antigo Concelho. Para além das casas (com destaque para ajá citada Rua Direita) e monumentos, a subida ao Castelo, com as suas quatrotorres semi-cilíndricas, e onde se podem observar três materiais em harmonia(granito, mármore, e ardósia), dá-nos um soberbo panorama, limitado, a Leste,pela Serra de Alôr (ou Olôr, ou Lôr), e, a Noroeste, pela Serra de Ossa.

O que se poderá fazer para acudir a esta região, progressivamente aban-donada, onde as pedras, carregadas de História, têm cada vez menos homenspor companhia?

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Los chozos extremeños: referente histórico

y recurso socio-cultural para el futuro

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Presidente de ARTE(Asociación por la Arquitectura Rural

Tradicional de Extremadura)

INTRODUCCIÓN

La arquitectura tradicional o vernácula, constituye una de las expresio-nes culturales más significativa de cada estructura socio-económica; es laexpresión de la experiencia histórica de cada colectivo. Por ello el principalfactor que determina las diferentes formas y tipos constructivos es el socio-cultural, por encima de cualquier otro factor como podrían ser las condicio-nes climáticas o las limitaciones materiales y técnicas.

La arquitectura tradicional es el testimonio material construido vincu-lado a un lugar, un pueblo y una tradición, que pretenden definir la identidadde un territorio y sus factores de diferenciación cultural. En definitiva, laarquitectura tradicional de un territorio es fiel testigo de la cultura y herenciade un pueblo.

Pero también la arquitectura tradicional o vernácula tiene unas caracte-rísticas universales, comunes a todos los pueblos y países del mundo: “laarquitectura de lo disponible” y el uso de materiales vivos que nos pone enrelación con su concepción telúrica. La arquitectura vernácula de cualquierpueblo o país destaca por el respeto al entorno y a la naturaleza del lugar, es lasimbiosis de características culturales y naturales.

En definitiva, la arquitectura tradicional ha sido una respuesta a lasnecesidades físicas y espirituales de un colectivo, de una comunidad, creando

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unos modelos arquitectónicos originales en razón de su experiencia históri-co-cultural y por las adaptaciones ecológicas propias de cada territorio. Y unode los modelos más singulares de la arquitectura tradicional de Extremaduraes el chozo, al ser un excelente ejemplo de adaptación arquitectónica al medionatural, en el que no desentona ni por la escala ni por los materiales quefueron extraídos directamente del lugar y sufrieron pocas transformacionespara su puesta en obra.

En un sentido amplio, se denominan chozos a todos aquellos espaciosde habitación permanente o temporal de pastores y campesinos que reúnanlas mínimas condiciones de habitabilidad, a veces ninguna, si los observamosdesde la óptica del modo de vida actual.

Son unas construcciones de un alto sentido utilitario; edificios sinceros,exentos de ornamentación, que nos muestran sin pudor su sistema constructi-vo y donde los materiales utilizados marcan el carácter y definen la forma. Eneso reside la profunda verdad de esta construcción rural.

El modelo constructivo del chozo reúne una serie de características quelo han hecho idóneo en el mundo rural: una sorprendente autonomía de eje-cución capaz de dar respuesta (y con bajo coste) a las necesidades de propor-cionar una habitación temporal o permanente. Y como las tierras y gentesextremeñas, se han desenvuelto en un universo eminentemente rural, el cho-zo fue utilizado de forma generalizada como habitación permanente o tempo-ral, como albergue o refugio, como almacén o establo.

TIPOS DE CHOZOS EN EXTREMADURA

La tipología de los chozos extremeños responde en su generalidad alsiguiente esquema constructivo: edificación de planta circular o redondeada,paredes de piedra levantadas de acuerdo con la técnica de “piedra seca”, depoca altura y escasos vanos, cerradas en unos casos por una falsa cúpula y enotros por una cubierta vegetal o con una techumbre de tejas. También haexistido otro tipo de chozos, los hechos enteramente de materias vegetales ypodían ser fijos o móviles, pero debido a los materiales perecederos de que es-tán hechos su prolongación en el tiempo es corta, aunque en algunas localida-des se continúan fabricando para determinadas fiestas y eventos culturales.

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Por ello según los materiales empleados en su construcción,distinguimos cuatro tipos:

TIPO 1:

Chozos hechos íntegramente de materias vegetales, pudiendo ser fijosy movibles. Su planta es circular y se levanta formando una estructura cónicao cupuliforme con varas y rollizos de madera, posteriormente se cubre conramajes u otras materias vegetales que son cosidas al armazón de la estructu-ra, principalmente de escoberas, eneas, juncos o bálago de centeno.

Los chozos portátiles de estructura trenzada de paja formando una solapieza, constituyen una tipología específicamente extremeña. Una de las parti-cularidades de estos chozos, en su versión más reducida, era su utilizaciónpara ser transportados, por lo que se llamaban “chozos de muda”. Estos eranadecuados a la movilidad de los pastores, no excediendo, debido a ello, decierto peso y medida. Se transportaban sobre el lomo de dos burros conduci-dos por otras tantas personas o en carros. Solían ser construcciones aisladas,prototipo de una arquitectura móvil y efímera.

Los chozos de mayor tamaño, llamados familiares, eran fijos y no semudaban, siendo en estos donde residía la familia, el pastor y los suyos. Enotros casos tenían uno para el matrimonio y otro para los hijos. No era infre-cuente que hubiese un grupo de tres o cuatro cuando era una familia la queocupaba la majada. Entonces los chozos se colocaban separados por si ardíaalguno que no se prendiesen los demás. En algunas ocasiones había otro paraelaborar el queso, donde se guardaban los utensilios necesarios para este me-nester. Excepcionalmente había uno más pequeño y peor realizado para guar-dar las gallinas

TIPO 1

Hechosenteramente de

materias vegetales

TIPO 2

Paredes de piedra yy cerrados con

cubierta vegetal

TIPO 3

Construidosíntegramente

de piedra

TIPO 4

Paredes y piedray techumbre

de teja

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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Este tipo de chozos tiene varias denominaciones, según el materialempleado y el lugar, “chozos de centeno”, “chozos de cuelmo”, “chozos deescoba”, “chozos de enea”, “chozos de juncias”, “chozos de bardo”, “chozosde monte”, “chozos de bálago”... Los chozos vegetales de planta rectangularson llamados “chozos de potreras”, por estar realizados con las “potreras” orenuevos de los olivos. También se les llamaba “chozos de guarda”, puesservían para cobijar al guarda de las parcelas a él asignadas, desde que elfruto apuntaba hasta la recogida de la cosecha.

TIPO 2:

Los chozos de este tipo son construcciones de planta circular con pare-des de piedra y cubierta vegetal de forma cónica, realizada con rodillos demadera y bálago de centeno o ramajes diversos como escobas, “juncias” yhelechos, sostenida acaso por un poste central. Son conocidos por “chozos dehorma” porque los muros del habitáculo fueron levantados según la técnicade piedra seca, es decir, piedra sobre piedra sin utilizar ningún tipo deaglomerante para trabarlas.

Este tipo de chozo lo encontramos principalmente el La Vera, pero tam-bién, aunque menor cantidad, en otras comarcas extremeñas como la zona

Chozo de bálago de centeno móvil Chozo de escoberas fijo

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Monfragüe, Alburquerque, Serradilla, Montehermoso o la Sierra de El Tor-no, entre otros lugares.

Chozo de Malpartida de Plasencia Chozo de Villarreal de San Carlos

Chozo de cabreros de La Vera Chozo de Serradilla

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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TIPO 3:

Son los chozos construidos íntegramente de piedra granítica o pizarrosa,que presentan una planta circular o redondeada, cuyas paredes se van cerran-do y forman una falsa cúpula por el procedimiento de aproximación de hila-das del mismo material que los muros.

Los chozos de este tipo son los más numerosos y representativos deExtremadura, por ello más adelante serán estudiados más detalladamente.

Choza de la Sierra de El Torno

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TIPO 4:

Es la tipología de chozos más moderna que encontramos en Extremaduray su esquema constructivo es el siguiente: planta oval o circular y paredes depiedra, adobe o ladrillo. La cubierta se realizaba con un armazón de palossobre la viga cumbrera que se cubría con tablas, cañizo, escoberas o “ripias”(pequeños palos generalmente de madroñas) y en muchos casos, además, secolocaba encima una gruesa capa de barro para una mayor impermeabilizaciónde la cubierta. Finalmente la construcción era techada con teja curva árabe yla vertiente de la cubierta podía estar a una o dos aguas. En algunas comar-cas, como en La Siberia, se los denomina “chozos de teja” y normalmentetodos tenían chimenea.

Chozo de teja a un agua en Cañaveral Chozo de teja a dos aguas en Talasrrubias

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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Chozo de teja a dos aguas enla Baja Extremadura

Chozo de teja a un agua en la comarcade La Siberia

Chozo de teja a dos aguas en Portezuelo

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LOS CHOZOS DE PIEDRA: LA OBRA Y SUS CONSTRUCTORES

Los chozos del tipo 3, los construidos totalmente de piedra, son los másnumerosos en nuestra tierra y los encontramos prácticamente en todas lascomarcas extremeñas.

Los diferentes usos que han tenido estas singulares construcciones ru-rales siempre han estado directamente relacionados con los sistemas socio-económicos imperantes, siendo esas posibilidades de reutilización que hantenido cada vez que se producía una alteración en los sistemas de explotacióndel territorio, lo que ha hecho posible su permanencia hasta nuestros días.Por ello sus usos han sido muy variados, desde vivienda permanente o tempo-ral de pastores, agricultores, jornaleros, guardas y mineros, hasta su utiliza-ción como refugio y albergue al lado de caminos, cañadas y cordeles. Tam-bién como almacén de productos agrícolas y para guardar animales. En laactualidad apenas tienen función alguna, encontrándose abandonados y enproceso creciente de desaparición.

El chozo, según el uso para el que fue construido en su origen, varíasensiblemente el tamaño, la forma, la calidad de los materiales y el acabadode la obra. Entre los chozos que fueron construidos para habitación temporalo permanente de pastores o agricultores, y los construidos como refugio oca-sional ante las inclemencias del tiempo o para guardar animales, hay impor-tantes diferencias. Los primeros son edificios con una habitación de más decuatro metros de diámetro interior y otros tantos de altura, sus muros son debloques de piedra perfectamente encarados y en algunos casos revocados conmortero de cal, puertas dinteladas, vanos a modo de ventanas en las paredespara la entrada de luz y aireación de la habitación y cerramiento en “falsacúpula” rematada, en los casos que no disponía de chimenea, con una lajagranítica agujereada en el centro para la salida de humos. Y los segundos, loschozos-refugio y los utilizados para guardar animales, pueden ser considera-dos como un “sub-género” de los primeros, ya que en algunos casos no pasande ser un simple amontonamiento de piedras al amparo de una roca que for-man un espacio abovedado.

La obra y sus constructores

Pero en general la construcción de este tipo de chozo se podría catalo-gar como de escasa dificultad técnica. La facilidad o dificultad de la obra noestá en su estructura, ni en su cimentación, ni tan siquiera en la cubierta; laperfección de la obra depende del mejor o peor conocimiento del trabajo en

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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piedra por parte de los constructores. Estos alarifes u obreros cualificadosprovenían de una serie de familias que tradicionalmente se habían especiali-zado en la labra de piedra y en la técnica constructiva de “piedra seca”.

Siendo dos los principales rasgos arquitectónicos a destacar en la cons-trucción de los chozos de piedra: La técnica de “piedra seca” y el cerramientopor falsa cúpula.

Los especialistas en “piedra seca” trabajaban en grupos reducidos, or-ganizados según sus relaciones de parentesco, siendo conocidos popularmen-te en la mayor parte de los lugares como “los portugueses”. Así en las pobla-ciones de las estribaciones de Sierra Morena y otras partes de la BajaExtremadura, al trabajo en “piedra seca” le han llamado desde siempre “obrade portugueses”, por ser la mayoría de los que ejercían este oficio oriundos dePortugal. Muchas familias portuguesas que habían venido a realizar estasobras se establecieron en nuestra región y fueron transmitiendo de padres ahijos sus técnicas, conocimientos y habilidades.

En el extremeño Val de Xálima (Eljas, Valverde y San Martín de Tre-vejo), la construcción de chozos y de otros trabajos en piedra era obra de los

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“pedreirus”, expertos en el trabajo de la mampostería en seco. Los habitantesde estas tres localidades, según la tradición oral, identifican a las construc-ciones levantadas según la técnica de “piedra seca” con los “miñotus” (losnaturales de la región del río Miño), habiendo quedado tal gentilicio comoapodo a los albañiles que realizaban o realizan esta clase de obras.

Estos alarifes, expertos en el trabajo de la piedra eran los que elegían lapiedra que iban a colocar con posterioridad. Si se podía, la extraían del can-chal más próximo, sin embargo, si se quería unas formas determinadas y unascalidades diferentes tenían que ir a las canteras de la zona. Iban a estos luga-res provistos de palancas, cuñas, martillos, machotas, etc., y cargaban el ca-rro con la piedra extraída de la cantera, que era un tanto especial, porque eramás bajo y largo que los que se utilizaban normalmente para otras tareas.

Carro utilizado por los pedreros

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

850 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Plano de un chozo del tipo 3

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Una vez a pie de obra, el “maestro”, o el más experimentado de ellos,iba eligiendo las piedras por su forma, grosor o por la textura, ya que paraellos “cada piedra tenía su sitio” en la obra. A partir de tener seleccionado elmaterial, sólo utilizaban la “vara” para medir y las manos que eran las quese encargaban de ir colocando las piedras, engarzadas las unas con las otrasen seco.

Los chozos de piedra carecen de cimentación, aunque se suele prepararel suelo mediante un enlosado y una marcación circular que recibe la primerahilada de piedras. La horma o plantilla suele alcanzar hasta dos metros dealtura, distancia que se considera suficiente para poder nivelar el anillo depiedra. En algunos chozos el aparejo está constituido por un zócalo de pie-dras hincadas verticalmente en el suelo, sobre el que se monta el aparejo demampostería corriente. Este tipo de aparejo recuerda la técnica constructivade los sepulcros de corredor de la cultura megalítica y constituye un lazo másde unión con ella, mostrándonos su pervivencia.

A partir de aquí, en el caso de los chozos que no tienen la cubierta dematerias vegetales, el edificio puede seguir creciendo en altura, trabando eldintel de la puerta y preparando el muro para recibir la falsa cúpula. La ma-yoría de estas construcciones presentan un paramento muy tosco e irregulardebido a la deficiente labra de los bloques, entre los que se colocan pequeñaspiedras a modo de cuñas; aunque algunos chozos presentan bloques bien la-brados que encajan perfectamente y no precisan cuñas. Las paredes de algu-nos chozos fueron revocadas con argamasa. En la conexión entre el muro y lacubierta se sitúa un voladizo, alrededor de toda la construcción y realizadocon grandes lajas de pizarra o granito, conformando una cornisa que sirvepara proteger el paramento exterior y de alero a la cubierta de la edificación.En la mayoría de los casos la cubierta consiste en una capa gruesa de tierracolocada encima de la superficie exterior de la falsa cúpula, aunque en otrosfue revocada con argamasa y los menos disponían de cubierta de teja árabe.

La técnica de la “piedra seca”

Como hemos dicho la técnica utilizada, en general, para la construc-ción de este tipo de chozos es la denominada de “piedra seca”. Por definición“piedra seca” significa, piedra sobre piedra, sin otro elemento que aglutine elconjunto. La técnica de la piedra seca es una antiquísima tradición que seremonta a las primeras culturas urbanas y campesinas, y que por su efectivi-dad y escasa demanda de medios ha pervivido a lo largo de los siglos.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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Desde la Prehistoria el hombre ha venido utilizando esta técnica sinutilizar más recursos que la propia piedra y la habilidad que desarrolla entorno al intento de lograr la más efectiva colocación de los bloques de modoque sea su propio peso quién los aglutine, recurriendo al perfecto anclado decada pieza e inmovilizándolas por medio de cuñas. En resumen este es elfundamento de dicha técnica.

La “piedra seca” como modelo constructivo reúne una serie de caracte-rísticas que la han presentado como idónea en el medio rural. El manejo delos materiales al ser bloques o piedras de mediano y pequeño volumen, per-miten la actuación individual del obrero, o a lo sumo precisan de la de un“maestro” y un ayudante. El hecho de que un solo hombre pueda mover losbloques de piedra empleados en la construcción, hace que se ejecute sin ape-nas recursos de andamiaje. Y si añadimos que como herramienta sólo se uti-liza un mazo de hierro, que la procedencia del material es esencialmentelocal y que la duración de la obra precisa de no muchas jornadas de trabajo,estaremos ante una técnica de sorprendente autonomía de ejecución, capaz dedar respuesta inmediata y con bajo coste a las necesidades de proporcionaruna habitación temporal o permanente.

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Pedreros levantando una pared de piedra seca

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Con relación a los muros en piedra seca de las construcciones que deli-mitan espacios de habitabilidad más o menos permanente, diremos que seutiliza la variedad del muro a “doble cara” del que existen al menos dosmodalidades: “de una hilada” y “con relleno interior”. El primer modelo seconstruye colocando las losas unas sobre otras de modo que son visibles desdeambas caras del muro y suelen utilizarse para ello piedras gruesas y de grantamaño. Y el segundo es en realidad un doble muro desarrollado en paraleloque deja en su interior un espacio que se rellena con piedra menuda o cascajo.

También se emplea la técnica de piedra en seco en la construcción detinados, paredones de corrales, huertos y de otras propiedades agrícolas ysobre todo se aplica en los aterrazamientos de las laderas de montañas quehan hecho posible el cultivo de pequeñas parcelas. Estos muros son escalonesque estratifican las faldas de los montes y están realizados normalmente auna sola cara: la exterior, y son de cuidada ejecución ya que han de soportarlas tensiones de carga de la tierra acumulada tras ellos.

La falsa cúpula

Para la cubrición de los espacios delimitados en estas construcciones deplanta circular se utiliza la falsa cúpula, entendiendo por tal el cerramientode un espacio circular haciendo que el diámetro de las sucesivas hiladas seacada vez menor, con lo que gracias a su aproximación se produce el cierre delconjunto. A una determinada altura del muro, en unos casos a partir del dintelde la puerta, y en otros a partir del voladizo, éste se va cerrando hasta conse-guir una falsa cúpula. En algunos chozos semidestruidos se ha podido obser-var que el sistema de aproximación de hiladas sigue la regla de tres lajas depiedra hacia fuera y una hacia adentro, hasta reunirse en el centro de la cu-bierta que no llega a cerrarse completamente.

En la mayoría de los chozos la clave de la falsa cúpula se remata conuna losa granítica perforada en el centro para permitir la salida de humos encaso de que el chozo no dispusiera de chimenea, la entrada de luz y la airea-ción de la habitación.

Esta “lancha-respiradero” tiene forma cuadrangular o redondeada, conalrededor de 75 cm de lado o diámetro, y el agujero circular abierto en elcentro tiene aproximadamente unos 20 cm de diámetro. En períodos de lluviaesta lancha se tapa con una gran piedra plana para impedir que el agua pene-tre en el interior del recinto, la cual está suelta para ponerla o retirarla avoluntad desde la cubierta.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

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Aunque en unos pocos casos, para el remate de la falsa cúpula los pro-cedimientos utilizados han sido otros: dos losas planas colocadas en posiciónde uve invertida ΛΛΛΛΛ, lancha de granito sin agujerear y un pequeño monolito omampuestos encajados en vertical sobre el hueco que queda al final de lafalsa cúpula.

