Resultados arqueológicos e históricos de la casa-palacio de la calle Durango nº 7, El Puerto de...

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IntRoDuCCIón La declaración del casco histórico de El Puerto de Santa María como Bien de Interés Cultural en su cate- goría de Conjunto Histórico Artístico el 4 de diciembre de 1980 y la apertura del Museo Municipal en 1982 marcaron el inicio de una etapa de intervenciones ar- queológicas que se multiplicaron tras la aprobación del P.G.O.U. y la Carta Arqueológica del municipio, enri- queciendo notablemente el conocimiento histórico de la ciudad. Pero estos instrumentos, aunque necesarios no garantizan de por sí la protección e investigación del patrimonio histórico arqueológico. Es necesaria la co- rrecta gestión de estos recursos para que resulten efec- tivos y para que la investigación arqueológica pueda llevarse a cabo, dar sus frutos y revertir en el acrecenta- miento del conocimiento histórico de El Puerto de Santa María. Y es aquí donde la figura de Francisco Giles Pacheco ha sido clave y fundamental, pues su de- dicación, empeño, generosidad y vocación patrimonial han facilitado esta gestión, así como el trabajo desarro- llado por los numerosos arqueólogos que en estos años han realizado alguna intervención en este municipio ga- ditano. Este avance en los recursos administrativos y hu- manos ha permitido que las intervenciones preventivas sustituyan mayoritariamente a las de urgencia, facili- tando así la investigación del registro arqueológico. El artículo que presentamos aquí se enmarca dentro de este contexto y creemos que puede ser un ejemplo de cómo la investigación arqueológica y la investigación en los archivos pueden complementarse para proporcio- narnos un conocimiento más exacto y completo de la historia, en este caso del inmueble de Durango 7 y de las personas que habitaron en él y que reflejan la socie- dad y el momento histórico en el que vivieron. El objeto de este artículo es dar a conocer la riqueza histórica de este inmueble de sobria apariencia, sin pretender ser una investigación exhaustiva que escapa del marco de esta publicación. CUATERNARIO Y ARQUEOLOGÍA: HOMENAJE A FRANCISCO GILES PACHECO 323 Resultados arqueológicos e históricos de la casa palacio de la c/Durango nº 7, El Puerto de Santa María, Cádiz Beatriz González Toraya 1 y Jorge Juan Ramírez León 2 1 Arqueóloga 2 Arqueologo. [email protected] A la memoria de Beatriz RESuMEn Los resultados obtenidos tras la intervención arqueológica en este solar urbano de El Puerto de Santa María, más los datos históricos obtenidos de la labor de Archivo, nos ha acercado a la historia de una de las familias más importantes de la ciudad durante el siglo XVIII: los Reinoso de Mendoza. Palabras clave: Casa palacio. Reinoso de Mendoza. Carrera de Indias. sondeos arqueológicos. AbStRACt The results after an archeological intervention in downtown El Puerto de Santa María downtown, and the historic information that hasbeen gathered at the city Archives, have brought back the memory of one of the most important families in the town during the XVIIIth century: the Reinoso de Mendoza. Key words: Palace house. Reinoso de Mendoza. Carrera de Indias. Archeological boring pits.

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IntRoDuCCIónLa declaración del casco histórico de El Puerto de

Santa María como Bien de Interés Cultural en su cate-goría de Conjunto Histórico Artístico el 4 de diciembrede 1980 y la apertura del Museo Municipal en 1982marcaron el inicio de una etapa de intervenciones ar-queológicas que se multiplicaron tras la aprobación delP.G.O.U. y la Carta Arqueológica del municipio, enri-queciendo notablemente el conocimiento histórico dela ciudad. Pero estos instrumentos, aunque necesariosno garantizan de por sí la protección e investigación delpatrimonio histórico arqueológico. Es necesaria la co-rrecta gestión de estos recursos para que resulten efec-tivos y para que la investigación arqueológica puedallevarse a cabo, dar sus frutos y revertir en el acrecenta-miento del conocimiento histórico de El Puerto deSanta María. Y es aquí donde la figura de FranciscoGiles Pacheco ha sido clave y fundamental, pues su de-dicación, empeño, generosidad y vocación patrimonial

