EL DERECHO Y OTROS ÓRDENES NORMATIVOS

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EL DERECHO Y OTROS ÓRDENES NORMATIVOS Por Héctor Adrián Cadena Paniagua Gudelia Piedra Pérez Carlos Adolfo Aguilar Ayala Mireya Esmeralda Alonso Hernández Abril Glover Rueda Salvador Montoya Asesor Acadêmico Olga Lídia Pinzón Hernandez Asignatura: Introducción al Derecho LICENCIATURA EN DERECHO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA POPULAR VERACRUZANA Minatitlán, Ver. A 14 de junio de 2014

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EL DERECHO Y OTROS ÓRDENES NORMATIVOS

Por

Héctor Adrián Cadena Paniagua

Gudelia Piedra Pérez

Carlos Adolfo Aguilar Ayala

Mireya Esmeralda Alonso Hernández

Abril Glover Rueda

Salvador Montoya

Asesor Acadêmico Olga Lídia Pinzón Hernandez

Asignatura: Introducción al Derecho

LICENCIATURA EN DERECHO

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA POPULAR VERACRUZANA

Minatitlán, Ver. A 14 de junio de 2014

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EL DERECHO Y OTROS ÓRDENES NORMATIVOS

INTRODUCCIÓN

El orden jurídico regula el comportamiento de los individuos que componen la

sociedad, se requieren de las normas jurídicas para una sana convivencia entre los

diversos entes que la componen, su aplicación de carácter coactivo y general, del

mismo modo que las normas morales, ayudan a una relación más igualitaria, y

dentro de un mundo cada vez más globalizado, es esencial obedecerlas.

Hay valores que se han ido conquistando y no puede equipararse a quienes

los defienden y a quienes los niegan. Hay que huir, por tanto, del relativismo frente a

indudables conquistas históricas de los hombres: el derecho a la libertad, a la

igualdad entre las personas, a la igualdad, en particular, entre hombres y mujeres.

Los derechos fundamentales, en una palabra. Y hoy, entre nosotros, ese derecho

fundamental, soporte de los demás, que es el derecho a la vida.

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TABLA DE CONTENIDO

Introducción .............................................................................................. Tabla de contenido ................................................................................... Tema II: 2.1 Concepto de orden ........................................................................... 3 2.2 Orden y normas ................................................................................ 4 2.3 Semejanzas y diferencias entre las normas pertenecientes a los diferentes órdenes normativos. ................................................ 5 2.3.1 Normas jurídicas y normas morales .............................................. 7 2.3.2 Normas jurídicas y convencionalismos sociales .........................11 2.3.3 Normas religiosas y normas jurídicas .........................................13 2.3.4 Espacios de convivencia y separación ........................................14 2.4 Principales clasificaciones de las normas jurídicas ........................17 Conclusión ............................................................................................22 Glosario .................................................................................................24 Bibliografía ............................................................................................30

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2.1 Concepto de orden

Orden es disposición o colocación de las cosas de modo que cada una ocupe

el lugar que le corresponda. Al referirse al Orden Jurídico se debe considerar que los

mandatos jurídicos están constituidos por reglas de conducta concatenadas y

ordenadas con estrecha vinculación entre sí, dando origen a los ordenamientos

normativos de la conducta humana. Se considera que el vínculo de unión entre las

normas jurídicas es la “razón de validez”. Kelsen nos enseña que cada norma vale si

hay otra norma superior que la soporte, por lo que todas las normas que se funden en

una misma normativa superior tienen la misma razón de validez y el conjunto

organizado de esas normas constituyen el Ordenamiento Jurídico de un Estado. Las

normas Jurídicas de un mismo sistema pueden tener igual o diferente rango.

En sentido lato se puede aceptar que el Orden Jurídico es “el conjunto de

normas que integran el Derecho Positivo”. Pero si nos referimos a determinado

Estado, restringimos el concepto a la normativa de ese Estado. Al respecto señala

García Máynez1 que el Orden Jurídico es una larga jerarquía de preceptos, que cada

ordenamiento jurídico tiene un límite superior y otro inferior. Siguiendo a Kelsen, estos

extremos serían: La Norma Fundamental y las normas individualizadas.

Según Kelsen:

Expone, en su “Teoría Pura del Derecho”2 que: “Una pluralidad de normas

constituyen una unidad, un sistema o un orden cuando su validez reposa, en último

análisis, sobre una norma única”.

Según Merkl:

1 GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, 50ª ed., Porrúa, México, 2000 2 Kelsen Hans “Teoría Pura del Derecho”

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Merkl3 señala que examinando el derecho se descubre la posibilidad de

establecer una ordenación jurídica entre las diversas normas y los actos jurídicos.

La validez del orden Jurídico depende de la validez de las reglas de conducta

que lo constituyen. El Orden Jurídico vale mientras sus principios, leyes y demás

fuentes del derecho ofrezcan garantías generales a las personas en sus relaciones

públicas o privadas.4

2.2 Orden y normas

Una norma es una orden general, dada por quien tiene autoridad, para regular

la conducta de otros.

Una orden, es decir, un mandato por el cual se pretende obligar a las normas

mandadas. Se distingue así del consejo y de la recomendación, los cuales no

pretenden obligar a las personas a las cuales se aconseja o recomienda algo.

Una orden general, porque no se dirige a una persona en particular sino a una

totalidad, categoría o generalidad de personas, que podrá ser muy extensa o

también restringida; por ejemplo, todos los ciudadanos o solo los comerciantes, o,

todavía más restringida, los comerciantes que sean comisarios de una sociedad

anónima. Por eso se dice también que la norma es una regla general, es decir, una

pauta o modelo de conducta, a la que deben ajustarse las conductas concretas.

Dada por quien tiene autoridad. En efecto, no puede pretender obligar quien

carece de autoridad. La autoridad es precisamente la potestad de mando, la que

generalmente está limitada a un campo o esfera; por ejemplo, una familia, una

sociedad, un Estado, la Iglesia.

Por lo tanto la autoridad es generalmente limitada. Sólo Dios posee una

autoridad ilimitada.

Para regular la conducta de otros. Así se señala el fin de toda norma: que el

ordenado realice o se abstenga de una determinada conducta.

Por conducta se entiende un modo de actuar, de comportarse, de realizar

algo y hasta de abstenerse de intervenir.

3 http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/244/ek/ek9.pdf

4 http://temasdederecho.com/2012/04/04/el-orden-juridico/

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El que obedece a la norma está regulando su conducta conforme a la regla

dada y contenida en la norma. Regular significa ajustar o medir conforme a una

regla5

2.3 Semejanzas y diferencias entre las normas pertenecientes a los diferentes

órdenes normativos.

