ACCION DE REPARACION DIRECTA – Actos terroristas / DAÑO ANTIJURIDICO -Muerte de

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ACCION DE REPARACION DIRECTA – Actos terroristas / DAÑO ANTIJURIDICO - Muerte de civiles causada por explosión de carro bomba contra miembros de la policía El 16 y 22 de febrero de 1991, fallecieron respectivamente Mary Luz Restrepo Montoya y Dairo de Jesús Vallejo Gallego. Según las constancias de necropsias y copias de las actas de levantamiento de cada cadáver (…), se conoce que ambas muertes fueron causadas por la explosión de un carro-bomba en las inmediaciones de la Plaza de Toros La Macarena de Medellín DAÑOS OCASIONADOS POR TERCEROS - Responsabilidad del estado / RESPONSABILIDAD DEL ESTADO – Por omisión en la protección solicitada / HECHO PREVISIBLE – No se realizó actuación dirigida a evitar ataque / HECHO OCASIONADO POR TERCEROS – Dirigido contra establecimiento militar Los daños sufridos por las víctimas de actos terroristas cometidos por terceros son imputables al Estado cuando en la producción del hecho intervino la administración, a través de la acción u omisión constitutivas de falla del servicio, como en los eventos en los cuales el hecho se produce con la complicidad de miembros activos del Estado, o la persona contra quien iba dirigido el acto había solicitado protección a las autoridades y éstas no se la brindaron o lo hicieron indebidamente, o porque, en razón de las especiales circunstancias del momento, el hecho era previsible y no se realizó ninguna actuación dirigida a evitar o enfrentar eficientemente el ataque (…) se ha declarado responsable al Estado por los daños ocasionados por terceros en casos en que el hecho fue dirigido contra un establecimiento militar o policivo, un centro de comunicaciones o autoridades estatales NOTA DE RELATORIA: Consultar sentencia 23 de septiembre de 1994, Exp: 7577 MP: Julio Cesár Uribe Acosta RESPONSABILIDAD POR FALTA DE SEGURIDAD DE MIEMBROS DE LA POLICIA – Ocasionó que terceros causara explosión de carro bomba cerca de plaza de toros / RESPONSABILIDAD DE LAS FUERZAS MILITARES - Inexistencia / RESPONSABILIDAD POR FALTA DE PROTECCION A POBLACION CIVIL – Falta de acreditación De un análisis racional de los hechos probados que se detallaron ut supra, en el presente no se acreditó que existiera una amenaza contra el evento, mientras que de otro

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ACCION DE REPARACION DIRECTA – Actos terroristas / DAÑOANTIJURIDICO - Muerte de civiles causada por explosión decarro bomba contra miembros de la policía

El 16 y 22 de febrero de 1991, fallecieron respectivamenteMary Luz Restrepo Montoya y Dairo de Jesús Vallejo Gallego.Según las constancias de necropsias y copias de las actas delevantamiento de cada cadáver (…), se conoce que ambasmuertes fueron causadas por la explosión de un carro-bomba enlas inmediaciones de la Plaza de Toros La Macarena deMedellín

DAÑOS OCASIONADOS POR TERCEROS - Responsabilidad del estado /RESPONSABILIDAD DEL ESTADO – Por omisión en la protecciónsolicitada / HECHO PREVISIBLE – No se realizó actuacióndirigida a evitar ataque / HECHO OCASIONADO POR TERCEROS –Dirigido contra establecimiento militar

Los daños sufridos por las víctimas de actos terroristascometidos por terceros son imputables al Estado cuando en laproducción del hecho intervino la administración, a través dela acción u omisión constitutivas de falla del servicio, comoen los eventos en los cuales el hecho se produce con lacomplicidad de miembros activos del Estado, o la personacontra quien iba dirigido el acto había solicitado proteccióna las autoridades y éstas no se la brindaron o lo hicieronindebidamente, o porque, en razón de las especialescircunstancias del momento, el hecho era previsible y no serealizó ninguna actuación dirigida a evitar o enfrentareficientemente el ataque (…) se ha declarado responsable alEstado por los daños ocasionados por terceros en casos en queel hecho fue dirigido contra un establecimiento militar opolicivo, un centro de comunicaciones o autoridades estatales

NOTA DE RELATORIA: Consultar sentencia 23 de septiembre de1994, Exp: 7577 MP: Julio Cesár Uribe Acosta

RESPONSABILIDAD POR FALTA DE SEGURIDAD DE MIEMBROS DE LAPOLICIA – Ocasionó que terceros causara explosión de carrobomba cerca de plaza de toros / RESPONSABILIDAD DE LASFUERZAS MILITARES - Inexistencia / RESPONSABILIDAD POR FALTADE PROTECCION A POBLACION CIVIL – Falta de acreditación

De un análisis racional de los hechos probados que sedetallaron ut supra, en el presente no se acreditó queexistiera una amenaza contra el evento, mientras que de otro

lado se demostró que las autoridades de policía planearon yejecutaron un dispositivo de seguridad apropiado -pues no sedemostró lo contrario-, tendiente a brindar tranquilidad a laXX FERIA TAURINA adelantada en Medellín entre enero y febrerode 1991, concretamente el día 16 de febrero según orden deservicios n.° 003 de ese año (…) También se encuentra probadoque las muertes de los señores Mary Luz Restrepo Montoya yDairo de Jesús Vallejo Gallego, fueron causadas por laexplosión de un carro-bomba dirigido contra miembros de lafuerza pública, el cual fue activado en Medellín el día antesseñalado a la salida de la corrida de toros cumplida en laPlaza La Macarena.

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO POR ACTOS TERRORISTAS - Ocasionadopor terceros al activar vehículo que explotó y causó muertede civiles / RESPONSABILIDAD DEL ESTADO – Por actosterroristas contra la población civil / RESPONSABILIDAD DELESTADO – Imputación al estado por ataques terroristasdirigido contra miembros de la policía.Todas las autoridades que intervinieron en el evento dancuenta de que los alrededores de la Plaza de Toros,concretamente la parte inferior del puente San Juan,exactamente donde fue detonado el artefacto explosivo, erautilizado por los miembros de la fuerza pública como lugar dereunión; de allí que se pueda inferir que el ataque no ibaprecisamente dirigido contra la población civil, sino contralas autoridades de policía, razón por la cual la explosiónimpactó el sitio donde éstas se habitualmente se apostaban.Esto es así, porque de haberse dirigido contra la poblacióncivil en un acto de amedrentamiento, se habría elegido unlugar de mayor impacto en los alrededores de la plaza y unahora de mayor aglomeración; y no la parte inferior de unpuente y a las 6:20 p.m., finalizado el evento.

PERJUICIOS MORALES – Indemnización / PERJUICIOS MORALES –Reconocimiento en salario mínimo mensual legal vigente /PERJUICIOS MORALES – Tasación del perjuicio con fundamento encriterio de equidad. _ PERJUICIOS – Parámetros paraindemnización.

Cuando se demuestra el padecimiento de un perjuicio moral ensu mayor grado -caso de muerte del padre, hijo, cónyuge ocompañero sentimental-, se reconoce una indemnizaciónequivalente a 100 salarios mínimos mensuales legalesvigentes. Por lo anterior, es procedente que la Sala fije en

s.m.m.l.v con aplicación de la facultad discrecional que leasiste frente a estos casos.