han facilitado esta gestión, así como el trabajo desarro-llado por los numerosos arqueólogos que en estos añoshan realizado alguna intervención en este municipio ga-ditano. Este avance en los recursos administrativos y hu-manos ha permitido que las intervenciones preventivassustituyan mayoritariamente a las de urgencia, facili-tando así la investigación del registro arqueológico. Elartículo que presentamos aquí se enmarca dentro deeste contexto y creemos que puede ser un ejemplo decómo la investigación arqueológica y la investigación enlos archivos pueden complementarse para proporcio-narnos un conocimiento más exacto y completo de lahistoria, en este caso del inmueble de Durango 7 y delas personas que habitaron en él y que reflejan la socie-dad y el momento histórico en el que vivieron. El objetode este artículo es dar a conocer la riqueza histórica deeste inmueble de sobria apariencia, sin pretender ser unainvestigación exhaustiva que escapa del marco de estapublicación.

CUATERNARIO Y ARQUEOLOGÍA: HOMENAJE A FRANCISCO GILES PACHECO

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Resultados arqueológicos e históricosde la casa palacio de la c/Durango nº 7,

El Puerto de Santa María, CádizBeatriz González Toraya1 y Jorge Juan Ramírez León2

1 Arqueóloga 2 Arqueologo. [email protected]

A la memoria de Beatriz

RESuMEnLos resultados obtenidos tras la intervención arqueológica en este solar urbano de El Puerto de Santa María, más los datos históricos obtenidos de la labor de Archivo, nos ha acercado a la historiade una de las familias más importantes de la ciudad durante el siglo XVIII: los Reinoso de Mendoza.Palabras clave: Casa palacio. Reinoso de Mendoza. Carrera de Indias. sondeos arqueológicos.

AbStRACtThe results after an archeological intervention in downtown El Puerto de Santa María downtown, and the historic information that hasbeen gathered at the city Archives, have brought back thememory of one of the most important families in the town during the XVIIIth century: the Reinoso de Mendoza.Key words: Palace house. Reinoso de Mendoza. Carrera de Indias. Archeological boring pits.

LoS DAtoS ARquEoLógICoSLa casa palacio de la calle Durango nº 7, consta de

una vivienda, un jardín y un solar sin edificar de unos600 m2. Entre la entrada principal y el número cinco dela calle posee otro solar de menor tamaño que no se veafectado por las obras que causaron la necesidad de laintervención arqueológica. Debido a su inclusión den-tro de la zona F del ámbito 1 del casco histórico, la cons-trucción de catorce nuevas viviendas en la viviendapreexistente, determinó la intervención arqueológica enlas zonas destinadas a fosas para los ascensores y las zan-jas para la instalación del saneamiento, así como en elsolar libre, que se destinaría a garajes.

Se realizaron un total de ocho sondeos, cinco en elárea sin edificar y tres en el interior de la vivienda. Res-

pecto a los resultados de los sondeos realizados en el es-pacio abierto a espaldas de la vivienda, lo más intere-sante que pudimos exhumar fueron una serie de murosde cimentación en conexión. Uno de ellos, por sus di-mensiones, lo hemos denominado muro-plataforma, alposeer unas dimensiones de 3 m. x 3,9 m. documenta-dos, aunque continuaba bajo ambos perfiles. Su poten-cia era de dos metros frente a los tres metros de potenciadel otro muro que apoyaba sobre éste, dispuesto enforma de “ele” y con una longitud de brazos de 3,6 m. y5,3 m. documentados, siendo su anchura de 1,2 m.Ambos se han realizados con la técnica del encofrado,construidos a base de mortero de cal y arena mezcladoscon fragmentos cerámicos diversos, básicamente cons-tructivos: ladrillo y teja. Su construcción se inicia exca-vando una fosa en el nivel geológico de las margas,rellenándose ésta directamente con el vertido del mor-tero, por medio de cajones o cajas1.

