Post on 13-May-2023
PLURALIDAD DE DELITOS: CONCURSO REAL E IDEAL
INTRODUCCION
En este trabajo se pueden apreciar partes importantes de la
doctrina penal pero se toma de manera general el tratar de
esclarecer el tratamiento jurídico de los casos en que un
mismo sujeto es condenado por varios delitos —casos que, como
veremos, no se resuelven simplemente sumando las distintas
penas correspondientes a los diferentes delitos; por otra
parte, plantear y resolver la problemática que suscita la
concurrencia de varias disposiciones penales aparentemente
aplicables a un hecho cuando, sin embargo, sólo una debe
aplicarse. Lo primero, obligará a decidir previamente cuándo
concurre unidad y cuándo pluralidad de delitos, lo que
presupone la cuestión de la unidad y pluralidad de hechos, y
a distinguir las dos clases de pluralidad de delitos: el
concurso ideal de delitos y el concurso real de delitos. Lo
segundo plantea el tema del concurso de leyes.
Asimismo, el presente trabajo tiene como objetivo dar a
conocer los conceptos generales y las opiniones de diferentes
autores en el tema referente a la unidad y concurso
de delitos, concurso ideal, concurso real
y delito continuado.
Antes de desarrollar el tema, a manera de introducción, cabe
señalar que el concurso de delitos consiste en la ejecución
sucesiva por el mismo individuo de diversos hechos
delictuosos, ya sea de diversa o de la misma índole, pero sin
que haya recaído aún sentencia condenatoria sobre ninguno de
ellos.
Este concurso de delitos suele confundirse con el llamado
delito continuado, pues ambos consisten en la realización de
una serie de actos punibles aparentemente independientes
entre sí. Pero el delito continuado es un delito único, no
una serie de delitos sucesivos. Por ejemplo, un individuo se
pone a sustraer leña amontonada de una leñera, para poderla
transportar necesita cometer varias sustracciones, cada una
de la cuales tiene los caracteres de un hurto.
Sin embargo aquí hay un solo delito porque las diversas y
sucesivas sustracciones no son más que los diversos momentos
durante los que se desarrolla una sola y única resolución
criminosa, un único delito.
DESARROLLO TEORICO
1. LA UNIDAD DE HECHO (O DE ACCIÓN)
Antes de abordar el examen de las clases de concursos de
delitos es preciso decidir cuándo concurre un hecho y cuándo
varios. La cuestión es previa porque de ella depende la clase
de concurso de delitos: cuando concurren varios hechos que
dan lugar a varios delitos se habla de «concurso real»,
mientras que cuando un sólo hecho constituye dos o más
delitos tenemos un «concurso ideal».
El Código Penal parte también de esta distinción cuando
somete a un tratamiento diferenciado los casos en que «un
sólo hecho constituya dos o más delitos» (Art. 48 del código
penal). No cabe, pues prescindir de la problemática de la
unidad o pluralidad de hechos y entender que basta estudiar
la unidad y pluralidad de delitos.
Varios son los criterios que se han propuesto para determinar
la unidad de hecho. Desde luego, hay que descartar la
posibilidad de atender exclusivamente a datos naturalísticos,
pues ni es posible buscar una clara solución de continuidad a
los movimientos fisiológicos, ni éste es el punto de vista
que utilizamos normalmente para afirmar que existen una o
varias acciones.
Sería absurdo pretender que los innumerables movimientos
musculares que llevan a disparar sobre una persona
constituyen otros tantos hechos en el sentido del Derecho
penal: si el disparo causa la muerte de la víctima hablaremos
de una sola acción homicida.
El concepto de unidad de hecho, es pues valorativo, en el
sentido de que depende de una determinada valoración según la
cual varios movimientos musculares deben contemplarse como
formando una unidad. En esto habría acuerdo en la doctrina.
Las opiniones se separan a la hora de decidir qué punto de
vista es el que decide dicha valoración.
Un importante sector de la doctrina y la práctica acude en
Alemania al criterio de la concepción natural de la vida La
valoración de cuándo varios movimientos corporales
constituyen una sola acción quedaría confiada al punto de
vista de la sociedad, según los usos normales. Dos elementos
serían importantes al respecto: la unidad de propósito y la
conexión espacio-temporal.
Mir Puig1 sostiene, que quienes sostienen que el criterio
para valorar un hecho como unitario en Derecho Penal sólo
puede ser jurídico y, más en concreto, según se desprende del
sentido de los tipos correspondientes.
Esta es la solución preferible, puesto que existen distintos
puntos de vista posibles para decidir socialmente la
presencia de un solo hecho y es lógico que el Derecho penal
elija de entre ellos el que le es propio. Así, por ejemplo,
un homicidio podría verse como parte de un hecho más amplio
consistente en un atentado contra varias personas y,
viceversa, como una suma de actos parciales que puedan tener
sentido por sí solos pero para el Derecho Penal el homicidio
constituye la unidad valorativa decisiva, puesto que es la
que importa para decidir la presencia de un hecho típico.
La descripción típica opera, pues, como una plantilla que
recorta un determinado fragmento de actividad humana y
permite considerarla constitutiva de una unidad de hecho.
La terminología que es empleada de «unidad de hecho» tiene la
ventaja, sobre la «unidad de acción», en permitir vincularla
1 Mir Puig, ADPCP, 1977, pp. 303 s
a la unidad típica sin desconocer que el tipo describe a
menudo varias «acciones»: toda unidad típica supondrá unidad
de hecho, aunque implique en ciertos casos pluralidad de
actos típicos. Pero lo único que importa para decidir si
existe un concurso real o un concurso ideal, y por tanto, si
varios delitos se hallan constituidos por varios hechos o por
uno solo, es la unidad de hecho, no la de actos.
Ello no supone, viceversa, que siempre que exista unidad de
hecho deba concurrir un solo tipo y un sólo delito. Ya hemos
visto que, según admite la ley, un solo hecho puede
constituir dos o más delitos (Art. 48 del Código Penal). Por
otra parte, una conducta puede constituir al mismo tiempo un
hecho, desde el punto de vista de un determinado tipo (así,
el apoderamiento con violencia física, sería un hecho de
robo), y varios hechos desde el prisma de otros tipos (en el
ejemplo habría también dos hechos ya típicos por separado: el
apoderamiento y las violencias). Lo que quiere decir que la
unidad de hecho depende de la unidad típica es, pues, que
puede hablarse de un hecho en cuanto la conducta pueda
realizar un tipo, con independencia de que además realice
otros tipos.
Una vez decidido que la unidad de hecho depende de la
descripción típica, se plantea la cuestión de qué elementos
del tipo deben tomarse en consideración. La doctrina
dominante atiende a la conducta típica, mientras que rechaza el
punto de vista del número de resultados.
