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Transgresores de la convencionalidad: la participación política del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Autor: Oscar Ramón López Carrillo. 1 “Los que integran los movimientos sociales están locos, están locos porque se atreven a soñar”. Manuel Castells (2013). 2 Introducción. La presente ponencia pretende dar cuenta de la participación política del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y lleva por subtítulo “transgresores de la convencionalidad”. Advertimos que éste será al debate principal de la misma, el uso de formas de participación política no convencionales por parte de los integrantes de este movimiento, hablamos en específico del uso de redes sociales (virtuales) y del performance. Al ser este trabajo un desglose directo de un producto aun mayor, hablamos de un trabajo de investigación para optar el grado de maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, nos encontramos con una limitante ante el número de páginas. No obstante exponemos, que esta ponencia incluirá material que no pudo ingresar a aquel producto final por cuestiones de tiempo. De esta manera, es necesario evidenciar al lector cuál será la composición de la presente ponencia. La presente ponencia consta de 5 apartados. En el primero, damos cuenta del contexto en el cual surge el movimiento #Yosoy132 y evidenciamos su llegada a la ciudad de Guadalajara, su proceso y desarrollo; en el segundo, explicamos al lector cuál es nuestro aparato teórico, el cual nos permite discutir acerca de nuestros dos conceptos medulares, la 1 Licenciando en Psicología y candidato a maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: [email protected] . La presente ponencia da cuenta de una investigación ya terminada y se da la autorización para que pueda ser publicable en todos los medios utilizados por este congreso. 2 Esta sentencia fue tomada de la presentación que Manuel Castells tuvo en la cátedra Jorge Alonso en las instalaciones de la Universidad del Valle de Guadalajara (UNIVA). Ésta llevó por nombre “Enredados por la libertad”.

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Transgresores de la convencionalidad: la participación política del movimiento

#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Autor: Oscar Ramón López Carrillo.1

“Los que integran los movimientos sociales

están locos, están locos porque se atreven a

soñar”.

Manuel Castells (2013). 2

Introducción.

La presente ponencia pretende dar cuenta de la participación política del movimiento

#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y lleva por subtítulo “transgresores de la

convencionalidad”. Advertimos que éste será al debate principal de la misma, el uso de

formas de participación política no convencionales por parte de los integrantes de este

movimiento, hablamos en específico del uso de redes sociales (virtuales) y del

performance.

Al ser este trabajo un desglose directo de un producto aun mayor, hablamos de un

trabajo de investigación para optar el grado de maestro en Ciencias Sociales por la

Universidad de Guadalajara, nos encontramos con una limitante ante el número de páginas.

No obstante exponemos, que esta ponencia incluirá material que no pudo ingresar a aquel

producto final por cuestiones de tiempo. De esta manera, es necesario evidenciar al lector

cuál será la composición de la presente ponencia.

La presente ponencia consta de 5 apartados. En el primero, damos cuenta del

contexto en el cual surge el movimiento #Yosoy132 y evidenciamos su llegada a la ciudad

de Guadalajara, su proceso y desarrollo; en el segundo, explicamos al lector cuál es nuestro

aparato teórico, el cual nos permite discutir acerca de nuestros dos conceptos medulares, la

1 Licenciando en Psicología y candidato a maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara.

Correo electrónico: [email protected]. La presente ponencia da cuenta de una investigación ya

terminada y se da la autorización para que pueda ser publicable en todos los medios utilizados por este

congreso. 2 Esta sentencia fue tomada de la presentación que Manuel Castells tuvo en la cátedra Jorge Alonso en las

instalaciones de la Universidad del Valle de Guadalajara (UNIVA). Ésta llevó por nombre “Enredados por la

libertad”.

participación política y los movimientos sociales; en el tercer apartado, mostramos nuestra

propuesta metodológica para el estudio de los movimientos sociales; en el cuarto,

recuperamos la voz de los participantes y mostramos algunos extractos de entrevista que

nos permiten discutir acerca de la práctica política de los sujetos que integraron el

#Yosoy132 de Guadalajara, y por último, en el quinto apartado, donde plasmamos nuestras

conclusiones.

Daremos paso al desarrollo de nuestro primer apartado.

(Des) obligada contextualización.

En este apartado daremos cuenta del proceso del movimiento tanto a nivel nacional como a

nivel estatal, exponemos que haremos cierto énfasis en lo segundo. Lo primero que

tenemos que hacer es preguntarnos cómo es que surge nuestro sujeto social de estudio: el

movimiento #Yosoy132.

¿Cómo surge el movimiento #Yosoy132? Sí bien sabemos que ya se han escrito

muchas páginas sobre lo acontecido aquel 11 de mayo del año 2012, de aquella visita de

Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana. Consideramos pertinente hacer cierto

matiz, explicar que previo a la irrupción del movimiento, existían algunos antecedentes del

descontento de la población hacia el entonces candidato presidencial del Partido

Revolucionario Institucional (PRI), siendo los más visibles los cientos de comités “anti-

Peña” que se gestaron alrededor del país.

¿Qué ocurrió, entonces, el 11 de mayo en la IBERO? Si abusamos de nuestra

memoria, los titulares de prensa fueron ambiguos y confusos, mientras que publicaciones

periódicas como ‘La jornada’ hacían evidente que algo estaba pasando en esa institución, la

mayoría de los diarios y publicaciones del país evidenciaban otra realidad. ‘Triunfo de Peña

en la IBERO’ era el titular común. La radio y la televisión, por su parte, no evidenciaron,

pero sí dieron voz y foro a los ‘afectados’, así los siguientes días pudimos escuchar las

declaraciones de algunos de los principales actores políticos del PRI y del Partido Verde

Ecologista de México (PVEM), de esta manera fuimos testigos de las infortunadas

declaraciones de Pedro Joaquín Coldwell, Arturo Escobar y Emilio Gamboa Patrón.

