Conservación de Biodiversidad Indígena

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Samuel CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD, BOSQUES Y CULTURAS DE LOS PUEBLOS INDÍGENA DE LA REGIÓN UCAYALI EN EL PERÚ POR SAMUEL CAUPER PINEDO* RECOVEROBI & FECONAU PUCALLPA PERU 2014

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Samuel

CONSERVACION DE LA BIODIVERSIDAD, BOSQUES Y CULTURAS DE

LOS PUEBLOS INDÍGENA DE LA REGIÓN UCAYALI EN EL PERÚ

POR SAMUEL CAUPER PINEDO*

RECOVER–OBI & FECONAU

PUCALLPA – PERU

2014

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EN NOMBRE DE TODAS LAS VIDAS:

LA BIODIVERSIDAD INDIGENA

Referencia:

Voy a escribir en nombre de los seres de la fecundidad, de la abundancia, de la

medicina, de los dioses que mantienen la vida de la selva; de los ríos y lagunas que

abandonan su mundo y no están más; de los árboles y las plantas que desaparecen y

no vuelven a florecer.

Somos seres humanos, somos parte de todo esto que llamamos nuestra madre tierra,

que se debilita y puede morir con nosotros. Venimos de parte de la vida a terminar con

esta guerra de siglos que pretende acabar con la naturaleza.

PROLOGO

La biodiversidad está entretejida en la vida milenaria de las culturas indígenas. El

equilibrio de la existencia de las culturas originarias depende de la biodiversidad y del

equilibrio de nuestro ecosistema. Es urgente la participación sistemática y formal de

los pueblos indígenas en la revisión del contenido e implementación del Convenio

sobre la Biodiversidad “CDB”, sobre todo por ser un instrumento jurídico independiente

donde se establecen normas que rápidamente se pueden convertir en leyes nacionales

y en precedentes con consecuencias para las negociaciones a nivel internacional.

1. UNA VISIÓN DEL FUTURO

En última instancia, el público debe pagar el costo de la conservación de la

biodiversidad. En la actualidad, sin embargo, muchos de los beneficiarios de dicha

conservación pagan muy poco por los beneficios que les brinda. Éste es un problema

importante para la mayoría de los operadores forestales. Si bien sus planes de manejo

forestal pueden incluir superficialmente la biodiversidad, prácticamente no existen

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incentivos para poner en práctica las medidas necesarias o asegurar que los

subcontratistas, que reciben un pago por la unidad de madera producida, lo hagan.

Los organismos gubernamentales reguladores en general no disponen de suficientes

recursos o la capacidad técnica necesaria para controlar el cumplimiento de

obligaciones en relación con la biodiversidad.

Existen también otros motivos por los cuales los valores de la biodiversidad no se

mantienen adecuadamente en los bosques tropicales de producción. Los responsables

del manejo forestal rara vez cuentan con la capacitación necesaria para manejar la

biodiversidad. En algunas regiones, el número de forestales en el terreno y sus

conocimientos técnicos han disminuido; en particular, escasean los forestales con los

conocimientos taxonómicos necesarios para la medición y seguimiento de la

biodiversidad. En consecuencia, los organismos y empresas de manejo forestal tienen

dificultad para contratar el personal necesario para poner en práctica medidas

orientadas a la conservación de la biodiversidad.

Los incentivos y estructuras compensatorias para premiar los conocimientos

taxonómicos y ecológicos no son suficientes para fomentar su desarrollo. Algunos

organismos y empresas forestales han contratado especialistas en biodiversidad de

museos y herbarios, pero la disponibilidad de este tipo de expertos es limitada y no

siempre se concentran en los aspectos prácticos del manejo forestal o la ecología

aplicada.

El escepticismo existente con respecto al valor de la conservación de la biodiversidad

en los bosques manejados también ha creado problemas. Pese a las abundantes

pruebas disponibles, algunas ONG conservacionistas siguen sin creer que la

explotación forestal puede producir beneficios para la biodiversidad y consideran que

los costos adicionales en que se debe incurrir para conseguir su conservación y

utilización sostenible hacen que el manejo de los bosques naturales sea poco rentable.

Sin duda, las empresas extractoras tienen fuertes incentivos para continuar

sobreexplotando el bosque a fin de mantener el funcionamiento de sus aserraderos y

plantas industriales. a medida que se agotan los suministros de madera, aumentan los

costos del combustible y los suministros de madera de regiones templadas y boreales

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se tornan más competitivos en función de los costos, se hace cada vez más difícil

obtener ganancias de la madera tropical.