Así, se afirma que realiza un solo hecho quien causa la
muerte de varias personas mediante una sola conducta de
colocación de una bomba; aunque nadie duda que en este caso
existirán tantos delitos de homicidio cuantas víctimas se
produzcan, se mantiene que ello tiene lugar a través de un
solo hecho porque la conducta típica es sólo una, sería un
ejemplo de «concurso ideal de delitos», que recibe un
tratamiento más benévolo que el «concurso real» por parte del
Derecho Positivo. Pero, si se acoge el punto de vista de la
descripción típica, esta solución no resulta coherente. Los
tipos no sólo describen conductas, sino que ello sólo sucede
en los delitos de mera actividad. Los tipos de resultado
material exigen incorporar éste, como elemento decisivo, a
la «unidad de hecho» de que se trate —al menos en Derecho
peruano que es un derecho penal de acto.
Ciertamente, la función de delimitación del tipo sólo puede
operar sobre una realidad empírica, por lo que la
concurrencia de varias unidades de hecho típicas presupone
necesariamente una realidad empírica plural y no sólo la
lesión ideal de varios bienes jurídicos.
Así, el matar a un policía no puede constituir más que un
solo hecho porque en este caso tanto la conducta como el
resultado empírico son únicos, aunque se produzca la lesión
(ideal) de dos bienes jurídicos distintos (la vida y la
función pública).
Pero cuando el sujeto dirige su actuación dolosamente a la
causación de varios resultados típicos materiales que
efectivamente se producen, su comportamiento externo tiene el
sentido, tanto subjetivo como objetivo, de realización en el
mundo empírico de varias causaciones, cada una de las cuales
supone un hecho típico distinto, pues la unidad de hecho
descrita por el tipo de resultado doloso se define en función
de la causación (dolosa) de un resultado, siendo en él en
cambio irrelevante el número de movimientos corporales que el
sujeto emplee para la causación.
Todo ello permite afirmar lo siguiente: la producción dolosa
de varios resultados materiales típicos mediante una sola
conducta da lugar a varios hechos mientras que constituirá un
solo hecho la lesión ideal de varios bienes jurídicos
mediante un solo comportamiento.
El matar a varias personas dolosamente constituirá varios hechos de homicidio,
tanto si se hace mediante varios disparos como haciendo explotar una bomba: En
cambio, el dar muerte a un policía sólo dará lugar a un hecho.
En los «delitos de varios actos» (como el de robo con
violencia o intimidación, que requiere el apoderamiento y la
violencia o intimidación) y en el «delito permanente». En
todos estos casos sigue hablándose de «unidad de acción en
sentido estricto», aunque como señala Mir Puig, sería
preferible hacerlo de «unidad de hecho en sentido estricto».
Mas también se consideran casos de unidad dé hecho, «en
sentido amplio», otros supuestos en que el sujeto sólo
formalmente realiza varios hechos típicos: los casos de
realización repetida del tipo en que ésta se produce por
actos inmediatamente sucesivos, y los de realización
progresiva del tipo.
Ejemplos del primer grupo de casos serían el "tomar" varias
cantidades de dinero en distintos viajes inmediatamente
sucesivos o «injuriar» repetidamente a otro en un breve
espacio de tiempo. La realización progresiva del tipo se
refiere a casos en que el sujeto se aproxima a la consumación
del tipo pasando por fases anteriores ya punibles (tentativa,
frustración: p. ej.: no se consigue matar hasta el tercer
disparo) o en que la ejecución se divide en dos o más partes
por sí solas ya típicas. En todos estos casos la unidad dé
hecho ha de fundarse en el sentido del tipo, que debe
permitir y aconsejar su estimación unitaria. Ello tiene lugar
en los casos contemplados porque la repetición o progresión
aumenta sólo cuantitativamente la gravedad objetiva del hecho
y no varía la situación motivacional del autor. La doctrina
habla en estos casos de «unidad natural de acción», y es
cierto que en ellos existe un contexto situacional y
motivacional unitario según la valoración usual. Pero para
que además sea posible afirmar una unidad de hecho a efectos
jurídico-penales depende de la interpretación del tipo y no sólo de
una valoración pre jurídica.
La valoración social unitaria de varios actos contiguos no
opera por sí sola, sino como criterio junto a otros criterios
jurídicos del que puede partir la interpretación del tipo.
2. UNIDAD Y CONCURSOS DE DELITOS
FRANCISCO MUÑOZ CONDE2, inicia el estudio del concurso del
delito determinando cuando hay una o varias acciones. Explica
que de entrada hay que excluir la identificación
entre acción y movimiento y entre acción y resultado. Una
sola acción en, sentido jurídico, puede contener varios
contenidos corporales (por ejemplo, la agresión sexual
intimidatoria, robo con factura, etc) o dar ocasión a que se
produzcan varios resultados (hacer explosionar una bomba
causando la muerte de varias personas). Son pues otros
factores que contribuyen a fijar el concepto de unidad de
acción.
El primero de ellos es el factor final, es decir, la voluntad
que rige y que da sentido a la pluralidad de actos físicos
aislados (en el asesinato, la voluntad de matar unifica y da
sentido a una serie de actos, como comprar y cargar la
pistola, asechar a la víctima, apuntar y disparar; o, en el
hurto, la voluntad de apropiarse de la cosa única y da
2MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.
sentido a los distintos actos de registrar los bolsillos de
un abrigo).
El segundo factor es el normativo, es decir,
la estructura del tipo delictivo en cada caso particular. Así
aunque el factor final que rige un proceso causal sea el
mismo (matar a alguien), alguno de los actos particulares
realizados puede tener, aisladamente, relevancia para
distintos tipos delictivos (así por ejemplo: la tendencia
ilícita de un arma de fuego para el delito de tenencia
ilícita de armas).
Y a la inversa, actos aislados, cada uno regido por un factor
final distinto, pueden tener relevancia típica solo cuando se
dan conjuntamente o tener una relevancia típica en función de
la regulación del hecho.
3. CONCURSO IDEAL
3.1. Concepto .- El concurso ideal de delitos se da
cuando en una sola acción u omisión se configuran uno o más
delitos; es decir cuando una misma acción u omisión infringe
varios tipos legales o infringe el mismo tipo varias veces.
Esto se encuentra regulado en el Art. 48 de
nuestro Código Penal vigente: " Cuando varias disposiciones
son aplicables al mismo hecho". Ejemplo: cuando se causan
lesiones al representante de la autoridad, además de un
atentado contra una persona existe una violación de los
deberes de respeto y sumisión a la autoridad.
HURTADO POZO3, en su libro Manual de Derecho Penal, pone como
ejemplo una jurisprudencia en relación al concurso ideal: "en
su Ejecutoria del 12 de mayo de 1952 (173), la Corte Suprema
declara no haber nulidad en la sentencia recurrida por la que
se condenó al inculpado a dos años de prisión por delito de
estafa y se le absolvió por falsificación de moneda.
