Concepto espacio: idea, percepción y arte - Universidad de ...

89
1 Concepto espacio: idea, percepción y arte Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad Daniela Napurí Pita 23 de febrero 2018 Licenciatura en Diseño Investigación Historia y Tendencias

Transcript of Concepto espacio: idea, percepción y arte - Universidad de ...

1

Concepto espacio: idea, percepción y arte

Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad

Daniela Napurí Pita

23 de febrero 2018

Licenciatura en Diseño

Investigación

Historia y Tendencias

2

CUERPO A

Índice

CUERPO B

Introducción …………………………………………………..………………………………. 12

Capítulo 1. La evolución de la idea Espacio .………….…….…………………….….… 20 1.1. Definición del término Espacio .………….……………………………………. 22 1.2. El Espacio antropológico .…………………………………………………….… 25 1.3. Del Espacio primitivo al Espacio geométrico ...………………………..…….. 28

Capítulo 2. Las relaciones del espacio ………...…………..……………………………. 31 2.1. El espacio y el tiempo ..…………………………………………………………. 32 2.2. La Poética del espacio ...……………………………………………………….... 39 2.3. Triada del espacio ……………………………………………………………….. 42

Capítulo 3. La Gestalt: Teoría de la percepción ..………………………………………. 45

3.1. Contexto histórico ...……………………………………………………..………. 46 3.2. Conceptos fundamentales ...……………………………………………………. 51

3.2.1. Campo visual …..…………………………………………………….... 52 3.2.2. Isomorfismo ...………………………………….……………………… 53 3.2.3. Principio Pregnancia ....………………………………………………. 54

3.3. Leyes perceptuales ...…………………………………………………..……….. 55

Capítulo 4. El espacio de Jorge Oteiza (1908-2003) …………………………………… 58 5.1. Influencias artísticas y contexto histórico ……………………………………... 61 5.2. Estética existencial como proceso …………………………………………….. 64 5.3. El vacío como generador de espacios ………………………………………… 68

Capítulo 5. El espacio creado vs el espacio percibido ……………………………..… 70

5.1. La distancia …..…………………………………………………………………. 71 5.2. La poética del reencuentro ………….…………………………………………. 73 5.3. Una relación triangular …………………………………………....................... 75

Conclusiones ……………………………….………………………………………………… 79 Lista de referencias bibliográficas ……………………………………………………..… 82 Bibliografía ………………………………………………………………………………..….. 83 CUERPO C Imágenes seleccionadas ….……………………………………………………………….. 85

3

Palabras Clave

Arte

Escultura

Espacio

Espacio antropológico

Forma y tiempo

Gestalt

Pregnancia

Psicología visual

Percepción visual

Teoría del arte

4

Síntesis

El presente Proyecto de Investigación y desarrollo Concepto Espacio: Idea, percepción y

arte : Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad, que corresponde a la categoría

Investigación, dentro de la línea temática Historia y Tendencias, presenta un acercamiento

al pensamiento de la teoría de la Gestalt, a través del análisis de los distintos fundamentos

filosóficos y leyes acerca de la manera de percibir el espacio, creando un hilo conductor

cronológico desde el análisis y evolución del concepto espacio, el planteamiento de la

teoría de la Gestalt, la obra del escultor vasco Jorge Oteiza (1908-2003. Para luego indagar

sobre la importancia del espacio en el significado de una obra escultórica, analizando los

contextos y la distancia entre el emisor y el receptor en la transmisión de mensajes, por lo

tanto, resultaría pertinente preguntar, ¿La percepción del espacio puede cambiar el

significado de una obra de arte según el entorno cultural?

5

Antecedentes

A continuación, se detalla una selección de proyectos de grado de alumnos y ensayos de

docentes de la Universidad de Palermo.

El proyecto de grado de Zapata (2011), titulado Órbita deconstructivista. Proceso y

construcción de las formas, propone un análisis de la corriente deconstructivista desde sus

inicios hasta las aplicaciones contemporáneas, exponiendo ejemplos de arquitectura y

diseño interior que aterrizan los conceptos claramente.

El proyecto del autor Saez (2013), Otra objetualidad. Una posible objetualidad

Latinoamericana. Analiza el diseño latinoamericano desde un discurso funcionalista,

analizando una serie de dicotomías occidentales como naturaleza/artificio, forma/función,

arte/técnica y práctica/teoría, transitando por el terreno de la filosofía desde Descartes

hasta los planteamientos contemporáneo, y la metafísica, llegando al análisis del

comportamiento social actual.

El proyecto del autor Stortoni (2017), El youtuber como influencer audiovisual: nuevo

enfoque estratégico de las marcas, propone un análisis de la comunicación en entornos

virtuales y como los personajes se incorporan a una estrategia de marca. Se considera

este PG porque al hablar de percepción del receptor aquí se presenta un claro ejemplo de

manipulación o utilización de recursos para migrar el significado a muchas otras

connotaciones que un solo personaje puede darle a una marca que puede no tener tanta

fuerza o personalidad para llegar por sí sola al receptor final.

El proyecto del autor Landa (2017), Fotografiando a través de los defectos: Vari Caramés

y su relación con la pintura impresionista, reflexiona acerca de la relación entre la

producción fotográfica de un artista actual, creando un paralelo con las obras

impresionistas del siglo 19, vinculando ambos discursos artísticos en diversas aristas

conceptuales, indagando en base a un recorrido histórico. El aporte se encuentra en las

relaciones vinculantes entre dos disciplinas artistas que nos permitirán tener un marco

comparativo.

6

El proyecto de grado de Falcón (2012), titulado La percepción de la marca, propone

conocer al consumidor analizando la teoría de la Gestalt para entender el proceso de

percepción que desarrollan las personas que viven en una sociedad de consumo y cómo

se comportan frente a las marcas que trabajan sobre ciertas cualidades, valores y

promesas que la gente busca o necesita.

Se encuentra en Actas de Diseño N°21 el artículo de Bertoni (2016), titulado Forma, materia

y percepción del diseño, donde realiza un análisis de la percepción desde la filosofía,

llegando a cuestionar y proponer una forma de pedagogía aplicada al taller de diseño

morfológico.

En la publicación Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicaciones N°60 la

autora Lida (2016), publica un ensayo titulado El arte local en el contexto global, donde

indaga sobre el impulso del arte internacional de las periferias desde una perspectiva

pluralista en el mundo postmoderno, los roles de los curadores como agentes sociales

impulsando una mirada particular construyendo discursos que modelan el concepto de

espacio artístico.

En el artículo de la autora Niedermaier publicado en Cuadernos del Centro de Estudios de

Diseño y Comunicación N°59, titulado La imagen síntoma: construcciones estéticas del yo;

indaga a partir del pensamiento de Spinozza Baruch entorno a la exposición y causas de

la imagen, y entrelaza temas como memoria, espacio artístico, imagen fotográfica y

características estéticas, se aproxima a definiciones como construcción adoptando

recorridos topológicos que remiten a aspectos del yo en distintos tiempos.

El artículo titulado Semiología musical aplicada a la didáctica de la música, de la autora

Labbate (2016), publicado en Reflexión Académica en Diseño y Comunicación N°27,

plantea una trilogía como ejes principales en la enseñanza de la música, el eje poíetico, el

estético y el inmanente, presentando la semiología musical como una disciplina.

7

El artículo El valor de la imagen en la investigación social, publicado en Reflexión

Académica en Diseño y Comunicación Vol.27 de la autora Faccia (2016), en el marco de

las Jornadas de Reflexión académica, realiza un interesante análisis sobre el trabajo con

imágenes en las clases de Metodología de la Investigación social, destacando los recursos

visuales para la identificación, descripción y comprensión de los procesos y de la realidad

social.

8

CV del Autor

Nombre: Daniela Napurí

Mail: [email protected]

Redes: Facebook/Instagram: edición limitada arte

Lima 1980.

Tras graduarse de la carrera de Diseño de interiores, empieza la carrera de artes

plásticas en la escuela Corriente Alterna, luego continúa los estudios de Artes Visuales

en la Universidad del País Vasco, Bilbao donde continuó la investigación de diversos

soportes visuales, teniendo como principal interés la experimentación y el estudio del

color. Posteriormente se trasladó a Barcelona donde cursó un Postgrado de Análisis y

antropología de espacios en la U. Politécnica de Cataluña, y una especialización en el

Instituto de Diseño Europeo, a la par de trabajar en el estudio de arquitectura Traçat.

Tras su retorno a Lima en el 2007 inicia la experimentación con diversas técnicas y

materiales locales mostrando un principal interés por el metacrilato, material con el que

creó la pieza “Territorio” donde muestra un mapa del Perú arrugado y vuelto a estirar,

esta pieza fabricada en distintos colores ha sido adquirida por coleccionistas en el Perú y

extranjero. Es invitada como docente del curso de Teoría del color, así como ser jurado

en distintas instituciones. Es seleccionada para el Workshop FabLab Lima. Participa en

distintos talleres experimentales sobre proyectos creativos. En el 2013 Napurí inicia un

proceso de investigación sobre la relación del color y el sonido, tema que continúa

trabajando hasta la fecha en su taller de Lima. En el 2014 cofunda la plataforma Edición

Limitada que ya lleva 3 años en el medio convocando a casi 50 artistas plásticos locales,

desarrollando proyectos. En el 2015 participa en una muestra bipersonal con la artista

Alejandra Cisneros “Diálogo” donde planteó un intercambio cromático usando técnicas de

impresión digital. En paralelo Napurí lidera el área de Visual en una empresa de Home

emprovement. Actualmente vive y trabaja en Lima

Participaciones:

2017 – Taller de Procesos Creativos “Laboratorio de análisis de obra” con Ananké Asseff

y Alessandra Sanguinetti. Buenos Aires

2015 – Muestra Bipersonal “Diálogo” en Lima, Perú

2013 – Muestra itinerante de la BID12 en IAACC, Instituto Aragonés de Arte y Cultura

9

Contemporáneos, Zaragoza, España 2012 – Selección de BID12, III Bienal

Iberoamericana de diseño, Madrid, España

2011 – Muestra de arte en la Casona V Perú

2010 – Taller “Textiles interactivos” Escuelab, Lima, Perú 2009 – Participación en el

Workshop FabLab Lima, Perú 2009 – Taller “Usos Alternativos del Led en proyectos

creativos” Escuelab, Lima, Perú

10

Declaración jurada de autoría

A: Facultad de Diseño y Comunicación. Universidad de Palermo.

Por la presente declaro que el Proyecto de Graduación es mi propio trabajo y hasta donde

yo sé y creo, no contiene material previamente publicado o escrito por otra persona, ni material

que de manera sustancial haya sido aceptado para el otorgamiento de premios de cualquier otro

grado o diploma de la Universidad u otro instituto de enseñanza superior, excepto donde se ha

hecho reconocimiento debido en el texto.

Autorizo a la Facultad de Diseño y Comunicación a emplear los contenidos del mismo a

efectos académicos e institucionales del Trabajo Final de Grado titulado:

Concepto Espacio: Idea, percepción y arte. Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad.

Saluda cordialmente

DANIELA NAPURÍ PITA

30 / 11 / 2017

Fecha Firma y aclaración

11

Concepto espacio: idea, percepción y arte

Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad

Daniela Napurí Pita

23 de febrero 2018

Licenciatura en Diseño

Investigación

Historia y Tendencias

12

Introducción

El presente Proyecto de Investigación y desarrollo Concepto Espacio: Idea, percepción y

arte : Jorge Oteiza: Noción de espacialidad, que corresponde a la categoría Investigación,

dentro de la línea temática Historia y Tendencias, presenta un acercamiento a la evolución

de la idea espacio, transitando por el pensamiento de la teoría de la Gestalt, a través del

análisis de los distintos fundamentos filosóficos y leyes acerca de la manera de percibir el

espacio, creando un hilo conductor cronológico desde el análisis y evolución del concepto

espacio, hasta llegar al análisis de la obra del escultor vasco Jorge Oteiza (1908-2003),

quien también trabajó en una búsqueda por entender y estudiar el espacio a través de la

experimentación con el objeto escultórico, confrontándolo en distintas dimensiones

estéticas, logrando componer analogías que escapan de los vínculos tradicionales de la

razón y de la lógica.

Para luego presentar la importancia del espacio en el significado de una obra escultórica,

analizando los contextos y la distancia entre el emisor y el receptor en la transmisión de

mensajes, por lo tanto, resultaría pertinente preguntar, ¿La percepción del espacio puede

cambiar el significado de una obra de arte según el entorno cultural?

El objetivo general intenta presentar los vínculos de la evolución idea de Espacio, a partir

de la investigación de la obra de Oteiza desde una perspectiva teórica e histórica, para

entender las múltiples interpretaciones de una obra de arte, desde distintas formas de

percepción, a través de una metodología de exploración bibliográfica, bases de datos y

análisis de conferencias y entrevistas a profesionales del campo en cuestión. Construyendo

y planteando unidades de significación a partir del análisis y conexión

Los objetivos específicos del presente PG plantean aproximar al lector a marcos teóricos

entre la antropología y la filosofía, la psicología y el arte como disciplinas integradas en

todos los procesos, desde la concepción de una idea hasta la realización de la obra.

13

Indagar que las obras de arte no sólo son planteamientos estéticos, sino que también se

cuestionan a sí mismas, siendo el espacio el tema central de las obras seleccionadas; y

cuestionar la relación perceptual entre el emisor y receptor.

El escultor Jorge Oteiza es quien ha dedicado su obra a la reflexión y estudio del concepto

de espacio, entre otros temas, elaborando su propio método de análisis e interpretación

teórica, planteado a través de conceptualizaciones en su obra, obteniendo una mirada

particular, aportando un pensamiento crítico y analítico en la teoría y la pedagogía del arte.

Las técnicas de investigación se basarán en la búsqueda y recopilación de información

bibliográfica, documentos en internet, estudio de casos y entrevistas a profesionales,

siendo el desarrollo de la investigación, el marco teórico se construye a través del estudio

de diferentes áreas el conocimiento.

La metodología a utilizar se basa en la exploración bibliográfica desde el campo filosófico

y antropológico acerca de la evolución de la noción espacio en el ser humano y en la cultura

occidental. Se crearán uniones de conceptos inherentes al término espacio, al comparar

estas evidencias se crearán relaciones como es el tiempo, la geometría y el arte, las

conclusiones derivadas que conducirán a una indagación en la teoría de la Gestalt,

analizando las relaciones entre leyes y fundamentos teóricos que plantearon en relación al

lenguaje visual, considerándolo como preámbulo para acercarnos a los distintos análisis.

A continuación, para dar cuenta del estado del conocimiento se exponen una selección de

proyectos de grado de alumnos y ensayos de docentes de la Universidad de Palermo, los

cuales la autora considera antecedentes importantes para este ensayo por la relación de

temática y/o estructural del estudio.

El proyecto de grado de Zapata (2011), titulado Órbita deconstructivista. Proceso y

construcción de las formas, propone un análisis de la corriente deconstructivista desde sus

inicios hasta las aplicaciones contemporáneas, exponiendo ejemplos de arquitectura y

diseño interior que aterrizan los conceptos claramente.

14

El proyecto del autor Saez (2013), Otra objetualidad. Una posible objetualidad

Latinoamericana. Analiza el diseño latinoamericano desde un discurso funcionalista,

analizando una serie de dicotomías occidentales como naturaleza/artificio, forma/función,

arte/técnica y práctica/teoría, transitando por el terreno de la filosofía desde Descartes

hasta los planteamientos contemporáneo, y la metafísica, llegando al análisis del

comportamiento social actual.

El proyecto del autor Stortoni (2017), El youtuber como influencer audiovisual: nuevo

enfoque estratégico de las marcas, propone un análisis de la comunicación en entornos

virtuales y como los personajes se incorporan a una estrategia de marca. Se considera

este PG porque al hablar de percepción del receptor aquí se presenta un claro ejemplo de

manipulación o utilización de recursos para migrar el significado a muchas otras

connotaciones que un solo personaje puede darle a una marca que puede no tener tanta

fuerza o personalidad para llegar por sí sola al receptor final.

El proyecto del autor Landa (2017), Fotografiando a través de los defectos: Vari Caramés

y su relación con la pintura impresionista, reflexiona acerca de la relación entre la

producción fotográfica de un artista actual, creando un paralelo con las obras

impresionistas del siglo 19, vinculando ambos discursos artísticos en diversas aristas

conceptuales, indagando en base a un recorrido histórico. El aporte se encuentra en las

relaciones vinculantes entre dos disciplinas artistas que nos permitirán tener un marco

comparativo.

El proyecto de grado de Falcón (2012), titulado La percepción de la marca, propone

conocer al consumidor analizando la teoría de la Gestalt para entender el proceso de

percepción que desarrollan las personas que viven en una sociedad de consumo y como

se comportan frente a las marcas que trabajan sobre ciertas cualidades, valores y

promesas que la gente busca o necesita.

Se encuentra en Actas de Diseño N°21 el artículo de Bertoni (2016), titulado Forma, materia

y percepción del diseño, donde realiza un análisis de la percepción desde la filosofía,

15

llegando a cuestionar y proponer una forma de pedagogía aplicada al taller de diseño

morfológico.

En la publicación Cuadernos del Centro de Estudios de Diseño y Comunicaciones N°60 la

autora Lida (2016), publica un ensayo titulado El arte local en el contexto global, donde

indaga sobre el impulso del arte internacional de las periferias desde una perspectiva

pluralista en el mundo postmoderno, los roles de los curadores como agentes sociales

impulsando una mirada particular construyendo discursos que modelan el concepto de

espacio artístico.

En el artículo de la autora Niedermaier publicado en Cuadernos del Centro de Estudios de

Diseño y Comunicación N°59, titulado La imagen síntoma: construcciones estéticas del yo;

indaga a partir del pensamiento de Spinozza Baruch entorno a la exposición y causas de

la imagen, y entrelaza temas como memoria, espacio artístico, imagen fotográfica y

características estéticas, se aproxima a definiciones como construcción adoptando

recorridos topológicos que remiten a aspectos del yo en distintos tiempos.

El artículo titulado Semiología musical aplicada a la didáctica de la música, de la autora

Labbate (2016), publicado en Reflexión Académica en Diseño y Comunicación N°27,

plantea una trilogía como ejes principales en la enseñanza de la música, el eje poíetico, el

estético y el inmanente, presentando la semiología musical como una disciplina.

El artículo El valor de la imagen en la investigación social, publicado en Reflexión

Académica en Diseño y Comunicación Vol.27 de la autora Faccia (2016), en el marco de

las Jornadas de Reflexión académica, realiza un interesante análisis sobre el trabajo con

imágenes en las clases de Metodología de la Investigación social, destacando los recursos

visuales para la identificación, descripción y comprensión de los procesos y de la realidad

social.

16

Se presenta la idea del concepto espacio desde la epistemología con el fin de

contextualizar el tema central de presente proyecto y abrir el panorama espacial,

articulando los conceptos que son abordados y desarrollados desde la experimentación de

la materia realizada por el artista Oteiza.

