Quisqueya, un país en el mundo

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“Duarte * Sánchez * Mella”

La foto de la portada fuetomada por el autor en 1985 a

una escultura de prueba delescultor quisqueyano

ANTONIO TORIBIO TEJADA(LITO)

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Quisqueyaun país en el mundo

Una teoría basada en la interpretación verdadera de los hechos en la

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historia de la Isla de Santo Domingo

Autor: Cosme Ezequiel Pérez Guillén

16 de octubre, 2011

Naples, Florida, Estados Unidos de América

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INDICE

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Contenido 7

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Dedicación 11Introducción 15 CAPÍTULO I LA IDENTIDAD QUISQUEYANA DE LOS TAINOS 27 1. El Descubrimiento en Quisqueya 372. La Conquista en “La Española” 473. La Isla de Santo Domingo 55CAPÍTULO IILA IDENTIDAD COLONIAL DOMINICANA 614. La Identidad Colonial “Dominicana-Española”

63

5. La Identidad Colonial “Dominicana-Francesa”

67

CAPITULO III LA IDENTIDAD HAITIANA-ESPAÑOLA 736. “La España Boba” 75 7. La independencia Efímera de "Haití Español”

77

8. Dominación Haitiana 79CAPÍTULO IV¿ISLA DE HAITÍ O ISLA DE SANTO DOMINGO? 839. Principios Patrióticos de Juan Pablo Duarte

95

10. La Trinitaria 9911. La Declaración de Separación e Independencia

105

12. La Denominación de la República ¿Haitiana, o Dominicana?

109

CAPÍTULO VLA ANEXIÓN, DUARTE Y LA RESTAURACIÓN 11913. El Duarte quisqueyano 12114. La restauración de la Independencia 12515. Legado de Duarte se pierde 13116. La Presidencia de Ulises Francisco Espaillat

135

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CAPITULO VIQUISQUEYA SE SIENTE, PERO NO SE VE 14317. Quisqueya late con su Himno 14518. Caudillos Vende Patria 15319. La tiranía sustituye al patriotismo 15720. Juan Bosch quiso completar obra de Juan Pablo Duarte

165

CAPITULO VII: RELATOS DE CHECO DE LA VEGA 17721. La Guerra Constitucionalista de 1965 18322. La Diáspora Quisqueyana en Nueva York 19923. De regreso al Terruño 21524. De vuelta a Nueva York 22125. La Marcha Constitucionalista en Nueva York 22926. La Resolución 5-70 del PRD 23527. La Renuncia a los cargos 23728. La Diáspora Quisqueyana en Florida 24129. Casa Dominicana Internacional 24730. Breve Historia de la Comunidad en Miami 259CAPÍTULO VIIILA FALSA IDENTIDAD NACIONAL DOMINICANA 16731. El Proyecto “Dominicana es la Patria” 26932. El Caso del Censo 2010 de los Estados Unidosde América

275

33. La Falsa Identidad “Nacional” Dominico-Americana

285

CAPITULO IXLA VERDADERA IDENTIDAD NACIONAL QUISQUEYANA 29534. Quisqueyanos Valientes 30535. Los Símbolos Patrios 30936. La Constitución de Quisqueya 32737. El Voto del Quisqueyano de la Diáspora 335CAPITULO XQUISQUEYANOS DEL MAÑANA 337

10

38. La Identidad Nacional Quisqueyana 33939. Comunicación entre Haití y Quisqueya 343CONCLUSIONES 349Referencias 357

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Dedicación

Sin duda alguna, merece nuestra primera mención el artífice

de la nacionalidad quisqueyana, al Padre de la Patria, Juan Pablo

Duarte, por ser la persona que más claro ha planteado el proyecto

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de nación, identificando en forma correcta la denominación de la

república en la Isla de Santo Domingo, no en la Isla de Haití,

dándole el nombre más merecido a la patria, Quisqueya, con su

correspondiente identidad nacional quisqueyana para el pueblo.

A la memoria de todos los que poblaban la isla a la llegada

de los españoles en 1492 y cuya especie desapareció totalmente en

menos de cien años, distinguiéndose entre ellos Caonabó y

Anacaona; Guaroa y su sobrino Guarocuya (“Enriquillo”); Tamayo;

Cotubanamá; Bohechío; Hatuey y las decenas de caciques de Marién,

Maguá, Maguana, Higüey y Jaragua.

Como homenaje también a todos los nativos de la isla,

dominicanos-españoles y dominicanos-franceses, que durante la era

colonial hicieron la isla su propia patria, defendiéndola y

protegiéndola, hasta lograr sus respectivas independencias.

A todos los fieles trinitarios, por haber defendido con sus

bienes y vidas, los criterios de una nación libre, soberana e

independiente de toda dominación extranjera; principios esos, que

son los que sostienen, firme y fuerte aún, las bases sólidas de

la nación, aunque el oportunismo, traición, ambición y

caudillismo rampante haya querido quebrantarlos una y mil veces.

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A los quisqueyanos de hoy, que con entusiasmo continúan la

obra de Duarte, para que los quisqueyanos de mañana tengan una

clara y consciente idea de lo que significa tener una Patria con

una base moral y política propia e inquebrantable.

Va nuestro respeto a haitianos como Jacques Viau Renault,

Dominic Alexander, Lionel Vieux y otros tantos que han luchado

como hermanos junto a los trinitarios y patriotas quisqueyanos,

comprendiendo y respetando los ideales que enseñó, a todos, Juan

Pablo Duarte, .

A las personas que han expresado su respaldo al Proyecto

Quisqueya, que por ser una lista larga no sería práctico

mencionarlos aquí, por temor a que una de ellas se nos quede.

A mi esposa, Estela, que ha contribuido al esclarecimiento

de las ideas que surgen, ya sea que estemos despiertos o

dormidos, como si inspirados por fuerzas morales y espirituales

indescriptibles.

Como homenaje a todos los quisqueyanos de la diáspora, que

contribuyen de manera directa o indirecta al bienestar de

Quisqueya, siendo la mayoría de ellos los mejores embajadores y

promotores de su cultura y turismo; sostén silencioso de algún

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renglón de la economía en la patria con sus remesas; envíos; y el

consumo de los productos y servicios de su patria.

Sin temor, ni reservas, quisiéramos que esta obra,

humildemente rinda homenaje al más grande Redentor de la

humanidad, al que hemos pedido que nos sirva de luz en todo

momento, para que los que la lean, puedan ver en ella amor y paz;

justicia y libertad, como fundamento de las relaciones que debe

existir entre los quisqueyanos y todos los seres humanos del

planeta Tierra.

16

Introducción

17

18

Este es un libro para conocer una interpretación a hechos

históricos y no pretende ser un manual de consulta sobre esos

hechos. La historia está escrita.

Los seres humanos adquieren identidades que los diferencian

a unos de otros, influenciados por ciertos factores en los que

pueden incluirse lugar, costumbre, lenguaje e historial familiar,

que hacen a un individuo o grupo de individuos, único en su

clase.

Es el caso por el cual los habitantes de la Isla de Santo

Domingo llegaron a tal punto que, para poder compartir la isla,

hubieron de ocupar territorios apartados en la misma.

Quisqueya (república dominicana) está culturalmente más

cerca de Cuba, Puerto Rico y Venezuela, por mencionar un país de

América Latina, que de Haití (otra república dominicana*);

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mientras que éste último está más próximo a Francia y algunos

países africanos, en el mismo sentido.

Haití y Quisqueya son las dos naciones que comparten la Isla

de Santo Domingo, la segunda en tamaño de las Antillas Mayores,

en el Mar Caribe, como parte del continente americano.

Después del descubrimiento y conquista del Continente de

América, a los habitantes nacidos en esta isla se les asignó la

identidad española de “Dominicanos”, mediante Cédula Real que

ordenara el rey Felipe IV de España en 1621, para evitar la

confusión de identidad española que acarreaba el nombre con que

había bautizado Colón a la Isla de Santo Domingo.

Mientras el nombre de la isla sea “Isla de Santo Domingo”,

la identidad isleña de sus nativos seguirá siendo la dominicana

por razones históricas.

*Después del descubrimiento de América, España y Franciafueron sus dueños, sin importar de cómo y por qué la adquirieron,de manera total o parcial y por períodos de tiempos determinados;hasta que las dos naciones que ahora la poseen, Quisqueya yHaití, lograron sus respectivas independencias nacionales y desde1804 Haití ha creado un impasse sobre el nombre de la isla quedebe ser resuelto ya en el campo diplomático.

Por otro lado, legalmente, Isla de Santo Domingo ha sido el

nombre utilizado en los tratados y acuerdos internacionales o

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bilaterales relacionados con esta, durante toda su historia. El

conflicto sobre el nombre de la isla afloró, en el momento que

Haití surge como nación independiente, intentando hacer toda la

isla suya y cambiarle el nombre.

Ese intento por poco se materializa cuando el gobierno

haitiano ocupó y gobernó por veintidós años (1822-1844) toda la

isla; empero el hecho de ocupar la isla y gobernarla, no le daba

el derecho de cambiar el nombre de la misma, si la población que

ocupaba una parte de ella estaba definida como dominicana-

española y se oponía al cambio.

Desde que Haití tuvo su primera constitución, hasta la que

hoy está en vigencia, aparece que el nombre de la isla es “Isla de

Haití”, pese a que en los tratados y acuerdos bilaterales, al

firmar, admita el nombre es “Isla de Santo Domingo”.

Mientras ese conflicto causado por lo que reza la

constitución haitiana no se resuelva, seguirán otros países

confundidos. Quisqueya ha mantenido en todas sus constituciones

el nombre de “Isla de Santo Domingo” para la isla.

Después de la independencia de Haití, los oriundos de esa

parte de la isla tienen su identidad nacional haitiana, de manera

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exclusiva; pero tienen que admitir que la identidad isleña es la

dominicana, sin que se refiera a la identidad colonial que tenían

anterior a la independencia, de dominicana-francesa, que

desapareció al momento de independizarse, sino más propio, al

nombre de la isla.

Hay muchas otras cosas que se deben corregir para ponernos

al día con razón y lógica; y nos dejemos de tapar el sol con un

dedo o de tener una actitud de dejadez crónica ante las

dificultades, factores que son aprovechados por los enemigos de

la patria.

Este libro puede que haga reflexionar a muchos,

especialmente, a los que han estado preocupados por arreglar la

deficiencia de nombre que tiene la nación y han hecho un esfuerzo

enorme y costoso; para igual, no ver a Quisqueya en la obra de

Duarte. De haberla visto, este libro no hubiera sido necesario.

Esperamos que no sea tarde, en el sentido de que, si al

salir a la luz pública éste libro, ya se hayan consumado los

planes del “Proyecto Dominicana es la Patria”; porque entonces, va a

resultar incómodo tener que rebatir a personas de una capacidad

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superior a la nuestra, en cuanto a historia, gramática, geografía

y asuntos políticos se refiere.

Más de ciento cincuenta historiadores y escritores han sido

contratados por el gobierno que preside el Dr. Leonel Fernández

Reyna, para reescribir el compendio de “Historia Dominicana”, con

el propósito de demostrar que Juan Pablo Duarte fue quien sugirió

que la nación llevara el nombre de “Dominicana” y por lo tanto,

le acreditan ser el forjador de la nacionalidad dominicana.

Nada más lejos de la realidad. En este libro se van a

disipar errores y confusiones que han marginado de su propio

destino al pueblo quisqueyano. No ha sido posible convencer a

los que tienen la autoridad, de que por lo menos estudien el

“Proyecto Quisqueya”, pues han estado ocupados en la implementación

del Proyecto Dominicana es la Patria.

En su cuarta edición del Manual de Historia Dominicana,

Frank Moya Pons hace poca referencia a las ideas y se limita a

una narración cronológica de los hechos, proyectando a los

hombres que participaron en ellas y analizando los aspectos

económicos, políticos y militares, como el motor de los cambios

sociales. Es tanto así, que Duarte la participación de Duarte en

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la guerra de restauración de la república es nula o casi nula en

su obra. Es una obra excelente para dar apoyo al proyecto

“Dominicana es la Patria”.

Los historiadores y escritores a los que se les ha dado la

oportunidad de volver a rebuscar la historia dominicana, que para

nosotros es la historia de la Isla de Santo Domingo, van a

encontrarse en conflictos momentáneos para poder hacer que sus

pensamientos se alineen con ese proyecto anti duartiano, pero con

la capacidad que tienen, podrán superarlos. Creemos que si antes

de que ellos lleguen a terminar sus trabajos, les llega este

libro, la mayoría pedirá al gobierno una reconsideración en la

implementación de ese proyecto.

El hecho histórico se presta a interpretaciones diferentes,

dependiendo del punto de referencia; pero una vez se descubren

verdades y documentos que no formaron parte cuando ese hecho

sucedió o fue reportado, sin importar el tiempo transcurrido,

será solo cuestión de voluntades, para enderezarlo y hacer valer

una nueva, a toda luz verdadera, interpretación del mismo.

Esto no quiere decir que se han descubierto nuevos

documentos para elaborar este libro; ellos han existido siempre,

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al frente y en las propias narices de los historiadores. Muchos,

los han sacado a relucir públicamente; pero han tenido que

claudicar por diferentes razones, personales quizás; porque no

han encontrado eco a sus conclusiones; porque quizás los han

ridiculizado en privado o en público, como en muchas ocasiones

nos ha sucedido a nosotros mismos; o, cansados de mostrar la

verdad sin lograr resultado alguno, causando que tomen una

actitud de abandono, como les han aconsejado otros, “¡Dejando

eso así!”.

Esta vez vamos a perseverar hasta que ya no haya más aliento

para seguir. No habrá paradas en este viaje directo. Cuando se

llegue al final de esta obra, o antes, el lector podrá recoger la

llave que le llevaran al escondite donde está el proyecto de

nación de Juan Pablo Duarte.

Cuando la juventud sea la que tome las riendas, el timón,

el control o como se le quiera llamar a ese liderazgo, tendrá que

ser con energía, sabiduría y prudencia, para que su reclamo de la

preciada herencia, que nunca reclamaron sus antepasados, su

identidad nacional quisqueyana, sea una realidad.

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Se ha invertido mucho tiempo para llegar a ese cofre. Se

debe ahora abrir y mostrarle al mundo su contenido. Es de

esperarse que esta vez no se cierre para esperar que otras

generaciones lo encuentren, lo abran, lo muestren. Por eso es que

estamos dando ahora las pistas claras, para que no las puedan

borrar o esconder.

Pretender que el lector acepte como falso lo que por más de

ciento cincuenta años se le ha presentado como una verdad

infalible, que no necesita demostración, será una tarea que

amerita cuidado y cautela, pero tiene que hacerse con firmeza y

sin compromisos mediatizados.

Va a ser una dura tarea contra intereses, apatía, poderes,

influencias, mecanismos y concepciones, que se oponen a los

ideales de Duarte y contrarios a los intereses de la nación y del

pueblo quisqueyano. Romper un corozo con un martillo requiere

cierta pericia para no desbaratar la nuez. Romper un patrón

mental es mucho más delicado.

El autor de este libro no es maestro; ni profesor; ni

filósofo; o educador. Se ha puesto más corazón que conocimientos

para llevar el verdadero mensaje de Juan Pablo Duarte, sin ser

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eruditos en materia de historia, geografía, lógica, dialéctica, y

asuntos literarios y gramaticales del idioma cervantino. Ojalá

no se confunda mucho el lector y pueda en alguna parte de estos

diez capítulos, cerrar el libro y sin dudas afirmar que está

convencido de las conclusiones a que en el mismo hemos llegado.

Ha tomado mucho tiempo acostumbrarnos a decir que somos

quisqueyanos. En ocasiones se nos zafa y decimos que somos

dominicanos de nacionalidad, porque todo nuestro entorno nos

lleva a esa conducta costumbrista, por eso, no ambicionamos a que

otros puedan adaptarse a estas verdades con facilidad, pero que

por lo menos, cuando digan que son dominicanos, lo hagan para

indicar que es una de las identidades comunes a otras

comunidades, que les pertenecen, pero que no la utilicen como su

identidad nacional.

Los nombres de personas y lugares geográficos son un

problema, porque se deletrean de diferentes formas en

publicaciones diversas. Cuando en nuestro país exista la agencia

que hemos mencionado, sobre la normalización en asuntos de esa

materia, entonces cumpliremos con las directrices y acataremos en

las reglas.

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El “mientras tanto”, se utiliza cuando algo permanente está

por hacerse, como reza en el Juramento Trinitario, en relación de

cómo se irían a identificar los trinitarios, porque no tenían aún

el nombre para la nación, el nombre de la patria, una identidad

nacional propia.

Un cuadro comparativo que muestra a luces las complicaciones

que genera el hecho de que en una misma isla existan dos

naciones, como es el caso de la Isla de Santo Domingo, puede

ayudar al entendimiento de lo que queremos demostrar.

Este caso se presenta en otros lugares del mundo, de lo que

se deben encargar los afectados en cada caso. Nosotros nos

encargaremos de hablar aquí de una sola isla: la Isla de Santo

Domingo. Otras islas y territorios tienen similares problemas

(Isla de Bretaña, Península Ibérica, Las Islas Malvinas, etc.),

pero no es parte de este libro hablar sobre ellos.

Es importante hacer resaltar aquí, que aunque en los

últimos treinta años se ha estado trabajando en la modernización

de las instituciones del Estado, todavía es la fecha en que

muchas de ellas trabajan bajo la influencia personal de los

funcionarios que las dirigen. Estos funcionarios deciden los

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términos a utilizar para referirse a nombres y conceptos legales

que pueden o no estar correctos.

Hemos encontrado errores de interpretación y de mal uso de

conceptos que contradicen la Constitución de la República en

documentos oficiales de algunos Ministerios, y, hasta en los

portales de Internet de la Presidencia.

No se puede pedir mucho a los maestros, cuando los que

administran la cosa pública dan por sabido, por ejemplo, que el

nombre de la isla es Hispaniola, cuando la Constitución dice que

es Isla de Santo Domingo.

Nadie que respete la Constitución de la República

Dominicana (Quisqueya) debe aceptar que se le ponga otro nombre a

la isla que no sea el de Isla de Santo Domingo, mucho menos

quienes están encargados de hacerla respetar.

En una segunda edición de este libro, si es que lo permite

Dios, haremos algunas correcciones a errores y omisiones que

hemos cometido en ésta. La decisión de publicar este libro

ahora, es porque lo consideramos completo en cuanto al mensaje

que deseamos llevar al lector, con la intención de que sean

portadores del mensaje y lo hagan llegar a las instituciones que

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puedan hacerlo popular, para poder contrarrestar los planes del

proyecto o proyectos contrarios a las ideas de Juan Pablo Duarte.

El Proyecto Quisqueya seguirá desarrollándose, mientras

tanto, con los limitados recursos que genere este libro y con los

planes que necesariamente deberán producir las reacciones

positivas de quisqueyanos valientes en corto plazo.

Aunque no vengan al caso las demás islas antillanas,

definiremos a las mayores para que se pueda notar la diferencia

que existe cuando una isla es ocupada por una nación o cuando la

comparten dos naciones. Mientras más claro se tengan los

conceptos de isla, nación y estado, menos traumático será el

conocer la verdad de la identidad nacional quisqueyana.

Los nombres geográficos y políticos de las islas mayores del

Caribe serán definidos como sigue:

ISLA DE CUBA La isla de mayor tamaño en las Antillas.

CUBA Nombre de la nación que ocupa la Isla de Cuba.

REPÚBLICA DE CUBA Denominación, Estado político de Cuba.

LA HABANA Capital de la República de Cuba.

ISLA DE SANTO DOMINGO La segunda isla en tamaño en las Antillas.

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QUISQUEYA*

Nombre (*pendiente) de la nación que ocupa la parte oriental de la Isla de Santo Domingo.

REPUBLICA DOMINICANA DE QUISQUEYA Denominación, Estado político de Quisqueya.

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN Capital de la República Dominicana de Quisqueya.

ISLA DE SANTO DOMINGO (Pendiente) (Reza Isla de Haití, en la constitución haitiana)

HAITÍNombre de la nación que ocupa la parte occidental de la isla de Santo Domingo.

REPUBLICA DE HAITÍ Denominación, Estado Político de Haití.

PUERTO PRÍNCIPE Capital de la República de Haití

ISLA DE JAMAICA La tercera isla en tamaño en las Antillas.

JAMAICA Nombre de la nación que ocupa la Isla de Jamaica.

MONARQUÍA DE JAMAICA Denominación, Estado de Jamaica

KINGSTON Capital de la Monarquía de Jamaica.

ISLA DE BORÍNQUEN Cuarta isla en tamaño en las Antillas.

PUERTO RICO Estado político de Borínquen.

ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO

Estado Libre de Puerto Rico, Asociado a los Estados Unidos de América.

SAN JUAN BAUTISTA Capital del Estado Libre de Puerto Rico

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*En los cuadros que anteceden, el nombre de Quisqueya no está oficialmente

aprobado o insertado a la Constitución al escribirse este trabajo. El Estado

político “República Dominicana” (una república en la Isla de Santo Domingo) es

la denominación, que en la actualidad funge, de manera errónea como el nombre

de la nación. Lo mismo sucede con el nombre de la isla que ocupa Haití, que

siendo la misma que ocupa Quisqueya, lleva el nombre de Isla de Haití en la

constitución haitiana.

La globalización, o sea, el intercambio comercial, político

y cultural entre todas las comunidades que habitan el planeta

Tierra, a través de la informática, está ayudando a que desde

cualquier país una persona pueda contribuir y participar en la

vida cotidiana de otro, casi como si estuviera en cuerpo presente

en ese otro país. En algunos casos con más efectividad que la

mayoría de los que residen en esa otra nación.

La ciencia y la tecnología, que experimentó un avance

gigantesco en el siglo XX, dan indicaciones de que en este siglo

XXI se continuará la aceleración de esos avances y de nuevos

descubrimientos.

Un ejemplo de esto es el caso sobre la veracidad de dónde es

que reposan los restos de Cristóbal Colón. Hoy día, podemos

afirmar, sin ningún lugar a dudas, que basados en las pruebas de

DNA, combinadas con archivos históricos y descubrimientos, es en

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el Faro a Colón, el más grande monumento erigido en memoria del

Gran Almirante, reposan sus restos.

A la par con la ciencia y la tecnología, los ideales y

creencias del hombre también experimentarán similares cambios,

con acelerado desarrollo y difusión, dando respuestas al

propósito de su existencia.

Nuestra generación ha experimentado una revolución de

cambios y conocimientos imposibles de acumulación en la mente

humana, para poder continuar compitiendo en una superpoblación

“globalizada”, la especialización será aún más necesaria para las

generaciones venideras.

Una nota importante es que desde y en la diáspora, se han

plasmado los más patrióticos y progresistas pensamientos e

ideas, que han sido y seguirán siendo los mejores y más efectivos

vigilantes en defensa de los intereses de la patria quisqueyana.

Es por esa razón que se incluye, en el Capítulo IX, una

sección sobre la diáspora quisqueyana en los Estados Unidos de

América, a manera de narración de un personaje especial que hemos

creado para tal fin.

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Checo de La Vega nace en el período medio de la “Era de

Trujillo” y relata las experiencias y actividades durante

juventud y también las actividades en la diáspora, que aunque

menos directas, tienen importancia por igual en su lucha por el

bienestar de Quisqueya.

El ulterior propósito de esas narraciones es que el lector

pueda ver medir y comparar, aunque sea de manera remota, la

similitud de la vida que pudo llevar Juan Pablo Duarte, quien

vivió más tiempo fuera, que en su terruño querido.

Tal parece que por coincidencia, este personaje, amando a su

patria y sintiéndola de lejos, vio, como lo vio el propio Duarte,

que para completar la idea de nación, un nombre que le de

identidad propia a la misma, era necesario. Así lo han visto

otros, pero por alguna u otra razón no daban con el nombre de

Quisqueya, como lo vio Duarte.

¿Cómo logra Checo llegar a las mismas conclusiones a las que

llegó Duarte? Es hasta misterioso, pero era algo que tenía que

pasar tarde o temprano y que ya había pasado por las mentes de

muchas personas: ricas y pobres; intelectuales y analfabetas;

políticas y apolíticas, pero que no insistieron, como Checo, en

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que no pasara de esta generación la solución de este dilema,

descomponiendo y ordenando los hechos históricos, que por más de

un siglo se han mantenido enredados, envueltos en papel funda y

puesto en el mostrador de la historia como algo ya acabado.

Una advertencia a los lectores que sufren de rabia: tomen

con calma lo que van a saber, pues la sorpresa que a muchos ha

provocado esta verdad, los ha hecho reaccionar de manera

diferente. Unos dicen que ya es muy tarde para ellos aceptar la

realidad; otros dicen que a los que hay que convencer es a los

políticos, en especial a los que controlan el “poder”; hay

quienes digan que esos cambios cuestan mucho dinero; y sin

embargo hablan de que la corrupción campea en nuestra nación; y,

los que con más frecuencia opinan, tienen la actitud de “dejar

eso así”.

Con ese espectro y contra el mismo, se lanza esta obra a

conquistar a todo un pueblo y a conquistar la simpatía de todo el

que la lea, con la satisfacción desde ya, que el solo

planteamiento de esta teoría, haga reflexionar a aquellos que han

buscado en el otro lado de la cerca y se den cuenta que han

estado bien cerca, alrededor de un nombre que fuera otrora “madre

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de todas las tierras” y que Duarte escogiera para nombre de la

Patria.

Ese proceso de aclaración y solución a los problemas de

identidad nacional para este pueblo, va a impactar no solo en su

territorio, sino que también, como parte del mismo proceso, va a

influir en cambios fundamentales en la constitución de la otra

nación que ocupa la isla; en el nombre oficial y verdadero de la

isla; en decisiones tomadas por otros países sobre el mismo tema

del nombre de la isla; y en la educación a nivel nacional e

internacional.

Las transformaciones y renovaciones que traerá por

consecuencia las revelaciones que va usted a encontrar en los

doce capítulos de este libro, no tienen, quizás, nada que ver con

las reclamaciones que hacen muchos escritores hoy, sobre las

predicciones que basadas en el famoso Calendario Maya, se han

hecho sobre los acontecimientos que sucederán en el año 2012.

Son solo coincidencias, creemos, el que precisamente el nombre

que le corresponde a esta nación a la que nos referimos, haya

sido de origen maya y que sea precisamente en el año 2012, que se

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revelen la veracidad de estos hechos históricos a más de

quinientos años de haber los mayas “inventado” ese vocablo.

Entre los doscientos y tantos países que ya están

constituidos, aunque su inscripción oficial esté pendiente; sin

ser parte de los cinco o más países que hoy esperan ser

establecidos, Quisqueya es un país en el mundo de hoy.

Será el propio pueblo el que sirva de juez entre estos dos

proyectos y cualquier otro que pueda surgir en el transcurso.

Usted, estimado lector, será testigo y posiblemente parte de las

consecuencias positivas o negativas que se producirán

necesariamente cuando se escoja el uno o el otro proyecto. El

que sea, va a cambiar el futuro de una nación; su perspectiva

histórica y social; y tendrá repercusión en todo el mundo.

37

CAPÍTULO I

38

LA IDENTIDAD QUISQUEYANA DE LOS TAINOS

39

En este capítulo se van a contar historias que son

conjeturas basadas en resultados que posteriormente se puede

decir, son hechos históricos constatados.

Si Anacaona debió tener unos treinta años en 1495, habría

nacido en el 1465; su madre, debió tener unos veinte años en el

1465, lo que nos da un estimado de que naciera en 1445; su abuela

debió tener unos veinte años en el 1445, lo que nos da un

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estimado de que haya nacido en alrededor del 1425; y, su

bisabuela, “Toeya”, debió tener unos veinte años en el 1425, lo

que nos hace suponer que nació por ahí, por el 1405.

Hacemos esta relación con el propósito de que el lector

pueda notar la coincidencia del relato de Bohechío, con las

anécdotas escritas sobre la nave que se perdiera a principios del

siglo XV (1410), que salió con otra a explorar las costas

africanas; y, la anécdota que proviene de los mayas de Yucatán,

sobre una nave que se destruyó al chocar con los arrecifes cerca

de Playa del Carmen en la misma época.

Bohechío se sabía esa historia que pasaba de generación en

generación y que es probable que el avance taíno tenga mucho que

ver con esto, pues ese bisabuelo de ellos, se conocía por el

nombre de Guatemó, que regresó desde tierra firme, al lugar que

los mayas le dijeron que era la “madre de todas las tierras” o,

Quisqueya.

Aún así, el nombre de Quisqueya no era oficial ni legal.

Ese vocablo desapareció del mapa cuando los escritores pagados

por Hernán Cortés dijeron que era imposible que la palabra

Quisqueya existiera, porque no estaba en la lista taína, no era

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un vocablo taíno y porque poco después de la muerte de

Enriquillo, los taínos desaparecieron para siempre de la isla.

Tanto efecto hizo ese comentario de los contratados por Cortés,

que la mayoría de nuestros intelectuales todavía temen al uso del

vocablo Quisqueya; no así Juan Pablo Duarte y muchos de los que

siguieron de cerca sus recomendaciones.

El vocablo “Quisqueya” se proliferó después que Juan Pablo

Duarte sacara a relucir este vocablo, para aplicarlo a una nación

que surgía de la mismas entrañas de las tierras que tres siglos

atrás estuvieron pobladas por quisqueyanos que desaparecieron

físicamente para siempre, según describió el fraile dominicano

Bartolomé de las Casas en su “Brevísima Relación de la Destrucción de Las

Indias” (1542).

Juan Pablo Duarte es quien con su mensaje en 1861, crea una

nueva discusión acerca del origen, significado, veracidad y

posibilidad de uso patriótico de esa palabra.

Hubo una tormenta de inspiraciones románticas y de

sentimientos renovadores en cuanto a la búsqueda de una

identidad autóctona, que se fue enfriando poco a poco por las

descargas en contra de la misma de parte de los intelectuales de

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la época, que consideraban falsa la procedencia del nombre de

Quisqueya.

En todo momento, el mensaje de Duarte se refiere al presente

y al futuro de la patria al referirse a los quisqueyanos y a

Quisqueya, pero los enemigos de su proyecto se encargaron de

desviar la atención del pueblo y proyectar el vocablo para

referirse al pasado precolombino.

Tanto es así, que Manuel de Jesús Galván, quien, después de

utilizar su pluma como periodista al servicio de los usurpadores

del poder del pueblo, se dignó a escribir la novela más bella y

dramática de la vida de los indígenas de Quisqueya. El Apóstol

de la patria cubana decía, que en la forma que estaba escrita esa

obra de Galván, se debería escribir la historia de América.

También escribió Martí refiriéndose a los pueblos de habla

castellana en las Antillas, que los antillanos de Santo Domingo

levantaron el Altar de la Patria en su Azua brava y noble con el

aplauso de Quisqueya. Lo que quiere decir, que si Galván quiso

demostrar, o por lo menos insinuar que lo de Quisqueya era

cuestión del pasado, para José Martí, para Duarte y los

43

trinitarios que lo seguían en 1861, Quisqueya pertenecía al

presente y al futuro de la patria.

No se pretende aquí siquiera comparar la obra de la pluma e

imaginación del genio de Galván; pero sí dejar sentado que

diecisiete años después del mensaje restaurador de Duarte, sus

enemigos encontraron medios para acallar el clamor de un pueblo

que tenía necesidad de una identidad nacional propia, para

presentarla de manera exclusiva, sin confusiones, ataduras,

manipulaciones y contubernios, ante el mundo.

Esa es una de las tristes realidades de hechos históricos

que han sido tergiversados, contribuyendo así al estancamiento

social y político de Quisqueya y de su pueblo.

Cuando aquí hablamos de los quisqueyanos de ayer en este

Capítulo I, nos referimos a los pueblos que fueron clasificados,

después de la llegada de Colón, como taínos; a diferencia de

otros pueblos o tribus que compartían las islas antillanas, que

fueron clasificados como arahuacos, caribes y ciguayos, por sus

rasgos característicos y costumbres.

44

Penoso es, que durante los primeros años de historia de

Quisqueya, solo conociéramos algunos rasgos culturales y sociales

de la vida y costumbres de estos seres.

Por la forma en que se movían de una isla a otra; y, hacia y

desde tierra firme continental, se puede apreciar que habían

comunidades que eran “diáspora” de otras más grandes y que podían

tener comunicación periódica, mayormente entre las islas

antillanas y entre éstas y las costas caribeñas y atlánticas del

continente de América.

En Freeport, Bahamas, una de sus playas famosas es la Playa

Taíno. Es posible que algunos taínos, huyéndole a los

conquistadores se hayan establecido en estas islas. Arahuacos y

lucayos eran capturados y hechos esclavos por los españoles, a

tal extremo que el propio Ponce de León dijo que solo encontró un

indio en Bahamas en 1513.

Todo lo que se puede saber sobre la vida de los habitantes

de la Isla de Santo Domingo y de toda América continental, tiene

que, por obligatoriedad, haber sido escrito y archivado después

del descubrimiento.

45

La enseñanza del idioma español a los indígenas que pudieron

proteger Colón y algunos miembros de su corte (en la que se

incluían frailes y religiosas traídos para convertir al

Cristianismo a los nativos), fue uno de los recursos importantes

para conocer el pasado inmediato de estos habitantes.

La mayor cantidad de datos recogidos por los que vinieron en

esas expediciones durante los primeros quince años del

descubrimiento, están en archivos y museos españoles, como

también en libros y memorias de los frailes y misioneros que

estuvieron a cargo de la evangelización de esos nativos.

Aunque se diga que habían reportes contradictorios en las

recopilaciones que hacía Pedro Mártir de Anglería en sus

“Décadas” sobre el Nuevo Mundo, en ellas, no se trababa

precisamente de afirmar o desmentir los reportes que recibía, eso

les toca a los historiadores y sus conjeturas basadas en esos

relatos, que para ellos debieron ser verdades relativas y

condicionadas por las fuentes de las cuales provenían.

Según se recogieron datos, sabemos que la isla estaba

dividida en cinco cacicazgos con un Cacique como jefe de cada

tribu, al parecer relacionadas unas con las otras, porque parecía

46

que se utilizaba el sistema de herencias, donde los príncipes se

quedaban en el mismo cacicazgo, creando su propio liderazgo.

Esa división territorial habría sido establecida hacía

relativamente poco menos de cien años, debido a que existían

menos de cien caciques menores repartidos entre esos cacicazgos.

Y los de Jaragua, Marién y Maguana, estaban bien definidos como

taínos, mientras que en los de Maguá y el de Higüey, había

además, muchos caribes, arahuacos y ciguayos (mezclas). Tal

parece también que pobladores del Yucatán llegaban a la isla.

Incluso, la posibilidad de que sean ciertas las leyendas sobre

“blancos” que llegaron en naves como las de Colón y se quedaran a

vivir allí y formaran familias con los nativos.

NOMBRE DECACICAZGO

DemarcaciónAproximada

CACIQUE/A oREINA

HEREDERO/A-Relación

Marién Noroeste Guacanagarix Guaroa - HermanoMaguá Noreste Guarionex Mayicatex -

HermanoMaguana Centro Caonabó Anacaona –EsposaHigüey Sureste Cotubanamá Cayacoa – HermanoJaragua Suroeste Boechío Anacaona - Hermana

(Algunos autores le llamaban caciques a los príncipes y cacicas o reinas a

las esposas de los caciques)

47

”Quisqueya” o “Haití” estaba dividida en cinco regiones. Las líneasdivisoras no son necesariamente exactas. Los cacicazgos eran Marién,Maguá, Maguana, Higüey y Jaragua (Mapa tomado de Vikipèdia)

El hecho de que haya poblados con el mismo nombre de raíz

indígena, por ejemplo, Managua (en Bayaguana) en la isla de Santo

Domingo y Managua en la Nicaragua, puede ser un indicio de que

había comunicación en todo el continente y que había, por lo

menos, migraciones de familias enteras. En otras palabras, la

comunicación verbal entre los habitantes de las islas, costas

caribeñas y otras regiones, utilizaban algunos vocablos similares

o comunes.

Es por eso que creemos que los mayas que visitaban la isla,

la llamaban “Quisqueya”, por lo que se puede decir que ese vocablo

48

tiene sus raíces en la lengua maya, digamos, como un vocablo

extranjero en la isla.

Según el historiador Francisco Rodríguez de León, “el

intercambio humano y comercial entre Norteamérica y la isla de

Santo Domingo data de siglos atrás y hasta podría especularse que

existía de alguna manera desde antes de la conquista hispánica”¹

Los más desarrollados en cultura y costumbres eran los

taínos, que eran mayoría en la isla o por lo menos dirigían los

cacicazgos. Esto lo decimos porque las divisiones territoriales

se iban desarrollando según se les repartían poderes a los

príncipes hijos de los caciques. También, porque entre estos

cacicazgos no tenemos conocimiento de luchas entre sí.

Aunque deambulaban grupos de “caribes” por las islas

violentando la paz de las demás tribus, a la llegada de Colón

parece haberse pactado una paz para la Isla, al materializarse la

unión entre el guerrero caribe, Caonabó y la bella doncella

taína, Anacaona (“Flor de Oro”), quienes reinaban en el

territorio y cacicazgo de Maguana a la llegada de los españoles.

Tal parece que en Juan Pablo Duarte influyeron de manera

definitiva la lectura de libros y documentos que narraban los

49

hechos después del descubrimiento, para salir con el nombre de

Quisqueya en un momento tan dramático como debió ser para él, el

que la república, por la cual había sacrificado su juventud y los

bienes de su familia, estaba siendo entregada en bandeja de plata

a la nación que la había dejado abandonada por más de dos siglos.

Esa influencia de la vida de los taínos, especialmente a la

llegada de los conquistadores, le pudo haber tocado el nervio

patriótico a Duarte.

Nos cuenta Checo de La Vega, nuestro personaje especial, que

cada vez que tenía que subir por las anchas frontales escaleras

del liceo Juan Pablo Duarte, tenía que ver, varias veces al día,

el mural que enseñaba a Guaroa, en las montañas del Bahoruco,

acertándose una puñalada en el estómago, mientras decía la frase

de “muero libre” y eso le hacía recordar el nombre de Quisqueya.

Los nativos que encontró Colón, vivían en el lugar más

parecido al paraíso que se describe en la Biblia, y para ellos,

era una bendición, pero no lo consideraban una propiedad privada.

Lo que ellos sentían en esa tierra era una libertad

espiritual que se complementaba con el libre disfrute de lo que

50

la naturaleza les ofrecía y que compartían como hermanos entre

sí; como también con extranjeros.

La egoísta idea de “esta tierra es mía” no les pasaba por la

mente como a los que llegaron del Nuevo Mundo. Defendían su

libertad y resistían ser esclavos, física o de manera espiritual,

pero estaban dispuestos a compartir sus ideas y vidas con los

recién llegados, sin tener en cuenta territorios y reparticiones

del mismo.

Ayudaban y complacían todas las peticiones de los recién

llegados, que pensaron que lo hacían por debilidad y no por

costumbre, lo que llevó a los más ignorantes a abusar de la

confianza y creerse superiores a estos seres incivilizados,

provocando reacciones inesperadas de fatales consecuencias.

El quisqueyano taíno de ayer, después de la llegada de

Colón, desapareció hacia el año 1550. Fue un ser que vivió libre

desde el punto de vista espiritual y prefirió morir así, antes de

ser esclavo, aunque fuera encadenado como Caonabó o se le

ofreciera libertad individual como a Guaroa y a Guarocuya

(Enriquillo). El espíritu del quisqueyano de ayer fue siempre

51

libre y si tenía que quitarse la vida él mismo para seguir

siéndolo, lo hacía sin queja alguna.

Los períodos del descubrimiento, conquista y colonización de

América, están aquí descritos con brevedad, solo para darle la

connotación que amerita para asociarlos con el tema que nos ocupa

sobre la identidad de una nación y la identidad nacional de sus

pobladores.

52

1. El Descubrimiento en Quisqueya

Mientras los nativos de un continente llevaban con lentitud

y pereza el curso de su progreso científico, social y religioso,

los europeos buscaban mercados para desarrollar y modernizar el

comercio con más agilidad y avance. Una de las alternativas que

se presentaba al final del siglo XV era encontrar rutas y

vehículos para llegar al lejano oriente rápida y eficazmente.

La idea de que la Tierra era redonda había calado en las

mentes de filósofos y científicos desde hacía mucho tiempo, pero

también llegó a ser parte de los sueños e imaginaciones de

navegantes como Cristóbal Colón, por ejemplo.

53

Era peligroso durante esa época contradecir a los reyes que

eran puesto “por la Gracia de Dios” y protegidos por la iglesia.

En ese tiempo, la interpretación de la iglesia ante el tema de la

redondez de la Tierra, era que la Biblia lo negaba; y la persona

que sostenía una idea diferente, corría el riesgo de ser acusada

de farisea. La Biblia no habla de que la tierra era plana y

después del descubrimiento, la iglesia corrigió su

interpretación.

¿Cómo lograr convencer los poderosos de aquel tiempo? No

fue tarea fácil para Colón; y aunque conseguir la aprobación le

costó tiempo, los reyes de Castilla y de León, Isabel II y

Fernando el Católico, le ofrecieron lo que necesitaba para

emprender su empresa y probar su teoría de que se podía llegar al

oriente navegando hacia el occidente, sin hablar de redondez.

Al rey Fernando le interesaban tres cosas y para lograrlas

necesitaba la bendición del Papa, como fuente de poder. Esas

tres cosas eran, primero, expandir su reinado para ser más

poderoso económicamente; segundo, tener la mejor armada para

defender, su reinado, sus riquezas y territorios; y, tercero,

complacer al Papa y con ello, a su esposa, la Reina de Castilla,

54

en relación con la evangelización de los que poblaran los

territorios de su reinado.

Para la reina Isabel, su prioridad era la conversión al

cristianismo de los moros y de todas las personas bajo la

influencia del reinado. Su respaldo incondicional a su esposo

para la unificación de España y la anexión de nuevos territorios

para poner en práctica su primera prioridad.

Mientras, que para el Cristóbal Colón, su sueño era ser el

primero en llegar a la India, navegando por el occidente. Para

eso, Colón tenía que comprometerse a complacer los deseos de

ambos reyes y así lo hizo.

Tres naves portuguesas son habilitadas para muchos días de

viaje y con los hermanos Pinzón capitaneando dos de las naves,

una tripulación que incluía hasta presidiarios, salió del puerto

de Palos de Moguer hacia el occidente, haciendo una escala

provisional en las islas Canarias.

Después de casi un mes en alta mar sin encontrar señales de

vida, más que mar abierto, el descontento de la tripulación no se

hizo esperar. A punto de una sublevación, el 12 de octubre del

55

1942, Rodrigo de Triana rompe el silencio sepulcral, anunciando a

viva voz: - “¡Tierra a la vista!”

Desembarcaron en una isla a la cual Colón bautizó con el

nombre de San Salvador, que es hoy parte del grupo de islas que

componen el Archipiélago de Las Bahamas.

El Almirante continuó explorando las islas por el Atlántico,

hasta que el 5 de diciembre de 1492, la nave “Santa María” encalló

frente a las playas del cacicazgo de Marién, que es hoy

territorio haitiano, al Oeste de la provincia quisqueyana de

Montecristi.

El Cacique Guacanagarix, con su gente, le dio un

recibimiento amistoso y ayudó a rescatar los escombros y lo que

traía la nave, con la que los españoles construyeron el primer

asentamiento en América. Como lo terminaron el 25 de diciembre

de ese año, lo bautizaron con el nombre de “El Fuerte de la Navidad”.

Colón embarcó, con las dos carabelas que quedaban, hacia

España, e enero del 1493, con provisiones, oro y algunos

indígenas, para probar que había llegado a las “Indias

Occidentales”.

56

Con esto, completaba Colón el ciclo del descubrimiento de un

nuevo continente (aunque se supone que él nunca lo supo), pues

aunque otros habían llegado a estas tierras desde el Viejo Mundo

(Los Vikingos y los relatos de Bohechío), no se puede decir que

convirtieron sus hallazgos en descubrimiento; hallazgo y

descubrimiento, son dos conceptos diferentes; como los son

nombrar y denominar.

Durante todo el resto del mes de diciembre, Colón convivió

con esos nativos y posiblemente realizó algunas exploraciones

alrededor mientras se construía la primera edificación europea en

el Nuevo Mundo.

Colón fue forzado a dejar guarecidos en el Fuerte de la

Navidad, construido con los restos de la nave “La Santa María”

que había encallado frente al Cacicazgo de Marién. Estos

extranjeros eran desconocidos por nativos y visitantes

frecuentes que poblaban las islas adyacentes y tierra

continental.

Estos marineros, la mayoría de ellos improvisados, de

procedencia inculta, fueron encomendados por el Almirante a la

57

humilde hospitalidad del Cacique Guacanagarix y los miembros de

su tribu, seguro de que recibirían un buen trato.

Días antes del regreso de Colón a la isla, se produjo un

hecho en el que resultaron muertos todos, o casi todos, los

españoles que había dejado al cuidado de Guacanagarix.

Dos jóvenes españoles, cuentan algunos escritores, que

fueron dejados con ellos para que enseñaran el idioma castellano

y la introducción a la religión cristiana. Según versiones, no

estaban entre los muertos y se presume que fueron llevados a

otros lugares para salvarles la vida; sin embargo, como en muchas

leyendas, no se supo más de ellos.

Posiblemente una de dos situaciones debió haberse presentado

justo a la víspera del regreso de Colón a la isla en su segundo

viaje:

La primera supone que una serie de abusos de parte de los

miembros del grupo de marineros, que incluiría maltratos y

violaciones sexuales, colmara la paciencia de los miembros de la

tribu y en una pelea desigual, los indígenas los hayan

exterminado a todos.

58

La segunda versión sería que Guacanagarix, cacique que de

manera voluntaria se ofreció para la protección y cuido de aquel

grupo español, cansado de los abusos mencionados, lo comentó

entre los caciques y Caonabó se encargó de ponerle remedio a la

situación. Esta parece estar más cerca de la verdad.

Lo cierto es que todos abandonaron el lugar por la reciente

carnicería y Guacanagarix no se encontró inmediatamente para

explicar, lo que dio pié a represalias por parte de la armada

española que vino esta vez acompañando la expedición.

Debido a este sangriento hecho, a partir de entonces, el

trato a los nativos de parte de la armada, es belicoso, pese a

que tanto Colón, como los frailes y parte de la corte que les

acompañaba, insistían en buscar la paz con los indígenas para

poder convivir en la isla. Esto iba a garantizar la enseñanza

del idioma y la evangelización para que éstos indios a su vez

sirvieran de guía, y de ayudantes en las incursiones y

exploraciones en el interior de la isla.

Acusado por Guacanagarix, quizás por las presiones, Caonabó,

Jefe del Cacicazgo de Managua, fue perseguido por la armada y

después de muchas luchas en las cuales murieron muchos guerreros

59

indígenas y soldados españoles, se llegó a un cese de

hostilidades, la que los españoles aprovecharon para tratar un

supuesto pacto de paz. Alonso de Ojeda se presentó delante de

Caonabó y en confusa situación lo hizo prisionero. Consiguió

traicionarlo, haciéndole un “regalo” de grilletes de metal

durante esa cita “amistosa” y pese a los ruego de su esposa,

Anacaona, es llevado en una nave que iba para España, para que

fuera presentado ante un tribunal, a responder por la matanza del

Fuerte La Navidad.

Existen versiones de que durante la travesía, él mismo se

ahorcó, cosa no acostumbrada por ellos. Otra versión es que la

embarcación zozobró y nunca llegó a España.

Caonabó se convirtió en el primer prisionero político de

América y el primer cacique que muere en manos de los

conquistadores.

Los expedicionarios españoles se habían movido hacia el Este

de la isla y construyeron un asentamiento, base para las

incursiones y exploraciones. Colón la bautizó como “La Isabela”,

en la actual provincia de Puerto Plata. Allí también hizo una

fortificación para protegerse de los indígenas, a cuyo fuerte le

60

llamó “Santo Tomás”, como evidencia (ver para creer) de que en

ese lugar existía una mina de oro.

En las cartas de Cristóbal Colón y de algunos de los

religiosos que estuvieron con él durante su estadía en la isla en

ese segundo viaje, se describen los paisajes y fertilidad de la

tierra, así como sus riquezas en oro y otros minerales.

Deslumbrado por la belleza natural y paradisíaca de la isla,

Colón exclamó por escrito que eran las “más bellas que ojos humanos

hayan visto” y la bautizó con el nombre de “La Española”, traducida

primero por Pedro Mártir y luego en muchos textos, al Latín, como

“Hispanola”. Colón Bautizó también con el nombre de “Golfo de la

Flecha” a la Bahía de Samaná. Es posible que los “Indios Caribes”

estuvieran asentados en la península de Samaná, pues el nombre

que le puso a la bahía se debió que cuando por allí navegaba,

cerca de las orillas, una lluvia de flechas lanzadas desde las

playas parecía que “cubrían el cielo”.

Al valle que encontró en lo que hoy es la región del Cibao,

le llamó “Valle de la Vega Real” y así fue Colón enamorándose de esta

isla fascinante.

61

Todo esto nos hace suponer que la isla estaba poblada casi

por completo y que los cacicazgos se interrelacionaban unos con

otros, inclusive, se sabe que hacían una asamblea de todos los

caciques de manera regular. Es posible que hubiera alrededor de

un millón de habitantes en ese entonces.

El cacique Guacanagarix y su tribu se convirtieron en los

mejores aliados de los conquistadores y sirvieron de apoyo a las

exploraciones y eran sus aliados en las guerras contra las tribus

consideradas hostiles a la conquista.

Después de la desaparición de Caonabó, Anacaona quedó a

cargo del Cacicazgo de Maguana y buscó la paz con los españoles.

Alrededor del 1497, Higuemota, la hija de Anacaona con Caonabó,

contrajo matrimonio con el español Hernando de Guevara, y

tuvieron una niña a la que dieron el nombre de Mencía. Don

Hernando fue condenado a muerte por una acusación de traición

(dícese que por envidia o por celos), tramada por Francisco

Roldán.

Aunque muchos indios habían abandonado la isla debido a la

presencia y trato de los españoles, la primera diáspora

62

quisqueyana de importancia histórica, ocurre después de la

“Matanza de Jaragua” en 1503.

Ejecutada por Diego Velásquez, durante otra trampa “de paz”

tendida a todos los caciques, se llevó a cabo la carnicería más

salvaje de aquellos tiempos en América. Casi cien caciques y

todos sus ayudantes fueron masacrados cuando asistieron, sin

armas, como se había pactado, a esta reunión de paz y

entendimiento con los “visitantes” conquistadores.

La Armada española no dio basto para aniquilar a todos en la

tribu. Muchos huyeron, dirigidos por algunos de los ancianos.

Guaroa, con algunas heridas, pudo escapar al remate de esos

bárbaros y logró avisar a los caciques Tamayo y Hatuey, que no

fueron a la cita concertada por Anacaona. La noticia no pudo

llegar hasta el cacicazgo de Higüey, donde disfrutaba el cacique

Cotubanamá de una paz con idilio junto a su esposa Onaney en la

isla llamada Saona.

Hatuey y Tamayo se encontraron con Guaroa, quien les contó

lo sucedido y se unieron con un grupo de guerreros para contra

atacar y rescatar a Anacaona, según relatos de la época.

63

En el camino, ellos oyeron gritos y se acercaron a ver

cientos de viejos, mujeres y niños que huyeron a la matanza, que

siguiendo los consejos de un anciano cacique de Jaragua que pudo

escapar, caminaban en “fila india” a una muerte voluntaria,

lanzándose a un precipicio en las montañas. No pudieron

convencerlos a que desistieran de ese suicidio y cuenta la

leyenda que el grito del anciano cacique, al lanzarse de último,

echó un grito a los dioses, que hizo eco en toda la región.

En una cruenta lucha en Jaragua, estos caciques hicieron

estragos en las huestes española, cayendo el valiente Tamayo y

siendo herido Guaroa de nuevo. Hatuey, después de haberse

encontrado temerariamente, frente a frente con Diego Velásquez,

al verse acorralado, decidió abandonar aquel panorama tétrico.

Huyó a las montañas empezó a reunir cientos de sus compañeros

guerreros y poco después se embarcaron hacia Cuba.

Cristóbal Colón había bautizado a la mayor de las islas con

el nombre de “Juana”, es posible que para honrar a la hija de la

reina o a su mamá o a ambas, pero luego, el rey de España,

prefirió dejarle su nombre nativo de Cuba.

64

Una vez en Cuba, Hatuey trato de hacer que los indígenas de

allí se revelaran contra los españoles, contándoles lo que había

sucedido en Quisqueya.

Es “La Matanza de Jaragua”, el episodio clave en la historia

americana, en el que el capitán general de la conquista, Diego

Velásquez, enseña a los que iba a despachar hacia tierra firma

(el continente), que para someter a las poblaciones nativas a la

obediencia, se tenían que eliminar, por cualquier medio, a los

jefes de ellas.

Velásquez instruyó a Hernán Cortés; a los hermanos

Francisco, Gonzalo, Juan y Hernando Pizarro; a Ponce de León; a

Alonso de Ojeda; a Vasco Núñez de Balboa; a Vicente Ñáñez Pinzón;

a Juan Garrido y a otros, para que fueran implacables con los

jefes y nativos que resistieran su autoridad.

Las razones principales por las cuales a los conquistadores

se les ocurrió la idea de eliminar a los jefes de las tribus en

América fueron las siguientes:

a) Aunque le hayan sido asignados como “encomienda”, los

indígenas no cumplían con los mandatos de sus señores amos,

65

si no recibían el visto bueno de sus jefes nativos, de sus

caciques;

b) Para los taínos era fácil asimilar los principios de la

religión Cristiana, puesto que sus propias creencias

religiosas tenían un parecido enorme, especialmente en

cuanto a la idea de la Trinidad de Dios. Al unir sus

creencias con las enseñanzas de los evangelizadores, fueron

acusados de herejes y perseguidos como si se tratara de la

guerra de las cruzadas;

c) Sin caciques no hay cacicazgos, o sea, sin jefes no hay

tribus. Así, tendrían los conquistadores campo abierto para

los planes expansionistas, sin resistencia.

En la isla bautizada “La Española”, con el cruel y

humillante ahorcamiento de la Reina de Jaragua, Anacaona,

creyeron quedar libres de resistencia y de influencia de las

creencias nativas.

Anacaona no solo era bella y diferente, fue una guerrera

ejemplar; aprendió a escribir y llegó a producir poemas;

elaboraba un perfume natural para su uso y el uso de las

66

doncellas y corte de su reinado; confeccionaba joyas preciosas y

hasta obsequió una corona de oro a la Reina Isabel de España.

Anacaona fue cristiana hasta la muerte y creyó que por ser

cristianos, los jefes de los invasores respetarían su propia

doctrina de amor y paz entre los hombres.

