APUNTES DE CONCIENCIA LINGÜíSTICA ENTRE LOS COMERCIANTES INGLESES (1550-1600).

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APUNTES DE CONCIENCIA LINGÜíSTICA ENTRE LOS COMERCIANTES INGLESES (1550-1600). en E. Martinell & E. Erlendsdottir (eds.), La conciencia lingüística europea. Nuevas aportaciones de impresiones de viajeros . Barcelona: PPU. pp. 111-127. Frances Luttikhuizen Son diversos los factores que despertaron en los comerciantes ingleses el interés por viajar. Desde la temprana Edad Media, la economía inglesa dependía básicamente del ganado ovino. La lana, y más tarde los tejidos de lana se exportaban principalmente desde los Países Bajos hasta el centro y el norte de Europa. El mercado textil era de gran importancia para un amplio sector de la población: comerciantes, sastres, hilanderos, tejedores, tintoreros, cardadores, terratenientes, granjeros, agricultores y comerciantes marinos cuyos barcos transportaban las mercancías. El centro de este mercado se hallaba en Amberes. Las sucesivas bancarrotas y requisas en España y Portugal en el siglo XVI redujeron drásticamente la actividad en el mercado flamenco, por lo que los comerciantes ingleses se vieron obligados a salir a la búsqueda de nuevos mercados. Una de las soluciones era el trato directo con la Europa del Sur, aunque esto suponía una serie de inconvenientes. Los comerciantes del norte eran reacios a exportar sus bienes a compradores cuyas fortunas podían ser confiscadas en cualquier momento, dejándoles sin posibilidad alguna de cobrar por ello. En consecuencia, empezaron a organizar compañías y a enviar a

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APUNTES DE CONCIENCIA LINGÜíSTICA ENTRE LOS COMERCIANTES INGLESES (1550-1600). en E. Martinell & E. Erlendsdottir (eds.), La conciencia lingüística europea. Nuevas aportaciones de impresiones de viajeros. Barcelona:PPU. pp. 111-127.

Frances Luttikhuizen

Son diversos los factores que despertaron en los

comerciantes ingleses el interés por viajar. Desde la

temprana Edad Media, la economía inglesa dependía

básicamente del ganado ovino. La lana, y más tarde los

tejidos de lana se exportaban principalmente desde los

Países Bajos hasta el centro y el norte de Europa. El

mercado textil era de gran importancia para un amplio

sector de la población: comerciantes, sastres, hilanderos,

tejedores, tintoreros, cardadores, terratenientes,

granjeros, agricultores y comerciantes marinos cuyos barcos

transportaban las mercancías. El centro de este mercado se

hallaba en Amberes. Las sucesivas bancarrotas y requisas en

España y Portugal en el siglo XVI redujeron drásticamente

la actividad en el mercado flamenco, por lo que los

comerciantes ingleses se vieron obligados a salir a la

búsqueda de nuevos mercados. Una de las soluciones era el

trato directo con la Europa del Sur, aunque esto suponía

una serie de inconvenientes. Los comerciantes del norte

eran reacios a exportar sus bienes a compradores cuyas

fortunas podían ser confiscadas en cualquier momento,

dejándoles sin posibilidad alguna de cobrar por ello. En

consecuencia, empezaron a organizar compañías y a enviar a

sus propios representantes a la península ibérica. Uno de

estos agentes, Robert Thorne, comerciante londinense

afincado en Sevilla, sorprendido por las riquezas que

manaban de Africa, Oriente y las Indias Occidentales, envió

cartas a Enrique VI en las que le instaba a enviar

comerciantes ingleses a tomar parte también en esos nuevos

mercados. Aunque algunos navegantes ingleses ya se habían

aventurado con anterioridad hacia el oeste y habían

visitado las costas de las Indias Occidentales y del

Brasil, hasta 1550 pocos comerciantes ingleses habían

embarcado en viajes transoceánicos Por otra parte, la

lengua inglesa no era en el s.XIX la lengua de comunicación

universal.1 De hecho, otras lenguas, como el holandés

parecen haber sido más habladas.2 En consecuencia, aunque

tenemos noticia de algunos capitanes de barco que habían

viajado a las Islas Canarias y hablaban algo de español,

raramente encontramos a un comerciante inglés que se

aventurase sin llevar traductor.

Las tierras de la cuenca del Mediterráneo se beneficiaban

de una extensa riqueza idiomática. Sus puertos de mar

1Ni tan solo el nombre del país era conocido universalmente, tal y comoAnthony Jenkinson explica en su conversación con el gran Sufí (El reyde Persia) en 1556: "Antes del encuentro, el capitán del Sufí nosinterrogó sobre nuestro país de origen, preguntándonos dónde seencontraba, qué países se hallaban cerca y con quién comerciábamos (yaque por la traducción al ruso [Habían entrado en Persia desde Rusia ytraían traductores rusos. N.A.] de nuestro nombre no lograbaidentificarnos). Cuando dedujo que éramos ingleses, nos preguntó sinuestro príncipe era una reina virgen; cuando se le confirmó esto nosdijo: "¿No se llama su país Englaterra?".2 Una carta enviada por el Zar de Rusia al Rey Eduardo VI en 1554estaba escrita en lengua moscovita, con una traducción al holandés enla parte inferior.

recibían visitantes de todo el mundo. Una vez Sevilla se

hubo convertido en el punto de partida hacia América, el

flujo de mercaderes y marineros extranjeros fue constante.

