"FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PARTICIPACIÓN DE CONDUCTAS DISOCIALES EN ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON...

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COLEGIO LIBRE DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA, CRIMINALÍSTICA Y TÉCNICAS PERICIALES “FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PARTICIPACIÓN DE CONDUCTAS DISOCIALES EN ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY” HUMBERTO LIMÓN PEÑA 4°E MATERIA: PENITENCIARIAS DOCENTE: LIC. PROF. MARTHA TERESA DE LA ROSA CUEVAS GUADALAJARA, JALISCO 26/Julio/2012

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COLEGIO LIBRE DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

LICENCIATURA EN CRIMINOLOGÍA, CRIMINALÍSTICA Y TÉCNICAS

PERICIALES

“FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PARTICIPACIÓN DE CONDUCTAS

DISOCIALES EN ADOLESCENTES EN CONFLICTO CON LA LEY”

HUMBERTO LIMÓN PEÑA

4°E

MATERIA: PENITENCIARIAS

DOCENTE: LIC. PROF. MARTHA TERESA DE LA ROSA CUEVAS

GUADALAJARA, JALISCO

26/Julio/2012

INTRODUCCIÓN

El problema de niñez, adolescencia y juventud depende nosolamente de factores biológicos, sino también del contextosocioeconómico en que estos conceptos se manejan. Nopodemos olvidar que existe una ley de la precocidad, queindica que todos los niños y adolescentes tratan de sermayores de lo que en realidad son; por el contrario, existeuna ley del retardamiento continuo por la cual los adultospersisten en continuar siendo jóvenes. Estas dos leyestienen valor criminológico, ya que una forma de intentarser “grande” es agrediendo, demostrando fuerza y poder; porotra parte hay adultos que realizan actos de vandalismo,como expresión de “juventud”.

Este trabajo fue elaborado por un alumno del Colegio Librede Estudios Universitarios la carrera de Criminología,Criminalística y Técnicas Periciales de nombre HumbertoLimón Peña del 4to semestre, el cual va en el grupo E deeste plantel.

La elaboración de este trabajo es por la importancia en elconocimiento de los factores que influyen en laparticipación de conductas disociales en adolescentes enconflicto con la ley, factores que se describen, sintetizany analizan para darnos una idea más clara de la influenciareal, todo basado en estudios realizados alrededor delmundo, siendo así que se muestran acontecimientos hechospor niños adolescentes.

Los adolescentes, en esta etapa de   confusión y búsqueda,son más vulnerables a exponerse a situaciones que lospongan en una circunstancia y en un ambiente que les atraepor ser novedoso y polémico, como el pertenecer al crimenorganizado, o simplemente porque sus padres también lohacen (como el uso de drogas, o los estados depresivosdebido a los cambios de humor constante, etc.) buscanexperiencias nuevas, y excitantes que anteriormente eransupervisadas por los padres. Con este trabajo se pretende

comprender un poco más los factores la adolescencia y comoes percibida por los mismos adolescentes, de igual maneraanalizar las situaciones de riesgo a las que estánexpuestos; y lo más importante la manera de analizar laforma en que los factores expuestos en el trabajo exponenal adolescente a ambientes diferentes pero con un mismofin, que es la comisión de conductas disociales.

Por último se mantienen argumentos que exponen situacionesde a tomar en cuenta para que los factores de riesgo nodetonen en algo más grave, o simplemente solo queden eneso, en simples palabras Alteraciones en el estilo de vida:trastornos del sueño, expectativas que van más allá de lorealizable, fatiga frecuente, falta de interés y motivaciónpor cosas que antes interesaban.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

No solo es enfocar la investigación en conocer los factoresque influyen en la participación de conductas disociales enadolescentes en conflicto con la ley, sino ir más allá,investigando cada factor que influya en la conducta de losadolescentes, ver la diferencia que hay entre cada uno deesos factores, y con esto ver lo que se nos puede dar aconocer para poder con esto tratar de , criminológicamenteanalizando, identificar lo que está causado que losadolescentes cometan conductas disociales, y lo que lasociedad, así como el Estado están haciendo al respecto.

Todo lo anterior aunado a lo que nos atañe en estainvestigación, que sería, los factores que influyen en laparticipación de conductas disociales en adolescentes enconflicto con la ley, que en todo caso nos lleva a pensaren la posibilidad de no encontrar mucha información alrespecto, pero con el desarrollo de este trabajo se tratarade dar respuesta a la interrogante que nos atañe hacia este

tema. Como también se busca, dar propuestas para ladisminución de la participación en conductas disociales enadolescentes.

Es el acto lo que lleva a indagar en el tema, buscar lasdiferentes descripciones que expertos en el tema dan parasu estudio, y con esto tratar de definir propiamente elacto desde una perspectiva criminológica, y no solo tomandoun marco jurídico para esta acción, pero no solo se buscaconocer la conducta del adolescente, se trata de entenderlopara encontrar que factores lo llevaron a cometer esaconducta disocial.

PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN

¿Cuáles son los factores que influyen en laparticipación de conductas disociales en adolescentesen conflicto con la ley?

JUSTIFICACIÓN

En fin, este trabajo solo muestra los factores que influyenen la comisión de una conducta disocial en un adolescente,importante es que se tomen en cuenta los estudiosrealizados, así como los hechos que hoy en día ocurren cadavez con más frecuencia, la comisión de delitos cada vez másgraves por adolescentes, su participación en el crimenorganizado, los homicidios en familia, y los suicidiosjuveniles son cada vez más comunes.

La importancia del tema radica en que los factorescriminógenos en los adolescentes son comunes, todos estosplanteados en este trabajo.

OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

Conocer los factores que influyen en la participación deconductas disociales en adolescentes en conflicto con laley.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

Identificar las razones por las que los adolescentesparticipan en conductas disociales.

Analizar los factores que influyen en las conductas de losadolescentes.

METODOLOGÍA

Se llama método (del griego meta (más allá)y hodos (camino), literalmente camino o vía para llegar máslejos) al modo ordenado y sistemático de proceder parallegar a un resultado o fin determinado: lasinvestigaciones científicas se rigen por el llamado métodogriego, basado en la observación y la experimentación, larecopilación de datos y la comprobación de las hipótesis departida.

Método hipotético-deductivo : un investigador proponeuna hipótesis como consecuencia de sus inferencias delconjunto de datos empíricos o de principios y leyes másgenerales. En el primer caso arriba a lahipótesis mediante procedimientos inductivos y en segundocaso mediante procedimientos deductivos. Es la vía primerade inferencias lógico deductivas para arribar aconclusiones particulares a partir de la hipótesis y quedespués se puedan comprobar experimentalmente.

Método Analítico: Este método implica el análisis (delgriego análisis, que significa descomposición), esto es laseparación de un tono en sus partes o en sus elementos

constitutivos. Se apoya en que para conocer un fenómeno esnecesario descomponerlo en sus partes.

Método Sintético: Implica la síntesis (del griegosynthesis, que significa reunión), esto es, unión deelementos para formar un todo. Es el utilizado en todas lasciencias experimentales ya que mediante ésta se extraen lasleyes generalizadoras, y lo analítico es el procesoderivado del conocimiento a partir de las leyes. Lasíntesis genera un saber superior al añadir un nuevoconocimiento que no estaba en los conceptos anteriores,pero el juicio sintético es algo difícil de adquirir alestar basado en la intuición reflexiva y en el sentidocomún, componentes de la personalidad y que no permitengran cambio temporal.

Método dialéctico : La característica esencial del métododialéctico es que considera los fenómenos históricos ysociales en continuo movimiento. Explica las leyes querigen las estructuras económicas y sociales, suscorrespondientes superestructuras y el desarrollo históricode la humanidad. Aplicado a la investigación, afirma quetodos los fenómenos se rigen por las leyes de ladialéctica, es decir que la realidad no es algo inmutable,sino que está sujeta a contradicciones y a una evolución ydesarrollo perpetuo. Por lo tanto propone que todos losfenómenos sean estudiados en sus relaciones con otros y ensu estado de continuo cambio, ya que nada existe como unobjeto aislado. 

MÉTODOS PSICOLÓGICOS

a) Método de introspección: Puede ser auto introspectivo yheterointrospectiva, según el observador vea los fenómenospsíquicos propios, o de la persona sujeta a laexperimentación.

b) Método experimental: El método experimental puedeclasificarse en investigación por medio de pruebas (test) y

experimentos psicológicos, propiamente llamados. Ladiferencia es “que los test se aplican con el objeto deponer de relieve las características psicológicas de unapersona o de un grupo de personas, mientras que losexperimentos se llevan a efecto para descubrir lascaracterísticas de un proceso psicológico, como elaprendizaje o la memoria”.

c) Método psicoanalítico: Se apoya en la analogía estudiadapor la lógica; la experimentación provoca los fenómenos yobtiene de ellos deducciones o constantes.

