América Latina y su inserción internacional a través del TPP

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Temas del Cono Sur Dossier de Integración

Ejemplar nº 118

Es una publicación de m e r c o s u r a b c ISSN 1851-8451

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Temas del Cono Sur Dossier de Integración

Ejemplar nº 118| abril 2014

Es una publicación de m e r c o s u r a b c ISSN 1851-8451

SUMARIO

Bloques regionales

AMÉRICA LATINA Y SU INSERCIÓN INTERNACIONAL A TRAVÉS DEL TPP1 ………… 2

Por Sergio Caballero Santos ([email protected]).

Doctor en Relaciones Internacionales,UAM (http://uam.academia.edu/SergioCaballero)

Para Dossier Mercosur ABC, 28 Abril 2014

Gobiernos locales y cooperación internacional

LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL DESCENTRALIZADA ENTRE FRANCIA Y

ARGENTINA: LECCIONES APRENDIDAS DE LA EXPERIENCIA ENTRE LA ROCHELLE Y

CORRIENTES (2008-2012) …………………………………………………………….…………… 12

Por Nahuel Oddone y Horacio Rodríguez Vázquez (1)

1 Trabajo basado en gran parte en el artículo de Sergio Caballero Santos “El Acuerdo Transpacífico y su efecto en América Latina”, Boletim Meridiano 47, vol.15, n.141, jan-fev 2014; pp.51-58.

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Bloques regionales

AMÉRICA LATINA Y SU INSERCIÓN INTERNACIONAL A TRAVÉS DEL TPP1

Por Sergio Caballero Santos

Resumen: La actual negociación de un Acuerdo TransPacífico en comercio e inversión, que

abarca a un gran número de países bañados por el océano del mismo nombre, nos conduce

a preguntarnos sobre los potenciales efectos sobre la región latinoamericana y, al mismo

tiempo, nos introduce en las variadas dinámicas de inserción internacional que se manejan

en la región. El artículo cierra con algunas reflexiones sobre las “distintas” Américas Latinas

y también sobre la integración regional.

Abstract: A TransPacific Trade and Investment Partnership Agreement is currently being

negotiated among a great amount of countries in both sides of the Pacific Ocean. This issue

makes us wonder about the potential effects on Latin American region, as well as, it enables

us to analyze the diverse international insertion dynamics which take place in the region.

The article ends with some conclusions on regional integration and the “different” Latin

Americas.

Palabras claves: comercio internacional, acuerdos transcontinentales, Latinoamérica,

integración regional, negociaciones comerciales megaregionales

Key words: international trade, transcontinental agreements, Latin America, regional

integration, mega-regional trade negotiations

I. Introducción

América Latina ha debatido su forma de inserción internacional a lo largo de toda su

historia adoptando distintas estrategias, ya fuera a través de la proximidad a las grandes

potencias del momento, ya fuera por medio de la diversificación de sus alianzas en el

escenario internacional, o a través del proteccionismo y el voluntario aislamiento

internacional. Al día de hoy, independientemente de diseños de política más aperturistas o

proteccionistas, todo indica que se requiere tanto una diversificación a la hora de

relacionarse con el mundo (bilateral, regional, global) como una visión receptiva frente a la

interrelación con otros actores globales. Dicho lo cual, la actual tendencia en un mundo

globalizado, máxime con la ronda de Doha de la OMC aún estancada, parece apuntar a

estimular el comercio internacional a través de grandes acuerdos regionales.

En un primer escenario post-Guerra Fría, en los 90’s, la intensificación de lo que se

llamó “nuevo regionalismo”2 mostró cómo tras un mundo bipolar, se pasaba a un mundo

2 Por contraposición al viejo regionalismo proteccionista y “hacia dentro” de los años 50-60’s, se acuña a partir de los 90’s esta idea de nuevo regionalismo, sustentado en los principios del Consenso de Washington y, en general, se trata de un regionalismo enfocado al mercado y a la proyección económica “hacia afuera”. Entre mucha literatura al respecto, ver entre otros Bouzas, Roberto, “El “nuevo regionalismo” y el área de libre comercio de las Américas: un enfoque menos indulgente”, en Revista de la CEPAL, número 85, abril 2005, pp. 7-18; y también Gudynas, Eduardo, “Open regionalism or Alternative Regional Integration?”, citado en Valvis, Anastasios I. “Regional Integration in Latin America”, Institute of International Economic Relations, febrero, 2008, p. 12.

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unipolar bajo la hegemonía estadounidense3 y donde el resto del mundo optaba por la

integración regional como mecanismo de inserción en el mundo internacional4. A raíz de este

fenómeno, esta tendencia a ampliar las áreas comerciales se ha ido manifestando por dos

vías distintas: (i) la estrictamente bilateral, donde cabe resaltar ejemplos como el de México

o Chile, que ostentan numerosísimos TLC’s con distintos países intra- y extra-regionales; y

(ii) la proyección a áreas más grandes que la propia región. Aquí encontramos casos como el

fracasado proyecto del ALCA impulsado por EEUU para todo el hemisferio occidental5, o

también negociaciones birregionales de larga data como es la que todavía tiene lugar entre

Mercosur y Unión Europea (UE)6.

Sin embargo, podemos señalar un segundo escenario derivado de la crisis

internacional que se inicia en 2008, afectando más severamente a los países desarrollados y

de forma más ligera a los emergentes, específicamente a los BRICS (Brasil, Rusia, India,

China y Sudáfrica). Este reto a la nueva gobernanza global, unido a la consolidación

geoestratégica de China y los replanteamientos sobre un nuevo mundo multipolar

(EEUU+BRICS+UE) o, para algunos, incluso sólo bipolar (EEUU+China) motiva la reacción

de Washington con la intención de utilizar el comercio internacional como estrategia de

proyección internacional para consolidar su tradicional vínculo con Europa (Acuerdo Trans-

Atlántico) y para contener el ámbito de influencia de China en el área Pacífico (Acuerdo

Trans-Pacífico, abarcando Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Malasia, México,

Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam).

En esa coyuntura, pudiera parecer que América Latina se queda parcialmente fuera

de la nueva arquitectura del mundo. En las próximas páginas intentaremos evaluar el papel

que juega la región latinoamericana en este diseño de megabloques comerciales y, de

hecho, nos veremos obligados a matizar y diferenciar entre las distintas Américas Latinas

que hoy existen, ya sea por razón geográfica (Centroamérica más México, frente a

Sudamérica), sea por esquema de integración e inserción internacional (Alianza del Pacífico

frente a Mercosur), de orientación ideológica (eje bolivariano frente a proyectos

“conservadores”7) o directamente según los intereses particulares de cada uno de los países.

Antes de entrar en los efectos y consecuencias, hay que matizar que los acuerdos

megarregionales (TTIP, RCEP, TTP...) se caracterizan (i) por la gran dimensión espacial,

poblacional y de PIB que engloban, (ii) por la aspiración de abarcar áreas continentales, y

(iii) por presentar una agenda temática plural que sobrepasa lo tradicionalmente negociado

3 Sobre teoría de la unipolaridad, ver entre otros, G. John Ikenberry, Michael Mastanduno and William C. Wohlforth (2009). “Unipolarity, State Behavior, and Systemic Consequences”. World Politics, 61, pp. 1-27; y también Robert Jervis (2009). Unipolarity. World Politics, 61, pp 188­213. 4 Ejemplos de esquemas regionales que se reformulan en esta época o que surgen ex novo: UE (Maastricht, 1992); Mercosur 1991; TLCAN, 1994; CAN aprueba Arancel Externo Común, 1994; SICA, 1991; ASEAN aprueba crear Zona de Libre Comercio, 1992; etc. 5 La iniciativa del ALCA para crear una zona de libre comercio que abarcara desde Alaska hasta Ushuaia, se lanzó en Miami en 1994. Impulsada por los Estados Unidos fue duramente criticada por muchos países sudamericanos, desde Brasil y Argentina, hasta la creación venezolana del ALBA como antagonista. Finalmente se dio por desestimado este proyecto en la Cumbre de 2005 en Mar de Plata. 6 Estas negociaciones se remontan a una primera fase iniciada en los 90’s que acabó estancándose. Ya en 2010, en Madrid, se retomaron las negociaciones con la expectativa de acordar en unos pocos años el capítulo comercial, dado que el político y el de cooperación estaban ya muy avanzados. A día de hoy, diciembre de 2013, se está a la espera de la presentación de las listas con ofertas específicas para poder entrar en la fase final de las negociaciones. 7 Hay que señalar que el eje izquierda-derecha tradicionalmente utilizado en Europa no es fácilmente extrapolable a otras regiones, especialmente la latinoamericana donde es más útil diferenciar entre proyectos rupturistas y continuistas, o entre progresistas y conservadores, mejor que utilizar categorías analíticas de difícil encaje, dado que no suele haber sistemas de partidos consolidados que se autoubiquen entre izquierdas y derechas. Sirva como ejemplo, el peronismo en Argentina.

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a través de la OMC8. Estos elementos denotan la novedad del fenómeno, al mismo tiempo

que permiten avizorar las dimensiones de sus potenciales efectos a nivel global.

II. Efectos del TransPacific Partnership (TPP) en América Latina

Como señala el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el

Carible, CEPAL, al respecto, “las implicancias del fenómeno del megarregionalismo para

América Latina y el Caribe son variadas y complejas, y dependen, entre otros factores, de la

estructura productiva y exportadora de cada país y subregión, así como de sus respectivas

estrategias de inserción económica internacional”9.

Por ese motivo, pasamos a dividir la región en espacios con características más o

menos similares y, por tanto, donde los efectos del TPP pudieran ser parecidos, aunque con

matices, siempre en el hipotético caso de que este megaacuerdo se concretara, lo cual es

cuestionable por las razones esbozadas a lo largo de este trabajo:

a.- México y Centroamérica. La economía mexicana, por vía del TLCAN-NAFTA, y las

economías centroamericanas, tanto por TLC’s bilaterales como por su limitado tamaño,

están estrechamente vinculados a la economía estadounidense. Así pues, en principio, dado

que la consecución de un TPP sería un éxito y una oportunidad para los Estados Unidos (por

ese motivo este país es el principal impulsor de dicho megaacuerdo), también debería

traducirse en una oportunidad de crecimiento y desarrollo para estas economías

dependientes e interconectadas.

Sin embargo, el principal riesgo que se plantea es la competitividad a la hora de

adoptar el rol de “maquila” en una economía de escala en la que la industria estadounidense

requiere de mano de obra barata para producir manufacturas con poco valor añadido. En

este sentido, países integrantes del TPP como Vietnam pueden suponer una fuerte amenaza

en el sector textil y pueden motivar una desviación del comercio. Un elemento a favor de

que esta situación negativa para la región centroamericana no se acabe materializando, es

el hecho de que la propia industria textil de los Estados Unidos se vería seriamente afectada.

Así pues, éste del textil es, sin duda, uno de los rubros problemáticos en las

negociaciones del TPP y en el que se presupone que los Estados Unidos harán uso de su

fuerza negociadora para crear algún tipo de protección o contención frente a los riesgos que

entraña10. Sin embargo, y como se apuntará más adelante, hay que señalar que si los

demás integrantes, en este caso Vietnam, sólo perciben condiciones desfavorables, lo lógico

será que no lleguen a buen puerto las negociaciones del TPP.

b.- Brasil y Mercosur. Ningún miembro del Mercosur está en las negociaciones del TPP pero

sus efectos pueden ser muy notables para la subregión. En primer lugar, hay una dimensión

política y de legitimidad en la medida en que los miembros de la Alianza del Pacífico

proyectan un visión económica-comercial de inserción internacional, frente al modelo más

rígido y casi proteccionista del Mercosur11. La consecución del TPP no haría sino ahondar en

8 Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián. “Mega-regional trade negotiations: What is at stake for Latin America?” Inter-American Dialogue Working Paper, enero 2014, Washington; p.1. 9 Informe CEPAL “Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe. Lenta poscrisis, meganegociaciones comerciales y cadenas de valor: el espacio de acción regional”, 2013, p.83. También apuntan en la misma línea Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián. “Mega-regional trade negotiations: What is at stake for Latin America?” Inter-American Dialogue Working Paper, enero 2014, Washington; p.4. 10 Para más detalle sobre los conflictos en el sector textil, ver página 75 del Informe de la CEPAL, 2013. 11 Para un análisis sobre estas dos lógicas, ver Caballero Santos, Sergio. “Integración en América Latina: lógicas en pugna”, Política Exterior, 154, julio/agosto 2013; pp. 136-141.

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el aislamiento de Brasil y, por extensión, del Mercosur de los grandes bloques comerciales

mundiales. La necesidad de acordar por consenso sus acuerdos comerciales ha llevado a que

el Mercosur en 22 años de existencia sólo haya sido capaz de cerrar acuerdos comerciales

con Israel, Egipto y Palestina, mientras aún continúan las negociaciones con la UE12. En

cierta media, la “amenaza” de aislamiento internacional por un TPP actúa como acicate para

concluir el acuerdo Mercosur-UE y, de hecho, actualmente Brasil presiona para cerrar las

listas de ofertas. Sin embargo, parece que las particulares coyunturas de otros miembros

(Argentina con un rediseño económico derivado de las recientes elecciones con malos

resultados para el oficialismo y Venezuela con crisis de legitimidad de su presidente y una

complicada agenda doméstica que incluye alta inflación e inseguridad) harán fracasar

nuevamente las negociaciones, al menos tal y como las entendemos hasta ahora, es decir,

con un modelo de necesario consenso entre todos los miembros.

