Los problemas de validez en el análisis de redes sociales: Algunas reflexiones integradoras
Reflexiones en torno a ciertos atavíos representados en dinteles mayas
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Boletín del Seminario
El Emblema de Tláloc en Mesoamérica
Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM
Año 1 N°2 Abril-Junio 2011
TLÁLOC ¿QUÉ?
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CONTENIDO
Presentación p. 6 Las ofrendas de copal de las montañas de México p. 8 Osvaldo Roberto Murillo Soto Reflexiones en torno a ciertos atavíos representados en dinteles mayas p.18 América Malbrán Porto
Una pintura de Tlaloc en el Cañón El Sumidero p. 27 Enrique Méndez Torres
Sesiones del Seminario p. 35
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Portada: Detalle, Lámina 8, Códice Bodley.
Página 3: Detalle, Lámina 23, Códice Bodley
Cenefa: Detalle Mural de Zacuala, Greca según Felipe Dávalos. En Miller, 1973.
José Narro Robles
Rector
Estela Morales Campos
Coordinadora de Humanidades
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Director del Instituto de Investigaciones Estéticas
María Elena Ruiz Gallut
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Editores
María Elena Ruiz Gallut
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Marie-Areti Hers
Alejandro Villalobos
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REFLEXIONES EN TORNO A CIERTOS ATAVÍOS REPRESENTADOS EN DINTELES MAYAS
A lo largo de la historia mesoamericana las conchas han tenido un uso y sig-
nificación muy amplio, tal vez uno de los más difundidos ha sido y sigue
siendo el ornamental. Podemos suponer que en los inicios el hombre aprovechó su
forma y color natural sin necesidad de hacer gran cantidad de alteraciones. Poco a
poco se fueron encontrando nuevas posibilidades para este material con lo que se
crearon piezas variadas como cuentas o pendientes que permitían ensartarlas y modi-
ficarlas para lograr nuevas formas, con ello surgió el artesano que posiblemente se
instaló en los lugares cercanos a los ríos y costas donde se podía abastecer del mate-
rial adecuado con mayor facilidad.
La recolección de moluscos supone una serie de actividades que implican un conoci-
miento amplio del ambiente en que se desarrolla este tipo de animal. Se hace necesa-
ria la presencia de buzos que lleven a la superficie los moluscos, ya sea para el con-
sumo de su carne o para la elaboración de objetos suntuarios y de uso cotidiano, co-
mo es el caso de recipientes y cucharas, tan característicos en las sociedades caribe-
ñas o herramientas de labranza y armas de defensa (Tabío y Rey, 1979; Suárez,
1977).
La difícil obtención de las especies probablemente ocasionó que fueran considerados
objetos valiosos, además de su asociación con el mar, que en diversas culturas es
una de las entradas al inframundo, tal vez se deba a esto que en muchos casos la po-
sesión de estos elementos sirviera para establecer diferencias sociales.
América Malbrán Porto
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Este objeto multifacético se ha utilizado
como marcador social, como unidad de
trueque e intercambio haciendo las ve-
ces de moneda; ha servido para la fabri-
cación de instrumentos musicales y se
ha triturado como desgrasante en la ma-
nufactura de cerámicas o como compo-
nente en los cementantes y argamasas
de cierto tipo de construcciones.
A partir de lo anterior es posible inferir
que durante la época prehispánica debió
existir una verdadera industria de la con-
cha, lo que implicaría el conocimiento y
manejo de una adecuada tecnología y
un alto grado de especialización en el
trabajo; esto involucra, desde luego, la
existencia de hombres dedicados a la
obtención y manufactura de los materia-
les así como de talleres con artesanos
de tiempo completo.
La asociación directa de la concha con
el agua la llevó a adquirir, dentro de la
cosmovisión mesoamericana, una es-
pecial importancia ritual y simbólica; y
es precisamente debido a estos atribu-
tos que haya sido un material altamente
estimado por los mayas, quienes la uti-
lizaban en la elaboración de sus joyas,
como mencionan algunos cronistas.