El fiscal supremo sostuvo que no se había comprobado si el
inculpado mismo había falsificado la moneda, medio utilizado
para cometer la estafa. El error se halla en que descartada
la falsificación por falta de pruebas, aún quedaba pendiente
la cuestión de si la acción del inculpado se hallaba o no
comprendida en el art. 371 o 372 del código anterior
(expendio o puesta en circulación de moneda falsificada).
Pues, si se le reconoce como autor de estafa, significa que
se ha constatado que era consciente de que empleaba moneda
falsificada en la adquisición de la mercancía. En realidad,
estamos frente a un caso de concurso ideal de delitos. La
acción del agente (comprar mercaderías mediante moneda falsa)
se adecua a dos tipos legales, sin que ninguno de éstos la
comprenda en toda su extensión. De acuerdo con el art. 105
del código anterior, la pena debería imponerse de acuerdo a
la disposición que prevé la más severa; no obstante, esto no
fue considerado por el juzgado".
3 HURTADO POSO, José: Manual de Derecho Penal. 2º Edición. Lima. Editorial Distribuidorade Libros S.A. 1987. Pp. 640.
PARA FRANCISCO MUÑOS CONDE4, también existe concurso ideal
cuando se comete un delito como medio para la ejecución de
otro; cuando la conexión entre los diversos delitos es tan
íntima que si faltase uno de ellos, no se hubiese cometido el
otro se debe considerar el complejo delictivo como una unidad
delictiva y no como dos delitos distintos. Por ejemplo: la
falsificación de un documento oficial para cometer estafa.
Explica BRAMONT ARIAS5 que para que exista concurso ideal de
delitos, se requiere de tres elementos:
La unidad de acción o de hecho.- De acuerdo a las
aclaraciones formuladas sobre los conceptos de hecho, y acto,
es decir, con referencia al resultado, porque a veces la
acción es única y el resultado es plural.
La pluralidad delitos.- Constituye la violación de varias
disposiciones penales.
Unidad de intención.- Para que el hecho se considere el
mismo, debe ser único, subjetiva y objetivamente. Si lo
hechos son varios, aunque el fin sea uno solo (por ejemplo,
cuando se viola un domicilio para efectuar un rapto), se
perfila un concurso real. Si la finalidad es plural y el4 MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.
5 PEÑA CABRERA, Raúl: Código Penal " Código de Procedimientos Penales, Código ProcesalPenal, Código de Ejecución Penal. 3º Edición. Editorial Jurista Editores. 2003. Pp. 574.
hecho único (por ejemplo, cuando se realiza el proyecto de
matar a dos sujetos con el mismo disparo), el concurso
también es real".
Sin embargo, RAÚL PEÑA CABRERA6, distingue solo dos
elementos: la unidad de acción y la pluralidad de delitos.
Menciona también, que la teoría antigua que sólo entendía a
la unidad de acción prescindiendo de la finalidad e
intención, ha sido ya superada.
Clases.- El concurso ideal puede ser heterogéneo y homogéneo.
Existe un concurso ideal heterogéneo cuando con una acción se
realizan varios delitos, es decir, cuando a la misma acción
se aplica distintas leyes penales, ejemplo: la violación
sexual de mujer virgen provocándole lesiones; el coche bomba
en zona urbana que hace incurrir terrorismo, homicidio y
daños; etc.
Por otro lado, estamos frente a un concurso ideal Homogéneo
cuando el mismo tipo legal resulta aplicable varias veces a
la misma acción, por ejemplo: el caso de la granada
de guerra que mata a varios en el campo abierto.
De acuerdo al texto del art. 48 C.P., el legislador no ha
considerado el denominado: concurso ideal homogéneo,
consistente, según la doctrina, en la violación repetida de
6
la misma norma legal, mediante una sola acción; por ejemplo,
mediante el lanzamiento de una granada se lesiona gravemente
a varias personas.
Al respecto, es de admitir que nuestro legislador ha
procedido al encuadramiento de la acción en varias normas.
Esto se desprende, claramente, primero, del empleo del plural
segundo, que la pena se impondrá de acuerdo "con una de
ellas"; y por último, de que las penas accesorias y las
medidas de seguridad podrán ser aplicadas aunque "no estén
previstas más que en una de ellas".
Contra esta interpretación, nada dice que el legislador haga
alusión, mediante las frases: "en caso de diferencia, con la
que establezca la pena más grave", a la posibilidad de que
dichas normas prevean penas iguales.
Tratamiento Penal.- El problema que siempre se presenta luego
de comprobar la presencia de un concurso ideal de delitos, es
de saber qué pena ha de imponerse al agente. De acuerdo a
nuestro sistema de penas no tasadas, se trata de saber, con
mayor exactitud, dentro de qué márgenes penales el juez
fijará la pena. Si las disposiciones en concurso fijan la
misma escala, el juez no tendrá dificultades; pero si son
diferentes, la ley le ordena determinarla conforme a la más
severa. Artículo 48 del Código Penal: " se proporcionará con
la que establezca a pena más grave". Para saber cuál es la
ley que prevé la pena más grave ha de tenerse en cuenta
la naturaleza de la pena y los límites mínimum y máximum.
Explica RAÚL PEÑA CABRERA7, que la pena señalada en el
artículo 48 de nuestro Código Penal vigente se inclina por el
principio de absorción por lo que solo se impone la pena
correspondiente al delito más grave en caso de diferencia de
penas en el concurso. Ello es consecuencia de la unidad de
intención delictiva que caracteriza al concurso ideal y que
lo diferencia de lo que distingue del real o material.
Las penas accesorias y medidas de seguridad que en ellas se
estatuyen, no entran en consideración, porque el pf. 2o. del
art. 48 del Código Penal vigente, concede al juez la
posibilidad de aplicarlas aun cuando figuren en una sola de
las leyes en conflicto. No puede precederse a la
determinación de la ley aplicable, conforme a los criterios
utilizados para determinar la irretroactividad de la ley
penal más severa.
4. CONCURSO REAL
Concepto.- El concurso real de delitos se da cuando concurren
varias acciones o hechos autónomos, es decir, que cada uno
constituye un delito particular e independiente, aunque
7 PEÑA CABRERA, Raúl: Tratado De Derecho Penal "Estudio programático de la parte general".2º Edición Lima- Perú. Editorial Jurídica Grijley E. I. R. L. 1995. Pp. 672.
puedan merecer un solo procedimiento penal. No plantea ningún
problema teórico importante. Cada acción por separado
constituye un delito.
El Código Penal define al concurso real de delito en el
artículo 50. "Cuando concurran varios hechos punibles que
deben considerarse como otros tantos delitos
independientes..."