La villanía, cobardía, prepotencia y falsa gallardía de

Diego Velásquez, se puso al descubierto total con sus planes de

pasear por toda la isla el cadáver o la cabeza de Anacaona.

Eso no sucedió, porque el cuerpo de la reina desapareció

misteriosamente después de haber sido cruelmente ahorcada.

El regordete de Diego Velásquez, tramposo hasta con sus

aliados, continuó su “sagrada” misión a nombre de “Dios y de sus

Reyes Naturales” y se la empató con la salvaje matanza del

Cacique Cotubanamá, el cacique gigante de Higüey, fue

cobardemente sacrificado para satisfacer el ejemplo que no pudo

dar Velásquez con Anacaona, al pasear su cabeza por todo el

territorio, para amedrentar a la población indígena.

Mientras Hatuey se iba para Cuba, Guaroa, que se llevó a su

sobrino, un niño de apenas 7 años, que había dejado su padre, el

Cacique Mayicatex, con su hermana Higuemota (Doña Ana de

67

Guevara), de nombre Guarocuya y se internó en las montañas del

Bahoruco, seguido por muchos indios.

Guaroa pudo resistir varios años en las montañas del

Bahoruco, hasta que fue convencido por los sacerdotes, de que el

rey había ofrecido un trato justo a los que regresaran y paz y

libertad a los que quisieran. Guaroa entregó a Guarocuya al

cuidado del fraile, le dio libre albedrío a los que estaban con

él y utilizando una daga que había obtenido en sus luchas con

soldados españoles, se la hundió en el pecho mientras decía

–“Muero libre”.

Guarocuya, hijo del cacique Mayicatex, contando para ese

tiempo con la edad de unos diez años, sería el único heredero de

Quisqueya como cacique o rey. En el convento donde se terminó de

criar, lo bautizaron con el nombre cristiano de “Enrique”.

Allí fue educado y formado como cualquier español. El apodo

de “Enriquillo”, cariñosamente, se lo ganó por sus dotes de

aprendizaje e inteligencia. Hablaba y escribía el idioma mejor

que la mayoría de los cortesanos. Tenía mejores conocimientos de

religión, política, historia y geografía, que la mayoría de los

que venían del viejo mundo.

68

2. La Conquista se inicia en “La Española”

El descubrimiento estaba consumado y estaba España preparada

para una gigantesca empresa, con un grupo grande de oficiales,

69

entrenados en la Isla de Santo Domingo por Diego Velásquez; y con

sus instrucciones fúnebres, consideradas por él infalibles, de

eliminar a los jefes de todas las tribus con las que se

encontraran.

Esa era la orden interna que quizás ni siquiera se habían

enterado los de la corte y los religiosos, que muchas veces

fueron usados para suavizar a los grupos indígenas, lo que

aprovecharían siempre los jefes conquistadores para llevar sus

planes de eliminación jerárquica en todo el continente americano.

El guerrero indígena luchaba, defendiendo a su gente y su

tierra contra la agresión los conquistadores, Quisqueya no

significaba para ellos una patria como ahora se entiende. El

soldado de la armada española peleaba para gloria de su rey y

para subir de rango, que le garantizaba una posición privilegiada

en la sociedad.

La pacificación de los indios se había aparentemente

logrado al desaparecer todos sus caciques a principios del Siglo

XVI. Los conquistadores no contaban con el hecho de que uno de

ellos, que había sido educado y crecido en su propio seno, iba a

ser la clave de la rebeldía al sistema de esclavitud, servidumbre

70

y coloniaje, que los viejos y nuevos nativos de la isla iban a

enarbolar para liberarse.

Enriquillo, a la edad de veinticuatro años, cansado de los

abusos contra su raza seguían cometiéndose, pese a que se había

venido reemplazando por esclavos africanos su dura labor, hace un

llamado general a todos los indios para que lo sigan y dejen de

trabajarle a los comendadores.

Este cacique era tratado como cualquier español. Vestía

como español, hablaba castellano y tenía, como los demás jefes

españoles, indios encomendados, producto de los repartos, pues

era el esposo de Mencía, la hija de un español, Hernando Guevara

y Doña Ana (Higuemota), hija de Anacaona.

Andrés de Valenzuela, amigo de su infancia, quedó como jefe

de la región donde residía Enriquillo. Aprovechando su posición

trato de ultrajar a Mencía, recibiendo una paliza de parte del

protector de la familia, el indio Galindo.

Eso causó la intriga de la casta española contra este

cacique quisqueyano, quien fue asediado hasta el punto en que se

desprendió de su vestimenta española, reuniera a todos los indios

que pudo y se los llevó a las montañas donde Guaroa lo mantuvo

71

durante varios años de su niñez, combatiendo a los

conquistadores.

Su lucha se extendió por unos doce años, con numerosos

intentos frustrados de parte de las autoridades españolas de

reducirlo a la obediencia y de otros iguales intentos de

ofrecimientos de paz.

La sublevación de Enriquillo se convirtió en una amenaza

para los comendadores, puesto que sus encomendados se fugaban

para unírsele al cacique, evitando así el trabajo de servidumbre

al que eran sometidos.

No fue hasta que recibiera una misiva de la Corte Real en la

que ofrecía la abolición de las encomiendas; la libertad para

todos los indígenas; y la donación de tierras para cultivo y

crianza de animales a cambio del cese de hostilidades, que

Enriquillo firmara la paz.

La Corte Real honró el tratado y fue más allá de lo

ofrecido, donando semillas y ganado en lo que vendría a ser la

primera reservación india de América.

Con esa acción, parecía borrarse la conducta anticristiana

con la que los Nicolás de Ovando, Diego Velázquez, Hernán Cortés

72

y demás jefes de la conquista, eliminaron la organización de los

nativos de Quisqueya.

Uno o dos años después de haberse asentado en Sabana Grande

de Boyá con su gente, Enriquillo murió, no sin antes haber

decretado la ley de auto extinción de los varios miles que

quedaban en la reservación, mediante el método de no-procreación.

Mencía construyó una iglesia en el lugar, donde fueron

depositados sus restos y con ellos, se enterraba el nombre de

Quisqueya.

Eso indica que en realidad, tanto la “raza” taína, como el

nombre de Quisqueya, tuvieron un nacimiento cultural común, en

vista de que los “blancos” que habían llegado a esas playas,

posiblemente habiendo ya procreado familias, regresaron para, con

las limitaciones de medios de producción y herramientas

existentes, combinado con sus conocimientos modernos, crearon una

“cultura y raza taína”, que poco a poco ejerció hegemonía en toda

Quisqueya, incluso, hasta a domar a los caribes que otrora habían

sido hostiles e implacables con los arahuacos y ciguayos.

El desarrollo de la cultura y lengua taína, no debió ser de

más de cien años antes del descubrimiento de América. Esta

73

teoría puede no ser cierta, pues es solo basado en relatos de

leyendas, pero no existen otros hechos o resultados científicos

de que sea de otra manera, que puedan rebatirla.

En realidad, con el segundo viaje de Colón se inicia la

conquista, aunque faltaba todavía mucho por descubrir.

La Reina Isabel II, que era el “paño de lágrima” de la

humanitaria familia Colón y parte de su corte, muere el 26 de

noviembre de 1504, continuando reinando en España hasta el 1516

el rey Fernando el Católico, en sustitución de Juana (La Loca).

El rey escuchaba, pero luego hacía oídos sordos a los reclamos

del Padre Las Casas y otros protectores de los indígenas.

España se preparó para conquistar los territorios

descubiertos por Colón, enviando una parte de su armada para

contener la rebelión de Guaroa y los indígenas. En Cuba fue

hecho prisionero y quemado vivo el Cacique Hatuey en 1511,

traicionado por nativos engañados, como fuera engañado o

sorprendido el Cacique Guacanagarix.

Los indígenas, no aptos al trabajo pesado a que los sometían

los amos españoles que se repartían las tierras y sus habitantes

por la orden Real llamada “Encomienda de Indios”, buscaban

74

refugio en las montañas o salían en embarcaciones a otras islas.

Pero adonde quiera que se refugiaban, allí, poco a poco, como la

lava de un volcán, llegaban las espadas y mosquetones de la

armada española.

Mientras ya España compraba esclavos para sustituir a los

nativos desde 1502, se inició la construcción de la Catedral

primada de América en la ciudad de Santo Domingo de Guzmán en

1512 y Juan Ponce de León llega a la Florida para establecer una

colonia española en 1513.

Toda una situación desesperante para los viejos nativos de

la isla, dio por conclusión que la raza taína fuera

desapareciendo por tres razones que son las siguientes:

a) Con Enriquillo, quien al estar evadiendo la persecución

de la armada española en las montañas del Bahoruco, se

dio comenzó a una política de autoeliminación de la

raza. La sublevación de Enriquillo se convirtió en una

amenaza para los comendadores, puesto que sus

encomendados se fugaban para unírsele al cacique,

evitando así el trabajo esclavo al que eran sometidos.

Aparentemente y como se narra la novela de Manuel de

75

Jesús Galván, la primera ley que el cacique proclamó

entre ellos, fue la de no procrear, para no darles más

hijos a los españoles. Enriquillo cedió a los ruegos

de los frailes católicos, que lo indujeron a que

aceptara terrenos (primera reservación india en

América) para que vivieran en paz y libertad.

Todos los que se fueron con él juraron cumplir con esa ley y

así, los puros taínos se extinguieron con rapidez al no tener

prole entre ellos y ya desde 1535 no se supo más de ellos.

Quisqueya perdía a su último cacique, quien había recibido

una educación tal, que hablaba, escribía y conocía de historia y

religión universal, más que la mayoría de los españoles que

vivían en la isla. Su vestuario era también al estilo español,

hasta aquel día en que se reveló.

Los demás, que siguieron conformes con su suerte bajo las

leyes españolas, se mezclaron con los esclavos negros o con sus

amos, ya sea por matrimonio (cuando este fuera aceptado), por

concubinato o por la fuerza. La raza pura que encontró Colón en

Quisqueya, desapareció en una sola generación, o sea, en unos de

76

sesenta años, alrededor de un millón de estos seres

desaparecieron como por arte de magia.

Sin cacique no hay tribu. Los conquistadores españoles

hicieron su primera prueba en Quisqueya, invitando a los jefes de

las tribus, convencidos por Anacaona de que se trataba de

“conversaciones de paz”, acorralándoles cobardemente y matándoles

sin piedad, a sabiendas de que estaban desarmados. Las tribus

fueron desmanteladas y sus integrantes repartidos entre los

nuevos dueños.

Dicen que las encomiendas de indios no era lo mismo que la

esclavitud y es claro: por los esclavos se pagaba, mientras que

los indios eran donados, un regalo del rey.

Los esfuerzos que en más de una docena de ocasiones había

hecho el padre Dominicano Bartolomé de las Casas resultaron

inútiles para salvar de la extinción definitiva a estos nativos

de la isla de Santo Domingo.

Pero en Quisqueya se iba formando una “nueva tribu”, sin

caciques, de descendencia española, inglesa, francesa, holandesa,

italiana, portuguesa, taína, arahuaca, caribe, ciguaya, maya,

lucaya, africana; todos ligados, haciendo una mezcla cultural

77

humana sin precedentes. Los esclavos negros que trajeron los

europeos para reemplazar la mano de obra indígena no se hicieron

esperar para revelarse.

Como esta nueva especie humana no tenía caciques, fue

imposible eliminarla; fue imposible imponerle rígidas costumbres,

pues cada una de estas mezclas aportaban sus propios acervos

culturales, que se iban adhiriendo poco a poco como parte del

conglomerado que se convertía en pueblo.

La debilidad de España se iba a sentir primero en el paraíso

donde Colón creyó encontrar su felicidad, tanto así, que su

familia supo siempre que el Almirante estaba tan enamorado de la

isla, que llegó a pedirles que sus restos reposaran en ella

cuando muriera.

Aunque los conquistadores hayan cometido imperdonables y

condenables hechos, gracias a Dios que los principios cristianos

han perdurado y han sido las bases morales que han escogido las

naciones, pese a que esa influencia asesina de Diego Velázquez,

disfrazada de cristianismo, se ha manifestado en nuestra isla en

hombres como Pedro Santana, Buenaventura Báez, Rafael Trujillo y

78

otros caudillos, para desnaturalizar la identidad nacional de un

pueblo y sojuzgarlo al antojo de cada uno de ellos.

Y allí se encuentra, pese a todas las teorías españolas y

cubanas sobre este asunto. Pese a las dudas sobre si el lado

derecho o izquierdo se tomaba de frente o de espaldas a la

capilla mayor de la Catedral, pues la cripta que fue hallada

allí, tenía la inscripción de Cristóbal Colón. Los restos que

fueron sujetos al examen de DNA en Sevilla, dieron resultados

positivos de que se trataban de los restos de su hijo Diego

Colón.

El majestuoso monumento que se construyó en la ciudad

de Santo Domingo, capital de de la república, es el más grande

que se haya hecho en la memoria y nombre del Descubridor de

América, aunque él mismo muriera sin saber que descubrió ese

continente.

79

Faro a Colón en la ciudad de Santo Domingo, Este.

80

81

3. La Isla de Santo Domingo

La humanidad se ha desenvuelto en una espiral que va de lo

simple a lo complejo. Así, lo que tenía que saber un cavernícola

para sobrevivir y proteger a su familia, era tan sencillo como

saber cazar; pescar; cosechar; y defenderse de las fieras y de

los enemigos. Estas habilidades, las aprendía por legado de

generaciones pasadas y producto de experiencias propias que tenía

que enfrentar, descubriendo cada día nuevas formas y nuevos

métodos.

Tribus nómadas se fueron asentando, formando comunidades

sedentarias alrededor del mundo. Cada pueblo se consolida, crea

un conjunto de exclusividades autóctonas, que caracteriza a cada

persona. Mientras más vieja es la comunidad, más conocimientos y

experiencias acumula y más arraigadas y únicas son las

características de sus miembros: costumbre; cultura; idioma;

historia; valores morales, políticos y espirituales; etc.

Sin embargo, hace poco más de quinientos años, gentes

civilizadas de un “Viejo Mundo” encontraron un llamado “Nuevo Mundo”

82

(el continente de América), con gentes organizadas en tribus,

cosa que ya hacía milenios que ellos habían rebasado.

Les tocaba a ellos enseñar a esos seres semisalvajes, de

cómo ponerse al mismo nivel cultural y social que ellos, para una

convivencia balanceada. Sin embargo, aunque había, por un lado

buenas intenciones para lograr eso, por el otro lado, existían

intereses y ambiciones a todos los niveles, que pesaban más que

los buenos deseos y más pudo aquí el interés.

Sin conocer cómo, por qué, cuándo y dónde se las ingeniaron

los antepasados para subsistir, no tendríamos ahora ideas

inmediatas de cómo resolver los problemas que se nos presentan,

tendríamos siempre que empezar de cero, cosa que en lo que tiene

de vida, en República Dominicana ha sido por mucho tiempo la

regla general.

Con esas premisas vamos a entrar en detalles sobre las

formas y modelos con los cuales las migraciones afectaron la isla

que fuera la primera del continente de América en “civilizarse”

desde el Siglo XV.

Para facilidad del lector, se ha dividido en diez capítulos,

que demostraran claramente el nombre legal de isla; lo que

83

significa república dominicana; la diferencia entre identidad

nacional y otras clases de identidades personales, puesta en

perspectiva en las narraciones de Checo de La Vega; el caso

haitiano; y, asuntos constitucionales; y, relaciones

internacionales que se deben afrontar seriamente.

Aunque la historia haya recogido lo que aquí vamos a

exponer, lo cierto es que siempre quedan etapas sin completar por

las generaciones pasadas. Estas etapas deben ser enfrentadas por

las generaciones presente, solucionarlas y crear las bases para

que las generaciones futuras continúen con las tareas que no les

fue posible resolver a éstas; ya sea, por falta de tiempo, de

conocimiento u otros factores que impiden el desarrollo normal de

la actividad humana.

Esos factores que impiden el progreso normal de un pueblo,

pueden ser causados por elementos internos: dictadores, tiranos,

vende patrias, anarquistas, fascistas, etc., que tarde o

temprano, terminan desplazados por esos pueblos o por la

historia; o, por circunstancias externas: invasión extranjera,

crisis internacionales, desastres naturales, malas

administraciones, etc., de las cuales puede salir un pueblo más

84

fuerte, más unido, si cuenta con buenos administradores que sepan

aprovechar lo positivo de esas adversidades.

Nos referimos en este capítulo a la isla cuyo nombre legal

es Isla de Santo Domingo, única en el mundo, aunque conocida por

otros nombres en diferentes esferas: “Haití”; “Quisqueya”; “La

Española”; “Hispanola” (en Latín); o, “Hispaniola” (en Inglés).

Los diferentes “dueños” de esta isla, a partir de su

descubrimiento y conquista por parte de España, dirigida por el

genovés, Almirante Cristóbal Colón, en 1492, le pusieron, de

manera legal, el nombre de “Isla de Santo Domingo” y así se ha

verificado en sus tratados bilaterales y multilaterales durante

su historia. Los demás vocablos utilizados para identificarla

son aceptables, pero no deben ser utilizados en documentos

oficiales o legales.

85

Es tiempo ya, que en este siglo XXI se corrijan estos asuntos,mediante la creación de una agencia internacional compuesta porrepresentantes de agencias a nivel nacional de cada país. LaOrganización de las Naciones Unidas debería (ONU), debería tomarnotas.

“La Española” se hizo famosa en España y Portugal, mientras

que la traducción al latín de “Hispanola”, se proliferaba en toda

Europa y en los nuevos territorios descubiertos.

Aunque la historia haya recogido lo que aquí vamos a

exponer, lo cierto es que siempre quedan etapas sin completar por

las generaciones pasadas. Estas etapas deben ser enfrentadas por

86

las generaciones presente, tratar de solucionarlas y crear las

bases para que las generaciones futuras continúen con las tareas

que no les fue posible resolver a éstas; ya sea, por falta de

tiempo, de conocimiento u otros factores que impiden el

desarrollo normal de la actividad humana.

Esos factores que impiden el progreso normal de un pueblo,

pueden ser causados por elementos internos: dictadores, tiranos,

vende patrias, anarquistas, fascistas, etc., que tarde o

temprano, terminan desplazados por esos pueblos o por la

historia; o, por circunstancias externas: invasión extranjera,

crisis internacionales, desastres naturales, malas

administraciones, etc., de las cuales puede salir un pueblo más

fuerte, más unido, si cuenta con buenos administradores que sepan

aprovechar lo positivo de esas adversidades.

El devenir histórico del pueblo que nos ocupa, sin nombre

oficial verdadero y propio aún, ha tenido sus raíces en las malas

interpretaciones y en el acomodo convencional y antojadizo de los

historiadores y narradores de acontecimientos y hechos a los que

se les han acreditado fuentes fidedignas, pero en la mayoría de

los casos, no legales, sobre el nombre de la isla.

87

A España no le molestaba el que Colón haya ido bautizando

los territorios descubiertos para someter esos nombres a la

Corona, para su aceptación o rechazo; y por algún tiempo no le

importó el uso de “La Española”, “La Nueva España”, etc., hasta

que al pasar de los años estas designaciones se convirtieran en

un mar de confusiones respecto a la identidad de sus pobladores

como “españoles”, lo que provocó el darle otros nombres

oficializarlos para que esos ciudadanos españoles se

identificaran por su procedencia.

El caso de borrar “La Española” ha sido el más difícil de

todos, hasta hoy, después de más de quinientos años, aunque nunca

ha sido nombre oficial de la isla.

En 1506 se le puso “Isla de Santo Domingo” a la isla, por

orden del rey de España, para evitar que los nativos de esa isla

dijeran que eran españoles.

El nombre de Isla de Santo Domingo se fue utilizando en

todos los actos legales y cuando alguna autoridad no ha usado ese

nombre, es por ignorancia de la ley o por capricho.

En los próximos cien años después de esa designación, se

fueron consolidando las poblaciones en América y como habíamos

88

dicho antes, iban adquiriendo características peculiares que las

diferenciaban unas de otras, ya por su costumbres, sus dialectos

y mayormente, por el lugar geográfico que ocupaban en el nuevo

continente.

Todos eran españoles, pues todo el continente era de España,

hasta que entraron en competencia los portugueses, ingleses,

holandeses y franceses, para repartirse los territorios,

arrebatándole a España su hegemonía.

Eso dio pie a que España fuera específica en cuanto a la

identidad de los habitantes que le debían obediencia y los de la

Isla de Santo Domingo, fueron unos de los primeros en ser

clasificados en 1621.

89

90

CAPÍTULO II

LA IDENTIDAD COLONIAL DOMINICANA

91

92

4. La Identidad Colonial “Dominicana-Española”

Ya habían transcurrido poco más de 100 años y la diáspora

dominicana (personas nacidas en la isla de Santo Domingo) se

estableció en cada uno de los asentamientos que España iba

conquistando en el “nuevo continente”. Cuba, Puerto Rico, La

Florida, Centro y Sur América. La isla solamente tenía el

atractivo de haber sido la primera metrópolis de América, desde

donde partían todos los capitanes y conquistadores, pero para

España ya no tenía la importancia económica que tenía en los

tiempos de Colón.

La conquista de la “Nueva España” (México) y del Perú en

América y las exploraciones de Magallanes alrededor del mundo,

93

fueron los motivos del abandono casi total por parte de España de

la isla de Santo Domingo.

Los criollos de la Isla de Santo Domingo que llegaban a

España, no tenían otra identidad que la “española”, porque

aunque los reyes de España no aceptaron que la isla se llamara

“La Española”, nunca se les puso un adjetivo que identificara a

los nativos de ésta. La discriminación racial, de ver mestizos,

mulatos, indios y hasta negros, reclamando que eran españoles,

cegó a muchos, que llegaron a pedir al rey, que tomara medidas

para que esa identidad solo la pudieran tener los ibéricos.

Ese ambiente concluyó con la expedición de la “Cedula Real”

en 1621, nombrando “dominicana” a toda persona libre que nacieran

en la isla de Santo Domingo; para que, aunque fueran hijos de

españoles, se catalogaran como “criollos” de la Isla de Santo

Domingo, con limitados derechos ciudadanos españoles, tanto en la

isla, como en España y sus posesiones.

Domingo de Guzmán, fue un fraile español que fundó una Orden

religiosa de misioneros que eran enviados a los lugares más

peligrosos de la época a principios del Siglo XIV. El padre

Domingo quiso distinguir a esos misioneros con un título y

94

escogió una combinación de vocablos latinos que significan

“Siervos de Dios”.

Esta palabra compuesta tiene sus raíces, basadas en una

historia que le relataba la madre de Domingo desde cuando lo

llevaba a él en el vientre. Le decía ella, que soñaba siempre

con un perrito que la cuidaba en todo su embarazo. En algunas

de las estatuillas de Santo Domingo de Guzmán se puede notar la

presencia de un perrito pegada al ruedo de su vestimenta.

Cuando Domingo de Guzmán es ordenado Santo, los frailes de

su orden religiosa fueron llamados “dominicos”, pero sus

misioneros, recibieron el título de “dominicanos”.

“Domini”, (El Señor o Dios) “can” (perro o siervo):

DOMINICAN.

“Dominicano” es un misionero de la Orden de Santo Domingo.

“Dominicana” una monja misionera de la Orden de Santo

Domingo.

En honor a Santo Domingo de Guzmán, el rey Felipe IV, para

acabar con la confusión de los “españoles” nacidos en la Isla de

Santo Domingo, le dio la identidad de “dominicanos” a éstos.

Eran ciudadanos españoles, sí, pero tenían el sello de

95

“dominicanos” y eran ciudadanos de segunda clase en España y en

la isla.

Ya tenían, así, una identidad los criollos, aunque en esos

tiempos las identidades regionales no se tenían muy en cuenta.

Los rasgos culturales eran la mejor identificación de las

personas de esa época: idioma o dialecto, vestido, modales,

físico, tamaño, color de la piel, color de los ojos, color y

rizado del pelo, entre otros y fue en esta isla de Santo Domingo

donde comenzó esta mezcla que unía diferentes “colores” en una

nueva e inevitable unidad de ser humano.

Los “dominicanos” fueron los primeros en darse a conocer en

otros entornos, porque aunque había muchos españoles, había más

mestizos y mulatos que blancos y negros.

La fuga de esclavos hacia las tierras que eran abandonadas

por familias enteras en la parte occidental de la isla y las

incursiones de los franceses e ingleses a esa parte desde las

islas adyacentes, creó, de manera fortuita y de hecho, una

división territorial en la isla.

96

España había concentrado su punto de partida en la isla

desde la ciudad de Santo Domingo de Guzmán y sus alrededores,

descuidando los territorios del Norte y del Este.

Los franceses fueron adueñándose poco a poco de esa parte

occidental y fundaron una ciudad, la ciudad de Saint Domingue en

el año 1659.

En el tratado de Ryswick en 1695, España cede esa parte de

la isla a Francia legalmente, ratificando y legalizando un

acuerdo anterior.

Francia utiliza su sede en la Isla de Santo Domingo para sus

planes de conquista en América. “Saint Domingue”, se convirtió

pronto en la ciudad más próspera y civilizada del nuevo mundo.

Pero como muchos negros y mulatos “dominicaines” eran libres, que

tenían propiedades, Francia tuvo que traer más esclavos

africanos, a los que se les enseñaba el idioma francés.

Los hispanos de la parte oriental de la isla de Santo

Domingo eran ya pocos y como no tenían mucho apoyo de España, ni

tenían muchos esclavos y gran parte de éstos preferían fugarse a

“Saint Domingue”, donde tenían la oportunidad de vivir libres o

tener trabajo, aunque fuera esclavo, pero con mejores

97

condiciones. Otra cosa que hacían libres y esclavos, era

dedicarse a trabajar para ellos mismos la tierra y vender sus

productos a los franceses, ingleses, holandeses y a cualquiera.

Algunos de ellos se dedicaron al Corzo, según hemos leído en

algunos textos.

La parte francesa contaba para el 1790 con unos 20,000

blancos franceses; 60,000 mestizos y mulatos libres; y más de

medio millón de esclavos (fuente, sin importancia).

La colonización de América, por lo menos al principio,

estuvo bajo el control del papado, que decidía los límites

permitidos para cada reinado del Viejo Mundo.

Tanto los franceses como los ingleses, estaban interesados

en tener base en la isla de Santo Domingo para sus planes

expansionistas. La península de Samaná era la parte más

codiciada por su posición estratégica.

Los Estados Unidos de América, que ya tenían unos 20 años de

independencia, también estaban interesados, no solamente de

adquirir nuevos territorios, sino de evitar que los países

europeos continuaran su dominio en el nuevo continente.

98

Ya anteriormente los franceses hicieron intento de tomar

toda la isla a la mala en 1655 y fueron derrotados por los

criollos “dominicanos-españoles”. También los ingleses en 1677

fueron derrotados.

Debe notarse que históricamente, los criollos han sido

“ayudados” por potencias que tienen interés de que la otra no

triunfe en su conquista, con la inconfesada intención de ellos

apoderarse luego del territorio.

Eso lo hacían todas las potencias mencionadas, consiguiendo

adeptos criollos que le apoyasen y trataran de convencer a la

población.

España, que había cedido la parte Occidental de la isla a

Francia, aunque no le interesaba como fuente de riqueza natural,

no dejaba de preocuparse de que otras potencias tuviera control

de la isla y también la consideraba como territorio estratégico,

con una población criolla dominicana-española que le era fiel.

5. La Identidad Colonial “Dominicana-Francesa”

99

Francia logró que los dominicanos-españoles y los negros y

mulatos libres, que poblaban la parte que les correspondió con el

Tratado de Ryswick, aceptaran ser franceses y con ellos se creó

una nueva identidad en la isla: la dominicana-francesa.

En los siguientes cien años, se iba a notar de manera

marcada la diferencia entre las poblaciones dominicana-francesa y

dominicana-española, a tal punto, que la pobreza en que vivían

los dominicanos-españoles se puede comparar con la miseria que

padecen hoy los haitianos contrastando con la de Quisqueya de hoy

(República Dominicana), con algunas excepciones, como la

población de Petionville.

Empero Francia, no pudo contener la fuerza que ella misma

había creado. Al haber utilizado descendientes de esclavos en su

ejército y en los negocios de la isla, pues no tenía suficiente

personal francés para hacerlo con franceses, por motivo de sus

guerras expansionistas en el viejo mundo.

El primer intento de liberación de los esclavos en el

continente de América, se hace a nombre de Francia, con una

constitución aplicable a toda la isla en 1801, por Tussaint

100

L’Ouverture y Jean Jacques Dessalines, dos soldados negros del

ejército francés en la “Isle de Saint Domingue”.

Eso no le convenía a Francia, que tenía barcos llenos de

esclavos para la venta. Napoleón envió un gran ejército al mando

de su cuñado Charles Leclerc para hacer prisionero a Tussaint, a

quien engaño llamándolo a una reunión. El plan de Leclerc era

acabar con todos los negros sin piedad, dejando solo a los

menores de doce años vivos, pero no se le dio, en su lugar, una

epidemia de fiebre amarilla y varias derrotas militares,

terminaron su retirada a la parte donde vivían los dominicanos-

españoles, donde murió.

Pronto esos otrora esclavos se revelaron y sacaron del

territorio occidental de la isla marcado en el tratado de

Ryswick, de manera trágica e inhumana, a todos los blancos

franceses, creando la primera nación negra de América en 1804.

Estos dominicanos-franceses, para romper con la influencia

colonial, decidieron nombrar a su patria Haití y reclamaron al

mismo tiempo todo el territorio de la Isla de Santo Domingo,

teniendo como principio que la isla era una e indivisible, por lo

que le cambiaron el nombre a Isla y le pusieron Isla de Haití.

101

Esta influencia fue tal, que la última venta de esclavos en

la parte española, data del 6 de julio del año 1804, que en forma

de “donación”, aparece el resumen de la nota en los Archivos de

la Nación de República Dominicana, como “Venta de una negra

criolla, nombrada Gerbacia, de 20 años, otorgada por Juan

Villavicencio y su mujer al presbítero José Moreno, cura de esta

parroquia.”²

² 1172 DO AGN ARB.1.1.11-9 -----Leg-1700040--Venta de esclava1804, julio, 6 ExpedienteLugar: BayaguanaResumen nota/alcance y contenido: Venta de una negra criolla, nombrada Gerbacia, de 20 años, otorgada por Juan Villavicencio y su mujer al presbíteroJosé Moreno, cura de esta parroquia.

La influencia de la independencia de Haití se dejó sentir en

toda la isla. Francia envió la más grande flotilla armada de la

época para sofocar a los haitianos, que lucharon valiente y

decididamente para evitar la esclavitud, que esa armada francesa

102

había ya re-establecida en otras islas del Caribe que la habían

abolido. Al fracasar en su intento, se apoyó en la parte

española para afrancesarla y utilizarla de base para sus planes

expansionistas.

Los “dominicanos-españoles” de la parte oriental de la isla,

todavía rendían tributo a los reyes de España, pero estaban

gobernados por Francia.

La ambición de los líderes haitianos no era descabellada y

no querían estar en un rincón de una isla a merced de los que

poseyeran la otra parte. No tenían miedo a los “dominicanos-

españoles”, pero los “dominicanos” tenían todos los motivos para

sospechar que las intenciones de los haitianos era eliminar al

dominicano-español con todo y su cultura. Para garantizar que su

nación estuviera protegida de cualquier agresión, siendo la única

sin esclavitud en América, el principio de que la “isla es una e

indivisible” era el objetivo fundamental de los haitianos.

Francia trató de recuperar lo perdido, infructuosamente,

debido a la fuerte defensa puesta por los haitianos y por razones

de plagas y enfermedades que diezmaron su ejército, la obligaron

103

a retirarse a la parte española y salvar su reputación, haciendo

un pacto con el gobierno haitiano en el que ella cedía el

territorio a cambio de una cantidad de dinero establecida en

ciento cincuenta mil francos (₣150,000.00), como indemnización a

los franceses que perdieron sus propiedades. En otras palabras,

la independencia de Haití se condicionaba y estaba amenazada

hasta tanto se le pagara a Francia por el territorio.

Francia mantuvo el nombre de “Isla de Santo Domingo” y no

aceptaba que el nombre de la isla fuese “Haití”, por lo menos

mientras era dueña de la parte Este de la isla.

Con el General Rochambeau gobernando desde la ciudad de

Santo Domingo, después de la muerte de Charles Leclerc, Francia

garantizaba un porvenir próspero a los hateros y comerciantes

dominicanos-españoles; sin implementar la orden de “evacuación”

que pesaba desde 1896, sobre todos los que no eran franceses en

la isla.

Con un trato amable y cordial con los habitantes (eso se

debía a que Francia no tenía pensado enviar tropas por el momento

para asegurar la isla), transcurrían los primeros años con este

falso idilio, hasta que Francia invade a España con el propósito

104

de nombrar al hermano de Napoleón como Rey de España”, causando

un descontento entre la población dominico-española de la isla.

Para 1808 el que gobernaba la parte española de la isla era el

General Ferrand.

Con la ayuda del gobernador de Puerto Rico, el hatero Juan

Sánchez Ramírez, junto a otros se alza en armas y es declarada

la guerra a los franceses.

La batalla de Palo Hincado en el Seibo el 7 de noviembre de

1808, que fue una batalla de criollos “dominicanos-españoles”

para reconquistar el territorio para España, con vivas al rey

Fernando VII, fue decisiva para que Francia se la devolviera, a

cambio de territorios norteamericanos (en lo que es hoy Estado de

Luisiana).

Los detalles de esta batalla muestran la osadía e intrepidez

de los criollos “dominico-españoles” que luchaban por defender

sus intereses y los intereses de la corona española.

La audacia de Sánchez Ramírez al dar la sentencia antes de

iniciarse la batalla es bien conocida y repetida en todos los

textos de historia nacional: “Pena de la vida al soldado que

voltee la cara hacia atrás; pena de la vida al tambor que tocara

105

retirada; y, pena de la vida al oficial que la ordenara, aunque

fuese yo mismo”.

La derrota fue tal para Ferrand, que después de cesar la

persecución que comandó coronel Pedro Santana (padre de Ramón y

Pedro, que luego dirigirían la guerra contra el gobierno

haitiano), se suicidó de la vergüenza.

Francia no pudo hacer cambiar a los dominicanos-españoles a

dominicanos-franceses. El plan haitiano también tuvo que

cambiar, ahora tenía como muralla de contención contra su ideal

de unificación de la isla a España, que aunque había estado

perdiendo terreno en América, todavía dominaba en Cuba; en Puerto

Rico; y ahora regresaba a ser dueña de la parte Este de la isla,

con la anuencia de los dominicanos-españoles.

106

107

108

CAPÍTULO III

LA IDENTIDAD HAITIANA-ESPAÑOLA

109

6. “La España Boba”

110

Los dominicanos de la parte francesa de la isla de Santo

Domingo declararon su independencia de Francia en 1804 y para

desligarse por completo de las tradiciones coloniales, decidieron

nombrar su nación “Haití” y darle ese mismo nombre a la isla

completa.

“Haití”, supone un vocablo taíno que significa “Tierra

Alta”. Puede ser que a la llegada de Colón, le hayan preguntado

a los nativos en diferentes lugares de la isla, que cómo llamaban

este territorio, posiblemente haciendo señales con el brazo

moviéndolo en forma de abanico hacia las montañas y por eso lo de

la respuesta de “Haití”.

Los preparativos y planes del gobierno haitiano estaban

encaminados a unificar a la isla en una sola nación, pero como

los criollos hispanos de la parte oriental estaban apoyados por

los franceses, los intentos de invasión fueron repelidos.

Al igual que España, Francia se veía impotente de mantener

una fuerza en una isla que ya había perdido la categoría de

importancia como base para la conquista de los territorios

continentales.

111

España le puso poca atención, pero el gobierno haitiano no

amenazó invadir, por miedo a que tendría que enfrentar a unos

criollos decididos a defender el territorio y a que desafiaban a

España, si lo hacían.

Mientras los líderes haitianos organizaban su nación y sus

fuerzas armadas, había una acción de hermandad para las

comunidades que buscaban salir del colonialismo. El hecho de que

el gobierno haitiano ayudara a Bolívar en su lucha libertadora,

clasifica esa ayuda haitiana como solidaria, pero al mismo

tiempo, constituía un movimiento en el ajedrez de su política

ulterior respecto a la isla, con un posible futuro apoyo de esas

naciones para la unificación de la misma, como “una e

indivisible”.

Ese factor y la poca atención que dio España a sus intereses

en la isla, iban a contribuir a un jaque mate a la población

dominicana española de parte del gobierno haitiano.

112

7. La Independencia Efímera de “Haití Español”

Mientras, en secreto a voces, en la parte española se tejían

conspiraciones para liberarla de España. Habían grupos

independientes, unos buscando el protectorado francés, otros el

113

inglés, otros el americano (EUA) y todos fueron aplastados por

los representantes de España en la isla.

José Núñez de Cáceres cometió tres errores cuando declaró la

independencia el primero de diciembre del año 1821, al admitir,

consciente o inconscientemente, que “Haití” era el nombre de la

isla, poniéndole que la nación llevaría por nombre “Haití

Español”. Otro error fue el izar la bandera de la Gran Colombia

para pedir ser miembro de ese grupo de naciones que dirigía Simón

Bolívar, quien debía varios favores a la República de Haití; y,

por último, no creía que una población tan pobre fuera capaz de

gobernarse a sí misma y ser independiente y soberana.

Los líderes haitianos con la dirección de Charles Boyer,

aprovecharon esos errores para poner en práctica sus planes de

unificación de la isla.

Sin ninguna resistencia, entraron triunfante a la ciudad de

Santo Domingo. El propio Núñez de Cáceres le entregó

personalmente las llaves de la ciudad a Boyer al tiempo que se

izaba la bandera haitiana.

Núñez de Cáceres fue expulsado a Venezuela inmediatamente

por Boyer. En Venezuela se alió con Páez para combatir a Bolívar

114

y declarar a Venezuela independiente de la Gran Colombia. Luego

fue perseguido y se trasladó a México, llegando a ser Senador por

el Estado de Tamaulipas y nombrado Ciudadano Benemérito. Murió

allí un 11 de septiembre de 1846.

La obsesión de los líderes haitianos ha sido la causa de

muchos conflictos con la parte española de la isla y luego con la

república que se fundó en 1844 en esa parte, cuya base para la

denominación de su estado era que el nombre de la isla seguiría

siendo Isla de Santo Domingo: República Dominicana y no

República Haitiana.

Los dominicanos-españoles no querían ser colonia de otra

potencia que no fuera España, aunque siempre hubo adeptos a

Francia, Inglaterra, Holanda, Estados Unidos de América y hasta

del mismo poderoso gobierno haitiano.

Partiendo de la confusión en la que dejó Núñez de Cáceres en

cuanto a la identidad de los nativos y residentes permanentes de

la isla, parecía ser que en esos años de ocupación haitiana, ya

no existía la identidad isleña dominicana, puesto que ya el

nombre de la isla, la cual servía de base como gentilicio

115

irregular impuesto por los reyes de España, era ahora una

identidad isleña haitiana.

Los que aceptaban el cambio, lo hacían por intereses

particulares. La mayoría de los criollos de habla castellana se

resistían a adoptar tal identidad y por eso es que surge la

guerra que al principio se trataba de una separación del gobierno

haitiano y que evolucionó y se convirtió en una lucha por una

independencia nacional.

Bolívar bajó el dedo pulgar en señal de rechazo a la

petición de Núñez de Cáceres, de que fuera aceptada la nueva

nación Haití Español al conglomerado de naciones de La Gran

Colombia.

La actitud de España fue tan obvia en el sentido de no

importarle el destino de esos dominicanos, que la única vez que

el ejército haitiano entró bajo aplausos de los dominicanos que

después de esa experiencia de desilusión que sufrieron los

dominicanos de su madre patria.

116

8. La Dominación Haitiana

La ayuda que prestó el gobierno haitiano a Simón Bolívar en

dos ocasiones, comenzó a rendir frutos. Quizás una de las

frustraciones del gobierno haitiano era la de no haber recibido

reconocimiento como nación de parte de la Gran Colombia; pero

parecería que fuera más importante para Haití, recibir un

salvoconducto tácito de la misma, para poner en marcha los planes

de unificación de la isla.

La oportunidad no podía ser más propicia. Los dominicanos-

españoles cayeron en el “gancho” (picaron el anzuelo) con lo que

hizo Cáceres y Boyer haló rápido de su vara para evitar que los

dominicanos-españoles reaccionaran y sorprendiendo a las

potencias coloniales a que prepararan ofertas a esa población.

La dominación haitiana se inicia en el momento que Cáceres

solicita a la Gran Colombia la admisión de Haití Español como

país miembro. Sospechamos que inmediatamente empezaron las

conversaciones secretas entre Bolívar y Boyer sobre ese asunto.

Pedro Bobadilla, Buenaventura Báez y el grupo de arribistas

que siempre han estado “legislando” u ocupando posiciones

117

oficiales en todos los gobiernos franceses y españoles, fueron

los primeros en ofrecer sus servicios a Boyer.

Casi todos los libros de historia y anécdotas relatan hechos

de personas que lucharon en contra de los franceses, haitianos,

ingleses y españoles, para defender sus intereses y los intereses

de grupos, pero es cuando Duarte define a la patria, que surgen

personas que luchan para servir a esa patria y al pueblo.

La resistencia que hubo durante los primeros años de la

ocupación haitiana, tenían que ver con intereses personales. La

misma iglesia católica se revela cuando sus intereses fueron

afectados por las acciones del gobierno y los manifiestos en

contra de la ocupación empezaron a tener fuerza con los sermones

del Arzobispo Valera.

Algunas obras ponen la fecha en que fuera fundada la

Trinitaria, el 16 de julio de 1839, como el inicio de la lucha de

Duarte contra la ocupación haitiana. Quien haya leído la

biografía de Juan Pablo Duarte, se dará cuenta que esa lucha

crece con él desde que su familia regresa desde Puerto Rico a

defender sus intereses de las medidas de expropiaciones de

propiedades y negocios “abandonados”.

118

En cualquier familia que hubiese tenido que emigrar y

perdiera sus propiedades; o aquellas que al volver encontraran

sus propiedades ocupadas por generales haitianos “legalmente”, el

sentimiento anti-haitiano debió ser una constante pieza de

conversación familiar y entre amigos.

En 1828, Pablo Pujols sale del país en viajes de negocio y

se lleva con él a su ahijado, Juan Pablo Duarte, que solo contaba

con la edad de 15 años. Don Pablo era español y viajaba con sus

documentos españoles, mientras que su sobrino al parecer no tuvo

tiempo de diligenciar documentos como dominicano-español y se vio

obligado a viajar con documentos haitianos.

El caso de Duarte es el caso más patético de la identidad

haitiana de los ciudadanos de la parte Este de la isla. Es ahí

donde comienzan las acciones públicas de Juan Pablo Duarte en

contra de la ocupación haitiana y es la base de todos los planes

que a partir de ese momento iban a ocupar la mente y la vida

entera de este forjador de una nacionalidad que nunca llegó a ver

consumada para su pueblo: la quisqueyana.

La ocupación haitiana empezó a sufrir el descontento de la

población desde el primer instante, pese al recibimiento pomposo

119

que recibiera de una oligarquía arribista que siempre,

desgraciadamente, ha dominado el curso de nuestra historia,

negativamente, en la mayoría de los casos, cuando ésta le sirve a

otros intereses que considera superiores a ella, sean potencias

extranjeras, caudillos o tiranos.

A su regreso a la isla, Duarte inicia sus trabajos de

separación activamente, hablando con la juventud y haciendo

contactos con interesados en terminar la ocupación. En ese

período de preparación se junta con José Sierra, quien había

estado escribiendo manifiestos que publicaba con la firma “El

Dominicano-español”.

Duarte tiene que hacer compromisos a sus ideas para poder

avanzar. Es por esa razón que en la misma sociedad La

Trinitaria, acepta a todos aquellos jóvenes que están de acuerdo

con la separación haitiana. Es la razón que acepta ser parte del

movimiento reformista haitiano. Por último, es la razón por la

cual acepta, en ausencia, una alianza con los conservadores

Bobadilla y Buenaventura Báez. Todo eso lo hace para poder

exponer sus ideas y planes de nación.

120

Quizás el error de Duarte fue hacerle saber a muchos de

éstos su verdadero plan de nación, pues el mismo era dedicado a

la Patria y al Pueblo, contrario a los intereses de esos

individuos y grupos de individuos, que lo único que han buscado

es como enriquecerse y tener poder para sentirse superior a su

pueblo.

Cuando una nación está basada en un sistema como el que

Duarte había esbozado y explicado a muchos, la democracia, la

libertad, la justicia, la paz y el progreso son las bases del

trabajo diario de los servidores del pueblo. No hay tiempo para

enriquecerse, para usurpar el poder del pueblo o para corromper

la administración.

Por todo esto, sacaron los haitianos a Duarte del medio en

1843; por eso Santana, por recomendaciones de gente como

Bobadilla, sacaron a Duarte del país en el 1845; por eso, los

nuevos caudillos después de la restauración, sacaron a Duarte del

campo político nacional.

Sin embargo, la insistencia de Duarte en que se lograra no

solo la separación del gobierno haitiano, sino de que la misma

diera como resultado una república libre y soberana,

121

independiente de toda dominación extranjera, fue la consigna ese

27 de febrero de 1844.

122

CAPITULO IV

¿ISLA DE HAITI O ISLA DE SANTO DOMINGO?

123

124

Este parece un tema sin importancia, sin embargo, es la

clave de todo el embrollo que se ha hecho con la identidad de los

pobladores de la parte oriental de la isla.

Como se ha expuesto en este libro, hay cosas que se sienten…

pero no se ven.

Nuestros historiadores, historiógrafos, escritores y

políticos han tenido la sensación de que la lucha de República

Dominicana contra Haití, ha sido una lucha exclusivamente para

defender la independencia y lo que no ven es que esa lucha va más

allá de la independencia, teniendo que ver con un principio

fundamental y profundo de identidad.

125

Si Haití ganaba la guerra, perdíamos la independencia, sí,

pero más preciado que ésta era, para la mayoría de la población

de la parte española, perder su identidad dominicana y ser

haitianos por fuerza.

Por lo tanto, era una guerra entre gente que quería imponer

una identidad indeseada y otra que defendía su identidad isleña:

haitianos contra dominicanos.

Esa guerra que duró unos diez años después de la declaración

de independencia y separación entre haitianos y dominicanos-

españoles, tenía como base el nombre de la isla. Sin embargo,

esa lucha no la ha ganado ninguno de los dos países, por el hecho

de que Haití sigue insistiendo que el nombre de la isla es Haití

y República Dominicana no ha dejado de llamar a la isla Santo

Domingo.

Somos dominicanos todos o somos haitianos todos.

En la Península Ibérica se encuentran dos países que la

comparten: España y Portugal. Este es un ejemplo de un

territorio ocupado por dos naciones. Ambas naciones son

“ibéricas”, pero cada una de ellas tiene su propio nombre y sus

habitantes tienen sus correspondientes gentilicios nacionales,

126

españoles y portugueses, aunque regionalmente (peninsularmente),

sean ambas naciones ibéricas.

Aunque uno de estos países utilice la denominación ibérica

par identificar su república, por ejemplo: la República Ibérica

de Portugal, España no puede oponerse, porque también tiene

derecho a esa denominación si lo desea. Lo que no puede, ni

España, ni Portugal, es llamarse República Ibérica, puesto que

así, de esa manera, está enviando un mensaje conflictivo a la

otra nación, en el sentido de que los “ibéricos” son los dueños

de toda la península. Es por eso que tienen un nombre propio

para cada país, sin utilizar su denominación como nombre.

Existe otro caso peculiar (y deberán existir otros más) en

cuanto a los nombres de las naciones y sus denominaciones, que

tienden a confundir a mucha gente. Es el caso de América como

nación y América como continente, del que nos referiremos en otro

capítulo. Mientras tanto, sigamos con el coloquio: ¿dominicanos

o haitianos?

A la conclusión que hemos llegado es que somos todos

dominicanos.

127

Ahora bien, esto lo hacemos para que el lector sepa nuestra

opinión al respecto y vamos a demostrarlo de manera lógica,

imparcial, justa y verosímil.

Para eso, tenemos que partir de las siguientes premisas:

Aceptar que la identidad para los habitantes de la

Isla de Santo Domingo es la dominicana, aunque éste

sea un gentilicio irregular, que no corresponde, sino

a los habitantes de la Isla de Dominica y como una

designación a los misioneros de la Orden de Santo

Domingo.

Aceptar que República Dominicana no es el nombre de la

nación que ocupa la parte oriental de la Isla de Santo

Domingo y que es solo su denominación.

Ahora nos toca demostrar que el nombre legal que se ha

utilizado para la isla, es Santo Domingo, en los tratados

internacionales y bilaterales.

Hablamos de nombre legal que se usa en tratados y acuerdos,

como conocemos en la historia contemporánea.

128

Nos enseñaron en la escuela que el nombre legal de la isla

es Santo Domingo, porque así reza en nuestra constitución de la

república desde su fundación en 1844.

A los haitianos se les enseña en la escuela que el nombre

legal de la isla es Haití, porque así reza en la constitución de

la república de Haití desde su fundación en 1804.

Ahora usted se preguntará que si Haití fue fundada primero,

entonces ¿No le daría eso el derecho de nombrarla? No, porque la

isla no era toda de esa república, la otra parte era de Francia,

que mantenía el nombre de Santo Domingo vigente para la isla.

Para otros países y para los confundidos en Haití y

República Dominicana, la isla ha tenido otros nombres legales y

eso no es así, veamos de nuevo:

Haití, es nombre legal solo en Haití y puede que sea

aceptado por los países que tienen relaciones directas con Haití,

sin incluir República Dominicana, haciendo esa legalidad

“ilegal”, por no ser dueña de la isla completa y nunca lo fue.

Haití ocupó la parte oriental por veintidós años, pero no logró

consolidar la unificación de la isla. La población dominicana-

española nunca aceptó el cambio.

129

Haití, como nombre taíno para nombrar a la isla, fue una

equivocación que tiene justificación por un razonamiento que hace

sentido común. Nuestra conjetura es que para saber qué nombre le

daban los indígenas a la isla, los conquistadores enviaron

emisarios a distintas partes de la misma para hacer esa pregunta

en distintas poblaciones. El nombre que más sonaba y que

trajeron los emisarios fue el de Haití, porque cuando preguntaban

a los nativos, es probable que les señalaban hacia las montañas

(porque hay montañas por doquier) y el vocablo “Haití”, como

quiera que se desee escribir, significa, en lengua taína, “tierra

alta o montañosa”.

Bohío, fue otro vocablo taíno común que significa “casa” o

vivienda.

Quisqueya, es más cercana a un vocablo utilizado para

nombrar a la isla en esa época pre-colombina, porque surge como

pieza de conversación cuando españoles convivían con indígenas en

el cacicazgo de Jaragua. En los reportes a la Corona de España

se anotaron los relatos que el hermano de Anacaona hizo sobre sus

antepasados y contó la historia de una embarcación que llegó a

las playas de la isla, similar a las que llegaron con Colón. Los

130

tripulantes fueron bien recibidos y se mezclaron con las

indígenas de la isla, hasta que la noticia llegó a los indios

caribes, que los atacaron y dieron muerte a algunos de ellos,

obligando a los que quedaban a huir en la nave que trajeron. Al

poco tiempo (no tenemos fuentes históricas, pero al parecer

fueron uno o dos años), regresaron dos de ellos con algunos mayas

y se volvieron a establecer en Jaragua, donde ya tenían

“familias”.

Nos resta ahora hablar del término más usado para isla y el

que menos le pega: Hispaniola.

Hispaniola, es la versión inglesa de la traducción latina

(Hispanola) de “La Española”, cuyo significado puede definirse

así: -“propiedad de España”.

Decimos que es el que menos pega, puesto que la República de

Haití no es ni ha sido nunca de España; ni, los haitianos hablan

lengua hispana.

No pega para la parte española (por el idioma) de la isla,

porque su denominación cambiaría a “República Española” o,

“República Hispana”, por la razón que la denominación de

República Dominicana está basada en el nombre de la isla y por

131

otras razones, que se explican más adelante sobre el por qué

España le puso Santo Domingo y no aceptó como la bautizó Colón.

Usted dirá, ¿Pero no fue ese el nombre que le dio Colón a

esa isla? No. Colón la bautizó y el que bautiza no pone nombre,

solo sugiere. Quien le pone el nombre a una cosa es su dueño.

Eso también lo vamos a ver cuando hablemos de la República de

Quisqueya.

Entonces, nos preguntará ¿Por qué hoy en día, Hispaniola es

el nombre más usado para referirse a la isla? Aclarar todo este

embrollo es tan importante y tan necesario para dejar sentada, de

una vez por todas, los fundamentos para la identidad nacional

quisqueyana.

La República de América (cuya denominación es Estados

Unidos) en 1939, adoptó legalmente para sus documentos internos

provisionales el vocablo Hispaniola para nombrar la isla, hasta

que Haití y República Dominicana se pusieran de acuerdo y

escogieran un solo nombre para ella.

Si Estados Unidos de América llegó a esa conclusión con el

propósito de no ofender a ninguno de los dos pueblos dueños de la

isla, lejos de hacerlo, ofende a los dos y a la misma España, que

132

no le interesó ese nombre cuando Colón lo propuso, porque no

quería que los pobladores de la isla se identificaran como

“españoles”.

Hispaniola cambia radicalmente el pleito entre la nación que

habla un dialecto francés (“Patuá”) y la nación de habla

castellana que ocupan la isla, puesto que de aceptar ellos este

inconcebible nombre para la isla, no tendrán que matarse entre

dominicanos y haitianos, porque simplemente tendrán ambos la

identidad isleña de “españoles”.

Si existen tratados bilaterales entre Haití y República

Dominicana, hay que buscar en ellos qué es lo que se dividen.

No creemos que un contrato o acuerdo se pueda redactar bajo

los siguientes términos:

I. Artículo X: Los límites fronterizos entre la República de

Haití, en la Isla de Haití y la República Dominicana, en la

Isla de Santo Domingo, comprende…

II. Artículo Y: Los límites fronterizos entre la República de

Haití, en la Isla de Haití y la República Dominicana, en la

Isla de Santo Domingo, isla que el mundo también se conoce

133

por el nombre de Isla de Hispaniola o “Española”, comprende…

etc.

Además de esto ser un asunto constitucional para ambos

países, es un asunto emergente para dar corrección a cuestiones

que tienen que ver con la educación formal, no solo de los dos

países envueltos, sino con la del mundo entero.

