PLURALIDAD DE DELITOS: CONCURSO REAL E IDEAL

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PLURALIDAD DE DELITOS: CONCURSO REAL E IDEAL INTRODUCCION En este trabajo se pueden apreciar partes importantes de la doctrina penal pero se toma de manera general el tratar de esclarecer el tratamiento jurídico de los casos en que un mismo sujeto es condenado por varios delitos —casos que, como veremos, no se resuelven simplemente sumando las distintas penas correspondientes a los diferentes delitos; por otra parte, plantear y resolver la problemática que suscita la concurrencia de varias disposiciones penales aparentemente aplicables a un hecho cuando, sin embargo, sólo una debe aplicarse. Lo primero, obligará a decidir previamente cuándo concurre unidad y cuándo pluralidad de delitos, lo que presupone la cuestión de la unidad y pluralidad de hechos, y a distinguir las dos clases de pluralidad de delitos: el concurso ideal de delitos y el concurso real de delitos. Lo segundo plantea el tema del concurso de leyes. Asimismo, el presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer los conceptos generales y las opiniones de diferentes autores en el tema referente a la unidad y concurso de delitos, concurso ideal, concurso real y delito continuado. Antes de desarrollar el tema, a manera de introducción, cabe señalar que el concurso de delitos consiste en la ejecución sucesiva por el mismo individuo de diversos hechos

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PLURALIDAD DE DELITOS: CONCURSO REAL E IDEAL

INTRODUCCION

En este trabajo se pueden apreciar partes importantes de la

doctrina penal pero se toma de manera general el tratar de

esclarecer el tratamiento jurídico de los casos en que un

mismo sujeto es condenado por varios delitos —casos que, como

veremos, no se resuelven simplemente sumando las distintas

penas correspondientes a los diferentes delitos; por otra

parte, plantear y resolver la problemática que suscita la

concurrencia de varias disposiciones penales aparentemente

aplicables a un hecho cuando, sin embargo, sólo una debe

aplicarse. Lo primero, obligará a decidir previamente cuándo

concurre unidad y cuándo pluralidad de delitos, lo que

presupone la cuestión de la unidad y pluralidad de hechos, y

a distinguir las dos clases de pluralidad de delitos: el

concurso ideal de delitos y el concurso real de delitos. Lo

segundo plantea el tema del concurso de leyes.

Asimismo, el presente trabajo tiene como objetivo dar a

conocer los conceptos generales y las opiniones de diferentes

autores en el tema referente a la unidad y concurso

de delitos, concurso ideal, concurso real

y delito continuado.

Antes de desarrollar el tema, a manera de introducción, cabe

señalar que el concurso de delitos consiste en la ejecución

sucesiva por el mismo individuo de diversos hechos

delictuosos, ya sea de diversa o de la misma índole, pero sin

que haya recaído aún sentencia condenatoria sobre ninguno de

ellos.

Este concurso de delitos suele confundirse con el llamado

delito continuado, pues ambos consisten en la realización de

una serie de actos punibles aparentemente independientes

entre sí. Pero el delito continuado es un delito único, no

una serie de delitos sucesivos. Por ejemplo, un individuo se

pone a sustraer leña amontonada de una leñera, para poderla

transportar necesita cometer varias sustracciones, cada una

de la cuales tiene los caracteres de un hurto.

Sin embargo aquí hay un solo delito porque las diversas y

sucesivas sustracciones no son más que los diversos momentos

durante los que se desarrolla una sola y única resolución

criminosa, un único delito.

DESARROLLO TEORICO

1. LA UNIDAD DE HECHO (O DE ACCIÓN)

Antes de abordar el examen de las clases de concursos de

delitos es preciso decidir cuándo concurre un hecho y cuándo

varios. La cuestión es previa porque de ella depende la clase

de concurso de delitos: cuando concurren varios hechos que

dan lugar a varios delitos se habla de «concurso real»,

mientras que cuando un sólo hecho constituye dos o más

delitos tenemos un «concurso ideal».

El Código Penal parte también de esta distinción cuando

somete a un tratamiento diferenciado los casos en que «un

sólo hecho constituya dos o más delitos» (Art. 48 del código

penal). No cabe, pues prescindir de la problemática de la

unidad o pluralidad de hechos y entender que basta estudiar

la unidad y pluralidad de delitos.

Varios son los criterios que se han propuesto para determinar

la unidad de hecho. Desde luego, hay que descartar la

posibilidad de atender exclusivamente a datos naturalísticos,

pues ni es posible buscar una clara solución de continuidad a

los movimientos fisiológicos, ni éste es el punto de vista

que utilizamos normalmente para afirmar que existen una o

varias acciones.

Sería absurdo pretender que los innumerables movimientos

musculares que llevan a disparar sobre una persona

constituyen otros tantos hechos en el sentido del Derecho

penal: si el disparo causa la muerte de la víctima hablaremos

de una sola acción homicida.

El concepto de unidad de hecho, es pues valorativo, en el

sentido de que depende de una determinada valoración según la

cual varios movimientos musculares deben contemplarse como

formando una unidad. En esto habría acuerdo en la doctrina.

Las opiniones se separan a la hora de decidir qué punto de

vista es el que decide dicha valoración.

Un importante sector de la doctrina y la práctica acude en

Alemania al criterio de la concepción natural de la vida La

valoración de cuándo varios movimientos corporales

constituyen una sola acción quedaría confiada al punto de

vista de la sociedad, según los usos normales. Dos elementos

serían importantes al respecto: la unidad de propósito y la

conexión espacio-temporal.

Mir Puig1 sostiene, que quienes sostienen que el criterio

para valorar un hecho como unitario en Derecho Penal sólo

puede ser jurídico y, más en concreto, según se desprende del

sentido de los tipos correspondientes.

Esta es la solución preferible, puesto que existen distintos

puntos de vista posibles para decidir socialmente la

presencia de un solo hecho y es lógico que el Derecho penal

elija de entre ellos el que le es propio. Así, por ejemplo,

un homicidio podría verse como parte de un hecho más amplio

consistente en un atentado contra varias personas y,

viceversa, como una suma de actos parciales que puedan tener

sentido por sí solos pero para el Derecho Penal el homicidio

constituye la unidad valorativa decisiva, puesto que es la

que importa para decidir la presencia de un hecho típico.

La descripción típica opera, pues, como una plantilla que

recorta un determinado fragmento de actividad humana y

permite considerarla constitutiva de una unidad de hecho.

La terminología que es empleada de «unidad de hecho» tiene la

ventaja, sobre la «unidad de acción», en permitir vincularla

1 Mir Puig, ADPCP, 1977, pp. 303 s

a la unidad típica sin desconocer que el tipo describe a

menudo varias «acciones»: toda unidad típica supondrá unidad

de hecho, aunque implique en ciertos casos pluralidad de

actos típicos. Pero lo único que importa para decidir si

existe un concurso real o un concurso ideal, y por tanto, si

varios delitos se hallan constituidos por varios hechos o por

uno solo, es la unidad de hecho, no la de actos.