En el primer capítulo se presenta la evolución de las ideas existentes sobre el concepto

espacio desde la filosofía y antropología, empezando por la definición propia del término,

Indagando en uno de los diccionarios filosóficos más completos en el idioma castellano,

que dedicó años a recopilar las distintas versión es de autores que le fueron

proporcionando disímiles significados y sentidos a una misma idea, conocer estos

antecedentes de manera cronológica ampliará el espectro conceptual y dará paso a

presentar al principio de espacio antropológico en donde las ideas y reflexiones de

antropólogos y filósofos que llevaran a campos de análisis relacionados con el entorno y

hábitat del ser humano sin dejar a los animales como referencia análoga a la existencia

humana, donde co-habitan espacios y definimos separarnos en otros por la propia

naturaleza y costumbres. El siguiente análisis indaga sobre el espacio primitivo hasta llegar

al espacio geométrico donde la ciencia empieza a dejarnos teorías concretas y se inicia

una nueva concepción del espacio. Principalmente se presenta la mirada de tres autores

occidentales del siglo 20 y se hacen referencia a diversos autores de distintas épocas.

El segundo capítulo reflexiona sobre las relaciones de la noción espacio con algunos

conceptos que se consideran inherentes. Como el tiempo, comprenderlo en sus relaciones

con el espacio ha sido una preocupación permanente y recurrente a lo largo de la historia,

tanto en la filosofía como en las disciplinas particulares, siendo una pregunta fundamental

el cómo materializar el tiempo, en su permanencia con el espacio, para entenderlos en un

estado unitario de convivencia. El concepto de espacio-tiempo, surge al invertir la definición

de velocidad. ¿Es desde la teoría de la relatividad que estos conceptos se unen?. Se

mencionarán los antecedentes para llegar a las distintas relacionas que se pueden dar

entre ambos conceptos.

17

¿El espacio y la geometría suelen ser conceptos complementarios en el sentido que uno

requiere del otro para poderse explicar en una realidad concreta y visible, incluso para

cualquier aprendizaje matemático el espacio es la base fundamental para expresar

cualquier ecuación numérica, el espacio tiene unas relaciones complejas con el

conocimiento matemático, el espacio contiene la geometría? ¿O es la geometría que

explica la existencia del espacio? se analizarán las relaciones de dependencia entre

ambos conceptos hasta llegar a la perspectiva que nos conducirá a la idea de imagen, la

pintura y el arte. Finalmente se presenta la relación entre espacio y arte donde se

expondrán distintas formas de representación del espacio, siendo este concepto el discurso

principal de las obras, por ello se hace necesario analizar las obras a través de críticos e

historiadores de arte como Ernst Gombrich, Arthur Danto, Rossalina Krauss entre otros,

con la finalidad de contrastar distintas miradas y propuestas que finalmente retan y analizan

el mismo concepto; pero a través del tiempo, estas concepciones se han ido modificando

con la misma evolución de la idea de arte que conforme pasa el tiempo va siendo más

subjetiva que objetiva, donde el discurso predomina en la obra, y finalmente es el concepto

el que le da el sentido a la obra en contraste con la percepción del espectador. Trataremos

cada concepto desde el marco filosófico, matemático e histórico para encuadrar la idea de

psicología y los pensamientos filosóficos del siglo 20.

En el tercer capítulo se presenta la teoría Gestalt contextualizada en el pensamiento del

siglo 19, se sintetizará la historia con los datos más relevantes para entrar luego al contexto

cultural, al psicoanálisis que generó un cambio en la forma de entender la mente humana,

llegando así a la psicología de la Gestalt que propone una línea intelectual que rompe con

el conductismo, sosteniendo que la mente se encarga de configurar, mediante diversos

principios a través de la percepción.

Se analizan los principales fundamentos y principios sin llegar a las aplicaciones y técnicas

terapéuticas, ya que el interés principal es exponer la teoría que posteriormente se

relacionará con la percepción en el arte.

18

Se analiza la Ley de Pregnancia o Buena Forma, que articula de manera directa la teoría

de la Gestalt con la obra escultórica del artista Oteiza; donde se enfatiza que la materia

eliminada se convierte en real y lo que desaparece es reemplazado por un conjunto abierto

de posibilidades de interpretación y valor estético. Como toda obra de arte, su creación va

unida a su vida y a su tiempo.

El cuarto capítulo analiza el pensamiento oteiziano desde las influencias y el contexto

histórico que tuvo el artista a lo largo de su vida, conocerlo será fundamental para entender

los planteamientos teóricos que presentó en su obra escultórica. Al comparar estas

evidencias, se presenta una de sus teorías más representativas que menciona la estética

existencial como proceso, que además de describir esta teoría se presentarán evidencias

que la ejemplifiquen, permitiendo relacionar las ideas al contexto de su época y actual, con

el objetivo de conocer los aportes más relevantes que el artista planteó y que no solo se

aplicaron a la siguiente generación es escultores vascos, sino también se hicieron

universales. Finalmente se presenta el vacío como generador de espacios como un

concepto aplicado en su obra, tuvo una forma de trabajar que parte de una profunda

reflexión espiritual. Nos centraremos en el proceso creativo, en esos propósitos

experimentales, como él mismo los llamaba, y no tanto en una forma final que a veces no

llegaba siempre. El artista registró todo en bocetos, textos y manuscritos que hoy forman

parte del archivo de la fundación que hoy lleva su nombre.

El quinto capítulo plantea la relación entre el espacio creado por el artista, el proceso de

investigación ligado a un propósito, vs el espacio percibido por el espectador, la lectura

subjetiva y personal que tiene cada hombre al recibir un estímulo desde el campo de las

bellas artes; generando un discurso analítico, reflexivo sobre el proceso de creación, las

relaciones que se generan entre el artista y su obra al momento de elaborar el discurso y

lo que lleva a materializarlo. Se toman fuentes teorías que se originan en el sigo 20 y 21.

Se enfatizará en la distancia que existe entre el emisor y el receptor y la implicancia que

tiene la experiencia de cada espectador en la significación de la obra. Se planteará un

19

discurso basado en la poética del reencuentro, analizando lo que vemos y lo que finalmente

nos mira, hallando una relación triangular entre cada una de las partes que influyen y crean

la experiencia artística.

El aporte de este PG consiste en articular ideas filosóficas abstractas del pasado con un

pensamiento contemporáneo que se gesta a partir de la experimentación con obras de

arte, que cuestionan constantemente el concepto espacio. Se plantean miradas desde

distintos ángulos con el fin de hablar de la distancia que se genera entre el concepto y la

obra, entre el emisor y el receptor, entre un espacio abierto y cerrado, entre la escala de la

obra en relación al espacio y otros caminos que explicitan la distancia en el arte

contemporáneo.

Se presenta la evolución del concepto conectando la historia cultural de las distintas épocas

pasando por los creadores de la teoría de la Gestalt hasta llegar a la obra escultórica de

Oteiza. Es a partir de este contexto histórico que se analiza la evolución del concepto.

Se exponen los antecedentes en las condiciones históricas, filosóficas y científicas que

plantean el origen del concepto espacio desde cada disciplina, lo cual permite tener un

marco inicial que nos permitirá comparar las diferentes teorías y generar nuevas miradas

del tema. Se plantea indagar con fuentes de distintas disciplinas un panorama cronológico

del conocimiento del concepto y de las ideas que se desprenden en la evolución de la idea.

20

Capítulo 1. La evolución de la idea de Espacio

Al abordar la idea o noción de Espacio, en primera instancia se entiende desde una mirada

físico y racional, conocer el origen del término nos exige partir desde un análisis más

abstracto. Se plantea indagar en la evolución del pensamiento humano a través de la

historia de distintas culturas, considerado que es tema bastante amplio y complejo que ha

sido la preocupación y el origen de estudio en distintas disciplinas desde filosóficas hasta

científicas. En el presente capítulo no se profundizará, ni se crearán nuevas hipótesis al

respecto, la intención es presentar las ideas existentes en orden cronológico con el objetivo

de entender la evolución del concepto de manera abstracta creando los antecedentes del

tema que analizaremos a lo largo del presente proyecto de grado.

Es inevitable pensar que el espacio es invisible, transparente y que las cosas han sido

construidas por el hombre, pero el espacio no.

Sería muy simple empezar desde un análisis de la geometría, donde las descripciones se

consideran lógicas, medibles y estructuradas como en las matemáticas, pero no responde

las preguntas del origen de este término, hemos de indagar más en la historia, hasta

encontrar las primeras manifestaciones conscientes registradas del concepto antes de

llegar a plantear la percepción del espacio o lo que percibimos como espacio.

Se presentan algunas interrogantes que establecen el punto de partida del presente

capítulo, donde se expone un análisis histórico desde una mirada filosófica y antropológica

que han mantenido una preocupación por encontrar respuestas del origen del universo y

del hombre. Son muchos los pensadores que han abordado este tema desde distintos ejes

y diversas interrogantes: ¿Qué es el espacio? ¿Dónde y cuándo surgen las primeras

definiciones? ¿Cuál es la relación entre el tiempo y el espacio?

En occidente entendemos los orígenes del Espacio desde las distintas corrientes de

pensamiento empezando por los filósofos pre-socráticos. ¿Qué era el espacio frente a la

materia y frente a los cuerpos?

21

Para empezar a analizar de manera histórica la noción que ha ido construyendo el hombre

sobre el espacio que lo rodea y habita, esa idea que evoluciona y se transforma a través

del tiempo, se recurre en primer lugar al diccionario filosófico de Ferrater Mora, quién nos

dará una clara y completa descripción del término acercándonos a distintos autores.

A través del autor, las ideas se aproximan a los filósofos modernos y a la idea del ser

humano (sociedad y cultura), se encuentran los aportes de las ciencias y las matemáticas

como disciplinas que van desarrollando el concepto que intervienen y cuestionan los

estudios filosóficos y antropológicos, generando nuevas teorías en los campos de

investigación que intentan comprender el comportamiento humano en relación con el

espacio que lo rodea. En el marco de la presente investigación se han encontrado distintos

autores que han aportado al pensamiento del siglo 20, pero nos centraremos en la mirada

de dos autores que serán claves para desarrollar el primer capítulo.

En el segundo sub capítulo se analizará al autor Ernst Cassirer desde una mirada evolutiva

del concepto Espacio dentro de campos antropológicos, se recurre al libro Filosofía

antropológica y específicamente al capítulo cuarto que se refiere al mundo humano del

espacio y del tiempo.

El autor Ernst Cassirer plantea una visión estructural de cada una de las actividades que

el ser humano desarrolla, creando paralelos con la vida animal, planteando el análisis de

un espacio simbólico que ha permitido que nos adaptemos a un entorno y que ha marcado

una diferencia con el mundo material; por otro lado, se refiere a un espacio físico que

depende del primero. Para ello estudia al hombre no solo como individuo, sino en un

entorno social para referirse a la humanidad.

La visión de Cassirer será complementada en el tercer sub capítulo con los aportes del

filósofo español Gustavo Bueno que viene de una corriente materialista, quién plantea y

explica el Espacio Antropológico como una multiplicidad de partes atributivas donde todo

está ligado con todo. Plantea el Espacio Antropológico como un espacio bidimensional

considerando el Hombre y la Naturaleza como ejes principales de su teoría.

22

1.1. Definición del término Espacio

Se consultaron diversos diccionarios y finalmente se eligió trabajar el presente sub capítulo

en base al diccionario filosófico del autor José Ferrater Mora (1912-1991) por considerarse

un compendio enciclopédico de mucha claridad, siendo un diccionario referente del siglo

20, teniendo la primera publicación en el año 1941 y la sexta edición modificada en 1979.

En la revisión se encontraron ocho páginas dedicadas a la definición de Espacio expuestas

de manera cronológica. Se considera pertinente seleccionar algunos significados y

pensamientos que nos permitirán esbozar de manera esquemática como la idea de espacio

se ha ido transformando y cuestionando entre un autor y otro a lo largo del tiempo.

En la filosofía antigua el problema del espacio se centró entre los conceptos opuestos de

lo lleno y lo vacío. Se plantearon oposiciones paralelas entre las ideas de materia y espacio,

entre el ser y el no ser, siendo por muchos años estas ideas separadas y mezcladas a la

vez, el problema de las distintas teorías filosóficas.

En el pensamiento presocrático se plantean dos distintas formas de existencia. Parménides

niega al vacío y determina que lo único que existe es el ser, que es enteramente lleno, de

materia compacta o es el espacio mismo. Por otro lado, Demócrito sostenía la teoría del

no ser, refiriéndose a la existencia de los átomos y menciona al espacio como vacío e

infinito para explicar que no podría haber movimiento sin el vacío.

Platón ha tratado el tema del espacio en un pasaje de sus obras (Tim., 52 A sigs.) que es

susceptible de varias interpretaciones, plantea que hay tres géneros de ser: el primero, que

es siempre el mismo, que es indestructible refiriéndose a las formas o las ideas. El

segundo, que está siempre en movimiento, es creado y son las cosas sensibles. Y el

tercero que es eterno y no susceptible de destrucción, que es aprehendido por medio de la

razón, refiriéndose al espacio. Platón niega que dentro del vacío se hallen las formas, y

presenta el espacio como un receptáculo puro, continuo, que no está ni en el cielo ni en la

tierra.

23

Para Aristóteles el espacio es concebido como lugar y no es posible concebir las cosas sin

su espacio.

Los atomistas concibieron el espacio como lo vacío, plantearon que el espacio no es una

cosa, que únicamente los átomos son cosas; y que gracias al espacio puede concebirse el

movimiento que permite el desplazamiento de las cosas o átomos en el no ser o vacío

espacial.

Los estoicos plantearon el espacio como un continuo dentro del cual hay posiciones,

órdenes y relaciones entre los cuerpos.

Durante la Edad Media, los escolásticos, mencionan las ideas sobre la naturaleza del

espacio como una dependencia o independencia del espacio respecto a los cuerpos.

Establecieron la relación entre espacio real, considerándolo como finito, teniendo los

mismos límites que el universo de las cosas; y espacio imaginario (mental) como el vacío

puro, el que se extiende más allá de las cosas actuales.

José Ferrater Mora ha destacado algunas ideas y propiedades del espacio durante el

periodo de la edad media.

Este espacio tiene varias propiedades, entre las cuales destacan las siguientes: el ser homogéneo (es decir, el ser sus "partes" indiscernibles unas de otras desde el punto de vista cualitativo); el ser isotrópico ( el tener todas las direcciones en el espacio las mismas propiedades); el ser continuo; el ser ilimitado; el ser tridimensional, y el ser homoloidal (el que una figura dada sea matriz de un número infinito de figuras a diferentes escalas, pero asemejándose unas a otras). Esta idea del espacio corresponde por un lado al modo como se conciben las propiedades espaciales en la geometría euclidiana y por otro lado a la concepción del espacio como infinito. (Mora, 1967, p.562)

Para Descartes la categoría fundamental ya no es la vida sino el número, el espacio físico

es geometrizado y la geometría se convierte en el paradigma del saber. Introduce la noción

de lugar y situación. Le atribuye una extensión a la materia (longitud, anchura y

profundidad), niega el vacío y sostiene que el mundo es infinito (Dios) e indefinido (mundo),

por lo tanto, no se puede limitar.

24

Locke se interesa sobre todo por el problema del origen de la idea del espacio y menciona

que esta “idea simple” con sus "modos" es obtenida por medio de la vista y del tacto

(distancia, capacidad, inmensidad, etc.).

Para Berkeley el espacio es una realidad, una “idea real”, no una ilusión ya que el espacio

existe.

La discusión sobre la naturaleza del espacio y la naturaleza del tiempo fue un tema

importante durante la segunda mitad del siglo 17 y primer tercio del siglo 18.

Newton plantea que el espacio es absoluto en su propia naturaleza, es una unidad absoluta

sin relación con nada externo, permanece siempre similar e inmóvil. Refiere que el espacio

y el tiempo son órganos sensoriales. El espacio como entidad absoluta, es el fundamento

de toda dimensión espacial, una realidad en sí, independiente de los objetos y de sus

movimientos.

Para Leibniz el espacio es una relación, es un orden de coexistencia, un orden de los

fenómenos coexistentes. Sostiene que el espacio no es absoluto, ni es sustancia, ni un

accidente de una sustancia, sino una relación. El espacio es ideal no real, igual que el

tiempo.

El espacio para Kant es lo mismo que el tiempo, una forma a priori de la sensibilidad, una

representación a priori, es una intuición pura, una forma pura de la sensibilidad, es la forma

de los fenómenos de los sentidos externos, presentado como algo subjetivo e ideal no

como algo objetivo ni real. Kant continuó con la idea de Leibniz de un espacio como

relación, pero no como algo ideal sino trascendental.

La idea del espacio ocupa un lugar destacado en todas las corrientes importantes del siglo

19. Como menciona Ferrater Mora, durante el siglo 19 ha sido frecuente examinar no sólo

la naturaleza del espacio como idea, sino también la cuestión del origen de la noción de

espacio desde la geométrica, la física, la psicológica, entras corrientes de pensamiento.

Desde el punto de vista psicológico, el espacio es considerado como objeto de la

percepción y se han generado distintas teorías a este problema. Desde el punto de vista

25

geométrico, el espacio es considerado como algo continuo e ilimitado, también definido

como “el lugar de las dimensiones”. Desde el punto de vista de físico, el problema del

espacio se relaciona cuestiones referentes a la materia y al tiempo; se habla de un continuo

espacio tiempo.

Se considera pertinente mencionar algunas definiciones que empiezan a esbozar los

conceptos que giran en relación a la idea de espacio, como introducción al concepto que

se tratará a lo largo del presente proyecto. En un capítulo posterior se analizará el espacio

geométrico y perceptivo que nos conducirán hacia la expresión artística a través de la

escultura.

1.2. El Espacio antropológico

Se toma en consideración la teoría de corriente materialista, no la idealista que supone

entender al hombre desde sí mismo como algo absoluto y no desde el espacio que habita;

por el contrario, la corriente materialista indaga sobre el universo del hombre que está

siempre inmerso en un entorno y vive en relación con cosas que no son él, por eso no se

puede definir desde sí mismo, sino desde el espacio. Para explicar el término tomaremos

como referencia al autor Gustavo Bueno (1924-2016) que expone el significado de espacio

antropológico en el contexto filosófico en la segunda lectura del libro El sentido de la Vida,

se propone rescatar las ideas de manera esquemática y resumida.

Para el autor desde el momento que el hombre está rodeado de algo que no es él mismo,

que no se explica por sí mismo, ya que no es absolutamente autónomo, sino que está

rodeado de otras realidades no antropológicas como animales, plantas, piedras, etc. el

hombre está inmerso en un conjunto de realidades, en un espacio que no es humano, pero

sin el cual no podría existir. Este espacio de multitud de cosas que envuelve a los hombres

es el llamado espacio antropológico y lo define como un receptáculo ilimitado donde se

halla el material antropológico de carácter general relativos a la antropología, también lo

expone como un conjunto de realidades y entidades que envuelven al hombre, que son el

26

hombre mismo y que el material antropológico empieza a organizar determinado cuales

son las dimensiones del espacio, clasificándolas, situándolas y estableciendo ejes de

relaciones las que se mantienen organizadas con el ser humano.

Se presenta la cita del autor Bueno para situar el contexto la relación entre geometría y

espacio desde la antropología.

La Idea de espacio, geométrica por antonomasia, puede utilizarse también en contextos no estrictamente geométricos. Aquello que destacamos, como componente genérico, en el concepto de los espacios geométricos (por ejemplo, los espacios prehilbertianos) es su condición de totalidad (heterológica) constituida por una multiplicidad de series de partes que pueden variar (=componerse entre sí) independientemente las unas de las otras (lo que supone que no están dadas siempre en función de las restantes series) pero que, sin embargo, están «engranadas» con ellas. Un punto aislado sólo puede entenderse como «espacio de cero dimensiones», con parecido alcance límite al que tiene el concepto de «distancia nula». La idea de espacio implica situaciones de pluralidad. El concepto de articulación (de partes o procesos) tiene que ver con ésta situación. (Bueno, 1989, p.89.)

