Tecnología e Historiografía del Cine [2001]

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S JORNAD 1OO ANYS ENTIVA TEGNOL EN IMATGE I SO E GINEMA ESPAN

Transcript of Tecnología e Historiografía del Cine [2001]

S JORNAD

1OO ANYSENTIVA TEGNOL

EN IMATGE I SO EGINEMA ESPAN

Joaquim Romaguera i Ramió(ed.)

PRIMERES JORNADESsobre

lOO ANYS D'INI'ENM/A TECNOLÓGICAEN IMATGE I SO EN,EL CINEMA ESpAt{yOL

Col.lecció ORPHEAcoordinació a cura decaRLEs JosE I soLsoNAJoAaUN ROMACUERA I RAMIÓ

Fundeió Institül del Cinemá C¡t¡laM¿Iorca,336. 1r

Ma4u¿mció i dissen! de la cobe a

Gr¡'Íques 92

Dip¿sit Lesdl: B 15.995-2001¡,taNr 84 921183-1-8

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SI]MARI

Pte'eotacio.p?r Joaquih Roúaeu¿t¿ t Rrn,' ......

Ámb r.lndúrtria i t¿cnica

La visió en relleu €n la imatge emesa per la pantallar televisió, ordinadoBt ctnem . p?r Jos?p 14a, ú stnóa t \?.n ......... ..,..,,

Del vidre a l'ordinadoi Una experi¿ncia mb l'eslereoscdpia elecb¡nicapcr Rra'd Vare¡; M utioz

Contribucions escrites de cienlífics i t¿cDics €sp yols alrelleu en el ci¡ema(1446 1954), p¿, Jodquim Roúasúera i Ranió (AEHC)

Et lintemismo en los tienpos del cinematógráfo: el proyecto SagdmÍ¡agapet Giu¡litta Fabbri Pa.lovano i Móñicd Sónchez Pérc

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39Apqntes para el estudio del montaje en los primeros ¿nos del cine:

el discreto seguúdo práno de la ré.¡i,c^. per Pedtu Sangtu ColónLa depe¡dencia tenológica del ci¡e español:

el caso de la parid¡ 690 (1922-1959),pet Eñeteria Díe. PueñasUenviment de l¿cnics espdyols a l'estrdgerel 1942:

Miguet Durán i el duaflex. pel Jósep Estititl i Pére2Els esud¡ de rod¿tge cinematografics a Catalunya.

p?r \av¿r Ripall ¡ \riia

.\mbit 2. T¿mica i invenriva

Invesúgación tecnológica industrial en el cmpo audiovisual. Las invencionese i¡novaciones de Servicevision System, SA.p, t Al,ja4dra Cal¿ad. RoMsosa .......--.

El prcyeto Madrid. Una invesligación sobre la historia de ia fabricació¡de peiícula virgen pm la circñ roeafia, per Alfoaso del Ama Gar.id......

Paraules dins d un fotograma. Pdncipals sistemes de co¡fecció i tirátgede r¿tols al cinema mut. pet Rosd Cardona i AnauClasific¿ción de los sistemas de coloreado cinematográficos del periodo

mudo: 1 896- 1930. per .¡¿ati.fer Galleso ChlisreksenCine sonoro. en color y panorámico en Guad¿lajaü (1905-1930)per Jo.P Antonto Rut- RaJoLa fabriceió de projectoB cinematografics a Reus

perJos¿p Mi4uel Rodríeuez Coñzól¿z i Mdtiu ¿¿l Pilar Mendo.a EB¿a... ló9

Le¡ei¡y terassenc al servei de la t¿cnica cin€matog¡¡ficaper Roset Iatpezi Móñsó ............--..... . ....... \'7'7

Tecnologías rudiovisuales y multimedia de José Val del Oma¡. Su actualidadyne@sdiarecuperación,petGonzdloSóenz¡LeBuMsa...--.................-. 185

La inrenc;d de l M lecnolan6\) de TrúcLco Merdnp¿t Joftli Attigas i Candel¿ ........-----................ 203

¡mbit 3. I¡fraestruc.¡m i comunicació

Tecnoloslaehistoiioelafíadelcire.petLuisAloksoGarcía...........................219La indústria (i I'af€sania) c¿talana en el cinema, p¿¡Anro Gíménez i Ribd... 241U¡a primem base de dalos sobÉ patentes, mdc¿s y modelos registrados

enespaña(1911-1960),p¿.LuisF¿tuinlezColoñdó........................... 24'1

cine y fuentes de infoñación en intemet: h¿cja u¡ sNicio de documentaciótcinematoC¡rnca en línea, p er Afo6o López vep¿s .......... ......... .. ... 253

La image¡ de Ia imagen: el cine esp¡nol en internetpd Raúl Arcces i Rosatio López d¿ Ptddo.............. . ........................-.... 273

Los oreanismos intemacjo¡ales y la consenación del palrinoniocinenatográfico,p¿¡Sdda García Manq.s......-.--.-.- .'-----------.. ... 291

La cinemateca del cióem lru teur lsrrasser.. p¿t .lotdi Tonas i Freír? ... 3O5

Conclusions del comit¿ ci€rtíñc i la dir€cció de 16 I Jornad€s

__l

PRESENTACIó

Luis
Rectángulo

TECNOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA DEL CINE

LiIIs Ar.oNso GaRcía

rDetás de todos los grandes inventos materiales del últiúo siglo y medio noh¿bla sólo un la¡go desarollo de la técnioa: había también un cambio de menlalidad. Antes de que pudiera afrmaEe e. grú es.ala los nuevos prccedimientosindustriales era necesdia ura nuevá orientación de los deseos. las costumbres ylas metas. Pda entend€. el p¡pel dominante desenpeñado por la técnica en lacivilizeión modema. se debe explord con detalle el período preliminar de laprepmción ideológica y social. No debe explicdse simplemente Ia existencia delos nuevos in$rumentos mecá¡icos: debe explicdse la cultu¡a que estab¡ dis-puesta para utilizdlos y aprovechNe de ellos de maneÉ exte¡sa.' (Mumford,1934:22)

flaceres y penssres de la tecnología y la historiografra

Dos grandes conceptos: tecnología, historiografía- Algunos pequeñosobjetos: la folograffa, el cine, los medios- Y una idea: utilizar este foro -unas jomadas dedicadas a la histo¡ia de la inventiva tecnológica- paraobligame a pensar sobre determinados presupuestos metodológicos yepistemológicos de lo 4üe es y pue.le ser hacer historia dÉ la tecnoloetade la fotogrufía, el cine J lor medios. Hay quien pensará que 10 impor-tante es hacer historia y no pensar en ese hacer. Seguramente, por unvicio de forma y un defecto de origen, no puedo evitar pararme a c¿¡do

rato, cada trabajo, para ver 10 que estoy haciendo. Extraña perversión.Pero a buen seguro, insertar nuestros trabajos histoiográñcos en es0$pausas reflexivas, propias y ajenas, es lo que dota si no de "cientificidad"al menos sí de rigor a nuestras "inaplMables" investigaciones de campoi

¿qué, cómo, por qué y p¡I¡ qué hacemos 10 que hacemos?

r. MUMFoRD, LEwrs ( 1934). ¡¿. ica ! ci,ilieciú (.ed, cr. t962). Alianza. Madrid, 1992.

pá8.22.

2ls

Luis
Cuadro de texto
Referencia: . Alonso-García, Luis (2001). “Tecnología e Historiografía del Cine”. Terrasa, Barcelona, “Primeras Jornadas sobre 100 Años de Inventiva Tecnológica en Imagen y Sonido”, Associació del Museu de la Ciència i de la Tècnica i d'Arqueologia Industrial de Catalunya, 28-29 Septiembre 2000. En: Romaguera, Joaquim, coord. (2001). Primeres Jornades sobre 100 Anys d'Inventiva Tecnològica en Imatge i So en el Cinema Espanyol. Barcelona : Fundació Institut del Cinema Català , 2001. (orphea ; nº 5). Págs. 219-240. Isbn: 84-921183-1-8.

Vicio de foma, defecto de origen. Mi formación académica, delicenciatu¡a y dqctorado, estuvo cenÍada en la teoría del audiovisual y elanálisis fílmico. Sin embargo, la mayor parte de mi carrem universitariaha estado focalizada en Ia historia del cine primitivo y mudo y de losmedios audiovisuales. Los procesos de cÍrmbio y estasis del "cinemató-grafo" y de los "media" se han conve ido así en el eje de mi actividadacadémica. Y ello en tres niveles.

Ei primer nivel es Ia docencia continuada en la Historia de losMedios Audiovisuales y del Cine Mudo. Po¡ "exigencias del guión" eraimprescindible buscar una cohercncia entre el cine y lo audiovisual. porun lado, un objeto t¡adicionalmenfe considerado. de forma harto homo-génea y monolítica, como un devenir afístico en el que Io técnico tiene

-parece tener un escaso papel. Por ot¡o, un espacio, un complejo de

objetos, en perpetuo devenir de técnicas y tecnologías; en su enumemción t¡adicional: telegrafía, fotografía, fonogafla, telefonía, cine, radio-televisión, audiovideog¡affa, compugrafía e infografla.

