Variedades de mármol escultórico de Villa Adriana. Un ejemplo de estudio arqueométrico

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Rafael Hidalgo Pilar León (Eds.) R OMA , T IBUR , B AETICA investigaciones adrianeas

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Los nexos y relaciones entre Roma, Tibur y la Bética son anteriores a la época adrianea, pero es en esta época cuando alcanzan cohesión y fuer-za especiales. El aglutinante es el emperador Adriano, nacido en Roma aunque oriundo de la provincia Bética, cuya residencia privada fue la magní�ca Villa de Tibur. Poblada el área tiburtina de ricas mansiones y villas pertenecientes a la poderosa élite senatorial de origen hispa-no y bético, la conjunción de intereses y circunstancias entre Roma, Tibur y la Bética constituye un fenómeno de máximo interés para historiadores y para arqueólogos, al que se ha prestado atención en numerosas ocasiones, hitos memorables de la investigación algunas de ellas.

Renovar el panorama cientí�co y presentar algunas de las novedades y de los avances más recientes sobre el tema, tanto en el plano histórico como en el ar-queológico, es el objetivo de este nuevo libro. La proyección monumental de los tres escenarios contemplados es más que considerable y re�eja una vez más el poder de irradiación extraordinario que alcanzó Roma y la capacidad de absorción demostrada por los pueblos y territorios estrechamente ligados a ella, como es el caso de la provincia Bética.

Especialistas en los diversos temas planteados ofrecen nuevo enfoque y tratamiento a cuestiones candentes de la investiga-ción sobre temas adrianeos.

Rafael HidalgoPilar León

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Roma, Tibur, Baetica investigaciones adrianeas

Rafael HidalgoPilar León

(Eds.)

SEVILLA 2013

Roma, Tibur, Baetica investigaciones adrianeas

Serie: Historia y GeografíaNúm.: 245

Motivo de cubierta: Busto de Adriano. Itálica (Museo Arqueológico de Sevilla)

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún pro-cedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de infor-mación y sistema de recuperación, sin permiso escrito del Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla.

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© RAFAEL HIDALGO, PILAR LEÓN (EDS.) 2013© De los textos, sus autores 2013

Impreso en papel ecológico Impreso en España-Printed in Spain

ISBN: 978-84-472-1470-9 Depósito Legal: SEDiseño de cubierta: Santi García. [email protected] Maquetación: Santi García. [email protected] Impresión:

Comité editorial:Antonio Caballos Rufino (Director del Secretariado de Publicaciones) Eduardo Ferrer Albelda (Subdirector)

Carmen Barroso CastroJaime Domínguez AbascalJosé Luis Escacena CarrascoEnrique Figueroa ClementeMª Pilar Malet MaennerInés Mª Martín LacaveAntonio Merchán ÁlvarezCarmen de Mora ValcárcelMª del Carmen Osuna FernándezJuan José Sendra Salas

Índice

PrólogoAnna Maria Reggiani . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

De Hispania a Tibur: elites imperiales en el entorno de Villa AdrianaAntonio Caballos Rufino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

L’ Athenaeum di RomaRoberto Egidi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77

Le componenti progettuali nell’architettura della Villa Adriana: il nucleo centraleGiuseppina Enrica Cinque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

El Teatro Greco de Villa Adriana . Estado actual de la investigaciónRafael Hidalgo Prieto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .151

Caracteres generales de la ornamentación arquitectónica en la villa de Adriano en Tivoli . Material depositado en los almacenesCarlos Márquez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179

Variedades de mármol escultórico de Villa Adriana . Un ejemplo de estudio arqueométricoVariedades de mármol escultórico

Mª Pilar Lapuente, Pilar León, Trinidad Nogales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199

Mármoles en la Bética durante el reinado de Adriano . El protagonismo de ItalicaJosé Beltrán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225

La ornamentación escultórica de la Bética entre Trajano y Antonino Pío . Breves reflexiones sobre su producción e importaciónJosé Antonio Garriguet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251

Novedades arqueológicas adrianeas en el teatro de Itálica y su entornoÁlvaro Jiménez, Oliva Rodríguez, Rocío Izquierdo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271

Las termas de Itálica y la arquitectura termal adrianeaLoreto Gómez Araujo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293

Diseño y replanteo de capiteles en talleres adrianeosJosé Manuel Bermúdez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319

Mosaicos italicenses: modelos itálicos y reinterpretaciones localesIrene Mañas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351

Un torso ataviado con la piel de un macho cabrio procedente de ItalicaDavid Ojeda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369

Decoración arquitectónica adrianea de Astigi, Écija (Sevilla)Ana Mª Felipe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 377

Sobre una cabeza tipo Cirene-Perinto de ÉcijaMaría José Merchán . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 405

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Variedades de mármol escultórico de Villa Adriana . Un ejemplo de

estudio arqueométricoVariedades de mármol escultórico

de Villa Adriana . . .Mª Pilar Lapuente, Pilar León, Trinidad NogalesMª Pilar Lapuente

Petrología y Geoquímica. Universidad de Zaragoza

Pilar LeónSeminario de Arqueología. Universidad de Sevilla

Trinidad NogalesMuseo Nacional de Arte Romano. Mérida

Introducción

En los últimos años la comunidad científica está prestando una gran atención al estudio arqueométrico de los mármoles de piezas ro-

manas, debido a las diversas implicaciones históricas y artísticas que se de-rivan de sus resultados, además de su directa aplicación en el campo de la restauración de piezas fragmentadas o necesitadas de tratamientos para su conservación . Esta línea de investigación se centra en el reconocimiento del material lapídeo a través de su comparativa analítica con los mármoles de las canteras antiguas . Puede decirse que este tipo de estudios resulta indispen-sable si se trata de material escultórico, donde la identificación del mármol difícilmente puede hacerse de forma visual .

Los mármoles blancos o de color (marmora) son el material noble más utilizado con finalidades artísticas, sean escultóricas o arquitectóni-co-decorativas . Las canteras de mármol de las islas del Egeo ya fueron explotadas en época prehistórica . Se intensificó su uso en el mundo he-lenístico-romano, ampliando geográficamente su explotación al entorno de las actuales Grecia y Turquía, incluyendo sus numerosas islas . Fue en época romana, cuando la extensión de las explotaciones de mármoles abar-có toda la cuenca mediterránea y el gusto por lo marmóreo supuso un proceso histórico de gran trascendencia, tanto económica como artística .

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mª pilar lapuente, pilar león, trinidad nogales

La explotación de los recursos propios de los territorios conquistados con-vivió con la importación de mármoles exóticos de gran calidad, reconocida por los artistas que los trabajan, cuyo uso es una manifestación más del poder imperial .

Así, la aplicación de técnicas analíticas a los mármoles clásicos, no sólo ayuda a certificar su autenticidad, contribuye a la identificación de copias, de piezas fragmentadas y ayuda a la planificación de los trabajos de conservación y restauración . Además, redunda en un mejor conocimiento histórico del gusto por determinadas variedades de mármol, la preferencia de uso de las distintas escuelas escultóricas, de la conexión intercultural de los diversos artistas, por no hablar de las repercusiones económicas deri-vadas de la explotación y redes de comercio . Es en este amplio marco de investigación, donde se ubica el presente trabajo sobre la procedencia de los mármoles de diversas piezas escultóricas de Villa Adriana, como parte de un estudio más amplio sobre los mármoles almacenados en la Villa que desarrollaron con su equipo P . Léon y T . Nogales en sucesivas campañas de trabajo .

