EN BUSCA DEL JESÚS HISTÓRICO
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EN BUSCA DEL JESÚS HISTÓRICO
I.- INTRODUCCIÓN
Desde los mismos comienzos del Cristianismo sintieron los seguidores de Jesús
el deseo de conocer los detalles de su vida personal, las anécdotas de su infancia, su
realidad como hombre. Por lo que podemos saber por los Evangelios, Jesús no fue
nunca pródigo en hablar de su vida personal y familiar. Pronto después de su muerte
se fueron extendiendo relatos apócrifos sobre las supuestas maravillas que realizó en
su infancia y muchas particularidades de su modo de venir al mundo; de todo ello dan
abundantes ejemplos los posteriores Evangelios apócrifos, con relatos increíbles
inspirados por una creatividad infantil de sus redactores, pero que para muchos llenaban
las lagunas de su conocimiento en cuanto a la vida personal de su Maestro. Y este
empeño creativo no sólo se extendió a su imaginada infancia, sino también a supuestos
sucesos ocurridos tras su muerte. No hay más que citar el enorme éxito que tuvo
durante la Edad Media la Leyenda Dorada sobre María Magdalena. Una leyenda que
en el siglo XIII pondría por escrito JACOBO DE LA VORAGINE, y en la que aparece
María como esposa en secreto de Jesús, llegada milagrosamente en una barca hasta
las costas de Marsella, embarazada de una niña portadora de la sangre de Maestro.
Todavía hoy se adora a María Magdalena supuestamente enterrada en la iglesia de
Viezelay. De estos imaginativos relatos se derivarían después los relatos de Santo Grial
(María Magdalena) portador de la Sangre de Cristo (su hija), de la que pretende ser
heredera la casa real francesa.
En los últimos tres siglos se ha hecho un estudio exhaustivo de los libros de la
Biblia, historiográfico, filológico, del significado de sus mitos, etc., renaciendo de nuevo
el interés por conocer al Jesús histórico, separándolo en lo posible del Cristo. Éste se
distingue del primero en que es fruto de la elaboración teológica de la figura del primero,
en un afán de dar sentido a su vida y muerte. Fue fruto en su inicio de un esfuerzo de
comprender lo que parecía incomprensible, el poder conciliar un fin tan terrible de un
hombre en el que Dios se había encarnado. Las circunstancias aflictivas por las que
pasaron los discípulos dieron lugar a la aparición de episodios repetidos de éxtasis o
2
estados no ordinarios de conciencia de los que nos hablan los Hechos de los Apóstoles,
y que llegaron a su extremo en el éxtasis colectivo del día de Pentecostés.
Para que podamos comprender mejor lo que queremos decir al hablar de Cristo,
distinguiéndolo del Jesús histórico, lo explicaré con un ejemplo. Los escritos cristianos
más antiguos son las cartas de S. Pablo, escritas, las auténticas, alrededor del año 50;
en ellas se expone la divinidad de Cristo en el momento de su muerte; de la vida
concreta de Jesús apenas se dice nada, ya que S. Pablo nunca lo conoció
personalmente. Más adelante, más allá del año 70?, el primero de los Evangelios
Sinópticos, el de S. Marcos, se inicia con el bautismo de Jesús en el que Dios Padre,
desde lo alto, señala a Jesús como su Hijo Bienamado. Siguieron después los
Evangelios de San Mateo y S. Lucas; en ellos se retrotrae la divinidad de Jesús al
momento de su concepción virginal por María. Finalmente, será a finales del siglo I
cuando otro Evangelio, el de S. Juan, mostrará a Cristo preexistiendo antes de la
Encarnación en el Cielo como la Segunda Persona de la Trinidad, como el Logos de
Dios.
Vemos aquí claramente como Cristo es fruto de un progresivo camino de
comprensión de Jesús, del resultado de buscarle un sentido, finalidad y, sobre todo,
trascendencia a su figura. La aceptación final del Misterio de la Trinidad no tuvo lugar
hasta el Concilio de Nicea-Constantinopla del año 325. Anotemos también otro detalle:
En la redacción de la profesión de Fe Católica, el Credo, se habla de la Concepción de
en María y de la Pasión y Muerte, pero no de la vida de Jesús; en su redacción
predominó ante todo la figura de Cristo, no la de Jesús.
Pero volvamos al Jesús histórico, ¿cómo podríamos llegar a él? ¿En qué idioma
habló? En tiempos más modernos, la búsqueda del Jesús histórico empezó con
HERMANN SAMUEL REIMAN (1694-1768) que, estudiando a fondo el Nuevo
Testamento, señaló que había que distinguir entre las palabras dichas realmente por
Jesús de aquellas puestas en su boca por los Evangelistas. Siguieron otros estudios
como el de THOMAS JEFFERSON (1743-1826) en su obra The Life and Moral of Jesus
of Nazareth. Vino después la monumental obra de DAVID FRIEDRICH STRAUSS, La
vida de Jesús examinada críticamente, publicada en 1835 y que le costó su puesto en
la Universidad de Tubinga. Se hizo hincapié en la distinción entre el Jesús histórico,
perceptible sobre todo en los tres primeros Evangelios, y el Cristo de la fe, manifestado
preferentemente en el cuarto Evangelio.
En cuanto al idioma en que habló, probablemente lo hizo en arameo, que era el
idioma común del Israel de entonces, por lo menos al hablar a las gentes sencillas. En
cambio, el Nuevo Testamento fue escrito en griego, por lo que, en principio, sus palabras
tendrían que ser traducidas a este idioma. Cabe también la posibilidad de que Jesús
3
conociese el griego, ya que en aquella época Galilea estaba culturalmente muy
influenciada por el helenismo y Él hubiese utilizado ese idioma al hablar a los oyentes
más cultos.
En la siguiente tabla se expone un resumen histórico de la época1
Emperadores romanos
Sumos
sacerdotes
Dirigentes de Palestina
Hechos
Augusto
30 a.C-14 d.C
Herodes el Grande
37-4 a.C
Nace Jesús hacia el 6 a.C. Revueltas tras morir Herodes el Grande. Roma divide el país entre tres de sus hijos
Anás
6-15 d.C
Judea Galilea Este-Noreste de Galilea
Derrocamiento de Arquelao (6 d.C), Judea es dirigida directamente por Roma como una provincia. Censo de Quirino. Revuelta de Judas el Galileo. Incidentes al comienzo del gobierno de Pilato. Por el 28 d.C Jesús inicia su predicación y es ejecutado Juan el Bautista. Se crucifica a Jesús alrededor de los años 30 a 33. Año 36/37, a causa de la represión de los Samaritanos, Pilatos es enviado a Roma por Vitelo, legado de Siria. Por el año 36 muerte de Esteban y conversión de Pablo.
Arquelao 4 a.C-6 d.C
Herodes Antipas, Tetrarca de
Galilea y Transjordania 4 a.C-39 d.C
Filipo, Tetrarca de Iturea
y Tracónide 4 a.C-34 d.C
Gobernadores romanos Coponio 6-9 d.C
Tiberio
14-37 d.C
Caifás, yerno de Anás
18-36 d.C
Valerio Grato
15-26 d. C
Poncio Pilato
26-36 d.C
1 RAIMOND BROWN. Introducción al Nuevo Testamento. Ed. Trotta.2002
4
Calígula 37-41
Jonatán (hijo de Anás)
(37) Teófilo
(hijo de Anás) (37-41)
Marcelo (36-37)
Marulo (37-41)
Calígula da el poder en esta
región a Herodes Agripa
(39)
Calígula da el poder en esta región a
Herodes Agripa (37)
-38. Agripa I llega a Palestina desde Roma. Alejandría, revuelta antijudía. -39. Pablo huye de Damasco. El legado de Siria, Petronio, interrumpe la colocación de una estatua de Calígula en el Templo, ante la muerte del emperador
Claudio
(41-54)
Entrega de Judea a Herodes Agripa I
(41)
-Ejecución de Santiago, hermano de Juan; detención de Pedro por Agripa I, pero se escapa. Pablo en Tarso (41-44)
Herodes Agripa reunifica bajo su mandato el territorio que gobernó Herodes el Grande
2º mandato directo romano (prefectos o procuradores (44-66), en toda Palestina
Galilea y Judea
-Fado decapita al “profeta” Teudas (45). -Hambruna durante el reinado de Claudio 845-48). -Tiberio Alejandro crucifica a dos hijos de Judas, el galileo. -Pablo llega a Antioquía en siria: primer viaje misional (46-49). -Insurrecciones en Jerusalén y Samaría durante la prefectura de Cumano. -Concilio de Jerusalén: encuentro de Santiago, Pedro y Pablo (49). -Segundo viaje misional de Pablo (50-52). -Composición del Evangelio de Tomás-1 (51?)
Cuspio Fado (44-46)
Tiberio Alejandro (46-48)
Cumano (48-52)
5
Nerón (54-68)
Galba, Otón y Vitelio (68-69). Accede al trono de Roma la familia Flavia
Ananías (47-59)
Anano II,
hijo de Anás (62)
Años 66-70), guerra judeo- Agripa II sigue romana, dirigida por fiel a los Vespasiano, y luego por su romanos Hijo Tito
-Tercer viaje de Pablo (54-58)
-Insurrecciones antirromanas.
-Prisión de Pablo en Cesárea (58-60) --Agripa II envía a Pablo a Roma. -Anano II condena a Santiago, el hermano del Señor. -Incendio de Roma (64). Persecución de los cristianos. Pedro y Pablo condenados a muerte. -Año 66. Estalla la revuelta contra Roma y la toma de Jerusalén por los rebeldes
La antigüedad del idioma arameo es de al menos 3000 años. Su nombre deriva
de la palabra hebrea מרא que quiere indicar “de la tierra de Aram. Se extendió por ,י
todo el Oriente Próximo, convirtiéndose en la lengua franca de un territorio que se
extendía desde Egipto hasta Afganistán. Y así persistió hasta que, con el triunfo del
Islam, fue desplazado por el árabe, aunque persiste en la actualidad. Se cree que hay
todavía unos 400.000 hablantes en esta lengua. Algunos libros de la Biblia, en su
versión original, fueron escritos en arameo: el Libro de Daniel y el Libro de Esdras.
También es el idioma principal del Talmud judío. Esta lengua queda incluida dentro del
grupo de lenguas semíticas cananeas. En el año 142 a. C., reinando los Asmoneos, se
convirtió en la lengua oficial de Judea.
Pero, cualquiera que fuera la lengua empleada por Jesús, no dejó nada escrito,
su predicación fue exclusivamente oral. Tras su muerte, la transmisión de su doctrina,
el recuerdo de pasajes de su vida fueron transmitidos, como era lo habitual entonces,
de boca en boca, con las inevitables modificaciones y agregados que tienen lugar en
este tipo de transmisión. Es innegable que hubieran de ponerse por escrito algunas
frases o sentencias que se estimaban más importantes, sobre todo aquellas más
impactantes y más fáciles de recordar. Hasta muy recientemente, como luego indicaré,
no hemos dispuestos de ningún documento escrito que glosara estas listas de dichos.
6
Los Evangelios Sinópticos (Marcos, Mateo y Lucas), los que pueden darnos más luz
sobre el Jesús histórico, fueron escritos ya casi cincuenta años después de su muerte
Al examinar estos Evangelios, pronto se vio que había muchos pasajes de Mateo
y Lucas que eran similares o casi idénticos a otros de Marcos, con lo que quedó claro
que este Evangelio, escrito primeramente, fue una fuente importante de información
para los otros dos. Las coincidencias entre los Evangelios de Mateo y Lucas van desde
el comienzo del Evangelio de Marcos hasta su fin; el 90% de Marcos es reproducido por
Mateo y el 50% por Lucas; para los sucesos comunes suelen emplear palabras
similares. Veamos un ejemplo en el cuadro 1.
Quedaban no obstante muchos pasajes comunes de Mateo y Lucas que no se
encontraban en S. Marcos; entonces todos los estudiosos pensaron en la existencia por
entonces de una lista de dichos que pudo estar a disposición de los redactores de Mateo
y Lucas, pero perdida para nosotros; a esta fuente se la llamó “fuente Q”. Hay entre
220 y 235 versos que pueden atribuirse a esta fuente, pero ello no es base suficiente
para conocer la extensión real que tuvo este documento Q; podrían también existir en
él componentes no recogidos por los textos canónicos2. Tengamos en cuenta, en
relación ello, que no todo el Evangelio de Marcos se tomó para confeccionar Mateo y
Lucas: el primero omite el 80% y el segundo el 32 %; si no hubiéramos conocido el
Evangelio de Marcos y tuviéramos que conocer su contenido a partir de los otros dos
2 BRADHEAD. “The Extent of the Sayings Tradition”, en A. Lindemann, (ed.), The Sayings Source Q and the Historical Jesus, Leuven University Press, Lovaina 2001, 719-20. Cf. “On the (Mis)Definition of Q”, JSNT 68 (1997), 3-12.
7
evangelios, se nos pasarían por alto partes sustanciales. Con el documento Q podría
haber pasado lo mismo.
Además, existen algunos fragmentos que son exclusivos de cada uno de estos
Evangelios: son las fuentes llamadas “M” para el Evangelio de Mateo y “L” para el de
Lucas. De estas dos últimas fuentes proceden parábolas tan importantes como la del
Buen Samaritano (L), del Hijo Pródigo (L), la de los Trabajadores de la Viña (M), la del
Tesoro (M) y la de la Perla (M). En cuanto a las dos últimas parábolas citadas se les
han encontrado un paralelo en el recién descubierto Evangelio de Tomás.
En el Cuadro 2 se exponen esquemáticamente todas las fuentes que han servido
para confeccionar los Evangelios de Mateo y Lucas. Paralelo a estos dos habría que
colocar al Evangelio de Tomás-2, recientemente descubierto en el año 1945 en la
localidad de Nag Hammadi en Egipto. Como indicaré más adelante, este Evangelio tuvo
su redacción final por un autor gnóstico hacia el año 150 d. C, pero se basaba en
materiales más primitivos, contemporáneos del Documento Q, y que han venido en
llamarse Tomás-1.
9
II.-LA FUENTE Q
Dentro de los Evangelios de Mateo y Lucas existen unos doscientos versos muy
semejantes entre sí, pero que no se encuentran en Marcos. Estos procederían, como
se ha indicado, de una hipotética fuente “Q” (de quelle = “fuente” en alemán). Aunque
no todo el mundo aceptó en principio esta hipótesis con el argumento de que no se
conocía que hubiese existido nunca un Evangelio a base de dichos. Pero el
descubrimiento reciente del Evangelio de Tomas, con más de un centenar de sentencias
sucesivas sin armazón argumental deshace el argumento. Un ejemplo de esta
coincidencia de Mateo y Lucas a partir de la fuente “Q” es el siguiente cuadro 3. Por lo
demás, cada evangelista coloca los fragmentos de este origen según su propio criterio
al ordenarlos dentro del relato general.
La mayoría de los autores no duda de su existencia y de que fue escrita en
griego. Se piensa que Lucas es algo más fiel a la fuente Q que Mateo, y a ello se debe
que cuando se cita algún párrafo de Q se refiera al orden marcado por Lucas. Así que
cuando indicamos Q XI, 14-52, nos estamos refiriendo también a Lucas XI, 14-52. Mateo
ordena a menudo de forma propia los textos de Q, variando su secuencia, pero cambia
menos el texto original.
10
Hay otras
pequeñas
diferencias entre
Mateo y Lucas; el
primero, cuando hay
superposición de
relatos entre Marcos
y Q, los fusiona,
mientras que Lucas
prefiere la versión Q.
Ocurre, pues, que sí
hay dos fuentes de
un mismo suceso,
Mateo los fusiona y
Lucas los duplica.
Por ej., en Mateo X,
1-42 se da un único
relato del envío de
los Apóstoles por
Jesús en misión;
esto lo cuenta Lucas
por dos veces: en IX,
1-6 y en X, 1-16.
Mateo da un solo
discurso de carácter
escatológico en
XXIV, 1-31, mientras
que Lucas ofrece dos en XVII, 22-37 y en XXI, 5-36.
Existe el curioso fenómeno de los dobletes en los Evangelios de Mateo o Lucas;
se trata de la repetición de un mismo suceso o dicho; en uno de ellos se aprecia la
dependencia de Marcos, el otro procede de otra fuente. Como ejemplo, veamos:
Marcos VIII, 35
“Pues quien quiera salvar su vida, la perderá, y quien pierda la vida por mí y el
Evangelio, ése la salvará”
Mateo XVI, 25
11
“Pues el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí,
la hallará “.
Mateo X, 39
“El que halla su vida, la perderá, y el que la perdiere por amor de mí, la hallará”
Lucas IX, 24
“Pues quien quisiere salvar su vida, la perderá; pero quien perdiere su vida por
amor de mí, la salvará”
Lucas XVII, 33
“El que busque guardar su vida, la perderá, y el que la perdiere, la conservará”
¿El documento Q fue oral o escrito?
Aunque en un comienzo tuvo que ser necesariamente oral, hay motivos para
deducir que finalmente fue escrito por las siguientes razones:
a) La existencia de concordancias verbales. Cuantas más se encuentren más
probable es la existencia de una fuente escrita. Y son frecuentes en Mateo y
Lucas (Mt 3,7-10 = Lc 3,7-9; Mt 7,7-11 = Lc 7,24-28; Mt 11,4-6 = Lc 7,22-23;
Mt 11,21-23 = Lc 10,13-15; Mt 12,43-45 = Lc 11,24-26; Mt 24,43-45 = Lc
12,39-40; Mt 24,45-51 = Lc 12,42-46).
b) Construcciones gramaticales y frases características. Su presencia descarta
el origen oral, pues éste termina por sustituirlas por frases y construcciones
habituales. Ejemplos de ellas son "Entre los nacidos de mujer” (Q VII, 28);
“No soy digno” (Q VII, 6); “Dilo de palabra” (Q VII, 7).
c) La constancia de un orden dentro de los Evangelios de Mateo y Lucas,
sugerentes del orden que presentaría la fuente escrita.
d) La existencia de unidades complejas en la redacción cuya agrupación obliga
a pensar en una fuente escrita. Ejemplo: La semejanza de Lucas XI, 14-23
con Mateo XII, 22-30; la de Lucas XI, 24-25 con Mateo XII, 43-45.
¿Fue escrito en griego?
La mayoría de los que se han dedicado a su estudio piensan que así fue, entre
ellos KLOPPENBORG y KÖESTER3, debido a las coincidencias verbales que no
hubieran sido tantas si cada evangelista hubiera traducido por su cuenta del arameo,
coincidencias que también se dan para palabras griegas poco frecuentes.
3 H. KOESTER, Ancient Christian Gospels- Their History and Development, SCM-Trinity Press, Londres-Filadelfia 1990, 128-171. J.S. KLOPPENBORG, The Formation of Q. Trajectories in Ancient Wisdom, Fortress, Philadelphia 1987, p. 92.
12
¿Cuál sería el orden en que fue escrito Q?
Se piensa por la mayoría que fue semejante al que sigue Lucas, pues éste
mantiene también el orden de Marcos mejor que Mateo. Claro que si coinciden Mateo y
Lucas en la forma de enumerar los sucesos, más probable es que siguiera el mismo
orden.
Naturaleza de Q
El contenido del mismo, conseguido a partir de los fragmentos comunes de
Mateo y Lucas que no depende de Marcos, es un conjunto formado por palabras y
parábolas de Jesús, sin apenas narraciones, que no dice nada de la Pasión y con una
base sapiencial predominante. El único escrito semejante a él es el Evangelio de
Tomás, que en su forma original, Tomás-1, sería contemporáneo. La tradición de dichos
sapienciales es antiquísima, y ahí están los libros del Antiguo Testamento de este
carácter, los originados en el Egipto Antiguo y en los posteriores de Tomás y en el
tratado Pirqei Abot de la Misná judía4. También llama la atención la existencia de una
escatología inmediata, el fin del mundo y la 2ª venida de Cristo, colocando a los primeros
cristianos en una situación de interinidad que relativizaba las cosas del mundo.
Se ha dicho que este documento presenta una baja cristología, cosa natural dada
su antigüedad, ya que no había transcurrido el suficiente tiempo para desarrollar una
teología. No obstante, no presenta a Jesús precisamente en una apreciación baja; al
contrario, Él bautiza con el Espíritu Santo (Q III, 16-17; VII, 18-23); es el Hijo del hombre
que volverá como juez (Q XVII, 23-27 y 30-37); supera a Jonás y Salomón; a quien todo
se le ha dado y el único que conoce al Padre (Q X, 22). Se le coloca por delante de la
propia familia (Q XIV, 26-27). Jesús responde a la pregunta del Bautista: “¿Eres tú el
que ha de venir?” con una respuesta afirmativa y que está referida al pasaje de Isaías
XXXV, 5-6, y Daniel XI, 1-3. Hay también una elaborada cristología lo que se dice en Q
XXII, 28-30, hablando de que sus discípulos se sentarán con Jesús en el reino como
jueces.
También se aprecia en Q un nivel escatológico en su doctrina. Así se comprueba
en Q XII, 35-40: “Tened ceñidos vuestros lomos y encendidas las lámparas, y sed como
hombres que esperan a su amo de vuelta de las bodas, para que, al llegar él y llamar,
al instante le abran. Dichosos los siervos aquellos a quienes el amo hallare en vela; en
verdad os digo que se ceñirá, y los sentará a la mesa y se prestará servirlos. Ya llegue
4 J.M. ROBINSON, “logoi sophon. On the Gattung of Q”, en H. Koester y J.M. Robinson, Trajectories through Early Christianity, Fortress, Filadelpia 1971. El Pirqe Abot, que en español significa “Los capítulos de los Padres”, es una colección de dichos y sentencias de los sabios de Israel.
13
a la segunda vigilia, ya a la tercera, si los encontrare así, dichosos ellos. Vosotros sabéis
bien que, si el amo de casa conociera a qué hora habría de venir el ladrón, velaría y no
dejaría horadar su casa. Estad, pues, prontos, porque a la hora que menos penséis,
vendrá el Hijo del hombre”. Y en Q XIII, 34-35 y en Q XII, 42.
Han surgido discrepancias y dudas sobre si lo rescatado del Documento Q es su
totalidad o casi, o bien era más extenso y se han perdido partes importantes del mismo.
Tiene importancia por el hecho de que lo recuperado no habla para nada de la Pasión,
y de aquí que haya habido autores, principalmente KLOPPENBORG en su libro La
formación de Q, escrito en 1987, que han pensado que la comunidad que había detrás
de Q tenía una teología muy diferente de la que tenía Pablo, pero es algo imposible de
aclarar definitivamente por la pérdida del original de Q, y lo que importa aquí es más
que no existan discrepancias con las demás fuentes.
El título que aparece más veces en el Documento Q es el de Hijo del hombre.
Así aparece en Q VI, 22, cuando las Bienaventuranzas: “Bienaventurados seréis
cuando, aborreciéndoos los hombres, os excomulguen, y maldigan, y proscriban vuestro
nombre como malo por amor del Hijo del hombre”. Y también en otros puntos del
Documento Q: Q VII, 34; Q IX, 57-58; Q XI, 29 ss.; Q XII, 40; Q 17, 22 ss.
Este título no indica simplemente “hombre” o “yo mismo”, como han indicado
algunos, sino que su sentido ya viene prefigurado con mucha anterioridad por el profeta
Daniel (VII, 13-14): “…y vi venir sobre las nubes del cielo a un como Hijo de hombre,
que se llegó al anciano de muchos días y fue presentado ante éste. Fuele dado el
señorío, la gloria y el imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron, y su
dominio es dominio eterno, que no acabará, y su imperio, imperio que nunca
desaparecerá”.
En otros libros judíos aparece la figura del Hijo del hombre. Así, en el Libro IV de
Esdrás aparece volando sobre las nubes del cielo (4 Esdras XIII, 3), o aniquilando con
su aliento al enemigo (4 Esdras XIII, 8 ss); aquel al que Dios llama “su hijo” (4 Esdras
XIII, 32,37,52), etc.
A partir de lo que se acaba de decir no se pueden suscribir afirmaciones como
las de MACK5 de que el cristianismo es una religión contraria al Jesús histórico,
contraponiendo Q al resto de los Evangelios. Pero es que no se pueden contraponer
Q y Marcos en cuanto a antigüedad, ya que no sabemos cuál es anterior, quizá fueron
contemporáneos, puede incluso que hubiera una fuente común para ambos, que
explicarían los solapamientos en los Evangelios de Mateo y Lucas.
5 B. L. MACK, THE LOST GOSPEL: the Book of Q and Christian Origins, San Francisco 1993.
14
En este Documento Jesús se atribuye el calificativo de Siervo (Q XXII,27 y Q
XIV,6-24) que, aparte de su connotación evidente de haber venido a servir y no a ser
servido, guarda también una importante relación con el Siervo del Libro profético de
Isaías6. Su muerte suponía sacrificio y redención para los malvados7, y ya había sido
identificado con el Mesías. El hecho de que la profecía de Isaías fuera muy anterior a
Jesús, dio lugar a que existieron antes de Él interpretaciones sobre el sentido de la
misma. El libro de Enoc etíope lo identifica con el Hijo del hombre, que sería el justo,
el elegido y la luz de las naciones. La literatura rabínica posterior lo identifica con el
Mesías en el libro del Targum de Isaías8, en el Midrash sobre las Lamentaciones, al
referirse al Salmo XI. Esta imagen de mesías sufriente, humilde, justo y que muere por
la expiación de los pecados de otros aparece también en otros textos del Nuevo
Testamento (Hebreos, IX, 11-15; 1ª Pedro I,18-19; Romanos IV,25; 2ª Corintios V,21…).
En el Documento Q se muestra que Jesús, mientras vivía, ya se identificaba con esa
imagen, se consideraba el Siervo de Isaías.
Otro título a considerar en el Documento Q para Jesús es el de Hijo de Dios. Así
aparece indicado en Q X,21-22: ”En aquella hora se sintió inundado de gozo en el
Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños. Sí, Padre,
porque tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mí Padre, y nadie
conoce quién es el Hijo sino el Padre, y quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el
Hijo quisiera revelárselo”. Y lo expresa con completa exclusividad. Y se remarca de
nuevo en Q XXII, 29: “…y yo dispongo del reino en favor vuestro, como mi Padre ha
dispuesto de él en favor mío”.
Relacionado con el título anterior está el de Señor. El Documento Q lo indica en
varias ocasiones: Q IX, 59-61, Q XII, 35-38; QXIX,12-26. Ya el Libro de Daniel llamaba
“Señor” refiriéndose a Dios, “mare malkim = Señor de los reyes” (Daniel, II, 47), “mare
shamaia = Señor del cielo” (Daniel, V, 23). El Documento Q utiliza “Señor” para referirse
a Dios, pero también a Jesús.
El hecho de que no se haya conservado el Documento Q hace que lo que
podamos deducir de él sea necesariamente incompleto y no podamos extraer
conclusiones totalmente válidas sobre la teología subyacente. Por ej., la circunstancia
de que en lo que conocemos de él no se encuentre ninguna alusión sobre la Pasión y
6 ISAÍAS, XLII,1-4; XLIX,1-7; L, 4-11; LII,13-14; LIII,10-12. 7 G. H. DIX, «The Messiah ben Joseph» en JTS, 27, 1926, pgs. 136 ss; W. D. Davies, Paul and Rabbinic Judaism, Londres, 1948, pgs. 247 ss. 8P. HUMBERT, «Le Messie dans le Targoum des prophètes» en Revue de Théologie et Philosophie, 43, 1911, pgs. 5 ss
15
Resurrección de Jesús no debe llevarnos a pensar que la comunidad que utilizaba este
documento de dichos ignorara estos hechos.