Ahora bien, EUGENIO CUELLO CALÓN8 explica que el verdadero
concurso existe cuando concurren las siguientes condiciones:
Que un individuo sea autor de distintos hechos.
Que estos en su aparición material sean diversos entre sí,
sin guardar conexión alguna.
Que también aparezcan como diversos e independientes en
la conciencia del agente.
Clases.- También, al igual que en el concurso ideal, el
concurso real puede ser de 2 clases: homogéneo y heterogéneo.
El concurso real de delitos puede ser homogéneo cuando el
autor comete en varias oportunidades el mismo delito.
Ejemplo: Ha librado cheques sin fondo en varias
oportunidades. En el concurso real heterogéneo, el autor ha
realizado diversos tipos penales en distintas oportunidades.
8 CUELLO CALON, Eugenio: Derecho Penal. 2º Edición. México. Editoral Nacional Edinal, S deR.L. Pp. 788
Ejemplo: El autos un día roba, otro día estafa y en una
tercera oportunidad lesiona.
Tratamiento Penal.- La determinación de la pena en el
concurso real es previsto en el artículo 50 del Código Penal:
" se impondrá la pena del delito más grave, debiendo el juez
tener en cuenta los otros, de conformidad con el artículo 48"
Esta fórmula asumida por la legislación penal corresponde a
la que la doctrina denomina principio de separación que
aplica la pena del delito más grave, no obstante, teniendo en
cuenta los otros. Estos otros delitos serán considerados como
circunstancias agravantes.
5. DELITO CONTINUADO
FRANCISCO MUÑOZ CONDE9 explica que el delito continuado: "
Consiste en dos o más acciones homogéneas, realizadas en
distinto tiempo, pero en análogas ocasiones, que infringen la
misma norma jurídica o norma de igual o semejante naturaleza.
El delito continuado se caracteriza por que cada una de las
acciones que lo constituyen representan ya de por sí un
delito consumado o intentado, pero todas ellas se valoran
juntas como un solo delito.
Por ejemplo: el cajero de la empresa que durante un largo
periodo de tiempo se apodera diariamente de una pequeña
9 MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.
cantidad, no comete cientos de hurtos, aunque cada acto
aislado por él realizado sea un hurto, sino un solo delito
continuado de hurto.
La definición legal de delito continuado se halla en el
artículo 49 del Código Penal: "Cuando varias violaciones de
la misma ley hubieran sido cometidos en el momento de la
acción o en momentos diversos, con actos ejecutivos de la
misma resolución criminal serán considerado como un solo
delito continuado y se sancionará con la pena correspondiente
a éste.
Para comprender a la índole jurídica del delito continuado,
señala Javier Villa Stein, que se han construido
tres teorías:
a) La teoría de la Ficción.- que propone que el delito
continuado es una ficción jurídica creada por razones
prácticas a fin de resolver los sin números problemas que
acarrearía aceptar que se trate de una pluralidad de hechos
que da lugar a un concurso real de delitos. Se origina
en Italia a instancias de las prácticas Italianas de los
siglos XVI y XVII.
b) La teoría realista.- plantea que el delito continuado por
tener unidad subjetiva y unidad objetiva constituiría una
unidad real de acción, y el que los hechos se lleven a
efectos en distintos momentos ello sólo comprende al modo de
ejecución. c) Teoría del realismo jurídico.- admite
este modelo que el delito continuado es
una construcción jurídica, no prevista en la ley, pero
derivada del consuetudo. Admite la construcción jurídica, no
como ficción, sino como instrumento práctico.
JAVIER VILLA STEIN10, en su libro " Derecho Penal Parte
General" señala ciertos requisitos que deben darse en el
delito continuado:
a. Los actos individuales deben dirigirse contra el mismo bien
jurídico.
b. La doctrina dominante se inclina a este punto por
diferenciar dos grupos de delitos: aquellos que atacan la
propiedad y el patrimonio en el que será suficiente el
ataque al mismo bien jurídico con prescindencia del titular
del bien o sujeto pasivo. Ejemplo: el carterista que hurta a
diversos parroquianos, realiza un hurto continuado.
Tratándose en cambio de bienes jurídicos "altamente
personales" (vida, integridad corporal, libertad o
indemnidad sexual), si se requiere identidad del sujeto
pasivo.
Esto ocurre en los delitos continuados contra el patrimonio
o contra la integridad personal, que pueden ser las formas
agravadas o simples.
c. Que los diversos actos particulares lesiones el mismo
precepto penal o semejante.
10 VILLA STEIN, Javier: Derecho Penal Parte General. 2º Edición. Perú. Editorial San Marcos.2001. Pp. 617
d. Identidad específica del comportamiento delictivo así como
nexo témporo espacial de los actos individuales.
Pluralidad de acciones u omisiones.- Si el delito
continuado presupone varias violaciones de la misma ley
penal realizadas con la misma resolución criminal, se ve
claramente que es consubstancial a su naturaleza de estar
constituido por una pluralidad de acciones, pero no de
actos, pues varios actos, aunque cada uno aisladamente
considerado puede ser constitutivo de delito, no
constituyen más que una acción y, por lo tanto, solo
producen un único delito, por ejemplo el caso en que se
infieran diversos golpes con una arma blanca, sucesivamente
a la misma persona y con una única intención de herir, o si
se toman de un árbol varios frutos.
Es que la acción u omisión no es otra cosa que a actuación
completa de la voluntad criminosa en relación con el delito
que el agente quiere cometer, que en el acto no es más que un
momento de esa acción, la parcial actuación de la voluntad
criminosa.
Las violaciones de la misma ley penal pueden cometerse en el
mismo momento de la acción o en momentos diversos, no
pudiéndose concebir las simultaneidad de las mismas.
RAÚL PEÑA CABRERA11, en su libro "Tratado de derecho Penal"
señala: "la pluralidad de acciones significa que en la
concurrencia de acciones se de entre acción y otra una
separación espacio temporal; pero lo fundamental es que cada
una de las acciones constituya una previsión típica,
hipotéticamente al autor se le puede atribuir cada una
acciones aisladamente. El Delito prolongado se diferencia del
delito permanente precisamente porque éste prolonga la lesión
jurídica más allá de la consumación. Se distingue también del
concurso Ideal, porque éste exige unidad de acción y no de
delito".
El patrón que practica el acto sexual con menor de trece
años, una vez por semana cuando su mujer sale a visitar a su
madre, comete un solo delito de violación sexual. Igual
también sucede con la falsificación de monedas, o el caso del
ladrón que recoge varios billetes esparcidos y los mete a su
bolsillo uno después de otro".
La pluralidad de acciones u omisiones han de violar una misma
ley penal, o sea que aisladamente consideradas de ser
constitutivas del mismo delito.