El estudio arqueométrico de los mármoles

Para conocer la procedencia geológica de la materia prima (general-mente mármol) utilizada en la elaboración de una pieza arqueológica lítica, se requiere un doble análisis, el de la muestra arqueológica en cuestión y el de la cantera de comparación . Ello implica el contar con una base de datos que aglutine los parámetros esenciales de discriminación de cuántas más canteras antiguas, mejor . Lo habitual es que cada grupo de investigación elabore su propia base de datos, combinando datos analíticos propios, junto con los que están disponibles en los diversos trabajos publicados al respecto . Es entonces cuando es indispensable utilizar no sólo la misma técnica ana-lítica, sino también los mismos procedimientos y protocolos analíticos, con objeto de poder comparar con fiabilidad . Aún así, esta investigación no es una ciencia exacta, los resultados analíticos pueden en ocasiones no ser lo suficientemente resolutivos para discriminar un mármol de otro, resultando indispensable decidir con un criterio analítico que tome en cuenta las pre-misas históricas-arqueológicas1 .

1. Lapuente y Álvarez, “Métodos para la identificación de los mármoles”, en García-Entero, V. (ed.): El marmor en Hispania: explotación, uso y difusión en época romana, Madrid, UNED. 2012, pp. 75-92.

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variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

El conjunto de técnicas a aplicar pueden agruparse en varias categorías según la información que se obtiene en cada una .

a) Caracterización macroscópica: Es la descripción de algunas pro-piedades físicas del mármol fácilmente perceptibles por el sentido de la vista o del olfato, tales como el color, el tamaño de grano, el olor al ser fracturado, el tono de su pátina superficial o el grado de translucidez . Aunque por sí solas no garantizan el adecuado reco-nocimiento de la cantera de origen, sí complementan su caracteri-zación y pueden resultar, en algunos casos, de gran ayuda para su identificación .

b) Caracterización microscópica: Esta información se obtiene con dis-tintos instrumentos . En primera instancia, puede medirse el tama-ño del grano observando directamente una esquirla de la pieza con un estereoscopio o lupa binocular . Este mismo parámetro y otros, pueden medirse con mayor precisión, realizando una lámina delga-da de la muestra y observándola con un microscopio óptico de luz transmitida, realizando un estudio petrográfico completo . Entre los parámetros granulométricos y texturales, los más discriminantes son: el tamaño máximo de grano, el tamaño medio, la forma de los límites entre granos, la textura o grado de homogeneidad del tamaño y for-ma de los cristales que conforman la roca, junto con la estructura o posibilidad de presentar orientación preferente de sus componentes mineralógicos y/o signos de deformación inter o intracristalina .

c) Caracterización composicional mineralógica: Esta información se obtiene con diversas técnicas, entre las más habituales destaca el es-tudio petrográfico basado en el reconocimiento de las propiedades ópticas de los minerales que se observan en la lámina delgada . Es importante caracterizar tanto los minerales esenciales (calcita y/o dolomita), como los accesorios (cuarzo, feldespatos, micas, óxidos y sulfuros de hierro, etc .) . Para esta diferenciación, y en particular para la distinción entre carbonatos, es necesaria la tinción previa de la lámina delgada con rojo de Alizarina S, que permite identificar do-lomita frente a calcita, al presentar una respuesta de color diferente .

Otro método complementario es el que se basa en la Difracción de Rayos X por el método del polvo . La identificación mineral prin-cipal y accesoria, se realiza identificando los picos de máxima in-tensidad registrados en un difractograma en función de los valores angulares con los que inciden los rayos X sobre la estructura cris-talina de cada mineral . Resulta una técnica sencilla y ventajosa para detectar los mármoles dolomíticos, debido a la escasa cantidad de muestra pulverizada necesaria .

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El análisis por catodoluminiscencia combina el microscopio pe-trográfico con un dispositivo que bombardea la lámina delgada sometida a vacío, con un haz de electrones . En este proceso, se aprovecha el poder luminiscente que presentan los carbonatos, según las concentraciones elementales de Mn2+, Fe2+, tierras ra-ras, etc ., emitiendo un color de luminiscencia característico para calcita y dolomita, o una intensidad y distribución particular de dicha luminiscencia . Este fenómeno puede registrarse fotográ-ficamente al microscopio, definiendo así las catodomicrofacies típicas de los mármoles en estudio, cuyo registro puede servir de base de datos para posteriores comparaciones siempre que se use con los parámetros petrográficos descritos anteriormente (fig . 1) .

d) Caracterización físico-química, generalmente espectroscópi-ca: La información que puede obtenerse es muy variable, depen-diendo exactamente de la técnica analítica utilizada . Los diversos laboratorios arqueométricos implicados en el estudio de proce-dencia de los mármoles, ahondan sus esfuerzos en varias líneas diferentes:·Análisis de Resonancia de Spin Electrónico (ESR), también de-

nominado de Resonancia Paramagnética Electrónica (EPR) . Técnica espectroscópica selectiva del comportamiento de algu-nos elementos paramagnéticos como el Mn2+, presente tanto en la fase calcita como en dolomita . Se basa en la observación y me-dida de algunos parámetros como la intensidad o anchura del espectro emitido a partir de una muestra en polvo de los mármo-les de diferentes canteras . Esta técnica necesita conjugarla con los resultados de otras analíticas y el apoyo de un tratamiento estadístico discriminate . En la actualidad, hay dos grupos de in-vestigación que toman esta técnica como herramienta básica de caracterización . Son el grupo griego del Laboratorio Demokritos de Atenas, liderado por el Dr Maniatis y el italiano del Instituto de Estructura de la Materia del CNR de Roma, dirigido por el Dr Attanasio .

·Diversas técnicas Espectroscópicas, de Fluorescencia o de Acti-vación neutrónica se han aplicado con objeto de conocer la geo-química elemental de elementos mayores y especialmente en baja concentración, o elementos traza . Han sido variados los intentos llevados a cabo para contribuir a la discriminación de las cante-ras a partir de su contenido elemental . Hasta la fecha, la relación

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entre Ca/Sr ha sido la que habitualmente ha ayudado a marcar diferencias entre algunos mármoles clásicos2 .

·Dentro de las técnicas geoquímicas, es la espectrometría de masas aplicada a medir las relaciones isotópicas de algunos elementos como el O y el C, o el Sr, la que hoy en día es más utilizada y la que mayores ventajas ofrece para concretar la procedencia de los mármoles, siempre que se combine con otras técnicas, como la petrográfica . Se basa en el hecho de que los mármoles de una de-terminada región pueden presentar características isotópicas úni-cas y diagnósticas, según la historia geológica sufrida por las rocas carbonatadas, desde su formación hasta convertirse en mármoles . Las medidas de las relaciones de isótopos estables se realizan en un espectrómetro de masas, instrumento que mide las proporciones de las masas isotópicas de los distintos elementos a analizar, en una cantidad ínfima de muestra (de 5 a 10 mg son suficientes) . En el caso de los isótopos de C y O, tras un adecuado tratamiento quí-mico, se realizan las medidas de las relaciones 13C/12C y 18O/16O . Los datos se expresan, por comparación con un patrón internacio-nal, el Pee Dee Belemnite (PDB), como la desviación (δ) de los va-lores de este patrón convencional y se expresa como δ13C o δ18O, en partes por mil (‰) . Se calculan según las expresiones:

δ13C (‰) = (13C/12C (muestra) / 13C/12C (patrón) - 1) 1000δ18O(‰) = (18O/16O (muestra) / 18O/16O (patrón) - 1) 1000

2. Lazzarini et al., “A contribution to the identification of Italian, Greek and Anatolian marbles through a petrological study and the evaluation of the Ca/Sr ratio”, Archaeometry, 22, 1980, pp. 173-183; Lazzarini et al., “New light on some Phrygian marble quarries through a petrological study and the evaluation of Ca/Sr ratio”, en Marmi antichi, Problemi d’impiego, di restauro e d’identificazione. Studi Miscellani, 26, 1985, pp. 47-56.

Fig. 1. Mármol dolomítico de Tasos. Imagen bajo el microscopio petrográfico y catodomicrofacies.

