CARRILLO Juan Felipe, Explorando patrimonios: experiencias de paz en Colombia, Museo Nacional de...

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1 Explorando Patrimonios: un proyecto del Museo Nacional de Colombia y de la Fundación Suramericana para el país Juan Felipe Carrillo Gáfaro Introducción En el contexto de nuestro país, afectado por el conflicto armado más longevo del continente y cuyo impacto a la sociedad ha sido de diversas proporciones, es fundamental construir proyectos sociales que atenúen las vicisitudes propias de la guerra. Este tipo de proyectos tienen la bondad de reconstruir una parte del tejido social resquebrajado por una violencia que ha repercutido en la manera cómo entendemos la cultura, la ciudadanía y la construcción de paz; de una paz que debe trascender la firma de un acuerdo entre las partes en conflicto para buscar una mejor forma de vivir. El poder de la guerra no sólo ha limitado la posibilidad de creer que en Colombia se puede vivir diferente, sino también ha ido invisibilizando cuán importante es entender lo que significa por una parte promover y respetar nuestra diversidad (entendiendo y protegiendo las particularidades de todas y todos) y, por otra, aprender a participar en comunidad. El desarrollo del proyecto Explorando Patrimonios, implementado por el Museo Nacional de Colombia y la Fundación Suramericana, tiene como objetivo principal que niños y niñas en situación de vulnerabilidad identifiquen y exploren el patrimonio, se sensibilicen en torno a él y logren apropiarlo como parte fundamental de un desarrollo integral. En este sentido, el proyecto representa un aporte esencial para el país como respuesta parcial a diversas heridas que el conflicto armado ha dejado en nuestra sociedad. El presente artículo busca argumentar cómo se consolida este aporte y cuáles son sus alcances en dos tiempos. Tras presentar con brevedad la naturaleza del proyecto, se hará una reflexión sobre cuáles son los principales valores que lo

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Explorando Patrimonios: un proyecto del Museo Nacional de Colombia y de la Fundación Suramericana para el país

Juan Felipe Carrillo Gáfaro Introducción

En el contexto de nuestro país, afectado por el conflicto armado más longevo del

continente y cuyo impacto a la sociedad ha sido de diversas proporciones, es

fundamental construir proyectos sociales que atenúen las vicisitudes propias de

la guerra. Este tipo de proyectos tienen la bondad de reconstruir una parte del

tejido social resquebrajado por una violencia que ha repercutido en la manera

cómo entendemos la cultura, la ciudadanía y la construcción de paz; de una paz

que debe trascender la firma de un acuerdo entre las partes en conflicto para

buscar una mejor forma de vivir. El poder de la guerra no sólo ha limitado la

posibilidad de creer que en Colombia se puede vivir diferente, sino también ha

ido invisibilizando cuán importante es entender lo que significa por una parte

promover y respetar nuestra diversidad (entendiendo y protegiendo las

particularidades de todas y todos) y, por otra, aprender a participar en

comunidad.

El desarrollo del proyecto Explorando Patrimonios, implementado por el Museo

Nacional de Colombia y la Fundación Suramericana, tiene como objetivo

principal que niños y niñas en situación de vulnerabilidad identifiquen y

exploren el patrimonio, se sensibilicen en torno a él y logren apropiarlo como

parte fundamental de un desarrollo integral. En este sentido, el proyecto

representa un aporte esencial para el país como respuesta parcial a diversas

heridas que el conflicto armado ha dejado en nuestra sociedad.

El presente artículo busca argumentar cómo se consolida este aporte y cuáles

son sus alcances en dos tiempos. Tras presentar con brevedad la naturaleza del

proyecto, se hará una reflexión sobre cuáles son los principales valores que lo

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caracterizan (I). A partir de esos valores, se examinará cómo en el proyecto

subyace una idea sólida de paz positiva, cuyos alcances deben ser articulados a

proyectos de similar tenor (II).

