ARQUEOLOGÍA DE CHURAJÓN, SUR DEL PERÚ; ARCHAEOLOGY OF CHURAJÓN, SOUTH OF PERU

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TAMBO BOLET˝N DE ARQUEOLOG˝A

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TAMBO

BOLETÍN DE ARQUEOLOGÍA

TAMBO

BOLETÍN DE ARQUEOLOGÍA

No. I

AREQUIPA 2008

UNIWERSIDAD DE WROCLAW � POLONIA

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA MARÍA � AREQUIPA, PERÚ

EditorJózef Szykulski

Comité EditorialAugusto Belan Franco, Luís Díaz Rodríguez,

Jerzy Piekalski, Daria Rosi!ska, Józef Szykulski

Diseño carátulaNicole Lenkow

Secretario de la RedacciónDaria Rosi!ska

DigitaciónAgnieszka Matkowska

ImpresiónEl Lector � Arequipa

Edición (Copyright)Universidad de Wroclaw � Polonia

Universidad Católica de Santa María � Arequipa, Perú

ISBN 978-83-61416-20-3

Tambo. Boletín de Arqueología, No. IFinanciado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional,

República de Polonia

Arqueología de Churajón, sur del Perú

JÓZEF SZYKULSKI1

ARQUEOLOGÍA DE CHURAJÓN, SUR DEL PERÚARCHAEOLOGY OF CHURAJÓN, SOUTH OF PERU

Abstract

Churajón (dep. Arequipa), the biggest prehispanic complex of southern Peru (Fig. 3), was

investigated from 1993 to 2002 by the Catholic University �Santa María� of Arequipa and archae-

ologists from Poland.

This account presents the results (Proyecto Churajón) of the season 1997-1999 in which the

sectors 1 and 5 of the administrative-residential center (the Sahuaca eminence) of Churajón and

in Corabaya/Tasata Valley were investigated. On the eminence Sahuaca, besides the architectural

remains from the Late Intermediate Period and the Late Horizon, ceramics and �megalithic� !eld

(Fig. 10, 11) were found, probably the old origin. In the Corobaya and Tasata Valley the archaeologi-

cal material was found (Fig. 5, 6), probably from the Andean Preceramic Period.

Keywords:

Churajón. Prehispanic complex. Early colonial church. South of Peru.

En la temporada 1993-2002 la Universidad Católica �Santa María� de Are-quipa, con el apoyo de Alemania y Polonia, estaba llevando a cabo un proyecto arqueológico en el sur del Perú denominado Proyecto Churajón (Szykulski, Belan 1996, 1998; Szykulski 1996, 1998, 1998a, 1999, 2000, 2000a; Neira 1998; Ramos, Díaz 1998; Szykulski, Cárdenas Sumida 1998; Szykulski, Díaz, Ramos 2000).

Los trabajos de investigación � realizados bajo la responsabilidad del autor- se concentraron en el conjunto prehispánico Churajón, localizado al sureste de Arequipa (Fig. 1). Uno de los objetivos principales de la investigación fue elaborar una secuencia cronológica de la zona.

El director del Proyecto Churajón y miembros de su equipo agradecen a todas las instituciones y personas particulares, las cuales apoyaron la realización del proyecto. Aprovechamos la oportunidad para expresar nuestra gratitud muy

1 Universidad de Wroclaw, Instituto de Arqueología, ul. Szewska 48, 50-139 Wroclaw, Polonia; e-mail: [email protected]

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particular a los ilustrísimos señores Rectores de la Universidad Católica �Santa María� de Arequipa Dr. Luis Carpio Ascuña y Dr. Julio Paredes Nuños, así como

también a todos los miembros del cuerpo cientí�co, egresados y estudiantes de

Alma Mater arequipeña.Así mismo expresamos nuestro agradecimiento a todos los responsables del

Instituto Nacional de Cultura (Lima) y a los representantes del INC en Arequipa, por su apoyo y la rápida gestión de los trámites de autorización de los trabajos del campo. Por el apoyo quieremos agradecer también al Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), la Mancomunidad Alemana para la Investiga-ción Cientí�ca (DFG), el Instituto de Arqueología de la Universidad de Wroclaw y a la Municipalidad de Arequipa.

LA ZONA DE INVESTIGACIONES

El conjunto arqueológico de Churajón está localizado aproximadamente a 60 kilómetros al sureste de Arequipa (Fig. 1), en el Distrito de Polobaya, Pro-

Fig. 1. Localización del conjunto arqueológico de Churajón, dentro del Extremo Sur del PerúFig. 1. Churajón archaeological complex localization, in the extreme south of Peru

Arqueología de Churajón, sur del Perú

vincia y Departamento de Arequipa (Latitud Sur 16o32�/16o45�, Longitud Oeste 71o15�/71o22; UTM Norte 81-48/81-64, Oeste 2-50/2-58; Carta Geográ�ca Na-cional, No. 34-t �Puquina�). Su límite norte lo forman las ruinas de Maucallacta, cerca de Polobaya. En la dirección sur las evidencias arqueológicas tipo Churajón desaparecen aproximadamente a la altura de la quebrada Amarcanqui, 4 kilóme-tros al sur de Santuario de Chapi. Como límite occidental de la zona esta de�nido

camino a la mina Cuprita (dirección al Santuario de Chapi). Límite oriental de�ne

el pendiente sur-este de la cadena de cerros, los cuales delimitan del lado este el valle de la quebrada Corabaya�Tasata.

Churajón se encuentra a una altura entre los 2700 y 3400 metros sobre el nivel del mar. La topografía del terreno está formada por profundos valles de las quebradas con !ujo periódico de agua2. La vegetación en la zona es típica de re-giones semidesérticas y está constituida por yareta y diferentes tipos de cactáceas. Toda la zona se caracteriza por una fuerte actividad sísmica y vulcanismo.