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Estos valores que se representan en gráficos binarios, confrontando δ13C PDB (‰) respecto a δ18O PDB (‰) . En ellos, cada cantera ocupa un campo característico del diagrama, con valores relativa-mente uniformes para estas desviaciones . El problema se complica cuando los valores isotópicos propios de cada cantera quedan repre-sentados en la misma zona del diagrama que los correspondientes a otra/s cantera/s, y al solaparse la información, resulta imposible una determinación directa de la procedencia . Sin embargo, si esta infor-mación se combina con otras de las mencionadas anteriormente, y en especial la petrográfica con la CL acoplada, sí resulta muy útil en la diferenciación de mármoles blancos (fig . 2) .

Pese a esta limitación, es actualmente la técnica más ventajosa, por la pequeña cantidad de muestra en polvo necesaria, su facilidad de extracción y por la fiabilidad de los resultados . Varios equipos de investigación, eu-ropeos y norteamericanos, siguen abordando esta investigación basada en las relaciones isotópicas como punto clave en la determinación del origen, utilizando las bases de datos ya publicadas de las principales variedades de mármol . Gran parte de esta información ha quedado reflejada en las diversas monografías que la asociación ASMOSIA (Association for the Study of Marble and Other Stones In Antiquity) viene publicando desde 1988, con las Actas correspondientes a cada una de las Conferencias Internacionales que se celebran cada 2 ó 3 años3 .

3. N. Herz y M. Waelkens, (eds.), Classical Marble: Geochemistry, Technology, Trade. Kluwer Academic Publishers (Dordrecht, Boston) and NATO ASI Series E, Applied Sciences, Vol. 153, 1988; M. Waelkens et al., Ancient Stones: Quarrying, Trade and provenance. Interdisciplinary Studies on Stones and Stone Technology in Europe and Near East from the Prehistoric to the Early Christian Period; Leuven University Press (Leuven) and Katholieke Universiteit Leuven Acta Archaeologica Lovaniensia, Monographiae 4, 1992; Y. Maniatis et al., The study of Marble and Other Stones Used in Antiquity. Archetype Pub., London, 1995; M. Schvoerer (ed.), Archéomatériaux – Marbres et Autres Roches. Actes de la IVème Conférence Internationale de l’Association pour l’Étude des Marbres et Autres Roches Utilisés dans le Passé; Centre de Recherche en Physique Appliquée à l’Archéologie and Presses Universitaires de Bordeaux (Bordeaux-Talence), 1999; J.J.Jr. Herrmann et al. (eds.), Asmosia 5. Interdisciplinary Studies on Ancient Stones. Archetype Pub., London, 2002; L. Lazzarini (ed.), Interdisciplinary Studies on Ancient Stone – ASMOSIA VI, Proceedings of the Sixth International Conference of the Association for the Study of Marble and Other Stones in Antiquity, Venice, June 15-18, 2000; Bottega d’Erasmo Aldo Ausilio Editore, Padova, 2002; Y. Maniatis (ed.), Asmosia VII. Actes du VIIe colloque international de l’ASMOSIA. Thasos 15-20 septembre 2003. Bulletin Correspondance Hellénique. Supp. 51, 2009; Ph. Jockey (ed.), Interdisciplinary Studies on Mediterranean Ancient Marble Stones. L´atelier méditerranéen. Proceedings VIIIth International Conference of ASMOSIA. Collection. Maisonneuve & Larose, Aix-en-Provence, 2009; A. Gutiérrez García-Moreno et al. (eds.), Interdisciplinary Studies on Ancient Stone. Proceedings of the IX ASMOSIA Conference (Tarragona 2009). Documenta, 23, ICAC Tarragona, 2012.

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Igualmente, diversas revistas científicas del ámbito de la arqueometría recogen trabajos ya sea exclusivamente de la caracterización de canteras an-tiguas, ya sea de la identificación de las variedades usadas en diversas piezas arqueológicas . En este contexto, también las canteras hispanas han recibido atención4 y siguen siendo en la actualidad, motivo de estudio por parte de diversos especialistas, principalmente a raíz de la celebración de varios en-cuentros internacionales en tierras hispanas5 .

4. P. Lapuente, “Mineralogical, Petrographic and Geochemical characterization of white marbles from Hispania”, in Y. Maniatis, N. Herz, and Y. Basiakos, (eds). The study of Marble and Other Stones Used in Antiquity. Archetype, London, 1995, pp. 151-160; P. Lapuente y B. Turi, “Marbles from Portugal: Petrographic and isotopic characterization”, Science and Technology for Cultural Heritage, CNR, 4 (II), 1995, pp. 33-42; P. Lapuente et al., “Marbles from Roman Hispania: stable isotope and cathodoluminescence characterization”, Applied Geochemistry 15, 2000, pp. 1469-1493; P. Lapuente et al., “Characterization of dolomitic marbles from the Malaga province (Spain)”, in J.J. Herrmann, N. Herz and R. Newman (eds). Interdisciplinary studies on ancient stones. Archetype Publications Ltd., London, 2002, pp. 152-162; P. Lapuente y Ph. Blanc, “Marbles from Hispania: scientific approach based on Cathodoluminescence”, in J.J. Herrmann, N. Herz and R. Newman (eds). Interdisciplinary studies on ancient stones. Archetype Publications Ltd., London, 2002, pp. 143-151; T. Nogales et al., “Marbles and others stones used in Augusta Emerita, Hispania”, in M. Schvoerer (ed) Archéomatériaux. Marbres et autres roches Asmosia IV. Presses Univ., Bordeaux, 1999, pp. 111-116, pp. 339-345.

5. T. Nogales y J. Beltrán, Marmora Hispana: explotación y uso de los materiales pétreos en la Hispania Romana. “L´ERMA” di BRETSCHNEIDER. Hispania Antigua. Serie Arqueológica 2, 2008; V. García-Entero (ed.), El marmor en Hispania: explotación, uso y difusión en época romana, Murcia, 2011 y el catálogo de la exposición de mármoles hispanos (A. Álvarez et al., Marbles and stones of Hispania. Exhibition catalogue. ICAC, Tarragona, 2009), realizada con motivo del último encuentro del Asmosia, celebrado en Tarragona 2009, junto con las Actas correspondientes (A. Gutiérrez García-Moreno et al., Interdisciplinary Studies on Ancient…).

Fig. 2. Ejemplo de diagrama de relaciones isotópicas.

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CarraraDocimion

Paros-1

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(según Gorgoni et al., 2002)

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-14 -13 -12 -11 -10 -9 -8 -7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2

CarraraDocimion

Paros-1

Pentélico

d 18O ‰ (PDB)

Mármoles de grano fino

d

-medio (tamaño máximo < 2mm)

13C

‰(P

DB)

(según Gorgoni et al., 2002)

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Estado actual de la investigación de canteras clásicas

A pesar de lo mucho que se ha avanzado en los últimos 30 años sobre el conocimiento de las “huellas de identificación” de cada variedad de mármol utilizado en la antigüedad, se trata de una línea de investigación abierta, ya que de forma continua conforme se exploran nuevos territorios, hasta aho-ra poco estudiados, aparecen nuevos vestigios de explotación antigua . Así sucede con las nuevas canteras detectadas recientemente en Turquía, en la antigua Caria, donde se han localizado explotaciones de diversas variedades de mármol blanco, gris, negro y de color . Las características que ayudan a reconocer unas u otras variedades están siendo objeto de estudio en los últimos cinco años y algunas todavía permanecen sin publicar . Entre estas variedades, el Negro Göktepe y el Blanco Göktepe, explotadas en diversas canteras situadas a escasos 50 km al NE de Muğla (Turquía occidental) son las que están recibiendo una mayor atención por tratarse de una fuente de suministro para los talleres de Afrodisias6 .

La nueva dimensión que cobra la localización de variedades de mármol hasta la actualidad reciente no conocidas, o la ubicación de canteras nuevas para variedades que hasta la fecha parecían ser exclusivas de otro territorio, está todavía por evaluar, pero ya se prevé la necesidad de revisar algunos es-tudios de procedencia incluso en mármoles que visualmente no presentaban problema de identificación . Así la variedad conocida como Greco Scritto, fácilmente reconocible por su color blanco con grandes cristales disemina-dos y finas venas irregulares en color gris, hasta ahora solo detectada en las canteras del norte de África del Cabo de Garde, Annaba (Argelia), reciente-mente se localiza entre las nuevas canteras turcas próximas a Éfeso7 .