Estratigráficamente, estos muros de cimentación es-taban cubiertos por niveles de los siglos XIX y XX,mientras que cortaban los niveles más antiguos apare-cidos en la intervención, datados en los siglos XV y prin-cipios del siglo XVI. De la fábrica de uno de estos murosextrajimos un fragmento cerámico en azul sobre blanco,correspondiente a la pared de un bacín, de fabricacióntrianera (se trataría de un bacín en azul y verde sobreblanco), en el que se representa un ave zancuada, y cuyacronología nos levaría a la segunda mitad del sigloXVIII. Este tema del ave zancuda ya aparece documen-

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1 GONZÁLEZ, B. Y RAMIREZ, J.J. (2007): Memoria Preliminar sobre la Actividad Arqueológica Preventiva en la C/Durango nº 7 de El Puerto de Santa María, Cádiz, 2006-2007. Informe inédito depositado en la Delegación Provincial de Cultura.

Figura 1. Plano de situación de la casa palacio de la C/Durango 7.

Figuras 3 y 4. Detalle del muro plataforma Figura 5. Detalle del muro plataforma.

Figura 2. Muros de cimentación.

tado en piezas de Ta-lavera de la Reina enel siglo XVI.

La interpretaciónde estos muros esuna incógnita no re-suelta hasta el mo-mento. Debido a sufuerte consistencia,potencia y medidas,debieron de servirpara sustentar algúntipo de edificaciónde cierto porte, aun-que si alguna vez sus-tentaron un alzado,

de éste no ha quedado ninguna huella, lo cual no dejade ser también extraño. Por ello, sólo se nos ocurre pen-sar que esas cimentaciones se crearon para sustentaralgún tipo de edificación que no pasó de ser un proyectoinconcluso, en un momento indeterminado de la se-gunda mitad del siglo XVIII o ya en el siglo XIX.

Los diferentes padrones de la ciudad que se conser-van en el Archivo Histórico Municipal, recogen las ca-lles del momento y sus habitantes. De su lecturapodemos interpretar que ya a finales del siglo XVII exis-tía la manzana que ocupa el solar que estudiamos, oparte de ella, ya que en el Padrón de 1647 ya se nombranla calles Durango y Huerto de Durango. La presenciade materiales cerámicos de los siglos XV y XVI en con-textos deposicionales sobre el nivel geológico del Cua-ternario (arcilla rojas), básicamente cerámicas meladascon decoración en manganeso, loza azul y morada, pro-ducciones valencianas en dorado y azul y dorado y serieslisas en melado, verde y blanco, así como la ausencia deestructuras de esta época en las zonas intervenidas, pa-rece confirmar que nos encontramos en un amplio es-

pacio no urbanizado a extramuros de la ciudad medie-val, debido a su condición de lugar más expuesto alviento de levante y a la existencia de grandes arenales(J.J. López Amador y J.A. Ruiz Gil: p.141, 2003), en unespacio urbano que comienza a formarse en el sigloXVIII, y que nos lleva a pensar que estas cimentacionespudieron construirse en un momento final del sigloXVI o en el siglo XVII, teniendo además en cuenta, elfragmento cerámico en azul sobre blanco extraído de lafábrica de uno de estos muros, cuya cronología nos re-mite al siglo XVI.