Los estudios geológicos, arqueológicos y documentos históricos con�rman

que en el pasado las erupciones de los volcanes afectaban en forma drástica las condiciones de la vida humana (Barriga 1951; Chávez Chávez 1993). El con-junto arqueológico de Churajón, como también otros sitios de la región, tales como Coporaque, Omate, Valle de Victor, Uchumayo o Kasapatak en Arequipa, presentan hasta hoy día las huellas de la destrucción causada por la erupción del volcán Huaynaputina en el año 1600 (Echevarría y Morales 1600; Barriga 1951; Szykulski 1996, 1998). En algunos casos la ceniza volcánica forma un estrato de más que 1 metro de espesor (Fig. 2).

El conjunto arqueológico de Churajón -el más grande en el Sur de Perú- abar-ca miles de hectáreas de terreno cubierto por antiguas ruinas y terrazas agrícolas (Fig. 3). Las terrazas y los muros de las estructuras, por el peso del relleno, pre-sentan deformaciones en la dirección del desmonte. La parte principal de la zona arqueológica está conformada por los centros habitacionales: Torre Ccasa, Gentilar, Mollebaya, Parasca, Wratislavia3 y Administrativo-Residencial4, localizados sobre los cerros, a ambos lados de las quebradas Segache y Corabaya/Tasata5. Dentro de los centros habitacionales constatamos la presencia de rampas, edi�cios de plan-tas trapezoidales o rectangulares, patios y otras estructuras de piedras canteadas y cimentadas con greda o de adobe (Fig. 4). Algunas estructuras están conserva-das hasta una altura de 3-4 m. Debajo de los centros �sobre las plataformas allí

2 En la región el periodo de las lluvias dura desde la mitad de diciembre hasta �n de marzo.3 Se trata de otra cumbre, sin nombre, del mismo cerro Sahuaca. Para facilitar los trabajos de

documentación hemos denominado el pico Cerro Wratislavia. El nombre proviene de la ciudad Wratislavia (Wroc"aw) en Polonia.

4 La denominación nativa del Centro Administrativo-Residencial es Pueblo Viejo.5 A la altura del pueblo Tasata la quebrada Corabaya cambia el nombre por la quebrada de

Tasata.

Józef Szykulski

Fig. 2. Cuenca del río Tambo. Ceniza volcánica de la erupción del Huaynaputina en 1600Fig. 2. Tambo River valley. Volcanic ashes from the 1600 Huaynaputina eruption

Fig. 3. Andenería prehispánica en el Valle de Segache. En el fondo Cerro Torre Ccasa con un centro defensivo en la cumbre

Fig. 3. Prehispanic system of terraces in Segache Valley. Torre Ccasa Eminence with a defensive center on its summit

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localizadas � se encuentran necrópolis formadas por tumbas subterráneas en forma de pozos y por torres sepulcrales (chullpas) de piedra o de adobe. Los trabajos arqueológicos con�rman que el patrón arquitectónico de Churajón es propio del

período Intermedio Tardío, proyectándose hasta el Horizonte Tardío (Bernedo Málaga 1949, Lumbreras 1974, Szykulski 1996, 1998, 1998a, 1999, 2000, 2000a; cf. también Gasparini, Margolies 1980).

Sin duda, las actividades humanas realizadas en estas dos últimas épocas prehispánicas, cambiaron en forma drástica la antigua topografía del terreno. Los trabajos de nivelación, la construcción de las terrazas y del sistema de irrigación in!uyeron en las condiciones microclimáticas de la zona, como también borraron

la mayoría de los vestigios de ocupación anterior. Por eso, la reconstrucción de las evidencias culturales anteriores al período intermedio tardío se basa en los escasos vestigios culturales conservados sobre eminencias de los cerros y en las partes bajas de las quebradas, donde no se realizaron trabajos de construcción.

HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO E INVESTIGACIONES

El documento más antiguo acerca de la región donde se encuentran las ruinas de Churajón es, procedente del siglo XVI, la �Visita a la provincia de Chucuito�

Fig. 4. Centro Administrativo-Residencial, Estructura 105. Edi�cio de piedra canteada y cimentada con greda, característico de Churajón

Fig. 4. Administrative-residential center, Structure 105. Construction of hewed stone cemented with fuller�s earth, characteristic of Churajón

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de Garcí Diez de San Miguel (Diez de San Miguel 1567 [1964])6. En el trabajo, que se re�ere a Moquegua y el norte de Tacna no aparece ninguna información

sobre las ruinas en esta zona, tampoco se menciona el nombre Churajón.El texto donde encontramos la primera información sobre las ruinas al sureste

de Arequipa procede del siglo XVIII. Se trata de un recurso presentado por los fundadores del pueblo de Yarabamba, a la sazón, Carlos y Anastasio de Málaga, al Señor General don Mariano de Oribe, Corregidor y Justicia Mayor de la Villa de Moquegua, en 1780, pidiéndole la concesión (..mande darle posesión..) de las estancias de Candabaya, Chalsando, Corralaque, Paca y Nawam. En el trámite de deslinde aparece una información importante, a saber �...están inmediatamente al antiguo pueblo de La Huaca...� (Bernedo Málaga 1949: 61).

Un reporte similar lo encontramos también en un documento de 1795, de don Francisco Gámez, Agrimensor Público de Su Majestad y Teniente de Cosmógrafo Mayor para todo el Reino. En su documento de particiones y tasaciones de unos terrenos en Valle de Chapi se puede leer: �...Los terrenos eriazos se regaban

antigüamente con la superbundancia de aguas de los campos de La Huaca...�

(Bernedo Málaga 1949: 61). Probablemente �La Huaca� mencionada en ambos

textos corresponde a las ruinas de Churajón.El mismo nombre Churajón aparece por la primera vez en una anotación

manuscrita encontrada al margen de la publicación de Joseph Porras �Gobierno de los Reguladores de América�, por el sacerdote arequipeño y pionero de la

arqueología en esta zona Monseñor Leonidas Bernedo Málaga.