Este panorama de investigación en constante crecimiento repercute en el grado de aproximación que se alcanza en el reconocimiento de la proce-dencia de los mármoles utilizados en algunos contextos históricos, como es el caso de Villa Adriana, complejo imperial de primera magnitud8 . Mientras

6. D. Attanasio et al., “Aphrodisias and the Newly Discovered Quarries at Göktepe”, in R.R.R. Smith and J.L. Lenaghan (eds). Roman Portraits from Aphrodisias. Istanbul: Yapı. Kredi Publishing, 2008, pp. 217–227; A.B. Yavuz, et al., “Discovery and preliminary investigation of the Göktepe marble quarries (Muğla, Turkey): an alternative source of Aphrodisias marbles”, in PH. JOCKEY (ed.), Marbres et autres roches de la Méditerranée antique: études interdisciplinaires, Proc. 8th Int. ASMOSIA Conference, Aix-en-Provence, 2009, pp. 93-109; D. Attanasio et al., “Quarries in the region of Aphrodisias: the black and white marbles of Göktepe (Muğla)”, Journal Roman Archaeology, 22, 2009, pp. 312-348.

7. A.B. Yavuz et al., “An updated, multi-method database of Ephesos marbles, including white, Greco Scritto and Bigio varieties”, Archaeometry, 53, (2), 2011, pp. 215-240.

8. A.M. Reggiani, “El comercio de los objetos suntuarios de época de Adriano: Villa Adriana, el lujo de un emperador”, en González, J. y Pavón, P. (Eds.). Adriano emperador de Roma, Sevilla, 2009, pp. 101-116; M. Sapelli, Villa Adriana. Una storia mai finita. Novità e prospettive della ricerca, Roma, 2010.

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hay variedades que no presentan problemas de identificación con uno o va-rios métodos analíticos, otras, sin embargo, permanecen con un cierto grado de incertidumbre a la espera de que sean estudiados, en profundidad, los mármoles recientemente descubiertos, o todavía por descubrir . Este pro-blema afecta a la diferenciación de algunas variedades de mármol blanco de grano fino, como es el blanco Göktepe y algunos Carrara . Hasta la fecha, la información arqueométrica publicada de las canteras de Göktepe se basa en la combinación de sus relaciones isotópicas, sus valores de EPR y algunos parámetros microscópicos como es el tamaño medio de grano y el máximo tamaño de grano9, ambos con valores similares a los que ofrecen los már-moles de Carrara . El carácter preliminar de los datos ofrecidos dificulta su diferenciación petrográfica, ya que otros parámetros texturales, que ayu-darían sin duda a su discriminación, están todavía por definir . Si se atiende a la relación de los isótopos de C y O, el blanco Göktepe presenta valores que, en parte, coinciden con algunos distritos de Carrara y además los datos de EPR, que en principio parecían ser discriminantes por su baja intensi-dad10, resultan ser problemáticos cuando se relacionan con las observaciones y cuantificaciones de la CL11 .

Afortunadamente, no todas las determinaciones arqueométricas resul-tan problemáticas; por el contrario, el uso combinando de diversas técnicas analíticas permite hacer agrupamientos de muestras con idénticos paráme-tros de discriminación, incluso para una misma procedencia . Así, ocurre con algunas canteras, como en las de las islas de Paros o de Tasos, donde pueden llegarse a determinar a qué distrito de extracción de la isla pertenece el már-mol usado en la pieza en estudio .

Aplicación: los materiales escultóricos de Villa Adriana

Se presenta a continuación el resultado del estudio arqueométrico de 67 piezas seleccionadas sobre cientos de ellas almacenadas, en distinto estado de fragmentación, en las reservas de la Villa . De ellas, una corresponde a un pedestal y el resto a piezas escultóricas . El trabajo de muestreo realizado en la campaña de 2008, fue tutelado por la “Sopraintendenza Archaeologica

9. A.B. Yavuz et al., Discovery and preliminary…; D. Attanasio et al., Quarries in the region…10. D. Attanasio et al., Quarries in the region…11. P. Lapuente et al., “White sculptural materials from Villa Adriana: Study of provenance”,

in A. Gutiérrez Garcia-M., P. Lapuente & I. Rodà, (eds). Interdisciplinary Studies on Ancient Stone. Proceedings of the IX ASMOSIA Conference (Tarragona 2009). Documenta, 23, ICAC, Tarragona, 2012, pp. 364-375.

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del Lazio” dentro del proyecto de actuaciones arqueológicas de la Universi-dad Pablo Olavide de Sevilla12 .

La procedencia se determinó utilizando una aproximación secuencial y escalonada de las diversas técnicas habituales . El primer agrupamiento se realizó según el estudio petrográfico, de DRX y de catodomicrofacies . Los agrupamientos obtenidos se verificaron o revisaron con los datos isotópicos de C y O . Posteriormente se aplicó la catodoluminiscencia cuantitativa y la técnica de EPR, en los casos problemáticos o de mayor incertidumbre . La explicación pormenorizada de los parámetros que han servido para su dis-criminación es objeto de otro trabajo13 . Es preciso recordar que las canteras de Göktepe están siendo estudiadas por el equipo turco-italiano que las ha dado a conocer y por tanto las piezas asignadas a esta procedencia hay que considerarlas como provisionales, aunque muy probables, por su similitud con los datos analíticos comparativos publicados hasta la fecha .

Los agrupamientos de muestras establecidos, permitieron identificar pie-zas talladas en mármoles blancos de 6 procedencias distintas: Luni-Carrara (Italia), Pentélico, Tasos y Paros (en Grecia), Afyon y Göktepe (en Turquía) . Entre ellos, se reconocieron variedades diferentes de una misma procedencia, extraídas en canteras diferentes . Así, de la isla de Paros, se separaron piezas de los distritos conocidos como Paros-1 y Paros-2 . Además, fue posible dife-renciar entre las variedades procedentes de Luni-Carrara, separando al menos dos variedades que fueron llamadas Carrara-1 y Carrara-2 .

Por su parte, la litología de las piezas negras, tan difícil de caracterizar visualmente, resulta relativamente sencillo si se analizan petrográficamente . Se reconocieron areniscas afectadas por metamorfismo (metagrauvacas), conocidas como Lapis basanites, procedentes de Egipto; una caliza con bioclastos (wackestone-packstone) de Túnez y una caliza recristalizada por procesos diagenéticos (sparstone) o muy débilmente metamorfizada que se adscribió al Negro Göktepe de Turquía .

En orden de abundancia, los agrupamientos de las piezas escultóricas en mármol blanco según su procedencia, fueron:

·Luni-Carrara (Italia): 21 piezas, separadas en dos grupos, uno de 15 (Carrara-2) y otro de 6 piezas (Carrara-1) .

·Blanco Göktepe, región Caria (Turquía): 18 piezas .

12. P. León y T. Nogales, “Escultura en los almacenes de Villa Adriana: un proyecto de estudio multidisciplinar”, Annali del Dipartimento di Storia 4/ 2008, (Università di “Tor Vergata”), 2008, p. 183; P. León y T. Nogales, “Sculture nei magazzini di Villa Adriana: prime riflessioni”, en M. Sapelli, Villa Adriana. Una storia mai finita. Novità e prospettive della ricerca, Roma, 2010, pp. 91-96.

13. P. Lapuente et al., “White sculptural materials...”.

209

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

·Docimion, cerca del actual Afyon, región turca de Iscehisar (antigua región Frigia): 7 piezas, una de ellas con una zona brechificada tipo pavonazzetto .

·Pentélico (próximo a Atenas, Grecia): 5 piezas .·Paros, isla de las Cícladas en el Egeo (Grecia): 8 piezas, en dos grupos

(Paros-1 y Paros-2) de 4 piezas cada uno .·Tasos, isla del norte del Egeo, actualmente griega: 3 piezas .

