Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual

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Resumen El propósito de este texto consiste en exponer cuáles han sido los principales sistemas tipográ- ficos en altorrelieve por medio de los cuales las personas con discapacidad visual han accedido a la información por medio del lenguaje. Asimismo, cuáles han sido las principales representaciones de estos sistemas, quiénes los propusieron y cuál fue su relevancia y uso. A través de este documen- to, se pretende exponer cómo ha sido la incorpo- ración de las personas con discapacidad visual a la lecto-escritura del lenguaje escrito, lo cual no quedó resuelto de manera definitiva y socialmen- te aceptada sino hasta mediados del siglo XIX, gracias al sistema braille en 1824 en Francia, y al sistema moon en Gran Bretaña en 1847. Sin embargo, aunque los sistemas mencio- nados han sido los más difundidos y utilizados, han sido varias las propuestas que se han reali- zado para crear formas de presentar la escritu- ra a las personas con discapacidad visual. Este texto introducirá las principales representacio- nes táctiles del alfabeto, además de que resul- ta fundamental profundizar sobre todo en el sistema braille, ya que si bien es uno de los más utilizados por las personas con discapacidad visual, el desconocimiento de éste por parte de los diseñadores en tanto su implementación y uso relega a las personas con discapacidad en el acceso a la información. Introducción La problemática de las personas discapa- cidad visual implica considerar una realidad heterogénea, con sujetos que manifiestan un rendimiento visual variado e inconstante. El desarrollo de la vida cotidiana de las personas con discapacidad implica que éstas, al igual que todos, tienen necesidades y asumen muchos riesgos para poder satisfacerlas. Como todos, necesitan estudiar, trabajar, leer, desplazarse, comunicarse, comer, vestir, divertirse, (entre otras innumerables actividades más) y contra- riamente a lo que muchas personas suponen, las necesidades de éstas son idénticas a las de todas las demás personas. Sin excluir que por sus propias limitaciones, se encuentran más ex- puestas a sufrir accidentes y por lo mismo, pre- sentan requerimientos específicos que deben estudiarse e incluirse en los objetos y servicios que éstas utilizan 1 . En el caso específico de las necesidades de información de las personas con discapacidad visual, también son las mismas que las de las personas sin esta discapacidad. Muchos inves- tigadores han señalado que estas personas se esfuerzan por disfrutar de una vida con calidad sobre la base de una autonomía e independencia. Isabel Piñeros señala que la sociedad actual se caracteriza, entre otras cosas, por la cantidad de información de que dispone una persona 2 , y que todo aquel que no dispone de ésta va quedan- do paulatinamente marginado. La discapacidad visual y en especial la ceguera, son una de las causas de esta renuncia involuntaria a la infor- mación debido a muchos problemas que tienen estas personas para acceder a la información. Una de estas limitaciones es que la información textual no es presentada en los códigos tipográ- ficos de los que las personas con discapacidad disponen para acceder a la información escrita. Acceso a la información Con respecto a las cuestiones de comuni- cación, la casi inexistente información háptica y táctil en mapas, pictogramas o directorios ocasiona que la orientación de las personas con discapacidad en un espacio sea prácticamente imposible. Es necesario mencionar el inconve- niente que para ellas representa tener acceso a información que sea presentada de forma ade- cuada, articulada e integral, ya sea impresa en braille o que contenga macrocaracteres en alto- rrelieve. Son contados los elementos y objetos cotidianos que presentan estos tipos de códigos de manera holista. Dos ejemplos: en los cajeros automáticos de los bancos, se necesitaría que también ofrecieran la información de forma au- dible para poder saber cuál opción del mismo se 1 Martínez de la Peña Gloria Angélica (2009). La percepción y su importancia en la generación de un diseño háptico para personas con discapacidad visual. México. Tesis Doctoral. CYAD. UAM Xochimilco. Pág. 162 2 Piñeros Isabel (2008) El acceso a la información de las personas con discapacidad visual. Modelo de servicio para bibliotecas públicas. Buenos Aires. Alfagrama Ediciones. Pág. 75 1/6 Dra. Gloria Angélica Martínez de la Peña [email protected] Puebla, Puebla. Licenciada en diseño gráfico por la Universidad Iberoamericana. Maestra en Cien- cias y Artes para el Diseño por la UAM Xochimilco. Doctora en Ciencias y Artes para el Diseño por la UAM Xochimilco, con la tesis “La percepción y su importancia en la generación de un diseño háptico para personas con discapacidad visual”. Experiencia profesional en diferentes empresas del ramo editorial y de preprensa digital. Docente en diferentes universidades, como la Universidad Iberoamericana, Universidad Anáhuac, Univer- sidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad del Valle de México. Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual

Transcript of Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual

ResumenEl propósito de este texto consiste en exponer

cuáles han sido los principales sistemas tipográ-

ficos en altorrelieve por medio de los cuales las

personas con discapacidad visual han accedido a

la información por medio del lenguaje. Asimismo,

cuáles han sido las principales representaciones

de estos sistemas, quiénes los propusieron y cuál

fue su relevancia y uso. A través de este documen-

to, se pretende exponer cómo ha sido la incorpo-

ración de las personas con discapacidad visual a

la lecto-escritura del lenguaje escrito, lo cual no

quedó resuelto de manera definitiva y socialmen-

te aceptada sino hasta mediados del siglo XIX,

gracias al sistema braille en 1824 en Francia, y al

sistema moon en Gran Bretaña en 1847.

Sin embargo, aunque los sistemas mencio-

nados han sido los más difundidos y utilizados,

han sido varias las propuestas que se han reali-

zado para crear formas de presentar la escritu-

ra a las personas con discapacidad visual. Este

texto introducirá las principales representacio-

nes táctiles del alfabeto, además de que resul-

ta fundamental profundizar sobre todo en el

sistema braille, ya que si bien es uno de los más

utilizados por las personas con discapacidad

visual, el desconocimiento de éste por parte de

los diseñadores en tanto su implementación y

uso relega a las personas con discapacidad en el

acceso a la información.

IntroducciónLa problemática de las personas discapa-

cidad visual implica considerar una realidad

heterogénea, con sujetos que manifiestan un

rendimiento visual variado e inconstante. El

desarrollo de la vida cotidiana de las personas

con discapacidad implica que éstas, al igual que

todos, tienen necesidades y asumen muchos

riesgos para poder satisfacerlas. Como todos,

necesitan estudiar, trabajar, leer, desplazarse,

comunicarse, comer, vestir, divertirse, (entre

otras innumerables actividades más) y contra-

riamente a lo que muchas personas suponen,

las necesidades de éstas son idénticas a las de

todas las demás personas. Sin excluir que por

sus propias limitaciones, se encuentran más ex-

puestas a sufrir accidentes y por lo mismo, pre-

sentan requerimientos específicos que deben

estudiarse e incluirse en los objetos y servicios

que éstas utilizan1.

En el caso específico de las necesidades de

información de las personas con discapacidad

visual, también son las mismas que las de las

personas sin esta discapacidad. Muchos inves-

tigadores han señalado que estas personas se

esfuerzan por disfrutar de una vida con calidad

sobre la base de una autonomía e independencia.

Isabel Piñeros señala que la sociedad actual se

caracteriza, entre otras cosas, por la cantidad de

información de que dispone una persona2, y que

todo aquel que no dispone de ésta va quedan-

do paulatinamente marginado. La discapacidad

visual y en especial la ceguera, son una de las

causas de esta renuncia involuntaria a la infor-

mación debido a muchos problemas que tienen

estas personas para acceder a la información.

Una de estas limitaciones es que la información

textual no es presentada en los códigos tipográ-

ficos de los que las personas con discapacidad

disponen para acceder a la información escrita.