La demanda de marineros y mercenarios había creado un

mercado único que atraía gente de todos los países a la

Península Ibérica. Inglaterra también experimentó una gran

afluencia de visitantes, aunque más tarde y por motivos

bastante diferentes. Además de los judíos expulsados de

España y Portugal, a mediados del siglo XVI se añadieron a

estos otros que se habían convertido en el principal

objetivo de la Inquisición: calvinistas, luteranos,

hugonotes, waldenses, anabaptistas, etc. Comerciantes e

intelectuales de Francia, Italia y españa se vieron

forzados a huir a los países del norte —Inglaterra y

Holanda— para proteger sus vidas y sus fortunas. De este

modo, Inglaterra se nutrió de emprendedoras comunidades

extranjeras entre las que se contaban auténticos lingüistas

de talento.

Al mismo tiempo, los cambios religiosos, politicos y

sociales experimentados en la Gran Bretaña del siglo XVI

alentaron un orgullo nacional creciente y un jubiloso

sentimiento de patriotismo. Se produce una fuerte demanda

de literatura clásica y contemporánea destinada a las

nuevas generaciones de señores y comerciantes, quienes a

diferencia de la nobleza medieval desconocen el latín y el

francés. La traducción de estos textos la lleva a cabo una

nueva generación de estudiosos laicos. Si echamos un

vistazo a sus biografías reconoceremos a soldados,

aristócratas, diplomáticos, hombres de ciencia y

terratenientes, todos ellos con un interés común: que

Inglaterra alcance el nivel de otros países en cuanto a

letras, comercio y navegación se refiere. Estos

"traductores isabelinos" —pues así es como se les conoce

por coincidir con la época del reinado de Isabel I— no se

preocupaban mucho de producir traducciones fieles al

original; su objetivo era publicar libros que quedaran

grabados en las conciencias de sus compatriotas. Tal y como

Thomas North, traductor de Plutarco, lo plantea,

"There is one type of learning that is private, fit for the

Universities,full of contemplation, rather than experience,

whereas stories are fit for every place, they reach all persons,

serve for all times, teach the living and revive the dead"

"Hay un modelo privado de aprendizaje que encaja en las

universidades, más contemplativo que experimental mientras

que hay historias que corresponden con cualquier lugar, que

llegan a todo el mundo, sirven para cualquier periodo de

tiempo, enseñan a los vivos y reaniman a los muertos".3

Los traductores isabelinos se deleitaban en las palabras y

los sonidos, en comparaciones peregrinas y juegos de

palabras ingeniosos. Con frecuencia agrupan en pares

palabras de origen latino con su equivalente anglosajón o

3 Introducción. Plutarch's Lives (1579). En F. O. Matthiesen,1931. Translation, an Elizabethan Art. Harvard University Press.

un cultismo con su equivalente vulgar.4 Si a su vez era

posible introducir un elemento de aliteración, tanto mejor.

Conscientes de que escriben para las clases sin formación

académica, se preocupan por explicar términos difíciles o

alusiones a la cultura o a la historia de otros países. Es

en este ambiente lingüística de curiosidad y deleite en las

palabras que los viajeros ingleses (comerciantes, capitanes

de barco y diplomáticos) cuentan sus experiencias. Así, The

Principal Navigations, Voyages and Discoveries of the English Nation (Londres,

1589) de Richard Hakluyt no sólo recoge las vívidas

impresiones de los viajes oceánicos y las experiencias

pioneras en otros lugares del mundo, sino que supone un

hito histórico de la prosa inglesa de la segunda mitad del

siglo XVI, pues se trata de un texto rico en referencias a

estrategias comunicativas que ilustran la conciencia

lingüística de ese periodo.

Hakluyt, vicario anglicano, geógrafo, diplomático y editor

inglés creía su deber patriótico informar al mundo de "las

complejas hazañas y de los peligrosos viajes" de los ingleses. Y así

lo hizo con la publicación de The Principal Navigations, una

recopilación de cartas, diarios, registros de navegación,

documentos oficiales e informes formales. Sus relaciones,

tanto personales como a través de la correspondencia con

prestigiosos geógrafos, cartógrafos, capitanes de barco,

comerciantes y políticos del momento facilitaron

enormemente esta empresa. Hakluyt dejaba a estos narradores

4 Por ejemplo: "comediantes, o (tal y como se les conoce) jugadores",etc.

“reales” contar sus historias a su modo, con su visión

personal. Por otro lado, puesto que quería que su libro

ocupara un lugar junto a los de otros grandes geógrafos de

su época -Joao de Barros de Portugal, el francés Jean

Ribault, los italianos Giovanni Ramusio y Pedro Mártir y

Antonio Galvano en España-, tenía un notable interés en ser

tan objetivo y directo como fuera posible. En consecuencia,

y ya que los problemas de comunicación eran de inexcusable

interés para el viajero, las referencias -tanto implícitas

como explícitas- al problema lingüístico eran copiosas. Por

ello, hemos elegido la obra de Hakluyt como nuestra

principal fuente documental a la hora de establecer una

referencia feaciente de la conciencia lingüística de los

primeros navegantes británicos.