En cuanto a las piezas muestreadas como posibles Neros anticos, supo-nen el 6% del total escultórico, con tres procedencias muy dispares:

·De Wadi Hammamat, en el desierto oriental de Egipto proceden 2 piezas talladas en la metagrauvaca conocida como Lapis Basanites.

·Muy posiblemente de las canteras de Ain el Ksir en Túnez, procede 1 pieza de caliza negra .

·Negro Göktepe, región Caria (Turquía) 1 pieza .

La figura 3 muestra el reparto porcentual de las variedades estudiadas . Como puede observarse destacan por su abundancia las dos procedencias de mármol blanco de grano muy fino, Carrara con un 32% y Göktepe con un 27,5% . Si se agrupan por macro regiones, es la zona de Anatolia la que representa un mayor porcentaje, con un 38% en los mármoles blancos, al que habría que adicionar el 1,5% correspondiente al Nero Göktepe . El resto de zonas de aprovisionamiento corresponde además del 32% mencionado de Italia, a canteras griegas con un 24% del conjunto y un 4,5% que suponen juntas, las dos zonas africanas de Egipto y Túnez .

El predominio de Carrara sobre otros mármoles es acorde con las in-vestigaciones realizadas por otros autores en Villa Adriana, donde el már-mol lunense domina entre los de uso arquitectónico decorativo14, junto con Pentélico y en menor uso el Tasos dolomítico para determinadas áreas de la Villa15 . Igualmente estos últimos autores determinan en las esculturas del Canopo, mármoles de Paros en las personificaciones del Tíber y del Nilo; Pentélico en dos cariátides analizadas y en la estatua de Telamon, mientras que las dos amazonas, una estatua masculina o Hermes, y posiblemente la estatua de Ares, se identifican como Docimion . Procedencias todas ellas en

14. D. Attanasio et al., “EPR and petrographic provenance of the architectural white marbles of three buildings at Villa Adriana·, in Asmosia VII. Procee. 7th Int Conf. ASMOSIA, Thassos 2003, Bull. Correspondance Hellénique Sup., 51, 2009, pp. 357-369.

15. P. Pensabene et al., “Archaeometric Analyses of white marbles from Hadrian’s Villa (Tivoli, Italy) and the use of Pentelic and Dokymaean marbles in the statuary of the so-called Canopus”, in A. Gutiérrez Garcia-M., P. Lapuente & I. Rodá, (eds). Interdisciplinary Studies on Ancient Stone. Proceedings of the IX ASMOSIA Conference (Tarragona 2009). Documenta, 23, ICAC, Tarragona, 2012, pp. 104-108.

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la línea de lo aquí aportado, con la excepción del mármol de Göktepe no detectado en el estudio de las 24 piezas analizadas por los colegas italianos .

La importancia del uso del Göktepe está atestiguada por las nuevas determinaciones realizadas en algunas de las piezas más emblemáticas de la Villa . Así se ha reconocido como Negro Göktepe el material utilizado para los dos Centauros expuestos en los Museos Capitolinos, uno de ellos firma-do por artistas de Afrodisias (Aristeas y Papias) . Su calidad de pulido es tan extraordinaria que parecen estatuas de bronce16 .

No cabe duda de que la calidad de algunos mármoles como el Doci-mion o el Göktepe, era bien conocida ya que su extracción, en territorios relativamente alejados del mar, debía competir con otras canteras ubicadas en la costa, cuyo coste de transporte abarataba enormemente su explotación . En la antigüedad el transporte por tierra era extremadamente caro, sien-do éste uno de los factores que explican el alto precio del Docimium en el Edicto de Diocleciano .

Canteras de mármol según las variedades identificadas

Se relacionan, a continuación, diversos aspectos de los mármoles según las procedencias detectadas .

16. D. Attanasio et al., “Aphrodisias and the Newly…”; A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”; D. Attanasio et al., “Quarries in the region…”.

Carrara 1

Carrara 2

Göktepe

Afyon

Pentélico

Paros-1

Paros-2

Tasos

Lapis basanites

Nero Göktepe

Caliza negra Túnez

Göktepe27,5%

32%Carrara

10,5%

Afyon

7,5%Pentélico

12%Paros

23%Carrara-2

9%Carrara-1

6%Paros-1

6%

Paros-2

4,5%

TasosNeros 6%

Fig. 3. Representación porcentual de las variedades de mármol blanco y de negros.

211

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

Carrara

Según los distintos estudiosos, este distrito marmóreo fue denominado Luni por el nombre de la ciudad portuaria situada a escasos 20 km de las canteras, a partir de la que se distribuía el material . Comenzó su explotación en el siglo II a .C ., para decaer su intensa explotación hacia el año 363 d .C . En el Medievo las explotaciones fueron esporádicas para resurgir de nuevo en el Renacimiento hasta nuestros días . En época romana se explotaron tres áreas con diversas canteras en cada una: Torano (Mandria, Polvaccio, Spon-da, Crestota), Miseglia (Fantiscritti, La Tagliata, Canalgrande) y Colonna-ta (Fossacava, Calagio, Bacchiotto) todas ellas en el distrito de Carrara17 . Durante al menos los dos primeros siglos de nuestra era, los mármoles de Carrara fueron la mayor fuente de suministro de las necesidades arquitectó-nicas y decorativas de Roma, alcanzando seguramente su máximo de activi-dad en época trajanea18 .

La calidad del mármol de Carrara es hoy en día internacionalmente conocida y ya lo era también en época romana . Son su tamaño de grano muy fino (máximo de grano < 0,7 mm, en las muestras estudiadas de Villa Adriana) y su textura poligonal, constituida por un mosaico homeoblástico de cristales de calcita, las que confieren su enorme popularidad como roca ornamental, especialmente con uso escultórico (fig . 4) .

La presencia de minerales accesorios, especialmente dolomita, y pi-rita, así como su distinto comportamiento luminiscente, facilitó la sepa-ración de dos grupos distintos . El que se ha denominado Carrara-1 está integrado por las muestras 8, 9, 11, 15, 34 y 41 (fig . 5) . Por su parte, el grupo Carrara-2 lo constituyen las muestras 3, 5, 14, 23, 30, 31, 35, 44, 45, 49, 60, 61, 62, 64 y 65 (fig . 6) . En ambos grupos de piezas, pueden reconocerse la excelente calidad del mármol y el fino trabajo de la labra, en detalles como en el zodiaco del tondo (muestra 62) o en el peplo del brazo femenino de la 65, siendo además usado tanto en piezas colosales como en piezas pequeñas .

Göktepe

En 1996, un grupo de geólogos turcos localizaron diversas cante-ras, con indicios de explotación antigua, de mármol blanco, gris y negro, y otras veteadas en distintos tonos, en la antigua región Caria en Turquía

17. N. Herz y N.E. Dean, “Stable isotopes and archaeological geology: the Carrara marble, northern Italy”, Applied Geochemistry, 1, 1986, pp. 139-151.

18. D. Attanasio et al., The isotopic signature of classical marbles. Studia Archaeologica, 145, 2006.

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occidental . Se sitúan a unos 50 km al NE de Muğla, próximos a la localidad de Göktepe y a escasos 40 km de la antigua ciudad de Afrodisias . Se dieron a conocer a la comunidad científica en la VIII Conferencia Internacional de Asmosia celebrada en 2006 en Aix-en-Provence, y desde entonces se han publicado algunos trabajos de caracterización de dichas canteras19, así como de su reconocimiento en diversas piezas arqueológicas20 . Se trata de extracciones diseminadas en varios distritos, algunos con explotaciones sub-terráneas, cuyo comienzo de actividad parece centrase desde el siglo II d .C . hasta mitad del siglo V21 .

