Narrador y narratario

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DEL NARRADOR Y EL NARRATARIO

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DEL NARRADORY EL NARRATARIO

MARIO PALENCIA SILVAProfesor Universidad Industrial de Santander

ARBEY ATEHORTÚA ATEHORTÚAProfesor Universidad Tecnológica de Pererira

DEL NARRADORY EL NARRATARIO

TEORÍA Y PRÁCTICA NARRATOLÓGICAEN “GRAND TOUR” Y

“LA TRAGEDIA DEL GENERALÍSIMO”

Bucaramanga - 2002

EDICIÓN PRELIMINARFebrero de 2002

DIAGRAMACIÓN - IMPRESIÓN - ENCUADERNACIÓN(Sic) Editorial Ltda

Centro Empresarial Chicamocha Of. 303 SurTelf: (7) 6343558 - Fax (7) 6455869E-mail: [email protected]ágina web: www.syc.com.co/sic

Bucaramanga - Colombia

ISBN: 958-8150-59-0

Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra,por cualquier medio, sin autorización escrita del autor

Impreso en Colombia

Dedicatoria:

A Diógenes Fajardo Valenzuela, el maestro.

«Para descubrirse (ustedes)a sí mismos, pueriles,

tal como si viviesencuentos afables»

Denzil Romero.La Tragedia del generalísimo.

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INDICE

INTRODUCCIÓN ..................................................................... 11

1. LAS RELACIONES COMUNICATIVASEN EL TEXTO LITERIARIO ......................................... 13

1.1 Tipología gramatical de los personajes ........................ 30

1.1 La mirada narrativa ..................................................... 32

1.3 Funciones del narrador ............................................... 35

1.2 Estrategias discursivas: Tipos de discurso ................. 37

1.5. Clases de monólogos.................................................. 39

1.5.1. Monólogo interior directo ............................................ 39

1.5.2 monólogo interior indirecto ......................................... 40

1.5.2. El monólogo narrado .................................................. 42

1.6 La motivación, el resumen y el comentario comoformas narrativas ........................................................ 43

1.7 El narratario ................................................................ 46

1.7.1. El narratario: tipología ................................................. 51

1.7.2. Huellas del narratario en la escritura ........................... 54

1.7.3. Funciones del narratario ............................................. 55

2. El PROYECTO COMUNICATIVO DE DENZILROMERO .................................................................... 59

2.1 El narrador .................................................................. 59

2.2 Otros narradores ........................................................ 69

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2.3 Funciones de los narradores ....................................... 73

2.4 El narratario ................................................................ 80

2.4.1 El narratario: hacia una tipología ................................ 81

2.4.2 Funciones del narratario ............................................. 82

2.4.3 Otros narratarios en las novelas .................................. 83

3. CONCLUSIONES ....................................................... 87

4. BIBLIOGRAFÍA ........................................................... 91

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1. INTRODUCCIÓN

Francisco de Miranda es el protagonista de dosnovelas del escritor venezolano Denzil Romero1 :La tragedia del generalísimo y Grand Tour 2 . La historiaamericana de finales del siglo XVIII y principios del XIXes la que ha provisto al escritor venezolano de materiapara ficcionalizar. Tanto en las novelas mencionadascomo en La Carujada, y la Esposa del doctor Thorne3 ,los temas provienen de estos siglos. Otros libros comoInfundios y El Invencionero aunque no retoman unreferente histórico, encaran temas pertenecientes a unpasado mítico, y de esta manera realizan la relectura dela historia del continente americano

1 Denzil Romero nació en Aragua de Barcelona, estado deAnzoátegui, el 24 de julio de 1938 en Venezuela. Es abogadoegresado de la Universidad Central de Venezuela en lapromoción de 1961 «Doctor Fidel Castro Ruiz». Profesor deFilosofía y Ciencias de la Educación, egresado del InstitutoPedagógico de Caracas. Ente sus premios ganados se cuentael de narrativa «Manuel Díaz Rodríguez, el Premio Municipalde Narrativa de Caracas y el Premio Casa de las Américas.

