El Mito de Babel (la interrupción de la totalidad)

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56 Noche de bodas. Cuando nadie la ve. ‘Torre de Babel’ por Lucas van Valckenborch, 1594.

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Noche de bodas. Cuando nadie la ve. ‘Torre de Babel’ por Lucas van Valckenborch, 1594.

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(la interrupción de la totalidad)*

¿Qué ocurrió con la torre de Babel?R. Yohanan dijo: "En cuanto a la torre, un tercio fuequemado; un tercio se derrumbó; un tercio existe aún". R.Yosef dijo: "El solo hallarse en las inmediaciones de la torrehace perder la memoria".

Sanedrín. 109a.

And shall not Babel be with Lebab?The babbelers with their thangas vain have been (confisiumhold them)they were and went; thigging thugs were and houhnymnsongtoms were and comely norgels were and pollyfoolfiansees... And they fell upong one another: and themselvesthey have fallen.Is the strays world moving mound or what static babel isthis, tell us?

J. JOYCE. Finnegans Wake.

Para terminar, prestemos oídos al mito’. No se trata deescudarse en la ironía socrática para esquivar laacusación de irracionalismo mistificador. Y es que

el "Mito de Babel" no es hoy un mito entre otros, sino unpequeño relato que despliega una posvida poderosa, untexto de apenas unas cuantas líneas con el que se vienereconociendo desde hace algunas décadas una citahistórica objetiva.

No es la primera vez que una cita tal con Babel ocurre,por supuesto, ni será la última. Mito casi olvidado por loscomentaristas de la época en que se fija el canon bíblico,gana relevancia en el judaísmo tras la destrucción delSegundo Templo; mito que se pierde en la oscuridad de laAlta Edad Media, pero que despunta en los siglos XIII yXIV, esto es, cuando se desmantelaba el edificio feudal ygestaba la crisis que desembocaría en el orden moderno;

mito ausente de las reflexiones del clasicismo europeo ysólo a medias resucitado por el romanticismo, pero queadquiere una vigencia inaudita desde mediados del sigloXX, en medio de una conmoción del orden político yepistemológico en la que se vive aún. Su olvido yreaparición parecen oscilar pues de modo paralelo alsentido de seguridad o de crisis con que se vive un ordendeterminado; entre las características de las épocas que sereconocen e interrogan a sí mismas a través del relato deBabel -y que cabría suponer extremadas en la nuestra- sereconoce un tanteo de nuevos terrenos tras el cues-tionamiento o derrumbe de un orden que parece exhausto.No que se repitan las mismas circunstancias, lo que llevaríaal eterno retorno del mito. Sucede más bien que la posvidade este texto despliega significaciones pertinentes endistintos momentos marcados por circunstanciasanálogas de incertidumbre.

Pero, y entonces, ¿en qué estaría hoy la posvida del relatode Babel?, ¿cómo concerniría a la historia presente o acasoa aquello que se llama la historia como tal?

La hipótesis de un mito que ilumine la comprensión dela historia y lo histórico puede parecer una contradicciónen los términos. Al menos así le ha parecido a un ciertopensamiento moderno, el cual ha relegado al mito -y, antesque nada, a este mito de Babel- a los extramuros de suorden racional, universalizante y totalizador, orden quese siente amenazado y tiende a excluir los efectos de ladiferencia e inconmensurabilidad entre las lenguas. Perose dan hoy ciertas condiciones objetivas adicionales quehacen que se sea extremadamente proclive a comprendernuestra historia y lo histórico a partir de este relatoinmemorial, que se sea tal vez incluso más proclive que encualquier otro momento del pasado. Desde ya, porqueexiste una conciencia aguda de la inadecuación entre laconstrucción total (la superestructura) y el individuo;luego, porque se ha asentado una desconfianza radical

EL MITO DE BABEL

* El presente texto constituye el "Epílogo" de un libro inédito titulado Las vasijas quebradas.

Andrés Claro

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ante la posibilidad y efecto de las instituciones totalizantesy sistemas cerrados de pensamiento; y, por último, porquese tiene una percepción creciente de la falsa transparenciade las comunicaciones mediáticas, económicas,administrativas e informáticas. En otras palabras, másallá de la conciencia de los efectos de la disparidad einconmensurabilidad entre las lenguas a que lleva laaceleración creciente de los traspasos -conciencia que secomparte con otros momentos históricos del pasado-, seda por añadidura una serie de condiciones políticas,institucionales, filosóficas, económicas y comunica-cionales -resumidas a menudo bajo el eslogan majaderode la 'muerte de la utopías'- que hacen que el "Mito deBabel" irrumpa en el horizonte contemporáneo, sea paraser puesto al servicio de un cinismo paralizador o de laoportunidad de un nuevo comienzo.

Para decidir cuál sea hoy, en esta disyuntiva entrenihilismo y promesa, la significación que despliega laposvida del relato de Babel no queda sino seguirlo leyendo(lo que supone, a su vez, seguirlo traduciendo, conpaciencia). Tómense para comenzar tres versiones posiblesde las cuales, si las dos primeras pueden oponerse bajolas rúbricas tradicionales de la libertad en vistas al sentido(Nácar y Colunga) y de la fidelidad etimologizante a lapalabra (Chouraqui), tal oposición parece superarse en laliteralidad literaria de la tercera (Meschonnic). Como sea,todas estas versiones permiten ir acogiendo parte de lasformas y correspondiente significación que impone estepequeño relato al irrumpir en nuestro tiempo y lengua.

He aquí la versión oficial de Nácar y Colunga, publicadapor la Biblioteca de Autores Cristianos; se lee:

Era la tierra toda de una sola lengua y de unasmismas palabras. En su marcha desde Orientehallaron una llanura en la tierra de Senaar, y seestablecieron allí. Dijéronse unos a otros: "Vamosa hacer ladrillos y a cocerlos al fuego". Y sesirvieron de los ladrillos como de piedra, y el betúnles sirvió de cemento; y dijeron: "Vamos aedificarnos una ciudad y una torre, cuya cúspidetoque a los cielos y nos haga famosos por sitenemos que dividirnos por la haz de la tierra".Bajó Yavé a ver la ciudad y la torre que estabanhaciendo los hijos de los hombres, y se dijo: "Heaquí un pueblo uno, pues tienen todos una lenguasola. Se han propuesto esto, y nada les impedirállevarlo a cabo. Bajemos, pues, y confundamos sulengua, de modo que no se entiendan unos a otros".Y los dispersó de allí Yavé por toda la haz de latierra, y así cesaron de edificar la ciudad. Por esose llamó Babel, porque allí confundió Yavé lalengua de la tierra toda, y de allí los dispersó porla haz de toda la tierra.

Esta versión accesible deja bastante claro el sentidogeneral de la transformación del orden operada en Babel:primero, una sola lengua y un pueblo uno, que proyectauna torre que llegue hasta el cielo y los haga famosos;luego, la interrupción de la torre, varias lenguas y pueblosdispersos sobre la faz de la tierra.

Pero esta traducción accesible es ya una domesticacióno retraducción a las convenciones sintácticas y léxicas del

castellano moderno -incluida la vocalización delTetragrama impronunciable como 'Yavé'- de una versióninterlinear del hebreo (haya sido ésta versión interlinealprevia una operación mental o efectivamente escrita). Y sise trata de remontarse hasta una interlingua tal, se obtienemás o menos lo que da una transliteración al castellano dela versión literalista y etimologizante de A. Chouraqui.Entonces se lee:

Y es toda la tierra: un solo labio, de únicaspalabras. Y es en su partida del Oriente:encontraron un cañón en tierra de Senaar.Se establecen allí.Dicen, cada uno a susemejante: "Vamos,ladrillemos ladrillos,flambeémoslos en la flama".El ladrillo deviene para ellos piedra, el betún, mortero.

Dicen:"Vamos, construyámonos una ciudad y unatorre. Su cabeza: en el cielo.Hagámonos un nombre,que no seamos dispersados sobre la superficie detoda la tierra".

YHWH desciende para ver la ciudad y latorre que han construido los hijos delhombre. YHWH dice:"¡Sí! ¡Un solo pueblo, un solo labio para todos:he aquí lo que comienzan a hacer!¡Ahora nada les impedirátodo lo que tendrán deseo de hacer!¡Vamos! ¡Descendamos! Confundamos allí suslabios. El hombre no entenderá más el labio de suprójimo".

YHWH los dispersa desde allí sobre la faz de toda latierra. Cesan de construir la ciudad.Sobre lo cual clama su nombre: Babel,Confusión, pues YHWH confundió el labio detoda la tierra,y de allí YHWH los dispersó sobre la faz de toda latierra.1

Esta versión literal y etimologizante, donde la 'lengua'ha sido proyectada al 'labio' -tan sólo dos sinécdoquesposibles en que partes del aparato fonador dan cuenta delidioma como un todo-2 nos obliga a un descentramientobastante mayor, a salir al encuentro del tipo de compresiónsintáctica y sistema léxico del original, dando acceso aalgunos de sus ecos etimológicos y paronomasias -'ladri-llemos ladrillos, flambeémoslos en la flama'- al tiempo queel Tetragrama es preservado intacto. Con todo, como suelesuceder, tal fidelidad extrema a la palabra no es siemprecompatible con una fidelidad más amplia a la significaciónliteraria del original, especialmente a aquella generadapor el sistema rítmico del texto: a la manera en que laorganización de los acentos y pausas dirige la lectura oraldel original, lo que se pierde también por una lógica depuntuación demasiado marcada.