Los datos geológicos ofrecidos hasta la fecha de las canteras de Gök-tepe son un tanto contradictorios, ya que por una parte la información se ha centrado en la caracterización global de todos los niveles marmóreos del flanco meridional del Macizo Metamórfico de Menderes22, donde al menos las variedades negras se asocian a la denominada Formación Göktepe . Pero

19. A. B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”.20. D. Attanasio et al., “Aphrodisias and the Newly…”; D. Attanasio et al., “Quarries in the

region…”.21. D. Attanasio et al., “Aphrodisias and the Newly…”.22. A.B. Yavuz et al., “Geological parameters affecting the marble production in the quarries

along the southern flank of the Menderes Massif ”, in SW Turkey. Engineering Geology, 80, 2005,

Fig. 4. Variedades de Carrara. Tipos Carrara-1 y Carrara-2. Imágenes bajo el microscopio petrográfico y catodomicrofacies.

213

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

por otra, cuando se particulariza para los mármoles de Göktepe hay infor-maciones contrapuestas . Así, el Negro Göktepe, clasificado como mármol metamórfico del Carbonífero-Pérmico, se dice que aflora en pequeños len-tejones entre filitas y silexitas23 y sin embargo en el mismo trabajo al carac-terizarlo mineralógicamente se adscribe al Cretácico Superior . Un aspecto visual que ayuda a su reconocimiento parece ser la presencia de venas de calcita blanco-amarillentas, a menudo entrecruzadas . Igualmente ayuda a su identificación el olor fétido al fracturarse24 . Por lo hasta ahora divulgado, también parece haber contradicciones respecto a la naturaleza de la piedra . Unas veces se ha descrito como un verdadero mármol, con textura grano-blástica, un tamaño medio de grano de 0,086±0,032 mm y una foliación bien definida25, mientras en otras ocasiones se dice que se trata de una caliza

pp. 214-241; A.B. Yavuz et al., “Material properties of the Menderes Massif Marbles from SW Turkey”, Engineering Geology, 82, 2005, pp. 91-106.

23. A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”.24. A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”.25. D.Attanasio et al., “Quarries in the region…”.

Luni- Carrara 1

8-relieve con templo

9-relieve con escena

15-basa de Hércules

34-máscara grande

41-Augusto colosal

11- garra de león

Luni- Carrara 1

8-relieve con templo8-relieve con templo

9-relieve con escena9-relieve con escena

15-basa de Hércules15-basa de Hércules

34-máscara grande34-máscara grande

41-Augusto colosal41-Augusto colosal

11- garra de león11- garra de león

Fig. 5. Piezas de Carrara-1.

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recristalizada, sin quedar claro si se está describiendo una roca metamórfica o sedimentaria transformada por diágenesis, aunque se reconoce que el ma-terial estudiado en muchos casos está en el límite entre la clasificación de mármol y caliza . Esta indeterminación es uno de los aspectos criticados por Lazzarini26 en una recensión sobre lo publicado del Göktepe27 .

En cuanto a los mármoles blancos, afloran en el flanco meridional del Ma-cizo metamórfico de Menderes, forman parte de una formación del Cretácico Superior28 que parece corresponder a niveles adscritos al Santoniense-Campa-niense, por la presencia de restos de Rudistas29 . La calidad de la materia prima, especialmente del Blanco Göktepe, se asocia a su tamaño de grano extremada-mente fino, su brillo, muy uniforme de color sin venas ni manchas de accesorios .

Las piezas estudiadas de Villa Adriana reconocidas como Blanco Gök-tepe son las numeradas como 2, 4, 10, 12, 19, 24, 27, 33, 36, 40, 50, 51, 53, 55, 57, 58, 63 y 66 (fig . 7) . No hay que olvidar que esta determinación

26. L. Lazzarini, “Recensione a D.Attanasio et al., Quarries in the region…”, in Marmora, 6, 2010, pp. 165-174.

27. A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…” y D.Attanasio et al., “Quarries in the region…”.

28. A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”.29. A.B. Yavuz et al., “Geological parameters affecting…”; A.B. Yavuz et al., “Material properties…”.

Luni Carrara -2

3-pata caballo

5-cabeza Antinoo14-mano colosal

30-pedestal con escabel

44-lastra con cariátide

45-busto antoniniano

49-Apolo

23- basa estatuaria

35- divinidad fluvial60-Adriano colosal

61-brazo femenino

62-tondo con zodiaco

64- busto en hueco antoniniano

65- brazo femenino con peplo

31-pierna

Luni Carrara -2

3-pata caballo3-pata caballo

5-cabeza Antinoo5-cabeza Antinoo14-mano colosal14-mano colosal

30-pedestal con escabel30-pedestal con escabel

44-lastra con cariátide44-lastra con cariátide

45-busto antoniniano45-busto antoniniano

49-Apolo49-Apolo

23- basa estatuaria23- basa estatuaria

35- divinidad fluvial35- divinidad fluvial60-Adriano colosal60-Adriano colosal

61-brazo femenino61-brazo femenino

62-tondo con zodiaco62-tondo con zodiaco

64- busto en hueco antoniniano64- busto en hueco antoniniano

65- brazo femenino con peplo65- brazo femenino con peplo

31-pierna31-pierna

Fig. 6. Piezas de Carrara-2.

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variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

tiene carácter provisional ya que por ahora no se han publicado las caracte-rísticas petrográficas completas del Göktepe . A pesar del estado fragmen-tario del material estudiado, se reconoce su calidad por la delicadeza de detalles en el esculpido .

La cabeza de toro analizada (pieza 46) se reconoció como Negro Gökte-pe (fig . 8) . El estudio petrográfico confirmó que se trata de una caliza afectada por procesos diagenéticos de reemplazamien-to y recristalización parcial, que presenta una foliación manifiesta por la concentración de los óxidos de hierro y materia orgánica, sin llegar a ser un verdadero mármol, por lo que responde a una variedad de caliza obliterada por la diagénesis, clasificada como sparstone30 . Los pocos datos petrográficos publicados sobre esta roca, así como sus valores isotó-picos31, junto con su olor fétido a la fractura, concuerdan con esta procedencia .

30. V.P. Wright, “A revised classification of limestones”, Sed. Geol., 76, 1992, pp. 177-186.31. A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”; D. Attanasio et al., “Quarries in the

region…”.

Fig. 7. Piezas de Göktepe Blanco.

Negro Göktepe

46-ojo de toro

Negro Göktepe

46-ojo de toro46-ojo de toro

Fig. 8. Pieza de Göktepe Negro.

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Afyon (marmor Docimium blanco y Pavonazzetto)

En la antigua región Frigia, actual Iscehisar (Turquía), cerca de la mo-derna ciudad de Afyon, se explotaron en época romana diversas variedades de mármol, entre las que destacó uno brechoide con matriz violácea cono-cido con el nombre renacentista de Pavonazzetto. Se reconoce su uso ya al menos en época augustea, con canteras de propiedad imperial que favore-cieron su rápida distribución por todo el imperio .

No menos apreciado, resultó el mármol blanco explotado en esta re-gión, no sólo por la propia calidad intrínseca de la materia prima, sino tam-bién por la excelencia de los trabajos artísticos que se realizaban con ellos . Gran cantidad de sarcófagos salieron de estas canteras, pero sobre todo la perfección de las producciones artísticas de esculturas de tamaño real, a menudo de inspiración clásica, es sin duda por lo que adquirieron un gran prestigio .

Las manifestaciones artísticas elaboradas con este material, analizadas en Villa Adriana fueron las piezas 1, 21, 22, 25, 37, 48 y 54 (fig . 9) . En todas ellas se reconocen detalles escultóricos de primer nivel, destacando el brazo del filósofo (pieza 22) o la musculatura enervada del Grupo Ulises (21), pieza que además presenta una zona brechificada tipo pavonazzetto.

22- brazo filósofo

25-grupo de filósofo y musa?

48- pie con calceus

Afyon (Docimium)

1-pie de Hermes

21- grupo de Ulises 37- paño y pierna 54- Cibeles

22- brazo filósofo22- brazo filósofo

25-grupo de filósofo y musa?25-grupo de filósofo y musa?