Aquí se encuentra una relación directa con la teoría de la geometría que utiliza una lógica

y términos similares, tanto así, que la teoría antropológica se grafica de manera geométrica

y refiere a Newton para tratar de organizar los ejes. Para Newton el espacio absoluto, es

un espacio amorfo, vacío, formal, es la pura forma porque no depende de nada, es

geométrico de distintas dimensiones y contienen direcciones con relación a las operaciones

del hombre, siendo el término conocido como espacio geométrico.

Para situar primero al hombre en el universo y entender el espacio, el autor plantea tres

ejes para explicar el espacio antropológico. El primero se refiere al eje circular en torno a

la relación del hombre consigo mismo, el hombre entendido en sus múltiples realidades,

remitiendo a un contexto y a un orden de relaciones autónomas no existenciales, lo

denomina orden de las relaciones circulares. El segundo es el eje radial, donde refiere a la

relación del hombre con la naturaleza (la tierra, el agua, el aire, el fuego), considera que

son entes físicos o biológicos, desprovistos de cualquier género de inteligencia, siendo

entidades externas al hombre, una realidad que no es humana pero que también forma

parte del espacio antropológico, generando relaciones como radios que atraviesan los

27

círculos, considerados bidimensionales; este eje enfrenta al hombre con lo impersonal

(árboles, estrellas, planetas, etc.). El tercero es el eje angular, donde se refiere a la relación

del hombre con entidades que no son hombres, pero tampoco son cosas naturales, sin

embargo, podrían poseer algún tipo de inteligencia y voluntad, entes que le generan al

hombre temor o amistad, donde no excluye la posibilidad de interpretar las cosas o a otros

hombres, estos entes podrán ser númenes (dioses, ángeles, etc.).

Un ejemplo para situar los ejes a través de la historia y situar el lugar que ocupa el hombre

en el universo o para entender el espacio, el autor menciona lo religioso para explicar los

ejes culturales. Expone que en la doctrina cristiana se manejan muchos ejes para explicarle

al hombre absolutamente todo sobre el origen del universo, sin dejar lugar para dudas, esta

doctrina plantea la jerarquía divina, la trinidad de Dios, padre y espíritu santo, seguida por

la creación de los ángeles, después emerge el mundo físico que aparece en seis días, y

después el hombre, así la doctrina explica el espacio antropológico.

La etapa filosófica considerada desde los griegos (Plantón y Aristóteles) ha usado muy

pocos ejes, entre tres o cuatro ejes. Aristóteles plantea tres ejes o sustancias, la primera

es inmaterial, eterna e inmóvil, la segunda se refiere al mundo material eterno pero móvil,

incorruptible que se refiere al mundo de los astros, y la tercera el mundo sub lunar donde

está el hombre, eterno pero corruptible, siendo solo tres los niveles que crean el espacio

antropológico, dejando muchas preguntas y problemas abiertos, ya que no todo tiene una

respuesta exacta ni precisa. En la filosofía se mantuvo por muchos años el planteamiento

de las tres dimensiones con La idea de Dios (lo divino), de mundo y del hombre, y con

estas tres ideas se construye la antropología. En la filosofía moderna desde Kant se

reducen a dos dimensiones, que son la naturaleza y el hombre, que Hegel lo llama

naturaleza y espíritu.

El espacio antropológico se muestra como una preocupación por entender el universo en

el que habitamos, por conocer un esquema de preguntas que analizan el entorno donde

transcurren las vidas humanas y donde finalmente se construyen las culturas a través de

28

distintas creencias y códigos creados por el mismo hombre y así poder explicar su propia

existencia que le permitirá entender el espacio donde habita. Esta preocupación se

considera fundamental para empezar a tratar el tema del espacio antes de abordar

cualquier análisis posterior que se realiza sobre una obra de arte basada en el

entendimiento de un espacio físico material, geométrico el cual podemos percibir como una

obra de arte. Las obras de arte son expresiones de ideas generadas desde una cultura

específica que trae consigo una historia y un estudio del pasado.

1.3. Del Espacio primitivo al Espacio geométrico

El autor Ernst Cassirer (1874-1945) escribe el libro Antropología filosófica en 1944 siendo

una obra que trata la cuestión del conocimiento del hombre sobre su propio ser,

considerando al hombre y su desarrollo a través de la historia como tema fundamental de

la filosofía. Analiza la forma de la cultura para poder descubrir el verdadero significado del

espacio y el tiempo, explica experiencias entorno al entendimiento del espacio encontrando

distintos niveles de conocimiento.

El autor inicia el análisis del concepto empezando por lo menos complejo, el “espacio y

tiempo orgánico” también llamado espacio de acción donde todo organismo vive en un

determinado ambiente teniendo que adaptarse constantemente para sobrevivir. Algunos

animales por ejemplo nacen al parecer con un sentido de la distancia y de la dirección

espacial, como por ejemplo los polluelos, las abejas, las hormigas y las aves migratorias

que reaccionan ante las circunstancias de la naturaleza de una forma orgánica, como si

obedecieran a impulsos corporales de un género particular, determinando así el “espacio

simbólico” que se encuentra entre el mundo humano y el mundo animal, los compara

mediante un claro ejemplo, donde el animal trae consigo ciertos conocimientos de

sobrevivencia en un espacio orgánico, cuando un niño tiene que aprender muchas

habilidades que el animal ya trae consigo, el hombre desarrolla e inicia un proceso mental

29

complejo y difícil que lo llevará a desarrollar un vida cultural, llegando a así a la idea de

“espacio abstracto” también llamado espacio simbólico.

Pasando a un siguiente nivel de entendimiento, expone el espacio primitivo como un

espacio de acción en donde las tribus ejecutan actividades técnicas, prácticas e

inmediatas, sin poder concebir un sistema espacial, pero si teniendo una percepción aguda

de lo que viven diariamente, logrando captar los detalles mínimos de su entorno visible.

Presenta el ejemplo de los primitivos en su canoa con un arco y una flecha centrados en

un objetivo específico, como actividad diaria de sobrevivencia en donde experimentan

relaciones espaciales teniendo un alcance solo del contexto donde habitan,

comprendiendo solo lo cercano y sobreviven sin conocer lo que no ven. La diferencia se

encuentra cuando se identifica que los primitivos no pueden crear representaciones del

espacio, ya que supone entender el contexto y el entorno de lo no visible, podrían dibujar

exactamente lo que sienten y ven sin tener una concepción dentro de un sistema general.

El conocimiento presupone la representación, y según el autor la primera cultura que

manifestó tener un conocimiento intelectual del espacio fueron los babilónicos, donde se

encontró un pensamiento que trasciende de la vida práctica del hombre, es por eso que ha

sido considerada el inicio de la vida cultural y de las concepciones mitológicas, religiosas,

científicas del género humano.

Los babilónicos interpretaron el universo, no se restringían al espacio concreto, primitivo;

consideraban el espacio de la tierra, lo visible, sino también al cielo e interpretaron los

llamados fenómenos celestes en un intento por entender el orden del universo, sin olvidar

las necesidades de la vida terrestre. Antes de llegar a interpretar el espacio de manera

geométrica se desarrollaron las ideas y creencias mágicas y divinas, dando los primeros

pasos de la astrología, siendo pensamientos mucho más abstractos.

Para empezar a entender el espacio geométrico con el lenguaje de los números y gráficos

que expresan las teorías espaciales es imprescindible mencionar al pensamiento

30

cartesiano donde Descartes comenzó con un pensamiento fundado en la relación de las

matemáticas y la geometría analítica, donde todo el conocimiento del espacio y sus

relaciones se podían traducir en el lenguaje de los números, concibiendo el pensamiento

geométrico.

Menciona que para los pitagóricos los números eran un elemento universal y la guía del

pensamiento humano. Las matemáticas desde tiempos pasados se consideran

imprescindible para el estudio de las relaciones espaciales universales, incluso algunos

filósofos como Platón consideraban al número como centro verdadero ya que los

cuestionamientos eran comprobados y reales.

En el capítulo noveno el autor indaga sobre la definición de arte, y expone que el arte no

es imitación sino un descubrimiento de la realidad, niega que el arte sea un sueño o

alucinación ya que considera que es caracterizado por una profunda unidad estructural con

un componente racional. Considera al arte como un lenguaje que trata sobre las formas de

las cosas, como una forma simbólica y un modo configurar el mundo.

El autor hace una reflexión interesante sobre el espectador del arte, comenta que el arte

utiliza un lenguaje de símbolos intuitivos y el que no los comprende queda excluido del

mundo de la experiencia, ya que no puede sentir las dimensiones más profundas que el

arte plantea en sus colores, formas, figuras y armonías visuales.

31

Capítulo 2. Las relaciones del espacio

Desde la antigüedad, el ser humado ha necesitado entender el espacio para vivirlo y

sentirlo, en función de una búsqueda por satisfacer sus necesidades. Al abordar el tema

de las relaciones, se considera un campo basto y abierto en para el análisis por las infinitas

referencias que se encuentran en cada disciplina.

Los vínculos de dos conceptos son importantes para entender la dimensión y enfoque que

se pretende dar a la idea de espacio, ya que cada disciplina elegida, se complementa y

engranan sistemáticamente generando ideas y propuestas nuevas que conducen a

distintas concepciones.

El objetivo del presente capítulo es establecer las bases para un análisis desde las

nociones ontológicas hasta las interpretaciones poéticas relacionadas al problema del

espacio. Como parte del proceso, se conectan ideas a través de ciertas relaciones

consideradas inherentes al concepto, atribuyendo algunos vínculos establecidos dentro del

campo artístico. Es preciso sostener una mirada subjetiva que se desenvuelve entre lo

abstracto dentro del campo del arte, logrando establecer un diálogo.

Se crea una analogía con el color, y se cuestiona si ¿puede existir el color verde sin unir el

amarillo y el azul?, ¿el verde puede existir por sí solo?, o ¿requiere una unión arbitraria?

La vida se compone por las relaciones, conexiones entre conceptos, es por eso que el

presente sub capítulo tiene como objetivo seleccionar ciertas uniones desde los campos

filosóficos, antropológicos y artísticos sin dejar de la a la ciencia que ha sido y es parte

fundamental del desarrollo de las disciplinas mencionadas.

Se presenta una serie de relaciones como arbitraria y subjetiva en diversos aspectos,

puesto que cada una de las relaciones que se presentan son tan amplias que podrían ser

por sí mismas un tema para un ensayo, se ha optado por indagar en ciertas disciplinas

como lo son la psicología, antropología, filosofía y arte.

32

Se han elegido tres relaciones que permitirán acercar la noción de espacio a la idea de arte

y percepción; y que posteriormente permitirán analizar la obra de un artista bajo un marco

teórico.

Es preciso indicar que la elección de relaciones se presenta como una trilogía vinculada a

través de un análisis de percepciones no aleatorias, que han sido consideradas pertinentes

para llegar a disgregar diversas ideas, aunque parecen estar articuladas por varios autores.

Se inicia por el pasado a modo de contextualizar históricamente el concepto de tiempo de

manera independiente antes de generar las relaciones y vínculos con el espacio,

Se considera pertinente tratar las relaciones o conexiones de correspondencia que se

produce al unir el espacio con otros conceptos, siendo preciso preguntar, ¿En una relación

que genera vínculos de dependencia y correspondencia hacia la construcción y creación

de ideas, qué concepto predomina en la implicancia de la idea resultante?, ¿Es siempre el

espacio? ¿Es el arte que sustenta esta relación o el proceso que los vincula? ¿Los vínculos

son racionales o científicos? Se responderán muchas de estas preguntas con un

desplazamiento cronológico.

2.1. Espacio y Tiempo

El espacio y el tiempo han sido conceptos que se fueron uniendo en la historia a través de

la ciencia, es pertinente indagar desde la unión física, racional y como ha sido necesaria

esta relación para concebir otras ideas.

Las nociones del tiempo en filosofía se dan fundamentalmente de dos tipos. Las ideas que

tienden a sustentarse en la ciencia, para ser más exactos en la física, presentando una

visión objetivista del tiempo; y la otras van a sustentarse en el análisis psicológico y

llevando las ideas a la introspección, teniendo una versión del tiempo subjetivo.

33

En la filosofía antigua se considera el círculo del tiempo en cuando mide el movimiento

planetario, la figura cíclica del tiempo subordinado al sistema planetario, haciendo

referencia al tiempo como imagen de eternidad.

Para los griegos el tiempo significada época de la vida, tiempo y duración de la vida o

destino, muchos autores griegos se refieren al tiempo de duración de una vida individual.

Siendo considerado el tiempo como cíclico y se entiende que es una línea que delimita el

mundo. Sobre esta definición Deleuze señala que pensar que es una línea recta es que ya

no delimita el mundo, sino que lo atraviesa, dejando de ser un límite.

Sin embargo, los griegos usaron el vocablo aiúv para referirse a la eternidad o vida sin fin,

posteriormente Platón refiere que el tiempo es la imagen inmóvil de la eternidad (Tim.,37

D), mientras Aristóteles traslada el mismo término al concepto de edad del cielo entero o

eternidad, teniendo el sentido de tiempo inmortal y divino sin principio ni fin.

El autor Ernst von Dobschiitz hace referencia a la diferencia entre el modelo hebreo y el

griego. Expone que el modo hebreo de pensar es fundamentalmente temporal, ya que

concebían el tiempo primariamente en función del futuro, los hebreos determinaron o

midieron las grandes unidades del tiempo como las épocas del año mediante la posición

del sol en el espacio y otras unidades de tiempo como el día y la noche por la cantidad de

luz u oscuridad, es decir, concibieron el tiempo como una serie de percepciones temporales

que determinan la duración y temporalidad.

Mientras que el modo griego es fundamentalmente intemporal concibiendo las ideas en

función de un presente, ya que entienden el tiempo en base a los movimientos de los

cuerpos celestes.

Las concepciones filosóficas de los aristotélicos, platónicos, neoplatónicos y estoicos

defendían la idea de espacio como continuo y dentro de la teoría moderna se presentan en

dos grandes grupos: los absolutistas quienes conciben que el tiempo es una realidad

34

completa en sí misma, y los relacionistas quienes estimaron que el tiempo no es una

realidad por sí misma, sino una relación.

En el pensamiento aristotélico ya se encuentran dos doctrinas sobre el tiempo, una física,

que es la más conocida, donde define el tiempo como medida y número de movimiento

respecto al antes y después; y otra doctrina psicológica que establece el tiempo a partir de

facultades anímicas como son la memoria. El pensamiento Heideggeriano sobre el tiempo

está principalmente inscrito en esta orientación psicológica, que describe lúcidamente en

el análisis de San Agustín del tiempo.

En el siglo 17, considerada una próspera época para la ciencia occidental, se presentan

dos intelectuales del pensamiento filosófico preocupados por la naturaleza del espacio, el

tiempo y el movimiento, que son Isaac Newton (1643 - 1727) y Gottfried W. Leibniz (1646-

1716) quienes mantenían una fuerte rivalidad por las diferencias de ideas.

Newton diferencia entre el espacio y el tiempo como absolutos y objetivos, ya que el tiempo

y el espacio son relativos al lugar y al movimiento, considerando que en ambos casos

pierde su relatividad a un cuerpo y a su movimiento, asumiendo el carácter de un hecho

previo incuestionable desde el cual se puede llegar a conocer las leyes y fundamentos de

la naturaleza.

Newton menciona la necesidad de precisar los conceptos de espacio y tiempo en los

fundamentos de la Mecánica. En su obra principal Principios matemáticos de la filosofía

natural (1687) define al espacio y tiempo absolutos como entes concretos, independientes,

e inalterables, donde el espacio absoluto es inmóvil, y el tiempo absoluto fluye

uniformemente, sin depender de factores externos.

El concepto de Tiempo absoluto, supone que el tiempo es independiente de las cosas, y

se refiere a que mientras las cosas cambian, el tiempo no cambia, considerando que los

cambios de las cosas son cambios en relación con el tiempo uniforme que les sirve de

marco para el concepto de vacío.

35

Es pertinente citar al autor Deleuze donde explica de manera simple la definición de tiempo

en Newton, “Para Newton el tiempo es como si se desplegara, como si el tiempo se

desenrollara perdiendo su forma cíclica. Considerando que el tiempo deviene de una línea

recta pura, como si tuviera un resorte que se soltara.”

En contraposición, Leibniz definía el espacio como una abstracción basada en las

distancias relativas entre objetos concretos, quiere decir que el espacio no existe en

ausencia de objetos; de manera equivalente concebía al tiempo como una abstracción

basada en el orden de los sucesos, resultando el espacio y el tiempo como órdenes de

relación o también se puede decir que el espacio es relacional; y va en contraposición de

los espacios absolutos de Newton quién considera que la posición, la velocidad y la

aceleración se determinan respecto al espacio absoluto.

El tiempo constituye un problema eterno que comienza por la inviabilidad de su percepción

racional y objetiva en contraparte el espacio es perceptible visualmente y la problemática

se aborda desde lo racional concreto hasta lo psicológico y lo abstracto.

En la teoría de la relatividad especial y general de Albert Einstein (1879-1955), se abren

nuevas formas de ver el mundo y de entender el movimiento entre tantos otros conceptos.

Desde sus teorías no sólo cambiaron la manera en que entendemos los conceptos de

espacio y tiempo sino también la forma en que los medimos. Einstein crea la primera

revolución científica del siglo 20, en aquel momento mostró cómo el movimiento modifica

la percepción del espacio y del tiempo, donde la velocidad se sustenta por la unión del

concepto espacio y tiempo o temporalidad, a través de un razonamiento científico,

revelando que el espacio y el tiempo no transcurren igual en todas partes, encontrándose

entrelazados y pudiéndose deformar. Significó un cambio de paradigma respecto a la

naturaleza del espacio y el tiempo. El trabajo de Einstein abatió los conceptos de espacio

y tiempo absolutos, mostrando que las medidas de longitud, intervalos de tiempo, o

simultaneidad, eran relativas a cada observador, en función de su estado de movimiento.

36

Las preguntas filosóficas acerca del movimiento, el espacio, y el tiempo fueron de interés

de muchos intelectuales del siglo 20 que no se mencionan en la presente investigación, lo

cual permite un enfoque de ideas que conducen al tema específico.

En la ciencia y en la filosofía del siglo 20 denominada de la modernidad, el espacio y el

tiempo se presentan como objetivos y absolutos al determinar las principales leyes de la

naturaleza.

Por otra parte, Kant desarrolló una compleja doctrina acerca del tiempo que forma parte de

largas investigaciones de gran aporte para el entendimiento filosófico sobre el problema

del tiempo. Para abordar las ideas de Kant se recurre al filósofo Gilles Deleuze integrante

de la generación posestructuralista francesa de la segunda mitad del siglo 20, en su obra

se integran la filosofía, las ciencias, el psicoanálisis, estudios de artes como la pintura, el

cine o una teoría crítica de la cultura.

Se recurre a la publicación Kant y el tiempo del filósofo Gilles Deleuze donde menciona

que la noción kantiana del tiempo es “trascendental” y deja de ser un número o medida

para ser considerado un parámetro.

Kant en el libro La crítica de la razón pura señala que el espacio y el tiempo son magnitudes

extensibles, es decir, como la exterioridad de las partes cuyas partes se aprehenden

sucesivamente, siendo toda cantidad unidad y multiplicidad al mismo tiempo.