Es evidente que Hakluyt pretendía que su obra fuese

utilizada como manual para los navegantes, por lo que

procuró la inclusión de listados y glosarios. La edición

de 1585 incluye listas de palabras de dos lenguas habladas

en Guinea, del lenguaje de los lapones, del esquimal, de

Terranova y de la lengua hablada en Java; la segunda

edición (1598-1600) incluye un listado adicional de

vocabulario de la lengua de Trinidad. Estos primeros

vocabularios —listados de denominaciones de partes del

cuerpo, animales, objetos cotidianos, numeros y frases

hechas, básicas para la comunicación— estaban destinados a

constituir una referencia lingüística para futuras

expediciones. Antes de la publicación de The Principal

Navigations, Hakluyt había encomendado a John Florio, uno de

los traductores isabelinos, la traducción de los informes

de Jacques Cartier5 sobre sus exploraciones por el rio San

Lorenzo en el Canada, los cuales también incluían dos

vocabularios de considerable extensión.

En 1553, dos expediciones británicas zarpan en busca de

nuevos mercados: una pretende abrir una ruta hacia China a

través del norte de Europa mientras que la segunda se

embarca hacia la costa de Guinea. De la primera nace la

famosa Moscovy Company, mientras que la segunda fracasa a

causa de la oposición portuguesa. La colección de Hakluyt

recoge mucha información de estas dos expediciones que nos

interesa desde el punto sociolingüístico ya que abarca una

serie de viajes narrados por un mismo autor y nos ayuda a

la hora de construir percepciones individuales y

situaciones en las que se requiere el uso del lenguaje de

signos y de gestos, de intérpretes, de conocimiento de

otras lenguas, de descripción ligüística —hablada y escrita

— y otras consideraciones etnolingüísticas. Encontramos dos

tipos de intercambios lingüísticos básicos: 1) encuentros

con dignatarios (reyes, embajadores, etc…) y 2) encuentros

con nativos analfabetos. Los intercambios lingüísticos con

los primeros siempre se hacen a través de intérpretes con

el uso de una o más lenguas europeas conocidas. Los

intercambios con los nativos, en cambio, van desde el uso

de gestos o el uso de una lengua europea intermedia —con o

5 Publicados en francés en 1545 y en italiano en las Navigationi deRamusio, en el año 1556. La traducción de Florio se hizo del italiano.

sin intérprete— al empleo de intérpretes nativos, formados

para este propósito.

Uno de los componentes de la primera expedición a África

fue Antonie Anes Pinteado, un capitán portugués judío buen

conocedor de las costas del Brasil y de Guinea y exiliado

en Inglaterra por motivos políticos. En la expedición

también viajaba otro portugués, a quien llamaban Francisco

el portugués. Parece que Pinteado actuaba de explorador

mientras que Francisco hacía de intérprete. Puesto que se

dirigían hacia tierras de dominio portugués parece lógico

que llevasen un intérprete de esta lengua, pues aunque los

nativos no lo hablasen, al menos lo entenderían. Por sus

cuadernos de viaje sabemos que el conocimiento del

portugués por parte de los nativos de la costa oeste de

África iba desde el de

"a Negro which was born in Lisbon"

"un negro nacido en Lisboa"

hasta el de

"a young man who seemed to have dealt and bargained

before with the Portingals, for he could speak a little

Portuguese and was perfect is weights ande measures."

"un joven que parecía haber tratado y regateado ya con los

portugueses, pues hablaba un poco del idioma portugués y

dominaba perfectamente los pesos y las medidas".(P.N.,

pág. 107)

En 1555, William Towerson inicia su segundo viaje a Guinea.

Gran observador y entusiasta del lenguaje, nos cuenta cómo

durante la travesía pescaron un tipo de pez

"the Portingals call pergosses, the Frenchmen call saders and

our men call salt water breames."

"al que los portugueses llaman pergosses, los franceses

saders y nosotros besugo". (P.N., pág. 99)

Parece que Towerson tenía buen oído. En sus cuadernos de

viaje incluye dos listados cortos de palabras. También

describe la música y la complejidad del habla de estas

gentes. El comentario de la repetición sucesiva de palabras

dos o tres veces se refleja en estos listados: dassee,

dassee (gracias); foco, foco (ropa); mattea, mattea (su

saludo).

"and when we were there divers of the women to show us

pleasure danced and sang after their manner, full ill to our

ears. Their song was thus: Sakere, sakere, ho, ho, Sakere,

sakere, ho, ho. And with these words they leap and dance and

clap their hands."