Se apunta este hecho porque parece que cada vez hay más actores, principalmente

Brasil y Uruguay, a favor de establecer una mayor libertad a la hora de alcanzar acuerdos

extrarregionales, en lo que pudiera ser una suerte de geometría variable o de integración a

dos velocidades13.

En segundo lugar, en relación a reglas comerciales multilaterales, la consecución de

un TPP, pero también el éxito en las negociaciones Trans-Atlánticas (TTIP), supondrían en la

práctica la aprobación de un nuevo estándar en las reglas del comercio mundial, aunque se

hayan negociado fuera de las rondas de la OMC y, por tanto y para el caso que nos ocupa,

sin que Brasil y los miembros del Mercosur hubieran podido decidir nada al respecto. Así, los

expertos apuntan a que la OMC se vería conminada a asumir a posteriori lo ya pactado en

ambos megaacuerdos, siguiendo en parte el patrón que ya sucedió a principios de los 90’s,

cuando el TLCAN-NAFTA actuó como “revulsivo” para cerrar la ronda de Uruguay (1986-

1994).

En tercer lugar, en el plano estrictamente económico-comercial, sin lugar a dudas, la

creación de un gran bloque en el Pacífico puede actuar como desviación del comercio que

afecte a los países del Mercosur. Para empezar, Brasil es uno de los grandes productores de

manufacturas y bienes de equipo para el resto de países de la región sudamericana. Si, por

ejemplo, países como Chile o Perú pueden importarlos sin aranceles desde el sudeste

asiático, esto puede afectar gravemente las exportaciones brasileñas en la región. Por el

contrario, en caso de consecución de un TPP, Brasil y los demás miembros del Mercosur se

verían especialmente “obligados” a intensificar sus vínculos con otras regiones o potencias

que se queden también fuera de estos megabloques, esto es, China y Rusia (e incluso África

a través de la cooperación Sur-Sur, tal y como empezó a explorarse bajo las presidencias de

Lula da Silva).

Así, las ya crecientes relaciones comerciales entre China y América Latina se verían

necesariamente estimuladas y fortalecidas si las dos partes perciben que se están quedando

fuera de los megabloques mundiales. Este patrón comercial Mercosur-China entraña

importantes riesgos, ya que profundiza el actual modelo en virtud del cual China exporta

cada vez más manufacturas y bienes de equipo con valor añadido, mientras que importa de

12 Para más detalle sobre la institucionalidad y el funcionamiento del Mercosur, ver entre otros Caetano, Gerardo (coord.). La reforma institucional del MERCOSUR. Del diagnóstico a las propuestas. CEFIR (Centro de Formación para la Integración Regional), Montevideo, 2009. 13 Hay que señalar también en esta línea el hecho de que Ecuador esté actualmente en proceso de adhesión plena al Mercosur, pero al mismo tiempo esté intentando concluir previamente su propio acuerdo bilateral con la UE. Así pues, su posterior adhesión al Mercosur ya acarrearía el hecho consumado de un acuerdo extrarregional y, por tanto, ahondaría en la necesaria flexibilización para que distintos miembros adopten distintas velocidades.

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Latinoamérica principalmente commodities y materias primas sin valor añadido, ahondando

en lo que se conoce como la “reprimarización” de las exportaciones sudamericanas.

Evidentemente, este patrón comercial acaba siendo perjudicial para las economías

latinoamericanas, que debilitan su industria y les hacen más vulnerables a las fluctuaciones

de los precios internacionales de las materias primas.

c.- Países de la Alianza del Pacífico. Los cuatro miembros de la Alianza del Pacífico son los

que estarían más interesados en proyectarse hacia el Pacífico y, por tanto, a priori, serían

los principales beneficiarios de su hipotética pertenencia al TPP, pero esto debe ser

matizado. El caso de México ya lo hemos abordado (baste recalcar una vez más que su caso

es muy distinto al de los otros tres países latinoamericanos que están en la negociación)14 y

el caso de Colombia es particular porque, dado que no es integrante de la APEC, se ha visto

excluido inicialmente de la posibilidad de sentarse en la mesa de negociaciones para un TPP.

Por su parte, Chile es el único de los países negociadores del TPP que ya ostenta un

TLC con todos y cada uno de los demás integrantes. Por este motivo, son muchas las dudas

sobre los alicientes que puede encontrar Chile en renegociar regionalmente lo que ya

obtiene favorablemente en acuerdos bilaterales. De hecho, tal y como señala prolijamente

algún autor15, lo que se plantea en el TPP es un recrudecimiento de las condiciones en

aspectos de propiedad intelectual impulsados desde Estados Unidos, que difícilmente podrían

satisfacer a Chile en lo que se entendería como “pagar dos veces por lo mismo”, es decir,

volver a negociar aspectos que le perjudican sin por ello obtener más ventajas de las que ya

disfrutan. Si acaso, para Chile, la disyuntiva sobre sumarse o no al TPP reside más en el

plano político (secundar la iniciativa estadounidense y no pagar los costos políticos de

autoaislarse y aparecer por tanto como un outsider) que en los incentivos estrictamente

comerciales.

Y en esta tesitura, Chile se encuentra ante el escenario de que los Estados Unidos y

China son prácticamente iguales en importancia para su economía exportadora y, por tanto,

cualquier movimiento a favor de uno y en detrimento del otro puede quebrar ese frágil

equilibrio político-comercial.

Finalmente, para Perú el TPP es un instrumento atractivo para comerciar con países

con los que aún no tiene TLC (por ejemplo, Vietnam, Malasia, Australia o Nueva Zelanda) y,

además, dado que Perú ya está actuando como ruta de exportación de productos brasileños

hacia el Pacífico, su pertenencia al TPP le puede conllevar el erigirse en el puente natural

entre las economías asiáticas y mercosureñas. Así pues, Perú puede beneficiarse

14 “However, the ability to use this mechanism to full advantage differs across the three Latin American participants. Mexico participates actively in several US-based production networks, in sectors such as automobiles, electronics, and garments. It could, for example, benefit from using high quality, competitively priced Japanese components in the mobile phones, personal computers, or cars it exports to the United States. In Chile and Peru, on the other hand, natural resources (mostly mining products) dominate the export baskets. They could still benefit from cumulation of origin, but the advantages would be less evident than in the case of Mexico. Another dimension of the TTIP and TPP with implications for Latin American trade is the negotiating dynamics that these processes may create. Mexico has publicly stated its interest in joining the TTIP. Since the European Union has also concluded FTA negotiations with Canada, there could be movement in the medium term toward an integrated transatlantic agreement involving the three NAFTA members and the European Union. The cumulation of origin and the harmonization of rules brought by this process would open opportunities for Mexico and the Central American countries (all of which also have FTAs with both the United States and the European Union) to join transatlantic value chains. In principle, this possibility would also be available to South American countries that have FTAs with both the United States and the European Union currently Chile, Colombia, and Peru)”. Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián. “Mega-regional trade negotiations: What is at stake for Latin America?” Inter-American Dialogue Working Paper, enero 2014, Washington; p.7 15 Furche, Carlos. “Chile y las negociaciones del TPP: análisis del impacto económico y político”, mayo 2013.

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directamente de su acceso a nuevos mercados, pero además y de forma notable, puede

ostentar una ventaja comparativa con el resto de países sudamericanos en la medida en que

sirva de puerta de entrada para vincular los países TPP, la Unión Europea (dado su acuerdo

comercial con Bruselas que ya entró en vigor) y con los países del Mercosur y,

especialmente, con Brasil con quien comparte una larga frontera y proyectos de mejora de

infraestructuras en el marco de la IIRSA.

En definitiva, Perú sería un potencial “ganador” del acuerdo TPP en la medida en que,

hipotéticamente, le permitiría vincular su economía a distintos países y regiones, más allá de

los riesgos y cautelas del TPP que son aplicables a todos los países integrantes y que

veremos a continuación.

III. Riesgos y cautelas del TPP

A nivel general son varios los riesgos que se plantean en las negociaciones del TPP y

que han sido criticados desde los propios parlamentos nacionales16 y desde la sociedad

civil17. El primero de ellos sería el propio secretismo y falta de trasparencia en las

negociaciones, llevándose a cabo sólo por los equipos técnicos bajo el mandato directo de

los gobiernos y sin control de los parlamentos ni de la opinión pública. De hecho, esta falta

de información y debate público, explica la falta de conocimiento de estas negociaciones por

parte de la sociedad civil, que en su gran mayoría desconoce las ventajas e inconvenientes

del posible TPP. Sólo algunas organizaciones civiles18 han esgrimido los riesgos que entraña

en temas de propiedad intelectual, acceso a medicamentos, tráfico de datos e internet,

acceso a bienes culturales, etc.

Como se apunta, el riesgo real no se puede evaluar con precisión por el propio hecho

de que las negociaciones son secretas y, por tanto, las críticas se basan principalmente en

filtraciones o comentarios de los propios equipos negociadores. Este hecho motiva que la

sociedad civil, y en el caso particular, la de los estados latinoamericanos que abordamos, no

pueda (o no sepa) manifestarse a favor o en contra del TPP, dado que se desconoce

realmente en qué consistiría y cuáles serían los efectos previsibles en sus vidas y para el

modelo de desarrollo de sus respectivos países.

Por el contrario, el sector empresarial en general, sí percibe el TPP como un incentivo

para estimular el comercio y las exportaciones (aunque lógicamente también haya algunos

rubros que se sientan amenazados porque estarían llamados a soportar una mayor

competencia). Al igual que en Brasil la Federação das Indústrias do Estado de São Paul,

FIESP, actúa como un lobby que exige al gobierno de Brasilia una mayor inserción

internacional y alerta de los peligros del aislamiento brasileño, también sucede esto en los

gremios profesionales de Perú y México19.

Así, los grandes grupos empresariales estiman que el crecimiento de los flujos

comerciales gracias al TPP sería en su beneficio. Por el contrario, pequeños productores y

agricultores consideran que la desregulación y liberalización que exige un megaacuerdo de

las características del TPP supondría una competencia que difícilmente podrían afrontar.

16 Ver, por ejemplo, para el caso de Perú http://www.rpp.com.pe/2013-09-04-congresistas-piden-transparencia-en-negociaciones-del-tpp-noticia_628085.html (Último acceso: 30 diciembre 2013). 17 Para el caso chileno, ver por ejemplo http://www.derechosdigitales.org/6185/gobierno-sigue-dando-la-espalda-a-una-discusion-abierta-en-el-tpp/ (Último acceso: 30 diciembre 2013). 18 Para una muestra, ver http://tppabierto.net/ (Último acceso: 30 diciembre 2013). 19 A título de ejemplo, ver http://elcomercio.pe/economia/1577175/noticia-acuerdo-transpacifico-no-afectara-medicamentos-sostiene-comex-peru (Último acceso: 30 diciembre 2013).

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Dicho lo cual y ahondando en lo ya comentado, aún son pocos los movimientos que han

trasladado estos riesgos a las sociedades y, por tanto, el rechazo que se manifiesta

actualmente es muy limitado.

IV. Consecuencias del TPP en la escena global (y para América Latina)

Aunque aquí se estén examinando los efectos de la consecución del TPP para América

Latina, no se pueden obviar las consecuencias directas sobre el escenario global que afectan

a todos los actores internacionales y que, por tanto, también afectan a los países

latinoamericanos.

La primera reflexión es que el TPP se despliega como un importante pilar de la

política exterior estadounidense en su objetivo de expansión hacia Asia y como contención

del desafío que plantea el crecimiento chino20. En este sentido, aunque los Estados Unidos

tienen distintos tratados comerciales con muchos de los integrantes del TPP, en este caso

diseñan este megabloque como un todo coherente y supeditado a unas mismas normas que

son “funcionales a los valores e intereses estadounidenses”21. De hecho, el matiz de rigidez

del megabloque, que no aceptaría distintas velocidades ni situaciones excepcionales aspira,

en cierta manera, a que algunos estados del sudeste asiático estén más estrechamente

vinculados con los Estados Unidos que con China.

Asimismo, se pone de manifiesto un cierto sentido de urgencia en las negociaciones,

ya que se prevén plazos excesivamente ambiciosos (hace sólo unos pocos meses, se fijaba

finales de 2013 como fecha estimada de la consecución del TPP... y aún al día de hoy se

establece que en 2014 deberían concluir las negociaciones!).

Como parece obvio, este diseño estratégico por parte de Washington también tiene

su respuesta por parte china: el reciente lanzamiento del Acuerdo de Asociación Económica

Integral Regional (RECP, por sus siglas en inglés), que engloba al ASEAN+622. De hecho,

desde Pekín, en base al típico discurso oficial diplomático y no confrontativo, se apuesta a

que la TPP no es una amenaza, sino que podría funcionar de forma complementaria con la

RECP.