I. Desarrollo y valores de Explorando patrimonios

a. Explorando la historia del proyecto

Explorando patrimonios surge de una iniciativa sustentada en la participación de

niños y niñas que por diferentes situaciones de vulnerabilidad no tenían la

posibilidad de visitar un espacio como el Museo Nacional de Colombia y aún más

de entender su papel en la vida cultural del país. Desde 2011, fecha en la cual se

realizó la primera de cuatro vigencias anuales, Explorando patrimonios se ha

posicionado como uno de los pocos proyectos en el país que busca ejercer un

impacto dentro y fuera de sus propias instalaciones. Es decir, el proyecto no sólo

se desarrolla dentro del museo, sino también fuera de él, al servicio de una

comunidad que por diferentes razones no ha tenido la oportunidad y/o el interés

de entrar en contacto con lo que ofrecen sus instalaciones.

El proyecto tiene como fundamento el acercamiento directo, por parte del

equipo de la división educativa y cultural del Museo Nacional, a diferentes

instituciones educativas de la ciudad de Bogotá para poner en marcha todo el

proceso. Éste consiste en hacer participar a los niños y niñas de dichas

instituciones en la dinámica del proyecto, así como a las personas que los

acompañan. Dicha dinámica está sustentada en diferentes talleres didácticos

creados bajo un mecanismo de doble vía según el cual primero el museo se

“desplaza” hacia ellos y luego ellos visitan sus instalaciones.

En la primera vía, la idea de un “museo móvil”, cuya vida está a cargo de

monitores previamente formados para desarrollar las actividades, es única en el

país y da una imagen flexible de cómo “explorar el patrimonio” trasciende una

lógica rígida y rigurosa. Acá no se trata sólo de explicar por qué es relevante el

museo o cuál es su contenido, sino de hacer ver que el patrimonio se construye

gracias a la participación de toda una comunidad y a la manera cómo esta

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comunidad entiende su significado en un contexto determinado. No son las

diferentes obras que puede contener el espacio del museo lo que le da sentido al

proyecto, sino el intercambio de los diferentes actores para darle vida al

patrimonio. La interacción se convierte, en este escenario, en el elemento central

de un espacio vivo que tiene la capacidad de estar en diferentes lugares a la vez.

Así, en la segunda vía, la visita física al museo luego de un primer taller fuera de

él da sentido a la experiencia como parte de un ejercicio que está caracterizado

por la circularidad. Se cierra un círculo que se ha abierto en el primer taller: no

se trata de ir por primera vez al museo, sino de volver a él aunque formalmente

nunca se haya estado en su espacio con anterioridad. Volver a él porque en el

primer taller ya se vivió lo que éste representa, ahora con una mejor forma de

aproximarse a su dimensión, de subir sus escaleras, tomar sus ascensores,

caminar por sus salones, admirar sus obras, entender que le pertenecen a todas y

todos y que, por lo tanto, se deben respetar y sobre todo disfrutar.

Lo vivido por las niñas y los niños es la piedra angular de la experiencia: el

proyecto da sentido a la razón de ser del museo al llevarle a aquellos seres

humanos que por diversas razones nunca lo habrían visitado y ahora tienen la

oportunidad de experimentar sus propias vivencias en su espacio.

Este mecanismo de interacción con la comunidad tiene como sustento el

esfuerzo y la dedicación de un equipo de trabajo que desde la primera vigencia

ha buscado darle un sentido especial al proyecto. Este sentido se ve reflejado en

los diferentes cuestionamientos y autoevaluaciones que buscan mejorar la

calidad del trabajo que se realiza pensando en el mejoramiento continuo de

todas las personas que forman parte de la experiencia. El desarrollo del proyecto

se consolida gracias a una sensibilidad especial que sin duda ha garantizado su

permanencia y ha permitido que se beneficien más treinta mil personas entre

niños, niñas y acompañantes de diferentes localidades de la ciudad. Lo anterior

permite identificar en Explorando Patrimonios unos valores que demuestran por

qué su aporte es esencial para el país.

b. Explorando los valores del proyecto

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¿En torno a qué valores se articula el proyecto? A través de los diferentes

documentos que consolidan los avances de la experiencia y en especial de los

numerosos talleres realizados desde 2011, se hacen visibles dos aspectos

centrales que pueden ser identificados como valores en la medida en que no sólo

potencian las cualidades de Explorando Patrimonios, sino también abren el

espacio para creer en la posibilidad de vivir en una sociedad mejor. A

continuación se relacionan estos valores en el contexto mismo del proyecto.