Puesto que, para que exista una norma, debe darse alguien que posea

autoridad o potestad de mando y otro alguien que reciba ese mandato, es evidente

que todas las normas, sea cual fuere su especie, presuponen la existencia de

a) Una sociedad,

b) con alguien que posea autoridad,

c) con por lo menos un súbdito.

Además, es común a todas las normas la obligatoriedad,

Para que una sociedad pueda funcionar como tal debe tener un fin propio,

compartido por todos los miembros, y encauzar las conductas de ellos al fin social.

Los antiguos romanos decían. Donde hay una sociedad hay Derecho: ubi

societas ibi ius. Es que no puede sobrevivir y desarrollarse una sociedad si carece

de un orden interno; y, para hacer posible ese orden, son necesarias las normas. Y,

si no hay sociedad sin normas, tampoco hay normas sin sociedad.

La norma es, por lo tanto, un fenómeno esencialmente social, ordenador y

regulador de las conductas de los miembros de una sociedad de acuerdo con el

proyecto social.

La autoridad se encuentra también en relación esencial con la sociedad.

En otras palabras: toda sociedad necesita una autoridad para existir,

sobrevivir y desarrollarse como sociedad.

Ya dijimos que la autoridad es la potestad de mando. Y esa potestad debe ser

ejercida tanto para mantener unida y ordenada internamente a la sociedad,

dirigiendo a todos sus miembros al cumplimiento del fin o fines sociales, como para

poder defender la integridad de esa sociedad frente a realidades y peligros extra

sociales (que pueden ser otras sociedades o individuos, y fenómenos de la

5 http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/111/dtr/dtr9.pdf

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naturaleza, como un terremoto, una sequía o una inundación). Alguien tiene que

tomar las decisiones que afecten al todo social y esas decisiones deberán ser

acatadas por todos para que lleguen a tener eficacia. A esa persona o personas a

las que se les reconoce la potestad de mando o de tomar las decisiones que

deberán ser obedecidas por los demás también se les Llama autoridad, pero ya no

en el sentido de potestad de mando sino en el sentido de quien posee la titularidad

de la potestad de mando. Para evitar confusiones a esas personas se les llama

simplemente gobernantes.

El gobernante es, por lo tanto, aquel que posee autoridad.

La autoridad puede repartirse y de hecho con frecuencia se reparte entre

varias personas. Como decíamos más ambas, toda autoridad (salvo la de Dios) es

limitada. El reparto de la autoridad se hace limitando todavía más la esfera de

mando de acuerdo con funciones más precisas.

Por ejemplo, en los sistemas constitucionales que aceptan la distribución de

poderes, se encomienda a unas personas el elaborar leyes, a otra u otras el

ejecutarlas y a otras más el juzgar los problemas surgidos de su aplicación. Así una

misma persona puede ser al mismo tiempo autoridad en una determinada función y

súbdito en todas las demás. Un juez será autoridad en los asuntos en los que tenga

competencia para juzgar y súbdito de otras autoridades en todo los demás.

Solo el hombre que vive totalmente aislado de la sociedad, alejado de sus

semejantes, no necesita obedecer normas, porque las normas dicen siempre

relación a otros. Por eso no hay sociedad sin súbditos. Imaginemos la sociedad más

reducida posible. Sería una sociedad bimembre (es decir, compuesta de dos

miembros).

Tomemos como ejemplo a la sociedad conyugal. En las formas durante largo

tiempo imperantes de su organización se reconocía al esposo como autoridad y se

hacía de la esposa el único súbdito. Pero, aun entonces, si la sociedad conyugal no

quería degenerar en una mera unión arbitraria en que el macho imponía por la

fuerza sus caprichos a la hembra, el esposo debía responder para sí

responsabilidades.

Entonces, aunque en el momento de proclamar las responsabilidades propias

(como las de su esposa) era autoridad, durante la vida de la sociedad conyugal el

esposo también era súbdito, pues debía obedecer las normas por el mismo

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proclamadas. Hoy, tomando conciencia de la dignidad humana en la mujer y en el

varón, se piensa que la autoridad de la sociedad conyugal debe ser compartida por

ambos cónyuges.

Los dos tomarán las decisiones de común acuerdo. Estas pueden significar el

reparto de determinadas tareas. Una vez tomada la decisión, ambos cónyuges serán

súbditos de las normas implicadas en la decisión.

Hemos dicho que la norma es una orden por la cual quien tiene autoridad

impone una conducta obligatoria a sus súbditos. Debemos explicar también en que

consiste esa obligatoriedad. Así podremos distinguir a las normas jurídicas de las

normas morales y de las religiosas. Pero antes hay que aclarar que los

convencionalismos sociales, precisamente por no ser obligatorios, rigurosamente no

son normas; si se les llama así, será sólo en sentido analógico.

2.3.1 Normas jurídicas y normas morales

Norma lato sensu: regla de comportamiento, obligatoria o no.

Norma stricto sensu: regla que impone deberes o confiere derechos.

Regla técnica: su cumplimiento es potestativo y expresan una necesidad

condicionada, es decir, señala el camino que es forzoso seguir, en la hipótesis de

que se pretenda determinada meta. No expresan deberes ni derechos.

Con los juicios se habla de verdad o falsedad; con las normas de validez o

invalidez.

Las leyes naturales son juicios enunciativos cuyo fin estriba en mostrar las

relaciones indefectibles y constantes que en la naturaleza existen. Indican relaciones

de tipo causal.

Las leyes estadísticas son generalizaciones cuyo valor depende en la medida

en que la experiencia las confirme (leyes impropias).

Las normas imponen un deber condicionado cuando hacen depender la

existencia de éste a la realización de ciertos supuestos. Al actualizarse los

supuestos la obligación nace inmediatamente. El supuesto normativo es la hipótesis

de cuya realización depende el nacimiento del deber estatuido por la norma. La

distinción es gramatical pues los imperativos categóricos también poseen supuestos,

y una vez que se realizan toda norma deviene categórica.

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La fórmula “si A es, debe ser B” no expresa la estructura lógica de la

regulación jurídica de manera completa pues omite los correlativos derechos

sustantivos, pero por correlatividad se infiere. Esta fórmula es aplicable a todas las

formas normativas de regulación de conducta (moral, religión, etc.).

Lo anterior se resume diciendo que las normas jurídicas son impero-

atributivas y las de la moral imperativas.

Sujeto activo (facultado, derechohabiente, pretensor) es la persona autorizada

para exigir la observancia de la norma al sujeto pasivo u obligado a cumplir con la

norma.