Sin embargo, es digno de destacar que este proyecto del RECP, que aglutina a la

práctica totalidad de Asia y Oceanía (es decir, el ámbito de influencia regional de China), se

ha presentado como una iniciativa flexible, que pretende respetar las distintas velocidades

según el grado de desarrollo de los diversos estados y atender a las especificidades y

problemáticas propias de cada país. Por lo tanto, pudiera uno aventurarse a creer que los

países asiáticos van a ser más proclives a sumarse a la iniciativa propuesta por China,

menos rígida, más condescendiente y entre países más parecidos, antes que adoptar la

agenda impuesta por Estados Unidos para el TPP, caracterizada por la gran heterogeneidad

de los países integrantes y por el estrecho cumplimiento de normas comerciales (sobre todo

en propiedad intelectual y flujo de datos) que pueden ir contra su propio desarrollo. Se

20 Para un análisis de las lógicas de la política exterior estadounidense y la dimensión económica-comercial, ver artículo de Hillary Clinton “America’s Pacific Century” en Foreign Policy, noviembre 2011: http://www.foreignpolicy.com/articles/2011/10/11/americas_pacific_century (Último acceso: 30 diciembre 2013). 21 “In all these different ways, we are seeking to shape and participate in a responsive, flexible, and effective regional architecture -- and ensure it connects to a broader global architecture that not only protects international stability and commerce but also advances our values” […] “American businesses and workers need to have confidence that they are operating on a level playing field, with predictable rules on everything from intellectual property to indigenous innovation”. Hillary Clinton. Ib idem. 22 Es decir, los 10 miembros del ASEAN (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania y Camboya), más China, Japón, Corea del Sur, Australia, India y Nueva Zelanda.

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trataría, en cierta medida, de un ejercicio de seducción por parte de los dos grandes polos

político-económicos para ver cuál es capaz de atraer a otros actores internacionales y en sus

aspiraciones de crear zonas de influencia comerciales.

V. Conclusiones

El primer elemento a resaltar es que en esta distribución de poder global, América

Latino no ejerce un papel protagónico, sino que sólo tangencialmente puede valorar cuáles

son los contextos que le son más propicios e intentar fomentarlos, pero no se encuentra en

lo que podríamos considerar como el eje de la toma de decisiones. Sólo México, Perú y Chile

están sentados en la mesa de negociaciones del TPP, pero ya hemos visto que sus intereses

no son parejos. Por otra parte, desde la óptica del otro gran referente latinoamericano,

Brasil, sí cabe impulsar espacios que contrarresten un hipotético TPP, por un lado

estimulando el acuerdo definitivo en las negociaciones Mercosur-UE y, por otro lado,

fortaleciendo relaciones comerciales multilaterales con actores que también queden fuera de

estos hipotéticos megabloques, por ejemplo, a través de foros como BRICS ó IBSA23.

El segundo elemento es que si se firmara un Acuerdo Trans-Atlántico24 y un TPP,

estos megaacuerdos pasarían a funcionar de facto como estándares o reglas del comercio

internacionales, obviando las deliberaciones de la OMC (o cuanto menos, induciendo a que

éstas se amolden a lo ya acordado). Por tanto, se habrían fijado unas nuevas pautas

comerciales de ámbito mundial sin el concurso de la mayoría de los países latinoamericanos.

Así pues, el papel internacional latinoamericano se vería reducido a asumir un fait accompli

derivado de la decisión de otros actores globales.

El tercer elemento de balance que podemos recoger es la evidente distinción entre

varias Américas Latinas. Desde el istmo de Panamá hacia el norte, las economías

latinoamericanas están estrechamente vinculadas al modelo estadounidense y se

complementan con ésta a través de economías de escala y en una relación de dependencia.

Para estos países, el hipotético éxito de los Estados Unidos con la consecución de

megabloques es una oportunidad, aunque también es un riesgo de una mayor

competitividad. Por su parte, las economías sudamericanas, caracterizadas por la

reprimarización de exportaciones y beneficiadas por los altos precios de las commodities en

los últimos años, tienen su principal foco puesto en China y las economías asiáticas y, en

general, podrían verse perjudicadas por un TPP que desviara el comercio internacional a

otras zonas. Frente a esto, para países como Brasil el mantenimiento del interés chino por

América Latina es una buena noticia y la consecución de un TPP nos llevaría a visibilizar más

nítidamente su aislamiento en las grandes dinámicas comerciales mundiales. Estas

divergencias regionales juegan en contra de la propia región y sus expectativas de

integrarse en las cadenas de valor mundiales y, por tanto, pueden estimular la integración

regional25, como veremos en el sexto punto.

23 Frente a la disyuntiva brasileña de actuar como global player o circunscrito al liderazgo regional, ver entre otros Caballero Santos, Sergio. “Brasil y la región: una potencia emergente y la integración regional sudamericana”, Revista Brasileira Política Internacional, 54 (2), 2011; pp.158-172. 24 Para no trasladar la falsa impresión de que estos acuerdos son ya un hecho es importante señalar que, a pesar de la euforia inicial y las perspectivas de una rápida consecución de estas negociaciones, las dificultades para alcanzar un acuerdo final son muchas, desde la protección europea (y especialmente francesa) de la industria cultural hasta la reciente escalada de tensión por las escuchas y el espionaje de líderes europeos y sus poblaciones por parte de la NSA estadounidense. Ver Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián; Frohmann, Alicia; García-Millán, Tania. “Las negociaciones megarregionales: hacia una nueva gobernanza del comercio mundial”, Serie Comercio Internacional, n.121. CEPAL, Santiago de Chile; p.22. 25 “As long as the Latin American market remains fragmented by multiple agreements with different rules, it will be difficult for the region to increase its participation in modern value chains. The most important effect of mega-

m e r c o s u r a b c 10

Como cuarto elemento, y en línea con esto último, cabe destacar que a diferencia de

lo que antaño pareciera, para una gran parte de América Latina el actor internacional clave

(al menos en la dimensión económico-comercial) ya no son los Estados Unidos, sino China.

A título de ejemplo ya señalamos el caso de Chile, cuya adhesión a un TPP

confrontativo con China podría tener un excesivo coste político, como ya adujimos antes. Por

tanto, teniendo en cuenta que China se ha convertido en el principal socio comercial de casi

todos los países sudamericanos (y si no, ocupa la segunda posición), su influencia y

relevancia en la región es notable y creciente. De hecho, además de que algunos países se

puedan sentir cómodos antagonizando con el discurso estadounidense, tal y como se haría

desde países miembros del ALBA, en términos pragmáticos también es cada vez más

“rentable” adherirse a las iniciativas emanadas desde Beijing, que a las de Washington.

Por tanto, más allá de la retórica ideológica estaría la economía tangible detrás de la

decisión de apostar por una buena sintonía con China.

El quinto elemento que podemos repensar es la muestra de madurez de las

sociedades latinoamericanas (mejor dicho, de ciertas organizaciones de la sociedad civil)

exigiendo claridad y transparencia en unas negociaciones que se han manejado desde el

secretismo y la falta de transparencia. Esto denota que, en cierta manera, no se da un

mandato a los presidentes para que acuerden lo que ellos estimen mejor para el desarrollo

futuro del país, sino que se ejerce una cierta labor de accountability y de rendición de

cuentas, entendiendo que la sociedad quiere ser partícipe de las deliberaciones para

ponderar si merece la pena o no integrarse en un megabloque regional.

Y el último elemento26 que podríamos sopesar es el relativo a cómo la propia región

latinoamericana puede estimular el tener un mayor peso en la escena internacional, dado

que ha quedado patente que no lo ostenta en el escenario que hemos esbozado. Para ello,

pareciera que la única receta posible es fomentar los mecanismos de integración regional,

ampliándolos y profundizándolos. Quizás dos vías serían las más fructíferas, aunque

lógicamente se presentan como retos complicados y de difícil consecución. La primera, una

flexibilización de Mercosur, que unido a los diversos deseos de adhesión por parte de otros

países, podría configurar una suerte de Unasur-Mercosur con agendas y cometidos

diferentes en cada mecanismo regional, pero con más coherencia interna y mecanismos

flexibles de adopción de decisiones.

La segunda sería que realmente la CELAC (al igual que las cumbres América Latina-

UE y las Iberoamericanas) pudieran servir para elaborar pautas comunes para la región o,

por lo menos, pactar estrategias afines a los países latinoamericanos en la escena

internacional para evitar casos como el aquí planteado, donde los tres integrantes

latinoamericanos del TPP ostentan intereses y agendas muy distintas o, incluso a veces,

contrapuestas.

En todo caso, lo que parece evidente es que “con un mundo que parece estar

reconfigurándose sobre la base de megabloques regionales, las líneas de fractura de la

integración latinoamericana cobran una importancia crítica. En términos comerciales, no hay

regional negotiations on Latin American integration could be to encourage deeper forms of trade and economic integration”. Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián. “Mega-regional trade negotiations: What is at stake for Latin America?” Inter-American Dialogue Working Paper, enero 2014, Washington.p.16 26 Aunque este elemento no se ha abordado en profundidad a lo largo de este trabajo dado que se escapa al objeto inicial del mismo, sí parece que las demás consecuencias que hemos planteado en este epígrafe nos dirigen a esta posible respuesta por parte de los actores políticos latinoamericanos y no podemos evitar el esbozarlo mínimamente.

m e r c o s u r a b c 11

ganancias inmediatas provenientes de generar una división en el proceso de integración

latinoamericano. En una etapa de capitalismo globalizado organizado alrededor de cadenas

de valor, el daño en uno de los eslabones representa un perjuicio para toda la cadena. En el

largo plazo, las ganancias potenciales de la coordinación son mayores, ya que la

competitividad depende en gran medida de ventajas que se encuentran en la regionalización

de la producción. Para las grandes potencias, esta divergencia no produce ningún dividendo

geopolítico claro o inmediato.

En términos políticos, la pérdida de unidad redunda en una reducción de la autonomía

regional frente a Asia en general y frente a China en particular”27.

Dicho todo lo anterior, hay que recalcar nuevamente la cautela en relación con que

está por verse si realmente estas meganegociaciones entre actores tan dispares y

heterogéneos se materializan y,en caso de que así sea, habrá que ver cuánto se modifican

las pretensiones inicialmente enunciadas a lo largo de las difíciles negociaciones que aún

restan.

Este trabajo sólo aspira a abordar las posibles consecuencias de estas nuevas lógicas

de política comercial de megabloques para la región latinoamericana.

Referencias bibliográficas:

- Bouzas, Roberto, “El “nuevo regionalismo” y el área de libre comercio de las Américas: un enfoque menos indulgente”, en Revista de la CEPAL, número 85, abril 2005, pp. 7-18. - Caballero Santos, Sergio. “Integración en América Latina: lógicas en pugna”, Política Exterior, 154, julio/agosto 2013; pp. 136-141.

- Caballero Santos, Sergio. “Brasil y la región: una potencia emergente y la integración regional sudamericana”, Revista Brasileira Política Internacional, 54 (2), 2011; pp.158-172. - Caetano, Gerardo (coord.). La reforma institucional del MERCOSUR. Del diagnóstico a las propuestas.

CEFIR (Centro de Formación para la Integración Regional), Montevideo, 2009. - CEPAL, Informe “Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe. Lenta poscrisis, meganegociaciones comerciales y cadenas de valor: el espacio de acción regional”, 2013, p.83. - Clinton, Hillary. “America’s Pacific Century” en Foreign Policy, noviembre 2011: http://www.foreignpolicy.com/articles/2011/10/11/americas_pacific_century (Último acceso: 30 diciembre 2013).

- Furche, Carlos. “Chile y las negociaciones del TPP: análisis del impacto económico y político”, mayo 2013. - Gudynas, Eduardo, “Open regionalism or Alternative Regional Integration?”, citado en Valvis, Anastasios I. “Regional Integration in Latin America”, Institute of International Economic Relations, febrero, 2008, p. 12.

- Ikenberry, G. John , Michael Mastanduno and William C. Wohlforth (2009).

“Unipolarity, State Behavior, and Systemic Consequences”. World Politics, 61, pp. 1-27. - Jervis, Robert (2009). Unipolarity. World Politics, 61, pp 188­213. - Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián; Frohmann, Alicia; García-Millán, Tania. “Las negociaciones megarregionales: hacia una nueva gobernanza del comercio mundial”, Serie Comercio Internacional, n.121, dic 2013. CEPAL, Santiago de Chile. - Rosales, Osvaldo; Herreros, Sebastián. “Mega-regional trade negotiations: What is at stake for Latin America?” Inter-American Dialogue Working Paper, enero 2014, Washington.

- Turzi, Mariano. “Asia y la ¿(des)integración latinoamericana?” Nueva Sociedad, n,250, marzo-abril 2014; pp. 78-87.

