La fundación de cofradías de san José en la Nueva España

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La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

Gabriela Sanchez Reyes

Introducción

Una de las principales fuentes de investigación para comprender la propagación del culto a san José es la fundación de cofradías. En ponencias presentadas en varios con-gresos dedicados al santo se ha abordado el estudio de este tipo de congregaciones para distintas épocas y en diferentes países como Polonia, Italia, España, Bélgica, Alemania y Francia.� Estas tienen una infraestructura compleja relacionada tanto con la administra-ción de los bienes materiales, necesarios para subvencionar los gastos de sus miembros, como lo asociado con el culto divino y con la salvación del alma a través de la intercesión de un santo patrono. Para el historiador Jean Delumeau, las cofradías proporcionan un sentimiento de seguridad religiosa a un nivel personal, familiar y colectivo por lo que se establece una solidaridad local a través de la protección de los santos.�Este tipo de aso-ciaciones son ante todo, centros de sociabilidad, es decir, se caracterizan por la “aptitud de vivir en grupos y consolidarlos mediante la constitución de asociaciones voluntarias”� y, que en este caso, están bajo la protección de un santo. Para ello, cuenta con sus cons-tituciones de fundación donde se especifican las fiestas obligatorias, los rezos comunales o personales y en general, se señala en qué momentos de la vida y del año litúrgico debe conmemorarse al santo patrono. Esto implica que los miembros deban reunirse en días específicos para las celebraciones acordadas, mismas que son organizadas con el boato correspondiente. Esta planeación festiva une a los cofrades no sólo de manera espiritual sino también por los recursos económicos y humanos con que se cuenta. Un aspecto importante es que cada cofradía tenía al menos un altar, o si sus recursos materiales se lo permitían, una capilla que se volvía el punto de reunión donde se establecían relaciones sociales. Además, no puede dejarse de lado que cada uno de sus miembros podía repre-sentar a un grupo social, gremio o corporación religiosa específica. Este espacio sagrado generalmente contaba con esculturas y pinturas, -como podía ser una serie de la vida del santo patrono-, es decir, objetos artísticos que eran adquiridos por su cofrades para su devoción. Estas agrupaciones piadosas representaron símbolos profundos de unión e identidad social que hay que identificar para comprender su fundación.

� Sobre el tema sólo basta consultar las actas de los anteriores congresos, los Cahiers de Joséphologie y los Estudios josefinos para darse cuenta de la riqueza del tema.

� Jean Delumeau, Rassurer et protéger. Le sentiment de sécurité dans l’Occident d’autrefois, pp.�4�- �60.

� Maurice Agulhon, Historia vagabunda, p. 55.

� La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

En el caso de México, y en lo que durante los siglos XVI al XIX se denominó como Nueva España, el culto de san José poco se ha estudiado entre los historiadores e histo-riadores del arte.4 No obstante su imagen se encuentra en retablos, esculturas, grabados, capillas, relieves y sermones, a partir de los cuales se puede analizar la formación y con-solidación de su culto.5

La importancia de esta devoción se puede empezar a registrar por los documentos emitidos. La primera fecha es �555 cuando, durante el primer Concilio Mexicano se de-claró el patronazgo de san José sobre el “Arzobispado de México y Provincia”, es decir, a partir de este año se convirtió en el protector de la naciente Iglesia mexicana. También se le instauró como abogado e intercesor contra las tormentas, los rayos y el granizo que tanto se padecían; de igual forma se estableció su festividad cada �9 de marzo. Para �585, durante el Tercer Concilio se confirmó y se decretó que ésta se celebrara con oc-tava.6 Su presencia no se limitó a la capital novohispana ya que fue patrono de ciudades importantes como la de Puebla de los Ángeles que desde �556 se le encomendó cuidarla contra las tempestades y los rayos.�

Desde fecha muy temprana comenzó la edificación de capillas dedicadas a él, como fue el caso del convento grande de san Francisco de México, en cuyo atrio se encontraba la que sería la primera parroquia de indios en América en su honor y que fue llamada de los Naturales.8 Existió otra capilla pero sólo de españoles.9 El siglo XVII, se carac-terizó por la fundación de capillas, parroquias, hospitales, conventos y misiones por lo que se infiere la aceptación y difusión de la devoción josefina entre españoles, indígenas y negros.�0

En �6�8 el rey Carlos II ordenó la declaratoria del santo como patrono y protector de España y sus dominios�� aunque se revocó el � de octubre de �6�9.�� Esta anulación, al parecer fue ignorada por el arzobispo virrey fray Payo Enríquez de Ribera, ya que para conmemorar esta declaratoria, se encargó de celebrar con procesiones y luminarias

4 Al este respecto debo de señalar que la valiosa obra del padre Carlos Carrillo Ojeda, M.J., es casi de-sconocida dentro del medio académico de México, por lo que sus aportaciones al tema josefino no han tenido el reconocimiento debido.

5 A pesar de la existencia de obra artística y de documentación de los siglos XVI y XVII con tema josefi-no en México, el historiador francés Pierre Ragon afirma que esta devoción no se produjo sino hasta los años ��00 y ��40, afirmación que queda desmentida con el estudio de la fundación de las cofradías de san José. Cfr. Pierre Ragon, Les saints et les images du Méxique (XVIème-XVIIème siècle), p. �5�. Dos estudios se están realizando en México sobre el culto a san José, uno dedicado a la región de Puebla y Tlaxcala por Isis Zempoaltécatl y otro para el arzobispado de México por Gabriela Sánchez Reyes.

6 Carlos Carrillo Ojeda, El patronato de san José sobre México, pp. 40- 45.� Ibid., p.5�. 8 Que después pasó a ser la de Servitas. 9 Fue dedicada el �9 de marzo de �65�. El solar que ocupaba pasó a formar parte de la capilla del Cristo

de Burgos en ���4. Ver Nuria Salazar, La capilla del Santo Cristo de Burgos. Ésta contaba con una escultura del santo en el retablo y una serie de su vida.