Ello no supone, viceversa, que siempre que exista unidad de

hecho deba concurrir un solo tipo y un sólo delito. Ya hemos

visto que, según admite la ley, un solo hecho puede

constituir dos o más delitos (Art. 48 del Código Penal). Por

otra parte, una conducta puede constituir al mismo tiempo un

hecho, desde el punto de vista de un determinado tipo (así,

el apoderamiento con violencia física, sería un hecho de

robo), y varios hechos desde el prisma de otros tipos (en el

ejemplo habría también dos hechos ya típicos por separado: el

apoderamiento y las violencias). Lo que quiere decir que la

unidad de hecho depende de la unidad típica es, pues, que

puede hablarse de un hecho en cuanto la conducta pueda

realizar un tipo, con independencia de que además realice

otros tipos.

Una vez decidido que la unidad de hecho depende de la

descripción típica, se plantea la cuestión de qué elementos

del tipo deben tomarse en consideración. La doctrina

dominante atiende a la conducta típica, mientras que rechaza el

punto de vista del número de resultados.

Así, se afirma que realiza un solo hecho quien causa la

muerte de varias personas mediante una sola conducta de

colocación de una bomba; aunque nadie duda que en este caso

existirán tantos delitos de homicidio cuantas víctimas se

produzcan, se mantiene que ello tiene lugar a través de un

solo hecho porque la conducta típica es sólo una, sería un

ejemplo de «concurso ideal de delitos», que recibe un

tratamiento más benévolo que el «concurso real» por parte del

Derecho Positivo. Pero, si se acoge el punto de vista de la

descripción típica, esta solución no resulta coherente. Los

tipos no sólo describen conductas, sino que ello sólo sucede

en los delitos de mera actividad. Los tipos de resultado

material exigen incorporar éste, como elemento decisivo, a

la «unidad de hecho» de que se trate —al menos en Derecho

peruano que es un derecho penal de acto.

Ciertamente, la función de delimitación del tipo sólo puede

operar sobre una realidad empírica, por lo que la

concurrencia de varias unidades de hecho típicas presupone

necesariamente una realidad empírica plural y no sólo la

lesión ideal de varios bienes jurídicos.

Así, el matar a un policía no puede constituir más que un

solo hecho porque en este caso tanto la conducta como el

resultado empírico son únicos, aunque se produzca la lesión

(ideal) de dos bienes jurídicos distintos (la vida y la

función pública).

Pero cuando el sujeto dirige su actuación dolosamente a la

causación de varios resultados típicos materiales que

efectivamente se producen, su comportamiento externo tiene el

sentido, tanto subjetivo como objetivo, de realización en el

mundo empírico de varias causaciones, cada una de las cuales

supone un hecho típico distinto, pues la unidad de hecho

descrita por el tipo de resultado doloso se define en función

de la causación (dolosa) de un resultado, siendo en él en

cambio irrelevante el número de movimientos corporales que el

sujeto emplee para la causación.

Todo ello permite afirmar lo siguiente: la producción dolosa

de varios resultados materiales típicos mediante una sola

conducta da lugar a varios hechos mientras que constituirá un

solo hecho la lesión ideal de varios bienes jurídicos

mediante un solo comportamiento.

El matar a varias personas dolosamente constituirá varios hechos de homicidio,

tanto si se hace mediante varios disparos como haciendo explotar una bomba: En

cambio, el dar muerte a un policía sólo dará lugar a un hecho.

En los «delitos de varios actos» (como el de robo con

violencia o intimidación, que requiere el apoderamiento y la

violencia o intimidación) y en el «delito permanente». En

todos estos casos sigue hablándose de «unidad de acción en

sentido estricto», aunque como señala Mir Puig, sería

preferible hacerlo de «unidad de hecho en sentido estricto».

Mas también se consideran casos de unidad dé hecho, «en

sentido amplio», otros supuestos en que el sujeto sólo

formalmente realiza varios hechos típicos: los casos de

realización repetida del tipo en que ésta se produce por

actos inmediatamente sucesivos, y los de realización

progresiva del tipo.

Ejemplos del primer grupo de casos serían el "tomar" varias

cantidades de dinero en distintos viajes inmediatamente

sucesivos o «injuriar» repetidamente a otro en un breve

espacio de tiempo. La realización progresiva del tipo se

refiere a casos en que el sujeto se aproxima a la consumación

del tipo pasando por fases anteriores ya punibles (tentativa,

frustración: p. ej.: no se consigue matar hasta el tercer

disparo) o en que la ejecución se divide en dos o más partes

por sí solas ya típicas. En todos estos casos la unidad dé

hecho ha de fundarse en el sentido del tipo, que debe

permitir y aconsejar su estimación unitaria. Ello tiene lugar

en los casos contemplados porque la repetición o progresión

aumenta sólo cuantitativamente la gravedad objetiva del hecho

y no varía la situación motivacional del autor. La doctrina

habla en estos casos de «unidad natural de acción», y es

cierto que en ellos existe un contexto situacional y

motivacional unitario según la valoración usual. Pero para

que además sea posible afirmar una unidad de hecho a efectos

jurídico-penales depende de la interpretación del tipo y no sólo de

una valoración pre jurídica.

La valoración social unitaria de varios actos contiguos no

opera por sí sola, sino como criterio junto a otros criterios

jurídicos del que puede partir la interpretación del tipo.

2. UNIDAD Y CONCURSOS DE DELITOS

FRANCISCO MUÑOZ CONDE2, inicia el estudio del concurso del

delito determinando cuando hay una o varias acciones. Explica

que de entrada hay que excluir la identificación

entre acción y movimiento y entre acción y resultado. Una

sola acción en, sentido jurídico, puede contener varios

contenidos corporales (por ejemplo, la agresión sexual

intimidatoria, robo con factura, etc) o dar ocasión a que se

produzcan varios resultados (hacer explosionar una bomba

causando la muerte de varias personas). Son pues otros

factores que contribuyen a fijar el concepto de unidad de

acción.

El primero de ellos es el factor final, es decir, la voluntad

que rige y que da sentido a la pluralidad de actos físicos

aislados (en el asesinato, la voluntad de matar unifica y da

sentido a una serie de actos, como comprar y cargar la

pistola, asechar a la víctima, apuntar y disparar; o, en el

hurto, la voluntad de apropiarse de la cosa única y da

2MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.

sentido a los distintos actos de registrar los bolsillos de

un abrigo).

El segundo factor es el normativo, es decir,

la estructura del tipo delictivo en cada caso particular. Así

aunque el factor final que rige un proceso causal sea el

mismo (matar a alguien), alguno de los actos particulares

realizados puede tener, aisladamente, relevancia para

distintos tipos delictivos (así por ejemplo: la tendencia

ilícita de un arma de fuego para el delito de tenencia

ilícita de armas).

Y a la inversa, actos aislados, cada uno regido por un factor

final distinto, pueden tener relevancia típica solo cuando se

dan conjuntamente o tener una relevancia típica en función de

la regulación del hecho.