Los resultados de los sondeos arqueológicos y la in-vestigación en el Archivo Histórico nos permiten con-cluir que la casa palacio pudo ser construida desdemediados del siglo XVIII en adelante, si bien cabe la po-sibilidad de que algún núcleo de la vivienda se constru-yera con anterioridad, si nos atenemos a los datos de losPadrones de 1705 y 1707, que mencionan la existenciade una casa que nosotros identificamos con la nuestra.También nos ha permitido deducir que la primitiva casapalacio fue ampliada con posterioridad a su construc-ción, concretamente con las dos estancias o bodegas quese adosan a la vivienda en su cara sur. En el interior dela bodega, se realizó un sondeo que deparó materialescerámicos básicamente de los siglos XVII-XVIII, a unos80-100 centimetros del suelo actual de la vivienda y lle-gando a cubrir el nivel geológico, con una potencia decasi 150 centimetros, en un contexto de fosa de verti-dos. Por otra parte se realizó un sondeo junto a la paredexterna de estas bodegas, muy cerca del muro de la ga-lería con arcos que separa el jardín de la casa y que daacceso a ella desde el solar dedicado a cocheras y otrosservicios. Este sondeo dejó al descubierto un pozo noriaextraordinario tanto por sus dimensiones, con un diá-metro ligeramente superior a los cuatro metros y unapotencia documentada de diez metros, como por la ca-lidad de su construcción, realizada con sillares de are-nisca perfectamente tallados y encajados entre sí. El

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Figura 6. Fragmento cerámico en la cimentación

Figuras 7. Detalles del pozo noria. Figuras 8. Detalles del pozo noria.

pozo consta de sendos arcos sobre los que descansa unabóveda de medio cañón, aportación reciente para evitarcaídas, enmarcada por una estructura de planta rectan-gular. En un pozo noria el agua es extraída por mediode un mecanismo movido por la fuerza animal, lo querequiere un espacio vacío en torno al mismo. Hoy díaesto sería imposible debido a la existencia de las citadasbodegas y el muro este que delimita el pasillo de accesoa la casa.

LA CASA-PALACIoEl floreciente

comercio de Indiasdeterminó el asen-tamiento de gran-des comerciantesen la Bahía deCádiz, principal-mente en Cádiz yEl Puerto de SantaMaría, donde cons-truyeron sus casasacorde a su riquezay posición. Surgióasí la peculiar “casa-palacio” que carac-terizó la arquitec-tura civil entre elfin del siglo XV ysegunda mitad delsiglo XVIII. Su es-tructura se adap-taba a la funcióncomercial, de formaque las habitacio-nes de la plantabaja, dispuestas entorno a un patiocentral, se dedica-ban a almacenes yoficinas, mientrasque la primeraplanta se reservabacomo vivienda dela familia, desti-nándose la zonamás alta al serviciodoméstico. Sin dudalo más llamativo enel paisaje urbanoson las torres-mira-dor o torre-vigíadesde las que loscomerciantes po-dían realizar el se-guimiento de losbarcos que trans-

portaban sus mercancías.La finca de la calle Durango nº 7, formado por edi-

ficaciones y espacios libres que ocupan unos 2000 me-tros cuadrados, se inserta en una manzana a extramurosde la ciudad de origen bajo medieval, limitada por lascalles Durango al norte, Santa Lucía al este, FedericoRubio al sur y Conejitos al oeste, posee doble fachada alas calles Conejito y Durango, con sendas entradas,siendo la principal esta última. En la fachada de la calleConejitos destaca una hornacina que remata la partecentral de la tapia que cierra la propiedad al exterior. Setrata de un nicho con arco de medio punto decoradocon una venera y jarrones laterales protegido por un ele-mento similar a una cornisa ondulada con pináculo cen-tral de remate.

El inmueble está catalogado como “Casa-Palacio”por el PEPCH, y si bien presenta un aspecto muy sobrioal exterior conserva algunos elementos destacados en suarquitectura. Así, en el interior se distingue por su in-terés artístico una capilla que se puede datar en el sigloXVIII. En el exterior resalta la torre mirador, y en losjardines adyacentes a la vivienda destaca una fuente muyllamativa.

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Figuras 10 y 11. Torre mirador y capilla de la casa palacio.

Figuras. 12 y 13. Detalles de la cúpula de la capilla.

Figura 9. Hornacina en la fachada de la calle Conejitos.

La capilla es de una sola nave, con cúpula sobre pe-chinas y un pequeño altar. Presenta decoración pictó-rica y escultórica, datándose el conjunto en el sigloXVIII.