NOTA DE RELATORIA: Referente a reconocimiento de perjuiciosmorales en salarios mínimo legal mensual vigente, consultarsentencia de 6 de septiembre de 2001, Exp.13232. En relacióncon la discrecionalidad del juez para indemnización deperjuicios morales consultar sentencia de 11 de febrero de2009, Exp.14726 . MP. Miryam Guerrero de Escobar

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

SUBSECCION B

Consejera ponente: STELLA CONTO DIAZ DEL CASTILLO

Bogotá D.C., treinta de enero de dos mil doce.

Radicación número: 05001-23-26-000-1993-00167-01(20786)

Actor: GLORIA ELENA RESTREPO MONTOYA Y OTROS

Demandado: NACION-MINISTERIO DE DEFENSA-POLICÍA NACIONAL YOTRO

Referencia: ACCION DE REPARACION DIRECTA

Procede la Sala a resolver el recurso de apelación formulado

por la Nación-Ministerio de Defensa-Policía Nacional, contra

la sentencia del 26 de febrero de 2001 proferida por la Sala

Primera de Descongestión con sede en Medellín del Tribunal

Contencioso Administrativo de Antioquia, mediante el cual se

concedieron las siguientes pretensiones (fls. 545 y 546, C-

2°):

(…)

PRIMERO: DECLARAR la responsabilidad patrimonial de naturalezaextracontractual de LA NACIÓN (MINISTERIO DE DEFENSA-POLICÍANACIONAL) por la muerte de los señores DAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO yMARY LUZ RESTREPO MONTOYA en hechos acaecidos el 16 de febrero de1991, en inmediaciones de la Plaza de Toros La Macarena del Municipio deMedellín, cuando explotó un carrobomba en ataque perpetrado en contra dela Policía Nacional; y por consiguiente, es responsable de los perjuiciosocasionados a los demandantes.

SEGUNDO: En consecuencia, CONDENAR a LA NACIÓN COLOMBIANA(MINISTERIO DE DEFENSA-POLICÍA NACIONAL), por concepto de PERJUICIOSMORALES a pagar: a) A los padres de Mary Luz Restrepo Montoya, o sea a:JULIO JAIME RESTREPO URIBE y ALICIA MONTOYA DE RESTREPO, una sumaequivalente, en moneda nacional, a mil (1000) gramos de oro, para cadauno. b) A la madre de Dairo de Jesús Vallejo Gallego, o sea a: DANIEL VALLEJORESTREPO y LAURA MARÍA VALLEJO RESTREPO, una suma equivalente, enmoneda nacional, a dos mil (2000) gramos de oro, para cada uno. d) (sic.) Alos hermanos de Mary Luz Restrepo Montoya, o sea a: DORA ALICIA, RAMIROALBERTO, GLORIA HELENA y JONHS JULIO RESTREPO MONTOYA, una sumaequivalente, en moneda nacional, a quinientos (500) gramos oro, para cadauno. y d) A los hermanos de Dairo de Jesús Vallejo Gallego, o sea a: HÉCTORRODRIGO, ALVA ROSIO (sic.) y HERNÁN RAMIRO VALLEJO GALLEGO, unasuma equivalente, en moneda nacional, a quinientos (500) gramos oro, paracada uno. El valor del gramo oro según certificación del Banco de laRepública al momento de la ejecutoria de la sentencia.

TERCERO: CONDENAR a LA NACIÓN COLOMBIANA (MINISTERIO DE DEFENSA-POLICÍA NACIONAL) por concepto de PERJUICIOS MATERIALES a pagar a:DANIEL VALLEJO RESTREPO la suma de CUARENTA Y UN MILLONESQUINIENTOS CUARENTA Y CINCO MIL CIENTO DIEZ PESOS M/L. ($41´545.110,00) y a LAURA MARÍA VALLEJO RESTREPO la suma de CINCUENTA YTRES MILLONES NOVECIENTOS TREINTA Y NUEVE MIL CUATROCIENTOSDIECISÉIS PESOS M/L. ($53´939.416,00).

CUARTO: NEGAR las peticiones de la demanda formuladas en contra delMunicipio de Medellín.

QUINTO: La Nación descontará de lo que deba pagar a los demandantes, lassumas que éstos hayan recibido en virtud del artículo 47 de la Ley 104 de1993.

SEXTO: Se dará cumplimiento a los artículos 176, 177 y 178 del CódigoContencioso Administrativo.

SÉPTIMO: NEGAR las demás súplicas de la demanda. De no ser apeladaenvíese en consulta al Honorable Consejo de Estado. No hay costas.

I. ANTECEDENTES

1. HECHOS DE LA DEMANDA

La pate accionante relató (fls. 62 a 108, C-1°) que el 16 de

febrero de 1991, debajo del puente San Juan en la calle 44

con la carrera 63, a la altura de la Plaza de Toros de La

Macarena en la ciudad de Medellín, explotó un carro-bomba de

200 kgs. de dinamita, utilizado por delincuentes para atacar

a una patrulla de la Policía Nacional.

Se adujo en la demanda que los señores Mary Luz Restrepo

Montoya y Dairo de Jesús Vallejo Gallego, quienes salían de

un evento taurino en la referida plaza, fueron alcanzados por

la onda explosiva del artefacto, motivo por el cual

fallecieron respectivamente el 16 y el 22 de febrero de 1991.

Luego de detallar los diferentes actos terroristas que

perpetraron en aquella época los diferentes grupos de

narcotraficantes perseguidos por la justicia y en pugna con

el Estado por la aprobación de la extradición, en el escrito

demandatorio se hacen las siguientes imputaciones a la

Policía Nacional y al municipio de Medellín:

(…)

16.- La explosión dinamitera del 16 de febrero de 1991 en Medellín constituyeun hecho notorio, que no debieron soportar las víctimas inocentes. Por esolas muertes de DAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO y MARY LUZ RESTREPOMONTOYA deben ser indemnizadas. No es equitativo que personas ajenas alservicio público de protección del Estado, que nada tenían que ver conquienes fraguaron el atentado, hayan sufrido las consecuencias del mismo.

(…)

20.- En la presente demanda no hago responsable a la Nación por la muertey heridas a unas personas ocurridas en un hecho aislado. He demostradoque por la época en que acontecieron los hechos existía una guerradeclarada por el gobierno contra el narcotráfico.

21.- La bomba detonada el 16 de febrero de 1991 (…), después delespectáculo taurino y dirigido contra una patulla del F2 de la PolicíaNacional, tenía dicho objetivo. No fue por tanto para asesinar a MARY LUZRESTREPO MONTOYA ni a DAYRO (sic.) DE JESÚS VALLEJO GALLEGO, ni a lasotras víctimas. Si así hubiera sido, cabría sostener la exoneración de laresponsabilidad por el hecho de un tercero. Las bombas eran colocadas paradesestabilizar el orden legal y crear un clima de zozobra. En una palabrapara atentar contra la Policía Nacional.

22.- El MUNICIPIO DE MEDELLÍN es igualmente responsable, porque a élcorrespondía el cerramiento de vías, la delimitación y señalamiento de zonasde parqueaderos para automóviles alrededor de la Plaza de Toros de laMacarena y la coordinación de todo el dispositivo de seguridad delespectáculo público, amenazado por rumores de bombas de terroristas.

23.- EL MUNICIPIO DE MEDELLÍN y LA POLICÍA NACIONAL, en uso defacultades expresas y ante la imposibilidad de garantizar seguridad en susvidas a los asociados debieron cancelar el espectáculo taurino del día 16 defebrero de 1991 en la Plaza de La Macarena de Medellín, pero no lo hicierony tampoco adoptaron todas las medidas preventivas de seguridad necesariaspara evitar dicho hecho dinamitero.

