Francisco Bilbao y la filosofía de la historia

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LA HISTORIA VISTA DESDE EL MARGEN: NOTAS PARA UNA CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA LATINOAMERICANA EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA OTREDAD LATINOAMERICANA: F rancisco Bilbao y la filosofía de la historia “La felicidad que podría despertar nuestra envidia existe sólo en el aire que hemos respirado, entre los hombres con los que hubiésemos podido hablar, entre las mujeres que hubiesen podido entregársenos. Con otras palabras, en la representación de felicidad vibra inalienablemente la de redención. Y lo mismo ocurre con la representación de pasado, del cual hace la historia asunto suyo. El pasado lleva consigo un índice temporal mediante el cual queda remitido a la redención. Existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra. Y como a cada generación que vivió antes 1

Transcript of Francisco Bilbao y la filosofía de la historia

LA HISTORIA VISTA DESDE EL MARGEN: NOTAS PARA UNA CRÍTICA DE

LA FILOSOFÍA DE LA HISTORIA LATINOAMERICANA EN LA

CONSTRUCCIÓN DE LA OTREDAD LATINOAMERICANA: F rancisco Bilbao

y la filosofía de la historia

“La felicidad

que podría

despertar

nuestra envidia

existe sólo en

el aire que

hemos respirado,

entre los

hombres con los

que hubiésemos

podido hablar,

entre las

mujeres que

hubiesen podido entregársenos. Con otras

palabras, en la representación de

felicidad vibra inalienablemente la de

redención. Y lo mismo ocurre con la

representación de pasado, del cual hace

la historia asunto suyo. El pasado lleva

consigo un índice temporal mediante el

cual queda remitido a la redención.

Existe una cita secreta entre las

generaciones que fueron y la nuestra. Y

como a cada generación que vivió antes

1

que nosotros, nos ha sido dada una flaca

fuerza mesiánica sobre la que el pasado

exige derechos. No se debe despachar esta

exigencia a la ligera. Algo sabe de ello

el materialismo histórico.” Walter

Benjamín (1892-1940) II TESIS DE

FILOSOFÍA DE LA HISTORIA

Dentro de los marcos explicativos de las ciencias sociales,

estos saberes sedimentados están pasando por momentos

críticos en la construcción de sus discursos sobre las

diversas realidades latinoamericanas y mundiales1, de manera

tal que esta es una época de las incertidumbres totales,

donde no se sabe a ciencia cierta que es lo que representa

la modernidad o el problema de la posmodernidad. Lo que si

sabemos es que esta última en su vertiente más progresista ha

puesto en tela de juicio todos los argumentos sobre y en

torno a América-Latinoamérica y ha distinguido de forma muy

clara las formas de explotación y dominación de las cuales se

han valido los centros de poder dominante para encumbrarse en

el poder.

1 Los crecientes avances de la ciencia y la tecnología motivados por el afán delucro del capitalismo han precipitado las relaciones y han creado nuevasidentidades y formas, maneras, de interrelacionarse unos a otros, de manera talque los viejos moldes o modelos de explicación de las sociedades coloniales hanquedado en desuso dando lugar a enunciados como Pos colonialismos, estudiosculturales, así como globalización, glocalización, multiculturalismo einterculturalidad y otros con grandes consecuencias en el proceso dedesmantelamiento de dominación mundial. Baste mencionar las consecuencias de lostrabajos de Said o los trabajos del grupo de Estudios Subalternos de la India entorno a las ciencias sociales en general y, en Historia en particular, a nivelmundial y sus consecuencias en la certidumbres totales han dado lugar a nuevosparadigmas explicativos.

2

En torno a la Historia en cuanto tal, en nuestro medio no ha

habido una discusión que someta previo juicio esta disciplina

y la enmarque dentro de los rumbos que atañen a la misma2. En

contraposición a lo que argumenta Cecilia Méndez Gastelumendi

y su contrariedad frente a los estudios poscoloniales y su

incidencia en nuestra realidad “nacional” y su propuesta de

un avance ya anticipado de los mismos, desvirtuando los

análisis y propuestas de Mark Thurner, creemos que tales

estudios son escasamente reducidos en torno a nuestra

realidad peruana. Los estudios de Florencia Mallon han tenido

poca o escasa difusión en los medios académicos de

historiadores y estos mismos aun no se han preguntado de que

es lo articula eso que llamamos historia del Perú, cual es la

columna vertebral que articula y logra poner en movimiento

eso que llamaos historia y que hacemos nosotros, los

historiadores, para poder hacer funcionar óptimamente esa

columna vertebral, o en caso contrario, que hacemos para

desarticular esa columna vertebral y que proponemos frente a

esa columna vertebral de eso que llamamos Historia del Perú.

Los historiadores peruanos no nos hemos hechos esas preguntas

2 Una aclaración es necesaria, los problemas de la dinámica histórica“nacional” no son reflejo de lo que sucede a nivel mundial. De hecho losavances sobre esta macro disciplina, para unos, simple arte o narraciónpara otros, es tal su reconocimiento y su problematización que su avancees desde ya exorbitante, ya no se discute solamente sobre la condición decómo se produce el conocimiento y la validez de la misma, sino del propioconstructor de las historias y qué papel cumplen estas en la conformacióndel mundo. Desde esta misma perspectiva ya hay enunciados que el terminohistoria es muy dubitativo y no encierra en forma real el quehacer de laciencia, volvamos a tomar en principio, histórica y están proponiendo lavoz “cultura histórica” como un término que puede englobar lo querealmente estudia ese término conocido como historia. Pero la utilidad dela historia como reyna de todas las formas de conocimiento y el problemade su objetividad ya están en desuso.

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fundamentales y nos hemos reducido a continuar con la

tradición, aunque desde la perspectiva de Méndez, Lima sea el

Perú, el Perú sea la Católica de Lima y la Católica de Lima

sea ella, solamente desde esa perspectiva el deslumbramiento

poscolonial, orientalista, descolonizador, progresista, será

un monopolio de los iluminados y la administración de esa

memoria que llamamos Perú este hipotecada a ese grupo de

iluminados y, ya no iluministas sino perennemente iluminados

que cumplen y resguardan la luz, su luz, no de la vela

puerca, hacia las sombras que proyectan hacia sus cuerpos. No

sucede lo mismo con el discurso antropológico el cual esta

siendo revisado y revisitado de forma continua por los

diversos académicos en cuestión3. una excepción a la3 En forma puntual, hacemos referencia a la ausencia de un evento que una a loshistoriadores en cuestión y emitan su “voz” en torno a los procesos socialesperuanos, pues son más de diez años que no hay una reunión a nivel nacional sobreHistoria e historiadores, cosa contrario sucede con antropología y sociología.Frida Gorbach, notable historiadora radicada en México, al describir laproblemática mexicana en cuanto a su historiografía ponía de relieve que losintelectuales mexicanos aún no habían encontrado el verdadero centro de suspreocupaciones, es decir, hacia quien iba dirigida la historia o su historia queescribían lo que más parecía ser un discurso etéreo sobre una realidad que nodistingue de forma clara y concreta quien personificaba o personificaría elfuturo nacional mexicano, noción esta última básica en la construcción deldiscurso histórico ( Véase Relaciones; 2008, Vol. XXIX). Aunque diversoshistoriadores europeos se ha dirigido a rescatar “al otro”, víctima de laconquista y han empezado procesos de incorporación ciudadana a esos otros através de diversas formas académicas, institucionales y aun personales. Han sidotambién los primeros en afirmar la problemática del indio en Latinoamérica y sucorrespondiente debate y generación de ideas. En nuestro país dicha situación esdemasiado tardía. En otro punto Leopoldo Zea, así como Edmundo O’ Gorman,notables intelectuales, argumentaban que lo único verdaderamente intelectual enel marco latinoamericano era la copia o aplicación de los principios filosóficoseuropeos a la realidad latinoamericana, por tanto no se podía hacer filosofía desimples copias y mal podía llamarse filosofía latinoamericana, lo cual implicadesde ya la profunda o proclive actitud de nuestra intelectualidadlatinoamericanista a no crear una autentica filosofía latinoamericana, en igualsituación para el Perú sostendría Augusto Salazar Bondy con su reclamo a fundaruna Nueva tradición fundada en lo nuestro; aunque desde ya este reclamo tendríaserios antecedentes con Mariátegui y su “ni calco ni copia, sino creaciónheroica”. En cuanto al Perú en cuestión Nugent, Mendez, de la Cadena, han puestode relieve la plena falta de una discusión en torno a la ausencia casi crónica departe de los historiadores ¿nacionales? a discutir problemas ¿nacionales? yhundirse en un marasmo en torno al pasado en cuanto tal, pareciera ser, en

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afirmación anterior estaría representada por el desaparecido