3. CONCURSO IDEAL

3.1. Concepto .- El concurso ideal de delitos se da

cuando en una sola acción u omisión se configuran uno o más

delitos; es decir cuando una misma acción u omisión infringe

varios tipos legales o infringe el mismo tipo varias veces.

Esto se encuentra regulado en el Art. 48 de

nuestro Código Penal vigente: " Cuando varias disposiciones

son aplicables al mismo hecho". Ejemplo: cuando se causan

lesiones al representante de la autoridad, además de un

atentado contra una persona existe una violación de los

deberes de respeto y sumisión a la autoridad.

HURTADO POZO3, en su libro Manual de Derecho Penal, pone como

ejemplo una jurisprudencia en relación al concurso ideal: "en

su Ejecutoria del 12 de mayo de 1952 (173), la Corte Suprema

declara no haber nulidad en la sentencia recurrida por la que

se condenó al inculpado a dos años de prisión por delito de

estafa y se le absolvió por falsificación de moneda.

El fiscal supremo sostuvo que no se había comprobado si el

inculpado mismo había falsificado la moneda, medio utilizado

para cometer la estafa. El error se halla en que descartada

la falsificación por falta de pruebas, aún quedaba pendiente

la cuestión de si la acción del inculpado se hallaba o no

comprendida en el art. 371 o 372 del código anterior

(expendio o puesta en circulación de moneda falsificada).

Pues, si se le reconoce como autor de estafa, significa que

se ha constatado que era consciente de que empleaba moneda

falsificada en la adquisición de la mercancía. En realidad,

estamos frente a un caso de concurso ideal de delitos. La

acción del agente (comprar mercaderías mediante moneda falsa)

se adecua a dos tipos legales, sin que ninguno de éstos la

comprenda en toda su extensión. De acuerdo con el art. 105

del código anterior, la pena debería imponerse de acuerdo a

la disposición que prevé la más severa; no obstante, esto no

fue considerado por el juzgado".

3 HURTADO POSO, José: Manual de Derecho Penal. 2º Edición. Lima. Editorial Distribuidorade Libros S.A. 1987. Pp. 640.

PARA FRANCISCO MUÑOS CONDE4, también existe concurso ideal

cuando se comete un delito como medio para la ejecución de

otro; cuando la conexión entre los diversos delitos es tan

íntima que si faltase uno de ellos, no se hubiese cometido el

otro se debe considerar el complejo delictivo como una unidad

delictiva y no como dos delitos distintos. Por ejemplo: la

falsificación de un documento oficial para cometer estafa.

Explica BRAMONT ARIAS5 que para que exista concurso ideal de

delitos, se requiere de tres elementos:

La unidad de acción o de hecho.- De acuerdo a las

aclaraciones formuladas sobre los conceptos de hecho, y acto,

es decir, con referencia al resultado, porque a veces la

acción es única y el resultado es plural.

La pluralidad delitos.- Constituye la violación de varias

disposiciones penales.

Unidad de intención.- Para que el hecho se considere el

mismo, debe ser único, subjetiva y objetivamente. Si lo

hechos son varios, aunque el fin sea uno solo (por ejemplo,

cuando se viola un domicilio para efectuar un rapto), se

perfila un concurso real. Si la finalidad es plural y el4 MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.

5 PEÑA CABRERA, Raúl: Código Penal " Código de Procedimientos Penales, Código ProcesalPenal, Código de Ejecución Penal. 3º Edición. Editorial Jurista Editores. 2003. Pp. 574.

hecho único (por ejemplo, cuando se realiza el proyecto de

matar a dos sujetos con el mismo disparo), el concurso

también es real".

Sin embargo, RAÚL PEÑA CABRERA6, distingue solo dos

elementos: la unidad de acción y la pluralidad de delitos.

Menciona también, que la teoría antigua que sólo entendía a

la unidad de acción prescindiendo de la finalidad e

intención, ha sido ya superada.

Clases.- El concurso ideal puede ser heterogéneo y homogéneo.

Existe un concurso ideal heterogéneo cuando con una acción se

realizan varios delitos, es decir, cuando a la misma acción

se aplica distintas leyes penales, ejemplo: la violación

sexual de mujer virgen provocándole lesiones; el coche bomba

en zona urbana que hace incurrir terrorismo, homicidio y

daños; etc.

Por otro lado, estamos frente a un concurso ideal Homogéneo

cuando el mismo tipo legal resulta aplicable varias veces a

la misma acción, por ejemplo: el caso de la granada

de guerra que mata a varios en el campo abierto.

De acuerdo al texto del art. 48 C.P., el legislador no ha

considerado el denominado: concurso ideal homogéneo,

consistente, según la doctrina, en la violación repetida de

6

la misma norma legal, mediante una sola acción; por ejemplo,

mediante el lanzamiento de una granada se lesiona gravemente

a varias personas.

Al respecto, es de admitir que nuestro legislador ha

procedido al encuadramiento de la acción en varias normas.

Esto se desprende, claramente, primero, del empleo del plural

segundo, que la pena se impondrá de acuerdo "con una de

ellas"; y por último, de que las penas accesorias y las

medidas de seguridad podrán ser aplicadas aunque "no estén

previstas más que en una de ellas".

Contra esta interpretación, nada dice que el legislador haga

alusión, mediante las frases: "en caso de diferencia, con la

que establezca la pena más grave", a la posibilidad de que

dichas normas prevean penas iguales.

Tratamiento Penal.- El problema que siempre se presenta luego

de comprobar la presencia de un concurso ideal de delitos, es

de saber qué pena ha de imponerse al agente. De acuerdo a

nuestro sistema de penas no tasadas, se trata de saber, con

mayor exactitud, dentro de qué márgenes penales el juez

fijará la pena. Si las disposiciones en concurso fijan la

misma escala, el juez no tendrá dificultades; pero si son

diferentes, la ley le ordena determinarla conforme a la más

severa. Artículo 48 del Código Penal: " se proporcionará con

la que establezca a pena más grave". Para saber cuál es la

ley que prevé la pena más grave ha de tenerse en cuenta

la naturaleza de la pena y los límites mínimum y máximum.

Explica RAÚL PEÑA CABRERA7, que la pena señalada en el

artículo 48 de nuestro Código Penal vigente se inclina por el

principio de absorción por lo que solo se impone la pena

correspondiente al delito más grave en caso de diferencia de

penas en el concurso. Ello es consecuencia de la unidad de

intención delictiva que caracteriza al concurso ideal y que

lo diferencia de lo que distingue del real o material.

Las penas accesorias y medidas de seguridad que en ellas se

estatuyen, no entran en consideración, porque el pf. 2o. del

art. 48 del Código Penal vigente, concede al juez la

posibilidad de aplicarlas aun cuando figuren en una sola de

las leyes en conflicto. No puede precederse a la

determinación de la ley aplicable, conforme a los criterios

utilizados para determinar la irretroactividad de la ley

penal más severa.