La torre-mirador, pieza fundamental en cualquiercasa-palacio de la Bahía de Cádiz, es del tipo de sillón ybajo ella acoge la capilla de la casa. Se decora con los tí-picos jarrones de cerámica en azul sobre blanco, sevilla-nos, y la remata una veleta que representa a San Miguelvenciendo al Mal. Por último, destacamos la fuente porposeer una serie de elementos decorativos muy llamati-vos. La base es un octógono que se decora en su parteexterior con puntas de diamantes. En su interior, el sur-tidor a modo de pila bautismal, posee una taza decoradacon cuatro cabezas de rasgos negroides y gallones, quedescansa sobre una columna abalaustradapor un capitel de tipo protoeólico. El fustees abalaustrado de ocho facies, destacandola decoración esculpida en cuatro de ellas,definida por sendas líneas serpenteantesentrelazadas, a modo de columna salomó-nica, y coronadas por capitel con dos vo-lutas, a modo de capitel protojónico.

Por algunos de los elementos descritos,como las puntas de diamante, las cabezascon rasgos negroides o la decoración ser-penteante, creemos que esta fuente puedefecharse en la primera mitad del sigloXVII. Desconocemos si esta fuente siem-pre estuvo emplazada en este lugar, perode lo que sí estamos seguros, es que mere-cería un estudio exhaustivo por un especialista, ya quepodría tratarse de una de las fuentes más antiguas con-servadas en la ciudad de El Puerto de Santa María.

LoS PRoPIEtARIoS DE LA CASA PALACIo Como dijimos, la vivienda de calle Durango nº 7 está

catalogada como “Casa-Palacio”. Era uno de nuestrosobjetivos encontrar referencias que nos acercaran a losprimeros dueños de esta finca urbana, por lo que pro-cedimos a investigar en el Archivo Histórico Municipalde El Puerto de Santa María2. La referencia más antiguaque hemos encontrado de la calle Durango procede delPadrón de 16473, en la cual se mencionan la calle Du-rango y la calle Huerto de Durango. Casi sesenta añosmás tarde, en el Padrón de 17054, aparece nombradocomo vecino de la mencionada calle Durango donFernando de Reinoso y Mendoza: “caballero de laorden de Santiago Regidor fiel ejecutor Síndico procu-rador y Teniente de Corregidor de la ciudad”.

En estos años no se recogían los números de las casas,por lo que no podemos asociar directamente a don Fer-nando de Reinoso y Mendoza con la casa palacio de la

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Figura 14. Detalle del surtidor. Figura 15. Detalle de la fuente.

2 Agradecemos a Doña Ana Becerra Fabra y Don José Ignacio Buhigas Cabrera, técnicos del Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María su colaboración en labúsqueda y consulta de documentos, así como sus acertadas observaciones y asesoramiento.3 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Papeles Antiguos, Padrón de 1647, legajo 1650.4 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Papeles Antiguos, Padrón de 1705, legajo 1650.

Figura. 16. Detalle del Padrón de 1705.

calle Durango nº 7, pero teniendo en cuenta que la fa-milia Reinoso era una de las más poderosas del mo-mento, es lógico aunque no necesariamente cierto,pensar que probablemente la casa que don FernandoReinoso tenía en la calle Durango fuese precisamente lacasa palacio que estudiamos aquí por ser ésta la másacorde a su posición. Además, podemos observar queaparece nombrado en tercer lugar, lo que podría corres-ponder con la casa palacio teniendo en cuenta la dispo-sición de las viviendas en la citada calle, si bien nopodemos precisar más debido a lo escueto del padrón.Don Fernando de Reinoso y Mendoza vuelve a apareceren el Padrón de 17075 como: “caballero de la orden deSantiago Regidor fiel ejecutor Síndico Procuradormayor Regidor fiel ejecutor de la ciudad”. Aparece juntoa los números 140 y 141, estos números no hacen refe-rencia a la numeración de las casas en cada calle, sino alnúmero que se le asigna en el padrón.