Alberto Flores Galindo4 cuyos trabajos denotaban una seria

preocupación de la historia no sólo como información y puesta

al día de los avances y quehaceres de la misma, sino del uso

social en el campo de la transformación de la sociedad; una

historia comprometida con su propio quehacer: el hombre en

cuanto tal, de carne y hueso y no de aquel que vive en el

rincón de los muertos cuyos trabajos obligarían a rememorar

palabras claras, que el “indio” o indígena, cholo, andino o migrante, negro,género, amazónico u otras minorías: travestis, homosexuales, etc. no existe parala historia peruana y sólo existe como parte de un museo u objeto histórico-antropológico. Así el “indio” el cual fue expulsado de la razón y de la Historiano tiene cabida dentro la historia, de manera tal que problemas como la CVR,racismo, identidades, oligarquía, revolución, tradición, terrorismo, Estado ynación son problemas muy, pero muy, ajenos a la ciencia histórico social. Paramayores detalles véase “Saberes Periféricos”, 2008, muy en particular el artículode Marisol de la Cadena. 4 Diversas opiniones confluyen en la actitud revolucionaria de la obra de FloresGalindo pero ello no calo muy hondo en la tradición histórica peruana, aunque sien otros intelectuales. Para mayores detalles nos circunscribimos a la idea deque Flores no dictada cátedra en las aulas de Humanidades o Escuela de Historiaen la Pontificia Universidad Católica del Perú sino que formaba parte de lacátedra de Ciencias Sociales de la misma universidad, situaciones anacrónicas ono confirmadas serían otra cuestión, mas en cuanto nos concierne en laintroducción a Buscando un Inca, allí Flores hace un llamado, claro y concreto, apoder distinguir para quien se escribe la historia: para la opresión o para lalibertad, en la misma vertiente podemos verlo en los trabajos de El rescate de laTradición el cual implicaría la construcción de una nueva historia al servicio dela libertad y de las grandes mayorías, por la construcción de un nuevo mundo másjusto y solidario: inventa, crea pero con nuestra gente; todo con ellos, nada sinellos…” pero dichas situaciones han sido poco o nunca tratadas por loshistoriadores peruanos y lo han reducido al simple legado político del autortergiversando su pensamiento. Pero su apropiación y comentario han sido por losantropólogos y sociólogos, refugiándose en la eterna discusión, sin sentido yestéril, que era realmente Flores Galindo historiador, antropólogo o sociólogo…la pregunta era, es y será ¿Para quién escribía, lo que había, escrito FloresGalindo…? ¿Cuál era la posición de Flores Galindo, a través de sus escritos,frente a los indios del Perú?, ¿Cómo conceptualizaba el Perú Flores Galindo, através de sus escritos? ¿Qué proponía Flores Galindo, a través de sus escritos,para este Tiempo de Plagas y que tareas dejaba para los historiadores,antropólogos y demás científicos sociales? ¿Cómo se entiende la política y lahistoria en los escritos de Flores Galindo? ¿Qué de los historiadores, esta vezlos “oficiales”, los de la academia, los del “stablecimentt” ¿peruanos? (existen)ante el legado de Flores Galindo?

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el pasado en función de la justificación del presente,

dándose paso a un tradicionalismo5 de ancha base.

Uno de los aspectos fundamentales de las diversas críticas de

la modernidad a las epistemologías dominantes en torno a la

Historia como ciencia ha sido el de haberse construido dicha

disciplina dentro de los marcos eurocentristas del

conocimiento, auto otorgándose legitimidad dentro y fuera de

sus cauces de enunciación, y, por tanto legitimando todas la

arbitrariedades que significaban los proceso de conquista de

las naciones latinoamericanas y sus similares a nivel

mundial. Así la construcción de sujetos predeterminados los

cuales estuvieron atravesados de atributos propios

autodesarrollantes o las metanarrativas como fin último no de

Europa sino del mundo entero, de los procesos de

civilización, entendidos como progreso han sido desnudados

desde su particular intimidad hasta poner en duda el chantaje5 El problema de la tradición no ha sido cuestionada en el Perú, salvo y aexcepción del circulo de Mendez; de su Perú, pero por lo demás no esta seriamentecuestionada en nuestro país, pues ello implica el continuismo de lo que seconsidera “decente” o “presentable”, ausencia plena de discusión de qué es loqueremos hacer con este país, presencia de movimientos de ancha base: moqueguazo,baguazo, kongazo y demás azo sin un reconocimiento político, y pero aun sin unabase histórico social. El diario el Comercio lo entiende bien, magníficamentebien y ha propalado un artículo en el cual la pregunta fundamental en torno a laminas Konga es la siguiente: si los que reclaman estas propiedades a explotar porla minera Konga son suyas pues son herederos del Perú prehispánico, ¿Son estosrealmente herederos del Perú prehispánico? ¿pueden atribuirse tal propiedad?Nuevamente la situación colonial…la pregunta pertinente debería ser: ¿si(nosotros) los españoles mataron (matamos) a todos los indios de adonde surgenestos y reclaman dicha propiedad, si matamos a todos, por tanto esta propiedad esnuestra? La historia peruana es demasiado trasnochada y no tiene tiempo paraincivilizados, barbaros y salvajes, la historia se hace con documentos, aunqueestos sean documentos de la barbarie, al final y al cabo son documentos y estosindios tienen que someterse, aunque a palos, a la civilización…y construyen unatradición al margen de esos indios…Ante la ausencia lo entorno a la tradiciónhistórico social y el problema de la nación véase Cecilia Méndez: “Incas sí,Indios no”. Pero para la vertiente mariateguista implica libertad, implicaarrebatarle al pasado, al rincón de los muertos, donde lo ha expulsado lafilosofía dominante aquellos gritos de esperanza y libertad que hacen posible laconstrucción de un mundo mejor, no para unos sino para todos.

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que implica hablar de modernidad6 desde la vertiente

progresista de las ciencias sociales.

Así la historia al ser copia del modelo eurocentrista ha

construido sujetos los cuales eran la condición de su

existencia en cuanto tal, por tanto atravesaron la historia

solo hombres blancos, no negros, ni indios, ni mestizos sólo

blancos dando cauce al racismo, heterosexuales el problema la

mujer, exclusión de las mayorías convertidos en minorías,

civilizados y católicos, lo cual implica solo hablar de lo

“decente” o de lo que vale la pena hablar relegando a las

grandes mayorías étnicas a la condición de invisibilizados

por sus diversas expresiones culturales y poder tener un dios

que no fuese europeo, pasando a ser los pueblos europeos los

lugares de enunciación del hombre en cuanto tal y todo

aquello que no se sujetase a su pre condición pasaba a ser

salvaje, asexuado, sucio, de manera tal que se basurizo7 las

diversas narrativas sobre el cuerpo y el hombre que las

diversas comunidades nativas habían construido en el largo

camino de su existencia pasando a ocupar lugares de

enunciación subalternos reconocidos a partir no de las

6 El problema de la modernidad implicaba en nuestro país y América entera elproceso de civilización de las hordas salvajes que poblaban los territoriosinhóspitos de América latina, cuyo único medio de solución estaba en sueliminación gradual por medio de una selección natural o el cruce progresivo connuevas especies. Otras formas de “progreso” y blanqueamiento en nuestro país fuedado por la escuela donde lo único verdaderamente bueno por aprender era latradición europea en su amplitud, donde la tradición indígena constituían unlastre que cargar. Esa modernidad ha sido desenmascarada y puesta en tela dejuicio por los diversos movimientos sociales en cuestión y no por una toma deconciencia de los intelectuales orgánicos ¡peruanos!, Véase Quijano, Mignolo.7 En el sentido que otorga Rocío Silva Santisteban, para una tendencia de dialogohorizontal de saberes es básico consultar a J. Rappaport

7

exigencias de los marcos del humanismo occidental8

eurocéntrico sino fruto de las luchas de los pueblos

oprimidos de las periferias en América y el mundo.

Visto de esta manera la

historia no otorga sólo

grandes narrativas sobre el

devenir de la humanidad, los

cuales están enmarcados bajo

determinados patrones de

inteligibilidad, sino que

otorga asimismo patrones de

comportamiento y enuncia

formas de juzgar, actuar y

diseñar políticas a corto y

largo plazo sobre

determinadas realidades las

cuales implican procesos de

transformación en beneficio

de los centros de enunciación del discurso histórico

dominante, propiedad esta última de todos los imperios que se

abrogan el derecho de eternizarse en el poder bajo la

explotación de los demás pueblos con sus propias

particularidades de enunciación9. Así las mayorías

poblaciones americanas han sido colonizados no sólo8 Nos referimos, más específicamente, a la prédica lascasiana. Aún así recordemosque el Humanismo, la modernidad, la revolución industrial, la consolidación delcapitalismo y la libertad de Europa frente a los turcos y su consecuente dominiodel mundo que perdura hasta hoy es fruto de la explotación y genocidio en masa delos pobladores americanos hacia el XVI, y que gran parte de sus representantesjustificaban los procesos de genocidio de los mismos, como condición necesaria dearribar a esa gloria divina por ellos enunciada y de la cual eran ellos susbeneficiarios; por ejemplo Juan de Solórzano y Pereyra.

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materialmente sino en todos los campos de la expresión humana

pasando a ser la realización de su conquistador, el lado

negativo de lo europeo; la negación del centro lo encarnaba

la periferia, construyéndose esta última como el rasgo más

degradante de la condición humana que implica procesos de

involución en la toma de conciencia de la convivencia humana.