(…)

26.- Las muertes de MARY LUZ RESTEPO MONTOYA y DAIRO DE JESÚS VALLEJOGALLEGO se deben indemnizar siguiendo el principio de derecho de laEQUITATIVA DISTRIBUCIÓN DE LAS CARGAS PÚBLICAS porque es equitativo

que los daños sufridos por los demandantes se indemnicen puesto que laprotección de las personas corre a cargo de la Nación, y todos debemoscontribuir a la equitativa distribución de esas cargas públicas que debemossoportar para el buen desarrollo de la comunidad.

27.- Pero también hubo una FALLA EN LA PREVENCIÓN DEL DELITO, porqueno obstante existir una situación de amenaza directa contra el espectáculotaurino y en especial contra la Policía Nacional los días anteriores, por lamuerte de los hermanos Priscos (24 de enero de 1991–banda de sicarios), niel Municipio de Medellín ni la Policía Nacional tomaron las más mínimasmedidas preventivas de seguridad para proteger la vida de los asistentes adicho espectáculo público el día 16 de enero (sic.) de 1991, como sedesprende de las medidas adoptadas en similares casos después de dichatragedia.

(…)

37.- La Nación tímidamente, ha cumplido parcialmente con susresponsabilidades y obligaciones en esta materia creando la FUNDACIÓNPARA LAS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA, adscrita al departamento dePlaneación de la Presidencia de la República, que dotada de presupuesto, yprevio el lleno de algunos requisitos ha cancelado algunas sumas de dinero alas víctimas de estas tragedias.

(…)

39.- El Municipio de Medellín a través de la Secretaría de Transportes yTránsito, el Comité Metropolitano de Emergencia, el Comité InterinstitucionalMetropolitano del Sector Salud, la Policía Nacional, El Ejército Nacional etc.,diseñaron [para el año 1993] el plan de prevención y operativo en lasegunda versión de la Feria taurina de La Macarena.

(…)

2. LAS PRETENSIONES

El 9 de febrero de 1993, -a través de apoderado- los padres,

hermanos e hijos de los fallecidos Dairo de Jesús Vallejo

Gallego y Mary Luz Restrepo Montoya a saber: Laura María y

Daniel Vallejo Restrepo (hijos) representados por su

respectiva tutora y curadora; Julio Jaime Restrepo Uribe y

Alicia Montoya de Restrepo (padres de Mary Luz Restrepo

Montoya); John Julio, Gloria Helena, Dora Alicia y Ramiro

Alberto Restrepo Montoya (hermanos de Mary Luz Restrepo

Montoya); María Olivia Gallego de Vallejo (madre de Dairo de

Jesús Vallejo Gallego) y Hernán Ramiro y Héctor Rodrigo

Vallejo Gallego y Alba Rocío Vallejo de Ruíz (hermanos de

Dairo de Jesús Vallejo Gallego); formularon ante el Tribunal

Contencioso Administrativo de Antioquia acción de reparación

directa contra la Nación-Ministerio de Defensa-Policía

Nacional y el Municipio de Medellín, pretendiendo que, previo

a la declaratoria de responsabilidad patrimonial a cargo de

las demandadas por las referidas muertes a causa de la

explosión del 16 de febrero de 1991, se acceda a las

siguientes indemnizaciones:

(…)

SEGUNDA.- Condenar a LA NACIÓN (Ministerio de Defensa, Policía Nacional) yal MUNICIPIO DE MEDELLÍN, a título de indemnización de PEJUICIOSMORALES el equivalente en pesos de las siguientes cantidades de oro finosegún su precio internacional certificado por el Banco de la República a lafecha de ejecutoria de la sentencia de segunda instancia:

1.- Para DANIEL VALLEJO RESTEPO, dos mil (2.000) gramos de oro fino, así:mil (1.000) gramos de oro por su condición de hijo de MARY LUZ RESTREPOMONTOYA, y mil (1.000) gramos de oro por su condición de hijo de DAIRO DEJESÚS VALLEJO GALLEGO.

2.- Para LAURA MARÍA VELLEJO (sic.) RESTREPO, dos mil (2.000) gramos deoro fino, así: mil (1.000) gramos de oro por su condición de hijo de MARY LUZRESTREPO MONTOYA, y mil (1.000) gramos de oro por su condición de hijo deDAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO.

3.- Para JULIO JAIME RESTREPO URIBE y ALICIA MONTOYA DE RESTREPO, mil(1.000) gramos de oro fino, A CADA UNO, por su condición de padres deMARY LUZ RESTREPO MONTOYA.

4.- DORA ALICIA, RAMIRO ALBERTO, GLORIA HELENA Y JOHNS o JHON JULIORESTREPO MONTOYA, quinientos (500) gramos de oro fino, A CADA UNO, porsu condición de hermanos de MARY LUZ RESTREPO MONTOYA.

5.- MARÍA OLIVIA GALLEGO DE VALLEJO, mil (1.000) gramos de oro fino, en sucondición de madre de DAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO.

6.- HÉCTOR RODRIGO, ALVA ROSIO o ALBA ROCÍO y HERNÁN RAMIRO VALLEJOGALLEGO, quinientos (500) gramos de oro fino, A CADA UNO, en su condiciónde hermanos de DAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO.

TERCERA.- Condenar a LA NACIÓN (Ministerio de Defensa, Policía Nacional) apagar a favor de los demandantes DANIEL VALLEJO RESTREPO, LAURA MARÍAVALLEJO RESTREPO, ALICIA MONTOYA DE RESTREPO, JULIO JAIME RESTREPOURIBE y MARÍA OLIVIA GALLEGO DE VALLEJO, a título de indemnización porPERJUICIOS MATERIALES con motivo de la muerte de MARY LUZ RESTREPOMONTOYA y DAIRO DE JESÚS VALLEJO GALLEGO, según las siguientes bases deliquidación:

1.- Ingreso mensual.

2.- El cálculo de la vida probable de la víctima según las tablas desupervivencia aprobadas por la Superintendencia Bancaria.

3.- Actualizada la condena según la variación porcentual del índice de preciosal consumidor existente entre el 4 de febrero de 1991 y el que exista cuandose produzca el fallo de segunda instancia, o el auto que liquide los perjuicios.

4.- La fórmula matemática financiera aceptada por el H. Consejo de Estado,teniendo en cuenta además, la indemnización debida o consolidada y lafutura.

(…).

3. INTERVENCIÓN PASIVA

3.1 La Policía Nacional

La Nación-Ministerio de Defensa-Policía Nacional, se opuso a

las pretensiones de la demanda (fls. 116 a 120, ib.). Resaltó

que “[l]a guerra que el narcotráfico desarrolló fue contra el País entero, mejor

contra la NACIÓN entera, sin distingos, cualquier muerto era bueno para el

narcoterrorismo, el terrorista no discrimina, el fin justifica los medios para el

terrorista”.

Bajo la anterior premisa, descartó la responsabilidad de la

Policía Nacional en relación con los hechos luctuosos que se

refieren en la demanda, “ni siquiera esgrimiendo teorías como la del

DAÑO ANTIJURÍDICO, DAÑO ESPECIAL o la que consulta el principio de la igualdad

ciudadana ante las cargas públicas”. Agrega que “[l]os daños ocasionados

por los hechos narrados, no son fruto de la acción u omisión de la Institución

Policial. Es la delincuencia la que no distingue, no discrimina sus víctimas y por

esto ante ella sí existe igualdad”.