27 Turzi, Mariano. “Asia y la ¿(des)integración latinoamericana?” Nueva Sociedad, n,250, marzo-abril 2014; p.86.

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Gobiernos locales y cooperación internacional

LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL DESCENTRALIZADA ENTRE FRANCIA Y

ARGENTINA: LECCIONES APRENDIDAS DE LA EXPERIENCIA ENTRE LA ROCHELLE Y

CORRIENTES (2008-2012)

Por Nahuel Oddone y Horacio Rodríguez Vázquez

Introducción

La cooperación internacional descentralizada (CD) se ha convertido en una

herramienta de creciente interés para los gobiernos subnacionales en el contexto

internacional actual, caracterizado por dinámicas multiescalares y complemento-

contradictorias que van desde la territorialización de la economía hasta los sistemas de

gobernanza con sus dimensiones horizontales y verticales. Las autoridades locales e

intermedias de Argentina y Francia no escapan a esta regla. El presente capítulo busca

acercar los lenguajes de la CD de Francia y Argentina a partir del estudio de un caso

práctico, en el marco de un relacionamiento Norte-Sur28.

Junto con el comercio y el diálogo político, la cooperación constituye el tercer pilar

sobre el cual se asienta la asociación estratégica entre la Unión Europea (UE) y América

Latina y el Caribe (ALC)29. Este hecho es un indicador de la importancia de la cooperación,

no sólo en el ámbito de las relaciones entre ambas regiones sino incluso en el nivel global.

Este papel protagónico actual de la cooperación en el ámbito de las relaciones

internacionales es producto de una evolución histórica y gradual, en donde se han conjugado

Los autores desean expresar su agradecimiento a María Gabriela Basualdo, Directora de Relaciones Internacionales

de la Provincia de Corrientes; a Osvaldo Pérez, Intendente Municipal de Bompland; a Eduardo L. Galantini, Intendente Municipal de Monte Caseros; a Etienne Saur, Agregado de Cooperación Científica y Técnica de la Embajada de Francia en Argentina; a María Inés Rosas, Secretaria del Service de Coopération et d'Action Culturelle de la Embajada de Francia en Argentina; a Yann Thoreau La Salle, Agregado de Cooperación de la Embajada de Francia en México; a Frederic Deshayes, Responsable de la Mission des Affaires européennes et Internationales de Romans y Vice président de la Association des Professionnels de l'Action Européenne et Internationale des Collectivités Territoriales (ARRICOD); a Florence Jacquey, consultora de la Red InterMuni; a Silvia Marteles, ex coordinadora del Proyecto LOCALNET de la Red Arco Latino; así como a las investigadoras Violaine Balana y Marie

Le Pen por sus valiosos comentarios y aportaciones para la elaboración de este capítulo. 28 Es debatible la conveniencia de seguir utilizando el término “Sur” para agrupar a los países con menor grado de desarrollo relativo. Desde el punto de vista geográfico, ¿qué pasa, por ejemplo, con países como Australia y Nueva Zelanda, ambos considerados desarrollados y localizados en el hemisferio sur? ¿O qué pasa con el efecto que está teniendo sobre la economía mundial en fenómeno de los BRICS, en donde Brasil, India, China y Sudáfrica se encuentran en el hemisferio sur? Azcárraga señala que la concepción de un norte rico y un sur empobrecido puede contribuir al establecimiento de sentimientos de superioridad o de inferioridad, del norte hacia el sur y del sur hacia el norte, respectivamente, incrementando la desigualdad ya existente y asentándola en la opinión pública y/o en las relaciones entre países (Azcárraga, 2008: 50). Además, ésta concepción ignora las diferencias en los niveles de desarrollo al interior de los países (asimetrías territoriales), subrayando la idea del Estado-nación como unidad y sin tomar en cuenta sus desigualdades internas (existentes tanto en los países “del norte” como en los “del sur”). 29 La Primera Cumbre UE-ALC, llevada a cabo en 1999 en Río de Janeiro, marca el inicio de la asociación estratégica entre ambas regiones.

m e r c o s u r a b c 13

las nuevas tendencias derivadas del sistema internacional30 con otras gestadas en el ámbito

intraestatal.

En cuanto a las nuevas tendencias globales, es destacable el aporte de las

tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a la CD, que ha permitido reducir

significativamente los costos, estimular los contactos interculturales horizontales entre las

administraciones locales e intermedias y favorecer la transferencia de buenas prácticas y de

procesos casi en forma inmediata.

Por otro lado, la sociedad de la información y las TIC han provocado una modificación

en la construcción de la agenda pública local, favoreciendo una dinámica de ampliación y de

extensión de la oferta de políticas públicas hacia terrenos anteriormente inéditos. Las TIC se

han demostrado sumamente útiles para gestionar y acompañar los procesos, los proyectos y

las políticas sociales, culturales y de tejido asociativo, entre otras.

Sin lugar a dudas, como quedó planteado durante la presidencia francesa del Consejo

de la UE (julio/diciembre 2008) y tras el impulso que dicho país acometió para iniciar la

reflexión sobre la Carta de la Cooperación de Apoyo a la Gobernanza Local, la CD “ha

emergido como una nueva dimensión de gran importancia en la cooperación al desarrollo,

que ha pasado a ser más completa y profesionalizada, se apoya en redes institucionalizadas

(...) utilizando para ello una gran variedad de herramientas (...) y con un crecimiento

exponencial en asignaciones económicas”31. Se trata de “la capitalización y maximización de

la experiencia de las autoridades locales como socios en política de desarrollo”32 y así lo han

entendido las autoridades subnacionales de Francia y Argentina.

El objetivo del presente capítulo es realizar un aporte analítico que contribuya a

extraer lecciones aprendidas sobre la CD, así como identificar las principales motivaciones

que llevan a los gobiernos subnacionales a emprender este tipo de acciones a través del

estudio de caso de La Rochelle (Francia) y la Provincia de Corrientes (Argentina). Como ha

sostenido Coronel: “la cooperación descentralizada local se sustenta en la multilateralidad y

el beneficio mutuo de sus actores y se desarrolla en clave territorial a través de gobiernos

locales que se asocian y buscan desarrollar experiencias conjuntas basadas en sus

aprendizajes anteriores y en la potencialidad del trabajo en redes o plataformas” (Coronel,

2005: 22).

La cooperación descentralizada: dónde estamos y hacia dónde vamos

En términos generales, la CD se puede definir como el conjunto de acciones

protagonizadas por los gobiernos no centrales y se reconoce como su finalidad principal la

promoción del desarrollo local. La Comisión Europea fue la primera en incorporar este

enfoque en sus programas de cooperación33. El documento Decentralized Cooperation.

Objectives and Methods (1992) la define como un nuevo enfoque en las relaciones de

cooperación que busca establecer relaciones directas con los órganos de representación local

y estimular sus propias capacidades de proyectar y llevar a cabo iniciativas de desarrollo con

30 Coronel (2005) reconoce la cooperación internacional al desarrollo como uno de los componentes que formaron parte de las lógicas del mundo bipolar de la Guerra Fría. A través de la misma, las superpotencias -los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas- buscaban consolidar sus respectivas zonas de influencia. 31 Comunicación de la CE, Autoridades locales: agentes de desarrollo, 2008. 32 Ibíd. 33 El concepto de CD fue formulado por primera vez en la Convención de Lomé IV (1990-1995) como una extensión del enfoque de microproyectos.

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la participación directa de los grupos de población interesados, tomando en consideración

sus intereses y sus puntos de vista sobre el desarrollo34.

A partir de entonces se han dado diferentes aproximaciones conceptuales. De

acuerdo con el Manual de Cooperación Descentralizada al Desarrollo (1999), este tipo de

cooperación es la que hacen o promueven los poderes y entes locales descentralizados, bien

directamente o bien a través de las asociaciones y grupos de la ciudadanía, organizaciones

de la sociedad civil (OSC), sindicatos, y cualquier otro tipo de actores sociales o económicos.

Según Gómez-Galán y Sanahuja, la CD en sentido amplio es aquella realizada por los

actores públicos y privados, distintos de los gobiernos centrales y de las entidades

supraestatales; mientras que en sentido estricto es aquella realizada únicamente por

instituciones y organismos públicos territoriales, distintos de los gobiernos y de las

instituciones centrales, con autonomía para tomar decisiones (Gómez-Galán y Sanahuja,

2001: 22).

En este orden de ideas, la CD en sentido estricto ha sido también denominada como

cooperación descentralizada pública o cooperación oficial descentralizada.

Debido a que la CD es muy amplia, en la práctica se acostumbra a clasificar sus

vertientes de dos maneras. Una es tomando en cuenta a los actores que financian las

iniciativas; y, la otra, tomando en consideración a los actores que protagonizan las acciones

de cooperación. Desde el punto de vista del financiamiento, la CD tiene su origen en las

entidades territoriales descentralizadas que actúan con sus propios programas y

presupuestos. Incluye acciones de gobiernos locales o regionales, aunque también pueden

recibir apoyo de otras instancias nacionales o internacionales. De acuerdo con los

protagonistas de las acciones, se entiende aquella realizada por todos los agentes o

instituciones, tanto oficiales como de la sociedad civil, que no forman parte del gobierno

central.

En el sentido estricto de su significado, solamente se aceptan las acciones de

cooperación internacional que realizan o promueven los niveles de la administración pública

distintos del gobierno y de las instituciones centrales; es decir, llevadas a cabo por los

gobiernos locales y regionales (García Perea, 2008). Hay quien la llama cooperación

horizontal, al desarrollarse exclusivamente entre homólogos. Sin embargo, encontramos que

en la actualidad también se trabaja con contrapartes desiguales.

34 Según el Reglamento (CEE) n° 443/92, derogado a partir del 1 de enero de 2007 por el Reglamento por el que se establece un Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo. La Unión Europea contribuye a la reducción de la pobreza en los países en desarrollo estableciendo disposiciones para la gestión de la cooperación descentralizada. La cooperación descentralizada se propone reforzar las capacidades de diálogo de las sociedades civiles de los países en vías de desarrollo con el fin de favorecer el surgimiento de la democracia. El Reglamento (CE) n° 625/2004 modifica y prorroga hasta el 31 de diciembre de 2006 el Reglamento de base (CE) n° 1659/98 relativo a la cooperación descentralizada. El nuevo Reglamento, vigente desde 2007, introduce algunas modificaciones y precisiones en el texto básico. Especifica, en particular, que los protagonistas de la cooperación descentralizada no proceden solamente de los países en desarrollo sino también de la Comunidad Europea y añade otros tipos de organizaciones a la lista de socios. Tiene por objeto también favorecer la capacidad de diálogo de las sociedades civiles para que sean interlocutores válidos en el proceso democrático. Anteriormente al Reglamento la Comunidad había adoptado numerosas medidas acerca de la cooperación descentralizada en materia de desarrollo. El principio se introdujo en el cuarto Convenio de Lomé en 1989 y se subrayó especialmente en el Reglamento (CEE) n° 443/92 del Consejo (derogado, a partir del 1 de enero de 2007, por el Reglamento por el que se establece un Instrumento de Financiación de la Cooperación al Desarrollo) relativo a la ayuda financiera y técnica y a la cooperación económica con los países en desarrollo de América Latina y Asia. En 1992, la autoridad presupuestaria creó una línea presupuestaria destinada a promover este enfoque en todos los países en desarrollo. El Reglamento debe enmarcarse en el contexto de la participación de los agentes no estatales en la política de desarrollo de la UE. Véase: http://europa.eu/legislation_summaries/other/r12004_es.htm#AMENDINGACT

m e r c o s u r a b c 15

En el proceso de CD no participan las administraciones centrales de cada Estado, sino

los niveles de administración y gobiernos considerados de menor grado pero con la

suficiente autonomía para la toma de decisiones. Romero define a la CD como “el conjunto

de iniciativas de cooperación oficial al desarrollo que, bajo el liderazgo de autoridades

locales, procura estimular las capacidades de los actores de base territorial y fomentar un

desarrollo de carácter más participativo” (Romero, 2006: 53).

La CD busca fortalecer las capacidades sociales locales a través de la constitución de

alianzas o partenariados territoriales, mejorándose así las competencias técnicas y de

gestión locales y estimulando la promoción de una ciudadanía activa y comprometida con el

desarrollo de su comunidad. Esto permite, asimismo, una mayor “gobernanza de y en

proceso” toda vez que se favorece la introducción de innovaciones que buscan articular y

complementar territorios muchas veces distantes, con base en la capacidad de incluir y

cohesionar la sociedad civil local en el proceso de desarrollo.

La CD constituye un eje transversal de articulación del quehacer subnacional

(municipal o regional). Es decir, programas y proyectos de cooperación descentralizada

pueden auxiliar en áreas políticas tan variadas como la salud pública, la protección del

medio ambiente, el desarrollo económico local, la educación o la promoción cultural, así

como en la modernización general de todos los sistemas administrativos de la gestión local.

Este interés creciente de los gobiernos subnacionales por la CD hace necesario el

fortalecimiento de sus capacidades proyectuales, el savoir faire de la cooperación, con lo

cual es conveniente desarrollar estrategias innovadoras de learning by doing (“aprender

haciendo”) que les permitan ir adquiriendo dichas capacidades a medida que van avanzando

con distintos proyectos, que implican metodologías y técnicas complejas, hasta llegar a

obtener el financiamiento para programas específicos más amplios. En CD priman las

denominadas “trayectorias” como proceso incremental de adquisición de capacidades.