�0 Ver Carlos Carrillo Ojeda, Cronología josefina mexicana, pp. ��-48.�� Archivo General de la Nación, México, Reales cédulas, vol. �6, exp. �0�, f. �0�. (En adelante

AGNM) �� AGNM, vol. ��, exp. 49, f. �06.

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durante los días 6 y � de abril de �680, ante la presencia de miembros de la Iglesia y el gobierno.�� Por ello, pudiera pensarse que a partir de ese año se da una renovación de la devoción a san José.

Para el año de ��0�, el cronista Antonio de Robles señala que por primera vez se co-menzaron a celebrar las misas de san José en la catedral de México.�4 En junio de ��0� se concedió el patrocinio para la ciudad y diócesis de México con fiesta y rezo y el año siguiente para la ciudad de Puebla.�5 En abril de ���� se celebró el patrocinio de san José, que aunque se había instituido desde el primer concilio con octava, al parecer no se había puesto en práctica sino hasta el año de ��04.�6 Quizá a partir de este último periodo se puede entender el auge que cobró el desarrollo de un tipo iconográfico de-nominado el “Patrocinio de san José”, en el cual se presenta al santo coronado y bajo su manto, religiosos de distintas órdenes o el rey Carlos III; al virrey y del otro lado el papa Benedicto XIV y el arzobispo Francisco Antonio Lorenzana.��

Las anteriores fechas de declaratorias me parece que quizá señalan dos momentos de desarrollo del culto, al menos hasta el primer tercio del siglo XVIII, ya que después se irá repitiendo su patronazgo en diferentes ciudades y órdenes religiosas que darán ori-gen a otra etapa del culto y son las siguientes:

�555�er Concilio Mexicano

�680Celebración en México del

patronazgo josefino

El año de �680 tiene relación con las cofradías puesto que está asociada a su fun-dación documentada, y la declaratoria se celebró en obispados tan importantes como Puebla, Nueva Galicia y Michoacán donde hubo este tipo de hermandades.�8

El estudio de las cofradías bajo el patronazgo a san José no puede analizarse como un fenómeno homogéneo, ya que por la referencias analizadas, cada fundación muestra sus propias características y su función social dependerá de la orden a la que esté asociada, si es urbana o rural y de los miembros que la integren. La autorización de estas asociaci-ones podía dilatar algunos años –incluso hasta doce - lo que explica que se fundaran sin aprobación apostólica. Estas irregularidades tuvieron como consecuencia que en ���8, se iniciara a instancias de don Francisco Antonio de Gallareta, contador de propios y

�� CEHM-CONDUMEX, Diego de Rivera, Relación de la festiva pompa, que celebro el animo generoso del ilustrísimo y excelentísimo señor M.D. Fray Payo Enríquez de Ribera, meritísimo arzobispo de México del Consejo de su majestad, virrey capitán general de esta Nueva España, y presidente de su Real Chancilleria que dirige al nuevo patronato de San Joseph, Escrita en respuesta de una carta, que de un Beneficiado amigo suyo recivio el B. Don Diego de Ribera, Presbytero.

�4 Antonio de Robles, Diario de sucesos notables, vol. III, p. ���. �5 Carlos Carrillo Ojeda, Ibid., p. 49-50.�6 Juan Ignacio Castorena y Ursúa, Gacetas de México, vol. I, p. ��. �� Ver Elisa Vargas Lugo en “Retrato de Carlos III en la Nueva España”, pp. �58-�6�. Lorenzana fue

arzobispo entre ��66 y ����. �8 Carlos Carrillo Ojeda, Ibid., pp. 40-4�.

4 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

arbitrios, una indagación sobre esta situación.�9 Para ello, se practicaron censos para cuantificarlas y eliminar aquellas que no tuvieran tanto los recursos económicos para sufragar los gastos materiales y que incluso fueran integradas a otras mejor organizadas. Esto implica que sus constituciones no se conservaron e impide conocer un número aproximado de cofradías dedicadas a san José en la Nueva España.

Cofradías en la Orden de san Francisco

Es posible conocer la fundación de cofradías en la orden franciscana en el último ter-cio del siglo XVII, gracias al cronista de la orden fray Agustín de Vetancurt, quien hizo una pormenorizada descripción de los conventos con los que contaban poco antes de �69�.�0 Cabría pensar que las de san José eran de las más comunes por haberse dedicado el primer templo a este santo, sin embargo, predominaban las cofradías de las Ánimas, la Santa Cruz, san Nicolás y la Virgen del Rosario. Otro aspecto importante es que estas cofradías podían estar integradas tanto por españoles, indios o mulatos llamados también “morenos”.

En la ciudad de México, en la llamada capilla de san José de los españoles, renovada el �9 de marzo de �65�, se contaba con la cofradía de los carpinteros. En su interior ha-bía un retablo de columnas jónicas, con una escultura de san José y las paredes de am-bos lados tenían lienzos con la vida del santo, firmadas por el pintor Baltasar de Echave el viejo. Tenía su propia sacristía localizada a espaldas del altar mayor y una oficina donde se guardaban las cruces que salían en procesión cada Viernes Santo. En cuanto a la fiesta del santo se celebraba en las tardes con un sermón.��

Con el tiempo, la mala administración del gremio de carpinteros, según se asienta en los Libros de Cuentas, tuvo como consecuencia que ésta quebrara. Esto significó la pérdida de la capilla y por lo tanto, que fuera modificada la advocación pasando a ser a partir de ���5, del Santo Cristo de Burgos, bajo el cuidado de los montañeses de Santander.��

Debido a este cambio, se realizó un inventario con los bienes de la ya extinta cofradía de san José, gracias a esto, existe una descripción del retablo mayor. De acuerdo con el inventario del �� de enero de ����, éste albergaba una escultura en la parte central que era flanqueada por dos tibores de China con ramilletes de flores de mano y siete arbo-tantes de cobre, contaba con su vidriera de cristal de chapa y llave. Tenía además cinco esculturas de las cuales no se especifican su advocación, otras siete con las virtudes y una de Dios Padre.

