Historia de la Egiptología.

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-Exploradores, ladrones y científicos en el país de los faraones- Una historia de la egiptología Viajeros desde la Antigüedad hasta la expedición de Napoleón. Ya en el Antiguo Egipto hubo hombres y reyes que se interesaron por el pasado de su país, algunos escribas que visitaron los antiguos monumentos, archiveros de los templos dedicados a recopilar listas de reyes antiguos, un hijo de Ramses II (Khaemwaset) que sentía curiosidad por lo remoto, parte del interés por mantener estas crónicas del pasado las tenemos en objetos como la Piedra de Palermo, la lista real de Abidos, el papiro Real de Turín, la sala de los antepasados de Karnak o las listas reales de Sakkara, entre otros ejemplos. De igual manera existen pocas inscripciones que muestren una actividad de ocio que, sin duda, se reservaba a una elite: el turismo. Un ejemplo de ello son las inscripciones grabadas en las paredes de una capilla en Sakkara “ En el año 47 (de Ramses II), en el segundo mes de invierno, el 25, el escriba del tesoro Hadnajt fue de excursión, a divertirse al oeste de Menfis con su hermano Panakht, el escriba del visir”, o el “escriba Ahmose, hijo de Iptah que vino a ver el templo de Dyeser”. También hallamos escritos de viajeros fenicios que son visibles en el gran templo de Ramses II en Abu Simbel grabados en las piernas de las estatuas colosales que adornan su fachada. Muchísimo de este material se ha perdido por lo que nuestro conocimiento de esta actividad, ya en el Egipto antiguo, nos es bastante desconocida. Hasta Maneton (s. III a.C.) no se da propiamente un historiador. Maneton, él mismo sacerdote, escribió una historia de Egipto denominada Aegyptiaca y que dividió, por primera vez, la historia del Egipto antiguo en treinta dinastías, división que seguimos utilizando hoy en día. Maneton vivió durante el reinado del faraón Ptolomeo I Soter. Son

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-Exploradores, ladrones y científicos en el país de losfaraones-

Una historia de la egiptología

Viajeros desde la Antigüedad hasta la expedición deNapoleón.

Ya en el Antiguo Egipto hubo hombres y reyes que seinteresaron por el pasado de su país, algunos escribas

que visitaron los antiguos monumentos, archiveros de lostemplos dedicados a recopilar listas de reyes antiguos,un hijo de Ramses II (Khaemwaset) que sentía curiosidadpor lo remoto, parte del interés por mantener estas

crónicas del pasado las tenemos en objetos como la Piedrade Palermo, la lista real de Abidos, el papiro Real de

Turín, la sala de los antepasados de Karnak o las listasreales de Sakkara, entre otros ejemplos. De igual maneraexisten pocas inscripciones que muestren una actividad deocio que, sin duda, se reservaba a una elite: el turismo.Un ejemplo de ello son las inscripciones grabadas en las

paredes de una capilla en Sakkara “ En el año 47 (deRamses II), en el segundo mes de invierno, el 25, el

escriba del tesoro Hadnajt fue de excursión, a divertirseal oeste de Menfis con su hermano Panakht, el escriba delvisir”, o el “escriba Ahmose, hijo de Iptah que vino aver el templo de Dyeser”. También hallamos escritos deviajeros fenicios que son visibles en el gran templo deRamses II en Abu Simbel grabados en las piernas de las

estatuas colosales que adornan su fachada.

Muchísimo de este material se ha perdido por lo quenuestro conocimiento de esta actividad, ya en el Egiptoantiguo, nos es bastante desconocida. Hasta Maneton (s.III a.C.) no se da propiamente un historiador. Maneton,él mismo sacerdote, escribió una historia de Egipto

denominada Aegyptiaca y que dividió, por primera vez, lahistoria del Egipto antiguo en treinta dinastías,

división que seguimos utilizando hoy en día. Manetonvivió durante el reinado del faraón Ptolomeo I Soter. Son

varios los historiadores de la Antigüedad que hacenreferencia a una misma fuente y transmiten fragmentos de

una obra que no nos ha llegado directamente ni en sutotalidad. Autores como Flavio Josefo, Eusebio de Cesareao Julio El Africano citaron esta obra, así como tambiénSincelo, quien, hacia el año 800, redactó una historia

del mundo, desde la creación hasta el emperadorDiocleciano. Todos ellos hablan de una misma historia de

Egipto. Y tras todas estas citas se perfila un soloautor.

Si la obra de Maneton nos hubiera llegado intacta(posiblemente se perdió durante el incendio de la gran

Biblioteca de Alejandría) sería sin duda la enciclopediamás completa jamás redactada en la Antigüedad sobre el

país. Debía de ser monumental, bien documentada y repletade información sobre la vida política. De ella han

quedado algunos fragmentos extensos y, posteriormente, alo largo de los siglos, los distintos historiadores quela utilizaron fueron añadiendo o transmitiendo detallesadicionales de su cosecha, aproximaciones y a veces

incluso inexactitudes.

Pero fue con la presencia griega cuando el estudio deEgipto empezó a manifestarse en distintos aspectos. Los

griegos, que entre los siglos VII y VI a.C. habían creadoya un emporio comercial en Naucratis, en el Delta, y se

habían instalado en Elefantina, en el Alto Egipto,dejaron a menudo, señales de su paso sobre muchosmonumentos egipcios. Hubo geógrafos griegos que se

ocuparon de Egipto, en el siglo VI a.C. Anaximandro yHecateo de Mileto, habían compilado los mapas geográficosy descrito el mundo entonces conocido. Posteriormente, elmatemático y astrónomo Eratostenes de Cirene (siglo IIIa.C.) y al que se le debe la primera medición de la

circunferencia del globo terrestre, escribió unimportante tratado geográfico en tres volúmenes. Estasobras se perdieron junto a las de otros geógrafos comoAgatarquides de Cnido, autor de una obra sobre el Mar

Rojo conocida soolamente a través de los párrafosreproducidos por el patriarca de Constantinopla Fozio, yArtemidoro de Efeso, que escribió un tratado de geografía

en once volúmenes de los cuales sólo nos han llegado unospocos fragmentos.

Herodoto cuidó la crónica en el siglo V a.C; Estrabon, lageografía; Diodoro desarrolló el tema enciclopédico yPlutarco de Queronea lo hizo con la filosofía y lareligión (con su obra De Isis y Osiris). Pero yaanteriormente, Esquilo, el más antiguo de los tresgrandes dramaturgos griegos (525-456 a.C.) en Las

Suplicantes, describe a los egipcios como personas muyextrañas: “¿De donde sacan todas estas vestimentas

ridículas, tan poco griegas, que recuerdan a las ropasbárbaras? No, aquí no se sigue el estilo de las mujeres

de Argolida ni de ningún país griego. Más bien osparecéis a las libias, y para nada recordáis a lasmujeres de nuestro país; el Nilo podría alimentar

semejante especie”.

El historiador griego Herodoto visitó el Nilo entre losaños 460-455 a.C. Escribió, sólo unos cuantos siglos

después del declive de los más grandes faraones egipcios,uno de los primeros relatos extensos sobre las

curiosidades y las antigüedades del Nilo. En la época deHerodoto, Egipto era un territorio conocido intercaladoen la ruta que se adentraba en Nubia remontando el Nilo.Los escritos de Herodoto muestran claros signos de un

profundo, aunque a veces inexacto, conocimiento del mundoantiguo. Herodoto convirtió su viaje en uno de los

pasajes más celebres de su Historia (Libro II dedicado ala Musa Euterpe), que probablemente constituye la primera

descripción sistemática del Valle del Nilo y susmaravillas. Es difícil separar las observaciones

personales del autor de los rumores y los mitos querecoge.

Herodoto se encontraba en una situación poco habitual. Dela gran cantidad de viajeros e historiadores que hanvisitado Egipto en los últimos 3.000 años y que han

dejado obras que han llegado hasta nosotros, Herodoto fueel que lo hizo en época más próxima a la de los propiosfaraones. Habló con sacerdotes y fieles que seguían

activamente las tradiciones decantadas en miles de años

de devoción religiosa. Los monumentos del Nilo sehallaban en un estado de conservación mucho mejor del que

tienen hoy, pues aún no se habían producido lasdesastrosas incursiones de los saqueadores arqueológicos,

de los cristianos expoliadores ni de los canterosmusulmanes alimentados, ambos, por el fanatismo

religioso. Por este motivo el suyo es un relato vívido deun singular y exótico valle fluvial que él y otroshombres cultos consideraban la cuna de su propia

civilización. Según la descripción del historiador, elpaís parecía un auténtico paraíso, aunque bastante

extraño a la mentalidad griega, Herodoto remontó el Nilohasta la isla Elefantina, visitó las ciudades del Delta,

Menfis, Hermopolis, Chemnis y Tebas. En el Euterpeintenta abarcar todos los aspectos de la vida de Egipto:la fauna, la flora, la vida cotidiana, las tradiciones,las ciencias y las técnicas que aún se practicaban en elsiglo V. Habla del calendario egipcio, de los animales

sagrados, de los métodos de embalsamamiento, de lapirámide de Khufu, de las campañas de Sesostris y hastadel caudal del Nilo y la leyenda de Osiris. Pero lafiabilidad de lo narrado es cuestionable, pues susfuentes eran orales y sus conclusiones resultado de

conversaciones con egipcios de todas las capas sociales yde todos los oficios.

De cuando en cuando, el mismo Herodoto se nos acerca paraadvertirnos que buena parte de lo que logró averiguar talvez no fuera sino una colección de historias exageradas.Sus advertencias eran oportunas, pero fueron omitidas en

su mayor parte por sus sucesores, así como porgeneraciones de eruditos e historiadores. Con Euterpe,Herodoto intentó relatar los 3000 años de historia del

país y para ello sólo disponía de los testimoniosorales, pues no existía ninguna obra sobre el país; dehecho, fue el primer autor que lo describió. Visitó

diversos lugares, pero no pudo quedarse mucho tiempo enellos, no hablaba la lengua y no sabia leer los

jeroglíficos. En esas condiciones, cabe elogiar elinmenso trabajo que realizó. A pesar de las confusiones,Herodoto tuvo el mérito de dar una descripción inéditadel pais.Fue un pionero de la antropología cultural

gracias a su curiosidad y entusiasmo. Su obra es unafuente de información y cabe reconocerle la precisión denumerosas observaciones y una voluntad sincera para crearun texto útil. Los estudiosos modernos han condenado a

Herodoto, entre ellos el francés A. Mariette, peroprobablemente es más justa la valoración del egiptólogobritánico Sir Alan Gardiner, que consideraba a Herodoto

“padre de la historia”, como ya solía denominarleCicerón, y un “gran genio”.

Numerosos viajeros griegos siguieron los pasos deHerodoto, pero sólo algunos de sus relatos de viajes hansobrevivido. El historiador Diodoro de Sicilia fue uno deellos. Vivió en el Valle del Nilo entre los años 60-57a.C. Fue una de las primera personas que escribió sobrelos colosos de Memnon, así como el Ramesseum que fue

conocido como el Memnonium. El geógrafo griego Estrabon(64 a.C.-23 d.C) era contemporáneo de Diodoro de Sicilia.Acompañó a Aelio Gallo, un prefecto romano de Egipto, en

su expedición al Alto Egipto hacia el año 25 a.C. LaGeografía de Estrabon es una enorme recopilación deinformación sobre el mundo romano. Egipto ocupa granparte de su XVII libro. La relación es principalmentegeográfica: un catálogo de ciudades y recursos. Tratabalos emplazamientos arqueológicos como una característicamás del paisaje. En Menfis visitó la sede del Serapeum,casi dos mil años después A. Mariette se valió de ladescripción de Estrabon para redescubrir el Serapeum.

Estrabon escribió “encima del Memnonium se encuentran lastumbas de algunos reyes, que, labradas en piedra, en

número de más de cuarenta, y maravillosamenteconstruidas, son un espectáculo digno de verse”. Esta esuna de las primeras referencias al Valle de los Reyes.

Cuando los romanos ocuparon Egipto en el año 31 a.C; pasóa ser una provincia próspera y estable del mayor imperioque el mundo hubiera conocido. Mucha gente viajaba al

Nilo simplemente para ampliar sus horizontesintelectuales o movida por la curiosidad. La indagacióndirecta era la mejor manera de aprender cosas sobrehistoria y geografía, o sobre filosofía, religión y

magia, materias que, según era sabido por todos, habían

sido desarrolladas en alto grado en Egipto. Contratistasprivados alquilaban barcas, o bestias de carga para lasfiestas organizadas de los visitantes, muchos de loscuales iban equipados con las obras de Herodoto o congeografías egipcias escritas por otros autores. Algunos

de estos viajeros romanos recorrieron el país durante susviajes y como fue el caso de Germanicus, hijo adoptivodel emperador Tiberio que hizo un viaje a Egipto según

nos narra Tácito en el libro II de sus Anales, visitaronsus monumentos con curiosidad. Los oficiales destinados asus guarniciones practicaron el turismo hasta la Esfinge,

los colosos de Memnon y el Valle de los Reyes. Fueronmuchos los que hicieron comentarios sobre aquellas

tierras: Plinio (que en los libros VI y XXXIII de suHistoria Natural, describe con gran cantidad de detalles

el Nilo y el Alto Egipto), Tácito o Apuleyo. Pero lamayoría las conocieron a través de los cultos egipcios

importados, como los de Osiris, Isis y Anubis, que fueronllevados a Roma por los legionarios que habían prestadoservicio en Egipto y cuya temática fue utilizada por losartistas que pintaban frescos, además se creaban hermososmosaicos inspirados en escenas niloticas, ejemplos de los

cuales se han encontrado en las ciudades de Pompeya yHerculano.

Muchos viajeros grababan sus nombres en las piedras querecubrían las pirámides, una debilidad muy humana que hadestrozado muchos monumentos antiguos a lo largo de la

historia, concretamente se han contabilizado 107grafittis romanos en los colosos de Memnon y 2100 en lastumbas del Valle de los Reyes. No conocemos en toda suextensión el daño inflingido por los romanos al pasadoegipcio. No existen registros oficiales que testimonien

la existencia de un amplio comercio de antigüedades, perosin duda hubo piezas magnificas que abandonaron el país.Augusto, Adriano, Constantino, fueron emperadores quesacaron monumentos del antiguo Egipto para embellecer

villas y plazas públicas romanas. Sólo en Roma secontabilizan en la actualidad 13 obeliscos, más que en

cualquier lugar del mundo.

En 313 d.C; Constantino el Grande reconoció el

cristianismo como una de las religiones oficiales delImperio. La influencia de los cristianos de Alejandríacreció en el país del Nilo hasta resultar omnipotente.Sus creencias o costumbres originales estaban lejos de

estar unificadas, pero todos ellos confiaban en un nuevoorden de instituciones religiosas, que no toleraban lasantiguas creencias egipcias. Si el turista romano habíamostrado curiosidad por la antigua religión egipcia, los

coptos autóctonos estaban decididos a borrar todovestigio de las antiguas costumbres heréticas. En el año391 d.C, el emperador Teodosio ordenó el cierre de los

templos paganos y del año 394 data la última inscripciónjeroglífica, escrita en la isla de File. El año 397 d.C.

es la fecha de la destrucción del Serapeum ordenada,probablemente, por el fanático patriarca Cirilo,protagonista también en la muerte de la filosofa y

matemática Hypatia. Durante el siglo VI d.C; el emperadorJustiniano promovió el celo cristiano y mandó trasladarlas estatuas del templo de File a Constantinopla. Lapompa ceremonial de la antigua religión egipcia fue

declarada ilegal, y los símbolos de la religión antiguapasaron a ser considerados perversos y pecaminosos.

Empujados por la fe, cinceles y mazos arrasaron en nombrede Dios las inscripciones y los rostros, las cabezas, lasmanos y los pies de los magníficos frisos de los pórticos

de los templos y las pinturas de las tumbas.

El Islam llegó a Egipto en el transcurso del siglo VIId.C; y desató fuerzas aún más destructivas sobre lostemplos y los sepulcros. Al principio, Egipto era poco

más que una provincia militar de los crecientes dominiosislámicos, pero la nueva fe se fue extendiendo lentamentehacia el sur a medida que los nuevos colonos agrícolas,

los burócratas y los eruditos islámicos se ibaninstalando en Egipto. En 969 se fundó la capital fatimí

de Al-Mansureya que posteriormente se llamaría Al-Qahira,es decir El Cairo. Los estudiosos islámicos de la ciudadse maravillaban ante los templos y las pirámides, peroprocedían de una cultura muy ajena que no apreciaba lahistoria ni los logros culturales de su nueva colonia.Atribuyendo las obras del Egipto antiguo a gigantes o

magos que habían abandonado tiempo atrás las orillas del

Nilo. Unos creyeron que las pirámides eran los granerosconstruidos por José, otros, que eran los lugares dondese guardaban los tesoros de los reyes fallecidos muchotiempo atrás, como nos lo relata el cronista árabe Al-Massoudi. Durante siglos, los árabes persiguieron elrastro de los tesoros con una demente intensidad solo

igualable a la exhibida por los coleccionistas deantigüedades del siglo XIX. La búsqueda del tesoro erauna práctica tan extendida en el siglo XV que se la

clasificó como actividad sujeta al pago de impuestos. Lagente excavaba en todas partes y se valía de secretosencantamientos y de técnicas de magia para tratar de

hallar los tesoros (sirva como ejemplo el famoso Libro delas perlas…..). Sin embargo unos cuantos musulmanes

instruidos aportaron observaciones mucho más inteligentesy perspicaces como el médico iraqui Abdel Latif que

enseñó medicina en El Cairo hacia el 1200.

Mientras, el mundo exterior apenas sabía nada de losegipcios, y menos aún de su antigua civilización, ya quelos gobernantes de Egipto no hicieron grandes esfuerzospara animar a los extranjeros a visitar el Nilo. Una vezque el Islam logró arraigar en el país, la posibilidad de

que los cristianos fuesen bienvenidos se alejó, comodescubrió el monje cristiano Bernardo el Sabio en el 870.

La única excepción eran El Cairo y Alejandría, quemantuvieron un importante papel como etapa durante lasCruzadas o los peregrinajes a Tierra Santa o al monte

Sinaí, y como centros comerciales hacia Oriente a travésde los cuales las especias, las piedras preciosas, los

perfumes y los tintes podían alcanzar los mercadoseuropeos a través de la marina veneciana, dueña

incontestada del Mediterráneo oriental y siempre presenteen los emporios comerciales del Levante.

A principios del siglo IX d.C, probablemente en el año829, fueron dos comerciantes venecianos, Bruno di

Malamocco y Rustico di Torcello, quienes compraron enEgipto los despojos que se suponían del apóstol Marcos,al cual fue dedicada más tarde la gran basílica homónimade Venecia. En los siglos posteriores numerosos viajeros

en general cruzados o peregrinos, visitaron Egipto,

escribiendo una relación de su viaje, como el venecianoMarin Sanudo Torsillo (1274-1343) que publicó en 1321 elLiber secretorum fidelium Crucis, en el cual había una

descripción de la geografía de Egipto y de susprincipales rutas comerciales, o el paduano Gabriele

Capodilista (1420-1477) que escribió en 1475, suItinerario di Terrasanta.

A la categoría de los “Itinerarios” -libros escritos conintención práctica por peregrinos que habían efectuado el

viaje a Jerusalén o al monte Sinaí, y que sentían eldeseo de dar a conocer sus experiencias- pertenecen

también el Libro d´Oltramare de Niccolo da Poggibonsi, elViazo da Venesia al Sancto Jerusalem et al Monte Sinaí deJustiniano da Rubiera, que conoció más de 60 ediciones, oel Trattato di Terra Santa de Francesco Suriano (1450-1529). Otra referencia importante la constituye la obrade León el Africano (1485-1554), un erudito cristianocuyas andanzas por el norte de África a principios delsiglo XVI y que con el nombre de Historia y descripción

del África, son de gran interés.

Otros textos eran de naturaleza científica como el deProspero Alpino (1553-1616) al cual se debe el primer

estudio científico de la flora y fauna de Egipto. Alpinoque llegó a Egipto en 1582, describió también la ciudadde El Cairo con sus numerosas mezquitas -el viajero

francés Jacques Sieur de Villamont asegura que en 1590eran 22840- y las pirámides de Gizeh, recogiendo susobservaciones científicas en tres importantes obras

tituladas Rerum Aegyptiarum Libri Quatuor, De MedicinaAegyptiorum y De Plantis Aegypti. Otro viajero decididofue el botánico francés Pierre Belon que inspeccionó, en1533, el interior de la pirámide de Khufu y visitó laEsfinge que por esa fecha ya había sido mutilada por el

jeque Mohammed en 1300.

Egipto fue pues identificado con las ciudades y loslugares escritos en estos libros o en las relaciones de

mercaderes y diplomáticos que, sin embargo, no seatrevían a adentrarse al interior del país. De hecho, en

todas estas obras, raras veces hay alusiones a los

vestigios arqueológicos de Egipto, excepto los situadosen las inmediaciones de El Cairo, como las pirámides de

Gizeh y las ruinas de la antigua Menfis -cuyoemplazamiento fue identificado exactamente por primeravez por Sieur de Villemont- y la necrópolis de Sakkara,

donde los turistas de la época iban en busca de souvenirsrepresentados por pequeños objetos antiguos y fragmentos

de momias.

Por otro lado, el diplomático veneciano Giovanni BattistaRamusio, en el primer volumen de su obra Delle

navigationi et Viaggi (1550), recogió una gran parte delos datos procedentes de las relaciones de los grandes

viajes de exploración y de sus conocimientos personales.La obra de Ramusio permitió al cartógrafo Giacomo

Gastaldi publicar en 1584, sobre la base de una ediciónde la Geografía de Claudio Ptolomeo (geógrafo del sigloII d.C, autor de una celebre obra publicada en 1475,

titulada Geographiae libri Octo), las primerasrepresentaciones cartográficas modernas de África y unmapa general de Egipto con detalles del Delta del Nilo.En Ramusio se inspiró también el Atlante náutico de

Battista Agnese de 1554. Un mapa de Egipto, dibujado connotable precisión, fue preparado por el cartógrafo Abramo

Ortelio para su gran atlas titulado Theatrum OrbisTerrarum publicado en 1570.

Los primeros decenios del siglo XVII ven el nacimiento deuna nueva generación de atlas y de mapas en los que se

integran todos los nuevos datos procedentes de lasexploraciones: los holandeses Jan Blau y Olivier Dapper,

y el veneciano Vicenzo Maria Coronelli fueron losexponentes más representativos de esta nueva cartografíaen la cual las representaciones de Egipto y del curso delNilo estaban ya bastante bien definidas. Será necesariosin embargo esperar más de medio siglo aún para tener elprimer mapa moderno de Egipto, realizado por el geógrafo

francés Jean Baptiste Bourguignon d ´Anville.

A partir de la Edad Media un producto, de pretendidaspropiedades medicinales, puso en el punto de mira al

Valle del Nilo, las momias de los antiguos egipcios. Ya

Abdel Latif, en 1203, consignaba “la brea es vendida poruna miseria. Por medio dirham he comprado tres cabezasrepletas de esa sustancia. Esta brea es negra como la

pez. He observado, al exponerla al fuerte calor del sol,que se derrite”. Para el siglo XVI, la caromomia se habíaconvertido en un fármaco de elevado precio. Surgió así un

comercio floreciente de carne humana momificada. Lasustancia medicinal salía de Egipto en forma de momiascompletas o en fragmentos empaquetados en El Cairo y

Alejandría, de donde los mercaderes enviaban la sustanciadesecada a todo el occidente europeo.

Numerosos mercaderes extranjeros comerciaban con momias,porque el beneficio potencial era enorme. Entre ellosdestacan, Johann Helferich de Leipzig en 1565, o JohnSanderson, quien entre 1585 y 1586 compró más de 270

kilos de carne momificada para exportarlos a Inglaterra.Un médico francés, Guy de la Fontaine de Navarre,

investigó el mercado de momias de Alejandría en 1564 yhalló claras muestras de fraude y de utilización de

cadáveres recientes para atender una demanda de caromomiaaparentemente insaciable. Eran muchos los comerciantes

exportadores de la sustancia a los que importaba muy pocola fuente de procedencia de la caromomia. De hecho, les

maravillaba que los cristianos, cuya dieta era tanparticular, fueran capaces de comerse los cuerpos de los

muertos.

Pese a este lúgubre comercio la antigua civilizaciónegipcia seguía siendo prácticamente desconocida para elmundo exterior. A excepción de los obeliscos de Roma yConstantinopla, se veían pocas antigüedades egipcias enEuropa. Unas pocas adquisiciones casuales llegaron de lamano de Pietro Della Valle quien en 1615 visitó Egipto y

compró magnificas momias en Sakkara. Los objetosrecogidos por Della Valle causaron bastante revuelo y

aumentaron el interés por los misterios de losjeroglíficos cuneiformes y egipcios. El serio negocio delcoleccionismo de antigüedades había comenzado en el siglo

XVI, cuando varios cardenales italianos adquirierongrandes colecciones de antigüedades, en las que figuraban

unas cuantas piezas egipcias. Una gran multitud de

personas estudiaba detenidamente las mezclas de objetos yestatuas exóticas que se exhibían en espacios que eran

los antecesores de los museos actuales.

La colección de antigüedades se convirtió en unaactividad muy aceptable y potencialmente lucrativa, tantopara los coleccionistas como para los intermediarios que

las proporcionaban. Los vendedores de curiosidadesestaban más que contentos de poder proporcionar a quienvisitaba Alejandría o El Cairo amuletos, escarabeos,papiros o incluso momias enteras (a cambio de una

gratificación). Aunque los precios pudieran parecerelevados, los objetos adquiridos siempre podían venderse

en Europa y obtener un enorme beneficio.

Los reyes y los nobles franceses fueron probablemente loscoleccionistas de antigüedades más ávidos de los siglosXVII y XVIII. Había grupos especiales de eruditos que

viajaban en su nombre a los países mediterráneos en buscade monedas, manuscritos y todo tipo de antigüedades, comoel padre J. Vansleb que trabajó al servicio de Luis XIV.El deseo de objetos exóticos convirtió a los diplomáticoslocales en coleccionistas apasionados. El coleccionismo

de antigüedades ofrecía la posibilidad de dedicarse a unalucrativa actividad secundaria, especialmente si seaprovechaban los contactos locales forjados en el

servicio diplomático. Uno de estos diplomáticos fueBenoit de Maillet que fue cónsul de Francia en Egiptoentre 1692 y 1708. Mantuvo correspondencia con los

académicos franceses, y desarrolló un plan esquemáticopara la exploración del Antiguo Egipto que un siglo mástarde sirvió de guía a la expedición de Napoleón. Las

antigüedades siguieron interesando a sus sucesores, entrelos cuales cabe citar a Paul Lucas que se convirtió en

agente de Luis XIV y que en 1716 ordenó que se llevase aefecto “el empeño de abrir alguna de las pirámides a finde averiguar de manera detallada todo lo que contienen

este tipo de edificios”. Lucas publicó un libro tituladoVoyage au Levant y a él se debe la primera descripción de

los templos de Armant y Dendera.

Por otro lado el mercado de cadáveres parecía insaciable

y más productivo que la agricultura, la demanda de momiasmantenía a los habitantes de Sakkara más que ocupados enel saqueo de sepulcros. En otros lugares, la destrucciónde templos y pirámides para la obtención de piedras deconstrucción proseguía a buen ritmo. El obispo Richard

Pococke, que visitó Egipto en 1737, observó a tal efecto:“ Todos los días se destrozan estos magníficos restos de

la antigüedad egipcia. Y yo mismo he visto convertiralgunas de las columnas en ruedas de molino”. Pocockepuede ser considerado como el primer auténtico viajero

científico de Egipto. En 1737 partió hacia un largo viajeque duró tres años, y que le llevó primero a Egipto,donde remontó el Nilo hasta Asuan, luego a Palestina,Jerusalén, Baalbek, Siria, Mesopotamia, Sinaí y Grecia.Entre 1743-45 publicó la relación de sus viajes tituladaA Description of the East and some other countries, en 2

vols; el primero dedicado a Egipto. En su libro, porprimera vez, las descripciones de los yacimientosarqueológicos, sistemáticas y completas, estaban

acompañadas por numerosos dibujos, mapas topográficos yplanos que proporcionaban al lector una visión general delos monumentos descritos. Fue el cuarto viajero que logrópenetrar, en la época moderna, en el Valle de los Reyes(1738), donde reveló la presencia de 18 tumbas, de las

cuales 9 eran todavía accesibles. Este es el primer mapaconocido del lugar, que había sido identificado añosantes por el P. Sicard, aunque el Valle aparecia bien

indicado en la obra de Abramo Ortelio de 1595.