¿Qué nombre deberíamos dar a Q? ¿Documento, Evangelio? Es algo opcional,
aunque los últimos años han cambiado las posturas. Se pensó que el iniciador del
género Evangelio fue Marcos, pero el reciente descubrimiento del Evangelio de Tomas,
que es una recopilación de dichos y sentencias, hace que quizá lo más adecuado sería
adoptar el nombre de Evangelio de dichos Q. Éste sería semejante al de Tomás.
En el año 2000, el estudio minucioso de Mateo y Lucas, eliminando las posibles
alteraciones del texto primitivo por éstos, ha permitido, tras un esfuerzo editorial de 20
años, que se haya publicado una versión crítica del Evangelio Q por J.M. ROBINSON,
F.HOFFMANN Y J.S. KLOPPENBORG9. Uno vez reconstruido este hipotético
evangelio se ha querido estudiar las posibles etapas en su redacción, trabajo sustentado
por bases muy endebles. KLOPPENBORG aborda este vidrioso tema, distinguiendo
distintos pasos en su composición:
a) Fase Q1: sería un estrato puramente sapiencial, de carácter contracultural,
ya que Jesús cuestiona los valores tradicionales. Expresa concepciones
sobre el mundo y la humanidad que son profundamente ahistóricas10 y
producto de la experiencia.
b) Fase Q2: es la parte que anuncia un juicio en un tiempo inminente. Su
naturaleza más que sapiencial es profética; indica una pronta intervención
divina en el mundo, y sirve de consuelo a los miembros de la comunidad de
seguidores del Maestro. Al conjuntarse esta fase con la anterior aparecen
unas “chreías” o anécdotas semejantes al Pirqei Abot de la Misná.
c) Fase Q3: es la parte de las tentaciones, un claro añadido posterior, y algún
dicho sobre la validez de la Ley (XI, 42 y XVI, 17).
El Jesús histórico entrevisto en el Evangelio Q
Se supone que es la fuente más útil para conocer al Jesús histórico. Ésta es la
opinión del Jesus Seminar como se verá después, por considerarlo el documento más
antiguo y más cercano a la predicación de Jesús. Hay, con todo, una cierta obsesión
de ciertos autores (el más destacado MACK) en crear una contraposición del Evangelio
Q y los Evangelios canónicos, y por tanto entre éstos y el Jesús histórico.
9 J.M. ROBINSON, – P. HOFFMANN – J.S. KLOPPENBORG , The Critical Edition of Q : Synopsis including the Gospels of Matthew and Luke, Mark and Thomas with English, German and French Translations of Q and Thomas, Peeters, Lovaina 2000. 10 En el sentido de su carácter permanente, no dependientes de las circunstancias históricas de cada momento
16
KLOPPENBORG da una opinión menos extremista que la de MACK pero cogida por los
pelos a partir de hipótesis sobre una comunidad específica que usaría el Evangelio Q y
distinta de la que utilizó los Evangelio sinópticos.
Su redacción debió de producirse antes del año 70, quizá alrededor del 55, y
posiblemente en Galilea, pues los lugares que cita son todos de Galilea excepto
Jerusalén. Al contrario de los Ev. de Mateo y Tomás que parecen proceder de Siria.
En el Apéndice I, al final de este trabajo, está reproducida la aproximación
conseguida respecto a este Documento o Evangelio Q.
…………………………………….
A continuación, antes de estudiar la fuente más recientemente encontrada, El
Evangelio de Tomás, es imprescindible tener una idea de lo que constituyó el
movimiento gnóstico. Sin su conocimiento será imposible comprender este Evangelio.
17
III.-EL GNOSTICISMO11
Es extraordinariamente difícil exponer lo que se ha venido en llamar gnosticismo
de una forma sencilla y clara, asequible a los que no están especializados en esos
temas. No se trata de una religión en sí, ni un movimiento teológico y cosmológico que
esté perfectamente definido y con características perfectamente separables del resto de
las formas de pensamiento y
creencias de su tiempo. Es
un conjunto de tendencias,
con algunas características
comunes, en las que llama la
atención su sincretismo, en
las que casi todo tiene cabida.
Nacido en el siglo I, alcanzó
su mayor difusión en el siglo II
d.C, bien que se le pueden
encontrar antecedentes antes
de estas fechas.
La palabra Gnosis
significa etimológicamente
conocimiento, derivada del
verbo griego gignosko =
conocer. Éste es su sentido
general, pero más
específicamente indica
conocimiento acerca de Dios.
En su uso en los primeros siglos se refería a un conocimiento de la realidad divina de
carácter superior, propio de iniciados, distinto por tanto al saber ordinario de los
creyentes sencillos. Desde el punto de vista sociológico los gnósticos representaban
una minoría de carácter elitista distinguible por su conocimiento superior. Hay que
11 ANTONIO PIÑERO, JOSÉ MONSERRAT TORRENTS, FRANCISCO GARCÍA BAZÁN. Textos gnósticos. La biblioteca de Nag Hammadi”.Editorial Trotta, 1997. Madrid.
18
recordar que, en aquellas épocas, el auténtico conocimiento, el que podría llamarse de
alto nivel, era el de carácter religioso. En su conjunto el gnosticismo se podría
comparar con situaciones semejantes en otras culturas, como es el caso de la que dio
lugar a los textos Upanishadas en la India o el de los sufíes dentro del islamismo.
Los textos gnósticos no son uniformes, se podría decir que cada uno tiene su
propia versión de la Divinidad y de la génesis del Cosmos. Sin embargo, tienen una
serie de puntos comunes que los hacen discernibles como un todo. En el año 1966 se
reunió un simposio en Mesina para establecer entre los estudiosos cuales podrían ser
estas características que permitieron a un texto ser clasificado como gnóstico.
Hace no muchos años, las fuentes que teníamos acerca de estas corrientes
heréticas dentro del cristianismo (aunque puede también hablarse de un gnosticismo
judío) eran de tipo indirecto, procedentes de algunos padres de la Iglesia en que citaban
algunos fragmentos o hablaban de algunas de sus doctrinas con el fin de refutarlas.
Pero los hallazgos de los manuscritos de Nag Hammadi, localidad situado cerca del
cauce del Nilo, en este siglo, han permitido conocer muchos textos de forma directa. En
conjunto, las fuentes con que hoy contamos pueden clasificarse en directas e indirectas.
Entre las primeras se encuentran:
Los textos de Nag Hammadi.
Pistis Sophia.
Libro de Jeú.
Fragmentos de Basílides, Valentín, Heracleón, Teodoro.
Odas de Salomón.
Fragmentos de los Hechos apócrifos de los apóstoles (Juan, Tomás y
Pedro).
Algunos fragmentos del Hábeas Hermeticum, así como algunos de los
mandeos y maniqueos.
Como fuentes indirectas están las citas de Ireneo de Lyón e Hipólito de Roma
(siglos II y III), y de Epifanio de Salamina (siglo IV).
Estos textos muestran sobre todo un sincretismo doctrinal extraordinario, en el
que se amalgaman creencias cristianas, del Antiguo Testamento, del Hermetismo
egipcio, del Mitraísmo, del Dualismo iranio, del Racionalismo griego. Todo cabe, y la
elaboración teológica que surge de ello es de una extraordinaria complejidad y
perfectamente desarrollada. No hay ningún texto gnóstico anterior al Cristianismo,
desarrollándose de forma paralela al mismo o claramente enfrentados. Pero, si bien
existe una clara referencia del gnosticismo respecto al Cristianismo, no es una creación
19
precedente al mismo. Había grupos claramente opuestos, como el de los Ofitas12, Los
Arcónticos, citados por EPIFANIO, la gnosis hermética del Poemandres, la gnosis de
los Oráculos Caldeos y, posteriormente, el Mandeísmo.
La influencia irania e indú procede de documentos como el Avesta, los
Upanisads, y los himnos gâttâs de Persia. Así se explica el panteísmo que impregna
todas las concepciones gnósticas, así como el Dualismo entre un Dios Bueno, el Uno
Trascendente, y el dios imperfecto, el Demiurgo, creador del Mundo, y que los gnósticos
identificaban con Yhavé.
Del Hermetismo procede la concepción de que la organización del Macrocosmos
(Divino y Terreno) tiene su correspondencia con el Microcosmos del hombre. Hay una
correspondencia entre el Cielo y la Tierra, y a cada espíritu terreno le corresponde un
pneuma celestial. La parte espiritual del hombre retornaría a su lugar de procedencia
celestial no por su obrar, sino por el recto conocimiento (gnosis). Y, para conseguirlo,
sería necesario que el Mundo superior enviara un Redentor, idea ya presente en el
Mitraísmo.
La influencia judía es también muy marcada. Toda la cosmogonía gnóstica está
muy relacionada con el libro del Génesis bíblico. Como he indicado anteriormente,
denigran a Yhavé, al que convierten en el Demiurgo. Su concepción de la Historia es
también fundamentalmente judía. Para los hebreos la evolución de los Tiempos es de
carácter rectilíneo, desde el momento de la Creación hasta la Catástrofe final.
Concepción muy distinta del de la cultura indoirania, en la que el camino seguido por el
Mundo es circular, concepción propia de las culturas agrícolas y matriarcales, con
sucesivas destrucciones y recreaciones del Mundo. La figura del Redentor de los
gnósticos también está relacionada con la del Mesías judío. Para el gnosticismo,
igualmente, el Adán del Paraíso es el reflejo del Hombre Primordial celeste. Ya en la
Apocalíptica judía del siglo III a.C se hacía una distinción entre Dios y el Logos, que
alcanzará un extraordinario desarrollo entre los gnósticos. La idea aceptada por los
gnósticos de que eran una especie de élite privilegiada a la hora de la salvación es muy
similar al convencimiento de los retirados de Qumrán, junto al Mar Muerto, de que eran
verdaderos iniciados en la ciencia sagrada, tal como se ha podido recoger de los
numerosos manuscritos encontrados a mediados de este siglo en las cuevas cercanas
a dicho mar. Incluso la Angeología judía se podría relacionar con la proliferación de
eones de las doctrinas gnósticas.
La influencia griega también es muy marcada, sobre todo la de PLATÓN, en
especial de su obra Timeo. La concepción del dualismo alma-cuerpo procede de este
12 ORIGENES. Contra Celso, 6,28)
20
origen y del Orfismo. El espíritu estoico se puede rastrear en el Libro hermético del
Poemandres. Así como también es griega la tendencia a la exégesis alegórica de los
textos.
Aceptaban la existencia en el hombre de un aspecto divino, en concreto lo
expresaban como un resto de Luz celestial, una chispa divina. Éste componente divino,
confundido con el alma, debía ser reintegrado al lugar del que procedía.
El auténtico conocimiento no es algo racional, deducible como el conocimiento
científico, sino verdad revelada, sabida mediante contemplación y comunión con el
Objeto conocido. La redención o salvación no tiene lugar por el sacrificio ni por las obras,
sino por el conocimiento: “El hombre espiritual es redimido por medio del conocimiento...
La perfecta redención consiste en el conocimiento mismo de la grandeza indecible”13.
Sin embargo, no creían en la posibilidad de una unión mística.
Las propiedades de las cosas y las relaciones entre ellas tienen una realidad por
sí mismas, distinta a las cosas mismas. Es una concepción derivada del platonismo, de
la teoría de las Ideas. Por ejemplo, las ideas del Bien, de la Bondad, de las propiedades
numéricas, las de las figuras geométricas tenían una existencia propia, más importante
y anterior a las de las cosas mismas a las que podían referirse. Además todas estas
relaciones y cualidades tenían su correspondencia celeste, de manera equivalente
(siguiendo en este aspecto al pensamiento hermético). Debido a la equivalencia de lo
de arriba con lo de aquí abajo, se puede inducir las realidades celestes a partir de la
experiencia terrena. Y así elaboraron una complejísima estructura que comprendía la
doctrina de los Primeros Principios (Teología y Teodicea), la explicación del origen del
mundo (Cosmología y Astrología), sobre la naturaleza de los seres intermedios
(Angeología y Demonología), la propia naturaleza del hombre (Antropología) y la
indicación del camino de salvación (Soteriología). Y para expresar todo ello utilizaron
no un lenguaje lógico, emplearon el simbolismo mítico.
La naturaleza divina
Su concepción es extraordinariamente compleja, por los distintos orígenes de su
teología, que luego se enmarañan para formar concepciones aparentemente uniformes.
El pensamiento procedente de Persia llevó a una especie de dualismo. Habría un
Principio Bueno y otro Maligno, supeditado al segundo. Este último sería en última
instancia el Creador del Mundo, con sus múltiples deficiencias. Este dios de segunda
clase, el demiurgo del pensamiento griego, lo convertirían los gnósticos en el Yhavé del
Antiguo Testamento, enfrentándose abiertamente con el Monoteísmo judío.
13 IRENEO DE LYON. Adv. Haer. I, 21,4.
21
Sin embargo, la concepción fundamental de los gnósticos sobre la naturaleza de
la divinidad procedía del ideario hermético de origen egipcio. Para ellos la Divinidad
suprema era una realidad postulada sin discusión. Su naturaleza inefable hacía que se
la describiera más por sus características negativas que por las afirmativas. Aunque
autosuficiente, veíasela siempre acompañada por otro ser que sería algo así como la
otra cara de sí mismo, que le evitaba estar en soledad. Ese Otro Yo, que se le podría
llamar su Cónyuge, recibía distintos nombre según diferentes textos gnósticos: Su
Conciencia, Su Silencio, o la Paz, o Su Pensamiento, bien Sabiduría o Espíritu. Este
segundo Ser constituiría el lado femenino de la Deidad. Y de esta Dualidad surgiría
después una Trinidad, contemplada de forma distinta por cada tendencia gnóstica: bien
Padre-Madre-Intelecto (Hijo), o Padre/Madre-Hijo-Tercer eón divino.
El pleroma divino
Constituye la proyección primera del Ser Supremo hacia el exterior, como un
desdoblamiento del mismo, dando lugar a un ámbito divino mucho más amplio. Como
una explicitación de la complejidad de su Ser. Emite, pues, una serie de entidades
divinas, una generación de nuevos seres, dando lugar al Pleroma. Estas emanaciones
pueden ser sólo simples modos de manifestarse la Divinidad, tal como aparece en los
textos setianos encontrados en Nag-Hammadi. O pueden ser seres con auténtica
realidad en sí mismos (es decir, hipóstasis o entidades subsistentes por sí mismas), tal
como se muestra en la Trinidad cristiana, tan difícil por ello de comprender.
Estas emanaciones divinas emitidas por el Uno, llamadas también eones, varían
según las tendencias o sectas gnósticas. Lo corriente es que aparezcan por parejas,
pues para estas doctrinas lo perfecto está en la androginia. Para los valentinianos los
eones son treinta, par otros movimientos su número puede ser infinito, “una sucesión
infinita de infinitos cuyas imágenes se multiplican como reflejos emitidos en una
sucesión de espejos”, en palabras de J. DÓRESE.
Esta generación del Pleroma tuvo lugar antes del Tiempo y presentó dos
momentos decisivos: uno, la creación del eón ; otro, la dádiva graciosa por el Uno del
conocimiento de sí mismo.
La caída pleromática
En esa corte divina, en ese Pleroma, existe siempre una deficiencia que, en
última instancia, es la que dará lugar y explicará el nacimiento del Cosmos y el origen
del Mal.
22
Etapas de la caída
Uno de los eones pleromáticos –variable según las sectas: Sabiduría, Logos...-
pretende audazmente antes de tiempo conocer al Uno, lo cual no supone una recta
decisión, sino más bien un acto de pasión. Dada la naturaleza del efector del acto,
conlleva una serie de consecuencias:
1.- Este acto pasional, por ser divino, es siempre efectivo. Tiene siempre
consecuencias.
2.- Supone un pecado, o caída, y como castigo queda momentáneamente fuera
del Pleroma.
3.- Implica el nacimiento del Mal.
4.- A su vez, motiva la necesidad de un Salvador, primero a nivel celeste,
posteriormente en el mundo material.
5.- Ese pecado vendrá a ser el principio de la materia, del Universo en suma, del
mal visible. Pues, de esa pasión divina surgirá una figura informe de la que,
escalonadamente, surgirá toda la creación.
La Salvación a nivel divino
Tras la falta, el equilibrio ha de recuperarse en el interior del Pleroma. Entonces,
el Trascendente hace surgir otro eón, el Salvador, que tendrá por misión rescatar al eón
caído (la Sabiduría). Ante esta actuación, este último eón sufre una duplicación: por un
lado, eón rescatado (Sabiduría superior) que regresa al Pleroma; por otro, su doble
(Sabiduría inferior o Achamot/Echanot o hijo de la Sabiduría superior), situado éste fuera
del Pleroma.
Entre los valentinianos existe un nuevo y curioso eón, el Límite, constituido por
algo así como una doble valla, una la que separa al Trascendente del resto de eones
pleromáticos; la otra, la que separa al mudo material del divino. Ejemplarizado
posteriormente por la traviesa de la Cruz redentora de los hombres, que permite a los
poseedores de la gnosis el Conocimiento para pasar al mundo divino.
El Platonismo como fundamento de la gnosis occidental
Para PLATÓN los primeros principios, las que él llamó Ideas, eran concepciones
creadas por la Divinidad que servían de marco y referencia a todo lo existente en el
Mundo. En éste puede haber bondad, figuras geométricas (círculo, triángulo, etc.),
justicia, prudencia... pero siempre de forma imperfecta, aproximada. Sólo las Ideas
preexistentes de Bondad, Triángulo, Círculo o Justicia son efectivamente perfectas.
23
Pero estas Ideas en PLATÓN son concepciones únicamente. Sin embargo, en manos
de sus seguidores, los neoplatónicos, se convierten en Sujetos conscientes y activos
Eran, pues entidades celestiales reales capaces, a su vez, de dar lugar a otras
entidades.
Tendencias según las distintas sectas
a)Existían grupos que pensaban que en el seno de la Divinidad no había un
Primer Principio, lo que se llamaba el Uno, sino Dos Principios complementarios: el
Intelecto y el Alma Divinos. Es lo que podríamos llamar concepción diádica.
b)Para otros, el Uno se mantenía, pero daba lugar a dos entidades
independientes: el Intelecto (asociado al Bien) y el Alma. A esta concepción se le podría
llamar triádica.
Tanto en una concepción como en la otra, el Alma se escinde, a su vez, en dos
subentidades: el Alma Superior y el Alma inferior o Alma del Mundo.
Entre las tendencias que pueden incluirse en el apartado a) estarían la de los
Peratas, la que inspiró el Libro de Baruch y el Poemandres hermético. Asimismo a
autores como FILÓN DE ALEJANDRÍA, NUMENCIO, ALBINO, JUSTINO. El caso del
grupo Setiano, de tanta influencia en el cristianismo, es difícil situarlo en una posición
concreta.
Y en el apartado b) se pueden incluir a los Basilidianos, los Valentinianos, y a
neoplatónicos como PLOTINO. En el caso concreto de los Valentinianos, distinguen
un Primer Principio, que sería como el Uno, el Sumo Trascendente. Un Segundo
Principio, que sería el Intelecto, que, a su vez, contendría una multiplicidad de
inteligibles. Y el Tercer Principio, el Alma/Espíritu, con sus dos subprincipios, el superior
y el inferior. Concepción que claramente muestra sus similitudes con la Trinidad
Cristiana.
Características de los Principios
De una forma general, considerados en su conjunto, a los Principios se les unen
2 tipos de Atributos:
A) Los que podríamos considerar como absolutos, que expresan la esencia
específica de cada uno, y que viene expresados por su nombre. Padre, Logos, Espíritu...
B) Los que se llaman atributos relacionales, los que fijan su posición respecto a
los demás principios. Esta cualidad relacional la podemos subdividir en Dos Momentos:
el Momento constitutivo, el referido al origen del Principio, el que fija su relación bien
consigo mismo (se autogenera) o con el Principio anterior . Y existiría también el
Momento comunicativo generativo, el que relaciona a cada Principio con el inferior (en
el caso del Principio inferior, el que señala su relación con el Mundo).
24
Corriente setiana14
Voy a dedicar ahora un poco más de atención a esta corriente, de la que se ha
obtenido muchísima información a partir del reciente descubrimiento de los Textos de
Nag Hammadi. Y ello porque abre insospechadas pistas para la interpretación del Libro
de la Apocalipsis cristiano.
Para los setianos, los Principios divinos se conciben más de una manera modal
que hipostática. Es decir, se piensa de ellos como formas de manifestación de la
Divinidad única, antes que como Principios con realidad independiente. De esta forma
resultan sus textos más compatibles con la mentalidad monoteísta de los semitas. Son
compatibles con el concepto de La Sabiduría de los libros sapienciales de la Biblia y con
las potencias de las elucubraciones filosóficas-teológicas de FILÓN DE ALEJANDRÍA.
Y, asimismo, guardan relación con los sefirot de la Cábala ( = a las diez perfecciones de
la Divinidad: corona, sabiduría, inteligencia, amor, poder, belleza, victoria, esplendor,
fundamento y reino). Si hubiera que ubicar la doctrina de esta secta, se la colocaría
entre el pensamiento helenístico de FILÓN y la primera teología trinitaria cristiana.
En la doctrina setiana hay una multiplicación de los grados descendentes de la
Divinidad, pero están poco diferenciados, sin entidad hipostática. No existe en ella las
claras separaciones que establecería posteriormente VALENTIN con su Eón Límite. En
este camino descendente, de degradación progresiva, distinguen 5 Estratos:
Primer Estrato
Lo forma la Trascendencia absoluta, la constituida por Dios y su Espíritu.
Segundo Estrato
Lo forman los eones femeninos. El primero y origen de los siguientes es Barbeló.
Procede, como es lógico, del Primer Principio. En el texto del Apócrifo de Juan se indica
que su nombre significa “erguirse delante de”, naturalmente delante del Espíritu
Trascendente, siendo su imagen y pensamiento. Barbeló es el principio que “vadea” la
distancia infinita que existe entre el primer Principio y los estratos inferiores de la
Divinidad.
Barbeló lleva en sí una serie de eones o disposiciones, que son distintas en unos
u otros textos gnósticos: En el Apócrifo de Juan tiene cinco manifestaciones
(Inteligencia, Presciencia, Incorruptibilidad, Vida eterna, Verdad). En el Zostriano y el
Allogenes son tres (Existencia, Beatitud, Vida). Y en el Pensamiento Trimorfo tiene tres
14 IGNACIO GÓMEZ DE LIAÑO. “El Círculo de la Sabiduría”, pg.141-204. Editorial Siruela.1998. Madrid.
25
triples: “Ella tiene en sí una Palabra que posee toda gloria y tiene tres masculinidades y
tres poderes y tres nombres”.
Tercer Estrato
Junto con los dos estratos anteriores constituye el Pleroma Superior o conjunto
de eones que forman la unidad común de la Divinidad. Este estrato lo forman los eones
masculinos. El Apócrifo de Juan considera a este estrato casi como una entidad
personal y le otorga los nombres de Unigénito e Hijo. En este mismo texto, los eones
que forman al Hijo (Unigénito-Cristo, Intelecto, Querer, Logos y Autogenerado) son
consortes de los cinco eones femeninos de Barbeló.
Cuarto Estrato
Tiene su origen en el eón Autogenerado del tercer estrato. Formado por los
eones del Pleroma inferior. El Autógenes emitiría los Cuatro Luminares: Armozel, Oriel,
Daveitai y Eletet. En el Apócrifo de Juan, tantas veces citado por su entidad doctrinal y
su conservación completa, cada luminar emite a su vez tres eones, dando lugar a la
Dodécada del Estrato inferior. El último eón de Eletet es Sabiduría.
Quinto Estrato
Lo forma exclusivamente el eón Sabiduría (llamada también Pistis o Sofía). La
concepción gnóstica de este eón es muy compleja. Su función esencial es la Creación
del Universo. Para la secta setiana-barbelónica, la caída de Sabiduría se habría debido
a su obrar sin el querer del Padre, fuera de su momento, lo que suponía una culpabilidad,
añadido a haberlo hecho sin una conjunción previa con su consorte (que no es
mencionado).
La Creación tendría lugar por intermedio de un hijo de Sabiduría, el Demiurgo,
ser incompleto que, a su vez explicaría todas las imperfecciones del Mundo. Después
Sabiduría quedaría en un estado de olvido, en un estado de deficiencia e ignorancia.
Incluso es calificada de prostituta. Pero Sabiduría termina arrepintiéndose de su error
y es auxiliada por los eones superiores con el don de la conjunción con su consorte, con
lo que su deficiencia queda redimida. Esta Pistis redimida quedará entonces en una
situación intermedia entre el mundo divino y el corporal, y será la madre de los hombres
espirituales.
27
IV.- EL EVANGELIO DE TOMÁS
Fue encontrado en 1945 formando parte de la biblioteca gnóstica descubierta en
el Alto Egipto, en Nag Hammadi. Estaba escrito en una traducción al lenguaje copto
(heredero del antiguo egipcio). A este texto copto se le ha llamado Codex de Nag
Hammadi, mientras que a los fragmentos en papiro en lengua griega ya conocidos
anteriormente se les conoce
como Papiros de
Oxyrhyncus.
Este Evangelio no
tiene carácter narrativo,
sólo un sucesión de 114
sentencias atribuidas a
Jesús; no se habla de
viajes, ni de su nacimiento
y muerte ni resurrección.
Ha aportado nueva y
valiosa información. Tiene
párrafos semejantes a
Marcos (47), a la fuente Q
(40), a Mateo (17), a Lucas
(4) a Juan (5). Alrededor
de 65 dichos son exclusivos
de Tomás. En conjunto, el Evangelio de Tomás, de una antigüedad semejante a los
otros evangelios, puede considerarse también como una fuente independiente a añadir
a las ya indicadas.
Muchos creen ya que el Evangelio de Tomás es tan auténtico como los
sinópticos y el de Juan. El autor, quizá aludiendo a su carácter privado, los llama Los
dichos secretos que Jesús viviente habló. Se sabe que CLEMENTE DE ALEJANDRÍA
cita uno de los proverbios de este Evangelio, el nº 2: “Jesús ha dicho: Que quien busca
no deje de buscar hasta que encuentre, y cuando encuentre se turbará, y cuando haya
sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará el reposo”. Esta
referencia puede datarse hacia el año 190, cuando se escribió el libro Stromata
(Remedios) en el que está incluida la cita.
28
Dado que se compone de material original, no está elaborado (no hay narrativa
en él, sólo dichos) y tiene una estructura más primitiva que los evangelios sinópticos
Pero cada vez hay más razones para pensar que es mucho más antiguo y que
recoge con más fidelidad dichos de Jesús. Así como de que procede directamente de
una fuente oral. Tiene fragmentos comunes con el Evangelio Q, de sus dos primeras
partes, pero no de la tercera (la apocalíptica), por lo que hay que pensar que el autor
del Evangelio de Tomás no llegó a conocer esta última parte, añadida posteriormente.