Desde esta perspectiva, el escalonamiento lógico identificado -también denominado

camino interno de la CD- parte de proyectos puntuales finalistas; pasa por el apoyo

financiero de políticas locales sectoriales; el apoyo técnico para la elaboración, planificación

y evaluación de políticas locales sectoriales; la consolidación institucional y el fortalecimiento

de las capacidades proyectuales endógenas: planificación estratégica, finanzas públicas

locales, participación ciudadana, etcétera. Cuando estos pasos se realizan de manera

asociada permiten la constitución de las denominadades “comunidades de desarrollo”, que

se caracterizan por su trabajo sostenido común y no por simples articulaciones ad hoc.

La CD contribuye con la “innovación de la gestión” y la “gestión de las innovaciones”

sociales, económicas, culturales e institucionales que promueven el desarrollo local y la

buena gobernanza subnacional.

La proliferación de gobiernos subnacionales en la arena internacional no garantiza,

sin embargo, el diseño y la ejecución de buenos proyectos, apropiados local y

democráticamente; alineados con las estrategias, instituciones y procedimientos de los

socios; concordantes con los procesos territoriales, armonizados con las estrategias

nacionales de desarrollo y de crecimiento para evitar la fragmentación y atomización de los

recursos.

La llamada “fatiga de la ayuda” generó muchas críticas sobre el enfoque asistencial

de la CD, su supuesta falta de eficacia y eficiencia, así como la heterogeneidad de los países

receptores. La coordinación entre los planes de los socios donantes y receptores dieron por

tierra las estrategias exo-orientadas; generando, para algunos autores, el fin de la

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verticalidad Norte-Sur y el surgimiento de la horizontalidad Sur-Sur; la generación de

“nuevos capitales” de la cooperación más allá de la transferencia de recursos económicos,

dando espacio a la transferencia de buenas prácticas, el intercambio de experiencias y el

fortalecimiento institucional.

Ésta ruptura con las tradicionales concepciones de la CD, en donde la lógica de

“donante-receptor” ha quedado susbumida ante los acuerdos de cooperación técnica y

transferencia de buenas prácticas, el intercambio de experiencias exitosas en materia de

prestación de servicios, el fortalecimiento institucional y la gestión conjunta de los

territorios, ha estado presente en las estrategias de CD franco-argentinas.

Mientras que los diferentes contenidos de los programas y proyectos forman parte de

la base programática para la “gestión de las innovaciones” en las diferentes áreas del

quehacer subnacional; la “innovación en la gestión municipal” incorpora estrategias de

concertación y coordinación de actores territoriales, intra e intermunicipales o

interregionales, públicos y privados, con las agendas-país de Argentina y de Francia.

La cooperación internacional descentralizada francesa

Según la Declaración de Paris (2005), el Programa de la Declaración de Accra (2008)

y el IV Foro de Alto Nivel de Busan (2011)35, la CD debe abordar con firmeza los principios

de apropiación, alineación y armonización para mejorar la eficacia de su ayuda. Por ello, es

pertinente realizar un mínimo esbozo de las políticas de CD de Francia y los procesos que

han estimulado sus características particulares como los de descentralización y

regionalización, o las áreas geográficas y los ámbitos temáticos de intervención.

Vale subrayar que en el contexto general de la CD de Francia en América Latina,

Argentina se encuentra muy por detrás de otros países de renta media como Brasil o México

como destino de cooperación francesa. En el caso mexicano, los lazos histórico-culturales

presentan una significancia relevante y, en el caso brasileño, se presenta una

complementariedad económica creciente ligada al destino de la inversión extranjera directa

francesa en dicho país.

En un estudio comparado sobre la cooperación descentralizada en España, Francia e

Italia, Marteles resalta que: “Si bien los tres países tienen un pasado centralista, tras los

procesos de cambio de los últimos treinta años, Francia sigue siendo el más centralizado y

España, el más descentralizado. España e Italia suelen ser considerados como estados

autonómicos y/o regionales respectivamente, ya que son un ejemplo de países que han

vivido un importante proceso de regionalización, con un elevado grado de autonomía de sus

regiones. En el caso de Francia, dado que en los últimos años ha incrementado el rol que

desempeñan los niveles regionales, generalmente es considerado un estado unitario

descentralizado aunque algunos autores lo consideran también un estado regional. Sin

embargo, los tres países comparten la manera en la que se ha articulado el modelo local,

donde la construcción del Estado se ha realizado intentando preservar y fortalecer las

identidades políticas locales, asegurando así la legitimidad de sus sistemas democráticos y

compensar el centralismo que caracteriza a los sistemas de gobierno de los estados de

raíces napoleónicas” (Marteles, 2011: 193).

En lo que respecta al proceso de regionalización, con el establecimiento de la V

República (Constitución Nacional de 1958), “las colectividades territoriales de la República

35 Particularmente de Busan surge la necesidad de fortalecer tanto los sistemas nacionales como la responsabilidad mutua, mejorar la transparencia y la previsibilidad así como acelerar los esfuerzos para desatar la ayuda.

m e r c o s u r a b c 17

son únicamente los municipios, los departamentos y los territorios de ultramar”. Tras varios

intentos fallidos de dotar a las regiones de personalidad jurídica, en 1972 con la Ley

Pompidou, se reconoce a las regiones como estructuras intermedias entre el Estado y los

departamentos, en el que la región aparece como órgano desconcentrado del Estado y

representado por el Prefecto Regional designado (Marteles, 2011: 195).

A partir de 1982, las colectividades territoriales tendrán sus propios órganos electos,

dándose así inicio a la descentralización en el país36. Será en 2003 cuando se consagrará la

descentralización; ya que con la aprobación de la reforma constitucional se determina que

“la organización de la República está descentralizada”37; y, a partir de ese momento, las

regiones figurarán, junto a los municipios, los departamentos y las corporaciones de

ultramar, entre las corporaciones locales de la República que se enumeran en la Constitución

(Marteles, 2011: 195)38.

En este contexto y haciendo referencia al caso francés, el término CD se refiere

concretamente a las relaciones de cooperación entre las administraciones territoriales

francesas y el resto del mundo (Sarraute, 2005), presentando una continuidad con la

definición formulada por la Comisión Europea en 1992.

La CD francesa se refiere, de manera casi exclusiva, a la práctica de cooperación

desde las colectividades territoriales. Es dable destacar que en Francia se entiende por

colectividad territorial al conjunto de instituciones públicas descentralizadas; es decir, las

instituciones públicas de los departamentos, las regiones y los municipios. Esta definición

abarca un universo muy grande de actores, basta pensar que en Francia se cuenta con casi

37.000 municipios39.

Marteles (2011) sostiene que, de los tres países del arco latino que mantienen una

extensa cooperación con América Latina, es decir España, Italia y Francia; es éste último el

que posee una tradición y experiencia más extensa en el ámbito de la cooperación

descentralizada y puede considerarse el país precursor de dicha cooperación.

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), muchos municipios franceses y

alemanes firmaron acuerdos de hermanamiento con un matiz amistoso para consolidar el

proceso de paz de la posguerra40. Pero fue recién en la década de 1970 que las autoridades

locales y regionales francesas empezaron a extender sus tradicionales acuerdos de

hermanamiento con municipios y territorios del sur y a desarrollar las primeras iniciativas de

cooperación con foco en África francófona, en la zona del Sahel africano.

36 La descentralización es entendida en un Estado unitario como la transferencia de competencias administrativas desde el Estado hacia las entidades locales. La Ley Defferre (2 de marzo de 1982) define los principios que rigen el funcionamiento de los gobiernos locales, permitiéndole al Estado delegar competencias y medios de implementación. Entre enero del 1983 y enero del 1986, cuatro nuevas leyes profundizan el proceso de descentralización y de fortalecimiento de la cooperación intercomunal. 37 La revisión constitucional de 2003 confirma la organización descentralizada de la República francesa. Garantiza a los gobiernos locales una cierta autonomía de decisión (según el principio de subsidiaridad) y les permite de disponer de su propio presupuesto bajo la supervisión de un representante del Estado (el “préfet”). 38 No obstante, con el Informe de la Comisión Balladur de 2009, se abrió un nuevo y controvertido debate sobre la simplificación de las estructuras de los gobiernos locales, exigiendo la clarificación de sus competencias a más tardar para el 2014. 39 A modo de comparación en España se cuenta con 8.117 municipios, en Italia con 8.092, en Argentina con 2.390, en Brasil con 5.564, el Colombia con 1.123, en Perú con 2.070 y en México con 2.457 municipios y las 16 Delegaciones del Distrito Federal. Es de notar que en España de los 8.117 municipios más del 70%, es decir 5.700, no llegan a los 2.000 habitantes e idéntica situación se puede identificar en Italia. Como caso contrario se debe mencionar que Alemania Bélgica y Gran Bretaña han disminuido sus municipios. Alemania redujo de 25.000 a 8.400, Bélgica pasó de 2.359 a 596 y Gran Bretaña pasó de 1.500 a 400. 40 Para un debate actual sobre los hermanamiento franco-alemanes, véase: ‘L’action extérieure des collectivités territoriales, ce sont les “jumelages choucroutes”’ en Association des professionnels de l'action européenne et internationale des collectivités territoriales -ARRICOD- (2010), Idées reçues sur l'action internationale des collectivités territoriales, Paris, ARRICOD.

m e r c o s u r a b c 18

En la década de 1990, el Estado francés se interesó por este tipo de iniciativas,

creando un marco legal para la actuación exterior de las colectividades territoriales41 en

1992; el cual fue actualizado en el año 2007. En éste año, al adoptarse la propuesta de ley

depuesta por Michel Thiolliere sobre la acción exterior de las colectividades territoriales, se

manifiesta que las colectividades pueden “firmar acuerdos con autoridades locales

extranjeras para realizar acciones de cooperación o de ayuda al desarrollo. Y por otro lado,

si la urgencia lo justifica, las colectividades territoriales y agrupaciones, ya pueden poner en

marcha o financiar acciones de carácter humanitario”.

“Una de las particularidades del sistema francés es el alto grado de movilización

política que existe alrededor de la cooperación descentralizada y, estrechamente vinculado a

él, el complejo marco institucional creado para garantizar el diálogo entre las distintas

partes implicadas” (Bossuyt, 2008). Es importante mencionar que en Argentina se observa

una tendencia creciente muy similar a la identificada por Bossuyt.

Aunque Francia inició su proceso de CD situado en el marco de ayuda solidaria con un

carácter más asistencialista; sin lugar a dudas, ha habido una evolución hacia un paradigma

más vinculado a la internacionalización económica y el desarrollo de los territorios.

Actualmente, el Estado francés entiende la CD como el establecimiento de relaciones a largo

plazo entre gobiernos locales franceses (regiones, departamentos, comunas y sus

agrupaciones) y extranjeros, formalizadas por convenciones. Esas convenciones definen las

acciones de cooperación previstas y sus modalidades técnicas y financieras y tienen que

inscribirse en el marco de los compromisos internacionales de Francia; siendo el Capítulo V

del Código General de los Gobiernos Locales el principal marco legal de la CD francesa.

Existe un grupo de leyes que son referencia en materia de CD en Francia y constituye

su principal cuerpo legal, a saber: la Ley de Orientación del 6 de febrero de 199242, la Ley

Oudin-Santini del 9 de febrero del 200543, la Thollière del 2 de febrero del 200744 y la Ley

del 16 de abril del 200845

Desde el 2009, Francia publica los datos oficiales de la CD de las colectividades

territoriales (regionales, departamentales y municipales) a través del portal de la

Commission Nationale de la Coopération Décentralisée (CNCD), preocupándose así por la

difusión de sus acciones de cooperación y costos frente a la ciudadanía francesa y la

comunidad internacional. Asimismo, se edita el “Atlas francés de la cooperación

descentralizada” que tiene inventariada toda la información sobre las acciones de la

cooperación ejercida por las colectividades territoriales francesas en el mundo. Entre dichas

acciones se destacan aquellas vinculadas a fortalecimiento institucional, promoción del

desarrollo económico, desarrollo urbano y rural, desarrollo ambiental sostenible,

intercambios e investigación, agua y saneamiento.