DESARROLLO

FACTORES SOMÁTICOS

Dentro de los factores somáticos criminógenos, debemosmencionar en primer lugar los CONGENITOS, sean estosactuantes antes de la concepción, o durante el embarazo. Laheredosífilis es aun un problema grave, aunque hadisminuido notablemente, gracias al uso de antibióticos y ala mayor atención medica. La heredosífilis puede produciruna amplia gama de anomalías, de la oligofrenia profunda ala inestabilidad mental, de la epilepsia a la deformacióndel carácter. El alcoholismo sigue siendo uno de nuestrosserios problemas, no solo por su nefasta influencia sobrelos futuros hijos, sino por la precocidad con que seprincipia a beber. Se ha encontrado que, de los menores quellegaban al ex tribunal, hasta el 53% tiene al menos unascendiente (padre) alcohólico, lo que da una idea de lagravedad del problema.

Un estudio pionero sobre la relación entre la testosterona yla agresión auto-informada en hombres fue el realizado porPersky, Smith y Basu (1971). Se utilizaron sujetos varonesnormales a los que se les administraron diversoscuestionarios psicológicos, entre ellos, el Inventario deHostilidad de Buss y Durkee -BDHI- (1957). Los resultadosobtenidos mostraron una correlación significativa entreniveles superiores de testosterona, puntuaciones en el BDHItotal y la testosterona plasmática total. El segundo factorobtenido en este cuestionario fue denominado sentimientosagresivos que también correlacionó significativamente con laproducción de la hormona. Los autores sugirieron que lacapacidad para experimentar sentimientos agresivos estaríaasociada a la actividad gonadal masculina (Aluja, 1991).Sin embargo, estudios posteriores (Doering et al., 1975;Meyer-Bahlburg y cols,1974) no llegaron a confirmar estoshallazgos obtenidos.

Actualmente, existen pruebas convincentes del vínculo entrela alta concentración de testosterona y el aumento de laconducta agresiva en los adultos (Raine, 2002a), llegándoseincluso a demostrar cómo las influencias ambientalestambién se relacionan tanto con la testosterona como con elcortisol (Tremblay et al., 1997). Así, estos autoresencontraron en el estudio de Montreal, cómo los chicosclasificados como bravucones a los 13 años, presentabanniveles más altos de testosterona, sin embargo, los nivelesbajaban en los clasificados como agresivos. Este resultadopodría evidenciar el hallazgo de que el rechazo socialreduce los niveles de testosterona. Sin embargo, a los 16años y con el paso de los años, dichos niveles aumentabanen los chicos agresivos. Estos resultados son compatiblescon la idea de que los andrógenos desempeñan algún papelmediador en las relaciones causales entre las experienciassociales y la agresión (Rutter et al., 2000). A pesar deesto, pocos investigadores han estudiado la existencia deinteracciones biosociales. Dabbs y Morris (1990) hallaronentre los sujetos de bajo estatus socioeconómico queaquellos que tenían altos niveles de testosteronapresentaban mayores tasas de delincuencia, no ocurriendoesto con los que tenían un alto estatus. Scarpa et al.(1999) constató que los niños maltratados que presentabanmayor respuesta de cortisol, puntuaban más alto enagresión. De la misma forma, Teicher (2000) resalta que lapresencia excesiva de cortisol en sangre encontrada enniños maltratados, puede acabar dañando el hipocampo, lugarfundamental en el control de la agresividad.

La tuberculosis es otra enfermedad de los padres querepercute hereditariamente en los hijos, ya que produce enlos descendientes diversas anomalías nerviosas (emotividad,impulsividad). La lucha antituberculosa ha sido bastanteimportante en México, pero los índices son aun elevados. Enla herencia debemos mencionar también la frecuencia con queencontramos, entre los menores delincuentes, hijos de

psicópatas, enfermos mentales y criminales. Existen algunosmétodos preventivos prácticos en relación con lasenfermedades genéticas. Por ejemplo: 1.- Debe evitarse laexposición de la población a los agentes mutagénicos. 3.-Sedebe advertir acerca del riesgo de que un miembro de lafamilia padezca algún trastorno genético a congénito.

Durante el embarazo múltiples causas pueden obrar paratarar al feto, entre ellas las enfermedades infecciosas,las intoxicaciones, principalmente las alcohólicas etc.Además los frecuentes traumas psíquicos, la contiguaangustia y las fuertes preocupaciones, pueden tambiénocasionar perturbaciones posteriores.

Las glándulas endocrinas provocan serios cambiostemperamentales, y que son de especial cuidado elhipertiroidismo, que hace al niño particularmente inestablee hiperactivo, y el hipotiroidismo, que lo hará abúlico yflojo. Las glándulas endocrinas también llamadas glándulasde secreción interna, secretan sustancias llamadas hormonasdirectamente al torrente sanguíneo dependiendo de mas(híper) a menos (hipo) produciendo en ambos casostrastornos físicos y psíquicos que pueden tener relevanciacriminológica.

Merece destacarse el hecho de que los trastornos agresivosconstituyen una de las categorías principales en la quepueden agruparse los efectos psicológicos de laadministración de esteroides androgénicos-anabolizantescomo la testosterona (Salvador, Martínez-Sanchís, Moro ySuay, 1994). En esta línea de investigación, estudiosrealizados con sujetos transexuales han mostrado que laadministración de testosterona aumenta la ira y lapropensión a agredir, mientras que la administración deantiandrógenos las reduce (Van Goozen et al., 1995).

Respecto a otros neurotransmisores, se ha encontrado que laacetilcolina aumenta la agresión cuando se administra en ellóbulo temporal, el hipotálamo y otras áreas neuronales en

varias especies animales. La exposición accidental,general, a los agonistas colinérgicos también puedeaumentar la agresividad humana. Otras observaciones ymanipulaciones apoyan aún más el efecto facilitador de laacetilcolina sobre la agresión (Ebel, Mack, Stefanovic yMandel, 1973; Grossman, 1963; MacLean y Delgado,1953). Engeneral, varios tipos de investigación apoyan la tesis deque la acetilcolina contribuye a la producción decomportamientos agresivos (Renfrew, 1997).

La noradrenalina (NA) también ha sido asociada con laagresión en experimentos psicofarmacológicos en los que laagresión se ve incrementada o reducida de manera paralela alos niveles de NA. También se produce una utilizaciónelevada de la norepinefrina durante la agresión. Enhumanos, los estados maníacos se producen después deaumentos de NA o por agonistas, viéndose reducidos por laacción de los antagonistas (Eichelman y Barchas, 1975).

Finalmente, la dopamina (DA) es un neurotransmisor que se hainvolucrado en los efectos placenteros relacionados con lafunción que limita la agresión durante la actividad delSistema de Inhibición de la Agresión. También ha sidoasociada con el aumento de agresión en experimentos queinvolucran su manipulación. El desacuerdo surge en lospapeles relativos de la DA y la NA. Parte de estedesacuerdo resulta del hecho de que la DA es un precursorde la NA y los fármacos que afectan a la agresión afectan amenudo a ambos neurotransmisores (Alpert, Cohen, Shaywitz yPiccirillo,1981; Datla, Sen, Bhattacharya, 1992).

En cuanto a determinadas toxinas y nutrientes, éstas también sehan vinculado a un de la probabilidad de ejercer conductasantisociales. Así, los hijos de padres alcohólicos tienenun riesgo sustancialmente mayor de exhibir conductasantisociales, además de otros tipos de psicopatología(Scott, 2004; Steinhausen, 1995) y especialmente cuando elconsumo de alcohol es realizado en las primeras etapas del

embarazo por parte de la madre, pudiendo provocar seriosproblemas, entre ellos falta de atención e hiperactividad(Streissguth, 1993). Respecto a la exposición de la nicotina,existen estudios que han establecido un vínculosignificativo entre el consumo de tabaco durante elembarazo y el trastorno disocial y la delincuencia violentaposterior (Raine, 2002b). De la misma forma se haencontrado como el número de cigarrillos consumidos por lamadre durante el embarazo correlacionaba con ladelincuencia violenta posterior de sus hijos y, no sólodurante la etapa adolescente, sino a lo largo de la vida(Brennan, Grekin y Mednick, 1999; Fergusson, 1999; Rasanenet al., 1999). Otro factor asociado ha sido la ingestión deplomo. Unos niveles moderadamente elevados de plomo en elcuerpo van asociados a ligeras disminuciones delrendimiento cognitivo (Fergusson, Horwood y Lynskey,1997b). Sin embargo, su relación con la agresividad no estádemasiado clara. Needleman et al. (1996) encontraron enniños de 11 años relación entre niveles elevados de plomoen huesos y la conducta agresiva y delictiva manifestada,pero no a la edad de 7años. Otros estudios han puesto demanifiesto como diferentes aditivos alimentarios pueden sercausa de hiperactividad, por ejemplo, aquellos quepresentan intolerancia a algún elemento de su dieta (Carteret al., 1993; Schulte-Korne et al., 1996; Taylor, 1991) ola deficiencia vitamínica (Eysenck y Schoenthaler, 1997)que puede reducir el rendimiento cognitivo.