No podemos relacionarlo con un número concretode la calle, puesto que no se especifica en que punto deésta comienza y termina la relación de vecinos ni en queorden se anotan. Lo mismo ocurre en el padrón de1734, cuya relación de vecinos de la calle Durango em-pieza en la casa 375 y termina en la casa 400, siendo lacasa 388 la que se cita como “Casas de los herederos deDon Fernando Reinoso”. En esta casa viven tres veci-nos, que suponemos viven de alquiler.

Don Fernando de Reinoso y Mendoza es el vecinomás importante que se menciona en estos documentos,sin embargo, en el padrón de 1647 no se le nombra.Esto puede indicarnos una de estas dos cosas, o biencompra una casa ya existente en Durango, o bien seconstruye una de nueva planta. Nos parece más proba-ble que la casa se construyera de nueva planta, pues enel padrón de 1647 se enumeran tan sólo cinco propie-dades que están alquiladas, y teniendo en cuenta quetienen que enumerar las propiedades de ambos lados dela calle, es posible que la manzana aunque cerrada no es-tuviera edificada en su totalidad. Además, según se re-coge en la Carta Arqueológica del municipio, a finalesdel siglo XVII se produjo un despoblamiento de la ciu-dad debido a la confluencia de diversas causas adversas,mientras que en la primera mitad del siglo XVIII la ciu-

dad se recupera económicamente, reflejándose esto enel crecimiento urbanístico6. Por otra parte la casa prin-cipal de la familia Reinoso era la del primogénito, PedroCristóbal Reinoso, situada en la plaza del Polvorista yconocida hoy día como casa palacio Reinoso de Men-doza, actual sede del Ayuntamiento de El Puerto deSanta María, en cuya fachada se exhibe el escudo fami-liar y que hasta hace poco fue erróneamente conocidacomo palacio de Imblusqueta.

En el Padrón de 1794 se recoge un listado de las casasy sus inquilinos, indicándose en este caso el orden enque se anotan y la acera a la que corresponde. De estaforma, creemos plausible que la casa que se recoge en lacalle Durango como número 36 de un total de 39 y unaaccesoria, contando desde el campo hacia la calle SantaLucía, margen derecha, es decir la cuarta de la acera iz-quierda empezando desde la calle Santa Lucía, se corres-ponde con la casa palacio de acuerdo al análisis de ladisposición actual de las casas. Esta casa figura comoCasa Hospicio de los Padres Trinitarios Descalzos7, enla que viven el padre Antonio de la Visitación, presbí-tero de esta orden y otras ocho personas acogidas en ella.Don Fernando de Reinoso y Mendoza murió soltero,sin descendencia por lo que sus propiedades supuesta-mente serían heredadas por sus familiares más cercanos,pero también era habitual en la época y más entre las fa-milias poderosas, donar propiedades a las órdenes ecle-siásticas, aunque también es posible que fueran losherederos de don Fernando de Reinoso quién donaranla casa a los Padres Trinitarios Descalzos. Posterior-mente la casa palacio vuelve a pasar a un miembro de lafamilia Reinoso, pues en el Padrón de 1840 aparece enla casa número veintidós de un total de veinticinco,Dña. Carmen Reinoso de Mendoza, sobrina bisnieta deFernando de Reinoso y Mendoza . Doña Carmen apa-rece como propietaria, viuda que vive con sus dos hijos,José y Elvira Viaña. Por otra parte en la ContribuciónÚnica de 1771, se recoge la declaración de bienes de donJoseph Enrique Viañas, que vive en una casa de la calleSanta Lucía la Angosta, que es otro nombre que se ledaba a la calle Durango9. Es posible que uno de los cua-tro hijos que dice tener casara con doña Carmen Rei-noso, que como hemos visto en el Padrón de 18408

aparece como propietaria de una casa en esta calle, que

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5 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Papeles Antiguos, Padrón de 1707, legajo 1650.6 Agradecemos a doña Consuelo Ramírez Castro, técnico del Museo Histórico de El Puerto de Santa María, su colaboración en la búsqueda de bibliografía7 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Papeles Antiguos, Padrón de 1794. Información facilitada por D. Antonio Gutiérrez Ruiz a quién agradecemos suamabilidad.8 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Papeles Antiguos, Padrón de 1840. Información facilitada por D. José Manuel Martín Barbadillo a quién agradecemossu amabilidad.9 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Contribución Única. Información facilitada por D. José Manuel Martín Barbadillo a quién agradecemos su amabili-dad.