"y algunas mujeres, con la intención de complacernos,

bailaron y cantaron a su modo, de forma irritante para

nuestros oídos, intercambiando saltos y palmas y

movimientos al ritmo de Sakere, sakere, ho, ho. Sakere,

sakere, ho, ho." (P.N., pág. 101)

"oftentimes recite one word three times together, and at the

las time longer than at the two first."

"a veces dicen la misma palabra tres veces seguidas

alargando el sonido en la tercera más que en las dos

anteriores". (P.N., pág. 102)

Towerson también relata un interesante episodio que ilustra

ciertos aspectos referentes al aprendizaje de los

intérpretes nativos:

"The Negroes were against us because the last year Robert

Gain took away the Captain's son and three others, which was

the cause that they became friends with the Portingals, whom

before they hated as appeared the last year by the courteous

entertainment which the Trinitie had there."

"los Negros estaban en nuestra contra pues el año anterior

Robert Gainsh se había llevado al hijo del Capitán y a otras

tres personas, lo que les convirtió en amigos de los

portugueses, a quienes habían odiado con anterioridad a

juzgar por el buen trato que la tripulación de la Trinidad

había tenido en aquel lugar" (P.N. pág.110).

"While we were at the shore, there came a young fellow, which

could speak a little Portuguese, with three more with him. This

fellow came aboard our ship without fear and as soon as he

had come, he demanded why we had not brought again their

men, which the last year we took away and told us that there

were five taken away by Englishmen. We made him answer

that they were in England, well bred, and there kept till they

could speak the language and then they should be brought

again to be a help to the Englishmen in this country."

"Mientras estábamos en tierra firme, se nos acercó un joven

que hablaba un poco de portugués con otros tres que le

acompañaban. Subió a bordo sin miedo alguno y nos

preguntó por qué no habíamos traído de vuelta a los

compañeros que nos habíamos llevado el año anterior. Nos

dijo que los ingleses se habían llevado a cinco de ellos. Le

contestamos que se encontraban en Inglaterra, bien

alimentados y que se les retenía hasta que aprendiesen la

lengua para traerlos de nuevo y que sirviesen de ayuda a los

ingleses en este país." (P.N. pág. 107-8).

Era una práctica común durante la Era del Descubrimiento

llevabar consigo de vuelta a la metrópolis a algunos

nativos jóvenes —ya fuese de forma voluntaria o mediante el

uso de la fuerza— y retenerlos durante dos años. Después de

este tiempo se los retornaba a su lugar de origen para que

hiciesen de intérpretes. En su segundo viaje a Guinea,

Towerson contaba con varios e estos intérpretes nativos:

"we sent our Negroes ashore and after them went divers of us,

and were very well received, and the people were very glad of

our Negroes, especially one of their brothers wives, and one of

their aunts, which received them with much joy. And here the

Negroes showed us that there was an English ship at the Mine

which had brought one of the Negroes again which Robert

Gaynish took away."

"Desembarcamos a nuestros negros, y tras ellos algunos de

nosotros, y fuimos muy bien recibidos, y la gente estaba

contenta de nuestros negros, especialmente una de las

mujeres de sus hermanos y una de las tías, quienes los

recibieron con gran alegría. Y aquí, los negros nos

comentaron que un barco inglés que estaba en la Mina

había traído de vuelta a uno de los negros que Robert

Gaynish se había llevado" (P.N. pág.115).

"At (the town of) Anta, our Negroes were well known and the

men of the town wept for joy when they saw them and

demanded of them where Anthony and Binny had been and

they told them that they had been at London in England and

should be brought home the next voyage, so after that our

Negroes came aboard with other Negroes."

"En (la ciudad de) Hanta, nuestros negros eran conocidos por

todos, y los lugareños lloraron de alegría cuando los vieron y

les preguntaron el paradero de Anthony y Binny y les dijeron

que se hallaban en Londres, en Inglaterra, y que

probablemente volverían a casa en el próximo viaje. Después

de esto, nuestros negrossubieron a bordo junto con más

negros.” (P.N. pág.115).

Sabemos también que Anthony y Binny regresaron, según lo

prometido, en el siguiente viaje pues hay constancia de

gran actividad por parte de ellos al año siguiente. La

cuestión lingüística era de primordial importancia. En una

expedición del año 1566 los ingleses llevaban abordo dos

franceses. Los dos grandes rivales de los ingleses en su

búsqueda de mercados africanos eran los portugueses y los

franceses. Como resultado a veces era conveniente llevar

abordo un interprete nativo diestro en francés y otro en

portugués: "Se envió un bote a tierra con ocho personas,

una de ellas era John Tomson y la otra un intérprete

francés (pues uno de los negros hablaba buen francés)" (P.N.

pág.145). Dado la gran cantidad de lenguas que se hablaba

en África, los intérpretes nativos también se veían

obligados a recurrir a los gestos:

"I sent the merchants on shore with the master of the ship and

I tarried aboard, and when the Captain (of the town) saw that

I was not there, he made signs to know where I was and they

made signs to him again that I was in the ship and then he

made signs to know who was the captain by the name of

DIAGO, for so they call their captain, and they pointed to the

the master of the ships and then he began to show (him) his

grains".