Así las cosas, concluyó que “[e]l ciudadano debe asumir ante el

terrorismo implantado por la delincuencia organizada ante la ingente

responsabilidad frente a su propia vida y frente a la Comunidad o Sociedad de la

que no puede alejarse o aislarse. Es una cuota (grande) del sacrificio que cada

quien debe soportar para la reconstrucción moral y física de la Patria”.

3.2 Municipio de Medellín

La entidad territorial demandada también se opuso a las

pretensiones de la demanda [fls. 122 a 136, ib.]. Frente a

los hechos adujo que la actividad terrorista por ser

imprevisible e irresistible configura la causal de

exoneración relativa al hecho de un tercero; agrega que la

guerra contra el narcotráfico la declaró el gobierno nacional

y las autoridades locales no fueron consultadas para dicho

propósito ni contaban con mecanismos para prevenir el delito.

Para descartar las pretensiones, el municipio demandado

expuso los siguientes argumentos: (i) la guerra contra el

narcotráfico fue declarada por el gobierno nacional sin

participación de las autoridades locales; (ii) los daños

fueron producidos por un acto terrorista, actividad criminal

“que escapa a toda previsión, prevención o medidas que pueda adoptar

determinado Estado o Gobierno”, caracterizada por “la espontaneidad y

clandestinidad”; (iii) “el terrorismo es un hecho que escapa a las

posibilidades reales que tiene el Estado Colombiano para contrarrestarlo”, lo

cual apoya en la sentencia del 24 de octubre de 1991 de esta

Sección y (iv) la entidad territorial no conocía de amenazas

concretas contra el evento taurino y a pesar de no poder

disponer de la fuerza pública en atención a los decretos de

Estado de Sitio n.° 677 del 28 de marzo de 1990 y n.° 192 del

29 de marzo del mismo año, se realizaron las gestiones

pertinentes ante las diferentes autoridades (bomberos,

tránsito y policía) para procurar la seguridad ciudadana.

4. ALEGATOS

4.1 Municipio de Medellín

La entidad territorial demandada, luego de relatar las

circunstancias que rodearon el acto terrorista -acápite en el

cual resaltó la inexistencia de amenaza alguna contra el

evento taurino-, consideró que no se puede saber contra quién

iba dirigida la actividad delincuencial y adicionalmente

detalla que las autoridades locales cumplieron lo de su cargo

al gestionar las medidas de seguridad del evento. De lo

anterior concluyó que no se puede predicar falla en la

prestación del servicio que justifique la responsabilidad

patrimonial deprecada (fls. 485 a 498, ib.).

4.2 Policía Nacional

A su turno, la Nación-Ministerio de Defensa-Policía Nacional

destacó la inexistencia de falla en la prestación del

servicio que permita imputarle los daños causados a los

actores con el imprevisible e irresistible acto terrorista,

sobre todo porque a tiempo de los hechos esas actividades

criminales eran indiscriminadas (fls. 504 a 506-A, ib.).

4.3 Parte demandante

En síntesis la parte demandante solicitó que se declare la

responsabilidad patrimonial del Estado tal como lo hizo ésta

sección, por los mismos hechos, en sentencia del 23 de julio

de 1998, M.P. Rodríguez Villamizar, providencia que

transcribe en el escrito de alegaciones (fls. 244 a 257,

ib.).

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Mediante sentencia del 26 de febrero de 2001, La Sala Primera

de Descongestión del Tribunal Contencioso Administrativo de

Antioquia con sede en Medellín resolvió declarar

patrimonialmente responsable a la Policía Nacional, para lo

cual consideró lo siguiente (fls. 517 a 546, C-2°):

(…)

En el presente caso, analizada la prueba recaudada y que ha sido señaladaen el acápite correspondiente de esta providencia, debe descartarse laocurrencia de una falta o falla en el servicio, como causa de la ocurrencia delhecho generante del daño reclamado. Es claro que el Municipio de Medellínrealizó toda la actividad que le era exigible para la organización del evento yque solicitó de la Policía Nacional la toma de medidas de seguridad paragarantizar la tranquilidad durante el espectáculo taurino. Es claro que sedesplegaron fuertes medidas de seguridad y la presencia de la fuerza públicafue adecuada en el lugar.

Por tanto para la Sala es claro que no puede endilgarse responsabilidad en elhecho al Municipio de Medellín y deberá absolverse.

Ahora, también quedó plenamente establecido que el ataque terrorista fuedirigido contra la Policía Nacional, como institución, pues es claro que elartefacto explosivo fue ubicado en el lugar donde regularmente seestacionan los vehículos de la fuerza pública y, además, no fue detonadohasta tanto el espectáculo taurino había culminado y las personas ya habíanevacuado en su mayoría el lugar. con toda seguridad en espera de que en elsitio estuvieran reunidos gran número de Agentes de la Policía. Inclusive unode los testigos señala que el vehículo de la Policía que más sufrió, ya estabaen marcha.

También es claro y fue un hecho notorio que en esa época las personasdedicadas al narcotráfico, le declararon una guerra al Estado y comoestrategia utilizaron los atentados contra los Agentes de la Policía.

Por tanto, para la Sala considera (sic.) que debe declararse laresponsabilidad de la Nación (Ministerio de Defensa-Policía Nacional), noporque con su comportamiento haya vulnerado el orden jurídico, sinoporque las víctimas no tenían la obligación jurídica de soportar los dañosirrogados por la guerra que en esos momentos estaban librando lasinstituciones contra un grupo de personas que se habían colocado al margende la ley y querían, a toda costa, desestabilizar el orden jurídico einstitucional. Es evidente que en el presente caso es aplicable la teoría deldaño especial en los términos que arriba fueron expuestos y que ha sidoelaborada por la Jurisprudencial del H. Consejo de Estado. La Nación es laentidad llamada a “proteger a todas las personas residentes en Colombia, en

su vida honra y bienes, creencias y demás derechos y libertades…” (art. 2° dela Constitución Nacional); y de dicha entidad dependen la fuerza pública queestá integrada por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, al tenor delartículo 216 de la C.N. siendo la Policía Nacional un cuerpo armado a cargode la Nación, cuyo fin primordial es mantener las condiciones necesariaspara el ejercicio de los derechos y libertades públicas y para asegurar unaconvivencia pacífica (artículo 218 ídem).

Como la ley 104 de 1993 consagró la posibilidad de que el Estado indemnicea las víctimas de actos terroristas, deberá señalarse que la Nación podrádescontar de lo que deba pagar a los demandantes, las sumas que éstoshayan recibido en virtud de los dispuesto en el artículo 47 de la ley 104 de1993.

(…).

III. SEGUNDA INSTANCIA

1. RECURSO DE APELACIÓN

Inconforme con la sentencia proferida en su contra, la

Policía Nacional impugnó la decisión para que se revoque y en

su lugar se nieguen las pretensiones (fls. 570 a 577, ib.).

En síntesis plantea el censor que no puede colegirse, como lo

hizo el tribunal de primera instancia, que la acción iba

dirigida contra la Policía Nacional por cuanto el hecho

terrorista se cumplió en el marco de la guerra que el

narcotráfico le declaró al gobierno nacional, mediante

actividades criminales que pretendían desestabilizar el orden

público.