Las definiciones de haitianos y dominicanos deben resolverse

cuando los que falsamente utilizan la identidad dominicana como

identidad nacional, adquieran su nombre propio de Quisqueya (el

que le sugirió el Padre de la Patria y que se siente latente en

el corazón cuando se escucha el Himno Nacional), para que en la

isla de Santo Domingo solo hayan haitianos y quisqueyanos, dos

pueblos cuyos estados pueden utilizar u obviar el uso de su

identidad isleña dominicana sin repercusiones.

En otras palabras, Haití debe reconocer que el nombre de la

isla es Santo Domingo, por un lado y República Dominicana debe de

adoptar el nombre de Quisqueya como nombre de la nación. Eso

resolverá el conflicto entre la escogencia de la identidad

isleña, común a las dos naciones y denominación regional.

134

Cualquier otra duda que tenga el lector la podrá disipar en

los capítulos que siguen y que se tenga claro que para nosotros

ese conflicto no es racial.

Con todo y el abandono de España, después que ella misma le

diera la identidad de dominicanos-españoles a los habitantes de

la isla, se creó una comunidad con características peculiares

cuyas bases sociales estaban fundamentadas en el idioma

castellano y la religión cristiana de la iglesia católica, que

rendían fielmente tributo y obediencia a la corona española.

El escritor cubano, Marcos Antonio Ramos, en conferencia

sobre los orígenes dominicanos en la Isla de Cuba, habló de que

aunque a España no le importó la crisis que afectaba a los

dominicanos en la Isla de Santo Domingo, éstos se mantuvieron

leales no solo a España, sino a la identidad y cultura que ella

le diera y por la que siempre han luchado.

En 1795 corrieron el peligro de perder para siempre su lar

criollo, que consideraban su segunda patria en la Isla de Santo

Domingo. El gobierno francés decretó la ordenanza de evacuación

total de la isla de todos los dominicanos-españoles.

135

Antes de que se hiciera efectiva esa orden en 1796, Francia

la extendió un año más, debido a que se le hacía imposible

convencer a que nacionales franceses vinieran a sustituir la

población dominicana-española; por la situación de guerra que se

vivía en España; y debido a las noticias que recibían de los

franceses, sobre los rumores de que los dominicanos-franceses

estaban causando estragos que amenazaban con la estabilidad de la

colonia.

Es por eso, que una de las razones por las cuales el

Licenciado Núñez de Cáceres fracasó en su intento de

independencia, fue el hecho de que, inconscientemente, le quitó

la identidad dominicana-española a la población, dándole el

nombre a la nueva nación de “Haití Español”, lo que cambiaba esa

identidad a “haitianos-españoles”, aprovechándose Charles Boyer,

entonces Presidente de la República de Haití, para poner en

marcha la idea de que la “isla es una e indivisible”.

136

137

138

JUAN PABLO DUARTE DIEZ

PADRE DE LA PATRIA QUISQUEYANA

139

140

9. Los Principios Patrióticos de Juan Pablo Duarte

Una caja con sus escritos, que Juan Pablo Duarte pidió se le

enviara a Venezuela, llegó con algunas hojas sueltas y cientos de

páginas perdidas. Su más grande lamento, pues allí había escrito

todas sus ideas hasta entonces. Es como que usted escriba un

libro o un ensayo ahora en una computadora y sin salvar lo que

escribió se le borre accidentalmente sin poder recobrarlo, cosa

que nos ha pasado y que gracias a nuevas tecnología se puede

ahora recuperar. Pero el daño que se le hizo a Duarte con eso,

fue terrible y por consiguiente, también al pueblo quisqueyano.

Solo quedaron algunos escritos esporádicos y cartas que

escribiera a familiares y amigos, además de lo que otros

expresaron por él en ausencia. Por eso, de lo poco que sabemos

de sus ideas, hemos podido escudriñar su cerebro y su visión y

141

por eso hacemos algunas conjeturas que hasta hoy día no se han

hecho o se ha tenido temor en expresarlas.

Principio de no intervención

“Una república libre e independiente de toda dominación

extranjera”. Esa frase vertida en el juramento trinitario, venía

como consecuencia de que todas las potencias que buscaban

adueñarse, en parte o en total de la isla, iban a saquear los

recursos naturales y explotar a los pobladores y nativos, con

medidas impositivas; y leyes impopulares y ridículas (como

cambiar el idioma, por ejemplo).

El respeto mutuo entre los países es la paz, éste y otros

principios, se podían leer entre líneas, en los escritos de Juan

Pablo Duarte. La existencia de Haití como nación, compartiendo

la misma, no era un estorbo para él. Reconocía; respetaba; y

hasta llegó a decir que admiraba el valor de los haitianos que

lograron su independencia contra un poder tan grande, que lo era

Francia en ese entonces. Pero también pedía y exigía que Haití

respetara la nación que los dominicanos-españoles habían creado;

que respetaran la identidad isleña que tenían, sin cambiarle el

nombre a la isla, para que todos fueran haitianos.

142

Veamos los demás principios de Juan Pablo Duarte:

Principio de libertad

La libertad de movimiento, de pensar y expresarse, debe ser

garantizada por la constitución y las leyes. También, la

abolición de toda clase de esclavitud.

Principio de hermandad

Como un principio Cristiano, el amor al prójimo como a ti

mismo debe primar en toda la población. Somos todos iguales ante

Dios.

Principio de solidaridad

Socorrer a los afectados por fenómenos naturales y desgracias

personales es un deber ciudadano, así como lo es socorrer a otras

naciones que corran la misma suerte.

Principio de soberanía

Los gobernantes son elegidos por los ciudadanos, que es donde

reside la soberanía. El presidente y demás funcionarios no son

más que los empleados y servidores del pueblo y ninguna medida

puede ser tomada en cuenta sin la aprobación y consulta de la

ciudadanía.

Principio de institucionalidad

143

Nadie puede usurpar los poderes del Estado en forma

arbitraria, anárquica o caprichosamente. Mucho menos,

utilizarlos para reprimir y explotar al ciudadano. Las

instituciones son instrumentos del Estado para el mejoramiento de

la vida de los ciudadanos.

Principio de honradez

El enriquecimiento ilícito y el abuso de poder es causa para

que el ciudadano se revele y haga que se aplique la ley. Tampoco

se puede permitir que se engañe y traicione a la ciudadanía

haciendo contratos a su espalda o comprometiendo la soberanía de

la Patria.

(Los principios y textos enumerados han sido elaborados por

nosotros, en base a lo que hemos entendido de la vida y obra de

Juan Pablo Duarte. En forma alguna hacemos referencias exactas o

literalmente del ideario duartiano o textos escritos sobre el

mismo. Todos estos principios son nuestras propias conclusiones,

tomadas así, porque hoy por hoy tienen vigencia).

Esos principios no se transmitieron al pueblo, pues no

convenía a los intereses personales de cada caudillo y sus

adláteres. Un dato curioso es que el himno que se tocaba

144

después de la independencia, como la nación no tenía nombre

propio, aludía a los “españoles a la lid, a vencer o a morir”,

creando un ambiente favorable para los anexionistas y creando la

idea de una “Madre Patria”, España, que todavía se hacía sentir

hasta después de Trujillo. Es más, tanto era así, esa creencia,

que para visitar España los ciudadanos de República Dominicana no

necesitaban visa, hasta hace pocos años.

Lo trágico de esa influencia cultural, es que el pueblo se

acostumbró a la identidad dominicana-española, que aún después de

los tres períodos de independencia (la efímera de 1821; la

separación del gobierno haitiano en 1844; y la restauración de la

república en 1863), esa identidad la hicimos nacional de hecho,

confundiendo hasta a los más intelectuales de nuestra sociedad.

Si en la Isla de Santo Domingo se establece una sola nación,

entonces se llamaría República de Santo Domingo y entonces sí

fuésemos nacionales dominicanos.

145

146

10. La Trinitaria

El fracaso de la evacuación forzosa de los criollos por

parte de los gobernantes franceses, no atrajo gran cantidad de

los españoles y criollos que se habían exilado en otras tierras.

Lo mismo sucedía ahora en 1822; pero algunos de los que tenían

sus tierras y hatos volvieron, especialmente desde Cuba y Puerto

Rico.

El gobierno haitiano había ofrecido garantías a los criollos

de que respetarían sus propiedades, sus instituciones y el

idioma. La principal intención del gobierno haitiano era poder

llegar a cobrar a los criollos hispanos un impuesto para pagar la

deuda que tenía con Francia, pero no estaba incluido esto en la

oferta.

Poco después salieron a relucir las verdaderas intenciones y

eso produjo descontento en la población que además sufría

vejámenes perpetrados por algunos de los oficiales haitianos,

abusos y violaciones, incluyendo saqueos a los templos

147

religiosos, provocando la conspiración y rebelión de los grupos,

inspirados, como hemos dicho anteriormente, en ideas

independentistas, separatistas, afrancesadas, españolizadas,

americanizadas, etc.

Muchos de los hateros y comerciantes criollos enviaban a sus

hijos a estudiar al extranjero y hasta familias enteras emigraban

a Nueva York, Cuba y Puerto Rico, principalmente.

Es cuando surge la sociedad secreta “La Trinitaria”, ideada

por Juan Pablo Duarte con el propósito de instaurar una república

libre e independiente de toda dominación extranjera.

Duarte había salido del país hacia Barcelona y no sabemos

mucho sobre lo que allí sucedió; pero podemos conjeturar de

nuevo, que aprendió mucho sobre la separación e independencia,

puesto que los catalanes estaban en ese proceso histórico.

Hay una anécdota muy significativa, mientras viajaba en un

barco holandés desde Santo Domingo a Nueva York en 1828, en que

el capitán del barco le llamó “haitiano”, a lo que Duarte

respondió que él no era haitiano, sino “dominicano”. El capitán

se limitó a, burlonamente, decirle que “ustedes no tienen

nombre”. Ese hecho parece que hizo mucho efecto en el cerebro de

148

este genial arquitecto de la independencia de la república en la

parte oriental de la isla.

Estamos seguros que ser joven y estudiar en Europa en esa

época, era inevitable empaparse de las corrientes políticas y de

los movimientos sociales que saturaban los más remotos rincones

de ese continente. El juego de ajedrez es simple para las

jugadas que las nacionalidades y sus protagonistas hacían para

asegurar territorios y definir sus límites geográficos. Además

pasó los primeros meses de ese viaje en Nueva York, donde seguro

notó el comportamiento patriótico del pueblo americano y de sus

principios de soberanía, libertad e independencia.

Duarte regresó a Santo Domingo en 1832, con su plan

elaborado y el 11 de julio de 1938 fundó la sociedad en forma de

pirámide de tres lados: “Sociedad Secreta La Trinitaria”.

Los que habían estado siempre en funciones durante las

etapas en las cuales la parte española era manejada por Francia

(1795-1809), la “España Boba” y la independencia efímera, los

primeros años de Boyer, no creían que el pueblo tenía la

capacidad para ser libre e independiente, considerando las ideas

de Duarte como descabelladas e imposibles.

149

La redacción del juramento de los trinitarios fue

cuidadosamente elaborada por el propio Juan Pablo Duarte. Cada

una de las palabras que contiene el mismo, tiene un gran

significado para el plan de nación que Duarte tenía concebido.

150

La Trinitaria fue en poco tiempo descubierta y tuvo que

desintegrarse, pero Duarte formó inmediatamente otra de tipo

cultural que llamó “La Filantrópica”.

151

El descontento de la población criolla, tanto en la parte

occidental como en la oriental, de los desafueros de Boyer,

provocaron alianzas “dominico-haitianas” en las que los

Trinitarios jugaron un papel preponderante.

Juan Pablo Duarte comprendió el sentimiento haitiano y

respetaba sus ideas, pero no a expensas de una población que

deseaba ser completamente independiente de toda dominación

extranjera, comenzando por la misma dominación haitiana que

durante su vida sufrían los “dominicanos-españoles” abandonados

por España.

En 1843 Boyer utilizó su poder para desconocer los

resultados de las elecciones comunales de la isla, hecho que

sirvió para que sus opositores tomaran acciones que le obligó a

renunciar. Ese movimiento conocido por “La Reforma” Duarte lo

aprovechó para poder poner en marcha sus planes de independencia

de una manera más abierta, pues su liderazgo en el mismo, como

dominicano de la parte española de la isla era indiscutible.

Duarte visito las comunidades del este primero, con la autoridad

de formar juntas locales.

152

Fue durante esa gira que Duarte dio a conocer su ideal,

pueblo por pueblo. Uno de los primeros en recibirlo fue Ramón

Santana, a quien explicó en detalle los planes trinitarios. No

se pudo entrevistar con el hermano de Ramón Santana, Pedro,

porque este último se encontraba fuera, en asuntos de negocios.

Después de regresar a la capital y encontrar que los reformistas

habían entrado en conflictos internos, luego de calmar un poco

las tensiones, aprovechó para continuar su campaña en el Cibao.

En La Vega querían ya proclamarlo presidente, lo mismo que en

Moca, en Santiago y en Puerto Plata.

Tras la derrota de Boyer, los trinitarios que formaban parte

de la junta fueron traicionados por los adeptos a Herard, que

asumió la presidencia de Haití con los mismos principios de

unificación de la isla y como Boyer, desconoció los resultados en

los que Duarte resultó elegido junto con otros dominicanos.

Fueron perseguidos y expulsados del territorio en 1843 y

algunos no pudieron regresar, hasta después de haberse consumado

la independencia al estilo trinitario. A Mella lo detuvieron en

el Cibao y lo enviaron prisionero a Puerto Príncipe. Sánchez no

153

pudo ser localizado para que se fuera con Duarte a San Thomas y

los amigos lo declararon muerto y hasta entierro fingieron.

JUAN PABLO DUARTEProclamado Padre de la Patria

Junto a sus más fieles discípulos, los PróceresFRANCISCO DEL ROSARIO SANCHEZ y MATIAS RAMON MELLA

Nota: El Juramento Trinitario es uno de los documentos base denuestra teoría sobre el nombre de la nación, ya que en ninguna

154

parte del mismo se menciona. Los educadores tendrán que explicarbien a los estudiantes, que significa darle una denominación auna persona o cosa; y que significa ponerle nombre propio a lamisma.

155

11. La Declaración de

Separación Independencia

Los patriotas de la diáspora, desde Venezuela y Curazao

continuaron la lucha por la independencia. Duarte, por su parte

vendió sus propiedades en Santo Domingo para destinar el dinero a

la causa, al tiempo que daba instrucciones a los Trinitarios para

que adelantaran los planes de la separación del gobierno

haitianos. Lograron conocer los planes de otros grupos que

pretendían dar un golpe de estado para ofrecer el país en bandeja

de plata a otras potencias, especialmente a Francia y a los

Estados Unidos de América, para el mes de abril de 1844.

Efectivamente, fue escogido por ellos el 27 de febrero del

1844. Gracias a la organización que habían hecho con La

156

Trinitaria y por su juramento, los patriotas contaban con el

apoyo de casi todo el pueblo. El trinitario Matías Ramón Mella

disparó el trabucazo en la plaza de La Misericordia en horas de

la noche y salieron para utilizar la Puerta del Conde como

cuartel general de la nueva Junta de Gobierno. Cientos de

hombres armados se presentaron para marchar sobre los invasores

haitianos.

La guerra de independencia se generalizó prontamente y todos

los pueblos de la parte oriental de la isla respondieron

positivamente al llamado, haciendo claudicar a los gobernantes

haitianos.

La declaración de independencia y el “asalto” a los

representantes de gobierno haitiano se realizó dentro de un

ambiente controlado mayormente por la organización de los

trinitarios, que al día siguiente se dice que había muerto una

sola persona, un soldado haitiano, accidentalmente.

Ya no era una sorpresa para los que vivían en Santo Domingo,

pero sí para los líderes haitianos que habían hecho que Duarte se

exilara y para el nuevo gobierno en Haití.

157

De los grupos que existían, el único organizado y preparado

para una nación libre e independiente era La Trinitaria. Los

demás no eran grupos unidos por un ideal. Eran personas que

estaban buscando poder y fortuna. Individuos que coincidían en

esporádicamente unos con otros, porque se encontraban por

casualidad en reuniones sociales, donde hablaban de los temas

políticos que se producían en el seno del pueblo, gracias a la

insistencia de los miembros trinitarios.

Pedro Santana había comenzado el mismo día del 27 de

febrero, 1844, en horas de la mañana, a combatir a los haitianos

desde el Seibo, continuando con gran cantidad de voluntarios su

camino triunfal hacia el occidente.

Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y los

trinitarios que formaban parte de la junta, recibieron a Juan

Pablo Duarte el 14 de marzo y con el Arzobispo Nouel a cargo de

la ceremonia, lo declararon “Padre de la Patria”. . Cuando se

libró la batalla del 19 de marzo en Azua, ya Duarte, junto con

Alejandrino Pina y José Joaquín Pérez (el ilustre loco) se

encontraban en la ciudad de Santo Domingo, integrados a la junta

gobernativa.

158

El nuevo gobierno se apresuró a ordenar las instituciones

necesarias para ser reconocido por la población y por las demás

naciones. El oportunismo de los “experimentados” hombres de

Estado que habían ocupado posiciones ya en los gobiernos

españoles, como bajo las órdenes del gobierno francés y del

haitiano, lograron colarse para dirigir el naciente país, con

celos de que la persona que había ideado todo con sus

trinitarios, se encontraba ya presente, decían que “no tenía

experiencia” para correr la administración de la nueva república.

Por otro lado, aprovechando su riqueza y su poder militar, Pedro

Santana se ofreció para dirigir la nación y protegerla de la

amenaza de una invasión haitiana.

Santana logró su propósito y como medida para proteger su

liderazgo militar, en contraposición del liderazgo patriótico de

Duarte, expulsó a éste último con toda su familia en 1845. Esta

vez, Duarte se establece en Venezuela y al principio mantuvo

comunicación constante con gente de su confianza. Santana

expulsó del país a todos los trinitarios que no se plegaban a su

manera de pensar y su secreto propósito de convertirse en

“Marques de las Carreras” bajo la Corona de España.

159

Las enseñanzas y liderazgo de Duarte entre los trinitarios

era tal, que aún fuera del país seguían teniendo vigencia.

Duarte inculcó en los corazones de los trinitarios una doctrina

que los mantenía vigilantes y prestos a defender los principios

enarbolados en ella.

160

161

12. La Denominación de la República: ¿haitiana o

dominicana?

El hecho de que se quisiera imponer el nombre de Haití a

toda la isla con la intención de unificarla, convertía a los

dominicanos-españoles en nacionales haitianos. Muchos sentían

miedo de eso, pero muy pocos veían la solución. Fue Juan Pablo

Duarte el que sufriendo de manera directa ese cambio, desde la

edad de dieciséis años expresa su inconformidad y empieza a

reunir los elementos que van a convertirse en los principios

fundamentales de lo que es hoy República Dominicana.

España también tuvo dificultades con la identidad de los

habitantes de la isla. Cuando Colón, al descubrirla, la bautizó

(que no es lo mismo que nombrarla) “La Española”, no hubo mucho

interés de parte de los reyes. Estaban deslumbrados con el hecho

del descubrimiento de nuevas rutas hacia el oriente y de lo que

significaban esas tierras que Colón les dijo que eran posesión de

ellos. Más de una docena de años después, es cuando España se

162

preocupa, porque hijos de españoles, mulatos y mestizos, nacidos

en la isla, llegan a Europa diciendo que son españoles. Hasta

los indios y esclavos que nacían en la isla, decían que eran

españoles, pues nacieron en “La Española”. Para evitar eso, en

1506, el rey Fernando El Católico le dio oficialmente el nombre

de “Isla de Santo Domingo”, en honor a Santo Domingo de Guzmán.

Sin embargo, aún así, los nacidos en la isla siguieron diciendo y

reclamando que eran españoles por más de un siglo. Fue el rey

Felipe IV de España que en 1621 decidió darle un gentilicio o

título que identificara a los nacidos en la Isla de Santo

Domingo.

En honor a los misioneros y monjas de la Orden de los

Dominicos, el rey de España decretó e instituyó, por Cédula Real,

que los nacidos en la Isla de Santo Domingo serían identificados

como “Dominicanos” desde el año 1621. No fue Duarte, como

dicen muchos, que nos dio esa identificación, ni es el forjador

de la “dominicanidad”. Si Duarte ha sido el forjador de la

nacionalidad, es de la “quisqueyana”.

Duarte no estaba orgulloso de ser “haitiano”, pero su

“dominicanismo” se basaba en la defensa del nombre de la “Isla de

163

Santo Domingo”, como identificación isleña y no española, hasta

que la nación adquiriera su independencia y su propia identidad

nacional.

La solución de ese conflicto sobre el nombre de la isla, es

fundamental para definir las identidades de las naciones que la

ocupan y la identidad nacional de cada uno de sus

correspondientes pueblos.

En la actualidad, para la República de Haití, todos somos

regionalmente haitianos; para República Dominicana, todos somos

regionalmente dominicanos.

La nación americana, Estados Unidos de América, que no es la

única, pues las otras pueden usar y decirse que son también

“naciones americanas”, pero es la única que puede utilizar la

identidad nacional americana, porque América fue el nombre que se

escogió para su nación. Al usar el artículo definido (la), las

naciones utilizan su nombre propio para identificarse, por

ejemplo, “la nación venezolana”; “la nación peruana”.

Si utilizan su denominación continental, deben de poner el

nombre propio para identificarse: “la nación americana del Perú”;

164

“la nación americana de Chile”, etc. Solamente la República de

América (EUA), puede identificarse como “la nación americana” sin

añadir nombre propio, porque lo que ha hecho es usar su propio

adjetivo. Esto también es importante para diferenciar la

denominación de estado que usan algunos países con el nombre

propio de la nación.

Los nacionales americanos son estadounidenses, pero también

son estadounidenses los mexicanos. No existe otro país que pueda

decir que es nacional americano, pues solo hay uno, América; los

demás son americanos continentales.

El caso es que en 1939, Estados Unidos de América decidió

utilizar “Isla de Hispaniola”, hasta tanto ese conflicto se

resuelva entre Haití y República Dominicana, lo que enreda y

confunde más el asunto de la identidad de todos los habitantes de

la isla, pues somos entonces todos “hispanos” o “españoles”,

volviendo al coloquio que se le presentó a España al descubrirla.

Además, los haitianos hablan francés, si se toma el idioma

como base para nombrar la isla, entonces habríamos “hispanos-

franceses” e “hispanos-españoles”… ¡Qué barbaridad!

165

“Hispaniola” no es nombre oficial, pero es el aceptado por

los Estados Unidos de América para referirse a la isla, razón por

la cual es más conocida en el mundo por ese nombre.

Sí, entonces lo correcto es que los habitantes de la isla

sean todos “dominicanos”, pero no de nacionalidad, sino como

identidad isleña, porque el nombre es Isla de Santo Domingo,

insistimos.

La nacionalidad de los dominicanos que hablan francés y un

dialecto de ese idioma son haitianos y su nación se llama Haití,

porque ese fue el nombre que escogieron después de su

independencia.

La nacionalidad de los dominicanos que hablan castellano, no

tienen oficialmente una identidad nacional y su nación no tiene

aún nombre propio y se dan a conocer en el mundo por su

denominación común de República Dominicana, o sea, son ciudadanos

de República Dominicana, no nacionales dominicanos, hasta que se

adopte un nombre propio para la nación, que otorgue su identidad

nacional.

166

Quisqueya, fue el nombre que escogió Juan Pablo Duarte y lo

repetiremos en este libro cada vez que sea necesario, porque es

el propósito principal del mismo, insistir de que se adopte el

mismo en la Constitución de República Dominicana, como el nombre

oficial de la patria y de la nación.

Quisqueyanos, es el gentilicio e identidad nacional de los

que nacen en Quisqueya, nación que ocupa la parte oriental de la

Isla de Santo Domingo, tal y como está escrito en los versos del

mensaje de Duarte en 1861; como está inscrito en nuestro Himno

Nacional; y, como está impregnado y debe estar siempre presente

en el corazón de todos los que aman a Quisqueya.

Nuestros historiadores, historiógrafos y escritores resaltan

la “dominicanidad” de Duarte, porque hasta que él no encontró el

nombre apropiado para la patria, defendía su teoría de luchar por

el nombre de Santo Domingo para la isla en contra de la idea de

que fuésemos haitianos.

Como dominicano, Duarte puede ser considerado la persona que

más lucho por mantener esa identidad regional, por una sola

razón: la idea de ser haitianos regionalmente no le afectaba

167

tanto, como el tener que llevarla como identidad nacional, como

lo sugirió Núñez de Cáceres y como quería imponer el gobierno

haitiano.

En el mismo Juramento Trinitario, Duarte dejó las bases para

que se buscara un nombre para la patria, para esta nación

dominicana. Al nadie haber propuesto nombre alguno y al

enterarse de la entrega de la república a España por Pedro

Santana, aprovechó esa ocasión para sugerir el nombre de

Quisqueya, como solución a la confusión que podían tener los

haitianos con la denominación de República Dominicana.

Alguien escribió sobre Pedro Santana en Wikipedia, referente

a la posición de Duarte en enfrentar a las tropas haitianas

después de la batalla del 19 de marzo, diciendo que las ideas de

Santana y de Buenaventura Báez eran con el propósito de buscar el

protectorado francés “…eran contrarias totalmente a lo que Juan

Pablo Duarte creía. Juan Pablo Duarte era partidario de defender

el honor de la patria, sin contar con ninguna potencia

extranjera. Confiaba en el valor de los dominicanos para

construir su nacionalidad”.

168

Esa última línea del párrafo anterior, demuestran que Duarte

siempre consideró que los dominicanos luchaban para construir su

nacionalidad. La identidad dominicana que tenían los habitantes

de la república no era su identidad nacional, que estaba por

construirse, nueva, como debió y aún debe ser.

Una observación que merece conocer el lector, es que

República Dominicana como denominación es correcta y puede

utilizarse libremente para identificar a Quisqueya; pero también

para identificar a Haití. Por lo tanto, siempre se podrá decir y

escribir “República Dominicana de Quisqueya”; “República de

Quisqueya; o, simplemente “Quisqueya”; al igual que para la

República Dominicana de Haití. Si en Dominica se estableciera

una república, en lugar de una monarquía, ésta fuera “República

Dominicana” con toda propiedad.

No tenía gran importancia el nombre de la nación en 1844,

cuando lo que se deseaba era establecer un Estado libre e

independiente:

o No todos los elementos que forman parte emblemática de

una nación se conjugan al momento de su constitución.

169

Bandera, escudo, himno, nombre de la patria y otros

símbolos pasan por un proceso de consolidación.

o La República Dominicana inició con una bandera hecha

con la misma haitiana insertándole una cruz blanca que

la dividía en cuarteles azules arriba y encarnados

abajo y no quedó establecida hasta que María Trinidad

Sánchez la bordara a las especificaciones que había

dejado Duarte.

o Lo mismo sucedió con el escudo. Comenzó con algo

parecido al haitiano y con los años se fue refinando

hasta lograr el que hoy tenemos.

La “República Dominicana” tiene bandera, tiene escudo, pero

no tiene aún su nombre legal propio y exclusivo.

Para no confundir al lector, vamos a establecer lo

siguiente:

La identidad isleña haitiana tiene su base en que el nombre de la

isla es Haití;

La identidad isleña dominicana tiene su base en que el nombre de

la isla es Santo Domingo;

170

La identidad nacional haitiana tiene su base en que el nombre de

la nación es Haití;

La identidad nacional dominicana tiene su base en que el nombre

de la nación es Dominica;

La identidad nacional quisqueyana tiene su base en que el nombre

de la nación es Quisqueya;

La identidad nacional dominicanense tiene su base en que el

nombre de la nación es Dominicana.

El lector puede comparar éstas definiciones y deducir cuál

debe ser la que le toca a la nación que solo se conoce por su

denominación de república y que por error aparece en la

Constitución Nacional, como si se llamara “República Dominicana”.

Fue en el documento preparado por los afrancesados, basado

en el “Plan Levasseur”, que aparece República Dominicana como

nombre de nación y no en el Juramento Trinitario. El manifiesto

tenía seis puntos:

1. La parte oriental de la isla de Santo

Domingo, conocida por Española, tomará el

nombre de República Dominicana, libre e

independiente, administrándose por sí misma;

171

2. Francia se obliga a favorecer su emancipación

y a suministrar todo lo necesario para

establecer y consolidar su gobierno; como

también a dar los subsidios indispensables a

las necesidades de la administración;

3. Armas y municiones serán dadas por la

Francia en cantidad suficiente para armar la

parte activa de la población que sea llama-da

bajo las banderas de la Independencia;

4. El Gobierno francés nombrará un Gobernador

General para desempeñar las funciones del

Poder Ejecutivo que durará diez años; no

obstante, el Gobierno francés se compromete a

no retirarlo si el Senado pide su

permanencia;

5. Las puertas de la República se abrirán a la

inmigración de todos los pueblos;

6. En reconocimiento de la alta protección de la

Francia, la península de Samaná se renuncia y

abandona en favor de la Francia.

172

La confusión y la mala interpretación al Juramento

Trinitario, ha sido la razón principal para que una identidad

propia no surgiera inmediatamente después de la separación del

gobierno haitiano.

Esto se puede notar con solo leer las estrofas del himno que

desde el año 1844, año de la declaración de independencia de

República Dominicana, hasta el año 1883, que adoptó, de hecho, el

gobierno de Santana, fue el siguiente:

¡Al arma, españoles!

¡Volad a la lid!

¡Tomad por divisa

"Vencer o morir"!

Nobles hijos de Santo Domingo,

Erguid ya vuestra frente guerrera,

Y sañudos volad tras la fiera

Que el solar de Colón devastó.

A sus huestes cobardes e impías

El terror y exterminio llevemos,

Y los himnos de gloria cantemos

173

Secundados del fiero cañón.

¡Al arma, españoles!

¡Volad a la lid!

¡Tomad por divisa

"Vencer o morir"!

¡Guerra a muerte sin tregua, españoles!

Si ser libres por siempre queremos

De la histtoria con sangre borremos

Cuatro lustros de llanto y dolor.

Sepa el mundo que a nombres odiosos

Acreedores jamás nos hicimos,

Y que siempre que gloria quisimos,

Nuestro carro la Gloria arrastró.

¡Al arma, españoles!

¡Volad a la lid!

¡Tomad por divisa

"Vencer o morir"!

¡No hay piedad! El haitiano insolente,

Penetrando hasta nuestros hogares,

174

Profanó nuestros templos y altares,

Nuestros fueros osó atropellar...

Y el pudor de la cándida virgen,

Y las canas del mísero anciano,

Y cuanto hay de sagrado en lo humano

Ultrajó con orgullo procaz.

¡Al arma, españoles!

¡Volad a la lid!

¡Tomad por divisa

"Vencer o morir"!

Mas hoy tiembla convulso, leyendo

De los cielos la justa sentencia,

Y amenazan su odiosa existencia

Diez mil lanzas que afila el honor.

¡Compatriotas, el éxito es cierto!...

Libertad con valor conquistemos,

Y el cruzado estandarte plantemos

Del tirano en la oscura mansión.

¡Al arma, españoles!

175

¡Volad a la lid!

¡Tomad por divisa

"Vencer o morir"!

176

CAPITULO V

LA ANEXION, DUARTE Y LA RESTAURACIÓN

177

13. El Duarte Quisqueyano

178

La diáspora de la República Dominicana se forma en la época

pos republicana, ya no en los clásicos institutos europeos, se

concentra en las cercanías de la isla, como en Cuba, Puerto Rico,

Venezuela y México. Muchas veces perdiéndose en esos lugares sin

dejar rastros. Otras veces convirtiéndose en abanderada de las

más progresistas ideas independentistas.

Hasta poco después de entrar el siglo XX, los nacionalismos

de las personas no estaban tan definidos como ahora. Las

características principales de aquellos tiempos era el lenguaje.

La procedencia no tenía tanta relevancia cuando personalmente un

individuo se adhería a los movimientos sociales. En las Antillas

Mayores, Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico se movían y mezclaban

familias como si fuera una región común.

Quisqueya tiene la peculiaridad de ser una nación en una

isla, en América continental, donde la mayoría de la población es

mestiza, o sea, mezcla de colores de la piel. En Quisqueya han

llegado personas de los continentes asiático, europeo, africano y

del propio continente americano. No mencionamos al continente

australiano, porque son muy pocos los que emigran.

179

Pero en la época de las independencias americanas había

mucha confusión en cuanto a ponerle nombres a las naciones, pues

las identidades de los pueblos contenían ingredientes diversos

que solo se unificaron años después de la independencia, mediante

el uso de un estatuto unitario que hoy conocemos como las

constituciones nacionales.

Juan Pablo Duarte salió en contra de su voluntad para no

causar divisiones, con la esperanza que su obra fuese defendida

por los pocos discípulos que quedaban enarbolando sus ideales; o,

por las generaciones venideras que entenderían lo que faltaba

para completar esa idea de nación.

Su obra no estaba terminada aún, pero consideró que había

dejado la semilla para que se continuara, pensando que habrían

otros jóvenes, que como los trinitarios, encontrarían el eslabón

que le seguía a la denominación de la república.

No tenía dudas en que tan pronto se afianzara la república

se le buscaría un nombre digno para la nación. Por lo menos,

garantizaba que el nombre de la isla por la cual se daba la

denominación a la república, era Isla de Santo Domingo. Cosa que

tampoco entendieron los caudillos y confundidos intelectuales

180

criollos que se hacían dueños de la república, como un regalo o

trofeo que se creyeron merecer por sus hazañas y zancadillas.

Duarte tuvo tiempo para pensar lo que sucedió en los Estados

Unidos de América con la denominación y el nombre de esa nación.

En 1776 los patriotas de las 13 colonias inglesas que declararon

su independencia no habían escogido el nombre de su nación en esa

ocasión, pero sí la denominación de su república: Estados Unidos.

Fue once años después que se escogió “América” como nombre de esa

nación.

Sucedió que en 1961 Pedro Santana inició los trámites de

anexión a España, lo que incidió en la conciencia patriótica de

la población un desencanto y frustración, despertando el ideario

duartiano, plasmado en la propia constitución de la república: “…

una república libre, soberana e independiente de toda dominación

extranjera”.

El propio Duarte y muchos de los trinitarios que deambulaban

por el extranjero, se habían quedado rezagados o con posiciones

sin importancia en los gobiernos controlados por Pedro Santana y

de Buenaventura Báez.

181

A Juan Pablo Duarte fue a visitarle en Rio Negro, Venezuela,

un joven con noticias sobre los acontecimientos que estaban

ocurriendo en el país. Desde ese momento se puso en pie de

guerra para no solo salvar la república, sino también para

ponerle el nombre propio a la nación, que durante esos años, como

pensador y patriota; para completar su obra, había estado

sorteando. Duarte escogió “Quisqueya”, aunque nos asombremos

hoy día los que hemos vivido toda una vida ignorando esa verdad.

Con ese mismo joven envió aquel mensaje quisqueyano que encendió

la llama de la restauración.

-“Quisqueyanos sonó ya la hora

De vengar tantos siglos de ultraje;

El que a Dios y a su patria desdora,

Que de oprobio y baldón se amortaje.

No más cruz que la cruz quisqueyana,

182

Que da honor y placer el llevarla;

Pero el vil que prefiera la hispana,

Que se vaya al sepulcro a ostentarla.”

-Juan Pablo Duarte (1861, aunque pudo ser anterior a ese año)

183

14. La Restauración de la Independencia

Francisco del Rosario Sánchez fue el primero en cumplir las

órdenes de Duarte y entrando por la frontera con Haití, hizo la

siguiente declaración: “Entro por Haití, porque no pude hacerlo

por otro lugar; pero si preguntasen quien soy, decidle que soy la

bandera nacional”. En 4 de julio de 1861, Sánchez fue fusilado

184

junto a otros patriotas. El temible Santana con sus huestes

españolas y criollas españolizadas, malogró los primeros intentos

por la restauración de la república.

Surgieron hombres como los generales Antonio Duvergé, Benito

Monción, Santiago Rodríguez y otros que se mantuvieron y

organizaron la lucha, derrotando a la armada española en varias

batallas* y guerra de guerrillas.

Un joven de descendencia inglesa, nacido en Puerto Plata,

conocido por el nombre de Gregorio Luperón, armado de un

patriotismo extraordinario, con un temple de acero en la

disciplina y arrojo en las tareas bélicas, se unió a Mella y a la

Junta Gubernativa Restauradora en Capotillo, en agosto de 1863.

Gregorio Luperón pasó su juventud trabajando para un

hacendado de los que había arengado Duarte en Puerto Plata cuando

el plan de la Reforma en 1843. El Sr. Dubocq tenía conocimiento

de las ideas de Duarte; como también, muchos documentos y libros

a los que el joven Luperón tuvo acceso y aprovechó.

Después de algunas victorias, empezó la división entre las

filas restauradores, alimentada por las ambiciones de caudillos

185

de la talla de Buenaventura Báez y de los extranjerizantes que no

creían en la capacidad del pueblo a ser libre.

Antes de la llegada de Duarte, Matías Ramón Mella estaba en

Santiago con la plana mayor de la Junta Restauradora como

vicepresidente, pero enfermó y estuvo postrado en cama por mucho

tiempo.

Los españoles aprovecharon la brecha para acertarles duros

golpes a los restauradores y cuando ya se estaba perdiendo la

esperanza, entonces aparece en marzo de 1864 la figura de Juan

Pablo Duarte en Montecristi, haciendo despertar el ánimo caído

del patriotismo.

Mella murió el 4 de junio de 1864, mientras sentado a su

cabecera estaba Duarte, con quien fue que más tuvo oportunidad de

hablar de sus ideas sobre Quisqueya.

Con la muerte de Mella en el 1864 y la de Sánchez en 1861,

la trinitaria quedaba prácticamente disuelta y difícil para que

Duarte, que estuvo tanto tiempo fuera, pudiera reactivarla.

En el fragor de la lucha restauradora le era casi imposible

formar una nueva sociedad como La Trinitaria o hablar de avanzar

más allá de la conquista de la república en esos momentos tan

186

necesarios para restablecerla. Más bien se dedicó a reclutar y

ayudar a ganar la guerra.

Con muy pocas personas pudo Duarte hablar en Santiago de sus

planes de nación que traía. Benito Monción, Espaillat, Luperón,

Santiago Rodríguez y otros, conocieron sus planes y procuraban

que él fuera el presidente de la república. El acontecer

político de entonces no estaba centrado en los asuntos teóricos

de la nación.

El ganar la guerra a España y recuperar la república era lo

que la mayoría de los líderes que estaban con los restauradores

tenían como objetivo principal.

Todo por la república era la consigna y añadir otros

ingredientes, sería confundir a los líderes que en su mayoría no

veían más que el poder personal que asumirían si ganaban.

Estaban participando en una América convulsionada por guerras

internas protagonizadas por caciques que consideraban que se

convertirían en pequeños dioses si lograban ser los que dominaran

el poder en sus respectivos países.

Es quizás por eso, que Duarte no hace intentos de empujar

las ideas nuevas que trae, esperando que mejores tiempos lleguen

187

para poder ponerlas en práctica desde un gobierno elegido

democráticamente por el pueblo.

No es por cobardía que se abstiene a plantear abiertamente,

que para completar la idea de nación, habría que tener que

prescindirse de la identidad dominicana-española; es para no

causar, lo que está causando precisamente el Proyecto Quisqueya

actual, entre los que creen que la identidad nacional es todavía

esa dominicana-española.

La diferencia es que hoy no estamos en una guerra como la de

la restauración de la república, ni tampoco como la de abril del

1965. Ahora sí que se puede hablar y discutir todo lo

relacionado con patriotismo, nacionalidad, libertad, historia,

geografía y cualquier tema que tenga que ver con el plan de

nación de Juan Pablo Duarte.

Si la sola presencia de Duarte fue un factor preponderante

para el triunfo de los restauradores, es debido a que su ideal se

basaba en el principio de independencia y soberanía de un pueblo,

que los demás “pensadores” de esa época (y de ahora también)

consideraban incapaz de mantener esa conquista nacional.

188

Fueron tres los factores principales que incidieron en la

victoria restauradora:

1. LA PRESENCIA DE JUAN PABLO DUARTE Y SU IDEAL

2. LA AYUDA DEL GOBIERNO Y PUEBLO HAITIANOS

3. LA DECADENCIA DE ESPAÑA

Juan Pablo Duarte y su ideal, porque su mensaje de 1861

encendió la llama de la restauración; y, con su presencia física

en suelo patrio el 25 de marzo de 1864, revivió la unidad y

reactivó el patriotismo del pueblo, que se lanzó en apoyo a los

generales restauradores.

La ayuda de Haití, que si al principio no se vio; al conocer

las intenciones de España de reclamarle indemnización por los

territorios ocupados, decidió permitir que se organizaran los

restauradores en su territorio y les brindó armas y municiones,

entre otras cosas.

España estuvo haciendo un último esfuerzo por mantener su

hegemonía en las islas de las Antillas Mayores, pues había

perdido casi todo el Continente de América. Además, sus asuntos

no andaban bien en Europa. Eso favoreció el que los

restauradores, por la frustración de un ejército bien preparado

189

que perdía batallas contra ejércitos “fantasmas”, con gente que

hasta sin armas peleaba, lograran la victoria.

Una carta de un soldado español explica lo que sucedía en el

campo de batalla:

**“" Aprovecho el pequeño descanso que tenemos para escribirte y dartebuenas nuevas de esta célebre campaña, que en nada se parece a la que hicimos enMarruecos. Vaya, que el jaleo este es capaz de fastidiar a un santo.- ya vamos para allá,ya volvemos, y nunca vemos el resultado de tantas fatigas, de tanto gasto, y de tantasbajas de toda especie. El diablo me lleve, si yo le veo término a esto. Estos malditosindios no se les ven nunca; tan pronto están aquí como se desaparecen, y cuandohemos creído que han sido derrotados, se aparecen tirando que es un gusto. Y cuentaque no son malos tiradores. No parece sino que los malditos han pasado toda su vidacazando, pues donde apuntan, Jesús, no hay más que santiguarse ; ahí tiene Ud. elhombre tendido cuan largo es. Y eso que no están todos armados, y que las armas quetienen, con excepción de las muchas carabinas que nos han tomado, y no prestadas,son malas. ¿Qué será, pues, el día que a esos pillos les lleguen las buenas armas deprecisión?

Tú sabes que al militar le gusta la guerra, puesto que así asciende, y adquiere honores, pero te aseguro, bajo palabra de caballero, que esta tiene mala cara.

¿Cuándo llegaremos a pacificar un país tan vasto, cortado por todas direcciones de montañas y desfiladeros; poblado de una mal canalla que tan bien vive en los montes como en un palacio; que conoce el terreno como tú conoces tu dormitorio..?" (Archivo Histórico de Santiago/guerras/restauración)

La decadencia de España, que aunque ya no tenía tantos

frentes de batallas en América; las presiones de las demás

naciones; su prestigio; y su orgullo, estaban peligrosamente en

190

juego en un territorio y población que habían abandonado a la

suerte más de una vez.

Lo que se restauró fue la independencia, para los caudillos

y vende patrias. Para los que seguían los postulados

trinitarios, esa restauración debió significar también, la

conquista de la libertad y soberanía del pueblo. Por eso estaba

Duarte en el país, para ayudar a que se estableciera la nación,

ya que se contaba, entre comillas, de bravos y valientes

defensores de la patria. Pronto se dio él cuenta de que esos

sueños no eran reales, que sin una conciencia patriótica clara,

el pueblo corría el riesgo de caer en manos de mercaderes de la

política.

191

192

15. El Legado de Duarte se pierde

En 1865, la República De la República Dominicana volvía a

ser un país libre e independiente. Esta vez, ya se habían estado

formando partidos políticos para disputarse el poder como mandaba

la constitución. Sin embargo, estos partidos políticos se

formaron anárquicamente y dirigidos por “caciques” o caudillos

que dominaban personalmente sus actividades. Los más fuertes

eran enemigos de Duarte y sabían que el pueblo no tenía ni

conocimiento del plan duartiano, ni poder, para imponerse ante

estos caudillos.

193

El celo de que Duarte se encontrara en suelo quisqueyano

hacía que los que ambicionaban el poder se vieran enanos delante

de la figura que él representaba para el pueblo y para el país.

Quien tomó las riendas del gobierno restaurador, le ofreció a

Duarte el puesto de embajador en Venezuela para salir de él. Al

principio Duarte no aceptó, porque deseaba quedarse en el país,

empero al notar que las ambiciones caudillistas por el poder

estaban tan arraigadas en personalidades que estaban dispuestas a

jugarse el todo por el todo, prefirió no complacer a sus adeptos,

para no colocarse a esos mismos niveles cavernícolas y decidió

aceptar el puesto diplomático que le ofrecían.

Duarte salió hacia Venezuela en 1866 y no regresó jamás,

perdiéndose en las llanuras de Venezuela con todas sus ideas, que

pudieron haber sido la salvación de un pueblo, con un gobierno

que le sirviera con honestidad y patriotismo, garantizando así su

independencia, soberanía, prestigio y el respeto del mundo.

Duarte podría estar hoy a nuestro lado mientras escribimos

este libro y sentir lo que nosotros sentimos cuando al leer las

setecientas treinta y tres páginas de la decima cuarta edición

del libro “Manual de Historia Dominicana” de Frank Moya Pons; o,

194

“Hacia los orígenes: dominicanos en la historia de Cuba” de

Marcos Antonio Ramos; también, “Trujillo en la intimidad, según

su hija Flor”, editado por Bernardo Vega; “Perfiles Biográficos

de Juan Pablo Duarte” por Daniel Nicanor Pichardo Cruz; “Héctor

Jiménez: Un profesional en los rascacielos del mundo” de Carlos

T. Martínez; “En el nombre de Bosch” de Joaquín Gerónimo; y

otras obras más de “dominicanos” en el Siglo XXI.

En todas ellas se siente Quisqueya vibrar, pero no se ve.

Nos hemos encargado de esconder, bien escondido, al Duarte

Quisqueyano.

Esos primeros presidentes restauradores perdieron de vista

el plan, cegados por ambiciones y agendas personales. Duvergé,

Salcedo y hasta Pimentel se dejaron conquistar por la labia

anexionista de Buenaventura Báez, para no dejar que se acercaran

a Duarte, que estaba presto a continuar la obra que empezaron los

trinitarios.

La envidia, el rencor entre hermanos y la ambición por el

poder, pudieron más que el patriotismo y negarle a Duarte la

oportunidad fue la consigna de éstos bravos, pero despistados

guerreros.

195

Pese a todo esfuerzo de erradicar las ideas de Duarte,

incluso el sacarlo del país con una triquiñuela baja y sucia,

como lo fue el hacerlo embajador ante Venezuela, éste se oponía a

tener que salir, jamás, de su patria Asediado por el poder, que

le cerraba todas los caminos y sin familia o propiedades para

soportarse, Duarte decide tomar la encomienda, pensando que

quizás así, sin la presión que representaba su presencia, se

calmarían las tensiones y en un futuro poder regresar para

servirle a la patria el resto de sus días, de la forma que fuere.

La desilusión causada por el bochorno y la vergüenza

experimentada en el momento que al presentar sus credenciales le

informaran que ya se había presentado con anterioridad otra

persona con las credenciales de embajador de República Dominicana

que el presentaba, destruyendo así su honra y su honor personal y

haciéndole sentir peor que cuando fue perseguido y sacado del

país por Pedro Santana.

Sin un Sánchez ni un Mella que le consolara y habiendo tan

pocos trinitarios pululando por el mundo, Juan Pablo Duarte se

hundió en algún lugar de Caracas, hasta morir el 15 de julio de

1876.

196

197

198

16. La Presidencia de Ulises Francisco Espaillat

Es posible que el único presidente que trató de sacar del

escondite al Duarte Quisqueyano, fuera el Presidente Ulises

Francisco Espaillat.

El padre de la oligarquía, le han llamado muchos

historiadores, título que hoy fuera denigrante, pero que en la

época de “papa ise”, como le decían sus nietos, fue uno de los

pilares para el progreso del pueblo quisqueyano.

Ulises Francisco Espaillat, hijo único, es el primer

presidente electo por un sufragio libre en lo que tenía de vida

la república, con una mayoría de votos de alrededor de

veinticuatro mil.

Estudiante a la fuerza, como lo hicieron pocos jóvenes

durante la ocupación haitiana, la formación escolar de Ulises,

gracias a familiares, que hasta la disciplina médica le

enseñaron, le permitió entrar en los negocios en Santiago y su

“botica” fue como la tacita de oro para su escalada en la

sociedad.

199

Como todos los “dominicanos-españoles” de la época, Ulises

estuvo confundido respecto a los asuntos nacionales, pero

participó en asuntos políticos que le dieron una experiencia

superior a los caudillos e intelectuales de la época.

Estando ocupando una posición representando a Santiago, fue

uno de los que firmaron el acta de anexión de la república en

1861, aunque también fue uno de los signatarios de la Carta Magna

de 1858, la más progresista de entonces.

No fue hasta que recibió a Duarte en 1864, que Ulises, ya

incorporado al movimiento restaurador, que su patriotismo se

define correctamente y comienzan sus andanzas por las sendas de

Quisqueya, que le causan sinsabores y cárceles después de la

victoria.

Eugenio María de Hostos, conociendo la capacidad de Ulises,

lo recomienda para la presidencia de la república, en momentos

que ya los partidos rojos y azules habían socavado las arcas del

Estado, así como la débil institucionalidad que existía.

En solo cinco meses y cinco días que duró su presidencia

desde el 29 de abril de 1876, estos fueron, entre otros, los

logros de su gobierno:

200

1. Indicar que la libertad y la democracia eran los

factores principales para el progreso de la patria;

2. La educación secundaria gratis, por lo menos, como

esencial para la juventud y para los campesinos;

3. La inversión en la industria y el comercio regulada por

el Estado;

4. Aumentar el nivel cultural del pueblo e involucrarlo en

el proceso político.

Otras medidas que tomó su gobierno, tienen que ver con el

patriotismo, en un momento en que por fuerza, tiene que recordar

sus conversaciones con el Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte.

Si hubo una persona que pudo hablar sobre los temas sobre un

plan de nación con Duarte, lo fue Ulises Francisco Espaillat,

quien tomó la vicepresidencia de la junta de gobierno

restaurador, que ocupaba Mella al morir en julio de 1864.

Es la muerte entonces de Duarte en el exilio, en Venezuela,

el 15 de julio de 1876, mientras su gobierno empieza a tomar

medidas progresistas, que Ulises recuerda esas conversaciones con

Duarte y las trata de aplicar desde entonces. Esas medidas, iban

a causar su derrumbe como gobernante por parte de los partidos

201

rojos y azules, pero también serían las que sellarían la garantía

de que el pueblo tomaría consciencia de su papel como rector de

su destino y la fuerza moral que nos mantiene como nación.

Considerando que el patriotismo del pueblo no existía, por

la confusión sobre la identidad del pueblo; y por los intereses

creados por los caudillos, Ulises Francisco Espaillat, instituyó

por decreto las siguientes medidas:

1. Que los restos del Padre de la Patria, Juan Pablo

Duarte, fueran traído por el gobierno, tan pronto

hubiese fondos para hacerlo; decreto que honró “Lilís”.

2. Que se haga un concurso para la composición de un himno

nacional que resalte el patriotismo, tal y como Juan

Pablo Duarte lo había concebido;

3. Que por esa misma razón, ese himno tenía que estar

basado en el nombre escogido por Duarte, Quisqueya, que

ya la “Lira de Quisqueya”, una institución cultural

dirigida por Salomé Ureña, estaba desarrollando temas

sobre la patria concebida por Duarte.

202

El Himno Nacional no se explica de la manera que se debe,

sino que nos hace creer que fue simple inspiración de Emilio

Prud’homme.

De no haber hecho eso el Presidente Ulises, estaríamos mucho

más perdidos de lo que estamos y quizás ni existiría patria

alguna y mucho menos orgullo de tener un país que por fuerza

tienen muchos que aceptar de que es libre, soberano e

independiente de toda dominación extranjera, aunque sea

teóricamente, pero fundamental.

Son casualidades, quizás, como puede ser casualidad lo que

este libro contiene. Una cosa si es cierta, la verdad puede

esconderse por mucho tiempo, pero siempre surge limpia e intacta.

Juan Bosch dice que “quien me engaña una vez, sinvergüenza

es… y si me engaña dos, sinvergüenza yo”. Después que el lector

lea este libro una y otra vez, el engaño que ha vivido respecto a

su nacionalidad, su identidad nacional, no se repetirá jamás.

Fue una pena que el mismo Ulises Francisco Espaillat, se

decidiera, como Duarte, a pensar que otro patriota encontraría el

camino para seguir la obra. Solo dos años después de haber sido

obligado a renunciar a la presidencia, muere en Santiago,

203

retirado de la política, este genial Padre de la Oligarquía,

“papa ise”, que presentó por primera vez al Duarte Quisqueyano.

Es bueno que el lector lea algunos de los poemas de la

ilustre Salomé Ureña de Henríquez, para que sientan, aunque no lo

vean, en donde está nuestra Patria y la identidad nacional.

Aunque cabe decir aquí, que quien trate de buscar lo que hemos

encontrado en sitios como “Wikipedia”, por ejemplo, se dará

cuenta que los que hasta ahora tienen acceso a esos medios están

propagando el proyecto de la “dominicanidad”, escondiendo la real

y fiel significación de la actualidad quisqueyana en los versos

de Salomé. “Ruinas” no se refiere solamente a la etapa de los

indígenas, se refiere a la actualidad que ella vivía, inspirada,

de alguna manera, por lo que oyó sobre Duarte.

Léala y dígase a usted mismo si se trata solo del pasado,

cuando le dice en presente: “¡Patria desventurada! ¿Qué anatema cayó sobre

tu frente? Levanta ya de tu indolencia extrema: la hora sonó de redención suprema y

¡ay, si desmayas en la lid presente!”. Ahora, la puedes leer entera y

buscar en fuentes originales los demás poemas de esta quisqueyana

fiel a los ideales de Duarte.

204

Ruinas

Memorias venerandas de otros días, soberbios monumentos, del pasado esplendor reliquias frías, donde el arte vertió sus fantasías, donde el alma expresó sus pensamientos.

Al veros ¡ay! con rapidez que pasma por la angustiada mente que sueña con la gloria y se entusiasma la bella historia de otra edad luciente.

¡Oh Quisqueya! Las ciencias agrupadas te alzaron en sus hombros del mundo a las atónitas miradas; y hoy nos cuenta tus glorias olvidadas la brisa que solloza en tus escombros.

Ayer, cuando las artes florecientes su imperio aquí fijaron y creaciones tuviste eminentes, fuiste pasmo y asombro de las gentes, y la Atenas moderna te llamaron.

Águila audaz que rápida tendiste tus alas al vacío y por sobre las nubes te meciste: ¿por qué te miro desolada y triste? ¿Dó está de tu grandeza el poderío?