Era inevitable que la demanda de antigüedades egipciassuperase a la oferta, así que los precios subieron y un

número creciente de personas comenzó a comprarantigüedades en El Cairo y en las salas de subastas. Deeste modo vio la luz un nuevo y lucrativo negocio. Por

primera vez empezaron a aparecer coleccionistasenteramente dedicados a esa ocupación.

Los países europeos iban constituyendo poco a poco suspropios museos nacionales, lugares en los que almacenaban

tanto su herencia cultural propia como la de otrasnaciones. Uno de ellos fue el Museo Británico establecidoen 1756. Para esa fecha, a algunos visitantes ya se les

había ocurrido que tal vez valiese la pena excavar porcuenta propia en busca de antigüedades. Obtuvieron de las

autoridades turcas permisos para vaciar las tumbas yexcavar alrededor de los templos en busca de

inscripciones y estatuillas.

A principios del siglo XVIII, los viajeros ya conocíanmejor Egipto. Algunos de ellos pasaron largos periodos detiempo en el valle del Nilo vagando de templo en templo yadmirando las inscripciones y los hermosos frescos queresaltaban la espectacular arquitectura de los templosegipcios. El rey Christian VI de Dinamarca estaba taninteresado en Egipto que envió una expedición especialpara recorrer el Nilo y que fue dirigida por Frederick

Lewis Norden (1708-1742) quien se adentró en lasprofundidades del Alto Egipto y escribió su Voyage d´Egypte et de Nubie que gozó de gran éxito. Otros

celebres viajeros fueron Constantin Francois Chasseboeuf,conde de Volney (1757-1820) que pasó cuatro años en

Egipto y Siria y que publicó su Voyage en Egypte et Sirieen 1787 (ilustrado con dibujos de Cassas) y que influyómucho en Napoleón, o el sacerdote jesuita Sicard (1677-

1726) quien en 1717 dibujó la Carta de la Basse Thebaide,a la que hizo seguir, en 1722, un segundo mapa general deEgipto que puede ser considerado como la primera obra de

cartografía científica del país, utilizandosimultáneamente los recursos que obtuvo de los textosantiguos y del recuerdo directo de sus visitas paraidentificar los lugares históricos; fue el primero en

visitar y reconocer Abidos, Edfu, Hermopolis y File, asícomo el segundo que estudió Esna. En total describió conexactitud veinticuatro templos, más de cincuenta tumbas

decoradas y veinte pirámides. Entre 1400 y 1700 se estimaque se realizaron más de doscientos viajes a Egipto ySudán. Se conocía la ruta que siguió Félix Labri en el

Sinaí en 1422; la del franciscano Theodore Krump y la delDr. Poncet, de 1698 a 1710 del Delta a Gondar (Etiopia),y de Jean Thevenot, que publicó su viaje en 1655, o del

escocés James Bruce entre Gondar y Asuan entre 1771-72 yque había explorado la tumba de Ramses III en 1769.

-Napoleón y el descubrimiento del Antiguo Egipto. LaDescription de l´Egypte-

A finales del siglo XVIII, Europa y Estados Unidosempezaban a sentir los efectos de la acelerada innovacióntecnológica. El descubrimiento de la máquina de vapor y

la utilización del carbón estaban transformando laproducción industrial. Sin embargo, Egipto seguía siendo

un oscuro y semiolvidado país de la periferia delMediterráneo. Gobernado nominalmente por el sultán turcode Constantinopla, se hallaba controlado en la prácticapor los mamelucos. En árabe, mamluk significa “hombrecomprado”, pero en realidad, aunque a los mamelucos loscompraban como esclavos cuando eran niños, generalmenteen el Cáucaso, se los preparaba para ser guerreros y seconvertían automáticamente en hombres libres al recibirun destino militar. En 1250 habían conquistado Egipto y

habían reinado en él hasta 1517 cuando el país seconvirtió en provincia del Imperio Otomano. Los mamelucos

formaban la auténtica aristocracia de Egipto y vivíanlujosamente gracias a los impuestos arrancados al resto

de la población. Bandas de mamelucos dirigidas porcaudillos locales, llamados beys, aterrorizaban al país y

de vez en cuando hacían la guerra al ejercitoturcootomano. En la época de la invasión de Napoleón, losdos beys principales que gobernaban en nombre del sultán

eran Ibrahim bey y Murad bey.

Sin embargo, incluso en el siglo XVIII, Egipto erarespetado por sus originales contribuciones a lacivilización y por la gran antigüedad de sus

instituciones. Además, su posición geográfica tenía unaimportancia clave, ya que controlar Egipto significaba

una amenaza para las transitadas rutas terrestres que sedirigían a las ricas posesiones británicas de la India.

El interés de Francia en Egipto se había acrecentadodesde la década de 1770. En París, muchos funcionarios

del gobierno creían que Egipto tenía un tremendopotencial comercial y temían que los británicos sehicieran con el control del Valle del Nilo, de gran

importancia estratégica. Los franceses tardaron muchotiempo en contemplar la posibilidad de adoptar algún tipode iniciativa política, en parte debido a levantamientosinternos pero también por motivos económicos. Una vezcompletada la conquista de Italia en 1797 (Tratado de

Campoformio), Napoleón, por entonces un ambiciosogeneral, puso sus ojos en Egipto. En abril de 1798,Napoleón recibió autorización para organizar una

expedición para apoderarse de Malta y Egipto y construirun canal en el istmo de Suez. El 19 de mayo de 1798

partió de Tolon con una flota de 13 barcos de guerra, 6fragatas, 1 corbeta, 35 naves más pequeñas, 300 buques detransporte con 10000 marineros y 35000 soldados además de

personal civil, entre las que se encontraban unas 300mujeres, entre ellas Pauline Faures, conocida por la

tropa como “Cleopatra”.

Entre la tripulación civil se encontraba un grupo de 167científicos y técnicos, 150 de ellos pertenecientes al

Instituto Nacional y a los que se les había invitado a unviaje por el trópico sin especificarles exactamente el

contenido de dicho viaje. Este grupo de sabios constituíala denominada Comisión Científica y Artística que losmilitares llamaban “los asnos”. La Comisión se habíaconstituido por iniciativa de Napoleón ayudado por

influyentes políticos, y constaba de artistas, agrónomos,botánicos, químicos, ingenieros, músicos y un maestro

impresor, su edad promedio era de 25 años. Entre ellos seencontraban personajes como Claude-Louis Berthollet

(físico y químico), Jean-Michel de Venture(orientalista), Etienne Geoffrey Saint-Hilaire (zoólogo),

Gaspard Monge (matemático y químico), Edme-FrancoisJomard (ingeniero y geógrafo), Francois Auguste ParsevalGrandmaison o Dominique Vivant Denon, pintor y grabador,muy relacionado con las anteriores cortes francesas dondellegó a ser favorito de Madame de Pompadour y autor, a suvuelta de Egipto, de una obra, Voyages dans la Basse etHaute Egipte ( 2 vols. 1802) con 141 planchas y dedicadaa Napoleón que tuvo un éxito resonante (40 ediciones) yes uno de los clásicos de la egiptología. Denon realizó

para la Comisión más de 1000 dibujos y grabados.

El trabajo de la comisión fue el resultado más duraderode una de las campañas militares de Napoleón que menoréxito lograron. Sus miembros completaron una inmensa

cantidad de investigaciones científicas en veinte mesesde trabajo. Estaban bien preparados porque además habíantraído de Francia una biblioteca de más de 500 volúmenes,gran cantidad de aparatos científicos e instrumentos de

medición, así como varias imprentas con caracteresarábigos, griegos y de otro tipo. Desgraciadamente, mucho

de este material se perdería durante la batalla deAbukir.

La Comisión comenzó sus labores poco después de queNapoleón llegara a El Cairo el 21 de julio de 1798.

Napoleón tomó inmediatamente medidas para establecer elInstituto de Egipto en la capital (22 de agosto de 1798),cuya sede era un elegante palacio mameluco situado en el

suburbio de Nasriya y rodeado de un complejo deedificios. Allí había salas de reuniones, laboratorioquímico, biblioteca, observatorio, imprenta, jardineszoológicos y botánicos, terrenos para experimentosagrícolas, talleres y un pequeño museo de historia

natural. Los miembros del Instituto vivían enhabitaciones del palacio y en algunas de las casas que lerodeaban, y celebraban las reuniones oficiales en lo que

había sido el harén; en los jardines había reunionesinformales todas las tardes.

Los propósitos del Instituto eran muy amplios: lainvestigación, estudio y publicación de datos sobre lanaturaleza, la industria y la historia de Egipto, y la

difusión del conocimiento así obtenido, además deproporcionar información a la autoridad ocupante. Desde

el principio, el Instituto adoptó un enfoquemultidisciplinar de los problemas que se presentaban, ycon el tiempo fue responsable de la construcción de

hospitales, planes de riego, sistemas de alcantarillado,recintos de cuarentena para combatir las enfermedadesinfecciosas y una red postal. También se involucraron afondo en la administración de Egipto, bien interviniendoen comités y en comisiones médicas, bien respondiendo alas innumerables preguntas prácticas que les planteaban

Napoleón y sus generales. El propio Napoleón mostró uninterés resuelto en sus actividades y asistió a muchas desus reuniones periódicas . Se inició así un periodo devarios meses presidido por una actividad científica

asombrosamente prolífica y fructífera. Los científicos,procedentes de disciplinas académicas totalmente

diferentes, trabajaban juntos en armonía, unidos por unafascinación común por un país nuevo y prácticamente

desconocido.

Los científicos recorrían el país a lo largo y ancho,llegando Nilo arriba hasta la 1ª catarata, viajaban con

el ejército, dormían sin ninguna comodidad a cieloabierto, a veces luchaban junto a la infantería

soportando duras caminatas a través de un terrenodesértico y salvaje, veinticinco de aquellos sabios

morirían durante la campaña. Desarrollaron nuevos tiposde bombas de agua, publicaron un periódico para lastropas que circulaba cada diez días, presidieron lostribunales y confeccionaron lápices con balas de plomo

reducidas. Pocas expediciones científicas han dejado eselegado, y menos aún en los campos de la egiptología y lageografía. Los cartógrafos de la comisión confeccionaron

el primer mapa detallado de Egipto.

La expedición de Napoleón a Egipto estaba condenada desdeel comienzo al fracaso militar, en gran parte debido a lafragilidad de sus comunicaciones por mar; aunque empezócon grandes éxitos como la toma de Alejandría y El Cairo(batalla de las Pirámides, aunque ocurrió en Imbaba a 16kilómetros de Gizeh), la flota francesa sucumbió ante labritánica al mando del almirante Horatio Nelson en labatalla naval de Abukir el 1 agosto de 1798. La campañase mantuvo vacilante durante un año más con una segundabatalla de Abukir (25 de julio de 1799) esta vez ganadapor Napoleón. Una fuerza expedicionaria al mando del

general Desaix recorrió el Alto Egipto, pero sus soldadosse vieron azotados por la miseria, el hambre y las

enfermedades. Al final, el 19 de agosto de 1799, Napoleóntuvo que abandonar a su ejército y salir de Egipto parahacer frente a una serie de problemas urgentes que sehabían producido en Francia. Dejó el mando del ejército

de Oriente al general Kleber, que hizo frentevictoriosamente a la segunda insurrección egipcia en labatalla de Heliopolis. Desgraciadamente Kleber muereasesinado a manos de un fanático sirio y el mismo díamuere también, en la batalla de Marengo, el general

Desaix. Perdidos los dos mejores generales del ejercitofrancés, el mando recae sobre el incompetente general

Menou (de quien dijo el general Lanusse “ un hombre comovos no hubiera debido mandar jamás los ejércitos

franceses. Sólo sois valiente para dirigir las cocinas dela República”). Menou resulta derrotado por los inglesesen la batalla de Canopo en 1801. El ejército francés se

rindió a los británicos en junio de ese mismo año(primero el general Belliard) y después Menou el 30 deagosto, la expedición francesa de Napoleón a Egipto

terminó. El subsiguiente Tratado de Alejandría garantizóun salvoconducto para que los científicos regresaran aFrancia. Ya desterrado en Santa Helena, Napoleon en susMemorias se refirió a la expedición a Egipto con estas

palabras: “La gloria de las armas asociada aldescubrimiento científico, esto fue la expedición a

Egipto”.

Tras regresar a Europa las noticias sobre los trabajos dela Comisión se difundieron rápidamente. Denon volvió aParís donde fue recibido con entusiasmo. Fue nombradoprimer director del Museo Napoleón, posteriormenterebautizado como Museo del Louvre, fundando las

colecciones egipcias de este museo. Por su parte,Napoleón, nombró dos comisiones para compilar toda lainformación obtenida en la expedición. El resultado fueun monumento de investigación interdisciplinar que fue

pionero en su género. Durante años, los supervivientes dela expedición trabajaron en una obra de arte, la

Descripción de l´Egypte, en veintidós volúmenes. LaDescription es una obra prodigiosa desde todos los puntosde vista. Tardó 18 años en realizarse. El primero de losveintidós volúmenes apareció en 1809, el último en 1828

gracias en parte a la labor de Edme Jomard. Nuevevolúmenes de texto in folio, más de 7000 páginas,

completados por diez tomos de planchas, cada uno medía70x54 centímetros, y otros tres que medían 108x70,2

centímetros y que formaban un gran atlas topográfico. Latirada de la 1ª edición fue de 1000 ejemplares, de los

cuales 200 formaban parte de la llamada “ ediciónimperial”, reservada a los soberanos europeos y a las

personalidades más importantes de la época. Losejemplares de la 1ª edición se agotaron rápidamente y eleditor Panckoucke publicó entre los años 1821 y 1829 unasegunda edición “económica” de formato mucho más pequeño,en 27 volúmenes estampados en 8º, y acompañada por unareedición de las planchas, lo cual contribuyó aún más ala difusión de la obra. Esta 2ª edición fue dedicada al

rey Luis XVIII.

Las suntuosas y magníficamente ilustradas paginas de laDescription (897 planchas de las cuales 60 en color y más

de 3000 grabados elaborados por doscientos artistas)causaron sensación en los círculos culturales y

académicos europeos. Describían los tesoros del antiguoEgipto con una precisión y una intensidad nunca vistas.Los delicados colores y líneas de las policromías e

inscripciones habían sido ejecutados de forma brillanteen un formato de gran tamaño que hacía que todos los

pequeños detalles quedasen resaltados. Los enseres, losjeroglíficos, los templos y el paisaje de Egipto sesalían literalmente de las páginas. Las gigantescas

dimensiones de la Description se hallaban evidentemente,en relación con la increíble masa de datos recopilados

por los científicos napoleónicos, que no solamente habíandibujado los monumentos, sino que los habían analizadocon método científico, midiéndolos con exactitud para

poder obtener levantamientos y secciones correspondientesa la realidad. Cuando fue necesario, los ingenieros y

topografos recurrieron a cometas, utilizadas por ejemploen Alejandría para medir la altura exacta de la Columnade Pompeyo y de la “Aguja de Cleopatra” y el ingeniero

Conté proyectó e hizo construir incluso una sondaespecial para poder recoger información sobre las

estructuras todavía sepultadas bajo la arena.

Las investigaciones no se limitaron tan sólo a laarqueología: los naturalistas examinaron la fauna del

país, capturaron y clasificaron los distintos géneros de

peces del Nilo, recogieron muestras de flores, arbustos yplantas, analizaron las rocas y los minerales. Cadarincón de Egipto fue tomado en consideración, y los

científicos exploraron el desierto arábigo y estudiaronla topografía del istmo de Suez, se aventuraron en el

desierto del Sinaí y más allá de la 1ª catarata.

La Description se dividió en tres secciones: la primeraestaba dedicada a la antigüedad, y por sí misma ocupabacasi la mitad de toda la obra (4 volúmenes de texto y 5de planchas), la segunda y la tercera estaban dedicadas

respectivamente al Estado moderno y a la historia natural(en total 5 volúmenes de texto y 5 de planchas).

Es difícil que nosotros, que vivimos en un mundo decomunicaciones instantáneas y de sencilla familiaridad

con las pirámides y los antiguos egipcios, podamoscomprender el tremendo impacto de la Description. Loscientíficos revelaron una antiquísima civilizaciónfloreciente y deslumbrante cuyos monumentos habían

logrado superar la prueba de miles de años de guerras yabandono.

El conocimiento obtenido gracias al trabajo realizado porla Comisión fue muy significativo ya que la labor de los

franceses parecía tan exacto y se había publicado deforma tan hermosa que el gran público logró apreciar elextraordinario alcance y calidad de las antigüedades delNilo. La expedición francesa y sus publicaciones actuaroncomo un catalizador para ulteriores estudios del antiguoEgipto y para el desciframiento de los jeroglíficos. LaDescription alimentó asimismo una pugna enfebrecida porobtener antigüedades egipcias, un furor desatado tambiénpor el entusiasmo popular que suscitaba lo exótico, así

como por la creciente familiaridad con la que seacercaban a las cosas egipcias los soldados y los

diplomáticos. Fue el inicio de un nuevo capítulo de lahistoria reciente de este país, que se convirtió en el

teatro de una auténtica guerra librada entre lasprincipales naciones no sólo para asegurarse la hegemonía

sobre Oriente, sino también para reunir aquellascolecciones de antigüedades que permitieron la formación

de los grandes museos egiptológicos europeos. Laegiptomanía se apoderó rápidamente de toda Europa

occidental. Muchos estudiosos, viendo una oportunidad deadquirir fama duradera y tal vez fortuna, emprendieron labúsqueda de la clave para comprender aquella fascinantecultura en aquellos símbolos extraños que nadie habíapodido aún traducir, una búsqueda que iba a provocar

rivalidades y amargos resentimientos durante muchos años.

-Jean Francois Champollion y el desciframiento delsistema jeroglífico-

El mayor descubrimiento de la Comisión no llegó comoconsecuencia del trabajo de ninguno de sus componentes,sino que fue un hallazgo accidental realizado por unsoldado llamado D´Hautpoul, miembro de un pelotón querealizaba los trabajos de construcción de las defensas

costeras ubicadas en el fuerte de Saint Julien, justo alnorte de la ciudad de Roseta (El Rashid), en el Delta delNilo durante 1799. Se trataba de una losa de granito de1,44 metros de alto y 91 de ancho con un peso de 700kilos. Su superior, el teniente de ingenieros PierreBouchard, informó a sus superiores y estos a su vez al

Instituto. Los miembros de esta institución, reunidos, sedieron cuenta inmediatamente de que la piedra de Roseta

podía constituir la clave para descifrar los jeroglíficosegipcios. Sobre la piedra estaban inscritas tresversiones de un mismo decreto: una en jeroglíficos

formales, la segunda en demótico y la tercera en griego.La propia inscripción estaba fechada el 27 de marzo delaño 196 a.C. El texto conmemoraba el aniversario de lasucesión al trono del faraón Ptolomeo V, así como unaacción de gracias por los beneficios hechos al país por

parte del rey. La inscripción misma proporcionabainstrucciones explícitas: “Deberán redactar el decretosobre una estela de piedra dura con la escritura de lapalabra de dios, la escritura de los documentos, y laescritura de los jonios, y colocarla en los templos de

máxima categoría, en los templos de segunda categoría yen los templos de tercera categoría, cerca de la divinaimagen del faraón, que vive por siempre”. Después de la

victoria de Abukir, la piedra pasó a poder de losbritánicos como botín de guerra, se llevó primero a laSociedad de Anticuarios de Londres y después al Museo

Británico donde se halla actualmente.

Egipto, tierra mítica considerada como el lugar de origendel saber y de las ciencias humanas, había fascinadotambién a los estudiosos del Renacimiento, atraídos porel halo de misterio que lo rodeaba y que la incapacidadde dar ni siquiera el menor significado a la escriturajeroglífica contribuía a aumentar. El hermetismo y la

idea de un saber secreto transmitido exclusivamente a losiniciados, conectado a menudo con la más antiguatradición alquímica, impregnaban todo el mundorenacentista. Obeliscos, hallazgos egipcios con

jeroglíficos e incluso objetos romanos como la célebreMensa Isiaca, una tablilla de bronce con incrustaciones

de plata que se remonta al siglo I d.C, hoy conservada enel Museo Egipcio de Turín, situaban constantemente aEgipto y a la escritura jeroglífica en el centro de la

atención de los estudiosos de este periodo.

El interés por los jeroglíficos, que eran interpretadosde forma alegórica, con la idea de que encerraban unprofundo significado místico, se vio reavivada por el

descubrimiento de dos manuscritos. El primero, hallado enMacedonia en 1647, contenía el llamado Corpus Hermeticum,

una colección de textos de tipo místico y esotéricoatribuidos a un autor ficticio llamado Hermes

Trismegisto, depositario, según la tradición, del saberdel antiguo Egipto. La obra de Hermes Trismegisto fuetraducida del griego por Marsilio Ficino y contribuyóenormemente a la teoría de la interpretación mística delos jeroglíficos. El segundo fue adquirido en Grecia porun religioso florentino a principios del siglo XV (1419)

y contenía la obra de Horapollo Niloo, estudiosoalejandrino que vivió en el siglo V d.C, tituladaHieroglyphica, escrita originalmente en copto y

posteriormente traducida al griego. Constaba de 189

secciones, cada una de las cuales estaba dedicada a unjeroglífico en particular. Horapollo conocía el

significado y la transcripción de cerca de una treintenade signos, pero no la estructura y el mecanismo de laescritura jeroglífica, e incluso inventó jeroglíficos

espurios. Pese a esto, su obra publicada en 1505, tuvo unéxito tal que se efectuaron treinta ediciones sucesivas,e influenciaría a numerosos humanistas que intentaron, asu vez, descifrar la escritura jeroglífica, entre ellos

Pierus Valerianus que escribió su obra tituladaHieroglyphica sive De Sacris Aegyptiorum literis

commentarii (1556) de contenido francamente fantasioso.

Entre 1582 y 1589 se emplazaron en nuevos lugares o sevolvieron a erigir en Roma seis obeliscos egipcios, todos

ellos cubiertos por elaboradas inscripcionesjeroglíficas. En 1666, el jesuita alemán Athanasius

Kircher (1601-1680) recibió el encargo de publicar unainscripción jeroglífica tallada sobre un obelisco situadoen la plaza romana de Minerva, levantado allí por ordendel papa Alejandro VII, y que fue originalmente erigido

en Sais y datado en la XXVI dinastía. Kircher fueprofesor de filosofía, matemáticas y lenguas orientalesen Wurzburg, y nombrado profesor de matemáticas del

Colegio Romano en 1635. Dedicó gran parte de su vida alas investigaciones arqueológicas y al estudio de losjeroglíficos y de la lengua copta, temas que fueronobjeto de su obra Prodomus Coptos sive Aegyptiacus.

Precedentemente, Kircher había contribuido a lapublicación de un diccionario árabe-copto adquirido porel gran viajero y humanista Pietro Della Valle, al cual

añadió la traducción en latín. En 1643 Kircher publicó elensayo titulado Lingua Aegyptiaca Restituta, en el cual,

aún reconociendo con justicia el copto como últimoestadio de la antigua lengua egipcia, atribuía todavía a

los jeroglíficos un valor puramente simbólico y unsignificado hermético e iniciático propio de su época.

Un texto estudiado por Kircher decía así: “ durables sonlos aspectos que adopta el dios Ra, el amado de Ra”,

Kircher lo tradujo de esta manera: “ la ciudadela celestede los planetas está a salvo de toda desdicha, gracias a

la protección del difunto Osiris, el Agatodemon húmedo…”.Entre 1652-54, publicó el celebre Oedipus Aegyptiacus, encuatro volúmenes, considerado todavía hoy como la obra

que más contribuyó al conocimiento de la antigüedad hastala publicación del Voyage de Denon y la Description de

l`Egypte.

Pero fue en la década de 1790, cuando un académico danés,Jorgen Zoega (1755-1809) planteó la hipótesis de que lossignos podrían ser en realidad, fonemas, lo que supuso un

importante paso para su desciframiento. Bernard deMontfaucon (1655-1741) fue quizá más visionario con suAntiquite expliqee (1719), convertida en acicate de losestudios arqueológicos egipcios al declarar que losjeroglíficos sólo podrían ser descifrados cuando se

dispusieran “inscripciones de egipcio antiguo traducidasal griego”. Fue una premonición del hallazgo posterior de

la piedra de Roseta.

El descubrimiento de la Piedra de Roseta alteró elescenario de forma radical. Los sabios de la Comisión

supieron desde el principio que esta inscripción daría laclave para descifrar los jeroglíficos. Varias copias encera de la piedra circularon ampliamente por Europa. Sinembargo, los estudiosos no lograban aclarar el sentido delas “imágenes simbólicas” de la escritura. Lo que hacíanera tratar de traducirlas como ideas individuales en vezde cómo sonidos, lo que suponía un enfoque totalmente

erróneo. Al mismo tiempo seguían la hipótesis, correcta,de que las inscripciones demóticas eran una variante

alfabética de la escritura formal.

Si esta teoría era correcta, entonces era evidente que lavía para penetrar el secreto era el demótico. Académicos

como Sylvestre de Sacy y Johan Akerblad, trataron deresolver el enigma del alfabeto demótico, con resultadospoco convincentes. Aquí entra en escena Thomas Young, unfisiólogo británico, que se interesó por un papiro que lehabían mostrado un amigo. En 1814 obtuvo una copia de lainscripción de la Piedra de Roseta y comenzó a compararel demótico con la escritura jeroglífica, observando el

gran parecido entre algunos símbolos demóticos y suscorrespondientes jeroglíficos. Young llegó a la

conclusión de que la escritura demótica era una mezcla designos alfabéticos y símbolos jeroglíficos. Los sabios de

la Comisión habían sugerido que, en los escritosegipcios, los nombres de los reyes aparecían inscritos enel interior de unos óvalos. La inscripción de la Piedra

de Roseta tenia 6 de esos cartuchos, y todos elloscontenían el nombre de Ptolomeo, un nombre que, segúnYoung, estaba escrito de forma alfabética. Mediante el

cotejo de los jeroglíficos con las letras de latranscripción griega de Ptolomeo, Young asignó valores

fonéticos a varios símbolos. Muchos de ellos erancorrectos, en total 86. Pero después hizo una suposiciónerrónea: que el resto de los jeroglíficos utilizados enla escritura de la lengua egipcia no tenían un carácterfonético. Por consiguiente, nunca logró descifrar por

completo los signos.

El principal rival de Young era el francés J. F.Champollion nacido en Figeac el 23 de diciembre de 1790.Al cumplir los 17 años, Champollion conocía el hebreo,árabe, sanscrito, persa, inglés, alemán e italiano,además del copto, pues creía que el lenguaje de los

cristianos egipcios podría haber conservado parte de lapronunciación del egipcio antiguo. En 1807, Champollion y

su hermano Jacques Joseph, viajaron a París, donde J.Francois estudió con de Sacy, trabajó para la Comisión

que compilaba la Descripción y recibió clases de lengua,sumergiéndose en el estudio de todos los textos coptos

que logró hallar, suponiendo que las letras del alfabetocopto se correspondían con las del egipcio antiguo. Más

tarde comprendió que estaba en un error. El copto era unaevolución tardía del egipcio antiguo, y los jeroglíficosno eran un simple alfabeto. También centró su atención en

la piedra de Roseta.