�9 Alicia Bazarte, Las cofradías de españoles, p. 40. �0 La primera licencia que se le otorga es de �69�, así que la obra debió de haberla escrito unos años

antes.�� Agustín de Vetancurt, Crónica de la Provincia del Santo Evangelio de México, p. �9. Esta capilla ya

no existe. �� Nuria Salazar, Op.cit., pp. 9-��.

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Como se dijo antes, en el convento de san Francisco se encontraba la parroquia de san José de los Naturales, que tuvo privilegio de catedral con campanas. Ahí se celebró el primer Concilio Mexicano en �555, donde se le declaró como patrono del arzobispado. Al ver la importancia de este templo, cabría pensar que en su interior al menos existiría una serie de la vida de san José. Sin embargo, llama la atención que a pesar de que el pro-pio Vetancurt fuera cura de dicha iglesia, no fue tan detallista en la descripción como en el resto de su obra, parte característica de su estilo. Lo único que señala es que contaba con doce altares –de los cuales no menciona su advocación- y cinco capillas: la del sa-grario, la de la Purificación de la Virgen, la del Santo Sepulcro, la del bautismo y la del Tránsito de la Virgen. En cuanto a las cofradías hay una del Santísimo Sacramento, la de las Animas que tenía anexada la de la Cuerda, la del Santo Entierro, de la Santísima Trinidad del gremio de los sastres, la de la Soledad, la de san Juan Bautista, la del Tránsito de la Virgen y la de san Diego de Alcalá.��

De las otras referencias de cofradías que existían en la provincia franciscana, se ad-vierte que sus miembros podían ser españoles, mestizos, mulatos, negros e indígenas. De acuerdo con lo anotado por el cronista hacia finales del siglo XVII, la orden contaba con las siguientes fundaciones:

Ubicación Cofradía Cofrades

Convento de san Francisco de México San José Carpinteros (españoles,

mestizos e indios)

Capilla de los Naturales Convento de Cholula, Pue. San José de los Morenos Mulatos o negros

San Miguel Huejotzingo, Pue. San José Españoles

Dos en Huichapan, Qro. San José Españoles y Indios

San Juan Totollan, Edo. Méx.

San José y una del Destierro de la Virgen a Egipto ________

Orizaba, Ver. Señor san José _________

�� Agustín de Vetancurt, Op.cit., p. 40-4�. En la capilla de terciarios del mismo convento, fundada en el �0 de octubre de �6�5, al parecer, no tenía cofradía. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar que sí tenía un retablo con los gozos y dolores pintados de san José. Esto refleja únicamente que ésta era una devoción muy querida por la orden. Ver Agustín de Vetancurt, Op.cit., p. �6.

6 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

Cofradías en la Orden de Nuestra Señora de la Merced

En la orden de la Merced también hubo un marcado culto por san José y al menos para el siglo XVII está asociado a la devoción que tenía a este santo el cronista y pro-vincial de la orden, fray Francisco de Pareja. (�6�0 c.a-�688). Este religioso mercedario fue uno de los grandes abogados de la Nueva España ya que fue el primer rector de la Ilustre y Real Colegio de Comendadores Juristas de san Ramón Nonato y ayudó en la formación de las Constituciones de la Real y Pontificia Universidad de México. Durante su estancia en la ciudad de Sevilla, España, entre �65� y �65�, predicó un sermón pane-gírico en honor de san José.�4 Su destacada presencia lo llevó a tener el cargo de provin-cial de �66� a �668. En �6�� fue nombrado cronista de la orden y comenzó su obra que terminó hacia �68�, año en que comienza a obtener las licencias para su publicación, aunque quedó inédita hasta �88�.

En el capítulo dedicado a los conventos de la orden, se refiere a una capilla en honor de san José que se construyó en el convento grande de México.�5 La primera obra que menciona es un lienzo ubicado en la nave de la iglesia que corresponde a la segunda edificación que se inició en �6�4 y que se dedicó en �6�8. Continúa su narración expo-niendo que en un ángulo, del que no detalla más, se

[…] labró una hermosísima capilla y muy capaz con el título del Santísimo Patriarca San José, en que se tiene todos los domingos del año plática y rosario de los misterios del santo con grandísima devoción y concurso de personas que están dedicadas a esclavos del gloriosísimo Patriarca, y asimismo todo el año y principalmente la cuaresma y adviento, los lunes, miércoles y viernes en la noche se juntan todos los esclavos varones, y en dicha capilla se les hace una plática espiritual, se lee un capítulo de algún libro de ejemplos, y tienen disciplina, y después salen de dicha capilla, y cargando cada cual una Cruz, andan los cuatro ángulos del claustro, haciendo las estaciones de la Vía-Crucis, que todo ello es un ejercicio espiritual muy devoto, y de grande ejemplo y edificación del lugar.�6

El cronista habla de la presencia de los esclavos de san José, por lo que se infiere que había una cofradía. Lamentablemente el archivo de esta orden religiosa se perdió en un incendio, lo que imposibilita profundizar más al respecto.

Esta capilla fue distinguida porque contó a partir de ��0�, con una reliquia del san-to, que fue cedida por la Cofradía de san José fundada en el convento femenino de san Lorenzo de México.�� Se trataba de uno de los veinticinco anillos tocados al original que se resguardaba en la ciudad de Perugia, Italia. Incluso se les concedió licencia para

�4 Obra que fue publicada en �65�. Alfonso Martínez Rosales, “Presentación” en Crónica de la Provincia de la Visitación de Nuestra Señora de la Merced […], pp. VII-X.