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lancha respiraderoDetalle de la falsa cúpula de un chozo

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A – Losa perforadada.

B – Dos losas colocadas en forma de L (uve invertida).

D – Losa in perforar.

E – Remate con mampuestos en forma vertical.

La obra del chozo culmina, en la mayoría de los casos, echando encimade la cubierta una gruesa capa de tierra. Este procedimiento consiste en colo-car una gruesa capa de tierra sobre los mampuestos de la parte exterior de lacúpula, donde luego brota hierba, con lo que se consigue una mejor imper-meabilización de la habitación frente a las lluvias y nevadas. En otros casosse sustituye la tierra por gravilla obtenida por la trituración de pizarra, y otrasveces se revocan las paredes con mortero de cal y en la cubierta se colocantejas.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Chozo del tipo 3 con paredesy cubierta sin revocar

Chozo del tipo 3 con paredes revocadasy tejado sobre la piedra

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EL USO DOMÉSTICO DEL CHOZO

La habitación de un chozo destinado a vivienda, ya fuera de uso perma-nente o temporal, desde el punto de vista doméstico era ocupada en la mayo-ría de los casos de acuerdo con la siguiente distribución:

- Siempre que no dispusiera de chimenea, el centro estaba el HOGAR (H),una lancha granítica de amplias dimensiones. Aquí se hacía fuego para coci-nar o para caldear la habitación, aunque cuando hacía buen tiempo general-mente se cocinaba fuera de chozo.

- El espacio situado a la izquierda de la puerta de entrada normalmenteera el lugar destinado para la colocación de los CAMASTROS (C), que consistíanen un lecho de helechos con mantas y pieles curtidas encima o jergones dehojas secas de mazorcas de panizo. Esta parte, que ocupa casi la mitad de lahabitación, normalmente se encuentra a un nivel más alto que el resto de laplanta, debido a que el piso está levantado mediante un empedrado o enlosa-do de granito.

- En la pared interior suele haber ALACENAS(A) empotradas, y general-mente de un solo anaquel, que servían para la colocación de alimentos y ca-charros. También solía haber rústicas poyatas de madera colgadas en la pa-red, así como estacas hincadas también en la pared que, a modo de perchas,servían para colgar embutidos, ropa y otros enseres.

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Chozo del tipo 3 con cubierta de tierraChozo del tipo 3 revocado

con mortero de sal

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- Algunos chozos disponen en su interior de BANCOS (B), construidos conmampuestos graníticos y adosados a la pared.

- La mayoría de los chozos presentan uno o dos pequeños vanos abier-tos en la pared a modo de ventanas, que además de ofrecer mayor ventilacióne iluminación a la habitación, en el caso de las majadas servían para vigilardesde el interior al ganado encerrado en los corrales anexos.

- En el espacio exterior, contiguo e inmediato, frente a la puerta delchozo, solía haber un corralito a modo de VESTÍBULO. Éste consiste en un re-cinto murado y descubierto de forma redondeada. Este espacio sin cubrir,durante el verano y el buen tiempo, era el centro vital de los moradores delchozo: allí se cocinaba, allí se comía, allí se reunían para charlar, etc.; porello siempre había varios POYOS (P), hechos de bloques o mampuestos de pie-dra, que servían de asiento y de mesa. Igualmente allí se colocaba elCARAMANCHO, un chaparro seco e hincado en el suelo, cuyas ramas servíanpara colgar los cestos, morrales y otros objetos, pero sobre todo se empleabapara poner a secar los cacharros una vez fregados.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

A: alacenas; Ar: arcón; B: bancos; C: camastros; H: hogar; P: poyos

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- Y respecto al mobiliario del chozo, se puede decir que en la mayoríade los casos se reducía a un ARCÓN(AR) de madera para guardar la ropa. Refe-rente a otros medios de la vida doméstica en el chozo, cabe señalar que lailuminación durante la noche era mediante candiles y farolas de aceite, tam-bién con lámparas de carburo. Para el aseo personal, lavar la ropa y fregar loscacharros se utilizaba jabón casero, elaborado con aceite viejo y grasas deanimales y sosa caústica; siendo utilizado como estropajo para fregar, dese-chos del esparto de las sogas, y los cacharros se abrillantaban restregándoloscon arena.

LOS PRIMITIVOS ORÍGENES TIPOLÓGICOS DE LOS CHOZOS

“Al principio plantaron horcones, y entrelazándolos con ramas,

levantaron paredes que cubrieron con barro; otros edificaron con terro-

nes y césped seco sobre los que colocaron maderos crudos, cubriendo

todo ello con cañas y ramas secas para resguardarse de las lluvias y del

calor; pero para que semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias

invernales, las remataban en punta y las cubrían con barro para que a

merced de los techos inclinados resbalase el agua. Podemos explicarnos

que esto pasó así en sus orígenes, como hemos dicho, porque hoy mismo

lo vemos en algunas naciones, como en Galia, en Hispania, en Lusitania

y en Aquitania, cuyos edificios aún se siguen cubriendo con chillas y

bálagos.”

(VITRUBIO, “ La vivienda en Lusitania”, De Arquitectura, Lib. II; Cap. 1)

Cuando Vitrubio escribió su tratado de Arquitectura allá por el s. I a.C.aventurando el origen de las viviendas de los pueblos que habitaban la penín-sula Ibérica, se encontraba lejos de imaginar que dos o tres mil años antes yaexistía un módulo de estas construcciones perfectamente consolidado y queperduraría, sin apenas variaciones, hasta dos mil años después…

Las construcciones de planta circular, paredes de piedra en seco y ce-rradas por falsa cúpula o con cubierta vegetal, tuvieron sus orígenes el losalbores de la Humanidad. El hombre primitivo de las cavernas adquirió elhábito de instalar el fuego en un punto fijo de la entrada y descubrió que seconservaba mejor disponiendo piedras a su alrededor, colocando piedras pla-nas unas sobre otras hasta formar una pequeña pared. Y posiblemente es en

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

859

los primitivos pobladores de las cavernas donde habría que encontrar el ori-gen de la técnica de la piedra seca.

En este sentido, el profesor de arquitectura de la Universidad de Liubliana(Eslovenia), refiriéndose a los orígenes de las actuales construcciones ruralesde piedra seca, plantea: “Los comienzos se remontan a algunos miles de años

atrás en la prehistoria, de donde conocemos los megalitos que son grandes

piedras colocadas en forma individual o en hileras, en forma de muro o

formando un abrigo. Un menhir todavía no es arquitectura a pesar de haber

sido especialmente configurado, pero con la introducción del saledizo la

utilidad aumenta, el “corbeling” significa el comienzo de la construcción de

un espacio cerrado. La construcción del “corbeling”, o sobreposición, en la

que cada siguiente hilada de piedras sobresale de la anterior cra en realidad

una superficie, lo que se verifica en el corte transversal. Teóricamente sería

posible construir una bóveda de cañón” 1.

Los primeros recolectores y cazadores se establecían temporalmente enterritorios ricos en frutos y caza donde no siempre existían cuevas, cavernas oquebradas en las que se pudiese acomodar una morada. Por ello se vieron enla necesidad de construir cobijos; y, quizá uno de los primeros fue de plantacircular y paredes de piedra seca cubierto con ramas o mediante otro sistemade cubrición: disponiendo la superposición de piedras de modo que a partirde una altura el espacio fuese cada vez más estrecho, formándose así sobre laestructura basamental una bóveda que es el tipo de cubierta de los actualeschozos, denominada “falsa cúpula”.

La arqueología informa de que la falsa cúpula ya existía en la cubriciónde espacios circulares y poligonales en el quinto milenio antes de Cristo; asíen el área de Mesopotamia, en excavaciones realizadas, se han encontradocubiertas de este tipo en casas de algunos poblados como los de Arpasiyya yTell Alaf. Las casas de Arpasiyya son de piedra, tienen planta circular de grandiámetro, de 8 a 10 metros, cubiertas según el procedimiento de falsa cúpulacon forma de ojiva y tienen una especie de atrio rectangular delante. De lamisma época son las viviendas de Khirotitia, Chipre, donde se encontró unpoblado con restos de 48 cabañas, adosadas unas a otras, de planta circular yfalsa cúpula, construidas con piedra y arcilla2.

1 BORUT JUVANEC: Kamen na kamen. Universidad de Liubliana, 2005.2 WERNER MÜLLER y GUNTHER VOGEL: Atlas de Arquitectura/1. Alianza Editorial, 1984.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

860

En Europa occidental, la falsa cúpula aparece unida a un importantefenómeno cultural: el Megalitismo, que se manifiesta fundamentalmente enla construcción de grandes sepulturas colectivas desde finales del quintomilenio. La difusión del megalistismo comprende la fachada atlántica deEuropa y algunas áreas mediterráneas, destacando dos grandes focosmegalíticos: Bretaña y Portugal, que son considerados como probables luga-res de origen del megalitismo europeo3.

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

3 RENFREW. C.: El megalitismo en la Península Ibérica. Ministerio de Cultura, Madrid 1984.

Casa de Arpasiyya:1) planta y 2) sección

Reconstrucción y secciónde las cabañas circulares

de Khirokitia

861

En algunas islas del Mediterráneo florecieron culturas que construye-

ron monumentos megalíticos, en los que a veces se usaron falsas cúpulas para

su cubrición. Así en Mallorca y Menorca, a mediados del segundo milenio,

apareció una cultura del Bronce que levantó extensos poblados amurallados

con torres defensivas de planta circular, conocidas como “talayotes”. Igual-

mente las “nuragas” o “nuraghes” de la isla de Cerdeña que datan aproxi-

madamente del primer milenio antes de Cristo, son auténticos monumentos

en piedra seca. Eran construcciones troncocónicas con muros ciclópeos y cu-

Sepulcro megalítico del tercer milenio a. C.: Construcción con bóveda de cañón for-

mado por piedras sin forma de dovela y rematada con un aglo-merado de piedras y

tierra, siendo su acceso a través de un pozo.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO Y

RECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Sepulcro de piedras sin labrar, del segundo milenio a. C., en la isla de Menorca: Las losas

de cubrición se apoyan en pilastras que sobresalen de las paredes y en pilares aislados.

862

bierta en terraza. El término “nuraghe” contiene la raíz ‘nur-’, “montón”,

procedente del antiguo sardo. Para estas construcciones no se escatimaba pie-

dra, además los arquitectos sardos pensaban que una bóveda sería tanto más

sólida cuanto más numerosas fueran las piedras empleadas4.

Y en cuanto a los motivos de por qué las primeras edificaciones cons-

truidas por el hombre en todas las partes del globo hayan sido fundamental-

mente circulares o redondeadas, se han formulado diversas hipótesis. Tal

vez la construcción circular recuerda a la caverna y que ésta haya sido el

modelo inspirador. Que la preferencia de los primitivos pobladores de la Tie-

rra por el modelo circular se debe a que esta forma permite la utilización del

mayor espacio posible con la menor cantidad de material en la construcción.

También hay quién recurre a la sicología para explicar la preferencia de los

primitivos pobladores por la vivienda circular: la exigencia de sentirse segu-

ro, una exigencia que se satisface mejor en una edificación circular, como una

gruta, un huevo o el útero materno.

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

4 POTHORN, Herbert: Guía práctica de la arquitectura. Anaya, 1993.

Reconstrucción de una “nuraga” de Palmavera (Córcega), que data de 1000 años a. C.

En el recuadro interior la reconstrucción del exterior.

863

LOS ANTECEDENTES DE LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: LAS

CABAÑAS DE LA EDAD DEL BRONCE

Excavaciones arqueológicas en diversas partes de Extremadura y la

península, como las efectuadas en el yacimiento arqueológico Cabrerizas (La

Cumbre, Cáceres) han venido a demostrar, no sólo la verdad del aserto

Vitrubiano, que por otra parte se hallaba perfectamente constatado, sino que

en Extremadura, hacia finales del III milenio a.C. se había introducido un

tipo de construcción a la que puede considerarse como la verdadera precurso-

ra de la vivienda agro-pastoril en su acepción constructiva más clásica: el

chozo.

El descubrimiento que tuvo lugar en el término de La Cumbre, una

localidad de la comarca de Trujillo donde, Antonio González Cordero, Jesús

Castillo Castillo y Miguel Hernández López, llevaron a cabo una serie de

trabajos de excavación entre 1985 y 1990 que tenían como objetivo definir el

tipo de poblamiento de la prehistoria reciente cacereña. Dicho proyecto que

comenzó en el Cerro de la Horca de Plasenzuela, se extendió mediante son-

deos a una serie de poblados instalados en el borde del gran berrocal granítico

que aflora en esta parte de la penillanura trujillano-cacereña, arrojando un

balance muy favorable para la comprensión de un largo segmento de la pre-

historia, pues se pudo engarzar una secuencia ocupacional desde el 3000 al

1500 a. C., es decir desde el Neolítico a la etapa al final de la Edad del Cobre.

Es en esa secuencia donde aparecen poblados, fortificaciones y todo tipo de

estructuras como la cabaña de Cabrerizas, que aparte de proporcionar la in-

formación más completa sobre la arquitectura doméstica y la organización

interna de una vivienda de la Edad del Cobre, constituye de momento la pri-

mera aproximación cierta a un modelo de vivienda, que es el paradigma de la

solución habitacional en los ambientes agro-pastoriles de Extremadura.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO Y

RECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Chozo extremeño del II milenio d. C.Cabaña de Cabrerizas del III milenio a. C.

864

Consta ésta de un muro de cerramiento y alzado de una cabaña que

describe una trayectoria completamente circular. La anchura del muro mide

unos 70 cm. Por término medio, su diámetro exterior 5,30 m y el interior de

4,60 m, cerrando una superficie de 16,61 m2. Todo el cercado fue construido

utilizando un aparejo irregular de granito levantado a doble hilada, con pie-

dras de mayor tamaño en la base, con sus caras regularizadas tanto interior

como al exterior de la cabaña, mientras el núcleo se rellena con otras piedras

más pequeñas o con barro. De la techumbre no quedan restos, pero es casi

seguro que se trató de una cubierta cónica apoyada en un poste central, del

que quedan como testigos las piedras que sirvieron de calzo en el eje de la

construcción5.

Las plantas conocidas de las construcciones domésticas de los poblados

cacereños en la Edad del Bronce responden a una tipología bastante común a

las que hay establecidas para la Península y que se resumen en dos estructuras

concretas: las de aspecto más consistente, construidas con zócalos de mam-

postería trabada con barro y las que se levantan con elementos pobres, rolli-

zos de madera y otras materias vegetales perecederas. A las primeras habría

que otorgarles según Martín y Camalich el rango de casas de piedra en fun-

ción de esa estructura más desarrollada y a las segundas exclusivamente el de

cabañas6.

Un referente claro y espectacular de las primeras es la cabaña de

Cabrerizas, un espacio modélico en absoluto original, pero que responde a las

necesidades básicas de una familia de tipo nuclear cuya duración en el tiempo

fue inversamente proporcional a la capacidad de agregación para otras de-

pendencias. No son exclusivas de un periodo determinado ni de un área geo-

gráfica concreta, pues su duración etnográficamente comprobada, constituye

la expresión más vigorosa de la forma de vida pastoril.

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

5 GONZÁLEZ CORDERO, Antonio: “Orígenes de la vivienda pastoril en Extremadura, la cabañaDe la Edad del Cobre en el yacimiento de Cabrerizas (La Cumbre, Cáceres)”. Revista Piedras

con raíces, núm. 13, Primavera-2006.6 MARTÍN SOCAS, D. y CAMALICH MASIEU, Mª. D.: La arquitectura doméstica del eneolítico

en la zona meridional de la Península Ibérica. Homenaje al Profesor Martín Almagro Basch, I.Madrid, 1983.

865

Una gran cabaña de 6 m de diámetro y 50 cm de ancho excavada

someramente en Palacio Quemado (Alange, Badajoz)7 y otra enclavada en el

poblado fortificado de San Blas en Cheles (Badajoz)8, constituyen por ahora

las únicas viviendas en poblados calcolíticos extremeños emparentables con

Cabrerizas, no obstante en Mesillas (Jarandilla, Cáceres) se ha detectado en

superficie cimentaciones anulares en los que se adivina una continuidad en

los modelos de vivienda descritos.

Sin alcanzar la espectacularidad de los anteriores, el registro arqueoló-

gico confirma que durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro se mantie-

ne en Extremadura el uso del modelo de vivienda de planta circular, tal es el

caso de El Risco (Sierra de Fuentes, Cáceres)9. Aunque de la Edad del Hierro,

sobre todo de la etapa castreña, es la región galaica-potuguesa y cantábrica, la

más conocida por el modelo circular.

Pero de cualquier manera, el origen y permanencia en el tiempo de

estas edificaciones, que se hayan continuado construyendo desde épocas

prerromanas hasta nuestros días con los mismos materiales y con la misma

técnica que emplearon hace miles de años, plantea problemas teóricos de

difícil resolución.

Algunos investigadores plantean que el modelo de vivienda circular

comienza a decaer en Extremadura durante la Edad del Hierro y comienza a

imponerse, sobre todo en la etapa castreña, la vivienda de planta cuadrada o

rectangular, rechazando que el origen de la estructura de los chozos actuales

se pueda encontrar en el mundo céltico hispánico… Considero que esta tesis

es aventurada y precipitada ya que los chozos de piedra de la vertiente atlán-

tica peninsular, entre ellos los de Extremadura, son coincidentes con el mo-

delo circular de la región galaica-portuguesa y sí podrían ser una continuidad

de las habitaciones de los castros celtas.

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO Y

RECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

7 HURTADO PÉREZ, V. y ENRÍQUEZ NAVASCUÉS, J. J. (1991): Excavaciones en PalacioQuemado (Alange, Badajoz). Informe preliminar. Extremadura Arqueológica, II. Mérida, 1991.

8 HURTADO PÉREZ, V.: El asentamiento fortificado de San Blas (Cheles, Badajoz). III milenioAC. Trabajos de Prehistoria, 61, nº 1. Madrid, 2004.

9 ENRÍQUEZ NAVASCUÉS, J. J., RODRÍGUEZ DÍAZ, A. y PAVÓN SOLDEVILLA, I.: El Risco.Excavación de urgencia en Sierra de Fuentes (Cáceres). Memorias de Arqueología Extremeña(MArqEx), 4. Cáceres, 2001.

866

De las numerosas excavaciones realizadas durante los siglos XIX y XX

en el Noroeste peninsular, se han hecho descripciones de la vivienda céltica

en castros y citanias que coinciden con los tipos de chozos extremeños que

hemos abordado anteriormente.

“Las más típicas viviendas de los castros y citanias del Noroeste

son las famosas construcciones en piedra, circulares, ovaladas o simple-

mente redondeadas. Son éstas las mejor conocidas de la cultura castreña.

Numerosas excavaciones desde el pasado siglo -y el hecho de que se

hayan conservado bien visibles en algunos castros- permite hacer en las

misma un detallado estudio. Destacan por su importancia, en primer lu-

gar, los materiales utilizados para su construcción, en los que hallare-

mos una diferencia grande según se extiendan los castros en los territo-

rios graníticos (la mayor parte del área de dicha cultura) o por los terri-

torios pizarrosos, en particular en su zona norteoriental (asturiana). En

los primeros, el granito será el material constante y determinará en al-

gunos especiales tipos de aparejo. (...) El grosor de las paredes de las

viviendas es variable, pero por lo común oscila entre 0,40 y 0,60 metros.

(...) La piedra se utilizará indistintamente en seco, como en Troña, o

tomada con barro. También se hace uso de pequeñas piedras para acu-

ñar las mayores”10.

