Ayudemos a los pobres

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Ayudemos a los pobres, No a las ciudades pobres El triunfo de las ciudades de Edward Glaeser.

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Ayudemos a los pobres,

No a las ciudades pobres

El triunfo de las ciudades de Edward Glaeser.

El triunfo de las ciudades• Las ciudades ejercen mayor atracción que nunca. Y no obstante, a menudo se las acusa de ser lugares poco ecológicos y saludables, caros y asolados por la delincuencia.

• Edward Glaeser, uno de los más reconocidos expertos internacionales en Economía Urbana, rompe en este libro los mitos que rodean a las ciudades demostrando cómo estas son en realidad los lugares más «verdes», sanos y ricos (en términos culturales y económicos) en los que podríamos vivir.

• Residir en una gran ciudad es estar permanentemente expuesto a una avalancha de ideas, gentes y experiencias extraordinarias. Glaeser viaja alrededor del planeta —desde los bulevares de París a las calles de Nueva York o los suburbios de Bombay—, adentrándose en la historia urbanística y el día a día de aquellos que viven y trabajan en estas bulliciosas metrópolis, para revelar cómo «piensan» las ciudades y por qué se han convertido en las puertas de acceso a nuestro mundo globalizado.

Katrina en Nueva OrleansAyudar a los pobres no quiere decir ayudar a las ciudades pobres. Despues del desastre natural el gobierno decidió invertir millones de dólares para la reconstrucción de nueva Orleans.Para los habitantes habría sido mejor que les hubieran entregado directamente el apoyo economico, en forma de cheques, viviendas o bonos escolares, que entregar inmensas sumas de dinero a los contratistas.

• No importa que tan buena sea la ciudad de nuevo Orleans, nunca tuvo sentido invertir milones de dólares en construccion de infrestructuras en una ciudad que ya había perdido su razón de ser desde el punto de vista economico.

• Invertir económicamente en la reconstrucción habitacional no generara que la ciudad se desarrolle apropiadamente, si no, se debe invertir en abastecer las con recursos e infraestructura, como la educación, generando personas mas hábiles, lo que genera personas mas productivas.

Ayudemos a los pobres, No a las ciudades pobres

La escasez de educación que padecen muchas ciudades posindustriales nos ayudan a comprender por qué tienen tantos problemas para reinventarse.Ayudar a los pobres es una simple cuestión de justicia; ayudar a las ciudades pobres, en cambio, resulta mucha más difícil de justificar.Las inversiones no siempre benefician a los habitantes de las ciudades que las reciben.

• La política estatal debería tener como objetivo ofrecer a esa gente la formación que necesita para competir, viva donde viva, en lugar de incitarla a quedarse en un sitio concreto. Pero , por encima de todo, los niños deberían poder acceder a buenos colegios y vivir con seguridad, y el gobierno federal tiene todos los motivos del mundo para invertir en la infancia estadounidense.