Entre lo físico y lo social. El cuerpo legítimo policial

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180826453003 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Sirimarco, Mariana Entre lo físico y lo social: el cuerpo legítimo policial Runa, vol. XXVI, 2006, pp. 73-93 Universidad de Buenos Aires Buenos Aires, Argentina ¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista Runa, ISSN (Versión impresa): 0325-1217 [email protected] Universidad de Buenos Aires Argentina www.redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180826453003

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Sirimarco, Mariana

Entre lo físico y lo social: el cuerpo legítimo policial

Runa, vol. XXVI, 2006, pp. 73-93

Universidad de Buenos Aires

Buenos Aires, Argentina

¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista

Runa,

ISSN (Versión impresa): 0325-1217

[email protected]

Universidad de Buenos Aires

Argentina

www.redalyc.orgProyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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En el contexto de las Escuelas de ingreso a la fuerza policial, lasprescripciones acerca del cuerpo fisico no son mas que uno de los codigos conque los cuerpos son signados como un territorio institucional. Mediante estos

codigos se re-ordena el cuerpo civil en el pretendido cuerpo policial. Este trabajose focaliza en aquellas pautas que se imprimen sobre los cuerpos de los ingresantescon el objetivo de Hjar un determinado modelo corporal y que resultan, por ello,claros indices corporales de pertenencia institucional.

Palabras claves: cuerpo fisico, cuerpo social, cuerpo legitimo

ABSTRACT

In the schools of police institution, prescriptions about the physical bodyare one ofthe codes with which bodies are marked as an institutional territory.Through those codes, the civil body is re—arrange in the pretended police body.This article focuses in those norms that are impressed on the bodies of peopleadmitted with the aim of fixing a particular corporal model and that result, thatfor, clear corporal indexes of institutional membership.

Key words: physical body, social body, legitimate body

RUNA XXVI2006 :73-93

INrR0r>Ucc1oN

Argumentaba, en trabajos anteriores, que el ingreso a la institucion policialno esta lejos de asemejarse a una suerte de periodo liminal, un momento detransicion entre estados distintos, donde los ingresantes son apartados de su statuscivil para ser asi introducidos en el nuevo estado que habra de caracterizarlos: elpolicial (Sirimarco, 2001, 2004a). Sostener este planteo resulta de considerar que,para la agencia policial, su labor es irreconciliable con la "vida civil", donde serpolicia se vuelve una identidad excluyente. Asi, el paso por las Escuelas iniciales'implica un periodo transformativo, un movimiento de distanciamiento social, dondela adscripcion a la institucion no puede generarse mas que "destruyendo" lo civil.

El presente trabajo se propone atender al proceso de construccion delsujeto policial tal como es desarrollado en las Escuelas de ingreso a la carrerapolicial. Pero intenta abordar este proceso a partir de un anclaje en lo corporal,intentando una reilexion acerca de las modalidades de sometimiento a la nueva

definicion del cuerpo que plantea la institucion, y rescatando aquellos planossobre los que habra de asentarse el cuerpo legirimo institucional.

Dentro de las muchas prescripciones que, dentro de las Escuelasmencionadas, se organizan en tomo a la tijacion de una serie de corporalidades ousos del cuerpo,’ este trabajo se focaliza en aquellas pautas relativas al uso delcabello que se imprimen sobre los cuerpos fisicos de los ingresantes con elobjetivo de iijar un determinado modelo corporal y que resultan, por ello, clarosindices corporales de la pertenencia a la institucion policial.

Lo esencial es aqui el marcaje de los cuerpos: la codificacion -al decir deDeleuze (l 971 )- de aquellos tlujos que iluyen sobre ellos, donde lo importante no esla anulacion de esos flujos, sino su subsuncion. Marcar los cuerpos es encauzar esosilujos de sentidos y transfomiarlos en signos institucionales. En el contexto de lafuerza policial, las prescripciones acerca del cuerpo Hsico no son mas que uno de loscodigos con que los cuerpos son signados como un territorio institucional. Medianteestos codigos se re-ordena, asi, ese cuerpo civil en el pretendido cuerpo policial.

EL INGRESO A LA INSTITUCIONZ CAUSALES DE RECHAZO

El ingreso a la institucion policial supone la reunion de una suma derequisitos y la superacion de una bateria de examenes. De estos ultimos, el

Mariana Sirimarco

concemiente a las condiciones iisicas no es e1 menor. El potencial ingresante nosolo debe salir airoso de analisis médicos y pruebas de resistencia, fuerza debrazos y abdominales. La seleccion —pues de esto se trata justamente— comienzaantes, en el mismo momento de iijar los parametros iisicos entre los cuales esperrnisible que se ubiquen las anatomias de los futuros policias.