“Al norte del Duero se haya el grupo de los castros galaico-portu-

gueses, los más numerosos y característicos. Pueden ser de grandes di-

mensiones y en ellos las habitaciones son de preferencias circulares, en

algunos casos ovaladas o rectangulares con ángulos redondeados, con

su puerta dintelada, y a menudo con un vestíbulo semicircular y estrecho

ante la puerta de la habitación. Los muros de las habitaciones tienen un

aparejo tosco, de pequeñas losas, muy bien dispuestas y ajustadas, for-

mando una pared de poco espesor, pero muy sólida. En muchos castros

(como en los de Briteiros y Santa Tecla) se disponen hiladas helicoidales.

Las cámaras eran cubiertas en unos casos por un techo de ramaje soste-

nido acaso por un poste central, y en otros casos se cerraron por el pro-

cedimiento de falsa bóvedas”11.

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

10 MENÉNDEZ PIDAL, Ramón: HISTORA DE ESPAÑA, Tomo I: España prerromana. Espasa-Calpe, 1963.

11 GARCÍA PERICOT, Luis: HISTORIA DE ESPAÑA, Tomo I: Épocas primitivas y romana.Instituto Gallach de Librería y Ediciones, Barcelona 1963.

867

En el primer siglo de nuestra Era, Vitrubio nos informa de que en la

Lusitania existían modelos de viviendas similares a los actuales chozos, y la

arqueología nos informa de que las habitaciones de los castros celtas del no-

roeste peninsular se corresponden con los dos tipos que predominan en nues-

tra tierra: los clasificados como del tipo 2 y del tipo 3 en este trabajo. Por ello

consideramos que los orígenes tipológicos de los chozos hay que buscarlos en

las primeras culturas de este territorio ya que es una tradición milenaria que

ha sobrevivido a través del tiempo hasta la actualidad.

EL CHOZO COMO REFERENTE HISTÓRICO E IDENTITARIO DEL

PUEBLO EXTREMEÑO

El chozo forma parte del paisaje rural de las tierras extremeñas, lo en-

contramos en la sierra y en el llano, en la dehesa y en la vega. Con diferentes

nombres y pequeñas variantes arquitectónicas, los chozos existen en todas las

comarcas extremeñas: “chozos”, “chozus”, “chozuelos” y “chozas”, en mu-

chas localidades; “chafurdóns”, en Eljas y Valverde del Fresno; “chajurdonis”,

en Acebo; “zajurdonis”, en varias poblaciones de la Sierra de Gata; “batucas”,

en la comarca de las Villuercas; “bóvedas” y “garnachos”, en el Valle del

Ambroz; “bujardas”, en Llerena, Tentudía y otras comarcas de la Baja

Extremadura; “bujíos”, en los Llanos de Cáceres y la comarca de Alcántara;

“bobias”, en Garrovillas de Alconétar; “corralás”, en Torrequemada y pue-

LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO Y

RECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Fotografía de una habitación reconstruidaen el castro de Santa Tecla (A Guardia)

Dibujo de la habitación de un castro celta,reconstruida en unas excavaciones

en Guimarães.

868 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

blos próximos;”murus”, en Tierras de Granadilla; “torreones”, en Cañaveral;

“torrucas”, en la vertiente extremeña de Sierra Morena, etc. En todas las

comarcas extremeñas aparece la sempiterna imagen del chozo, siendo por

ello, sin lugar a dudas, la construcción rural tradicional más emblemática y

representativa de Extremadura.

“Bujío” en el término de Cáceres

“Choza” de El Torno

“Torreón” de Cañaveral” “Chozo” de Montehermoso

869LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO Y

RECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

“Chozo” de Fuente del Maestre

“Bujío” de la comarca de Alcántara “Zajurdón” de Villamiel

“Batuca” de las Villuercas

870 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

“Bujarda” de Llerena“Chozo” de Llera

“Bujarda” deBodonal de la Sierra

“Chafurdóm”do Val de Xálima

871LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

“Bóveda” del Valle del Ambroz

“Chajurdón” de Acebo

872

EL CHOZO, UNIDAD DE PRODUCCIÓN FAMILIAR

Durante siglos, y hasta fechas muy recientes, en torno al chozo se vertebróla economía y la vida familiar de muchos extremeños. El chozo fue el centrovital de muchas explotaciones del medio rural, fue una auténtica unidad deproducción familiar.

El chozo se construía en el lugar de trabajo, al lado del tajo, junto aotras construcciones e instalaciones propias de la actividad a realizar. EnExtremadura, el chozo no sólo fue una construcción de pastores, además deen la majada estaba prácticamente presente en todos los lugares de actividadproductiva del campo, como la dehesa, el olivar, la viña, el melonar, la minao el pinar.

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Majada de La Vera

Majada terriza en Bodonal

de la Sierra

873LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Majada en la Sierra de Jálama

Caserío en torno a un chozo en la Dehesa Torre la Mata de San Martín de Trevejo

874 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Casa de un guarda en una dehesa

Chozo de mineros en la Sierra de Gata

875LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Horno de cocer pan en una dehesa

Gallinero en Retamosa de Cabañas

876 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Chozo-zahúrda en la Dehesa de Montehermoso

Chozo-refugio al lado de un camino

877LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Hasta aproximadamente el principio de la década de 1970, el chozo fuehabitación permanente o temporal de pastores, agricultores, jornaleros, gaña-nes, guardas, carboneros o resineros. Por ello el chozo es un testimonio cultu-ral vivo ya que forma parte de la memoria colectiva del pueblo que recuerdala funcionalidad que tuvo.

Pero también, los chozos representan en nuestra tierra un valioso patri-monio histórico y cultural impregnado de sentimientos muy cercanos y entra-ñables… ¿Qué extremeño o extremeña del pueblo llano no ha tenido relacióndirecta o indirecta con los chozos, bien porque en algún periodo de su vidaresidió en alguno de ellos o porque haya oído hablar a sus padres o abuelos dela vida en el campo y en el chozo?

Por ello el chozo es, en nuestra tierra, una tradición continuada a lolargo de los siglos y hasta fechas muy reciente, es un patrimonio que reúne loscriterios que justifican su valor universal excepcional como simbiosis de ca-racterísticas culturales y naturales, ya que constituye un sobresaliente ejem-plo de ocupación del territorio. El chozo es por tanto un valioso legado cultu-ral de nuestros antepasados, un testimonio histórico del pueblo extremeño yparte del acervo cultural de Extremadura.

El chozo despierta en los

extremeños recuerdos y

sentimientos entrañables.

878 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

EL CHOZO ES UNA DE LAS EXPRESIONES FUNDAMENTALES DELA IDENTIDAD CULTURAL DEL PUEBLO EXTREMEÑO

El valor de los chozos radica en su condición de ser un texto documen-tal que nos habla del pasado, de la forma de vida y trabajo en el campo hastaun pasado muy reciente, de la evolución de la población rural de Extremadura,de cómo ha resuelto sus necesidades materiales y espirituales hasta hace pocomás de tres décadas. Estas singulares construcciones nos informan de la for-ma de vida y de las relaciones sociales que existieron en el medio rural, asícomo de las relaciones con el entorno natural de las generaciones que nosprecedieron.

En la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido se reclama de la ar-quitectura vernácula el carácter de cultura identitaria de los pueblos: “Elpatrimonio tradicional o vernáculo construido es la expresión fundamentalde la identidad de una comunidad, de sus relaciones con el territorio y almismo tiempo, expresión de la diversidad cultural del mundo”12.

El chozo es una

de las expresiones

más significativas

de la identidad del

pueblo extremeño

12 Carta del Patrimonio Vernáculo Construido, aprobada en 1996 en Jerusalén y ratificada por la

asamblea general de ICOMOS en México, 1999.

879LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

Y si la arquitectura tradicional de Extremadura es parte importante delacervo cultural y patrimonial del pueblo extremeño, el chozo es la construc-ción más genuina y simbólica del patrimonio arquitectónico rural y por tantola expresión de una de las señas más significativas de la identidad culturalextremeña.

El chozo es una de las expresiones más significativas de la identidadcultural del pueblo extremeño

EL CHOZO, RECURSO CULTURAL Y ECONÓMICO PARA EL DESA-RROLLO DE NUESTROS PUEBLOS

La Recomendación relativa a la protección y puesta en valor del Pa-

trimonio Arquitectónico Rural, aprobada por el Consejo de Europa en 1989,establece las directrices comunes para la elaboración de políticas al respecto,ya que según dice: “La evolución de la producción agrícola y las transforma-ciones sociales habidas ponen en peligro la arquitectura rural tradicional ysus paisajes”. Y plantea la potencialidad de la arquitectura rural tradicionalcomo recurso económico al ser “no solamente uno de los componentes másauténticos de la cultura europea, sino también un factor principal en el desa-rrollo local”.

En base a la anterior directiva europea desde la Asociación por la Ar-quitectura Rural Tradicional de Extremadura “ARTE” hemos venido recla-mando de las instituciones regionales que las estrategias y políticas sobrenuestra arquitectura tradicional no deben estar orientadas solamente a la pro-tección y conservación de este patrimonio sino también a su rehabilitación,modernización y promoción con fines culturales y como recurso económicopara el desarrollo local de las poblaciones rurales.

Por otro lado, los estudios sobre el turismo rural en nuestra ComunidadAutónoma indican que se debe avanzar en la dirección anteriormente apunta-da, siendo significativa la encuesta sobre demanda turística realizada, en oto-ño de 2005, por el Plan de Dinamización Turística en la comarca de La Vera,según la cual más del 81% de los turistas visitan esta comarca lo hacen por suarquitectura tradicional13.

13 El Periódico Extremadura, p. 23, martes 15 de noviembre de 2005.

880 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Con relación a los chozos consideramos que su rehabilitación y mante-nimiento, además de permitir la conservación de este legado histórico y cul-tural para futuras generaciones de extremeños, sería un interesante recursopara la creación de empleo en las zonas rurales. Y con respecto a la puesta envalor de los chozos pensamos que debería contemplar como objetivo priorita-rio la funcionalidad, el uso de estas singulares construcciones, por un ladoincentivando la recuperación de sus usos tradicionales entre los naturales dellugar, y por otro, promoviendo su utilización para actividades eco-culturalesy como albergue para senderistas, excursionistas, etc. También en algunaszonas los chozos convenientemente rehabilitados y acondicionados podríanser ofertados como alojamientos para el turismo rural.

El que las autoridades locales y la población rural hayan empezado apercibir que los chozos pueden ser un recurso económico y social para suspueblos, también consideramos que ha sido un factor que ha contribuido adespertar el interés por la conservación de dicho patrimonio.

POR LA PROTECCIÓN, CONSERVACIÓN Y PUESTA EN VALORDE LOS CHOZOS EXTREMEÑOS

Lamentablemente los chozos, un patrimonio creado a lo largo de lossiglos gracias al ingenio y el trabajo callado del pueblo extremeño, ha tenidola consideración oficial de “patrimonio menor” y en consecuencia estaba enla categoría de los testimonios culturales prescindibles... En cambio el deno-minado “patrimonio mayor” testimoniado por palacios, castillos o monaste-rios, ha contado con todos los reconocimientos institucionales y ayudas públi-cas para su conservación, cuando algunas de sus “obras monumentales” sonel testimonio de la opresión y el saqueo al que históricamente estuvo someti-do el país de las gentes y tierras extremeñas.

El “patrimonio mayor” arquitectónico es evocador del poder y el es-plendor de nobles y obispos o de gestas militares que la mayoría de las vecessólo trajeron ruina material y desolación espiritual al pueblo extremeño, porello es el testimonio de un pasado sin vida y sin raíces populares. En cambioel “patrimonio menor”, los chozos y la arquitectura del pueblo, es evocadorde las formas de vida y trabajo de las clases populares hasta hace pocos años,siendo por tanto un testimonio vivo ya que forma parte de la memoria colec-tiva del pueblo que recuerda los usos que la dieron vida. Por ello, los chozosy otros testimonios de nuestra arquitectura vernácula, representan una de las

881LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

manifestaciones más significativas de nuestra identidad cultural y como taldeberían haber sido tutelados institucionalmente y valorados socialmente.

Por ello la Asociación por la Arquitectura Rural Tradicional deExtremadura, ARTE, desde su constitución en el 2001, ha venido reclamandocon insistencia la necesidad de proteger a los chozos extremeños mediante suinclusión como bienes culturales inventariados en el Inventario del Patrimo-nio Histórico y Cultural de Extremadura, de acuerdo con los artículos 17 y 18de la Ley 2/1999, de 29 de Marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural deExtremadura, así como la declaración de B.I.C.de forma singularizada paraaquellos chozos que sean más representativos y relevantes de la cultura extre-meña de acuerdo con el artículo 6. 1. g) de la citada Ley. En tal sentido estaasociación ha desarrollado una importante campaña de divulgación con el finde contribuir a la concienciación de las instituciones y de la población engeneral en la necesidad de la conservación de los chozos, así como para au-mentar la valorización social y cultural de estas singulares construcciones dela arquitectura rural tradicional. Desde la revista Piedras con raíces, libros,conferencias y los medios de comunicación regionales, que han ofrecido inte-resante y abundante información, hemos tratado de llevar este mensaje a lasociedad extremeña.

Como consecuencia de ello, entre la población extremeña se está cono-ciendo un importante aumento de la valoración social de nuestra arquitecturatradicional, y en el último año ha crecido significativamente la demanda so-cial en favor de medidas para la protección y conservación de los chozos.Muchas iniciativas locales en defensa de los chozos así lo demuestran. Y laAsamblea de Extremadura se ha hecho eco de esta demanda social aprobandouna Proposición No de Ley para la proteción, conservación y puesta en valorde los chozos de nuestra Comunidad Autónoma.

La asociación ARTE, impulsaba esta inciativa desde hace tiempo y porfin el día 20 de octubre de 2005 el grupo parlamentario PSOE-Progresistas, apropuesta nuestra, presentó en el pleno de la Asamblea de Extremadura unaProposición no de Ley sobre los chozos que fue aprobada por unanimidad detodos los grupos parlamentarios de la cámara autonómica. Esta PNL exige laprotección legal de todos los chozos de la comunidad autónoma de acuerdocon la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura e insta a laJunta de Extremadura a elaborar y aplicar planes de actuación para inventa-riar y restaurar estas singulares construcciones rurales, así como para promo-ver su puesta en valor como recurso cultural, social y económico.

882 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

En concreto, el texto de la PNL aprobada en la Asamblea se articula enlos siguientes puntos:

1º La Asamblea de Extremadura insta a la Junta de Extremadura a

la realización de un inventario de los chozos que aún existen en nuestra

región, con la finalidad de conocer el número exacto, su estado de con-

servación y los diversos tipos existentes

2º La Asamblea de Extremadura insta a la Junta de Extremadura a

la inclusión de los chozos de piedra como Bienes Inventariados en el

Inventario del Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, de acuer-

do con los artículos 17 y 18 de la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patri-

monio Histórico y Cultural de Extremadura.

3º La Asamblea de Extremadura insta a la Junta de Extremadura al

establecimiento de Planes concretos de actuaciones junto a otras insti-

tuciones, Diputaciones Provinciales, mancomunidades, y ayuntamientos

para la rehabilitación y mantenimiento de los chozos.

4º La Asamblea de Extremadura insta a la Junta de Extremadura a

promocionar la utilización y la promoción de los chozos como recurso

883LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

cultural y económico social (aulas de la naturaleza, albergues, refugios

en las rutas de senderismo etc.).

La tutela institucional de los chozos por el Parlamento extremeño supo-ne un avance sin retorno en la buena dirección hacia el compromiso de lasinstituciones regionales con la protección y conservación de los chozos y to-das las tipologías de la arquitectura vernácula extremeña. Por ello la Junta deExtremadura ha asumido el citado acuerdo parlamentario sobre los chozos yla Dirección General de Patrimonio Cultural va a desarrollar un ambiciosoproyecto para inventariar los chozos de todo el territorio de nuestra Comuni-dad Autónoma y posterior protección de acuerdo con las figuras que contem-pla la Ley de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura.

Aplaudimos el cambio de consideración hacia nuestra arquitecturavernácula que se está conociendo en las Instituciones regionales y que pareceindicar va a ir ocupando un lugar destacado en la política de gobierno de laJunta de Extremadura, cosa que esperamos no sea de forma coyuntural... Debeser una opción estratégica, una apuesta de futuro, ya que este patrimonio nosólo es un referente identitario del pueblo extremeño; también es un impor-tante recurso para el desarrollo económico y social de esta tierra y puede seren un futuro un yacimiento de empleo que contribuya a ir asentando a lapoblación rural en nuestros pueblos.

LA ARQUITECTURA RURAL EN PIEDRA SECA, PATRIMONIOCOMÚN EUROPEO

La arquitectura de piedra seca es una de las manifestaciones culturalesmás representativas de Europa, siendo este tipo de construcciones de piedra,como los chozos extremeños, las más estudiadas, protegidas y valoradas.

Y es que en la mayoría de los países europeos existen construccionessimilares a los chozos extremeños: “choço” en Portugal; “cabane” “capitelle”en Francia; “trullo” y “cabana de caprile” en Italia; “bunja” en Dalmacia,;“kazun” en la península de Istria; “komarda” y “trim” en Croacia; “clochan”en Irlanda; “girna” en Malta; “hiska” en Eslovenia; “pagliaddiu” en Córcega;“twic crin” en el País de Gales; “weinbergshaeus-chen” en Alemania; “crotscele” en Suiza; “pineta” en Cerdeña; “mitada” en Creta;”barraca” en Cata-luña y Valencia, “bombo” en La Mancha; “pont de bestiar” y “barraca” en lasIslas Baleares, etc.

884 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

“Cabane” (Francia)

“Colchan” (Irlanda)

“Girna” (Malta)“Crot” (Suiza)

“Bunja” (Dalmacia)

“Trullo” (Italia)

885LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

“Hiska” (Eslovenia)

“Pineta” (Cerdeña)

“Pont de bestiar” (Islas Baleares)“Barraca” (Cataluña)

“Weinbergshaeuschen” (Alemania)

“Komarda” (Croacia)

886

“Choço” portugués

JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

Sobre las construcciones rurales en piedra seca hay en Europa un im-portante movimiento asociativo y de debate para el estudio y la conservaciónde este patrimonio cultural europeo, como por ejemplo las siguientes organi-zaciones y eventos.

-La Societé Scientifique Internationale por l´étude pluridisciplinaire

de la Pierre Sèche (SPS), que desde el primer congreso celebrado en Bari(Italia) en 1988, cada dos años celebra un congreso en alguna localidad euro-pea para debatir y adoptar resoluciones para la protección, rehabilitación ypuesta en valor de las construcciones de piedra seca. Este año el congresocelebrará en Montalbán (Teruel).

-El Centre d’Etudes et de Recherches sur l’Architecture Vernaculaire

(CERAV), con sede en Paris.

-En 2001 se celebró en Albacete el 1er Congreso Nacional de Arquitec-

tura Rural en Piedra Seca, donde los Directores Generales de PatrimonioHistórico de las Comunidades Autónomas de Valencia, Canarias, Murcia yCastilla-La Mancha, suscribieron y presentaron la “Declaración Institucional

sobre Arquitectura de Piedra en Seco” en la que los gobiernos regionales deestas Comunidades se comprometen a “Impulsar el desarrollo de la candida-tura de las “Construcciones tradicionales de piedra en seco” con objeto de sudeclaración como Patrimonio de la Humanidad”.