4. CONCURSO REAL

Concepto.- El concurso real de delitos se da cuando concurren

varias acciones o hechos autónomos, es decir, que cada uno

constituye un delito particular e independiente, aunque

7 PEÑA CABRERA, Raúl: Tratado De Derecho Penal "Estudio programático de la parte general".2º Edición Lima- Perú. Editorial Jurídica Grijley E. I. R. L. 1995. Pp. 672.

puedan merecer un solo procedimiento penal. No plantea ningún

problema teórico importante. Cada acción por separado

constituye un delito.

El Código Penal define al concurso real de delito en el

artículo 50. "Cuando concurran varios hechos punibles que

deben considerarse como otros tantos delitos

independientes..."

Ahora bien, EUGENIO CUELLO CALÓN8 explica que el verdadero

concurso existe cuando concurren las siguientes condiciones:

Que un individuo sea autor de distintos hechos.

Que estos en su aparición material sean diversos entre sí,

sin guardar conexión alguna.

Que también aparezcan como diversos e independientes en

la conciencia del agente.

Clases.- También, al igual que en el concurso ideal, el

concurso real puede ser de 2 clases: homogéneo y heterogéneo.

El concurso real de delitos puede ser homogéneo cuando el

autor comete en varias oportunidades el mismo delito.

Ejemplo: Ha librado cheques sin fondo en varias

oportunidades. En el concurso real heterogéneo, el autor ha

realizado diversos tipos penales en distintas oportunidades.

8 CUELLO CALON, Eugenio: Derecho Penal. 2º Edición. México. Editoral Nacional Edinal, S deR.L. Pp. 788

Ejemplo: El autos un día roba, otro día estafa y en una

tercera oportunidad lesiona.

Tratamiento Penal.- La determinación de la pena en el

concurso real es previsto en el artículo 50 del Código Penal:

" se impondrá la pena del delito más grave, debiendo el juez

tener en cuenta los otros, de conformidad con el artículo 48"

Esta fórmula asumida por la legislación penal corresponde a

la que la doctrina denomina principio de separación que

aplica la pena del delito más grave, no obstante, teniendo en

cuenta los otros. Estos otros delitos serán considerados como

circunstancias agravantes.

5. DELITO CONTINUADO

FRANCISCO MUÑOZ CONDE9 explica que el delito continuado: "

Consiste en dos o más acciones homogéneas, realizadas en

distinto tiempo, pero en análogas ocasiones, que infringen la

misma norma jurídica o norma de igual o semejante naturaleza.

El delito continuado se caracteriza por que cada una de las

acciones que lo constituyen representan ya de por sí un

delito consumado o intentado, pero todas ellas se valoran

juntas como un solo delito.

Por ejemplo: el cajero de la empresa que durante un largo

periodo de tiempo se apodera diariamente de una pequeña

9 MUÑOZ CONDE, Francisco: Derecho Penal Parte General. 5º Edición. Barcelona. EditorialTirant lo Blanch, Valencia.2002. Pp.638.

cantidad, no comete cientos de hurtos, aunque cada acto

aislado por él realizado sea un hurto, sino un solo delito

continuado de hurto.

La definición legal de delito continuado se halla en el

artículo 49 del Código Penal: "Cuando varias violaciones de

la misma ley hubieran sido cometidos en el momento de la

acción o en momentos diversos, con actos ejecutivos de la

misma resolución criminal serán considerado como un solo

delito continuado y se sancionará con la pena correspondiente

a éste.

Para comprender a la índole jurídica del delito continuado,

señala Javier Villa Stein, que se han construido

tres teorías:

a) La teoría de la Ficción.- que propone que el delito

continuado es una ficción jurídica creada por razones

prácticas a fin de resolver los sin números problemas que

acarrearía aceptar que se trate de una pluralidad de hechos

que da lugar a un concurso real de delitos. Se origina

en Italia a instancias de las prácticas Italianas de los

siglos XVI y XVII.

b) La teoría realista.- plantea que el delito continuado por

tener unidad subjetiva y unidad objetiva constituiría una

unidad real de acción, y el que los hechos se lleven a

efectos en distintos momentos ello sólo comprende al modo de

ejecución. c) Teoría del realismo jurídico.- admite

este modelo que el delito continuado es

una construcción jurídica, no prevista en la ley, pero

derivada del consuetudo. Admite la construcción jurídica, no

como ficción, sino como instrumento práctico.

JAVIER VILLA STEIN10, en su libro " Derecho Penal Parte

General" señala ciertos requisitos que deben darse en el

delito continuado:

a. Los actos individuales deben dirigirse contra el mismo bien

jurídico.

b. La doctrina dominante se inclina a este punto por

diferenciar dos grupos de delitos: aquellos que atacan la

propiedad y el patrimonio en el que será suficiente el

ataque al mismo bien jurídico con prescindencia del titular

del bien o sujeto pasivo. Ejemplo: el carterista que hurta a

diversos parroquianos, realiza un hurto continuado.

Tratándose en cambio de bienes jurídicos "altamente

personales" (vida, integridad corporal, libertad o

indemnidad sexual), si se requiere identidad del sujeto

pasivo.

Esto ocurre en los delitos continuados contra el patrimonio

o contra la integridad personal, que pueden ser las formas

agravadas o simples.

c. Que los diversos actos particulares lesiones el mismo

precepto penal o semejante.

10 VILLA STEIN, Javier: Derecho Penal Parte General. 2º Edición. Perú. Editorial San Marcos.2001. Pp. 617

d. Identidad específica del comportamiento delictivo así como

nexo témporo espacial de los actos individuales.

Pluralidad de acciones u omisiones.- Si el delito

continuado presupone varias violaciones de la misma ley

penal realizadas con la misma resolución criminal, se ve

claramente que es consubstancial a su naturaleza de estar

constituido por una pluralidad de acciones, pero no de

actos, pues varios actos, aunque cada uno aisladamente

considerado puede ser constitutivo de delito, no

constituyen más que una acción y, por lo tanto, solo

producen un único delito, por ejemplo el caso en que se

infieran diversos golpes con una arma blanca, sucesivamente

a la misma persona y con una única intención de herir, o si

se toman de un árbol varios frutos.

Es que la acción u omisión no es otra cosa que a actuación

completa de la voluntad criminosa en relación con el delito

que el agente quiere cometer, que en el acto no es más que un

momento de esa acción, la parcial actuación de la voluntad

criminosa.

Las violaciones de la misma ley penal pueden cometerse en el

mismo momento de la acción o en momentos diversos, no

pudiéndose concebir las simultaneidad de las mismas.

RAÚL PEÑA CABRERA11, en su libro "Tratado de derecho Penal"

señala: "la pluralidad de acciones significa que en la

concurrencia de acciones se de entre acción y otra una

separación espacio temporal; pero lo fundamental es que cada

una de las acciones constituya una previsión típica,

hipotéticamente al autor se le puede atribuir cada una

acciones aisladamente. El Delito prolongado se diferencia del

delito permanente precisamente porque éste prolonga la lesión

jurídica más allá de la consumación. Se distingue también del

concurso Ideal, porque éste exige unidad de acción y no de

delito".

