Gilman Yellow Wallpaper - Spanish Translation

9
: .-.' 21 anos VICTOR SERGE: DOSSIER DE UN VISIONARIO POESI'A: VICTOR HUGO / CHARLES BAUDELAIRE / SAUL IBARGOYEN / CARLOS DAVID MALFAVON NARRATIVA: MICHEL BUTOR / CHARLOTTE PERKINS OILMAN / ALBERTO HUERTA / HUMBERTO GUZMAN ENSAYO: RICHARD GREEMAN / SUSAN WEISSMAN ANA GOUTMAN / EUGENE HOLLAND / ANTOINE DE GAUDEMAR / COLOR: JAIME LABASTIDA SOBRE ANTONIO LOPEZ SAENZ . ENTREVISTAS: MICHEL BUTOR / ATAHUALPA YUPANQUI

Transcript of Gilman Yellow Wallpaper - Spanish Translation

: .-.'

21anos

VICTOR SERGE: DOSSIER DE UN VISIONARIOPOESI'A:

VICTOR HUGO / CHARLES BAUDELAIRE / SAUL IBARGOYEN / CARLOS DAVID MALFAVONNARRATIVA:

MICHEL BUTOR / CHARLOTTE PERKINS OILMAN / ALBERTO HUERTA / HUMBERTO GUZMANENSAYO:

RICHARD GREEMAN / SUSAN WEISSMANANA GOUTMAN / EUGENE HOLLAND / ANTOINE DE GAUDEMAR /

COLOR:JAIME LABASTIDA SOBRE ANTONIO LOPEZ SAENZ

. ENTREVISTAS:MICHEL BUTOR / ATAHUALPA YUPANQUI

Charlotte Perkins Gilman

EL PAPEL AMARILLO

No es frecuente que gente co-mun como John y yo puedaalquilar por el verano unacasa solariega.

Una mansion colonial, un solar here-ditario, diria una casa con fantasmas,alcanzando el climax de la felicidad ro-mantica -jpero eso serfa pedirle dema-siado al destine!

Sin embargo, declarare orgullosa-mente que algo tiene de raro.

Si no, ipor que la arrendarian tan ba-rato? iY por que quedo tanto tiempo sininquilinos?

John se rie de mi, por supuesto, perouna espera eso.

John es extremadamente practice. Seimpacienta con la fe, le horroriza inten-samente la supersticion, y se burla abier-tamente de todo comentario sobre cosasque no se pueden palpar y ver y enu-merar.

John es medico y tal vez(no se lo diriaa nadie, por supuesto, pero esta hoja espapel muerto y por eso me alivia enor-memente), tal vez esa sea una de las ra-zones por la que no mejoro mas rapi-damente.

Ves, jel no cree que estoy enfenna! iYuna, que puede hacer?

Si un medico de gran categoria, y ma-rido de una, les asegura a los amigos yparientes que en realidad una no tienenada sino una depresion nerviosa tem-poral -una ligera tendencia histerica—,ique puede hacer una?

Mi hermano tambien es medico, tam-bien de gran categoria, y dice lo mismo.

Asi, tomo fosfatos o fosfitos -lo quesea— y tonicos, y aire y ejercicio, y via-jes, y me nan prohibido terminante-mente "trabajar" hasta que mejore.

Personalmente, no estoy de acuerdocon sus ideas.

Personalmente, pienso que un trabajoagradable, emocionante y lleno de cam-bios, me haria bien.

iPero, que puede hacer una?Escribi durante un tiempo y a pesar de

ellos, pero la verdad es que me cansamucho tener que ser tan furtiva, o si noenfrentarme con tanta oposicion.

A veces me parece que, dada mi con-dicion, deberia encontrar menos oposi-cion y mas compani'a y estimulo —peroJohn dice que lo peor, lo peor que puedohacer es pensar en mi condicion, y con-fieso que siempre me hace sentir mal ha-cerlo.

Por eso no lo voy hacer y voy a hablarde la casa.

iUn lugar hermosfsimo! Esta bien ais-lada, bien apartada de la carretera, aunas tres millas del pueblo. Me hacepensar en esos lugares ingleses sobrelos que uno lee, pues hay setos vivos ymuros y portones con candado, y mu-chas casitas separadas para los jardi-neros y !a gente.

jHay un jardin preciosol Nunca vi se-mejante jardin —grande y sombreado,lleno de senderos con canteros a los bor-des y cruzado por pergolas revestidas delargos sarmientos con asientos debajode ellas.

Habia invernaderos pero ahora todosestan con los vidrios rotos.

Hubo algun problema legal, creo, algoreiacionado con los herederos y cohere-deros; de todos modos, hace anos que ellugar esta deshabitado.

Temo que eso arruina mi tema de losfantasmas, pero no me importa -estacasa tiene algo raro — lo puedo sentir.

84plural

Hasta se lo dije a John una noche de ILuna, pero el me dijo que lo que sentiaera una rafaga de viento y cerr6 la ven-tana.