Figura 17. Detalle del Padrón de 1707.

puede ser la casa que estudiamos. Este dato no tiene porqué contradecir la reflexión anterior respecto al padrónde 1794 donde la casa figura como Casa Hospicio delos Padres Trinitarios Descalzos, pues el Viaña pudo ce-derla o alquilarla durante un tiempo. En los datos quefiguran en el Catálogo de Bienes Protegidos delPEPCH de El Puerto de Santa María10, todavía en fasede redacción, se recoge que la casa palacio pasa a serpropiedad de Del Toro, y tras él figura como propieta-rio, Sánchez de La Madrid. En el Registro de la Propie-dad11 figuran como propietarios en 1873 los herederosde Don Francisco Sánchez de La Madrid, fallecido en1853. En 1881 hereda la propiedad Dñª María Sánchezde La Madrid, casada con D. Francisco Ruiz Martínez,quién ya figura como propietario en el Catastro de 189312

y que en 1930 segrega parte de la propiedad, vendién-dola a José Mesa Gutiérrez. Tras diversas transmisionesfamiliares la propiedad, dividida en dos mitades, es com-prada entre 1939 y 1941 por Don Alejandro RomeroOsborne, marqués de Arco Hermoso. Con posteriori-dad, la propiedad pasa a sus hijos, los hermanos RomeroLaffite. Finalmente, la casa es adquirida por la empresaPalacio de Arco Hermoso S.L. con el fin de remodelarsu interior y construir en ella catorce viviendas con ga-raje, que fue el origen de la intervención arqueológicacuyos resultados hemos expuesto sucintamente en elpresente artículo.

LA fAMILIA REInoSo Es considerada la segunda familia más importante

de la oligarquía portuense, tras los Vizarrón. La magní-fica investigación de Juan José Iglesias Rodríguez, (Igle-sias, 1991) y otros autores nos permite conocerlabastante bien. El esplendor de la actividad mercantilportuense ligada al comercio de Indias se centra en la se-gunda mitad del siglo XVII y primer tercio del sigloXVIII. En esos momentos numerosos comerciantes deorigen foráneo se asientan en la ciudad, destacando ungrupo vasco-navarro y otros de origen irlandés, fla-menco y francés (Iglesias, 1993). Sin embargo el inicia-dor de la saga de los Reinosos, don Fernando de Reinosoy Mendoza era andaluz, natural de la Alcalá de los Ga-zules. Desde el primer momento la familia Reinoso hizotodo lo posible por consolidar el status nobiliario fami-liar. Así, en 1662 el cabildo portuense reconoció la eje-cutoria de hidalguía de don Fernando Reinoso,obtenida tras litigar su nobleza en la Real Chancilleríade Granada. Su hijo don Antonio de Reinoso y Men-doza inició una etapa de buenas relaciones con los du-ques de Medinaceli, señores de El Puerto, que lodesignaron como regidor en el cabildo y síndico procu-rador. Posteriormente sus hijos y nietos y demás descen-dientes masculinos seguirían ocupando cargos en el