Acceso a la informaciónCon respecto a las cuestiones de comuni-

cación, la casi inexistente información háptica

y táctil en mapas, pictogramas o directorios

ocasiona que la orientación de las personas con

discapacidad en un espacio sea prácticamente

imposible. Es necesario mencionar el inconve-

niente que para ellas representa tener acceso a

información que sea presentada de forma ade-

cuada, articulada e integral, ya sea impresa en

braille o que contenga macrocaracteres en alto-

rrelieve. Son contados los elementos y objetos

cotidianos que presentan estos tipos de códigos

de manera holista. Dos ejemplos: en los cajeros

automáticos de los bancos, se necesitaría que

también ofrecieran la información de forma au-

dible para poder saber cuál opción del mismo se

1 Martínez de la Peña Gloria Angélica (2009). La percepción y su importancia en la generación de un

diseño háptico para personas con discapacidad visual. México. Tesis Doctoral. CYAD. UAM Xochimilco. Pág. 162

2 Piñeros Isabel (2008) El acceso a la información de las personas con discapacidad visual. Modelo de servicio para bibliotecas públicas. Buenos Aires. Alfagrama Ediciones. Pág. 75

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Dra. Gloria Angélica Martínez de la Peñ[email protected]

Puebla, Puebla. Licenciada en diseño gráfico por

la Universidad Iberoamericana. Maestra en Cien-

cias y Artes para el Diseño por la UAM Xochimilco.

Doctora en Ciencias y Artes para el Diseño por

la UAM Xochimilco, con la tesis “La percepción

y su importancia en la generación de un diseño

háptico para personas con discapacidad visual”.

Experiencia profesional en diferentes empresas

del ramo editorial y de preprensa digital. Docente

en diferentes universidades, como la Universidad

Iberoamericana, Universidad Anáhuac, Univer-

sidad Autónoma Metropolitana Xochimilco,

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la

Universidad del Valle de México.

Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual

debe seleccionar ya que sólo con tener las teclas

con braille no es suficiente si no se sabe qué dice

en la pantalla. Otro ejemplo son los elevadores,

que si bien algunos cuentan con teclas que pre-

sentan la información en braille (y esto, porque

la mayoría son importados), al mismo tiempo

deberían brindar la información de forma so-

nora para saber a qué piso o lugar ha llegado el

elevador3.

Se debe comprender que el mundo de la

persona con discapacidad visual total o ciega,

es cualitativamente diferente al de los videntes

o normovisuales, ya que para ellos, el tacto y la

percepción háptica presentan un papel predo-

minante en el conocimiento del entorno próximo.

Por otra parte, los débiles o deficientes visuales

(considerados también con discapacidad visual),

pueden reconocer textos, siempre y cuando el

tamaño de los caracteres presente determi-

nadas características. Los libros en macrotipo

son muy útiles para estos últimos, ya que sus

textos son impresos en fuentes (como Times,

Helvética, o Univers) con un tamaño entre 14 y

18 puntos y de preferencia en variante negra o

bold. Cabe mencionar que deben cuidarse tan-

to la calidad del papel (que sea de preferencia

mate) como la legibilidad. El macrotipo, señala

Piñeros (2008:77), se diferencia del braille por

ser un material de biblioteca ordinario y por

tener un costo de producción muy parecido al

de los libros impresos normales. El acceso a la

información a través del tacto, consiste en que

ésta sea transformada a su versión táctil y hápti-

ca para que pueda ser captada mediante el paso

de las yemas de los dedos aunado a los movi-

mientos exploratorios de manos y brazos sobre

una superficie con información en alto relieve.

En buena parte, la falta de visión es compensada

por el tacto, por lo tanto el conocimiento, diseño,

implementación y uso de este tipo de informa-

ción es fundamental para que las personas con

discapacidad visual accedan a la misma.

Sistemas tipográficos para Personas con

discapacidad visual.

3 Martínez de la Peña (2009) Op Cit. Pág 164

Según el investigador Ismael Martínez Lié-

bana4, de la Universidad Complutense de Ma-

drid, el Braille, sistema de lectoescritura táctil

utilizado en su comunicación por las personas

ciegas, además de que es un medio óptimo para

el desarrollo de la inteligencia táctil -y háptica-

agregaría yo.