La edad y la talla se postulan, mas que como datos anatomicos, comorequisitos indispensables. Asi, los hombres que deseen ingresar al cuadro deoiiciales de la PBA deberan contar entre 16 y 23 anos y tener una estatura noinferior a los 1,60m. En el mismo caso se contempla un minimo de 18 anos paralas mujeres y una estatura que iguale 0 supere los 1,56m. Con respecto al peso,"se admitira entre un 10% en menos y un 30% en mas expresado en kilogramosde los centimetros que excedan al metro con el que 1e correspondera por edad yestatura"." Los cuerpos -se pretende- deberan "ser armonicamente constituidos"

Del mismo modo, una exhaustiva y minuciosa lista de deformaciones,afecciones, lesiones y trastomos sefialan aquellas que resultan "incompatibles con elrégimen de vida y las tareas a desarrollar en el Agrupamiento C0mand0"° y querevisten, por 10 tanto, una causal de rechazo al pedido de ingreso a la institucionpolicial. El espectro de 10 sometido a escrutinio es amplio: desde 10s musculos hastael aparato digestivo, pasando por la vision y el sistema nervioso. Los ejemplos de 10rechazado son, del mismo modo, muchos y variados. A algunos, sin duda curiosos,cuesta encontrarles relacion con la posibilidad misma de la labor policialz el padecimientode tics multiples, las adenitis salivares cronicasf "las grandes hipertroiias de cometesy las desviaciones muy marcadas del tabique nasal",“ la posesion de menos de 24piezzs dentarias clinicamente sanasf 0 el hennafroditismo y la amputacion del pene.'

Seguramente ciertas causales de rechazo -diabetes, afecciones al corazon,enfennedades infectocontagiosas- pueden ser leidas, como en el ingreso a cualquiertrabajo, en térrninos de cuerpos riesgosos o no convenientes para las obras socialesy su obligacion de cobertura de medicacion, intervenciones quirurgicas y/0tratamientos prolongados. Otras, sin duda, ameritan ser leidas en otra clave, quetrascienda el mero registro anatomico y el espectro de 1a salud. Asi, se senalantambién como causas de rechazo a la institucion policial "1as cicatrices cuando porsu extension, caracteres 0 localizacion comporten una real disminucion de laresistencia local o una incapacidad funcional o afecten muy visiblemente el aspectoiisico"," las "an0malias congénitas del labio y paladar no reparables con la cirugiaplastica",‘2 la psoriasis y cualquier otra enfennedad de la piel.'

El rechazo parece no centrarse tanto en las disfuncionalidades organicasque estas caracteristicas pudieran conllevar, sino mas bien en el detrimento delaspecto iisico que revisten. Cicatrices antiestéticas, anomalias visibles que no puedenborrarse ni con cirugia plastica 0 enfermedades dermatologicas que afeannotoriamente la tisonomia, lo que se dirime es la imposicion de un cuerpo "limpio"de alguna manera bello, sin deformaciones, desarmonias ni defectos Hsicos visibles.

Pero no se trata solamente de la posesion de un cuerpo anatomicamente perfectoy organicamente sano. Las causales de rechazo relativas al esqueleto, por ejemplo, ponena la luz otra gama de semidos en relacion a ese cuerpo legitimo que debe ser el policial:

Toda deformacion marcada de cualquier segmento del cuerpo quecomprometa una funcion organica 0 la correcta posicion militar, enparticular el raquitismo, la acondroplasia y la osteomalacia. Lasdesviaciones de la columna vertebral y las deforrnaciones toracicaspoco perceptibles seran admitidas. Se exigiran manos completas ynormales. Se rechazara la sindactilia marcada y la polidactilia.Amputaciones traumaticas de dedos y/o falanges. (...)

Seran considerados aptos mientras no necesiten una correccionortopédica tal que le impida utilizar el calzado reglamentario, aquellosque presenten pies aplanados 0 de boveda baja, sin alteraciones dela mecanica funcional de los pies ni apoyo sobre la mitad intema deellos (valgus). Seran considerados ineptos los que posean pies condescenso palpables de la cabeza astargalina y valgus de retropié y

los que acusen evidentes alteraciones estatico—dinamicas asi comolos valgus irreductibles.‘

Lo que estas causales ponen de maniflesto no es tanto la irreconciliabilidadentre ellas y la labor policial, sino, mas bien, las concepciones relativas a estalabor y, sobre todo, al cuerpo que tal labor requiere. Asi, la falta de dedos en lasmanos 0 el acortamiento de brazos o piemas no constituyen obstaculos Hsicosque atenten contra el amplio espectro de actividades que constituyen la laborpolicial, sino que son construidas como incapacidades en relacion a una laborpolicial institucionalmente idealizada. Las falencias Hsicas mencionadas solo puedenresultar causales de impedimento en tanto se subraye un registro simbolico deltrabajo policial anclado en practicas idcales de las que las persecuciones y lostiroteos (manejo del arma) son exponentes recurrentes}

Si el cuerpo, aun en lo que tiene de mas natural en apariencia -volumen,talla, peso-, es un producto social (Bourdieu, 1986), las causales de rechazopueden leerse entonces como las primeras directrices que permiten delimitar undetenninado cuerpo fisico, al seleccionar aquellos cuerpos individuales enconfcrmidad con las necesidades del orden institucional. lnician y preanuncian,de este modo, ese cuerpo legitimo -sano, aguerrido, impoluto- que la institucionpolicial requiere de sus miembros.