Coldwell tachó de “intolerantes” a los estudiantes y refirió que “(…) este puñado

de jóvenes no son una muestra representativa de la comunidad de la IBERO”. Por su parte,

Arturo Escobar y Emilio Gamboa Patrón, atribuyeron cuestiones similares; el primero

expuso “(…) hay un grupo de…., no quiero decir jóvenes, ya estaban mayorcitos, calculo

de 30 a 35 años para arriba, incitando. Era un grupo minoritario, no pasaban de 20

personas”, mientras que el segundo argumentó “(…) fue un complot, una trampa, una

actitud porríl y provocadora”. 3

En un hecho inusitado, por lo menos en un contexto mexicano, los estudiantes de

dicha universidad dieron respuesta a las declaraciones de los políticos anteriormente citados

en este texto. La forma no fue la habitual, no fue mediante una réplica en los periódicos de

mayor circulación a nivel nacional, tampoco en los programas radiofónicos de mayor

audiencia, mucho menos en alguno de los tantos noticieros y programas que se encuentran

bajo el cobijo del duopolio televisivo de Televisa y Tv Azteca, los estudiantes de esta

universidad subieron un video al portal Youtube, el cual se tituló “131 estudiantes de la

IBERO” y en el cual ellos exponen lo siguiente: “(…) estimados Joaquín Coldwell, Arturo

Escobar, Emilio Gamboa, así como medios de comunicación de dudosa neutralidad.

Usamos nuestro derecho de réplica para desmentirlos. Somos estudiantes de la IBERO, no

somos acarreados, no somos porros, y nadie, nadie nos entrenó para nada”.4 Había nacido

algo, aunque se sigue sin saber quién bautizó al movimiento como #Yosoy132, si los

medios o los propios estudiantes, sin lugar a dudas ese día había nacido algo. Por

consecuencia, una pregunta vital para el desarrollo de esta ponencia es: ¿cómo llega este

movimiento a la ciudad de Guadalajara, Jalisco?

Si tuviéramos que enmarcar un referente sobre la llegada o surgimiento del

movimiento #Yosoy132 a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, tendríamos que marcar como

fecha especifica el 23 de mayo del año 2012. Nos atenemos a lo que escriben los jóvenes

en la revista que se titula ‘Ciento treinta y dos” en su primer número, en el cual argumentan

que ese día los jóvenes del ‘Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente’

(ITESO) organizaron la primera marcha rumbo a las instalaciones de Televisa y Milenio de

3 Puede leerse en http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/09/11/yo-soy-132-movimiento-del-

siglo-xxi/ 4 Puede verse en http://www.youtube.com/watch?v=OoNODV2Stuk

esa ciudad. Además, refieren que aunque la marcha no contó con una afluencia tan amplia

como las organizadas en el Distrito Federal, según sus datos asistieron 1500 personas, el

movimiento se convirtió en un ‘fenómeno viral’ gracias a la utilización de las redes sociales

(virtuales); para estos jóvenes el siguiente paso era llevar el movimiento a otras

instituciones y a otras universidades, meta que no se cumplió en su apogeo y que no se ha

cumplido a la fecha. El análisis de mi afirmación nos llevaría una ponencia por sí sola, pero

los intentos por hacer comités dentro de la universidad de Guadalajara hasta el momento

han sido infructíferos.

Para explicar el desarrollo del movimiento en la ciudad de Guadalajara, es necesario

partir de los argumentos de Vaquero (2002), quien expone que los movimientos sociales

sufren periodos de “reflujo e inactividad”. Y justo así ha sido la dinámica del movimiento.

Nosotros lo hemos divido por etapas. La primera de ellas abarca de la llegada del

movimiento a la ciudad de Guadalajara hasta el día de las elecciones, día que fue

comúnmente conocido como el día 0 (del 14 de mayo hasta el 2 de julio del año 2012), en

ésta se introducen algunas fechas o sucesos importantes como la creación del manifiesto

estatal, una serie de manifestaciones de gran convocatoria, y el debate. La segunda etapa

que abarca del día 0 al #1DMx (del 2 de julio al 1 de diciembre del año 2012), y en la cual

se suscitó la acampada revolución, todo lo relacionado con las jornadas postelectorales, el

enfrentamiento entre manifestantes y agentes de la policía estatal afuera de las instalaciones

de la Expo Guadalajara, y la liberación de los detenidos por este evento). Una tercera etapa

que abarca todo el año 2013, y que tiene que ver con una restructuración en las

vindicaciones del movimiento, así como con una pérdida masiva de integrantes y/o

simpatizantes. Y una cuarta etapa, la cual abarca la primera mitad del año 2014 y en la cual

el movimiento ha logrado algunas convocatorias exitosas y ha podido mantenerse vigente,

aunque sin lograr los grandes contingentes del año 2012, debido a que han tenido un

enemigo en común, evitar que la ley Telecom se apruebe, y que su componente

organizativo es menor que el de otros años, es decir, que esta etapa se caracteriza por tener

una composición tipo colectivo lo cual ha logrado homogenizar o cohesionar sus prácticas,

teniendo a #Yosoy132GDL y “somos más de 131” como médula.

La participación política de los movimientos sociales contemporáneos.

Como se puede notar desde el título del propio apartado, éste va encaminado a discutir dos

conceptos principales: la participación política y los movimientos sociales. Anteponemos

que por el formato de la exposición y el número de páginas permitido, trataremos de que no

queden fuera de este apartado algunas discusiones periféricas que fueron importantes para

el desarrollo de nuestro trabajo de investigación.

Daremos cuenta del primer gran concepto. La participación política no es un tema

nuevo. Numerosos cientistas sociales desde diversos posicionamientos han tratado de

comprenderla, definirla o explicarla. Incluso en los últimos años hemos sido testigos del

gradual crecimiento tanto en calidad como en cantidad de estos estudios desde la

sociología, la antropología y la psicología.