Así pues, va disminuyendo el interés de invertir en el manejo forestal a largo plazo para

favorecer la biodiversidad o incluso para mantener la producción futura de madera. Si

bien se ha logrado cierto grado de éxito con la aplicación de técnicas de extracción de

impacto reducido, en general su adopción ha sido decepcionante. las posibilidades de

obtener una certificación han motivado a algunos operadores forestales a introducir

medidas para conservar la biodiversidad. Irónicamente, muchas de estas empresas

han sido específicamente criticadas por algunos grupos ambientalistas y los medios de

difusión, mientras que otras que continúan silenciosamente con las mismas actividades

de siempre se han librado de tales críticas.

2. La caza Para muchos pueblos indígenas que viven en los bosques tropicales o zonas adyacentes,

las especies de vertebrados de caza tienen una importancia crucial como fuentes de

proteína e ingresos. La caza excesiva en toda la región del trópico húmedo, sin embargo,

combinada con la pérdida de bosque, una mayor comercialización y el crecimiento

demográfico, está causando la extinción local de muchas especies. Los nuevos caminos,

que a menudo son construidos por empresas de extracción forestal o minera o en nombre

de ellas, ofrecen a los cazadores un mayor acceso a bosques que anteriormente se

consideraban remotos, contribuyendo así a la sobreexplotación de ciertas especies de

fauna silvestre. Como norma general, las comunidades rurales consumen más carne de

animales silvestres que las comunidades urbanas debido a su mayor disponibilidad y, en

muchos casos, por preferencia. Sin embargo, en teoría, con sustitutos aceptables y/o un

mayor nivel de ingresos, se podría reducir la caza insostenible. Lo más probable es que

para obtener soluciones efectivas se necesiten enfoques multidisciplinarios y la

colaboración en todos los niveles, con la participación de las comunidades locales,

gobiernos, científicos y empresas.

El sector privado podría desempeñar un papel importante en la conservación de la fauna

silvestre, especialmente ofreciendo recursos financieros y técnicos en áreas con limitada

presencia gubernamental. En una extensa concesión forestal del Congo, por ejemplo, un

programa de educación ayudó al personal de una empresa maderera a establecer zonas

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libres de caza, limitar el transporte de fauna silvestre, y ofrecer a los trabajadores y sus

familias otras fuentes alternativas de proteínas. En zonas de propiedad privada de la selva

amazónica brasileña, a través de alianzas entre las empresas madereras y unas ONG

conservacionistas, se establecieron programas para el control de la fauna silvestre.

3. Capacitación intercultural

No es realista esperar que una empresa comercial haga grandes inversiones en el

desarrollo de capacidades para la conservación de la biodiversidad cuando su valor

beneficia al público en general y no a la empresa misma. Por lo tanto, los organismos

forestales del sector público deben desarrollar servicios especializados para evaluar,

controlar y mantener bases de datos sobre biodiversidad, o de lo contrario formar alianzas

con instituciones especializadas y contratarlas para facilitar los servicios de expertos

requeridos.

La reducción de la educación taxonómica a nivel universitario que ha tenido lugar en todo

el mundo debe revertirse. Los institutos de capacitación forestal deben modificar sus

programas de estudio para incorporar adecuadamente los aspectos relativos a la

biodiversidad. A través de alianzas con instituciones de investigación y universidades, es

posible crear un caudal crítico de conocimientos sobre la biodiversidad al punto en que se

comience a influir en la ordenación y planificación forestal y en el manejo práctico en el

terreno.

4. Saberes indígenas

Los Shipibos y los Ashánincas le rinden culto a la ley de causa y efecto, es decir,

consideran que toda acción que realicen genera o produce una consecuencia, de

allí que estén en constante estado de alerta y se relacionan con el medio natural

desde una perspectiva de respeto a fin de no causar consecuencias indeseables

que inevitablemente recaerían sobre ellos, a fin de llevarse en armonía con el

ambiente y otros seres vivos. En este sentido, los Shipibos denominados “gente

de agua”, con una población que asciende a unos 100.000 individuos en la Región

Ucayali, caracterizados por ser agricultores de subsistencia , pescadores,

cazadores y recolectores.