En la anotación se lee:�..Pueblos que existían Antiguos Puluguayas. El Churajón llama-

do hoy �la Huaca� por los españoles. El Puluguaya que está frente a este pueblo. El Uactalacta cerca de Pocsi. Todos estos pueblos fueron gobernados por el gran cacique de Churajón. El último cacique de este pueblo fue Sacrun, el cual fue vencido por los indios venidos del Titicaca. La pelea tuvo lugar en Nawam, hoy Uzuna. Después el imperio quedo en ruinas. Polobaya, Marzo 1861. Juan Huaranca..�7

(Bernedo Málaga 1949; foto en: Linares Málaga 1987: 196, 197).

Esta relativamente tardía información ayudó a localizar Churajón, el que fue descubierto para la ciencia en abril de 1931. En 1933 Monseñor Bernedo Málaga realizó en el conjunto algunas excavaciones. Las evidencias arqueológicas que

6 La región de Arequipa pertenecía en esta fecha a la provincia Chuquito.7 No se conocen referencias acerca del autor de este texto, ni tampoco es conocida la fuente

de sus informaciones, pero el castellano moderno usado por el autor, como también las toponimias geográ�cas que proceden del siglo XVIII-XIX, descartan la posibilidad que se trate de la trans-cripción de algún texto antiguo.

Arqueología de Churajón, sur del Perú

encontró las denominó �Cultura Puquina�. Posteriormente los investigadores

le rebautizaron �Cultura Churajón�, respetando el nombre propio del conjunto

prehistórico, tal como lo describió el autor del texto de 18618.Desde las investigaciones de Bernedo Málaga hasta 1994 en Churajón no

se realizó ninguna excavación. En este período, en las ruinas se llevaron a cabo solamente algunas prospecciones breves (Valcárcel, Vescelius, Neira, Linares Málaga). La prospección de 1958, realizada por la misión arqueológica de la Universidad de Tokio, dirigida por Seiichi Izumi y Luis G. Lumbreras, permitió obtener la primera fecha 14C (GaK-108= 540+/-70) para este conjunto (Kigoshi, Tomikura, Endo 1962). Otra fecha 14C (Gd-10153= 570+/-100) proviene ya de las excavaciones realizadas en 1994 por el Proyecto Churajón (Szykulski 1996).

Hasta 1994 aparecieron algunas publicaciones sobre materiales tipo Chura-jón, sustentadas en los materiales tanto de las antiguas excavaciones de Bernedo Málaga, como también los descubiertos en numerosos sitios, como por ejemplo: Kasapatak/Casapatak (Bernedo Málaga 1949), Tres Cruces (Morante 1941, 1942), Challapampa (Huanqui Hurtado 1970), Colegio Nacional de la Independencia Americana (Belan 1981) u otros (Szykulski, Belan 1998).

En 1944 Kroeber publicó la cerámica de los estilos Churajón, Chuquibamba y Chiribaya denominándola �Churajón� (Kroeber 1944). La primera clasi!ca-ción tipológica de la cerámica fue realizada por Neira Avendaño (1966). En su publicación la cerámica Churajón fue de!nida como un material derivado de

Tiawanaku, desarrollado por los migrantes altiplánicos. Algunos años después Luis G. Lumbreras (1974), en el trabajo �Los Reinos Post-Tiawanaku en el Área Altiplánica�, planteó una serie de hipótesis sobre la cronología interna del estilo

Churajón (Churajón Temprano, y Churajón Tardío; Lumbreras 1974: 72) y su vinculación con el área altiplánica, ante todo con los estilos Mollo (Bolivia, Pro-vincia Muñecas) y Allita Amaya (Perú, Departamento Puno).

A partir de 1994 la Universidad Católica �Santa María� de Arequipa inició

las investigaciones en el conjunto arqueológico de Churajón. Los trabajos de ex-cavación se concentraron en el Centro Administrativo-Residencial y directamente al norte de él, en los montículos sepulcrales 2, 3 y 4, como también en el centro habitacional Parasca. Aparte de las excavaciones, se realizó el levantamiento topográ!co del Centro Administrativo-Residencial y prospecciones. Las pros-pecciones se llevaron a cabo a lo largo del valle de la quebrada Corabaya/Tasata y del valle de la quebrada Segache.

Los trabajos mencionados han permitido constatar que el área estudiada presenta una larga ocupación, desde el Período Formativo hasta el inicio de la Época Colonial (Período de Transición). Esto contradice algunos resultados de los estudios anteriores.

8 En la publicación de Bernedo Málaga, como también en posteriores publicaciones de otros autores, Juan Huaranca aparece, probablemente por su apellido, como indio Juan Huaranca.

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ARTE RUPESTRE Y EL PROBLEMA DE LA ÉPOCA PRECERÁMICA

Durante los trabajos realizados en la zona de Churajón se documentaron multiples evidencias de arte rupestre: petroglifos y pintura. Los petroglifos y pinturas aparecen sobre las rocas y en los abrigos, en las partes bajas de los valles de las quebradas Segache y Corabaya-Tasata. Este tipo de hallazgos se registraron también sobre algunas rocas grandes que se encuentran dentro de los centros habitacionales: Administrativo-Residencial, Torre Ccasa y Parasca.

Sobre las piedras se observan motivos de círculos (del sol), así como también representaciones antropo- y zoomorfas, en su mayoría camélidos. Las diferencias estilísticas y tecnológicas indican que los hallazgos podrían proceder de diferentes épocas históricas. A esto pueden indicar no sólo las diferencias estilísticas, sino también el diferente tipo de pátina, documentada dentro de los grabados, proce-dentes algunas veces de rocas vecinas. En varios casos se constata analogías con evidencias de este tipo, conocidas de otras regiones del sur del Perú.

La mayoría de los petroglifos y pinturas rupestres, documentados en la zona arqueológica de Churajón, hay que relacionarlos con el período Intermedio Tar-dío y el Horizonte Tardío. Cabe indicar que por ejemplo las pinturas de una roca grande del sitio Ts.-2, en el valle de la quebrada Corabaya, presentan motivos propios a la decoración de la cerámica del estilo Churajón9.