El patrón que practica el acto sexual con menor de trece

años, una vez por semana cuando su mujer sale a visitar a su

madre, comete un solo delito de violación sexual. Igual

también sucede con la falsificación de monedas, o el caso del

ladrón que recoge varios billetes esparcidos y los mete a su

bolsillo uno después de otro".

La pluralidad de acciones u omisiones han de violar una misma

ley penal, o sea que aisladamente consideradas de ser

constitutivas del mismo delito.

La ley a preferido la expresión "violaciones de la misma ley

penal" a la identidad de norma jurídica consta de dos partes,

11 PEÑA CABRERA, Raúl: Tratado De Derecho Penal "Estudio programático de la parte general".2º Edición Lima- Perú. Editorial Jurídica Grijley E. I. R. L. 1995. Pp. 672.

el precepto y la sanción, las dos normas que prevén una un

delito simple y otra un delito agravado no podrán decirse

idénticas, pues a la identidad del precepto no corresponde la

misma sanción.

Unidad de resolución criminal.- Es necesario la presencia de

una resolución común en las diversas acciones. Esto es lo que

doctrina denomina "dolo conjunto" o "dolo total", que

comprende la unidad de la finalidad en diversas acciones que

se realizan. La unidad de la resolución criminal debe abarcar

todas las fases de la continuación del delito. Las distintas

acciones deben ser unificadas por una sola voluntad; la

unidad subjetiva es aquí rectora, pero apoyándose en hechos

objetivamente homogéneos.

La fórmula del Código Penal pone el énfasis en la intención

(la misma resolución criminal) del autor. Sin embargo, no es

suficiente una resolución unificadora independiente de las

acciones. Lo fundamental hay que verlo en la estructura y

modalidad de ejecución de los hechos, de ahí debe inferirse

la unidad subjetiva de todas acciones consecutivas. En

definitiva, lo objetivo es el marco de donde emerge lo

subjetivo. La unidad no depende totalmente de la mente del

autor. En ese sentido señala MERKEL:

"El punto de vista del derecho no es el punto de vista del

delincuente. Lo que para éste último se presenta como una

unidad, no es preciso que se presente del mismo modo también

aquél. La circunstancia de los delitos de un ratero o los de

una banda de ellos o de una cuadrilla de ladrones tenga su

raíz en una sola resolución puede, sin duda, ser tenida en

cuenta para la punición de los delincuentes; pero a los

delitos cometidos no les quita nada de su significación

independiente, ni los toma en elementos constitutivo de un

delito único".

Unidad de delito.- La diversas acciones con la misma

resolución criminal debe lesionar el mismo bien jurídico. No

hay delito continuado cuando se lesionan bienes jurídicos de

distintos titulares. Al respecto el precepto legal del Código

Penal es claro en señalar que serán considerados como un solo

delito continuado, varias violaciones de la misma ley. Un

criterio más amplio y acertado al admitir que es suficiente

que la violación sea de normas semejantes, pues lo importante

es la unidad del bien jurídico. Así el caso de quien con una

misma menor de edad practica varios actos sexuales (art. 173,

C.P) y en otro momento comete actos contrarios al pudor (art.

176 C.P.)

La estafa y el hurto vulneran el patrimonio, pero la

consecuencia de una estafa valiéndose del engaño no puede

continuar en un apoderamiento de una cosa mueble. Se busca

una solo conducta delictiva, aunque conformada por distintas

acciones pero unidas por una idéntica naturaleza de los

hechos.

Tratamiento Penal.- La consecuencia jurídica aplicable al

delito continuado es el que corresponde al tipo legal

vulnerado. Así establece la última parte del artículo 49 del

Código Penal que prevé que se sancionará con la pena que

corresponda a la misma ley violada.

JURISPRUDENCIA

PARA EL CASO DE CONCURSO IDEAL

LA APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE UNIDAD DEL PROCESO

El caso de ilícitos nacidos de un mismo hecho

Por el principio de unidad del proceso, los ilícitos que nacen de un mismo hecho

no pueden ser meritados por el juzgador en forma aislada de los demás.

EXPEDIENTE N° 177-98-CS-LIMA (8 de abril de 1999)

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA PRIMERA SALA PENAL TRANSITORIA

(...)

VISTOS; de conformidad con lo dictaminado por el Señor

Fiscal; y CONSIDERANDO además: Que conforme es de verse de

autos, el Juez Penal de la causa (...) amplía el auto

apertorio de instrucción para comprenderse en el presente

proceso a los sentenciados por el delito de falsedad

ideológica entre otros previsto en el artículo cuatrocientos

veintiocho del Código Penal, por considerar que se ha hecho

uso de documentos falsos, en los cuales se habría insertado

declaraciones falsas para probar un hecho; que dicho ilícito

fue objeto de pronunciamiento por parte del Fiscal Provincial

sin embargo, el Juez Penal al emitir su informe final omite

pronunciarse al respecto, omisión que tampoco ha sido

advertida por el Fiscal Superior, ni el Colegiado Superior,

tanto al momento de dictar el auto superior de enjuiciamiento

como al expedir la sentencia materia de grado; que, en mérito

al principio de unidad del proceso, los ilícitos que nacen de

un mismo hecho no pueden ser merituados por el Juzgador en

forma aislada de los demás, por lo que es necesario conceder

al Juez Penal de la causa un plazo ampliatorio de

instrucción, conforme a la facultad conferida por el artículo

doscientos noventa y nueve del Código de Procedimientos

Penales, a fin de que emita nuevo informe final incluyendo

todos los delitos que han sido materia instrucción; así mismo

lleve a cabo una pericia grafotécnica en los documentos

corriente de fojas cuarenta a cincuenta a efecto de

determinar el autor que suscribe los mismos; declararon NULA

la sentencia recurrida de fojas mil seiscientos setenta y

seis. Su fecha cuatro de septiembre de mil novecientos

noventa y ocho; e INSUBSISTENTE el dictamen del señor Fiscal

Superior de fajas mil seiscientos tres, así como el informe

final del Juez obrante a fajas mil quinientos sesenta y

siete; MANDARON ampliar la instrucción por el término

perentorio de veinte días, a fin de que el Juez Penal

practique las diligencias anotadas en la parte: considerativa

de la presente resolución. Y las demás que fuera necesarias

para el debido esclarecimiento de los hechos; en la

instrucción seguida contra Carmen Alicia Belén Jamis Soto y

otros, por el delito de defraudación tributaria y otros en

agravio del Estado; y los devolvieron.