En este sentido, si se busca desplazar la alternativa

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clásica entre libertad en vistas al sentido y fidelidad estrictaa la palabra, si se busca dar del relato de Babel una versiónque enfatice las formas de significación literaria carac-terísticas del texto hebreo -los paralelismos que genera elsistema rítmico y de pausas, los juegos de palabras y otros-se puede tomar la versión de Meschonnic, cuya retra-ducción del francés al castellano diría más o menos losiguiente:

1Y fue toda la tierralengua unaY palabras unas2Y fueen su viaje hacia el orienteY encontraron un valleen el país de Senaary allí se establecieron3Y dijeronuno al otrovamosblanqueemos ladrillos blancosy flambeémoslos en la flamaY el ladrillo blanco para ellosfue la rocay el lodo rojopara ellos fue la greda4Y dijeronvamosconstruyámonos una ciudad y una torrey su cabeza en el cielo y hagámonos un nombreSi no nos dispersaremossobre la faz de toda la tierra5Y Adonai descendió a ver la ciudady la torreQue construíanlos hijos del hombre

6Y Adonai dijosi el pueblo es unoy la lengua unapara todos ellos y para aquellolo que comienzan a hacerY ahorano podrá ser sustraído de ellos nada de lo queconsiderarán hacer

7Vamosdescendamosy embabelemos allí su lenguaQue ellos no entiendan másel uno la lengua del otro

8Y Adonai los dispersódesde allísobre la faz de toda la tierraY cesaronde construir la ciudad

9Tambiénse llamó su nombreBabelporque allíAdonai embabelóla lengua de toda la tierraY desde allí Adonai los ha dispersadosobre la faz de toda la tierra 3

Esta versión sin puntuación, de un temple casimallarmiano, permite comprender algo más de laacentuación que produce el ritmo y sonoridad orales deloriginal, que genera segmentos paralelos y otros ecossignificativos más allá de la linealidad sintáctica. Tras elsentido general y accesible de la primera versión, tras elasomo a la compresión sintáctica y significación léxico-etimológica de la segunda, esta última permite comprendery activar parte de la significación suprasintáctica quegeneran las formas poéticas, maneras todas de irnosacercando asintóticamente al original y desplegar lasignificación de su posvida presente. I

Con estas tres versiones y demás antecedentes del "Mitode Babel" en mente, se puede comenzar haciendo notarque es curioso que a lo largo de los siglos la escenapresentada en el relato haya sido leída casi exclusivamentecomo un castigo divino y catástrofe colectiva. Es lo quenos dice una serie de interpretaciones edificantes que handominado casi sin contraparte, para las cuales la divisiónde las lenguas constituiría un castigo impuesto a los sereshumanos por una falta específica o mal uso de lo quehabría sido un bien anterior: un lenguaje uno, garantía deunidad y transparencia.

Lo cierto es que ya en la tradición talmúdica, si bien lasupuesta falta recibe varias lecturas -desde la torre, seinterpreta, los hombres habrían buscado quebrar el cielo agolpes de hacha para evitar un nuevo diluvio, o instalarseen el cielo mismo, o adorar a los ídolos y declararle laguerra a dios- se insiste en que la dispersión lingüísticainstaurada por la intervención del Tetragrama constituyeun castigo inequívoco a dicha falta. Más creativa, cómono, fue la lectura cabalista: la división en una serie delenguas 'caídas', privadas de toda memoria de la lenguaadánica del Edén, habría sido un castigo ante la pretensiónde usurpar la lengua primera, competencia exclusiva dela actividad creadora de dios; habría sido un castigo anteel intento humano de apropiarse de la eficacia nominadoradel lenguaje divino, tal como lo resume el deseo de 'hacerseun nombre'. La tradición de lectura alegórico-racionalista,a su vez, iniciada por Filón de Alejandría al alero de lametafísica griega y que tendría un impacto decisivo en elmedioevo cristiano, sitúa la intervención divina en Babelcomo el inverso exacto de la alianza con Noé: si en éstadios había salvado a un pueblo mediante la construcciónde un arca, en Babel castigaría mediante la destrucción y laconfusión lingüística a constructores de una torre que sontambién los sofistas que construyen doctrinas falsas contrala evidencia ("Los edificios son... discursos de de-mostración, gracias a los cuales rechaza, como tras lasdefensas, los ataques de los adversarios, fabricando mitos,invenciones persuasivas contra la verdad", sentenciaFilón; y agrega: "Dios, habiendo tomado consejo, produce

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en su arte de sofistas una gran e inextricable confusión").4

La inclinación de lectura de la confusio linguarum como uncastigo y una catástrofe colectiva se perpetúa y devieneespecialmente aguda en la Modernidad, donde elinacabamiento de la torre y la dispersión lingüísticaadquieren connotaciones marcadamente negativas: se losasocia al derrumbe de un sueño, aquel del progreso y elsistema; son concebidos como un desastre debido a unmal cálculo humano respecto a sus propias fuerzas o a laenvidia divina.

Como se hacía notar, es curioso que tal inclinación delectura del relato de Babel haya sido y siga siendodominante a un grado tal. Curioso, pues lo cierto es que enlas tres versiones leídas, si bien se reconoce claramenteuna llamada de atención sobre un riesgo y un peligro en loque hacen y proyectan los seres humanos -edificar unatorre hasta el cielo, hacerse un nombre, lograr todo lo quese proponen, etc.- no se habla en ninguna parte de castigoo de catástrofe colectiva (y lo mismo vale para losantecedentes mesopotámicos). De hecho, al menosliteralmente, no hay moraleja. Lo que deja esta pequeñaanécdota es, más bien, una serie de interrogantes acercadel sentido y las posibilidades del entendimiento y habitarhumanos; más precisamente, una serie de interrogantesacerca de las relaciones de los seres humanos entre sí ycon lo que, en principio, parece trascenderlos -la técnica,la lengua, el espacio comunitario y lo divino- interrogantesque se dan en medio de una serie de guiños lingüísticos ytextuales a los que vale la pena poner atención.

El propósito más básico del texto, se suele y puede seguirinsistiendo, sería responder a una pregunta fundamental,a saber, por qué los seres humanos, tan uniformes enmuchos aspectos, hablan múltiples lenguas que no sonconmensurables unas con otras, a veces incluso a unospocos kilómetros de distancia. La pregunta básica debecompletarse, sin embargo. Pues el "Mito de Babel" anuda yexplica al menos dos asuntos tramados (que correspondena dos tradiciones superpuestas por los editores del Génesis,ambas siguiendo el patrón de separación irreversible entrepartes que rige las narraciones hebreas de los comienzos,y que, a estas alturas, ha llevado desde la separación inicialde los elementos cósmicos -cielo/tierra, luz/tinieblas, etc.[Gen.1]- a aquella de las lenguas y las gentes en Babel[Gen.11]).5 De una parte, el "Mito de Babel" explica cómo unaintervención divina instaura la separación y multiplicidadde las lenguas, lo que impide desde entonces la ilusión deuna comunicación universal e inmediata, total y trans-parente, entre los seres humanos; esto es, impone latraducción. De otra, explica que esta intervención produceuna separación entre los seres humanos, una dispersióngeográfica que impide que se reúnan en torno a un mismoobjetivo y logren todo lo que se proponen. A la interdicciónde comunicación universal y transparente se suma unainterdicción de comunidad única y total.

Ahora bien, si ha sido sin duda la dispersión lingüísticala que ha solido acaparar la atención, inclinando laintención de lectura hacia una consideración marca-damente negativa, como catástrofe y castigo, lo cierto esque la articulación de ambos eventos relacionados -ladispersión sobre la superficie de la tierra (que, como afirmaKant, no puede ser infinita) y la diferencia entre las lenguas(que impone un límite al interior de esa finitud)- comienzaa producir una lectura más positiva y propositiva de estedoble acontecimiento babélico. Que la pretensión de una

lengua única para un pueblo uno venga a ser interrumpidapor una diferencia lingüística y dispersión geográfica haceaparecer la intervención del Tetragrama, tanto en términosestructurales como temporales, como una acción saludable:como una prevención contra la pulsión humana deuniformización y totalización.

Es lo que parece confirmarse ya al prestar atención altono del relato, donde, como ha hecho notar Paul Zumthor,6

no hay ninguna exclamación autorial, ninguna sorpresaaparente, ante el hecho de que lo que se proponían loshombres no haya sido finalmente logrado, de que suslenguas hayan sido divididas y hayan sido dispersadospor la faz de toda la tierra. Si las exclamaciones autorialesaparecen es mucho antes, ante el proyecto mismo, ante lapretensión constructiva totalizadora y unitaria: "¡Sí! ¡Unsolo pueblo, un solo labio para todos: / he aquí lo quecomienzan a hacer! / ¡Ahora nada les impedirá / todo loque tendrán deseo de hacer!" (Chouraqui). Se podría pensarque para los antiguos autores y editores hebreos,acostumbrados como estaban al nomadismo, la ideamisma de una totalización y sedentarismo les fuese ajena;de allí esta exclamación y sorpresa proyectada ypersonificada en la voz de dios mismo. Desde la pers-pectiva actual, a su vez, la del habitante de la ciudadmoderna, este inacabamiento parece tener significaciónno sólo en términos de una espacialidad nómade, sinotambién como una ley inmanente de nuestra condición deseres históricos. Pero, cualquiera sea el énfasis, es en estainterdicción de totalización donde Babel adquiere untemple propiamente positivo y propositivo.

Como mito del fracaso y el inacabamiento, Babel hablade la inadecuación entre ciertas pretensiones y ciertoslímites de lo humano, constituyendo así una contraparteal mito del éxito -en gran medida el mito moderno delprogreso ininterrumpido-, revelando la amenaza ocultaen que los seres humanos sean capaces de anular lamediación entre voluntad y cumplimiento, de que seancapaces de hacer todo aquello que se proponen. Más que unafán de castigo, lo que movería la intervención delTetragrama sería una desconfianza y prevención ante elproyecto totalizador, interrumpiendo la posibilidad deacabar la edificación. Lo que la multiplicidad de laslenguas y la dispersión geográfica vendrían a inaugurar ysancionar es la necesidad no sólo de una traducción ytransporte permanentes -la necesidad de fundar unentendimiento adecuado y efectivo entre los seres humanoscomo traducción-, sino también la imposición de un límite ala construcción anticipadora, a la planificación y cierreabsoluto de un sistema total.

