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Introducción a la filosofía de la psicología -Teorías de la ciencia Para averiguar el lugar de la psicología hay que partir de una teoría de la ciencia. Se presentan tres: -La teoría teoreticista de la ciencia: el criterio para determinar qué es ciencia se encuentra en la forma o la teoría. Esta concepción liga la ciencia a sus condiciones teóricas (Popper, Russell). -La teoría adecuacionista: esta concepción está generalizada en la cultura occidental. En ella, ciencia es aquello que refleja adecuadamente la realidad. La ciencia es el espejo de la realidad, y será más acertada cuanto mejor refleje la realidad. -Materialismo filosófico (Gustavo Bueno), también llamada “Teoría del Cierre Categorial“. Esta teoría se opone a las dos previas. Para Bueno, la ciencia se encuentra inserta en la realidad misma. Critica la adecuacionista, puesto que para poder afirmar adecuación con la realidad habría que salirse fuera de la realidad, y no se puede. El materialismo pluralista de Bueno no se refiere a materia física (partículas), sino a toda materialidad (moral, legal, etc); se considera materia todo lo que se puede transformar. De lo contrario, la sola consideración de la materia física supondría caer en un

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Introducción a la filosofía de

la!psicología

-Teorías de la ciencia

Para averiguar el lugar de la psicología hay que partir de una teoría

de la ciencia. Se presentan tres:

-La teoría teoreticista de la ciencia: el criterio para determinar qué es

ciencia se encuentra en la forma o la teoría. Esta concepción liga la

ciencia a sus condiciones teóricas (Popper, Russell).

-La teoría adecuacionista: esta concepción está generalizada en la

cultura occidental. En ella, ciencia es aquello que refleja

adecuadamente la realidad. La ciencia es el espejo de la realidad, y

será más acertada cuanto mejor refleje la realidad.

-Materialismo filosófico (Gustavo Bueno), también llamada “Teoría del

Cierre Categorial“. Esta teoría se opone a las dos previas. Para

Bueno, la ciencia se encuentra inserta en la realidad misma. Critica la

adecuacionista, puesto que para poder afirmar adecuación con la

realidad habría que salirse fuera de la realidad, y no se puede.

El materialismo pluralista de Bueno no se refiere a materia física

(partículas), sino a toda materialidad (moral, legal, etc); se considera

materia todo lo que se puede transformar. De lo contrario, la sola

consideración de la materia física supondría caer en un

reduccionismo científico.

No existe un solo método científico, cada ciencia aplica uno distinto,

porque sus contenidos y operaciones son distintas también. Las

ciencias son construcciones operatorias surgidas de las prácticas

técnicas previas, concretamente, de los conflictos que estas técnicas

generaban.

Las ciencias deben ser entendidas en el espacio de un ámbito

gnoseológico; la ciencia no se trata desde el sujeto, sino desde un

espacio gnoseológico que, para Bueno, tiene tres ejes: práctico,

semántico y sintáctico. Las ciencias tratan campos, no substancias,

es decir, no tratan de El Hombre, sino de las culturas concretas, las

relaciones parentales, etc.

Los campos científicos se componen de tres partes: términos,

operaciones y relaciones. Ambos tres deben estar presentes en las

ciencias. Mediante las operaciones físicas orientadas

cognoscitivamente realizadas sobre términos, se desprenden las

relaciones que forman teorías. Una vez se llega al teorema, la verdad

se separa de las operaciones; las operaciones que previamente han

permitido su construcción desaparecen, y esa demostración

verdadera se desprende de su proceso de creación y pasa a ser

aplicable de manera universal.

-La psicología en el materialismo filosófico

Observemos ahora qué lugar ocuparía la psicología en la

clasificación de Gustavo Bueno.

En el campo de la psicología nunca desaparecen las operaciones, al

igual que en la economía o la antropología, no se puede entender la

verdad resultante sin el proceso concreto y material del que ha

surgido. Tampoco hay términos; en geometría, el triángulo es un

término, pero el objeto de la filosofía es! el ser humano, que es un

objeto que no puede dejar de actuar, es un objeto de estudio que es

operatorio, con una vida que es una temporalidad operatoria.

Por tanto, no pudiendo desprenderse de sus operaciones, y siendo

su objeto de estudio tan singular y plural que es irreductible a

término, la psicología no es una ciencia. La psicología es una técnica

y, por ello, una práctica; y el psicólogo es bueno en medida en que

puede relacionar sus operaciones con la de su objeto de estudio, el

ser humano y de esta relación obtener resultados positivos.

Según esta misma clasificación, el médico sería un tecnólogo (y no un

técnico) porque se sirve de los teoremas de ciencias estrictas como

la física (por ejemplo, cuando hace uso de aparatos cuya

construcción se sirve de los conocimientos de la física). La psicología

es una técnica porque no aplica teoremas científicos, que se han

mostrado imposibles de explicar de manera absoluta y terminante los

fenómenos psicológicos (no hay teoremas universalmente aplicables

para el tratamiento de trastornos psicológicos, no son más que

ligeras pautas a seguir, etc). La psicología, por tanto, es una técnica

para modificar la conducta.

Por tanto, es una técnica dotada de control experimental, pero que

no genera teoremas y por ello no es ciencia; y no se sirve de

teoremas, por lo que no es tecnología. Antes de sistematizarse su uso

a mediados del siglo XIX, existía inmersa en la medicina, en la filosofía

o en la teología.

-La filosofía en el materialismo filosófico

Para Bueno, la filosofía es un saber de segundo grado, es decir, solo

puede reflexionar sobre algo que previamente ya está dado, los

saberes de primer grado, que están unidos a las prácticas

materiales.

Los instruments de la filosofía son las ideas. Estas ideas no están

desligadas de la realidad material, sino que están entretejidas en la

realidad misma, en las prácticas técnicas en cuyo contexto surgen.

Así, por ejemplo, la libertad no es una idea abstracta, sino que surge

en disciplinas como el derecho o la economía para resolver

determinados conflictos técnicos o prácticos. Sobre estas ideas de

libertad se realiza una crítica (entendiendo crítica como clasificación),

y al enfrentarse los diferentes tipos de libertad de manera dialéctica,

entre todas ellas se entretejerá la idea de libertad, ya no abstracta e

indiferenciada, sino vinculada a la materialidad.

CEREBRO, HOMINIZACIÓN

Y!HUMANIZACIÓN

-Origen y evolución de los procesos psicológicos y de los

procesos neurofisiológicos que acompañan a los primeros

El sistema nervioso es la condición de posibilidad de los procesos

psicológicos, pero no los determina. Defender que sí los determina

sería caer en un monismo materialista.

