dOMO SE PREPARÓ Y CONTRA QUIENES ^ - Biblioteca ...

17
MONÍTR^/iOETO / ANO X X X m FEBRERO 4 DE 19T2 /fNlo. 15SO/PRECIO S 60- MARCHA AMP dOMO SE PREPARÓ Y CONTRA QUIENES ^ [DECLARACIONES EXCLUSIVAS DE FERREIBA ALDONATE)

Transcript of dOMO SE PREPARÓ Y CONTRA QUIENES ^ - Biblioteca ...

MONÍTR /iOETO / ANO X X X m FEBRERO 4 DE 19T2 / f N l o . 1 5 S O / P R E C I O S 6 0 -

MARCHA

AMP dOMO SE PREPARÓ Y CONTRA QUIENES ^

[DECLARACIONES EXCLUSIVAS DE FERREIBA ALDONATE)

M A R C H A

4 DE FEBRERO BE 1972

HUMERO 1580

So'cas&o, Héctor Kodrfguez. ESCCIONES Y NOTAS

S T s r ' íS f í í ' ^ ' -BoS" - S i sa Waksman. COLABORADORES

LITEBAKIAS

Rodolfo -Walsh. BO-

asentía FTMiCe Presse. I

D E L P R O F E S O R P A B L O P U R R i E L

EN" 1967 el gobierno de Francia esta­

lla lucha antlaltüSica. . . En la primera semana de noviemore

de ese año. el profesor .' ndré Capron asistió a nuestro IV Congreso Nacio­nal de Medicina Interna, conde trato el tema Hidatidosis. El dia 8 de_ no­viembre de ese año, en declaraciones periodísticas aparecidas en "El Diario bajo el título "Hidatidosis: Francia prestará asistencia", anuncio un pro­grama de ayuda de su .gobierno para la solución de este gran problema na­cional, similar a la ayuda que se había prestado en Chipre. La embajada de Francia respaldó totalmente esta idea y poco después su embajador sefior Roger Barberot. al inaugurar el labo­ratorio de lucha antiaftosa en Pando, confirmó la ayuda que el gobierno francés prestaría a la lucba antihida-tica, creando un laboratorio para rea­lizar las reacciones diagnósticas.

Puede comprobarse en la embajada de Francia y en el Ministerio de Salud Pública, que dicho laboratorio fue do­nado por el gobierno fra-icés con el fin exclusivo de colaborar en la lucha an-

Luego áe mütiplcs gestiones, el labo­ratorio se ubicó en la Colonia t.aint Bois, edificándose un^loc^ pjira^ello. Pa™iplam..nl-í la embaía a e ^ -an^

técnica señor Marc Chevallot. reiteraron a los ministros de Salud Pública y de Ganadería la nece­sidad de crear una planiUa presupues­ta! Se hideron reuniones en conjun­to de ambos mmistros. de estos fun­cionarios y del que suscribe; nada fue posible obtener. Lueeo de reiterados pedidos, el Mmlsterio de Salud PúbU­ca contrató dos ayudantes y encargo de la dirección al doctor Yarzábal; po-

íerio. y dentro de estas condicione rendimiento áel personal, que no realizaba tareas de hidatidosis ' sran parte estaba dedicado : r.o podía de ninguiia • —

micosis, colabo-

dáíica. que pretende hacer exá-masa. como lo esta reaii-

de 1971. en colaboración c la lucha antituberculosa, se realiza reacción de Casoni a cada uno de 1 habitantes, y a aquellos positivos se 1 extrae sangre - -. - — -

laboratorio era lundamentalmente ei problema hidatidosis. pero que si a sus técnicos les sobraba el tiempo, su obli­gación es de cinco horas diarias, po­drían dedicarse a otras tareas, y que las funciones administaatiiras estarían a cargo de la comisión.

Esto se ha distorsionado y se le ha agregado adjetivos tales como arbitra­riedades, explotación científica, etc.

El doctor Yaizábal trabajó a nuestro lado más de una década, jamás recibi­mos de él quejas de nuestro compor­tamiento como jete de servicio.

•Durante 25 años hemos sido jefe de equipo, jamás tuvhnos conocimlen "

ellos las nocidas.

lúltiple

nológicas ni nadie

ietad

rtunidades tuvimos versaciones con el encargaao de la

dirección sobre la necesidad de reor­ganizar ei laboratorio y le hicimos ver Sutusiasmo y dedicación, ejercía un dominio total en el laboratorio, no so­lo en los nombramientos sino en ia posibiUdad que personas que el no Sombrara llegaran allí a trabajar (ca­so bachilleres Lozano, Siri etc). ¡Otra gue "patrón francés"! Insistíamos que era necesario una organización abierta cuya única via

nao jóvenes, no escati-

para todos nadie, agregando en el momento actual la Comi­

sión Honoraria tenía fondos para dar­le a ese centro un presupuesto lógico

que. reconociendo s-us condiciones de ble trabajar sin penurias económicas. No hubo objeciones de su parte_ y me

Buenos' toes, podríamo.

! Salud PubU-^ __ _ 1 proyecto pre-entado por ei encargado de la

director. A propuesta de éste se uno de los cargos de ayudantes.

las opoTt-onidades. para solucionarles todos los problemas y en los continuos contactos oficiales que fue necesario hacer (en algunos nos acompañó el doctor Yarzábal) no fue para obtener prebendas personales, smo medios pa­ra organizar los servicios en que otros trabajaban y pubUcaban. Centenares de horas dedicamos a la formación de es­te laboratorio y también, es dijmo re­conocerlo, lo hizo el doctor YarzábaL MI actuación no constituye un mentó, fue simplemente el cumplimiento de un deber que tienctodo jefe de ser-

^Y^ahora lo del BID. Llegó aquí en los -últimos meses del pasado año una delegación del Centro Panamericano de Zoonosis comp-aesta por su director doctor Boris Szyfres. uruguayo, doctor Rubén Lombardo, uruguayo, e ingenie­ro Fernández, argentino. Sin previo aviso recibimos la visita de los amigos nombrados y nos manifestaron a mí y al vicepresidente, doctor G. Lockhart. que pocos momentos después se dirigi-ilan a los ministerios de Ganadería y Salud Pública con el fin de redactar una carta-mtenclón en el sentido de

Qnanciar "fa^SSr^itSdliic^^'corS propósito de eirtender el Plan Flores a todo el país de manera progresiva. Como yo desconocía totalmente qué era un préstamo del BU), me mfor-

una protesta de otro candidato que aducía cuestiones reglamentarias: exis­tía además un ayudante especializado que. según tengo entendido, habia pa­sado en comisión del laboratorio cen-traL Posteriormente, él encargado de dñ-ección del laboratorio obtu '0 de la Comisión Honoraria para la Lucha An­tituberculosa el nombramiento de cua­tro ayudantes que serían dedicados al estudia del problema de micologia. También ellos fueron nombrados direc­tamente por el encargado de la direc-

"^e" personal oficial dependiente del Ministerio de Salud Pública que debía realizar las labores para lo cual él la­boratorio fue creado: problema de hi­datidosis. sólo contaba con un encar­gado de la dirección hasta la provisión definitiva del cargo por concurso, un ayudante técnico provisorio y dos ayu­dante de laboratorio, contratados. Rei­teramos que todo ese personal fue nom­brado directamente por el doctor ^ar-

Todo este personal dependiente de Salud Pública recibía sueldos ridiculos, no existía un rubro de manteniento de laboratorio, no habia personal ad­

contaba Cí-n un ble-

tenían cspecialísima importancia ¡a ac- t>i luego, tívidad que se ejerce en el laboratorio: ¡.^ este caso inmunología y parasitoloela En el con- noicación y curso de director, muy dificU será ga- h.-5rS im inlc parle al doctor Yarzátal de acuerdo con las bases, y el resto del personal lie- soramiento de ae méritos suficientes para pretender es en es< los otros cargos. Y con el fin de nue envía expertos

pudiera resolver por vía n el propio medi

uiirtituciones nacionales. OPrPA (Oficina de Pla-

PoUtica Asropecuaria) sobre el problema y

sobre inversiones.

el BID

Es el atropello hay en esto, o es que ahora se Uama atropeDo a que los cargos pú­blicos sean üenadcs de acuerdo con ba­ses legales, por concurso, norma ésta de la que yo fui pionero en la propia facultad- AtropeUo era lo anterior, don­de los cargos de carácter provisorio eran ocupados por personas de la amis­tad y simpatía del encargado de la di­rección, siendo muy difícU que allí lle­garan otras personas. ¿Cíué desplaza­mientos han existido cuando en las bases del concurso tienen las máximas orioridades los méritos de los que allí Trabajaban? ¿Es que acaso el concurso libre donde puedan presentarse todos los ciudadanos de] país tendrá que ser

ludí- diciones del préstamo en lo referente on el a intereses y condiciones de paso. _ o Se Es éste un larso proceso oue, según

, los entendttdos. lle-.'a años. oue La carta-intención se cursó firmada

S O U D A R I D A D C O N " M A R C H A " (1)

I ^ ^ R ^ - ^ t . S ' d f ^ - H f '

que aun eu el rubro de provisorios se TTiélven perennes-?

ción con la Subcomisión Científica -de la Comisión Honoraria de Lucha con­tra la Hidatidosis de los lincamientos generales de la nue-.-a organización, en una conversación que se le reiteró i inlormaL ya oue todavía no había

definitiva de la comisión

S O U D A R I D A D C O N " M A R C H A " (II)

Montevideo. 31 de enero Doctor Carlos Quijano.