La primera complicación con la que nos encontramos fue la propia definición del

concepto. Bobbio y Matteucci (1982) definían de la siguiente manera a la participación

política:

(…) en la terminología corriente de la ciencia política el término ‘participación política’ se

utiliza para designar una serie de actividades: el acto de la votación, la militancia en un

partido político, la participación en manifestaciones, la contribución a una cierta agrupación

política, la discusión de asuntos públicos, la participación en un comicio o en una reunión

electoral, el apoyo dado a determinado candidato en el curso de una campaña electoral, la

presión ejercida hacia un dirigente político, la difusión de información pública.

Si bien, es cierto que esta definición se dio mucho antes del surgimiento de las redes

sociales virtuales, consideramos que esta definición queda corta si pretendemos entender el

accionar político de los sujetos que integran los movimientos sociales de nuestro siglo.

Otro punto relevante, del que debemos dar detalle en la presente ponencia, es que

este término, la participación política, suele confundirse o utilizarse en otros contextos. De

esta manera nos vimos en la necesidad de separarla de otras formas de participación que

etimológicamente pudieran parecerse. Para esto utilizamos la tipología de Galeana y Sainz

(2003), lo que nos permitió diferenciar a nuestro concepto rector de otros como la

participación ciudadana, la participación comunitaria y la participación social.

Dos discusiones periféricas que tuvieron un carácter obligatorio en esta revisión,

fueron la relación o diferenciación entre “la política” y “lo político”, y la relación del

concepto de “ciudadanía” con el de “poder”.

Para resolver la primera, nos dimos a la tarea de ver ambas concepciones, y

postulamos que existe una relación implícita entre ambas, es decir, que lo político es el

espacio donde se dimensionan las relaciones de los sujetos (Sandoval, 2006) y la política es

el medio o forma para alcanzar el poder (Bolos, 2003). Sin embargo, exponemos que los

sujetos que participan en los movimientos sociales contemporáneos se enfocan o hacen

énfasis más en el primer aspecto que en el segundo. Buscan un espacio, aunque sea virtual,

para la convivencia y deliberación que el control del poder per se.

Para resolver la segunda discusión, partimos desde concepciones literarias del

concepto de poder, tomamos extractos de algunas obras de Orwell, “Rebelión en la granja”

y “1984”, hasta autores de corte más académico y propuestas como el “contrapoder” de

Castells (2009), el “antipoder” de Holloway (2002) o la “dispersión del poder” de Zibechi

(2006). Y relacionamos las concepciones “modernas” de ciudadanía de Touraine (2002) y

Saiz (2006). Llegamos a la conclusión de que ambos conceptos nos son antagónicos, sino,

que son complementarios o mediadores. Exponemos, entonces, que estos conceptos están

ligados al de participación política debido a que lo que busca el uno del otro es la

dispersión del poder.

La última parte de este segmento dedicado a la participación política se enfocaba en

lo convencional o no convencional de las prácticas políticas del movimiento #Yosoy132,

partiendo de dos en específico: la utilización de las redes sociales (virtuales) y el

performance. Para aterrizar esta problemática hicimos uso de los postulados de Tarrow

(1994) quien nos explica que la cuestión de lo “nuevo” o “la novedad” es algo que se

encuentra anclado en un tiempo particular. Lo que hoy es no convencional, en algunos años

y tras un proceso determinado se convertirá en una convención. El estadounidense exponía

que este proceso constaba de tres fases: primero, el surgimiento de la oportunidad; segundo,

la utilización o generalización en su práctica, y por último, la reglamentación y utilización

por los antagonistas. ¿Eso pasará con la utilización de redes sociales como una forma de

participación política?

Los siguientes párrafos de este apartado irán en torno a discutir la utilización que

dimos en esta investigación al concepto de movimiento social y las discusiones periféricas

que se suscitaron en torno a eso.

Si teníamos problemas con la definición del concepto de participación política, con

el de movimiento social nos encontramos en una complicación aun mayor. Incluso los

grandes estudiosos del tema son cautelosos en cuanto eso, como lo explica Melucci

(1996:187) en la siguiente cita:

he we run again into the problem of how to define that which is called a ´movement´. For

many years, I have attempted to clarify the confusion by stressing the fact that a collective

actor which empirically calls itself, or is called by observers, a ´movement´, consist of a

number of different analytic levels of social action, which are kept together in a historical

and political setting under certain conditions .

Para sortear esta situación nos vimos en la necesidad de evitar una discusión aun mayor en

torno a la concepción y decidimos enfocar nuestras energías en evidenciar cuáles son los

componentes de un movimiento Social. Recurrimos de nuevo a los argumentos de Melucci

(2002, citado por Laiz), quien exponía que estos están conformados por tres dimensiones

analíticas principales: primera, solidaridad y capacidad de reconocerse a sí mismos como

parte de una unidad social; segunda, la presencia de un conflicto, es decir, una oposición

entre dos o más actores que compiten por el control de los recursos, y tercera, una

transgresión del sistema de relaciones sociales en el que el movimiento actúa, “romper los

límites del Estado”

Una de las discusiones periféricas en las que nos sumergimos tuvo implícitamente

con el surgimiento de nuestro sujeto social, y de la necesidad de evidenciar sobre si éste, el

#Yosoy132, es un movimiento social o un movimiento estudiantil. Cuestión que

resolvemos en el presente texto en nuestro apartado titulado “Conclusiones inconclusas”.