La epilepsia es ampliamente conocida como enfermedadcriminógena. Puede hablarse de una persona epiléptica,caracterizada por la excitabilidad, la agresividad y lasuspicacia, agravada en los menores por falta deinhibidores.

Las secuelas de meningitis o de meningoencefalitis, cuandoafectan las estructuras del sistema límbico, determinanconductas agresivas en los menores.

Muchas parasitosis afectan al sistema nervioso central,siendo factores criminógenos, entre ellas tenemos lacisticercosis cerebral, toxoplasmosis, amibiasis etc.

Los defectos físicos, desde el labio leporino, estrabismo,deformaciones congénitas etc... Hasta la simple obesidad olas cicatrices poco estéticas, causan inhabilitaciones ytraumas que llevan con gran frecuencia a conductasantisociales; prueba de ello es que, en las escuelasprimarias se encuentra un 9% de estos casos, en lassecundarias un 14% y en las casas orientación para menoresantisociales, el índice es de 35% o sea que uno de cadatres menores delincuentes tiene defectos físicos notables.

Las toxicomanías tienen también su lugar entre los factoresde la criminalidad, y de nuevo mencionaremos el alcohol, elque se principia a tomar desde pequeña edad, en gran partepor imitación, por influencia de los padres y por demostrarhombría.

De las causas fisiológicas que mayor importancia tienen enla delincuencia de menores, es notable la crisis puberal,ya que en ella se producen las más profundas modificacionesal sistema nervioso y endocrino.

Los varones son más agresivos físicamente que las mujeresen la mayoría de los escenarios naturales (Eagly y Steffen,1986), aunque no tienen más probabilidades de mostrar suagresividad dentro de la familia (Straus y Gelles, 1990).La diferencia de género determina una mayor agresividadfísica en los varones (Eagly y Steffen, 1986). Campbell(1995) señala, al respecto, que la agresividad de losvarones es un mecanismo para afianzar su dominio y poder,mientras que en las mujeres lo sería para expresarsentimientos negativos. Así, Cummings y Leschied (2001)añaden que las mujeres afirman experimentar mássentimientos negativos antes de implicarse en peleasverbales o físicas. Pfeiffer y Wetzels (1999) aportapruebas de que la crianza por parte de los padres es un

factor clave en las diferencias entre los sexos, ya que lospadres condenan los actos violentos más severamente cuandoson cometidos por las chicas que por los chicos, sinembargo, parecen utilizar más el castigo físico con losvarones (Del Barrio, 2004a).

FACTOR FAMILIAR

La decisiva influencia de la familia es tan señalada en ladelincuencia de menores que es la única que puede tomarseen cuenta. Sin desconocer la efectiva importancia que lafamilia tiene, nosotros creemos en la multiplicidad defactores, aceptando que uno de los más frecuentes es lafamilia desorganizada o deformante.

En el caso de los hogares cuyo ambiente es moral osocialmente inadecuado, la propia familia necesita serrehabilitada, lo cual es una tarea delicada y difícil, yaque en la mayoría de los casos supone mejorar tanto lascondiciones económicas como sociales que han conducido ocontribuido a descalificar a la familia y a la reducción deesta.

La familia puede tomarse en sentido extenso (todos losfamiliares) o en sentido limitado (padre-madre-hijos) estaes la llamada familia nuclear. La familia nuclear tiene unfuerte peso en el desarrollo infantil, ya que de lacalidad de la relación padres-hijos dependerá lacosmovisión del infante.

La familia mexicana tiene rasgos tan peculiares que esnecesario estudiarla detenidamente. Ya que en la formacióndel hogar vienen varias características criminógenasnotables. Es vital, en la formación de la personalidad deun individuo, la primera etapa de la vida. La correctaformación del binomio madre-hijo y del posterior trinomiopadre-madre-hijo, será para el sujeto una buena base para

la formación de la personalidad. En México la principalcaracterística es la importancia preponderante de la madre.

Una vez formada la familia, la mujer, al no recibir todaslas atenciones que tenia del marido cuando era novio, sesiente desplazada, menos amada, rechazada y entonces serefugia en los hijos; si no puede poseer absolutamente almarido, por lo menos poseerá a los hijos.

El niño mexicano en sus primeros meses de vida vivirá en unmundo maravilloso, siempre al lado de la madre, que estaráatenta a sus menores caprichos pero al niño nunca lefaltara la identificación femenina, y el binomio madre-hijose formara en forma extraordinariamente gratificadora yplacentera. El binomio viene roto generalmente con lallegada de un nuevo hermano, el cual lo desplazara de supuesto de privilegio, y si, además se tiene la desgracia depertenecer a las clases pobres, la rica alimentaciónmaterna se convertirá en la pobre e insuficiente comida dela familia. Aquí viene la parte más difícil del desarrollo:la identificación con las figuras paternas y la formacióndel súper-yo.

El mexicano crece y se educa en un ambiente exclusivamentemasculino, todo lo femenino es inferior, es malo; esto severá primero en la familia y después en la escuela con loscompañeros de juego. El niño va así hacia unaidentificación con el padre, y se volverá agresivo, cruel,y para demostrar que es “macho” despreciara a las mujeres,se juntara siempre con hombres y al llegar a laadolescencia tomara todas las actitudes masculinas comobeber, fumar, pelear, y en la primera oportunidad tenerrelaciones sexuales; todas estas actitudes conllevan aactos antisociales, y en muchas ocasiones plenamentedelictuosos.

La niña, por el contrario, es educada en el sentido de lavirtud, de la absoluta represión sexual, de la fidelidad, ysobre todo de la paciencia y de la abnegación.

La creencia de algunos padres de ser superiores a loshijos, de que siempre tienen razón, que imponen su criterioirracional, por el solo hecho de ser mayores de edad yfuerza; el autoritario que se impone “porque si” lostiranos que desahogan todas sus frustraciones agrediendo alhijo; los que educan a golpes porque así fueron educados.No debemos olvidar que: “ante los padres autoritarios losniños no se rebelan, sino hasta después, en la adolescenciao en la juventud.

En contraste con estos padres están los del extremocontrario, los que siempre dan la razón al hijo por serpequeño; los padres blandos, incapaces de corregir; los quedan a sus hijos en exceso, pues a ellos les fue negadotodo.

Desde luego que se encuentran también los otros padres, losnormales, los que saben dosificar la bondad y ladisciplina, los que comprenden el amor como algo amplio,que implica perdonar, pero obliga también a corregir. Quetratan al menor como un ser humano, al que hay querespetar, y al que debe darse razón cuando la tiene, y alque se reconocen derechos a la par de sus deberes. Losmenores educados en esta última forma difícilmente tienenproblemas con la justicia.

Existe un tipo de familia que podríamos llamar “típicamentecriminógena”; en esta familia es casi imposible que elmenor no llegue a delinquir, ya que generalmente susprimeros delitos son dirigidos por los mismos padres. Estasfamilias viven en una ambiente de absoluta promiscuidad,donde no es extraño el incesto, donde impera la miseria yel hambre, donde los niños son, mandados por los padres adelinquir o a pedir limosna, y cuando son mayores aprostituirse.

El padre es alcohólico, y labora en los oficios más bajos ymiserables, o es delincuente habitual y de poca monta, suinteligencia es escasa, es un sujeto instintivo y altamente

agresivo. La madre por lo común está viviendo en uniónlibre, y los hijos que tiene provienen de diversas uniones,y en más de una ocasión no podría identificar ciertamentequien es el padre de sus hijos.

El menor que sale de estas familias es el de mayorpeligrosidad, y es también el de mas difícil tratamiento,pues tiene en contra todo, herencia, familia, formación,ambiente etc.; además, en las instituciones de“reeducación”, será el jefe y maestro de las demás.

La falta de la madre podría parecer muy grave en cuantoque, como hemos visto, el papel de la madre en México esprimordial. Sin embargo es menos grave de lo que a primeravista parece, pues siempre hay alguien que se ocupe delpequeño. Cuando se trata de un adolescente el caso seresuelve: en el hombre, pues ya no depende tanto de lamadre; en la mujer, pues se ve obligada a ocupar el lugarde la madre en la organización y cuidado del hogar.

