El impacto del Tratado de Libre Comercio CAFTA en la seguridad alimentaria de Guatemala

97
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ETEA) Universidad de Córdoba Tesis doctoral: El Impacto del Tratado de Libre Comercio CAFTA en la Seguridad Alimentaria de Guatemala Doctorando: Jorge Guardiola Wanden-Berghe Directores: Carlos García Alonso Vicente González Cano Córdoba, 2006

Transcript of El impacto del Tratado de Libre Comercio CAFTA en la seguridad alimentaria de Guatemala

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ETEA)

Universidad de Córdoba

Tesis doctoral:

El Impacto del Tratado de Libre Comercio CAFTA en

la Seguridad Alimentaria de Guatemala

Doctorando:

Jorge Guardiola Wanden-Berghe

Directores:

Carlos García Alonso

Vicente González Cano

Córdoba, 2006

Tesis que presenta para el grado de doctor por la Universidad de Córdoba D. Jorge

Guardiola Wanden-Berghe, bajo la dirección de Dr. D. Carlos García Alonso, Profesor

Titular del Departamento de Gestión Empresarial y Métodos Cuantitativos y Dr. D.

Vicente González Cano del Departamento de Economía General, Ciencias Jurídicas y

Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ETEA), Córdoba.

Fdo: Jorge Guardiola Wanden-Berghe

Fdo: Carlos García Alonso Fdo: Vicente González Cano

2

A mi familia,

3

Agradecimientos

Quisiera agradecer a las personas de la Universidad CEU Cardenal Herrera que hicieron

posible que este trabajo viera la luz. En particular, a Miguel Ors, Francisco Sánchez,

Elena Esteve, Emilia Iñesta, Maria del Mar Galindo y Linda Parfreeman por la calidez,

el apoyo, la guía y los ánimos prestados desde el principio de mi trabajo.

A la gente de ETEA: Pedro Caldentey, Mercedes Ruiz, José Juan Romero y Gabriel

Pérez, por abrirme las puertas de su Casa y por toda su confianza. En especial,

agradezco a Vicente González y Carlos García, los directores de este trabajo, por su

apoyo y seguimiento.

A las personas de FAO-PESA Guatemala: José Luis Vivero, Laura de Clementi, Paul

Orozco y Esaú Guerra por su guía y consejo indispensables para la consecución de este

trabajo. También a George Baldino de MFEWS Guatemala; Danilo Cardona, Carlos

Heer y César Fión del Viceministerio de Seguridad Alimentaria; y a los encuestadores

de la Universidad Rafael Landívar.

A los miembros de IFPRI: Hans Jansen, Máximo Torero y Nick Minot por sus valiosos

consejos. A Kathy Lindert del Banco Mundial por permitirme acceder a las medidas de

vulnerabilidad que calculó. A Pamela Pereyra de la Universidad de Alicante.

Esta tesis va dedicada a mi familia y a mis más queridos amigos, por “aguantarme”

durante el tiempo en que estuve elaborándola y por todo su amor.

4

Guía para el Lector

El presente trabajo se estructura de forma que el análisis se desarrolle a partir de los

puntos más globales hasta los más específicos. Por ello, los asuntos concernientes a

desarrollo agrícola y la ubicación del tratado de libre comercio CAFTA en

Centroamérica se analizan en primer lugar, seguido del análisis sobre seguridad

alimentaria en Guatemala. Posteriormente, se presenta el análisis de las características

de los hogares vulnerables que se pueden perjudicar de la liberalización comercial, y de

las características de aquéllos que se pueden beneficiar de esta liberalización.

Previamente a esta estructura, se introduce un capítulo conteniendo los objetivos del

estudio, la metodología aplicada en el trabajo de campo y en el análisis de los datos.

Aquellos lectores interesados en los aspectos generales del estudio, pueden prescindir de

la parte metodológica y analítica contenida en el capítulo 2, y centrarse en los capítulos

3, 4 y 7. Para estos lectores, la información sobre el impacto del CAFTA en ciertos

productos agrícolas y la relación de éstos con la seguridad alimentaria, presente al inicio

de los capítulos 5 y 6, puede ser interesante. Los lectores interesados en el análisis

estadístico sobre las características de los hogares vulnerables ante la liberalización, y la

metodología aplicada pueden consultar el capítulo 2 y los capítulos 5 y 6.

Al final de cada capitulo se presentan unas reflexiones finales sobre el mismo y la

bibliografía utilizada en el mismo. Las conclusiones de todo el estudio se colocan al

final, así como los anexos.

5

Lista de Acrónimos

ADICTA. Asociación de Desarrollo Integral Comunitaria de Tejutla.

AECI: Asociación Española de Cooperación Internacional.

AGEXPRONT. Asociación Gremial de Exportación de Productos no Tradicionales.

ALCA. Área de Libre Comercio de las Américas.

ANAVI. Asociación Nacional de Avicultores de Guatemala

AoA. Acuerdo de Agricultura.

CAFTA Tratado de Libre Comercio de Centroamérica.

CARICOM. Comunidad del Caribe.

CBI. Iniciativa de la Cuenca del Caribe.

CEPAL. Comisión Económica Para América Latina y el Caribe.

CONAPAZ. Comité Nacional por la Paz.

CONGCOOP. Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales y Cooperativas.

DFID. Department for International Development.

EEUU / U.S. Estados Unidos.

ENCOVI. Encuesta de Condiciones de Vida.

FAO. Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

FAOSTAT. Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura

y la Alimentación.

FIS. Fondo de Inversión Social.

FLACSO. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

FOB. Free On Board.

FONTIERRA. Fondo de Tierras de Guatemala.

GATT. Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio.

Ha. Hectárea.

IDH. Índice de Desarrollo Humano.

IFPRI. International Food Policy Research Institute.

IPGRI. Instituto Internacional de Recursos Fitogenéticos

INE. Instituto Nacional de Estadística.

6

Insa. Inseguridad alimentaria.

MAGA. Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.

MCCA. Mercado Común Centroamericano.

MFEWS. Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para la Seguridad Alimentaria.

MINUGUA. Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala.

Mz. Manzana.

NAFTA. Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

NMF. Nación más Favorecida.

ODI. Overseas Development Institute.

OIM. Organización Internacional de las Migraciones.

OMC. Organización Mundial del Comercio.

ONG. Organización no Gubernamental.

ONU. Organización de las Naciones Unidas.

PMA. Programa Mundial de Alimentos.

PNUD. Plan de Naciones Unidas para el Desarrollo.

SAC. Sistema Armonizado de Comercio.

SG-SICA. Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana.

SGP. Sistema Generalizado de Preferencias.

SIG. Sistema de Información Geográfica.

Tm. Tonelada Métrica.

UE. Unión Europea.

URL. Universidad Rafael Landívar.

USAID. United States Agency for International Development.

VISAN. Viceministerio de Seguridad Alimentaria y Nutricional.

7

Índice

Capítulo 1. Introducción ................................................................................ 13

Capítulo 2. Objetivos del estudio y metodología aplicada.................. 17

2.1. Presentación....................................................................................................... 17

2.2. Objetivos del estudio ........................................................................................ 17

2.3. Metodología....................................................................................................... 18

2.3.1. Metodología del trabajo de campo..................................................... 18

2.3.1.1. Selección de la muestra....................................................... 20

2.3.1.2. Prueba piloto, validación del cuestionario y resultados....... 27

2.3.1.3. Consideraciones sobre los cultivos...................................... 27

2.3.2. Metodología del análisis..................................................................... 30

2.3.2.1. Definición de los modelos de elección discreta................... 31

2.3.2.2. Efectos marginales de cada uno de los factores.................. 33

2.3.2.3. Test de hipótesis.................................................................. 34

2.3.2.4. Bondad de ajuste................................................................. 35

2.4. Reflexiones finales............................................................................................. 39

2.5. Bibliografía........................................................................................................ 40

8

Capítulo 3. El modelo de desarrollo agrícola centroamericano y el

CAFTA.................................................................................................................. 42

3.1. Presentación ...................................................................................................... 42

3.2. El desarrollo agrícola de Centroamérica en el marco de la integración

centroamericana y la reducción de la pobreza.................................................. 44

3.2.1. Evolución del sector agrícola en torno a la integración regional y al

modelo de desarrollo..................................................................................... 45

3.2.2. Influencia del nuevo modelo de desarrollo en la agricultura y la

pobreza.......................................................................................................... 49

3.3. El tratado de libre comercio CAFTA en el modelo de desarrollo agrícola y

sus implicaciones para Centroamérica...................................................................... 51

3.3.1. Importancia del CAFTA para Centroamérica..................................... 51

3.3.2. Productos considerados como sensibles en el CAFTA ..................... 55

3.3.3. El CAFTA y el MCCA. Un nuevo reto ante un proceso aún en

marcha .......................................................................................................... 56

3.4. Reflexiones finales............................................................................................. 59

3.5. Bibliografía........................................................................................................ 61

Capítulo 4. La seguridad alimentaria: Marco teórico y

características esenciales en Guatemala.................................................... 65

4.1. Presentación....................................................................................................... 65

4.2. La seguridad alimentaria: Marco teórico .......................................................... 66

4.2.1. Definición de seguridad alimentaria y vulnerabilidad en el marco

de los medios de vida sostenibles ................................................................ 66

4.2.2. Indicadores de seguridad alimentaria................................................. 72

4.3. Aspectos a nivel macro de la seguridad alimentaria y el desarrollo agrícola

en Guatemala............................................................................................................ 75

4.3.1. La seguridad alimentaria: Aspectos generales a resaltar de

Guatemala..................................................................................................... 75

9

4.3.2. Desarrollo agrícola en Guatemala: el motor de la seguridad

alimentaria.................................................................................................... 77

4.4. Análisis descriptivo de la inseguridad alimentaria en Guatemala .................... 81

4.4.1. Justificación........................................................................................ 83

4.4.2. Resultados........................................................................................... 87

4.5. Reflexiones finales............................................................................................. 92

4.6. Bibliografía........................................................................................................ 93

Capítulo 5. La población vulnerable y la liberalización del maíz

en el futuro marco del CAFTA..................................................................... 98

5.1. Presentación....................................................................................................... 98

5.2. El impacto de la liberalización de los productos sensibles................................ 99

5.3. Importancia del maíz para la seguridad alimentaria de Guatemala................... 102

5.3.1. La producción y el consumo de maíz y la seguridad alimentaria ...... 102

5.3.2. Acceso al maíz y seguridad alimentaria ............................................ 109

5.3.3. Comercio de maíz y seguridad alimentaria........................................ 110

5.3.4. Utilización biológica del maíz y el entorno........................................ 111

5.4. Comercio de maíz entre Guatemala y Estados Unidos, y acuerdos alcanzados

en el CAFTA sobre este cultivo................................................................................ 113

5.5. El efecto de la disminución del precio del maíz y las familias vulnerables:

impacto y estrategias................................................................................................. 116

5.5.1. Efectos de la liberalización comercial en el sector maíz.................... 116

5.5.2. Estrategias de los hogares vulnerables ante una bajada global del

precio del maíz.............................................................................................. 118

5.6. Factores que posibilitan la venta del maíz para la población vulnerable.......... 120

5.6.1. Variables del estudio e hipótesis de partida........................................ 123

5.6.2. Región Petén....................................................................................... 129

5.6.2.1. Variables utilizadas en el modelo........................................ 129

5.6.2.2. Estimación del modelo........................................................ 132

5.6.2.3. Interpretación de los resultados .......................................... 135

5.6.2.4. Bondad de ajuste del modelo............................................... 136

10

5.6.3. Región Central.................................................................................... 138

5.6.3.1. Variables utilizadas en el modelo....................................... 138

5.6.3.2. Estimación del modelo y resultados.................................... 141

5.6.3.3. Interpretación de los resultados........................................... 144

5.6.3.4. Bondad de ajuste del modelo............................................... 145

5.6.4. Comparación entre regiones............................................................... 147

5.7. Reflexiones finales............................................................................................. 148

5.8. Bibliografía........................................................................................................ 152

Capítulo 6. Adopción de la producción no tradicional por los

hogares vulnerables ante la liberalización agrícola del CAFTA .... 155

6.1. Presentación....................................................................................................... 155

6.2. El impacto de la liberalización en los productos no tradicionales..................... 156

6.3. Los productos no tradicionales y la influencia en los hogares: lecciones

ofrecidas por la literatura.......................................................................................... 157

6.3.1. La influencia de la producción no tradicional en la seguridad

alimentaria.................................................................................................... 157

6.3.2. Desafíos para el cultivo de productos destinados al comercio........... 160

6.4. Consideraciones sobre el cultivo de productos no tradicionales....................... 163

6.5. Factores que posibilitan la diversificación hacia productos no tradicionales.... 168

6.5.1. Variables utilizadas en el modelo....................................................... 173

6.5.2. Estimación del modelo....................................................................... 174

6.5.3. Interpretación de los resultados ........................................................ 176

6.5.4. Bondad de ajuste del modelo.............................................................. 178

6.6. Reflexiones finales............................................................................................. 179

6.7. Bibliografía........................................................................................................ 182

11

Capítulo 7. Conclusiones y futuras líneas de investigación................ 184

7.1. Conclusiones...................................................................................................... 184

7.2. Futuras líneas de investigación.......................................................................... 193

Anexos................................................................................................... 194

Anexo 1. Características de las comunidades estudiadas................................... 195

Anexo 2. Datos sobre el trabajo de campo realizado......................................... 201

Anexo 3. Encuesta del estudio ................................................................................. 210

Anexo 4. Descripción de la ENCOVI 2000.............................................................. 219

Anexo 5. Información destacada sobre el CAFTA................................................... 222

Anexo 6. La desigualdad en Guatemala y su influencia en la seguridad

alimentaria................................................................................................................ 224

Anexo 7. Relación entre la pobreza y la vulnerabilidad de acuerdo con la

ENCOVI 2000.......................................................................................................... 226

Anexo 8. Productos agropecuarios en las regiones Petén y Central......................... 228

12

Capítulo 1: Introducción

En Guatemala existe un importante problema de pobreza e inseguridad alimentaria. De

acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la

Agricultura y la Alimentación (FAO), el número de personas subnutridas en Guatemala

ha ido en aumento en los últimos años. Esta cifra se ha multiplicado por dos en el

período 2000-2002 con respecto de 1990-1992, pasando del 16% al 24% de personas

subnutridas del total de la población. El Banco Mundial estimó que en el año 2000 el

56% de los guatemaltecos vivían en condiciones de pobreza, y un 18% en condiciones

de extrema pobreza. La población rural asciende al 62%, siendo en esta área donde se

encuentran las mayores bolsas de pobreza (75% de hogares pobres del total de hogares

rurales).

Por otro lado, el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, entre los países

centroamericanos, República Dominicana y Estados Unidos (conocido como CAFTA

por sus siglas en inglés), que entrará en vigor a lo largo del 2006 para cada uno de los

países firmantes, se presenta como un nuevo instrumento dentro del modelo de

desarrollo centroamericano. El tratado favorece el libre comercio de bienes entre los

países firmantes, fomentando así el intercambio comercial como una vía de desarrollo

económico.

La entrada en vigor de este tratado supondrá un impacto a nivel económico y social en

los países. En lo concerniente al sector agrícola, los acuerdos generados en el CAFTA

tendrán una repercusión en el comercio y la producción agrícola, y por consiguiente en

las actividades generadoras de ingresos o medios de vida de los hogares vulnerables. La

apertura arancelaria que conlleva dicho tratado alentará aquellas actividades agrícolas

más dinámicas y perjudicará a las más rezagadas, con una indudable influencia en la

seguridad alimentaria de los hogares, en la medida que tengan o no capacidad para

ajustar sus actividades al nuevo entorno.

13

Guatemala es importador neto de maíz, y su principal abastecedor son los EEUU El

maíz en este país es un producto fundamental para la seguridad alimentaria de los

hogares. El CAFTA incorpora un esquema de desgravación gradual de los aranceles de

este grano que provocará una disminución de su precio. Esta disminución beneficiará a

los consumidores, mientras que perjudicará a los comercializadores de este grano. En

Guatemala, los agricultores comercializadores de maíz se verían perjudicados por la

disminución de precios, incentivada por la apertura arancelaria inherente al tratado. Por

ello, éstos deberían buscar otras estrategias para protegerse de las pérdidas que este

desincentivo pueda ocasionarles, a no ser que se vean beneficiados por programas de

desarrollo y ayudas gubernamentales. Las posibles estrategias como respuesta a estas

pérdidas comprenden un amplio abanico, entre las que se encuentran las actividades

rurales no agrícolas, la migración estacional o permanente o la diversificación agrícola

hacia productos más rentables.

Por otro lado, una serie de experiencias exitosas basada en la producción y

comercialización de distintas hortalizas, legumbres y frutas, cultivos conocidos como

productos no tradicionales o productos para la exportación, han permitido a muchos

hogares salir de la trampa de la pobreza y mejorar su seguridad alimentaria. Los

productos no tradicionales son un ejemplo de desarrollo sostenible en distintas

comunidades donde se han encontrado una serie de condiciones favorables para su

adopción. Los acuerdos alcanzados con EEUU en el CAFTA por Guatemala crean

posibilidades sostenibles en el tiempo en cuanto a la comercialización de productos

agrícolas no tradicionales (algunas frutas, hortalizas, legumbres y semillas), siempre y

cuando los hogares vulnerables cuenten con las oportunidades necesarias en su entorno

y con los activos internos necesarios para diversificar su producción hacia los mismos.

Este nuevo escenario proporciona por tanto una serie de ventajas para los hogares

vulnerables de acumular capital y salir de la línea de la pobreza.

En este orden de cosas, el CAFTA generará incentivos y desincentivos en el sector

agrícola. El aprovechamiento de los incentivos por parte de los hogares más

desfavorecidos dependerá de diversos factores y condicionantes internos y externos a

éstos. Teniendo esto en cuenta, este trabajo surge ante la inquietud de identificar las

características de los hogares vulnerables a la inseguridad alimentaria que se

14

beneficiarán de la liberalización agrícola del CAFTA en Guatemala, y de los hogares

vulnerables que se perjudicarán de la misma. Este objetivo complementa por tanto al de

otros trabajos que valoran el posible impacto del tratado en la población más

desfavorecida, y aporta distintas claves para la formulación de políticas encaminadas a

disminuir el impacto negativo y maximizar el impacto positivo.

Para la consecución de este objetivo, se parte de información primaria y secundaria

obtenida durante una estancia de siete meses en FAO Guatemala. Para la elaboración de

la información primaria, el autor de este trabajo llevó a cabo un trabajo de campo en la

zona del Altiplano de Guatemala, creando así una base de datos con información sobre

379 hogares. Asimismo, el conocimiento adquirido en una estancia de un año en la

Université Catholique de Louvain (Bélgica) y una estancia corta de dos semanas en el

International Food Policy Research Institute (Washington D.C.) fueron fundamentales

para la realización de esta tesis doctoral.

En el marco del objetivo general planteado, se presentan en el capítulo 2 los

subobjetivos y la metodología aplicada, tanto para la obtención de datos primarios en el

terreno como para el análisis de los datos primarios o secundarios. Posteriormente, en el

capítulo 3 se expone el modelo de desarrollo agrícola de Centroamérica y la adecuación

del CAFTA al mismo, ofreciendo así una imagen del marco global de desarrollo y de la

evolución del mismo que permite situar a los hogares vulnerables en el contexto

mundial. En el capítulo 4 se expone el concepto de seguridad alimentaria, sus

implicaciones en el marco de los medios de vida sostenibles, y los aspectos más

destacados en Guatemala. Además, se realiza un análisis descriptivo del estado de

inseguridad alimentaria de los hogares guatemaltecos contemplando cuatro categorías:

inseguridad alimentaria crónica, inseguridad alimentaria transitoria, riesgo a la

inseguridad alimentaria y ausencia de riesgo a la inseguridad alimentaria.

El análisis de los factores que permiten a los hogares vulnerables comercializar los

cultivos que se ven beneficiados y perjudicados por la liberalización agrícola del

CAFTA se efectúa mediante la estimación de un modelo probit incorporando

interacciones. En el capítulo 4 se expone la situación del maíz en cuanto a su relación

con la seguridad alimentaria y el impacto del CAFTA en la producción del mismo,

habiéndose identificado el mismo como el producto principal cuyo precio disminuirá

15

por la implementación del CAFTA. Se realiza una estimación sobre aquellos activos

que permiten a los hogares vulnerables participar en el mercado de maíz en las dos áreas

donde su venta, realizada por los hogares vulnerables, es más destacada. Para filtrar a

los hogares vulnerables, la categorización de inseguridad alimentaria realizada en el

capítulo anterior es necesaria. En el capítulo 5 se revisa la influencia del tratado en los

productos no tradicionales, así como la relación de estos productos con la seguridad

alimentaria de los hogares que los adoptan en su producción y los desafíos ante esta

adopción. Posteriormente, se analizan los datos recabados en el trabajo de campo con el

objetivo de determinar los factores fundamentales que permiten a los hogares

vulnerables cultivar estos productos.

