S.XIX 0183.pdf - Biblioteca Digital Floridablanca

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I!

MEMC>RIA HiSTÓRICA •

SOBRE QUAL HA SIDO

LA OPINIO NACIONAL DE. ESPANA

ACERCA DEL TRIBU An DE LA INQUISICION,

- LEIDA EN LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA •

EN LAS JUNTAS ORDINA~IAS DE LOS DIAS 2.5 DE OCTUBRE

1, 8 Y 15 DE NOVIEMBR.& ru: 18u,

POR SU AUTOR EL CONSEJERO DE ESTADO

DON JUAN ANTONIO LLORENTE, ' para ser admitido en /a clase de Académico de número.

Quod jam non dubiis p6teris cognbscere signis. Pirgil. lió. 4. georg.

SE'DO.RES:

si para investigar q~ál sea el modo de pensar de una naa:ion acerca de algun establecimiento nos hemos de gobernar unica­mente por el testimonio de los escritores públicos , no puede dudarse que la nadon española amó tanto , como temió , al de la Inqui icion contra lo h r g , llamada unas vec Tribunal lle la Je , otr Tribunal ·de la santa Inquisicion , y ma co­munmente anto ofic~o de la Inqttisicion.

Apenas se hallará un libro impreso en España desde Cárlos Tam. V. N. 2. F

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primero hasta nuestros dias · en que se cite sin elogio la Inquisi .. don , directamente ó por incidencia ; y por lo respectivo á los escritor de asuntos religiosos ó sus adh rentes , parece que les han faltado siempre dignas expresiones para su encomio.

¿Un spañol scribia de la religion? ¡ Ó España (exclama ... ba) : tú er s deudora de la pureza de los dogmas al santo ofi­cio d la Inquisicion , el qual te defiende de todos los ataques d la her gfa para tu felicidad ! ¿ Se habla de política ? ¡Feliz España (die n) que con solo mantener el santo tribunal estás libre de las convulsiones intestinas que con mucha frecuencia ponen á los otros reynos en peligro de perderse por la diver­sidad de religiones entre sus h bitantes , y por la falta de un santo oficio que p r iga , castigue y extermine los hereges ! ¿Se trat de poblacion , agricultura , fábricas , artes , industria , ó comercio? Mas feliz es nuestra España (escriben) que todos los otros r ynos á pesar de lo que se nos pondera florecer és­tos , porque Dios , premiando á nuestros reyes el zelo de la F manifi stado en el stabledmiento y conservacion del santa tribunal , 1 ha d do 1 imperio de un mundo nu vo que nos proporciona con el oro y la plata de sus minas los medios de suplir la falta de los objetos que para nosotros trabaja el ex­trangero ! Qual uiera ue sea la m t ri d un libro , se ha n ontr si ·mpr motivo y o asion d citar al santo oficio

como prin ipio y m dio de 1 .fi lici d spañol . P ro ' sta misma g neralidad , ésta monotonia d ideas , nos

d b h cer cauto . Par ce imposible que tantos hombres sa­bio m ha t nido la E pañ en tr s si los h yan sido de una mi m pinion. Hab r opuesto unos á otro en todas las mat ri (aun 1 mas claras y notorias) por un en cto natu­ral d la condi ion d 1 ntendimiento hum no , y onformarse

sta sola pr nta uficiente moti o de dudar de la d mu hos; esp ialment si tr mo_s á on eqüen­

cia , mo ju to , qu algunos· capac s d dar p o á la bue­n opinion públi a d la Inqui i · on , fu ron pro a os por ell orno Arias Montano , Fray Luis d L on , Don Bartolomé Carranz , Don M lchor de Macanaz , y otros tal s.

~ l

Es forzoso que hubiese causa particular para conformidad tan extraordinaria como la de escribir elogios d un estableci­miento que por su prim r aspecto presentaba el caráct r odio­so de mandar las delaciones baxo pena de excomunion mayor lata ; recluir los acusados en caree! solitaria sin el consuelo de la comunicacion con esposos , padres , hijos ·, hermanos , pa­rientes y amigos ; n gar al reo el proceso original para su de­fensa ; y no manifc star jamas los nombres de los testigos para tachar los que d bi ran s rlo. M par ce imposibl que todos opinasen como escribian.

U na d las facultad s de los inquisidores es el hilo que in .. dica la salida de este lab rinto. Estaban autorizados para pro­ceder contra los que pusieran , ó procurasen poner ,. obstáculos al exercicio de la Inquisicion ; y desde luego incluyeron en es­ta clase á qualquiera que hablase mal del santo oficio , ó del modo con que se procedia en la formacion de sus causas.. He

.,, aquí el origen cierto de 1os elogios que le prodigaban muchos para eximirse de una nota que podria producir su desgracia.

Debemos , pues , distinguir tres clases de panegiristas : una de los que tenian , ó esp raban tener; empleo en 1a Inqui i­cion : otra de los que recelaban ser procesados si manifc stasen su verdadera opinion : otra de los qu ni esperaban ni t mían, pero miraban con indifc r ncia un establecimi nto con el qual no tenian relaciones. Los primeros merecen po cr 'dito en sus elogios ; porque les preocupaba el interes. Los segundos menos; porque se producían conducidos del terror ó de una prudente cautela. Los terceros tampoco ; porque si bien es cierto que !Jablaban de buena fe , tambien lo es que no lo hadan por efecto, de sus propias luces , sino excitados de lo que leían y oian.

Mas adoptado este sistema ¿ por qué medios sabremos la ver­dadera opinion µttcional ? Por los hechos de la nacion misma, y por el examen crítico de algunas proposiciones que ' á pe­sar de las cautelas hijas d 1 miedo , dixesen algunos hombres de juicio, dándonos ocasion para conocer la estatura de un gi ... gante por la dimension de un d do.

Los literatos extrangeros , acostumbrados á suponer en los F .z

e 4º) españoles una aprohacion y aun veneracion afectuosa del santo oficio , han llegado al extremo de imputarnos que los autos de fe , en que se destinaban á las llamas muchos _hombres , y se infamaban las personas· y familias de muchos mas, eran las de­licias de la ºEspaña. ¿Qué dirán si ( quando hay arbitrios de investigar la verdad con sana y libre crítica) les prometemos demostrar que la opinion nacional de los españoles no solo na ha sido la que suponen , sino totalmente contraria? En Es­paña mismo habrá quien lo repute por paradoxa imposible de persuadir ; pero no por eso me acobardo. Espero hacerlo creer confiado en la fuerza de la verdad:

La Inquisicion antigua no entra en mi plan. Fundada ·en Francia por el papa Inocencio tercero en 1204 ; adoptada en Italia , Alemania , Inglaterra , y otras partes en 1 2 1 8 , y en Cataluña en I 2 3 2 ; se gobernó con ordenanzas que , si bien al principio produxeron e.6 ctos muy terribles , decayeron de su vi­gor primitivo en el siglo décimo quarto ' y mucho mas en el d "citno ~uinto ; y como establecimiento comun á todos los rey­nos cristianos , no pertenece al objeto que me propongo.

La Inqui icion que por zah rimos debió á los extrangeros el ser titulada las delicias de Espana es la moderna , fundada por los rey s católi os Fernando de Aragon é Isabel de Cas­tilla en el último tercio d 1 cit d iglo d "cimo quinto. Esta es la únic n ional y la única obre la qual pu de r caer la duda de i la nacion pailola e tuvo ó no contenta con ella ; la única cuya aprobacion e nos da en cara como te timonio de nuestra ignorancia , upersticion y fanatismo; y la única con iguientemente d que yo prom to probar haber e introducido y mantenido con: tra la volunta y dictamen de la nacion española.

Ll gó l dia d hablar librem nte la verdad. El honor na­cional ínter a en hacerlo para que los literatos e trang ro vean no hab r opinado los españole · con la estupidez y necedad que les imputan , y qu si hallan en nu stro libros elogios desme­didos de la Inqui i ion , son efecto d causas bien diferente .

Para sto es forzoso referir por ord n cronológico los he­chos principales r lativos al establecimiento y primeros efectos

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del Tribunal , pues ellos nos han de pfestar fundamento á re­flexi<:mes importantes. Yo pÓdré hacerlo con mayor exactitud que lo han ·he~ho Luis de Paramo y los demas hist<?riadores, por la feliz . C:\sualidad de poseer copias de varios manuscritos estimables , de los qual s me considero ya obligado á dar no-­ticia para crédito de muchas especies nuevas que contaré .. , ig­noradas · por todos los e critore ; y de otras en que di~é · lo contrario que éstos , d shaciendo las equivocaciones en que in­currieron por haberse de ado llevar de r ladones inexactas. ·

Primeramente un tomo en fólio escrito año 1566 por Fr.an! cisco Gonzalez dt; Lumbreras, capellan del inquisidor general Don Fernando Valdes , arzobispo de Sevilla, en que ~ompiló copias literales íntegras de todas las bulas y breves pontificios que pudo haber á la mano en el archivo y secretarías del con­sejo de la Inquisicion para el uso de su señor , dividiéndolo en doce tífulos , y colocando cada copia de bula ó breve en el título correspondiente con distincion de nú\lleros.

Segundo : otros dos tomos de copias de bulas y breves ex-• pedidos desde 1 5 6 6 hasta 17o9 , y de otros mas antiguos no vistos por Lumbreras. Fué su autor Don Domingo de la Can­tolla , secretario del consejo de la Inquisicion , que quiso en 1709 continuar, y suplir los defectos de la obra de Lumbre­ras, por encargo del inquisi or g n ral Don Vidal Marin, obispo de J aen.Lo originales de todas estas bulas y breves estan hoy en la librería particular del rey nuestro señor , cuya historia debo anunciar para que en todo tiempo conste.

~iendo el ·emperador de los franceses N apoleon primero conquistado esta plaza de armas de Madrid por capitulacion á quatro de Diciembre de 1 8 o 8 , y dado des pues un decreto en su quartel general ·de Chamartin suprimiendo el Tribunal de la Inquisicion para toda la España , se apoderó. de las llaves y papeles de todas las oficinas del consejo de la suprema el ge­neral de brigada Lauverdiere, comandante y gobernador mili­tar de la plaza de Madrid. R~stituido á Francia el emperador, y reconocido segunda vez por rey de las Españas su hermano Josef Napoleon primero, man.do éste monarca en principios de ·

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Marzo de 1809 que dicho general Lauverdiere me diera las tia .. ves como á colector general de conventos y establecimientos su­primidos .. Lo hizo el general despues de habe permitido á varias personas e segun resulta por diligencias exactas) s~car muchos pa­peles y libros por espacio de dos meses. Al tiempo de la en­trega ~ió lo que e segun sus formales palabras) no había visto; á saber , quatro volúmenes del tamaño de mas de vara · en qua­dro cuyas hojas eran pergaminos , originales de bulas y breves con sellos pendientes . . Formó empeño de recogerlos , diciendo ql\e los quería para el instituto nacional de Francia. Hubo. m~­chas y fuertes ºcontestaciones cµya narracion seria muy proli­xa , las quales corté por fin , enviando los quatro volúmenes al rey nuestro señor aquel mismo dia , con carta en que le comunicaba lo sucedido.

Tercero : tengo copia de otra obra que el citado Cantolla trabajó, titulada Resumen de todas las bulas y brerves de la In­qttisicion. En ella \e e'xtractan no solamente los diplomas co·

· piados en la compilacion de Lumbreras , y en la del mismo Cantolla , sino tambien otros cuyos originales están en el ar­chivo de Simancas , de los quales dice que se habían traido á. Madrid copias auténticas , y ex!stian en un volumen titulado Qua-derno de Simancas. ,

Quarto : varios papeles su ltos que contienen muchas no­ticias particulares , y son fruto de mi curiosidad en recoger­los y copiarlos quando fui secretario del tribunal de la Inqui­sicion de esta Corte· los años de l 789 , 90 y 91 ; cuya co· leccion procuré aumentar desde que el despreocupado inquisi­sidor general señor Don Manuel Abad y la Sierra , arzobispo de Selimbria nuestro académico , me encargó en l 79 3 escri­bir sobre la reforma del modo de proceder de la Inquisidon la obra que por. fin escribí en l 797 , y me produxo una per­secucion bien sensible año 1 8 o l.

Ademas de todo esto me ha auxiliado el señor Don ] uan CHsóstomo Ramirez de Alama.nzon , bibliotecario mayor del rey , é individuo de nuestra academia , proporcionándome co­pias íntegras de muchos papeles antiguos é inéditos que hay

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en la real biblioteca , lo que manifiesto con reconocimiento en testimonio de mi gratitud á su generosidad.

Uniendo estos auxilios á las observaciones críricas , que ya pueden hacerse con santa libertad , sobre las narraciones impre- · sas, ó muy conocidas de otros escritores públicos, espero de­mostrar la proposicion adoptada , vindicando á mi nacion d-e las imputaciones que la han hecho algunos extrangeros.

ARTÍCULO r.

Estado de la religion en Castilla qttando comenzaron á reynar Isabel la Catolica y Fernando Quinto su esposo; y prO'Videncias

anteriores al establecimiento de la Inquisicion. • <

Ascendiendo en 147 4 al solio de Castilla por muerte de Don Enrique Quarto su hermana Doña Isabel esposa del rey de Sicilia prínci~ heredero de Aragon Fernando Quinto, no .pudieron éstos nuevos monarcas castellanos pensar en otra cosa que afianzar la corona en sus sienes ' hasta que e reconocida y jurada su hija la infanta Doña Isabel por princesa de Asturias en las cortes de Madrigal del año 1476) permitieron las tre­guas con Portugal dirigir su atencion á la reforma de los abu­sos del reyno.

Eran éstos inumerables , como ·. conocerá qualquiera que lea las cronicas de los reyes Juan Segundo y Enrique Quarto , por que la debilidad de ambos ocasionó el desenfreno de las pasio­nes de los grandes de Castilla, que divididos . en bandos y: pro­cediendo casi como independientes del poder soberano dentro de , la monarquía , procuraban multiplicar el número de sus respec­tivos partidarios sin reparar en la calidad de los medios.

Rabia comenzado á prevalecer una inmoralidad bastante ge .. neral ep los primeros años del reynado de Juan Segundo , y fue creciendo á proporcion del desorden en el gobierno basta que declinó en irreligion , como suele suceder siempre que no se le cortan sus progresos en el principio de la carrera. Y o no

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podré persuadido inej.or que· Getónimo Zurita , dillgentisimp in­vestigador del estado nacional de aquellos tiempos.

''Las turbulencias ( dixo) y los movimientos y las guer-. ,, ras que hubo en Castilla en los tiempos de los reyes Don Juan ~'y Don Enrique , y el poco cuidado que hubo por las ordina­,, rias disensiones de los grandes , en proveer lo que tocaba á ,, las cosas de la .religion e que se ha de anteponer á todo por ,, 1 ensalzamiento de nuestra santa fe catolica) dió á los ma­" los suelta licencia de vivir á su libre voluntad , de donde se ,, siguió que no solamente muchos de los convertidos nuevamen­'' te á nuestra santa fe catolica , mas algunos de los que eran ,, de su naturaleza cristianos , se desviaban del verdadero cami­,, no de su salvacion , y mucha parte de los pueblos se iban con ,, la cornunicacion de los judíos y moros pervirtiendo y conta­,, minando ; de donde resultó mucho estrago generalmente por la ,, comunicacion de los nuevamente convertidos siguiendo sectas ,, muy reprobadas , y judaizando algunos públicamente sin respe­" to .á las censuras y castigo de la iglesi~; y. ori:os profesando ,, opinion s fal as y her' ricas , y perseve!ando en ellas con per­,, tinada y ens iíandolas como doctriná verdadera. Aunque en ·,, ti mpo del rey Don Juan de Castilla fueron algunos de ellos ,, convertidos. y castigados , duraron aquellos errores hasta el tiem.­,, po del r y Don nrique , así como la heregía que llamaban ,, d Ditrango." ( 1)

Andr Bernaldez , cura de la villa de los Palacios junto á S villa, contemporáneo de los· reyes católicos (escribiendo la hi toria de su reynado) habló del mismo asunto en una forma que no debo dexa,rla en sil ncio. "La herética pravedad rnosai­,, e decia) r ynó gran ti mpo escondida y andando por los ,, rincon , no o ando manifestar e ; y fue disimulada , y dado ,, lugar que cr iera por mengua de los prelados , arzobispos , é ,, obispo de Espaiía , que nunca la acusaron ni denunciaron á los .,, rey s , ni á lo papas s gun d bian , é eran obligados : hobo co­" mienzo ést heregía mosaica en el año de nuestro redentor

. (1 ) Zurita anales de Aragon tom. 4. lib. 20. cap. 49.

,, de r .39º en el comienzo del reynado en Castilla del rey Dan ,, Enrique , Tercero de este nombre ( que fue el robo de la ju­,, dería ) por la -predicacion de Fray Vicente , un santo é catoli ,, co varon docto de la órden de Santo Do~ingo , que quisier.a

- ,, en aquél tiempo por predicaciones é pruebas de la santa ley ,, é escritura convertir todos los judíos de España , é dar cabo á ''la inveterada é h dionda sinagoga. Predicólcs mucho á los ju­,, díos él é otros predicadores en las sinagogas , é en las igle­,, sias , . é en los campos. É los rabíes d llos por la escritura de ,, la santa ley , profecías , é experiencia della todos eran venci­,, dos , é no sabian que responder; pero estaban embozados , ~ ,, englosados con aquella gk>sa del talmud que ficieron los rabíe~ ,, Rabate é Rabina , des pues del nacimiento de nuestro redentor "quatrocientos años ........... Así no pudo Fray Vicente convertir ~'sino muy pocos dellos. É las gentes con despecho metieronlos " en Castilla á espada , é · mataron muchos ; é fue un concierto ,,, que füe en toda Castilla , todo , un dia martes. Entonces ve­,, nianse á las iglesias ellos m~smos á baptizar : é ansi fueron ,, baptizados é tornados cristianos en toda Castilla muy muchos: ,, é despues de baptizados se iban algunos á Portugal , é á otros ,, reynos á ser judíos : é otros pasando algun tiempo se volvian "á ser judíos donde no les conocian ; é quedaron todavia mu­" chos judíos en Castilla , é muchas sinagogas , é las guarecieron ,, los señores é los reyes siempre , por los granqes provechos que "dellos habían ; é quedaron los que se . baptizaron cristianos , é ,, se llamaron Cowgersos ; é de aqui hobo comienzo· este nom­" bre Con'Verso por convertidos á la santa fe , la qua! ellos ,, guardaron muy mal : que de aquellos , é de los que dellos vi­" nieron , por la mayor parte fueron é eran judíos secretos : é ,, no eran judíos ni cristianos , pues eran baptizados ; mas eran "hereges y sin ley. É esta heregía hobo de alli su nacimiento "como habeis oido : é hobo su empinacion é ·lozanía de muy " gran riqueza é vanagloria de muchos sabios , é doctos é obis­,, pos , é canonigos é fray les , é abades é letrados ; é contadores, ,, é secretarios é factores de reyes , é de grandes señores. En los "primeros años del reynado de los muy católicos é cristianisi-

Tom. V. N. 2. G

~ .-

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,. mos rey :Don Fernando é reyna Doña Isabel su muger tanto ,, empinada estaba la heregía que los letrados estaban en punto ,, de predicar la ley de Moisen ; é los simples no podian encu­" brir ser judíos.,, e 2 )

Esta narracion del cura de los Palados contiene algunas equi­vocaciones. El robo de las juderías y la persecudon movida con­tra los judíos en casi todas las ciudades de España y reyno de Mallorca fue año 1391. La conversion de los que se bautiza­ron entonces precedió á la predicacion de San Vicente .Ferrer, que comenzó año 14 1 o. El número de los convertidos por és­te no fu tan corto como se indica , ptíes pasó de cinco mil en solo Aragon. La negligencia de los obispos de Castilla está exa­gerada. Las muchas obras escritas por ellos ó de su órden con­tra la incredulidad judaica , mencionadas en la biblioteca españo­la antigua de Nicolás Antonio, y en. la aragonesa de Don Fe­lix Latasa , justifican lo contrario : y tambien los procedimientos de Don Juan de Tord sillas, obispo de Segovia, en 1406 con­tra los judíos que ultrajaron la hostia consagrada , segun cuen­ta Colmenar s : ( 3 ) los de Don Diego de Zúñiga , obispo de Calahorra, en i442 contra Fray Alonso Mella y otros compli­ce de la heregía de los beguardos de Durango : ( 4) los de Don Juan Arias de Avila, obispo tambien de Segovia, en i468 con los her g judaizantes d Sepulveda , ( s ) y los de Don Alon­so C rrillo, arzobispo de Toledo, en i479 contra Pedro de O ma. (6)

P ro sin embargo , es cierta la narracion en quanto á la subs­tancia de ser gravísimo el daño que los judíos hadan á la reli­gion en España , y necesitarse providencias eficaces para evitar­lo , y establecer modo de gobernar con los mal convertidos que descubrió el tiempo s r la mayor parte, como dice Bemal-

(2) Bernaldez : l:Ust. ms. de los reyes c:uolicos cap. 43.

(3) Colmen~~s historia de Segovia cap. 28.

(4) Crónica de Don Juan Segundo afio 144Q cap. 6=Mariana historia de

Espafía con las notas de la edicion de Valencia tom. 7 lib. 21 cap. 17.

(S ) Fray Diego GaviJan, discuiso contra los judfos cap. ro.

(6) Aguirre: Coleccion de Conci­lios de España tom. s:

(47~ . dez , el qual añadió: ,, Que estando el rey é la reyna en Sevi­,, lla la primera vez que á ella vinieron (ano I 477 ) , é el ar­,, zobispo de Sevilla Don Pedro Gonzalez de Mendoza , carde-,, na1 de España , babia en Sevilla un santo é catolico hombre, · )

·nfrayle de santo Domingo en San Pablo, Fray Alonso (de Hojeda) ,, que siempre predicaba é punaba en Sevilla contra esta heregía ,, mosáica. Este é otros religiosos é catolicos hombres ficierpn ,, sab r al rey é á la r yna el gran mal é heregía que babia en ~'Sevilla. Cometieron el caso al arzobispo que lo castigase é hi-,, ciese enmendar : é el fizo ciertas ordenanzas sobre ello é pro-,, veyó dello en la ciudad é en todo el arzobispado. Puso sobre ,, ello diputados · de ellos mismos , é con esto pasaron obra de ,, dos años ; é no valió nada que cada uno hacia lo acostum-,, brado , é muda costumbre es á . par de muerte .• ' e 7 )

Fernando del Pulgar, cronista coetáneo de los reyes catoli­cos habló tambien del asunto en estos términos. "Algunos dé­"· rigos é personas religiosas , é otros muchos seglares informaron ,, al rey é á la reyna que en sus reyno.s é señoríos babia mu­,, chos christianos del linage de los judíos que tornaban á judai~ ,, zar é facer ritos judaicos secretamente en sus casas ; é no creían ,, la fe cristiana , ni facian las obras que catolicos cristianos de­,, bian facer. É sobre este caso les encargaban las conciencias, re.: ,, quiriendoles que pues eran príncipes catolicos castigasen aquel ,, error detestable ; porque si lo dexasen sin castigo , é no se ata­,, jaba, podia crecer Cle tal manera que nuestra santa fe catolica ,, recibiese gran detrimento. Esto sabido por el rey , é por la ,, reyna , hobieron gran pesar por sé fallar en sus señoríos . per­,, sonas que no sintiesen bien de la fe catoli~a , é fuesen hereges ,, é apostatas. Sobre lo qual el cardenal de España, arzobispo de ,, Sevilla , hizo cierta constitucion en la cibdad de Sevilla, con­,, forme ~ los sacros cánones , de la forma que con el cristiano ,, se debe tener desde el dia que nace , ansi en el sacramento ,, del bautismo como en todos los otros sacramentos que debe ,, recibir ; é de lo que debe ser dotrinado , é d be usar. é creer

(7) Berna1dez : hist. de los reyes catoHcos cap. 43. G .z

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e 48)

,, como fiel cristiano en todos los días é tiempos de su vida has­,, ta el dia de su muerte. É mandolo publicar por todas las igle­,, sias de la cibdad , é poner tablas en cada parroquia por firme ,, constitucion. É otro si de lo que los curas é clérigos deben ,, dotrinar á sus feligreses; é lo que los feligreses deben goardar ,, é mostrar á sus fijos. Otro si el rey é la reyna dieron cargo ,, á algunos fray les é clérigos é -otras personas religiosas que, ,, d llos predicando en público , dellos en fablas privadas é par­,, ticulares , informasen en la fe aquellas personas , é las instru­,, yes n , é reduxesen á la verdadera creencia de nuestro Señor ,, J esu-Cristo ; é les mostrasen en quanta damnacion perpetua de ,, sus animas é perdicion de sus cuerpos é bienes incurririan por •

, ,, facer ritos judaicos. Estos religiosos á quien fue dado este car­,, go , como quier que primero con dulces amonestaciones é des­,, pues con agrias reprehensiones trabajaron por reducir á estos ,, qu judaizaban ; p ro aprovechó poco á su pertinacia ciega ,, que o tenian. Los quales aunque negaban y encubrian su yer­" ro , p ro secretam nte tornaban á recaer en él , blasfemando ,, el nombre é do trina de nuestro Señor é redentor J esu­-" Cristo ( 8 ). ''

Estos dos testigos coetáneos bastan para conocer que los re­yes católicos y el cardenal Mendoza no tuvieron por oportuno establecer la Inqui icion año i 4 7 , sino procurar el r m dio de los males por providen ias suav s y verdaderamente r ligiosas.

o ha 11 gado á nuestros dias la instruccion que dispuso el ar­zobi po. Gerónimo Zurita en los anales de Aragon, y Diego Or­tiz de Zúñiga en los de Sevilla, dicen que estaba dispuesta en forma d catecismo. e 9 ).

Los reyes salieron de Sevilla en 1 z de Octubre de i478 para visitar las ciudades .. de Andalucía en compañía del Carde­nal , y todo d xaron encargado el negocio de la com e.rsion de los judaizantes á Don Pedro Alonso de Solis , obispo de Cá-

(8) Pulgar : crónica de los reyes catolicos parte 2 cap. 77.

(9) Zurita: tom: 4 lib. 20 cap. 49

= Ortiz de Zúñiga, Anales de Sevi­lla lib. 12 año 1478 num. 7.

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diz , que gobernaba el arzobispado con poderes de dicho car­denal; al asist nte de S villa Diego Merlo, y al citado Fray Alonso de Hojeda, prior del convento de dominicos de aquella ciudad ( 1 º).

Si la voluntad de la reyna católica hubiera estado en favor del estable imi nto d la Inquisicion , conocido por la práctica de las provincias de la corona de Aragon, se hubiera introdu .. cido d de luego en Castilla , p rque la conducta posterior de su marido hace ver que éste siempr con id ró á la Inquisicion como tribunal util para sus ideas políti as , y no cabe duda en la oportunidad de persuadirlo á su mug r quando los frayles domi­nicos y de otras órdenes , apoyados con el dictamen de algunos clérigos , manifestaban la urgencia de remediar la perversion de los bautizados y cortar el peligro de la propagacion del error.

Tambien prueba el suceso que Don Pedro Gonzalez de Mendoza no fue de opinion que conviniera establecer la Inqui­sicion en Castilla , porque consta de la hi · el grande as-

. cendiente que su modo de pensar y persuadir tuv bre el en-tendimiento de la reyna católica , cuyo talento dar y despe- -jado adheria las mas veces al dictamen del cardenal por con­vencimiento interior y conformidad de principios.