�5 Ibid., vol II, pp. 4��- 4��. De este convento únicamente existe el claustro.�6 Ibidem.�� Esta Cofradía de san José fue fundada en �688 y merece un estudio específico. Gracias a que se conser-

varon sus libros, será posible investigar quiénes eran sus miembros, lo que explicaría el poder económi-co con el que contaron para costear el viaje de alguna persona para ir por los citados anillos, o contar con algún embajador que se los hiciera llegar. Ver Alicia Bazarte, El convento jerónimo de san Lorenzo (1598-1867).

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que cualquier impresor diera a la estampa un manuscrito titulado Breve relación de la historia del anillo con el cual fue desposada la Virgen Santísima �8

Esta devoción de los mercedarios por san José también se encuentra en el convento de la Concepción, llamado comúnmente como la Huerta de Tacuba, por estar contigua a dicha población. Francisco de Pareja señala que éste se localizaba en las afueras de la ciudad, cerca de un camino que comunicaba con el santuario de los Remedios, por lo que en �668 siendo comendador del convento Francisco de Ayrolo, quien adquirió fama de tener “grande inclinación a labrar en los conventos”, obtuvo las licencias nece-sarias para levantar una iglesia con ayuda de algunos bienhechores. Ésta tenía “�4 varas de largo y siete de ancho, con una puerta muy capaz que cae a la dicha calzada, y otra que quedó formada para dentro del convento, esta se fue haciendo de piedra y cal con toda perfección en el material, y el coro alto muy capaz”. En la dedicación celebrada el domingo �� de enero de dicho año�9 participaron los hermanos del convento de san Francisco del pueblo de Tacuba, con misa, colocación del santísimo Sacramento y un sermón predicado por fray Agustín de Vetancurt, el cronista de la orden franciscana, especial devoto de san José.�0

La edificación se concluyó en �680, por lo que cuatro años después, se aceptaron las constituciones de una cofradía mixta, bajo el título de “Esclavitud del Gloriosos Patriarca san José y Doctrina Cristiana” y fue aprobada por el arzobispo Francisco de Aguiar y Seixas.�� El primer rector fue Gaspar Manso, quien era vecino y morador de Tacuba, y el comendador del convento, fray Juan de Ribera. Entre sus obligaciones se encontraba dar limosna para la fiesta de la Doctrina Cristiana el � de mayo, así como asistir a sus pláticas. Para el culto a san José debían rezar todos los días, además de siete padrenuestros en honor de los � dolores y gozos del patriarca, otro con un Ave María y Credo para que se conservara y aumentara la Esclavitud y en especial la devoción a la “Trinidad de la Tierra”.�� Otro día importante era el �9 de marzo ya que se celebraban las elecciones del rector y de seis diputados. También se hace mención de un retablo que se estaba construyendo y que se dedicaría, lamentablemente no se conservó pero cabe la posibilidad de que pudiera tener pintado los dolores y gozos de san José.

�8 Archivo del Arzobispado de México, caja ��, exp. �6, 6 fojas. Agradezco a la Dra. Alicia Bazarte la noticia y la trascripción de este documento. Ignoro si el texto realmente se imprimió.

�9 Para ���� se estableció una casa de recolección, pero su ruina se debió a las Leyes de Reforma de �86�, perdiéndose el convento y de la iglesia se modificó un poco su fachada. Aún se conserva un retablo dedicado a la Virgen de Guadalupe obra del pintor Miguel Cabrera. Ver Manuel Rivera Cambas, México pintoresco, artístico y monumental, vol. II, pp. �4�-�48.

�0 Francisco de Pareja, Op. cit., vol. II, pp. 4��-4�4. �� Fue arzobispo de México de �68� a �698. �� AGNM, Bienes Nacionales, vol. �0�8, exp. 9, s/f.

8 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

Cofradías en la Orden de san Agustín

Otra orden religiosa que albergó cofradías de san José fue la de san Agustín. Se tiene registro de una en el convento grande de México gracias a que se han conservado sus constituciones, mismas que fueron promovidas por algunos miembros del Consulado de México, es decir, de los comerciantes más ricos de la Nueva España. La aprobación se realizó en ��0� y los representantes eran los capitanes don Antonio Carrasco, caballero de la Orden de Santiago y Cónsul de la Real Aduana y Consulado de México,�� Juan de Gracia, Juan del Castillo, Pedro Carrasco,�4 Santiago de Arozqueta,�5 y Juan Bautista de Arozqueta,�6 todos mercaderes y vecinos de la capital novohispana.

Esta cofradía, contaba desde el año de �698, con una Bula de Indulgencias otorga-da por el papa Inocencio XII por lo que cabe suponer que su fundación se puede datar antes de esta fecha, ya que también mencionan que el doctor Diego de Malpartida Senteno, deán de la Catedral de México fue el primer fundador de la cofradía.�� Para ��0�, se acordó en sus constituciones, aceptar tanto a eclesiásticos como a seculares para que el mayor número de personas gozaran de los privilegios de la Bula. Para ��5�, en un libro de la cofradía que se ha conservado, se anotaron los nombres de las personas que se encontraban en otras cofradías josefinas fundadas en los conventos femeninos de santa Inés y san Lorenzo en la capital novohispana; y en el de las Capuchinas de Puebla, al final se contaba con alrededor de �, 6�8 miembros.�8

Entre su beneficios contaba con un altar en la iglesia e indulgencia plenaria y desde luego, un sello con la imagen de san José para sellar las Patentes. Sobre los días reser-vados eran:

�� Antonio Carrasco Retortillo era originario de Berlanga, Extremadura, establecido en la ciudad de México desde ca. �6�0, se casó con Micaela Moreno, murió en ���5. Agradezco a Iván Escamilla qui-en me ha proporcionado los datos de los comerciantes de esta cofradía. Dicha información forma parte de su tesis doctoral que actualmente elabora sobre el Consulado de México.

�4 Pedro Carrasco Marín fue mercader natural de Murcia avecindado en la ciudad de México desde ca. �685, se casó en �69� con Francisca de la Parra y del Río.