Primer valor: participación – Como ya se mencionó, la participación es el

núcleo central del proyecto, ya que permite que los beneficiarios y beneficiarias

“tengan voz” y sean aceptados/as por lo que son1. Al respecto, el proyecto

favorece la construcción del sentido de identidad personal y colectiva de los

niños, niñas y acompañantes en los diferentes entornos dónde se realiza2. Acá,

participar significa, por una parte, “reconocer las múltiples formas de expresión

y las diversas manifestaciones de lo que significa ser escuchado, percibido,

tenido en cuenta y, [por otra], tomar parte activa de las decisiones sobre la

propia vida y la de los grupos y comunidades a los que se pertenece”3.

Este punto es fundamental, ya que ser invitado a participar y aprender a hacerlo

son acciones propias del ejercicio ciudadano. El proyecto permite que se

consoliden una serie de relaciones con la comunidad, las cuales al estar basadas

en un trabajo práctico promueven valores como la convivencia, el respeto y la

construcción de una noción de lo colectivo4 que en este caso se consolida con la

valoración del patrimonio.

El proyecto abre la posibilidad de interactuar y explorar este patrimonio sin

ataduras donde prima ante todo el respeto de la diversidad de cada niño, niña y

acompañante que vive la experiencia. Un ejemplo claro de esto han sido los

talleres realizados con la población con discapacidad, y en particular con

discapacidad intelectual. La posibilidad de que estos niños y niñas recorran los

1 CALVO María Isabel, “Participación de la comunidad”, en SARTO María del Pilar & VENEGAS María Eugenia (dir.), Aspectos clave de la educación inclusiva, INICO, Salamanca, 2009, p. 42. 2 ALARCÓN Constanza (coord.), De cero a siempre – Estrategia de atención integral a la primera infancia. Fundamentos políticos, técnicos y de gestión, Imprenta Nacional, Bogotá, 2013, p. 181. 3 Ibid. 4 Ibid.

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espacios del museo y puedan disfrutar de unos talleres que han sido adaptados a

su discapacidad, es uno de los mayores logros del proyecto por dos razones.

Primero, por el esfuerzo que implica demostrar en el contexto colombiano que la

discapacidad no puede ser sinónimo de integración sino de inclusión. Es decir,

que el proyecto no pretende separar a esa población teniendo en cuenta unas

necesidades especiales, sino busca hacerlos parte de un conjunto de experiencias

que potencian sus capacidades y a las cuales todas y todos tienen derecho.

Segundo, es un logro mayor por el consistente trabajo de los monitores de llevar

la experiencia lo más lejos posible. Su disposición es la puerta de entrada a una

participación generosa que permite sentar desde lo empírico las bases de una

ciudadanía democrática que promueve justicia social. Esas bases están

relacionadas con una multiplicidad de “experiencias compartidas (…) que

resultan de la interacción social al interior de una comunidad que tiene un

objetivo común”5.

En este caso, y gracias a la participación, ese objetivo da lugar a una

responsabilidad recíproca entre todos los actores: niñas, niños y acompañantes

son responsables de disfrutar su experiencia en el marco ofrecido por el equipo

del museo; las personas de este equipo son responsables de dar las mejores

garantías para una realización pertinente de los talleres y del proyecto en

general; y los testigos de esta experiencia tienen la responsabilidad de no

sentirse ajenos a ella y de entender por qué es importante para la comunidad. En

ese sentido, parte de la responsabilidad de este texto está centrado en

sensibilizar aún más a esos testigos para hacerles ver la relevancia que tienen

estas experiencias en el contexto colombiano.