De acuerdo con la información obtenida por el autor, este es el primer intento de

presentar el marco teórico de la seguridad alimentaria con base en los medios de vida de

los hogares, así como de describir cuantitativamente las características de los hogares

guatemaltecos en función a su inseguridad alimentaria. Además, se considera que este

es el primer esfuerzo de investigación realizado con el fin de estimar los activos que

permiten a los hogares más desfavorecidos beneficiarse de la liberalización agrícola.

Las conclusiones obtenidas en este estudio no sólo tienen una importancia por su

innovación en la literatura económica, sino que además sirven de guía para agencias de

desarrollo y gobierno, de tal forma que éstos puedan trazar de forma más eficiente los

proyectos de desarrollo y apoyo a los hogares vulnerables.

16

Capítulo 2. Objetivos del trabajo y metodología

utilizada

2.1. Presentación

En este capítulo se exponen los objetivos de la presente tesis doctoral, así como la

metodología utilizada en el mismo en lo que respecta al trabajo de campo realizado en

el Altiplano de Guatemala, además de la metodología de análisis de los datos obtenidos

en el campo y en otras fuentes secundarias de datos.

2.2. Objetivos del estudio

El objetivo principal de este estudio consiste en identificar las características de los

hogares vulnerables que se beneficiarán de la liberalización agrícola del CAFTA en

Guatemala, y de los hogares vulnerables que se perjudicarán de la misma.

Para alcanzar este objetivo, se llevan a cabo los siguientes subobjetivos:

• Describir la influencia de la liberalización agrícola del CAFTA en el modelo de

desarrollo.

• Describir el estado de inseguridad alimentaria en Guatemala.

• Identificar los cultivos cuyas negociaciones puedan favorecer o desfavorecer a

los hogares vulnerables de Guatemala.

• Identificar el nexo entre estos productos y la seguridad alimentaria.

• Identificar las características de los hogares vulnerables en Guatemala que

venden productos considerados como sensibles en las negociaciones del CAFTA

y que puedan verse perjudicados por la liberalización agrícola, con respecto a las

17

características del resto de hogares vulnerables que no venden estos productos al

mercado.

• Identificar las características de los hogares vulnerables en Guatemala que tienen

la capacidad de cultivar productos beneficiados por el CAFTA, con respecto a

las características del resto de hogares que no cultivan estos productos.

El objetivo de este estudio complementa al de otros trabajos que valoran el posible

impacto del CAFTA en la población más desfavorecida. Los resultados alcanzados

aportan distintas claves para la formulación de políticas encaminadas a disminuir el

impacto negativo y maximizar el impacto positivo de la implementación del tratado.

2.3. Metodología

2.3.1. Metodología del trabajo de campo

Con el fin de alcanzar los objetivos de este trabajo, se realizó una amplia revisión

bibliográfica, presentada en este estudio, sobre el impacto de la liberalización comercial

en la seguridad alimentaria (Guardiola, 2005). Como resultado de esta revisión, se

identifica el maíz como un cultivo en cuya producción el CAFTA tendrá un impacto

negativo, y los conocidos como productos no tradicionales como un grupo de productos

con un impacto positivo.

En cuanto a los análisis y las estimaciones realizadas en este trabajo la Encuesta de

Condiciones de Vida (ENCOVI 2000) es, por la riqueza de su información, una buena

fuente de datos para alcanzar algunos de los objetivos de este estudio, como por ejemplo

la identificación de hogares vulnerables en Guatemala y la identificación de las

características de los hogares vendedores de maíz. Esta encuesta fue realizada a nivel de

hogar por el Banco Mundial y el Instituto Nacional de Estadística de Guatemala en el

año 2000 (julio-diciembre). Los datos de la misma son de sección cruzada y

representativa a nivel nacional, contemplando 7.276 hogares entrevistados (37.771

individuos). De acuerdo con los datos de esta base, en Guatemala existen 11.385.441

18

habitantes, agrupados en 2.191.451 hogares. La estructura de esta base de datos se

incluye en el anexo 4.

Sin embargo, en el marco de este estudio, es necesario disponer de una información más

detallada a la hora de identificar los factores que caracterizan a los hogares productores

de cultivos para la exportación. En este sentido, de acuerdo con el análisis que Vakis

(2003) efectúa sobre la ENCOVI 2000, éste afirma:

Only 23,000 households produce non-traditional agricultural products as

opposed to 650,000 that produce non-tradable products. As expected,

households that produce non-traditional agricultural products have better

socioeconomic indicators, suggesting the higher income potential from

growing non-traditional crops. Since the ENCOVI data are insufficient to

allow us to carry out a more in-depth analysis, further research is needed

to explain the kinds of barriers that may exist that prevent farmers from

diversifying into the production of these types of crops.1

Esta carencia de la ENCOVI 2000 es uno de los motivos por los cuales el autor de este

estudio llevó a cabo un trabajo de campo original en el Altiplano de Guatemala durante

los meses de junio y julio de 2005. El objetivo de este trabajo consistía en analizar los

hogares vulnerables de una zona en la que se cultivasen tanto productos no tradicionales

como productos de autosubsistencia, con el fin de detectar posibles diferencias

socioeconómicas, las barreras existentes que dificulten su adopción y otras variables de

interés en el marco de este estudio.

Por tanto, el trabajo de campo realizado recoge la siguiente información de los hogares

analizados:

1 Traducción: “Tan sólo 23.000 hogares cultivan productos agrícolas no tradicionales en contraste con

650.000 que cultivan productos no comerciales. Como se esperaba, hogares que cultivan productos

agrícolas no tradicionales tienen mejores indicadores socioeconómicos, sugiriendo el elevado potencial

de ingreso que supone cultivarlos. Ya que los datos de la ENCOVI son insuficientes para permitirnos

llevar a cabo un análisis más profundo, mayores esfuerzos de investigación son necesarios para explicar

el tipo de barreras que puedan existir para dificultar a los granjeros la diversificación hacia este tipo de

productos.”

19

• Características agroeconómicas.

• Canales de comercialización utilizados y percepción de los precios en la venta

de los cultivos.

• Experiencias pasadas en el cultivo de producción no tradicional o problemas

encontrados.

• Hábitos de consumo de maíz y estrategias futuras ante una disminución del

precio del mismo.

• Percepción subjetiva sobre los posibles beneficios o pérdidas del CAFTA.

• Condiciones de la vivienda.

• Variables socioeconómicas (empleo, educación, etcétera).

Este trabajo de campo se realizó gracias al apoyo financiero de la Organización de las

Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés),

el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la República de Guatemala

(MAGA), el Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para la Seguridad

Alimentaria (MFEWS por sus siglas en inglés) y la Generalitat Valenciana de España.

Asimismo, se contó con el apoyo logístico de cinco técnicos de la Universidad Rafael

Landívar, que llevaron a cabo el levantamiento de la información y la tabulación de los

resultados2. A lo largo de este trabajo nos referiremos a esta base de datos como la base

FAO-MAGA-MFEWS.

2.3.1.1. Selección de la muestra

El trabajo de campo se centró en hogares rurales de comunidades3 en los que conviven

un número de hogares que no sea excesivamente reducido (se tomó como límite 80

hogares). La decisión de elegir comunidades con un número mínimo de hogares se

fundamenta en que en éstas hay suficientes personas como para constituir redes

sociales, las cuales son importantes y en muchas ocasiones necesarias a la hora de

2 Se agradece también el apoyo en la formulación de la encuesta, acceso de datos y el diseño muestral

ofrecido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Guatemala. 3 La subdivisión política de Guatemala consiste en departamentos, que contienen los municipios, que a su

vez contienen las comunidades.

20

emprender proyectos conjuntos. Se asume, por tanto, que las redes sociales son un

factor crucial para la puesta en marcha de proyectos de desarrollo basados en el cultivo

de productos no tradicionales. Se priorizan las comunidades con una mayoría de

hogares rurales, puesto que con los resultados de este trabajo de campo se pretenden

identificar las características de los productores no tradicionales. En el área rural es

donde se encuentran las mayores bolsas de pobreza e inseguridad alimentaria4.

De acuerdo a los criterios anteriores y los objetivos de este trabajo, se opta por realizar

el trabajo de campo en el Altiplano Central de Guatemala5, perteneciente a la región

Sureste de Guatemala, concretamente en Quetzaltenango y San Marcos, departamentos

caracterizados por una alta vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria de acuerdo con

las estimaciones de PMA-MAGA (2002). Algunas comunidades de estos departamentos

experimentaron un auge en la producción orientada al mercado, reduciendo así sus

niveles de pobreza (ver Goldín, 2003). Por ello, esta región es particularmente

interesante para el objetivos de nuestro estudio. En el mapa 2.1 se presenta la ubicación

4 De acuerdo con el estudio del Banco Mundial sobre las condiciones de vida (World Bank, 2004), en

Guatemala la pobreza rural es del 74,5% y la extrema pobreza rural del 23,8%, en contraste con la

pobreza urbana del 27,1% y extrema pobreza urbana del 2,8%. 5 Con respecto a la elección del Altiplano en el marco de los objetivos de este estudio, se destacan las

palabras de Weeks (2003): “The Altiplano is a logical area of priority for taking advantage of CAFTA to

increase farm incomes and reduce poverty. The Altiplano has a major share of the rural poor, it has high

population densities that reduce the cost per family of providing physical infrastructure, and it has soils

and climate well suited to intensification and response to improved technology. [...]. Modest

improvements in subsistence agriculture are in themselves desirable but cannot be the basis for the large

increases in farm income essential to rapid reduction of poverty. What are critical are commercialization,

the concentration on high value products (that are also labor intensive), and the taking advantage of

modern research and declining transport and energy costs.” Traducción: “El Altiplano es un área lógica

de prioridad para sacar ventaja del CAFTA con el fin de aumentar los ingresos de las granjas y reducir

la pobreza. El Altiplano tiene una mayoría de pobres rurales, altas densidades de población que reducen

el coste por familia de proveer infraestructura física, y suelos y clima apropiados para la intensificación

y la respuesta a mejoras tecnológicas. [...]. Las modestas mejoras en la agricultura de subsistencia son

deseables, pero no pueden ser la base para los largos aumentos en la renta de las granjas, esenciales

para la rápida reducción de la pobreza. Los elementos críticos son la comercialización, la concentración

de productos con alto valor (que son además intensivos en mano de obra), y el aprovechamiento de la

investigación moderna y los decrecientes costes de transporte y energía.”

21

de San Marcos y Quetzaltenango en Guatemala, y en los mapas 2.2 y 2.3 se presentan

ambos departamentos a nivel municipal.

Mapa 2.1: Ubicación de los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango en la

República de Guatemala

Quetzaltenango

San Marcos

Fuente: Elaboración propia.

22

Mapa 2.2: San Marcos: Índice de extrema pobreza

Código municipio

Extrema pobreza

(%)

Municipio Rango extrema pobreza

Código municipio

Extrema pobreza

(%)

Municipio Rango pobreza

1201 47,48 San Marcos Muy Alta 1216 29,72Catarina Alta 1202 16,35 San Pedro Sacatep. Media 1217 24,96Ayutla Media 1203 40,68 San António Sacatep. Alta 1218 32,7Ocós Alta 1204 94,46 Comitancillo Muy Alta 1219 61,22San Pablo Muy Alta 1205 81,06 San Miguel Ixtahuac. Muy Alta 1220 62,45El Quetzal Muy Alta 1206 85,86 Concepción Tutuapa Muy Alta 1221 40,5La Reforma Alta 1207 88,66 Tacaná Muy Alta 1222 41,21Pajapita Alta 1208 83,17 Sibinal Muy Alta 1223 86,29Ixchiguán Muy Alta 1209 82,43 Tajumulco Muy Alta 1224 93,24San José Ojetenam Muy Alta 1210 79,62 Tejutla Muy Alta 1225 32,08San Cristobal Cucho Alta 1211 45,19 San Rafael Pie Cuesta Muy Alta 1226 80Sipacapa Muy Alta 1212 38,36 Nuevo Progreso Alta 1227 57,25Esquipulas Gordo Muy Alta 1213 38,95 El Tumbador Alta 1228 50,47Río Blanco Muy Alta 1214 60,6 El Rodeo Muy Alta 1229 74,15San Lorenzo Muy Alta 1215 64,99 Malacatán Muy Alta

Fuente: MAGA-SIG. La metodología de clasificación de los rangos de extrema pobreza y pobreza se

encuentra en PMA-MAGA (2002). La clasificación fue realizada a partir de comparaciones con otros

municipios del resto de la República.

23

Mapa 2.3: Quetzaltenango: Índice de extrema pobreza

Código municipio

Extrema pobreza

(%)

Municipio Rango Código municipio

Extrema pobreza

(%)

Municipio Rango

901 2,69 Quetzaltenango Muy Baja 913 15,97Almolonga Baja 902 5,37 Salcajá Muy Baja 914 17,49Cantel Media 903 17,85 Olintepeque Media 915 75,06Huitán Muy Alta 904 33,42 San Carlos Sija Alta 916 17,27Zunil Media 905 30,69 Sibilia Alta 917 38,1Colomba Alta 906 64,33 Cabricán Muy Alta 918 29,12San Francisco Unión Alta 907 56,71 Cajolá Muy Alta 919 24,15El Palmar Media 908 64,37 San Miguel Sigüila Muy Alta 920 12,27Coatepeque Baja 909 46,68 San Juan Ostuncalco Muy Alta 921 18,95Génova Media 910 11,87 San Mateo Baja 922 12,35Flores Costa Cuca Baja 911 36,24 Concep. Chiquirichapa Alta 923 10,39La Esperanza Baja 912 23,49 San Martín Sacatep. Media 924 31,2Palestina de los Altos Alta

Fuente: MAGA-SIG. La metodología de clasificación de los rangos de extrema pobreza y pobreza se

encuentra en PMA-MAGA (2002). La clasificación fue realizada a partir de comparaciones con otros

municipios del resto de la República.

24

La elección de los municipios fue realizada por conveniencia, decisión que fue

influenciada por informantes clave conocedores del terreno procedentes la Asociación

Gremial de Exportación de Productos no Tradicionales (AGEXPRONT) y de FAO. Los

municipios elegidos fueron Tejutla y San José Ojetenam en San Marcos, y

Quetzaltenango y Zunil en Quetzaltenango6. En la tabla 2.1 se presentan los datos sobre

desnutrición crónica, extrema pobreza y vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria para

estos municipios, de acuerdo a los resultados del estudio de PMA-MAGA (2002).

Tabla 2.1: Desnutrición crónica, extrema pobreza y vulnerabilidad a la inseguridad

alimentaria de los municipios analizados

Municipio Desnutrición crónica

(%)

Extrema pobreza

(%)

Vulnerabilidad

(índice) a/

Quetzaltenango 44,93 2,69 0,5484 (media alta)

Zunil 59,67 17,27 0,4775 (media baja)

San José Ojetenam 67,19 93,24 0,8675 (muy alta)

Tejutla 60,87 79,62 0,7907 (alta)a/ Para el cálculo de la vulnerabilidad ver PMA-MAGA (2002). La clasificación fue realizada a partir de

comparaciones con otros municipios del resto de la República.

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de PMA-MAGA (2002).

En estos municipios se eligieron las comunidades objeto de nuestro trabajo. Se

establecieron algunos criterios de inclusión con este fin: Se excluyeron las comunidades

con más de un 50% de hogares urbanos, de acuerdo con los datos del INE de

Guatemala, con el fin de desechar aquellas comunidades con una proporción

mayoritaria de hogares urbanos7. Además, se suprimieron las comunidades con un

número inferior de 80 hogares, puesto que éstas son consideradas como comunidades

pequeñas de acuerdo con el INE de Guatemala.

6 En el departamento de Quetzaltenango existe un municipio del mismo nombre. Este municipio, y

obviamente el departamento, son objeto de este análisis. 7 Como se aprecia en las tablas A.1 y A.2 del anexo 2, la mayoría de las comunidades están integradas por

población rural exclusivamente, y tan sólo las cabezas de los municipios cuentan con una mayoría de

población urbana, salvo contadas excepciones.

25

El total de comunidades resultantes fue de 38, eligiéndose de forma aleatoria 8.

Posteriormente, mediante muestreo aleatorio simple se determinó el tamaño muestral, a

partir del total de hogares, donde se ha considerado una proporción de hogares pobres

de 56% (estimación realizada por el Banco Mundial) y un 5% de error, resultando un

total de 379 hogares seleccionados para el estudio.

Las comunidades seleccionadas fueron Pabolaj y Tuimay en San José Ojetenam;

Esquipulas, Quipambe y Culvillá en Tejutla; La Estancia de la Cruz en Zunil; y Las

Majadas y Chuicavioc en Quetzaltenango. En la tabla 2.2 se expone el total de hogares

de las comunidades analizadas y los hogares analizados en cada comunidad.

Tabla 2.2: Población y tamaño muestral de cada comunidad analizada

Comunidad Total hogares

rurales

Hogares

analizados

Porcentaje sobre

el total

Pabolaj 133 36 27,25

Tuimay 112 31 27,25

Esquipulas 163 44 27,25

Quipambe 246 67 27,25

Culvilla 106 29 27,25

La Estancia de La Cruz 191 52 27,25

Las Majadas 236 64 27,25

Chuicavioc 204 56 27,25

Total 8 comunidades 1.391 379 27,25

Total Quetzaltenango * 887 172 19,39

Total San Marcos * 3.940 207 5,25

Total * 4.827 379 7,85* Se incluyen tan sólo los hogares de aquellas comunidades con más de 80 hogares y con un número de

hogares rurales mayor del 50% del total de acuerdo con los criterios de selección.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del trabajo de campo y el XI Censo Nacional de

Población y VI de Habitación (INE, 2002).

Con el fin de identificar las viviendas en las que fue levantada la información, se

utilizaron los croquis disponibles en el Instituto Nacional de Estadística de Guatemala

26

para cada una de estas comunidades. Se agruparon las viviendas en conjuntos de seis, y

se numeraron. Luego, fueron elegidos conjuntos al azar, cuyos hogares formarán parte

de la muestra. Estos datos no son representativos a nivel de municipio, por lo que el

análisis realizado en este estudio se articula como un estudio de caso.

2.3.1.2. Prueba piloto, validación del cuestionario y resultados

Previamente al análisis de las comunidades, se realizaron dos pruebas piloto en Buena

Vista el Rosario (Tejutla) y Nuevo Progreso (San José Ojetenam), con el objetivo de

entrenar al personal encargado de levantar la información y corregir los posibles fallos

en la redacción del cuestionario.

Finalmente, se realizaron encuestas a 379 hogares de 8 municipios distintos8, las cuales

se complementaron con encuestas personales a los líderes y alcaldes auxiliares de cada

comunidad. Se les consultó a éstos por su conocimiento de las necesidades de los

hogares de su comunidad. Esta información se recoge en el anexo 1. El levantamiento

de la información fue realizado durante los meses de junio y julio de 2005.

2.3.1.3. Consideraciones sobre los cultivos

En este apartado se expone la distinción realizada entre los productos agrícolas en este

estudio en función de sus posibles oportunidades de cara a la liberalización comercial

producida por el CAFTA. Previamente, y de forma introductoria, se expone la

categorización comúnmente aceptada por investigadores y políticos realizada por

AGEXPRONT, consistente en dividir los productos entre productos tradicionales y

productos no tradicionales, y agrupando en la segunda categoría aquéllos con mayores

oportunidades en el mercado internacional.

8 Ver tabla 5 donde aparecen las encuestas realizadas en cada comunidad. Ver anexo 3 donde se encuentra

el texto final de la encuesta.

27

Para entender esa clasificación hay que remontarse a la época colonial, exportadora de

materias primas y “commodities”. De acuerdo con AGEXPRONT, los productos

tradicionales son el café, el azúcar, el cardamomo y el cacao. Los no tradicionales son

todos los demás, incluyendo los transformados de los primeros (chocolates, cafés

especiales que ya no se venden por saco sino tostados y empaquetados al detalle, las

frutas y verduras, las artesanías, los productos forestales y muebles, la industria, el

software y el turismo).

En muchos estudios se habla de la viabilidad comercial de los productos agrícolas no

tradicionales, así como sus efectos positivos en la seguridad alimentaria de los hogares

adoptantes de los mismos. Estos productos son aquéllos cuya venta pueda permitir a los

hogares una mayor acumulación de capital para mejorar su situación económica y su

seguridad alimentaria. Por tanto, en este estudio se considera que esta clasificación

debería complementarse con la información científica pertinente. Desgraciadamente, los

estudios realizados sobre oportunidades de mercado de los productos agrícolas en

Guatemala son escasos, y la realización de un análisis científico sobre el tema está fuera

del alcance de este trabajo. Por ello, se recurrió a las entrevistas de diversas

personalidades de AGEXPRONT y FAO conocedoras de la zona donde se desarrolló el

trabajo de campo, con el fin de establecer una agrupación de los productos no

tradicionales en San Marcos y Quetzaltenango. Los mismos se exponen en la tabla 2.3,

identificándose como productos de autosubsistencia aquéllos que no tienen

oportunidades de venta para la exportación en Guatemala.