Los USOS DEL PELOZ EL CUERP0 LEGjTIM0

Una vez conseguida el alta policial, comienzan para los ingresantes unaserie de prescripciones que imprimen, sobre sus cuerpos, aquellas marcasidentitarias que habran de tijar un determinado modelo corporal. Las relativas aluso del cabello son parte central de esta dinamica de construccion del cuerpoIegitimo que debe ser el policial.

Los hombres son obligados a cortarse (y mantener) el pelo segun lasnorrnas de la institucion: bien rapado en los costados y apenas mas largo en eltope de la cabeza. La simplicidad de este corte es solo aparente: su exactitudesconde, en realidad, la observacion de un conjunto de normativas que solo elojo del ingresante, entrenado en tal sentido, es capaz de desentranar:

Aspirante: Al principio cuando entrabamos aca nosotros usabamos lacero y la dos.Mariana: LQué es eso?A: La cero es la maquinita, la graduan en el nivel cero, el mas corto quetiene, para que te quedes pelado. Todo aca bien pelado, y aca [se senalael centro de la cabeza] un dos, que seria un poquito mas corto de loque yo lo tengo.M: Ah, como tienen algunos golondrinas,‘° que tienen como un casquito.A: No, con el casquito no. Te dejaban en cana por eso, porque estamal cortado. No se tiene que notar el casquito. Los primeros diases una cosa horrible, no podés salir a la calle de lo feo que te quedael pelo. Después mas o menos lo vas llevando, vas aprendiendo,uno le corta al otro.

El pelo debe estar lo suficientemente corto como para no toca.r el cuello dela camisa. Su corte tiene que ser tan perfecto como para no dar la impresion deun "casquito". Y ambas reglas deben ser mantenidas a lo largo de los meses 0 losafios que dure la fonnacion inicial. El exceso se mide en térrninos de escasos eimperceptibles centimetros, e incurrir en la inobservancia 0 la desidia equivale almerecimiento de una sancion.

Lo mismo ocurre con el cabello facial. Barba y bigotes quedanabsolutamente prohibidos para los ingresantes y el atisbo de la mas minima pelusase convierte en motivo de sancion. Pasar el filo de una hoja por la cara, 0 bien unpedacito un algodon, eran las practicas recurrentes a las que Cadetes y Liceistaseran sometidos los dias de salida. Si la hoja se trababa, 0 el algodon quedabaadherido, la salida del fin de semana quedaba perdida.

Idéntica rigidez en las prescripciones del uso del cabello rige para las mujeres.Cadetes yAspirantes femeninos deben llevar el pelo rigurosamente recogido. En elcaso de la Escuela Vucetich, la unica modalidad reconocida era el rodetez

Y rodete a morir. (;Viste que muchas veces uno se hace una trenzay se la enrosca? N0. Tiene que ser rodete de vieja. Te ensenan ahacer el rodete. Y siempre con mucho gel. Gel, gel, el pelo duro,

porque no se te puede salir ningun pelo. N0 existe el frizz. Yo gastabaun pote de gel por semana.

N0 resulta dificil observar, en la casuistica de los rituales de iniciacion y

de separacion, similares practicas de manipulacion del cabello. Un amplio corpusetnografico revela que el corte de pelo es un elemento recurrente ·y hasta podriaasegurarse que imprescindible- en la dinamica que estructura dichos rituales('1`umer, 1980, 1988; Godelier, 1986). El porqué de esta recurrencia reposariapara Tumer- en el hecho mismo de la liminaridad del neotito. Al simbolizar eseestado entre dos status 0, mejor dicho, ese estado de nulidad en que se encuenuan,las practicas de despojo -de orden simbolico 0 hasta fisiologico- le son propias.‘Se les tiene que demostrar que no son mas que arcilla 0 polvo, pura materia,cuya forma es moldeada por la sociedad" (1988:1 10). En este sentido, el corte depelo se convierte en una practica que, a la vez que simboliza la separacion de losneofitos de su posicion anterior, imprime en ellos los nuevos parametros de laposicion que habran de ocupar.

Tal lectura resulta aplicable a la condicion de los ingresantes a la institucionpolicial. Si la instancia de formacion que atraviesan puede entenderse como unperiodo de separacion entre la persona civil que ya no son y el sujeto policial quehabran de ser, entonces sus cabellos cortados 0 sujetos bien pueden funcionarcomo marcas identitarias de esta liminaridad. El despojo del pelo" 0, mejor dicho,de la posibilidad de eleccion de como llevarlo, es parte de ese proceso demortyicacién delyo que senala -para Goffman (1998)- el ingreso a las institucionestotales. La cabeza rapada del Aspirante es tanto una encamacion de su rupturacon el ambito civil -de pelo no reglamentado-, como su insercion dentro de unsistema institucional disciplinado, del que el control del cabello se vuelve unaexpresion.

Pero no solo en los rituales de iniciacion la manipulacion del cabello setoma un elemento recurrente. También en los ritos que acompafnan el matrimonioy el duelo, por ejemplo, el pelo se convierte en un dispositivo altamente simbolico.Pensado como una bisagra entre lo publico y lo privado -entre los gustospersonales y el constrefiimiento de la sociedad-, el pelo ha sido consideradocomo una privilegiada modalidad de exposicion y comunicacion (Synnott, 1987),en virtud tal vez de su clara visibilidad y de su facil manipulacion (Hallpike, 1969;1-lershman, 1974).