Cabe vincular el ejemplo del autor Deleuze en donde explica que primero sucede un

minuto, se llega a otro minuto y después se llega a una hora, debido a la sucesión de las

partes en la aprehensión y la reunión de un todo. Para Kant la cantidad intensiva es lo que

llena el espacio y el tiempo en distintos grados, donde el espacio y el tiempo pueden ser

llenados sin que haya un vacío en ellos.

Partiendo de los supuestos anteriores para Kant el tiempo es una forma de intuición a priori,

niega que el tiempo sea una relación o una orden, ya que en tal caso sería un concepto

intelectual y no una intuición, siendo la relación espacio y tiempo son las formas o

37

intuiciones puras de nuestra sensibilidad, que le otorgan a las cosas que conocemos una

estructura.

Resulta imprescindible mencionar a Heidegger conocido también como el filósofo del

tiempo, trata el tema en el transcurso de su vida, creando paralelos de relación entre la

temporalidad y la finitud, la temporalidad y la muerte, entre otros. Transcribimos una cita

de la conferencia El concepto de Tiempo de Heidegger.

La cuestión de ¿qué es el tiempo?, se ha convertido en la pregunta: ¿Quién es el tiempo? Más en concreto: ¿Somos nosotros mismos el tiempo? Y con mayor precisión todavía: ¿Soy yo mi tiempo? Esta formulación es la que más se acerca a él. Y si comprendo debidamente la pregunta, con ello todo adquiere un todo de seriedad. Por tanto, ese tipo de pregunta es la forma adecuada de acceso al tiempo y de comportamiento con él, con el tiempo como el que es en cada caso el mío. Desde un enfoque así planteado, el Dasein sería el blanco del preguntar. (Heidegger, 1924).

En la cita Heidegger no responde sobre la esencia del tiempo, se entiende que el

cuestionamiento se da desde la existencia humana, entre el yo y el tiempo.

Para el autor el tiempo es equiparable al Dasein [o la existencia del hombre]. El Dasein

siempre se encuentra en un modo de su posible ser temporal. El Dasein es el tiempo, el

tiempo es temporal. El Dasein no es el tiempo, sino la temporalidad.

Es interesante la relación de tiempo y espacio para Heidegger, el autor no comulga con las

ciencias empíricas o realistas por el hecho de equiparar el tiempo al espacio, por considerar

al tiempo como una cuarta dimensión junto a las definiciones de medidas como ancho,

largo y profundidad, dados en un esquema material.

Es decir, su argumento se basa en denunciar la reducción del tiempo a algo que no es

este, sino simplemente otra entidad cuya percepción está afectada por el tiempo (a saber,

el espacio): el tiempo queda limitado al espejismo que percibimos de este al representarnos

el espacio.

Por otra parte, siguiendo los aportes de la ciencia, se describe brevemente la teoría del

Big-Bang del científico Stephen Hawkins, afirma que el inicio de todo, absolutamente toda

la materia del universo estaba compactada sin existencia de espacio vacío, y esta materia

38

ocupaba un pequeño espacio mensurable a las dimensiones terrestres. Tomando como

referencia la teoría del Big-Bang, explosión inicial, es que el Universo comienza a formarse

y expandirse.

Siendo una de las teorías que aplica la ley causa-efecto también aplicada en otras teorías

y disciplinas como la psicología. Se considera preciso exponer en síntesis el pensamiento

del psicólogo suizo Carl Jung (1878-1961) en relación al espacio-tiempo, para lo cual se

indaga en el estudio sobre el fenómeno de la sincronicidad. Se cita al autor para la

definición de este término.

Elegí este término porque me parece un criterio esencial la ocurrencia simultánea de dos eventos significativos, pero no conectados casualmente. Por lo tanto, uso el concepto general de Sincronicidad en el sentido especial de coincidencia en el tiempo de dos o más eventos no relacionados causalmente que tienen el mismo o similar significado, en contraste con "sincronismo", que simplemente significa la ocurrencia simultánea de cierto estado psíquico con uno o más eventos externos que aparecen como paralelamente significativos por el estado subjetivo momentáneo y, en ciertos casos, vice-versa. (Jung, 1952. p.28)

Jung identifica el término sincronicidad con la relación espacio-tiempo condicionado a la

psique, como si el espacio y el tiempo existieran por nuestros pensamientos y tuvieran un

origen psíquico.

Se considera oportuno pensar que nuestra mente puede percibir espacios inexistentes e

incluso tiempos que puedan tener una velocidad visualmente imposible. La realidad,

entendida desde una mirada objetiva y racional transcurre dentro de una serie de leyes

enmarcadas, en consecuencia, mensurables al mismo tiempo.

El arte en todas sus manifestaciones, permite apartar todo tipo de leyes establecidas en

relación al espacio y tiempo, permitiendo al ser humano imaginar códigos y relaciones

individuales, exponiendo visualmente una mirada particular del mundo.

39

2.2. La poética del espacio

Se plantea abordar la poética como forma de libre expresión dentro del campo de las artes,

incluso mirar la poética de la pintura, de la escultura y de la misma poesía. Se considera

oportuno el análisis asociado al campo de la psique a través de algunas definiciones

psicoanalíticas y filosóficas, se pretende indagar en la producción del espacio individual,

sin necesidad de tomar ninguna referencia racional que analice la estructura misma de la

producción. No se pretende analizar la estructura de la apopeya o de la poesía clásica,

aunque se podrían tomar como referentes desde el campo creativo. Es de interés ir hacia

un análisis desde origen de la idea del espacio poético como expresión, y también la

expresión desde la construcción del espacio poético.

Se analiza la poética desde lo imaginario que está intrínsecamente ligado al lenguaje, esa

forma de expresión que puede ser diversa, se excluye la expresión verbal en el contexto

de la comunicación cotidiana, lo expuesto se centra en el lenguaje como forma de

expresión creativa que proviene de una necesidad innata por comunicar lo imaginado, no

excluye lo percibido ya que es parte del proceso.

Bachelard hace una interesante reflexión acerca de la filosofía en relación a la poesía en

la publicación literaria La poética del espacio.

Mientras la reflexión filosófica que se ejercita sobre un pensamiento científico largamente elaborado exige que la nueva idea se integre en un cuerpo de ideas experimentadas, aunque ese cuerpo se someta, a causa de la nueva idea, a una elaboración profunda, como sucede en el caso de todas las revoluciones de la ciencia contemporánea, la filosofía de la poesía debe reconocer que al acto poético no tiene pasado, que no tiene al menos un pasado próximo, remontándose al cual se podría seguir su preparación y su advenimiento. (Bachelard, 1983, p.85)

Se entiende que en el acto poético como en el acto pictórico o escultórico, que en esencia

ninguno tiene pasado, el pasado en este caso, está formado por la psique humana que

40

trae consigo una carga inconsciente, individual y única porque la obra es nueva y se

empieza a gestar sin pasado, ya que origina una nueva vida.

Cabe preguntar, antes de entrar a la fase de la representación y contemplación de lo

producido. ¿En qué momento la imaginación empieza a ser protagonista de una reflexión

poética?

Dentro la de psique el mundo es distinto a lo que vemos. Si la imaginación aumenta la

escala de la realidad visible e incluso es capaz de crear memoria, se considera un concepto

ligado al de fantasía, pero ¿Dónde radica la diferencia? Diversos autores han reconocido

que la imaginación es una facultad y una actividad metal, distinta de la representación, ya

que la imaginación suele combinar elementos que han sido previamente vistos; y distinta

a la memoria porque sin recordar lo visto y sus combinaciones, no podría imaginarse nada.

La imaginación supera toda dependencia existente ya que no tiene límites impuestos,

incluso el tiempo y el espacio desaparecen en su concepción racional y se transforman en

lo que la imaginación decida, los límites tienen que ver con la experiencia de lo vivido.

Para Descartes, la imaginación produce imágenes conscientes, siendo una representación

o una nueva presentación de imágenes, que harán posible el conocimiento; a diferencia de

la sensación, cuyas imágenes no necesitan estar acompañadas de conciencia.

Para Kant la imaginación hace posible unificar la diversidad de lo dado por la intuición por

medio de tres síntesis: la aprehensión en la intuición, la reproducción en la imaginación y

el reconocimiento en el concepto.

Según Sartre, la imagen que presenta la imaginación es "un acto sintético que une un saber

concreto, que no tiene carácter de imagen, a elementos más propiamente representativos",

el autor asocia el mundo de la imaginación al mundo del pensamiento, considera que la

imaginación está relacionada con una serie de "posibles acciones"; esto explica cuando se

refiere a que la capacidad de imaginar es la fuente de la creatividad, ya que permite crear

41

ideas nuevas a partir de otras conocidas y lograr ascender en el nivel de conocimiento. La

reflexión del autor sobre “imaginar” es como contemplar cierto objeto reduciéndolo a la

nada, lleva a reflexionar si la imaginación se agota en el mismo acto de la creación del

objeto imaginado, ya que al reproducirlo dejó de estar en el imaginario.

El filósofo Gilbert Durand, influenciado por los intelectuales Gaston Bachelard y Carl Jung,

publica el libro Las estructuras antropológicas de Lo imaginario, donde afirma que el

imaginario es el conjunto de imágenes interconectadas que constituyen el pensamiento del

hombre y denominador central en el que se acumulan otros mecanismos del pensamiento.

Desarrolló la teoría de la imaginación simbólica, la imaginación creadora, entre otros

conceptos de mucho aporte para la estética y la teoría del arte.

El autor Gaston Bachelard establece una mirada de la imaginación creadora o también

llamada imaginación productora, lo cual implica poner atención al surgimiento de la imagen,

al instante presente, observando las condiciones que hacen posible el origen de la imagen

en el momento de la creación.

Para el autor, lo que caracteriza a la imaginación es la función creadora de imágenes que

superan lo puramente real; dentro de este marco, la creación de imágenes poéticas o

plásticas serían un acto espontáneo, que funda la posibilidad misma del arte;

convirtiéndose en un acto creador sin antecedente, estableciendo una realidad inédita.

Considera que el poeta descubre o ilumina más que inventa, y sustenta que la imagen en

su simplicidad no requiere un saber.

Se entiende que la imaginación y la memoria forman en este sentido, una inseparable

dualidad en tiempo, espacio y forma, usando el término del autor Bachelard constituyen

un complejo indisoluble. En este contexto, la imaginación nos permite habitar en los

espacios del pasado y en el mismo instante, soñar los espacios en los que podríamos

alojarnos en el futuro.

42

2.3. Triada del espacio

El presente sub capítulo se basa en la teoría del investigador Henry Lafebvre, considerado

un teórico social, quien analiza el espacio desde una perspectiva social, centrándose en la

problemática del espacio para analizar al mundo moderno. El autor deja de lado el

reduccionismo del concepto, entendido como espacio matemático desde la ciencia, para

abordar el tema desde la antropología y otras disciplinas humanísticas.

Es imprescindible entenderlo desde la temporalidad de su obra, aunque vigente hasta

nuestros días. El autor considera el espacio como un producto social-político y lo urbano

como un fenómeno colectivo-global.

Es en 1974 que publica el libro La producción del espacio, considerado de gran aporte a la

teoría de la arquitectura, donde sustenta que la triada del espacio se basa en lo físico, lo

mental y lo social. Desde estos tres aspectos reflexiona sobre el ser humano, el contexto

en el que habita y la interacción que se genera a través de la cultura; entre otros tantos

conceptos expuestos en esta compleja investigación que parte incluso del análisis político

basado en el marxismo, tema en el que no indagaremos para centrar las ideas en el análisis

de la triada del espacio. Bien lo explica el autor Lorea en el prólogo del libro referido:

La cuestión central en este propósito consiste en dialectizar (más bien, trialectizar) el espacio: no se puede concebir como estático, pasivo o vacío, como si fuera solo un objeto intercambiable o consumido (por mucho que lo sea en la economía capitalista). En calidad de producto, el espacio forma parte de la producción, y es productor y soporte de las relaciones económicas y sociales, de las fuerzas productivas, de la división del trabajo (planteamiento que deja atrás la interpretación marxista tradicional del espacio social como superestructura). Desde la perspectiva de la dialéctica espacio-sociedad, desde la consideración de la producción, es posible reconstruir la historia del espacio. (Lorea, 1974, p.47)

Lafebvre plantea distintas dimensiones que le atribuye respectivamente a cada tipo de

espacio: el concepto del espacio percibido, el espacio concebido y el espacio vivido.

Frente a estos discursos desarrollados desde las ciencias elementales. Lefebvre propone

en La producción del espacio avanzar en una teoría unificadora, donde a cada dimensión

43

le corresponde respectivamente un tipo de espacio: el espacio percibido, el espacio

concebido y el espacio vivido.

El espacio percibido se presenta como el espacio de la experiencia material, que vincula

una realidad cotidiana tomando en cuenta el tiempo y realidad urbana social, considerando

la vida de la sociedad, el movimiento y flujo de las personas que transitan en el espacio,

aquí se unen las actividades de producción y reproducción social.

El espacio concebido es designado para describir al espacio de los intelectuales,

estudiosos de las ciencias, los arquitectos planificadores, donde se manejan los conceptos

de espacialidad para ordenar a la sociedad y el espacio que la contiene.

Según el autor, este espacio pretende reducir lo vivido a lo visible logrando una

transparencia espacial en un espacio público y común, impuesto a los ciudadanos que

deben adaptarse a las formas que se establecen por parte de un grupo de personas, que

tácticamente generan pautas urbanísticas y que contribuyen a generar una convivencia

entre todos. Se refiere a este espacio de la siguiente manera

La mayor parte de las prohibiciones son invisibles. Las cancelas y rejas, las barreras materiales y los fosos no son sino casos extremos de la separación. Los espacios

elitistas, los beaux quartiers y los sitios ≪selectos≫ están protegidos contra los intrusos por signos y significantes más abstractos. (Lefebvre, 1974, p.45).

Aquí es como se muestran las fracturas sociales que terminan en una apropiación negativa

y no positiva como la plantean los estados. Es por eso que el autor no sólo expone la

situación actual sino plantea una (re) apropiación del espacio por parte del ciudadano,

reivindicando el derecho a la ciudad, como derecho a la transformación de la vida. Evitando

así que el ciudadano sea un simple espectador, y se convierta en un hombre activo en la

sociedad, siendo un transformador y constructor de su propia cultura.

El espacio vivido, se refiere al espacio simbólico dentro de la experiencia material, es el

espacio de los signos que tienen los habitantes que mantienen necesidades y buscan

profundizar nuevas posibilidades espaciales intentando encontrar su propio lugar,

44

personalizado e individual. Este espacio se impone y se somete a las reglas impuestas por

los estados, a las limitaciones propias de cada cultura. Siendo el espacio de enfrentamiento

social donde el ser humano debe superar las adversidades espaciales, superando el

espacio donde se sitúa cada ciudadano. Reflexionando que son los habitantes que entran

en una abstracción de sí mismos en este intento de búsqueda personal.

Se considera la teoría social del espacio como un aporte a la mirada del concepto visto de

manera global, relacionado con el manejo político y social que finalmente son los que

definen y delimitan los espacios en los que la humanidad no tiene el control, son sólo unos

pocos grupos sociales los que clasifican, diversifican, agrupan y separan los espacios para

fines específicos.

A lo largo de la historia hemos visto que la libertad espacial es casi inexistente porque todo

está controlado y nacemos en un mundo ya dividido como un esquema geométrico donde

el arte nace y se desarrolla en individuos que observan, viven y cuestionan lo que ven y

sienten.

El presente sub capítulo intenta evidenciar la realidad. Exponer teorías filosóficas permite

ingresar al concepto espacio de una manera más abstracta, la antropología y la ciencia

intentan descubrir y explicar el mundo en el que vivimos, la historia lo cuenta desde los

primeros rastros de la humanidad y esta teoría social ingresa en la realidad con toda

transparencia y racionalidad. Los artistas vuelven a esta descripción crítica social e

individual desde un mundo abstracto y personal para dar a conocer otros aspectos del

mundo y del espacio que los rodea.

45

Capítulo 3. La Gestalt

La Gestalt surge en Europa como una reacción frente al atomismo del estructuralismo y al

elementarismo que predominaba a inicios del siglo 19, centrándose en una investigación

psicológica enfocada en estudios sobre percepción, aunque surgió desde un modelo de

pensamiento filosófico y epistemológico que pretendía modificar las nociones defendidas

por la ciencia tradicional, llegó a convertirse en una corriente de la psicología que sigue

vigente. La teoría de la Gestalt sustenta que la psiquis del sujeto le otorga algún orden a

los objetos que percibe, por eso es que podemos terminar de formar en nuestras mentes

las figuras que aún no estamos viendo de manera completa.

Los principales representantes de esta corriente fueron Max Wertheimer (1880-1943),

Wolfgang Köhler (1887-1967) y Kurt Koffka (1886-1941), a quienes se citan a lo largo del

presente capítulo.

En 1912 M. Wertheimer publica un artículo sobre el “fenómeno phi” o “movimiento

estroboscópico”, donde explica que la percepción aporta al sujeto algo que no se halla

presente en el estímulo.

La Gestalt se enfoca en el problema de la organización perceptual a través de numerosos

experimentos y diversas demostraciones de fenómenos perceptuales; especialmente

destacaron los principios de organización a través de diversos estudios, son conocidas las

figuras bidimensionales que parten de una descripción fenomenológica. Sin embargo, sus

contribuciones y planteamientos exceden a estas temáticas.

El axioma que identifica toda la teoría de La Gestalt es que el todo es más que la suma de

las partes, es decir, que las propiedades de la totalidad no resultan de los elementos

constituyentes, sino que emergen de las relaciones espacio temporales del todo.

Percibimos por ejemplo un bosque, y no volúmenes, colores, tonalidades, contrastes,

distancias, sonidos dispersos o simplemente sumados.

46

Para la teoría de la Gestalt, varios conceptos pertenecen tanto al orden biológico como

psicológico.

Un ser viviente es un organismo, [...] es un sistema cuyas partes, tejidos, órganos, dependen del todo, el cual parece determinar sus caracteres. Esta organización no es sólo estática sino dinámica, puesto que el juego de todas las funciones es solidario y que la vida del ser resulta del equilibrio móvil de todos los procesos locales. La palabra adaptación resume esas relaciones complejas del todo y de las partes. Las formas físicas y las formas orgánicas se pueden aproximar. (Guillaume, 1976, p.23)

Una segunda cuestión clave dentro de esta teoría es la idea acerca la interacción entre los

eventos fisiológicos y psicológicos; los psicólogos de la Gestalt creían en un profundo

isomorfismo entre uno y otro conjunto de procesos.

Para explicar la posición teórica y metodológica de la Gestalt, se selecciona un párrafo de

Köhler donde plantea claramente su posición.

Los psicólogos de la Gestalt procedieron de forma distinta porque no les interesaban los «elementos simples», las llamadas sensaciones locales. Primero decían tenemos que examinar con total imparcialidad situaciones perceptivas e intentar encontrar en aquellos hechos que se aparecen como más importantes; explicar su naturaleza si es posible; compararla con la naturaleza de otros hechos y ver si, de esta forma, podemos deducir reglas generales que sean válidas para muchos fenómenos. (Köhler, 1972, p.58).

