INTERDICTO DE RECOBRAR - EXPEDIENTE CIVIL N° 633 ...
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FACULTAD DE DERECHO
Carrera de Derecho
INTERDICTO DE RECOBRAR - EXPEDIENTE CIVIL N° 633-2013
Trabajo de Suficiencia Profesional para optar el Título
Profesional de Abogado
LAURA JANNET VÁSQUEZ MARTÍNEZ (0000-0003-2341-6802)
Lima – Perú
2021
EXPEDIENTE CIVIL N° 633-2013 ii
ÍNDICE
PRESENTACIÓN ................................................................................................................... iv
CAPÍTULO I: SÍNTESIS DEL PROCESO
1.1 Desarrollo de la demanda y confrontación con la contestación de demanda ..................... 6
1.1.1. Demanda .................................................................................................................. 6
1.1.2 Contestación de la demanda ..................................................................................... 8
1.1.3 Audiencia única ........................................................................................................ 9
1.2 Desarrollo de la sentencia de primera instancia: .............................................................. 10
1.2.1 Sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil ........................................ 10
1.3 Recurso de apelación ........................................................................................................ 11
1.4 Desarrollo de la sentencia de segunda instancia: .............................................................. 11
1.4.1 Resolución de la Corte Superior de Justicia .......................................................... 11
1.5 Recurso extraordinario de casación .................................................................................. 12
1.6 Desarrollo de la resolución de la Corte Suprema ............................................................. 13
1.6.1 Resolución de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia
(Casación N° 442 – 2017) ....................................................................................... 13
1.7 Opinión y comentario del caso en su integridad ............................................................... 14
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
2.1 Antecedentes y evolución ................................................................................................. 16
2.2 El derecho de propiedad versus el derecho a poseer ......................................................... 17
2.3 Fundamento jurídico de los interdictos ............................................................................. 19
2.4 Legislación nacional ......................................................................................................... 19
2.4.1 Artículo 70 de la Constitución Política del Perú...................................................... 19
2.4.2 Artículo 923 del Código Civil ................................................................................ 20
2.4.3 Artículos 920 y 921 del Código Civil ..................................................................... 20
EXPEDIENTE CIVIL N° 633-2013 iii
2.4.4 Artículos 200 y 603 del Código Procesal Civil ...................................................... 21
2.5. Legislación internacional .................................................................................................. 22
2.6. Análisis doctrinario aplicable al caso ............................................................................... 24
CAPÍTULO III: ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
3.1. Jurisprudencia nacional ..................................................................................................... 31
3.2. Jurisprudencia extranjera .................................................................................................. 41
CONCLUSIONES ................................................................................................................. 43
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................................................. 45
EXPEDIENTE CIVIL N° 633-2013 iv
PRESENTACIÓN
El presente informe jurídico sobre un proceso civil de interdicto de recobrar versa
sobre el análisis de las posiciones planteadas por las partes y los criterios que las instancias
judiciales tomaron en cuenta para resolver esta controversia. La demanda de interdicto de
recobrar plantea como pretensión la restitución de la totalidad del inmueble que de manera
violenta se le despoja al demandante.
Este tipo de pretensión se tramita en la vía del proceso sumarísimo que brinda al
ciudadano una tutela urgente, en la que no corresponde determinados actos procesales. Por
ejemplo, no se admite la reconvención y los plazos son más cortos en comparación con los
procesos de conocimiento y abreviados, y acude a la concentración de algunos actos
procesales en una audiencia única.
Cabe señalar que en la etapa postulatoria de este proceso no se presentaron medios de
defensa ni cuestiones probatorias y se declara saneado el proceso sin mayor complicación. En
la audiencia única se fijaron los puntos controvertidos y se decidió la admisión de los medios
probatorios ofrecidos por ambas partes.
En el presente proceso se observan decisiones contradictorias. Así, mediante
Resolución No. 23, de fecha 16 de mayo de 2015, el Primer Juzgado Especializado en lo
Civil de la Corte Superior de Justicia de Cañete declaró infundada la demanda con el
argumento de que el demandante no se encontraba en posesión del terreno del que pretende
su restitución y no subsistía el ejercicio del poder de hecho sobre el mismo. Posteriormente,
en segunda instancia, en mérito al recurso de apelación del demandante, mediante Resolución
No. 3 de fecha 20 de setiembre de 2016 la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia revocó
la sentencia impugnada y, reformándola, declaró fundada la demanda por considerar que la
juez de la primera instancia, al momento de emitir su fallo, no valoró la totalidad de los
EXPEDIENTE CIVIL N° 633-2013 v
medios probatorios sino parte de ellos, por lo que dispuso que el demandado cumpla con la
restitución de la posesión del inmueble al demandante.
Ante la sentencia de vista, el demandado interpuso recurso extraordinario de casación
invocando la infracción normativa consistente en la interpretación errónea del artículo 603
del Código Procesal Civil y la inaplicación del artículo 600 de la misma norma procesal. Sin
embargo, la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República advirtió
que el recibo de la tasa judicial no había sido adjuntado por el demandado, por lo que se
otorgó a este un plazo de tres días para subsanar. Al no cumplir con este requisito, la citada
sala resolvió, con fecha 29 de noviembre de 2017, rechazar el recurso interpuesto e imponer
al recurrente una multa equivalente a 10 URP por dilatación en el proceso.
Finalmente, se procedió a la devolución de los actuados a la Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Cañete, que ordenó cumplir con lo resuelto en dicha instancia, lo que
conllevó a que con fecha 8 de mayo de 2018 se realizará la diligencia de lanzamiento,
advirtiendo que para lograr la tutela efectiva el accionante tuvo que participar de un proceso
de aproximadamente cinco años, tiempo que no es compatible con su naturaleza sumarísima.
En este proceso la controversia estuvo centrada en si se había acreditado las
condiciones básicas para amparar el interdicto de recobrar, en el sentido de si se había
probado la posesión del demandante y el despojo del bien por parte del emplazado, toda vez
que las posiciones de primera y segunda instancia fueron diferentes por la valoración
realizada sobre la prueba actuada. Este último punto fue relevante para determinar quién tenía
la razón, considerando una evaluación conjunta y razonada de la prueba.
6
CAPÍTULO I: SÍNTESIS DEL PROCESO
1.1 Desarrollo de la demanda y confrontación con la contestación de demanda
1.1.1. Demanda
El 10 de abril de 2013, Sadid Fredy Medina Chumpitaz (en adelante, el demandante)
interpuso demanda sobre interdicto de recobrar en contra de Enrique Pozo Juárez (en
adelante, el demandado) con la pretensión de que se le restituya la posesión de la totalidad del
inmueble ubicado en el sub lote C2-B del predio el Molino del distrito de San Luis – Cañete
del que fue despojado en forma violenta el 6 de noviembre de 2012. Sustentó su pretensión
en los siguientes argumentos:
− Desde el año 2007 hasta el 6 de noviembre de 2012 estaba ejerciendo de manera
pacífica la posesión del inmueble en mención de 320.81 m2 de área y cuyo perímetro
estaba circulado con material noble y con un portón de estructura metálica.
− El 5 de noviembre de 2012 contrató los servicios de guardianía de Alicia Sandoval
Peves que, con sus respectivos menajes de hogar, catre y frazadas, se instaló en el
inmueble materia de litis.
− El 6 de noviembre de 2012, al promediar la 1:00 am, cinco personas (varones
desconocidos) contratados por el demandado y Janth Pool Medina Benavente,
ingresaron al inmueble y agredieron físicamente a la guardiana. Sin embargo, al
presentarse al inmueble dos policías, los invasores se retiraron al ser exhortados por
estos.
− El mismo día señalado en el párrafo precedente, a horas 5.00 am. nuevamente
ingresaron veinte personas de forma violenta, quienes agredieron físicamente a la
guardianía y ocasionaron daños materiales, hecho que fue denunciado en la comisaría
de San Luis y la fiscalía de prevención del delito.
7
− A pesar de que el fiscal de prevención se encontraba presente y constató el acto ilícito
y exhortó a ambas partes a abstenerse de consumar la comisión del delito contra el
patrimonio, los invasores no aceptaron retirarse, lo que consumó así el despojo de la
posesión que venía ejerciendo el demandante.
− Con fecha 15 de junio de 2007, Jhant Pool Medina Benavente le transfirió la
propiedad mediante contrato privado de compraventa con firmas legalizadas ante juez
de paz, contrato que fue regularizado el 3 de noviembre de 2011 mediante escritura
pública de independización y compraventa.
En sus fundamentos jurídicos, el demandante citó las siguientes normas:
− Artículo 598, 602, 603 y 604 del Código Procesal Civil.
− Artículos 921 y 923 del Código Civil.
Ofreció como medios probatorios:
− El certificado de posesión expedido por la Municipalidad distrital de San Luis con el
que acredita su posesión del inmueble desde el año 2007.
− Cuatro recibos del medidor No. 27865 de suministro de energía eléctrica y tres
recibos del servicio del medidor No. 080500092 del servicio de agua potable, los
cuales acreditan la posesión del inmueble.