Son mu hos lo escritores que de eoso d contribuir á la mayor gloria y fama d 1 cardenal Mendoza , y teniendo por glorioso el establecimiento de la Inquisicion , lo proclaman au­tor principal , y aun algunos le titulan primer Inquisidor gene­ral ; pero no solamente carecen de autoridad en que fundarse para ello, sino que consta lo contrario por las bulas pontifi­cias que tengo leidas , y por los hechos propios d 1 cardenal; pues vemos que ni aun usó de las facultades de prelado dio­cesano para procesar á nadie ni inquirir en general , y léjos de eso adoptó los medios verdaderam nte aprobados en el evan- · gelio : á saber los de la persuasion y convencimiento , con cuyas máximas conformaban la del intcres de su dignidad arzobispal; supuesto que perteneciendole por dere ho divino ser juez de las

(10) Salazar de Mendoza: Crónica del gran Cardenal lib. t. cap. 49.

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causas de fe , y por el canónico carecer de compañero en ésta ju· dicatura dentro de su diócesis , claro está que disminuida indirec4

tamente su jurisdiccion quando estableciera un tribunal , cuyo principal régimen se pusiese á cargo de un inqt.iisidor particular autorizado por el papa.

La experiencia de los tiempos posteriores ha demostrado quanto decayeron los obispos en autoridad con la existencia del tribunal de la Inquisicion ; y no creo que el arzobispo de Sevilla dexase de preveerlo quando ya pudo saber las va­rias competencias de jurisdiccion qúe habian ocurrido entre los obispos y los inquisidores de la corona de Aragon , de las quales constaban algunas en la obra que Fray Nicolás Eimeric, religio o dominico , catalan , é inquisidor general de Aragon, escribi9 en 1376 con el título de J;>irectorio de inquisidares.

¡O quanta mayor y mas verdadera gloria del cardenal M ndoza ' haber pr ferido las máximas pacíficas y suaves del angelio ! La instruccion en forma de catecismo , y el encargo de pr dicar en público , y persuadir en secreto la ver­dad y firmeza de nuestra santa fe , le hará honor eterno y solido. Si hubi ra sido autor de la ~nquisicion , como le han atribuido , se le imputada en --tiempos ilustrados como mancha de su fama , lo que jamas sucede al que adopta la mansedum­bre evang "'lica , que tuvieron los apóstoles y obispos de los. primeros siglos.

ARTÍCULO II.

Bula para establecer Inqztisicion en Castilla. Nombramiento de los primeros inqiiisidores. Opinion de la reyna sobre el ntll'Vo

establecimiento .

• Un suceso particular , verificado en Sevilla dia de Jueves Santo de 147 8 , pudo influir mucho en que la reyna catolica ce­diese por fin á las instancias de los frayles dominicos para pe· • dir al papa la primera bula de Inquisicion que Sixto Quarto ex­pidió á 1 de Noviembre del mismo año.

( S1)

· Hemos dicho que los reyes salieron de Sevilla en 1 2 de Octubre : dia 2 4 estaban ya en Córdoba segun las notas del itinerario puestas por Diego 0.rriz de Zúñiga en sus Anales ·de Se'Vi/la, y hallándose allí pasó Fray Alonso de Hojeda á comu­nicar lo que se había averiguado en virtud de órden de sus Al- · tezas , sobre la narr ion que le tenia hecha en secreto un ca­ballero jóven Sevillano del linag de Guzman, pariente del du­que de Medina Sidonia , re u ida á que tratando él de amores con una judía , y stando condido en su casa la noche del Jueves Santo, habia visto r unirse vario judaizantes y pronun­ciar muchas blasfemias contra nuestro Señor Jesu· Cristo y su santa religion. H cha inquisicion resultaron seis reos , fueron presos , abjuraron su error y se les impuso penitencia corres~ pondiente. e 1 ) . •

El suceso proporcionó á Fray Alonso renovar la instancia del stablecimiento de la Inquisidon. Seguía la corte de los reyes Nicolao Franco, obispo de Tarbiso, nqndo del papa, que presidió en Sevilla dicho año 78 el concilio nacional, cuyas actas están por descubrir. ( 1 ) ¿Dexaria de coadyubar al esta­bl cimiento de un tribunal pontificio? La Inquisicion aragonesa· era una mina de oro para los có:riales romanos d sde 1 2 3 2 ,

por la multitud de recursos que proporcionó á la Cancellaria, Dataría , Penit nciaría , y Auditoria del acro palac~o. ¿No ayu­daria el nuncio á duplicar el tesoro? Es nec s rio desconocer la polit ·ca observada siempre por los agent s del gobierno pon­tifical para persuadirse que Nicolao Franco fue por entonces es­pectador pasivo.

Léjos de eso me lo represénto ponderando á la reyna ca-tolica el honor que le resultaría de manifestar un zelo encendi-

(1) Paramo: de origine officii S. In­'J"ÍS. lib. 2 tir. 2 cap. 3 dice : que el suceso se verificó el día de Jueves San· to de 1479; pero los reyes no estaban en Córdoba sino en Extremadura la semana Santa de dicho año, ni vol ie­ron á Córdoba en mucbos tiempos. Cre-

yo por equivocacion que la bula se ha­bía expedido en 79, y por eso le apli­có Ja verificacion del suceso.

(2) Véase Ja disertacion de Don Ale· xandro Gal vez en el tomo 3 de las Memorias de la Academia de Buenas Letras de Sevilla.

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do de 1a pureza de 1a religion , y los .grandes premios que Dios le preparaba dándole victorias contra los moros como á San Fernando Tercero su progenitor: que las consiguió ( diria) por haber perseguido los hereges hasta el extremo de conducir la leña para la hoguera en que habian de morir abrasados e 3 ).

¿ Y qué? ¿entre los eclesiásticos asistentes al concilio nacio­nal faltarian algunos ~e la misma opinion? ¿Dexaria el nuncio de poner en movimiento estos resortes? ¿ Omitida decir al car­denal Mendoza lo grato que seria para el papa saber que su señoría reverendísima e 4) promovia las ideas de la silla apos­tólica? Yo n<? dudo que Nicolao Franco (de quien nadie se acuerda tratando de la Inquisicion) tuvo en ella una parte mu­cho mayor y mas activa , aunque;: mas disimulada, que Don Pe­dro Gonzal z de Mendoza.

Vino en fin la bula con fecha de primero de Noviembre de 1478 , intervini ndo para sus diligencias Don Francisco San­tillan , obi po de Osma , y Don Diego Santillan , comendador mayor de Alcántara, hijos d 1 doctor Rui García de Santillan~ · c n je.ro d 1 rey Juan Segundo , que se hallaban en Roma con el carácter de embaxadores. En ella concedió Sixto Quarto á los r y s Fernando é Isabel facultad para poder elegir dos ó tres arzobispos ú obi pos, ú otros varones próbidos y honestos pres­bít ros seculares ó regulares de mas de quarenta años de edad; de buena vida y conciencia , maestros ó bachilleres en teo­logía , ó doctores ó liceo iados en cánones rigorosamente exa­minados, para que hicieran Inquisicion en qualquiera parte de los r ynos y señoríos de los reyes suplicantes; procediesen con­tra los inf; ctos de heregía y sus fautores y receptadores , y pu­di n castigarlos ; á cuyo fin les daba toda la jurisdiccion que solian ten r los inquisidores , y los jueces eclesiásticos ordina­rios por derecho y costumbre. Autorizaba el papa tambien á los reyes para r mov r á los inquisidores y nombrar otros en su lugar , y añadio la cláusula de que no pudiera ser esta bula

(3) Don Lucas de Tui : Cconicon :Dfundi t en la Hisp. illustr. tom. 3.

(4) Este era entonces el tratamien­to de los cardenales.

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( 53)

revocada sin que se hiciese memoria especial suya en la re.: vocacion e 5 ).

Pero no usaron los reyes de las facultades hasta que ha­llándose en Medina del Campo dia 27 de Septiembre de 1480, nombraron por inquisidores para la corona de Castilla y Leon á los frayles dominicos Juan de San Martín, y Miguel de Mo­rillo ; aquel bachill r presentado en teología , y éste maestro en ella, provincial de Aragon , reserv' ndose la facultad ~e re­moverlos de la comision , y dándoles por as sor á Juan Rui.z: de Medina , presbítero , doctor en cánones , consejero de Cas· tilla, abad de Medina del Campo , que despues fué obispo de Astorga , Badajoz , Cartagena y Segovia , y embaxador en Roma, y presidente de la chancillería de Valladolid ( 6 ).

Esto deshace la equivocacion con que casi todos los escri­tores han dicho , por falta de papeles , que el primer inquisidor fué Fray Tornas de T orquemada. Su nombramiento se verificó en bula de 11 de Febrero de 1482 , junto con Pedro de Ocaña, Pedro Murillo , Jnan de Santo Domingo , Juan del Espíritu Santo , Rodrigo de Segarra , y Bernardo de Santa María , to­dos frayles dominicos , y Alonso de san Cebrian , general de ellos ( 7 ). Asímismo se equivocaron en creer que fué no~brado

(5) En el archivo de Simancas está la bula original : en el del Consejo de la suprema una copia auténtica. Yo tengo el extracto qué con su presen­cia form6 afio 1709 D. Domíngo de la Cantolla, en la obra que por orden del inquisidor general escribi6 , titulada: Resumen de todos los hre'Des que hay en e1 orchiw del consejo de la Inquúicion. Está dividida en doce títulos , y ca­da título en tantos números quantos instrumentos extractaba el autor. La bula está resumida en el título 1. n. )7,

(6} Cantolla : Retumen'. de hrevet tit. 1. nn. 58 y 59= Bernalde-z: Hi1t. dt

T<»n. V. N. 2.

los reyes cat. cap. 44= Diago: Hist, de

los dominicos de .Aragon , lib. 1. cap. 41 = Páramo: De orig. Inq. lib. 2. tit. 2. cap. 3·= Ortiz de Zúfiiga : Anales de Sevilla, lib. 12. afio 1480.

(7) Francisco Gonzalez de Lumbre­ras , capellan del inquisidor general, Don Fernando Valdés , hizo en él afio J 566 una Compilacio11 de los bre .. ves ponttficios de la Inquisicion , que pu­do haber á la mano. Es un tomo en f6lio manuscrito de que tengo copia. En él está la bula del nombramiento de Torquemada. Lumbreras equivocó el afio diciendo. 1481, porque no tuvo

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inquisidor general desde el principio. No tuvo esta dignidad por lo respectivo á la corona de Aragon hasta r 7 de Octubre de x 48 3 n que lo nombró Sixto Quarto ; y en quanto á los rey· nos d Castilla no consta la fecha ni existe la bula , y sola­m nt sabemos el hecho porque obró como inquisidor mayor d Ca tilla y Aragon año 1484 quando . formó á 2 7 de No­viembre fas primeras constituciones de la Inquisicion en Sevilla, y porque lo as guró así el papa Inocencio Octavo· en la confir­rnacion del empleo· que libró en u de Febrero de 1486 ( 8 ).

V ari s cosas ocurrieron que me confirman en la opinion de que Doña I abel no queria el establecimiento de la Inqui­sicion , y qu si p r último cond se ndió , no fué por concep­to propi , sino lo por d ferencia á los r ligiosos y <lemas p r ona que s lo p rsuadian.

Lo prim ro h mos is to que no lo consintió año 1477, re rri n o :í lo m dios suav s de la persuasion propuestos por

c rdenal ndoz , sin qu se la pudi reducir á pedir la bul ha t d pu s qu 1 hi ieron cr r la insufi i ncia de los s rmon y cat ismos , en lo qual acaso tuvi ron parte los fray-1 domini o por salir victoriosos en su emp ño.

Lo gundo, t nia la r yna por con.6 sor á Fray Fernando d Talav r , m nge gerónim , que de pu . fu' obispo de Avi-1 bi o d Grana , aron antí iino , afecto

1 · conv n inúento , como se , ,¡ó en el on r ion d lo moros d las Alpujarras , pero

no al tribw1al d la Inqui i ion qu por .fin le persiguió , muer­t 1 r yn , forman o pro o contra 'l , contra su h rmana, ontr 1 d an de Granada u obrino carnal , y contra otros

pari nt uyos. onforrnando tanto 1 r yna en sus ideas con las de Fray F rnando como manifi stan sus r sp ti as car-

presente que el dia 29 de Enero del año (8) Lumbreras: Compilocio11 tle lwe'IJe

un écimo del pontificado de Sixto Quar. de la I nqui1icion, tit. 1. n. 4. = Bulario

to corre pon e á 148 . Está Ja bula domi,,icnno , toro. 3. pag. 6n.= Compi­

en el titulo 1. n. 1. de dicha compila- locion de las instruccioner del ranto Oficio, cion. impresas en Madrid año 1667.

(SS)

tas ( 9) , parece que combinando esta circunstancia con las demas observaciones , resulta verosímil el juicio de que la r yna no queria la Inquisicion.

Lo terc ro, que en el citado año I 478, estando la reyna en Sevilla , se -cel bró allí 1 concilio nacional antes indicado , y sin embargo de que s trataron varios asuntos r lativos á la religion , su santa iglesia , do trina y moral , no sab mos que se ·propusiera l establ imi nto d la Iñquisicion , y t niendo como tenia la r yna gr nd a cen i nte sobr 1 s p elado y ca­nónigos concurrentes al concilio , par da regular h b r influido á que algunos hiciesen e a propuesta si su voluntad estuviese á favor del establ cimiento : y nó hay que apelar á la p ' rdi­da de las actas para decir qu acaso la peticion de la bula de aquel año seria e~ cto de lo tratado en el concilio; pues si lo fuese , se baria men ion en ella como acostumbran los curiales.

Lo quarto., que au~que la bula vino en fines de N oviem­bre ó principios de Diciembre .de 1478 , .no eligieron los reyes inquisidor alguno hasta 2 7 de Septiembre de 8 o , de manera que corrieron tres años despues que l s propusieron el pen a­miento en 1477 , y dos desde que se pidió la bula ; co a in­creible d 1 genio activo de la reyna , si su voluntad fue e con­forme al nuevo proyecto , y e conoc daram nte que dexaba correr el ti mpd olo por ver i produciendo bu nos efe tos los medios suav adoptados año 77 , podia ·excusarse de cumplir lo que le obligaron en cierto s ntido á ·cons ntir las persuasio .. nes d 1 nuncio y de los irayles dominicos en 78.

Lo quinto , que hubo cortes g n ral s en Toledo en prin .. cipios del año I 480 , quando ya estaba obtenida la bula de facultades para establecer el tribunal,. y no hubo vocal alguno que pidiera su execucion , lo que tampoco es vero imil para el casQ de que la r yna gustara ex cutarla , pues le hubiera sido fácil sug rir á qualquiera diputado que lo propusi se , para que constase haber comenza o l able imiento á pericion d las cort s ; y así el silencio de éstas es indicio de qu la r yna no des aba usar de la bula.

(9) Bcrmudez de P draza: Hist. de Gronadll, p~rt. 4. cap. 17 al 20.

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(56)

Lo sexto , que 1a eleccion de los primeros inquisidores fué obra del rey , pu s Fray Miguel Morillo era provincial de do­minicos de Aragon , y la reyna no se dió por satis~ cha sino poniendo por asesor un castellano de su confianza como era el abad de Medina del Campo Don Juan Ruiz , consejero de Castilla ; con lo qual en mi concepto dió testimonio de que no aprobaba el modo de proceder en la Inquisicion de Aragon. •

Lo séptimo , que quando llevaba ya dos años la Inquisicion de Sevilla , comenzada en Enero de 8 1 , escribió al papa la reyna una carta larga de propio puño cuyo contesto ignoramos, pero lo conjeturamos en parte por la respuesta que tenemos de Sixto Quarto con fecha de .2 3 de Febrero de 8 3. Segun ella po­demos discurrir que á los principios imputaban algunos á la rey­na poco z lo por el castigo de los hereges ; que de sus resul­tas lo manife tó mejor , y entonces otros atribuían á su ma­gestad el crim n de fomentar la Inquisicion por el provecho d las confiscaciones de bienes ; pero no desistiendo de prote­ger la Inquisicion , y queriendo eximirse de la nota de hacer­lo por codicia , lo manifestó al papa con ocasion de pedirle que cortase las apelaciones de las causas de fe para evitar los gastos y dilaciones que comenzaban á producir los recursos á Roma ya introducidos en aquellos dos años. El papa trata en su respu sta de muclios asuntos; p ro con rela i n al nuestro, y su con ó de la Inquisicion de i ilia adon e babia enviado inqui idor pontilicios , le decia lo qu sigue.

,, En quanto al d seo que manifi stas de que el negocio de "los n ó.fito s a com tido únicamente á los inqui idores , he­,, mo vi to por orden toqo lo que tien s escrito solicita y pru­,, d nt mente. Tus cartas, carísima bija , stan llenas de piedad "Y r ligion singular , y nos alegramos muchísimo de que. en ,, un negocio deseado por Nos en sumo grado , se ponga por tu · ,, c 1 itud tanto et.ti ado y diligencia. Compa cidos de la de-,, menda e aqu llos , h mos intentado si mpre aplicar 1 re4

''medio oportuno á enfermedad tan p stilencial. ,. N oti iosos de quo en Sicilia tambi n babia prevalecido es-

(Ú) ,, ta peste : teníamos providenciado en varias bulas lo conve· ,, niente contra este género de hombres tan pérfidos y malva­,, dos ; p ro todo ha sido inútil por los obstáculos que á su exe­" cucion han puesto los magistrados régios contra lo que espe­,, rabamos de ellos , como creemos que sabrás ; lo qual nos ha ,, sido muy desagradable. Ahora viendo tu última y propensa vo­,, luntad, tenemos m ' uno placer en que satisfagas á nuestros de­,, s os con tanto cuidado y devocion para vengar las ofensas de ,, la Magestad divina en aquellos reynos tuyos ; pues conocien­,, do , hija carísima , tu persona adornada de muchas virtudes rea­,, les por el favor de Dios , ninguna hemos . recomendado mas u que esta religion para con Dios , y tu afecto , y constancia ,, en favor de la religion ortodoxa : por lo qual aprobando u y bendiciendo en el Señor tu santo propósito , exhortamos ,, atentamente á tu serenidad, y rogamos que por evitar la pro­,, pagacion de tan grande mancha en aquellos rey nos , te dedi­" ques á este objeto con igual cuidado , y abraces la causa de ,, Dios conforme á las providencias que tenemos dadas , y las ,, que dieremos para cuya execucion se necesita tu favor espe­" cial , quando en ningun otro asunto nos puedes complacer ,, tanto como en este.

,, En quanto á lo que parece dudas si al ver tu cuidado de ,, castigar con severidad á los pérfidos que fingiéndose cristia·­" nos blasfeman de Cristo , lo crucifican con infidelidad judaí­" ca , y permanecen pertinaces en su apostasía, pensaremos que ,, lo haces por ambicion y codicia de bienes temporales mas ,, que por zelo d~ la fe y de la verdad católica y por temor de ,, Dios , debes estar cierta que ni aun leve sospecha tenemos de ,, tal cosa : pues aunque no hayan faltado personas que han es­" parcido muchas especies para cubrir las iniquidades de los cas­" tiga os , no se nos ha podido hacer creer cosa injusta de tí, ,, ni de tu ilustre consorte , nuestro hijo carísimó. Conoc mos ,, vu stra sinceridad , piedad, y religion para con Dios. No cree· ,, mos á to o espíritu ; y aunque prestemos oidos á las qu jas de ,, todos , no por esp le damos crédito.

,, Lo que pides sobre los inquisidores , es asunto de grande

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,, consideradon : y para satisfacer tu deseo en esta parte con ,, mayor madurez , consultaremos con algunos venerables herma­" nos nu stros cardenales á quienes hemos encargado examinar ,, este negocio , y con su acuerdo procuraremos complacerte ,, quanto podamos en Dios. Entretanto hija carísima , ten buen ,, ánimo ; no dexes de proseguir con tu acosturn rada devocion ,, y diligencia una empresa tan pia y grata á Dios y á Nos: ,, y cr e que no negaremos á tu celsitud nada d quanto po .. ,, darnos honestamente ( 1 º)." .

Esta respuesta parece á primera vista probar que la reyna era sumamente apasionada en favor de la Inquisicion y de los inqui idores ; pero reflexionando bien , creo en ella motivo su­fi i~nt para conjeturar que haber escrito la reyna declarándose prot tora y z losa d 1 establecimi nto, fué sagacidad suya pa-

inc r r ant 1 papa de lo contrario ; pues á la ver ad, apa ionada de corazon , no hubiese procedido con la indicada.

o tavo y tíltimo que me confirma en este concepto son su· te tamen o de 12 d. O tubr , y odicilo d 22 d Noviem-br d 1 año 1504 en que murió ; quatro dias des pues d otor~ gar 1 co icilo d M dina d l Campo ; pu s no recomienda el

tabl cimi nto de la Inquisicion ; y aun mer ce ob rvacion parti ular, que siendo inquisidor g n ral Don Fray i go Deza, obi po de i u , ntonc s confe or del rey , nombrándolo aque­lla p r t starn ntario suyo , no xpr só 1 di tado de

g n ral , como quien uidaba de no citar la Inquisi-1on ar n a ; sil ncio que á la hora de la muerte de la ma.

yor h roina ntre las r ynas d todos los siglos , no puedo r r qu fu s ca ual quando se trata de un establecimiento

nu vo n los dominios de su corona , y verificado con su au­tori ad y en su propio tiempo. Yo lo reputo por testimonio

(ro) Canto la: Co,,tinuacion de Lum­hr~ra1 en la compilacion de copiar de los

hreve1 de la lnquiticion, lib. 3. n. S4· fol. 178. Erró la fecha diciendo año 1482 ; pero es el duodécimó del pon-

tificado de Si to, que no comenzó bas­ta 9 de Agosto de 8i , corria en 29 de Febrero de 8 J , verdaden data d 1 breve.

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positivo de que su grande alma no estaba canfor me con lo mis· mo que autorizó por sola defj r ncia , tal vez excesiva , á fos consejos del nµncio, y de los frayles dominicos , especialmente si traigo á conseqüencia la conducta del rey Fernando su ma­rido ; pues éste e qu siempre protegió la Inquisicion muy de veras) la recomendó altam nte á su ni to Cárlos de Austria en su testamento otorgado en ! lugar de Madrig.alejo cerca de Gua­dalupe de Extrem dura en 2 2 de Enero de 'l 5 1 6 , dia ante· rior á la noche en que falleció.

ARTÍCULO III.

Principios de la Inquisicion. Ereccion de tribunales. Eleccion de un consejo real , y de un inquisidor mayor y general. Quejas contra

el mal modo de proceder. Intrígas en su fa'T)or.

Nombra os en 2 7 .Pe Septfombre de 148 o para primeros inquisidores de Ca tilla Fray Juan de San Martin, y Fray Miguel Morillo, salieron de Medina d 1 Campo para Sevilla con el ase­sor Juan Ruiz de Medina , llevando por fiscal á Juan Lop.ez del Barco , capellan de honor de la reyna ; pero par comen­zar el exercicio de sus empleo hubo que vencer obst' culos, pues fué preciso que los reyes católicos expidieran real cédula en 2 7 de Diciembre mandando á la ciudad prestar todo auxilio al objeto ( 1 ). _

Quando llegaron á Sevilla los dos inquisidores entraron los cristianos nuevos en tlmor tan grande , que muchos abandona- • ron su domicilio trasladándose á pueblos del marques de Cádiz, del conde de Arcos , y otros de señorío particular , imploran- • do la proteccion de los señores para que sus ju ces les tratasen con menos rigor que los real ngos.

Estableci~ron los ínqui idor por de pronto su tribunal en el convento de an Pablo d dominico de villa , donde á 2

de Enero de 148 1 libraron un d spacho con insercion de la bu·

(1) Ortiz de Zúñ.iga: Ana/u de Sevilla, lib. 12. afio 1480.

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la de primero de Noviembre de 78 , y del nombramiento real de inquisidores hecho en 27 de Septiembre de 80 , diciendo haber 11 gado á entender que en el mes anterior . se habían au­sentado de Sevilla muchas personas por temor de ser procesa­das ; en conseqüencia de lo qua! mandaban al marques de Cá­diz , al conde de Arcos , y á los demas duques ,- marqueses, condes, caballeros, ricos-homes, y demas personas de los rey­nos de Castilla, que dentro de quince dias de la notifica­cion d 1 despacho ' ó de la noticia de su expedicion e cuyo pla­zo asign~ban en lugar de tres tér~nos , perentorio el ultimo) hicieran en los pueblos d su respectivo señorío , jurisdiccion, gobi rno ú residencia, una p squisa exacta de las personas de ambo s o que hubi s n ido á r fugiarse , prendies n é hicie-en condu ir todos con seguridad á las cárceles de la Inquisi­ion d S villa , seqüestrando sus bienes y depositándolos en

suj to abonado , con inventario á disposicion de los inquisido­re y de sus altezas , y nadie fuera osado en adelmte de acoger á fugitivo alguno , sino que antes bien lo prendiesen , haciendo lo demas refi rido , baxo pena de excomunion mayor y de otras establecidas por derecho contra los fautores de hereges , y en­tre llas la de confiscacion de sus dignidades y oficios , relevan­do á sus vasallos y subditos de 1 obediencia y vasallage , no obstant qual squiera promesas que les tuviesen hechas con ju­ram nto y pi yto hom nage , y r s rvando á sí mismos y á sus sup rior la absolu ion de las c nsuras eclesiásticas en que in­curri n los qu no cumpli ran este despacho ( 2 ).

Tal fu la primera provision d 1 tribunal de la Inquisicion, y bast por sí sola para conocer el espíritu de dominacion, orgullo y ru !dad con que com nzaba, porque calificó de crí­m n en 1 cri danos nuevos el mudar de domicilio antes que nadie lo prohibiese. ¿ Y qué mutacion? á pueblos tan cercanos comp los perteneci ntes al marques de Cádiz , conde de Arcos, y otros inm diatos de Sevilla , circunstancia demosrrativa de que no huían ni se ocultaban. El imponer á estos dos grandes de

(i) Cantolla: resúmen de breves de la lnquis. tit: 1. n. S9·

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Castilla y demas señores de vasallos la pena de confiscacion de dignidades y oficios , relevar á los subditos de la obligacion de vasallage , y reservarse absolucion de las censuras . eran actqs de un poder tan arbitrario como injusto.

Pero ¿qué habian d hacer aquellos Grandes y demas caba­lleros? ¿ Se d terminarían á resistir , con prevision de que · pues­tos en el concepto de fautores de her ges tendrían que sufrir sus penas? ¿ Se quejarian á los reyes , cuya voluntad estaba ya declarada d finitivamente á favor d 1 nuevo establecimiento? To­do s ria inucil y aun p rjudicial. Era forzoso cumplir lo que se mandaba y disimular la opinion que se tuviese.

