Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual
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ResumenEl propósito de este texto consiste en exponer
cuáles han sido los principales sistemas tipográ-
ficos en altorrelieve por medio de los cuales las
personas con discapacidad visual han accedido a
la información por medio del lenguaje. Asimismo,
cuáles han sido las principales representaciones
de estos sistemas, quiénes los propusieron y cuál
fue su relevancia y uso. A través de este documen-
to, se pretende exponer cómo ha sido la incorpo-
ración de las personas con discapacidad visual a
la lecto-escritura del lenguaje escrito, lo cual no
quedó resuelto de manera definitiva y socialmen-
te aceptada sino hasta mediados del siglo XIX,
gracias al sistema braille en 1824 en Francia, y al
sistema moon en Gran Bretaña en 1847.
Sin embargo, aunque los sistemas mencio-
nados han sido los más difundidos y utilizados,
han sido varias las propuestas que se han reali-
zado para crear formas de presentar la escritu-
ra a las personas con discapacidad visual. Este
texto introducirá las principales representacio-
nes táctiles del alfabeto, además de que resul-
ta fundamental profundizar sobre todo en el
sistema braille, ya que si bien es uno de los más
utilizados por las personas con discapacidad
visual, el desconocimiento de éste por parte de
los diseñadores en tanto su implementación y
uso relega a las personas con discapacidad en el
acceso a la información.
IntroducciónLa problemática de las personas discapa-
cidad visual implica considerar una realidad
heterogénea, con sujetos que manifiestan un
rendimiento visual variado e inconstante. El
desarrollo de la vida cotidiana de las personas
con discapacidad implica que éstas, al igual que
todos, tienen necesidades y asumen muchos
riesgos para poder satisfacerlas. Como todos,
necesitan estudiar, trabajar, leer, desplazarse,
comunicarse, comer, vestir, divertirse, (entre
otras innumerables actividades más) y contra-
riamente a lo que muchas personas suponen,
las necesidades de éstas son idénticas a las de
todas las demás personas. Sin excluir que por
sus propias limitaciones, se encuentran más ex-
puestas a sufrir accidentes y por lo mismo, pre-
sentan requerimientos específicos que deben
estudiarse e incluirse en los objetos y servicios
que éstas utilizan1.
En el caso específico de las necesidades de
información de las personas con discapacidad
visual, también son las mismas que las de las
personas sin esta discapacidad. Muchos inves-
tigadores han señalado que estas personas se
esfuerzan por disfrutar de una vida con calidad
sobre la base de una autonomía e independencia.
Isabel Piñeros señala que la sociedad actual se
caracteriza, entre otras cosas, por la cantidad de
información de que dispone una persona2, y que
todo aquel que no dispone de ésta va quedan-
do paulatinamente marginado. La discapacidad
visual y en especial la ceguera, son una de las
causas de esta renuncia involuntaria a la infor-
mación debido a muchos problemas que tienen
estas personas para acceder a la información.
Una de estas limitaciones es que la información
textual no es presentada en los códigos tipográ-
ficos de los que las personas con discapacidad
disponen para acceder a la información escrita.
Acceso a la informaciónCon respecto a las cuestiones de comuni-
cación, la casi inexistente información háptica
y táctil en mapas, pictogramas o directorios
ocasiona que la orientación de las personas con
discapacidad en un espacio sea prácticamente
imposible. Es necesario mencionar el inconve-
niente que para ellas representa tener acceso a
información que sea presentada de forma ade-
cuada, articulada e integral, ya sea impresa en
braille o que contenga macrocaracteres en alto-
rrelieve. Son contados los elementos y objetos
cotidianos que presentan estos tipos de códigos
de manera holista. Dos ejemplos: en los cajeros
automáticos de los bancos, se necesitaría que
también ofrecieran la información de forma au-
dible para poder saber cuál opción del mismo se
1 Martínez de la Peña Gloria Angélica (2009). La percepción y su importancia en la generación de un
diseño háptico para personas con discapacidad visual. México. Tesis Doctoral. CYAD. UAM Xochimilco. Pág. 162
2 Piñeros Isabel (2008) El acceso a la información de las personas con discapacidad visual. Modelo de servicio para bibliotecas públicas. Buenos Aires. Alfagrama Ediciones. Pág. 75
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Dra. Gloria Angélica Martínez de la Peñ[email protected]
Puebla, Puebla. Licenciada en diseño gráfico por
la Universidad Iberoamericana. Maestra en Cien-
cias y Artes para el Diseño por la UAM Xochimilco.