Sin embargo, aunque este sistema ha sido

uno de los más difundidos y utilizados, han sido

varias las propuestas que se han realizado para

crear formas de presentar la escritura a las per-

sonas con discapacidad visual. Algunas de las

principales representaciones táctiles del alfa-

beto, referidas por Martínez (2004) puntualizan

por ejemplo las siguientes:

El ciego Dídimo de Alejandría (311-358),

quien diseñó un sistema de piezas de marfil y

madera, que representaba letras en relieve.

Girolano Cardano, quien cerca del año 1517

propuso un procedimiento con piezas de made-

ra que representaban letras sueltas para poder

componer palabras y escribirlas.

El toledano Alejo Venegas del Busto, quien

por medio de un procedimiento ejecutado con

tiralíneas, influía a sus monjes en 1543 para que

aprendieran a escribir a oscuras y con los ojos

tapados, dando así a entender que sin vista era

posible escribir.

El italiano Rampazetto, quien en 1545, publi-

có un libro titulado Ejemplares de letras graba-

das en madera para instruir a los ciegos.

El impresor Francisco de Lucas, quien dise-

ñó algunas reglas para escribir con pautas y con

ojos vendados o cerrados, sistema parecido al

de Venegas.

Vionville quien creó un sistema que se realiza-

ba con nudos de distinto grosor sobre una cuerda.

Por otra parte también Valentin Haüy, Llo-

rens y Ballu, idearon sistemas de impresión en

papel con altorrelieve de los caracteres latinos.

Mención especial requiere Valentín Haüy,

quien fundó la primera escuela para niños ciegos 4 Martínez Liébana Ismael (2004) El sistema braille o de la

palabra “digital” a la inteligencia táctil. Contribuciones a la fundamen-tación de una metafísica volitivotáctil. Disponible en http://www.junta-deandalucia.es/averroes/caidv/interedvisual/ftp/sistemabraille_iml.doc. Fecha de consulta 2010-02-25

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en Francia. Se cuenta que en 1771, paseando por

la plaza de Luis XV de París, hoy plaza de la Con-

cordia, vio con desagrado cómo un grupo de cie-

gos, andrajosos y con gafas oscuras, acogidos en

el asilo Quinze-Vingt, (fundado en 1269 por Luis

IX), mal tocaba en la calle unas piezas musicales

para ganarse, con las burlas y el desprecio de

los transeúntes, alguna que otra limosna. Desde

aquel momento la vida de Haüy estaría dedicada

de lleno a la educación y a la reinserción social de

los ciegos. En 1784, un encuentro con la composi-

tora y pianista Maria Theresia von Paradis, ciega

desde los dos años de edad a consecuencia de la

viruela, quien había aprendido por sí misma a leer

textos y música palpando unos alfileres clavados

en almohadones, reforzó aún más las ilusiones de

Haüy. También animado por los trabajos que el

abad Charles Michel de l’Epée, estaba realizando

en favor de los sordomudos, (entre ellos un siste-

ma de comunicación manual), Haüy fundó en 1786

el Real Instituto de los Niños Ciegos, la primera

escuela para la instrucción y colocación laboral

de personas ciegas, después de haber diseñado

un método de escritura para ser descifrado con

el tacto. Este sistema consistía en un proceso de

impresión de tipos de gran tamaño, en relieve y

con tinta negra, sobre cartulina húmeda. Aquellas

letras y cifras podían ser leídas con los dedos. Con

textos así preparados, numerosos ciegos apren-

dieron a leer, conocieron las normas básicas de

la ortografía, pudieron escribir y llegaron a ma-

nejarse con las cuatro operaciones aritméticas

fundamentales5.