Comenzáron , pues , los inquisidores á prender personas co­mo sospechosas de heregía, y en poc0 tiempo creció tanto el número de los presos que no bastando el convento para su man­sion pidieron á los reyes el castillo de T riana , donde aquel mis­mo año de 8 1 ex1stió el tribunal con sus carceles , segun la ins­cri pcion que publicó Diego Ortiz en los anales de Sevilla ( 3), en conseqüencia de lo qua! el coetáneo .Bernaldez , autor muy preocupado á favor de la Inquisicion escribi6: ,, que los inqui­,, sidores en muy pocos días , por diversos modos é maneras ,, supieron la verdad de la herética pravedad malvada, é comen­,, zaron e prender hombres é muger s de los ma culpados , é ,, metieronlos en San Pablo. Prendieron luego algunos de los mas ,, honrados , é de los mas ricos veinti-quatros, é jurados , é ,, bachilleres ' é letrados ' é hombres de mucho favor. e Á estos ,, prendía el asistente. ) É desque esto vieron fuyeron de Se­,, villa muchos hombres é mugeres. É viendo que era menes­,, ter demandaron los inquisidores el castillo de T riana , donde ,, se pa aron , é pasaron los presos ; é allí ficieron su audiencia, n é tenían su fiscal, é alguacil é escribanos , é quanto era me­,, nester, é facian su proceso segun la culpa de cada uno; é Ha­,, maban letrados de la ciudad , seglares , é al provisor al ver ,, de los procesos é ordenar de las sentencias , porque viesen co­,, mo se hada la justici: é no otra cosa. comenzaron de s n-

(3) Ortiz de Zúñiga: anales de Sevilla lib. 17. afio 1481. Tom. V. N. .2. I

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"tenciar para quemar en fuego. É sacaron á quemar la prime­" ra vez á Tablada seis hombres é mugeres que quemaron. É pre­" dicó Fray Alonso Hojeda de San Pablo; zeloso de la fe de J esu­,, Crfsto , el que mas procuró en Sevilla esta Inquisicion. É él ,, no vió mas de esta quema , que luego desde alli á pocos dias ,, murió de pestilencia que estonce en la ciudad comenzaba de ,, andar. Y dende á pocos días quemaron tres de los principales ,, de la ciudad , é de ·los mas ricos , los quales eran Diego de ,, Súsan , que decian que valia lo suyo diez cuentos , é era gran ,, rabí , é segun pareció murió como cristiano ; é el otro era ,, Manuel Sauli , é el otro Bartolomé Torralva. É prendieron á " P dro F erhandez Benedeba, que era mayordomo de la iglesia " de los señores d an é cabildo , qu era de los mas principales ,, de llos , ' t nia en su casa arma para armar cient homes, ,, é Juan F rnand z Abalasia, que babia sido muchos tiempos ,, alcald d 1 justicia, é era gran letrado ; é á otros muchos , é ,, muy principales , é muy ricos, á los quales tambien quemaron é ,, nunc 1 s vali ron los favores ni las riquezas. É con esto to­" dos los confi sos fueron muy espantados , é habían gran mie .. ,, do , é huían de la ciudad é del arzobispado ; é pusieronles en ,, S villa pena que no fuyesen so pena de muerte ; é pusieron "guardas á las puertas de la ciud d. É pr ndieron tantos que ,, no h bi dond los tovic n , é mu hos huy ron á las tierras de ulo ñor , á p rtugal, é á ti rr de moro e 4 )."

E ta narrad n d 1 cura de los pala ios influye á que for­n pto poco favorable de los prim ros inquisido­si gu taban de pa ar plazas de ' ' rdaderos cristia­

no lo qu h bian llegado á t ner por muchos años los em-pl os d honor y poder , no es r ible que se negasen á abju­r r la her gí ; y como ha ta ntonce no babia r lapsos , nin­guno d los qu se allanas n á reconciliacion d bia ufrir pe­na capital. ¿ Quál ería pu s , el conc pto en que s·e les conde­naba? No qu dan arbitrios para di urrir otro qu el d im4

penitentes ó p nit ntes fictos. ¿ en qué se fundari ? En que

(4) Bernaldez: hist. de Jos reyes cat6licos cap. 44.

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no confesaban los hechos de que se les acusaba. Y ·¿cómo los habían de confesar si fu sen inciertos ? Los inquisidores creían ser ciertos. Y ¿ por qué reglas? Este era el vicio radical de aquella institucion. Daban crédito á testigos tal vez conjura­dos para perder un hombre ó una familia , y no podian co­nocer esta iniquidad porqu los acusados, ignorando sus nom­bres, carecían de medios proporcionados al descubrimiento de la verdad.

Á este vicio intrinséco d l tribunal se agregaron los que llebaba consigo un zelo excesivo de los inqui idor s , que no podian prescindir de las preocupaciones g nerales d frayles do­minicos contra hereges ; ni del odio con que por lo comun mi­raban á los judíos , el qual era suficiente para dar con facilidad asenso á qualquiera cosa mala que oyesen de los cristianos nue­vos, hebreos, ó derivados de ellos. Baste saber que las gentes lle· garon á creer de buena fe que algunos judíos tenian rabo so­bre el orificio como las b stias , y que los descendientes de los conjurados contra Jesus se distinguían de todos los otros en la fetidez del olor que exhalaban , como se puede ver en varias obras impresas e s ).

Por estas dos causas, y tal vez otras ·mas personales que ig­noramos , procedieron en S!Villa los dos inquisidores con tanto rigor en los principio , que se hicieron á Roma inumerables recursos, movido de los quales el papa dirigió á los rey s ca­tólicos un breve con fecha de 2 9 de Enero de 148 2 , en · que les decia ser muchas las quejas dadas contra Fray Migu l Mo­rillo y Fray Juan de San Martin, porque sin contar con el or­dinario diocesano , ni aun con el asesor , habían procedido por sí solos , apartándose de todas las disposiciones del derecho , á encarcelar injustamente, dar á los presos un s tormentos crue­les, declararlos sin verdad por bereges formales, y entregarlos á la justicia seglar para que los castigase con el ultimo supli­cio , como ya se babia v rifica o , ademas de ~onfiscar sus bie­nes ; de resultas de· lo qual otros muchos llenos de temor jus-

(s) Gabifan: discurso contra 101 judíos =Torrejoncillo: Céntinela contra judíos. I2

to habían ·huido, y dispersadose á varias partes, publicando en todas ser cristianos católicos verdaderos, y acudiendo á la silla apostóli­ca para que remediase tan grande mal y les concediera su pro­teccion pontificia , en el supuesto de que ellos estaban prontos á probar su inocencia. En cuya vista dice su santidad que se hubiera resuelto á privar del empleo de inquisidores á los dos r ligiosos citados , sino se contuviese por atencion á los reyes católicos; pero que lo baria si volvian á dar motivo. de nuevas quejas , y entre tanto revocó á sus altezas la facultad que les tenia dada para nombrar inquisidores , causandolo en decir que lo habia concedido sin bastante conocimiento de que ya babia inquisidores en los dominios del rey , y de que el general de los dominicos y los provinciales españoles de este instituto tenian privilegio para hacer tales elecciones , contra cuyos derechos es­taba expedida la bula anterior por falta de claridad en la nar .. racion de las preces e 6 ).

No me detendré á descifrar el enigma de las intrígas cu· riales y fraylescas, en cuya virtud se quitaba entonces á nues­tros reyes la facultad de elegir inquisidores: la série histórica de los sucesos mismos lo descubrirá bastante ; pero es muy dig· no de llamar nuestra atencion el relato del papa para conocer los infelices auspicios con que comel).Zaba un tribunal , de cuyos procedimiento pendian la vida , honra , y hacienda de innume­rabl s familias , quando un año solo dió tanto que censurar.

·Tr dias d pues, en 11 de Febrero del mismo año 82 expidió 1 papa otro br ve citando el anterior, y añadiendo que Fray Alon o de San Cebrian, ma stro general del- instituto do. rninicano , y orador de nuestros reyes le babia manifestado ne· ce idad de mas inquisidores , por lo qual su santidad nombra por tales al mi n:o Fray Alonso y los frayles dominicos Pe· dro de Ocaña, Pedro Murillo, Juan de Santo Domingo; Juan

(6) Lumbreras: cdmpilacion de bre- mo del pontificado, que comenzó en 9 ves de la Inquisicion tic. 1. núm. 2. = de Agos ode81, y corría en 29 d~Ene­E rr6 la fecha el copiante, puso r 48' , y ro d 82. i podía haber habido tiem­la verdadera data fue del afio undéd- po paralouucesos si ladatafuera en8r·

( 65)

del Espíritu Santo, Rodrigo de Segarra, Tomas de Torquema .. da , y Bernardo de Santa María , mat?.dandoles observar el tenor de un breve pontificio n qu babia encargado procediesen los in"' quisidores juntamente con los ordinarios diocesanos e 7 ).

Este breve manifiesta ya la intríga porque se babia revo­cado á nuestros reyes la facultad trece dias antes. El general y los curiales hici ron su negocio. Uno de los nombrados por el papa fue, como hemos visto, Fray Tomas de Torquemada, prior del convento d anta Cruz de dominicos de Segovia, antes confesor del cardenal Mendoza y ya d 1 rey. Ascendió á inquisidor mayor y general dos años despues. Prosigamos aho· ra la narracion de los hechos por órden cronológico que luego podremos hacer alguna reflex1on sobre ellos.

En 1 7 de Abril de dicho año 1482 expidió su santidad por movimiento propio un breve dirigido á los inquisidores de Aragon , Cataluña , Valencia y Mallorca , cuyo contexto -literal _ ignoramos por falta de su copia ; pero parece prescribía cierto -modo particular de seguir las causas de fe , contrario á las re­glas del derecho comun , aun en aquellos puntos en que se ha­bía procedido conforme á el ; pues consta que apenas comenza­ron los inquisidores á ponerlo en execucion resultaron tantos inconvenientes y reclamaciones , que noticioso el rey lo expu-so al papa , quien en su vista libró dos breves en 1 o de Oc­tubre del mismo año , el uno dirigido al rey Fernando , y el otro á los inquisidores de la corona de Aragon , y en ambos di­xo que para expedir el breve de 17 de Abril habia procedido con el dictamen de algunos cardenales que ahora estaban ausen­tes de Roma por temor de la peste ; que siente mucho las ma­las conseqüencias que ha producido; que quando los cardenales regresen examinará de' nuevo el asunto , y entre tanto quiere que ae suspenda su execucion , y procedan los inquisidores juntamen-

(7) Lumbreras: compilacion de bre- repeticion de casos me hace sospechar ves ti . 1. núm. 1. El copiante supone que ignoraba que los años del pomifi­la fecha del año de r 481 con la misma cad\l no se contaban desde primero de equivocacion que en otros breves. La Enero, sino desde el dia de la eleccion.

( 66)

_ te con los ordinarios diocesanos , observando con la mayor exac· titud los decretos de los sumos pontifices y las disposiciones del derecho comun , tanto en la substanciacion de las causas como en la sentencias e 8 ).

Algunos inquisidores de los nombrados por el papa exercie­ron su oficio en las Andalucías. Publicaban en cada pueblo un edicto, titulado de Gracia, señalando cierto término dentro del qual pudiesen delatarse voluntariament.e qualesquiera hereges an· te. el inqu~sidor, baxo la seguridad de que se les absolvería y reconciliaría con penitencia correspondiente, s~ confiscacion de bienes ni carc 1 perpetua , en inteligencia de que los que no aprove hasen el término serian procesados conforme á las bulas y con titu ione d 1 santo oficio. De sus resultas ocurrieron al1 gunas dudas ' sobre 1 s quales e y los inconv nientes de tanto re urso á Rom como se ha í contra las determinaciones de los inqui idor s de Sevilla) e cribió al papa nuestra reyna Isabel, á la qual su antid d r spondió en 23 de Febrero de 83, lo qu dexamos copiado en el artí ulo anterior e 9 ).

1 En 2 5 de Mayo de dicho año 8 3 escribió Sixto Quarto á los reyes que babia comunicado sus cartas á Rodrigo, obispo de Porto ( 10) , á los cardenales Juan , d 1 titulo de Santa Pra­xedes ( 1 •) , Aux1as , del título de Santa Sabina ( 1 2 ) , y Rafael,

(8) Lumbreras: compilacion de bre­ves de la Inquisicion tit. 6. núm. 3. y tit. 7. núm. ~.

(9) Pondré en mi apendice copia de e te br ve, porque contiene especies de otros a untos relativos á nuestra his­toria nacional , particularmente á la eleccion de Don Pedro Gonzalez de Mendoza para arzobispo de Toledo, y la del cardenal de San Jorge Don Ra­fael Galeazo y Riario, sobrino del pa­pa para obispo de O.sma , en cuyos dos asuntos han escrito con error Jos his­toriadores, y aun el mod rno Don Juan

de Loperraet , nuestro academico, en su historia del obispado de Osma por ha· her ignorado las noticias de este breve

( 1 o) Era Rodrigo de Borja español, que llegó á ser papa, nombrado Alexan­dro Sexto.

( 1 r) Don Juan de Mella , espafiol, obispo de Zamora, hermapo de Fray Alonso Mella , condenado á muerte ea Valladolid por la heregia de los Beguar­dos de Durango.

(12) Don Auxias Despuig, natural de Mallorca y arzobispo de Monreal en Sicilia.

( 67)

del tÍtulo de San Jorge ( 13), los quales por tratarse de asunto muy grave convocaron á junta para oir su dictamen á Juan, obispo de Gerona, orador de los reyes (• 4), y Gonzalo de Vi­lladiego, cap llan de su santidad (IS), quien enterado de todo dixo que para testimonio de lo muy gratas que le eran la sinceridad , piedad y i lo de los reyes Fernando é Isabel , ac­cedia gustoso á sus preces , y nombraba por único juez de ape­lacion de las causas de fe al arzobispo de Sevilla Iñigo (16), para que conociese no solo de las que se interpusieran en lo subcesivo , sino aun de las que se hallasen entonces pendientes en la curia romana.

Su santidad añadia tambien en dicho breve que habia to­mado algunas otras disposiciones, con las quales esperaba que podria estar bien gobernado el negocio de la Inqúisicion, en cuyo supuesto exortaba á nuestros reyes Fernando é Isabel, á proseguir con zelo esta empresa, recordándoles que Jehú con­solidó su reyno por la destruccion de la idolatría , y sucedería lo mismo á sus magestades, pues ya les iba Dios dando mu­chas victorias contra los sarracenos en premio de su zelo por la pureza de su fe. \

Decia igualmente su antidad estar noticioso de lo mal que se conducia Fray Cristobal Galvez, inquisidor del reyno de Va­lencia , pues su imprudencia , y aun impieda , ra tanta que merecian un suplicio grave , no obstante lo qual se conteq.taba su beatitud con privarle de oficio , encargando á sus celsitudes subrogar en su lugar otro, en inteligencia, de que desde en­tonces daba por confirmado al que sus celsitudes nombrasen ('7).

Gerónimo Zurita dice que el rey Fernando tenia carta es­crita con fecha de 2 o del mismo mes de Mayo al papa , en

(13) Don Rafael Galeazo y Riario, obispo de Osma , sobrino del papa.

{14) El cardenal Don Juan de Mo­les Margarit, obispo de Ger6na.

(1 s) Gonzalo de Villadiego, era na­tural de Burgos, y llegó á ser obispo de Oviedo.

(r 6) Ifiigo Manrique , arzobispo de Sevilla, ex obispo de Jaen por traslacion del cardenal Mendoza á To­ledo.

(17) Lumbreras: compiláclondebre· ves tit. 6 núm. 2.

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\

( 68)

que le comunicaba los excesos y crímenes de Fray Cristobal Gal· vez , por mano del comendador Gonzalo de Beteta su embaxador en Roma (l8). ¡Qué bueno sería el tal inquisidor quando los que seguian la senda del rigor lo llamaban impío!

En el dia z 5 de Mayo de 8 3 libró Sixto el breve de nom· bramiento de juez de apelaciones de las causas de fe á favor de Don Iñigo Manrique , arzobispo de Sevilla , diciendole entre otras cosas , que conocia ser la comision muy gravosa ; pero que tambien recibida de Dios mayor premio. Le decia que á los reyes manifestaba la necesidad de remover del oficio de in­qui idor á Fray Cristobal Galvez, por lo qual encargaba con mucho ahinco al arzobispo instar eficazmente á sus magestades para que se adhirie en á la voluntad pontificia ('9).

Con la ·propia fecha dirigió t rcer bre,re al c~denal de Santa Cruz , arzobi po de Toledo , Don Pedro Gonzalez de Mendo­za, di i mi.ple qu para qu el oficio d la Inquisicion pudiera e ercers con int grida y in ospecha en la provincia eclesiás­tica toledana , y n la ciudad s y obispados d la provincia ecle­siástica d Zaragoza ( 20), en caso de que algun obispo de las dos provincias descendiese de judíos d seaba su santidad que les amonestara ·di ho cardenal por m dios suaves que se abs­tuviesen de int rvenir por sí mismos en las causas de fe, y de· xasen este cargo á sus ofi iales principales , provisor s y vica­rios . g neral s dioc sanos i no des endian e to tambi n de judíos ni eran consanguíneos ó afines d hereges judaizantes ni o p chosos por otros motivos. Que si los tal s obispos no accedian á la x0rtacion verbal dentro de 11n cierto término , les

(18) Zurita: anales de Aragon tom. 4. lib. 20. cap. 49.

(19) Lumbreras:compilaciondebre. ves t. 2. núm. 1.

(20~ Parecerá extrafío que el papa diese conúsion al cardenal ar?obispo de Toledo para asuntos de la provincia eclesiástica de Ar:i gon; ro esará Ja admiracion en sabiendo que no babia.

ni se esperaba que hubiera en mucho tiempo arzobispo propio de Zaragoza, porque Jo era con título de administra­dor perpetuo Don Alonso de Aragon, de edad de catorce afios, rujo natural del rey católico. Véue Fray Lamberto de Zaragoza en el teatro cclesiástjco de Aragon tom. 3.

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exortara de oficio por escrito con insercion del breve. y no bastando nombrase uno que asistiese baxo el conc pto de juez ordinario á las causas de n con los · inquisidores· , con la mis­ma jurisdiccion que si fuese verdadero oficial diocesano elegido por el tal obispo , sin permitir que desde entonces se mezcla­ra en las causas el obi po , ni su provisor , ni otró alguno en su nombre (2•).

El mismo clia 2 5 de Mayo de 148 3 e pidió quarto bre· ve dirigido á Don Al n o de F ns ca , arzobi po de Santiago, en que le dice otro tanto por lo re p ccivo á todos los obis­pados de la provinci c mpostelana, incluyendo aun los exen­tos de su potestad metropolitana (n). No sabemos si libró su santidad breves iguales para los arzobispos de Tarragona y Se­villa, ni qué sucesos particulares dieron motivo á su expedi­don; pero ella supone algunos , y ciertamente habia varios obis­pos que descenclian de judíos convertidos , así como caballeros de todos los ordenes de la nobleza , sin excluir el primero , por­que hasta entonces no se había creído como cosa de menos va­ler el tomar por mugeres ó concubinas públicas las hijas ó nietas de judíos convertidos voluntariamente, respecto de que entre los no convertidos babia nobles y caballeros á ley y fue­ro de España , por gracia de nuestros rey s en remuneracion de grandes servicios , y aun los judíos mismos conocian entre si nobles y plebeyos , conforme á sus leyes mosaicas y costum­bres posteriores : y no perdian ni debian perder por su conver· sion al cristianismo la disúncion y nobleza que antes tuviesen. Sin embargo, no es extraño que se qesease. apartar de los obis­pos de orígen hebreo la calidad de juez de las causas movi­das contra los que tenian igual derivacion , aunque babia exem­plares de algunos muy zelosos.

Posteriormente en z de Agosto de dicho año 8 3 expidió Sixto Quarto una bula de propio movimiento para perpetua me­moria , diciendo que varios habitantes de la ciudad y diócesis

(21) Lumbreras:cotnpilacionde bre­\'es tit. S'. núm. r.

Tmn. V. N. 2.

(u) Lumbreras: all~, núm. 2.

K

(70)

de Sevilla habian expuesto recelar que en las causas abocadas y que se abocasen por el juez de apelaciones Don Iñigo Man:­rique, arzobispo de Sevilla , se les . trataría con un rigor mayor . que por derecho correspondia; carecer de acceso seguro á la ciu­dad de Sevilla para proseguir sus apelaciones , porque al instan­te se les pondria en ~arce! , y tener unos obtenidas de la pe­nitenciaría apostólica sus absoluciones del. pecado de la heregía, y comisiones otros P.ara que se les absolviese. Pero que todas estas gracias pontificias eran desestimadas en Sevilla , donde ape­sar de su noticia se habian proseguido y proseguían sus proce­sos, hasta el extremo de haber quemado las estatuas de los ab­sueltos , infamando sus nombres ; por lo que recelaban que se haría lo mismo con sus personas si se presentasen en Sevilla. At nto lo qual su santidad mandó que no obstante el breve librado en favor del arzobispo de S villa, prosiguieran los au­ditores d 1 sacro palacio apostólico conociendo de las causas que ant s cono ian , é hi i sen val r las absoluciones dad s en la peni­tenciaría y x cutar fas comisiones para absolver, ortando los pro­cesos en el stado que tuviesen. Y manda tambien al arzobispo de Sevilla y demas obispos de España , y á los que esten en la corte de Roma , baxo la pena de suspension del ingreso en la igle­sia, y en virtud de juramento de fidelidad y ob diencia, pres­tado al romano pontifice , que admitan á reconciliadon secreta con p nit ncia tainbi n seer ta á quantos la pi an, aunque es­tén ya procesado y pr os , ean ó no convictos y confesos; y aunqu h yan ido públi amente difamados de her gía ó apos­ta í ; y aun uando sus cau as sten sentenciadas definitivamen­te , y 1 s nt n · ia de qu "marlos en estatua se haya executado por la justicia ular. Y que absuelvan igualmente en dicha forma r rvada á los que les presenten comisiones de la peni­ten i ría apostólica ara ello , y tengan por absueltos y recon­ciliados á los que acredit n e tarlo por di ha penitenciaría ; pro­tegi ndo á · to os estos contra qualqui ra autoridad que intenta­se mol starlos , y def4 ndi ndolos de toda .o~ nsa é injuria con tal que prosigan viviendo como atólico ver a eros ; con cu­ya i a recuerda su santidad á los reyes Fernando é Isabel quan-

(71)

to' mas agradable á Di'os es la piedad que el rigor , segun el exemplo de la oveja perdida ' por lo que les exor a á favore­cer á quantos se hayan convertido y se convirtieren voluntaria-' mente , dexándoles vivir en evilla y d mas pueblos de sus do­minios , gozando pacifi amente• sus bienes como si nunca hubie­sen cometido el crím n de la heregía ( 2 3). .

Si ta bul s hubiera exccutado por mucho tiempo no ha­bria tantos motivos d censurar al tribunal d la Inquisidon; p ro las intrígas pr val cieron n Roma como ha sido costum­bre , y el mismo papa escribió solos once días de pues en 1 3 del propio mes de Agosto al rey F mando , dandole noticia de su expedicion , y añadiendo que posteriormente habia refle­x.lonado no estar expedida la bula con bastante maduro examen, por lo que babia mandado retenerla y examinar de nuevo el asunto , lo que le comunica para que no ignore nada de lo que pasa en cosas de la Inquisicion ( 2 4). Sin duda prevaleció el partido de los rigoristas en el nuevo examen : los efectos lo han demostrado así.

Se consolidó , pues , el establecimiento , y para que tuviera un xefe á cuyo cargo estuviera u direccion nombró Sixto Quar­to por inquisi or mayor y g neral de la corona de Castilla y Leon al citado Fray Tomas de Torquemada, prior del conven­to de dominicos de Santa Cruz de Segovia , ya conf; sor del rey , eón facultades de elegir inquisidores particulares subalternos suyos, r("!vocarlos y poner otros en su lugar. No sabemos la fecha porque nadie dice haber visto la bula. Solo tenemos la de 17 de Octubre del mismo año 8 3 , en que se le hizo igual nombramiento por lo respectivo á la corona de Aragon (i5).

Sin embargo de que los otros inquisidores elegidos por el papa e erderon su oficio en diferentes obispados pasando de uno á otro segun las circunstancias , estableció T orquemada quatro tribunales perman nt s d sde luego. Primero el de eruilla , don-

(2 3) Can tolla: continuacion deLum­br"eras en tacompilacionde brev slib. 3. fol. 18iz.

(24) Lumbreras: compilacion de bre­ves ti t. 6. núm. 3.

( ~ s) Bu la rio dominicano t. 3. p. 622. K2 ·

{26) Prólogo de las primeras instruc­ciones del santo Oficio, h ch en i­Jla n la compilacion de instruccion s

sin tríbu­los reyes

impre s en ~adrid año 1667. (17) Prólogo de las io uucciones de

S villa del afio 84.

(n)

licenciado en leyes , y Tiistan de M dina , b chiller en ellas, como personas instruida de su eonfi nza , y con acu rdo de to­dos , promulgó á 2 7 d ovi mbr de di h año 8 4 la primeras in tru ciones d l anta O.fido , qu se fueron aum ntando suc .. sivamente con el tiempo s gun l s circunstancias ( 28).

AR T f CULO IV.

Opinion nacional de la corona de Castilla acerca de la Inquisicion al timpo de m establecimiento.

Habiéndonos p,ropuesto averiguar la verdadera opinion de ·los españoles en general acerca de la Inquisicion , n cesitamos manifestar antes los hechos , y. recordar lo escrito por coetá­neos ó inv stigadores exactos de lo sucedido , pues su narracion debe ser el fundam nto de nuestros discursos.

Andres de Berpaldez , cura de los Palacios , que parece ha­ber h cho vani ad de ser apasionado á la Inquisid n , y de mirar con ojeriza las familias h br as , dixo : ,, A í qu , tor­,, nando al propósito d la Inqui i ion com nza a n dich año ,, d 1 , orno vieron que ncendia la pe til nci é huian ,, los cri tiano v1 jos et villa , d man aron licencia al asi -2 , tente los con.6 sos para s ir fuera de villa p r guarecer de . ,, la pestilencia ; el qual se Ja dió con condicion que lleva en , e' dulas para los guardas de las puertas ; é que no llevasen ,, las haciendas , alvo cosas livianas de que se sirviesen. E de ,, esta manera alieron mu has gentes de la ciudad ; d llos e es­' p cialmente á la ti rra del marqu s de Cádiz , que era su ene­,, mig d de las guerra del duque, vini ron ma de ocho mil ,, alma ) é á air na , é Marchena , é los Palacio : ' los , man ó acoger ' fa r much honra en la ti rra el duque de ,, ·na : é otr ñor s í por em jante.

,, E stos fu ron muchos á parar á ti rr de moros allen ..

(28) Compilaciondeinstrucciones del santo0.6cio)iulpresas e11 Madrid año r667•

. -

r aqu 1 quem.

(75)

,, clero en Tablada con aquellos quatro profetas de ye o en que ~'los quemaban : é f: ta que no h ya heregía , los quemarán. ,, Muy hazañosa cosa fué l reconciliar esta gent por donde se ,, supo por sus con.6 ion que todos eran judíos. E súp se en ,, Sevilla de los judíos de Córdoba , Toledo , Burgos , Val n~ ,, da , é Segovia , ' to a E pañ , orno todo eran judíos.

,, Estaban so aqu 11 e pcranza que l pueblo d Israel es­" tuvo en Egipto; que aun ue h bian de lo egipcianos mu hos ,, majamiento , e p raban que Dio lo habia de sacar de entre ,, ellos como despu s 1 a ó con mano fu rte y brazo xten· ,. dido. E ansí llo t nian que l cri tianos eran lo e ip ia­" nos :, peores : é creían que Dios milagr amente lo sostenía ,, é los defendia : é tenian que por mano de Dios habian de ser ,, acaudillados , visitados , é sacados de entre lbs cristianos , é ,, llevados en la santa tierra de promi ion.

,, Só estas locas esperanzas estaban é vivían entre los cris­" tianos como por ellos fué manffi stado é confc ado ; de mane­" ra que to o el linage quedó infamado é tocado de esta en­" f; rmedad. Hobo reconciliacion en evill qu sallan en la pro. ,, cesion d tas disciplinas de los viernes m de quinientas per­" sona , hombr s é mugeres , con la e r de cub1 rta p r las , call s.

,, Esta santa Inquisi ion hobo su comienzo en Sevilla , é ,, des pu s fué en Córdoba , donde babi otr gran sin gog de ,, malos cristiano como en Sevilla ; é d spu s fu ron pu stos in­" qui idores por toda Castilla é Aragon ; é son in.finitos quema­" dos • é condenados • é reconciliados encarcelados en todos los ar­" zobispados é obispados d Ca tilla é Aragon. E muchos de , lo reconciliados tornaron á judaizar qu son quemado por ,, el mesmo ca o en Sevilla , é en la otra parre de Castilla. ,, Ahora no quiero escribir mas d sto , que no e posible escri­" bir la maldad de ta h rétic ravedad. olo digo, que ,, p\! s 1 fu go e tá en ndid , que qu mará fa ta que halle ,, e bo al s co d 1 . l ña que s ría n cesari arJer hasta que ,, s an desgastados ' mu rtos to os lo que judaiz roo, que no ,, qu de ninguno: é aun sus fijos , los que eran de v inte años

(76)

fueran todos de la misma lepra , aunque tuvie ..