�5 Santiago de Arozqueta fue comerciante originario de Lequeitio en Vizcaya, residente en Nueva España desde su infancia, se casó en �69� con Nicolasa Carrasco, probablemente pariente de Antonio Carrasco. Murió en ���8 y fue sepultado en el convento de san Francisco de México.

�6 Juan Bautista de Arozqueta: Al parecer hermano del anterior, comerciante originario de la misma población, casado en ��00 con María Teresa de las Heras. Prior del Consulado de México en ���9-���0 y ����.

�� AGNM, Cofradías y Archicofradías, vol. �8�, exp. �. �8 Este libro concluye en �8�� y para esa fecha se observa un notable descenso de cofrades. AGNM,

Templos y conventos, vol. ��5, exp. �.

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Dia Misas Obligaciones

�9 de marzo

� misas en honra y gloria de san José aplicadas a vivos y difuntos de la esclavitud Elecciones

Por los hermanos vivos y difuntos

Fiesta titular

Días festivos Santo Beneficio

�9 de noviembre Desposorios de san José � años a � cuarentenas de perdón de Indulgencias9 de noviembre Dolores de la Virgen

En este mismo convento agustino se fundó, a instancias de los terciarios de la Orden, otra cofradía bajo el título de “la Santísima Familia de Jesús, María y José”. Otra ma-nera de entender la difusión al culto josefino es a través de las cofradías aún cuando no estuvieran dedicadas únicamente a él como es el caso de la devoción a la Sagrada Familia. En �686 quedó agregada al altar de la Cinta fundada en la iglesia del conven-to y se les autorizó la impresión de la carta de esclavitud.�9 Esto lleva a pensar que los cuadros de la Sagrada Familia o lo que también se denominó como Trinidad Terrestre, podían estar asociados a una cofradía, por lo que esta iconografía debe analizarse bajo esta perspectiva.

Cofradías en la Compañía de Jesús

La devoción josefina entre los hijos de san Ignacio es un tema que aún falta por ser estudiado para la Nueva España. La edificación de capillas dedicadas a san José, asoci-adas a la fundación de cofradías, está relacionada de fondo, a la exaltación de la Sagrada Familia, ya que primero se construía una capilla a la Virgen de Loreto y a un costado, otra dedicada a él. La devoción italiana a la Virgen de Loreto fue introducida a la Nueva España, a partir de �6�5, por el padre italiano Juan Bautista Zapa, quien trajo además de la imagen, las medidas de la santa casa que se empezaron a reproducir. La primera capilla de Loreto se dedicó en �6�5, en la iglesia de san José el Real, conocida común-mente como Casa Profesa.

La segunda casa de Loreto fue la fundada en una institución dedicada a la educación de los indígenas, que fue el Colegio de san Gregorio en la ciudad de México, donde se les enseñaban las primeras letras, canto, música y danza. Inicialmente se contó con el financiamiento de los indios del pueblo de Tacuba para una edificación modesta, pero

�9 Desafortunadamente no he localizado las constituciones de esta cofradía. AGNM, Bienes Nacionales, vol. �0�8, exp. �8, � fs.

�0 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

con el paso del tiempo, se fue mejorando. La segunda reconstrucción de Loreto fue en �6�9 a expensas del padre Juan María de Salvatierra. A un costado se erigió la capilla de san José gracias a diversos bienhechores, donde se fundaría una cofradía. El padre Zapa fue su prefecto y redactó sus estatutos. Uno de sus cofrades fue don José de Ledesma, Procurador de la Real Audiencia, quien costeó un altar a san José y los lienzos dedicados al santo patriarca.

Esto sirvió de ejemplo a otros benefactores que también realizaron grandes dotacio-nes de rentas para celebrar las fiestas del Patrocinio y los Desposorios con su novenario cada una, así como también las siete misas que se cantaban en los siete días que prece-den a la fiesta de santa Teresa de Jesús y la de los días �9 de cada mes.40 El maestro fray Jacinto García de Rojas se encargó del cimborrio de la capilla. En �68� el padre Zapa pasó a ser primer Rector de san Gregorio y con ello logró el patronazgo de destacados personajes como don Juan de Chavarría Valera,4� quien donó treinta y cuatro mil pesos que fueron entregados de mano de su confesor y administrador, el padre Juan Antonio Núñez de Miranda.4� De igual forma donó una de sus haciendas, la de san José en el poblado de Acolman, estado de México, para beneficio de la iglesia y los indígenas del colegio. La edificación se enriqueció con un retablo de escultura y pinturas, el altar mayor tenía además una reja, un frontal y una sacristía con ricos ornamentos y plata. La iglesia se comenzó por junio de �68� y se dedicó en junio de �685. Un año después, en �686, se realizaron nuevas obras, además de edificarse un camarín dedicado a la Virgen de Loreto gracias al patrocinio de Juan Clavería Villareales. Finalmente, la capilla de Loreto se dedicó el 9 de diciembre de ���8 con sermones y procesiones.4� Las fiestas que tenían estipuladas eran:

FiestaCorazones de Jesús María y José

Santa Teresa de JesúsDesposorios�9 de marzo

�9 de cada mes1

Fiesta de san José en agosto2

40 Gérard Decorme, La obra de los jesuitas […], p. 9�. Archivo Histórico de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, C.G., t. ��0, rollo �, fs. ���-���v. Copia del extracto de la creación y princi-pios del Colegio de san Gregorio de esta Capital. (En adelante AHBNAH). Este colegio fue destruido junto con la iglesia y capillas.

4� Juan de Chavarría (�6�4-�68�) fue patrono del convento femenino de san Lorenzo y fue poseedor de una de las fortunas más grandes en el siglo XVII resultado de sus propiedades agrícolas y ganaderas. De los �6 mil pesos que costó la obra, él pagó �4 mil. Ver Alicia Bazarte, Op.cit., pp. �4�-�64.