El segundo nivel fue la elección de un determinado espacio global deinvestigación que aunara esa divergencia entre cine y medios. Ese espa-cio fue el doble campo del precine y de los cines primitivos. Espaciocomplejo en el que, a pa¡ti¡ de unas determinadas imaginerías y tecnolo-glas decimonónicas, se acaba definiendo ese "medio" llamado crrr¿.Espacio de cdsis en el que, en muchas ocasiones,la tecnología es el obje-to mismo del espectáculo al tiempo que nos pemite,observar la cohabi-tación dumnte todo el siglo xlx de viejas (mecánicas) y nuevas (qüími-cas y eléctricas) tecnologías.

El tercer nivel fue la elaboración de una serie de artículos sobre Iainvención y defrnición del cine. En todos ellos se trataba de contestar auna p¡egunta formulada por los conocimientos derivados de ese "nuevo"campo del precine y obliteúda por el viejo campo del cine/cine ¿Por qué,a pesar de todas las evidencias históricas, seguimos manteniendo a losLumi¿¡e como inventores del cine? O mejor, para que no se entiendacomo una acusación de ignorancia -a ciertos historiadores- o como unintento de justicia a precursores olvidados , ¿por qué, a pesar detodas las evidencias históricas, debemos segui¡ manteniendo a losLumrére como invenlore\ del cine?

2. Dicha s¡ie se compone, Ge¡cialmente. de tres rabajos püblicados en la Évhra Bardd dp¿r-r¿ dc vale¡ciai <El clso Luni¿c: inve¡ció¡ t dennlción del cine, enr€ el ¿rf¿¡¡¿ y la.apiDb,j núr,ll, 5.1998, pág. 69 78r (El J¡balí la Esfeü, Ia Cuova y el Fósil: pEsupuefos y deudas d¿ ta nuevabistorio, nún. 12. 9.1998. pá9. 7? 82i .¿os oísen€s d€l cine y ¡n hislona fdles novinientos, l'.núñ, l4 15,5.1999, páe. ll8-126.

220

La contestación a ese inteÍogante supuso finalmente una "quieb¡adisciplinár" que se fue expandiendo por cada uno de los niveles arribadescritos (la invención y definición del cinematógrafo, el conjunto de losprecines y cines primitivos, la globalidad del cine y de los medios), pues

tal pregunta no podía ser conteslada sin refolmulü los campos académi-cos desde los que hnbitualmente e¡a contestada,

La Histo¡ia y Teoría del Cine no puede contestÍtr a esa pregunta por_que su existencia como campo específico de investigaoión se basa sobresu no formulación. Que el cine fue inventado por los Lumi¿¡e en 1895 es

uno de esos axiomas incuestionables e incontest¿bles que están en la fun-dación de muchos campos cientíñcos. ¿Demasiado tajante el juicio res-pecto a una historiografía que dice haberse renovado lanto y tan bien enlas últimas décadas? Un vistazo a la bibliogmfía reciente muesfra hastaqué punto no tenemos porque suavizar nuesha afirmación. Dos colabo-raciones del primer volumen de la aún reciente Historia aeneral del cinercsultan ejemplares.r En uno, de forma harto retórica, se salta abiefa-mente sobre los. Lumi¿re para trMar la supuestamente nítida rupturaeütre el "sospechoso" prccine y sus "f¿ntasías milena¡ias" y los "ini€ios"americanos y su "realidad industrial". En el otro, se da, a partir de todaslas rccientes evidencias histódcas, continuamente vueltas a esa pregunta,perc sólo para no contestarla, pues no parece ya importante hacerlo a

sabiendas de que se t¡at¿ de una consÍucción mitográñca antes que historiogrlifica. El texto de Aumont tiene un tremendo interés en la definición de una "estética" de Ia imagen Lumi¿¡e, pero obvia el hecho de que

debeía primero haber contestado por qué esa "estética" es ya "cinematográfica".

Esa quiebm disciplinar alcanza también a dos campos limítrofes desde

los cuáles debería poder pensarse la invención del cine. Amplificando ydesplazando una idea de Patrice F,ichy en Ur?d l?istoría de la comunicaciónmoderna.'ñ,lal11sto¡.a de la tecnología ni Ia sociología de la comunicaciórpueden rcsponder a esa pregunta pues cada una tiene por objeto una de lasdos caras del fenómeno cuya unión explicaría "el caso Lumi¿re":

"Num€rosos trnbajos de histoiia de la téc¡ica no se preocupan er absol¡to de los

usos o, frás exactamente, hacen la hjpótesis por defecLo de que la uiilizrción de

3. Nos refennos a los rEbajos de Ramón C¡mon¡ (<De los orlgcncs de la rctoemlia a la facto

la Ediso!,) y de Jacques Aumont (il-uúi¿É,). mbos in.luidos en TauNs. JENARo, ,¡tu¡¿¡ia s¿¡eml ¿el cine, I : Las ariseaes del ct¿, Cát€dra, Madrid, 1998, páe. 39-78 y ?9 108.

4. Fucfl PñRrcE (r 99I). Un, /txtótid ¿¿ la coñu ícacitu node a: evacio púbLitó y v¡da pn'r¿da. Cu$avo Grli. Bmelom. 1993.

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ló náquinas se deriva con toda natumlidad de sus cú¡ctelsticas té.nicas. Porcontra. ciefas inv€sligeiones de sociología de la écricá s i¡teresan Llnicamen-le pú la difüsió¡ o l¿ aFopiación del instrumento y consideran a esre último u¡¡caj¿ nesra., (Flichy, l99lr13)

Por un lado, la Histo¡iografía de la Tecnologla se ocupa del origen ydevenir de los "inst¡umentos", dando por supuesto que los usos estánimplícitos €n las "caracteísticas técnicas" de los ingenios. Por otro, laSociología de la Comunicación (desde la que se ha construido y ma¡rtie-ne la caduca Historia de los Medios Audiovisuales y la renovada Historiade la Comunicación) se ocupa de la apropiación de los instrumentos y ladifusión de sus 'tsos" por la sociedad, considerando la invención una"caja nega" de la que poco o nada pueden deci¡. Fruto de la mala memo-da lectora, desplazamos sin ¿lamos cuenta uno de los campos de la citao¡iginal, cambiando "histo¡ia y sociología de la térnica" por 'tistoriogra-fín de la tecnología" y "sociología de la comunicación". Pero este malrecuerdo nos parece ahora un hallazgo pa¡a entender el juego esencial -planteado por Flichy- entre "insüumentos" y "usos", juego que el autoranaliza en su ejemplar estudio sobre los diversos medios modemos decomunicación, aunque curiosamente, al cine le dedique unas pefinentespero escasas páginas (Flichy, 1991: 106-1 11 y 201-212).

De todos modos, esta atumación sobre la incomprensión del juego"instrumentos-usos" en tales c¿mpos debeía matizarse al m€nos en dospuntos,

En p¡imer lugar, porque el esquema clásico del devenir de los inge-nios tecnológicos se basa en la cadena "invención-innovación-difusión".Po¡ tanto, es necesario explicar que esta última fase de la "difusión"suele ser entendida, de una manera restrictiva, como la "extensión" geo-gráfica y cronológica de un ingenio .on elplanteamiento del clásicoFoblema sobre el "origen único o múltiple" de las invenciores y el"difusionismo" de las mismas a través de amplias zonas o épocas- y nocomo la "apropiación/modificación" de los usos generados a partir dedichos ingenios. Los primeros intentos modemos por atenuar esta auto-nomía y endogamia de la historiografla Íadicional de ia tecnología -enla que inevitablemente, el insirumento parece implicar ya un uso dadono modifican sin embargo excesivamente el planteamiento de partida.r

5. Es el caso de la obm de G'oE, BEoUND (19?3). /n,Ddzdir, a la hisbna de las t¿.nicas,Cílica¡úarconbo, Bdcelona. 1999, sü i¡teEsmi¿ planteamiento sbrc ü. dobl€ €sqü€na (en el priñerc. Ia tecnologí¡ p¡oede del progGso cientíñco ; en el eeu.do, la lec¡ologia dúim y viene en-gl.la del crecinienro econóñico") s ve dev¡luado al estólecer una cemd¡ y limihd¡ contExtualü¡-

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En segundo lugar, porque no se puede olvidar u obviar una larga tra-dición de obras y autores situados eÍ la zona de cruce de tales camposautónomos (la historiografla de la tecnología y la sociología de Ia comu-nicación), cn¡ce académico dedicado a nuestro espacio de referencia: lahisto¡ia de las tecnologí¿s de la comunicación. Su devenir podría ser, sinánimo de exlaustividad, pero sl de ejempla¡idad, el que va de los clási-cos Mumford (1934), Innis (1952) y Mcluhan (1964), a los modemosestudios sobre historia de ]a comunicación, algu¡los de cuyos autoresesláÍ presentes en las recopilaciones de Williams (1981) o de Crcwley yHeyer (199r).6

Pero este somero listado nos pe¡mite intenogarnos sobre por quéaquellos históricos autores a pesar de todos los excesos (epistemológicos) y defectos (metodológicos) que puedan achacifuseles- fuercnta¡ dura y excesivamente estigmatizados durante décadas (especialmente, Mumford en el campo de la tecnología y Mcluhan en el campo de lacomunicación) y sólo en fechas recientes y con reticencias aceptadospor sus comunidad€s de origen. Encontrar una rcspuesta a esta estigma-tización nos lleva a ver que es la historia de la tecnología de la comuni-cación €1 lugar ejemplar donde puede quebrase este teleológico inma-nentismo que entiende como indisolubles usos e instrumentos, Pero eso

nos lleva a entender una mdical diferencia existente en el mundo de lastecnologías.