La neurociencia, precisamente, apunta a que no es la persona la que

percibe o ama, sino el cerebro. Esto se denomina “falacia

mereológica”; intentan entender el todo desde una parte. Para estos

neurocientíficos, es el cerebro el que construye la realidad.

Pero entonces, ¿qué es el cerebro? Porque forma parte de la

realidad, entonces ¿se constituye a sí mismo? Si el cerebro crea la

realidad, ¿está dentro? ¿está fuera?

-¿Qué es el psiquismo?

El psiquismo establece mediante las relaciones entre el cuerpo, la

conducta y la cultura, estas tres instancias se codeterminan y

coevolucionan juntas. Estas tres generan la conciencia. El psiquismo

no es el cerebro.

Se trata, claro está, de una conciencia material, porque cuerpo,

conducta y cultura son materia. Pero no materia física (que solo es

una modulación de la materia), la idea de materia también abarca

argumentos, moral, ideas… La materia es todo aquello que puede

ser tratado operatoriamente.

La tesis defendida aquí, por tanto, es un materialismo pluralista, que

no trata la materia como algo físico, sino como objeto de

transformaciones y operatoriedad. El cuerpo del que se habla no es

el anatómico, sino su experiencia, su movimiento.

1. La filogenia del sistema nervioso

No todos los organismos poseen un sistema nervioso. Esto es debido

a que el sistema nervioso es producto de la evolución biológica. Las

plantas y protozoos no tienen sistema nervioso; en su lugar, poseen

un sistema de integración orgánica. Esto es debido a su autotrofismo:

al no tener que buscar alimento fuera de sí, hay poca necesidad de

movimiento y, por tanto, de estímulos y respuestas. El sistema de

integración orgánica es químico, y también lento e impreciso.

La naturaleza de los sistemas nerviosos no es química, sino

bioeléctrica; son más rápidos y efectivos. Hay dos tipos de sistemas

nerviosos:

-Reticulares: p.ej, medusas. Sus operaciones requieren de

complejidad y precisión. Su estructura es en red, no tiene centro,

carece de cerebro. El estímulo viaja en la red en dos direcciones.

-Ganglionares: p.ej, estrellas de mar, moluscos, pulpos.

Conformados por ganglios, que son paquetes de neuronas, cada uno

de los cuales se encarga de una tarea distinta. Las neuronas están

conectadas entre sí mediante sinapsis. Las conexiones no viajan en

las dos direcciones, sino solamente en una. Los gusanos planaria,

por ejemplo, ya tienen unos ganglios que funcionan conectados a

través de un proto-cerebro; pero, en los sistemas nerviosos

ganglionares, en general, no hay apenas unidad.

Es importante mencionar la diferenciación que suponen los

vertebrados en lo que a sistema nervioso se refiere. Los vertebrados

se caracterizan por poseer una estructura ósea: la columna vertebral.

Darán lugar a dos tipos:

-Vertebrados inferiores: anfibios, peces, reptiles

-Vertebrados superiores: aves, mamíferos

Ambos grupos poseen columna vertebral, pero los superiores poseen

mayores cráneo, cerebro y masa encefálica. Dentro de los

superiores, en el caso de los mamíferos hay mayor despliegue de

masa neuronal.

En cerebro no obedece, en su desarrollo, solo a presiones internas,

sino que el medio moldea los cerebros; en el caso humano, no solo el

medio, sino también la cultura.

Es importante en el caso humano la presencia del neocórtex, zona

cerebral en la que solo hay relaciones entre neuronas, que no hacen

funcionar el organismo, sino que simplemente se conectan entre

ellas; es la llamada zona “muda”, que se encarga, entre otras cosas,

de los procesos asociación.

El proceso de hominización consiste en una evolución que deja atrás

los reflejos genéticos incondicionados, y cuya conducta pasa a

depender del aprendizaje; el cerebro empieza a desarrollarse en un

ámbito cultural. El cerebro, en el momento del nacimiento, no es más

que el 30% del adulto: el resto es aprendizaje que solo se puede dar

en el marco de normas de una cultura humana.

2. Sociogénesis de la conducta humana

La sociogénesis ya comienza con los póngidos (chimpancés), que

mantienen entre sí débiles relaciones sociales; los póngidos también

usan instrumentos de manera esporádica.

-Australopithecus: relaciones sociales más complejas e instrumentos

también.

-Homo habilis: primera especie de nuestro género. Trabajaban la

piedra. Carroñeros.

-Homo erectus: Industria lírica más compleja. Caza organizada.

Manipula y conserva el fuego.

-Homo antecessor, Neanderthal…

-Homo Sapiens Sapiens: Es capaz de dotarse de una cultura.

Lenguaje simbólico complejo. Domestican animales. La evolución del

hombre no es tanto natural, sino cultural.

Un cerebro por sí mismo no genera conductas humanas, sino que el

cuerpo debe ser sometido a las normas de una conducta humana.

Los factores que permiten un desarrollo del psiquismo hasta que se

constituye el psiquismo humano (factores humanizantes) son:

-Postura y locomoción erectas.

-La expansión del cerebro

-La prolongación de la gestación y de la infancia

-La organización de la caza

-Uso y fabricación de instrumentos

-La comunicación simbólica

Todos estos factores se codeterminan los unos a los otros. No hay,

por tanto, una sola causa eficiente o humanizante, son varias, con

relaciones dialécticas entre ellas.

Dos de ellas son importantes: el uso y fabricación de instrumentos y

la comunicación simbólica; ambos factores se entretejen.

El hombre no es el único animal que utiliza instrumentos. En nuestra

especie se da una conducta instrumental de segunda clase: no solo

usa instrumentos; los fabrica (Homo Faber). La fabricación supone

dos instrumentos, la materia prima y el producto. La fabricación es

característica de nuestra especie (y de otras del género).

Existen igualmente otros organismos que se comunican entre sí, pero

lo hacen a través de señales. En nuestro caso, nos comunicamos a

través de símbolos: un símbolo es la señal de una señal: conducta

comunicativa de segundo orden. La señal (por ejemplo, un grito de

dolor) se caracteriza por su semejanza con lo que señala. Un símbolo

no tiene por qué asemejarse a lo que simboliza.

Algunos animales pueden aprender lenguajes articulados, pero

utilizarán sus conceptos como señales. Nosotros podemos hablar

acerca del lenguaje, ningún otro organismo puede hablar sobre sus

señales: no tienen metalenguaje.