A veces me enojo con John sin razon.Estoy segura de que nunca antes fui tan Isensible como ahora. Pienso que tieneque ver con este estado nervioso.

Pero John dice que si me siento asiperdere el debido control personal; poreso me esfuerzo para controlarme -de-lante de el, por lo menos, y eso me hacesentir muy cansada.

No me gusta nada nuestra habitacion.Queria una en la planta baja que da alpatio, una que tenia las ventanas cubier-tas de rosas y jcon lindas cortinas de za-raza a la antigua usanza! Pero John noquiso saber nada.

El dijo que habia solo una ventana, sinlugar para dos camas, y sin ninguna otrahabitacion cerca por si acaso se deci-diera a ocupar otra.

El es muy atento y carinoso, y apenasdeja que me mueva sin decirme que ha-cer.

Tengo un horario organizado paracada hcra del dia; el me cuida total-mente, y por eso me siento terrible-mente desagradecida por no apreciarlomas.

El dijo que vino hasta aqui solo por mi,que yo deberia tener un descanso per-fecto y todo el aire que pudiera respirar."Tu ejercicio depende de tu fuerza, miamor", me dijo, "y tu comida un poco detu apetito; pero puedes absoroer el airetodo el tiempo". As! que ocupamos elcuarto de los ninos en la planta alta de lacasa.

Es una habitacion grande, espaciosa,que ocupa casi toda la planta, con ven-

tanas que dan a todas partes, y aire y sola montones. Fue phmero un cuarto deninos, y luego un c iarto de recreo y ungimnasio, por lo rranos asi me parece,porque las ventaras tienen barrotes acausa de los ninos. y hay argollas y co-sas en las paredes.

La pintura y ei papel se parecen a losde un colegio de muchachos. Se ha des-prendido a tiras —el papel— dejandograndes huecos a la altura de mi cabeza,hasta donde yo puedo alcanzar, y en unagran area, abajo, al otro lado de la habi-tacion. Nunca vi papel tan feo en mivida. Es uno de esos vastos disehos ex-travagantes que cometen todos los pe-cados artisticos.

Es tan aburrido que confunde al ojo alquerer seguirlo, lo bastante ilamativoque irrita y provoca constantemente suobservacion, y al seguir las torpes curvasinciertas por un trecho estas se suicidan—precipitandose en absurdos angulos,destruyendose en inauditas contradiccio-nes.

El color es repelente, casi repugnante:un humeante amarillo sucio, extrana-mente destenido por el lento girar de laluz del Sol. En algunos lugares es un na-ranja apagado pero chillon; tiene un pe-gajoso tinte sulfurico en otros.

jNo es sorprendente que los ninos loodiasen! Yo misma lo odiarfa tambien situviera que vivir mucho tiempo en estahabitacion.

Ahi viene John, y tengo que guardaresto — le molesta que yo escriba, no im-porta cuanto.

Llevamos aqui dos semanas, y no he te-nido ganas hasta ahora de escribir,desde ese primer dia.

Estoy sentada al lado de la ventanaahora, aqui arriba en este atroz cuartode ninos, y no hay nada que me impidaescribir todo lo que quiera, salvo la faltade energfa.

John se ausenta el dia entero, y hastaalgunas noches cuando los casos queatiende son series.

jMe alegra saber que mi caso no es se-rio!

Pero estos problemas nerviosos sonespantosamente deprimentes.

John no sabe en verdad cuanto sufro.El sabe que no existe ninguna razonpara sufrir, y eso le satisface.

Por supuesto solo es nerviosismo. iSique me pesa no cumplir de cualquiermanera con mi deber!

Queria ser una buena compafiera paraJohn, proporcionarle un verdadero des-canso y consuelo, jy heme aqui ya encierta medida hecha una carga!

Nadie creeria el esfuerzo que mecuesta hacer lo poco que puedo -ves-tirme, recibir gente y otras cosas.

Es una suerte que Mary sea tan buenacon el bebe. jUn bebe tan amoroso!

Y sin embargo no puedo ocuparme de61, me pone tan nerviosa.

Supongo que John nunca estuvo ner-vioso en su vida. jSe rie tanto de mi porlo del papel!

Al principio tenia la idea de empapelarotra vez la habitacion, pero luego dijoque yo me estaba dejando veneer, y queno habia nada peor para un pacientenervioso que dejarse veneer por estasfantasias.

Dijo que despues de cambiar el em-papelado, seguiria la pesada cama, yluego las ventanas con barrotes, y luegola verja en la parte superior de la esca-lera, y asi sucesivamente.

"Tu sabes que este lugar te esta ha-ciendo bien", me dijo, "y la verdad, miamor, no tengo ganas de renovar la casaque estamos alquilando por solo tresmeses".

"Entonces vamos a mudarnos para laplanta baja", dije. "Alii hay unas habita-ciones muy lindas."