Vinieron años de amarguras tantas, de tanta servidumbre; que hoy esa historia al recordar te espantas, porque inerme, de un dueño ante las plantas, humillada te vio la muchedumbre.

Y las artes entonces, inactivas, murieron en tu suelo, se abatieron tus cúpulas altivas,

205

y las ciencias tendieron, fugitivas, a otras regiones, con dolor, su vuelo.

¡Oh mi Antilla infeliz que el alma adora! Doquiera que la vista ávida gira en tu entusiasmo ahora, una ruina denuncia acusadora las muertas glorias de tu genio artista.

¡Patria desventurada! ¿Qué anatema cayó sobre tu frente? Levanta ya de tu indolencia extrema: la hora sonó de redención suprema y ¡ay, si desmayas en la lid presente!

Pero vano temor: ya decidida hacia el futuro avanzas; ya del sueño, despiertas a la vista, y a la gloria te vas engrandecida en alas de risueñas esperanzas.

Lucha, insiste, tus títulos reclama: que el fuego de tu zona preste a tu genio su potente llama, y entre el aplauso que te dé la fama vuelve a ceñirte la triunfal corona.

Que mientras sueño para ti una palma, y al porvenir caminas, no más se oprimirá de angustia el alma cuando contemple en la callada calma la majestad solemne de tus ruinas.

Se debe ser muy arrogante para decir que esos mensajes eran

simple romanticismos de Duarte, de Salomé, de Emilio Prud’homme y

206

de tantos que quisieron llevar el mensaje de la patria en una

forma que no levantara sospecha al tirano.

En ese grupo que componía Lira de Quisqueya se acercaban

personajes que habían sido influenciados por los ideales de Juan

Pablo Duarte. Uno de ellos lo fue Eugenio María de Hostos, quien

fuera el que propusiera como presidente a Ulises Francisco

Espaillat.

No sabemos hasta qué punto influencio Lira Quisqueyana al

pueblo, pero en lo que respecta de la educación, sospechamos que

tuvo mucho que ver en las enseñanzas de esos ideales y del nombre

de la Patria.

La importancia de los versos de Salomé Ureña ha sido no solo

ignorada, como se ha ignorado al Duarte Quisqueyano, sino que

también ha sido ridiculizada, aduciendo que esos poemas eran el

producto de la amargura causada por su matrimonio.

Interpretaciones de esa naturaleza envenenan la mente de los

lectores y son como sacrilegios para los ideales patrióticos.

Gracias Ulises, por no solo detener las intenciones de

nuevas anexiones, sino también por darle a nuestro pueblo el

instrumento más sólido de su identidad: Quisqueya.

207

También gracias a ese esfuerzo, los que investigaban cómo

podrían hacer de República Dominicana un “Estado Libre Asociado”

de los Estados Unidos de América, se dieron cuenta de lo

peligrosa que resultaría esa misión encomendada y propuesta por

el tocayo y homólogo Presidente de los Estados Unidos de América,

el General Ulyses S. Grant, que pensó que se podía.

Ulises Francisco Espaillat vivió muchos años como un

“dominicano-español”, pero sus últimos años, como el buen

cristiano después de conocer y recibir a Cristo como su Salvador,

Ulises conoció a Duarte en el 1864 y desde entonces se convirtió

en el mejor de los quisqueyanos hasta su muerte en 1878.

Ese ejemplo no se repetiría jamás en la historia de la

república, pero ha sido el aporte más importante para la patria,

después de que hubiesen desaparecido para siempre Juan Pablo

Duarte y sus discípulos trinitarios.

Gregorio Luperón rescató la democracia por algunos años, al

instaurar, con respaldo del ejército, el sistema de elecciones

que permitía que cada dos años se eligiera un presidente (1880-

1892), no sin algunos problemas, hasta que Ulises Hereaux, a

208

quien él mismo diera poder, lo usurpara y se convirtiera en

dictador.

209

CAPÍTULO VI

QUISQUEYA SE SIENTE, PERO NO SE VE

210

211

17. Quisqueya late con su Himno

Similar al hecho que supone que Cristóbal Colón nunca supo

que descubrió el Continente de América, las personas que han

212

sido presidentes de la nación que se denomina República

Dominicana, nunca supieron, ni saben, que fueron y son,

presidentes de Quisqueya.

Las personas que se encargaron de dirigir los destinos de la

nación desde el mismo momento de la separación del gobierno

haitiano en 1844, se olvidaron de los pensamientos sabios de

Duarte y los trinitarios para continuar y completar su obra

patriótica. La ambición de la mayoría de ellos, ha sido la causa

común de que no pudieran, ni puedan, ver que fueron presidentes

de una nación llamada Quisqueya.

Desde el mismo momento de la creación de la primera

Constitución Nacional, se ha dejado el espacio, el vacío, que

debió y debe ocupar Quisqueya, como nombre de la nación.

Es cierto que en momentos bélicos, en estado de guerra con

otra nación y durante convulsiones internas causadas por grupos

caudillistas, era difícil que la presidencia se diera cuenta de

ese defecto de nación. Al parecer, tampoco los legisladores de

la república han tenido tiempo para pensar en el nombre de la

nación, porque han estado plegados a los intereses de los

213

presidentes de turno; a los dictados de sus caudillos; o a las

agendas de sus partidos políticos.

Un resumen de las personas que han ocupado la Primera

Magistratura de la nación, podría ilustrar esas conjeturas que

hacemos, para que el lector pueda ver con más claridad lo que ha

sido la historia de una nación impedida de su identidad nacional

por la ignorancia, ceguera o, en algunos casos, falta de

oportunidad para darse cuenta del fallo.

Las notas biográficas de cada una de las personas que

aparecen en esta lista, no se refieren sino a sus relaciones con

el tema de Quisqueya. No mencionaremos juntas, consejos de

estado, ni triunviratos. Tampoco a los que ocuparon la posición

durante algunas guerras.

Pedro Santana Nació en 1801 y murió en 1864. Dominicano

toda su vida, de padres oriundos de las Islas

Canarias, celoso por lo que su propio hermano

le contó sobre Duarte. Desde el mismo

nacimiento de la república, se encargó de

borrar de la mente de todo el pueblo las ideas

de nación libre, independiente y soberana de

los trinitarios, declarándolos traidores a la

1844-1861

214

patria. Su única obsesión era ser reconocido

por España con un título de nobleza.

Durante el tiempo que dominó la vida política

y militar de la República, hubo otros que

ocuparon la presidencia, como Buenaventura

Báez Méndez, Manuel José Jimenes González

(cubano), Manuel de Regla Mota y José

Desiderio Valverde Pérez, ninguno de los

cuales pensaron, ni remotamente, en continuar

la obra de los Trinitarios.

Buenaventura Báez

Méndez

Nació en 1822 en Azua y murió en 1884 en

Puerto Rico. Fue cinco veces presidente (1849-

1853; 1856-1858; 1865-1866; 1868-1874; 1876-

1878) y en cada uno de sus mandatos trató de

anexar la república a Francia, a España y a

los Estados Unidos de América. Un caudillo,

que al igual que Santana, estancó las ideas de

Duarte.

1849-1853

(y cuatro

veces

más)

José Desiderio

Valverde Pérez

Nació en 1822 en Santiago y murió en 1903 en

Santiago. Descendiente de familias con

títulos en América de la nobleza española.

Aunque trabajó para organizar al país, su

líder era Santana y su madre patria, España.

1857-1858

215

Aún así, amó tanto su terruño que después de

pasar decenas de años como hacendado en

Valladolid, regresó a morir en su ciudad

natal, Santiago. Pero jamás le pasó por la

mente el ideal duartiano.

Felipe Benicio

Alfau Bustamante;

Manuel de Regla

Mota;

Domingo Daniel

Pichardo Pro; y,

Benigno Filomeno

de Rojas y Ramos

Fueron presidentes provisionales que no

jugaron un papel preponderante, aunque Benigno

Filomeno Rojas, que había pasado toda su

juventud en Inglaterra y Estados Unidos de

América, era visto por Santana como un

agitador y fue uno de los que colaboraron con

la constitución revolucionaria de 1858. Pero

igual, no se dio cuenta de que la nación

estaba huérfana de nombre.

Durante

los años

en que

Santana y

Báez

dominaban

la

república

José Antonio

Salcedo Ramírez

Nació en 1816 en España y murió fusilado en

1865 en Baní. Fue presidente provisional al

servicio de Pedro Santana.

1856

De mayo a

octubre

Los Buenaventura Báez, Jiménez, Hereaux (Lilís), Cáceres,

Vásquez, mediatizados solamente por pacifistas surgidos del clero

y las bellas artes y letras, mantuvieron la zozobra y la

intranquilidad en el pueblo quisqueyano.

216

Como fue a raíz de la anexión de la república que Duarte dio

a conocer que el nombre apropiado para la nación era Quisqueya,

los presidentes que se turnaron desde entonces para ejecutar los

planes de la república, fueron aún más ciegos que los anteriores,

pues ya tenían el mensaje quisqueyano.

Incluyendo a aquellos que les pasó por la mente el nombre de

Quisqueya, lo expresaron con temor e influenciados por aquellos

que tenían la concepción de que el mismo se refería al pasado

precolombino y no al presente; o, a la opinión que Francisco

López Gómara había clavado en la historia de que el nombre de

Quisqueya fue inventado por Colón, Diego Velázquez y por el

propio Pedro Mártir.

Como ha dicho mucha gente sobre el Proyecto Quisqueya, que

está muy bueno y muy bonito, pero que hay otros asuntos más

importante que resolver en el país, en educación, en la economía,

en la salud, en comercio exterior, etc., parece ser que los que

han gobernado la república han tenido una agenda llena de

problemas sociales, políticos, económicos y de muchas otras

índoles. ¿Cuándo no habrá esos problemas? Esa no es una

excusa válida para olvidarse del nombre de la Patria, fundamental

217

para que el sentimiento patriótico del pueblo contribuya a labrar

su propio destino.

La expresión poética que define este capítulo con más

claridad, es la que escribió Pedro Mir. El que no sienta a la

patria en ese poema, jamás la podrá ver.

El mismo título lo denuncia:

“Si alguien quiere saber cuál es mi patria…”-Pedro Mir

Si alguien quiere saber cuál es mi patriano la busque,no pregunte por ella.

Siga el rastro goteante por el mapay su efigie de patas imperfectas.No pregunte si viene del rocíoo si tiene espirales en las piedraso si tiene sabor ultramarinoo si el clima le huele en primavera.No la busque ni alargue las pupilas.No pregunte por ella.

(¡Tanto arrojo en la lucha irremediabley aún no hay quien lo sepa!¡Tanto acero y fulgor de resistiry aún no hay quien lo vea!)

No, no la busque.Si alguien quiere saber cuál es mi patria,

218

no pregunte por ella.No quiera saber si hay bosques, trinos,penínsulas muchísimas y ajenas,o si hay cuatro cadenas de montañas,todas derechas,o si hay varios destinos de bahíasy todas extranjeras.

Siga el rastro goteando por la brisay allí donde la sombra se presenta,donde el tiempo castiga y desmorona,ya no la busque,no pregunte por ella.Su propia sangre, su órbita querida,su instantáneo chispazo de presencia,su funeral de risa y de sonrisa,su potrero de espaldas indirectas,su puño de silencio en cada boca,su borbotón de ira en cada mueca,sus manos enguatadas en la fábrica ysus pies descalzos en la carretera,las largas cicatrices que le bajancomo antiguos riachuelos, su siniestrafigura de mujerobligada a parircon cada coz que busca su caderapara echar una fila de habitanteslistos para la rueda,todo dirá de pronto dónde existeuna patria moderna.Dónde habrá que buscar y qué preguntase solicita. Porque apenassurge la realidad y se apresura

219

una pregunta, ya está la respuesta.

No, no la busque.Tendría que pelear por ella...

Hemos optado por utilizar el nombre de Quisqueya y su

gentilicio “quisqueyano” (en singular, plural, género masculino o

femenino), porque es un nombre propio y gentilicio

respectivamente, que fueran escogidos por el Padre de la Patria,

Juan Pablo Duarte.

El Himno Nacional de la república dominicana que ocupa las

dos terceras parte oriental de la Isla de Santo Domingo, no fue

algo fortuito o romántico, es basado en la idea de nación de

Duarte y en su mensaje patriótico contra la anexión.

Lo quisiéramos reproducir en cada capítulo, porque ese

mensaje es la llave que estaba sin usarse por ciento cincuenta

años, porque no se sabía qué era lo ella iba a abrir. La usamos

y lo que salió de ese cofre fueron rayos y centellas que

mostraron el escondite donde una luz permanente se hallaba

220

empañada, esperando que su dueño, el pueblo, o algunos de sus

miembros, la limpiasen y la mostraran al mundo.

La actividad social y política desarrollada principalmente

en los Estados de Nueva York y Florida, fue paulatinamente, la

que incidió en que el Proyecto Quisqueya apareciera paralelamente

con el Proyecto Dominicana es la Patria. Las fechas que los

nacionales quisqueyanos celebran en los Estados Unidos son

mayormente relacionadas con Juan Pablo Duarte: su natalicio; el

27 de febrero; y el 16 de agosto. Las otras festividades

creadas, como los “desfiles quisqueyanos (dominicanos)” y el día

de la Virgen de la Altagracia, son también utilizados para

mostrar el patriotismo, donde la bandera nacional es el símbolo

que más se destaca en ellas. También se muestra ese patriotismo

en los festivales bailables, ferias, conciertos y hasta en cada

una de las actividades sociales de clubes, asociaciones y otras

instituciones de quisqueyanos en la diáspora.

221

222

18. Caudillos y Vende-Patrias.

Durante los próximos cincuenta años de vida independiente,

República Dominicana iba a madurar como nación, primero,

manteniendo a raya a los vecinos haitianos hasta que

aparentemente decidieron desistir en 1855, de sus intentos de

hacer toda la isla suya; y, por otro lado, cuidándose de las

ambiciones de potencias extranjeras, que usaban a criollos de

carnada para conseguir prebendas. Al acecho de toda esta

situación estaba Francia y los Estados Unidos. Al parecer, ya

España había tenido su costosa cuota por poseer la isla y no

estaba interesada a seguir luchando por una preciosa presa que le

sirvió de base para conquistar un continente.

Aunque en otros órdenes, especialmente en lo que concierne a

la economía, la mala administración de los gobernantes de turno

hicieron endeudar tanto al Estado, que expusieron al país a ser

223

vulnerable a intervenciones foráneas. En esta ocasión, los

Estados Unidos de América, debido a empréstitos comerciales y

oficiales que no se pagaban, lograron probar que el país no tenía

capacidad para amortiguar la deuda externa. En 1905 el

presidente Morales Languasco firmó la ley que cedía la

administración de las aduanas a los Estados Unidos de América y

que resultó ser la base para la invasión en 1916.

Los gobiernos dictatoriales y férreos de ese lustro pusieron

a sus enemigos y opositores en actitudes de conspiración o en

muchos casos, el exilio forzado o voluntario para salvaguardar la

vida era el chivo expiatorio de moda.

De nuevo, durante esa época, la emigración salía a Cuba y

Puerto Rico. A Nueva York también llegaban ciudadanos de

República Dominicana, puesto que se convirtió en el puerto

principal de América, como puente para Europa.

Como dijimos anteriormente, el color de nuestra piel y

características fisiológicas eran las que nos distinguían y nos

identificaban como oriundos de la Isla de Santo Domingo, con una

identidad errada, la dominicana. Los demás rasgos culturales

eran los mismos que en toda Hispanoamérica.

224

Andrea Gómez nace en el 1889, hija única de Francisco

Antonio Gómez (quien muriera el mismo día que nació Joaquín

Balaguer, en septiembre 1ro del año 1907), se casa con Ezequiel

Pérez Fernández (primo de Ludovino Fernández) y procrean 9 hijos,

8 de los cuales han hecho vida en la diáspora, en los Estados

Unidos de América, desde los años de la década de los cincuentas,

con su errada identidad dominicana.

Esta nota se narra, porque cuando hablemos de la diáspora en

los Estados Unidos de América nos vamos a referir a las causas de

su formación actual, que muestra que las migraciones de los

llamados, ellos mismos, dominicanos hacia otros países, se debió,

en la mayoría de los casos a persecuciones políticas contra ellos

o sus familiares (y hasta amistades). Una vez en el extranjero,

un patriotismo melancólico y triste les inundaba hasta el alma

cuando escuchaban las notas del himno quisqueyano o veían su

bandera y escudo. Sentían a la Patria a través de su canto como

quisqueyanos, pero no la veían.

Tampoco en el terruño, saturado de mentiras “dominicanas”,

se podía ver a Quisqueya, pero se sentía, gracias a que ese himno

fue calando poco a poco en el corazón del pueblo, aunque los

225

caciques y caudillos de turno, solo se preocuparan del poder que

heredaban o arrebataban a los que lo habían usurpado, para

satisfacer sus apetitos personales o de grupo. Ellos no veían ni

sentían a la patria… ellos eran dueños de la patria y hacían con

ella lo que les convenía.

Estos pandilleros y sus adulones de turno, detenían

cualquier intento de revivir los ideales de Duarte, el que ellos

utilizaban en retóricas extemporáneas, para calmar a los

influenciados por esos ideales.

Aunque, habiendo el congreso aprobado el Himno Nacional en

1898, el Presidente Hereaux utilizaba “La Marsellesa” en los

actos oficiales y nunca llegó a firmar la aprobación del Canto a

la Patria escrito por el Licenciado Emilio Prud’homme y compuesto

por el músico José Reyes.

Pero aunque no se había hecho ley, muchas instituciones

sociales, inclusive del gobierno, deleitaban al pueblo durante

celebraciones patrióticas, con el Himno Quisqueyano. Como algo

inconsciente, se iba este clamor impregnando en los pechos de las

personas, manteniéndose el espíritu de la patria vivo, presente,

226

pero invisible, como si lo hubiesen cubierto con un cristal

empañado.

Las primeras tres décadas del Siglo XX fueron las más

oscuras para la Patria y sin embargo, aunque el brillo del ideal

de Juan Pablo Duarte permanecía opaco dentro de un cristal, los

pocos rayos de luz que salían de vez en cuando del mismo,

mantuvieron a raya a los anexionistas.

Sin embargo, éstos funestos dignatarios se las arreglaron

para desde el mismo primer día del nuevo siglo, comenzar las

negociaciones para dejar que una potencia extranjera pudiera

romper con uno de los sagrados principios patrióticos, y la

dominación extranjera se inicia de nuevo, esta vez, cuando en el

1905 el Presidente Languasco firma una autorización oficial para

que los Estados Unidos de América se haga cargo de las aduanas

del país.

Esa medida no se puso inmediatamente en práctica, porque,

como el Proyecto de Patria Dominicana que se está implementando

ahora, desde hace siete años, no se le exponía al pueblo

abiertamente, por temor a que la chispa patriótica pudiera

227

reactivarse y encender la llama que hubiese hecho cenizas ese

funesto contrato.

Como en esos primeros treinta años la patria se sentía poco,

pero se sentía, en los próximos treinta, se crea un polvorín,

cuyos cartuchos de dinamita empiezan a reventar violentamente en

el año 1949; en el 1959; y finalmente en el año 1961.

Pero con todo y ello, aunque se tenía una visión tenue de la

Patria Quisqueyana de Duarte, que entonces más que nunca se

sentía, sin embargo en la realidad se fue disipando hasta

perderse de vista.

228

19. La Tiranía Sustituyó al Patriotismo

Los Estados Unidos amenazaban desde 1914 con intervenir si

el país no cumplía con los pagos de las deudas que habían

contraído con empresas e instituciones americanas. Desde el año

1905 tenían autorización para intervenir las aduanas, pero su

verdadera intención era dominar la nación y pronto se adueñaron

de las instituciones militares con el propósito de repeler a los

que con las armas se oponían a su presencia.

Algunos de esos guerrilleros que resistieron la invasión

crearon leyendas en el país. Fue el caso de Rafael Enrique

Blanco. Para denigrar a esos patriotas, los americanos y los

gendarmes criollos le dieron el nombre de “gavilleros”, palabra

cuya connotación se refiere a pandilleros que roban al campesino

y viven en los montes.

229

El ejército americano dio tres condecoraciones de “Valor” a

soldados que realizaron acciones “heroicas” en contra de los

gavilleros. Cuentan que un Primer Sargento del cuerpo de

marines, combatían a enemigos atrincherados en Guayacanes el 3 de

julio de 1916, y que bajo el fuego y con siete heridos y un

muerto, el Primer Sargento Winans continuó disparando su arma

hasta que los enemigos abandonaron las trincheras. Otras dos

anécdotas por las cuales soldados fueron condecorados por su

heroísmo en Santo Domingo, las puede encontrar el lector en el

Internet en: http:www.usarmy.com

Las instituciones castrenses fueron organizadas por el

ejército americano, como lo hace hoy con Iraq y Afganistán. Por

ocho largos años permaneció la ocupación de la isla (al

territorio haitiano lo habían ocupado desde 1915).

La formación de la Policía Nacional, dirigida y entrenada

por los interventores americanos, trajo al país consecuencias

buenas y consecuencias malas.

Las buenas fueron que este cuerpo policial controló el

territorio nacional y no permitió que los caudillos regionales

utilizaran sus recursos para contar con grupos armados que

230

utilizaban para ejercer presión a los gobiernos. De esa forma se

fueron “limpiando” los focos de grupos armados que anárquicamente

se desplazaban en la isla.

Las malas consecuencias eran, primero, que daban a Trujillo

una autoridad como nunca antes había tenido criollo alguno.

Santana tuvo poder pagado por su propio peculio y nunca consiguió

un apoyo español incondicional y con independencia, como lo

recibía Trujillo de los americanos.

Una de las armas de defensa más efectiva para un pueblo es

su idioma. Los franceses y los haitianos estuvieron de luna de

miel con la población quisqueyana, hasta que trataron de cambiar

el idioma oficial.

En un país como el nuestro, donde la inmigración de grupos

grandes de personas de diferentes países, han sido traídas con

sus costumbres, es natural que se inserten palabras y frases que

disten del castellano.

Pero en el ambiente profesional y cultural, los escritores

se cuidaban mucho de no caer en un lodazal, como consideraban

eran las décimas de Juan Antonio Alix.

231

Dicen que Trina Moya, la esposa de Horacio Vásquez, fue la

autora del himno a las madres, aunque algunos escritores comentan

que lo hizo con la ayuda de un sacerdote. El Himno a las madres

se oía y se oye todavía, el último domingo de mayo de cada año.

Lo reproducimos acá, con el ánimo de que se siga esa tradición.

“Venid los moradores del campo a la ciudad,

Entonemos un himno de intenso amor filial:

Cantemos a las madres su ternura y su afán

Y su noble atributo de admiración sin par.

Celebremos todos, la fiesta más bella,

La que más conmueve nuestro corazón:

Fiesta meritoria que honramos con ella

A todas las madres de la creación.

Quién como una madre con su dulce encanto

Nos disipa el miedo…nos calma el dolor

Con sólo brindarnos su regazo santo,

Con solo cantarnos baladas de amor.

De ella aprende el niño la sonrisa tierna,

El joven la noble bonificación.

Recuerda el anciano la oración materna

232

Y en su alma florece la resignación.

La influencia de la dominación del gobierno americano en la

isla (completa, pues Haití había sido ocupada dos años antes),

trajo cambios positivos en cuanto al ordenamiento y

administración de los recursos naturales y humanos, sin embargo,

estaba matando el sentir patriótico y la dignidad de un pueblo, y

eso, se reflejaba en la cultura del mismo.

Las celebraciones de fechas patrióticas eran frías y se

aprendió poco a poco a que ese sentimiento por la patria fuera

reemplazado por influencias culturales universales, que si bien

fueron de avance para la clase intelectual y para la oligarquía,

no es menos cierto, que esas influencias atrasaron en gran medida

a la mayor parte de la población, que se embriagaba con ron,

cigarrillo y música, para reprimir las penas de estar perdiendo

su dignidad y honor.

La intervención americana fue más lejos que el simple cobro

de la deuda externa de la República, aunque fue con ese propósito

que “ayudó” a ordenar las instituciones nacionales, especialmente

233

las militares. Estados Unidos empezó a usar sus tropas en el

ámbito latinoamericano después de la primera guerra mundial.

Aunque “oficialmente” la Era de Trujillo se establece desde

su ascenso a la presidencia hasta su muerte el 30 de mayo del

1961, realmente el poder de Trujillo se incuba con la

intervención americana y se inicia cuando esta intervención

termina en 1924.

Ya en 1927 era ascendido por sus dotes de exterminar con los

gavilleros y a los que se alzaban en la manigua en contra del

gobierno. Los militares de la época le llamaban “el jefe” y le

hacían tertulias sociales. La actitud de los clubes sociales a

no aceptarle membrecía al jefe, causó una reacción negativa por

parte de Trujillo en contra de la sociedad.

El 16 de agosto, 1930, se juramentó Trujillo como presidente

constitucional de la república, siendo Brigadier. El ciclón de

San Zenón, de 1930, desbastó la capital y causo miles de

muertes, convirtiéndose en el elemento que acabó con darle

prestigio y renombre nacional a Trujillo.

El alzamiento de contrarios al gobierno era una costumbre

que desde el primer día de la independencia se había generalizado

234

en la política del país. Desiderio Arias, con un grupo de

hombres desafió a Trujillo, quien fue a su encuentro a pedirle

que desistiera de sus intenciones. Desiderio, quien pudo acabar

con Trujillo en ese instante, por honor a la palabra de hombre y

dignidad militar, dejó que se retirara y dos días después

Desiderio caía en enfrentamiento con las tropas bien preparadas

de Trujillo.

A partir de su mandato, muchas personas y familias enteras

comenzaron a salir al extranjero para librarse de la muerte, a lo

que Trujillo consideraba una limpieza.

Los intelectuales del país se sintieron desplazados por el

régimen, que solo daba cabida a los que comulgaban con los planes

de Trujillo. La libertad de idea y pensamiento pronto sufrió

limitaciones que terminarían con suprimirlas por completo.

Dentro de ese estado de cosas, de atraso social y cultural,

se desarrollaba, de manera paralela, un avance en la economía del

país, que sin lugar a dudas, podríamos decir que era la economía

de Trujillo, de su familia y de sus adláteres, pues él se creyó

ser el país mismo.

235

El autor de las letras del Himno Nacional murió el 16 de

julio de 1832. Trujillo notó entonces que el país no tenía un

himno y le informaron que el que escribió Emilio Prud’homme había

sido sometido al Congreso Nacional desde 1898. Trujillo ordenó

al congreso su aprobación y firmó la ley para que el país tuviera

un himno nacional oficial como símbolo patrio. Así, uno de los

planes de Juan Pablo Duarte surgía de manera fortuita y desde

entonces el pueblo disfruta orgullosamente de este canto a la

Patria.

Don Alberto Aybar, el primer piloto que hizo un solo (vuelo

directo) desde Nueva York a Santo Domingo en 1935, estaba como

exiliado en Nueva York, pero al conocer su proeza, Trujillo lo

condecoró. Alberto tuvo que volver a exilarse de nuevo, porque

Trujillo descubrió un pequeño romance con Flor de Oro (primera

hija de Trujillo). Alberto se fue a Nueva York y en el 1939 se

unió como piloto a la Brigada Lincoln que fue a España a combatir

a Franco. Luego se fue a Cuba y se unió a Juan Bosch y al

General Rodríguez para pilotear uno de los aviones de la invasión

a Cayo Confites en el 1949.

236

En el 1937 Trujillo ordenó la “limpieza” de los haitianos en

la república. Trujillo prometió pagar quince millones de dólares

por la matanza de 15,000 haitianos.

Con el propósito de que el país fuera menos mulato, Trujillo

abrió las puertas del país a los españoles que huían de Franco;

y, a turcos y a los judíos que huían de Hitler después del 1939;

y hasta a los chinos que buscaban fortuna en América.

Los intelectuales en el país eran “comprados” si estaban en

contra de Trujillo, de lo contrario, eran eliminados o tenían que

abandonar el país. Allí, con ayuda de las comunidades que se

formaban con otros quisqueyanos, continuaban la lucha contra

Trujillo y muchos de ellos terminaban asesinados por órdenes de

Trujillo en el mismo extranjero.

La diáspora de la República Dominicana se concentró

mayormente en Venezuela, Cuba, Puerto Rico y Nueva York durante

los años treinta hasta la muerte de Trujillo en 1961. Venezuela

brindaba esa facilidad, puesto que el propio presidente de ese

país, Rómulo Betancourt, fue víctima del régimen de Trujillo

cuando vivía y tenía comercio en Santo Domingo. Luego, Trujillo

organizó un atentado que por poco le cuesta la vida a Rómulo

237

Betancourt, entonces Presidente de Venezuela. Esa acción

debilitó mucho al régimen trujillista.

Las tres acciones que más le hicieron mella al tirano

Trujillo, fueron los atentados a Rómulo Betancourt en Venezuela y

a José (Pepe) Figueres en Costa Rica; la invasión del 14 de Junio

de 1959; y, el asesinato de las hermanas Mirabal, triste episodio

que dejará marcada internacionalmente, para siempre a nuestra

patria.

Aunque, lo que le costó la vida a Trujillo directamente, se

supone que fue el haber maltratado a sus amigos íntimos y

denigrarlos como hombres delante de los demás. Dícese que

Trujillo ofendió a Juan Tomás Díaz, asesinó a su hermano y eso

provocó su “ajusticiamiento”.

Muy pocas personas eran permitidas a salir del país sin el

consentimiento de Trujillo, pues los que lo hacían o se asilaban,

se convertían, en su mayoría, enemigos del régimen, que formaban

grupos anti-trujillistas en el extranjero. El PRD se fundó en

Cuba en 1939. En Nueva York, Puerto Rico, Venezuela, Costa Rica

y Panamá, hubo siempre grupos de la “Diáspora” que conspiraban

contra Trujillo.

238

Al pueblo se le debe enseñar que solo Dios es superior a los

hombres; que ningún hombre o mujer puede tener poderes

omnipotentes. El endiosamiento y adulonería infla a los seres

con complejo de inferioridad y los convierte en caudillos y

tiranos de los pueblos y de sus mismos adulones. Esa es una

cultura que debe desaparecer entre los quisqueyanos.

El respeto a las edades, cargos, profesiones, funciones,

hábitos, rangos, filiaciones familiares y entre amigos, debe

enseñarse como obligatoriedad protocolar a la ciudadanía y no

caer en miedo y temor, pues los oportunistas aprovechan esas

debilidades para tomar ventajas.

A las personas mayores tratarlas de Don (Doña), seguido del

primer nombre; o Señor(a), seguido de su(s) apellido(s).

Utilizar los títulos: Ingeniero(a); Doctor(a); Padre; Sor;

Señor(a) Gerente o Administrador(a); Honorable Juez(a),

Presidente(a); General(a); Teniente; Sargento; Almirante;

Querido(a) hermano(a), primo(a), tío(a), abuelo(a); papá o papi;

mamá o mami; Estimado amigo(a). Con respeto, pero sin ser

sumisos, para aprender a ser libres y respetados.

239

En sociedades donde la igualdad ante la sociedad, la ley y

la justicia reside la libertad y dignidad de los individuos, los

cuales, desprovistos de hábitos, son personas simples y comunes.

Hay una anécdota o cuento sobre cuando al Presidente de los

Estados Unidos de América, el General Dwight D. Eisenhower

recibió a Trujillo, quien extiende el brazo y le da un apretón de

mano diciéndole con un gesto de grandeza: -“Generalísimo, Doctor

Rafael Leónidas Trujillo y Molina; Presidente de la República

Dominicana; Benefactor de la Patria; y, Padre de la Patria

Nueva”. A lo que, sencillo y sereno, le contestó el Presidente

Eisenhower: -“Ike”, en español.

Trujillo y Balaguer educan a un pueblo para rendir culto a la

personalidad y para que agradezca lo que ellos, como

benefactores, dan, como si fueran regalos, al pueblo, a sabiendas

que lo que hacían era mantener vivo a todo un pueblo controlado,

que le sirviera a ellos. Las obras, los comercios, las

industrias, la modernización de las fuerzas armadas, las obras de

infraestructura, la limpieza de las ciudades, etc., se hacían

para satisfacer los caprichos del tirano.

240

Todo lo que se hacía, llegaría un momento en que al pueblo

le pertenecerían esos logros, cuando ese pueblo despertara y

reclamara sus derechos. Cuando ese pueblo se diera cuenta que a

quien se debía servir era al mismo pueblo. Que los

administradores y guardianes de sus riquezas (gobierno y

ejército), son puestos y pagados por el pueblo.

Hemos llegado al Siglo XXI y todavía el pueblo vive un

letargo, como mareado todavía por lo que ha pasado, que le es

difícil suponer que tiene una identidad nacional propia, que es

donde reside la fortaleza que necesita para reclamar sus bienes y

derechos; para incursionar en el desarrollo del plan de nación

original de Duarte, aprovechando las instalaciones y obras que

hasta ahora se han hecho para beneficiar tiranos, caudillos,

partidos, corruptos y oportunistas.

Gracias a Dios, en todos estos procesos han estado hijos de

Quisqueya con los ojos abiertos, pero sin un instrumento efectivo

para lograr despertar y organizar al pueblo. Esa etapa, que

todavía es la del ayer, va a pasar muy pronto a la del hoy, con

diferentes resultados.

241

20. Juan Bosch quiso terminar obra de Juan Pablo Duarte

A los pocos meses de la muerte del tirano, Joaquín Balaguer,

que era el títere de turno que ocupaba la presidencia en ese

momento, pidió a Ramfis, el hijo mayor de Trujillo, que saliera

por un tiempo del país para que el pueblo se olvidara del

asesinato en masa que dirigió contra los acusados de la muerte de

su padre. Con la salida de Ramfis y de casi toda la familia

Trujillo, la oposición se destapó y por primera vez tenía la

oportunidad de dirigirse a un pueblo que estaba cegado por la

propaganda trujillista. El propio Balaguer dimitió, se fue a

Puerto Rico y en su lugar nombró un Consejo de Estado, para que

se celebrasen elecciones libres y democráticas.

242

En las elecciones del primero de diciembre del 1962 salió

ganador el Profesor Juan Bosch por el Partido Revolucionario

Dominicano que el fundara en Cuba en el 1939. Es durante el

gobierno del Consejo de Estado y en el gobierno de Bosch, que la

“Diáspora” regresa al país procedente de las naciones que

habíamos mencionado anteriormente.

El deseo de Bosch era que el pueblo se politizara, pero para

hacerlo se necesitaba llegar a al mismo con su idioma, costumbres

y cultura. Había un vacío de sentimientos patrios. La obra de

Duarte estaba en la mente de Bosch y de los que fundaron el

Partido Revolucionario Dominicano. Su himno menciona la

nacionalidad quisqueyana: “…Quisqueyano levanta la frente, mira

el sol que en oriente se asoma….”.

El poema de José Francisco Peña Gómez, “Lloran las Viejas

Campanas”, lo termina con la oración: “Que recojan esas las

manos, las flores de vuestros huertos; y ofrendadlas,

quisqueyanos, en las tumbas de estos muertos”. ¿Cómo no vamos a

decir que Quisqueya es la Patria?

243

Es que la idea de Duarte se siente pero no se ve. Es el de

propósito de este libro el hacer que se vea Quisqueya, el plan de

nación de Juan Pablo Duarte.

El General Elías Wessin y Wessin fundó su Partido

Quisqueyano Demócrata, buscando el patriotismo, buscando a la

Patria, sintiendo latir el pensamiento de Duarte… pero no la vio.

Hoy, al candidato del PRD, Hipólito Mejía, le sacan un

merengue y lo primero que reclama es a Quisqueya... se sigue

sintiendo, pero no la ven.

En el 1996, Leonel Fernández habla sobre el Frente

Patriótico, respondiéndoles a los críticos que no se siente

agraviado cuando escucha las notas del Himno Nacional

“dominicano”. Desde entonces se puede decir que Leonel Fernández

siente a Quisqueya, pero no la ve.

Pero, volvamos al gobierno de Bosch. Hablando de cómo se

desenvolvían los funcionarios del gobierno, podemos decir que lo

que Bosch hacía con la mano, lo desbarataban sus funcionarios con

los pies.

Pero a pesar de las protestas, el pueblo estaba con Bosch.

Sin embargo, estaban sucediendo cambios en el continente

244

americano que no tenían nada que ver con esas protestas, pero sí,

atemorizaba a los remanentes trujillistas y a los poderes

económicos locales y extranjeros, el que se le enseñara política

a un pueblo.

Por eso se produce el golpe de estado en septiembre del

1963.

Después del golpe a Juan Bosch, hay un éxodo de la pequeña

burguesía de la República Dominicana hacia el extranjero,

compuesta por comerciantes, intelectuales y políticos. Esta vez

no se van a Venezuela ni a Cuba. La mayor parte de los que

salen, van a Puerto Rico y a Nueva York; algunos a España y

Francia.

Dos de las tías de Checo ya residían en California, una de

ellas casada con uno de los jóvenes que vinieron en la invasión

del 14 de junio del 1959. En Nueva York, estaba casi toda su

familia de Cayetano Germosén, su tía abuela Selma, con casi todos

sus hijos, entre los cuales, uno que se distinguió como político

y comerciante americano y luego fue Cónsul en Nueva York en el

último de los gobiernos de Balaguer. Uno de esos hijos el

Capitán del Ejército, se mantenía residiendo en el país y tuvo

245

una participación importante entre los militares

constitucionalistas, que componía parte del grupo de militares

que abogaban por que fuera Balaguer el retornara el poder después

de la guerra.

En el país, el Triunvirato era un desastre político, donde

se volvió a la época de “quítate tú, pa’ ponerme yo”. Los

militares estaban incontrolables y el desorden institucional

primaba por doquier.

Esto dio pié a que la juventud se revelara contra el sistema

“democrático” que no era respetado ni por los militares ni por la

oligarquía de República Dominicana. Manuel Aurelio (Manolo)

Tavárez Justo, líder del Movimiento Revolucionario 14 de Junio,

amenazó con tomar las escarpadas montañas para liberar el país y

cumplió su promesa, seguido por un grupo limitado de hombres.

Fue aplastado en pocas semanas y la mayoría de los insurgentes

muertos, incluyendo el propio Tavárez Justo.

246

Juan Bosch continuó escribiendo, ya no cuentos, sino sus

tesis sobre una realidad que se vivía no solo en la República,

sino en el mundo entero. Pero su mente estaba centrada en cómo

se lograría completar la obra de Juan Pablo Duarte en su nación.

Tan convencido estaba Bosch de que el pueblo era

“dominicano”, que quizás por eso le fue difícil descifrar o darse

cuenta de que existía ese error de identidad.

Las prioridades en el plan de Bosch eran casi las mismas de

las que tenía Juan Pablo Duarte en su proyecto de nación, con la

diferencia de cien años.

Por no haber hallado Bosch la llave que abriría el cofre con

los planos e instrucciones para seguir la obra de Duarte, no se

puede decir que Bosch no era duartiano. Al contrario, no hubo en

247

esa época persona que recordara más a Duarte que Bosch. Tanto

así, que parece ser que esa semejanza de Bosch con las ideas de

Duarte, hizo que el mismo Balaguer escribiera una obra sobre el

Padre de la Patria.

El polvorín de la libertad estaba presto a estallar en

cualquier momento y aunque una gran parte del pueblo estaba de

nuevo sintiendo a la patria latir muy fuerte en su pecho, la

verdad era que verla resultaba cada vez más difícil con el

empañete que tenía (y aún tiene) de “dominicana”.

Ni siguiera la bandera que se usó para la fundación del

Movimiento Revolucionario Catorce de Junio (MR 1J4), fue

considerada la “Q” de Quisqueya que tenía, que al volver a la luz

pública fue eliminada de la bandera por razones que hoy no

comprendemos.

248

La “Q” de Quisqueya en la bandera del 1J4, desaparece

misteriosamente cuando el movimiento es convertido en partido

político.

249

Manolo inspiró a la juventud y despertó el patriotismo que

se había convertido en adulación a Trujillo, aunque éste no pudo,

o no tuvo idea, o no le dieron ideas, para cambiar hasta los

símbolos patrios.

Juan Bosch estuvo acercándose a las ideas de Duarte más que

todos los demás líderes después de la muerte de Trujillo, con una

política eminentemente criolla, sin visos de injerencias

extranjeras, analizada desde las más avanzadas teorías política,

económica y social.

Basta con citar algunos de sus pensamientos:

“Nuestra aspiración es que un día, cuando los niños que están empezando a

hablar sean hombres viejos y de nosotros no quede si no una cruz sobre una

tumba, esos viejos les digan a sus hijos que el compañero Juan vivió y murió

pensando cada hora de cada día en servir a su pueblo”

Compartimos varios años con el Profesor Bosch y podemos

reafirmar lo verdadera y certera de esa cita. Otra de las citas

que fueron expuestas en la dedicación que se le hiciera durante

la Feria del Libro en Santo Domingo en el 2007, fue la siguiente:

“El líder es aquel que expresa lo que el pueblo piensa y siente pero no puede

expresar; y si es así, no hay ni puede haber líder sino hay una parte del pueblo

250

que comparta lo que él piensa y siente, y en consecuencia, los partidarios y el o

los líderes, son igualmente importantes en la formación de un partido; unos no

tendrían existencia social sin los otros”.

La similitud del pensamiento de Bosch al de Duarte y otras

características personales en cuanto a la moral, honradez y

servicio a la patria, lo coloca tan cerca del Padre de la Patria,

como a los mejores y más consecuentes trinitarios y seguidores.

Sin embargo, quizás como muchos de esos trinitarios y seguidores,

Bosch no llegó a ver a la Quisqueya de Duarte.

Y si el Profesor Juan Bosch no pudo dar con Quisqueya, fue

porque tenía muy aferrada la idea de la dominicanidad, imposible

de arrancársela de arriba, pese a su educación como autodidacta.

Aunque llegó a conocer mejor que nadie el trabajo de Eugenio

María de Hostos, ninguno de ellos, ni Bosch ni Hostos, lograron

entender lo que faltaba para completar el plan de nación de Juan

Pablo Duarte y que consistía en esa identidad nacional

quisqueyana.

EL GOLPE DE ESTADO A BOSCH

251

Al pueblo dominicano le arrebataron la conquista de la

democracia el 24 de septiembre de 1963. En todo el trayecto de

su historia republicana el pueblo dominicano ha estado a la

merced de ambiciosos que apegados a poderes extranjeros conspiran

constantemente contra su soberanía e independencia. Solo que

esta vez fue muy diferente por diversas razones y por primera vez

la voz del pueblo se deja oír más allá de sus horizontes.

PRIMERA RAZON:

El pueblo quisqueyano acababa de salir inesperadamente de

una dictadura en la que sus hombres y mujeres de hasta cuarenta

años no conocían otra vida social que no fuera la enseñada por

los intelectuales trujillistas. En las aulas, los estudiantes

aprendían cómo ser buenos ciudadanos leyendo el folleto de

educación cívica, que dicen haber sido escrito por la primera

dama, María Martínez de Trujillo; y el libro de composición

gramatical escrito por Joaquín Balaguer. El país fue amurallado

contra la cultura, viniera ésta por ondas, escritos o mensajes

desde el extranjero. Solamente se aprendía a venerar al tirano y

a sus obras.

SEGUNDA RAZON:

252

Por haber sido una conquista fácil (dos años después del

ajusticiamiento de Trujillo), el pueblo no se había preparado

para defender la patria del aparato represivo y regresivo que

quedó intacto y que de forma maquiavélica dejó en posición

Joaquín Balaguer, quien saliera del país para preparar su regreso

contando con el reagrupamiento de los militares trujillistas, los

testaferros su Partido Dominicano y el apoyo del gobierno

americano que controlaba muchas de las empresas del país. El

gobierno del Profesor Juan Bosch tenía el respaldo del pueblo,

mas, el pueblo no tenía el poder.

TERCERA RAZON:

En aquellos momentos, los hechos históricos no dependían ya

de los caudillos. La correlación de fuerzas en el mundo había

estado cambiando. El triunfo de la revolución cubana provocó un

cambio en la política continental del gobierno americano.

Contradictoria en sí mismo, el cambio contenía tres variantes: 1)

Fin de política de apoyar manos duras en América Latina

(dictaduras militares); 2) Uso de esas fuerzas militares para

combatir a lo que fuera o pareciera comunismo (en realidad a lo

que pudiera ser un voto libre en las Naciones Unidas) y, 3)

253

Apoyo, asistencia con dinero y con la fuerza, a sectores civiles

que les fueran incondicionales. Ya para esa época existían los

grupos paramilitares conocidos como combatientes por la libertad

(“Freedom Fighters”), muchos de ellos controlados por la CIA (Agencia

Central de Inteligencia); otros, incontrolables o con cierta

independencia de acción. Además, estaba a la orden del día el

conflicto con Vietnam, que iban a influenciar las acciones del

gobierno americano en detener la epopeya más cercana al ideal de

Duarte.

CUARTA RAZON:

La trayectoria del gobierno del Profesor Juan Bosch estaba

llevando un mensaje a la América Latina y al mundo de que un

sistema democrático era posible para países pequeños y

subdesarrollados que les iba a permitir ser soberanos y

respetados en el conglomerado de naciones en globo terráqueo.

Una de las medidas en ese sentido era el librarse de deudas

externas, que constituyen el punto más débil de la soberanía e

independencia de un pueblo. Allende gana en Chile y el miedo se

apodera de los poderosos que hasta entonces se enriquecían bajo

el amparo de gobiernos que les servían.

254

Otras razones pueden ser tomadas en cuenta. Las que

menciono fueron suficientes. El pueblo quisqueyano no pudo

defenderse y se tuvo que dejar arrebatar la primera conquista

democrática desde 1876.

LOS MILITARES

A Trujillo lo acribillaron a balazos sus propios amigos

íntimos y relacionados. Las razones que tuvieron para hacerlo no

han sido puestas en claro, primero, porque la mayoría de ellos

murieron asesinados por Ramfis Trujillo, y los que quedaron

fueron dos altos militares que han sido privilegiados y premiados

por todos los gobiernos. Intocables y héroes para algunos, y uno

de ellos sospechoso de ser el autor intelectual de la muerte de

las hermanas Mirabal, puesto que se utilizó para el crimen un

vehículo de su propiedad o asignado a él.

Pero el derrocamiento del gobierno de Bosch sucedió en un

momento en que ya la muralla para detener informaciones sobre lo

que sucedía en el mundo exterior se había derrumbado

completamente. La joven oficialía militar no estuvo exenta de

esta influencia.

255

Con temor a que focos guerrilleros en América Latina

siguieran el ejemplo de Cuba, los Estados Unidos asistieron a los

ejércitos de la zona a entrenarse para contrarrestar estos focos.

La joven oficialidad de éstos ejércitos serían los utilizados

para tales fines, debiendo ellos estudiar manuales guerrilleros.

El método de guerra de guerrillas fue románticamente

adoptado por los dirigentes que consideraban que cambios

radicales eran necesarios para liberar a sus pueblos y conquistar

su soberanía. En 1964, Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo),

líder del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (MR1J4), se

levanta en armas con un reducido grupo de guerrilleros en las

lomas de Las Manaclas, manifestando que demandaba la vuelta a la

constitucionalidad.

Los jóvenes oficiales de las fuerzas especiales con base en

San Isidro fueron los encargados de enfrentar a las guerrillas.

Manolo Tavárez perdió la vida junto a otros guerrilleros y los

demás focos fueron hechos prisioneros. El Capitán Miguel Ángel

Calderón Cepeda era uno de esos jóvenes oficiales que dirigieron

las operaciones militares. Este militar y otros jóvenes habían

256

escuchado las limitadas arengas que le ofreciera Bosch al

Ejército Nacional mientras era presidente de la república.

El contacto con las corrientes políticas revolucionarias de

la época y con los hombres a quienes hubo de combatir, incidieron

en la formación del nuevo militar latinoamericano. La pregunta

que se hacían ellos mismos eran, entre otras, ¿Qué defendemos? ¿A

quiénes defendemos? ¿Por qué los defendemos? ¿De quién y de qué

los defendemos? ¿Cuál es nuestro rol y nuestro deber

constitucional?

Esas preguntas se convirtieron en agentes subversivos dentro

de las filas castrenses. Abril de 1965 no fue fortuito. Ante el

inminente reclamo popular de que se restableciera el gobierno

constitucional del Profesor Juan Bosch, los sectores trujillistas

desplazados se aliaron de nuevo con Balaguer en el exilio y se

unieron al descontento de los oficiales jóvenes con el propósito

de ser ellos los cabecillas de un intento de golpe de estado,

pero para poner a Joaquín Balaguer en el poder, no a Juan Bosch.

Los hermanos coroneles Giovanni y Juan Gutiérrez, el Capitán

Pericles Almánzar, entre otros, tenían esa misión. Pero los

acontecimientos se dieron de manera sorpresiva y sucedió algo

257

inesperado para ellos: los militares jóvenes que complotaban y

pedían el regreso de Bosch fueron acorralados, por haberse

descubierto sus planes a destiempo, hubieron de actuar

súbitamente y la única garantía que ellos tenían de no fracasar

era armando a la población civil para que los respaldaran y eso

hicieron. El pueblo había perdido la esperanzas de una

sublevación armada civil por el ejemplo del fracaso del MR 1J4,

pero los partidos principales estaban enlazados con los militares

conspiradores. El Sargento Ramón Peña Taveras apresó a la plana

mayor del ejército que se encontraba en Transportación en horas

de la mañana del 24 de abril de 1965.

258

259

260

CAPITULO VII

RELATOS DE CHECO DE LA VEGA

261

Como la mayoría de ciudadanos de República Dominicana que

tuvieron que asilarse de manera voluntaria o involuntaria, el

personaje que hemos creado en este Capítulo, tuvo que pasar gran

parte de su vida conociendo muchos países alrededor del mundo,

262

sin dejar de pensar en la patria y adquiriendo con ideas que

pudieran mejorar la situación general de Quisqueya, su pueblo y

de su diáspora, según él mismo afirmara. A partir del año 1945,

aparecerán algunos rasgos biográficos de este personaje.

Segmentos de la actividad juvenil de Checo de La Vega,

mientras estuvo en suelo quisqueyano, están narradas en escritos

separados que datan de su niñez en su pueblo natal (La Vega, en

la región del Cibao, Quisqueya), del que salió a la edad de 7

años, aunque muchas de las vacaciones escolares las pasaba en ese

pueblo natal. Durante su vida estudiantil primaria estrenó las

nuevas instalaciones de talleres en la escuela elemental

República Dominicana, en Santo Domingo (1953-1956); en el período

intermedio, en el Liceo Argentina, donde empezó a tener problemas

a la edad de once años, con represiones trujillistas, cuando uno

dos hermanos compañeros de aula, le dijo al Profesor Pérez

Fermín, alias Tuntún, que él había dibujado a Trujillo como

payaso, eso le costó una pela que su papá le dio delante del

director y una semana de suspensión, además de cero en conducta

por ese primer período (1956-1958); durante el bachillerato en la

normal, llamada Liceo Presidente Trujillo, hasta 1961 y Liceo

263

Juan Pablo Duarte después, el director, junto a dos agentes

secretos, torturaron a los tres que estaban en el aula con un

juego de acusaciones de que los otros habían dicho que él había

dibujado la hoz y el martillo en el pizarrón del aula y

viceversa, cuando interrogaban a cada uno de los otros (1958-

1962); después de la muerte de Trujillo, fue “cívico” por corto

tiempo, o sea, miembro de la Unión Cívica Nacional, hasta que se

abrió el local del Movimiento Revolucionario Catorce de Junio,

también en la calle El Conde, al cual perteneció hasta que salió

del país en 1966. En ese movimiento, militó como cuadro de

células barriales; en el Buró Obrero, como empleado en el Banco

de Reservas; en la JECAJU junto a Orlando Martínez, Miguel Cocco,

Ramón Tejeda, Tomás Ceferino Abreu y otros, en la Escuela de

Sociología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

(1963-1966); participó en acciones urbanas de soporte al

levantamiento de Manolo Tavárez Justo en las Manaclas, donde por

poco se va con Oscar Cabral para Nagua, para desde allí unirse a

las guerrillas; también tuvo problemas con una orden directa que

dio un dirigente, que luego formó su propio partido.

264

Es posible que Checo no sufriera en su juventud las peores

torturas que sufrieron otros opositores al régimen de Trujillo,

que se pueden apreciar en una película que se titula “Trópico de

Sangre”; pero durante la etapa golpista de 1963-1964, fue

apresado en varias ocasiones por los “Fantasmas” que le conocían,

entre ellos Vanderlinder, solo por asunto de sospecha; y, en una

ocasión acusado de participar en la quema de un vehículo del

embajador americano John Barlow Martin, sin que eso fuera verdad,

pues regresaba de la escuela superior a su casa, muy fuera del

área de los acontecimientos.

Está narrada en ese Capítulo V su participación en la

guerra de abril como uno de los jefes de grupos del Comando B-3,

comandado por Norge Botello, donde compartió con Jacques Viau,

Diómedes Mercedes, Jimmy Durán, Blanco Peña, Ángel Muñiz, Pedro

Bonilla y otros, en la estrategia y defensa del territorio en

Villa Francisca.

Luego cuenta sobre las vicisitudes de la post-guerra durante

un año, en las que el Presidente Joaquín Balaguer permitía las

acciones de “Los Incontrolables”, que le obligaron forzosamente a

un asilo involuntario, después de haber salvado la vida de una

265

segura ejecución, estilo paredón, en el viejo aeropuerto General

Andrews, junto a su amigo, René, que nunca ha dejado de residir

en el país hasta el presente.

El ulterior propósito es que el lector pueda ver lo que

narra Checo de La Vega, y pueda medir o comparar, aunque sea de

manera remota, la similitud de la vida que pudo llevar Juan Pablo

Duarte, quien vivió más tiempo fuera, que en su terruño querido.

No se le va a poner “comillas” a estos relatos, lo que a

veces el personaje se confundirá con el autor de este libro, lo

que no es simple coincidencia.

266

267

21. La Guerra Constitucionalista de 1965

El 24 de abril del 1965, sábado, checo estaba con seis

empleados del Banco de Reservas de la República Dominicana

haciendo efectivo los cheques de los militares en el recinto de

268

la Base de San Isidro. Era ya la una de la tarde, cuando se

habían cerrado las cajas y se suponía que los transportaran de

inmediato a la ciudad. Pasaron 20 minutos y el oficial de banco

que iba con ellos, el Sr. Andújar, exigió a los oficiales que se

buscara vehículo y escolta para llevarlos. Media hora después,

casi a las dos de la tarde, se apareció un autobús con dos

guardias armados como escolta y el chofer. Cuando llegaron a la

calle Isabel la Católica, frente al banco, los guardias

desmontaron a los cajeros y se fueron sin ni siquiera entrarlos

al banco.