(1) B rnaldcz: H ist. de los reyes c.at. cap. 4+

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,, E · si algunos habia culpados en aquel crimen, é no venian ,, á se reconciliar dentro del término que les era puesto , habida ,, informacion de testigos del yerro que habian cometido , luego ,, eran presos, é se facian procesos contra ellos, por virtud de lo,S ,, quales eran condenados por hereges é apóstatas , é remitidos ,, á la justicia seglar. Destos fueron quemados en diversas veces ,, y en algunas cibdades y villas fasta dos mil homes é mugeres: ,, é otros fueron cond nado á caree! perpetua. E á otros dado ,, por penitencia que todos los dias de su vida anduviesen seña­" lados con cruces grandes coloradas puestas sobre sus ropas en ,, los pechos y en las espaldas. E los inhabilitaron ansí á ellos ,, como á sus fijos de todo oficio público que fuese de confian­'' za. E constituyeron que ellos ni ellas nQ pudiesen vestir n.i ,, traer seda , ni oro ni plata, ni camelote, sopena de muerte. ,

,, Ansímismo se facía inquisicion si los que eran muertos den­,, tro de cierto tiempo habian judaizado. E porque se falló al­,, gunos en su yida haber incurrido en este pecado de heregía é ,, apostasía , . fu;on fechos procesos contra ellos p"or via jurídica; ,, é fueron condenados é sacados sus huesos de las sepulturas é ,, quemados públicamente : é inhabilitaban sus fijos para que no ,, hobiesen oficios ni beneficios. Destos fué fallado gran nttmero, ,, cuyos bienes y heredamientos fueron tomados é aplicados al fis .. ,, co del rey é de la reyna.

,, Vista esta manera de proceder muchos de los de aquel li­" nage , temiendo aquellas execuciones , d sampararon sus casas ,, é bienes ; é se fueron al reyno de Portugal , é á tierra de Ita­" lia , é á Francia , é á otros reynos , contra los quales se pro· ,, cedia en absencia por los inquisidores , é les eran tomados sus ,, bienes ; de los quales , é de las penas pecuniarias que pagaban ,, los reconciliados por quanto eran de aquellos que habian ido ,, contra la fe , mandaron el rey é la reyna que no se destribu­,, yesen en otra cosa , salvo en la guerra contra los moros , é ,, en otras cosas que fues n para ensalzamiento de la fe atolica.

,, Algunos parientes de los presos é condenados reclamaron di­,, ciendo que aquella inquisicion y exeettcion era rigorosa allende de ,, lo q11e debia . ser ; é que en la manera que se tenia de facer los

Tom. V. N. .2. L

(78)

,,procesos, y en la e.xecucion de las sentencias, y los ministros 1 ,, exectttores mostraban tener odio á aquellas gentes e 2 ).

He aquí lo que dixo Fernando del Pulgar en la crónica,. cuya última cláusula indicaba la opinion suya , cubriéndola co­mo hi toriador con el velo de afirmar que así lo d dan los pa­rientes de los proc sados ; pero hablando confidencialmente con el cardenal Mendoza su amigo , le dixo que no tenia por jus­tos lo ca tigos que hacia la Inquisicion , con especialidad los de la p na de muerte contra los hereges : y otros varios opinaban lo mismo , por lo qual Juan de Mariana en la historia general de España contando el principio de la Inquisicion ~ dixo:

,, i los delitos eran de mayor contÍa , despues de estar lar­,, go ti mpo pr o , y despue de atormentados ,. los quemaban. ,, i ligero , penaban á los culpados con afrenta p rpetua de toda , u amilia. A no pocos confi caron sus bienes y los condena­" ron á r 1 p rp tua.

, 1 m chaban un sambenito , que es .una manera de ,, e capulario de color amarillo con una cruz rdXa á manera de , aspa para que entr los demas anduvi sen sefi.alados , y fuese ,, aviso que e pantas y escarmentase por grandeza d l castigo y ,, de la afrenta : traza qu la exp rienda ha mostrado ser muy , saludable, maguer que al principio pareció mtty pesada á los ,, naturales.

,, o que sobre todo trañaban , eran que los hijos pagasen ,, por lo ' bito de lo padr : que no se supi se ni manifes-

1 qu a u ha , ni 1 confronta en con 1 reo , ni hubie­publi cion d t stigo : tod contrario á lo que de antiguo a tumbr b en lo otro tribunal .

ma t 1 par cia c • a nueva qu semejantes pecados a ti a n on p na d mu rte. Y lo ma grave, que por aque­

u lfa p quisa cret s les quitaban la lib rtad de oir y hablar en­,, tre í, por t n r n las i · dad , pu blo y al eas personas á pro­u pósito para dar aviso d lo que pa aba: cosa que algunos tenian ,, en figura e una servidumbre gra ísima y á par de mu rte.

(2) Pulgar: Crd•ico de /4$ r~et Clltd/icor, part. 2. cap. ?7•

(79)

,, Desta manera entonces hobo pareceres diferentes. Alguno ;, sentian que á los tales delincuentes no se debia dar pena de. ,, muerte , pero fuera de esto confesaban era justo fuesen casti ,, gados con qualquier otro género de pena. Entre otros fué des~ ,, te parecer Fernando del Pulgar , persona de agudo y elegan .. ,, te ingenio , cuya historia anda impresa de las cosas y vida ,, del rey Don Fernando ( 3 ). "

Así habló Mariana con presencia de la carta que escribió. Pulgar al cardenal , y aunque ésta no ha llegado á nuestros dias, tenemos ot~a suya impresa que basta para el objeto. Deda en tre otras cosas de este modo.

,, Encubierto amigo : Vi la carta que enviasteis á mi señor ,, el cardenal por la qual injuriais á mí , y avisais á él de los ,, yerros que os parecieron en una mi letra que envié á su se­,, ñoría sobre la materia de los hereges de Seruilla: y quanto to­,, ca á mis injurias , si decís verdad , yo me enmendaré : si no ,, la decís , enmendaos yos ....... · .

"Reprehendeisme de las cosas contenidas en la letra qqe en­,, vié á mi señor el cardenal ; y si ella ó yo fueramos dignos. ,, de reprehension ¿quién mas ni mejor lo pudiera y aun debie­,, ra hacer recusar que el mismo cardenal á quien mi carta se ,, dirigia , por ser uno de los quiciales sobre que se rueda la igle­,, sia de Dios ?

,, Pero sin duda ni en presencia ni por letra la reprehendió ,, él , ni otros letrados que la vieron , porque son palabras de ,, San Agustin epístola r 49 sobre el párrafo de los hereges dona­,, tistas. Si aquellas palabras hallais ser reprehensiL~es, habedlo allá "con San Agustin que las dixo , y dexad á mí que las alego ...

,, Asímismo decís que mi carta dice que yerran los inquisi­" dores de Sevilla en lo que hacen ; y que se siguiria que la .ureyna nuestra señora habria· errado en gelo cometer. Yo por ,, cierto no escribí carta que tal cosa dixese ; y segun parece co­" nozco tanto della que no dirá lo que no le mandé : porque ,, ni yo digo que ellos yerran en su oficio, ni la reyna en su co-

(3) Mariana: Hin. de Erp. lib. 14. cap. 17. L2

( 80)

(4 Carta 2 r de 1 de Fern ndo deJ Polgu, impre con el tra do de loa Claros ron de CastUl . ·

e s1)

,, no se debia pedir á los emper dor s la extincion d 1 here­,, gía por medio del castigo d los u qum r n p rm n e r n "ella , sino solo una 1 y qu contuvi se á los donati t s n la ,, viol ncias furiosas qu h n á lo que sigu n la verdad ca­,, tólica : lo qual p n bamo qu podria cons guir n ci rto ,, modo con solo t nd r á lo d n tistas 1 1 y d 1 piado í i-n mo mperador T o io, qu ca tig b con multa d di z li-,, bras d oro obi po ó pr bí ro u incurri n h r gía. ,, aun sto no qu riamos qu s m ndas to 1 do-,, natistas sino olo contr a u 11 qu h ' iol ncias á ,, lo católico . P n bamos qu donati ta , y "absteni 'ndo e d hac r iol nci , po ia en eñ r y cons r­" varse librem nte 1 verdad católica , sin com l r á nadi á ,, prob sarla , siguiéndola solamente los que qui i r n voluntaria­" mente , sin mi do d violencias , pues así se eruitaba la exts· "tencia de católicos fingidos )' aparentes.

,, Fueron de opinion contrari otros hermanos mas provee­" tos , fundados en el e emplo de muchas ciudad s y pu blos n ,, que con el f: vor d ios stá consolid d . 1 v rd d atólic , ud spues de haber com nz d por compulsi n n irtu le-" y d lo mp r dor nt r r in m r pr -,, al ció n 1 concilio l p dir al or n prO"' " id n ia indicada.

,, u stros 1 gado fueron á la corte : mas Dio ( u pr -,, v ria ser nece ario el rigor d 1 ca tigo par los hombre cu­" Yª dureza no se pudiese ablandar con ley s s¡;,av ) dispu­" o que no con igui ran 1 objeto de u mision , orque ya ., e nos h bian ad lantado algunos obi p con graví ima qu -,, ja dé lo mu ho mal p idos ; ntr lo ual ra uno n 1 pul ion de u propias silla ; y por u b tó obr todo "d horr ndo ' incr i le homicidio com tido c ntra ,,Qb· tóli o la igl i i n ; pu nda 1 1 y no d impun 1 h regí ,, se r putó ruel ma or 1 p rd nar ntonc .

n impuso á lo donati t 1 último r aun con los in ignos l mansedttmbre cris•

e s3)

vilegiados de la rota , d cruza a , de univ rsid d , <I con.. . trabando~ , de gu rra , d m rina , d corr , d monte d pósitos , y de otros arios ramo n qu con inhibid n ó li-mitacion de la juri di i ordinari s creaban ju c s d 1 gados especial s. Lo hubi ran n id r d tal v z como impolfri , ó efi cto d una políti imp r guinario y ru l , qu do 1~ ri r r ng r truo de inhumanidad.

Compar m l valor d es calificacion h ha fu ra d la España por lo qu n t mi n , citar l ól ra d lo inqui­sidor s , con lo qu haci n lo pañ l s juici o com rnan .. do del Pulgar , n oca ion y ti mpo- qu ba taba 1 conJur -cion de tre hombr s par producirle su últim de graci con la de toda su par nt la ; y r sultará qu l e p ci m s 1 v pronuncia a ó escrita por un español en medio d l peligro , aun­que s disfraza e con la m carill d atribuid á otr p r -n , significaba lo mi mo que la proposici nes ma at~ vid y clara d . los e trangeros r id nt fuer e 1

1 te timonio qu ri na de ó d u 1 gar. d la Inqui i · on al principio par ci tura/es ind finida y uni r : in luy á t d y " tos f4 rman 1 u r 1 na j n. M i ma indi i ual expresion quá1 s eran las e gra amen r cono ian , y qual uier d m di n e como no estuvi se muy pr ocup o á f: por fanati mo , ignoran ia , ú orr cau que no po · an m no d ten r razon lo

o o ó inju to l obligar á t~o ' d J tar dr s , hijo , po o , hermano , pari nt y pr pio uy n honra y bi n ; l cultar

rrando 1 pu rta d la ju ti i oda mu ni ion y h

ca ti­á los na-

la única causa de haber padecido un error de entendimiento so· br co as de r ligion ; el afrentar á los hijos, nietos y parien· tes on inhabilitacion para oficios honrosos en unos casos , y p ra m trimonio ventajosos en todos ; el dar tormento por in­dicios 1 v s y n cau as agenas , y con reiteracion en un mis­mo di nt , y 1 negar finalmente la comunicacion del pro­c so original para la defensa.

Todo esto es tan horrible , tan opuesto á la sana razon, tan r probado en las santas escrituras , sagrados cánon , y jus­tas 1 y d 1 d recho comun , que se necesitaba poquí imo ta­l nto p r conoc rlo , y solo d x ban d ver esta verd d los r yl minico , y unos pocos á quien s llos pudi ron preo-

n l lo d prob ion pontifici , y d f: vor á la mo i lo p p , ó l z lo mal nt ndido , fu sen h r bu no 1 malo : or t o lo qual no dudo ni

h bi opinion ontr ria en es-r l comun y e i univ rsal

i no la pro ucian todos n úbli o , 11 b n p r t mor qu un fanáti o los d 1 ta c0:

m o p hosos d h r gí , s gun stuvo próximo de suceder al mi mo rn n o d 1 Pulgar , no obstant la ut la con que babi h bl do , t nto en la crónica como en sus carta al cardenal.

P ro p r mayor d. mo r · n qu 1 n cion t llan r t b ont nt con la Inqui i ion di i amo 1 ·

d h i n el y r orr os o it milln tll

1 'º; pu n 1492 rna

ma d quinien

on rti­moris-

e ss) De los quatro millones r stant s un millon por lo menos

tenia parentesco de consanguinid d ó afinidad on f: milia h -b.teas por la causa indicada, d no h berse r pugnado ha t n­tonces unirse con muger d orig n h breo. Qui n dud r d esta vei:dad lea con críti 1 hi toria g n alógica , los memo­riales de pleytos d mayorazgos antiguo , y 1 s crónica gen -rales y particulare , y confirmará n sta o ini n in nec -sid d de r urrir al m m ri d 1 r n l rzobi d Burgo Don F~ancis o ndoz B badill , n i mp d lip . gun· do con 1 s t ton d P dro G rónimo d Apont ; ni 1 apuntamiento genealógico d mi r M n nt , conoci os on el título de Libro 'Verde de Aragon , ni otros vario que hay de esta naturaleza; pues los mas apenas son otra cosa qu co­lecdon de noticias sparcidas aunque disimuladas en obras ixn­presas mas antiguas que sus compiladores. Qualquiera conoce­rá que este millon de famili s enlazadas en parentescos tenían interes directo en evitar el p ligro de ver quemada la persona ó la estatua de sus parient s , y tal v z los hu o de su pro.. genitor por linea femenina con d honor propio. mando d l Pulgar lo testificó expr sam nte in re rva, porqu 1 inceri-da n esta part no le pr u i Hgro .

Qu d han tr millon f mili lim i pudieran amar 1 Inqui icion; pero d b mo p r nes de personas de la pl b ignorant s , que no pue n n~rar jamas en cuenta para ajustar la de aquel! s que se di e formar opinion nacional ; pues lo pobr s é ignorantes d qualquier . pais son como rebaños conducidos por el pastor adond qui ra é te : por lo qual solo queda un millon de personas , cuyo nú· mero debe subdividirse por clases.

Primera 1 del clero , y para conmigo e evidente que el secular no qu ri 1 Inqui ici .n, pue no 1 pidió en el conci-lio d ill del año 147 uan m h bl b n aquel pu blo o r el unto , y i 1 hu · e n ·id r do ú · , ra la oc ion m s oportun to aunque n g ti menr la d 1 int r

Tom. V. N. .2.

e s6)

pecto qu no podia dexar de serles d sagradabl crear un tri­bunal d l gado pontificio que reduxese á límit s muy estrechos su autori d epi copa! en las materias d ~ qu habian estado suj ta ' 11 s clusivamente en todos los siglos de la iglesia.

T ambi n 1 el ro r guiar en general car cia entone s d afec­to á 1 nquisicion. En la corona de Aragon los dominicos ha­bian a quirido 1 imp rio esclusivo d la Inquisicion por bula d 1 p p Inoc ncio Quarto , confirmada por Urbano Sexto, y ofros p ntífi . po t rior . Los mong s y frayle d todos los otros

ivian p rsuadidos á que babia de suced r lo mismo a miti ra 1 proy cto , y mas siendo ara­

t ni ndo i mpr por con~ or un dominico. ti mpo y p i s 1 p ion mas

d 1 l ro r ular. ¿D y ria de in-1 contrario , y t ngo por

n g n r l ll aban á mal ant p n han u olam nte los

( 87)

tablecimiento del santo Tribunal , si los nobl s hubi ran que­rido.

La clase d ciud anos n Castilla con urri á las córtcs por medio d aqu llos qu 11 aban pod' r sp d 1 s iu­dad s que t nian voto , y ntre lo m os d inv tig r la opinion popular , 1 m y r par sab r las p ticion d 1 pu blo h ha por u r r nt nt . di h

r 1 tivo al a unt pro u i r n 1 ahora d b mo ... dir qu tam 1

. es notabl porqu no i n r b I 4 78 p r pon r "I Inqui icion. s sin ha er u lla. i lo a.e~•ca~;e rosímil que hab rlo pedido? o e creible omi ion v lunta­ria tan grand como los pueblos opinas n á f: vor d 1 st -blecimiento.

Si queremos ap lar al voto de los literatos que no a is­tiesen á las córtes , ya dexamos notada su opinion n la p r .. sona de Fernando d 1 Pulgar , con qui n se conformaban otros por confc ion d 1 historiador Marian .

¿ Quál erá , pu s , l partí o d los afectos ? no conoz .. co otro que l d los fray! d minico . t al i ,/ , n por u fu r num ro o , ino p rqu tuvo d u art al r y en to o nti , y ' 1 r yn n uant l in lin r n l nun­cio pontifi io y el rey mi mo.

Con fc cto las ocurr ncias post riore harán ver con ma­yor claridad la certeza d mi proposicion. i ahor procuro p rsuadirla con el ilencio d 1 el ro congr a o n ill , y d 1 cu rpo nacional r unido en córtcs, y con 1 nJ ura que produc n e p i s su Ita , 11 gar'mos á 'poca n qu 1 na ion misma manIB stó su _modo de p n ar conform al nu stro.

( 88)

AR TÍ CULO V.

Introduccion del tribunal en Aragon, y resistencia de todas las pr<YVincias de aq1'ella corona para admitirlo.

E1 tribunal de la Inquisicion se hallaba establecido en to· dos los r ynos y l'rovincias de la corona de Aragon desde 1 año 1 2 3 2 en que lo introduxo el papa Gregorio Nono por.

m dio d an Raimundo de Peñaf ort , su pellitendario , religio-o dominico , como qu da indicado. Parecia por lo mismo que

n h bi hall r r sist nci 1 r y católi o para cutar qua-1 qu onsi r oporrunas al obgeto de 1 ; p ro in mbargo sucedió todo lo con-

pon r tribunal rm n nt sobre la plan-u pro h ndo lo ar gon s d 1 oca-

r or i n b 1 proy to uniformar los pro-n 1 rona , mani.6 staron la opinion na-

ional on mu h mayor claridad qu los castellanos. La nar· r ion d lo h hos por su órd n nos excusará d muchas re­fi on s, produ i ndo por sí mism s bastant s lu s para de-mo tr r 1 rdad.

Qu tubr d T

d

Sino Qu rto n br d g n ral

(89)

na el mismo Torquemada, Don Alonso Carrillo, arzobispo de Mazzara de Sicilia , cons j ro r al , mo n Alonso d la C .. ballería, vic canciller d ragon, Andr s d art, Martín G<r mez de Pertusa y F lipe Pone , do tores en cánones.

Recono ido T orqu mad por inqui i or g ncral de Aragon nombró n 4 d . M yo 1 pr pi añ 8 4 p r inqui idor 1 arzobi pado d Z r oz á r y Ga p r u l r , frayl d mini-co , y á P dro rbu il , ma tro n t lo í go de la igl i m tropolitan e l ). 1 r y libró pr xlli toria , mandan o á to s 1 autori d · con tltm todos los señor s d v allos r conoc r " lo nombra o por tal s inquisidores, y d rl el au llio y f: vor n ces rio al b­geto, prometiendolo con juramento lu go qu fu sen rcqu ri­dos; pero tal era la disposicion de los animas que no se les pudo hacer jurar hasta I 9 de Septi mbre e 2 ).

Se formó despues en Sevilla la congr gacion que d xamo citada en otros artículos para es.tablecer ord nanza , y habiendo mandado guardar en todas partes las que se publicaron alli e n fecha de 27 de ovi mbre se nombró por ñs al de 1 Inqui­sidon de Z ragoza á Rodrigo anchez. de Zu zo, canónigo Calahorra, abogado ñs al R mon ur, algu il i pez de Cal tayu , notario r C r an, y Ju n de y receptor bi n s Ju n d x a ; n n qü n ia qual comenzaron á xerce~ u ofi io los inquisi ore Zara­goza conform al nu vo método , con tanto rigor que en los mes s de Mayo y Junio de 1 48 5 ya celebraron dos autos pú­blicos de fe castigando á mucho e 3 ) ' y particularm nt cons­ta que el inquisidor Pedro Arbues , y Juan d Goma s , icario gen ral del arzobispado de Zaragoz , r l xaron á la ju tici glar para el ultimo suplicio en 3 o de J uni á Juan d y Cristobal P 1 y por h r g s jud izanre ( 4) ;

(1) Zurita: anale de Aragon tom. 4. lib. 20. cap. 6s.

(2) Zurita en el lugar cita o. - (3) Diego Garc a de ra miera : i­da ~de San Pedro Arbues pánafo 9.

=Zurita en el ugar citado. (4) n6nhno: odgt" dt Ja lnt¡ui1icion:

pap l manu edro d 1 a6 1652, que se e n erva en la biblioteca d Ja real Academia d la llis~oria.

fu ' manifestando

,,

(91)

,, generalmente ) fueron pod roso para qu todo el reyno y los ,, quatro estados del se juntasen en la sala dt la diput cion como ,, en causa uni'Versal que tocaba á todos , y deliberaron en'Viar so­,, bre ello al rey sus mb . ~adores, qu fu ron un r 1i i rior ,, de San Agustín , llama P dro Migu 1 , y P ro d Lun , 1 -,, trado n 1 d r ho ivil.,.

nvia o p r 1 mi mo ti m ,, 1 T ru 1 alborot ron y ,, su entra a , y no p rmiti n qu r n t n li r m n ,, oficio , y por sta au s r ogi r n lo inqui i r ,, cial n 1 lug r d e ll ' y el r y s vill á 7 d ,, Febrero ( de 1 4 5 ) 1 dió 1 f: vor que conv nia para u ,, usasen d su jurisdiccion apostólica , conforme á lo que se ha­,, bia ord nado n aquella católica congr gacion de villa. Y ,, con el favor de la gente ilustre y principal , qu t nia muy ,, aborrecidos á los que sucedían d 1 linage d judí , s fu in­,, troduci ndo y autorizando, y se com nzó ' proc d r al casti­,, go de muchas p r onas qu e taban infam da nde h b r ju aiz o y s guido aqu lla d ñ ,,Jey."

,,p ro con el f: vor d h be ,,no lo e n r r udol qu t nian to o 1 r yno su

ovi mbr y Di i mbre d 1 año p ,, ragoz sus ajuntami nto , . lle'Vando á sus consejos, personas ,, de m r.yor consideracion, y entre ellos cristianos 'Viejos, y a"lgunos ,, caballeros ; y como gente muy po rosa y t vor i om nza ... ,, ron á propon r que i bici en matar un inqui i r os, ,, ó tr , guardarian otros de v nir á h r tal Inqui icion y ., e carm ntarian. ' '

insi tia en haber 1 inhibicion y firm

,, como no pu , que t nian por

rand i i

(92) .

,, grandes por via de bando y parcialidad, y valerse y servirse ,, d algunos hornbr:es escandalosos y valient ; y como gente ,, muy caudalosa y rica , con su dinero hadan gran labor en ,, grang ar di'Versas personas muy principales que eran gran par­'' te en el r.eyno , mayormente tratandose ~ su modo d 1 nom-,, br d libertad. ' ' · •

,, E tando l rey en la dudad de Córdoba , las personas ,, que enviaban ' particularmente á la corte e allende de los que ,, fu ron por los estados del reyno) trataban con los privados ,, y principales ministros del rey para que se pusiese remedio " n u pr t nsione , y publicaban que se les . daba favor. Y ,, b tlnacion diabolica delib raron d e ecutar lo que

r p ni n us ajuntami otos , que un Juan " , hombr furioso y f: in ro o tomas á su cargo ,, qu s n arg n de matar al inquisidor ,, il , y á artin d 1 Raga , a or d 1 ,, ii i , y ' mi r ro F r n ' , ó ' do d ello s. ••

ro i h r Zurit . ontan o todo lo r lativo á la muerte 1 inqui id r n P dro Arbu , v rificada d ntro de la igle-

si m tr p lit na d 1 alv dor d Zaragoza en la hora de mai­tin , ntr do y una d 1 noche d 1 dia 14 para el 15 de s pti mbr de aqu 1 mismo año e s ).

st su o u 1 jud iz nt nsaron con nirl in.fini-ar imp dir 1 orm d Inqui i · on pro o fc e-

t lm nt ntr ri u 1 pl b Io zar gozanos cris- . hizo 1 han h ho } h rán tod 1 d 1 mun-

r 1 ultim cion . L d com-o ·o á lo d linqüent ,

ri t1 ní mo por la qu s rificab martiri , ne ndi r n 1 z lo á or d la Inqui i ion , de

r qu s amotinó 1 para m tar á todo lo ju-dío y risti os nu ' o , y hubi ra ido si impo ibl apaci­guar 1 tumulto sin por u on Alonso d ragon , arzobis-

z oza , irr y Ar on J hijo d 1 l" y , r orrió ,

Cs) Zurita en el lugar cit do.

(93)

hallo toda la ciudad, prom ti ndo qu 1a Inq ui i ion pros gui­ria , se buscarian los reos y se baria on llo un e stigo exemplar.

El rey noticioso aprobó t do, y los diputado d 1 r yno vol­vieron á sus ca a ab nd nan u m r 1 inqui idor ge­n ral nvió á Zara z p r in ui id r á r y Juan olv r , r -ligio o dominico , Ju n d olm n r~ , b d d l mon t ri de Aguilar d amp o, d 1 ór n pr m t t n y I n d Alarcon, e nóni o d Pal nci ; qui n t bl i ron u tribu- . nal en el al zar y r al al cio d 1 tillo d 1 Alj Í4 rí pa-ra mayor guridad inqui idor y pr , y om nzar n luego á inquirir sobre la mu rte del inqui idor Arbués , qu hoy veneramos n los altares , canonizado como mártir d la fc dia 1 7

- d Seti mbre , en que murió, dos despues del 15 en que r ci­bió las herida mortales e 6 ).

Consta que Alonso Sanchez d Alarcon y Fray Miguel de Monterrubio , inqui idores d Zaragoza , junto con Martin G r­eía , icario g n ral d 1 arzobispo , ondcnaron en 2 o de Ju­nio de 8 6 á Juan d p raindeo , y n 2 5 d d 7 á Juan de la Abadí , á r r 1 do á 1 ju ti i rir qu mado orno h r g ju aiz nt , imp nit nt 1 mu rte d l inqui i or Arbué . n 27 d arz quemado en estatu por au nte fugitivo Azari d

n 18 de Agosto de 7 mo en Lui de Santangel , qu lo fue n per ona. En 2 o d Ago to su hijo Juan Tornas, peniten fa ..

do, y d spu s en 27 de Junio d 1491 Lui , tambi n hijo uyo. Mic r Alon o Sanch z fugitivo á áp le , quemad n st tu , y Zurita dice que fu ron e stiga o to l r o

d al s; p ro qu r ultaron indi io d uxlli y fautori on-tra ri ri tian i jo y caballero d la rim r nobl -z e 7 ) , lo qu e nfirm or un cláusul e i rt un-

(6) Zurita en el lu arcitad ·= ie· go arda de Tr miera: i a d San Pedro Arbué

(7) nónimo de la Aca emi de la Hº to ria: O ig111 de la l uiticio ·= G r·

Tum. V. . .2.