Durante la Revolución Francesa, Haüy fue des-

tituido como director de su Instituto, éste pasó a

manos del estado y se llamó entonces Instituto de

los Trabajadores Ciegos. En aquel momento fun-

dó el Museo de los Ciegos, una especie de escuela

privada para alumnos extranjeros. En 1806, fue

llamado por el zar Alejandro I Pavlovich a Rusia y

creó una escuela para ciegos en San Petersburgo

de la que fue director durante once años6.5 Martínez de la Peña (2009) Op Cit. Pág 906 Noguera JJ. (2005) Valentin Haüy (Saint Just-en-Chaussée,

1745 - París, 1822). Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología [online]. Madrid, v. 80, n. 12, dic. 2005. Disponible en <http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-66912005001200014-

El alfabeto Moon es otro de los sistemas tác-

tiles utilizado para el acceso de la información de

las personas con discapacidad visual, que susti-

tuye las letras por dibujos en relieve y el sistema

pictográfico, que usa símbolos y figuras para

designar los objetos y acciones. En este alfabeto,

las letras, los números y los signos, están repre-

sentados por formas que simulan las formas de la

letra impresa. Su aprendizaje representa menos

dificultades para las personas que pierden la vista

en edad avanzada. Se utiliza menos que el braille y

en América Latina es muy poco conocido. Para las

escritura del sistema Moon se utiliza una máqui-

na con capacidad para escribir 20 caracteres por

línea, los caracteres se escriben a mano alzada

por el usuario y la máquina transcribe los movi-

mientos de la mano y del dedo índice a través de

la anilla y las teclas. (Piñeros 2008:93)

Alfabeto Moon7: 8 letras romanas sin altera-

ción en su forma:

Otros trece caracteres basados en partes de

las letras romanas (mayúsculas o minúsculas)

Más cinco formas nuevas:

Para facilitar su aprendizaje todos los carac-

teres (exceptuando seis) se encuentran agrupados

de acuerdo a sus características morfológicas:

Todos estos sistemas y procedimientos de-

mostraban una insuficiencia fundamental: se

establecían con base en la reproducción en al-

torrelieve de los caracteres convencionales y no

eran adaptados para ser manejados con el tacto.

El principio que regía el diseño era la copia en alto-

rrelieve de lo representado visualmente para que

fuera percibida táctilmente. Incorrectamente se

pensaba (y algunos todavía lo sostienen) que las

percepciones táctil y hápticas eran idénticas a las

proporcionadas por el sentido de la vista en cuan-

to a la captación de formas y tamaños.

En todas estas propuestas mencionadas, el

tacto era el sentido que debía adaptarse a las re-

presentaciones en relieve de las formas visuales.

Era por lo tanto, imperioso idear y diseñar un sis-

tema específico que se adaptara por completo a

&lng=es&nrm=iso>. Fecha de consulta 30 junio de 20097 Imágenes obtenidas de http://www.omniglot.com/writing/

moon.htm y de http://www.bsblind.co.uk/full/moon/moontype.htm

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las características y singularidades de la percep-

ción táctil y háptica para resolver eficientemente

el problema del acceso a la información textual

para las personas con discapacidad visual.

Luis Braille y el alfabeto de puntos en altorrelieve

Luis Braille (1809-1851) tenía tres años de

edad cuando perdió completamente la vista de-

bido a un accidente. Su padre nunca lo envió a la

escuela pero le ayudó a adquirir todos los cono-

cimientos necesarios. Cuando tuvo la edad de 10

años, le permitieron ingresar al Real Instituto de

Niños Ciegos, fundado por Haüy.

Braille aprendió rápidamente a leer y a escri-

bir táctilmente con el alfabeto de letras roma-

nas en altorrelieve creado también por Haüy. Se

convirtió en un ávido lector a la edad de 15 años

y en profesor unos años más tarde. Sin embargo,

objetaba que las letras romanas en altorrelieve

utilizadas en el Instituto eran difíciles de discri-

minar o identificar y que no estaban adaptadas

para el tacto. Muy pocos estudiantes lograban

leer y escribir correctamente y aún aquellos que

mostraban habilidades superiores, no podían

seguir practicando estas actividades cuando

abandonaban la escuela porque no existían li-

bros disponibles para ellos.

Cuando ingresó como estudiante al Real

Instituto, Braille experimentó con un sistema

diseñado por un oficial militar llamado Charles

Barbier, quien permitía a los soldados leer tác-

tilmente órdenes e instrucciones por las noches�.

