La parte censurada de la Historia de la Provincia de Francisco de Florencia
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Transgresores de la convencionalidad: la participación política del movimiento
#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Autor: Oscar Ramón López Carrillo.1
“Los que integran los movimientos sociales
están locos, están locos porque se atreven a
soñar”.
Manuel Castells (2013). 2
Introducción.
La presente ponencia pretende dar cuenta de la participación política del movimiento
#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y lleva por subtítulo “transgresores de la
convencionalidad”. Advertimos que éste será al debate principal de la misma, el uso de
formas de participación política no convencionales por parte de los integrantes de este
movimiento, hablamos en específico del uso de redes sociales (virtuales) y del
performance.
Al ser este trabajo un desglose directo de un producto aun mayor, hablamos de un
trabajo de investigación para optar el grado de maestro en Ciencias Sociales por la
Universidad de Guadalajara, nos encontramos con una limitante ante el número de páginas.
No obstante exponemos, que esta ponencia incluirá material que no pudo ingresar a aquel
producto final por cuestiones de tiempo. De esta manera, es necesario evidenciar al lector
cuál será la composición de la presente ponencia.
La presente ponencia consta de 5 apartados. En el primero, damos cuenta del
contexto en el cual surge el movimiento #Yosoy132 y evidenciamos su llegada a la ciudad
de Guadalajara, su proceso y desarrollo; en el segundo, explicamos al lector cuál es nuestro
aparato teórico, el cual nos permite discutir acerca de nuestros dos conceptos medulares, la
1 Licenciando en Psicología y candidato a maestro en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara.
Correo electrónico: [email protected]. La presente ponencia da cuenta de una investigación ya
terminada y se da la autorización para que pueda ser publicable en todos los medios utilizados por este
congreso. 2 Esta sentencia fue tomada de la presentación que Manuel Castells tuvo en la cátedra Jorge Alonso en las
instalaciones de la Universidad del Valle de Guadalajara (UNIVA). Ésta llevó por nombre “Enredados por la
libertad”.
participación política y los movimientos sociales; en el tercer apartado, mostramos nuestra
propuesta metodológica para el estudio de los movimientos sociales; en el cuarto,
recuperamos la voz de los participantes y mostramos algunos extractos de entrevista que
nos permiten discutir acerca de la práctica política de los sujetos que integraron el
#Yosoy132 de Guadalajara, y por último, en el quinto apartado, donde plasmamos nuestras
conclusiones.
Daremos paso al desarrollo de nuestro primer apartado.
(Des) obligada contextualización.
En este apartado daremos cuenta del proceso del movimiento tanto a nivel nacional como a
nivel estatal, exponemos que haremos cierto énfasis en lo segundo. Lo primero que
tenemos que hacer es preguntarnos cómo es que surge nuestro sujeto social de estudio: el
movimiento #Yosoy132.
¿Cómo surge el movimiento #Yosoy132? Sí bien sabemos que ya se han escrito
muchas páginas sobre lo acontecido aquel 11 de mayo del año 2012, de aquella visita de
Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana. Consideramos pertinente hacer cierto
matiz, explicar que previo a la irrupción del movimiento, existían algunos antecedentes del
descontento de la población hacia el entonces candidato presidencial del Partido
Revolucionario Institucional (PRI), siendo los más visibles los cientos de comités “anti-
Peña” que se gestaron alrededor del país.
¿Qué ocurrió, entonces, el 11 de mayo en la IBERO? Si abusamos de nuestra
memoria, los titulares de prensa fueron ambiguos y confusos, mientras que publicaciones
periódicas como ‘La jornada’ hacían evidente que algo estaba pasando en esa institución, la
mayoría de los diarios y publicaciones del país evidenciaban otra realidad. ‘Triunfo de Peña
en la IBERO’ era el titular común. La radio y la televisión, por su parte, no evidenciaron,
pero sí dieron voz y foro a los ‘afectados’, así los siguientes días pudimos escuchar las
declaraciones de algunos de los principales actores políticos del PRI y del Partido Verde
Ecologista de México (PVEM), de esta manera fuimos testigos de las infortunadas
declaraciones de Pedro Joaquín Coldwell, Arturo Escobar y Emilio Gamboa Patrón.
Coldwell tachó de “intolerantes” a los estudiantes y refirió que “(…) este puñado
de jóvenes no son una muestra representativa de la comunidad de la IBERO”. Por su parte,
Arturo Escobar y Emilio Gamboa Patrón, atribuyeron cuestiones similares; el primero
expuso “(…) hay un grupo de…., no quiero decir jóvenes, ya estaban mayorcitos, calculo
de 30 a 35 años para arriba, incitando. Era un grupo minoritario, no pasaban de 20
personas”, mientras que el segundo argumentó “(…) fue un complot, una trampa, una
actitud porríl y provocadora”. 3
En un hecho inusitado, por lo menos en un contexto mexicano, los estudiantes de
dicha universidad dieron respuesta a las declaraciones de los políticos anteriormente citados
en este texto. La forma no fue la habitual, no fue mediante una réplica en los periódicos de
mayor circulación a nivel nacional, tampoco en los programas radiofónicos de mayor
audiencia, mucho menos en alguno de los tantos noticieros y programas que se encuentran
bajo el cobijo del duopolio televisivo de Televisa y Tv Azteca, los estudiantes de esta
universidad subieron un video al portal Youtube, el cual se tituló “131 estudiantes de la
IBERO” y en el cual ellos exponen lo siguiente: “(…) estimados Joaquín Coldwell, Arturo
Escobar, Emilio Gamboa, así como medios de comunicación de dudosa neutralidad.