Doctora en Ciencias y Artes para el Diseño por
la UAM Xochimilco, con la tesis “La percepción
y su importancia en la generación de un diseño
háptico para personas con discapacidad visual”.
Experiencia profesional en diferentes empresas
del ramo editorial y de preprensa digital. Docente
en diferentes universidades, como la Universidad
Iberoamericana, Universidad Anáhuac, Univer-
sidad Autónoma Metropolitana Xochimilco,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la
Universidad del Valle de México.
Sistemas tipográficos para personas con discapacidad visual
debe seleccionar ya que sólo con tener las teclas
con braille no es suficiente si no se sabe qué dice
en la pantalla. Otro ejemplo son los elevadores,
que si bien algunos cuentan con teclas que pre-
sentan la información en braille (y esto, porque
la mayoría son importados), al mismo tiempo
deberían brindar la información de forma so-
nora para saber a qué piso o lugar ha llegado el
elevador3.
Se debe comprender que el mundo de la
persona con discapacidad visual total o ciega,
es cualitativamente diferente al de los videntes
o normovisuales, ya que para ellos, el tacto y la
percepción háptica presentan un papel predo-
minante en el conocimiento del entorno próximo.
Por otra parte, los débiles o deficientes visuales
(considerados también con discapacidad visual),
pueden reconocer textos, siempre y cuando el
tamaño de los caracteres presente determi-
nadas características. Los libros en macrotipo
son muy útiles para estos últimos, ya que sus
textos son impresos en fuentes (como Times,
Helvética, o Univers) con un tamaño entre 14 y
18 puntos y de preferencia en variante negra o
bold. Cabe mencionar que deben cuidarse tan-
to la calidad del papel (que sea de preferencia
mate) como la legibilidad. El macrotipo, señala
Piñeros (2008:77), se diferencia del braille por
ser un material de biblioteca ordinario y por
tener un costo de producción muy parecido al
de los libros impresos normales. El acceso a la
información a través del tacto, consiste en que
ésta sea transformada a su versión táctil y hápti-
ca para que pueda ser captada mediante el paso
de las yemas de los dedos aunado a los movi-
mientos exploratorios de manos y brazos sobre
una superficie con información en alto relieve.
En buena parte, la falta de visión es compensada
por el tacto, por lo tanto el conocimiento, diseño,
implementación y uso de este tipo de informa-
ción es fundamental para que las personas con
discapacidad visual accedan a la misma.
Sistemas tipográficos para Personas con
discapacidad visual.
3 Martínez de la Peña (2009) Op Cit. Pág 164
Según el investigador Ismael Martínez Lié-
bana4, de la Universidad Complutense de Ma-
drid, el Braille, sistema de lectoescritura táctil
utilizado en su comunicación por las personas
ciegas, además de que es un medio óptimo para
el desarrollo de la inteligencia táctil -y háptica-
agregaría yo.
Sin embargo, aunque este sistema ha sido
uno de los más difundidos y utilizados, han sido
varias las propuestas que se han realizado para
crear formas de presentar la escritura a las per-
sonas con discapacidad visual. Algunas de las
principales representaciones táctiles del alfa-
beto, referidas por Martínez (2004) puntualizan
por ejemplo las siguientes:
El ciego Dídimo de Alejandría (311-358),
quien diseñó un sistema de piezas de marfil y
madera, que representaba letras en relieve.
Girolano Cardano, quien cerca del año 1517
propuso un procedimiento con piezas de made-
ra que representaban letras sueltas para poder
componer palabras y escribirlas.