El derecho subjetivo es la pasibilidad de hacer u omitir lícitamente algo.

Difiere de una posibilidad fáctica en cuanto la realización u omisión está calificada de

lícita.

La regulación jurídica es una conexión de dos juicios recíprocamente

fundados uno imperativo y otro atributivo. Los imperativos éticos son deberes de un

individuo para consigo mismo, aun cuando impliquen a la sociedad.

Por convencionalismos sociales o reglas del trato social o también usos

sociales entendemos aquellos modos de proceder que adopta espontáneamente un

grupo o un subgrupo para hacer más previsible y humana la convivencia y así limar

las naturales asperezas que se pueden seguir de lo insólito, de lo tosco o grosero o

simplemente de lo incivilizado. En efecto, el espíritu que origina y anima a los

convencionalismos sociales es el de la civilidad, de la cortesía, de los buenos

modales, de la urbanidad, del respeto social, del compañerismo, de la

caballerosidad. Pueden consistir en modos de saludar, de vestir, de comer a la

mesa, de hablar, etc. Los convencionalismos sociales "en realidad son meras

invitaciones a su cumplimiento, sólo rigen en sociedad, únicamente se mantienen

mientras los respeta la generalidad (de un grupo o de un subgrupo), y contra sil

incumplimiento no reacciona la propia colectividad, sino las individualidades"6. Pero

la presión del grupo o subgrupo puede ser muy grande, al punto de negarse a seguir

tratando con el infractor. Cuando los convencionalismos sociales se enraízan en la

generalidad y se prolongan durante largo tiempo reciben el nombre de costumbres.

6 Maldonado José, curso de derecho canónico para juristas civiles. Parte General. 2a. ed., Madrid, 1975, p. 32.

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Mientras éstas se siguen demandando por espíritu de civilidad, seguirán

siendo meras reglas del trato social, de las que se invita a los miembros a

beneficiarse si quieren participar en una convivencia grata y civilizada. Pero es

posible que el transcurso del tiempo, aunado a la materia de que se trate, acabará

convenciendo al grupo que no basta invitar a los individuos a que realice

determinada conducta, sino que es imprescindible haciéndola obligatoria. Entonces

aparecerá una costumbre-norma que podrá ser moral o jurídica. En resumen: lo que

distingue a los convencionalismos de las normas tanto morales como jurídicas es el

carácter de obligatoriedad ausente en las primeras y presente en las últimas.

¿Qué es la obligatoriedad?

Por obligatoriedad se entiende aquella calidad que tiene algo para que pueda

ser exigido como obligatorio, es decir, incondicionalmente, de manera absoluta, sin

tolerar excusas, evasivas o pretextos. El vínculo por el cual alguien está unido (o

vinculado) a algo obligatorio recibe el nombre de obligación.

Analizada la obligatoriedad, tenemos los siguientes elementos:

1) Una autoridad con capacidad de imponer algo como obligatorio.

2) Uno o varios súbditos, que después serán los obligados;

3) Una norma que es la orden o mandato por el cual la autoridad impone a los

súbditos algo como obligatorio;

4) Un contenido normativo que es aquello que se declara obligatorio para los

súbditos;

5) Un vínculo, que es la obligación, que une al súbdito o súbditos con lo

mandado;

6) Un valor que trata de proteger o desarrollar la norma.

Estos seis elementos nos permitirán distinguir entre sí a las normas morales,

jurídicas y religiosas. Pero todas ellas comparten el carácter de la obligatoriedad.

Observemos, por último, que la obligatoriedad sólo se puede dar en seres

inteligentes y libres. Tienen que ser inteligentes para poder entender la racionalidad

de lo mandado, y libres para poder obedecerlo.

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La moral es la disciplina que estudia a la luz de la razón la rectitud de los

actos humanos con relación al último fin del hombre o a las normas que se deriven

de nuestro último fin. Consciente o inconscientemente todo ser humano tiende a

desarrollarse en su integridad y no sólo en aspectos aislados de su personalidad.

Claro que, según su posición filosófica y religiosa, definir diferentemente la meta de

su desarrollo integral: e; ideal o prototipo humano que se siente obligado a ser por

su posición en el mundo. Muchos perciben que el fin último de su propia existencia

que lo único que puede dar pleno sentido a su desarrollo humano, es el

cumplimiento del plan o proyecto que para ellos ha establecido Dios.

Otros cada vez. Más numerosos, en nuestros tiempos de incredulidad

filosófica y religiosa, no pueden o no se atreven o no quieren dar el paso definitivo

del reconocimiento de una causa última y final de sus responsabilidades morales y

se contentan con admitir órdenes normativos, en realidad derivados de esa última

causa (que para ellos permanece incierta y que a veces es explícitamente negada),

tales como el orden de la naturaleza o el de la felicidad o el de la justicia, o el de la

convivencia civilizada entre los hombres.

Pero, en todo caso, las normas morales aparecen como vinculando a los

individuos con el principio o razón de ser última de su existencia, principio Último por

el cual debe juzgarse el desarrollo integral, sin que esto excluya otros principios

subordinados, Para aquellos que niegan hasta la posibilidad de algún último principio

o de algún orden normativo supremo no puede haber moral ni normas morales; a lo

más habrá elecciones pragmáticas o hedonísticas ante situaciones concretas.

Estas breves explicaciones nos permiten distinguir la autoridad propia de las

normas morales. Es Dios, ya sea reconocido explícitamente como tal, ya

permanezca encubierto por el orden normativo de la naturaleza, por el de la justicia o

el de la convivencia humana civilizada.

En este sentido, es claro que las normas morales son heterónomas, pues son

impuestas por otro, por un legislador que no se confunde con los súbditos a los que

dirige. Las normas morales no son creadas por los súbditos. Nadie puede, según su

propio gusto o capricho, crearse su propia moral; dictaminar lo que es bueno y lo que

es malo, declarar que son buenos el odio, el asesinato, el adulterio o la venganza,

por más que en algún momento le sean muy atractivos.

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La norma moral es unilateral porque le impone deberes independientemente

de los deberes que tengan otros individuos. "Determina la bondad o maldad de los

actos, según que sea o no adecuados para realizar el bien racional del sujeto

agente. Compara siempre las posibilidades de actuación, frente a !la conciencia del

sujeto y en relación con su bien de manera que los actos conducentes al bien

personal del sujeto, debe éste realizarlos, y por la misma razón debe omitir los actos

inconducentes.

La incoercibilidad de las normas morales se desprende de lo dicho.