Usamos nuestro derecho de réplica para desmentirlos. Somos estudiantes de la IBERO, no
somos acarreados, no somos porros, y nadie, nadie nos entrenó para nada”.4 Había nacido
algo, aunque se sigue sin saber quién bautizó al movimiento como #Yosoy132, si los
medios o los propios estudiantes, sin lugar a dudas ese día había nacido algo. Por
consecuencia, una pregunta vital para el desarrollo de esta ponencia es: ¿cómo llega este
movimiento a la ciudad de Guadalajara, Jalisco?
Si tuviéramos que enmarcar un referente sobre la llegada o surgimiento del
movimiento #Yosoy132 a la ciudad de Guadalajara, Jalisco, tendríamos que marcar como
fecha especifica el 23 de mayo del año 2012. Nos atenemos a lo que escriben los jóvenes
en la revista que se titula ‘Ciento treinta y dos” en su primer número, en el cual argumentan
que ese día los jóvenes del ‘Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente’
(ITESO) organizaron la primera marcha rumbo a las instalaciones de Televisa y Milenio de
3 Puede leerse en http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2012/09/11/yo-soy-132-movimiento-del-
siglo-xxi/ 4 Puede verse en http://www.youtube.com/watch?v=OoNODV2Stuk
esa ciudad. Además, refieren que aunque la marcha no contó con una afluencia tan amplia
como las organizadas en el Distrito Federal, según sus datos asistieron 1500 personas, el
movimiento se convirtió en un ‘fenómeno viral’ gracias a la utilización de las redes sociales
(virtuales); para estos jóvenes el siguiente paso era llevar el movimiento a otras
instituciones y a otras universidades, meta que no se cumplió en su apogeo y que no se ha
cumplido a la fecha. El análisis de mi afirmación nos llevaría una ponencia por sí sola, pero
los intentos por hacer comités dentro de la universidad de Guadalajara hasta el momento
han sido infructíferos.
Para explicar el desarrollo del movimiento en la ciudad de Guadalajara, es necesario
partir de los argumentos de Vaquero (2002), quien expone que los movimientos sociales
sufren periodos de “reflujo e inactividad”. Y justo así ha sido la dinámica del movimiento.
Nosotros lo hemos divido por etapas. La primera de ellas abarca de la llegada del
movimiento a la ciudad de Guadalajara hasta el día de las elecciones, día que fue
comúnmente conocido como el día 0 (del 14 de mayo hasta el 2 de julio del año 2012), en
ésta se introducen algunas fechas o sucesos importantes como la creación del manifiesto
estatal, una serie de manifestaciones de gran convocatoria, y el debate. La segunda etapa
que abarca del día 0 al #1DMx (del 2 de julio al 1 de diciembre del año 2012), y en la cual
se suscitó la acampada revolución, todo lo relacionado con las jornadas postelectorales, el
enfrentamiento entre manifestantes y agentes de la policía estatal afuera de las instalaciones
de la Expo Guadalajara, y la liberación de los detenidos por este evento). Una tercera etapa
que abarca todo el año 2013, y que tiene que ver con una restructuración en las
vindicaciones del movimiento, así como con una pérdida masiva de integrantes y/o
simpatizantes. Y una cuarta etapa, la cual abarca la primera mitad del año 2014 y en la cual
el movimiento ha logrado algunas convocatorias exitosas y ha podido mantenerse vigente,
aunque sin lograr los grandes contingentes del año 2012, debido a que han tenido un
enemigo en común, evitar que la ley Telecom se apruebe, y que su componente
organizativo es menor que el de otros años, es decir, que esta etapa se caracteriza por tener
una composición tipo colectivo lo cual ha logrado homogenizar o cohesionar sus prácticas,
teniendo a #Yosoy132GDL y “somos más de 131” como médula.
La participación política de los movimientos sociales contemporáneos.
Como se puede notar desde el título del propio apartado, éste va encaminado a discutir dos
conceptos principales: la participación política y los movimientos sociales. Anteponemos
que por el formato de la exposición y el número de páginas permitido, trataremos de que no
queden fuera de este apartado algunas discusiones periféricas que fueron importantes para
el desarrollo de nuestro trabajo de investigación.
Daremos cuenta del primer gran concepto. La participación política no es un tema
nuevo. Numerosos cientistas sociales desde diversos posicionamientos han tratado de
comprenderla, definirla o explicarla. Incluso en los últimos años hemos sido testigos del
gradual crecimiento tanto en calidad como en cantidad de estos estudios desde la
sociología, la antropología y la psicología.
La primera complicación con la que nos encontramos fue la propia definición del
concepto. Bobbio y Matteucci (1982) definían de la siguiente manera a la participación
política:
(…) en la terminología corriente de la ciencia política el término ‘participación política’ se
utiliza para designar una serie de actividades: el acto de la votación, la militancia en un
partido político, la participación en manifestaciones, la contribución a una cierta agrupación
política, la discusión de asuntos públicos, la participación en un comicio o en una reunión
electoral, el apoyo dado a determinado candidato en el curso de una campaña electoral, la
presión ejercida hacia un dirigente político, la difusión de información pública.
Si bien, es cierto que esta definición se dio mucho antes del surgimiento de las redes
sociales virtuales, consideramos que esta definición queda corta si pretendemos entender el
accionar político de los sujetos que integran los movimientos sociales de nuestro siglo.