En ese proceso de desmantelamiento de los discursos

eurocentristas en nuestra América ha habido una lucha

9 Así en una oportunidad al entablar relación con un docente y preguntar suopinión en relación al título de un ensayo de la Dra. Maruja Barrig en torno alfeminismo: “Sucios, macabros e inferiores” refiriéndose estrictamente a lasvisiones que del indio había forjado la oligarquía “peruana”, argumento: “ Mireprofesor, yo estoy completamente de acuerdo con ello, si son sucios, macabros einferiores, y si no vea usted aquí en la ciudad, como se comportan, vea lo deIlave y otras cosas más, por ejemplo yo cuando estoy en mi colegio tengo muchocuidado, pues muchos son hijos de allá de los de la sierra y veo como secomportan, con ellos tengo siempre mis reservas, más no así con los de Camanáneto ellos tienen otras costumbres y puedo hacer otras cosas. Preguntado.- Y siuna de tus hijas o hijos entablara relación alguna con ellos. Respuesta.- Lediría que tuviera cierto cuidado. Preguntado.- Y si tu hijo o hija tuviera algunaespecie de sentimiento. Respuesta.- No profesor. Preguntado.- Y si tu hijoquisiera casarse. Respuesta.- No profesor (muy airado, enojado) eso es otracuestión. Diversos profesores de la cátedra de Maestría de la Universidad dieronsu voto de apreciación e incluso alguno preguntó: ¡Profesor usted se casaría conalguna de ellas o dejaría que sus hijos se casara con alguna de ellas! Esta es lacuestión ¿Esos…? Existen en nuestro país para explicar nuestra desgracia integralde los ¿peruanos? Pero la realidad es mucho más compleja y el amor abre laspuertas y el cruce produce nuevos frutos, pero siempre dentro de los mismosmarcos: “Hola gatita (por el color de los ojos) nació tu hijita,… si nació mihijita; ya hace un mes…Que bien… dime saco tus ojos…No… Que pena, pero esblanquita…Si es blanquita…menos mal…sino ya sabes. (Testimonios recopilados en laciudad de Camaná hacia el 12-2008). En el Perú todos se asumen como hijos deblancos, mestizos e hispanohablantes, todos dan por hecho su mestización yconsecuente blanqueamiento como signo de ascensión social sin que lo reconozcande forma clara y abierta. Admiten la presencia de cholos, indios e indígenas perosiempre procuran establecer diferencias, pero estos nunca son indios, ni tienenalguna relación con ellos, aunque sus rasgos lo delaten procuran borrar todamancha que acerque a tal situación, los márgenes son muy conflictivos…y estosmárgenes han sido solucionados por la historia como disciplina a través de lamestización, caso contrario ocurre con la literatura, y desde la literatura, quereclaman que no hay proceso, mucha mayor conflictividad se da a través de laantropología y la sociología peruana, estos reconocen las heridas no cerradas porla presencia del Perú colonial y dicho reconocimiento permite avanzar dichasciencias sociales. Urge, para los historiadores, tomar en serio, muy en serio, elproblema de la conformación de la nación, el problema de sus intelectuales y elfuturo mismo de la nación.

9

constante por la reafirmación de lo “nuestro”10 construyendo

utopías11 que enmarcan procesos de emancipación o libertad

dentro de una conciencia “para si”, que responda esta última

a las necesidades de los pueblos de América. Un trabajo que

merece comentario y que se inserta dentro de la presente

perspectiva es el trabajo de Felipe Guaman Poma de Ayala y su

Nueva Crónica y Buen gobierno, donde el autor otorga

historicidad y posibilidad de construcción a los pueblos

sometidos del Perú colonial, deslegitimando el proceso de

colonización al poner en entredicho el proceso mismo12.

10 Existe un serio problema por delimitar que entendemos por lo nuestro o quienesenmarcan o engloban o se sienten parte de lo nuestro: Históricamente es demasiadoproblemático hablar dentro de dichos cauces, el propio Simón Bolivar: “Yoconsidero el estado actual de América, como cuando desplomado el imperio romanocada desmembración formó un sistema político, conforme a sus intereses ysituación, o siguiendo la ambición particular de algunos jefes, familias ocorporaciones, con esta notable diferencia, que aquellos miembros dispersosvolvían a restablecer sus antiguas naciones con las alteraciones que exigían lascosas o los sucesos; mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que enotro tiempo fue, y que por otra parte no somos indios, ni europeos, sino unaespecie mezcla entre los legítimos propietarios del país y los usurpadoresespañoles; en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento, y nuestrosderechos los de Europa, tenemos que disputar a éstos a los del país, y quemantenernos en él contra la invasión de los invasores; así nos hallemos en elcaso más extraordinario y complicado”( Bolivar; Carta de Jamaica). Situación estade lo nuestro aún no es definible, aunque se presume o presupone que no es lonuestro lo indio, lo negro o lo subalterno en general, aun reuniendo caracteresdel mismo, situación que permite un “adecuado funcionamiento del sistema dedominación al interior de la sociedad peruana” y lo peor que busca superpetuidad.11 Utopías y distopías latinoamericanas existen una vasta producción de las mismasen Latinoamérica o las naciones que han sufrido procesos de colonización, elproblema no es la ausencia o presencia de utopías sino el de dar lugar deenunciación o dejarlos hablar, ocurre que las ciencias sociales se han abrogadoel derecho de hablar a nombre de los que, ellos piensan, que no pueden hablar yhan tergiversado dicho hablar, especialmente la antropología que indicaba y únhoy indica, que se debe de hacer para ser modernos europeos.12 Así Guaman Poma argumentó: «que aues de conzederar que todo el mundo es de diosy anci castilla es de los espanoles y las yn[di]as es de los yn[di]os - y gueneaes de los negros q[ue] cada [uno] destos son lexitimos propetarios . no tansolamente por la ley» En las palabras de Waman Puma se reconoce la impronta delprimero de los principios expuestos por Bartolomé de Las Casas en el Tratado delas doce dudas. Según este principio, cada pueblo posee un derecho de propiedad,calificado de derecho natural y divino, sobre su territorio:«Todos los infieles,de cualquiera secta o religión que fueren, o por cualesquiera pecados que tengan,cuanto al Derecho natural y divino, y el que llaman Derecho de las gentes,

10

Hacia inicios del XIX, en el marco del nacimiento de las

jóvenes repúblicas y del romanticismo social en que se

enmarcaron gran parte de ellas con la subsecuente toma de

conciencia de una revaloración del pasado precolonial tomando

al “indio” y su historia como condición de orgullo, dignidad

y justicia social13en el proceso de Independencia

justamente tienen y poseen señorío sobre sus cosas, que sin perjuicio de otroadquirieron»«acordaos primeramente del Rey q[ue] os a hecho m[e]r[ce]d de darosde comer de gracia no deuiendo nada quitando a los señores naturales grandesprencipales deste rreyno dezis q[ue] soys conquistadores q[ue] la co[n]quista laconquistastes con dos palabras q[ue] aprendistes de dezir - ama mancha - nocaynga ["no tener miedo, yo Inca"] - no dixistes mas no os costo nada q[ue] labatalla y alsamiento fueron entre bosotros traydores quecistes ser otro rreyq[ue] como catolico cristiano os a dado de comer cin derecho» Por tanto HuamanPoma de Ayala pone en entredicho la idea misma de conquista e insta al rey aabandonar las tierras que le han sido legítimamente dadas a los indios no por elrey sino por Dios: «los yn[di]os son propetarios naturales deste rreyno - y losespanoles naturales de espana - aca en este rreyno son estrangeros mitimays -cada uno en su rreyno son propetarios lexitimos poseedores no por el rrey cinopor dios y por justicia de dios». Para mayores detalles veáse: La idea de naciónen la crónica de Waman Puma de Ayala de Jean-Philippe Husson Universidad deCergy-Pontoise (Francia)13 Mónica Quijada y otros estudiosos en torno a los procesos de independenciaargumentan que la construcción del estado Nación latinoamericano no obedece a losparámetros teóricos establecidos por Anderson, pues estas comunidades imaginadasno fueron forjadas e imaginadas por las grandes mayorías indígenas y si fueronaglutinantes en un comienzo muchos de ellos pasado el sentimentalismo y veían queafectaría su status quo de la sociedad no dudaron en esclavizar de forma sumariaa esas grandes mayorías indígenas y afroamericanas. Dichas situaciones no sonanálogas para todos los países pues ello tiene sus matices locales; Argentina,México, Chile, Bolivia. Así para el Perú y México con las similitudes del caso,las políticas fueron diferentes y diferentes las consecuencias, el auge y apegode intelectuales mexicanos para con los herederos precortesianos era latentedesde un principio, los poetas y las poetas se identificaron con la indiada yreclamaron como suya la tradición para enrumbar la construcción de un nuevo país;un ejemplo lo vemos a través de la Virgen de Guadalupe que logró ser instaurada eintegrada como tal por aquella lucha de imaginarios entre los españoles y losmexicas, así mismo Sor Juana Inés y su poesía. Situación contraria la vemos en elPerú, cuyos indios no fueron integrados a los imaginarios españoles por ningunode sus intelectuales aun los más conspicuos, Eusebio Llano y Zapata, - enparalelo la construcción de Santa Rosa de Lima a Sor Juana Inés en México o elproblema de Sarita colonia en Perú-sentían un cierto asco o desden al hablar entorno a ello, y tarde muy tarde, recién hacia principio del XX serán lo indiosperuanos incluidos en sus preocupaciones con -aunque la novela indigenista deJuana Gorriti o la de Matto de Turner, estas no marcan serios antecedentes ennuestra historia social peruana- Riva Agüero; 1905, algunos argumentan por lasituación del levantamiento de Tupac Amaru, pero aún antes no hay reminiscenciasque avalen tal cuestión. En cuanto a Chile, Carlota Cassalino ha hecho unrecuento de la representaciones en torno al Perú por los peruanos y en ellos nose atisba una preocupación por incorporar al indio más sí en el caso de Chile, la