2 La Tragedia del generalísimo ganó el Premio Casa de lasAméricas en 1983 y fue publicada en 1984 por elEstablecimiento 08 «Mario Reguero Gómez» también paraEdiciones Casa de las Américas. Grand Tour, por su parte,fue publicada por la editorial Alfadil de Caracas en 1987.

3 Ésta novela ganó el X Premio La sonrisa vertical. Fue publicadapor Tusquets editores en 1998.

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El presente análisis narratológico retoma sólo las dosnovelas publicadas por Denzil Romero sobre el prócervenezolano Francisco de Miranda4 en la medida que laspretensiones del estudio proyectado se deben realizarminuciosamente, y posibilitar conclusiones generales apartir de lo particular.

La dimensión y características del nivel narrativo de estasnovelas presentan múltiples posibilidades comunicativasintratextuales, hecho que parte de un planteamientoatemporal y enciclopédico.

El estudio narratológico se centra en las posibilidadescomunicativas en que entran narrador y narratorio. Enprincipio se establece una caracterización y se planteanlas funciones del narrador. En cuanto al narratorio, seconsideran las limitaciones de las teorías existentes paradeterminar su función y, partiendo del texto, se proponeuna forma de acercamiento que permita medir laimportancia y el papel del narratorio en el procesocomunicativo intratextual.

Finalmente, después de realizado el análisis de lasinstancias narrativas en las novelas tomadas, se sintetizanlos aportes y las limitaciones que posibiliten nuevospuntos de reflexión.

4 En una nota la final de La tragedia del generalísimo se lee:«Esta novela es la primera de una tetratología que el autortiene proyectado sobre la vida y aventuras de Francisco deMiranda, personaje usado como pretexto para elenhebramiento de una obra de ficción. Ello explica que, condemasiada frecuencia, la narración se separe de la rigurosidadhistórica».

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LAS RELACIONES COMUNICATIVASEN EL TEXTO LITERIARIO

L a obra literaria al ser considerada como un“sistema modelizador secundario”5 no sólo hacede la lengua su instrumento para reflejar el

mundo, para crear una nueva realidad, sino que señalalas relaciones de comunicación establecida entre loshombres para lo cual ella sería una mediadora.

La obra de ficción representa un material que constituyeun universo autónomo, generado de la destrucción desus mismas fuentes, reflejo alterado del universo y susrelaciones; ésta, rinde cuenta de la realidad comunicativavalorándola y examinando a sus participantes y susacciones. Construye entidades comunicativas conpalabras y con estas mismas permite su actuación.

La realidad se hace palabra. El emisor y su contraparte,el receptor, son construidos en y por su proceso. Sus

5 «El arte es un sistema de modelización secundario. No sedebe entender «secundario con respecto a la lengua naturalcomo materia». (...). Los sistemas modelizadores secundariosse construyen a modo de lengua. Esto no significa quereproduzcan todos los aspectos de las lenguas naturales. (...)Así, el arte puede describirse como un lenguaje secundario, yla obra de arte como un texto en este lenguaje». LOTMAN,Yury. Estructuras del texto artístico. Lumen, 1982, p. 20.

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acciones comunicativas le permiten al lector conocer nosolamente aquello de lo que se habla, sino también aquelque habla y a quien habla.

La obra literaria presenta un mundo poblado de seresconstruidos con el lenguaje. Universo polifacético si seconsidera la autonomía de cada una de dichas“personas”. Sistema atomizado si no fuera sometido auna voluntad unificadora. Multiplicidad de voces ysilencios, emisiones y recepciones sin partitura, caoscomunicativo que nos conduciría a la anarquía,posiblemente al sin sentido. Pero la obra literaria unifica,engloba y reúne la heterogeneidad de emisiones yrecepciones en una voz conductora. No es la voz de laverdad, del absoluto, sino la voz que al organizar las otrasvoces, se organiza así misma. La voz de quien posee, encierto grado, una mayor autoridad con relación a losotros. Voz enunciada para alguien, voz que no se disuelveen el vacío de la incomunicación y que al igual que suproceso referencial, espera ser retroalimentada.