En el transcurso de los trabajos arqueológicos realizados en la zona de Churajón, en el fondo del valle de Tasata, se constató también la presencia de instrumentos líticos (puntas de proyectil, raspadores) y desechos de talla. Aparte de esto se encontró, única en el sur peruano, punta de proyectil tipo cola de pes-cado (cf. Publicación Luís Díaz Rodriguez en el mismo volumen). Se trata de un hallazgo super�cial. En la misma zona se documentó abrigos (Abrigos III y IV)

con pintura rupestre, procedentes de la Época Precerámica.Las mejor conservadas proceden del Abrigo III (sitio Ts.-3), localizado en

el margen derecho del valle de la quebrada de Tasata10. En este sitio aparecen las representaciones antropo- y zoomorfas de color ocre y rojo sangre seca (Fig. 5). En su expresión artística, las pinturas presentan algunas analogías con las evidencias de la Época Precerámica publicadas por Neira Avendaño (Neira 1990, 1998).

Los sondeos realizados en el Abrigo III con�rmaron que en el período In-termedio Tardío o en la Época Incaica este sitio se utilizó para enterramientos. La misma situación se documentó en el Abrigo IV. Se trata del entierro de varias personas (hombres) en un gran pozo el cual abarcaba la mayor parte del abrigo. Los cadáveres fueron enterrados sin ningún orden. Tal vez se trate de guerreros

9 En los sondeos practicados al lado de la roca se obtuvieron fragmentos de cerámica Churajón e Inca.

10 El Abrigo IV está localizado a 300 m al norte del Abrigo III, a la margen izquierda de la misma quebrada.

Arqueología de Churajón, sur del Perú

que perecieron en algún combate. La misma situación observamos en el Abrigo I (sitio Ts.-1), localizado 1500 m más al norte, en el valle de la quebrada Corabaya, donde también se excavaron entierros de cinco hombres.

En el Abrigo III, el pozo sepulcral alcanzaba hasta la roca matriz, destruyendo por completo las evidencias de la ocupación más temprana. Únicamente en el fondo del abrigo, a su lado suroccidental, en la zona entre la pared y la roca matriz se conservaron restos de un antiguo estrato cultural. En el estrato se documentó tres raspadores (Fig. 6) y un magni�co ejemplo de la plástica (escultura). Se trata de

un fragmento de hueso, probablemente de llama, transformado intencionalmente en una cabeza de zorro o perro (Fig. 7). Antes de ser tallado, el hueso fue colocado en el fuego, probablemente para endurecer el material. La escultura tiene forma alargada de 74 mm. Tenía fosas dentales hechas intencionalmente con los dientes de yeso. De los dientes se conservó un ejemplar.

El problema de la cronología de la escultura mencionada está abierto. La de-vastación del sitio por los entierros relacionados con el período Intermedio Tardío/Horizonte Tardío no permitió documentar una clara secuencia estratigrá�ca. Tampoco

es seguro que los instrumentos líticos (raspadores) se puedan relacionar directamen-te con la �gurita. Sin duda, la cabeza del hueso encontrada en el Abrigo III da una

impresión de una antigua procedencia. Es difícil hablar sobre algunas analogías. Aceptando la procedencia muy arcaica del hallazgo, hay que constatar que se trata de única evidencia de este tipo. Se presentan algunos paralelos con el famoso hueso de Tequixquiac (hueso de la llama fósil Palaeuchenia Mexicana, transformado en una

Fig. 5. Churajón, Valle Corobaya-Tasata. Pintura rupestre del Abrigo IIIFig. 5. Churajón, Corobaya-Tasata Valley. Rock painting from the Shelter III

Józef Szykulski

Fig. 6. Artefactos líticos del Abrigo III en ChurajónFig. 6. Lithic artifacts from Shelter III in Churajón

Fig. 7. Cabecita de hueso descubierta en el estrato inferior del Abrigo IIIFig. 7. Bone head sculpture discovered in the lower strata of the Shelter III

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cabeza de zorro o coyote), descubierto en 1870 en México (Bárcena 1882; Gendrop 1970: 5-7). Su cronología es también discutible y únicamente a base de indicaciones, se incluye este hallazgo en el paleolítico mejicano, paleolítico superior.

FORMATIVO

En Churajón, los hallazgos de la cerámica anterior al período Intermedio Tar-dío aparecieron ya en la primera temporada de los trabajos (1994). Excavaciones ejecutadas en el sector 1 del Centro Administrativo-Residencial, localizado en la parte superior de la pendiente norte del cerro Sahuaca, pusieron en evidencia algunos fragmentos de cerámica de características muy tempranas (Szykulski 1996, 1999, 2000, 2000a). Todos se encontraron en los estratos secundarios, junto con la cerá-mica de estilo Churajón y algunos tiestos Huari. Los tiestos de carácter formativo son de color marrón oscuro o negro con desgrasante de cuarcita de textura mediana y gruesa. Una de las vasijas tenía dos asas con perforaciones. Entre los hallazgos se documentaron algunos tiestos con incisiones profundas en forma de triángulos (Fig. 8). Los fragmentos con las mismas características fueron encontrados también sobre cerros Parasca y Wratislavia y sobre la Pampa de Condabaya.