11

latinoamericana. Pasado el humor o el romanticismo, por parte

de los criollos, se empezó a discutir o problematizar el

destino de los pueblos, los cuales habían sido construidos

negando los marcos de origen que les había otorgado el ser,

España, y por tanto urgía aperturar un nuevo eje de

enunciación; el rescate de la tradición precolonial, pero esa

toma de conciencia pronto fue desechada y los intelectuales

diseñaron una filosofía de la historia construida bajo los

escombros de los procesos de dominación colonial, donde las

mayorías indígenas, para los criollos, no podían personificar

el problema de la identidad latinoamericana, por tanto ni

siquiera fueron considerados parte del territorio

latinoamericano o americano sino objetos inherentes al

territorio mismo, el nombre de naturales es desde ya

sintomático, es decir se les desconoció la capacidad de

pensar y de estar dentro de los marcos de esa filosofía de la

historia14, al ser objetos los territorios pasaban de estar

preocupación por la araucanía y hacer de ello emblema nacional hasta muy entradoel siglo XIX es una constante en parte de sus intelectuales, cosa que nojustifica la situación del hoy pueblo mapuche y su explotación y arrinconamiento.Para mayores detalles de la simbología usada en la independencia véase PabloOrtemberg; 2004, Quijada; 2000, García Jordan; 1992. Pero todas estas situacioneslo que buscaban a la larga y a la corta era apropiarse del pasado indígenacolonial, republicano y aun contemporáneo para hablar a nombre de ellos yjustificar así la opresión que no fue otra cosa el indigenismo.14 Así: “El exterminio indígena llevado a cabo por los estados nacionales, cuyosepisodios más conocidos son la Pacificación de la Araucanía en Chile y la Campañadel Desierto en Argentina, tiene aquí argumentos que forjan un consenso históricosobre su necesidad. Para Lastarria, los indígenas eran los protagonistas heroicosde una resistencia indígena aniquilada por el colonialismo hispano que el relatohistórico nacional recuperaba como el pasado de su protagonista mestizo, populary subalterno. Sarmiento, por el contrario, creía que los españoles “al exterminara un pueblo salvaje cuyo territorio iban a ocupar hacían simplemente lo que todoslos pueblos civilizados hacen con los salvajes” (II: 218). Su fórmula “absorbe,destruye, extermina” tenía claro que podía “ser muy injusto exterminar salvajes,sofocar civilizaciones nacientes, conquistar pueblos que están en posesión de unterreno privilegiado”. Sin embargo, se permitió aclarar de inmediato que,“gracias a esta injusticia la América, en lugar de permanecer abandonada a lossalvajes, incapaces de progreso, está ocupada hoy por la raza caucásica, la más

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poblados a estar íntegramente despoblados y se hablaron de

desiertos salvajes e indómitos: Facundo; Argentina, caníbales

y salvajes; Brasil, taciturnos e indolentes; Perú, o el

problema de la araucanía que de héroe pasó a villano en

Chile.

Si bien es cierto que gran parte de los intelectuales

enunciaron sus marcos de interpretación de la realidad dentro

del modelo eurocéntrico en la construcción de los imaginarios

nacionales y justificaban a su vez los procesos de

arrebatamiento de tierras y empujaban a los campesinos a una

temprana proletarización, y contribuían así a forjar las

nacientes naciones a espaldas y sobre los hombros de las

grandes mayorías indígenas explotadas e invisibilizadas por

la filosofía de historia por ellos asumida.

Uno de los intelectuales disidentes de las formas

homogeneizantes y europeizantes del pensamiento de la

filosofía de la historia lo personifica Francisco Bilbao

Barquín (1823-1865), chileno de nacimiento, liberal, autor de

varios trabajos de tinte anticlerical, estudia en Francia y

asiste a las clases de Michelet y fervoroso defensor de las

ideas de la libertad y el librepensamiento.perfecta, la más inteligente, la más progresiva de las que pueblan la tierra”(II: 218). En consecuencia, añadió, “no debieran ya nuestros escritores insistirsobre la crueldad de los españoles para con los salvajes de la América, ahoracomo entonces nuestros enemigos de raza, de color, de tendencias, decivilización”. Luego, tras sentenciar que “no hay amalgama posible entre unpueblo salvaje y uno civilizado”, Sarmiento llamó a “apartar de toda cuestiónsocial americana a los salvajes, por quienes sentimos, sin poderlo remediar, unainvencible repugnancia”. Su posición reforzaba una opinión dominante en Santiagoy en la sociedad chilena de la que ni siquiera Bello habría estado exento. Enambos, la desaparición de comunidades indígenas era un mecanismo inscrito en lanaturaleza humana y sujeto a la marcha de la civilización a cuyo ritmo habíaapelado el mismo Sarmiento que, un año antes de publicar el Facundo y tal comoLastarria, busca “leer el texto oculto de la historia” (Véase Kaempfer; 2000)

13

Antes de someter a juicio la filosofía de la historia

imperantes en la explicación de las realidades

latinoamericanas Bilbao se pregunta por el quehacer cotidiano

de la historia en cuanto tal y argumenta que: “la Historia,

en su significación más natural, es la exposición de la vida

de la humanidad y, en su significación más filosófica, es la

manifestación del esfuerzo humano por llegar a la realización

de un ideal” (Bilbao; 1858: 1)15. Así en cuanto “ciencia es

narración y doctrina. La doctrina es la lógica de una premisa

que se mueve en los hechos. Como narración es la memoria.”

por tanto: “la historia es la razón juzgando a la memoria y

proyectando el deber del porvenir.”(Ibíd..)

Por tanto la historia no es una narración solamente, sino es

una narración pero que tiene un fin, una lógica, y que esa

lógica obedece a una razón y que esa razón se puede

descubrir, investigar, ampliar a través de la memoria y esa

memoria otorga identidad al individuo y por ende al pueblo.

Asimismo, esa razón debe su construcción a un ideal y que ese

ideal debe servir para juzgar la memoria. Por tanto la

historia no se ocupa de reconstruir el pasado por reconstruir

sino que tiene una utilidad, que es juzgar el devenir del

hombre en la construcción de un ideal que otorga identidad a

15 Todas las citas referentes a Bilbao y su obra han sido tomados dehttp://www.franciscobilbao.cl/1909/propertyvalue-30107.html Siendo consultados ennoviembre del 2008, en versión PDF. Agrega: “El sujeto de la historia es lahumanidad, como individuo inmortal y solidario a través del tiempo y del espacio.El objeto de la historia es la resurrección del pasado. Sus medios son todas lasmanifestaciones de la vida; las creencias, las instituciones, los códigos, latradición, la poesía, los monumentos del arte y de la industria, las costumbres.Su fin es señalar el desarrollo o decadencia, la aproximación o alejamiento delideal. Su ley el perfeccionamiento.” (Bilbao; 1858: 1)

14

un pueblo16. Ese ideal es la felicidad del hombre en cuanto

tal, esa felicidad, no es una felicidad con Europa sino al

margen del Europa, una felicidad que se construye teniendo en

cuenta al ser humano, al respeto por él, y no es el ser

humano europeo, sin ser humano en cuanto, así los indios no

personifican el ideal sarmientino, sino que son reconocidos

como seres constructores y ejemplos para la humanidad entera.

Es esta su filosofía de la historia, a eso debe servir la

memoria.

Por otro lado si la historia tiene un fin, por tanto, para

Bilbao, se puede enmarcar en una “ley de la historia”17, pero

esa historia es construida en función del presente: “no hay

historia sin memoria. Apenas queremos inmovilizar un instante

presente, ya es pasado. El presente es un momento renovado

que se desliza en la conciencia arrebatado por la fatalidad

del tiempo, como una centella que atravesará la creación por

la fuerza infinita proyectada. Pensar el presente es ya

perseguir un pasado.” (Bilbao; 1858: 2)

16 “El hombre mismo no podría tener conciencia de suyo, sin la memoria. Laconciencia de la identidad de nuestro ser, no podría existir sin el recuerdo. Delo cual puede rigurosamente deducirse que la historia es el elemento necesariopara tener conciencia de la identidad humana al través del tiempo y del espacio;y el elemento anterior del progreso, porque sin conciencia de la vida pasada notendríamos conciencia de la hora que vivimos; que todo lo creado, todo lo finito,por el hecho sólo de existir, está sometido a la ley de sucesión o desarrollo.(Bilbao; 1858: 2)17 “Nosotros probaremos que todo eso es el error y que la ley de la historia detodos esos filósofos de historia es falsa. Otros historiadores que pueden sercalificados de políticos y socialistas han cometido el mismo error. Unos dicen:la historia debe constituir la monarquía universal o la unidad política, lacentralización del globo. Otros: la historia es el desarrollo de las clasesprivilegiadas encargadas de gobernar y “ civilizar” a la multitud plebeya del génerohumano. La aristocracia. (Bilbao; 1858: 3-4, las comillas son nuestras)

15

Pero si la historia tiene y esta debe ser entendida como la

realización de un fin, entonces urge una critica a la ley

histórica imperante en la época y argumenta que si:

“¿entenderemos por ley de la historia la crónica de los

acontecimientos elevada a la categoría de causa y efecto, es

decir, que lo acontecido es lo que debió ser? entonces, la

ley no es sino la justificación de los hechos.”18 Por tanto

este enunciado no se atiene a lo enmarcado por el devenir de

la historia, ya que esta debe ser como la realización del fin

y no una idea preconcebida, un ideal que debe juzgar a los

hechos.