Otro punto relevante, del que debemos dar detalle en la presente ponencia, es que
este término, la participación política, suele confundirse o utilizarse en otros contextos. De
esta manera nos vimos en la necesidad de separarla de otras formas de participación que
etimológicamente pudieran parecerse. Para esto utilizamos la tipología de Galeana y Sainz
(2003), lo que nos permitió diferenciar a nuestro concepto rector de otros como la
participación ciudadana, la participación comunitaria y la participación social.
Dos discusiones periféricas que tuvieron un carácter obligatorio en esta revisión,
fueron la relación o diferenciación entre “la política” y “lo político”, y la relación del
concepto de “ciudadanía” con el de “poder”.
Para resolver la primera, nos dimos a la tarea de ver ambas concepciones, y
postulamos que existe una relación implícita entre ambas, es decir, que lo político es el
espacio donde se dimensionan las relaciones de los sujetos (Sandoval, 2006) y la política es
el medio o forma para alcanzar el poder (Bolos, 2003). Sin embargo, exponemos que los
sujetos que participan en los movimientos sociales contemporáneos se enfocan o hacen
énfasis más en el primer aspecto que en el segundo. Buscan un espacio, aunque sea virtual,
para la convivencia y deliberación que el control del poder per se.
Para resolver la segunda discusión, partimos desde concepciones literarias del
concepto de poder, tomamos extractos de algunas obras de Orwell, “Rebelión en la granja”
y “1984”, hasta autores de corte más académico y propuestas como el “contrapoder” de
Castells (2009), el “antipoder” de Holloway (2002) o la “dispersión del poder” de Zibechi
(2006). Y relacionamos las concepciones “modernas” de ciudadanía de Touraine (2002) y
Saiz (2006). Llegamos a la conclusión de que ambos conceptos nos son antagónicos, sino,
que son complementarios o mediadores. Exponemos, entonces, que estos conceptos están
ligados al de participación política debido a que lo que busca el uno del otro es la
dispersión del poder.
La última parte de este segmento dedicado a la participación política se enfocaba en
lo convencional o no convencional de las prácticas políticas del movimiento #Yosoy132,
partiendo de dos en específico: la utilización de las redes sociales (virtuales) y el
performance. Para aterrizar esta problemática hicimos uso de los postulados de Tarrow
(1994) quien nos explica que la cuestión de lo “nuevo” o “la novedad” es algo que se
encuentra anclado en un tiempo particular. Lo que hoy es no convencional, en algunos años
y tras un proceso determinado se convertirá en una convención. El estadounidense exponía
que este proceso constaba de tres fases: primero, el surgimiento de la oportunidad; segundo,
la utilización o generalización en su práctica, y por último, la reglamentación y utilización
por los antagonistas. ¿Eso pasará con la utilización de redes sociales como una forma de
participación política?
Los siguientes párrafos de este apartado irán en torno a discutir la utilización que
dimos en esta investigación al concepto de movimiento social y las discusiones periféricas
que se suscitaron en torno a eso.
Si teníamos problemas con la definición del concepto de participación política, con
el de movimiento social nos encontramos en una complicación aun mayor. Incluso los
grandes estudiosos del tema son cautelosos en cuanto eso, como lo explica Melucci
(1996:187) en la siguiente cita:
he we run again into the problem of how to define that which is called a ´movement´. For
many years, I have attempted to clarify the confusion by stressing the fact that a collective
actor which empirically calls itself, or is called by observers, a ´movement´, consist of a
number of different analytic levels of social action, which are kept together in a historical
and political setting under certain conditions .
Para sortear esta situación nos vimos en la necesidad de evitar una discusión aun mayor en
torno a la concepción y decidimos enfocar nuestras energías en evidenciar cuáles son los
componentes de un movimiento Social. Recurrimos de nuevo a los argumentos de Melucci
(2002, citado por Laiz), quien exponía que estos están conformados por tres dimensiones
analíticas principales: primera, solidaridad y capacidad de reconocerse a sí mismos como
parte de una unidad social; segunda, la presencia de un conflicto, es decir, una oposición
entre dos o más actores que compiten por el control de los recursos, y tercera, una
transgresión del sistema de relaciones sociales en el que el movimiento actúa, “romper los
límites del Estado”
Una de las discusiones periféricas en las que nos sumergimos tuvo implícitamente
con el surgimiento de nuestro sujeto social, y de la necesidad de evidenciar sobre si éste, el
#Yosoy132, es un movimiento social o un movimiento estudiantil. Cuestión que
resolvemos en el presente texto en nuestro apartado titulado “Conclusiones inconclusas”.
Asimismo, una buena parte de nuestro trabajo de investigación estuvo encaminado a
mostrar las teorías o posturas desde las cuales nos podemos posicionar para la comprensión
de los movimientos sociales. Acudimos a una tipología realizada por Sáiz (1996) donde se
da cuenta de las principales o por lo menos las más conocidas. A continuación las
enumeraremos: 1) el marxismo; 2) el modelo de elección racional; 3) el modelo de
movilización de recursos, 4) el funcionalismo; 5) el modelo organizacional; 6) el modelo
de redes; 7) el accionalismo; 8) el modelo de sistema mundo; 9) el modelo frustración-
agresión; 10) la teoría del intercambio político; 11) el modelo sistémico, y 12) el modelo
cognoscitivo.
Aunque nuestra postura es más cercana al accionalismo que a cualquier otra teoría,
pensamos de manera similar a Sáiz (1996) cuando expone que no debemos ser escépticos
con el pluralismo teórico y que para el estudio de los movimientos sociales es posible la
utilización de dos o más enfoques o teorías, siempre y cuando no se llegue a la incoherencia
y no existan contradicciones entre ellas.
Evidenciado grosso modo nuestro aparato teóricos, el siguiente paso en la presente
ponencia es evidenciar cuál fue nuestra propuesta metodológica.