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Los Shipibos otorgan a la naturaleza un sitial importante dentro de sus creencias y

tradiciones, en especial al agua y el bosque, como señala Vaquero (2000, p.51); el

vital líquido “originará, mediatizará y acompañará a las manifestaciones culturales

del grupo; concurrirá, omnipresente, en la existencia total de los Shipibos ”,

edifican sus casas y obtienen sus alimentos, de los bosques la aprovechan al

máximo extrayendo alimentos, medicinas y maderas que sirven de sustento

familiar y comunal, además de maderas, tablas para pisos y plataformas; del

racimo de plátano consiguen frutos, bebidas, mermeladas y de la madera leña y

por último del cogollo de palmera “shebon” sacan las verduras y fibras con las que

realizan asientos “pishin”, maletas, calzados y sogas (Wilbert y Ayala, 2009).

Así mismo, en esta cultura se practican danzas o bailes de agradecimiento por las

cosechas: El “Maxa” es una danza destinada a agradecer a los Apus “Jefes

superior” por la comida proporcionada a lo largo del año, se relaciona lo espiritual

con lo ambiental, las almas son inmortales y existen diversos espíritus “Cayabo”

que se introducen en el ser humano, siendo el shamán el intermediario entre ellos,

para realizar este baile es necesario la presencia de tres shamanes uno sacude

una maraca emplumada, otro la maraca sin plumas y el último toca una Quena

hecha de la palmera “Cañabrava” ellos presiden el baile circular y marcan el paso

seguido por los demás. (Velásquez, 2004).

En definitiva, los Shipibos están íntimamente relacionados con el hábitat donde

viven, conformados mayoritariamente por ecosistemas acuáticos y hábitat,

además los componentes de la naturaleza como el agua, luna, sol, río y tierra

hacen posible su subsistencia. Así mismo, como la gran mayoría de los pueblos

indígenas tienen una cosmovisión muy marcada con estos componente, para ellos

la luna es un rabopelado de un solo ojo prendido de las nubes por la cola y la

llaman “Rabeberoya” con dos ojos, que de día duerme y de noche se mantiene

alerta con un ojo abierto vigilando su alrededor ,los shipibos cuentan que la Luna

abre mucho el ojo, la noche será clara y otras veces sólo lo abre a medias, por eso

hay noches con luna o sin ellas. (Wilbert y Ayala, 2001; Vaquero, 2000).

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En cambio para el pueblo Asháninca “gente caminante” ubicados en la zona

fronteriza y áreas vecinas de Brasil del Estado de Acre, la naturaleza en sí, es

inspiración de leyendas y narraciones orales, las cuales son la forma principal de

transmitir su tradición según Perera (2008, p.659) de acuerdo con el estudio

realizado por Thomas en 1983 el cual considera que para los Ashánincas: “todos

los animales y plantas tienen alma, pero las piedras carecen de ella y son sitios de

habitación para los espíritus malos”. Con base en lo anterior, este grupo ha

sufrido diversas intervenciones en sus creencias, básicamente los Ashánincas no

cree en un ser supremo único y creador de todas las cosas, más bien su vida está

marcada por la existencia casi mítica de ciertos seres que manejan diversos

estados de la conciencia y los sitios, como especie de demonios o Dioses con

poderes específicos sobre una situación o lugar determinado.

Por lo que, Madden (2009, p.83) considera que “La sociedad Ashánincas o

Asháninca “ es la sumatoria de la transmisión de la cultura de la familia

etnolingüística Arawac de generación en generación a lo largo de los siglos … Sus

valores y costumbres … representan una forma de vivir en armonía con la

naturaleza”; es por ello, que a pesar de la intervención de otras culturas y la

adopción de costumbres distintas a las originarias, se hace necesario la

preservación y divulgación de sus tradiciones y saberes, para la preservación de

los mismos, como un acervo cultural que caracteriza a la gran mayoría de los

indígenas en el Ucayali.

Los Ashánincas además de sus tradiciones ancestrales, pero debido a la

explotación maderera y la afluencia de exploración petrolera, maderera y

colonización en la zona fronteriza, este pueblo indígena ha variado algunas de sus

actividades entre ellas la dedicación de la caza, maderera y agricultura de

subsistencia. (Thomas, 1983;). Debe existir un equilibrio en la sociedad,

considerando que se han reconocido los derechos reclamados por los indígenas

en la Constitución Política del Perú.

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Sin embargo, es necesario que el resto de los peruano respeten y consideren el

carácter multiétnico y pluricultural existente (Rivero y Velandia, 2010; Sánchez y

Hernández, 2004).