"Envié a los comerciantes a tierra con el capitán del barco,

quedándome yo a bordo, y cuando el capitán (de la ciudad) se

dio cuenta de que yo no estaba allí, mediante gestos preguntó

dónde me encontraba y por señales se le comunicó que me

había quedado en el barco, entonces, y también con señales

preguntó quien era el capitán conocido como DIAGO, pues así

llamaban a su capitán, y señalaron al capitán del barco, a

quien empezó a mostrar el grano" (P.N. pág.101)

"and they made signs to us that in the land there was fresh

water and goats"

"y con señales nos dijeron que en esa tierra había agua

fresca y cabras" (P.N. pág.103)

" They brought us one cruzado weight of gold making us signs

that so much they would give for the like measure and less

they would not have"

"Nos trajeron un cruzado de oro y nos indicaron por gestos

que es la medida que iban a dar por una cantidad tal y que

no aceptarían menos" (P.N. pág.106)

"then there came a boat with five men, making signs by the

sun that within 2 hours the merchants of the country would

come down and buy all that we had"

"entonces vino un barco con cinco hombres, gesticulando que

en dos horas solares vendrían los comerciantes del lugar a

comprarnos todo lo que teníamos" (P.N. pág.110)

Ni la travesía marítima, siguiendo la costa de África, ni

la situación lingüística que allí hallaron los ingleses

supuso adentrarse en lo desconocido. Los portugueses ya

habían marcado el camino con anterioridad. Las expediciones

hacia el norte, en cambio, habían aportado grandes

novedades geográficas y lingüísticas. Desde la época de los

vikingos, ningún europeo se había aventurado por el Mar

Blanco en busca de una ruta hacia la China. El viaje puede

resumirse de la siguiente manera:

"(Cuando) nuestros comerciantes observaron que los artículos

y las mercancías inglesas no eran muy solicitadas por parte

de los países y gentes vecinos, y que productos que, en

tiempos de nuestros antepasados fueron muy solicitados y

deseados dejaron de tener interés, y su precio se había visto

reducido, aunque los lleváramos a sus propios puertos, y que

las mercancías extranjeros eran grandemente estimado y sus

precios alzados prodigiosamente: ciertos londinenses de

prestigio, y hombres de gran sabiduría, preocupados por el

bien de su país, empezaron a pensar en cómo resolver este

asunto de picaresca: visto que la riqueza de españoles y

portugueses había aumentado formidablemente gracias al

descubrimiento y búsqueda de otros mercados y países, lo

cual parecía algún tipo de maldición en contra de los ingleses,

decidieron poner en marcha un tipo de navegación innovador

y desconocido. Y aprovechando que un tal Sebastian Cabota -

personaje de renombre en esos días- se encontraba en

Londres, empezaron por pedirle consejo y decidieron que

debían ponerse a punto tres barcos para zarpar rumbo al

descubrimiento de la parte norte del mundo para abrir un

camino a nuestros hombres hacia reinos nuevos y

desconocidos." (P.N. pág..280)

En 1553 todavía no existía un mapa definitivo del norte de

Europa, así pues, antes de que zarpasen los barcos,

"it seemed good to (the company of merchants) to inquire,

search and seek what might be learned and known,

concerning the Easterly part of the world. For which cause two

Tartarians, which were then of the King's Stable, were sent for,

and an interpreter was got to be present, by whom they were

demanded touching their country and manners of their

nation. But they were able to answer nothing to the purpose:

being more acquainted to toss pots than to learn the states

and dispositions of people."

"les pareció apropiado (a la compañía de comerciantes)

indagar, preguntar y lo que pudiera averiguarse y conocerse

sobre las tierras del Este. Para esta causa se enviaron a buscar

dos tártaros de la caballeriza real, quienes, con la ayuda de

un intérprete, debían informar de las tierras y costumbres de

su país. Pero de poca ayuda sirvieron pues parecían saber

más de trajinar cubos que del estado y disposición de la

gente."

En consecuencia, la expedición salió de Londres con menos

información de la esperada. Cuando los navegantes

británicos se adentraron en el Mar Blanco, una tormenta

separó a los barcos pero

"(Chanceler´s ship) held on his course and sailed so far that he

came at last to the place where he found no night at all. And

having the benefit of this perpetual light for certain days, at

the length it please God to bring them into a certain great

Bay. It happened that they spied afar off a certain fisherboat.

Master Chanceler, accompanied with a few of his men, went to

(speak) with the fishermen that were in it, and to know of

them what country it was, and what people, and of what

manner of living they were: but they being amazed with the

strange greatness of his ship, (for in those parts before that

time they had never seen the like) began presently to flee: but

he overtook them, and they (being in great fear, as men half

dead) prostrated themselves before him offering to kiss his

feet: but he (according to his great and singular courtesy),

looked pleasantly upon them, comforting them by signs and

gestures.

...By this time our men had learned that this country was

calld Russia, or Moscovie, and that Ivan Vasilivich (which was

at that time their King´s name) ruled and governed far and

wide in those places. And the barbarous Russes asked likewise

of our men whence they were, and what they came for:

whereunto answer was made, that they were Englishmen sent

into those coasts, from the most excellent King Edward the

Sixth, having from him in commandment certain things to

deliver to their King, and seeking nothing else, but his amity

and friendship, and trade with his people."