I

,, . ria, 1

i uo d pro

( 94)

iguel ntonio Echa de Cañedo , e-: cr rario de J Inqui i ion d icilia, s brino 1 inqui · or Don Lu· de Pá.­r m , de qui n h bia si o tal ·ez di­cho Ji ro · pero rá adicionad con no­ticia p teri r s al afio 1618, y in embarg , ra. di ting ~ irl anónimo J nombr r m 1 de chay.

(95)

millas de Aragon, y su nieto Don Frand co, hijo de Don San­cho con Doña Juana d ragon , obrin d 1 r y y h rmana del conde de Ribagorz , y fu prog nitor d los uqu d i-llahermosa y d ma gr nd aragon por h mbra e 9 ).

Dexando , pue , apart los ultimos suce os , v rifi ados de resulta de la mu rt d 1 b to P dr Arbu " , consta que los quatro estado d 1 r yno ragon r i ti ron abi rtam nt con quanto i or 1 fu ibl la introdu ion d 1 forma d ro r, lo qual ma dign cion quanto m no oh tá ulo ar d bian n r lo ar go-neses por star a o tumbra os á sufrir los rigor s d 1 antiguo tribunal.

Merecen e aminarse las causas que al gaban ara r si tir el moderno. Primera la ocultacion de los nombr s de los t stigo . Segunda, la confiscacion d los bi nes. D dan ser nu vas am­bas cosas , y no es facil sab r como podian los aragoneses ale­gar esto quando consta por la historia y brev s pontificios dis­pu sto lo contrario.

El papa rbano Quarto por breve librado en 2 8 d Julio de 126 2 había ncargado á los inqui i or s no manifc st r á los reos de causas d fi lo nombres d lo testigos quand con i-d ras n qu babi p li ro d qu lo acu ado ó u ari nt s hiri s n ó m t n á i o t s ig ; y 1 inqu i or nti uos ponian en prácti esta r gl , int r r tando u i m r h bi peligro, segun scribia Fray icolas Eim ric, inqui i r de B r­celona y g n ral de la coron d Aragon en su directorio de in­qttisidores , dado á luz año 1376.

La confiscacion d biene er tan antigu como la Inquisi­cion misma , pues 1 adoptó de d su principio conforme á las ley s de los m era or cristianos d Rom . cdcrico egun-do 1 babi manda o ara icili y 1 r y d r gon par sus coronas , por lo qu tambi n t stificó su r' ctica 1 in uisi­dor · ric.

(9) Cantolla ! re umen de J bre- 48. = ancn e libro erde de Aragor, ves d Ja lnquisicion lit. 2. núm. 47. y núm. a6. y 90 •

.2

¿Cómo decian , pues , los aragoneses que la ocultacion de los nombres de los testigos y la oonfiscacion de los bienes ran dos casas nuevas? No siendo· verosímil qu los quatro es­

tados del reyno se treviesen á exponer una mentira capaz de s r conocida como tal en. un momento por el rey , s forzo­so recurrir á 1 interpretacion de que los aragoneses d dan ver­d d , at ndi ndo á la práctica de sus tiempos.

L Inqui icion antigua (como todos los establecimientos hu­manos ) fue rigorosa en sumo grado en el siglo d "'cimo tercio

su igstitucion : se entibió n el décimo quarto , y fue debi­lí im n 1 d "'cimo quinto , despues d 1 bautismo de cinco mil y mas judíos conv r idos en conseqüencia de la persecucion d i39 ,yp diaiond SanVicnt Frrr n1410.Por so no trañ u 1 inqui idor ant rior s á 1 r forma mostra-

s 1 nombr d lo t rigos n uso de la liber-1 p , y miti n in luir en las penas la p s ormarian supu sta la de-

no hay du que añadia 1 Inquisi ion nue-1

u n t motho.

m , lo aragon no d xaron 1 menor de obr qu no qu rian r cibir 1 Inqui i ion reformada,

u s lo r isti ron n cu rpo y r pr s nt de su r yno , y lo mi mo on ort d.üi r nci ino á r n 1 otr

ro m En 1 de al ncia fu ron nombra os por inquisi or s Fray

(97)

Pedro de Epila, donúnicano, y Martin !rugo, presbít ro secu· lar. Anunciada la nu va Inquisi ion n s rmon qu pr di ó Fray Pedro dia 7 d N oviembr d 8 4 , y publi o 1 di to d gracia con la conminacion d pro cr contra los h r g s y di­famados, ó sosp choso d spu del término, s alborotó 1 ciu­dad formando emp ño d no dmitir sem j nt tribunal.

Lo m s parti ular fu " no hab rs fomentad 1 tumulto por la pl b , ni por las mili h br a , in p r 1 nobl za , que par las córt s forma una t r ra part d 1 r yn d 1 nci con el título d Estado militar. Duró 1 r i t n i por pa io de tres m s s , y hubi r p rm n i o mu ho m i 1 r y no _ intcrpu i r su autoridad. Con edió á 1 s inquisidor s su p la­cio real del Temple para establ cer tribunal : pero es bien r i­ble su inutilidad como no hubiese cambiad la opinion popular con el suc so de Zaragoza , que trascendió á V al ncia ( 1 o).

En Cataluña duró mas tiempo la resist ncia. Hubo en la ciu­dad de Lérida un tumulto que no pudo apaciguarse sino cesan­do la empresa ("). En Barcelona el teson fué tal que quando la fu rza no bastó para la resistencia , se apeló á lo privilcgi pontificios que la dudad y obispado d cian t n r e n rccono· e r por inquisidor suyo á ninguno qu car i se de título spe­dal para a u l distrito. La falta d amista con r n i puso á nuestro r y ernando n e t o ce r hast que o tuvo d papa Inocencio Octavo un breve libr o en s i de br r e I 48 7, por el qu l ratificando y confirmando á Fray Tornas de T orqu mada el título y facultad s de inqui idor mayor y gene­ral d todos y cada uno d los dominios de la corona de Cas­tilla y Aragon concedidas por Sixto Quarto su antcc or en di­fj rent s breves , lo nombraba y el gia tambi n p ra inqui i­dor especial de ·ta ciudad y obi pado d Bar 1 na con facultad de nombrar sub.stitutos , r vocarlos y subrogar otro n su lu-

(10) Zurita: .Anales th .Aragon, tom. 4• lib. 20. cap. 6;.= Echay, .Apunta­miento de noticias de lo Inq· i1icion , fol.

- 8s , con referencia al lib. 13. de Car­ras de Áf'agon tkl co11sejo de lt1 Supt'ema,

fol. 164. caj. 1.

(11) cha y: Apuntamientos de ,,oti-cior de la Inquiricion, fol. 13 y iguientcs, con r ferencia al lib. r. de Cortot d1 Áragon, fol. 2. caj. 1. de Aragon.

I

( 98)

g r (' 2), en cuya cons qüencia Torquemada nombró á 3 de Abril de dicho año d 8 7 por inquisidor de Barcelona á Martín García, canónigo de Zaragoza, y Fray Alonso del Espino, prior del con­v nto d dominicos de Huete. Dia 7 libró 1 r y su cédula auxiliatoria dirigida al infante Don Enrique su tio , virey de e taluña ' á lo diputados d 1 principado' y á los conseller s d Barc 1 na. Fray Alonso pr sentó los títulos y provision r al en 6 de Junio á dichos s ñores , y en 7 al cabildo cat dral. Dia 13 s anunció al público por pr gones que asistiese á la cat dral 1 di 1 5 para oir 1 ermon de la fe , y el edicto d gr ia , y pr s nciar la pr stacion d juramento de auxilio por 1 aut rid de con tituid , con uyos r quisitos comenzó en ·B r 1 n 1 nqui i ion ('3).

mani6 tó 1 mi m opinion , y no logró el 1 nu a Inqui i ion h ta d pues de admiti-1 n i . n 2 2 d Julio d 14 7 , T orque ..

fi io d · qui id r á Fray allor n la form anti-

u , obr 1 qua! 1 r y libró pro i ion en Málaga di 2 7 de Julio ('4); y nombró por inqui idor s d 1 nu vo método á los doctor s P ro P r z un br ga, y an ho Marin ( 1 5).

En 1 i la d atr ió 1 r y á introducir la

ili io,. , con

nín-"' _.

referenci al libro de exemplare de Barc 1 na , entre lo d l cons jo de la Supr m~ fol. 11.

{ 14 D. Antonio F ernandez de C . r­do a : A11 /u el... Mallaua , siglo XV. fol. 19 br manu rit que e ha­lla n Ja biblia ca d Ja r al A ad -mi

l/al/orco, tom. 2. li . 7. cap. u. .

(99)

rner inquisidor en 148 9 al mi mo sido en Mallor a; y n ob t ntc 1

(16) P.iramo. Dt origine ln!Juisit. lib.

( IOO)

o­r i nte istir de

1 r yno, on

no-. m

( IOI)

to. A penas murió fu p rseguida toda de su amado conf4 or Don mer arzobispo de Gran a , proc sado. Es v rosímil que ant rumor que d s u pr u o 1 gó á entend r alg n dos se atr de qu ja da nt ndimi n obr

to , y d influir p r da. La s ri lo a gusto na io al por la tan odioso tribunal.

ARTÍCULO

omenzara 1 o la r yn 11 -

fl'rocedimientos escandalosos de la lntJttisicion de Córdoba, reclamacion de Castilla y Andalucía, 'Variedad de sucesos en este punto

con el gobierno)' pronta nZ11erte del rt)' Felipe rimero.

/

( 102)

S illa , n tiempo que la Inquisicion de Córdoba incluía el ter ... ri orio d 1 arzobi pado de Granada. Luc ro aborr cia natural .. ment ' lo cri tianos nuevos de orígen h br o. Este odio le hizo or sosp hosos de heregía judai a á todos, interro-g r pr o quanto pudiera dar noticias de otras perso· n y tomar d unas cau as oca ion para formar otras, mulri li ndolas de manera que ap nas bastaban las cárcel s

anto número de pr sos como babia en 1 año 1 5 o 6 , quan .. 1 r y mando d ó de gob rn r á Castilla , y com nzó

r y clip , nt s d uya v nida est b au ado el daño ba-1 l r y tólico.

h bi nt s d

Córdoba

á Don Pedro Ponce d tre, y Don rancis o

r 1

en los pro so dar el con pto n d 1 in rosimilitu

, a ani-

)

(104)

blicos de fé , y en tal qua! espeeie particular que diJ(esen los nit ndados. ,, Victorioso Lucero continuó (dice el s bio ca-­

" nóni o Gomez Bravo) con mas empeño manchando la fama "d r ligiosos , monjas , eclesiásticos , caball ro , y otras perso­" na ri tianas iejas que compo~ian un núm ro excesivo , y " man ó d rribar muchas ca as con 1 pr te to de dec~r que ,, r n inagogas. 11 Al mismo tiempo publicaba que el marqués de i go , y 1 conde d Cabra , eran fautores de hereges , pues 1 prot gi n ; y aun imputó igual crímen al cabildo eclesiás-

1 cat dral y al s cular de 1 ciudad , diciendo que á los indi iados y sosp chosos de her gía y apos-

n cartas en

s d bia por anti-

rtir de Angleria, ep · -

uente, era. loquisicion.

(105)

,, En lo particular que á mí toca hago saber á vu stra mer .. ,, ced , como ya otr vez le scribí , qu lo d ños y agravios ,, que los malos mini tros d 1 nquisidon han h ho n mi ,, tierra e 4 ) ' son tal y tanto qu no hay r on r zonable " que sabi "ndolos no du la. yo , ñor , fu" á r -"patriar desterrado y orr d 1 rey li , "Córdob m hizo uno diputa o n qu 1 ca o , y me '' n iaron por su pro urador obr llo á t or d 1 ,,rcyna nu tra s ñora: y c n 1 mal pa h d lo n go-,,dos d tú m tanto h t uc up qu "rdo a y 1 ma-,, yor parte d 1 ndalu fa la il n i e s ) .• ,

La prim r d tas do cláu ul 1 narra ion d Gomez Bravo sobre el mal stado n que h llab la n-quisicion quando e só el gobierno del rey católico; la s gun· da nos hace v r que se renovaron las diputa iones quando go­bernó el rey Felipe: y con efc cto, ap nas 11 gó á Córd ba la noticia de la retirada del r y F mando se d terminaron cabildo, ayuntami nto, nobleza, y familia int re adas á dar qu j s contra 1 inquisidor g neral , r novar 1 dadas contr Luc ro , r usar á lo otros inquisidor s , fi 1 y not rio d Córdob , y pr t nder r i ta d lo proc o nt n i encontraron tan pr t ion n 1 cort d 1 r y li

cono ió bi n pronto quan o rimid babi d 1 1mon erdadera de los cast llanos baxo 1 imp rio d 1 au or y pro­

tector de la Inquisidon. P dro d T orr s , colegial mayor de San Bartolom "" d Sa­

lamanca ntonc s , luego canónigo de Calahorra , pari nte mio, ~ tí imo á la Inquisicion hasta el mas ex" ltado fanati mo, n uno apuntami ntos d noti i su Itas e crita aqu 1 mismo

año , di o que lo proce a o obtu i ron d 1 p pa un br v contra 1 inquisi or neral , n cuya irtu u ndió pot st los inqui idor . s , y fu ron ju e s ontifi ios d mu-

c4) Gonzalo de yora, era natural no está entre l impre a , y con er-de Córdoba. a in dha en l r al bibli teca d a-

{ ) Carta de Gonzalo de yor que d.tid , de donde aqué cop· •

,

/ ( 106)

has cau a , con d 1 ga ion e p cial, Don Alonso Enriquez , obi -o de O ma , h rmano bastardo del almirante de Castilla , y on Juan Rodrigu z de Fonseca, obispo de Pal ncia, de qui ..

n porque favor ci ron á los procesados habla mal , hasta el xtr mo injuriar al d Osma con el dictado de Judío Marra-

no e 6)' atribuy ndol orígen hebreo' qu pudo t n r por su

real bibliot de drid, quepo ·tos que s copi •

( 107)

la corte romana el poseedor anterior , que lo babia ido I Cardenal Don Frand o D sprats, conform á las r 1 s de Cancelaría ( 7 ).

Quando 1 obispo de Catmi com nzó á proce r como del gado d 1 arzobi po d S ill formó proc so contr l in-quisidor Luc ro á in t nci d 1 , para lo qual yu-dó mucho Gonzalo a za , e n m que r idi n la ort , procurando · l bu n ' t d u as 1 rz -

bi po d Gran da, y de u Ii rman y brino , y ubrió algunos uc ro n l m d d n u ir n lo pr sos , s n s ribi ntonc P dro M' ir de Angl • ria ( 8 ).

Mandó tambien el rey Felipe al Consejo d Castill tomar conocimiento d las cau as de r cusacion que contra los inqui-idores y ministros d Córdoba xpusi ron lo acu ado , qui nes

int ntaron 1 recurso de p ot ccion r al contra la fuerz qu a cian irrogarse! s n el modo de roced r' y para u ad . ion contribuy ron much 1 com ndad r mayor ar i a d 1

ga co j ro d 1 r y y Andr d 1 urgo m a 1 mp rador imiliano r d 1 r y , puc r t b on l

Zurita: nal cap. 11. 29.

(8) p (

333· YltJ.

rag n tom.6.lib. 7,

ng ria ep.

e ros)

da de su afecto á la Inquisicion , de cuyo consejo fué secreta4

rio algunos años. Por otra parte consta que el cardenal arzo­bispo d Tol o Don Fray Francisco Ximenez de Cisneros, 1 nuncio pontificio Juan Rufo , obispo de Britonoria , y el ar ..

zobispo mismo d Sevilla , inquisidor general propietario , Don i o D za lo consintieron sin creer que se usurpase jurisdicion 1 iá tic ninguna.

Ojal' hubiera durado por mas tiémpo aquella práctica de admitir 1 cons jo los recursos de fuerza y proteccion contra 1 mo d proced r de los inquisidores. o habria tan cre­ido núm r d ví timas. Lo s nsible es que duró poco , y u d m' d s r r rísimos los . mpl re ' antiguos d haber-

l in nt do, 1 11 ó á prohibir lip gundo e pr samente

ral r

s d

15 3 p ra d r mas d spótico un tri­b oluto onsisti n 1 s creto misterioso

z r sumió u utorid d d inquisidor general

del gar su po• 1 S z , obispo d por lo r p ctivo

1 mismo inquisidor g ne-1 Inquisi ion órdoba;

el ono imi nto d la u-r so fu s · n r ti tui o d

/

las cárceles de Toro á las ( 9 ).

<linarias d 1 asunto , e

n gocios qu s 1 mar-qu s d Pri g s guido d gent s arm , u br nt ' n O tubr 'r -1 s de 1 Inqui i ion ; pu , pr n-dió al .fi cal , do notario , y otro mini tr Inqui i-don ; y no al inqui i or Luc r , por h b r ' t hui n una mula con toda prontitud antes que pudiesen cog rle , con lo qual se tranquilizó el vecindario ero).

El arzobispo de S villa no tuvo esta sola mortificadon: se le añadió 1 mayor d haber oido que el marques de Priego y sus adherentes habian jurado perder! , llamándole tam bi n judío marrano , y con efecto declarado nemigos suyos aqu 1, el cond de Cabra , el com nd dor mayor Garcilaso d 1 ga , el obi po d C tani n i go amir z de Guzm n , 1 obi po d O ma on Alon o Enriquez , 1 al nci n Ju n Rodrigu z d on e , 1 ñor d ill na on Ju n anu 1, el mbax dor imp rial An r s d 1 Bur o , y tr mucho p r­sonages de 1 prim ra noblez cast 11 na , debia t m r y pr ca­vcrse de la multitud inum rable de familias exásper da con u procedimi ntos ; por lo qu fué forzo o pensar en la r nunda de su empleo, sobre 1 qua! escribió al rey F rnando, que se hallaba n 'pole , llamado nuevamente por los e stellanos á gobernar el rey no d Ca tilla ( r • ).

Entret nto h dan ' Roma recur os por los inter ad d lo dos parti os opue t . Por part d lo proc ado obtu e mi· sion pontifici n favor e Don r y r nci co ayorg , obis-

(9) Zurita: nal de ragon lOm. 6. lib. 7. cap. 36.== uintanilla: ida del cardenal Ci ner lib. 3• cap. 17.

(10) Quintanilla, y Gom z Bravo, Tom. V. . .2.

I

en lo lugares cirad . ( r 1) Zurita : anal s de Aragon tom.

6. lib. 7. cap. 1J7. = ome-i Bravo , y uintanilJa , en los lugar sindicados.

p

( JIO)

po d T agaste , auxfüar en Esp_aña , para conocer de las acu-acion s que se h dan contra el inquisidor Luc ro , y ministros

d la Inqui icion de Córdoba ; y por 1 d estos otro breve d comí ion n favor de Don P dro Xuar z D za, arzobispo el to d anto Domingo de América , par continuar los pro ..

o qu n irtud de d legacion d 1 arzobispo de Se illa, in· qui 1 r g n ral , había formado contra el marques de Priego, y óm plices de las violencias hechas en Córdoba ( 12 ).

Entr tanto el nuncio pontificio Juan Rufo, obi po brito­nori n , por conü ion d 1 papa trabajaba en la caus promo­i a on r Don Fr y H mando de Talav ra, arzobi po de Gra·

n d , n 1 ual babi r ibido informacion sumaria 1 arzo-Xim n z de 1 n ros,

g n ral por 1 g i n d l d villa; · ho nun io al sumo pontífice

o u antid d , a is-11 on Fray

hall b

n

lugar citado. • (t 3) Bermu ez de Pedr za: bi t. de

: e - ranad art. 4. cap.33 =P dro ártir nel d AoglriJeit.333,3 .42, Y4f•

' (111)

17 de Mayo de 1507, y n s d Juni g neral de Castilla , habi n o n mbr o r la corona de Aragon á n r y Juan Engu r , que, confesor d 1 r y religioso dominic ('4).

Apenas los d Córdob u i ron qu isn ro idor g n ral, envi ron á 1 rt nu a diput

bildo el siá tico nombró r diputad á 1 mi m n· tes; 1 s ular á nzal d Ay r , un h m u carta. odo pidi ron r i t l

mala fama g n ral qu s h bi propag 1-

nagog s , rm n s , concurr ncia d g nt s or t r , y ma esp ci s indicad . 1 car nal accedió á la 1i itud ; y e .. gun escribia P dro Mártir de Angl ria, en I 2 y 2 o d i m­br de dicho año d 1 so 7 d sde la villa d Arcos de Burgos en que re idia la cort ) par ce que dicho card nal y lo c n­sej ros d la Suprema , d cubrian ya sosp chas e qu la d .. claradones de los t stigos fu sen fc to d sug tion y t r-sion d Lu ro , e ntra qui n int ntaron varia pidiendo sati f: ccion e injurí y añ ( 1 s).

S gun otr rt d 1 3 rzo d 1 5 o , 1 rd nal u .. p ndió d oñ io y mand r nd r al inqui i or Lu ro , conocia bi n 1 fic i n d la e p · s ar i obr t ncia de sinagoga , viages d monj s , y p to e n 1 nio. ,, ¿ Quién sino Lucero (dice Pedro ártir) pudo r o ido ~, á tale 'bulas , que no tanto son cuentos de niños quanto d 1 ,, tártaro , ara cond nar á nadie é infamar tod la pañ ? 1 ,, con jo está indag ndo el origen d 1 mal : los cons j ro le n "todos los pro so ' y rev n con trabajo continuo las n n­,, ci d t nto quem do y mult do ( 16)."

El r onocimi ro de 1 hizo cr r ·al car nal C · .. nero qu 1 r quant circun su con

(14) Lumbreras : co pilacio,. dt br -s di loli q isicio lib.1. Lir.1.núm. 10.

y 11. = Quintanilla en el lug r citad cap. 1s. =Zuri : ao d ag

e dido el

( I I 2) <

0 i n iado ar : io.0 Li n-

: 1 1. 0 Lk n iado Hortuño Ibañ z d

Portugal , bi o

timonio d

n ;y

n

9 de Julio , d dar ndo predicacion d sermon s

part s , crím n s.

n

sta ntenci fu" publicad con a ro a i n r al dolid di primero de Ago o á pr s n ia d su m g s , y de todos los grande y pr la os que s guian la cort ; d 1 pr · -d nte y oidor s d la chancillería , y otros mucho caball r , y damas á qui nes e convidó, p ra dar t d la publicidad po .. sible al acto sol mne de reint gracion d bu na fama d 1 a .. tillas y Andalu í ; y 1 rey católico añadió , que s r ",fica n las casas d Córdoba d rruidas por ord n d l inqui idor virtud del upu to fal o d hab r rvido d in g g

Quatro di cribi dr ártir al n dill br ali n

,, ra inju tam nt ,, st' 1

paña, infamad

d

r , aho-Tenebrero o al al­

" on n un mu r-

1 h pú-

(17) omez. Bra o: ca 'lo o de lo Pri to : h' t. ms. de Burg tom. 2.

bi po d Córdoba to • 1 cap. 16 = e • 26. árrafo 37·

( I 14)

, bli o qu lo in~ lices fu ron condenados sin razon por un juez ,, uu u , s rvirá de algun ali io y consu lo á los int resados ( 1 8)."

o b tante este anuncio de Pedro Mártir , escribia enton-e n alamanca 1 colegial Pedro de T orr s , que uno de los

ítulos d 1 ntencia era declarar por justam nt condenados á lo qu h bian i o quemados en Córdoba ( 19) ; y es viden­t u re onocida la c usa particular formada contr Lucero, no

hall ron méritos para mas qu privarle d 1 oficio de inqui i­dor , y mandad residir su canonicato de S villa , donde vivió aun ba t nt años (ªº).

bó el famoso m r i t p r

un in ui id r rti ul r u 1· pini n n

t o r l m r

epi t. 393.

ort d 1 r y F lip dC4 lo on j ros de orno Córdoba , Y.

o n 1 gobi rno del

com· u í s

(20) 1 ar Gomez de stro : de r bu ge tis Franci ci ·m nii lib. 3·=

uintaniJJ : i ad 1 r nal Ci ner lib. 3. e p. 1 7.

uno , . arumo sobr 1 ra soli iru r t .

Otro tanto u c1a para r dbir 1

e 11 s)

n

m no; st bl -

r r

n-1

e 116)

r y católi o , pero las voluntades permanecian tan opuestas como al principio. Por eso , ya que los aragonese , catalanes y valen­ci no n p dian combatir de frente á la Inquisicion , lo hadan de otro modo , restringi ndo su autoridad.

En 1 córtes de Monzon d 1 año 1 5 1 o propusieron una multitu d agravios que les ha ia el tribunal de la Inquisi-

ion , y cono i n o n los delitos de u uras , de duplicidad de matrimoni , d odomía y otros; ya en x1mir de cargas pú­bli ' los famili r s y ministros ; ya en inhibir á los jueces or · n rio d 1 conocimi nto de las causas civil s de todos los indivi u d la Inqui j ion y us criados ; y acreditaron con t nt lari lo e sos d 1 tribunal n e tos y otros puntos,

1 rey tolico d conv n rs , y hacer n r obi p d iqu Don Ju n Engu ra,

' l y con inti r en la r for-1 á s ritur on ordi , cuya ob rvancia y l in br 1 ual re !amaron con

m o l n 1 tr u s c lebraron onzon , di poni ndo que se

or 1 p p , c mo s v ri có n br ves d 1 2 d 1 s 1 5 , y prim ro d Agosto de 1 5 16 (21 ). tal n tuvi ron córt s partí ulares en Léri a año

mul ipli ar n u qu j d u rt gue e r novó 1 · · on ario rrí ulo , qu ju-

ui i r n ral d 1 coron ara-n Lui rcad r obispo

onfirm o por l p pa 1 5 1 6 babi n o 1 o

tran uiliz r ánimo lo alan qu me-nun io pontifi io Don Ju n Rufo , arzobispo de Co­

." - bi o britonori n , y Don i go d Ri ra , obis­allor , qu s gui la cort (22 ).

(21 ) Cantolta: continuacion de J (u} Cantolla: en el lugar citado e mpilacion de br es del lnqui&icion, lib. 3. núm. 44. lib. l· núms. 4Q. y 4+

( II7)

No habiendo bastado esta concordi s p ra . remediar los abu­sos de la Inquiskion , combati ron mas dir tam nt su estable· cimiento los español s ap nas murió 1 r y fund dor, como veremos en otros artí ulos.

A R T Í C U L O VII.

Opinion nacional de Castill , m nifestad en las córtes de Valla­dolid del año r 5 r 8 ac re de l Inquisicion. racmática de

reforma que ·dispuso el rey C 'r/os Primero en m conseqüencia y motirvos de haber quedado sin efecto.

L a muerte del rey católico, verificada en .z3 de Enero de 1s16, animó á los españoles para manifestar sus verdad ros sentimientos acerca de la Inquisicion. La experiencia de tr in­ta y cinco años le instruyó bastante para pretender con pro­babilidad de buen é ·!to, i no la suprcsion á lo meno una r ~ r­ma que niv lara el tribunal con los otro de la monarquía y quitára los p ligro de 1 injusticia que llevaba con igo el t ne-bro o modo d roced r.

Para d mo trar or t m io indirecto 1 opinion nacio­nal no har" m "rito de las qui ita iligen ia d 1 cri tia­nos nu vos y d scendientes d h breos ante que árlos ri­m ro d Au tri vinie e de Alemania , los qual s ll garon á ofrecer ochocientos mil ducados para gastos de guerra por­que se manda e publicar los nombres de los testigos de 1 s causas de fe , despues que habian ofrecido inutilm nte ño 1 5 1 2 par la gu rra d ava~ra seiscientos mil al rey ca­tólico e r).