28

Tabla 2.3: Lista de productos no tradicionales y productos de autosubsistencia

utilizada en este estudio

Productos no tradicionales Productos de autosubsistencia

Manzana Flores Maíz blanco

Durazno Zanahoria Maíz amarillo

Ciruela Coliflor Maíz negro

Arveja Cebolla Maíz rojo

Brócoli Tomate Sorgo

Repollo Rábano Frijol

Café Remolacha Patata

Azúcar Cardamomo Haba

Banano Lechuga Trigo

Güisquil Trisco Fuente: Elaboración propia a partir de las entrevistas a personal de AGEXPRONT y FAO y a partir de la

literatura revisada (Guardiola, 2005).

En la lista de productos se debe aclarar que la patata (más conocida como papa en

Guatemala) se considera por algunos expertos un producto con potencial de mercado

(aunque en este punto cabe destacar una falta de consenso entre ellos). Sin embargo,

Immink y Alarcón (1993) determinaron en un estudio en el Altiplano de Guatemala que

los hogares que cultivaban patata eran más propensos a ser deficitarios en ingestión de

energía y proteínas que el resto. De ahí la decisión de considerarlo un producto de

autosubsistencia.

La complejidad en esta clasificación aumenta si se tienen en cuenta las diferencias de

rentabilidad por cada zona de Guatemala. En cualquier caso, este estudio plantea una

clasificación lo más fiel posible a la realidad a partir de la información disponible, y

sugiere la necesidad de hacer mayores esfuerzos de investigación para identificar estos

productos, y mayor publicidad de estos resultados.

Se expone en la tabla A.4 del anexo 2 la proporción de los productos sin oportunidades

de mercado más importantes (arroz, frijol, maíz, avena, patata y trigo) sobre la

producción total de los municipios de cada departamento. Estas proporciones son muy

29

elevadas con la excepción de Almolonga y Zunil, municipios caracterizados por su

producción de verduras y hortalizas dirigidas al mercado (Goldín, 2003).

2.3.2. Metodología del análisis

Con el fin de determinar aquellos factores que posibilitan a los productores participar en

el mercado de maíz o cultivar productos no tradicionales, se ha recurrido a los modelos

de elección discreta. Estos modelos econométricos se aplican cuando la variable

dependiente es categórica, indicadora de que un evento ocurra, consistiendo este evento

en muchos casos en la elección de un individuo ante un conjunto de alternativas. En este

sentido, los modelos de elección discreta más comunes son aquéllos cuya variable

dependiente toma el valor 1 si este evento ocurre y 0 en caso contrario, siendo por tanto

esta variable de carácter binario (dos clases). Estos modelos econométricos se

caracterizan en que crean una relación entre esta decisión con una serie de factores o

regresores.

En esta sección se presenta el modelo probit utilizado en este estudio. Sobre las

especificaciones de este modelo utilizado en este estudio o los pasos para estimarlo, se

puede consultar Greene (1993), Gujarati (1997), Hosmer y Lemeshow (1989) o Pindyck

y Rubinfeld (2001).

Se escogió esta metodología debido a que la misma proporciona una visión clara de la

probabilidad de que un individuo con un conjunto determinado de atributos elija una

alternativa con respecto a otra. Debido a que el objetivo principal de este estudio

consiste en identificar los factores que permiten a los hogares vulnerables beneficiarse o

perjudicarse del CAFTA, de acuerdo con una variable dicotómica previamente

identificada, esta metodología es adecuada para la consecución del mismo.

Otros métodos estadísticos que podrían haberse utilizado son la estimación por mínimos

cuadrados ordinarios. Sin embargo, esta técnica ocasiona serios problemas, ya que los

valores estimados de la variable dependiente no siempre se encuentran en el intervalo 0-

1, produciéndose probabilidades sin sentido, además de falta de normalidad de las

30

perturbaciones y heteroscedasticidad de las mismas. La aplicación de otros métodos

como el análisis cluster se desecharon, ya que estás técnicas permiten agrupar los datos

en función de ciertas variables, pero no analiza la significatividad, importancia o

contribución marginal de cada una en una variable determinada9. Similares problemas

encontramos con otras técnicas estadísticas como los árboles de decisión o métodos no

estadísticos como las redes neuronales.

En cuanto a la elección del modelo probabilístico, se eligió el modelo probit frente al

logit, ya que se replicaron las estimaciones con ambos y los resultados de los

indicadores de bondad de ajuste del modelo probit fueron moderadamente mejores.

Los modelos de elección discreta son ampliamente utilizados en el análisis de datos en

el campo de la economía agrícola. Estos modelos permiten determinar la decisión de los

agricultores para adoptar cierto tipo de avance tecnológico, cultivar ciertos productos o

participar en el mercado. Algunos ejemplos de trabajos que utilizan este tipo de

modelos con este fin son, por citar algunos, de Janvry et al (1995), Immink y Alarcón

(1993), Mbata (2001) y von Braum et al (1989).

2.3.2.1. Definición de los modelos de elección discreta

El modelo que se pretende estimar toma la siguiente especificación:

,i i iy x β ε′= + (2.1)

donde , o , 1,....,i N= 1iy = 0iy = ix′ es el vector de características de la observación i,

β es un vector de parámetros que se pretende estimar y iε es el término de error.

9 El método probit, puesto que las clases están predefinidas, es un método supervisado. El método cluster

es no supervisado luego, en cierto sentido, puede ser previo o un método de comprobación de la bondad

de la clasificación previa.

31

Como la variable dependiente tiene un carácter cualitativo, la estimación por mínimos

cuadrados ordinarios genera una serie de problemas en la validez de las estimaciones.

Por ello, asumiendo que los valores críticos siguen una distribución normal,

ui ~ N(0, σ2 ), ~ N(y*i

'x β , σ2 ), (2.2)

si ≥ 0 entonces yi = 1, y*i

si < 0 entonces yi = 0; y*i

se puede utilizar la expresión del modelo probit, que viene definida por:

Prob (y = 1) = Φ( 'x β ) (2.3)

Prob '(x )β = 'β

2

1 θexp dθ22πσ

2

−∞

−∫

x = Φ '( )x β , (2.4)

donde la expresión del interior de la integral corresponde a la función de distribución

normal. Si por el contrario, si se asume una función logística, se obtiene el modelo logit,

cuya expresión viene determinada por:

Prob '( )x β = '

'

exp( )1 exp( )

xxβ

β+ (2.5)

En cuanto a la elección sobre la distribución a utilizar, se debe tener en cuenta que

ambas distribuciones son similares excepto por las colas. Por ello, para valores

intermedios de 'x β las probabilidades que dan las dos distribuciones son similares. Sin

embargo, la distribución logística da mayores probabilidades para y=0 cuando los

valores de 'x β son más pequeños y menores probabilidades cuando 'x β es muy

grande. Es de destacar además que ambas funciones son simétricas. En este trabajo se

elige el tipo de modelo probit, ya que ambos modelos proporcionan resultados

similares.

32

Para estimar estos modelos, se maximiza una función de verosimilitud. Por ello,

asumiendo la especificación de la fórmula (2.1) y tomando logaritmos, la función a

maximizar viene determinada por:

{ '

1ln ln ( ) (1 ) ln[1 ( )] ,

n

i i i ii

L y F x y F xβ=

= + − −∑ }'β (2.6)

donde F corresponde a la función de distribución elegida. De tal forma, se obtienen las

derivadas parciales ln /L β∂ , se igualan a cero y luego se resuelven para los

parámetros.

2.3.2.2. Efectos marginales de cada uno de los factores

Analizar el efecto de cada uno de los factores en este tipo de modelos no es tan directo

como en la estimación de modelos de regresión estimados con mínimos cuadrados

ordinarios. Por ello, los parámetros del modelo no corresponden directamente a los

efectos marginales en la variable dependiente, a pesar de que este efecto está

relacionado con estos parámetros. En el caso de los modelos de elección discreta, el

efecto marginal viene dado por la siguiente expresión:

'

''

( ) ( ) ( )( )

E y x dF x f xx d x

β β β ββ

∂ ⎡ ⎤= =⎢ ⎥∂ ⎣ ⎦

, (2.7)

donde f es la función de densidad que corresponde a la función de distribución F.

Estos efectos marginales se pueden calcular en la media de los datos o evaluarlos en

cada una de las observaciones y obtener la media de los efectos marginales individuales.

Se debe de tener en cuenta que (2.7) se utiliza para calcular los efectos marginales

cuando la variable independiente es continua. Sin embargo, si se incluye una variable

independiente dicotómica, no es correcto recurrir a esta fórmula, a pesar de que la

misma proporciona una buena aproximación. Para calcular la probabilidad marginal de

una variable dicotómica o dummy, se calcula la diferencia entre la probabilidad de y = 1

33

cuando la variable dicotómica toma el valor 1 y la probabilidad de y = 1 cuando la

variable dicotómica toma el valor 0. Si se evalúan estas probabilidades en la media de

las otras variables del modelo, se obtiene la siguiente expresión:

Prob ( 1 , 1y X D= = ) - Prob ( 1 , 0y X D= = ) , (2.8)

donde D indica la variable dummy o dicotómica, y X se refiere a las medias del resto de

variables.

Las variables del modelo pueden interactuar entre ellas mismas a la hora de explicar la

probabilidad de la variable dependiente. Si la asociación de una variable independiente

y la variable dependiente es la misma para cualquier nivel de otra variable

independiente del modelo, entonces no existe interacción entre ambas variables

dependientes. En caso contrario, es necesario incluir en el modelo las posibles

asociaciones entre variables dependientes para dotarlo de mayor exactitud. Estas

interacciones pueden incorporarse mediante la creación de variables consistentes en

combinar pares de variables independientes. En los análisis de este trabajo se asume que

las posibles interacciones entre dos variables vienen determinadas mediante el producto

de ambas.

2.3.2.3. Test de hipótesis

Con el fin de contrastar la significatividad individual de cada variable, el método más

adecuado es el test de Wald. Se parte de la hipótesis nula de que un determinado

parámetro es igual a 0, la cual se pretende contrastar.

0H : 0kβ = (2.9)

En este caso, el estadístico es el siguiente:

ˆˆˆ( )K

K

zs

ββ

= , (2.10)

34

el cual se distribuye con una distribución normal. ˆˆ( )Ks β hace referencia a los errores

estándar de ese parámetro Si este índice es mayor que el valor en tablas correspondiente

al nivel de confianza, se rechaza la hipótesis nula.

Por otro lado, se pueden hacer estimaciones conjuntas de grupos de variables utilizando

un test de verosimilitud. Un ejemplo común sería contrastar la hipótesis nula de que

varios parámetros del modelo son cero. Para contrastar una restricción en el modelo, se

deben seguir los siguientes pasos: en primer lugar se estima el modelo probit (o logit)

sin restringir. El valor del logaritmo de la función de verosimilitud se denota como

(U de unrestricted en inglés). Luego, se estima el modelo restringido obteniendo el

valor del logaritmo de la función de verosimilitud (R de restricted). El estadístico

se calcula mediante la siguiente fórmula:

UL

RL

G = -2( – ) (2.11) RL UL

Este estadístico se distribuye como una chi-cuadrado ( 2χ ) con grados de libertad

equivalente al número de parámetros del modelo sustraídos. Por ello, si el valor del

estadístico se encuentra por encima del valor localizado en las tablas de acuerdo con los

grados de libertad y el nivel de confianza, se rechaza la hipótesis nula.

De la misma forma, se podría contrastar la hipótesis nula de que todos los parámetros

excepto el intercepto son igual a cero y de tal forma contrastar la significatividad global

del modelo.

2.3.2.4. Bondad de ajuste

Una de las medidas más utilizadas para medir el acierto en los modelos binarios es el

del pseudo-R cuadrado de McFadden. Esta medida es similar en interpretación al R

cuadrado utilizado en la regresión por mínimos cuadrados ordinarios. La misma viene

determinada por la siguiente fórmula:

35

McFadden pseudo 2R = 0

lnL1lnL

− (2.12)

donde lnL es el valor máximo del logaritmo neperiano de la función de verosimilitud y

es el valor de esta función restringiendo el valor de todos los coeficientes a cero,

excepto el intercepto. El valor de este índice oscila entre cero y uno, y cuanto mayor sea

el mismo, mejor es el modelo.

0lnL

Una forma de medir la habilidad de predicción del modelo es mediante las tablas de

contingencia de clasificación de los aciertos y fallos del mismo. Por tanto, el valor

predicho de la variable dependiente se considerará igual a 1 siempre y cuando el valor

de la función de distribución sea mayor que un punto de corte ( ≥ ) y se

considerará igual a cero en caso contrario. Sobre la base de esta clasificación, se puede

construir la tabla siguiente:

y

F *F

ˆiy =1

F ≥ *F

ˆiy =0

F < *F

Total

iy = 1 Valores de 1

predichos

correctamente por

el modelo

Valores de 1

predichos

incorrectamente por

el modelo

iy = 0 Valores de 0

predichos

incorrectamente por

el modelo

Valores de 0

predichos

correctamente por

el modelo

Total Total de

observaciones

De tal forma, el porcentaje de estimaciones predichas correctamente es la suma del

número de valores de 1 y 0 predichos correctamente, dividido por el total de

observaciones. Otros indicadores de bondad de ajuste relacionados con esta matriz son

el producer’s accuracy y el user’s accuracy. El primero hace referencia al cociente

entre el número de observaciones de cada clase correctamente clasificada y el número

36

total que pertenecen a esta clase. El segundo se calcula como el cociente entre el

número de observaciones correctamente clasificadas en una clase dada y el número total

de observaciones clasificadas en esa clase10. Los valores de estos indicadores pueden

representarse gráficamente con el fin de determinar su calidad, colocando en un eje

cartesiano los valores de producer’s accuracy y user’s accuracy, tal como indica la

figura 2.1. De tal forma, aquellas clases con indicadores altos se situarán en el cuadrante

superior derecho, presentando mejores resultados de clasificación. El contrario ocurrirá

en el cuadrante inferior izquierdo, donde se situarán los indicadores bajos y la

clasificación para esa clase será peor. Resultados de bondad de ajuste intermedios se

encontrarán en el resto de los cuadrantes.

Figura 2.1: Clasificación de la bondad de ajuste en función de los valores de producer’s

accuracy y user’s accuracy

Resultados intermedios

Resultados peores

Resultados intermedios

Resultados mejores

1

User’s accuracy

0,5

0 0,5

Producer’s accuracy 1

Fuente: Elaboración propia.

El valor del punto de corte normalmente usado es 0,5, el cual se basa en una elección

arbitraria, por lo que en algunas ocasiones puede no ser un buen punto de corte. En el

caso de que la proporción de observaciones que tomen el valor 1 en la variable

*F

10 Ver Borghys et al (2005).

37

dicotómica sea mayor que la proporción de observaciones cuyo valor sea 0, fijar un

punto de corte de 0,5 puede ocasionar que la predicción sea inexacta para y=0. En este

caso, un punto de corte mayor sería más adecuado, con la finalidad de que las

predicciones de y=0 sean más frecuentes, con el coste de que, al aumentar también

se aumenta el número de veces en el que se clasifica incorrectamente y=1. En el caso de

que la proporción de valores 0 superen las de valores 1, reducir sería lo más

conveniente.

*F

*F

Un indicador que puede medir la capacidad de predecir correctamente del modelo es la

Kappa de Cohen, la cual toma un valor igual a 1 cuando el acuerdo es perfecto. Un

valor igual a 0 indica que el acuerdo no es mejor que el que se obtendría por azar.

Con el fin de efectuar la validación del modelo, se utiliza la técnica de validación

cruzada del K-Fold (Goutte, 1997; Williams, 2006). Esta técnica consiste en ordenar los

casos de la muestra aleatoriamente y dividirlos en K conjuntos iguales. De tal forma,

cada subconjunto K forma un subconjunto de generalización o test, y el resto de los

datos no pertenecientes a un subconjunto K dado constituye el grupo de entrenamiento.

Se estima el modelo en cada subconjunto de generalización, determinado por K, de tal

forma que se comparen entre ellos y se contraste la consistencia del modelo en función

de los datos y las variables utilizadas en el mismo. Por ello, el experimento se repite K

veces, por lo que todos los datos son utilizados en el test, pero cada uno de los datos se

incluye tan sólo una vez en cada conjunto K. Un ejemplo gráfico se presenta en la figura

2.2, suponiendo que K es igual a 3, donde el conjunto de datos se representa por el

rectángulo, y cada conjunto de generalización se resalta en sombreado. En este ejemplo

se debe repetir la estimación del modelo 3 veces con los datos del subconjunto de

generalización.

38

Figura 2.2: Ejemplo K-fold con K=3

Generalización

Estimación 1:

Estimación 2:

Estimación 3:

Fuente: Elaboración propia.

En este trabajo se aplica esta técnica tomando un valor de K igual a 10, realizando

estimaciones con los casos de cada subconjunto (el conjunto de generalización), y

evaluando el porcentaje de aciertos en cada uno de los subconjuntos y la significatividad

de las variables. Se escoge un valor de K igual a 10, ya que, de acuerdo con Williams

(2006), a pesar de que valores más altos de K son más exigentes, elegir un valor igual a

10 proporciona resultados suficientemente satisfactorios.

2.4. Reflexiones finales

• El objetivo de este estudio consiste en identificar las características de los

hogares vulnerables que se beneficiarán de la liberalización agrícola del CAFTA

en Guatemala, y de los hogares vulnerables que se perjudicarán de la misma. El

mismo complementa al de otros trabajos que valoran el posible impacto del

CAFTA en la población más desfavorecida, aportando además distintas claves

para la formulación de políticas encaminadas a disminuir los impactos negativos

y maximizar los impactos positivos.

• Con el fin de llevar a cabo este objetivo se recurre a una amplia revisión

bibliográfica, así como al análisis de datos secundarios y datos primarios. Los

datos primarios se obtuvieron a partir de un trabajo de campo realizado en el

Altiplano de Guatemala.

• Para el análisis de los datos cuantitativos, se utiliza un modelo probit.

39

2.5. Bibliografía

BORGHYS, D., YVINEC, Y., PERNEEL, C., PIZURICA, A. AND PHILIPS, W, 2005.

Supervised feature-based classification of multi-channel SAR images. Pattern

Recognition Letters, 27, 252-258.

DE JANVRY, A., SADOULET E., AND GORDILLO DE ANDA G., 1995. NAFTA

and Mexico’s Maize Producers. World Development, 23 (8), 1349-1362.

GOLDÍN, L., 2003. Procesos globales en el campo de Guatemala: Opciones

económicas y transformaciones ideológicas. Guatemala: FLACSO Guatemala.

GOUTTE, C. 1997. Note on free lunches and cross-validation. Neural Computation, 9,

1211-1215.

GREENE, W. H., 1993. Econometric analysis. 2nd Ed. New Jersey: Prentice Hall

International.

GUARDIOLA, J., 2005. El impacto del CAFTA en la seguridad alimentaria y

nutricional de Guatemala: Revisión bibliográfica comentada. Documento de Trabajo

FAO Guatemala, Mayo.

GUJARATI, D.N., 1997. Econometría básica. Santafé de Bogotá: McGraw-Hill.

HOSMER, D.W. AND LEMESHOW, S., 1989. Applied logistic regression. New York:

John Wiley and Sons.

MBATA, J.N., 2001. Determinants of animal traction adoption in traditional

agriculture: an application of the multivariate probit procedure to the case of Lesotho.

Development Southern Africa, 18(3), 309-325

40

MELLOR, J.W., 2003. CAFTA, agriculture and poverty reduction in Guatemala:

opportunities, problems and policies. Guatemala-CAP income generation activities

project. Ciudad de Guatemala: USAID.

MONGE-GONZÁLEZ, R., LORIA-SAGOT, M. Y GONZÁLEZ-VEGA, C., 2003.

Retos y oportunidades para los sectores agropecuario y agroindustrial de Centro

América ante un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Washington D.C.:

World Bank.

PINDYCK, R.S. AND RUBINFELD, D.L., 2001. Econometría: Modelos y pronósticos.

Ciudad de México: McGraw-Hill.

PMA-MAGA, 2002. Cartografía y análisis de la vulnerabilidad e al inseguridad

alimentaria en Guatemala. Ciudad de Guatemala: PMA-MAGA.

PÖRTNER, C., 2003. Expected impacts of CAFTA in Guatemala. Washington D.C.:

World Bank.

VAKIS, R. 2002. Guatemala: Livelihoods, Labor Markets, and Rural Poverty.

Background paper for Guatemala Poverty Assessment (GUAPA). Washington D.C.:

World Bank.