Luego me tomo en sus brazos y mellamo su adorada tontita, y que por mihasta se mudaria al sotano y que tam-bien lo mandarfa encalar.

Pero la verdad es que tiene razon encuanto a la cama y las ventanas y lasotras cosas.

Nadie desearia una habitacion mas es-paciosa y comoda y, por supuesto, yo noseria tan tonta como para incomodarlosolo por un antojo.

La verdad es que me estoy enamo-rando de la habitacion grande, de todomenos de ese horrible papel.

Puedo ver el jardin desde una de lasventanas —esas pergolas profunda-mente envueltas en sombras, el brillantedespliegue de las flores tan fuera demoda, y los arbustos y los nudosos ar-boles.

Desde otra ventana tengo una pre-ciosa vista de la bahfa y un pequenomuelle privado que pertenece a la pro-

85

piedad. Hay un bello sendero umbrosoque se extiende de la casa hasta alia.Siempre me imagine que veo gente ca-minando por estos numerosos senderosy pergolas, pero John me ha advertidoque no me deje llevar en lo minimo porla imaginacion. Dice que con mi poderde imaginacion y mi costumbre de fan-tasear, una debilidad nerviosa como lamia seguramente conducira a todasuerte de ideas excitantes, y que debovalerme de la voluntad y del buen sen-tido para frenar esta tendencia. Eso in-tento.

A veces pienso que si me sintiera losuficientemente bien como para escribir,ello me aliviaria un poco la presion delas ideas y me permitiria descansar.

Pero encuentro que me canso dema-siado cuando trato de hacerlo.

Me desanima tanto no tener ningunconsejo y ninguna amistad con quien

| compartir. Cuando me ponga bien deverdad, John dice que invitaremos a miprimo Henry y a su esposa Julia paraque nos hagan una larga visita; pero eldice que primero meterfa cohetes en lafunda de mi almohada antes que vermerodeada por esa gente estimulanteahora.

Quisiera mejorarme mas rapidamente.Pero no debo pensar en eso ahora.

jEste papel me da la impresion de quesabe que ejerce en mi una influencia ma-liciosa!

Hay una mancha recurrente donde eldisefio esta desencajado como un cuelloroto y donde dos ojos dados vuelta y sal-tones te miran.

Me enfurecen realmente su imperti-nencia y su permanencia. Reptan dearriba a abajo y por los costados, y esosabsurdos ojos sin pestafiear estan en to-das partes. Hay dos lugares donde loslistones no se juntan bien, y los ojos su-ben y bajan por donde se unen, uno masarriba que el otro.

Nunca antes vi tal expresion en unacosa inanimada, jy todos sabemoscuanta expresion tienen! Cuando era unanina, yacia sin dormir en la cama, divir-tiendome y aterrandome mas con las pa-redes lisas y los muebles sin adornosque un nino en una jugueteria.

Me acuerdo de lo simpaticos que eranlos guinos de los tiradores de nuestroviejo aparador grande, y habia una sillaque siempre parecia una amiga fuerte.

Pensaba que si las otras cosas me pa-

liluml

C H B R K N G L M

recieran demasiado feroces, siempre po-drfa encaramarme a esa silla para sen-tirme segura.

Sin embargo, los muebles de esta ha-bitacion no armonizan en absoluto, puestuvimos que traer todo desde la plantabaja. Supongo que cuando esto servfacomo una sala de juegos, tuvieron quesacar las cosas de los ninos, ;y no es demaravillarse! Nunca vi tanta devastacioncomo la que hicieron los ninos aqui.

El papel, como ya dije, ha sido arran-cado por partes, y se pega mas que unhermano -tendrfan tanta perserveranciacomo odio.

Luego el piso esta aranado y aguje-reado y astillado, aquf y alia el revoquese esta cayendo a pedazos, y esta gran

cama pesada, que es lo unico que encon-tramos en la habitacion, parece habersobrevivido a las guerras.

Pero eso no me molesta en absoluto-salvo el papel.

Ahi viene la hermana de John. Es unachica tan amorosa, jy me cuida tan bien!No debo dejar que me encuentre escri-biendo.

Es una perfecta y entusiasta ama deHaves, y no aspirr a otro oficio mejor.jPienso que ella cree que escribir es loque en verdad me enferma!

Pero puedo escribir cuando ella se au-senta, cuando la veo a lo lejos desde es-tas ventanas.

Hay una que mira hacia el camino, unprecioso camino sinuoso y sombreado, y

otra cue mira hacia el campo. Un bellocampo, ademas, lleno de grandes olmosy sedosos prados.

Este empapeladc tiene algo como unsubdisefio de un th.te diferente, uno enparticular irritante, pues solo lo puedesver bajo ciertas luces, y no tan clara-mente.

Pero en los lugares donde no esta des-teiiido y donde el sol da justo en elpunto exacto, puedo ver algo como unafigura extrana, provocante, informe, queparece ocultarse detras de ese estupidodiseno conspicuo que esta en primerpiano.

jChist, mi cufiada esta subiendo la es-calera!