Por último, resalta que la presencia de uniformados descarta

la configuración de falla en la prestación del servicio, pues

la Policía Nacional adoptó las medidas razonables de

seguridad que le eran exigibles.

2. ALEGATOS FINALES

En su escrito de alegaciones (fls. 590 a 595, ib.) la Policía

Nacional reitera los planteamientos expuestos en la

fundamentación del recurso, señalando una vez más la ausencia

de falla en la prestación del servicio y la imposibilidad de

concluir que el acto terrorista fue dirigido contra la

Policía Nacional, toda vez que la guerra de los

narcotraficantes contra el gobierno nacional pretendía

desestabilizar el orden público.

3. CONCEPTO DEL MINISTERIO PÚBLICO

La Procuraduría Quinta delegada ante el Consejo de Estado

(fls. 597 a 605, ib.) considera que la sentencia debe

confirmarse, pues el material probatorio demuestra que el

sitio donde fue activado el carro-bomba era el utilizado por

la Policía Nacional para ubicar sus vehículos.

IV. CONSIDERACIONES DE LA SALA

1. COMPETENCIA

Esta Corporación es competente para conocer del presente

asunto, en razón del recurso de apelación interpuesto por la

Policía Nacional en contra de la sentencia que accedió

parcialmente a las pretensiones, dado que la cuantía de la

demanda alcanza la exigida en vigencia del Decreto 597 de

19881, para que la segunda instancia de un proceso adelantado

en ejercicio de la acción de reparación directa sea conocida

por el Consejo de Estado.

Ahora bien, como los hechos que se estudian en el presente

caso datan del 16 de febrero de 1991 y la demanda se presentó

el 9 de febrero de 1993 (fl. 108, C-1°), advierte la Sala que

la acción de reparación directa fue propuesta dentro del

término bienal de caducidad previsto en el art. 136 del

C.C.A., por lo que corresponde resolver de fondo.

2. PROBLEMA JURÍDICO

Debe la Sala resolver el recurso de apelación instaurado por

la parte demandada, contra la sentencia que declaró la

responsabilidad patrimonial del estado fundada en que el acto

terrorista, a causa del cual perecieron los padres, hermanos

e hijos de los demandantes, fue dirigido en contra de la

Policía Nacional; por su parte, el impugnante contradice al a

quo porque, en su sentir, la actividad criminal fue

indiscriminada contra toda la sociedad civil en el marco de

la guerra declarada al gobierno nacional donde los

narcotraficantes pretendían romper el orden jurídico.

Por tanto, corresponde a la Sala determinar -en función de

los hechos probados- si el acto terrorista estaba o no

1 La cuantía para que un proceso iniciado en ejercicio de la acción dereparación directa en el año 1993 -cuando se presentó la demanda- tuvieravocación de segunda instancia ante esta Corporación era de $6´860.000 yla mayor de las pretensiones por daño moral asciende a $16´246.880,correspondientes a los 2.000 gramos oro (para el 9 de febrero de 1993,cuando se presentó la demanda, el Banco de la República vendía el gramooro a $8.123,44) solicitados por Laura María y Daniel Vallejo Restrepo.

dirigido contra la Policía Nacional o alguna otra institución

o personalidad significativa o representativa del Estado,

para de allí establecer la responsabilidad patrimonial del

mismo.

3. HECHOS PROBADOS

3.1 El daño

A partir de los registros civiles aportados con la demanda

(fls. 5, 6, 11 a 13 y 17 a 27, C-1°), en el presente caso

está demostrado que los señores Mary Luz Restrepo Montoya y

Dairo de Jesús Vallejo Gallego (graduados como Economistas

Industriales de la Universidad de Medellín el 11 de agosto de

1978 -fls. 170 a 172, ib.-), contrajeron nupcias el 5 de

diciembre de 1980 y procrearon a los demandantes Daniel y

Laura María Vallejo Restrepo.

Igualmente se estableció que la difunta Mary Luz Restrepo

Montoya fue hija de Julio Restrepo y Alicia Montoya y a la

postre hermana de Dora Alicia, Johns (sic.) Julio, Gloria

Elena y Ramiro Alberto Restrepo Montoya. Por su parte, en el

juicio está acreditado que el fallecido Dairo de Jesús

Vallejo Gallego fue hijo de Olivia Gallego y hermano de

Hernán Ramiro, Alva Rosio (sic.) y Héctor Rodrigo Gallego

Vallejo.

También se demostró que el 16 y 22 de febrero de 1991,

fallecieron respectivamente Mary Luz Restrepo Montoya y Dairo

de Jesús Vallejo Gallego. Según las constancias de necropsias

y copias de las actas de levantamiento de cada cadáver (fls.

7 a 10 y 204 a 206, ib.), se conoce que ambas muertes fueron

causadas por la explosión de un carro-bomba en las

inmediaciones de la Plaza de Toros La Macarena de Medellín el

16 de febrero de 1991. Este nexo causal lo corroboran los

informes de policía que se realizaron sobre el atentado,

escritos en los cuales se incluye a la pareja como víctimas

del suceso (fls. 251 y 296, ib.)

Según las declaraciones de renta del occiso Dairo de Jesús

Vallejo Gallego, éste durante los años gravables 1998 y 1990,

habría percibido los siguientes ingresos (fls. 56 a 61, ib.):

en 1989, $1´794.000 por salarios y demás ingresos laborales,

$4´447.400 por concepto de honorarios, comisiones y servicios

y $331.098 de dividendos y participaciones; y en 1990, $2

´009.515 por salarios y demás ingresos laborales, $2´093.800

por concepto de honorarios, comisiones y servicios, $940.143

de intereses y rendimientos financieros y $1´159.764 de

dividendos y participaciones.

Además, en el año de 1991, según declaración presentado para

el año gravable 1991, el referido señor Vallejo Gallego

obtuvo por valor de $2´556.000 correspondiente a salarios y

demás ingresos laborales y $229.000 a título de dividendos y

participaciones.

Las certificaciones allegadas, también permitieron establecer

que, desde el 1° de agosto de 1990, el señor Dairo de Jesús

Vallejo Gallego fue elegido como presidente de la corporación

sin ánimo de lucro “UNIÓN DE TRANSPORTADORES-UTRANS” (fls. 174

a 177, ib.) y que desde el año 1979 hasta su muerte se

desempeñó como gerente de TRANSPORTES SEGOVIA Y CÍA S.C.A.,

devengando un último salario de $215.625 mensuales (fl. 41,

ib.).

Por otro lado, amigos de la familia Vallejo Restrepo -señores

Tito Mejía Restrepo, Norma Lucía Turizo Rendón, Luz Elena

Tobón Arias y Beatriz Romero- dieron cuenta no sólo de las

relaciones estrechas de afecto que había entre los

desaparecidos esposos, sino el cariño y apoyo mutuos que se

prodigaban con sus respectivos hijos, padres y hermanos (fls.

390 a 399, ib.).

Los referidos testimonios detallaron que los fallecidos

percibían sus mayores ingresos del negocio del transporte al

explotar varios buses de su propiedad y fueron puntuales en

descartar alguna amenaza que se conociera en contra de la

pareja Vallejo-Restrepo.