Las dos tecnologíss y el binomio tfnstn¡mento-uso"

A pa¡tir de la nltida distancia propuesta por Flichy entre "instrumen-to" y "uso" y de las apreciaciones realizadas

-sobre el esquema clásico

"invención innovación-difusión" y la existencia de una "historia de lastecnologfas de la comunicación"-, puede examinarse una diferencia

ció¡ de l¿ tanoloela. ya co¡ la cie¡cia, ya con la eco.onia. ObFs cono la de BsaLLA, GEoRGS

(gar, Ia ¿loltc¡ók ¿e la t¿cni.4 C.ítica, Bmelom' 1991, son, en s! cañbio de la anlononla tele-

oloeis¡a por la helemnomía evolucionisl¡, el pü¡to de parida pda ¡eexmintr ¿l supü*lo cdácte¡endóseno de l! recnología, au¡qle sólo sa al inúoducir lo ajeno a la tanologia ono facto¡eJ'queinfllJene' ¿-n\en.rc' o-!cld.ron deun,n8e o

6. MUMFoRD, LEws ( 193.1), T¿. ni.d I citiliución (ed. rer, 1962). Alianza, Madtid, 1992 lNN6,

EÁRoD ADAMS (1952), ¡¡" ¡¡6 ¿/ Conn!"rcat¿a, U.ive4fy of Toronto Pr.ss, Toronto. 1964.

MCL¡jN, HmEm MARSHALL (1901), ConpEndet d¿ 1^ n¿¿¡ó! ¿¿ coñuh¡.dció,: las üt$ionesd.l et huñarc [Un le\raa¿ks M¿¿¡ldl, Paidós, Bmelo.a, ]996. WLUñS, RAwoND (1981), ¡¡¡totit da ta canuniLotióL t D¿l|¿ñtuaje a ]a etntura. 2 De la inpreúa a naern dAs [C.ntaúEum Canmi.ú¡on d¡¿ hs Eiear)/, Bo$b, Bdcelona, 1992. CRoWLEY. DavrD: HEYÁ, PauL

\1991), b coMica.ión ¿n lo histotd, Bosch, Barelona, 1997.

223

que suele pasar desapercibida; la existente, a faltá ¿le mejores denomina-

ciones, enire "tecnologías simbólicas" y "tecnologías operativas" Fren-

te a un tipo ¿le instrumentos y p¡ocedimientos centrados en la "transfor-

mación" ¡e la materia o la energía -su ingenio ejemplar en la modemi_

alad pod¡la ser Ia "burra" (la máquina de vapor) se sitúan los instru-

menios y procedimientos dirigidos a la observaciónftepresentación del

mundo, yá sea con fines expresivos o comunicativos, lúdicos o ciendfi_

cos. Por supuesto, las tecnologías operativas poseen un valor simbólico

-el tren o el automóvil cambian nuestra percepción del mundo- y las

tecnologías simbólicas pueden servir a un fin operativo caso ejemplar

del inst¡umental científico, pero también del conjunto de los medios:

audiovisuales, masivos o de telecomunicación . Pero hechas estas sal-

vedades -que Ponen en duda nuestras denominaciones pero no las cate-

gorías que nombran-, lo que queremos destacar es el diferente compor-

tamiento de ambas ante el binomio "instrumento-uso"Las tecnologías operativas, domlll,antes en la historiografía' han

poseíalo Fadicionalmente un cir¡ácter prolundamente económico' ahl

donde las clesmenuza Bertrand Gille (1978), siguiendo una [adición ya

centenaria. En el mundo de lo operativo, los ingenios son, siguiendo el

doble esquema de Gille, fruto posible del progreso científico o simientenecesariidel c¡ecimiento económico. Eso signifrca que en Lrna sociedad

obsesionaala por controlar y t¡ansfoma¡ el mundo' los ingenios se inven-

tan para ser usados con un determinado fin Y alrnque haya excepciones

a esia regla, esto permite explicar la desatención tradicional de Ia histo-

ria de la tecnología hacia e] juego de los ins[umentos y los usos, pues

todo instrumento surge en relación con un uso ya definidoLas tecnotogí.ts simbólicds, sin embargo, parecían poseer un esca-

so o difuso valor económico, va luera pol ser, paradójicamente' ta con-

dición germinal -necesaria

pero no suficiente- para el desarrollo de

la economía en los casos ejemplares de la escritu¡a' la imprenta' l¿

telegrafía, cada una de ellas moto¡ de una de las revoluciones histód-cas de Occidente-, ya fuera por resultar absolutamente marginales

respecto a la misma caso ejemplar de la lintema mágica durante tres

sigios-. Esta hadicional "gratuidad" de las tecnologías simbólicasqulzás pueda explicar su escaso papel en una historiografía dominadapor los_parámetros económicos y políticos -los de la historiografíaiocial . Aunque, por supr¡esto, es necesario anotar la "economicidad"bajo la que funcionan las nuevas tecnologlas de la información o eI

eniretenimiento. ejes de la llamada nüeva economía. Pero el caso es

que hasta muy recientemente, finales del siglo xü' las diversas tecno-

224

loglas simbólicas eran frutos €scasamente conectados con eI rendi-mienfo y eI beneficio, Io que les permilla moverse (originarse, desarro-

llarse) en una libertad ausente en la invención, innovación y difusión de

las tecnologlas opemtivas. Tales condiciones de gratuidad y libefadhacen que la ¡elación entre "instrumento" (técnico) y "uso" (expreso-

comunicativo) no esté fijada de antemano, y esto es 10 que hace interc-sante eI estudio de ese momento en que dada una "invención" sólo se

t¡ansforma en <innovación>' presta a la "difusión" cuando encuentra un

uso aco¡de, Es ese "encuenho" y ese "acuerdo", más o menos temprano o tardío, entre un instrumento y un uso lo que Ia sociología de lacomunicación denomin^ medío (el rnedio radio, el medio cine), aunque

luego no sea capaz de reconocerlo y proyecte como ineludible el uso

adquirido con el tiempo en el inst¡umento sin uso prcdeterminado e¡ eltie;po antes inventado, con los casos ejempla¡es de la falsa identifica-ción de la Édiodífusión con la telegmfía sin hilos de Marconi o delrclato visual con la fotografla viviente de los Lumi¿¡e

Lo que es excepción en las fecnologlas operativas o de acción/f¡ans-

fb¡mación es ha sido, hasta su colación en el centro de la economía-la regla en las tecnologías simbóücas o de observación/rcpresentación

En éstas, a veces se genenn instrumentos sin usos que los rentabilicen, a

veces se genera¡ usos sin instrumentos que los rcalicen. Y por eso' la his-

toria de la técnica y la tecnología debe ser una historia de la noética y laideología que controla en cada momento Io que la hace ser una inven

ción.¿Complicados estos planteamientos? Quizás sí, pero sólo en exacta

co espondencia a la complejidad de los hechos que analizamos: el ori-gen y devenir de las invenciones en el ámbito de las tecnologías simbó_

licas. Aunque a buen seguro son extensibles a las "pragmáticas" y "eco-

nomicistas" tecnologías operativas o ¿acaso el maquinismo no es un fac-tor ideológico superpuesto a la máquina de vapol antes que a Ia rotativao a la cámara?

De la pertinencia de tales planteamientos sólo puede dar cuenta su

utilidad histo¡iog¡áfica, es deci! la demostración de su necesidad para

explicar hechos históricos. Podemos, por tanto, volvff al intenoganteinicial

-¿por qué, a pesar de todas las evidencias históúcas, seguimos y

debemos seguir manteniendo a los Lumi¿re como inventorcs del cine?

para ver cómo sólo desde este complejo de tecnologías e ideologías - {e"técnicas y mentalidades" en términos de Mumford- puede entenderse

eso que llamamos la invención y definición del cine. Resumamos pues

brevámente el contenido de aquellos artículos (cft. nota 2) a fin de anali-

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zar los principios metodológicos y epistemológicos que se de¡ivan parauna historiografía de la tecnologla. Pa¡a dese¡tráñar "el caso Lumiérc"decidimos desdoblar en dos momentos su posición y papel en la inven-ción y definición del cine.

En el primer momento .l affaire- l^ aport^ción de los francesesse reúñe a 'rr pefeccionañiento tecnológico. Por un lado, en la mejoradel sistema de anast¡e de la película y, por otro, en la elaboración de unartefacto ligerc, preciso y eliciente. El ú1timo cuafo del siglo xx estáplagado de artefactos cinescópicos que no pueden considerarse "antece-dentes" o "p¡ecursorcs" del cine. Desde 1870 al menos existe una líneade artelactos en los que se unen y desunen los tres supuestos caracte¡esdefinido¡es del cinematógrafo: movimiento, fotogafra y proyección.Dicha línea comienza con el famastropo de Heyl, una lintema mágicaque aúna la proyección de placas y la fotografla de pose con un ¡udi-mentario mecanismo de cruz de malta que sr¡stituye cada una de las"poses" por la siguiente produciendo un precario pero efectivo efecto de'lmagen en movimiento", típico de todos los juguetes ópficos de la épo-ca. A pa¡tir de entonces, la aparición conjunta o no de los tres supuestoselementos definidores del cine €n Muybridge, Marey, Reynaud, Ans-chütz, Edison o los Skladanovski, enüe ot¡os 'brecursores"- será unacuestión de elección antes que de imposición. El ma¡tenimiento de lafecha oficial de la invención del cine rcsulta así problemático, dado quela apoÍación específica de los Lumi¿re se insc¡ilte en un largo desarollo de aparatos 'técnicamente" cinematográficos. Más acá de los estudiossobre el precine y los antecedentes, este proceso permitía hablar de "cineantes del cine" desde el momento en que fue establecida la conjunciónde los ües componentes básicos: movimiento, fotogafla y proyección.