Fig. 8. Cerámica Tasata y collares relacionados con ella, encontrados en la cumbre del cerro Sahuaca

Fig. 8. Tasata pottery and necklaces related to it, found on the Sahuaca Eminence summit

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Una notable cantidad de los fragmentos con incisiones se documentó en la parte norteña de la cumbre del cerro Sahuaca, donde sobre la primera terraza del desmonte norte se localizó una plataforma sepulcral con las tumbas en forma de pozos circulares. Las tumbas contenían entierros del Horizonte Tardío. De la super�cie de la plataforma se obtuvieron también fragmentos de cerámica con

incisiones profundas y otros, procedentes de ollas globulares sin decoración.Las excavaciones realizadas debajo del relleno de la plataforma pusieron en

evidencia las huellas de la ocupación anterior al cementerio. Probablemente se trata de los restos de un basural. El material arqueológico está representado por los fragmentos de la cerámica incisa de pasta de color: marrón rojizo, marrón y marrón oscuro (Fig. 9). Sobre uno de los fragmentos se constató engobe de color rojo. En el material arqueológico aparecen tiestos con incisiones muy �nas y super�cie

pulida, como también otros con incisiones menos elaboradas, en su mayoría la super�cie no está pulida. Se registraron dos instrumentos líticos de cuarzo y dos

�guritas de cerámica. Una, presenta la cabecita con características muy arcaicas,

otra, es un fragmento de la imagen de llama. No se ha podido documentar ninguna secuencia estratigrá�ca entre estos hallazgos.

Los datos arqueológicos presentados permiten llegar a la conclusión que en la zona arqueológica de Churajón aparecen evidencias de cerámica aún no de�nida

por los investigadores. La cerámica esta representada por fragmentos proceden-tes de ollas globulares, cuencos y queros. La pasta está muy bien elaborada y es de color marrón rojizo, marrón, marrón oscuro hasta negro. Se caracterizan por el desgrasante de cuarzo adicionalmente mezclado con fragmentos de calcita o cerámica molida. En uno de los tiestos se observó fragmentos de concha. La super�cie de las vasijas estaba pulida y tenía profundas incisiones en forma de

Fig. 9. Fragmento de la cerámica tipo TasataFig. 9. Tasata type pottery fragment

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cintas horizontales y composiciones de triángulos rellenados con incisiones verticales. No aparecen incisiones de líneas curvas. Aparte de esto, en la su-per�cie de algunas vasijas se observó huellas de la pintura (o engobe) de color

rojo y esporádicamente incisiones rellenadas con pasta blanca. Entre el material arqueológico aparecen también fragmentos con incisiones menos elaboradas de forma horizontal y vertical. En la mayoría de estos fragmentos la super�cie no

está pulida (Fig. 8G). Probablemente las diferencias mencionadas presentan dos variaciones del mismo estilo11. La cerámica fue cocida en atmósfera reducida. El análisis de las fracturas indica que la reducción del ingreso del oxígeno se realizó en la última fase de la cocción. Los fragmentos con las características descritas los hemos denominado como estilo Tasata. El nombre proviene del poblado Tasata localizado en el valle de la quebrada del mismo nombre.

El material que caracteriza al estilo Tasata (Tasata Inciso), por sus profundas y anchas incisiones, así como también por la presencia del pigmento rojo y blanco recuerda las tradiciones más tempranas de la cerámica americana (formativo). La distribución de la cerámica formativa con estas características se extiende, por lo menos, desde el sur del Perú hasta Ecuador y Colombia: formativo superior de San Agustín o cerámica Momil de la región Sinú en Colombia; (Duque 1966; Duque Gómez, Cubillos 1993; Reichel-Dolmatoff 1997; Szykulski 1991, 1995; Szykulski, Salamanca 1999)12.

Analogías con el estilo Tasata de Churajón (Tasata Inciso) se encuentran en el área Sur Andina dentro de los materiales formativos de Chanapata; Chanapata Incised Black (Rowe 1944) y Qaluyu; Qaluyu Inciso; (Lumbreras, Amat 1968: 79), así como también en la Costa Central; Early Ancón y Early Supe: (Willey, Corbett 1954) y en el norte del Perú (Izumi, Terada 1972; Strong, Evans 1952; Shady, Rosas 1970, 1979; Shady 1983, 1987).

Probablemente, al estilo Tasata de Churajón pertenecen también la mayoría de los tiestos sin decoración (¿cerámica utilitaria?), de color marrón oscuro hasta negro y a veces con la super�cie pulida, denominada como Tasata Marrón/Negro. Su pasta, respecto al desgrasante y la cocción, tiene características muy parecidas a la cerámica incisa. La limitada cantidad de fragmentos diagnosticados de este grupo de hallazgos solamente nos permite constatar que la forma principal era la olla globular con el borde invertido y el cuenco. A veces, las ollas tenían el

11 La limitada cantidad de los hallazgos no nos permite de�nir en forma clara los límites entre

ambas variaciones. La de�nición �incisiones menos elaboradas� sín duda sugiere las diferencias

pero tiene un carácter muy subjetivo.12 Hay que replantearse la tesis formulada por algunos investigadores sobre la in!uencia directa

o indirecta de Chavín en la formación de estilos formativos del Perú (Chanapata, Qaluyu, Ancón etc.). Tal vez los elementos formativos descritos anteriormente tengan un carácter más universal y no relacionado con un centro concreto. En esta situación, las analogías con Chavín, o directas in!uencias de ésta, pueden tener carácter secundario.

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labio ligeramente evertido. Sólo en un caso se constató la presencia de asas con perforaciones. Respecto a la pasta y elaboración de la super�cie de los hallazgos, a este grupo pertenecen también los fragmentos de las �guritas, encontrados dentro

de la plataforma sepulcral, al límite norteño del Sector 5.Analizando la cerámica representada por las ollas globulares sin decora-

ción (Tasata Marrón/Negro), no podemos negar que se trata de un material con características muy tempranas en el área Sur Andina, pero sin duda el material presentado no es coherente. Es decir, la limitada cantidad de los hallazgos, la falta de ornamento y los pocos fragmentos con elementos diagnósticos, no permiten aún de�nir los criterios (aparte del criterio geográ�co), que distinguen estos

fragmentos de otros, procedentes tal vez de la misma época histórica (formativo), pero de diferentes tiempos o regiones.

Hay que mencionar que en la región de Arequipa han sido documentados tiestos con las mismas características en la Punta de Islay (Neira Avendaño 1990), al pie del cementerio de San Francisco cerca de Corire (Szykulski, Cárdenas Su-mida 1999) y sobre ya mencionada Pampa de Condabaya. Todos estos hallazgos han sido de�nidos como formativos, pero sin duda presentan una notable difusión

geográ�ca y tal vez temporal.