86

Illiiiiil

m

Bueno, jya paso el 4 de julio! Ya la gentese fue, y estoy agotada. John penso queme haria bien tener algunas visitas, asique convidamos por una semana amama, a Nellie y a sus nifios.

Por supuesto no hice nada. Jennie seencarga de todo ahora.

Pero igual me agoto.John dice que si no acelero mi mejoria

me enviara en el otono a lo de Weir Mit-chell.

Pero de ninguna manera quiero ir alia.Tengo una amiga que estuvo en sus ma-nos una vez, y ella dice que es igualito aJohn y a mi hermano, jaunque peor!

Ademas, es todo un proyecto ir tan le-jos.

Me siento como si no valiera la penalevantar la mano por nada, y me estoyponiendo tan consternada y rezongona.

Lloro por nada, y casi todo el tiempo.Por supuesto no lloro cuando John

esta aqui, o alguien mas, sino cuandoestoy sola.

Y estoy sola la mayor parte del tiempoahora. John se queda frecuentemente enla ciudad debido a casos serios, y Jenniees buena, dejandome sola cuando se lopido.

Asi que me paseo un poco por el jar-din o por ese precioso sendero, mesiento en la veranda bajo las rosas, y meacuesto aqui la mayor parte del tiempo.

Ya le voy tomando afecto a esta habi-tacion, a pesar del papel. Tal vez debidoal empapelado.

iMe obsesiona tanto!Permanezco acostada aqui en esta

gran cama inamovible —esta clavada alpiso, creo— y sigo durante horas el ca-mino de ese disefio. Es tan bueno comola gimnasia, te aseguro. Comienzo, di-gamos, desde el borde inferior, aliaabajo en ese angulo, donde no lo han to-cado, y decido por milesima vez que siseguire ese disefio sin sentido hasta quellegue a alguna parte.

Conozco un poco de los principios dedisefio, y se que esta cosa no estaba or-ganizada conforme a algunas leyes deradiacion o alternancia o repeticion o si-metria o cualquier otro principio estable-cido.

Se repite, por supuesto, de uno a otroliston, pero de ningun otro modo.

Visto de una manera, cada liston es in-dependiente; las infladas curvas y flo-reos -algo como un "romanesco degra-dado" con delirium tremens- suben y

bajan contoneandose en aisladas colum-nas de fatuidad.

Pero, por otra parte, se conectan dia-gonalmente, y los vastos dibujos se pro-yectan en inclinadas ondas de horroroptico, como un monton de sargazos flo-tantes en plena carrera.

Todo se extiende horizontalmentetambien, o asi por lo menos parece, y mecanso tratando de distinguir el orden conque se extiende en esa direccion.

Se han valido de un liston horizontalcomo friso, y eso contribuye maravillo-samente a la confusion.

Hay un extremo de la habitaciondonde esta casi intacto y alii, cuando seextingue la luz oblicua y el Sol bajo lo ilu-mina -es casi como si despues de tododistinguiera una radiacion-, un inter-minable grotesco parece formarse entorno de un centra comun para fugarseen desbocados cabeceos de igual dis-traccion.

Me cansa seguirlo. Voy a echar unasiesta, creo.

No s6 por que debo escribir esto.No quiero hacerlo.No me siento capaz.Y s6 que John va a pensar que es ab-

surdo. Pero necesito decir de alguna ma-nera lo que siento y pienso -jes un granalivio!

Pero el esfuerzo esta llegando a sermayor que el alivio.

La mitad del tiempo me siento terrible-mente perezosa ahora, y duermo tanto.John dice que no debo debilitarme, y meobliga a tomar aceite de higado de ba-calao y muchos tonicos y cosas, por nohablar de la cerveza y el vino y la carnecasi cruda.

jMi querido John! El me quiere profun-damente, y odia tenerme enferma. Elotro dia trate de entablar una conversa-cion muy seria y razonable con el, paradecirle cuanto quisiera que me dejasehacerles una visita a mi primo Henry y asu esposa Julia.

Pero me dijo que no podia ir y que nopodria aguantar una vez alia; y no supeexplicarme muy bien, pues estaba llo-rando antes de terminar de hablar.

Me esta costando pensar apropiada-mente. Es solo esta debilidad nerviosa,supongo.

Y mi querido John me envolvio en sus

87

brazos, me llevo escalera arriba y metendio en la cama, quedandose a mi ladoy leyendome hasta que se me canso lacabeza.

Me dijo que yo era su adorada y suconsuelo y todo lo que el tenia, y que te-nia que cuidarme por el, y estar bien.

El me dijo que solo yo puedo ayu-darme a salir de esto, y que debo va-lerme de mi voluntad y autocontrol, y nodejarme llevar por tontas quimeras.