Ciertas explicaciones se han intentado, desde el campo etnograiico, paraacercarse al porqué de la presencia de estos rituales relativos a la cabellera en10s ambitos mencionados. Leach (1958), en un articulo pionero en la tematica,postula, siguiendo ciertos planteos psicoanaliticos, que el pelo de la cabezasimboliza los organos genitales, de donde se sigue que su corte 0 su afeitadosimbolizan la castracion. Asi, en esta equivalencia entre cabello y sexualidad, elpelo largo representaria una sexualidad irrestricta, mientras que el pelo corto,parcialmente afeitado 0 tirantemente sujeto equivaldria a una sexualidadrestringida. El pelo completamente afeitado, a su vez, deberia considerarsecomo indice de celibato.'

Los comportamientos rituales sobre el pelo -sostiene el autor- guardanintima relacion con el status sexual del individuo. Y es precisamente por esto,"porque el comportamiento en relacion al pelo comprende un conjuntoampliamente asumido de simbolizaciones sexuales, que éstejuega una parte tanimportante en los rituales de tipo rites de passage, que suponen la transferenciafomtal de un individuo de un status sexual a otro" (1958:157).

Si la hipotesis de Leach no se entiende como una explicacion -por masque el autor asi lo plantee- sino como una suerte de indicacion, la ligazon queanudaria la cabellera a la sexualidad bien podria considerarse, en el contextoanalizado, como un elemento provechoso de analisis. No para extraer de elargumentaciones monocausales ni universales, sino pa.ra simplemente pensar elsimbolismo que encierran, en el ambito de estos periodos de ingreso a la carrerapolicial, las prescripciones sobre el uso del cabello. E1 pelo corto, parcialmenteafeirado 0 tirantemente sujeto -s0stiene Leach- seria el equivalente simbolico deuna sexualidad restringida. Tal vez esta formulacion no esté tan alejada de 10 quesucede con Cadetes yAspirantes, si pensamos que la asexualidad es, para Turner(1988), uno de los atributos de la liminaridad. Una vestimenta casi idéntica paraambos sexos y un mismo término para denominarlos pueden entenderse en estesentido. I-lombres y mujeres deben, asimismo, evitar todo contacto en el contextode las Escuelas mencionadas.

En una critica a las formulaciones de Leach, Hallpike (1969) reune grancantidad de material etnograiico para rebatir su hipotesis y demostrar que lacabellera no guarda simbologia con la sexualidad, sino, mas bien, con lapertenencia 0 no a la sociedad. Cayendo en un universalismo similar al quepretende impugnar, este autor sostiene que el pelo largo resulta asociado al estarfuera de ella, mientras que su coite simboliza re-entrar en la sociedad. Segunesta argumentacion, el pelo corto 0 cubierto es signo asl de control social, deestar bajo la disciplina de una vida institucional, en estrecha relacion con laexistencia de votos de 0bediencia.‘*’ El pelo largo, por el contrario, resulta unsimbolo "de estar, de alguna manera, fuera de la sociedad, de tener poco que vercon ella, 0 de ser1nenos docil al control social" (1969:261).

Es indudable que esta formulacion resulta pensable para el contextoanalizado, en tanto se txata del ingreso a una institucion que obliga a sus miembrosa una vida de fuerte disciplina y de suma obediencia. El mantenimiento del pelocorto y del rodete perfecto podrian leerse emonces segun esta clave de lectura:como indices corporales de la pertenencia a la institucion policial. Pero, masaun. como rituales mismos de separacion. En este sentido, la utilizacion de "lacero y la d0s" encama, mas que simboliza, la renuncia a un (uso del) pelo "civil"y la adopcion de un peinado policialmente legitimoz

Mariana Sirimarco

M: Che, y ahora que estas adentro de la Policia, (jcomo sentis lareaccion de la gente?

A: O sea, se dan cuenta al toque que sos poli.M: LSi? (;Como se dan cuenta?A: Por el corte de cabello, aunque estés de civil. "LVos de dondesos?; sos poli’M: LTe decian asi en la calle?A: Si, vas a bailar, y te decian: "eh, vos sos poli’

El abandono de este uso del pelo "civil" trae aparejado otros signiticados.Senala Bourdieu (2000) que en los rituales de iniciacion masculina, donde secorta el pelo del muchacho por primera vez, este corte primigenio cobra especialimportancia. En tanto la cabellera es considerada un atributo femenino, resultauno de los vinculos simbolicos que relacionan al muchacho con el mundo matemo.Es al padre a quien le corresponde efectuar este corte inaugural y efectivizar, asi.la entrada de su hijo al mundo masculino. El corte es pues bivalente, y la separaciondel nino es tanto del pelo como del mundo materno-femenino. En este sentido, elcorte de pelo de Cadetes yAspirantes bien puede simbolizar también la separacionde ese mundo civil entendido como femenino y la entrada a una institucion policialcaracterizada como masculina (Sirimarco, 2004b).