S.S. JERI DURAND; RODRIGUEZ MEDRANO; AMPUERO DE FUERTES;

MARULL GALVEZ; CERNA SANCHEZ

PARA EL CASO DE CONCURSO REAL

PROCEDENCIA: Ucayali TEMA: Calumnia-DifamaciónREFERENCIA LEGAL: Arts. 131, 132, 402 del Cód. Penal

La diferencia entre calumnia (artículo 131 del código penal)

y la denuncia calumniosa (artículo 402) se encuentra en el

bien jurídico protegido; mientras el primero protege el

honor, el segundo lo hace sobre

la administración de justicia.

Constituye delito de calumnia imputar la comisión de actos

ilícitos, sabiendo que son falsos, aun cuando no se señale

con claridad el nombre del delito. No es válido el argumento

de defensa de los inculpados de que la denuncia penal la

realiza el ministerio público, al acusárseles de calumnia, no

por denuncia calumniosa.

Constituye delito de difamación el difundir por

los medios de comunicación imputaciones delictivas falsas, no

pudiendo argumentarse como defensa el ejercicio legítimo del

derecho de fiscalización, ya que al ejercer este no se puede

afectar el derecho al honor de una persona.

Existiendo un concurso real de delitos, al concurrir varios

hechos punibles que deben considerarse como otros tantos

delitos independientes, ha de imponerse la pena del delito

más grave.

EXP. Nº 264-97-SP

Pucallpa, tres de junio de mil novecientos noventiocho.-

VISTOS: Por los fundamentos de la apelada, oídos

los informes orales de los Abogados Patrocinantes; y

CONSIDERANDO: Que se le imputa a los procesados Carlos

Henderson Lima, Oscar Barreto Vásquez, Augusto Paredes Owaki

y César Augusto Dolci Overlois haber, efectuado imputaciones

delictivas en contra del agraviado a sabiendas de la falsedad

de las mismas, así como también, haber prestado declaraciones

a los medios de comunicación escrita, radial y televisiva,

reiterando y ampliando los conceptos de su denuncia a fojas

ocho a once de autos, conductas que se prolongaron inclusive

después que la Corte Suprema de la República resolvieron en

instancia definitiva la causa iniciada por los procesados, en

el sentido que no existían irregularidades procesales ni

sustantivas, tanto en el auto de No Ha Lugar a la Apertura de

Instrucción obrante de fojas veinticinco a treinta y cuatro,

cuando en la resolución de vista que corre de fojas cuarenta

a cuarentinueve, hechos y afirmaciones que han ofendido la

honorabilidad del agraviado; que estudiados y analizados en

forma minuciosa las instrumentales obrante en autos se

advierte: Primero.- Que, la denuncia presentada por los

justiciables contiene imputaciones falsas, bajo el epígrafe

de irregularidades en la Licitación Pública Número 003 — 96 —

MPCF - PVL, apreciándose afirmaciones como: "significan más

de doscientos mil nuevos soles de sobrevaloración antojadizas

y descaradas para favorecer a un determinado postor" con esta

trampita se manipula el resultado en contra de los intereses

del estado", "hasta cuándo se permitirán estos resultados que

atentan contra las Leyes, la ética, la lógica, etc. Ya es

hora de investigar y sancionar para el buen manejo de la Cosa

Pública"; que afirmaciones si bien es cierto no evidencian

una imputación en sentido técnico; es decir, un nomen iuris a

las conductas por ellos denunciados, basta la configuración

del delito de la Calumnia con que se desprenda de la

imputación que el sujeto activo se está refiriendo a un hecho

punible; que, el argumento de defensa esgrimido en el sentido

que quien formaliza denuncia es, en todo caso, el

Representante del Ministerio Público, no es aplicable en el

presente proceso, pues precisamente, la diferencia entre

calumnia (denuncia calumniosa) y acusación y denuncia falsa

se produce a nivel de bien Jurídico y tutelado; pues,

mientras el primero protege el bien jurídico Honor (artículo

ciento treintiuno del Código Penal), el segundo atañe al bien

jurídico recta administración de justicia (Artículo

cuatrocientos dos del Código Penal), que las imputaciones

contenidas en la denuncia realizada por los procesados son

falsas, ello ha quedado demostrado luego de un debido proceso

mediante resolución firme; Segundo.- Que, los procesados

Carlos Fernando Henderson Lima y Oscar Barreto Vásquez, han

puesto en conocimiento a la ciudadanía por medio de

la Prensa, las imputaciones falsas contenidas en su denuncia,

tal como se encuentran acreditadas a fojas cincuentiséis a

sensentidós, en las que se pueden apreciar afirmaciones como

"Fraude en Licitación del vaso de leche", "Amenazan a Regidor

sino guarda silencio", "Hoy ordenan detención de Alcalde Acho

Mego", "Carlos Henderson formaliza denuncia contra el

Alcalde"; que, estas afirmaciones vertidas por medio de la

Prensa continuaron inclusive con posterioridad al

archivamiento de la causa, no existiendo espíritu de enmienda

ni arrepentimiento en los procesados, por el contrario, tanto

a nivel de Juzgado penal, en sus Instructivas, cuando en sus

alegatos escritos y orales ante esta Sala sostienen que el

archivamiento de la denuncia no significa absolución, sino

insuficiencia probatoria; que, evidencia así su conciencia

del carácter ilícito de su conducta; que, el argumento de

defensa a tenor del cual las informaciones contenidas en las

instrumentales mencionadas no se encuentran suscritas por los

procesados, no les exime de responsabilidad penal por cuanto

los medios de comunicación escritos se han limitado a

reproducir las declaraciones de éstos, y ello se verifica en

el hecho que los procesados no han solicitado la

rectificación de dichas publicaciones, de lo que se colige el

carácter fidedigno de las declaraciones vertidas y

posteriormente reproducidas por los medios de comunicación;

que los procesados han difundido, por medio de la Prensa, las

imputaciones delictivas falsas contenidas en su denuncia,

configurándose el tipo penal de Difamación contenido en el

artículo ciento treintidós del Código Penal; Tercero.- Que,

el argumento de defensa según el cual los procesados actuaron

al amparo del ejercicio legítimo de su función fiscalizadora

contenida en el artículo treintisiete, inciso tres de la Ley

Orgánica de Municipalidades, está referido a la eximente de

responsabilidad penal contenida en el artículo veinte, inciso

ocho del Código Penal, el mismo que prevé la exención en el

caso del ejercicio legítimo de un derecho; que, el derecho a

la fiscalización tiene como límite infranqueable a la Ley, ya

que ésta no ampara el abuso del, derecho; que, el derecho a

fiscalizar no puede exceder el límite del respeto al derecho

al honor y reputación de la persona humana y a la dignidad de

ésta como fin supremo de la Sociedad y el Estado, tal como lo

establece la Constitución Política en sus numerales uno y dos

inciso siete; que a mayor abundamiento, el derecho a

fiscalizar debe cumplir los procedimientos internos de la

Institución y fundamentalmente respetar la actividad

jurisdiccional generada por dicha actividad fiscalizadora;