Voluntad narradora que excluye el egoísmo, la propiedadde lo conocido. Intencionalidad comunicativa, deseo deexpresión, necesidad de relacionarse con el otro y dar aconocer lo sabido. Fin de la privatización de los hechos.Quien narra tiene una primera intención que demuestrasu necesidad ontológica del otro, ser oído. Quien narracrea o participa en un proceso de interaccióncomunicativa: yo hablo – tu me escuchas. Pero nocontento con esta simple relación de poder, puede exigirdel otro –de quien escucha- una mayor participación en

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el proceso. Voz humanizada, humanizante, que ve en elotro a quien le construye con su actividad participadora.

La obra literaria presenta un doble proceso comunicativo.Vista desde su interioridad, ella señala una relación entresujetos hechos con el lenguaje, quienes nos permitenun acceso vouyerista a su conversación; y desde suexterioridad construyen un intento comunicativo entreentidades reales o ficticias.

La obra literaria enriquece el proceso al señalar estaduplicidad comunicativa. Comunicación al exterior de símisma, ella se hace mediadora entre los dos puntosextremos. El emisor y el receptor superan las distanciasespacio-temporales que limitan la comunicación oral. Elacto de la escritura permite, entonces, la comunicaciónen un aquí y en un ahora, tanto del emisor como delreceptor; sin que necesariamente se de la presencia físicade uno de ellos: el emisor. Así el lector podrá encontrarsecon el autor de otro tiempo mediante su acto de lectura.La acción podrá repetirse tantas veces como el lector loquiera. Pero simultáneamente, el emisor puede estarsecomunicando con otro número de lectores infinitos enotros infinitos lugares de la tierra. Emisor atomizado queconversa en varios códigos con varios receptores. Emisorno impedido, no limitado por las exigencias de la oralidad.Emisor hecho voz y dador de voz. No se presenta a símismo en la totalidad, presenta a otro posible. Quizá undesdoblamiento de su ser; quizá su superego; quizá lavoz de todos los otros reunidos en él. Desdoblamientoincitante. El emisor propone al receptor una actitud

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similar. Perdida momentánea de la entidad física, el lectorpotencia su imaginación y se traslada al universo ficticiode la obra. Ve, escucha y participa como testigo silenciosode los hechos. Adquiere el conocimiento de todos lossucesos y podría considerársele como lector omniscientepues, tras su acto de lectura, no ha quedado ningúnsecreto para él. Lector parcial o imparcial que se identificaa favor o en contra de los participantes, lector catalizadopor el lenguaje, lector mutado por el texto, lector alteradopor la historia mediante el discurso. Viaje al universointerno comunicativo del texto, del cual ha de regresarenriquecido, alterado y posiblemente incapaz de trazarlos verdaderos límites entre el mundo – su mundo, y elmundo del otro, el mundo leído, es decir, la realidad y suficción.

La obra literaria reproduce en su proceso comunicativoextratextual las posibilidades de la realidad. Lacomunicación entre los hombres asume diferentesnombres. En ocasiones suele ser seria y trascendente yle exige al lector una actitud afín. Pero en otras, planteaun juego agonal entre sus participantes; el emisor exigeuna acción más activa del lector y para ello lo ficcionaliza,lo cuestiona, lo nombra explícitamente y le adjudica tareasque el lector deberá realizar. La conversación se lleva acabo entre una ficción y la realidad. El lector se encuentraen el umbral, puente de comunicación entre lo posible yel mundo. Recordemos aquí algunas de las estrategiasimpuestas por diferentes autores en muy variadas épocas.