Estas dos facultades, instrumentos y lenguaje, se entrecruzan en la

mano humana. La mano humana es una mano peculiar que realiza

conductas que no realiza ninguna otra mano: tiene un pulgar

oponible, que se puede oponer al resto de los dedos. Esto permite

manipular objetos pequeños de la naturaleza, lo que genera

operaciones de mucha mayor precisión.

La mano posee una oposición cubital: los dos dedos más cercanos al

cúbito (meñique y anular) son oponibles a la base del pulgar. Así,

podemos asir palos o piedras con precisión, de modo que se alineen

con nuestro brazo, triplicando la fuerza de un posible golpe. Esto

permite una conducta ofensiva o defensiva que permite la

colonización de otros ecosistemas (traslación a Asia o Europa). Esta

situación creará problemas, que requerirán nuevas soluciones,

evolucionando con esta problemática el neocórtex.

Así, los cambios en el psiquismo no solo tienen que ver con el

cerebro, sino con la estructura anatómica (en este caso, la mano),

que a su vez modifica el cerebro.

La fabricación de instrumentos, martillos que prolongan la mano,

cuencos que imitan la estructura cóncava de las manos, pasan a ser

“manos anónimas” de la comunidad, cuyo uso genera mayores y más

complejas relaciones sociales, es lo que se llama co-operación,

operación conjunta.

La mano también explica el origen del pensamiento. La estructura de

la mano nos permite aprehender fácilmente las formas, con nuestra

mano arrancamos las morphés (ideas) que están contenidas en la

materialidad práctica del mundo. Pensar es algo que tiene que ver

con las manos.

Pensar es establecer relaciones entre términos: al separar términos,

se analiza; al juntarlos, se sintetiza; esto proviene de la operatoriedad

física con objetos, del uso de las manos. Las ideas las arrancamos

del mundo para hacernos una idea de él.

Esto está relacionado con la comunicación simbólica. Al fabricar

objetos complejos que requieren varias personas y en tiempos

diferentes, surgirán los pronombres y los tiempos verbales. La

fabricación está ligada con la comunicación, y ambas están

entretejidas en la mano.

3.- Evolución del psiquismo

Hay 5 factores que favorecen la evolución y complejidad del

psiquismo para todos los organismos:

-Perfeccionamiento de la percepción distal (a distancia): oído, vista,

olfato.

-Mayor plasticidad de los procesos de manipulación y locomoción

-Incremento de la memoria y el aprendizaje

-Socialización creciente

-Aumento de las diferencias individuales

Los procesos intelectivos complejos dependen del aprendizaje. Si un

niño del paleolítico (o de una tribu del mundo moderno que aún viva

como en el paleolítico) es llevado al mundo moderno, criado y

educado allí, se comporta exactamente igual que los demás. Su

cerebro es igual, pero su conducta difiere dependiendo del entorno

donde se eduque.

Es importante el hecho de que nuestras coordenadas intelectuales

envuelven a las suyas, nosotros podemos entender a los paleolíticos

y ellos a nosotros no (lo mismo sucede con los animales).

Diferencias entre la mentalidad paleolítica y la actual:

-Los conceptos de la mentalidad primitiva están atravesados por la

imaginación (recuerdos, fantasía); nosotros tenemos conceptos

abstractos. Hay que distinguir entre pensar e imaginar. Pensar es

hablar con uno mismo.

-El modo de argumentar. En la cultura occidental, los argumentos se

basan en el principio de identidad, A=A, y así se construyen

relaciones lógicas más complejas, que pueden aislar las cosas en

función de su identidad. Para el primitivo, sin embargo, una cosa

puede ser ella misma y simultáneamente otra. A puede ser A y a la

vez B sin dejar de ser A. Esto mismo hacen los niños al jugar (una

caja es a la vez un castillo).

-La concepción del tiempo: para los primitivos, el presente no es más

que una repetición del pasado. Para nosotros, sin embargo, el tiempo

es lineal.

-La concepción práctico-material del cuerpo de los individuos: para

nosotros el cuerpo termina en los límites anatómicos. Para los

primitivos, las pertenencias de cada uno, incluso la sombra del

sujeto, forman parte del cuerpo, así como el aire que sale de la boca

y el reflejo en el agua o el eco. Esto da lugar a un psiquismo diferente

al nuestro, denominado psiquismo mágico.

-Las categorías: Para nosotros el espacio se conforma

geométricamente a partir de puntos geográficos, que construimos a

partir de la intersección de dos rectas materialmente existentes. De

esto, abstraemos el Norte y lo utilizamos con independencia del

contexto. Para los salvajes solo hay contexto: el lugar de caza de

búfalos, la cueva, etc.

4.- La explicación cibernética del psiquismo

Según estas personas, se puede establecer una igualdad entre

ordenador y cerebro, entendiendo los procesos cerebrales como

procesos computacionales. La estructura que esta paralelismo

confiere a ambos elementos es la siguiente: hay un impulso externo

que es recibido, y a partir de unas reglas lógicas o “programa”, se

elabora una respuesta determinada.

Así, el programa del ordenador es paralelo a la mente de los sujetos

(la mente es un programa lógico y el cerebro son los circuitos. La

tesis que plantea esta teoría es que una máquina podría pensar. Esta

tesis afirma que el cerebro es un procesador de información, pero no

existe ningún teorema formado sobre la información.

Un intento de explicarla fue el que realizó el ingeniero Shannon. Para

él, información era la probabilidad de ocurrencia de un símbolo en un

mensaje cuyos símbolos pertenecen a un código. Cuanto menor es

esa probabilidad, mayor es la información. Esta definición que intentó

es meremamente sintáctica: no importa el significado, solamente la

probabilidad.

Pero en el lenguaje humano hay algo no meramente sintáctico; de

hecho, lo importante es el significado. Nuestra información es

significativa: tiene un carácter semántico. Las máquinas solo

procesan lenguaje forman (sintáctico) mientras que nosotros tenemos

lo que se denomina lenguaje natural.

Las diferencias entre lenguaje formal y natural son:

-Formal: El contenido del mensaje está siempre previamente

definido. Los algoritmos con los que trabaja el software, por ejemplo,

están previamente definidos.

-Natural: El significado del lenguaje no está previamente definido,

sino que depende del uso de sus términos en cada contexto

práctico. El lenguaje natural está atravesado por la imprecisión, y

precisamente por ello, tiene una flexibilidad y adaptabilidad al

contexto material que le permite comunicar.

Las máquinas computadoras pueden marcar la incertidumbre (azar,

estadística, probabilidad, pronóstico) pero no la imprecisión. No

pueden porque no tienen mundo, no están abiertos al mundo a

través de un cuerpo sensible. Entendiendo cuerpo no solo como el

anatómico, sino nuestro cuerpo anatómico sumergido en una cultura

determinada.