VON BRAUN, J., HOTCHKISS D. AND IMMINK M., 1989. Nontraditional export

crops in Guatemala: Effects on production, income, and nutrition. Research Report 73.

Washington D.C.: IFPRI.

WILLIAMS, G., 2006. Data mining: Desktop survival guide.

http://www.togaware.com/datamining/survivor/

WORLD BANK, 2004. La pobreza en Guatemala. Washington D.C.: World Bank.

41

Capítulo 3. El modelo de desarrollo agrícola

centroamericano y el CAFTA

3.1. Presentación

En los objetivos expuestos en el capítulo anterior se resalta como subobjetivo la

exposición del modelo de desarrollo en Guatemala y la liberalización agrícola producida

por el CAFTA. Esto permite crear un marco a nivel macro que permite comprender los

resultados alcanzados desde un punto de vista global.

Dentro del modelo de desarrollo de Centroamérica11, merece una especial atención el

proceso de integración económica. Este proceso ha constituido una pieza clave en el

desarrollo centroamericano desde sus inicios hasta la actualidad. Por esta razón y las

expuestas a continuación en esta presentación, se considera en este trabajo que la

consolidación de la integración centroamericana actúa como motor de desarrollo para

los países centroamericanos ante la globalización. En este sentido, Solís (2000) dice al

respecto:

La integración no es una opción –es imprescindible– para el futuro de

Centroamérica. No es concebible que Centroamérica pueda ser exitosa en

el nuevo siglo si carece de unidad

y continúa, afirmando:

Ubicada entre un agresivo y exitoso mercado integrado de Norteamérica y

un MERCOSUR en expansión, Centroamérica debe integrarse como

11 En este trabajo, se entiende Centroamérica como el conjunto de países que integraron en un principio el

sistema de integración centroamericana: Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

42

bloque regional si quiere aprovechar con ventaja las oportunidades de la

globalización de los mercados y sobrevivir en un mundo de creciente

competencia geopolítica.

En un contexto mundial donde prima el regionalismo abierto, la integración se articula

como un instrumento necesario para el desarrollo de los países. En una línea similar,

Rosenthal (2005) interpreta la integración centroamericana como un instrumento de

desarrollo al afirmar que

la integración económica no es un fin en sí, sino que un instrumento para

coadyuvar en promover el desarrollo y el bienestar de los países

miembros que participan en el proceso.

Caldentey (2001) añade más énfasis a la utilidad de la integración para el desarrollo al

constatar que:

En definitiva, la diferencia parte de concebir la integración, no como un

instrumento para la liberalización sino como un instrumento para el

desarrollo humano y sostenible, que en los países empobrecidos pasa por

la transformación de determinados condicionantes estructurales que lo

impiden.

Por ello, la integración centroamericana, como parte del modelo de desarrollo de la

región y en el contexto actual de regionalismo abierto, es necesaria y útil para el

desarrollo de Centroamérica con el fin de combatir el gran problema de pobreza y

desnutrición de cada uno de los países. Siendo el sector agrícola de gran importancia

para la población pobre, el desarrollo del mismo es indispensable. En este sentido, el

CAFTA tendrá distintas implicaciones sobre el proceso de integración centroamericana

y por tanto en el modelo de desarrollo de sus países integrantes.

El objetivo de este capítulo consiste en exponer diversas consideraciones e influencias

del modelo de desarrollo, el proceso de integración regional y la liberalización agrícola

producida por el tratado de libre comercio CAFTA en el sector agrícola

centroamericano, con el fin de crear un marco general en el que se ubiquen los

43

resultados de este estudio. El análisis se realiza a nivel centroamericano, debido a los

numerosos elementos en común entre Guatemala y el resto de países del istmo en los

temas a tratar en este capítulo. Por tanto, la siguiente exposición proporciona un marco

de referencia para comprender la ubicación del CAFTA en el desarrollo agrícola de

Guatemala, en el contexto de la integración centroamericana.

3.2. El desarrollo agrícola de Centroamérica en el marco de la

integración centroamericana y la reducción de la pobreza

Actualmente, las cifras de pobreza y desnutrición en Centroamérica siguen siendo muy

desalentadoras. A pesar de los esfuerzos de organismos internacionales y los cambios en

el modelo de desarrollo, en el istmo centroamericano este problema permanece

pendiente en las agendas políticas de los países, y persiste a pesar del esfuerzo de la

ayuda internacional en los últimos años y del impulso del comercio internacional en el

marco del nuevo modelo de desarrollo (PNUD, 2005). En cuando al cambio en el

modelo de desarrollo, conviene destacar el paso de un modelo intervensionista y

proteccionista (sustitución de importaciones) a uno menos intervensionista y más

orientado al mercado (promoción de exportaciones). La crítica mayor de la sustitución

de importaciones es que afecta a los hogares agrícolas al reducir su capacidad de

compra de productos manufacturados, ya que la protección de la industria eleva los

precios internos por encima de los precios mundiales (Weeks, 1999). En este sentido,

las recomendaciones generales hacia los gobiernos centroamericanos por instituciones

como el Banco Mundial, con el objetivo de favorecer el desarrollo y reducir la pobreza,

fueron encaminadas hacia este cambio de modelo. Sin embargo, a pesar de sus

defendidos beneficios, existe un efecto negativo a tener en cuenta, y es el perjuicio a los

productores locales ocasionado por competir con mercancías más baratas provenientes

del extranjero.

En el caso de países en vías de desarrollo como los centroamericanos, donde el acceso a

las oportunidades de mercado y las medidas de compensación estatales no están lo

suficientemente desarrolladas, el sector agrícola toma un papel fundamental en el

desarrollo de la población más desfavorecida. El modelo de desarrollo mundial tuvo una

44

influencia crucial en la evolución de este sector, aunque el efecto en las tasas de pobreza

es ambiguo. En este contexto, se revisa en los siguientes apartados la evolución del

sector agrícola en el marco del desarrollo centroamericano y la influencia del mismo en

la pobreza.

3.2.1. Evolución del sector agrícola en torno a la integración regional y al

modelo de desarrollo

El proceso histórico del Mercado Común Centroamericano (MCCA) se puede dividir en

dos fases, en función de los modelos de desarrollo a nivel mundial, los cuales se basan

en la naturaleza de los acuerdos comerciales: un regionalismo cerrado, caracterizado por

la sustitución de importaciones con el fin de proteger el desarrollo (sobre todo

industrial) de las economías, y un regionalismo abierto, caracterizado por la promoción

de exportaciones con el fin de impulsar las ventas al exterior como motor de

crecimiento.

De acuerdo con CEPAL (1994), el regionalismo cerrado se caracteriza por la protección

arancelaria de las exportaciones al exterior, situando el punto de mira de los esfuerzos

de especialización y competitividad hacia dentro de los países que llevan a cabo el

esfuerzo de integración. Por otro lado, el regionalismo abierto tiene como objetivo

vincular los esfuerzos internos de integración con políticas destinadas a la inserción en

los mercados internacionales. Por ello, bajo el esquema de regionalismo abierto se parte

de la premisa de que la inserción internacional y la integración regional deben estar

orientadas al logro de la competitividad internacional, y que ambas pueden ser parte de

un mismo proceso.

Estos dos modelos tuvieron una destacable influencia en el MCCA, el cual surge en el

marco del regionalismo cerrado en 1960, con la firma del Tratado General de

Integración Económica Centroamericana12. La estrategia en torno al MCCA consistió en

12 El fenómeno de integración regional fue generalizado en América Latina en este marco. Destacan en

este período además la fundación del Área de Libre Comercio de Latinoamérica-ALCA (1960) el Pacto

45

aprovechar las ventajas comparativas de cada país y fortalecer la región para que pueda

ser más competitiva en el exterior. Desde el punto de vista económico, el objetivo del

MCCA era lograr la industrialización de la región y lograr la especialización por

sectores y las economías de escala. El instrumento fundamental para este fin fue la

adopción del compromiso de crear un arancel externo común con el exterior y un

arancel cero entre los países firmantes. En este sentido, la falta de acuerdos de este

tratado en lo relativo a libre circulación de mano de obra y capital, caracterizan a este

compromiso de integración como una unión aduanera más que como un mercado

común13.

Mapa 3.1: Países integrantes del MCCA

Costa Rica

Guatemala

Honduras

Nicaragua

El Salvador

Fuente: Elaboración propia.

Andino (1969) y la Comunidad y Mercado Común del Caribe-CARICOM (1973). Información adicional

general sobre estos acuerdos puede encontrarse en Schiff y Winters (2004). 13 Una unión aduanera es un acuerdo entre países entre los que existe libre comercio, y cuentan con un

arancel externo común hacia las importaciones del exterior. El mercado común incluye estos elementos

más la libre circulación de la fuerza de trabajo y el capital.

46

El Tratado General de Integración Económica Centroamericana no incorporó

compromisos relevantes para impulsar una política agropecuaria en el marco de la

integración regional, pasando el sector agrícola a un segundo plano con respecto al

industrial. La importancia social y política del sector agrícola en cada uno de los países

provocó que los gobiernos centroamericanos le dieran a este sector una importancia

marginal, desviando así desde los inicios de la integración centroamericana las

necesidades del sector agropecuario14.

Como primera iniciativa para tener en cuenta el sector agrícola, se firmó en 1965 el

Protocolo Especial sobre Granos Básicos o Protocolo de Limón, que pretendía asegurar

el libre comercio intrarregional de los granos básicos y coordinar la producción y el

comercio de éstos a nivel regional. Sin embargo, en lo relativo a los acuerdos de libre

comercio intrarregional de productos agrícolas, no se llevó a cabo en la práctica, debido

a la imposición de barreras no arancelarias al comercio de alimentos por parte de cada

uno de los países.

Con la vigencia del regionalismo abierto y la influencia del mismo en los países

centroamericanos15, se produjo un punto de inflexión para la agricultura, dotándose de

mayor importancia a este sector y reconociendo la importancia estratégica del mismo

para el desarrollo regional. Un ejemplo de estos nuevos esfuerzos fue la aprobación en

1991 del Plan de Acción para la Agricultura Centroamericana (PAC). En este Plan se

reconocía por primera vez el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de la

población, además de impulsar la producción regional y el comercio intrarregional. El

PAC además perseguía la consolidación de la liberalización comercial entre los países,

aunque este compromiso se debilitó una vez más por el establecimiento de las barreras

arancelarias entre éstos. En cuanto al arancel externo común, el acuerdo de libre

comercio entre Costa Rica y México de 1995 y la iniciativa salvadoreña de

liberalización comercial de este mismo año erosionaron este objetivo, no sólo a nivel

agropecuario, sino también industrial. En este mismo año se adquirieron compromisos

multilaterales en el marco de la Ronda de Uruguay que alentaron la disminución 14 Una detallada revisión sobre la evolución del sector industrial y agropecuario en el marco de los

compromisos de integración se encuentra en Rueda-Junquera (1999) capítulos 2 y 3 respectivamente. 15 Costa Rica y Guatemala adoptaron el nuevo modelo a mediados de los 80, mientras que el resto de los

países centroamericanos lo adoptaron a principios de la década de los 90, de acuerdo con Weeks (1999).

47

arancelaria. Estos compromisos estuvieron relacionados con el nuevo papel de la

agricultura a nivel mundial.

Después de que el sector estuviese exento de las disciplinas del Acuerdo General sobre

Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en inglés) desde su fundación

en 1947, se firmó el Acuerdo de Agricultura (AoA) en 1994, producto de las

negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Uruguay. El AoA pretendía

reducir las barreras arancelarias y no arancelarias con varios objetivos, entre los que

figura la intención de que las exportaciones de los productos agrícolas gozaran de mejor

acceso16. Los países centroamericanos se incorporaron al GATT en la primera mitad de

los 9017, lo que les llevó a adoptar el compromiso de reducir sus aranceles durante el

período 1995-2004, así como eliminar las barreras no arancelarias y reducir las

subvenciones a la producción y a la exportación.

Como resultado de los procesos de desgravación, el arancel promedio nominal de todos

los productos pasó del 20% a finales de los 80, a situarse entre el 5 y el 8% en el año

2000 (Lavarreda et al, 2004). Con el fin de lograr la unión aduanera, en el año 1996 se

estableció un arancel externo común con el compromiso de cada país de converger

gradualmente, y en 2002 se formuló el Plan de Acción Económico de Centroamérica

con el objetivo de lograr en el 2003 unas ambiciosas metas entre las que se encuentran

la libre movilidad de bienes y servicios en la región y la eliminación de los puestos

fronterizos entre los países18. En la actualidad, estas metas no han sido alcanzadas, y la

consolidación de la integración centroamericana queda pendiente en la agenda de los

gobiernos centroamericanos.

16 Una revisión de la historia de las negociaciones agrícolas en el contexto del GATT y la Organización

Mundial del Comercio (OMC) puede encontrarse en Ingco and Nash (2004), capítulo 2. Una discusión

sobre el efecto en el desarrollo humano de los acuerdos alcanzados y la agenda a seguir en las futuras

negociaciones de la OMC se encuentra en PNUD (2003). La OMC se crea el 1 de enero de 1995 tras los

acuerdos alcanzados en la Ronda Uruguay, como heredera institucional del GATT. 17 La excepción es Nicaragua, que es miembro del Acuerdo desde 1950. 18 Ver SG-SICA (2004) apéndice II-2 p 82 para una lista de los logros en materia de unión aduanera en el

istmo.

48

3.2.2. Influencia del nuevo modelo de desarrollo en la agricultura y la

pobreza

La sustitución a mediados de los años 80 del viejo modelo intervensionista con una

estrategia orientada hacia el interior, por un modelo orientado hacia la apertura que

dotase de poder a las fuerzas del mercado en los procesos de integración, generó una

influencia de carácter económico y social en los países en desarrollo, así como en sus

políticas a nivel nacional e internacional.

En cuanto al papel distributivo del ingreso que pueda ejercer la liberalización en

general, y más específicamente el efecto en la pobreza, no existen evidencias directas

para afirmar que la liberalización puede reducir o aumentar la pobreza19. Sin embargo,

se puede afirmar que la liberalización incrementa las fuentes de riesgo de los hogares

vulnerables al depender en mayor medida las economías locales de los mercados

internacionales20. Esta circunstancia produce un efecto negativo en la seguridad

alimentaria si la liberalización afecta directamente sus actividades económicas. Por otro

lado, la reducción arancelaria puede motivar la disminución del precio de algunos

alimentos básicos, lo cual puede ser beneficioso para los hogares compradores de los

mismos al acceder a ellos a un coste económico menor, y mejorar la seguridad

alimentaria.

En Centroamérica, la importancia del sector agrícola como medio de subsistencia de la

población pobre fue un motivo por el que políticamente no se reguló este sector,

dándole un mayor protagonismo al sector industrial. La regulación de este sector

constaba de implicaciones políticas demasiado sensibles. Sin embargo, en el marco del

nuevo modelo mundial, y con la influencia de los acuerdos adoptados en el seno de la

OMC, la tendencia ha influido también en el istmo centroamericano, fomentando así la

apertura agrícola al exterior.

19 Ver Winters et al (2004) para una revisión del efecto de la liberalización en la pobreza y Birdsall et al

(2005) para una revisión de los ejemplos exitosos de liberalización en el desarrollo y las medidas a llevar

a cabo para alentar el mismo. 20 Ver por ejemplo te Velde (2004).

49

Es de destacar la escasez de trabajos empíricos sobre el efecto de la liberalización en la

pobreza y el sector agrícola en el istmo. Los resultados de una simulación contrafactual

realizada por Fuentes y Hernany (2000) sobre los cambios ocurridos en la estructura del

mercado laboral en dos puntos del tiempo, uno en el período pre-liberalización (1989) y

otro en el período post-liberalización (1998-99), indican que la pobreza sería mayor en

seis puntos en el nivel post-liberalización si los parámetros laborales se hubiesen

mantenido con respecto al período anterior. Asimismo, si la liberalización no hubiese

ocurrido, los niveles de desigualdad de ingresos serían mayores en dos puntos del índice

de Gini de acuerdo con la estimación de los autores. En estos resultados hay que tener

en cuenta que los autores asumieron que la totalidad de cambios en los niveles de

participación y salarios fueron consecuencia de la liberalización. Asimismo, se debe

tener en cuenta que entre ambos períodos, la pobreza decreció del 63 al 59%, efecto

impulsado principalmente por los procesos de urbanización y las disminuciones de esta

tasa producidas en este área. La pobreza rural, sin embargo, permaneció inalterada.

De acuerdo con Weeks (1999), las medidas liberalizadoras realizadas durante las

décadas de los 80 y 90 no han generado mayores rendimientos en las exportaciones

agrícolas, debido probablemente a la tendencia de los precios mundiales de los

productos más comercializados en la región. En el istmo centroamericano, los precios

relativos se movieron a favor de la agricultura en el período de sustitución de

importaciones, dándose el efecto contrario en el período de promoción de

exportaciones21. En este sentido, el autor demuestra que durante los años de

liberalización se produjo una disminución significativa de seis puntos en las

exportaciones agrícolas netas de Centroamérica. Asimismo, la disminución de los

precios internacionales de los bienes agrícolas importables más destacados (maíz, frijol,

arroz y trigo) generaron desincentivos para los productores de la región. Por tanto,

basándose en a la evidencia empírica disponible, no se puede realizar una afirmación

consistente en lo relativo al efecto positivo o negativo de la liberalización sobre las tasas

de pobreza.

21 Honduras es la excepción a esta tendencia. La explicación de esta tendencia, de acuerdo con el autor, es

que en el período de sustitución de importaciones se realizó un énfasis en el procesamiento de inputs

agrícolas como el café y el algodón.

50

3.3. El tratado de libre comercio CAFTA en el modelo de desarrollo

agrícola y sus implicaciones para Centroamérica

El Tratado de Libre Comercio de Centroamérica se negoció a lo largo del 2003 en

diferentes rondas, celebradas alternativamente en distintas ciudades de los países

involucrados (Costa Rica, El Salvador, EEUU, Guatemala, Honduras y Nicaragua)22. En

estas reuniones se definió el texto del tratado, en el cual se recogían los acuerdos

alcanzados entre los países centroamericanos y EEUU, así como la desgravación

arancelaria negociada individualmente con EEUU por cada uno de los países.

Posteriormente, se dio publicidad del mismo en febrero de 2004, y se aprobó el 27 de

mayo de este mismo año. A finales de 2004 el tratado fue ratificado por El Salvador y

Guatemala, y durante el 2005 por Honduras, Nicaragua y República Dominicana.

El texto del CAFTA se divide en 22 capítulos23. Es de destacar la falta de un capítulo

sobre agricultura, dándole a la misma un trato colateral a lo largo del tratado. Sin

embargo, a diferencia de la falta de formulación normativa en torno a la agricultura en

la fase inicial del MCCA, las relaciones comerciales entre EEUU y cada uno de los

países centroamericanos en este sentido fueron detalladamente reguladas. Esta

regulación se efectuó en cuanto a la naturaleza de desgravación de cada producto,

introduciendo además disposiciones sobre las reglas de origen y las medidas sanitarias y

fitosanitarias.

3.3.1. Importancia del CAFTA para Centroamérica

EEUU es el principal socio comercial de cada uno de los países centroamericanos. En el

año 2003, las exportaciones agropecuarias y agroindustriales hacia este país supusieron

el 40% de todas las exportaciones realizadas en esta categoría por el MCCA. Además,

22 República Dominicana se incorporó a las negociaciones en agosto de 2004, cuando los países del istmo

alcanzaron un acuerdo con los EEUU 23 Los capítulos del CAFTA se presenta en el anexo 5 tabla A.5 de este trabajo.

51

un 38% de las exportaciones totales del istmo fueron a parar a este país24. Es de destacar

que tanto las exportaciones agropecuarias y agroindustriales como las totales dirigidas a

los EEUU superan a las realizadas dentro de la región, por lo que la importancia

comercial de EEUU para Centroamérica es destacable. Sin embargo, la importancia de

Centroamérica como socio comercial es menor para EEUU, ya que este país exportó en

el 2003 el 1,5% de sus exportaciones totales. Por otro lado, de las compras

agropecuarias y agroindustriales que el MCCA efectuó en el 2003, el 40,0% procedían

de los EEUU (tabla 3.1).