Una vez adentro, los demás empleados de cambio que aún

estaban en el banco porque estaban cuadrando los cheques del

gobierno, preguntaron que qué vieron en el camino. Al contestar

que nada, contaron que se había dado un golpe de estado en la

mañana y que había problemas en las fortalezas militares.

Efectivamente, poco después de haber salido del banco, checo

se encontró con un grupo de militares acompañados de civiles

bajando por la calle Jacinto de la Concha con calle Ravelo. Eran

Caamaño, LaChapelle y otros militares, rodeados por una gran

multitud de civiles que portaban machetes, palos y escopetas.

269

Checo se unió inmediatamente al grupo, que bajo hasta la Avenida

Mella y se paró frente a la Puerta del Conde en el parque

independencia, donde se hicieron varias proclamaciones. La

policía que estaba rodeando la manifestación no hizo

absolutamente ningún intento de dispersarla, aunque se mostró

celosa y luego estos policías se retiraron por órdenes superiores

y fueron acuartelados.

Así empezó en el seno del pueblo la revuelta armada

constitucionalista. El golpe que los militares dieron en la

mañana, cuando el Sargento Peña Taveras hizo preso al Estado

Mayor de las Fuerzas Armadas, iba a ser aplastado por los

generales de San Isidro si no hubiese sido por el apoyo que estos

militares recabaron del pueblo.

El ataque de las fuerzas apostadas en San Isidro fue

rechazado en la cabeza del puente Duarte, donde murieron cientos

de soldados y gente del pueblo producto de los bombardeos de los

aviones y los proyectiles de los cañones de los tanques de

guerra.

Ya el pueblo y los militares constitucionalistas preparaban

la ofensiva hacia San Isidro, teniendo ya la ciudad capital bajo

270

control, cuando portaviones se aproximaron al puerto de Santo

Domingo y aviones y helicópteros empezaron a sobrevolar sobre la

ciudad, anunciando que la OEA (Organización de los Estados

Americanos) estaba enviando una fuerza de paz para terminar el

conflicto, para evacuar y salvar las vidas de los ciudadanos

americanos.

El conflicto armando entre los constitucionalistas y los

militares de San Isidro terminó con el cordón que impusieron la

“Fuerza Interamericana de Paz” de la OEA (Organización de Estados

Americanos), que arrinconaron a los constitucionalistas en Ciudad

Nueva, dejando huérfanos a los combatientes civiles que estaban

con las armas, pero sin dirección, en la parte alta de la ciudad.

Con la complicidad de los invasores, fueron aniquilados esos

combatientes y miles de jóvenes, en pocos días, en lo que se

llamó “Operación Limpieza” de CEFA (Centro de Enseñanzas de las

Fuerzas Armadas) combinada con otras ramas de las Fuerzas

Armadas.

Los episodios que durante este tiempo de la ocupación

militar extranjera y la resistencia que ofrecieron los

271

constitucionalistas a las agresiones y asedios, han sido

relatados por muchos de sus protagonistas.

Checo cuenta su propia experiencia y narra hechos que

sucedieron a su derredor, los cuales se fueron desenvolviendo de

forma natural, influenciados o no, por las políticas que los

líderes de los bandos nacionales y por las que los bandos

internacionales estuvieran planeando o ejecutando.

Sin comentarios (Foto fue tomada por Juan Pérez Terrero en 1965)

272

Sábado, 24 de abril, 1965

A eso de las 10 de la mañana, salieron, en un autobús del

CEFA (Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas) hacia la base

aérea de San Isidro, 8 empleados del Banco de Reservas que está

en la Isabel la Católica. Para checo, era la primera vez que iba

de cajero a cambiar los cheques que reciben los días 25 de cada

mes los miembros de las fuerzas armadas y la policía, pero por

ser domingo el 25, nos enviaron el sábado 24. Se rumoraba que

ese día iban a haber cambios importantes en las fuerzas armadas.

273

Llegaron, y alrededor de la una, pasado el meridiano,

cerraron las cajas y se disponían a salir, cuando fueron

informados que no había transporte para regresar a la Capital.

Después de una larga hora de protestas les fue cedido un autobús,

pero sin escolta. El encargado de los cajeros rechazó la oferta

y media hora más tarde resolvieron lo de la escolta y salieron.

Al llegar al banco encontraron la situación tensa. Checo

era miembro del comité del buró obrero del 14 de Junio dentro del

banco y le informaron que hubo un golpe de estado en la mañana,

pero que había sido aplacado. Sin embargo, había la posibilidad

de que otros cuarteles se hayan sublevado y que no estaba del

todo controlado. Salió del banco a eso de las 4 de la tarde y en

camino a la casa los rumores se multiplicaban por doquier.

Ya llegando a la casa, Radio Comercial comenzó a dar

detalles del alzamiento de los militares, informando que los

cabecillas de la sublevación estaban entrando al centro de la

ciudad seguidas por multitudes de civiles. Checo se fue a la

calle y efectivamente, a eso de las 5:15pm venían bajando por la

Jacinto de la Concha entre Ravelo y Félix María Ruiz (hoy Avenida

México) el Capitán LaChapelle Díaz y otros oficiales acompañados

274

de enlistados y una multitud de cientos de civiles, muchos

empuñando armas de fuego, armas blancas y otros objetos.

Checo se unió a la multitud, que siguió bajando por la calle

José Reyes, dobló a la derecha en la Avenida Mella y no se detuvo

hasta llegar frente al baluarte. Ya frente al Altar de la

Patria, en el parque Independencia, la muchedumbre, rodeada ahora

por efectivos de la Policía Nacional, gritaba “Constitución del

63” “Constitución del 63”. Los altos militares estaban

conversando con los oficiales de la policía, a los cuales le

pidieron que se retiraran a los cuarteles que ellos tenían el

control de la ciudad y que no querían usar la fuerza contra sus

hermanos. Los policías se retiraron. Las emisoras de radio de

la ciudad se hicieron eco de lo que estaba sucediendo y una de

las principales órdenes que se oyó allí de parte de los

militares, fue la de dirigirse a Radio Santo Domingo

inmediatamente para retomar la estación de radio y televisión.

Algunos de los destacamentos de la Policía Nacional fueron

asaltados por civiles. Los vehículos celulares de esos

destacamentos fueron pintados con letreros con la palabra

“PUEBLO” con pintura blanca. La gente en todos los barrios se

275

lanzó a las calles y se escuchaban disparos por toda la ciudad,

mayormente al aire.

Toda la madrugada del 25 la población vivió momentos de

angustia debido a que se escuchaban las voces de la rebelión por

momentos y por momentos las voces de los miembros del gobierno de

facto.

Los Héroes y Mártires

En horas de la mañana el 25 de abril, tropas del CEFA se

acercaban al puente Duarte. Los soldados sublevados se apostaron

en la cabeza del puente y miles de civiles le acompañaban

sosteniendo cócteles molotov y armas de bajo calibre para

resistir a los tanques de guerra que se disponían a cruzar.

Durante toda la mañana la batalla del puente fue la más cruel y

276

desigual batalla de la guerra de abril. En ella murieron cientos

de personas. Los dos tanques que lograron cruzar fueron tomados

por el pueblo, uno de ellos quedó inutilizado. El otro, después

de haber sido usado en algunos ataques y contra los brasileños,

fue inutilizado por los marines el 15 de junio en la calle

Caracas esquina Enriquillo.

En la Fortaleza Ozama estaban acuartelados los miembros de

las fuerzas especiales de la Policía Nacional, Los Cascos

Blancos. Estos, apertrechados, hacían disparos a los que pasaban

por el lugar, dando motivo para que se planeara, con el tanque,

bazucas y otras armas de alto calibre, el asalto a la fortaleza.

Después de tres horas de intenso fuego de ambos lados, se logró

abrir el portón y civiles y militares penetraron en la fortaleza

apresando a los policías que se encontraban allí. Otros habían

escapado por detrás, lanzándose a la ría Ozama para cruzar a

Villa Duarte. Otros, se rindieron y fueron llevados en calidad

de prisioneros de guerra al Instituto de Señoritas Salomé Ureña.

Los héroes que se mencionan en los periódicos, revistas y

libros que hablan de este período clave de nuestra historia, son

protagonistas sin duda algunas. Los que se van a mencionar,

277

quizás por jerarquía política, extracto social, humildad y

patriotismo, no han lucido como tal en la historia, según Checo

de La Vega, quien hace los relatos, aunque sabemos que José

Francisco Peña Gómez inmortalizó a muchos en “Lloran Las Viejas

Campanas” y en “Hitos de la Revolución”, dos composiciones

grabadas.

LOS CIVILES

(algunos aparecen con apodos solamente).

Juan Peralta (Juanchi) -artillero de la ametralladora calibre

30mm y luego de la 50mm unidad movil.

Le vimos defender la calle Ravelo deteniendo al enemigo en

las intercepciones con la calle Jacinto de la Concha y con la

Avenida Duarte operando una ametralladora calibre 30 milímetro de

cinta, con trípode. Después del 16 de junio el arma fue cedida a

los que intentaron llevar a cabo el proyecto de San Francisco de

Macorís y Nagua. “Juanchi” como le decimos, se hizo entonces

cargo de la única ametralladora calibre 50mm del comando B-3, que

fue montada en el Jeep blindado con planchas de acero, hasta que

terminó la contienda. La última vez que supimos de él, vivía en

278

Corona, Queens, y se desempeñaba como un prestigioso mecánico de

autos y camiones.

Manuel García (el “español”)

Durante el mes de mayo de 1965, los soldados de la OEA

ocuparon el Centro Obrero frente al Parque Duarte, asediando las

postas del Comando B-3. “El Español” con ayuda de varios de

nosotros dentro del parque, y con la ametralladora 30 apostada en

el teatro Atenas, hicimos salir de allí antes de que se

acomodaran. En horas de la madrugada con el sol naciente,

tratando de sacar la ametralladora calibre 30mm del Atenas,

fuimos atacados desde la calle Vicente Noble con morteros,

granadas lanzadas con fusiles y proyectiles de alto calibre,

hiriendo a Fontana en un brazo y al boxeador Kid Paredes

levemente en el brazo y la pierna derecha. Pudimos salir gracias

al apoyo del español y del Cacique (Pedro Pablo Reyes) que

dispararon sin temor al lugar desde donde venía el ataque.

Salimos de allí de frente en el jeep del comando, hasta la calle

José Martí, donde doblamos a la derecha y nos libramos del fuego

enemigo, habiendo recibido el vehículo varios impactos de

279

proyectiles, tres de ellos directamente derritiendo el duro

plástico del volante. Manejábamos el Jeep tirado en el piso y

guiándonos por la acera del parque Enriquillo.

Jacques Viau Renault (Poeta haitiano y sub-comandante del Comando

B-3)

Jacques era el coordinador de la defensa del área.

Posiblemente el responsable de que el enemigo no haya tomado el

edificio que servía de estado mayor y del área defendida por el

Comando B-3, cuando los ataques del 15 y 16 de junio. Había

instalado cuatro cartuchos de dinamita en una zanja frente al

edificio (antigua escuela Arzobispo Valera y propiedad de la

sucesión Andrickson en la bajada de la calle Jacinto de la Concha

a la sur de la calle Ravelo). Un mortero lanzado por el enemigo

le destrozó las piernas el 15 de junio y 10 días después

expiraba. Nos dejó en poemas las lamentaciones del hombre

oprimido de la época en su “Permanencia del Llanto” obra que

luego publicara su amigo Juan José Ayuso.

“Ya no es necesario atar al hombre para

matarlo….”

280

Jacques era hijo de Vincent Viau, un exilado haitiano que

fue candidato a la presidencia de Haití en contra de “Papa Doc”

François Duvalier. Vincent fue nuestro profesor de francés en el

segundo curso de la normal en el Liceo Juan Pablo Duarte de la

capital. Su hijo Clement Viau era compañero de curso y de aula,

con quien seguimos con una buena amistad y unido en asuntos de

negocios en la diáspora en Nueva York.

Poemas inéditos de Jacques se perdieron al incendiarse la

oficina donde nosotros manteníamos los manuscritos que él nos

dictaba y escribíamos en la maquinilla eléctrica del comando.

Teníamos electricidad, pues la planta central de la Compañía

Dominicana de Electricidad (CDE) estaba en la zona

constitucionalista.

Siempre vimos a Jacques tomar con seriedad cada aspecto de

la guerra y su preocupación por la disciplina y firmeza de los

combatientes. Amaba a Haití y era su esperanza que las dos

naciones pudieran vivir en paz y armonía. Era un haitiano

duartiano, como deberán ser los que resuelvan los conflictos

entre Quisqueya y Haití.

281

(“Batata”):

Su nombre debe estar escrito en algún lugar en los archivos.

Norge Botello debió tenerlo. No se le había hecho carnet del

comando B-3. Batata murió disparándole frente a frente al

enemigo. Cuando Híter Aristy recogió el fusil FALN que usaba

Batata, ya no tenía parque. Batata no pertenecía al B-3. Era

del grupo denominado “los Rolistas” que comandaba Jaime Cruz en

San Carlos. En esos días estaba molesto con sus compañeros de

comando y estaba pidiéndole a Norge que le aceptara en el Comando

B-3. Cuando comenzaron los disparos en la mañana del 15, a eso

de las once de la mañana, llegaron refuerzos de los comandos de

San Miguel y de San Antón. También se presentó Batata. Después

que fueron heridos Pedro Bonilla y Jacques Viau, se pudo observar

que el enemigo había logrado controlar la Vicente Noble, lo que

daba pensar que los combatientes del Comando POASI habían sido

derrotados o habían desertado. Lo segundo fue lo que sucedió.

Pedro Cadena había muerto combatiendo anteriormente defendiendo

esa área. La lluvia de balas que cruzaba por toda la Félix María

Ruiz era una amenaza para el cruceteo que tenían los integrantes

del comando y los civiles que buscaban refugio. Batata logró

282

aminorar el asedio que tenían, disparando desde la esquina

formada con la calle Tomás de la Concha, pero cuando menos lo

esperaba, se quedó sin municiones, lo que aprovecharon para con

una sola bala explosiva disparada por un franco tirador desde la

Vicente Noble, que le penetró medio a medio al pecho, con un

pequeño e insignificante orificio de entrada, pero que al

penetrar y explotara, dejo un desastroso boquete en la espalda de

este valiente quisqueyano.

David Lorenzo Fernández

Hijo del chinero que se paraba en la Avenida Mella con José

Reyes, David era un joven esbelto de unos 6 pies y pelo largo

castaño, de nariz aguilucha. Pertenecía al grupo que yo

comandaba y hacíamos postas a todo lo largo de la bajada de la

Jacinto de la Concha, incluyendo el Centro de Detallistas. En

una ocasión cuando el enemigo destruyo la posta de una avanzada

que estaba compuesta, entre otros, por los hermanos Benjamín y

Emilio (Ñañán) Wynns, Manolo y Papi, acudimos al socorro de esta

avanzada y en uno de los cruces de la calle fui impactado por un

proyectil en la cabeza que produjo un chorro de sangre que manchó

283

de rojo la franela blanca de manguita que tenía puesta. La

cantidad de sangre que brotó por el orificio producido por el

proyectil provocó que me desmayara. David me arrastró por el

callejón (entre la calle Caracas y Ravelo) y al ver que yo no

reaccionaba se apresuró a dar la noticia en el comando de que yo

había caído. Mi padre, que oyó el rumor, le quitó una

ametralladora a uno de los combatientes y se disponía a

enfrentarse cara a cara al enemigo que “le mató” a su hijo. Lo

pudieron contener y en pocos minutos me fueron a recoger. Ya yo

estaba de pié y me había refrescado con agua de un grifo que

había en el patio. Una semana después, a eso de las 5 de la

mañana, David hizo varios disparos al aire con la intención de

despertar a los combatientes que hacían postas y que iban a ser

reemplazados. Desde la Vicente Noble un franco tirador le

perforó la frente y el pecho, cayendo David sin vida en la

esquina noroeste de la intercepción de las calles Ravelo y

Jacinto de la Concha. Un combatiente, Teudo, fue a socorrerle y

tuvo que escudarse en el edificio porque el franco tirador

continuaba disparando. Dos de nosotros nos apresuramos y tirados

en el pavimento descargamos ráfagas para lograr que Teudo pudiera

284

arrastrar el cuerpo sin vida de David a un lugar seguro y fuera

de la línea de fuego.

Oscar Santana –Comando del Mercado Modelo-Comandante

Líder juvenil del 14 de Junio, destacándose en los micros

mítines que se organizaron durante el triunvirato. Durante la

guerra de abril mantuvo en alto la moral del comando de la

Avenida Mella, encargándose de salvaguardar las mercancías e

inventarios de los dueños de casetas en el Mercado Modelo;

controlando la prostitución y desórdenes en esa área; y

patrullando sus calles.

Una noche de mayo fue vilmente asesinado por unos miembros

del Comando San Miguel que se emborracharon y fueron al Mercado

Modelo con la intención de robarse unas gallinas para hacer un

“sancocho”. Oscar los enfrentó para evitar el robo y según contó

uno de los tres asaltantes, “Chivú” le disparó casi a quema-ropa.

Los culpables de ese crimen fueron apresados, juzgados y

sentenciados a la pena de muerte. Su padre lo era el Sr. Isidro

Santana, dueño de una de las pocas compañías de autobuses

285

privadas de Santo Domingo en ese entonces. Con su madre,

compartimos una gira turística en el año 1982 desde Miami.

Nos tocó a nosotros, con tres otros combatientes, Tomás,

Juanchi y Fontana, encargarnos de la seguridad y protección del

área del Mercado Modelo, hasta que su comando se reestructurara

en unos tres o cinco días.

Desde entonces y hasta que el jeep del comando fuera

preparado como vehículo blindado para uso de la 50mm,

patrullábamos toda el área del comando B-3, para evitar

desórdenes nocturnos.

Ramón Pichirilo

Conocimos poco de su vida. Fue una de las víctimas de la

infame “Banda” de “incontrolables” que operaba a la sombra y

protectorado de Joaquín Balaguer. Le acribilló a tiros por la

espalda uno de los miembros de las Fuerzas Armadas o la Policía

Nacional que eran escogidos para “encargarse de localizar,

asechar y asesinar” a los “constitucionalistas” reconocidos.

Pichirilo fue el que capitaneó en buque “Gramma” que llevó a

Fidel Castro en la invasión a Cuba en el año de 1953. En los

286

encuentros entre jefes de comandos era de poco hablar y su ronca

voz terminaba las reuniones con algo así: “¡vamos a lo que

vinimos! El 15 de junio de 1965, cuando Diómedes Mercedes y yo

nos dirigíamos al Comando Central para buscar refuerzos a eso de

las 4 de la tarde, desde el frente del local de la sucursal del

Banco de Reservas en la Avenida Mella, pudimos ver en el mismo

medio de la calle a un hombre con una ametralladora que la hacía

tronar, al tiempo que gritaba “Yo soy Pichirilo! ¡Vengan, cójanme

si pueden!”. Los helicópteros de las “Fuerzas Interamericana de

Paz” sobrevolaban sobre el territorio constitucionalista

pidiéndole a través de altoparlantes a Pichirilo que se rindiera.

Reynamour –Comandante de la Avanzada de los atletas de lucha libre y boxeo en el B-3

Era el jefe del Grupo de los luchadores y boxeadores

profesionales que tenían su trinchera en la calle José Reyes a

esquina Félix María Ruiz (Hoy avenida México), donde estaba la

sastrería del Sr. Olivo. Su seriedad y valor para mantener a su

grupo disciplinado y listo para el combate marcaban su

característica de un patriota firme. Hombre sereno y humilde,

287

presto a acudir en la ayuda de cualquier combatiente. No sabemos

qué ha sido de él después de terminada la guerra.

Papi -(14 AÑOS), Miembro del Grupo David Lorenzo Fernández del B-

3

Me parece que vive en Nueva Jersey, lo pude ver una sola vez

cuando nos íbamos de Nueva York. Papi tenía entre los 13 a 15

años cuando estuvo con nosotros en el Comando B-3. Su cara

risueña hacía sentir a cualquiera que estábamos en un evento

ameno y divertido, donde el miedo y temor a perder la vida no era

la preocupación del momento. Estuvimos juntos en acciones por

dos o tres veces. Una de ellas fue la captura de un soldado

americano en el cordón de la calle Caracas. Me acuerdo como

abrió los ojos el joven de color oscuro que trató de hacer un

movimiento raro y Papi le sonrió mientras rastrillaba su carabina

“Sancristobita”. Al soldado le calmó el hecho de que podía

hablar en inglés con nosotros. Manolo el mecánico se nos unió en

el patio mientras lo escoltábamos. Eso nos dio algo de

seguridad. Lo entregamos al Comando y fue llevado al Comando

Central del edificio Copello en Ciudad Nueva. Supimos que el

288

soldado y otros prisioneros de guerra fueron canjeados por

constitucionalistas que estaban presos por los americanos, entre

ellos el Capitán Calderón.

La otra ocasión se trató de más o menos lo mismo, pero un

poco más peligrosa, porque se trataba de un Sargento del CEFA que

dormía en su casa, que estaba también en el cordón de la calle

Caracas, con el frente hacia el cordón y el patio en terrenos de

la zona constitucionalista. Armados de dos revólveres, fuimos a

la casa. Nosotros entramos por una ventana que estaba abierta

por el patio y Papi entró por la cocina. Gracias a Dios el

hombre estaba durmiendo “rendido” porque cuando nosotros entramos

al aposento, quedamos del lado izquierdo y vimos que el oficial

tenía una pistola calibre 45 en la mesita de noche del lado

derecho. Nosotros le apuntábamos a la cabeza mientras nos

movíamos al otro lado y pudimos llegar al arma antes que

despertara. Despertó con el ruido de Papi entrando al cuarto

encañonándolo. Le dimos ropa para que se vistiera y lo sacamos

por el patio hacia la zona constitucionalista.

Al igual que a los americanos, llevamos al soldado a la

jefatura del comando y fue llevado al Comando Central. A los

289

pocos días de este incidente, fuimos a llevar una nota a la

presidencia y vimos que el guardia que cuidaba en frente del

edificio era el oficial que secuestramos. Nos dijeron que era un

sargento amigo personal de Caamaño.

Capitán Miguel Ángel Cepeda

En el Comando B-3 no había militares ni personal que supiera

de armas. Por esa razón, había un entrenamiento en artillería

que al principio lo hacía un guardia que estuvo con nosotros a

principio de la guerra y luego íbamos a entrenarnos al parquecito

Eugenio María de Hostos en Ciudad Nueva, donde uno de los

entrenadores era Amaury Justo Germán.

El Capitán Miguel A. Calderón Cepeda era el padre de mis

tres sobrinos, Miguel, Julio y Ramón, con mi hermana Eunice, que

vivían conmigo en la Tomás de la Concha.

Al principio de la guerra nosotros nos habíamos trasladado

en el motor con mi amigo Osvaldo Santos Lendeborg (Talo) a San

Cristóbal, porque nosotros creíamos que él estaba de puesto allí

todavía. No nos pasó nada el día 25 de abril, porque al

preguntar por él creyeron que se trataba de algo personal, como

290

en realidad yo le explique a los oficiales de allí que él era mi

cuñado. Nos dijeron que el estaba de puesto en la Fortaleza de

San Luis en Santiago, porque estaba entrenando a las fuerzas

especiales. Calderón fue uno de los entrenadores de los ‘Hombres

Ranas” junto con el Coronal Ramón Montes Arache. Supimos luego

que él trató de entrar a la zona constitucionalista desde

Santiago y fue apresado por las fuerzas interventoras.

Una lista de unos ciento treinta hombres componía la

disponibilidad humana del Comando B-3, aunque las armas no

alcanzaban para más de la mitad de ellos. Todos, hacían su

servicio y estaban prestos a empuñar el arma del que cayera.

La parte diplomática está más o menos narrada por el ex

embajador americano, John Bartlow Martin, en su obra “Overtaken

by Events”. Otro tanto sobre las comunicaciones del gobierno

constitucionalistas a su embajador en las naciones unidas, Rubén

Brache, las tenemos nosotros en archivo, aunque una parte se la

entregamos a una señora que trabajaba en el Listín Diario hace

unos quince años. Esos telegramas eran enviados por el Dr.

Jottin Cury.

291

Un legado muy específico que nos dejó Juan Pablo Duarte, es aquel

de que “una república libre de toda dominación extranjera”, que

fuera la fuente de inspiración para los versos en el himno

nacional que dicen: “…Que Quisqueya será destruida, pero sierva

de nuevo jamás”. Por esa razón ninguna persona ya fuera de

derecha, ya de izquierda, pensaría que una revolución terminaría

entregando el poder a Rusia o a Estados Unidos.

La guerra de abril solamente causó la fuga hacia el

extranjero de los que eran extranjeros o extranjerizantes, aunque

los que tenían familiares que podían patrocinarle visas,

aprovecharon también esa época.

22. La Diáspora Quisqueyana en Nueva York

292

El caso nuestro era especial desde el punto de vista

migratorio, pues no vinimos para quedarnos mucho tiempo.

Nuestros padres no habían alquilado un apartamento a nuestra

llegada a Nueva York. Residían con nuestro tío “Pipí” y su

familia, en una de las habitaciones del apartamento en un quinto

piso de la calle 173 en Manhattan, esquina Audubon. A la semana

nos mudamos al 47 de la avenida Fort Washington, que muchos años

después de pagar alquiler, nuestros padres se convirtieron en

propietarios del apartamento.

No fue sorpresa para nosotros, ni nos deslumbramos al llegar

a la ciudad de los rascacielos. Esa misma noche, reunidos todos

en familia, papá, mamá, el tío “pipí”, su esposa y sus tres

hijos, la tía Luz Patria, la tía Orfelina, el tío “Cullito”; el

tío José Rafael y otros que no recordamos ahora, hablaron

brevemente, pero como al día siguiente todos iban a trabajar,

como a las diez y media de la noche se iban retirando, momento

que aprovechamos para preguntarle al tío José Rafael que si sabía

donde quedaba la universidad para nosotros visitarla, puesto que

íbamos a aprovechar la estadía para estudiar. A eso, papá hizo

293

una proclamación realista: ¡”Aquí, todo el mundo tiene que

trabajar”!

No sabía todavía a dónde íbamos a dormir e impactado por la

sentencia de papá, hicimos creer que acompañaríamos a Rafael

hasta abajo y aprovechando esa despedida, salimos sin rumbo hasta

la avenida Saint Nicholas, caminando hacia el norte, deteniéndonos

en algunos negocios que estaban cerrando, para preguntar si

necesitaban trabajadores. Así llegamos hasta la calle 181 y le

preguntamos a un policía si sabía donde podríamos conseguir

trabajo a esa hora. El policía, que al parecer era irlandés, no

se sorprendió y me dio una dirección en un papelito y me dijo que

tomara el “Subway” hasta la estación de la calle 4.

En un bolsillo del pantalón teníamos cincuenta centavos,

pero habíamos dejado la cartera en el apartamento y salimos sin

camisa, en franela de manguita. Parece que la sangre caliente

del Caribe no permitía que sintiéramos el frío que ya estaba

haciendo a esas horas de la noche. Compramos dos “tokens” y nos

quedó diez o veinte centavos.

Cuando llegamos a la dirección, en la entrada había una

persona en una casilla como para comprar taquillas, a la que

294

preguntamos cómo solicitar empleo. Nos miró un poco extrañado y

unos segundos después viró la cabeza, extendió su brazo derecho y

alcanzó una ficha con un número sesentaidós (62). El empleado se

viró de hacia nosotros y dijo: -“Here, take this, go inside, look for that

number and come back around six O’clock in the morning”. Que traducido

sería: (-“Mira, tenga esto, vaya adentro, busque ese número y

regrese como a las seis de la mañana”). Era ya un poco pasado la

media noche, el lugar estaba lleno de camitas ocupadas por gente

que parecía pordiosera, algunos sentados, otros acostados y

varios revisando fundas de tela llenas de efectos personales.

Llegué al espacio marcado con el número 62 y había una camilla

con sábanas dobladas y una almohada sobre un colchón delgado, que

nos trasladó mentalmente a los tiempos de la guerra de abril,

pues era ese tipo de camitas la que repartíamos a los

combatientes.

Ya a las cuatro de la madrugada yo no podía dormir y me

acerqué a la casilla para preguntar a qué hora abría la oficina

para solicitar empleo. Se rió y nos dijo que allí no era un

lugar donde daban trabajo, que eso era solo un refugio (“shelter”) y

que si nosotros queríamos empleo, la oficina del estado estaba en

295

la calle 37 casi esquina Broadway, que abre a eso de las ocho…

ocho y media. Ya habíamos calculado que en Manhattan las calles

están numeradas progresivamente desde el uno, aunque la parte

baja, el distrito, las calles y avenidas tienen nombres (Wall Street,

etc.). Caminamos por Broadway hasta la calle 37, verificamos el

lugar, pero era como las cinco de la mañana. Bajamos al tren y

con el pasaje que teníamos entramos y nos dirigimos a la estación

de la calle 168, casi decididos a regresar al apartamento con

nuestros padres. Cuando íbamos caminando por la cera occidental

de Saint Nicholas, vimos a mamá que doblaba en la esquina de la

173 y nos escondimos.

Regresamos al tren y compramos un pasaje, porque solo

teníamos veinte centavos y como era temprano todavía, salimos en

la estación de la calle 96. Al salir, nos topamos con Vicente

Jiménez, quien nos dio rápido su dirección y se apresuraba a

bajar al tren, mientras que otra persona que hacía solo dos

semanas nos había pedido prestado el motor Honda en Santo

Domingo, nos saludó extrañado, pues no tenía conocimiento de que

vendríamos a Nueva York. También nos dio su dirección y

296

nosotros, con pena de pedir, decidimos seguir caminando a pié

hasta la calle 37 para solicitar empleo.

Llegamos pasadas las ocho de la mañana y subimos al segundo

piso donde nos dieron un número que rápido fue llamado. Un joven

americano nos atendió y por la forma en que nosotros estábamos

vestidos, nos hizo una serie de preguntas que nos obligó a

contarle la historia que nos trajo frente a él. Con sentimiento

de simpatía, nos dio una tarjeta (que aún conservo) con la

dirección para presentarme a trabajar a las diez y media de la

mañana y me dijo que regresara, con camisa, al día siguiente para

ayudarme a conseguir una tarjeta de seguro social y otros

trabajos. No regresamos y cuando tuvimos una oportunidad de ir a

ese lugar, ya no existía allí.

Un señor mayor nos recibió, nos dio un delantal blanco, un

gorro de cocinero y dio instrucciones a un señor boricua para que

nos orientara y entrenara. En dos minutos nos dijo que nuestra

tarea era recoger los enseres y sobras que dejaba la gente en las

mesas, las limpiara; a las dos de la tarde teníamos media hora

para almuerzo, pudiendo servirnos lo que quisiéramos del

restaurant; seguir trabajando hasta las siete de la noche que

297

cerraban para que limpiáramos con un “mapo” los pisos, antes de

cobrar los doce dólares con ochenta centavos por el pago del día.

Que antes de regresar al día siguiente, fuéramos a la oficina del

estado a buscar otra tarjeta.

Llegamos al apartamento como a las nueve de la noche y como

la noche anterior, estaban todos los que nos recibieron. Hicimos

esta vez nosotros la proclamación: -“Ya estamos trabajando” y

pusimos los doce dólares sobre la mesa de la sala.

El tío Rafael nos dijo que iríamos por la mañana a buscar la

tarjeta de seguro social a la calle 125. Le contamos lo que

hicimos durante las primeras veinticuatro horas de nuestra

estadía.

Fuimos, sacamos la tarjeta y nos preparamos para un trabajo

que nos ofreció Enriquillo Tejada en el Bronx, en una

compraventa. Aprovechamos para averiguar lo de la universidad y

conseguimos información sobre el New York City College (hoy CUNY –City

University of New York).

La experiencia obtenida en la compraventa nos ayudó a

conseguir que nuestros oídos se acostumbraran a distintas

pronunciaciones y formas de hablar el inglés. Latinos, rusos,

298

irlandeses, africanos, italianos, judíos, campesinos americanos

(“hillbillies”), alemanes, chinos, etc., todos tienen sus estilos

peculiares al hablar el idioma inglés.

Nos registramos en el City College para tomar clases de

matemáticas y de “remedio” del inglés, o sea, nivel

universitario, para poder tomar luego los cursos de arquitectura.

Las clases empezaban a las seis de la tarde y la compraventa

cerraba a las seis de la tarde también. Como las clases eran

tres veces a la semana, pedimos que se nos dejara ir media hora

antes esos días, lo que resultó ser incómodo para los dueños e

más problemático para nosotros y tuvimos que salir de la escuela.

No nos gustaba el trabajo y decidimos buscar otro después de

tres meses allí. Leímos un aviso en El Diario y fuimos a una

entrevista con el dueño en la avenida Segunda y calle 93 del este

de Manhattan. Se trataba de una agencia de viajes y oficina de

preparación de planillas para impuestos sobre ingresos, cuya

temporada estaba próxima a iniciarse. Siempre le estaremos

agradecido al dueño por el trato que hemos recibido hasta el día

de hoy, aunque nuestro empleo permanente con esa empresa fue poco

menos de un año, seguimos parcialmente trabajando por muchos

299

años. Con esa persona aprendimos bastante sobre la vida, la

libertad, afianzamiento de los principios cristianos, el idioma

español y mucho más el inglés. Añadiéndole a eso el haber

obtenido los conocimientos que han sido el pan de cada día para

nuestra familia, pues las profesiones de agentes de viajes y de

consultor sobre impuestos sobre ingresos, son las que nos dieron

independencia financiera en este país hasta el presente.

Cuando Checo de la Vega llegó a Nueva York en el 1966, ya

estaban organizados los partidos PRD y PR. También se reunían

grupos de amigos que gestaban clubes y asociaciones.

En los periódicos hispanos de la Ciudad de Nueva York (El

Diario y El Tiempo), ya había columnistas quisqueyanos

escribiendo (Reginaldo Atanay y José Jiménez Belén.);

profesionales ejerciendo, como es el caso del Lic. Antonio

Claudio Martínez; comerciantes, como Amadeo Luciano y Rafael

Trinidad (Capó), Pircilio Peña, Oscar Monegro; artistas

plásticos, como Ada Balcácer y Antonio Toribio (Lito); cantantes,

músicos, locutores y otros profesionales que buscaban revalidar

sus títulos en las universidades.

300

Es cierto que la mayoría de esta Diáspora, especialmente los

familiares de los que llegaron primero, tenían que trabajar en

factorías y en servicios hoteleros por la barrera del idioma y

eran reconocidos como cumplidores y buenos trabajadores. El

deseo de la mayoría de éstos en ese momento, era ganar suficiente

para traer a más familiares, porque era fácil solicitar visa de

residencia (“pedir”) a hijos, padres, hermanos, primos y

sobrinos, lo que hoy es casi imposible.

La guerra constitucionalista terminó prácticamente en

diciembre del 1965. Como una medida de seguridad, auspiciada por

la embajada de los Estados Unidos, el gobierno de García Godoy

exiló a los principales protagonistas del lado

constitucionalistas como lo hiciera el presidente Duvergé con

Duarte, nombrándoles en cargos diplomáticos alrededor del mundo.

A principios de 1966 y hasta las elecciones en que

impusieron a Balaguer, había surgido un grupo de paramilitares

conocido entonces como el “Batallón de la Muerte”, encargado de

perseguir y eliminar físicamente a los militares

constitucionalistas. Muchos tuvieron que “aceptar” salir del

país para salvar sus vidas.

301

Recordamos un caso en mayo de 1966, en que dos agentes del

Centro de Enseñanzas de las Fuerzas Armadas, un sargento y un

cabo, tenían la misión de eliminar a un hombre rana que conocemos

con el nombre de Osiris. Una tarde nosotros en compañía del

amigo “Talo” (el locutor, ya fallecido, Osvaldo Santos Lendeborg)

nos enfrentamos a los sospechosos y nos enfrascamos en una lucha

a cuerpo, quitándole una granada de mano a uno y una bayoneta al

cabo. Un hombre rana de apellido Coiscou, que se encontraba en

la barbería de los King, le propinó un puñetazo tan fuerte que se

lastimó él mismo la muñeca con la mandíbula de acero que tenía el

sargento (según supimos luego). Ambos huyeron despavoridos

porque la gente salía a la calle a perseguirlos.

Ese incidente nos obligó a desaparecer del barrio por dos

semanas, puesto que agentes secretos rastrearon el barrio

buscándonos.

Los periódicos publicaban a diario asesinatos e intentos de

asesinatos contra militares y combatientes constitucionalistas,

sin que las autoridades investigaran. Nuestro nombre debió

estar en esa lista hasta los años setenta, pues fuimos detenidos

en el aeropuerto en tres ocasiones. En el 1971 no fui molestado

302

porque el Senador Pablo Rafael Casimiro Castro se presentó en el

aeropuerto con miembros de la prensa para hacernos una

entrevista. Quizás también porque viajamos con la familia esa

vez y como ya habíamos estado haciendo abiertamente campaña

contra la opresión en Nueva York, no le convenía al gobierno que

nos sucediera algo malo que pudiera perjudicar su política en ese

momento, que era dar una cara de “paz en la tierra” en el país.

El Éxodo: Los 12 Años de Balaguer

El “Batallón de la Muerte” fue reemplazado por lo que el

propio Balaguer llamó “Los Incontrolables”, ya que él sabía

quiénes eran, pero no tenía poder para controlarlos o apresarlos.

“Los Incontrolables” se encargaban de eliminar no solamente a los

militares y combatientes constitucionalistas, sino a cualquier

otra persona que hubiera simpatizado o ayudado a los

constitucionalistas.

Esto provocó un éxodo ilegal hacia Puerto Rico y otros

países a los que se pudieran escapar todas éstas personas sin

303

recursos para pagar por un pasaporte o por un pasaje, mucho menos

conseguir visas.

En Nueva York, por medio a contactos en el PRD, logramos

hacer llegar nuestras protestas por los asesinatos de La Banda a

la organización llamada “International Rescue Committee”, cuyo

representante lo era un joven cubano llamado Roberto Fernández.

Este comité suministraba una lista de las personas que

habían denunciado persecución en su contra y amenazados por La

Banda. También los familiares de combatientes y militares

constitucionalistas hacían llegar listas de nombres. Estos

nombres les eran entregados a las autoridades americanas en la

embajada y al gobierno para que protegiera la vida de éstos.

Muchos de los que se encontraban en esas listas rehusaban

salir del país y muchos éstos de fueron asesinados. Los que

aceptaron ser protegidos, se les facilitaba pasaportes y visa de

entrada a los Estados Unidos, donde por un proceso especial (ya

sea asilo y petición familiar) lograban la residencia.

La cuota fijada por los Estados Unidos para la República De

la República Dominicana en los primeros ocho años de Balaguer se

sobregiró y desde entonces, se ha llenado la cuota anual de

304

dominicanos que buscan residencia en los Estados Unidos de

América hasta el día de hoy, lo que no permite que hayan plazas

para dominicanos en un concurso anual de residencia a extranjeros

que se implementa por “lotería”, en que los candidatos deben

poseer una educación secundaria como mínimo requerimiento.

La cantidad de quisqueyanos que emigraron durante los

primeros doce años del gobierno de Balaguer eran en su mayoría

obreros y chiriperos, muy pocos de ellos teniendo una educación

primaria, mucho menos secundaria.

Esta ola de inmigrantes a Nueva York se concentró en

Manhattan, Bronx y Long Island (Corona). En Manhattan estaba el

grueso de inmigrantes que no tenía familiares, lo que hizo

posible que se crearan pequeños grupos que mancharan el prestigio

y honor de la gran mayoría de los miembros de esta diáspora.

Ese pequeño sector de marginados formó “gangas” que se

dedicaron al robo (hold up), al expendio y consumo de drogas

ilegales, a negocios ilegales y hasta a las prácticas de

asesinos pagados (sicarios) y de asesinos al estilo “tumbe”. En

Francia y España sucedía otro tanto, pero no se puede comparar

305

con lo que estaba sucediendo en los Estados Unidos y en Puerto

Rico.

La mayoría miraba con indignación las acciones de esos

pequeños, pero escandalosos grupos y se esforzaba en mostrar la

parte sana, del buen ciudadano y merecedor de mejor trato,

buscando las avenidas que legalmente brindaban estas sociedades.

El comercio, la educación de sus hijos, el esfuerzo por hablar el

idioma inglés (en Estados Unidos de América), el apego a las

leyes y copiar de los inmigrantes que lograban encontrar el

“sueño americano” de ser libres financieramente, con una familia

estable, formando un hogar con su casa y vehículo propios.

La diáspora de la República Dominicana en su mayoría, no

pensaba al principio quedarse por toda una vida en el extranjero.

Especialmente los hombres, lo que deseaban era lograr acumular

fortuna y poder regresar al país a comenzar una vida nueva y

progresista. Esperaban que la situación política del país

cambiase para que esto sucediera.

Mientras tanto, los hijos crecían cursando en inglés, pero

teniendo un problema de adaptación que no comprendían en las

escuelas y en los barrios. Sus padres le hablaban en español y

306

no necesariamente de la cultura y civilización angloamericana,

desconectándolos casi por completo de los temas educativos en las

agendas de sus amigos y compañeros de estudios.

Los jóvenes nacidos acá o traídos en su infancia no

asimilaban tan bien como los anglos las cuestiones culturales y

sociales de su comunidad, porque en sus casas, oían a sus padres

hablar de su país y ver y oír la televisión y la radio en español

para enterarse de lo que sucedía en Quisqueya.

Por otro lado, aprendían cuál era la bandera de sus padres,

quienes eran los padres de la Patria de la República Dominicana,

el himno, la música (especialmente el merengue), las comidas y la

costumbre de ir a misa los domingos (cosa que se iba perdiendo en

la diáspora por no tener la presión y el ambiente que se puede

sentir en todos los pueblos de la isla).

En 1968 había una diáspora que buscaba su identidad por

necesidad, pues era la única forma que se podía sentir pertenecer

a esta sociedad en el extranjero. Es cuando Checo de La Vega

visita su país.

Todo esto, esperando que sus hijos que nacieron en el

extranjero, aceptaran, como en la mayoría de los casos aceptan,

307

ser quisqueyanos y entusiasmarse para regresar con sus padres. A

decir verdad, esa situación se daba y aún se da cuando los hijos

son llevados por largo tiempo durante su niñez. Es decir, a los

pocos años de nacidos, para que sus abuelos u el otro padre o

madre los cuide mientras trabajaba para mejorar su situación el

padre o madre que estaba acá; enviándoles a pasar las vacaciones

de verano; y en ciertos casos, pagándole los estudios superiores

y universitarios en Quisqueya.

Como una esperanza para que esto sucediera, se empieza a

seguir de cerca los movimientos políticos de su país y se integra

o se informa de esos grupos y partidos que empiezan a tener un

impacto importante en el destino político de Quisqueya.

Pero una vez los hijos llegan a la mayoría de edad (a los 18

años), éstos deciden su destino y casi siempre se desligan de los

sentimientos paternales y abrazan su nacionalidad o la cultura

donde se formaron, aunque con incertidumbre y confusión, pues

entran a ser miembros de algo que está sujeto a una esquema

social donde la descendencia étnica los coloca en posiciones

desventajosas, en comparación a los que sus padres son nativos

americanos.

308

Es posible que las personas de diferentes nacionalidades que se

establecen como diásporas en países extranjeros, pasen por los

mismos procesos psicológicos de adaptación al medio que los

quisqueyanos. Unos menos que otros. Por ejemplo, es menos

dificultoso cuando factores como el idioma o la cultura no son

barreras básicas, como los casos de ingleses, irlandeses,

escoceses, australianos, surafricanos, algunas islas del Caribe,

etc., que son de habla inglesa; y, de los europeos, que han

compartido por siglos con los ingleses y sus costumbres.

Una cosa sí que es importante resaltar: la mayoría de los

adultos, especialmente los masculinos, mantienen estrechos lazos

familiares y culturales con su lar nativo y la idea de un regreso

siempre está presente en sus mentes. La mayoría de las mujeres

encuentran aquí un incentivo de protección, libertad e

independencia financiera que generalmente no gozaban en sus

países de origen. Aferrándose a esas virtudes y añadiendo el

hecho de que sus hijos nacieron o están creciendo con la cultura

americana, presionan a que sus maridos se queden y dejen de

pensar en regresar. Esto es importante, pues el crecimiento de

las Diásporas, en los Estados Unidos de América por lo menos, es

309

un factor sociológico que deben tener en cuenta los gobiernos de

los países que las tengan.

Veamos que sucede desde que Checo de La Vega llega a Nueva

York en 1966. Es importante decir que él era de los que no

querían salir su país. Checo tenía un trabajo regular en el

Bando de Reservas; estudiaba Sociología en la Universidad

Autónoma de Santo Domingo; y Técnica Bancaria auspiciada por el

banco y una institución venezolana. Veamos lo que nos cuenta

checo:

“A la edad de 20 años asistimos a una reunión del PRD en un

sótano (Basement) de la calle 80 del Oeste de Manhattan (entre

Broadway y Ámsterdam). Se estaba eligiendo la nueva directiva y

fui presentado por Ricardo Nivar (hoy dueño de Norma Tours, junto

a su esposa Norma, en la capital) y por Bolívar Díaz, como un

combatiente constitucionalista (no habíamos muchos entonces en

Nueva York). Nos inscribieron ese mismo día en el partido y fui

electo para ocupar el cargo de Secretario de Organización”.

“Los miembros del comité, eran viejos amigos de Bosch y Peña

Gómez, entre ellos, el presidente de la seccional del partido en

Nueva York, Don Gastón Espinal (padre de Emanuel y de Mundito

310

Espinal), Antonio McCabe, vicepresidente; Antonio Claudio

Martínez, asesor; Ramón Hidalgo, disciplina; Rafael Trinidad,

relaciones pública; Andrés Minaya Aybar, de la juventud; Federico

Polanco, finanzas; Don Alberto Aybar, miembro suplente; María P.

Castillo, de la rama femenina; Elena Martínez, secretaria.

Estaba en la reunión Don Rubén Brache, quien fungió como

Embajador de la República Dominicana ante las Naciones Unidas

para el Gobierno Constitucionalista del Coronel Francisco Alberto

Caamaño Deñó, un fotógrafo puertorriqueño de nombre Víctor

Ramírez; también estaba Miguel Vicioso, Germán Jerez, Ricardo

Nivar y Mario Fernández (ver foto en página 172).

Gastón Espinal era el Cónsul General de la República

Dominicana en el gobierno de Bosch y era al parecer el único en

el comité que tenía planes para regresar definitivamente a

Quisqueya. Los demás, aparentemente estaban consolidando su

estancia permanente en los Estados Unidos de América.

311

Momentos en que se hacía un relato sobre la guerra de abril del

‘65 a los miembros del PRD en el local de la calle 80 casi

esquina Broadway en Manhattan en Octubre de 1966.

312

En mayo de 1968 dejamos el trabajo permanente con el Sr.

Miguel Ángel Calderón (no nuestro cuñado ni nuestro sobrino, que

descansen en paz), de Puerto Rico, y nos fuimos a trabajar en una

compañía de importadores en la calle 40 esquina Broadway hasta

septiembre, que decidimos regresar permanentemente a Santo

Domingo. Ese trabajo nos lo consiguió el joven cubano Roberto

Fernández, quien nos recomendó. El salario como ajustador de

313

seguros en esa empresa nos pagaba cinco veces más de lo que

ganaba mamá en una factoría.

Como de ese último trabajo salíamos a las cuatro de la

tarde, dedicábamos todo el tiempo libre a las labores del partido

(PRD), aunque en los fines de semana, de viernes en la noche a

domingo en la noche, trabajamos como guía con Calderón Travel and

Tours, llevando turistas a Canadá, que era el año de inauguración

de la Feria “El Hombre y su Mundo” en Montreal. Siempre

estuvimos disponibles para trabajar en nuestro tiempo libre con

el Sr. Calderón como agentes de viajes, guías turísticos y

preparadores de impuestos. Terminando Checo con este tema.

314

315

23. De regreso al Terruño

Los miembros del PRD eran pocos, pero era el partido con

mayor número de miembros organizados en la urbe “neoyorquina”. El

otro partido que existía era el Partido Reformista Social

Cristiano, sin muchas actividades públicas, reuniéndose

socialmente y representado por voceros solamente.

316

Checo volvió a la carga, a contarnos lo que sucedió durante

su regreso a Quisqueya:

“Hicimos un plan de organización para aumentar la membrecía

de la seccional y expandirla a Nueva Jersey y los condados del

Bronx, Brooklyn y Long Island, para medir el grueso de nuestra

comunidad. Semanalmente conducíamos reuniones en esos condados y

en Nueva Jersey, hasta dejar juramentados comités a los que

llamábamos “sub seccionales”.

“En septiembre del 1967 anunciamos nuestra retirada a Santo

Domingo, aduciendo que deseábamos terminar la carrera

universitaria, recomendando que se eligiera como Secretario

General de la Seccional del PRD a Freddy Mena, ya que Don Gastón

se retiraba. El comité seccional quedó integrado por Freddy

Mena, Secretario General; Ramón Ortiz, Secretario de

Organización; Alfonso Tejada, Secretario de Finanzas; Radhamés

Matos, Secretario de la Juventud; Rafael Trinidad, Relaciones

Públicas; María Castillo, Rama Femenina; Pirsilio Peña,

Educación; Ramón Hidalgo, Disciplina; Gastón Espinal, Asesor;

Amadeo Luciano, Elena Martínez, McCabe y Alberto Aybar, como

Suplentes. Con la finalidad de que los compañeros que salían de

317

los cargos y los demás asistentes se quedaran activos, sometimos

un plan inmediato de creación de comisiones donde todos

estuvieran integrados”.

“La idea de que el PRD tuviera representación en los lugares

donde se concentraban los quisqueyanos en el extranjero,

especialmente en los Estados Unidos de América, estaba ya

plasmada con las seccionales que se formaban aceleradamente desde

1967. Con la creencia (como la tuvo Duarte cuando tuvo que

abandonar el país en 1844) de que el proyecto de organización iba

a seguir implementándose sin nosotros, decidimos el regreso a la

patria.

Regresamos a Santo Domingo en Octubre y nos registramos para

el semestre que iniciaba en enero del 1968 en la Escuela de

Sociología, en la que ya habíamos cursado dos años desde enero

del 1964. No resultó fácil nuestro regreso.

El día que llegamos al aeropuerto, al pié de la escalinata

de la nave de Dominicana de Aviación, dos oficiales de la Policía

Nacional (PN), preguntaron por mi nombre y me escoltaron, bajamos

la escalinata y al final de la misma ya estaban mis dos maleta.

Tomaron mis maletas y sin decirme nada ni de porque me detenían

318

(sin ponerme las esposas), me llevaron directamente al Palacio de

la Policía en la capital. Era viernes en la tarde. Al

preguntarle al oficial que preparaba el expediente que cuáles

eran las razones por mi detención, este contestó que eso lo sabía

el General Cornielle y que éste estaba de vacaciones de fin de

semana en Puerto Plata y que hasta el lunes no llegaba.

Gracias a que el hermano de René Suárez, que trabajaba en el

aeropuerto, vio lo que pasó con nosotros en el aeropuerto, se lo

dijo a su hermano, quien, sabiendo lo que nos podía suceder, se

presentó a la Casa Nacional del PRD e informó del incidente.

Al siguiente día en la mañana (conste que no pegamos los

ojos durante la noche), nos llevaron frente al Coronel De Los

Santos, quien nos informó que el Licenciado Salvador Pitaluga se

haría cargo de nuestro caso y que nos podíamos retirar. Cuando

pedimos que se nos entregara la maleta, estaban algunas cosas

afuera, como para confiscarlas. Se trataba de un disco de larga

duración y varios libros que habíamos comprado en Canadá cuando

visitamos en la Feria Mundial de Montreal el Pabellón Cubano.

Exigí que se me devolvieran esos artículos y después de varias

indagaciones, se autorizó la entrega.

319

Salimos del Palacio y en la puerta principal estaban

esperándonos René con otros amigos y amigas del barrio, quienes

me llevaron directamente a la casa de Doña Papí, la mamá de mi

amigo Osvaldo Santos Lendeborg (Talo). Allí estuve durante toda

mi estadía. Los domingos íbamos a misa a la iglesia de San

Miguel.

El lunes siguiente fuimos a registrarnos a la universidad,

pero todavía no estaban aceptando inscripciones. Entonces fuimos

al Banco de Reservas con el propósito de conseguir trabajo. Me

dieron una cita posterior para una entrevista con el jefe del

personal y me informaron que tenían un cheque para nosotros que

nos correspondía de las vacaciones del 1966, que cayó de

maravilla, como se dice allá.

Visitamos al día siguiente la Casa Nacional del PRD y no

pudimos entrevistarnos con Peña Gómez. Ya Bosch había salido

para Benidorm en España. Aunque el PRD tenía fuerza en ese

tiempo, había un ambiente de desorientación organizativa.

Entramos a diferentes departamentos donde se reunían diferentes

grupos y si no pedíamos la palabra para decir quiénes éramos y a

320

quienes queríamos ver, podíamos quedarnos participando en la

reunión sin ser advertido.

Habíamos traído suficiente dinero como para tres meses

(renta, comida, lavandería, etc.), pero queríamos encontrar un

trabajo que pudiera sostener los estudios. Esperábamos que en la

misma universidad podríamos encontrar tal trabajo, ya que cuando

fuimos a la entrevista del banco, nos dijeron que cuando haya una

vacante nos llamarían, cosa que dudamos, puesto que esa no había

sido política del banco.

Mientras esperábamos hablar con Peña Gómez y registrarnos en

la UASD, nos dedicamos a reajustarnos a la vida del barrio. En

un año algunas cosas habían cambiado, las noticias de lo que les

había sucedido a muchos amigos y compañeros con los que

compartimos durante la guerra constitucionalista, nos deprimían y

en ocasiones ponía en nuestra mente la opción de regresar a Nueva

York para no correr el mismo riesgo que ellos. A eso no le dimos

mucha mente y teníamos confianza de que en poco tiempo nos

adaptaríamos, conseguiríamos trabajo y terminaríamos los

estudios. Nos sentíamos pertenecer a esta sociedad.

321

René tenía una motocicleta Vespa, que cuando yo la

necesitaba, lo llevaba al trabajo que tenía en VIACRE y lo iba a

buscar en la tarde. El comité de base del 14 de Junio al que

nosotros pertenecíamos antes de salir del país se había

desintegrado. César, el hermano de Talo, me explicó con lujo de

detalles todo lo que estaba ocurriendo con los movimientos de

izquierda, especialmente el 14 de Junio, que ya era partido.

César puso en nuestra cabeza que tuviera cuidado con todos los

grupos y que estudiara la situación por un largo tiempo antes de

hacer cualquier decisión.