41 En la ley de 1992, relativa a la administración territorial de la República, “se autoriza a las colectividades territoriales y sus agrupaciones a firmar acuerdos con colectividades territoriales extranjeras y sus agrupaciones, en el límite de sus competencias y respetando los compromisos internacionales de Francia”. 42 Que persigue la creación de la terminología de CD y la unificación del régimen jurídico aplicable a los distintos vínculos entre gobiernos locales franceses y extranjeros. 43 Que facilita el financiamiento de las acciones de CD por los gobiernos locales. Sin embargo, concierne nada más a los temas de agua, de saneamiento, de gas y de electricidad, temas generalmente abordados en el nivel intraeuropeo y por medio de acuerdos de cooperación transfronteriza. 44 Hace de la CD y de la ayuda al desarrollo una atribución de los gobiernos locales. Menciona la posibilidad para los gobiernos locales de conducir acciones de cooperación y de ayuda al desarrollo en el marco de convenciones con autoridades locales, yendo más allá de la figura exclusiva de los gobiernos. Hace de la convención o el acuerdo marco de cooperación una obligación legal, se solicitan compromisos financieros explícitos y, a su vez, crea un marco para la acción humanitaria de emergencia en caso de catástrofe para los gobiernos locales. 45 Podría entenderse que ésta ley alinea el derecho francés con el derecho comunitario sobre la CD pero concierne únicamente a los proyectos firmados en el marco de la Unión Europea.

m e r c o s u r a b c 19

Es importante mencionar que la Argentina también edita su propio Atlas. En el marco

del Plan Estratégico de la Dirección General de Cooperación Internacional - DGCIN, 2008-

2010, se decidió la construcción de un at logo de apacidades de las rgani aciones

Argentinas con posibilidades de participar provechosamente en proyectos de Coperación

Sur-Sur, que permita conocer y hacer difusión de esas especialidades en los países y

organizaciones potencialmente interesados; y, por otro lado, un atlas titulado Mapa de la

Cooperación Argentina, que permite precisar las características, el alcance y la distribución

de las acciones, tanto de los distintos tipos de cooperación existentes en el país, como de las

de Cooperación Sur-Sur y Triangular que se realizan en el exterior (Levi, 2010).

La cooperación entre La Rochelle y Corrientes (2008-2011): el vínculo de Aimé

Jacques Alexandre Goujaud Bonpland

La ciudad de La Rochelle (Francia) y la Provincia de Corrientes (Argentina) iniciaron

acciones de CD en el año 2008. A partir de entonces, han ejecutado una serie de proyectos

con el objetivo de potenciar las actividades culturales y turísticas, impulsar la recuperación

del patrimonio arquitectónico urbano y promover la conservación del medio ambiente en

distintas ciudades correntinas.

Diferentes vínculos históricos, entre los que destaca el legado del científico francés

Amado Bonpland en Corrientes, motivaron a las autoridades de ambas localidades a diseñar

e implementar una agenda de CD. El análisis de este tipo de acciones permite extraer

lecciones aprendidas sobre los factores clave de éxito, las modalidades de ejecución y los

principales retos de la CD en América Latina, con miras a utilizar esquemas similares de

colaboración entre actores subnacionales en otras latitudes de la región.

Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland nació en La Rochelle, Francia; el 28 de

agosto de 1773 y murió en la reducción aborigen de Santa Ana, en el lugar denominado

“Algarrobal”, actual municipio argentino de Bonpland, en la provincia de Corrientes, el 10 de

mayo de 1858. Llegó por primera vez al continente americano en el primer cuarto del siglo

XIX en una expedición junto a Alexander von Humboldt en donde visitaron Venezuela,

Colombia, Ecuador, Perú, Cuba, México y Estados Unidos.

Como naturalista, médico y botánico, reunió y depositó en el Jardin des Plantes de

París un herbario de 60.000 plantas, 6.000 de las cuales eran desconocidas en Europa, y

elaboró una notable colección de insectos, que fueron estudiados por el entomólogo francés

Latreille y publicados en la Colección de Observaciones de Zoología y Anatomía Comparada

en 1811.

Los pasos de Bonpland por América del Sur comienzan a partir del contacto directo

con Bernardino Rivadavia, quien lo contrata para ser profesor en la Facultad de Medicina y

en el Museo de Historia Natural. Llega a Buenos Aires el 26 de noviembre de1816 con su

familia.

El cometido inicial de fundar un jardín botánico y un Museo de Ciencias Naturales no

se concreta debido a las necesidades económicas generadas por las guerras de

independencia. En 1821, Bonpland decide establecerse en la actual provincia de Corrientes

como centro para sus expediciones con fines científicos, específicamente en la zona de

colonia Santa Ana que era un territorio disputado entre Paraguay y Argentina para cultivar

yerba mate.

La comercialización de la yerba mate era un monopolio del Paraguay y la colonia fue

establecida sin permiso del gobierno paraguayo. Por consiguiente, el Dictador Supremo José

Gaspar Rodríguez, de Francia, ordenó la destrucción de la colonia y el arresto y detención de

m e r c o s u r a b c 20

Bonpland, a quien asigna residencia en Santa María (hoy Departamento de Misiones,

Paraguay) sin posibilidad de viajar durante diez años; por lo que se dedicó a su profesión de

médico y a la agricultura y la ganadería46.

En 1831 vuelve a instalarse en la actual provincia argentina de Corrientes y, desde

1838, definitivamente en Santa Ana. Reanuda sus actividades científicas y realiza diferentes

viajes por Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay, pero regresando siempre a su residencia

en Santa Ana, a cuyo pueblo “debo atenciones sin número”, como lo expresara con motivo

de encargársele la organización y dirección, en 1854, del Museo de la Provincia de

Corrientes, mismo año en el que Francia lo nombró miembro de número de su Academia de

Ciencias.

Los últimos años de su vida los pasa en “El Recreo” en Santa Ana (actual ciudad de

Bonpland y antigua cabecera de Paso de los Libres), en donde fallece el 11 de mayo de

1858. Recibe su sepultura en la localidad de Restauración (hoy Paso de los Libres) en el

Cementerio de la Santa Cruz. El archivo de Bonpland fue donado, en su gran mayoría, a la

Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires.

El surgimiento del relacionamiento bilateral entre la provincia de Corrientes y la

ciudad de La Rochelle

A inicios del año 2008, con apoyo del proyecto “Cooperación Descentralizada y

Desarrollo Local para facilitar procesos de inclusión social y desarrollo sustentable”

financiado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) de Argentina, la Directora de

Relaciones Internacionales de la Provincia de Corrientes, Dra. María Gabriela Basualdo y

parte del equipo técnico del CFI llevan a cabo la Primera Misión Internacional de Cooperación

Descentralizada Corrientes - La Rochelle, con la finalidad de viabilizar intercambios de

carácter cultural, educativo, productivo, como también obtener asistencias técnicas y

financieras de distinto orden.

Durante los primeros días del mes de diciembre de 2008 se realizó en las localidades

argentinas de Buenos Aires y La Plata el Primer foro de cooperación descentralizada franco-

argentino, bajo la coordinación de la Cancillería Argentina y el gobierno de Francia. El

objetivo del foro fue permitir que diversas colectividades territoriales francesas (regiones,

departamentos, municipios) pudiesen unirse, a través de convenios y con un interés común,

a diversas autoridades locales argentinas, para lo cual se constituyó un comité de dirección

comandado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto47, la

Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior y la Dirección de Relaciones

Internacionales de la provincia de Buenos Aires por la Argentina; mientras que por el país

galo participaron la Embajada de Francia en Argentina y el Observatorio de Cambios en

América Latina y Ciudades Unidas de Francia (CUF).

La agenda temática del foro incluyó: producción y gestión de los servicios públicos

como transporte, recolección y tratamiento de los residuos urbanos; la concepción y gestión

de centros de competencia; la vinculación de las acciones de los servicios públicos, de las

empresas privadas y de las universidades; la revalorización del patrimonio cultural, natural y

46 Durante sus años de cautivo en Paraguay, personalidades e instituciones tratan de conseguir su libertad; hasta Simón Bolívar (a quien había conocido en 1814 junto a Alexander von Humboldt) amenaza con invadir el Paraguay, pero tendrá que esperar hasta 1831 para recuperar su libertad. 47 Específicamente por la Dirección General de Cooperación Internacional (DGCIN) que depende de la Secretaría de Coordinación y Cooperación Internacional de la Cancillería y es responsable de gestionar la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), los programas de cooperación multilateral, bilateral o intergubernamentales y del Fondo Argentino de Cooperación Horizontal (FO-AR), a través del cual se canalizan las acciones argentinas como oferente de cooperación técnica.

m e r c o s u r a b c 21

tradicional, herramienta para el desarrollo económico y la inclusión social; la política de

integración de las colectividades locales, la intermunicipalidad, y la acción de los sectores

público y privado a través de las políticas de responsabilidad social de las empresas.

El objetivo de la participación de Corrientes fue el de aprender del trabajo hecho por

Francia en materia de gestión descentralizada, además de identificar oportunidades de

cooperación por parte de las Regiones y Municipios Franceses.

En reuniones bilaterales durante el encuentro, la ciudad de La Rochelle y la provincia

de Corrientes convinieron explorar las posibilidades de desarrollar varios proyectos piloto

sobre el naturalista, médico y botánico Aimé Jacques Alexandre Goujaud Bonpland, figura

histórica común de ambos países.

Producto del fortalecimiento de los lazos establecidos en la primera misión a La

Rochelle y el posterior al Primer foro de cooperación descentralizada franco-argentino, se

recibió a funcionarios de la localidad francesa para concretar contactos puntuales que

resultaron en la firma de un primer Convenio de entre el Muséum d`Histoire Naturelle- La

Rochelle y el Museo de Ciencias Naturales, Dr. Amado Bonpland, de Corrientes con miras al

intercambio educativo, científico y cultural.

Asimismo, en el marco de la visita a La Rochelle, se definió un sistema de

cooperación técnica a través de la firma de un convenio de pasantía entre el Institute Des

Hautes Études del Amerique Latine de la Universidad de La Sorbona - París III y el Ministerio

de la Producción, Trabajo y Turismo de la provincia de Corrientes. Las áreas definidas para

el intercambio fueron cultura e intermunicipalidad por medio de capacitación profesional y

transferencia de conocimientos.

Entre los trabajos desarrollados destacan el análisis para aplicar la experiencia de

intermunicipalidad de Francia en Corrientes en torno a los municipios que comparten los

Esteros del Iberá (2011), y el proyecto de mediateca para la Sala Iberá del Museo Amado

Bonpland y el mapeo del patrimonio arquitectónico de Corrientes con influencia francesa

(2011).

Seguidamente tuvo lugar el “Foro Franco-argentino sobre Amado Bonpland”, con la

participación de un grupo de especialistas franceses que expusieron sobre el legado

científico y cultural del prestigioso naturalista nacido en La Rochelle. Entre los participantes,

se destacaron el Director Adjunto de los Servicios de Cultura, Deporte y Vida Social de la

Municipalidad de La Rochelle, el Decano Honorario de la Facultad de Letras, Lenguas, Artes y

Ciencias Humanas de la Universidad de la Rochelle y el Titular del Centro Franco-Argentino

de Altos Estudios de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La actividad permitió afianzar los lazos de cooperación que existen entre esa ciudad

francesa y Corrientes; y cumplió con la premisa de darle una continuidad al trabajo de

cooperación que existe entre el Museo de Historie Naturelle de La Rochelle y el Museo de

Ciencias Naturales “Doctor Amado Bonpland”.

En noviembre de 2010 se realizó en La Rochelle el coloquio internacional “Aimé

Bonpland (1773-1858) et les naturaliste-voyageurs François en Amerique du Sud au siècle

des indépendances” contando con la participación de la Subsecretaria de Trabajo, la

Directora de Relaciones Internacionales y el Presidente del Instituto de Cultura de la

Provincia de Corrientes, así como la Directora del Museo Bonpland y el Intendente de la

localidad de Bonpland, Osvaldo Pérez.

Paralelamente a esta actividad, se desarrollaron reuniones con empresarios

madereros (con el fin de explotar el potencial forestal de Corrientes), con el puerto de La

Rochelle, la oficina de Turismo y un Liceo Hotelero y Gastronómico. En todos los casos, se

abonaron nuevos encuentros para lograr intercambios, mayor capacitación y viabilidad de

vínculo económico a futuro.

m e r c o s u r a b c 22

La consolidación de las relaciones bilaterales entre La Rochelle y Corrientes

En ocasión de la Convocatoria Francesa a Proyectos 2011-2012 del Ministerio de

Asuntos Exteriores y Europeos, se presentaron 4 proyectos que podría considerarse que dan

inicio a una segunda etapa del relacionamiento entre La Rochelle y Corrientes, lo que se vio

manifestado en la firma de un nuevo Convenio de Cooperación Internacional para el período

2011 – 2012.

Cuatro grandes temas determinaron la elaboración de los proyectos que se

presentaron a la convocatoria mencionada y que fueron aprobados, a saber: Acción 1.

Digitalización de archivos del botánico y biólogo Amado Bonpland, en una plataforma digital

común franco-argentina; disponible para la comunidad científica francesa, argentina e

internacional; Acción 2. Asesoramiento para la creación de una mediateca en la ciudad de

Corrientes (Ingeniería de proyecto y desarrollo y consultoría de gestión); Acción 3.

Patrimonio urbano: La puesta en valor y restauración del patrimonio local de la

Ciudad de Goya, Corrientes, con miras a perfeccionar el turismo cultural: estado de la

situación y propuesta de elaborar un plan de recuperación; y, Acción 4. Instaurar el marco

jurídico y reglamentario para organizar los humedales del Iberá, estableciendo una zona de

protección a la fauna y flora de la región y desarrollar el turismo rural.