Éstas se presentaban por medio de diferentes

patrones de puntos realzados que correspon-

dían a un sonido. Cada dibujo estaba compuesto

por una matriz de doce puntos en altorrelieve

(dos columnas por seis filas de puntos), y la

asociación de los sonidos representados en una

serie de patrones, permitían la formación de

palabras. Barbier intuía que este sistema podía

ser útil para los ciegos y propuso al director de

la escuela que lo probaran. El director, aunque

escéptico, aceptó.

Luis Braille inmediatamente observó que

era mucho más sencillo identificar táctilmente

puntos en altorrelieve que las tipografías curvi-

líneas de Haüy que utilizaban en el instituto. Sin

embargo, también encontró algunas desventa-

jas al sistema de Barbier. Primero, que el número

de puntos era cuantioso y que los movimientos

exploratorios del dedo índice de la mano eran

sumamente necesarios para decodificar cada

patrón. En segundo lugar, cada patrón represen-

taba un sonido, más no una letra, por lo tanto,

utilizando un método a base de prueba y error,

Luis Braille reemplazó progresivamente la matriz

de doce puntos por una más pequeña que utiliza-

ba un patrón de solo seis puntos (dos columnas

de tres filas) y decidió que cada combinación re-

presentaría una letra del alfabeto y no un fonema.

Después de cierto número de ajustes empíricos,

de él mismo y de sus compañeros, Braille publicó

un libro utilizando los caracteres en altorrelieve

de Haüy en el cual representó el nuevo método

de escribir palabras y música para el uso de per-

sonas ciegas en 1829, a la edad de 18 años.

En la primera versión de su alfabeto, Luis

Braille mantuvo líneas continuas que unían dos

puntos. Posteriormente en su segunda versión

de 1837, estas líneas fueron suprimidas y el al-

fabeto completo se realizó únicamente a partir

de puntos. Los patrones fueron configurados de

manera lógica, con la combinación de los cuatro

puntos superiores para las diez primeras letras

(grupo básico) y las series o grupos siguientes

de combinaciones, agregando puntos de la fila

inferior y así subsecuentemente.

El número posible de combinaciones de los

seis puntos de la matriz generadora es de 64, sin

puntos para representar los espacios entre pa-

labras. Por lo tanto Luis Braille pudo representar

el alfabeto completo, las letras acentuadas, los

signos de puntuación, además adicionó un ca-

racter codificado para el signo numérico, y otro

para la notación musical.

Táctilmente, el alfabeto que propuso Braille

en 1837 se encuentra perfectamente adaptado

a las habilidades diferenciadoras de esta moda-

lidad. A pesar de que el perfeccionamiento de su

sistema se basó solamente en ajustes empíricos,

cuenta con los requisitos fundamentales para

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una percepción de máxima eficacia, como pos-

teriormente quedó demostrado mediante múl-

tiples estudios psicofísicos experimentales.

Adicionalmente, Braille encontró empírica-

mente también, que el umbral o limen cutáneo

mínimo de percepción entre dos puntos por

medio de la punta de los dedos es de 2 o 2.5

mm. (con entrenamiento previo) y este dato fue

posteriormente confirmado por las mediciones

psicofísicas modernas.

Por consiguiente, en el alfabeto braille la

distancia entre dos puntos que pertenecen a

la misma letra es de 2.2 o 2.5 mm y la distan-

cia entre dos puntos que pertenecen a letras

diferentes debe ser ligeramente mayor que

esta medida. Finalmente como cada patrón de

combinación de puntos representa una letra y

no un fonema el sistema adquiere el estatus de

alfabeto que puede ser utilizado para transcribir

cualquier idioma.

El método braille fue rápidamente adoptado

por los estudiantes del Real Instituto de Niños

Ciegos a pesar de la oposición de los mismos

maestros, quienes argumentaban que este sis-

tema impedía el intercambio de cualquier co-

municación escrita entre ciegos y normovisua-

les. Después de algunos años de vacilación, fue

finalmente aceptado en París en 1847. De forma

gradual el sistema braille fue aceptado también

en otros países, por ejemplo, en Estados Unidos

en 1869. Actualmente, es el sistema utilizado

más ampliamente en el mundo y que ha sido

adaptado en todos los idiomas locales.