La ley a preferido la expresión "violaciones de la misma ley
penal" a la identidad de norma jurídica consta de dos partes,
11 PEÑA CABRERA, Raúl: Tratado De Derecho Penal "Estudio programático de la parte general".2º Edición Lima- Perú. Editorial Jurídica Grijley E. I. R. L. 1995. Pp. 672.
el precepto y la sanción, las dos normas que prevén una un
delito simple y otra un delito agravado no podrán decirse
idénticas, pues a la identidad del precepto no corresponde la
misma sanción.
Unidad de resolución criminal.- Es necesario la presencia de
una resolución común en las diversas acciones. Esto es lo que
doctrina denomina "dolo conjunto" o "dolo total", que
comprende la unidad de la finalidad en diversas acciones que
se realizan. La unidad de la resolución criminal debe abarcar
todas las fases de la continuación del delito. Las distintas
acciones deben ser unificadas por una sola voluntad; la
unidad subjetiva es aquí rectora, pero apoyándose en hechos
objetivamente homogéneos.
La fórmula del Código Penal pone el énfasis en la intención
(la misma resolución criminal) del autor. Sin embargo, no es
suficiente una resolución unificadora independiente de las
acciones. Lo fundamental hay que verlo en la estructura y
modalidad de ejecución de los hechos, de ahí debe inferirse
la unidad subjetiva de todas acciones consecutivas. En
definitiva, lo objetivo es el marco de donde emerge lo
subjetivo. La unidad no depende totalmente de la mente del
autor. En ese sentido señala MERKEL:
"El punto de vista del derecho no es el punto de vista del
delincuente. Lo que para éste último se presenta como una
unidad, no es preciso que se presente del mismo modo también
aquél. La circunstancia de los delitos de un ratero o los de
una banda de ellos o de una cuadrilla de ladrones tenga su
raíz en una sola resolución puede, sin duda, ser tenida en
cuenta para la punición de los delincuentes; pero a los
delitos cometidos no les quita nada de su significación
independiente, ni los toma en elementos constitutivo de un
delito único".
Unidad de delito.- La diversas acciones con la misma
resolución criminal debe lesionar el mismo bien jurídico. No
hay delito continuado cuando se lesionan bienes jurídicos de
distintos titulares. Al respecto el precepto legal del Código
Penal es claro en señalar que serán considerados como un solo
delito continuado, varias violaciones de la misma ley. Un
criterio más amplio y acertado al admitir que es suficiente
que la violación sea de normas semejantes, pues lo importante
es la unidad del bien jurídico. Así el caso de quien con una
misma menor de edad practica varios actos sexuales (art. 173,
C.P) y en otro momento comete actos contrarios al pudor (art.
176 C.P.)
La estafa y el hurto vulneran el patrimonio, pero la
consecuencia de una estafa valiéndose del engaño no puede
continuar en un apoderamiento de una cosa mueble. Se busca
una solo conducta delictiva, aunque conformada por distintas
acciones pero unidas por una idéntica naturaleza de los
hechos.
Tratamiento Penal.- La consecuencia jurídica aplicable al
delito continuado es el que corresponde al tipo legal
vulnerado. Así establece la última parte del artículo 49 del
Código Penal que prevé que se sancionará con la pena que
corresponda a la misma ley violada.
JURISPRUDENCIA
PARA EL CASO DE CONCURSO IDEAL
LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE UNIDAD DEL PROCESO
El caso de ilícitos nacidos de un mismo hecho
Por el principio de unidad del proceso, los ilícitos que nacen de un mismo hecho
no pueden ser meritados por el juzgador en forma aislada de los demás.
EXPEDIENTE N° 177-98-CS-LIMA (8 de abril de 1999)
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA PRIMERA SALA PENAL TRANSITORIA
(...)
VISTOS; de conformidad con lo dictaminado por el Señor
Fiscal; y CONSIDERANDO además: Que conforme es de verse de
autos, el Juez Penal de la causa (...) amplía el auto
apertorio de instrucción para comprenderse en el presente
proceso a los sentenciados por el delito de falsedad
ideológica entre otros previsto en el artículo cuatrocientos
veintiocho del Código Penal, por considerar que se ha hecho
uso de documentos falsos, en los cuales se habría insertado
declaraciones falsas para probar un hecho; que dicho ilícito
fue objeto de pronunciamiento por parte del Fiscal Provincial
sin embargo, el Juez Penal al emitir su informe final omite
pronunciarse al respecto, omisión que tampoco ha sido
advertida por el Fiscal Superior, ni el Colegiado Superior,
tanto al momento de dictar el auto superior de enjuiciamiento
como al expedir la sentencia materia de grado; que, en mérito
al principio de unidad del proceso, los ilícitos que nacen de
un mismo hecho no pueden ser merituados por el Juzgador en
forma aislada de los demás, por lo que es necesario conceder
al Juez Penal de la causa un plazo ampliatorio de
instrucción, conforme a la facultad conferida por el artículo
doscientos noventa y nueve del Código de Procedimientos
Penales, a fin de que emita nuevo informe final incluyendo
todos los delitos que han sido materia instrucción; así mismo
lleve a cabo una pericia grafotécnica en los documentos
corriente de fojas cuarenta a cincuenta a efecto de
determinar el autor que suscribe los mismos; declararon NULA
la sentencia recurrida de fojas mil seiscientos setenta y
seis. Su fecha cuatro de septiembre de mil novecientos
noventa y ocho; e INSUBSISTENTE el dictamen del señor Fiscal
Superior de fajas mil seiscientos tres, así como el informe
final del Juez obrante a fajas mil quinientos sesenta y
siete; MANDARON ampliar la instrucción por el término
perentorio de veinte días, a fin de que el Juez Penal
practique las diligencias anotadas en la parte: considerativa
de la presente resolución. Y las demás que fuera necesarias
para el debido esclarecimiento de los hechos; en la
instrucción seguida contra Carmen Alicia Belén Jamis Soto y
otros, por el delito de defraudación tributaria y otros en
agravio del Estado; y los devolvieron.
S.S. JERI DURAND; RODRIGUEZ MEDRANO; AMPUERO DE FUERTES;
MARULL GALVEZ; CERNA SANCHEZ
PARA EL CASO DE CONCURSO REAL
PROCEDENCIA: Ucayali TEMA: Calumnia-DifamaciónREFERENCIA LEGAL: Arts. 131, 132, 402 del Cód. Penal
La diferencia entre calumnia (artículo 131 del código penal)
y la denuncia calumniosa (artículo 402) se encuentra en el
bien jurídico protegido; mientras el primero protege el
honor, el segundo lo hace sobre
la administración de justicia.