De las redes sociales a la calle y de la calle a las redes sociales. Una propuesta para el
estudio de los movimientos sociales contemporáneos.
Una vez que habíamos contemplado nuestro aparato teórico y que habíamos tenido ciertos
acercamientos con nuestro sujeto social de estudio, el movimiento #Yosoy132 de
Guadalajara, decidimos formular un aparato metodológico que nos permitiera recabar
información sobre él. Éste estaba encaminado en satisfacer ciertas necesidades de la
investigación: responder nuestras preguntas rectoras de investigación, cumplir nuestros
objetivos planteados y verificar o no nuestras hipótesis formuladas. Lo anterior no lo exentó
de modificaciones, al contrario, nuestra propuesta fue flexible y se adecuó a las pautas,
tiempos y necesidades de nuestro referente empírico.
Nosotros pretendíamos conocer cuáles eran las prácticas organizativas, de acción
colectiva y sobretodo la participación política del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de
Guadalajara, Jalisco. Nos interesaba saber, cuáles eran sus prácticas, discursos y
concepciones que sobre la participación política tenían los integrantes de dicho
movimiento. Por ende, y para lograr dichos objetivos, se requirió de la utilización de una
serie de herramientas metodológicas: el registro hemerográfico-documental y de redes
sociales, la observación participante y los subsecuentes registros etnográficos, y la
entrevista semi-estructurada. En los apartados subsecuentes daremos cuenta detallada de la
utilización de cada una de estas herramientas metodológicas.
Vale la pena exponer que esta investigación constó de tres fases: la primera, la
referente al conocimiento previo del sujeto social investigado; la segunda, de
acompañamiento y sumergimiento dentro del sujeto social investigado, y una tercera, que
se constituía por el contacto directo con algunos sujetos-integrantes del movimiento
#Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. A pesar de que en cada fase se hizo
énfasis en la utilización de cierta herramienta metodológica, esto no implica un orden
rígido, gradual o progresivo, sino y más bien, una perspectiva holística y acumulativa.
A continuación agregamos un esquema que pudiera despejar algunas dudas:
Esquema 1.- Las fases y las herramientas metodológicas en nuestro proceso investigativo.
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
La primera fase consistía en conocer al sujeto social investigado, y se hizo uso del registro
hemerográfico, documental y de redes sociales. A su vez, esta herramienta nos permitió
saber que acontecía con el movimiento #Yosoy132, tanto en su versión nacional como en
su versión estatal.
Fase 1.- “El conocimiento previo del sujeto social investigado”
Fase 2.- “Acompañamiento y sumergimiento en el
sujeto social investigado”.
Fase 3.- “Contacto directo con el sujeto
social investigado”
#Yo
Soy
132
Seguimiento y registro hemerográfico.
Observación participante.
Entrevista.
Asimismo, exponemos que este seguimiento tuvo un lapso temporal que abarcó del
11 de mayo del año 2012 hasta el 14 de diciembre del año 2013. Vale la pena recalcar que
este registro estaba compuesto por diversas fuentes, pero entre las que destacan las de
primera mano, es decir, páginas, blogs y cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter
y Google +, hasta fuentes de tercera mano y medios convencionales como el diario Milenio
y La Jornada.
La segunda fase de la investigación consistía en un acompañamiento y
sumergimiento en el sujeto social investigado. Para esto se utilizó la observación
participante y los subsecuentes registros etnográficos.
Partiendo de lo expuesto por Robledo (2009), esta herramienta nos permitía un
contacto directo con el sujeto social investigado en sus “hábitats naturales”. Es decir que
estuvimos, en medida de lo posible, en marchas, manifestaciones, mítines, tomas
simbólicas, entre otras formas de acción colectiva ejecutadas por el movimiento #Yosoy132
de Guadalajara. Además, exponemos que para la elaboración de los registros etnográficos
se utilizó la tipología de notas de campo de Spradley (1980), lo que facilitó la
estructuración y análisis de dichos registros.
Vale la pena exponer que durante el transcurso de esta investigación, esta
herramienta fue utilizada en 7 ocasiones, en un lapso temporal que abarcó del 1 de
diciembre del año 2012, en el evento que a posteriori sería conocido como #1DMx, hasta el
primer aniversario de este evento el 1 de diciembre del año 2013.
La última fase de este trabajo de campo consistió en un contacto directo con algunos
de los integrantes del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara. Para esto se
utilizó la entrevista semi-estructurada, la elección de esta herramienta surgió de la
necesidad de recolectar los discursos de los sujetos que conformaban a nuestro referente
empírico.
La elección de este tipo de entrevista recaía en que dentro de la tipología de las
entrevistas, ésta era “la más íntima, flexible y abierta” (Hernández et al, 2006: 597), y
aunque requería de un guión (Díaz, 2005; Acevedo, 2008), éste siempre se modificó
conforme la interacción dialógica con el sujeto nos la iba pidiendo. Es decir, que este guión
permaneció abierto y que solamente nos servía de guía para que la entrevista no saliera de
los puntos propuestos en el mismo.
Referimos que realizamos 12 entrevistas en 3 formatos diferentes. Es decir, 8
entrevistas individuales, 3 entrevistas colectivas y una entrevista individual online.
Una vez que hemos evidenciado nuestro aparato metodológico, consideramos
necesario “recuperar” la voz de los sujetos que integraron a nuestro sujeto social. Por ende,
incluiremos algunos extractos de entrevistas realizadas con los mismos.
Recuperando la voz de los sujetos. El análisis de las prácticas discursivas de los
integrantes del movimiento #Yosoy132 de Guadalajara.