En otras palabras el fin justificaría los medios: “todas las

teorías que conozco son el resultado de los hechos elevados a

la categoría de ley.” (Bilbao; 1858: 3), a partir de esta

situación Bilbao se encuentra en la capacidad de analizar y

desmontar lo fines particulares de las filosofías europeas

para descubrir en ellas el afán justificatorio del

arrasamiento de los pueblos o el marco determinista de los

mismos que coloca a los europeos muy por encima de las demás

expresiones culturales19.

18 ¿Entenderemos por ley de la historia una teoría que la humanidad debe realizaren su marcha? Aquí otro problema. O esa teoría es efecto del espectáculoproducido por los hechos, es decir, que la conveniencia de lo acaecido es que asídebió ser. (Bilbao; 1858: 3). 19 Así, analiza cada una de ellas: “La teoría de Herder presenta al territoriocomo causa. La teoría de Bossuet presenta todo lo acontecido como debiendocooperar a realizar el catolicismo Romano. La teoría de Vico presenta a loshechos como reproduciéndose fatalmente, en una simetría de va y viene, de corro yrecorro, lo que la humanidad ha hecho y tiene que hacer. La teoría de Hegelpresenta a la idea de ley identificada con lo real, al ideal con los hechos. Lateoría de Cousin, que es una imitación, presenta a la historia como debiendorealizar las tres ideas fundamentales del pensamiento y dividido en tres épocas:la del infinito el Asia, la del finito el mundo griego romano, y la de larelación de ambos que es la que caracteriza la época moderna.” (Bilbao; 1858: 3).

16

Más en la construcción de la ley de la historia Bilbao sienta

la premisa que ésta debe de nacer de lo de común que tienen

los diversos pueblos en la construcción del ser humano ideal

a través de los tiempos y no de la imposición de un pueblo

sobre los demás. Por tanto la ley de la historia tiene que

responder a la felicidad individual a través de sus acciones

que responden a un fin moral, lo que supone el compartir las

acciones de uno con las acciones de un “otro” cercano o

lejano, pero la felicidad de uno supone, moralmente hablando,

la felicidad de ese “otro”, por tanto Bilbao traza como fin

una ley del hombre y no de individuos aislados; todo ello se

puede conocer a través de la historia. Así antes de enunciar

una felicidad individual, reconoce la existencia de una

diversidad de individuos, los cuales componen pueblos y que

cada uno de estos pueblos contienen singularidades o normas

morales que gobiernan su devenir y por tanto: “exponer la

filosofía de la historia de un pueblo o de la humanidad, es

exponer el pensamiento dominante de ese pueblo, o de la

humanidad, es decir, la causa de sus acciones”(Ibid.) lo cual

implicaría el negar ese “otro” moralmente existente, sin el

cual no puede haber felicidad y se quebrantaría la ley de la

historia en cuanto tal; pues esta se enmarca no dentro del

marco de la relación mecánica de causa-efecto sino el del fin

de las cosas, reconociendo el carácter muy particular del

conocimiento histórico, pues esta se atiene a un fin que es

conocer el devenir del hombre: “la ley de la historia debe

ser la forma impuesta a la humanidad para llenar un

fin”(Ibid.) pues su contraparte sería que los pueblos se

17

construyeron bajo los designios de la fatalidad, así

sostiene: “todos los sistemas que conozco, desde San Agustín

hasta Hegel, desde Bossuet hasta Herder, son aspectos

diversos de la fatalidad absoluta encarnada en el movimiento

de los pueblos. La filosofía de la historia ha sido, para

todos esos escritores, una manifestación de la fatalidad”20

(Bilbao; 1858: 5) reconociendo en todos ellos sus

particularidades: “el ser Brahma, Jehová, Júpiter, Cristo o

Mahoma son los inmortales que según sus ideas presiden la

epopeya. La humanidad, según la visión de un dios, emprende

esa campaña, y todos los acontecimientos no son sino los

pasos del Dios, por medio de los pueblos, o la identificación

de dios en la humanidad” (Bilbao; 1858: 6)

En cuanto la historia visto como la justificación de de los

hechos, Bilbao, cita:

“``Pero acordaos, monseñor, que este largo

encadenamiento de las causas particulares que hacen y

deshacen los imperios, depende de las órdenes secretas

de la Divina Providencia. Dios tiene, desde lo más alto

de los cielos, las riendas de todos los reinos; tiene

todos los corazones en su mano: ya retiene las pasiones,

ya les larga la rienda, y de este modo conmueve a todo

el género humano. Quiere hacer conquistadores? (Es

20 Entendiendo por fatalidad la aceptación de la situación de los pueblos en laépoca actual, es decir que todas las situaciones de injusticia que hanprevalecido en la constitución del capitalismo y de todas otras formas deexplotación tuvieron que darse para poder satisfacer el fin actual, elloconstituye una fatalidad, pues la historia juzga en torno a hechos ya consumadosy no a través del devenir de los pueblos, situación esta que es propia de ladisciplina histórica en cuanto ciencia social.

18

Bossuet quien habla, señores.) Hace marchar el espanto

delante de ellos e inspira a ellos y a sus soldados un

atrevimiento invencible. ¿Quiere hacer legisladores? Les

envía su espíritu de sabiduría y de previsión; les hace

arrojar los cimientos de la tranquilidad pública. Conoce

la sabiduría humana, siempre limitada bajo algún

aspecto; la ilumina, extiende sus miras y, enseguida la

abandona a sus ignorancias: la ciega, la precipita, la

confunde por sí misma; se envuelve, se embaraza en sus

propias sutilezas y sus precauciones son una trampa. Por

este medio, Dios ejerce sus terribles juicios, según las

19

reglas de su justicia, siempre infalible''.21 (Bilbao;

1858: 7)

Así en la construcción de la historia esta ha sido despojada

de su elemento preponderante y constitutivo: el hombre, por

tanto no se analiza en su proceso constitutivo sino en torno

a su producto; los hechos consumados. Bilbao al construir una

ley de la historia y rescata para la misma al hombre como

protagonista y no juzga los hechos consumados sino en su

devenir, la constitución de los hechos, el mundo de los por

qué de los hechos, el mundo de las ideas, dándole el carácter

revolucionario a la historia, pues esta debe de construirse

en función a dar respuesta a las interrogantes del presente,

21 (Bossuet, ``Discours sur l'histoire universelle''.) Tal punto de vista, lógicosin duda católicamente considerado, es la blasfemia. Bossuet y el catolicismo,que tanto ruido han causado en el mundo, defendiendo la causa del libre albedrío,contra los protestantes, impulsados por el genio secreto de la doctrina, vienenen última consecuencia a negar la libertad y, lo que es peor, a comprometer lasnociones fundamentales del mundo moral, la idea de justicia y la idea misma de ladivinidad. ¿Qué es la justicia en una humanidad cuya marcha es asignada,impulsada y ejecutada por Dios mismo? ¿Qué Dios es ese cómplice de la ruina delos pueblos, que un día toma flechas de Cambises para atravesar el Oriente y otrodía la lanza de los cartagineses para crucificar los pueblos ribereños delMediterráneo, después la espada de Roma, para cegar los pueblos y formar eseinmenso cementerio de nacionalidades que desde España hasta el Eufrates, fatigó ala tierra con el peso de sus iniquidades? Todo eso era necesario, nos diceBossuet, para preparar la venida del hijo del hombre. Todo eso era justo parapreparar el reino de la justicia. Todo eso era providencial, es decir, divino,para preparar la venida de la divinidad. Toda esa sangre, tanto dolor, la Greciaencadenada, Sagunto aniquilada, el mundo diezmado, tanta lágrima, tanta patria ytanto derecho pisoteado, todo eso era providencialmente previsto y, lo que esmás, ejecutado, por la mano de Dios mismo que nos anuncia la Iglesia romana, comoel pacificador y el bienhechor. Y si era necesaria toda esa cosecha de pueblos,ese lecho de osamentas humanas para preparar la cuna del Salvador, sin duda espara que después florezca la paz, el bienestar, la unidad, la revelación de eseDios que tan sólo por una vez se ha dignado aparecer sobre la Tierra.” “Noseñores. Parece que ese Dios de Bossuet es implacable. Es necesario que lasselvas del norte se conmuevan, condensar el huracán de los polos, y precipitados,como una tormenta de devastación por cinco siglos consecutivos, se desprendan losbárbaros del norte para arrasar al mundo antiguo y preparar el campo a lapropagación de esa doctrina de paz y mansedumbre. Tal es la ley de la historia,tal es la Providencia de Bossuet.” (Bilbao; 1858:8)

20

destronar aquellas ideas preconcebidas de fatalidad para

embarcarse en la construcción del fin común a todos los

hombres, la humanidad, entera: la felicidad

Pero esta felicidad no es culminación; sino es construcción,

el cual se puede rastrear a través de toda la historia de la

humanidad, a través de interrogar al pasado qué es o cual es

el fin supremo de los actos de hombres. Esa ley permite

enjuiciar la historia y a su vez permite aclarar la situación

actual:

“Si atendemos a los resultados morales de esos sistemas

filosóficos que han dominado y aún dominan en nuestro

siglo, podemos ver la justificación del éxito bajo todos

sus aspectos, la adoración de la fuerza, la veneración

de todos los malvados que se han enseñoreado de los

pueblos, pero con la condición que hayan sido grandes en

el mal. Tales doctrinas aún imperan por desgracia y han

enervado los ánimos. El eclecticismo, el doctrinarismo,

la sanción de lo existente, forman el espíritu y

consagran los hechos como ley, los atentados como

decretos de la Providencia. Las historias parciales de

los pueblos modernos no son sino corroborantes

parciales, de esa gran doctrina de la filosofía de la

historia.” (Bilbao; 1858: 11)

En torno a América argumenta: “Y hasta en América ha invadido

ese plagio de la fatalidad europea. La conquista americana,

la extinción de las razas, la servidumbre de los indígenas,

la esclavitud de los negros, la anarquía, y hasta el

21

despotismo de los monstruos americanos, han sido reconocidos

como necesidades providenciales.22 (Ibíd.)