Tabla 3.1: Importancia del comercio entre EEUU y los países del MCCA y entre los

países del MCCA y el resto del istmo para el año 2003

Porcentaje de exportaciones de cada

uno de los países hacia EEUU O

MCCA a/

Porcentaje de importaciones de los

EEUU O MCCA procedentes de cada

uno de los países b/

Agropecuario y

agroindustrial d/

Total Agropecuario y

agroindustrial

Total

EEUU Resto

MCCA

EEUU Resto

MCCA

EEUU Resto

MCCA

EEUU Resto

MCCA

Costa Rica 43,20% 12,57% 44,39% 13,34% 1,29% 7,96% 0,20% 3,30%

El Salvador 25,50% 49,15% 19,12% 59,94% 0,17% 7,09% 0,02% 3,21%

Guatemala 38,44% 23,04% 29,93% 38,22% 0,78% 9,85% 0,06% 4,30%

Honduras c/ 48,09% 22,24% 46,32% 32,35% 0,44% 4,32% 0,03% 1,33%

Nicaragua 33,07% 36,10% 31,84% 41,13% 0,24% 5,52% 0,01% 1,03%

MCCA 39,86% 22,38% 37,69% 27,45% 2,93% 34,73% 0,32% 13,16%

EEUU - 2,08% - 1,50% - 40,02% - 41,67%a/ sobre el total de exportaciones de cada país en cada categoría.

b/ sobre el total de importaciones de EEUU o el resto del MCCA en cada categoría.

c/ Datos del 2002.

d/ Agropecuario y agroindustrial: Porcentaje calculado a partir de los capítulos del 1 al 24 del SAC.

Fuente: Ángel y Hernández (2004) a partir de la base de datos de SIECA y US International Trade

Comission.

24 Ver http://www.cafta.sieca.org.gt para más información sobre la relación comercial entre EEUU y el

istmo centroamericano.

52

Entre las razones por las que Centroamérica suscribió el tratado, destaca la intención de

dotar de una mayor consistencia a las preferencias comerciales recogidas en la Iniciativa

de la Cuenca del Caribe (CBI por sus siglas en inglés) y reducir la incertidumbre en

cuanto al acceso a este mercado (Salazar-Xirinachs, 2003). Por tanto, el CAFTA

consolida las exportaciones regionales actuales, y abre una vía para incrementarlas. Por

ello, el tratado favorece positivamente las exportaciones centroamericanas en EEUU de

ciertos productos agrícolas que gozan de ventajas comparativas en este país25. La

comercialización de estos productos, tal como se argumenta en el capítulo siguiente,

puede servir de motor de crecimiento de los hogares del área rural.

La Ley para la Recuperación de las Economías de la Cuenca del Caribe otorgaba un

tratamiento preferencial a la mayoría de las importaciones provenientes de

Centroamérica, con un período de vigencia de 12 años. Luego, en el año 2000, fue

extendida cinco años más26 hasta el año 2008 (Monge-González et al, 2003). Esta

extensión vino impulsada por el temor de los países centroamericanos a una desviación

de comercio hacia las importaciones procedentes de México, las cuales gozaban de un

tratamiento preferencial debido a la entrada en vigor del NAFTA en 1994. Las

exportaciones de Centroamérica hacia los EE.UU se han visto beneficiadas por el

Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) desde la Ronda de Uruguay.

Las concesiones del CAFTA son de carácter multilateral, otorgando también los países

centroamericanos derechos a las importaciones procedentes de EEUU Por ello, este

tratado impulsa el ritmo de liberalización comercial de estos países. Si bien este ritmo es

gradual, es distinto para cada país, estableciendo categorías de desgravación

arancelarias para los bienes, las cuales se incluyen en el anexo 5 (tabla A.6).

En cuanto a la velocidad de desgravación, de acuerdo con los cálculos efectuados por

Cabrera y Fuentes (2004), el mayor patrón de desgravación arancelaria corresponde a El

Salvador y Guatemala, un patrón intermedio para Honduras y Nicaragua y uno más

lento para Costa Rica. A partir del primer año en el que el CAFTA entre en vigencia, el

25 Monge-González et al (2003) recoge una lista de productos con ventajas comparativas (shopping list)

en EEUU para cada uno de los países centroamericanos. 26 Ley de Comercio y Desarrollo HR 1594 (NAFTA parity).

53

67% de todos los productos agrícolas de Guatemala gozarán de libre entrada inmediata

en el marco del CAFTA, el cual es el mayor porcentaje de los países centroamericanos,

seguido de El Salvador con un 61%. El nivel previo de liberalización de partidas

agrícolas de ambos países era del 24%. Estos autores indican además que estos dos

países habrán liberalizado prácticamente la totalidad de los productos agrícolas para el

año 15 a partir de la vigencia del tratado, mientras que el resto de países mantendrá

protegidos entre el 2% y el 3% de sus partidas agrícolas hasta el año 20.

Existen algunos trabajos de investigación que simulan cuantitativamente el impacto de

la implementación del CAFTA en las economías del istmo, obteniendo resultados

alentadores. Naranjo (2003), partiendo de la hipótesis de que los efectos del CAFTA

sobre la región serían análogos a los del Tratado de Libre Comercio de América del

Norte27 (NAFTA) para México, estimó un posible incremento del PIB en un escenario

positivo (excesivamente optimista) entre el 5,7% y el 7,0%, y en un escenario más

realista, un incremento entre el 0,4% y el 0,5%. Hinojosa (2003) estima que los efectos

dinámicos del CAFTA varían entre el 1% y el 3% del PIB a través de un modelo

computable de equilibrio general. Éstos prevén una influencia positiva en el crecimiento

del PIB de cada país, aunque no excesivamente elevada. Sin embargo, conviene advertir

que los resultados anteriores cuentan con el problema de que parten de supuestos

restrictivos y de datos obsoletos, además de que los resultados son agregados y no

distribuíbles en el tiempo. Con respecto al impacto del CAFTA en la pobreza, existen

escasos estudios en este sentido. En los pocos existentes, por lo general de corte

cualitativo (Alianza Social Continental, 2004; CONGCOOP; 2004), se considera por lo

general una influencia nula o negativa.

Según cálculos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)28,

la pérdida de ingreso fiscal por la reducción arancelaria del CAFTA y otros impuestos

indirectos será más importante precisamente para los países que liberalizan más

rápidamente (el Salvador y Guatemala), cuya pérdida de ingreso se ve superada tan sólo

por Honduras. En el primer año, la pérdida para el Salvador será del 0,38% del PIB, y

para Guatemala y Honduras del 0,43% y 0,82% respectivamente. Estos niveles de

27 Firmado en 1994 por Canadá, EEUU y México. 28 CEPAL (2004).

54

pérdida se incrementan ligeramente hasta el año 19 de implementación del tratado, por

lo que la liberalización reduce de forma sustanciosa la recaudación impositiva por parte

de cada gobierno.

3.3.2. Productos considerados como sensibles en el CAFTA

En las negociaciones del tratado llevadas a cabo durante el año 2003 se tuvieron en

especial consideración los productos sensibles para la agricultura de cada país

centroamericano. Estos productos son aquéllos importantes en el consumo y la

producción de la población, con gran relevancia económica, social y de seguridad

alimentaria más que comercial. Para estos productos, cada país negoció una serie de

medidas proteccionistas (cuotas, salvaguardias, largos periodos de desgravación) de

acuerdo con la importancia de cada producto en cada país. Los productos sensibles son

maíz blanco, maíz amarillo, arroz, frijol, carne de pollo, carne de bovino, carne de cerdo

y productos lácteos29.

La justificación de estas medidas se basa en el objetivo de protegerlos de una posible

avalancha de importaciones. Una liberalización inmediata podría propiciar que las

importaciones de estos productos alcanzasen un nivel muy elevado y empujasen sus

precios hacia abajo, dañando la producción local con el consiguiente impacto

económico y social.

La negociación de cuotas y salvaguardias fueron llevadas a cabo individualmente por

cada país centroamericano con EEUU para cada producto considerado como sensible en

cada país. Las importaciones por debajo de estas cuotas entrarán en cada país libres de

arancel, mientras que las cantidades por encima deberán pagar un arancel, también

negociado en el tratado. Estas cuotas fueron establecidas generalmente con base en el

promedio de importaciones recientes provenientes de EEUU, y crecerán gradualmente

en el tiempo, de acuerdo con un esquema previamente negociado hasta su completa

desaparición. Las salvaguardias fueron negociadas sólo por algunos países para algunos

29Para mayor información sobre los acuerdos alcanzados en el CAFTA en estos productos ver

CEPAL(2004) y Benavides (2004).

55

productos. Éstas son medidas de bloqueo de importaciones, en caso de que la

producción local del producto se vea seriamente amenazada por la gran cantidad de

importaciones, a pesar del carácter restrictivo de la cuota. Los volúmenes de

salvaguardia se establecieron generalmente como porcentaje de esa cuota.

Sin embargo, a pesar del establecimiento de estas cuotas, en muchos casos el acceso al

mercado de algunos productos es completamente libre. Esto se debe a que en estos

casos las importaciones de estos productos procedentes de EEUU en los años pasados

son equivalentes, o incluso menores a la cuota negociada (CEPAL, 2004). Asimismo,

esta posibilidad de acceso libre aumenta con el paso de los años debido al incremento

gradual de la cuota.

3.3.3. El CAFTA y el MCCA. Un nuevo reto ante un proceso aún en

marcha

El paso de la filosofía de “regionalismo cerrado” a la de “regionalismo abierto”, modelo

más acorde con los cambios de mentalidad imperantes en la década de los 80, cambió

las premisas básicas por las que se articulaban los acuerdos comerciales regionales entre

países en vías de desarrollo. Por ello, los acuerdos regionales de integración bajo el

nuevo enfoque se caracterizan por un mayor compromiso para estimular el comercio

internacional más que para controlarlo, y una mayor apertura al exterior.

En este contexto, en la década de los 90 surgieron acuerdos de comercio entre países en

vías de desarrollo y países desarrollados. Uno de los más destacados es el NAFTA entre

Canadá, EEUU y México en 1994. También es digna de mención la iniciativa de crear

un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada principalmente por los

EEUU El CAFTA se articula por tanto en la filosofía del nuevo regionalismo, y se

adecúa a la estrategia imperante de creación de un área de libre comercio en América

Latina, así como en la normativa de la OMC.

Dentro de este modelo de desarrollo, existe el compromiso a nivel regional de fortalecer

la Unión Aduanera entre los países centroamericanos. Así lo indica el Marco General

56

para la Negociacion de la Union Aduanera en Centroamérica del 29 de junio del 2004.

En su visión indica lo siguiente:

Alcanzar de manera gradual y progresiva la Unión Aduanera, a efecto de

concretar esta etapa del proceso de integración centroamericana mediante

la coordinación, armonización y convergencia de las políticas económicas,

entre otras; considerando que la ampliación de los mercados nacionales, a

través de este proceso de integración, constituye un requisito necesario

para impulsar el desarrollo de la región.

Contemplando asimismo el siguiente objetivo fundamental:

Alcanzar el desarrollo económico y social equitativo y sostenible de los

países centroamericanos, que se traduzca en el bienestar de sus pueblos y el

crecimiento de todos los países miembros, mediante un proceso que permita

la transformación y modernización de sus estructuras productivas, sociales

y tecnológicas, eleve la competitividad y logre una reinserción eficiente y

dinámica de Centroamérica en la economía internacional.

Sin embargo, de cara al desarrollo regional, el MCCA se enfrenta a un reto importante:

La adecuación del CAFTA al mismo como instrumento y motor del desarrollo

equitativo. La razón principal es que el proceso de integración regional es todavía un

proceso inacabado, ya que se enfrenta a importantes retos30. Destaca, entre otros, la

ausencia de una voluntad política para completar el proceso de integración, problema

que se ha visto agravado a lo largo de su evolución por los conflictos bélicos en algunos

países del istmo. Por otro lado, las imperfecciones del MCCA a nivel institucional han

servido para frenar la eficiencia del mismo31.

Por otro lado, el tratado no fue diseñado expresamente como un instrumento de

desarrollo para los más desfavorecidos, ya que su contenido es producto de las distintas

30 Ver Solis (2000), para una reflexión sobre estos desafíos. 31 Para una revisión de los factores críticos a nivel institucional para el desarrollo del proceso de

integración centroamericana ver Caldentey (2004).

57

negociaciones realizadas por los países firmantes con los EEUU Asimismo, su

negociación careció de la participación adecuada de representantes de los sectores de

población más desfavorecidos, actuando como consultores de los negociadores grupos

con intereses comerciales en EEUU dotados de influencias. Esta circunstancia motivó

que estructuras de poder de cada uno de los países defendieran sus intereses

comerciales, con el riesgo de que éstos fuesen en detrimento de las necesidades globales

de la población.

Sobre el compromiso de integración económica, parte fundamental del modelo de

desarrollo, la introducción del CAFTA deja abierto otro interrogante: ¿Qué ocurre con

la iniciativa de integración centroamericana? Ya que la consolidación del MCCA es una

asignatura pendiente para los países firmantes desde los años 60, surge la preocupación

de cómo se puede consolidar el arancel externo común para el MCCA en el marco del

CAFTA y otros tratados de libre comercio. Éstos facultan el arancel cero al cabo de un

período de tiempo entre los países firmantes, minando así la propuesta de arancel cero

común. Debido al nuevo marco mundial de globalización, el objetivo de arancel externo

común se ha visto desvirtuado relativamente, y en este sentido el CAFTA contribuye a

la erosión del mismo, debido a la liberalización gradual de cada una de las partidas del

sistema armonizado centroamericano32.

En términos puramente comerciales, el CAFTA será beneficioso para el istmo

centroamericano cuando el acuerdo vaya orientado hacia una creación de comercio, en

detrimento a una desviación de comercio33. Sobre este punto de vista, es importante

señalar una disposición del tratado34, que señala que las normas del CAFTA tendrán

32 Hinojosa (2003) estima el impacto de la Unión Aduanera (adopción del arancel externo común de 1996

y eliminación de restricciones cuantitativas y cualitativas intrarregionales) en las economías del istmo,

obteniendo un coste de oportunidad promedio para la región del 0,5% del PIB. 33 Se entiende que un acuerdo fomenta una creación de comercio cuando permite que los productos más

baratos de los socios del bloque reemplacen una producción más costosa. El acuerdo produce una

desviación de comercio cuando sustituye las importaciones internas del bloque por las procedentes fuera

de este que eran más baratas cuando ambas partes estaban sometidas a aranceles iguales. Los conceptos

de creación de comercio y desviación de comercio fueron formulados por primera vez en Viner (1950). 34 El CAFTA dice textualmente: “Para mayor certeza, nada en este tratado impedirá a las partes

centroamericanas mantener sus instrumentos jurídicos de integración, o adoptar medidas para fortalecer

58

aplicabilidad en el comercio centroamericano en el marco del MCCA, por ello,

cualquier concesión extendida por EEUU a cada país puede ser aplicable entre los

países del istmo (Rosenthal, 2005). En este sentido, el fortalecimiento de las reglas de

origen es indispensable para que no se produzcan efectos de triangulación de comercio

entre países. Este punto es especialmente delicado para los bienes considerados como

sensibles en cuanto a su importancia alimentaria en los países.

Sin embargo, y siguiendo el trabajo de Rosenthal, el tratado puede reforzar la

integración centroamericana, ya que el mismo establece que en cuanto a desgravación

arancelaria, los países centroamericanos podrán otorgar un tratamiento arancelario

idéntico o incluso más favorable a una mercancía, según lo dispuesto en los

instrumentos jurídicos de integración centroamericana, siempre que se cumplan las

reglas de origen establecidas35.

3.4. Reflexiones finales

• La evidencia empírica en Centroamérica, concerniente al efecto de la

liberalización agrícola sobre la mejora en las tasas de pobreza, no ofrece

resultados lo suficientemente claros como para afirmar que el mismo sea de

carácter positivo o negativo. Sin embargo, se puede afirmar que la liberalización

incrementa las fuentes de riesgo de los hogares vulnerables al depender en

mayor medida las economías locales de los mercados internacionales. Esta

circunstancia supone un efecto negativo en la seguridad alimentaria si la

liberalización afecta directamente sus actividades económicas. Por otro lado, la

reducción arancelaria puede motivar la disminución de los precios de algunos

alimentos básicos, lo cual puede ser beneficioso para los hogares compradores

y profundizar estos instrumentos, siempre y cuando estos instrumentos y medidas no sean inconsistentes

con este tratado”. 35 El CAFTA dice: “Para mayor certeza, el párrafo 2 no impedirá a una parte centroamericana otorgar

un tratamiento arancelario idéntico o más favorable a una mercancía según lo dispuesto en los

instrumentos jurídicos de integración centroamericana, en la medida que la mercancía cumpla con las

reglas de origen contenidas en estos instrumentos”.

59

de los mismos al acceder a ellos a un coste económico menor, y de tal forma

mejorar su seguridad alimentaria.

• Las simulaciones realizadas por algunos trabajos sobre el impacto del CAFTA

en las economías centroamericanas indican resultados positivos. Sin embargo,

debe tenerse en cuenta la existencia de supuestos restrictivos y datos obsoletos

con los que estas estimaciones fueron realizadas. Por otro lado, estos resultados

están lejos de proporcionar una visión del posible efecto del CAFTA en la

pobreza de la región.

• El CAFTA consolida las preferencias unilaterales otorgadas por EEUU a los

países centroamericanos en la CBI. Por ello, el tratado reduce la incertidumbre

sobre la venta de productos, tanto agrícolas como industriales, con ventajas

comparativas en este país.

• Una serie de productos fueron considerados como sensibles por su importancia

socioeconómica en los países centroamericanos. Se les otorgó en la mayoría de

los casos una protección mayor y decreciente en el tiempo. Sin embargo, esta

protección es inefectiva, debido a la negociación de cuotas que se encuentran

por encima de las importaciones históricas en algunos casos.

• El proceso de integración centroamericano se encuentra inacabado, por lo que la

adaptación del CAFTA en el mismo plantea serios interrogantes. En este

sentido, los objetivos de consolidación del arancel cero en el comercio

intrarregional y la formulación de un arancel externo común se ven seriamente

desvirtuados por la implementación de este tratado.

• La consolidación de las reglas de origen es indispensable para evitar posibles

efectos de triangulación de comercio entre países centroamericanos.

60

3.5. Bibliografía

ALIANZA SOCIAL CONTINENTAL, 2004. Análisis crítico del texto oficial. Por qué

decimos NO al TLC. Bloque Popular Centroamericano y Alliance for Responsible

Trade.

ÁNGEL, A. Y HERNÁNDEZ, N., 2004. El impacto del DR-CAFTA sobre la

integración económica regional. El Salvador: Instituto Superior de Economía y

Administración de Empresas.

BENAVIDES, H., 2004. La agricultura en el CAFTA. InterCambio 2, pp 2-12.

BIRDSALL, N, RODRIK, D. AND SUBRAMANIAN, A, 2005. If Rich Governments

Really Cared About Development. http://www.ictsd.org/dlogue/2005-07-

01/Docs/RODRIK-BRIDSALL_SUBRAMANIAN_what-rich-can-do_April2005.pdf

CALDENTEY, P., 2001. ¿Cuánto pierde CA sin la integración? Confidencial.

Semanario de informacion y análisis, 236.

CALDENTEY, P., 2003. Organización y funcionamiento institucional del SICA: La

integración centroamericana frente al reto institucional. Informe de consultoría,

Proyecto SE-SICA/CEPAL.

CEPAL, 1994. El regionalismo abierto en América Latina y el Caribe. La integración

económica al servicio de la transformación productiva con equidad. Santiago de Chile:

CEPAL.

CEPAL, 2004. Centroamérica: resultados de las negociaciones en el CAFTA sobre

productos agropecuarios sensibles. México D.F.: CEPAL.

CONGCOOP, 2004. La economía campesina en el contexto de la apertura comercial en

Guatemala: Una aproximación después de la firma del TLC RD-CAUSA. Ciudad de

Guatemala: CONGCOOP.

61

FUENTES, J. A. Y HERNANY, W., 2000. Apertura pobreza y desigualdad:

Guatemala. En Liberalización, Desigualdad y Pobreza: América Latina y el Caribe en

los 90. Enrique Ganuza, Ricardo Paes de Barros, Lance Taylor, Rob Vos (Ed).

GUARDIOLA, 2005. El Impacto del tratado de libre comercio CAFTA en la seguridad

alimentaria y nutricional de Centroamérica. Conferencia impartida en la Maestría de

Gerencia de lo Social. Nicaragua, 7 de mayo de 2005.

HINOJOSA, R., 2003. Regional integration among the unequal. A CGE model of

Central American policy responses to CAFTA Informe de consultoría, Proyecto SE-

SICA/CEPAL.

INGCO, M. D. AND NASH, J. D. (Ed), 2004. Agriculture and the Wto: Creating a

Trading System for Development. Washington D. C.: The World Bank.

LAVARREDA, J., PIEPER, R. Y DÍAZ, G., 2004. Liberalización comercial en

Centroamérica: un análisis de las distintas estrategias. Centro de Investigaciones

Económicas Nacionales doc-01436.

MINISTERIO DE ECONOMÍA DE EL SALVADOR, 2004. Texto del CAFTA.

http://www.minec.gob.sv/default.asp?id=84&mnu=70

MONGE-GONZÁLEZ, R., LORIA-SAGOT, M. Y GONZÁLEZ-VEGA, C., 2003.