El toledano Alejo Venegas del Busto, quien
por medio de un procedimiento ejecutado con
tiralíneas, influía a sus monjes en 1543 para que
aprendieran a escribir a oscuras y con los ojos
tapados, dando así a entender que sin vista era
posible escribir.
El italiano Rampazetto, quien en 1545, publi-
có un libro titulado Ejemplares de letras graba-
das en madera para instruir a los ciegos.
El impresor Francisco de Lucas, quien dise-
ñó algunas reglas para escribir con pautas y con
ojos vendados o cerrados, sistema parecido al
de Venegas.
Vionville quien creó un sistema que se realiza-
ba con nudos de distinto grosor sobre una cuerda.
Por otra parte también Valentin Haüy, Llo-
rens y Ballu, idearon sistemas de impresión en
papel con altorrelieve de los caracteres latinos.
Mención especial requiere Valentín Haüy,
quien fundó la primera escuela para niños ciegos 4 Martínez Liébana Ismael (2004) El sistema braille o de la
palabra “digital” a la inteligencia táctil. Contribuciones a la fundamen-tación de una metafísica volitivotáctil. Disponible en http://www.junta-deandalucia.es/averroes/caidv/interedvisual/ftp/sistemabraille_iml.doc. Fecha de consulta 2010-02-25
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SiSteMAS tiPoGráficoS PArA PerSonAS con DiScAPAciDAD viSuAl Gloria Angélica Martínez de la Peña.
en Francia. Se cuenta que en 1771, paseando por
la plaza de Luis XV de París, hoy plaza de la Con-
cordia, vio con desagrado cómo un grupo de cie-
gos, andrajosos y con gafas oscuras, acogidos en
el asilo Quinze-Vingt, (fundado en 1269 por Luis
IX), mal tocaba en la calle unas piezas musicales
para ganarse, con las burlas y el desprecio de
los transeúntes, alguna que otra limosna. Desde
aquel momento la vida de Haüy estaría dedicada
de lleno a la educación y a la reinserción social de
los ciegos. En 1784, un encuentro con la composi-
tora y pianista Maria Theresia von Paradis, ciega
desde los dos años de edad a consecuencia de la
viruela, quien había aprendido por sí misma a leer
textos y música palpando unos alfileres clavados
en almohadones, reforzó aún más las ilusiones de
Haüy. También animado por los trabajos que el
abad Charles Michel de l’Epée, estaba realizando
en favor de los sordomudos, (entre ellos un siste-
ma de comunicación manual), Haüy fundó en 1786
el Real Instituto de los Niños Ciegos, la primera
escuela para la instrucción y colocación laboral
de personas ciegas, después de haber diseñado
un método de escritura para ser descifrado con
el tacto. Este sistema consistía en un proceso de
impresión de tipos de gran tamaño, en relieve y
con tinta negra, sobre cartulina húmeda. Aquellas
letras y cifras podían ser leídas con los dedos. Con
textos así preparados, numerosos ciegos apren-
dieron a leer, conocieron las normas básicas de
la ortografía, pudieron escribir y llegaron a ma-
nejarse con las cuatro operaciones aritméticas
fundamentales5.