Pero si esa ley es perfectible a través del tiempo y del

espacio, es construible y ha sido perfectible, por tanto es

de carácter teórico practico su realización y allí Bilbao

sienta una premisa de obligación o de confrontación del ser

humano consigo mismo: el deber de ser de las acciones humanas

debe ser la perfección de esa felicidad o consecución de esa

ley. Por lo tanto todos los pueblos deben embarcarse en esa

construcción y desechar este mundo denunciando sus

injusticias y lacras que eternizan a unos y postergan a

muchos: “La ley y el fin del hombre son el fin de la

humanidad.”23

22 ¿Qué extraño que después de tal enseñanza, y de la influencia de talesdoctrinas en la historia de todas las épocas, el hombre desmaye, abdique y seentregue en brazos de la fatalidad o de la indiferencia? ¿Cuándo hemos vistoapostasías más escandalosas que en nuestros días? ¿Qué significa esaglorificación de los hechos, del éxito, sino la humillación ante la fuerza? ¿Cómosorprendernos de esa tremenda faz que reviste la esclavitud, que es ladegradación del alma, la bendición del flagelo, la adoración del malvado? UnDios, que debe ser la realidad de la justicia, lanzando los pueblos en elitinerario de los crímenes y errores que forman la cadena de su vida, no es unDios. Antes de inclinarme ante un infinito que guía a Atila, que predica conSanto Domingo, que corona a Napoleón, es decir al perjurio, y que asienta suimperio en la Roma de los Papas, prefiero negarlo y crearme un Dios solitario dejusticia y de verdad. Un Dios cuyo altar debe estar perpetuamente palpitando conel corazón de las víctimas humanas, es el Dios renovado de las creencias absurdasde los bárbaros.” Mas adelante agrega: “Tal es, señores, el último resultado dela filosofía de la historia en el viejo mundo. Antes de morir ha querido, sinduda, eternizarse, encarnando en sus siglos las revelaciones del Eterno. Tal esel proceder de los pueblos caducos, y de los sacerdocios temblorosos que venemanciparse a la plebe sometida” (Bilbao; 1858: 11)23 “Esa ley de la humanidad es anterior, es preexistente a la misma humanidad, ysubsistirá en la mente divina cuando ya la humanidad no exista, así como losprincipios matemáticos que viven encarnados en los cuerpos, son anteriores ysubsisten aún sin necesidad de los cuerpos.” Asimismo: “¿Cuál es el deber de lahumanidad? El deber de la humanidad es la posesión completa del derecho y eldesarrollo de todas sus facultades en armonía consigo misma, con la sociedad ycon los pueblos. La idea del derecho corresponde a la idea libertad, y la ideadesarrolló a la prosecución de un fin, a la realización de un ideal… ¿En dóndeencontraremos pues, la ley de la humanidad? En el conocimiento del deber. Luego,el problema de la filosofía de la historia, se reduce a conocer el deber de la

22

Así: “Armados de este principio podéis bajar a la palestra

del pasado y despertar a los siglos en su tumba para

interrogar la significación de sus acciones. Con esa luz

podéis juzgar las civilizaciones y decir a los imperios, a

los sistemas, a los conquistadores, a las religiones todas

que se han dividido el dominio de la raza humana” (Ibíd. 13)

Por tanto:

“vosotros legisladores de la ignorancia, explotadores

del terror, imperios de esclavitud, civilizaciones de

castas, imperios de sangre, religiones de farsa que

habéis armado al hombre contra el hombre, a nombre del

Ser Supremo, que no es el Señor de los espíritus, sino

el Señor de los trabajadores, pasad a la izquierda; y

vosotros hombres o pueblos, que en todo tiempo

protestáis, afirmando la luz de libertad y ofreciendo

ese verbo del eterno para encarnar lo divino en lo

humano, pasad a mi derecha. Y diremos a los primeros:

fui paria, fui de la casta servil en la India, esclavo

en Grecia y en Roma, siervo en la edad media. Tuve sed

de justicia y no medisteis de beber; tuve hambre de lo

divino y humillasteis mi razón divina, pasad a la

izquierda. He vivido y vivo en proletariado inmenso,

siervo del capital y de la usura, esclavo de los dogmas,

¡y no habéis tenido misericordia de mí! Soy soberano de

raza divina, y habéis usurpado y usurpáis mi soberanía

en todo el mundo, con la fuerza y la mentira, usurpandohumanidad y la naturaleza del ser que debe realizar esa ley y acercarse al findesignado por Dios mismo. .. Podemos, pues, dar otro paso, y decir: la ley de lahistoria, es la conquista de la libertad, en la conciencia, en los hechos, y enla universalidad de los hombres.” (Bilbao; 1858: 12)

23

mi derecho al gobierno con monarquías y caudillos, con

sacerdotes y con falsos profetas. Atrás vosotros, que la

ley de la historia es ser libre en todo tiempo y lugar,

en alma y cuerpo.”(Bilbao; 1858: 11, el subrayado es

nuestro)

He ahí el carecer revolucionario de la propuesta de Bilbao,

el desmontar el afán justificatorio de las teorías

eurocentristas, en fin la historia es la lucha por la

libertad y por la dignidad del ser humano: “El bien y el mal

de la historia dependen ahora, señores, no del curso pasivo

de los tiempos; sino de los esfuerzos del hombre.”

EL BILBAO Y EL PROBLEMA AMERICANO

He ahí el enemigo externo. Es el Viejo

Mundo que ha entrevisto su fin al

resplandor de las estrellas de América,

constelación del nuevo mundo que no puede

arrancar del firmamento de la humanidad,

y que ilumina las mansiones tenebrosas de

la Europa. Atrás, pues, lo que se llama

civilización europea. La Europa no puede

civilizarse y quieren que nos civilice.

La Europa con su acción social y

política, con su dogma, su moral, su

diplomacia, con sus instituciones y

doctrinas es la autonomía de la

24

América.”(Bilbao; 1864: 64, el subrayado

es nuestro)

Una vez expuestos los principios de una filosofía de la

historia general para toda la humanidad concerniente esta a

la búsqueda de la felicidad integral, asimismo, de esa

humanidad. Francisco Bilbao analiza el problema americano,

lugar donde se enuncia, particulariza y realiza las

filosofías de la historia eurooccidentales, para ello redacta

hacia 1864, en la ciudad de Buenos Aires, bajo el título de

“Evangelio Americano”24 un conjunto de ensayos destinados a

proveer de una guía que estudie y particularice la realidad

americana a la luz de la concreción de la felicidad humana y

en su permanente construcción, estudio, crítica y análisis

del mismo través de los tiempos.

De ideales republicanos, su lucha contra la feudalidad y el

semifeudalismo instaurado en la América latina es más que

evidente, el problema de las oligarquías y el permanente

reclamo de una sociedad mas justa y solidaria signada en la

libertad del hombre, reclamando así la instrucción o

24 Así lo enunciaba: “Porque esa palabra no es mía, sino de todos, y no sólo detodos, sino del todo, del gran Dios que presencia el desarrollo de la creación.No es de hoy, ni de ayer, sino eterna. Ella resplandecía en el principio, porquees la virtud inteligente de la potencia divina iluminando el yo, la personalidaddel hombre.” Y tiene una dirección: “Tú, que vives, sin más horizonte que eldesierto de la pampa, o la inmovilidad de la montaña, y que no esperas el bien,ni el bienestar, ni la justicia de los hombres…Tú, que al contemplar a tu Patriala ves, como la túnica de Jesús, disputada y destrozada por los traficantes ysoldados…Tú, que amas la justicia, y ves a la injusticia especialmente cargandosobre el débil, sobre el pobre, sobre el ignorante, y a la maldad triunfanteostentar su impudor y arrastrar su carro sobre la ley burlada…, y escuchar la másescandalosa prostitución de la palabra, yo espero que aunque indirectamente, hade llegar la buena nueva para todos…anunciad el Evangelio americano, arrancad elfuego sagrado del altar para incendiar los corazones e iluminad la inteligenciade todos los que esperan el día de justicia, el fin de toda tiranía, y la santaalegría de la paz.” (Bilbao; 1864: 3).

25

educación para todos como medio de liberación de los

profundos problemas que atraviesa la sociedad, no hace

distingos entre indígenas y artesanos pero si entre monarquía

y republica, entre la democracia y tiranía, proclamando la

soberanía del hombre para poder pensar por si mismo, ser

elegido, de acuerdo a sus ideales republicanos, y poder

elegir libremente el curso de su vida junto a los demás a

través de un estudio “consciente” de la historia que les ha

tocado vivir y poder elegir y en hacer más factible y

perfectible esa felicidad que entraña la misma filosofía de

la historia, pero con la particularidad americana25.