�MEGALITOS� DE LA SAHUACA

Al contrario de otros sectores de la misma zona, sobre la cumbre del cerro Sahuaca no aparecen las características del conjunto Churajón, es decir edi�cios

trapezoidales y rectangulares construidos de piedras canteadas. Aparte de algunos montículos sepulcrales con materiales Churajón e Inca, en el sitio se hallaron plazas limitadas por muros construidos de grandes piedras superpuestas. Las construcciones estaban cubiertas por ceniza volcánica.

Los trabajos de excavación realizados en una de las estructuras (estructura 501), localizada al límite sur de la cumbre, pusieron en evidencia una plaza de forma irregular de 370-380 m2, profundizada en el terreno (Fig 10). Antes de la excavación, se podía ver en la super�cie algunas piedras de gran tamaño, las cua-les formaban los muros de la estructura. Éstos se conservaron hasta una altura de 1.70 m. Por la acción del agua y el peso del relleno de la terraza, el muro del lado sur presenta una notable deformación en la dirección del desmonte. Por el mismo fenómeno algunos bloques del muro norte se derrumbaron sobre la plaza.

La estructura mencionada tenía dos accesos. Uno, del lado noreste (80 cm), con dos gradas de piedras que permitían subir al terraplén de la cumbre del cerro Sahuaca. Otro acceso, de 70 cm de ancho, está localizado del lado sureste y per-mitía bajar a la estructura localizada sobre la siguiente terraza. En el centro de la plaza se documentó un obelisco de 175 cm de altura. Adosado a su lado norte, se encontraba un altar de piedra, en parte elaborada. En la super�cie de la plaza (en

su parte central) se excavaron hileras de piedras de calcita profundizadas en el

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piso de greda. Las hileras formaban rectángulos, como también delimitaban un camino al norte y sur del obelisco (Fig. 11).

Toda la estructura tenía indudable carácter ceremonial, tal vez astronómico. Parece que solamente algunas personas elegidas tenían acceso al lugar sagrado. A esto apuntan los elementos constructivos, ya mencionados, dos accesos muy angostos, los cuales prácticamente no permiten la circulación de gran cantidad de personas en el ambiente de la plaza. Tampoco las hileras de piedras de calcita que formaban los rectángulos habrían podido resistir la circulación de grandes grupos humanos.

Los trabajos de excavación con�rman que en el lado norte de la plaza el piso

se encontraba directamente sobre la roca matriz. Siguiendo hacia el sur aparece un estrato arti�cial, el cual alcanza 120 cm de espesor, al límite sur de la estructura.

En este lugar el relleno contenía fragmentos de cerámica tardía (período intermedio tardío, horizonte tardío), así como también algunos fragmentos formativos del

Fig. 10. Churajón, plano de la plaza megalítica del cerro SahuacaFig. 10. Churajón, ground plan of the �megalithic� �eld on the Sahuaca Eminence

Józef Szykulski

estilo Tasata. Todos los tiestos tienen carácter intrusivo y fueron llevados por el agua de la super�cie de la cumbre, y se introdujeron en el relleno en el momento

de la deformación de los límites de la terraza.En la ampliación de las excavaciones, al norte de la plaza se localizaron otros

tres obeliscos, probablemente relacionados con la estructura descrita anteriormente. El obelisco No. 2, el más grande de todos, se encontraba todavía en su posición original, directamente al noreste de la estructura 501. Mide 180 cm y más de 70 cm de diámetro. Directamente al sur de éste, debajo de la ceniza volcánica, se descubrió el obelisco No. 3 y a su lado una piedra plana, muy parecida al �altar�

de la estructura 501 (cf. Fig. 10). Obelisco No. 4, se encontró en la Trinchera I, al norte de la plaza.

Sobre el mismo cerro, así como también al otro lado de la quebrada Segache, sobre el desmonte sureste del cerro Mollebaya, fueron encontradas otras lajas (obe-liscos) probablemente botadas de una de las terrazas localizadas más arriba.

Un problema aparte lo presenta la interpretación de la plaza �megalítica� del

cerro Sahuaca, como también otras evidencias arqueológicas a su alrededor. Ana-logías con estas construcciones hay que buscarlas en el sitio Queneto del Valle de Virú (Larco Hoyle 1938: 14-20; Willey, Corbett 1954), donde aparecen plazas con obeliscos, y también entre las huancas ampliamente conocidas del área andina13.

Fig. 11. Churajón, cumbre del cerro Sahuaca; plaza megalíticaFig. 11. Churajón, Sahuaca Eminence summit; �megalithic� �eld

13 Una plaza �megalítica� limitada por los muros �ciclópeos�se documentó también en la región Polobaya (Szykulski, Díaz, Ramos 2000). En el sitio no se realizaron excavaciones.

Arqueología de Churajón, sur del Perú

En ambos casos aparece el problema de la cronología de estas construcciones. Las estructuras de Queneto, clasi�cadas por Larco Hoyle en el período inicial

(Larco Hoyle 1938), han sido ubicadas por otros investigadores en épocas más tardías (Willey 1953). Las huancas, como sitios sagrados, formaban uno de los elementos del ambiente religioso en el tiempo de los incas. Pero sin duda, no se trata de un elemento propio de la cultura incaica y hay que aceptar la procedencia más arcaica de diferentes huancas, como lo sugiere la presencia de obeliscos en los contextos culturales de Chavín, Pucará o Tiawanaku.

En el caso de las estructuras arquitectónicas del carácter �megalítico� de la

cumbre del cerro Sahuaca podemos constatar que estas evidencias presentan un patrón arquitectónico diferente al de las construcciones conocidas de toda la zona arqueológica de Churajón. En el sitio podemos observar que las características para el período Intermedio Tardío de Churajón, estructuras arquitectónicas de piedra canteada y cimentada con greda desaparecen al límite de la cumbre del cerro Sahuaca. Sobre la misma cumbre se hallan las estructuras, las cuales, tanto por su patrón arquitectónico, como también por haber sido visiblemente afectadas por el tiempo, dan la impresión que proceden de periodos más arcaicos que otras estructuras de la zona de Churajón relacionadas con el período Intermedio Tardío y Horizonte Tardío.