Al fin logramos registrarnos para el semestre que comienza

en enero en la Escuela de Sociología. Estamos casi en las

navidades y recibí un mensaje de que Peña me andaba buscando.

Nos presentamos a la Casa Nacional y efectivamente, charlamos por

un tiempo largo con Peña y al final nos dijo que desde que yo me

ausenté de la Seccional de Nueva York, la organización había

experimentado una división, que no estaba funcionando y que podía

destruirse en cualquier momento. Nos explicó lo que estaba

sucediendo y nosotros estábamos conscientes de que se trataba de

intrigas en contra de la juventud que dejamos en la dirección.

322

Peña Gómez nos confesó que si eso sucedía en Nueva York,

Balaguer iba a destruir el partido en Santo Domingo también, que

la única persona que puede arreglar el problema estaba frente a

él. Le explicamos que no queríamos perder la oportunidad de

terminar los estudios en la UASD, pues si nos dedicábamos a la

política en Nueva York nos íbamos a poner viejos y solo tenemos

22 años de edad ahora. Peña nos aseguró que tan pronto el

partido vuelva a la normalidad en Nueva York, que él estimaba

sería un año, el partido nos enviaría a estudiar en las mejores

universidades en Chile, Francia o Alemania, pero que el partido

necesitaba urgentemente nuestra presencia en Nueva York.

323

324

24. De vuelta en Nueva York

Aún no habíamos conseguido trabajo y estábamos metiéndonos

en problemas de falda que rápido vaciaba los ahorros con que

contábamos. Decimos que problemas de falda porque hasta perdimos

la novia de cinco años que esperaba por nosotros para casarnos en

Burgos, España, porque una amiga de ella le escribió diciéndole

de nuestras andanzas en el barrio con otras jóvenes. Cuando

regresé a Nueva York, mamá nos entregó un paquete que había

recibido en el correo, conteniendo fotos y cartas que le habíamos

325

enviado después que ella salió con su familia que vivía en Santo

Domingo de regreso a España. Teníamos pagado un pasaje en el

buque MS Róterdam que iba de Nueva York a Santander en Agosto del

1968 con el propósito de juntarnos y casarnos allá. Las

peticiones de perdón y ruegos no valieron y antes de que se

venciera el pasaje, pedí la devolución.

Estaba esta vez concentrado totalmente en la política del

PRD y en las tareas de unificación y fortaleza del mismo,

regresamos a Nueva York. Trabajamos arduamente durante ese

invierno 1968-1969.

Ya con veintitrés años de edad, sentía, de manera casi

inconsciente, una necesidad de tener una familia propia y durante

esos meses existieron varias relaciones amorosas, algunas de

importancia, porque a mi parecer y después de unos dieciocho

años, creo que la hija de una muchacha argentina puede ser

producto de nuestras relaciones; y, otra, que resultó un tanto

traumática para mí, pues mis sentimientos cristianos sobre la

vida salieron a flote, al enterarnos que un embarazo de cuatro

meses terminó en un aborto provocado, sin nuestro consentimiento.

326

Foto: por el fotógrafo boricua, Víctor Ramírez

“La Banda Colorá”

La lucha contra la “La Banda” dominó el foco de

concentración de la oposición al gobierno de Balaguer y una de

las principales campañas que involucra a varias organizaciones de

la República Dominicana en Nueva York es la de piquetear frente

al consulado dominicano en la Sexta Avenida, donde está Radio City

Music Hall. También se hizo contacto con la organización que

327

protegía a perseguidos políticos, International Rescue Committee, a

través de Roberto Fernández, cubano y miembro del Partido

Socialista que lideraba Norman Thomas. Este contacto fue

directamente conseguido por el compañero Peña Gómez, a través de

su “amigo” Sacha Volman.

Estas luchas en la Diáspora no trascendían, debido a que los

medios y la población americana estaban concentrados en los

acontecimientos que generaba la guerra de Vietnam. Grupos de

jóvenes quisqueyanos que ya eran estudiantes de diferentes

centros de estudios superiores, unidos a otros recién llegados,

miembros de organizaciones izquierdistas en Quisqueya, se unían a

los grupos de protesta a la guerra de Vietnam y el tema sobre la

política criolla quedaba relegado a un segundo plano para ellos.

Los quisqueyanos en la comunidad de Nueva York y Nueva

Jersey, aislados, tanto de los acontecimientos políticos

generados por la guerra de Vietnam, como de la situación política

en el terruño. Lo que le importaba a la mayoría, era trabajar,

ahorrar para enviar dinero a su familia y posiblemente crear un

capital con el cual iniciar su retirada. Por lo pronto ese era

el pensamiento durante esa época para las personas recién

328

llegadas. Muy distinto a una pequeña porción que sí estaba

interesada en los asuntos políticos tanto aquí como en Quisqueya.

Este grupo además estaba dividido en dos: 1) los que preferían el

“sueño americano” y 2) los que buscaban seguridad económica y

política para retirarse y conseguir el “sueño quisqueyano”. El

sueño quisqueyano era distinto para distintas clases de personas.

El campesino busca fortuna para comprar una finca y maquinaria

para trabajarla; el comerciante trabajaba para acumular un

capital y emprender su propio negocio o fábrica; El obrero,

quiere comprar su casa, posiblemente poseer un vehículo, tener

ahorros suficientes para vivir de los intereses y si fuera

prudente, conseguir un trabajito. Los intelectuales y

profesionales desplazados por falta de trabajo o por política,

están aquí con la idea de aprender algo nuevo que les sirva de

ventaja para iniciar algo nuevo en el país.

Con todas esas variantes, teníamos que trabajar para

convencerlos de que sus sueños podían ser realizados si se unían

al plan democrático del PRD.

La llegada de los periódicos (El Listín y El Caribe) para

ser distribuidos en Nueva York; el puente aéreo de pasajeros; la

329

llegada cada vez más abundante de productos comestibles del país;

y columnas especiales sobre la vida social y política de los

quisqueyanos en los periódicos locales en idioma español, crearon

las bases para que nuestro plan de trabajo se facilitara y sin

mucho esfuerzo logramos agrupar a una gran cantidad de miembros

al partido en los Estados de Nueva York y Nueva Jersey.

Ese año trabajamos sin descanso en un proyecto que daría al

traste con “La Banda”. Ada Balcácer, Joaquín Basanta, Milagros

Ortiz, el fotógrafo Rafael Caba, Ángel del Villar, Pedro Pablo

Reyes (“El Cacique”), los hermanos Félix y Héctor Sicard

(sobrinos del Padre Francisco Sicard), Renato Mena, junto a los

demás compañeros, comenzamos una campaña a todos los niveles para

presentar las atrocidades y violaciones a los derechos humanos

que se cometían bajo el amparo del gobierno de Balaguer. El

Prof. Bosch es aconsejado a que dirija el partido desde el

exterior, en Benidorm, España, donde escribe su tesis sobre “La

Dictadura con Respaldo Popular”.

“Mantuvimos comunicación escrita con el Profesor Bosch

durante ese período. Bosch hablaba de Duarte con admiración:

330

“Sólo quien tuviera una fe de ésas que mueven montañas podía pensar que

con una base humana tan escuálida podía llevarse a cabo una lucha que

culminara en la fundación de un nuevo Estado en América Latina.

Duarte tuvo esa fe, y también la capacidad política indispensable para

reclutar y organizar seres humanos y para percibir, de manera instintiva,

cuales, entre los que reclutaba, podían ejecutar los actos que conducirían a

la creación del Estado que él había concebido”.

“Copiamos y publicamos, utilizando un mimeógrafo, la tesis

de Bosch y los folletos para los cursillos de capacitación que se

iban a introducir en los organismos del partido a todos los

niveles”.

El Mimeógrafo Gestetner del PRD

331

La administración de la compañía americana Gulf & Western,

que tenía un edificio frente al Parque Central cerca de Columbus

Circle de Manhattan, era el aliado económico más importante de la

política de Balaguer, por lo que durante el año 1969 las

organizaciones de la República Dominicana, especialmente el PRD,

realizaron piquetes de protesta frente a ese edificio.

Mientras la efervescencia política de la República

Dominicana en ambas direcciones tomaba fuerza como nunca antes en

la urbe neoyorquina, otros quisqueyanos empezaron a instituir

otros tipos de organizaciones. Clubes sociales, deportivos y

culturales, así como asociaciones de profesionales, comerciantes,

estudiantes y de trabajadores independientes hacen su aparición

casi simultáneamente, por una necesidad de identificación para

sentir que sus valores y costumbres pudieran ser practicados

fuera del terruño, manteniendo en alto el nacionalismo,

contribuíamos así a enriquecer el acerbo cultural de la sociedad

americana.

En un poema de Pablo Neruda dedicado a la isla de Santo

Domingo, escribe los siguientes versos: “Me gusta en Nueva York el

332

yanqui vivo y sus lindas mujeres, por supuesto…pero en Santo Domingo y en Vietnam,

prefiero norteamericanos muertos”.

Es cierto que hay lindas mujeres en Nueva York y en todos

los estados de la Unión. Los matrimonios entre personas de

diferentes etnias son comunes. Sin embargo, la mayoría de los

matrimonios en una urbe donde existen grupos prácticamente de

todos los países del mundo, son entre personas de la misma etnia.

Nosotros no fuimos la excepción.

Al estilo quisqueyano de nuestros tiempos, mantuvimos un

noviazgo con Estela y no como ya se acostumbraba entre los demás

grupos étnicos que nos rodeaba, que consistía en el “mari-

noviazgo” (que sin haberse casado ya tenían relaciones sexuales y

hasta convivían). Después de una relación de unos 7 meses, nos

casamos, procreamos dos hijos y nos dedicamos a formar un hogar

al estilo criollo.

Estela y su familia habían emigrado a Puerto Rico desde

Santo Domingo en el año 1966 y después se trasladaron a Nueva

York en el 1968. Ella viene de una familia larga, cinco hembras

y un varón. Esta familia de ascendencia inglesa y española,

tiene una característica común a muchas otras quisqueyanas:

333

familiares como tíos y primos también con familias numerosas; y,

muchas amistades relacionadas a trabajo, vecindario, clubes, etc.

Mientras, nuestra familia es corta. Mi hermana y yo, aunque

de parte los abuelos, por ambos lados tenían nueve hijos cada

pareja. Quizá porque mis tíos habrían llegado mucho antes y se

habían adaptado a la familia corta que acostumbran los

americanos, tuvieron dos o tres hijos al máximo, que como

nacieron, se criaron y estudiaron acá en los Estados Unidos,

nuestras relaciones no eran muy estrechas, por lo menos durante

los años de juventud.

En cambio, los familiares de Estela y sus amistades, venían

frescos de Quisqueya, lo que hacía fácil el que compartiéramos

cualquier tema, especialmente en lo cultural, en lo político y en

lo social.

Uno de los fenómenos que ocurren en la diáspora quisqueyana

es que aunque los niños y jóvenes hablen el idioma inglés

perfectamente, los padres, si quieren aprender, tienen que buscar

otros medios, porque sus hijos no van a dedicar tiempo a

enseñarles. Mi padre, por ejemplo, vivió 40 años en Nueva York,

trabajó como barbero en la avenida Columbus cerca de la calle 66

334

recortando a personas que en su gran mayoría hablaba inglés y él

nunca habló inglés.

Existen áreas en los Estados Unidos de América donde el

idioma inglés no es indispensable: El Barrio; el Sur del Bronx;

Corona; Washington Heights; Union City; Paterson; Newark; etc.,

y, en ciudades enteras en los estados de Florida, Texas y

California.

Los inmigrantes hispanos americanos que vienen con edades

sobre los 35 años, con familia, y llegan a éstas áreas, no les

interesa esforzarse para aprender inglés. Hablan sus idiomas en

el trabajo, en la calle y en la casa. Oyen la radio, leen los

periódicos, ven la televisión y hasta disfrutan del cine, del

teatro y de otras actividades recreativas en su propio idioma, el

cual muchas veces se desnaturaliza en algo que le decimos

“Spanglish”, que consiste en hablar con frases y palabras

inglesas en las conversaciones.

Por eso era fácil hacer labor política nativa dentro de la

diáspora. Entendían más los temas que se les plantaban, porque

eran conocedores de lo que sucedía en el terruño, donde la

política es plato diario, como es el beisbol. El plato político

335

era circunstancial y se desarrolla más durante los períodos de

elecciones presidenciales.

Otro factor era el adquirir la ciudadanía americana, cosa

que se creía significaba en ese entonces ser un traidor a la

patria. Los conceptos de nacionalidad y ciudadanía no estaban

claros en las mentes de los criollos de la diáspora. Los más

viejos preferían que con el tiempo, los más jóvenes se dieran

cuenta de las ventajas de ser ciudadanos del país donde

residieran.

Volviendo al caso político, con una fuerte y numerosa

organización de miembros de la diáspora, se pusieron en práctica

los planes de denuncia internacional sobre los abusos y

violaciones a los derechos humanos que respaldados con empresas

como Gulf & Western llevaba a cabo el gobierno de Joaquín

Balaguer.

336

25. La Marcha Constitucionalista en NY

La primera marcha de quisqueyanos, en masa, se realizó el

domingo 26 de abril del año 1970, cerrando la vía norte de

Broadway desde la calle 135 hasta la calle 158 en Manhattan,

donde estaba el local principal de la Seccional de Nueva York del

Partido Revolucionario Dominicano. La segunda y última se dio en

la Sexta Avenida y la calle 42 en Manhattan al año siguiente.

337

Ese acontecimiento, al que se le llamó “la primera marcha

constitucionalista” en Nueva York, fue el termómetro para medir

la paciencia de los quisqueyanos que residían allí y lo que

inició una serie de actividades que iba a dar al traste con los

asesinatos políticos de la “Banda” protegida por Balaguer.

Se unen al movimiento de esa época, jóvenes como Ricardo

(“Richie”) Hernández, A. Rodríguez, Cotubanamá Dipp, Héctor

Cerda, Maklin Piña, María Florencio, Ernesto Vizcaíno, Radhamés

Matos, Miriam Matos, Winston Peters, Fausto Hernández, Francisco

Rosario y familia, los hermanos Vargas (Jaime y Manuel), el padre

de éstos y otros. También algunos recién llegados, como Miguel

Ángel Andújar, Librada Mateo, y otros con raíces de varios años

en la urbe, como César Morales, Feliciano Díaz, Evelio Martínez,

Sergio Peña. Milagros Ortiz estaba en Nueva York con su esposo

Joaquín y su hijo Juan Basanta, que necesitaba un tratamiento

médico largo y por esa razón idearon traer el periódico El

Nacional para distribución en Nueva York. Las ganancias se

utilizarían para sus gastos de estadía y el resto para ayudar

338

económicamente al PRD. Checo ayudó en la apertura de puestos en

Queens y en Brooklyn cuando la necesitaron.

La vida política del partido había tomado un curso

disciplinario un poco férreo con la obligatoriedad de que todos

sus miembros fuesen “cursillistas”, o sea, que tenían que

aprender política y conocer la versión de Bosch plasmada en

folletos de bolsillos en los cuales también se estudiaban los

métodos de trabajo y de organización.

Durante este período, el partido sufre escisiones producidas

por personajes que ambicionaban ser candidatos a la presidencia,

en un período en el que el partido había adoptado una política

abstencionista. El primero en intentarlo desde Nueva York es el

Contralmirante Lajara Burgos, quien vino con una carta de Bosch y

otra de Peña Gómez, en las cuales esos dos compañeros pedían que

se le diera toda clase de consideraciones al portador, como

miembro del partido. Lo que ni Bosch ni Peña sabían, era que

Lajara Burgos utilizaba las cartas para llamar en privado a los

miembros del partido en Nueva York y decirles que él era el

candidato favorito de los líderes del PRD para las elecciones

presidenciales del 1970.

339

Checo estaba al frente de las actividades de la seccional y

se dio cuenta que esto estaba sucediendo y pidió al

Contralmirante Lajara Burgos que desistiera de esa campaña, pues

el partido tenía una política de abstención a esas elecciones.

Al ver publicado en los periódicos que él se proclamaba candidato

presidencial del PRD, checo no tuvo más remedio que interponer un

expediente disciplinario ante la Casa Nacional, que resultó en la

expulsión de Lajara Burgos de las filas del PRD. Se supo luego

que formó un partido y le hizo el juego a Balaguer en 1970.

Otro tanto sucedió con el Padre Sicard, aunque menos fuerte,

pero terminó con su expulsión, al sometérsele a un consejo

disciplinario.

340

341

Antiguo local del PRD en 1970, después de haber salido del

Basement de la calle 80 a fines de 1969, en Broadway esquina

calle 159 del Oeste en Manhattan, NY, en el segundo piso, que

luego, en noviembre de 1973, se convertiría en el local del PLD.

342

Broadway esquina calle 155 W, Desfile Constitucionalista de 1970

343

Parte de la muchedumbre que esperaba en la Calle 159 y Broadway

el Desfile Constitucionalista

Delegados del PRD de Nueva York arengando a un grupo de

dirigentes nacionales del PRD durante la Sexta Convención en el

344

1968, entre los asistentes en la foto estaba el Padre Francisco

Sicard, de perfil; y Don Antonio Guzmán Fernández, de espaldas.

(La foto luce arruinada).

VI Convención del PRD, delegado de NY después de haber agotado su

turno en la Convención.

26. La Resolución 5-70 del PRD

En mayo de 1970, el PRD había aprobado una resolución para

redactar los estatutos que iban a regular las actividades de las

seccionales en el exterior. Para contribuir con la misma, checo

fue invitado por la Comisión Ejecutiva Nacional en enero de 1970.

345

Del 17 al 27 de enero estuvo trabajando, desde la residencia del

Síndico del Distrito, García de León y con dirigentes del PRD a

todos los niveles: Prof. Juan Bosch, Dr. Alburquerque, Dr. Vargas

Alcántara, Prof. Casimiro Castro, Leonor Sánchez Barett, Dr.

Canahuate González, Dr. Castaños Espaillat, Hipólito Mejía,

“Bartolito”, Norge Botello, Dra. Ortiz de Basanta, Dr. Pitaluga

Nivar, Antonio Abreu (Tonito), Diómedes Mercedes, Clodomiro

Ramírez, Moquete Andino y otros dirigentes. Al final de los 10

días había recorrido varios comités en la capital, en Baní, San

José de Ocoa, San Cristóbal, Villa Mella y Guerra. Había

asistido a los sindicatos, asociaciones estudiantiles y

profesionales, en las que el Prof. Juan Bosch era el principal

orador. Conversó por horas con el Prof. Bosch, quien estaba

satisfecho de la labor que se había realizado con los reglamentos

de las seccionales en el exterior. Con escala en Puerto Rico,

Checo visitó a la seccional de allí, dirigida por el Sr. Frater

Soto.

Ya con un partido unificado, checo optó no correr como

candidato a la Secretaría General y apoyó a que fuera Jaime

Vargas para el período 1971-1972. Checo se quedó como miembro

346

del Comité Central en la parte de propaganda. Desde esa posición

editó el periódico “El Jacho” y publicó un folleto sobre “El

Orden Parlamentario”.

“Trabajamos ayudando las comisiones de trabajo y los

círculos de estudios. Para el año 1972 llegaron Cheché Luna,

Winston Arnaud y José Ovalle y se presentaron en el partido,

pidiendo que se les tratara con una casi clandestinidad, pues a

ellos el gobierno los había acusado de criminales. Poco antes de

las elecciones de la seccional en 1972, se presentó al partido el

Dr. Franklin Almeyda pidiéndonos que se le diera la oportunidad a

Winston Arnaud de tomar la Secretaría General para que su

“estrella de líder volviera a relucir en Santo Domingo”. Así lo

hicimos y le pedimos a los demás compañeros que se iban a

postular que hicieran lo mismo. Winston Arnaud se convirtió en

Secretario General de la Seccional de Nueva York sin haber hecho

ningún trabajo en las bases. Eso no nos dolió, lo que nos afectó

mucho, fue el que se utilizara esa posición para destruir la

organización desde tres áreas diferentes: 1) dejar de pagar las

responsabilidades como renta, teléfono y electricidad (todas a

nuestro nombre); 2) crear una corriente anti-boschista y pro

347

peñagomista que nunca había existido dentro del partido; y 3)

dejar caer la organización de los comités sub-seccionales y los

círculos de estudios”, comentó Checo.

Las reuniones regulares del Comité Central ya no se hacían

de manera regular o respondiendo a un itinerario estatutario.

Eran convocadas por el Secretario General para informar de

decisiones que se habían tomado en los aposentos con compañeros

que escogidos.

27. La Renuncia

348

Checo quedó en esa elección con la misma posición anterior

de Secretario de Prensa y Propaganda. En los Estados Unidos de

América, las organizaciones tenían que hacer un registro

extranjero todos los años con el Departamento de Estado, para

operar, como cuestión de rutina y para mantener la legalidad de

las actividades. Se le hizo caso omiso a nuestras

recomendaciones (el PRD estuvo siempre en cumplimiento con este

requisito, que hoy ha cambiado y se hace de otra manera).

Mientras se tropezaba con estos obstáculos, un

acontecimiento delicado sucede en Quisqueya. Se inició

abruptamente una persecución a los líderes del PRD, especialmente

contra el Prof. Bosch y el Dr. Peña Gómez, quienes tuvieron que

buscar refugio para protegerse de la agresión a sus personas.

Inmediatamente la seccional se puso en alerta. En reunión

permanente, se aprueba una caravana a Washington, DC, con el

propósito de denunciar los planes de Balaguer para eliminar a los

líderes del PRD. Treinta y cinco autobuses y decenas de autos

salieron para Washington, Distrito de Columbia, capital de los

Estados Unidos de América, con el plan de entregar al

Departamento de Estado una comunicación de la Casa Nacional (ya

349

leída por el Comité Central de Nueva York) y diseminarla entre la

prensa escrita, radial, televisada y algunas organizaciones

humanitarias en Washington.

La marcha fue un éxito y el escándalo logró que cesara la

persecución de los líderes del PRD. Sin embargo, hubo un

incidente que provocó una protesta de parte de Checo, que

contribuyó definitivamente a la renuncia de éste al partido, cosa

que conocen muy bien los miembros de la comisión de cinco

(Winston Arnaud, José Ovalle, Miguel Abud, Pedro Pablo Reyes y el

propio Checo), que visitó al Sr. Ben Stephanski*** en su casa de

Washington. En ese entonces, el Sr. Ben representaba al

Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

En Mayo del 1973, Checo presentó su renuncia formal a todos

los cargos directivos y le ofreció al Diario La Prensa una

declaración de que se dedicaría a la familia y a los negocios.

En el 1974 el PRD ganó las elecciones y eso no fue sorpresa

para checo. Se alegró, porque ahora podía hablar de vivir y

trabajar en el país. Conoció a una persona que estaba trabajando

en unos proyectos para que las personas que están en la Diáspora

puedan tener una propiedad, una finca, con una casa club con

350

piscina para todos los miembros. No solamente compró, sino que

sirvió de agente vendedor para que otros compraran. No le

importaba en qué lugar estaban los terrenos, siempre y cuando iba

a ser propietario de un pedacito de Quisqueya.

Se dedicó Checo entonces a la vida que la mayoría de los

otros estaba haciendo para encontrar la felicidad, aún jóvenes y

soñando con una residencia en el campo, un terreno que está cerca

de Santo Domingo, con un pequeño arroyo, árboles frutales por

todas partes, un gallinero, dos puercos y dos caballos.

Trabajaría duro unos cuantos años y emprendería la retirada.

Estela ingresó a la universidad y checo ya estaba en la

Universidad de Columbia haciendo algunos cursos, que por trabajar

allí, le resultaban gratis (siete créditos por trimestre).

Abrieron una agencia de viajes y les había nacido el segundo y

último hijo en septiembre de 1973.

En los próximos cuatro años de preparación, Estela se había

graduado de Administradora de Empresa en la Universidad de Nueva

York y checo de Dibujos Animados y de Estética del Cine. Para

ganar más dinero, como lo hacen todos los que tienen en mente

ahorrar mucho, cambió de trabajo y se puso a manejar guagua

351

(autobús) para la ciudad en Nueva York (MABSTOA –Manhattan & Bronx

Surface Transit Operating Authority, que era con el nombre que operaba MTA

Metropolitan Transit Authority), y al mismo tiempo que administraba la

agencia de viajes.

En el proceso de cambio de trabajo de una institución

privada a una institución gubernamental hubo un descubrimiento de

algo que mucha gente ignoraba en ese entonces, y que en la

actualidad no saben muchos. Una persona a la que se le haya

otorgado visa de residencia en los Estados Unidos de América,

tiene todos los derechos constitucionales de un ciudadano, con la

excepción de que no puede votar en las elecciones, ni ser

elegidos; tampoco puede adquirir pasaporte americano; no puede

ocupar posiciones en la administración pública; y, no puede ser

empleado en las agencias de los gobiernos locales, estatales o

federales.

Existe un mecanismo por medio del cual el residente puede

solicitar empleo en cualquiera de esas instituciones, sometiendo

al mismo tiempo una declaración de intención de ciudadanía, que

le permite trabajar normalmente por dos años, al término de los

cuales su empleo queda permanente si ya es ciudadano o es

352

despedido si no ha logrado adquirir la ciudadanía. Esa

información la hemos estado propagando por todos los medios a

nuestro alcance desde entonces, porque ha sido uno de los

obstáculos que impiden al inmigrante desarrollarse.

Durante esos años, checo viajó varias veces al Estado de

Florida. Le pareció una ganga unos terrenos que vendían en la

costa Oeste, en Port Charlotte y compró dos solares.

“Las cosas en la Diáspora no se veían bien. Por un lado,

las muertes por droga salpicaban de sangre a uno, por la cercanía

en que ocurrían. Las esquinas que otrora fueran encuentros de

las personas que venían de trabajar, fueron “ocupadas” por

peligrosos negociantes armados. Había un ambiente corrupto entre

nuestra propia gente y aunque algunos tomaron una actitud firme

contra las drogas, la mayoría se mostraba apática, basada en que

“éste es un país libre”. Hablarle a los que estaban en estos

menesteres no parecía tarea fácil, sin embargo, en todas las

ocasiones que lo hicimos, recibimos un mensaje “¡Quiero salirme

de esto!”, comentaba Checo.

“Optamos por salir de este ambiente, para que nuestros hijos

no fueran a caer en el vicio, como vimos a muchos jóvenes, hijos

353

de familiares y amistades. Conocimos muchachos que estaban

creciendo bien, de padres excelentes, que una vez caían en la

red, no podían salir de ella, más bien, tenían que ser más malos

que los que les entrenaron, para poder sobrevivir”.

Por otra parte, Balaguer vuelve a tomar las riendas del

gobierno. Con menos poder, pero con las mismas intenciones de

perpetuarse. Se esfuman los sueños de regresar a Checo. La

decisión familiar estaba en una disyuntiva difícil. “Si nos

quedamos, nos haríamos rico, como estaba sucediendo, pero

corríamos el riesgo que nos pasara algo malo a nosotros o que

nuestros hijos cayeran en la trampa de las drogas. Si nos

quedábamos con el negocio y los trabajos y nos mudábamos con los

niños para Long Island o para Nueva Jersey, ganábamos menos, pero

nuestros hijos quizás se librarían de la mala suerte. Si nos

mudamos para Long Island o Nueva Jersey y conseguimos trabajo por

allá y montamos el negocio, a lo mejor nos iría bien, pero no nos

libraríamos del barrio en Nueva York, puesto que toda la familia

sigue ahí. Si nos mudamos para la Florida con todo, podremos

empezar una nueva vida, invirtiendo los ahorros”. Cuenta checo

que se decidió por esta última.

354

28. La Diáspora Quisqueyana en Florida

Lo que estaba haciendo checo, lo habían hecho otros… y

muchos otros después: salir del alto Manhattan. Las afueras de

Nueva York y las ciudades en el Estado de Nueva Jersey recibieron

estas familias que huían a las atrocidades en la que estaba

envuelta la comunidad. También otros Estados recibieron

fragmentos de la granada explosiva de nuestra Diáspora. A

Connecticut, Rhode Island, Boston, Massachusetts, Chicago,

Pennsylvania, Washington, D.C., Florida, Luisiana, Texas,

California y hasta al Estado de Alaska llegaron los

quisqueyanos.

La agencia la vendimos a un conocido, casi regalada y

compramos una casa en Miami. Mientras nos asentábamos durante

355

las Navidades de 1979 en la casa, regresamos a terminar nuestro

trabajo con la Autoridad de Transito de Nueva York, siguió

contando Checo.

1980, FUE UN AÑO DE ADAPTACION AL MEDIO

Hay un refrán entre nosotros para todo el que viene a vivir

y a trabajar en Florida de que no se desespere, que el primer año

es duro. Eso puede ser verdad, pero a nosotros nos tocó uno duro

de verdad. Acababa de pasar un juicio a un policía hispano que

ultimó a tiros a un señor moreno de nombre McDuffie y lo

declararon inocente, ocasionando una protesta racial que se

convirtió en un salvaje y desastroso volcán social incontrolable.

En Liberty City y Overtown fueron incendiados muchos establecimientos

comerciales. Mi familia estaba en Miami y nosotros en Nueva

York. Salimos en auto para Miami, porque los vuelos se habían

cancelados. En dos días volvió la calma a Miami, pero la

destrucción en esos barrios fue cuantiosa. Nada sucedió en las

demás ciudades del condado, continuó con dificultad checo.

Regresamos a trabajar un mes más tarde, con el propósito de

renunciar, pero en febrero se inició una huelga en el transporte

356

que duró once días, los cuales pasé en Miami, arreglando la casa

y la mudanza.

Al regresar a Nueva York, decidimos poner la renuncia para

el 1ro de mayo, pero hube de trabajar una semana para pagar la

penalidad por la huelga.

Llegamos de vuelta a Miami con un auto para la familia, ya

teníamos otro para nosotros. Los niños tenían 10 y 7 años. La

escuela primaria estaba prácticamente en el patio de la casa, que

ni siquiera tenían los niños que cruzar la calle. Detrás de la

casa, una cancha de tenis y al final de la calle, un club

“Optimist”, con campo de pelota para niños, jóvenes y viejos, con

una casa club donde se celebran muchas fiestas.

Habíamos comprado una ferretería en la playa, para que

Estela no se aburriera mientras nosotros terminábamos en Nueva

York. Tratamos de ayudar en la ferretería, pero parece que como

vendedor no somos muy buenos. Conseguimos un trabajo de chofer

de autobuses, en una subsidiaria de la Greyhound, dedicada al

turismo local en el Estado, llamada American Sightseeing Tours

Inc. (ASTI). En el tiempo libre ayudamos en la ferretería,

concluyó checo.

357

Sucede en Cuba el asilo masivo en la embajada de Perú y

comienza el desembarco del Mariel y decenas de miles de cubanos

llegan a Miami.

Tener un bote en la casa era una cosa casi parte de la vida

familiar de los cubanos antes de los años ochenta. Todos esos

barcos y botes se dirigieron hacia Cuba con el anuncio de que el

gobierno les dejaría sacar a sus familiares si llenaban la nave

con otras personas que deseaban salir también. Cuando

desembarcaron en Miami, se contaron más de cien mil personas las

que llegaron. Las autoridades y guardacostas confiscaron la

mayoría de esas embarcaciones. Hubo mucha algarabía en esos

días.

No bien pasó el primer mes, se desató un salvajismo humano

cruel y deprimente. Es cierto que las cárceles, los manicomios y

los homosexuales fueron instigados a que salieran en esos botes y

con ellos todos los que legítimamente deseaban salir, pero el

trato que recibieron de sus “hermanos” que habían llegado antes,

fue de enemigos, donde la palabra “escoria” se oía por doquier.

Hubo una campaña para exterminarlos. A los que se les

acusaba de haber cometido robos y crímenes sin pruebas, esos

358

fueron los que más se salvaron, porque fueron puestos en prisión

por mucho tiempo. Los que no se salvaron fueron los que

engañados de que iban a recibir buen dinero si buscaba unos

“materiales” en Los Cayos, desaparecieron para siempre. La

mayoría de los que cayeron en la trampa aparecieron boyando en

las aguas del Golfo de México, si no se lo comían los tiburones.

Muchos de los que se salvaron le deben la vida a esas almas

limpias y caritativas que lo sacrificaron todo para socorrer a

los débiles. Hoy, los “marielitos”, que ya no tienen ese apodo,

son gente exitosa y trabajadora que han podido sobrellevar las

adversidades del idioma y el discrimen de sus hermanos.

La Diáspora quisqueyana pasó muy levemente por una etapa

similar, con los embarcados ilegales hacia Puerto Rico y durante

el éxodo después de la guerra de abril del 1965.

Veamos lo que nos cuenta checo de su propia experiencia:

Durante los tres primeros años de vida en Miami, conocimos a

tres grupos que intentaban institucionalizarse en clubes o

asociación. Comenzamos a comunicarnos y tener vida social con

viejos amigos de Quisqueya y otros que conociéramos en Nueva

359

York, así como primos y tíos nuestros que ya tenían tiempo

residiendo en Miami, comenzó de nuevo a recordar checo.

De eso se trataba, de grupos de amigos por acá y grupos de

amigos por allá. Grupos de ricos residiendo en Coral Gables,

Coconut Grove, etc.; grupos de clase media y profesional

residiendo en Hialeah, North Miami Beach, Miami Springs y grupos

de clase trabajadora y pobre residiendo en Allapattah y Opa-

Locka. Decimos de esta última que pobre, porque pagaba alquiler,

los demás, tenían, en su mayoría, casas propias.

EN 1983, SE FORMA EL CLUB CASA DOMINICANA

360

En 1983, después de un ascenso en la compañía de autobús, de

chofer a despachador, decidimos trabajar para el gobierno federal

en el servicio postal como cartero. Un ideal del americano es

casarse, tener dos hijos, una casa, un perro y un trabajo

permanente del cual retirarse a los 65 años. Ya lo tenemos, pero

no nos conformamos, puesto que algo detrás del cerebro no nos

deja tranquilo: ¿Y Quisqueya, qué?

Ahora tenemos el tiempo para dedicar a los asuntos de

identidad. Nos tocó empezar en la oficina de correos de

Allapattah. Casa por casa, edificio por edificio, negocio por

negocio, conocimos la composición social y étnica de ese

municipio. “Dominicanos” dueños de negocios en 1983, cinco (5);

dueños de casas o edificios, tres (3); cantidad de familias que

residen en el sector, doscientas y pico. Estamos hablando de un

sector cuyos límites son al sur, la calle 20; al norte, calle 60;

al este, Séptima avenida y al Oeste, LeJeune Road (42 avenida)”.

Entusiasmamos a los grupos de amigos a que formaran un club.

Al final del 1983 se fundó el Club Casa Dominicana, con local a

una esquina de Lejeune (43 Ave) y la calle 18. En el mismo año

se fundaron el Club Dominicano de Allapattah, en la calle 28 y la

361

14 avenida del NW y el Club Dominico-Americano en Coral Gables.

Los líderes de ambos salieron del Club Casa Dominicana. Miami

comenzó dividida. A la fecha solamente existen nombres de

asociaciones. Aunque en el comercio, existen varias entidades de

las cuales la Cámara de Comercio es la que más actividades tiene.

1984-1989

Desaparece Club Casa Dominicana

La organización de partidos políticos “del patio” (como muchos

llamaban a los partidos que tenían su base en Quisqueya y abrían

oficinas seccionales en el extranjero), provocaron desunión en

las instituciones sociales, recreativas y deportivas que se

habían estado creando en la Diáspora. Una de ellas fue el Club

Casa Dominicana, que tenía un local excelente para reuniones,

conferencias, entretenimiento, eventos nocturnos y de fin de

semana.

Los medios quisqueyanos en Miami

Se proliferan los medios de comunicación con periódicos,

revistas, programas radiales y televisivos. Llegan a la Diáspora

de Miami periodistas, locutores y programadores.

362

Fundación Juan Pablo Duarte

Mario Fernández había iniciado con un grupo la Fundación

Juan Pablo Duarte con un local en la Avenida 17 del Noroeste (hoy

Avenida Duarte) en Allapattah. También redactaba un periódico,

“El Quisqueyano”.

Visitas políticas en 1988-89

Desde Nueva York, nos visitan Jaime Vargas, acompañado de

Andrés Suero, Manuel Piña, Ernesto Medrano y otros, para

invitarnos a formar parte de una seccional del PLD. Como lo

había hecho con el PRD, les dije que les podría ayudar en la

organización interna sin ocupar posiciones, pues no queríamos ser

miembro de ningún partido, hace un poco de memoria checo.

En esos días, por coincidencia, había escuchado de los

planes para cometer fraudes en las próximas elecciones

presidenciales del 1990. Es una historia vieja, dice, como para

no hacer largo el cuento.

363

29. Casa Dominicana Internacional

El concepto de Casa Dominicana Internacional, fue algo así

como una inspiración que ha estado tentando a muchos quisqueyanos

sobre las ideas de Duarte de ver a un pueblo trabajando para

lograr una obra que sirva de albergue a todos sus miembros. Que

desde esa casa, la labor específica de cada uno la enriquezca y

engrandezca a tal grado que no solo cada una las personas que

sean parte de ella se beneficien y progresen, sino que su ejemplo

pueda ser imitado por otras comunidades. Con ese propósito, un

grupo de personas, que sentía a Quisqueya latir en sus corazones,

pero que todavía no la veían, por eso siguieron utilizando el

364

adjetivo dominicano cuando la incorporan en el Estado de Florida

en 199.

Esta ambiciosa empresa pretende agrupar a todos los

dominicanos alrededor del mundo, incluyendo a la misma Quisqueya,

incluyendo a personas físicas e instituciones nacionales o

extranjeras que de aceptara los estatutos y resoluciones de Casa

Dominicana Internacional.

La idea era la de construir un mecanismo que pudiera tener

una dualidad de funciones a favor de los quisqueyanos alrededor

del mundo:

Primero, para canalizar las ideas, sueños, metas, créditos y

ventajas que pudieran presentarse a favor de personas,

comunidades o de la propia Quisqueya y su población;

Segundo, trabajar con las instituciones, funcionarios

electos y autoridades públicas, con el propósito de darle

respaldo moral y si es necesario, financiero, para que los

proyectos de mejoramientos comunales y preparación individual de

éstas, sean factibles. De esa forma, contribuiríamos a que los

elegidos y encargados de manejar los intereses de esas

comunidades, pudieran cumplir con sus responsabilidades ante el

365

pueblo. En otras palabras, la labor de esta casa mostraría

claramente, sin decirlo, si las intenciones y labor de los que

han sido elegidos y designados, se ganarían o no, continuar en

sus posiciones en el próximo período.

La Casa Dominicana Internacional estaba diseñada para que

cada miembro tuviera la oportunidad de participar activamente en

el o los proyectos que deseara. En otras palabras, se habían

creado las bases teóricas para que el miembro que entrara tuviese

ya la oportunidad de escoger. Esto lo podemos explicar con un

organigrama sencillo que aparece al final de los detalles que a

continuación se ofrecen para que se tenga una idea de esta

verdadera unidad patriótica, que pretendía ser blindada a las

corrientes partidistas e ideológicas y se aferraba solamente a

los ideales de Duarte, adaptados a estos tiempos:

La Comisión Ejecutiva constaría de dos miembros por

provincia, del Distrito; uno de Quisqueya y otro de la

Diáspora; y, un Secretario Ejecutivo electo entre los

delegados, por quien otro miembro tomará posición en la

delegación. El Secretario Ejecutivo tendrá una

366

duración de dos años si cumple con sus funciones y no

comete actos de corrupción.

Las comisiones y delegaciones podrán tener cantidad

ilimitada de miembros, siempre y cuando cada uno de

éstos cumpla con lo establecido en los estatutos para

sus funciones. Lo mismo con los talleres y seminarios.

Habrán tantas casas y proyectos, como provincias,

distrito y unidades de la Diáspora hayan. En cada una

de estas provincias y en el distrito, habrá una casa

central y tantas casas como se puedan en el extranjero.

La Comisión Ejecutiva se encargará de presentar los

planes y proyectos de las comisiones a las diferentes

casas provinciales y a la del Distrito Nacional, así

como a las casas que representan esas provincias y el

Distrito en el extranjero, para que sean ellas las que

se encarguen de coordinar con los que tienen la

incumbencia y fueron elegidos o designados para

hacerlo.

Casa Dominicana Internacional sería el mejor termómetro

para que el pueblo pueda medir a sus candidatos tanto

367

dentro de Quisqueya, como en el extranjero, pues ya se

venía hablando sobre representantes en la Diáspora.

De acuerdo a las necesidades, Casa Dominicana

Internacional haría las veces de mediadora para que la

industria, el comercio y las instituciones que se son

parte de las fuerzas vivas de una comunidad, aporten al

plan o programa, dando el apoyo necesario a las casas

locales ya sea en Quisqueya o en el extranjero.

Con ese criterio tan sencillo como el planteado en esas

pocas líneas, estaba Casa Dominicana Internacional creando las

bases para la seguridad, bienestar, progreso y felicidad de todos

los quisqueyanos y amigos de Quisqueya alrededor del mundo.

No se quiere aquí suplantar, reemplazar o quitar autoridad

ni al pueblo como tal ni a los funcionarios que son electos por

éste para servirle. Pensando en el ideario de Duarte, creemos

que esta es posiblemente la solución no solo para Quisqueya, sino

para cualquier otro país que la adopte.

Siempre habrán intereses mezquinos que se opongan y luchen,

para que una unidad como ésta no pueda lograrse en base a un

368

criterio que hoy se hace visible: Patriotismo Globalizado,

pendiente de definición.

Ese organigrama que se menciona, se le ha cambiado el

adjetivo de “dominicana” en el título y en su interior, para que

sea modelo quisqueyano.

369

Nota: Tomado de los planes organizativos de Casa Dominicana Internacional, Inc., una institución sin fines de lucro que se fundó en Miami, Florida en 1995; se incorporó en el Estado de Florida en 1996 y que fue disuelta por los que quedaron al frenteen el 2002. Pero la idea sigue plasmada en documentos que reposan en nuestros archivos.

370

Cuando nuestra comunidad protesta cuando los símbolos o la

nacionalidad “dominicana” son pisoteados en el extranjero,

reacciona de una forma patriótica rabiosa porque se siente sin

otro medio de poder para rebatir ataques de esa naturaleza. Casa

Dominicana Internacional tuvo que reaccionar a en una ocasión a

una campaña televisiva y lo hizo planteando el caso a altura que

se deben exponer esos insultos a la identidad nacional.

Aunque el documento se hizo precipitado y sin tener una

comisión de redacción que luego de este incidente se formó, se va

a publicar en este libro tal y como fue enviada.

En una ocasión que viajábamos de Nueva York a Miami, nos

encontrábamos en los primeros asientos en primera clase y al otro

lado del pasillo en la misma línea venía un joven que aparentaba

ser “dominicano”, al cual de manera cortés nos le presentamos,

pero notamos que no quería o no podía hablar con nosotros.

Al levantarnos del asiento, una vez el avión alzo vuelo y el

aviso nos permitió pararnos, encontramos que los pasajeros que

iban detrás del joven, eran Cristina Saralegui y su esposo,

Marcos, a los cuales saludé afectuosamente y luego me detuve al

regresar para conversar con ellos sobre el libro sobre la

371

formación de clubes y organizaciones del cual les obsequié una

copia.

No hablamos, ni nos referimos al joven que estaba sentado

dando la espalda a ellos, porque no nos pasó ni remotamente por

la mente, que el mismo viajaba con ellos. Al salir del

aeropuerto, sí notamos que instruyeron a alguien para que se

encargara del joven.

Fue para sorpresa nuestra que por casualidad, unas semanas

después, viendo el programa de Cristina, nos dimos cuenta que el

joven era uno de los protagonistas del espectáculo que se montaba

para desacreditar a los “dominicanos” que viven en los Estados

Unidos de América y se hacía especificando dicha nacionalidad al

presentar a los actores. Veamos la carta que hicimos:

372

373

Puede notarse que el párrafo al final de la nota da una

impresión extrema y amenazadora que no eran las originales que

habíamos redactado y entregado al comité, pero parece que por la

rápida acción del mismo, se arregló y se fue así.

El logo oficial de esa organización fue donado por el

diseñador quisqueyano Máximo Tejada. El Directorio Ejecutivo

inicial lo componían las personas que aparecen en el siguiente

diagrama:

374

Con un local abierto en la ciudad de North Miami Beach, con

facilidades de oficinas, salón de conferencias y charlas y un

salón-taller de entrenamiento con veinte computadoras, donde se

impartía clases a la comunidad.

El concepto se estaba poco a poco extendiendo a través de

los medios locales, hasta que fuera interceptado,

misteriosamente, por intereses que hasta hoy día se desconocen,

pero que se sospecha tuvo que ver con celos de poderes mezquinos,

parecidos a los que tuvo que enfrentar Juan Pablo Duarte y que

pueden, con el poder económico, detener, por poco o mucho tiempo,

las aspiraciones de progreso de todo un pueblo.

Después de haber tenido su programa radial propia con el

título de “Mundo Quisqueyano”, todos los domingos, a una hora que

no era la mejor en Unión Radio, en el 1450 de Amplitud Modulada

(AM) en Miami, cuyos fondos provenían de los bolsillos de los

miembros, por lo que al cabo de dos años se tuvo que suspender,

pues se tenía el principio de no competir con los programas

comerciales y no se vendían anuncios, aunque los negocios de

algunos de los miembros cooperaban frecuentemente con donaciones.

375

Para no dejar completamente sin la orientación que se hacía

por el espacio de una hora en la radio semanalmente, se aprobó

solicitarle a Leonel Peña, en su programa de los domingos con la

mayor audiencia que ha tenido un programa radial “dominicano” en

los Estados Unidos de América, a lo cual accedió por un pago

nominal, el cederle a Casa Dominicana Internacional cinco minutos

al mediodía después de salir al aire las notas del Himno

Nacional.

Ese espacio estuvo vigente hasta que se disolviera la

organización, lo que sucedió aproximadamente un año después que

por razones de salud y por mudanza, renunciamos a la dirección a

finales del año 2001.

Los demás dirigentes también tuvieron dificultades en

mantener la organización por asuntos de enfermedad y mudanzas

también. Por esas razones perdimos a los esposos Aquino; a Dogni

Alcántara y otros, que aunque no fueran directores, mantenían con

su tiempo y dinero los planes de la organización. Porque se

había planeado congresos bienales, en lugar de convenciones

anuales, no se pudo preparar la primera y quizás esa fuera la

376

razón de su disolución. Esta es una de las intervenciones en el

programa:

377

378

Los teléfonos y direcciones que aparecen en la

correspondencia ya no existen para la organización, sin embargo,

la dirección de Internet ha sido, después de ser disuelta la

casa, adquirida por Casa Dominicana, Inc. de Lawrence,

Massachusetts, la cual hace una labor patriótica encomiable en

esa parte de los Estados Unidos de América, tal o mejor de lo que

estaba en los planes de Casa Dominicana Internacional en cuanto a

las actividades locales.

Esperamos que con el mismo orgullo que utiliza Casa

Dominicana, Inc. de Lawrence enaltece los símbolos patrios como

“dominicanos”, de la misma manera lo hagan cuando conozcan que

son “quisqueyanos”, sin tener que avergonzarse del cambio de una

identidad isleña, de la cual se seguirá teniendo derecho,

mientras la isla que ocupa Quisqueya siga siendo la Isla de Santo

Domingo..

El proyecto de Casa Dominicana Internacional se le había

presentado al Presidente Leonel Fernández en 1996, al enterarnos

que se iban a establecer centros culturales subvencionados por el

Estado en las comunidades con mayor afluencia de ciudadanos del

país. Esa nota le fue entregada en persona.

379

Casa

Dominicana Internacional

380

Salón de conferencia y charlas de la Casa Dominicana

Internacional en Miami. De espaldas y perfiles en la foto: Luis

Martínez; Hugo Gutiérrez; Estela Wynns; Tina Montesquieu; y, Rosa

Campillo. Frente al podio, Cosme Pérez

30. Breve Historia de la Comunidad en Miami

Allapattah fue el primer sector donde se reunieron

“dominicanos” en comunidad, porque desde los años cincuenta, los

ingenios azucareros del sur de la Florida traían mano de obra a

trabajar en las zafras. La mayoría venía de Haití y de

Quisqueya, casi todos haitianos, pero muchos, con pasaportes y

documentos de República Dominicana. Era una colonia transitoria,

381

que aunque recibieron documentos como residentes en los Estados

Unidos, preferían venir a Miami solamente durante los meses de

zafra. Algunos se quedaban y aprendían otros oficios, como:

camioneros, tractoristas, guagüeros (conductores de autobuses),

mecánicos, pintores, etc. Ya para los 70 existía una comunidad

de cientos de familias de República Dominicana en Allapattah que

empezaba a desarrollarse social y económicamente como comunidad.

Existían también en Miami otros grupos de gente proveniente

de República Dominicana, pero que no se podrían catalogar de

comunidad, pues simplemente se establecían en distintos sectores

de los condados Dade y Broward y se integraban a esas

comunidades individualmente. Los establecidos en Miami después

de la caída de los Trujillo, eran intelectuales y miembros o

allegados a la familia Trujillo. Mientras que después de la

guerra de abril del 1965, los quisqueyanos que llegaban, los más,

eran familias y personas que iniciaban un éxodo sin precedentes,

por las razones que expusimos al inicio de este artículo, desde

otros estados hacia el estado de Florida, entre los que se

encontraban médicos, ingenieros, comerciantes, artistas,

profesionales, deportistas y gente con buenos ahorros que se

382

deshicieron de propiedades para comenzar una nueva vida en la

Florida. Estos no llegaban al sector de Allapattah, pero

encontraron una base allí, para proyectarse como “dominicanos” y

desarrollar sus dotes entre una comunidad con nexos nacionales y

culturales, que podían usar como plataforma de influencia para

sus propósitos, cualquiera que fuera.

El Ambiente Social de Miami

La que sigue, es una cita aparecida en “El Dominicano” de

Miami:

Al llegar a Miami, nos dimos a conocer rápidamente por las

actividades sociales, políticas, culturales y económicas en las

que participamos en Nueva York por 14 años; también por nuestra

trayectoria en Quisqueya, como estudiantes universitarios de la

UASD, como empleados del Banco de Reservas, como combatientes

constitucionalistas y como amigos, buenos vecinos y mejores

ciudadanos.

Primeramente mencionaremos algunos nombres de personas con

las cuales sostuvimos nuestros primeros contactos en cuanto a lo

social: Rosa Kasse, América Muñoz, Juan Acosta, Víctor Alba,

383

Arismendi Mateo, Luis Tejada, Luís Guzmán, Margarita Jordán, Dra.

Lucila Joseph, Lirio Tejada, Hugo Gutiérrez, Alcy y Tina

Montesquieu, Juan Disla, Eddy y Sari Garrido, Gladys Sánchez,

Jaime Guillén (del Trío Jaragua y tío), Miguel Ramírez, entre

otros.

No existían clubes ni medios quisqueyanos. Lo único que

había organizado en ese tiempo era una filial del PRD, dirigida

por el Señor Juan Disla (que luego fue asesinado en RD) y muy

tímidamente La Fundación Juan Pablo Duarte, dirigida por el Sr.

Mario Fernández, que luego conocí, y que fue el pionero de la

prensa escrita en Miami con su periódico “El Quisqueyano.

Se había hecho un intento de formar el “Hogar Dominicano”,

pero nunca supe si se logró consolidar. El primer programa de

radio que me puedo acordar lo comenzó un señor que fue parte del

cuadro de comedia “Romance Campesino” (Felipa y Macario) y

después, Ramón Valenzuela.

Por necesidad, se empezaron a formar grupos de amigos que se

convirtieron en gestores de clubes y asociaciones al principio de

los años ochenta (1981 específicamente), en medio de una

confusión social que ocurría en la ciudad de Miami producida por

384

el éxodo del Mariel y de recientes acontecimientos raciales en

Liberty City con violencia y actos de terror, se formaron el

Club Casa Dominicana y el Club Dominicano. Los dos clubes con

locales propios: Casa Dominicana cerca de LeJeune, en la 41

avenida y la calle 18 frente al aeropuerto, antiguo Club Cockpit,

al cual pertenecíamos; y Club Dominicano en la calle 29 y 14

avenida en Allapattah. Los dos clubes duraron aproximadamente

unos tres años y se disolvieron para el 1984. Pero esas

instituciones encendieron la chispa y de allí salieron nuevas

organizaciones deportivas, sociales y sociedades comerciales. Se

integran a la vida comunitaria muchas de las personas que aun

están en la palestra: Miguelina García, Virgilio García, José

Torres, Radhamés y Noella Peguero, Víctor Cabrera, José Zouain,

José García (“Don Fernando Travel” asesinado en RD), José

Rodríguez, Nélsida Chakoff, Rafael Trujillo Lovatón, Dr. Félix

Forestieri, Dra. Ana Francisco, Rafael Morel (CPA), Don Tiberio

Castellanos, Lic. Juan E. Ramírez, Rey Batista, Johnny Matthews,

Candy Candelaria, Facundo Castillo, Miguel Paulino y otros. Se

editan otros periódicos (“El Sol”; “El Dominicano” “El Sol de la

Florida”) y empiezan programas radiales quisqueyanos, como

385

“Informativo Dominicano” que empezara Arturo López y Daniel Díaz

Alejo, Rafael Calderón y lo siguiera Raymundo Mercedes hasta hace

muy poco. Las organizaciones sociales han tenido vida efímera en

Miami debido a las divisiones en cuestiones de la política

criolla. Eso no se ha podido superar.

Casa Dominicana Internacional surge en 1995 con el propósito

de convertirse en una especia de federación de organizaciones

cívicas de la República Dominicana en el extranjero. Esta idea

no fue bien recibida por el caciquismo en Miami, pero nadie la

criticaba. Luego de varios años de esfuerzo y frustrados

intentos, Se llegó que esa labor podría solamente consolidarse

virtualmente, como lo han hecho muchas otras instituciones.

Desde el 1995 hasta el 2000 surgen otras instituciones importante

para el desarrollo social y económico de la comunidad quisqueyana

y se pueden mencionar algunos de actores sobresalientes: Radhamés

Peguero (Fundación Nacional Dominico-Americana); Mario de Jesús

(“Premios Deportivos Latinos”); Oscar Iván Barros (“Premios

Independencia De la República Dominicana”); Peter Landestoy

(“Revista Tropical”); Amada Vargas (“Latinos Unidos”); Aridio

Genao (Club de Leones); y otros personajes que daban apoyo

386

importante a sus organizaciones, como el instructor Eduardo Gómez

los esposos Máximo y Mayra Hernández; el profesor Washington

(Nino) Collado; José Abreu (Naviera); José Almánzar; José Sucre;

el Dr. Domingo Martínez; Isidro Madé y otros.