Retos y oportunidades para los sectores agropecuario y agroindustrial de Centro

América ante un tratado de libre comercio con los Estados Unidos. Washington D.C.:

World Bank.

NARANJO, F., 2003. Principales efectos macroeconómico para Centroamérica de un

tratado de libre comercio con los Estados Unidos de América. Informe de consultoría,

Proyecto SE-SICA/CEPAL.

62

PAUNOVIC, I., 2004. The United States-Central America Free Trade Agreement:

fiscal implications for the Central American countries. Mexico D.F.: Economic

Commission for Latin America and the Caribbean (ECLAC).

PNUD, 2003. Cómo lograr que el comercio global sea beneficioso para la gente. New

York: PNUD.

PNUD, 2005. Human Development Report 2005. International cooperation at a

crossroads: Aid, trade and security in an unequal world. New York: PNUD.

ROSENTHAL, G., 2005. Los desafíos de la integración en Centroamérica. Curso

superior de formación en integración regional centroamericana AECI-SICA. Antigua

Guatemala, 7 diciembre 2005.

SALAZAR-XIRINACHS, J.M., 2003. Las Asimetrías en los TLCs contemporáneos y el

TLC Centroamérica-Estados Unidos (CAFTA). Seminario sobre el TLC se

Centroamérica con los Estados Unidos, 15 Mayo 2003. San José.

SCHIFF, M. Y WINTERS, L. A., 2004. Integración regional y desarrollo. Washington

DC: Banco Mundial.

SOLIS, L.G., 2000. Centroamérica 2020: la integración regional y los desafíos de sus

relaciones externas. CA 2020: Documento de trabajo, 3. Hamburg: Institut für

Iberoamerika-Kunde, 2000.

SE-SICA/CEPAL (2004). La Integración en Centroamérica: beneficios y costos. San

José: SE-SICA/CEPAL.

TE VELDE, D. W., PAGE, S. AND MORRISEY, O., 2004. Regional integration and

poverty: Mapping the linkages. Part of the EC-PREP funded project: “Regional

Integration and Poverty”. DFID/ODI.

RUEDA JUNQUERA, F., 1999. La reactivación del mercado común centroamericano.

Burgos: Universidad de Burgos.

63

VINER, J., 1950. The customs union issue. Nueva York: Fundación Carnegie para la

Paz Internacional.

WEEKS, J., 1999. Trade liberalisation, market deregulation and agricultural

performance in Central America. Journal of Development Studies, 35(5), 48-75.

WINTERS, L.A., McCULLOCH, N. AND McKAY, A., 2004. Trade liberalization and

poverty: The evidence so far. Journal of Economic Literature. 42, 72-115.

64

Capítulo 4. La seguridad alimentaria: Marco

teórico y características esenciales en Guatemala

4.1. Presentación

Una vez analizados diversos aspectos a nivel global, se expone en este capítulo una

aproximación al concepto de seguridad alimentaria y sus implicaciones en el marco de

los medios de vida sostenibles, así como las características más destacadas en

Guatemala, y una propuesta de un índice de inseguridad alimentaria para el país. Se

encuentran diversas interpretaciones y corrientes de este término bastante similares

entre sí. Existe seguridad alimentaria a nivel hogar, cuando éstos tienen en todo

momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos

para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias con el fin de

llevar una vida activa y sana (FAO, 2002). En este trabajo se interpreta la seguridad

alimentaria como una consecuencia de las estrategias de los medios de vida sostenibles

y del entorno en el que se articulan, siendo el estado de seguridad alimentaria causa y

consecuencia a la vez de la magnitud de los activos de los hogares.

El desarrollo del sector rural es un tema fundamental en el estudio de los elementos que

contribuyen al desarrollo humano y a la seguridad alimentaria en países empobrecidos,

por su capacidad de generar alimento para la población y su efecto en el bienestar

social. Por ello, se presentan los rasgos destacados de la seguridad alimentaria en el

ámbito rural guatemalteco. Finalmente, se presenta un índice de seguridad alimentaria

con base en los datos disponibles a nivel de hogar en Guatemala, y una caracterización

de los hogares en función de su estado de inseguridad alimentaria.

El objetivo de este capítulo en sus aspectos macro toma un carácter generalista. No es la

intención presentar un análisis exhaustivo de la seguridad alimentaria, su estado en

65

Guatemala y el desarrollo agrícola en el país, sino identificar las características más

útiles relevantes para este estudio. De acuerdo con la información obtenida por el autor,

éste es el primer intento de presentar el marco teórico de la seguridad alimentaria en

relación a los medios de vida de los hogares, así como de describir cuantitativamente las

características de los hogares guatemaltecos en función a su inseguridad alimentaria. Se

utilizan estas estimaciones para contrastar en el siguiente capítulo los factores que

permiten a los hogares vulnerables participar en el mercado de maíz.

4.2. La seguridad alimentaria: Marco teórico

4.2.1. Definición de seguridad alimentaria y vulnerabilidad en el marco de

los medios de vida sostenibles

Existen múltiples definiciones y acepciones institucionales para el concepto de

seguridad alimentaria similares entre sí36. Entre las más destacadas se encuentra la del

Banco Mundial (World Bank, 1986), que interpreta la seguridad alimentaria como el

acceso de todas las personas en todo momento a suficiente alimento para llevar una vida

activa y sana. FAO interpreta este concepto como el estado en que todas las personas en

todo momento tienen acceso físico y económico a los alimentos básicos que necesitan

(FAO, 1983); y de forma más completa, como el estado en el que éstos tienen en todo

momento acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos

para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias alimentarias, con el fin de

llevar una vida activa y sana (FAO, 2002). La agencia de los Estados Unidos para el

Desarrollo Internacional (USAID) define seguridad alimentaria como un estado en el

que todas las personas en todo momento tienen acceso físico y económico a suficiente

alimento para satisfacer sus necesidades dietéticas para una vida productiva y saludable

(Riely et al, 1999). La seguridad alimentaria es un fenómeno destacado en el área rural,

debido la importancia que tiene en cuanto a la producción de alimentos y su

vulnerabilidad a las inclemencias del tiempo, así como en la falta de acceso a los

mismos, entre otros factores.

36 Una completa revisión de las distintas acepciones del término puede encontrarse en Maxwell and

Frankenberger (1992).

66

El término seguridad alimentaria puede descomponerse en cuatro pilares (Vivero, 2004;

Vivero y de Loma-Ossorio, 2005; Compton et al, 2003): disponibilidad, acceso,

consumo y utilización biológica. La disponibilidad se refiere a la cantidad y variedad de

alimentos y la estabilidad de los mismos en el tiempo y en el espacio. Éste es por tanto

un concepto que hace referencia a la oferta de alimentos, motivada por factores como la

producción, las importaciones y la ayuda alimentaria. El acceso es la capacidad de los

hogares37 para adquirir los alimentos, ya sea por medio de sus posibilidades para

producirlos, comprarlos o de acceder a ellos mediante transferencias o donaciones. El

consumo de los alimentos consiste en la forma o capacidad de los hogares de

seleccionar, almacenar, preparar e ingerir los mismos. Su consumo está íntimamente

relacionado con las costumbres, creencias, conocimientos, preferencias culturales,

prácticas de alimentación y la educación de los hogares. Por último, la utilización

biológica hace referencia al aprovechamiento óptimo de los alimentos a nivel

nutricional, el cual depende de condiciones como la salubridad del entorno (por

ejemplo, el acceso al agua potable, la contaminación del entorno...) y la condición de

salud del individuo para aprovechar los alimentos.

Es de destacar la importante interconexión existente entre pobreza y seguridad

alimentaria. Ambos conceptos están interrelacionados de forma estrecha, encontrándose

importantes características socioeconómicas comunes en los hogares afectados por los

mismos. En línea con esta interconexión, Stamoulis and Zezza (2003) afirman:

What is important to note in this context, is that food insecurity and

poverty are deeply interrelated phenomena. When one attempts to define,

conceptualise, measure, or combat them with policy measures, the

relationship between them should be explicitly taken into account. It

should also be made explicit that the two are not perfectly overlapping,

and that specific action to fight hunger and malnutrition are needed, in

conjunction with other anti-poverty measures, to most effectively tackling

both.

37 En este trabajo se toma como unidad de referencia el hogar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que

el concepto de seguridad alimentaria puede ir referido a nivel de individuo, comunidad, región o país.

67

Además de seguridad alimentaria, un concepto clave relacionado con ésta es el de la

vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, el cual viene asociado con la medida

agregada del riesgo de exposición de los hogares a diferentes tipos de impactos, y la

habilidad de éstos para reaccionar ante los mismos (Borton and Shoham, 1991). En este

sentido, la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria se interpreta como un estado en el

que existe un riesgo, motivado por condiciones económicas, sociales o ambientales, de

que el acceso a suficiente alimento inocuo que satisfaga las necesidades alimenticias de

las personas se vea reducido (Alwang et al, 2001). La habilidad de reacción ante estos

riesgos se asocia con la posibilidad de los hogares para asegurar sus ingresos y su

alimento en el contexto de las crisis que amenazan los mismos. Por tanto, el grado de

vulnerabilidad dependerá de la magnitud y naturaleza de los riesgos, así como de los

activos disponibles por los hogares para poder hacer frente a los mismos 38.

Paralelamente, el término “vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria” está relacionado

con el de “vulnerabilidad” utilizado en la literatura económica. Se entiende

vulnerabilidad, de acuerdo con esta literatura, como una consecuencia de las respuestas

al riesgo de los distintos hogares, bajo un conjunto de condiciones. Específicamente, la

vulnerabilidad es reconocida como el resultado de un proceso dinámico que lleva como

consecuencia la pobreza. Muchos autores la cuantifican como la probabilidad de caer

por debajo de la línea de la pobreza a lo largo de un cierto período de tiempo39. Esta

relación se justifica en la medida de que los riesgos que conducen a la pobreza son en

general similares a los que conducen a la inseguridad alimentaria y de la estrecha

relación entre ambos conceptos, a pesar de que el término vulnerabilidad es

independiente del estado de pobreza o de inseguridad alimentaria actual.

38 Al igual que el término seguridad alimentaria, la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria también

está sujeta a diferentes acepciones, de acuerdo con el autor y el contexto, incluso en algunas ocasiones

creando una estrecha relación entre ambos conceptos. En este sentido, von Braun (1991) interpreta la

inseguridad alimentaria como el riesgo de perder accesos al alimento necesario para una vida sana,

relacionando aún más este término con el de vulnerabilidad. 39 Una exposición sobre las diferentes concepciones de vulnerabilidad de acuerdo con diferentes

corrientes económicas, las disciplinas sociológicas, antropológicas, medioambientales, nutricionales y de

gestión de desastres naturales, puede encontrarse en Alwang et al (2001).

68

Son muchos los factores que pueden causar la inseguridad alimentaria o incrementar la

vulnerabilidad a la misma. Éstos son de tipo interno a la persona, hogar o grupo de

personas, o externo a éstos. Los factores externos son en ocasiones incontrolables por

parte de las personas, como por ejemplo los desastres naturales. Asimismo, los factores

internos vienen determinados en ocasiones por fuerzas ajenas a éstos, como es el caso

de las posibilidades de acumulación de capital del entorno.

Estos activos y fuerzas que caracterizan y afectan a los hogares se pueden interpretar en

el marco de las estrategias de los medios de vida de las familias, con el fin de

comprender las estrategias seguidas por los hogares para garantizar su seguridad

alimentaria. Un conjunto de hogares logrará grandes mejoras en su seguridad

alimentaria cuando los medios de vida del mismo sean lo suficientemente sólidos. En un

marco analítico de medios de vida sostenibles40, los factores internos y externos pueden

descomponerse de tal forma que se diferencien todos los procesos y fuerzas que afectan

a las personas y mostrar cómo estos factores dan forma a sus estrategias económicas con

el fin de comprender mejor la complejidad y dinamismo de los medios de vida.

En la figura 4.1 se presenta una interpretación del marco de los medios de vida

sostenibles en la que, de acuerdo con los factores internos y externos, estos medios son

un vehículo para garantizar la seguridad alimentaria. En este marco se toma como punto

de partida los hogares y los activos tangibles e intangibles de los que disponen, los

cuales se subdividen en capital humano (aptitudes, conocimientos, capacidades y buena

salud), capital físico (infraestructuras básicas y bienes de producción), capital financiero

(partidas de dinero disponibles y entradas regulares no derivadas del trabajo), capital

social (redes de confianza informales y participación en grupos formales) y capital

natural (recursos naturales disponibles). Estos hogares están influenciados por el

contexto de vulnerabilidad y por las estructuras y procesos de transformación. El

contexto de vulnerabilidad encuadra el conjunto de tendencias y temporalidad de ciertas

variables, así como los choques que se puedan producir en el entorno externo. Algunos

ejemplos son desastres naturales, cambios en la tendencia de los precios, períodos de 40 Los medios de vida son sostenibles cuando son resistentes a tensiones o choques externos, no dependen

de una ayuda externa, mantienen la productividad y recursos a largo plazo y no afectan negativamente a

los medios de vida de otros ni comprometen las opciones de otros en materia de medios de vida (DFID,

2001).

69

carencia de alimentos o altas y bajas de precios de los alimentos. Las estructuras y los

procesos hacen referencia a las instituciones, las organizaciones, la legislación y las

políticas. Como ejemplos de las mismas, se pueden citar las políticas de desarrollo

adoptadas por los gobiernos, las leyes para garantizar los derechos fundamentales o el

papel de ministerios, organismos y comités que velen por la seguridad alimentaria.

Estas estructuras y procesos determinan el contexto de vulnerabilidad. La combinación

de todas estas fuerzas sobre los activos de los hogares definen las estrategias de medios

de vida, las cuales, tal como se afirma en este trabajo, determinan el estado de seguridad

alimentaria de los hogares41.

Figura 4.1: Marco de análisis de los medios de vida sostenibles

Nomenclatura: Capital humano (CH), capital natural (CN), capital social (CS), capital físico (CF), capital

financiero (CFI), seguridad alimentaria (SA).

La dirección de las flechas indica que un concepto implica a otro.

Fuente: Adaptación propia del marco de los medios de vida sostenibles (DFID, 2001).

Se destaca en la figura 4.1 la importancia de las estrategias de medios de vida para

garantizar el estado de la seguridad alimentaria de un hogar, y la influencia de este

estado en cada uno de los activos o capitales de los que dispone. El capital humano se

ve deteriorado cuando un individuo no tiene suficiente alimento. En cuanto a la

educación, las posibilidades de aprendizaje y el rendimiento de un menor de edad se ven

41 DFID (2001) presenta el marco de los medios de vida sostenible, y Eptisa Internacional (2005) lo

extrapola en el contexto de las distintas dimensiones de la pobreza.

70

limitados al no ingerir suficiente cantidad de alimento inocuo y nutritivo, produciéndose

un deterioro de capital humano en el largo plazo. La inseguridad alimentaria continuada

conduce al déficit de nutrientes, el cual impide la absorción correcta de los alimentos de

un individuo42, entrando así en un círculo vicioso en el que la ingesta de alimentos no

basta como solución para recuperar el estado de seguridad alimentaria. Este círculo

vicioso perpetúa las barreras para mantener o aumentar los activos de los hogares.

En este sentido, es necesario clarificar el concepto de seguridad alimentaria en términos

de causalidad o consecuencia de los activos y fuerzas. El término seguridad alimentaria

es un concepto ex ante, ya que la falta de alimento necesario para cubrir las necesidades

caloríficas mínimas puede ser una causa de hambre, subnutrición o malnutrición43, así

como de deterioro de los activos de los hogares. Sin embargo, éste es un término ex

post, ya que este estado se deriva de la combinación de distintos factores internos al

hogar, estructuras, procesos y riesgos. Por tanto, existe un círculo en el cual el estado de

seguridad alimentaria de un hogar actúa como causa y consecuencia del bienestar del

mismo, en función de las fuerzas que le afecten y los activos a los que se tenga acceso.

De acuerdo con este marco, los hogares pueden tomar varias acciones para reducir su

vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria ante un riesgo, en función de los activos que

dispongan. Estas acciones se pueden realizar antes o después de que este riesgo se

produzca. Las acciones ex ante para reducir este riesgo consisten en medidas para

aumentar los activos, por medio de acceso a recursos financieros, el ahorro o el fomento

de las redes sociales, entre otras acciones. Por otro lado, las estrategias de reducción de

riesgo ex post se llevan a cabo después de que el evento se produzca, y suelen ser

respuestas realizadas de urgencia, ante el impacto negativo. Entre éstas, se pueden

42 Ver Planas y Perez-Portabella (2002) y Gil (2005) para una explicación de este fenómeno desde el

punto de vista nutricional. 43 Subnitrición es la ingesta de alimentos que es insuficiente para satisfacer las necesidades de energía

alimentaria de manera continua. Malnutrición es un estado fisiológico anormal debido a la deficiencia, el

exceso o el desequilibrio de la energía, las proteínas u otros nutrientes (FAO, 2000). Por tanto, la

subnutrición hace referencia a la falta de nutrientes aportados en la dieta, necesarios para satisfacer las

necesidades alimentarias del individuo. La malnutrición es un concepto más amplio que incluye todas las

alteraciones nutricionales (por exceso o por defecto) que el individuo puede presentar por una dieta

inadecuada.

71

identificar la venta de tierras u otros activos físicos, el prescindir de ciertos servicios

considerados como “lujos” (como la matriculación de los menores en la escuela en aras

de obtener acceso a los alimentos), o el cambio de actividades económicas para obtener

mayores ingresos, entre otras. Tanto las acciones ex ante como las acciones ex post

dependerán siempre del tipo de riesgo que los hogares puedan experimentar o hayan

experimentado.

4.2.2. Indicadores de seguridad alimentaria

En cuanto a la forma de medir la seguridad alimentaria y la vulnerabilidad a la

inseguridad alimentaria, existen distintas alternativas de indicadores a nivel de hogar o

individual44. Estos indicadores dependen de los datos disponibles, que a menudo son

escasos. Algunas alternativas plausibles para medir el estado de inseguridad alimentaria,

ampliamente utilizadas, son el uso de medidas antropométricas, datos sobre el estatus

nutricional, diversidad en la dieta o el consumo de calorías45. Otro indicador que

aproxima el nivel de acceso a alimento de una familia es la proporción del gasto

dirigido a la adquisición de alimento con respecto al total. Asimismo, siempre en

función de los datos disponibles, se puede aproximar el nivel de seguridad alimentaria

por la producción de alimentos, o incluso por el ingreso46. En este sentido, la variable

pobreza, ante la ausencia de otros datos, puede ser una variable proxi de inseguridad

alimentaria. Se entienden estas aproximaciones en términos relativos, en el sentido de

que, por ejemplo, un país cuyas tasas de pobreza decaen es bastante posible que mejore

su nivel de seguridad alimentaria, al disponer de mayores ingresos para la adquisición 44 A nivel nacional existen varios indicadores de seguridad alimentaria en función de la disponibilidad de

alimentos, el acceso a los mismos y su utilización, entre los cuales destacan, de acuerdo con Diaz-Bonilla

et al (2000), los siguientes: producción de alimentos per capita, el ratio entre exportaciones totales e

importaciones de comida (como una medida de la capacidad de un país para financiar las compras

externas de comida), calorías y proteínas per capita y la población no agrícola. 45 Ver Hoddinott (1999) y Campbell (1991), sobre la metodología y los problemas encontrados en estas

aproximaciones. 46 Ante la falta de datos sobre ingreso, algunos trabajos proponen el uso de indicadores aproximadores

mucho más generales, como el tamaño del hogar, el número de habitaciones de la vivienda, el tipo de

materiales utilizados en la construcción de la vivienda, la posesión de ciertos activos como tierra u otros

bienes, entre otros (Riely et al, 1999).

72

de suficiente alimento diversificado, existiendo por tanto una correlación elevada entre

pobreza y seguridad alimentaria a lo largo del tiempo. Debido a la estrecha

interconexión entre seguridad alimentaria y pobreza, los indicadores de esta última

pueden ser útiles para realizar una aproximación del estado de inseguridad alimentaria,

aunque es conveniente combinarlos con otras variables que indiquen los posibles

riesgos, el estado nutricional o la oferta y diversidad de alimentos, entre otros.

Existe asimismo una distinción entre inseguridad alimentaria crónica y transitoria, de

acuerdo con la capacidad de acceso a alimento inocuo de los hogares a lo largo del

tiempo y la estabilidad de los mismos (World Bank, 1986). Cuando un hogar tiene una

continua falta de acceso a alimento necesario, y un prolongado y elevado riesgo de

acceso al mismo, se dice que experimenta un estado de inseguridad alimentaria crónica.