Segundo valor: equidad – Hablar de equidad en el contexto de Explorando

Patrimonios significa pensar en términos de reconocimiento de las niñas, niños y

acompañantes que participan en el proyecto. No sólo se trata de un

5 AINSCOW Mel, “El desarrollo de sistemas educativos inclusivos: ¿cuáles son las palancas de cambio?” Documento preparado para la revista Journal of Educational Change, Octubre de 2004, p. 6. Consultado el 17/11/2014 en http://www.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/CR_articulos/investigador/articles-94457_recurso_1.pdf

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reconocimiento de su situación de vulnerabilidad, sino también de sus

posibilidades de vida como sujetos de derecho.

Al respecto, el proyecto tiene como fundamento empírico la aplicación del

enfoque diferencial, definido como método de análisis y de acción, y cuyo

objetivo es hacer visibles diferentes formas de discriminación para brindar una

adecuada atención a la población objetivo6. En el contexto colombiano este

enfoque es la piedra angular de una sociedad equitativa y en este caso de una

sociedad que tiene la responsabilidad de aprender a valorar el patrimonio.

Pensar en términos de equidad conlleva a establecer unos mínimos sociales que

permiten proteger, defender y posicionar en un contexto más amplio las

particularidades de los participantes.

De esta forma, el proyecto empodera a niñas, niños y acompañantes al darles

unas herramientas a las cuales nunca habrían tenido acceso. Estas herramientas,

de orden simbólico, abren su percepción sobre lo que los rodea y los orientan a

conocer mundos hasta ahora inexistentes. La fuerza de la experiencia es esencial

para construir equidad y demostrar que ésta se implementa no sólo a partir de

recursos económicos, sino también de procesos cualitativos que se dan en el

largo plazo.

La equidad incluye también generar condiciones de accesibilidad, aspecto que no

pasa desapercibido en el proyecto, como lo demuestran por ejemplo los

diferentes materiales utilizados en los talleres y la actitud de todo el equipo del

museo. La experiencia vivida es equitativa porque tanto los entornos como los

productos utilizados por las niñas y los niños están diseñados de tal forma que se

adaptan a sus capacidades, su género y su edad. La experiencia vivida es

equitativa porque el capital humano hace realidad la posibilidad de otorgarle a

los participantes oportunidades novedosas y llenas de enseñanzas: desde el

esfuerzo por organizar los talleres con calidad, hasta la salida de los diferentes

grupos del museo, pasando por los refrigerios, la gestión administrativa y la

6 Ver el sitio web de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos referente a la definición de este enfoque. Consultada el 14/11/2014 en: http://www.hchr.org.co/acnudh/index.php?option=com_content&view=article&id=2470%3Aique-es-el-enfoque-diferencial&catid=76%3Arecursos&Itemid=72

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dinámica logística. Al final la equidad en el proyecto es un todo donde las niñas,

los niños y los acompañantes se sienten acogidos por un proyecto que, al centrar

su preocupación en ellas y ellos, está enmarcado en una cultura de paz.

II. Un proyecto enmarcado en una cultura de paz

a. Explorando el sentido de una paz positiva

Los dos valores que sustentan el proyecto demuestran su potencial para

convertirse en un ejemplo concreto de cómo, desde la práctica, es posible

encontrar alternativas de paz positiva. En el contexto actual de nuestro país, es

esencial demostrar que existen proyectos que dan sentido a una definición de

paz que trasciende el fin de un conflicto armado; es decir, que van más allá de

una paz considerada como negativa. Esta interpretación de la paz puede en

muchos casos justificar que su realización se legitime a través de la violencia, la

guerra y la implementación de una cultura del enemigo. Para desarrollar esta

reflexión a partir de Explorando patrimonios es fundamental explicar qué se

entiende por paz positiva.