En el segundo momento la "captura" los Lumi¿rc fueron ysiguen siendo los "inventores" del cine debido a un desplazamiento "ide-ológico". Su logro fue reordenar los Íes componentes técnicos en tornoal apa¡ato y la idea fotog¡áfica, desplazando el ante¡ior prcdominio delmovimiento en los "precursores", El cinematógrafo es, como se decía enla época, "fotografía viviente". Y, además, un uso específico de Ia foto-grafía, el doméstico, regulado po¡ una no¡ma Fecisa, la académica de -vada de la ¡epresentación clásica penpectivo-figurativa. Su objetivo e¡aconstruir una colección cinemafotográÍca de lo doméstico y lo exótico a

semejanza de los álbumes fotográficos y catálogos fonográficos tan enboga en la época. Se ftataba de un cambio de "noema" (esencia y difer€ncia) del objeto cine y de un cambio de espacio: de una práctica popu-la¡ o intelectual -la del artilugio recreativo o el instrumento cientlfico

226

a una práctica br¡rguesa -la del juguete doméstico-. Aquí se sitúa lainvención rcal de los Lumi¿re y Ia que puede considerane p¡imera defi-nición del cine: fotografla en movimiento y proyectada; pero siempre,ante todo, fotogafla.

La invención y deñnición del cine depende así de dos gestos: un per-leccionamiento tec¡ológico y un desplazamiento ideológico. Sólo elsegundo gesto explica el primordial papel de los Lumi¿re en la histo¡iadel cine. Sin embargo -y aquí hemos de rcbasar nuestras propias con-clusiones de aquellos artlculos una "i¡vención" no depende exclusiva-mente de una cuestión de ideas, pues entonces sería Grifñth el "elegido",en cuanto que la mitograffa decidió y aún sostiene que éI es eI "crcador"de1 cine como 'telato visual". Nadie confunde invención (técnica) y cre-ación (a¡tlstica). Pero la invención de instrumentos exige tanto una crea-tividad técnica, referida a los aparatos y a su funcionamiento, como unacreatividad noética, ¡eferida a las ideas asociadas a esos apa¡atos.

No podemos, por tanto, separar esas dos facetas: la tecnológica y laideológica. Pero no €stá claro la manera en que se imbrican. Es eviden-te, por ejempfo, que el cor\cepto de ideología que hemos manejado enesta descripción de la invención del cine no coincide con la "mentalidad"de la que habla Mumfo¡d (cft. la cita que encabeza este texto). ParaMumford la "mentalidad" es el ambiente general y abstracto en el que seda una invención técnica. Para nosotros, la "ideología" es, en este caso,un determinado conjunto de conocimientos, valores y creencias que operan de forma concrcta en un momento dado sobre la r€alidad redeñniendo una invención existente (los afilugios cinescópicos) para desa¡rolla¡una nueva técnica (el cinematógrafo) y una nueva noética (la fotografíaviviente). En ciefo modo, para Mumford la mentalidad es un factor aje-no y exterior a la técnica, mientras que lo que nosotros planteamos es lanaturaleza intrínsecamente ideológica de todo crunbio tecnológico.

Nos movemos en un tereno resbaladizo, en parte porque jugamoscon dos términos de difícil ciene. Tanto t¿cnología como ideoLogíli sotrpalabras densas, en las que caben tantos conceptos que al final acabanahuecándose, tomándose vaclos, Pero, curiosamente, la misma expan-sión semántica que acabó provoca¡do el desp¡ecio de lo ideológico comoun témino teó¡ico inservible es la que mantiene y alza a 10 tecnológicocomo uno

-por no decir el único de los conceptos fueÍes de nuestra

época. Debemos, por tanto, fijar el sentido de 1() que entendemos po¡ tecnología. Admitamos que en primer lugar se trata de una "discusión l'ilo-lógica" -tal como señala Santiago Riera en el prólogo a la ob¡a de Be¡-tland Gille-, pues nada más empezar nos topamos con una evidencia: la

221

errónea y equívoca sinonimia enüe los términos técnicq y tecnologla.Dicha falsa slnonimia surge del uso predominante de cada uno de lostérminos en inglés o en francés: 10 que es t¿c¿nol¿8ypara los anglófonoses tecnique pñalos Írancófonos. Lógicamente, el español, deudo¡ tantas

veces en su pens¿uniento de las traducciones, acabó convirtieüdo en sinó-nimos dos términos que en español tienen un sentido diferente. Pero tras

este afinamiento ñlológico se esconde una discusión más central -ten-tados estámos de llamarla "filosófica"- pues. como se verá, no se tratade acotar un concepto para cada término, sino de revelar el triple sentidoque confusamenle se mueve bajo esa dupla

Dos sentidos claros: tecnologra J técni(a

El primer nivel es el de "tecnología", entendida como los recumos,insúumentos y procedimientos específlcos y propios de una actividad'sector o producto. Se tlata de un sentido menol frenle al dominanteactualmente, pero acorde a los llamados diccionarios de uso y a los usos

esp€cializados.' De forma restringida, en su origen etimológico t¿ctolo-gía sig¡ificaba: terminología, lenguaje, vocabulario o tratado de una

ciencia, arte u oficio. Pero rápidamente se impone en la definición dada:

<Conjunto de los conocimientos propios de ¡n oficio mecánico o úte industrial)'o <Conjunto de inshuñentos y prccedirnienlos industriáles de un deteminadosector o prcducto) (Drale). <Conjunto de medios técnicos, instrumentos v pro-

cedimientos indusri¡les de un sector o campo o <Co¡ju¡to de conocimientospropios y especlñcos de un oficio mecá¡ico o de un arte industrial,' (Cl¿ve)

(Técnica de una actividad que se especiflc¿, TecnoloSía Quínica> (Moliner)

<Técnica ñeánicD (Seco).

Se puede hablar así de "tecnologlas audiovisuales" (donde se rcúnentecnologías mecánicas, ópticas, químicas, elécficas o digitales), perotambién de "tecnología de los alimentos", ''tecnologla de la voz", "tec_

nología Fehistórica" o "te€nologlas pictóricas". Siguiendo el étimo y elsentido dados por el diccion¿rio, aquello que define el LéIIrino tec olo'g/d en este primer nivel es su especialidad y especificidad respecto al

7. Los dicionarios uedos so¡ los sisuientesi DRALE. Drc¡o,¿tio d¿ ld R¿al Acodeñia.12 L

t¿ngÚ Españold, E!ps.\ Madrid, 1992 (21" ed.), 1999 CLAVE, Di¿.iohaño de uso d.l ¿:Pañol

¿¿tkl SM, Madnd, r 997 (r'ed.). MOLINE& Dr.¡¿¡¿r¡¿ d¿ 60 d¿l ¿sPañol de Mana M¿liker' Grc'

dos, Madrid, r 969, 1994 ( 19 ¡eimp.) SECO. Di.cionorio det ¿Vañal actual de ¡'lon@l s¿có AE¡\lúMad¡id.1999.

224

saber cotidiano o al de otras tecnologlas, Es un sustantivo que requiereDn adjetivo que 10 limite.

El rérmino tecnología aparece, en el siglo xvII, en la necesidad denombrar y enumerar los elementos de campos éspecíficos surgidos en laevolución tecnológica pa¡eja a la revolución científica que culmina enla época y que da¡á paso a la ¡evolución industnal del siglo xvnr. Peroaunque seaun téÍnino modemo, un neologismo, no puede acotarse comoconcepto a las "tecnologías modernas"

-en el audiovisual, la "base química o eléctrica"- aunque así 10 sugiera una de las acepciones, al limi-tarla a las "técnicas mecáni€as", o 10 sostenga de foma contusa un his-toriador de la tecnología (Cardwell, 1994).3 Novela, pintum, teatro,arquitectura, música o cine tienen una base tecnológica en cuanto todasellas poseen una serie de ¡'recursos, instrumentos y pro€edimienlos espe-cíficos de su actividad", a pesar de lo que sostenga eÍóneamente la his-toriogmfía cinematográñca. La dife¡encia entre estas prácticas habrá quebuscarla po¡ tanto en el interior del concepto de tecnología y no en Iadivisión de artes más o menos tecnológicas. más o menos complejas tec-nológicamente,!