Negocios en Miami

De los primeros negocios de quisqueyanos en el sector de

Allapattah, existió una agencia de viajes organizada tímidamente,

propiedad de Juan Acosta, en la calle 35 del NW próxima a la

avenida 17, con el nombre de “Batey Travel”. Cesó de existir con

su muerte. Luego se proliferaron rápidamente los negocios de

peluquerías, bodegas, restaurantes, clubes nocturnos, puestos de

gomas, mecánica, repuestos, imprentas, publicitarias y

máximamente agencias de servicios de pasajes, impuestos,

inmigración, remesa de dinero y envíos de paquetes. Esto sucede

durante los diez años comprendidos entre los años 1985 y 1995 en

el sector de Allapattah y expandidos por todo el condado Miami-

Dade y el condado de Broward. El más importante fue Santo

Domingo Travel en 1982, de José Rodríguez Portorreal y que hoy

continúa con Eglys Larez. Hay que darle una mención especial a

387

la labor realizada por Leonel Peña con su programa de los

domingos en Unión Radio (1450) “El Gran Domingo” que se ha

mantenido en el aire hasta la fecha. Digno de mención en esa

época también los son: Pedro Arredondo con Orquídea Martínez,

Nelson Muñoz, Daniel Díaz Alejo, Aldo Rafael Rosario, los

hermanos Oscar Iván, Ramón e Isidro Barros, y una mención

especial y de honor a Eusebio Sánchez, por su profesionalismo,

desinterés y enseñanza impartida a muchos que no podríamos hablar

por un micrófono anterior a ella.

Otros quisqueyanos dedicados a otros negocios e industrias

de mayor relevancia no son mencionados aquí, porque no es

necesario para el tema que trata este libro. Otros nombres que

han impactado en el desarrollo de la comunidad en la Diáspora:

Cristian Sánchez, Madé, el Dr. Luis Manuel Campillo, Andrés

Suero, Dionis Pérez, Juan Colón, José Fermín, Arys Franco, Manuel

Nin Matos, Wellington Tejada, William Lantigua, Miguel y Martina

Acevedo, Héctor Familia, William de la Rosa (asesinado en RD),

Eduardo Sánchez, Francisco Nina, Rodolfo de la Cruz, Orlando de

la Mota, Roberto Guzmán, Margarita Cepeda, Eduardo Gómez, Eury

Cabral, Pedro Castillo, Amaury Ríos, Alina Miranda, Luisa Vargas,

388

Víctor Mena, Ana María Segura, Quisqueya Damirón, Héctor Mercedes

(“Milly Restaurant”), Bernardo Martínez, José Almánzar (el

periodista), Héctor Jiménez, Esperanza y Fabio Aponte, Ausberto

Hidalgo, Ana Rita Tejeda y otros profesionales. En cuanto a la

farándula, hemos tenido entretenimiento local por parte de

Guillermo Guante, Luichi Vargas y su hermano, Carlino, el D.J.

Gregorio Olivo (fallecido recientemente), Carlitos Fernández,

Yunis Segura y hoy, otros tantos en los últimos diez años, de los

cuales no hemos tenido contactos como para hablar sobre sus

influencias en la comunidad.

También promotores como Luis María con sus festivales; Raúl

Grisante y Leida, con sus espectáculos; Marcos Tejeda, José

Alberto Matías, Tomás Otaño (quien también fuera Secretario de

Turismo en Miami). Otros, más reconocidos internacionalmente, no

han impactado en la comunidad, pero como quisqueyanos, sus

actuaciones en Miami han contribuido a expandir nuestros valores

en diferentes áreas, como Charityn Goico, Tony Dandrade, Julio

Sabala, July Carlo, Oscar Aza, Aníbal de Peña, Niní Cáffaro,

Fausto Rey, Boruga, Fefita La Grande, Anthony Ríos, Los Toros

Band y muchos otros grupos musicales, peloteros, artistas,

389

escritores y disertadores que han pasado por Miami y han dejado

sus huellas.

En las artes plásticas han pasado varios pintores,

escultores y diseñadores de todos los niveles, comenzando por

Oscar de La Renta. Podemos mencionar nombres como Máximo

Caminero; Félix Suriel; Antonio Toribio; Ada Balcácer; Fabré; y

otras personas que han promovido el arte en Miami, entre ellos,

Fernando Ureña Rib, con su estudio y galera.

Cada uno de los que se mencionan en este libro, sabe mejor

que nadie, su aporte, y nadie tiene derecho a medir su

contribución patriótica en defensa y a favor de Quisqueya.

En el Aspecto Político

Los que han sobresalido en el ambiente de integración

política americana local han sido: Rafael Antún, José Zaiter,

Rosa Kasse, José Álvarez, América Schroth (Muñoz), Johnny

Matthews, Virgilio García y otros muchos más, con los cuales no

tuvimos la oportunidad de compartir juntos por las razones que

fueran.

390

En cuanto a la política criolla, nos gustaría dejar ese tema

para los que conocen más a fondo lo que ha sucedido en Miami con

los protagonistas de los partidos políticos. Pero sí cabe a

añadir, que cuando se trata de conquistas que beneficien al país

y a su gente, como han sido las conquistas de derechos

constitucionales para los quisqueyanos que adquieren derechos

ciudadanos en otros países y de tener representación, ha habido

consenso general de parte de todos, pues aunque no estamos en el

territorio nacional, somos una extensión moral y lógica de

Quisqueya, unidos por y en defensa de la nacionalidad dominicana,

aunque haya resultado ser la equivocada”.

391

392

393

CAPÍTULO VIII

LA FALSA IDENTIDAD NACIONAL DOMINICANA

394

31. El Proyecto “Dominicana es la Patria”

395

El plan de llamar “Dominicana” a la nación, surgió por las

mismas razones que el proyecto Quisqueya se propone demostrar que

el nombre debe ser “Quisqueya”. Lo difícil es poder competir con

ese proyecto que introdujo la Secretaría de Estado de las Fuerzas

Armadas de República Dominicana (hoy Ministerio de las Fuerzas

Armadas) en el año 2006, pues el mismo se ha estado implementando

con la ayuda oficial y con más de quince instituciones, entre

ellas el poderoso Ministerio de Turismo, que usan “Dominicana”

oficialmente de forma flagrante, sin estar aún aprobada de esa

forma la Constitución Nacional.

No hemos podido dar con el plan completo, pero se puede

especular sobre el mismo a través de los intentos y maneras de

introducción al mismo que de hecho el propio gobierno ha estado

implementando.

Es de imaginar que los que propusieron ese proyecto se

basaron en lo que todos hemos aprendido, de manera errada, de la

historia patria que nos fue narrada en las escuelas, sin

oportunidad a que esas narraciones se sometieran a un escrutinio

crítico y analítico de fondo.

396

Ahora resultará relativamente fácil llegar a un escrutinio

que consideramos leve, pero de fondo. El proyecto de darle la

identidad nacional dominicana a la patria y al pueblo viene de

los enemigos de Duarte.

Cuando los Trinitarios, Francisco del Rosario Sánchez y

Matías Ramón Mella dictaron el Manifiesto en enero de 1844,

Bobadilla fue uno de los que se encargó de transcribirlo y al

hacerlo, cambió el concepto que aparecía en el Juramento

Trinitario y se puso otro. En específico, se cambió “una

república que se denomina” a “una república que se llama”.

La gramática y la literatura no eran las materias en la que

nos destacamos en la escuela, pero hay una diferencia muy grande

entre nombrar una cosa y denominarla. La denominación es algo

que puede ser común a otras cosas o personas; mientras que el

nombre es algo que se considera propio y exclusivo. Las naciones

del mundo que tienen nombres iguales, aunque tengan otras

denominaciones, tienen problemas de identidad. El problema de

República Dominicana es que le falta ese nombre propio y los

líderes interesados en seguir utilizando como identidad nacional,

la española “dominicana”, no entendieron que lo que Duarte dio a

397

entender en el juramento era que la identidad dominicana ya no

era nacional, sino una denominación relativa a la Isla de Santo

Domingo, porque esa era la primera etapa como nación libre e

independiente que buscaban los trinitarios: una república en la

Isla de Santo Domingo y no una república en la Isla de Haití.

Duarte y los trinitarios lucharon como “dominicanos-

españoles” que eran. En el 1843, se aprovecharon, para

estratégicamente, actuar como “haitianos” y lograr abiertamente

diseminar los planes trinitarios como habían jurado.

Bobadilla, Buenaventura Báez y los demás vende-patrias,

sabían muy bien lo que hacían y por eso, para tener el campo

abierto, acusaron a Duarte y a los trinitarios de traidores,

persiguiéndoles; encarcelando a unos; eliminando a otros; y para

mantener la lucha, otros se escondieron o se fueron a un exilio

involuntario.

Es bueno que se sepa el por qué la nacionalidad no fue

objeto de discusiones por tantos años, hasta el presente, que

llega este proyecto de “Dominicana es la Patria”, basado en los

mismos razonamientos de Bobadilla.

398

La palabra o gentilicio “dominicano” (en singular, plural,

género masculino o femenino) es aceptado en este libro como

identidad isleña tanto para los haitianos como para los nativos

de República Dominicana (Quisqueya) y han sido dominicanos todos

los nativos de la isla de Santo Domingo desde que el Rey Felipe

IV de España, expidiera las Cédulas Reales en 1621; y no porque

surgió el 27 de febrero del año 1844 una república, que para no

ser haitiana tomo la denominación que se había aceptado como

originaria del nombre de la isla de Santo Domingo y que se le

haya llamado, falsamente, República Dominicana, pues, debió ser

desde el principio su denominación… no su nombre. En otro

capítulo hablamos de la diferencia que existe entre los términos

nacionalidad y ciudadanía.

Si “Dominicana” fuera el nombre del país, entonces se podría

decir y escribir “República de Dominicana”, lo que le daría a sus

habitantes el gentilicio de “Dominicanenses”, como es el caso de

que un “Romano” es de “Roma” y un “Romanense” es de “Romana”. En

otras palabras, “Dominicana” es la sustantivación de un adjetivo

regular que proviene de la palabra “Dominica” o irregular, que

proviene de “Domingo”.

399

El plan de llamar “Dominicana” a la nación, surgió por las

mismas razones que el proyecto Quisqueya se propone demostrar que

el nombre debe ser “Quisqueya”. Lo difícil es poder competir con

ese proyecto que introdujo la Secretaría de Estado de las Fuerzas

Armadas de República Dominicana (hoy Ministerio de las Fuerzas

Armadas) en el año 2006, pues el mismo se ha estado implementando

con la ayuda oficial y con más de quince instituciones, entre

ellas el poderoso Ministerio de Turismo, que usan “Dominicana”

oficialmente de forma flagrante, sin estar aún aprobada de esa

forma la Constitución Nacional.

1. Contratación de más de ciento cincuenta historiadores y

escritores para un “Compendio de Historia Dominicana”, que

muestre que la Patria es “Dominicana” y no Quisqueya.

Existe un documento que por alguna razón no encontramos, pero que

de todas maneras haremos referencia. Se trata del contrato con

cientos de historiadores y escritores dominicanos y extranjeros,

para reescribir el “Compendio de Historia Dominicana”.

400

2. Financiar todos los actos y publicaciones del Instituto

Duartiano para que ponga en marcha el proyecto del SEFA.

En Mayo del 2009, hicimos una cita con el Prof. José Joaquín

Pérez Saviñón, Presidente del Instituto, quien nos recibió muy

amablemente, hasta que recibiera de parte nuestra, literatura y

publicidad sobre la campaña que estábamos haciendo en La Feria

del Libro de Santo Domingo, a favor del Proyecto Quisqueya. De

manera fría nos evadió y nos presentó a miembros de la directiva

que se encontraban en el local, para que le explicáramos el

proyecto.

Fue allí, que nos enteramos que existía el proyecto

“Dominicana es la Patria” y que el Instituto estaba

exclusivamente revisando todos sus archivos y todas sus

publicaciones para adaptarlos a ese proyecto.

“Dominicana es mi Patria” es un proyecto iniciado por el SEFA

y 15 instituciones públicas y privadas, además del Instituto

Duartiano. Consta en acta No. 13-06 del I.D. con fecha 3 de

octubre del 2006 del Instituto Duartiano, según el libro escrito

por Daniel Nicanor Pichardo Cruz, titulado “Perfiles Biográfico

de Juan Pablo Duarte Fundador de la República”.

401

3. Pedir, por paga o no, a Juan Luis Guerra, que compusiera un

canto que se pudiera convertir en Himno Nacional, para

reemplazar el Himno Quisqueyano.

La dirección de internet que aparece a continuación, es un

video en U-Tube que muestra la canción y lírica de ese canto.

http://www.bing.com/videos/search?

q=Canto+a+Dominicana&view=detail&mid=0ECB5720686CD4BCAB360ECB5720686CD4

BCAB36&first=0&FORM=LKVR1

Es una composición bellísima y digna de quien la compuso, como

también las son, las imágenes que muestra el video, pero se mandó

a hacer así, con la intención de reemplazar al Himno Nacional

Quisqueyano, que en la Constitución se presenta como “eterno”.

La canción “Dominicano Soy”, que interpreta Fernando

Villalona, es también una canción bellísima, pero en ella no se

reemplaza a Quisqueya, se sobreentiende que se trata de todo el

territorio de la Isla de Santo Domingo.

Los gobiernos despistados en cuanto al ideario de Duarte, han

acariciado tanto la falsa identidad nacional dominicana, que

402

hasta los poetas, artistas, cantantes, compositores y locutores,

se han olvidado de mencionar a Quisqueya.

4. Utilizar ese canto de Juan Luis Guerra como el fondo oficial

de espera en el sistema telefónico del Palacio Nacional.

Por tres ocasiones desde el año 2007, cada vez que visitamos

la Feria del Libro en Santo Domingo, pedimos audiencia con el

Presidente de la República, haciendo todo lo requerido para tal

propósito y por razones que no entendemos, después de llamarnos

al mostrador para decirnos que ya se ha cursado nuestra petición

y está aprobada, pero luego, se nos informa que no aparece en

ningún lugar nuestra petición, después de esperar por varias

horas en la oficina satélite de la calle Dr. Delgado en el

Palacio Nacional. Fue allí, que llamando a la oficina del

Presidente, que nos pusieron en espera con el teléfono y oímos el

“Canto a la Patria Dominicana” de Juan Luis Guerra.

5. Eliminar paulatinamente todo lo que recuerde Quisqueya en

cuestiones oficiales y propiedades del Estado.

Durante el primer período presidencial del PLD en el Siglo

XXI, el Director de Foresta, Jaime David Fernández, inició la

403

campaña “Quisqueya Verde”. No se explica ahora por qué esa

campaña desaparece en el segundo período de gobierno.

Existen planes de demoler el “Estadio Quisqueya” de la

Capital, para reemplazarlo con otro más moderno, pero no llevará,

según los planes, ese mismo nombre. La eliminación del Ingenio

Quisqueya se está llevando a cabo, aunque no puedan eliminar la

comunidad, que hoy es una ciudad, que se llama Quisqueya.

6. El colmo de la obsesión de imponer la nacionalidad

dominicana.

El Banco Central le introduce de carambola una identidad

innecesaria a los pesos de la nación con el inconfesable

propósito de seguir implementando el proyecto “Dominicana es la

Patria”, al añadir “Dominicanos” a los nuevos pesos, que de

acuerdo a la Constitución, según el propio Banco Central de que

“en virtud de las disposiciones contenidas en el Artículo 229 de

la Constitución de la República promulgada el 26 de enero de 2010

y en el Artículo 25, litoral c) de la Ley Monetaria y Financiera

No. 183-02, de fecha 21 de noviembre de 2002, que los billetes

que se emitan con la inscripción AÑO 2011 y siguientes, tendrán

404

características de seguridad mejoradas, acorde a los últimos

adelantos tecnológicos sobre la materia”.

Usted, amigo lector, nos puede ayudar a contestar las

siguientes preguntas:

¿Pesos de qué país puede imprimir el Banco Central de la

República Dominicana?

¿Qué tiene de características de seguridad mejoradas el

añadirle “Dominicanos” a los pesos de la República Dominicana?

Lo que esa medida hace, es dificultarle al pueblo hacer

cambios cuando la identidad nacional sea adoptada como

quisqueyana. Dejando la inscripción de los pesos como “Pesos”

nada más. Al ser emitidos por el Banco Central de la República

Dominicana, no tendrán que ser re-emitidos, hasta que sea

necesario normalmente, pues la identidad nacional quisqueyana no

deja de reconocer que la denominación de la república es

República Dominicana y el Banco Central es de este país.

405

“CINCUENTA PESOS DOMINICANOS” “CIENPESOS DOMINICANOS”(Se ha distorsionado la proporción para evitar copias y se usa

como muestra o ESPÉCIMEN)

HASTA EL 2010, ERAN PESOS ORO.

No es de sorprenderse si antes de que este libro salga a la

luz pública, otras medidas draconianas, como la anterior, serán

tomadas sin que el pueblo pueda decir nada.

7. Bloquear todo intento de que el Proyecto Quisqueya sea

conocido por el pueblo.

406

Una propuesta para que se considerara el nombre de Quisqueya

como nombre de la nación en la Constitución, era parte del

Proyecto Quisqueya desde el año 2008, que se anunciaba la

revisión o enmienda a La Carta Magna. Todos los esfuerzos por

hacer llegar esta propuesta a los legisladores se hicieron, pero

no encontró más que la declaración de un diputado que

públicamente dijo que lo que se tenía que cambiar era el Himno

Nacional, quitándole lo de quisqueyanos y lo de Quisqueya, para

reemplazarlos por dominicanos y por Dominicana respectivamente.

La reacción del pueblo no se hizo esperar y cientos de protestas

inundaron las publicaciones con comentarios de todas clases

contra ese diputado.

Por no poder quitar, ni mencionar quitar el Himno Nacional de

la Constitución, los planes del gobierno de introducir

“Dominicana” como el nombre de la nación y de la patria, no se

pudo esta vez; y, aunque no lo quieran admitir, el Proyecto

Quisqueya sí pudo llegar a oídos de los que estaban empujando ese

otro proyecto anti nacional, pues no solo lo debieron haber

comentado los dirigentes del Instituto Duartiano, sino también

directores de instituciones del Estado relacionados con la

407

Historia; los representantes de la Feria del Libro; amigos

nuestros historiadores; los empleados en las oficinas del

Congreso Nacional ; las directoras del Despacho de la Primera

Dama; profesores secundarios y universitarios; y, muchos amigos

personales del Presidente de la República.

En los Estados Unidos de América no se le acredita a los

nacionales de República Dominicana la identidad nacional

dominicana. Esa identidad está reservada para los nativos de la

Isla de Dominica. Se usa, sí, porque no se ve la otra verdadera.

Eso fue lo que sucedió durante el proceso de estructuración

de los documentos del Censo del 2010 en los Estados Unidos de

América. En el formulario a llenar por las personas, se les

daba una opción de poner la nacionalidad que deseaba bajo el

título de “otra” y para complacer a las organizaciones que lo

pidieron, se puso un ejemplo de cuáles podrían ser esas otras

(nicaragüeños, dominicanos, etc.), sin que la Agencia

comprometiera su legalidad.

408

Ninguna organización investigó o se preocupó por saber qué

fue lo que pasó. La misma actitud irresponsable de “dejar eso

así”, que ha existido siempre en el ambiente nacional.

De todas formas, oigamos lo que nos cuenta Checo de su

experiencia en Miami y de cómo esa identidad falsa ha calado

tanto, que hasta el sentimiento hacia todo lo que tiene que ver

con Quisqueya, ha bajado a un nivel que casi ni se siente ni

mucho menos se ve.

409

410

32. El Caso del Censo de los Estados Unidos de América

En medio siglo que ha pasado, calculamos que unos tres

millones de ciudadanos de los Estados Unidos de América, son

oriundos y descendientes de de nacionales de República

Dominicana, que alegan y están convencidos de ser “dominicanos”,

sin tener la menor idea de que esa es una identidad nacional que

no les corresponde.

Es de imaginarse que fuera de Quisqueya debe haber otros

tres millones en la misma condición.

El cálculo que se hace aquí, es basado a que los hijos de

esas personas que nacieron en el extranjero, tienen,

constitucionalmente, el derecho a la ciudadanía de República

Dominicana, pero no muestran, en su mayoría, en ninguna lista

aquí, de allá o de acullá, como tales.

411

La importancia que esto tiene para el país, es que si se

aprovecha ese recurso humano de la diáspora, que lejos de

reducirse, tiende a aumentarse cada año, la población nacional,

sobrepasa hoy los quince millones de personas.

Sin embargo, a lo mejor solo puedan votar unos doscientos

mil en la diáspora en las elecciones del 20 de mayo en el 2010,

según informes dado por la junta electoral.

El impacto que se producirá cuando se sepa que han estado

utilizando una nacionalidad errada, que no le pertenece, puede

ser el hecho que atraiga hasta al más enajenado y apático a

cerrar filas para reclamar su verdadera identidad quisqueyana,

cuando se comience a implementar el Plan Quisqueya.

¿Por qué tenemos que resolver este dilema sobre la identidad

nacional ya? Porque nos dieron una lección penosa en los censos

del 2010 que se llevaron a cabo tanto en el de los Estados

Unidos, como en el de República Dominicana.

Para realizar el censo nacional de los Estados Unidos de

América, se les ofrece a la población la oportunidad de corregir

el cuestionario antes de ser aprobado e impreso para su

ejecución. No creo que lo misma suceda en República Dominicana y

412

si es así, debe ser muy limitada su publicación, pues cada hogar

en los Estados Unidos recibe una comunicación sobre esto.

El hecho es que el formulario contenía una pregunta, la

número ocho, para ser precisos, en la que se preguntaba a la

persona que era la cabeza del hogar, que cuál era su nacionalidad

de origen hispano de la misma y de los miembros de su hogar.

Entonces, aparecían varias casillas para que se marcara con

una “X” dicha pregunta. En esas casillas aparecían las

siguientes predeterminadas antes de que saliera la definitiva:

413

Cuando preguntamos a los encargados de recibir las

sugerencias sobre el por qué no se añadía una casilla particular

a la clasificación “Dominican”, para identificar a los

“dominicanos”, pues como los mexicanos, puertorriqueños y

cubanos, la cantidad que hay merece una casilla.

La respuesta fue categórica:

414

A los únicos que los Estados Unidos de América reconocen

como “Dominicans”, son a los que tienen su origen en la Isla

de Dominica;

Hemos tratado de complacer las peticiones que nos han hecho

y hemos puesto ese título de “Dominican”, entre los que

contestan que sí, agrupados con las demás nacionalidades,

para que lo indiquen en el espacio designado para ello. De

esa manera, los que deseen pueden medir para sus propios

propósitos, la cantidad que hay de cada uno de esos “otros”

de origen latino, hispano o español, sin que el propósito

general del Censo 2010 sufra desviaciones e inexactitudes

caprichosas. Las personas originadas en República

Dominicana, tienen que escoger un origen étnico diferente al

que reclaman, para poder ser aceptados en el próximo Censo,

que desde ya es un censo en progreso permanente, para no

tener que esperar diez años en determinar las estadísticas

en base al mismo.

415

En otras palabras, mientras autoproclamen la falsa

nacionalidad dominicana los oriundos de República Dominicana,

el mundo civilizado seguirá ese mismo trato de “allá ustedes”.

Eso no lo quieren admitir las organizaciones que hicieron el

esfuerzo en casi exigir el que se hiciera la inclusión

especial, pero saben lo que lo que pasó.

Otro tanto sucedió con el Censo 2010 de República

Dominicana, pues a nosotros no se nos contó. Por lo menos así

parece, a menos que lo hayan hecho por las estadísticas que

reposan en los archivos de la nación y de cancillería. Si fue

así, el Censo adolece de credibilidad, puesto que no se saben

muchos factores que afectan sus resultados, respecto a la

población de la diáspora:

Los hijos de padres nacidos en el extranjero que pueden

tener derechos a reclamar la ciudadanía;

Los emigrantes que han fallecido y no se han registrado

en cancillería o consulados;

Los lugares en dónde se encuentran, debido a las

mudanzas;

416

Incluyendo otros factores que se hayan tomado en cuenta

para los que residen en el terruño. Como expresamos

anteriormente en otro capítulo, las estadísticas podrían

aprovechar el conteo de aproximaciones de once millones en el

territorio y cuatro afuera.

Eso requiere un examen psíquico de cómo se consideran, no

solo los que nacen en el extranjero, sino también de los que

nacen en el territorio nacional que han adquirido derechos

ciudadanos en otros países y tienen la errada creencia de que no

tienen esa nacionalidad o que ya no les pertenece. Otro asunto

constitucional que debe arreglarse.

Volviendo al caso del Censo 2010 de los Estados Unidos de

América, todavía las organizaciones que cabildean a favor de la

comunidad quisqueyana, siguen insistiendo en que en el próximo

censo no se van a quedar atrás los “dominicanos” y deberán ser

incluidos como una etnia que tiene poder y lo ha demostrado al

conseguir que en Nueva York, durante la redistribución de

distritos electorales, lograron una conquista grande, donde la

posibilidad de elegir a nuestra tiene un margen ventajoso.

417

Veamos ahora la planilla definitiva del Censo 2010 en los

Estados Unidos de América y de la campaña que hicieran los

“dominicanos” para que se incluyera una casilla en la misma; y

veamos también algunos de los argumentos que salieron publicados:

EL DIARIO-LA PRENSA DE NY DEL LUNES, 1 DE JUNIO, 2010.

418

DANR Dominican American National Roundtable (Mesa Redonda

Nacional Dominico-Americana), es la organización más grande y

419

especializada en darle poder político a ciudadanos americanos de

origen quisqueyano en los Estados Unidos.

420

Esta es la traducción aproximada de la versión que aparece en la

página anterior en idioma inglés.

421

422

Esta es la versión final en inglés del formulario del Censo 2010

de los Estados Unidos de América.

Todos esos intentos fracasaron desde el punto de vista de la

aceptación legal de la identidad dominicana como identidad

nacional de los ciudadanos nacidos en República Dominicana. Como

le dijo a Duarte aquel capitán del barco holandés mientras se

dirigía al puerto de Nueva York, “usted no es dominicano”, con la

diferencia de que hoy no solo los de República Dominicana son

dominicanos, pero también los haitianos y otras sociedades y

familias. Lo que no se acepta es la nacionalidad dominicana,

porque esa no existe en la Isla de Santo Domingo, donde solo hay

haitianos y nacionales de República Dominicana, sin un nombre

propio legal que le pueda dar su gentilicio.

423

424

33. La Falsa Identidad Dominico-Americana

La participación en la política local, estatal y federal del

quisqueyano, vestido de “dominicano”, aumenta cada año electoral

con candidatos en los estados de Rhode Island, Massachusetts,

Boston, Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania y Florida, habiendo

una lista larga de funcionarios electos, que se copia aquí de la

página de Internet de la Mesa Redonda Nacional Dominico-Americana

(en inglés: Dominican-American National Roundtable “DANR”), organización

425

que busca beneficiar a la juventud, educándola, empoderándola e

integrándola a la política americana y campos científicos,

judiciales y educativos.

Desde 1998 esta institución ha tomado la vanguardia a nivel

federal en los Estados Unidos de América para lograr objetivos a

escala general para los quisqueyanos que son ciudadanos

americanos y para toda la comunidad quisqueyana en general.

Desde que se fundó, hemos sido miembros de la misma, por

considerar que los objetivos que se ha propuesta esa organización

son definitivamente beneficioso para Quisqueya y para todos los

quisqueyanos y desde donde los quisqueyanos aportan y ofrecen sus

mejores valores a favor de la sociedad en general.

Si el adquirir los derechos ciudadanos en otros países es

importante para el país del que se es nativo, mucho más prestigio

radia el hecho de ocupar posiciones de importancia en esos otros

países. Lo único es que en el caso de los quisqueyanos usamos

una nacionalidad falsa.

No todas “comunidades dominicanas” en los Estados Unidos de

América están formadas por quisqueyanos, o sea, por nativos y

ciudadanos de República Dominicana (Quisqueya) o sus

426

descendientes. Veamos un ejemplo de “comunidad dominicana”,

entre las muchas y variadas que existen en los Estados Unidos,

que no tienen nada que ver con Quisqueya.

Posted by: Fr. Vincent Benoit, O.P.Category: Preaching: Homilies Only News Liturgy

Happening in OaklandSep 11, 2011

Dominican Community of St. Albert PrioryWelcomes Participants in theSchool of Applied Theology Program

Each year the School of Applied Theology brings men andwomen from all over the world to St. Albert Priory fortheir enrichment and sabbatical programs. The Priory ofSt. Albert is grateful for the opportunity to housesuch a program and each session celebrates theirpresence with a special dinner. This fall the dinnerwill be on the evening of September 14, the feast ofthe Exaltation of the Cross.

For those who are not familiar with the School ofApplied Theology, here is a short introduction fromtheir web site and a link to their programs:

The SAT Sabbatical is an affiliate program of theGraduate Theological Union in Berkeley, California. Itprovides an opportunity for priests, men and womenreligious, and lay ministers to renew and integratetheir theology, spirituality, and pastoral ministrywithin a holistic context.

427

The School of Applied Theology has pioneered a unique,relaxing sabbatical program specifically designed forpersons in mid-life and beyond seeking spiritualrenewal and personal enrichment. We invite leadingpresenters from the schools of the Graduate TheologicalUnion and other institutions in the Bay Area and acrossthe United States to come to SAT and to synthesize thebest of contemporary thought in their fields ofexpertise. They share their insights in modular unitsof learning which are presented to the entire SATgroup. This common learning increases the capacity ofSAT participants to explore and share on a deeper levelconnecting their new learning to their experience inpastoral ministry.

Posted by: Fr. Vincent Benoit, O.P.Category: News Ministry Tweet

Mary Fabilli, OPL (1914-2011)Dominican Artistand Friend of St. Albert Priory

St. Albert Priory hosted a Vigil Rosary on Thursdayevening, September 8, 2011 at 7:30 pm, and a RequiemMass, according to the Dominican Rite, on Friday,September 9 at noon. Interment followed at St. DominicCemetery, Benicia, California, the place of burial forWilliam Everson, and other members of the Dominicanfamily, in particular the friars of the WesternDominican Province.

On 2 September 2011, Mary Fabilli died at the age of 97in her home in Berkeley, California. Ms. Fabilli had a

428

nearly sixty-year connection with the spiritual andliturgical life of St. Albert Priory (the original homeof DSPT). [More]

Posted by: Fr. Vincent Benoit, O.P.Category: News Dominican School of Philosophy & Theology Tweet

Sept Dominican LifeSep 8, 2011

Algunas organizaciones de habitantes y nativos de la isla de

Dominica, también utilizan el gentilicio en inglés como

Dominican, que es su correcta denominación, que ellos no utilizan

en su propia tierra por varias razones, entre ellas, que

obtuvieron su independencia en 1974 y en vez de crear una

república, siguieron como miembros de la comunidad británica, no

utilizan el gentilicio nacional, aunque el idioma oficial de

ellos es el “Francés Criollo Dominicano” (Dominican Creole French).

429

Se dice que la costumbre hace ley y que si hemos dicho que

somos dominicanos desde 1621, será imposible cambiar esa

nacionalidad. Lo que no se le ha explicado a los que la usan, es

que esa nunca ha sido su nacionalidad, que dominicana es un

título de identidad isleña para los habitantes de las islas de

Dominica y de Santo Domingo.

Pero esos errores se podrán corregir en la medida que se

corrijan los términos usados en las constituciones de República

Dominicana y de Haití.

La lista que aparece en la siguiente página, se extrae de

una de las páginas del portal la Mesa Redonda Dominico-Americana.

Hay algunas fichas que no están completas, pero que el lector

puede obtenerlas a partir de las que aparecen. Las fotos no las

hemos incluido, pero se encuentran en el “enlace” en el

Internet:

http://www.danr.org/ip.asp?op=Elected:

Adriano Espaillat, NYS State Senator

District Office 5030 Broadway New York, NY 10034 United StatesPhone: (212) 544-0173Fax: (212) 544-0256Albany Office

430

LOB Room 513 Albany, NY 12247 United StatesPhone: 518-455-2041Fax: 518-426-6847 Email: [email protected]

Jose Peralta, NYS State Senator

Albany Office 188 State Street Room 415, LOB Albany, NY 12247 United StatesPhone: (518) 455-2529Fax: (518) 426-6909District Office 32-37 Junction Boulevard East Elmhurst, NY 11369 United StatesPhone: (718) 205-3881Fax: (718) 205-4145Email: [email protected]

Nelson L. Castro, NYS Assemblyman

District Office2175C Jerome Ave.Bronx, NY 10458Phone 718-933-6909Albany Office921 Legislative Office Building Albany,NY 12248Phone 518-455-5511Email:[email protected]

Guillermo Linares, NYS Assemblyman

District Office210 Sherman Ave, Suite ANew York, NY 10034Phone (212) 544-2278Fax (212) 544-2252Albany Office523 Legislative Office BuildingAlbany, NY 12248Phone (518) 455-5807Fax (518) 455-4908Email: [email protected]

Julissa Ferreras, Councilwoman New York City Council

431

District Office32-33A Junction Blvd.Queens, NY 11369Phone: (718) 651-1917Email: [email protected]: www.julissaferreras.com

Diana Reyna, Councilwoman

New York CityDistrict Office444 South 5th St.Brooklyn, New York, 11211Phone: (718) 963-3141Fax Phone: (718) 963-4527Email: [email protected] Office Address250 Broadway, 17th FloorNew York, 10007Phone: (212) 788-7095Fernando Cabrera, Councilman

New York City District Office Address107 East Burnside AveBronx, NY 10453Phone 347-590-2874 Fax 347-590-2878Legislative Office Address250 BroadwaySuite 1725 Phone 212-788-707 Fax 212-788-8849E-mail: [email protected]

Ydanis Rodriguez, Councilman

New York CityDistrict Office Address618 W. 177th Street, Ground FloorNew York, NY 10033Phone 917-521-2616Fax 917-521-1293Legislative Office Address250 Broadway, Suite 1731New York, NY 10007 Phone 212-788-7053Fax 212-227-1215E-mail: [email protected]

432

Vivian Viloria – Fisher

Legislator – County of Suffolks Office Address46 Route 25A – Suite 5East Setauket, NY 11733Phone: 854-1500Fax: (631) 854-1503Email:[email protected] Batista, Deputy MayorHaverstraw Village

Village of Haverstraw40 New Main StreetHaverstraw Village, NY 10927Phone: 845-429-0300

Rafael Bueno, Village TrusteeHaverstraw Village

Village of Haverstraw40 New Main StreetHaverstraw Village, NY 10927Phone: 845-429-0300

Emily Dominguez, Village Trustee Haverstraw Village

Village of Haverstraw40 New Main StreetHaverstraw Village, NY 10927Phone: 845-429-0300

Dr. Alex D. Blanco, MayorCity of Passaic

Passaic City Hall,330 Passaic Street,Passaic, NJ 07055Phone: (973) 365-5500Email: [email protected]

Rigo Rodriguez, Councilman-at-LargeCity of Paterson

City Hall – 155 Market StreetPaterson, NJ 07505Phone: (973) 345-7434Phone: (973) 321-1250Councilman-at-Large

433

Julio Tavarez, Councilman 5th Ward City of Paterson

City Hall – 155 Market StreetPaterson, NJ 07505Phone: (973) 345-7434Phone: (973) 321-1250Email:[email protected]

Carlos Aguasvivas, CouncilmanBergenfield

198 North Washington Avenue,Bergenfield, NJ 07621Phone: (201) 387-4055Email: [email protected]

Tilo Rivas, Commissioner – UnionCity Freeholder – Hudson County

Union City Office 3715 Palisade Avenue Union City, NJ 0708 Phone: (201) 348-5735Hudson County OfficeAdministration Building Annex567 Pavonia AvenueJersey City, NJ 07306Phone: (201) 795-6004Email: [email protected]

Reynaldo Martinez, councilmanBorough of Haledon

Borough Hall510 Belmont Ave.Haledon, NJ 07508Phone: (973) 595-7766Email: [email protected]

Cristina Peralta, CouncilwomanBorough of Prospect Park

Borough of Prospect Park-106 Brown Ave.Prospect Park, NJ 07505

434

Phone: 973-979-7075973-340-5707Email: [email protected]

Yessenia Frias, CouncilwomanBorough of Bogota

Borough Hall375 Larch Avenue Bogota, NJ 07603Phone: (201) 342-1736Email: [email protected]

Michelle Lopez-Fernandez, Councilwoman West New York

West New York City Hall -West New York, NJPhone: Email:

Hector C. Lora, Councilman City of Passaic

Passaic City Hall,330 Passaic Street,Passaic, NJ 07055Phone: (973) 365-5500Email:[email protected] Polanco, Councilwoman City of Passaic

Passaic City Hall,330 Passaic Street,Passaic, NJ 07055Phone: (973) 365-5500Email:[email protected]

Ruben Vargas, Commissioner West New York

West New York City Hall -428 60th StreetWest New York, NJ 07093Phone: (201) 295-5100Email:

FiorD’Aliza, CommissionerWest New York

435

West New York City Hall -428 60th StreetWest New York, NJ 07093Phone: (201) 295-5100Email

Wendy Guzman, Commissioner Paterson Board of Education

90 Delaware Ave.Paterson, NJ 07503Phone: 973-321-1000 Email:

Alex Mendez, Commissioner Paterson Board of Education

90 Delaware Ave.Paterson, NJ 07503Phone: 973-321-1000 Email:

Pedro Rodriguez, Commissioner Paterson Board of Education

90 Delaware Ave.Paterson, NJ 07503Phone: 973-321-1000 Email:

Milady Tejeda, Commissioner Perth Amboy Board of Education

178 Barracks StreetPerth Amboy, NJ 08861Phone: (973) 321-1250Email: [email protected]

Samuel Lebrault, CommissionerPerth Amboy Board of Education

178 Barracks StreetPerth Amboy, NJ 08861Phone: (973) 321-1250Email: Eric Cedano, Commissioner Roselle Board of Education

328 Harrison StreeetRosella, NJ 07203Phone: 908-419-5898Email:

436

[email protected]

Sebastian Rodriguez, Commissioner Teaneck Board of Education

1 Merrison StreetTeaneck, NJ 07666Phone: 917- 513-9213Email: [email protected]

Joseline Pena Melnyk, State Delegate Legislative Distric 21 – Prince George’s and Arundel Counties

The Maryland House of DelegatesAnnapolis Office66 Bladen Street, Room 209Annapolis, MD 21401Phone: 401-841 3502 / 301-858 3502 e-mail:

[email protected]

Cristian Mendoza, CouncilmanBladensburg

Bladensburg Town Hall4229 Edmonston RoadBladensburg, MD 20710Phone: (240) 604-6349Email: [email protected]

Marcos Devers, State Representative

MA State House Room 146 Boston, MA 02133Phone: 617-722-2011 Fax: 617-727-2238Email: [email protected]

William Lantigua, MayorCity of Lawrence, MA

Office AddressCity Hall

437

200 Common Street – 3rd. Floor Room 309Lawrence, Massachusetts 01840 Telephone: (978) 620-3010 (978) 620-3013 Fax: (978) 722-9200Email: [email protected] Moran, CouncilmanCity of Lawrence

City Hall200 Common StreetLawrence, MA 01840Phone: (978) 620-3210Email: [email protected]

Oneida Aquino, CouncilwomanCity of Lawrence, MA

332 Broadway StreetLawrence, MA 01841Phone: (978) 857-1862 Email: [email protected]

Modesto Maldonado, CouncilmanCity of Lawrence, MA

115 Spruce StreetLawrence, MA 01841Phone: (978) 688-2045 Email: [email protected]

Sandy Almonte, CouncilwomanCity of Lawrence, MA

33 Woodland StreetLawrence, MA 01844Phone: (978) 382-2456Email: [email protected]

Julio GuridyAllentown, Pennsylvania 435 Hamilton St.Allentown, PA 18101Phone: (610) 437-7556Email:Councilman

Dr. Jose Feliu Sababino, Legislador MunicipalCarolina

Legislatura MunicipalApartado 8 Carolina,

438

Puerto Rico 00986-0008Phone: (787) 750-7000

Debe haber otros que ocupen importantes posiciones en los

gobiernos locales, estatales y federales que no se mencionan aquí

porque no adquirieron esas posiciones a través del voto, pero

tienen una importancia estratégica en cuanto al poder de la

comunidad. El propio Checo de La Vega, por el Condado de

Collier, fue miembro de la Junta de Consultores en Asuntos

Hispanos (Hispanic Affairs Advisory Board) de la Comisión del Condado de

junio del 2004 a junio del 2009 y ha dirigido la participación

hispana del desfile anual celebrando “El Día de Colón” en Golden

Gate City de ese condado, hasta ahora (Oct. 8, 2011).

Por la facilidad de comunicación de los funcionarios en los

Estados Unidos, resultará más fácil aquí que en Quisqueya,

comunicarles que su identidad nacional quisqueyana es legal

cuando se inserte en la Constitución.

El plan de llamar “Dominicana” a la nación, surgió por las

mismas razones que el proyecto Quisqueya se propone demostrar que

el nombre debe ser “Quisqueya”. Lo difícil es poder competir con

ese proyecto que introdujo la Secretaría de Estado de las Fuerzas

Armadas de República Dominicana (hoy Ministerio de las Fuerzas

439

Armadas) en el año 2006, pues el mismo se ha estado implementando

con la ayuda oficial y con más de quince instituciones, entre

ellas el poderoso Ministerio de Turismo, que usan “Dominicana”

oficialmente de forma flagrante, sin estar aún aprobada de esa

forma la Constitución Nacional. También se han estado utilizando

seminarios en el extranjero para “educar” a la juventud en base a

esa “dominicanidad”.

440

CAPITULO IX

LA VERDADERA IDENTIDAD NACIONAL QUISQUEYANA

441

A manera de introducción a este tema, vamos a definir

primero al ser quisqueyano y por qué, antes de graduarse con el

título, se debe pasar una prueba y estar bien seguro de que sabe

su materia a consciencia. Vamos a hacer esto en forma de

preguntas y respuestas.

442

¿Qué clase de identidad es la quisqueyana?

1. Es la identidad nacional de los nacidos en Quisqueya.

¿No tenemos la identidad dominicana?

2. Sí, la tenemos porque Quisqueya está en la Isla de Santo

Domingo, pero no es identidad nacional, es una de las

identidades regionales, en este caso, la identidad isleña.

También fue una identidad colonial española que debió

desaparecer con la independencia efímera.

¿Qué son identidades regionales?

3. Son identidades secundarias que van de acuerdo al área del

mundo que ocupa una nación y que compartimos con más

naciones: la isla; el archipiélago; el continente. Somos

dominicanos, por la isla; antillanos, por el archipiélago; y

americanos, por el continente.

¿Quién dijo que nuestra nación se llama Quisqueya?

4. Juan Pablo Duarte.

¿Por qué no está en la constitución?

5. Porque los representantes del pueblo e historiadores no han

interpretado el Juramento Trinitario, que de manera clara

expresa que dominicana es la dominación, no el nombre de la

443

nación. También, porque se conoce muy poco la historia del

Duarte quisqueyano y se le hace difícil a muchos

intelectuales deducir el traspaso de una identidad colonial

a una identidad nacional, aunque la dominicana quedara como

regional o isleña, pero no con el carácter nacional o de

patria.

¿Cuándo le puso Duarte el nombre de Quisqueya y de dónde

sacó ese nombre?

6. En 1861, en el mensaje que encendió la llama de la guerra

restauradora. Ese mensaje ha estado escondido y el pueblo

no lo conocía. Los intelectuales temen usar el vocablo

Quisqueya para que no les tilden de ignorantes, pues se dice

que el término no es de origen taíno y en verdad es de

origen maya, pero ¿Qué importa?

¿Es el Himno Nacional basado en el mensaje de Duarte?

7. Sí, pero eso no se nos explica en la escuela y los

intelectuales piensan que fue una inspiración del Licenciado

Emilio Prud’homme.

¿Si no está en la Constitución, no somos quisqueyanos?

444

8 Entonces no cantemos el himno. Lo que tenemos que hacer es

exigir a los representantes del pueblo quisqueyano que

incluyan a Quisqueya en la Constitución para que sea legal.

¿Se le va a cambiar el nombre al país?

9 No. Se van a hacer las correcciones pendientes desde

nuestra independencia y restauración para que aparezca como

debe ser: República Dominicana de Quisqueya.

¿Serán muy costosas las correcciones?

10 No. Deben hacerse gradualmente y por etapas en el campo

nacional, mientras se informa a los más de doscientos

cincuenta países del mundo.

Veamos ahora qué clases de impactos provocarán las

correcciones:

Los símbolos patrios siguen siendo los mismos, ninguno de

ellos sufre cambios.

Informarle a los ciudadanos que su identidad nacional es la

quisqueyana no les causará trauma alguno, pues han estado

siempre orgullosos de serlo.

445

Lo que diga República Dominicana se cambia por Quisqueya, o

se le añade, lo que es o no necesario es que se queda la

denominación (República Dominicana).

En cuanto al sistema educacional, se tendrán que educar a

los educadores, legisladores y políticos, consistiendo esto

en lo más impactante a todos los niveles.

En cuanto al impacto que tendrá en el extranjero, es

totalmente positivo:

Atraerá la atención del mundo hacia Quisqueya.

El turismo, el comercio y la cancillería tendrán que

prepararse a recibir un mayor volumen de usuarios y turistas

extranjeros.

El Censo en los Estados Unidos de América y las demás

agencias, ahora podrán incluir la nacionalidad quisqueyana

sin temor a confundirse.

En cuanto al impacto que tendrá en Haití, se aclararán muchas

cosas, que dependerán de la acción que tome el gobierno de

Quisqueya para cumplir con el principal motivo por el que los

trinitarios lucharon en 1844 y que aún continúa siendo la razón

por la cual el nombre de la isla aparece en nuestra Constitución

446

como Isla de Santo Domingo, pero que en la Constitución haitiana,

continúa como Isla de Haití:

El nombre de la isla que comparten Haití y Quisqueya es:

Santo Domingo

Haití se beneficiará del cambio porque la isla estará en

la mira del mundo

La agencia que normaliza los nombres en los Estados

Unidos de América, deberá de aceptar el nombre de Isla de

Santo Domingo y aclarar a su nación y al mundo que ya no

se utilizará Isla de Hispaniola, pues ya los dueños de la

isla se pusieron de acuerdo.

Un Solo Pueblo Quisqueyano.

A los millones de seres que pueblan los distintos rincones

de Quisqueya y los más de dos millones que residen en el

extranjero, formando un solo pueblo, una sola Patria, podemos

447

decirles que hay un futuro promisorio para cada uno, allá y en la

Diáspora.

Para que ese porvenir pueda materializarse, recomendamos

tres acciones importantes que debe hacer cada persona adulta.

Empecemos por los de la Diáspora.

Primero, buscar en el pueblo, ciudad, estado o provincia

donde vive, la conexión con alguien o algo (institución) que

tenga que ver con el país. Esto podría ser una universidad, un

club, una escuela, una institución caritativa, agencias del

gobierno, paisanas, familiares, amigos y/o negocios. Si es

difícil hallar una de éstas conexiones, entonces únase a la que

más cerca le quede, aunque sea en otro país. En otras palabras,

hágase miembro, socio o contribuya a la formación de una

organización quisqueyana.

Hoy oímos a los criollos hablar de por quién van a votar en

las elecciones y no tenemos que tener el oído fino para saber que

se trata de entre Hipólito Mejía y Danilo Medina, pues no existen

opciones con el poder que respaldan a esos candidatos.

Segundo, saque su cédula de identificación y registro de

votante como quisqueyano, así podrá ser considerado para votar en

448

las elecciones que la Diáspora tiene derecho al sufragio en

Quisqueya, que hasta ahora son las de elegir al Presidente y al

Vicepresidente de la República. Como ciudadano quisqueyano,

usted también tiene que contribuir económicamente. Una de las

proposiciones que tenemos en mente es la de hacer una donación

voluntaria anual mínima, que sería enviada directamente al Banco

Central y destinada a obras específicas, siendo un diez por

ciento de ella para mantener la red de unidades que hace posible

el aumento de ciudadanos en la Diáspora. Esa cantidad es

poquita, pero básica, porque adicional a ella, están otras

contribuciones especiales que son parte de la tercera acción que

recomendamos a los de la Diáspora.

Esa Tercera es contribuir económicamente, a parte de la

cuota voluntaria (habíamos hablado de “voluntario”, porque de

otra forma, entra en contradicción con los derechos y deberes

ciudadanos de otros países. La acción que debe tomar cada

persona que goza de los derechos ciudadanos como quisqueyana, es

canalizar ayudas a familiares, amigos, comunidad, asilos,

escuelas, hospitales, parques y otros proyectos, a través de la

449

organización a que pertenezca o a través de la red creada para

tales propósitos.

Existen organizaciones extranjeras que ofrecen ayuda en

diferentes áreas y hacen una gran labor y de ninguna forma puede

oponerse un quisqueyano a que continúen haciéndolo, mas por el

contrario, debe alentar a que otros extranjeros hagan lo mismo o

apoyen a esas organizaciones caritativas, puesto que aunque son

privadas, dejan beneficios al país.

El quisqueyano de la Diáspora puede ser un “embajador” del

país, haciéndole saber a sus amigos, vecinos, compañeros de

escuela o trabajo, a sus empleados o jefes, cofradías y socios

extranjeros que existe un país que lleva por nombre Quisqueya,

“la tierra más bella que ojos humanos hayan visto” y que todo ser

humano que a partir del Siglo XXI no la visite, no conoció toda

la belleza natural y humana que Dios le puso a la Tierra.

Ahora vamos a los que viven en el terruño que llamamos

Quisqueya.

Primero, cada persona adulta, con derechos y deberes de un

ciudadano, tiene que ponerse presente de alguna manera: escuela,

trabajo, asociación, etc., con tal de que se sepa cuál es su

450

condición económica, cuando ésta este afectada negativamente.

Esto podrá facilitarle el trabajo a las redes encargadas de

monitoreo para que los programas sociales puedan ser dirigidos de

manera positiva y efectiva. Los que están bien, pueden ayudar a

localizar a los que están afectados a su alrededor: familiares,

amigos, vecinos.

Segundo, cada personal debe pertenecer a una institución

social en su comunidad o trabajo para mantenerse informada de

situaciones vitales, tales como, defensa civil, crisis económica,

estabilidad del sistema político, ambiente internacional y unidad

comunal.

Tercero, alimentar la idea de una Casa Quisqueyana

Internacional como se plantea en esta obra, donde cada uno sea

exponente de una sola cultura, un juego de valores aplicables a

todos, con un porvenir unitario y progresista.

Quisqueya, la Patria Completa

1. Una Patria con Estado

451

a. Libre e independiente de toda dominación extranjera y

una constitución que protege a todos sus ciudadanos y

nativos.

2. Una Patria con Bandera

a. Orgullosamente una de las más bellas del mundo.

3. Una Patria con Escudo

a. Donde Dios nos da una Patria con Libertad para todos.

4. Una Patria con Himno

a. Que mantiene nuestra llama siempre ardiendo para

defenderla.

5. Una Patria con Diáspora

a. Que siempre ha contribuido al progreso general de

nuestro pueblo.

6. Una Patria con Nombre Propio.

a. QUISQUEYA

Para que la patria se llene de quisqueyanos valientes,

tenemos que hacer algunas aclaraciones de quienes pueden ser esos

quisqueyanos.

452

Es un asunto de la Constitución Nacional, el determinar

claro y preciso la definición de la identidad nacional.

Es por eso que decimos que la meta final de es llegar a las

constituciones de las dos naciones que han enredado el asunto de

la identidad nacional de uno de ellos y la identidad isleña de

ambos. Circunscribiendo este tema a las dos naciones, Haití y

Quisqueya, llegaremos a la verdad.

453

454

34. Quisqueyanos Valientes

El Himno Nacional, en la primera línea de su primera estrofa

llama “Quisqueyanos valientes” a los hijos de la patria y la

nación que se llama “Quisqueya” (la indómita y brava).

¿Qué más puede pedirse, para desprenderse de una identidad

nacional falsa?

Esa valentía debe de tener todos los que aman a su patria

Quisqueya, aunque se hayan cometido los errores y le hayan

confundido por años y años. Mientras más viejos, más coraje y

determinación deben tener los nacidos en la República Dominicana

de Quisqueya.

Nadie usa sus identidades comunes (europeos; asiáticos;

ingleses; escoceses; ibéricos; sur, centro y norteamericanos)

como la usan los oriundos de República Dominicana. Sí, pueden

identificarse como dominicanos, caribeños, americanos, porque son

455

parte de esas regiones, pero su identidad nacional no es la que

se usa para identificar a la isla, sino a su nación y porque no

está establecida por error en la Constitución, resulta incómodo

decir que son quisqueyanos.

¿De quién es la culpa? No importa. Lo que importa ahora es

que sabemos la verdad y si no se actúa con valentía y se le

exige a los encargados de corregir esos errores que lo hagan de

inmediato, entonces, que no haya protesta por lo que hagan los

que ostentan el poder político ahora y en el futuro.

¿Qué se puede exigir al gobierno?

Sin ser extremistas, como un aviso que se envió por el

Internet hace poco de cómo Australia trata a los forasteros,

diríamos que la Junta Central Electoral debe aceptar solo a

aquellos candidatos a posiciones políticas que firmen un

documento en el que se comprometan a respetar la Constitución

de Quisqueya y un juego de postulados del ideario de Juan

Pablo Duarte, fundamentales para garantizar que dicho

candidato va a trabajar por y para la Patria, al servicio del

pueblo. En otras palabras, si no reconoce que es quisqueyano,

456

no puede optar por representar a Quisqueya ni a su pueblo.

Esa lista podría ser:

a. El nombre de la isla es “Isla de Santo Domingo”

b. El nombre de la Patria y de la Nación es “Quisqueya”

c. La República es y será siempre libre e independiente de

toda dominación extranjera

d. La soberanía reside en el pueblo, a quien se debe servir,

sin importar qué, quién o quienes le ayudaron a

postularse.

e. Respetará y hará respetar la Constitución Nacional y las

leyes sin inmunidad alguna.

f. Honrará la posición que ocupe con su comportamiento y

acciones.

La libertad es lo más preciado que tiene el hombre, pero

el libertinaje, la anarquía y los atentados contra la

soberanía del pueblo y la independencia de la nación, no

tienen nada que ver con esa libertad. Soy libre en mi casa,

hasta que tropiece con los objetos y las personas que la

comparten conmigo, pues en ese caso algo anda mal o está donde

457

no debe de estar para que todo marche en paz y progresando,

sea yo, el objeto o la otra persona, se deben revisar las

reglas que se pusieron en la casa para determinarlo.