Asimismo, una buena parte de nuestro trabajo de investigación estuvo encaminado a

mostrar las teorías o posturas desde las cuales nos podemos posicionar para la comprensión

de los movimientos sociales. Acudimos a una tipología realizada por Sáiz (1996) donde se

da cuenta de las principales o por lo menos las más conocidas. A continuación las

enumeraremos: 1) el marxismo; 2) el modelo de elección racional; 3) el modelo de

movilización de recursos, 4) el funcionalismo; 5) el modelo organizacional; 6) el modelo

de redes; 7) el accionalismo; 8) el modelo de sistema mundo; 9) el modelo frustración-

agresión; 10) la teoría del intercambio político; 11) el modelo sistémico, y 12) el modelo

cognoscitivo.

Aunque nuestra postura es más cercana al accionalismo que a cualquier otra teoría,

pensamos de manera similar a Sáiz (1996) cuando expone que no debemos ser escépticos

con el pluralismo teórico y que para el estudio de los movimientos sociales es posible la

utilización de dos o más enfoques o teorías, siempre y cuando no se llegue a la incoherencia

y no existan contradicciones entre ellas.

Evidenciado grosso modo nuestro aparato teóricos, el siguiente paso en la presente

ponencia es evidenciar cuál fue nuestra propuesta metodológica.

De las redes sociales a la calle y de la calle a las redes sociales. Una propuesta para el

estudio de los movimientos sociales contemporáneos.

Una vez que habíamos contemplado nuestro aparato teórico y que habíamos tenido ciertos

acercamientos con nuestro sujeto social de estudio, el movimiento #Yosoy132 de

Guadalajara, decidimos formular un aparato metodológico que nos permitiera recabar

información sobre él. Éste estaba encaminado en satisfacer ciertas necesidades de la

investigación: responder nuestras preguntas rectoras de investigación, cumplir nuestros

objetivos planteados y verificar o no nuestras hipótesis formuladas. Lo anterior no lo exentó

de modificaciones, al contrario, nuestra propuesta fue flexible y se adecuó a las pautas,

tiempos y necesidades de nuestro referente empírico.

Nosotros pretendíamos conocer cuáles eran las prácticas organizativas, de acción

colectiva y sobretodo la participación política del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de

Guadalajara, Jalisco. Nos interesaba saber, cuáles eran sus prácticas, discursos y

concepciones que sobre la participación política tenían los integrantes de dicho

movimiento. Por ende, y para lograr dichos objetivos, se requirió de la utilización de una

serie de herramientas metodológicas: el registro hemerográfico-documental y de redes

sociales, la observación participante y los subsecuentes registros etnográficos, y la

entrevista semi-estructurada. En los apartados subsecuentes daremos cuenta detallada de la

utilización de cada una de estas herramientas metodológicas.

Vale la pena exponer que esta investigación constó de tres fases: la primera, la

referente al conocimiento previo del sujeto social investigado; la segunda, de

acompañamiento y sumergimiento dentro del sujeto social investigado, y una tercera, que

se constituía por el contacto directo con algunos sujetos-integrantes del movimiento

#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. A pesar de que en cada fase se hizo

énfasis en la utilización de cierta herramienta metodológica, esto no implica un orden

rígido, gradual o progresivo, sino y más bien, una perspectiva holística y acumulativa.

A continuación agregamos un esquema que pudiera despejar algunas dudas:

Esquema 1.- Las fases y las herramientas metodológicas en nuestro proceso investigativo.

Fuente: elaboración propia.

Fuente: elaboración propia.

La primera fase consistía en conocer al sujeto social investigado, y se hizo uso del registro

hemerográfico, documental y de redes sociales. A su vez, esta herramienta nos permitió

saber que acontecía con el movimiento #Yosoy132, tanto en su versión nacional como en

su versión estatal.

Fase 1.- “El conocimiento previo del sujeto social investigado”

Fase 2.- “Acompañamiento y sumergimiento en el

sujeto social investigado”.

Fase 3.- “Contacto directo con el sujeto

social investigado”

#Yo

Soy

132

Seguimiento y registro hemerográfico.

Observación participante.

Entrevista.

Asimismo, exponemos que este seguimiento tuvo un lapso temporal que abarcó del

11 de mayo del año 2012 hasta el 14 de diciembre del año 2013. Vale la pena recalcar que

este registro estaba compuesto por diversas fuentes, pero entre las que destacan las de

primera mano, es decir, páginas, blogs y cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter

y Google +, hasta fuentes de tercera mano y medios convencionales como el diario Milenio

y La Jornada.

La segunda fase de la investigación consistía en un acompañamiento y

sumergimiento en el sujeto social investigado. Para esto se utilizó la observación

participante y los subsecuentes registros etnográficos.

Partiendo de lo expuesto por Robledo (2009), esta herramienta nos permitía un

contacto directo con el sujeto social investigado en sus “hábitats naturales”. Es decir que

estuvimos, en medida de lo posible, en marchas, manifestaciones, mítines, tomas

simbólicas, entre otras formas de acción colectiva ejecutadas por el movimiento #Yosoy132

de Guadalajara. Además, exponemos que para la elaboración de los registros etnográficos

se utilizó la tipología de notas de campo de Spradley (1980), lo que facilitó la

estructuración y análisis de dichos registros.

Vale la pena exponer que durante el transcurso de esta investigación, esta

herramienta fue utilizada en 7 ocasiones, en un lapso temporal que abarcó del 1 de

diciembre del año 2012, en el evento que a posteriori sería conocido como #1DMx, hasta el

primer aniversario de este evento el 1 de diciembre del año 2013.

La última fase de este trabajo de campo consistió en un contacto directo con algunos

de los integrantes del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara. Para esto se

utilizó la entrevista semi-estructurada, la elección de esta herramienta surgió de la

necesidad de recolectar los discursos de los sujetos que conformaban a nuestro referente

empírico.

La elección de este tipo de entrevista recaía en que dentro de la tipología de las

entrevistas, ésta era “la más íntima, flexible y abierta” (Hernández et al, 2006: 597), y

aunque requería de un guión (Díaz, 2005; Acevedo, 2008), éste siempre se modificó

conforme la interacción dialógica con el sujeto nos la iba pidiendo. Es decir, que este guión

permaneció abierto y que solamente nos servía de guía para que la entrevista no saliera de

los puntos propuestos en el mismo.