− Copia certificada de la denuncia policial No. 185-2012-REGPOL-LIMA/DIV-POL-
CY y de la denuncia s/n -2012-REGPOL-CY- CSL expedidas por la Comisaria de
San Luis.
− El contrato de compraventa suscrito el 15 de junio de 2007 con firma legalizada ante
un juez de paz letrado celebrado con Jhant Pool Medina Benavente, contrato mediante
el cual se transfirió la propiedad del inmueble al demandante.
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− La escritura pública de independización y compraventa de fecha 3 de noviembre de
2011 ante la Notaria Camacho que formaliza el contrato suscrito con Jhant Pool
Medina Benavente.
− Veintiuna tomas fotográficas de los daños causados al inmueble en los actos de
despojo realizados por el demandado.
− Dos planos perimétricos que acreditan la extensión y ubicación del inmueble objeto
del proceso.
− Recibo de cancelación para elaboración de puerta metálica para el inmueble sublitis.
− Copia certificada de la inspección realizada por la Segunda Fiscalía Provincial Penal
de Cañete en la carpeta No. 490-2011, inspección que demuestra que estaba en
posesión del bien.
− El testimonio de Alicia Rosaluz Sandoval Peves, quien declarará sobre los actos de
despojo del demandado.
− La declaración del demandado, quien debe responder el pliego interrogatorio que se
adjunta.
− La inspección judicial que debe realizarse en el inmueble objeto del proceso para
apreciar directamente los hechos alegados.
1.1.2 Contestación de la demanda
Con fecha 13 de mayo de 2013, el demandado se apersonó al proceso y contestó la
demanda, la cual negó y contradijo en todos sus extremos basándose en los siguientes
argumentos:
− El anterior propietario le transfirió el inmueble mediante compraventa elevada a
escritura pública el 19 de abril de 2012. No obstante, tenía la propiedad desde el 22 de
diciembre de 2006 conforme el mismo documento lo señalaba.
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− Ha sido perturbado en la posesión de este bien de manera constante, a tal punto que
causaron daños y destrozos consignados en el acta fiscal, y posteriormente fue
despojado.
− Al parecer, el transferente le ha cedido el mismo predio al accionante.
− De ser el caso que alegue una posesión mediata al demandante, debe considerarse que
dicha posesión no se acredita con documento veraces.
− El predio que el demandante reclama, según la documentación que adjuntó,
corresponden a un predio de 435 m2 y no de 320.81 m2 como él lo indica, por lo que
resulta que los documentos que tratan de acreditar extensión y límites son
discordantes.
− Citó como fundamentos jurídicos lo siguiente:
− Artículo 600 y 603 del Código Procesal Civil.
Como medios probatorios ofreció lo siguiente:
− Documentos que acreditan el pago del impuesto predial del inmueble objeto de
proceso al año 2013.
− Testimonio de escritura pública de subdivisión y compraventa de acciones y derechos
del inmueble por parte del demandado, en vía de regularización.
1.1.3 Audiencia única
1.1.3.1 Saneamiento procesal
Mediante Resolución No. 8 de fecha 20 de noviembre de 2013, se resolvió declarar
saneado el proceso, por cuanto se habían cumplido con los presupuestos procesales y las
condiciones de la acción.
Cabe precisar que dicha audiencia se llevó a cabo solo con la presencia de la parte
demandante, dejándose constancia de la inasistencia de la parte demandada.
10
1.1.3.2 Fijación de puntos controvertidos
Se fijaron los siguientes puntos controvertidos: a) Determinar si la parte demandante
estaba ejerciendo la posesión sobre el inmueble en cuestión hasta la fecha en que fue
despojado de la posesión por la parte demandada; y b) Determinar si el demandado se
encuentra en posesión del inmueble y que esta le corresponde ser restituida al demandante
por tener mejor derecho.
1.1.3.3 Calificación, admisión y actuación de los medios probatorios
Mediante Resolución No. 9 de fecha 20 de noviembre de 2013 se admitieron los
quince medios probatorios presentados por la parte demandante y los dos medios probatorios
presentados por la parte demandada.
En la audiencia se actuaron todos los medios probatorios admitidos, de los cuales, en
su mayoría, por tratarse de documentos, se ordenó tenerse presente su mérito en el momento
de resolver. Respecto a la inspección judicial, se dispuso oficiar a la REPEJ para que
nombren a dos peritos con la finalidad de verificar el inmueble.
1.2 Desarrollo de la sentencia de primera instancia:
1.2.1 Sentencia del Primer Juzgado Especializado en lo Civil
Mediante Resolución No. 23 de fecha 16 de mayo de 2015, el Primer Juzgado
Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Cañete resolvió declarar
infundada la demanda interpuesta sobre la base de los siguientes fundamentos:
− Consideró que el demandante no se encontraba en posesión del terreno que pretendía
se le restituya, ya que con la ocurrencia policial se constató y se concluyó que tanto
Alicia Rosa Luz Sandoval Peves como Aníbal Ayaucan Arias eran guardianes tanto
de la parte demandante como de la parte demandada, respectivamente. Asimismo, con
lo manifestado por la guardiana de la parte demandante que habría sido contratada
11
para el cuidado del terreno, quien a su vez precisó que había recibido las llaves de un
inquilino, se acreditaba que el demandante no tenía en posesión dicho inmueble.
− Precisó que para que se conserve la posesión es necesario que subsista el ejercicio de
este poder de hecho, es decir, mediante los interdictos, los cuales protegen la posesión
como hecho y no como derecho. En ese sentido, mediante ellos no se busca encontrar
un derecho o causa por el cual se haya ejercido posesión, sino tan solo determinar que
se estuvo poseyendo, lo cual no ocurrió en el presente caso. Por ello, consideró que la
demanda debe desestimarse.
1.3 Recurso de apelación
El 24 de junio de 2015 el demandante presentó recurso de apelación contra la
sentencia expedida con la pretensión de que sea revocada, y reformándola, se declare fundada
en todos sus extremos, sobre la base de los siguientes argumentos:
− La posesión del recurrente ha quedado debidamente acreditada con los medios
probatorios presentados, tales como la constancia de posesión, la denuncia policial,
los recibos de suministro eléctrico, los recibos de suministro de agua y el acta fiscal.
− El despojo está probado, toda vez que se sigue un proceso penal que está pendiente.
También está debidamente probada la posesión anterior al despojo, aspecto que el
juez de primera instancia no ha tomado en consideración.
− Está probado el despojo, que es un requisito esencial para proceder la demanda de
interdicto de recobrar.
1.4 Desarrollo de la sentencia de segunda instancia:
1.4.1 Resolución de la Corte Superior de Justicia
Mediante sentencia de vista contenida en la Resolución No. 3 de fecha 20 de
setiembre de 2016, la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Cañete revocó la
12
sentencia de primera instancia y, reformándola, declaró fundada la demanda. En los
fundamentos de esta decisión se señaló lo siguiente:
− El juez no valoró todas las pruebas presentadas, pues solo tomó en cuenta parte de
ellas para emitir un fallo (específicamente la denuncia policial y el acta fiscal). Siendo
ello así, la sentencia apelada ha incumplido con el requisito establecido en el numeral
3 del artículo 122 del Código Procesal Civil, según el cual la resolución contiene la
mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución, de los fundamentos
de hecho que sustentan la decisión, según el mérito de lo actuado; vulnerándose la
garantía constitucional del derecho al debido proceso previsto en el numeral 3 del
artículo 139 de la Constitución Política.
− En el presente caso corresponde corregir el vicio incurrido mediante la exposición de
la motivación, razón por la cual se procedió a la valoración de cada uno de los
precitados medios probatorios.
− La Sala valoró todos los medios probatorios presentados por el demandante,
considerando que el demandante, efectivamente, estuvo en posesión del inmueble
sublitis.
− El despojo del predio se acredita con el acta fiscal y la denuncia policial, las cuales
guardan coherencia con lo manifestado por la guardiana de que fue agredida, además
de constatarse de que el demandado tomo posesión del inmueble a través de actos de
agresión.
1.5 Recurso extraordinario de casación
El 25 de octubre de 2016 el demandado interpuso recurso extraordinario de casación
contra la sentencia de vista, por no encontrarla arreglada a ley por infracción normativa que
consiste en la interpretación errónea del artículo 603 del Código Procesal Civil y la
inaplicación del artículo 600 de la citada norma, disposiciones que inciden sobre la decisión
13
que se impugna. Pretende que se revoque la sentencia de vista y, reformándola, se declare
improcedente la demanda al no existir la condición de legitimidad por parte del demandante,
basándose en los siguientes fundamentos:
− La Sala ha interpretado erróneamente el artículo 603 del Código Procesal Civil al
entender que el demandante era poseedor inmediato a través de Alicia Rosaluz
Sandoval Peves (guardiana) considerando que la norma que regula el interdicto de
recobrar cautela al poseedor mediato.
− La Sala no ha considerado la aplicación del artículo 600 del Código Procesal Civil.