"el barco de Chanceler prosiguió su ruta y llegó a un lugar

donde no encontró noche. Y con ayuda de esta luz perpetua

durante algunos días, plugo a Dios que llegaran hasta una

gran bahía. Sucedió que divisaron a lo lejos un barco de

pesca. Chanceler, acompañado de algunos de sus hombres,

fue a (hablar) con los pescadores para saber por boca de ellos

en que país se hallaban, quiénes lo habitaban y qué tipo de

vida llevaban: éstos, asombrados por la majestuosidad del

barco (pues en esas tierras nunca habían visto nada parecido)

iniciaron la huida, aunque Chanceler los alcanzó y ellos

(presos del pánico, como medio muertos) se postraron ante él

y se ofrecieron a besar sus pies: pero Chanceler (acorde con

su peculiar cortesía), les sonrió y, mediante gestos y señales,

les calmó.

...Por entonces, nuestros hombres ya entendieron que el

país se llamaba Rusia o Moscovia y que Ivan Vasilivich

reinaba y gobernaba todas aquellas tierras. Y los bárbaros

rusos preguntaron también a nuestros hombres de dónde

venían y con qué intención se habían aventurado hasta ese

lugar y obtuvieron como respuesta que eran ingleses

enviados hasta esas costas por su excelencia el rey Eduardo VI

con la misión de hacer entrega de ciertas cosas a su rey y que

no pretendían sino conseguir su simpatía y amistad y el

comercio con sus gentes. (P.N. pág..290).

Después de meses de negociación y espera, Richard

Chanceler llegó a Moscú donde supo que los

holandesoes habían llegado antes. No obstante,

consiguió del Zar una carta para Eduardo VI en que

les ofrece a los ingleses el libre comercio en todos

sus territorios y les invita a enviar un consejero,

o embajador, para establecer un acuerdo comercial

formal. Chanceler describe la carta, escrita en

ruso, de este modo:

"in letters much like to the Greek letters, very fair written in

paper, with a broad seal hanging at the same, sealed in paper

upon wax much like the seal of England, having on the one

side the image of a man, on horseback in complete harness

fighting with a dragon. Under this letter was another paper

written in the Dutch tongue, which was the interpretation of

the other written in the Moscovian letters."

"con letras al estilo griego muy bien escritas sobre el papel del

que colgaba un sello en papel sobre cera parecido al inglés,

con el dibujo de un hombre con su armadura a caballo

luchando con un dragón en uno de los lados. Bajo esta carta

había otra que era la traducción al holandés de la escrita en

letras moscovitas." (P.N. pág.292).

Al año siguiente Chanceler vuelve a Moscú con la respuesta

de la reina6 "escrita en griego, polaco e italiano". También venía

George Killingworth, la persona enviada para formalizar el

acuerdo comercial. En una carta a la Compañía de

Comerciantes de Londres, Killingworth relata su experiencia

de esta forma:

"...the next day we were sent for by the Emperor´s secretary

and we show him that we had a letter from our Queen's grace

to the emperor’s grace, and then he desired to see them

all[all three versions], and that they might remain

with him, to have them (accurately translated), that the true

6 Se trata de Mary Tudor (1553-58), pues Eduard VI habia muerto en 1553.

meaning might be declared to the Emperor, and so we did.

The ninth day we were sent to make us ready to speak with the

Emperor on the morrow. The letters were sent (back to) us,

that we might deliver them ourselves, and we came before

him the tenth day and we did our duty, and showed his grace

our queen's grace's letters, and then his grace asked how our

Queen's grace did, calling her cousin..."

"...al día siguiente se nos condujó hasta el secretario de su

Excelencia el Emperador a quien mostramos la carta que

portábamos de su Excelencia nuestra Reina dirigida a su

Excelencia el Emperador, y quiso verlas todas[las tres

versiones], y que permanecieran con él para que pudiera

mandarlas a traducir correctamente. Al noveno día se nos

avisó de que nos preparásemos para hablar con el Emperador

al día siguiente. Las cartas nos fueron devueltas para que

fuésemos nosotros mismos quienes hiciésemos entrega de

ellas, por lo que nos encontramos con su Excelencia al décimo

día y cumplimos con nuestra misión, y le mostramos a su

excelencia las cartas de nuestra majestad y entonces su

Excelencia nos preguntó cómo estaba nuestra Excelencia la

reina, a quien llamó prima..." (P.N. pág.298)

El siguiente paso fue redactar los términos del acuerdo,

pero este tipo de tratados que requiere gran precisión y

exactitud también requiere una traducción de igual

precisión y exactitud. El hecho de que unos italianos

(comerciantes) residentes en Moscú les advirtieron a los

ingleses de "que vigilasen en quien confiaban para hacer la copia de los

privilegios" lo cual ilustra bien la situación de los que

habían de confiar tan delicados asuntos a desconocidos.El

procedimiento fue el siguiente:

"first a Russian wrote for us a breviate to the Emperor, the

tenor whereof was, that we desired a stronger privilege; and

when the secretary saw it, he delivered it to his grace, and

when he came again, his grace willed us to write our minds..."