Resulta comprensible que para estos pueblos sea tan importante la conservación

de sus espacios naturales tanto como la protección de sus idiomas y sus

tradiciones ancestrales, como lo apuntan Sánchez y Hernández (ob. cit., p. 3) “no

se puede hablar de preservación de los pueblos indígenas y sus culturas, sin

preservar al mismo tiempo sus territorios ancestrales”. De acuerdo con los

precitados autores, la relación de los pueblos indígenas con su hábitat es de suma

importancia ya que ellos son conocedores y partícipes de la dinámica de

dependencia recíproca. Además, a través de sus prácticas se mantiene el

equilibrio ecológico porque están conscientes de que al producirse una alteración

afectaría sus vidas y su cultura.

Aunque sigue aumentando la intervención de otras culturas en estos pueblos, en

el caso de los Lamistos e indígenas andinos que diferencia las prácticas de

actividades agrícolas verso las comunidades indígenas, tales como la producción

de plátanos, maíz, hoja de coca, papaya, ganadería, pesquería, siendo

considerados para las comunidades poco armoniosos y amigable dichas prácticas

foráneas por la dimensidad de impactos ambiental contra el sistema ecológico de

la selva baja, la mayoría de las comunidades indígena se encuentran ubicados en

las cuencas de los ríos tamaya e Imiria, Ucayali.

Para los Shipibos la naturaleza es sagrada y el destino del hombre está

inevitablemente conectado al destino de su ambiente, tienen un líder Shamán, a

quien se le atribuyen poderes curativos y de comunicación con el mundo espiritual

y así como otros pueblos, también transmiten a través de narraciones sus mitos

sobre la creación de sus pueblos, considerando que existe una transformación o

descendencia entre los animales y las personas; para ellos al inicio de los tiempos

los animales eran humanos, siendo la personificación de potencias invisibles y al

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pasar de los años han demostrado vivir en armonía con su ambiente, respetando

todo lo que está a su alrededor.

Así mismo en la cotidianidad de los Shipibos, relacionan todos los elementos con

su entorno natural, de allí que su organización tradicional e histórico es llamado

Anitsinkiti o Anixeati, denominado “La gran convocatoria de la organización

tradicional de los Shipibos”, donde se realizaban las grandes reuniones y fiestas

tradicionales con danzas típicas y ritos ancestrales, señala Vaninni (2008, p.235)

que no es simplemente el lugar donde residen sino “un círculo mágico entre el

hombre y la naturaleza, refleja también la organización social, el orden cósmico y

expresa una visión simbólica del tiempo y el espacio”. Para los consideran a la

luna el más importante, ya que la observación de sus fases de luna les indica

cuándo sembrar o cortar los troncos para sus casas, siendo este más importante

que otros astros (Fuentes, 1980).

En definitiva el hogar de los Shipibos es sagrado para ellos, ya que consideran

que la selva merece respeto, al igual que la vida, los hombres y los animales, a

pesar de que deben cazar para subsistir, nunca cazan más de lo que pueden

consumir, por lo que existe una gran diferencia con el mundo occidental en la

finalidad de cazar, ya que no lo hacen para destruir o alardear de lo que son

capaces de lograr. (Perera 2000; Vaninni 2008).

5. Patrimonio cultural y plantas medicinales

Las comunidades indígenas es un patrimonio cultural intangible de gran

importancia; considerado como la cultura viva, asentado en las cuencas del

Ucayali, tamaya e Imiria desde mucho antes de la intervención de los foráneos y

con una tradición de saberes etnobotánicas y de medicina tradicional sustentada

en los conocimientos del shamanismo, según Ramírez (2008, p. s/n).

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El manejo y uso de plantas medicinales con fines terapéuticos tiene una larga

tradición entre los shipibos. Ello se expresa en que la utilización de estas plantas

se lleva a cabo de diversas formas, entre las que se pueden mencionar: aplicación

directa, jugo o zumo, baños, polvo, fricciones, cataplasmas, pasta, vapor inhalado,

lavados, cenizas, masticación, rayada, inhalación, humo y azote.

No obstante, el deterioro del ambiente en parte de los territorios indígenas en la

región donde habitan, plantea graves problemas no sólo a ellos, ya que amenaza

los recursos, estilos de vida y la preservación de las culturas tradicionales, sino

que también afecta el desarrollo de su cultural, debido a la implicación geopolítica

y antropológica de esta región fronteriza con Brasil; por tanto, son necesarias

medidas concretas para combatir ese deterioro.