− El demandado es propietario del inmueble conforme al contrato de compraventa
elevado a escritura pública de fecha 19 de abril de 2012, pese a tener la propiedad del
referido bien desde el 22 de diciembre de 2006, predio en el que fue perturbado
constantemente y que, al parecer, el mismo le fue transferido al demandante por parte
del transferente.
− Los medios probatorios del demandante solo refieren indicios sobre la posesión y no
acredita el despojo.
− El demandante posesionó el bien solo un día y lo hizo a través de tercera persona, y
ahora pretende acreditar una posesión previa a los hechos y a la vez, pero lo hace de
forma mediata.
− No se ha acreditado la vinculación contractual entre el demandante y la guardiana.
1.6 Desarrollo de la resolución de la Corte Suprema
1.6.1 Resolución de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia (Casación N°
442 – 2017)
El 29 de noviembre de 2017 la Sala Civil Suprema resolvió rechazar el recurso de
casación e impuso al recurrente una multa equivalente a 10 URP por no cumplir con adjuntar
el recibo de la tasa judicial, pese a habérsele otorgado un plazo de tres días para subsanarlo.
14
Finalmente, se procedió a la devolución de los actuados a la Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Cañete, que ordenó cumplirse con lo resuelto en dicha instancia.
1.7 Opinión y comentario del caso en su integridad
Es necesario precisar que en las acciones interdictales se cuestiona la posesión de
hecho de un bien inmueble sin tener relevancia el derecho a la propiedad que tengan las
partes intervinientes, vale decir, que no es necesario evaluar el título del que nace el derecho
de posesión. Siendo así, lo que se discute únicamente es la posesión fáctica y actual del actor
y el hecho perturbatorio o despojo.
En el presente caso, tratándose de un interdicto de recobrar, quien se hallaba en
posesión pacífica de un bien (incluso si no se tiene título) podrá recurrir a esta vía frente a
situaciones de desposesión. Esta puede ser violenta, subrepticia o clandestina, pero
necesariamente debe haberse producido la desposesión directa del poseedor o de quien obra
en su nombre como servidor de la posesión. Por lo tanto, no será materia de controversia los
títulos de posesión que puedan exhibir las partes. Este último punto es fundamental para
determinar el objeto de controversia en el caso analizado.
Antes de una emitir una opinión sobre el fondo de la controversia es importante
establecer que el proceso que se tramitó en la vía sumarísima se desarrolló con regularidad,
pero con la observación del descuido de la parte demandada ante su inasistencia a la
audiencia única, y también al no cumplir con adjuntar la tasa judicial que correspondía al
recurso de casación, lo que dio lugar a su rechazo, pese a haberse concedido y elevado a la
Sala Civil Permanente de la Corte Suprema.
En cuanto al fondo de la controversia, de la revisión efectuada a las resoluciones
emitidas en el presente proceso de interdicto de recobrar que muestran posiciones
contradictorias, me encuentro de acuerdo con la sentencia de segunda instancia, pues la Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia se pronunció de manera acertada al revocar la sentencia
15
de primera instancia y, reformándola, declarar fundada la demanda ya que, efectivamente, el
juzgado civil solo tomó en cuenta dos de los quince medios probatorios admitidos en la
audiencia única que fueron presentados por el demandante, vale mencionar, la ocurrencia
policial y el acta fiscal, medios que no eran suficientes para tomar una decisión.
La Sala Civil Superior realizó una valoración adecuada de los medios probatorios que
de acuerdo a la norma procesal civil vigente debe ser conjunta y razonada, constatándose de
ese modo que, efectivamente, este bien se encontraba en posesión del demandante y,
posteriormente, fue despojado por el demandado de forma violenta.
Asimismo, la sala civil hizo bien en concluir que el juez de primera instancia vulneró
una de las garantías que contiene el debido proceso previsto en el numeral 3 del artículo 139
de la Constitución, específicamente la debida motivación de las resoluciones judiciales, que
implica exponer las razones de hecho y derecho de las que se deriva el fallo, siempre en
congruencia con lo pretendido, debatido y acreditado. Es importante recordar que la debida
motivación evitará cualquier sospecha de arbitrariedad y dotará de legitimidad a la decisión
judicial.
Finalmente, si bien el interdicto de recobrar se tramita en la vía del proceso
sumarísimo, que es un procedimiento rápido, en la práctica, el demandante tuvo que esperar
cinco años desde que interpuso la demanda para ver atendida efectivamente su pretensión.
Esta es una de las mayores críticas al sistema de justicia y que genera desconfianza en la
ciudadanía.
16
CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
2.1 Antecedentes y evolución
Respecto a los orígenes de los interdictos, nos remontamos al derecho romano, sobre
el Arjona (1934) indica:
Los interdictos de recobrar y retener tuvieron su origen en Roma, en donde los
interdicta retinendae possessionis y los recuperandae possesionis vinieron a llenar
una honda necesidad pública en el sentido de dirimir, en una forma preliminar,
expedita y sumaria, los conflictos posesorios, disponiéndose, por medio de los
decretos, la conservación de status de los bienes contra las agresiones de la justicia
privada, y del derecho impuesto por mano propia. (p. 121)
En esa época ya se consideraban diversas formas de despojo violento sin armas, con
armas o por fraude.
Refiriéndose al origen y evolución del interdicto de recobrar, Ramírez Cruz (2003)
señala:
Su origen es más medieval y canónico que romano. Le dio nacimiento la
reintegrande, derivada del derecho medieval – canónico y no de los textos romanos.
La acción de reintegro – que así se llama en el derecho francés – o acción de
restitución, es el resultado del hecho que en el siglo XIV se refundiera la queja y la
acción en reintegro en una sola acción que se llamó “queja para el caso de saisine y de
renovación”, mediante ella se suponía que el expulsado de su heredad pedía la
posesión de hecho, pero no la posesión civil. La acción interdictal de despojo se basa
en la máxima medieval: Spoliatus ante omnia restituendus y su fundamento es
exactamente el mismo: mantener el orden y evitar que nadie intente hacerse justicia
por si mismo. (p. 519)
17
Si bien la normatividad civil establece la defensa extrajudicial de la posesión, tiene
sus límites y lo apropiado será acudir al Estado a través de los órganos que administran
justicia para hacer valer el derecho afectado o conculcado, pero la justicia de mano propia,
actualmente, se considera delito.
En la normatividad nacional podemos ubicar el tratamiento de los interdictos en el
Código de Procedimientos Civiles de 1912, en el que incluso se reconocía hasta cinco
interdictos: retener, recobrar, adquirir, obra nueva y obra ruinosa. Como indica
Gonzáles Linares (2012), “solo dos fueron y son estrictamente posesorios: el de
retener y el recobrar” (p. 283).
En ordenamiento peruano vigente se consideran únicamente dos interdictos, el de
retener y el de recobrar. Este último está regulado en el artículo 603 del Código Procesal
Civil del siguiente modo: “Procede cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre
que no haya mediado proceso previo. Sin embargo, si se prueba que el despojo ocurrió en
ejercicio del derecho contenido en el artículo 920 del Código Civil, la demanda será
declarada improcedente”. Por su parte, es de verse que el artículo 921 de la norma citada
establece que “Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las acciones
posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede rechazar los interdictos
que se promuevan contra él”. El interdicto de recobrar es entendido como un juicio posesorio
sumarísimo que tiene por objeto reponer inmediatamente en la posesión o tenencia de un bien
al que gozaba de ella, de la cual otro le ha despojado violenta o clandestinamente.
2.2 El derecho de propiedad versus el derecho a poseer
En el análisis del expediente encontramos el interdicto de recobrar, que es un medio
de defensa de la posesión. Por ello es necesario hacer la diferenciación, puesto que mediante
un interdicto no se discute el título posesorio, sino el hecho de poseer.
18
El derecho de propiedad es considerado con relevancia constitucional y consagrado
explícitamente en el artículo 70 de la Constitución. Se le define como el poder máximo sobre
un bien que permite el uso, disfrute, disposición y reivindicación. Es considerado un poder de
derecho. Al respecto, Avendaño (1994) señala lo siguiente:
La propiedad ha sido tradicionalmente un derecho absoluto, exclusivo y perpetuo. Lo
primero significa que confiere al titular todas las facultades posibles, esto es, las de
usar, disfrutar y disponer del bien objeto del derecho. Lo segundo quiere decir que,
precisamente por ser absoluto o total, el derecho de propiedad no deja lugar o espacio
para otro titular. El derecho del propietario excluye así todo otro derecho incompatible
con él. Es un derecho perpetuo, finalmente, porque no se extingue por el solo no uso,
lo cual hace que la prescripción extintiva no afecte a la propiedad y que la acción
reivindicatoria sea imprescriptible. (p. 117)
A diferencia del derecho de propiedad, cuando hacemos referencia a la posesión
observamos que solo tienen relevancia legal, que es un poder limitado y ejercido de hecho,
pero que no deja de tener protección en el sistema jurídico tanto a través de los medios civiles
e incluso cuando se produce el despojo violento o con amenaza a través del delito de
usurpación. Mejorada (2013) sostiene al respecto:
Habrá posesión, cualquiera sea la conducta sobre el bien, en tanto el comportamiento
de la persona corresponda al ejercicio de algún atributo del dominio. De ahí que la
posesión no solo se genera para quien actúa como dueño, sino también para cualquiera
que realiza la explotación económica del bien, incluso como acto temporal
desmembrado de la propiedad. (p. 252)
Incluso en ese sentido, este mismo autor establece la diferencia entre derecho de
posesión y derecho a la posesión, “entendiendo al primero como el que deriva de la conducta
y al segundo como el que proviene de un título. No todo el que tiene derecho de posesión
19
ostenta título para poseer, y no todo el que cuenta con título posee el bien” (p. 252). Esta
distinción es fundamental para el interdicto de recobrar, pues el accionante es quien tiene la
posesión sin que tenga relevancia el título con el que ampara dicha posesión.