En el plazo de unos pocos meses, Champollion utilizó susconocimientos del copto y la inscripción griega paradesentrañar el valor de unas cuantas letras demóticas.Sus hallazgos coincidían con los del estudioso suecoJohan Akerblad, publicados varios años antes. Tras dos

años de estudios infructuosos, siguió trabajando en losjeroglíficos, ya en la ciudad de Grenoble.

En 1819, la Enciclopedia Británica, publicó un largoarticulo de T. Young sobre el Antiguo Egipto en el que el

autor resumía sus propios esfuerzos por alcanzar unainterpretación de los jeroglíficos. Llegaba a laconclusión de que había tres escrituras egipcias

consecutivas, y terminaba su artículo con lo que llamabalos “Rudimentos de un vocabulario jeroglífico”, untrabajo que proporcionaba cierta información sobre

sonidos y frases, así como una lista de monumentos. Elvocabulario mostraba que el nombre de Ptolomeo aparecíaen seis ocasiones en la inscripción demótica. En esa

época, Young había logrado muchas más cosas queChampollion y parecía ir muy por delante en la carrera

por lograr el desciframiento.

Champollion rebatió el parecer de Young, que sostenía quelos jeroglíficos eran una escritura alfabética. El 23 de

diciembre de 1821, Champollion decidió realizar unanálisis numérico de los textos de la piedra de Roseta.Descubrió que 1149 signos jeroglíficos mostraban unarelación de paralelismo con 486 palabras del texto

griego. No podía establecer una relación numérica entrelos textos con caracteres griegos y los jeroglíficos, yes le hizo comprender que los jeroglíficos tenían, al

menos en parte, un carácter fonético, y que eran bastantemás complejos de lo que se había pensado anteriormente.

Trató de transliterar los textos demóticos más modernos ypasarlos a la más antigua escritura hierática, y

convertir después el resultado en jeroglíficos, aunqueseguía siendo incapaz de entenderlos. Las

transliteraciones le permitieron un primer vislumbre delmodo en que operaban las inscripciones y su relación

mutua.

Ciertos papiros griegos procedentes de Abidos lepermitieron identificar un cartucho ptolemaico y tal vezel de Cleopatra. Champollion convirtió este texto en una

hipotética versión jeroglífica. Cuando observó unalitografía del obelisco de File con sus cartuchos de

Cleopatra, Champollion comprendió que la solución estabacerca. El 14 de septiembre de 1822, Champollion recibió

una replica de los jeroglíficos del templo de Abu Simbel.Se volcó en el estudio pormenorizado de los cartuchos, en

los que enseguida identificó el nombre de Ramses yposteriormente el de Tutmes. Sabía que la palabra copta

para designar el sol era Re o Ra, que también era elnombre del dios del sol en el Antiguo Egipto. Desde sus

primeros trabajos sabía que los dos últimos signos II, setransliteraban como “s” en los nombres ptolemaicos oromanos, y aplicando esto a este cartucho se obtenía

“Ra..ss”, de igual manera trabajó con otro cartucho delque pudo aislar los términos “Dyehut..ss”, el significadodel otro símbolo le llegó también del copto, el término

“mese” dar a luz. El resultado fue la lectura “Rameses” y“Tutmes” respectivamente. Estos cartuchos leproporcionaron el principio fundamental de los

jeroglíficos, “una escritura que a veces es figurativa,simbólica y fonética en el mismo texto o frase, y yo

diría que casi en la misma palabra”.

Por tanto, Champollion desarrolló un métododesciframiento basado en tres presupuestos fundamentales:1º la lengua copta representaba el último estadio de lalengua egipcia antigua. 2º los jeroglíficos tenían unvalor mixto tanto videográfico como fonético. 3º losjeroglíficos encerrados en los cartuchos transcribían

fonéticamente los nombres de los reyes.

Pocos días después volvía a trabajar de firme en sucelebre “Carta al Sr. Dacier, secretario perpetuo de la

Real Academia de Inscripciones y Bellas Letras(Literatura), relativa al alfabeto de los jeroglíficos

fonéticos”, publicada a finales de octubre de 1822, en laque anunciaba su descubrimiento. El desciframiento sevolvía cada vez más fácil mediante la utilización de unmétodo por el que transliteraba el texto al copto ydespués al francés. En 1824 publicó su “Compendio delsistema jeroglífico de los antiguos egipcios” en el que

se ocupaba de forma más pormenorizaba que en su Carta. Enel Compendio había explicaciones de los signos

jeroglíficos, debates sobre los puntos de acuerdo y

desacuerdo con T. Young, y disertaciones sobre losnombres de los reyes, los títulos reales y los diferentes

tipos de escritura egipcia.

Champollion viajó a Italia para catalogar en Turín lacolección Drovetti; trabajó en los papiros de esa

colección y comparó el Canon Real de Turín con su listade reyes egipcios. Champollion se convirtió en una

celebridad y en primer conservador de la sección egipciadel museo del Louvre. En 1828, sus influyentes

partidarios convencieron al rey de Francia de que apoyaseuna expedición conjunta franco-toscana dirigida por

Champollion y auspiciada por el monarca francés y el granduque de Toscana y que esperaba obtener una última y

definitiva confirmación de la validez del nuevo método dedesciframiento. En 1828, Champollion, el italiano

Ippolito Rosellini (nacido en Pisa en 1800, graduado enTeología, había estudiado lenguas orientales en Bolonia

con Giuseppe Mezzofanti y nombrado posteriormenteprofesor de esta disciplina. En 1827 se trasladó un año aParís para poder perfeccionar el aprendizaje del métodopropuesto por Champollion, del encuentro de los dos

lingüistas nació la idea de una expedición conjunta) yotros doce eruditos, entre quienes figuraban artistas,dibujantes y arquitectos como Alexandro Ricci, GiuseppeAgnelelli, Nestor L`Hote, Salvatore Cherubini, Alexandre

Duchesne, Albert Bertin, Pierre Lehoux, CharlesLenormant, Antoine Bibent, Gaetano Rosellini, Giuseppe Ra

ddi y Gaetano Galastri, desembarcaron en Alejandría.

La expedición fue un viaje triunfal que duró un año, del18 de agosto de 1828 al 25 de septiembre de 1829, por

primera vez podían leer las inscripciones de los grandestemplos y comprender el significado de algunos de losmonumentos más antiguos del mundo. La expedición viajó

río arriba en dos barcos llamados Isis y Hathor,navegando hata la 1ª catarata, y más tarde hasta Nubiapara alcanzar la 2ª catarata. En su camino hacia el surhabían visitado Menfis y Sakkara, las pirámides de Gizehy las tumbas de Beni-Hassan. Después de visitar Dendera,que les llenó de entusiasmo, viajaron a Tebas; al finalllegaron hasta Wadi Halfa. Visitaron Abu Simbel (1829)

donde se realizaron copias de los textos del interior deltemplo que tardaron 13 días en realizar, trabajando a 52ºde temperatura. Tras pasar 6 días en File, se dirigieronal Valle de los Reyes, donde se instalaron en la tumba deRamses IV. La expedición tomó notas de las policromías e

inscripciones de las 16 tumbas reales accesibles ycontribuyó a la destrucción al eliminar en la tumba deSeti I algunas zonas de yeso que estaban decoradas en

forma de friso. Prosiguieron los trabajos de inspección ycopiado durante más de cuatro meses extendiendo su radio

de acción a Gurna y al templo de Medinet Habu.

Después de una breve estancia en Tebas, los barcosaprovecharon la crecida para llegar a El Cairo y

Alejandría. En enero de 1830, Champollion con 39 años,regresó a París, donde se vio perseguido por su malasalud. Murió de un ataque fulminante el 4 de marzo de1832. Su hermano publicó póstumamente su diccionario dejeroglíficos entre 1841 y 1844. Por su parte, Rosellini

publicó su obra Monumenti dell`Egitto e della Nubia, quese empezó a publicar en 1832, en los cuatro años

siguientes se publicaron 8 volúmenes en 8º y 2 volúmenesin folio que formaban un atlas, a los cuales se añadieronen 1844, un noveno volumen en 8º y un tercer volumen del

atlas, publicados póstumamente un año después. Los 9volúmenes de texto comprendían 3300 páginas y 500

acuarelas, mientras que el atlas estaban formados por 390grandes planchas. En lo que respecta a Champollion, dio ala imprenta, entre 1835 y 1847, su “edición de la obra,

que apareció en 4 volúmenes con el título de Monuments del`Egypte et de la Nubie….” a la que siguieron las Noticesdescriptives… en 2 volúmenes en 4º, en las cuales fueronretomadas en gran parte las planchas y los dibujos ya

publicados por Rosellini.

El obelisco que una vez se levantó frente al templo deLuxor y hoy se halla en la Plaza de la Concordia de

Paris, fue llevado a Francia por petición de Champolliona Mohammed Ali, fue izado el 25 de octubre de 1836 en

presencia del rey de Francia y 200.000 espectadores. Otroobelisco, este en el cementerio parisino del Pere

Lachaise, se levanta sobre la tumba del considerado

“padre de la egiptología”.

En el periodo comprendido entre el descubrimiento de lasbases del sistema jeroglífico y la muerte de Champollion,

se realizaron en Egipto importantes hallazgosarqueológicos entre los que debemos destacar los

siguientes:

El coloso de Ramses II: Descubrimiento/excavación:Giovanni Battista Caviglia en 1820. Emplazamiento: templode Ptah en Menfis. Periodo: Reino Nuevo, dinastía XIX,

reinado de Ramses II, s. XIII a.C. En 1820, Caviglia porencargo de Henry Salt, halló la colosal estatua de RamsesII, que estaría originalmente colocada en la entrada surdel gran templo de Ptah, una estatua de más de 11 metros

de altura y un peso aproximado de 100 toneladas.

Las tumbas de los dos Mentuhotep:Descubrimiento/excavación: Giuseppe Pasalacqua en 1822-25. Emplazamiento: Tebas (Dra Abu´l Naga). Periodo:Segundo Periodo Intermedio, dinastía XVII, h.1600,

reinado de Dyehuty. La tumba de la reina Mentuhotep,esposa del rey Dyehuty, contenía la momia de la reinadentro de un enorme ataúd, este a su vez tenía una

inscripción hierática, de 10 columnas, que contenía lostextos más antiguos del Libro de los Muertos; tanto lamomia como el sarcófago están hoy día perdidos. La otratumba pertenecía a un administrador de nombre tambiénMentuhotep y en ella se hallaron un sarcófago de grantamaño, figuras de madera, maquetas de barcos y otrosobjetos, fue una de las primeras tumbas halladas en

Tebas.

La tumba del general Dyehuty: Descubrimiento/excavación:Bernardino Drovetti en 1824. Emplazamiento: Sakkara.

Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, reinado de TutmesIII, s. XV a.C. Dyehuty, fue el general egipcio que

participó en la toma de la ciudad de Joppa. En el momentodel descubrimiento se halló en la tumba, una momiarecubierta de oro, jarras de calcita, ungüentarios,

cuencos, anillos y brazaletes de oro, 1 daga de bronce,paletas de escriba, etc. Desgraciadamente Drovetti,

dispersó el contenido de la tumba (actualmente una partede este contenido se puede ver en Florencia, Leiden,

Liverpool, el Museo Británico, el Louvre, entre otros),la ubicación de la tumba se ha perdido.

La tumba de Nubkheperre Antef: Descubrimiento/excavación:población local egipcia en 1827. Emplazamiento: Tebas(Dra Abu´l Naga). Periodo: Segundo Periodo Intermedio,dinastía XVII, s. XVII a.C. Esta tumba, intacta hasta1827, fue saqueada por sus descubridores, en ella sehallaron un sarcófago con una momia ricamente adornadacon diadema de plata y dos arcos junto al cuerpo. El

sarcófago está hoy en el Museo Británico.

El tesoro de Ferlini : Descubrimiento/excavación:Giuseppe Ferlini y Antonio Stefani en 1834.

Emplazamiento: Meroe (cementerio norte, pirámide 6).Periodo: finales del siglo I a.C. Ferlini era un médicoitaliano al servicio del ejército egipcio en Sudán. En1834 se propuso excavar -demoler más bien- las pequeñaspirámides del cementerio con el fin de encontrar objetos

de valor. Al no tener éxito fijó su atención en losmonumentos de mayor tamaño -la pirámide de la KandakeAmanisakheto- de 27 metros de altura. Allí encontraron

las joyas de la reina, amuletos, cajas, pequeños ídolos,anillos, brazaletes y collares. Muchos de estos objetosse encuentran en Munich y Berlín. Este descubrimiento

produjo el saqueo de un número importante de pirámides enbusca de tesoros.

-Giovanni B. Belzoni y el nacimiento de las grandescolecciones europeas-

Los pendencieros ladrones de tumbas acudían en busca defama, y lo que es más importante, de fortuna. El antiguo

Egipto pagó un alto precio por esta situación dedesorden. La nueva fiebre por todo lo egipcio vino a

aliarse con el deseo que impulsaba al baja Mohammed Ali amodernizar su país. Mohammed Ali nació en Kavala,

Macedonia, en 1769. Un oscuro oficial, que consiguióimponerse en el país como garante del orden y aclamadocomo pacha de Egipto, nombramiento ratificado por elsultán de Constantinopla en 1805. Tras haber eliminadocualquier oposición interna masacrando el 1 de marzo de

1811, a los últimos jefes mamelucos (cerca de 500personas) a los que había invitado a su palacio en la

Ciudadela con motivo de un festejo. En 1812 conquistó LaMeca y Medina y posteriormente Sudán, donde fundó la

ciudad de Khartum, y Siria. Sus sucesores segarantizaron, en 1841, la concesión hereditaria al trono.

En política interior, Muhammad Ali emprendió un vastoplan de reformas para ayudar al país a convertirse en unanación moderna recurriendo, para aquella difícil obra, ala ayuda de técnicos expertos y consejeros, entre los

cuales tuvo una máxima importancia el cónsul de Francia,Bernardino Drovetti. Los científicos de Napoleón

realizaron copias y mediciones con gran esmero; en cambioahora, las antiguas obras de arquitectura egipcia

desaparecían íntegramente en la construcción de los murosde las nuevas fábricas. El propio Ali utilizó los mejoresemplazamientos y los más hermosos objetos como señuelo

diplomático con el que promover su objetivo demodernización. Tras siglos de abandono, los templos y las

tumbas del país del Nilo se desmoronaban comoconsecuencia de la arremetida implacable y sumamente

competitiva que espoleaban la enorme curiosidad de Europay su apetito por todos los objetos del antiguo Egipto.

Este tumultuoso ambiente estuvo dominado por dos hombres:el mencionado cónsul general francés, Bernardino Drovetti

y Giovanni B. Belzoni.

Giovanni B. Belzoni nació en Padua, el 5 de noviembre de1778. Era hijo de un barbero. En 1794 viajó a Roma dondeadquirió unos rudimentarios conocimientos de mecánica ehidráulica. Varios años después, junto a su hermano

Francesco, se instaló en Ámsterdam, para posteriormente,viajar a Londres en 1803. Allí pidió trabajo a CharlesDibdin, propietario del Sadler´s Wells Theatre, donde

trabajó como forzudo en un espectáculo de variedades conel nombre artístico de “Sansón de la Patagonia”, (Belzoni

media 1,98 metros y poseía una fuerza descomunal). Sunúmero consistía en una serie de hazañas de levantamientode peso que culminaban con la exhibición de una pirámide

humana. Posteriormente trabajaría en la feria de SanBartolome, como el “Hércules francés”.

Durante los cinco años siguientes, Belzoni pasó aconvertirse en un personaje conocido en Londres y lasprovincias. Viajó de feria en feria por todas las islasbritánicas donde realizó números de fuerza. Poco despuésamplió su repertorio teatral e incluyó algunos efectostrucados y exhibiciones con juegos de agua y números

hidráulicos. En esta época en que su ansia de ver mundollegó a su punto culminante, Belzoni se decidió a

adquirir unos conocimientos básicos sobre ellevantamiento de pesos, el uso de palancas y rodillos, y

las técnicas para equilibrar cargas. También conoció aSarah, con la que se casaría poco después, un matrimonioque duraría más de veinte años. En 1812 Belzoni y su fielsirviente James Curtin, viajaron a Lisboa, Gibraltar y a

Málaga, para después retornar a Inglaterra. En 1813viajaron de nuevo a Lisboa y Madrid, y posteriormente, en

1814, a Sicilia y a Malta.

Durante su estancia en Malta, Belzoni conoció a IsmailGibraltar, un agente del baja Mohammed Ali,

acontecimiento que cambió su vida ya que le encaminóhacia Egipto. La familia Belzoni desembarcó en Bulaq a laespera de una entrevista con Mohammed Ali al cual queríapresentar un invento hidráulico “capaz de extraer tanta

agua con un solo buey como la que extraían con cuatro lasmaquinas que existían en la nación”. Después de largosretrasos en la fabricación del artilugio, a mediados de

1816, quedó terminada la máquina de bombeo de Belzoni. Lademostración del funcionamiento del aparato tuvo lugar enlos jardines del palacio del baja, donde quedó instaladojunto a seis sakkiyas. La demostración fue un éxito, pero

temores y dudas de algunos consejeros del baja,utilizando una estratagema, hicieron fracasar la

demostración de Belzoni y con ella sus esperanzas yambiciones. La demostración de Belzoni vino a fracasarpor la misma época en que Henry Salt, el nuevo cónsul

general británico, llegaba a El Cairo. Belzoni conoció enese tiempo al jeque Ibrahim, pero que en realidad setrataba del aventurero de origen suizo Johann LudwigBurckhardt (1784-1817). Burckhardt era un erudito, unexperto lingüista y químico apasionado por los viajes.

Tras quedar arruinada su familia en las guerrasnapoleónicas, emigró a Inglaterra, donde estudió árabe en

Cambridge. Con la ayuda de Sir Joseph Banks, pasó dosaños en Siria. Posteriormente viajaría a Dongola, en lo

más profundo de Nubia y al Mar Rojo desde donde,camuflado, visitaría La Meca. Fue el primer europeo que

visitó los templos de Abu Simbel.

Fue Burckhardt a quien Belzoni oyó hablar de estosgrandes templos y de las grandes estatuas cubiertas porla arena, además del busto colosal de Ramses II (de más

de 7 toneladas) que se hallaba abandonado en el Rameseo,estatua que deseaban tanto británicos como franceses.

Belzoni, a través de Burckhardt, se puso en contacto conHenry Salt, quien apoyó el proyecto de sacar el busto delRameseo y trasladarlo a Inglaterra. Obtenido el “firman”

del baja y tras largos meses de peripecias ycontratiempos, Belzoni trasladó el busto desde Tebashasta Roseta y desde allí a Alejandría desde dondepartiría a Inglaterra, burlando así los esfuerzos

instigados por su rival Drovetti, ( Bernardino MicheleMaria Drovetti 1776-1852, fue un diplomático, político ycoleccionista de antigüedades italiano. Estudió leyes en

Turín y más tarde sirvió en el ejército francés enItalia. Fue nombrado Vice-cónsul y Cónsul-general de

Francia en Egipto. Visitó por primera vez el Alto Egiptocon Boutin con quien comenzó su colección de

antigüedades. Adquirió el Canon Real de Turín yresponsable de su lamentable estado de conservación.Empleó un gran número de agentes y de nativos paraexcavar y expoliar antigüedades, entre estos se

encontraban hombres de ciencia como el geólogo FredericCaillaud (que encontró, en el desierto oriental, lasminas de esmeraldas de Gebel Zabara y Gebel Sekeit),

artistas como Jean-Jacques Rifaud ( que publicó una obracon el título de “Voyages en Egypte, en Nubie et lieux

circonvoisins, depuís 1805 jusq`en 1828” y que salió a laluz en 1830 en 5 volúmenes, uno de ellos de planchas, y

una especie de guía para los viajeros de la épocatitulada “Tableaux de l`Egypte, de la Nubie…) o

aventureros como Antonio Lebolo, algunos de los llamados“mamelucos franceses“ como Joseph Rosignani llamado

“Yussef“, ex soldados o desertores del ejércitonapoleónico que se habían quedado en Egipto

convirtiéndose al Islam y adoptando un nombre árabe. Amenudo estos agentes tenían duros enfrentamientos con suscolegas que trabajaban al servicio de otros cónsules, yno vacilaban, llegado el caso de echar mano a las armascuando se trataba de defender un objeto hallado, una

excavación emprendida o incluso impedir a otros efectuarnuevas excavaciones en prometedoras zonas.

Entre estos cónsules coleccionistas hay que destacar

también al de Austria, Giuseppe Acerbi y el de Suecia yNoruega, Giovanni Anastasi que se hicieron notar en laformación de otras colecciones de antigüedades. Acerbi

reunió una interesante colección expuesta en el Museo delPalacio Te en Mantua y Anastasi reunió otra colección,más importante, dispersada posteriormente por diversos

museos en Holanda, Londres, París y Estocolmo. Su nombreestá ligado sobre todo a numerosos e importantes papiros

conservados en el Museo Británico.

Mientras se sucedían estos hechos y durante los largostiempos de espera para poder trasladar el busto de RamsesII, Belzoni ocupó su tiempo inspeccionando y viajando porEgipto, Kom Ombo, Asuan y Elefantina fueron algunas delas escalas en su viaje Nilo arriba. El 27 de agosto de1816 llegaron a File, que les cautivó, y desde allí

continuaron viaje hasta Kalabsha, tras dejar este temploviajaron hasta el-Derr y de allí a Abu Simbel (antes deBelzoni ya habían visitado el templo J.L. Burchardt en1813 y W. J. Bankes en 1815). Belzoni tenia en mentevisitar y desenterrar el gran templo cuyo suelo se

hallaba, según sus cálculos, a 11 metros por debajo delnivel de la arena, pero problemas de dinero y de nuevo,

varios incidentes, pospusieron esta tarea para un futuropróximo. En el viaje de vuelta volvieron a visitar File,

Belzoni tomó posesión de un pequeño obelisco, de 6,7metros de largo, en nombre del cónsul británico en ElCairo, asimismo ordenó aserrar doce bloques de piedraprocedentes de un pequeño templo situado en el extremo

sur de la isla donde los dejó en espera de podertransportarlos posteriormente.

De vuelta a Tebas, Belzoni realizó exploraciones en Gurnay en Karnak, donde en el templo de Mut, encontró un grupode estatuas de la diosa Sekhmet en granito negro. Visito

el templo de Medinet Habu y en el Valle de los Reyesdescubrió la tumba de Ay. El 21 de noviembre de 1816, los

Belzoni partieron de Tebas corriente abajo, 24 díasdespués culminaron un viaje que había durado cinco mesesy medio y llegaron a El Cairo con lo que probablemente

fuese la carga de antigüedades más espectacular que jamáshubiera navegado Nilo abajo.

El 20 de febrero de 1817, Belzoni volvió a partir deBulaq con un pequeño grupo. Llegado a Luxor recorrió

Gurna y Karnak, donde en diferentes puntos realizó nuevosdescubrimientos, conformando un nuevo lote de objetospreciosos mayor incluso que el año anterior. Desde allíse trasladaron de nuevo a Abu Simbel donde a finales dejulio pudieron por fin acceder al interior del gran

templo, donde admiraron su esplendorosa ornamentación yse procedió a levantar un plano y a describir y dibujarsu decoración que estuvo a cargo de William Bankes,Beechey y un dibujante francés llamado Louis Linantquienes trabajaron en ello durante varias semanas.

En su viaje de regreso, ya en File, Belzoni se encontrócon que los bloques que había mandado cortar en la

expedición anterior estaban destrozados y garabateadoscon carbón vegetal, obra esto de los agentes de Drovetti.

De vuelta a Tebas, Belzoni decidió concentrar susesfuerzos en el Valle de los Reyes, en su zona

occidental, donde el 6 de octubre de 1817 encontró latumba del príncipe Montuherjepeshef, hijo mayor de RamsesIX, ese mismo día encontró otra tumba, sin decoración yconteniendo los cadáveres embalsamados de dos mujeres.

Posteriormente descubriría la tumba de Ramses I. El 17 deoctubre encontró la tumba de Seti I, sin duda, la tumba

más esplendorosa del Valle de los Reyes.

Belzoni cabalga ahora en la cresta de la ola; tras añosde fracasos, en 12 días había descubierto 4 tumbas nuevasen el Valle de los Reyes, el sarcófago de Seti I era unsímbolo de su éxito. El siempre inquieto italiano estibóen un barco su preciosa carga de antigüedades y llegó aEl Cairo el 21 de diciembre de 1817. El 2 de marzo de1818 Belzoni descubrió el acceso al interior de la

pirámide de Khafra, y un mes después penetraba en elinterior de la cámara funeraria, donde encontró un

sarcófago de granito rojo empotrado en el suelo y mediolleno de escombros, una inscripción en árabe confirmó

que, antes de Belzoni, otros ya habían visitado el lugar.

A finales de la primavera de 1818, Belzoni partió para

Tebas en su tercer y último viaje aguas arriba del Nilo,donde trabajó, fundamentalmente, en la tumba de Seti I yexcavó detrás de los colosos de Memnon. Dado que Tebas leestaba prácticamente vetada por culpa de Drovetti, quien

incumplía así el acuerdo alcanzado con Belzoni derepartirse para este último la orilla oeste del Nilo ypara Drovetti la este. Belzoni orientó sus intereses enotra dirección. Sabía que su estancia en Egipto tocaba asu fin y que a su regreso a Europa le esperaban grandesoportunidades como feriante. Pero antes de abandonar elpaís del Nilo, realizó una expedición al Mar Rojo dondedescubrió, en octubre de 1818, la ciudad portuaria de

Berenice (en el actual promontorio de Ras Banas) fundadapor Ptolomeo II en el siglo III a.C. Visitó El Fayum ylos desiertos occidentales, para regresar a El Cairo en

mayo de 1818.

Belzoni abandonó Egipto en una época de febril interéspor su antigua cultura. Los anticuarios europeos y los

aristócratas acomodados saludaban con asombro yentusiasmo los volúmenes de la Descripción, Mohammed Alimostraba una disposición favorable a los extranjeros ylos cónsules británico y francés gozaban de una eficaz

influencia ante el baja. Para los turistas adinerados eramás fácil visitar el Nilo y otros lugares que hastaentonces sólo habían resultado accesibles a los más

aventurados o a los visitantes oficiales. En esta época,el conde de Belmore se hizo con una importante colección

de papiros, momias, etc, que fueron trasladados aInglaterra.

Belzoni sólo hizo una breve parada en Italia antes decontinuar el viaje a Londres, ciudad a la que llegó afinales de marzo de 1820. El recién llegado era un

visitante bienvenido en Londres y el primer objetivo deBelzoni era publicar un libro sobre sus viajes. El editoridóneo era John Murray, probablemente el editor inglés

más influyente del siglo XIX, especializado en libros deviajes escritos por los exploradores que regresaban delugares remotos (p.ej. David Livingstone). Parece queBelzoni escribió su libro con extraordinaria rapidez,porque apareció a finales de 1820, en dos volúmenes. La

obra, titulada Narrative of the Operations and RecentDiscoveries Within the Pyramids, Temples, Tombs, and

Excavations in Egypt and Nubia; and of a Journey to theCoast of the Red Sea, in Search of the Ancient Berenice;and Another to the Oasis of Jupiter Ammon, conoció un

inmediato y amplio éxito de lectores y pronto se tradujoal francés, alemán y al italiano.

Otro de los objetivos de Belzoni en Londres era realizaruna exposición de antigüedades egipcias, cosa que tuvo

lugar el 1 de mayo de 1821 en el Salón Egipcio dePiccadilly. La exposición tuvo un éxito inmediato; sóloel primer día, asistieron 1900 personas. Allí se podíacontemplar todo el esplendor de una tumba real (dos

modelos a tamaño natural de las más bellas salas de latumba de Seti I), una maqueta de Abu Simbel, una seccióntransversal de la pirámide de Khafra, además de estatuasde la diosa Sekhmet, momias, papiros y lo que el Times

denominó “una multitud de curiosidades secundarias”. Fuetan grande el éxito de la exposición que Belzoni empezó a

hacer planes para exponerla también en Paris y en SanPetersburgo. La exposición se mantuvo en Londres hasta

1822 y al terminar, su contenido, incluyendo las maquetasfue subastado y adquirido por ansiosos compradores.