Hay oportunidades para que el comerciante, el empresario,

el profesional, el científico, el técnico, el empleado

público, el empleado privado, el obrero, el chiripero, el

campesino, el estudiante, los servidores públicos, los

militares, los partidos, las instituciones públicas, las

privadas y todas las demás instituciones de las fuerzas vivas,

puedan escoger los caminos en los cuales serán instituciones

de Quisqueya y quisqueyanos valientes.

Todo debe empezar por la educación a todos los niveles en

relación con el patriotismo, que no debe ser estrecho, pero

tampoco de la manera que los enemigos de la patria lo

quisieran poner. Es muy fácil decir que tanto patriotismo y

tanto nacionalismo es perjudicial a las relaciones

internacionales. Lo que es perjudicial a la Patria es que los

internacionalismos rijan el destino de los quisqueyanos.

Tenemos un juego de principios basado en el proyecto de nación

458

de Juan Pablo Duarte y no tenemos que usar otros, por lo menos

hasta tanto se ponga a prueba y resulte insuficiente para la

paz, el progreso y bienestar de la Patria y su pueblo.

El despliegue de los símbolos patrios por doquier, es la

garantía de que haya muchos quisqueyanos valientes vigilando a

la Patria como un Luperón.

459

460

35. Los Símbolos Nacionales de la Patria

Cuando se hace la pregunta de todos los cambios que

necesariamente tendrán que producirse al ponerle nombre a una

institución, especialmente, a una nación, existen los temores

de que se tengan que cambiar banderas, escudos, himnos y otros

símbolos patrios que eran propios del nombre que llevaba con

anterioridad el país.

Ese no es el caso para nuestra nación. Los símbolos

patrios siempre fueron concebidos con una claridad

extraordinaria por el Padre de la Patria y el nombre que él

mismo escogiera se adapta perfectamente a los mismos.

Ni el escudo, ni la bandera y mucho menos su himno

nacional serán afectados ni modificados en forma alguna.

Lo que va a haber no es un cambio. Lo que va a haber son

correcciones.

461

La primera es a la Constitución de la República, en la

que se va a insertar o añadir el nombre de Quisqueya como el

nombre de la nación y quisqueyana la identidad nacional de su

pueblo, eliminando los errores de que la nación se llama

República Dominicana y de que la identidad nacional del pueblo

es la dominicana.

La segunda corrección es una petición o exigencia al

gobierno haitiano para que en la constitución de su nación se

diga que el nombre de la isla es Santo Domingo.

La tercera corrección es una petición o exigencia, una

vez el gobierno haitiano haya cambiado su constitución

respecto de la isla, satisfaciendo la petición anterior, al

gobierno de los Estados Unidos de América, para que acepte que

el nombre de la isla es Santo Domingo y haga los cambios de

lugar que elimine el uso oficial de Hispaniola para referirse

a la isla.

Algunos dirán que el escudo contiene una cinta que reza

“República Dominicana”, temiendo que eso traería problemas.

462

Definitivamente que no. Quisqueya es una república

dominicana por estar en la Isla de Santo Domingo. El hecho de

que apareciera en la cinta del escudo, fue idea de Duarte,

para hacerle saber al mundo que el nombre de la isla no se iba

a cambiar, que no sería una república haitiana. El que en el

escudo se muestre que es una república dominicana, garantiza

que nuestra nación será una república libre, soberana e

independiente; y, que ocupará y defenderá por siempre los

territorios espacios consagrados en su constitución en la Isla

de Santo Domingo.

Aclaraciones y correcciones que han estado pendientes

desde el descubrimiento, pues aquí demostramos que Quisqueya

no es un vocablo taíno, como no lo es Santo Domingo y sin

embargo, ambos términos han identificado, como Haití, a esta

isla.

Juan Pablo Duarte pensó, que si Haití fue escogido cuando

la parte occidental de la isla se independizó, ésta debió

conformarse con su nación, orgullosa de haber escogido el

vocablo de origen taíno para su nombre; pero que se equivocó

463

al tratar de borrar a la nación que se había establecido en la

parte oriental de la isla, con cultura e idioma diferente a

ella, imponiéndole su identidad.

Duarte dedujo que dejar el nombre de Santo Domingo para

la isla, no ofendía a ninguna de las naciones, pues la

identidad nacional haitiana no se pierde con una segunda

identidad isleña, que no es necesario utilizar, si no se

quiere.

Es por esa razón que Duarte decide escoger Quisqueya.

Para evitar confusiones e imposiciones de una nación a otra o

viceversa. Quisqueya completa y unifica la idea del mapa y

los límites sin motivos a conflictos: Quisqueya y Haití, en la

Isla de Santo Domingo.

Quisqueyanos en Quisqueya. Haitianos en Haití.

Si cualquiera de las dos naciones desea utilizar su

identidad isleña, sin pedir permiso y sin ninguna duda, puede

decir que es una república dominicana.

464

También, pueden, cualquiera de las dos, Quisqueya o

Haití, explotar el hecho de que sus recursos turísticos y su

gente son de la Isla de Santo Domingo (o Saint Domingue).

Los símbolos nacionales haitianos son diferentes a los

símbolos nacionales quisqueyanos. Ambos, son símbolos

dominicanos. Por eso es un error querer capitalizar la

identidad dominicana como identidad nacional y ni siquiera

como identidad propia, pues hay tantas comunidades dominicanas

en el mundo, que ninguna de ellas puede decir que es la

exclusiva dominicana.

El Himno Nacional de Quisqueya no se refiere a los indios

que poblaban la isla a la llegada de Colón, se refiere al

quisqueyano que puebla la parte española de la isla después de

la independencia. El himno habla en presente y no en pasado.

En sus “Perfiles biográficos de Juan Pablo Duarte”, Daniel Nicanor

Pichardo Cruz afirma que en “Quisqueya había un pueblo que

conformaba una sociedad comunitaria. En la isla de Santo

Domingo, evolucionaría el sentido de lo nacional, hacia lo

‘dominicano’, de lo ‘quisqueyano’”. No fue así que lo vio

465

Duarte, sino al revés: de lo quisqueyano autóctono se paso a

lo dominicano-español, para independizarse y tomar la

identidad quisqueyana. Para Duarte, la misión de los

dominicanos-españoles terminaba con la independencia. Sin

embargo, su dominicanismo consistía en mantener su identidad

isleña, para que no fuera la haitiana ni la hispana (isla de

Haití o isla Hispaniola).

466

Por la patria han muerto muchos patriotas, pero hablar de

la bandera es hablar de un símbolo patrio por el cual

Francisco del Rosario Sánchez y sus hermanos dieron sus vidas.

El 27 de febrero de 1845, solo un año después de haber

confeccionado la primera bandera nacional, María Trinidad

Sánchez, hermana de Francisco del Rosario, es fusilada por

467

orden de Pedro Santana, acusada de conspiración en contra de

la república.

Es el propio Francisco del Rosario Sánchez el que invoca

a la bandera nacional para hacer su entrada por El Cercado en

1861 e iniciar la rebelión contra la anexión.

Para mostrar su patriotismo, su

amor a la Patria, enseñe correctamente su símbolo más sagrado.

Diario en los edificios gubernamentales, se enasta y se baja ceremoniosamente y en atención.

Nunca debe tocar el suelo o el piso

Cuando se cuelgue de un asta saliendo de un edificio, el pabellónazul superior queda en la parte afuera

Cuando se cuelgue en la calle, el pabellón azul superior debe quedar al norte si la calle va de este a oeste; o, al este, si lacalle va de sur a norte.

468

La Bandera Nacional se coloca al centro de todas las demás banderas y más alta o a la derecha si va acompañada de otra.

Cuando hay luto nacional, se coloca a media asta, elevándola primero hasta el tope, hasta el mediodía; entonces, se eleva hasta el tope de nuevo.

En mal tiempo solo puede ponerse una bandera resistente al mismo.

Debe sacarse solamente al amanecer hasta la puesta del sol y de noche si es iluminada apropiadamente.

Si no se saca a diario privadamente, por lo menos debe sacarse enlas fiestas patrias.

Solamente para indicar peligro de muerte o guerra, se coloca la bandera liderando el pabellón rojo.

La bandera debe ser de tela solamente, cuando se exhibe en el

exterior.

El ultraje de un ciudadano a la bandera conlleva prisión de por

lo menos tres días y multas. Si es extranjero, será deportado.

Debe guardarse en un lugar especial para ella, sin nada encima de

ella.

No hay un himno oficial de la bandera, aunque se ha

querido insertar el que cantan los estudiantes. Uno que

aprendimos en la escuela es el siguiente:

¡Qué linda en el tope estás

469

Dominicana bandera,

Quién te viera…Quién te viera,

Más arriba, mucho más!

El L. Lorenzo E. Ventura Espaillat, miembro meritísimo del Club Santo Domingo el Millón, escribió unode los más bellos reconocimientos al pabellón patrio, el cual es utilizado en los saludos protocolares de muchos de los clubes y eventos del Distrito Múltiple "R". Dice así:

Bandera Quisqueyana

Símbolo de heroísmo,

Grandeza y redención.

Nuestro Club se enaltece

Ofrendándote amor,

Respeto y devoción.

Los leones,

Unidos bajo el lema humanístico

Del servicio ejemplar,

Cumpliendo con honor

470

El noble apostolado

De tu escudo inmortal.

Salve gloriosa enseña

Cristiana y tricolor,

Nacida de la mente

Fecunda y luminosa

De Duarte, Redentor.

(Tomado del portal del Club de Leones del Distrito R-3, Santo Domingo, RDQ)

471

El escudo nacional actual ha sido el producto de una

evolución patriótica y artística desde que fuera concebido por

los trinitarios en su juramento y es hoy, sino el más hermoso,

será uno entre los primeros, en cualquier concurso de esa

categoría.

472

Cada uno de los elementos que componen el escudo

quisqueyano, tiene su razón de ser y estar plasmado en el

mismo:

a. La cinta azul de la parte posterior con la inscripción de

DIOS PATRIA LIBERTAD, recoge los principios sobre los

cuales se fundamenta la república, en el que Dios ocupa

el primer lugar; Patria, que representa al terruño y a su

gente; y Libertad, factor esencial para que los seres

humanos puedan desarrollar sus dotes al máximo. Esos

tres conceptos forman una trilogía de principios

inseparables, por eso están en esa cinta superior del

Escudo Quisqueyano.

b. La cinta roja de la parte inferior con la inscripción de

REPÚBLICA DOMINICANA, es un recordatorio permanente de

que la república está en la Isla de Santo Domingo y

siempre lo estará, por eso, lo del nudo de lazo rojo

debajo de la cinta.

c. El escudo de protección con los cuarteles de colores

rojos y azules divididos por la cruz blanca, organizados

473

de la misma forma que la Bandera Quisqueyana en tiempo de

paz.

d. Dos lanzas sin banderas, significando la defensa de la

patria en la guerra y en la paz.

e. Cuatro lanzas con sus banderas que proclaman al mundo la

existencia de la patria defendida contra toda dominación

extranjera.

f. La Biblia abierta, significando la palabra de Dios, en

la cual reside la creencia del pueblo quisqueyano.

g. La Cruz de color amarillo, que profesa el cristianismo y

que representa al Jesús Redentor, como único medio de

salvación de las almas.

h. La rama de laurel, para celebrar las glorias, bendiciones

y victorias que por la patria han logrado sus hijos en el

campo de guerra, con la naturaleza y en las acciones

humanas dentro y fuera de la misma.

i. La penca de palma de la alegría de un pueblo que disfruta

“la madre de todas las tierras” y todo lo que significa

vivir en un paraíso.

474

El Escudo Quisqueyano está diseñado que se pueda colocar en

un cuadrado y va colocado precisamente en cuadrado perfecto

que forman el brazo y el árbol de la cruz de la Bandera

Nacional. Representa también el Escudo de Armas de la Nación.

El Himno Nacional resalta la recuperación de la república

por parte de un ejército restaurador, en el cual se distinguió

el General Gregorio Luperón.

475

La composición musical del Himno Nacional es consagrada

por la Ley No. 700, de fecha 30 de mayo de 1934, como

invariable, única y eterna.

Quisqueyanos valientes alcemosNuestro canto con viva emociónY del mundo a la faz ostentemos,Nuestro invicto, glorioso pendón.

¡Salve! el pueblo, que intrépido y fuerte,

476

A la guerra a morir se lanzó,Cuando en bélico reto de muerte,Sus cadenas de esclavos rompieron.

Ningún pueblo ser libre merece,Si es esclavo, indolente y servil;Si en su pecho la llama no crece,Que templó el heroísmo viril.

Mas, Quisqueya, la indómita y brava,Siempre altiva la frente alzará;Que si fuere mil veces esclava,Otras tantas ser libre sabrá.

Que si dolo y ardid la expusieronDe un intruso señor al desdén, Las Carreras, Beller, campos fueron,Que cubiertos de gloria se ven.

Y si pudo inconsulto caudillo,De sus glorias el brillo empañar;De la guerra se vio en Capotillo,La bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito dejaDe Castilla el soberbio león;De las playas gloriosas se aleja,Donde flota el cruzado pendón.

Compatriotas mostremos erguidasNuestra frente orgullosa, de hoy más;Que Quisqueya será destruida,Pero sierva de nuevo jamás.

Que es santuario de amor cada pecho,Do la patria se siente vivir;Y es su escudo invencible el derecho;Y es su lema ser libre of morir.

477

¡Libertad! que aún se yergue serena,La victoria en su carro triunfal;Y el clarín de la guerra aún resuena,Pregonando su gloria inmortal.

¡Libertad! que los ecos se agiten,Mientras llenos de noble ansiedadNuestros campos de gloria repiten¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!

(Firmado por Emilio Prud'homme)Copia hecha para su joven amigo Antinoe Fiallo. En Puerto Plata, 6 de abril de 1927.(Gracias al Dr. Antinoe Fiallo, hijo, por hacernos llegar esas copias)

La explicación de cada una de las estrofas del himno no es

explicada en las escuelas como lo que es, un recordatorio de que

la identidad nacional quisqueyana es descubierta durante la lucha

por recuperar la república de una nación que no tenía nombre,

hasta que Duarte lo trajo y se lo puso.

También dice el himno, contra quiénes se luchó y se luchaba

para consolidar la república y se ve claro que era contra la

dominación española y contra los caudillos anexionistas de todos

los colores y sabores.

478

Luego el himno nos habla del presente, del orgullo que

debemos tener con nuestra nueva identidad nacional y que

mostremos que Quisqueya se destruye, pero no será esclava de

ninguna otra potencia.

Los quisqueyanos a los que el himno se refiere, desde su

comienzo, es al de ahora y no a los indios que habitaron la isla

antes de llegar Colón. Quisqueya es la de ahora, la nación que

ha estado por siempre en los planes de Duarte.

Con sus mismos símbolos, que también son nacionales y por lo

tanto quisqueyanos. Cuando se les llama dominicanos, se los

agrupa con símbolos de otros países y comunidades que no tienen

nada que ver con Quisqueya.

479

EMILIO PRUD’HOMME JOSE REYES

480

481

482

483

¡Dios… Patria… Libertad! ¡Que viva la República

Dominicana de Quisqueya!

¡Que viva Quisqueya!

484

Esos son los símbolos de la patria para los quisqueyanos de

hoy; y, seguirán siendo los mismos símbolos patrios para los

quisqueyanos del mañana.

485

36. La Constitución de Quisqueya

No es, ni será lo mismo, decir República de Dominicana, que

decir República de Quisqueya.

República de Dominicana le da automáticamente, de manera

gramatical, el gentilicio de “dominicanenses” a sus nacionales y

ciudadanos. Además, crea una serie de conflictos respecto a los

símbolos nacionales y da retroceso a un entendimiento con Haití.

Con Quisqueya, sin embargo, nada cambia, sino que se

corrigen los errores del pasado.

La nación se llama Quisqueya.

La patria es Quisqueya

Los nativos y ciudadanos de Quisqueya son quisqueyanos.

486

Se ha recalcado en varias ocasiones, en este libro, que la

tarea inmediata y fundamental, que dará al traste con toda una

serie de errores nacionales, es corregir los conceptos vertidos

en la Constitución Nacional.

Sin tener que revisar la constitución completa, se puede dar

una idea de cuáles son los cambios necesarios para poner las

bases para que la idea de nación de Juan Pablo Duarte pueda

implementarse sin temor a desviaciones, ni engañándose a sí

misma.

En el ejemplo que vamos a presentar, República Dominicana

sigue siendo la denominación, que hoy aparece como nombre. Se

podrá continuar utilizando esa denominación a nivel local, o sea

en casa, dentro del terruño, como se utilizan los nombres de pila

de las personas localmente. Sin embargo, para todas las cosas

oficiales y en asuntos internacionales, el nombre de la nación,

su apellido, desde este punto de vista, es necesario

especificarlo siempre.

Igual, se pueden usar localmente cualquiera de los títulos

que se refieren a la constitución; a la denominación de la

república; o, al nombre de la nación y de la patria. No se tiene

487

que hablar sobre “La Constitución Nacional de la República

Dominicana de Quisqueya”, a menos que no sea en asuntos legales o

internacionales. Con decir, “la Constitución Nacional”, se

sobreentiende que se habla de la constitución de Quisqueya. Con

decir, “aquí, en esta república dominicana”, se está refiriendo a

Quisqueya. Con decir, “Quisqueya”, simplifica todo lo demás.

488

Basada en la Revisión del año 2010 a la Constitución Nacional de

la República Dominicana

Nosotros, representantes del pueblo quisqueyano, libre y democráticamente elegidos, reunidos en Asamblea Nacional Revisora; invocando el nombre de Dios; guiados por el ideario de Juan Pablo Duarte, de establecer una república libre, independiente, soberana y democrática en la Isla de Santo Domingo; inspirados en los ejemplos de luchas y sacrificios de Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella y nuestros héroes y heroínas inmortales; estimulados por el trabajo abnegadode nuestros hombres y mujeres; regidos por los valores supremos ylos principios fundamentales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el imperio de la ley, la justicia, la solidaridad, la convivencia fraterna, el bienestar social, el equilibrio ecológico, el progreso y la paz, factores esenciales para la cohesión social; declaramos nuestra voluntad de promover la unidad de la Nación Quisqueyana, por lo que, como representantes electos por el pueblo por medio del sufragio universal, en ejercicio de nuestra libre determinación adoptamos y proclamamos la siguiente

CONSTITUCIÓNDE LA REPÚBLICA DOMINICANA

DEQUISQUEYA

TÍTULO IDE LA NACIÓN, DEL ESTADO, DE SU GOBIERNO Y DE SUS PRINCIPIOS

FUNDAMENTALESCAPÍTULO I

489

DE LA NACIÓN, DE SU SOBERANÍA Y DE SU GOBIERNOArtículo 1.- Organización del Estado. El pueblo constituye una Nación organizada en Estado libre e independiente, con el nombre de Quisqueya.

Artículo 2.- Soberanía popular. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes.

Artículo 3.- Inviolabilidad de la soberanía y principio de no intervención. La soberanía de la Nación Quisqueyana, Estado libree independiente de toda dominación extranjera, es inviolable. Ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de Quisqueya o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado y de los atributos que se le reconocen y consagran en esta Constitución. El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional quisqueyana.

Artículo 4.- Gobierno de la Nación y separación de poderes. El gobierno de la Nación es esencialmente civil, republicano, democrático y representativo. Se divide en Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial. Estos tres poderes son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones. Sus encargados son responsables y no pueden delegar sus atribuciones,las cuales son únicamente las determinadas por esta Constitución y las leyes.

Artículo 5.- Fundamento de la Constitución. La Constitución se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y en la indisolubleunidad de la Nación, patria común de todos los quisqueyanos y quisqueyanas.

Artículo 6.- Supremacía de la Constitución. Todas las personas y

490

los órganos que ejercen potestades públicas están sujetos a la Constitución, norma suprema y fundamento del ordenamiento jurídico del Estado. Son nulos de pleno derecho toda ley, decreto, resolución, reglamento o acto contrarios a esta Constitución.

En cuanto a la Isla de Santo Domingo, en el Capítulo III, si

en el Tratado Fronterizo de 1929 y su Protocolo de Revisión de

1936, no especifica que se trata de la Isla de Santo Domingo, eso

debe ser corregido inmediatamente a instancia del gobierno

quisqueyano. El Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de

1929 suscrito con la República de Haití, también debe aclararse

que es un tratado de vecinos que ocupan la Isla de Santo Domingo.

Corregido, el Capítulo III de la Constitución Nacional se

muestra así:

CAPÍTULO IIIDEL TERRITORIO NACIONAL

SECCIÓN IDE LA CONFORMACIÓN DEL TERRITORIO NACIONAL

Artículo 9.- Territorio nacional. El territorio de Quisqueya es inalienable y está conformado por:

1) La parte oriental de la Isla de Santo Domingo, sus islas adyacentes y el conjunto de elementos naturales de su geomorfología marina. Sus límites terrestres irreductibles están fijados por el Tratado Fronterizo de 1929 y su Protocolo de Revisión de 1936. Las autoridades nacionales velan por el cuidado, protección y mantenimiento de los bornes que identifican el trazado de la línea de demarcaciónfronteriza, de conformidad con lo dispuesto en el tratado fronterizo y en las normas de Derecho Internacional;

491

2) El mar territorial, el suelo y subsuelo marinos correspondientes; sus líneas de base; zona contigua; zona económica exclusiva; y la plataforma continental, serán establecidas y reguladas por la ley orgánica o por acuerdos de delimitación de fronteras marinas, en los términos más favorables permitidos por el Derecho del Mar;

3) El espacio aéreo sobre el territorio nacional; el espectro electromagnético; y el espacio donde éste actúa, serán regulados por la ley, en conformidad con las normas del Derecho Internacional.

Párrafo.- Los poderes públicos procurarán, en el marco de los acuerdos internacionales, la preservación de los derechos e intereses nacionales en el espacio ultraterrestre, con el objetivo de asegurar y mejorar la comunicación y el acceso de la población a los bienes y servicios desarrollados en el mismo.

SECCIÓN IIDEL RÉGIMEN DE SEGURIDAD Y DESARROLLO FRONTERIZO

Artículo 10.- Régimen fronterizo. Se declara de supremo y permanente interés nacional la seguridad, el desarrollo económico, social y turístico de la Zona Fronteriza, su integración vial, comunicacional y productiva, así como la difusión de los valores patrios y culturales del pueblo quisqueyano. En consecuencia:

1) Los poderes públicos elaborarán, ejecutarán y priorizarán políticas y programas de inversión pública en obras socialesy de infraestructura para asegurar estos objetivos;

2) El régimen de adquisición y transferencia de la propiedad inmobiliaria en la Zona Fronteriza estará sometido a requisitos legales específicos que privilegien la propiedad de los quisqueyanos y quisqueyanas y el interés nacional.

Artículo 11.- Tratados fronterizos. El uso sostenible y la protección de los ríos fronterizos, el uso de la carretera internacional y la preservación de los bornes fronterizos

492

utilizando puntos geodésicos, se regulan por los principios consagrados en el Protocolo de Revisión del año 1936 del Tratado de Frontera de 1929 y el Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929 suscrito con la República de Haití.

SECCIÓN IIIDE LA DIVISIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVA

Artículo 12.- División político administrativa. Para el gobierno y la administración del Estado, el territorio de la República se divide políticamente en un Distrito Nacional y en las regiones, provincias y municipios que las leyes determinen. Las regiones estarán conformadas por las provincias y municipios que establezca la ley.

 Artículo 13.- Distrito Nacional. La ciudad de Santo Domingo de Guzmán es el Distrito Nacional, capital de la República y asientodel gobierno nacional.

El acápite 4 del artículo 18, Sección I, Capítulo V,

contenido en la copia original del la Constitución de la

República Dominicana, no tiene que ver nada con la nacionalidad,

sino, con los derechos ciudadanos. La nacionalidad de una

persona es de donde nace, no importa si le tocan o no derechos

ciudadanos. Debería dársele la oportunidad al que naciera en

territorio quisqueyano de padres extranjeros el derecho a la

ciudadanía al llegar a la mayoría de edad, sin tener que pasar

por el proceso regular de los extranjeros que hacen tales

peticiones.

493

En la Constitución del año 2010, la nacionalidad se confunde

con los derechos ciudadanos, o sea, con la ciudadanía, algo que

sucede en muchos países. La naturalización de la que se habla,

no es más que el otorgar derechos ciudadanos a nacionales de

otros países y a sus hijos menores de edad.

La utilización de géneros en documentos oficiales, tiende a

ser una práctica que muestra falta de conocimiento del idioma,

deficiencia que tenemos muchas personas en el país.

El Capítulo V de la Constitución Nacional, corregida,

debería ser como sigue:

CAPÍTULO VDE LA POBLACIÓN

SECCIÓN IDE LA NACIONALIDAD

Artículo 18.- Nacionalidad. Son quisqueyanas:1) Las personas nacidas vivas de madre o padre quisqueyanos;2) Las personas nacidas en territorio nacional, con excepción

de los hijos e hijas de extranjeros miembros de legaciones diplomáticas y consulares; y de extranjeros que se hallen entránsito, definidas como tales en las leyes quisqueyanas.

De la ciudadanía y sus derechos y deberes se debe hacer

hincapiés de que se celebren anuncios periódicos públicos y que

se inculque diariamente en el sistema educativo a los estudiantes

494

y profesores. De esa manera se estará garantizando la

participación consciente de todo el pueblo quisqueyano, sobre sus

derechos y deberes para con la patria.

Para no confundir los términos de “ciudadanía”, “nacionalidad”

y “naturalización”, obviaremos éste último término.

SECCIÓN IIDE LA CIUDADANÍA

Artículo 21.- Adquisición de la ciudadanía. Las personas quisqueyanas tienen derecho a la ciudadanía al llegar a los 18 años de edad o se hayan casado con personas quisqueyanas, aunque no alcanzaren esa mayoría de edad.Párrafo: Las personas extranjeras tienen derecho de solicitar la ciudadanía quisqueyana de acuerdo al proceso legal en vigencia almomento de su petición. Los documentos de aquellas personas que adquieren derechos ciudadanos como extranjeros, deben especificarel país de nacionalidad. Artículo 22.- Derechos de ciudadanía. Son derechos de ciudadanos:

1) Elegir y ser elegibles para los cargos que establece la

presente Constitución;

2) Decidir sobre los asuntos que se les propongan mediante

referendo;

3) Ejercer el derecho de iniciativa popular, legislativa y

municipal, en las condiciones fijadas por esta Constitución

y las leyes;

4) Formular peticiones a los poderes públicos para solicitar

495

medidas de interés público y obtener respuestas de las

autoridades, en el término establecido por las leyes que se

dicten al respecto;

5) Denunciar las faltas cometidas por los funcionarios públicos

en el desempeño de su cargo.

Artículo 23.- Pérdida de los derechos de ciudadanía. Los derechosa la ciudadanía se pierden por condenación inapelable en los casos de traición, espionaje, conspiración, incluyendo el prestarservicios o participar en atentados deliberados contra los intereses de la de la Nación Quisqueyana, utilizando cualquier medio.

Artículo 24.- Suspensión de los derechos de ciudadanía. Los derechos de ciudadanía se suspenden en los casos de:

1) Condenación inapelable a pena criminal, hasta el término de

la misma;

2) Interdicción judicial legalmente pronunciada, mientras ésta

dure;

3) Aceptación en territorio quisqueyano de cargos o funciones públicas de un gobierno o Estado extranjero sin previa autorización del Poder Ejecutivo;

4) Violación a las condiciones en que la ciudadanía quisqueyanafue otorgada.

Párrafo: Los nacionales de otros países con derechos ciudadanos, no podrán ser candidatos a las posiciones electivas al Poder Ejecutivo.

496

497

37. El Voto del Quisqueyano de la Diáspora

EL VOTO EN EL EXTRANJERO BENEFICIA A QUISQUEYA POR MUCHAS RAZONES

1. Despierta el interés de los que viven en el extranjero por el destino de su país.

2. Le ofrece a los de la diáspora, acercarse, asociarse y organizarse étnicamente.

3. Abre las posibilidades de que se establezcan canales de comunicación hacia y desde el país para mantenernos informados.

4. Ensancha al territorio nacional y lo extiende más allá desus fronteras.

5. El país detiene la emigración y aumenta su población y fuerzas vivas.

6. Estimula un aumento a los votos de conciencia.

7. Sirve de base a planes altruistas, patrióticos y comerciales para bien del país.

8. Da oportunidad a que se incluyan personas idóneas en el tren del estado.

9. Definitivamente contribuye al progreso social, económico y moral del país.

10. Logra un sueño duartiano de que el país es de todos los quisqueyanos.

498

Esas son, a rasgos generales, las 10 principales ventajas

que de forma variable benefician a Quisqueya, con la

implementación de la ley del voto en el extranjero.

Poco a poco, irán sumándose y la lista de votantes aumentará

de acuerdo a la labor de concientización que los quisqueyanos en

el extranjero reciban de líderes políticos, comunitarios y

organizaciones, entidades y personalidades interesadas, como

también de las orientaciones oficiales.

La cantidad de personas que se inscriban y voten no mide, ni

ahora, ni después, la importancia de los 10 puntos señalados

anteriormente. El derecho al voto lo puede ejercer todo el que

así lo desea dentro del país, como en el extranjero. Estoy seguro

de que a la larga, ese derecho no le costará caro al país, ni

mermará los fondos nacionales.

Los beneficios económicos que redunden de este proyecto

alimentarán las arcas del Estado y mejorará el nivel de vida de

todos los que viven en el país.

Démosle el tiempo y la oportunidad a que se madure este

árbol frutal del que comeremos todos. No permitamos que nada ni

nadie malogre esta conquista ahora, a destiempo, o en el futuro.

499

“ÉSTA ES OTRA CONQUISTA CONSTITUCIONALISTA”

Esto es en lo que concierne a los propósitos de este libro

respecto de la Constitución Nacional, con la esperanza de que

cada capítulo puede ser revisado y errores encontrados por los

sectores del pueblo quisqueyano afectados por ellos. A cada uno

de ellos, sugerimos que estudien bien esos capítulos y busquen la

forma de consolidar una petición formal para cuando se trate una

nueva revisión o enmienda a la Carta Magna.

500

CAPITULO X

QUISQUEYANOS DEL MAÑANA

501

502

38. Identidad Nacional Quisqueyana

Para tener una identidad nacional se necesita un documento

que lo avale, este puede ser un acta de nacimiento, una cédula de

identidad, tarjeta de votante o pasaportes. Ningún otro

documento, ni siquiera un acta de bautizo puede considerarse como

documento oficial de identidad nacional.

El derecho para obtener uno o varios de esos documentos lo

da la Constitución de la República.

Definamos una vez por siempre nuestra verdadera identidad

nacional. No debemos temer sino al miedo de que digan que

estamos equivocados.

503

¿Quiénes dicen que estamos equivocados?

Los que se han equivocado por más de siglo y medio: los

enemigos de Duarte; los que no creen en el poder del pueblo; los

vende patrias; los que no creen en la independencia y soberanía

nacional; los que no creen en la libertad.

Los quisqueyanos valientes no están equivocados.

Los dominicanos-españoles pre independencia, con Duarte a la

cabeza, lucharon contra Haití para detener la ambición de sus

líderes de erradicar nuestra cultura, idioma y raíces y hacer una

población completamente haitiana nombrando no solo a su país

Haití, sino también a toda la isla y hacerla “una e indivisible”.

Con este nuevo tema es que debe iniciarse una vez más la

lucha constitucionalista del pueblo quisqueyano. Para lograr su

propia identidad nacional e inscribir el nombre de la Patria en

su Constitución. Este es un asunto constitucional.

La primera petición debe ser al Presidente de la República

para que ejerza su rol de defensor de la Constitución y emplace

al gobierno haitiano para que honre los tratados y la reclamación

de los Trinitarios de que el nombre de la isla es Santo Domingo.

504

El siguiente paso es pedirle al Presidente de la república

que permita la discusión del tema sobre la identidad nacional con

los historiadores e intelectuales que re-escriben hoy un

Compendio de Historia Dominicana, para nosotros demostrarles que

la versión del SEFA (Secretaría de Estado de Las Fuerzas Armadas)

[que es Ministerio ahora] está equivocada y que el nombre de la

Patria es Quisqueya, aunque sea identificada por el adjetivo

“dominicana” derivado de Domingo, por el nombre de la isla.

¡Basta ya de confusiones!

Quisqueya es el nombre de la Patria

Santo Domingo es el nombre de la isla que compartimos con la

República de Haití

Son regionalmente “dominicanas” tanto Quisqueya como Haití, o

sea, dos repúblicas dominicanas. Si Dominica se convirtiera en

república sería la república dominicana con gentilicio regular,

no irregular como el nuestro.

Los vocablos “Dominicano”; “Quisqueya”; “Haití”; “Dominica”;

“Santo Domingo”; “Hispaniola” y “La Española” deben ser bien

definidos para que nuestros educadores y estudiantes tengan una

505

clara visión de la identidad del pueblo quisqueyano y de su

historia y geografía.

506

507

39. Haití y Quisqueya

La comunicación entre los países que ocupan la Isla de Santo

Domingo no es el motivo por el cual hay tantos problemas entre

haitianos y quisqueyanos hoy; sino, la mala y mal manejada forma

en que esa comunicación se conduce entre los gobiernos de Haití y

de República Dominicana.

508

Estos dos gobiernos no han tratado seriamente el asunto del

nombre de la isla y desde la independencia en 1844, ese asunto

permanece como expediente inconcluso.

A esto se le añade la confusión que los escritores y

políticos le han infundido al pueblo quisqueyano de que son los

únicos dominicanos en la isla, creando un celo válido y justo del

pueblo haitiano, en defensa de su identidad.

Si bien es cierto que al mantener los haitianos en su

constitución de que el nombre de la isla es Haití, crea la

sospecha entre los quisqueyanos de que ese país persiste en los

principios de la indivisibilidad de la isla que profesaban los

próceres de su independencia; también es cierto el temor de los

haitianos, de que la república vecina quiera hacer monopolio con

el nombre de la isla llamando erróneamente a su nación República

Dominicana. Para que los haitianos acepten el nombre de Santo

Domingo para la isla, República Dominicana deberá adoptar un

nombre propio que no la identifique con la isla.

La apariencia es que Haití desistió de querer reinar en toda

la isla desde su derrota en el año 1855. Sin embargo, su

constitución no cambió, lo que justifica el que se piense que su

509

intención de unificación todavía existe. Aunque, en las últimas

revisiones de la constitución haitiana ya no se menciona que la

“isla es una e indivisible”.

En el plan de nación de Duarte, se reconoce y se respeta la

existencia de Haití como nación libre e independiente y fueron

los haitianos los que ayudaron a los quisqueyanos a recuperar su

república en 1865.

La amistad y la paz entre Haití y Quisqueya tendrán más

firmeza cuando se vea claro ese panorama sobre la división de la

isla:

Haití, república dominicana que ocupa la parte occidental de

la Isla de Santo Domingo.

Quisqueya, república dominicana que ocupa la parte oriental

de la Isla de Santo Domingo.

Podemos eliminar la denominación para acomodar los

sentimientos. De todas formas, nuestro escudo nacional lleva y

llevará por siempre un cintillo que lo muestra. En esa forma,

podremos decir, más claro y definido, sin tener que mencionar la

identidad isleña de los estados:

510

Haití, república que ocupa la parte occidental de la Isla de

Santo Domingo.

Quisqueya, república que ocupa la parte oriental de la Isla

de Santo Domingo.

Entonces, ya no existirá la necesidad de estar estrujándole

a los haitianos de que somos los únicos dominicanos en la isla y

paulatinamente, esa nacionalidad dominicana se irá borrando de la

mente de los quisqueyanos.

Será un proceso largo para los adultos que por varias

generaciones hemos vivido engañados sobre la identidad nacional,

pero en la medida que los jóvenes y niños vayan conociendo e

interpretando correctamente su historia, el proceso para ellos no

les causará ningún tipo de trauma. Aún en el caso de los

adultos, si el gentilicio con que se reemplaza es, no solo el

verdadero, sino que es uno del que no tenemos objeción el

llevarlo, pues lo hemos llevado en el corazón y en el alma cuando

oyen su himno, no les importará el tiempo que se lleve.

En Haití, como en el país nuestro, el vocablo Quisqueya se

utiliza para nombrar lugares y centros culturales. En Haití se

hace esto estrictamente como algo cultural e histórico, basado en

511

la leyenda de Jaragua; mientras que en nuestro país, además de

esa connotación, se le da más un sentido patriótico, a partir de

que, sin siquiera saber que fue Duarte quien escogió ese nombre,

en el Himno Nacional se vive en presente.

En la actualidad existen dos conflictos entre los países que

ocupan la isla. Uno es entre los gobiernos; el otro entre su

correspondientes pobladores.

Una serie de complicados acuerdos se han estado gestando

entre ambos gobiernos a manera de relaciones bilaterales.

El presidente de República Dominicana no debería sentarse a

conversar y mucho menos a entrar en negociaciones y contratos con

el gobierno haitiano, hasta tanto éste último se decida a cambiar

la constitución con respecto al nombre de la isla.

¿Por qué es sencillo y lógico llegar a esa conclusión?

El presidente de nuestro país es el encargado de proteger y

defender nuestra constitución. Si una nación está creando, tanto

en su ambiente interno, como en el internacional, intranquilidad

para el gobierno y para el pueblo, el presidente debe exigir que

antes de entrar en negociaciones se corrija el asunto que motiva

ese desasosiego.

512

El motivo del conflicto reside en insistir que el nombre de

la isla es Haití.

Para los haitianos, desde que tienen uso de razón, se les

inculca el que la isla se llama Haití y crecen creyendo que

tienen derecho de vivir en cualquier parte de ella. Por eso es

que muy pocos de los miles de haitianos que cruzan cada año al

territorio quisqueyano, les interesa registrarse legalmente.

Como toda migración masiva, la haitiana hacia Quisqueya, ha

creado un dilema legal, social, político, económico e

internacional sin precedentes.

El problema legal va desde el registro migratorio hasta la

documentación ciudadana. Al no tener esos documentos, se crea un

embrollo social y político que debe resolverse para bien de esos

indocumentados y para bien de las dos naciones vecinas una de

otra.

Cuando hablamos de embrollo, queremos decir que además de la

sociedad quisqueyana tener capas sociales que distan unas de

otras en el disfrute de los recursos del terruño y de los

beneficios sociales y políticos, se ha formado otra capa social

513

extranjera, sin derechos, pero con necesidades perentorias que

incluyen:

a. Servicios de salud

Principalmente el asunto de maternidad, donde

diariamente nacen hijos de haitianos en hospitales,

centros de salud, por comadronas y en bateyes.

b. Educación

Sin una identificación no pueden asistir a escuelas

primarias públicas, ni a centros de estudios

superiores, aumentando así el analfabetismo en la

nación.

c. El trabajo

Cientos de miles de haitianos laboran y chiripean en

casi todos los oficios y fuentes de trabajo, sin

rendir cuentas al fisco. No se puede medir la

magnitud de este fenómeno y mucho menos se puede decir

que los quisqueyanos no quieren hacer esos trabajos,

porque no es cierto. No existe control laboral en

esto.

d. Vivienda

514

El haitiano indocumentado no tiene derecho a una

vivienda, ni siquiera alquilada y vive en chozas

construidas en patios, solares, casas y edificios

abandonados, vehículos y debajo de puentes y elevados.

Después del terremoto del 2010 estos problemas se han

empeorado y por necesidad a salido a relucir un plan que desde

hace mucho tejen potencias como Estados Unidos de América, Canadá

y Francia, de poner el plan original haitiano de unificar a la

isla.

Al parecer, quieren crear una nueva nación que en las mentes

de estos nuevos inventores se llamaría algo así como “ESTADOS

UNIDOS HISPANOS”, por ser la unión de dos estados libres en la

Isla de Hispaniola. Este será un capítulo de otro libro aparte,

porque en esto se arriesgan los principios fundamentales del plan

de nación de Juan Pablo Duarte: la independencia y la soberanía.

Mientras, volvamos al asunto de dos naciones libres,

separadas por idioma, cultura y costumbres, que al mismo tiempo

se dividen la Isla de Santo Domingo y podrán ser los mejores

vecinos y amigos si se aclaran algunas cuestiones políticas.

Las cosas pueden hacerse a la buena, pero sin rodeos.

515

Antes de que el Presidente de República Dominicana se

enfrente al gobierno haitiano para plantearle la solución a esta

crisis (que no ve, pero se siente por doquier), tiene primero que

hacer respetar la Constitución en el plano local. Existen

instituciones del Estado que violan la constitución, al afirmar

que el nombre de la isla es “Hispaniola”, aduciendo que así es

que se conoce, por ejemplo, en el ambiente turístico. Lo segundo

que tiene que hacer el Presidente de la República Dominicana, es

ordenar que se estudie el asunto sobre el nombre de la nación,

que resulte en la adopción de ese nombre en la Constitución.

Entonces, y solo entonces, podrá el Presidente de la

República emplazar al gobierno haitiana y pedirle que inserte el

nombre de la isla en su constitución.

De no hacerlo así, la nación haitiana puede ser declarada

“nación enemiga” hasta tanto no lo haga.

Esto no es un llamado a la guerra, sino un llamado a que se

cumpla el resultado de la guerra de separación e independencia,

que debió ser la paz de 1855, cuando el gobierno haitiano

desistió de su ambición de tomar toda la isla y se retiró a su

nación para nunca más agredir a su vecino.

516

Desde entonces está pendiente la aclaración, que debe ya ser

puesta en documentos actuales para bien de las dos naciones y

para la paz y tranquilidad de ambos pueblos, haitianos y

quisqueyanos.

517

Conclusiones

Esperamos que el lector no resulte confundido después de haber

leído este trabajo. Para algunos de los que han leído y

escuchado lo que plantea esta obra, consideran que su impacto

será trascendental para Quisqueya y su pueblo ampliado (incluye a

los quisqueyanos de la diáspora).

Otros consideran que será una tarea difícil, que encontrará

grandes obstáculos provenientes de historiadores, escritores,

legisladores, de las fuerzas vivas y del Poder Ejecutivo de la

Nación.

Hoy podemos admitir que desde afuera se puede observar el

todo, el cuadro completo, que imaginativamente podemos moldear,

variar, mover y cambiarle cosas. También debemos afirmar que no

resulta una tarea agradable cuando con esas imaginaciones nos

trasladamos al terruño para desde dentro del paisaje realizar las

correcciones, borraduras o adiciones al mismo, porque allí

encontramos personas con intereses creados, contrarios a esas

imaginaciones y reaccionan, algunas veces de manera violenta.

518

Hay que encontrar el boquete preciso que lo deje pasar;

pedirle a Dios que sirva de guía, porque los intereses contrarios

al bienestar y progreso del pueblo son y han sido, en la mayoría

de los casos en nuestra historia, más poderosos, contundentes y

sagaces en sus posiciones y lo que le pasó a Duarte y a su

proyecto es nuestro mejor ejemplo.

Posiblemente ahora será diferente, ya que el cambio que

produciría lo que plantea esta obra en todos los estratos

sociales de la vida del pueblo y sus instituciones, ha sido

aceptado ya, de hecho, por todos.

No se necesitan borradores ni desperdiciar lo que está hecho

ya. Se trata de ir reciclando poco a poco documentos y placas

que caducan y al renovarse, lo que ha sido ya aceptado de hecho,

que salga editado legalmente: recicla “dominicano” y sale

“quisqueyano”; recicla “República Dominicana” y sale “República

Dominicana de Quisqueya” o simplemente, “Quisqueya”; recicla

“Hispaniola” y sale “Santo Domingo” o “Isla de Santo Domingo”.

Tan sencillo como eso.

Muchas preguntas pueden hacerse del porqué hemos sacado a

relucir este dilema ahora, si ningún historiador, escritor,

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periodista, legislador, político, sociólogo, maestro, presidente,

institución social o persona alguna ha considerado que este no es

un problema que merece la atención. 

Estas son algunas respuestas, adelantadas a esas preguntas:

1) Porque la historia de la nación ha estado accidentada

por ambiciones personales que Duarte mismo condenó; y

por convertirse en un obstáculo a los poderosos que

usurparon a la fuerza el poder que correspondía a los

trinitarios y al pueblo, fue perseguido y obligado a

exilarse para no perecer en manos de sus hermanos que

han continuado siendo “dominicanos”;

2) Porque es ahora cuando al pueblo pueden llegarle las

fuentes históricas de que la nación ha pertenecido a

todos los que han amado y defendido este terruño, desde

Guaroa y Enriquillo, pasando por los héroes de 1655, de

1791, por Juan Sánchez Ramírez y de todos los que han

lucharon por la independencia de una patria libre de

toda dominación extranjera; por la soberanía; el

bienestar; la paz y progreso de su pueblo.

520

3) Porque una nación, para ser completa en nuestros

tiempos, necesita tener un estado de derecho, emblemas,

himno y un nombre propio.  La República Dominicana es

el estado de derecho, tiene bandera, escudo y un himno,

pero le hace falta su nombre oficial, constitucional.

4) Que "QUISQUEYA" no es un nombre inventado, como unos

escritores ridiculizados por falsedades sobre las

hazañas de Hernán Cortez quisieron (y lograron) meter

en la mente de los escritores de esa época de que el

nombre de Quisqueya no existía en lenguaje taíno y por

tanto era falso.

5) Que no es verdad que el pueblo y el mundo no se

acostumbrarán al nombre de Quisqueya, pues el pueblo lo

ha querido y aceptado siempre. Antes de que existiera

más de un aeropuerto en República Dominicana, el mundo

entero que visitaba nuestra nación por avión, llegaba

al aeropuerto de Santo Domingo con un boleto que

mostraba las iniciales SDQ, que la IATA (Agencia

Internacional del Transporte Aéreo), lo concibió así,

quizás, por la misma lógica a la que llegó Duarte,

521

siendo ellas las iniciales de “Santo Domingo,

Quisqueya”. 

6) Una dinámica que se podrá poner al día por el avance de

la informática es que todo el mundo podrá hacer los

cambios sin esfuerzos, pues lo único que tendrán que

hacer es "añadir" el nombre de "Quisqueya" donde dice

"Republica Dominicana" en sus programas de Microsoft

Word o cualquiera que sea.

7) La educación de las nuevas generaciones tendrá la

oportunidad de adaptar fácilmente el nombre y

asimilarlo con mucho más entusiasmo y patriotismo que

todas las generaciones pasadas.

8) Las instituciones del estado modernizarán sus sistemas

y por ende corregirán muchísimos errores que se han

pasado por alto.

9) La industria, el comercio, las universidades, la

diplomacia y comercio internacional tendrán un motivo

más para dar a conocer este cambio, que hará que la

vista del mundo deje de observar a nuestro territorio

porque las tormentas “Katia” y la “María” pasaron por

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aquí, sin tener reportajes que dicen lo mismo pero que

parece que suceden en 5 sitios diferentes: Haiti, Santo

Domingo, Hispaniola, Dominicana, Republica Dominicana,

etc.

10) Los asuntos y las agendas políticas tendrán que

por necesidad incluir el tema patriótico para convencer

a un pueblo que por este motivo conoce ahora su pasado

y su presente como pueblo "quisqueyano".

  Todas estas razones y muchas más son parte de nuestros

argumentos para que los pueblos y ciudades de Quisqueya

comiencen a organizarse y pedir a sus representantes y

legisladores a que introduzcan y aprueben que el nombre QUISQUEYA

deba ser el nombre legal, oficial, real y verdadero de la nación

que se denomina República Dominicana.

Las instituciones que tendrán una labor fuerte y a la vez

tomarían la vanguardia de hacer que esta tarea sea beneficiosa

para todo el pueblo. Esas instituciones, serían por ejemplo las

educativas, que funcionarían como lo señala el siguiente artículo

tomado del Internet y corregido por nosotros superficialmente:

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“Artículo 6.- A partir de la presente ley quedan transferidas, para que dependan directamente de la Secretaría de Estado de Cultura (hoy Ministerio) y como tales, subordinadas a su jurisdicción administrativa, técnica y presupuestaria, las siguientes instituciones públicas, organismos y dependencias de la administración cultural del Estado:

1. Archivo General de la Nación 2. La Comisión Nacional De la República DominicanaDe la República Dominicana de Quisqueya ante la

UNESCO 3. Biblioteca Nacional y las demás bibliotecas del Estado, con excepción de

las municipales y escolares 4. Centro Interamericano de Microfilmación y Restauración de Documentos,

Libros y Fotografías (CENTROMDCA) 5. Centro de Eventos y Exposiciones 6. Centro Nacional de Artesanía (CENADARTE) 7. Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía 8. Comisión para la Consolidación y Ambientación de los Documentos

Históricos de la Ciudad de Santo Domingo 9. Oficina Nacional de Patrimonio Cultural Subacuático 10. Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro 11. Comisiones Regionales, Provinciales y Municipales de Monumentos y Sitios

Históricos o las instituciones que hagan sus veces 12. Dirección General de Bellas Artes y sus dependencias:

o Conservatorio Nacional de Música o Escuela Nacional de Danza o Escuela Nacional de Bellas Artes o Escuela de Arte Dramático o Orquesta Sinfónica Nacional o Ballet Clásico Nacional o Ballet Folklórico Nacional o Teatro de Bellas Artes oo Teatro Nacional Rodante ( Quisqueyano )Dominicano Dominicano o Coro Nacional o Cantantes Líricos o Archivo Nacional de Música o Academias Oficiales de Música. o Escuela Elemental de Música Elila Mena

13. Faro a Colón 14. Gran Teatro del Cibao

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15. Museo de Arte Moderno (MAM) 16. Museo de las Casas Reales 17. Museo de Historia Natural 18. Museo Nacional del Hombre DominicanoDominicano Quisqueyano19. Museo Nacional de Historia y Geografía 20. Oficina Nacional de Derecho de Autor 21. Oficina de Patrimonio Cultural 22. Patronato de la Ciudad Colonial 23. Centro de la Cultura de Santiago 24. Patronato de la Plaza de la Cultura de Santiago y sus dependencias y

edificaciones 25. Teatro Nacional 26. Cinemateca Nacional 27. Todos los Sistemas e Instituciones nacionales del sector cultural creadas

por decreto

Párrafo.- En el reglamento orgánico y funcional del Ministerio, se deberá especificar el estatus y el grado de autonomía de que disfrutarán dichas instituciones.”

Final de la cita extraída de: http://www.cultura.gov.do

Entonces, lo que se debe ir haciendo es utilizar el

adjetivo “Nacional” y eliminar el adjetivo “dominicano” cuando

éste se usa como una acepción nacional. El sello nacional es

Quisqueya, que debe usarse cuando se amerite, pues al decir

que algo es nacional, automáticamente se sobreentiende que es

quisqueyano. ¡A trabajar positivamente por cambios que

enaltecen y glorifican!

¡QUISE QUE YA! -Cosme Pérez

Sin cara, tiene cabeza;

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Muy linda está decorada;Y todo el mundo la quiere,Llamándola “Descarada”.

Del centro de mi paísEsa muñequita viene;Pero si vas por allíNi nombre mi Patria tiene.

Quise que ya…Quise que ya…Su nombre sea Quisqueya. (2)

Es un terruño caliente,Que extraños están codiciandoY han encontrado a su genteDispuesta a morir peleando

Hospitalario es su pueblo,Cuando de hermandad la trataPero si lo reta al duelo,La reacción no es muy grata.

Quise que ya…Quise que ya…Su nombre sea Quisqueya. (2)

Los años vienen pasandoDesde Guaroa y Guarocuya;Duarte y Luperón gritandoQue esta tierra es la tuya.

No ha habido oportunidadDe ponerle nombre a ella;Y una luz de libertad,Me dijo que era Quisqueya

Quise que ya…Quise que ya…

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Su nombre sea Quisqueya

Quisqueyanos valientes alcemos….Quise que ya… Su nombre seaaaaa Quisqueyaaaaaaaa. ¡VIVA QUISQUEYA!

Para los que insisten en “quedarse como dominicanos”:

Que las “dominicanadas positivas” sean las que caractericen a los

quisqueyanos como personas alegres, festivas, serviciales,

amistosas, trabajadoras, amenas, artísticas, deportivas,

chistosas y solidarias. Dejando atrás las “dominicanadas negativas”,

propias de traidores, embusteros, incumplidores, vagos,

borrachones, charlatanes, advenedizos, impuntuales y otros

epítetos por los cuales siguen siendo juzgados y definidos los

muchos por unos pocos.

Sí, se puede ahora y se podrá siempre, mejorar

personalmente y seguir avanzando en lo moral y material a

partir de las conquistas que otros han dejado. Continuar la

obra de Duarte, es el mejor legado para las generaciones

futuras y la honra más grande que se le hace al Padre de la

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Patria y a todos los quisqueyanos de sentimiento, aunque no

hayan llegado a ver a la Quisqueya Duartiana.

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REFERENCIAS

-Francisco Rodríguez de León, El Furioso Merengue del Norte –Una historia de la comunidad de la República Dominicana en los Estados Unidos. (1998) New York

-Juan Bosch, Clases Sociales en la República De la República Dominicana (1989) Editora Corripio, C. por A. Santo Domingo, República Dela República Dominicana

-Mario Read Vittini, Trujillo de cerca (2007) Editora San Rafael, C. por A., Santo Domingo, República De la República Dominicana

-Compilación de la Legislación Electoral de la República De la República Dominicana (2004) Junta Central Electoral de la República De laRepública Dominicana

Nota: La mayoría de los datos comprendidos entre 1955 y la

actualidad (2008) contenidos en este libro provienen de lo

aprendido en los textos de la época como estudiante,

experiencias propias y entrevistas hechas por el autor; los

que no, han sido obtenidos en otros textos, novelas y páginas

de la red (Internet), por ejemplo,

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Archivo General de la Nación (agn.gov.do);

US Army (history.army.mil/html/moh/dominic.html);

Dominican American Roundtable (danr.org);

Portal de Livio (livio.com);

Proyecto Quisqueya (quisqueya.name);

Bibliotecas Virtuales (bibliotecasvirtuales.com);

Mundo Dominicano (mundodominicano.com);

Historiadores Dominicanos (historiadoresdominicanos.gov.do);

Ministerio de Cultura (cultura.gov.do);

Junta Central Electoral (jce.com.do);

US Departamento de Estado (state.gov/r/pa/ei/bgn/35639.htm);

Si el lector desea inquirir sobre algún tema o referencia

hecha en el libro, le sugerimos que utilice los buscadores en

la Red (Internet) y escriba la palabra clave. Podemos

adelantarle que no va a encontrar nada que se parezca a las

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conclusiones que en este instrumento se encuentran, porque no

existen todavía estas interpretaciones, aunque las mismas

están basadas, precisamente, en hechos que todos conocen.

También se han consultado artículos, folletos (círculos de

estudios escritos por Juan Bosch), y algunas noticias y

comentarios de diarios y revistas diversas.

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