Durante la Revolución Francesa, Haüy fue des-
tituido como director de su Instituto, éste pasó a
manos del estado y se llamó entonces Instituto de
los Trabajadores Ciegos. En aquel momento fun-
dó el Museo de los Ciegos, una especie de escuela
privada para alumnos extranjeros. En 1806, fue
llamado por el zar Alejandro I Pavlovich a Rusia y
creó una escuela para ciegos en San Petersburgo
de la que fue director durante once años6.5 Martínez de la Peña (2009) Op Cit. Pág 906 Noguera JJ. (2005) Valentin Haüy (Saint Just-en-Chaussée,
1745 - París, 1822). Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología [online]. Madrid, v. 80, n. 12, dic. 2005. Disponible en <http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0365-66912005001200014-
El alfabeto Moon es otro de los sistemas tác-
tiles utilizado para el acceso de la información de
las personas con discapacidad visual, que susti-
tuye las letras por dibujos en relieve y el sistema
pictográfico, que usa símbolos y figuras para
designar los objetos y acciones. En este alfabeto,
las letras, los números y los signos, están repre-
sentados por formas que simulan las formas de la
letra impresa. Su aprendizaje representa menos
dificultades para las personas que pierden la vista
en edad avanzada. Se utiliza menos que el braille y
en América Latina es muy poco conocido. Para las
escritura del sistema Moon se utiliza una máqui-
na con capacidad para escribir 20 caracteres por
línea, los caracteres se escriben a mano alzada
por el usuario y la máquina transcribe los movi-
mientos de la mano y del dedo índice a través de
la anilla y las teclas. (Piñeros 2008:93)
Alfabeto Moon7: 8 letras romanas sin altera-
ción en su forma:
Otros trece caracteres basados en partes de
las letras romanas (mayúsculas o minúsculas)
Más cinco formas nuevas:
Para facilitar su aprendizaje todos los carac-
teres (exceptuando seis) se encuentran agrupados
de acuerdo a sus características morfológicas:
Todos estos sistemas y procedimientos de-
mostraban una insuficiencia fundamental: se
establecían con base en la reproducción en al-
torrelieve de los caracteres convencionales y no
eran adaptados para ser manejados con el tacto.
El principio que regía el diseño era la copia en alto-
rrelieve de lo representado visualmente para que
fuera percibida táctilmente. Incorrectamente se
pensaba (y algunos todavía lo sostienen) que las
percepciones táctil y hápticas eran idénticas a las
proporcionadas por el sentido de la vista en cuan-
to a la captación de formas y tamaños.
En todas estas propuestas mencionadas, el
tacto era el sentido que debía adaptarse a las re-
presentaciones en relieve de las formas visuales.
Era por lo tanto, imperioso idear y diseñar un sis-
tema específico que se adaptara por completo a
&lng=es&nrm=iso>. Fecha de consulta 30 junio de 20097 Imágenes obtenidas de http://www.omniglot.com/writing/
moon.htm y de http://www.bsblind.co.uk/full/moon/moontype.htm
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SiSteMAS tiPoGráficoS PArA PerSonAS con DiScAPAciDAD viSuAl Gloria Angélica Martínez de la Peña
las características y singularidades de la percep-
ción táctil y háptica para resolver eficientemente
el problema del acceso a la información textual
para las personas con discapacidad visual.
Luis Braille y el alfabeto de puntos en altorrelieve
Luis Braille (1809-1851) tenía tres años de
edad cuando perdió completamente la vista de-
bido a un accidente. Su padre nunca lo envió a la
escuela pero le ayudó a adquirir todos los cono-
cimientos necesarios. Cuando tuvo la edad de 10
años, le permitieron ingresar al Real Instituto de
Niños Ciegos, fundado por Haüy.
Braille aprendió rápidamente a leer y a escri-
bir táctilmente con el alfabeto de letras roma-
nas en altorrelieve creado también por Haüy. Se
convirtió en un ávido lector a la edad de 15 años
y en profesor unos años más tarde. Sin embargo,
objetaba que las letras romanas en altorrelieve
utilizadas en el Instituto eran difíciles de discri-
minar o identificar y que no estaban adaptadas
para el tacto. Muy pocos estudiantes lograban
leer y escribir correctamente y aún aquellos que
mostraban habilidades superiores, no podían
seguir practicando estas actividades cuando
abandonaban la escuela porque no existían li-
bros disponibles para ellos.
Cuando ingresó como estudiante al Real
Instituto, Braille experimentó con un sistema
diseñado por un oficial militar llamado Charles
Barbier, quien permitía a los soldados leer tác-
tilmente órdenes e instrucciones por las noches�.