Belzoni tuvo que dedicar gran parte de su tiempo aentablar con el Museo Británico una serie de frustrantesnegociaciones sobre el sarcófago de alabastro de la tumbade Seti I. Al final, el museo no lo adquirió y pasó a ser

propiedad de John Soane, un adinerado arquitecto ycoleccionista londinense, que lo compró por 2000 librasesterlinas y lo expuso en el sótano de su casa. En 1822Belzoni, cansado de litigios diferentes, de la vida

urbana y de ser una celebridad, abandonó Europa y partióen busca de las fuentes del río Níger, viajó hasta Costade Oro y de allí a Benin adonde llegó en noviembre de

1823, cayendo enfermo, moriría una semana después, siendoenterrado bajo un gran árbol, el lugar exacto de su tumbasigue siendo un misterio. Con él moría uno de los grandes

aventureros de la egiptología.

Tanto los anticuarios como los coleccionistas admiraban

la tarea de Belzoni en Egipto. Pero los cónsulesbritánico y francés ejercían de hecho un monopolio sobrela totalidad de las excavaciones que se efectuaban a lo

largo del Nilo. Henry Salt siguió coleccionandoantigüedades, y escribió a un amigo que la mayor parte

del tiempo que debía consagrar a sus actividadesconsulares lo había dedicado a “saquear tumbas, a

estudiar detenidamente las inscripciones y a aprender adescifrar monogramas”. El griego Yanni Athanasi se

encargó de gestionar las últimas actividades de Salt comocoleccionista. En este último periodo, Salt completóotras dos colecciones importantes y ambas encontraron

compradores bien dispuestos en Europa. Reunió la primerade ellas entre los años 1819 y 1824 y se la vendió al reyde Francia por 10000 libras y constaba de 4014 objetos.

La compra se realizó por consejo del propio J.F.Champollion. La última colección fue la más grande de las

reunidas por Salt y se subastó en Sotheby`s ocho añosdespués de su muerte, en 1835. El total de los 1083 lotesrecaudó mas de 7000 libras. En los once años que dedicó asu cargo consular, Salt había reunido, con un bajo coste

para su bolsillo, una colección por la que habíaconseguido una suma neta de más de 20000 libras. Murió en

1827.

Por su parte, Drovetti fue nombrado cónsul general deFrancia en Egipto en 1821. Se retiró por razones de saluden 1829, tras haber vivido y coleccionado en el Valle del

Nilo durante 27 años. A lo largo de ese tiempo vendióantigüedades a numerosos viajeros y reunió una notablecolección que trató de vender al gobierno francés. Al

igual que Salt, encontró considerables dificultades paradeshacerse de sus antigüedades. El gobierno francés

aplazaba constantemente su decisión, en gran medida porla oposición del clero, que objetaban la operación por

motivos integristas. Los clérigos temían que la colecciónDrovetti pudiera mostrar que la civilización egipcia seremontaba a una época anterior al año 4004 a.C; la fecha

admitida para la Creación según los cálculos que elarzobispo James Usher había realizado en el siglo XVII

sobre la base de las Escrituras. Drovetti terminóvendiendo sus hallazgos al rey de Cerdeña en 1824 por

400.000 liras (unas 13000 libras esterlinas) y constabade 169 papiros y manuscritos, 485 objetos de hierro,

bronce y plomo, más de 2400 entre escarabeos y amuletos,102 momias, 95 estatuas (entre ellas la del Ramses II deTurín) y 3007 medallas. El cónsul francés también reuniódos últimas colecciones. Vendió la primera al rey CarlosX de Francia en 1827 por 250000 francos y constaba de 3sarcófagos de piedra, 10 estelas de granito, 60 estelasde caliza, 500 amuletos, 30 manuscritos, 2 momias y 80

objetos de oro, entre otros. Las últimas antigüedades deDrovetti fueron adquiridas por Lepsius para el Museo de

Berlín en 1836 por 30000 francos.

Drovetti murió en 1852. Nunca fue un gran precursor ni unexperto en egiptología, porque sus intereses eran

puramente comerciales. Sus métodos de excavación y decoleccionismo, así como los de sus agentes, fueron

considerablemente brutales. Sin embargo, los frutos de sulabor, al igual que la de sus colegas de la carreradiplomática, adorna hoy los museos de Europa y, en su

día, generaron entre los europeos cultos un espectacularincremento del interés por el antiguo Egipto. No

obstante, por un curioso giro del destino, los trescoleccionistas de antigüedades contendientes -Belzoni,Drovetti y Salt- vinieron a enriquecer las colecciones

nacionales de los países a los que eran fieles susrivales, Belzoni, el italiano, abasteció las salas del

Museo Británico. Las antigüedades de Drovetticonstituyeron la base de las magnificas colecciones deTurín y de Berlín, mientras que los esfuerzos de HenrySalt realzaron extraordinariamente las galerías del

Louvre. Participaron, por tanto, en la formación de tresde las mayores colecciones egipcias de Europa. Todos

ellos cosecharon las recompensas de la fama, lanotoriedad o el beneficio económico. El único que salió

perdiendo fue Egipto.

En la década de 1820, los numerosos años de coleccionismoindiscriminado habían devastado los templos y las tumbasde Egipto. La necrópolis tebana seguía siendo un campo debatalla para los saqueadores y los buscadores de tesoros.

Miles de objetos se encuentran hoy en museos y

colecciones privadas, sin que quede constancia del lugaren que fueron hallados o en qué circunstancias. Sólo ha

podido ubicarse en una zona determinada, o en los límitesde un cementerio concreto, la procedencia de unos

cuantos. El antiguo Egipto no era más que una empresa quepermitía hacer dinero, una fuente que surtía de objetos alos coleccionistas, los museos y los estudiosos a cambiode unos beneficios. Desgraciadamente algunas de estas

circunstancias se siguen dando hoy en día.

Otro gran personaje de los inicios de la egiptología fueJohn Gardner Wilkinson (1797-1875) quien mantuvo

contactos epistolares con Salt, Young y Gell. Viajó aAlejandría en 1821. Tras un viaje río arriba que lo llevóhasta la segunda catarata, Willkinson se sumergió en laegiptología.. Fue copista de inscripciones, monumentos ytumbas. A lo largo de los doce años siguientes, viajó portodo Egipto y los desiertos circundantes. Hacia 1824, los

intereses de Wilkinson como anticuario se acentuaron,Salt le consiguió un firman personal del baja, lo que lepermitió visitar yacimientos, excavar e intervenir paraproteger los monumentos de la destrucción. Sus largos

viajes le llevaron a Tell el -Amarna. Fue, posiblemente,el primer anticuario que visitó el extenso yacimiento y

las cámaras funerarias situadas tras él.

Wilkinson, que trabajaba prácticamente sin ayuda,descifró docenas de inscripciones y fue el primero enidentificar de forma correcta muchos cartuchos reales.

Debemos a Wilkinson los primeros intentos de poner en elorden adecuado las dinastías reales y los reyes de

Egipto. Hizo dibujos exactos de las policromías de lastumbas de Beni Hasan antes de que Champollion y Rosellini

trabajasen en ellas, identificó la ubicación, largotiempo perdida, del Laberinto de Hawara y colmó laspáginas de muchos cuadernos de notas con registros

pormenorizados y precisos que superaban notablemente acualquiera de los realizados por sus contemporáneos.

De 1827 en adelante, Wilkinson pasó la mayor parte deltiempo en la orilla occidental, en Tebas. El tiempo que

pasó en las tumbas de los nobles en Gurna le había

enseñado mucho acerca de la vida de los antiguosegipcios. En 1827 tuvo la idea de asignar a los hipogeosreales del Valle de los Reyes una numeración basada en

una precisa metodología topográfica, que todavía se siguehoy, y pintó, en las inmediaciones de la entrada, elnúmero correspondiente de cada tumba, partiendo de lassituadas en la parte más baja del valle principal yprosiguiendo con las situadas hacia el fondo y en losvalles laterales. Las veintiuna tumbas del Valle de losReyes numeradas por él fueron presentadas en su mapatitulado Topographical Survey of Thebes, realizado en1830. En 1837, la editorial John Murray publicó en tresvolúmenes la obra de Wilkinson, Manners and Customs of

the Ancient Egyptians, esta obra, que siguió publicándosea lo largo de todo el siglo XIX, hizo de Wilkinson un

nombre muy conocido y además, le valió el titulo de Sir.La influencia de Wilkinson, con sus copias más fidedignasdel arte, los jeroglíficos y las policromías funerariasdel antiguo Egipto además de su libro, sigue viva entre

nosotros.

-La Expedición Prusiana de Richard Lepsius-

En 1842, el rey de Prusia financió una vasta expedición aEgipto que se proponía alcanzar los mismos objetivosambiciosos que en 1828 habían sido el motor de la

expedición de Champollion. La expedición contaba con elapoyo del baja de Egipto gracias a una carta del propio

rey de Prusia. La elección obvia para el puesto dedirector de la expedición recayó en la persona de KarlRichard Lepsius (1810-1884), de treinta y dos años y

profesor de la Universidad de Berlín, que habíaestudiado en las universidades de Leipzig, Gottingen y

Berlín. Los grabadores Ernest y Max Weidenbach, el pintorJohann Jacob Frey, el reverendo Heinrich Johann Abeken,el dibujante inglés Joseph Bonhomí y el arquitecto James

William Wild se unieron a Lepsius para realizar unexhaustivo examen de los principales yacimientos

arqueológicos del Nilo.

La expedición, que duró tres años, fue un gran éxito, enparte a que el propio Lepsius dedicó mucho tiempo a la

realización de unos completos preparativos. Visitó todaslas colecciones de antigüedades importantes de Europa, se

empapó de la gramática de Champollion, comprobó suvalidez de forma satisfactoria para él y aprendió alitografiar y a realizar grabados en cobre antes de

partir hacia Egipto. Aunque su principal intención erainternarse en los monumentos y coleccionar antigüedades,

Lepsius no dejó de excavar en el emplazamiento delLaberinto e incluso realizó dibujos precisos de los

estratos arqueológicos del yacimiento, una sorprendenteinnovación para la época.

Lepsius y sus colegas pasaron meses en Gizah,cartografiando las tumbas y anotando las inscripciones,

llegaron hasta Wadi Halfa, Gebel Barkal (donde sellevaron uno de los carneros de piedra del dios Amón) yMeroe. Lepsius y sus colegas partieron de Egipto con

miles de dibujos, más de 900 de ellos a color, así como15000 moldes y 1500 objetos de Egipto, Nubia y Sudán (300cajas en total), con los que conformaron el núcleo de unmuseo egipcio en Berlín. Los documentos generados por la

expedición eran de un valor incalculable, pero losmétodos del coleccionismo de Lepsius podían llegar a serbrutales. Dinamitó una columna de la tumba de Seti I y sela llevó, así como una sección de un muro recubierto deladrillos de cerámica verde-azulada de la pirámide deDyeser, muro con el que Mohammed Ali obsequió al rey

Federico Guillermo IV de Prusia como reconocimiento porel cumplido de una suntuosa cena.

En 1846 Karl Lepsius fue nombrado conservador de lascolecciones egipcias del Museo de Berlín, así como

conservador de la Biblioteca Real, además de participaren la expedición a Egipto de 1866, explorando el área de

Suez y el Delta oriental, que tuvo como resultado eldescubrimiento del Decreto de Canopo en Tanis, una

inscripción bilingüe de tremenda importancia, fue tambiéneditor de la revista ZAS.

Lepsius consagró los diez años siguientes a publicar los

resultados de la expedición de 1845 en una obra en 12volúmenes impresa en 894 láminas infolio y tituladaDenkmaler aus Agypten und Athiopien, una de las más

extensas obras de egiptología que se haya publicado, trasla muerte de Lepsius, en 1884, se publicaron otros cinco

volúmenes de texto descriptivo. En total, laspublicaciones de la expedición de Lepsius subvencionadapor la corona constituyen una magnifica y valiosa fuentede información sobre los monumentos del Antiguo Egipto, ytodavía hoy resultan de gran utilidad ya que se considera

el primer estudio científico de las antigüedadesegipcias. Aunque no realizó demasiadas excavaciones, laexpedición prusiana estableció nuevos criterios para la

consignación de monumentos e inscripciones, unoscriterios que ya auguraban las más sistemáticos esfuerzos

que habrían de emprender los científicos posteriores.

-Retratos de inmortalidad: artistas en el país del Nilo-

La fascinación por el Antiguo Egipto no sólo atrajo abuscadores de tesoros, científicos, exploradores y

literatos ( como Francois Rene de Chateaubriand, ClaudeSavary, Gerard de Nerval o Gustave Flaubert) al país de

los faraones, sino que muchos célebres artistas visitaronla tierra del Nilo fascinados por el maravilloso mundo

que se abría ante sus ojos y su arte. De su genioartístico nos han quedado maravillosos testimonios,muchas de estas obras de arte constituyen auténticosretratos de la inmortalidad, imágenes que han quedadopara la posteridad y que ayudaron a tantas personas a

enamorarse de la civilización del Egipto de los faraonespresentando esa visión romántica que marcó época ycontribuyó también al auge de la “egiptomanía”.

Entre estos artistas podemos destacar a David Roberts(1796-1864) artista y viajero británico nacido en

Stockbridge cerca de Edimburgo, comenzó a exponer en laReal Academia y en el Instituto Británico en 1826. VisitóOriente entre 1838-41. Sus dibujos y litografías fueronpublicados en una serie de volúmenes, Egipto y Nubia, 3

vols. 1846-49; La Tierra Santa, Siria, Egipto y Nubia,1842-49. Su obra y biblioteca fueron subastadas en

Christie`s en 1865 (1345 lotes).

Robert Hay (1799-1863) viajero, anticuario ycoleccionista británico. Nacido en Duns Castle,

Berwickshire. Visitó, como marino, Alejandría en 1818 yposteriormente estuvo en Egipto entre 1824-28 y 1829-34,acompañó a varios artistas y estudiosos como Arundale,

Bonomi, Carter, Catherwood, Dupuy, Hoskins, etc. Publicólas Ilustraciones de El Cairo en 1840. Creó una grancolección de dibujos, planos, copias de inscripcionesetc. de gran valor hoy en día porque nos muestran el

estado de conservación de las antigüedades egipcias en suépoca y su estado de conservación posterior. Su

colección, en 49 volúmenes, se ha preservado en el MuseoBritánico. Además formó una importante colección de

antigüedades (papiros y pequeños objetos), parte de ellasconservadas, también, en el Museo Británico.

F. Catherwood (1799-1854) nacido en Londres, viajó aEgipto, con Scoles, Westcar y Parke. Conoció a Bonhomí yHay. Trabajó en la documentación de las excavaciones delos colosos de Memnon y realizó planos a gran escala de

lugares de Tebas.

Néstor L`hote (1804-1842) viajero, artista y arqueólogofrancés, nacido en Colonia. Acompañó a la expedición deChampollion y Rosellini en 1828, en esta expedición

produjo una gran cantidad de dibujos que se publicarontanto en los Monuments de Champollion como en los

Monumenti de Rosellini. Entre 1838-9 viajó de nuevo aEgipto para completar sus dibujos. Sus manuscritos seencuentran en la Biblioteca Nacional de París y sus

acuarelas en el Museo del Louvre.

Además de los anteriores podemos citar a EugeneDelacroix, Leon Cogniet, Horace Vernet, Alexandra-GabrielDecamps, Prosper Marilhat, Eugene Fromentin, Luigi Mayer,

Owen Jones y Hector Horeau entre estos pioneros quecrearon toda una corriente artística inspirada en elantiguo Egipto, el Magreb y el Próximo Oriente y que

fueron conocidos como “orientalistas”.

-Auguste Mariette: los comienzos de la conservación-

Las excavaciones seguían constituyendo en gran medida elámbito de actividad propio de los traficantes y losladrones de tumbas. La destrucción resultante fuecatastrófica y se realizó a una escala inmensa. Elvolumen de las protestas contra la destrucción

generalizada seguía oyéndose con sordina y apenas seescuchaba, pues los principales museos y oficinas

consulares europeos estaban muy ocupados con la búsquedade nuevos descubrimientos. Se alzaron unas cuantas vocessolitarias, entre ellas la de un estadounidense GeorgRobins Gliddon, que había sido vicecónsul de EstadosUnidos en Alejandría. En 1841 lanzó por escrito uno delos primeros llamamientos a la conciencia arqueológica,

una oscura y poco recordada memoria titulada An Appeal tothe Antiquairies of Europe on the Destruction of theMonuments of Egypt, que prácticamente fue pasado por

alto.

El Appeal de Gliddon es una larga y ampulosadocumentación sobre la destrucción sufrida por losmonumentos del Nilo desde la época de las guerras

napoleónicas, y consigna tanto los daños producidos porlos saqueadores como los causados por los anticuarios,aunque destaca los imputables a Mohammed Ali y a sugobierno. Si File había permanecido intacta se debía

únicamente a las turbulentas aguas de la 1ª catarata. Elnilómetro había perdido sus peldaños, utilizados comomaterial de construcción para un palacio. Tebas habíasido diezmada desde las investigaciones realizadas porWilkinson en 1836. Se podía utilizar la pólvora en lostemplos de Karnak, si se pagaba una cierta suma. Tras lamuerte de Salt, unos soldados albaneses se llevaron lapuerta de madera de la tumba de Seti I, que había sidopuesta en pie, cuidadosamente, por Belzoni. Una cuarta

parte del templo de Dendera desapareció en laconstrucción de los muros de una factoría de nitrato

potásico en 1835.

En apariencia, el grandilocuente desahogo de Gliddonejerció escaso efecto y no alteró los pecados del turista

ni los del buscador de tesoros, pese a criticarfuertemente a quienes destruían martillo en mano los

monumentos, o al “caballero anglo-indio” que cortaba losbajorrelieves de los muros de la tumba de Amenhotep IIIpara poder dibujarlos con mayor comodidad a bordo de suembarcación con la que surcaba el Nilo. Una vez que el

artista había terminado, los originales eran arrojados alNilo. Incluso un excéntrico artista y viajero francés,Emile Prisse D´avennes quien se hacia llamar IdrissEffendi, robó en el templo de Karnak y se llevó elmagnifico retablo de los reyes (la Capilla de los

Antepasados), una serie de bloques de piedra tallados enlos que aparecían los retratos y los cartuchos de muchosfaraones egipcios, hoy en el Museo del Louvre, lo que seve en Karnak es sólo una copia. Los trabajos de D`Avennes

fueron publicados en su obra más hermosa L`Atlas del`Histoire de l`Art Egyptien… Se llevó también a Francia

uno de los más antiguos papiros hallados en Egipto,adquirido en Tebas en la necrópolis de Dra Abu`l Naga ycorrespondiente al inicio del Reino Medio, conocidoactualmente como Papiro Prisse y conservado en la

Biblioteca Nacional de París, que contiene el textocompleto de las llamadas “Enseñanzas de Patahhotep” visirdel rey Dyedkara Isesi de la V dinastía y la parte finalde un segundo texto llamado “Enseñanzas para Kagemni”,escrito por un visir del rey Huni, último monarca de laIII dinastía. D´avennes no tenia ningún firman. Todo lo

que no obtenía permiso de salida por vía diplomáticasalía de Egipto en barcazas de contrabando. Los

comerciantes e intermediarios independientes tiraron,quemaron o destruyeron miles de papiros y pequeñosobjetos en sus frenéticas excavaciones en busca de

antigüedades de gran tamaño. Todos los museos de Europaquerían poseer hallazgos clave y hermosos papiros. Apenaspuede sorprender, por tanto, que nadie se preocupase de

desarrollar técnicas sistemáticas para la recuperación demateriales de los yacimientos arqueológicos.

Los manuscritos coptos eran objetos particularmentecodiciados, en especial por los museos y esta es una de

las razones por las que uno de los más conocidospersonajes de los primeros tiempos de la egiptología,Auguste Mariette, viajó hasta Egipto. Mariette nació enBoulogne, Francia, el 11 de febrero de 1821, A los 18años, partió a Inglaterra, para enseñar en un colegio

privado de Stratford-upon-Avon, tras un año enInglaterra, regresó a Boulogne y trabajó en un colegio

local. Mariette no tuvo contacto con Egipto o laegiptología hasta la edad de 22 años. En 1842, el padrede Nestor L`Hote, fue trasladado a Boulogne. Su hijo

había dejado una enorme cantidad de papeles y copias querequerían una urgente organización para poder ser

publicados. El padre de L`Hote estaba emparentado con losMariette y pidió a Auguste que examinase los papeles.Mariette se sintió fascinado por el mundo que se abría

ante él: quedó absorto por los jeroglíficos y sudesciframiento.

Pronto Mariette empezó a dedicar todo su tiempo libre asu nueva afición y escribió un catálogo de los pocosobjetos egipcios que se encontraban en el museo de

Boulogne. Tiempo después, Mariette abandonó su trabajo deprofesor y marchó a París. En el Louvre estudió

detenidamente el retablo de los reyes de Karnak yescribió un trabajo de 70 páginas densamente razonado

sobre las inscripciones. Este ensayo impresionó tanto alegiptólogo y director del Colegio de Francia, Charles

Lenormant, que consiguió para Mariette un pequeño trabajoen el Louvre. Muy pronto Mariette empezó a dedicar los

días a catalogar papiros y las noches a leer todo cuantopodía sobre egiptología y a dominar la interpretación de

los jeroglíficos en un grado profesional.

En 1850, Lenormant, pidió a Mariette que reuniese enEgipto algunos raros manuscritos coptos. Mariette partiópara Alejandría y se puso en contacto con el patriarca

copto de El Cairo, quien resultó hostil a loscoleccionistas extranjeros ya que unos años antes, dosingleses, habían emborrachado a algunos monjes y habíanrobado una gran cantidad de manuscritos. Mariette quedó

sin saber que hacer y concentró, entonces, sus interesesen la excavación, ya que una cláusula de sus

instrucciones le autorizaba a excavar yacimientosarqueológicos para el Louvre.

Para finales de octubre de 1850, Mariette había logradoreunir parte del equipo necesario y se hallaba acampadoen pleno centro de la necrópolis de Sakkara. No teníaningún firman y disponía de poco dinero. Se sintió

atraído por la cabeza de una esfinge que sobresalía de laarena y que se parecía a otros ejemplares procedentes de

Sakkara que había visto en El Cairo y Alejandría.Mariette recordó que el geógrafo griego Estrabon había

mencionado la existencia de un Serapeum en Menfis, y quelo situaba en un lugar arenoso en el que una avenida de

esfinges conducía a la tumba de los bueyes sagrados Apis.Mariette, con un equipo de treinta obreros, puso manos ala obra y empezó a excavar. En el plazo de unas horas,

las esfinges emergieron de la arena una tras otra. Prontosalieron a la luz varias estatuas, y dos templos de Apis

uno griego y otro egipcio.

En noviembre de 1851 llegó por fin a la tumba de losbueyes Apis, sellada por una espléndida puerta dearenisca, quedando maravillado ante los enormes

sarcófagos de granito de los bueyes, cuyas tapas habíansido forzadas y diseminadas siglos antes por saqueadoresde tumbas. Sin embargo, una enorme cantidad de materialseguía en su sitio, y todo él, según las condiciones del

firman, debía ir a parar a museo del Baja, dondeprobablemente sería distribuido entre los visitantesdistinguidos a cambio de favores políticos. Mariette,sutilmente, instaló los baúles en los que cargaba lostesoros en el fondo de un profundo pozo provisto de una

trampilla secreta que conducía a las tumbas que sehallaban bajo él. Durante varios meses, Mariette dedicó

los días a amontonar los objetos de sus primerasexcavaciones, cedidos a Francia, y las noches a esconderel contenido de la tumba subterránea que, teóricamente,aún estaba sin abrir. Las más espléndidas reliquias del

Serapeum llegaban puntualmente al Louvre mientrasMariette mostraba a los decepcionados funcionarios las

tumbas vacías que acababa de descubrir. En este aspecto,Francia salió ganando, aunque existía un convenio queestablecía un reparto del 50% para el gobierno y otrotanto para la institución excavadora, el Louvre recibió

230 cajas de antigüedades, sin duda lo mejor.

Al ser exhibidos en el Louvre, los hallazgos del Serapeumcausaron sensación en París. Mariette fue ascendido alpuesto de conservador adjunto y muy pronto publicó unaserie de láminas del Serapeum. Amigo íntimo de Heinrich

Brugsch, Mariette también llamó la atención deldiplomatico frances Ferdinand de Lesseps (que impulsó lacreación del Canal de Suez). De Lesseps habló con el bajaSaid, el nuevo gobernante de Egipto tras el asesinato delanterior baja, Abbas, en 1854. Tres años después, el baja

propuso al gobierno francés que enviase a Mariette aEgipto con ocasión de la visita del príncipe Napoleón.Una vez en el país, Mariette descubrió que tenía que

excavar en busca de antigüedades de la mejor calidad parapoderlas ofrecer al regio visitante. Debía navegar rióarriba, realizar hallazgos arqueológicos, y después

volver a enterrarlos para que el visitante real pudiera“descubrirlos”. Mariette excavó en Sakkara, Tebas y

Abidos. En la orilla oeste del Nilo, cerca de Gurna, losobreros de Mariette desenterraron un sencillo sarcófago

de madera en cuyo interior había una momia que se deshizoal ser expuesta al aire. En los vendajes encontraron, enbuen estado, una extraordinaria colección de objetos,entre los que destacaban una daga de bronce y oro,

amuletos y una caja en forma de cartucho jeroglífico quellevaba una inscripción con el nombre del rey Kamose.Astutamente, Mariette se las arregló para que el baja

enviase algunos bellos objetos al príncipe, ganándose asíel favor de la familia real. En este momento intervino De

Lesseps, quien persuadió al baja de que nombrase aMariette “mamur”, director de monumentos antiguos deEgipto y conservador de un nuevo museo de antigüedades

que debía construirse en El Cairo. Hacía mucho tiempo quedebía haberse producido este nombramiento, pero a él se

oponían encarnizadamente los comerciantes y losdiplomáticos, todos ellos metidos hasta el cuello en el

tráfico de antigüedades. El baja concedió amplios poderes

a Mariette y le ordenó arrestar a cualquier campesino quepisara un templo.

Los descubrimientos de Mariette fueron extraordinarios,pero las excavaciones se llevaban a cabo con un descuidototal. Le interesaban principalmente los descubrimientosespectaculares, ya que esto era lo que necesitaba para

llenar su museo y satisfacer al baja. Entre sus tácticasfiguraba el uso de la dinamita. El registro y la

observación cuidadosos no importaban nada, únicamentebuscaba los objetos. Sólo en Gizah y Sakkara vació más detrescientas tumbas. En Edfu desplazó al llano a la aldeaárabe instalada en la techumbre del templo enterrado y

sacó a plena luz del día, por primera vez en siglos, estemagnífico santuario. En Tebas, los obreros de Mariette

despejaron el templo enterrado de la reina Hatshepsut enDeir el-Bahari. también trabajó en el gran templo deHathor y el de Amón en Karnak. Recuperó más de 15000

objetos en el transcurso de sus excavaciones.

Los métodos empleados por Mariette fueron objeto deseveras críticas por parte de Flinders Petrie quien

escribió al respecto: “Con métodos de bribon, y con laayuda de una gran brigada de soldados, Mariette hizoañicos mediante explosiones la totalidad de los restoscaídos del templo de granito, prefiriéndose quitarse de

en medio los estorbos a levantar las piedras y colocarlasen otro lugar por medio de un sistema de poleas. Nada

parece responder a un plan uniforme y regular, el trabajocomenzado se deja sin terminar. No se tiene la menor

consideración por las necesidades futuras de laexploración, y no se utilizan dispositivos civilizados ocapaces de ahorrar mano de obra. Es deprimente el ritmoal que se está destruyendo todo y la escasa atención que

se presta a la conservación“. Sin embargo, Mariettetambién utilizó el método estratigráfico en algunos desus trabajos, aunque de una forma más bien deficiente,

así mismo fue un innovador en cuanto al uso de lafotografía en las excavaciones.