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El escritor santafereño Juan Rodríguez Freyle en su obraEl Carnero6 explícita a su lector; desde el mismo prólogoal “Amigo lector”, precisa diferencias entre sus lectores yselecciona de entre los posibles, sólo a sus “amigos” y aellos dirige su texto. El autor ha rechazado de plano asus “no amigos” lectores, presentando una primera ytajante división entre los receptores. El “pactocomunicativo” queda establecido y sólo permitirá unarelación simpática entre el emisor y su receptor. Propuestaexcluyente y conflictiva, reductora de receptores ytemerosa, quizá de la respuesta critica, zahariente del“enemigo lector”; pero también el lector subjetivo-objetivo que no vería en la obra nada diferente a su rencorpor el emisor. En la misma obra asistimos a lasmetamorfosis del papel del lector; las primeras imágenesde este son eminentemente pasivas. Pero la segundaintroduce una variable en su función, pues este esdenominado “curioso”; de esta manera señala a un lectorque cuestiona y pretende ir mas allá de lo dado por eltexto. Curioso lector que obliga a revelar las fuentes de laobra y que exige una contratación literaria que le saquede la duda. Lector material que ingresa a la historia pormedio del discurso, para auxiliar el autor en afanes deescritura y actuación: “ponga aquí el dedo del lector yespéreme adelante”. Ruptura del pacto comunicativo oralprovocando que lectura y autor se conjuguen en unmismo tiempo y espacio. Lector que “paréceme quealgún curioso me señala con el dedo” e invade el espacioprivado del autor para exigirle concreción, veracidad o

6 RODRÍGUEZ Freyle, Juan. El Carnero. Bogotá, Círculo deLectores, 1985.

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revisión del texto. Luego de la incorporación y pérdidade la materialidad del lector, está la necesidad de la inter-actuación de los polos extremos de la comunicación.Lector real ficcionalizado por un autor-narrador. Ficciónque se hace realidad cuando el lector contrasta lo leídoen las fuentes dadas por la obra.

Los artificios mencionados se repiten en la novela deMacedonio Fernández el Museo de la Novela de laEterna7 ; el autor critica y obliga al lector a participar enla historia. Sujeto de la acción de la lectura, ficcionalizado,hecho personaje por la escritura; lector leyéndose a símismo. Materia hecha verbo y reflejada en la propiaacción. Lector tematizado que se ve y se escucha en supropio espejo. Las nociones de espacio y tiempo se hanperdido definitivamente, quien lee, se lee; quien está fueradel texto, como participante del proceso de comunicaciónextratextual, se ve involucrado en la ficción y participaalternativa o simultáneamente de la comunicaciónintratextual. Comunicación en la comunicación.

El lector realiza múltiples acciones en simultaneidad; laprimera de ellas es su acción de leer, la segunda la dedecodificar lo leído y la tercera la de contrastar las fuentesreferidas por le texto. Fuentes reales o ficticias; fuentesliterarias, históricas, sicológicas, etc. Fuentestransformadas por el emisor o fieles a la realidad. Ellector deberá ser activo en el proceso de construcciónde una historia inacabada, por terminarse. Historia que

7 FERNÁNDEZ, Macedonio. El Museo de la Novela de LaEterna.

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se ampliará al infinito, pues la fuente de constrastación –llámese ensayo, novela, poema, enciclopedia o manual-lo remitirán a nuevas fuentes a inagotables textos y ellector terminará perdido en el laberinto del tiempo y losdiscursos. Recursos empleado, entre otros, por autorescomo Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Ítalo Calvino yVladimir Nabokov, que apuntan a las relaciones lúdicasentre el emisor y su receptor. Lúdica agonal, competitiva,relativizante y ante todo participativa.

Relaciones peligrosas entre emisor- personaje- lector quepueden concluir fantásticamente con la muerte de unode ellos, causada entre ellos mismos. El personaje salede su texto para asesinar a su lector, como enContinuidad de los parques de Julio Cortázar; el lectorque ha hurtado las joyas del texto sumiéndolo en lapobreza y en la imposibilidad de solucionar el policiacohecho, como ocurre en el cuento El traductorcleptómano. Lector embrujado por el personaje, quienentabla una comunicación más directa con éste yentrándose a la novela propone permutas de tiempo,espacio y acción; todo ello mediado por el narrador, elautor y los otros personajes, como en la novela de JohnBarth, Quimera.

Juegos ficcionales que hacen mucho más complejo elproceso comunicativo, que nos hacen perder los límitesentre la realidad y la ficción; pero que ante todo estánsubvirtiendo la oficialidad lógica comunicativa de la vidareal. Posibilidades de interactuación que cada día sehacen más creíbles.