Éstas se presentaban por medio de diferentes
patrones de puntos realzados que correspon-
dían a un sonido. Cada dibujo estaba compuesto
por una matriz de doce puntos en altorrelieve
(dos columnas por seis filas de puntos), y la
asociación de los sonidos representados en una
serie de patrones, permitían la formación de
palabras. Barbier intuía que este sistema podía
ser útil para los ciegos y propuso al director de
la escuela que lo probaran. El director, aunque
escéptico, aceptó.
Luis Braille inmediatamente observó que
era mucho más sencillo identificar táctilmente
puntos en altorrelieve que las tipografías curvi-
líneas de Haüy que utilizaban en el instituto. Sin
embargo, también encontró algunas desventa-
jas al sistema de Barbier. Primero, que el número
de puntos era cuantioso y que los movimientos
exploratorios del dedo índice de la mano eran
sumamente necesarios para decodificar cada
patrón. En segundo lugar, cada patrón represen-
taba un sonido, más no una letra, por lo tanto,
utilizando un método a base de prueba y error,
Luis Braille reemplazó progresivamente la matriz
de doce puntos por una más pequeña que utiliza-
ba un patrón de solo seis puntos (dos columnas
de tres filas) y decidió que cada combinación re-
presentaría una letra del alfabeto y no un fonema.
Después de cierto número de ajustes empíricos,
de él mismo y de sus compañeros, Braille publicó
un libro utilizando los caracteres en altorrelieve
de Haüy en el cual representó el nuevo método
de escribir palabras y música para el uso de per-
sonas ciegas en 1829, a la edad de 18 años.
En la primera versión de su alfabeto, Luis
Braille mantuvo líneas continuas que unían dos
puntos. Posteriormente en su segunda versión
de 1837, estas líneas fueron suprimidas y el al-
fabeto completo se realizó únicamente a partir
de puntos. Los patrones fueron configurados de
manera lógica, con la combinación de los cuatro
puntos superiores para las diez primeras letras
(grupo básico) y las series o grupos siguientes
de combinaciones, agregando puntos de la fila
inferior y así subsecuentemente.
El número posible de combinaciones de los
seis puntos de la matriz generadora es de 64, sin
puntos para representar los espacios entre pa-
labras. Por lo tanto Luis Braille pudo representar
el alfabeto completo, las letras acentuadas, los
signos de puntuación, además adicionó un ca-
racter codificado para el signo numérico, y otro
para la notación musical.
Táctilmente, el alfabeto que propuso Braille
en 1837 se encuentra perfectamente adaptado
a las habilidades diferenciadoras de esta moda-
lidad. A pesar de que el perfeccionamiento de su
sistema se basó solamente en ajustes empíricos,
cuenta con los requisitos fundamentales para
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una percepción de máxima eficacia, como pos-
teriormente quedó demostrado mediante múl-
tiples estudios psicofísicos experimentales.
Adicionalmente, Braille encontró empírica-
mente también, que el umbral o limen cutáneo
mínimo de percepción entre dos puntos por
medio de la punta de los dedos es de 2 o 2.5
mm. (con entrenamiento previo) y este dato fue
posteriormente confirmado por las mediciones
psicofísicas modernas.
Por consiguiente, en el alfabeto braille la
distancia entre dos puntos que pertenecen a
la misma letra es de 2.2 o 2.5 mm y la distan-
cia entre dos puntos que pertenecen a letras
diferentes debe ser ligeramente mayor que
esta medida. Finalmente como cada patrón de
combinación de puntos representa una letra y
no un fonema el sistema adquiere el estatus de
alfabeto que puede ser utilizado para transcribir
cualquier idioma.
El método braille fue rápidamente adoptado
por los estudiantes del Real Instituto de Niños
Ciegos a pesar de la oposición de los mismos
maestros, quienes argumentaban que este sis-
tema impedía el intercambio de cualquier co-
municación escrita entre ciegos y normovisua-
les. Después de algunos años de vacilación, fue
finalmente aceptado en París en 1847. De forma
gradual el sistema braille fue aceptado también
en otros países, por ejemplo, en Estados Unidos
en 1869. Actualmente, es el sistema utilizado
más ampliamente en el mundo y que ha sido
adaptado en todos los idiomas locales.