A diferencia de la paz negativa, la paz positiva moviliza una serie de

características que no describen únicamente situaciones pasivas de “no

violencia”, sino que se sustentan en tres esferas indisociables: el desarrollo y la

justicia social, la democracia, y los Derechos Humanos7. En la primera esfera, la

paz positiva está pensada en cómo potenciar las capacidades de cada ser humano

para que pueda satisfacer sus necesidades básicas; es decir, está relacionada con

el potencial de cambio que posee cada ser humano frente a situaciones de

vulnerabilidad.

En la segunda esfera (democracia), la paz positiva busca estimular de forma

permanente la cultura democrática en dos líneas: democratizando el

conocimiento, lo cual implica por ejemplo facilitar el acceso de toda la sociedad a

la cultura (en sentido amplio); y promoviendo la participación y el control social

7 CARRILLO Juan Felipe (coord.), La educación superior como vector de paz en Colombia – Lineamientos MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Bogotá, diciembre 2014 (en estado de publicación).

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de la comunidad sobre lo público8. Es decir, invitando a la ciudadanía a respetar

sus deberes y a hacer valer sus derechos. Esto lleva a generar un sentido de

pertenencia en diferentes escenarios que favorecen el desarrollo de las

competencias ciudadanas definidas como “el conjunto de conocimientos y de

habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas que, articulados entre sí,

hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad

democrática”9.

Finalmente, en la tercera esfera (Derechos Humanos), la paz positiva se

consolida como garante de esos derechos teniendo como fin último la ausencia

de comportamientos violentos en la sociedad. Acá no se trata sólo de buscar el

fin de los conflictos bélicos, sino de reducir las actitudes cotidianas que conllevan

a la violencia; una violencia que atenta de forma permanente la dignidad del ser

humano.

Así, de manera general, la paz positiva promueve una cultura de la negociación y

de diálogo, teniendo como referente que los conflictos son importantes para una

sociedad siempre y cuando no se degeneren en actos violentos. Aprender a

transformar los conflictos para desarticular la violencia es una manera

contundente de empezar a vivir en paz. Esta precisión sobre el significado de paz

positiva permite identificar cómo el proyecto es una alternativa real para edificar

una cultura de paz en Colombia.

8 Ibid. 9 MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, “Formar para la ciudadanía… ¡Sí es posible!”, Serie Guías, n°6, 2004, p. 8.

9

b. Explorando patrimonios como alternativa para una paz positiva

En términos prácticos el proyecto retoma cada una de las esferas que

caracterizan la paz positiva. En el ámbito de la primera esfera, la iniciativa de

centrar la atención en niños y niñas en situación de vulnerabilidad, hace pensar

en lo que significa el desarrollo desde la perspectiva cualitativa de una “escala

humana”10. Es decir, de una visión que al referirse “a las personas y no a los

objetos”11, se preocupa por ofrecer aquellas herramientas simbólicas que

permiten generar cambios sustanciales en la identidad del sujeto.

Sin tener una pretensión explícita de promover justicia social, Explorando

patrimonios retoma desde lo empírico características teóricas de cómo

establecer igualdad de oportunidades para la población objetivo. Existe en su

proceder un trasfondo de principios redistributivos que realzan el esfuerzo por

contribuir a mejorar las condiciones de vida de los participantes. Es relevante

por ejemplo la preocupación constante por identificar la pertinencia de las

instituciones educativas con las cuales se trabaja, así como los acompañantes que

forman parte de la experiencia.

De igual manera, en la segunda esfera, el proyecto potencia una serie de acciones

que dan sentido a la práctica democrática gracias a su valor participativo y a su

intención de ofrecer un museo incluyente. Las habilidades que despiertan los

diferentes talleres en las y los participantes son sinónimo de esa inclusión como

lo demuestran los espacios libres e independientes para escuchar, hablar e

interactuar y la disposición general para seguir mejorando. Acá no se trata de

inculcar valores determinados sobre lo que significa democracia, sino construir

mecanismos que la promuevan desde una perspectiva educativa.