8. dunque se puede¡ halla¡ ejenplos en el nundo ¡ntisuo, l¡ tecnolosía, en cudio que a\ distinh de la récnicá incluso de l¡ récnic¡ dvánz.t¡ c.nó puede sr, po¡ éjeñplo,l¡ prens¡ tipógráfica- com¿nzó, cf@tivamcntc. cn F¡úcia o tnglateüa en el siglo xv!]... Uno de süs msgos tue lavoluntad de enpGú de nmeü sislemálica nétodos de i.veslisación y @urn a bs últinc ballazsdde la cienciai aunque, obvianente, la l€.nologia desmlló nélodos propios., {CADW L, DoNALD(1991). Hitoria de ]a TdalaBía [The Fontana H¡storr oÍTrhnolqr, Alianza, Madrjd. ]996. pág.

28I . A¡res y después de ¡d tajaóte y sup¡erm€¡r€ clúa den¡ició¡ y deliúikió¡ de los concepros,

cl auto¡ utiliza la palabra t¿.r¿l¿ga púa rodo lipo de époas. especific do "ie nología nodema'cumdo se EneE a ls inplicaciones o cdacte¡ísticas especiñcas de la nisna en nuesFa época

-spe-cialmen¡e,suíntimaEldiónconlaci€ociAt¡nbi¿nno<l¿m¡.El¡utors¿ni€gaadefinüdesdéunprincipio los téminos réoica ! tecnalogío. aDrque e¡ mlidad énpide asuniendo las dada

-.CoDe.h pmponiendo d¿ñnicioncs equi\€ldria a enbrclld la nareria. No obsmle, se reql¡ieE

algún lipo de clsificación. Po¡ un l¡do, lenenos oñcios. técnicas e invenlosr por oto, t€.nolqía, cien-ci¿ aplicada e invenciones. l', cono elemenlo común a anbos terenos, la innovació¡, que entendedoscoño la lcciór rque.ida pd! po¡ú er p¡¡cric¡ un invenro.' (pá9. 22) pan luego qnejüÉ de las

m€pcio¡es conuñes e¡ inglás: <el estndio cienlÍ]co de los p¡o.esos irdusl¡ial* y la aplicelón do laciencifl a la indusrria, (pág 469).

9, Aunque es un ldtiguillo de casi todos los acerc¡ñientos a la te.¡ologia cine¡ltográñc4 esco

eemos sólo !n ejenplo. tues re sirj¡ ¿¡ el inicio de lo que pret€nde ser ur €paso po¡ las thtoriast€cnológicas del cine": (El cine depende de la¡ náqninas. No obslmle, nos ollidmos de ls bases t€-¡olóeicas fundanentales del cine cuando esmos senlados e¡ una s¡la de cine a oeurs, innesos en

l. bifoia que se despliesi sin esfudzo apaEnle le nuestos ojos. Sólo cucndo ¡lso f¿lla se tunde h bonbilla del p¡oyecto¡, l! inagen s desenf@a el roluñen eslá deñ¡si¡do ¡lto o deñ¡siadob¡jÉ pasa a ur Éñer plúo la conplejidad ccnológica del .i¡e. (...) To.las las nanilesracionesdlsticas y mcdios de conu nic ación ticne. u na lristoria tecnolósi.a. . Es posiblc, ¡o obsta¡te. conce-

229

Aunque ramplona, sobre este " o menos" se basa la confusa segrega-ción tradicional de los medios audiovisuales respecto a las artes y mediostradicionales o la afamada escisión entle Fácticas quirográfic¿s y tecno-gráficas cuando es evidente que la pintura, el grabado o la fotografía tie-nen como base tecnologías instrumentales frente a, por ejemplo, eI can-to o la interpretación, que se basan €n tecnologías co¡porales (la voz, eIgesto). Si que¡emos encontrar la difercncia exacta entre pintura y foto-grafía habrá que examina¡ el concepto de instrumento para comFobarcómo se establece una radical diferencia entre lo herramental ---.omoextensión del cuerpo- y lo maquinal ---{omo sustitución del sujeto-.Por supuesto, esta diferencia surge o se aÍanza en eI siglo xvlll a travésdel encumbramiento de la máquina. Peru tal carácter no permite limitarlo tecnológico a esta época, salvo que queramos volvemos incapaces deexaminar Fecisamente aquello que nos une y nos separa, en cuantomodernos, de 1a histo a total del hombre.'o

El segundo nivel de nuestro campo semántico es la "técnica", entendida como la aplicación práctica de conocimientos y habilidades necesarias para una acción. Par¡ formar esta definición pafimos de las múlti-ples acepciones recogidas en los divercos diccionados ie las cualesaquí consignamos sólo una parte-l

<conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una cienci¿ o Dn ane'.<Perici¿ o habilid¿d pm usar de esos procedimient¡s y recurso$,, <Habilidadpara ejecutar cúalquier cosa, o p&a conseguir ¿lgo (Drale). <Relativo a losobjelivos o mecanismos necesdios pda una acción>, {osa específica de unacienci¡ o ¿rt$. {onjuóto de nomas y procedimientos prcpios de una ciencia,un arte o una actividad'. <Método o procedimiento".

"Conjunto de procedi-

mientos cie¡tíficos encaminados a la investigación y transfomación de la natu-

bir la poesi!. el teaüo. h @tórica o la pintun despojá¡dolo¡ d€ sn pmier.¿liá t€.ológica y aún asiquedüse con algo re.onocible cono u¡ p@na o una obra de lalro... El realizado¡, po{ €l co¡h io,¡o puede eeapr del relativamente elelado nivel de conplejid¡d re.nolósica que 6 Equisito pEviopm la prcducción de cu¡lqüier película. Mientas que el cine no es en nodo dlguno el ú¡ico dte que

tiene una bistori¡ tecnológica, su dependencid ineludible de una sene de complejas ñáquina¡, depen-

diencs a su vez de una lorm¡ción paticulú en la hi¡ro¡ia de la ópüca, la qülmi.a y la mecánica. da a]

estüdio de la re..ologia ün luEd Drcninente en la hisroria del cine.' A[EN. RoBERT C.i CoMBr DoucL^s (1945). tuono r ptuictica de la histoúa de¡ ci e, Paúlós, Búcelon¡, 1995, p¡g. 1.1ó.

I0. Pa.c un análisis de I¡ construcción del concepto n¿d¡rr d¡iC¡ovir¡@/er, allr donde es a la vez

continuid¡d y ruplura de 16 anes úadicio¡ales. t .ic cóno la esp*in.idad y dll¿€ncialidad ha de bus-

ctrse en el i.terior de lo renológico. !éase: ALoNso GaRcL{, Lurs (1999), .Más allá de lo audiovi'sual... y süs p€queñas hisoias,,e¡ I ConEEso de lnves.Ea¿orcs e Conun¡caciót Audioyisual,Depffr¡nrento de Conunicación Audiovisual, ll, Unive6id¡d Conphtense de Madrid, Madrid,11.1999.pág,lGl2.

230

ralezo (Seco). <Relacionado con la ¿plicación de la ciencia a la obrención d€objercs oresultados prácticoe,, {o¡iunto de las actividad€s relacionadas contaexplotación de la natu¡aleza. la construcción. o la fabric@ión de cualquier clasede cosae', <Procediñienb aplicado alaejeución de cualquier cosa. A veces, seemplea con el sig¡ificado de habilidad" o "táctica l, (Molinet. <De la técnicao releionado con esta aplicación priclica de las ciencias o de tas artee,, <Procedimiento o recuBo de los que se siúe una ciencia, un ¡Jte o una acrividad>,<Aplic@ión práctica de los ñétodos y conocimientos cienllñcos o afísricos,(Clave).

En español, el térmlno técnica tiene mayol va¡ied¡d y anplitudsemántica (textual) que el tér}r].irLo tecnología, al que en realidad engloba.Y s¡n embargo. el teÍnino lecnologn tiene una mayor preqencia prag-mática (social) que el té¡mino r¿cni.d, al que en realidad parece borrár.Esta doblez segu¡amente pueda explicarse por nuesüa pasada raíz larina(técníca es tecniqae) y nuest¡a presente base anglos joña (tecnología estechnoloqf\. Qldizás h^bría que claudicar y aceptar su bonosa sinonimia.Máxime, cuando, en los diccionarios. es er eI témino té¿ni¿a donde seha¡ cargado -a nuestro entendet de foma errónea respecto al uso-esas caracterlsticas que antes mencionábamos sobre las "tecnologlasmodemas", carga visible en algunas de las definiciones recogidas, espe-cialmente en la última de Seco: <Conjunto de procedimientos ci¿n¡íJtcorencaminados a la investigación y transfo¡mación de la naturalezD.

Hay un luga¡, sin embargo, en el que delimitar la diferencia ent¡e tec-nología y técnica. No se trata de elegfu ent¡e acepciones concretas

-1oque iría contra la lógica bonosa del uso común sino de aceptar preci-samente su deslizamiento para acotar los té¡minos científicos. Los tressentidos ¡ecogidos por la Real Academia muesüan cómo de la sinonimiarespecto al témino tecnología .<cor.jttíto de procedimientos y recur-sos de que se sirve una ciencia o un arte>- se pasa a un conceptodife¡ente de ]a técnica entendida como una <pericia o habilidaó relacio-nada con aquellos <procedimientos y reculsos>, para te¡rninar siendo,simplemente, una <habilidad para ejecutar cualquier €osa, o para conse-guir algo>. En resumen, si la tecnología es la bdr¿ o ,lillaJ¿ (instrumen-tal o conceptual de una actividad específica, porejemplo,la cámara oscu-ra y la perspectiva artificial) Ia técnica es el ¿rro o dcció, (insúumentaly conceptual) po¡ las que dicha base o utillaje se ¡ealiza (Ia reprcsentación perspectiva-figurativa) y en las que se realiza.