2.3 Fundamento jurídico de los interdictos
Es importante para entender la institución que se aplica al expediente materia de
análisis establecer cuál es su fundamento. En ese contexto, los interdictos son considerados
en el sistema jurídico como medios de tutela de la posesión y, en particular, el interdicto de
recobrar como un remedio ante el despojo. Gonzáles Barrón (2003) señala al respecto que “la
posesión es defendida en forma absoluta, porque su situación es fortísima en todas las
direcciones, y solo se encuentra desarmada frente a la reivindicación” (p. 314). Del mismo
modo, este autor añade:
la importancia de la tutela posesoria ante el despojo hace que no puede considerarse a
los interdictos como una simple acción policial o administrativa, pues son de objeto
de conocimiento ante el Poder Judicial, aunque con la naturaleza sumaria del proceso
y simplificada. (p. 305)
Este mecanismo de defensa de la posesión se hace valer por el poseedor no
importando si tiene o no título que ampare su derecho frente a quien realiza el acto de
despojo, y es la autoridad judicial la llamada a resolver la controversia por las garantías que
ofrece el proceso y su intervención.
2.4 Legislación nacional
En el presente caso se aplicaron las siguientes normas nacionales, las que se presentan
considerando su jerarquía normativa:
2.4.1 Artículo 70 de la Constitución Política del Perú
El derecho de propiedad es inviolable. El Estado lo garantiza. Se ejerce en armonía
con el bien común y dentro de los límites de ley. A nadie puede privarse de su propiedad si
20
no, exclusivamente, por causa de seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley, y
previo pago en efectivo de indemnización justipreciada que incluya compensación por el
eventual perjuicio. Hay acción ante el Poder Judicial para contestar el valor de la propiedad
que el Estado haya señalado en el procedimiento expropiatorio.
La norma fundamental reconoce expresamente el derecho a la propiedad, que no
puede considerarse absoluto, puesto que existen límites que establece esta norma, como son
la seguridad o necesidad pública o el bien común, aunque también reconoce límites legales.
Sin embargo, se advierte que no existe ninguna referencia expresa a la posesión.
2.4.2 Artículo 923 del Código Civil
En este artículo el Código Civil define la propiedad, por su contenido jurídico, como
“el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. Debe
ejercerse en armonía con el interés social y dentro de los límites de la ley”.
La propiedad es el derecho civil patrimonial más importante y en el cual reviste una
serie de garantías de su protección y su transferencia. Este segundo punto será materia de
análisis del presente trabajo. La propiedad es un poder jurídico pleno sobre un bien y que
contiene cuatro atributos clásicos tradicionales o derechos que confiere a su titular: usar,
disfrutar disponer y reivindicar.
2.4.3 Artículos 920 y 921 del Código Civil
El Código Civil peruano organiza la defensa posesoria en un sistema doble: la defensa
privada o extrajudicial, por la que el poseedor está facultado para repeler la fuerza que
se emplee contra él y recobrar directamente el bien si fuese desposeído. El artículo 920
que regula la defensa posesoria extrajudicial dispone que el poseedor puede hacer uso
de las defensas posesorias y los interdictos, y si su posesión es de más de un año puede
rechazar los interdictos que se planteen en su contra. Por su parte, el artículo 921 regula
la defensa posesoria judicial a través de las acciones posesorias y los interdictos del
21
siguiente modo: “Todo poseedor de muebles inscritos y de inmuebles puede utilizar las
acciones posesorias y los interdictos. Si su posesión es de más de un año puede
rechazar los interdictos que se promuevan contra él.” Se advierte que toda la defensa
de la posesión se encuentra prevista en este artículo.
Los interdictos son procesos judiciales cuyo objeto es proteger la posesión en sí
misma. Su fundamento principal consiste en que con ellos se evitan perturbaciones y
despojos injustificados y que la personas hagan justicia por su propia mano. En definitiva, los
interdictos persiguen mantener la paz social. Allí radica su importancia.
2.4.4 Artículos 200 y 603 del Código Procesal Civil
El artículo 200 del Código Procesal Civil establece que “Si la parte no acredita con
medios probatorios los hechos que ha afirmado en su demanda o reconvención, estos no se
tendrán por verdaderos y su demanda será declarada infundada.” En esta norma se consagra
la carga de la prueba, que justamente reside en quien afirma los hechos expuestos en la
demanda o reconvención, por lo que de no hacerlo su pretensión no podrá ser amparada, regla
esta que también se aplica al demandado cuando afirma hechos diferentes a los planteados en
la demanda. Corresponde citar esta norma en el análisis del presente caso considerando que
las distintas posiciones de la primera y segunda instancia se debe justamente a la valoración
que se otorga a las pruebas que en su oportunidad ofrecieron ambas partes en relación con los
hechos expuestos.
Por otro lado, el artículo 603 de la norma procesal civil vigente establece: “Procede
cuando el poseedor es despojado de su posesión, siempre que no haya mediado proceso
previo. Sin embargo, si se prueba que el despojo ocurrió en ejercicio del derecho contenido
en el artículo 920 del Código Civil, la demanda será declarada improcedente. Procede a
pedido de parte la solicitud de posesión provisoria del bien una vez que haya sido admitida la
demanda, la que se sujeta a los requisitos y trámites de la medida cautelar.” Se aprecia que en
22
el artículo citado el interdicto de recobrar establece las condiciones de legitimidad para obrar
activa, habilitando esta acción a favor del poseedor ante una situación de despojo.
2.5. Legislación internacional
Se citan seguidamente normas internacionales que reconocen el interdicto de recobrar
con otra denominación o simplemente no le dan un nombre, pero presentan las características
comunes de rapidez y simplicidad de este medio de protección de la posesión ante el despojo,
como se observa a continuación:
− Se advierte que en no todas las legislaciones civiles se utiliza la terminología del
interdicto de recobrar. Un ejemplo de ello es el artículo 255 del Código Procesal Civil
y Mercantil de la República de Guatemala, en el que se denomina interdicto de
despojo, que en lo esencial se puede apreciar que tiene las mismas condiciones de la
normatividad nacional, aunque con una redacción diferente, pero en esencia se
constituye en un remedio procesal ante el desojo y como un medio de protección de la
posesión. El citado artículo de la legislación guatemalteca dispone que “El que tenga
la posesión o la tenencia de un bien inmueble o de derecho real, que fuere desposeído,
con fuerza o sin ella, sin haber sido citado, oído y vencido en juicio, puede pedir la
restitución ante el juez respectivo, exponiendo el hecho del despojo, su posesión y el
nombre del despojador; y ofrecerá la prueba de los extremos de haber poseído y
dejado de poseer”.
− En un país sudamericano muy cercano al Perú, como es el caso de Bolivia, país con
una realidad sociocultural bastante semejante, se regula las consecuencias del despojo,
habilitando la restitución, pero también las responsabilidad penales por el daño
ocasionado, aunque no utiliza la denominación de interdicto de recobrar como se
aprecia en el artículo 612 del Código de Procedimiento Civil del Estado Plurinacional
de Bolivia: “El título no justifica el despojo: Aunque el despojante presentare título de
23
propiedad tratando de justificar el hecho, no estará eximido de restituir el bien y pagar
costas y daños, ni de las sanciones penales si hubiere obrado con fuerza y violencia,
quedando a salvo sus derechos para la acción ordinaria.”. Y con la Ley No. 5/2018
que entró en vigor el 2 de julio de 2018 se han establecido importantes innovaciones
que pueden servir de modelo para otras legislaciones, como por ejemplo, el que la
demanda puede ir dirigida contra los ocupantes, aunque no estén debidamente
identificados, sin perjuicio que la notificación se realice a la persona que se encuentre
en el inmueble y se refuerza el desalojo dándole un carácter sumarísimo.
− Otra legislación que se observó fue la Argentina, que como nuestra normatividad
reconoce los dos tipos de interdictos, de recobrar y retener. Sin embargo, se observan
algunas diferencias, como el que un interdicto de retener pueda convertirse en uno de
recobrar si se llega a producir el despojo o la ampliación de la acción para
comprender a sucesores, coparticipes o beneficiarios, tal como lo establece el artículo
617 de su Código Procesal Civil y Comercial.