“Bombo” manchego

887LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

-Y en las Jornadas Europeas de Piedra Seca, celebradas en 2002 enTarragona, se aprobó el “Memorándum del Patrimonio Cultural Europeo de

Piedra Seca” que solicita a la Comisión Europea, al Consejo de Europa y a laUNESCO: “Reconocer que se trata de un patrimonio localizado en toda Eu-

ropa y por tanto europeo e identitario, más allá de las peculiaridades loca-

les, convirtiéndose así en un elemento clave de la identidad europea en cons-

trucción”.

Pierre de sèche de France,

Christian Lassure (2005)

Os choçus manhegus,

José Luis Martín Galindo (1995)

Actas del I Congreso

Nacional de Arquitectura

Rural En Piedra Seca

(Albacete, 2001)

Arquitectura popular extremeña. 2.ª Monografía

de Estudios de Arte (Asociación por la Arquitectura

Rural Tradicional de Extremadura), 2004.

888 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

LEGISLACIÓN COMUNITARIA E INTERNACIONAL

Es a partir de la 2ª Guerra Mundial, una vez establecidos organismosinternacionales como la ONU, UNESCO, ICOMOS (Consejo Internacionalde Monumentos y Sitios) y el Consejo de Europa (el organismo que ha desta-cado en materia de defensa del patrimonio europeo), cuando se desarrolla lateoría de los Bienes Culturales y se inicia la adopción de medidas para laprotección del patrimonio cultural que representa la arquitectura vernácula.

Por ello la legislación comunitaria e internacional es abundante en nor-mativas que permiten promover la protección y conservación de las obras enpiedra seca y de toda la arquitectura vernácula.

-1962, la Asamblea General de la UNESCO aprueba la Recomenda-

ción para la protección de la belleza y del carácter de los lugares y paisajes.

Por primera vez se plantea la necesidad de la conservación de la arquitecturatradicional y de que las nuevas construcciones estén en armonía con el con-junto.

Cartel de las “Jornadas

Europeas de la Piedra

Seca”. Tarragona, 2002

Kamen na kamen (“Piedra sobre piedra” en

castellano), Borut Juvanec. Universidad de

Liubliana, 2005 (Eslovenia)

889LOS CHOZOS EXTREMEÑOS: REFERENTE HISTÓRICO YRECURSO SOCIO-CULTURAL PARA EL FUTURO

-1963, Recomendación relativa a la defensa y valoración de los sitios

(urbanos y rurales) y de los conjuntos histórico-artísticos del Comité de Mi-nistros del Consejo de Europa.

-1965, La Carta de Venecia aprobada por ICOMOS. Pide el reconoci-miento internacional del valor de la “arquitectura modesta” (término que seacuña para definir a la arquitectura tradicional frente a la “arquitectura cul-ta” o “gran arquitectura”).Y reclama que este patrimonio sea equiparable, ensus significados culturales, a los monumentos históricos.

-1972, La Conferencia General de la UNESCO aprueba La Recomen-

dación sobre el patrimonio cultural y natural.

-1975, Carta Europea del Patrimonio Arquitectónico. Recoge la nece-sidad de la preservación de un patrimonio que está formado “no sólo pornuestros monumentos más importantes, sino también por los conjuntos queconstituyen nuestras ciudad antiguas y nuestro pueblos tradicionales en suentorno natural y construido”. Su valor se justifica por ser “una manifesta-ción de la historia y nos ayuda a comprender la importancia del pasado en lavida contemporánea”. Este patrimonio “es un capital de valor espiritual, cul-tural, social y económico insustituible.

-1976, La Conferencia General de la UNESCO aprueba La Recomen-

dación relativa a la salvaguarda de los conjuntos históricos o tradicionales

y su función en la vida contemporánea. Avisa ya de “los peligros de unifor-mización y de despersonalización” y se defiende como “conjunto histórico otradicional todo grupo de construcciones y de espacios tanto en medio urbanocomo en medio rural...”, una definición que equipara en cuanto a sus valoresy situaciones de riesgo el patrimonio histórico y al tradicional.

-1985, La 2ª Conferencia Europea de Ministros responsables del Patri-monio Arquitectónico aprobó en Granada el Convenio de Granada para la

Salvaguarda del Patrimonio Arquitectónico Europeo. En este convenio sereiteran las razones para la protección y valorización del patrimonio arqui-tectónico europeo y recomienda a los Gobiernos de los países europeos la“ampliación de las categoría de bienes culturales a proteger: la arquitecturavernácula, rural e industrial, y la arquitectura de los siglos XIX y XX”.

-1989, como ya citamos anteriormente, el Consejo de Europa apruebala Recomendación relativa a la protección y puesta en valor del Patrimonio

Arquitectónico Rural que establece las directrices comunes para la elabora-ción de políticas en defensa de la arquitectura rural tradicional y planteandoque “es uno de los componentes más auténticos de la cultura europea”.

890 JOSÉ LUIS MARTÍN GALINDO

-Y en la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido (aprobada en 1996en Jerusalén y ratificada por la asamblea general de ICOMOS en México,1999) se reclama de la arquitectura vernácula el carácter de cultura identitariade los pueblos: “El patrimonio tradicional o vernáculo construido es la expre-sión fundamental de la identidad de una comunidad, de sus relaciones con elterritorio y al mismo tiempo, expresión de la diversidad cultural del mundo”.

891

Principales características del retablo

alto-alentejano (s. XVII y XVIII)

MIGUEL ÁNGEL VALLECILLO TEODORODoctor en Geografía-Historia

INTRODUCCIÓN

El trabajo que a continuación se expone es un breve esbozo de la tesisdoctoral Retablística Alto-Alentejana (Elvas, Vila Viçosa y Olivenza) en los

siglos XVII-XVIII. En él analizaremos el retablo lusitano, desde finales delXVI hasta el Neoclasicismo, y su interacción con el español. Temas, morfo-logía, evolución, tipología y diferencias y semejanzas entre las obras de tallade los dos países ibéricos son los capítulos que se estudian .

El retablo es una manifestación fundamental del arte peninsular. Comoarte que es, nos viene a dar una nueva visión de la historia, fuera de disputasy confrontaciones. El retablo es vínculo de unión entre España y Portugal. Laósmosis entre ambos países fue permanente.

La obra de talla, además de realzar el altar, pretende ilustrar al puebloen la fe, empleando escenas del Antiguo y Nuevo Testamento. La iglesia por-tuguesa intenta sumergir al fiel en un mundo donde se favorezca la oración,meditación y recogimiento, por ello, el retablo se ve envuelto por azulejería,estuco, pinturas, “talha dourada” que recubren el altar creando un clima depaz y sosiego.

1. TEMAS ICONOGRÁFICOS

Iconográficamente, en Olivenza, Elvas y Vila Viçosa se descubren dosgrandes grupos de retablos: los que presentan amplio desarrollo iconográfi-co, caso del pictórico de Santa María de la Asunción de Olivenza o el mayorde Nuestra Señora de la Concepción de Vila Viçosa, y todos los construidos

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desde finales del XVII, caracterizados por todo lo contrario. Como se verá,los retablos de más amplio desarrollo son los marianos y eucarísticos, segui-dos de los cristíferos y de aquéllos dedicados a la invocación del templo.

En la elección del programa iconográfico, digamos que su ejecución seencuentra sujeta a unas normas estipuladas en la escritura notarial. Los temasy/o imagen que han de ilustrar el retablo son elegidos por el “padroeiro” dedicha capilla. Normalmente fueron las cofradías, conventos y fábricas losencargados de su construcción y muy pocos por aportaciones individuales.

Durante la segunda mitad del XVII y todo el XVIII, asistimos al es-plendor del retablo conmemorativo, de escasa iconografía. Con el apogeo delretablo marmóreo, segunda mitad del XVIII, se reconoce un retroceso deltema eucarístico y mariano, redundando en la construcción de retablos latera-les dedicados a santos y santas al que acompañan azulejos historiados.

Tras el Concilio de Trento, Portugal se lanza a la defensa del culto a laVirgen. Son repetitivos temas como la Inmaculada Concepción de María, delque dejan constancia el mayor de Nuestra Señora de la Concepción de VilaViçosa, o el absidial del lado de la Epístola de Santa María Magdalena deOlivenza; se esculpen, por doquier, retablos a Nuestra Señora de la Asunción,junto con otras devociones nacionales, regionales y locales, como NuestraSeñora del Loreto, del Rosario, de la Esperanza, del Carmen, Misericordia,etcétera.

Los retablos apostólicos escasean en la zona de estudio. Por otro lado,digamos que gozaron de gran devoción popular y, por ello, se reconocen enretablos lusitanos las figuras de San Jorge, María Magdalena, Marta, SanJuan Bautista, Santa Lucía y San José.

Digamos también que cada orden religiosa presenta un programa ico-nográfico. La presencia de María es muy habitual en los retablos franciscanospues San Francisco fue un gran admirador de Ella. Sus representaciones másfrecuentes son la Inmaculada, como se ve en el retablo de la Orden Terceradel Convento de San Francisco de Olivenza, o la Piedad, donde María esconsiderada mediadora para conseguir los dones que Dios Padre concede através de su Hijo. También se intenta esculpir el dolor humano de una madre,Un claro ejemplo es el retablo de Nuestra Señora de la Piedad del Conventode San Francisco dos Capuchos de Vila Viçosa.

A estas imágenes se les suelen adjuntar las de Santa Isabel de Hungría,patrona de la Orden Tercera Franciscana, Santa Isabel de Portugal, símbolosde la práctica de la caridad, Santa Salomé, San Antonio y San Buenaventura

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recuerdan el apostolado, sin olvidar a los fundadores de la Orden, San Fran-cisco y Santa Clara.

La Compañía de Jesús tuvo representación en Elvas y Vila Viçosa, perono en Olivenza. En la ciudad calipolense destaca la iglesia de San Bartolomé,cuyo retablo mayor presenta un eje central constituido por sagrario, expositoresy emblema jesuítico. El sagrario es el lugar donde se concretiza el misteriocristiano. Sobre sus puertas se talla el Cordero Pascual, referencia a Jesús;por encima, el camarín, donde se ubica el expositor para albergar la SagradaForma durante la Pascua . Figuras ligadas a la orden como San Luis Gonzaga,ejemplo de vida contemplativa, y San Francisco de Borja, segundo general dela orden, nos implican en la misión redentora de Cristo.

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En Elvas, destaca la iglesia de San Salvador(Lámina 1). Su retablo ma-yor pertenece al grupo de aquéllos tendentes a recubrir todo el presbiterio de“talha dourada” en clara manifestación de exaltación de la Eucaristía. Elentallador, el lisboeta Manuel Francisco, dibuja un eje central con el sagrarioen su extremo inferior y la Sagrada Forma en el superior. Entre ambos sesitúan las imágenes del Espíritu Santo, en forma de paloma, un Crucificado y,rematando la tribuna, Nuestra Señora del Carmen, imágenes que nos ayudana comprender la Crucifixión que no es la base de la doctrina cristiana, sino laResurrección, patente en los extremos del eje. Toda la composición se recubrede elementos ornamentales eucarísticos: hojas de vid, racimos de uva, puttis…

Los únicos conventos de la orden de Santo Domingo se localizan enElvas. El retablo de Santo Domingo es una exaltación de los contenidos de lafe de la iglesia católica. Los santos que aquí se veneran, nos recuerdan lasbases de la orden: oración litúrgica, oración privativa, estudio y predicación.Dos son los temas fundamentales que defendieron: la Anunciación y Cruci-fixión, a los que se une la defensa de la Inmaculada. También se encargó dedivulgar el rezo del Santísimo Rosario, lo que conlleva la creación de retablosdedicados a Nuestra Señora del Rosario como el trazado en este convento porel maestro lisboeta Manuel Nunhes da Silva.

Del antiguo convento de las dominicanas únicamente pervive su igle-sia, conocida actualmente con el sobrenombre de Nuestra Señora de los Afli-gidos, donde se veneraba a Santo Tomás de Aquino y a San Juan Bautista.

La orden de San Agustín tuvo gran aceptación entre los habitantes deVila Viçosa, no así entre elvenses y oliventinos. En dicha ciudad se fundarondos conventos de esta invocación: el de San Agustín, de monjes, y el de SantaCruz, de “freiras”.

La iconografía del retablo mayor del convento de San Agustín(Lámina2) es escasa, esculpiéndose únicamente el sagrario circular con los símbolosde la Cruz y del Cordero Pascual. En el camarín, rematando el trono, sevislumbra un expositor.

Los retablos laterales resguardan las imágenes de Nuestra Señora deGracia y San Agustín.

El convento de Santa Cruz muestra eje central iniciado en el sagrario,en cuya parte frontal se talla la Cruz, envuelta por el Santo Sudario y en loslaterales otros atributos del Calvario. Por encima, un Crucificado y, en eltrono, la Virgen de los Dolores. Se remata todo ello con una tarja donde sedescubren las armas bicéfalas, atributo de los Agustinos.

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Son los retablos parroquiales los que más han sufrido la incomprensiónde los tiempos. Su iconografía es sumamente interesante. Son los mayores delas parroquiales oliventinas los que ofrecen un amplio estudio iconológicorelacionado con la Santísima Trinidad, Eucaristía e Inmaculada Concepción.Así, el mayor de Santa María Magdalena (Lámina 3) es una exaltación de laEucaristía.

En el eje central de la composición se descubre el sagrario.

De modo gradual y hacia arriba, se esculpen las imágenes de CristoResucitado, el Espíritu Santo y, coronándolos, el Padre Eterno, simbología,todos ellos de la Trinidad. Se prolonga el eje hasta llegar al trono del cama-rín.

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2. MORFOLOGÍA DEL RETABLO

El material preferido por los escultores portugueses de los siglos XVII yprimera mitad del XVIII fue la madera por su abundancia, fácil moldeabilidadpara expresar sentimientos y emociones así como por la larga tradición quetenía en el país. A ello hay que sumar la predilección que la clientela sentíahacia un tipo de retablo en el que domina el colorido y policromía, frente a lafrialdad del mármol. Una clientela que era poco innovadora en cuanto a susgustos, lo que favoreció la oposición y resistencia de los artistas a reciclarseen otros materiales.

Entre las maderas preferidas se encuentran la de “bordo”(borne), pro-cedente de Flandes, y la de castaño, por su duración y por ser mejores delabrar. Otras fueron las de pino de Flandes, la de falso ébano y el carvallo.

Para la talla de imágenes se prefirió la de cedro, nogal y “buxo”, made-ra similar al mirto.

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A las ventajas de la madera, se suman inconvenientes como los desajus-tes de ensamblajes, el ataque de insectos, su deterioro y el riesgo de incendio.Por ello, en el siglo XVIII, este material tendrá fuertes detractores, caso delmarqués de Pombal, quien encuentra en la nueva estética Neoclásica y en elterremoto de 1755, dos grandes aliados para imponer el mármol como nuevomaterial constructivo de retablos. A todo ello hay que añadir la explotación defértiles canteras de mármol en Vila Viçosa y Estremoz. Un ejemplo de éstosson los retablos mayores del convento de los agustinos de Vila Viçosa y el dela iglesia de Nuestro Señor de la Piedad de Elvas.

Se debe reseñar un grupo de retablos en los que se conjuga madera ymármol, como los mayores del convento de Santa Cruz e iglesia de SanBartolomé, en Vila Viçosa, o los colaterales de la iglesia de los Afligidos deElvas, con sus dados marmóreos que sustentan todo un armazón de madera.

A la hora de estudiar un retablo, se han de tener en cuenta elementoscomo el tipo de planta, soportes, tableros, cajas, nichos, hornacinas, sagrarios,tabernáculos, expositores, entablamentos, ático y elementos ornamentales queaquí comentaremos someramente.

La planta puede ser lineal (recta o plana), ochavada (curva o alabeada),quebrada, cuando las líneas se cortan en ángulo recto, y mixtilínea, si secombinan rectas y curvas. Su elección viene condicionada, en gran parte, porla disposición del testero de la capilla.

Durante la primera mitad del XVII, predominan las plantas lineales,con capilla totalmente cubierta de entallado y abundante iconografía, rasgospropios del Renacimiento, caso del retablo mayor de la iglesia de NuestraSeñora de la Concepción de Vila Viçosa y los absidiales de la parroquial deSanta María de la Asunción de Olivenza.

Ya en el barroco, sobresalen la planta quebrada y, en algunos casos, laochavada, con objeto de producir dinamismo y profundidad, como se com-prueba en el retablo mayor de San Salvador de Elvas (Lámina 1).

Los colaterales de la iglesia de los Afligidos de Elvas adquieren formaochavada a causa de la disposición octogonal del templo.

Para Martín González, el mayor protagonismo del retablo recae sobreel tipo de soporte, hasta el punto que en los estudios suele clasificarse enfunción de ellos.

El tipo de columna dominante, desde finales del siglo XVI hasta me-diados del XVII, será la clásica, con fuste retallado en su tercio inferior, es-

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triado en el resto y capitel corintio, como se comprueba en el absidial del ladode la Epístola de Santa María de la Asunción de Olivenza (Lámina 4).

En el último cuarto del XVII, surgen las columnas salomónicas, deco-radas con follajes naturales, frutos, pájaros, puttis y cabezas de ángeles. Lasprimeras que que se documentan en la zona de estudio son las del crucero dela iglesia de San Bartolomé de Vila Viçosa. Desde la segúnda mitad del XVIII,esta columna entra en declive, dejando paso a estípites y columnas clásicas.

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Otro elemento de soporte es la pilastra, que suele aparecer alternandocon columnas, sobre todo con la salomónica. Sirven para ubicar hornacinasplanas.

El estípite es un soporte de base puntiaguda formado por un tronco depirámide invertido. Su introducción en tierras alentejanas fue tardío, a dife-rencia de España. Se pueden clasificar en dos grupos: exentos y adosados apilastras. Del primero no hay noticias en la región; al segundo, pertenece elretablo de Nuestra Señora del Loreto de la Santa Casa de Misericordia de VilaViçosa.

El modelo más divulgado fue el pilar estípite, gracias a los entalladoresFrancisco Freyre y Manuel de Oliveira, autores del retablo mayor y colatera-les del convento de San Francisco de Elvas, bellos y extraños especímenes depilares estípites. La escasa mecha que prendió el rococó es la causa principalde la pobre presencia de estípites en la región.

Soportes menores son los dados, de los que se alzan las columnas, queen la primera mitad del XVII serán de planta rectangular. Su barroquizaciónadquiere inusitado interés en los retablos mayores oliventinos, que se cubrencon atlantes o niños telamones. En ningún otro tipo de retablo, en la zonainvestigada, se encuentra esta ornamentación para sotabancos, únicamenteen San Salvador de Elvas (Lámina 1). Esta solución, procedente de España,llega tardíamente a Portugal.

En la segunda mitad del XVIII, con la introducción de los retablosmarmóreos, los dados tienden a presentarse abombados en su tercio inferior,caso del mayor del convento de San Agustín de Vila Viçosa, o lisos, sin deco-ración, buscando la luminosidad mediante una perfecta combinación de már-moles de diferentes colores, caso del mayor de Nuestro Señor Jesús de laPiedad de Elvas (Lámina 5).

Las ménsulas ocupan, por lo general, los bancos de los retablos, sir-viendo para apear sus soportes y utilizar una genuina decoración a base deféminas, atlantes, motivos vegetales, animales etc.