En el presente capítulo se harán referencias no solo a los antecedentes históricos, además,

se analizarán los distintos aportes de cada uno de los integrantes de la Gestalt que hicieron

posible el desarrollo de esta teoría, junto a diversos autores que ejemplifican las distintas

leyes y fundamentos.

3.1. Contexto histórico

Es importante señalar que los referentes para la presente investigación son autores

occidentales, ya que se determinó no indagar en referencias de otras culturas, por tener

que acotar definiciones centradas en una corriente que nació en Alemania.

47

La psicología parece haber existido desde hace mucho tiempo, los seres humanos se

cuestionan sobre cómo percibimos la realidad y se hacen preguntas introspectivas sobre

nuestro comportamiento desde hace milenios. Los filósofos Platón (387 a.c.- 347 a.c.) y

Aristóteles (348 a.c. – 322 a.c.) en ciertos aspectos sentaron las bases de la psicología, ya

que presentan los primeros ensayos por cuestionar y examinar de manera sistemática el

funcionamiento de la mente humana.

Los filósofos René Descartes (1596-1650) y David Hume (1711-1777) dedicaron tiempo en

estudiar la naturaleza de las ideas y el modo en que percibimos la realidad, presentando

teorías basadas en la reflexión, especulación y no en la experimentación, como en la

hipótesis de las Ideas innatas de Descartes, siendo una conclusión, un supuesto basado

en creencias a partir de otros estudios filosóficos, pero no a partir de experimentos

controlados.

En Austria se daban los inicios de la psicología con Sigmund Freud (1856-1939) que

inicialmente se centró en el campo de la neurología, posteriormente en la psicología y tras

varias investigaciones dio origen al psicoanálisis.

En Suiza se gestaba la epistemología genética de Jean Piaget (1896-1980) conocido por

sus aportes al estudio de la infancia, por su teoría constructivista aplicada en la educación,

entre otros estudios de gran aporte.

En Rusia aparecía Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) conocido por formular la ley del

reflejo condicional entre otras investigaciones médicas experimentando con animales.

Los comienzos de la psicología en Estados Unidos se dieron con el funcionalismo de

William James, más adelante, el conductismo clásico con el manifiesto de J.B. Watson y el

experimento de Albert B. Seguido por el neo conductismo con la teoría de la contigüidad

de Guthrie y el conductismo propositivo de E.C. Tolman. Poco tiempo después surge el

conductismo radical de Skinner aplicado a la terapia de conducta y en la educación.

48

La psicología como ciencia del comportamiento surge en Alemania hacia finales del siglo

19, y este reconocimiento fue después de muchos esfuerzos en no solo investigar la mente

humana sino demostrar científicamente que cada estudio pasaba por un proceso de

medición. Este reconocimiento se le atribuye al filósofo Wilhelm Wundt (1832-1920) quien

investigó de forma científica el comportamiento humano, logrando separar la psicología

como una ciencia independiente a través de estudios científicos. Es considerado padre la

psicología, crea el primer laboratorio de psicología experimental en 1879 en Leipzig,

Alemania; año que se considera el nacimiento de la psicología como una disciplina

independiente reconocida como tal.

El autor Edwin Boring (1886-1968) considera que Wundt es el psicólogo más significativo

en la historia de la psicología, ya que es el primero al que se le puede llamar psicólogo, ya

que marca un antes y un después, antes de él se hizo mucha psicología, pero no eran

psicólogos; los investigadores eran nombrados por las otras profesiones que tenían.

En este contexto, a inicios del siglo 20 surge en Alemania la Gestalt, también llamada

Psicología de la Forma o Gestalpsychologie, en reacción a las propuestas teóricas

tradicionales europeas del siglo 19, oponiéndose al conductismo de Jhon Watson (1878-

1958) considerado empirista, a la psicología atomista y asociacionista de Wunt. Surge

como una teoría fenomenológica que estudia las experiencias visuales del individuo y las

organizándolas dentro del concepto del campo visual, centrándose en la percepción.

Se considera el inicio de esta corriente el año 1912 cuando Max Wertheimer (1880-1943)

publica un artículo sobre el Fenómeno phi. Estudios experimentales sobre la visión de los

movimientos, donde pone de manifiesto que en la percepción el sujeto aporta algo que no

se halla presente en el estímulo. Se trata de un fenómeno llamado “estrobiscópico” o

“movimiento aparente” en el que se experimenta con una proyección sucesiva de imágenes

fijas a determinada velocidad, donde se percibe el movimiento de los personajes.

49

Es interesante el experimento que sustenta esta teoría donde el movimiento es creado por

la mente del sujeto, ya que no existe en la realidad de la proyección, algunos científicos

elementaristas lo entendían como una ilusión o un error de juicio del sujeto que observa,

no aceptaban que se trataba de un hecho perceptivo.

Entre los principales antecedentes se encuentra al filósofo Immanuel Kant (1724-1804),

reflejándose principalmente en el pensamiento trascendental que asigna a la imaginación

como condición subjetiva “a piori” este concepto ya es una síntesis de una construcción

mental que deviene de los estímulos, quiere decir que existe una forma de conocimiento

previa a la experiencia, pero distinta de las ideas innatas cartesianas. El autor Martín

considera que la influencia de Kant sobre la Gestalt es esencialmente conceptual, al

introducir la noción fenómeno como algo contrapuesto a una realidad que queda fuera del

alcance del conocimiento.

Por otro lado, la fenomenología del filósofo alemán Edmund Husserl (1859-1938) es

considerada por muchos investigadores de la psicología como la raíz teórica esencial de la

Gestalt, debido a su comprensión de la experiencia consciente como una experiencia

fenoménica, reflejada en los conceptos fundamentales y los métodos experimentales,

donde existe una necesidad por comprender la experiencia consciente como vía elemental

para la descripción de los procesos mentales. Para el autor Martin la aportación de Husserl

es fundamentalmente metodológica, sentando las bases de un método que sería

parcialmente asumido y adaptado a los objetivos de las investigaciones de la Gestalt.

Es importante mencionar que la Gestalt se opone al conductismo de Watson, corriente que

dominaba la psicología en esta época, ya que la entiende como un peligro para la

psicología por ser arbitraria.

Se considera un antecedente no menos importante el trabajo del psicólogo Christian Von

Ehrenfels (1859-1932), quien en 1890 publica un artículo sobre las cualidades de la forma,

que por muchos años pasó inadvertido en la comunidad científica. Ehrenfels afirmó que

50

una melodía se conforma por sonidos, y una figura por líneas y puntos, en ambos casos

las figuras poseen una individualidad, teniendo un resultado final que no puede explicarse

por la sumatoria de los mismos, ya que el sonido y las figuras se definen por el campo

visual del sujeto en relación a otras figuras o sonidos, ese “algo” que genera que se

conserve la identidad de una melodía o figura lo llamó “gestaltqualitaten” es decir,

cualidades de la forma.

A inicios del siglo 20 y por muchas décadas la teoría de la Gestalt fue considera como

experimental, se convirtió en una corriente psicológica que también abrió campo a la

formación de grupos terapéuticos en donde se desarrollaron distintas dinámicas; más

adelante esta teoría se conecta con prácticas artísticas donde se despliegan diversas

dinámicas que articulan la percepción y la expresión.

No se puede desligar el complicado contexto histórico político en el que se formó la Gestalt,

fue casi a inicios de la primera guerra mundial, donde los países europeos sufrían una crisis

económica y debían aliarse para combatir contra la Alemania nazi. En esta época se

gestaron diversas corrientes culturales en Europa, aunque muchos intelectuales migraron

a Estados Unidos por unos años para después volver. La corriente Gestalt llegó a

Norteamérica en una época donde el conductismo era predominante, aunque se formaron

grupos no tuvo gran impacto, pero llegó para ciertos grupos abiertos de todo aporte

europeo.

Generando un paralelo con la obra del artista Oteiza, se considera fundamental la Gestalt

dentro del marco de la presente investigación, como antecedente para los artistas de las

vanguardias del siglo 20, los estudios publicados y los experimentos hechos por esta

corriente, sentaron las bases de manera más concreta entre la psicología y la geometría,

siendo el campo de acción de los artistas que no sólo producen arte de manera empírica,

sino que también son influenciados por las distintas teorías de la forma y de la imagen.

51

Conocer los distintos fundamentos de la Gestalt deja una teoría que después será aplicada

por los artistas, incluso de manera inconsciente.

Ya en el arte griego y particularmente en el renacimiento, se habían dado parámetros

estructurales de formas simbólicas pero ligadas a la formalidad expresiva, con el fin de

retratar la realidad de manera equilibrada, que refleja las proporciones exactas de la

realidad, siendo la perspectiva aplicada en el dibujo, la pintura y la escultura la que

proporcionó herramientas técnicas a los artistas de la época y a las siguientes

generaciones.

La Gestalt sigue siendo un tema elemental en el currículo de las carreras de arte y diseño,

ya que explica a través de leyes y fundamentos las claves para entender la percepción

visual que el ser humano experimenta.

3.2. Conceptos Fundamentales

Según la Gestalt poseemos una capacidad innata para decodificar y percibir los estímulos

del exterior; en oposición, los empiristas y estructuralistas manifiestan que los estímulos se

aprenden.

Debemos partir sólo de la percepción, tomándola tal cual es, con sus variedades tan reales unas como otras, sin decidir a priori, en nombre de una fisiología arbitraria, que tal propiedad proviene de la educación y tal obra debe ser considerada como más primitiva. De golpe vamos a encontramos en presencia de hechos organizados; nuestro fin es describir esta organización y buscar a qué obedece, haciendo variar las condiciones experimentales. (Guillaume,1976, p.49)

Las distintas prácticas e investigaciones dentro del campo perceptivo que experimentaron

los psicólogos de la Gestalt, se formalizaron postulando leyes organizaran y fundamentaran

la teoría. El principio fundamental es que los elementos del campo perceptivo tienden a

52

estructurarse y a organizarse desde las formas. Se desarrollaron más de 100 leyes, de las

cuales se han seleccionado las consideradas más representativas.

Se considera citar al autor Goodman para entrar en el concepto de la Gestalt. “Creemos

que la perspectiva Gestalt es el enfoque de la vida original, natural, sin distorsiones: es

decir, dirigido al pensamiento, al sentimiento y a la actuación del hombre.”

3.2.1 Campo visual

El concepto de campo visual también considera el campo cerebral, en donde se genera el

proceso perceptivo; los cuales hacen que los objetos alcancen la Gestalt y sean

conceptualizados. Kôhler lo explica partiendo de una analogía con un campo

electromagnético, como lo que ocurre con las dos partes de un imán que cuando se juntan,

demuestran una energía potencial capaz de producir un trabajo en función de la naturaleza,

donde se pueden definir las características del campo de fuerzas. En el campo de la

percepción ocurre algo similar, donde las diferencias entre el estímulo del campo visual y

la experiencia de ese estímulo, acontece un estímulo ya conceptualizado.

El autor Villafañe en el libro introducción a la teoría de la imagen muestra el dibujo de un

aparente círculo, el dibujo muestra una serie de imperfecciones (ver figura 1), aunque igual

no impiden que dicho estímulo sea reconocido y conceptualizado como un verdadero

círculo. La existencia de un trabajo perceptivo queda demostrada por la diferencia entre el

estímulo real (un círculo que no lo es) y la experiencia perceptiva (un círculo). Este caso

ilustra lo denominado proceso de campo, siendo un campo dinámico ya que provienen de

la atracción recíproca de procesos semejantes, dando origen a unas fuerzas llamadas

“cohesión” dentro del propio campo nombrado como tetradimensional, ya que cuenta con

las tres dimensiones del espacio y el factor temporal. Siendo un hecho que mientras más

53

próximos están en espacio y tiempo la cohesión entre ellos es mayor. La intensidad de los

procesos semejantes variará en función de la relación entre tipos de fuerzas.

3.2.2 Isomorfismo

El término isomorfismo según el diccionario filosófico es un concepto que se encuentra

especialmente en las que más se han ocupado del problema de la relación entre el lenguaje

y la realidad. En matemática la noción de isomorfismo es desarrollada en la teoría de los

grupos. Esta teoría estudia los modos según los cuales cada uno de los términos de un

grupo dado es sustituido, por cada uno de los términos de otro grupo dado. Dentro de las

relaciones posibles entre grupos se encuentra la relación isomería.

La etimología del término viene del griego iso que significa igual y morphê que significa

forma. Es un principio que aplica en diferentes ciencias sociales y naturales.

El isomorfismo psicofísico es un principio que se refiere a que existe una perfecta

correspondencia entre los acontecimientos físicos del funcionamiento cerebral y los

acontecimientos mentales.

La Gestalt utiliza este término para referirse a la relación entre realidad y nuestra

experiencia sobre esa realidad, o la relación existente entre e estímulo del campo visual y

el mismo estímulo en el campo cerebral en lo que se refiere a la forma. Villafañe señala

que sí existe Gestalt, existirá isomorfismo entre el estímulo y el pattern memorizado.

Se expone la definición de Koffka sobre isomorfismo y las presunciones fisiológicas de la

ciencia de la época.

54

El isomorfismo, término que implica igualdad de forma, lanza la osada presunción de que los movimientos de los átomos y moléculas del cerebro no son fundamentalmente diferentes de los pensamientos y sentimientos, sino que son, por el contrario, en sus aspectos de masa, considerados como procesos en extensión, idénticos" (Koffka, 1935, pag. 83) [...] Excitaciones que se inician en alguna parte, se desplazan a lo largo de un nervio, son transportadas a otro nervio, de éste a un tercero, hasta que, finalmente, provocan una contracción muscular o una secreción glandular. La enorme complejidad de la conducta no era explicada por una complejidad igual de tales procesos, sino solo por una combinación de multitud de procesos separados, todos del mismo tipo pero producidos en distintos lugares. El sitio de una excitación se convirtió en el aspecto más interesante de ella [...] toda complejidad era explicada por la combinación de excitaciones celulares diferencialmente localizadas. (Koffka, 1935, p.74).

Los psicólogos de la Gestalt necesitaban argumentar las distintas teorías desde bases

fisiológicas, y argumentaban en favor de lo que llamaban la experiencia cerebral,

entendiéndose que el campo perceptual se funda en el campo cerebral. Bajo esta premisa,

se entiende que el término isomorfismo define el paralelismo de la experiencia perceptual

y cerebral, dándose una correspondencia en términos de relaciones.

3.2.3 El principio de "Prägnanz"

El concepto Pregnancia es un término propuesto por Wertheimer, supone una especie de

principio universal que interviene en la regulación de cualquier proceso psicofísico. El

concepto de pregnancia está asociado a la fuerza de la estructura del estímulo. Siguiendo

el ejemplo del círculo (Figura 1), si el dibujo del círculo fuera mucho más imperfecto, su

estructura no tendría la cualidad de pregnancia y por eso no alcanzaría nunca una Gestalt,

por lo tanto, no podría reconocerse la figura del círculo. Villafañe menciona que existirá

pregnancia, siempre y cuando las fuerzas cohesivas se contrarresten; si no sucede,

mientras las diferencias entre ambas fuerzas sean mayores, existirá más energía en el

campo cerebral capaz de producir un trabajo perceptivo, generándose distintas relaciones

entre las fuerzas perceptivas.

55

Koffka definió el término pregnancia mencionando que “la organización psíquica será

siempre tan buena como lo permitan las condiciones existentes”.

Entre muchos elementos, figuras y estructuras posibles de una imagen, siempre habrá una

que predomine y que se imponga ante las demás. La forma con pregnancia siempre será

la mejor forma o la buena forma, es una forma visualmente fuerte que percibimos

rápidamente y se presenta el máximo de unidades dentro de una simplicidad. "Si hay

organización en la percepción, es decir, si se trata de un proceso psicofísico en extensión,

dependiente de la distribución total de la estimulación, entonces la homogeneidad de esta

distribución será el caso más simple..." (Koffka, 1935, p.137)

Existe una formación lógica donde la ley de la buena forma remite a un principio de

organización de los elementos que componen la experiencia perceptiva, siendo este

mecanismo el que permite reducir posibles ambigüedades o distorsiones buscando

siempre la forma más simple y a la vez consistente, permitiéndonos ver unidades

significativas coherentes.

En general el cerebro prefiere composiciones armoniosas, lo que nos rodea es infinito y

para formular ideas, es necesario simplificar lo que percibimos considerando la totalidad

de los factores que coexisten en el campo perceptivo específico.

3.3. Leyes perceptuales

La ley de pregnancia se considera la más general en la organización de leyes perceptivas,

el resto de principios de segregación surgen desde este principio básico. Wertheimer

menciona dos tipos generales de leyes de organización perceptiva: las intrínsecas y las

extrínsecas. Dentro de las leyes intrínsecas se mencionan:

56

La Ley de cierre (figura 1) considerada la primera de las leyes intrínsecas, se refiere cuando

el observador percibe formas “completas” partiendo de datos visuales “incompletos”,

Perceptivamente se tiende a completar y llenar las partes y vacíos, permitiendo la captación

del objeto en su totalidad, este proceso de cierre se genera de manera natural, siendo la

percepción de los objetos es más completa que la estimulación sensorial que recibimos de

ellos.

Siendo el caso más conocido el de las figuras incompletas, por ejemplo, aunque le falte

alguna letra a una palabra conocida, se reconoce la palabra; incluso con los ritmos, al

escuchar una melodía que se interrumpe el sujeto efectúa el cierre completando la parte

que falta para reconocer la melodía.

La Ley de continuidad o dirección (figura 2) se refiere cuando los elementos orientados en

la misma dirección tienen a organizarse de forma seguida, ya que la mente continúa un

patrón, aun cuando el elemento o estímulo no se muestre completamente o este

desaparezca.

La Ley de proximidad o cercanía sustenta que se tiende a considerar un todo a los

elementos que se encuentran relativamente próximos en tiempo y espacio, estos se

perciben formando una misma unidad. Cuanto más cerca se encuentren los elementos

tienen mayores posibilidades de agruparse. El sujeto siente la necesidad de construir

conjuntos enteros de unidades. Ese factor de proximidad se refleja en nuestro lenguaje,

cuando un sujeto se comunica hablando, se escucha el lenguaje como una serie de

palabras distintivas con pausas entre palabras y oraciones, alguien que no conoce nuestro

lenguaje podría escuchar un sonido continuo.

La ecuación se vuelve más compleja cuando entendemos que existen distintos aspectos

de proximidad como el aspecto físico, emocional, intelectual, etc. La percepción implica

entender la cercanía en distintos niveles.

57

Ley de semejanza o similitud demuestra que los elementos o estímulos similares tienden

a verse como parte de un conjunto, la mente agrupa los elementos en una sola entidad,

separando las unidades de lo diferente; esta similitud se puede dar por tamaño, forma,

color, ubicación e incluso tiempo. La psique tiende a organizar lo conocido por sus rasgos

semejantes, esta ley es la base de las categorizaciones que hace el ser humano, ya que

desde esta ley generalizamos y universalizamos todo lo que vemos. Podría entenderse

como la ley del prejuicio, ya que el prejuicio tiende a hacer familiar un mundo que no

conocemos, a través de la categorización.

La Ley de figura fondo afirma que la organización de la percepción se da siempre en función

de un recorte que define una figura sobre un fondo. Este proceso remite a un mecanismo

básico según el cual tendemos a focalizar nuestra atención sobre un objeto o grupo

determinado, refiriéndose a la figura; destacándolo del resto de los objetos que lo

envuelven, refiriéndose al fondo. En una imagen se notan claramente dos partes

diferenciadas y las diferencias de los grupos pueden ser por profundidad, ubicación, etc.