La conservación era una idea nueva, una idea que en estaépoca implicaba únicamente que se dejase de extraer

piedra de construcción de los templos y que se pusiese enmanos oficiales el mayor número posible de antigüedadesprocedentes de saqueos y excavaciones. Mariette intentólograrlo mediante la medida de prohibir en Egipto toda

excavación que no fuera suya, recurso al que añadió otrotendente a convertir la exportación de antigüedades enalgo prácticamente imposible. Puso todo su empeño en

conseguir fondos para un museo nuevo, pero lasdificultades a las que se enfrentaba eran formidables. El

baja no tenía verdadero interés en la arqueología. Laúnica forma que tenía Mariette de mantener vivo elinterés era proporcionar un flujo constante de

espléndidos hallazgos capaces de excitar la imaginacióndel baja. Esto, por supuesto, conducía a una frenéticacarrera en pos de nuevos descubrimientos, lo que alterópor completo la orientación de la egiptología en todaslas excavaciones oficiales, como habrían de comprender

más tarde, y a su costa, otros egiptólogos.

Pero no todo pasaba por las manos de Mariette. En 1855,alguien ofreció a Anthony Charles Harris, un comerciante

y coleccionista de papiros inglés, instalado enAlejandría, una colección de papiros hallada en una tumba

situada detrás del templo de Medinet Habu. No podíapermitirse pagar el precio que pedían por la coleccióncompleta, pero se las arregló para adquirir los mejorespapiros, entre ellos el llamado gran papiro Harris, unarelación de 40,5 metros de largo en la que figuraban lasofrendas realizadas al dios Amón y a sus sacerdotes porel faraón Ramses III. Entre los demás papiros figurabanlos celebres juicios contra los saqueadores de tumbascelebrados en los reinados de Ramses IV y Ramses IX. La

hija de Harris, Selima, vendió su colección de papiros alMuseo Británico en 1872.

A principios de 1859, estando en El Cairo, llegó hastaMariette la noticia de que sus trabajadores habíanencontrado otra tumba real cerca de la de Kamose,

descubierta dos años antes. Esta vez el sarcófago estabaintacto. Era el de una reina, Ahhotep, rodeada de armas yde un collar con la representación de unas moscas de oro:una recompensa por haber demostrado valor en la batalla.

Al estar Mariette ausente, el jefe local de Qena tomóposesión de la momia, se deshizo de los vendajes y enviópor barco los dos kilos de adornos de oro al khedive,como presente. Mariette se enfureció e interceptó, con

una orden, al barco que transportaba el tesoro, tras unatensa situación, Mariette se hizo con las joyas, al bajale obsequió con un escarabeo y un collar para una de susesposas. Este estaba tan encantado con el hallazgo queordenó que se construyera un nuevo museo y en él se

expusieran los tesoros de la reina. Para 1860, Marietteabrió 35 nuevas excavaciones. En 1863 se abrió en Bulaq

un nuevo edificio para el museo y en él se expusieron lostesoros de Mariette, este nuevo museo se convirtió pronto

en un modelo a seguir. Sería el primero de los tresmuseos de antigüedades de Egipto y estuvo operativo entre1863 y 1891, el segundo estuvo en Gizeh de 1891 a 1902 yel tercero, el actual, en la plaza Tahrir que se inauguró

en 1902.

Con motivo de la Exposición Internacional de 1867,Mariette fue enviado a París durante un año paraorganizar allí la exposición egipcia. París estabaextasiado con el explendor de las exposiciones deMariette. La pieza central de su exposición estaba

formada por las joyas de Ahhotep. Estas piezas estuvieronen serio peligro pues de ellas se había prendado la

emperatriz Eugenia, pero Mariette se negó en redondo arecomendar que le fueran regaladas.

La preservación ocupó buena parte de los pensamientos deMariette en sus últimos años: “A nosotros nos incumbe

conservar cuidadosamente los monumentos de Egipto. Dentrode quinientos años, Egipto debería seguir siendo capaz de

mostrar a los eruditos que lo visiten los mismosmonumentos que hoy describimos”. El turismo irresponsabley el vandalismo eran para Mariette un problema grave. Latumba del funcionario Tiy, en Sakkara (V dinastía), por

ejemplo, sufrió más daños a manos de los turistas durantela década en que Mariette ejerció su cargo que los

sufridos a lo largo de los más de 4000 años de existenciaanterior. En esas circunstancias, podemos entender porqué

Mariette cavó todo lo que pudo a fin de salvar las

antigüedades de Egipto para la posteridad.

En conjunto, se dice que Mariette empleó a más de 2780trabajadores durante su carrera. En Edfu, Tebas, Abidos yMenfis se habilitaron talleres para encauzar las nuevasriadas de antigüedades, una innovación que superaba conmucho las instalaciones de que se disponían en otrospaíses de Oriente Próximo. Los últimos diez años de la

larga carrera de Mariette fueron una sucesión detragedias arqueológicas y personales. Los problemaseconómicos persiguieron sus excavaciones, ya que el

khedive sumió a Egipto en deudas tan profundas que losbritánicos y franceses le depusieron en 1879. El añoanterior, la crecida había inundado el museo. Hubograndes pérdidas, y entre ellas cabe destacar la demuchos de los libros de Mariette, así como la de susinestimables notas sobre el Serapeum. Su reputación

internacional creció, y fue honrado por la Academia deInscripciones y Bellas Letras de París. Ya en Egipto, loshijos de Mariette murieron una tras otro, lo que le dejócon una familia quebrantada y pocas razones para vivir.

Enfermo de diabetes, murió en su casa de El Cairo el 18de enero de 1881. La obra completa sobre el Serapeum

seguía sin publicar, pero las cosas habían cambiado. Laexistencia de un museo permanente, repleto de maravillasdel antiguo Egipto, constituía una garantía de que el

rumbo de la egiptología había cambiado para siempre, y deque el saqueo del Nilo iba a perder intensidad. Egiptodio a Mariette un funeral de estado. El hombre al quetanto debía fue enterrado en la entrada de su museo.

-Gastón Maspero y el Servicio de Antigüedades-Los grandes descubrimientos

La muerte de Auguste Mariette en 1881 coincidió con uncambio fundamental en la escena política, un cambio

provocado tanto por la incompetencia del khedive como poruna revuelta popular en El Cairo y una insurrecciónmilitar que conllevó una intervención del ejército

británico y a un control, en apariencia nominal pero defacto en realidad, de los ingleses en Egipto en la

persona de Sir Evelyn Baring, cónsul general británico.Los funcionarios británicos se encargaban de gestionar la

defensa, las cuestiones políticas, los asuntosexteriores, la economía y las obras públicas. No

obstante, los franceses conservaron su influencia en laeducación, las artes y la arqueología. La rivalidad entrearqueólogos franceses y británicos marcó los matices dela egiptología durante gran parte del último periodo delsiglo XIX, lo que incluía las disputas por los permisosde excavación, los distintos enfoques sobre el antiguoEgipto y las divergencias en los métodos de excavación.

Por otra parte y con frecuencia, los franceses y losalemanes mantenían violentos desacuerdos, ya que los

primeros preferían un enfoque de la egiptología basado enla libre interpretación, mientras que los segundos seobsesionaban con las interpretaciones ordenadas y la

delimitación minuciosa de los detalles de los enseres ylos objetos artísticos. Gracias a Gastón Maspero, sin

embargo, los franceses controlaron de facto laarqueología en Egipto desde 1881 a 1942.

Gaston Maspero (1846-1916) nació en Paris el 24 de juniode 1846, estudió en el Liceo Louis le Grand y en la

Escuela Normal, profesor de egiptología en la Escuela deAltos Estudios, en 1869, Doctor en Letras (1873), y

profesor de arqueología y filología egipcia en el Colegiode Francia (1874). Conoció a Mariette en 1867. Maspero

utilizó sus influyentes contactos para presionar a favordel establecimiento de una escuela francesa de

arqueología en El Cairo, escuela que debía perpetuar lafuerte presencia francesa en la egiptología iniciada porNapoleón y Champollion y fomentada por Mariette. Viajó aEgipto en 1881 por orden del gobierno francés para fundarla escuela, y llegó a El Cairo poco tiempo antes de queMariette muriera por la diabetes. Maspero era un maestroen el arte de la maquinación burocrática, y se movió porla dirección del Servicio de Antigüedades (del que fue

director entre 1881-1886, y después entre 1899-1914) contotal comodidad. Reorganizó completamente el servicio,trabajó en las pirámides de Sakkara ( se interesó muy

especialmente por los Textos de las pirámides, textos que

habían salido a la luz gracias a las excavaciones deBrugsch quien los había descubierto y copiado en laspirámides de Pepi I y Merenra; Maspero abrió tres

pirámides más copiando y traduciendo 4000 líneas deinscripciones y preparando la primera edición de lostextos) y durante una generación, se convirtió en lafuerza dominante que se encontraba detrás de toda

actividad arqueológica en Egipto.

Maspero fue un gigante entre los pioneros de laegiptología, un hombre cuya increíble energía y

laboriosidad superaron incluso las de Mariette. Volcótodo su talento en todas las facetas de la egiptología,

desde la excavación a los jeroglíficos, y sus obras sobreegiptología y otros asuntos, de gran popularidad,cosecharon un gran número de lectores en Europa y

tuvieron mucho que ver con la aparición de actitudes másresponsables hacia el antiguo Egipto. Fue editor delgigantesco Catálogo General (CG) con 50 volúmenes almomento de su muerte, más 12 volúmenes de los templosnubios, su producción bibliográfica excede los 1200títulos. Así mismo excavó la Esfinge de Gizeh que poraquel entonces estaba enterrada por la arena hasta una

altura de 20 metros, también decidió cobrar entrada a losmonumentos. Maspero abrió una serie de museos locales, yen 1912, introdujo una serie de leyes que prohibían el

saqueo y pillaje de monumentos.

Lord Cromer y Maspero levantaron juntos, a partir de unaorganización embrionaria, la estructura del Servicio deAntigüedades, y lo convirtieron en una institución más

viable, dotada de cinco inspectores regionales queregulaban todas las excavaciones de Egipto. Cromer yMaspero supervisaron la reorganización de las enormescolecciones del Museo de Bulaq. Se permitió que algunos

excavadores extranjeros trabajasen bajo la supervisión delos inspectores, aunque el trafico ilegal de antigüedadesy falsificaciones continuó produciéndose solapadamente,

espoleado tanto por la ambición de algunos museosextranjeros como por la de los coleccionistas privados de

escasos escrúpulos. Esta actitud hizo que Masperoredoblase su vigilancia. Empleó más guardias y estableció

nuevos controles para restringir las actividades de loscomerciantes y de los agentes de los principales museos

de Europa, que eran sus principales clientes. Sinembargo, esto no disuadió a los museos europeos oestadounidenses ambiciosos. Esto enfurecía a las

autoridades en Egipto a la par que les granjeaba laenemistad de una impresionante lista de instituciones,muchas de ellas recurrieron al tráfico clandestino para

satisfacer sus deseos.

-Los grandes descubrimientos-

Vamos a hacer seguidamente un recorrido por algunos delos descubrimientos más importantes realizados en elámbito de la arqueología egipcia entre los años 1881 y

1914 que son los correspondientes a los dos mandatos (conun paréntesis de 13 años) en los que Maspero fue director

del Servicio de Antigüedades.

Las momias reales de Deir el-Bahari (DB 320):Descubrimiento/excavación: población local-Emil Brugschentre 1874-1881. Emil Brugsch nació en Berlín el 24 de

febrero de 1842. Junto a su hermano, el filólogo HeinrichBrugsch, trabaja como ayudante en la Escuela Khedive deEgiptología de El Cairo entre 1870-79. Se convierte en

ayudante de Mariette y trabaja como ayudante deconservación en el Museo de Bulaq en 1871. Más tarde será

archivero en los museos de Bulaq, Gizeh y El Cairo.Presenta su dimisión en 1914. Trabaja para Mariette enSakkara, en 1881 descubre los Textos de las Pirámides.

Ese mismo año excava la DB 320. Litógrafo y fotógrafo derenombre, se dice que vendió de forma subrepticia algunaspiezas del Museo, quizá con el fin de mantener a flote ala institución. Murió en Niza el 14 de enero de 1930.Emplazamiento: Tebas (Deir el-Bahari). Periodo: 2º

Periodo Intermedio-Tercer Periodo Intermedio. Descubiertaen 1881, se trata de uno de los mayores descubrimientos

de la arqueología egipcia, decenas de sarcófagos,alrededor de 50 momias de reyes ( entre ellas las deRamses II, Tutmes III y Seti I), reinas y cortesanos

desde las dinastías XVII a XXII, además de unos 6000objetos de diferente tipo.

Naucratis: Descubrimiento/excavación: W. M. F. Petrie en1883. Emplazamiento: El Nebira. Periodo: Época Baja,dinastía XXVI (reinado de Amasis). Entre los muchoshallazgos materiales los más intrigantes fueron lasinscripciones, bien incisas bien escritas con tinta,

aparecían sobre los recipientes dedicados a uno u otro delos múltiples santuarios de la ciudad: el de Apolo,

Afrodita, Hera, los Dioscuros etc. Pero el hallazgo mássorprendente es, sin duda, el fragmento de una copa áticaen el que aparece el autógrafo del propio Herodoto quevisitó la ciudad en el siglo V a.C. Fue D. G. Hogarth,

quien lo encontró, durante las excavaciones del Hellenionen 1903.

La tumba de Senedyem: Descubrimiento/excavación: SalamAbu Duhi y Gaston Maspero (con una importante

participación del cónsul español Eduardo Toda y Guell) en1886. Emplazamiento: Tebas (Deir el-Medina, TT1).

Periodo: Reino Nuevo, dinastía XIX, reinado de Seti I.Junto con la DB 320 es uno de los más señalados

descubrimientos de la arqueología egipcia en el que,aparte de gran cantidad de objetos diversos, debemos

resaltar una colección de 17 sarcófagos y 20 momias entreellas las de Senedyem, su esposa Ineferty y su hijo

Khonsu.

El archivo de El-Amarna: Descubrimiento: población localen 1887. Emplazamiento: El-Amarna. Periodo: Reino Nuevo,dinastía XVIII, reinados de Amenhotep III a Tutankhamon.El archivo está compuesto por más de 380 tablillas de

arcilla escritas en cuneiforme y lengua acadia. El primerexperto que las examinó, Jules Oppert, las tachó de

falsas, pero Wallis Budge confirmó su autenticidad. FueFlinders Petrie quien localizó el lugar donde fueronhalladas, la llamada “Casa de la Correspondencia”,contienen la correspondencia diplomática entre los

faraones egipcios y diferentes gobernantes del PróximoOriente y un segundo grupo que se refiere a las

rivalidades entre los vasallos de Egipto en Siria y

Palestina.

El papiro de Ani: Descubrimiento/excavación: poblaciónlocal hacia 1887. Emplazamiento: Tebas. Periodo: ReinoNuevo, dinastía XIX. Este extraordinario papiro (23,7metros de largo) del Libro de los Muertos pertenecienteal escriba Ani, fue adquirido, de forma fraudulenta porel pintoresco egiptólogo británico Sir Ernest A. T.

Wallis Budge. Budge, nace en Bodmin, el 27 de julio de1857. Estudia lengua egipcia en el Museo británico juntoa Samuel Birch (1870-78). Estudia en el Christ`s College

(Cambridge) 1879-82. Comienza a trabajar en el Museobritánico en 1883, en donde se convierte en conservador

del Departamento de Antigüedades Egipcias y Asirias entre1894-1924. Excava en Asuan, Gebel Barkal, Meroe y Semnaentre otros yacimientos nubios, así como en Ninive y Der

(Irak). Sus obras alcanzan los 140 títulos. Muere enLondres en noviembre de 1934. Fue un personaje muy

peculiar, con mucho de pícaro y un gran divulgador. Susmétodos de coleccionismo mezclaban el soborno, el engañoy una abierta audacia, y resultaban abusivos incluso paralos criterios de la época (en una ocasión Budge reunió800 cráneos, algunos robados por hienas, Budge los pudoexportar como “restos de hueso para abono”). Budge,hombre combativo, agresivo de baja estatura y poco

atractivo, visitó por primera vez Egipto en 1886 paracomprar objetos de colección. Exportó grandes cantidadesde antigüedades de forma furtiva a través de protecciónmilitar, los militares británicos consideraban a los

traficantes locales como hombres razonables que tratabande ganarse la vida y que el Servicio de Antigüedades eraun organismo corrupto cuyos miembros vendían antigüedades

por cuenta propia.

Los retratos de El Fayum: Primer descubrimiento, Pietrode la Valle en 1615. Flinders Petrie entre 1888 y 1910-11. Emplazamiento: El Fayum (Hawara y El Rubaiyat).Periodo: Época romana, siglos I-III d.C. Son pinturas

naturalistas hechas sobre planchas de madera que muestranlos rostros de los difuntos. Se colocaban sobre el rostro

de la momia.

Las momias de los sacerdotes de Amón (Bab el Gasus):Descubrimiento/excavación: Eugene Grebaut. Grebaut nacióen París el 1 de junio de 1846. Estudió en la Escuela deAltos Estudios y además de árabe con Guyard y egiptología

con Maspero, publicó el Himno a Amón del Museo de ElCairo, Lector en la Escuela (1876-78), sucedió a Lefeburecomo Director de la Misión Arqueológica Francesa en ElCairo (1883-86); sucedió a Maspero como Director del

Servicio de Antigüedades (1886-1892), en cuyo desempeñodespertó criticas y animadversiones, renunció en 1892 yvolvió a Paris como Lector de Historia Antigua en laSorbona, Murió en Romainville, el 8 de enero de 1915.Emplazamiento: Tebas (Deir el-Bahari, tumba DB B), al

norte del templo de Hatchepsut, en una zona no excavada.Se encontraron 153 sarcófagos, 110 cajas de ushabti, 77

estatuas de Osiris (con rollos de papiro), estelas, vasoscanopos y momias. El tralado de objetos a este escondrijose realizó durante el reinado de Psusennes II en torno al

950 a.C.

Las pinturas del palacio de Akhenaton:Descubrimiento/excavación: W. M. F. Petrie en 1891-92.Emplazamiento: El Amarna (Casa del Rey). Periodo: ReinoNuevo, dinastía XVIII, reinado de Akhenaton. 94 metros

cuadrados de pavimentos, suelos y rodapiés de unaexquisita belleza. Actualmente en el Museo Ashmolean y en

el Museo Egipcio de El Cairo.

Las joyas de las princesas en Dashur:Descubrimiento/excavación: Jacques de Morgan en 1894-95.Ingeniero civil, geólogo, arqueólogo y prehistoriadorfrancés, nació Blesois, Loire et-Cher el 3 de junio de1857. Estudió en la Escuela de Minas de París. Realizóexploraciones y prospecciones en Inglaterra, Europa

continental, Indias Orientales y Malaca. Dirigió, además,misiones científicas en el Cáucaso y Persia. Director

General del Servicio de Antigüedades egipcio entre 1892-97. Realizó importantes excavaciones en las pirámides de

Dashur, descubrió la tumba de la reina Neithotep enNaqada (1897), conjuntamente con Petrie, es el fundador

de los estudios de la prehistoria egipcia. Descubridor dela mastaba de Mereruka en Sakkara (1893), despejó el

templo de Kom Ombo y condujo la primera expedicióncientífica al Sinaí. Desde 1897 trabajó en Susa (Persia)

donde realizó importantes descubrimientos. Murió enMarsella el 12 de junio de 1924. Emplazamiento: Dashur(complejos de las pirámides de Amenemhat II, Senwseret

III y Amenemhat III). Periodo: Reino Medio, dinastías XIIy XIII. El tesoro perteneció a las princesas It,

Sathathor, Itweret y Nubheteptikhered, además de lasreinas Khenemet y Meret, y del rey Hor. Brazaletes,

collares, tobilleras, pendientes, cinturones, dagas, etc.

Las Fayenzas de Tuna el-Gebel: Descubrimiento/excavación:población local en 1895. Emplazamiento: Tuna el-Gebel( El Ashmuneim, Medio Egipto). Periodo: desde la XVIIIhasta la época romana. Col. Joseph Myers, Eton College.

Las tumbas predinasticas de Naqada:Descubrimiento/excavación: W. M. F. Petrie y James E.

Quibell en 1895. Quibell nace en Newport, Shropshire, el11 de noviembre de 1867. Ayudante de Petrie y del

Egyptian Research Account en Coptos (1893), Naqada yBallas (1894-95), Ramesseum (1896), Hierakompolis (1897).

Inspector jefe de Antigüedades en el Delta y el MedioEgipto (1899-1904), colega de Howard Carter, Inspector

jefe en Luxor (1904-05), Sakkara (1905). Conservador delMuseo de El Cairo (1914-23). Secretario General (1923-25). Ayudante de Firth en sus excavaciones en Sakkara(1925-31), Director de excavación en la pirámide deDyeser (1931-35). Muere en Hertford, el 5 de junio de

1935. Emplazamiento: Naqada (Alto Egipto). Periodo: épocapredinastica. La datación de esta necrópolis (alrededor

de 2000 tumbas) junto con los hallazgos de Ballas,Abadiya y Hu (1898-99), sirvió a Petrie para crear su

sistema de datación conocido como Sequence Dates (S.D.).

Hierakompolis: Descubrimiento/excavación: James E.Quibell y F. W. Green en 1897-99. Emplazamiento: Kom el

Ahmar (Hierakompolis), Alto Egipto. Periodo:Predinastico-Reino Nuevo. Se encontraron los restos de

una ciudad, Nekhen y del templo de la ciudad,parcialmente desmantelado en la década de 1860 al

utilizarse como cantera para la construcción de una

fábrica en la cercana Esna. Entre los hallazgos podemosdestacar: la paleta de Narmer, las estatuas de cobre de

Pepi, estatuas del rey Khasekhemwy, diferentes cabezas demaza, etc, en el “depósito principal”.

Descubrimientos de Loret en el Valle de los Reyes:Descubrimiento/excavación: Víctor Loret entre 1898-99.Loret nace en Paris el 1 de septiembre de 1859. Estudiójunto a Maspero en la Escuela de Altos Estudios y en elCollege de France. Miembro del Instituto ArqueológicoFrancés de El Cairo (1881), excava en las tumbas realesde Tebas, director en 1886. Lector en la Universidad de

Lyon (1886-1929), funda la escuela de egiptología en estamisma ciudad. Director General del Servicio de

Antigüedades (1897-99), excava en el Valle de los Reyes yen Sakkara, funda la publicación del Servicio de

antigüedades, Annales du Service. Muere en Lyon, el 3 defebrero de 1946. Emplazamiento: Valle de los Reyes

(Tebas), tumbas KV 34 (Tutmes III), 35 (Amenhotep II), 36( Maiherpri), 38 (2ª tumba de Tutmes I), entre otras.

Periodo: Reino Nuevo, dinastías XVIII-XX. En la KV 35 seencontraron las momias de Amenhotep II, Amenhotep III,

Merenptah, Ramses IV, V, VI, Seti II, Siptah, Tutmes IV ,además de otras momias reales, en lo que se conoce como

el “segundo escondrijo real”.

Los papiros de Oxyrrinco: Descubrimiento/excavación:Bernard P. Grenfell y Arthur S. Hunt entre 1896-1906.Emplazamiento: El Banhasa (Oxyrrinco). Periodo: épocaromana. 30 a.C.-395 d.C. Se trata de uno de los mayoresdescubrimientos hechos en Egipto de papiros de épocaclásica, (otros fueron realizados en El Cairo, Meir,Hawara, Kom Medinet Ghurab, Umm el-Baragat y el-Hiba),entre estos descubrimientos se han hallado restos de laIliada, Laques y Fedon de Platón, Antiope de Eurípides,la Constitución de los Atenienses de Aristóteles, obrasde Herodas y Baquilides, los logia Iesou (que formaría

parte del Evangelio de Tomás), una lista de los primerosdirectores de la biblioteca de Alejandría, los Peones dePindaro, la Hipsipile de Eurípides, Sobre la Verdad de

Antifonte y otras obras de Platón, Tucidides, Isocrates,Esquilo, Alceo, Calimaco, Cercidas, Sófocles, un

Evangelio de San Juan etc.

Las Tumbas arcaicas de Abydos: Descubrimiento/excavación:Emile Amelineau (1887 tumba de Djer), W. M. F. Petrie

1897-99. Emplazamiento: Umm el-Qaab (Abydos, AltoEgipto). Periodo: Predinaastico y Dinástico Primitivo(dinastías I y II). Tumbas B10 (Narmer), B19 (Aha), O(Djer), Y (Merneith), Z (Djet), T (Den), X (Anedjib), U(Semerkhet), Q (Qaa), P (Peribsen), U (Khasekhemwy). En1988 Gunther Dreyer descubrió la tumba Uj perteneciente

al rey Escorpión I.

Theodore Davies en el Valle de los Reyes:Descubrimiento/excavación: Theodore M. Davies en 1902-14.Davies nació en Nueva York en 1837, abogado y hombre denegocios. Viajó a Egipto en 1899 y se interesó en laegiptología de la mano de Sayce y Newberry; patrocinó

excavaciones entre 1903-12, en el Valle de los Reyes bajola supervisión del Servicio de Antigüedades. Su colecciónprivada se encuentra en el Museo Metropolitano de Nueva

York. Murió en Miami el 23 de febrero de 1915.Emplazamiento: Valle de los Reyes. Tumbas KV 20

(Hatchepsut), 43 (Tutmes IV), 45 (Userhet), 46 (Yuya yTuya), 47 (Siptah), 48 (Amenemope), 54 (materiales delenterramiento de Tutankhamon), 55 (Akhenaton-Tiyi), 56(llamada la “tumba de oro” posiblemente perteneciente auna hija de Seti II y Tawosret, y que proporcionó la

colección más espectacular de joyas de la XIX dinastía detoda la historia de la egiptología, Ayrton 05-01-1908),57 (Horhemheb), 60 (In, nodriza de Hatchepsut); losexcavadores de estas tumbas fueron Carter, Quibell,

Ayrton, Jones.

El escondrijo de Karnak: Descubrimiento/excavación:Georges Legrain en 1903. Legrain nace en Paris, el 4 deoctubre de 1865. Estudió Arte y Arquitectura con AugusteChoisy y Egiptología con Paul Pierret y Eugene Revilloten el Louvre. Miembro del Instituto Frances de El Cairo

(1892-94), trabajó en Asuan, Kom Ombo y El Amarna.Inspector del Servicio de antigüedades desde 1894,

trabajó en Kom Ombo, Gebel el-Silsila y Dashur. Comienzasu trabajo de conservación y excavación del templo de

Karnak en 1895, (recordemos que el templo sufriría unsevero terremoto en 1899 desplomándose numerosas columnas

y causando amplios daños), excava el escondrijo deKarnak, en 1903, poco después es nombrado inspector jefe

de antigüedades en Luxor, en sustitución de ArthurWeigall. Muere en Luxor en agosto de 1917. Emplazamiento:

Karnak. Periodo: desde el Dinástico Primitivo hata laépoca greco-romana. El “escondrijo” de estatuas

encontrado en el templo de Karnak, es el hallazgoescultórico más importante de Egipto, y posiblemente delmundo. Se han hallado cientos de estatuas y unos 17000bronces; entre ellas, más de 100 estatuas de monarcas y

más de 300 de miembros menores de la realeza e individuosprivados, además de divinidades y numerosas estatuillasde madera, estelas, fragmentos de obeliscos, mesas deofrendas, huesos de carnero, recipientes de metal y

piedra, etc.