En un principio, se ejecutan dados con decoración vegetal. En el últimocuarto del XVII, se aprecia el abandono de este tipo de soporte a favor de laménsula, afianzándose su uso con el tiempo. A principios del XVIII, se leadosan puttis. Fueron los retablos construidos entre 1710-1730 los que exhi-ben mayor variedad de elementos simbólicos en sus ménsulas, se cubren conhojas de acanto y flores además de atlantes en postura extenuante. De decora-ción recargada pero muy original son los mayores de las parroquiales oliven-

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tinas, de desmesurada proporción con modillón inferior en el que se esculpela cabeza de un león, simbología del pecado, sobre el que clava sus garras unáguila coronada y que lleva a su grupa un angelito. La realeza, encarnada enel águila, que dirige los rumbos del pueblo cristiano, presente en el jinete quemonta el ave, es la piedra angular que debe soportar la lucha contra la herejíay el pecado. En la elipse con que se remata la ménsula, se talla un sol perso-nificado alusivo al carácter eucarístico del retablo.

La implantación de los retablos marmóreos supuso que la ménsula que-dase en desuso.

Las peanas tienen las misión se sustentar imágenes. Su empleo no fuegeneralizado en el alto-alentejo, al inclinarse el artista lusitano hacia la utili-zación de hornacinas ahuecadas. Generalmente son de tres caras con formatrapezoidal o convexa, siendo aquélla la normal, como se ve en el mayor de

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San Bartolomé de Vila Viçosa y mayores de las parroquiales de Olivenza. Lapeana convexa se liga al rococó.

La importancia del culto a la Eucaristía hace necesario reservar un lu-gar en el templo para su adoración. Surgen así, en los retablos, el tabernáculoo sagrario y el expositor o manifestador. El tabernáculo es casa o receptáculode la Sagrada Forma; el expositor sirve para la visibilización de la SagradaForma.

Los retablos pictóricos de finales del XVI y principios del XVII, casodel mayor de Nuestra Señora de la Concepción de Vila Viçosa o el absidial dellado de la Epístola de Santa María de la Asunción, no muestran originaria-mente sagrario, continuando con la tradición anterior al Concilio de Trentode ubicarlo en el presbiterio, al lado del Evangelio. Las razones para su tras-lado son: el valor iconográfico y simbólico del retablo que exigía la presenciade un receptáculo para la Sagrada Forma, y la comodidad para el oficiante.

En los retablos del último cuarto del XVII, se esculpen sagrarios empo-trados en el banco. A medida que avanza el siglo XVIII, el tabernáculo tiendea proyectarse hacia el espectador, fruto del movimiento del retablo, adoptan-do planta rectangular y trapezoidal.

El camarín se concibe como un enorme arco cuya primitiva función eracobijar el manifestador que sirve para exponer la Sagrada Forma. Éste adoptados formas: custodia, la más usual, y receptáculo similar al sagrario.

El concepto de ático, tal y como es concebido en la retablística hispana,resulta de difícil aplicación al retablo lusitano, tendente a rematar toda lacomposición en forma cerrada y arqueada.

El ático es, junto a la columna, uno de los mejores exponentes de losgustos estéticos de cada período. Los retablos pictóricos de finales del XVI yprincipios del XVII se caracterizan por rematarse en forma arqueada, alber-gando un “oculus”, donde se pinta a María Santísima o al Espíritu Santo.

Durante el último cuarto del siglo XVII, adopta soluciones retomadasde pórticos románicos y góticos, siendo mera prolongación de las columnassalomónicas que sirven de soportes. Tipifican esta forma los retablos del cru-cero de la iglesia de San Salvador de Elvas y el mayor de la iglesia de NuestraSeñora de la Asunción de Olivenza (Lámina 6). La exuberancia decorativadel barroco obliga a retocar los áticos, desapareciendo las arquivoltas a fin detener más espacio para ornamentar, a base de frontones curvos avolutados,ángeles sedentes, guirnaldas, conchas, tarjas etc.

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Durante el rococó, a los elementos anteriores, se le suma la rocalla.

El auge del retablo marmóreo, a partir de la segunda mitad del XVIII,trae consigo nuevas estructuras y disposiciones para el ático, pero sin olvidarla forma arqueada.

Todo retablo va revestido de decoración con marcado acento simbólico.Durante los últimos años del XVI y primera mitad del XVII, asistimos a laprogresiva evolución del retablo clásico, de nítido carácter geométrico en susornatos. En ellos se denotan la influencia de los tratados arquitectónicos y depreceptistas italianos, las líneas severas del arte escurialense, el nuevo espíri-tu emanado de Trento y el triunfo de la Contrarreforma. Rasgos típicos de latalla de este momento son los abundantes adornos geométricos, que se combi-nan con líneas paralelas entrecruzadas, motivos ajedrezados, roleos entrela-zados por enramado vegetal, frutos sustentados por cuerdas, hojas de acanto,mascarones, pájaros y serafines. Claros exponentes son el mayor de NuestraSeñora de la Concepción de Vila Viçosa y el absidial del lado de la Epístola de

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Santa María de la Asunción de Olivenza (Lámina 4). A ello se suman doselementos característicos : uno, propio de la influencia hispana, caso de lacolumna retallada; otro, originario del arte lusitano, el “óculus”.

Gradualmente nos acercamos al barroco, que da sus primeros pasos enla segunda mitad del XVII, donde la plasticidad de nuevos adornos invadetoda la superficie fruto del “horror vacui”. La explosión barroca se inicia enel último cuarto del XVII, siendo la columna salomónica la encargada de daral retablo una nueva disposición más escultural que arquitectónica, más diná-mica y plástica que estática, Se pasa de un retablo arquitectónico y narrativoa otro esencialmente decorativo. La importancia de la columna salomónicafue tal que tiende a prolongarse al ático en forma de arcos concéntricos. Re-cuerdos de un glorioso pasado nacional son las hojas de vid y racimos deuvas, combinadas con aves, animales, puttis, hojas de cardinas y rosetas,ornatos sacados del arte Manuelino.

La reacción contra este estilo nacional, que clamaba por la preeminen-cia de la escultura sobre la arquitectura, no se hizo esperar, dada la ligazónlógica del retablo con la arquitectura. Con la llegada al trono portugués de D.Joao V, se inicia un nuevo estilo que se ha dado en llamar joanino, tendente areincorporar elementos arquitectónicos a la estructura y donde la ornamenta-ción alcanza su eclosión. Los sotabancos se realzan con niños telamones, enel banco se reconocen ménsulas en espiral, donde se esculpen atlantes, puttis,hojas de vid y cardina. Algunos retablos, como el mayor de Santa María Mag-dalena de Olivenza (Lámina 3), se pueden considerar como el máximo expo-nente en ornamentación. Las columnas, camarín y ático serán básicos en ladecoración barroca joanina.

Los paramentos laterales y bóvedas de multitud de retablos se recubrende “talha dourada”, lienzos y azulejería, en perfecta armonía, como se com-prueba en los mayores de las parroquiales oliventinas y en el de San Salvadorde Elvas (Lámina 1).

3. EVOLUCIÓN DEL RETABLO ALTO-ALENTEJANO

Visto lo anterior, nos encontramos en disposición de estudiar la evolu-ción del retablo, en nuestra zona de investigación, durante los siglos XVII yXVIII. Ésta viene marcada, en principio, por la subordinación política dePortugal a España(1580-1668), lo que provoca cierta dependencia artísticaen las obras de finales del XVI y principios del XVII. Una vez que Portugal seindependiza, comienzan a llegar recursos estéticos procedentes de estilos ar-

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tísticos pasados. Conforme avanza el siglo XVIII, el retablo barroco se insunflade nuevos adornos italianizantes. El barroco da paso al rococó y éste alneoclasicismo.

Teniendo en cuenta el riesgo que supone generalizar, se proponen lassiguientes fases en la evolución del retablo alto-alentejano de los siglos XVIIy XVIII.

3.1. Retablo manierista: circa 1580-1620

Se caracteriza por su estructura arquitectónica, proporciones alargadasy superficies planas. Un ejemplo es el retablo de la sacristía de la Cartuxa deÉvora, con pilastras jónicas agujereadas para colocar hornacinas, frontónabierto y friso dórico.

3.2. Retablo clasicista: circa 1580-1650

La unión dinástica de España y Portugal supuso la influencia de lasformas escurialenses, con las que se plasmó el triunfo de la arquitectura eiconografía de la Contrarreforma. Se caracteriza por la primacía de la pintu-ra, armonización de los lienzos y esculturas con los órdenes. Rasgos propiosde este tipo de retablo son su coronamiento cimbrado y el “óculus” del ático.

El retablo clasicista más difundido es aquél que presenta dos cuerposdivididos en tres calles, con ático cimbrado y óculo, como son los mayores deNuestra Señora de la Concepción de Vila Viçosa y el absidial del lado de laEpístola de Santa María de la Asunción de Olivenza (Lámina 4).

3.3. Retablo protobarroco: circa 1660-1680

A mediados del XVII surgen nuevos retablos cuyas columnas y superfi-cies se recubren de talla, asociada a una composición escultórica o pictóricacentral. Es una derivación del tipo clásico ya que la estructura central seflanquea por columnas con fuste ornamentado a base de formas similares alos de las columnas de tercio inferior retallado del período clásico. Esta simi-litud se continúa en el ático de forma cimbrada y con óculo. No obstante, suexhaustiva decoración nos hace adivinar la presencia cercana de un incipien-te barroco. Un ejemplo es el que se dedica al Sagrado Corazón, en el lado dela Epístola de la iglesia calipolense de San Bartolomé.

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3.4. Retablo barroco: circa 1680-1740

En el último cuarto del siglo XVII, se produce el triunfo de las estructu-ras, formas y ornamentación barroca en el retablo, que no es más que el lugardonde se plasman a la perfección los nuevos conceptos que el hombre barrocotenía sobre la vida, un camino tortuoso, por lo que se desarrolla la columnasalomónica, lleno de sensaciones dramáticas, manifestado en el movimientoque aportan las basas, columnas y áticos retranqueados.

Todos los historiadores del arte lusitano tienden a hacer dos divisionesdel período barroco. Por un lado, el denominado nacional (circa 1680-1706);por otro, el italianizante o joanino (circa 1706-1740). Típico del primero serála prolongación de los fustes salomónicos al ático, imitando arquivoltas y eluso de decoración a base de uvas, pájaros, puttis, hojas de acanto, guirnaldasy rosáceas que reviven la gloriosa etapa manuelina. Claros ejemplos son losdel lado de la Epístola y Evangelio de Santa María Magdalena de Olivenza.

La subida al trono de D. Joao V, en 1706, motiva una vasta e intensacampaña artística, bajo diseñadores italianos. Es una derivación del barroconacional. Pero presta mayor interés a los efectos arquitectónicos. El dinamis-mo se compagina con la ampulosa decoración a base de figuras alegóricas,ángeles, cortinas fingidas, medallones, flores, conchas y baldaquino. Sirva deejemplo el mayor de la iglesia oliventina de Santa; María Magdalena (Lámi-na 3).

3.5. El retablo transición: circa 1727-1740

El paso de un estilo artístico a otro no se produce bruscamente, siemprehay un período de transición. En la etapa barroco-rococó, los retablos de estetipo fueron abundantes, entre otras razones por la dificultad de los artistasprovinciales a romper con esquemas que tanta gloria habían adquirido en elpasado y que dominaban a la perfección. En nuestra región de estudio, sedocumenta un incipiente rococó a finales de la década de 1720, en Elvas yVila Viçosa, de la mano de los entalladores Francisco Freyre y Manuel deOliveira, quienes contratan en 1727 y 1729 el retablo de Nuestra Señora delLoreto de la Santa Casa de Misericordia de Vila Viçosa y el mayor del con-vento de San Francisco de Elvas (Lámina 7). A la tradicional estructura yornatos barrocos se le acoplan elementos del rococó, como la rocalla, estípitey estructuras ondulantes de la boca del camarín.

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3.6. El retablo rococó: circa 1727-1780

El rococó alto-alentejano no adopta una posición de ruptura frente almovimiento anterior, más bien se basa en el barroco para aplicar sus concep-tos. En nuestra zona de estudio floreció en una manifestación altamente re-gional, con Évora como centro difusor. Destaca el altar de Nuestra Señora delLoreto de la Santa Casa de Misericordia de Vila Viçosa.

3.7. El retablo evolucionista: circa 1740-1780

La transición del rococó al neoclasicismo ocupa un vasto período detiempo, marcado por las circunstancias políticas, sociales, económicas, artís-tica e incluso geológicas. El neoclasicismo supuso un corte brusco con elbarroco y rococó. Sus objetivos esenciales serán la armonía, proporción ydecoro, siendo los libros de Vitrubio, Serlio, Palladio y Vignola manantialesinagotables de inspiración.

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No obstante, el entallador lusitano no se desliga rápidamente de losgustos estéticos de la “talha dourada”. Así, los primeros retablos de esta etapase esculpirán en madera, con estructuras y ornatos similares a los rococó,pero pintándose a imitación del mármol, material clave del nuevo estilo, yusando rasgos neoclásicos como los frontones curvos que rematan la compo-sición.

En la nueva tendencia influyeron las obras de Mafra, escuela difusorade esta estética, el empleo del mármol, la reconstrucción pombaliana tras elterremoto de 1755 y el predominio de la arquitectura sobre la escultura. Ejem-plos significativos son el mayor de la Sé de Elvas y el del convento de losAgustinos de Vila Viçosa (Lámina 2).

3.8. El retablo neoclásico: circa 1775-1800

En Olivenza, Elvas y Vila Viçosa, el neoclasicismo no alcanzó lamajestuosidad y relieve de retablos de Porto o Coimbra, manteniéndose for-mas regionalistas. Únicamente algunos retablos menores, pertenecientes acapillas laterales dejan entrever su clasicismo, como los colaterales de la San-ta Casa de Misericordia de Elvas.

4. TIPOLOGÍA

Según lo dicho hasta ahora, se propone una tipología basada en lossiguientes criterios de clasificación:

4.1. Por su forma.

4.2. Por su función.

4.3. Por su estilo.

4.1. Por su forma

Durante el siglo XVI, se descubren reminiscencias góticas en los reta-blos trípticos y polípticos de tres o más hojas, con un cuerpo central con doso más alas. Un ejemplo del primero es el mayor de la iglesia de Santo Domin-go de Elvas, mientras que del segundo no se han encontrado muestras repre-sentativas en las ciudades de estudio.

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A semejanza de los pórticos de los templos se edifican los denominadosretablos fachada o pórtico. En Olivenza, Elvas y Vila Viçosa sobresalen aque-llos que imitan una gran portada románica abocinada, donde las columnassalomónicas se continúan en el ático a modo de arquivoltas, caso del mayorde Santa María de la Asunción de Olivenza (Lámina 6) y el de San Salvadorde Elvas (Lámina 1).

Durante el Renacimiento alcanzó amplio desarrollo el retablo de casi-llero, de fondo plano, forma rectangular, sotabanco trabajado en mármol,banco sobre el que apoyan varios cuerpos que comienzan siendo cuatro y vandisminuyendo a medida que avanzan los años, y varias calles de igual evolu-ción que los anteriores, así de cinco se pasa a tres. Todo él está distribuido enforma de casillero donde se alojan esculturas y pinturas. Se remata en áticocon óculo. Un ejemplo es el absidial del lado de la Epístola de Santa María dela Asunción de Olivenza (Lámina 6).

Por retablo-cuadro, cuadro de altar o retablo marco se entiende todaaquella obra que, a modo de marco, envuelve, por lo general, una pintura.Aquí se engloban los mayores del convento de las Llagas de Vila Viçosa y eldel convento de Santa Clara de Elvas, labrados en madera, o el mayor de la Séde Elvas, trabajado en mármol.

El retablo hornacina muestra una arquitectura adaptada a la forma cón-cava de la capilla. En dicha hornacina de dispone la imagen venerada que, enalgunos casos, puede ser flanqueada por hornacinas secundarias o peanas,Son raros los retablos mayores de esta tipología pues derivarán a los de cama-rín. Sin embargo, son muy abundantes en los retablos laterales como los delcrucero de la iglesia de San Bartolomé.

Puede suceder que la hornacina presente diferentes lugares de accesocon objeto de adorar de cerca la imagen o, simplemente, adecentar con másfacilidad el núcleo central. Surge así el retablo camarín, típico de los retablosmayores de la zona alto-alentejana. A él se accede por puertas ubicadas en laparte inferior del retablo, caso del mayor de Nuestro Señor Jesús de la Piedadde Elvas(Lámina 5), o bien por la sacristía, mayores de la Santa Casa deMisericordia y Santa María de la Asunción de Olivenza(Lámina 6). Este tipode retablos tiende a cobijar una tribuna gradeada y trono sobre el que se em-plaza la Sagrada Forma, sagrario o imagen titular.

Los retablos laterales de tipo camarín son mínimos. Solamente cuandose trata de imágenes ampliamente veneradas por el pueblo se construyen se-

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gún esta tipología para el más fácil manejo de la imagen, caso del retablo dela capilla de Nuestro Señor Jesús de los Pasos de Santa María Magdalena.

El retablo cascarón se adapta a la forma hexagonal de un ábside queconstituye una concavidad para hornacina o camarín. Su ático adquiere es-tructura de cascarón. Ejemplifican este tipo los colaterales de la iglesia de losAfligidos de Elvas.

Ligado a los retablos hornacina, camarín o marco aparece el retablovitrina muy frecuente en las capillas laterales, que recogen la imagen yacentede Cristo, como el de Nuestra Señora del Carmen de la parroquial de NuestraSeñora de la Asunción de Olivenza.

La introducción de un nuevo elemento arquitectónico, el baldaquino,permitió el desarrollo del retablo baldaquino, que tiene su esencia en el estilojoanino, al que se suma el baldaquino, como sucede con el mayor del conven-to de San Francisco de Elvas (Lámina 7).

Excepcional por su originalidad es el denominado retablo arbóreo, conel que se pretende exponer a los ojos de los fieles la genealogía de Jesucristo.De las tres ciudades alto alentejanas estudiadas, sólo Olivenza muestra unmajestuoso retablo de esta tipología en la capilla absidial del lado del Evan-gelio de la iglesia de Santa María de la Asunción (Lámina 8).

Cuando las formas arquitectónicas del retablo se integran y se fundencon las del templo, formando parte del trazado arquitectónico de éste, demodo que el retablo no constituye una entidad independiente del resto delespacio arquitectónico sino que se une indisolublemente a él, se habla deretablo ilusionista, en el sentido que el espectador se ve envuelto en un espa-cio mágico, en el que el retablo no rompe la armonía de las formas arquitec-tónicas con las que se funde y confunde. El retablo mayor de Santa MaríaMagdalena de Olivenza (Lámina 3) es modelo de esta tipología. Las colum-nas torsas de la nave hallan correspondencia en las salomónicas del retablo.Igual sucede con ornatos de la talla, como guirnaldas, rosáceas, serafinesetcétera presentes en la arquitectura del templo.

Atendiendo al tipo de soporte que define la obra, se hablará de retablosclásicos, salomónicos y de estípite. El retablo de columnas clásicas empleacomo soporte columnas de fuste con tercio inferior retallado y el resto estria-do; su capitel, corintio. Su uso abarca el último cuarto del XVI y primeramitad del XVII, enmarcando lienzos y esculturas.

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A partir de la segunda mitad del XVII se utiliza la columna salomónicacomo soporte, dando lugar al denominado retablo salomónico . El número decolumnas es variable, dependiendo de cada período. En los primeros retablosbarrocos es frecuente encontrar seis columnas, tres a cada lado, caso del reta-blo del crucero de la iglesia de San Bartolomé de Vila Viçosa. Poco a poco deesculpen dos a cada lado, mayores de las parroquiales oliventinas. Raras ve-ces se tallará una a cada lado, como en el retablo de Nuestra Señora de laConcepción del convento de Santo Domingo de Elvas. Desde que aparece,hasta finales de la década de 1720, se perciben las clásicas columnassalomónicas de seis espiras, ornamentadas a base de hojas de vid, racimos deuvas, puttis y otros motivos alusivos a la Eucaristía. En 1729, los entalladorescalipolenses Francisco Freyre y Manuel de Oliveira, con la traza del mayor dela iglesia de San Francisco de Elvas (Lámina 7), dan paso a una nueva con-cepción de columna salomónica en el alto-alentejo, de claro influjo berniniano,con fuste inferior a base de espiras estriadas y el resto con espiras lisas orna-mentadas en sus gargantas.