Es lógico suponer que, debido a su ori-
gen marino y, por consiguiente, misterio-
so, los mayas las vincularan con el
agua, con el inframundo y con la muerte,
aunque también la encontramos relacio-
nada con otros simbolísmos como son el
nacimiento, los linajes y ciertas deidades
(Malbrán Porto, 1995).
Puede ser que la relación de las conchas
con los linajes influyera en el hecho de
que éstas fueran utilizadas como joyas
preciosas por los señores pertenecientes
a la nobleza maya. Cierto o no el hecho
es que la concha era apreciada por los
nobles como ornamento en sus atuen-
dos, mismos que en las representaciones
pictóricas y escultóricas, poseen una evi-
dente carga simbólica. Al respecto, Lan-
da menciona que los señores se adere-
zaban con ciertas conchas coloradas
(Landa, 1986:39), probablemente se tra-
taba de objetos de la especie Spondylus,
usadas a manera de collares, pulseras,
cinturones, orejeras, narigueras, en los
tocados y como aplique de los vestidos
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(Schele, 1992:66-71) (Fig.1). Un ejem-
plo de esto último nos lo proporciona el
hallazgo, realizado en Tula, de una
“coraza” ritual elaborada a base de pen-
dientes de Spondylus y caracoles del
género Oliva. Si bien este atuendo se
encontró en una zona alejada del área
maya, es interesante el parecido que
tiene con algunas representaciones que
se pueden apreciar en dinteles de Yax-
chilán y Bonampak, siempre asociados
con escenas vinculadas a la guerra, ya
sea en preparativos previos, durante
una batalla o rituales posteriores. Por lo
mismo es probable que las conchas
también estuvieran relacionadas con las
actividades bélicas y los ritos previos a
ella.
Fig. 1. Representación de señores ricamente ataviados con collares de conchas
Estructura 1, Cuarto1, Bonampak. Tomado de De la Fuente, 1998.
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A través del registro arqueológico y los
estudios epigráficos, hoy sabemos que el
Clásico Tardío fue un período de crisis
políticas y sociales que llevaron al surgi-
miento de ciudades militaristas como
Yaxchilán, Bonampak, Toniná, Piedras
Negras o Dos Pilas (Brokman, 1996:71).
El hecho de que abunden las representa-
ciones de tipo bélico o militarista durante
esta etapa no implica que anteriormente
no hubieran existido campañas guerre-
ras. La interrogante es, entonces, por
qué no fueron representadas como regis-
tro histórico. Es evidente que se trata de
un cambio en la cosmovisión lo que im-
plica otra forma de contar la historia y
legitimar el poder, para lo cual ya no bas-
tan las alianzas y los matrimonios políti-
cos. Entonces los gobernantes mayas
necesitaron erigir monumentos que con-
memoraran sus victorias como guerre-
ros; estas construcciones son las que
nos hablan de la importancia y el signifi-
cado que tuvo la guerra, a través de los
atavíos, armas y demás objetos que por-
tan los señores y gobernantes (Schele,
1990:210).
De estas ciudades, Yaxchilán pareciera
ser una de las más belicosas, a partir de
la gran cantidad de combates, cautivos y
sacrificios relatados en sus monumentos.
Y es precisamente en ellos donde apare-
cen representaciones de vestimentas si-
milares a la de Tula. Un ejemplo de esto
es el dintel 26, de la estructura 23, donde
encontramos la imagen del gobernante
Escudo Jaguar preparándose para ir a la
guerra; son varios los autores que han
interpretado que la “armadura” que lleva
el personaje está acolchonada y elabora-
da con algodón o plumas de manera si-
milar a los xicollis utilizados por los gue-
rreros del centro de México (Schele, Op.
cit: 211; Marquina:684), sin embargo, es
probable que dadas las características
de esta coraza bien pueda estar formada
por pequeñas placas de concha cosidas
a la tela (Fig. 2).