El sistema braille ha permitido a las perso-
nas ciegas abandonar su estatus de mendigos
y analfabetas, les ha abierto las puertas para
niveles muy altos de educación y también de lo-
gros musicales. Ciertamente, debe acotarse que
en la actualidad, la matriz de seis puntos de Luis
Braille deberá ser transformada en una matriz
de ocho puntos (dos columnas y cuatro filas)
para poder escribir programas de cómputo.
Isabel Piñeros “señala que el sistema braille
en México fue introducido en 1870 por Ignacio
Trigueros y Antigua, quien primero fundó la Es-
cuela Nacional de Sordomudos, creando poste-
riormente una institución de las mismas carac-
terísticas para ciegos. En el año de 1867 llegó a
México un sordomudo de nacimiento, de apelli-
do Huet, solicitando una escuela de sordomudos.
Trigueros logró que el Ayuntamiento fundara una
escuela para estas personas con discapacidad.
Surgió en él entonces la idea de prestar atención
también a las personas ciegas. Empezó buscan-
do un profesor que enseñara el sistema braille y
fundó la Escuela Nacional de Ciegos, que empezó
su funcionamiento en el Ex Convento de la Encar-
nación y para su sostenimiento le fue asignado el
15% de la venta de la lotería”.
ConclusiónEn el ámbito de la información, debe recono-
cerse que se han realizado avances en la medida
de lo posible con la práctica de la escritura y lec-
tura del sistema braille. De éste, debe resaltarse
la importancia y trascendencia que ha tenido en
el desarrollo, formación y acceso a la cultura de
la población con discapacidad visual que lo do-
mina; sin embargo, no todas éstas tienen acceso
a su aprendizaje y mucho menos a su práctica.
Debe fomentarse la aplicación de este sistema
en todos los medios posibles de información,
pues solamente de esta manera se propiciará
que las personas con discapacidad visual deseen
aprenderlo, ya que podrán practicarlo más en la
medida que éste sea más frecuente en sus vi-
das. Por ejemplo, debe fomentarse la aplicación
del sistema braille en todos los elementos que
brinden información: productos editoriales, ma-
pas, menús, tableros, señalizaciones, empaques,
etiquetas, carteles, folletos, cédulas museográ-
ficas, displays, instructivos, es decir, cualquier
elemento que tenga información debería contar
también con ésta en sistema braille.
Ejemplo de señalización con sistema Braille
(Universidad Iberoamericana Ciudad de México)
B: Ejemplo de cédulas museográficas con
información braille. Museo de Arte e Historia de
Guanajuato en León, Gto. (Fotografía de Dulce
Ma. García Lizárraga)
Un hecho fundamental es que, además de
que se fomente más la enseñanza del sistema
braille entre las personas con discapacidad vi-
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sual, solamente a partir de que los diseñadores lo
incorporemos en nuestras prácticas de diseño, se
podrá ir aumentando la cultura de este sistema. La
incorporación, aplicación e impresión del sistema
braille, deberá ser una generalidad en cualquier
medio informativo. Para lograr este propósito, se
requiere que en la enseñanza del diseño y en espe-
cial del diseño gráfico, la incorporación del sistema
braille aparezca como un tema obligatorio cuan-
do se traten los temas de: fundamentos del dise-
ño, composición gráfica, accesibilidad, tipografía,
diseño editorial, museografía, diseño ambiental,
principios de diseño y medios impresos, por ejem-
plo. Cuanto más temprano los estudiantes se fa-
miliaricen con este sistema de información, más
rápidamente lo podrán incorporar en sus traba-
jos diseñísticos y proyectos. Lo cual repercutirá
en la práctica profesional, donde se obligarán a
implementarlo en sus proyectos, se irá haciendo
conciencia en los clientes y así poco a poco se irá
favoreciendo un diseño de la información mucho
más incluyente e integrador.
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