En 1912, Edgard Rubin (1886-1951) comenzó a analizar el concepto de figura-fondo y

descubrió que, en los estímulos presentados a un individuo, un conjunto de ellos se

configura como un Todo (figura) que resalta sobre los demás (fondo). El ejemplo de la

conocida copa de Rubín explica este fenómeno (ver imagen 3), donde se percibe al mismo

tiempo las caras y la copa.

Muchos artistas trabajaron en base a esta organización de figuras, como M.C. Escher

(1898-1972) quien trabajó estructuras espaciales a través de juegos visuales y figuras

posiblemente imposibles, que le exigen al espectador una pregnancia llevada al extremo,

se presentan dos imágenes que trabajan patrones que rellena el plano y que forman

imágenes en figura y en fondo (Figura 3).

Se han mencionado las leyes intrínsecas, aunque también es imprescindible mencionar la

existencia de leyes extrínsecas que se dan como un conjunto de normas de una naturaleza

58

distinta, las cuales se aproximan más a las leyes de aprendizaje que a las leyes de

percepción, ya que se basan en la experiencia. En este sentido se manifiesta la psicología

conductista de la percepción.

Se considera pertinente citar el comentario de Köhler sobre la repetición del término todo

y sobre los procesos de análisis de los gestaltistas.

Algunos críticos dicen que la psicología de la forma repite continuamente la palabra todo, que descuida la existencia de partes, y por lo tanto sacrifica esa herramienta maravillosa de todo procedimiento científico: el análisis. Nada más equivocado que esta afirmación, como se puede juzgar por el hecho de que creemos necesario mencionar la separación siempre que tratamos una unidad o un todo definido. En la distribución dinámica, como ya hemos visto, el agrupamiento funcional de un campo es compatible con la separación dinámica. También podemos decir que en el análisis de la forma encontramos las partes genuinas del campo como todos y grupos separados, y en estos todos y grupos sus partes genuinas a su vez como todos y miembros subordinados. (Köhler, 1929, p.150).

La psicología de la forma aportó procesos de entendimiento para la configuración de signos

y símbolos dentro del arte.

Capítulo 4. El espacio de Jorge Oteiza (1908-2003)

El escultor vasco Jorge Oteiza (1908-2003) desarrolla la práctica artística en paralelo a una

teorización de su propia reflexión estética, esta relación se muestra inseparable en el

trascurso que va desarrollando sus diversos proyectos estéticos, dándole una coherencia

que llega a un punto final cuando el 1959 abandona el ejercicio de la escultura cuando

considera que el lenguaje ha llegado al encuentro con la nada, al descubrir en el vacío al

ser estético.

El arte y el pensamiento de Jorge Oteiza se iniciaron en una etapa de crisis espiritual en

su juventud, tras esta crisis le demanda al arte una serie de respuestas existenciales que

no encontraba en la religión. El autor Miguel Pelayo publica Oteiza. Su vida, su obra, su

pensamiento, su palabra, en donde relata de manera minuciosa y bastante cercana este

proceso de integración entre la vida y obra del autor.

59

Oteiza fue uno de los grandes protagonistas del arte occidental del siglo 20. Inició su

carrera artística en Madrid, luego tuve un periodo en Sudamérica entre los años 1935 y

1948 que en definitiva fueron de gran aprendizaje al acercarse a las culturas precolombinas

desde Chile, Colombia, una corta estadía en Argentina, pasó por Perú y México donde

permaneció más tiempo; para luego regresar al País Vasco.

En este periodo, el continente Sudamericano, tampoco pasaba por su mejor momento, en

algunos países habían dictadores, otros estaban en conflictos internos y fronterizos con

países vecinos, pero de igual manera eran sociedades que siempre acogieron a los

extranjeros, son países que mantienen y mantenían una admiración por lo extranjero y si

eran europeos con una mejor recepción.

Es inevitable considerar que fueron países colonizados por europeos, y aunque este

suceso se dio en el transcurso del siglo 16 de una manera muy sangrienta, despojando a

los ciudadanos pre hispánicos de su cultura, arrebatándoles todo lo que tenían y habían

construido a través de siglos. Finalmente se creó una nueva cultura mestiza que ya no

recuerdan los detalles de la colonización y por alguna razón hasta el día de hoy siguen

considerando a los extranjeros como personas superiores a nivel conocimientos, son temas

en los cuales no se profundizará en esta investigación, pero si era necesario mencionarlo.

En este contexto histórico es que Oteiza llega a Latinoamérica, recibido por intelectuales

que lo apoyaron en su investigación sobre las culturas pre colombinas.

Se analizan ciertos conceptos con el fin de rescatar las teorías que nos conduzcan al

interés y entendimiento del espacio oteiziano y nos detendremos en ciertas posturas y

afirmaciones que no siempre terminan resultando una escultura, pero si sustentando una

obra de arte, principalmente como motor y origen de esta necesidad de producir para decir

algo, para comunicar algo que genera un cuestionamiento mayor en los otros.

El autor también trabajó el cine, en arquitectura, educación, la teoría estética, educación y

en activismo político, es considerado un creador poliédrico por el aporte que tuvo en

60

distintas disciplinas, siendo un referente importante para la cultura vasca, siendo el

precursor de la escuela vasca de escultura, un creador y artista que experimentó con todo

lo que el arte le pudo permitir en la vida.

El interés al elegir a Oteiza se centra en la conceptualización del espacio y todas las teorías

que recorrió para abordar este tema hasta llegar a la nada, es como le llama al momento

de encuentro que da como finalizada la experimentación con la escultura para pasar a las

palabras desde la poesía.

No sólo Oteiza se preocupó por el espacio relacionado con lo espiritual en el arte. La forma

y el espacio también se han interpretado de diferentes maneras a lo largo de la historia, sin

embargo, otros intelectuales no pensaron de la misma manera que Oteiza. Podemos

referir, por ejemplo, el antiguo pensamiento griego que tenía parámetros distintos, el

pensamiento griego sobre el espacio se genera en etapas de progresiva abstracción

simbólica, la importancia cósmica, era el lado espiritual por lo tanto vital para ellos, era su

modo de simbolización conceptual, una manera más directa y menos abstracta que

representará el tiempo como un principio de orden.

En el renacimiento, la preocupación por expresar un espacio con perspectiva simbólica fue

gran parte del aporte artístico muy relacionado con la religiosidad cultural. Estamos frente

a un proceso que tomó años en evolucionar al cuestionamiento netamente formal de la

geometría. Los conceptos mencionados no se dieron solo en el arte, muy por el contrario,

el arte los tomó de otras disciplinas como la ciencia, las matemáticas, la religión, la

astrología, entre otras ciencias exactas. Para el renacimiento la geometrización del espacio

no sólo se reduce a la perspectiva, ya que se trata de una nueva manera de ver el mundo

y de representarlo imaginando estructuras para organizar de esa manera la percepción,

abarcaron desde la estética hasta la teología representada en la arquitectura y las bellas

artes.

61

Muy distinto fue en la Bauhaus, escuela fundada en Weimar, Alemania en 1919, una

escuela interdisciplinaria artística en la que se unifican la arquitectura, las artes plásticas,

los oficios de la artesanía y la teoría filosófica, expresada en la búsqueda de integrar los

distintos conocimientos. Aquí el espacio estaba basado en una búsqueda por la

simplicidad de la forma reduciendo al objeto a una funcionalidad, intentando lograr una

cultura del pueblo y para el pueblo, siendo un desafío adoptado por varios movimientos

culturales de la época. La espiritualidad y religiosidad no eran parte del discurso, todo era

llevado a la vida práctica utilizando recursos creativos. Estéticamente tuvieron como

antecedente a Malevitch con el constructivismo ruso, que aportó en la teoría del color y la

organización de formas, entre otras influencias, la Bauhaus logró un lenguaje propio

convirtiéndose después en un estilo y tendencia reconocida a nivel mundial.

Volviendo a Oteiza, la presente investigación llevaría a pensar en sus contemporáneos

pensaron e investigaron el espacio de manera distinta. Por ejemplo, en la misma España

de la época el artista Salvador Dalí (1904-1989) considerado el padre del Surrealismo,

pintor y también escultor, también admirador del arte renacentista como Oteiza, e

interesado por el psicoanálisis Freudiano, se caracterizó por explorar el espacio onírico, los

sueños, los espacios inexistentes totalmente creados por la mente que no retrataba la

realidad visible, sino más bien inventó otra realidad abriendo otros campos espaciales.

4.1. Influencias artísticas y contexto histórico

Oteiza tuvo una formación autodidacta, reconocido por una constante formación de un

estilo propio. Comenzó haciendo esculturas influenciado por la corriente del

expresionismo o del primitivismo que iniciado por Pablo Picasso (1881-1973) y

Paul Gauguin (1848-1903). Por otro lado, tuvo un principal interés por las obras de

Constantin Brancusi (1876-1957), Auguste Rodin (1840-1917), Henry Moore (1898-1986),

entre otros escultores clásicos europeos.

62

En los inicios de la obra de Oteiza donde se vislumbra la influencia del escultor inglés

Henry Moore (1898-1986), se empieza a instaurar de manera evidente la tendencia

estética y temática constructivista. Lo aplica a las formas de redondo, curvilíneo, lo

vertical, lo horizontal, que caracterizan a esta etapa de producción artística donde se

empieza a expresar en un lenguaje puramente geométrico y se inicia la famosa

dicotomía entre masa y espacio que se apodera de su obra.

Se considera particular el paralelo entre el escultor inglés Moore conocido por sus

esculturas abstractas de bronce y mármol. Aunque se relaciona con Oteiza como un

referente sólo en la primera etapa de la producción figurativa, también considera la temática

de la madre, las representaciones de cuerpos generalmente con espacios vacíos y formas

onduladas. Fue considerado el representante de la escultura británica de la Modernidad.

Por otro lado, asumió al igual que Oteiza, encargos de obras de gran formato, públicas y

privadas. El estilo de vida modesto nunca lo abandonó y su dinero fue destinado a crear y

mantener la fundación que llevara su nombre, una fundación dedicada a promover la

educación a través de las bellas artes.

Interesado por las culturas antiguas de precolombinas, decide viajar a Sudamérica y tras

una larga estancia en el continente, pasando por los países de Colombia, Argentina,

Chile y Perú; es en este periodo donde el escultor va desarrollando una teórica que forja

los inicios de los fundamentos de su estética.

Es una época donde empiezan a darse los procesos industriales de producción,

dejando de lado las técnicas de la escultura artesanal. El autor empieza a trabajar en

series con hierro forjado, material que lo siguió en toda su obra artística.

El constructivismo ruso representado por el gran artista Kazimir Malevitch (1879-1935),

que ya en esta época tenía un reconocimiento a nivel internacional, fue una inspiración

para Oteiza, convirtiéndose en la principal referencia en la etapa geométrica, incluso

menciona al artista ruso en algunos textos teóricos y le dedica algunas obras. En

63

paralelo, también se considera un referente importante el neoplasticismo holandés

representado por Piet Mondrian (1872-1944) involucrado en el proyecto de la escuela

Bauhaus.

Por otro lado, muestra un principal interés por los proyectos de educación artística

interdisciplinar propios de la vanguardia rusa y de la Bauhaus alemana, es ahí cuando

propone los primeros proyectos para crear escuelas de arte en el País Vasco, idea que

no se llega a llevar a cabo por falta de apoyo del gobierno vasco.

Oteiza vivió tiempos difíciles, épocas de conflictos políticos y sociales. En la primera etapa

de su carrera artística, considerada entre 1929 y 1950, vivió la primera (1939-1975) que

fue perjudicial para la cultura y el desarrollo artístico vasco, ya que en esa época los

estados con fuertes ideas independentistas eran censurados y no podían expresar

libremente sus ideas, para los artistas era como si les cortaran las manos. Fue en esos

años que viajó a visitar Latinoamérica, donde asienta las bases para su desarrollo estético,

es ahí donde invierte más tiempo en la escritura que en la escultura.

Imparte clases de cerámica en diversas instituciones, escribiendo un tratado sobre el

tema. Su obra se ve influenciada por la estatuaria precolombina, siendo objeto de su

estudio durante su estancia en Sudamérica. Intenta tener exhibiciones artísticas, pero

no logra concretar ninguna, aunque posteriormente llega a recibir encargos para

esculturas públicas y para colecciones privadas.

Para contextualizar esta época, Francisco Franco era quien gobernaba España hasta 1975

bajo una dictadura extrema, mutilando y sancionando toda expresión libre de pensamiento,

permitiendo dejar a un lado el desarrollo cultural y social del país, es en esa época, que los

estados independentistas como el vasco, el catalán, el valenciano, incluso la gente en la

capital madrileña, tuvieron que dejar de comunicar sus creencias para no ser sancionados

por el estado. Muchos artistas migraron a Estados Unidos en estos años, otros

64

desarrollando un lenguaje de manera clandestina en España, exponiendo sus obras en

países con libre expresión, en ese momento la ciudad ideal era Paris y Viena donde los

artistas vivían y se gestaban las vanguardias.

4.1. El vacío como generador de espacios

En las diversas biografías y ensayos sobre la obra de Oteiza se encuentran de manera

recurrente los términos, hueco, vacío, desocupación, despojamiento, el espacio vacío,

entre otros sinónimos. Aparte del espacio, es el vacío el eje de todo su proceso de

despojamiento material.

La relación con el vacío implicado al material del espacio escultórico se presenta como una

desocupación del espacio, primero se ve reflejado en formas cilíndricas, esféricas para

finalmente pasar al cubo, ese espacio contenido en la experimentación de la serie de obras

cajas metafísicas llenas de vacíos o formadas por huecos, la serie es tan grande y se

encuentran tantos ensayos en su estudio, que el proceso es una secuencia progresiva de

encuentros y confrontaciones con el espacio geométrico donde pareciera que sólo la

escultura pudiera reflejar estas ideas como una prolongación de las teorías.

El periodo de investigación geométrica es una mezcla teórico práctica donde pareciera que

el vacío generara los espacios, ya que el vacío es como si fuera el protagonista de la

materia. El autor Simón Marchán se refiere a este proceso como Una poética de la

desocupación y del vacío. Esta etapa de Oteiza tiene grandes aportes para la comprensión

de una teoría del arte en el entendimiento de la forma y del espacio, que incluso sirvieron

de base para teorías en la arquitectura.

El espacio vacío es de central importancia en las esculturas geométricas que el autor

realiza entre 1956 y 1959, siendo el primer grupo de obras expuestas internacionalmente

en la Bienal de Sao Paulo de 1957. Siendo clave para entender a qué se refiere con el

65

término desocupación, que no es la simple idea de dejar libre un espacio, ni generar huecos

en una materia, ya que para el autor existe una clara diferencia conceptual entre Espacio

Vaciado que se refiere una consecuencia de quitar dejando marcas con el objetivo de

mostrar que el espacio o materia ha estado ocupado antes del proceso y resultado final de

la obra; y Espacio Vacío refiriéndose al resultado de una intervención del espacio que por

medio de proceso e intención de vaciarlo formalmente se forma la presencia del espacio.

El autor lo describía como La presencia de una ausencia formal, donde explícitamente

existe una intensión, acción de formar el espacio mediante el vacío.

El autor construye este procedimiento del espacio vacío rompiendo la neutralidad del

espacio real. Se destacan las obras de la serie Cajas Vacías que son abiertas y llenas de

luz; y la serie de obras Cajas Metafísicas que virtualmente están cerradas con sombras en

el interior y mayor oscuridad que Oteiza las define como imponente y receptivo silencio

espiritual. Figura 4 y 5. El mismo autor explicó estas ideas en su artículo donde señala:

El hueco se nos revela en nuestro análisis como el concepto eje de una lógica para la renovación formal. […] En la próxima etapa experimental el hueco ha de ser objeto de un nuevo razonar plástico. Hasta ahora no va siendo más que la descomposición natural de los factores naturales que integran la estatua. Y el hueco deberá constituir el tránsito de la estatua-masa tradicional a la estatua-energía del futuro, de la estatua pesada y cerrada a la estatua superliviana y abierta, la Transestatua. (Oteiza 1947, p. 28).

El fundamento teórico del autor se construyen con teorías históricas, arqueológicas desde

de la cueva de Lascaux, y lingüísticas, siendo en una vasta fuente de inspiración para sus

esculturas, también se debe considerar la compleja personalidad del autor, el interés por

lo espiritual, el acercamiento que mantuvo a la filosofía, en especial a la de Heidegger, el

interés por la antropología dándole mucha importancia a las culturas precolombinas de

Latinoamérica, siendo la ciencia un soporte analítico, presentando sus teorías a modo de

fórmulas esquemáticas. Se mencionaron solo los que destacan, aunque se podrían detallar

muchos otros temas.

66

Es imprescindible mencionar el involucramiento que tuvo en la política vasca, que fue

transversal a cualquier tipo de temática, aunque su obra es considerada universal, estuvo

fuertemente influenciada por la coyuntura social vasca. La autora Soledad Álvarez destaca:

Los procesos creativos que él [Oteiza] pretende plantear desde la objetividad no pueden eludir el subjetivismo propio de su compleja y contradictoria personalidad […] las experiencias se yuxtaponen, interrumpen y etoman según procedimientos

creativos liberados del rigor metodológico de las ciencias. (Álvarez, 2003, p.83).

Se considera importante no analizar la obra de Oteiza desde el proyecto político vasco,

sino lograr separar ese factor para someter la obra a un análisis científico y académico,

logrando reflexiones objetivas centradas en el proceso creativo y en la obra misma, aunque

es importante tomarlo en cuenta para finalmente lograr contextualizar el análisis.

La escultura de Oteiza a la interpretación, al ser geométrica y no tener una figura que la

represente, siendo el sustento de la obra la confrontación de la forma misma, se convierte

en una obra descriptiva, analítica, cuestionadora y que confronta la temática

constantemente; la obra muestra y oculta a la vez, es silenciosa y sombría, encierra los

espacio de tal forma que el silencio y el vacío lo llenan dándole la forma más completa

con elementos realmente simples, logra encerrar el espacio tras vacías la escultura, en

definitiva se convierten en una gran inspiración y sirven hoy de material de estudio para la

teoría de la forma.

También se encuentran teorías del autor que explican la desocupación desde una mirada

más espiritual, teniendo un alcance de purificación del hombre. El autor tiene una

convicción y es que el espacio debe ser desocupado de sí mismo, de sus funciones, de

su sitio, para llegar a un espacio sin tiempo y lograr el verdadero vacío, un vacío

inhabitable y sagrado.

67

Todos quieren decir algo, por ocupación, yo quiero no decir nada, dejar la huella, del vacío, de esto que uno no debe decir. Siempre pasa algo, en la obra de arte. Yo no quiero que pase nada. Solamente una desocupación pasa y algo ha ocupado un sitio vacío. [...] Meter una pala en el aire y sacar el aire físico, dejar un vacío, una trasestatua, un escenario no, una habitación para la función de nuestra alma, para que nuestra alma funcione con esa intimidad, con el aislamiento que en lo absoluto apetece al hombre vivir en las horas de mayor peligro o desamparo y cuando toda la confianza en las cosas de la vida se pierde. (Oteiza. Mecanografiado Archivo Fundación Museo Jorge Oteiza)

Se entiende que los artistas pasan distintos periodos de experimentación, en el caso de

Oteiza el vacío y la nada surgen en un proceso evolutivo donde va encontrando la

necesidad de expresarlo en la escultura para podérselo comunicar al hombre, a la

sociedad. Sobre las cajas metafísicas Oteiza se escribió: “En mi escultura final no se ve

más que un vacío: el espacio ha quedado desocupado y separado del tiempo, desmontada

la expresión; un espacio espiritualmente habitable.” Oteiza. Mecanografiado y manuscrito.