°El"K5íimiStÍ°SlS«'

opinión-- Jonces, qoe 1» ia-^

í eí" í nied " d i ^ . " ^ » 1 implacaiU por la defensa

este laboratorio, se ubicaría en la cús­pide de la pirámide la Subeomis-Ióñ Científica de la comisión y que inme-áiatamente estaba el director técnico: que ambos harían la programación Se

^ ^ o d ' í d = a 1 Í V e ^ J ^ a ^ & i S trabajos ceintíficos estarfa dada por quien loi realizaba; que 3a "iarea del

!>eldia de «jne se forja en la rica de estos dures liempos de .

Naestra orsaniíación política.

SF c S L S r t ^ ' S ' p ^ A . ' S S f . i L - ' ' ^ l •ontador Elena, bosqueja el plaiT uti­lización da recursos y monto de ellos. •Miy inferior a los tres miUones de alares pero, se comprende, que no se puede hablar en el momento actual ^ condiciones si desconocemos total­mente si esto se realizará y las nor-Snas de interés, paeo y período que •1 BID propondrá.

En su debido momento, cuando se

So=ia\^mrrlíí '°p"oS;iÍ^d^e°SSÍ*r-<lo, como siempre con el interés del pal» T al respeto de su soberanía-

En lo referente a la simpatía o an-ttpatía^que^ esta mstituclón^ despierte

posición es bien c<fn(fcida.'^e?o''¿f h^ ^o cierto es que el Uruguay es socio

ente Uruguay-préstamos del

- a ae presentar ' citrícola a ímanciar por

eo, en condiciones tales como: cuatro anos de gracia, sta pago de intereses, 25 anos de plazo y un interés mucho mas bajo que erUiternacionaL Mi con­cepto sobre el imperialismo económi­co no ha cambiado desde los muy le­janos dias en que intervine muy acU-vamente eo la campaña pro Sandmo que en esta ciudad realizamos, pero no tengo ningún inconveniente en J^epto^n^^oréstamo^^de^un banco dei

M ve'Sent'es ' lu'S tóanlí'd? l í ^dS^ léctica, hay 5.50 uruguayos que todos los anos se operan de quiste hidático. de los que 40 mueren y muchos que­dan invalidados, la mayoría de ellos jóvenes, en su gran número pertene­cientes a la clase obrera, donde la en­fermedad es más larga y el dolor más Intenso. Y paralelamente a esto, un enorme menoscabo de los escasos re­cursos de este país sumergido en el marasmo, con una infestación canina, ovina, bovina y humana no igualada en ninguna otra parte d,el mundo.

El BID tiene como socios a los paí­ses socialistas de Latinoamérica. Chile, Perú, México li-oeral. tramitan présta­mos con esta institución, y el propio Allende nombra como embajador en y? í,'£ft=» ^ un antiguo funcionario del BID. situación ésta que no critico dentro del régimen socio-económico en que, por desííracia. se desenvuelve parte del mundo actual y especialmen­te Latinoamérica.

Y para terminar. En repartidos r brulotes se subraya mi posición de re­presentante del Poder Ejecutivo. El mi­nistro Rodríguez Camusso me nombró para el car^o; la admirtistración actual me ha reelegido. Lo acepté interpre­tando que era para llevar adelante una campaña hecha ley

algun^^M° reprS¿taSóii^ E rme espíritu de trabajo, fal vez

. r i r i a ^ d T - s S "patotas", con la

Idea fundamental de servir a la colec­tividad a la que he dedicado de ma­nera desinteresada más del 90 por cien­to de una larga -nda de labor. Traba-Jando con el ferviente deseo de pagar a la comunidad la enorme deuda que tienen los hombres saUdos de la clase

quienes se les brinda las

iresentoVoSr

-av^^an^" :

egrar grupos

1 obras. oportunidades de pía «unas de sus ideas. Ahí está mi actua-

de masas como tuberculosis.

) a recibir. Lo eran satisfac-

Só n

« E N T E A M P U O : N O T A S Y C O N V O C A T O R I A S

• Alto Perú. Exhorta a miUtantes y

c o m ! t ó S ^ a " l ^ T S i S b ¿ r Í S IS para ini^ar la marcha hacia el acto

• > del Frente AmpUo. Martes de mesa ejecutiva; miérco-

V i e r a n 4 á* l e W « ^ i92^

G R A F O L O G O (DiPLOMAOO}

CONSIILTAS TELEFMO 4 26 09 GNES i mm 17 A 20 NORAS

ACTO ARTÍSTICO CIILTÜRAI: "D PUEBLA PELEA J EAOU" m los oompaíleroí a an

; canto, dama, liuiror y además... Kuma Moraes. -La i I rana" y Luciano Ilosaoo.

! PLATENSE iaem 10 BORA 21 MOVIMIENTO 26 DE UA«Z9 FKEMTE AMPUg

T I E M P O C O M P A R T I D O

¡ u n a c o m p u t a d o r a e n s u t e l é f o n o !

M o n t e v i d e o s e I n c o r p o r a a la red mundia l d e " t i m e - s h a r i n g " ( t i e m p o c o m p a r r t i d o ) d e H o n e y w e I I B u l l ai ¡nterconectarse c o n el C e n t r o d e la m i s m a c o m p a ñ í a en B u e n o s A i r e s , q u e p u e d e a tender hasta 150 c o n s u l t a s s i m u l t á n e a s . E s un r e v o l u c i o n a r i o a d e l a n t o en la técnica del tratamiento d e la i n f o r m a c i ó n q u e permite , a través d e u n a s imple termina!, d i s c a r s u n ú m e r o d e " a b o n a d o " , s o m e t e r a la p o d e r o s a un idad d e c ó m p u t o a ia c o n s u l t a d e su g i g a n t e s c a b i ­b l i o t e c a d e p r o g r a m a s e, inclusive " a l q u i l a r " s e g m e n t o s d e m e m o r i a p a r a s t o c k a r ios p r o p i o s r e s u l t a d o s o datos a los q u e s e neces i ta a p e l a r n u e v a ­mente , a b o n a n d o u n a m ó d i c a tarifa por los minutos d e uti l ización.

H o n ^ w e l l B u l l p o n e e s t e s i s tema a d i s p o s i c i ó n d e ios u s u a r i o s d e U r u ­g u a y p a r a las m á s v a r i a d a s a p l i c a c i o n e s : c á l c u l o s matemát i cos , e s tad í s t i cas , p r o g r a m a c i ó n , inves t igac ión operat iva , p r o n ó s t i c o y p r e v i s i o n e s , a n á l i s i s , y c á l c u l o s d e estructuras , aná l i s i s d e invers iones , p l a n e a m i e n t o , inves t igac ión d e m e r c a d o s , p r e s u p u e s t a c i ó n . anál i s i s d e ventas , e tc .

Infórmese en BULL DEL URUGUAY S-A. Paysandú 1034 Teléf. 8 51 41/42.