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La obra literaria es una ventana abierta por donde se cuelala mirada y el oído del lector. Esta instancia, consideradaextratextual, no obedece a las órdenes sociales de laprivacidad; se interna en el espacio y en el tiempo deltexto literario, para ver y oír lo que hacen “los de dentro”.Puente por donde cruzan las verdades y los rumores dela historia. Por donde desfilan las palabras emitidas paraalguien y atrapadas por el oído invasor del lector. Frasesy secretos dirigidos a alguien, explícito o implícito, a quiense le comunica o cuenta una acción.

El proceso comunicativo extratextual propuesto por eltexto literario tiene su contraparte complementaria oantagónica. Dentro de la obra puede estarse llevando elpleno proceso de codificación y descodificación de unmensaje por sus participantes (el emisor, narrador,personaje) y por su receptor (narratario, personaje (s)).Pero fuera de él, las cosas se están dando de otra manera;el emisor (autor) y su receptor (lector) no han logradouna total comunicación, pues el último estádescodificando uno de los mensajes posibles; pero notodos los que aparecen en el enunciado del primero.Alternancia de contradicciones que homogenizanheterogenizan las relaciones comunicativas intra yextratextuales. En el texto se presenta un diálogo deinstancias presentes en el complejo proceso decomunicación de la literatura. Se manifiesta así una nuevacomunicación que se realiza entre “los de dentro” y losde “fuera”. Comunicación entre las instancias que secomunican.

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Es claro que la mayoría de las ocasiones de comunicaciónintratextual, no busca ni pretende un diálogo con elmundo externo. Este es sencillamente expuesto por eloído invasor del lector.

En el interior de la obra literaria se lleva a cabo otroproceso en el que participan muy variado emisores yreceptores. Si examinamos formas como el diálogo, ellastransparentan las instancias comunicativas y nospermiten identificarlas. Pero sabemos, además, que dichodiálogo, en el que mutan y alternan sus roles de actuacióntanto el emisor como el receptor, no está dirigido anosotros sino a ellos mismos. A su vez, en formas comola narración, quien emite, quien habla, debe tener o creara quien le escucha. Las posibilidades son muy variadas,pues quien habla puede estarse dirigiendo a sí mismo -en formas como el monólogo-, a un personaje de lahistoria, o a un receptor completo o parcialmente ajenoa la misma.

A su vez, el que narra puede ser o no, como emisor, unsujeto de la historia que cuenta, dándose lugar a unamultiplicidad de opciones del narrador. También influyeen lo narrado, pues su participación en la historia ledeterminan la objetividad o la subjetividad que lofavorezca o lo perjudique, o que ejerza una acción similarsobre alguien de la historia. El emisor intratextual puededarnos toda la información. Puede presentarnosexplícitamente a su receptor o no, permitir unaparticipación más activa o reducirlo a simple acciónauditiva. El emisor del discurso dentro del texto literariogoza, en ciertas ocasiones, del total uso de la libertad

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para realizar su acción; pero en muchas de ellas seencuentra limitado por su propio creador -el autor, cuyavoz se sobrepone a la suya-, o también por las voces delos personajes o de otros narradores.

Quien cuenta una historia no tiene por que ser un emisoracabado, concluido o cerrado. Puede y debe ser alguienque evoluciona en el mismo transcurso de su acción.

Dicha actuación puede manifestarse en las diferentesposturas ideológicas que adopta, en las descripciones eimágenes tanto de los personajes como del ambiente,espacio temporal de lo narrado. Sus relaciones desimpatía o antipatía para con un hecho o personaje suelealterarse y mostrar más adelante una visión muy variadadel mismo suceso o sujeto. El narrador no puede,entonces, ser considerado como una entidad inmóvil yacabada, sino con una construcción interior del mismoproceso de la narración.

Quien narra una historia, como en la vida real, puedetener o no el conocimiento de la misma. Estacaracterización especial le permitirá el libre acceso a larealidad material o psíquica de sus personajes. Será yestará completamente libre e ilimitado para narrar; perosólo nos permitirá una lectura, su lectura. Mundo cerradoa su visión y discurso. Mundo dictatorial regido por suvoz. Información retenida o expuesta según sus propiosintereses. Personajes y lector sumidos en la oscura-claridad que quiera transmitir quien cuenta. Mundocreado y regido por su enunciado y su enunciación.