4� Antonio Núñez de Miranda S.J, fue rector del Colegio de San Pedro y San Pablo y calificador del Santo Oficio. Es más conocido por haber sido el confesor de Sor Juana Inés de la Cruz. También desempeñó el cargo de rector para administrar los bienes de los jesuitas y fue albacea de la testamentaria de Juan de Chavarría. Valera. Ver Guillermo Luckie, Parentesco y sociedad barroca […].

4� Castorena y Ursúa Juan Ignacio, Op.cit., vol. III, p. �48. El actual templo de la Virgen de Loreto es obra de los arquitectos Manuel Tolsá y Agustín Paz, y fue dedicado el �9 de agosto de �8�6.

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La cofradía del colegio de san Gregorio estaba agregada a la de Roma con las gracias e indulgencias correspondientes. Así, en ��54 obtuvieron del papa Pío VI la concesión de una Indulgencia Plenaria para todo aquel que cada �9 de mes se confesara y comulgara visitando la capilla de san José.44

Otra capilla de Loreto se edificó en el Colegio de San Francisco Javier en Tepotzotlán, ahora sede del Museo Nacional del Virreinato. Ésta se dedicó el �5 de diciembre de ���� gracias a los donativos de Manuel Tomás de la Canal, de Francisco Ruiz de Castañeda y de los padres Juan de Ortega e Ignacio de Paredes.45 A un costado, está el llamado “Relicario de San José” que repite el patrón constructivo de una capilla anexa a una de Loreto. Éste fue dedicado en abril de ���8 gracias a las aportaciones de don Manuel Tomás de la Canal, Jacinto García Rojas46 y Francisco Ruiz de Castañeda.4� Según se puede leer en un medallón sobre la puerta del recinto dice que “SE DEDICÓ ESTE RELICARIO A �� DE ABRIL DE ���8”, fecha confirmada con la noticia publicada en las Gacetas de México que señala que ésta tuvo una “costosa fabrica” que

… se ejecutó con las dimensiones mas exactas que, para labrar una pulida pieza, pide, y demanda la Arquitectura, a que, (sobre el sólido pavimento tan diestramente taraceado de azulejos brillantes, que parece una vistosa alfombra) se allega el rico adorno de Retablos corpulentos, firmes zoclos, sotobancos y bancos, erguidas columnas, bien corridas cornisas, capaces nichos, airosos bultos, diestros pinceles, bruñidos frisos, crespas molduras, diáfanos vidrios, tesoros cristales, estimables reliquias, lámparas, y candiles, que le añaden mayores lucimientos, y el dan mas hermosura, constituyendo insigne y a esmero de los Doctos cuatro Jesuitas que en ella predicaron se celebró su estreno.48

El nombre de esta capilla, hace suponer que aquí se veneró una reliquia de San José en algún relicario que no se ha conservado. En el nicho central hay una escultura del santo acompañado por seis arcángeles. Los lienzos dispuestos en los muros son del pintor José de Ibarra y refieren pasajes de la vida de San José como los Desposorios de la Virgen, el regreso de Egipto, la Visitación, la muerte y Glorificación de San José, así como la Anunciación y pinturas de San Antonio abad, San Juan Bautista y San Joaquín.

44 AHBNAH, C.G/T. �4�, rollo ��, fs. �69-��� v. 45 El nombre completo de este religioso jesuita es Ignacio José de Paredes fue rector del Colegio de san

Andrés, fundado en �6�6 para novicios de la orden. Tras la expulsión de los jesuitas en ��6� que pasó ser hospital, fue derribado en �905. AGNM, Bienes Nacionales, vol. �0�9, exp. 6.

46 El mismo que ayudó en la construcción del cimborrio de la capilla de san José en el Colegio de san Gregorio.

4� Miembro de una destacada familia de comerciantes y hacendados que estuvo asociada con los jesuitas y con el santuario de la Virgen de Guadalupe.

48 Ibid., vol. III, p. �0�.

�� La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

El clero secular y el culto josefino

De las iglesias en manos del clero secular, existe la documentación de una cofradía dedicada a san José en Tepecoacuilco, estado de Guerrero.49 Inicialmente fue una fun-dación agustina establecida en �545 pero por razones desconocidas, fueron obligados a abandonarlo en �56�.50 Ello significó que pasara definitivamente a manos del clero secular. Para el �4 de julio de �59� se emitió una real cédula en la que se designó al pres-bítero Gonzalo de Villalobos para el beneficio de la población.5� La devoción a san José debió de iniciarse hacia el último tercio del siglo XVII, ya que lograron la aprobación de las constituciones por el arzobispo Francisco de Aguiar y Seixas el �9 de noviembre de �69�, éstos trámites tomaban usualmente algunos años en concretarse. De acuerdo con el documento de fundación, es posible conocer varios aspectos e inferir algunas características que pudieron repetirse en otras cofradías en poblaciones rurales de la Nueva España.

El promotor fue el Bachiller Juan de Rivera, que fue nombrado comisario del santo oficio en esa población en �684,5� ya que fue quien procuró los recursos materiales y hu-manos para promover el culto a san José. Para ello, donó veintidós vacas, una escultura de madera del santo que medía dos tercios de vara es decir, 55 cm. aproximadamente, un ornato de tela de primavera, además de ocho vacas más de limosna y diez yeguas.

Llama la atención la calidad5� a la que pertenecían los fundadores de esta cofradía ya que de los nueve que la integraban, cuatro eran Lobos;54 es decir, el resultado de la mezcla de negro con india. Este pequeño grupo demuestra que contaban con ciertos privilegios y educación, contrario a lo que se piensa, ya que tres de ellos firman. Lo an-terior hace pensar que se dedicaban a alguna actividad comercial, ya que este pueblo era camino de paso de la capital del virreinato hacia el puerto de Acapulco, donde zarpaban las naos que se dirigían hacia Filipinas. De los otros miembros no se dice nada pero cabe la posibilidad de que fueran españoles o mestizos.