H O N E Y W E I I B U L L

' " ^ ^ ~ " ^ • • m a r c h a ;

r L E A L A M E J O R R E V I S T A

Cierta sobre e! mundo

C o r r e o D E L A U N E S C O

S U S C R Í B A S E

AEROLIflEAS ARGENTINAS COLUNIA 851 - MOHTEVfflED - TEIFS. 9S 60 30 1 2 3

COMUNICADO o dos los

se di

AEROLÍNEAS AE SENTINAS hace s: púbhca su posición de total discrepar, demás transportadores aéreos con relgc: de rm aumento indiscriminado del siet( las tarifas aéreas del Atlantic, tira nuevamente en la reumón lará en Ginebra el lunes próx AEROLENEAS ARGENTINAS respeta el criterio de las restantes compañías aéreas en lo que hace a la necesidad de reajustar los valores tarifarios como consecuencia de la devaluación del dólar. No obstante, ha señalado en el seno de la conferencia, los peüEros que los mencionüdos aimientos pueden ocasionar en áreas dLstintas a la euro­pea, como lo demuestra el caso especifico de los países sudamericanos. En las actuales condiciones del mercado local medidas de esta naturaleza podrían contrarrestar los objetivos de

" fmanciera que se busca ajustes, adeionaK

de la lATA

las experimentadas actual-Ituación tiene singular relevancia dado que

caudal de tráfico se genera

S r q ú / ' ^ ° ' ' ¿ írTa te» tarifario».

destinan los reaJus-

La misma lATA ha aceptado que para el tráfico largo alcance, dentro de las Américas. no se justifica aumento superior al uno por ciento. Est

ala la posición de AEROLÍNEAS ARGENTINAS ya en definlti-va no existirían razones -valederas oara adop­tar temperamentos diferentes según se trate de una rufa u otra, siendo, entonces, injusto que el pasajero sudame­ricano abone mayores aumentos en la ruta a Europa por tener qtie absorber un impacto cambiario^ sujeto a fac-

^ n u i n d o d e l a c r i l i c o

BRASIL, tSRAEL, V I E T N A M tKJ

A mi juicio no es casual que el señor Paulo Schllllng haya soslayado algunas de las obje­ciones básicas que le planteara en mi respues­ta a bu tesis de equípai-ación de Israel con Brasil, presentada en sus artículos en varias oportunidades. Por ejemplo. SchUlmg no res-oonde a la objeción de que la existencia de Israel ha sido cuestionada desde su mismo

problen semeja

problemática política. Igualmente no hay respuesta a la objeción de que la ausencia de Israel <m el Cercano

que impulsaría una acción egipcia para ex­pulsar a los soviéticos, con presumible apoyo norteamericano o islámico.

En los puntos en gue el estimado colega trata de responder, sus argumentos nos pa­recen inoperantes. Schilling utiliza nuestra aseveración de que en -Israel, el ejército abar­ca prácticamente a la totalidad de la pobla­ción" para insistir sobre el "carácter milita­rista" del eslado. Después de un curioso es-

surda equinaración

° ntSS. ^ ""'^

«gorilas" tarasí

schos básicos

lial apo ejército de Israel

del pueblo poroue

in.aún lí-equívoca-on Israel.

influencia decisiva en todos los enfren-provocados por los países árabes

desde el mismo surgimiento de ' nación mdependiente. Hasta hoy. der árabe, ha declarado clara e mente la decisión de vivir en paz con pleno respeto de su soberanía

mngrma liituaeión serñejante. y reviste características diametrahn tas al del ejercito de defensa Brasil, el eiercito deten

tariB. con hegemonía de ios partidos obreros gobierno.

Ijng trata de refutar

Brasil e lsrael!''cSn'^na*'e:ct?aña

'poder

"síhillln

lugar, la situación histórica

bolán

terminando depor-tanao sus habitantes. Y esto es precLsamente -lo oue desde 1S48 sucede con la actitud de los países árabes hacia Israel Si los árabes se hubieran avenido a la coexistencia pací­fica con el estado judío, no se hubierr>a pro­ducido las guerras de 194S. 1956 y 1967 y hoy. no habría -territorios ocupados"! Pero la- -mentablemente ningún dirigente árabe, des­de el obeso Faruk hasta el voluble Sadaf acepto claramente un principio qué rige en

el mundo para la solución de conflic-las

. de uno u zando por el británico, siguiendo teamericano y terminando nor Hoy. con toda su sober dat qmere jugar una ca gresista-: quiere obligar

otecsda^ Sa-

Sovfltí Estados Unidos

a Israel a hacer concesiones pa-obligado ¡Alá Ubre

"Ladrones

; obUgue

~ S?" trata una forma muy curiosa y divertida de a timpertalismc-

Nos causan cierta sorpresa las citas c amigo Schilhng. Por ejemplo novela de Arthur Koestler noche" escrita en 1946 en naie fundamentaba i sión del estado judio a Occidente. Es un poco rara la fundamentación de tesis poUtica me­diante frases polémicas de personajes de no­vela El planteamiento parece todavía más incongruente si se recuerda que en su mo­mento la novela fue duramente criticada por el mo-vimienlo obrero israelí, siendo recibida con jubQo mdisimulado por la derecha.

Otras citas y declaraciones no parecen me­nos sorprendentes, desde la curiosa invoca­ción de una entidad política israeU de exis­tencia fantasmal hasta la atribución de una desausión postuma de Israel a Osvaldo Ara­nha que naturalmente Schilling no puede probar. Pero hay una cita que no nos asojn-Bra: la de Isaac Deutscher. imo de los ex­ponentes clásicos del auto-odio judío. Por ra importancia, recurriremos al lúcido testimo­nio ae Simja Flapan. director de la revista "Ne-iV Outlook" y destacado dirigente del Partido Sionista Socialista "r.Iaoara" quien

polemizando con Deutscher « » -

s judio en masa de

comerciantes. Hoy, e del impe: "

aun después de ti-ans-roletarios y pequeño» el mito de cagent» ue persigue a Israrf

Idición. .No sin razón, dica Deutscher. Y sin embargo, no hay más cier­to en esta leyenda que lo que hubo en ti retrato de Shylock. del cual se sirvieron lo» nazis para suscitar el antisermtismo, ese rso-ciaUsmo de los imbéciles, e inflarlo hasta la» dimensiones monstruosas Que han hecho po­sibles las cámaras de gas. Si la palabra .co­lonialismo, tiene un sentido, designa una for. ma de dominación o de explotación. Pero Israel no ejerce ningún control sobre los pal-

árabes, material ni políticamente, no dis-

blemátíca, aisla 1 un tono subjetivo de desUu- otra

está ' '

, materias prim zas naturales. No invierte en los países bes ningún capital, ni expl

ellos : países de ninguna forma,

de colonialismo . Por otro lado Occidente o los Estados Uni­

dos necesidad de tomar a Israel como asen-

explotand'o su peiróleo, portando la

metidos con el allí bases miU monopoUzando mayor parte de la ayuda económica y niíM-tar oue reciben? ¿Es Israel responsable de las dificultades con las cuales choca el régi­men republicano del Yemen? ¿Impide acaso la nacionalización del petróleo en Kuwait, en Irak o en .'iiabia Saudita? ¿Se opone a que el Cercano Oriente utilice sus fabuioso» ülgresos para su desarrollo económico 5' so­cial? ¿Es Israel un obstáculo a las reforma» , agrarias en Siria y en Egipio. o a la indus­trialización y a la revolución social en eso» países?" La respuesta a todas estas interro­gantes planteada.? por Flapan es un rt ,un-

n el fanatismo religioso en IsraeL timos la existencia del problema. Egerada distorsión por parte i

voca- Israel iible 1

siquiera es no-

ensible blema del fanatismo reUgioso serla ccuve-eí míndo árlbfc'^ue^recueíde °el "episodfc" dd incendio de la mezquita El _:i.fcsha. que haga un recuento de las innumerables exhortr-cio-nes a la guerra santa por parte de lo» -ulemas" árabes en los •últimos años y --im-; plemenfe que estudie con cierta seriedad la situación social de la mujer en las socieda­des árabes fpor ejemplo, en un país orno Argelia).

Igualmente severo es ScldlUng con ios ki-butzim. cuyo colapso total como expcven-cía_ sociaUsta^ se apresura s decretal"^

por nuestro colega, goza de -una salud . luy superior a la que él podría sospechar. A pe­

recer de problemas) midable vitaUdad como forma lectiva y es indiscutiblemeiive

eficiente utilización del voluntari. mo. ! resultados muy superiores tanto. en

material como en témünos de

países llamados -so-

ducció s de

sistemas adoptados en cialistas".

En detenninado lugar

ne decir que "Estados Uní-de estratcs-a global se- ve

,r a Israel", constituye ana "clara confesión de que el estado Judio es un peón yanqui en el ajedrez mundial". En ab­soluto. Si las razones imperativas existente» para la estrategia americana en el Cercano Oriente, la obligan a mantener determir.ada actitud hacia Israel, eUo no impUca en modo alguno un tipo de dependeiitía semejante, por parte del estado judio hacia Washington.