La falta del padre es bastante más grave, en cuanto implicala necesidad de trabajar de la mujer, con el materialabandono del hogar. Cuando es el adolescente el que se hacecargo de la familia, tendrá una carga que difícilmentepodrá resolver. Los menores no tendrán el patrón deidentificación masculina, ni la disciplina y orden que unpadre puede imponer.

Una de las causas comunes de la falta de uno de los padreses el divorcio, aunque en caso de haber hijos es másdifícil de obtener que cuando no los hay. La mitad de losdivorcios son por mutuo consentimiento, en segundo lugarestá el abandono del hogar; es necesario hacer un estudiominucioso para encontrar las causas y prevenir este malsocial, que denota la falta de preparación y de madurez delos cónyuges, y la falta de respeto de la familia alconsiderarla no como una institución, sino como un contratosimilar al de alquiler de una casa.

Los menores sin hogar. Este es un caso no muy común enMéxico, pues afortunadamente el amor a los niños hace quelos familiares más cercanos se ocupen de ellos y losadopten y en caso de no haberlos siempre hay alguien que sehaga cargo. La solidaridad social en este aspecto esnotable, y los esfuerzos de las autoridades son plausibles.Diversos religiosos han fundado Casas y aun Ciudades delNiño, para afrontar el problema. Podemos afirmar que muchosde estos niños sin familia son más afortunados que aquellosque viven con una familia “tipo criminógeno”.

MEDIO ESCOLAR

La escuela es otro factor prioritario, entre cuyasfunciones no sólo se encuentra la formación para unfuncionamiento socialmente adaptado sino que facilita lasprimeras interacciones con los iguales y figuras deautoridad distintas a las familiares y la consecución desus primeros logros socialmente reconocidos.

A pesar de que el fracaso escolar es un factor de riesgoimportante de la conducta disocial, no es determinante. Sinembargo, ha de tenerse muy en cuenta en los niños y jóvenesque acumulan otros factores de riesgo, especialmente losreferidos a problemas familiares, niveles bajos dedesarrollo y consumo de drogas (Del Barrio, 2004a). Así, lapeligrosidad del bajo rendimiento escolar tiene que ver conla percepción de futuro y con la pertenencia a un grupo,por lo que los sujetos con bajo rendimiento tienenproblemas para integrarse dentro de las normas sociales yjunto con las bajas aspiraciones que presentan, laposibilidad de que aparezca el comportamiento agresivo oviolento se incrementa.

Con respecto a la delincuencia en la etapa escolar,Farrington (1989a) encontró que los chicos que tenían altosíndices de delincuencia a la edad de 11 años informabanlevemente, aunque significativamente, más comportamientoviolento que otros jóvenes al llegar a la adolescencia y laetapa adulta.

Pese a la relación encontrada entre el fracaso académico yel riesgo de emitir conductas antisociales, no queda clarosi el riesgo principal se deriva de las bajas capacidadescognitivas (bajo CI) o del propio fracaso escolar (Rutteret al., 2000). En cualquier caso, el fracaso académico esconsiderado como un factor de riesgo en numeroso estudios(Carrasco y del Barrio, 2002, 2003; Del Barrio, 2004a;Díaz-Aguado, 2004; Loeber y Farrington, 1999) y, el logroacadémico actuaría como claro factor de protección

(Bandura, Barbarelli, Caprara y Pastorelli, 2001; Crosnoeet al., 2002).

Propuesta: crear en las escuelas un departamento o modulode atención a los alumnos con problemas, dirigido por genteespecializada en la materia, asistencia educativa ypsicológica principalmente.

MEDIO SOCIO-ECONÓMICO

La mayoría de las teorías sociológicas sobre los factoresdeterminantes de la delincuencia tienen como punto departida el que la mayoría de los delincuentes proceden deun medio socialmente desfavorecido (Rutter y Giller, 1983).

Los indicadores de la desventaja socioeconómica como lapobreza extrema y el hacinamiento, se han asociadorepetidamente con el incremento del riesgo de exhibirconductas disociales por parte de los adolescentes (Evans,2004; Farrington et al., 1990; James, 1995; Pfeiffer, 1998,2004; Pfeiffer, Brettfeld y Delzer, 1997; Wilmers et al.,2002).

De la misma forma, Mayor y Urra (1991) y West (1982)señalan que existe una relación significativa entre laemisión de conductas disociales y las clases sociales másbajas. Sin embargo, la interpretación de estos datos esbastante compleja, posiblemente debido a la asociación queexiste entre estas clases sociales y otras variables comoel tamaño de la familia, el hacinamiento y/o la pocaatención prestada a los niños, que constituyen otrosfactores de riesgo. Cuando el efecto de estos factores hasido controlado, se ha visto como la clase social muestrapoca o ninguna relación con la conducta antisocial (Robins,1978; Wadsworth, 1979).

Otros estudios a nivel comunitario han considerado cómo lapobreza contribuye al desarrollo de la violencia. Por

ejemplo, Smith y Jarjoura (1988) encontraron que lascomunidades que se caracterizaban por su pobreza y por unarápida rotación de la población tenían tasas de crímenessignificativamente mayores en comparación con áreas pobres,pero estables o áreas de alta rotación, pero con mayoresingresos económicos (Sampson y Lauritsen ,1994).

Conger et al. (1994) encuentran que la presión económicaafecta a la conducta antisocial, pero indirectamente, yaque estaría mediada por la depresión de algún progenitor,conflicto matrimonial u hostilidad de los progenitores. Unaño más tarde Conger, Patterson y Ge (1995) analizaron elefecto de la tensión familiar en un estudio longitudinal,medido a través de una bajada en los ingresos o porenfermedad o lesión grave. Los efectos del estrés familiarestaban modulados por la depresión de los padres y ladeficiente disciplina por parte de éstos. No obstante, hayque señalar que los conceptos de presión económica y detensión familiar estaban definidos de forma general,hallándose una relación con la conducta disocial muy débil.

Del Barrio (2004b) señala que no hay que olvidar que lasclases sociales más bajas acumulan más factores de riesgoque hacen que se produzca un incremento de las conductasviolentas y agresivas. El nivel de educación es más bajopor lo que no tienen acceso a una profesión segura, lo queles provocará niveles altos de frustración y la tentaciónde tomar por la fuerza lo que no se puede conseguir de otromodo. En un reciente trabajo, Evans (2004) demuestra cómolos bajos ingresos económicos correlacionan con un cúmulode carencias de otro orden, entre las cuales estarían:menos supervisión de tareas escolares, más horas detelevisión, menos acceso a libros y ordenadores, másfamilias rotas o desestructuradas, más violencia en elhogar, menos responsabilidad paterna y más autoritarismo,menos seguridad policial en los barrios, peores escuelas,menos recursos de ocio controlado, entornos más ruidosos ycontaminados y peor salud.

Propuesta: aumentar el número de programas de ayudaeconómica para los menores, programas donde al adolescentese le dé una beca económica en efectivo para sus gastos, loanterior con la condicionante de estar estudiandoobteniendo buenos resultados, por ejemplo, el programaoportunidades dado por el gobierno federal, pero conmenores limitantes y con más ayuda económica, estorealizándose con una investigación de la situacióneconómica real de los adolescentes, para evitar el fraude yla corrupción que se esta dando actualmente con losprogramas de ayuda.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Aunque en algunos momentos se ha supuesto que contemplarimágenes violentas podría incluso reducir las conductasagresivas (la llamada hipótesis de la “catársis”, Lorenz,1966), lo cierto es que se dispone en la actualidad de unaamplia evidencia sobre el efecto contrario (Bushman yAnderson, 2001; Donnerstein, 2004; Huesmann, Moise yPodolski, 1997; Huesmann, Moise, Podolski y Eron, 2003;Meyers, 2003; Wheeler, 1993).

Del Barrio (2004b) señala que para explicar la acción de latelevisión sobre la aparición de la agresión se recurre avarias teorías: 1) identificación, mediante aprendizajevicario, 2) desensibilización, inhibiendo la respuesta dedesagrado innata hacia la agresión y, 3) las condicionespersonales, temporales, familiares y ambientales en las queel niño ve la televisión. Así, los mecanismos psicológicosa través de los cuales la observación de violenciatelevisada puede llegar a facilitar la expresión de laconducta agresiva o antisocial, implican el aprendizaje,por parte de los jóvenes, de que determinados tipos deagresión o violencia están justificados o son más aceptadosbajo determinadas circunstancias, legitimando así laagresión a través de la violencia observada en los medios

de comunicación (Watt y Krull, 1977). La exposición a laviolencia incrementaría, por tanto, el nivel de tolerancia,enseñando a los niños observadores a elevar el nivel de laconducta agresiva considerada como “aceptable”(Donnerstein, Slaby y Eron, 1994; Drabman, Thomas y Jarvie,1977; Huesmann y Miller, 1994; Huesmann, et al., 1997;Huesmann et al., 2003; Livingstone, 1996; Meyers, 2003;Molitor y Hirsch, 1994; Schneider, 1994) hasta llegar arelacionarse con la aparición de comportamientos altamenteviolentos, como puede ser el homicidio (Bushman y Anderson,2001; Heide, 2004; Wheeler, 1993).