La tumba de Nefertari: Descubrimiento/excavación: ErnestoSchiaparelli en 1904. Schiaparelli nace en Occhieppo

Inferiore, Biella, Italia el 12 de julio de 1856. Estudiaegiptología en la Universidad de Turín con FrancescoRossi y en Paris con Maspero. Director de la colecciónegipcia del Museo de Florencia (1880-94), director delMuseo de Turín (1894-1927). Llevó a cabo fructíferas

excavaciones para esta institución en Heliopolis, Gizeh,el-Ashmuneim, Asyut, Qau el-Kebir, el-Hammamia, Tebas

(Valle de las Reinas y Deir el-Medina), en 1903-20. Muereen Turín el 17 de febrero de 1928. Emplazamiento: Tebas

(Valle de las Reinas QV 66). Periodo: Reino Nuevo,dinastía XIX, reinado de Ramses II. Esta tumba, una de

las más grandes del Valle de las Reinas, es de un enormeinterés arquitectónico, pero lo más sorprendente es lacolorista decoración de los estucos que llenan todas ycada una de las paredes. La tumba fue saqueada en la

antigüedad. Schiaparelli logró rescatar algunosfragmentos del ajuar funerario. Junto a estos

descubrimientos “oficiales”, muchos objetos aisladosprocedentes de los trabajos de Schiaparelli cayeron en

manos de los comerciantes de antigüedades para terminar,por mediación de Albert M. Lythgoe, en el Museo de

Boston. Durante los trabajos de restauración llevados a

cabo por el Instituto Getty en febrero de 1988, aparecióun fragmento de un brazalete de oro que había pasado

inadvertido.

La tumba de Kha, arquitecto del faraón:Descubrimiento/excavación: Ernesto Schiaparelli en 1906.

Emplazamiento: Deir el-Medina (TT 8). Periodo: ReinoNuevo, dinastía XVIII, reinado de Amenhotep III. Una

tumba intacta que contenía los utensilios típicos de unhogar próspero de la dinastía XVIII, preparados para serreutilizados en la otra vida. Mesitas llenas de ofrendas,

ánforas, muebles, pelucas, cosméticos, costureros,navajas, horquillas, peines, ropas, etc. La momia de Khaapareció en el interior de tres ataúdes, uno rectangulary dos antropomorfos y la de su esposa, Meryet, en dos

sarcófagos, uno de ellos rectangular y otro antropomorfo.Además dentro de los sarcófagos de Kha se encontró uno delos ejemplares en papiro más antiguos del Libro de los

Muertos, de 14 metros de longitud e ilustrado conviñetas.

Los tesoros de Tell Basta: Descubrimiento/excavación:Población local en 1906. Emplazamiento: Tell Basta

(Bubastis, Zagazig). Periodo: Reino Nuevo, dinastía XIX.Se trata de dos tesoros y figuran entre los pocos que sehan encontrado en los templos del antiguo Egipto. Una

parte importante de piezas menores terminó en el mercadode antigüedades para ser adquiridas más tarde por elMuseo de Berlín y el Metropolitan de Nueva York. Entrelos objetos se encuentran una copa y un recipiente de

oro, brazaletes de oro y lapislázuli y diversosfragmentos de objetos de plata.

Las estatuas de Menkawra: Descubrimiento/excavación:Georg A. Reisner entre 1908-10. Georg Reisner nació en

Indianápolis, el 5 de noviembre de 1867. AB, AM, Ph.D porHarvard. Becario de 1893-96, estudia asiriología en

Berlín y egiptología junto a Kurt Sethe. Ayudante en elMuseo de Berlín (1895-96). Profesor de Semíticas en la

Universidad de Harvard (1896-97). Director de laexpedición Hearst y profesor de la Universidad de

California (1899-1905). Profesor ayudante de arqueología

semítica en Harvard (1905-10). Trabaja para la Nubianarchaeological Survey (1907-09), director de la

expedición egipcia Harvard-Boston y profesor ayudante deegiptología en Harvard (1910). Conservador de lacolección egipcia en el Museo de Boston (1910-42),

profesor de egiptología en Harvard (1914-42), excava enEgipto y Sudán ( en Kerma excava una necrópolis de tumbascirculares, establece la relación cultural entre Egipto yel África negra, clasifica las culturas nubias). Gracias

a los trabajos de Reisner más universidades y museosestadounidenses financiaron excavaciones en Egipto. Muereen 1942, dejando sus escritos al Museo de Boston y “unacolección de 1300 historias de detectives” a Harvard.

Emplazamiento: Gizeh (complejo de la pirámide deMenkawra). Periodo: Reino Antiguo, IV dinastía, reinado

de Menkawra. La importancia de las excavaciones deReisner en Gizeh no radica tanto en sus hallazgos

textuales como en la rica colección de esculturas delReino Antiguo que aquel desenterró en la pirámide y los

templos de Menkawra (excavó también la tumba deMeresankh). Según las palabras de Reisner “Antes de laexcavación de los templos de Menkaure, sólo se conocían

trece estatuas de monarcas de la IV dinastía. Laexpedición Harvard-Boston encontró en los templos deMenkaure diecisiete estatuas además de otras quince

estatuillas que representaban ocho estadios diferentes enel proceso de realización de una estatua. Este materialhizo necesario revisar la historia del arte egipcio

durante este periodo…”.

El busto de Nefertiti: Descubrimiento/excavación: LudwigBorchardt en 1912. Borchardt nació en Berlín el 5 deoctubre de 1863, estudió arquitectura en la Escuela

Técnica (1883-87). Estudió egiptología con Adolf Erman, yvisitó Egipto por primera vez en 1895, trabajó en File,

colaboró con Maspero en el gran Catálogo General (CG) delMuseo de El Cairo. Fue agregado cultural en el Consulado

Alemán en El Cairo. Borchardt fundó y dirigió elInstituto Arqueológico Alemán entre 1907-28. Excavó el

complejo solar del rey Niwserre en Abu Gurab (1898-1901)y las pirámides de Abusir. Excavó en El-Amarna (1912-14).

Borchardt fue la primera persona en realizar estudios

intensivos de arquitectura egipcia. Murió en Paris el 12de agosto de 1938 y fue enterrado en El Cairo.

Emplazamiento: El Amarna. Periodo: Reino Nuevo, dinastíaXVIII, reinado de Akhenaton. El 6 de diciembre de 1912,entre los restos de una pequeña estancia de ladrillo, la

Deutsche Orient-Gesellschaft desenterró la mayorcolección de arte amarniense de la egiptología. Lacolección de obras que se recuperaron durante la

excavación de la villa de Tutmes (“favorito del dios,capataz y escultor” de Akhenaton) consta de un total de

más de 20 moldes de escayola, además de una ampliavariedad de esculturas, tanto inconclusas como

perfectamente terminadas, realizadas en piedras duras yblandas. La calidad de todas estas esculturas es

impresionante, pero la joya de la colección es el bustode Nefertiti. Esta obra de arte está modelada sobre un

núcleo de caliza y cuida todos y cada uno de losdetalles, aunque sólo se ha conservado uno de los ojos.

El ojo derecho está realizado en cristal de roca,mientras que la pupila está delineada con pigmento; segúnel egiptólogo Rolf Krauss, las fotografías más antiguaspermiten ver restos de ese mismo pigmento en el ojo

izquierdo, lo cual nos hace pensar que habría estado ensu lugar durante la antigüedad y que simplemente se

habría caído.

El tesoro de Sathathoriunet: Descubrimiento/excavación:Guy Brunton en 1914. Brunton nació en Beckenham

(Inglaterra) el 8 de julio de 1878. Estudió en Londrescon Petrie y M. Murray, excavó en Lahun (1912-14) y

(1919-21), trabajó con G. Cathon-Thompson en Qau y Badaridonde se realizaron importantes descubrimientos (entreellos los relativos a la cultura badariense). Excavó enTasa y fue conservador asistente del Museo Egipcio de ElCairo en 1931. Fue un excavador meticuloso y uno de losmejores discípulos de Petrie, colaboró con numerosos

artículos en el BASAE. Murió en Transvaal (Sudáfrica) el17 de octubre de 1948. Emplazamiento: El Lahun ( tumba nº8, en las proximidades de la pirámide de Senwseret II).Periodo: Reino Medio, dinastía XII, reinado de AmenemhatIII. Se encontraba al fondo de un pozo funerario lleno de

barro, excavado durante los trabajos de Petrie en El-

Lahun que comenzaron a finales de 1913. Aquel pozoresultaría ser el escondite de un espectacular tesoro dejoyas y ungüentarios, espejos, muñequeras, tobilleras,gargantillas, diademas, anillos, brazaletes, pectorales

etc; del Reino Medio y que en origen habría estadocontenido en varios cofres de ébano que la acción delagua habría echado a perder. Además se encontró unsarcófago de granito rojo, vasos canopos de caliza,

platos de cerámica, cajas de madera, etc. Maspero cedió aPetrie la mayor parte del hallazgo, quien trató de

vendérselo al Museo Británico a quien pidió 8000 librasesterlinas, pero el museo sólo estaba dispuesto a pagar

2000, al final, el tesoro sería comprado por elMetropolitan de Nueva York, donde actualmente se

encuentra.

-Sir W. M. F. Petrie y el nacimiento de la arqueologíacientífica en Egipto-

William Matthew Flinders Petrie nace en Charlton( Inglaterra) el 3 de junio de 1853, su educación fuecasera y obtuvo de su padre un excelente conocimientopráctico de agrimensura y geometría. Visitó Egipto por

primera vez en 1880 con el fin de comprobar la veracidadde las teorías de aquella banda de “piramidiotas” (como

se les calificó) quienes, inspirados por el astrónomo Ch.P. Smith, buscaban en las dimensiones de la gran pirámide

alguna especie de verdad divina. Los sabios cálculosrealizados por Petrie le llevaron a desechar aquellas

fantasías y se pasó de la piramidóloga a la egiptología.

Su obra The Pyramids and Temples of Giza (1883) recibiócriticas favorables. Todo el mundo elogió la objetividadcientífica del autor, cuyas mediciones dieron un nuevofundamento al conocimiento de las pirámides. Varios

estudiosos influyentes se dirigieron a la Fundación parala Exploración de Egipto (fundada en 1882 por AmeliaEdwards con la ayuda de Reginald Stuart Poole y SirErasmus Wilson) con el propósito de enviar a Petrie atrabajar en el Delta del Nilo. Poco después, ese mismo

año, el comité de la Fundación lo envió a la zona. Excavóen Tanis y otros yacimientos de la Baja Época, entre

ellos Naucratis. Las excavaciones de Petrie fueron objetode una supervisión mucho más estricta que las de suspredecesores, pero sus técnicas seguían siendo toscas

desde el punto de vista moderno.

Fue en Naucratis donde Petrie descubrió la capitalimportancia de fechar con exactitud los objetos y losestratos de los que procedían estos. Empezó a fechartemplos y otras estructuras al poner en relación losmuros con el estrato de sedimentos que se encontrabanbajo los cimientos del edificio. Muchos de los objetoshallados en el suelo, incrustados en la tierra de lasprofundas zanjas excavadas por debajo del nivel de los

cimientos, eran monedas u ornamentos grabados que podíanfecharse con precisión, una vez establecido con exactitudel contexto de su ubicación en el tiempo y el espacio.

Esto constituía una auténtica innovación, algo que nuncase había intentado antes en Egipto.

Petrie trabajó para la Egypt Exploration Fund entre 1884-86 como ayudante de Eduard Naville. A partir de 1887

trabaja por su cuenta encabezando una importante misiónarqueológica a El Fayum. A diferencia de los

coleccionistas anteriores, Flinders Petrie poseía unvasto conocimiento comparado de la arqueología de Oriente

Próximo y Europa. Se movía en un amplio círculo deestudiosos cultos y muy versados que eran másgeneralistas que especialistas y que estaban

profundamente interesados en el ancho mundo, en vez decircunscritos en exclusiva al mero ámbito del Nilo o de

su propio yacimiento.

Petrie se dio cuenta de que había aportado cinco técnicasconcretas a su disciplina, y dejó constancia de ellas por

escrito. En primer lugar, “El delicado arte delcoleccionismo, de conseguir toda la información

necesaria, de percibir la importancia de todo lo halladoy de evitar descuidos, de probar y comprobar

constantemente las hipótesis, a medida que avanza eltrabajo, y de consolidar la información relativa a todo

lo que resulta de interés, no sólo para mí, sino paraotros”. En segundo lugar “El trabajo de tejer una

historia partiendo de pruebas dispersas y utilizandotodos los materiales disponibles, sean estos

inscripciones, objetos, posiciones o probabilidades”.Petrie incluyó en la lista de sus especialidades el

estudio de la cultura material, la medición arqueológicay la estimación de la importancia de los hallazgos. Losobjetivos principales de todo el trabajo de Petrie eran

la publicación puntual de los estudios, la realización deplanos precisos y la excavación, así como la consignación

y la datación exactas de los descubrimientos.

La aparición de Petrie en escena fue como una bocanada deaire fresco para la disciplina. El objetivo de sus

predecesores había sido, sin excepción, el descubrimientode monumentos y estatuas, en cambio Petrie se sentía

atraído por los hallazgos menores: los restos de la vidadiaria, las vasijas, los amuletos y otra serie de objetosque pasaban inadvertidos en las imponentes operaciones de

remoción de tierras que era la tónica general de laépoca. Instintivamente, Petrie comprendió el inmenso

potencial de aquellos materiales modestos, yposteriormente demostró, mediante el desarrollo de susistema de datación por secuencias (S.D.), lo valiososque tales hallazgos podían resultar si se estudiaban de

forma apropiada. En este aspecto, se veía que existía unaclara ruptura arqueológica entre las tumbas más antiguasy las más tardías, además de un desarrollo estilístico

entre la cerámica de ambas fases. Petrie, situó lacerámica, entre otros materiales, en una secuencianumerada ( del 30 al 80, de la más antigua a la más

tardía, respectivamente), teórica y experimental, lo quele permitió datar de forma relativa cada tumba. Estas

fechas podían ponerse en relación con las formascerámicas del Dinástico Primitivo (estilo, forma y

decoración), y así fijar las fases del Predinastico de unmodo más preciso. Este análisis le llevó a Petrie seis

años de intenso estudio, hasta que en 1901 pudo comunicaral mundo sus resultados. Sus aportaciones fueron

enormemente valiosas para todos aquellos que se dedicaronal periodo Predinastico en las décadas sucesivas.

Desde la época de Mariette, los intereses franceseshabían dominado la administración de antigüedades. Según

Petrie, la estructura administrativa era a un tiempocorrupta e incompetente. Se concedían permisos a

comerciantes y excavadores que carecían de cualificación.El museo se hallaba en un estado espantoso. El personal

no mostraba el menor interés. Dejaban momias y esculturasvaliosas en puntos de paso muy frecuentados y también al

aire libre, con el consiguiente riesgo de que sedeterioraran o se pudrieran. No obstante, en esta época

se había instalado ya en Inglaterra una crecienteprotesta contra la destrucción de monumentos en Egipto,en gran parte como consecuencia de las exposiciones de

Petrie y de las conferencias de Amelia Edwards. Pronto seconstituyó la Sociedad para la Preservación de

Monumentos, respaldada por personajes influyentes. Estospropusieron que se nombrara un inspector inglés

independiente, propuesta que fue sofocada por losfranceses.

Los problemas podían remitirse al Servicio deAntigüedades, dominado por los franceses. Se promulgó unanueva normativa para la exportación de antigüedades, unanormativa que hacía prácticamente imposible que trabajaseen Egipto cualquier misión extranjera. El propio Petrie

vio como le prohibían excavar. A esta situación lesiguieron intensas presiones políticas, y el resultadofue una regulación aún más estricta, pero más realista,que definía con mayor detalle las condiciones que debíasatisfacer la exportación, insistía en la publicación delos hallazgos y hacía más difícil que los traficantes

obtuvieran beneficios importantes.

En 1894, Petrie establece el Egyptian Research Accountvinculado a la British School of Archaeology, en Egipto yvuelve a colaborar con la Egypt Exploration Fund entre

1896-1905. Los mayores egiptólogos de Gran Bretaña habíancomenzado su trabajo sin ningún tipo de apoyo económico.Sin embargo, en 1892, Amelia Edwards legó su fortuna al

morir para que se dotase una cátedra de Egiptología en laUniversidad de Londres. Flinders Petrie fue el primer

titular de la cátedra (entre 1892-1933). Fueron muchoslos arqueólogos jóvenes que aprendieron las técnicas desu oficio en una de las excavaciones de Petrie. Entreellos, Alan Gardiner, un filólogo consumado y el joven

Howard Carter.

Petrie hizo mucho más que fundar una escuela inglesa deegiptología o introducir unos métodos de excavaciónrespetables en el Valle del Nilo (en Tanis eliminó la

figura del capataz y supervisó personalmente los trabajosde excavación). Formó a toda una generación de nuevos

egiptólogos, a los que adiestró en la comprensión de losjeroglíficos y en la práctica de sus métodos de

excavación. Muchos de ellos mejoraron sus técnicas.Howard Carter trabajó con Petrie; el arqueólogo clásicoErnest Arthur Gardner aprendió a excavar en Naucratis yprogresó hasta dirigir en Atenas la Escuela Británica de

Arqueología, donde ayudó a Petrie en su trabajo dedatación cruzada de las importaciones llegadas a Micenas

desde Egipto. Guy Brunton, el joven ayudante quedesenterró el tesoro de El-Lahun, llegó a convertirse en

uno de los más destacados continuadores de Petrie.Gertrude Caton-Thompson aprendió a excavar con Petrie,

distinguiéndose en sus excavaciones de yacimientosprehistóricos en Egipto. Margareth A. Murray, la primeraegiptóloga de la Universidad de Manchester y la primeramujer que dirigió el primer estudio interdisciplinarsobre momias egipcias fue alumna de Petrie. Pocos

arqueólogos han ejercido una influencia tan profunda enlas generaciones posteriores.

El ritmo y el impresionante radio de acción de la carreraarqueológica de Petrie nos asombra. Excavaba en Egipto

todos los inviernos y pasaba la primavera y el verano enEuropa, dedicado a poner por escrito el trabajo realizadoen la campaña anterior y a exponer los descubrimientos.Publicaba, al menos, un libro anual (es autor de mas demil libros, artículos y reseñas; fundador y editor de

Ancient Egypt). Cada año daba docenas de conferencias, eimpartía además sus clases normales en la Universidad deLondres. En 42 años Petrie excavó más yacimientos queMariette, e hizo más descubrimientos importantes que

cualquier otro arqueólogo anterior o posterior a él.Baste mencionar estos datos: excavación en Tanis (1884),

Naucratis (1884-5), Dafne ( 1886), Nebesha (1886),Hawara, Biahmu y Arsinoe (1888), El-Lahun, Kahun (1889-90), Gurab (1889-90), Meidum (1891), El Amarna (1891-2),Koptos (1893-4), Naqada y Ballas (1895), Tebas (1895-6),Qurna (1908), Deshasha (1897), Dendera (1897-8), Abadiyay Hu (1898-9), Abydos (1899-1903), Ehnasya (1903-4), Buto(1904), Sinaí (Wadi Maghara y Serabit El-Khadim, 1904-5),Tell el-Yahudiya (1905-6), Tell el-Reteba (1905-6), Saftel-Hinna (1906), Gizeh y Rifeh (1906-7), Atribuís (1907),Menfis (1908-13), Tarkhan (1911-13), Sedment (1920-21),

Haraga, Shurafa (1911), Heliopolis (1912), Qau (1923-24).

Petrie siguió realizando sus excavaciones anuales durantemuchos años, hasta 1926, fecha en la que orientó

bruscamente su atención a Palestina, donde trabajó hasta1938 investigando sobre los Hyksos y excavando en

diferentes yacimientos especialmente en Gaza (1927-34),murió en Jerusalén el 28 de julio de 1942. Su colecciónde cerámica palestinense se halla en el Instituto deArqueología (Londres), 113 libros de notas y otros

escritos, se conservan en el Museo Petrie, además de otrolote de escritos que se hallan en el Instituto Griffith

de Oxford. Sus cuarenta años de excavaciones, formación ypublicaciones habían mejorado el nivel de la arqueologíade campo y dado al mundo toda una nueva generación deegiptólogos. Petrie consignó más datos sobre el antiguo

Egipto que cualquiera de los excavadores que leprecedieron. Era un innovador, un egiptólogo que se

adelantaba a su época y que no obstante se veía obligadoa sostener sus excavaciones con la venta de sus

descubrimientos a los museos europeos. Por desgracia,tenia un talante un tanto enfadadizo y carecía de tacto.

Al igual que otros muchos excavadores, Petrie daba lomejor de sí mismo en el trabajo de campo. Creía

apasionadamente en la importancia del pasado. “El hombreque conoce la historia y profundiza en ella añade unanueva dimensión a su existencia… Vive en todas las

épocas, las eras le pertenecen, todas ellas están vivas asus ojos”. Flinders Petrie.

-Las primeras instituciones egiptológicas-

La Escuela Khedive de Egiptología: El Khedive Ismail y elreformador de la educación, Ali Mubarak, querían formar alos egipcios para que pudiesen trabajar en el Servicio de

Antigüedades y en el Museo. Mariette se opuso a lainiciativa pues temía perder su puesto. Sin embargo,

Mubarak ofreció a Heinrich Brugsch un contrato de cincoaños para dirigir la Escuela de Egiptología, que abrió

sus puertas en 1870, en una villa destartalada próxima alMuseo. Hay que recordar que Heinrich Brugsch fue el

principal pionero del lenguaje demótico y que publicó elgigantesco compendio de textos egipcios, el ThesaurusInscriptiorum Aegyptiarum y creó la gran publicación

alemana Zeitschrift fur agyptische Sprache undAltertumskunde en 1864. El experimento se mantuvo

únicamente durante esos cinco años, y después la escuelacerró. Mariette hizo descarrilar la tentativa, ya que

prohibió a los estudiantes que copiaran inscripciones enel museo y contrató a un inspector suizo que redactó un

informe sobre las deficiencias de la escuela.

Ahmed Kamal era uno de los alumnos de la escuela, y seaplicó a la egiptología con entusiasmo. Se vio obligado a

trabajar como profesor y traductor hasta obtener elpuesto de secretario tesorero del Museo de Bulaq, pocodespués de la muerte de Mariette. Maspero le asignó la

tarea de poner en marcha una pequeña escuela deegiptología en el museo. Sus escasos diplomados se

convirtieron en inspectores de antigüedades. En 1889,Eugene Grebaut le nombró de mala gana conservador

auxiliar, simplemente para asegurarse de que el puesto norecayese en manos de un egiptólogo británico. Kamalbatalló para labrarse una reputación como egiptólogoserio, a pesar del escaso apoyo de Maspero. No se lepermitió excavar, con arreglo a unas medidas políticas

que prohibían la excavación a quienes no fuesenegiptólogos y careciesen de un permiso oficial para esefin. Además, Maspero creía que el motivo que impulsaba a

los egipcios a excavar era la búsqueda de tesoros y no elinterés científico.

Pese al duro trabajo que realizó durante años, Kamal nologró mas que un reconocimiento exiguo, y se retiró en

1914, tras haber impartido cursos sobre el antiguo Egiptoen la nueva universidad egipcia entre los años 1880-89,

también enseñó egiptología en la Escuela Normal Superior,pero el Servicio de Antigüedades se negó a contratar a

sus diplomados. Lord Cromer expresó la opinión general alobservar: “Los egipcios no están, por el momento, losuficientemente civilizados como para ocuparse de lapreservación de sus antiguos monumentos”. Su posiciónhabría de convertirse en política imperial hasta mucho

después de la I Guerra Mundial.

Además, en este periodo que se inicia con la muerte deMariette, se asiste en primer lugar a la instauración delos grandes organismos de investigación arqueológica que

llegará a decuplicar la eficacia del Servicio deAntigüedades. Será, en un principio, la Misión

archeologique Francaise (1880-81), que se convertirá mástarde en el Institut Francais d`Archeologie Orientale

(IFAO, 1898), seguido poco después por el EgyptExploration Fund, más tarde Egypt Exploration Society (laEgypt Exploration Society tiene su inspiración y germenen la Egyptian Society, la primera sociedad para elestudio y el desarrollo de las investigaciones sobre

Egipto, creada en diciembre de 1741 bajo el patronazgo deLord Sandwich, y de la que formaron parte Frederic LewisNorden y Richard Pococke). En 1894 se funda la EgyptianResearch Account que en 1906 se convirtió en la BritishSchool of Archaeology in Egypt y en Alemania la Deutsche

Orient Gesellschaft, además del Instituto Suizo deInvestigaciones Arquitectónicas creado por Ludwig

Borchardt.

-Grandes hallazgos, grandes polémicas-

En 1856 Francia logró la concesión del futuro Canal deSuez, que fue inaugurado en 1869, pero en 1874 GranBretaña, interesada en controlar la ruta de la India,

compró una parte decisiva de la Compañía. De 1882 a 1914,Gran Bretaña ejerció un verdadero gobierno sobre Egiptopor medio de un alto comisario británico que dirigió elejército y la administración y tomó aquellas decisionesque oficialmente correspondían al gobernante egipcio,

pero tuvo que hacer frente a la fuerte oposiciónnacionalista que, desde finales del siglo XIX, no admitíaque la mitad de la producción egipcia estuviera en manos

de extranjeros. El partido nacionalista Wafd dirigiódesde 1918 la resistencia antibritánica, y al hacerse

mayoritario, obligó a Gran Bretaña a reconocer laindependencia de Egipto, aunque se reservó las relaciones

exteriores, la defensa y el derecho a mantener tropasbritánicas en territorio egipcio, hasta que en 1936 se

procedió a su total retirada (a excepción de la zona delCanal de Suez). El reinado de Faruk (1937-52) se

caracterizó por la creciente corrupción tanto políticacomo administrativa y por la adhesión a los intereses deGran Bretaña. Los partidos políticos existentes estabanligados a la monarquía o a los grandes terratenientes,

propietarios de la mayor parte de las tierrascultivables. Los campesinos vivían en una extrema miseria

e incultura.

El 23 de julio de 1952 un grupo de jóvenes oficiales,dirigidos por el general Naguib, destronó a Faruk, abolióla monarquía (junio de 1953) y proclamó la República. En

noviembre del año siguiente Naguib fue depuesto y sedesignó primer ministro a Gamal Abdel Nasser, al queposteriormente se nombró presidente de la República(junio de 1956). En octubre de ese mismo año, tras lanacionalización del Canal de Suez por Egipto, tropasanglo francesas desembarcaron en el país, mientras elejército israelí cruzó la frontera e invadió la zona deGaza y el desierto del Sinaí. La amenaza soviética deacudir en ayuda de Egipto, la decisión de la AsambleaGeneral de la ONU exigiendo el alto el fuego y la falta

de apoyo estadounidense a la acción militar anglofrancesa obligaron a los ejércitos invasores a retirarse.

La zona del Canal de Suez quedó bajo la custodia decontingentes militares de la ONU. El 1 de febrero de 1958Egipto y Siria se unieron para formar la República ÁrabeUnida y aunque Siria se retiró de ella en 1961, Egipto

siguió manteniendo esta denominación.

En el campo de la arqueología estos acontecimientospolíticos iban a tener sus correspondientes

consecuencias. Francia seguía manteniendo el control delServicio de Antigüedades. En 1914, Gaston Maspero regresóa Francia por segunda vez, para morir dos años después.

Su sucesor fue otro francés, Pierre Lacau. Con elnombramiento de Lacau iban a cambiar muchas cosas: creía

firmemente que Maspero había sido muy laxo en susrelaciones con los excavadores extranjeros, y demasiado

generoso en sus concesiones, así pues se propuso reformardrásticamente el sistema. Sin embargo, en esta época denacionalismos emergentes, la situación iba a escapársele

de las manos. Tras el descubrimiento de la tumba deTutankhamon se desató un enfrentamiento acerca de lapropiedad de la tumba y sus tesoros, y la temperaturapolítica aumentó hasta alcanzar niveles peligrosos. No

ayudó mucho la decisión de Ludwig Borchardt de revelar laexistencia del busto de Nefertiti. ¿A qué país

pertenecía? comenzaron a preguntarse los egipcios ¿quéderechos tenían los extranjeros sobre la herencia de

Egipto?. El nuevo Museo de El Cairo que John D.Rockefeller Jr. Estaba dispuesto a financiar fue una

victima de la situación, ya que el proyecto fue rechazadopara evitar así la consolidación del control occidental

sobre el país.