Archivo de la Fundación Museo Jorge Oteiza.

Desde los inicios, el autor mantuvo un interés en el arte de índole existencial, transitando

por un proceso de necesaria reflexión, donde el objeto fue siendo eliminado de manera

progresiva, hasta llegar al llamado desierto del comienzo, como lo menciona en el libro

Quousque Tandem…!

La evolución de los lenguajes se produce partiendo (la expresión) de cero, y volviendo a cero. Equivale a tener que contar y a descontar: lo que se cuenta en la primera fase, se descuenta en la segunda. El cero final es des-cubrimiento así trascendente, cuando el artista es responsable de su investigación. (Oteiza, 1963, p.172).

El libro mencionado Quosque Tandem…! es un ensayo imprescindible y referente dentro

del arte vasco, ya que interpreta el alma y la estética vasca, desde un panorama cultural

en una época de cambio socio político. Se considera el mejor ensayo de Oteiza que fue

escrito unos años después de dejar la practica escultórica.

En este momento la dictadura de España tenía totalmente reprimida a la sociedad vasca y

el impulso independentista se iba construyendo de manera sólida hasta llegar a formar

68

grupos terroristas que se enfrentaron con el gobierno hasta muchos años después. Fueron

años difíciles para los estados que mantenían culturas vivas desde el idioma hasta las

costumbres que no se identificaban con la monarquía ni con la política de derecha extrema.

4.3 El proceso artístico

Oteiza tenía la preocupación por definir teóricamente el proceso de interpretación estética,

que pueda ser entendido por los artistas e investigadores de arte, con el fin de trazar un

camino al entendimiento; al mismo tiempo, demostrar su propio proceso y el de un reducido

conjunto de artistas identificados con él, incluso exponiendo lo que se empezaba a

vislumbrar en el arte, algo muy distinto y menos valorado bajo este esquema. Se considera

necesario utilizar un gráfico para exponer su teoría. Figura 4.

A través de una forma sistematizada expone la evolución de las culturas, estableciendo

una ley de cambios bifásica en tipo de una Ecuación Estética Molecular, con una forma

que describe la evolución del proceso artístico del arte y del propio artista. Es definido dos

fases, cada una pasa por etapas que darán el paso a la vida, que es cuando el artista se

comunica y expresa con la sociedad a través de su obra, logrando alcanzar una nueva

sensibilidad espiritual para el artista en una primera etapa y para la comunidad cuando

culmina la fase final.

La primera fase inicia en el punto cero positivo, la naturaleza, es ahí donde se gesta el

laboratorio de experimentación, donde se da la investigación estética de manera evolutiva,

siendo llamada por el propio autor, una Etapa Expresionista y Positiva, en la cual, el objeto

artístico llega a un umbral en el cual los ensayos y pruebas comienzan gradualmente a

cargarse de expresión. El diagrama de este proceso se muestra en forma curva,

ascendente al inicio y descendente al conectarse con la llamada Frontera Metafísica o

Frontera Impresionista, donde se genera la síntesis de orden conclusivo, marcado como

69

una línea en medio como una intersección entre muchos conceptos y factores, se entiende

como la gestación de un concepto que pasará a una siguiente fase, transitando desde cero

positivo a cero negativo.

Desde el punto medio, la curva continúa descendiendo llegando a una fase llamada

Conclusiva y Negativa, donde la obra se despoja de lo superfluo u ornamental, logrando

formar una obra espiritual, llegando a cero negativo con una Sensibilidad Trascendente

hasta llegar nuevamente a la vida y luego a la comunidad.

Lo que el artista entiende como tradición latina y vislumbra como una tendencia en el arte,

es que la evolución estética se desarrolla en espiral, impidiendo que el hombre concluya

con una espiritualidad que lo despoje de lo superfluo, y lo explica como una falsa

investigación, esa es la manera en que se refiere al mundo artístico.

Años después, se encuentra con un medio artístico caminando por un espiral del cual se

decepciona, ya que lo rodea en los distintos países y no encuentra una cura ni una solución,

sintiéndose fuera de este medio.

Este aporte teórico es uno de los tantos elaborados por el artista, mostrando una necesidad

por comunicar los caminos por los cuales transitaba a través de niveles, antropológicos,

científicos y filosóficos que fueron disciplinas que lo ayudaron a sustentar pensamientos y

procesos del hombre, siempre relacionados con el lado espiritual que fue un centro, al cual

siempre cuestionó a través del arte, intentado buscar respuestas en todo momento.

En 1944 Jorge Oteiza escribe una carta a los artistas de América con una frase que

describe uno de sus propósitos en el arte “Un poema, una estatua, cualquier producto

plástico funciona siempre, dura siempre por sí mismo, porque el tiempo se lo pone una vez

el artista y luego ya, nunca, nadie ni lo añade, ni lo quita, ni lo puede alterar”. Aunque se

presume que la obra hace al artista, en Oteiza es el proceso artístico propuesto, ese

Propósito experimental que lo llevan a concretar la realización de su obra, hacen el hecho

70

mismo de su obra. Esta conceptualización que sustenta la obra es entre una infinidad de

aportes, son la misma que hoy la mantiene vigente en el arte.

Capítulo 5. El Espacio o creado vs el Espacio percibido

El proceso realizado en el presente proyecto de investigación se inició con la finalidad de

entender el origen del espacio desde una visión antropológica y filosófica, fue importante

entender el espacio y las distintas connotaciones que se le atribuyeron a lo largo de la

historia, para una posterior conexión con el tiempo y así relacionar las diferentes culturas

occidentales desde esta perspectiva.

Posteriormente se presentaron las relaciones subscritas al concepto espacio, que fueron

transformando esta significación hasta llegar al análisis geométrico, el cual enfocó el

proceso hacia la psicología de la forma, teoría aún vigente en todo análisis de una obra de

arte, específicamente la apliqué a la escultura. La Gestalt fue un puente que enlazó la

filosofía del espacio con la obra del escultor Jorge Oteiza,

A lo largo del proceso surgieron las diversas interpretaciones relacionadas a la percepción

de la forma, a la significación de una obra de arte, al significado que tiene la obra para un

artista y para cada uno de los espectadores, a lo subjetivo que puede llegar a ser una obra,

al impacto que esta puede tener en la cultura, la sociedad y en cada ser humano para llegar

a la experiencia visual y estética que aluden y reflejan los modos de ver y sentir del hombre,

siendo una experiencia íntima y netamente personal.

Se presentan diversos autores que aportarán una mirada subjetiva, permitiendo enlazar las

ideas al tema central de la relación entre el emisor y el receptor, para llegar a un análisis

sustentado desde diversas miradas contemporáneas dentro del siglo 20 y 21. Se

contrastarán miradas de teóricos del arte como Pierre Bourdieu, Gadamer, Rudolf Arnheim,

John Berger, George Didi-Huberman y Maurice Merleau-Ponty, aunque cada autor trae

71

representaciones de diversas disciplinas y un repertorio de temas de profundidad dentro

de la teoría del arte y la filosofía, se han elegido ciertas opiniones que juntas engloban las

ideas planteadas en el presente capítulo.

El autor Gadamer ha sido uno de los autores que investigó sobre los problemas de

representación y la necesidad de construir maneras de entender y leer el arte, tratando al

objeto y sujeto como protagonistas de la experiencia artística. Indaga en la condición

humana a través de proyectos artísticos que evocan a la memoria y temas generales de la

vida como la muerte y la naturaleza temporal de la vida. Sustenta que el aspecto simbólico

del arte es el puente entre lo objetual y lo conceptual.

En el libro del año 1977 La actualidad de lo bello, el autor presenta la experiencia estética

moderna como una posibilidad de encuentro distinto con la obra, donde no sólo se trata de

un acto de lectura por parte del espectador, sino se trata de una experiencia que

reconstruye la obra como un acto de encuentro de significados que escapan de la

propuesta del artista; lo presenta como una activación simbólica y un encuentro de

referentes vivos que son generados por cada espectador.

5.1. La distancia

El teórico Pierre Bourdieu escribió sobre la relación entre emisor y receptor.

Toda percepción artística implica una operación consciente o inconsciente de desciframiento…Toda operación de desciframiento exige un código más o menos complejo, cuyo dominio es más o menos total. La obra de arte, como todo objeto cultural, puede ofrecer significaciones de niveles diferentes según la clave de interpretación que se le aplica; las significaciones de nivel inferior, es decir las más superficiales, resultarán parciales y mutiladas, por lo tanto, erróneas, mientras no se comprendan las significaciones de nivel superior que las engloban y las transfiguran. (Bourdieu,1968, p.45, 49)

Cabe la pregunta, ¿Qué tan importante es que el artista explique cada capa de la

producción de su obra? Se entiende que la obra intenta llevar y transmitir un mensaje o

72

significado general, y la comprensión de la totalidad de la obra también requiere un

esfuerzo del espectador, ya que, en muchos casos, el artista no pretende contar un

discurso que involucre un planteamiento, una reflexión precisa, ni una solución exacta, ya

que es importante dejar un espacio de reflexión para que cualquier espectador lo procese

a través de sus propias experiencias.

¿El mensaje cambia según la cultura cada espectador? En definitiva, si, aunque la

universalidad de la temática de la obra es relevante, lo es también el contexto, espacio-

tiempo en que la presenta, incluso el lugar mismo puede darle otra connotación al

significado, y las capas de mensajes se van complementando.

Es por eso, que una obra debe ser leía y entendida dentro de un contexto, siendo inevitable

separarla, ya que los significados son propios del momento en que el artista presenta la

obra, aunque la temática de las obras sea universal, la comprensión del mensaje y la obra

misma también se ven afectadas por el contexto.

El artista presenta la obra y las lecturas y significados del espectador serán muy diversos

y personales.

Para John Berger mirar es todo lo que sobresale del perfil. En el libro El sentido de la vista

presenta diversos ensayos que cuestionan y analizan el devenir de la experiencia humana,

planteando el valor de las ideologías en relación a las experiencias histórico, sociales y

culturales como transformadoras de la percepción.

Todas las apariencias están continuamente intercambiándose: visualmente, todo es interdependiente. Mirar es someter el sentido de la vista a esta interdependencia. Mirar buscando algo, es lo opuesto a mirar. La visibilidad es una cualidad de la luz. Los colores son rostros de la luz. Por eso mirar, es reconocer, entrar en un conjunto… (Berger, 2000, p.237)

Asimismo, es preciso no dejar de lado, que el entendimiento y la apreciación del arte, están

ligados a al grado de instrucción del espectador, que no solo se dan dentro de un contexto

social, aunque es determinante ya que la educación estricta racional de muchos estados,

no estimulan el desarrollo para una mejor comprensión del arte, solo en ciertos grupos

73

sociales se encuentran escuelas y universidades que estimulan estas enseñanzas, no solo

desde las artes visuales, también me refiero a la música, la literatura, la poesía, teatro y

otras enseñanzas artísticas. Todas van construyendo a través de distintos códigos de

información un aprendizaje con mayores recursos estéticos e históricos. Aunque estos

aprendizajes no sean organizados en una sola línea, van formando a través de tiempo

competencias que se siguen alimentando y desarrollando en los distintos medios culturales

y sociales, como en la vida misma, se convierten en un capital de experiencias que se

distribuyen y enriquecen con el paso del tiempo.

Diversos autores han analizado la relación entre emisor y receptor, entre el mensaje del

artista y la interpretación del espectador. La percepción es un tema basto que amerita hacer

una o varias tesis donde se analicen a los distintos autores.

En 1954 el alemán Rudolf Arnheim publica Arte y percepción visual, un libro totalmente

vigente que presenta los componentes básicos de la percepción, aplicando los principios

de la teoría de la Gestalt en las artes. Se menciona por el modo universal del análisis,

donde la cultura no necesariamente modifica los factores perceptuales que son inherentes

al ser humano, aunque es influenciada por el pasado de cada uno, es decir por las

experiencias, existen y se analizan los códigos universales sin desligar las connotaciones

personales.

Toda experiencia visual se aloja dentro de un contexto de espacio y tiempo. Lo mismo que en el aspecto de los objetos influye el de otros objetos vecinos en el espacio, así también, influyen las visiones que lo precedieron en el tiempo…Se nos dice que lo que una persona ve ahora no es más que el resultado de lo que ha visto en el pasado… (Arnheim, 1954, p.62)

Surge una pregunta después de exponer la influencia de la cultura en la percepción: ¿Es

posible mirar despojados de nuestras creencias?

Se entiende que no es posible, ya que, siendo observadores, conectamos los mensajes

con nuestras experiencias de distintas maneras, nuestra mirada se encuentra condicionada

a la información que llevamos dentro, es a partir de esta información que se codifica e

interpreta lo que vemos.

74

5.2. La poética del reencuentro

Hasta ahora se ha examinado el tema del espacio en la obra de arte desde una reflexión

teórica filosófica y antropológica, en torno al entendimiento del espectador frente a una

imagen, frente a una obra de arte. Es preciso descubrir y cuestionar el rol del espectador

dentro de la poética del reencuentro, entendido como un modo de ver y entender los

procesos que experimenta un ser humano, despojado de una carga prejuiciosa y abierto a

interpretaciones de contenidos artísticos y otras experiencias mentales.

Para el autor George Didi-Huberman, lo que vemos finalmente nos mira a nosotros mismos,

porque esa mirada toca alguna experiencia almacenada en nuestra memoria, que hace

vernos de otra forma y desde otra perspectiva.

Desde esta interpretación, el poder que tiene un espectador para transformar lo que una

obra de arte transmite, es infinito, sólo con una imagen si nos referimos a la pintura, o

muchas imágenes si nos referimos a la escultura, ya que la tercera dimensión involucra el

movimiento, el espacio y el entendimiento del contexto visual.

El libro Lo que vemos, lo que nos mira del autor Didi-Huberman plantea un gran dilema que

expone las formas actuales de interpretar el mundo visible aplicado a las obras de arte. Por

un lado, el hombre de la visión creyente y el hombre de la visión tautológica o una certeza

cerrada. Enlaza la filosofía de la experiencia visual y expone que las obras de arte en

particular, exigen al espectador un trabajo dialectizado, algunas obras pueden producir

fascinación, extrañeza e intensidad, pero mirar la obra es repensar la relación de la forma,

comprender la dialéctica de la imagen o del volumen y esta distancia ante la cual nos

mantiene atentos a ella.

Al referirme al reencuentro, suscito una relación entre uno mismo y la obra de arte, donde

germina un reencuentro individual, único, que enfrenta al yo con el ego, a la memoria con

el recuerdo escondido. Sitúo un énfasis de nuestra capacidad para liberar con

independencia nuestra mirada como espectadores. La conformidad con la razón no

75

continuaría en la superficie, ya que como espectador es importante experimentar un

ascenso a otro tipo de sensación y conocimiento personal, consciente ante una obra de

arte.

La libertad está vinculada a la posibilidad, a lo que podemos hacer, que, a su vez, está

directamente relacionado con el conocimiento de una carencia. Sartre decía que “El posible

es una ausencia constitutiva de la conciencia en tanto que ésta se hace a sí misma.” Ser

espectador, siendo conscientes de una carencia, nos condiciona a otra experiencia que se

enlaza con otras posibilidades del yo, a otras interpretaciones de lo visto y vivido.

El espectador no solo observa la síntesis representada en la obra de arte expuesta en un

contexto específico, también, puede recorrer y vivir el proceso del surgimiento de la

composición, imaginándose cómo el autor llegó a tal conclusión. Lograr que el espectador

llegue a esta aproximación puede activar otro nivel de percepción, donde busca entender

la intención del creador, no solo técnica sino conceptual. Esta situación es como si el artista

lograra someter al espectador a un análisis creador a partir de la obra misma, siendo un

proceso totalmente individual sin ninguna guía, dejando actuar a la libertad imaginativa del

espectador. Donde la historia de la imagen escultórica o pictórica nace, se desarrolla y

crece dentro de cada espectador.

Cabe citar un párrafo sobre la percepción del autor Maurice Merleau-Ponty.

El sujeto no es ya el pensador universal de un sistema de objetos rigurosamente vinculados, el poder instituyente (posant) que somete lo múltiple a la ley del entendimiento, si tiene que poder formar un mundo; se descubre y se gusta como una naturaleza espontáneamente conforme a la ley del entendimiento. Pero si hay una naturaleza del sujeto, el arte oculto de la imaginación ha de condicionar la actividad categorial; no es ya solamente el juicio estético, sino también el conocimiento que en el mismo se apoya; él es quien funda la unidad de la consciencia y de las consciencias. (Merleau-Ponti, 1954. p.17)

Es posible que nos encontramos sumergidos en un reencuentro totalmente individual,

suscitada por el arte, por el artista, que expone una serie de obras con objetivos diversos,

que finalmente originan una dialéctica entre el espectador con la obra de arte, en distintos

76

niveles, siendo infinitas las posibilidades que articulan la conexión del individuo con el

mundo.

Desde un análisis del lado del creador, se presenta una cita del pintor Pizasso “La pintura

es más fuerte que yo. Me obliga a hacer lo que quiere” (Picasso, p.211) Con respecto a

esta cita la autora Rosaline Krauss comenta que “la pintura no puede ser asimilada por el

tiempo, porque vive en un perpetuo ahora” (Krauss,1993, p.228).

El arte con esa particular fuerza de documentar, actúa sin necesariamente tener un

propósito específico, tal vez el simple hecho de hacerlo, de producir una pieza puede ser

el impulso que lleve al artista a reunir todos los componentes básicos y necesarios para

constituirla dentro de su propia realidad.

El creador se convierte en su propio profeta, que demanda cada vez un mayor rigor en el

cumplimiento de la formación de estructuras espaciales que legislan todo campo de acción

en los procesos creativos, manipulando psicológicamente sus propias ideas, indagando en

el yo, logrando desterrar las ideas y descubriéndose en un proceso primitivo que lo conduce

a producir piezas con un lenguaje artístico abstracto.

Las bellas artes, puede servir en defensa del hombre, ya que se puede expresar saciando

una necesidad de comunicar sin ser necesariamente literal en el mensaje, pero siendo a la

vez consecuente y reafirmándose en sus propios ideales. A la vez puede ese mensaje ser

manipulado por otros hombres en función de la verdad que pueda interpretar.

Los conceptos antes mencionados, se presentan como nóminas, preguntas y afirmaciones

que cuestionan la idea del arte desde distintas posiciones que más adelante se triangularán

en una conceptualización que pone en manifiesto la posición cambiante en la que cada

actor de la escena se convierte en protagonista de la obra, ya que el significado le

pertenece a todos y a ninguno a la misma vez.

77

5.3. Una relación triangular

La concepción del lenguaje tenía como primera finalidad el comunicar algo. Para lograr

este objetivo se entiende que existe un emisor interesado en transmitir un algo específico

y un receptor interesado por entender ese algo. Esta transmisión de información se da a

través de distintos lenguajes, y ahora nos referiremos específicamente al artístico,

escultórico o pictórico, que establece una comunicación a través de la obra de arte. Es en

este contexto que se genera una relación de triangulación, entre el objeto creado y los dos

sujetos, el creador y el espectador, siendo éstas, relaciones subjetivas y objetivas al mismo

tiempo o no.