Las constituciones de esta cofradía marcan el día de elecciones del mayordomo y los pagos que cada miembro debía de realizar. Las festividades estipuladas eran:

49 Actualmente su nombre oficial es Tepecoacuilco de Trujano. Palabra que proviene del náhuatl y signi-fica “Cerro de las Culebras Pintadas”

50 George Kubler, La arquitectura mexicana del siglo XVI, p. 6��.5� AGNM, Reales cédulas duplicadas, vol. �, exp. ��9, f. ��6v.5� AGNM, Inquisición, vol. 5��, exp.��.5� El término de “calidad” define la forma en la que eran valoradas las personas en la Nueva España de

acuerdo con su situación familiar, posición económica y reconocimiento social y no por la clasificación de castas puesto que nunca existió una separación real entre éstas. Ver Pilar Gonzalbo Aizpuru, Familia y orden familiar.

54 Se trata de los hermanos José, Bernardo, Alonso y Nicolás Mejía Lobo. Los otros miembros son: Antonio Rodríguez Molina, José Catalán, Francisco Solano y Lorenzo Dias.

Gabriela Sanchez Reyes ��

Dia Misas Obligaciones� misas en honra y gloria de san José aplicadas a vivos y difuntos de la esclavitud

Pago de �� realesConfesarse y comulgar

�9 de marzo

Misa cantada

Pago de �� realesConfesarse y comulgar. Ganan 40 días de indulgencias

Encarnación del Señor

Pago de �� realesConfesarse y comulgar. Ganan 40 días de indulgencias

Santa Teresa de Jesús

Pago de �� realesConfesarse y comulgar.Ganan 40 días de indulgencias

Por cada hermano fallecido Pago de 4 pesos

Una de los grandes beneficios con los que contó la cofradía fue la concesión de 40 días de indulgencias para los cofrades y para los que comulgaran los días establecidos. También se les autorizó la impresión de las constituciones.

En ��94 se levantó un censo con las cofradías del arzobispado de México, en el que se reporta que Tepecoacuilco contaba ya con unas tierras valuadas en �,500 pesos impu-estos a réditos con ganados vacuno y caballar, lo que les rendía al año una ganancia de �00 pesos. En ese momento la parroquia contaba con las Hermandades de la Natividad, de Nuestra Señora, de las Animas Benditas y el Santísimo, pero el visitador determinó que se deberían de extinguir por no contar con la autorización debida y se anexaron sus bienes a la de san José.55 La presencia del párroco Juan de Rivera, fundador de la cofradía fue fundamental, ya que logró afianzar esta devoción en una población donde se aceptaba a personas de cualquier estado y condición, lo que bien podría considerarse como una característica constante en las cofradías josefinas, es decir, no marcaba dife-rencias entre sus miembros.

En la villa de Orizaba, Veracruz, se inició el �5 de junio de �804, una investigación a instancias del mayordomo de la cofradía de san José porque “con el transcurso del tiempo acaso por omisión y descuido de sus antecesores” no se había conservado en su archivo una cédula real ni algún permiso de fundación. Ante esta situación, se busca-

55 AGNM, Cofradías y Archicofradías, vol, �8, exp. f. �, f. �9�v. Ynforme del Arzobispo de Mexico, so-bre todas las Cofradias, Hermandades y Congregaciones establecidas en la Santa Yglesia Metropolitana Parroquias Vicarias de Pie fixo , Capilla y mas Yglesias de dicha Ciudad y Arzobispado con expresión de las que parece deven subsistir de las que deven extinguirse y de las que estan extinguidas, adbirtiendo que en la primera columna van puestas las que deven subsistir, en la segunda las que deven extinguirse, y en la tercera las que ya estan extinguidas, o se estiman como tales. En el documento se escribió el nombre de la población como Tepeacuilco.

�4 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

ron los documentos que la avalaran. Uno de ellos fue la Patente de la cofradía en la que consta que contaban con una Bula de Indulgencias emitida por el papa Pío VI el � de julio de ��89.56 Esta fecha sólo indica que la fundación debió de haber sido anterior a dicho año. Las festividades de los cofrades eran las siguientes:

Festividades Obligaciones

�9 de cada mes Pago de �/� real de limosnaConfesarse y comulgar

�9 de marzo

Pago de � real en cada una

Su patrocinioDesposorios

TránsitoLos Gozos

Su Coronación

Entre sus obligaciones estaba pagar con un real para contribuir en los gastos de enti-erro de un hermano y que en el momento de su ingreso debían de pagar dos tomines que incluía la Patente. En caso de muerte de alguno de los cofrades las misas se celebrarían de la siguiente forma:

Misas de Difuntos Dia� Mensual� El primer domingo de cada mes6 �9 de mes

� cantadas �9 de marzo� cantada Su Coronación

De los bienes artísticos que pudo poseer esta cofradía, ya nada se conservó debido a un incendio que padeció la iglesia la noche del �� de diciembre de �8�0. Esto motivó al mayordomo a solicitar un permiso para establecer una rifa semanal para reemplazar el colateral y la imagen de san José.5� Esta fundación refleja una situación que al parecer se repetirá en la Nueva España, y es que quizá únicamente una minoría de las cofradías josefinas contaban con sus cédulas de fundación.

En la iglesia de la Misericordia de la ciudad de México, que ya no se conserva, se fundó una cofradía en la que se unieron dos devociones: la de la santa Cruz y la de san José.58 Esta parroquia estaba anexa al Recogimiento de casadas, donde se veneraba la imagen de un Cristo que era llevado a los reos, antes de ser ajusticiados en la Plaza Mayor.59 El �� de enero de �688 se dedicó un altar que al centro tenía una imagen de san José en cuya corona se colocó una cruz. Para el �8 de febrero de �689, lograron reu-

56 AGNM, Cofradías y archicofradías, vol. �8, exp. ��, fs. ��0.5� Ibid., f. ��5-��5v.58 AGNM, Bienes Nacionales, vol. �0�8, exp. �6, s/f. 59 Juan de Viera, Breve compendiosa narración de la ciudad de México, corte y cabeza de toda la América

septentrional, p. ��0.