La impresión, que las estructuras del Sector 5 son más antiguas que otras de la zona, está fundamentada también por la evidencia de que las construcciones del período Intermedio Tardío y Horizonte Tardío (localizadas sobre los pendientes del cerro Sahuaca), sin duda hechas en una forma menos resistente a la acción del tiempo que los muros ciclópeos y los obeliscos, están mejor conservadas.

Concluyendo, las excavaciones realizadas dentro de la plaza ceremonial y en sus alrededores con�rman la existencia de la cerámica formativa del estilo Tasata

(Tasata Inciso, Tasata Marrón/Negro) en el sitio. Pero, aparte de algunos indicios, no se ha podido documentar una clara relación de la cerámica del estilo Tasata con la plaza. Tal vez los fenómenos naturales (erosión, denudación etc.), así como también, muy común entre los pueblos del área andina, la adaptación de antiguos centros de culto en su propia infraestructura religiosa, hubieran borrado las evi-dencias arqueológicas que podrían permitir de�nir en forma indudable el momento

de la construcción de la plaza ceremonial de la cumbre del cerro Sahuaca.

TEMPLO DEL SOL

Las excavaciones en el edi�cio denominado por Bernedo Málaga (1949) Tem-plo del Sol pusieron en evidencia una iglesia doctrinera tipo Media Cruz (Goslinga 1971), que funcionaba en un edi�cio prehispánico (Szykulski 1998, 1998a, 1999). El

edi�cio -de la planta trapezoidal- presenta un patrón arquitectónico propio para toda

la zona arqueológica de Churajón. Los muros, conservados hasta una altura de 3,2 metros, están construidos de piedra canteada y cimentados con greda (Fig. 12).

Józef Szykulski

En el período posterior a la conquista, para que quedara conforme con la necesidad del culto cristiano, se modi�có la estructura prehispánica (Fig. 13). El

edi�cio estaba dividida por medio de banquetas reclinatorio en la nave central (la parte norte) y el presbiterio (la parte sur). En el presbiterio fue construida una plataforma con el Altar Mayor. Otro altar, del tamaño menor, se documentó en un pequeño recinto que probablemente servía de baptisterio o capilla. En el muro occidental del presbiterio � directamente al lado del altar � se construyó una ventana grande, que permitía a la población indígena observar los cánones de la fe cristiana y familiarizarse con ellos.

A la manera europea, en la nave central de la iglesia se encontraban los entierros de las personas importantes de la sociedad. Se supone que pertenecían a caciques indígenas y sus familiares que fueron cristianizados en poco tiempo después de la conquista. El hecho de que la mayoría de los cráneos demuestre la deformación practicada en la región andina antes de la llegada de los europeos con�rma su ubicación temporal en los inicios de la época colonial. Los cráneos que

no tenían huellas de deformación pertenecían a individuos relativamente jóvenes, supuestamente nacidos durante o después de la conquista. Asimismo, fragmentos de vestimenta y tupus de plata y bronce, encontrados en las sepulturas, con�rman

que los individuos enterrados se vestían en la manera tradicional, prehispánica. El ajuar funerario, en la mayoría de los casos cerámica, depositada debajo de

los cuerpos, del mismo modo demuestra una fuerte atadura de los lugareños al rito

Fig. 12. Churajón, Iglesia doctrinera del Templo del SolFig. 12. Churajón, doctrinaire church of the Sun Temple

Arqueología de Churajón, sur del Perú

pagano (Fig. 14). Es de mencionar que en el Templo del Sol, directamente debajo de las tumbas de la época colonial, fueron localizadas más antiguas sepulturas paganas, en forma de pozo con un pequeño nicho (Fig. 15). Las lajas de piedra que encerraban éstas en muchos casos sirvieron de base para los entierros cristianos en forma de caja de piedra. No se registraron ningunas huellas de la destrucción de las tumbas anteriores, lo que aparentemente indica que en el periodo posterior a la conquista los habitantes de Churajón todavía sentían una fuerte relación emocional con el lugar de descanso de sus ancestros paganos.

Fig. 13. Templo del Sol, reconstrucción de la iglesia doctrinera (arquitecta Patricia Fernández, Universidad Central, Bogotá)

Fig. 13. Sun Temple, doctrinaire church reconstruction (architect Patricia Fernández, Universidad Central, Bogotá)

Józef Szykulski

Fig. 14. Contenido de las tumbas del Templo del Sol. A � tumba 1; B, C � tumba 2; D, E, F � tumba 3; G, H � tumba 4; I � tumba 10; J � tumba 12; K-O � tumba 12A;

P, R � tumba 13; S-U � tumba 13A (descripción del contenido de las tumbas, Szykulski 1998: 306-313)

Fig. 14. The Sun Temple tombs� contents. A � tomb 1; B, C � tomb 2; D, E, F � tomb 3; G, H � tomb 4; I � tomb 10; J � tomb 12; K-O � tomb 12A; P, R � tomb 13;

S-U � tomb 13A (description of the tombs� contents, Szykulski 1998: 306-313)

Arqueología de Churajón, sur del Perú

Los resultados de las investigaciones arqueológicas y las fuentes históricas permiten precisar el periodo en el que el Templo del Sol funcionaba como iglesia católica. Sus inicios están vinculados a los años treinta del siglo XVI, cuando en esta parte del Perú aparecieron primeros españoles, bajo el mando de Diego de Almagro, futuro conquistador de Chile. Parece que Churajón ejercía función de centro operativo para la expedición chilena en preparación. De este período proviene también uno de los pocos hallazgos del carácter europeo (procedencia española). Se trata de una, acuñada en las Indias Occidentales, moneda de plata, conocida bajo el nombre macuquina. La moneda mencionada, del valor de 1 Real, fue encontrada en una de las tumbas del Templo del Sol (Fig. 16).