48- pie con calceus48- pie con calceus

Afyon (Docimium)

1-pie de Hermes1-pie de Hermes

21- grupo de Ulises21- grupo de Ulises 37- paño y pierna37- paño y pierna 54- Cibeles54- Cibeles

Fig. 9. Piezas de Afyon.

217

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

Pentélico

El mármol del Monte Pentélico, junto a Atenas, usado masivamente en la construcción del Partenón, es también en su variedad de grano fino apreciada por los romanos para uso escultórico . Se trata de un mármol blanco brillante que tiende con el tiempo a tomar un tono cremoso más cálido por meteoriza-ción superficial . La presencia de finas micas plateadas de moscovita y de veti-llas alineadas verdosas muy sutiles ayuda a su reconocimiento visual .

En las piezas de Villa Adriana analizadas se reconoció este material en tres fragmentos colosales numerados como 26, 52 y 59, además de otras dos piezas finamente talladas 17 (águila) y 43 (laena) (fig . 10) .

Paros

En la isla de Paros, una de las Cícladas de mayor extensión, la explo-tación romana de los mármoles se encontraba diseminada en diversos fo-cos localizados a escasos kilómetros unos de otros, tanto en canteras a cielo abierto como subterráneas . Los mármoles de cada distrito tienen caracterís-ticas identificativas muy distintas ya que se asocian a formaciones geológicas diferentes . En el valle de Stefani, cerca de la localidad de Marathi, se explo-taba la famosa variedad “Lychnites” o marmor parium, mármol de grano fino-medio y muy translúcido que se extraía de las canteras subterráneas “Grotto de las Ninfas” y “Grotto del Pan”. En los estudios arqueométricos este distrito es conocido como Paros-1 . Los diversos frentes de cantera de pequeño a mediano tamaño que se distribuyen por el área de Lakkoi y el Valle de Chorodaki, donde se extraía un mármol de grano medio-grueso de menor calidad escultórica, son referidos en la bibliografía como Paros-232 .

32. L. Moens et al., “Multidisciplinary research and cooperation: keys to a successful provenance determination of white marbles”. in M. Waelkens, N. Herz and L. Moens (eds). Ancient Stones: Quarrying, Trade and provenance. Act. Archaeol. Lovaniensia Monogr., 4, 1922, pp. 247-254.

Pentélico

17-águila26-cabeza colosal 59-pie colosal 52-pierna colosal 43-laena

Pentélico

17-águila17-águila26-cabeza colosal26-cabeza colosal 59-pie colosal59-pie colosal 52-pierna colosal52-pierna colosal 43-laena43-laena

Fig. 10. Piezas de Pentélico.

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mª pilar lapuente, pilar león, trinidad nogales

Ambas variedades fueron detectadas en 4 piezas cada una, de entre las analizadas . Corresponden a las numeradas como 16, 18, 32 y 38 de Paros-1 y a las 28, 29, 56 y 67 de Paros-2 (fig . 11) . Curiosamente, las tres piernas analizadas con detalles escultóricos semejantes (piezas 31, 32 y 33) resulta-ron con procedencias diferentes, Carrara-2, Paros-1 y Göktepe, respecti-vamente . Por el contrario, las dos piezas que responden a sendos atletas (28 y 29) que ya en principio apuntaban a formar parte de un mismo programa decorativo, están tallados en el mismo mármol de Paros-2 .

Tasos

En la isla de Tasos se explotaron dos variedades de mármol de compo-sición mineralógica diferente, una dolomítica de grano medio-grueso extraí-da en las zonas, en Cabo Vathy y en Saliara, y otra calcítica (próxima a la localidad de Aliki) . Los datos arqueométricos comparados con Gorgoni et al.33 confirmaron el uso de la primera variedad, reconocida en tres piezas de las analizadas, corresponden con 7, 20 y 47 (fig . 12) . Llama la atención el

33. C. Gorgoni et al., “An updated and detailed mineropetrographic and C-O stable isotopic reference database for the main Mediterranean marbles used in antiquity”, in J.J. Herrmann Jr., N. Herz and R. Newman (eds.) Asmosia 5: Interdisciplinary Studies on Ancient Stone. Archetype Publ. London, 2002, pp. 115-131.

Paros-1 (Marathi) “lychnites”

16-masculina sedente18-basa con ciervo 38-herma32-pierna

Paros-1 (Marathi) “lychnites”

16-masculina sedente16-masculina sedente18-basa con ciervo18-basa con ciervo 38-herma38-herma32-pierna32-pierna

Paros-2 (Chorodaki)

28-atleta 29-atleta56-cornucopia 67-brazo colosal

Paros-2 (Chorodaki)

28-atleta28-atleta 29-atleta29-atleta56-cornucopia56-cornucopia 67-brazo colosal67-brazo colosal

Fig. 11. a y b. Piezas de Paros-1 y de Paros-2.

219

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

grupo de Venus (muestra 47) que a pesar de su volumen está tallado en un solo bloque de mármol, al menos las partes que han llegado a nuestros días .

Desde el punto de vista de la utilización de la materia prima, el tamaño de los bloques extraídos de la cantera, influía en el trabajo que podía realizar el artista, siendo un factor limitante del tamaño que podía alcanzar la figura, pero también del tipo de pose que a partir del bloque podía tallarse . En esta época el tamaño y calidad de los bloques permitía tallar las figuras de una sola pieza .

Lapis basanites del desierto oriental de Egipto

Entre las piezas escultóricas talladas en piedra negra, destacan 2 piezas (numeradas como 6 y 39) elaboradas en una roca sedimentaria detrítica, tipo grauvaca afectada por metamorfismo de bajo grado (metagrauvaca) . Su aspec-to visual es semejante a algunas rocas volcánicas afíricas, por lo que antigua-mente fue denominada Lapis Basanites, también conocida por los egipcios como piedra “bekhen”34 . Se encuentra en las canteras de Wadi Hammamat, en el desierto oriental de Egipto . Su procedencia no ofrece duda tras la com-paración petrográfica con las descripciones de Brown & Harrell35 .

La pieza 6 es un fragmento de serpiente y la 39 forma parte de una nióbi-de en la que debe mencionarse la dificultad para esculpir en esta piedra de gran dureza (fig . 13) . Resulta interesante la determinación de su procedencia, ya que

34. R. Gnoli, Marmora Romana. 2ª ed, edizioni dell’Elefante, Roma, 1988, p. 183; G. Borghini (ed.), Marmi antichi. Edizioni de Luca, Roma, 1992, p. 204-205.

35. V.M. Brown y J.A. Harrell, “Topographical and petrological survey of ancient Roman quarries in the Eastern Desert of Egypt”, in Y. Maniatis, N. Herz & Y. Basiakos (eds). The study of marble and other stones used in Antiquity. Archetype books. 1995, pp. 221-234.

Tasosdolomítico

7-pie colosal estatua femenina

47-grupo de Venus

20- brazo colosal

Tasosdolomítico

7-pie colosal estatua femenina7-pie colosal estatua femenina

47-grupo de Venus47-grupo de Venus

20- brazo colosal 20- brazo colosal

Fig. 12. Piezas de Tasos dolomítico.

220

mª pilar lapuente, pilar león, trinidad nogales

otras nióbides de Villa Adriana han sido asignadas al Negro Göktepe36 materia prima que parece reemplazar el uso de esta piedra egipcia ya que, posiblemen-te por su extrema dureza, dejó de explotarse en el siglo II .

Caliza negra de Túnez

Otra pieza negra (fig . 14) que responde a un fragmento de ojo de toro (número 13) resultó ser una caliza con foraminíferos planctónicos o wackes-tone-packstone según la nomenclatura revisada de calizas de Wright37 . Para identificar su posible procedencia en el distrito tunecino de Ain el Ksir, fue necesario comparar sus datos isotópicos con los publicados recientemente sobre canteras de nero antico38 .