Ésta es la opinión de KOESTER.
En su texto hay dichos de carácter sapiencial (24, 45, 47). También se
encuentran bienaventuranzas (54, 58, 79), lamentaciones (103) incluso proverbios (31,
102) y frases autorreferidas empleando “yo” (61, 77). Se encuentran parábolas
agrupadas (96-98), algunas de ellas muy similares a las de los Evangelios sinópticos,
tal la de los viñadores homicidas (65). Hay una, la de la jarra (97), sin similitudes con
las de los demás evangelios, que debe ser muy antigua; junto con esta parábola hay
otras dos, la de la espada (98) y la del pez grande (8) que suenan como auténticas de
Jesús. Algunos dichos son de tipo profético (44, 51, 71,111), etc.- Aunque en muchos
loguiones se nota la interpretación gnóstica, en otros tienen sabor de autenticidad y
tradición primitiva, como el 41 y el 82. Todo ello parece indicar que el grupo cristiano
que se agrupaba alrededor de este texto estaba, al menos en un principio, incluido
dentro de cuerpo principal de la Iglesia. Parece en todo caso que fue utilizado en
paralelo de otras escrituras dentro de la Iglesia de Siria. No hay que pensar que fue
compuesto completo desde un principio, sino que se agregarían nuevos dichos que se
acoplarían a los anteriores.
La versión copta fue descubierta formando parte de una biblioteca de carácter
gnóstico, y ello es apreciable en este Evangelio en muchos versículos. Por ej., en el
22: “Cuando seáis capaces de hacer de dos cosas una, y de configurar lo interior con
lo exterior, y lo exterior con lo interior, y lo de arriba con lo de abajo, y de reducir a la
unidad lo masculino y lo femenino, de manera que el macho deje de ser macho y la
hembra hembra; cuando hagáis ojos de un solo ojo y una mano en lugar de una mano
y un pie en lugar de un pie y una imagen en lugar de una imagen, entonces podréis
entrar en el Reino”.
Y en el 61: “Por eso es por lo que digo que si uno ha llegado a ser idéntico, se
llenará de luz; mas en cuanto se desintegre, se inundará de tinieblas”.
El mismo texto hace referencia a su autor, en el prólogo: “Estas son las palabras
secretas que pronunció Jesús el Viviente y que Dídimo Judas Tomás consignó por
escrito”. La identidad de éste queda clara con la del apóstol citado en el Evangelio de
29
Juan XI, 16 donde se refiere a él como Tomás el mellizo (Dídimo). También el epílogo
del texto hace referencia a ello al hablar de “Evangelio según Tomás”.
También tiene gran inspiración gnóstica el loguion 101: “Jesús ha dicho: Quien
no odia a su padre y a su madre a mi manera, no podrá hacerse discípulo mío. Y quien
no ama a su Padre y a su Madre a mi manera, no podrá hacerse discípulo mío. Pues mi
madre me parió, mas mi Madre verdadera me dio la vida”. Sin embargo, si bien el
redactor final enfocó el documento con una mentalidad gnóstica, muchos de sus
materiales responden a fuentes originales de gran autenticidad y sin reinterpretación
gnóstica. Así el 86: “Jesús ha dicho: Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros tienen
sus nidos, pero el hijo de la humanidad no tiene ningún lugar para poner su cabeza y
descansar”. Y también el 40: “Jesús ha dicho: Ha sido plantada una enredadera sin el
Padre, y puesto que no es vigorosa será desarraigada y destruida”; loguion semejante
a la cita de Mateo XV, 13.
La concepción gnóstica es muy clara en el loguion 15: “Jesús ha dicho: Cuando
veáis a quien no nació de mujer, tendeos sobre vuestros rostros y adoradle, él es vuestro
Padre.” Según este dicho, siguiendo las ideas gnósticas, Dios envió a Jesús como
Redentor gnóstico, no nacido de mujer (al contrario de Epístola a Gálatas, IV, 4) ni se
ha hecho realmente carne; sería, pues el Cristo psíquico que, según los herejes
valentinianos15, procede del Demiurgo y “pasó a través de María como el agua pasa a
través de un canal”. Y se le llama Padre porque no sería una hipóstasis distinta de Él.
Todas estas consideraciones hacen pensar que el último redactor, gnóstico, se
apoyó en una fuente primitiva que podemos llamar Tomás-1, libre de las interpretaciones
de esta secta, bebiendo de fuentes judeocristianas.
Esta versión primitiva, Tomás-1, ya estaría completa hacia la primera década del
siglo II, aunque la recopilación de dichos es originaria de los primeros tiempos de la
transmisión oral. Su origen es sirio, probablemente de la región de Edesa, y compuesto
en un ambiente en que se hablaba el arameo y el griego. Fue una colección que sirvió
de guía en la predicación de los misioneros. Es contemporáneo del Evangelio de los
Hebreos y de los de Mateo y Lucas, de los que toma muchos datos, ya que éstos se
escribieron en su proximidad, el de Mateo en Antioquía, mientras que el de Lucas entre
esta ciudad y Cesárea. Pero hay unos pocos dichos que son exclusivos de Tomás. La
existencia de muchos elementos de Q en Tomás sugiere que ambos formaron parte de
una misma tradición oral.
15 Valentín el gnóstico vivió en el siglo II, y con él llegó a su plenitud la ideología del mismo nombre.
30
Los misioneros serían
de origen judío o
pagano, bien que los
primeros debían ya
haber abandonado el
corsé de la Ley. En sí
mismo constituyen
una parte de la iglesia
que hace mucho
hincapié en las
actitudes radicales y
ascéticas, y que poco
a poco se va viendo
infiltrada por las ideas
gnósticas. Será el
fermento para que
siglos después se
desarrollen las vidas
de los eremitas
primitivos. Nunca
dejó de forma parte
de la comunión con el
resto de los miembros
de la iglesia. Pero es
curioso que su figura de referencia no fuera ningún Apóstol, sino Santiago, el hermano
del Señor, el jefe de la iglesia judeocristiana de Jerusalén.
Teología del Evangelio de Tomás
No encuentra cabida en él la muerte y resurrección de Jesús, ni referencias al
Antiguo Testamento y profecías anunciando la venida del Mesías. En cambio, en el
Documento Q sí se considera un período histórico el Antiguo Testamento, que termina
con el Bautista, y también aparece una escatología ausente en el Evangelio de Tomás.
El gnosticismo de éste, sin embargo no es el agresivo del siglo II, sino más suave y casi
imperceptible en muchos puntos, incrustado en frases de la tradición cristiana
reinterpretadas.
31
Insiste este Evangelio desde el comienzo en que ha de llegarse a superar la
muerte y alcanzar la salvación mediante el conocimiento de la doctrina de Jesús: “y él
dijo: Aquel que descubra la interpretación de estas palabras, no gustará de la muerte.”
(Ev. To 1). Al comprender sus palabras se entraría en comunión con él vivenciando su
presencia. Ésta es una forma de interpretación típicamente gnóstica, que también se
hará presente matizada en los textos de las Cartas de Pablo. Salvación por el
conocimiento, pero no se trata de una enseñanza “exterior”, sino profundizando en el
conocimiento de uno mismo: Ev. Tom. 3: “Jesús ha dicho: Si aquellos que os guían
os dijeran, "¡Ved, el Reino está en el Cielo!", entonces las aves del Cielo os precederían.
Si os dijeran, "¡Está en el mar!", entonces los peces del mar os precederían. Más bien,
el Reino de Dios está adentro de vosotros y está fuera de vosotros. Quienes llegan a
conocerse a sí mismos lo hallarán y cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos,
sabréis que sois los Hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos,
sois empobrecidos y sois la pobreza”.
Es la misma que también se observa en el 2º loguion del Evangelio: “Jesús dijo:
Al que busca, no desista de buscar hasta que encuentre: cuando encuentre, quedará
sorprendido. Cuando quede sorprendido, se perturba y dominará sobre todo.” Éste es
el camino que procuran seguir los gnósticos: la búsqueda o indagación hasta llegar al
encuentro que sorprende y perturba al conseguir vislumbrar la presencia de la Totalidad.
Es un a modo de camino de iniciación; Dios está oculto16 pero quiere ser encontrado,
una búsqueda que ha de ser permanente. En su búsqueda, el iniciado terminará por
“reinar” (Ev. Tom., 2 y “reposar” (Ev. Tom. 90). El esfuerzo y la persistencia permiten
alcanzar el objetivo, el conocimiento secreto de las palabras de Jesús: Loguion 58:
“Jesús ha dicho: Bendita sea la persona que ha sufrido porque ha encontrado la vida”.
Pero lo que se va encontrando es algo que ya se había experimentado, es como
una vuelta al lugar del que se procede; es en realidad un camino evolutivo de la
consciencia, en el que, por sucesivas etapas, se va acercando el alma al Creador. Y se
va experimentando, vivenciando la pertenencia a un mundo que es atravesado por el
mismo Espíritu, sintiéndose la hermandad con todos los seres de la Naturaleza. En
verdad, sorprende ahora, en nuestro mundo actual, la semejanza de estas ideas con las
que está desarrollando la moderna Psicología Transpersonal. Y en este camino se
procura llegar a conocer quién es Jesús y que quiso decir al hablar del Reino de Dios.
16 ISAÍAS, XLV, 15.
32
Trasluce la idea de vuelta a un mundo, el Reino de Dios, que era la patria del
alma antes que ésta cayera en el mundo (dichos 22, 27, 46, 99), el retorno a la “luz”
(Dichos 49-50). El mundo es despreciable, vacío y negativo. El Reino, en cambio, es
una realidad espiritual, atemporal. Bien lo expresa en forma gnóstica, el loguion 3, al
decir que “está dentro de vosotros y fuera de vosotros”.
Y para entrar en ese reino hay que hacerse como niño, es decir, trascender las
separaciones y antítesis (dentro-fuera, masculino-femenino…) para unificar la realidad
como hace un niño. Leemos en Loguion 22: “… Jesús les ha dicho: Cuando hagáis de
los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de
arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola
unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando
establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie
en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen, entonces entraréis en el
Reino”. En este loguion se igualan en dignidad varón y hembra, cuya diferencia hay
que superar, pero ello queda matizado en el último dicho (114), donde queda reflejado
el enfrentamiento entre Pedro y María Magdalena, ya recordado por el Evangelio
Apócrifo de María: “Simón Pedro les dice: Que Mariam salga de entre nosotros, pues
las hembras no son dignas de la vida. Jesús dice: He aquí que le inspiraré a ella para
que se convierta en varón, para que ella misma se haga un espíritu viviente semejante
a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará en el Reino
de los Cielos”.
También se encuentra en este evangelio, como ya se ha indicado, la doctrina del
Redentor gnóstico, que se disfraza de carne y entra irreconocible en este mundo donde
le recibe una humanidad “ebria”, es decir ignorante y que no le reconoce. Jesús confía
en que al menos algunos comprendan su origen divino. Su conversión significará darse
cuenta de que su origen es también divino y pueden regresar a “su casa primera”
(loguion 13, 28, 91). Las almas, ya avisadas, conocedoras del camino luminoso,
ascenderán por las regiones cósmicas intermedias, donde los arcontes vigilan y quieren
frenar su ascenso. Para ello, las almas deben responder ciertas preguntas (loguion 50):
“…Si os dicen "¿De dónde venís?", decidles "Hemos venido de la luz, el lugar donde la
luz se ha originado por sí misma, él se puso de pie y se reveló en las imágenes de ellos."
Si os dicen "¿Quiénes sois?", decid "Somos los Hijos de Él y somos los escogidos del
Padre viviente." Si os preguntan "¿Cuál es el signo en vosotros de vuestro Padre?",
decidles "Es movimiento con reposo."
33
Los elegidos, los espirituales nacen de la luz y se muestran por sus imágenes,
que ya son imperfección, pero que les permite ser visibles a los hombres (L. 113), en
ellos subyace la luz divina. Se lee en el Loguion 83: “Jesús ha dicho: Las imágenes se
manifiestan a la humanidad y la luz que está dentro de ellas se esconde. Él se revelará
a sí mismo en la imagen de la luz del Padre, pues su imagen se esconde por su luz”.
La ascensión de las almas no tiene por qué esperar a la muerte; los elegidos lo
pueden hacer ya ahora. “Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo sucederá el reposo de los
muertos, y cuándo vendrá el mundo nuevo? Él les dice: Lo que buscáis ya ha llegado,
pero no lo conocéis”. (L. 51). Se llega al reposo mediante el conocimiento y el
desvestirse de su cuerpo y desprecia la materia corruptible (L. 18 y 37).
Jesús es la luz que todo lo alumbra. Él está en todo, es el sostén del universo, la
luz del inicio de lo que todo procede. Y en él todo se integra. “Jesús dijo: Yo soy la luz
que está encima de todos ellos. Yo soy el todo. El todo procede de mí, y el todo llega
hasta mí. Corta la madera, yo estoy allí dentro. Levanta la piedra y allá me encontrarás”
(Ev. Tomás, 77). Notemos el parecido con el 4º Evangelio, el de Juan. Jesús, además
de la luz, es el viviente, que transmite la fuente de vida del Padre.
En fin, son muchos los dichos en que el autor gnóstico de la última versión de
Tomás ha introducido sus modificaciones de carácter gnóstico y que no tienen que ver
con la tradición más primitiva. En total, hay 46 loguiones con estas características
(1,7,11,13,15,18,22,23,24,28,29,30,37,38,43,49,50,51,52,56,58,59,60,67,70,74,75,77,
80,81,83,84,85,87,88,92,101,105,106,108,109,110,111,112,114). Otros tres dichos son
dudosos en este aspecto (60,88 y 92). Los loguiones que parece ser que están apenas
modificados son los siguientes: 2,8,9,10,12,17,20,25,26,31,32,33,34,35, 36, 39, 40,41,
42,44,45,47,48,53,54,55,57,63,64,65,66,68,71,72,73,76,79,82,86,89,90,93,94,95,96,97
,98,99,100,102,103,113; en total, 52 loguiones.
Por otra parte, este Evangelio es muy sincrético y en él aparecen coincidencias
con otras muchas fuentes (Documento Q, Marcos, Mateo, Lucas, fuentes M y L, e
incluso con el Evangelio de Juan, con Pablo y el Antiguo Testamento):
-32 veces guarda paralelismo con el Documento Q; en 11 loguiones Tomás hace alguna referencia a Q.
-En 19 ocasiones tiene paralelos con la triple tradición Marcos-Mateo-Lucas; 10 alusiones a esta misma tradición.
-10 loguiones paralelos a M; 12 alusiones al mismo.
34
-10 loguiones paralelos a L, con 4 alusiones.
-16 alusiones al Evangelio de Juan.
-1 loguion paralelo a las Cartas de Pablo; 2 alusiones a las mismas.
-1 loguion paralelo al Antiguo Testamento; 1 alusión al mismo.
En cambio, hay ocho dichos de origen ignorado, sin interpretación gnóstica, a los
que dedicaré más atención:
Tom. 2: “Jesús ha dicho: Que quien busca no deje de buscar hasta que
encuentre, y cuando encuentre se turbará, y cuando haya sido turbado se maravillará y
reinará sobre la totalidad y hallará el reposo”. Sólo las últimas palabras tienen cierto
resabio gnóstico donde asemeja el reposo al reinar y alcanzar la plenitud.
Tom. 8: “Y él ha dicho: El Reino se asemeja a un pescador sabio que echó su
red al mar. La sacó del mar llena de peces. Entre ellos descubrió un pez grande y
bueno. Aquel pescador sabio volvió a arrojar todos los peces al mar, escogió sin vacilar
el pez grande. Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga! “. Es una parábola claramente
relacionada con otras existentes en los evangelios sinópticos, las parábolas
relacionadas del tesoro descubierto en el campo y la de la perla (Mateo, XIII, 44-45).
Sin embargo, la parábola del tesoro que aparece en el loguion 109 no guarda ninguna
relación con las anteriores.
En el loguion 19: “Jesús ha dicho: Bendito sea quien existía antes de que entrara
en el ser. Si os hacéis mis discípulos y atendéis mis dichos, estas piedras os
servirán. Pues tenéis cinco árboles en el paraíso, los cuales no se mueven en el verano
ni caen sus hojas en el invierno, quien los conoce no saboreará la muerte”, las palabras
señaladas en negrilla saben a auténticas, propias de las expresiones de Jesús, aunque
inmersas en un conjunto del loguion claramente gnóstico. En los evangelios canónicos
encontramos situaciones semejantes: En Mateo, III, 9, Juan el Bautista indica que Dios
puede hacer surgir de las piedras a hijos de Abraham; el uso de esta metáfora se basa
en la similitud lingüística de la palabra ”piedras” = ebanim y la de hijos” benim. En el
Evangelio de Lucas XIX, 40, hay una expresión indudablemente muy antigua, concisa y
de gran fuerza que dice: “Os digo que, si ellos callaren (los discípulos), gritarían las
piedras”. En el relato de las tentaciones también aparece el término piedra (Mateo, IV,3
y Lucas IV,3) y el término servir (Marcos, I,13 y Mateo IV, 11).
35
En el cortísimo dicho 42: “Jesús ha dicho: Haceos transeúntes”, se aprecia la
misma referencia que expresan los otros evangelios a la vida itinerante que realizaba
Jesús y a la que enviaba a sus discípulos. El transeúnte no tiene morada fija, como se
indica en Mateo VIII,20: “…Las raposas tienen cuevas, y las aves del cielo, nidos; pero
el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. Los discípulos lo han dejado todo
y lo han seguido, como unos transeúntes más.
El loguion 82 es el que sabe a autenticidad de Jesús, más que ningún otro del
Ev. De Tomás: “Jesús ha dicho: Quien está cerca de mí está cerca del fuego, y quien
está lejos de mí está lejos del Reino”. Ya Orígenes lo citaba como auténtico de Jesús.
Recuerda otros pasajes de los Ev. Canónicos: “Porque todos han de ser salados al
fuego” (Mc. IX, 49); “Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino
que se encienda?” (Luc XII, 49). Y la forma en que Jesús se identifica con el Reino
del que Él es portador es una idea que recorre todos los evangelios (Mt, XII, 28; Lc. XI,
19).
En el loguion 97 surge otra parábola con sabor de autenticidad: “. Jesús ha dicho:
El Reino del Padre se asemeja a una mujer que llevaba una jarra llena de grano.
Mientras estaba andando por un camino lejano, se rompió el asa de la jarra, derramó el
grano detrás de ella en el camino. No lo sabía, no había notado ningún accidente.
Cuando llegó a su casa, puso la jarra en el suelo, la descubrió vacía”. La excusa de
que no sabía no sirve, tenía que haber estado atenta, hay que vigilar y estar alerta para
que no se escape el Reino de Dios. Observación semejante se encuentra Mateo, XXIV,
43-44 en el que un hombre es robado porque no sabía a qué hora vendrían los ladrones.
Esta misma advertencia está presente en un dicho anterior, que también sabe a
autenticidad, y que recoge aspectos ya recordados en otros evangelios, el nº 21:
“Mariam ha dicho a Jesús: ¿A quiénes se asemejan tus discípulos? Él ha dicho: Se
asemejan a niños que residen en un campo que no es suyo. Cuando vengan los dueños
del campo, dirán: ¡Devolvednos nuestro campo! Se quitan su ropa frente a ellos para
cedérselo y para devolverles su campo. Por eso yo digo, si el dueño de la casa se entera
de que viene el ladrón, estará sobre aviso antes de que llegue y no le permitirá penetrar
en la casa de su dominio para quitarle sus pertenencias. En cuanto a vosotros, cuidaos
del sistema, ceñid vuestros lomos con gran fortaleza para que no encuentren los
bandidos una manera de alcanzaros, pues hallarán la ventaja que anticipasteis. ¡Que
haya entre vosotros una persona con comprensión! …cuando maduró la cosecha, vino
rápido con su hoz en la mano, la recogió. Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga!”, como
36
cuando se advierte que los discípulos estén atentos, pues no se sabe cuál será la hora
del juicio.
La misma idea de prevención aparece en el loguion 98 con una extraña parábola
en que esta útil actitud está ejemplarizada por el malo: “Jesús ha dicho: El Reino del
Padre se asemeja a una persona que deseaba asesinar a un hombre prominente.
Desenvainó su espada en su casa, la clavó en la pared para averiguar si su mano
prevalecería. Luego asesinó al hombre prominente”.
Finalmente el dicho 102: “Jesús ha dicho: ¡Ay de los clérigos! pues se asemejan
a un perro dormido en el pesebre de los bueyes. Ya que ni come ni deja que coman los
bueyes”. Es una maldición que hace referencia a sentencias de sabiduría popular
ancestral. Sentencias semejantes a ésta se encuentran en Mat. XXIII,13 y Luc. XI,52.
El Loguion 39 hace referencia e insiste sobre el mismo tema: “Jesús ha dicho: Los
clérigos y los teólogos han recibido las llaves del conocimiento, pero las han escondido.
No entraron ellos, ni permitían entrar a los que sí lo deseaban. En cuanto a vosotros,
haceos astutos como serpientes y puros como palomas.“
En fin, vemos que este Evan. De Tomás se ha ido elaborando con materiales de
distintas procedencias durante un período dilatado (al menos hasta el año 150). A un
contenido, oral o escrito primitivo, que podemos llamar Tomás-1, se han ido añadiendo
otros loguiones y, sobre todo, interpretaciones de inspiración gnóstica hasta llegar al
Tomás-2 actual, que, a su vez, es una traducción al copto de un original en lengua
griega. Dentro de los loguiones más antiguos y atribuibles al Tomás-1 se hicieron
también manipulaciones, mezclando materiales de distinto origen. Por ejemplo, el L. 45
es una mezcla de un texto Q (Lc VI,44-45) y dos textos de Mateo (Mt, VII,16 y XII, 34-
ppp 35). Ello ya nos indica la enorme dificultad de separar de forma estricta Tomás-1
de Tomás-2. Hay loguiones mixtos, a los que al texto primitivo se ha añadido un
complemento gnóstico.
Tomás-1.
Los materiales que pueden ser incluidos en el mismo son en cierta forma todavía
hipotéticos, pero parecen más cercanos a la tradición más antigua y auténtica17. Quizá
el primer loguion fue el L.2, pero no exactamente en la forma que aparece en el actual
Tomás-2: “Jesús ha dicho: Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre, y
cuando encuentre se turbará, y cuando haya sido turbado se maravillará y reinará
17 ARMAND PUIG. Un Jesús desconocido. Ed. Ariel. 2008. Pag. 51 y ss.
37
sobre la totalidad y hallará el reposo.”, sino en la forma hallada en los papiros de
Oxyrinco: “El que busca no debe dejar de buscar hasta que encuentre, y cuando
encuentre se turbará, y cuando se turbe reinará, y cuando empiece a reinar encontrará
el reposo”. La diferencia es un añadido de Tomás-2. En este loguion se aprecia una
significación de carácter apocalíptico, la llegada al Reino de los discípulos, que será
mucho más marcada en el Documento Q, pero que aquí también está insinuada.
También habría que incluir en Tomás-1 las dos parábolas que se indican en los
loguiones 8 y 9, la de la pesca extraordinaria de un gran pez y la de la cosecha que da
cien por uno, muy semejante a la parábola del sembrador citado en el Evangelio de
Marcos, IV, 1-9, todo ello conseguido con esfuerzo y sacrificios.
Este núcleo duro y más auténtico concluye con el corto e impresionante L. 10:
“Jesús ha dicho: He arrojado fuego sobre el mundo y he aquí que lo estoy vigilando
hasta que arda en llamas”. El fuego es el Reino de Dios traído por Jesús, que espera
paciente hasta que cubra al mundo. Este loguion está en completa sintonía con Luc.
XII, 49: “Yo he venido a echar fuego en la tierra, ¿y qué he de querer sino que se
encienda?”. Estas dos citas quedan complementadas y resumidas en su esencia en el
L. 82, donde se equiparan Jesús con el Reino y con el fuego: “Jesús ha dicho: Quien
está cerca de mí está cerca del fuego, y quien está lejos de mí está lejos del Reino”.
Siguiendo con aquellos dichos más antiguos de este evangelio toca citar el L.
12, donde cita al único nombre en todo el texto, el del apóstol Santiago: “Los discípulos
dicen a Jesús: Sabemos que te separarás de nosotros. ¿Quién será Rabí sobre
nosotros? Jesús les ha dicho: En el lugar donde habéis venido, iréis a Jacob el Justo,
para el bien de quien llegan a ser el Cielo y la tierra”. Es decir, para el grupo que
estaba detrás del Tomás-1 la figura de Santiago era prominente; a él se apareció Jesús
después de resucitado, como indica Pablo en su 1ª Carta a los Corintios, XV,7. La
confirmación de su antigüedad está confirmada por la preeminencia que también se da
a Santiago en el Evangelio en el que la tendencia judeocristiana es más marcada18, el
Evangelio Apócrifo de los Hebreos, en la cita dada por S. Jerónimo: “También el
evangelio llamado según los Hebreos, traducido recientemente por mí al griego y al latín,
del que Orígenes se sirve con frecuencia, después de la resurrección refiere los
siguiente: Mas el Señor, después de haber dado la sábana al criado del sacerdote, se
fue hacia Santiago y se le apareció. (Pues es de saber que éste había hecho voto de no
18 La tendencia judeocristiana fue la de los seguidores de Jesús que querían, sin embargo, seguir fieles a la Ley y las tradiciones del pueblo Hebreo. Fue la sección de los cristianos que luego entraría en conflicto con los seguidores de PABLO sobre la predicación que habría que dar a los gentiles.
38
comer pan desde aquella hora en que bebió el cáliz del Señor hasta tanto que le fuera
dado verle resucitado de entre los muertos). Y poco después: Traed, dijo el Señor, la
mesa y el pan. Y a continuación se añade: Tomó un poco de pan, lo bendijo, lo partió y
se lo dio a Santiago el Justo, diciéndole: hermano mío, come tu pan, porque el Hijo del
hombre ha resucitado de entre los muertos. (De viris ill. 2).
En la primera iglesia, sobre todo la residente en Jerusalén, habían discusiones
sobre las instrucciones que había que dar a los misioneros en su forma de comportarse
entre poblaciones no judías; es sabido la complejidad de la ley judía sobre los alimentos,
pero hubo que transigir en este aspecto, y así lo muestra este evangelio, a pesar de su
substrato judeocristiano. En el L. 14 se puede leer: “…Y cuando entréis en cualquier
país para vagar por las regiones, si os reciben comed lo que os ponen frente a vosotros
y curad a los enfermos entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os profanará,
sino lo que sale de vuestra boca eso es que os profanará”. En esta libertad en cuanto
a los alimentos está de acuerdo con Mc, VII,15; Mt, XV,11; Mc VII,18; Rom. XIV, 14-15.