Lámina 8

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En la década de 1720, aparece el retablo estípite, caracterizado por eluso de este soporte. Se conservan escasos ejemplares en la zona investigada.

A finales del siglo XVIII, con el predominio de la arquitectura sobre laescultura, adquiere vigencia nuevamente la columna clásica, de fuste liso ycapitel compuesto.

4.2. POR SU FUNCIÓN O FINALIDAD

Con anterioridad se clasificó el retablo según su estructura arquitec-tónica. Ahora se pretende hacer lo mismo, pero basándonos en la función ofinalidad que persiguen. Por tanto, al tomarse varios criterios de clasifica-ción, un mismo retablo puede responder a más de una tipología. El retablomayor de Santa María Magdalena de Olivenza es de camarín por sus formas,salomónicos por sus soportes, eucarístico por su función y barroco por el esti-lo.

El retablo eucarístico, expositor o sacramental tiene como función prin-cipal la exaltación de la Eucaristía. Por regla general es un retablo de tipocamarín con una tribuna cuyas gradas disminuyen de tamaño a medida que seacercan al trono, lugar sobre el que se sitúa la Sagrada Forma. Claros ejem-plos son los mayores de Santa María de la Asunción de Olivenza (Lámina 6)y el de San Salvador de Elvas(Lámina 1). Otros retablos presentan en sutrono un receptáculo a modo de sagrario, caso del mayor de la Santa Casa deMisericordia de Olivenza.

Desde finales del XVII, esta tipología se expande por todo el territorioluso, alcanzando su punto álgido en el primer cuarto del setecientos.

Asociados a momentos ligados con el ciclo de la Pasión surgen los reta-blos Cristo Yacente, denominados así por encontrarse la imagen de Cristo enuna caja nicho, en el espacio que debía ser ocupado por la mesa del altar. Lamayoría es de tipo escultórico, retablo de las Ánimas de Santa María de laAsunción de Olivenza, y muy pocas veces pictórico como el retablo absidialdel lado del Evangelio de la iglesia oliventina de Santa María Magdalena.

Sucede, a veces, que elementos funerarios, llámense sepulcros, túmuloso bultos, aparecen relacionados. Nos encontramos ante los definidos comoretablos sepulcros . Derivan de los retablos Cristo Yacente, pero sustituyendosu imagen por la de otro individuo, normalmente el benefactor de la capilla oretablo. Hasta ahora se han documentado dos tipos de retablos sepulcros en elalto-alentejo: por un lado, aquéllos que descubren en su sotabanco o banco la

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL RETABLOALTO-ALENTEJANO (S. XVII Y XVIII)

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imagen yacente del patrono de la capilla, retablo de Don Jorge de Melo en elconvento de San Bernardo de Portalegre; por otro, los que engalanan susparamentos laterales con túmulos funerarios, fundiéndose con el resto delpresbiterio, como el mayor del convento de San Agustín de Vila Viçosa (Lá-mina 2).

Anexos a los retablos Cristo Yacente, aparecen los retablos relicarios,como el de la Orden Tercera de la iglesia de San Francisco de Olivenza, quecontiene la imagen yacente de nuestra Señora de la Buena Muerte.

Otros retablos se clasifican como marianos, desarrollando temas refe-rentes a la Virgen. Alcanzan amplia difusión sobre territorio lusitano las re-presentaciones de Nuestra Señora de la Asunción, de la Concepción y delRosario.

Los retablos alusivos a Cristo se denominan cristíferos, siendo los másfrecuentes los de la Pasión.

La combinación, en un mismo retablo, de temas marianos y cristíferosda lugar a lo que se ha dado en llamar retablo mixto, normales a finales delXVI y principios del XVII. Sirvan de nuestra los mayores y laterales de la Séde Portalegre.

El retablo suceso es aquél que representa la historia de un Santo más omenos completa. Es curioso reseñar la escasez de esta tipología en Portugal,entre otras razones porque se destinaban los paramentos laterales y superio-res de la capilla para envolver el retablo en azulejos historiados, donde serecogía toda la vida y obra del titular de la capilla.

Los retablos de santos/as son frecuentes en Portugal, especialmente losdestinados a capilla laterales. Fueron las congregaciones franciscanas y do-minicas las más avezadas en la construcción de retablos mayores para ubicarsobre ellas las imágenes de sus santos: San Francisco, Santa Clara y SantoDomingo. Otros santos de gran veneración fueron: San Pedro, San José, SanAntonio, San Gonzalo, Santo Tomás, Santa Lucía y Santas Isabel de Hungríay de Portugal.

Existe un grupo de retablos, los definidos como hagiográficos, bajo laadvocación de las Ánimas, que no son más que una respuesta de la iglesiacatólica a la herejía protestante, que negaba la existencia del Purgatorio. LaVirgen, gran corredentora de la Iglesia, desciende al Purgatorio para rescatarlas ánimas que se purifican en las llamas.

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Ligada a la cofradía de las Llagas, surgen pequeños altares en el calle-jero de la ciudad, que en número de cinco aludían a las caídas de Cristo. Suorigen hay que buscarlo en la procesión que organizaba la cofradía de lasLlagas, el Domingo de Pasión. Son, por tanto, los retablos pasionistas, cuyamisión era crear capillas ornadas a base de pequeños retablos, en mármol oladrillo, enmarcando un cuadro o flanqueado con azulejos, narrando escenasde la pasión que servían para conmemorar el recorrido que Jesús hizo con lacruz a cuesta camino de El Calvario.

4.3. Tipología por el estilo

También se pueden establecer nuevos tipos según las característicasestilísticas del retablo, que varía dependiendo de las etapas.

Los retablos góticos, ejecutados en madera policromada y caracteriza-dos por su monumentalidad, lujo y riqueza, fueron importados de Flandes yAlemania. Suelen organizarse en cuerpos y calles, la central más amplia quelas laterales. Definitorio de esta tipología es su carácter esencialmenteescultórico o pictórico.

A partir de la década de 1530, se expande el retablo renacentista, basa-do en el uso del mármol o alabastro, en lugar de la madera. La capilla adoptaforma de arco triunfal, domina la hornacina con esculturas, friso con metopasy triglifos. Remata toda la estructura un tabernáculo que insinúa la prolonga-ción vertical de la obra. Valga como ejemplo el retablo de Don Jorge de Melodel convento de San Bernardo de Portalegre.

El retablo manierista se basará en su forma arquitectónica, proporcio-nes alargadas y superficies planas, caso del retablo de la sacristía de la Cartuxade Évora.

El retablo mayor de El Escorial, iniciado en 1579, va a revolucionar elarte de los retablos, dando vida al retablo clasicista. Su esquema es puramen-te clásico, con tres cuerpos, tres calles y ático, caso del mayor de la Sé dePortalegre. Rasgos diferenciadores del retablo clasicista portugués son suscoronamientos cimbrados y óculos. Con el paso de los años, tiende a dismi-nuir el número de cuerpos, reduciéndose a dos con tres calles.

A mediados del XVII, se empiezan a descubrir los elementos propiosdel retablo barroco, que convivirán con rasgos del retablo clasicista. A fina-les de este siglo, el barroco se expande con fuerza por todo Portugal, utilizan-do típicos elementos arquitectónicos, columnas salomónicas, entablamentos

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quebrados, camarín, tribunas y ornamentos tales como hojas de vid, uvas,pájaros, puttis, atlantes, cariátides, niños telamones etcétera, buscando conello la sensación de dinamismo y profundidad.

El retablo rococó se manifiesta en 1727 con el altar de Nuestra Señoradel Loreto de la Santa Casa de Misericordia de Vila Viçosa. Típico es el re-chazo de la columna salomónica, sustituida por el estípite y el empleo deornatos ondulantes, escarolados o arriñonados, paños colgantes y portadas enla parte inferior del retablo.

A mitad del XVIII, se produce un cierto rechazo hacia el rococó, y elinicio del neoclasicismo, que triunfará plenamente a finales del XVIII, frutodel predominio de la arquitectura sobre la escultura. En Olivenza, Elvas yVila Viçosa no se registran majestuosos retablos de este tipo, habiendo vesti-gios en capillas laterales, caso de los de la Misericordia de Elvas.

5. DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE EL RETABLO PORTU-GUÉS Y EL ESPAÑOL

Ambos países ibéricos encuentran en el arte y, por consiguiente en laretablística, el mejor modo de expresar sus afinidades. Ya en el período góti-co, la talla ibérica, dominada por artístas foráneos, presentaba grandes seme-janzas por la actuación de estos individuos en la Península. La influencia delibros de grabados como los de Serlio, Vitrubio, Vignola, Palladio etc., aligual que los gustos estéticos dominantes, fueron factores decisivos en el en-cuentro artístico de España y Portugal. La Unión Ibérica, 1580-1668, fue elculmen de la labor artística desarrollada en ambos países. Durante esos añosse trabajan a ambos lados de la frontera retablos similares clasicistas, varian-do casi exclusivamente su ático. Las obras de artistas españoles de la frontera,como Francisco Venegas, Fernando Gómez, Lorenzo de Salcedo o Luis deMorales son modelos a seguir. La ruptura de estas buenas relaciones, porcausas políticas, en este caso la Guerra de Restauración, sirvió para alejar ados culturas tan encontradas.

El siglo XVIII fue campo abonado para el intercambio artístico. Elmajestuoso arte de la “talha dourada” sobrepaso la frontera, encontrando res-puesta en Galicia, donde Fernando Casas y Novoa, entre 1730 y 1733, talla elgran altar de San Martín Pinario de Santiago de Compostela, en el que sedescubren grandes columnas salomónicas y guirnaldas, reminiscencias delarte portugués de Porto. En el sur, Caetano da Costa, entallador lusitano esta-

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blecido en Sevilla hacia 1750, fue el arquitecto, retablista y escultor a quiense deben los conjuntos más grandiosos de la época.

Para un más detallado estudio de similitudes y semejanzas, se efectuaráun análisis por períodos.

A finales del gótico, como se ha mencionado, fueron artistas extranje-ros los encargados de trazar los retablos peninsulares, siendo más prolíferosaquéllos que éstos. Se descubre la ligazón entre arquitectura y retablística.Hay una clara tendencia a disponer los retablos a modo de portal, flanqueado,con frecuencia, por pilares con aberturas para ubicar esculturas. La decora-ción es prolija en motivos vegetales entrelazados, baldaquinos flameantes,agujas, pináculos, arcos ojivales y esculturas.

Como se ve, son más las semejanzas que las diferencias, debido a queson maestros formados en las escuelas de los Países Bajos los que construyenlos mejores retablos hispano-lusos, aportando como motivos diferenciadoreslos particulares de su estilo.

Con la llegada del Renacimiento, la talla portuguesa comenzó a distan-ciarse de la española, adquiriendo identidad propia. Características básicasde los retablos renacentistas portugueses son: el ejecutarse en piedra poli-cromada, presentar tamaño reducido, a excepción del mayor de Guarda sue-len rematarse en forma cerrada, de arco, se tiende a adoptar la forma de arcotriunfal.

En España, los retablos de piedra policromada se combinan con los dealabastro. También el retablo hispano, al poseer numerosas escenas escultóricas,adquiere mayor tamaño que el lusitano. Mientras que en Portugal toda lacomposición se remata en forma cerrada, en España se coronan con Calvario.

En los prolegómenos de la Unión Ibérica, se delineaban retablos simi-lares en ambos países, debido, entre otras cosas, a la difusión de grabadosrenacentistas. El mismísimo retablo de El Escorial fue propagado a los cuatrovientos, merced a un grabado elaborado por el flamenco Pierre Perret.

La influencia hispana sobre el retablo lusitano se descubre en el hechode que la obra de talla de este período suele ser pictórica, con esculturas en losintercolumnios, que se extienden al banco y cuerpos. Una vez que se producela unión hispano-portuguesa, los rasgos de identidad artística en ambos paí-ses fueron múltiples. Estructuras, iconografía, tipología y policromía lusitanase adscriben a las tendencias españolas del momento, favoreciendo el trasva-se de artistas.

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El retablo relicario, de creación hispana, se reconoce en Portugal, en elmonasterio de Alcobaza, ampliamente difundido por los jesuitas.

A pesar de las similitudes, perviven rasgos propios en la retablísticalusa como son el gusto hacia retablos de dos cuerpos rematados por corona-mientos cimbrados con óculos. A ello se suman prominentes predellas, cabe-zas de serafines en los frisos y esculturas en los bordes del retablo.

El barroco se extiende desde el último tercio del XVII hasta mediadosdel XVIII. Tanto en la retablística hispana como en la lusitana, este momen-to viene marcado por el uso de la columna salomónica, empleada antes enEspaña que en Portugal. Formalmente eran similares, siendo frecuente el pre-sentar seis espiras y capitel compuesto. La diferencia esencial, en cuanto a lautilización de la columna salomónica, radica en que mientras en España selimita a ser simple elemento de soporte, en Portugal se prolonga hasta elático, en forma de arquivoltas propias de cualquier pórtico románico. La co-lumna salomónica evoluciona y, a finales de la década de los años veinte,concretamente en 1729, se reconocen soportes salomónicos de inspiraciónberniniana, con tercio inferior estriado, de ínfimo uso en España.

En cuanto a elementos ornamentales, vegetales entrelazados, flores,serafines, ménsulas, similares en ambos países, el arte lusitano añade pája-ros, animales exóticos, puttis, rosáceas y sogas marineras.

Singular de la escuela lisboeta era que el nivel central del retablo ad-quiriese grandes dimensiones. Es el típico retablo camarín, de escaso uso enEspaña. También es propio del arte lusitano el recubrir la totalidad del pres-biterio con “talha dourada”, algo no apreciable en la retablística hispana.

Todo el retablo lusitano, como el hispano, tiende a rematarse en formade arco de triunfo.

Iconografía muy usual en Portugal fue la del Árbol de Jessé. Estatipología no resurge en el barroco español, a pesar de que el retablo del con-vento de San Basilio, construido por José de Churriguera, poseía un árbolgenealógico de la Orden, a manera de la retablística arbórea lusitana.

El rococó redundará más en diferencias que afinidades. Así, mientras elretablo hispano muestra cuerpo central dedicado a la hornacina o cuadro, seremataba en ático abierto y se ornamentaba moderadamente, buscando contodo ello la elegancia, el retablo rococó portugués, de pura inspiración barro-ca, mantiene la estructura y ornamentación pasada, con camarín cerrado,ornatos similares a los hispanos, a los que se adosan serafines, ángeles sedentes,

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frontones curvos, tarjas, es decir, mantiene una exhaustiva decoración, pro-curando mantener el dinamismo y profundidad barroca.

El inicial retablo neoclásico portugués recoge fuertes reminiscenciasbarrocas como queda plasmado en su estructura y ornamentación. Son reta-blos que se retranquean buscando profundidad, esencia del barroco. Por talmotivo, retraen también columnas, entablamentos y se rematan en ático ar-queado, caso del mayor del convento de San Agustín de Vila Viçosa (Lámi-na 2). A medida que avanzan los años, el retablo neoclásico va adquiriendolas formas propias del estilo a los que se suman ciertos rasgos provinciales.

Por su parte, el retablo neoclásico español presenta menos reminiscen-cias barrocas, con uno o dos cuerpos separados por una cornisa rematada confrontones curvos o triangulares.

6. CONCLUSIONES

Son muchas las conclusiones que se pueden obtener tras la lectura deeste trabajo, resaltando la vasta producción retablística de Olivenza, Elvas yVila Viçosa, que nos invitan a un mejor conocimiento del arte portugués.

La extensa producción de la zona de estudio nos permite ahondar enuna serie de aspectos como: la contribución hispana a la retablística lusa, lasaportaciones foráneas, tendencias internas que fomentaron el arte nacionalrecuperando recursos escultóricos pasados, el conocimiento de los elementospropios de cada estilo, diferencias y semejanzas entre la talla lusa y la hispa-na, y otros que no se han tratado por falta de espacio como la relación de latalla con otras artes plásticas, la clientela y centros de producción.

La treintena de retablos catalogados en la tesis doctoral nos ha permiti-do plantear una evolución del retablo alto alentejano, al igual que el aportaruna tipología del retablo, que obedece a tres puntos de vista: forma, función yestilo.

Pero si el retablo cobra vida fue gracias a una fuerte clientela, aspectono estudiado en este trabajo, auténticos mecenas, entre los que merecen espe-cial mención las órdenes religiosas, obispado, fábricas parroquiales, herman-dades y cofradías y, en menor medida, particulares. Como se comprueba, loscontratantes fueron eminentemente religiosos.

También innovador en esta tesis es el estudio de los centros artísticos dela zona, pues permite reconocer dos grandes grupos: por un lado, los centros

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difusores y a la vez consumidores, caso de Évora, Vila Viçosa y, en menormedida, Elvas; por otro, los consumidores, como Olivenza.

El arte,y por tanto la retablística, debe ser vínculo de unión entre ambospaíses peninsulares, como sucedió en tiempos pasados.

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BLANCA

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Fortificaciones abaluartadas de

Extremadura: planos inéditos de Moraleja,

Zarça de Alcántara, Alcántara,

Valencia de Alcántara y Alburquerque

ANTONIO J. CAMPESINO FERNÁNDEZ

Catedrático de Análisis Urbano y RegionalUniversidad de Extremadura. Cáceres

A Ramón Gutiérrez,maestro en fortificaciones.

RESUMEN

Constituye el objetivo de este artículo dar a luz a varios planos inédi-

tos de ciudades abaluartadas extremeñas, sin fecha, pero presuntamente

seiscientistas, obtenidos en un archivo de Resistencia (Argentina) por el ar-

quitecto Ramón Gutiérrez (buen amigo, sólido investigador y mejor profesor

de urbanismo latinoamericano) y generosamente cedidos para su publica-

ción, gentileza que obliga a gratitud. En ellos se contienen los primeros

proyectos conocidos hasta ahora de fortificación de las villas de Moraleja,

Zarça de Alcántara, Alcántara, Valencia de Alcántara y Alburquerque, deri-

vados del conflicto bélico de la guerra de Restauração (1640-1668) en la

región altoextremeña. Su análisis se integra en el Proyecto de Investigación

Transfronteriza que, sobre Territorio y Ciudades Abaluartadas en la Raya

Ibérica: de Frontera a Paisaje Cultural de la Humanidad, venimos coor-

dinando en los cinco últimos lustros y que la cátedra de Análisis Urbano y

Regional oferta como asignatura de Doctorado en el Programa del Departa-

mento de Geografía y Ordenación del Territorio de la UEx.