Tañto tecnología como técnica son dos términos y conceptos muyconcretos. Así -y siguiendo el hilo de algunas ponencias y debates sus-citados en este encuentro , se puede hablar de una tecnología del mon-

23t

taie cinematográfico ---que se especializaen la década de los años diez yveinte a partír detecnologías comunes de laboratorio muy desarolladasen los años inmediatos a la invención- y de una técnica del montaje que

surge, en primer lugar de forma casual, de prácticas de la exhibición (en

la yuxtaposición de cortos pa¡a la composición de programas más omenos homogéneos) e inmediatamente, a mediados de la p¡imera déca_

da, de forma ya intencional como una especial coordinación de diversastomas en una película. Lo interesante seía ver hasta qué punto base tec-nológica y actividad téc¡ica del montaje compartieron o no el mismo rit-mo de especialización. Sin que esta especialización de la base tecnológi-ca signifique en realidad una deteminada '?ureza cinematográñct' de laté€nica de montaje, pues, por ejemplo, ]a técnica del guión no posee tec-nologías específicas, al hacer suyas las de la escntura y la gráfica en lacomposición de textos. Otro caso sería, po¡ ejemplo, expardiendo el áread9 reflexión, la manera específica en que el cine y los medios audiovisuales consiguieron plegar el deveni¡ entero de las tecnologlas antesenume¡adas. En tanto medios de regist¡o, sumán a las tecnologlas maqui_'nales que los definen las tecnologías instrumentales (la escenog¡afía) ycorporales (el diálogo o la inte¡pretación) que le son genética antesque históricamente- Previas.

1

j.Un tercer sentido? Tecnología e ideología

El lercer nivel del cdmpo .emánlico. al que denominaremo. pro! i-sionalmente fec¡?¿ en la duda misma de su existe¡cia como nivel, es sintugar a dudas el difícil objetivo de este recorndo, debido a su complejidad y bonosidad, características que son causa de la confusión de losotros dos niveles.'2

11, A alguno le p¿rue¡á excesivo el Éorido É¡llzado ptra lle8d a tm parcos o evidenres

rsulrados en la deñnición de,¿.¡¿¡¿sta t r¿.¡¡iz. Un cjemplo de que lales pla¡teanie¡tos no son

rm obvios son los planes de estudios .Le conunicación Audiovisual de grú p¡ne de la univeNidad

esp¡ñola. En lodos ellos, doñinm las nare¡is de tecnologiaj sobre las 1é..icat', doninio frulodel apEcio úodemo d¿ las primeras fEnt€ al desprecio dc l¿s segundas. E¡ la nejor de las posibili

dades, bajo ese epigmfe s enseñan ¡e¡lnent€ técnics nás los concinienlos bt\icos dc ls ldno_logl¡s que los süslentú (de l¡ inpresión dc pe¡iódicos al nonúje cineñatoC¡ánco). En el peor de los

c6os, b¡jo tal epígúfe se e¡s¿ñan co¡@inie¡ios lecnológicos y cientlfi.os ajenos y excesivos d los

inte¡eses y con@inienlos pFvios de los alunnos, e¡ perjuicio además de la lomúión práLtica en

l¿s ¡éc nica audiovi suales.

12. El cas más ejenpld de ¿sra dilicultad lo podenos enconl¡d en un texto qüe pEcismente

petnde delinnr tres sentidos pm el canpo semintico ¡quí analizado: (La palabra ¡r¿,¡.¿ es, en

ef4to, bas¡úre ¡mbigDa e¡ ¿lgu¡os idionas- puesb que puede designtr tanto una lécnica, es dair, un

232

En los diccionarios. y en los dos niveles descritos, el término t¿cni¿d(acción/actividad técnica) engloba al de t¿¿nologíd (base/urillaje tecnológico). Sin embargo, el uso co¡riente del término tecnologíe e¡la ac1l)alidad se ha convefido en la cualificación de la época, convirtiéndose enun sufijo determinante que caracteriza cualquier concepto que a uno sele pueda ocur¡fu (tecnociencia, tecnocultura, tecnosociedad. . . tecnoética,tecno€uerpo, tecno€conomía).Este concepto de t¿¿¿¿ aquello despreciado por los antiguos y ensalzado por los modemos engloba, subsume y condiciona así no sólo las habilidades sino los gustos, los valores,las crcencias y los conocimientos.

Es en este tercer nivel, tal como apunta Aumont aunque no atine,donde se planteó en los años setenta Ia

-aún ne€esaria- discusión

sobrc eI deknninismo tecnológico del appan¡us o dispositivo cinemato-gráflco, aunqne en Éalidad lo que se discufa en el ditigismo ídeológicoaplicado sobre 1as p¡ácticas sociocultuÉIes en general y los medios de

cierto modo opemtono pm Ealizú u¡a acció¡ dada, como la lócnica. €s dúi. la efe¡a de la acrivi-dad práctica en seneBl {n4esite o no i¡slümentos sp@ializadot. En ls dhcusions enlE iNesli-Cador€s irancófonos e lnvestigadoe anglólonos esta anbisüedad ha ¡esulado a me¡udo enbdabsapor lener en inglés la palabÉ ,rc¡icd nás b'en el pdnero de e$os dos !¿loe y ope¡d ¡denás la len

Cua ingl6¡ um disrinción €nte t¿.hnique y tethnolotir. ¿efiri¿^ la segnnda .oño ¿l m¡junto de l$insÍunertos nateriales y de los sabercs de que se dispone pda una acción dada, y la prinüa como lautilizrción de uros y or¡os en la p¡áclic¡, El ftdcés, por ejenplo, no pose esta distinción launque, porla in¡üencia ge¡er¿liada del inglés, h palabú ,e.¡e¡os¡e tienrja a adqui¡i¡ el senlido de ¡¿.¡rcl¿s?y a pe¡der sü p¡ine¡ sntido de d¡cmo sob€ la téc¡ica ), y ¡o bay que extrañdse de qDe, sob@ estepunlo, hayan sido t¡n fEcuenl6 los diálosos de sodos. En adeldric, nos *forzmmos, püos, por di$rinexir ¿r¡re tes nileles de natural€a nuy diferente: dl el ütillaje de qüe se dispone para Ealiz unacto dado: por ejemplo, 1o dire€ntes estados del los pignentos necesdios para pinld (con la apúiciónde los coloEs en tubo, y¡ pEpdados, e¡ el si8lo tx, despnós lás pinluras ¿crÍicas e.los ¿nos circuenta del sislo u, etc.)i ¡l k ré.nica de aplicación de *te ntillaje. ¡or ejenplo, cua¡do en la p¡á.ri-ca de l$ rodajes cirenatogr¡ncos apdeció el enpl@ del mn (objerivo de foc¡l va.iable), una réc-

nica coniente .onsistió en úilihlo p& reenplaar el ,/av¿ri,s (de ¡hí el nonbre dado ¡ veces alz@, de hr¿ll¡q ópti.o). pe¡o se ütilizó tmbién ptra p¡odücir un nnevo e¡ec¡o. el c,¿/ & .@a, que

no reenplaza n¡da en absolulo, y ploducía, por el conlrdio, ü¡a foma finica inédilar ¿) ñnalm€¡te,el discüso sóbÉ l¡ técnica en gene¡ll, y las consecue¡cias oblenidas de él en ciertos casos pdicula-¡cs. Evidenleñenle, es en ere últino rivel dord. se sitúa el eNite de las disusiones ¡hdedo. de ladebminación lécnica del dnposilivo, perc indisociablemente de la exntcncia d¿ los do¡ pnne¡osnirelesr. AwoNr, JacoEs (1990), ¿¿ ¡,¿B¿n, Barcelona, Paidós,1992, páe. 188-189.

Eñtre las cos¡s que no nos suslü de esta fomulrción se encuent¡¡n que dé como €jenplo delp¡iner senlido Dna te.nologra antieu, (lo¡ deñertos pictóricot. lo que C¡rdwell lld¿ba ¡¿."¡¡a,nie¡t.as qüe en el segu¡do senlido nezcla u¡a innolación t€.nológica (el ¿¿¿n) con uná aponaciónté.nica (el Bolpe de ¿,on) x sobF todo, que linite ei lercer se¡tido, acudiendo a la etinologia (r¿¿¡ry los¿r). al nivel infedor de todos, el discuNo sobE la técnica , cuando pEcisane¡t€ s t¡¡ra de todolo.o¡lrdio, el nirel que a bdos los deñfs éngloba.