Pro no d b r d x r en silencio 1 que hi ieron otras la peticion cuar nta en ali oli 1 m s stó 1 opinion n cio-

( r) Quintanilla: ida d 1 cardenal e· nero Hb. 3. cap. 17. Tom. V. . .2.

( I 18)

nal ontra 1a Inqui icion , con toda 1a fuerza de los m dios iridir to qu p rmitian las circunstancias. ,, Otrosi : dixeron , " upli m á . A. mande prov r que n 1 oficio d 1 ,, nt Inqui icion se proc da de man ra que goarde enter ,, ju ti i , y 1 malos s an castigados, y los bu nos inocentes

z n , g ardando los s eros ánon y d r cho comun to h blan. los ju ces qu para to s pu i r n

n y d bu na ma y conci ncia , y d la edad ,., u m n , t 1 qu s pr urna qu goard -

que los ordinario s an ju e s conforme á

tom. 1. lib. 3. . ro.

iud -

n ar­m nor

(3) P dro rtir e ogleri , ttpi lib. l '· pist. 620. =

I

,,

,, JO

onsidcr n m para m d.itar

d

(120)

,, Inquisicion general de la herética praveaad y apostasía ; y es· ,, tan pu stos y d putados inquisidores y mini tros , y oficiales ,, 0 neral s y pecial s que entiendan en las cau s tocantes al ,, di ho d lito ; y que aunque el oficio n í haya sido y es ,, bu no y anto , y los católicos r yes , nu stros adr s y abue~ ,, lo , con bu n z lo y santo propósito s movi ron á mandar ,, h r la dicha Inquisicion por xtirpar el d lito di ho y de .. ".6 nd r y aumentar nu stra s nta fe atóli , y punir y cas­,, tig r lo viol dor s , y no guardador s d lla , la forma y ór­" n qu ha t nido y ti n en el proc d r d la dicha

,, n

nqui i ion , y d las cau a t ant s á lla , ha sido y r h y ' h da

f: 1

(121)

" guardada justicia entcram nt : y par llo nos di ron y pr ,, sentaron mu hos capítulo " .inf4 rm ion d los gr rio

han h h .

di ho 1 tra o y ,. . amm

,,h nd 1U

"Y d L on, " pítulos qu g n ralm nt r p ti i n ,, di hos nu tros r ynos , u li ar n rnand ,, ron. uno tocant á lo su o i ho n a uisa.

mu­n­,y

l . 11

ro-1os y

r yno

,, Otrosi : szplicamos á . .A. mande pre eer qtte en el ofi­" cio de l sant Inquisi ion se proceda de manera que se guar• "de ent ra j11sti i , y los 1nalos sean castigados, y los b1.enos i110-,, e 11t~s 110 p z.c n, u rdando los sacros e 'nones y dere ho co­u mun que tn esto hablan: y que los jueces que p , · sto ~ ptt-,, itr n s n n rosos y d bu na Jama y conci n i , y la ,, t que / r lio m n ; tal s que se pre unza qtu gu rd -,, rán justi i , que lo in rio s n ju ces con/< ' de· ,, reclio.

,, qu l di h frulo ,, man an mo omuru r

(122)

,, buena conci ncia y santa vida , y con su acuerdo lo manda­'' ri mos prov er , por man ra qu ces todo a ravio y se ha­,, g y mm1 tr nt ram nte la ju tid ; y que para ello re­,, ibiriamos los m modal s que nos fu n d d s , a í d agra .. ,, io mo d par ceres para la bu na admini tracion de la ,, justi ia y r eta provi ion d lo que no uplicaron. ·

,, lo di hos procuradores por us m modales no in­,, formaron cumplidament de lo daños , f: tigas y v acione , ,, y infamia qu stos nuestros r yno y n turales de ellos h -,, bi n r i ido y r ibian por no s hab r proc elido n la mane-,, r 11 di h , h b r los juec s s guido por n til , d iant d 1 r gla nd r ho

d 1 form y habi d t ..

u r man d de mí n 1 di ho mi ondado d

omunicar y pl ticar con al­n tr p rsonas do tas y d

JU E CE$.

(12 )

,, que hicieren y penit nci ,, sa de incitar! s ·á ,, ra esto s ría bu no qu ,, donde r i n los inqui i or ,, deputada par el di ho ofi i ,, como I s h y p ra lo ,, coril ti e á 1

3 olt m, ,, ningun ju z "P r ona qu ,,h b r no s

4

nnas nlo

bar n;

1

; ó

lo que se qu J ren d lo JU e qu l hag n , no an por 11

fu r n

,,

,

d 1

1 qu

n otr

y pr

fi ..

r juz­in ..

(124)

,, terpu i ren para los del consejo , y para ante nuestro muy "santo padre, y que porque d llos ap len y 1 s recusen no ,, 1 s tratarán mal ni 1 s harán otros agra ios ni extorsiones: "Y qu el tal ;uramento hagan en el cabildo de la igl. sia ca­,, t dr 1 d la tal ciudad.

9 It m , qu los jueces de oficio no inquieran ni anden á ,, bus ar testigos contra las personas que no estuvi r n infa­" madas dest crimen ; ni pregunten de las tales personas á n los t stigos qu contra otros vini r n á d poner , ni á los pre­" so ni ' los qu di r n torm nto.

1 o ,, It m , qu qu ndo algun testigo viniere á deponer y ,, d nun . r á otro ' lo ju c s ipsomismo los e aminen y pr -

on juram nto ; y pan de '1 i en migo él , ó uyo d u 1 d ui n t tifi , ó si cien pl yto ó

on 'l, ~ i h ido h h o ó sobornado; de qué · y i m o ti o omunica ion con él ; y le

uh an t r gunta qu i r n qu s an nece-p r rd d ; y qu al pi d 1 di ho hagan

p r e qu 1 d be dar; porqu quan-iniere á r , est ' adv rtido d ello.

P .RES O S.

or 1 te deli-, lo ,, a pa-

tigos que

·a-

pr~

con-tom

rsonas

qu lo qu n car· hon t tal qu

(125)

,, pena ; y alli se 1 dig mi a y administr n los santos sacra­,, m ntos qu el d re ho p rmi .

13 It m, que los r o pu d n r visir os to as 1 v ce ''que qui ieren por sus mu er s ' hijo , y d udo y amigo , y ,, letrados y procurador , y las mug r s lo mismo , públi y ,, secretam nte.

14 ,, It m, qu 1 ,, cur do lo qu m 1 reo , unqu nayuden á d nd r, '.Y n e n ,, dos ni procur dor ntra u volunt d.

1 5 ,, It m, qu lu g qu fu r n pr s se 1 ponga la cu­,, sa ion, n la qu l no l s s a pu sto tr o a rn de qu 11 ,, que está d puesto y d nunciado contra ellos. Y que en la acu­" sadon se 1 s d clare el tiempo y lugar en que los te tigos di­,, cen haber cometido el delito , porque ellos puedan ent ramen­,, te s r defendidos.

16 le d' copia, i la qui íe­la r ci~i ron , y d lo

11 epus1 ron, y u tá

/

( 126)

,, pu d d negar quando la potencia del acusado es tanta , que ,, ju tam nt e pu da t mer la seguridad de los testigos , s n­" tí n d dichos grandes y pr lados , y no d otra persona , ,, porqu 1 p rienda ha mostrado que d ·ándolo al arbitrio ,, de lo ju , ha sido muy p ligro a co~a; y á to o uni rsal-,, m nt , í chicos como grand s , lo h n den gado.

19 ,, t m , que quando á 1 s tal s grand s y pod rosas p r­,, son .s hubier de n g r la publicacion de lo nombr de lo " t tig , que 1 ju z lo pronuncie por uto , y jur sol m­

,, " ,, "

q u no lo h ce malicio ament , sino porqu t me p t n i d 1 cu ado á qui n d ni g

t n rán urid d u id-n~ rm

otor­pro-

tor-

torm nto pa-

qu

/

( 127)

y procur dor s s-

e o p u R G A e I o E s.

( 128)

,, g res y parientes , y otras p rwnas que lo vieron cometer y ,, no 1 han venido á decir ; y por esto h n sido muchos pr sos ,, cond nados, y tomádol s us bien s , diciendo ser fictos peni­" tent s , y n haber rectamente conb sado sus culpas ; e lo ,, qual ha v ni o gran daño. Qu de aquí ad lant por ste ,, ni otro a haque ninguno s a pk o ni conden do , ni tomados ,, u bi n s : y los que por m jante ca o estuvi r n pr sos, , an b u ltos , y i n c rio , e haya bul d nu stro

, muy anto p dre n qu g n ralm nt r mita las tal s culpas, , y los reconcili uni r alm nt á 1 igle i d todo aqu llo

u r e ncili ion hubi r n h ho y de do d de-i ron , d lo qu r n e llo ; pu s

nf ~ ar n 1 onfi arian 1 o

pro

llamar d on-

año a-

haf¿

/

e 229)

,, traen ; y no se pongan de a uí ad lante en ninguna part por­'' que esta infamia s n e to r yna : y qu algunos qu ,, tan en cárc les p rp tuas y por lunt , que 1 s onmuten

an udto , rqu allí muer n de ham-

,, qu ,, lo e t tuto ,, h cho ontr rvicio ,, n racio.o s , y ontr to

BIENES.

3 3 ,, Item , que quando prendí ren alguno , no le sean to· ,,m dos lo bi nes ni v ndidos mu bl s y rai , y ol m nt

n y ra qu no pu pone.

n ga t 1 qu fu r n ' hij y m1 ...

ne ri m

cond na o y vi r

to r y-

e 130)

,, za s haya bula de nue tro muy santo padre , en qu mand ,, guardar la ord n usodi ha.

39 ,, Itern , que todo lo susodicho se guarde ansí n lo ,, pl yto y causas que agora estan ·pendientes, como n lo que ,, d aquí ad lant hubier . Y en tanto que viene la bula , u ,, alt za mand á los inquisidores gu rden y cumplan e ta dicha ,, ord n conform á d r cho.

,, Por lo qual , todo por Nos Yisto , considerando la obli-" ga ion que t n mos como r y s y ñor naturale d qu ,, nu tro subdito s an mant nido en justicia , y los d linqüen­

a tig dos , y lo inocent s no pr sos ni fatigado ni p r nin )'una i . Y porqu nu tra oluntad n todo

u nt 1 r ili hum n lo rmiti r fi i , y l u tr r al

r i io d

y ) .

,, como en las que d , por antiguas causas.

"y ,,y "1

do na

(131)

se mo i rcn,

n

y

andon que hubiera e itado la ru ·na

(4) lleal bibliot e de dri , ntre u man u crito , t. D. t) 3.

( 132)

P dro Mártir de Angl ria , que seguia la corte como con­sej ro d Indias , scribió desd Zaragoza en 3 1 d Mayo de dicho año 1 5 1 8 á los marque es de elez y d Mondejar , dán­doles no ti i d la enferm dad del canciller , y en 1 3 de Julio avi aba su mu rte , mani.14 tando en ambas carta como un bi n la falta d Juan el agio , y fundando u conc pto en qu su

id ra contr ria á la perman nci del tribunal de la Inqui-si ion es). . .

ro 1 voto de Pedro Mártir es de poco valor en este pun-to, ya rqu tal v z ria efe to de la caut la c6n que ne-

it b pro r un xtrangero natur 1 d Milán , ya porque r d u grande in tru ion en lla letras , t nía poquf ..

rí ic n 1 m t ri · c nónic , n qu se it iano on t da 1 de 1 una

d 1 u amigo , y lo

Cs) P dro rtir,epist. lib. 31. epist. 620 y 22.

, y or ..

ita r los los á

( 133)

los acusados , la de ocultar los nombr s d lo t prohibirles el trato con u ari nt y d fc n or rios procedimi ntos capciosos y opu tos l r

Basta en fin el cont to lit ral d 1 proy t ca para conoc r qual r 1 opinion nacional en el artículo inm fato r 1 m1 m nos y pro in ia e 1 r on.

R T C o II.

, la de

Solicitud de los aragoneses tn las córtes de Zar rgoz.a del año I 6I9 para reducir la bzqttisicion á los términos de la pracmática proyec­tada para Castilla. Bulas pontiji'cias re'Vocando los pri'Vilegios 7

sujetándola á las reglas del derecho comun. Inutilidad de todo por el inftuxo del inquisidor general.

L os aragoneses , que habian e dido á lo ca t 11 no en la mani.6 tadon d u lunt d contr 1 bl mu nt de l Inqui i ion mo em ll varon t mbi n nt j 1 t n con qu pr ur r n d p4 · sminuir u mal s qü ncias fun

D n añ· o ron á los m dio

r 1

(t ) Cantolla.: Co in ocio l compilacio ti# /Jrt1J11 de la li t¡,uiti~ion t lib. 3. fol.us 13s.

Tom. V. . 2.

( 1 34)

te del rey católico ·esperanzas de mejor fortuna multiplicaron sus pretensiones en las córtes de Zaragoza que Cárlos Primero celebró en fines de 15 18 y principios del siguiente.

Despu s de haber conseguido que jurase Cárlos la obser­vancia de las citadas concordias , y no permitir que se hicie-ra Inquisicion por el crímen de usuras ( 2 ) , expusieron en las córt s que no habian bastado aquellas convenciones para cor­tar los abusos del tribunal , por lo qual pedian que se otor- . gase nu va concordia , en la qual, ademas de lo contenido en ellas se propusieron los capítulos siguientes.

Primero: que n adelante los jueces, notarios y demas mi­ni tro d 1 Inqui icion se eligiesen de buenas costumbres , cien­

y f: m , g n ro o , d dad prov ta , conforme á derecho, ido y apr b os p ra el er i io de su empleo , y no

.2 Qu su su 1 os no fu sen asignados sobre los bienes d p r nas ond na as; ni ellos pudi s n a quirir p rte d di­hos bi n s.

3 Que cada s gundo año fuesen visitados para que diesen razon d 1 modo con que se conducian en su respectivo oficio, ant ju c s no sospecho ?S en manera alguna, y que jamas hu­bie n rcido oficio de inquisicion ; y si resultase haber de ... linqui o , fo en ca tigados onforme á d recho.

4 Qu si algun cusado ap la ' la illa apostólica, ó al inqui idor n r 1 , se d firi á tal s ap lacion s conforme á d r ho , in qu por so s hi i s · á los apelantes injuria , gra­

m n , ni mal tratami nto. 5 Qu lo t sti o qu se presentas n en las causas de

ap la ion s aminados por 1 inquisidor general y sus on J ros.

6 Que los r os pudi sen el gir procurador y abogado de su gusto , sin lu ion d los ari ntes , y ser oidos con ellos.

7 Qu los nombr s de los t tigos se matlffi stasen á qua-1 squi r r os sin dif r ncia entre unos y otros.

(2) Argensola : Ana/et de Arngon, lib. 1. cap. S + ' -

/

8 Que se explicase á cada uno d los r os el año , mes , dia y lugar en que depusieron los te tigos.

9 Que los testigos falsos fu s n castigados con la p na del talion , conforme á la pracmática promulgada por el r y Fer­nando el Católico.

1 o Que los acu ados del crímen d heregía no fuesen pre­sos en cárceles horribles , sino n 1 qu sirv i sen solo de cus­todia segura.

1 1 Que s les permiti sen visitas d maridos , mugeres , hi­jos , parientes , amigos , abogados y pro uradores.

I 2 Que se 1 s dix se mi a n las cárc 1 s. I 3 Que el Fiscal propusiera en su acusacion solo aqu llo

que hubiesen depuesto los t~stigos , expresando el tiempo y lugar en que . los testigos afirmas.en haber sido cometidos los cr~menes.

1 4 Que las qiiestiones y torturas no excediesen á lo que correspondiera por los indicios y reglas del derecho.

1 5 Que los oficiales no usasen· de qüestiones y torturas nuevas y no acostumbradas. .

1 6 Que sufrida una vez la tortura no se diera segunda vez por una misma causa.

17 Que si no resultas n pruebas del crírnen , y sin embar .. go los inquisidore reputa en al acusado por sospecho o d haberlo cometido, admitiesen para purgacion de la sospe ha los testigos que quisiera el reo, aunque fuesen parientes, como no

· fuesen de los reprobados por derecho. 1 8 Que si algunos testigos designados faltasen ó ignorasen

la inocencia del acusado, pudiera éste nombrar otros, é infor­marse de ellos si tenian noticia de su inocencia.

1 9 Que por esta sospecha ó escrúpulo no se impusiera pe­nitencia pecunaria ni otra pena.

2 o Que si alguno reconciliados hubiesen dexado de ma­nifestar algunas cosas en sus confesiones por olvido, de resul­ta de haber mediado mu ho tiempo entre el crímen y la confesion , y fuesen procesados por esta omision , s proce­diese con ellos mas benignamente , y no se les pusiera en cár­celes ni se les confiscaran sus bienes.

s 2

(136)

.21 Que contra los hijos de penitenciados que estuvieran en la potestad de los padres quando estos cometi~ron el crí .. men , no se procediese por esta sola circunstancia , aun quan .. do los padres declarasen que los hijos lo sabían , á no ser que constase por infqrmacion plenaria que dichos hijos tenian veinte años de edad quando sabían el crímen del padre estan .. do baxo su, potestad . .

2 2 Que los hijos que por entonces estuviesen presos por el único crímen de haber sabido y no delatado el de sus pa­dres , saliesen libres sin pena alguna.

2 3 Que los menores de edad que por entonces estuvie .. sen fu ra de cárcel , no fuesen llevados á ella por la sospecha que los ofi iales de la Inquisicion formasen con el motivo in­di o , ú por otros fundamentos leves.

2 4 Que fues casado y anulado el estatuto promulg~do por los inqui idor s d que comparezcan ante ellos los hijos y nie­tos d r onciliados y condenados , expresando por escrito los nombr s d los hijos é hijas , padres , abuelos , y d mas con­sanguíneos y afines , descendientes por qualquiera línea , y el lugar en que hubiesen sido enterrados , y el en que hubieren morado ; y otras muchas cosas de que se les obligaba á dar razon.

2 5 Que quando alguno hubiere de ser examinado como testigo ' lo aminasen los jueces por si mismos ' estando pre­s nt 1 ordinario del lugar , con asistencia de otras personas p rfr s pr cediendo juramento , baxo el qual le preguntasen con cuid do si t nia odio á la persona en cuya causa deponía , ó si babia tenido pl yto en algun ti mpo con ella, ó con al­gun consanguineo ú a.fin suyo ; si se le había prometido ú dado algo, y si ra inducido por odio ó dinero á depqner; badén· dol presente la p na del testigo falso , y todas las cosas que conforme á derecho conviniesen para inferir si merecía ó no fe judicial.

2 6 Que ninguno fuese preso en cárceles , sino en el caso de haber precedido tal congetura, que hiciese ve~osímil haber de r sultar condenado el acusado.

( 1 37)

.2 7 Que ninguno pudiera ser condenado sino des pues de oido estando presentes los abogados y procuradores , ante los quales se había de leer el proceso antes de comparecer en los para ges públicos , para que vi sen si habia algun defec­to en su formacion y alegarlo conforme á derecho.

28 Que la circunstancia de d scender de reconciliados ó con­denados no fuese obstáculo para ntrar en confraternidad alguna, ni para profesar en las órdenes religiosas.

2 9 Que se quitas n los hábitos de penitenciado y los ro ... tulos d ... e causas y nombres puestos en · monast ríos , iglesias y otros parages públicos , para que así cesase la infamia que producian.· · 30 Que en quanto al modo de proceder y pronunciar sen .. tenda se observasen generalmente en el oficio de la Inquisicion la forma y el modo prescrito en los sagrados cánones , sin res­peto alguno á otro estilo y modo observado hasta entonces, aunque los inquisidores dixesen que habian podido seguir su estilo conforme á las bulas apostólicas concedidas en su favor:

8 1 Que qualesquiera bulas que se obtuviesen de la silla apostólica se pudiesen intimar directamente á los inquisidores por ·parte de los diputados del reyno sin' incurrir en pena al­guna, no obstante qualquier estilo contrario.

Estos treinta y un capítulos , pretendidos en las córtes de Aragon, contienen con leve diferencia lo mismo que se babia proyectado mandar para las inquisiciones d Castilla en la prac­mática preparada por conseqiiencia de las córtes de Vallado­lid ; y enterado de la solicitud el rey Cárlos en presencia del inquisidor general Adriano , cardenal de T ortosa , respondió en las mismas córtes de Zaragoza " ser su voluntad que en to4 ,, dos y cada uno de los artículos propuestos se observasen los ,., sagrados cánones y las ordenanzas y decretos de la silla apos· ,, tólica sin atender nada en contrario.

,, Que si ocurriesen dudas , dificultades , ó confusiones que ,, necesitasen intei:pretacion , se acudiese al papa para que las ,, dedarase.

,, Que si alguno quena introducir ·acciones, acusaciones, ó

,, qu rellas contra qualquiera de los inquisidores ó mm1stros ,, de la Inquisicion por abusos cometidos en el cxercicio de ,, sus destinos, pudiese hacerlo ante el inquisidor general, quien ,, asociándose oon jueces ó consejeros no sospechosos , y oyen­'' do á todos los interesados administrase justicia dando su de­" recho á cada uno.

,, Que si el conocimiento y castigo del crímen cometido ,, perteneciese al fuero secular , el mismo rey Cárlos dispondria ,, que la justicia se administrase bien y expeditamente , . de ma~ ,, n ra que los delin<1.Üentes fuesen castigados con pena justa y ,, capáz d servir de escarmiento á otros.

,, Que juraba y haría jurar la observancia de esta su vo­,, luntad y declaracion con la intcrpretacion que el sumo pon­' tífi e di s sobre todo y cada uno de los capítulos pro­" pu stos.

,, qu así mi mo , juraba qu no pediria absolucion ni _ , r l j i n t juram nto , ni usaría de ella aunque se

,, 1 onc die e sin pedirla , porque d s e entonces renunciaba ,, d lla ( 3 ). "

Los aragoneses ent ndieron estar concedido lo substancial de su pret nsion, porque habiéndose mandado guardar lo dis­pu to por los sagrados cánones en todos y cada uno de los c pítulos propuestos , cr í n estar incluido el precepto de com­pilar los proc sos en 1 mism form pública de los demas tri-bunal l iásticos , sin s cr to mist rioso , ni ocultadon de los ' nombr s d lo t tigos.

Ll nos d pla r los aragoneses por esta respuesta acor­d ron n 1 mism córt s contribuir al rey para sus gastos con un s rv1c10 xtraordinario que llamaban de las sisas, y no fix ron entonces la consideracion en que la respuesta del rey mandaba tambi n guardar las oTdenanzas y bulas pontifi­cias , con lo qua! se desvatiecia el conc pto de la publicidad

(3) Las peticiones y respuesta , ré- copió Cantolia en la continuacion de sultan de la bu Ja de confirmacion de compilacion de breves de la lnquis. lib. primero de Diciembre de t s 2 o , que 3. fol. 1o3.

(1.,9)

de los procesos y qued han las cosas en el estado mismo que antes de las córtes , si 1 papa en uso de la otra el' u sula de la propia resolucion r al no hacia int rpr taciones y d clara .. dones favorables al obj to.

Juan Prat, notario d las córtes, formó testimonio de to­do; el qual enviaron á Roma los diputados d 1 r yno de Ara­gon , encargando á su agente pr s ntarlo al papa pidiendo con .. firmadon de lo acordado en córt s , con las d el racion s que su santidad considerase conv ni nt s sobre todos y cada uno de los capítulos en favor de la publicidad de procesos , lib r• tad de apelaciones , y demas reformas del estilo introducido por las instrucciones de Sevilla.

Estaba entonces el papa Leon Décimo casualmente inco· modado con los inquisidores de España en sumo grado , por .. que no habian dado cumplimiento á varios breves expedidos en causas particulares , Y. CO!l especialidad con los de Valencia, en el proceso de Blanquina, viuda de Gonzalo Ruíz, de edad de ochenta· años; con los de Sicilia , en la cau a de Frand o Mainente , vecino de la ciudad de Siracu ·a; con lo de Toledo, en la de Bernardino Diaz, clérigo, casado; y con los de Se­villa, en la de Francisco Carmena; por lo qual babia d poja­do á los inquisidores del conocimiento de estas causas , y las de Fernando Aragon, médico de su santidad, Diego las Casas, Luis Gutierrez, Juan de Cobarrubias, Alonso Guti rrez de Ma· drid , Luis Alvarez de San Pedro , vecino de Guadalaxara , y otros e 4 ).

Esta incomodidad del papa le induxo á expedir tres breve en el mes de Julio de 1 5 1 9 , uno dirigido al rey Cárlos , otro al cardenal inquisidor general , y otro á los inqui idores de Za­ragoza ; todos ellos reducidos á reformar la Inquisicion de Es­paña y niv l ria con los otros tribunales ecl siástico , de ma­nera que procedieran totalmente sugetos á l s r las generales

(4) Todas estas causas, y la inco· estan en la compHacion de breves de modidad del papa con los inquisidores, la Inquisicion h cha por Lumbreras, y resultan de varios breves, cuyas copias continuada por Can tolla.

( 140)

del der cho comun canónico , para lo qual revocaba todos los privilegios . concedidos por él y- sus antecesores; y aun manda­ba que. la eleccion de inquisidores se hiciese proponiendo dos canónigos ·cada obispo con su cabildo catedral al inquisidor ge­neral , qui n nombraría uno de ellos para inquisidor de aquel obispado , lo comunicaría al papa , y este confirmaría el nom­br mi nto, reservándose la facultad de revocarlo y subrogar otro en su lugar siendo visitador cada segundo año e 5 ) ; pero es­ta gran victoria quedó reducida á nada por e.l influxo del car­denal inquisidor general , y por uno de tantos efectos de la política de Roma, que antepuso siempre á todo el compla­cer á 1 s córtes de los sob ranos poderosos , por lo qual no pu o m nos de dar notlci d lo que se intrigó en un as un .. to t n grande importancia para el bien de la humanidad, y d 1 t on con que los aragon ses prosiguieron manifestan­do u opinion ontra l Inqui i ion en quanto estuvo de su p rt.

Apenas los inquisidores de Zaragoza supieron que Juan Prat habí dado á la diputacion de Aragon testimonio para r mitirlo á Roma , lo avisaron al inquisidor general que ca­minaba ya con el rey para Barcelona , pero le añadieron , que s gun noticias , el testimonio era falso , por haber certificado como concedido por u m g stad m s d lo cierto. El carde­nal comunicó todo al rey , quien stando en la villa de Igua-

.., lad di 4 d F br ro d 1 5 1 9 mandó que los inquisidores r dbi sen inform cion sumad , p ra lo qual el inqui idor ge­n ral pidió cart -ór n ( 6 ). L r cibieron aqu llos , y de sus r ulta pr ndi ron en sus cárc 1 s á Juan Prat, en 6 de Ma-

o , tratando de conducirlo á Cataluña para ser juzgado en la

( s) No hay copia de estos breves en a compila ion de bulas de la Inquisi­

cion ; pero se dá noticia de su conte­nido en los apuntamientos del libro anónimo del secretario Ecbay, y cons­t de la instruccion dada por el rey al

emba ador extraordinario Lope Hur­tado de Mendoza : y de lo escrito por los cronistas de Aragon, Argensola, lib. 1. cap. 94. = Dormer: cap. 26. =La­nuza , tom. 2. lib. r. cap. r +

(6) Dormer: Anales de dragon, cap.

(141)

corte , lo qua! era contra los fueros de Aragon jurados por el rey, en los que se clisponi que ningun arag n s fuese sacado del· reyno ni juzgado n tribunal traño e 7 ).