Si el cabello es un elemento polisémico, capaz de revestir diversossentidos, tal vez no sea desacertado postular que las prescripciones que, sobre eluso del pelo, alcanzan a las mujeres, puedan albergar signiiicados distintos a lasnomiativas previstas para los hombres. Después de todo, ni Cadetes ni Aspirantesfemeninos son obligadas a raparse ni a utilizar, a lo largo de la carrera policial, elcabello corto. No importa si larguisimo o tenido, la obligacion pasa, para ellas,por tenerlo escrupulosamente atado.

En una institucion marcadamente androcéntrica, donde el espacio dadoa las mujeres es escaso y diferencial, el pelo contenido y aprisionado en trenzas0 rodetes tal vez pueda leerse como un dictum institucional de masculinidad,destinado a coartar los registros femeninos y sus simbolos. Un oficial me contabaque el primer dia que vieron a sus companeras de la Vucetich "de civil, sin esosrodetes, sin esa ropa, y arregladas", no podian dejar de preguntarse "dénde habianestado semejantes minus". Quizés la formulacion de esa pregunta puedacomprenderse a la luz de esta clave.

Asi, si el pelo suelto puede considerarse un simbolo del atractivofemenino, un indice que alude a su feminidad, entonces la prescripcion de atarlocobra relacion, en el contexto policial, no ya con el juego de la sexualidad, comoplanteaba Leach, sino con lo genérico. Al obligar a las mujeres a atar sus cabellos,lo que hace la fuerza policial es silenciar los signos de feminidad de sus cuerpos.Si el pelo puede ser visto como un artefacto a partir del cual expresar signiiicados(Synnott, 1987), es claro que resulta, en el ambito policial, un indice a partir apartir del cual desanudar —también- sentidos genéricos.

Basta pensar, si no, en lo que puede suceder si alguna Cadete, con doloresmenstruales, no se siente en condiciones de hacer ejercicios iisicos: "el temaest0y indispuesta, no puedo hacer actividadfisica, no existe. N0 vayas ni a decirque no podés hacer actividadjisica. gQué s0n los ovarios? [N0 tenés."’. Estaanulacion de las caracteristicas femeninas discurre ademas por otros carriles:

Cadete: A mi me dejaron presa una vez por llevar la epilady.M: LNo podés depilarte?C: No. Después, maquinitas de afeitar nos dejaron llevar porque ledeciamos: "Lqué hacemos?". Quince dias y ya.te crecieron los pelos."(;Qué hace, usted, L., con la epilady‘?". Yo me la habia llevadocomo algo normal, se supone que voy a estar 15 dias encerrada,voy a salir de pollera.M: LY tenias que salir de pollera con todos los pelos?C: Si, glas veces que tuve que salir asi!

Estas prescripciones pueden leerse entonces como un intento institucionalde limitar aquellos indices sociales del cuerpo y sus signiiicados 0, lo que es lomismo, de "anularlos" en su sentido. El cuerpo femenino -es decir, lascaracteristicas corporales que, en la anatomia de las mujeres, trazan el recorridode la feminidad— es silenciado. El cuerpo de la mujer tiene que ser, al menos entérminos operativos, como el del hombre. O, mejor dicho, ambas anatomias -ladel hombre y la de la mujer- deben conformar cuerpos policiales. Cuerpos, comointento plantear, codiiicados en tomo a un discurso institucional que entiende elejercicio del poder policial como una actuacion de masculinidad.

Retomando lo anteriormente planteado, el cuerpo se transforma asi en elescenario mismo de la separacion entre lo policial y lo civil. Que el pelo seauniversalmente utilizado para la expresion de signiticados culturales, no hace

Mariana Sirimarco

sino porrer de maniiiesto la importancia de la reglamentacion social de la propiaiisicalidad y, por ende, la necesidad de cada grupo social de apropiarse de loscuerpos de sus miembros y de designarlos con atributos particulares.

A Mono DE coNcLUs1oN

El ingreso a la institucion policial pone en marcha una serie demecanismos tendientes a re—ordenar ese cuerpo civil en el pretendido cuerpopolicial. El cuerpo se vuelve entonces un espacio de prescripciones: joven, sano,ni bajo ni gordo, iisonomicamente inmaculado, Hsicamente perfecto, de pelorigurosamente corto o rigurosamente atado, de vestimenta aseada, prolija yur1iforme,2° donde el cabello tiene un limite institucional de crecimiento y unadelimitacion institucional de zonas prohibidas.

Ya Mauss (1979 [1936]) advertia, en un articulo fundador, acerca de lanaturaleza social del cuerpo. Todo cuerpo tisico es, necesariamente, un cuerposocial, en tanto éste no puede manifestarse sino a través de prescripcionesculturales. Desde la manera de llevar el pelo hasta la forma de la nariz,2‘ losmandatos sociales construyen, en mayor o menor medida, la "iisicalidad" de losrasgos corporales. En el contexto policial analizado, las alteraciones del cuerpoy su superticie resefiadas hasta el momento no son sino las modalidades en quelos cuerpos Hsicos son apropiados y transformados en cuerpos sociales. Esto es,en cuerpos reconocidos (avalados) colectivamente (Tumer, 1995).