Y es precisamente de modo no sistemático, algo babélicosi se quiere, que se podrían esbozar a modo de cierre almenos cuatro órdenes de inacabamiento o interrupciónde la totalidad discernibles hoy en el relato de Babel, asaber: (i) el arquitectónico-técnico, (ii) el lingüístico-comunicacional, (iii) el socio-étnico y (iv) el religioso.

*Y dijeron uno al otro vamos blanqueemosladrillos blancos y flambeemos en la flamaY el ladrillo blanco para ellos fue la roca y elbarro rojo para ellos fuela gredaY dijeron vamos construyámonos una ciudady una torre y su cabeza en el cielo

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‘Elder Sogenannter Großer Turmbau zu Babel’ por Brueghel.

‘Turmbau zu Babel’, Biblia Wittenberg, 1586.

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...Y YHWH descendió a ver la ciudad y la torreQue construían los hijos del hombreY YHWH dijo si el pueblo es uno y la lenguauna para todos ellos y para aquello lo quecomienzan a hacerY ahora no podrá ser sustraído de ellos nadade lo que considerarán hacer...Y cesaron de construir la ciudad

A un nivel bastante evidente de lectura, una primeraforma de interrupción discernible es aquella de latotalización arquitectónico-técnica: el alto a una cons-trucción total que pretendía alzarse sobre las demás yalcanzar el cielo; la paralización de esta torre, con susmateriales y formas de construcción, que ha sido siempreel personaje principal de la iconografía de Babel. Desde elpunto de vista que permite nuestra retrospecciónarqueológica y lingüística, se diría que lo interrumpidofue el intento de construir un zigurat mesopotámicodescomunal (ya la palabra hebrea para 'torre', migdal,contiene la idea de 'grandeza'; la palabra acadia ziqqurat,a su vez, viene de 'ascender', zaqaru).II Pero lo cierto es que,ajenos a estos elementos de retrospección y compa-raciónarqueológica y lingüística, desde la Antigüedad enadelante cada época ha imaginado la torre a su manera,de acuerdo a sus propias convenciones, fantasías ycapacidades de edificación. De hecho, la iconografía deBabel, que es una forma de exégesis en sí misma con undesarrollo autónomo y sostenido, da cuenta precisamentede la evolución de la utopía constructivo-arquitectónica através de los tiempos, la cual cambia a la par de lastransformaciones de la técnica, que es la que permiteproyectar la torre misma.

En efecto, si la totalización arquitectónica que se intentaen Babel no aparece como equivalente a otras, si asume lapretensión descomunal de alzarse sobre las demás esporque se sustenta en una confianza anterior dada por la'capacidad técnica ': "'Vamos, ladrillemos ladrillos, /flambeémoslos en la flama'. El ladrillo deviene para ellospiedra, el betún, mortero" (11.3). Antes de emprender laconstrucción de la torre, la técnica ha mostrado su podersobre la naturaleza, relegándola a simple modelo a imitar(la piedra) o a material disponible (el betún). Es sobre todoel fuego controlado por el ser humano -sea el de un hornoo el del sol mismo-, control que le permite endurecer susmateriales, lo que lleva a proyectar un orden total, lo quegenera la idea de construir una torre que llegue hasta elcielo; en otras palabras, el anhelo de construccióntotalizadora surge como resultado de lo que impone unatécnica, en principio sin fin, que lo precede, no como unproyecto razonable que llame al desarrollo de una técnicaad hoc que permita llevarlo a cabo. Estilísticamente, elpasaje es sugerente al respecto, pues la presentación deeste 'éxito técnico', a estas alturas aún sin finalidad, sehace mediante una serie de repeticiones impuestas porcuatro parejas de paronomasias: 'ladrillemos ladrillos'(nilbena levenim), 'flambeémoslos en la flama' (nisréfa lisréfa);'el ladrillo deviene piedra' (halevena leáven), 'el betúnmortero' (hahemar lahómer). El comportamiento de lalengua, el juego de ecos etimológicos, imponen el modo dela 'repetición', que es exactamente como opera esta técnica

sin fin inicial que lleva luego a proyectar la construccióntotalizante: ladrillo a ladrillo. Es por lo demás lo queenfatizan muchas de las representaciones artísticas de latorre, las cuales ponen en escena las técnicas deconstrucción más avanzadas de cada época: si laiconografía románica presenta aún hombres construyendomuros relativamente modestos y simples mediante rampas,ya en el gótico se hacen aparecer poleas que permiten elevargrandes cargas, así como otras herramientas más sofis-ticadas de construcción por repetición.

De manera no menos decisiva, la iconografía de Babeldeja ver que este ideal de una técnica repetitiva y sin fininicial, que es el que sustenta luego el proyecto de alzaruna torre que supere a todas las demás y toque el cielo, noconcierne sólo a los materiales de construcción -el ladrilloo la piedra-, sino también al trabajo humano, el cualaparece disciplinado y ordenado hacia un fin incon-mensurable con el individuo. Es lo que ponen en escenamás enfáticamente las representaciones de Babel desde elRenacimiento en adelante, a veces con cierto humor, a vecestambién con el orgullo que caracteriza al sueño modernoque comienza a imponerse: la racionalización y compar-timentación del trabajo como técnica indispensable parala construcción de un orden total. Así, cuando la pinturaholandesa se hace cargo de la escena hacia fines del sigloXVI -momento desde el cual el aspecto de la torre cambiadrásticamente, asumiendo la conocida forma espiral congalerías superpuestas- ya no sólo aparecen en primer planolas poleas, sillares, montacargas, plomadas, escuadras,compases, árganas, etc., sino sobre todo una divisiónestricta del trabajo, alegoría que anuncia la confianzamoderna en el progreso.

En cuanto a las exégesis propiamente escritas, ya Dante,en su tratamiento edificador del "Mito de Babel" en Devulgari elocuentia, al tiempo que da una interpretaciónextremadamente original del relato, vincula la división delas lenguas impuesta por la intervención divina preci-samente a la división técnica anterior del trabajo humano.Imagina:

Casi todo el género humano había puesto susmanos en una obra tan inicua. Unos mandaban,otros construían; unos levantaban las murallas,otros preparaban el mortero; unos colocaban lossillares, otros transportaban las piedras por mar ypor tierra, y unos y otros se dedicaban a diferentestrabajos, cuando fueron sorprendidos por el cielocon tal confusión, que todos los que empleabanuna misma lengua mientras trabajaban tuvieronque abandonar la obra al darse cuenta que habíancambiado sus lenguas, y no pudieron volver denuevo a la anterior comunicación. Cada lenguaquedó circunscrita a los que cuidaban de unamisma faena; esto es, un idioma para los ar-quitectos, otro para los que hacían girar las piedrassillares, un tercero para los que la labraban, y así acada sector de los que trabajaban. El género humanoquedó dividido en tantos idiomas cuantas eran lasdiferentes variedades de trabajo en la misma obra. Y

Ilustración en el Old English Illustrated Hexateuch.

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cuanto más excelente era el trabajo que realizaban,más rudo y bárbaro fue su lenguaje. Pero los quequedaron con el lenguaje sagrado, ni trabajaban nide manera alguna hubieran consentido en la obra;antes bien, despreciando la obra, se mofaban de laloca necedad de los trabajadores.7

Las diversas lenguas impuestas por la intervencióndivina -acto que asume aquí la lectura tradicional de uncastigo- no aparecen como los idiomas propios a distintosgrupos étnicos tras la dispersión, sino como una serie delenguajes técnicos incompatibles unos con otros, los cualesse hace corresponder a la particularización previa deltrabajo con la cual se pretendía anticipar y lograr laconstrucción total, a esa serie de oficios especializadosque eran ya inconmensurables unos con otros y con latotalización arquitectónica que proyectaban y a la que sesometían. De modo que, en último término, la cegueratecnocrática no sería sólo la de compartimentar lascompetencias de los obreros de manera alienante einconmensurable con la obra que construyen, sino suconsecuencia, que es la de compartimentar el discursomismo, como ocurre crecientemente en una cientificidadque, cualquiera sea el valor de sus partes, no ve el conjunto.Se trata de una compartimentación del saber donde a partirde un cierto 'nivel' se entra en un refinamiento queamenaza con esterilizar definitivamente las bien o malllamadas 'ciencias humanas': cuanto más excelente era eltrabajo que realizaban, más rudo y bárbaro fue su lenguaje.Frente a estas formas de compartimentación, se alzanquienes no consienten en el proyecto de esta torredoblemente alienante, totalizadora y particularizante a lavez, de esta torre total cuya anticipación obliga a quedaratrapado en un oficio y discurso cerrado sobre sí, quienes,afirma Dante, poseen el lenguaje sagrado (el lenguaje purocomo mezcla, contagio o confluencia de lenguas se podríasecularizar).

Mucho más tarde, en uno de los momentos cúlmenes dela pulsión moderna por el sistema total, Hegel vería en eltrabajo común y organizado que conduce a la torre de Babella celebración de un vínculo estatal logrado. En su Estéticase lee:

"¿Qué es lo sagrado?", pregunta en cierta ocasiónGoethe en un dístico. Y responde: "Lo que mantieneunidas a muchas almas"... En la extensa llanuradel Éufrates el hombre construye una ingente obraarquitectónica; todos trabajan en común y lacomunidad de la construcción se convierte almismo tiempo en el fin y el contenido de la obramisma. Más exactamente, esta creación de unvínculo social no queda como una simple uniónpatriarcal: al contrario, se ha disuelto la simpleunidad familiar, y la construcción que se levantahasta las nubes es la objetivación de esta uniónanterior ahora disuelta y la realización de otranueva y más amplia. Los pueblos de entoncestrabajaron todos juntos, y del mismo modo que sehabían reunido para llevar a cabo esta obradesmesurada, así también el producto de suactividad debía ser el vínculo por medio del terrenoexcavado, de las piedras superpuestas y delcultivo, por así decir, arquitectónico de la tierra,unía a unos con otros, igual que en nuestros

tiempos son los hábitos, las costumbres y laconstitución jurídica del Estado los que propor-cionan tales vínculos.8

Haciéndose eco del ideal de religión como reunión (re-ligare), la construcción de la torre es vista como un vínculoque uniría a los seres humanos a través de la técnica de untrabajo común, repetitivo y compartimentado, puesto comofin y contenido de la obra misma. Al dejarse atrás losvínculos inmediatos, este trabajo en común aparece comoun presagio del Estado moderno, como la condición inicialde una historia progresiva, primer indicio de una era de larazón.