Para analizar esta triangulación lo haremos mediante tres puntos, llamaremos punto A al

sujeto artista, punto B a la obra y punto C al sujeto espectador, se presentan en este orden

consecutivo entendida como el origen de la obra misma.

El punto A tiene una o muchas intensiones de comunicación que trabaja y procesa a lo

largo de un tiempo definido, en esta transición intervienen diversos factores desde

personales hasta universales en donde se va gestando una o muchas ideas, entrando a un

proceso creativo riguroso hasta llegar a conclusiones que hacen posible la materialización

del mensaje o idea, que finalmente se convierten en la producción de una materia, la obra

de arte. Importante señalar que la secuencia descrita se considera como genérica, ya que

existen otros procesos particulares con muchas vertientes y complejidades, e incluso otros

procesos más simples.

El punto B, la obra de arte, al ser presentada en un espacio, ya es un objeto/materia

independiente que comunica por sí misma. La obra llega a despojarse del creador y le

pertenece al contexto mismo. Esta obra, si nos referimos a la escultura contiene mensajes

inherentes a la materia que la forma. Por otro lado, el espacio es tan sensible e influyente

en la obra por la cantidad de información que puede contener, ya que éste facilita la

supervivencia e interviene en el entendimiento de la obra misma, ya que tiene el poder de

78

modificar y provocar una experiencia más compleja de lo que la obra sugiere por sí sola,

forman una dualidad inseparable.

El punto C, el espectador que experimenta libremente un modo particular de relación con

la obra y que en parte se debe al espacio que la contiene, quien experimenta una ilusión

de estar frente a una materia que comunica algo de manera silenciosa, es ahí cuando se

activan las percepciones y se transforman dándole una amplitud de imágenes y mensajes

que empiezan a procesarse a través de la carga interior. Este proceso que construye

mensajes e imágenes sólo puede ser posible mediante una apertura consciente.

Cabe preguntar, ¿Dónde radica la distancia entre esta triangulación y qué tan importante

es para el espectador? Desde el espectador, se considera que la distancia es importante

para la construcción del objeto observado, esa relación tiene una distancia subjetiva en la

experiencia estética, se convierte en una experiencia contemplativa espontánea que le

otorga otras cualidades a la obra expuesta. La distancia entre el espectador y el artista

hace posible que exista una mirada no condicionada y deja libertad al descubrimiento del

mensaje, en buena medida, el espectador construye el mensaje y contenido sin

predeterminaciones para una interpretación que quedará solo en el espectador.

Se plantea una triangulación, el arte en sus distintas formas se compromete con el mundo

en distintos aspectos, desde el punto de vista de la creación, desde su propia realización

en la materialización y desde el punto de vista del efecto que producen en el espectador..

Para el artista Kandinsky la armonía moderna es como el encuentro y el conflicto entre los

elementos aislados y considera necesario el factor espontáneo para poder integrarse al

mensaje, sin pretender que todo se puede o debe filosofar antes de ser construido y a esa

parte del proceso lo considera como el rol del espíritu creador, viéndose obligado a esperar

de manera paciente a que llegue ese instante que lo conducirá a crear de forma abstracta.

79

Conclusiones

Que una obra de arte nos llame la atención y que nos mire hacia adentro, logrando mover

fibras neuronales que deriven a un cuestionamiento desde sensorial o intelectual; a este

contacto generado por una percepción visual es que dedico todo el recorrido del presente

proyecto de investigación.

En el caso de Oteiza la distancia siempre fue un factor importante, como artista no se

acercaba a los espectadores personalmente, pero intentaba hacerlo a través de sus

esculturas, obras que intentan cuestionar al hombre universal, al ser eterno. Oteiza

afirmaba que el arte hace mejor al hombre, ya que el arte estaba en el hombre, siendo el

arte un puente y una preparación para la madurez, considerando que el artista es un

hombre incompleto, por eso como artista necesitaba fabricar el lenguaje del arte para

reparar al hombre, siendo las esculturas una aventura humana y parte de un proceso de

exploración que perduran en el tiempo como protección del hombre.

Con el pensamiento de Oteiza podemos concluir que los procesos e intenciones no se

pueden delimitar a una sola definición, cada artista mantiene una distancia y le atribuye a

esa distancia un significado y valor muy personal y único, lo mismo sucede con las obras.

Una dinámica algo semejante se establece entre los significados inversos, me refiero a las

contradicciones propias del ser humano, que podrían atribuirse a un debilitamiento lógico

entre fusiones culturales e incluso espirituales, el cual condena de alguna manera y

quiebran los mensajes establecidos por el artista en la obra de arte que presenta.

Integrar la intensión del artista, adjudicándole una voluntad de ser, como una propuesta

viva en constante evolución, ya que al dejarla en exposición pública la libera de cualquier

intensión, dejándola ser interpretada por el mundo, siendo resignificada por los diversos

actores que renovarán la obra y se apropiarán de ella con un lenguaje propio.

Tanto más vital es la obra, es más complicado controlar la significación que puedan darle.

80

La renovación del arte y la conservación del mensaje, pasa por distintos estadios, siendo

algunos más débiles y volubles por su carácter participativo dentro de un sistema de signos

y símbolos que se encuentran dentro de distintos paraguas perceptivos, que le pertenecen

a los mitos de cada cultura y a las experiencias de cada ser humano.

Me lleva a pensar en la memoria oral, no solo la visual. Si salir de lo convenido, de lo

explícito planteado por el artista y por los miembros que sostienen y justifican el concepto

presentado, como una verdad absoluta que parte desde una sola mirada, justificada o no

por los acontecimientos sociales y vitales; generase en el espectador un juicio por ejemplo

político en un acto de reconocimiento y de entendimiento de la obra bajo un sentido de

pertenencia visual con una mínima estructura conceptual transmitiendo y reflejando sus

propios valores, no es suficientemente cercano al mensaje creador; me lleva a la pregunta:

¿ Qué tan importante es para el artista esta relación de significación?

Es como si se tratase de una diferencia entre lo dicho y lo escuchado, entre el sentido del

emisor y la significación del receptor. ¿Dónde está la verdad? Porque de alguna manera

se entiende que la verdad debe ser una sola, no basta con pensar en que existen muchas

verdades porque en ese sentido no existiría tal intensión. En este caso intento referirme a

el mensaje que se quiere transmitir bajo un estudio de validez de todos los conceptos

recorridos en la presente investigación. Hace falta recorrer uno o varios caminos para llegar

a la verdad, por lo menos para acercarnos a ella a fin de entender el mensaje.

El paradigma de aquel hombre que acumula saberes para poder entender al mundo,

incorpora inalteradamente los saberes heredados por aquella sociedad que lo recibió, por

el pasado que se convirtió en un filtro de luz y de aire que le permiten asomarse hacia

nuevas experiencias, otorgándole libertad en la codificación del reconocimiento.

La realidad simbólica es reconocida en las expresiones artísticas, siendo la creencia de su

cultura la que establece los vínculos, dotándole de posibilidades para construir en base a

los aprendido, sin dejar de lado las necesidades y las respuestas que éstas ocupan en

81

espacios conscientes que trascienden hacia la esperanza a partir de una incapacidad para

la autodeterminación y trascendencia. Porque finalmente las obras de arte de alguna

manera están hechas para trascender, no para ser destruidas.

Aunque pueden empezar bajo una ilusión que fluye y cambia, permite explorar bajo

cuestionamientos ilimitados, sirviéndose como fuente y a la vez como defensa,

perteneciéndole a configuraciones interiores con pautas socialmente marcadas por el

pasado inconsciente y por la filosofía formada a través de hombres que imaginaron la

naturaleza de los conceptos de la naturaleza, en un orden influyente en la construcción de

los sistemas de conducta en el arte, abasteciéndose de saberes que enriquecerán sus

primigenias preguntas sobre el espacio y el tiempo.

Como cualquier concepto de arte, es considerado un fenómeno social e histórico que va

transformándose para evitar ser intersectado por un lenguaje ajeno, siendo la dirección del

camino la identificación de un lenguaje propio. Los casos que llegan a conseguir incluso un

lenguaje poético dentro del marco escultórico o pictórico, evidencian el lado reconocible de

los signos en su propia función poética, considerado éste como el caso de Oteiza.

82

Lista de Referencias Bibliográficas

Álvarez, S. (2003): Jorge Oteiza. Pasión y razón. San Sebastián, España. Editorial Nerea y Fundación. P.83.

Arnheim, R. (1954): Arte y Percepción Visual. Madrid, España. 2da. Edición, 2002. Editorial Alianza Forma. P.60 Bachelard, G. (1961): La llama de una vela. Caracas, Venezuela. Monte Avila Editores C.A. 1975. p.9, 94. Bachelard, G. (1932): La intuición del instante. México. Editorial Fondo de cultura económica. 1999. p.104. Berger, J. (1985): El sentido de la vista. 2da. Edición 2006. Madrid, España. Editorial Alianza Forma. p.237 Boring, E. (1978): Historia de la Psicología Experimental, México, Editorial Trillas, 2006. p.338,339. Bourdieu, P. (1968): Sociología en el arte. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Nueva

Visión. 1971. p.45-49.

Bueno, G. (1996): El sentido de la vida. Seis lecturas de filosofía moral. Oviedo. Ed. Pentalfa. 2da. Edición. Pp. 89,114. Cassirer, E. (1968): Antropología filosófica: Introducción a una filosofía de la cultura. México. Ed. Fondo de Cultura Económica. Publicado originalmente en 1944. Corbin, A. (1990): Modalidades de la Percepción, de Jerarquías Sensoriales. p.258. Ferrater, J. (1956): Diccionario de filosofía. Buenos Aires, Argentina. Editorial Sudamericana. pp.560-567. García, L. y Moya, J. (1993): Historia de la Psicología II, Teorías y sistemas psicológicos contemporáneos. México. Editorial Siglo 21. pp. 167-169 Galimberti, U. (2002): Diccionario de Psicología. D.F. México. Siglo veintiuno editores, s.a. pp. 801-807 Guillaume, P. (1976): Psicología de la Forma. Buenos Aires, Argentina. Editorial Psiqué. P.138 Köhler, W. (1972): Psicología de la Forma- Su tarea y sus últimas experiencias. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva. p.118-150 Krauss, R. (1993): El inconsciente óptico. Madrid, España. Editorial Tecnos S.A. 1997. Cita sobre Picasso. p.211 Lefebvre, H. (1974): La Producción del espacio. Madrid, España. Editorial Capitán Swing Libros S.L. p.47

83

Merleau-Ponty, M. (1945): Fenomenología de la percepción. Barcelona, España. Editorial Planeta-De Agostini, S.A. 1993. P.17. Oteiza, J. (1963): Quousque Tandem…! Ensayo de interpretación estética del alma vasca. 2007. España. Edición de la Fundación Museo Oteiza. P.172. Pelay Orozco M. (1978): Oteiza, su vida, su obra, su pensamiento, su palabra. Bilbao, Ed. La Gran Enciclopedia Vasca. P.17- p.25. Riboulet, C. (2013): El espacio participa en la estructura del ser y en su desarrollo. Arte y Ciudad - Revista de Investigación. Artículo: Habitar en la migración. p.130. Segaud, M. (1974): Anthropologie de l’espace, Habiter, Fonder, Distribuer, Transformer. Oxford. Ed. Armand Colin. Lefebvre, H. The production of Space, Blackwell Publishing Ltd, Oxford, 1991. Publicado originalmente por Ed. Anthropodos, Paris, 1974. pp. 235,236. Sartre, J. (1940): Lo imaginario. México. Editorial Losada. 2005. p.19. Villafañe, J. (2006): Introducción a la teoría de la imagen. Madrid, España. Ediciones Pirámide. pp. 56-75.

Bibliografía

Álvarez, S. (2003): Jorge Oteiza. Pasión y razón. San Sebastián, España. Editorial Nerea y Fundación. Arnheim, R. (1954): Arte y Percepción Visual. Madrid, España. 2da. Edición 2002. Editorial Alianza Forma. Augé, M. (1992): Los no lugares, espacios de anonimato, una antropología de la sobremodernidad. Barcelona, España. Editorial Gedisa.

Bachelard, G. (1961): La llama de una vela. Caracas, Venezuela. Monte Avila Editores C.A. 1975. Bachelard, G. (1932): La intuición del instante. México. Editorial Fondo de cultura económica. 1999. Bachelard, G. (1983): La poética del espacio. México: Fondo de Cultura Económica.

Berger, J. (1985): El sentido de la vista. 2da. Edición 2006. Madrid, España. Editorial Alianza Forma.

Berger, J. (2000): Modos de ver. 2da. Edición 2012. Barcelona, España. Editorial Gustavo Gili. Boring, E. (1978): Historia de la Psicología Experimental, México, Editorial Trillas, 2006.

84

Bourdieu, P. (1968): Sociología en el arte. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Nueva

Visión. 1971.

Bueno, G. (1996): El sentido de la vida. Seis lecturas de filosofía moral. Oviedo. Editorial Pentalfa. 2da. Edición. Cassirer, E. (1944): Antropología filosófica: Introducción a una filosofía de la cultura. México. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1968. Corbin, A. (1990): Modalidades de la Percepción, de Jerarquías Sensoriales. Dido-Huberman, G. (1992): Lo que vemos, lo que nos mira. Buenos Aires, Argentina. Ediciones Manantial. Edición Traducida al español, 2017. Ferrater, J. (1956): Diccionario de filosofía. Buenos Aires, Argentina. Editorial Sudamericana. Gadamer, H. (1977): La actualidad de lo bello. Barcelona, España. Ediciones Paidós Ibérica S.A. 1991. Galimberti, U. (2002): Diccionario de Psicología. D.F. México. Siglo veintiuno editores, s.a. García, L. y Moya, J. (1993): Historia de la Psicología II, Teorías y sistemas psicológicos contemporáneos. México. Editorial Siglo 21. Gondra, J, (1998): Historia de la Psicología, Introducción al pensamiento psicológico moderno, Volumen II: Escuelas, teorías y sistemas contemporáneos, México, Editorial Síntesis, 1998. Guillaume, P. (1976): Psicología de la Forma. Buenos Aires, Argentina. Editorial Psiqué. Köhler, W. (1972): Psicología de la Forma- Su tarea y sus últimas experiencias. Madrid. Editorial Biblioteca Nueva. Krauss, R. (1993): El inconsciente óptico. Madrid, España. Editorial Tecnos S.A. 1997. Cita sobre Picasso.

Fullaondo, J. (1976): Oteiza y Chillida en la moderna historiografía del arte. Bilbao. Ed. La Gran Enciclopedia Vasca. Heidegger, M. (2007): El arte y el espacio. Barcelona, España. Herder Editorial. Heidegger, M. (1999): El concepto de tiempo. Madrid, España. Editorial Trotta, S.A. Heidegger, M. (1952): Arte y poesía. Buenos Aires, Argentina. Editorial Fondo de cultura económica. 1992. Latner, J. (1973): Fundamentos de la Gestalt. Santiago de Chile, Chile. Editorial Cuatro Vientos. 1994. Lefebvre, H. (1974): La Producción del espacio. Madrid, España. Editorial Capitán Swing Libros S.L.

85

Madden, E. (1953): La filosofía de la Ciencia en la Teoría de la Gestalt. Universidad Nacional de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Buenos Aires. Traducción del artículo aparecido de "Reading in the Philosophy of Science. H. Feigl y M. Brodbeck (1959). New York, Appleton-CenturyCrofs.

Maderuelo, J. (2008): La idea de Espacio en la Arquitectura y el Arte contemporáneos, 1960-1989. España. Ediciones Akal. Merleau-Ponty, M. (1945): Fenomenología de la percepción. Barcelona, España. Editorial Planeta-De Agostini, S.A. 1993. Oteiza, J. (1963): Quousque Tandem…! Ensayo de interpretación estética del alma vasca. 2007. España. Edición de la Fundación Museo Oteiza. Panofsky, E. (1927): La perspectiva como forma simbólica. Barcelona, España. Editorial Tusquets, 1973.

Pelay Orozco M. (1978): Oteiza, su vida, su obra, su pensamiento, su palabra. Bilbao, España. 2 Ed. La Gran Enciclopedia Vasca.

Riboulet, C. (2013): El espacio participa en la estructura del ser y en su desarrollo. Arte y Ciudad - Revista de Investigación. Artículo: Habitar en la migración. Sartre, J. (1940): Lo imaginario. México. Editorial Losada. 2005. p.19. Tatarkiewics, W. (1987): Historia de las seis ideas. Arte, belleza, forma, creatividad, mímesis, experiencia estética. Madrid, España. 6 Ed.1997 Editorial Tecnos (Grupo Anaya S.A.)

Vidal, J. (2003): Oteiza, el aire de la escultura. Suplemento el Cultural del Diario El País, España. Edición impresa. http://www.elcultural.com/revista/arte/Oteiza-el-aire-de-la-escultura/7562 Villafañe, J. (2006): Introducción a la teoría de la imagen. Madrid, España. Ediciones Pirámide.

Jung, C. (1981): Sincronicidad. Editorial Sirio S.A. Málaga, España.

86

Documentos de Internet Heiblum, A. (2017): Física del espacio-tiempo. En Diccionario Interdisciplinar Austral, editado por Claudia E. Vanney, Ignacio Silva y Juan F. Franck. Recuperado el 15 de octubre de 2017 de http://dia.austral.edu.ar/Física_del_espacio-tiempo Heidegger, M. (1999): El concepto de tiempo. Traducción de Raúl Gabás Pallás y Jesús Adrián Escudero. Madrid, España. Recuperado el 2 de octubre de 2017 de https://sites.google.com/site/.../Heidegger2CMartin-ElConceptodeTiempo.pdf. Goñi, F. (1991): Cuadernos de Pensamiento Junguiano. Relación espacio-tiempo en la teoría junguiana. Publicación semestral de la Fundación C. G. Jung de Psicología Analítica. Buenos Aires, Argentina. Recuperado el 2 de octubre de 2017 de https://www.fundacion-jung.com.ar/cuadernos/cuaderno1.htm Prieto, D. (2013). Metafísica del tiempo en la obra de Jorge Luis Borges. Tesis doctoral de la facultad de filosofía. Universidad autónoma de Madrid. Recuperado el 1 de noviembre de 2017 de https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/ 10486/661952/prieto_fernandez_daniel _ramon.pdf?sequence=1 http://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/caja-vacia

87

Concepto espacio: idea, percepción y arte

Jorge Oteiza: Nociones de espacialidad

Daniela Napurí Pita

23 de febrero 2018

Licenciatura en Diseño

Investigación

Historia y Tendencias

88

Imágenes seleccionadas

Figura 1. Círculo. Fuente: Villafañe, J. (2006) Introducción a la teoría de la imagen. Madrid, España. Ediciones Pirámide.

Figura 2. Ley de continuidad. Fuente: Villafañe, J. (2006) Introducción a la teoría de la imagen.

Madrid, España. Ediciones Pirámide.

Figura 3. M.C. Escher. Carátula del libro The Graphic Work (2000). Alemania. Editorial Taschen.

89

Figura 4. Oteiza, J. Esquema gráfico. Ley de los cambios, Ediciones Tristan-Deche Arte Contemporáneo, 1990.

Figura 5. Oteiza, J. Escultura. Caja vacía. (1958). Catálogo Artium.

Figura 6. Oteiza, J. Escultura. Caja metafísica. (1958). Catálogo Artium.