Esta nueva etapa de cooperación apuntó a dar continuidad a la actividad iniciada en

el año 2008. La cooperación cultural sigue estando al centro de la relación bilateral, ya sea

en la capacitación de profesionales, el desarrollo de un proyecto urbano de recuperación del

patrimonio arquitectónico de la ciudad de Goya, el diseño de una mediateca como espacio

de democratización de la información y el mejoramiento de la gestión de la Reserva del

Iberá como opción de turismo rural y cultural48.

Para lograr los objetivos antes mencionados, la provincia de Corrientes recibió en

noviembre de 2011 la visita de una delegación de expertos franceses, entre los que

participaron por La Rochelle, la Adjunta y representante de Turismo; el Director de la Oficina

de Turismo; el Director del Programa “Liga para la Protección de las Aves” y la Directora del

Departamento de Relaciones Públicas e Internacionales. Asimismo, los expertos franceses

tuvieron un encuentro con otro grupo de especialistas, provenientes de Cataluña, que llegó a

Corrientes para brindar una asistencia técnica sobre patrimonio, arqueología y arquitectura.

Los expertos franceses y los catalanes, junto con autoridades provinciales y de la

Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), evaluaron cómo cooperar de manera conjunta

para llevar adelante acciones de protección del patrimonio correntino, haciendo foco en el

proyecto “Patrimonio urbano: colaboración para el diseño de un plan de recuperación y

puesta en valor del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Goya”.

Como resultado del encuentro se firmó un convenio de cooperación, homologado por

Decreto N°2962/11, dados los puntos de intereses que existen entre ambas comunidades en

materia cultural, desarrollo urbano, y desarrollo sostenible.

48 La palabra Iberá está formada por dos vocablos de la lengua guaraní: ¨Î¨, agua, que antepuesto a ¨berá¨, brillante, en su traducción al castellano expresa al sitio como ¨el agua que resplandece o brilla¨, nombre que supuestamente le dieron sus originales pobladores guaraníes al observar el brillo chispeante de su superficie. Existe sin embargo cierta objeción sobre este origen de la denominación, porque entre los pobladores perdura aún la creencia de que el nombre se debe a la heroica princesa Iberá, la hija del cacique guaraní que se sumergió en los esteros para proteger la dignidad de su cultura. En realidad este nombre ha ido evolucionando con el devenir del

tiempo, ya que existen registros que identifican originalmente al sitio como Esteros de Cará Cará, debido a que en este lugar vivían los aborígenes emigrados de la Misión de Santa Ana por crímenes cometidos, se los conocía por “Caracará”, nombre dado también a un ave de rapiña carroñera: el “carancho”.

m e r c o s u r a b c 23

Considerando este nuevo Acuerdo de Cooperación, y a razón de la Acción N°4 sobre

“Medio ambiente, desarrollo sustentable, eco-turismo, turismo, gobierno e intercomunidad

en la reserva del Iberá. Puesta en valor de la zona de manera respetuosa con el medio

ambiente”, se realizó una nueva misión técnica cuya comitiva provincial estuvo compuesta

por un grupo de técnicos de la Subsecretaría de Turismo de Corrientes y el representante de

la Cámara de Operadores de Turismo de la provincia con el objetivo de conocer las

experiencias de articulación público-privada para la comercialización de productos y servicios

turísticos.

Asimismo, aprovechando la ocasión, se solicitó a los funcionarios de La Rochelle

mantener una entrevista en el Liceo de Hotelería de la ciudad con la finalidad de recibir

asistencia en la creación de la Escuela de Hotelería de la Subsecretaría de Turismo.

Posteriormente, el Municipio de La Rochelle invitó al Gobierno de la Provincia de

Corrientes a participar del Quinto Congreso de AEWA (Acuerdo para la Conservación de Aves

Acuáticas Migratorias Africanas-Eurasiáticas49), que se realizó en dicha ciudad en mayo de

2012. El tema central fue “Las aves acuáticas migratorias y las personas – compartiendo

humedales”, siendo ésta una oportunidad importante para que Corrientes presentase sus

recursos naturales y sus posibilidades turísticas de avistaje de pájaros. Para ello, se

constituyó una delegación encabezada por el Director de Parques y Reservas.

En cuanto a la acción 1, de creación de un inventario, numeralización y digitalización

de archivos de Amado Bonpland y desarrollo de una plataforma virtual común franco-

argentina, gracias a la colaboración del Delegado regional-adjunto del Instituto de las

Américas de la Universidad de La Rochelle, se contó con la visita de un técnico francés que

avanzó en la identificación de aquellos lugares y fundos relativos a Amado Bonpland en la

provincia y en la evaluación del volumen y el tipo de documentos a ser digitalizados.

Asimismo, se recibió asesoramiento para la creación de una mediateca/fototeca en la ciudad

de Corrientes.

Efecto derrame sobre otros municipios correntinos

En el año 2012 se abrió nuevamente el Programa de Cooperación Descentralizada

Bilateral entre Argentina y Francia. La Dirección de Relaciones Internacionales de la

Provincia de Corrientes ha logrado fortalecer sus capacidades proyectuales y de gestión a lo

largo de estos años de trabajo con La Rochelle y, por ello, impulsó a otros municipios de la

provincia a establecer relaciones con localidades de dicho país.

El Municipio de Monte Caseros se propuso recuperar la memoria histórica de Francia

en Argentina a partir de la figura de Antoine de Saint Exupery. De esta forma, propuso a la

ciudad de Lyon, localidad donde nació el escritor el 29 de junio de 1900, la realización y

presentación frente a la mencionada convocatoria del proyecto titulado: “La recuperación

histórica del Sistema de Aeropostas utilizado por Antoine de Saint-Exupery en su viaje por la

Argentina junto con una revalorización de su literatura infantil y el desarrollo de un

Programa Cultural de Festivales de Literatura infanto-juvenil argentino-francés,

el intercambio de artistas y el desarrollo de otras actividades culturales conjuntas”.

El 1 de enero de 1929, con motivo del sistema de aeroposta que existía entre

Buenos Aires y Asunción del Paraguay, llega a Monte Caseros Antoine de Saint-Exupéry en

49 El Acuerdo para la Conservación de aves acuáticas migratorias Africanas-Eurasiáticas Acuerdo, es un tratado internacional desarrollado bajo los auspicios del United Nations Environmental Programme (UNEP) en el marco de la Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias (CMS), amparando bajo su marco de protección a más de 230 especies de aves ecológicamente dependientes de humedales.

m e r c o s u r a b c 24

un avión Lete XXV con un motor Renault de 450 HP, quedando así inaugurado el Aeródromo

de la ciudad y la línea aeroposta Buenos Aires – Monte Caseros – Asunción, que se había

implementado por orden del Teniente Coronel Jorge B. Crespo, Director de Aeronáutica Civil.

El proyecto de cooperación trata de establecer la “Ruta del autor del Principito”,

utilizando esta idea fuerza para el desarrollo de un programa de valorización de la literatura

de Saint-Exupery, de la literatura infanto-juvenil de ambos países y el intercambio de

artistas y espectáculos teatrales que retomen El Principito u otros personajes o hazañas de

Saint-Exupery.

Visto que el programa de cooperación descentralizada entre ambos países se

centraba en la realización de “proyectos culturales y de valorización del patrimonio histórico

(en particular relacionados con la presencia francesa en Argentina)” y la realización de

“seminarios conjuntos para el intercambio de experiencias”, Monte Caseros propuso la figura

de El Principito y de su autor Antoine de Saint Exupery para la construcción de una agenda

cultural conjunta.

2013: Una evaluación de la CD francesa

Por regla general, los fondos destinados a la cooperación internacional al desarrollo

se han visto disminuidos dada la crisis financiera internacional iniciada en el 2008. No

obstante, los diferentes donantes han hecho esfuerzos por mantener ciertos niveles de CD.

Francia no es la excepción.

Por ello, el Ministro de Relaciones Exteriores, André Laignel, presentó a principios del

2013 el Rapport sur l’action exterieure des collectivites territoriales françaises “nouvelles

aproches, nouvelles ambitions” centrado en la originalidad del enfoque francés de CD

estructurado a partir de prioridades temáticas y geográficas, la necesidad de facilitar y

promover la labor de las autoridades locales, de reforzar los instrumentos y medios de

acción exterior descentralizada y de propender a una mejor coordinación para obtener una

mayor eficiencia50.

El interés por la eficacia de la ayuda ha sido una de las banderas más importantes de

la CD francesa, no sólo desde el gobierno nacional sino también desde los gobiernos locales.

A modo de ejemplo, ha sido el objetivo principal de la última reunión de la Universidad de la

ARRICOD en Bordeaux en el 201251 como así también del reciente evento asociado al 3rd

Assises of decentralised cooperation: local authorities as key drivers in development policy

desarrollado en Bruselas, cuyo panel principal se convocó bajo el título “Evaluation and

impact of decentralised cooperation” el 9 de abril de 2013. Este evento fue organizado por

un grupo de autoridades locales francesas y europeas, cuyo foco primordial fue un análisis

de impacto de la CD en la agenda política de las autoridades locales.

Mejorar el impacto de la ayuda, su eficiencia, impele básicamente el cumplimiento de

tres principios clave de la cooperación que ya fueron mencionados: la apropiación, la

alineación y la armonización. La meta es reducir la fragmentación de la ayuda profundizando

la complementariedad y la concertación entre distintos actores, dando cumplimiento al

Objetivo 8 de los Objetivos del Milenio (ODM) que busca promover “asociaciones globales

50 Laignel, A. (2013) Rapport sur l’action exterieure des collectivites territoriales françaises “nouvelles aproches, nouvelles ambitions”, Paris, Ministere des Affaires étrang res. 51 Les 4 et 5 octobre, à Bordeaux, chaque idée reçue sera débattue lors de la 11ème Université d'automne de l'ARRICOD, organisée en partenariat avec le Ministère des Affaires Etrangères et Européennes, l'AFD et les quatre collectivités accueillant l'événement: le Conseil Régional d'Aquitaine, le Conseil Général de Gironde, la Communauté Urbaine de Bordeaux et la Ville de Bordeaux.

m e r c o s u r a b c 25

para el desarrollo”52 y dando seguimiento a los principios enumerados en las Declaraciones

de París (2005), el Programa de Accra (2008) y el Foro de Busán (2011).

De las Declaraciones de París (2005) y Accra (2008), se puede obtener la siguiente

aproximación a los principios enunciados.

Cuadro 1: Los principios surgidos de la Declaración de París y el Programa de Accra

APROPIACIÓN ALINEACIÓN ARMONIZACIÓN

- Se trata de una

condición para la

sustentabilidad y la

eficiencia de la acción

de CD.

- Implica una

concertación y

coordinación de actores

(donantes, actores

territoriales, en el nivel

intra-municipal o intra-

regional) y una

concertación con la/s

agenda/s-país.

- Busca impulsar el

liderazgo de los socios

(del receptor

principalmente) así

como la participación de

los diferentes niveles de

la administración y de

diferentes grupos de

actores (gobernanza

multinivel y

multiactoral).

- Persigue la reducción de

asimetrías.

- Se pretende una

“Apropiación

Democrática” de la CD.

- Alineamiento con las

estrategias,

instituciones y

procedimientos de los

socios.

- Parte del supuesto de

una planificación

estratégica y del diseño

de políticas para la CD.

- Fortalece la capacidad

de impulsar la

implicación activa de la

sociedad civil en la

definición y formulación

de sus políticas de

desarrollo (gobernanza

de la proximidad,

participación ciudadana

y empowerment).

- Ante la multiplicidad de

actores y de las nuevas

dimensiones de la CD, el

riesgo de fragmentación

y atomización de la

ayuda ha crecido

incidiendo directamente

sobre su eficacia.

- La armonización es

estendida como un

supuesto para la eficacia

de la CD.

- Respalda la necesidad

de planificar

estratégicamente la

agenda de la CD basada

en procesos y dinámicas

socio-territoriales.

Fuente: Elaboración propia.

52 La necesidad de reconceptualizar el desarrollo que se materializó en los Objetivos del Milenio (ODM) implicó la inclusión de una nueva serie de actores, indicadores y contenidos que pretendieron abarcar de forma integral y sistémica el contenido del “desarrollo”. La inclusión de nuevos actores, tanto públicos como privados, de diferentes niveles sean locales, regionales, nacionales o internacionales; que contribuyesen a la realización de una alianza multiactoral en pos de la gobernanza de los objetivos muestra la imposibilidad de construir el desarrollo en forma lineal a la espera del derrame, hoy en día resulta es imposible construir el desarrollo sólo en forma vertical descendente sin contemplar la horizontalidad del grupo de actores intervinientes y las propuestas que surgen de manera vertical ascendente. El desarrollo con inclusión sólo existe en el entrecruzamiento de la verticalidad económica con la horizontalidad social. Los esfuerzos direccionados a la armonización de las políticas de los cooperantes y a la responsabilidad y empoderamiento de los receptores pone de manifiesto la necesidad de coordinar en los diferentes niveles de gobernanza vertical (nacional, regional y municipal) y horizontal (por medio del fomento y participación de actores públicos y privados con compromiso social) direccionados a promover una gestión eficiente de los recursos financieros y humanos disponibles en la cooperación internacional.

m e r c o s u r a b c 26

Estos principios han fortalecido la tendencia de una “cultura de la evaluación” en la

CD y la necesidad de profesionalizar sus equipos técnicos. La CD cuenta, sin duda, con

características distintivas y fortalezas específicas que facilitan un enfoque territorial del

desarrollo y un apoyo a la articulación entre actores nacionales y subnacionales, pero -al

mismo tiempo- necesita de un análisis de su impacto como sucede con otras políticas

públicas. En la agenda de desarrollo, la creciente importancia de la evaluación del impacto

está vinculada a la necesidad de presentar resultados frente a los ciudadanos (rendición de

cuentas de los fondos utilizados), en línea con los ODM y con la EU Agenda for Change

(2011) y adoptada en consonancia con el Foro de Busán.