Sin embargo, si el decrecimiento de su acceso es temporal, al igual que los riesgos que

amenazan al mismo, entonces existe inseguridad alimentaria transitoria. En la figura 4.2

se distinguen ambos tipos de inseguridad alimentaria en función de la pobreza, la

vulnerabilidad y la malnutrición del hogar. Esta figura indica además que es posible

experimentar las tres condiciones individualmente, o una combinación entre ellas. En

este sentido, de acuerdo con Maxwell y Frankenberger (1992), la inseguridad

alimentaria crónica la padecen aquellos hogares que cumplen las tres condiciones, y la

inseguridad alimentaria transitoria el resto de los vulnerables47. En cuanto a los pobres

no considerados en estas categorías, estos autores afirman que no padecen inseguridad

alimentaria.

47 De acuerdo con los autores, aquellos posibles casos en los que existe malnutrición pero no pobreza, la

explicación más factible es la existencia de un fallo en la atención sanitaria.

73

Figura 4.2: Un modelo para la inseguridad alimentaria en función de la pobreza, la

vulnerabilidad y la malnutrición

Vulnerabilidad

Sin repercus

Déficit sanit

Inseguridad

Inseguridad

Fuente: Maxwell y Frank

Sin embargo, se co

estados de insegurid

vulnerabilidad, o rea

otro lado, es difícil

seguridad alimentar

clasificación realizad

revisada.

Pobreza

Malnutrición

ión

ario

alimentaria transitoria

alimentaria crónica

enberger (1992).

nsidera que para establecer una categorización en función a los

ad alimentaria, sería necesario definir los términos de pobreza y

decuar esta categorización en función de los datos disponibles. Por

suponer que la pobreza per se no tiene una repercusión en la

ia presente y futura. Con base en estas circunstancias, la

a por estos autores es útil como modelo orientativo, pero debe ser

74

4.3. Aspectos a nivel macro de la seguridad alimentaria y el desarrollo

agrícola en Guatemala

Una vez analizados los aspectos teóricos, de importancia en este estudio, sobre

seguridad alimentaria y vulnerabilidad a la misma, se presenta en este apartado de forma

general ciertos aspectos a nivel agregado del estado de la inseguridad alimentaria de

Guatemala y del desarrollo agrícola en el país, así como las tendencias de ambos en el

pasado.

4.3.1. La seguridad alimentaria: Aspectos generales a resaltar de Guatemala

Guatemala es el país más poblado de todo Centroamérica y donde existe mayor

proporción de población en áreas rurales (tabla 4.1). Por otro lado, es el país con la

menor esperanza de vida y con el menor desarrollo humano de la región.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH), indicador elaborado por el Plan de Naciones

Unidas para el Desarrollo (PNUD) basado en la ponderación de la esperanza de vida, la

educación y el producto interior bruto de cada país, es de 0,663 para Guatemala en el

año 2003, el cual es un valor realmente bajo48. De 177 países en total, el IDH de

Guatemala ocupa el puesto 121, correspondiente al puesto más bajo de los países

centroamericanos en ese año. Es de destacar además la gran diferencia de desarrollo

humano en Guatemala para los grupos indígenas. El IDH entre poblaciones no

indígenas e indígenas en 2002 era del 0,567 para el primer grupo y 0,698 para el

segundo (PNUD Guatemala, 2004). Por otro lado, el Índice de Desarrollo Humano para

este mismo año es de 0,583 para la zona rural, frente a un 0,728 de la zona urbana.

48 Este índice se mueve en un intervalo entre 0 y 1, siendo 0 el mínimo desarrollo humano y 1 el máximo

desarrollo humano alcanzable.

75

Tabla 4.1: Datos destacados de los países centroamericanos Índice de desarrollo humano

2003 c/ País Miles de

habitantes

2002 a/

Proporción de

la población

en las áreas

rurales (%)

2002 a/

Esperanza de

vida (años)

2003 b/

PIB per capita

(USD)

2003 b/ Valor Clasificación

Costa Rica 4.089 50,0 78,64 4.310 0,838 47

El Salvador 6.509 43,7 70,13 2.220 0,722 104

Guatemala 11.988 60,4 65,88 1.910 0,663 117

Honduras 6.817 50,2 66,08 960 0,667 116

Nicaragua 5.347 44,2 68,74 750 0,690 112

Fuente: Elaboración propia a partir de : a/ CEPAL (2005a); b/ World Development Indicators, 2003;

c/ PNUD (2005) .

De acuerdo con estimaciones de FAO, el número de personas subnutridas en Guatemala

ha ido en aumento en los últimos años. Esta cifra se ha multiplicado por dos en el

período 2000-2002 con respecto de 1990-1992, pasando de 1,4 millones de personas a

2,8 millones de personas subnutridas49. La prevalencia de la desnutrición crónica

infantil, medida como el retardo de talla para la edad, es del 49,3%, nivel mucho más

alto que el promedio correspondiente a los países en desarrollo, que asciende al 33%

(Sistema de Naciones Unidas, 2003).

Todo esto hace ver que el problema de inseguridad alimentaria en Guatemala es grave.

Las causas del mismo son diversas, y muchas de ellas se convierten en problemas

estructurales de difícil solución. Una de las causas estructurales más sobresalientes es la

elevada desigualdad, que no permite a los hogares más desfavorecidos participar en el

proceso económico. Sobre la desigualdad existente en el país se introducen más detalles

en el anexo 6. También son de destacar las deficiencias en el acceso al mercado por la

falta de infraestructuras, así como la falta de acceso a tierra y crédito50.

La adversidad de los factores naturales supone “shocks” desfavorables a la inseguridad

alimentaria. La falta de agua provocada por las sequías afecta negativamente a la

49 FAO (2004). En porcentaje poblacional las cifras varían del 16% al 24%. 50 Un estudio detallado sobre otras causas de inseguridad alimentaria y sus consecuencias en Guatemala

se puede encontrar en Sistema de Naciones Unidas (2003).

76

disponibilidad de alimentos, así como las lluvias torrenciales. Los huracanes Mitch y

Stan, producidos en 1998 y 2005, ocasionaron graves pérdidas en los cultivos y en la

infraestructura del país, además de numerosas víctimas humanas.

Por otro lado, la sostenibilidad de los granos básicos toma un papel fundamental en la

seguridad alimentaria, ya que el consumo de maíz y frijol en la dieta media del

guatemalteco es destacable. Guatemala es un país dependiente de las importaciones

externas de maíz, produciéndose un decrecimiento de la producción del mismo en los

últimos años51. La producción de frijol, a pesar de que también experimentó una

reducción, no depende del suministro exterior (CEPAL, 2003b).

4.3.2. Desarrollo agrícola en Guatemala: el motor de la seguridad

alimentaria

Los Acuerdos de Paz, firmados en diciembre de 1996, fueron uno de los exponentes que

pusieron fin a casi 40 años de violencia y conflicto en Guatemala. Estos acuerdos abrían

el camino a ciertas reformas, entre las que destacan la reducción del poder militar, una

reforma judicial y el reconocimiento del derecho a una atención médica gratuita.

Además, se reconocían explícitamente los derechos de la población indígena

consistentes en aumentar su participación en las decisiones y en el crecimiento

económico, entre otros factores. La población indígena supone un 28,0% de la

población total, mientras que el 71,7% de los pobres extremos son indígenas52, por lo

que resulta fácil entender que el reconocimiento de sus derechos es indispensable para

un desarrollo agrícola equitativo.

La importancia del sector agrícola para la seguridad alimentaria de Guatemala es

esencial por su capacidad generadora de alimentos. Es de destacar, sin embargo, que a

lo largo de los años el peso del PIB de las actividades agropecuarias con respecto al

total ha disminuido ligeramente en Centroamérica en las últimas dos décadas. Ha

pasado de representar un 18,9% en 1990 a un 15,8% en el año 2002. Guatemala no ha

51 En el capítulo 5 se presentan más detalles sobre la importancia del maíz para la seguridad alimentaria. 52 Datos para el 2000, ver World Bank (2004a).

77

sido una excepción a esta tendencia, con una disminución del 23,0% al 19,9%. De toda

Centroamérica, Guatemala ocupa la segunda posición en cuanto a la importancia de las

actividades agropecuarias en el PIB, por detrás de Nicaragua (CEPAL, 2005a).

Tal como se explicó en el capítulo 2, los productos agrícolas guatemaltecos se pueden

agrupar en tres grandes categorías: los granos básicos, los productos tradicionales y los

productos no tradicionales. Los granos básicos son arroz, maíz, frijol y trigo; los

productos tradicionales son café, azúcar, bananas y cardamomo; y los productos no

tradicionales son el resto. Esta clasificación se basa de acuerdo con la realizada por

AGEXPRONT. La producción de granos básicos se estancó en Guatemala en los

últimos años, mientras que los productos no tradicionales experimentaron un

incremento sustancial. Desde 1990 a 2000 su valor aumento en un 46%, frente a un –

17% de los granos básicos. (tabla 4.2).

78

Tabla 4.2: Valor bruto de la producción agrícola en Guatemala a precios de productor

(millones de quetzales de 1958)

1990 1995 1999 2000 2001 2002 2003 a/

Agrícola 596,2 672 751,7 762,4 755,1 768,6 795,6

(%) 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Granos básicos 89,4 71,6 72,3 74 71,2 74,5 74,5

(%) 14,99 10,65 9,62 9,71 9,43 9,69 9,36

de los cuales:

Arroz 4,9 3,3 5,3 4,8 2,6 4,8 3,8

(%) 0,8 0,5 0,7 0,6 0,3 0,6 0,5

Frijol 21,5 15,6 17,2 17,8 18,4 18,6 18,7

(%) 3,6 2,3 2,3 2,3 2,4 2,4 2,4

Maíz 60,2 49,8 48,8 50,2 49,5 50,0 50,5

(%) 10,1 7,4 6,5 6,6 6,6 6,5 6,3

Trigo 2,8 2,9 1,0 1,1 0,7 1,1 1,5

(%) 0,5 0,4 0,1 0,1 0,1 0,1 0,2

Productos de exportación

tradicionales 327,2 384,6 424,5 426,2 419,6 440,7 471,5

(%) 54,9 57,2 56,5 55,9 55,6 57,3 59,3

Productos de exportación no

tradicionales 179,6 215,8 254,9 262,2 264,3 253,4 251,8

(%) 30,1 32,1 33,9 34,4 35,0 33,0 31,6a/ Cifras preliminares.

Fuente: CEPAL (2005a).

El maíz y el frijol son los productos más importantes en la dieta de los hogares de

Guatemala, y por tanto tienen una importancia esencial en la seguridad alimentaria de la

población (Fuentes et al, 2005; Sistema de Naciones Unidas, 2003).

Los productos no tradicionales se caracterizan por ser principalmente dirigidos para la

exportación al exterior de Centroamérica, y se han beneficiado del esquema de

promoción de exportaciones. La introducción de los mismos se inició en los años 70,

causando un impulso en el desarrollo agrícola de Guatemala. Los impulsores de la

promoción de estos productos fueron el gobierno y las agencias de desarrollo, con la

79

intención de que el cultivo y la comercialización de los mismos constituyeran una vía de

escape de la pobreza53. Esta circunstancia generó un cambio de esquema, en el que la

producción de granos básicos se ha visto desplazada por estos productos comerciales.

Ello conlleva un efecto en el componente de disponibilidad de alimentos producidos en

el país, al predominar en Guatemala una filosofía de producir hacia el exterior, debido a

la importancia de esta actividad para generar ingresos. Este fenómeno supone sin

embargo una mayor dependencia de las importaciones de alimentos del exterior, con un

perjuicio para el autoabastecimiento de los granos y mayor dependencia de los precios

internacionales. Sin embargo, esta actividad brinda la posibilidad de acumular capital y

generar empleo mediante la producción para la comercialización de frutas, hortalizas,

legumbres y semillas.

Sin embargo, las exportaciones de productos agropecuarios y agroindustriales han

disminuido en los últimos años, pasando de 1,5 millones de dólares en el año 1999 a 1,2

millones de dólares en el año 2002 (valor FOB), así como en proporción de las

exportaciones totales (tabla 4.3). Esto es posiblemente debido a la caída de los términos

de intercambio agrícolas en los últimos años, motivado sobre todo por el efecto de caída

de los precios mundiales del café, que ocasionó la llamada crisis del café.

Tabla 4.3: Valor de las exportaciones agropecuarias y agroindustriales y proporción

sobre el total (millones de dólares)

1990 1995 1999 2000 2001 2002 2003 a/

Exportaciones

totales

1.248 2.157 2.781 3.082 2.860 2.819 3.048

Exportaciones

agroalimentarias b/

829 1.348 1.518 1.625 1.344 1.295 1.358

Proporción (%) 66,42 62,49 54,58 52,72 46,99 45,93 44,55a/ Cifras preliminares.

b/ Exportaciones agroalimentarias incluye los capítulos 1 al 24 y el 44 del sistema arancelario

armonizado. Fuente: CEPAL (2005a).

53 Ver Carletto (2000), Carletto et al (1999) y Goldín (2003), entre otros.

80

Esta crisis del café se produjo por la disminución de los precios mundiales de este

producto, que afectó a los productores centroamericanos. La destrucción de empleos en

toda Centroamérica fue alarmante, perdiéndose entre una temporada y otra 350.000

empleos temporales y 190.000 permanentes. Este producto suponía un 21% de la

exportación total en la temporada de cultivo de 1999-2000. De esta temporada hasta la

siguiente, los ingresos de su exportación decayeron en un 38% en Guatemala. (Varangis

et al., 2003). En volumen y valor, las exportaciones guatemaltecas de café bajaron entre

el 2000 y el 2003 de 290.600 a 208.300 toneladas métricas y de 569 a 269 millones de

dólares (CEPAL, 2005a). Esta crisis ha sido una de las causas fundamentales de las

hambrunas producidas en Guatemala a fines del año 2001 (González, 2005).

En el sector rural, además de las actividades agrícolas, destaca el trabajo no relacionado

con la agricultura. De acuerdo con Vakis (2002), en el año 2000 el 56% de los hogares

rurales se dedicaban a la agricultura, seguido de un 15% al comercio, y un 10% a las

manufacturas. La población económicamente activa (PEA) del sector rural creció en un

10,9% desde 1999 a 2002, a un nivel casi igual que la PEA total (11,8%)54, empleando

al 56,5% de la población económicamente activa del país en el 2002, la cifra más alta de

los países centroamericanos.

Esta tendencia se debe sustancialmente a la dinámica del empleo rural no agrícola, que

en 1989 representaba el 7,8% del empleo rural total y en 1994 el 25,6% (Samayoa,

1999). El empleo rural no agrícola se genera por aquellas actividades económicas

impulsadas por el sector agrícola, tales como el suministro de servicios auxiliares, el

transporte y el comercio. También se crea por actividades no vinculadas a la agricultura

o vinculadas indirectamente como el turismo, la artesanía y la maquila.

4.4. Análisis descriptivo de la inseguridad alimentaria en Guatemala

Una vez definido el marco conceptual y los rasgos más destacados de la seguridad

alimentaria en Guatemala, se caracterizan aquellos hogares que padecen inseguridad

alimentaria y vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria. Este análisis se realiza a partir

54 Datos de CEPAL (2005a).

81

de los datos de la ENCOVI 2000, y en base a esta encuesta, se exponen los resultados

alcanzados en el diseño de un indicador de inseguridad alimentaria y vulnerabilidad a la

inseguridad alimentaria. Previamente, se expone una justificación relativa al diseño de

este indicador, en función de los datos disponibles y la exposición realizada en el

apartado 2 de este capítulo, además de la correspondiente información bibliográfica.

Preliminarmente, conviene realizar una aclaración sobre la división política de

Guatemala, que se estructura en 22 departamentos. Éstos se agrupan en zonas divisorias

(mapa 4.1), las cuales son generalmente consideradas en estudios de investigación y

trabajos de campo. Los datos de la ENCOVI 2000, desarrollada por el Banco Mundial y

utilizada en este capítulo y en los posteriores, están agrupados geográficamente de

acuerdo con este último criterio.

82

Mapa 4.1: Regiones de estudio de Guatemala

Noreste

Sureste

Noroccidente

Suroccidente

Norte

Metropolitana

Central

Petén

Metropolitana Sureste Suroeste 1. Guatemala 8. Jutiapa 14. QuetzaltenangoNorte 9. Jalapa 15. Totonicapán2. Alta Verapaz 10. Santa Rosa 16. San Marcos3. Baja Verapaz Central 17. SuchitepéquezNoreste 11. Sacatepéquez 18. Retalhuleu4. Zacapa 12. Escuintla 19. Sololá5. Chiquimula 13. Chimaltenango Noroeste 6. El Progreso 20. Quiché7. Izabal 21. Huehuetenango Peten 22. PeténFuente: Elaboración propia.

4.4.1. Justificación

En la ENCOVI 2000 se define la línea de extrema pobreza como el costo anual de las

necesidades mínimas de calorías diarias recomendadas para Guatemala, en función de la

cesta de consumo observada para toda la población55. Aquellos individuos cuyo nivel de

ingresos se encuentra por debajo de este valor no pueden satisfacer sus necesidades

55 En el cálculo del consumo alimenticio se tienen en cuenta los alimentos comprados por cada hogar, así

como los alimentos no comprados (producción propia, donaciones y reembolsos).

83

mínimas de alimentos, aún cuando dediquen todos sus recursos disponibles para su

consumo. De acuerdo con World Bank (2004a), la línea de extrema pobreza anual para

el año 2000 en Guatemala asciende a 1.869 quetzales56 per capita anuales, y existe un

15,7% de personas por debajo de la misma.

El término económico de pobreza, entendido en la literatura económica como la

incapacidad de alcanzar unos niveles mínimos de consumo o ingreso, es una de las

principales causas de inseguridad alimentaria. Por ello, y teniendo en cuenta la relación

que tiene esta variable con el consumo de alimentos, tal como está definida en la

ENCOVI 2000, ésta puede interpretarse como una aproximación de la variable

inseguridad alimentaria.

Sin embargo, este concepto es estático, ya que la variable extrema pobreza no capta la

posible evolución de los hogares o las personas. Es decir, no tiene en cuenta el carácter

dinámico del consumo ante los posibles riesgos que puedan poner en peligro el acceso a

alimentos de estas familias. Con el fin de dotar de mayor dinamismo al indicador de

seguridad alimentaria, se recurre a las medidas calculadas por Tesliuc y Lindert

(2002)57. Estas medidas de vulnerabilidad se entienden como la probabilidad de

convertirse en pobre en el futuro58. Éstas son calculadas en función del consumo de los

hogares de la ENCOVI, un conjunto de características de los mismos y la información

reportada de los hogares en lo relativo a impactos negativos experimentados (sequía,

pestes, pérdidas de trabajo, disminución de ingresos, accidente del cabeza de familia,

pérdidas en los términos de intercambio y mala cosecha). En su análisis, Tesliuc y

Lindert distinguen entre dos tipos de vulnerabilidad para los hogares: vulnerables de

media baja (low-mean vulnerable) y vulnerables de varianza alta (high-variance

vulnerable). El primer tipo se refiere a aquellos hogares que cuentan con un nivel bajo

56 El quetzal es la moneda nacional de Guatemala. Un dólar equivale aproximadamente a 7,5 quetzales

(tipo de cambio en el 2005). 57 El autor quisiera agradecer a Kathy Lindert el haberle permitido el acceso a las medidas de

vulnerabilidad que calcularon. 58 Se debe tener en cuenta también que estas medidas están calculadas a partir de datos de sección

cruzada, por lo que no se dispuso de un referente temporal amplio para su cálculo. Sin embargo, las

medidas reflejan una buena aproximación de la vulnerabilidad para el año 2000 a partir de los datos

disponibles.

84

de consumo esperado, y el segundo tipo se refiere a los hogares con una alta volatilidad

en su consumo.

En la clasificación de inseguridad alimentaria y riesgo realizada no se tiene en cuenta

ninguna variable relacionada con la malnutrición del hogar. Esto es debido a la

complicidad de establecer una categorización de malnutrición por hogar en función de

los datos de la ENCOVI 2000. Marini y Gragnolati (2002), basándose en la ENCOVI

2000, utilizan varios índices nutricionales para los menores de 5 años y un índice de

masa corporal para los mayores de 18, con el fin de estimar las pautas socioeconómicas

y geográficas de la malnutrición en Guatemala. Sin embargo, estos índices están

definidos a nivel de individuos, y no a nivel de hogar, el cual es el objetivo de este

análisis. Por otro lado, los individuos entre 5 y 18 años no son tenidos en cuenta, ya que

no existe un consenso en el indicador adecuado para medir el crecimiento entre

adolescentes (la edad adolescente supone un período de transición en el que se

experimentan cambios hormonales rápidos que provocan aceleración en el crecimiento

y dificultan la elección de un índice adecuado). Por ello, debido a que estos índices sólo

pueden formularse de forma individual, unido a la dificultad de estimar la malnutrición

adolescente, no es posible realizar la extrapolación de la variable malnutrición a nivel de

hogar.