que, en autos se aprecia que los procesados Carlos Fernando

Henderson Oscar Barreto Vásquez realizaron las conductas

imputadas inclusive con posterioridad a su denuncia ante la

Autoridad competente, acreditándose la inexistencia de la

eximente invocada, pues su conducta rebasa en gran parte, el

ejercicio legítimo de la función fiscalizadora; Cuarto.- En

los delitos contra el Honor, el elemento subjetivo del tipo

animus injuriandi, está constituido por el conocimiento y

voluntad de realización del tipo objetivo es decir, por el

dolo, ya que toda persona que sabe que sus manifestaciones

serán lesivas del Honor y quiere hacerlas, habrá actuado con

animus injuriandi que en autos, la acción dolosa de los

procesados Carlos Henderson Lima y Oscar Barreto Vásquez, se

encuentra acreditada por los fundamentos precedentes; que,

respecto de los procesados Augusto paredes Owaki y César

Augusto Dolci Overlois, no se encuentra acreditadas su

participación en la comisión de los delitos materia de

proceso; Quinto.- Que, para la aplicación de la Pena y la

Reparación Civil se debe tener en cuenta especialmente las

condiciones personales de los autores, quienes ejercen

especialmente las condiciones personales de los autores,

quienes ejercen el cargo de Regidores de la Municipalidad

Provincial de Coronel Portillo, lo que en lugar de eximirlos

de responsabilidad, los obliga a Constituirse en ejemplo de

respeto a las Leyes y a los bienes jurídicos tutelados por

ésta; que, es menester Valorar también las condiciones

personales del agraviado, quien además de ejercer el cargo de

Alcalde del Consejo Provincial de Coronel Portillo, es un

profesional de Salud, de reconocida trayectoria, tal como

queda acreditado con las instrumentales obrantes a fojas

sesentitrés y de autos; Sexto.- Que, la conducta Sub iudice

es pasible de subsumirse en los tipos penales de Injuria y

Difamación prevista en los artículos número ciento treinta,

ciento treintiuno y ciento treintidós del Código Penal; sin

embargo, es menester anotar que nos encontramos frente al

instituto del concurso real de delitos previsto en el

artículo cincuenta del Código Penal, el mismo que establece

que cuando concurren varios hechos punibles que deben

considerarse como otros tantos delitos independientes, se

impondrá la pena del delito más grave, el caso de autos

corresponde al delito de difamación previsto en el artículo

ciento treintidós del Código Penal; por las consideraciones

expuestas; CONFIRMARON la sentencia recurrida, que CONDENA A

CARLOS HENDERSON LIMA Y OSCAR BARRETO VÁSQUEZ, como autores

de los delitos de INJURIA, CALUMNIA Y DIFAMACIÓN, en agravio

de Carlos Acho Mego, a la pena de DOS AÑOS DE PENA PRIVATIVA

DE LA LIBERTAD; y fija en treinta mil nuevos soles la

Reparación Civil, que deberán pagar los condenados a favor

del agraviado, la misma que será destinada al programa del

Vaso de Leche de la Municipalidad Provincial de Coronel

Portillo; y, ABSUELVE A AUGUSTO PAREDES OWAKI Y CÉSAR AUGUSTO

DOLCI OVERLOIS, de los delitos de Injuria, Difamación y

Calumnia, en agravio de Carlos Acho Mego, y los devolvieron

con lo demás que contiene.-

PARA EL CASO DE DELITO CONTINUADO

En materia penal la culpabilidad se prueba y la inocencia se

presume, de donde se infiere que en el debido proceso, tanto

el delito como la responsabilidad del procesado, deben quedar

plenamente acreditados en el proceso, en caso contrario

procede absolver al acusado. Siendo ello así, en el presente

caso se ha llegado a la conclusión de que el delito de

Violación de la Libertad Sexual y la responsabilidad del

acusado se encuentran plenamente probados y corroborados con

su propia confesión y las demás pruebas glosadas.

Asimismo, cabe señalar que la confesión sincera no obliga al

juzgador a aplicarla como un acto premial para atenuarle la

pena al acusado, sino para adecuar la penalidad a

su personalidad criminal y la agravante incurrida.

EXP. Nº 6964-95

Lima, treintiuno de julio de mil novecientos noventiséis.

VISTA; la presente causa en audiencia privada, seguida con

EDMUNDO VENEGAS HUAYCOCHEA, cuyas calidades personales del

primero corren a fojas veintiuno, por delito CONTRA LA

LIBERTAD SEXUAL (violación de la libertad sexual), en agravio

de Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito; RESULTA DE

AUTOS: que doña Gloria Luz Garavito Sánchez, denunciante ante

la Delegación del Distrito de El Agustino, contra su cuñado

encausado Edmundo Venegas Huaycochea, haber violado

sexualmente a sus hijas, las menores agraviadas Leydi Quispe

Garavito y Enma Quispe Garavito, a quien dejaba al cuidado de

aquéllas durante su ausencia por motivos de trabajo,

utilizaba un arma de fuego que tenía en su poder, inclusive

el dos de febrero de mil novecientos noventicinco hizo

abortar a la primera de las agraviadas, realizándose a las

investigaciones del caso, concluida se formula el atestado

policial, el representante del Ministerio Público interpone

la denuncia penal correspondiente, fojas dieciocho, se abre

el proceso por auto de fojas veinte, terminada la instrucción

conforme a las reglas del juicio ordinario, emitido los

informes finales, así como la acusación fiscal en esta

instancia, fojas cincuentinueve, se dispuso el juzgamiento

privado, dándose inicio a la audiencia privada el día

veintiséis de junio último, con asistencia de los sujetos

procesales, realizado el debate oral amplio, cerrada esta

secuencia, el Señor Fiscal formuló su requisitoria oral, la

defensora sus alegatos, alcanzando sus conclusiones, dejando

expedita la causa para pronunciar sentencia, dejándose

constancia por el Colegiado que el presente es el segundo

juicio oral realizado, por orden superior; Y CONSIDERANDO;