Referimos que realizamos 12 entrevistas en 3 formatos diferentes. Es decir, 8

entrevistas individuales, 3 entrevistas colectivas y una entrevista individual online.

Una vez que hemos evidenciado nuestro aparato metodológico, consideramos

necesario “recuperar” la voz de los sujetos que integraron a nuestro sujeto social. Por ende,

incluiremos algunos extractos de entrevistas realizadas con los mismos.

Recuperando la voz de los sujetos. El análisis de las prácticas discursivas de los

integrantes del movimiento #Yosoy132 de Guadalajara.

Una vez que habíamos recolectado los discursos y las prácticas de los integrantes del

movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El siguiente paso en esta

lógica era construir un aparato analítico, para esto partimos del “análisis crítico del

discurso” teniendo como referencia principal a Van Dijk (2004).

Van Dijk (2004) expone que propiamente el ACD, siglas con las que se abrevia

“análisis crítico del discurso”, no es un método, ni una teoría; además, que éste tiene cierta

flexibilidad, por lo que puede combinarse con cualquier enfoque o sub-disciplina de las

ciencias sociales. Asimismo, partimos de una de sus principales aportes, el cual radica en

exponer que el ACD no debe ser un calco o una emulación, sino, que los investigadores

debemos de formular uno propio para cada investigación.

De esta manera, el siguiente paso consistía en formular los tópicos y categorías de

análisis. Si bien, es necesario advertir que muchas de estas categorías se formularon desde

nuestras primeras hipótesis, que otras se fueron evidenciando conforme conocíamos al

sujeto social, las últimas se formularon una vez que obtuvimos los discursos de los

participantes.

A continuación anexamos un cuadro donde damos evidencia de estas categorías.

Tabla 1. Las categorías y los tópicos de análisis.

Experiencia previa a su participación en el movimiento #Yosoy132 de Guadalajara.

Experiencia en el #Yosoy132 de Guadalajara.

Estatal o nacional- la emulación de prácticas e imposición de agenda.

Influencia de otros movimientos sociales en el #Yosoy132.

Práctica política – tipos de formas de participación política utilizados.

El debate.

#1Dmx y la liberación de los detenidos en este evento.

La continuidad del movimiento y el surgimiento de nuevos colectivos.

¿Qué es la participación política?

Los partidos políticos y los políticos profesionales.

Más allá de las redes sociales.

La construcción de medios libres.

El arte y el performance dentro del #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara.

Confianza en institutos ciudadanos.

Alianzas o diferencias con otros grupos, movimientos o colectivos.

Fuente: elaboración propia.

Tratando de dar un equilibrio a la presente ponencia, a continuación incluiremos algunos

extractos de entrevista, tratando de que estos abarquen la mayoría de los tópicos y las

categorías formuladas en la tabla anterior.

Mucho se ha hablado acerca de que el movimiento #Yosoy132 fue el primer

acercamiento que algunos de los integrantes de éste tuvieron con la política, a continuación

anexamos un extracto de una entrevista con Monster que puede evidenciarnos un poco más

sobre este aspecto:

Monster: (…) cuando comencé en el 132 tenía 19 años, estaba muy morrita [carcajea por

algunos segundos]. Para mí el 132 fue mi primera experiencia de participación política.

Fíjate, en la prepa no participé de esa manera. Mi papá es politólogo, entonces la política

siempre ha estado en la mesa, en las comidas del domingo, en las pláticas con los amigos

de la familia, con los compadres, temas políticos nunca han faltado. Mi mamá, también es

alguien que suele informarse….

El siguiente punto de análisis tiene que ver implícitamente con la organización y la práctica

política de los participantes al seno del movimiento #Yosoy132 de Guadalajara. Vale la

pena exponer que una de las principales formas de organización eran las mesas de trabajo y

la cuestión asamblearia. A continuación Segundo nos detalla esto:

Segundo: (…) yo formo parte del “somos más de 131”. Entonces siempre estuvimos

cercanos con lo que pasaba con el movimiento en el DF, de hecho fuimos nosotros los que

convocamos a la primera marcha, de donde se supone se formó el #Yosoy132 de aquí. (…)

Después estuve en muchas mesas de trabajo, estuve en la mesa de seguridad, por poner un

ejemplo…. (…) también participé en la logística para que el debate alternativo pudiera

llevarse a cabo… (…) una vez que se distribuyeron las mesas de trabajo, también,

organizábamos las asambleas…

Tal vez, uno de los puntos más problemáticos al seno del #Yosoy132 era la cercanía que los

colectivos estatales tenían hacia los colectivos que se encontraban en la ciudad de México.

¿Hubo una emulación de prácticas? ¿Hubo una imposición de agenda? Es Vangellys, quien

vierte una crítica sobre este aspecto:

Vangellys: (…) esto era un problema que estaba en el seno del movimiento. De por sí, GDL

tiene la fama de ser una de las ciudades más clasistas y más racistas del país, en el

#Yosoy132 era algo que podía verse… (…) los del ITESO querían una cosa, seguir más en

la línea de lo que hacían en el DF….y los de U de G querían otra cosa. (…) los de U de G

empiezan a ver como vindicación medular el derrocamiento de Raúl Padilla,5 yo me

quedaba así de no mames [hace unos gestos que muestran desaprobación], serán sociólogos

y la chingada, pero se nota que no saben ni una puta pisca de derecho…. (…) ahí fue donde

fallaron.

Entre las exposiciones de Segundo y la crítica de Vangellys se deja al descubierto un

aspecto que no podemos pasar desapercibido en este análisis, este tiene que ver con la

influencia de otros movimientos sociales en el #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara,

Jalisco. Rose nos explica esto con mayor detenimiento.