Es el cuerpo el que nos permite incorporarnos al mundo: el cuerpo,

trabajando, operando, topándose con el mundo, es como crea el

mundo. Antes que lo verdadero y lo falso existen el placer y el dolor,

y estos solo se dan con un cuerpo sensible.

Las máquinas no tienen mundo semántico porque no tienen

experiencia práctico-operatoria. Las máquinas no tienen afecciones

(placer-dolor); solo ven imágenes, reciben píxeles, unos o ceros, y sin

afecciones no hay ni significado ni mundo.

EL PROBLEMA PSICOFÍSICO Y LA

RELACIÓN!CUERPO-MENTE

La evolución biológica ha dotado a los organismos de una estructura

por la cual establecen contacto con el medio: la sensibilidad, que es

irritabilidad frente a estímulos. Hay estímulos del medio físico, que

podemos mensurar, y sensaciones, que son productos del choque

entre medios y organismo. El problema psicofísico consiste en cómo

se produce el tránsito de estímulo objetiva y cuantitativamente

mensurable, a sensación, que no es mensurable, y cuya constitución

es cualitativa y subjetiva.

A este respecto, Johannes Müller planteó la Ley de las energías

específicas de los nervios: la cualidad no depende de la energía

exterior, sino de la estructura neuro-fisiológica de los receptores.

La psicología soviética afirmaba que no se puede reducir ni a la

energía, ni al sistema nervioso: las sensaciones son el fruto del

choque dialéctico de ambas.

Esta relación cuerpo-mente también tiene un profundo recorrido

filosófico.

Descartes al principio plantea un dualismo radical entre mente-

cuerpo, que luego se convertirá en un dualismo interaccionista. Ya en

el renacimiento se hace una distinción entre lo objetivo y lo subjetivo.

La filosofía coge las prácticas científicas de la época e intenta pensar

sobre ellas, a veces justificarlas.

Descartes inicia la modernidad porque rompe con la escolástica

mediante la crítica. Su objetivo es epistemológico, trata la cuestión de

la validez del conocimiento. Usa la duda metódica para llegar a la

certeza. Lo que Descartes lleva a cabo es una crítica de Aristóteles,

para quien la verdad se basaba en la adecuación entre objeto e idea

a través de la experiencia. Para Descartes, la certeza está en el

pensamiento, en el proceder puro de la razón o res cogitans.

El método cartesiano consiste en analizar un fenómeno troceándolo

hasta toparse con sus partes elementales, aquellas que se conocen

de manera clara y distinta, y después volverlas a juntar. Pero el

hecho de que sean claras y distintas no explica su existencia, para

esto es necesaria otra estructura: Dios. La idea de Dios garantiza que

todo lo que es pensado como claro y distinto, existe. Aquí llega

Descartes al punto en que necesita demostrar la existencia de Dios.

Argumento ontológico: Dios es un ser perfecto, y por tanto debe

contener todas las perfecciones. Así, la misma idea de Dios prueba

su existencia. Como Dios no puede engañar, todo lo claro y distinto

existe, porque Dios es bueno.

SENSIBILIDAD Y!PERCEPCIÓN

El sujeto no experimenta sensaciones, como parcelas separadas,

sino que la base de nuestra experiencia son las percepciones, que

suponen una estructura relacional. Es una estructura que no puede

ser despedazada en elementos más pequeños.

No existen unidades de experiencia por debajo de la percepción. En

este tema vamos a ver las relaciones entre la percepción y la cultura,

la percepción y el aprendizaje, y también cuáles son las

características generales de la percepción.

1. Características generales de la percepción

Decimos que la percepción siempre posee la característica de

mostrarse como una figura (o estructura figurada) en relación

necesariamente a un fondo. La escuela de la Gestalt afirma que en

toda percepción nos encontramos con estos dos componentes,

figura y fondo: es una característica necesaria de la percepción. Esta

manera de la percepción no solo es estudiada por la psicología, sino

también por la filosofía, concretamente, por la fenomenología

(Husserl, Brentano). Gestalt y fenomenología están ligadas

íntimamente.

Una segunda característica es el aspecto dinámico de la percepción.

La percepción se mantiene como un proceso, tiene un carácter

procesual y, por tanto, dinámico. La figura no es una imagen fija,

como una suerte de fotografía, sino que la percepción es una

imagen-movimiento. Esta imagen-movimiento va a componer lo que

se ha denominado “corriente de conciencia”, una especie de fluir

psíquico, en el cual no podemos distinguir con claridad la percepción

pasada, de la presente o futura; no hay cortes concretos en la

corriente perceptiva, sino que es un fluir constante.

La característica fundamental de esta percepción dinámica es el

tiempo. El tiempo es el que canaliza este fluir; un tiempo que va a ser

duración. No se trata de un tiempo que se puede reducir al espacio

(que es lo que habitualmente se ha hecho en la cultura occidental),

es decir, reducir el tiempo a movimiento espacial. Para Versonne no

es posible esta espacialización del tiempo: el tiempo tiene un aspecto

subjetivo, y esto es lo que le conforma en cuanto a duración. Así, dos

personas, ante al proyección la misma película, la brevedad es

diferente en cuanto que a duración psicológica (aunque no en tanto

que objetivación del tiempo en función del espacio). Este tiempo

psicológico está anclado en la subjetividad de los individuos. Así, se

entiende que el tiempo es el que estructura la corriente de

conciencia.

La percepción nos ofrece siempre un significado. Este es un

significado pre-lógico, es decir, el significado mismo que se nos

ofrece en la percepción no está mediado por conceptos. Una

percepción es experimentar una presencia, pero esta presencia no

proviene de una representación, esto es, de un concepto en mi

mente, sino que la experiencia directamente nos ofrece una

presencia, sin mediación lógica.

Una cuarta característica es el carácter multisensorial de la

percepción. No existe prácticamente ninguna percepción que pueda

canalizarse a través de un solo canal sensorial, sino que las

percepciones se pueden dirigir por diversos canales. Así ocurre con

el movimiento, cuya percepción podemos tener a través de la vista,

del oído, del tacto; puede ser a través de uno solo o de varios de

ellos. Los canales sensoriales de la percepción se encuentran

entretejidos unos con otros. Este carácter multisensorial está ligado a

la característica esencial del lenguaje natural (no formal); de él

proviene la presencia del lenguaje metafórico o analógico en el

lenguaje natural: es el cuerpo el que nos permite entender las

metáforas, por tanto, la multisensorialidad es la que genera el

lenguaje natural a través del cuerpo.