Habría que esperar hasta el siglo XX para que, junto alcuestionamiento de la ideología del progreso y la pulsiónmoderna por el sistema total (cuya encarnación caricaturalhabían sido y serían los estados totalitarios), se comenzasea vislumbrar también la amenaza de esta totalizaciónarquitectónico-técnica, con su requerimiento de compar-timentación del trabajo y del saber. Es lo que deja ver laparáfrasis del relato de Babel que realiza Kafka en la"Muralla China", donde extrae las imágenes de pesadillaque encerraba el sueño arquitectónico-técnico de laModernidad. Advierte:

Lo probable era que la nueva generación, consus conocimientos superiores, condenara el trabajode la generación precedente y derribase todo loconstruido, para recomenzar. Semejantes pensa-mientos paralizaron las energías, y se pensó menosen construir la Torre que en construir una ciudadpara los obreros. Cada nacionalidad quería el mejorbarrio, y esto dio lugar a discusiones queterminaban en peleas sangrientas. Estas peleas notenían fin; algunos dirigentes opinaban quedemoraría mucho la construcción de la Torre yotros que convenía aguardar a que se restablecierala paz. Pero no sólo en pelear pasaban el tiempo;en las treguas embellecían la ciudad, lo queprovocaba nuevas envidias y nuevas peleas. Asípasó el tiempo de la primera generación, peroninguna de las siguientes fue distinta; sóloaumentó la capacidad técnica y con ella el ansiade guerra. Aunque la segunda o tercera generaciónreconoció la insensatez de una torre que llegarahasta el cielo, ya estaban demasiado com-prometidos para abandonar los trabajos y laciudad.9

La denuncia de la hegemonía del trabajo comparti-mentado como fin de lo humano es aquí la de un proyectoutilitario y totalitario que, junto al sometimiento delindividuo en una sociedad atomizada para construir uninstrumento que desconoce y supera el lapso de su vida,todo guiado por una metodología fantasmal, terminacreando envidias y luchas intestinas. El avance encapacidad técnica no sólo trae la 'pulsión por lo nuevo',que condena a cada generación a destruir lo hecho por lasanteriores, sino también una concepción vertical, la vidacompleta como pugna, que condena a cada generación auna animosidad y guerra permanentes. Y todo ello en unainercia que ya no parece poder interrumpirse desde laperspectiva humana, demasiado comprometida con estatécnica sin finalidad real para abandonar el proyecto

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insensato que le impone, requiriendo de la intervenciónde un deus ex machina.

Es precisamente un golpe de teatro tal lo que aporta laentrada dramática del Tetragrama en el mito hebreo:

Y YHWH descendió a ver la ciudad y la torreque construían los hijos del hombre. Y YHWH dijo:"Si, como un pueblo uno ... es así como hancomenzado a actuar, entonces nada de lo que sepropongan hacer estará fuera de su alcance"... YYHWH los dispersó de allí sobre la faz de la tierra,y cesaron de construir la ciudad.

A diferencia de la inconsciencia y alienación en queaparecen trabajando los constructores de la torre kafkiana,se instaura una conciencia reflexiva y razonable: examinarantes de juzgar, juzgar antes de actuar. Pues el Tetragramadesciende, examina la ciudad y la torre, juzga lo que ve, ysólo luego actúa (todo de manera inmanente, cabe precisar,anulando el punto de vista trascendente, que no podríatener aquí eficacia alguna). Si ya el descenso prefigurala acción última (vayéred, 'descendió', anuncia el modode la intervención de YHWH), la condición de posibilidadde la interrupción final es un juicio crítico previo capaz desituarse frente pero fuera del objeto, que es lo que losconstructores no habían sido capaces de hacer, actuandosin juicio alguno (a estas alturas, en realidad, sin proyectoalguno). Y el juicio del Tetragrama es lapidario, lite-ralmente: y ahora nada de lo que se 'proponen hacer' [yazmu]podrá serles 'sustraído' [yitbaser]; esto es, ninguna de lascosas dañinas que este pueblo único se propone les seráimposible de realizar, podrá serles prohibido (yazmu esla forma no cumplida de zamam, 'tener proyectosnocivos'; yibatser, 'sustraído', tiene el sentido concretode 'cortar' y los abstractos de 'prohibir' e 'imposible').Bajo el modo de la reflexión, el Tetragrama se habla a símismo, en su conciencia por decirlo así, de manera inversaa la acción por la acción inconsciente en la que estabaninmersos los constructores, incapaces de medir lasconsecuencias y el sentido de su técnica y sus actos. Lasolución es doble: de una parte, introducir el punto devista de la ética que haga a los seres humanos cuestionarse,que ponga límites a la posibilidad de realizar todo aquellode lo que son capaces, o creen ser capaces, fácticamente;de otra, quitar a un sólo pueblo la soberanía sobre latécnica, evitar que multiplique de manera unilateral supoder sobre el estado de naturaleza. De allí la acción delTetragrama, la dispersión, que instaura, antes que nada,la conciencia de la diferencia y lo extranjero, de aquellomás allá del límite, y que hace que la torre, el intento detotalización arquitectónico-técnica de un pueblo, quedeinterrumpida.

Sería como prevención ante las consecuencias de unatécnica abandonada a sí que genera la pulsión de unaconstrucción total, entonces, sería contra el potencialdestructivo que conlleva la utopía constructivo-totalitaria-riesgo de que el 'poder del fuego' devenga 'poder de fuego'-que la interrupción arquitectónico-técnica operada enBabel tendría ya un rendimiento positivo, propositivo. Escomo prevención contra las compartimentación abusivadel trabajo, del discurso y del conocimiento, solidarios delanhelo de construir un orden total inconmensurable conel individuo, en fin, es como prevención contra unaconstrucción que quisiese alzarse sobre las otras y los

otros, que la interrupción operada en Babel aparece comoun evento decisivo cuya posvida nos concierne, tal comoha concernido a otros tiempos y lugares.III

*

Y fue toda la tierralengua unaY palabrasunas...Vamosdescendamosy embabelemos allísu lenguaQue ellosno entiendan másel unola lengua del otro...También se llamó su nombreBabelporque allíYHWH embabelóla lengua de toda la tierra

Un segundo intento de totalización interrumpido enBabel, el más evidente, es el lingüístico: la pretensión decomunicación transparente mediante una lengua únicade pocas palabras.

Se puede comenzar precisando que, a diferencia de lo quesuele creerse, el primer versículo del relato -prosísticamente:"Hubo sobre toda la tierra una lengua y algunas palabras"-no da cuenta de una situación lingüística heredada desdetiempos atávicos, sino de una nueva condición reciéninaugurada, la cual revierte lo que había sido hastaentonces una dispersión l ingüística que aparececlaramente en el relato bíblico anterior (de allí que laexpresión utilizada para describir este nuevo estado, safaahat -literalmente 'labio uno'-, remite a la imposición deuna 'lengua particular', no a la supuesta universalidaddel 'lenguaje en general'). La precisión es importante. Puesesta nueva condición de una 'lengua una con algunaspalabras' que abre el episodio de Babel -condición que, sedebe insistir, no remite a una unidad lingüística original,a un monogenetismo paradisiaco desde el cual seproduciría luego la decadencia, sino que constituye unareversión de una multiplicidad ya activa- lo que trae es unempobrecimiento existencial: una limitación a una solalengua con unas cuantas palabras, a una sola síntesis delo real, reacción regresiva y ciega que, entonces comoahora, muchos imaginan sin embargo como un progresoconsiderable. Ya la primera palabra del relato -vayehi(hubo/y fue)- constituye una exclamación y advertenciaal respecto: es un vocablo bíblico con el cual se anunciatradicionalmente un desastre (la partícula voy, que se dejaescuchar en vayehi por inclusión y alusión, corresponde auna interjección ante la desgracia). De allí que AndréNeher, por ejemplo, traduzca este comienzo del relato: "Ladesgracia es que la humanidad, en su totalidad, era de unsólo borde [labio, lengua] y vivía una sola historia".10

Es contra la limitación regresiva a una sola lenguaalzada ciegamente como si fuese un lenguaje universal,ideal cuyas consecuencias funestas permanecen ocultas

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para sus cultores, que interviene el Tetragrama, impo-niendo una 'babelización' que resuena desde el seno mismode esa lengua única asociada a un lugar preciso:"descendamos y embabelemos allí su lengua" (la ono-matopeya hebrea, venavla, que no está demasiado lejosfonéticamente de nuestro balbucear o del griego barbaro, seforma a partir de balal, que significa 'mezcla', 'mixtura','confusión'). La conmoción de la lengua única, símbolode un desastre en ciernes, deja ver entonces lamultiplicidad activa que la habita desde siempre (tal comola deja ver también el Tetragrama mismo, que en esemomento preciso se pluraliza junto a la lengua, y baja enun movimiento inverso al intento humano de alzarse:"Vamos, descendamos, y embabelemos allí su lengua"). Lalengua vuelve a mostrar su historicidad, la no adecuaciónentre formas de significar y significación, su capacidadpara producir distintas síntesis de lo real, la necesidad detraducción. No se trata de la dispersión de una lenguauniversal u originaria en una serie de lenguas caídas; lababelización de la lengua única que produce la inter-vención del Tetragrama es el despliegue visible de lamultiplicidad activa que habita toda lengua, desdesiempre, incluida aquella que pretende alzarse como únicao universal por sobre las demás. Una babelización, se nosdice, que afecta desde ahora a 'toda la tierra', enfatizandolo definitivo de la situación. Finalmente, la interrupciónlingüística es firmada con un nuevo nombre propio: 'Babel(bavel), porque allí se embabeló (balal) la lengua de la tierra'.El célebre juego de palabras bavel/balal, que dirigeliterariamente todo el relato desde su final -y más al modode una ironía que de una moraleja-, opera la confusiónlingüística misma, la pone en escena performativamente,en la equivocación y confusión que produce la falsarelación etimológica (pues si balal, como se afirmó, significa'mezcla', 'confusión', bavel, Babilonia, viene en realidaddel acadio babil, 'puerta de dios'). La firma del episodiocon este nombre propio, al tiempo que apunta a unaparticularización que se opone performativamente a lageneralidad de una lengua universal sin nombres,objetiviza satíricamente la no coincidencia de sí a sí, lamultiplicidad activa y equivocidad de toda lengua queimpide la fantasía de homogeneidad y totalización de lacomunicación.