En ese sentido, el proyecto es también un ejercicio democrático desde la forma

como, a partir de una pedagogía que se rige por un ejercicio de reflexividad, el

museo se esfuerza por examinar de manera crítica toda la experiencia. Prueba de

ello ha sido el esfuerzo realizado para mejorar su calidad a lo largo de las

10 MAX-NEEF Manfred, Desarrollo a escala humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones, Editorial Nordan, Montevideo, 1993, p. 42. 11 Ibid., p. 40.

10

diferentes vigencias, contratando por ejemplo una asesoría que analice el

proyecto de forma crítica y objetiva. Esa apertura es el símbolo de cómo

Explorando Patrimonios no es exclusivamente de aliados, beneficiarias y

beneficiarios, sino de toda una sociedad que debe conocerlo y aprender a

valorarlo.

En la tercera esfera, el proyecto promueve el enfoque de derechos como

estrategia para desaprender los comportamientos violentos y generar una

cultura de la transformación en torno a los conflictos. El contenido de los talleres,

sinónimo de creatividad e imaginación, despliega una fuerza didáctica que lleva a

las niñas y niños a objetivos comunes que se construyen en armonía. Sin

embargo, esa construcción no se da de manera automática: se trata de un

proceso entre los monitores y los participantes que pasa por tres etapas (inicio,

desarrollo y cierre), cuya implementación es un espacio constante de diálogo y

trabajo en equipo.

Por ejemplo, en el taller “Autorretrato táctil”, el cual busca que cada participante

reproduzca a través de diferentes materiales una representación de sí mismo y

de su entorno, se hace explícito en la tercera de sus fases que cada uno presente

a los demás el resultado de su trabajo. Esta presentación compartida da lugar no

sólo a que cada niña y niño se confronte a su propio trabajo, sino también a

escuchar y recibir las diferentes opiniones del grupo. Aunque este no sea el

objetivo central de los talleres, esta última posibilidad abre la puerta a un

ejercicio libre de expresarse en un contexto donde no existe una figura

preestablecida de autoridad.

El monitor como guía de las actividades e interlocutor válido de los participantes

tiene la responsabilidad de promover la discusión y el debate en relación con los

resultados de los talleres. Acá lo relevante no es qué tan profundo es que lo que

se discute, sino la posibilidad de que exista dicha discusión. En el caso del

“Autorretrato táctil” se habla de los materiales utilizados, de su forma, de lo que

llevó a cada niña y niño a hacerlo de una u otra manera, y eso es un símbolo de

aprendizaje en torno a lo que significa compartir desde la diferencia.

11

De casos tan puntuales como éste se puede afirmar que se respetan los Derechos

Humanos porque se aprende a convivir con el otro, a escuchar lo que en muchas

ocasiones no se comparte y a entender que eso le da sentido a la vida en

comunidad. “Ponerse en los zapatos” de aquel que no es como yo, es entender

que existen niños y niñas con derechos vulnerados que tienen la oportunidad de

hacer parte de la vida del patrimonio, es saber abrirles un espacio para que

actúen desde su autonomía, es construir espacios de reconciliación no sólo

relacionados con un conflicto armado específico sino con lo que representa

cimentar principios de convivencia y ciudadanía.

A partir de estas esferas Explorando patrimonios tiene el potencial de

posicionarse como un proyecto social de paz positiva y de promover la

articulación con otros escenarios patrimoniales. Esto pasa por la identificación

de proyectos con objetivos similares que permitan posicionar a nivel nacional las

diferentes iniciativas desde un objetivo común de construcción de paz. Este

posicionamiento podría dar espacio a asesorías de implementación y ejecución

por parte de aquellos proyectos que cuentan con la experiencia suficiente para

seguir aportándole al país como es el caso de Explorando patrimonios.