Una vez que habíamos recolectado los discursos y las prácticas de los integrantes del
movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El siguiente paso en esta
lógica era construir un aparato analítico, para esto partimos del “análisis crítico del
discurso” teniendo como referencia principal a Van Dijk (2004).
Van Dijk (2004) expone que propiamente el ACD, siglas con las que se abrevia
“análisis crítico del discurso”, no es un método, ni una teoría; además, que éste tiene cierta
flexibilidad, por lo que puede combinarse con cualquier enfoque o sub-disciplina de las
ciencias sociales. Asimismo, partimos de una de sus principales aportes, el cual radica en
exponer que el ACD no debe ser un calco o una emulación, sino, que los investigadores
debemos de formular uno propio para cada investigación.
De esta manera, el siguiente paso consistía en formular los tópicos y categorías de
análisis. Si bien, es necesario advertir que muchas de estas categorías se formularon desde
nuestras primeras hipótesis, que otras se fueron evidenciando conforme conocíamos al
sujeto social, las últimas se formularon una vez que obtuvimos los discursos de los
participantes.
A continuación anexamos un cuadro donde damos evidencia de estas categorías.
Tabla 1. Las categorías y los tópicos de análisis.
Experiencia previa a su participación en el movimiento #Yosoy132 de Guadalajara.
Experiencia en el #Yosoy132 de Guadalajara.
Estatal o nacional- la emulación de prácticas e imposición de agenda.
Influencia de otros movimientos sociales en el #Yosoy132.
Práctica política – tipos de formas de participación política utilizados.
El debate.
#1Dmx y la liberación de los detenidos en este evento.
La continuidad del movimiento y el surgimiento de nuevos colectivos.
¿Qué es la participación política?
Los partidos políticos y los políticos profesionales.
Más allá de las redes sociales.
La construcción de medios libres.
El arte y el performance dentro del #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara.
Confianza en institutos ciudadanos.
Alianzas o diferencias con otros grupos, movimientos o colectivos.
Fuente: elaboración propia.
Tratando de dar un equilibrio a la presente ponencia, a continuación incluiremos algunos
extractos de entrevista, tratando de que estos abarquen la mayoría de los tópicos y las
categorías formuladas en la tabla anterior.
Mucho se ha hablado acerca de que el movimiento #Yosoy132 fue el primer
acercamiento que algunos de los integrantes de éste tuvieron con la política, a continuación
anexamos un extracto de una entrevista con Monster que puede evidenciarnos un poco más
sobre este aspecto:
Monster: (…) cuando comencé en el 132 tenía 19 años, estaba muy morrita [carcajea por
algunos segundos]. Para mí el 132 fue mi primera experiencia de participación política.
Fíjate, en la prepa no participé de esa manera. Mi papá es politólogo, entonces la política
siempre ha estado en la mesa, en las comidas del domingo, en las pláticas con los amigos
de la familia, con los compadres, temas políticos nunca han faltado. Mi mamá, también es
alguien que suele informarse….
El siguiente punto de análisis tiene que ver implícitamente con la organización y la práctica
política de los participantes al seno del movimiento #Yosoy132 de Guadalajara. Vale la
pena exponer que una de las principales formas de organización eran las mesas de trabajo y
la cuestión asamblearia. A continuación Segundo nos detalla esto:
Segundo: (…) yo formo parte del “somos más de 131”. Entonces siempre estuvimos
cercanos con lo que pasaba con el movimiento en el DF, de hecho fuimos nosotros los que
convocamos a la primera marcha, de donde se supone se formó el #Yosoy132 de aquí. (…)
Después estuve en muchas mesas de trabajo, estuve en la mesa de seguridad, por poner un
ejemplo…. (…) también participé en la logística para que el debate alternativo pudiera
llevarse a cabo… (…) una vez que se distribuyeron las mesas de trabajo, también,
organizábamos las asambleas…
Tal vez, uno de los puntos más problemáticos al seno del #Yosoy132 era la cercanía que los
colectivos estatales tenían hacia los colectivos que se encontraban en la ciudad de México.
¿Hubo una emulación de prácticas? ¿Hubo una imposición de agenda? Es Vangellys, quien
vierte una crítica sobre este aspecto:
Vangellys: (…) esto era un problema que estaba en el seno del movimiento. De por sí, GDL
tiene la fama de ser una de las ciudades más clasistas y más racistas del país, en el
#Yosoy132 era algo que podía verse… (…) los del ITESO querían una cosa, seguir más en
la línea de lo que hacían en el DF….y los de U de G querían otra cosa. (…) los de U de G
empiezan a ver como vindicación medular el derrocamiento de Raúl Padilla,5 yo me
quedaba así de no mames [hace unos gestos que muestran desaprobación], serán sociólogos
y la chingada, pero se nota que no saben ni una puta pisca de derecho…. (…) ahí fue donde
fallaron.
Entre las exposiciones de Segundo y la crítica de Vangellys se deja al descubierto un
aspecto que no podemos pasar desapercibido en este análisis, este tiene que ver con la
influencia de otros movimientos sociales en el #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara,
Jalisco. Rose nos explica esto con mayor detenimiento.
Rose: efectivamente, surge la Primavera Árabe, y en América también estaban muchos
movimientos que querían cambiar tanto la situación como la estructura. Y esto,
personalmente, me generó mucha esperanza, fue como un “ahuevo”. (…) en cuanto a las
actividades si había mucha influencia de los Indignados….sí, pero quién no copia a quién.