Constituye delito de calumnia imputar la comisión de actos
ilícitos, sabiendo que son falsos, aun cuando no se señale
con claridad el nombre del delito. No es válido el argumento
de defensa de los inculpados de que la denuncia penal la
realiza el ministerio público, al acusárseles de calumnia, no
por denuncia calumniosa.
Constituye delito de difamación el difundir por
los medios de comunicación imputaciones delictivas falsas, no
pudiendo argumentarse como defensa el ejercicio legítimo del
derecho de fiscalización, ya que al ejercer este no se puede
afectar el derecho al honor de una persona.
Existiendo un concurso real de delitos, al concurrir varios
hechos punibles que deben considerarse como otros tantos
delitos independientes, ha de imponerse la pena del delito
más grave.
EXP. Nº 264-97-SP
Pucallpa, tres de junio de mil novecientos noventiocho.-
VISTOS: Por los fundamentos de la apelada, oídos
los informes orales de los Abogados Patrocinantes; y
CONSIDERANDO: Que se le imputa a los procesados Carlos
Henderson Lima, Oscar Barreto Vásquez, Augusto Paredes Owaki
y César Augusto Dolci Overlois haber, efectuado imputaciones
delictivas en contra del agraviado a sabiendas de la falsedad
de las mismas, así como también, haber prestado declaraciones
a los medios de comunicación escrita, radial y televisiva,
reiterando y ampliando los conceptos de su denuncia a fojas
ocho a once de autos, conductas que se prolongaron inclusive
después que la Corte Suprema de la República resolvieron en
instancia definitiva la causa iniciada por los procesados, en
el sentido que no existían irregularidades procesales ni
sustantivas, tanto en el auto de No Ha Lugar a la Apertura de
Instrucción obrante de fojas veinticinco a treinta y cuatro,
cuando en la resolución de vista que corre de fojas cuarenta
a cuarentinueve, hechos y afirmaciones que han ofendido la
honorabilidad del agraviado; que estudiados y analizados en
forma minuciosa las instrumentales obrante en autos se
advierte: Primero.- Que, la denuncia presentada por los
justiciables contiene imputaciones falsas, bajo el epígrafe
de irregularidades en la Licitación Pública Número 003 — 96 —
MPCF - PVL, apreciándose afirmaciones como: "significan más
de doscientos mil nuevos soles de sobrevaloración antojadizas
y descaradas para favorecer a un determinado postor" con esta
trampita se manipula el resultado en contra de los intereses
del estado", "hasta cuándo se permitirán estos resultados que
atentan contra las Leyes, la ética, la lógica, etc. Ya es
hora de investigar y sancionar para el buen manejo de la Cosa
Pública"; que afirmaciones si bien es cierto no evidencian
una imputación en sentido técnico; es decir, un nomen iuris a
las conductas por ellos denunciados, basta la configuración
del delito de la Calumnia con que se desprenda de la
imputación que el sujeto activo se está refiriendo a un hecho
punible; que, el argumento de defensa esgrimido en el sentido
que quien formaliza denuncia es, en todo caso, el
Representante del Ministerio Público, no es aplicable en el
presente proceso, pues precisamente, la diferencia entre
calumnia (denuncia calumniosa) y acusación y denuncia falsa
se produce a nivel de bien Jurídico y tutelado; pues,
mientras el primero protege el bien jurídico Honor (artículo
ciento treintiuno del Código Penal), el segundo atañe al bien
jurídico recta administración de justicia (Artículo
cuatrocientos dos del Código Penal), que las imputaciones
contenidas en la denuncia realizada por los procesados son
falsas, ello ha quedado demostrado luego de un debido proceso
mediante resolución firme; Segundo.- Que, los procesados
Carlos Fernando Henderson Lima y Oscar Barreto Vásquez, han
puesto en conocimiento a la ciudadanía por medio de
la Prensa, las imputaciones falsas contenidas en su denuncia,
tal como se encuentran acreditadas a fojas cincuentiséis a
sensentidós, en las que se pueden apreciar afirmaciones como
"Fraude en Licitación del vaso de leche", "Amenazan a Regidor
sino guarda silencio", "Hoy ordenan detención de Alcalde Acho
Mego", "Carlos Henderson formaliza denuncia contra el
Alcalde"; que, estas afirmaciones vertidas por medio de la
Prensa continuaron inclusive con posterioridad al
archivamiento de la causa, no existiendo espíritu de enmienda
ni arrepentimiento en los procesados, por el contrario, tanto
a nivel de Juzgado penal, en sus Instructivas, cuando en sus
alegatos escritos y orales ante esta Sala sostienen que el
archivamiento de la denuncia no significa absolución, sino
insuficiencia probatoria; que, evidencia así su conciencia
del carácter ilícito de su conducta; que, el argumento de
defensa a tenor del cual las informaciones contenidas en las
instrumentales mencionadas no se encuentran suscritas por los
procesados, no les exime de responsabilidad penal por cuanto
los medios de comunicación escritos se han limitado a
reproducir las declaraciones de éstos, y ello se verifica en
el hecho que los procesados no han solicitado la
rectificación de dichas publicaciones, de lo que se colige el
carácter fidedigno de las declaraciones vertidas y
posteriormente reproducidas por los medios de comunicación;
que los procesados han difundido, por medio de la Prensa, las
imputaciones delictivas falsas contenidas en su denuncia,
configurándose el tipo penal de Difamación contenido en el
artículo ciento treintidós del Código Penal; Tercero.- Que,
el argumento de defensa según el cual los procesados actuaron
al amparo del ejercicio legítimo de su función fiscalizadora
contenida en el artículo treintisiete, inciso tres de la Ley
Orgánica de Municipalidades, está referido a la eximente de
responsabilidad penal contenida en el artículo veinte, inciso
ocho del Código Penal, el mismo que prevé la exención en el
caso del ejercicio legítimo de un derecho; que, el derecho a
la fiscalización tiene como límite infranqueable a la Ley, ya
que ésta no ampara el abuso del, derecho; que, el derecho a
fiscalizar no puede exceder el límite del respeto al derecho
al honor y reputación de la persona humana y a la dignidad de
ésta como fin supremo de la Sociedad y el Estado, tal como lo
establece la Constitución Política en sus numerales uno y dos
inciso siete; que a mayor abundamiento, el derecho a
fiscalizar debe cumplir los procedimientos internos de la
Institución y fundamentalmente respetar la actividad
jurisdiccional generada por dicha actividad fiscalizadora;
que, en autos se aprecia que los procesados Carlos Fernando
Henderson Oscar Barreto Vásquez realizaron las conductas
imputadas inclusive con posterioridad a su denuncia ante la
Autoridad competente, acreditándose la inexistencia de la
eximente invocada, pues su conducta rebasa en gran parte, el