Los resultados de excavaciones en el Templo del Sol indican que la iglesia misma, como también toda la región, fueron abandonadas aún antes de la erupción del volcán Huaynaputina en el año 1600. Los datos históricos permiten señalar el momento del abandono de Churajón por sus habitantes en el principio del último cuarto del siglo XVI, lo que podemos asociar con las Reducciones del Virrey Don Francisco de Toledo.

Fig. 15. Templo del Sol, localización de la tumba prehispánica (T-12A) descubierta debajo del entierro cristiano (T-12)

Fig. 15. Sun Temple, localization of the prehispanic tomb (T-12A) discovered below the Christian burial (T-12)

Józef Szykulski

En este contexto hay que suponer que la iglesia ubicada en el Templo del Sol es uno de los más antiguos templos cristianos no sólo en el sur del Perú sino en toda la parte sur del continente. Las fuentes históricas apoyan también la hipótesis de que es en Churajón donde hay que buscar los orígenes del santuario de la Virgen de Chapi, uno de los más grandes centros del culto religioso en el sur del Perú.

CONCLUSIONES

Los trabajos realizados en el conjunto arqueológico de Churajón nos per-mitieron recuperar nuevos datos sobre la historia de ocupación humana en esta importantísima zona arqueológica del sur del Perú.

La lectura de los datos indica que la ocupación más antigua en la zona de estudio está relacionada con la Época Precerámica (paleoindios). De esta época proceden algunos petroglifos y pinturas rupestres documentados en el valle de la quebrada Corabaya/Tasata.

En los sitios arqueológicos de la Época Precerámica de los valles de las que-bradas Segache y Corabaya/Tasata se documentó también diferentes instrumentos líticos, en su mayoría raspadores y cuchillos, como también una punta de proyectil tipo cola de pescado. Aparte de esto, con la presencia paleoindígena en el conjunto arqueológico de Churajón está relacionada la evidencia plástica procedente del abrigo con pintura rupestre (Abrigo III). Se trata de una pieza que probablemente representa la cabeza de zorro o perro. La �gurilla está tallada en un hueso, tal vez

del camélido silvestre Lama glana o Lama guanicoe.La cerámica del estilo Tasata Tasata Inciso, Tasata Marrón/Negro documenta

una ocupación humana durante el período formativo. Los datos arqueológicos indican que la cerámica del estilo Tasata está relacionada con el área altiplánica. Las analogías más cercanas se observaron entre la cerámica del estilo Tasata y los materiales formativos tipo Chanapata y Qaluyu (Rowe 1944; Lumbreras, Amat 1968). Es de mencionar que también los materiales de Ancón, de la Costa Central (Fig. xx) presentan algunos parentescos con los hallazgos de la zona arqueológica

Fig. 16. Templo del Sol, macuquina del valor de un real hallada en la tumba 2Fig. 16. Sun Temple, macuquina of the one real�s value found in the tomb 2

Arqueología de Churajón, sur del Perú

de Churajón (Tasata Inciso). Todavía está abierta la cuestión de la posición cro-nológica de los materiales del tipo Tasata dentro del formativo peruano14.

Durante las investigaciones en Churajón se registraron pocas evidencias ar-queológicas del Horizonte Medio, pertenecientes a los materiales de Tiawanaku y Huari (Szykulski 1996, 1998; Szykulski, Belan 1996). La mayoría de las evidencias obtenidas en la zona arqueológica de Churajón corresponden al período Interme-dio Tardío y Horizonte Tardío. Las excavaciones con�rman que las estructuras

arquitectónicas documentadas en la zona, en su mayoría, están relacionadas con período Intermedio Tardío. Este patrón arquitectónico, sólo con pequeñas modi-�caciones, continuó también en el período de la dominación incaica.

Para el conjunto arqueológico de Churajón se con�rmó la ocupación espa-ñola (Szykulski 1998, 1998a), relacionada con la primera etapa de la dominación europea en el sur del Perú (período de transición). Considerando la importancia económica del conjunto Churajón, con�rmada por la densidad de la población, no

se puede excluir la posibilidad de que la presencia española en la zona sea anterior a la del Valle de Arequipa15. Con esta época está relacionada la iglesia doctrinera del llamado por Bernedo Málaga Templo del Sol y otras estructuras excavadas en la temporada de 1996 � 1999 (Szykulski 1998, 1999).

Los datos arqueológicos permiten de�nir el inicio del último cuarto del si-glo XVI como momento cuando la iglesia doctrinera y todo el conjunto fueron abandonados. Las excavaciones realizadas en diferentes estructuras del conjunto arqueológico de Churajón indican que terminus postquem para toda la región es el año 1600 es decir el evento de la erupción del volcán Huaynaputina.

En el Templo del Sol, así como también en otras estructuras investigadas por nosotros (Szykulski 1996, 1998, 1999), la ceniza volcánica cubría directamente los antiguos pisos de las habitaciones. En los edi�cios, sobre los pisos no apareció

ningún material arqueológico, lo que implica que las estructuras estuvieron ya abandonadas en el momento de la erupción. La presencia en algunos casos de los restos de los techos de paja sobre los pisos (debajo de la ceniza), como también la ausencia entre el piso y la capa de ceniza volcánica de algún estrato relacionado con el proceso de la denudación y la acción del viento, con�rma que entre el abandono

de los edi�cios y la erupción del volcán pasó relativamente poco tiempo. Este

evento puede ser relacionado con las reducciones del Virrey Francisco de Toledo (Cook, Málaga Medina, Bouysse Cassagne 1975; Toledo 1867).

14 El autor se inclina por la opinión que la cerámica del estilo Tasata es relativamente tardía dentro del Formativo (Formativo Tardío).

15 Para el Valle de Arequipa la fecha más antigua es 1537 y está relacionada con la llegada de las tropas de Diego de Almagro (Málaga Médina et al. 1990).

Józef Szykulski

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