Es importante aprender a congregar desde la experiencia propia para

proyectarse con generosidad hacia otros museos en diferentes regiones. Es

importante pensar que es posible crecer cuando el hecho de ser único se

comparte y se difunde sin miramientos. Se trata quizás uno de los mayores retos

que tiene el proyecto hoy en día y que le permitiría seguir mejorando. Es

fundamental seguir demostrando que el proyecto sabe escuchar, enseña a

escuchar y se centra en mejorar día a día reconociendo sus debilidades y

fortalezas.

Articular los objetivos de proyectos como éste en una lógica más amplia como es

la de una cultura de paz permite no sólo su reconocimiento y visibilización, sino

también mejora su calidad porque da cuenta de su inmenso potencial de cambiar

mentalidades en un país como Colombia; en un país que exige transformaciones

concretas desde lo cotidiano, tan concretas como la de aprender a explorar los

patrimonios.

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Conclusión

En este artículo se ha examinado en dos partes el proyecto Explorando

patrimonios del Museo Nacional de Colombia y la Fundación Suramericana. En

un primer momento y tras una breve presentación del proyecto, se destacaron

los dos principales valores que tiene esta iniciativa, a saber la participación y la

equidad. En un segundo momento, se analizó cómo a partir de estos valores el

proyecto es una alternativa real para promover una cultura de paz en Colombia

teniendo en cuenta la definición de una paz positiva. Además, en la parte final de

este segundo momento, se evidenció el potencial que tiene el proyecto para

articularse con iniciativas similares que permitan posicionar estos temas a nivel

nacional desde un objetivo común.

Sin duda, la fuerza de Explorando patrimonios radica en su intención inicial de

reconocer a aquel que por diferentes razones no ha tenido acceso a la vida del

museo y es necesario darle esa oportunidad. El proyecto es un símbolo de lo que

el filósofo alemán Axel Honneth denominó la lucha por el reconocimiento12: una

lucha que adquiere sentido cuando se logran curar una serie de heridas morales

que los miembros de una sociedad se infligen a diario unos a otros. La no

posibilidad de acceder al patrimonio, cualquiera que sea la razón, es en el

contexto colombiano una herida moral, ya que impide entender la importancia

de que la cultura, la historia y el arte en general sensibilizan a la sociedad frente

a la guerra; abren unas oportunidades de valorar aquello que no se puede

cuantificar; y sobre todo promueven unos principios que deben recuperarse si

realmente se quiere vivir en un país en paz.

12 HONNETH Axel, Kampf um Anerkennung. Zur moralischen Grammatik sozialer Konflikte, Frankfurt, Suhrkamp, 1992.

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Bibliografía

AINSCOW Mel, “El desarrollo de sistemas educativos inclusivos: ¿cuáles son las palancas de cambio?” Documento preparado para la revista Journal of Educational Change, Octubre de 2004, p. 1-20. Consultado el 17/11/2014 en http://www.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/CR_articulos/investigador/articles-94457_recurso_1.pdf. ALARCÓN Constanza (coord.), De cero a siempre – Estrategia de atención integral a la primera infancia. Fundamentos políticos, técnicos y de gestión, Imprenta Nacional, Bogotá, 2013. CALVO María Isabel, “Participación de la comunidad”, en SARTO María del Pilar & VENEGAS María Eugenia (dir.), Aspectos clave de la educación inclusiva, INICO, Salamanca, 2009, p. 42. CARRILLO Juan Felipe (coord.), La educación superior como vector de paz en Colombia – Lineamientos, MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL, Bogotá, diciembre 2014 (en estado de publicación). HONNETH Axel, Kampf um Anerkennung. Zur moralischen Grammatik sozialer Konflikte, Frankfurt, Suhrkamp, 1992. MAX-NEEF Manfred, Desarrollo a escala humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones, Editorial Nordan, Montevideo, 1993. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Consultado el 14/11/2014 en: http://www.hchr.org.co/acnudh/index.php?option=com_content&view=article&id=2470%3Aique-es-el-enfoque-diferencial&catid=76%3Arecursos&Itemid=72