Las dificultades aumentaron durante los años siguientesal tiempo que disminuía el número de expediciones

extranjeras, dependientes de las piezas encontradas paraconseguir ayudas económicas. Algunos, incapaces deadaptarse a las circunstancias, se retiraron de laescena; así la Escuela Británica de arqueología de

Flinders Petrie abandonó Egipto en 1927 para excavar enPalestina, y en 1936, cuando la nueva normativa entró en

vigor, el Museo Metropolitano y la Egypt ExplorationSociety hicieron lo propio. Otros sin embargo, siguieron

adelante con sus proyectos, y con buenos resultados,entre ellos los alemanes bajo la dirección de Gunther

Roeder, y los franceses con Pierre Montet al frente. Mássignificativo aun es el hecho de que, aunque ya habíaegiptólogos egipcios en el pasado (como Ahmed Kamal),

durante este periodo iban a ser muchos más.

Pierre Lacau se mantuvo al frente del Servicio deAntigüedades desde 1914 hasta 1936 cuando fue sucedidopor Etienne Drioton que estuvo en el cargo desde 1936

hasta 1943, siendo el último director francés delServicio. Tras el paréntesis de la II Guerra Mundial y el

establecimiento de la República en Egipto, en 1953 elcontrol del Servicio de Antigüedades recae por primeravez en un egipcio ( Mustafa Amer que lo dirigió entre

1953-56) y así será hasta el día de hoy.

Los directores egipcios del Servicio de Antigüedades quesucedieron a Amer fueron: Abbas Bayoumi (1956-57),

Moharram Kamal (1957-59), Abd el-Fattah Hilmy (1959),Mohammed Anwar Shoukry (1960-64), Mohammed Mahdi (1964-

66), Gamal Mukhtar (1967-77), Mohammed Abdel QaderMohammed (1977-78), Shehata Adam (1978-81), Fuad el-Oraby

(1981), Mohammed Abdel Halim Nur el-Din (1988), SayedTawfik (1989-90), Mohammed Ibrahim Bakr (1990-93),

Mohammed Abdel Halim Nur el-Din (1993-96), Ali Hassan(1996-97), Gaballa Ali Gaballa (1997-2002), Zahi Hawass

(2002-11).

El siglo XX será también el momento de la aparición delos más grandes egiptólogos egipcios entre los que

debemos destacar a:

Selim Hassan: Nacido en 1886, estudió con A. Kamal.Conservador del Museo Egipcio. Profesor de Egiptología en

la Universidad de El Cairo. Diputado Director delServicio de Antigüedades responsable de la conservaciónde todos los monumentos del Valle del Nilo. Excavador delas mastabas de Gizeh entre 1929-39. Despejó la Esfinge ysu templo por primera vez de forma completa, investigó latumba de la reina Khentkhaus y el complejo funerario ysacerdotal asociado con ella, trabajó en la calzada de

Unas en Sakkara y descubrió algunas de las mastabas deesta área así como dos grandes tumbas subterráneas

datadas en la II dinastía, así como el templo funerariode Khufu. Participó también en la campaña de salvamentode los monumentos de Nubia. Murió en Gizeh en 1961.

Ahmed Fakhry: Nació en 1905, estudió en las Universidadesde El Cairo, Berlín, Bruselas y Liverpool. Miembro delServicio de Antigüedades en 1932, trabajó con Selim

Hassan. Inspector jefe para el Medio Egipto y los Oasis(1936), inspector jefe para el Delta (1938). Conservadordel Museo Egipcio de El Cairo e inspector jefe del AltoEgipto (1942-50), Director de investigaciones en losOasis (1950-55). Director de investigación en las

Pirámides. Excavó en la pirámide acodada de Snefru enDashur, en Sakkara. Profesor de Historia del Antiguo

Egipto en la Universidad de El Cairo. En 1969 excavó enel oasis de Dakhla. Murió en París en 1973.

Labib Habachi: Nació en 1906. Estudió en la Escuela Coptade Mansura y en la Escuela Maronita de El Cairo. Comenzó

Matemáticas en la Universidad Fuad I pasándoseposteriormente a la egiptología. Inspector del Serviciode Antigüedades en 1930, inspector jefe del Alto Egipto(1944-46), Sakkara (1950-51), Alto Egipto (1951-58),subdirector de excavaciones hasta su renuncia en 1960,

fue consultor de la Expedición del Instituto Oriental deChicago a Nubia (1960-63). Excavó en el complejo de

Heqaib en Asuan, descubrió la estela de Kamose en Karnak,excavó en Bubastis y Qantir en el Delta. Fue PresidenteHonorario de la Asociación Internacional de Estudios

Coptos. Murió en El Cairo en 1984.

Shafik Farid: Nació en 1911, estudió en la Universidad deEl Cairo. Ingresó en el Servicio de Antigüedades en 1937,asistente de Selim Hassan en Gizeh (1937-39), inspectordel Alto Egipto (1940-43), del Bajo Egipto (1943-52),

excavó en diversos lugares del Delta, en Ballana, Qustul(1958-59), Amada, Debod, Kalabsha y Wadi es-Sebua (1963-64), jefe de inspectores del Servicio de Antigüedades

(1969-70), director del Museo Copto (1967-71). Murió el 4de mayo de 1983.

Ahmed Kadry: Nació en 1931, de formación militar y legal,obtuvo su doctorado en egiptología en la Universidad deBudapest. En 1965 formó parte del departamento para el

salvamento de los monumentos de Nubia de la OrganizaciónEgipcia de Antigüedades, Director general y Sub-

secretario de Estado de la Autoridad Nacional para lasantigüedades de Nubia y Secretario de la OrganizaciónEgipcia de Antigüedades (1981-87). Murió en Pittsburgh

(USA) en 1990.

No debemos olvidar nombres como los de Muhammed AbdelKader Muhammed, Mustafa Muhammad el-Amir, Ahmed Badawi,Abdel Mohsen Bakir, Abbas Bayoumi, Sami Gabra, Mahmud

Hamza, Zaki Iskander, Moharram Kamal, Zaki Youssef Saad,Muhammad Shoukry, Sayed Tawfik, Abd al-Baqui Youssef oAli el-Khouly. Todos ellos grandes egiptólogos egipciosque dieron lo mejor de sí mismos por conocer y preservar

el legado histórico de su país.

A pesar de todas las circunstancias político-socialesanteriormente mencionadas, la labor de la arqueología enEgipto seguía su curso, en este periodo que va desde 1915

hasta comienzos de 1960 se realizaron algunos de losdescubrimientos más espectaculares no sólo de laarqueología egipcia, sino de la historia de la

arqueología.

Descubrimientos entre 1915-1960:

Tumba de Dyehutynakht: Descubrimiento/excavación: H.Lyman Story en 1915. Emplazamiento: Deir el-Bersha (Wadi

Deir el-Nakhla, tumba 10 a). Periodo: Reino Medio,reinado de Mentuhotep. Deir el-Bersha fue el principal

cementerio de la Hermopolis del Reino Medio. Aquí, en unaserie de tumbas excavadas en la roca se enterraban losnomarcas del XV distrito del Alto Egipto. Hacía tiempo

que se habían descubierto dos basureros en el patio de latumba 10. El primero de ellos resultó muy interesante.

Allí se encontraron una serie de cinco ataúdesdesmontados, maquetas funerarias de madera, una cabeza y

un torso humanos, y fragmentos de joyas y recipientes:los restos de un enterramiento doble, el del gobernadorDyehutynakht y de su esposa, de mismo nombre. La piezamás importante era el sarcófago del gobernador, o más

bien la decoración interior del mismo, sin parangón en lapintura egipcia.

Las joyas de Tell el-Muqdam: Descubrimiento/excavación:C. C. Edgar (inspector de antigüedades) en 1915.

Emplazamiento: Tell el-Muqdam (Leontopolis). Periodo:Tercer Periodo Intermedio, reinado de Osorkon III, s. IXa. C. Dos pequeñas tumbas, en una de ellas se encontró eltesoro de la reina Kama (posiblemente madre de Osorkon) yque contenía pectorales, brazaletes, anillos, discos deoro, vasos de alabastro, vasos canopos, ushabti, etc.

Las tumbas nubias de Nuri y El-Kurru:Descubrimiento/excavación: Georg A. Reisner entre 1916-20. Emplazamiento: Nuri y El-Kurru (Sudán). Periodo:

dinastía XXV, reinados de Kashta-Tantamani, s. VIII a.C.Las excavaciones de Reisner en Nuri comenzaron en 1916,se descubrieron las tumbas de unos 20 reyes y 53 mujeresde la realeza que se pueden fechar entre el 690 y 337

a.C; entre ellas destaca la de Taharqa. En 1918 emprendióexcavaciones en la necrópolis real de El-Kurru fechada a

partir del 750 a.C. (XXV dinastía), entre los reyesenterrados allí podemos destacar a Kashta, Piankhi,

Shabaka, Shebitku y Tantamani.

El tesoro de las “tres princesas egipcias”:Descubrimiento/excavación: población local, finales de

julio de 1916. Emplazamiento: Tebas (Qabbanat el-Qurud).Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, reinado de TutmesIII. La tumba, en realidad, pertenecía a tres esposas deTutmes, posiblemente de origen sirio, Menhet, Menwi yMerti. La calidad y la cantidad de los materiales notenia igual: diademas, tocados, pendientes, collares,gargantillas, amuletos, brazaletes, sandalias, espejos;cerca de 600 objetos de oro, plata, fayenza, de loscuales, cierto número se trataba de falsificaciones,algunas de las cuales ya señaló H. Winlock en una

publicación. Gran parte de este tesoro pasó al Museo

Metropolitano de Nueva York tras pasar por las manos deHoward Carter y Lord Carnarvon.

Tumbas de Ashayet y Mayet: Descubrimiento/excavación:Herbert Winlock en 1920. Winlock nació en Washington D.C.el 1 de febrero de 1884. Estudia en Harvard, B.A; en 1906recibe titulación honoraria por parte de Yale, Princeton,Michigan y Harvard (1933-38). Arqueólogo de la expedición

del Museo Metropolitano desde 1906-31, trabaja en El-Lisht, el oasis de Kharga, en Tebas, entre otros lugares,con impresionantes resultados, director de la expedición

Egipcia entre 1928-32. Conservador en el MuseoMetropolitano, 1929-39, director del Museo, 1932-39,

director emeriito, 1939-50. Muere en Venice, Florida, el26 de enero de 1950. Emplazamiento:Tebas (Deir el-

Bahari). Periodo: Reino Medio, dinastía XI, reinado deNebhepetre Mentuhotep, s. XXI a.C. Durante sus

excavaciones en el templo de Mentuhotep en Deir el-Bahari, el egiptólogo suizo Edouard Naville había

descubierto seis santuarios, asociados, según su opinión,a seis fosas. Años más tarde, H. Winlock decidióinvestigar ya que la hipótesis no terminaba de

convencerle. Winlock comprobó que sólo cuatro de lasfosas de Naville estaban conectadas con los seis

santuarios, y que tras ellas había otros dos pozos queNaville había pasado por alto. Los enterramientos se

encontraban aún in situ. El primero (pozo 17) contenía ungran ataúd de madera perteneciente a la dama Kemsit,

debajo de él se encontraba el sarcófago de Ashayet, hechode lajas de caliza unidas en los extremos con bandas de

cobre. El cuerpo de Ashayet se encontraba en su interior.En la segunda fosa (18) se encontró un pequeño ataúdblanco, completamente intacto, que tenía inscrito el

nombre de Mayet. Dentro había otro ataúd que contenía unamomia envuelta en lino, ¿quién era esta niña?, no lo

sabemos.

Las cartas de Heqanakht: Descubrimiento/excavación: H.Winlock en 1920. Emplazamiento: Tebas (Deir el-Bahari,tumba de Meseh en el patio de TT 315). Periodo: ReinoMedio, dinastía XII, reinado de Senwseret I, siglo XX

a.C. Heqanakht era un terrateniente y sacerdote

funerario, los documentos (10 en total) nos permitenconocer la vida diaria de los antiguos egipcios en el

momento del traslado de la capitalidad del país a Ittawy.Las cartas de Heqanakht reflejan las preocupacionescotidianas de un hombre de su clase, sus relaciones

sociales, sus responsabilidades.

Las maquetas de Meketra: Descubrimiento/excavación: HarryBurton y H. Winlock en 1920. Emplazamiento: Tebas (Deirel-Bahari, bajo el pórtico de la TT 280). Periodo: ReinoMedio, dinastía XII, reinado de Amenemhat I, siglo XX

a.C.). La espectacular tumba del rico y poderosocanciller y administrador Meketra ya había sido excavada

por George Daressy en 1895 y siete años después porRobert Mond, sin embargo el Museo Metropolitano examinóla zona más detenidamente en la campaña 1919-20, además

de relevantes descubrimientos (piezas de ataúd yfragmentos de relieves pintados) se realizó un hallazgoesplendido, algo más de una veintena de maquetas de

madera pintada que representaban diferentes aspectos delos bienes que Meketra poseía en vida, residencias con su

establo, carnicería, cervecería, panadería, barcos,yates, canoas, servidores, talleres, etc; que pretendíanrecrear para su poseedor en el otro mundo la vida queéste habría llevado durante su existencia terrena.

La momia de Wah: Descubrimiento/excavación: H. Winlock en1920. Emplazamiento: Tebas (Deir el-Bahari, bajo elpórtico de la TT 280). Periodo: Reino Medio, dinastía

XII, reinado de Amenemhat I. En la misma zona de la tumbade Meketra, se encontró la entrada de un túnel de unos

ocho metros de longitud que contenía un ataúd,perteneciente a Wah, miembro de la casa de Meketra. Aquel

sarcófago rectangular de madera contenía una momia enbuen estado de conservación, tumbada sobre el lado

izquierdo. El equipamiento de la momia de Wah constaba deun chal, vendas y bandas de lino, almohadillas etc.; conuna cantidad de lino empleado en el embalsamamiento de375 metros, más 845 metros encontrados en la tumba,

además de máscara funeraria y un nutrido grupo de joyas.La mayor parte de esta extraordinaria colección se envió

al Museo Metropolitano, donde se estudió

concienzudamente. El proceso fue cuidadosamentedocumentado de tal forma que la momia pudiera volver a

reconstituirse.

La tumba de Tutankhamon: Descubrimiento/excavación:Howard Carter en 1922. Carter nace en Kensington

(Londres), el 9 de mayo de 1874. Por motivos de salud eseducado en el hogar. Trabaja para el Egypt ExplorationFund (1891-99), en Beni Hassan y en el-Bersha (1892-3),Deir el-Bahari (1893-99), excava con Flinders Petrie enEl Amarna (1891-92). Inspector jefe de antigüedades delAlto Egipto (1904-05), dimite de su cargo. Artista,

comerciante y dagoman en Luxor (1905-08). Trabaja comoarqueólogo para Lord Carnarvon (1908-23), excava en Tebas(Dra Abu’l Naga, Deir el-Bahari y el Valle de los Reyes)

entre otros lugares. Descubre y excava la tumba deTutankhamon (1922-33). Muere en Kensington el 2 de marzode 1939. Emplazamiento: Tebas (Valle de los Reyes, tumbaKV 62). Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, reinado deTutankhamon, siglo XIV a.C. La tumba, aunque pequeña y

violada ya en la antigüedad, contenía una enorme variedady cantidad de objetos, entre ellos los imprescindiblespara llevar a cabo el ritual funerario y garantizar lasupervivencia del joven rey en el Más Allá, como los

altares, sarcófagos, ataúdes, y máscara funeraria, ademásde la momia del propio rey, pero también objetos muchomás personales que humanizan la figura del rey; joyas einsignias reales, ropas, cajas, cofres, tronos, sillas,

taburetes y camas, los carros y las armas del rey,abanicos, bastones, etc. Las fotografías tomadas porHarry Burton alcanzan las 3000. Nada parecido se había

encontrado jamás. El descubrimiento de la tumba deTutankhamon nos acerca a la insospechada riqueza y

sofisticación de la corte egipcia de finales del sigloXIV a.C. Aunque ya se habían encontrado con anterioridaden el Valle ajuares funerarios y mobiliario palaciego;

eran hallazgos excepcionales cuyo estado de conservaciónera tremendamente precario. Ahora, gracias a Carnarvon yCarter, el mundo entero podía ver con sus propios ojos loque los arqueólogos querían decir con la frase “la gloria

del Antiguo Egipto”.

Los soldados de un rey egipcio:Descubrimiento/excavación: Herbert Winlock en 1923.Emplazamiento: Tebas (Deir el-Bahari, cementerio 500,

tumba 507). Periodo: Reino Medio, dinastía XII, probablereinado de Amenemhat I, siglo XX a.C. En esta tumba serecuperaron en torno a 60 cuerpos y fragmentos de dos otres ataúdes del Reino Medio. El examen detallado de los

cadáveres puso de manifiesto que se trataba “de loscuerpos de hombres vigorosos, muertos en la flor de lavida. Ninguno de ellos tenia la cabeza afeitada, al

contrario, todos ellos tenían un grueso mechón de pelo enla nuca.”. Cuando se terminó de reconocer los cuerpos sehabían identificado una docena de heridas de flechas,otras 28 causadas por hondas o proyectiles similares, obien por mazas. Se desconocen las causas por las que

lucharon y murieron estos hombres, pero el honor de serenterrados en el recinto real es una clara evidencia del

reconocimiento a su valor por parte del monarca.

La tumba de la reina Hetepheres:Descubrimiento/excavación: Alan Rowe, G. Reisner en 1925.Emplazamiento: Gizeh (en las proximidades de la pirámidede Khufu, tumba G 7000). Periodo: Reino Antiguo, dinastíaIV, reinado de Khufu, siglo XXV a.C.). El 2 de febrero de1925, el fotógrafo de la expedición Harvard-Boston estabacolocando su trípode cuando una de las patas tropezó con

un trozo de yeso. A unos 30 metros de profundidadhallaron una cámara tapiada con bloques de caliza. El

contenido del mobiliario reveló que pertenecía aHetepheres, madre del rey Khufu. El contenido de la tumbaproporcionó una serie de magníficos objetos de mobiliarioen madera y revestidos de oro, así como un sarcófago y uncofre canopo de alabastro. El cuerpo de la reina no se

encontró en el lugar.

Los colosos de Karnak: Descubrimiento/excavación: HenriChevrier en 1925. Emplazamiento: Tebas (Karnak). Periodo:

Reino Nuevo, dinastía XVIII, reinado de Amenhotep IV,siglo XIV a.C. En el año 1925, durante la apertura de un

canal de drenaje al este del Gran Templo de Amón enKarnak, bajo la supervisión del inspector francés HenriChevrier, se encontraron 25 colosos amarnienses (de un

total estimado de 28) así como una parte de los cimientosdel edificio al que pertenecieron: el templo de Gem-pa-

Aton.

La biblioteca de Khenherkhepeshef:Descubrimiento/excavación: Bernard Bruyere en 1928.

Emplazamiento: Tebas (Deir el-Medina, proximidades de latumba 1165). Periodo: Reino Nuevo, dinastía XIX, reinado

de Merenptah, siglo XIII a.C. La biblioteca deKhenherkhepeshef es realmente sorprendente, un buenejemplo de los intereses de un egipcio culto de época

faraónica. Estos documentos conforman una parteimportante de la colección Chester Beatty, concretamente19 papiros. El contenido de estos textos es muy variado,

desde interpretación de sueños hasta encantamientoscontra las picaduras de escorpión, pasando por himnos,recetas afrodisíacas, textos mágicos, enseñanzas, etc.

La tumba de la reina Meryetamon:Descubrimiento/excavación: Herbert Winlock en 1929.Emplazamiento: Deir el-Bahari, tumba DB 358. Periodo:

Reino Nuevo- Tercer Periodo Intermedio, dinastías XVIII yXXI, siglos XVI- X a.C. La tumba descubierta por los

hombres de Winlock, contenía dos enterramientosdiferentes: el de Nany, una “hija del rey” de la dinastíaXXI y en la parte más profunda del sepulcro, el de una

reina de comienzos de la dinastía XVIII de nombreMeryetamon quien estaba enterrada en dos ataúdes: lacalidad así como las dimensiones del exterior eranasombrosas, más de tres metros de altura. La momia

reposaba en el ataúd interior “adornada con guirnaldastan frescas que aún eran visibles los colores de las

flores”.

Las tumbas del grupo X en Ballana y Qustul:Descubrimiento/excavación: Walter Bryan Emery entre 1931-34. Walter B. Emery nació en Liverpool, el 2 de julio de1903. Estudia en el Saint Francis Xavier`s College, deLiverpool. Se prepara para ser ingeniero naval antes de

estudiar egiptología en la Universidad de Liverpool juntoa Percy Newberry y Thomas Eric Peet (1921-23), acaba susestudios en Liverpool en 1939. Trabaja como ayudante de

la Egypt Exploration Society en El Amarna (1923-24),director de las excavaciones de la Universidad de

Liverpool en Luxor y Armant (1924-28), director de lostrabajos de prospección en Nubia (1929-35), director dela excavaciones de Sakkara norte (1935-39). Tras unperiodo dedicado al servicio diplomático es nombradoprofesor de egiptología en el University College deLondres (1951-70), director de campo de la EgyptExploration Society en Nubia (1957-63), retoma sus

trabajos en Sakkara en 1964. Muere en El Cairo el 11 demarzo de 1971. Emplazamiento: Ballana y Qustul. Periodo:Grupo X, siglos III-VI d.C. Cuando en 1929 se decidió

elevar el nivel de la primera presa de Asuan el gobiernoegipcio inició una prospección del área que dio como

resultado el descubrimiento de las tumbas de los reyes yla nobleza del grupo llamado X. Aunque en algunos de losobjetos de metal encontrados aparecen motivos cristianos,los pobladores del grupo X seguían adorando a Isis, Horusy Bes, entre otros dioses del antiguo Egipto. Además susprácticas funerarias revelaron sacrificios tanto humanoscomo animales, todos ellos harían compañía al espíritu

del dirigente muerto en el Más Allá.

Las tumbas arcaicas de Sakkara:Descubrimiento/excavación: W. B. Emery entre 1935-39.Emplazamiento: Sakkara. Periodo: Dinástico Primitivo, Idinastía, siglos XXX-XXVIII a.C. La exploración de lanecrópolis del Dinástico Primitivo pretendía ser una

continuación del trabajo que Cecil M. Firth, predecesorde Emery, inició en 1930. Emery desenterró hasta un total

de 45 tumbas, entre ellas la de Hemaka, portador delsello. En una de ellas (3504), fue encontrado un ajuar de

1500 recipientes de piedra y 2500 de cerámica deexcelente calidad y diseño. Estos ajuares y la

monumentalidad de las tumbas hizo creer a Emery queSakkara era el lugar auténtico de enterramiento de los

reyes de las primeras dinastías. Sin embargo hoy se ubicaeste cementerio real en Abydos (Umm el-Qaab) y que lasgrandes mastabas de Sakkara fueron construidas para los

miembros de la clase alta, funcionarios y administradorespoderosos de cuyas capacidades dependía el desarrollo del

Estado egipcio primitivo.

El tesoro de Tod: Descubrimiento/excavación: FernandBisson de la Roque en 1936. Emplazamiento: El-Tod (templode Montu). Periodo: Reino Medio, dinastía XII, reinado de

Amenemhat II, siglos XX-XIX a.C. Bisson de la Roqueinició los trabajos de excavación en 1933, tres años mástarde, bajo la iglesia de ladrillo del siglo V d.C; quese hallaba en el yacimiento, se dio con los cimientos de

lo que se creyó era el templo de Senwseret I, en loscimientos de este edificio se hallaron cuatro cofres debronce que originalmente habían estado contenidos en

cajas de madera. Los dos cofres de mayor tamaño conteníanlapislázuli tanto en bruto como trabajado y los dos máspequeños lingotes de oro y plata así como objetos deambos metales. Se trata de un depósito tributario, loscimientos de los lazos diplomáticos egipcios, llegados

desde Afganistán y el Mediterráneo occidental. El tesoroterminó en los museos de El Cairo y Louvre; dada suantigüedad y el hecho de que varias de las piezas

guardaran una estrecha similitud con el mundo minoico, eltesoro de El-Tod fue recibido con gran expectación por

parte de los estudiosos de la cronología egea. Sinembargo las investigaciones de Barry Kemp y RobertMerilles sugieren que la colección podría ser de un

periodo posterior. La polémica está abierta.

Las tumbas reales de Tanis: Descubrimiento/excavación:Pierre Montet; A. Lezine, entre 1939-46. Pierre Montetnace en Villefranche-sur-Saone, el 27 de junio de 1885.Discípulo de Victor Loret en la Universidad de Lyon,trabaja en el IFAO entre 1910-14. Excava en Biblos(Libano) 1921-24, donde descubre las tumbas de losdirigentes locales contemporáneos del Reino Medio

egipcio. Entre 1929-39 excava en Tanis, dado su interéspor las conexiones con el Próximo Oriente antiguo. Excavauna necrópolis de la I dinastía en Abu Rawash. Profesor

de egiptología en la Universidad de Estrasburgo. Muere enParis el 18 de junio de 1966. Emplazamiento: Tanis

(“templo de Anta”). Periodo: Tercer Periodo Intermedio,dinastías XXI-XXII, siglos XI-IX a.C. El descubrimiento

en la ciudad de Tanis de una serie de ricas tumbaspertenecientes a los reyes de las dinastías XXI y XXII,

debería haber cautivado la imaginación del mundo entero,pero no fue así, Europa se hallaba al borde de la guerra.

Las tumbas reales se hallaban directamente bajo losrestos de varias construcciones de época ptolemaica. Entotal se han hallado 7 tumbas en ellas se encuentran losenterramientos de Takelot II, Osorkon II, Psusennes I yII, Amenemope, Sheshonq II y III, Siamon, entre otros,

acompañados de espectaculares ajuares funerarios.

Los relieves amarnienses de Hermopolis:Descubrimiento/excavación: Gunther Roeder en 1939. Roedernace el 2 de agosto de 1881. Estudia en Jena y Berlín conA. Erman. Trabaja en el Museo de Berlín, forma parte delServicio de Antigüedades egipcias desde 1907 y excava enNubia copiando los templos de Debod, Kalabsha y Dakka ycatalogando los santuarios en el Museo de El Cairo.

Director del Pelizaeus Museum de Hildesheim (1915-45),dirigió los trabajos de Hermopolis entre 1929-39. Muere

en El Cairo el 6 de noviembre de 1966. Emplazamiento: El-Ashmuneim. Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, épocaamarniense, siglo XIV a.C. Durante las excavaciones

realizadas en la cara occidental de la llamada “Puerta dela Esfinge”, los hombres de Roeder encontraron alrededorde 1500 bloques empleados como material de construcción

en época de Ramses II. Un examen posterior puso demanifiesto que aquellos bloques estaban decorados conrelieves de estilo amarniense. Era evidente que los

bloques habían sido transportados desde El Amarna, unaciudad cuyos monumentos aprovecharon los primeros

ramesidas como cantera.

El tesoro de Tell el-Maskhuta: Descubrimiento/excavación:población local en 1947. Emplazamiento: Tell el-Maskhuta(Delta). Periodo: época Baja, dinastía XXVII, reinado deDarío II. Un rico hallazgo de recipientes y monedas de

plata.

La pirámide perdida de Sekhemkhet:Descubrimiento/excavación: Mohammed Zakharia Goneim.

Goneim, nacido en 1911, obtuvo su diploma en Egiptologíaen la Universidad de El Cairo. Estudió arqueología conNewberry, Junker y Vikentiev. Asistente de excavaciones

en Sakkara, trabajó con Selim Hassan, excavó en elcomplejo funerario del rey Unas, Inspector en Asuan-Edfu

(1939), conservador de la Necrópolis Tebana en 1943,Inspector Jefe del Alto Egipto (1946-51), despejó latumba de Kheruef y en 1946 comenzó la excavación de laavenida de esfinges del rey Nectanebo en Karnak; excavó

la tumba de Montuemhat en Asasif. En 1951 se convirtió enconservador de Sakkara donde hizo el famoso

descubrimiento de la pirámide inacabada del reySekhemkhet entre 1952-56. En noviembre de 1958 fuenombrado Director del Museo Egipcio de El Cairo, un

puesto que no llegó a ocupar pues se suicidó poco tiempodespués arrojándose al Nilo el 12 de enero de 1959.