Y esa misma libertad nos sugiere el uso misionero de este evangelio. La predicación
traerá conflictos, problemas en las familias de los convertidos (L. 16), pero grande será
la recompensa de los seguidores de Jesús (L. 17: “Jesús ha dicho: Yo os daré lo que
ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y que no ha
surgido en la mente humana”. De acuerdo con ello está Pablo en 1ª Corintios II,9, donde
utiliza una expresión muy semejante precedida de las palabras “según escrito está”, lo
que supone un escrito anterior que en cualquier caso no existe en el Antiguo
Testamento; ¿se basó Pablo en Tomás 1,o ambos en un dicho anterior? Y cuando los
enviados salgan en misión, no estarán solos ya que “Si os hacéis mis discípulos y
atendéis mis dichos, estas piedras os servirán” (L. 19).
A esta liberalización en cuanto a los alimentos se añadirá la no necesidad de
cumplimentar el sábado. En la parte final del L. 27 se dice: “…A menos que guardéis la
semana entera como sábado, no veréis al Padre.”. Ya no queda singularizado; más
adelante será S. Ireneo el que dirá que la celebración del sábado es cosa del pasado.
Las dificultades que pueden encontrar los misioneras serán semejantes a las
que ya sufrió Jesús en su predicación, por eso se les recuerda en el L. 31: “Jesús ha
dicho: Ningún oráculo se acepta en su propia aldea, ningún médico cura a aquellos que
le conocen.” El hecho de que los misioneros fueron conocidos en los lugares de
predicación sería un hándicap que habrían que superar; las curaciones precisan fe y
confianza, y éstas son difíciles de sentirse por los paisanos y conocidos desde la
infancia. Es una experiencia sapiencial propia de todos los tiempos.
39
Los loguiones 32 y 33 están en la misma línea de que la buena nueva ha de
proclamarse sin cortapisas, pues es tan fuerte como una ciudad amurallada y por ser
luz ha de ponerse en lugar visible como la lámpara que no hay que esconder sino
colocarla en el lugar que más alumbre. Estos dichos están en perfecto acuerdo con
Mateo V,14 y X, 27. El mismo sentido en negativo está expresada en el L. 34: “Jesús
ha dicho: Si un ciego guía a un ciego, caen juntos en un hoyo”. Si alguien no saber ver
las murallas de la ciudad ni la luz de la lámpara será como un ciego y su fin será caer
en un pozo –la gehenna-. Pero si se acepta la palabra de Jesús transmitida por sus
enviados, el Maligno será vencido (él atado y su casa saqueada) como se indica en el
logion 35 y en Mc. III, 27, Mt. XII, 29, Lc. XI, 21.
Las palabras de los misioneros serán como el grano de mostaza, que crecerá y
se convertirá en una gran planta. Así lo indica el l. 20: “Los discípulos dicen a Jesús:
Dinos a qué se asemeja El Reino de los Cielos. Él les ha dicho: Se asemeja a una
semilla de mostaza, la más pequeña de todas las semillas, no obstante, cuando cae en
la tierra fértil, produce una planta grande y se hace albergue para los pájaros del Cielo”.
Otro loguion, el 103, tiene la sencillez de la autenticidad; es una bienaventuranza
y dice así: “Jesús ha dicho: Bendita sea la persona que sabe por cuál parte invaden los
bandidos, porque se levantará y recogerá sus pertenencias y ceñirá sus lomos antes de
que entren.”. Está muy de acuerdo con otras citas evangélicas sobre la inesperada
llegada del Juicio (Mt, XXIV, 42-44).
El 2º mandamiento de Jesús queda claro en el corto L. 25: “Jesús ha dicho: Ama
a tu hermano como a tu alma, protégele como a la pupila de tu ojo.”. En lugar de “a ti
mismo” utiliza la expresión “a tu alma”, pero con el mismo sentido. Forma parte de una
tradición antigua que ya se indicaba en el Libro del Levítico, XIX, 17: “No te vengues y
no guardes rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo, Yahvé”. Frase, esta última que repetirán los tres evangelios sinópticos. En Tomás,
cambia prójimo por hermano, insistiendo especialmente en el bien de la comunidad,
insistencia en la que también recaerá el Evangelio de Juan (J. XIII, 34; XV, 12-17). E
igualmente con los que cita S. Jerónimo del Evangelio de los Hebreos: “Y en el evangelio
que acostumbraron a leer los nazarenos, según los Hebreos, se cuenta entre los
crímenes mayores el haber causado tristeza al alma de su hermano (Comm. IV in Ez.
18,7)”; y en otro lugar: “Como podemos también leer en el Evangelio Hebreo, [donde] el
Señor habla a los discípulos diciéndoles: Nunca estéis contentos sino cuando miréis a
vuestro hermano con amor. (Comm. III in Eph. 5,4).
40
Los dichos 36 y 37 parafrasean lo indicado en Mt. VI, 25-34 sobre que no nos
angustiemos por las necesidades materiales –comida y vestido- pues Dios ya nos tiene
en cuenta, pero el dicho 37 añade una nueva precisión: “Sus discípulos dicen: ¿Cuándo
te nos revelarás y cuándo te percibiremos? Jesús dice: Cuando os quitéis vuestros
vestidos sin avergonzaos y toméis vuestra ropa y la pongáis bajo vuestros pies para
pisar sobre ella, como hacen los niños, entonces miraréis al Hijo del Viviente y no
temeréis”. Aquí el sentido simbólico de los vestidos no es el de atender una necesidad,
sino el de cubrir una malicia; guarda relación con lo indicado en Génesis, III, 7-11, donde
el hombre y la mujer sólo se dan cuenta que están desnudos cuando han pecado;
cuando no hay culpa nada hay que esconder o ocultar.
Viene a continuación un grupo de dichos que hace referencia a los fariseos (o
clérigos). En el nº 39 reúne en un solo párrafo dos citas de Mt. XXIII, 13 y X,16,
quedando así: “Jesús ha dicho: Los clérigos y los teólogos han recibido las llaves del
conocimiento, pero las han escondido. No entraron ellos, ni permitían entrar a los que sí
deseaban. En cuanto a vosotros, haceos astutos como serpientes y puros como
palomas”. Esos clérigos que pretenden monopolizar el conocimiento pero que no
profundizan en él ni permiten que otros lo hagan son como vides plantadas fuera de la
viña del Padre, que serán desarraigas y destruidas como se indica en el dicho siguiente,
el 40. A esos que no ven ni oyen, se les quitará lo poco tienen, pero al que sabe ver
el tesoro del Reino se le abundará lo que tiene (véase Mt. XIII, 10-17).
Un dicho posterior, el 44, que dice: “Jesús ha dicho: Quien maldice al Padre, se
le perdonará. Y quien maldice al Hijo, se le perdonará. Pero quien maldice al Espíritu
Santo, no se le perdonará, ni en la tierra ni en el Cielo”, está completamente de acuerdo
con Mt, XII, 31-32, pero ambos son de difícil comprensión. Ya Lutero rechazó este
pasaje de Mateo por no auténtico, y las explicaciones que se han dado no son
convincentes. Por ej., la Biblia de Nácar-Colugna dice que el Espíritu Santo representa
a la Verdad y quien la rechaza se niega a sí mismo la salvación; pero, ¿no sería el
mismo caso si maldijera al Padre o al Hijo? ARMAND PUIG19 identifica con el Espíritu
a los profetas-misioneros que proclaman la verdad y que pueden ser rechazados,
interpretación que tampoco convence mucho.
Vienen a continuación unos dichos de carácter moral, interrelacionados con lo
que ya se dice en los evangelios sinópticos. Así se indica en el loguion 45: “. Jesús ha
dicho: No se cosechan uvas de los espinos ni se recogen higos de las zarzas, pues no
19 ARMAND PUIG. Un Jesús desconocido. Ed. Ariel. 2008. Pg. 63.
41
dan fruto. Una persona buena saca lo bueno de su tesoro. Una persona perversa saca
la maldad de su tesoro malo que está en su corazón y habla opresivamente, pues de la
abundancia del corazón saca la maldad”. Véase el claro paralelismo con lo indicado en
Mt. VII, 16-18 y XII, 34-35, siendo estas dos citas últimas procedentes del Documento
Q.
En el siguiente dicho, el 46, se hace un encendido elogio de Juan el Bautista, por
lo que ha de suponerse la buena relación del grupo que está detrás del Evangelio de
Tomás con los seguidores del Bautista, especialmente destacados por su ascetismo;
pero aquellos que son “como niños”, los que siguen el camino de Jesús, llegarán a ser
más exaltados que Juan, en perfecta sintonía con Mt. XI, 11.
En clara dependencia de los evangelios sinópticos (Mt, VI,24; IX,16-17. Lc. V,36-
39; XVI,13. Mc. II, 21-22), el dicho 47 indica la radicalidad de la respuesta cristiana, en
la que no hay lugar para posturas grises, y donde la elección ha de ser definitiva. En su
respuesta no ha de caber la duda. Por eso expresa de forma repetitiva situaciones
antitéticas que no pueden compartir su existencia: “Jesús ha dicho: Una persona no
puede montar dos caballos ni tensar dos arcos, y un esclavo no puede servir a dos
amos, de otra manera honrará a uno y ofenderá al otro. Nadie bebe vino añejo e
inmediatamente quiere beber vino nuevo. Y no se pone vino nuevo en odres viejos, para
que no se revienten. Y no se pone vino añejo en odres nuevos, para que no se vuelva
ácido. No se cose remiendo viejo en ropa nueva, porque vendría un rasgón”.
El dicho 48 forma un tríptico con los 25 y 26. Los tres hablan de la cohesión de
los hermanos: amar a los hermanos (25), corrección del mismo (26) y reconciliación
(28), una unidad que, metafóricamente, les permitirá mover montañas, sus logros, pues,
se multiplicarían con la unión. Parece que el redactor, teniendo como substrato lo que
se indica en Mt. V, 23-24, XVII,20 y XVIII,19, les añadiera el valor de la reconciliación.
Cuando en el loguion 53 descarta el valor de la circuncisión, nos está indicando
una comunidad que ya se ha separado de las tradiciones judeocristianas y en la que la
mayoría de sus miembros tienen un origen pagano; ello explica su sintonía con lo que
escribió Pablo en la Epístola a los Romanos, II, 28-29: “…no es circuncisión la
circuncisión exterior de la carne…y es circuncisión la del corazón, según el espíritu”.
En el dicho 54 se dice la primera bienaventuranza, la dirigida a los pobres. Pero
de ella no creo que se pueda deducir que detrás de ella estaría la comunidad
judeocristiana que procede del Bautista, como indica ARMAND PUIG. Ello contradice
otros loguiones que señalan a la comunidad a la que se dirigen los misioneros como
42
predominantemente no judía. Indicaría sólo una característica crucial del mensaje
cristiano: estar siempre con los más débiles.
El siguiente loguion, el 55, el que hace referencia al abandono de la familia por
acompañar a Jesús, y que se expresa hiperbólicamente como odio a la misma, está en
perfecta sintonía con las fuentes que inspiraron Lc. XIV,26-27 y Mt. X,38. Dejando de
lado la expresión extrema y utópica del “odio”, cuando se pone en boca de Jesús las
palabras “que siga mi cruz”, hay que pensar en el propio drama personal de Jesús,
rechazado por su familia por el hecho mismo de su predicación; tuvo que dejar atrás su
casa y su familia para seguir el camino que le marcó el Padre.
El dicho 57 expresa la conocida parábola de la cizaña, detallada en Mt. XIII, 24-
30. Falta la parte central del relato, mientras que el principio y el fin son casi idénticos.
Probablemente la falta se debe a un error del copista que se saltó unos dos renglones.
Como se puede ver, hay clara semejanza o dependencia, quizá mutua o procediendo
de la misma fuente oral, entre el Evangelio de Mateo y el de Tomás.
Los dichos 63, 64 y 65 muestran parábolas en las que finalmente la avaricia es
castigada; en ellas se muestra la inutilidad de la acumulación de riquezas; lo mismo que
la parábola del banquete de del 64ª, todas ellas caen dentro del espíritu de las parábolas
que vienen registradas en los evangelios canónicos.
El loguion 66, que dice: “Jesús ha dicho: Mostradme la piedra que han rechazado
los constructores es la piedra angular”, utiliza una imagen tomado del Salmo 118
(117),22, recogida también por los tres evangelios sinópticos, indicando que Jesús es
esa piedra; es el hijo que matan los arrendatarios de la parábola (L. 65), y lo son
indirectamente sus discípulos que manda en misión. Estos sufrirán persecuciones y de
privación de necesidades básicas. Así lo remachan los dichos 68 y 69, en los que los
bendice por todas las dificultades que han de pasar en su nombre. Sin embargo, la
segunda parte del dicho 69, que señalo en negrilla, es sin duda un añadido gnóstico del
redactor del Tomás-2: “Jesús ha dicho: Benditos sean los que han sido perseguidos en
su corazón, estos son los que han conocido al Padre en verdad. Jesús ha dicho:
Benditos sean los hambrientos, pues el estómago de quien desea se llenará”.
La bendición del loguion 68: “Jesús ha dicho: Benditos seáis cuando os odien y
persigan. Ellos (los perseguidores) no encontrarán lugar donde os hayan perseguido”,
viene a ser un resumen de Lc VI,22 y de Mt V,11, pero añade un castigo para los
43
perseguidores, y los misioneros triunfarán finalmente. El añadido de Tomás-2 supone
también una compensación para los perseguidos.
En el loguion 71, que se refiere como en Mc XIV, 58 y Mat XXVI, 61 a la
destrucción del Templo, se lee: “Jesús ha dicho: Yo destruiré esta casa y nadie será
capaz de reconstruirla”. Como se ve, añade una precisión a las citas de Marcos y
Mateo, la no reconstrucción del Templo. Se puede también pensar que el Templo
representa al pueblo de Israel, que supuestamente sería destruido por la Buena Nueva.
Por supuesto que esta interpretación no es genuinamente de Jesús, que nunca renunció
a su pueblo, lo que hace pensar en un nuevo añadido del autor del Tomás-2.
El loguion 72 está en la línea de Lc XII, 13-15, y ante todo indica la
despreocupación de Jesús respecto a la riquezas, posición que quiere transferir a sus
discípulos. Por ello, Lucas lo continúa con la parábola del hombre rico.
El dicho 73: “Jesús ha dicho: La cosecha en verdad es abundante, pero los
obreros son pocos. Pues implorad al Amo que mande obreros a la cosecha”, es
semejante al de la fuente Q que se expresa en Mt IX,37-38 y Lc X,2, pero en ésta utiliza
la palabra “mies” en lugar de “cosecha”, por lo que tiene el sabor del campo galileo y
probablemente fue la expresión primitiva. Ambas, la fuente Q y la de Tomás, expresan
la enormidad de la misión a cumplir y la escasez de misioneros para llevarla a cabo.
El Loguion 76 es una versión de la parábola de la perla, en la que ésta se asimila
al mismo Reino de Dios, e incluso al mismo Cristo, en paralelo con lo que se encuentre
en Mateo XIII, 45-46.
En el dicho 78: “Jesús ha dicho: ¿Qué salisteis a ver en lo silvestre, una caña
sacudida por el viento y a una persona vestida con ropa felpada? He aquí, vuestros
gobernantes y vuestros dignatarios son los que se visten en ropa felpada, y ellos no
podrán conocer la verdad. “, se hace referencia a Mt XI, 7-8 en laque Jesús habla del
Bautista, pero que serviría aplicado también a Él, pero la parte señalada en negrita
parece un añadido gnóstico posterior.
El dicho 79 contiene tres bendiciones o bienaventuranzas, paralelas a lo escrito
en Lc XI, 27-28 y Lc XXIII, 29. En ellas tiene protagonismo la mujer, pero no veo la
tendencia ascética sexual que se le atribuye, partiendo del final del loguion: “…Pues
habrá días cuando diréis: ¡Bendita sea la matriz que no ha engendrado, y benditos los
44
senos que no han amamantado!”. Y pienso así porque es una bendición condicionada.
Habla, en cambio, de que vendrán tiempos duros en los que muchas mujeres desearían
no haber tenido hijos. La bendición no está referida al mismo Jesús, sino a las palabras
que saldrían de las mujeres en esas épocas de dificultad.
Del Loguion 82 en que se hace referencia al fuego y al Reino, que se identifican
con Jesús, ya se ha hablado anteriormente.
El Loguion 86: “Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros tienen sus nidos,
pero el hijo de la humanidad no tiene ningún lugar para poner su cabeza y descansar”
tiene su equivalente en Mt VIII,20 y Lc IX,58, ambos procedentes de la fuente Q, muestra
la gran indigencia de Jesús. Como singularidad, este loguion añade la palabra
“descansar”, “reposar”, ya señalada en otros loguiones y con ascendencia gnóstica.
En el nº 89 se indica: “: ¿Por qué laváis el exterior del cáliz? ¿No notáis que
quien crea el interior, también es quien crea el exterior?, con lo que descalifica otra de
las normas de la práctica ritual farisea de limpiar el exterior de los utensilios; apoyándose
en Mt XXIII, 26-27 y Lc XI, 40 (o en la fuente Q de la que proceden) toma la trascripción
de ellos que le interesa. Su significado espiritual es que más importante que la limpieza
exterior es la interior, la del corazón. Por eso en Mateo llama Jesús a los fariseos
sepulcros blanqueados, sólo limpios por fuera.
El dicho 90: “Venid a mí, pues mi yugo es natural y mi dominio es manso y
encontraréis reposo para vosotros mismos, no hace sino parafrasear a Mt XI,28-30. Esta
invitación no está dirigida a los discípulos, que ya están con él, sino al resto de Israel,
posiblemente sobre todo a los sacerdotes. Pero, dado el tenor general del Evangelio de
Tomás, con una ideología claramente postjudeocristiana, esta petición pide el abandono
de las exigencias de la ley.
El Loguion 91 no hace sino plantear la situación de Israel, y sobre todo de sus
dirigentes, de no saber apreciar el tiempo presente, el no conocer la ocasión única que
se les presenta para que llegue a ellos el Reino de Dios. Como en otras ocasiones, este
Evangelio parte aquí del Documento Q (vertido en Mt XVI,3 y Lc XII,56).
El loguion 93, en paralelo a Mt VII, 6, dice así: “Jesús ha dicho: No deis lo
sagrado a los perros, para que no lo echen en el montón de estiércol. No arrojéis las
perlas a los cerdos, para que no lo hagan...”, es decir que los bienes del reino están
45
reservados para aquellos que han tenido oídos para oír y ojos para ver. Quedarían todos
los demás fuera del alcance de la Gracia. Aquí se aprecia el duro enfrentamiento con
los fariseos; ello habla de que este evangelio o aglomeración de citas o dichos de Jesús
se fue elaborando a lo largo del tiempo y que algunos de ellos se compusieron algo
tardíamente, cuando ya era claro el enfrentamiento entre los cristianos y los rabinos de
las sinagogas tras la destrucción del Templo. Esta reserva de los sacramentos para
únicamente los fieles lo recogería la Didaché20, IX, 10-12: “Pero que nadie coma ni beba
de esta acción de gracias eucarística, pero los que han sido bautizados en el nombre
de la Señor; para También por esto el Señor ha dicho: No deis lo santo a los perros”.
El dicho 94 vuelve a insistir sobre “el que busca encontrará”, ya tratado y
semejante a Mt VII,7 y Lc XI,10.
En cuanto al nº 95, que dice: “Si tenéis monedas de cobre, no las prestéis a
interés, sino dadlas a aquellos de quienes no recibiréis reembolso”, prohíbe el préstamo
con interés, parece indudablemente estar inspirado en Lc VI, 34-36, y de acuerdo a otros
loguiones en los que se rechaza la riqueza.
En los dichos 96, 97 y 98 se nos exponen 3 parábolas con un sentido semejante:
la de la mujer y la levadura, la de la mujer que llevaba una jarra y la de previsión que
hay que tomar para conseguir el Reino. Las tres nos hablan de la radicalidad del
mensaje cristiano y de las medidas que hay que tomar y la decisión que las han de
mover para llegar a la meta de conseguir que el Reino de Dios llegue a nosotros.
En el loguion 99 se lee: “Le dicen sus discípulos: Tus hermanos y tu madre están
de pie afuera. Él les dice: Quienes están aquí, que cumplen los deseos de mi Padre,
estos son mis hermanos y mi Madre. Ellos son los que entrarán en el Reino de mi
Padre”, de acuerdo con Mt XII,50, expresa de nuevo la radicalidad del mensaje, que
deja en un segundo plano a la familia. Como se ha indicado anteriormente, no se puede
dejar de lado el propio drama personal y familiar que sufrió Jesús.
El loguion 100 hace referencia al episodio del tributo al César (Mt XXII, 15-22;
Mc XII, 13-17; Lc XX,20-26), expuesto de forma muy resumida, como propio de un
20 La Didaché o Enseñanza de los doce Apóstoles es un libro de la primitiva Iglesia, probablemente en la segunda mitad del siglo I. Contiene las primeras instrucciones litúrgicas conocidas para el Bautismo y la Eucaristía. Asimismo contiene una de las tres primeras redacciones del Padrenuestro.
46
simple recordatorio para la predicación. Pero tiene un añadido: “…y dadme a mí lo mío”,
como requiriendo por parte de Jesús una adhesión absoluta.
El dicho 102 es una nueva inventiva contra los clérigos o fariseos que, con su
meticulosidad en cuanto al cumplimiento de normas, suponen un impedimento serio a
la aceptación de la Palabra.
El dicho 103: “Jesús ha dicho: Bendita sea la persona que sabe por cuál parte
invaden los bandidos, porque se levantará y recogerá sus pertenencias y ceñirá sus
lomos antes de que entren”, es una llamada de alerta frente a las acechanzas de los
que tientan a los fieles desde fuera de la comunidad, e incita a los seguidores de Jesús
a estar siempre preparados; está relacionado con Mt XXIV,43 y Lc XII,39.
El loguion 104 se presta a algún comentario sobre la postura del autor final del
Tomás-2. Si bien Jesús atribuye importancia a la oración y al ayuno, cuando le dicen
“ven, oremos y ayunemos hoy”, Él les responde “pues, cuál es la transgresión que he
cometido, y en qué he sido vencido”. Esta frase parece guardar elación por lo que
contaba el Evangelio apócrifo de los Hebreos. En un pasaje referido por S. Jerónimo21,
Jesús se resiste ante su madre y hermanos a recibir el bautismo para el perdón de los
pecados y exclama: “¿Qué pecado he cometido que deba ser bautizado por él?”. Esta
falta de pecado está también subrayada en la Epístola a los Hebreos IV,15: “No es
nuestro Pontífice (Jesús) tal que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, antes
fue tentado en todo a semejanza nuestra, fuera del pecado”.
El dicho 107 se refiere a la parábola de la Oveja Descarriada (Mt XVIII,12-14 y
Lc XV,4-6), que expone también abreviadamente.
El loguion 113, el último que podemos incluir en Tomás-1 habla del Reino (texto
similar al de Lc, XVII, 20-21): “Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo vendrá el Reino? Jesús
dice: No vendrá por expectativa. No dirán, "¡Mirad aquí!" o "¡Mirad allá!". Sino que el
Reino del Padre se extiende sobre la tierra y los humanos no lo ven”. El Reino no se
sitúa en un tiempo ni en un lugar determinado, sino que lo invade todo, está a nuestro
lado, pero la mayoría no lo ve y lo ignora.
21 S.JERÓNIMO. Adv. Pelag., III,2.
47
La evolución gnóstica a Tomás-2
A principios del siglo II Tomás-1 estaría formado por unos 68 dichos, por lo
general breves. Pero unas décadas después se añadirían unos 46 loguiones y otros
serían ampliados por parte de algún seguidor gnóstico. Esto quiere decir que el Jesús
de Tomás-1 es distinto del del Tomás-2. En éste se han añadido algunas nuevas
concepciones:
-La tradición sapiencial judía, preludio del gnosticismo judío.
-La revelación por parte de Dios de aquello que estaba oculto, haciéndose
manifiestos los deseos del Padre en un momento concreto de la Historia.
Estos dos aspectos no son distintos de los de los Evangelios sinópticos, pero sí
los destinatarios de esa sabiduría; en éstos son los sencillos, pero en Tomás son los
discípulos iniciados.
-Se van acentuando unos componentes ascéticos y radicales que, si bien en
comunión con el resto de la iglesia representados por los Padres de la misma, como
Ignacio de Antioquía y Clemente de Alejandría, se van estructurando como un grupo de
élite.
-Se añade la concepción de la salvación mediante el conocimiento.
Este aspecto se ve claramente en el loguion 3: ”Jesús dice: Si los que os guían
os dicen: ”Mirad, el Reino está en el cielo”, entonces los pájaros del cielo os precederán.
Si os dicen: “Está en el mar”, entonces los peces os precederán. Pero el Reino está
dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando os conozcáis a vosotros mismos,
entonces seréis conocidos y sabréis que sois los hijos del Padre viviente. Pero si no os
conocéis a vosotros mismos, entonces estáis en la indigencia, y sois la indigencia”. La
primera parte no subrayada es propia de Tomás-1, pero la parte subrayada es un claro
añadido gnóstico propio de Tomás-2.
Algo semejante ocurre con el loguion 61. Su primera parte, “Jesús ha dicho:
Dos descansarán en una cama, el uno morirá, el otro vivirá”, perteneciente a Tomás-1
está relacionado con lo indicado en Lc XVII, 34, y que hace referencia a la escatología
de los últimos tiempos, cuando la llegada del Hijo del Hombre. Sin embargo, su
segunda parte, la del diálogo con Salomé, es claramente un desarrollo posterior de
carácter gnóstico, donde Jesús es el Salvador gnóstico: “Salomé dice: ¿Quién eres tú,
hombre? Como mandado por alguien, te tendiste en mi cama y comiste de mi mesa.
Jesús le ha dicho: Soy quien viene de la igualdad. A mí se me han dado de las cosas
de mi Padre. Salomé dice: Soy tu discípula. Jesús le dice: Por eso yo digo que cuando
alguien iguale se llenará de luz, pero cuando divida se llenará de oscuridad”.
48
La disposición de la parte más antigua, tradicional y el añadido pueden tener
situación inversa. En el loguion 14: “Jesús les ha dicho: Si ayunáis, causaréis
transgresión a vosotros mismos. Y si oráis, seréis condenados. Y si dais limosna, haréis
daño a vuestros espíritus. Y cuando entréis en cualquier país para vagar por las
regiones, si os reciben comed lo que os ponen frente a vosotros y curad a los enfermos
entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os profanará, sino lo que sale de
vuestra boca eso es que os profanará”, la primera parte es claramente de tipo
gnóstico, mientras que la parte subrayada final está más de acuerdo con los evangelios
canónicos.
Finalmente, algunos loguiones son puro añadido del redactor final del Tomás-2,
totalmente gnósticos, como es el caso del L. 80. Otro loguion claramente gnóstico es
el 101, en el que hace referencia a que Jesús tuvo dos madres, una María y la otra el
Espíritu Santo. Esta creencia procede que en el antiguo idioma hebreo el Espíritu Santo
es femenino. Ello está de acuerdo con dos Evangelios apócrifos, el de los Hebreos y el
de Felipe, 17, descubierto éste también en Nag Hammadi y con carácter gnóstico
plenamente desarrollado. De aquí vendría el desdoblamiento de la figura de Jesús, el
terrenal y el Cristo gnóstico; éste no habría nacido de mujer, de ahí que se diga en el
loguion 15, añadido gnóstico al Tomás-1: “Jesús ha dicho: Cuando veáis a quien no
nació de mujer, tendeos sobre vuestros rostros y adoradle, él es vuestro Padre”.