Hay un consuelo: el bebe esta bien ycontento, y no tiene que ocupar estecuarto de nifios con el horrendo empa-pelado.

jSi no lo hubieramos ocupado noso-tros, ese bendito nifio estaria usandolo!iQue buena suerte para el! Pues, no per-mitiria por nada que uno de mis hijos,un ser chiquito e impresionable, vivieraen semejante habitacion.

Nunca lo pense antes, pero ha sidoacertado despues de todo que John mehaya mantenido aqui; yo lo puedo sopor-tar mucho mejor que el bebe, icompren-des?

Por supuesto nunca se lo digo ahora—entiendo demasiado—, pero estoysiempre atenta por si acaso.

Hay cosas en ese empapelado que na-die conoce salvo yo, y nunca lo van a sa-ber.

Detras de ese disefio externo cada dialas borrosas figuras se perfilan mas.

Es siempre el mismo dibujo, solo quemuy numeroso.

Y es como una mujer agachada, des-lizandose detras de ese esquema. No megusta nada. Me pregunto -comienzo apensar— jquisiera que John me llevasede aqui!

Me cuesta tanto hablar con John so-bre mi caso, porque el es tan sabio, por-que me quiere tanto.

Pero trate de hacerlo anoche.Habfa luz de Luna. La Luna entra por

todos lados como el Sol.A veces odio verla, se arrastra lenta-

mente, y siempre entra por una u otraventana.

John dormia y no quise despertarlo,asi que me qued6 quieta viendo la luz dela Luna en ese ondulante empapeladohasta que me senti horrorizada.

La tenue figura detras parecia agitar eldisefio, justo como si ella quisiera esca-parse.

Me levante silenciosamente y fui a to-carlo para ver si el empapelado en efecto

liliiml

H R R K N O I L M A N

i

se agitaba y cuando regrese a la camaJohn estaba despierto.

"iQue te pasa, nina?", me pregunto."No andes asi —te vas a resfriar."

Pense que era un buen momento parahablar, asf que le dije que la realidad eraque no progresaba nada aqui, y que que-ria que me llevara lejos.

"jPero, mi amor!", dijo. "Nuestro al-quiler vence en tres semanas, y no veocomo podamos irnos antes."

"Las reparaciones en casa no estanterminadas y no puedo abandonar eneste momento el pueblo. Por supuesto,si tu corrieras peligro, podrfa y asi lo ha-ria, pero la verdad es que estas mejor,aunque tu no lo puedas ver. Soy medico,querida, y lo se. Estas aumentando depeso y mejorando el color, tu apetitoesta mejor, ya me siento mas tranquilopor ti."

"No peso ni una pizca mas", le dije,"ni tanto como antes; y puede ser quemi apetito sea mejor en la noche cuandotu estas aqui, pero es peor en la mananacuando no estas."

"jDios la bendiga a esta criaturita!",me dijo abrazandome fuerte. "jElla es-tara tan enferma como le venga en gana!iPero vamos a aumentar las horas ra-diantes durmiendonos y podemos hablardeesto manana!"

"iY tO no te iras?", le pregunte som-bria.

"Pero, icomo puedo hacerlo, querida?Son solo tres semanas mas y luego ha-remos un lindo viajecito durante unosdias mientras Jennie arregla la casa. jEnserio, querida, estas mejor!"

"Mejor fisicamente tal vez", comence,cortandome, porque el se incorporo y memiro severamente con tal reproche queno pude decir una palabra mas.

"jMi amor!", me dijo, "te ruego, pormi y por nuestro hijo, y por ti tambien,que no vayas nunca ni por un instante apensar en esa idea. No hay nada mas pe-ligroso, mas fascinante para un tempe-ramento como el tuyo. Es una quimerafalsa y tonta. ^No te puedes fiar de mi,como medico, cuando te lo digo?"

Asi que por supuesto no dije nada masal respecto, y se durmio de inmediato. Elcreyo que yo me habia dormido primero,pero no; seguia velando alii por horastratando de decidir si el diseno de ade-lante y el diseno de atras se desplazabanjuntos o por separado.

De dia hay una falta de secuencia en

un diseno como este, un desafio a la ley,que es una constante que irrita a unamente normal.

El color en si es suficientemente ho-rrendo, y bastante (nestable y bastanteenfurecedor, pero el diseno es un supli-cio.

Piensas que lo has conquistado, perojusto en el momento de estar persiguien-dolo, da una vuelta de camera y ahi esta.Te da una bofetada, te echa a tierra y tepisa. Es como un mal sueno.

El diseno exterior es un arabesco flo-rido, recordando un hongo. Si puedesimaginar un hongo venenoso descuarti-zado, una interminable hilera de hongosvenenosos, brotando y retonando en in-finitas circunvoluciones -pues, es algoasi.

jEso es, a veces!Hay una peculiaridad notable acerca

de este papel, una cosa que nadie pa-rece notar salvo yo, y es que cambia alcambiar la luz.

Cuando el Sol entra atropellado por laventana, este -siempre vigilo la llegadade ese primer rayo derecho— cambia tanrapidamente que casi no lo puedo creer.