3.2 Las condiciones en que ocurrió el acto terrorista

En el Oficio n.° 448 del mes de agosto de 1991, la SIJÍN de

la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá (fl. 294, ib.)

dio cuenta de que a las 6:20 p.m. del 16 de febrero anterior,

“cuando se había terminado la corrida de toros en la Plaza La Macarena, sujetos

desconocidos que al parecer esperaban la retirada del personal de la Sijín en

sus respectivos vehículos, los cuales se encontraban parqueados bajo el

puente de la Autopista Sur con Calle 44 San Juan, accionaron una carga

explosiva de aproximadamente 150 kilos de dinamita con metralla, dejando como

saldo 21 personas muertas entre ellas 9 miembros de la Policía Nacional y

resultaron heridos 139 personas particulares y 14 policías”.

Como ya se dijo en el acápite anterior, los señores Mary Luz

Restrepo Montoya y Dairo de Jesús Vallejo Gallego fueron

víctimas del referido atentado terrorista, por lo cual la

primera falleció en el acto y el segundo pereció seis días

después a causa de las lesiones sufridas.

Aunque para esa época en todo el territorio nacional,

especialmente en Bogotá, Cali y Medellín, se presentaban

continuamente ataques terroristas, provenientes de carteles

de narcotraficantes -registrados en diferentes medios de

comunicación regionales, nacionales y extranjeros-, hecho

notorio que no requiere prueba, a la luz del art. 177 del

C.P.C., tal como lo reconocieron en el sub lite las entidades

demandadas, no se conoce amenaza directa había contra la XX

FERIA TAURINA, adelantada en Medellín del 19 de enero al 18

de febrero de 19912.

El Comando de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y

el Director General de la Policía Nacional fueron

reiterativos al informar, con relación al acto terrorista de

que se trata, que si bien “[s]e desconoce cuál era el objetivo de éstos

delincuentes, lo cierto es que allí se encontraban varios integrantes de la

Institución, uniformados y otros adscritos a la SIJÍN, perdiendo sus vidas varios de

ellos, (…) ya que precisamente el blanco predilecto de estos atentados era la

Institución Policial” (fls. 245 a 248, ib.).

Igualmente las autoridades del municipio de Medellín a saber:

el Comandante de Servicios Especiales de la Secretaría de

Tránsito y Transporte (fl. 400 a 403, ib.), el Director de la

División de Protección al Ciudadano, el Jefe de Asuntos

Legales de la Secretaría de Gobierno y la Supervisora de

2 Sobre la inexistencia de amenazas certificaron la Jefe de AsuntosLegales de la Secretaría de Gobierno Municipal de Medellín, la Jefe delDepartamento de Archivo de la Secretaría de Gobierno Municipal deMedellín, el Director de la Policía Nacional y el Comandante de laPolicía Metropolitana del Valle de Aburrá (fl. 190, 192, 245 y 247ib.).

Guardas (fls. 415 a 429, ib.)3, explicaron que el atentado

terrorista claramente iba dirigido contra la fuerza pública,

en tanto el artefacto explosivo fue detonado estratégicamente

en el sitio que desde 1989 ocupaban los miembros de seguridad

como la Policía, D.A.S., SIJÍN, etc.

Además de las anteriores declaraciones que puntualizan las

fuertes medidas de seguridad que se adoptaron, aunque no

había amenaza contra el evento taurino, en el expediente obra

copiosa documentación que pone de presente todo el plan

operativo.

Sobre el particular conviene destacar que el Secretario de

Gobierno Municipal de Medellín solicitó al Comandante de

Policía Metropolitana y al Secretario de Tránsito y

Transporte de Medellín su concurso para la seguridad del

evento, cierre de vías y organización de parqueaderos con

motivo de la XX FERIA TARUINA (fls. 137 y 138, ib.).

En este sentido, los Jefes de Departamento Administrativo y

Sección Vigilancia del Espacio Público de Medellín,

informaron que el 16 de febrero de 1991, 14 vigilantes de

espacio público y 2 conductores prestaron sus servicios al

evento bajo el mando de la Inspectora Primera de Vigilancia

del Espacio Público (fl. 139, ib.). Ese mismo día estuvieron

disponibles 18 bomberos (fl. 140, ib.) y 32 guardas de

tránsito (fl. 143 y 144, ib.).3 Éstas declaraciones fueron trasladadas a solicitud de la partedemandante y del demandado municipio de Medellín (fl. 405, ib.) del procesoadelantado por Lucía del Socorro Tamayo y otros contra los mismos sujetospasivos de la presente acción de reparación directa. Tales medios deconocimiento tienen valor probatorio al reunir las exigencias señaladasen el art. 185 del C.P.C., puntualmente porque la Nación-Ministerio deDefensa-Policía Nacional, aunque no coadyuvó la solicitud, fue parte enel proceso primigenio y participó en su recaudo.

Puntualmente el Jefe de Planeación (E) de la Policía

Metropolitana del Valle de Aburrá, elaboró el 16 de enero de

1991 la orden de servicio n.° 003 para “CONTROL FERIA TAURINA DE

LA CANDELARIA (sic.)” (fls. 224 a 233, ib.). En el “ANEXO n.° 1”

se detalla que el personal comprometido para el 16 de febrero

de 1991 estuvo conformado por 9 oficiales, 6 suboficiales y

11 integrantes del personal femenino adscrito a la

institución.

4. MARCO JURÍDICO4

Los daños sufridos por las víctimas de actos terroristas

cometidos por terceros son imputables al Estado cuando en la

producción del hecho intervino la administración, a través de

la acción u omisión constitutivas de falla del servicio, como

en los eventos en los cuales el hecho se produce con la

complicidad de miembros activos del Estado, o la persona

contra quien iba dirigido el acto había solicitado protección

a las autoridades y éstas no se la brindaron o lo hicieron

indebidamente, o porque, en razón de las especiales

circunstancias del momento, el hecho era previsible y no se

realizó ninguna actuación dirigida a evitar o enfrentar

eficientemente el ataque5.4 Se reitera el análisis hecho en la sentencia del 15 de noviembre de2011, expediente 19906, M.P. Ruth Stella Correa Palacio.

5 Con fundamento en ese título de imputación se accedió a las pretensionesde los demandantes en sentencias de la Sección Tercera de 11 de diciembrede 1990, exp. 5417, C.P. Carlos Betancur Jaramillo; 21 de marzo de 1991,exp. 5595, C.P. Julio César Uribe Acosta; 19 de agosto de 1994, exp. 9276y 8222, C.P. Daniel Suárez Hernández; 2 de febrero de 1995, exp. 9273,C.P. Juan de dios Montes; 16 de febrero de 1995, exp. 9040, C.P. Juan dedios Montes; 30 de marzo de 1995, exp. 9459, C.P. Juan de dios Montes; 27de julio de 1995, exp. 9266, C.P. Juan de dios Montes; 6 de octubre de1995, exp. 9587, C.P. Carlos Betancur Jaramillo; 14 de marzo de 1996,exp. 11038, C.P. Jesús María Carrillo Ballesteros; 29 de agosto de 1996,

También se ha declarado responsable al Estado por los daños

ocasionados por terceros en casos en que el hecho fue

dirigido contra un establecimiento militar o policivo, un

centro de comunicaciones o autoridades estatales6; por otro

lado, la administración ha sido absuelta cuando la actuación

delictiva buscó amenazar indiscriminadamente a la población,

sembrando pánico y desconcierto social, sin un objetivo

estatal específico, bien o persona, claramente identificable.