que, en materia penal la culpabilidad se prueba y la

inocencia se presume, de donde se infiere que en el debido

proceso, tanto el delito como la responsabilidad del

procesado, deben quedar plenamente acreditados en el proceso,

en caso contrario procede absolver al acusado; que, se

incrimina al acusado Edmundo Venegas Huaycochea, ser autor

del delito de violación de la Libertad Sexual, en agravio de

Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito, menores que se

quedaban a su cuidado, durante la ausencia de la madre Gloria

Luz Garavito Sánchez, hecho que se descubre el veinticinco de

abril de mil novecientos noventicinco, fecha de la denuncia

policial, hecho delictuoso que venía practicando desde mucho

tiempo atrás; que, la acusación fiscal se sustenta en el

contenido del atestado policial, donde obran la denuncia de

la madre de las víctimas, fojas dos, las manifestaciones de

la agraviada, fojas once y doce, las actas de incautación de

fojas trece y catorce, la manifestación del acusado, fojas

nueve, así como con lo actuado en el proceso escrito, donde

obran la instructiva del procesado, fojas veintiuno, la

declaración preventiva de las agraviadas de fojas veintisiete

y veintinueve, y la declaración de la madre de aquéllas,

fojas treinta, y con todo lo actuado en el juicio oral; que,

el acusado tanto al prestar su declaración policial, fojas

nueve, su instructiva de fojas veintiuno, así como durante el

acto oral, es claro y concreto en confesar que cometió el

delito de perjuicio de la menor Leydi Quispe Garavito, acto

practicado en ausencia de la madre, persona ésta que se

dedicaba a la prostitución en Chimbote, y cuando después cayó

detenida en el penal por delito de robo agravado, y cuando a

la menor Enma Quispe Garavito, también confiesa haber

cometido el delito en la misma forma y circunstancias, aunque

niega haber cometido acto contra natura en perjuicio de las

menores agraviadas; que, las pericias médicos legales de

fojas quince y dieciséis, repetidos a fojas cuarenta y

cuarentiséis arroja positivo para desfloración antigua de los

genitales, respecto solamente de la agraviada Enma Quispe

Garavito, no así de Leydi Quispe Garavito, porque presenta

himen complaciente, pericias que han sido debidamente

ratificadas en el acto oral, en donde se deja claramente

establecido que Enma sufrió desfloración antigua, no se puede

decir igual respecto a la otra menor, por presentar himen

complaciente, y respecto de ésta exponen que es probable que

haya sufrido maniobra abortiva; que, las menores agraviadas

no han podido asistir a la audiencia y ser examinadas

nuevamente en sus genitales como manda la Corte Suprema; sin

embargo, los peritos han permitido esclarecer y establecer

que no hay acto contra natura, a lo que el acusado confiesa

haber tenido relaciones con Leidy Quispe Garavito, como salió

embarazada la sometió a práctica abortiva, y de ese modo

evitó que naciera el fruto del delito, incluso llegó a

colocarle una "te" DIU (Dispositivo intra-uterino), con la

finalidad de seguir practicando el acto sexual y no salga

embarazada, tal como así lo sostiene en el acto oral; que, de

la ratificación pericial se concluyó que las agraviadas no

sufrieron acto contra natura; que, el mismo, no ha sido

posible actuar otras diligencias relacionadas con las menores

afectadas, debido a que las agraviadas ni la madre han podido

ser ubicadas, como se deja constancia en las actas de

audiencia; que, por todo lo expuesto, se llega a la

conclusión de que el delito de Violación de la Libertad

Sexual, penado por el numeral ciento setentitrés del Código

Penal (incisos dos y tres y más el párrafo final) y la

responsabilidad del acusado se encuentra plenamente probado,

corroborada con su propia confesión y las demás pruebas

glosadas; que, con la partida de nacimiento de la agraviada

Enma Quispe Garavito, nacida el catorce de abril de mil

novecientos ochentiséis, se acredita que a la fecha del

delito contaba con más de siete y menos de diez años de edad,

y con la de la agraviada Leidy Elena Quispe Garavito, nacida

el veintisiete de agosto de mil novecientos setentinueve,

igualmente, se prueba que a la fecha del delito, corroborada

con la confesión del acusado y la declaración policial no

cuestionada, contaba con más de diez menos de catorce años de

edad, teniéndose por aclarado el nombre completo de la

primera de las agraviadas; que, al acusado le es aplicable la

agravante señalada en el numeral ciento setentitrés del

Código sustantivo, por la minoría de edad de Enma, y de

ambas, por estar ellas al cuidado del acusado, aparte de que

las tuvo sometidas a sus bajos instintos, mediante amenaza de

un arma de fuego, el mismo que se le incautó, como así se ha

probado en el juicio oral, debiendo sancionarse adecuadamente

a estas circunstancias; que, la confesión sincera no obliga

al juzgador a aplicarla como un acto premial para atenuarle

la pena al acusado, sino para completar y adecuar la

penalidad a su personalidad criminal y la agravante

incurrida; que, en cuanto a la salud del acusado, el

colegiado deja constancia que durante la audiencia no se ha

observado ninguna anormalidad en la intervención del acusado;

que, por los fundamentos expuestos, actuando con criterio de

conciencia que la ley autoriza, en aplicación del artículo

primero, séptimo y noveno del Título Preliminar y artículos

diez, doce, veintitrés, veintiocho, cuarenticinco y

cuarentiséis, noventidós, ciento setenta y ciento setentitrés

modificado del Código Penal, concordante con los artículos

doscientos ochenta, doscientos ochentitrés y doscientos

ochenticinco del Código de Procedimientos Penales,

concordante con los incisos tres y cinco del numeral ciento

treintinueve y letras d) y e), inciso veinticuatro del

numeral dos de la Constitución del Estado, teniendo a la

vista las conclusiones de los sujetos procesales, votadas las

cuestiones de hecho y la pena, oído el acusado, la Décimo

Primera Sala Penal de la Corte Superior de Lima,

administrando justicia a nombre del pueblo: FALLA; condenando

a EDMUNDO VENEGAS HUAYCOCHEA, como autor del delito CONTRA LA

LIBERTAD SEXUAL (violación de la Libertad Sexual) en agravio

de Leydi Quispe Garavito y Enma Quispe Garavito, a VEINTE

AÑOS de pena privativa de libertad efectiva, la que con

descuento de la carcelería que viene sufriendo desde el

veinticinco de abril de mil novecientos noventicinco, fojas

dieciocho, vencerá el veinticuatro de abril del años dos mil

quince, fecha en que será puesto en inmediata libertad;

FIJARON en CINCO MIL NUEVOS SOLES como reparación civil a

favor de cada una de las agraviadas; consentida o

ejecutoriada que sea la presente, MANDARON se inscriba en

el Registro respectivo, se expidan los testimonios y

boletines de condena, y ejecutada la reparación civil y lo

demás que contiene, se archive lo actuado conforme a ley

CONCLUSIONES

El concurso de delitos se reparte en dos áreas: Concurso

Ideal y Concurso Real, pero junto a ellos existen otros

de pluralidad de acciones y unidad de delito (Delito

Continuado). La regulación de las penas establecidas por

el código penal se completa con las reglas relativas al

concurso Ideal y al concurso Real de delitos, que

consiste en la presencia de varias infracciones

cometidas por los mismos partícipes.

Se debe precisar el número de acciones para determinar

la existencia de uno o varios delitos. Para esto se

requiere previamente aclarar cuando hay una acción y

cuando varias acciones. Esta cuestión de resolver es el

punto de origen que va a distinguir la clase de concurso

de delito de que se trate.

Como su nombre lo indica nos encontramos frente al caso

en que una persona ha producido más de un delito y, por

consiguiente a afectado en varias ocasiones al mismo

bien jurídico o a otros tantos diferentes.

Lo primero que se tiene que analizar son cuantos son los

actos o hechos que se han realizado, luego de esto se va

a proceder a aplicar la clase de concurso que sea; ya

sea Concurso Real, Concurso Ideal o Delito continuado.

BIBLIOGRAFIA

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