(…) ellos tenían sus acampadas y nosotros también, ellos en la Puerta del Sol, nosotros en
el Parque Rojo, (…) ya en manifestaciones hacíamos los “ochos”.
5 Raúl Padilla es un actor muy importante para política en el occidente de nuestro país. En lo académico, él
fue el cuadragésimo cuarto rector de la Universidad de Guadalajara, teniendo como lapso el 1 de abril de 1989
al 31 de marzo de 1995. Ha desempeñado otros puestos como presidente de la FEU y coordinador de la Feria
Internacional del Libro (FIL). Vale la pena recalcar que en nuestras entrevistas su nombre es comúnmente
asociado con términos tan despectivos como “cacique” o “mafioso”. Pese a ser un hombre con un perfil
discreto, es casi nula su presencia en los medios locales, expertos en los temas de la política le atribuyen un
fuerte capital político. Si se quiere indagar aún más sobre su trayectoria político-académica, recomendamos
visitar el siguiente link: http://www.udg.mx/historia/rectorados/raul-padilla-lopez.
Oscar: ¿Qué es un ocho?
Rose: Todos nos poníamos en cuclillas, contábamos hasta el número 8 y corríamos hacía
cierto punto (…) ya en manifestaciones teníamos una forma de replegarnos de la violencia,
(…) teníamos una política de no violencia la cual la verdad es que no se cumplía al pie de
la letra, pues ya ves, hasta putazos hubo el día de la expo, pero antes de eso no me tocó
ningún altercado de violencia, me tocaron intentos, pero teníamos dinámicas anti-violencia
como la de sentarnos, la cual era una réplica de España.
Oscar: [mi tono denota cierta extrañeza] ¿Una réplica de España? ¿La vieron de los
indignados o de dónde?
Rose: [termina de darle un sorbo a su café]…Ujum, empezó con los indignados, que cada
vez que la policía quería reprimirlos, ellos lo que hacían era sentarse y la propuesta se
comentó en las charlas del Parque Rojo, fue apoyada por la mayoría, ¿este? [muletilla], no
recuerdo si lo hicieron en otros estados, ¿este? [muletilla], ésta era la técnica de guerra
cuando hubiera violencia, nos sentamos… algunos decían: “¿y si nos chingan?”, ¡No!
¡Sentados! ¡Sentados y grabando! Esa era la política. Me siento y luego tuiteo [sic], me
siento y luego facebukeo [sic], si tenias internet reportabas lo que estaba pasando…..
Hablando un poco de la composición de nuestro sujeto social, y como ya habíamos hecho
énfasis en párrafos anteriores, ésta era muy flexible, incluyente y heterogénea. Incluía a
personas de diferentes estratos sociales, a individuos con diversas posturas políticas e
ideológicas. Encontramos en Robusto una severa pero certera crítica a lo variopinto del
#Yosoy132 de Guadalajara:
Robusto: (…) es tan complejo el 132, había gente del PAN que no quería que el PRI
regresara al poder. Sí había gente del PAN y la verdad la podías ver en las mega marchas,
había gente del PRD, del PT, de MC, había gente apartidista, había gente que en su vida
había participado, era un movimiento de masas así tal cual, así como dirían “los posmos”
[se ríe por un par de segundos], la multitud ahí…. (…) la expresión más clara de la
multitud, y eso, ¿no?, porque abarcaba a sectores inconformes, o sea, toda esa multitud de
gente inconforme existe, pero, la única variante que no entraba ahí era el PRI, pero de ahí
en más la clase alta, criolla, incluso racista del ITAM, del PAN, conservadores del PAN,
estaban ahí representados. Se sentían identificados, porque no era una crítica directa a su
partido, ni a su candidata, era una crítica hacía un wey, y es que la clase alta ilustrada lo
detestaba por ser un burro, porque es un burro, y la verdad quien a querer que lo represente
simbólicamente EPN, y la verdad lo que representa es lo más podrido de México.
Pese a que el movimiento #Yosoy132 nace como un movimiento apartidista, es necesario
evidenciar al lector lo siguiente; los movimientos sociales están integrados por personas
con gustos individuales que trascienden lo colectivo (Melucci, 2002; Touraine, 2002).
Partiremos de eso. Al seno de nuestro sujeto social había personas, individuos, actores con
diferentes posturas, con filias y con fobias, colectivos que creían en la democracia
representativa y colectivos que tenían una postura ética política diferente. ¿Cuál era su
expectativa o relación con las instituciones? ¿Había confianza hacía ellas? Lucy y Rodrigo
nos responden estas preguntas.
Lucy: (…) yo creo que era algo muy complicado porque era algo tan plural y con tantos
intereses, sí, ¿no? [muletilla], en cuanto a las posiciones en las que cada individuo se las
veía. Había gente que estaba a favor de ser lo más incluyente posible, y había como todas
estas dinámicas para que cualquier ciudadano pudiera entrar, entonces había algo más
adecuado al trabajo académico e incluso partidista, entonces había otros mecanismos para
trabajar….
Rodrigo: (…) yo identifico como varias vetas, había gente como, bueno [muletilla], se
supone que el movimiento nace de una protesta que tiene lugar y razón de ser político
electoral, pero siempre tuvo una tensión que no nunca logro desentenderse, entre las
personas que tenían una idea más institucional por llamarlo así de la participación política,
la gente que trataba de hacer el asunto lo más democrático posible bajo el supuesto de [se
interrumpe la entrevista un par de segundos], pero ultrademocratica [sic], en rigor que
alguien promoviera la emulación de prácticas… y estaban las otras personas que criticaban
esto, que estaban en el movimiento, pero que no aceptaban estas premisas básicas de
participación ciudadana. Entonces siempre hubo una tensión entre las personas que era
como más proclives al formalismo político, como votar y eso. Era por un lado los que
querían separar y esquematizar y las personas que tenían una práctica política nueva. Eso
causo choque, incluso cuando se trató de construir dinámicas que mediaran ambas posturas
como en “las asambleas populares”.