ejercicio legítimo de la función fiscalizadora; Cuarto.- En
los delitos contra el Honor, el elemento subjetivo del tipo
animus injuriandi, está constituido por el conocimiento y
voluntad de realización del tipo objetivo es decir, por el
dolo, ya que toda persona que sabe que sus manifestaciones
serán lesivas del Honor y quiere hacerlas, habrá actuado con
animus injuriandi que en autos, la acción dolosa de los
procesados Carlos Henderson Lima y Oscar Barreto Vásquez, se
encuentra acreditada por los fundamentos precedentes; que,
respecto de los procesados Augusto paredes Owaki y César
Augusto Dolci Overlois, no se encuentra acreditadas su
participación en la comisión de los delitos materia de
proceso; Quinto.- Que, para la aplicación de la Pena y la
Reparación Civil se debe tener en cuenta especialmente las
condiciones personales de los autores, quienes ejercen
especialmente las condiciones personales de los autores,
quienes ejercen el cargo de Regidores de la Municipalidad
Provincial de Coronel Portillo, lo que en lugar de eximirlos
de responsabilidad, los obliga a Constituirse en ejemplo de
respeto a las Leyes y a los bienes jurídicos tutelados por
ésta; que, es menester Valorar también las condiciones
personales del agraviado, quien además de ejercer el cargo de
Alcalde del Consejo Provincial de Coronel Portillo, es un
profesional de Salud, de reconocida trayectoria, tal como
queda acreditado con las instrumentales obrantes a fojas
sesentitrés y de autos; Sexto.- Que, la conducta Sub iudice
es pasible de subsumirse en los tipos penales de Injuria y
Difamación prevista en los artículos número ciento treinta,
ciento treintiuno y ciento treintidós del Código Penal; sin
embargo, es menester anotar que nos encontramos frente al
instituto del concurso real de delitos previsto en el
artículo cincuenta del Código Penal, el mismo que establece
que cuando concurren varios hechos punibles que deben
considerarse como otros tantos delitos independientes, se
impondrá la pena del delito más grave, el caso de autos
corresponde al delito de difamación previsto en el artículo
ciento treintidós del Código Penal; por las consideraciones
expuestas; CONFIRMARON la sentencia recurrida, que CONDENA A
CARLOS HENDERSON LIMA Y OSCAR BARRETO VÁSQUEZ, como autores
de los delitos de INJURIA, CALUMNIA Y DIFAMACIÓN, en agravio
de Carlos Acho Mego, a la pena de DOS AÑOS DE PENA PRIVATIVA
DE LA LIBERTAD; y fija en treinta mil nuevos soles la
Reparación Civil, que deberán pagar los condenados a favor
del agraviado, la misma que será destinada al programa del
Vaso de Leche de la Municipalidad Provincial de Coronel
Portillo; y, ABSUELVE A AUGUSTO PAREDES OWAKI Y CÉSAR AUGUSTO
DOLCI OVERLOIS, de los delitos de Injuria, Difamación y
Calumnia, en agravio de Carlos Acho Mego, y los devolvieron
con lo demás que contiene.-
PARA EL CASO DE DELITO CONTINUADO
En materia penal la culpabilidad se prueba y la inocencia se
presume, de donde se infiere que en el debido proceso, tanto
el delito como la responsabilidad del procesado, deben quedar
plenamente acreditados en el proceso, en caso contrario
procede absolver al acusado. Siendo ello así, en el presente
caso se ha llegado a la conclusión de que el delito de
Violación de la Libertad Sexual y la responsabilidad del
acusado se encuentran plenamente probados y corroborados con
su propia confesión y las demás pruebas glosadas.
Asimismo, cabe señalar que la confesión sincera no obliga al
juzgador a aplicarla como un acto premial para atenuarle la
pena al acusado, sino para adecuar la penalidad a
su personalidad criminal y la agravante incurrida.
EXP. Nº 6964-95
Lima, treintiuno de julio de mil novecientos noventiséis.
VISTA; la presente causa en audiencia privada, seguida con
EDMUNDO VENEGAS HUAYCOCHEA, cuyas calidades personales del
primero corren a fojas veintiuno, por delito CONTRA LA
LIBERTAD SEXUAL (violación de la libertad sexual), en agravio
de Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito; RESULTA DE
AUTOS: que doña Gloria Luz Garavito Sánchez, denunciante ante
la Delegación del Distrito de El Agustino, contra su cuñado
encausado Edmundo Venegas Huaycochea, haber violado
sexualmente a sus hijas, las menores agraviadas Leydi Quispe
Garavito y Enma Quispe Garavito, a quien dejaba al cuidado de
aquéllas durante su ausencia por motivos de trabajo,
utilizaba un arma de fuego que tenía en su poder, inclusive
el dos de febrero de mil novecientos noventicinco hizo
abortar a la primera de las agraviadas, realizándose a las
investigaciones del caso, concluida se formula el atestado
policial, el representante del Ministerio Público interpone
la denuncia penal correspondiente, fojas dieciocho, se abre
el proceso por auto de fojas veinte, terminada la instrucción
conforme a las reglas del juicio ordinario, emitido los
informes finales, así como la acusación fiscal en esta
instancia, fojas cincuentinueve, se dispuso el juzgamiento
privado, dándose inicio a la audiencia privada el día
veintiséis de junio último, con asistencia de los sujetos
procesales, realizado el debate oral amplio, cerrada esta
secuencia, el Señor Fiscal formuló su requisitoria oral, la
defensora sus alegatos, alcanzando sus conclusiones, dejando
expedita la causa para pronunciar sentencia, dejándose
constancia por el Colegiado que el presente es el segundo
juicio oral realizado, por orden superior; Y CONSIDERANDO;
que, en materia penal la culpabilidad se prueba y la
inocencia se presume, de donde se infiere que en el debido
proceso, tanto el delito como la responsabilidad del
procesado, deben quedar plenamente acreditados en el proceso,
en caso contrario procede absolver al acusado; que, se
incrimina al acusado Edmundo Venegas Huaycochea, ser autor
del delito de violación de la Libertad Sexual, en agravio de
Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito, menores que se
quedaban a su cuidado, durante la ausencia de la madre Gloria
Luz Garavito Sánchez, hecho que se descubre el veinticinco de
abril de mil novecientos noventicinco, fecha de la denuncia
policial, hecho delictuoso que venía practicando desde mucho
tiempo atrás; que, la acusación fiscal se sustenta en el
contenido del atestado policial, donde obran la denuncia de
la madre de las víctimas, fojas dos, las manifestaciones de
la agraviada, fojas once y doce, las actas de incautación de
fojas trece y catorce, la manifestación del acusado, fojas
nueve, así como con lo actuado en el proceso escrito, donde
obran la instructiva del procesado, fojas veintiuno, la
declaración preventiva de las agraviadas de fojas veintisiete
y veintinueve, y la declaración de la madre de aquéllas,
fojas treinta, y con todo lo actuado en el juicio oral; que,
el acusado tanto al prestar su declaración policial, fojas