36. D. Atanasio et al, “Quarries in the region...”.37. V.P. Wright, “A revised classification…”.38. M. Fornaseri et al., “Lapis Níger” and other black limestones used in antiquity”, In Y.

Maniatis, N. Herz and Y. Basiakos (eds.) The study of marble and other stones used in the antiquity. Proc. 3rd. Int. ASMOSIA Conference, Athens, 1993. Archetype books, London, 1995, pp. 235-240.; M. Agus et al., “A laboratory characterization of black limestones (Neri Antichi) from Zeugitania (Tunisia)”, Marmora, 2, 2006, pp. 71-82; L. Lazzarini, Poikiloi lithoi, versicvlores macvlae: I marmi colorati della Grecia antica, Pisa-Roma, 2007; D. Attanasio et al., “Quarries in the region…”; A.B. Yavuz et al., “Discovery and preliminary…”; M. Brilli et al., “Black limestones used in antiquity: the petrographic, isotopic and EPR database for provenance determination”, Journal of Archaeological Science, 37, 2010, pp. 994-1005.

Lapis Basanites (Metagrauvaca negra)Wadi Hammamat, Egipto

6-serpiente

39-nióbide

Lapis Basanites (Metagrauvaca negra)Wadi Hammamat, Egipto

6-serpiente6-serpiente

39-nióbide39-nióbide

Fig. 13. Piezas de Lapis Basanites.

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variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

Implicaciones histórico-artísticas del estudio arqueométrico

Las analíticas marmóreas llevadas a cabo con muestras tomadas de frag-mentos escultóricos de los Almacenes de Villa Adriana confirman las im-presiones de novedad que se empiezan a reconocer en la escultura adrianea . Se refieren éstas especialmente a la moda y al incremento en la utilización de mármoles de color y negro, así como a la preferencia por los buenos már-moles escultóricos blancos tradicionalmente utilizados .

Ratificada se ve asimismo la importancia del aperturismo artístico y de la movilidad en cuanto a focos de producción, escultores especializados y rutas del comercio de arte, todo lo cual se ha de poner en relación con los intentos de promover y de experimentar novedades realizados por el arte adrianeo . Especial relevancia adquieren en este sentido los mármoles de color y los mármoles negros, por cuanto aportan un valor nuevo a la obra es-cultórica . Por un lado, la utilización de estos materiales algo exóticos supone la sustitución y la clara competitividad entre mármol coloreado y mármol de color, circunstancia que debió tenerse muy en cuenta en los talleres de escultura . Por otro lado, los nuevos materiales favorecen la floración de una nueva estética, en la que se imponen nuevos gustos y modas . Por último conviene considerar el hecho de que la frecuencia de dichos materiales en Villa Adriana –centauros, faunos, figuras animales en general, grupos escul-tóricos varios– resulta determinante para el encauzamiento y difusión de la nueva experiencia u orientación artística .

La calidad extraordinaria de los mármoles preferidos, blancos y de color, que se infiere de los resultados arqueométricos, demuestra el empeño de los escultores por trabajar mármoles cualificados, vistosos y finos, con los que pueden conseguir resultados llamativos, espectaculares a veces, a la hora de buscar la filigrana escultórica, la bravura técnica . A favor de ella juega también el intento de utilizar recursos como el pulimento, para provocar el equívoco en el espectador, por ejemplo, entre mármol negro y bronce, o bien entre

Caliza negraposible Ain al Kasir (Túnez)

13-ojo de toro

Caliza negraposible Ain al Kasir (Túnez)

13-ojo de toro13-ojo de toro

Fig. 14. Pieza de Caliza negra de Túnez

222

mª pilar lapuente, pilar león, trinidad nogales

mármol blanco y alabastro o cristal, sin olvidar los juegos naturalistas busca-dos con la coloración de las vetas marmóreas . A decir verdad no se trata de invenciones de época adrianea, pues son procedimientos conocidos de antes; pero el arte adrianeo los generalizó y los valoró con criterio más moderno en cuanto componentes artísticos tanto en el sentido técnico como estético .

A partir de los resultados de estas nuevas analíticas marmóreas y de las previamente iniciadas da un giro la “escuela de Afrodisias”, cuyas implica-ciones cada vez más exactas repercutirán en un mejor conocimiento del arte adrianeo .

Conclusiones

El estudio arqueométrico secuencial de piezas escultóricas de Villa Adriana, pone de manifiesto:

— El uso de una rica variedad de mármoles blancos procedente de las más prestigiosas canteras clásicas .

— En términos de porcentajes, es el distrito de Carrara el que pro-porcionó un mayor número de muestras, sin olvidar la profusión de otros mármoles de grano fino como el Blanco Göktepe o los de Paros lychnites y Docimion que aunque en menor proporción, son igualmente representativos de la selección de materia prima de cali-dad para realizar trabajos escultóricos de detalle .

— La diversidad del material puede asociarse a la diversidad de talleres trabajando en la Villa, pues no en vano se trata de un gran proyecto imperial con los objetos más suntuarios39 .

— Las procedencias, del mismo modo, nos evidencian un panorama comercial de gran alcance en el siglo II d .C ., con un elevado empleo de mármoles de importación .

— No obstante, todavía tenemos pendientes algunos aspectos en rela-ción al proceso del trabajo escultórico y los diversos usos del mármol . Las obras pudieron estar realizadas por officinae de artistas especia-listas en la talla de un determinado tipo de mármol, que bien podrían haber viajado hasta la propia Villa, o en los centros de suministro; tal vez se podrían completar los productos de cantera por maestros locales según pedido . Son muchos aspectos que caben aún plantearse y que a la luz de los resultados obtenidos, donde conviven diversas materias primas de alta calidad, difícilmente pueden resolverse .

39. A.M. Reggiani 2009, “El comercio de los objetos...”.

223

variedades de mármol escultórico de villa adriana . . .

La aportación de estos datos estadísticos habría que analizarla en rela-ción con los distintos programas y temas escultóricos observados, pero no hay que olvidar que se trata de material seleccionado de diferentes coleccio-nes y ciclos de diversa cronología, por lo que sólo cabe aportar una visión general . La comparación de modelos escultóricos bien determinados por su taller de origen y cronología, con las piezas particulares aquí analizadas, re-portará nuevas perspectivas en este entramado entre materia prima, talleres escultóricos, uso decorativo y gustos de la época .

Sin embargo, este trabajo cuyo objetivo se enmarcó en el reconocimien-to de las variedades de mármol y el agrupamiento de muestras mediante su estudio arqueométrico, a buen seguro podrá aportar luz en el complejo es-tudio del conjunto escultórico de la Villa .

Los nexos y relaciones entre Roma, Tibur y la Bética son anteriores a la época adrianea, pero es en esta época cuando alcanzan cohesión y fuer-za especiales. El aglutinante es el emperador Adriano, nacido en Roma aunque oriundo de la provincia Bética, cuya residencia privada fue la magní�ca Villa de Tibur. Poblada el área tiburtina de ricas mansiones y villas pertenecientes a la poderosa élite senatorial de origen hispa-no y bético, la conjunción de intereses y circunstancias entre Roma, Tibur y la Bética constituye un fenómeno de máximo interés para historiadores y para arqueólogos, al que se ha prestado atención en numerosas ocasiones, hitos memorables de la investigación algunas de ellas.

Renovar el panorama cientí�co y presentar algunas de las novedades y de los avances más recientes sobre el tema, tanto en el plano histórico como en el ar-queológico, es el objetivo de este nuevo libro. La proyección monumental de los tres escenarios contemplados es más que considerable y re�eja una vez más el poder de irradiación extraordinario que alcanzó Roma y la capacidad de absorción demostrada por los pueblos y territorios estrechamente ligados a ella, como es el caso de la provincia Bética.

Especialistas en los diversos temas planteados ofrecen nuevo enfoque y tratamiento a cuestiones candentes de la investiga-ción sobre temas adrianeos.

Rafael HidalgoPilar León

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