Otro dicho plenamente gnóstico, y por tanto no perteneciente a Tomás-1, es el
108: “Jesús ha dicho: Quien bebe de mi boca, se hará semejante a mí. Yo mismo me
convertiré en él, y los secretos se le revelarán”. Completamente en sintonía con el
Apócrifo de Felipe, 31: “[el que...] por la boca; [si] el Logos hubiera salido de allí, se
alimentaría por la boca y sería perfecto. Los perfectos son fecundados por un beso y
engendran. Por eso nos besamos nosotros también unos a otros (y) recibimos la
fecundación por la gracia que nos es común”. El fiel gnóstico se equipara con Jesús, y
los elegidos se transmiten y conciben la gracia por medio de un beso.
La segunda parte del loguion 19: “…Pues tenéis cinco árboles en el paraíso,
los cuales no se mueven en el verano ni caen sus hojas en el invierno, quien los conoce
no saboreará la muerte”. Estos cinco árboles son los cinco sacramentos gnósticos,
señalados claramente por el Evangelio de Felipe, 68: “El Señor [realizó] todo en un
misterio: un bautismo, una unción, una eucaristía, una redención y una cámara nupcial”.
Y sobre este quinto sacramento, y sobre su naturaleza, volvemos de nuevo a Tomás,75:
“Jesús ha dicho: Hay muchos que están de pie a la puerta, pero los solitarios son los
que entrarán en la alcoba nupcial”. Es decir, el sacramento consiste en la unión del
alma con Jesús. Y esta interpretación queda después confirmada por el loguion 104: “Le
dicen: ¡Ven, oremos y ayunemos hoy! Jesús ha dicho: ¿Pues cuál es la transgresión
49
que he cometido yo, y en qué he sido vencido? Pero cuando salga el novio de la alcoba
nupcial, ¡entonces que ayunen y oren!”.
En este intercambio de citas gnósticas relacionadas con Tomás-2, y relacionadas
también con la cámara nupcial, tenemos lo que dice el apócrifo Diálogos del Salvador,
50, un escrito de finales del siglo II también encontrado en Nag Hammadi: “Dijo el Señor:
Sois vosotros los que reinaréis sobre ellos. Pero cuando os despojéis de la envidia,
entonces os vestiréis de luz y entraréis en la cámara nupcial”. Entra el elegido, el
solitario, el que se desprende de la materialidad del cuerpo corruptible (Tomas 75:”…
Hay muchos que están de pie a la puerta, pero los solitarios son los que entrarán en la
alcoba nupcial”), entonces, vestido ya de luz podrá contemplar al Hijo del Viviente”
(Tomás 37).
En fin, a partir de un dichos auténticos que conformaron la tradición oral de
Tomás-1, el redactor del Tomás-2 se fue introduciendo en unas interpretaciones
teológicas que poco a poco se iban distanciando de la Iglesia madre, sin llegar a romper
sus lazos. Su encratismo, ese afán de austeridad y contención, sería el precursor de la
vida monástica de los siglos siguientes. Pero ya tiene marcadas las pautas, el Tomás-
2, para una separación posterior de la corriente gnóstica de la ortodoxia cristiana. Si lo
comparamos con un el Evangelio de la Verdad, incluido ya plenamente en la herejía
valentiniana, vemos que los primeros pasos ya se habían dado en el Tomás-2.
Al final de esta monografía, en el Apéndice II, se transcribe el texto completo de
este Evangelio.
…………………………..
Otras Fuentes
En el año 1941, RUDOLF BULTMANN22 supuso que el Evangelio de Juan
procedía de una fuente que llamó Evangelio de los Signos, no usada en el Evangelios
Sinópticos. Sugirió que sería anterior al año 70. Bultmann fue seguido en la búsqueda
de la fuente oculta del 4º Evangelio por FORTNA23, NICOLL Y VAN BELLE. Sería de
este origen algunos de los milagros y la utilización de la palabra semeia (signo). Serían
signos espectaculares para reforzar la fe de los seguidores de Jesús. No hay acuerdo
completo entre los estudiosos sobre qué milagros proceden de esta tradición
independiente del Evangelio de Juan, pero suelen incluirse los siguientes: Las bodas de
1RUDOLF BULTMANN, The Gospel of John A Commentary, trans. G.R. Beasley-Murray (Philadelphia: The Westminster Press, 1971), pp. 698f.22 23 ROBERT T. FORTNA, The Gospel of Signs, SNTSMS 11 (Cambridge, Cambridge University Press, 1970)
50
Caná (Juan II, 1-11), Curación del hijo del cortesano (Juan IV, 46-54), Curación del
enfermo de la Piscina (Juan V, 2-9), Multiplicación de los panes y los peces (Juan VI, 1-
14), Curación del ciego de nacimiento (Juan IX, 1-8) y la Resurrección de Lázaro (Juan
XI, 1-45). Hay menos acuerdo en si se debían también incluir la Pesca Milagrosa (Juan,
XXI, 1-14), el llamamiento de los primeros discípulos (Juan I, 35-49) y los pasajes Juan
XII, 37-41 y XX, 30-31.
Otras fuentes que nos proporcionan datos sobre el Jesús histórico son las Cartas
de S. Pablo y algunos escritos cristianos tempranos como la Didaqué o Enseñanza de
los doce apóstoles.
51
V.-LOS TEXTOS DEL NUEVO TESTAMENTO
Al considerar estos textos nos encontramos que existe un grupo aceptado como
oficial por la Iglesia y que componen el Canon del Nuevo Testamento; es el catálogo de
libros sagrados utilizado desde el siglo IV.
En las primeras décadas desde la muerte de Jesús, fue su autoridad la que
respaldaba el mensaje, su recuerdo inmediato. Luego se recurrió a la autoridad de
determinados apóstoles. Como ejemplo podemos citar a las comunidades paulinas que
recogieron las cartas escritas por S. Pablo, e incluso redactaron otras en su nombre,
como la Epístola de los Efesios y la 2ª a los Tesalonicenses. En otros lugares,
comunidades distintas siguieron la tradición a partir de Pedro, de Tomás o de Juan.
Pronto aparecieron muchos escritos atribuidos falsamente a algún apóstol; en la región
de Siria así ocurrió con el Evangelio de Pedro, el Apocalipsis de Pedro, y el Kerigma de
Pedro. De este lugar son también los Hechos de Tomás (siglo III), y casi seguro El
Evangelio de Tomás y el Libro de Tomás el Atleta, estos últimos encontrados en la
biblioteca gnóstica de Nag Hammadi. En cuanto a Juan, cuya tradición parece proceder
de Edesa, se le han atribuido, aparte del 4º Evangelio, tres cartas y el Apocalipsis, varios
apócrifos(hechos de Juan y Apócrifo de Juan).
El que la Iglesia se determinara a crear una lista oficial de libros autorizados se
debió a la reacción frente a un hereje gnóstico, Marción, que había elaborado su propia
lista, rechazando muchos de los libros en uso por la Iglesia, y que dio lugar a su
excomunión en el año 144. Por lo demás, era una necesidad de la misma Iglesia, dada
su universalidad, ya que tenía que uniformizar el mensaje heredado de Jesús en todas
las partes del Imperio. Un detalle importante es
que todos los libros propuestos como válidos
pasaron por Roma antes de su aceptación final.
La Lista de Libros Sagrados más
antigua que conocemos es el llamado Canon de
Muratori (publicado en 1740 por Ludovico
Muratori). Muratori fue a partir de 1700 director
de la Biblioteca del duque de Módena Reinaldo
I d´Este. En Canon que publicó fue redactado
por un desconocido allá por el año 200. En este
tiempo se aceptaban como canónicos los 1Ludovico Antonio Muratori
52
cuatro Evangelios, Hechos de los Apóstoles, trece Epístolas de Pablo 1ª y 2ª de Juan,
la Epístola de Judas y dos Apocalipsis, la de Juan y la de Pedro. Falta la Carta a los
Hebreos, la 3ª de Juan y la 1ª y 2ª de Pedro.
Las fechas de composición de los Textos del Nuevo Testamento, consideradas
muy tardías en el siglo XIX (se suponían datados al final del siglo II), se han ido
adelantando con el paso del tiempo, siendo aceptado en la actualidad por una mayoría
de autores las siguientes fechas aproximadas: entre 60-65 para el Evangelio de Marcos;
en el intervalo 70-90 para Mateo y Lucas; 90-100 para Juan. Pero es una cronología
provisional en vías de ser modificada.
El Evangelio de Lucas tiene la particularidad de que forma un doblete con los
Hechos de los Apóstoles, claramente escritos por el mismo autor, y este último después
del primero como así se indica en su prólogo. Se considera que los Hechos fueron
compuestos entre los años 80 y 90; E. LOHSE24 cree que fue en el 90; N. PERRIN25
señala el año 85, etc. Pero, si consideramos lo que los mismos Hechos cuentan26, nos
encontramos que terminan con la llegada de Pablo a Roma, no aparece ninguna
mención de la persecución de Nerón, ni hay una opinión excesivamente desfavorable
de los romanos. Lo contrario de lo que se observa en el Libro de la Apocalipsis en el
que hay un claro enfrentamiento con Roma, lo que hace suponer que los Hechos se
escribieron antes del año 6227. Tampoco cita la muerte de Santiago, el hermano del
Señor, martirizado en el año 62. Y mucho menos registra la destrucción de Jerusalén,
que le habría venido muy bien desde el punto de vista apologético para confirmar las
predicciones de Jesús en el Evangelio.
Por tanto, si los Hechos fueron escritos antes del año 62, todavía más antiguo
será el Evangelio de Lucas. La objeción a esta teoría es que como el Evangelio predice
la destrucción del Templo, tendría que haberse escrito después, pero el Documento Q,
que se escribió antes del año 70, el de la destrucción, también lo indica. Ya en el Antiguo
Testamento hay citas prediciendo la destrucción del Templo: Ezequiel IV-XXIV,
Jeremías, Zacarías XIV,2. Ello obliga a creer que efectivamente Jesús predijo la
destrucción del Templo.
El Evangelio de Mateo es más difícil de datar; se creyó en la fecha del año 80
basándose que la cita de la destrucción del Templo obligaba a pensar que fue escrito
después de ella, pero ya se ha visto que este argumento no sirve, ya que la cita se apoya
24 E. LOHSE, Introducción al Nuevo Testamento, Madrid, 1975, pgs. 167ss. 25 N. PERRIN, The New Testament, N. York, 1974, pgs. 195ss. 26 VIDAL MANZANARES, C. El Primer Evangelio, El Documento Q. Barcelona, 1993., pg. 140 27 B. REICKE, “Synoptic Prophecies on the Destruction of Jerusalem” en D. W. Aune (ed.), Studies in the New Testament and Early Christian Literature: Essays in Honor of Allen P. Wikgren, Leiden, 1972, p. 134.
53
igualmente en el Documento Q. Posiblemente se escribió antes del 70 y por un
judeocristiano.
En cuanto al 4º Evangelio, tradicionalmente atribuido al apóstol Juan, no tiene
una autoría plenamente reconocida. Entre los expertos está prácticamente desechado
que fuera él el inspirador de este escrito. Su autoría se basa únicamente en la cita de
Ireneo, uno de los padres de la Iglesia; pero con dos grandes fuentes de incertidumbre:
la primera, que Ireneo cuenta que la información la obtuvo cuando era niño de Policarpo,
obispo de Esmirna (año 156); la segunda, que Ireneo confundía al apóstol Juan, hijo del
Zebedeo, con un presbítero de Asia Menor que también se llamaba Juan. Hay incluso
razones para pensar que la fuente de información de este Evangelio fue María
Magdalena28, identificada con el discípulo amado, aunque no de su elaboración
teológica que tuvo que ser propia de una iglesia cristiana, probablemente la de Éfeso.
En cuanto a su datación, casi todos los expertos la sitúan entre los años 90 y
100. Una fecha más tardía ya no es admisible pues entre los papiros egipcios
encontrados recientemente, el papiro 52, fechado entre finales del siglo I o comienzos
del II, contiene un fragmento de este evangelio. Pero hay también razones para ponerle
una fecha anterior29.
Finalmente, el Evangelio de Marcos, que fundamentalmente recoge la
predicación de Pedro en un medio gentil, fue con toda seguridad anterior a Mateo y
Lucas, a los que sirvió de fuente.
…………………………..
No tenemos ningún texto original; algunas copias fragmentarias que poseemos
datan al menos 175 años después de la muerte de Jesús; las copias tienen
discrepancias, con “correcciones” puntuales. Los originales en lengua griega (¿aramea
en algún caso?) fueron copiados una y otra vez. La mayoría de las copias se perdieron
al final del siglo III con la persecución de Diocleciano.
Los textos de que disponemos son todos copias de originales en lengua griega.
Hay una tradición procedente de Papías, que fue obispo de Hierápolis por el año 150,
que dice que el Evangelio de Mateo fue compuesto primeramente en arameo, pero en
todo caso, si es que existió, no es el actual Evangelio que conocemos porque es seguro
que éste se compuso de principio en griego. La lengua con que se redactó el Nuevo
Testamento fue no el griego clásico, sino el griego común, el habitual de las gentes, el
llamado koiné, como se ha podido comprobar con los hallazgos arqueológicos de
28 BROWN, RAYMOND E. "The Community of the Beloved Disciple",1979. New York, Paulist Press. 29 VIDAL MANZANARES, C. El primer Evangelio. El Documento Q. Barcelona. 1993. Pag 149.
54
numerosos papiros egipcios de su tiempo30. Así lo aclaró la obra de A. DEISMANN, Licht
vom Osten, publicada en 1895.
Perdidos los escritos originales, nos tenemos que conformar con la validez de
unas copias sucesivas de esos primeros escritos. Y las fuentes de que disponemos
apuntan todas hacia Egipto.
Simplemente como ilustración de las copias-fuentes de las que se ha podido
disponer para la elaboración actual de los textos utilizados por la Iglesia, veamos el
siguiente cuadro obtenido de la obra de ALAND, Der Text des NT.
Número Nombre Designación Material Edad
96 Papiros β + número Papiro Del siglo II hasta el VIII
299 Mayúsculos o unciales
A, B, C, etc 01,02,03
Pergamino Siglos IV-IX
2812 (aproxima-damente)
Minúsculos 1, 2, 3 Pergamino y papel IX-XV
2281 (aproxima-damente)
Leccionarios /11, /12 Pergamino y papel
Se consideran como los documentos más importantes los papiros 45, 46 y 75, el
Codex Vaticanus, el Codex Sinaítico D, W y θ.
Los Grandes Unciales31
Antes de que se dispusiera de los papiros egipcios, y debido a las pérdidas
sufridas durante la persecución de Diocleciano, las copias más antiguas se remontaban
sólo hasta el siglo IV32. Los manuscritos disponibles más antiguos son cuatro:
Codex Sinaiticus Codex Alexandrinus
Codex Vaticanus Codex Bezae Cantabrigensis
Todos ellos son de origen egipcio; los dos últimos no se pueden precisar tanto,
siendo preferible decir que son originarios del norte de África. Son muy importantes.
Fue el Cardenal Cisneros en el siglo XVI el que editó por vez primera el Nuevo
Testamento en griego para su estudio científico. Pero la falta de la bula papal para su
publicación hizo que se retrasar su publicación y que Erasmo de Rotterdam se le
adelantara con otra versión mucho más imperfecta pero que fue aceptada como oficial.
No fue hasta mucho más adelante, en el siglo XIX, cuando se apreciaron sus
errores y se estableció el texto definitivo.
30 A mediados del siglo XIX hubo una publicación de numerosos papiros por el profesor de Marburgo A. DEISMANN. 31 Llamados así por estar escritos con letras mayúsculas no unidas. 32 ANTONIO PIÑERO, JESÚS PELÁEZ. “El Nuevo Testamento”. 1995. Ed. El Almendro. Córdoba.
55
Este texto fue elaborado primero por los trabajos de C. von TISCHENDORF que
había descubierto un antiguo documento en el monasterio de Santa Catalina en el Sinaí (de
ahí el nombre de Codex Sinaiticus). Por el mismo tiempo, en 1881, se publicó el Codex
Vaticano por B.F. WESCOTT y J. A. HORT, que se había originado por los trabajos
filológicos de Alejandría.
Estos dos últimos autores indicaron qué textos circulaban por el Imperio Romano
en los comienzos del siglo IV:
-El Antioqueno, el texto oficial de la Iglesia Oriental, muy utilizado pero de mala
calidad por sus muchas enmiendas y correcciones.
-El Codex Alexandrinus. Era de mejor calidad, sobre todo su versión del
Apocalipsis.
-El Códex Bezae Cantabrigensis
Los papiros
La aportación de origen egipcio a la configuración definitiva de los textos del
Nuevo Testamento fueron, como ya se ha citado anteriormente, los descubrimientos de
numerosos papiros de
la primera época
cristiana. Papiros con
importancia para este
fin, a primeros del siglo
XX sólo se conocían
once, para el final del
primer tercio de siglo
ya se podían enumerar
cuarenta, que no
parecían tener mucha
importancia. Pero en
1933 fueron
publicados los que
serían famosos
papiros Chester
Beatty: con ellos se
consiguió remontar
hacia atrás la
antigüedad de los textos; los papiros se remontaban al siglo II y comienzos del III, el
papiro 45 tenía textos de los Evangelios y de los Hechos de los Apóstoles, el 46 de
56
los escritos de S. Pablo y el 47 de la Apocalipsis. En 1935 se añadió otra aportación,
la que llevaba el papiro 52 con un importante fragmento del Evangelio de S. Juan que
se dató su origen al año 125, unos 25 años después del original. Confirmaba las
versiones posteriores del siglo IV. Posteriormente entre 1956 y 1961 se publicaron otros
papiros, los papiros Bodmer 66, 72 y 75, que se remontaban en antigüedad a copias de
los años 200-250 con textos de los Evangelios y de las cartas 1 y 2 de Pedro y la de
Judas. Hasta ahora se han reunido unos noventa papiros, de los cuales hay dos en
Barcelona, los 67 y 80.
El papa Benedicto XVI recibiendo los papiros XIV-
XV, como donación de la familia de Frank J.
Hanna, con la versión más antigua del
Padrenuestro, de comienzos del siglo III.
La opinión crítica actual piensa que
sólo hubo dos centros que copiaron y
difundieron los textos sagrados: Antioquía y
Alejandría. La primera difundió el llamado
texto bizantino o eclesiástico, de gran
difusión por entonces pero de calidad inferior
a la de origen egipcio, la alejandrina.
Resumiendo la procedencia de los
textos ahora disponibles como definitivos
tenemos:
-Los Evangelios y las Cartas paulinas vienen del Codex Vaticanus, el Codex
Sinaítico y los papiros 74 y 75.
-El Apocalipsis del Codex Alexandrinus
La versión copta del Nuevo Testamento
Pero hay todavía otras versiones más antiguas que sirven también de referencia;
estoy hablando de la primitiva versión siriaca o la Vetus latina y la copta (escrita ésta
con letras griegas pero en el idioma copto descendiente del antiguo egipcio). S.
Antonio recitaba en el desierto el Evangelio en lengua copta y también los monjes de la
orden de S. Pacomio, a primeros del siglo IV. El estudio de esta versión de los textos
se ha ampliado mucho durante el siglo XX; un autor español, G. ARANDA, ha editado
un manuscrito de los cuatro evangelios; hay un manuscrito del siglo V en Barcelona con
57
los evangelios de Marcos y Lucas… El estudio de estas nuevas fuentes todavía no ha
terminado.
La biblioteca de Nag Hammadi
Queda aquí añadir el descubrimiento en 1945 en Egipto de una biblioteca de
textos gnósticos, entre ellos el Evangelio de Tomás. El conocimiento de las ideas
gnósticas que ha permitido el estudio de estos libros ha añadido mucho a la
comprensión de muchos textos canónicos cristianos como las cartas de Pablo, el
Apocalipsis y el Evangelio de Juan.
Esta documentación, aunque con inspiración gnóstica, es cristiana y nos ofrece
una preciosa información sobre la evolución del cristianismo de Egipto en los primeros
siglos. Como ejemplo de su influencia en los textos canónicos podemos citar:
-Textos paulinos
Basado en las ideas gnósticas de la sabiduría adquirida por los elegidos, los
espirituales”, podemos leer en 1ª Corint. II, 13-15: “De estos os he hablado, y no con
estudiadas palabras de humana sabiduría, sino con palabras aprendidas del Espíritu,
adaptando a los espirituales las enseñanzas espirituales, pues el hombre animal no
percibe las cosas del Espíritu de Dios; son para él locura y no puede entenderlas, porque
hay que juzgarlas espiritualmente. Al contrario, el espiritual juzga de todo, pero a él nadie
puede juzgarle”.
También son de esta inspiración las frases que se leen en Rom. V, 12-17 sobre
la caída del Adán terreno, y los de la caída de la creación y de su liberación en Rom.
VIII, 22-23: “Pues sabemos que la creación entera hasta ahora gime y siente dolores de
parto, y no sólo ella, sino también nosotros, que tenemos las primicias del Espíritu,
gemimos dentro de nosotros mismos suspirando por la adopción, por la redención de
nuestro cuerpo”.
También la comparación enfrentada presentada por Pablo de los dos tipos de
hombres, los psíquicos y los espirituales en 2ª Cor. II, 15-16: “…porque somos para Dios
suave olor de Cristo en los que se salvan y en los que se pierden; en éstos, olor de
muerte para muerte; en aquéllos, olor de vida para vida”. En 1ª Cor. XV, 42-49: “…Se
siembra en corrupción y resucita en incorrupción. Se siembra en vileza y se levanta en
gloria. Se siembra en flaqueza y se levanta en poder. Se siembra cuerpo animal y se
levanta un cuerpo espiritual. Pues hay un cuerpo animal, también lo hay espiritual…Cual
es el terreno, tales son los terrenos; cual el celestial, también son los celestiales”.
Se ve en estos versículos claramente la caída de la creación y con ella del
hombre, que necesitan de una liberación. En esta concepción, esencialmente gnóstica,
58
todo lo terreno es malo. Esta forma de ver al hombre distingue en él tres partes: el
cuerpo, el alma y el espíritu. El hombre en el que predomina esta última parte es el
capaz de adquirir la auténtica sabiduría que le hace comprender el misterio de Cristo (1ª
Cor. II, 6ss: “Hablamos, sin embargo, entre los perfectos, una sabiduría que no es de
este siglo, ni de los príncipes de este siglo, abocados a la destrucción; sino que
enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de
los siglos para nuestra gloria”).
El contraste entre luz y tinieblas tiene también resabios gnósticos, y que se
aprecia en la Carta a los Romanos XIII, 12: “La noche va muy avanzada y se acerca ya
el día. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistamos las armas de la
luz”. Y también en la 1ª Carta a los Tesalonicenses V, 4-5: “Cuanto a vosotros,
hermanos, no viváis en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como ladrón, porque
todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas”.
Decían los gnósticos que el mundo estaba bajo la dirección de los arcontes,
especie de ángeles o seres intermedios que dominan los sistemas planetarios. Y S.
Pablo en 1ª Cor. II, 7-8: “…enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida,
predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria; que no conoció ninguno
de los príncipes de este siglo”; y en la Carta a los Romanos VIII, 38-39: “Porque
persuadido estoy que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni lo
presente ni lo futuro, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni ninguna otra
criatura podrá separarnos del amor de Dios…”
Hay todavía más fragmentos de las escrituras paulinas que reflejan ideas
gnósticas y que expondré ahora brevemente: la doctrina del Salvador celeste que
desciende del cielo sin ser conocido por los arcontes (1ª Cor. II,8) para volver de nuevo
al cielo (2ª Cor, VIII, 9; Filip. II, 6-11); loa imagen que tiene Pablo de la unión de los
cristianos con Cristo (1ª Cor. XII, 12-27; Rom. XII, 4ss) es semejante con las ideas
mantenidas por los gnósticos del eón “Hombre” surgido por emanación de Dios y que
es la suma de todas los espíritus divinos que quedarán encerrados en los cuerpos
mortales, etc.
-El Evangelio de Juan
Al contrario de los otros tres evangelios, los Sinópticos, que presentan en general
hechos con poca interpretación, el cuarto Evangelio es en su totalidad una interpretación
teológica de la figura de Jesús, del Cristo. Sus bases ideológicas estas impregnadas de
gnosticismo, pero el de origen judío. Éste se distingue del de origen alejandrino en que
no tiene las implicaciones platónicas de este último. La influencia gnóstica es patente
en varios puntos:
῭Concepción dualista del mundo (luz/tinieblas; verdad/mentira; arriba/abajo)
59
῭El Salvador es preexistente al mundo, es el Logos divino que ha descendido,
revelado y que finalmente asciende.
῭La unión del enviado y sus seguidores con Dios.
῭La salvación adviene por el conocimiento/fe en la palabra de Jesús, por medio
de la cual, la escatología se hace presente, la resurrección de los creyentes (la llegada
en ellos del Reino de Dios) ha tenido ya lugar.
Sin embargo, a pesar de la importante influencia que tuvo la metodología lógica
del gnosticismo sobre el incipiente cristianismo, pronto se vio que los gnósticos y los
cristianos tenían en numerosos aspectos formas antagónicas de comprender la
herencia de Jesús y la interpretación del sentido de la creación, por lo que pronto fueron
proscritos los libros gnósticos, combatidos y en buena parte destruidos. Por ello, el
hallazgo de Nag Hammadi ha sido una verdadera suerte para poder comprender
algunos fragmentos muy importantes de los textos del Nuevo Testamento.
A partir del siglo V apenas encontramos ya gnósticos, a excepción de los
maniqueos y los mandeos, pero a lo largo del tiempo han surgido destellos de sus
doctrinas creando grupos heterodoxos dentro de la Iglesia, como los albigenses, los
cátaros y los bogomilos.
Criterios de autenticidad de los dichos de Jesús
Intentar contactar con el Jesús histórico a partir de lo referido por el evangelio
tiene muchas dificultades ya que se nos han transmitido primero de forma oral, con las
dificultades de exactitud que ello conlleva y luego ya de forma escrita, pero guiadas
ambas por la actitud de fe de los discípulos. La transmisión oral conserva más las
ideas que las palabras, a menos que éstas presenten determinada fuerza o
expresividad, contraste con lo habitual o resolución inesperada de situaciones, a veces
con humor. Estas características, por lo que sabemos, eran frecuentes en Jesús, cuya
forma de hablar era bastante diferente de la habitual. No obstante, la mayoría de las
veces lo que se recuerda es la idea que sustenta las palabras, por lo que al expresarla
de nuevo, lo natural es que se haga con palabras diferentes, pero son igualmente ciertas
porque expresan lo mismo. Pero, dado que es inevitable el ansia de los creyentes, y
también de los que no lo son pero que están subyugados por la figura de Jesús, de
conocer las palabras reales que pronunció el Maestro, se han elaborado una serie de
criterios para reconocer los dichos auténticos.
1.- Criterio de discrepancia
Si los hechos o dichos recogidos están en claro enfrentamiento con las
costumbres del pueblo judío del siglo I, así como de los hábitos de la primera cristiandad,
60
afectos a la exaltación de Jesús, hay que tomarlos como que son efectivamente ciertos.