Consideramos que los dos entrevistados nos brindan una beta importante de análisis, una
cuestión que no suele abordarse mucho en los trabajos que se han hecho sobre el
movimiento #Yosoy132, y tiene que ver con la existencia de personas, individuos o
colectivos que veían en las prácticas políticas autonómicas y alejadas del Estado un
horizonte. Anexamos las exposiciones que Tapa y Tista nos hacen en torno a esto, de su
lejanía hacia el concepto de ciudadanía:
Tapa: yo creo que esto va conectado con lo de la vanguardia. (…) Ya cuando se iba
desarmando, cuando se iba disolviendo, cuando ya iba bajando la efervescencia. Sí había
como dos grupos, no me gusta poner estas barreras, pero era la verdad, había una diferencia
entre los vatos, que de alguna manera trataban de continuar con esta visión socialdemócrata
y la banda que tratábamos de sentirnos ajenos, no solamente al Estado y a los partidos
políticos, también como a las expresiones que pudieran venir de ellos, como algún foro o
algo, a sus espacios de participación, a algo que fuera orquestado por el estado y el capital,
y entonces yo creo que de los últimos meses para acá, ya era algo como bien delimitado: los
reformistas y los autonomistas.
[La plática continúa por otras temáticas, para posteriormente continuar con este aspecto].
Tista: sí, algo así pasó en el 132, a nosotros no nos convencía mucho su discurso
ciudadano. Ya te expusimos lo que pensábamos de ciertas mesas, pero como íbamos en
bloque y debíamos de ayudar, de apoyar. Y sí apoyamos algunas cuestiones. Ayudábamos
en algunas cosas, pero no creíamos en su discurso ciudadano, no queríamos ser capital
político (…) ya habíamos sufrido represión y seguían con ese afán de seguir participando
con las instituciones. A mí me parecía que gastábamos mucha energía con eso, y la verdad
nosotros ya estábamos haciendo otras cosas, ya estábamos trabajando por fuera.
Tapa: yo creo que había un aferramiento a que funcionaran las cosas, yo creo que fue hasta
como, no sé si deba llamarlo así, un retroceso, pero como ya ubicábamos un camino, y
decíamos “arre” pues, vamos a tratar de llevar como muchas de las experiencias actuales
pero también muchas de las practicas de antaño, como el zapatismo y su práctica en la orbe.
A manera de cierre de este apartado. Cuando formulamos nuestro aparato teórico nos dimos
cuenta de que las definiciones de participación política que los clásicos de la ciencia
política habían vertido poco nos servían para analizar o describir la práctica de los sujetos
que integran los movimientos sociales en nuestro siglo. Así que una de las cuestiones más
ambiciosas en este trabajo de investigación consistía en formular un concepto propio
partiendo de las concepciones de los propios sujetos entrevistados. Daremos voz a los
sujetos que aún no han “hablado” en el texto. Esto fue lo que nos respondieron Evelyne y
Manuel cuando se les preguntó: ¿qué es la participación política?
Evelyne: ¿Para mí, qué es la participación política? Me la pones bien difícil, jaja, [se ríe
por un par de segundos], ¿la participación por parte de los ciudadanos? Es como los que
decíamos una vez: “¿Qué es la política?” y “¿Qué es la participación?”. Nosotros
encontrábamos que la participación política era como nos organizábamos nosotros mismos,
que la política no era solo lo que hacían los partidos políticos, sino que vendría a ser esta
participación por parte del pueblo a organizarse para mejorar su comunidad, y de ahí ya
estaríamos mejorando algo, es estar fuera de la política formal.
Manuel: ¿La participación política? Digo, aquí se van a dejar ver mucho mis lecturas. Esta
tiene que ver con lo que llamamos práctica política, en el sentido de participar en
elecciones, si quieres hacerte parte de algún grupo político, de algún partido, pero creo que
va más allá, yo creo que la P.P [sic] tiene que ver con la capacidad de tener las mismas
oportunidades y capacidades para deliberar públicamente, o sea, yo sí creo que las
identidades son públicas y políticas, y si le dejamos la responsabilidad a unos y que ellos
decidan lo que queramos ser, pues vamos simplemente a sumirnos en lo que se nos dicta, y
la P.P [sic], tiene que ver con alzar la voz y decir lo que nos pica, yo creo que eso es la
participación política. O sea, para mí hacer radio es un acto político, porque estoy
irrumpiendo públicamente, estoy generando conciencia y estoy generando una opinión
pública. (…) El problema, creo, es que hemos llegado a pensar que la política es lo que hace
los partidos políticos, pero la política es mucho más que eso, la política es preocuparte por
lo que pasa en tu barrio, es decir que tiene que ver con la organización, (…) el hacer
político es en ese sentido poder incidir en las decisiones públicas, estar en el espacio
público, (…) para mí, actuar en lo público es hacer política, puede ser mediante un foro, una
manifestación o puedes estar en los partidos políticos, pero en general se trata de integrarte
a los proyectos civiles, a grandes rasgos.
De esta manera, tratando de formular este concepto de participación política partiendo de
los discursos de los participantes en esta investigación, podemos considerar que para los
integrantes de este movimiento la participación política es “toda acción cotidiana, la cual
puede estar en contra o a favor de algo, que se enmarca dentro de un espacio público, ya
sea éste virtual o físico. Estas acciones pueden estar enmarcadas dentro de los aspectos
convencionales e institucionales o fuera de los mismos”.