Sin duda, existen elementos de iofonna-ción básica, actualizada sobre Israel -aue Paulo SchilUng no conoce. No es tan giave su ei-ror de seguir considerando a Itzjak Ra­bio, efe del estado mayor del ejército de Israel, cuando hace ya más de cuatro años

dejó el cargo a su sucesor, Jaim Bar Lev

ciaiión'^de ^S'''íü5aí^ d\?--GS?i° Israel" m el gobierno israelL Precisamenie el peQueño grupo del "Gran Israel" dirigido por el doctor Israel Eldar, que no logró repr< tación parlamentaria en las últimas ele nes es -ano de los más férreos crítieos < actitud "entreguista" del gobierno.

iniciar una polémica

decir hoy, después de lo sucedido en Po nia en 1967-1968 que el antisionismo no t ne nada que ver con el antisemitismo, es l lo menos una temeridad. Igualmente inc< Emente es hablar hoy. cuando todo él mi

i de que aturaL a

el "sionismo es

telectual de planteo de que i cios antisemitas. Sia embargo,_ precisamente

de la histor: 3ad.

prelui-

pcrspectiva. no podemo» ocultar

preocupaciónfrente

abrumadora falta

y mejor dispuesto al diálogo en pro-lad con el mundo- árabe dentro del es-

político israelí. Igualmente ínQuietan-

más frenético en Estados Unidos, luestro objeto prolongar esta polo

Sabemo o y difli s. porque te

de que de

A U A D O S T Á C T I C O S , E N E M I G O S E S T R A T É G I C O S (II)

) algún "fiebr difícil más elementales

alzamiento

m.ás comple-

dos tácticos, da en í '

Al gr

también de

especie paree

ite_ caso. ¿^problema gira

más mareado e inexperlente esquematizador: "En la díalétíca nacional están represen­

tadas las mismas fuerzas que en la mundial: el Tercer Mundo y el imperialismo (de ca-

fo' t'antc falta-

Primera falta: la denominación de capí-taUsmo privado es sumamente elemental e impropia. VivLmos en la época del capitalis­mo monopóUco estatal. (Le recuerdo que es­tamos en 1972.) Segunda falta: La afirma-

SSÍ.n%?l?ticl' e f ^íapiTaSISÍ^de \"sta^ do", hay oue fundamentarla o callarse. Es el ABC de la poUtica el basar fhmemente lo que se dice, palabra por palabra. Para afirmar que un régimen es capitalista e cesario demostrar que la formación s

1 es el capit "capitalismo de estado",

un sistema donde el estado y el capital oí vado tienen participación conjunta en déte mmadas ramas fundamentales de la produ ción, y donde el capital privado, a pesar ' imagen de "colabora'^'""" " potente S S ^ Í f í ^ s i i í ^ ^ i S .

(con grandes ten revoluciones puras decia Lenin) dentro

hnpeiiaUsta (considerando al un-como la fase superior del capi-

Uberal) es tan correcta y exacta como la inclusión de Uruguay entre los países "en vías de desarrollo".

Tercera falta: la separación de la buro-racia de los movimientos de liberación na-

a como la de la pequeño-)letariado o la de cualauiei popular. Las tesis de esta

señor escapan al más elemental sentido en cuanto al análisis de clases indispensable para la realización de un esquema correcto y exacto de la ubicación de las fuerzas so­ciales en el contexto político concreto. Es m-negable que la "burocracia" (utiUzo este tér­mino por ser el que utOiza el criticado), nunca tendrá la capacidad y decisión revolu­cionaria que tiene ei proletariado, pero por su característica de sector popular hace una ba­rrabasada (no encuentro otro término más

excluirla del puesto que ocu-

•es populares, en el esquema de la ción principal que signa el desarrollo actual del hundimiento del sistema capitalista: la contradicción movimientos populares de libe­ración-imperialismo. El compañero olvida

p r S S ^ M a á de la'contradícción a nivel mu¿ diaL y de allí en adelante toda una teoría

'"coÍ^o ."?uS£'faltS^ " L . í ' S Í " ¿ ° ^ e n a política nacional Ise ve que movieron mucho

por

L izquier epresentada por VasconceHos ;

Ferrefca Aldunate en los partidos tradiciona varias organizaciones del

Amplio.' El CO!

, algo :

parte considerable del Frente Amollo, se ha-iSi necesaria la existencia en nuestro medio

burguesía nacional de importancia. T

lUestro capitalismo de que sería igaál (roa

león vegetariano. Desgraciadamente me veo en la necesidad

de continuar la ardua labor recomenzada: a continuación subrayo "algunos" "errores" "aislados".

Quinta falta: " ! . . . ] Desgraciadamentg los revolucionarios están atomizados. obnubUados portel sectarlsmi^y otras desviaciones l-;,^!-"

controvertible de evolución de la lucha de dases, y en este caso el carácter inexperlente y pequeñoburgués de determinados movi-

Sexta falta: -'

-"•''cualqSi. dedos de frente puede verificar

: del

rario,

miento de las organiracio-3 digo sólo por este error). ...1 Para lograr sus obje-hizo gala de un

nes fre

Uvos. i mo y deshonestidad que .corrieron, de los

cía revolucionaria tendrán si se de; de un comité por la deshonestidad

olida

políticas de la unión del pue mités de base frenteamplistas

Octava falta: " i . . . ] En el

; por ejemplo no apoyó, ni con-desarroUó. ni generalizó, ni elevó

incorrectas, en-proletarias y pequeñoburguesas. sino que

hace entre "blandas" y "duras". .ovena.fal.a.y^¿horadeohnodelaabe-

rración: " [ . . . ] Esta situación distorsionó ar-tificiahnente la dialéctica del movimiento de masas [...1 sustituyéndola por otra contra-

dialéctica de nada I es posible distorsionar la

Segundo error: el enfrentamiento más vio­lento e importante, la contradicción prindpal (repito) es la contradicdón pueblo-oligarquía imperialista, y este enfrentamiento caracteri­za toda una etapa del proceso y por lo tanto no se trata de un problema táctico sino de un hecho estratégico.

Por no gastar más tinta agrego tma peque­ña cosita y firmo el epitafio de esta triste ex­periencia: este tipo de prédica tiene como fín la desunión de las fuerzas populares, la rup­tura de la unidad, una de las grandes victo-

y signada por décadas de ludia de dases a todos los niveles y con los más variados mé- .

°TT oligarquía -apnca: "Divide y vencerás". Sus lacayos gritan a coro: "Unidad pero..."" Se confirma: amigos tácticos, aliados estra-

intelectual han apoyado la linea ofidalista -en las últimas decdones. Ciertamente se de­be esto a una ignoranda fundamental sobre la cual se hace fádl erigir esquemas de reac-dón emodonal. sea por voluntad propia, es­quivando responsabüidades sodales. sea co­mo respuesta a técnicas de propaganda^ ma-

seSramentí reacdonará cotí d "corazón" —¡ojalá fuera un corazón uiformadol— . Poi ejemplo, los términos "comunismo" y "fascis­mo" que polarizan actitudes poUtieas son ejn-pleados como epítetos por quienes comentan nuestra situadón política, pero sin tener nn significadn preciso para el lector -promedio. Ambos han tenido y enderran la -posibíUdad de una expresión totalitaria; en eso se pa­recen, y de eso todos Ca nivd quisiéramos librarnos: y ¿qué tien. la -democratía" y el "sotíalismo" i

taríamos adarar: 15 íqné del Aombre (cada hombre, todo» los hom-

" « T d a ^ & r i d T S ' e o ^ g á r i S e " ^ ^ 1^ . una "Iz- riva&).*pero cxpSítedo

^ T n * . « S S a r d ^ acetó­

le

Novedades en Librería ALFA

MUERTE A CRÉDITO por LOUIS FERDIHAND CEIINE

Si hubiera que buscar una definición para esta

obra, es posible que la más cercana a la resudad

sea ésta: una historia de Dickens narrada por

Rimbaud y el Conde de Lautréamont.

HACIA UNA EDUCACIÓN COMPROMETIDA

por ARNALDO GOMENSORO

U n examen crítico de las concepciones pedagó­

gicas vigentes y la resolución de la participación

del aula en la sociedad tendiendo hacia ana res­

ponsabilidad solidaria que asegure libertad

efectiva del individuo y la comunidad.

EL ACECHO por WALTER PEflREYRA

U n libro sorprendente de un escritor loven.

Cuentos y viñe-tas encadenados por su firme v o ­

cación realista hasta el periodismo y tm acabado

literario que no transige a pesar de las íacilida-

des tentadoras de ía anécdota.

COMO VIVIR C ( ^ UN MARIDO NEURÓTICO

por STEPHEH BAKER

Ahora cada mujer contará con una guía adecua(3a

y jocosa para el manejo exitoso del cónyuge

perturbado por esos factores exteriores Ctrabajo,

amigos, damas insinuantes, etc., etc) que son las

neurosis diarias de maridos descarriados.

PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO por MERCEOES mwmL

En el cantero del humorismo nacional, en la

vecindad de Ferreiro, Pelodiffo y Etchepare, uno

de los pocos libros de verdadero goce y diver­

sión aparecido para salvar el verano y algunos

recuerdos del Montevideo que f u e . . .