Ha precisado la Sala7:

(…)

Si el atentado es indiscriminado, no es selectivo, y tiene como finsembrar pánico y desconcierto social como una forma de expresión, porsus propias características cierra las puertas a una posibleresponsabilidad Estatal ya que es un acto sorpresivo en el tiempo y en elespacio, planeado y ejecutado sigilosamente, y por lo mismo, enprincipio imposible de detectar por los organismos encargados de laseguridad pública y como ya se ha dicho, los deberes del Estado, queson irrenunciables y obligatorios, no significan que sea por principioomnisciente, omnipresente ni omnipotente, para que respondaindefectiblemente y bajo toda circunstancia.

(…)

5. CASO CONCRETO

exp. 10949, C.P. Daniel Suárez Hernández y 11 de julio de 1996, exp.10822, C.P. Daniel Suárez Hernández, entre otras.6 Sentencia de 23 de septiembre de 1994, exp. 7577, C.P. Julio César UribeAcosta.7 Sentencia de 27 de enero 2000, exp. 8490, C.P. Jesús María CarrilloBallesteros. En igual sentido, sentencias de 15 de marzo de 1996, exp.9034, C.P. Juan de dios Montes; 28 de abril de 1994, exp. 7733, C.P.Julio César Uribe Acosta; 17 de junio de 1993, exp. 7533, C.P. JulioCésar Uribe Acosta; de 13 de mayo de 1996, exp. 10627, C.P. Daniel SuárezHernández, 5 de septiembre de 1996, exp. 10461, C.P. Jesús María CarrilloBallesteros 10 de agosto de 2000, exp. 11585, C.P. Alier Hernández; 21 defebrero de 2002, exp. 13661, C.P. Ricardo Hoyos Duque; 20 de mayo de2004, exp. 14405, C.P. Ramiro Saavedra Becerra, entre otras.

Tal y como se desprende de un análisis racional de los hechos

probados que se detallaron ut supra, en el presente no se

acreditó que existiera una amenaza contra el evento, mientras

que de otro lado se demostró que las autoridades de policía

planearon y ejecutaron un dispositivo de seguridad apropiado

-pues no se demostró lo contrario-, tendiente a brindar

tranquilidad a la XX FERIA TAURINA adelantada en Medellín

entre enero y febrero de 1991, concretamente el día 16 de

febrero según orden de servicios n.° 003 de ese año.

También se encuentra probado que las muertes de los señores

Mary Luz Restrepo Montoya y Dairo de Jesús Vallejo Gallego,

fueron causadas por la explosión de un carro-bomba dirigido

contra miembros de la fuerza pública, el cual fue activado en

Medellín el día antes señalado a la salida de la corrida de

toros cumplida en la Plaza La Macarena.

Es que todas las autoridades que intervinieron en el evento

dan cuenta de que los alrededores de la Plaza de Toros,

concretamente la parte inferior del puente San Juan,

exactamente donde fue detonado el artefacto explosivo, era

utilizado por los miembros de la fuerza pública como lugar de

reunión; de allí que se pueda inferir que el ataque no iba

precisamente dirigido contra la población civil, sino contra

las autoridades de policía, razón por la cual la explosión

impactó el sitio donde éstas se habitualmente se apostaban.

Esto es así, porque de haberse dirigido contra la población

civil en un acto de amedrentamiento, se habría elegido un

lugar de mayor impacto en los alrededores de la plaza y una

hora de mayor aglomeración; y no la parte inferior de un

puente y a las 6:20 p.m., finalizado el evento.

Por tanto, no es admisible el argumento del censor cuando

pretende mostrar que el ataque terrorista no iba dirigido

especialmente contra la Policía, siendo que los informes

oficiales rendidos por los mismos uniformados, reconocen

haber sido el objetivo, conclusión que se desprende de la

ubicación del explosivo y de la hora elegida para la

detonación.

Así las cosas, se procederá a confirmar la sentencia que

resolvió condenar a la Nación-Ministerio de Defensa-Policía

Nacional, por cuanto el ataque terrorista por el cual

murieron los esposos Vallejo-Restrepo fue dirigido

específicamente contra los miembros de esa fuerza armada.

6. LIQUIDACIÓN DE PERJUICIOS

6.1 Perjuicios morales

Con base en las pruebas practicadas dentro del trámite

contencioso, se tiene acreditado que los demandantes Daniel y

Laura María Vallejo Restrepo (hijos), Julio Restrepo y Alicia

Montoya (padres), Dora Alicia, Johns (sic.) Julio, Gloria

Elena y Ramiro Alberto Restrepo Montoya (hermanos), Olivia

Gallego (madre) y Hernán Ramiro, Alva Rosio (sic.) y Héctor

Rodrigo Gallego Vallejo (hermanos) son parientes de los

fallecidos Mary Luz Restrepo Montoya y Dairo de Jesús Gallego

Vallejo; así, por aplicación de las máximas de la

experiencia, puede inferirse razonablemente que los actores

padecieron una afección de orden moral por la muerte de sus

respectivos padres, hijos y hermanos.

Ahora bien, en la demanda se solicitó la indemnización de

perjuicios morales a razón de 2.000 gramos de oro para los

hijos, 1.000 para los padres y 500 para los hermanos,

condenas a las que se accedió en primera instancia; empero,

de acuerdo con el criterio que ha sido adoptado por la Sala -

Sentencia del 6 de septiembre de 2001, expediente No.

13.232-, cuando se demuestra el padecimiento de un perjuicio

moral en su mayor grado -caso de muerte del padre, hijo,

cónyuge o compañero sentimental-, se reconoce una

indemnización equivalente a 100 salarios mínimos mensuales

legales vigentes.

Por lo anterior es procedente que la Sala fije en s.m.m.l.v.

la indemnización de perjuicios de orden moral a favor de los

peticionarios, con aplicación de la facultad discrecional que

le asiste frente a estos casos8, la cual está regida por los

siguientes parámetros:

(i) La indemnización del perjuicio, que no se trata de

restitución ni de reparación, se hace a título de

compensación en cuanto “… la suma establecida no se ajustará nunca al

monto exacto del perjuicio, pero buscará, de alguna manera, restablecer el

equilibrio roto con su ocurrencia…”9; (ii) la tasación del perjuicio,

8 Dicha facultad discrecional debe ser ejercida de acuerdo con loslineamientos de la jurisprudencia de la Sala, los cuales “… descartan todafórmula mecánica o matemática y antes ilustran que esa decisión debe considerar lascircunstancias que rodearon los hechos y enmarcarse por los principios de razonabilidad…”(sentencia del 16 de junio de 1994, C.P. Juan de Dios Montes Hernández,radicación No. 7.445, actor: María Luisa Perdomo Lozada). Igualmentepuede verse, entre otras, la sentencia del 11 de febrero de 2009, C.P.Myriam Guerrero de Escobar, radicación No. 54001-23-31-000-1993-08025-01(N.I. 14726), actor: Domingo Antonio Bermúdez, decisión que constituyeuno de los muchos ejemplos de aplicación de la facultad discrecional enla tasación de perjuicios inmateriales.

9 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, SecciónTercera, sentencia del 6 de septiembre de 2001, C.P. Alier Eduardo

por razón de su naturaleza inmaterial, se establece con

fundamento en el criterio de la equidad; (iii) la

determinación del monto deberá sustentarse en los medios

probatorios que obran en el proceso, relacionados con las

características del perjuicio; y (iv) debe estar

fundamentada, cuando sea del caso, en otras providencias para

efectos de garantizar el principio de igualdad10.