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O puede conocer solamente una buena parte de lahistoria. Quien cuenta se ve en la irremediable necesidadde recurrir a los otros. Ellos suelen ser los personajes oel receptor de su emisión, ellos contribuyen con suinformación para la producción y finalización de lonarrado. Sin su ayuda, el emisor se concentrará en seriosafanes, pues aquello imprescindible o no para su historiaestá en otras manos. En esta oportunidad, el narradorcomparte su saber con los otros pero señala y organizalas entradas y salidas de sus personajes y condiciona susdiscursos en la medida que propone el tema; tambiénen cuanto a la forma como nos transmita el enunciadodel otro. Suele ser directo o indirecto. En la mayoría deocasiones ocurre lo segundo, su voz –la del narrador- sefiltra léxica, sintáctica o semánticamente en el discursodel otro, limitando la libertad otorgada. Narrador expuestoa la contradicción, complementación o aseveración,interrogación o negación de su discurso por la injerenciade los otros. Narrador que puede ser narrado por losotros si éstos, gozando de su privilegio, asumen un roldiferente y una actitud diferente para quien les haotorgado la palabra. Todo esto lo construye el texto anivel intratextual.

Texto que presume de democracia o que lo es. Enmuchas ocasiones es un tejido de superficie, falsa ilusióndel mundo participativo y abierto, pues el lector en suprofundidad notará que es él únicamente quien disfrazadode otros expone sus puntos de vista. También puede sercierta; el narrador reconociendo sus limitaciones de lugarle cede la palabra a los otros, quienes ampliarán ellimitado mundo individual de quien lo narra. Opciones

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que enriquecen tanto la historia como las imágenes delmundo de la novela, de los personajes y de sus relaciones.Concierto de voces que construyen el universo de ficción.Reflejo o no de la realidad referida.

El que cuenta puede ejercer múltiples relaciones en lahistoria; quien enuncia puede ser una voz, pero tambiénel protagonista de su propia historia, o dar su versión delos hechos; puede ser “alguien” sin méritos notorios enlo que se cuenta, cuya notoriedad se adquiere por sucapacidad narrativa.

Finalmente, quien narra crea su propia contraparte, sureceptor: es él quien selecciona al público a quien sedirigirá. Lo logra por medio de diferentes medios, de loscuales podemos señalar:

1. La lengua que emplee en su enunciado: esta puedeser excesivamente culta o llegar a su extremoopuesto. También puede exigir un diccionario muydepurado y amplio, o uno muy sencillo y limitado.

2. Las construcciones sintácticas, por él empleadas,pueden ser “claras” o “ retorcidas”. Estaconstrucción sintáctica expone el modo de receptorexigido por su discurso, a la vez que actúa comorepelente para otros. Dichas construcciones suelenactuar como seleccionantes para el público ypresentarse como obstáculos para el procesocomunicativo; a su vez crean receptores

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especializados, policíacos, cuya función no essolamente la de descodificar el mensaje, sino la dedar claridad a lo expuesto “retorcidamente” por elemisor.

3. El tema tratado por el emisor actúa como unatractivo o un rechazo para el proceso decomunicación. El pacto comunicativo se gesta enel interés por lo comunicado. El receptor goza dela libertad de aceptar o no lo comunicado y departicipar en él. El emisor propone unacomunicación y expone sus exigencias.

El receptor, desde el momento en que pacta, ha desujetarse al pacto trazado. Pero este pacto nosignifica en momento, el sometimiento de las dospartes; puede durante la acción tanto como otro,alterarse y desempeñar otros oficios en la historiay en el discurso.

4. Quien señala y construye al receptor, es el emisorvaliéndose de su discurso. Pero a su vez esconstruido por el otro, en la medida en que éstehace posible la acción comunicativa. Quien emitedesea ser oído. Quien escucha desea hacerlo; porlo tanto, el sistema de comunicación no nosrecuerda procesos en la vida real transpuesta a laobra literaria, sino posibilidades de interacción entrelos individuos y entre los “personajes” de ficcióndel texto.