Es por eso que siempre lo contemplo.A la luz de la Luna —la luz entra toda

la noche cuando hay Luna— me cuestacreer que se trate del mismo papel.

De noche y bajo la luz de cualquier ori-gen, al crepusculo, a la luz de una vela, ala luz de una lampara y, lo que es peor, ala luz de la Luna, jse convierte en barro-tes! El diseno exterior, quiero decir, ycon la mujer detras, es una cosa que nopodria ser mas clara.

Durante mucho tiempo no me dicuenta de que era la cosa que se trans-parentaba desde detras, ese desdibujadosubdiseno, pero ahora estoy bien segurade que se trata de una mujer.

De dia esta apagada, quieta. Me pa-rece que es el diseno lo que la mantienetan tranquila. Es tan desconcertante. Metiene callada durante horas.

Paso ahora mucho tiempo acostada.John dice que me hace bien, y queduerma todo lo que pueda.

De hecho el inicio la costumbre al obli-garme a que me acueste por una horadespues de comer.

Es una costumbre muy mala, estoyconvencida, pues, ves, no duermo.

Y eso fomenta el engafio en la medidaen que no le digo que me desvelo, joh,no!

88lilniiil

El hecho es que estoy comenzando atenerle miedo a John.

Parece tan raro a veces, y hasta Jen-nie tieneuina mirada inexplicable.

jMe da la impresi6n a veces, como hi-potesis cientifica, de que tal vez sea porel papel!

He contemplado a John cuando no sedaba cuenta de que lo hacia, irrum-piendo de repente en la habitacion con elmas inocente de los pretextos, \y lo hedescubierto varias veces contemplandoel papef. Y a Jennie tambien. Una vez laapesqu6 tocandolo con la mano.

Ella no sabia que yo estaba en la ha-bitacion, y cuando le pregunt6 con vozmuy pero muy callada, de la manera masdiscreta, que estaba haciendo con el pa-pel, ella se volte6 como si la hubiera pi-llado robando, parecia muy enojada yjme pregunt6 por que la habia asustadoasi!

jLuego dijo que el papel manchabatodo lo que tocaba, y que habia encon-trado manchas amarillas en toda mi ropay en la de John y que quisiera que tuvie-ramos mas cuidado!

iNo era una respuesta inocente? Perose que ella estudiaba el diseno, jy estoyempenada en que nadie mas va a des-cubrirlo salvo yo!

La vida es mucho mas emocionanteahora de lo que era antes. Ves, puedoesperar mas, mas que anticipar, que vi-gilar. Ahora si estoy comiendo mas, y es-toy mas tranquila que antes.

(John esta tan contento de verme me-jorar! Se rio un poco el otro dia, y dijoque parecia que prosperaba a pesar demi empapelado.

Lo pare con una risa. No tenia nin-guna intencion de decirle que se debi'a alempapelado -el se burlaria de mi. Hastaquerria llevarme.

No quiero irme ahora hasta que no lohaya descubierto. Queda una semana, ypienso que sera suficiente.

jMe siento mucho mejor!No duermo mucho de noche, pues es

tan interesante ver el desarrollo de losacontecimientos; pero duermo muchodurante el dia.

Durante el dia me cansa y me deso-rienta.

Siempre hay nuevos retonos en loshongos, y nuevos tonos amarillos por to-

dos lados. No puedo llevar la cuenta,aunque lo he intentado consciente-mente.

jTiene el amarillo ma's extrafto, ese pa-pel! Me hace pensar en todas las cosasamarillas que he visto en mi vida -nolas bonitas como los ranunculos, sinoviejas, sucias, malas cosas amarillas.

Pero ese papel tiene algo m£s -jelolor! Me di cuenta del olor en el mo-mento en que entramos a la habitaci6n,pero con mucho aire y Sol no estaba tanmal. Ahora que nemos tenido una se-mana de niebla y lluvia, esten abiertas ono las ventanas, el olor esta" aquf.

Repta por toda la casa.Lo encuentro flotando en el comedor,

acechando en la sala, ocultandose en elpasillo, aguarda"ndome furtivamente enla escalera.

Se mete en mi pelo.Hasta cuando salgo a montar, si

vuelvo la cabeza de repente y lo sor-prendo -jahi esta" ese olor!

jEs, encima, un olor tan peculiar! Hepasado horas tratando de analizarlo, dedescubrir a qu6 se parece.

No es malo -al principio- y muysuave, pero es un olor de lo mas sutil, delo mas duradero que jama's haya encon-trado.

Con este tiempo humedo es espan-toso. Me despierto durante la noche y loencuentro suspendido sobre ml.

Al principio solfa perturbarme. Pens6en serio en incendiar la casa para eli-minar ese olor.

Pero ahora estoy acostumbrada. Lounico que se me ocurre es que se le pa-rece al color del papel. jUn olor amarillo!