Emplazamiento: Sakkara. Periodo: III dinastía, reinado deSekhemkhet, siglo XXVII a.C. El 29 de enero de 1952,Goneim desenterró “una serie de muros independientes,sucesivos, con una inclinación de 75º hacia adentro,mientras que las piedras formaban un ángulo recto

respecto a los muros”, es decir, una pirámide escalonada.En la subestructura se halló una cámara excavada en la

roca donde se encontraba un magnifico sarcófago dealabastro que estaba cerrado pero vacío. Si se hubieraterminado, la pirámide hubiera sido de proporciones

mayores a la pirámide escalonada de Dyeser.

Las embarcaciones de Khufu: Descubrimiento/excavación:Kamal el-Mallakh en 1954. Emplazamiento: Gizeh (cara surde la Gran pirámide). Periodo: Reino Antiguo, reinado deKhufu, siglo XXVI a.C. En 1954 el-Mallakh, entonces joven

inspector del Servicio de Antigüedades, encontró dosfosos cerrados por enormes bloques de caliza. Al examinar

el foso oriental encontró una marca de cantero,examinando su interior vio un montón de madera y pocodespués un gran remo, ante Mallakh se encontraba una delas grandes barcas funerarias del constructor de la Gran

pirámide, una nave de 43,5 metros de longitud, ungigantesco puzzle que tardó una década en poder montarse

gracias al trabajo del artesano egipcio Hag AhmedYoussef.

-El salvamento de los monumentos de Nubia-

La reforma agraria y la solución a los interrogantes defuturo planteados con motivo de la creciente presión

demográfica del país y su tradicional escasez de terrenoscultivables, además de la profunda reforma social que se

quería abordar por el nuevo régimen del PresidenteNasser, pasaba, ineludiblemente, por generar un

renacimiento económico y social en Egipto sin parangón,siendo uno de los principales medios para conseguirlo la

construcción de la Gran Presa de Asuan. En el mes deabril de 1953 ya se había seleccionado por un grupo deexpertos el lugar, a unos 7 kilómetros al sur de Asuan,donde se ejecutaría esta gran obra de ingeniería que ibaa suponer la creación de un gran mar de agua dulce de másde 500 kilómetros de longitud. Para 1954 era, pues, yaclaro que la Baja Nubia y el Valle del Nilo desde algomás arriba de la 1ª catarata, en territorio egipcio,

hasta cerca de Tangur, a medio camino entre la 2ª y la 3ªcataratas, en Sudán, deberían ser sacrificados a este

proyecto.

Mustafa Amer, Director del Servicio de Antigüedades enaquel momento, fue quien comunicó a sus superiores en elgobierno su preocupación por los monumentos que quedaríanirremediablemente destruidos a causa de la construcción

de la Gran Presa. Así se ordenó enviar a Nubia, endiciembre de 1954, a un equipo de egiptólogos e

ingenieros. Estos expertos elaboraron un detalladoinforme que sería publicado en junio de 1955. En él se

relacionaban los monumentos que debían ser salvados y loslugares que tenían que ser objetos de excavación.

Repartido dicho informe por todas las institucionescientíficas del mundo, se solicitó ayuda urgente paracooperar en la búsqueda y excavación para salvar loslugares y monumentos que estaban en peligro. Dentro de

las medidas adoptadas para cooperar al salvamento de losmonumentos de Nubia estaba la creación, con la

cooperación económica de la UNESCO del Documentation andStudy Center for the History of the Art and Civilization

of Ancient Egypt en El Cairo, en 1955.

Con anterioridad a ello, ya en 1954, la Sra. Desroches-Noblecourt, del Museo del Louvre, había sido convocada

por la UNESCO y el gobierno egipcio para crear un Centroque trabajase sobre los datos ofrecidos por los

monumentos y antigüedades del Egipto faraónico. Suobjetivo era recopilar los datos existentes en las más de400 tumbas conocidas en la orilla occidental de Luxor.

Sin embargo, la urgencia en el desarrollo del proyecto dela Gran Presa hizo necesario cambiar los objetivos

citados por el más prioritario de salvar los monumentosnubios.

Por esa razón, durante la octava sesión de la ConferenciaGeneral de la UNESCO de Montevideo en 1954, se acordó

poner en marcha, por el recién creado Centro, las tareasnecesarias para documentar y recoger la información de

los lugares y monumentos de la Baja Nubia.Lamentablemente, en los primeros momentos, a partir de la

llamada de auxilio de las autoridades egipcias, lareacción internacional fue escasa. En 1958, el directordel Museo Metropolitano de Nueva York, Mr. Rorimer, sehabía puesto en contacto con el Ministro de Cultura

egipcio Saroite Okasha. Rorimer atrajo la atención delministro sobre la lamentable situación y futuro de los

monumentos. Con tal motivo el Sr. Okasha asumiópersonalmente la tarea de volver a incentivar el

desarrollo de los trabajos de salvamento. Con la ayuda dela UNESCO, y la aprobación del Presidente egipcio Nasser,el 6 de abril de 1959 se lanzó la llamada internacional

de ayuda.

Fue a partir de este momento, cuando se ofreció a losEstados miembros de la UNESCO que desempeñasen una activa

labor en esta campaña, darles facilidades para lasoperaciones arqueológicas en Nubia, pudiendo obtener

hasta el 50% de todos los hallazgos realizados.Igualmente se empezó a considerar la posibilidad de donara los países más involucrados en las tareas de salvamento

ciertos templos y otros monumentos y antigüedades, encompensación por los trabajos realizados y los donativos

entregados para la campaña. En este aspecto, EstadosUnidos aportó 18.500.000 dólares, Francia, 1.300.000

dólares, la entonces R. F. de Alemania 678.000 dólares,Holanda 556.000 dólares, Italia 1.200.000 dólares, Gran

Bretaña 213.000 dólares y España 525.000.Consecuentemente Egipto donó el templo de Taffa a

Holanda, Dendur a los Estados Unidos, Ellesiya a Italia,Debod a España y el pórtico ptolemaico de Kalabsha a

Alemania.

En octubre de 1959 se reunieron diversos expertos en ElCairo, bajo la dirección del arqueólogo norteamericanoJoe Brew. Al inicio de 1960 Egipto había comenzado el

salvamento de los templos de Taffa, Debod y Kertassi, queconcluyó durante el verano de ese año; en 1961 fuerondesmontados los templos de Maharraka y Dakka, y en 1962

el de Dendur. Para facilitar las operaciones dedesmantelamiento de los templos y excavación de loslugares amenazados por la retención de las aguas, el

Ministerio de Irrigación bajó, desde más arriba de Asuan,el nivel de las mismas a 101 metros, en relación con ladel mar. Previamente al desmontaje de los monumentos, se

procedió a copiar todas las inscripciones que loscubrían.

Cuando todas las tareas de salvamento concluyeron( duraron 20 años, de 1960-80) la mayor parte de lostemplos quedaron preservados. Todos ellos, salvo tres

(Gerf Hussein, capillas de Kasr Ibrim y el templo de AbuOda de los que solamente se removieron algunos

elementos), fueron finalmente desmantelados y trasladadosa otros lugares. Unos en Egipto, en 1974 comienza adesmontarse el templo de File de su emplazamientooriginal. Para ello se construyó un muro de acero

alrededor de la isla, extrayéndose con bombas el agua delinterior. En total se limpiaron 40000 bloques que fueronmedidos por fotogrametría para volver a montarlos. Piedraa piedra el templo fue montado de nuevo en el islote deAgilkia, muy cercano y fuera del agua durante todo elaño. El 10 de marzo de 1980 se celebró la inauguración.

Colaboraron en esta empresa 22 países, Agilkia fueremodelada para que se pareciese a la isla original. Los

templos de Beit el Wali y Kalabsha y el kiosco deKertassi, cerca de la Gran Presa (alrededor de 1

kilómetro al sur, en la orilla izquierda del lagoNasser); los templos de Dakka, Maharraka y Wadi es-Sebuacerca del Wadi es-Sebua (a 140 kilómetros al sur de laGran Presa); los templos de Amada ( a 180 kilómetros alsur de la Gran Presa y que fue desplazado en un solobloque) y Derr cerca del lugar de Amada. Pero de todosestos monumentos, los templos de Abu Simbel, fueron losque alcanzaron mayor notoriedad. Se desplegó un ingenio

digno de los maestros de obras egipcios. Tanteos,primero, numerosos proyectos que incluían la construcciónde un dique para mantener los edificios en su lugar. La

decisión final fue desmontarlos piedra a piedra, es decir1036 bloques algunos de los cuales pesan 38 toneladas, entotal 300.000 toneladas de roca. Este trabajo ocupó de1963 a 1972, hasta 900 personas, a costa de infinitasprecauciones, para volver a montar los dos templos 200

metros al oeste y 64 metros por encima del emplazamientoprimitivo. Por último, se trató de conservar su antiguo

aspecto. Para lograrlo, se levantó un gigantescoespejismo, técnicamente necesario, una montaña artificialcon bóvedas de hormigón contra la cual se adosaron losdos templos. Otros templos se reubicaron en Sudán (los

templos de Aksha, Buhen, Semna este y Semna oeste, en losjardines del Museo de Khartum). En total se salvaron 22

monumentos.

Paralelamente a esta gran proeza de la ingenieríamundial, Egipto se vio involucrado en nuevas acciones

bélicas en el Próximo Oriente, la Guerra de junio de 1967(guerra de los Seis Días) y la Guerra de Octubre de 1973(guerra del Yom Kippur o del Ramadan) contra Israel; pesea esta difícil situación, la arqueología egipcia seguíatrabajando y realizando importantes descubrimientos como

los siguientes:

La necrópolis de los animales sagrados:Descubrimiento/excavación: W. B. Emery entre 1964-71.Emplazamiento: Sakkara. Periodo: Época Baja, dinastía

XXVI a Periodo Ptolemaico, siglos VII-I a.C. Lasexcavaciones en esta zona norte de Sakkara, comenzaron el5 de octubre de 1964, tras la interrupción provocada porlas campañas de salvamento de Nubia. El resultado de las

excavaciones fue el hallazgo de una red de corredores ygalerías laterales que contenían, además de un gran

número de momias de ibis, carneros, gatos, perros, vacas,leones y babuinos (estos últimos del tiempo de la reina

Cleopatra VII Filopator), esculturas de bronce, 18papiros en hierático, 761 en demótico, 194 en arameo, 32

en griego, además de en árabe y ostraca.

Reconstrucción del templo de Akhenaton en Karnak:Descubrimiento/excavación: Ray Winfield Smith y Donald B.

Redford. Donald Redford, nace en 1934. Doctorado enEstudios del Próximo Oriente (Universidad de Toronto),Conferenciante en la Universidad Brown (1959-61), Prof.

Asociado (Universidad de Toronto, 1962-98), Prof. Titularde la Universidad del Estado de Pensilvania (1998),

director de las excavaciones de la Universidad de Torontoy de la de Nueva York en el templo de Osiris (Karnak,1970-72), director del proyecto del Templo de Akhenatonde la Universidad de Pensilvania (1972-76), director delas excavaciones en Karnak oriental (1975-91), directorde las excavaciones en Mendes desde 1991, prospección de

la necrópolis tebana desde 1992. Desde el siglo XIX,análisis desde 1965. Emplazamiento: Tebas (Karnak).

Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, época amarniense,siglo XIV a.C. Ray Winfield Smith primero y Donald

Redford después, con la ayuda de tecnología informática,fueron capaces de volver a ensamblar sobre el papel unaimportante cantidad de relieves procedentes de Silsila yfechados en los primeros años del reinado de Akhenaton,en total 34752 relieves, que pudieron ser reordenados

gracias a la ayuda de las novedosas aplicacionesinformáticas que IBM puso a su disposición. Se fotografióla superficie esculpida de cada bloque en blanco y negroy en color, y a una escala determinada. Se registraronlas características de cada escena y se analizaron y

almacenaron los datos con ayuda de programasinformáticos, para finalmente conseguir reconstruccionesen papel de los relieves de los edificios de Akhenaton enKarnak, entre los que se encontraban el Rud-menu, el Gem-

pa-Aton y el Teni-menu.

La pirámide inconclusa de Neferefra:

Descubrimiento/excavación: Miroslav Verner en 1974.Miroslav Verner, nace en 1941. Estudia egiptología yarqueología prehistórica en la Universidad Carlos de

Praga (1960-65), Ph.D. (1969), profesor ayudante en 1991,profesor en 1993. Director de las excavaciones del

Instituto Checo de egiptología en Abusir y Abusir sur(1976), director del instituto checo en 1978.

Emplazamiento: Abusir, complejo funerario de Neferefra.Perido: Reino Antiguo, dinastía V, reinado de Neferefra,

siglo XXV a.C.

Las tumbas del Reino Nuevo en Sakkara:Descubrimiento/excavación: Geoffrey T. Martin en 1975. G.

Martin nace el 28 de mayo de 1934. Estudia en elUniversity College de Londres, en el Corpus ChristiCollege y Christ`s College ambos en Cambridge. Forma

parte del equipo de investigación de Lady Wallis Budge,Christ`s College, Cambridge (1966-70). Conferenciante deegiptología (UCL, 1970-78), lector (1978-87), profesor

(1987-88). Excava en Buhen (Sudán) 1963, en Sakkara desde1964, en el Valle de los Reyes (con Nicholas Reeves)

desde 1998, trabajó en el Wadi real de El Amarna (1969 y1980). Emplazamiento: Sakkara. Periodo: Reino Nuevo. LaEgypt Exploration Society y el Rijksmuseum van Oudhedende Leiden realizaron entre 1975 y 1978 una serie decampañas en Sakkara que tuvieron como resultado el

descubrimiento de las tumbas de Horemheb (cuando erageneral y regente de Tutankhamon) y de Maya (tesorero de

Tutankhamon).

La tumba de los hijos de Ramses II:Descubrimiento/excavación: Kent R. Weeks en 1987.

Emplazamiento: Tebas (Valle de los Reyes, KV 5). Periodo:Reino Nuevo, dinastía XIX, reinado de Ramses II, siglo

XIII a.C. El egiptólogo estadounidense Kent Weeks comenzóa trabajar en el lugar en 1985-86, aunque las

extraordinarias dimensiones del monumento no fueronvisibles hasta que se iniciaron las excavaciones un añomás tarde, a comienzos de 1987. El número de estancias

conocidas es de más de cien, muchas de ellas conrelieves, dispuestas en un modo un tanto desconcertante,

como si fuera “un pulpo rodeado de tentáculos”. Hoy

sabemos que la tumba pretendía servir de última morada alos hijos de Ramses II, de los que conocemos al menos 52nombres. De hecho, se han recuperado fragmentos de suequipo funerario: sarcófagos, ataúdes, cofres y vasoscanopos, ushabtis, joyas, carros y cerámica, además devarios cuerpos en diferentes estados de conservación.

La tumba de Aperel: Descubrimiento/excavación: Alain-Pierre Zivie entre 1987-97. Emplazamiento: Sakkara.Periodo: Reino Nuevo, dinastía XVIII, reinados de

Amenhotep III y Akhenaton, siglo XIV a.C. Los trabajos deinvestigación de la pared rocosa en la que se hallaba latumba de Aperel comenzaron en 1981 a cargo de Alain Zivie

y la Misión Arqueológica Francesa del Bubasteion.Transcurrieron 7 años antes de que finalmente se

alcanzara la cámara funeraria, a 20 metros por debajo delnivel del suelo. “La sala contenía los huesos y parte delajuar funerario y el “tesoro” de tres personas: Aperel,

su esposa Tawret y su hijo Huy. Entre los miles deobjetos encontrados destacan los ataúdes con sus máscarasy los vasos canopos”. Así mismo Zivie, encontró la tumba

de Maia, nodriza de Tutankhamon.

Frescos minoicos en Egipto: Descubrimiento/excavación:Manfred Bietak en 1987. Bietak nace en Viena el 6 de

octubre de 1940. Estudia prehistoria y egiptología en laUniversidad de Viena. Dirige las excavaciones austriacasen Sayala/Nubia (1961-65). Director de las excavacionesde Tell el-Daba entre 1966-69 y posteriormente desde

1975. Director de las excavaciones de la necrópolis de laÉpoca Baja en Tebas Occidental (1969-78). Emplazamiento:

Tell el-Daba (Avaris). Periodo: Segundo PeriodoIntermedio, XV dinastía, siglo XVI a.C. En 1987 los

brillantes trabajos de Bietak en Tell el-Daba,concretamente en Ezbet Helmi, sacaron a la luz fragmentos

de muros decorados con escenas del “salto del toro”(taurokathapsia) entre otras actividades asociadas conlos minoicos del II milenio a.C; y realizadas con latécnica del fresco, típicamente egea. A medida que las

excavaciones avanzaban, el número de fragmentos seincrementó en varios miles, algunos aún “in situ” en losmuros de una estructura monumental de ladrillo de barro.

Las pinturas de Ezbet Helmi fueron realizadas a finalesde la XV dinastía y confirman la amplitud de las redes

internacionales de la época.

El escondrijo de Luxor: Descubrimiento/excavación:Mohammed el-Saghir en 1989. Emplazamiento: Tebas (templode Luxor). Periodo: Reino Nuevo-Época Baja, siglos XV-VIII a.C. Uno de los hallazgos más excitantes de los

últimos años fue el descubrimiento, bajo el patio solardel templo de Amenhotep III, de un amplio grupo deestatuas (26) de gran calidad y excelente estado deconservación. Enterradas a finales del siglo III d.C;

momento en el que los romanos convirtieron la zona en uncampamento militar. Las estatuas se localizaron duranteunas operaciones rutinarias del cuerpo de inspectores deantigüedades de Luxor (dirigidas por el-Saghir) el 22 de

enero de 1989.

Las tumbas de los constructores de Gizeh:Descubrimiento/excavación: Zahi Hawass en 1990. ZahiHawass nace en Damieta el 28 de mayo de 1947. B.A. enarqueología griega y romana, diploma en egiptología porla Universidad de El Cairo (1980), completó su formación

en la Universidad de Pennsilvania. Inspector delDepartamento de antigüedades desde 1969, trabajó en

multitud de yacimientos (Tuna el-Gebel, Mallawi, Edfu,Esna, Abydos, Alejandría, Gizeh, Abu Simbel, Bahariya).Inspector Jefe de las pirámides de Gizeh, Sakkara y el

oasis de Bahariya (1987-98), subsecretario de Estado paralos monumentos de Gizeh desde 1998. Director del Consejo

Supremo de antigüedades, Viceministro de Cultura,Ministro para las antigüedades hasta 2011. Emplazamiento:Gizeh. Periodo: Reino Antiguo, dinastías IV-VI, siglos

XXVI-XXII a.C. En 1990 Z. Hawass, en colaboración con elarqueólogo norteamericano Mark Lehner, llevó a cabo unaexcavación de sondeo en el yacimiento conocido como Heitel-Shorab o “Muro del Cuervo”. El muro pertenecía a una

capilla funeraria que contaba con una cámara abovedada degran tamaño, así como con dos falsas puertas. Delante dela capilla abovedada apareció un patio cuadrangular demuros bajos construidos a base de fragmentos de caliza,granito y basalto, desechos de la construcción de las

pirámides. Las inscripciones recogían los nombres de lostitulares de la tumba, Ptahshepsesu y su esposa

enterrados junto a su hijo. En la actualidad se conocendecenas de tumbas pertenecientes a capataces y alrededorde 600 de trabajadores que nos ilustran sobre sus cargos“Supervisor de la pirámide”, “Director de los artesanos”,

“ Supervisor de los albañiles” o “Director de lostrabajadores”.

Egiptología submarina: Descubrimiento/excavación: Jean-Yves Empereur; Frank Goddio en 1994. Emplazamiento:Alejandría. Periodo: Ptolemaico, siglos IV-I a.C. Las

prospecciones realizadas por Empereur en Qait Beyrevelaron la existencia de más de 300 bloques de grantamaño que él interpreta como los restos del Faro de

Alejandría, junto a elementos arquitectónicos yestatuarios y “unos 40 pecios griegos y romanos en buenestado de conservación”. El trabajo de Goddio se ha

centrado en los restos de un palacio decorado con suelosde mármol que apareció hundido en el puerto oriental de

Alejandría, además de otros yacimientos.

El Valle de las momias doradas:Descubrimiento/excavación: Zahi Hawass en 1999.

Emplazamiento: Bawit (oasis de Bahariya). Periodo: Épocagreco-romana, siglos IV a.C.-V d.C. Las tumbas de

Bahariya suelen estar excavadas en la roca y dividirse enmúltiples cámaras. Las estancias están provistas derepisas sobre las que se depositaban los cuerpos

embalsamados muchos de ellos cubiertos con mascarasdoradas y de cartonaje. Se calcula alrededor de 10000

cuerpos los existentes en el cementerio de Bahariya y lamayoría datan de los siglos I y II d.C; momento en el queel oasis disfrutaba de una época de esplendor gracias a

su éxito en la producción de vino de palma.

-La Egiptología en la actualidad-

Egiptología como ciencia en el ámbito de la HistoriaAntigua e interdisciplinar.

Formación: Desear sentir la egiptología. Formacióngeneral indispensable. Durante los años preparatorios, elestudiante deberá aprender lengua y escritura egipcias,hierático, algo de demótico y copto; también sólidosconocimientos sobre historia, arqueología teórica e

historia del arte y religión egipcia. Además esfundamental estar al tanto de la bibliografía

egiptológica, el conocimiento de los trabajos en curso yde los que ya han sido realizados. A esto se añade la

conveniencia que una iniciación a la prehistoria,antropología, restauración de objetos antiguos, historiade las religiones y lingüística, además, siempre que sea

posible, el trabajo directo sobre el terreno, laestratigrafía, los elementos de datación etc; hacen que

la formación de un egiptólogo sea, inevitablemente, largay difícil.

Las principales tareas de la egiptología serían: lasalvaguarda de la herencia del Egipto antiguo, poniendofin a las depredaciones, controlar y minimizar la acciónde los elementos destructivos naturales, la consolidacióny restauración y regular el turismo de masas. Además hay

que continuar explorando e investigando a fondo elmaterial ya disponible, extender el alcance de las

investigaciones y difundir ese conocimiento. Convieneimplantar mejoras en la adaptación de las técnicas de

investigación egiptológica, las nuevas tecnologías estánsiendo aplicadas en este sentido, el laboratorio

desempeña un destacado papel en el salvamento de objetosy de monumentos deteriorados.

Los arqueólogos del siglo XXI ya no se limitan a realizarsu trabajo al aire libre o encerrados en una biblioteca.

La arqueología, se adapta al espíritu de la época yutiliza nuevas y sofisticadas herramientas, como

ordenadores 3D o equipos electrónicos de rastreo conradar, además de aplicar los últimos conocimientos engenética para obtener resultados en tiempo record. La

reconstrucción virtual de cualquier objeto o monumento deinterés arqueológico es un procedimiento que permiteexplorar un modelo sin alterar su esencia; una llaveinformática que abre posibilidades para el estudio e

interpretación de arquitecturas y materiales yadesaparecidos; topografías, ambientes, sucesivas etapasde restauración, etc. Estos nuevos lenguajes gráficos

simulan escenarios tridimensionales, accesibles a travésde la navegación multimedia: los objetos se pueden girar,

desplazar y observar desde cualquier ángulo. Laarqueología virtual pone a nuestro alcance la visita a

espacios ya desaparecidos.

Microscopios electrónicos, cromatógrafos de gases,monitores conectados a satélites y transbordadoresespaciales, aceleradores lineales, tomógrafos y

secuenciadores de ADN. Así es la nueva ciencia de laarqueología, que se nutre de los progresos en otras

disciplinas como la informática, la genética, la medicinaforense, la geología, la físico-química, la oceanografía

y la botánica, para llevar a cabo descubrimientosimpensables hasta hace poco tiempo. La fotografía aéreaha hecho posible que puedan examinarse zonas ricas en

restos arqueológicos desde una nueva perspectiva. Pero nodebemos olvidar que en arqueología lo que hoy es seguromañana será dudoso y pasado mañana seguramente habrá

quedado obsoleto.

Hace falta conocer mejor el espíritu de Egipto faraónico,mejorar nuestros conocimientos sobre su lengua, ampliarlas investigaciones en ciertos aspectos aún tan pococonocidos como el demótico y el ptolemaico, así como

conceder mayor importancia a la epigrafía, la laprosopografía y a unas realidades del medio faraónicotales como la geografía, fauna y flora. Además debemos

huir del “egiptocentrismo”, es decir, de tener una visióndel Egipto antiguo como algo aislado, único y exclusivo,

minusvalorando a veces, las relaciones intensas delEgipto antiguo con otras culturas de su entorno, no se

debe caer en la “egiptomanía” ni confundir la“egiptofilia” con la egiptología. La egiptología es unaciencia histórica, su finalidad es estudiar el Egiptoantiguo de una manera holística, es decir en todas susfacetas, es por ello que la egiptología se auxilia con

otras disciplinas científicas.

En la creación de los futuros centros de egiptología seimpondrá no caer una vez más en medievales rutinas que,

todavía con excesiva frecuencia, prevalecen en lasestructuras, financiamiento, ritmo y personal de los ya

existentes, así como dejar de concebir la misión de talesinstituciones fundándose en las necesidades de

determinados grupos reducidos de estudiosos, sinoconsiderar a la egiptología en todo su natural alcance,

como una ciencia humana de universal interés. Siotorgáramos toda su amplitud a la investigación

egiptológica en vez de pensar solamente en la difusiónlimitada de una cultura o en el reclutamiento de adeptos,

se evidenciaría el hecho de que media docena única decentros relativamente grandes, pero plenamente equipadosy provistos de buenas bibliotecas, de documentalistas,ficheros, archivos y laboratorios, rendirían muchísimomejor servicio a la egiptología que no cien pequeñosinstitutos dedicados a la misma ciencia y perdidos endepartamentos y facultades universitarios, creados,

muchas veces, por sucesivas conveniencias, mediocrementeequipados, desprovistos de personal y pobres en recursos.Esto mismo puede decirse de las instituciones privadasdedicadas a la egiptología. Es decir, en la egiptologíacomo en muchas otras facetas de la actividad humana, launión hace la fuerza. Y habrá que conceder, finalmente,un lugar predominante a la difusión. Si la investigaciónegiptológica puede ser patrimonio de unos pocos, por loardua de su formación, la cultura faraónica lo es en

cambio de la humanidad entera, que está en pleno derechoa su acceso, a poder recibirla, apreciarla y asimilarlacomo una parte de su común historia que realmente es. Enun mundo en donde las nuevas tecnologías desempeñan un

papel tan considerable, no serán precisamente los mediosde difusión los que puedan faltar para hacer participes a

los demás de aquello que los egiptólogos nunca debenaceptar como reservado para su exclusivo uso y disfrute.

La egiptología en España. Comienzos. Años 60.Instituciones y formación actual.

Lo que la egiptología pueda ser en los años venideros

queda directamente determinado por ciertos imperativos yadesde ahora discernibles, dado que el examen de losdistintos ámbitos de la egiptología ha demostrado laexistencia, en su organización y funcionamiento, deevidentes fallos, incompatibilidades y omisiones quereclaman su más o menos inmediata rectificación o

suplencia. Es indudable que la parte más ardua de latarea consistirá en la salvaguarda de la herencia

faraónica. Hemos podido darnos cuenta de que la mayoríade los monumentos se ven condenados a la destrucción en

un plazo más o menos breve si no se produce unaintervención tan rápida como enérgica. Ello exige ya depor sí una ingente tarea, increíblemente necesaria y no

menos extraordinariamente costosa.

Situada a medio camino entre un mundo viviente ávido decultura, de orientación y de historia y los restos de lostiempos faraónicos, la egiptología detentará, mañana comohoy, una misión tan difícil como loable: devolver a laluz y rescatar para la vida aquello que antaño, en unmundo remoto y distinto, pudo simbolizar un auge y una

dignidad humanos.

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