"un ruso redactó una nota al Emperador mostrándole nuestra

voluntad de obtener mayores privilegios; así, cuando el

secretario la leyó y se la entregó a su Excelencia y, de vuelta,

su Excelencia nos pidió que escribiésemos nuestros deseos con

claredad..." (Idem.)

Killingworth concluye su carta con las siguientes

instrucciones: "si les complace enviarnos alguna carta,

adjunten la nuestra a otra para el secretario del

Emperador, escrita en polaco, holandés, latín o italiano."

La Compañía de Comerciantes de Londres también envió a

Stephen Burrough a explorar la zona del río Ob y buscar dos

barcos desaparecidos. Sus relatos están llenos de

descripciones de las gentes, el tiempo, el hielo, la

tierra, los nombres de las islas, etc. El encuentro con los

lapones es de especial interés. Debido a un inesperado

cambio meteorológico Burrough tuvo que pasar el invierno en

Colmogro y aplazar la búsqueda de los barcos perdidos hasta

la primavera siguiente. Aquel invierno "descubrió" a los

lapones:

"there came certain Lappians in a boat, and some of the men

could speak the Russian tongue... I observed certain words of

their language, which I thought good to set down for their

use, that hereafter shall have occasion to continue this

voyage."

"... y llegaron ciertos lapones en un barco, y algunos de ellos

hablaban la lengua de Rusia... Observé ciertas palabras de su

lenguaje que decidí anotar7 para aquellas personas que en un

futuro tendría ocasión de pasar por aquí." (P.N. pág. 328)

Tan pronto como la Moscovy Company estuvo sólidamente

establecida, los comerciantes iniciaron también

expediciones hacia el sur, por el Volga, hasta el mar

Caspio y a Persia con dos objetivos claros: utilizar Goa u

Ormuz como puertos de carga y encontrar una vía terrestre

hacia China. Los comerciantes que encabezaban estas

expediciones nos dejaron también testimonio escrito de sus

7 Su lista comprende unas 65 palabras y frases. Además de los númerosdel uno al cien, anotó algunos saludos de cortesía, partes del cuerpo(cabeza, ojo, nariz, boca, dientes, lengua, barba, oreja, cuello,cabello, mano, dedo, pierna, pulgar), prendas de vestir y tejidos(lana, lino, camisa, guantes, zapatos), palabras relacionadas con eltiempo (día, noche, semana, año, verano, invierno, sol, luna,estrellas), con el clima (calor, frio, viento, nieve, lluvia), con lamanutención (fuego, agua, madera, pan, grano, plato, olla, dormir),herramientas (remo, cuerda, cuchillo, hacha, pierdra, barca), metales(plata, oro, estaño, cobre, hierro) y animales (el ciervo silvestre yel domesticado).

problemas de comunicación: En una carta a sus socios de

Londres, John Newberry cuenta: “por fuerza debo ir a Ormuz,

pues carezco de un hombre que hable la lengua india.

Durante mi estancia en Aleppo tuve que contratar a dos

nestorianos, uno de ellos había estado en la India en dos

ocasiones y hablaba la lengua con soltura, pero es un tipo

muy obsceno, por lo que no le llevaré conmigo.”

En 1561, Anthony Jenkinson llegó a Persia. Su encuentro con

el gran Sufí (Emperador de Persia) se relata de la

siguiente manera:

"Coming before his majesty, I delivered the Queen's majesties

letters with my present which he, accepting, demanded of me

what country of Franks I was and what affairs I had there to

do. He then demanded me in what language the letters were

written. I answered in Latin, Italian and Hebrew. Well, said he,

we have none within our realm that understand those

tongues. Whereunto I answered that such a famous and

worthy Prince (as he was) wanted not people of all nations

within his large dominions to interpret the same..."

"Al llegar ante su Majestad, le entregué las cartas de la Reina

junto con mi regalo, el cual aceptó. Me preguntó de qué país

de francos8 provenía y qué asuntos me llevaban allí. También

me preguntó sobre la lengua en que estaban escritas las

cartas. Le contesté que en latín, en italiano y en hebreo. Pues

8La costumbre musulmana de llamar “francos” a los extranjeros seremonta a los tiempos de las Cruzadas.

bien -dijo él- no tenemos a nadie en nuestro reino que hable

alguna de estas lenguas, a lo que respondí que a un príncipe

tan respetable y conocido (como él era) no le faltarían gentes

de todas las naciones en sus inmensos dominios para

interpretar las mismas..." (P.N. pág.370)

En Persia los comerciantes se hallaban a menudo con

dificultades para cobrar y para encontrar a traductores de

los que poder fiarse. En una carta dirigida al secretario

de la Moscovy Company, Arthur Edwards escribe:

"When God should send me to Casbin for the recovering of

your debts and privileges, I shall have with me one interpreter

and two bought servants, one of which partly understands this

tongue."