Se puede concluir, pues, que la interrupción lingüísticade Babel subvierte por adelantado tanto la pulsión por lalengua originaria como aquella por el lenguaje universalque dominarían en la historia por venir.

De una parte, subvierte la promoción de un idiomahistórico que, bajo la garantía ficticia de un origen pleno,pretendiese alzarse sobre los demás; se trata de evitar laapelación al poder de una nación sobre otras bajo elsubterfugio de la superioridad de una lengua particular ala que se le supone y concede una relación privilegiadacon el origen. Y es que esta pulsión recorrería fatídi-camente toda la historia de Occidente, hasta bien entradala Modernidad. Cuando se divisaban apenas sus albores,ya la denunciaba Dante: "Todo el que tiene una manera depensar tan repugnante que considera el lugar de sunacimiento como el más delicioso de todos los que existenbajo el sol, juzgará lícito considerar su habla vulgarsuperior a todas las demás por el hecho de ser su lenguamadre, y, por consiguiente, creerá que su lengua esprecisamente la lengua de Adán" (De Vulg. eloq. I.6.2). Mássorpresivamente, aún en la era de la Ilustración y después,

diversos pensadores de diversas naciones intentaríandemostrar que su propia lengua se remonta o guarda unarelación privilegiada con el origen, lo que le conferiríaciertos derechos sobre las del resto de la humanidad.Enfrentado a uno de los desastres mayores de las que estapulsión lingüística fue ingrediente activo, Borges precave:"Russel imputa la teoría del fascismo a Fichte y Carlyle. Elprimero... funda la superioridad de los alemanes en la nointerrumpida posesión de un idioma puro. Esa razón escasi inagotablemente falaz; podemos conjeturar que nohay en la tierra un idioma puro...; podemos recordar queel alemán es menos puro que el vascuence o el hotentote;podemos interrogar por qué es preferible un idioma sinmezcla".11

De otra parte, la intervención del Tetragrama subviertepor adelantado una larga tradición metafísica queimpone una trascendencia, garantía de lenguajeuniversal que subyuga a la lengua, sea al modo de lasideas eternas del idealismo platónico, de la objetividad deun realismo ingenuo, o de la racionalidad del subjetivismomoderno. La interrupción babélica evita aquí la condenaa una síntesis única de lo real, repetitiva y tautológica, sinexterioridad que permita transformar y hacer crecerimaginativamente la lengua hacia lo aún no sido,actualizar su porvenir. Ya las paronomasias y demásjuegos de palabras del relato de Babel, que enfatizan elrendimiento semántico de los comportamientos dellenguaje con independencia de todo patrón externo, sealzan performativa e irónicamente contra la fantasía deun lenguaje universal que consistiese en proferir sonidosque designan una realidad que trasciende a toda lengua,haciéndola repetir siempre lo mismo.

Es en este horizonte que la interrupción lingüística deBabel puede ser leída también como una advertencia yprevención contra el intento universalista propio de"Pentecostés", ese otro mito que habla de la relación entreel lenguaje y las lenguas que hasta hace poco nadie hubieseinterpretado sino de manera optimista. En el NuevoTestamento (Hechos 2. 1 ss.) se lee:

Al cumplirse el día de Pentecostés, estando todosjuntos en un lugar, se produjo de repente un ruidoproveniente del cielo... Aparecieron, como divididas,lenguas de fuego, que se posaron sobre cada uno deellos, quedando todos llenos del Espíritu Santo; ycomenzaron a hablar en lenguas extrañas, segúnque el Espíritu les otorgaba expresarse... yhabiéndose corrido la voz, se juntó una muche-dumbre, que quedó confusa al oírles hablar cada unoen su propia lengua.

La 'división' con que se abre y la 'confusión' con que secierra este episodio no son sólo de otro cuño, sinoestrictamente inversas a aquellas de Babel: denotan lasorpresa ante la aparente transparencia de la comu-nicación de los apóstoles a todas las lenguas, con lo quese alzan sobre su condición y límites humanos paraimponer un solo mensaje en lo que sería la lengua delespíritu. Una comparación tropológica detallada entreestos dos mitos del Antiguo y el Nuevo Testamentoresultaría sin duda muy productiva. Pero, limitacionesobligan, baste por el momento marcar tan sólo que si Babelinstaura la multiplicidad irreductible de las lenguas -aquello que se ha venido reconociendo como una

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fundamentación trascendental de la constitución del sujetoy la comunidad, acentuada en la condición contemporáneay resumida en la ley del lenguaje puro- Pentecostés tiende asugerir más bien la condición trágica y ciega de una ciertaModernidad aún activa pero en crisis. Pues lo que prometePentecostés es una salvación universal fundada en unmensaje que parece y pretende hablar todas las lenguascuando en realidad habla una sola, la lengua del espíritu,fantasía de universalidad o falsa traducción, ilusión de pasoinocente entre las lenguas sin resto ni reserva, que fue y siguesiendo la premisa en la que se ha fundado la comunicaciónque domina el orden internacional.

A este respecto, sin entrar en el problema de las nuevasformas de comunicación electrónica o en línea, sin entrarsiquiera en los ejemplos recientes y evidentes de falsadiplomacia o abuso discursivo entre las naciones, bastepensar en la cantidad creciente de textos contemporáneosredactados en español, francés, italiano, portugués, etc.que en realidad parecen malas traducciones de un malinglés, esto es, de un idioma que ha sido a la vez limitadoy alzado a denominador común. Este triste proceso delenguas siendo sometidas a otra -que, para lograrlo, debeempobrecerse ella misma, devenir lengua universal alprecio de limitar su fuerza significativa-, es lo opuesto alcontagio enriquecedor que preside el ideal del lenguajepuro, de esa mezcla (babil) que impone la interrupción deBabel. Pues no debe confundirse el contagio fecundo einanticipable entre las lenguas con la dominacióncalculada de éstas por una lengua técnica y limitada quedestruye la capacidad significante de los idiomas, incluidala suya propia, que es lo que es hoy por hoy el inglés deconferencia. El contagio traductivo no corresponde a estahomogeneización creciente de los sistemas comunicativos,a esta desaparición de dialectos, de hablas locales, a estabanalización de las lenguas nacionales, a esta supresiónde la diferencias entre las lenguas en favor de un sistemabásico para lo cual el inglés, como había ocurrido antescon otras lenguas (el latín, el francés), ha sido a la vez lavíctima y el verdugo (Bad English is the language of the future,advierte J. Irving).12

Ante estas formas de lenguaje universal -único, limitadoy apostólico-, que favorecen la uniformidad y empobrecenla experiencia, la interrupción babélica obliga a reconocerque la diversidad de las lenguas es parte de nuestraherencia ecológica básica, tal como lo es la diversidad delas criaturas a las que se da nombre algo antes en el relatodel Génesis. Es lo que ha hecho notar V. V. Ivanov:

Cada lengua constituye un cierto modelo deluniverso, un sistema semiótico de comprensión delmundo, y si tenemos 4000 modos distintos dedescribir el mundo, esto nos hace más ricos.Deberíamos preocuparnos de la conservación delas lenguas del mismo modo que nos preocupamosde la ecología.13

Si se acepta la premisa básica de la lengua como visiónde mundo particular, la consecuencia es clara, instau-rándose una ecología de la diversidad lingüística. Lo ciertoes que fue el mismo Humboldt quien la había sugeridomucho antes; escribe:

Ya que el conocimiento del espíritu que semanifiesta en el mundo no puede agotarse en

Szene aus der Weltchronik des Jan Enenkel (Jans der Enikel).Turmbau zu Babel, 1302.

Tower of Babel. Illumination on parchment picture of a Book of Hours,41 x 28 cm. British Library.

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ningún número existente de visiones, y que cadanueva visión descubre siempre algo nuevo [etwasNeues], sería más bien bueno multiplicar lasdiferentes lenguas tanto como lo permita lacantidad de seres humanos que pueblan el sueloterrestre.14

Contra la monotonía universal de la lengua única, sealza una polifonía de lenguas que corresponde a lamultiplicidad de la que son capaces los seres humanos endiversos lugares y tiempos, polifonía que puede serdiscordante pero también armonizarse para generar

desarrollos en unas y otras lenguas, en unas y otrascomunidades. Pues, como agrega Humboldt, "del mismomodo que la individualidad esconde el secreto de todaexistencia, todo el avance de la humanidad en la historiareposa en el grado, la libertad y la particularidad de lainteracción humana".15 Es lo que recuerda y produce laexperiencia y reflexión traductivas impuestas desdeBabel, las que, junto con reconocer la individualidad delas lenguas -o inversamente, que el lenguaje de las lenguasno es la universalidad, la originalidad o la transparencia-generan asintóticamente esa armonía placentera que seha denominado 'lenguaje puro'. Más recientemente,Roland Barthes precisa: "La confusión de las lenguas noes un castigo, el sujeto accede al gozo por la cohabitaciónde lenguajes, que trabajan uno al lado del otro: el texto delplacer es una Babel alegre".16 En efecto, lejos de ser funesta,la interrupción babélica de la unidad e imposición de lamultiplicidad lingüística es benéfica y alegre: libera de larepetición y monotonía de lo real, permite que se vayanactualizando las distintas síntesis de la imaginaciónlingüística a través de las lenguas y los tiempos.