2. La percepción de los aspectos de la realidad

¿Qué entendemos por percepción en este caso? Entendemos la

percepción como un punto de vista en una circunstancia. La

percepción va a ser una perspectiva en una situación, en el interior

mismo de una circunstancia.

No cabe hablar de que percibimos objetos en sí mismos, lo que

percibimos naturalmente son aspectos de una circunstancia, que

entendemos de manera conjunta. En la circunstancia, el sujeto no

sólo contempla cual res cogitans, sino que opera. La diferencia entre

operaciones sobre un mismo objeto cambia por completo la

percepción de esto (no es lo mismo ver un ayuntamiento

estéticamente haciendo turismo, que la percepción que tenemos de

él cuando vamos a hacer un trámite). El edificio tomado desde todos

los puntos de vista ya no es el edificio visto, sino el edificio pensado.

El edificio percibido, siempre lo es desde un punto de vista concreto

(aunque, en función de su recurrencia en la percepción, llamamos a

algo “objeto”, pero en su origen no hay percepciones de los objetos,

sino de los aspectos de las circunstancias).

Entendiendo la realidad como circunstancia en la que se opera,

hablemos de la percepción de los aspectos de esta realidad.

Empecemos por el tamaño.

La percepción del tamaño no es reductible a fenómenos

neurofisiológicos. Los neurofisiólogos entienden que la experiencia

del tamaño de un objeto está en relación directa con el tamaño

objetivo físico del objeto, que podemos mensurar. Este tamaño

objetivo va a proyectar una imagen en la retina (imagen retiniana), y

esta imagen va a ser isomorfa con nuestra experiencia del tamaño.

¿Pero existe tal correlación entre el tamaño objetivo y el tamaño

fenoménico? Pues no existe tal correspondencia.

P.Ej: Cuando un sujeto de 180 cm da un paso atrás, el tamaño de la

imagen retiniana desminuye un 50%. Sin embargo, nuestra

percepción de su altura permanece igual: nadie piensa que, dando

un paso atrás, el señor pase a medir 90 cm.

El tamaño depende también del valor que tenga el objeto percibido.

Así, todos aquellos objetos en una cultura que son radicalmente

deseados o indeseados se perciben con un mayor tamaño (cuando

un testigo reconoce a un asesino, las descripciones crecen a medida

que el asesino es considerado más peligroso por el testigo). Pero los

valores no son, los valores valen, y valen en función del proceso de

aprendizaje del que han sido sujetos las personas de una sociedad

concreta.

El espacio no forma parte de una realidad exterior que después es

percibida por los sujetos, sino que la misma experiencia es espacial.

En todas las experiencias, podemos hablar de los cercano, lo lejano

y lo contiguo. El espacio es más una condición de posibilidad de la

percepción que algo percibido. Pero ¿qué da lugar a la percepción

del espacio?

El espacio es una construcción operatoria, es una relación entre

objetos, pero objetos que en un principio van a estar unidos también

a emociones y prácticas. No podemos hablar de espacio geométrico

más que como un producto científico desprendido a partir de

prácticas operatorias concretas. El espacio experimentado no es un

espacio geométrico, no puede ser despedazado en puntos, planos,

curvas… el espacio perceptivo está constituido por los lugares,

teñidos estos por la operatoriedad de los sujetos.

El espacio es también multisensorial. No solo percibimos el lejos o el

cerca dependiendo de la vista, sino a través del olfato, el oído, etc. El

espacio se construye a través del choque del cuerpo del sujeto con

otros cuerpos. En este choque se construye la lejanía, se construye

operatoriamente el espacio.

Los protozoos se orientan por medio del choque, aunque esto

supone un derroche de energía, que se va a ir reduciendo a medida

que se desarrolla la evolución biológica. La evolución da lugar a un

ojo, y este ojo ya no derrocha la energía para orientarse que lo hacía

el choque, sino que el ojo lo que hace es “tocar a distancia”.

La profundidad forma parte de la percepción del espacio, aunque

tiene su propia lógica interna. La percepción de la profundidad

natural (no representacional, no dibujos, sino real) se constituye

básicamente por la lejanía entre el cuerpo y un objeto, o entre dos

cuerpos, y que es experimentada por un sujeto. Esta profundidad no

se puede explicar neurofisiológicamente, dado que las retinas son

planas, solo disponen de estimulación en dos dimensiones. Para los

neurofisiólogos, la profundidad es un proceso cerebral. Pero si solo

está basado en una imagen en dos dimensiones, ¿cómo surge la

profundidad?

La profundidad surge de un proceso de aprendizaje basado en el

cuerpo. La profundidad procede de la construcción operatoria en el

manejo y manipulación de objetos, así como en el cambio de

perspectivas y el movimiento o tránsito entre los objetos. Así, las

experiencias corpóreas personales son las que crean la profundidad.

Pero las imágenes visuales por sí mismas no tiene profundidad.

Con la percepción del tiempo sucede lo mismo que con la

percepción del espacio: no podemos decir que ocurra de manera

objetiva más allá de la conciencia. Como ya se ha dicho, el tiempo es

duración, y esta depende de la experiencia subjetiva. El tiempo es

una construcción operatoria ligada a la velocidad, pero no la

representada en fórmulas, sino con la velocidad entendida como el

tiempo con el que se suceden unas tareas operatorias con otras (la

comida, el sueño, el trabajo). De ahí la diferencia entre el tiempo en

ambientes rurales (más despacio) y el tiempo en ciudades

industriales (más rápido).

La velocidad es una dimensión práctico-material. La velocidad es

una calzada romana, un caballo, la construcción del calzado, son

pragmatas de sociedades humanas concretas. La velocidad no es

algo abstracto, sino material. En la medida en que aumenta la

velocidad en las culturas, estas son más complejas y a la vez son

más poderosas, porque pueden recorrer más espacio en menos

tiempo que otras culturas. Hay determinados saltos en la historia que

dan saltos cualitativos en la velocidad, por ejemplo, la revolución

Industrial, que produce este salto en la velocidad de la producción

(máquina de vapor de Watts) y también aumenta la velocidad de las

transacciones.

El capitalismo de producción lo que intenta es saciar las necesidades

primarias de la población, sin embargo, el capitalismo de consumo,

que tiene su auge entre 1945 y 1989, que produce otra mercancía:

consumidores, producidos por empresas de publicidad y marketing

(masificación de la televisión). En su último estadío, encontramos el

capitalismo de hiperconsumo. Este capitalismo está ligado al modo

de producción, y a la aparición de los nuevos pragmatas digitales. Si

antes se había distinguido entre el valor de uso y el valor de cambio,

en el capitalismo de hiperconsumo se intenta (y se consigue) reducir

cualesquiera valores de uso a valores de cambio. Y estos valores de

consumo son condicionados por la publicidad a través de la

transmisión de valores.