Bilbao conoce la particularidad americana, asimismo lo

enuncia como el lugar de realización de las filosofías

eurocéntricas y reclama a la Historia, no sólo como estudio

sino como ámbito de realización del hombre a emitir un juicio

referente al accionar Europeo, así los americanos habrían

construido su felicidad pero que esta terminó trunca y se

instauro un proceso de arrebatamiento de esa felicidad bajo

los mantos de la mentira y la falsedad:

“¡La alegría ha desaparecido! La paz no existe. La

revelación ha sido negada, como revelación universal, y

suplantada por una multitud de llamadas revelaciones,

hijas del egoísmo, del error, de la mentira y del odio.

¡Y en la historia, como institución permanente de la

25 “Y un día tendrás que responder a la justicia eterna del uso de tu soberanía. Yesa justicia te juzgará con la ley de tu propio pensamiento, diciendo: vosotros,los libres, los que habéis sufrido por la libertad, a mi derecha: y sed losbendecidos del Padre; vosotros, los esclavos instrumentos de toda tiranía, a miizquierda, y recibid el castigo de la purificación.”(Bilbao; 1864: 7)

26

humanidad levanta su trono la injusticia! He ahí la

caída”(Bilbao; 1864: 12, el subrayado es nuestro)

Por tanto cualquier rebelión se justifica de antemano por la

intrusión de esa mentira no sólo en la sociedad, sino en la

Historia, como fin supremo y último del Hombre:

¿De cuándo acá, doctrinas falaces de espíritus

decrépitos del Viejo Mundo, han de venir a consagrar

como ley fatal del humano desarrollo, el continuo,

permanente y universal martirologio de la especie? Tal

doctrina, afirma que el despotismo es necesario para

fundar la libertad, y que toda libertad que sucumbe,

todo derecho que se sostiene con la sangre de sus

héroes, es libertad prematura, y es derecho dudoso,

¡hasta no recibir la confirmación del éxito! Si no

hubiésemos triunfado en Maipú y Ayacucho no hubiéramos

tenido justicia, según ellos. .” Raza imbécil de

escritores sin pensamiento propio, que mantienen la

infatuación de la Europa en la injusticia, ¡fuera!

Pedagogos serviles de tiranos y de pueblos siervos, ¡no

vengáis a mancillar la inteligencia americana! ¡Nosotros

conoceremos la historia para saber maldecirla, para

apreciar nuestra civilización americana, para despreciar

la satisfacción del error en que vives, y para venerar

sus mártires! El Viejo Mundo ha coronado su pensamiento

con la doctrina del éxito. El Viejo Mundo ha llenado su

corazón con el amor predispuesto a todo lo que triunfa;

y practica en sus instituciones, doctrinas, costumbres,

27

y en sus actos, la doctrina de la fuerza, la del egoísmo

nacional como ley suprema, la de la centralización, como

forma administrativa del despotismo, porque cree de ese

modo producir más fuerza. (Bilbao; 1864: 12, el

subrayado es nuestro)

El reclamo es una constante, cuando una gran mayoría de

intelectuales mira hacia Europa y entronizan sus ideales en

suelo americano. Bilbao vuelve la mirada hacia América y le

otorga su peculiaridad y reclama no ante la sociedad europea

sino ante la Historia por qué ha entronizado la falsedad y

abre el camino para la maldición de la misma y promueve, 150

años antes, una nueva historia para los oprimidos. Bilbao se

adelanta a su época y construye la Historia al margen, en los

intersticios de las realidades latinoamericanas y funda su

proyecto en la voz de los sin voz26:

“Y esa historia es, en gran parte, el deseo y la idea de

esas cabezas que pretenden ser la cabeza del mundo…Dicen

que se contentan con la gloria. ¿Sabéis lo que es esa

gloria? El haber muerto mayor número de nuestros

semejantes. He ahí otro de los caracteres del Viejo

Mundo: el culto de la gloria que mata o

asesina.”(Bilbao; 1864: 13)

26 “Pueblos enteros conquistados en su sangre. Cáucaso, India, Argelia, La Habana,Santo Domingo, Polonia, Hungría, y tu México, México! ¡Y conquistados pararobarles sus bienes materiales y morales, su hogar, su patria, su nombre y hastael idioma de sus padres! ¡Continentes enteros sometidos a la voluntad de familiasque se transmiten como herencia divina el poder del robo, del asesinato y de lausurpación! Generaciones y generaciones de masas humanas, a quienes se les educapara que besen la mano del que maneja la cuchilla del Estado.”(Bilbao; 1864: 14,el subrayado es nuestro )

28

En todo momento Bilbao alza su voz de protesta en contra de

los fundamentos de las filosofías eurocentristas que

pretenden invisibilizar un continente entero, para poder

poblar con “gente” a través de la colonización blanca como

Alcides Arguedas en Bolivia, o Sarmiento en Argentina,

Herrera, Castilla, Riva Agüero en Perú o en México:

¡Colonización, inmigración, gritan los políticos! ¿Por

qué no colonizáis vuestra tierra con sus propios hijos,

con vuestros propios hermanos, con sus actuales

habitantes, con los que deben ser poseedores y

propietarios? ¡Y habláis de caudillaje! Dadme parias, es

decir hombres sin patria en su patria, sin tierra en su

tierra, ¡y tendréis siempre los elementos flotantes del

caudillo! Dadme siervos del Estado, en un Estado que

miente declarando a todos iguales y soberanos; dadme

siervos del hambre como institución permanente para

favorecer al rico propietario; dadme siervos del Estado

y de la Iglesia, siervos del juez de paz o comandante, o

del cura y del señor capitalista, y tendrás caudillos y

revoluciones hasta llegar a la paz del Paraguay27.

(Bilbao; 1864: 14, el subrayado es nuestro)

Asimismo Francisco Bilbao analiza el problema americano a la

luz de su historia y califica los proceso de 1492 no como un

descubrimiento sino como un encuentro, una especie de

hallazgo de Colón, no premeditado ni calificado y condena

asimismo el proceso de conquista como el inicio de todos los

27 Es posible trazar una similitud entre el pensamiento de Bilbao frente a laprédica de Manuel Gonzáles Prada, años más tarde.

29

males y toma partido al condenar la colonia por parte de los

españoles y su filosofía oscurantista preñada de un

catolicismo dogmático que impedía cualquier desarrollo y

traza el desarrollo de la religión católica en España

analizando las graves consecuencias que trajo para el

dinamismo de la sociedad española en su conjunto28y las

consecuencias de la misma en suelo americano:

El estudio y conocimiento de la España es de la mayor

importancia, no sólo para el filósofo y el historiador

que ve desarrollarse los principios de una religión en

todas sus consecuencias, sino especialmente para los

pueblos de América. La España nos educó para la muerte y

para la servidumbre. Conozcamos esa educación para

rechazarla y entrar a la vida y a la libertad.” (Bilbao;

1864: 21, el subrayado es nuestro)

Doctrina antihistórica del Evangelio Americano

Preguntarse sobre la peculiaridad de Bilbao respecto a

América es preguntarse sobre la utilidad de la Historia y

esta es la lucha contra el mal que no hace posible la

felicidad del hombre, en primer punto, pero., asimismo, el28 “Todo odio al musulmán. El odio es santo. La guerra es sagrada. Todo hereje esenemigo, y de aquí la consecuencia que todo enemigo es hereje. Iglesia, rey ypueblo, todo es uno para la santa cruzada. No hay otro pensamiento, ni otraeducación, ni otro deseo, ni otra pasión que la guerra. Las generaciones sesuceden y se transmiten el mismo legado, el mismo deber. El honor es la fe y laobediencia. La gloria es el triunfo de esa fe. Patria, independencia, soberanía,se confunden en la mente del español con la religión, con la guerra y con lacondición del sometimiento individual para vencer. La España es un campamento. Laley del campamento es la obediencia. Es así como el dogma ya arraigado de laobediencia viene a ser remachado en la esencia del español, por las necesidadesde la guerra. Y hasta hoy la España no ha podido salir de esa confusión, de esaobediencia. La Iglesia para ella es el santuario de la Patria y la monarquía, suguardián. .”(Bilbao; 1864: 25)

30

problema del progreso y la civilización29 no es la concreción

de la felicidad humana como segundo punto y mucho mas cuando

este proceso de civilización o progreso humano es de unos

cuantos sobre muchos o del asesinato de seres para justificar

esa civilización30. Un tercer punto es que la historia es un

proceso de concreción de la felicidad y no la justificación

de las masacres del presente para lograr la felicidad del

hombre31. Esa felicidad, alzada sobre cadáveres, sean cual

sean los resultados, es la condena del hombre32:

“La historia de la libertad no es la historia de la

civilización como vulgarmente se entiende. La revolución

en su significado filosófico e histórico es la reacción29 “Son tan estúpidas, que en esa frase nos revelan lo que entienden porcivilización. Decapitar a un pueblo, arrancarle su nacionalidad, su personalidad,someterlo, esclavizarlo, explotarlo, es civilizarlo según ellas. Por confesiónpropia, admiten una civilización sin libertad, sin justicia, sin el derechosagrado de las razas y de las nacionalidades a la soberanía e independencia de lajusticia.” (Bilbao; 1864: 69, el subrayado es nuestro)30 “El viejo mundo ha proclamado la civilización de la riqueza, de lo útil, delconfort, de la fuerza, del éxito, del materialismo. Ésa es la civilización querechazamos. Ése es el enemigo que tememos, penetre en los espíritus de América,verdadera vanguardia de traición para preparar la conquista y la desesperación dela República. .”(Bilbao; 1864: 68)31 “Ved, pues, y comprended: la ciencia no es la civilización, la industria no escivilización, en arte no es civilización, el comercio no es civilización. Todoesto son fuerzas que deben ser dirigidas por la idea de justicia. La fuerza pura,aun la más sublime que es la ciencia, es fuerza y nada más, es fuerzaintelectual, y toda fuerza pide forma o determinación, y esa forma de la fuerzaesa determinación de la fuerza, es la justicia. Así, ciencia, arte, industria,comercio, riqueza, son elementos que pueden producir el bien y el mal, y sonelementos de la barbarie científica de la mentira, si la idea del derecho no selevanta como centro centrípeto de todas las irradiaciones de la fuerza. Nocaigamos, americanos, en el grosero sofisma de la Europa: la civilización sin lajusticia.”(Bilbao; 1864: 68, el subrayado es nuestro)

32 Así: “los acontecimientos de la historia, inclusive la batalla de Waterloo,habían tenido por objeto producir la constitución otorgada de Luis XVIII.”de lose desprende que: “Con esta fácil teoría hay respuesta para todas las dudas,justificación para todos los errores, y absolución de los crímenes. Esa teoría esla que ha producido la doctrina del éxito, la condenación de todas las grandiosastentativas de los hombres libres que han sido desgraciados; en fin, la teoría dela libertad prematura, para justificar la serie sostenida de los déspotas yreyes””(Bilbao; 1864: 42). Por tanto es necesario matar para que haya paz.

31

de la justicia contra el mal. La historia de la libertad

no puede recibir la ley del fatalismo histórico, pues

entonces no habría historia de la libertad. Libertad y

fatalismo se excluyen. .”(Bilbao; 1864: 41, el subrayado

es nuestro)

Y el remedio, para estas situaciones

¡El remedio! La educación, es decir, el nuevo texto, la

nueva enseñanza purificada de todos los errores de la

educación antigua: esto es en cuanto a las generaciones

nuevas…La colonización del país con extranjeros, cuando

los hijos del país se mueren de hambre… El

desconocimiento y negación del derecho en los hombres

libres, llamados los indígenas, y la suprema injusticia,

la crueldad hasta la exterminación que con ellos se

practica: ésta es herencia española. Todo hereje es

enemigo, y al enemigo, la muerte. El indio es hereje,

luego debe desaparecer.”(Bilbao; 1864: 71, el subrayado

es nuestro)33

Tal vez hoy, después de tanto tiempo, podamos escribir una

historia de los intersticios34 de la realidad americana y

podamos escuchar la voz de los sin voz y poder, asimismo

crear una nueva utopía; de no perder la capacidad de soñar,33 “A la escuela, pues, y a la escuela todos, niños y hombres. Los niños paraaprender, los hombres para desaprender. La tabla rasa que buscaba el filósofopara asentar la evidencia y encontrar la verdad pura, es la escuela. Allí está lacausa de la república, el hogar de la civilización; el germen de la verdaderacolonización, porque nosotros debemos ser colonizados por la escuela” BILBAOBARQUÍN, FRANCISCO; EDUCACIÓN ESCUELA MODELO. Sf.,s.l.e.34 En los límites de lucha entre los dominados y los dominadores, pues la dominación nunca es total, sino es un arrebatamiento por la representación del poder, y estas luchas no han sido registradas por el historiador.

32

como el sueño de Bilbao; por las buenas o por las malas,

había que cambiar este destino que Europa nos impuso:

“¡Salve, pueblo americano! Consumarás el sacrificio

sobre el cadáver de la conquista. Desatarás los vientos,

porque no temes tempestades y buscas la purificación.

Desencadenarás los elementos, porque provocas una nueva

creación indio y del criollo vindicando el mismo derecho

a la soberanía de la tierra. Moctezuma y Manco Cápac,

Caupolicán y Lautaro se estremecieron en su tumba. Túpac

Amaru y Washington precipitaron el torrente. La palabra

del derecho, en fin, como verbo de una nueva creación,

sopló sobre el continente para reproducir los días

primeros de la alegría y de la justicia. .”(Bilbao;

1864: 63)

Porque: “Nuestro derecho a la tierra, nuestro derecho de

gobierno, nuestra independencia, nuestra libertad, nuestro

modo de ser, nuestras esperanzas, nuestra dignidad, nuestro

honor de hombres libres, todo es hoy amenazado por la Europa.

¡La conquista otra vez se presenta! ¡La conquista del Nuevo

Mundo! Las viejas naciones piráticas se han dividido el

continente, y debemos unirnos para salvar la civilización

americana de la invasión bárbara de Europa. ¿Y no es

humillante para la dignidad humana que al hablar de

civilización, que debe entenderse se habla del derecho, de la

idea de lo justo, se pretenda suplantar esa idea, con la

riqueza, comodidad, etc.? Los déspotas y los tiranos y todos

los despotismos y todas las tiranías, hablan hoy de vapores,

33

de ferrocarriles, de telégrafos eléctricos, de máquinas, de

construcciones de hospitales y palacios y museos. Pero

grandes estúpidos, o corrompidos, que confundís la idea de lo

justo con la idea de lo útil, o que queréis dar a entender lo

uno por lo otro, para apagar el resplandor exigente de la

idea del deber, y disculpar o disimular el servilismo en que

vivís o en que viviríais si llegase el caso, ¿no veis que el

despotismo se fortifica con eso mismo que alegáis para su

honra? ¿No veis que por medio del telégrafo y del camino de

hierro puede sofocar más rápidamente las insurrecciones? ¿No

veis que todos los progresos materiales son armas de dos

filos, y que los cañones rayados sirven del mismo modo a la

libertad o a la opresión? ¿Y no veis que presentar como

símbolo o idea de la civilización, lo que se llama progreso

material, es hacer consistir la civilización en la

transformación de la materia? Ahí tenéis un hombre

habilísimo. Ha satisfecho todos sus exámenes: es ingeniero,

agrimensor, pero mide el robo. (Bilbao; 1864: 66, el

subrayado es nuestro).

Antes de terminar la presente reflexión, es menester recordar

la función de la estadía del hombre en el devenir de los

tiempos, cuyo propósito legaremos a las “nuevas” generaciones

o recordando a Benjamín: “La felicidad que podría despertar

nuestra envidia existe sólo en el aire que hemos respirado,

entre los hombres con los que hubiésemos podido hablar, entre

las mujeres que hubiesen podido entregársenos. Con otras

palabras, en la representación de felicidad vibra

34

inalienablemente la de redención..”(Benjamín tesis VIII), es

esa felicidad por la que luchaba Bilbao, la de una comunión

entre los hombres por hacer más llevadera su existencia, y es

otra la felicidad la que nos impone el neoliberalismo, la

felicidad basada en el lucro y en la miseria del hombre,

donde todo tiene un valor, y donde prima la ley del más

fuerte, no es otro la filosofía de la historia eurocentrista.

Pero en fin y al cabo la Historia tuvo su fin y Francis

Fukuyama se alzó con el trofeo.

En efecto la Historia ha tenido su fin, el neoliberalismo se

ha decantado y se ha sacado y lo han desenmascarado, pues los

contrabandos de libertad, de modernidad bajo los signos de

igualdad y equidad, no son funcionales con su sistema

filosófico y su historia ha tenido su fin. En cambio nace no

una historia sino cientos de historias, de los pueblos

oprimidos que reclaman un lugar, con voz y voto en este país

llamado tierra y la ciencia histórica busca renovase bajo

nuevas tendencias que atiendan las nuevas necesidades, pues

la práctica de esa vieja historia ¡ejemplar! Civilizante,

progresista no tiene más cabida en ninguna parte del mundo:

adiós al mundo homogéneo, eurocentrico, blanco y sexista,

pues:

“La tradición de los oprimidos nos enseña que la regla

es el «estado de excepción» en el que vivimos. Hemos de

llegar a un concepto de la historia que le corresponda.

Tendremos entonces en mientes como cometido nuestro

35

provocar el verdadero estado de excepción; con lo cual

mejorará nuestra posición en la lucha contra el

fascismo. No en último término consiste la fortuna de

éste en que sus enemigos salen a su encuentro, en nombre

del progreso, como al de una norma histórica. No es en

absoluto filosófico el asombro acerca de que las cosas

que estamos viviendo sean «todavía» posibles en el siglo

veinte. No está al comienzo de ningún conocimiento, a no

ser de éste: que la representación de historia de la que

procede no se mantiene… (Benjamín; Ibíd. VIII)

La cuestión no es llegar a un concepto de historia que haga

posible que… sino luchar porque ese concepto se haga posible

ya, impulsar la crisis de su representatividad obsoleta y

marginadora abriendo paso a la representatividad de la

libertad. Acudiendo a José María Arguedas: “Yo, aleteando

amor, doctor, sacaré las piedras idiotas que te han hundido

en la cabeza”, esa piedras idiotas que nos han hundido han

hecho posible la persistencia de este país, donde los muchos

han terminado siendo invisibilizados en un país de todas las

sangres. Es hora ya de embarcarnos en una nueva tarea en la

construcción de un mundo y un país pata todos…

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