− Para concluir, citamos la ley española, por la influencia que tiene en la legislación
nacional, en donde se ha mantenido el tratamiento tradicional de interdicto, pese a los
cambios operados en relación a la defensa de la posesión para simplificar y hacer más
expedita la tutela. Así, se tiene sobre los interdictos que la Ley de Enjuiciamiento
Civil de 2000, heredera del llamado “interdicto de retener y recobrar la posesión” de
la ley homónima de 1881, excluye evidentemente los casos de despojo de la posesión
que caen bajo la órbita del derecho penal, es decir, los constitutivos del delito de
usurpación, que regula el artículo 245 del Código Penal. Se trata, por un lado, de los
despojos posesorios violentos o intimidatorios de inmuebles ajenos que constituyen
morada (artículo 245.1 del Código Penal), y, por otro, de los despojos no violentos de
inmuebles o edificios ajenos que no constituyen morada (artículo 245.2 del Código
24
Penal). En relación con estos últimos, la apreciación de delito es muy restrictiva por
aplicación del principio de intervención mínima. Sin embargo, la reforma operada con
la Ley 5/2018 no ha incidido en los interdictos, sino más bien en las acciones
posesorias.
2.6. Análisis doctrinario aplicable al caso
La acción es planteada por el poseedor a quien la norma expresamente le reconoce la
legitimidad para obrar pasiva. Por ello, un primer punto a desarrollar es la posesión, sobre la
cual Gonzales G. (2003) expresa:
(…) Nuestro código confiere al poseedor no solo el ius utendi y el ius fruendi, sino
también la posibilidad de hacer cesiones de derechos, defensas posesorias o usucapir;
pero sujeta dichos derechos a la existencia de una relación de hecho que exteriorice el
señorío sobre el bien. Así, para acreditar posesión jurídicamente protegible es
requerido ejercer actos posesorios (aprovechamiento físico del inmueble), requisito
que persiste aun en el caso de la posesión mediata, denominada por Gonzales Barrón
como espiritualizada (artículo 897°), en la cual, si bien el poseedor no ostenta
dominio físico directo sobre la cosa, lo hace a través de un servidor de la posesión o
poseedor inmediato (artículo 897° del Código Civil). Así, se pone de relevancia el
requisito del corpus como elemento cardinal del hecho posesorio en nuestra normativa
civil. No existe en ningún caso la posibilidad alguna de una posesión presunta. (p.
261)
Los poderes de la posesión son limitados en relación a lo que puede realizar el
propietario. Se reconoce el derecho al uso y disfrute, pero también su defensa, y debe
distinguirse del servidor de la posesión, figura que también se contempla en el análisis de este
expediente al existir vigilantes en el inmueble.
25
Mejorada (2013) resalta que la posesión se configura como un sustituto de la prueba
de propiedad ante la dificultad inevitable que significa acreditar el dominio en cada momento
(p. 251). Lo señalado muestra la relación entre uno y otro derecho real, siendo la posesión un
aspecto más en el que se materializa la propiedad, pero no toda posesión conlleva tener este
título.
Sobre el servidor de la posesión, Mejorada (2019) comenta:
quien pese a tener un comportamiento privado y de aparente legitimidad, se le quita
calidad posesoria porque dicha presencia no es en interés propio sino por encargo de
otro (el mandante, locador o empleador), de quien recibe las instrucciones sobre cómo
proceder. Se entiende que sería contraproducente que el trabajador goce de una
herramienta para traicionar la confianza del dueño. Aquí no importa si el servidor
tiene la pinta de tal. Con o sin uniforme el guardián no es poseedor. Claro, si el
asalariado deja de observar las instrucciones del mandante y aprovecha el bien
exclusivamente a su favor, lo que tendría que ser conocible por el patrón, podría
tornarse en un verdadero poseedor y confrontar intereses con el mandamás. (p. 52)
Lo dicho por este autor es fundamental porque el servidor de la posesión no tiene
ningún derecho sobre el bien, pues no lo detenta a título propio sino en servicio o bajo
instrucciones del propietario o su poseedor.
El tema central en el análisis del caso se presenta en relación a la única pretensión de
interdicto de recobrar, sobre la cual Verde (1995) sostiene:
el interdicto de recobrar es entendido como un juicio posesorio sumarísimo, que tiene
por objeto reintegrar y reponer inmediatamente en la posesión o tenencia de un bien,
al que gozaba de ella, de la cual otro le ha despojado violenta o clandestinamente, por
su propia autoridad. Su fundamento reside en el principio de que nadie puede hacerse
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justicia por sí mismo, si no, recurriendo a las autoridades judiciales instituidas para
administrarla a cada uno. (p. 153)
El autor citado resalta el aspecto procesal de esta pretensión en cuanto a su carácter de
mecanismo de tutela urgente, y el objeto de proteger al poseedor frente el despojo. Cabe
distinguir este tipo de interdicto del de retener, que más bien va encaminado a neutralizar
molestias o perturbaciones transitorias.
Respecto a los interdictos, Palacios Castillo (2005) expresa lo siguiente:
Los interdictos son acciones que tienden a proteger la posesión, no importando para
ello la calidad del poseedor, por esta razón, las acciones interdictales defienden
indistintamente, tanto al poseedor como buena fe como el poseedor de mala fe; así lo
entiende el Código al referirse en términos genéricos a “todo poseedor”. (p. 60)
Este mismo autor resalta una característica del interdicto de retener:
El interdicto de retener está destinado a evitar que el poseedor sea perturbado en el
ejercicio de la posesión y para que proceda este interdicto de retener se requiere que el
que lo intente se encuentre en posesión actual, y que, se haya tratado de inquietarlo en
ella, por actos materiales que expresan en la demanda (p. 69).
En relación a la prueba que debe tener al que acciona o promueve un interdicto de
recobrar, Hinostroza Mínguez (2000) cita una ejecutoria suprema contenida en la Casación
Nº 1172-1997, Apurímac:
Tratándose de un proceso de interdicto de recobrar, cuya finalidad es defender la
posesión como un derecho, el demandante debe probar que tuvo la posesión y que fue
despojado de la misma, para lo cual el juez, valorando los medios probatorios y
apreciándose de manera conjunta, declarará fundada la demanda solo respecto de
aquellas pretensiones cuyos hechos sustentatorios hayan sido fehacientemente
acreditados. (p. 526)
27
Sobre este punto será necesario observar que las partes intervinientes tendrán que
acreditar los hechos que exponen: en el caso del demandante, que se encontraba en la
posesión del bien y que fue despojado del mismo, y en el caso del demandado, el que no
ejecutó estos actos. La valoración que se realice de la prueba debe ser en forma razonada y
conjunta, cuestión que no sucedió en el presente caso, como advierte la Sala Civil Superior.
Sobre la valoración de la prueba, Costa (2013) señala lo siguiente:
Habrá de constar, por tanto, la determinación de los resultados probatorios, señalando
los que han permitido convencer al juez de la certeza sobre la existencia, realidad o
veracidad del hecho o dato objeto de prueba. Esta operación se facilita o simplifica
con la que se ha venido a denominar “valoración conjunta de la prueba”. Sin embargo,
como mínimo permite orillar las normas sobre valoración legal de la prueba y omitir
las razones de la formación de la convicción en lo referente a la libre apreciación. Esto
impide toda posibilidad de control sobre el resultado de la valoración consecuencia
del déficit en la motivación. (p. 63)
A ello debemos añadir lo resaltado por Rioja (2017), quien al referirse a la valoración
de la prueba considera que la tarea de esta valoración en el proceso debe encontrarse sujeto a
determinadas reglas que establecen de manera objetiva los parámetros para dicha tarea. (p.
s/n)
El caso analizado se desarrolló además en un proceso sumarísimo calificado en la
doctrina como un proceso breve y simplificado llamado proceso de tutela urgente, en el que
se prescinden de algunos actos procesales como la reconvención, se abrevian los plazos y se
concentran algunas actuaciones, como el que los medios de defensa se planteen con la
contestación de la demanda o los actos de saneamiento procesal, conciliación, fijación de
puntos controvertidos, ofrecimiento, admisión y actuación de pruebas se realice en la
sentencia.
28
Esta última característica la resalta Morales Godo (2009) cuando señala que
“En el caso de los procesos sumarísimos, la única audiencia, además de comprender
el tema de la prueba, comprende también el saneamiento y la fijación de puntos
controvertidos” (p. 22).
Las características indicadas son tratadas por Hinostroza (2001) del siguiente modo:
El proceso sumarísimo, como su denominación lo indica es aquel proceso contencioso
de duración muy corta en el que se producen ciertas limitaciones que se traducen en la
restricción de determinados actos procesales, lo cual está orientado, precisamente, a
abreviar lo más posible el trámite del mencionado proceso a fin de lograr una pronta
solución al conflicto de intereses de que se trate. Este se distingue, por la reducción de
plazos procesales, que son los más cortos en relación con las otras clases de procesos;
y por la concentración de audiencias correspondientes en una sola: Tanto la audiencia
de saneamiento procesal como las de conciliación y de pruebas se realizan en
audiencia única, dentro de la cual, inclusive se produce la expedición de la sentencia,
salvo que el Juez, excepcionalmente se reserve su decisión para un momento
posterior. (p. s/n)
En el caso analizado no se plantearon excepciones ni defensas previas, aunque el
demandado sostenía que el accionante no tenía legitimidad para obrar, que no era poseedor
del bien, para lo cual pudo usar la excepción de falta de legitimidad para obrar.