Hay una marca muy extrafia en estapared, bien abajo, cerca del zocalo. Unaraya que da la vuelta a la habitacion. Vadetra~s de cada mueble, salvo la cama,una ranura larga, recta, exacta, como sila hubieran frotado una y otra vez.

Me pregunto c6mo lo hicieron y qui6nlo hizo, y por qu6 lo hicieron. Una y otravuelta -una y otra vez, una y otravuelta, una y otra vez-, jme marea!

Por fin he descubierto algo.Tras contemplar tanto durante la no-

che, cuando cambia tanto, por fin des-cubrf algo.

El diseno externo s/se mueve -,-y noes para sorprenderse! [La mujer que estadetras lo agita!

A veces pienso que hay muchas mu-jeres detras, y a veces s6lo una, y ella se

arrastra ra"pidamente, y al arrastrarse loagita.

Luego en los lugares mas brillantes semantiene quieta, y en los lugares ma'soscuros no hace ma's que agarrarse delos barrotes y agitarlos fuertemente.

Y ella estS todo el tiempo tratando deescaparse. Pero nadie podrfa escaparse

de ese disefto -ahoga tanto; pienso quees por eso que tiene tantas cabezas.

jLlegan a traspasarse, y luego el di-seno las corta y las vuelve cabeza abajo,y ponen en bianco sus ojos!

Si esas cabezas estuvieran cubiertas osesgadas no seria tan malo.

C H A R L O T T R K N M

iCreo que durante el dia sueltan a esamujer!

jY te lo voy a decir confidencialmente:la he visto!

jLa puedo ver a traves de cada una demis ventanas!

Es la misma mujer, lo se, porque sedesliza cautelosamente y la mayoria delas mujeres no se deslizan asi de dia.

La veo en ese largo sendero de som-bras, deslizandose de un lado a otro. Laveo en esas oscuras pe>golas de vinas,arrastrandose por todo el jardin.

La veo por el largo camino bajo los ar-boles, deslizandose, y cuando Mega uncarro se oculta bajo las parras de zar-zamora.

No la culpo en absoluto. jDebe de sermuy humillante que te pesquen deslizan-dote de dial

Yo siempre cierro con Have la puertacuando me deslizo de dia. No lo puedohacer de noche, pues se que John sos-pecharia algo en seguida.

Y John esta tan extrafio ahora que nolo quiero irritar. jQuisiera que se mudaraa otra habitacion! Lo que es mas, noquiero que nadie mas que yo saque denoche a esa mujer.

Me pregunto con frecuencia si la po-dria ver desde todas las ventanas a lavez.

Pero, no importa cuan rapido giro,solo la puedo ver desde una a la vez.

Y aunque siempre la veo, jes posibleque pueda deslizarse mas rapido de loque yo pueda darme la vuelta! La hevisto a veces alia lejos por el campoabierto, deslizandose tan rapidamentecomo la sombra de una nube en elviento.

jSi solo pudiera separar el diseho dearriba del de abajo! Pretendo intentarlo,poco a poco.

He descubierto otra cosa rara, jperono la voy a referir en este momento! Noconviene fiarse demasiado de la gente.

Solo me quedan dos dias para arran-car este papel, y creo que John ha co-menzado a darse cuenta. No me gustacomo me mira.

Y lo escuch6 haciendole a Jennie unmonton de preguntas profesionales so-bre mi. Ella tenia mucho que informar.

Ella dijo que yo dormia mucho duranteel dia.

John sabe que no duermo muy biende noche, jcon todo me quedo tanquieta!

Me hizo toda suerte de preguntas,tambi^n, y fingio ser tan carinoso yatento como siempre.

jComo si yo no me diera cuenta!Sin embargo, no me sorprende que se

porte asi, durmiendo tres meses bajoeste papel.

S6lo me interesa a mi, pero estoy se-gura de que John y Jennie tambien es-tan afectados por el.

jHurra! Este es el ultimo dia, pero nobasta. John va a pasar la noche en elpueblo y no llegara hasta la manana.

Jennie queria dormir conmigo -queastuta; pero le dije que indudablementedescansaria mejor durmiendo sola.

Fue una astucia de mi parte, jporqueen verdad no^staba nada sola! Tanpronto como hubo luz de Luna y aquellapobre comenz6 a gatear y a agitar el di-seno, me levante y corn' a ayudarla.

Yo tiraba y ella agitaba. Yo agitaba yella tiraba, y antes de la madrugada ha-biamos arrancado yardas de aquel papel.

Una tira tan alta como mi cabeza y dela mitad de la habitacion.

Y luego, cuando llego el Sol y ese terri-ble diseno comenzo a reirse de mi, jde-clare que lo acabaria hoy!

Nos vamos manana, y van a mudar to-dos mis muebles abajo para dejar las co-sas como estaban antes.

Jennie contemplo asombrada la pared,pero le dije alegremente que lo habia he-cho de puro encono contra esa cosa de-sagradable.