Incoercibilidad significa la ausencia de presiones externas dirigidas a obtener

una determinada conducta o la omisión de ella. La conducta moral ideal es

precisamente aquella que puede realizarse con pleno conocimiento y completa

libertad: "el perfeccionamiento del hombre, la realización de su bien personal, sólo

es posible con su esfuerzo consciente y libre".' Por lo mismo, es característica

esencial de las normas morales la interioridad. Es en el fuero interno de la

conciencia donde el hombre tiene que decidir por el bien y rechazar el mal. La

decisión moral es aquella que brota desde lo más íntimo del ser humano que es su

conciencia. Pero, una vez tomada la decisión, esta debe fraguarse la mayor parte de

las veces en actos externos.

De allí que, en las normas morales, predomina la interioridad pero esto no

excluye, sino que muchas veces exige, la exterioridad.

2.3.2 Normas jurídicas y convencionalismos sociales

Cuando la persona obra de acuerdo con un precepto que no deriva de su

albedrío sino de una voluntad extraña su proceder es heterónomo, carece de mérito

moral. La legislación autónoma es aquella donde el autor de la regla es el mismo

sujeto que el obligado.

Autonomía quiere decir reconocimiento espontáneo de un imperativo creado

por la propia conciencia, auto legislación. Heteronomía es sujeción a un querer

ajeno. Se dice que los preceptos morales son autónomos porque su fuente es la

voluntad del obligado.

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Los del derecho son heterónomos pues su fuente proviene de una persona

distinta del obligado.

Doctrinas que no distinguen los convencionalismos

DEL VECCHIO opina que la conducta humana sólo puede ser objeto de

regulación moral o jurídica, es decir, imperativas o impero-atributivas. Por lo que los

convencionalismos no constituyen una clase especial de normas, sino que

pertenecen a la moral por no ser exigibles. RADBRUCH sostiene que los usos

representan una etapa embrionaria de las normas de derecho o una degeneración

de éstas.

Doctrinas que distinguen los convencionalismos.

STAMMLER los distingue atendiendo a su grado de pretensión de validez.

Las normas jurídicas tienen pretensión absoluta e incondicional de validez, mientras

que los convencionalismos son invitaciones de la colectividad al individuo. Lo

anterior es inacertado puesto que no son invitaciones; ambas tienen la misma

pretensión de validez.

JHERING las distingue por la fuerza obligatoria y por las materias que regulan

históricamente. El derecho tiene un poder coactivo físico; los usos aplican una

coacción psicológica por parte de la sociedad. Las materias reguladas por los

convencionalismos son y han sido distintas que las jurídicas. Las excepciones a las

materias reguladas son tan frecuentes que tampoco es aceptable su teoría

FELIX SOMLO las distingue por su origen. Los convencionalismos son

creados por la sociedad; el derecho por el Estado. Lo anterior es falso puesto que el

derecho consuetudinario también deriva de la sociedad.

RECASENS SICHES hace una buena comparación entre las normas morales,

sociales y jurídicas y concluye que la diferencia está en la naturaleza de las

sanciones y en la finalidad que persiguen. Los usos tienden al castigo del infractor

más no al cumplimiento forzado de la norma, como las jurídicas donde inclusive se

recurre a la coacción.

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2.3.3 Normas religiosas y normas jurídicas

Si por religión se entiende un modo de pensar, de sentir y de actuar por el

cual el ser humano se vincula con Dios y le da culto, entonces es claro que las

normas morales son también normas religiosas. En efecto, las normas morales

suponen un modo de pensar, de sentir y de actuar, por el cual el sujeto somete y

vincula su conducta, tanto interna como externa, al plan querido para el por Dios,

plan que Ya conciencia del sujeto debe descubrir observando el orden de las cosas.

Por lo tanto, la dimensión moral es esencialmente religiosa y no deben concebirse a

la moral y a la religión como cosas independientes Es bastante común que, entre las

normas una determinada religión revelada, se encuentren algunas que sean el

fundamento de la institución de una iglesia y de la obligación de los fieles de

obedecerla. Esa iglesia podrá, entonces, promulgar normas obligatorias para sus

fieles; nacería así un Derecho eclesiástico (tal es el Derecho Canónico). Las normas

de las iglesias, aunque tienen su fundamento en normas religiosas, son ya jurídicas

(por eso se les llama Derecho eclesiástico), en cuanto que tiene: por fin el bien

común de la comunidad de los fieles, regulan principalmente lo que se llama el fuero

externo, es decir, tanto el gobierno de la iglesia como los asuntos temporales y

espirituales de la comunidad y de los individuos en cuanto miembros de la misma,

disponen de sanciones y, en algunos casos de coactividad y, por último, se imponen

correlativamente a los deberes de otros. Pero en un Derecho eclesiástico pueden

encontrarse normas dirigidas al fuero interno, es decir, a la conciencia de los

individuos.

Estas normas seguirán siendo morales o religiosas. Si se encuentran en un

ordenamiento jurídico eclesiástico, es porque 'la finalidad última del mismo no puede

ser más que la santificación de las almas. A ella se subordinan incluso las normas

jurídicas y ese bien común de la comunidad de los fieles protegido por las mismas.

En resumen: en los Derechos eclesiásticos "la zona del fuero externo es la

propiamente jurídica, mientras que la zona del fuero interno se refiere al aspecto

moral y religioso.

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Por todo lo explicado, se entenderá que las normas religiosas difieren muy

poco de las morales. Es verdad que parten de una explicación de lo que debe

entenderse por autoridad: para las normas religiosas, es Dios o la Divinidad

explicada a su modo por cada religión revelada; en tanto que, para las normas

morales, lo importante es el orden normativo supremo, se entienda o no derivado de

Dios. Los súbditos son considerados con sus individualidades diferentes, tanto por

las normas morales como por las religiosas, pero estas últimas los reducen a la

categoría de fieles de la respectiva religión. Por último, el valor protegido

principalmente por las normas religiosas es la voluntad de Dios, en tanto que el de

las morales, es el desarrollo integral de los individuos, que para las primeras es un

valor secundario que se llama santificación

2.3.4 Espacios de convivencia y separación

La mayor atención que hay que mantener frente a la intolerancia es la que

debe prestarse a la propia. Muchas personas, religiosas, políticas, intelectuales o

gentes del pueblo, artistas, obreros o funcionarios, de distintas razas o

nacionalidades, de clases altas, medias o bajas, creen ser el receptáculo de un

espíritu: sea el "espíritu del pueblo" (el Volkeist con el que esas almas exquisitas de

los románticos alemanes se pretendían encarnar, con bastante más de un siglo de

antelación al nazismo que les siguió como no necesaria pero sí lógica

consecuencia); sea el espíritu del pueblo elegido o su contrario, la Umma o

comunidad islámica; sea nación, como comunidad de destino o como comunidad

histórica, o sean visiones mucho más pedestres, como el sentido de lo común, que

es lo mismo que la comunidad de sentirse integrados con los propios y enemigos de

los demás. Sentirse en la posesión de la verdad es aquella actitud que criticaba un

viejo teólogo cuando decía, según me contaba uno de sus alumnos, viejo amigo mío:

"Todos los hombres tienen un pájaro en la cabeza, pero sólo los obispos creen que

es el Espíritu Santo".