922 ANTONIO J. CAMPESINO FERNÁNDEZ

1. INTRODUCCIÓN

Paisaje territorial, urbanismo, arquitecturas patrimoniales, turismocultural y medio ambiente constituyen los cinco recursos básicos de este pro-yecto integrador de gran alcance y larga duración que compromete a numero-sos profesionales interdisciplinares de los dos países ibéricos, a nueve regio-nes, a otras tantas universidades hispano-lusas y a multitud de municipiosrayanos en la ardua tarea de coordinar políticas transfronterizas -hoy disper-sas-, en un proyecto global, común y compartido, de reordenación (territorial,urbanística, arquitectónica, turística y ambiental) de la Raya/Raia que nosune, para la explotación sostenible de sus inexploradas potencialidades patri-moniales, naturales y culturales, que la hacen acreedora de ser incluida en laLista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

2. LA IMAGEN DE LA MEMORIA URBANA RAYANA, A TRAVÉSDE LOS PLANOS

Cartografía y planimetría históricas constituyen los soportes interpre-tativos del análisis, diagnóstico y ordenación urbanística-territorial. Los pla-nos urbanos históricos, imagen fija y huella dactilar irrepetible de cada ciu-dad, modelo de sí misma, contribuyen a la reconstrucción de la memoriaurbana y de las señas generacionales de identidad, referentes patrimonialesintangibles aniquilados con la destrucción del patrimonio construido.

Sirva esta reflexión de revulsivo para la defensa del “derecho a la ciu-dad” por la ciudadanía, siempre alerta ante el vandalismo especulador, priva-do y público, que arrasa sistemáticamente el patrimonio en nombre del neoli-beralismo y de la modernidad globalizadora, comprensiblemente impuestapor países “sin Historia”.

Sobre la primera línea de vanguardia de la Raya extremeña destacabana mediados del siglo XVII seis recintos amurallados con estructuras de dis-tinto rango urbanístico, arquitectónico y estado de conservación que la guerrade Restauração (1640-1668) convertiría en villas y ciudades abaluartadas:Moraleja, Zarça de Alcántara, Alcántara y Valencia de Alcántara, en laExtremadura del Tajo, y Alburquerque y Badajoz, en la del Guadiana.

En contraste, la Raia alentejana siempre recelosa de su prepotente veci-no oriental, sobre todo en la ruta estratégica de Madrid-Badajoz-Lisboa por lafrontera seca del Guadiana, organizaba su dilatado territorio de norte a sur yde este a oeste mediante una red más profusa de núcleos distribuidos en tres

923FORTIFICACIONES ABALUARTADAS DE EXTREMADURA:PLANOS INÉDITOS...

Mapa. 1. Provincia do Alentejo (1735)

924

bandas paralelas a la frontera con una profundidad en retaguardia de hasta 60km (Mapa 1. Provincia do Alentejo, 1735). Dicha red urbana, jerarquizada enrango-tamaño, abaluartada y fortificada, se estructuraba en torno a plazasfuertes (Monsanto, Marvão, Campo Maior, Elvas “la invencible” y Juromenha)y plazas de armas (Arronches, Ouguela, Olivença, Estremoz, Moura, Évora,Beja...) para defensa y control visual del espacio rayano.

3. PLANOS INÉDITOS DE LAS VILLAS ABALUARTADAS ALTO-EXTREMEÑAS

Comparten inquietud investigadora sobre fortificaciones abaluartadasde la frontera extremeña nuestros colegas María Cruz Villalón y AntonioNavareño Mateos, historiadores del arte de la UEX, cuyas publicaciones con-tenidas en la bibliografía se focalizan en la Baja y Alta Extremadura, respec-tivamente.

Hasta hoy, los planos de las villas de Moraleja, Alcántara y Valencia deAlcántara, realizados en 1724 por el Teniente Coronel D. Juan de Landaeta,Gobernador del Castillo de Alconchel, y conservados en el Archivo de Planosdel Servicio Histórico Militar de Madrid, constituían los fondos documenta-les más remotos -siglo XVIII- publicados sobre fortificaciones abaluartadasen Extremadura (Navareño, 1985).

Los planos inéditos objeto de análisis, pese a carecer de fecha, entende-mos que por el tipo de letra de la segunda mitad del XVII y por referenteshistóricos paralelos documentados, corresponden a proyectos de fortifica-ción/refortificación diseñados con posterioridad a la guerra de Restauração(1640-1668), por causas-efectos derivados de la misma, fijando la fecha derealización en torno a ¿1679? con todas las cautelas debidas, a expensas decorrección por mejores razonamientos.

3.1. Moraleja

En su trabajo sobre Coria (Navareño, 1982), diez años posterior a miMemoria de Licenciatura inédita sobre la villa del Alagón (Campesino, 1974),constata que “En el año 1661 fueron especialmente intensos los acosos mili-tares de los ejércitos portugueses, (sobre esta villa, denominada entoncesMoraleja del Peral, independiente desde 1503), quienes pasando por Morale-ja llegaron incluso hasta las mismas puertas de la ciudad de Coria, (…); con

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Plano 1. Moraleja ¿1679?

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lo cual Moraleja se vio obligada a mejorar sus defensas, iniciándose enton-ces la construcción de la muralla abaluartada que ahora comentamos, total-mente desaparecida en la actualidad...” (Navareño, 1982). En consecuencia,el plano que presentamos es anterior al de Bruffet (1707), ya publicado por(Navareño, 1987, p. 190) y por el catálogo de la exposición de Arquitectura,Urbanismo e Ingeniería sobre Papel (Asamblea de Extremadura, 1992, pági-nas 12-13).

3.1.1. Plano del proyecto de refortificación ¿1679?

Plano inédito, de color en su versión original, sin fecha precisa, de lavilla de Moraleja (Plano 1) que parece corresponder a los proyectos derefortificación concebidos entre finales de la guerra de Restauração y la gue-rra de Sucesión.

El plano fotografiado en blanco y negro no está orientado. El recintofortificado presenta 8 baluartes de irregular diseño, con trama urbana internade 10 manzanas trapezoidales irregulares en torno a la plaza central y alviario convergente en ella, donde se ubica exenta la iglesia parroquial deNuestra Señora de la Piedad (E). Se entrona al exterior por dos puertas: unaal oeste, la “Puerta de Cilleros” (B), que entronca directamente con el puenteque aparece dibujado sobre la anchurosa Ribera de Gata y con el Camino deCilleros; al este y a la misma altura, la “Puerta de Coria” (A); al norte, ubicael “Almacén” (C); sobre uno de los baluartes de poniente, la “casa de laEncomienda” (D), y sobre el baluarte suroccidental inmediato, la “Ermita deNuestra Señora de la Viña” (F).

El autor, desconocido, sobreimpone una línea de puntos (colorados)con una nueva propuesta de perímetro de fortificación de 6 baluartes, al obje-to de regularizar el formato irregular preexistente, como describe literalmen-te en la leyenda al pie del diseño: “Esta Plaza está situada en un llano, solode tierra como la que muestra lo amarillo, con su foso, muy capaz y manan-tial de quatro baras de profundidad, y el terraplén se compone de toda latierra del foso. La alineación no es conforme a terreno, pues podía ser comolo demuestran los puntos colorados regular, y los baluartes mayores, porquelos que oy tiene son pequeños, y habiéndose de ser de piedra y cal o bien deladrillo, por ser tierra de más ladrillo que piedra conbendría ya que se hi-ciese agusto hacerla regular”.

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3.2. Zarça de Alcántara (Zarza la Mayor)

Villa fronteriza cuyos orígenes se vinculan con el estratégico castillomedieval de Peñafiel (Navareño, 1985a), cabeza de la Encomienda, por cuan-to en 1354 el Maestre de Alcántara fray Suero Martínez concede privilegios,tierras y solares a los habitantes del castillo de Peñafiel para que formen unpoblado en sus inmediaciones, surgiendo así Zarça de Alcántara, actualmenteZarza la Mayor.

3.2.1. Plano del proyecto de refortificación ¿1679?

Plano inédito sin fecha precisa, de color en su versión original, rotula-do como Zarça de Alcántara (Plano 2) sobre la que se pretende desarrollar unproyecto de refortificación, que no llegó a materializarse y que se soportabaen siete baluartes y un potente fortín: “Fortín hecho que llaman los vecinoscastillo” (A); “Macho dentro del fortín” (B) y “Afueras de quatro baluartes”(N). En el sector noroccidental del plano aparece un fortín cuadrado con cua-tro baluartes.

Como describe (Madoz, 1842) “Este pueblo ha sido incendiado dosveces por los portugueses: la primera, en principio del siglo XV; la última,en 1705, en cuya época el jefe portugués, por respeto al Santísimo Sacra-mento, que se le presentó, concedió solamente media hora a los vecinos paradesalojar el pueblo, entregado después a las llamas. Estuvo sin habitar has-ta el 1713. Se la llama vulgarmente por esta razón, la Zarza Quemada, y sela denomina Mayor, para distinguirla de la Zarza de Granadilla, que a suvez se titula Zarzita”.

3.3. Alcántara

Ubicada en lo alto de un cerro sobre la fosa del Tajo, las condicionesestratégicas fronterizas de esta villa de tan sólidos posos, histórico y patrimo-nial, son incuestionables: sucesivos recintos amurallados (musulmán, alto-medieval -sede de la Orden de Alcántara- y renacentista) así lo confirmandurante más de veinte siglos para la defensa y control del estratégico vado delTajo, a través del puente romano de mayor relevancia arquitectónica y funcio-nal en la península ibérica.

Como atestigua (Navareño, 1985b), entre 1618 y 1622 se llevan a caboobras de acondicionamiento de la fortaleza en servicio, cuyo cuerpo principaldel castillo describe Jacinto Arias Quintanadueña en 1661 “con muchas to-

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rres y baluartes”, señalando, asimismo, la construcción del recinto amuralla-do, con baluartes y reductos que, con motivo del levantamiento de Portugalprocuraba la protección de la ya expansionada villa, por entonces con algu-nos arrabales desprotegidos (Velo, 1952).

Jacinto Arias confirma que en 1664, cuando se procedía a las obras deampliación y reforma de la fortaleza, la plaza cayó momentáneamente enmanos de los ejércitos portugueses, volviendo a su poder unos años más tar-de, en 1706.

3.3.1. Plano del proyecto de refortificación ¿1679?

Plano inédito sin fecha precisa de la Villa de Alcántara (Plano 3), decolor en su versión original. Resulta muy expresivo por la definición de lasdistintas unidades con lectura de derecha a izquierda:

· curso del Tajo y puente romano de Alcántara con su arco triunfal sobreel pilar central;

· conectado a él, un recinto semicircular amurallado con 19 torres, queel autor describe como “Villa bieja” (A), y contiene seis manzanas;

· contorneando la villa vieja, el perímetro de la fortificación abaluartadacon dos fortines avanzados al sur: “fuerte de san Pedro” (F), “fuertede san Marcos” (Q) y “media luna de pan y agua” (H);

· como puertas, señala en el extremo izquierdo (oriental) la “Puerta dela concepción” (B), al norte, junto a la muralla de la ciudad vieja la“Puerta de las cañadas” (C), al sur, frente a ella, la “Puerta de sanJuan” (D) y en el flanco sur de la fortificación abaluartada la “Puertadel postigo” (E);

· en el sector próximo a la villa vieja ubica la plaza con la “yglesiamayor” (L) -de Nuestra Señora de Almocóvar, s. XIII- y “Sanbenito”(I) -Convento de San Benito, s. XVI-.

3.4. Valencia de Alcántara.

La definición estratégica-defensiva de la villa se define en época alto-medieval cuando comienza a configurarse el recinto amurallado, controladopor el castillo, cuya fecha precisa de construcción se desconoce, aunque suexistencia puede documentarse desde comienzos del siglo XIII. Al erigirse enun emplazamiento, moderadamente elevado, la situación fronteriza obligó a

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Plano 4. Valencia de Alcántara ¿1679?

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su remodelación continua con el fin de incrementar las defensas ante los su-cesivos ataques portugueses desde las plazas portuguesas vecinas (Marvão,Castelo de Vide y Portalegre).

Retoques renacentistas importantes en el cuerpo principal de la fortale-za medieval o castillo -enajenados por Felipe II en 1574-, se realizaron en1549 y 1561 por Pedro de Ybarra y en 1581 con motivo de la toma de pose-sión del alcalde Francisco Chumacero de la Rocha.

Se constata la existencia de un recinto amurallado, jalonado por torresen sus ángulos y lienzos, conocidas éstas con los nombres de la Torre delHomenaje, del Caracol, Nueva, del Corral del Concejo y del Tesoro; a excep-ción de la primera, todas han desaparecido. En el interior de la plaza se le-vantan distintos aposentos cocina, caballeriza, aljibe y patio, entre otras de-pendencias. Con ocasión de la descripción realizada por el Visitador donBartolomé de Villavicencio en 1585 se ratifica la existencia del recinto amu-rallado exterior que envolvía la antigua población y el cuerpo principal delcastillo, situado en el vértice suroriental del mismo. En él citado recinto exte-rior se abrían las puertas de Juan Durán, Nueva, de Santiago, Postigo, Posti-go de Marbán y del Coso, jalonándose además el recorrido con varias torres,algunas de reciente construcción.

Éste es el recinto básico que se tomará como línea de partida para lasobras que se acometerán durante los siglos XVII y XVIII.

El castillo y la villa de Valencia de Alcántara se perdieron en 1664 y1668, tras ser tomados y arruinados por los portugueses, aunque se pudo res-tablecer y repoblar durante los años de paz hasta 1704.

3.4.1. Plano del proyecto de refortificación ¿1679?

Plano de la villa de Valencia de Alcántara (Plano 4), de color en suversión original, anterior y con orientación opuesta al conocido de 1710, re-cogido en el magnífico Atlas Massé como el más antiguo de la fortificaciónabaluartada.

Nos muestra una potente fortificación con cinco baluartes, dominadapor el fortín del castillo, con las siguientes leyendas identificadoras de suselementos militares entre la que destaca una “rayana sui generis”: “Lo colo-

rado es hecho por Castilla. Lo amarillo por Portugal”, que demuestra elgrado de imbricación patrimonial transfronterizo en la construcción recípro-ca de elementos defensivos sobre la misma villa de frontera por “enemigosíntimos” irreconciliables que se la disputan.

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Describe nueve elementos militares: “castillo” (A), situado al NO delplano, cuando en la realidad se ubica al SE, con el recinto amurallado exte-rior que lo envuelve; “torre del omenaje” (B); “baluarte de santiago” (C);“baluarte de san francisco” (D); “baluarte de la puerta de Juan durán” (E);“baluarte de san pedro” (F); “medio baluarte de san Juan” (H); “medio ba-luarte del postigo” (I); “puerta de San Francisco” (L). Como elementos civi-les consigna: “combento de santa clara” (G); “yglesia de la encarnación”(M) e “yglesia de roque amador” (N).

El siglo XVIII fue también desastroso para la villa, ya que, de nuevo, en1705 fue tomada por los portugueses y aliados con un ejército de 30.000 hom-bres, que volaron el castillo en 1708. Muralla y castillo fueron reconstruidosa costa del vecindario en 1766. La primera, de piedra de grano, de cinco varasde altura y siete cuartos de espesor, se abría al exterior mediante tres puertas(Alcántara, Huertas y San Francisco); el segundo, reedificado sobre las rui-nas de uno precedente, era de forma irregular, con torre de homenaje, puertade socorro, cisterna y un buen cuartel, capaz para 400 defensores, pero inca-paz de defender más que a una pequeña parte de la población inserta en undilatado recinto que, de norte a sur (de la puerta de Alcántara a la de SanFrancisco) presentaba un diámetro de 510 varas (409 m), y de este a oeste (delcastillo a la puerta de las Huertas) 400 varas (321 m), unas 13,2 hectáreas.

3. 5. Alburquerque

Aunque los asentamientos establecidos en laderas de cerro se instalande ordinario sobre la vertiente del mediodía, Alburquerque ocupa el flanco dela umbría, para asegurarse el resguardo de la sierra ante los potenciales ata-ques procedentes del oeste.

En su configuración estructural anterior a la Edad Moderna, la villa esun ejemplo de modelo de asentamiento al abrigo de un castillo roquero ubica-do en una cima escabrosa. El castillo del siglo XIII (1276) constituye uno delos bastiones medievales más formidables de los que se conservan enExtremadura, al colocarse en nido de águila sobre la misma crestería delcerro. Su potente torre del homenaje de planta cuadrada se yergue en el cen-tro de la fortaleza. Un gran arco ojival con puente levadizo pone en comuni-cación esta torre con otra de afilada planta pentagonal, llamada de los Locoso de Siete Picos en el extremo de poniente. Diversas dependencias rodean elpatio de armas que se abre a levante, destacando entre ellas unos amplísimosaljibes, destruidos parcialmente con ocasión de las últimas remodelaciones

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Plano 5. Alburquerque ¿1679?

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efectuadas en la fortaleza. Parte del flanco norte de ésta, se encuentra ocupa-do por la Capilla de Nuestra Señora de las Reliquias, construcción gótica detres naves.

El perímetro amurallado que circunda el castillo y la Villa Adentro cons-taba de cuatro recintos o defensas escalonadas. La principal constituye unacerca de planta cuadrangular de casi mil metros de extensión, con más dediez de altura media, fabricada en mampostería de piedra coronada de alme-nas y adarve. Diversos cubos y torreones refuerzan los lienzos, sobresaliendolas torres denominadas: de la Sartén, Pendones, las Almenas o la Horca (en elextremo occidental del sistema), Uvero, Rocha, Cabera, y de la Villa o elReloj. Por el flanco sur, más elevado, la fortificación se alza siguiendo elfuerte talud al que se asoma el castillo, en tanto que por el norte o parte baja,la obra queda embutida sobre las construcciones del caserío. Diversos lienzosy torreones han desaparecido en el siglo XX. Cuatro puertas principales seabrían en el recinto: la de Valencia, flanqueada por dos altos cubos cilíndri-cos, al oeste, en uno de los extremos de la calle Llana; de Alcántara, de igualconfiguración que la anterior, al norte, hoy desaparecida; Nueva, del Risco ode la Rocha, igualmente al norte; y de la Villa, San Mateo, el Sol o Badajoz,al otro extremo de la calle Llana.

Las edificaciones más antiguas se agrupan en las cotas más elevadas,buscando la proximidad de la fortaleza, dando lugar a un plano en forma demedia luna por la acusada topografía. El foco ordenador del núcleo genéticode Alburquerque es la Iglesia de Santa María del Mercado, vieja fundación deorigen mudéjar, junto a la que luego surgieron la Ermita de Santa Ana, laCasa de la Audiencia y la Cárcel. A partir de este núcleo genético, el caseríodesciende por la falda de la ladera a la búsqueda del llano, formando callesprincipales que se alinean en longitud a favor de las curvas de nivel (Audien-cia, Derecha o Llana y Plaza de Armas), cortadas por trasversales que atacanla pendiente en directo remontando la cuesta (Piedra, Cadena. Vinteños, Cas-tillo y Crespa).

En este ámbito de la Villa Adentro, rodeado de murallas, se celebrarondesde el siglo XV mercados a los que acudían judíos, cristianos y musulma-nes. A mediados del siglo XV, el caserío intramuros había saltado ya fuera dela fortificación generando diversos arrabales extramuros, de los que se conso-lida como más importante el organizado en torno a la iglesia de San Mateo,sobre la que se desarrolla la trama que va a constituir la Villa Afuera.

Su situación estratégica convierte a la villa a lo largo de la Edad Moder-na en protagonista involuntaria de cuantos conflictos se dirimieron en la raya

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de la Baja Extremadura con el Baixo Alentejo. Tales conflictos continúanaportando destrucciones y reconstrucciones de la fortaleza (entre 1465 y 1472)y del caserío en el siglo XVI y, sobre todo, durante la guerra de Restauraçãodel XVII y la guerra de Sucesión del XVIII, que obligan al refuerzo de laciudadela con una línea defensiva de fortificaciones abaluartadas, conocidascomo Línea de los Portugueses, entre el castillo y el caserío de la Villa Aden-tro, comenzada a fabricar por éstos durante la ocupación de la villa de 1705 a1716. La firma del Tratado que pone fin a esta contienda, con la instauraciónde Felipe V como rey de España, supone la vuelta de Alburquerque al domi-nio español y la posterior conclusión de la fortificación abaluartada por losespañolas tras la reconquista del enclave.