De allí la importancia de conservar y respetar los saberes, destrezas y prácticas

ancestrales que constituyen una necesidad perentoria en la interrelación entre los

pueblos, el ambiente y el resto de la sociedad, lo que permitiría el mantenimiento

de la vida en estos lugares, ya que por años se ha demostrado que la educación

en materia ambiental se ha enmarcado dentro de una visión antropocéntrica, es

decir, considerando al ser humano separado de la naturaleza, colocándolo como

dueño o especie superior con derecho de apropiarse, controlar y explotar el

ambiente, visión contraria a la de los pueblos indígenas que consideran que todos

somos parte de la naturaleza, como un elemento más y dándole la utilidad al

ambiente que permita la supervivencia de ella minimizando los daños que pueda

sufrir el planeta tierra. Los Shipibos han padecido la intervención de la cultura

occidental, entre ellos señala Colmenares (s/f, p. 12) para los pueblos Shipibos la

tenencia territorial y la producción de la tierra sirve de sustento de la

unidad familiar de cada comunidad es motivo de disputa en vista de que no

están de acuerdo con la demarcación territorial de Estado Peruano, a favor de las

concesiones del bosque, productores de palma aceitera, madereras y

colonizadores desplazados de otras regiones que ahora ocupan buena parte de

los terrenos de las comunidades afectando su cosmovisión, los shipibos

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aprendieron los rudimentos de su cultura y la forma de relacionarse correctamente

y en armonía con la naturaleza. La tradición mítica reside en todos los miembros

colectivos, razón por la cual no hay una figura que se designe como especialistas

que destaca de los Shipibos que brinda importancia del conocimiento tradicional

del uso del suelo para sus cultivos y su potencial biogenético e hídrico.

Nos permite reflexionar sobre la vinculación de los elementos de la naturaleza

como los animales, plantas y el agua con su quehacer diario, esto forma parte de

sus creencias y tradiciones las cuales transmiten a sus sucesores mediante

narraciones orales mejor conocida como mitos o leyendas que contribuyen a la

formación de los niños y niñas de esas comunidades, las cuales son poco

conocidas y valoradas por los propios peruanos.

En definitiva, históricamente, los pueblos indígenas desempeñan un papel

relevante en la conservación de los bosques, la diversidad biológica y el

mantenimiento de los ecosistemas, porque a pesar de que tienen prácticas como

la agricultura, la pesca, la cestería, la caza, entre otros, son realizadas sólo para

su subsistencia y con un respeto profundo de su entorno. Además, para ellos es

vital la tenencia de la tierra y un ambiente sano como condiciones fundamentales

para la reproducción social y cultural de los pueblos por el vínculo sagrado que

tienen con la tierra, el ambiente y sus elementos a los cuales consideran sus

ancestros.

6. Conclusión

Los pueblos indígenas expresan día a día su voluntad de preservar sus

tradiciones y culturas que los distingue de otros grupos sociales y aspiran a

desarrollar nuevas pautas de convivencia social, reivindicando la ocupación de

las tierras ancestrales y el vínculo sagrado que las une, ya que para ellos la

relación con el ambiente y sus técnicas ancestrales son necesarias para la

supervivencia física y de su cultura.

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Los indígenas poseen un íntimo conocimiento de su entorno biológico, son

expertos manipuladores de procesos y de relaciones ecológicas, además

tienden a adoptar prácticas de manejo de recursos sostenibles. Las estrategias

cotidianas que aplican indican que tienen un detallado conocimiento de su

ambiente, en el uso y manipulación de los recursos naturales para proveer

alimento a las poblaciones humanas, sin la destrucción de la biodiversidad,

práctica que ha sido mantenida a través de milenios El conocimiento de las

relaciones entre las poblaciones indígenas y el ecosistema, representa la base

para una preservación natural y cultural de la biodiversidad. Esto, evidencia la

corresponsabilidad del acontecer ambiental al reconocer la interconexión y

dependencia recíproca de todos los elementos que hacen posible la

sustentabilidad del desarrollo y la vida.

Por lo que se considera importante su divulgación, reflexión y valoración como

prácticas que se pueden realizar en el ámbito escolar en comunidades no

indígenas, que permita incentivar a los estudiantes a valorar desde la

comprensión, la situación de riesgo que viven los pueblos indígenas Peruanos,

por las amenazas contra su cultura. También concienciarlos en su

corresponsabilidad en la conservación ambiental a fin de producir un impacto

positivo, ya que muchas de estas poblaciones indígenas habitan en territorios

ancestrales llenos de mitos y prácticas productivas que les han permitido vivir

en armonía ambiental y son una evidencia viva en el presente de la identidad y

diversidad cultural que caracteriza el distrito de Masisea, la provincia, la región y

el país.

* Indígena Shipibo, Ing. Agrónomo, Experto en Biodiversidad Indígena, Coordinador de proyectos

Rainforest Ecoversity Center, ORDIM & OBI, contactos. Email: [email protected]