Nuestro pájaro en la cabeza es, en realidad, un ave siniestra que nos impide

comprender al otro.

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"Al principio era el verbo". La batalla contra la intolerancia ha nacido como

lucha por la libertad religiosa: como libertad de creer y de expresar la propia

creencia. Hoy es algo más amplio, pero no apartado de sus orígenes. Spinoza

seguía relacionando la lucha contra la intolerancia con la libertad de pensamiento y

de expresión. Refiriéndose al Estado, expresaba que "su fin último no es dominar a

los hombres ni acallarlos por el miedo o sujetarlos al derecho de otro, sino, por el

contrario, liberar del miedo a cada uno para que, en tanto que sea posible, viva con

seguridad, esto es, para que conserve el derecho natural que tiene a la existencia,

sin daño propio ni ajeno".

De la libertad de pensar y de expresar el propio pensamiento deriva el deber de

comprender al prójimo en su ser, en su expresión y en su pensamiento. Se niega al

prójimo cuando, en nuestro cuadro de convivencia, no caben las variantes que el

prójimo aporta.

La intolerancia es un vicio, pero no está claro que cualquier tolerancia sea una

virtud. A veces es simplemente una coartada hipócrita. Mirabeau decía que la

palabra tolerancia le parecía, "en cierto modo, tiránica en sí misma, ya que la

autoridad que tolera podría también no tolerar". Ha estado, en efecto, demasiado

ligada a una especie de oportunismo, por el que quien se cree en la verdad se

abstiene de perseguir a los que profesan ideas políticas, morales o religiosas que,

sin embargo, se consideran malas. Es así una especie de táctica política del mal

menor.

La misma posición cabe extender del debate religioso, en donde nació el

problema de la tolerancia, al actual debate social. La presencia en nuestra sociedad

de "cuerpos extraños" -gitanos, inmigrantes, gentes de otros modos de vivir y de

entender la vida- e, incluso, la ocupación creciente por las mujeres de posiciones en

lugares reservados tradicionalmente a los hombres, puede ser enfocada con

intolerancia, y contra ello hay que luchar, pero puede ser soportada simplemente por

simple tolerancia, como mal menor, lo cual sigue siendo un mal a evitar.

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Lo que hay que buscar es lo que podríamos llamar el "espacio de convivencia".

Por fallar en ese empeño se han producido los mayores desastres de nuestro siglo.

Ninguna tierra es exclusiva de una raza o de una nación. Comenzó el siglo con el

fracaso histórico que supuso el no poder soportar en una comunidad política

democrática a los distintos pueblos que convivían, a veces mezclados en las mismas

ciudades y comarcas, dentro de Austria-Hungría. Y termina el siglo, en Europa, con

el nuevo fracaso que ha impedido la convivencia de los eslavos del Sur, esto es, de

Yugoslavia. Será muy importante, en cada caso, indagar dónde están las culpas

principales que han llevado a estos fracasos: seguramente en el espíritu imperial

germánico, en el primer caso, y en el espíritu de la Gran Serbia, en el segundo. Pero

tan importante es reflexionar que también hay culpas compartidas entre los que no

comprenden que la verdadera virtud, frente al vicio de la intolerancia, está en la

voluntad de crear espacios de convivencia.7

La falta de voluntad de crear espacios de convivencia es lo que lleva a grandes

desgracias, como las luchas entre tribus, pero es también lo que lleva a grandes

incomprensiones, frente al enfermo, frente al que busca en nuestra tierra el trabajo

que en la suya le falta, frente al de otra lengua u otra costumbre. No olvidemos,

finalmente, que el gran espacio de convivencia es el mundo entero y que la

solidaridad internacional es la dimensión fundamental de este espacio.

Convivir con el otro, en un mismo espacio, exige comprenderle y respetarle.

Exige también la actitud humilde que consiste en pensar que nuestra verdad es sólo

una parte de la verdad. Pero eso no quiere decir que todas las muestras de hábitos

políticos, sociales o familiares sean equivalentes. Por el contrario, si afirmamos los

espacios de convivencia es porque creemos firmemente que nuestra posición es

válida y no es válida la contraria, aunque sea mantenida por otras comunidades,

intolerantes.

7 José Ramón Recalde catedrático de Sistemas Jurídicos del ESTE de San Sebastián

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2.4 Principales clasificaciones de las normas jurídicas

Las normas jurídicas (o del Derecho) tienen como objeto la regulación de la

conducta para con los demás, a fin de organizar la vida social, previniendo los

conflictos y dando base para su solución. Las morales tienen por finalidad el orientar al

hombre hacia el bien, hacia la pureza, invitándole a practicar el bien y evitar el mal.

Las normas religiosas regulan la conducta del hombre señalándole sus deberes para

con Dios, para consigo mismo y para con sus semejantes. La de trato social, también

llamada convencionalismos sociales tiene por objeto hacer más llevadera la

convivencia en sociedad, limar asperezas, evitar situaciones bochornosas, etc. Son de

muy diversa índole, ya que se refieren a la urbanidad, el decoro, a la cortesía, etc.8

Agrupemos las normas del derecho:

a) Desde el punto de vista del sistema a que pertenecen.

b) Desde el punto de vista de su fuente.

c) Desde el punto de vista de su ámbito espacial de validez.

d) Desde el punto de vista de su ámbito temporal de validez.

e) Desde el punto de vista de su ámbito materia de validez.

f) Desde el punto de vista de su ámbito personal de validez.

g) Desde el punto de vista de su jerarquía.

h) Desde el punto de vista de sus sanciones.

i) Desde el punto de vista de su cualidad.

j) Desde el punto de vista de sus relaciones de complementación.

k) Desde el punto de vista de sus relaciones con la voluntad de los particulares.

a) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista del sistema a

que pertenecen.-

Todo precepto de derecho pertenece a un sistema normativo. Tal

pertenencia depende de la posibilidad de referir directa o indirectamente la

norma en cuestión a otra y otras de superior jerarquía y, en última

8 http://fundamentosdederechouag.blogspot.mx/2010/08/clasificacion-de-las-normas-juridicas.html

18

instancia, a una norma suprema llamada constitución o ley fundamental.