3.5.1. Plano del proyecto de refortificación de ¿1679?

Plano inédito, de la villa de Alburquerque (Plano 5), de color en su ver-sión original, que describe los siguientes elementos: “el castillo” (A), rodea-do de una fortificación pentagonal con nueve torres, resaltando la del Home-naje de mayores proporciones. En la plaza interior se ubica la Capilla deNuestra Señora de las Reliquias; “la villa” de Adentro (B), con nueve manza-nas heterométricas, organizadas a partir de la posición central de la iglesia deSanta María del Mercado, perimetrada por una potente fortaleza medievalcon 25 torres y con puertas flanqueadas por cubos cilíndricos; “el arrabal” oVilla de Afuera (C), con trama viaria radio-concéntrica en la que se apoyan22 manzanas en torno a la iglesia de San Mateo; “torre de los Locos” (D);“puerta de Valencia” (E); “puerta de Alcántara” (F); “puerta de la Villa”(G), e “yglesia parroquial” (H).

4. CIVILIZACIÓN PATRIMONIAL DEL URBANISMO Y DE LAS AR-QUITECTURAS MILITARIZADAS

Durante los siglos XVII (1640-1668) y XVIII, la fortificación de villasmuradas preexistentes, medievales y renacentistas en la Raya/Raia ibéricapara su conversión en máquinas de guerra de distinto rango (plazas fuertes yplazas de armas) conforme a la tratadística militar, supuso la militarizacióndel urbanismo y de las arquitecturas civiles del territorio rayano bajo estrate-gias defensivas, con destrucción de patrimonio construido y representacióncartográfica en blanco del urbanismo y de las arquitecturas militares con des-precio del urbanismo civil, subyugado a la normativa legal castrense.

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Desde comienzos de los años ochenta del siglo XX, la regeneración delpatrimonio territorial y urbano para la civilización del urbanismo y de lasarquitecturas militares se enmarca en el proyecto de investigacióntransfronteriza: “Territorio y Ciudades Abaluartadas en la Raya Ibérica: deFrontera a Paisaje Cultural de la Humanidad”, auspiciado por ICOMOS-España y dirigido por la cátedra de Análisis Urbano y Regional del Departa-mento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Extre-madura en Cáceres, con participación de cuatro universidades españolas (San-tiago, Salamanca, Cáceres y Sevilla), para proceder al Inventario de Forti-ficaciones Abaluartadas Hispano Portuguesas en el Mundo, conforme a loacordado por ICOMOS en Ibiza (CIIC, 1999), con el objetivo de construc-ción de la Ruta de las Ciudades Abaluartadas de la Raya Ibérica (Patrimoniode la Humanidad).

Dicho proyecto teórico de investigación se sustenta en los anuales, obli-gados y aplicados talleres estivales de campo sobre municipios rayanos(Olivenza, Castelo de Vide, Alburquerque, Borba, Beja, Elvas…) para la for-mación/especialización de jóvenes arquitectos y geógrafos que, bajo el enun-ciado marco de “Arquitecturas na Raia-Arquitecturas en la Raya” (1995-2005), viene coordinando en la última década con su entusiasmo sevillano,eficacia catalana y solvencia profesional reconocidas, el doctor arquitecto JoséManuel Pagés Madrigal, profesor de la Universidad Moderna de Lisboa, conla participación de alumnos y profesorado-tutor de arquitectura de universi-dades extranjeras y nacionales de reconocido prestigio (Venecia, Roma, Va-lladolid, Valencia…).

A la Faculdade de Arquitectura de la citada universidad privada lisboetacorresponde la iniciativa del convenio interuniversitario de investigación fir-mado en 1994 a tres bandas entre los Departamentos de Urbanística y Orde-nación del Territorio de la Faculdade de Arquitectura da Universidade Mo-derna de Lisboa, de la ETSA de Sevilla y de la cátedra de Análisis Urbano dela Universidad de Extremadura.

Teoría y práctica nos está permitiendo a profesionales urbanistas, ar-quitectos, geógrafos, historiadores y economistas proceder al análisis inte-grado de villas y ciudades rayanas abaluartadas, inventariar sus recursos pa-trimoniales y generar catálogos de bienes inmuebles, diagnosticar patologíasurbanas, desempolvar cartografías y planimetrías perdidas, crearlas de nuevocuño para suplir las lagunas existentes y proporcionar gratis-total a los Ayun-tamientos / Câmaras municipales bases de datos y planimetría informatizadas(SIGs) para la formulación de proyectos básicos de rehabilitación integrada

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de unidades urbanísticas y elementos arquitectónicos patrimoniales, que hande insertarse en los instrumentos de ordenación urbanística (Planes GeneralMunicipal / PDM) y, sobre todo, patrimonial (Planes Especial de Protección /Planes de Salvaguarda).

Sirva de referente “vossa Olivença-nuestra Olivenza”, sede permanen-te del CEAT (Centro de Estudios de Arquitecturas Transfronterizas), modeloemblemático de sensibilidad política, planificación y gestión urbanística-pa-trimonial durante el último cuarto de siglo en la compleja tarea de recuperarlas señas de identidad oliventinas, difuminadas en la larga noche delfranquismo, y conseguir la “civilización del espacio militar obsoleto”, me-diante la recuperación y refuncionalización de fortificaciones, baluartes, puer-tas, arquitecturas vernáculas y edificios militares para usos públicos,equipamientos culturales, dotaciones y servicios. En el dislate actual de polí-ticas municipales, corrupción especulativa y desmantelamiento patrimonial,nuestro reconocimiento personal y profesional a la gestión de Ramón RochaMaqueda, Alcalde-Presidente, y a los equipos técnicos municipales que hanhecho posible la Olivenza sostenible del último cuarto de siglo, por parte delos que somos investigadores de su pasado, testigos cómplices de su presentey simpatizantes incondicionales de futuro. Todo un modelo de ciudadalentejana-extremeña en permanente vanguardia territorial, urbanística ypatrimonial sobre el Guadiana…

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NOTICIAS CULTURALES

VIII CONGRESO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS

Cuando hace veinticuatro meses se planteó en el Consejo Asesor de laRevista de Estudios Extremeños impulsar de nuevo un Encuentro de estudiosregionales, lo hacíamos con el convencimiento de que era un reto de grandificultad: en aquel momento habían pasado veintidos años de la celebracióndel último congreso, el séptimo, que venía precedido de otros seis más desa-rrollados con una periodicidad bianual y sin apenas competición en el ámbitode la investigación regional o local. Es decir, la situación era distinta porcompleto: durante más de dos décadas se había cortado con una sistematiza-ción de convocatorias de este calibre, al tiempo que se han desarrollado otrosmodelos altamente aceptados y concurridos; me refiero a los encuentros,simposios, jornadas, congresos… de historia, arte, medio ambiente, educa-ción, lengua, patrimonio, etc. de tipo local, comarcal e incluso general queproliferan, afortunadamente, cada vez más en Extremadura y en el entornotransfronterizo.

Sin embargo, tras dos años de preparación, contactos, acuerdos y unahumilde divulgación (prácticamente sólo de forma simbólica se ha invertidoen publicidad de “cartelería” y programas), los pasados días 23, 24 y 25 demarzo abordamos el “VIII CONGRESO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS”, celebrado enla Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad deExtremadura, con un “cuerpo” de asistentes y comunicantes más que satis-factorio y de notable calidad.

Las Mesas del Congreso fueron seis -estando precedidas de una leccióninaugural de Enrique Campillo, bajo el título de “La dieta de la dehesa”- yconstaba cada una de ponencia y diversas comunicaciones recibidas tras con-vocatoria abierta. Y así, en Innovación Tecnológica e Imaginación -coordina-

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da por Fernando Sánchez Figueroa- la ponencia sobre “Extremadura en larevolución de las TICS”, de Jaime Grajera Rodríguez, iba seguida de 12 co-municaciones. Historia del Arte y Patrimonio, que coordinó Pilar Mogollón,llevó la ponencia de Salvador Andrés Ordax “Humanismo y ‘auctoritas’ his-tórica en el Renacimiento en Extremadura”, y contó con 24 comunicaciones.La Mesa de Historia (coordinada por Fernando Serrano) y la de Geografía,Economía y Sociedad (cuyo coordinador fue Eduardo Alvarado) contaron cadauna con 28 comunicaciones y sendas ponencias de José María Álvarez Martínezsobre “La sociedad emeritense en el Bajo Imperio Romano” y de GonzaloBarrientos con el título de “Laudes y lamentos de Extremadura”. La de Len-gua, Literatura y Pensamiento -bajo la coordinación de Antonio Salvador Plans-tuvo 18 comunicaciones y una ponencia de Ricardo Senabre, que reivindicó yanalizó la figura narrativa del escritor Antonio Zoido. Por último, en Cien-cias y Medioambiente -coordinada por Trinidad Ruiz Téllez-, con 26 comuni-caciones, la ponencia que cerró el Congreso corrió a cargo de Juan ManuelSánchez Guzmán, disertando sobre “Cambio y evolución en el pensamientoambiental”.

Es de destacar, en esas 140 aportaciones novedosas, la presencia dejóvenes investigadores y profesores de nuestra universidad e institutos de en-señanza secundaria: licenciados, doctorandos y becarios que le dieron unaextraordinaria calidad al Congreso y que garantiza su futuro. No hay queolvidar que entre los más de 300 inscritos hay muchos otros estudiantes pre-parando trabajos de solvente contenido científico, que en un próximo En-cuentro pueden dar lugar a aportaciones relevantes.

La Comisión Organizadora, en la que participan la Consejería de Cul-tura de la Junta de Extremadura, las dos Diputaciones Provinciales, la Uni-versidad de Extremadura y la Real Academia de Extremadura, se ha compro-metido a respetar la periodicidad bianual, así como agilizar la edición de lasactas completas del Congreso -que pueden tener no menos de 1.500 páginas-antes de final de este año. Importante reto lo primero para ir preparandotrabajos y crucial compromiso lo segundo, como aliciente para el que se pre-ocupa en presentar sus investigaciones, que a veces quedan inéditas por faltade una eficaz gestión editorial.

Por tanto, en 2008 tendremos el “IX CONGRESO DE ESTUDIOS EXTREME-ÑOS”, con sede probable en Cáceres y bajo un “centro de interés” común ymultidisciplinar como podría ser “Capitalidad cultural y patrimonio natural ycultural”, algo que ya sugirieron el Consejero de Cultura, Francisco Muñoz, yel Presidente del Comité Científico del Congreso, Eduardo Alvarado. En cual-

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quier caso, es un debate de contenidos que se abre y en el que todos podemosparticipar para que el Congreso ahonde en su auténtica dimensión democrá-tica, reflexiva, crítica, de consenso y enriquecimiento general.

MOISÉS CAYETANO ROSADO

DIRECTOR DE LA REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS,

PROMOTORA DEL VIII CONGRESO DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS

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I ENCONTRO TRANSFRONTEIRIÇODE REVISTAS DE CULTURA

A Câmara Municipal de Vila Viçosa organizou o I ENCONTRO TRANSFRON-TEIRIÇO DE REVISTAS DE CULTURA que ocorreu nos dias 26 e 27 de Novembro de2005 nesta vila alentejana e teve o seu palco privilegiado no Cine-TeatroFlorbela Espanca, onde estava situado o secretariado e onde se efectuaram arecepção dos participantes, as cerimónias de abertura e de encerramento, odesenvolvimento dos painéis temáticos e as actividades paralelas.

OBJECTIVOS

• Proporcionar um espaço colectivo de reflexão e de debate sobre asprincipais alterações e inovações das revistas de cultura.

• Incentivar a participação de revistas de cultura e de instituições queas editam, assim como de especialistas, nas iniciativas e nos debatesrelacionados com esta problemática.

• Promover o intercâmbio de experiências e de práticas editoriais nodomínio do sector das publicações de cultura.

• Promover a divulgação das revistas de cultura no âmbito do espaçogeográfico do Encontro.

DESTINATÁRIOS

A participação no Encontro estava aberta a autarcas, directores, direc-tores adjuntos, coordenadores, membros do conselho de redacção, colabora-dores de revistas de cultura, professores e outros membros de instituições e

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entidades cuja prática profissional estivesse relacionada com esta problemá-tica, assim como ao público em geral do Alentejo, Algarve, Extremadura eAndaluzia.

De entre as iniciativas incluídas no programa das actividades paralelas,emerge com luz própria a realização de uma pequena Feira de Revistas deCultura.

Participaram na Feira as seguintes revistas:

• Alcántara (Diputación Provincial de Cáceres);

• Callipole (Câmara Municipal de Vila Viçosa);

• Campo Abierto (Facultad de Educación-Universidad Extremadura);

• Cidade de Portalegre (Câmara Municipal de Portalegre);

• Elvas/Caia (Câmara Municipal de Elvas);

• Encuentros/Encontros (Ayuntamiento de Olivenza);

• Era Arqueologia (Colibri);

• Estudios Extremeños (Diputación Provincial de Badajoz) (A Revistade Estudios Extremeños foi parceira do Encontro).

• IBN Maruán (Câmara Municipal de Marvão);

• Memória Alentejana (CEDA-Centro Estudos Documentais Alentejo).

• Raya Viva;

• Revista Alentejo;

• Revista Atlántica de Poesía (Diputación Provincial de Cádiz);

• Xarajîb (Centro de Estudos Luso-Árabes de Silves).

PRINCIPAIS CONCLUSÕES E RECOMENDAÇÕES

1. As revistas de cultura cumprem um labor cultural e social de granderelevància no âmbito da criação e da regeneração do pensamentocritico;

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2. As revistas de cultura são hoje elementos necessários e insubstituíveis,instrumentos fundamentais para a difusão e criação da cultura, esituam-se num espaço intermédio entre a actualidade imediata dosjornais e a pausa dos livros, constituindo uma alternativa credível aoesgotamento de certos meios de comunicação como espaço para odebate e para a reflexão;

3. Em íntima conexão com os princípios acima expostos, as revistas decultura oferecem o tempo e o espaço necessários para uma análisemais profunda. Face à invasão da informação imediata e do sensa-cionalismo, as revistas de cultura permitem salvaguardar a dignidadedo debate intelectual, pelo que seria um erro grosseiro ignorar o seupapel e o seu contributo, como demonstra, aliás, a existência de re-vistas de recente criação;

4. As revistas de cultura são um sector estritamente dedicado ao debatede ideias e ao pluralismo cultural, na sua dimensão crítica einterdisciplinar que constitui uma presença insubstituível noimaginário de uma sociedade democrática e plural. Por isso, as re-vistas devem sobreviver e manter a sua importante função deconsciência cultural;

5. As revistas de cultura mostram um especial interesse em estudar aspossibilidades e os mecanismos que as novas tecnologias oferecempara a divulgação e conservação do património cultural e científico,assim como a sua adaptação ao tempo em que vivemos;

6. A importância da divulgação das revistas de cultura que facilite oacesso a estes bens culturais, em correlação com o estudo de meca-nismos que permitam agilizar e melhorar a sua presença na nossasociedade, deve constituir uma linha de actuação privilegiada;

7. As revistas de cultura devem procurar linhas de ajuda específicas,novas experiências e propostas que fomentem a sua presença,exposição e incorporação de novos leitores, assim como dinamizaractividades à sua volta;

8. A análise das circunstâncias sociais e culturais em que se inserem, ea consequente adaptação ao tempo em que vivemos, a que antes nosreferimos, justificam, igualmente, a continuidade deste trabalho dereflexão, com vista à análise e definição de novas linhas de actuaçãoconjunta;

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9. A instituição organizadora e as instituições colaboradoras comprome-tem-se a fazer chegar as conclusões do Encontro junto de instituiçõese individualidades relacionadas com a produção de revistas de cultu-ra e a tentar dar a maior divulgação possível através dos meios queconsiderem adequados.

Finalmente, apresentamos as seguintes recomendações:

• Os diferentes níveis de análise e de participação permitem anteciparum futuro trabalho conjunto, pelo que reafirmamos que este projecto

deve ter continuidade, caminhando no sentido de um crescentealargamento e internacionalização;

• Continuar o esforço no sentido de um maior envolvimento da sociedadecalipolense e dos cidadãos em geral no processo de valorização dopapel das revistas de cultura, como importantes instrumentos dedivulgação e preservação da identidade cultural;

• Manter os contactos e os canais de colaboração com diferentes secto-res vinculados a esta problemática, com especial relevância para asrevistas e instituições que colaboraram neste evento;

• Alargar e privilegiar a divulgação de futuros Encontros através daInternet, o que apresenta inúmeras vantagens e poderá abrir novaspossibilidades de divulgação, podendo constituir uma solução pararesolver alguns problemas e insuficiências do modelo de divulgação.Na verdade, oferece informação permanentemente actualizada, acessosem limitações horárias, flexibilidade e possibilidade de incluir todoo tipo de suportes. Acresce que pode chegar a uma audiência poten-cialmente ilimitada e reduzir os custos respeitantes à divulgação;

• Publicar os textos das comunicações na próxima edição da RevistaCallipole para proporcionar a todos os que se interessam por estestemas a oportunidade de ler e estudar a documentação emergentedesta iniciativa;

• Divulgar junto da comunidade local, nacional e no espaço geográficodo Encontro as iniciativas e os eventos realizados no âmbito das re-vistas de cultura;

• Criar um portal das revistas de cultura na Internet, no âmbito doespaço geográfico do Encontro (Alentejo, Algarve, Extremadura e

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Andaluzia), com a finalidade de oferecer uma base de dados temáticados artigos e dos sumários;

• Promover iniciativas destinadas às bibliotecas com o objectivo de po-tenciar a difusão das revistas de cultura e de permitir a sua presençano seio das bibliotecas da região transfronteiriça;

• Institucionalizar a permuta de revistas entre as instituições partici-pantes no Encontro;

• Divulgar amplamente as principais conclusões do Encontro.

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NORMAS PARA EL ENVÍO DE ORIGINALES

La REVISTA DE ESTUDIOS EXTREMEÑOS considerará la publicaciónde cualquier tipo de trabajo siempre que alcancen un nivel de calidad suficientey versen, en algún sentido, sobre los temas y ámbitos propios de la Revista.

Los trabajos se remitirán a la dirección del CENTRO DE ESTUDIOSEXTREMEÑOS (Apdo. de Correos 581, C/ Godofredo Ortega Muñoz, 2,06011-Badajoz) y no serán necesariamente objeto de correspondencia, ni sedevolverán a los remitentes.

Los originales, que no podrán exceder de 30 páginas, deberán presentarseimpresos y precedidos de una primera página donde consten los datos completos(nombre, apellidos, dirección y teléfono) y un breve curriculum vitae del autoro autores. Si el texto no hubiera sido compuesto en ordenador, el originalmecanografiado deberá estar en perfectas condiciones, con tinta negra intensa, adoble espacio y en papel DIN A4 (210x297 mm). En este caso, se subrayarán laspalabras que hayan de ir impresas en cursiva, y se subrayarán doblemente lasque hayan de ir en negrita, observándose siempre la acentuación de las mayúsculas.

Cada uno de los trabajos deberá ir precedido de un pequeño resumen encastellano y en francés o inglés (unas 100 palabras), podrán asimismo adjuntarilustraciones, cuadros, esquemas, fotografras y similares, siempre que sean decalidad suficiente, en blanco y negro o color, y no excedan en sus dimensionesdel DIN A4.

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