Ella se rio y dijo que no tendria pro-blema en hacerlo ella misma, pero queyo no debia cansarme.

jComo se traiciono esa vez!Pero yo estoy aqui, y ninguna persona

toca este papel salvo yo -jningun servivd.

Ella trato de sacarme de la habitacion-[era tan obvio! Pero dije que ahora es-taba tan tranquila y vacia y limpia quecreia que me volveria a acostar para dor-mir todo lo que pudiera, y que no medespertara ni para comer -yo llamariacuando me despertara.

Asi que ahora se ha ido, y se han idolos sirvientes, y se han ido las cosas, yno queda nada sino esa gran cama cla-vada, con el colchon de lona que teniaencima.

Esta noche dormiremos abajo, y ma-nana tomaremos el barco a casa.

90lilniiil

Me gusta mucho la habitacion, ahoraque esta desprovista de muebles.

jComo habrian correteado aquellos ni-nos por aqui!

jLa cama esta toda roida!Pero debo ponerme a trabajar.He cerrado la puerta con Have, arro-

jando abajo la Have hasta el sendero deenfrente.

No quiero salir, y no quiero que nadieentre, hasta que no venga John.

Quiero sorprenderlo.Tengo aqui una soga que ni Jennie

descubrio. jSi esa mujer se fuera a es-capar y tratara de huir, la puedo atari

jPero me olvide de que no podia alcan-zar muy alto sin algo en que pararme!

jEsta cama no quiere correrse!Trate de levantarla y empujarla hasta

que quede coja, y luego me puse tan fu-riosa que mordi un pedacito de un an-gulo -pero me hizo doler los dientes.

Luego desgarr6 todo el papel quepude alcanzar parandome en el piso.jEsta bien pegado y solo se divierte el di-seno! jTodas esas cabezas estranguladasy ojos salientes e irrupciones de hongos

r '7

contoneandose no hacen mas que bur-larse a gritos!

Me estoy poniendo lo suficientementefuriosa como para hacer algo desespe-rado. Arrojarme por la ventana serfa unejercicio admirable, pero los barrotesson demasiado fuertes como para inten-tarlo.

Ademas, no lo han'a. Por supuesto queno. Se muy bien que un paso como eseno es justo y podria ser mal entendido.

No me gusta ni asomarme a las ven-tanas -las mujeres deslizandose sontantas, y se deslizan tan ra~pidamente.

Me pregunto si todas salieron de eseempapelado como yo.

Pero ahora estoy suficientementeatada con la soga que tenia tan bienguardada -jno me van a ver a mien esecamino!

Supongo que tendr6 que volver a me-terme detras del diseno cuando llegue lanoche, jy eso es dificil!

jEs tan agradable estar suelta en estagran habitacion y deslizarme comoquiero!

No quiero salir afuera. No lo voy a ha-

cer, aunque Jennie me lo pida.Porque afuera tienes que arrastrarte

por el suelo, y todo es verde en vez deamarillo.

Pero aqui puedo arrastrarme llana-mente por el piso, y mi hombro cabe per-fectamente en esa ranura que circundala pared, de manera que no puedo per-derme.

jPero, he aqui a John en la puerta!jNo te vale, joven, no la puedes abrir!jComo llama y pega en la puerta!Ahora le grita a Jennie que le traiga un

hacha.jSeria una pena tirar abajo esa her-

mosa puerta!"jJohn, querido!", digo con mi voz

mas suave. "jLa Have esta abajo, cercade las gradas delanteras, debajo de lahoja de platano!"

Eso lo hizo callarse durante unos po-cos minutos.

Luego el dijo, muy quedo en verdad:"jAbre la puerta, mi amor!"

"No puedo", dije. "jLa Have esta abajoal lado de la puerta de adelante debajode una hoja de platano!" Y luego volvf a

decirlo, varias veces, muy suave y muydespacio, y lo dije tantas veces que eltuvo que ir y ver, y la busco por su-puesto, y entro. Se detuvo en seco cercade la puerta. "iQue" pasa?", grito. "jPorel amor de Dios, que estas haciendo!"

Seguia deslizandome igual, pero lomire por sobre mi hombro.

"Por fin me escape", dije, "a pesar deti y Jennie. jY he arrancado la mayor >rparte del papel para que no me puedanllevar de nuevo!"

Ahora, ^por que se desmayaria esehombre? Pero si se desmayo, y justo aliien mi camino, jpara que yo tuviera quedeslizarme por encima de el en cadavuelta! jiliilill

Traduccidn: David William Foster

Charlotte Perkins OilmanEstadunidense. Autora de un texto imprescindible enla denominada "literatura protofeminista", perotambien en cuaiquier antologia de la narrativa de supais. "The Yellow Wallpaper", publicado por primeravez en 1892, fue traducido especialmente para Plu-ral por e\r David William Foster, de la Universidad del Estado de Arizona en Tempe. Estados Uni-dos.