El rey escribió en 7 d M yo al papa d d Barcelona , que· jándose de la falsedad qu cr ía hecha por Juan Prat , y pidi n­do á su santidad qu no libras 1 bula de confirm don por aquel testimonio ; tomando tanto mp ño en to, por la sug s­tiones del inquisidor g n ral , que s ribió tambi n á r 1 nales de Ancona , y d los ntos quatro orona , para qu ayudasen al objeto , dici ndo además á Don Lui Carroz , su embaxador en Roma : ·,,Nos ten mo acordado por co a de e te ,, mundo no consentir ni dar lugar á qu el santo oficio de la ,, Inquisicion reciba quiebra ni diminucion alguna ; pues así nos ,, lo dexó encomendado en su testamento l r y católico mi ''señor , que en gloria sea , atribuyendo por él á Dios nuestro ,, señor tod s las victorias y prósperos fines que tuvo en las co­n sas que comenzó y vemos cada dia por la experiencia ser n -,, cesario ; y el nombre y título que tr emos d católico nos "obliga mas á llo ( 8 ). ,,

¡ Qu" diver o e t lcnguage del que usaba po os mes s antes en 1 pragmática d la cort s d alla oli ! A í su de con fr qü ncia qu n o hay mutacion de per onas n lo mm1s­terios y con ejos d gabinete. Pero ntretanto guardó const n­cia la di putacion d 1 reyno aragones , compuesta entonces de Don Martín Gurrea , abad de Alaon , el maestro Sesé , canó­nigo de Z ragoza , Don Alonso de Hijar , Don Sancho de la Caballería , mosen Juan de Mur , Juan de V ra , Juan de Pa-

-ternoy, y Martín Ximenez , los quales convocando á junta á varios caballero , escribieron en 9 d Mayo á lo conde de Aranda , de Bel hite , d Fuentes , y de á tago , á Don ran­cisco Luna , y Don Juan de Mon ad , dándoles part de la no­vedad , y citándolos á junta en el lugar de Fu ntes d Ebro,

. asegurándol ~ qu tambien 1 tina 1 arzobispo d Zar go­za Don Alonso d Aragon , tio carnal mat rno del rey , co·

(7) Argensola: .Anale1 de .Aragon, lib. 1. cap. H• (8) Dormer: cap. i6. Tom. V. N. 2. T

. ,

( 142)

mo hermano ·natural, no legítimo , de la reyna Doña Juana. Con efecto se juntaron , y por acuerdo de todos la di pu­

tacion escribió al rey asegurando la legalidad de Juan Prat , ex• perimentada en todas las córtes del rey católico ; recordando á su alteza lo prometido y jurado ; la necesidad de pedir al pa­pa su confirmacion ; los inconvenientes de la prision de Prat, y suplicando para éste la libertad ( 9 ). El rey contextó en Bar­celona dia 1 7 de Mayo á disgusto de la diputacion , y porque le habian insinuado la dificultad de hacer efectivo el servicio de las sisas sino se daba libertad á Prat , decia el rey en su res­pu ta : "Debeis pensar que por ningun interese propio no ha­" b mo d olvidar nuestra ánima , é conciencia ; y sed ciertos ,, qu ant s acordaríamos p rder parte de nuestros reynos y es­,, t os , qu p rmiti mo f: e r e cosa en ellos contra la hon­" ra d Dios nu tro s ñor , y en desautorizami nto del dicho "santo Ofi io (• 0).

La diputacion nvió á Barc lona á Don Sancho de la Ca­ball ría , u individuo para bac r pr s nte al rey que la prome­sa del servicio de las sisas habia sido condicional , por lo qua! no lo podía ex1gir de los aragoneses sino se le cumplia lo pro­m tido y jurado en las córtes e J 1) ; y al mismo tiempo requi­ri ·ron á los inquisidores de Zar goza , que mientras pendia la confirmacion ·pontificia d lo acord do n dichas córtes de Za­ragoza , umpli ran la bul de prim ro de Agosto de 1 5 1 6 , en qu h bi man ado oh rv r lo concord do en Monzon los año d 1 5 1 o y 1 .2 obr límit d juri diccion y privilegios. [n taron d nu vo á Rom donde se 1 s prom ti favor ; pero 1 inquisidor g n ral por el contrario consiguió qu el rey es­

cribi con ~ ch de 29 de Mayo á Don Luis Carroz , y Don G rónimo i h, sus embaxador s en Roma, para qu impidie­s n la confirmacion. Noticioso tambien S. M. d que la cliputa­cion ar gon sa p nsaba e lebrar junta general de pueblos , en­vió al comendador Don García J ofre de Loaisa, desd Barcelo-

(9) Argensola: lib. 1. cap. f 4• (10) Dormer: cap. 26.

( 1 1) Argensola : lib. 1. cap. s +

( 143)

na con orden de 30 de Mayo para jmpedirlo; no obstante lo qual se verificaron las juntas en 1 lugar de Azuaga , y acor­daron retener el servicio de las sisas mientras no se pusi ra en libertad al notario de las córtes , y se confirmase lo resuelto en ellas : y habiendo trasladado sus sesiones á la villa de Cariñe .. na , decretaron en 3 o d Junio renovar y multiplicar en Roma las instancias ; de las quales resultó la xp dicion de los tres bre­ves indicados que reducían la Inquisicion á 1 da d un tribu· nal eclesiástico sujeto á las r glas d 1 d recho comun.

La corte creyó n c sario baxar algo el tono para evitar una sublevacion general de los aragon ses en ocasion que ya Castilla comenzaba á manifestar indicios de los levantamientos de la guer­ra de comunidades. Oídas las representaciones de Don Sancho de la Caballería , determinó el rey que para no quebranta.r los fueros jurados de Aragon , quedase reformada la provid n­cia anterior de llevar á Juan Prat, á Barcelona , y que el arzobis­po de Zaragoza tratase de compos1cion con los diputados de Ara­gon ' de suerte que lograse la exaccion del ervicio de las sisas. El arzobispo prometió la libertad de Juan Prat, baxo fianzas de estar á juzgado y sentenciado. Los diputados y 1 preso no qui­sieron admitirlo sino se le daba plena y sin cauciones. S pro­puso que 1 r y se avocaria la causa, y el arzobispo nombra­ría siete letrados para que recibiesen las pruebas , y diesen dic­tamen á S. M. Los diputados se conformaban, con tal que la qüestion no fues~ sobre la legalidad del testimonio , sino solo sobre_ si la Inquisicion era ó no tribunal competente para sus procedimientos ; y por último para dar testimonio al rey de que los aragoneses no guardaban tanto teson por miseria , sino porque les asistía justicia en su asunto principal , acordaron en Villareal dia 7 de Septiembre á instancias del arzobispo , po­ner corriente la cobranza del servido prometido de las sisas, con .. fiando que S. M. mandaría salir libre al notario de sus córtes ( 12 ).

Pero todo quedó sin efi cto, porque mientras el arzobispo de Zaragoza negociaba esto con la diputacion aragon sa , tuvo

(u) Argensola, Dormer y Lanuza, en los lugares citados. T z ~ -

( 144)

e1 rey noticia de la expedicion de los tres breves indicados , y estimulado por su maestro , inquisidor general , envió inmedia ... tamente á Roma por embaxador extraordinario á Lope Hurtado de Mendoza , géntilhombre de su cámara , con una instruccion de 24 de Septiembre de dicho año I 5 19, en que le encarga­ba pedir con vigor la revocacion de los tr s breves , y volver la Inquisicion al estado en que se hallaba antes de su expedi­cion ; sobre lo qual le prevenia , que si el papa se negase á ello en audiencia secreta, pidiese una pública, y en ella instase de nuevo , añadiendo que en quanto á quitar de las iglesias los samb nitos y rótulos ya se habían ofrecido trescientos mil du­cados al rey católico su abuelo porque lo mandase , y dice que no quiso dar lugar á llo ''por la of4 nsa qu se hiciera á Dios t' nu tro s ñor y á u f4 catolica , y por vitar algunos incon­" v ni nt s qu d llo podrían su eder (' 3)."

1 p a qu ía 1 gi o ya rey d romanos y emperador futuro d Al mania á nu stro monar a, no se olvidó de ser Me­di i d Flor nci por su familia , y soberano temporal d una part de Italia como pontífice romano. La sagacidad de sus cu­rial s 1 hizo entender que los intereses de Roma se aniquila­ban con la filantropía é ideas liberales de un pontífice amante d las letras y bellas artes ; al paso que se acrecentarían con­d se ndiendo con el joven soberano en sus p ticiones. Esta política pr val ció ntonc sobre 1 enojo p r onal con los in­qui idor p ñoles ; por lo qual en 1 2 de Octubre respondió 1 papa por mano d 1 cita o mbaxador extraordinario prome­

tí ~ n ol qu no hari nov ad n la inquisi ion sin prece­d r u a n o , y on 1 mi rna fech dirigió al cardenal Adria­no un br qu manifiesta bien la naturaleza de la política roman , pu s sin afirmar si estaban ó no librados lo~ breves cuya r vocacion se l p dia, le dice qu nunca babia tenido int ncion de hacer nov dad perp tua en el gobierno de Ja Inqui-icion pañola sin l consentimiento del r y ; ro que una vez

(r 3) lnstruccion de Cárlos t. á su embaxado; Lope Hurtado de Mendoza,

sobre la lnquisicion,entre los manuscri­tos de la real biblioteca de Madrid.

( 14·5)

que ya sabia ahora que la voluntad verdadera y deliberada de S. M. era no permitir novedades , prom tia su santidad no ha­cerlas , con tal que los inqui idor s español s no prosiguieran rebelándose ingratos é insolentes contra 1 silla apo tólica, so­bre lo qua! hacia r conv ncioncs y e tr chos encargos al car­denal ; de manera qu dá ya por ab ndonada 1 causa d los aragoneses sin embargo de d cir : ''Sobre 1 r forma d 1 In­,, quisicion y castigo d los d litos d al mo mllllstros (de "cuya avaricia é iniquidad ll gan á Nos todos los di y de to­,, das partes quejas) habíamos comenzado á pro er , p rqu no ,, podíamos dexar de d fend r la causa de Dios omnipotcnt , que ,, parecía estar perjudicada con la infamia de los tal s , y staba­'' mos obligados á mirar por nuestro honor y el de est~ santa ,, sede , cuya autoridad ellos estimaban en poco las mas veces " con cierto género nuevo de insolencia."

Los que no conociesen á fondo la conducta curial de Ro­ma· se admirarian de que haciendo esta confesion retrocedi ra el papa ; p ro ello es cierto que despues de visto el empeño del emperador , tranquilizó su conci ncia con solo decir n i­cho breve al cardenal : ,, Para que esta Inquisicion sea gob r­,, nada conforme á justicia y verd dera piedad , y no c nvi r­,, tan el derecho en injuria , ni el z lo en codi ia tus minis .. ,, tros (de quienes debe tu honda precavers á fin d no ser

. "engañado quando les des excesivo crédito) impon mos á tu ,, circunspecc10ñ gravando tu conciencia , el cargo · de que atien­,, das y adviertas con quanta diligencia pudi res , á que tus jue­,, ces y subdelegados no se muevan á juzgar y sentenciar las ,, causas de los hombres relativas á la fe por odios ó ansia de ,, rapiñas , mas que por verdad y justicia ; pues de las rnalda­" des y delitos que cometieren , eres respon able á Dios y al mun­,, do, una vez que por tu voluntad y nu tra autorida tomas­" te á tu cargo el gobierno de la Inquisi ion. Y por quanto ,, la infamia de la iniquida d tus sub legado redund en ,, gran d shonor de la na ion , y en alguna nota de u op­,, timo rey y d tu circunspeccion , s r' propio d tu pru n­" da no solo el qu r r agr ar á Dios , sino tambi n el procu ..

,, rar la buena fama y opinion entre los hombres y tu honor, ,, y el de tu rey , que alguna vez padece por causa de tus sub­" delegados (•4)."

Sintieron tanto los aragoneses el golpe , que uniendo es­te suceso al de conservarse preso el notario de sus córtes, acordaron en junta de diputacion de 3 o de Enero de 1 5 2 o retener otra vez el servicio de las sisas ; y estando el rey en la Coruña enviaron en 3 de Febrero á mosen Azor Zapata, canónigo de Calatayud , y Don Iñigo Mendoza , para instar de nuevo por la libertad de Prat , y confirmacion de la con­cordia jurada por el rey. Consiguieron un decreto de 2 1 de Abril n que se mandaba relaxar de la cárcel á Prat; pero no· tifi do á los inqui idor s n 6 de Mayo no ~ se conformó el pr so , diciendo que la palabra relaxar era equívoca de cri ... men , y no quería salir mientras no se mandase que saliera li­br : t son bi n particular , qu le ocasionó permanecer en la cárc 1 h sta qu vuelto de Alemania el mperador, mandó n T ordesillas dia 2 8 de Enero de I 5 2 I que Prat saliera libre

- de la cárc 1 para su casa ( 1 s). En quanto á la confirmacion de la concordia escribió el

rey á su embaxador Don Juan Manuel desde la Coruña en 2 z de Abril de Is 20 encargándole pedirla , pero con la preven­cion de que no se habia de librar la bula por la narrativa del t stimonio de Prat , si no por la del que se habia remitido de la corte firmado por 1 cardenal y el gran canciller á Don Luis Carroz , y Don Gerónimo ich ; y que su santidad no hicie­s d el racion s algunas sobre los capítulos propuestos , sino solo confirmar la respuesta dada por el rey, sobre lo qual scribió tambien al papa , á quien en varias cartas pidió con

grandes instancias que librase bula de revocacion expresa de los br ves contrarios á la Inquisidon como veremos en otro artículo e 16). -

( 14) Lumbreras: Compilacion de bre­'Ot.r de la lnq. lib. t. tit. 6. num. 7.

(t s) Argensola, Dormer. y Lanuza, en los lugares citados.

(16) Coleccion de cart" del empe­rador y de sus embaxadores en Roma, entre los manuscritos de la real biblio­teca de Madrid.

( 147)

Los aragoneses se 11 garon á desengañar de que no conse­guirian la execudon de los breves,. ni otra co a que lo respon .. elido por el rey en las. córt s , por lo qual comisionaron en 2 o de Junio de · 1 s 2 o á micer Alonso Muñoz , para que solicitara del cardenal inquisidor general ord n d qu los inqui idor s de Zaragoza. pusieran en execucion la oncordia conforme á la r .. solucion del emperador, sin esperar la bula pontificia de con­firmacion , puesto que su tancialm nt se r du ia lo prom tido á la observancia d las otras concordias ant rior s confirma s por el papa en bula de primero de Ago to d 1s16. 1 car­denal accedió en 6 de Julio , y el emp rador mandó lo mis­mo en 3 de Agosto por medio d carta. escrita á los inqui­sidores desde Gante ( 1 7) ..

. Llegó por fin el dia de que se· liorase· la bula de confir-· macion con fecha de primero de Diciembre de dicho. año 1 5 2 o. Mandó el emperador en 28 de Enero de I 521 que se publi­case y cumpliese ; y los diputados de Aragon requirieron á los inquisidores de Zaragoza con ella en 1 .3 de Febrero , dando á este acto grande aparato y solemnidad con asi tenda de todos los individuos de la diputacion y otros muchos caballeros (•8).

Esta circunstancia llevaba el obj to d apar nt r triunfo n una contienda que tenia en expectacion á todos los pu blos d 1 reyno ,. pero los diputados y d mas per ona d . luc s conocian bien que no habian conseguido su obj to ; pu s el papa solo decia despues de los capítulos y respuestas d 1 rey ,, apr bamos ,, y confirmamos por las presentes letras , co°: autoridad apostó­" lica y .cierta ciencia nuestra , las predtadas voluntad , d clara .. ,, don , promesa y renuncia como son en sí mismas , y todo ,, lo demas contenido en ellas y que se ha subs guido de ellas; "Y suplimos quale quiera d fectos de hecho y derecho que )la­,, ya interv ni o e'l las mismas : y decr tamos que ac rea de ,, todos y cad uno d los capítulos propuc tos e obs rven in­" violablemente los sagrados cánones , y las ord nanzas y los

. {17) Coteccion citada de cartas del emperador en la real bibli teca.

( 18) Dormer: Anales de Arago11, ca p. 26.=Sayas! Am1le1 de Af'ago11,cap.2.

( 148)

,, d cr to d la illa apostólica : y que si el inquisidor genéral ,, y lo otros inqui idor s , ó qualesquiera otros oficial s y mi .. ,, ni ro r sent s y futuros contravinieren á esto ; y siendo ,, r u rido~ no r formaren con fecto todo aquello en que se ,, hubi r n e dido , incurriran por el mismo hecho en ex­,, n y n privacion d 1 oficio que tuvieren , y en inha ...

s

rp tua p ra obten rlo (r 9). '' lo mi mo que no inovar nada , porque la ob-1 s or nanza y decr tos del papa de trufa 1

n lo puntos principales. Sin embargo , los r n 1 se i i d la isas , y solo consiguie­

olicitud u t ni n d que 1 territorio dio-1 nqui i ion d al n i se

mo p rt 1 r yno Ar go-

m obr

st confiast I

(19) Cantolla: Contin11aciond la co • lilacio,. d bu/01 d l 11UJ.. lib. 3. fol. 103.

(20) Dormer: A110~ 1 d Ar ~º">cap. 1. ca p. 7 •

( 1 49)

1 inqui i or g n -

.1

r o i mbr

(1) Lumbrer : co ilacio de r t d1 I• compilflcifm de I11 fricioti lib. 1.tit. 10.núm. 2.=

Tmn. .. .a. /

d

1

( 150)

esta casualidad influyó sobremanera para lo p r 1 int r" que tomó el card nal en cons rvar

1 formidable tribunal conforme la ncontró en

verific ra sta circunstancia teni n

ue

ntiquatro, ñor de

qu lu bar

d 1

(151)

,, los catalanes y stl santi i d para salir con su pretesto , bien ,, en desprecio de la Inquisicion. Confi o qu 1 i d ,, de V. M. serán grand ; d 1 ca-,, tóli o rey Don Fernando bu lo lo ,, mismos con~ersos le fr i ron par 1 arra ,, seiscientos mil duca os de oro no lo a ptó , porqu qui-,, o mas anteponer 1 culto y b rv n ia d n -,, tiana , y qu fu Dio y u r Í4 ri quanta ri-,, qu z y oro hay n el mun o : qu ó 1 1 y ,, d st tribunal m firme y

,, Con la d bida humild d de y con 1 ,, d bo t n r por 1 dignid n qu m h o . , ,, 1 suplico qu abra los ojos y pon a le d lant st in-,, guiar y reci nte exemplo de u abu lo , y no d" lugar á que ,, s mude el conocimi nto de las cau as . d la nqui ici n : a -,, irti ndo que qualquiera obj cion qu al guen los contrarios

, ,, t' d cr tada y resolvida por los católico 1"í y de glorio­,, s memoria ; y si se d rog la mas mínim 1 y no ol e ,, en d r dito de la honra d Dio to o p roso , sino d s­

i glori d u abuelo . no l hac n fu rz á ta y

notr st so pudi ran d r, mu u h ,, pas do o i n Tal v r 1 yn , u un judío ,, nu v ment convertido fu" ca tig o por ju aiz n n 1 n­,, quisicion, y lleg ndo á su noti ia el testigo qu l d 1 tó, ,, 1 bus ó , y h ll' ndole en un camino , 1 atr ve ó d un lan· ,, z· d y quito1 la vida.

,, Tanta e la infi tni s ,, ngendr qu 1

,,d lug r qu ,,¡ d ,,¡

,, nin no ,, tribunal u ,,fi n a. Fio n .y

,, "Y

d

( 15 2)

y s acordará que es tribunal de Dios n su abu los &c. e 2 ). ,,

Quintanilla t ni ndo por glorioso á la fama uan hizo "ste á favor d la Inqui idon , aña­

ribió ' vario qu estaban n Fland s , re-1 pr pi instan ia, parti ularm nt á Don Alon-bi po órdoba e inquisidor g n ral con 1

Lop z de A yala , canónig de T ol -r m y comi ion do d isn ros : que

ranci o uíz, obispo d A il , h -1 t ni con Mon-

, lib. 3 cap. 17.

t z d t

r

ara la pre-

d 1 d lat do 1 jo

n

r­ro ..

( 1 54)

la concordi de los límit s puestos á la Inquisi ion onzon de 1 5 1 o y 1 2 , y d Lérida n 1 5 1 5.

nt han su sp ranzas con lo que oían d dr d las alladoli y Zaragoza en la époc de su celebradon

5 1 , 1 ngañó lu go 1 r ultado de hab r preval .. in t n i d 1 car nal Adriano n el ánimo d 1 r y Cár­pu d 1 mu rt del cancill r S lvagio ; por lo qua!,

ó á Bar Ion u m g stad á c 1 brar córtes d Ca· luñ n 1 s I 9 , no propusi ron los e pítulos d r forma de

Z r oz. y el inquisidor g neral ju· e taluñ y concordi s in·

Inqui i ion se y d r tos

1

( J s 5)

I 5 20 ( 4) ; pero ant s d su rieron arias intrf ga d qu p ert n e n á l Inqui i ion

,,d

,,qu

com iladon lib. 3 ag. 89.

u lo

por córt s , si ndo

ion de l lnqui i io

es> un c6 ice qu

l ur.

ocur-

mu-

e a rid, en D n Luu d

,

d f: V

: ,, ult ,

(156)

,

otra o-

n qu ha­por no h b r

n las

n 1 dema n rt

m ..

/

de carta •

,, pador como d nal J e b i de 1

porque conform

tr us qu o

( 159)

expli a en 1 artículo anterior , so-di on Juan

1 Inquisi ion de

1 papa r voc r la bul s gun cart h 1 .2 d Ago to , bi n

i pr porcionados r ' u l

( 160)

,, cardmales; y por esto no d be maravillarse V. A. de la ,, r nz ; p ro ahora de nu o me e rtifica el papa que en· " i rá lu go 1 bula Cataluña á su nun io , y tambí n 1 ,, Aragon ; 1 qual f st ahora no está ac bada de despa .. ,, char porqu no qu rian dar din ros para llo ino con condi .. ,, ion 1 di n ; y 1 p pa no ons ntia , ni aun yo tam·

me 1 d.ies n para envi rl al t or ro d Ara· ,, on , mo r. A. lo man ó. ' '

(11 )

1 d l fin 1 e rt ra d 1 t nor · ho un

di h

m­r-

mi

(161)

,, escribí á ,, qu man ari

(u) Col ccion de e rtas.

CO CLUSION

qui i ·on e

( 164)

rcad par dirimir todas. ; ni la multitud d tran· aun lo d cr t reales, bastaron jamas para im ..

in ui idor s s ntrometi s n á conocer d cau as t nedan : y se podria scribir una hi toria larg

ntinu usurpacione d jurisdiccion contra lo pr v ni· ' bul p ntificia , 1 y s d l r yno , concordi y d d·

i no fu s mat ri tan fa tidiosa. m no d aum ntar 1 núm ro d los des·

qu ca i contribuye m qu t d á formar ional , omo l de ju e s y gobern dor s ; p ..

1 d li rat nin mo gu ta d qu 1 i n u pinion n

li r

zo en su· r tiro de u t pue 1 hac creible la u confi nz , las qual

bian aborrec r un tribunal mu rt y u d honor. consta que quitó á lo n 1 5 3 5 , y lo tu

P ro n fin 1 qu 1 Inqui i i quar nt ño d

e 16s) /'

(166)

in ui icional , cuyas ideas imit ron los L / rid d I 5 1 5.

1 5 16 1 fundador de la Inqui-1 onido d la mp na d

ntr lla. e yó qu v nir Fl n y Alc-

d ·tin ion , ó p r lo un tribunal, uyo nom-

omo odio o d s 1

lo

J casualidad de halfar dores forma qu d trufa rbitrari d.

El h b r ido l d fc rir

( 167)

inqui i- ,.­d re­

y ru 1

( 168)

para 1 bi n comun. las obra

rí-

( 169)

d~ndol n ta d n

"mi o

u lu r, como u· lle r ' 1 Hz "po­

n 1 h n-

Ul S n h po-

( 170)

di ri ir d

on

,

,

( 171)

I

APE

1 ,

DITAS DE ESCRITO

QUE COMPRUEBA

ALGU O HECHO REFERIDOS

E LA MEMORl ,

HISTORICA. PRECEDE TE.

ADV~RTE CI .

L

r

e 172)

m li lml i m qu s mand ba reformar la Inquisicion por el buso qu sus in irui uo hacían del secreto 1 misterioso mo io d

pro eder n 1 s e usas de Je. 011 l pie d cada instrumento imas brnJes notas que lla-

tn ti l i atencion lz 'ci el objeto con que se ha citado , para que lo l ctor s r uer n fi cilm nte l s especies principales ' que pert 11 cm.

p I . n ro d 1482, nque

los rim ros inq i-

compil cion umbr ra

( 173)

multíplices

I

suadebit ilnJenire. P ti-

El orjgin:il en 1

(176)

·-( 177)

.º III.

Breve de Sixto IV. dirigido á 1 r yn católica en ~3 de · F brero d 148 3 sobr varios asuntos • y ntre ellos 1 de

1 Inquisicion.

Original en la bibliot ca particul r d 1 rey , y copia en la contiouacion qu de 1 compil ion de bulas d 1 Inquisicion hizo D. Domingo otolla

n l ño 1709 , lib. 3. fol. 181.

(178)

(r79)

admirationt , fidedigna re/atiotte

I

(180)

tr11m anno incarn tionis Dominicie MCCCC.L XXIII septimo nostri anno d11odecimo.

• O TA.

D. R fael G leoto y Riario , obrino del papa , el obispado de Osma ; y hubier procurado indagar qu~ habia obre la per ona de D. Franci co Or­

tiz , cuya remocion y llamamiento á R ma hizo el sumo pond6ce á peti­cion de l r yna.