233

exprcso-comunicación en particular. El desarrollo de aquel debate

-mezclado hasta la médula del sectadsmo político de la época- tuvo

un efecfo de rebote contrario a los objetivos iniciales, al producir unfenómeno de enmascÍr¡lrmiento sobre el que se asienta nuestra actuali-dad. El término y concepto de ideoloSía sJrffló tal exagerada expansión

semántica -todo

era ideología- que acabó vaciándose. Justo en ese

momento -a un tiempo, confirmando y a¡ruinando el proyecto de la c¡í-tica cultural iniciada en la Escuela de F¡ancfort- la tecnología aparece

como el supuesto sustituto perfecto y neutro -todo

es tecnología-'aunque en realidad 10 que se ha hecho ha sido enmascamr bajo este nue-

vo concepto todo 10 que de problemático había en aquél ya en desuso.'l

Si les parece demasiado confuso, acepten una confusión más lnten-ten discernir Ia doble definición del término l€cnoloSía er esta cita de,por otro lado, una impresclr,dible Historia de la comunicación.l1

<Una técnica es t¡l una habilidad p¿fticuld, o la aPlicación de una babilidad Uninve¡to técnico es, por consiguiente, el desaúollo de dich¿ habilid¿d. o el desa-

rollo o invento de u¡o de sus ingenios. E¡ conaa$e, una tecnoloSía es. en pri-mer lugd, tbl el marco de conocimie¡tos neesdos pda el desúollo de dich6habilidades y aplicacioúes. y en segundo lugd. tcl un marco de conocimientos vcondiciones para la uiilizrción y aplicación práctic¿s de u¡a seri€ de ingenios

Se puede. distingun eóncamente ambd defi.iciones, Perc están susanci¿l-

mente ligads e¡tre sí. Se vinculd a niveles superpuestos: tbl el ndco de cono-

cimjentos, t¿nto teóricos como prácticos. de los que Foviene las habilidades vlos ingenios (inventos téc¡icos), y tcl el múco de conociñientos y condiciones

á pafir del cual se des¿rcllan. combinan y prepdan par¡ su uso Lo que iñporta en cad¿ nivel es que una tecnología siemPrc es, en el sentido más ¡mplio del

13. Dicho de oiro nodo, nientÉs el con.Ato en disusión 6a el de la ¡¿¿¿los,'a v €sPecial

mente. la ideologla iúplícil¡ €n ld lecnologrr, sienpt podla sd ach@da la culpa a los olros

+lcapir¡],labürerresía.CuúdoelconcePlode'd¿o¡¡rsaesabiertúentesü$ituidoporeldete.'notosía (a el de tec eiqcia) , ̂ .o

es posible es.aptr ¡i @hd culps Todos sabenos que 1¡ .iencia

y la tecnologia ¡o tienen la culpa. que son los nalos usoJ los culpabl¿s y, en el londo ¿quien es el

culpable del éxito de Gr¿, 1t¿¡u d¡¿ sino la propi¡ audie¡cia libre, las nasas enregda a ese "h¡saluz del i¡nrito? Resultaú que el bnrguós y elitií¡ Baud€hne lenía ¡azón an¡quc él nabkb¡ de algo

le bnto mmo u estseoeopir y los culpables son sienpE los nswios Fin del debate que son

l d diez y no sé si ler ,'¿¿¿lt¡ v¡¿,t¿s o E/ als Entiendan la senedad de la bDm a. No es posible dis

cüti¡ sobÉ si los medios son inl¡ínscment€ buenoJ' o tuncio¡alnente nalos" 8in que tes sep¡

mos que es *o de n€dioJ ] de qné hablanos cu¡rdo hablmos de ¡¿c¡¿ én e¡e recr nilel Nos inte_

Ésa enlonces el debale ético pero p¡ineD bay qüe realiza¡ un¿ linpieza étino y filológica pd no lolver a c¡er en debates agotados.

14. Wrú'aMs. RaYMom ( l98l ), <T*¡olosías de conunicación e instituciones sociales", en ¡lirbtia ¿z b C¿ñuhica.iór, I, Bosch, Bdcelon.! 1992. páe l8r-210

234

térmiro. social. Está úecesúiaúe¡te ligada. de for¡na cornpleja y variabte. aotras relaciones e instituciones sociales. si bie¡ un invento técnico paficular yaisl¿do puede considerdse. e ihterpretdse temporalmente, como de carácrerautóno¡no. Al entrd en cualquier invesngació¡ social ge¡eral, descubrimos que,iernpre lbl tenemos que releionar los inventos téc¡icos a su tenoloSía, en elsentido ¡rás amplio y. además. qu€ tcl partinos de un tipo de estado o institución

-üna tecnología- y vinculándolo a otros tipos de estados e instituciones

sociales úás qúe a uúa socied¿d generalizada to predefinida como püa separ¿rla o excluirla.' (Willians. 198 I ; I 84- I 85. corchetes y subrayados nuestrot-

Ningún problema con la deFtnición óe técnica. La duda surge ante laincapacidad para distinguir las dos acepciones de tecnología. Por unlado, [b] <el marco de conocimientos necesarios para el desanollo dedichas habilidades y aplicaciones... marco de conocimientos, tanto teó-ricos como prácticos, de los que proviene las habilidades y los ingenios(inventos técnicos)>. Por otlo, [c] <el marco de conocimientos y condi-ciones para la utilización y aplicación prácticas de una serie de ingeniosmarco de conocimientos y condiciones a partir del cual se desa¡¡ollan,combinan y preparan para su uso, necesariamente ligado, de forma com-pleja y variable, a otras ¡elaciones e instituciones sociales>.

Un caso concreto mencionado posteriormente (sobre la tecnología ytécnica de la escritura) permite desentrañar esa oscura doble definiciónde la tecnología.rr En primer lugar, debemos situar por debajo de la acti-vidad técnica (la esc¡itura) el sentido [b] de la tecnología en Williams, labase tecnológica (ellápiz, el papel) que depende de un cuerlo variablede conocimientos, más o menos cientlficos (teóricos) o artesanales (prác-ticos) y que puede surgir del ámbito técnico en el que se desar¡ollarán ode un ámbito tecnico diferente al que le dará uso piénsese en las diver-sas fuentes tecnológicas y púcticas técnicas de la imp¡enta: de la prensade vino a las Fácticas de la orfebreía-. Como ya hemos dicho, contrael significado establecido pero a favo¡ del étimo, la base o utillaje tecno-lógico

-dependa o no de la ciencia- es un nivel infe¡ior al de la acti-

ls. <El crecienb ¿lcúce t el con¡eñido ruenenerle exteódido de las comunicaciones esúndsólo @ntribuyercn ¡ prctundüd €ra sÍatiñcación. Porque durante mncho tienpo d*pués de deca-

tullme los sislen¡s de esc¡itula, Emdes áEas de la vida culhüal seeuian sie¡do orales. . . P¿ia .nan-do se i e ó y se eñpezó a aplicd la inpGnt¡, la simefiia enft ls posibilidades abstmclas y sus

nsos real es e ir sti tncionales eú eiome. . . I¡l L¡ lécnica de I ¡ 6c¡ituF 6 una cosa, pero la t€€no lo-

eía de la ecritura inplicó, no sólo [b] el desmllo de instruñentos y natenlles de esritura, sino lmbién Icl €l deserollo de un cnerpo ñás d¡plio de cono.imienlos. y esp{ialne¡t€ .le Ia habilidad paúlee¡, que en la pládica, da inspeable de 16 forma nás gene¡ales d¿ úrganización social.' (willims.r981, t90).

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vidad o acción técnica. En segundo lugar, tenemos que aceptar que elsentido [c] de la tecnología es en realidad, en el sentido que aquí estamoshablando de l¿cr¿, un extraño sinónimo de ideología exÍaño en unautor tan comprometido €omo Raymond Williams, áunque la ext¡añezase hace comprensible después de lo dicho sobre eI debate sesentayochis-r^ del apparatusldjspositivo-. Sobre el utillaje o base tecnológica (ellápiz y el papel) y la actividad o esfera técnjca (la escritura) se sitúan lasdive$as estrategias culturales e instituciones sociales que favo¡ecen oimpiden el desarrollo de las mismas €n este caso, la alfabetización máso menos generalizada, más o menos especializada-. Tal como Williamssugiere aunque no dice : una tecnología es, siemp¡e, en el más

amplio sentido del término, una ideología. "

Un esqu€ma compl€jo

Después de este pesado repaso por un campo semántico, tenemosunos preliminares conceptos a partir de los cuales construirun mapa con_

cePtual:

- La tecnología, entendida como la agrupación de rc€ursos, insftu-mentos y procedimienfos específicos y prcpios de una actividad, secto¡ oproducto. Ya hemos dicho que 1al utillaje o base te¿nológica es o puede

ser al mismo ti€mpo material (instrumentos) o colceptual (procedi¡nien-tos) y que 10 qu€ 10 distingue como té¡mino es su especificidad o esp€-

cialidad. Dicha agrupación puede t€ner dive¡sos orGenes (la teoría o lapráctica, la técnica propia o aje¡a en la que se usan). Sin lugar a dudaslas formas de este origen se pueden historizar, y así como las tecnologaas primitivas y antiguas dependen mayoritariamente de las Fopias actividades técnicas en las que se desanollan, posteriormente

-¿en la pri-

mem, siglos xI y xn, o en la segunda revolución científica, siglos x\4 y

16. Que ede nivel es plenmenle ideolóClco lo mueslran u. pd de ejeúplos. En un nomento

d!do. e. Empa, se pretender¡ enseñr a l€e¡ a l¿s nujeEit¡J' del siglo xvr al n¡no tiempo que sint€ntari impedn que apre.dan a €scdbí De ese ñodo, el honbE de la c$o tenia una ¡¿drúiapariculd púa la lecúa al nisno tienpo que s l! inpe.üa mmlend un¡ compondencú p¡ivada.

pÉsunibleñentc galade o amorcs. No debe c@se sin enbargo que sólo es regativa la pmbibición

(.ic appndd y ejercird üna té.¡ica). Cuando en los sisls xvtr y x'x se vaya imPoniendo la lliabetizació¡ seneraliz¿da , los objetivos te.d¡án poco de ¡lblishs: se qnim a una paroqui¡ caFz de l*rla Biblia diañúente (en el cso de Esl¡dos U¡idot, un prolcldiado captuil¡do para leer los m.na_les

'je ls nüevas máq¡ims (en C¡ Bie$na). u¡s mass eñcaces ¡ la hora de conprd a trflvás de los

carálogG o la püblicidad.