En principio, las que pertenecen al sistema jurídico de un país se aplican

en el territorio de éste. No solo existe la posibilidad de que las normas

nacionales se apliquen en territorio extranjero, sino la de que las

extranjeras tengan aplicación en el nacional (tratados internacionales).

b) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su fuente.-

Los preceptos de derecho pueden ser formulados por órganos especiales

(poder legislativo); provenir de la repetición más o menos reiterada de

ciertas maneras de obrar, cuando a éstas se halla vinculado el

convencimiento de que son jurídicamente obligatorias, o derivar de la

actividad de ciertos tribunales. A los creados por órganos especiales, a

través de un proceso regulado formalmente, se les da el nombre de leyes

o normas de derecho escrito; a los que derivan de la costumbre se les

denomina derecho consuetudinario o no escrito; a los que provienen de la

actividad de determinados tribunales (Suprema Corte) se les llama,

derecho jurisprudencial.

c) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su ámbito

espacial de validez.-

Es la porción del espacio en que el precepto es aplicable. Los preceptos

de derecho pueden ser generales o locales. Pertenecen al primer grupo

los vigentes en todo el territorio del Estado; al segundo, los que sólo tienen

aplicación en una parte del mismo. En nuestro país existe desde este

punto de vista, tres categorías de leyes, a saber: federales, locales y

municipales. Esta clasificación se basa en los preceptos de la Constitución

relativos a la soberanía nacional y la forma de gobierno. Las federales son

aplicables en toda la república; las locales, en las partes integrantes de la

federación y del territorio nacional; las municipales en la circunscripción

del municipio libre.

d) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su ámbito

temporal de validez.-

19

Las normas jurídicas pueden ser de vigencia determinada o

indeterminada. Podemos definir las primeras como aquellas cuyo ámbito

temporal de validez formal se encuentra establecido de antemano; las

segundas, como aquellas cuyo lapso de vigencia no se ha fijado desde un

principio. Puede darse el caso de que una ley indique, desde el momento

de su publicación, la duración de su obligatoriedad.

e) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su ámbito

material de validez.-

Los preceptos del derecho pueden también ser clasificados de acuerdo

con la índole de materia que regulan. Esta clasificación tiene su

fundamento en la división del derecho objetivo en una serie de ramas.

f) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su ámbito

personal de validez.-

Desde el punto de vista de su ámbito personal de validez, las normas del

derecho se dividen en genéricas e individualizadas. Llámense genéricas

las que obligan o facultan a todos los comprendidos dentro de la clase

designada por el concepto-sujeto de la disposición normativa; reciben el

nombre de individualizadas las que obligan o facultan a uno o varios

miembros de la misma clase, individualmente determinados.

g) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su

jerarquía.-

Los preceptos que pertenecen a un sistema jurídico pueden ser del mismo

o diverso rango.

h) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de sus

sanciones.-

Se divide los preceptos del derecho en cuatro grupos:

20

Leyes perfectas.- Aquellas cuya sanción consiste en la inexistencia o nulidad

de los actos que las vulneras. Dícese que tal sanción es la más eficaz, porque el

infractor no logra el fin que se propuso al violar la norma.

Leges plus quam perfectae.- La norma sancionadora impone al infractor un

castigo y exige, además, una reparación pecuniaria.

Leges minus quam perfectae.- Está integrado por aquellas cuya violación no

impide que el acto violatorio produzca efectos jurídicos, pero hace al sujeto acreedor a

un castigo.

Leyes imperfectas.- Las que no se encuentran provistas de sanción. Las no

sancionadas jurídicamente son muy numerosas en el derecho público y, sobre todo,

en el internacional. Las que fijan los deberes de las autoridades supremas carecen a

menudo de sanción, y lo propio ocurre con caso todos los preceptos reguladores de

relaciones jurídicas entre Estados Soberanos.

i) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su calidad.-

Desde este punto de vista se dividen en positivas (o permisivas) negativas

(o prohibitivas). Son positivas las que permiten cierta conducta (acción y

omisión); negativas, las que prohíben determinado comportamiento

(acción y omisión).

j) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de sus

relaciones de complementación.- Hay normas jurídicas que tienen por sí

mismas sentido pleno, en tanto que otras sólo poseen significación cuando

se les relaciona con preceptos del primer tipo. Cuando una regla de

derecho complementa a otra, recibe el calificativo de secundaria. Las

complementadas, por su parte, llámense primarias. Las secundarias no

encierran una significación independiente, y sólo podemos entenderlas en

relación con otros preceptos.

21

k) Clasificación de las normas jurídicas desde el punto de vista de su relación

con la voluntad de los particulares.-

Normas taxativas y normas dispositivas.- Son taxativas aquellas que obligan en todo

caso a los particulares, independientemente de su voluntad. Llámense dispositivas las

que pueden dejar de aplicarse, por voluntad expresa de las partes, a una situación

jurídica concreta.

22

Conclusión

Desde los inicios de la humanidad el hombre siendo un animal político, siente la

necesidad de formar grupos, clanes, es decir que conforme van creciendo en número,

forzosamente requieren una regulación para su pacífica convivencia, al inicio

predominaba la ley del más fuerte, pero no siempre con resultados positivos, lo que

originó la creación de normas de conducta, con el paso del tiempo estas normas se

adecuan al sistema político en que se desenvuelven9

El orden es disposición o colocación de las cosas de modo que cada una ocupe

el lugar que le corresponda. En el orden jurídico se debe considerar que los mandatos

jurídicos estén constituidos por reglas de conducta concatenadas y ordenadas con

estrecha vinculación entre sí. Kelsen nos enseña que cada norma vale si hay otra

norma superior que la soporte, por lo que todas las normas que se funden en una

misma normativa superior tienen la misma razón de validez.

Según su teoría pura del derecho dice que: “una pluralidad de normas

constituyen una unidad, un sistema o un orden cuando su validez reposa, en último

análisis, sobre una norma única. Por otro lado Merkl señala que examinando el

derecho se descubre la posibilidad de establecer una ordenación jurídica entre las

diversas normas y actos jurídicos.10

Se dice que una norma es una orden general, dada por quien tiene autoridad,

para regular la conducta de otros. También se conoce como mandato a las órdenes y

por ellas se pretende obligar a las normas mandadas. Una orden general es aquella

que no se dirige a una persona en particular, sino a una totalidad, categoría o

generalidad de personas que podrá ser muy extensa o también restringida.