El sistema braille ha permitido a las perso-

nas ciegas abandonar su estatus de mendigos

y analfabetas, les ha abierto las puertas para

niveles muy altos de educación y también de lo-

gros musicales. Ciertamente, debe acotarse que

en la actualidad, la matriz de seis puntos de Luis

Braille deberá ser transformada en una matriz

de ocho puntos (dos columnas y cuatro filas)

para poder escribir programas de cómputo.

Isabel Piñeros “señala que el sistema braille

en México fue introducido en 1870 por Ignacio

Trigueros y Antigua, quien primero fundó la Es-

cuela Nacional de Sordomudos, creando poste-

riormente una institución de las mismas carac-

terísticas para ciegos. En el año de 1867 llegó a

México un sordomudo de nacimiento, de apelli-

do Huet, solicitando una escuela de sordomudos.

Trigueros logró que el Ayuntamiento fundara una

escuela para estas personas con discapacidad.

Surgió en él entonces la idea de prestar atención

también a las personas ciegas. Empezó buscan-

do un profesor que enseñara el sistema braille y

fundó la Escuela Nacional de Ciegos, que empezó

su funcionamiento en el Ex Convento de la Encar-

nación y para su sostenimiento le fue asignado el

15% de la venta de la lotería”.

ConclusiónEn el ámbito de la información, debe recono-

cerse que se han realizado avances en la medida

de lo posible con la práctica de la escritura y lec-

tura del sistema braille. De éste, debe resaltarse

la importancia y trascendencia que ha tenido en

el desarrollo, formación y acceso a la cultura de

la población con discapacidad visual que lo do-

mina; sin embargo, no todas éstas tienen acceso

a su aprendizaje y mucho menos a su práctica.

Debe fomentarse la aplicación de este sistema

en todos los medios posibles de información,

pues solamente de esta manera se propiciará

que las personas con discapacidad visual deseen

aprenderlo, ya que podrán practicarlo más en la

medida que éste sea más frecuente en sus vi-

das. Por ejemplo, debe fomentarse la aplicación

del sistema braille en todos los elementos que

brinden información: productos editoriales, ma-

pas, menús, tableros, señalizaciones, empaques,

etiquetas, carteles, folletos, cédulas museográ-

ficas, displays, instructivos, es decir, cualquier

elemento que tenga información debería contar

también con ésta en sistema braille.

Ejemplo de señalización con sistema Braille

(Universidad Iberoamericana Ciudad de México)

B: Ejemplo de cédulas museográficas con

información braille. Museo de Arte e Historia de

Guanajuato en León, Gto. (Fotografía de Dulce

Ma. García Lizárraga)

Un hecho fundamental es que, además de

que se fomente más la enseñanza del sistema

braille entre las personas con discapacidad vi-

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sual, solamente a partir de que los diseñadores lo

incorporemos en nuestras prácticas de diseño, se

podrá ir aumentando la cultura de este sistema. La

incorporación, aplicación e impresión del sistema

braille, deberá ser una generalidad en cualquier

medio informativo. Para lograr este propósito, se

requiere que en la enseñanza del diseño y en espe-

cial del diseño gráfico, la incorporación del sistema

braille aparezca como un tema obligatorio cuan-

do se traten los temas de: fundamentos del dise-

ño, composición gráfica, accesibilidad, tipografía,

diseño editorial, museografía, diseño ambiental,

principios de diseño y medios impresos, por ejem-

plo. Cuanto más temprano los estudiantes se fa-

miliaricen con este sistema de información, más

rápidamente lo podrán incorporar en sus traba-

jos diseñísticos y proyectos. Lo cual repercutirá

en la práctica profesional, donde se obligarán a

implementarlo en sus proyectos, se irá haciendo

conciencia en los clientes y así poco a poco se irá

favoreciendo un diseño de la información mucho

más incluyente e integrador.

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