Como ejemplos de lo dicho tenemos: el bautismo por Juan el Bautista, su procedencia
de Nazaret (Ev. Juan, I, 46:”De Nazaret puede salir algo bueno?”), su muerte en la cruz,
el aparente fracaso de su predicación. Estos sucesos, de no ser ciertos, ¿es
comprensible que se los inventaran sus seguidores? El dicho de Mateo, X,5: “No toméis
el camino de los paganos ni entréis en ciudad de los samaritanos” está en contradicción
de la actitud de los misioneros en tierras de paganos. Hay algunas palabras que no
eran usuales de su tiempo y que, por tanto, eran características de Jesús: el uso de la
palabra abba, padre; las expresiones “en verdad os digo”, “”venid en pos de mí”.
También el hecho de que fuera el maestro el que eligiera a los discípulos, cuando lo
habitual fuera lo contrario.
Ahora bien, este criterio no es aplicable a la inversa. Es decir, no puede
descartarse cualquier suceso relativo a Jesús por el simple hecho de que sí se adapte
a las costumbres de su época.
2.-Criterio de confirmación
En principio, si un hecho o dicho es confirmado por distintos textos sería un
criterio de autenticidad. Sin embargo, dado que algunos textos están referidos a otros o
proceden de la misma fuente, enfocado de esta forma no tiene mucha validez. Pero sí
que la recupera si la confirmación es entre varias fuentes independientes. Por ejemplo,
si es atestiguado dos o más de estas fuentes: Marcos, Documento Q, Documentos M y
L, Evangelio de Tomás-1. Es este caso la conformidad tendrá lugar no en palabras
concretas que se repiten literalmente (esto sólo se puede producir si se copian de una
fuente oral o textual a otro texto), sino en la equivalencia de las ideas que expresan, en
la conformidad de las circunstancias en que trascurren los hechos, los cuales se
expresarán en formas literarias distintas.
3.-Criterio de conformidad con hechos aceptados
Cualquier cita de los textos que esté de acuerdo con algo que ya está establecido
como cierto por otras vías hay que aceptarlo también como cierto. La conformidad no
sólo a partir de los criterios anteriores, sino también de lo conocido por información
histórica de las costumbres judías, helénicas o romanas del primer siglo, así como datos
concretos geográficos o históricos.
4.-Criterio de rechazar lo incompatible
Este es un criterio de tipo negativo. Aquello que es incompatible con el ambiente
lingüístico y ambiental tiene que ser rechazado. Pero tampoco tiene que ser admitido,
sin más pruebas, todo aquello que sí esté de acuerdo con ese entorno. En referencia
al lenguaje se han hechos estudios muy serios sobre los logia (dichos) de Jesús,
61
destacando en este sentido H. SCHÜRMANN33, que ha distinguido hasta 42
peculiaridades del lenguaje de Jesús que, aunque no pueden en todos los casos
atribuirse a Él, pues algunos de sus seguidores podrían haberse apropiado de ellas, es,
sin embargo, una aportación digna de tenerse en cuenta.
33 “Die Spache des Christus. Sprachliche Beobachtungen an den synoptischen Herrenworten”. BZ 2 (1958) 54-84.
63
VI.- THE JESUS SEMINAR
En los últimos años ha aparecido un curioso fenómeno que ha tenido gran
repercusión mediática. Es la formación del “Seminario de Jesús”, agrupación de
estudiosos de la historia del Cristianismo en sus comienzos, que han intentado
consensuar, mediante una serie de criterios manejados por la crítica histórica, aquellas
partes de las sagradas escrituras que consignaran las auténticas palabras de Jesús;
con ello se conseguiría una importante aproximación a su historia como rabí. Su
principal publicación ha sido el libro “The Five Gospels”34 . Han intentado llegar a la
figura de Jesús por medios históricos, dejando aparte el aporte teológico.
Por ejemplo, han rechazado la visión de un Jesús escatológico, anunciante de
cataclismos inminentes; se dieron cuenta que estas ideas procedían más bien de Juan
el Bautista, entre cuyos seguidores había muchos que fueron luego discípulos de Jesús.
Éste rechazó esta drástica postura en cuanto regresó del desierto, comía con los
recaudadores de impuestos y pecadores, y a través de sus parábolas anunciaba la
venida del reino de Dios. Sus discípulos, tras su muerte, no supieron apreciar las
sutilidades de las actitudes del Maestro y volvieron a muchas de las posiciones de Juan
el Bautista, superponiendo al escribir los textos del Nuevo Testamento su “propia visión”
sobre su figura, sustituyendo en buena parte a Jesús por Cristo.
Han pensado que, ya que Jesús no escribió nada y que su doctrina se transmitió
primeramente por vía oral, sus palabras auténticas se encontrarían preferentemente
en aquellas que reflejaran esa transmisión oral: frases cortas, provocativas, de carácter
repetitivo, situaciones con solución inesperada. No obstante, el aislar esos fragmentos
de las escrituras no garantiza el 100% de acierto, sino solamente una alta probabilidad.
Hay que seguir metódicas de la ciencia histórica y no olvidar el peligro de que al final no
encontremos al Jesús auténtico sino aquél al que nosotros queremos encontrar. Para
evitar caer en esta trampa, los componentes del seminario han tomado una serie de
precauciones.
Los primeros estudios críticos sobre las Escrituras se iniciaron con la Reforma
(1517), pero fue después, con la Ilustración, que se empezó a distinguir entre Jesús y
Cristo. Se apreció entonces la gran diferencia entre los tres primeros Evangelios y el
34 “The Five Gospels. The Search for the authentic Words of Jesus”. New Translation and Comentary by ROBERT W. FUNK, ROY W. HOOVER, and THE JESUS SEMINAR. Maxwell Mc. Millan International. New York.
64
de S. Juan. En éste último, caracterizado por amplios discursos de Jesús y afirmaciones
sobre sí mismo, no encontraron ningún texto que pudiera atribuirse directamente a
Jesús, salvo el IV, 44, que tiene paralelo con los primeros Evangelios. Todo el Evangelio
es una concepción teológica sobre Cristo.
Los investigadores del Seminario han elaborado una serie de criterios avalados
por la experiencia de la ciencia histórica con el fin de validar la confianza en los textos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los hechos se conocían de oídas, es
decir, de segunda mano. Incluso no sabemos con certeza quienes fueron los autores
que escribieron los Evangelios. A estos hay que añadir la información del Evangelio de
Tomás y algunas otras fuentes citadas. Los criterios que han adoptado estos
investigadores son los siguientes:
-Los evangelistas frecuentemente unían dichos y parábolas en grupos que
no coincidían con el orden en que tuvieron lugar en vida de Jesús.
Ello les hace más fáciles de recordar, disponiéndolos sobre una común temática
o por palabras claves que servían de lema o reclamo. Por ejemplo, los versículos de
Marcos X, 17-31, se agrupan sobre el tema de la salvación. En el Sermón de la
Montaña, las bendiciones se disponen por la igualdad de la forma. Una agrupación
basada en palabras claves es la siguiente de Marcos IX, 48-50: “…donde ni el gusano
muere ni el fuego se apaga. Porque todos han de ser salados al fuego. Buena es la sal;
pero si la sal se hace sosa, ¿con qué se sazonará? Tened sal en vosotros, viviendo en
paz unos con otros”. Estas afirmaciones no necesariamente estuvieron juntas en el
tiempo, y Mateo y Lucas las colocan en contextos diferentes.
Las agrupaciones de parábolas o dichas favorecen la interpretación. Así, las
parábolas sobre los “perdidos” las dispone Lucas en su capítulo 15: “La oveja perdida”,
“La moneda perdida” y “El hijo pródigo”.
-Los evangelistas a menudo deslocalizan dichos y parábolas o construyen
contextos narrativos para ellos.
El contexto es una corta anécdota que termina en una salida aguda e inesperada
(era una técnica retórica griega llamada chreia). Un buen ejemplo es la que se cuenta
en Marcos II, 23-28. El mal lugar en que los evangelios dejan a los fariseos es
claramente una creación posterior a la muerte de Jesús; en ella intervinieron
mayoritariamente los saduceos, secta a la pertenecían los sumos sacerdotes; tras la
destrucción de Jerusalén por Tito en el año 70 sólo quedaron como sectas judías los
fariseos y los cristianos. Los primeros, con los años se fundamentalizaron en el
cumplimiento de la ley y finalmente expulsaron a los segundos de las sinagogas; no
tiene, pues, nada de extraño que atribuyeran los evangelistas todas las situaciones
65
incómodas a los fariseos, pero lo cierto que el hermano del Señor, Santiago, fue el jefe
de la iglesia de Jerusalén y fervoroso fariseo.
-Los evangelistas suele alargar los dichos y parábolas o añaden a ellos
alguna consideración o comentario.
-A menudo modifican los dichos para conformarlos a su propio lenguaje
individual, estilo de escritura o punto de vista.
Por ej., Juan el Bautista y sus seguidores solían ayunar, cosa que no ocurría
con Jesús. Al preguntársele por ello dijo (Marcos II, 19): “Pueden acaso los amigos del
novio (esposo) ayunar mientras está con ellos”. Pero enseguida matiza Marcos en el
siguiente versículo: “Pero días vendrán en que les arrebatarán al esposo; entonces
ayunarán”. Esta añadidura permite, pues, que los cristianos, siguiendo a Juan el
Bautista, practiquen el ayuno.
Cuando Marcos en IV, 1-34 expone un grupo de dichos y parábolas centradas
en la del sembrador, añade la particularidad de que la explicación y comprensión de su
sentido profundo sólo está reservado a los íntimos del Señor; es una técnica muy propia
de Marcos, que la fundamenta poniéndola en labios de Jesús. Está adaptabilidad del
relato a los puntos de vista del redactar tiene muchos ejemplos en los Evangelios.
-Palabras prestadas del fondo de las tradiciones de los escritos griegos
son a menudo puestas en boca de Jesús.
Para los primeros cristianos, que atribuían a Jesús la máxima sabiduría, le
atribuían proverbios y dichos comunes a una larga tradición. De la misma manera que
se atribuyeron anteriormente a Salomón. Así, las palabras que se leen en Marcos II,
17: “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos” tienen antecedentes
en PLUTARCO y DIÓGENES LAERCIO.
Y cuando se lee en Mateo IX, 13: “Id y aprended qué significa <Misericordia
quiero y no sacrificio>”, viene a la memoria la cita de Oseas, VI,6: “Pues prefiero la
misericordia al sacrificio, y el conocimiento de Dios al holocausto”.
-Los evangelistas frecuentemente atribuyen sus propias convicciones a
Jesús.
En Marcos I, 15 se ve afirmar a Jesús lo que parecen las palabras del que
escribe: “Cumplido es el tiempo, y el reino de Dios está cercano; arrepentíos y creed en
el Evangelio” (¿Jesús habría utilizado esta última palabra, de uso posterior?). El tipo de
expresión es propia de Marcos. Algo semejante se podría indicar de Lucas XXIV, 46-
49, que parecen escritos con el lenguaje propio del evangelista.
-Sentencias fuertes son frecuentemente suavizadas al transmitirlas para
adaptarlas a las condiciones de la vida diaria.
66
-Variaciones en las sentencias difíciles frecuentemente traicionan la fuerza
de la primitiva comunidad cristiana al adaptarlas a la propia situación.
En Marcos X, 21-22, Jesús aconseja a un hombre bien acomodado que venda
todas sus cosas, dé el dinero a los pobres y le siga. Cuando se va compungido, Jesús
añade la frase de que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un
rico entre en el Reino de los Cielos. Los discípulos quedaron pasmados, pero en el
relato, Marcos lo suaviza en el versículo X, 27: “Fijando en ellos su mirada, dijo: A los
hombres sí es imposible, más no a Dios, porque a Dios todo es posible”.
Conforme iba pasando el tiempo tras la muerte de Jesús, éste se vio
progresivamente ocultado por las creencias cristianas.
-Dichos y parábolas expresadas en un “lenguaje cristiano” son creación de
los evangelistas o de sus predecesores cristianos.
-Dichos y parábolas que contrastan con el lenguaje o punto de vista del
evangelio en que se incluyen reflejan tradiciones más antiguas (pero no
necesariamente coincidentes con las procedentes de Jesús).
-La comunidad cristiana desarrolla proposiciones apologéticas para
defender sus pretensiones y algunas veces las atribuye directamente a Jesús.
Jesús no fue el primer cristiano, aunque con frecuencia lo recuerdan hablando
como tal. Pero es posible despistar y conocer aquellas características del lenguaje
propias de Jesús, distintivas y con estilo propio. Ello nos puede ayudar a separar sus
propias afirmaciones de otras en las que han creído sus seguidores.
-Dichos y relatos que reflejan conocimiento de hechos posteriores a la
muerte de Jesús son creaciones de los propios evangelistas o de la tradición
anterior a ellos.
En esta circunstancia puede encontrarse la “pequeña apocalipsis” contenida en
Marcos, XIII, 5-37, reflejando sucesos como el abatimiento de los cristianos en las
sinagogas que tuvo lugar posteriormente, o la propagación de la Buena Nueva a todas
las naciones, de lo que se encargó Pablo, o los recientes recuerdos de los estragos
producidos por el sitio de Jerusalén en el año 70.
-Sólo los dichos y parábolas que pueden ser retrotraídas al período de
tradición oral (años 30-50) pueden posiblemente ser originarias de Jesús.
Para que se pudieran incluir en esta tradición oral, los componentes del
seminario utilizaron una serie de reglas:
-Dichos o parábolas que son comprobados en dos o más fuentes son más
antiguos que el texto en el que están incluidos.
-Dichos o parábolas confirmados en dos contextos diferentes circularon
con toda probabilidad de forma independiente en un tiempo anterior.
67
-Un contenido más o menos similar en dos o más formas ha tenido una
vida propia y por consiguiente procede de una vieja tradición.
-Una tradición oral que es recogida por los evangelios escritos
relativamente tarde puede preservar viejas memorias.
De esta manera se puede extraer texto más antiguo que los evangelios escritos.
El período oral de la tradición de Jesús se extendió aproximadamente hasta el
año 50, aunque siguieron contándose por esta vía relatos hasta los comienzos del siglo
II. Está tradición oral tuvo mucho prestigio, dada la dificultad de disponer de copias de
los evangelios escritos, que eran caros y pocos podían leer y escribir. Aparte que el
manejo de textos escritos en largos rollos tenía sus dificultades. El primer evangelio
escrito fue el Evangelio Q, perdido, y quizá una primera versión del Evangelio de Tomás.
De aquí el interés de encontrar los eventos que pueden ser atestiguados
simultáneamente por Tomas y por el Q. Consideremos también que los primeros
seguidores de Jesús eran iletrados35 hasta que aparecieron personas como Pablo de
Tarso.
La memoria de oído retiene mejor loa dichos o anécdotas provocativos, cortos y
de cierta importancia, mejor si son repetidos. Por ello se han recordado mejor los
aforismos y parábolas de Jesús, que se contarían como una lista de eventos sin un
contexto narrativo, tal como se ve en el Evangelio de Tomás. Eventos en que sus
transmisores recordarían el mensaje esencial más que las exactas palabras. Por lo
demás, los seguidores del Maestro podrían haber conformado su propia tradición de
hechos que podrían o no culminar en evangelios escritos; ya conocemos unos veinte.
En fin, en esta búsqueda de las auténticas palabras de Jesús, hay que dar por
supuesto que su conversación era típica de él y diferente a la del común del pueblo
galileo; sin aceptarlo sería vana la pretensión de reconocerla.
Los miembros del Jesus Seminar notaron que las anécdotas y dichos propios del
Maestro contradecían ciertos lugares comunes de la forma de pensar de la sociedad
de su tiempo. En Marcos VII, 15 se lee: “Nada hay fuera del hombre que entrando en él
pueda contaminarle; lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre”. En
este punto está derogando la ley judía sobre la alimentación. De forma semejante, se
lee en el Evangelio de Tomas, XIV: “Y cuando entréis en cualquier país para vagar por
las regiones, si os reciben comed lo que os ponen frente a vosotros y curad los enfermos
entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os profanará, sino lo que sale de
vuestra boca, eso es lo que os profanará”.
35 A esta afirmación del Jesus Seminar hay que objetar que entre los judíos varones era habitual que supieran leer muchos de ellos para así usar las Sagradas escrituras.
68
Otra característica de los discursos de Jesús es que sus dichos y parábolas
sorprenden e impresionan; revierten el comportamiento ordinario y aquello que se
espera.
Ejemplos de ello son las grandes parábolas: de los trabajadores de la viña
(Mateo XX, 1-15), el hijo pródigo (Lucas XV, 11-32), el buen Samaritano (Lucas X, 30-
35), y la Bienaventuranzas (Lucas VI, 20-23). También en el dicho de que es mejor dar
sin esperar compensación en Tomas, XC: “Jesús ha dicho: Si tenéis monedas de cobre,
no las prestéis a interés, sino dadlas a aquellos de quienes no recibiréis reembolso”.
-Los dichos y parábolas de Jesús se caracterizan a menudo por
exageraciones, humor y paradojas.
Se ve bien la exageración utilizada para dejar clara la doctrina del perdón de las
ofensas cuando en Mateo XVII, 23-25 cuenta la parábola del rey que perdona a su siervo
la exorbitante cantidad de 10.000 talentos, el mismo siervo que no perdona a otro deudor
suyo la ínfima cantidad de 100 denarios.
En cuanto a las Bienaventuranzas parecen todas ellas paradojas.
Por lo demás, el ambiente en el que Jesús sitúa sus parábolas y las referencias
de sus palabras se refirieren al mundo sencillo del campo galileo, a la vida ordinaria de
las gentes, exponiendo casos ricos por su viveza.
-Sus relatos y ejemplos son de la vida ordinaria, concretos, en los que
subyace una metáfora de la que no da explicación explícita.
Cuando en Marcos XII, 17 dice Jesús: “Dad, pues, al César lo que es del César
y a Dios lo que es de Dios”, deja al juicio de los oyentes la interpretación de su respuesta.
Se pueden añadir a estas características propias de sus discursos que
-No inicia habitualmente los debates ni se ofrece espontáneamente a curar
los enfermos.
-No habla apenas de sí mismo. Hago notar aquí por si se ha olvidado que todas
estas características no tienen aplicación en el 4º Evangelio, que es casi todo él pura
Cristología. Llama la atención en los Evangelios Sinópticos, sin embargo, la modestia
de Jesús, su humildad. Era una actitud propia de los profetas de tiempos anteriores.
Daba ejemplo de que no quería ser el primero. Recordemos Mateo XXVI, 63 cuando el
pontífice pregunta a Jesús: “Te conjuro por Dios vivo a que me digas si eres tú el Mesías,
el Hijo de Dios”. La respuesta de Jesús es vaga, en el Evangelio se lee: “Tú lo has
dicho”, que equivaldría a un vago “si tú lo dices”.
Una actitud que se ve bien expresada por San Pablo en su Carta a los Filipenses
II, 3-6: “No hagáis nada por espíritu de rivalidad, nada por vanagloria; antes, llevados de
la humildad, teneos unos a otros por superiores, no atendiendo cada uno a su propio
interés, sino al de los otros. Tened los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús,
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quien, existiendo en forma de Dios, no reputó como bien codiciable ser igual a Dios,
antes se anonadó, tomando la forma de siervo…”.
Añadiré ahora la curiosa forma de cómo los miembros del Jesus Seminar han
clasificado todos los eventos referentes a Jesús a partir de todas las posibles fuentes,
no sólo de los Evangelios Canónicos. Decidieron en voto secreto clasificarlos en 4
categorías marcadas por un color:
Color rojo: Eventos que consideraban inequívocos de su origen en Jesús (3
puntos).
Color rosa: Incluirían aquéllos con reservas o con sospecha de haber sido
modificados (2 puntos).
Color Gris: No se incluirían como propios de Jesús, pero podrían dar alguna
información sobre lo que Jesús hizo (1 punto).
Color negro: Eventos que no se podían atribuir a Jesús (0 puntos).
Consideraciones a tener en cuenta la metódica del Jesus Seminar
Cuando examinaron todos los eventos atribuidos a Jesús en todas las fuentes
(no sólo los Evangelios ortodoxos), los miembros del Seminario sólo encontraron un
20% que pudieran atribuirse casi con seguridad a Jesús. Pero reconociendo que su
aportación es muy interesante, pues nos permite aproximarnos mejor a cómo pudo ser
Jesús como hombre, cabe hacer algunas críticas a su metódica y conclusiones.
Primero, el sistema de obtener conclusiones no es independiente del tiempo que
vivimos en Occidente, tiempo de regímenes políticos democráticos. En otras épocas no
hubiera sido posible concebirlo. Pero, de igual manera que un gobierno elegido
democráticamente no es garantía de que su actuación sea afortunada, tampoco puede
considerarse que el resultado de las votaciones del Jesus Seminar tenga garantía de
ser cierto; no todos los estudiosos tienen la misma formación y la misma capacidad
intelectual. Lo cual no indica que no se deban tener en cuenta.
Los criterios que adoptan son muy estrictos, lo que los hace por ello muy
específicos pero poco sensibles. Quiero decir que al aplicarlos, las frases y sucesos que
atribuyen a Jesús son con gran probabilidad efectivamente vividos por él; pero al tiempo,
pueden descartar otros de ellos, no tan claros, pero también protagonizados por él;
algunos de los catalogados como rosa o gris podrían estar en este caso.
Además, en la actitud que ha movido a los miembros del seminario subyace un
pensamiento cientifista moderno, el que acepta como un axioma que nada existe sino
lo que es científicamente demostrable. Así que, sin decirlo, no aceptan de principio que
Dios se encarnara en Jesús, ni su resurrección, ni ningún tipo de escatología, quizá
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tampoco los milagros. De manera que ese Jesús reducido al 20% nos queda muy
escueto y con poco sentido y trascendencia. No interpretan, sólo reducen.
No tienen para nada en cuenta el significado de la Venida del Espíritu Santo. La
Revelación no termina con Jesús, sino que Dios (como Espíritu Santo) sigue asistiendo
al hombre de forma permanente. En los Hechos de los Apóstoles de S. Lucas se dan
abundantes referencias sobre los éxtasis, o estados no ordinarios de conciencia en
terminología moderna, que acaecieron a muchos de los discípulos, sobre todo el día de
Pentecostés, con lo que la comprensión y el sentido de la figura del Crucificado se fueron
aclarando a sus ojos. Y esa comprensión se ha ido y se irá desarrollando también en
nuestro tiempo.
Por tanto, no hay que dejarse llevar por una sutil conclusión no expresada pero
sí sugerida por el trabajo del Jesus Seminar, la de que sólo es verdad ese 20% de
eventos referidos literalmente al Maestro. El espíritu de su vida y doctrina están
expresadas en la Cristología, pero a sabiendas de que ésta no es definitiva, sino que irá
con el tiempo revelando más y más posibilidades.
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APÉNDICE I
TEXTO DEL DOCUMENTO Q
Q 3:2 Juan vino a toda la región cercana al Jordán. Q 3:7–9 Y dijo a las multitudes que acudían a ser bautizadas por él: «¡Estirpe de víboras! ¿Quién
os aconsejó que huyerais de la ira venidera? Dad fruto propio de arrepentimiento y no empecéis a decir dentro de vosotros mismos, 'Tenemos a Abraham por padre'; porque yo os digo que de estas piedras Dios puede levantar hijos a Abraham. Ya está el hacha colocada junto a la raíz de los árboles. Por lo tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y arrojado al fuego.»
Q 3:16b–17 Yo, ciertamente, os bautizo con agua, pero Aquel que viene después que yo –que es más
fuerte que yo y cuyas sandalias no soy digno de desatar– os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Lleva en la mano el aventador para limpiar su era y reunir el trigo en su granero, y quemará la paja en un fuego inextinguible.
Q 3, 21–2 Sucedió que cuando todo el pueblo era bautizado, también fue bautizado Jesús; y,
mientras estaba orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él corporalmente, como una paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tu eres mi Hijo amado; en ti me complazco.
Q 4: 1–13 Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto,
siendo tentado allí por el Diablo durante cuarenta días. Y no comió nada durante esos días, y cuando concluyeron, tuvo hambre. El Diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan». Y Jesús le contestó, «Está escrito: No sólo de pan vivirá el hombre». Lo condujo entonces (el Diablo) a Jerusalén, y lo situó en el pináculo del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, lánzate desde aquí, porque está escrito, Ordenará a sus ángeles que te guarden, y, Te sostendrán sobre sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra». Jesús le contestó: «Se dijo, no tentarás al Señor, tu Dios». Entonces tomándolo el Diablo, le mostró todos los reinos de la Tierra en un instante, y le dijo, «A ti te daré toda esta autoridad y su gloria, porque me ha sido entregada y yo se la doy a quien quiero. Por lo tanto, si tu me adoras, será toda tuya». Y Jesús le contestó: «Está escrito, Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás.» Y habiendo concluido toda tentación, el Diablo se apartó de él hasta que llegara una ocasión más apropiada.
Q 6: 20–23, 24–26 En aquellos días, subió al monte a orar; y pasó la noche orando a Dios. Y cuando
descendió, se detuvo en un lugar en compañía de una multitud de sus discípulos y de una gran muchedumbre de gente. Y alzando los ojos hacia sus discípulos, dijo: Bienaventurados sois los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados sois los que tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados sois los que lloráis porque reiréis. Bienaventurados sois cuando la gente os odie, y cuando os aparte de sí y os insulte, y rechace vuestro nombre como malo, a
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causa del Hijo del Hombre. Alegraos en ese día, y saltad de alegría, porque, ciertamente, vuestra recompensa es grande en el cielo; porque así hicieron sus antepasados con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, ricos, porque habéis recibido vuestra consolación! ¡Ay de vosotros que ya estáis llenos, porque estaréis hambrientos! ¡Ay de vosotros que ahora reís, porque os lamentaréis y lloraréis! ¡Ay de vosotros, cuando toda la gente hable bien de vosotros, porque igual se comportaron sus antepasados3 con los falsos profetas!
Q 6: 27–35 Sin embargo, a los que escucháis os digo: «Amad a vuestros enemigos, haced bien a los
que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian. Cuando alguien te golpee en la mejilla derecha, ofrécele también la otra; y si alguno te quita el manto, no le niegues la túnica. Da a todo el que te pida; y al que te quite tus pertenencias, no le pidas que te lo devuelva. Y así como deseáis que os hagan los hombres, hacedles vosotros igualmente. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué hacéis de particular? Porque hasta los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué hacéis de particular? También hacen lo mismo los pecadores. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis recibir el pago, ¿qué hacéis de particular? También los pecadores prestan a los pecadores porque esperan recibir lo mismo. Más bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, sin esperar nada; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno (también) con los ingratos y los malos.
Q 6: 36–37b, 38 c Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso. No juzgad y no seréis
juzgados. No condenéis y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará. Colocará en vuestro regazo una medida llena, apretada, removida, rebosante. Porque con la medida con que midáis, seréis medidos.
Q6: 39b–40 ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo? Un discípulo
no puede estar por encima de su maestro, pero todo aquel que reciba una educación completa será como su maestro.