Entre la gran cantidad de factores que han sido analizadosen diversas investigaciones con objeto de determinar losefectos de la observación de la televisión violenta en elcomportamiento agresivo, caben destacar el carácterjustificado o injustificado de ésta (Andreu, Madroño,Zamora y Ramírez, 1996; Berkowitz y Powers, 1979; Peña,Andreu y Muñoz-Rivas., 1999), la visión de la violenciarecompensada o castigada y la presencia de armas (Paik yComstock, 1994), la identificación personal con la agresióny sus consecuencias (Rowe y Herstand, 1986), las actitudesy creencias normativas hacia la agresión interpersonal y lavisión de la lencia televisada (Huesmann, Eron, Czilli yMaxwell, 1996; Walker y Morley, 1991), la identificaciónpersonal con los personajes agresivos (Huesmann et al.,1984, 2003), las atribuciones y la evaluación moral de losperpetradores de la violencia (Rule y Ferguson, 1986) y lavaloración de la agresión observada; especialmenterelevante cuando definimos el límite entre la agresiónaceptada y la agresión censurable (Mustonen y Pulkkinen,1993). Asimismo, como ya señaló Gunter (1985), el contextomoral del comportamiento debe ser un factor más aconsiderar ya que es un importante mediador en lapercepción de la conducta antisocial.

Se ha encontrado otro efecto indeseable de la violenciatelevisiva, hasta ahora menos estudiado, como es la

influencia que tiene en sujetos que no son agresivos.Parece ser que la visión de escenas violentas incrementa enellos el miedo a ser víctima y temor a ser agredido en elmundo real y, este miedo, les puede llegar a convertir enobjetivos de la agresión de compañeros agresivos oviolentos (Del Barrio, 2004b; Donnerstein, 2004).

FACTOR PSICOPATOLÓGICO

Los trastornos psicóticos se han relacionado con lacomisión de determinados delitos (destrucción de propiedady crímenes violentos) que pueden tener su origen enprocesos mentales anormales como las percepcionesdistorsionadas, el razonamiento defectuoso y la regulaciónafectiva defectuosa de las psicosis (Hersh y Borum, 1998;Marzuk, 1996; Taylor, 1993). Es conveniente señalar que elriesgo no se derivaría del propio diagnóstico de psicosissino de los propios síntomas. La psicosis no solo se harelacionado como el origen de conductas antisociales, sinoque ha sido considerada como posterior al comienzo de lasconductas antisociales en la niñez (Robins, 1966).Psicopatológicamente, este hallazgo sería comprensible entérminos de una conducta antisocial intrínseca a lasmanifestaciones precoces de la esquizofrenia.

En relación a otros diagnósticos como el autismo o elsíndrome de Asperger, la proporción de delitos asociados estodavía más pequeña y ocasional (Tantam, 1988; Wolff,1995), aunque algunos delitos parecen derivarse de lainsensibilidad a los estímulos sociales, típico delautismo.

Sin embargo, los trastornos psicopatológicos más asociadosa la conducta antisocial son el trastorno por déficit deatención con hiperactividad, trastorno disocial, eltrastorno negativista desafiante, bien porque ponen enriesgo al niño o adolescente para que las desarrolle o

porque dichos diagnósticos conllevan en si mismo lapresencia de estas conductas (APA, 2002; Kazdin y Buela-Casal, 2002; Lahey, Waldman y McBurnett, 1999; Loeber etal., 2000; Rutter et al., 2000). De la misma forma, lapresencia de trastornos de la personalidad, y másconcretamente la psicopatía, en la edad adulta,correlacionan con una mayor delincuencia violenta (Hare,1991; Hare, 1998; Hare, Clark, Grann y Thornton, 2000Moltó, Poy y Torrubia, 2000), mayor reincidencia (Rice yHarris, 1997) y quebrantamiento de la pena (Torrubia etal., 2000).

El neuroticismo y la extraversión han sido las estructurasbásicas constantemente relacionadas con la conductaantisocial, delincuencia o violencia. Así, Del Barrio(2004b), señala que la extraversión propicia en sí misma unaforma de vida en la que el comportamiento antisocialflorece con más probabilidad debido a las siguientescaracterísticas: búsqueda de sensaciones, baja percepcióndel riesgo y baja capacidad para la gratificación. Respectoal neuroticismo, se ha encontrado también en poblaciónmexicana asociación con la delincuencia, tanto en adultoscomo en niños (Del Barrio, Moreno y López, 2001; Sobral,Romero, Luengo y Marzoa, 2000). Respecto a los nuevosfactores de Big-Five, los hallazgos son parecidos, losjóvenes violentos tienen niveles más bajos de responsabilidady amabilidad (John et al., 1994). La conducta antisocial, portanto, estaría positivamente relacionada con los factoresde neuroticismo, extraversión y psicoticismo, mientras que, por elcontrario, se muestra negativamente relacionada conresponsabilidad, amabilidad y apertura a la experiencia (Del Barrio,2004b).

Se ha indicado en numerosas ocasiones que loscomportamientos antisociales o violentos correlacionannegativamente con el cociente intelectual. Diversosestudios han mostrado la relación que existe entre déficitsintelectuales y violencia, tanto en muestras de

delincuentes (Rutter y Giller, 1988) como de estudiantes(Huesman, Eron y Yarmel, 1987), encontrando en este últimocorrelación con bajos logros académicos. Otros autores hanpropuesto que la inteligencia modula el tipo de conductadisocial (Heilbrum, 1982), encontrando violencia másimpulsivas en psicópatas con un CI bajo frente a delitos detipo sádico en aquellos que eran más inteligentes. Otros,han mostrado cómo el desarrollo cognitivo facilita laintegración social y su deficiencia la dificulta(Donnellan, Ge y Wenk, 2002). Así, algunos han puesto enevidencia que una baja inteligencia se asocia a una peoradaptación al ámbito penitenciario, tanto en jóvenes comoen adultos (Ardil, 1998; Forcadell, 1998; Miranda, 1998).

Aunque la relación entre el CI y la delincuencia haresultado ser muy sólida, a tenor de los datos existentesno permite extraer ninguna conclusión firme. Lainvestigación actual pone un mayor énfasis en el estudio delas diferencias individuales en los procesos cognitivos quegeneran un sesgo en las evaluaciones de los sucesosinterpersonales (Ross y Fabiano, 1985). Así por ejemplo, seha constatado que los jóvenes agresivos se muestran másinexactos en la interpretación de las conductas de losotros en situaciones poco ambiguas y tienden a percibirintenciones hostiles en las interacciones interpersonalesambiguas (Dodge, 1986). Se ha puesto de manifiestoasimismo, que estos sujetos generan muy pocas solucionesafectivas a las situaciones interpersonales problemáticas ytienden a producir soluciones más agresivas cuando sufrenrechazo social (Asarnow y Callan, 1985). Por otra parte, unbuen desarrollo de las habilidades cognitivas, en especiallas verbales, podría actuar como un factor de protección enel desarrollo de la conducta antisocial (Lynam et al.,1993). En este sentido, Isaza y Pineda (2000), encontraronen una muestra de jóvenes delincuentes una ejecucióndeficiente en pruebas que exigían habilidades verbales,como fluidez verbal y memoria verbal, poniendo de relieve

las alteraciones en el cociente intelectual verbal quepresentan los adolescentes infractores. Raine et al.,(2002) también encontraron una asociación entre déficitsverbales a la edad de 11 años y comportamientosantisociales en la adolescencia, presentando además, enedades más tempranas, déficits espaciales. De la mismaforma, Garaigordobil et al. (2004) encuentran mayoresdeficiencias en las capacidades verbales en aquellos niñosque presentan más conducta disocial.

FACTOR PSICOLÓGICO

Los factores psicológicos hacen referencia, básicamente, auna serie de variables y características de lapersonalidad, a determinados problemas de conducta y/opsicopatológicos, así como a la influencia diferencial delos estilos de afrontamiento y/o actitudes personales.

Multitud de estudios han relacionado una serie decaracterísticas psicológicas tales como la hiperactividad ylos déficits de atención y concentración, con unaprobabilidad incrementada de manifestar conductasdisociales en el futuro, a la vez que han corroborado lasdiferentes características que van asociadas a la presenciao ausencia de hiperactividad.