"Cuando Dios me envíe a Casbin para la recuperación de

nuestras deudas y privilegios llevaré conmigo a un intérprete y

dos sirvientes que he comprado de los cuales uno entiende en

parte la lengua."

"I have written my mind to M. Glover your Agent to send

someone hither that has the Russe tongue: for we have need.

And the company shall do well hereafter in taking of servants

to be sent hither ...one (if they can get some such) as can

speak the Portingal tongue, may do them as good service, as

those that shall be here two years before him; for then we

may buy a slave that can speak this language and the

Portingal tongue also, which shall then interpret unto us in all

your secret doings, not making the Russes privy... If he were

honest he might do your worships good service because of his

Russian tongue"

"He escrito mi opinión a M. Glover, su agente, para que nos

envíe a alguien que hable ruso: pues lo necesitamos. Y la

Compañía debería mirar bien en la contratación de sirvientes

que han de mandar hacia aquí ... uno (si es que puede

conseguirse) que hable bien el portugués les puede servir tan

bien o mejor que aquellos que ya llevan aquí dos años. Pues

así podríamos comprar un esclavo que hablase [persa] y

portugués, y de este modo nos tradujese todas las actividades

secretas sin que los rusos se percatasen... Si fuese honrado les

podría servir de mucho sus conocimientos del ruso. (P.N.

pág.379).

En otras palabras, parece que buscaba a alguien que hablase

inglés, persa, ruso y portugués. La petición de Edwards no

era del todo descabellado. Thomas Saunders, en 1584 había

contratado a un intérprete griego en Tripoli quien, además

del griego, hablaba turco, italiano, español e inglés.

Las cartas de Arthur Edwards incluyen numerosos comentarios

lingüísticos. Por ejemplo,

"The king of Persia (who here we call the great Sophy) is not

there so called, but is called the Shawgh. It were there

dangerous to call him by the name of Sophy, because that

Sophy in the Persian tongue, is a beggar, and it were as much

as to call him, the great beggar."

'El Rey de Persia ( a quien aquí llamamos el gran Sufí) no es

llamado así en su tierra, sino que se le conoce como Shawgh.

Sería peligroso llamarle Sufí, pues esta palabra en lengua

persa quiere decir "mendigo", lo que equivaldría a llamarle "el

gran mendigo". (P.N. pág.422).

"they showed me a letter of the Sophie, written in their letters

backwards, subsigned both with the hands of the Sophie and

his secretary. The Sophie´s subscription was only one word

(his name I supposed was Shaugh). The letter seems so

disordered that a man would think it was somewhat scribbled.

Yet they say that almost every letter with his prick or

circumflex, signifieth a whole word. Insomuch that in a piece

of paper as big as man´s hand, their writing doth contain as

much as doth ours almost in a sheet of paper."

"me enseñaron una carta del Sufí escrita con sus letras del

revés, firmada por el Sufí y su secretario. La firma de Sufí era

una sola palabra (supongo que su nombre era Shaugh). La

carta parece tan desordenada que cualquiera pensaría que

está escrita a base de garabatos. Sin embargo, dicen que casi

cada letra con el circunflejo representa una palabra, así que

en un trozo de papel del tamaño de una mano se nos da

tanta información como en toda una hoja de papel escrita en

nuestra lengua." (P.N. pág.418)

La aventura rusa tuvo su fin en 1572. Anthony Jenkinson,

embajador de la reina Isabel ante el Zar, desembarcó en

Rose Island (en el Mar Blanco) com solía hacer cada verano

y envió a Moscú a su intérprete, Daniel Silvester, para

informar de su llegada al Zar. Pasaron meses antes de que

fuese recibido. Finalmente, le llamó el Zar y después de

echar a todos los nobles presentes, y al pedir a Jenkinson

que se acercase junto con su intérprete, le dio a entender

lo descontento que estaba de la manera en que los ingleses

había tratado al embajador de Rusia durante su estancia en

Londres. Las disculpas de Jenkinson sirvieron de poco y la

única explicación que luego se dio fue que o bien el

embajador no había dicho la verdad o que quizá

"the true meaning of the queen's highness's ambassador, for

want of a good interpreter, was not well understood"

"lo que el embajador de su alteza la reina había querido decir

no había sido bien interpretado por falta de un buen

intérprete" (P.N. pág. 429).

Después de este incidente, el Zar se mostró reticente a

conceder derechos exclusivos a los ingleses. Sea como

fuera, el cambio climático que se produjo aquel año hizo

imposible continuar la navegación por el norte de Noruega

durante más de cincuenta años. Desanimados, pero en ningún

caso derrotados, la Companía de Comerciantes de Londres

decidió enviar expediciones hacia Norteamérica con la

esperanza de encontrar una vía a la China por el noroeste.

Podríamos continuar relatando las impresiones de los viajes

oceánicos y las experiencias pioneras en el nuevo mundo,

pero el texto de Hakluyt no va mucho más allá de las tres

expediciones de Marin Frobisher (1576-1578) y que, aunque

no dieron los resultados materiales esperados, si aportaron

algunos datos ethnolingüísticos interesantes.

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