Otra representación de este tipo de co-
raza la tenemos en el dintel 41 (Fig. 3)
donde aparece Pájaro Jaguar realizando
un ritual previo a la batalla y ataviado de
forma similar a su padre, Escudo Ja-
guar en el dintel 26, la única diferencia
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es el pectoral con la representación de
un jaguar, que tal vez tenga relación con
el linaje familiar. Este relieve es compa-
ñero del dintel 8 (Fig. 4), aquí volvemos
a encontrar a Pájaro Jaguar vestido de
la misma manera realizando una con-
quista. En este caso el gobernante apa-
rece completamente de perfil lo que nos
permite observar que más que una cora-
za, el atuendo cuelga sobre el pecho a
manera de peto, que se coloca alrede-
dor del cuello cubriendo el pecho y a
medida que baja hacia las piernas se va
adelgazando hasta rematar en un nudo
de un material diferente, probablemente
se trata de la tela a la que van cosidas
las placas de concha.
En el dintel 16, nuevamente vemos a
Pájaro Jaguar vestido para el combate,
portando una lanza y un escudo flexible y
con un peto de concha similar, en este ca-
so no lleva el pectoral de jaguar (Fig. 5).
Tanto el dintel 26 como los 16, 41, y 45
nos permiten observar claramente la for-
ma de las placas que conforman el peto,
estas son semicirculares y en la parte infe-
rior aparecen dos marcas similares a las
costillas radiales de los bivalvos (Fig. 6).
Es probable que este tipo de vestido estu-
viera reservado para los gobernantes
quienes lo usarían en los ritos previos a la
guerra y en el combate. Imágenes de este
tipo las encontramos en los dinteles 1 y 12
en los que el personaje central vuelve a
ser Pájaro Jaguar como vencedor de algu-
na batalla.
Fig. 2. Gobernante Escudo Jaguar preparándose para ir a la guerra.
Dintel 26 de Yaxchilán Redibujado de Schele y Miller 1992.
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En Bonampak hay dos representaciones
en dinteles de lo que podrían ser petos
similares a los de Yaxchilán. El primero de
estos es el 1 donde se observa un perso-
naje que sostiene una lanza frente a un
cautivo al que sujeta por el cabello (Fig.
7). De acuerdo con Mathews, se trata del
gobernante Chan Muwan, el otro es el din-
tel 2 (Fig. 8) en el que está grabado un
personaje de Yaxchilán al que se le deno-
mina como descendiente de Escudo Ja-
guar, quien obtiene una victoria cuatro
días antes que Chan Muwan. Al parecer
este tipo de atuendo era frecuente en la
región del Usumacinta, donde se ha locali-
zado en otros sitios, además de los men-
Fig. 3. Gobernante Pájaro Jaguar realizando un ritual previo a la batalla.
Dintel 41 de Yaxchilán Tomado de Schele y Miller, 1992.
Fig. 4. Pájaro Jaguar vestido de la misma manera realizando una conquista.
Dintel 8 de Yaxchilán Tomado de Schele y Miller, 1992.
Fig. 5. Dintel 16, Pájaro Jaguar vestido para el combate
Tomado de Schele y Miller, 1992.
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Fig. 6. Detalle de una coraza donde se aprecian las marcas que pudieran representar la sección de un bi-
valvo. Dibujo y foto de la autora.
en los cuales de alguna manera se los
sacralizaba. Tal vez al poseer esta fuerte
carga simbólica y al ser portado por el
gobernante, que al combinar las funcio-
nes sacerdotales con las de la realeza, y
al tener la capacidad de acercarse a la
divinidad llegaba a infundir mayor valor a
los guerreros durante la campaña.
Consideramos que la fragilidad de las
placas de conchas no debió servir de
gran protección al portador de la coraza
durante una escaramuza. Por lo mismo,
esta protección debía estar dada por la
sacralización del ritual al que se asocian
las conchas como elementos simbólicos
Fig. 7. Dintel 1 de Bonampak Tomado de Pérez Campa y Rosas Kifuri
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ligados con el inframundo y sacrificio, al
igual que en las campañas bélicas don-
de el glifo utilizado para indicar una ac-
ción guerrera entre ciudades es el de-
nominado concha estrella.
Bibliografía
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