LIBRERÍA Y DISTRSUfOORA

ALFA CMadeb 1369 - T«L 981244

APARECIÓ EL No. 55 DE "CUADERNOS

U REVOLUCIÓN DEL 97

D I U K "El fraude electoral" n El SIGLO - 20/I/l>7 - Ednaide ACETEDOI «Delenda Carthaeo" : M ra D I . - 20/1/97 - J « * BatU. , 0»dMl.« "Ha llegado el momento" ] « El Día - 18/11/97 - Jo»* B A I N » Y Oidóñex: -El deber militar" 1«

demos de MAHCHA", dedicado a la Re. volución del 87. He aquí la introducción y (el sumario del volumen,

aICE año» leparan la Revolución del Que­bracho, de la Revolución del S7. De aquélla »c cumplieron ochenta y cinco añoi en

1971. De éita »a cumplirán dentro de poco, en 1972. setenta y cinco.

Mano es mes de "peiluibaciones". Quebra-cho se inicia —y fenece— en ese mes. También la del 97. que se prolóngala hasta setiembre. El S invaden por distintos puntos, Saravia y Lamas. El 17. la revolución vence en Tres Ar. boles. El 19 es la épica carga de Aibolíto. donde muere Chiquito.

Agosto es funesto para los déspotas. En un mes asi de 18SS. Orti» balea a Santos. En otro agosto. Arredondo mala a Borda.

Las fácUe» comparaciones pueden extenderse. En uno y otro caso, el atentado contra el man-damés de turno, consolida la par: la conciliación da noidembre que, en cierto sentido es el txiun-fo de los revolucionarios del Quebracho; el pac-ta da la Cnu. que veinte j poco» <iUas deepués

vado al sacrUício tas P"e¿^U ^ '

que habia lía­lo» hombre» del (E y abrió

icvo "Uruguay, ése quo viviré

MANIFIESTO DEL COMITÉ HEVOLÜCIO-NAHIO DE MARZO DE 1997 1«

LA INVASIÓN DE SAHAVIA - S/III/97 . . 31

to do la Cruz, que veinte Y pocos días d< de la muerte de Borda acepta los reclamas

régimen electoral —"base fundamental Y esen- bU cial" de la negociación de pas— y la "perfecta Jo! igualdad a todo» lo» oriéntale», sin excepción de

HEMOS distribuido los materiales de este Cua. derno en tres grandes capítulos. El primero comprende los "Antecedente»

inmediatos de la Revolución", para darle al lec­tor el cUma histórico en que ésta irrumpe y >• desarroUa.

El segundo recoge los documentos esenciales de la revolución Y los relatos de tres grande» acciones de la misma; Tres Arboles narrada por

i página admirable. .

> capítulo se insertan las seis cartas cam-: entre los hermanos Aparicio y Bssiliáa ia, en plena revolución, durante Jos pri-

días de mayo de 1897. Esas cartas pu-

m/97 M TRES ARBOLES

Parte del coronel José Núfie. 2Í Parte del coronel Villar 22 Orden General de Lamas 22 Relato de U batalla, por Luis Pasiolisa. Año 1898 23

ARBOLITO La muerte de Chiquito Saravia. por Eus­taquio Pellicer . Año 1897 . . . . 29

de sobria perfección.

través de la breve sionante crónica de PeUicer, y el

Yamandú Rodrigue»; y Arroyo Blar

dú Yan

iGego'^enSu^fS 1 Aparicio Saravia" por Nepomuceno Saravia arcia, son, es lo menos que puede decirse de as. documentos extraordinarios e inolvidables. El tero

La revolución del Quebracho lue una revo-1 que participaron hombres de los

partidos tradicionales. La del 97. J en sn preparación Y desarrollo, con el con­

tó asimismo de blancos Y colorados, pero lue revolución btanca. Tuvo, a diferenda de la

Acevedo M a . y Saravia. por primera re» en el paí», por lo que hoy se llama un "mOTimiento de masas". Al conjuro SOBRE lodo de la palabra de Acevedo Días, se

- repetid^^esambleas poU.

setiembre. También el escuelo 1

sobre el homiddio político, escritos en la époc por Carlos Maria Ramírez, José Batlle y Or­deñe» r LuU

inmediato» de la revoludón PROLEGÓMENOS, por Un Soldado Raso.

1897 R. PROCLAMA DE SARAVIA DEL 24/XI/9B . ACEVEDO DÍAZ, por Francisco Espinóla . . LA PRENSA D E ' L A ^

El Nacional _ 1»/XII/9S -

t A S VOCES DE LA SANGRE. Correspon­dencia entre Aparido Saravia y su her. mano Basilicio, mayo de 1897 . . 31

ARROYO BLANCO, por Eduardo Acevedo Díaz 37 Mensaje del Comit* Revolucionario de 2Í/V/97 44 Mensaje de Saravia 45

de Idlarte Borda.

Golfa La gestión Berro SI Cesa el Comité Revolucionario 53

LA MUERTE DE IDIARTE BORDA El parte poUcial 53 Carlos Maria Hamíreí: "El asesinato po­lítico" 54 José BatUe y Ordóñei: "El homicidio político" 55 Luis Alberto de Herrera: "El drama del 25 de agosto" 56

L A PAZ Entrevista Ramírea-Saravia 5S La paz de setiembre . . 60 La despedida de Aparicio SaravU 61 El adiós de Lamas . . . . . . 61

E. Acevedo

HÉCTOR RODRÍGUEZ faíSrS^ alguien proveerá. Y a los traba- periaüsta en el Dru:

ESTE M I S M O V I E R N E S da MARCHA con el título "EJ

después de las deccio- ]os abastedmicntos

lector para qu. salga hoy obre

HOY vieme» los frenteamplistas de Montevideo se concentrarán

Fren?^" que pertenecen al

•rtrado ubicado a la altura de LA i^a-•DLETA del Gandío para afirmar en t> caHe la presentía permanente <y

nte electoral) de sn fuerza

Amplio, que advierten aliora algunos aspectos sudos de la elecdón idoble " " listas te); pero que ar un segundo y también sucios

(materias primas importadasl i sabe exactamente qué pasará.

Así estamos al cabo de dos n de las elecciones y ya forman 1< los arrepentidos por el voto que

Jruguay, a lo lar»» siglo XX. está plagada de do-

tos precipitadamente declarado. éste de la dis- históricos y, con más precipitación

- todavía, olvidados al cabo de meno» tiempo que el requerido para su ges­tación. No es necesario profetizar pa­ra advertir que esto —por mucho qn» lo deseen los agentes políticos de .ta oligarquía y el imperialismo— n» ocurrirá con los senciUos y modesto»

tos que dieron base al Eren-

^iUdtes^^Sa'^ef'rtgto^'iSm- Htan >ero que no se resignan a admi- ?s P

te Amplio, conocido el llamado del T de octubre de 1970, más de quine» mil persona» participaror en la suco-

tante d d E r ^ t e Amplíe se s-orp^- S S o í « i T I L á ^ S M l n ^ ^ l T , de porque

a. Impedido de comunicarse ^pueblo, poT^radio y tdevisión

de las eiecdones) la comunicadón va a establecerse en la calle, porque «ud ia materia " " •aún entre

Itente Amplio. Hubo (y hay) una oligarquía que

ftie (y será! enemiga del Frente Aro-^ o . Hay un pueblo (nuestro pueblo) para el cual trescientos mU votantes •brieron un cauce político, en el que •e volcará alecdonado por experien­cias directas e intransferibles, ésas «.ntra las cuales nada pueden los más aceitado» aparatos d « defonnación propagandlsHca. Al cabo de do» me-•es de las elecciones fcon •ún inconcluso) ya pueden enumerar­le algunas de esa» experiencias: y, la Bcasa informadón relativa a la ^ -

* T T O L , ^ ^ ' ^ ^ ^ ^ ' ^ ' e ^ e T I ^ S t í a s ^ M m ^ i S í r a r f n * y ^ m-

del Poder Ejecu­tivo. Dos meses después de las dec­dones los autoprodamados campeones de la libertad queman libros, revistas y periódicos cuyo contenido no les gusta Cpese al artículo 29 de la cons-tttuclón) y prohiben haformar sobre algo tan sedidoso y subversivo como el ejercido del derecho de. huelBa. consagrado desde 1934 en todas cartas constitucionales dd país y, por ddHnidón también constitu^4 ^ de "las haies ftmdamentales de la

Onciso 6* del artículo 80).

délas

^diSiSr^; ^

ntes del Frente Amplio, transformados dieron la lectíón del 28 de noviembre) tienen que salir a extender sus re­flexiones y sus convicdones. "Ahora que no andamos buscando votos es el mejor momento para bahlar con el pueblo-, dijo un delegado del interior en d congreso de los comités de base dd Tl-ente Amplio y tenía razón. Los temas de conversación abundan, soo —en definitiva- lo único que él go-

aJs V nor blemo propordona y no es cuestión,

SSi 'S S S t a T d e - * n S d a " ^ ^ - ? - ¡ ff.„l.> «m parte de la protesta naciente se vud-

Frente el 5 de febrero de 1971. Eta-borados el programa (17 de febrer» de 1971) y d reglamento de organi-zadón <16 de marzo.de 1971) cient» veinte mil orientales (no dosdento» roo. como dijo la BBC) concurrieroa el 26 de marzo a proclamar los can­didatos comunes del Frente Amplio. El apoyo de vastos sectores del pue­blo incorporó a la historia política real del país los documentos y las resolu-dones del Frente Amplio.