: continuacion

r i

( 182)

'tli, et t.~tqumtli omnia et singula IJ"" ad Inquisitionis httretictt pr it tis officizmi l1.11j11 mo ii '111 modolibet pertinebant : ac 'Vol1'i­tntt quo si i11qui itorcs et or inarii prte ti , eor1'mdmq11e or­di11ariorum f}ci 1l fo, r, missis ne ligmtes forent 'Vel r missi, nonnu/l 1 tune . 'jJre s s eccl si 1 ticas e nsuras et pttnas , etiam pri tionis ,., imil i et a mi11istr tionis suarttm ecc/,esiarum in-mrr r 11t irnt ti m p qli s nostras litteras decre'Vimtts et

seculares in quibus constituttt existebant , pro t.1'ftSSis hab11i­m11s quas que motu propio et x e rt 11ostra s i nti ad os a rvoc rvimus ) in statu debito resum e , et illas t1lterills , et '}tt s de norvo interponi co11fing r t p se 'V l alium ttt ¡rr~~ r­lttr , ttbilib t au ire et cognosc re, a p r s ip mn fin ebito t rminare libere t licif P 'V ltat , ( t m I eor11m l m app 11 ntium, tjzt 1m ji.i i catoli ~e in partibus illi promr t 11m , s 11 promoto­rmn caus rum crimi11 limn curi rmn or tin ri rum p,zrtium 2r11m­d m inst nti un) attcforit 1te appo toli fi im11 onstituimus, t tti m d 'P"t l'"' imu ad no trum t pr ifat di bm 'Pl 1 itttm

t quod ab ipso nn o arclii 'Pis po ( t b ij quib11s idt!m Enne tt rchiepi coptts in e usi rppell 1tiommi Jmjusmo i 'Vi es su 1s ducer t in au imdo et cognoscend,o committ ndas) ant 'Vel po t lat zm p r Emzecum archiepiscopum smtentiam , in eisd m appellati num cattsis, ( sicut a nobis cujtts 'Vices in his nn cus ar M 'Piscop11s t ilii gerer nt, cujusque person un represen! rmt) n ttir t ttll t nus appell ri; sicut a def.ftnitirva smt nti in e u­$ h.eresis l ta appellari non posset , pr 1' ta a11ctoritate sta-t11im11s. ·

son s ne 11

t n

tf gen

pri il :gi 1 qtt ºbus­pr<n1 ni ntib111

''í' r r conci/i,1t ·on ·bus et /itere sis abjurationibus a/iter quam St·

uwium form m juris facim is a obis et sttde apostolica con­ts ; prout htec et ali in sin ulis litteris nostris prtdictis,

quorzmi t nor s pr smtibus pro e. :presis habemus , plenius con­tin fttr.

cirvittm et incolarum ci'Vit tis et

(185)

sea de nostra mera 'Voluntate, , rigorem cttm clementia miscn:t etpientes , de nostr eti tn cert sci nti , omnes t sing11l~1s cau­sas appellationrttn ' grarv mi11ib11s , in dicta c11ri sip n 'gOtio

.Inquisitionis h r tic. pr it tis or m S11is ju icib11s intro t1 tas, et p r os a'Voc tas , in o st ttt , in qu or m is , aut 'Vo­cationum jrt i ibus p nd b nt , r mn n as , au i nd s , decidtn­da , et fine d bito termin ni s , rppo folie u toritate tenore pr s ntium de no o e mmitimu · n cnon q11idq11id p eosdem ju­dic s in ipsi ca11 is d cr tum , tmn a t11m t tit tum e ti­tit , eti 1111 i a i de!J 11 iti zs sent nti 1s pro e mm sit , el pro edi sm difjiniri conti erit , motu t azt tori t t pr i ti 011jirma­mus t approb mus , prottt juste I ttt fu r1mt , suppl nt s omnes t singulos da/e tus tan juris qu m fa ti si qui fors m int r'Ve­

n rint in ei mi : et nihilcminus litt ras p nitentiari,-e predictte stp r n ocio httresis et appostasi e lmjttsmo i hact mts manat s et qu in posterum emanabtmt sub r o atione pre icta nullate­nus compr lz n s , nttc compre/un i deb re ; sed illas et il/arttm seqtmt qmernmqtte 'V /ida sse ; plt n mque roboris firmit tem ob· tin d ber in omnibtts t p r nni , rind e si sub plttm­bo nostro . pe it for 11t , 1110/tt , s i 1 ti , tf auctorit te pr -di lis st t11im11s , ernim11s t d l r 11 11s , ill s t ill similit conjir1 n f s.

t qtti ittt rdttm abil

-----

(186)

(187)

cellamus ~, cassamtts t anull mtts , ac pro nullis et infectis ha­beri rvo/zmms.

t insttp r eisdem p rsonis eccl i sti is , ac ordil1 rio , as-soci to, t in uisit rib11 , t aliis quibuswmqtt ju ii ibtt s ettla­ribu t eccl i ti is, n d e usis rpj 11 tio mn pr ict rttm sic in e i sis , in 110 tr rnri p ni ntibu , ir te l in ire te in pr :ju icimn liti p 11 I 11ti. Jwjtt mo i , 11 tiam d rvigor die· t rmn litt r 1r11m m rj ris p nitenti rii , rj11 " " toril te s '' co 11itio11 , ali q110 p cto , qu 'Vis q11 ito col re , u i11trommitt mt, di put 11t , el interpr t ntur di trictizts sub juri p 11i inliibe-11111 ; d rnent s . ~ mmc irritmn t in tte si s u sup r his a quo u m qu rvis auctoritate contr pr missa sci nter l i • nor nter conti rit att ntari , aut aliqtt rvia pttblic rvel o ulte dir et rv l i11 ire te eos mol t re ttll tenus pr mnant : s os 11t 'V ros tholicos tr tent et h beant.

Pr terea 11t ju ta sacrorum canonum smtenti m in omni­b11s lmm:ma 'º" itio a di'Vina n 1t11ra stperetur , qui sol c/e­m 11/i st qtt nos D o , quantum ips n tur prest t hum -n , fi it qu l s, r m et r :gin m pr .ftztos per iscer do­mini nostri Je " hri ti ro amu t t. ort mur , 11t il/11m imi­t nt s, c11j11s st proprillm mis r i emp r t p re re, sui i'Vi-bu /1ispal n ibu t rjus i e si m i eni rror mqu s1mm cog ..

, ntibzt , mi ri ordi m implorantibu p r r llint : ac e tero , ttt polli entur , s cun 11m m et ort hodo · m fi-

oluerint , quam m4r ntur D o, eti m m rjes-ni m co11seq11 nt11r ita quo I de .m nd m -hisp I 11si , qu m in lii cirvit t ibu

blls , rt nis dominiis regis tf rtgin e pr ii torum "'m boni t st re comm ri • /1 bit r p rtr nsire ie no te que

e 1ré t b 11 111/0 impe im n o rt Ji ti per on lli int , lib r' po sin tt nt , u p tt n ant -imint h re i et rppost i h11jusmodi dijfam ti fu •

m"ssis ac con titu ion·bm rtin .fi licis rtcor io iis uibus e tur ne 11is t

e iss) it t m et di~cesim nzsi tn e rtis expressis casibus et in i/lis

1/tra 1mam dict m a fine sute di~cesis ad judi ium eq;oc lur; s " n ju ic s se rppostolica d 'Pttfati e tra cirvit ttmi et di e im in qui bus d put 1 i fueri11t ontr quo cumque procede­r , ut alii 'V l aliis 'Vices s111s ommil t re pre mn nt ; et dt ii11 bus on ilio 11 r li e itis , contrariis quibu cum­

ommuniter. 'V l di i sim ab rppostoli a

..

bi6 al rey cat61ico en 13 de Agosto de que esto no obstante e procur ha-83 , once dias despues de su e pe i- e r uso e mo in ic 1 h cho de cion , que habi su p ndido Jos efec- h her acudido al 6 r obi pu de tos p ra me i r ina4 el asunto ; bi n vor •

o v. Breve d Leon X. en t ~ d Octubr

con t qu h bi p osado r form r l

continuas qu J qu s d b n contr

de I ;19 , lnqui i ion

11 •

El original en la biblioteca particular d 1 rey , y copia en 1 com ilacioQ de Lumbreras, lib. 3. tit. 6. núm. 7.

Dilecto filio nostro Adriano tituli s nctorum Joannis ti Pauli presbit ro cardinali dertusensi, Leo papa Decimus.

Dileclt fili noster: salutem et appostolic m b ne iclionttn. Ex litteris ch riisimi in 'hristo jilii nostri aroli rom nor11m l c­ti t Hi p ni rttm r :gis e tholici, atqu . ~ sermon ile Ji jilii Ltpi Hurt Jo d ndoz a os icta op ab o mi i, intele. ·inms qtt it illi11 el ris imi r i in conser'V nd fi ei e tholi sin rit te, t s nct Inq11isitio11is in sui r ni auc­torit te rttin ni rvolunt s; super qu Inquisition reform ni aliq11or11mque qui lmic negocio d~put ti s1mt, de q11or11m 'V ri­ti t iniquit ft gr 'V ad o qu r l om iibus e. loci quo­

dl" runtur jl igi Us not ndis consilium a nobis cept11m fue­r t, qui Dei omnipotmtis e usam 411 l di rvid b tur lio­r11m in mi non de · n li deser re pottir ,n 1s , et nostro ac hrt-

s .. Ji ri con ul r co b m'1r , c11j11 uct rit t 1n u m in o/ nti pl rum ru p *imab nt. m n it re tr I I t con 111

circ11n pe io ut m 1 t nobi b

r ti m altissimo e os d creturos qtttt omnib11s Dei et justititt c11/torib11s essent pl citttra.

post u m t re is smnma 'Videtur 'Voltm.tas esse ne quic .. irc n ui i1io11em a obis innO'V tur , et quid ttt rn-

'V lis r fl t:il percipimus , statuitnus pciternam nos-in iul nti m qu~ isti optimo regi el 1ts tmmqu m fuit,

111111 quo u prompt n sse oport re ; a quem os qui em scri­binm illi p !Uc nt s os non O'Vaturos quicqtt m ; sed et illam

ni "e h t mur ttt suscipi t cttram , interponat auc-uo s 11 .t In ui itionis officium recte et ordine et ex

. r 1tttr.

m11n io h llC

promerente htl·

, ttt m 11~

qu 11n di/i n-

ommiss r d lit11r11s rCYVin i

ui-b s,

llS-

i e 110

lio-

(191)

gocio prttpositi ab ea insolentia d sist nt qua mnnd ta 11 sira et auctoritat m stedis appostolic pl rumqu 1'd 11/ur rrv0 .. cere , r bell sque animos contra os g r r : Izo 1 im null ra-tione pati possemus , n e pati mr ; ttostroqu t lmju sedis ac justiti~ lzonori non d rimus. ed ut n 1r11m 'Vindicare si quid tal per eos Ju rit comml mn , it tu111n t. ne lzoc acci t , prolzib re , 11t 1zostr r r m b ni 1 it , in tu m ir unspectio11 m fii s , t u opinio cum no lri hor. o-rís ofjz" io sa t perpetu sse po sit , i ut i tiu pr t n ... tissimi regis irtut atqu uctorft t tu ir zmsp I i 11i jid , stu io , iligenti qu confi i domino nostro conced nte futurum sp mus; qum;z dmodum de his omnibus ah eo m Lupo re un­te circzmspectio tu int liget.

D t um Rom apud nctum Petrum sub annu/lo piscaforis di duo ecimi Octobris MD. 1 , pontijicalus nostri anno s 'Pfimo. ,/¡ . dol tus.

O TA.

fuerte, qu muh1 lu queja en R m

2

N.0 VI.

Bula d l pa L on X. en primero de Diciembre de t s ~o con irm n o 1 concordia h cha en las córt s de Zaragoza .

ño 1 5 1 8 , d 1 qu 1 consta la r forma de la lnqubi ion u pe ian lo aragoneses.

Cantoll : continu cion de la compilacion de bulas de la lnquisicion , lib . .3· num • .;8.

ill fi s.

mni Stlm tlzoli o

• in • in llib11s h11j ustn1> i

i of­offi-pr -

( 193)

tingeret , · usque ad nttmer11m rviginti ílumtaxat in tofo regno prttaicto persontt conjugattt et bonte f am ad idipsum personali­ter nominan i , prirvilegio arma dej't rendi t1t rentur; ac defimcto­rttm 'V I absentimn attt amotorum loco alii infra eumdem ntt­merum subrogari possent , quorum t m ab initio e .. tune nomi­nandorum qtt 1m per eormn absenti m rvel amotionem lmjusmodi in · poster11m mbrogandorum nomina ofjici libus ci'Vitatis 'V l loci ttbi di ti inquisitores residermt intim r 11t11r ; immzm sque et pri'Vile­gi ti lz ber ntur adrvoc 1t11s et prornr tor jisc lis , not rii consi­li rii 1110 , or in rii mmcii et aJii pro actibus parti 11/ ribus dic­ti ~[ftcii cr 1ti ipsormn oJfi ii e er itio dmnta. t ttr nt ; et medi· c11s et chirurgicus stipendi ti per pr,e ict,e Inquisitionis ofjicittm; re· ceptorque bonormn co11.fiscatorum et custo s carcermn ac portarum. Et q110 in licujus criminis propter quod corporali p~na pmziendus roeniret r us , in ofjicialem s u familiarem dicti officii recipi non posut et a miss11s cum ipso 'Vel ad cujtts'Vis inst ntiam e:r:pel· li eberet. Ac ad ipsorum officia/i11m seu familiarittm instantiam nemo cirviliter e. tra stmm or inarium f ormn con'Veniretur ; et si contr riztm .fi ret id n11ll11m ac irrit11m foret et actor per in 11isitor s pro t mpore t. "' istmt s in t. JJtnsis t d mnis in dtt­plum con em11 r tur. t si aliquis di t Inq11isitionis officia/is ali " bon litigi s 'Vtl szp r quibus lis mO'Veri de pro. imo sp r r tur oneroso 'V l lucrati'Vo titulo compararet, illorum ratio­tione con'Veniri posstt ccram alio stto ju ice or inario. t si pr~­tm t jtts sibi competere in bonis p r judic m sttcttlarem ap-. pr lunsis , li ret eid m judici s ettlari in Jzujusmo i casu szper articulis litisp ndenti jirmarum et proprietatum et eorum quo­rum'Vis t1Sque ad sententias tlif.ftniti'Vas et rem j11dicatam ad il­lius t ·e llti nrm inclu i'Ve , quibuslib t inqttisitornm prolzibitioni­b11 non obt ntib11 proce re. t si in rmn custodes aqutt-

u t1111m mw tor s , qu rnm portit res , et alii quhis stecu­l r s orfi i l s quinncumqut t. om sticis, et continttis comm -s lib11 t offai libus t ministris dicttt sancttt Inquisitionis in­

r nfi m le.fo io d 'JI' h nmm e p rent , capi , et h11jusmo i oc­ion mol st ri p r di tos in 11i itores nullomodo pos nt. t

si s1p r lio li 11 rmorum I pignor"m captor11m restittttio

fieret per stperiores ju li-

( 195)

per bonis defunctorum tt sol'Visstnt pro dicta composiliotu a -quam peczmiie quantit tem , si difimctus flli s t a11t f ortt com­d mnattts de h resi tf fiscus ipsius comdemn ti bon o c1passet 'Vel occ1paret , tant11md m rewptr rmt . i tis bonis q11 ntum ipsorum pro dicta compositiont sol isse constar t, dllmmo o so­lutioº fact non tsut de bonis ip ius comd mn ti. t qrto mi­nistri et '![/icialts dict lnqui itioni q11 rzt11MJis personan1m d~ bitores , et eorllm dtbit s11is r ,iitorib11s , infra ti t11nc t -prtsu 'V l s11bcerto modo moder zn i f,pp ris 1' ti11m , s11b p n pri'V tionis '!{/icii quod quiJibt*f i tis l bit rib11s in pr -fata Inq11isitiont obtin r t , sol'V r t n ntur. t quo i aliq11i1 tt tis falsum tkponer t in di to lnq11i itioni '!f /itio , p ju ii u ec-clesi sticos ordinari11m di~c sis , inq11 z 1/ 11m Jmj11s110 i commi-teret11r t dict.e pr 'Vil tis inquisitore i1I e iem i i pro tempore dtp11tatos sim11l, ita ttf alitts sine alio proud r non pos­s t puniretur et q11od pra'Vit tis ejusdnn inq11i it r s pr t . -tll clawulan1m in contractibus rpponi olit rum , per trahmtts a propriis judicibus t f oris r nun ; rt , i1ldi i ti Joro per actornn lig ndo submitt sol nt in irtct hujusmo i contr cti/Jus. non ognosetr nt. t q110 tognitio e us um 'V l utio s11p re iti p trimoni lib11 ef­fici lum l ministrorum i t lnqtti itioni i tos inqui ito­r s non sp t r t , n e ip i inq14i itor s p t ti in 1i e illis intromi poss nt. t 11t contra o qui primi " orib11 11p r ti-tibus stcun du. isstnl a11t dttcerent , t t s qu primi i n-lib11s tris t un a auder nt ot tr n irt , di ti inquisitor s

proctdn- nt nisi taliter linqumtes de trimonii sacr m lt· s nlir ni • st hujusmo i & ss11um punitio ju i ibu or-

iis lib~ " t. lp i IJllt inquisit ts blasfm1iis nisi !fi st m h im s rp nt i tlic t :st tum n tsst a11t

i nti m n ticuli i . onfT riis l ~ nt.

. er­in 11orum on s 1ont p sim ommitt

( 197)

immobilium IJ"" ·· 1wr1ticorum fuissmt , triginta a#nortm1 pr4strlp· tio tutrttur , ita 1'I supra illis ptr focum rtgni moltstari, a•t illa .ab tis ptr tumdtm fiscum l i111Juisitorts pr rfatos aut ab tis causam habmtts t igi non possmt. Quodqut dtpositorum si­~t commodatorum cautionts , e nsualia , ti ali dtbit totidnn an· nor11m pr;1scriptiont qu11 sint alia m1Jii ttmporis dtductiont aul inttrptllationt ttiam conctrnmti ignorantiam continua tss t , int i­-gibilia tffi¡trmhlr tt rtmantrmt. quod g ntr lis • et alli in­quisitorts pr ifati suptrstdtrmt in cognitionibus cattSarum iuu­rarum ntc tú illi quoquo pacto cognosctrmt nisi aliquis asu­rtrd usuram ptcca~ non tsst • std t 711ctarmt confirmatio­nnn rt"IJocationum illarum sicut ptr áictum trdinandum rtgnn sibi trat promissum. Et quod inquisitorts tam gmtral s q11am par­ticul ts pro tnnpor1 t istmt s tentrmtur obstr'Vart cum omni tjfectu constitutionnn f11licis rtcordationis Joannis P. P. JL pr túctssoris nostri contra nigromanticos tditam q1u incipit : u-

r illius IJ"""' p llO$ i11110'fJ i tt ptrp tuo ptr totum r .Arag pr. ict obi arl · proa1rar111t. t IJ!tod gnuralis tt alii p ticulat-t i11fulsitor11 pi time trant In ·,_ to rtgno , túb mt • 'art • mtdi tt act1' publico ptr not ;,,,,, offi­tii IN¡uisitioni hujiumodi rtdigmdo • t t , obttMJart ti a · -pkrt eran tjftdu capitula supra 'id : ti todnn modo jur rt tk-b mi tortml succtsorts in tonan admisiont ad offai quo

'I lnstrummhml publicum cum dictorum capitulo­instrliont infr qu1n4ut diman a die qua id pttitum f ut­

rit computan spacium, ,,,;Cllfnl/'U ptlmli; tt unum jlortnum pro ,,,,j • laborilnu 1ohJtrt ojf trmti d sonmti : ti& dictus gmt-

• • lulJ • d. f or-i. e~k-

:MnllTllm • n t rpztu ·s Julium p

dap. t 11111 cu­rolum rt·

Inqusitionis t. -w-ltn-ius i olut

''Vt

rti sos

(199)

jusmoiJi 1Juoscum1Ju1 'Vellt~ e quacunµ¡ut parmttla , a jurt tamm non prohibitos, testes nominare ti tligtrt ; ti aliq11ibus tisdnn, ltstib1u dtjficimtibus a11I innocentiam hujusmodi ignorantibus alios tligert , ti an su innocmti notitiam haberent osdtm inf ormar1 testes possmt ; ntc propttr suspicionis scrupt1l1tm h11jusmo i pecu­niariam aut aliquam aliam p«nam s11birt deber nt : et si aliqHi t .. tisdnn accllsatis tccl si" reconcili tis aliqua forsan , ob tmi­poris di11turnit tem , in tor11m conftssionibus crimina oblibioni tra-didissmt ti non di issent , miti11s cum tis agi ; n e h11jusmodi ob causam carceribus mancipari aul tor1tm bona amitttre d b rtnt: nec ojficialts pr4tiicti contra jilios qui tnnpore 'l"º torllm p rentes ali· qua crimina perpetrarunt, sub illorum potestatt erant, to ¡w tex­tu quod ipsi parmtes eadtm crimina confessi et ecclesi4 reconci­li ti tssent , ti asserertnt tosánn jilios t11nc tttnporis de illis no­titiam habuisse , nisi plenaria testium inf ormatione et illis ad mitms 'Viginti annos agentibus et maturo consilio , proctdert 'Valertnt : et illi t eistimi jiliis qui propltrta capti tune eran/ , libere absque

liqu pn rtl artnlur : dictiqut o.Jlitialts contra di&tos mlnorts et t. suspiciont in eorum mmtt gm ata aut aliis lrvibus causls tli m ontr alios ad capturam proce t nt1/lalm11s posuat : el st utum ptr dictos inqui itores dittnn dt compar:mdis coram tis filii ti ntpotibus rtconcilialon1m stu comdnnn torum et ando in scriptis nomina filiorum , filiarum , parmt11m et or11m ti alio­rum cons iguiNorum ti ajfinium suorum e q11oc11mque lattre dts-c ium ti q110 in loco essent humati,, et ubi lrahtrent moram a& pluribus aliis rebus dt quibus rationnn rttJdert obliga-b ni,, cass ttur ti annullarttur : ti cum ttstis ali4uis ad dtponm .

alüjuo irtt ju ices pr di&ti ordi io loci ti aJü pt-rilis imis p i tmtibus ti pr. smtibus testnn ips11m 1111-

io JUr to ~ ·,, re ac iligmttr n illum de q110 dt~ rt int ·1 io prost u ur stu lis inttr tos aliq11 ndo orla, 'Vtl

li 11jus ers ii cons n uinti "ti affinis ; aut sibi 1-U it um ligui t tittrit • seu o io ti .prtcio sit llll

'P in uctus p n n fi lsi ltstis ti omni alía 'l"" dt int illiu m morí r 11cm o i11tn-rogare ltnerm-

uilnu li trt ¡xns t n iUius 1HJSiti ilnu Jidts a 'hibtn-

(200)

(201)

aliis in e:rnnplum tramirtt : promisilqw itltm e ollu rt tlio tjus jurammto 'Voluntatttn ac dtclarationnn SIUIS pr dictas • ntc non omnium interprttationum suptr pr~issis capitulis ptr 1101

facitndam, observare, 1t quatmus ti incumbtrtt. ttiam ptr alios o/>. servari factrt' ac nullam a jurammto hujusmo ; absolutiontm aut relaxationnn pettrt aut obtintr~, lmo cuiCUfn4Ut rtl ationi ti ab­solutioni juramtnti hujusmodi rmunci it et rmun&iat , J1"0UI In di'Vtrsis scripturis autmticis desuptr conftctis plmiiu dicitur contineri. Quar1 pro parte dicti roli rtgis nobis fuit humilittr s11pliccatum ut 'Voluntatem , d claralionnn pr(J'f)isionnn ac rtnun­ciationnn suas hujusmodi approbart et conjirm re , aliasq111 in pr~­missis oportune pr(J'f)idere dt bmignitatt apostolica ignarnnur.

os igitur scripturarum predictarum , et q11arumc11mque in eis con­tentorum tmores pr~sentibus pro exprtSsis ac de 'Verbo ad 'Vtr­bum insertis habtntes , hujusmodi supplicationibus inclinati , e:r: cer ta nostra scimtia, auctoritate apostolica, tenort pr~smti11m 'VO­

lunlatnn dtclarationnn promisionnn et rtnunciacionnn pr~dictas ac J"md iUas conctmhnus. omnia ti singul. in th contmta ~t de in t set11t q nmu¡ut aprO'Vamus tt conftrmamus ; suppltmusgu1 omnts ti singulos tam juris quam fi cti dtjftct1u si qui forsan inttMJtnn'inl in isdnn : t quo circ omni tt singula capitu-

. t ri oo j m ordin t r inrviolabilittr obstMJari debeanl , illosqut t dictis gtnn"'.ali ti aliis intplisiloribus a& o.fficii lnquisitionis hujustno i <áficialibus ti 1n1nistris pr~smtibus ti futuris qui pr"1nissis contrll*Vnurint et rtquisiti id totum i1UJUO t ctsstrint cum ifect" "º" rrvoctTVt· rint , t comunicationis lat smtmti~ tt prkJtitionis o.Jlicii si'V1 ..

10S hui& oblmti A& pwp t inhabilit illud o/J.. ..nr4M•p ~ ipsofi o: a& prtstnltS üttras ~io-

tl obr :PI• is itio tllll intmtionis tú.ffectui ""llat subjact-,., tUf'U ontr tas qui oppolli posst • tt sic ptr quosnan-

t t "' 1/ ltg tt .,; t tu«lor-itat:t fimgmtt · ·tts d ptrs ribilJUI jwJi i co.rnosd , qw átcidi ,dtbt·

núilal 11s ti ton11n "'übtl aütn- judic i cognoscmdi , d · fi t ; JU& non irritum ti inaru guicquid stGUS a quo-

f orit t sci tl ignor w contigwil Id-

( 202)

lmtari , titetrnim11s. Q.uo&irca 'Vtneralibus fratri/nu nostris archit­piscopo e sarcJugustano, et episcopo tirasonensi per apostolica scrip-

. ta mandamus, guaten11s ipsi 'Vel duo, aut alter eorum ptr st 'V l ali"m stu alios auctoritate nostra Jaciant conjirmationem , supplt­tionem ac áecret11m Pr dicta plmum ejfectum sortiri ac ab om­nibus in'Violabiliter observari ; ~on permitentes quemquam con­tra t nornn pr ssentium modo aliquo molestari impediri aut in­qllitf ari; contraaictores q11oslibet e~ rebelles mjuscumque áignita-

. tis stat11s gradlls et conditionis existant et qutnJis a11toritat1 fungantur , per e communi tionis, suspensionis ac etiam loca/is ti

n r lis int r i ti , n e non inhabilitatis ad illa o.Jlicia , et alias """1 bitrio suo impon t t tq e nsuras et

n e li 111ri rnn l rpptll tion postposita comp scmdo; ;,, oc to ti m hoc si opus Ju it u i/io brachii secul iris.

on ob t ntib11 fi Ji is r or tionis onifacii . VII l si-milit pr ori nostri ti tn e rm t in

u b1 it liis con tit11tionibu

(20 )

hanc paginam nostr11 approbationis, conjirmationis nppletionit iJecreti, niandati et dtrogationis, infrmgtrt, 'Vtl ti a11su tmzera­rio contraire. i q11is a11tem hoc attemptart pr stnnpserit, indigna-

1 tionem omnipotentis Dei ac btatorum Ptlri et at1li apostolorum ·se tunJerit incurmr11m. Datum Romtt ap11d santt11m Pttrttm anno incarnationis dominic.e millesimo quinquentesimo 'Vi essimo ltn· dis Decembris , pontifaatzu nostri anno octarvo. ''

o l.

Cart ór n d 1 rey C'rlos Prim ro, emperador . , á los inquisidor s d ra on n 3 d go to de 1 5 2 1 , sobre la concordia hech rtes , de 1 qn l con ta que aun no st ha r vocada la bula expedida para 1 reforma d la lnquisi ion. ·

C ntoll : contiouacioo de la compil cion de bolas, lib. 3. nóm. 39.

Lquisidoru: los diput dos át es reyno nos han escrito t)Utj 'ndou ,qu 'Vosotros no q11 eis g11 rd r los capítttlos que st

smt ron y os obimos jurado tn l s córtes dt es iudad , 4 ~ caus los pueblos diz que de.-.:an· de p ~ar 1 s sisa ; é por-

'1 , como s beis, aquello se ordenó así por quitar algtmos de­sór mts y abusos de que habi t gr n e quejas , y se hizo con · int tncion y dtcrtto dtl inquisidor g ner l; y ambien mttstro

s nto patht ha otorgado l confirmacion dtllo ·y nu sira 'VO-

l1mt ts qut asi st obstMJt por m os me rgamos y man-s '1 gt1 dns mt~ ntt y guar r fi rg is lo contenido

n los i hos e rpítulos segun su s' u 7 tenor : qut m todo lo que rt ~t to l crímm l hn-tgí os tmnnos pro-

ti m n o qu se os ' tl fi or ntusario por nuestr01 i ks , p r qu librnnmtt fi rg is l just1 i n forma dtbi-

no nnb rg ntt la n11 bula que tk oma ha 'Venido tn contr rio ~ no habnnos ons ti public m n stros r:q-

(204)

1111t1i "4/Jnnos 11 ito 4 su 11Jntla111J para ffU Id '"'""l"'· eomo por türto tmnnos gsu 1o 11ará, 1 m t<illa cosa jidta os babrnnos t1ptclalmmt1 rtcflllllNiatio. Dada m Gante á 3 rJll .Agosto tk xsaz. = 11 R.tj. =Visto Calla.= Visto Y". -Urri,s 1&tttari11S

un· r id d de urcia - X 183

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