Rose: efectivamente, surge la Primavera Árabe, y en América también estaban muchos

movimientos que querían cambiar tanto la situación como la estructura. Y esto,

personalmente, me generó mucha esperanza, fue como un “ahuevo”. (…) en cuanto a las

actividades si había mucha influencia de los Indignados….sí, pero quién no copia a quién.

(…) ellos tenían sus acampadas y nosotros también, ellos en la Puerta del Sol, nosotros en

el Parque Rojo, (…) ya en manifestaciones hacíamos los “ochos”.

5 Raúl Padilla es un actor muy importante para política en el occidente de nuestro país. En lo académico, él

fue el cuadragésimo cuarto rector de la Universidad de Guadalajara, teniendo como lapso el 1 de abril de 1989

al 31 de marzo de 1995. Ha desempeñado otros puestos como presidente de la FEU y coordinador de la Feria

Internacional del Libro (FIL). Vale la pena recalcar que en nuestras entrevistas su nombre es comúnmente

asociado con términos tan despectivos como “cacique” o “mafioso”. Pese a ser un hombre con un perfil

discreto, es casi nula su presencia en los medios locales, expertos en los temas de la política le atribuyen un

fuerte capital político. Si se quiere indagar aún más sobre su trayectoria político-académica, recomendamos

visitar el siguiente link: http://www.udg.mx/historia/rectorados/raul-padilla-lopez.

Oscar: ¿Qué es un ocho?

Rose: Todos nos poníamos en cuclillas, contábamos hasta el número 8 y corríamos hacía

cierto punto (…) ya en manifestaciones teníamos una forma de replegarnos de la violencia,

(…) teníamos una política de no violencia la cual la verdad es que no se cumplía al pie de

la letra, pues ya ves, hasta putazos hubo el día de la expo, pero antes de eso no me tocó

ningún altercado de violencia, me tocaron intentos, pero teníamos dinámicas anti-violencia

como la de sentarnos, la cual era una réplica de España.

Oscar: [mi tono denota cierta extrañeza] ¿Una réplica de España? ¿La vieron de los

indignados o de dónde?

Rose: [termina de darle un sorbo a su café]…Ujum, empezó con los indignados, que cada

vez que la policía quería reprimirlos, ellos lo que hacían era sentarse y la propuesta se

comentó en las charlas del Parque Rojo, fue apoyada por la mayoría, ¿este? [muletilla], no

recuerdo si lo hicieron en otros estados, ¿este? [muletilla], ésta era la técnica de guerra

cuando hubiera violencia, nos sentamos… algunos decían: “¿y si nos chingan?”, ¡No!

¡Sentados! ¡Sentados y grabando! Esa era la política. Me siento y luego tuiteo [sic], me

siento y luego facebukeo [sic], si tenias internet reportabas lo que estaba pasando…..

Hablando un poco de la composición de nuestro sujeto social, y como ya habíamos hecho

énfasis en párrafos anteriores, ésta era muy flexible, incluyente y heterogénea. Incluía a

personas de diferentes estratos sociales, a individuos con diversas posturas políticas e

ideológicas. Encontramos en Robusto una severa pero certera crítica a lo variopinto del

#Yosoy132 de Guadalajara:

Robusto: (…) es tan complejo el 132, había gente del PAN que no quería que el PRI

regresara al poder. Sí había gente del PAN y la verdad la podías ver en las mega marchas,

había gente del PRD, del PT, de MC, había gente apartidista, había gente que en su vida

había participado, era un movimiento de masas así tal cual, así como dirían “los posmos”

[se ríe por un par de segundos], la multitud ahí…. (…) la expresión más clara de la

multitud, y eso, ¿no?, porque abarcaba a sectores inconformes, o sea, toda esa multitud de

gente inconforme existe, pero, la única variante que no entraba ahí era el PRI, pero de ahí

en más la clase alta, criolla, incluso racista del ITAM, del PAN, conservadores del PAN,

estaban ahí representados. Se sentían identificados, porque no era una crítica directa a su

partido, ni a su candidata, era una crítica hacía un wey, y es que la clase alta ilustrada lo

detestaba por ser un burro, porque es un burro, y la verdad quien a querer que lo represente

simbólicamente EPN, y la verdad lo que representa es lo más podrido de México.

Pese a que el movimiento #Yosoy132 nace como un movimiento apartidista, es necesario

evidenciar al lector lo siguiente; los movimientos sociales están integrados por personas

con gustos individuales que trascienden lo colectivo (Melucci, 2002; Touraine, 2002).

Partiremos de eso. Al seno de nuestro sujeto social había personas, individuos, actores con

diferentes posturas, con filias y con fobias, colectivos que creían en la democracia

representativa y colectivos que tenían una postura ética política diferente. ¿Cuál era su

expectativa o relación con las instituciones? ¿Había confianza hacía ellas? Lucy y Rodrigo

nos responden estas preguntas.

Lucy: (…) yo creo que era algo muy complicado porque era algo tan plural y con tantos

intereses, sí, ¿no? [muletilla], en cuanto a las posiciones en las que cada individuo se las

veía. Había gente que estaba a favor de ser lo más incluyente posible, y había como todas

estas dinámicas para que cualquier ciudadano pudiera entrar, entonces había algo más

adecuado al trabajo académico e incluso partidista, entonces había otros mecanismos para

trabajar….