Por tanto, se define en este estudio como “hogares vulnerables”, realizando un abuso de

la nomenclatura, a aquellos hogares que no alcanzan suficiente consumo de alimentos

como para satisfacer sus necesidades caloríficas mínimas, así como aquellos hogares

susceptibles de percibir una disminución en el consumo de alimentos debido a diversos

factores de riesgo. Estos hogares vulnerables se pueden dividir en aquellos hogares

susceptibles de padecer inseguridad alimentaria crónica, inseguridad alimentaria

transitoria o riesgo a la inseguridad alimentaria.

Combinando cada una de las categorías de pobreza y vulnerabilidad de los hogares de la

ENCOVI 2000 y los cálculos de Tesliuc y Lindert (2002), resultan 9 grupos de hogares

diferentes, los cuales se presentan en la figura 4.3.

85

Figura 4.3: Diferentes combinaciones en función de las categorías de pobreza y

vulnerabilidad

7 8 9

6 4 5

1 2 3

PE PNE NP

NV

VAV

VBM

Nomenclatura utilizada: NP: no pobres, PNE: pobres no extremos, PE: pobres extremos, NV: no

vulnerables, VAV: vulnerables de alta varianza, VBM: vulnerables de baja media.

Fuente: Elaboración propia en función de la ENCOVI 2000 y los datos de Tesliuc y Lindert (2002).

En función de las agrupaciones anteriores, se propone un modelo alternativo para

identificar la inseguridad alimentaria. Por ello, se realiza las siguientes categorías de los

hogares con respecto a su estado de inseguridad alimentaria:

• Inseguridad alimentaria crónica: En esta categoría están agrupados los hogares

considerados al mismo tiempo pobres extremos y vulnerables de baja media. Es

decir, aquéllos que no llegan a satisfacer sus necesidades de alimentación básica

y que además su nivel de consumo esperado es reducido (grupo 9 de la figura

4.3).

• Inseguridad alimentaria transitoria: Categoría que agrupa al resto de los pobres

extremos. Por tanto, tienen inseguridad alimentaria transitoria aquellos hogares

que no alcanzan a satisfacer sus necesidades de alimentación básica, pero cuyo

consumo esperado tiene una alta volatilidad (vulnerables de alta varianza, por lo

que su consumo es susceptible de fluctuar, tanto por encima de la línea de la

pobreza como por debajo), o no son considerados como vulnerables (no tienen

peligro de ser afectado por los riesgos). Esta categoría engloba a los grupos 3 y 6

de la figura 4.3.

• Riesgo a la inseguridad alimentaria: Son los hogares no comprendidos en las

categorías anteriores, y que cuentan con al menos una de las siguientes

86

características: son vulnerables o pobres no extremos. Esto es debido a que la

pobreza es una importante causa de generar inseguridad alimentaria, y a que la

medida de vulnerabilidad es un indicador de los riesgos para el consumo de los

hogares, y de las posibilidades de éstos para enfrentarlos59 (grupos 2, 4, 5, 7 y 8

de la figura 4.3).

• Sin riesgo: Aquellos hogares que ni son pobres ni son vulnerables (grupo 1 de la

figura 4.3).

4.4.2. Resultados

En la figura 4.4 se presenta una categorización de los hogares de Guatemala en función

de su capacidad de acceso a alimentos, tal como se define en este estudio. Es de destacar

que, de acuerdo con el modelo, la inseguridad alimentaria de los hogares es

prácticamente crónica. Tan sólo un 0,85% de los hogares padecen inseguridad

alimentaria transitoria. Estos hogares suponen un 7,9% de todos los inseguros.

Asimismo, muchos de ellos padecen riesgo a la inseguridad alimentaria (50,69%). El

elevado número de inseguridad alimentaria crónica con respecto a la transitoria hace

suponer que este problema en Guatemala y sus causas son de carácter estructural y no

estacional.

59 Se incluye en el Anexo 7 una discusión sobre la relación entre pobreza y vulnerabilidad en la ENCOVI

2000.

87

Figura 4.4: Categorización de los hogares guatemaltecos en función de su estado de

seguridad alimentaria y porcentaje de los mismos sobre el total

9,95

50,69

0,85

38,51

PE PNE NP

Inseguridad alimentaria crónica Inseguridad alimentaria transitoria Riesgo a la inseguridad alimentaria Sin riesgo

NV

VAV

VBM

Nomenclatura utilizada: NP: no pobres, PNE: pobres no extremos, PE: pobres extremos, NV: no

vulnerables, VAV: vulnerables de alta varianza, VBM: vulnerables de baja media.

Fuente: Elaboración propia en función de la ENCOVI 2000 y los datos de Tesliuc y Lindert (2002).

En la tabla 4.4 se presentan las características de los hogares, de acuerdo con cada

categoría de vulnerabilidad. Se presenta el número de hogares dentro de cada categoría,

así como el porcentaje de hogares por cada característica dentro de cada grupo de

inseguridad alimentaria. Para el número de familiares por hogar se presenta la media.

88

Tabla 4.4: Caracterización de los hogares vulnerables

inseguridad

alimentaria

crónica

inseguridad

alimentaria

transitoria

inseguridad

alimentaria

riesgo

Sin

riesgo

Total

Total 218.132 18.581 111.0751 843.987 2.191.451

(%) 9,95 0,85 50,69 38,51 100,00

Rurales 205.327 15.420 769.909 249.141 1.239.797

(%) 94,13 82,99 69,31 29,52 56,57

Media de familiares por

hogar

7,65 6,69 5,78 3,84 5,23

Cabeza de hogar Indígena 159.114 12.213 500.478 180.825 852.630

(%) 72,94 65,73 45,06 21,43 38,91

de los cuales:

K’iche 23.310 2.634 115.869 51.885 193.698

(%) 10,69 14,18 10,43 6,15 8,84

Q’eqchi 36.105 1.715 67.463 22.907 128.190

(%) 16,55 9,23 6,07 2,71 5,85

Kaqchiquel 15.302 3.735 106.248 67.788 193.073

(%) 7,02 20,10 9,57 8,03 8,81

Mam 45.211 1.654 99.831 12.725 159.421

(%) 20,73 8,90 8,99 1,51 7,27

Cabeza de hogar de sexo

femenino

21.623 3.944 164.783 212.306 402.656

(%) 9,91 21,23 14,84 25,16 18,37

Cabeza de hogar menor de

20 años

1.723 0 16.191 17.431 35.345

(%) 0,79 0,00 1,46 2,07 1,61

Cabeza de hogar entre 21

y 30 años

40.659 2.141 221.513 152.859 417.172

(%) 18,64 11,52 19,94 18,11 19,04

Cabeza de hogar entre 31

y 60 años

151.538 12.415 712.067 520.370 1.396.390

(%) 69,47 66,82 64,11 61,66 63,72

Cabeza de hogar mayor de

60 años

24.212 4.025 16.098 153.327 342.544

(%) 11,10 21,66 14,49 18,17 15,63

Fuente: Elaboración propia a partir de la ENCOVI 2000. Se abrevia inseguridad alimentaria con el

acrónimo insa. Se considera que un hogar es indígena cuando su cabeza de hogar lo es.

89

Cabe destacar que aquellos hogares cuyo cabeza de hogar es indígena son más

susceptibles de ser vulnerables. Es de recalcar en la tabla 4.4 que existe una proporción

de hogares liderados por mujeres que son menos vulnerables. De acuerdo con Slowing y

Arriola (2001), este fenómeno se puede explicar por dos razones. En primer lugar, los

hogares encabezados por mujeres compensan el déficit de ingresos al ocupar a sus hijos

en tareas generadoras de ingresos. Este hecho, sin embargo, supone un impacto negativo

menos evidente, ya que los menores de edad pueden sacrificar su educación al dedicarse

a actividades generadoras de ingresos. En segundo lugar, las mujeres cabezas de hogar

tienen la autonomía de decidir sobre el uso de los recursos, y tienden a invertirlo de

forma más eficiente para el hogar. Otro hecho que puede aportar mayor explicación a

este fenómeno es el de las remesas familiares (dinero enviado por miembros del hogar

que abandonan el mismo para perseguir oportunidades de trabajo en el extranjero), ya

que en ocasiones la ausencia del marido en el hogar se debe a que el mismo se desplaza

con el fin de buscar mayores ingresos para el hogar.

El fenómeno de las remesas está ampliamente extendido en Guatemala, e influye

positivamente en su seguridad alimentaria. Estas aportaciones de dinero son un

fenómeno de gran crecimiento en Guatemala60. En 2004, el monto total de las remesas

recibidas constituyó el 9,5% del PIB nacional (CEPAL, 2005b). De acuerdo con la

encuesta sobre impacto de remesas familiares de 2004 (OIM, 2004), la mayoría de los

miembros del hogar que proporcionan remesas son los hijos del jefe de hogar (54,9%),

los hermanos (13,6%) y el esposo o esposa (13,4%), afincados principalmente en los

EEUU (97,0%). Este fenómeno contribuye a fortalecer la seguridad alimentaria de los

hogares, pero con un coste importante para la estabilidad de las familias, ya que en

muchas ocasiones supone el desplazamiento del cabeza de hogar, originando así un

coste social. Además, este fenómeno fomenta la inmigración ilegal.

Un dato digno de resaltar es que el 94,1% de los hogares con inseguridad alimentaria

crónica habitan en el área rural. Sin embargo, los hogares sin riesgo que habitan en el

área rural son tan sólo del 29,5%.

60 El volumen de remesas se incrementó de 465,5 millones de dolares en 1999 a 2.106,5 millones en 2003

(PNUD Guatemala, 2004).

90

En el mapa 4.2 se expone la proporción de hogares vulnerables de acuerdo con sus tipo

de inseguridad alimentaria. Asimismo, se presenta el porcentaje de hogares de cada

región sobre el total. La región metropolitana es donde existe el menor número de

hogares vulnerables (58,9%), caracterizada por una alta densidad de población. Las

mayores tasas de vulnerabilidad se encuentran en la región norte y noroccidente (83,0%

y 84,4% respectivamente). En estas dos regiones, la proporción de hogares con

inseguridad alimentaria crónica es también mayor (28,1% y 22,9% respectivamente). Es

de destacar que la proporción de hogares en riesgo de inseguridad alimentaria es muy

elevado en la mayoría de las regiones.

Mapa 4.2: Vulnerabilidad en Guatemala y densidad de población (%)

Crónico Transitorio En riesgo Sin riesgo

11,06

2,9

8,80

Noreste

Noroccidente

Suroccidente

Norte

Petén

11,167,27

8,59

24,99 Sureste Central

25,16

Metropolitana

Las cifras que se presentan por cada región corresponden al porcentaje de hogares de cada región sobre el

total

Fuente: Elaboración propia

91

4.5. Reflexiones finales

• Se encuentran dos interpretaciones en el término seguridad alimentaria en

términos de causalidad o consecuencia de los activos y fuerzas. El término

seguridad alimentaria es un concepto ex ante, ya que la falta de alimento

necesario para cubrir las necesidades caloríficas mínimas puede ser una causa de

hambre, subnutrición o malnutrición, así como de deterioro de los activos de los

hogares. Sin embargo, éste es un término ex post, ya que este estado se deriva de

la combinación de distintos factores internos al hogar, estructuras, procesos y

riesgos. Por tanto, existe un círculo en el cual el estado de seguridad alimentaria

de un hogar actúa como causa y consecuencia del bienestar del mismo, en

función de las fuerzas que le afecten y los activos a los que se tenga acceso.

• En las últimas décadas, la producción agrícola en Guatemala se ha transformado

hacia un modelo orientado a la exportación de alimentos. Cultivos como el maíz

y el frijol están siendo desplazados por los conocidos como cultivos no

tradicionales, orientados a la comercialización de los mismos en los mercados

internacionales. Este fenómeno afecta a la seguridad alimentaria del país, en el

sentido de que se produce para el exterior, con los problemas de acceso a los

alimentos que esto puede conllevar. Por otro lado, la producción no tradicional

supone una vía de ingreso para los hogares vulnerables del área rural, los cuales

son más del 70% de los hogares totales.

• Las causas de la inseguridad alimentaria en Guatemala son diversas. Entre ellas

se destacan la desigualdad económica, la falta de acceso a tierras, la falta de

acceso a crédito, los “shocks” ambientales (sequías, heladas, desastres naturales)

y el crecimiento de la población. De acuerdo con el índice de inseguridad

alimentaria propuesto, los hogares afectados por ésta son caracterizados como

inseguros crónicos, lo que induce a pensar que la inseguridad alimentaria en

Guatemala parte de un problema de carácter estructural.

• Más del 60% de los hogares totales de Guatemala se encuentran en un estado de

inseguridad alimentaria o con riesgo de padecerla. Se destaca que la inseguridad

alimentaria en el país es de carácter crónico más que transitorio.

92

• La población indígena es el colectivo que mayor vulnerabilidad padece, así

como la población rural. Sin embargo, aquellos hogares liderados por mujeres

presentan mejores resultados en los índices de inseguridad alimentaria.

4.6. Bibliografía

AGEXPRONT, 2000. Exportaciones: la experiencia de una década. www.export.com.gt

ALWANG, J., SIEGEL, P.B. AND S.L. JØRGENSEN, 2001. Vulnerability: a view

from different disciplines. Social protection discussion paper series 115. The World

Bank. Washington D.C.

BORTON, J. AND SHOHAM, J, 1991. Mapping vulnerability to food insecurity:

Tentative guidelines for WFP offices. Study commissioned by the World Food

Programme. London: Relief and Development Institute.

CAMPBELL, C.C., 1991. Food insecurity: a nutritional outcome or a predictor

variable?. Journal of Nutrition, 121(3), 408-15

CARLETTO, C., 2000. Non-traditional Crops and Land Accumulation Among

Guatemalan Smallholders: Is the Impact Sustainable? IFPRI Discussion paper 80.

CARLETTO, C., DE JANVRY, A. AND SADOULET, E., 1999. Sustainability in the

diffusion of innovation: smallholder non-traditional agro-exports in Guatemala.

Economic Development and Cultural Change, 47 (2).

CEPAL, 2001. La estructura agraria y el campesinado en El Salvador, Guatemala y

Honduras. Ciudad de México: CEPAL.

CEPAL. 2003a. Preliminary Overview of the Economies of Latin America and the

Caribbean 2003. Santiago de Chicle: CEPAL.

93

CEPAL, 2003b. Istmo centroamericano: Los retos de la sustentabilidad en granos

básicos. Ciudad de México: CEPAL.

CEPAL, 2005a. Información básica del sector agropecuario. Subregión norte de

América Latina y el Caribe, 1990-2003. Ciudad de México: CEPAL.

CEPAL, 2005b. Guatemala: Evolución económica durante 2004 y perspectivas para

2005. Ciudad de México: CEPAL.

COMPTON, L.P., DE LOMA OSORIO, E. Y ZELAYA, C.A., 2003. La seguridad

alimentaria en Centroamérica. Presentación en la XLVII Reunión Anual del PCCMCA,

La Ceiba, Honduras. 28 abril-3 mayo 2003.

DIAZ-BONILLA, E., THOMAS, M., ROBINSON, S. AND CATTANEO, A., 2000.

Food security and trade negotiations in the World Trade Organization: a cluster analysis

of country groups. TMD Discussion Paper, 59. Washington DC: IFPRI.

DFID, 2001. sustainable livelihoods guidance sheet. London: DFID.

EPTISA INTERNACIONAL, 2005. Centrar el desarrollo en las personas: aplicación

del concepto de desarrollo humano en proyectos, políticas y programas en el marco de

reducción de la pobreza. Experiencias de desarrollo, 3. Dossier Técnico.

FAO, 1983. World food security: a reappraisal of the concepts and approaches. Director

general’s report. Rome: FAO.

FAO, 2000. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2000. Rome: FAO.

FAO, 2002. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2002. Rome: FAO.

FAO, 2004. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2004. Rome: FAO.

FAO, 2005. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2005. Rome: FAO.

94

FUENTES M.R., VAN ETTEN J., ORTEGA A. AND VIVERO J. 2005. Maíz para

Guatemala. Propuesta para la reactivación de la cadena agroalimentaria del maíz

blanco y amarillo. FAO Guatemala: Ciudad de Guatemala.

GIL A., 2005 Síndrome de realimentación. En tratado de nutrición. Madrid: Acción

Médica.

GOLDÍN, L., 2003. Procesos globales en el campo de Guatemala: Opciones

económicas y transformaciones ideológicas. Guatemala: FLACSO Guatemala.

GONZÁLEZ, V., 2005. El café y su importancia en los medios de vida de las familias

vulnerables de América Central: Estrategia de intervención. Madrid: AECI.

HODDINOTT, J., 1999 Choosing outcome indicators of household food security.

Technical guide, 7. Washington DC: IFPRI.

INE, 2003. IV Censo Agropecuario. Ciudad de Guatemala: INE.

MARINI, A. AND GRAGNOLATI, M., 2002. Malnutrition and poverty in Guatemala.

Background paper for Guatemala Poverty Assessment (GUAPA). Washington D.C.:

World Bank.

MAXWELL, S. AND FRANKENBERGER, T. R., 1992. Household food security:

Concepts, indicators, measurements. UNICEF-IFAD.

MFEWS, 2005. Perfiles de Medios de Vida de Guatemala. Sistema Mesoamericano de

Alerta Temprana para Seguridad Alimentaria. Ciudad de Guatemala: MFEWS.

ONU (MINUGUA) y URL, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, 1997.

Acuerdos de Paz firmados por el Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad

Revolucionaria Guatemalteca (URNG). Ciudad de Guatemala: MINUGA-URL.

OIM, 2004. Encuesta sobre impacto de remesas familiares en los hogares

Guatemaltecos. Ciudad de Guatemala: OIM.

95

PLANAS, M Y PEREZ-PORTABELLA, C., 2002. Ayuno. En Fisiopatología aplicada a

la Nutrición. Barcelona: Mayo.

PNUD, 2004. Informe de desarrollo humano 2004: La libertad cultural en el mundo

diverso de hoy. New York City: PNUD.

PNUD, 2005. Informe de desarrollo humano 2005: La cooperación internacional ante

una encrucijada: Ayuda al desarrollo, comercio y seguridad en un mundo desigual.

New York City: PNUD.

PNUD GUATEMALA, 2004. Compendio estadístico 2004. Ciudad de Guatemala:

PNUD.

RIELY, F., MOCK, N., COGILL, B., BAILEY, L, AND KENEFICK, E., 1999. Food

security indicators and framework for use in the monitoring and evaluation of food aid

programs. Food and Nutrition Technical Assistance Project (FANTA). Washington

D.C.: USAID

SAMAYOA, 0., 1999. La productividad y el empleo agrícola y no agrícola en el área

rural. Cuadernos de desarrollo humano PNUD Guatemala.

SISTEMA DE NACIONES UNIDAS, 2003. Situación de la seguridad alimentaria y

nutricional de Guatemala. Ciudad de Guatemala: Sistema de Naciones Unidas.

SLOWING, K. Y ARRIOLA, G., 2001. La dimensión económica de la exclusión de

género a finales del siglo XX. Cuadernos de desarrollo humano, 7.

STAMOULIS, K. AND ZEZZA, A., 2003. A Conceptual Framework for National

Agricultural, Rural Development, and food Security Strategies and Policies. ESA

Working Paper 03-17 November 2003. Rome: FAO

96

TESLIUC, E. D. AND LINDERT, K., 2002. Vulnerability: A quantitative and

qualitative assessment. Background paper for Guatemala Poverty Assessment

(GUAPA). Washington D.C.: World Bank.

VAKIS, R. 2002. Guatemala: Livelihoods, Labor Markets, and Rural Poverty.

Background paper for Guatemala Poverty Assessment (GUAPA). Washington D.C.:

World Bank.

VARANGIS, P., SIEGEL, P., GIOVANNUCCI, D. AND LEWIN, B., 2003. Dealing

with the coffee crisis in Central America. Impacts and Strategies. Washington D.C.:

World Bank.

VIVERO, J. L., 2004. Teoría del hambre: Conceptos, definiciones e implicaciones

prácticas. Presentación en el Curso de Posgrado sobre seguridad alimentaria y pobreza

en Guatemala. Ciudad de Guatemala, Guatemala, 5 febrero-13 marzo, 2004.

VIVERO, J.L. Y DE LOMA-OSSORIO E., 2005. Propuestas de actuación para la lucha

contra el hambre en Centroamérica. Revista Española de Desarrollo y Cooperación

IUDC-UCM. Número extraordinario.

VON BRAUN, J., 1991. A policy agenda for famine prevention in Africa. Food policy

report. Washington DC: IFPRI.

WORLD BANK, 1986. Poverty and hunger: Issues and options for food security in

developing countries. World Bank Policy Study. Washington DC: World Bank.

WORLD BANK, 2004a. La pobreza en Guatemala. Washington D.C.: World Bank.

WORLD BANK, 2004b. Drivers of sustainable rural growth and poverty reduction in

Central America. Guatemala case study. World Bank Report No. 31191-GT.

97