La publicidad no se basa en información, sino en adherir emociones

a una mercancía.

El taylorismo (producción en cadena) se ha sustituido por el

toyotismo, que aplica a la producción de coches la gestión de la

venta en supermercados. Toyota no genera un stock de automóviles,

sino que unifica la demanda con la producción. Igual que en el

supermercado se reponen las mercancías en los mostradores

cuando son comprados, igualmente los coches se van a reponer a

medida que sean vendidos.

Los pragmatas de nuestra época (computacionales y robóticos)

llevan nuestra operatoriedad a la velocidad máxima, la velocidad luz.

En el capitalismo financiero, los mercados funcionan a velocidad luz.

En milésimas de segundo se compran y venden acciones, por

ejemplo, o el propio internet. El lenguaje máquina se transmite a

velocidad luz. Las acciones humanas, por tanto, alcanzan la

velocidad límite del universo. Con esto, el espacio planetario se

reduce al aumentar la velocidad; pero si se reduce el espacio,

también se va a reducir el tiempo.

Las operaciones productivas y financieras están incorporadas al

tiempo vital, así como las operaciones virtuales. La total ocupación de

nuestras vidas por este tiempo de producción y mundo virtual resulta

en una desaparición de nuestras biografías, que se construyen en la

vida real y no en los medios computacionales. Así, el pasado y el

futuro desaparecen, y solo queda un presente ocupado por los

mundos productivo, financiero, virtual, etc. Este presente acaba

resultando en una demanda continua de flexibilidad y adaptabilidad,

tanto en la vida laboral, como, en consecuencia, en nuestra vida

personal e incluso emocional. Se trata de generar trabajadores que

continuamente se adapten a las variaciones del mercado. Esta

adaptabilidad es la que nos lleva a no ser nada, solo acabamos

siendo la capacidad de adaptación al medio, pero no somos nada en

cuanto que estructura biográfica. [La entrega y supeditación al modo

de producción industrial olvida los cuerpos, las personas, las

relaciones.]

Todo esto resulta en la destrucción de la política. Cuanto mayor sea

la regulación, más lentas son las tomas de decisiones. El modo de

producción demanda rapidez, y esto supone una eliminación de la

política, de cualquier regulación. Y esta nulidad de la política conlleva

una nulidad de la libertad, no de libertad de elegir (que es negativa),

sino libertad de decidir (positiva). No es lo mismo elegir entre los

objetos de un supermercado que decidir qué objetos hay ahí. Es

necesario ejercitar el poder de decisión (p. ej, representación de los

trabajadores en los consejos de administración de las empresas).

3. Cultura y percepción

La idea de cultura no es unívoca. El término “cultura” es análogo,

esto es, modifica su significado cuando introducimos, además del

término “cultura”, segundos o terceros términos.

Cabe concebir la idea de cultura desde un punto de vista estético,

político, administrativo o, que es la que aquí se manejará, la cultura

antropológica. Esta cultura está siempre filtrada por el lenguaje, de tal

manera que se entiende que la cultura es todo aquello que puede

pasar como contenido conductual que puede pasar de una

generación a otra por medio del lenguaje oral.

Desde el punto de vista de los etólogos, la cultura no es

esencialmente humana; también existen culturas animales, puesto

que los animales también son capaces de transmitir conductas de

una generación a otra, a través de lo que se llama aprendizaje por

observación. Pero la cultura humana y la animal son distintas.

La cultura humana se construye a partir de instituciones (como la

agricultura, la caza mayor, la arquitectura, etc). Estas instituciones

están compuestas por normas supraindividuales, que rigen para

todos los individuos. Se trata de normas práctico-operatorias. Estas

normas contienen, a su vez, conductas que, gracias a la conducta

proléptica de nuestra especie (capaz de anticipar acontecimientos

futuros), puede establecer normas práctico-materiales para llevar a

cabo la institución de la caza o la agricultura. El ejercicio de estas

normas supone una planificación, que es el discurso en grupo acerca

de estas normas. Esta capacidad de planificar para obtener fines por

recurrencia (los procedimientos se repiten y se obtiene el mismo

resultado) constituye la cultura humana. Esto nos distingue

claramente de los animales, que no tienen capacidad proléptica, no

pueden anticipar situaciones futuras, y solo transmiten conductas por

observación. Nuestra cultura incluso genera normas acerca de las

normas, es decir, códigos normativos, morales o jurídicos, que

regulan las instituciones.

Tener responsabilidades significa tener la capacidad de responder

frente al cumplimiento de un deber. Los animales no tienen deberes

ni responsabilidades, no son sujetos de derecho ni de moral, porque

no pueden decidir.

Si se pretende afirmar que la percepción está en relación con la

cultura (y se hará), debemos decir que no se percibe de un modo

distinto porque se piense de modo diferente, sino porque se hacen

cosas diferentes. De hecho, porque hacemos cosas diferentes

pensamos de modo diferente.

Nosotros vivimos en ciudades carpinteadas: nuestros edificios se

forman de líneas rectas y ángulos rectos. Por ello, somos

susceptibles a la ilusión óptica de Müller-Lyer:

>————<

<————>

En otras sociedades no sucede esto, no caen en la ilusión, solo

sucede en la sociedad occidental del siglo XIX en adelante. Así,

vemos cómo la institución arquitectónica modifica la percepción.

No se puede distinguir de manera clara y distinta qué es cultura y

qué es percepción.

*

4. El aprendizaje perceptivo

-Relación figura-fondo

1. Cuando dos áreas tienen un límite común, lo que se percibe como

teniendo forma es la figura.

2. La figura resalta sobre el fondo de tal manera que el fondo parece

que se extiende por detrás de a figura.

3. Lo que toma un significado es la figura.

4. El color de la figura es más denso y sólido que el del fondo.

5. La figura parece más cercana que el fondo.

6. La memoria actúa mejor sobre la figura que sobre el fondo.

7. El contorno o límite común entre la figura y el fondo pertenece a la

figura y no al fondo.

Algunos de los gestaltistas se interrogaron acerca de qué tiene más

peso, si la figura o el fondo. Pero no se puede imaginar ni pensar una

percepción que solo tenga figura y que carezca de fondo. Sin

embargo, sí podemos imaginar percepciones que contengan

solamente fondo y carezcan de figura. Esto es lo que dicen que pasa

en la oscuridad o el silencio, pero eso es una falacia, porque para

que haya percepción debe haber estímulo (fotones o ondas de

audio). Cuando se va la luz y la oscuridad es total, utilizas el cuerpo

de manera táctil y tu cuerpo pasa a ser la figura sobre un fondo.