Rodrigo: (…) yo identifico como varias vetas, había gente como, bueno [muletilla], se

supone que el movimiento nace de una protesta que tiene lugar y razón de ser político

electoral, pero siempre tuvo una tensión que no nunca logro desentenderse, entre las

personas que tenían una idea más institucional por llamarlo así de la participación política,

la gente que trataba de hacer el asunto lo más democrático posible bajo el supuesto de [se

interrumpe la entrevista un par de segundos], pero ultrademocratica [sic], en rigor que

alguien promoviera la emulación de prácticas… y estaban las otras personas que criticaban

esto, que estaban en el movimiento, pero que no aceptaban estas premisas básicas de

participación ciudadana. Entonces siempre hubo una tensión entre las personas que era

como más proclives al formalismo político, como votar y eso. Era por un lado los que

querían separar y esquematizar y las personas que tenían una práctica política nueva. Eso

causo choque, incluso cuando se trató de construir dinámicas que mediaran ambas posturas

como en “las asambleas populares”.

Consideramos que los dos entrevistados nos brindan una beta importante de análisis, una

cuestión que no suele abordarse mucho en los trabajos que se han hecho sobre el

movimiento #Yosoy132, y tiene que ver con la existencia de personas, individuos o

colectivos que veían en las prácticas políticas autonómicas y alejadas del Estado un

horizonte. Anexamos las exposiciones que Tapa y Tista nos hacen en torno a esto, de su

lejanía hacia el concepto de ciudadanía:

Tapa: yo creo que esto va conectado con lo de la vanguardia. (…) Ya cuando se iba

desarmando, cuando se iba disolviendo, cuando ya iba bajando la efervescencia. Sí había

como dos grupos, no me gusta poner estas barreras, pero era la verdad, había una diferencia

entre los vatos, que de alguna manera trataban de continuar con esta visión socialdemócrata

y la banda que tratábamos de sentirnos ajenos, no solamente al Estado y a los partidos

políticos, también como a las expresiones que pudieran venir de ellos, como algún foro o

algo, a sus espacios de participación, a algo que fuera orquestado por el estado y el capital,

y entonces yo creo que de los últimos meses para acá, ya era algo como bien delimitado: los

reformistas y los autonomistas.

[La plática continúa por otras temáticas, para posteriormente continuar con este aspecto].

Tista: sí, algo así pasó en el 132, a nosotros no nos convencía mucho su discurso

ciudadano. Ya te expusimos lo que pensábamos de ciertas mesas, pero como íbamos en

bloque y debíamos de ayudar, de apoyar. Y sí apoyamos algunas cuestiones. Ayudábamos

en algunas cosas, pero no creíamos en su discurso ciudadano, no queríamos ser capital

político (…) ya habíamos sufrido represión y seguían con ese afán de seguir participando

con las instituciones. A mí me parecía que gastábamos mucha energía con eso, y la verdad

nosotros ya estábamos haciendo otras cosas, ya estábamos trabajando por fuera.

Tapa: yo creo que había un aferramiento a que funcionaran las cosas, yo creo que fue hasta

como, no sé si deba llamarlo así, un retroceso, pero como ya ubicábamos un camino, y

decíamos “arre” pues, vamos a tratar de llevar como muchas de las experiencias actuales

pero también muchas de las practicas de antaño, como el zapatismo y su práctica en la orbe.

A manera de cierre de este apartado. Cuando formulamos nuestro aparato teórico nos dimos

cuenta de que las definiciones de participación política que los clásicos de la ciencia

política habían vertido poco nos servían para analizar o describir la práctica de los sujetos

que integran los movimientos sociales en nuestro siglo. Así que una de las cuestiones más

ambiciosas en este trabajo de investigación consistía en formular un concepto propio

partiendo de las concepciones de los propios sujetos entrevistados. Daremos voz a los

sujetos que aún no han “hablado” en el texto. Esto fue lo que nos respondieron Evelyne y

Manuel cuando se les preguntó: ¿qué es la participación política?

Evelyne: ¿Para mí, qué es la participación política? Me la pones bien difícil, jaja, [se ríe

por un par de segundos], ¿la participación por parte de los ciudadanos? Es como los que

decíamos una vez: “¿Qué es la política?” y “¿Qué es la participación?”. Nosotros

encontrábamos que la participación política era como nos organizábamos nosotros mismos,

que la política no era solo lo que hacían los partidos políticos, sino que vendría a ser esta

participación por parte del pueblo a organizarse para mejorar su comunidad, y de ahí ya

estaríamos mejorando algo, es estar fuera de la política formal.

Manuel: ¿La participación política? Digo, aquí se van a dejar ver mucho mis lecturas. Esta

tiene que ver con lo que llamamos práctica política, en el sentido de participar en

elecciones, si quieres hacerte parte de algún grupo político, de algún partido, pero creo que

va más allá, yo creo que la P.P [sic] tiene que ver con la capacidad de tener las mismas

oportunidades y capacidades para deliberar públicamente, o sea, yo sí creo que las

identidades son públicas y políticas, y si le dejamos la responsabilidad a unos y que ellos

decidan lo que queramos ser, pues vamos simplemente a sumirnos en lo que se nos dicta, y

la P.P [sic], tiene que ver con alzar la voz y decir lo que nos pica, yo creo que eso es la

participación política. O sea, para mí hacer radio es un acto político, porque estoy

irrumpiendo públicamente, estoy generando conciencia y estoy generando una opinión

pública. (…) El problema, creo, es que hemos llegado a pensar que la política es lo que hace

los partidos políticos, pero la política es mucho más que eso, la política es preocuparte por

lo que pasa en tu barrio, es decir que tiene que ver con la organización, (…) el hacer

político es en ese sentido poder incidir en las decisiones públicas, estar en el espacio

público, (…) para mí, actuar en lo público es hacer política, puede ser mediante un foro, una

manifestación o puedes estar en los partidos políticos, pero en general se trata de integrarte

a los proyectos civiles, a grandes rasgos.

De esta manera, tratando de formular este concepto de participación política partiendo de

los discursos de los participantes en esta investigación, podemos considerar que para los

integrantes de este movimiento la participación política es “toda acción cotidiana, la cual

puede estar en contra o a favor de algo, que se enmarca dentro de un espacio público, ya

sea éste virtual o físico. Estas acciones pueden estar enmarcadas dentro de los aspectos

convencionales e institucionales o fuera de los mismos”.