Q 6: 41–42 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no ves la viga que está en tu
propio ojo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: «déjame que te quite la paja que tienes en el ojo», cuando tu mismo no ves la viga que está en tu propio ojo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás para poder quitar la viga que está en el ojo de tu hermano.
Q 6: 43–45 Porque ningún árbol bueno da mal fruto, ni tampoco un árbol podrido da buen fruto,
sino que se puede conocer cada árbol por su propio fruto. Porque no se recogen higos de los espinos, ni se cosechan uvas de los zarzales. El hombre bueno del tesoro bueno del corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo saca lo que es malo del mal tesoro de su corazón; porque la boca habla de acuerdo a lo que tiene el corazón en abundancia.
Q 6: 46–49 ¿Por qué me llamáis «Señor, Señor» y no hacéis lo que os digo? Os mostraré a qué se
asemeja todo aquel que viene a mí y escucha mis palabras y las pone en práctica. Es como un hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y colocó el cimiento sobre la roca; y cuando llegó la riada, el torrente se estrelló contra aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba cimentada sobre la roca. Pero aquel que las escucha y no las pone en práctica es como una
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persona que edificó una casa sin cimientos sobre un terreno. El torrente se estrelló contra ella e, inmediatamente, se vino abajo, y la ruina de aquella casa fue grande.
Q 7: 1–10 Y después de haber terminado de pronunciar todas sus palabras a oídos de la gente,
entró en Cafarnaum.4 Había (allí) cierto centurión que tenía un siervo, al que apreciaba mucho, enfermo y a punto de morir. Cuando oyó hablar acerca de Jesús, le envió ancianos de los judíos, para que le pidieran que viniera a sanar a su siervo. Cuando (éstos) llegaron ante Jesús, se lo rogaron insistentemente, diciendo: «Es digno de que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo y hasta nos ha edificado una sinagoga a sus expensas.» Jesús fue con ellos. Cuando estaba ya a no mucha distancia de la casa, el centurión le envió unos amigos para decirle, «Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Por eso, no me considero digno de salir a tu encuentro.5 Pero di una palabra, y mi siervo se curará. Porque yo mismo soy un hombre situado bajo una autoridad, con soldados que me están subordinados, y digo a uno: «Ve» y va; y al otro: «Ven», y viene; y a mi siervo: «Haz esto», y lo hace.» Cuando Jesús escuchó esto, se maravilló de él, y volviéndose a la multitud que le seguía, dijo: «Os digo que no he encontrado una fe así ni siquiera en Israel.» Y cuando regresaron a la casa los que habían sido enviados encontraron que el siervo había sido sanado.
Q 7: 18–23 Los discípulos de Juan6 le contaron todas aquellas cosas y Juan, llamando a dos de sus
discípulos, los envió al Señor para que le dijeran: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» Cuando los hombres llegaron, le dijeron: «Juan el Bautista nos envió a ti diciendo, ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?» En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias, y de espíritus inmundos, y dio la vista a muchos ciegos.
Y él les respondió: «Id y decid a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos recuperan la vista, los cojos caminan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y el Evangelio es anunciado a los pobres; y bienaventurado es aquel que no halla ocasión de tropiezo en mí.»
Q 7: 24–28 Cuando los mensajeros de Juan se hubieron marchado, comenzó a hablar a las
muchedumbres en relación a Juan: « ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Un hombre vestido con ropas lujosas? Ciertamente los que llevan ropas lujosas están en los palacios de los reyes. Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Éste es aquel del que está escrito: «He aquí que envío mi mensajero delante de tu rostro, el cual preparará tu camino delante de ti.» Os digo que entre todos los nacidos de mujer no hay ninguno mayor que Juan, pero el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él.»
Q 16:16 La Ley y los profetas fueron hasta Juan. Desde entonces se proclama el Reino de Dios, y
todos se oponen con violencia al mismo. Q 7: 31–35 ¿A qué compararé a la gente de esta generación8 y a qué se asemeja? Son como los
niños sentados en la plaza que se dicen los unos a los otros: «Os tocamos la flauta y no danzasteis; os entonamos una lamentación y no os lamentasteis». Porque Juan el Bautista no comía pan ni bebía vino, y decís, «Tiene un demonio». El Hijo del Hombre vino comiendo y bebiendo, y decís: «Ése es un comilón y un borracho, un amigo de los recaudadores de impuestos y de los pecadores.» Sin embargo, la Sabiduría es declarada justa por todos sus hijos.
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Q 9: 57–62 Y mientras iban por el camino, alguien le dijo: «Te seguiré adonde quiera que vayas». Y
Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo tienen nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde apoyar la cabeza.» Y a otro le dijo, «Sígueme». Pero éste le dijo: «Señor, déjame que vaya antes a enterrar a mi padre.» Y Jesús le dijo: «Deja que los muertos entierren a sus muertos.» También le dijo otro: «Te seguiré, Señor, pero déjame primero despedirme de los que están en mi casa.» Jesús le dijo: «Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el reino de Dios.»
Q 10: 2–12 Y dijo entonces a sus discípulos: «La mies es mucha, pero los trabajadores son pocos.
Rogad por lo tanto al señor de la mies que envíe trabajadores a su mies. Ciertamente, os envío como a ovejas en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. En cualquier casa donde entréis, decid en primer lugar: «La paz sea con esta casa.» Y si vive allí algún hijo de paz, vuestra paz descansará sobre él; pero si no es así, volverá de nuevo a vosotros. Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que os ofrezcan, porque el trabajador es digno de su salario. No vayáis de casa en casa. Y si entráis en una ciudad y se os da la bienvenida, comed lo que os presenten; y sanad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El reino de Dios se ha acercado a vosotros.» Pero en cualquier ciudad donde entréis y no se os dé la bienvenida, salid por las calles y decid: 'Sacudimos contra vosotros hasta el polvo que se ha pegado a nuestros pies; pero sabed que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.' Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo de Sodoma que el de esa ciudad.»
Q 10: 13–15 « ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados en vosotras
hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace mucho tiempo que se hubieran arrepentido, vistiéndose de saco y cenizas. Por eso, será más tolerable el castigo de Tiro y Sidón en el juicio que el vuestro. Y tú, Cafarnaum, ¿serás exaltada hasta el cielo? ¡Al Hades descenderás!»
Q 10:16 «Cualquiera que os escucha a vosotros, a mí me escucha, y cualquiera que os rechaza a
vosotros, a mí me rechaza; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió.» Q 10:21–22 En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu Santo y dijo: «Te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas de los sabios y de los instruidos, y se las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así resultó de Tu agrado. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo salvo el Padre, ni al Padre salvo el Hijo y aquel a quien el Hijo desea revelárselo.»
Q 10: 23–4 « ¡Bienaventurados son los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que
muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y desearon oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.»
Q 11: 2–4 Les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea Tu nombre; venga Tu reino; danos
hoy nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestras deudas, igual que nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos sometas a prueba.»
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Q 11:9–13 «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que
pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre de entre vosotros, si su hijo le pide un pescado, le dará una piedra, o si le pide un huevo, le dará un escorpión? Por lo tanto, si vosotros, siendo egoístas, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»
Q 11: 14–23 Y estaba arrojando un demonio que provocaba la mudez, cuando el demonio salió, el
mudo se puso a hablar y la gente se maravilló. Pero algunos de ellos decían: «Por Belzebú, el príncipe de los demonios, expulsa a los demonios.» Otros, para tentarlo, le pedían una señal del cielo. Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo es devastado, y una casa dividida contra sí misma se hundirá. Y si Satanás expulsa a Satanás, es que él está dividido contra sí mismo y entonces ¿cómo resistirá su reino? Y si yo arrojo a los demonios por Belzebú, ¿por medio de quién los arrojan vuestros hijos? Por lo tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si es por el dedo de Dios que yo expulso a los demonios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado.» «Cuando un hombre fuerte, convenientemente armado, guarda su palacio, sus posesiones están seguras; pero cuando uno más fuerte viene y lo vence, le arrebata entonces la armadura en que confiaba y reparte el botín.» «El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama.»
Q 11: 24–28 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, va por lugares áridos buscando un sitio
donde reposar, y, al no hallarlo, dice: «Regresaré a mi casa de donde salí». Y cuando vuelve, la encuentra barrida y arreglada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y entran y moran allí; y la situación última de aquella persona es aún peor que la inicial.» Mientras decía estas cosas, una mujer de la muchedumbre levantó su voz y le dijo: «¡Bienaventurado sea el vientre que te llevó y los pechos de los que mamaste!» Y Jesús dijo: «Bienaventurados son más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan.»
Q 11: 16, 29–32 Otros para tentarle, le pedían una señal del cielo. Al comenzar a juntarse las multitudes,
comenzó a decir: «Esta generación es una generación mala. Busca una señal, y no se le dará ninguna señal salvo la señal de Jonás. Porque igual que Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, igualmente lo será el Hijo del hombre para esta generación.» «La reina del Sur se alzará en el juicio con los hombres de esta generación y los condenará; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y ciertamente aquí hay algo más grande que Salomón.» «Los ninivitas se alzarán en el juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a causa de la predicación de Jonás y, ciertamente, aquí hay algo más grande que Jonas.»
Q 11: 33–36 «Nadie coloca una luz encendida en un sitio oculto o bajo un almud, sino en el candelero,
para que aquellos que entran puedan ver la luz.» «La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando el ojo es generoso, todo el cuerpo está lleno de luz; pero cuando es mezquino, el cuerpo está lleno de tinieblas. Cuídate, por lo tanto, de que la luz que hay en ti no sea tinieblas. Por lo tanto, si todo tu cuerpo está lleno de luz, sin tener parte oscura, estará completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.»
Q 11: 37–52 Cuando terminó de hablar, le rogó un fariseo que comiera con él; y entrando Jesús en la
casa, se puso a la mesa. El fariseo, cuando lo vio, se extrañó que Jesús no se hubiera lavado antes
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de comer. Pero el Señor le dijo: « Lo cierto es que vosotros los fariseos limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero en vuestro interior estáis llenos de rapacidad y maldad. ¡Necios! ¿el que hizo el exterior, no hizo también el interior? Entregad vuestro interior y entonces todo será limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, porque diezmáis la menta y la ruda y toda verdura, y descuidáis la justicia y el amor de Dios! De esto último deberíais ocuparos sin dejar por ello lo otro. ¡Ay de vosotros, fariseos, que amáis los primeros puestos en las sinagogas, y los saludos en las plazas! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, que sois como los sepulcros que no se ven, de manera que los que los pisan, lo hacen sin saberlo!» En respuesta, le dijo uno de los intérpretes de la Ley: «Maestro, al decir esto, también nos ofendes a nosotros.» Y él dijo: «¡Ay de vosotros también, intérpretes de la Ley, porque cargáis a la gente con cargas que no pueden soportar, mientras que vosotros no tocáis las cargas ni siquiera con un dedo! ¡Ay de vosotros, que construís los sepulcros de los profetas que mataron vuestros padres! Así sois testigos y consentidores de las acciones de vuestros padres, porque ellos los mataron y vosotros construís sus sepulcros. Por eso, la Sabiduría de Dios dijo: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos de ellos los matarán y a otros los perseguirán, para que se reclame de esta estirpe la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la fundación del mundo, desde la sangre de Abel a la sangre de Zacarías que fue asesinado entre el altar y el santuario. En verdad os digo que se reclamará a esta estirpe. ¡Ay de vosotros, intérpretes de la Ley, porque os habéis apoderado de la llave del conocimiento! Vosotros mismos no entrasteis, e impedisteis que lo hicieran aquellos que lo deseaban.»
Q 12: 2–3 «Nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni nada oculto que no llegue a
conocerse. Por lo tanto, lo que habléis en las tinieblas, será oído a la luz, y lo que habéis susurrado al oído en habitaciones secretas, será proclamado desde las azoteas.»
Q 12: 4–7 «Yo os digo, amigos míos, que no temáis a los que matan el cuerpo y después no pueden
hacer nada más. Voy a señalaros a quién debéis temer. Temed a aquel que, después de haber matado, tiene poder para arrojar en la Gehenna. Sí, os digo, ¡a ése temed! ¿Acaso no se venden cinco pajarillos por dos «assaria»? Aun así, Dios no se ha olvidado de ninguno de ellos. Pues incluso los cabellos de vuestra cabeza están contados. No temáis, porque vosotros valéis más que muchos pajarillos.»
Q 12: 8–9 «Os digo que todo aquel que me confiese delante de los hombres, el Hijo del hombre
también lo confesará delante de los ángeles de Dios; pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.»
Q 12:10 «Todo el que dijere una palabra contra el Hijo del hombre será perdonado; pero aquel
que blasfeme contra el Espíritu Santo no será perdonado.» Q 12:11–12 «Cuando os llevaren ante las sinagogas, y ante los gobernantes y las autoridades, no os
preocupéis por cómo o qué debéis contestar o qué tenéis que decir; porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debéis decir.»
Q 12: 13–14, 16–21 Alguien de la multitud le dijo, «Maestro, di a mi hermano que divida la herencia
conmigo.» Pero él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha puesto como juez o partidor sobre vosotros?» Y les dijo: «Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la
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abundancia de bienes que posee.» También les refirió una parábola, diciendo: «La propiedad de un hombre rico produjo en abundancia, y pensó para sus adentros, diciendo: «¿Qué voy a hacer? porque ya no tengo dónde guardar las cosechas.» Y dijo: «Esto es lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y construiré otros mayores y almacenaré allí todo mi grano y mis posesiones; y diré a mi alma: 'Alma, tienes muchas cosas almacenadas para muchos años. Descansa, come, bebe, diviértete–. Pero Dios le dijo: «¡Necio! Esta noche te pedirán tu alma, y ¿de quién será todo lo que has preparado?» Así es aquel que hace un tesoro para sí, y no es rico para con Dios.»
Q 12: 22–31 Dijo después a sus discípulos: «Por tanto os digo: no tengáis ansiedad por vuestra vida,
por lo que comeréis, o por vuestro cuerpo, por lo que vestiréis. La vida vale más que la comida y el cuerpo más que el vestido. Considerad los cuervos. No siembran, ni siegan, ni tienen almacenes o graneros, y Dios los alimenta. ¿Acaso no valéis vosotros mucho más que las aves? ¿Quién de vosotros, a fuerza de preocuparse, conseguirá añadir un palmo17 a su estatura? Y si no podéis lograr una cosa tan pequeña, ¿por qué os preocupáis por otras? Considerad los lirios, cómo crecen. No trabajan ni hilan, pero os digo que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si Dios viste así la hierba que hoy está en el campo y que mañana es arrojada al horno, ¡cuánto más os vestirá a vosotros, hombres de poca fe! Vosotros, por lo tanto, no os preocupéis por lo que comeréis o lo que beberéis, ni os dejéis llevar por la ansiedad. Porque los paganos buscan estas cosas pero vuestro Padre ya sabe que las necesitáis. Buscad, por lo tanto, el Reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.»
Q 12: 33–34 «Vended lo que poseéis y dad limosna. Procuraos bolsas que no se envejezcan, un tesoro
inagotable en los cielos, donde no llega ningún ladrón ni causa destrozos ninguna polilla.» Q 12: 35–38 «Estén ceñidas vuestras cinturas19 y encendidas vuestras lámparas, y sed como gente
que espera que su señor regrese a casa procedente de unas bodas, para que cuando llegue y llame, pueden abrirle inmediatamente la puerta. Bienaventurados son aquellos siervos a los que su señor encuentre velando cuando venga. En verdad os digo que se ceñirá, y hará que se pongan a la mesa y vendrá a servirlos. Y aunque venga en la segunda vigilia, o en la tercera, si los encuentra así, bienaventurados son aquellos siervos.»
Q 12: 39–40 «Pero sabed que si el padre de familia supiera en qué momento de la noche va a venir
el ladrón, vigilaría y no permitía que le abrieran la casa. Vosotros también tenéis que estar preparados porque el Hijo del hombre viene a una hora que no esperáis.»
Q 12: 42b–46 « ¿Quién es el mayordomo fiel y sabio a quien su señor pone a cargo de la casa para que
les dé su alimento al tiempo debido? Bienaventurado es aquel siervo al que su señor, cuando venga, encuentre actuando de esa manera. En verdad os digo que le colocará al cuidado de todas sus posesiones. Pero si ese siervo se dice a sí mismo: «Mi señor se retrasa», y empieza a golpear a los demás siervos y siervas, y a comer y a beber y a emborracharse, el señor de aquel siervo vendrá el día que no lo espera, y a una hora que no sabe, y le castigará severamente y le dará un lugar junto con los hipócritas.»
Q 12: 49–53 «He venido a prender fuego a la tierra, y ¿qué más puedo desear, puesto que ya se ha
encendido? Tengo que ser bautizado con un bautismo y me siento agobiado hasta que eso suceda. ¿Creéis que he venido a traer la paz a la tierra? Pues os digo que no. He venido a traer
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división. Porque desde ahora en adelante si hay cinco en una casa se encontrarán divididos: tres contra dos y dos contra tres. Estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»
Q 12: 54–56 Y decía también a las multitudes: «Cuando véis una nube que se alza por el oeste,
rápidamente decís: 'Va a llover'; y así sucede. Y cuando sopla el viento del sur, decís: 'Hará calor'; y así sucede. ¡Hipócritas! Sabéis cómo interpretar la apariencia de la tierra y del cielo, ¿por qué no sabéis entonces interpretar el tiempo presente?»
Q 12: 57–59 « ¿Por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo? Cuando vayas al juez junto
con tu oponente, procura llegar a un arreglo con él mientras vais de camino, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te arroje en prisión. Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último ochavo.»
Q 13: 18–21 Y dijo: « ¿A qué es semejante el reino de Dios y a qué lo compararé? Es como un grano
de mostaza que alguien tomó y arrojó en su propio huerto, y creció y se convirtió en un árbol y las aves del cielo hicieron sus nidos en las ramas. Y volvió a decir: «El reino de Dios es como levadura que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que toda la masa quedó fermentada.»
Q 13: 24–27 «Esforzaos por entrar por la puerta estrecha; porque os digo que muchos intentarán
entrar y no podrán. Una vez que el padre de familia se haya levantado y haya cerrado la puerta, empezaréis a llamar a la puerta desde fuera, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Él os contestará: 'No sé de donde sois.' Entonces comenzaréis a decir: –Comimos y bebimos contigo, y tú enseñaste en nuestras calles. Y él os dirá: 'Os digo que no sé de dónde sois. Apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.'»
Q 13: 28–30 «Y vendrá gente del este y del oeste y del norte y del sur y estarán a la mesa en el reino
de Dios. Y habrá llanto y crujir de dientes, cuando veáis a Abraham y a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras vosotros quedáis excluidos. Y, ciertamente, aquellos que son los primeros, serán los últimos y aquellos que son los últimos, serán los primeros.»
Q 13: 31–3323 Llegaron unos fariseos y le dijeron: 'Sal y márchate de aquí, porque Herodes desea
matarte.' Y Jesús les dijo: 'Id y decid a esa raposa: Ciertamente, expulso demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día concluyo mi obra. Sin embargo, es preciso que hoy y mañana y pasado mañana continúe mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.'
Q 13: 34–35 « ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces he deseado reunir a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! Ciertamente, vuestro templo será desolado. Pero os digo que no me veréis hasta que venga el tiempo en que digáis: 'Bendito el que viene en el nombre del Señor.»
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Q 14: 1–6 Sucedió un sábado, que había entrado a comer en casa de uno de los principales
fariseos. Éstos lo vigilaban. Y sucedió que había delante de él un hombre hidrópico. Entonces Jesús dijo a los intérpretes de la Ley y a los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado?» Pero ellos callaron. Y él, tomándolo, lo sanó y lo despidió. Y dirigiéndose a ellos, les dijo: «¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en un pozo, no lo saca inmediatamente, aunque suceda en sábado?» Y no le podían contestar a estas palabras.
Q 14: 11–18: 14b «Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.
Porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.» Q 14: 16–24 Entonces Jesús le dijo: «Cierto hombre dio un gran banquete, e invitó a muchos, y envió
a su siervo a la hora del banquete a decir a los invitados: 'Venid, que ya está todo preparado.' Y uno a uno comenzaron a presentar sus excusas. El primero le dijo: –He comprado una hacienda y tengo que ir a inspeccionarla. Te suplico que me disculpes.' Y otro dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes, y tengo que probarlos. Te suplico que me disculpes.' Y otro dijo: 'Acabo de casarme y por tanto no puedo ir.' Y el siervo vino y se lo dijo a su señor. Entonces el padre de familia se encolerizó y dijo a su siervo: 'Sal a las plazas y a las calles de la ciudad y trae a los pobres, a los mancos, a los cojos y a los ciegos.' Y el siervo dijo: 'Señor, he hecho lo que me mandaste, y todavía queda sitio.' Y el señor le dijo al siervo: 'Sal por los caminos y las sendas y hazles entrar para que se llene mi casa. Porque te digo que ninguno de los que fueron invitados disfrutará de mi banquete.'»
Q 14: 26–27; 17: 33 «Si alguno acude a mí, y no me prefiere25 a su padre y a su madre, a su esposa y a sus
hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a su propia vida, no puede ser mi discípulo. El que no toma su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo. El que procura salvar su vida la perderá, pero el que la pierda, la salvará.»
Q 14: 34–35 «La sal es buena; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le podrá devolver el sabor?
«No sirve ni para la tierra ni para el muladar. La tiran. El que tiene oídos para oír que oiga.» Q 15: 4–10 « ¿Qué hombre hay entre vosotros que teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no
deja las noventa y nueve en el desierto y va en busca de la perdida hasta que la encuentra. Y encontrándola, la coloca sobre sus hombros, lleno de alegría, y volviendo a casa, invita a sus amigos y vecinos, diciéndoles: 'Alegraos conmigo, porque he encontrado a mi oveja que se había perdido'? De igual manera os digo que habrá más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento. ¿Qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara y barre la casa y busca diligentemente hasta que la encuentra. Y al encontrarla, invita a sus amigos y vecinos, diciendo: 'Alegraos conmigo, porque he encontrado la dracma que se había perdido'? De igual manera, os digo que se alegrarán los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.»
Q 16: 13 «Nadie puede servir a dos señores, porque u odiará a uno y amará al otro, o será leal a
uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero.»
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Q 16: 16–18 «La Ley y los profetas fueron hasta Juan. Desde entonces es proclamado el reino de Dios,
y todos se oponen a él con violencia. Pero es más fácil que pasen el cielo y la tierra que no que caiga una tilde de la Ley. Todo aquel que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio y el que se casa con una divorciada es un adúltero»
Q 17: 1–2 «Es imposible que no se produzcan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vengan! Sería
mejor para él que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, que el haber hecho extraviarse a uno de estos pequeños.»
Q 17:3b–4 «Si tu hermano peca, repréndele, y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete
veces al día y se vuelve a ti las siete veces diciendo: –Me arrepiento', perdónale.» Q 17:6b «Si tenéis fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: –'Desarráigate
y plántate en el mar', y os obedecería.» Q 17: 23–37 «Os dirán: 'Aquí está o allí está.' No vayáis ni los sigáis. Porque igual que el relámpago
resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así será también el Hijo del hombre en su día. Pero antes es necesario que sufra mucho y sea rechazado por esta generación. Y le dijeron: '¿Dónde, Señor?' y les dijo: 'Donde está el cuerpo, se juntan los buitres´. En los días del Hijo del hombre sucederá como aconteció en los días de Noé. Comían, bebían, se casaban y se daban en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. Igual sucedió en los días de Lot. Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; pero el día en que Lot salió de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes se encuentren en casa, que no baje a por ellos; y el que se encuentre en el campo, que no vuelva. Acordaos de la mujer de Lot. Todo el que intente salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Os digo que en aquella noche habrá dos personas en una cama. Una será tomada, y la otra será dejada. Dos mujeres estarán moliendo juntas; una será tomada y la otra será dejada.»
Q 19: 12–16 Por lo tanto, dijo: «Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino, y
después regresar. Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: 'Negociad con ellas en lo que regreso.' Y sucedió que cuando regresó, tras haber recibido su reino, dio la orden de llamar a estos siervos a los que había entregado el dinero, para saber cómo había negociado cada uno con él. El primero vino y le dijo: 'Señor, tu mina ha producido diez minas.' Y él le dijo: 'Bien hecho, buen siervo.¿ Porque fuiste digno de confianza en lo poco, tendrás autoridad sobre diez ciudades.' Y el segundo vino y le dijo: 'Señor, tu mina ha producido cinco minas.' Y él le dijo también a éste: 'Tu estarás sobre cinco ciudades.' Y el otro vino y le dijo: 'Señor, aquí está tu mina. La he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo de ti. Porque eres un hombre severo, que sacas de donde no pusiste, y cosechas de donde no sembraste. Él le dijo: '¡Mal siervo, por tus propias palabras te juzgo! Si sabías que yo soy un hombre severo que saca de donde no puso, y cosecha de donde no sembró, ¿por qué no entregaste mi dinero a un banco, para que cuando yo viniera, pudiera recibirlo con intereses?' Y dijo a los que estaban presentes: 'Quitadle la mina y dádsela al que tiene diez minas.' Y ellos le dijeron: 'Señor, ya tiene diez minas.' Y él les dijo: 'Os digo que a todo el que produzca se le dará, y al que no produzca se le quitará incluso lo que ya tiene. Y al siervo inútil arrojadlo a las tinieblas de afuera. Allí será el llanto y el crujir de dientes.'»
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Q 22: 27–30 « ¿Cuál es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa?
Pues yo estoy con vosotros como el que sirve. Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas; y yo os asigno un reino como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.»
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APÉNDICE II
EVANGELIO SEGUN EL APOSTOL TOMAS Estos son los dichos secretos que ha proclamado Jesús el viviente, y que anotó Dídimo
Judas Tomás: 1. Y Tomás ha dicho: Quien encuentra la interpretación de estos dichos, no saboreará
la muerte. 2. Jesús ha dicho: Que quien busca no deje de buscar hasta que encuentre, y cuando
encuentre se turbará, y cuando haya sido turbado se maravillará y reinará sobre la totalidad y hallará el reposo.
3. Jesús dice: Si los que os guían os dicen: ”Mirad, el Reino está en el cielo”, entonces los
pájaros del cielo os precederán. Si os dicen: “Está en el mar”, entonces los peces os precederán. Pero el Reino está dentro de vosotros y fuera de vosotros. Cuando os conozcáis a vosotros mismos, entonces seréis conocidos y sabréis que sois los hijos del Padre viviente. Pero si no os conocéis a vosotros mismos, entonces estáis en la indigencia, y sois la indigencia.
4. Jesús dice: “El hombre anciano de días no dudará en preguntar a un niño pequeño de
siete días por el lugar de la vida, y vivirá. Porque muchos de los primeros serán los últimos, y llegarán a ser uno solo.
5. Jesús ha dicho: Conoce lo que está enfrente de tu rostro y lo que se esconde de tí se
te revelará. Pues no hay nada escondido que no será revelado, y nada enterrado que no será levantado.
6. Sus discípulos le preguntan, le dicen: ¿Cómo quieres que ayunemos, y cómo
oraremos? ¿Y cómo daremos limosna, y cuál dieta mantendremos? Jesús ha dicho: No mintáis, y no practiquéis lo que odiáis porque todo se revela delante
del rostro del Cielo. Pues no hay nada escondido que no será revelado, y no hay nada oculto que quedará sin ser descubierto.