Después de tma campaña elector»! durante la cual se usaron contra d Frente todas las armas del terror, la mentira y de la Intimidación coi patibles . - -- -

ben <8 % solamente protectores de niñitos contra muros fanaginarios le­vantan es tomo a la» familias, a lo» mélancSBcos abuelos y a lo» inocen-

un muro de carenda» y escasez que va desde los aumentos hasta los medicamentos Caíganos ya

nes de febrero— este día será una gran Paña electoral, dosdentos cincuenta su- lomada, además de ser vf,=r.t.r^ .irf ma orientales salieron a la calle oí orientales salieron

24 de noviembre para confirmar « el Frente -

^ ^ ^ ^ ^ r ^ ^ ^ ^ S W ^ ' e o n - ^ ^ t e ^ p l í f ^

S S ^ c u - J - t S S ' S . m o . « A E mucho» TODWRF» B » 3»

HARCHA • £ »

ma en cualquier ses después de las elecciones los i peones de la seguridad Cinc -rl'>teH>s

ciento veinte mil, dosdentos dncuen-taTml. trescientos mü: distintas íor-

- exceleñt.

^ ^ ^ d ^ ^ ^ - d l T i ^ í ^ L T a d ^ - ^ ^ S c e - S ^ - S S ^ ^ ^

L - r ^ s ^ ^ í ^ E ^ r ^ s í - ^ z ^ ^ ^ u , ^ ^ 2 ^ - - - — imedel Jfitmc* 4 d« iebcero de 1972

HA NACIDO OTRO MUNDO iS un gran día que modifica profun­

damente la fisonomía de Occidente

do", d ^ c í T L ^ M ^ d e d 24 de- enero, al referir a la adhesión-, cumplida dos días antes., de Gran Bretaña, Irlanda, Dinamarca y Norueg-a al Mercado Común Europeo.

Sin duda así es y por serlo, d aconteci­miento no dejará de tener influencia sobre nosotros. Detengámonos pues a analizarlo.

1 — En otras oportunidades hemos . es­crito sobre el punto. Retomamos el hilo. La negociación que ha Uevado a la firma de los tratados el 22 de enero, ha sido penosa y larga. La abren el 9 de agosto de 1961, Gran Bretaña, Dinamarca e Irlanda. La de­legación del primero de los tres países, está presidida por Heath, entonces lord del seilo privado y ahora primer ministro..

El 14 de enero de 1963, de Gaulle veta la entrada de Gran Bretaña. Este país dice "debe transformarse sufidentemente el mis­mo para participar en la C.E.E." (Comuni­dad Económica Europea). El 29 de ese mes, los seis integrantes de la Comunidad, aplazan la consideración de la candidatura británica.

Cuatro años más tarde, el 11 de marzo de 19S7, Gran Bretaña, Irlanda y Binamarca solicitan formalmente adherir a la Comuni­dad y poco después e! 24 de julio, Noruega" formula igual pedido.

De Gaulle opone un segtmdo veto el 27 de noviembre. "La-economía de Gran Bre­taña —afirma— en su estado actual es in­compatible con el Mercado Comiin."

En 1969 — 1 2 de diciembre— en la Con­ferencia de La Haya, Pompidou levanta el veto y seis meses más tarde el 30 de junio, se inician las negociaciones en Luxemburgo. Éstas se prolongan aún durante varios meses. En man» 11 de 1971 un prinaer acuerdo se logra en Bruselas; diez días después Pompi­dou y Heath, reunidos en París, eliminan los obstáculos toda-cía existentes. El 23 de " octubre por 356 votos contra 244 y 22 abs­tenciones la Cámara de los Comunes aprue­ba en principio la adhesión de Gran Bretaña a la Comtínidad-

2 — La firma de los tratados de adhe--sióni- no acuerda a Gran, Bretaña,- Ir landa,^ Dinamarca y Noruega, desde ya, la condi-rión de miembros de la Comunidad. Y así

la adhesión, por ciento doce votos de mayo­ría, el 20 de enero del presente año esa ma­yoría se redujo a veintiún votos, cuando se acordó ía autorización para firmar el tra­tado.

restanteTpaíses" I r l í n Z ^ Dina^^ca y ^ N » ^ ruega donde ne faltan, tanto en la derecha como en la izquierda enconados opositores a la adhesión.

c) Debe tenerse presente además que aun producida la ratificación, un largo pe­ríodo de transición se abre que se extiende has

a) porque está previsto que los tratados entrarán en vigor el 1= de enero de 1973;-

b) porque esos tratados debe ser ratifi­cados por los cuatro países adherentes.

En tres de eUos, Dinamarca, Irlanda y Noruega, la. ratificación se hará por la vía del referéndum: En Gran Bretaña bastirá oon la aprobación del Parlamento y a este ¡aómo país, cabe recordar que sL, como antes señalamos, en octubre de 1971, la Cá­mara de los Comunes aprobó en principio

3 — Completemos estas anotaciones in­troductorias con algunas afras.

—Los cuatro países que adhieren tienen una superficie de 681.000 quilómetros cua­drados Y 67 miUones y medio de habitantes.

Los seis ocupan 1:170.000 quilómetros y cuentan con una población de 190 millones.

La Comunidad de los Diez pasará a te­ner una superficie de 1:851.000 quilómetros y 257 millones de habitantes, población ésta superior a la de la URSS. (242 millones) y a la de Estados Unidos [205 inillones).

Otras cifras son más significativas. El producto bruto de los Diez (cifras de

1970) alcanza a 637 mil millones de dólares; la producción de acero a 135 inillones de toneladas; las reservas oro a 15.500 millo­nes de dólares; las importaciones a 120.100 uiillones de dólares y las 114.998.

El producto bruto equivale a los dos ter­cios del de Estados Unidos, pero la produc­ción de acero supera a la de este país (128 millones de toneladas) y también son supie-riores a las de Estados Unidos (11.072 mi­llones a fines del 70; 10.207 en octubre del 71 - International Monetary Státistics) las reseivas oro. Por otra parte la participación de la Comunidad en el comeráo exterior es mucho mayor que la de Estados Unidos. Las exportaciones de éste se sitúan (1970) alrededor de los 43.000 millones de dólares Y en cifras cercanas las importaciones. La relación entre e] Mercado Común ampliado Y Estados Unidos es, por tanto en el campo del comercio exterior, ("86.000 miUones fren­te a 235.000) casi de tres a uno.

Permítasenos ima digresión. Dinamarca tiene 43 mil quilómetros cuadrados y su po­blación no alcanza a los cinco miUones; Ir­landa 70.000 quilómetros y 2 inillones 900 habitantes. 1A primera es menos de la cuarta parte del Uruguay: la segunda me­nos del cuarenta por dentó. AquéDa no al­canza a duplicar nuestra población- La de Irlanda se acerca a la nuestra. - Y bien; en 1970 (tomamos para que la comparación se h ^ a sobre cifras homogé­neas, las cifras ya utilizadas de Internatio­nal Knancial Státistics dd FSndo Moneta­rio Internacional - Diciembre de 1971) TJru-,:

guay exportó por 233 millones de dolare» er importó por igual o muy aproxunada can­tidad. En cambio las exportaciones de Di­namarca ascendieron a 3.355 millones y las úúportaciones a 4.403 millones, c Irlanda, cuyo atraso tanto suele destacarse, exportó por valor de 1.120 millones e importó por 1.622 millones Si tomamos a otros dos paí­ses industrializados de Europa el contraste es aún más violento.