En el siguiente apartado mostraremos nuestras conclusiones (in)conclusas.
Conclusiones (in)conclusas.
Nuestras conclusiones van encaminadas hacia dos aspectos en específico, los cuales
desarrollaremos a continuación. El primero de ellos tiene que ver con la composición actual
del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, y el segundo aspecto va
en relación de sus formas de organización, acción colectiva y participación política,
específicamente en el uso del performance y de las redes sociales (virtuales).
Aunque ya hemos hecho cierto énfasis sobre el carácter incluyente y heterogéneo
del movimiento #Yosoy132 de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, debemos de exponer que
esto contribuyó en cierta medida a la situación actual del movimiento. Es decir, éste nace
durante un proceso electoral, las elecciones federales del año 2012 en México, y logró tener
un par de vindicaciones y un enemigo en común, la democratización de los medios de
comunicación y Enrique Peña Nieto respectivamente.
Esto catapultó la popularidad del movimiento y logró conjuntar en él a sujetos que
provenían de diferentes latitudes políticas. Nosotros exponemos que aunque el movimiento
#Yosoy132 nació como un movimiento estudiantil, fue cuestión de días para que el
movimiento logrará la masividad y la aceptación de algunos sectores de la población. Por lo
que pasó, casi de ipso facto, a ser un movimiento de masas o un movimiento social. ¡Para
su primera convocatoria pasaron de ser 131 jóvenes a varias decenas de miles! ¿Hoy el
movimiento sigue teniendo la misma composición? ¿Sigue siendo un movimiento capaz de
generar una respuesta masiva? ¿Cuál es la situación de nuestro sujeto social actualmente?
Después de nacer como un movimiento estudiantil, y tras algunos meses de trabajo
y convocatoria muy fuertes, podríamos enmarcar de mayo del 2012 hasta diciembre del
mismo año, el #Yosoy132 dejó de ser un movimiento que convoque o que esté compuesto
por las multitudes. Al cierre de este análisis, referimos que el movimiento #Yosoy132 tiene
una composición más pequeña y homogénea. Continuamente, en otros trabajos sobre el
movimiento, hemos expuesto que nuestro sujeto social tiene una estructura un tanto más en
forma de colectivo o de grupúsculo, pero siempre teniendo como pilares a dos en
específico: “Somos más de 131” y el colectivo #Yosoy132GDL.
A su vez, esta composición más homogénea ha logrado que el movimiento pueda
aprovecharse de ciertas “olas”, como las protestas en contra de la ley #TELECOM, y
provocar cierta efervescencia. Sin lugar a dudas, las formas de participación del
movimiento también han cambiado, aunque no de manera drástica. Es decir, que aunque se
encuentran en una fase donde tratan de equilibrar su práctica “física” con su práctica
“virtual”, debemos advertir que es en la segunda donde el movimiento ha logrado un eco
mayor.
En cuanto a las formas de participación política no convencionales, como la
utilización de redes sociales y el performance, aun queda mucho que decir. En torno a la
primera podemos concluir que esta siempre fue la base organizativa del movimiento
#Yosoy132, es decir podrán no tener una sola convocatoria a marchas o manifestaciones
en meses, pero la actividad de los integrantes de este movimiento en redes sociales
(virtuales) ha sido continua, extensiva e intensiva.
Desde nuestro apartado introductorio hablábamos que la cuestión de la
convencionalidad sería algo medular para la discusión en la presente ponencia, de esta
manera advertimos que el concepto de convencionalidad es algo que se encuentra, por
decirlo de alguna manera, “anclado en un tiempo especifico”. Es decir que lo que hoy es no
convencional, en algunos años terminará siendo una convención, y con su paso cíclico
daremos cuenta de nuevas o novedosas formas de acción colectiva o de participación
política. Éste es el caso del performance.
Exponemos, y teniendo siempre en cuenta el análisis de las prácticas discursivas de
los integrantes del movimiento, que el performance era un opción a la formalidad, una
opción a la violencia, una opción a la convención, una transgresión a lo establecido.
Representaba a la vez una sublimación para los integrantes. Es un “quiero gritar, ¿cómo lo
hago?”. Fácil, hago una marcha silenciosa. Actuar en la contradicción es la única forma de
despistar al enemigo. Es un “quiero demostrar que amo a mi país y no quiero verme
patriota”. Me tapo los ojos con un trapo y canto el himno nacional mexicano. “Quiero
demostrar que estoy harto de la violencia y de la guerra del poder ejecutivo mantiene en
contra del narcotráfico”. Lleno el agua de una fuente con Kool-aid, hago una
representación de un secuestro. “Quiero demostrar que tenemos una pésima cultura vial y
que nuestras autoridades no nos brindan apoyo en esa área”. Pinto los topes y los baches
de la ciudad.
Diremos, entonces, que el performance es otra forma de hacer las cosas. Es
compartir un mismo espacio y un mismo lugar, pero es hacerlo a tu modo y a tu manera.
Es estar en una manifestación vestido de payaso, es ir a una marcha y decir una poesía
referente a la situación, es hacer una obra de teatro dentro de un mitin. Es un hacer
diferente. Es una transgresión a la convención, aun dentro de la convención. Algo muy
propio de un movimiento que no buscaba un cambio radical en su sistema económico o el
derrumbamiento del Estado, sino la democratización de los medios de comunicación.
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http://www.udg.mx/historia/rectorados/raul-padilla-lopez. [Recuperado el 20 de abril del
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