En el derecho se encuentran normas jurídicas y normas morales, normas

religiosas y sociales todas ellas con el mismo fin que es regular y mandar a un grupo

de personas o un solo individuo.

Las normas se volvieron de carácter obligatorio y se dio inicio a las normas

jurídicas de aplicación general para un estado.

9 Carlos Aguilar Ayala

10 Mireya Alonso Hernández

23

Las religiosas son internas, autónomas, no son coercibles, lo mismo las morales

el libre albedrio rige en este tipo de normas.

En el mundo actual en el que nos ha tocado compartir este breve espacio de

tiempo llamado vida y en el cual en un segmento de la misma interactuamos,

debemos acatar las normas, aun aquellas que no están escritas, las que dictan las

costumbres y es menester acatarlas.11

Aprendimos lo importante que es el Derecho y todas las normas que se

conjuntan para regular y sancionar la conducta de un entorno social, así como su

clasificación y poder entender qué tipo de normas son las que nos rigen como

mexicanos, las normas toman ese rol importante ya que desde casa se empieza a

conocer el valor de las normas morales, y después aprendemos las normas jurídicas

que nos rigen. Las normas morales tienen por finalidad el orientar al hombre hacia el

bien, hacia la pureza, invitándole a practicar el bien y evitar el mal. Las normas

religiosas regulan la conducta del hombre señalándole sus deberes para con Dios,

para consigo mismo y para con sus semejantes. La de trato social, también llamada

convencionalismos sociales tiene por objeto hacer más llevadera la convivencia en

sociedad, limar asperezas, evitar situaciones bochornosas, etc. A grandes rasgos son

elementos que debemos respetar y no dejar pasar desapercibidos en el día a día

como seres humanos y como mexicanos.12

En una sociedad existe un orden jurídico en el cual los ciudadanos se regular por

una ciertas de normas en las cuales deben de respetar y seguir las reglar ya que si no

tendrá un castigo según la ley o la norman que rompa, somos una sociedad que si no

tenemos normas ni existieras leyes el mundo sería un completo caos ya que teniendo

normas que nos rigen y leyes existen robos, privan de la vida a personas, las

secuestras etc. imaginasen no teniendo unas normas que nos rijan o leyes en estés

caso. Tengo entendido que tenemos normas morales son las que cada persona tiene

y quiere actuar en si según su personalidad. En las normas religiosas lo entiendo yo

que dios es todo que te diriges todo respecto a él y que si haces algo malo estas

pecando así lo ve la iglesia y así lo veo yo. Cada norma para el derecho una de las

11 Abril Glover Rueda

12 Héctor Adrián Cadena Paniagua

24

bases practica y así se puede entender mejor, bajo que leyes o en este caso nos está

regulando. 13

Del mismo modo la sociedad cambia, es dinámica y requiere de normas que se

adecuen a su situación, las normas que regulan el espacio cibernético. Las que rigen

nuestra actuación en las redes sociales.

Tenemos y debemos obligarnos a estar actualizados con los requerimientos que

demanda la sociedad en la que vivimos.14

13 Gudelia Piedra Pérez

14 Salvador Montoya

25

Glosario

Abstracta.‐ La norma contiene un supuesto de hecho, una hipótesis de una

situación actual que puede ser real, objetiva.

Adulterio: se refiere a la unión sexual de dos personas cuando uno o ambos están

casados con otra persona.

Albedrío. (Del lat. arbitrīum).

1. m. libre albedrío.

2. m. Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho.

3. m. Costumbre jurídica no escrita.

4. m. ant. Sentencia del juez árbitro.

5. m. ant. Libertad de resolución.

Alteridad (o exteriores respecto a las conductas que regula).‐ Del latín “alter” (el

otro), el Derecho, y por tanto, la norma jurídica, rige las relaciones de conducta de

una persona en relación con otra persona, sin entrar en la esfera interna

(pensamientos, intenciones, etc.). Característica opuesta a la “interioridad” de

algunas normas, por ejemplo, morales, cuyo cumplimiento obedece a convicciones

del propio obligado.

Autoridad: es el nivel de influencia que tiene una persona sobre un colectivo. La

autoridad también es el prestigio ganado por una persona u organización gracias a su

calidad o a la competencia de cierta materia. La autoridad suele estar asociada al

poder del estado.

Autonomía o estructura propia.‐ A partir del supuesto de hecho, la norma describe

también una consecuencia jurídica.

Bilateral.‐ Relacionada con la anterior, la norma jurídica reconoce derechos pero

también recíprocos deberes u obligaciones.

Coercible proviene de coerción, ésta es la presión que una posible autoridad ejerce

sobre una persona o entidad con el objetivo de hacer cambiar sus conductas. En el

ámbito jurídico, se habla de coercible en el campo de las normas jurídicas: el Estado

podrá ejercer la fuerza en el caso de que haya quienes incumplen dichas normas o

leyes. El fin es presionar para hacer que finalmente se cumplan. La coercibilidad es,

pues, una de las principales características de las leyes. Coactivo, imponiéndose

sanciones por su incumplimiento.

26

Concepto.‐ Expresión del mandato del Derecho.

Convencionalismo: es la creencia, opinión, procedimiento o actitud que considera

como verdaderos aquellos usos y costumbres, principios, valores o normas que rigen

el comportamiento social o personal, entendiendo que éstos están basados en

acuerdos implícitos o explícitos de un grupo social, más que en la realidad externa

Derecho: es el orden normativo e institucional de la conducta humana en sociedad

inspirada en postulados de justicia y certeza jurídica, cuya base son las relaciones

sociales existentes que determinan su contenido y carácter en un lugar y momento.

Derecho subjetivo: es la posibilidad de hacer u omitir lícitamente algo. Difiere de una

posibilidad fáctica en cuanto la realización u omisión está calificada de lícita.

Fuero: es, según su génesis, un privilegio que se confiere a determinados servidores

públicos para salvaguardarlos de eventuales acusaciones sin fundamento, así como

para mantener el equilibrio entre los Poderes del Estado, dentro de regímenes

democráticos.

Generalidad.‐ La norma no tiene por destinatarios a personas concretas, sino un

conjunto más o menos amplio, pero indeterminado de personas.

Heterónoma (o exterior en cuanto a su creación).‐ Emana y se impone por persona

distinta al destinatario, por quien detenta el poder normativo. Característica opuesta

a la “autonomía” que se trata de normas (ej. éticas o morales) autoimpuestas.