Valga como ejemplo lo que les sucedia a aquellos Cadetes de la EscuelaVucetich que se pelaban completamente, intentando evadir un corte demasiadodenunciante de la pertenencia institucional. A estos, una vez que el pelo les habiacrecido lo suticiente, el "peluquero" (que también era el que cortaba el pasto),los rapaba completamente en la nuca, pero les dejaba el pelo considerablementemas largo arriba. El “casquito", al revés de lo que contaban los Aspirantes de laEscuela Villar, tenia que ser evidente. La marca institucional -la "marca de lagorra"- no podia evitarse.

Pero esta apropiacion iisica no se reduce tan solo a la imposicion de unsigno institucional -cabell0 o unifomie- sobre la superiicie de los cuerpos. Dehecho, la in-corporacion de esos sigrnos se prolonga hacia ambitos mas profundos.En las mujeres, por ejemplo, el pelo siempre tirante, constantemente aplacadocon gel, era causa de intensos dolores de cabeza y hasta de la caida del cabello.

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En aquellos chicos cuyo vello facial crecia con demasiada rapidez, y que estabanobligados a afeitarse hasta dos veces por dia, la irritacion y las lesiones eranmoneda corriente.

Esta apropiacion de los cuerpos discurre aun por canales mas profundos.En un analisis sobre las milongasu en un Liceo Militar, Lazara pasa revista a lostrastomos de mediano y largo plazo que conllevan no solo los movimientos tisicosreglamentarios pertenecientes a la rutina militar, sino la misma vida dentro delestablecimientoz "desde pérdida de horas de sueno hasta trastornosgastrointestinalesn en los casos menos importantes, hasta problemas muscularesy artriticos como consecuencia de la naturaleza arbitraria y asistematica de esosmovimientos iisicos" (1994:88).

Cadetes, Aspirantes y Liceistas no estaban ajenos a esos y otrospadecimientos, ya se tratara de meniscos rotos por las milongas, de hongos enlos pies por la escasez de tiempo para secarse correctamente una vez finalizadala ducha 0, en el caso de las mujeres, de hongos vaginales a partir de lapropagacion, en un bafio compartido por 50 personas, de un solo caso. Lamanipulacion de los cuerpos de los ingresantes trasciende asi la mera superticie,orientando sus cuerpos no solo a nuevos parametros tisonomicos, sino también,en virtud a un nuevo patron de actitudes y comportamientos corporales,2" a nuevostrastomos y malestares anatomicos.

Tal minuciosidad en la normalizacion de los cuerpos -en su doble sentidode reglados y estandarizados- no habria de sorprender, si acordarnos con Douglasen que el control corporal constituye una expresion del control social: "cuantomas valor conceda un grupo a las restricciones sociales, mayor valor asignaratambién a los simbolos relativos al control c0rporal" (1988:17). En una institucioncomo la policial, cimentada sobre valores tales como la disciplina y la obediencia,cabe esperar entonces una iirme iiscalizacion de sus miembros y sus cuerpos. Elcuerpo policial —cuerpo individual de los policias a la vez que cuerpo social de lainstitucion- debe ser asi un cuerpo uniforrne, disciplinado y docil.

Pero debe ser, sobre todo, un cuerpo alejado de lo civil. Es decir, un cuerpoque ya no pueda reconocer en si aquellas marcas de antafio. Un cuerpo quematerialice -y vivencie- la dinamica de separacion a la que se lo impone:

Mariana Sirimarco

Al punto que cuand0 v0s te encontras en el banc, con tuscompaneras, tenés el r0dete tan estirado, que habia chicas que tenianun0s rul0s impresionantes, y v0s te encontras en el banc, a la horade bafiarte, gy n0 rec0n0cés a tus compafierasl Te miras en el espej0y decis: "ay, gmira el pel0 que tenés!". En serio, no te rec0n0cés de0tra manera. Porque estés tan unif0rrnada..

“N0 te reconocés de 0n-a manera". El cuerp0, desp0jad0 de sus antiguasmarcas, 0 signado por otras nuevas, se recontigura siguiendo 0tr0s parametros, aveces diiiciles de asimilar. En la construccién del sujeto pclicial, el cuerp0 setransforma en el escenario mismo de esa c0nstrucci0n. Marcarlo es de-signarlo,transf0rmarl0 en el s0p0rte id0ne0 para portar el signo del grupo, d0nde el pel0tirantemente rec0gid0 en un rodete, 0 el vivir dentro de r0pa de fajina, puedenser leid0s c0m0 marcas que c0n-signan el ingresante a la institucién policial(Galimberti, 2003).

De l0 que se trata es de la c0nstrucci0n de un cuerpo legizimo, de uncuerp0 atravesado por mandatos institucionales, que es tant0 el simb0l0 comola senal de esa pertenencia. Tal cuerpo legitimo n0 debe entendersenecesariamente c0m0 un cuerpo individual y real, sin0 c0m0 un cuerpoinstitucional, est0 es, como metaforas que ligan los cuerpos de l0s sujetos conel cuerpo p0litic0 (I—l0berman, 1988).