Un señor probó que algunas percepciones solo incluyen un fondo

(metiéndole a un sujeto la cabeza en una pecera con niebla). Este

sujeto solo vería un fondo si le cortaran la cabeza; recordemos que la

percepción es multisensorial: en casos extremos, la figura es nuestro

cuerpo, concretamente en el aspecto táctil de nuestra sensorialidad.

-Agrupaciones por proximidad: En igualdad de circunstancias, la

proximidad entre estímulos constituyentes de la percepción tiende a

formar totalidades. Los chimpancés no llevan a cabo asociaciones,

cuando hay dos cosas próximas como puntitos, solo perciben una

figura.

-Principios de organización de totalidades, buena figura o

pregnancia, y cierre o clausura. El primer afirma que varias

organizaciones geométricamente posibles, se percibe la que tiene

una figura más simple y más estática. El segundo es que de dos

organizaciones perceptuales posibles se tiende a percibir la

organización cerrada más que una abierta.

-Derivaciones psicofilosóficas de la teoría de la Gestalt

Gurwitch intenta estudiar la conciencia a partir de la fenomenología

con los resultados que se obtienen con la psicología de la Gestalt.

Maurice Merleau-Ponty igualmente toma estas dos corrientes para

explicar el comportamiento.

Para Gurwitch, la conciencia siempre se nos presenta como un

campo de conciencia. No funciona como objetos desperdigados

aquí y allá, sino que la percepción conforma un campo perceptivo en

el cual los objetos están relacionados unos con otros, formando un

campo o contexto. Unos objetos entretejidos con los otros. Este

campo de conciencia está conformado por los datos que se dan en

un momento dado en la conciencia de manera simultánea.

Está compuesto por distintas regiones: el tema, el campo temático y

el margen. El tema viene a ser lo que es la figura para la Gestalt,

aquello que ocupa el centro de la conciencia. El campo temático son

aquellos datos simultáneos en la conciencia que tienen relación o son

pertinentes con el tema. Por último está el margen, es copresente con

el resto de datos pero no tiene relación con el tema ni con el campo

temático.

Por ejemplo: un sujeto está resolviendo un problema aritmético. El

tema en su conciencia será el problema aritmético a resolver. El

campo temático serán las reglas aritméticas, y el margen sería el

sonido del tráfico que entra por la ventana.

Esta noción de margen da cuenta de objetos que no están en el

centro de la conciencia de los objetos, pero que tampoco están

ausentes; podrían declararse como inconscientes.

La percepción tiene un carácter indeterminado. Parte de la

percepción estará presente (la parte delantera de un edificio),

mientras que otra parte será inminente (la parte trasera que no

vemos); esta segunda parte siempre es indeterminada, pero está

incluida en la percepción. Del mismo modo que el lenguaje natural es

indeterminado, la percepción también debe serlo.

ESBOZO DEL CONOCIMIENTO

CLÁSICO E INSTRUMENTAL. EL

CONDUCTISMO

RADICAL!SKINNERIANO

Llamamos aprendizaje a la modificación de la conducta mediante la

experiencia.

Existen formas anteriores de aprendizaje. Por ejemplo, el

habituamiento. Son aprendizajes negativos: el organismo aprende a

no hacer.

Sin embargo, el modo de explicar el aprendizaje positivo, en el cual

el organismo aprende a hacer algo nuevo, en el cual se ha

modificado su conducta: el organismo va a hacer algo que antes no

hacía.

-Condicionamiento clásico

Este condicionamiento clásico (Pavloviano) es aquello de las

palomas: abres una puerta para darles de comer. Si la abres justo

cuando mueven las alas, volverán a moverlas para que la puerta se

abra de nuevo y puedan comer. El ejemplo de Pavlov es: le das un

poco de ácido al perro, que no le gusta, mientras suenas un

diapasón; el perro saliva por el ácido. Basta con que luego

experimente solo el sonido del diapasón, para que la respuesta de la

salivación vuelva a producirse.

Estímulo incondicionado: ácido

Respuesta incondicionada: salivación

Estímulo neutro: ruido

Cuando solo suena el diapasón, este estímulo neutro es estímulo

condicionado, y la salivación pasa a llamarse respuesta

condicionada: el organismo ha aprendido a salivar con algo que no

tiene ver con su mera genética, ha aprendido a partir del ruido de un

metrónomo.

Pavlov es un fisiólogo, no un psicólogo. El método que se aplica en

estas ciencias es intentar explicar un fenómeno atendiéndose a

generar relaciones físico-contiguas entre objetos. Cuando todo ese

camino se reconstruye, surge la explicación.

Pavlov se va a encontrar con lo que él llama “secreciones psíquicas”,

y que no se dan dentro del marco fisiológico en el cual él mismo se

encuentra. Él está estudiando la fisiología del sistema nervioso. Estas

secreciones no presentan un contacto físico-contiguo, y entorpecen

el trabajo fisiológico de Pavlov. Por ejemplo, el perro no tiene que

probar la carne para salivar, sino que saliva solo con ver la bata

blanca del científico que le lleva la carne.

Pavlov construyó las causas físicas de ese comportamiento

psicológico, y dio lugar a los estímulos condicionados. Todo esto

desborda al ámbito de la fisiología y pasa al ámbito de la psicología.

Lo que se hace en psicología es relacionar experiencias entre sí. Así,

comer una pieza es algo fisiológico; acecharla, sin embargo, es algo

psicológico. Es la distancia la que marca la distancia entre la

fisiología y la psicología; esto es lo que encontramos en los

experimentos de Pavlov.

Esto va a dar lugar al conductismo clásico, a la cabeza del cual se

encuentra un psicólogo norteamericano, Watson. Va a entender que

cualquier conducta se puede explicar partiendo del

condicionamiento clásico (pavloviano).

-Condicionamiento instrumental

Es más complejo que el condicionamiento clásico, es decir, da una

explicación de conductas más complejas que las que intenta explicar

el clásico. El clásico solo da respuestas relacionadas con el

movimiento de la musculatura lisa de los cuerpos (la estriada es la

que mueve el esqueleto). El instrumental va a dar cuenta, no

solamente de lo que da cuenta el clásico, sino de conductas más

complejas, porque dan cuenta de conductas en las cuales

intervienen los músculos esqueletales o estriados.