7. Jesús ha dicho: Bendito sea el león que el humano come y el león se convertirá en
humano. Y maldito sea el humano a quien el león come y el humano se convertirá en león. 8. Y él ha dicho: El Reino se asemeja a un pescador sabio que echó su red al mar. La sacó
del mar llena de peces. Entre ellos descubrió un pez grande y bueno. Aquel pescador sabio volvió a arrojar todos los peces al mar, escogió sin vacilar el pez grande. Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga!
9. Jesús ha dicho: He aquí que el sembrador salió y tomó un puñado de semillas,
esparció. Algunas en verdad cayeron en el camino y vinieron los pájaros, las recogieron. Otras cayeron sobre la roca-madre y no arraigaron abajo en el suelo y no retoñaron espigas hacia el Cielo. Y otras cayeron entre las espinas, las cuales ahogaron las semillas y el gusano se las comió. Y otras cayeron en la tierra buena y produjeron cosecha buena hacia el Cielo, rindió sesenta por medida y ciento veinte por medida.
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10. Jesús ha dicho: He arrojado fuego sobre el mundo y he aquí que lo estoy vigilando hasta que arda en llamas. 11. Jesús ha dicho: Este Cielo pasará y pasará el que está más arriba. Y los muertos no están vivos y los vivos no morirán. En los días cuando comíais los muertos, los transformasteis a la vida. Cuando entréis en la luz, ¿qué haréis? En el día cuando estabais juntos, os separasteis, mas cuando os hayáis separado, ¿qué haréis?
12. Los discípulos dicen a Jesús: Sabemos que te separarás de nosotros. ¿Quién será Rabí sobre nosotros? Jesús les ha dicho: En el lugar donde habéis venido, iréis a Jacob el Justo, para el bien de quien llegan a ser el Cielo y la tierra.
13. Jesús ha dicho a sus discípulos: Comparadme con alguien y decidme a quién me
asemejo. Simón Pedro le dice: Te asemejas a un ángel justo. Mateo le dice: Te asemejas a un filósofo del corazón. Tomás le dice: Maestro, mi boca es totalmente incapaz de decir a quien te asemejas.
Jesús dice: No soy tu maestro, ya que has bebido, te has embriagado del manantial burbujeante que he repartido al medirlo. Y le lleva consigo, se retira, le dice tres palabras: áhyh ashr áhyh (Soy Quien Soy). Ya, cuando viene Tomás a sus camaradas, le preguntan: ¿Qué te dijo Jesús? Tomás les dice: Si os dijera siquiera una de las palabras que me dijo, cogeríais piedras para lapidarme y fuego saldría de las piedras para quemaros.
14. Jesús les ha dicho: Si ayunáis, causaréis transgresión a vosotros mismos. Y si oráis,
seréis condenados. Y si dais limosna, haréis daño a vuestros espíritus. Y cuando entréis en cualquier país para vagar por las regiones, si os reciben comed lo que os ponen frente a vosotros y curad a los enfermos entre ellos. Pues lo que entra en vuestra boca no os profanará, sino lo que sale de vuestra boca eso es que os profanará.
15. Jesús ha dicho: Cuando veáis a quien no nació de mujer, tendeos sobre vuestros
rostros y adoradle, él es vuestro Padre.
16. Jesús ha dicho: Quizás la gente piense que he venido para lanzar paz sobre la tierra, y no saben que he venido para lanzar conflictos sobre la tierra, a fuego, espada y guerra. Pues habrá cinco en una casa, estarán tres contra dos y dos contra tres, el padre contra el hijo y el hijo contra el padre. Y estarán de pie como solitarios. 17. Jesús ha dicho: Yo os daré lo que ningún ojo ha visto y ningún oído ha escuchado y ninguna mano ha tocado y que no ha surgido en la mente humana. 18. Los discípulos dicen a Jesús: Dinos como será nuestro fin. Jesús ha dicho: ¿Así habéis descubierto el origen, que ahora preguntáis referente al fin? Pues en el lugar donde está el origen, allí estará el fin. Bendito sea quien estará de pie en el origen y conocerá el fin y no saboreará la muerte.
19. Jesús ha dicho: Bendito sea quien existía antes de que entrara en el ser. Si os hacéis mis discípulos y atendéis mis dichos, estas piedras os servirán. Pues tenéis cinco árboles en el paraíso, los cuales no se mueven en el verano ni caen sus hojas en el invierno, quien los conoce no saboreará la muerte.
20. Los discípulos dicen a Jesús: Dinos a qué se asemeja El Reino de los Cielos. Él les ha
dicho: Se asemeja a una semilla de mostaza, la más pequeña de todas las semillas, no obstante,
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cuando cae en la tierra fértil, produce una planta grande y se hace albergue para los pájaros del Cielo.
21. Mariam ha dicho a Jesús: ¿A quiénes se asemejan tus discípulos? Él ha dicho: Se
asemejan a niños que residen en un campo que no es suyo. Cuando vengan los dueños del campo, dirán: ¡Devolvednos nuestro campo! Se quitan su ropa frente a ellos para cedérselo y para devolverles su campo. Por eso yo digo, si el dueño de la casa se entera de que viene el ladrón, estará sobre aviso antes de que llegue y no le permitirá penetrar en la casa de su dominio para quitarle sus pertenencias. En cuanto a vosotros, cuidaos del sistema, ceñid vuestros lomos con gran fortaleza para que no encuentren los bandidos una manera de alcanzaros, pues hallarán la ventaja que anticipasteis. ¡Que haya entre vosotros una persona con comprensión! …cuando maduró la cosecha, vino rápido con su hoz en la mano, la recogió. Quien tiene oídos para oír, ¡que oiga!
22. Jesús ve a infantes que están mamando. Dice a sus discípulos: Estos infantes que
maman se asemejan a los que entran en el Reino. Le dicen: ¿Así al convertirnos en infantes entraremos en el Reino?
Jesús les ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, y hagáis el interior como el exterior y el exterior como el interior y lo de arriba como lo de abajo, y cuando establezcáis el varón con la hembra como una sola unidad de tal modo que el hombre no sea masculino ni la mujer femenina, cuando establezcáis un ojo en el lugar de un ojo y una mano en el lugar de una mano y un pie en el lugar de un pie y una imagen en el lugar de una imagen, entonces entraréis en el Reino.
23. Jesús ha dicho: Yo os escogeré, uno entre mil y dos entre diez mil y estarán de pie
como una sola unidad.
24. Sus discípulos dicen: Explícanos tu lugar, porque es necesario que lo busquemos. Él les ha dicho: Quien tiene oídos, ¡que oiga! Dentro de una persona de luz hay luz, y él ilumina el mundo entero. Cuando no brilla, hay oscuridad.
25. Jesús ha dicho: Ama a tu hermano como a tu alma, protégele como a la pupila de tu ojo.
26. Jesús ha dicho: Ves la mota que está en el ojo de tu hermano, mas no ves la viga que
está en tu propio ojo. Cuando saques la viga de tu propio ojo, entonces verás claramente para quitar la mota del ojo de tu hermano.
27. Jesús ha dicho: A menos que ayunéis del sistema, no encontraréis el Reino de Dios.
A menos que guardéis la semana entera como sábado, no veréis al Padre. 28. Jesús ha dicho: Me puse de pie en medio del mundo y encarnado me aparecía a ellos.
Los encontré a todos ebrios, no encontré a ninguno sediento. Y mi alma se apenaba por los hijos de los hombres, porque están ciegos en sus corazones y no ven que vacíos han entrado en el mundo y vacíos están destinados a salir del mundo de nuevo. Mas ahora están ebrios, cuando hayan sacudido su vino, entonces repensarán.
29. Jesús ha dicho: Si la carne ha llegado a ser por causa espiritual, es una
maravilla, mas si espíritu por causa corporal, sería una maravilla maravillosa. No obstante me maravillo en esto que esta gran riqueza ha morado en esta pobreza.
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30. Jesús ha dicho: Donde hay tres dioses, carecen de Dios. Donde hay solo uno, digo que yo estoy con él. Levantad la piedra y allí me encontraréis, partid la madera y allí estoy.
31. Jesús ha dicho: Ningún oráculo se acepta en su propia aldea, ningún médico cura a
aquellos que le conocen. 32. Jesús ha dicho: Una ciudad que se construye encima de una montaña alta y
fortificada, no puede caer ni quedar escondida.
33. Jesús ha dicho: Lo que escucharás en tu oído, proclámalo desde tus techos a otros oídos. Pues nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de un cesto ni la pone en un lugar escondido, sino que se coloca sobre el candelero para que todos los que entran y salen vean su resplandor.
34. Jesús ha dicho: Si un ciego guía a un ciego, caen juntos en un hoyo. 35. Jesús ha dicho: Nadie puede entrar en la casa del poderoso para conquistarla con
fuerza, a menos que le ate sus manos, entonces saqueará su casa.
36. Jesús ha dicho: No estéis ansiosos en la mañana sobre la noche ni en la noche sobre la mañana, ni por vuestro alimento que comeréis ni por vuestra ropa que llevaréis. Sois bien superiores a las flores de viento, que ni peinan lana ni hilan. Al tener una vestidura, ¿qué os falta? ¿O quién puede aumentar vuestra estatura? El mismo os dará vuestra vestidura. 37. Sus discípulos dicen: ¿Cuándo te nos revelarás y cuándo te percibiremos? Jesús dice: Cuando os quitéis vuestros vestidos sin avergonzaos y toméis vuestra ropa y la pongáis bajo vuestros pies para pisar sobre ella, como hacen los niños, entonces miraréis al Hijo del Viviente y no temeréis.
38. Jesús ha dicho: Muchas veces habéis anhelado oír estos dichos que os proclamo, y no tenéis otro de quien oírlos. Habrá días en que me buscaréis, pero no me encontraréis.
39. Jesús ha dicho: Los clérigos y los teólogos han recibido las llaves del
conocimiento, pero las han escondido. No entraron ellos, ni permitían entrar a los que sí deseaban. En cuanto a vosotros, haceos astutos como serpientes y puros como palomas.
40. Jesús ha dicho: Ha sido plantada una enredadera sin el Padre, y puesto que no es
vigorosa será desarraigada y destruida. 41. Jesús ha dicho: Quien tiene en su mano, a él se dará más. Y quien no tiene, se le
quitará aún lo poco que tiene. 42. Jesús ha dicho: Haceos transeúntes. 43. Sus discípulos le dicen: ¿quién eres?, por cuanto nos dices estas cosas. Jesús les
dice: De lo que os digo no conocéis quien soy, sino os habéis hecho como los judíos, pues aman el árbol mas odian su fruto, y aman el fruto mas odian el árbol.
44. Jesús ha dicho: Quien maldice al Padre, se le perdonará. Y quien maldice al Hijo, se
le perdonará. Pero quien maldice al Espíritu Santo, no se le perdonará, ni en la tierra ni en el Cielo.
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45. Jesús ha dicho: No se cosechan uvas de los espinos ni se recogen higos de las zarzas, pues no dan fruto. Una persona buena saca lo bueno de su tesoro. Una persona perversa saca la maldad de su tesoro malo que está en su corazón y habla opresivamente, pues de la abundancia del corazón saca la maldad.
46. Jesús ha dicho: Desde Adán hasta Juan Bautista, entre los nacidos de mujeres no
hay ninguno más exaltado que Juan Bautista, tanto que sus ojos no se romperán. No obstante, he dicho que quienquiera entre vosotros que se convierta como niño, conocerá el Reino y será más exaltado que Juan.
47. Jesús ha dicho: Una persona no puede montar dos caballos ni tensar dos arcos, y un
esclavo no puede servir a dos amos, de otra manera honrará a uno y ofenderá al otro. Nadie bebe vino añejo e inmediatamente quiere beber vino nuevo. Y no se pone vino nuevo en odres viejos, para que no se revienten. Y no se pone vino añejo en odres nuevos, para que no se vuelva ácido. No se cose remiendo viejo en ropa nueva, porque vendría un rasgón.
48. Jesús ha dicho: Si dos hacen la paz entre sí dentro de esta misma casa, dirán a la
montaña, "¡Muévete!" y se moverá. 49. Jesús ha dicho: Benditos sean los solitarios y escogidos porque encontraréis el Reino.
Habéis procedido de él, y a él volveréis. 50. Jesús ha dicho: Si os dicen "¿De dónde venís?", decidles "Hemos venido de la luz, el
lugar donde la luz se ha originado por sí misma, él se puso de pie y se reveló en las imágenes de ellos." Si os dicen "¿Quiénes sois?", decid "Somos los Hijos de Él y somos los escogidos del Padre viviente." Si os preguntan "¿Cuál es el signo en vosotros de vuestro Padre?", decidles "Es movimiento con reposo."
51. Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo sucederá el reposo de los muertos, y cuándo vendrá
el mundo nuevo? Él les dice: Lo que buscáis ya ha llegado, pero no lo conocéis. 52. Sus discípulos le dicen: Veinticuatro profetas proclamaron en Israel, y todos
hablaban dentro de ti. Él les dice: Habéis ignorado al viviente que está enfrente de vuestro rostro y habéis hablado de los muertos.
53. Sus discípulos le dicen: ¿Es provechosa la circuncisión, o no? Él les ha dicho: Si fuera
provechosa, su padre los engendraría circuncidados de su madre. Sino que la verdadera circuncisión espiritual se ha hecho totalmente provechosa.
54. Jesús ha dicho: Benditos sean los pobres, pues vuestro es el Reino de los Cielos. 55. Jesús ha dicho: Quien no odia a su padre y a su madre, no podrá hacerse mi discípulo.
Y quien no odia a sus hermanos y a sus hermanas y no levanta su cruz a mi manera, no se hará digno de mí.
56. Jesús ha dicho: Quien ha conocido el sistema, ha encontrado un cadáver y quien ha encontrado un cadáver, de él no es digno el sistema.
57. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una persona que tiene semilla buena. Su enemigo vino de noche, sembró una maleza entre la semilla buena. El hombre no les permitió arrancar la maleza, sino les dice: Para que no salgáis diciendo, "Vamos a arrancar la maleza", y
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arranquéis el trigo con ella. Pues en el día de la cosecha aparecerá la maleza, la arrancan y la queman.
58. Jesús ha dicho: Bendita sea la persona que ha sufrido porque ha encontrado la vida. 59. Jesús ha dicho: Mirad al viviente mientras viváis, para que no muráis y tratéis de
mirarlo sin poder ver.
60. Ven a un samaritano llevando un cordero, entrando en Judea. Jesús les dice: ¿Por qué lleva consigo el cordero? Le dicen: Para matarlo y comerlo. Él les dice: Mientras está vivo no lo comerá, sino solamente después que lo mate y se haya convertido en cadáver. Dicen: De otra manera no podrá hacerlo. Él les dice: Vosotros mismos, buscad un lugar para vosotros en el reposo, para que no os convirtáis en cadáveres y seáis comidos. 61a. Jesús ha dicho: Dos descansarán en una cama, el uno morirá, el otro vivirá. 61b. Salomé dice: ¿Quién eres tú, hombre? Como mandado por alguien, te tendiste en mi cama y comiste de mi mesa. Jesús le ha dicho: Soy quien viene de la igualdad. A mí se me han dado de las cosas de mi Padre. Salomé dice: Soy tu discípula. Jesús le dice: Por eso yo digo que cuando alguien iguale se llenará de luz, pero cuando divida se llenará de oscuridad.
62. Jesús ha dicho: Yo comunico mis misterios a quienes son dignos de mis misterios. No dejes que tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.
63. Jesús ha dicho: Había una persona rica que tenía mucho dinero, y dijo: Voy a utilizar
mi dinero para sembrar y cosechar y resembrar, para llenar mis graneros con fruto para que nada me falte. Así pensaba en su corazón y aquella misma noche murió. Quien tiene oídos, ¡que oiga!
64a. Jesús ha dicho: Una persona tenía huéspedes. Y cuando había preparado el
banquete, envió a su esclavo para convidar a los huéspedes. Fue al primero, le dice: Te convida mi amo. Respondió: Tengo unos negocios con unos mercaderes, vienen a mí por la tarde, iré para colocar mis órdenes con ellos, ruego ser excusado del banquete. Fue a otro, le dice: Mi amo te ha convidado. Le respondió: He comprado una casa y me exigen por un día, no tendré tiempo libre. Vino a otro, le dice: Mi amo te convida. Le respondió: Mi compañero va a casarse y tengo que preparar un festín, no podré venir, ruego ser excusado del banquete. Fue a otro, le dice: Mi amo te convida. Le respondió: He comprado una villa, voy a cobrar el alquiler, no podré venir, ruego ser excusado. Vino el esclavo, dijo a su amo: Los que usted ha convidado al banquete se han excusado a sí mismos. Dijo el amo a su esclavo: Sal a los caminos, trae a quienesquiera que encuentres, para que cenen.
64b. Y él ha dicho: Comerciantes y mercaderes no entrarán en los lugares de mi Padre. 65. Él ha dicho: Una persona bondadosa tenía una viña. La arrendó a inquilinos para que
la cultivaran y recibiría su fruto. Mandó a su esclavo para que los inquilinos le dieran el fruto de la viña. Agarraron a su esclavo, lo golpearon, un poco más y lo habrían matado. El esclavo fue, se lo dijo a su amo. Contestó su amo, "Quizás no le reconocían." Mandó a otro esclavo, los inquilinos lo golpearon también. Entonces el amo mandó a su hijo. Dijo, "Tal vez respetarán a mi hijo." Ya que aquellos inquilinos sabían que era el heredero de la viña, lo agarraron, lo mataron. Quien tiene oídos, ¡que oiga!
66. Jesús ha dicho: Mostradme la piedra que han rechazado los constructores es la
piedra angular.
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67. Jesús ha dicho: Quien conoce todo pero carece de conocerse a sí mismo, carece de todo.
68. Jesús ha dicho: Benditos seáis cuando os odien y persigan. Ellos (los perseguidores) no encontrarán lugar donde os hayan perseguido.
69a. Jesús ha dicho: Benditos sean los que han sido perseguidos en su corazón, estos
son los que han conocido al Padre en verdad. 69b. Jesús ha dicho: Benditos sean los hambrientos, pues el estómago de quien desea
se llenará. 70. Jesús ha dicho: Cuando saquéis lo que hay dentro de vosotros, esto que tenéis os
salvará. Si no tenéis eso dentro de vosotros, esto que no tenéis dentro de vosotros os matará.
71. Jesús ha dicho: Yo destruiré esta casa y nadie será capaz de reconstruirla.
72. Alguien le dice: Diles a mis hermanos que repartan conmigo las posesiones de mi padre. Él le dice: Oh hombre, ¿quién me hizo repartidor? Se volvió a sus discípulos, les dice: No soy repartidor, ¿soy?
73. Jesús ha dicho: La cosecha en verdad es abundante, pero los obreros son pocos. Pues
implorad al Amo que mande obreros a la cosecha. 74. Él ha dicho: Amo, ¡hay muchos alrededor del embalse, pero ninguno dentro del
embalse! 75. Jesús ha dicho: Hay muchos que están de pie a la puerta, pero los solitarios son los
que entrarán en la alcoba nupcial. 76. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a un mercader poseedor de una
fortuna, quien encontró una perla. Aquel mercader era listo, vendió la fortuna, compró para sí mismo la perla única. Vosotros mismos, buscad el tesoro de su rostro, que no perece, que perdura, el lugar donde ni la polilla se acerca para devorar ni el gusano destruye.
77. Jesús ha dicho: Soy la luz quien está sobre todos, Soy el todo. Todo salió de mí, y
todo vuelve a mí. Partid la madera, allí estoy. Levantad la piedra y allí me encontraréis. 78. Jesús ha dicho: ¿Qué salisteis a ver en lo silvestre, una caña sacudida por el viento y
a una persona vestida con ropa felpada? He aquí, vuestros gobernantes y vuestros dignatarios son los que se visten en ropa felpada, y ellos no podrán conocer la verdad.
79. Una mujer de la multitud le dice: ¡Bendita sea la matriz que te parió, y
benditos los senos que te amamantaron! El le dice: Benditos sean quienes han oído la significación del Padre y la han cumplido en verdad. Pues habrá días cuando diréis: ¡Bendita sea la matriz que no ha engendrado, y benditos los senos que no han amamantado!
80. Jesús ha dicho: Quien ha conocido el mundo, ha encontrado el cuerpo (muerto);
pero quien ha encontrado el cuerpo, el mundo no es digno de él. 81. Jesús ha dicho: Quien se enriquece, que reine. Y quien tiene poder, que renuncie.
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82. Jesús ha dicho: Quien está cerca de mí está cerca del fuego, y quien está lejos de mí está lejos del Reino.
83. Jesús ha dicho: Las imágenes se manifiestan a la humanidad y la luz que está dentro
de ellas se esconde. Él se revelará a sí mismo en la imagen de la luz del Padre, pues su imagen se esconde por su luz.
84. Jesús ha dicho: Cuando veis vuestro reflejo, os alegráis. Pues cuando
percibáis vuestras imágenes que entran en la existencia frente a vosotros, las cuales ni mueren ni disfrazan ¿hasta qué punto dependerán de vosotros?
85. Jesús ha dicho: Adán entró en la existencia por un gran poder y por medio de una
gran riqueza, pero sin embargo no se hizo digno de vosotros. Pues si hubiera sido digno, no habría saboreado la muerte.
86. Jesús ha dicho: Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros tienen sus nidos, pero el
hijo de la humanidad no tiene ningún lugar para poner su cabeza y descansar. 87. Jesús ha dicho: Maldito sea el cuerpo que depende de otro cuerpo, y maldita sea el
alma que depende de estar juntos aquellos. 88. Jesús ha dicho: Los ángeles y los oráculos vendrán a vosotros y os regalarán lo
vuestro. Y vosotros mismos, dadles lo que tenéis en vuestras manos y decid entre vosotros: ¿En qué día vendrán para recibir lo suyo?
89. Jesús ha dicho: ¿Por qué laváis el exterior del cáliz? ¿No notáis que quien crea el
interior, también es quien crea el exterior? 90. Jesús ha dicho: Venid a mí, pues mi yugo es natural y mi dominio es manso y
encontraréis reposo para vosotros mismos. 91. Le dicen: Dinos quien eres tú, para que podamos confiar en ti. Él les dice: Escudriñáis
la faz del Cielo y de la tierra mas no habéis conocido a quien está frente a vuestro rostro, y no sabéis preguntarle en este momento.
92. Jesús ha dicho: Buscad y encontraréis. Mas esas cosas que me preguntabais en
aquellos días, no os las dije entonces. Ahora quiero comunicarlas, pero no preguntáis de ellas. 93. Jesús ha dicho: No deis lo sagrado a los perros, para que no lo echen en el montón
de estiércol. No arrojéis las perlas a los cerdos, para que no lo hagan... 94. Jesús ha dicho: Quien busca encontrará, y a quien toca se le abrirá. 95. Jesús ha dicho: Si tenéis monedas de cobre, no las prestéis a interés, sino dadlas a
ellos de quienes no recibiréis reembolso. 96. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una mujer que ha tomado un poco
de levadura y la ha escondido en la masa, produjo panes grandes de ella. Quien tiene oídos, ¡que oiga!
97. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una mujer que llevaba una jarra llena
de grano. Mientras estaba andando por un camino lejano, se rompió el asa de la jarra, derramó
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el grano detrás de ella en el camino. No lo sabía, no había notado ningún accidente. Cuando llegó a su casa, puso la jarra en el suelo, la descubrió vacía.
98. Jesús ha dicho: El Reino del Padre se asemeja a una persona que deseaba asesinar a
un hombre prominente. Desenvainó su espada en su casa, la clavó en la pared para averiguar si su mano prevalecería. Luego asesinó al hombre prominente.
99. Le dicen sus discípulos: Tus hermanos y tu madre están de pie afuera. Él les dice:
Quienes están aquí, que cumplen los deseos de mi Padre, estos son mis hermanos y mi Madre. Ellos son los que entrarán en el Reino de mi Padre.
100. Le muestran a Jesús una moneda de oro y le dicen: Los agentes de César nos exigen
tributos. El les dice: Dad a César lo de César, dad a Dios lo de Dios, y dadme a mí lo mío. 101. Jesús ha dicho: Quien no odia a su padre y a su madre a mi manera, no podrá
hacerse discípulo mío. Y quien no ama a su Padre y a su Madre a mi manera, no podrá hacerse discípulo mío. Pues mi madre me parió, mas mi Madre verdadera me dio la vida.
102. Jesús ha dicho: ¡Ay de los clérigos! pues se asemejan a un perro dormido en el
pesebre de los bueyes. Ya que ni come ni deja que coman los bueyes. 103. Jesús ha dicho: Bendita sea la persona que sabe por cuál parte invaden los
bandidos, porque se levantará y recogerá sus pertenencias y ceñirá sus lomos antes de que entren.
104. Le dicen: ¡Ven, oremos y ayunemos hoy! Jesús ha dicho: ¿Pues cuál es la
transgresión que he cometido yo, y en qué he sido vencido? Pero cuando salga el novio de la alcoba nupcial, ¡entonces que ayunen y oren!
105. Jesús ha dicho: Quien reconoce a padre y madre, será llamado hijo de ramera. 106. Jesús ha dicho: Cuando hagáis de los dos uno, os convertiréis en hijos de la
humanidad y cuando digáis a la montaña, "¡Muévete!", se moverá. 107. Jesús ha dicho: El Reino se asemeja a un pastor que tiene 100 ovejas. Se extravió
una de ellas, que era la más grande. El dejó las 99, buscó a la una hasta que la encontró. Tras haberse cansado, dijo a esa oveja, "¡Te quiero más que a las otras 99.
108. Jesús ha dicho: Quien bebe de mi boca, se hará semejante a mí. Yo mismo me
convertiré en él, y los secretos se le revelarán. 109. Jesús ha dicho: El Reino se asemeja a una persona que tiene un tesoro
escondido en su campo sin saberlo. Y después de morir, lo legó a su hijo. El hijo no lo sabía, aceptó aquel campo, lo vendió. Y vino quien lo compró, aró, descubrió el tesoro. Empezó a prestar dinero a interés a quienes quería.
110. Jesús ha dicho: Quien ha encontrado el sistema y se ha enriquecido, que renuncie
al sistema. 111. Jesús ha dicho: El Cielo y la tierra se enrollarán en vuestra presencia. Y quien vive
de adentro del viviente, no verá la muerte ni el miedo pues Jesús dice: Quien se encuentra a sí mismo, de él no es digno el sistema.
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112. Jesús ha dicho: ¡Ay de la carne que depende del alma, ay del alma que depende de la carne!
113. Sus discípulos le dicen: ¿Cuándo vendrá el Reino? Jesús dice: No vendrá por
expectativa. No dirán, "¡Mirad aquí!" o "¡Mirad allá!". Sino que el Reino del Padre se extiende sobre la tierra y los humanos no lo ven.
114. Simón Pedro les dice: Que Mariam salga de entre nosotros, pues las hembras no
son dignas de la vida. Jesús dice: He aquí que le inspiraré a ella para que se convierta en varón, para que ella misma se haga una espíritu viviente semejante a vosotros varones. Pues cada hembra que se convierte en varón, entrará en el Reino de los Cielos.
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