*

Y fue en su viaje hacia el orienteY encontraron un valle en el país de Senaary allí se establecieron...Y dijeronvamosconstruyámonos una ciudad... y hagámonosun nombreSi no nos dispersaremossobre la faz de toda la tierraY YHWH descendió ...Y YHWH dijosi el pueblo es uno ...No podrá ser sustraído de ellos nadade lo que considerenhacerY YHWH los dispersóde allísobre la faz de toda la tierra

Una tercera interrupción discernible en Babel es aquellade la totalización socio-étnica, cuya figuración más recienteha sido la aldea global.

Meisterd der Weltenchronik. ‘DerTurmbau zu Babel’, c 1370. PergamentBayerische Staatsbibliothek.

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Los constructores de Babel quieren refugiarse en una ciudady orden socio-político único al que se corresponda un nombreque simbolice y testifique su genealogía. Es al partir 'hacia eloriente' -esto es, mirando hacia un lugar de nacimiento uorigen- que la tribu de Shem se establece y comienza aconstruir la ciudad. Al intento evidente de refundar el habitardel mundo desde la perspectiva del sedentarismo se superponeel de lograr una stasis temporal o presencia permanente en sí:no sólo fijar el pasado, sino vaciar el futuro de todaeventualidad. Una vez más se trata de anticiparse -"Si no, nosdispersaremos sobre la faz de la tierra"-, de anular poradelantado la posibilidad de dispersión, que es también lade una diferenciación efectiva. Es para neutralizar talposibilidad, percibida como una amenaza aterradora, quese construye una ciudad de pretensiones absolutas perohorizonte limitado: un falso universalismo que correspondeen realidad a una socio-política estrictamente local, regional,y que oculta la violencia mítica de lo tribal. La equivalenciasimbólica de este encierro socio-étnico está a su vez en elintento de 'darse un nombre': un apelativo infinitamenterepetitivo e invariable que sancione la fama de una genealogíaininterrumpida y exclusiva, que de cuenta de su continuidady poder sobre la tierra.

La ironía, por supuesto, es que la respuesta del Tetragramaa la pretensión, acción y anticipación de los constructoresconsiste precisamente en dispersarlos de manera definitivasobre la faz de la tierra; tras descender, reflexionar y juzgar,su interrupción desbarata la posibilidad misma de talesfantasías de totalización socio-étnica.

Desde un punto de vista sincrónico y espacial, lo queimpone la intervención es el nomadismo por sobre elsedentarismo, una forma migratoria que supone un modode habitar: de vida, producción y relación entre los sereshumanos. El episodio de Babel forma, en este sentido, partede un patrón de preferencia de lo nómade por sobre losedentario que se observa todo a lo largo del Génesis y enparte importante del Antiguo Testamento (piénsese en lahistoria anterior de Caín y Abel, por ejemplo, o en aquellaposterior de Lot frente a la destrucción de Sodoma yGomorra).IV Si el Tetragrama interviene es para imponeruna forma de vida que ya había existido antes de la utopíasedentaria de Babel, pero que ahora se reinstaura demanera definitiva, como un nuevo comienzo: tras el altoen el camino, la humanidad es dispersada para hacer quela tierra devenga definitivamente un mundo.

Es lo que se discierne en la lectura de Babel que hace elabad Pluche, quien en La méchanique des langues et l'artde les enseigner (1751), bajo premisas modernas que ya noson las nuestras, comenta:

Esta diversidad es la que ha dado a cada paíssus propios habitantes, y se los ha conservado. Deeste modo es preciso decir que el beneficio de estamutación extraordinaria y milagrosa se extiendea todas las épocas posteriores. Después, cuantomás se mezclaron los pueblos, más combinacionesy novedades hubo en las lenguas; y cuanto más semultiplicaron éstas, menos fácil resultó cambiarde país.17

La dispersión geográfica, junto a la de las lenguas,aparece como socialmente positiva en tanto permitedistribuir a los seres humanos sobre la superficie de latierra y fijarlos en asentamientos estables que constituirían

las naciones. Cierto, se trata aún aquí de la celebración de ladiversidad de genio de las lenguas y naciones comofundamento de los valores del estado moderno. Pero elcomentario deja ver algo más: que esta mutación extraor-dinaria se 'extiende a todas las épocas posteriores', que abreuna historicidad de los pueblos y de las lenguas donde, enmedio de la dispersión, se van mezclando y combinando,generando modos sucesivos de organización.

En este sentido, al adoptar un punto de vista diacrónico,se puede agregar que la dispersión babélica vendría ainaugurar no sólo una historia particular, sino la historiacomo tal: migración y nomadismo en el tiempo. Frente alintento anticipador de los constructores -proyección de laestasis espacial como presente puro- la interrupción delTetragrama obliga a hacerse cargo del rendimiento del tiempo,que es, entre otros, medida de un movimiento de dispersiónque no puede ser controlado por adelantado. Pues no se estáaquí ante una historia universal concebida como procesoconstructivo definido por su resultado o su fin, sino ante unahistoria como fragmentación y discontinuidad (véase III.4).Los tiempos verbales mismos utilizados en el relato de Babelson sintomáticos al respecto. Pues mientras en las frases quedescriben el intento de construcción totalizadora dominanlos verbos en tiempo 'presente' -esto es, bajo el modo de laintemporalidad: como si los seres humanos tuviesen todo eltiempo del mundo para lo que se proponen, una temporalidadneutra e infinitamente disponible para sus empresas- y lasque pronuncian los seres humanos aparecen en un tiempoimperativo -esto es, uno que pretende la coincidencia entrevoluntad y acontecimiento, forma de la anticipación- el futuro,la exterioridad temporal absoluta que disloca la presenciaen sí, es introducido sólo por el Tetragrama, que lo ocupa porúnica vez en el momento en que interrumpe la totalización ydivide la lengua, fundamento trascendental del habitarhumano: "El hombre no entenderá más la lengua de suprójimo".

Aún más sintomático en términos performativos resulta elhecho de que el "Mito de Babel" como un todo venga ainterrumpir, de manera bastante evidente y sorpresiva, lacadena de genealogías que se venían desplegando en el Génesis.Es decir, ya antes de que el Tetragrama interrumpa laconstrucción de la totalización socio-étnica y la pretensión deestasis temporal en el desierto, este pequeño relato viene ainterrumpir la árida sucesión genealógica que sancionaba latransmisión estable y continua de un pueblo en el tiempo.Tras Adán, Eva, Abel, Caín y la serie de héroes bíblicosindividualizados que siguen, se injerta un relato colectivo queinterrumpe la filiación lineal y simple. Y no cualquier relato,sino uno que, ya en términos estilísticos, consiste en una seriede genealogías tramadas, sinopsis del contagio de redaccionesque conforman más ampliamente el Antiguo Testamento. Siaún en tan breve texto los estudiosos distinguen al menos tresgenealogías textuales de acuerdo al vocabulario y los motivosutilizados -una concerniente al construir, otra relativa a laslenguas y otra a la dispersión geográfica- lo decisivo es que latrama que forjan los editores con estos tres órdenessuperpuestos de discurso interrumpe como un todo lahomogeneidad y continuidad de una genealogía que sepretendía hasta entonces acreditada y estable.

*

Finalmente, una última forma de interrupción a discerniren el "Mito de Babel", tal vez la más sutil y en todo caso la

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menos comentada, es aquella de la totalización religiosa,para lo cual resulta nuevamente necesario y decisivoprestar atención a ciertos comportamientos del texto.

Desde ya, notar la manera sorpresiva en que la esferade lo divino, en el momento preciso en que el Tetragramaimpronunciable decide intervenir, dividir las lenguas ydispersar a los seres humanos, no sólo se inmanentiza,desciende, sino que se pluraliza: "¡Vamos! ¡Descendamos!Confundamos allí sus lenguas". Si los seres humanosconstruían una torre que pretendía alzarse por sobre lasdemás y tocar el cielo -idolatría de una construccióntécnica como pulsión de acceso privilegiado a unatrascendencia en que justificar el poder- la interrupciónque inaugura la historicidad humana hace estallar unapluralidad religiosa en la inmanencia.

No menos significativo entre los guiños textuales del relatoes el hecho de que el apelativo 'Babel', que se equipara a'mezcla' o 'confusión' (Babil) para describir el nuevo estadotras la dispersión, pueda ser comprendido como el apelativoque adopta el Tetragrama mismo tras su intervención. Escomo si la dispersión de las lenguas y los seres humanos eny por Babel implicase necesariamente una 'Mezcla/Confusión' (Babil) en el ámbito de lo divino: el fin de unatrascendencia única, monolítica y estable. Se lee:

Y YHWH los dispersó de allí sobre la faz detoda la tierraY cesaron de construir la ciudadTambién se llamó su nombre Babel porqueallíYHWH embabeló la lengua de toda la tierra

El nombre 'Babel' mismo nace de una 'confusión', puesno se sabe bien a qué refiere; más precisamente, refiere amás de una cosa a la vez (mezcla). De una parte, al lugar yestado lingüístico y socio-político de los seres humanostras la dispersión; de otra, al estado de lo divino, que asumeen su nuevo apelativo, Babel, la pluralidad y mezcla, babil.Entonces, no se trata sólo de que la divinidad marque consu patronímico el espacio de la dispersión, sino tambiéndel hecho de que el nombre propio del Tetragrama tras taldispersión, Babel, se transforma inmediatamente en unnombre común, 'mezcla/confusión': una secularización ydispersión divina sin parangón, operada mediante unaserie de traducciones y equívocos. El nombre propio alque desciende o se traduce el Tetragrama, Babel, el cual,como ese nombre que querían hacerse los seres humanosal construir la torre debiese permanecer intraducible, desdeel momento en que se dividen las lenguas y dispersan loshombres, se traduce por un nombre común que significa'mezcla/confusión'.