La diferencia más importante y llamativa es que, mientras que en el

conductismo clásico al sujeto le sobrevenían diferentes estímulos, en

el instrumental, los organismos pueden operar libremente. La

estructura del clásico es: estímulo incondicionado – respuesta

incondicionada, pero en el caso del condicionamiento instrumental

es: respuesta operante – reforzador.

Las primeras investigaciones del condicionamiento instrumental

fueron realizadas por Thorndike, que hablará de la “Ley del efecto”.

Él experimentaba a partir de lo que él llamaba “cajas problema”. Allí

introduce a un gato al que se le había privado de alimento (tenía

hambre); en el exterior de la caja se pone un trozo de alimento. La

primera Respuesta operante que lleva a cabo es una operante

agresiva: se mueve arañando los barrotes de la jaula hasta que, por

casualidad, pulsa un determinado resorte que abre la jaula, sale el

gato, y se alimenta de ese alimento que es el Reforzador. Repitiendo

esto, el organismo va eliminando las conductas que no estén

orientadas a pulsar el resorte que abre la caja. Esto se denomina

aprendizaje por ensayo y error.

Aquí se puede observar como funciona la “Ley del efecto”; si el

Reforzador es positivo, hace que se repita la respuesta operante. Si

el Reforzador es negativo, la operante se inhibe. La conducta se

organiza pues en virtud de los efectos de la misma conducta. El

organismo ha establecido una relación instrumental entre el resorte y

el alimento, pero es una relación operatoria y no mental, que tiene

como instrumento el propio cuerpo del organismo (el gato), la relación

entre resorte y alimento es el cuerpo del organismo, no una relación

mental.

-Conductismo radical

Tiene como suelo lo que se llama condicionamiento operante. Este

conductismo es solo uno de los conductismos posibles (está el

clásico también, o el neoconductismo -en el que las variables están

en el interior del organismo, y que luego derivará en la psicología

cognitiva-, o el conductismo filosófico).

Esta posición se trenza en torno a cuatro características:

1.- La perspectiva del conductismo radical es ateórica y meramente

descriptiva.

Skinner va a criticar a todos aquellos psicólogos y a todos aquellos

científicos que van a construir una teoría y van a utilizar la práctica

experimental únicamente para afianzar la teoría previamente

construida. A juicio de Skinner, esto se lleva a cabo en virtud de que

los autores que construyen previamente las teorías entienden que

una explicación científica debe estar referida al principio de

causalidad. A estos autores les preocupa cómo y por qué una causa

produce un efecto. Con ello, el trabajo experimental estará lastrado

con la teoría previa.

Además, para Skinner explicar un fenómeno no es asociar una causa

con su efecto; para él explicar es controlar experimentalmente. Las

conductas no podrán ser explicadas a partir de causas mentales.

Esto no quiere decir que Skinner niegue la existencia de la

conciencia: lo único que afirma es que la conciencia es superflua,

porque la conciencia no se puede controlar experimentalmente; si

para él explicar es controlar, deja de lado la mente y la conciencia,

porque da lo mismo. Para Skinner, la labor de Freud es excelente por

conectar el psiquismo infantil con el adulto, aunque le critica que

Freud haya tenido que referirse a un aparato psíquico complejo del

que no hay referente controlable experimentalmente.

Para él va a ser más importante una recogida intensiva de datos

sobre los organismos que una teoría. Cuando los supuestos

científicos aluden a teorías previas que luego solamente son

confirmadas por la práctica, estas teorías son meros pasatiempos.

Cuando un científico no sabe explicar un fenómeno, hace una teoría

sobre él; de lo contrario, haría experimentos sobre el fenómeno. Las

teorías deben partir de la práctica experimental.

2.- Skinner discrimina entre lo que es una respuesta respondiente y

lo que es una respuesta operante.

Esto es lo mismo que discriminar entre condicionamiento clásico y

condicionamiento operante. En el condicionamiento clásico, se actúa

a partir de respuestas respondientes, esto es, al organismo le

sobrevienen los estímulos impuestos por el experimentador; lo que se

aprende es a responder a algo que ya causaba previamente la

respuesta.

Skinner parte de respuestas operantes, que son “un tipo de

respuesta que surge espontáneamente, en ausencia de cualquier

estimulación con la que pueda ser específicamente correlacionada”.

En su medio, el animal realiza estas operantes para encontrar

reforzantes y desarrollar su conducta. El gato del experimento

instrumental no está condicionado, dentro de la jaula hace lo que

quiero. Así, Skinner aboga por un condicionamiento operante.

Ahora bien, Thorndike decía que el reforzador estaba basado en el

placer (subjetivo) que el gato tiene al comer. El reforzador para

Skinner no va a ser nada que tenga que ver con experiencias

internas del organismo, sino que un Reforzador para Skinner es

aquello que aumenta la tasa de operables (sea cual sea la causa del

aumento). Esta es la diferencia fundamental entre el

condicionamiento instrumental y el radical.

3.- Las leyes del aprendizaje son las mismas para cualquier

organismo o especie animal.

Skinner realiza su práctica experimental en lo que se denomina una

“caja de Skinner”: se introduce allí al animal para que se comporte y

en la caja puede hacer algo que le proporcione el alimento. En los

“programas de razón fija”, por ejemplo, cada vez que la paloma

pulse una vez la palanca, obtiene alimento. La razón es fija: se pulsa

una vez, se obtiene alimento.

En los “programas de razón variable” no hay razón fija, esto es, la

palanca se puede pulsar una vez y obtiene alimento, tres veces y

obtiene alimento, etc. Se comprueba que todos los organismos

sometidos a este aprendizaje son más resistentes a la desaparición

de la conducta: esto sucede en todos los organismos, tanto ratas

como mujeres.

Esta ley del aprendizaje, según la cual los programas de razón

variable hacen más difícil que se extinga la conducta, es así para

todas las especies. Para su experimentación, Skinner pone también

entre paréntesis las diferencias esenciales entre personas y animales

inferiores.

4.- La crítica frontal que lleva a cabo Skinner de las causas

tradicionales de la conducta

Existen dos causas tradicionales de la conducta: las causas

populares y las causas internas. Las causas populares intentan

explicar la conducta aludiendo a un hito de su biografía, por ejemplo,

la astrología. Pero solo se puede considerar como científico algo que

es falsable, esto es, cuando el mismo científico fija las condiciones

bajo las cuales su teoría es falsa. Y las pseudociencias no lo son.

Por otro lado, las causas internas son imposibles de entender: hay

neuronas que tienen 3.000 entradas con solo un axón de salida, son

casi incomprensibles para nosotros, pues imagina multiplicar eso por

el número de neuronas diferentes, etcetc.