nueve, su instructiva de fojas veintiuno, así como durante el
acto oral, es claro y concreto en confesar que cometió el
delito de perjuicio de la menor Leydi Quispe Garavito, acto
practicado en ausencia de la madre, persona ésta que se
dedicaba a la prostitución en Chimbote, y cuando después cayó
detenida en el penal por delito de robo agravado, y cuando a
la menor Enma Quispe Garavito, también confiesa haber
cometido el delito en la misma forma y circunstancias, aunque
niega haber cometido acto contra natura en perjuicio de las
menores agraviadas; que, las pericias médicos legales de
fojas quince y dieciséis, repetidos a fojas cuarenta y
cuarentiséis arroja positivo para desfloración antigua de los
genitales, respecto solamente de la agraviada Enma Quispe
Garavito, no así de Leydi Quispe Garavito, porque presenta
himen complaciente, pericias que han sido debidamente
ratificadas en el acto oral, en donde se deja claramente
establecido que Enma sufrió desfloración antigua, no se puede
decir igual respecto a la otra menor, por presentar himen
complaciente, y respecto de ésta exponen que es probable que
haya sufrido maniobra abortiva; que, las menores agraviadas
no han podido asistir a la audiencia y ser examinadas
nuevamente en sus genitales como manda la Corte Suprema; sin
embargo, los peritos han permitido esclarecer y establecer
que no hay acto contra natura, a lo que el acusado confiesa
haber tenido relaciones con Leidy Quispe Garavito, como salió
embarazada la sometió a práctica abortiva, y de ese modo
evitó que naciera el fruto del delito, incluso llegó a
colocarle una "te" DIU (Dispositivo intra-uterino), con la
finalidad de seguir practicando el acto sexual y no salga
embarazada, tal como así lo sostiene en el acto oral; que, de
la ratificación pericial se concluyó que las agraviadas no
sufrieron acto contra natura; que, el mismo, no ha sido
posible actuar otras diligencias relacionadas con las menores
afectadas, debido a que las agraviadas ni la madre han podido
ser ubicadas, como se deja constancia en las actas de
audiencia; que, por todo lo expuesto, se llega a la
conclusión de que el delito de Violación de la Libertad
Sexual, penado por el numeral ciento setentitrés del Código
Penal (incisos dos y tres y más el párrafo final) y la
responsabilidad del acusado se encuentra plenamente probado,
corroborada con su propia confesión y las demás pruebas
glosadas; que, con la partida de nacimiento de la agraviada
Enma Quispe Garavito, nacida el catorce de abril de mil
novecientos ochentiséis, se acredita que a la fecha del
delito contaba con más de siete y menos de diez años de edad,
y con la de la agraviada Leidy Elena Quispe Garavito, nacida
el veintisiete de agosto de mil novecientos setentinueve,
igualmente, se prueba que a la fecha del delito, corroborada
con la confesión del acusado y la declaración policial no
cuestionada, contaba con más de diez menos de catorce años de
edad, teniéndose por aclarado el nombre completo de la
primera de las agraviadas; que, al acusado le es aplicable la
agravante señalada en el numeral ciento setentitrés del
Código sustantivo, por la minoría de edad de Enma, y de
ambas, por estar ellas al cuidado del acusado, aparte de que
las tuvo sometidas a sus bajos instintos, mediante amenaza de
un arma de fuego, el mismo que se le incautó, como así se ha
probado en el juicio oral, debiendo sancionarse adecuadamente
a estas circunstancias; que, la confesión sincera no obliga
al juzgador a aplicarla como un acto premial para atenuarle
la pena al acusado, sino para completar y adecuar la
penalidad a su personalidad criminal y la agravante
incurrida; que, en cuanto a la salud del acusado, el
colegiado deja constancia que durante la audiencia no se ha
observado ninguna anormalidad en la intervención del acusado;
que, por los fundamentos expuestos, actuando con criterio de
conciencia que la ley autoriza, en aplicación del artículo
primero, séptimo y noveno del Título Preliminar y artículos
diez, doce, veintitrés, veintiocho, cuarenticinco y
cuarentiséis, noventidós, ciento setenta y ciento setentitrés
modificado del Código Penal, concordante con los artículos
doscientos ochenta, doscientos ochentitrés y doscientos
ochenticinco del Código de Procedimientos Penales,
concordante con los incisos tres y cinco del numeral ciento
treintinueve y letras d) y e), inciso veinticuatro del
numeral dos de la Constitución del Estado, teniendo a la
vista las conclusiones de los sujetos procesales, votadas las
cuestiones de hecho y la pena, oído el acusado, la Décimo
Primera Sala Penal de la Corte Superior de Lima,
administrando justicia a nombre del pueblo: FALLA; condenando
a EDMUNDO VENEGAS HUAYCOCHEA, como autor del delito CONTRA LA
LIBERTAD SEXUAL (violación de la Libertad Sexual) en agravio
de Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito, a VEINTE
AÑOS de pena privativa de libertad efectiva, la que con
descuento de la carcelería que viene sufriendo desde el
veinticinco de abril de mil novecientos noventicinco, fojas
dieciocho, vencerá el veinticuatro de abril del años dos mil
quince, fecha en que será puesto en inmediata libertad;
FIJARON en CINCO MIL NUEVOS SOLES como reparación civil a
favor de cada una de las agraviadas; consentida o
ejecutoriada que sea la presente, MANDARON se inscriba en
el Registro respectivo, se expidan los testimonios y
boletines de condena, y ejecutada la reparación civil y lo
demás que contiene, se archive lo actuado conforme a ley
CONCLUSIONES
El concurso de delitos se reparte en dos áreas: Concurso
Ideal y Concurso Real, pero junto a ellos existen otros
de pluralidad de acciones y unidad de delito (Delito
Continuado). La regulación de las penas establecidas por
el código penal se completa con las reglas relativas al
concurso Ideal y al concurso Real de delitos, que
consiste en la presencia de varias infracciones
cometidas por los mismos partícipes.
Se debe precisar el número de acciones para determinar
la existencia de uno o varios delitos. Para esto se
requiere previamente aclarar cuando hay una acción y
cuando varias acciones. Esta cuestión de resolver es el
punto de origen que va a distinguir la clase de concurso
de delito de que se trate.
Como su nombre lo indica nos encontramos frente al caso
en que una persona ha producido más de un delito y, por
consiguiente a afectado en varias ocasiones al mismo
bien jurídico o a otros tantos diferentes.
Lo primero que se tiene que analizar son cuantos son los
actos o hechos que se han realizado, luego de esto se va
a proceder a aplicar la clase de concurso que sea; ya
sea Concurso Real, Concurso Ideal o Delito continuado.
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