Bélgica y Luxemburgo (33.000 quilóme­tros cuadrados, la sexta parte de Uruguay v 10 millones de habitantes) exportaron por un monto de 11.610 miUones de dólares (cincuenta veces el valor de las exportaciones de Uruguay) e importaron por 11.362 miUo­nes. Las exportaciones de Holanda (33.500 quilómetros y 10 miUones de habitantes),

nes 13.424. Ti.772 millones y rtacio-

Más que las cifra» correspondientes a ios "grandes", estas cifras correspondientes a los ••chicos", a los que s¿n aún más "chicos" que nosotros, dan la medida de nuestro pa­voroso subdesanoUo que, en lugar de retro­ceder

P R E N T E a las dos SUPERPOTENCL F quiere, a las tres, habida cuenta

que HOY existen, he ahi pues Occidental, que luego de una lenta ela­boración yergue.

Mercado C época de

aún, se

profundas con im renovado y acrecido pode­río. El mundo de Yalta y de Potsdam ha pasado a mejor vida. El mundo del Imperio ha muerto y ya está enterrado. ¿Qué hare­mos los "chicos", verdaderamente "chicos" en el nuevo mundo, ese que ya ha nacido y marcha a través de sus contradicciones y disputas en busca de nuevos horizontes?

Porque no se trata sólo de suscribir acuer­dos pardales y transitorios, como d que Ar­gentina ha celebrado hace poco con la Co­munidad o como el que ahora, a remolque de Argentina, intenta concertar LIruéuay. I.a pregunta va más aUá y refiere al destino entero de los p^es "chicos" y sohtarios. ¿Pueden eUos seguir bataUando solos en esta tierra que, para emplear una expresión de Pierre Drouin asiste al renacer de otros 'di­nosaurios" ? -

Sobre la historia entera de Uruguay, his­toria, como todas, condicionada, por la geo­grafía, esa pregunta ha planeado siempre y puede que algún lector memorioso, recuerde al pasar, que buscarle respuesta a la misma ha sido en nosotros una obsesión. Extraña­mente estos días, leyendo o releyeiido tácjos textos para próximos "Cuadernos de Mar­cha", las raíces han vuelto a aparecérsenos. al tiempo que IKIS Heqaban noticias de la ampliación de la Comunidad Europea. ¿Pue­de la patria chica, vivir fuera de la patria

HOY, C O N EL FRENTE AMPLIO A LAS 19 Hs. EN EL OBELISCO Viemes 4 iie,|elw tí»jíí«J • 7^* MARCHAD

LAS DECLARACIONES DE WIL-SON FERREIRA ALDUNATE

FRAUDE Y ALGO MAS

REPORTAJE POR GUILLERMO CHIFFLET

• En Yi casi 18, uu parlante instalado por k« jóvenes nacionalistas en la sede del Movi­miento "Por la Patria" informa, al atardecer, sobre las irregularidades en el proceso elec­

toral: "¿SaJje usted que la orden a los, delegados colorados ha sido que deben aprobar todo lo que les beneficia políticamente, sin tener en cuenta lo que la ley electoral establece?"

Advierte, además: "Ciudadano: ¿sabe usted que el delegado colorado Eli o-utinio acompañado por matones profesionales que cobran sus haber

Cuando comenzamos la entrevista, el senador Wilson Ferreira Aldunate explica su preocupa­ron porque un grupo de jóvenes fue atacado y gaseado por la policía ("no me preocuparía si d problema fuera con nosotros, los mayores. Pero temo que pueda sucederlc algo a uno de esto» muchachos. Además, usted los ha visto: ¿quién los para?"). Días después, algunos jóvenes fue­ron lesionados.

De pronto, un Joven interrumpe la entrevista: "La policia indica que los parlantes deben ser silenciados". El senador Ferreira da una respuesta radical: los parlantes segjdrán funcionan­do. Y afirma, mdignado: "¿Se da cuenta?; creen que pueden dejar de lado la historia del país y negamos hasta las libertades elementales. Creen que ya estamos como en Alemania; que sc ha llegado a aquello de que «solamente lo expresamente autorizado está permitido». Y le digo más: aun en ese caso —si algo está permitido— ya hay que dudar que lo pernotan."

» Jóvenes nacionalistas han denunciado "v lencia moral y física contra delegados c

Partido Nacional" en el Cilindro, '

pero habían sido doblados forma e.xacíamente igual. Es imposible que «ládanos que merclan listas distintas doblen las

vacíamente iguaL Le repilo: JS que • • • i que

ban un sistema de doblado exactamente igualj «1 decir, la maniobra había sido efectuada por el mismo grupo doblador. • ¿Cree que en toda esa maniobra de los votos

Len la propaganda paehequista que consagró irregularidades en la elección intervinieron

algunos técnicos? íNo tiene noticia acerca de la paiticipación de expertos extranjeros?

- N o , ¡qué extranjeros! Los expertos que hi­cieron la maniobra son técnicos nacionales y fi-

nó-_ rof esionales

que se liquida CUindro", y la "actuación de jupistas" con el propósito "de inclinar la balanza a favor del con­tinuismo". ¿Cree que esas afirmaciones son exac­tas? ¿Qué opinión tiene al respecto?

—Eso es verdad. Absoluta verdad. Son he­chos que cualquiera pudo ir a ver y comprobar

el Cilindro.

ted quiere, aimquc hecho físico, el fo

Iza la pureza del sufragio no ha sido siquiera una inconducta de "guante blanco". Por momen­tos el ambiente. Ia actitud de algunos, fue de hampones; una verdadera vergüenza. • Me interesa que usted subraye algunos as­

pectos del documento enviado por el direc­torio a la Corte Electoral. En primer término, iqué factores formales contribuyeron a confun-íir y tergiversar la voluntad de los votante*?

—Tratamos ese aspecto en primer término, si es el más importante,

configuración de las listas, parece preparado espeáalmente para llevar al votante a error. Toda Hsta tuvo siem­pre determinadas características tendientes a •vitar confusionesj tradidonalmenle se ha ten­dido a evitar errores. Esta ves hubo omisión da eontroL Pero, dejando de lado este aspecto - p o i ­que la exhibicián de las Ustas dorante cuarenta y ocho horas es una disposición hecha para los liempoa en que había poco más de Ires listas—, hay un hecho irrefutable: gente que ha estado •n contacto con los problemas del escrutrnio. hoy mismo no sabe a qué candidato o a qué régimen pertenece cada una de las doscientas setenta y dos presentadas en Monievideo. Pero Uama la atención, además, qoe

que, frente a de­legados e integrantes de la junta compaginaron un voto —que todos consideraban normal— y luego, correctamente analizado, resultó un voto al lema. • En la reunión habla periodistas, delegados,

¿y también integrantes de la junta? —SL También miembros de la junta.

través planteados expresa o tá­citamente por el documento del directorio: ¿exis­tieron, además, otras irregularidades imputables a la autoridad electoral?

—En muchos aspectos hubo clara omisión. Comprensible, en cierto modo, porque nadie po­día prever lo que se hizo. Pero en quienes con-leccionaron la maniobra existió uu pr<^silo de-lUberado. La planiDa ccirespondienle s ~

• ¿Quién fue? —Alguien ducho en estas

carta consistía en que. gane quien gane, lo que le interesaba es el régimen, sin importarle un rebano cuál de las listas obtuviera mayoría. En otros términos: alguien que no iba en ninguna y

correr el j •mitía obtei

miles de • Más aUá de la aritmética colorada que lleva a desechar impugnaciones c a computar votos para listas coloradas por la simple decisión de 5 en 8. dejando de lado esa actitud de imponer voluntad de la mayoria hast textos legales ¿no cree que la acusacií truccionismo planteada por la Junta delegados del Parüdo Nacional, o las ("vendepatria", le dijeron a Ciompi por teléfono antes de atentar contra su vida), pudieron fre­nar la acción de los delegados nacionalistas?