236

xvn? la tecnología, pdmero se convierte en campo de aplicación de

saberes y haceres diferentes, luegq, en campo de dirección del propiosabe¡ y hacer cientíñco, la llamada tecnociencia del siglo xx

- La técnica, entendida como la aplicación práctica de los conoci_mientos y las habiüdades necesarias para una acción. Aunque esta defi-nición esconde un pequeño t¡uco, pues resulta obvio que, al poseer tam-bién esa doble cara material (habilidades) y conceptual (conocimientos)se están uniendo dos facetas no¡malmente entendidas como opuestas: laactividad técnica como el 'tonjunto de habilidades necesaúas para una

acción" y la pasividad teónca coúo el "esquema de conocimientos para

su aplicación práctica". Poiesis y theoreielr son ----€n contra del pensa-

miento griego- las dos facetas indisolubles de nuesÍo actuaf en el mun-do y sobre el mundo. Toda técnica va unida a una teorla, más o menos

acabada, más o menos consciente, y aunque el juego entre ambas facetas

s€a múltiple, tal como lo demuestra su indisoluble conjunción en alglnoscampos (con el caso ejemplar de la fotografía, en tanto materia de for_

mación y de ámbito de trabajo) o su radical disyunción (con el caso, pordesgracia nada ejemplar, del cine).

- L^ tecn¿ (\.ulgaÍíeÍte, Tecno- en c.uanto sufijo y en mayúsculainicial) pod¡ía ser definida como el sistema de valores, crcencias y gus_

tos que dominan sobre el campo semáritico. Pero se¡ía hacer trampaspues ésta es la definiciór de ideología. En rcatridad se trata de acepta¡ que

todos estos conceptos son plenamente históricos, útiles a nuestra época,pero por ello, necesa os pa¡a poder entende¡ el devenir de los mismos en

la historia. A partir de tal consciencia histórica la ¡¿cnl puede ser defin!da como un objeto-espejo o un concepto-másca¡a de la modemidad. Latecn¿ es ---Ilara escáúrdalo de Platón- al mismo tiempo el "enmascara-miento de la ideología como tecnologla" y la "sublimación de la tecno-logía como ideología", unap¡¿íxis en el pa¡adójico elevado sentido grie-go del término (muy por encima de la poiesis y l^ theorcien), t\\tesÍaforma de actua¡ -{e estar y hacer en el mundo de nuestm época

Por limitaciones de tiempo congresual y espacio edito¡ial debemos i¡concluyendo esta compücad¿ presentación de un diflcil enunciado: <<Tec-

nologla e historiografía del cino. Tenemos que dejar de lado el repasopor la histmia de la historiog¡alía cinemato$áfica centrado en su ve¡-tiente tecnológica. Ello nos llevaía a una constatación fascinante y sor-prendente que espero poder desar¡ollar próÉmafrlenle: 9!é kcüoloqíL yrem¡nlogla son los dos conceptos y campos claves de una posible histo-riografía del cine, no por su suficiencia, sino precisamente po¡que desde

su conjunción se invoca de forma necesalia la totalidad de 10 social y lo

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cultural. Al menos y como apunte de ese proyecto, podemos intentarredescdbir desde 10 aquí expuesto {sa era nuesÍa intención original,antes de efiedamos segr¡ramente en exceso- aquellos t¡abajos sobre lainvención y definición del €ine en "el caso Lumiére". No se trata decorregir eÍores de bulto de aquella descripción sino de afinar u¡os con-ceptos (lo tecnológico, lo ideológico) que en aquel momento utilizába-mos de fo¡ma excesivamente intuitiva pero fo¡ma, por desgmcia,demasiado generalizada en su uso en demasiados ámbitos coloquialesy académicos.

La invención del cine se asienta en una intencional mejora tecnológica tanto en el sistema de ar¡ast¡e de la película como en la elabora-ción de un aparato ligero, Feciso y eficiente . En este paso, la "intervención" de los Lumi¿re se cent¡a, en términos de Gille pa¡a la histodade las invenciones, en la transformación de un "ingenio" (una invencióntecnológica) en "prototipo" (una aplicación industrial). Sin lugar a dudas,los Lumi¿rc son los últimos y no los primeros de una cadena de invento-res que luego la mitografía

-de escasa capacidad de m€moria en tiem-

pos históricos se empeña en eliminar convifiiendo al último en prime-¡o y al invento en un logro cuasi-divino, fruto del sueño. Por supuesto, laestrategia comercial y capacidad industrial de los Lumi¿re tien€ muchoqu€ ve¡ con el éxito de su intervención: el examen de todos los apa¡atosprevios, la dosificiación en la presentación del producto, la Feparaciónde un cuerpo de técnicos especializados en la toma, la elección mismadel nombre, que va¡ía del inicial cronofotógrafo, en homenaje a Marey,aI finál cinematógra¡o después de haber sido tentados por un nombreinventado, Domitot a semejanza del pujante en la época Kodak.

Pero sobre esta mejora tecnológica, los Lumi¿re realizan una segun-da operación. F to de la esfera técnica y teórica en la que desa.rollan sutrabajo (la fabdcación y comercialización de material fotográfico), losLumi¿re deciden desplazar el concepto y espacio de inserción de su apa-rato, de la cinescopía (req€ativa o cientíIica) de la "imagen en movi-miento" a la bioscopía (etiqueta que adoptamos del nombre dado a suaparato por los Skladanovski), la "fotogmfía viviente" como recuerdopara el consumo del hogar burgués. Se trata y aquí viene la correccióna nuestra propia descripción previa- de un "consciente cambio semio-lógico" en el estatuto de la te€nología simbólica desarrollada y puesta enel mercado: de un artilugio que produce "imágenes en movimiento" (jue-go de asombro constante en eI siglo que acaba) a un afefacto que pro-duce "fotog¡aflas vivientes" (iuego para el asombro de siglo venidero ensus divercas bases tecnológicas prcvias al nuevo giro digital).rr

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Situadas en su sentido preciso la base tecnología (de los aparatoscinescópicos) y la esfera técnica (de las proyecciones luminosas y de losregistros fotográficos) ¿dónde queda l^ tecné en ese tercer nivel deideo/tecnología? Evidentemente

-dado lo bonoso del concepto- en

todas paÍes. Y por ello, ahora no podemos quedar satisfechos hablandode "desplazamiento ideológico". La tecné corno ideología es la que per-mite y obliga (a la manera de la "mentalidad" de Mumford) reconduciruna mejora tecÍológica del campo de la vieja Fáctica de lo cines€ópicoa la nueva práctica de lo bioscópico (Ia fotografía como valor añadido).La tecné como ldeología es la que nos hace entender de forma diame-trahnente diferentes los estatutos semiológicos de la rcp¡esentación pictódca (hecha po¡ mano humana, con o sin intercesión de he amientas) ydel registro fotográico (hecho, en su esencia que es la de Ia imprimación,por una máquina inhumana). Es únicamente en este nivel subteÍáneo enel que los Lumi¿rc pudieron no ser conscientes de su intervención rleahí que hayamos remarcado el carácter intencional de la mejora tecnoló-gica o el carácter consciente del cambio semiológico-. A fin de cuen-tas, la ideología fue siemp¡e entendida desde su origen marxista como loimpensado. Y es aqul donde las te€nologías implican consecuencias noprevistas por sus invenfores y, al mismo tiempo, el lugar idóneo dondeexaminar tecnologías aún no inventadas. A fin de cuentas, el futurc algúndia será historia.

1t. Pd! un priñer y dubnativo exane¡ de lo cinescópi.o y lo bioscópico, vé¡se AroNso CaR

dA, Lu6, <I¡s ef{tos de la minación: lalsos ñovinie¡ros". en Ban¿a apaie, núm. l1.v^tenciz.2.2000, pág. 8s-102. SobE el concepto de/or¿g¿r{¿ desd€ su est¡luto tecnoiógico y semiológico.

véanse AroNso CaRda, Lu¡s, at¡ que la fobgrafa *: el legistro naquiúal de ura hueub t l$ diverss tabajos del dossier "Prácrics fotosráncas e¡tre dos siglos,.

^ñbo! ¿n Bahda Lpoñe, núm.20,

Valencia, L2001. Asl cono AroNso CaRcia, Lu¡s (2000). <El presente atap¡do de la fologafía,. U¡;wtoJ¡ú.e.¿f.o: revisto disral ¿¿ l¿ Mds¿r. ¡rlm. 2, 10.2000. Facültad de Belld A¡tes. UnileddadConplulens de Madrid lwww.ucñ.etinrdünillbto].

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