En el relato hebreo, como se ha hecho notar, esta seriede desplazamientos viene posibilitada por el juego depalabras o falsa relación etimológica entre el verbo balal(mezclar, confundir) y Babel. La mordacidad de Voltairepuede resultar aquí sugerente, pues deja adivinar cómoBabel remite, a la vez, a un nombre para dios y para laciudad que se instaura en tanto mezcla y confusión; en suDiccionario filosófico se lee:

No sé por qué se dice en el Génesis que Babelsignifica confusión; pues Ba significa padre en laslenguas orientales, y Bel significa Dios; Babelsignifica la ciudad de Dios, la ciudad santa. Los

antiguos daban este nombre a todas sus capitales.Pero es incontestable que Babel quiere decirconfusión, sea porque los arquitectos fueronconfundidos tras haber elevado la obra hastaochenta y un mil pies judíos, sea porque laslenguas se confundieron; y es evidente que desdeentonces los alemanes no comprenden ya a losChinos; pues es claro, según el sabio Bochart, queel Chino es originariamente la misma lengua queel alto-alemán.18

Ironías aparte, Babel puede ser pensado a la vez comoel nombre de dios en tanto padre y como el nombre de laciudad y orden que instaura la intervención divina. Deuna parte, un dios padre que se dispersa y confunde (conlo que no se estaría lejos del exilio primario de la cábalaluriánica, del zim-zum o auto-aniquilamiento divino paradejar lugar a un mundo e historia propiamente humanos,tras lo cual se produce el quebrantamiento de las vasijas).De otra parte, ciudad de dios como mezcla o confusión,algo muy distinto de la ciudad celeste agustiniana. PuesBabel -como lo deja entrever ya Voltaire al aclarar que setrata de un nombre común para las ciudades mesopo-támicas- es un doblete de Babilonia, y en este sentidotambién un nombre que inaugura una ideología de lascivilizaciones como contagio genealógico. En hebreo nose distingue entre estos dos nombres. Es sólo la Vulgata laque establece la distinción, separando entre la Torre deBabel y la Ciudad de Babilonia, usando esta última forma-Babilonia, que ya estaba bien atestada en griego y latín-para designar esa gran ciudad sobre el Éufrates que hoyse traduce, nuevamente, por un nombre, Bagdad ,sinécdoque de otro orden interrumpido.

*

He allí al menos cuatro formas de interrupción de latotalización discernibles hoy en la posvida del relato deBabel, las cuales sancionan otras tantas imposibilidades:la imposibilidad de totalización arquitectónica, técnica ydel sistema; la imposibilidad de totalización lingüística yde la comunicación; la imposibilidad de totalización socio-política y étnico-comunitaria; la imposibilidad detotalización religiosa.

Con ello se comienzan a desplegar apenas algunas delas interrogantes que deja este breve relato con el que se hadado cita nuestro tiempo. Pues las preguntas que imponey sugerencias que detona desbordan por doquier, algunasde ellas ni siquiera esbozadas. Así, ¿no será el anti-babelismo que despunta más o menos episódicamente ennuestros días la mala conciencia de un orden técnico-imperial que se desmorona más que la certeza de unproyecto? O, inversamente, ¿no será el pro-babelismo quecomienza a ganar terreno bajo modelos multiculturalesuna seducción engañosa, donde por deseables queparezcan sus efectos no benefician sino a una minoríaprivilegiada por la multiplicación de los contactos? Latensión que producen tan sólo estas dos interrogantesadicionales obligaría a pensar la dificultad de conciliaruna política donde siguen despuntando las obsesionesterritoriales e identitarias con la multiplicación deintercambios en la era de la bien o mal llamada globa-lización, con una economía que a cierta escala devieneplanetaria. Dificultad urgente. Pues, mientras tanto, con

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mirada más o menos ingenua u hostil, muchos se preguntanqué tipo de torre es la que se quiere edificar una vez másdesde las orillas del Éufrates. Si tras el horror reciente todaslas aberraciones parecen concebibles -"¡Ahora nada lesimpedirá / todo lo que tendrán deseo de hacer!"-, serequiere de una nueva interrupción, capaz de imponer unnomadismo auténtico, por venir, que alerte contra lasconsecuencias de la falsa transparencia mediática, contratodas las nuevas formas de totalización técnico-dis-cursiva, comunitaria y religiosa. Sólo entonces se podrádiscernir con más certeza la diferencia entre el apro-

vechamiento cínico de la coyuntura por la moda post y unaconciencia de fragmentación e incompletud constitutivas delhabitar humano que exigen repensar las institucionesmodernas, nacidas al alero del gran ideal ilustrado. Repensar,rearticular; no destruir. Pues estas instituciones, como la torremisma o las vasijas quebradas, puede que hayan terminadoinacabadas o fragmentadas. Pero permanecen -y debenpermanecer- definitivas en su incompletud: obrar para quesus competencias fragmentarias se sigan unas a otras,amorosamente, hasta en los más mínimos detalles, generandoun habitar más vasto.

I. Lo cierto es que este impulso asintótico o cadena retrospectiva de traduccionesno podría detenerse no sólo en ninguna de las tres versiones castellanas del relatode Babel aquí presentadas, sino ni siquiera en el texto hebreo propiamente tal, alque no cabe suponer como un original o comienzo de la transmisión. Pues existenantecedentes mesopotámicos evidentes. Así en el llamado "Conjuro de Nudimud" talcomo aparece en el poema narrativo sumerio Enmerkar y el Señor de Aratta, dondeel mito de la unidad/pluralidad lingüística es estructuralmente equilibrado por otrorelato que da cuenta del origen de la escritura cuneiforme, dos eventos que cabesuponer íntimamente relacionados. Las versiones modernas de este "Conjuro deNudimud" son bastante divergentes según se ponga el acento en el pasado, lo quelo transforma en un antecedente directo y evidente del Mito de Babel, o en el futuro,lo que lo hace aparecer como la promesa divina de una unificación lingüística porvenir. He aquí una versión que intenta mantenerse fiel a las formas del texto sumerio,esto es, que evita las inflexiones verbales hacia el pasado o el futuro que suelenincorporar las traducciones:

Pronuncia este conjuro, es de Nudimud:

En esos días, no hay serpientes ni escorpiones, ni hienas ni leones,ni perros salvajes ni lobos,ni el miedo ni lo espeluznante:el hombre no conoce rival.

En esos días, las tierras de Subartu y Hamazi,la bilingüe Sumer, gran tierra de los Poderes [ME], Uri [Acad], tierra de todo loconveniente,la tierra de Martu, sobre verdes pastizales,todo el universo [lit. el cielo y la tierra], la humanidad entera, se dirige a Enlil enuna sola lengua.

En esos días, para las justas de señores,las justas de príncipes, las justas de reyes...Enki, señor de la abundancia, de la palabraefectiva, señor de la inteligencia, queentiende el país,experto entre los dioses,escogido por la sabiduría, señor de Eriduhace en sus bocas las lenguas ajenas, tantas como hay,la lengua de la humanidad

Al igual que en Babel, el paso entre la lengua única y la multiplicidad delenguas aparece como el resultado de una decisión e intervención divina, estavez de la acción de Enki, quien se reserva el derecho de manipularlas. Luego,hay tres momentos bien diferenciables en el conjuro, cada uno de los cuales esintroducido por la expresión 'En esos días': el primero evoca una suerte de edaddorada, donde no hay conflicto ni amenaza; el segundo, un estado en que loshombres se comunican con los dioses en una sola lengua, o un sólo lenguaje;y el tercero corresponde a la manipulación que hace Enki entre un estado enque hay una y varias lenguas, lo que tiene consecuencias para la comunicacióny las disputas entre los gobernantes y los seres humanos de distintas ciudades.La gran oposición que se despliega es aquella entre la idea de 'armonía' o'unidad' (ha.mun) y 'discordancia' o 'extrañeza' (kúr). Pero más allá de estosasuntos seguros, hay dos grandes lecturas posibles del pasaje, dependiendode la manera como se determinen los tiempos verbales. En la primera, por una inclinación comprensible -y no del todo equivocada

según los exper tos- el pasaje ha sido comprendido en la línea y comoantecedente del "Mito de Babel", por lo que se lo interpreta en pasado (es lo quehace Samuel Noah Kramer por ejemplo). En este sentido, comenzaría con unretrato de una edad dorada en un pasado remoto, donde se utilizaba una lenguaúnica para adorar a un mismo dios, Enlil, el jefe del panteón mesopotámico. Dehecho, la expresión 'en una sola lengua', que es usada en sentido literal,significa también, según un uso metafórico gastado entre los sumerios,'unánimemente', 'de acuerdo', 'a una sola voz'. En este caso podríareferirse pues a una adoración unánime que otorga la supremacía a Enlil. Luegovendría la acción de Enki, quien en un acto acorde con su personalidad -capazde transformar mediante su ingenio la situación de dioses y seres humanos-,tendría el efecto de confundir o separar las lenguas, de hacerlas ajenas unas aotras. Esta confusión entre las lenguas, resultado de la intervención de losdioses, suplantaría un momento paradisíaco. La intervención se relacionaademás con la posibilidad de un acuerdo entre los seres humanos y la edificaciónde una ciudad, es decir, con una forma de comunicación transparente y vidasedentaria. Si esta lectura es correcta, la invención de la escritura, que constituyeuna contraparte significativa al "Conjuro de Nudimud" en la estructura total delpoema épico Enmerkar y el señor de Aratta, vendría a ser la inversión de lasituación, la recuperación de la unidad lingüística perdida (pues la escrituracuneiforme sumeria, al ser predominantemente logográfica, permite justamentesuperar en sus signos no fonéticos la diferencia entre las lenguas particulares,ajenas unas a otras, sólo que en un lenguaje común escrito, no oral). Una segunda lectura posible, que es la que hace Herman Vanstiphout porejemplo, se produce al interpretar el pasaje en tiempo futuro, lo que lo aleja delímpetu del Mito de Babel. Pues lo que hallamos entonces es una inversión delos términos: el conjuro anuncia un tiempo en que la humanidad tendrá un sólolenguaje, en vez de narrar la manera como lo habría perdido. En otras palabras,el conjuro no haría otra cosa que anunciar la invención de la escritura: un tiempoen que se usaría un sólo lenguaje, el sumerio escrito, que sirve en realidad paravarias lenguas. Por paradójico que parezca, la 'lengua única' a la que se hacereferencia, sería la de esa 'bilingüe Sumer': el sumero/acadio bajo su formaescrita, predominantemente logográfica.