Incoercibilidad: Se manifiesta, en virtud de que no existe la posibilidad de hacer

cumplir el mandato de la norma si la persona no está de acuerdo con él.

Incoercible: Que no puede ser sujetado o dominado.

Ilícito: es aquello que no está permitido legal o moralmente. Se trata, por lo tanto, de

un delito (un quebrantamiento de la ley) o de una falta ética.

Impero atributivas: Se considera impero atributivas al conjunto de normas que son

de obligado cumplimiento en un país determinado.

Juez: es un concepto polisémico, que designa a un tipo particular de agrupación de

individuos que se produce tanto entre los humanos (sociedad humana -o sociedades

humanas, en plural-) como entre algunos animales (sociedades animales).

Las leyes estadísticas: son generalizaciones cuyo valor depende en la medida en

que la experiencia las confirme (leyes impropias).

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Las leyes naturales: son juicios enunciativos cuyo fin estriba en mostrar las

relaciones indefectibles y constantes que en la naturaleza existen. Indican relaciones

de tipo causal.

Leges plus quam perfectae: Leyes más que perfectas

Leges minus quam perfectae: Leyes menos que perfectas

Menester. (Del lat. ministerĭum).

1. m. Falta o necesidad de algo.

2. m. Oficio u ocupación habitual U. m. en pl.

3. m. pl. Necesidades fisiológicas.

4. M. PL. Coloq. Instrumentos o cosas necesarias para los oficios u otros usos

Normas jurídicas: es una regla dirigida a la ordenación del comportamiento humano

prescrita por una autoridad cuyo incumplimiento puede llevar aparejado una sanción.

Generalmente, impone deberes y confiere derechos.

Norma lato sensu: regla de comportamiento, obligatoria o no.

Normas morales: La moral son aquellas normas por las que se rige la conducta de

un ser humano en su relación e interacción con la sociedad, la moral se relaciona con

el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.

Norma stricto sensu: regla que impone deberes o confiere derechos.

Obligatoria.‐ Contiene un mandato o prohibición imperativa, no circunstancial.

Obligatoriedad: se entiende aquella calidad que tiene algo para que pueda ser

exigido como obligatorio, es decir, incondicionalmente, de manera absoluta, sin tolerar

excusas, evasivas o pretextos.

Orden: es disposición o colocación de las cosas de modo que cada una ocupe el

lugar que le corresponda.

Orden Jurídico: se debe considerar que los mandatos jurídicos están constituidos por

reglas de conducta concatenadas y ordenadas con estrecha vinculación entre sí,

dando origen a los ordenamientos normativos de la conducta humana.

Ordenamiento Jurídico: es el conjunto de normas jurídicas que rigen en un lugar

determinado en una época concreta. En el caso de los estados democráticos, el

ordenamiento jurídico está formado por la Constitución del estado, que se rige como la

norma suprema, por las leyes, por las normas jurídicas del poder ejecutivo, tales como

los reglamentos, y otras regulaciones tales como los tratados, convenciones, contratos

y disposiciones particulares.

28

Ordenamiento jurídico.‐ “Conjunto total y ordenado, de normas, principios, valores

e instituciones vigentes, que regulan jurídicamente las acciones y las relaciones

humanas externas en una determinada sociedad.”15

Potestad: Dada por quien tiene autoridad

Regla técnica: su cumplimiento es potestativo y expresan una necesidad

condicionada, es decir, señala el camino que es forzoso seguir, en la hipótesis de que

se pretenda determinada meta.

Sociedad: es un concepto polisémico, que designa a un tipo particular de agrupación

de individuos que se produce tanto entre los humanos (sociedad humana -o

sociedades humanas, en plural-) como entre algunos animales (sociedades animales).

Sociedad Conyugal: se denomina cónyuge a cualquiera de las personas físicas que

forman parte de un matrimonio. El término «cónyuge» es de género común,1 es decir,

se puede usar para referirse a un hombre («el marido» o «el cónyuge») o a una mujer

(«la mujer» o «la cónyuge»). Cuando el sexo es desconocido normalmente se dice «el

cónyuge» aunque también se puede decir «el o la cónyuge».

Súbditos: es quien está sujeto a la autoridad de un superior y tiene la obligación de

obedecerle. El concepto se usa para nombrar al ciudadano de una nación que debe

someterse a las autoridades políticas.

Sujeto activo: (facultado, derechohabiente, pretensor) es la persona autorizada para

exigir la observancia de la norma al sujeto pasivo u obligado a cumplir con la norma.

Supuesto normativo: es la hipótesis de cuya realización depende el nacimiento del

deber estatuido por la norma.

Unilateral: nos indica que la situación en cuestión atañe o se circunscribe a una sola

parte o a un solo aspecto.

ubi societas ibi ius : Donde hay una sociedad hay Derecho.

Volkeist: el origen del concepto de Volksgeist nace con el prerromanticismo alemán,

en especial en las obras de Johann Gottlieb Fichte y sobre todo de Johann Gottfried

Herder. Frente al cosmopolitismo ilustrado, Herder defiende la existencia de naciones

independientes y diferenciadas, a cada una de las cuales les corresponden unos

rasgos constitutivos inmutables (culturales, raciales, psicológicos...) que por lo tanto

15 GÓMEZ ADANERO, MERCEDES, La lucha por la unidad sistemática del Derecho, en el servicio TeleUned, sitio

http://www.teleuned.com/teleuned2001/html/

29

son a históricos, anteriores y superiores a las personas que forman la nación en un

momento determinado

30

Bibliografía

García Máynez, Eduardo, Introducción al Estudio del Derecho, 50ª ed., Porrúa, México, 2000

Kelsen Hans “Teoría Pura del Derecho”

http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/244/ek/ek9.pdf

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http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/facdermx/cont/111/dtr/dtr9.pdf

Maldonado José, curso de derecho canónico para juristas civiles. Parte General. 2a. ed., Madrid, 1975, p. 32.

Gómez Adanero, Mercedes, La lucha por la unidad sistemática del Derecho, en el

servicio TeleUned, sitio http://www.teleuned.com/teleuned2001/html/

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Del Vecchio, Derecho, Política y Justicia

Stammler, artículo. “Rodolfo Stammler: la ciencia del derecho y las normas jurídicas”.

Jhering, también conocido como Caspar Rudolf von Jhering, fue un ilustre jurista

alemán así como uno de los mayores filósofos del Derecho de Europa y de la historia

jurídica continental

Félix Somlo, El Derecho y los convencionalismos sociales

Recasens Siches: Luis Recasens Siches Nació en 1903 y murió en 1977, Filósofo,

Abogado e Historiador