Postular est0 significa rec0n0cer tanto la flexibilidad de las normas c0m0la posibilidad de los individuos de n0 observarlas 0 adecuarse a ellas. L0 centralno se dirime en el plano real de su escrupul0s0 cumplimiento, sin0 en el plan0simb0lic0 al que esas normas aluden. Lejos de importar que algunos ingresantesn0 alcancen la altura minima sugerida 0 superen la edad maxima acordada, l0importante es la existencia misma de es0s limites, el hech0 mismo de suinstauracién, en tanto apuntan a un determinado cuerp0 ideal(izad0) einstitucionalmente avalado.

Mas que degradaciones de un sujeto liminar, 0 separacién de una vidacivil, c0nsider0 entonces que estas prescripciones a las que se somete a losingresantes constituyen, sin dejar de signiiicar t0d0 es0 -0 ademas-, unamanipulacién institucional del cuerpo tendiente a construir un cuerpo policiallegitimo. O, l0 que es l0 mism0, a apropiar l0s cuerpos de l0s ingresantes, paraconvertir es0s cuerp0s civiles en l0s cuerpos fisicos institucionalmente deseados.

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Notas

A tales efectos, el presente urabajo se ha centrado en tres de estas Escuelas iniciales:el Curso Preparatorio para Agentes de la Escuela de Suboticiales y Agentes‘Comisario General Alberto Villar" (Policia Federal Argentina -PFA-), el Curso

para Cadetes de la Escuela de Policia "Juan Vucetich" (Policia de la Provincia deBuenos Aires —PBA-) y el Liceo Policial de esta misma institucion. Estas Escuelas

presentan algunas caracteristicas diferenciales dadas por la pertenencia institucional(Policia Federal Argentina/Policia de la Provincia de Buenos Aires), lascaracteristicas de mando y subordinacion dada por los cuadros (oticiales/suboticiales), o los tiempos de formacion (no mas de 6 meses en la Escuela Villar,contra 2 y 5 afios en la Escuela Vucetich y el Liceo, respectivamente). Sin embargo,presentan asimismo fuertes similitudes en lo relativo a las rutinas de instruccion.Esto puede entenderse claramente si se tiene en cuenta que se ¤·ata de espacios desocializacion de un personal que se encuentra, en ese momento, ingresando a laagencia policial y en los ultimos peldanos, por lo tanto, de la escalajerarquica. Esatendiendo a esta argumentacion que planteo a estos tres ambitos formativos comometodologicamente abordables en un mismo analisis.

Utilizo este término tal como es usado en el contexto policial: para aludir a todosaquellos que no pertenecen a una fuerza de seguridad.

El presente articulo implica, claramente, un recorte en la reflexion acerca de lasmodalidades de sometimiento a la nueva defmicion del cuerpo que plantea laagencia policial. En la construccion de ese cuerpo legitimo institucional, la fuerzapolicial no solo imprime signos institucionales sobre los cuerpos Hsicos de susmiembros. '[`ambién imprime comportamientos. Es decir, defne corporalidades:registros de actuacion de lo corporal que incorporan nuevos emrenamientos ygestualidades. La imposicion de estas corporalidades -disciplina, resistencizumasculinidad- constituyen, de este modo, una nueva construccion del cuerpo: loinvisten de nuevas coordenadas, delineando y avalando una cierta forma de ser yactuar dentro de la agencia policial. Pero tanto como cuerpos fisicos ycorporalidades, la institucion policial construye también un cuerpo moral. Estoes, un colectivo de sentidos, discursos y narrativas que, a la vez que organizanpuntos de vista., delimitan un cuerpo institucional pasible de influir y ser influidopor los cuerpos individuales de sus miembros (Para una mayor profundizacion deestos ejes, ver Sirimarco 2006).

Mariana Sirimarco

Dccreto 1675/80. Rcglamcntacién dc la Lcy de Personal dc la Policia dc laProvincia dc Buenos Aires, art.62.

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m1.60.

an.61.

art.70.

art.83.

art.85.

art.7l.

art.66.

a11.70.

a1·t.74.

art.63.

La mayor parte de la labor policial comprende, de hecho, la realizacion de tareasadministrativas. Esto no impide, sin embargo, la profusion de cortos institucionalesdonde la entrada a la fuerza se "publicita" con abundantes imagenes de ejerciciosde combate, armas y helicopteros de fondo. Del mismo modo que ciertas medidaspoliticas ·a la manera de otro corto institucional— giran en tomo a la donacion denuevo amiamento 0 nuevos patmlleros, insumos indispensables para la "luchaC0nlTa el crimen"

Asi se denomina inforrnalmente, en el ambito de la PFA, a aquellos postulantesque, pese a haber sido admitidos en la Escuela Villar, aun no han comenzado lainstruccion. Lo que sucede generalmente es que cuando un ingresante es admitidoy esta en condiciones de comenzar la instruccion, el Curso se encuentra ya iniciado,por lo que debe esperar hasta el comienzo del proximo. De esta manera, ydependiendo del azar, esta espera puede abarcar desde unos dias a tmos meses. Enese tiempo de espera, los futuros Aspirantes son considerados Personal de Apoyo,aunque intemamente se los conoce como "g0l0ndrinas" o "g0l0ndras", ya que

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"van de aqui para alla", hacia donde se los necesite para realizar distintas tareasdentro de instimciones que tienen que ver con la PFA. En tanto ya se encuentrancobrando un sueldo policial, se los emplea asi en labores de ordenanza,mantenimiento, limpieza general, construccion, pintado de paredes, tareasadministrativas, etc.