cabildo portuense, (Becerra, 1991-92). Otro signo deconsolidación del status familiar fue el nombramientode diferentes Reinoso como caballeros de órdenes mili-tares, como de la Orden de Santiago, de Calatrava o deSan Juan, título que se hace constar, como hemos visto,en algunos padrones y otros documentos municipalesde la época. Asimismo, los Reinoso fueron CaballerosVeinticuatro del cabildo o Gobierno de la Cofradía delSantísimo Sacramento de El Puerto de Santa María.Esta hermandad, nombrada Archicofradía por el PapaInocencio X, tuvo un papel muy importante dentro dela ciudad. Para formar parte de su cabildo se exigía per-tenecer a las más nobles e ilustres familias de la ciudad,debiendo entregar su fe de bautismo, la de sus padres,abuelos y bisabuelos e igualmente debía hacer con su es-posa si era casado o contraía matrimonio. La importan-cia y prestigio de la Cofradía era tal que acreditar supertenencia a ella fue suficiente prueba de notoria no-bleza para el ingreso en las órdenes militares de Santiagoy Calatrava de algunos miembros de la familia Reinoso,(de Artacho, 2001). Este afán de consolidar su posiciónse refleja también en la creación del señorío de Marote-ras, del que fue primer señor jurisdiccional don JuanJosé de Reinoso y Mendoza, cuyo título se transmitiríaa sus descendientes primogénitos. Los varones segun-dogénitos buscaron en la carrera militar o eclesiástica laconsolidación de su status y fortuna y, como no, en lasAméricas. La riqueza de la familia se basaba en líneas ge-nerales en los productos derivados de la agricultura, laganadería, el comercio del excedente hacia los puertosamericanos y la inversión en propiedades urbanas y rús-ticas. Las propiedades y rentas de diversos miembros dela familia se recogen en la Contribución Única de 1771y en el Catastro de Ensenada de 1760. También los pa-drones reflejan en ocasiones, aunque sea indirecta-mente, el arrendamiento de sus propiedades urbanascomo en el caso del Padrón de 1734.

Don Antonio de Reinoso y Mendoza casó conDoña. Sebastiana Bernal Celores y fruto de este matri-monio fue la tercera generación constituida por donPedro Cristóbal, don Fernando Francisco, que es el alu-dido en los Padrones de 1705 y 1707 como vecino de lacalle Durango, y don Juan Antonio, (Iglesias, 1991).Hemos podido encontrar dos referencias a un cuartohijo, don Diego de Reinoso y Mendoza, que fue Caba-llero Veinticuatro de la Cofradía del Santísimo Sacra-mento de El Puerto de Santa María, (de Artacho,2001), y que emparentó con la Casa Dávalos a travésde su matrimonio en Lima, Perú, con la condesa deSanta Ana de las Torres bisnieta del primer conde de laCasa Dávalos. En Lima fue oidor de la Audiencia de lasCharcas, fiscal de la Audiencia de Lima, oidor futurariode la Audiencia de Lima y gobernador de Huancave-

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10 Agradecemos a los técnicos del área de urbanismo del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María la información facilitada.11 Agradecemos la información facilitada a D. Manuel Fernández Van Kretschmar Vaan Veen, arquitecto de la obra promovida en la C/Durango nº 7 por Palacio de ArcoHermoso S.L.12 Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María, Catastro de 1893.13 http://grandesp.org.uk/historia/gzas/casadavalos.htm

lica13. La importancia de Pedro Cristóbal Reinoso se ad-vierte en su intervención como apoderado del consu-lado de Méjico en el conflicto surgido entre Méjico yAndalucía por el establecimiento de los precios en la Ca-rrera de Indias, que llevó al establecimiento de la Feriade Jalapa, (del Valle, 2006). Este breve análisis revela laimportancia de la familia Reinoso en la ciudad de ElPuerto de Santa María y nos remite al papel de ésta enla Carrera de Indias. Pero el papel que desempeñó ElPuerto en este complejo fenómeno no sólo se refleja enel crecimiento de una fuerte oligarquía municipal cons-tituida por los cargadores de Indias, también se percibea través de los padrones donde con frecuencia se haceconstar que el vecino en cuestión se haya “ausente en In-dias”, o se recogen oficios como el de corredor, trafi-cante, soldado de galeras, etc.

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CUATERNARIO Y ARQUEOLOGÍA: HOMENAJE A FRANCISCO GILES PACHECO

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