II. Los arqueólogos han inventariado treinta y tres torres de este tipo enMesopotamia, un número mucho menor del que se hallaba en pie hace unos tresmil años, cuando el mito hebreo fue redactado, pero presumiblemente mayor delque podrían encontrar hoy nuestros ojos, pues todos estos zigurats inventariadosse hallan en el área comprendida entre Mosul y Basora, en Irak, con una fuerteconcentración al sur de Bagdad. La redacción del mito hebreo apela a unadestrucción muy anterior, por supuesto, seguramente a aquella del gran templode Marduk en la misma Babilonia -construcción de siete pisos y alrededor decien metros de altura que llevaba la inscripción: "casa de la fundación del cieloy de la tierra"-, destrucción llevada a cabo por los hititas en el siglo XVI a.n.e.

III. Respecto a otros tiempos y lugares, es curioso que la narración de laconfusio linguarum aparezca, en tradiciones completamente independientes,también asociada a una interrupción del poder de la técnica, cuya sinécdoquebásica ha sido siempre el 'fuego', antes incluso que la 'lengua' misma. Así, enel Popul Vuh se lee: "Empezó un gran aguacero, estaba / ardiendo el fuego delas tribus; cayó / un nutrido granizo sobre las tribus, / y se apagó entonces elfuego / que había aparecido. Al momento, Risa de León, / León Madrugadorrogaron por su fuego: /.../ -Bueno, no os entristezcáis -dijo Tojil. / Luego sacó elfuego /.../ Se volvió a apagar el fuego ... / Fueron otra vez / a rogar por su fuegoRisa de León, / León Madrugador, Maj Kutaj, León de Luna; / ... / Pero no los

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1. A. Chouraqui. La Bible. (Gen.11.1-9).Et c'est toute la terre : une seule lèvre, d'uniques paroles. Et c'est à leurdépart d'Orient : ils trouvent un canyonen terre de Shinéar. Ils s'y établissent.Ils disent, chacun à son semblable : "Allons, briquetons des briques,flambons-les à la flambée."La brique devient pour eux pierre, le bitume, mortier.

Ils disent :"Allons, bâtissons-nous une ville et une tour. Sa tête : aux cieux.Faisons-nous un nom,que nous ne soyons dispersés sur la surface de toute la terre."

Y H W H descend pour voir la ville et la tour qu'ont bâties les fils del'homme.Y H W H dit :"Oui! Un seul peuple, une seule lèvre pour tous :voilà ce qu'ils commencent à faire ! Maintenant rien n'empêchera toutce qu'ils auront dessein de faire !Allons ! Descendons ! Confondons là leurs lèvres. L'homme n'entendraplus la lèvre de son prochain."

Y H W H les disperse de là sur la face de toute la terre. Ils cessent debâtir la ville.Sur quoi il clame son nom : Bavel, Confusion, car là Y H W H confond lalèvre de toute la terre,et de là Y H W H les disperse sur la face de toute la terre.

2. La palabra hebrea es safa, que significa etimológicamente 'labio' y se ocupano sólo como sinécdoque o metáfora para el idioma, sino también para el bordedel mar (el labio del mar). Como en acadio, el hebreo bíblico oscila para designarel 'idioma' entre este 'labio' (safa), la 'lengua' (lachon) y la 'boca' (pê). De allíque Jerónimo mismo, más literalista aquí que sus sucesores, traduzca: eratautem terra labii unius et sermonen eorudem. (Entre nosotros se hallanexpresiones como 'tener mucha labia' por ejemplo).

3. H. Meschonnic. Au commencement. (Gen.11.1-9):1Et il y a eu toute la terrelangue uneEt de paroles unes

2Et il y a eudans leur voyage vers l'orientEt ils ont trouvé une valléeau pays de Chinear et là ils ont fait leur demeure

3Et ils ont ditl'un vers l'autreallonsfaisons blanchir des briques blancheset flambonsà la flambée

atendieron, entonces / se indignaron las tribus. Ya eran diferentes / laslenguas de Risa de León, León Madrugador, Maj U Kutaj, León de la Luna. / -¡Aclaraos! ¿Dónde quedó nuestra lengua?, / ¿Qué nos ha sucedido? Nos hemos/ perdido... / Era una nuestra lengua cuando vinimos [a pedir el fuego] / de Tulde Agua; sólo una era nuestra / subsistencia, nuestro origen" (Popul Wuj. pp.119-120). La confusión de las lenguas impide recobrar el fuego, viene ainterrumpir la pretensión de la técnica y el origen único. Más aún, también lareunificación lingüística es, como en la tradición hebrea de Babel, equiparada aagruparse en torno a un montículo y darse un nombre; poco más adelante enel Popul Wuj, se lee: "Al fin llegaron aquí, en una montaña se reunió / la genteKíchè con las tribus; / aquí pues se asentaron todos, / luego se estuvieron aleccionandorecíprocamente, por este motivo se llama "Chi Pishab" / hoy día la montaña dondese reunieron. / Aquí también se fueron reconociendo. / -Yo soy gente Kíchè;tú entonces eres Tamub, / así fue tu nombre, les dijeron a los Tamub, siguierondiciendo: Ilukab, así fue tu nombre, / no se pierde. Tres kí-chès, son igualesnuestras / lenguas -dijeron cuando se pusieron sus nombres. /... / Todavía

estaban esperando el amanecer, / estaban viendo la salida / de aquella estrellaque sale delante / del Sol desde que fue creado. 'De allí vinimos / antes de quenos dividiéramos', se dijeron mutuamente" (Ídem. pp.124).

IV. Que las filiaciones excluidas sean las de los pueblos sedentarios tiene, porsupuesto, en el Pentateuco un anclaje histórico determinado por la situación primitivadel pueblo de Israel, formado por tribus de pastores nómades, las cuales se diferenciandel sofisticado sedentarismo de las ciudades y estados de las grandes civilizacionesdel Medio Oriente antiguo, especialmente de aquellos que se suceden en Mesopotamiay Egipto. De hecho, paradojalmente, el hoy llamado 'pueblo del libro', comparado contales civilizaciones, permanecería por mucho tiempo un pueblo de tradiciónestrictamente oral, sin monumentos de escritura comparables a los del sedentarismomesopotámico o egipcio, donde se desarrolló mucho antes lo que hoy llamaríamosuna literatura y una ciencia (incluido el derecho), y frente a las cuales la Ley deMoisés constituye un evento comparativamente tardío y claramente influenciadopor tales precedentes mesopotámico y egipcio.

Et la brique blanche pour euxa étéla roche et la boue rougepour eux a étél'argile

4Et ils ont ditallonsbâtissons-nous une villeet une touret sa tête dans le cielet faisons-nousun nomSinon nous nous éparpilleronssur la face de toute la terre

5Et Adonaï est descenduvoir la villeet la tourQue bâtissaientle fils de l'homme

6Et Adonaï a ditsi le peuple est unet la langue une pour eux touset celace qu'ils commencent à faireEt maintenantne pourra être retranché d'eux riende ce qui'ils méditerontde faire

7Allonsdescendonset là embabelonsleur langueQu'ilsn'entendent pasl'un la langue de l'autre

8Et Adonaï les a éparpillésde làsur la face de toute la terreEt ils ont cesséde bâtir la ville

9Aussi

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on a appelé son nomBabelparce que làAdonaï a embabeléla langue de toute la terreEt de làAdonaï les a éparpilléssur la face de toute la terre

4. Cf. J. L. Schefer. "La tour de Babel". p. 151. (Filón de Alejandría. De posteritate Caini).

5. Sobre la creación en el Génesis mediante una lógica de separación véase P.Beauchamp. Création et séparation.

6. Para este examen del tono y estilo, así como de otros asuntos relativos a losecos contemporáneos del relato de Babel que han sido desplegados aquí, véaseel extraordinario (e inacabado) estudio de Paul Zumthor, publicado póstumamentecomo Babel ou l'inachèvement.

7. Dante Alighieri. Obras completas. pp. 751-752.

8. Hegel. Estética III.1.1.

9. F. Kafka. "La Muralla China". Obras completas. Vol. IV. p. 1261.

10. Cf. H. Meschonnic. Poétique du traduire. p. 448. (A. Neher. De l'hébreu aufrançais, la traduction).

11. J. L. Borges. Obras completas. Vol. II. p. 103 ("Dos libros"; Otrasinquisiciones).

12. Respecto a esta doble situación del inglés, verdugo y víctima, É. Glissantobserva más extensamente: "Si alguna vez se impusiera esta estandarizaciónen el mundo entero, no es sólo la lengua francesa o la lengua italiana o la lenguacréol que serían amenazadas, sino antes que nada la lengua inglesa, porque lalengua inglesa cesaría de ser una lengua con sus oscuridades, sus debilidades,sus triunfos, sus impulsos, sus vigores, sus retrocesos y sus diversidades,cesaría de ser la lengua del campesino, la lengua del escritor, la lengua delhombre de puerto, etc. Todo ello desaparecería, la lengua cesaría de estar vivay devendría una especie de código internacional, un esperanto. Si la lenguainglesa fuese mi lengua, me inquietaría la universalización y la estandarizacióndel anglo-americano" (Introduction à une poétique du divers. pp. 41-42).

13. Cf. U. Eco. La búsqueda de la lengua per fecta, p. 282. (V. V. Ivanov.Reconstructing the Past).

14. W. von Humboldt. Cf. J. Trabant. Humboldt ou le sens du langage. p. 113.

15. Ídem. p. 57.

16. R. Barthes. Cf. A. Rodríguez Monroy. El saber del traductor. p. 137.

17. Cf. U. Eco. La recherche de la langue parfaite. p. 383.

18. Voltaire. Dictionnaire philosophique. Vol. 2. pp. 254 y ss.

‘Homenaje a Durero’.

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