El despojo que rige el uso del cabello se extiende a otras esferas. En el ambito delas Escuelas mencionadas, el uso de maquillaje queda terminantemente prohibido.El uso de alhajas corre la misma suerte. Un Aspirante me contaba que “no podésllevar ni cadenas ni relaj, solamente si estas casaa'0 el anilla de matrimanio, 0 siestas c0mpr0metid0 el de c0mpr0mis0. Nada mas. De l0 cantrario te I0secuestran". El ingresante, al igual que el neotito, no tiene derecho a pertenenciasni a simbolos de status (Tumer, 1988). En esa piel limpia de toda marca no-policial,el uso de tatuajes también esta vedado. Una Cadete de la Escuela Vucetich mecomentaba el caso de una companera suya, que habia pasado las revisacionesmédicas sin que le descubrieran un tatuaje que tenia en el tobillo. Una vez admitida,fue obligada a operarselo para poder continuar la instruccion.

Esta acepcion es retomada por Tumer (1995) en su analisis de los Kayapo. Unaformulacion similar puede encontrarse asimismo en Taussig (1995), esta vez enrelacion a los organos genitales y el cabello facial. Al postular una oposicionsimétrica Entre la cara y los genitales, de la que la primera es la conlraparte publicade los segundos, la barba funcionaria como una mascara de lo sexual, una alusionabiertamente expuesta de aquello que se mantiene oculto.

La argumentacion de Hallpike, senalan algunos autores, no invalida la tesis deLeach, sino que es subsumida por ésta, en tanto "el control de la sexualidad estanto el simbolo como la llave hacia el control social" (Mageo, 1994:422). Eneste sentido, se trata siempre de un individuo, tomado como ser social o sexual,que se encuentra bajo el control de la sociedad, control que es sirnbolizado en eltratamiento restricto del pelo (Hershman, 1974).

Si el cuerpo no es solo lo anatomico, sino también aquellas marcas -cosméticas,estéticas o de indumentaria- que, unidas a él, contribuyen a conformarlo, entoncesel unifomie es otra de las esferas en que la institucion consu·uye ese nuevo cuerpopolicial. Sin embargo, por razones de espacio, se dejara aqui de lado el analisisdel uniforme policial qua piel social de signos y signjiicados que representan alindividuo institucionalmente socializado (Tumer, 1995).

Mariana Sirimarco

En un intcrcsantc articulo, Nader (1999) llama la atcncién sobre una précticaHccuentc a la que se someten las mujeres: la cirugia estética (més de urn millén demujeres en EE.UU. tienen implantes de siliconas en los senos, el 80 % de ellospara aumentar su tamaio). Esta imervencién sobre el cuerpo de la mujer, que esconsiderada una practica voluntaria e individual esconde, en realidad, laconstruccién social del cuerpo femenino, que expone los cuerpos reales de lasmujeres a un ideal de mujer deseable.

Se trata de practicas que, aunque no cotidianas, son si habituales en los contextcsde formacién analizados. Conocidas como bailes 0 milorzgas, comprenden unabateria de rutinas Hsicas en extenuante concatenacién: ccrrer, saltar, agacharse,tirarse al suelo, arrastrarse y volver a correr.

Una Cadeta de la Escuela Vucetich recuerda un caso de intoxicacién por comidaen mal estad0: "n0s dieron un veranc comida en mal estado. El pescado estabap0drid0, digamos. Y0 n0 c0mi, fui una de las que no c0mL justamente porque elpescado no me gusm. Me salvé. Pero mis compaheras, habia una que sedesmayaba. N0 sabés la intoxicacién que tenia". Sin llegar a casos tan extremes,la alimentacién a la que estan sometidos los ingresantes intemados resultaBancamente deticiente para personas tan exigidas fisicamente. La misma Cadeteque me relataba el caso de intoxicacion me detallaba el menu de la Escuela: a las6am, té o mate cocido con pan (mermelada solo en los buenos tiempos). El almuerzoy la cena giraban en tomo a variaciones de fideos, arroz o algun Uozo de came.Verduras casi nunca, salvo las honrosas excepciones de "tarta de acelga conchinches". Huelga decirlo, cualquier comida o tentempié por propia voluntadquedaba terminantemente prohibido. El hambre a veces era tal, que las Cadetessolian guardar el pan de las comidas para tostarlo, a la noche y a escondidas,sobre el calefaetor de la Compania.

Fecha de aceptacionz 16/08/2006Fecha de recepcionz 2/12/2005

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