La presencia de la hiperactividad también ha sidorelacionada con la probabilidad de manifestar actosdelictivos tempranos, así como con una mayor probabilidadde reincidencia en el delito en la vida adulta (Farringtonet al., 1996c). Estudios complementarios realizados conniños hiperactivos y/o con déficit de atención hanevidenciado también el posterior desarrollo en laadolescencia de conductas antisociales (Campbell, 1997;Taylor et al., 1996). Así, en el estudio longitudinal dePittsburgh, se encontró que a pesar de que lahiperactividad se asociaba con un mayor riesgo de presentar

todas las formas o tipos de conducta disocial, laasociación principal se daba con la persistencia de esasconductas más que con su gravedad (Loeber et al., 1997).

Una segunda categoría de las características psicológicasinvestigadas en relación al comportamiento antisocial y/oviolento son las emociones negativas en las que seincluyen, fundamentalmente, la ansiedad y la depresión.Muchos individuos que ejercen conductas antisocialesmanifiestan una alta comorbilidad con trastornosemocionales (Dishion, French y Patterson, 1995; Lahey yMcBurnett, 1992).

En relación a la depresión, los hallazgos subrayan que enla medida de que la conducta antisocial va asociada aperturbaciones depresivas, aumenta el riesgo de queaparezcan conductas suicidas (Hinshaw et al., 1993; Rutter,Silberg y Simonoff, 1993; Rutter et al., 1997). Sinembargo, también ha parecido una correlación ligeramentenegativa entre el nerviosismo y la ansiedad y laposibilidad de ejercer conductas disociales (Mitchell yRosa, 1979), e incluso estudios que no han mostrado talrelación (Farrington, 1989b; Vermeiren, Deboutte, Ruchkin ySchawab, 2002; Vermeiren et al., 2004).

Respecto a la depresión, no debemos olvidar que presentauna comorbilidad con la agresión en el 50% de los casos,por lo que muchos jóvenes deprimidos expresan su malestarmediante conductas oposicionistas o violentas, tantoverbalmente como hacia uno mismo, este el caso de laadicción a las drogas, conductas de riesgo o el suicidio(Del Barrio, 2004a). En esta dirección, Fombonne et al.(2001) encuentra como aquellos jóvenes que presentabandepresión y trastornos de conducta asociados, tenían mayorriesgo de cometer conductas suicidas, delictivas ypresentaban mayor disfunción social en la vida adulta.Resultados similares fueron encontrados por Marmorstein yIacono (2003).

La búsqueda de sensaciones ha mostrado su relación conestar involucrado en actividades desviadas (Del Barrio,2004a; Levine y Singer, 1988; Newcomb y McGee, 1991). Sonmuchos los estudios que muestran una relación positivaentre la búsqueda de sensaciones y la conducta antisocialautoinformada en sujetos de población general.

Muchos investigadores han encontrado cierta relación ycontinuidad desde la agresividad temprana hacia la conductaantisocial en la adolescencia y la presencia de crímenesviolentos (Loeber, 1990; Loeber y Hay, 1996; Olweus, 1979;Pfeiffer, 2004; Thornberry, 2004; Tremblay, 2001; Velázquezet al., 2002).

Magnusson y Bergman (1990) encontraron al respecto que laagresividad se relacionaba con la delincuencia solamentecuando formaba parte de una constelación de problemas decomportamiento, sugiriendo así que era necesario considerarla conducta en términos de patrones generales y no solo deunos supuestos rasgos aparte. De forma semejante, Quinsey,Book y Lalumiere (2001) y Garaigordobil et al. (2004)encuentran altas correlaciones entre medidas de agresividady conductas agresivas y puntuaciones en conductaantisocial.

TIEMPO LIBRE

Lo que los adolescentes hacen en su tiempo libre puedeiniciar con comisiones de conductas disociales, como eltener hermanos delincuentes, compañeros o amigosdelincuentes, o pertenecer a una banda.

Farrington (1989a) encontró que tener hermanos delincuentesa la edad de 10 años, predecía arrestos por violencia perono predecía la violencia cuando ésta era autoinformada enla adolescencia y en la adultez. Un 26 % de los chicos delestudio de Cambridge que tenían hermanos delincuentes a laedad de 10 años eran arrestados por violencia frente al 10%

del resto de la muestra. Farrington también encontró unaasociación positiva entre la frecuencia de los problemasconductuales de los hermanos cuando los sujetos tenían 10años y posteriores arrestos por violencia.

Parece que el riesgo de delinquir puede estar determinadopor el número de hermanos o hermanas delincuentes. Sinembargo, Offord (1982), mostró cómo el riesgo sólo estáasociado al número de hermanos y no de hermanas.

Mientras que en los años preescolares la familia es elentorno dominante y el colegio pasa a serlo en la posteriorinfancia y preadolescencia, en la adolescencia, los amigosconstituyen la principal fuente de influencia (Catalano yHawkins, 1996). Así, el grupo de iguales va siendo cada vezmás importante a la hora de desarrollar y establecer susactitudes y normas sociales. Esto es así, tanto en lopositivo (red de apoyo social) como en lo negativo,favoreciendo la delincuencia (Fuchs, Lamnek y Luedtke,1996; Tillmann et al., 1999).

Ya Sutherland (1939, cit. en Luengo et al., 2002),partiendo de su teoría de la asociación diferencial decíaque las conductas desviadas se adquieren en la relación conlos grupos más próximos al sujeto, donde se expone aconductas y actitudes de carácter desviado, lo que darálugar a que interiorice más “definiciones” favorables a latransgresión que “definiciones” favorables a loconvencional.

Parece que los individuos que cometen actos delictivostienden a tener amigos delincuentes y muchas actividadesconsideradas antisociales se emprenden junto con otraspersonas (Reiss, 1988). Así, Otero et al. (1994) constatanque la desviación de los amigos suele ser uno de losfactores de riesgo con mayor capacidad de determinación dela conducta antisocial del adolescente.

En relación a la diferencia que existe entre las bandas ylos “simples” grupos de adolescentes antisociales, Klein(1995) señala que las primeras tendrían una mayor identidady liderazgo. Thornberry (1999) concluyó al respecto que lasbandas se diferenciaban de los grupos de coetáneosdelincuentes en que tienen una asociación mucho más fuertecon las conductas antisociales y una mayor probabilidad decometer delitos violentos. Numeroso estudios conadolescentes han encontrado claras evidencias de larelación que existe entre la manifestación decomportamientos antisociales o desviados y el ser miembrode una banda.

Estudios recientes sugieren que el pertenecer a una bandacontribuye a la delincuencia más allá de la mera influenciade tener pares delincuentes (Battin et all, 1997). Lainvestigación también sugiere que está asociado con delitosmás serios y violentos en la juventud (Thornberry, 1999).Como se demostró a través de los datos de Seattle, elpertenecer a una banda a los 14 y 16 años predecíacomportamientos violentos a los 18 años (Maguin et al.,1995). Así, tres de los estudios longitudinales másimportantes llevados a cabo con adolescentes, el deRochester (Thornberry, 1996), el de Seattle (Hill, Howell,Hawkins y Battin, 1996) y el de Denver (Huizinga, 1997)confirmaron que los jóvenes que presentaban conductasantisociales presentaban mayor probabilidad de pertenecer oser miembro de una banda, a la vez que participaban en másactos delictivos y violentos.

Thornberry (2004) ha encontrado que los delincuentesinfantiles o de inicio temprano tienden más asociarse coniguales delincuentes y a formar parte de bandas, que losque inician su comportamiento antisocial en la adolescenciao los jóvenes no antisociales.

CONCLUSIONES

La observación de violencia televisada es un factor deriesgo para el comportamiento agresivo futuro.

Las nuevas tecnologías permiten acceder fácilmente amaterial violento y pornográfico. Esta variante de laconducta de juego excita fisiológicamente al individuoreforzando su conducta futura y predisponiendo para eldesarrollo de una amplia gama de conductas disociales.

Los adolescentes con bajas capacidades intelectuales y conciertos sesgos cognitivos poseen peores habilidadesinterpersonales, siendo éstas las que dificultarían elproceso de socialización y facilitarían la aparición de laconducta disocial.

MARCO JURÍDICO

CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

Título Primero

Capítulo I

De los Derechos Humanos y sus Garantías

Artículo 18. Sólo por delito que merezca pena privativa delibertad habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de éstaserá distinto del que se destinare para la extinción de laspenas y estarán completamente separados.