En ese orden, la Sala reitera lo que se ha decidido en casos

similares al de autos, y determina una indemnización de

ciento ciencuenta (150) s.m.m.l.v. para cada hijo11, o sea,

Daniel y Laura María Vallejo Restrepo, por la muerte de su

madre y padre; cien (100) s.m.m.l.v. por la muerte de sus

hijos a Julio Restrepo, Alicia Montoya y Olivia Gallego y

cincuenta (50) s.m.m.l.v. para cada hermano, quiere decir,

Dora Alicia, Johns (sic.) Julio, Gloria Elena y Ramiro

Alberto Restrepo Montoya, así como Hernán Ramiro, Alva Rosio

(sic.) y Héctor Rodrigo Gallego Vallejo.

Hernández Enríquez, radicación n.° 13232.

10 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, SecciónTercera, sentencia del 8 de marzo de 2007, C.P. Mauricio Fajardo Gómez,radicación n.° 16205.

11 Si bien el tema del cúmulo de indemnizaciones por perjuicios morales nofue objeto de impugnación por el único apelante, vale la pena recordarque en el precedente de la Sección se ha admitido un incremento en laestimación, que no obedece a una suma matemática: “la Sala ha admitido laacumulación de indemnización por perjuicios morales en cabeza de un mismo demandantecuando se trata de personas afectadas por la muerte o lesiones de dos o más familiares cercanos,como el cónyuge, los padres, los hijos, los abuelos o los hermanos, o de quienes acreditendebidamente su afectación moral, en razón a que no puede desconocerse que el impactosentimental o emocional es mayor cuando son varias las víctimas que cuando se trata de una solapersona, pero dicho incremento no puede obedecer a una suma mateática de estos perjuiciospara cada una de ellas” -se resalta- (CE, Sección Tercera, sentencia del 27 de juliode 2000, exp. 12.788, M.P. Ricardo Hoyos Duque). En el mismo sentido puedenverse sentencias del 7 de noviembre de 1991, exp. 6.295; 31 de octubre de1997, exp. 10.696 y del 28 de septiembre de 1998, exp. 10.242.

6.2 Lucro cesante

El a quo sólo accedió a liquidar como lucro cesante los

ingresos percibidos por Dairo de Jesús Vallejo Gallego, en

tanto no halló probada renta a favor de Mary Luz Restrepo

Montoya. Ahora, aunque se acreditó que el occiso, solamente

como gerente de TRANSPORTES SEGOVIA Y CÍA S.C.A. devengó un

último salario de $215.625 mensuales (fl. 41, ib.), en

primera instancia se acogió la base de $143.537 que los

peritos nombrados para el efecto calcularon a partir de la

declaración de renta correspondiente a la vigencia fiscal

1990 (fl. 451, ib.). Este lucro, al que se le restó el 25% de

gastos propios del occiso -quedando en $107.652-, se le

concedió únicamente a los hijos de la pareja y sólo hasta que

cumplieran la mayoría.

Así las cosas, la Sala utilizará la misma base salarial12 de

$107.652 e igual tiempo, pues de acogerse el salario probado

-que es superior- o calcular el lucro hasta que los

descendientes cumplan la edad de 25 años -como lo sugiere la

jurisprudencia vigente-, se perjudicaría a la Policía

Nacional que fue la única parte apelante.

En lo que tiene que ver con la negativa del a quo a reconocer

a los hijos perjuicios materiales por la muerte de su madre,

no obstante que la decisión habrá de mantenerse en atención

del principio “no reformatio in peius”, la Sala considera del caso

advertir que ésta misma Subsección, atendiendo diferentes

12 CONSEJO DE ESTADO, Sección Tercera-Subsección “B”. Sentencia del 10 deagosto de 2011, exp. 20209, M.P. Stella Conto Diaz del Castillo.

disposiciones internacionales, ha reconocido perjuicios

patrimoniales por la muerte de una ama de casa13.

En este sentido, actualizado14 el ingreso base ($1´006.104),

el mismo se dividirá en proporciones iguales ($503.052) para

Daniel y Laura María Vallejo Restrepo. Al primero se le

liquidará el lucro desde el 16 de febrero de 1991 hasta el 28

de marzo de 2000 (9 años, 1 mes y 12 días, o sea: 109,4

meses) cuando cumplió su mayoría de edad (fl. 17, ib.) y a la

segunda desde el mismo 16 de febrero de 1991 hasta el 8 de

abril de 2003 (12 años, 1 mes y 23 días, o sea: 145,7 meses),

por lo mismo (fl. 18, ib.).

Así las cosas, la liquidación para Daniel Vallejo Restrepo

arroja lo siguiente:

V/ACTUAL $503.052 INTERES (i)

0,004867

TIEMPO (n)

109,4

n 109,4

S = V/ACTUAL (1+i)

-1

S=

$503.052 *

1,004867 -1

i 0,004867$72

´444.994,48

Por último, la liquidación para Laura María Vallejo Restrepo

arroja lo siguiente:

13 A la base salarial no se le tendrá en cuenta el adicional del 25% quejurisprudencialmente se considera de prestaciones sociales, pues fue unítem que el a quo también desestimó.

14 Se aplica la fórmula Ka = Kh * (IPC final / IPC inicial). El IPC defebrero de 1991 fue de 11,68 y el de diciembre de 2012 fue de 119,16.

V/ACTUAL $503.052 INTERES (i)

0,004867

TIEMPO (n)

145,7

n 145,7

S = V/ACTUAL (1+i)

-1

S=

$503.052 *

1,004867 -1

i 0,004867$106

´327.586,93

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo

Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección “B”,

administrando justicia en nombre de la República y por

autoridad de la Ley,

FALLA:

PRIMERO. CONFIRMAR la sentencia del 26 de febrero de 2001,

proferida por la Sala Primera de Descongestión con sede en

Medellín del Tribunal Contencioso Administrativo de

Antioquia.

SEGUNDO. MODIFICAR las condenas impuestas en los numerales

segundo y tercero de la sentencia apelada, y en su lugar se

disponen las siguientes indemnizaciones a cargo de la Nación-

Ministerio de Defensa-Policía Nacional:

2.1 Por concepto de daño moral: ciento cincuenta (150)s.m.m.l.v. para cada hijo, o sea, Daniel y Laura MaríaVallejo Restrepo, por la muerte de sus dos padres; cien(100) s.m.m.l.v. para cada padre, esto es, Julio

Restrepo, Alicia Montoya y Olivia Gallego, por la muertede sus respectivos hijos y cincuenta (50) s.m.m.l.v.para cada hermano, quiere decir, Dora Alicia, Johns(sic.) Julio, Gloria Elena y Ramiro Alberto RestrepoMontoya, así como para Hernán Ramiro, Alva Rosio (sic.)y Héctor Rodrigo Gallego Vallejo, por la muerte de susrespectivos hermanos.

2.2 Por concepto de lucro cesante consolidado: $72´444.994 para Daniel Vallejo Restrepo y $106´327.587para Laura María Vallejo Restrepo.

TERCERO. De conformidad con lo dispuesto en los arts. 115 del

C.P.C. y 37 del Decreto 359 de 1995, para el cumplimiento de

esta sentencia EXPÍDANSE COPIAS con destino a las partes, que

serán entregadas al respectivo apoderado judicial en cada

caso.

CUARTO. En firme esta providencia, DEVUÉLVASE la actuación al

Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE y CÚMPLASE

Los Magistrados,

DANILO ROJAS BETANCOURTHPresidente

STELLA CONTO DIAZ DEL CASTILLO RUTH STELLA CORREAPALACIO