Gabriela Sanchez Reyes �5

nirse �� personas con el fin de obtener la licencia del arzobispo para formar sus consti-tuciones. Las festividades instituidas son la de san José y la de la Santa Cruz que debían celebrarse con misa, sermón y procesión por la calle, cuidando se evitaran los “excesos y vanidades”. Otras marcadas eran las siguientes:

Fecha Obligaciones�9 de cada mes Confesarse y comulgar

�9 de marzo Confesar y comulgarSanta Cruz Confesar y comulgar

Triunfo de la Santa Cruz Confesar y comulgarExaltación de la Cruz Confesar y comulgarSanta Teresa de Jesús Confesar y comulgar

Entre los puntos señalados en las constituciones estaba la impresión de las Patentes con las señales de san José y la Santa Cruz. Este documento tenía el siguiente texto:

Yo fulano etc. Mayordomo de la Hermandad (o esclavitud) de la Santa Cruz y Señor San José fundada en la Iglesia de nuestra Señora de la Misericordia de México doy fe como se asentó por hermano de dicha esclavitud fulano etc. con obligación de dar por suya siento dos reales medio cada semana, y un tostón cada año para las dos fiestas: y tiene obligación la dicha Hermandad de darle a su parte más próxima fallecido el contenido �0 pesos para ayuda de su entierro en mano propia y por su recibo y para que conste en todo tiempo lo firme = fulano etc. Mayordomo, siendo Rector fulano ante mí Secretario.

La cofradía contaba además con el privilegio de 40 días de indulgencias a todos los hermanos que rezaren ante el altar que podían aplicar a las ánimas del purgatorio. El incremento de nuevos cofrades se reflejó al poco tiempo de haberse fundado, ya que al año siguiente, en �690, la cofradía ya contaba con ��0 hermanos.60

Conclusiones

El desarrollo del culto a san José a través de la fundación de cofradías refleja varios aspectos. En primer lugar, que es imposible contar con una cifra exacta, ya que como se vio en los ejemplos mostrados, fue una minoría la que obtuvo las reales cédulas y autorizaciones eclesiásticas. Esto también imposibilita conocer el impacto que tuvo du-rante el periodo virreinal en México y sus diversas repercusiones como fue el arte y la religiosidad.

Otro aspecto importante es tener presente la diversidad de la sociedad en la que con-vivían españoles, criollos, mestizos, indígenas, negros, y las mezclas de las anteriores, que lograban tener representación a través de alguna hermandad y un santo patrono. Sin embargo, la protección de san José no estuvo restringido a un grupo, por el contra-

60 AGNM, Bienes Nacionales, vol. �0�8, exp. �8, s/f.

�6 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

rio, las constituciones de las cofradías aceptaban tanto a mujeres, hombres, eclesiásticos o seculares establecidas en distintas ciudades, villas o pueblos. Los vínculos que se esta-blecían entre sus miembros no sólo eran de orden espiritual, ya que seguramente se ha-cían alianzas de tipo comercial como pudo haber sido el caso de las cofradías con mer-caderes. Estas asociaciones voluntarias también ayudaron a la formación de identidades, creando un sentido de pertenencia dentro de una sociedad integrada por la diversidad étnica y de corporaciones gremiales. Son éstas, muestra de la sociabilidad religiosa que se encargaba de la administración de un patrimonio –ya sean con casas en las ciudades o con ganado y tierras en los pueblos- y desde luego, de la difusión del culto a san José a través de las festividades celebradas con el boato necesario y con los bienes artísticos para venerarlo.

En cuanto a las distintas órdenes religiosas, san José fue acogido por los mercedari-os; los franciscanos con sus terciarios; los agustinos; el clero secular y los jesuitas, que lo veneraron en capillas consagradas exclusivamente a su culto. En ellas se aceptó la fundación de cofradías con su respectivo altar e imagen, en las que participaron de manera activa personajes de la sociedad, tanto religiosos como seculares. Labor que es necesario rescatar para otorgarles un reconocimiento histórico frente a la propagación de la devoción de san José en México. El estudio de un culto implica registrar el mayor número de participantes asociados en su desarrollo para comprender quiénes fueron los miembros integrantes de cada una de las cofradías. Las fechas en las que éstas empiezan a ser constituidas, y en particular en el caso de México, hasta este momento me parece tienen que ver con la declaratoria del fallido patronazgo de Carlos II que fue ignorado y por el contrario, fomentado por las distintas órdenes religiosas.

Las festividades principales fueron los Desposorios, el Tránsito, la Coronación, su Patronazgo y los días �9 de cada mes. Una devoción que también se difundió fue la de los � Dolores y Gozos de san José y al Sagrado Corazón de José, también se recordaba a santa Teresa de Ávila. Las cofradías en algunos casos compartían el título con alguna otra devoción, por lo que es probable que las de las Ánimas del Purgatorio también fue-ran devotas a san José. La representación del santo muchas veces está relacionada con su papel de padre por lo que se encuentra asociado a cofradías de la Sagrada Familia. Esta revisión de la presencia de cofradías josefinas refleja que san José estuvo considerado como el gran intercesor, no sólo como mediador ante la muerte, sino como una de las principales devociones de la sociedad novohispana.

Gabriela Sanchez Reyes ��

Archivos históricos

AGNM Archivo General de la Nación, MéxicoAHBNAH Archivo Histórico de la Biblioteca Nacional de Antropología e

Historia.

CEH-CONDUMEX Centro de Estudios Históricos, CONDUMEX.

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�8 La fundación de cofradías de San José en la Nueva España

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(Footnotes)� AHBNAH, C.G., t. �0, rollo �, fs. �4�-�4�v, Congregación del Patriarca Señor san José.� AHBNAH, C.G., t. �0, rollo �, fs. 48. Mapa que manifiesta las Cargas y Obligaciones del Colegio

Seminario de Yndios de san Gregorio de México […].