Morales (2013) define las excepciones como oposiciones que el demandado formula
frente a la demanda, como especie de obstáculos temporales o definitivos, que pueden
contradecir el derecho material que al actor pretende hacer valer como objeto con la
finalidad de poner término a la relación procesal (p. 116).
En el expediente se efectúo el saneamiento procesal verificando la existencia de una
relación jurídica procesal válida con la consideración de los presupuestos procesales y las
29
condiciones de la acción, siendo esta etapa procesal fundamental para evitar posteriores
nulidades. Al respecto, Morales (2009) indica:
El saneamiento es un principio procesal, también denominado de expurgación, a
través del cual se confiere al juzgador una serie de facultades y deberes a fin de que
sean resueltas in limine todas las cuestiones que pudieran entorpecer el
pronunciamiento sobre el fondo de la causa, o cuya dilucidación en determinado
sentido, puede provocar la inmediata finalización del proceso. (p. 15).
Otro momento procesal importante en este proceso fue el de fijación de puntos
controvertidos que permite determinar el objeto de prueba y debate y sobre ello debe versar
las alegaciones de las partes y la sentencia.
En el caso analizado se hicieron uso de los recursos que prevé la norma procesal
contra sentencia, primero con el recurso de apelación que permite materializar la garantía de
la instancia plural, tal como lo indica Palomo (2010):
Apelación y segunda instancia están, como bien se sabe, estrechamente relacionadas,
implicando siempre el sistema de doble instancia la posibilidad de que el tribunal de
categoría superior confirme o revoque y sustituya, total o parcialmente, la resolución
que puso fin a la primera instancia que resulta impugnada por la apelación, recurso
devolutivo ordinario típico, lo que viene a significar que devuelve al tribunal ad
quem el conocimiento de la causa sin restringir el ámbito de la impugnación,
permitiendo revisar cualquier aspecto de la resolución impugnada, bien se trate de un
aspecto perteneciente al juicio fáctico o jurídico, sin que existan motivos
taxativamente determinados en la ley. En efecto, en oposición al recurso de casación,
recurso extraordinario típico, al que se le atribuye la función de vigilancia en el
cumplimiento de la ley, el recurso de apelación permite una nueva cognición del
30
litigio garantizándose la correcta aplicación del derecho y la justa impartición de
justicia. (p. 487)
La apelación permite una evaluación de forma y fondo, además de ser un recurso de
fácil acceso y que es resuelto por un tribunal plural y superior en el proceso civil peruano.
Además, se interpuso el recurso de casación invocando la causal de infracción
normativa en relación a la interpretación incorrecta del artículo 603 del Código Procesal Civil
y la inaplicación del artículo 600 de la norma citada. Pero el recurso fue finalmente rechazado
porque el recurrente no cumplió con el pago de la tasa judicial correspondiente. El recurso de
casación cumple una función especial en el proceso, puesto que conlleva pronunciamientos
de la máxima instancia judicial. Glave (2012) sostiene al respecto:
Los tribunales de casación dejaron de ser órganos políticos para pasar a ser órganos
jurisdiccionales toda vez que su labor consistía en interpretar el derecho, en este caso
la ley, como normas abstractas y generales, que, si son aplicables a un caso en
concreto, trascienden ese aspecto siendo aplicables a casos similares. Por ello, se
aprecia la importancia de un sistema casacional que busca hacer predecibles los fallos
dentro del sistema de justicia, lo cual es primordial para su buen funcionamiento. Es
decir, surge la uniformidad de la jurisprudencia como otro clásico fin de un sistema
casacional. (p. 108)
Considero que por un descuido del recurrente no fue posible que este recurso
prosperará, aunque corría el riesgo de ser rechazado si lo que pretendía era una revaloración
de las pruebas, puesto que este medio impugnatorio no abre una nueva instancia y solo se
plantean a través de él cuestiones de puro derecho.
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CAPÍTULO III: ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
3.1. Jurisprudencia nacional
− Casación No. 3344-2017, Huánuco
“En los procesos de interdicto de recobrar no se discute el derecho de propiedad, sino
el despojo generado por los actos del demandado respecto de la posesión que ejercía
sobre el predio el demandante. Por lo que si se prueba que el actor se encontraba en
posesión del predio al momento del despojo y fue desposeído por la parte demanda,
entonces la demanda debe ser estimada.” (Sala Civil Permanente de la Corte
Suprema, expedida el 24 de mayo de 2018)
Esta sentencia casatoria resalta que en este tipo de controversia no se discute la
propiedad, sino el despojo de la posesión, siendo necesario probar que el demandante ejercía
este poder de hecho sobre el bien, más allá del título que pudiera o no detentar. Este va ser un
punto esencial en el caso analizado, porque el demandado va querer quitar mérito a la
pretensión del accionante discutiendo el título de su posesión.
− Casación No. 2225-2017, Lima Este
“El fundamento del artículo 904 del Código Civil es mantener los efectos de la
posesión a favor de una persona, cuyo comportamiento posesorio se ha visto
suspendido por una causa ajena y temporal.”
En esta resolución de la Corte Suprema se establece el fundamento del interdicto de
recobra que es justamente mantener la posesión que injustamente se ve afectada por la
intervención de un tercero, que suspende el ejercicio de ese poder fáctico sobre el bien.
− Casación No. 700-2014, Arequipa
“En un proceso de interdicto de recobrar debe acreditarse la posesión efectiva
del bien, tal como lo exige el artículo 603 del Código Procesal Civil. Y, en el caso de
que el proceso haya sido promovido por el representante legal de un incapaz,
32
adicionalmente, debe tenerse en cuenta que opera la presunción del artículo 37 del
Código Civil, por la cual se asume que los incapaces habitan en el mismo domicilio
que su curador.” (Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema, publicada en el
diario oficial El Peruano el 30/10/2015)
− Casación No. 19992-2017, Cajamarca
“En los procesos interdictales corresponde al demandante probar la posesión fáctica
actual sobre el bien al momento de suscitados los hechos, independientemente del
título del cual deriva la posesión, así como el despojo sufrido; siendo que la Sala
Superior ha expresado razones suficientes sobre la base de la valoración de las
pruebas, que la parte demandante no acreditó el real ejercicio de la posesión del
predio al momento de producirse la toma de posesión de los demandados”. (Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema, expedida el 28 de mayo de
2019)
En las dos casaciones anteriormente citadas se observa la necesidad de acreditar, por
parte del accionante en un proceso de interdicto de recobrar, la posesión del bien inmueble, y
tratándose del caso de un incapaz que acciona a través de su representante se aplica la
presunción de que habitan en el mismo lugar. La prueba sobre la posesión reside en
documentos que pueden corresponder a servicios básicos, recibos de pago de cuentas
bancarias, constancias que acrediten que se consigna el lugar como el lugar de residencia
habitual, pero también la declaración de testigos. En el caso analizado el accionante acredita
con una suma de documentos tener la posesión del inmueble, los que inicialmente no son
valorados en conjunto por el juez de primera instancia.
− Casación No. 3444-2018, Arequipa
“En el caso particular del interdicto de recobrar que es materia de este proceso, el
análisis del primer elemento, referido a la posesión previa del bien materia de litis, no
33
se encuentra acreditado con ninguna de las instrumentales acompañadas por la
recurrente con su demanda, no habiendo demostrado que estuvo en posesión en la
fecha que indicó en el citado acto postulatorio, siendo evidente que tampoco se
encuentra establecida ni probada la posesión de manera previa al despojo material
que, según afirmó a lo largo del proceso, sufriera por los actos ejecutados por el
demandado ni que haya padecido una privación física del inmueble materia de litis,
por lo que no se cumplen con la exigencias de los artículos 598, 600 y 603 del Código
Procesal Civil.” (Sala Civil Permanente de la Corte Suprema, expedida el 17 de
setiembre de 2019)
Esta casación como otras centra la atención en la prueba de la posesión actual para
poder amparar el interdicto de recobrar. En el caso analizado este será el punto controvertido
por el demandado que va a sostener que el accionante no se encuentra en posesión del bien. Y
luego, como bien resalta la sentencia en comentario, debe probarse que se han dado acciones
que han privado al accionante de dicha posesión, lo que se conoce como despojo.
− Casación No. 4178-2017, Arequipa
“La facultad de reivindicar un bien nada tiene que ver con el proceso de interdicto
posesorio; pues en este no se discute el derecho de propiedad, sino solo la situación de
hecho posesoria y la perturbación o despojo de la misma. Se trata de proceso de
cognición sumaria, ceñido solo a determinar dichos extremos.” (Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema, expedida el 14 de agosto de 2018)
Existen pretensiones civiles de carácter real relacionadas con la propiedad y otras con
la posesión. Es importante no confundirlas, y en la ejecutoría citada se hace la diferencia
entre la reivindicación que discute la propiedad con el interdicto de recobrar que se refiere a
la posesión, lo que determina que también tengan vías procesales diferentes de mayor o
menor complejidad.