La Federación, los Estados y el Distrito Federalestablecerán, en el ámbito de sus respectivas competencias,un sistema integral de justicia que será aplicable aquienes se atribuya la realización de una conductatipificada como delito por las leyes penales y tengan entredoce años cumplidos y menos de dieciocho años de edad, enel que se garanticen los derechos fundamentales quereconoce esta Constitución para todo individuo, así comoaquellos derechos específicos que por su condición depersonas en desarrollo les han sido reconocidos. Laspersonas menores de doce años que hayan realizado unaconducta prevista como delito en la ley, solo serán sujetosa rehabilitación y asistencia social.

La operación del sistema en cada orden de gobierno estará acargo de instituciones, tribunales y autoridadesespecializados en la procuración e impartición de justiciapara adolescentes. Se podrán aplicar las medidas deorientación, protección y tratamiento que amerite cadacaso, atendiendo a la protección integral y el interéssuperior del adolescente.

Las formas alternativas de justicia deberán observarse enla aplicación de este sistema, siempre que resulte

procedente. En todos los procedimientos seguidos a losadolescentes se observará la garantía del debido procesolegal, así como la independencia entre las autoridades queefectúen la remisión y las que impongan las medidas. Éstasdeberán ser proporcionales a la conducta realizada ytendrán como fin la reintegración social y familiar deladolescente, así como el pleno desarrollo de su persona ycapacidades.El internamiento se utilizará solo como medida extrema ypor el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarseúnicamente a los adolescentes mayores de catorce años deedad, por la comisión de conductas antisociales calificadascomo graves.

LEY DE JUSTICIA INTEGRAL PARA ADOLESCENTES DEL ESTADO DE JALISCO

CAPÍTULO I

Disposiciones Generales

Artículo 3. Para efectos de esta Ley, se entiende por:

I. Adolescente: todo ser humano cuya edad está entre los 12años cumplidos y menos de 18 años de edad;

II. Adultos jóvenes: todo ser humano cuya edad está entrelos 18 años cumplidos y menos de 25 años de edad, que sonsujetos del Sistema;

III. Centro de Atención: Centro de Atención IntegralJuvenil del Estado de Jalisco;

IV. Centro de Diagnóstico: Centro de Observación,Clasificación y Diagnóstico del Estado de Jalisco;

XI. Niña y Niño: Todo ser humano menor de 12 años de edad;

CAPÍTULO III

Responsabilidad de los Adolescentes que entran en conflictocon la Ley

Artículo 13. Los adolescentes que al momento de realizaruna conducta tipificada como delito padezcan de algúntrastorno mental que les impida comprender la trascendenciay las consecuencias de la conducta realizada, quedanexentos de responsabilidad en los términos de la presenteLey. En estos casos, o bien cuando el trastorno se presentedurante el procedimiento, la autoridad judicial competentepodrá entregar estas personas a quienes legalmentecorresponda hacerse cargo de ellas.

Cuando el trastorno se presente durante la fase deejecución de la medida, la Sala podrá resolver sobre laadecuación de aquella, en forma provisional o definitiva,

considerando las características del trastorno, así comolas necesidades del tratamiento.

ANEXOS

LOS NIÑOS SICARIOS DEL CRIMEN ORGANIZADO

Las bandas de delincuentes han integrado a muchos infantesa sus filas para utilizarlos en sus estructuras comosoldados, halcones y vendedores de droga.

El precio por matar, asumir funciones de vigilantes(halcones) o trasladar droga es variable. Muchos lo hacenpor 500 pesos, pero otros como El Ponchis, que por sucrueldad ganó un lugar especial dentro de la organizacióncriminal el cártel del Pacífico Sur, llegan a cobrar hastatres mil dólares “por cabeza”, según propia revelación deeste joven de apenas 14 años de edad detenido en diciembrepasado cuando intentaba, junto con sus hermanas, huir a SanDiego, California.

El caso de Edgar “N”, apodado El Ponchis, cuya actividaddelictiva inició a los 10 años de edad como mula omensajero del cártel de los Beltrán Leyva en Morelos, no esúnico ni nuevo. Se estima que las organizaciones criminaleshan reclutado a cuando menos 35 mil niños de entre 12 y 17años, para lo cual han aprovechado su condición de pobrezay vulnerabilidad. “Son la carne de cañón del crimenorganizado”, señala a M Semanal el presidente de la Comisiónde Participación Ciudadana de la Cámara de Diputados,Arturo Santana. “La fallida estrategia en contra del crimenorganizado y la falta de políticas públicas de cuidado yapoyo a la niñez, han permitido que los cárteles de ladroga actúen impunemente como reclutadores de miles deniños víctimas de la pobreza y la desintegración familiar,y dispuestos a todo con tal de ganar dinero u obtener la

sensación de pertenencia o identidad que brindan las mafiascriminales”, subraya.

VALIENTES Y LEALES

En el Informe Alternativo sobre Protocolo Facultativo de laConvención de los Derechos de los Niños, elaborado por laRed por los Derechos de la Infancia en México (Redim), seseñala que la participación de infantes en toda la línea deproducción y distribución de droga ha dejado en los últimoscuatro años un terrible saldo de más de mil 200 niñosasesinados en enfrentamientos entre las bandas rivales queluchan por ganar o mantener sus espacios territoriales.

Los menores, cuya vida útil dentro del crimen organizado nosobrepasa los tres años, son previamente adiestrados en elmanejo de armas y explosivos en campamentos o ranchos. Unode estos centros paramilitares fue recientemente detectadoen Tabasco, luego de un enfrentamiento de militares con LosZetas, en el que se logró la aprehensión de Gloria, una niñade sólo 13 años de edad, quien afirmó haber sido reclutadapor la célula criminal para delinquir y matar. Aunque secomprobó su participación en el enfrentamiento comogatillera, Gloria, al igual que otros cientos de niñossicarios acusados de homicidio, sólo serán juzgados comoadolescentes, lo que implica una pena máxima de tres añosen un centro de rehabilitación y atención psicológica.

El diputado Santana destaca que hay investigaciones querevelan que el reclutamiento de niños de entre 10 y 12 añosempieza con la trata en las redes de prostitución paraluego convencerlos u obligarlos a participar en actividadesdelictivas diciéndoles que si los aprehenden no les pasaránada por ser menores de edad. De acuerdo con el análisis delas organizaciones sociales de protección a la infancia,como Colectivo Marabunta y Ririki Intervención Social, enla medida en que se exacerba el conflicto armado, lascélulas criminales han optado por cooptar a mayor número dejóvenes y preferentemente niños, los que por su corta edad

no miden el peligro y son los que actúan con mayor valentíay lealtad. Dato preocupante es que los propios infantesactúan como reclutadores. Ejemplo de ello son El Ponchis, ElCris, Gloria, Antonio y Erick, todos recientemente detenidoscon armas de alto poder y vinculados a crímenes que enalgunos casos incluyeron decapitación o la mutilación degenitales.

Nashieli Ramírez, directora de Ririki Intervención Social,apunta que en Ciudad Juárez son recurrentes los asesinatosde niños y jóvenes víctimas del ajuste de cuentas entre loscárteles de la droga, y añade que la edad de reclutamientobajó en los últimos cuatro años de 17 a 12 años, lo cualtambién está sucediendo en Tamaulipas, Sinaloa, Nuevo Leóny Michoacán. Tan sólo en Juárez, dijo, el asesinato dejóvenes aumentó en el último año más de 50 por ciento paraun total de 507, incluidos los de las 12 masacres —entreellas Villas de Salvárcar y Horizontes del Sur—, cuyosresponsables aún no han sido detenidos.

VIDA CORTA

Estudios de la organización Infancia en Movimiento revelanque tan sólo en 2010 fueron detenidos cinco mil 602 menoresde edad por delitos federales, lo que implicó una tasa decrecimiento de 34 por ciento respecto a 2009. Un 70 porciento de los casos correspondió a homicidio, secuestro,tortura, tráfico de drogas, robo y lesiones dolosasrelacionadas con actividades del crimen organizado.

A la par con el incremento de delitos, la Secretaría deSeguridad Pública (SSP), con datos del Reporte Mundial deDrogas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),informa de un crecimiento exponencial en el consumo dedrogas, cuyo valor actual en el mercado nacional supera losocho mil 780 millones de dólares. El mayor consumo seregistra entre jóvenes, que en los casos de marihuana ycocaína se elevó en 4.2 y 2.4 por ciento respectivamente enlos últimos cuatro años. A la fecha, según el reporte, tres

millones de mexicanos consumen marihuana, 1.7 millonescocaína y 367 mil son adictos a las anfetaminas. El consumoentre jóvenes alumnos de secundaria y bachillerato aumentóde 14 a 18.3 por ciento, alentado por la fácil adquisiciónque hacen frente a los propios centros escolares, y a laescasa atención de los padres de familia con respecto alcomportamiento de sus hijos, según lo revela la encuestarealizada por el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP).