En el siguiente apartado mostraremos nuestras conclusiones (in)conclusas.

Conclusiones (in)conclusas.

Nuestras conclusiones van encaminadas hacia dos aspectos en específico, los cuales

desarrollaremos a continuación. El primero de ellos tiene que ver con la composición actual

del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y el segundo aspecto va

en relación de sus formas de organización, acción colectiva y participación política,

específicamente en el uso del performance y de las redes sociales (virtuales).

Aunque ya hemos hecho cierto énfasis sobre el carácter incluyente y heterogéneo

del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, debemos de exponer que

esto contribuyó en cierta medida a la situación actual del movimiento. Es decir, éste nace

durante un proceso electoral, las elecciones federales del año 2012 en México, y logró tener

un par de vindicaciones y un enemigo en común, la democratización de los medios de

comunicación y Enrique Peña Nieto respectivamente.

Esto catapultó la popularidad del movimiento y logró conjuntar en él a sujetos que

provenían de diferentes latitudes políticas. Nosotros exponemos que aunque el movimiento

#Yosoy132 nació como un movimiento estudiantil, fue cuestión de días para que el

movimiento logrará la masividad y la aceptación de algunos sectores de la población. Por lo

que pasó, casi de ipso facto, a ser un movimiento de masas o un movimiento social. ¡Para

su primera convocatoria pasaron de ser 131 jóvenes a varias decenas de miles! ¿Hoy el

movimiento sigue teniendo la misma composición? ¿Sigue siendo un movimiento capaz de

generar una respuesta masiva? ¿Cuál es la situación de nuestro sujeto social actualmente?

Después de nacer como un movimiento estudiantil, y tras algunos meses de trabajo

y convocatoria muy fuertes, podríamos enmarcar de mayo del 2012 hasta diciembre del

mismo año, el #Yosoy132 dejó de ser un movimiento que convoque o que esté compuesto

por las multitudes. Al cierre de este análisis, referimos que el movimiento #Yosoy132 tiene

una composición más pequeña y homogénea. Continuamente, en otros trabajos sobre el

movimiento, hemos expuesto que nuestro sujeto social tiene una estructura un tanto más en

forma de colectivo o de grupúsculo, pero siempre teniendo como pilares a dos en

específico: “Somos más de 131” y el colectivo #Yosoy132GDL.

A su vez, esta composición más homogénea ha logrado que el movimiento pueda

aprovecharse de ciertas “olas”, como las protestas en contra de la ley #TELECOM, y

provocar cierta efervescencia. Sin lugar a dudas, las formas de participación del

movimiento también han cambiado, aunque no de manera drástica. Es decir, que aunque se

encuentran en una fase donde tratan de equilibrar su práctica “física” con su práctica

“virtual”, debemos advertir que es en la segunda donde el movimiento ha logrado un eco

mayor.

En cuanto a las formas de participación política no convencionales, como la

utilización de redes sociales y el performance, aun queda mucho que decir. En torno a la

primera podemos concluir que esta siempre fue la base organizativa del movimiento

#Yosoy132, es decir podrán no tener una sola convocatoria a marchas o manifestaciones

en meses, pero la actividad de los integrantes de este movimiento en redes sociales

(virtuales) ha sido continua, extensiva e intensiva.

Desde nuestro apartado introductorio hablábamos que la cuestión de la

convencionalidad sería algo medular para la discusión en la presente ponencia, de esta

manera advertimos que el concepto de convencionalidad es algo que se encuentra, por

decirlo de alguna manera, “anclado en un tiempo especifico”. Es decir que lo que hoy es no

convencional, en algunos años terminará siendo una convención, y con su paso cíclico

daremos cuenta de nuevas o novedosas formas de acción colectiva o de participación

política. Éste es el caso del performance.

Exponemos, y teniendo siempre en cuenta el análisis de las prácticas discursivas de

los integrantes del movimiento, que el performance era un opción a la formalidad, una

opción a la violencia, una opción a la convención, una transgresión a lo establecido.

Representaba a la vez una sublimación para los integrantes. Es un “quiero gritar, ¿cómo lo

hago?”. Fácil, hago una marcha silenciosa. Actuar en la contradicción es la única forma de

despistar al enemigo. Es un “quiero demostrar que amo a mi país y no quiero verme

patriota”. Me tapo los ojos con un trapo y canto el himno nacional mexicano. “Quiero

demostrar que estoy harto de la violencia y de la guerra del poder ejecutivo mantiene en

contra del narcotráfico”. Lleno el agua de una fuente con Kool-aid, hago una

representación de un secuestro. “Quiero demostrar que tenemos una pésima cultura vial y

que nuestras autoridades no nos brindan apoyo en esa área”. Pinto los topes y los baches

de la ciudad.

Diremos, entonces, que el performance es otra forma de hacer las cosas. Es

compartir un mismo espacio y un mismo lugar, pero es hacerlo a tu modo y a tu manera.

Es estar en una manifestación vestido de payaso, es ir a una marcha y decir una poesía

referente a la situación, es hacer una obra de teatro dentro de un mitin. Es un hacer

diferente. Es una transgresión a la convención, aun dentro de la convención. Algo muy

propio de un movimiento que no buscaba un cambio radical en su sistema económico o el

derrumbamiento del Estado, sino la democratización de los medios de comunicación.

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http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/09/11/yo-soy-132-movimiento-del-

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“131 jóvenes de la Ibero”. http://www.youtube.com/watch?v=C3NKGfoTACg.

[Recuperado el 08 de noviembre del año 2013].

“Curriculum académico de Raúl Padilla López”.

http://www.udg.mx/historia/rectorados/raul-padilla-lopez. [Recuperado el 20 de abril del

año 2014].