34
− Casación No. 527-2018, Tumbes
“El análisis de las normas antes citadas permite establecer los siguientes requisitos
para la interposición de los interdictos en general, a saber: a) proceden respecto de
muebles inscritos y de inmuebles, sean inscritos o no inscritos; b) el demandante debe
acreditar solo la posesión fáctica sobre el bien, sin discutir sobre el derecho de
posesión, menos aún sobre el derecho de propiedad; c) se deben probar los actos de
despojo o perturbación; y, d) se debe precisar la época en que se realizaron dichos
actos para efectos de computar el plazo de prescripción contemplado en el artículo
601 del Código Procesal Civil. Para el caso del interdicto de recobrar, se requiere
además los siguientes elementos: i) se demuestre el desapoderamiento o despojo del
bien, ya sea por violencia, clandestinidad, engaño, astucia, abuso de con fianza,
usurpación y, en general, cualquier hecho o acto que origine la privación de la
tenencia del bien mueble inscrito o inmueble; ii) el despojante releve al despojado del
goce del bien; y, iii) no haya existido proceso previo, esto es, sentencia que ordene la
desposesión o despojo del bien.” (Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema,
expedida el 24 de setiembre de 2018)
Esta casación resulta muy útil y una importante herramienta para las acciones que se
quieran iniciar sobre interdictos de recobrar, por cuanto establece de modo sistemático los
presupuestos para su interposición, resaltando que se debe acreditar la posesión del bien y el
despojo del bien que puede haberse dado por cualquier medio no solo con violencia, así como
la importante condición de que no haya habido un proceso previo que ordene el despojo o
desposesión del bien.
− Casación No. 49-2014, Cajamarca
“(…) que el acto de despojo requiere de violencia; no obstante, debe reiterarse que tal
aseveración resulta errada toda vez que el desapoderamiento o despojo del bien puede
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producirse a través de cualquier acto clandestino o engaño, astucia, abuso de
confianza, usurpación y, en general, cualquier hecho o acto que origine la privación de
la tenencia del bien. Décimo Sétimo. - Tal orden de ideas permite llegar a la
conclusión de que la sentencia de vista impugnada ha infringido las normas
denunciadas al interpretarlas erróneamente y desnaturalizar la figura jurídica del
interdicto, exigiendo presupuestos que no tienen relación con su naturaleza jurídica
(…)” (Sala Civil Permanente de la Corte Suprema, publicada en el diario oficial
El Peruano el 30 de junio de 2016).
Esta casación es relevante para las acciones de interdictos de recobrar, ya que la Corte
Suprema advierte que es un requisito para promover esta pretensión que el poseedor haya
sufrido el despojo del bien, lo cual no necesariamente se dará con violencia, sino que pueden
presentarse otras situaciones como el engaño, amenaza y clandestinidad, las cuales serán
también válidas para ser alegadas en este proceso.
− Casación No. 5829-2020-Lambayeque
“En los procesos interdictales corresponde al demandante probar la posesión fáctica
actual sobre el bien al momento de suscitados los hechos, independientemente del
título del cual deriva dicha posesión, así como el despojo sufrido; siendo que la Sala
Superior ha expresado razones, sobre la base de la valoración de las pruebas, que la
parte demandante no acreditó el real ejercicio de la posesión del predio al momento de
producirse la toma de posesión del demandado.” (Sala de Derecho Constitucional y
Social de la Corte Suprema, expedida el 18 de marzo de 2021)
Esta casación responde a la pregunta “¿Qué se requiere para iniciar un proceso de
interdicto de recobrar?”. Hace notar que se debe cumplir con condiciones mínimas como la
posesión actual y el despojo sufrido, y sobre dichas condiciones debe girar la actividad
probatoria.
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− Casación No. 24713-2018, Cusco
“En un proceso de interdicto de recobrar la parte afectada debe demostrar que
objetivamente se encontraba en posesión del inmueble antes el despojo que alega
haber sufrido, lo que debe ser acorde a lo que se expone en la demanda y lo que
aparece en la documentación idónea que ofrezca”. (Sala de Derecho Constitucional
y Social de la Corte Suprema, expedida el 27 de agosto de 2020)
Teniendo en cuenta las reglas de la carga de la prueba corresponde acreditar el
despojo al demandante en el proceso de interdicto de recobrar, probanza que debe ser
objetiva y suficiente. En este sentido, la casación en comentario establece criterios que deben
ser observados en la valoración de la prueba para sentencias, que en este caso la Sala Civil
Superior que conoció la apelación del demandante establece que sí cumplió con probar
dichos aspectos.
− Casación No. 3569-2012, Lima Norte
“Que dentro del debido proceso es su manifestación de motivación y valoración de los
medios probatorios, se verificó que el demandante ha acreditado estar en posesión con
fecha anterior a la interposición de la demanda o del lanzamiento, para ser
comprendido en el proceso, por lo que la restitución pretendida fue amparada, ya que
ha existido despojo judicial arbitrario acreditado, con la privación del derecho de
defensa, debido a que el recurrente no cumplió con poner en conocimiento del
juzgado de la posesión que venía ejerciendo el demandante sobre el inmueble objeto
del lanzamiento (…)”. (Sala Civil Permanente de la Corte Suprema, expedida el
24 de setiembre de 2013)
Esta decisión de la Corte Suprema muestra la importancia de notificar a los
poseedores de inmuebles que son objeto de proceso, justamente para no generar lo que se ha
denominado un despojo judicial arbitrario, dado que el afectado directo por la medida no ha
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podido ejercer su derecho de defensa, que es parte del debido proceso. En ese sentido, en el
caso analizado no se produce este problema.
− Casación No. 56-2014, Ayacucho
“La violencia ejercida en el delito de usurpación se ejerce tanto sobre personas y
cosas, por lo que los jueces de todo el país deben seguir este criterio (…)”. (Sala
Penal Permanente de la Corte Suprema, expedida el 29 de setiembre de 2015)
Permite observar que el despojo de la posesión puede ser violento y afectar la
integridad y bienes de la persona que es afectada por esta acción, lo que conlleva a la
intervención de otra especialidad del derecho, puesto que la conducta se considera delito.
− Casación No. 3043-2018, Lambayeque
“Existiendo en autos copias de la disposición número dos, expedida por el Ministerio
Público que deriva de una investigación preliminar contra el ahora demandante por la
presunta comisión del delito contra el patrimonio en la modalidad de usurpación, debe
el órgano jurisdiccional tener a la vista, antes de emitir pronunciamiento, la Carpeta
Fiscal correspondiente con el fin de privilegiar los fines del proceso, conforme al
artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Civil. Artículo 139 numeral 5 de
la Constitución Política del Estado.” (Sala Civil Permanente de la Corte Suprema,
expedida el 9 de julio de 2019)
Se observa la relación entre el interdicto de recobrar con el delito de usurpación, pues
en esta casación de interdicto de recobrar se dispone enviar copias al Ministerio Público por
considerar que el despojo realizado encaja en el delito contra el patrimonio – usurpación,
figura penal que protege especialmente la posesión. Si el órgano judicial a cargo de la
controversia civil encuentra la comisión de un delito, tiene el deber de comunicarlo al órgano
encargo de la persecución penal, esto es, al Ministerio Público.
38
− Casación No. 3208-2015, Lima Norte
“el resultado de la actividad valorativa y la aplicación del derecho al caso concreto,
dependerá del grado de verdad comprobada de los hechos alegados por las partes y
como consecuencia de ello se obtendrá una resolución motivada fáctica y
jurídicamente. Es así que para que exista un pronunciamiento motivado, los jueces
deben precisar los argumentos o razones suficientes en los que sustentan su decisión,
así como la subsunción de los hechos determinados en la norma apropiada para la
solución del conflicto intersubjetivo de intereses, lo que garantizará a los justiciables
el respeto al derecho de defensa y, por ende, al debido proceso”. (Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema, expedida el 15 de enero de 2016)
Un tema central en el análisis del caso fue la valoración probatoria que constituye
también una exigencia del debido proceso, y que llevará a una motivación de acuerdo a las
exigencias que establece la Constitución. Finalmente, como se establece en la casación
citada, lo que se resuelve dependerá de que los hechos alegados estén debidamente probados.
− Casación No. 00316-2015, Lima
“Se vulnera el derecho a la motivación, en sus manifestaciones del derecho a probar y
de la debida valoración probatoria, cuando los órganos jurisdiccionales, al expedir
sentencia, omiten efectuar una valoración conjunta y razonada de los medios
probatorios.” (Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema, expedida el 20 de
octubre de 2015)
En esta casación se advierte la relación entre la garantía de la debida motivación de
las resoluciones judiciales y la valoración conjunta y razonada de la prueba que guarda
directa relación con el presente caso, pues se advirtió en la sentencia de vista que justamente
no se había realizado una valoración de toda la prueba admitida y actuada de la parte
demandante.