Para Anabel Pagaza, presidenta del Consejo Mexicano dePsiquiatría, el narcotráfico es un camino corto para losmenores porque son adiestrados para enfrentarse con bandasrivales, y “ellos siempre van por delante”. Además, muchosde ellos son asesinados por sus propios reclutadores cuandointentan desertar o muestran temor en el cumplimiento delas encomiendas que se les asignan. En Tijuana, señalóPagaza, se ha hecho un monitoreo entre familias cuyos hijosingresaron al crimen organizado, y el resultado fue que 90por ciento murió a manos de rivales o de sus jefes en unperiodo no mayor a los tres años. Esto explica que esaciudad fronteriza, que tiene extremos niveles demarginación, ocupe el primer lugar mundial en homicidiojuvenil, con nueve casos diarios; de esa forma, Méxicoocupa el primer lugar entre los países de la Organizaciónpara la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) enviolencia y abandono infantil. Pagaza alertó además que ladesintegración familiar y la pobreza extrema que afecta a55 por ciento de los niños menores de 14 años es caldo decultivo para que las mafias delincuenciales continúen elreclutamiento a razón de ocho mil menores al año, una cifrasimilar a la que detectó la ONU reclutada por parte de lasFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyosjefes o cabecillas colombianos han tejido redes de tráficode menores en Venezuela, Ecuador y Brasil. Los informes delorganismo internacional estiman que alrededor de cuatro milinfantes reclutados por ese grupo guerrillero han muerto en

los campos de cultivo de cocaína o en enfrentamientos conel Ejército.

ADOLESCENTES DELINCUENTES

Rocío García Olmedo

Bien señala Gerardo Viloria que “en un país donde hay unacontracción palpable del empleo, donde la educación hadejado de ser un mecanismo de ascenso social y donde se hanmodificado las relaciones familiares, los jóvenes tienenmayor riesgo de incurrir en actividades delictivas”.

Por ello la delincuencia tiene hoy un nuevo rostro: cadavez hay más jóvenes y cada vez son más crueles.

El nuevo Sistema Nacional de Justicia para Adolescentespresentado por la federación reformó el artículo 18 de laConstitución General de la República, estableciéndose: quela Federación y los estados deben implementar un sistemaintegral de justicia aplicable a las conductas delictivas,estableciéndose que las medidas deberán tener como fin lareintegración social y familia; lo anterior produjoreformas al Código de Justicia para Adolescentes del Estadode Puebla determinando su aplicación sólo a quienes tenganuna edad comprendida entre los doce años cumplidos y menosde dieciocho, considerando que las personas menores de doceaños de edad, a quienes se atribuya la realización de unaconducta tipificada como delito, serán atendidas por elSistema para el Desarrollo Integral de la Familia delEstado de Puebla.

Sin embargo la Procuraduría de Justicia del DistritoFederal dio a conocer recientemente que el número dejóvenes implicados en hechos delictivos creció un 289% y enPuebla datos de la Procuraduría del Ciudadano refierentambién un incremento sustancial de delitos 56.9%. 

Lo paradójico es que aún con un sistema nacional dejusticia para adolescentes que en Puebla como en otrosestados de la República se ha venido homologando en lasleyes estatales, los delitos cometidos por adolescentes sehan incrementado. 

La edad penal en Puebla como en el resto de las entidadesestatales es de 18 años, refiero lo anterior por los casosmás recientes conocidos en Tabasco menores de edad asesinana una familia completa, en Puebla tres jóvenes de 12, 14 y18 años intervienen en el asesinato de un niño de 12 años.Los dos primeros si bien serán sometidos a un juiciojurídico no pueden ser recluidos en el Centro deInternamiento y sí serán sometidos a rehabilitación, eltercero de ellos será sometido a juicio como cualquieradulto que cometa un delito grave.

En Puebla, actualmente en el Centro de InternamientoEspecializado para Adolescentes (antes conocido como laGranja López Mateos) hay 102 jóvenes de los cuales 7 sonmujeres de entre 14 y 18 años, todos ellos cometierondelitos mayores (homicidios, secuestro, violación,lenocinio, tráfico de drogas y robo calificado).

Lo anterior demuestra que los jóvenes requierenurgentemente de una labor integral de prevención de delitoscometidos adolescentes, dirigida exclusivamente a estesector de la población (entre 12 y 18 años) porque tambiénes claro que los grupos del crimen organizado tienen en lajuventud sin ocupación un campo fértil, por ejemplo “enMexicali se reporta que hay 122 pandillas de delincuentesjuveniles que cometen el 70% de delitos en esa ciudad”.

Y preocupa mucho más al conocer que faltan tres años paraque la población juvenil de México alcance su máximohistórico y sean casi 36 millones y que Guadalupe Espinosa,investigadora del Instituto Mexicano de la Juventud

(Imjuve) haya reconocido recientemente que “En el país nose ha hecho una política integral para jóvenes”.

Sin duda la falta de oportunidades educativas y laboralesque repercuten en desintegración y violencia familiar, sontierra fértil para que los jóvenes ingresen a círculos deviolencia, generando frustraciones, soledades ysentimientos de no pertenencia. 

Dicen los expertos que “Los jóvenes, más que mostrar sudescontento a través de revoluciones, como sucedió en elsiglo pasado, ahora habrá implosiones; es decir, unestallido hacia adentro. Cada vez veremos a más locosagresivos en la calle manifestando su disgusto”

Cierto es que hay esfuerzos individuales de organizacionesciviles e incluso también acciones de gobierno, pero no hansido suficientes; los datos demuestran que cada vez esmayor la incidencia de actos delictivos cometidos porjóvenes y que son cometidos con ira, crueldad y sin elmenor remordimiento lo que determina la necesidad urgentede dirigir programas de prevención que eviten que losjóvenes ingresen a esos círculos de violencia o seansacados de ellos impulsados por los gobiernos de los tresniveles y donde seamos corresponsables la sociedad en suconjunto.

*Rocío García Olmedo ( ) ha desempeñado diversos puestospúblicos y políticos en el estado de Puebla, México. RocíoGarcía Olmedo es diputada de la LVII Legislatura del H.Congreso del Estado de Puebla. 

(Agosto 31 de 2010) La Senadora del Partido Verde y Voceradel Referendo de los Niños, GILMA JIMÉNEZ, anunció quepresentará un proyecto para modificar el Código de Infanciay Adolescencia, con el fin de buscar que los adolescentes(14 - 17 años) que cometan delitos graves, sean sujetos deresponsabilidad penal y paguen en centros carcelarios

especiales, penas proporcionales a la gravedad de suscrímenes.

“Dolorosamente en los últimos años hemos visto elincremento de conductas agresivas entre adolescentes y dela comisión de delitos graves como homicidios, lesionespersonales graves, violencia sexual y secuestros. En muchoscasos los menores son utilizados para cometer delitos poradultos que aprovechan la falta de claridad reinante peroen otros casos los adolescentes cometen crímenes por supropia cuenta a sabiendas de que no serán penalizados.Llegó el momento de tomar decisiones sobre este tema porduras que ellas puedan parecer. La sociedad tiene derecho aser protegida de los delincuentes, así ellos seanadolescentes”, señaló la Senadora y defensora de los niños.

Al mismo tiempo indicó que los adultos que utilicen,obliguen o induzcan adolescentes a cometer actoscriminales, deberán pagar las más altas penas contempladasen la justicia colombiana. El anuncio de la SenadoraJiménez fue hecho tras los crecientes y constantes actos deviolencia protagonizados por adolescentes que se hanregistrado especialmente en las ciudades capitales.“Siempre detrás de un crimen y de un criminal hay unahistoria, y hay causas múltiples de esos fenómenos, peronada ni nadie justifica que se cometan delitos graves encontra ningún miembro de la sociedad y estos queden en laimpunidad.

REFERENCIAS

http://es.scribd.com/doc/7099642/Objetivo-general-y-objetivos-especificos

http://www.buenastareas.com/ensayos/Factores-Somaticos/1168517.html

LEY DE JUSTICIA INTEGRAL PARA ADOLESCENTES DEL ESTADO DE JALISCO CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

http://www.adonis.com/ensayos/Trastornos-Psicol%C3%B3gicos-En-Los-Adolescentes/1900880.html

De la Peña Fernandez, Marìa Elena. “CONDUCTAANTISOCIAL EN ADOLESCENTES: factores de riesgo yprotecciòn”, 2005.

http://www.msemanal.com/node/3977 http://www.sabersinfin.com/index.php?

option=com_content&task=view&id=1562&Itemid=89 http://gilmajimenez.com/adolescentes%20deben%20ser

%20castigados http://sociedadnegra.blogspot.mx/

2008_11_01_archive.html