El Foro de Busán (2011), por su parte, ha buscado modificar el enfoque pasando “de

la efectividad de la ayuda a la efectividad del desarrollo”, centrándose en los beneficios para

los grupos objetivos con “resultados sostenibles y transparentes para todos los ciudadanos”

según su declaración final.

Esto implica tres cuestiones básicas:

1) Establecer una alianza entre los actores del desarrollo (se retoma el ODM 8). Muchos

de estos actores se mencionan explícitamente como los donantes tradicionales y

emergentes, los Estados frágiles, los distintos niveles de gobierno, las OSC, los

sindicatos, los parlamentos y el sector privado, entre otros.

2) Propender a una apropiación democrática y un enfoque basado en derechos

presentes en la legislación y la práctica. “No sólo el desarrollo es el centro de la

cooperación sino también los derechos fundamentales”, poniendo así de manifiesto

una cierta condicionalidad de la ayuda.

3) Instaurar compromisos genuinos para incrementar la efectividad del desarrollo por

parte de todos los actores, con particular atención a los compromisos de los

gobiernos locales y de las OSC.

En línea con estos principios, las autoridades locales francesas han concentrado su

interés por la eficiencia en la CD. El informe Laignel (2013) busca nuevas formas de

acuerdos multi-escalares entre los actores y los procesos de cooperación y desarrollo a partir

de sus propuestas.

Se busca poner en marcha una “nouvelle contractualisation” entre los actores con

injerencia sobre áreas temáticas o geográficas. Ésta nouvelle contractualisation debe tomar

en cuenta la realización de una línea de base para el diseño proyectual, así como su

implementación, su gestión y una fase de post-proyecto coordinadas con los programas

existentes de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).

Asimismo, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la efectividad del desarrollo, así

como valorando la experiencia local arraigada en las comunidades territoriales, se ponen a disposición los Fonds franc ais d’expertise territoriales que, administrados de manera

conjunta con la AFC, permitirán la ejecución de proyectos innovadores ligados a la

transferencia de buenas prácticas.

Este reconocimiento de la contribución específica brindada por los funcionarios electos, el

personal y las instituciones locales fortalece una idea general de “especialización territorial a

la francesa” y coadyuva con la capacitación del propio personal.

Otra posibilidad para mejorar la eficiencia del diálogo en la CD que es retomada por la

cooperación francesa y de alta estima para América Latina y África, radica en la

consideración y valorización del papel de las comunidades de origen extranjero y las

m e r c o s u r a b c 27

asociaciones de migrantes, como una forma que fortalece la cohesión social en el plano

interno y estimula la ejecución de programas y estrategias de codesarrollo53 y de

voluntariado internacional. En este sentido, el Informe Laignel retoma una vieja política de

cooperación francesa que en la actualidad ya forma parte del proceso europeo.

“Una herramienta de cooperación que incorpora a los colectivos de migrantes y, por

tanto, a los intereses de los países de origen de las migraciones, en la formulación de

iniciativas de cooperación hacia los países emisores. Los colectivos de migrantes, pues,

constituyen el nexo que garantiza semejante fórmula de cooperación” (Política comunitaria

de inmigración y cooperación con los países de origen para favorecer el desarrollo, 2007).

El mundo bancario es un actor que en los últimos años ha descubierto las

potencialidades de los migrantes y esta realidad debe ser también receptada por la CD. Son

muy significativos los procesos de bancarización de los migrantes en el marco de una

creciente responsabilidad social empresarial. En Europa, hay bancos que han entrado en el

mercado de las remesas y desarrollado relaciones con los sistemas bancarios en los países

de origen de los migrantes. La diversificación de ofertas y servicios de remesas estimula la

competencia y reduce los costos de transferencia. Este es un tema central del debate del

codesarrollo, porque una mejor canalización de las remesas responde tanto a los intereses

de los migrantes como de los sistemas bancarios. Las remesas y la canalización del ahorro

se dirigen crecientemente hacia las microfinanzas en los países de origen.

Las iniciativas de codesarrollo pueden incentivar el emprendedurismo de los migrantes

en dos cuestiones principales: a) a partir de la creación de circuitos económicos

transnacionales, los migrantes pueden desarrollar un papel de interfaz para inversiones y 2)

el regreso productivo de los migrantes; los que invirtiendo en el propio país el capital y las

competencias adquiridas en el exterior, compensan en parte la “fuga de cerebros” con una

ganancia en competitividad (brain gain) a favor del país de origen.

Como queda en claro en el Informe, a partir de los trabajos de la ARRICOD y de los

nuevos estudios sobre CD ligados al perfil profesional de sus funcionarios, la cooperación en

tiempos de crisis requiere de funcionarios ávidos, proactivos y capaces de generar sinergias

con otros programas y estructuras de gobierno, así como con los intereses manifiestos del

sector privado. Se necesita de funcionarios flexibles, conocedores de sus territorios, de sus

potencialidades y vocaciones, como de sus complementariedades y factores dinamizadores.

Como se diría en la jerga de los funcionarios franceses de cooperación territorial, ir más

allá de los “hermanamientos con las localidades alemanas” y concentrarse en ser

catalizadores territoriales del desarrollo.

Involucrar al mundo del conocimiento, a los especialistas de la investigación, el

desarrollo y la innovación (I+D+i), a los think tanks para promover una inteligencia de

negocios para territorios dinámicos, es fundamental para pasar “de comunidades de ayuda a

comunidades de desarrollo”, a la vez que se genera el arraigo de capacidades y la

apropiación de metodologías innovadoras por parte de los actores territoriales.

Como se sostiene en el Informe Laignel (2013): “hoy, más que nunca, hay una

necesidad real de hacer un salto cualitativo y cuantitativo”. Los desafíos internacionales sólo

53 El concepto de codesarrollo fue nombrado por primera vez en el Informe de la Misión Interministerial sobre “Migraciones y Codesarrollo”, a cargo de Sami Naïr en 1997. Éste definió el codesarrollo como “una propuesta para integrar inmigración y desarrollo de forma que ambos países, el de envío y el de acogida, puedan beneficiarse de los flujos migratorios. Es decir, es una forma de relación consensuada entre dos países de forma que el aporte de los inmigrantes al país de acogida no se traduzca en una pérdida para el país de envío”. En el ámbito Europeo, el concepto fue mencionado por primera vez en la Cumbre de Tempere (1999), “fomentar el codesarrollo”. El codesarrollo es un modelo alternativo de cooperación al desarrollo en el contexto de una CD en la que los inmigrantes son actores de desarrollo en sus sociedades de origen y dinámicos en la construcción de ciudadanía en las sociedades de acogida (Fons Catal de Cooperació al Desenvolupament - FCCD, 2007)

m e r c o s u r a b c 28

pueden ser respondidos mediante la convergencia de enfoques más estructurados e

innovadores que se orienten a la generación de una gobernanza multinivel y multiactoral.

La crisis internacional, en este sentido, puso de relieve que la proliferación de las

comunidades territoriales en la arena internacional no garantiza la realización de buenos

proyectos, apropiados local y democráticamente; alineados con los procedimientos de los

socios; concordantes con las dinámicas territoriales y armonizados con las estrategias

nacionales de desarrollo a los efectos de evitar la fragmentación y atomización de recursos.

Todo aparentaría indicar que una mayor escasez de los recursos ha generado un upgrade

natural en el tipo de proyectos que se están diseñando, desarrollando y ejecutando.

Conclusiones

El estudio de la experiencia de CD entre La Rochelle y Corrientes ha servido de

excusa para analizar una serie de elementos clave a tomar en cuenta en tiempos de crisis. El

período histórico de la relación se centra entre los años 2008 y 2012; dimensión temporal en

la que los actores han fortalecido sus capacidades proyectuales a medida que han ejecutado

distintos proyectos con metodologías y técnicas diversas.

La crisis financiera internacional y los avances en cuanto a la evaluación de la CD han

generado una ruptura importante con las tradicionales concepciones de la cooperación

internacional, en donde la lógica de “donante-receptor” ha quedado subsumida ante los

acuerdos de cooperación técnica y de transferencia de buenas prácticas, el intercambio de

experiencias exitosas en materia de prestación de servicios, fortalecimiento institucional y

gestión conjunta de los territorios, como ha podido observarse en la experiencia bajo

análisis.

Ante los escasos recursos y a efectos de evitar su atomización, resulta fundamental

definir la población objetivo del proyecto, los beneficiarios directos y la apropiación que

pueden realizar. Asimismo, es importante responder a dos preguntas de carácter ontológico

fundamentales en materia de CD: ¿Cooperación descentralizada para qué? y ¿Cooperación

descentralizada para quién? Estas preguntas persisten y la necesidad de una respuesta

coherente cobra cada vez mayor importancia en cada proyecto de CD que se pretenda

ejecutar. Olvidar la población objeto de una acción es un pecado aún mayor en tiempos de

crisis.

Buscando responder a las dos preguntas anteriormente planteadas, es más fácil

identificar la convergencia de intereses, en donde dos o más comunidades territoriales, ya

sean gobiernos locales o subnacionales, pueden reconocer el punto de encuentro y diálogo

para involucrarse en acciones concretas de CD. La experiencia desarrollada por La Rochelle y

Corrientes muestra la importancia de la convergencia de intereses a partir de la apelación de

una figura histórica y, desde allí, ejecutar un programa más acabado y complejo que tienda

a fortalecer las múltiples áreas de gobierno y a generar un sistema efectivo y permanente

de transferencia de buenas prácticas que, a la larga, debe incluir necesariamente el

cofinanciamiento en todas las acciones.

Mientras que los diferentes contenidos de los programas y proyectos de CD forman

parte de la base programática para la “gestión de las innovaciones” en las diferentes áreas

del quehacer subnacional; la “innovación en la gestión” incorpora estrategias de

concertación y coordinación de actores territoriales, públicos y privados, e incluso con las

agendas-país de los cooperantes.

Los resultados de la cooperación entre La Rochelle y Corrientes muestran la

importancia de proceder de una definición compartida de la temática prioritaria, del derrame

m e r c o s u r a b c 29

de la cooperación sobre otras agendas y áreas de gobierno, de cómo involucrar a otros

actores territoriales tanto públicos como privados, de cómo fortalecer institucionalmente la

propia agencia o dirección de cooperación internacional así como otras áreas de gobierno; y

por último, de cómo favorecer la coordinación interinstitucional para obtener la mayor

eficiencia en la acción de cooperación emprendida.

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(1) Nahuel Oddone: Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y Master en Derecho de la Integración Económica por la Universidad del Salvador, en convenio con l’Université Paris 1 Panthéon-Sorbonne y en Integración Económica Global y Regional por la Universidad Internacional de Andalucía. Se ha desempeñado como Jefe de Asesores del Presidente de la Comisión de Asuntos Municipales de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Argentina; como Director de Cooperación Internacional del Municipio de Monte Caseros, Provincia de Corrientes, Argentina, y como Coordinador de la Red InterMuni, Red de Responsables Municipales de Cooperación Internacional patrocinada por la Unidad de los Gobiernos Locales de la Universidad Nacional de Quilmes. Ha sido consultor de varios proyectos de cooperación internacional entre la Unión Europea y América Latina, entre los que se destaca “ ronteras Abiertas, Red Interregional para la ooperación Transfronteriza y la Integración Regional en América Latina” ( G S-CeSPI-IILA). Actualmente trabaja en la sede subregional de la CEPAL en México. Mail: [email protected] Horacio Rodríguez Vázquez: Ingeniero Agrónomo en Producción por el ITESM Campus Querétaro y Maestro en Cooperación Internacional para el Desarrollo por el Instituto Mora. Ha trabajado para la CEPAL, la FAO y el BID, analizando la cooperación entre la Unión Europea y los países de América Latina y el Caribe en materia de libre comercio, facilitación del comercio agroalimentario, biocombustibles, seguridad alimentaria, huella de carbono y alianzas público-privadas. Es Director de Contenidos de la Revista TIP – Trabajo de Investigación en Paradiplomacia, publicada por el sitio Paradiplomacia.org y Coordinador de Extensionismo del CIMMYT en México. Mail: [email protected]