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− STC. No. 02126-2013-PA/TC
“… en primer lugar, la exigencia del Juez de no omitir la valoración de aquellas
pruebas que son aportadas por las partes al proceso dentro del marco del respeto a los
derechos fundamentales y a lo establecido en las leyes pertinentes; [y] en segundo
lugar, la exigencia de que dichas pruebas sean valoradas motivadamente con criterios
objetivos y razonables” [STC 4831-2005-PHC/TC Fund. Jur. 8]. Su contenido
constitucionalmente protegido, así, queda circunscrito a asegurar que los medios de
prueba admitidos sean valorados por el juez bajo criterios objetivos, en tanto que
la corrección de dicha valoración queda sujeta, prima facie, a control a través de los
medios impugnatorios que la ley procesal específica pueda establecer. Corrección, a
estos efectos, no significa que la valoración no esté libre de errores, pues al fin y al
cabo se trata de un acto de la justicia humana; sólo que ella no sea patentemente
extravagante o manifiestamente inconstitucional. Por ello, en el ámbito de la justicia
constitucional de la libertad un control sobre la corrección de la valoración de un
medio de prueba solo ha de realizarse cuando, pese a haberse cuestionado mediante el
empleo de todos los medios impugnatorios, la valoración efectuada se presente
contraria a las exigencias de una sana y recta motivación o, como antes se ha
especificado, en los casos en que este sea manifiestamente extravagante o fundado en
criterios incompatibles con la Constitución. (Sentencia del Tribunal Constitucional
expedida el 29 de enero del 2013, fundamento jurídico 5)
Se advierte que la debida valoración de la prueba como una tarea judicial está
íntimamente ligada con el derecho fundamental a probar que es parte del debido proceso, por
lo que la apreciación de la prueba de modo objetivo y razonable constituye un asunto de
relevancia constitucional.
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− X Pleno Casatorio Civil – Casación No. 1242-2017, Lima Este
“En los procesos relacionados con derechos reales, el juez puede utilizar
especialmente como prueba de oficio: i) inspección judicial en el bien materia de
debate; ii) prueba pericial para identificar correctamente el inmueble, su ubicación,
sus dimensiones, numeración, colindancias, superposiciones, entre otros; iii)
documentos consistentes en a) partida registral y/o título archivado del bien emitido
por Registros Públicos o registro análogo; b) certificado catastral expedido por
SUNARP donde precise que el predio no está inscrito independientemente ni que
pertenece a uno de mayor extensión; c) copia literal íntegra de la partida registral en
caso de haber superposición registral; d) cualquier otra información registral, notarial
o a cargo de algún funcionario público, que resulte relevante para el caso”. (Sala
Plena de la Corte Suprema. Décima regla vinculante, publicado en el diario
oficial El Peruano el 23 de setiembre de 2020)
Mediante este pleno casatorio se habilita el poder a los jueces de ordenar prueba de
oficio en el caso de pretensiones reales como la de interdicto de recobrar cuando sean
necesario precisar algunos datos sobre el bien, tomando en consideración que regularmente
esta información es de naturaleza registral.
− Casación No. 4442-2016, Piura
“La posibilidad del ejercicio del derecho a la defensa presupone que quienes
participan en un proceso judicial para la determinación de sus derechos y obligaciones
jurídicas tengan conocimiento, previo y oportuno de los diferentes actos procesales
que los pudiera afectar, a fin de que tengan la oportunidad de ejercer, según la etapa
procesal de que se trate, los derechos procesales que correspondan.” (Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema, expedida el 5 de noviembre de 2018)
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En este caso, se pone en relevancia el derecho de defensa que debe observarse en
todos los procesos judiciales, incluido el que ha sido materia de análisis que justamente
habilita a las partes a hacer uso de los diversos medios procesales en igualdad de condiciones,
de modo que ambas partes tiene oportunidad de probar, alegar, impugnar, y ejercer sus
derechos procesales, como se pudo apreciar en el presente caso, que tanto la parte
demandante como demandada tuvieron la oportunidad de contradecir y absolver las
cuestiones planteadas.
3.2. Jurisprudencia extranjera
− Resolución Nº 1514/2012
“Por otra parte, las acciones de defensa de la posesión están legisladas por los
artículos 1461 a 1464 del Código Civil (CC), esta clase de acciones denominadas
intedictas, vocablo que en términos generales significa entre dicho, prohibición,
mandato de no hacer – sólo protegen la posesión sin tener en cuenta el derecho de
propiedad.” (Jurisprudencia indicativa del Tribunal Constitucional Plurinacional
de Bolivia, expedida el 24 de setiembre del 2012, fundamento jurídico III.2)
Permite observar la semejanza en la regulación y aplicación de los interdictos,
teniendo, al igual que en el Perú, la función de proteger la posesión sin tomar en
consideración el título que ampara o sustenta su ejercicio.
− STS 3149/2016
“Es cierto que las acciones de tutela sumaria de la posesión, antes interdictales, se han
venido negando al usuario por mera tolerancia, tratándose de actos que supongan la
utilización parcial y no continuada de la cosa. Pero cuando recaen sobre un verdadero
estado posesorio, que conlleva la utilización o disfrute de manera continuada y
exteriorizada, que según se ha recogido es lo que sucede en este supuesto, se admite la
procedencia de la acción que nos ocupa frente al despojante. No ignora la Sala que, en
42
principio, todo gira alrededor de relaciones familiares cordiales y afectivas, pero
también constata que la situación fáctica que se enjuicia no se hizo desaparecer tras la
crisis matrimonial y, además, se mantuvo cuando doña Beatriz, ajena a la familia, fue
la titular de la farmacia instalada en el local, circunstancias todas ellas que justifican
no que no quepa calificar los actos de meramente tolerados.” (Sentencia del
Supremo Tribunal Español- Sala de lo Civil, Madrid, expedida el 7 de julio de
2016)
Se observa la función que se otorga a las acciones interdictales similares a las que se
dan en el ámbito nacional, por ejemplo, ante el supuesto del despojo que afecta, como bien
subraya la jurisprudencia, el estado posesorio, pues ya se manifiesta como una situación que
no puede ser tolerada por el afectado.
− Sentencia No. 1-60033-2015
“(…) la única finalidad del interdicto de recobrar consiste en la defensa de la posesión
o tenencia actual, no corresponde alegación o prueba alguna relacionada con el
derecho posesorio que pueda invocar cada una de las partes.- De tal manera,
desbordan el objeto del proceso analizado tanto las cuestiones atinentes a la eficacia,
ineficacia o alcance del título presentado por el actor, cuanto las razones que pueda o
no tener la demandada para fundar su actitud y retener la posesión o la tenencia de la
cosa.” (Sala 1 de la Cámara Civil de Azul -provincia de Buenos Aires-, expedida
el 21 de mayo de 2015)
Se advierte que el tratamiento otorgado en el derecho argentino a los interdictos es
similar al ámbito nacional, resaltando que interesa el derecho posesorio, pero no es objeto de
este proceso la validez o eficacia del título para poseer.
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CONCLUSIONES
Luego de haber analizado el presente expediente, se concluye lo siguiente:
• De acuerdo a las resoluciones emitidas durante todo el proceso, y considerando las
sentencias dadas, podemos concluir que el interdicto de recobrar es una institución
que ha ido ganando espacio y relevancia como institución jurídica y defensa
posesoria, centrada en defensa de la posesión como hecho, sin que sea relevante el
título en que se sustenta.
• Para interponer un interdicto de recobrar deben probarse dos cosas fundamentales: 1.
La posesión anterior al despojo y, 2. El despojo. Sin estos presupuestos, un juez no
podría declarar fundada la demanda de interdicto de recobrar, puesto que es
indispensable probar que el demandante poseía y que fue despojado, privándolo así
del ejercicio de un poder de hecho sobre un bien.
• Asimismo, cabe señalar y dejar en claro que esta acción no procede contra el
propietario, por lo que resultaría erróneo intentar alegar que el interdicto de recobrar
es una acción de defensa de invasores y personas que actúan de mala fe. Lo que se
trata de proteger a través de esta figura es el ejercicio de hecho –la posesión– que una
persona efectúa sobre un bien. En ese orden de ideas, no puede denominar al
interdicto de recobrar “una figura inconstitucional” porque no atenta contra la
propiedad. Si lo analizamos, podemos observar que es todo lo contrario: se trata de
una acción rápida y eficiente para todo propietario que posee debidamente.
• No obstante, si estamos frente a un propietario que no posee, ya estamos hablando de
una persona que prácticamente ha abandonado su bien y, por ende, es otro el que ha
tomado la posesión y control del bien, por lo que debe ofrecérsele la protección
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necesaria en compensación del comportamiento y obligaciones que voluntariamente
ha asumido este poseedor.
• Finalmente, considero que en este caso ha quedado clara la aplicación de las normas
correspondientes al interdicto de recobrar y no se ha permitido la desnaturalización de
esta institución. En general, considero que se trata de un caso que permite la
segmentación de la institución en mención y un buen precedente.
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