—No. No « e o . Me parece que —en toda su historia— el Partido Nacional nunca tuvo un conjunto de delegados que como el actual, le ha­

de los

elevadi caUdad intelectual y espíritu de

dro desde tí. pi urnas?

tilla

Smpí por el régimen prcyec con letras grandes, a

régimen actual y hslas lo llevaban igualmente, largo, la palabra "Pa-

etudadana ponía en el s<«ra, IS y la llíS

Jorge Batlle y

Incluyendo en al sobra dos listas por el régimen maniobra. J «gente. Y a pesar de incluir una lista por «1 as se lealfc régimen agente, dentro del cual Pacheco no po- asi al «mal dU ser candidato, la 1123 incluía, grande, U pa- Junta, los

anteiiores han explicado que esta ron. debido a problemas como ése'

movimiento, para hacer la con los datos de la cuarta acta, recurrimos casa especialisada que nos confeccionó plai que. colocadas sobre el acta, permitían determi­nar el lema o el régimen correspondiente a cada lista. En síntesis: nadie puede afirmar, honrada­mente, que con los elementos proporcionados poc la Corle podía controlarse correctamente la elec don. Pero, además, lo tradidonal —si puede hablarse de una tradición en la n •I «iue la lista para un régiuMn proyectado ra un derivado del número o de 1. c . r«^r i

Si traigo a nn miem]>ro de la Junta Electoral

'™píío*híy°Sa datcUes qua comprueban la

—Vamos a distinguir. Hay requintos exigidos por la ley que constituyen solemnidades cuyo in­cumplimiento significa fallas castigadas con nulidad del voto: cuya ausencia imp"

haya existido maniobra, s solemnidades, p

nuKdad

De

fue novedoso. Lo tradicional —la imagen di dida en fotografías— es que el presidente

^ . frecuencia los fotógrafos elegían a una seno

asi al eaal la Junta, los Tot •n cuanto • r t coespotMón decir, mercUbaa

cumpUÓ ninguna. Cuando los delegados, por •lemplo. toman contacto con las urnas por pri­mera ves encuentran que todas, están en viola­ción de la ley. Disposiciones legales que se ha­blan cumpUdo siempre, esta »es no sc cumpUe-Ton. Es decir, el régimen, además da yiolaloiio

difun-._le (con señorita)

«va la urna acompañado por un soldado na va envuelta, precintada y lacrada. Eso, según la ley, es indispensable. Además, la urna fien, dobla candado: una Uave se entrega al presiden­te y otra al secretario. Pero «sta ves ni siquiera se cumpUÓ con ese requisito de las llaves; en los circuitos donde no cupieron lodos los votos en una urna y so pusieron en dos, do una se en­tregó U llave al presidenie, de otra al secretario. Pero después, en el Cilindro, se les quitó la en-

i y el lacra a todas. íVenían envueltas?

cuando «mpiesa el

frañajo en el Cilindro ledas aparecen con la ra­nura al aire. Entre ellas, además, se paseaba la gente, que hasta podia sentarse sobre eUaa. • ¿ Y a quién corresponde la responsabilidad

de que una entrada hacia el lugar en que s» tenían las urnas permaneciera abierta, como de­nunciaron los delegados del Partido Nacional?

—La Junta dijo que al ejércüo y el ejército contesto, lógicamente, que no tenia nada que ver. El punto quedó en un intercambio de nota» sm que la Corte inter-Hnicra. Durante la noche,

ha vislo, las puertas quedaban abiertas entraran ilícitamente.

• ¿Por qué dice usted para los aue entraran ilícitamente?

—Podían quedar dos o tres guardias de los partidos. Pero —aparte de que dos o tras ciuda­danos no controlan la totalidad del Cilindro, esc es materialmente imposible—, como quienes quedaban no podían observar la totalidad de las-urnas, sólo controlaban la tercera parte. Eslos días se probó, además, que latas eon votos —des­pués le explico por qué sólo pueden denomi-

proplo «ncsndror queda convencido de qua loa hechos serán así; es el primero en creer en el triunfo del Frente eu Montevideo. Y prepara la

•a evitarlo. Inicialmenle, la maniobra

quie

La prensa dio luc: rentes: cía de e dia hab inadvertii

luego d se le di dijo que el hecho ,

al retirarla. . A otro dia­

rio se le dijo que la irregularidad no tenía tras­cendencia, y que sc había producido porque funcionarios habían roto el lacrado por inadn tencia, para rclirar del cuarto máquinas de es­cribir.

Si no hubieran dado explicación alguna ha­bría sido admisible alguna honesta. Pero habién-

dicho lo que se dijo, hay derecho a prejui-

• ¿Por qué indica esa fecha? —Fue el dia da la entrada de la caravana a

Montevideo. Ese jueves ya no hay GaUup qu» valga; aparece la realidad. Lo que eslá en peU­gro es también el gobierno nacional. Y la ma­niobra sirve, entonces, también para enfrentar la avalancha nacionalista. • La trampa estaba preparada. Consistía en. . ,

—...la confusión de listas del régimen vi­gente con el régimen proyectado, lo que facilitó que se computaran votos dobleS. Ahí, en los úl­timas días s« inventó, además. la célebre cara­vana de la democracia, con la cual confundieron a alguna gente, y hasta disfrazaron autos con insignias blancas, y toda aquella maniobra... • ¿No cree que la propaganda nacionalista fa­cilito que la ultraderecha planteara la caravana de la democracia?

—La caravana nos hizo un daño a dos pun­tas. El ciudadano que estaba dispuesto a votar-

y sabía lo que ha significado el pachequis-

volcó hacia" nle

! episodio . urna sino a cincuenta y ocho cuantos votos—. se ordenó un

ría. ¡Como

I se refiere • es decir, a u información

a ¿Por qué dijo latas, y no urnas? —Se lo dije al presidente de la Corle: no son

urnas, son latas, urnas son las que contienen vo­tos y cumplen con todas las garantías estableci­das por la ley. Pero acá se trata de otra cosa. ¡Esta vez si que todo el mundo podía meter 3a mano en la lalal a ¿Puede afirmarse, en consecuencia, que hu­

bo fraude? —¿Qué quiere decir fraude? Vamos a anaU-

zar los hechos. En primer término, yo haría una lista sintética de esos hechos: la ley indica qu. las listas deben distinguirse y las listas se con­funden; las auloridades entregan un formulario en el cual resulta imposible registrar, sin error, los resultados; la ley ordena envolver, cerrar cuidadosamente y lacrar las urnas, y ese impor­tantísimo requisito no se cumple que las urnas sean custodiadas y aisladas con to­das las garantías, y no se adoptan las medidas correspondientes: se encuerJra una entrada sin lacrar y algunas autoridades dicen que el hecho no tiene relevancia aunque las circunstancias de­muestran que lá tenía, no sólo porque los dele­gados nacionalistas llegaron hasta las urnas sin que se enterara la guardia y esperaron a las au­toridades y el ingreso de los demás delegados lomando mate junto a ellas, sino porque es Ucito que esos delegados se pregunten: ¿no habrán entrado otros, antes que nosotros? Más: me atre­vo a afirmar que es imposible que no hayan entrado otros. Si a lodo esto se agrega que en numerosos circuitos aparecen más votos que vo­tantes y que la maniobra pudo alcanzar a mu-:hos más-que la suma de los votos dobles qus se detectan (porque pudo haber sobres que in­cluyeran sólo la lista a 1 -mente la lista por el régi circunstancias la irregul: puede no aparecer).

Frente. Por otro lado, cuando do-naniobra y nos opusimos a la ca-s señoras, horrorizadas, se plan-¿como?, ¿no eslán contra los co­

tas?". Y eso las Uevó a volcarse hacia Pa­checo. ¿Comprende cómo en esa maniobra te­mamos lodo a perder? • La pregunta aludía a un tema si usted quie­re más agresivo: ¿no cree que —a raíz de algu­nos planteos— muchos no veían gran diferen­cia entre los planteamientos del Partido Nacio­nal y los del Partido Colorado, lo que facilitó —una vez organizada la caravana— que partici­paran en ella?

—Personalmente creo que quien estaba en eso no votó al Partido Nacional; no votó ningu­na da las dos fórmulas. Votó a Pacheco, la elSxSnT' ^"""^^^ momento, el resultado de

—Sobre las cifras concretas usted podrá con­sultar a Hos técnicos del movimiento. Nadie tie­ne, hasta el momento, el total del escrutinio pri-

ito? es la realidad. Personalmente no tengo duda de que los servicios de información del gobierno tienen el dato. Pero que no se haya comunicado es una anomalía increíble.

Por otra parle, la Corte reprocha a la Junta lentitud en los procedimientos. Y la Junta —or-

integración política que

do sobre r yo ,

planteados el 29 de diciem-ss a resolver por la Cor-secuencia. no le es lícito

vigente, y en esas sd en un circuito

todos los he­chos, entonces quizá la palabra fraude que tenemos que emplear. Debe haber una pa­labra peor. Porque que hubo delito parece muy claro. No solo en la maniobra que se ha seña­lado. Vea: si en medio de ese proceso aparece, no un funcionario de cuarta categoría, uno una de las personas propuestas por un partido poK-

mesa en el Cilindro que e» sorprendida rrt)ando tirillas, entonces ya hay un delito que deba sar penado por el Poder JudiciaL

[ su triunfa an lo na­donaL Pero —parUdpe an la "(operación Ga-

ración y tan

te son jurídicos. En • tratar de fallar desp _ _ sota. Su obligación es decidir sobre una situa­ción concreta. Sin embargo, no lo ha hecho. ¿Qué explicación puede haber para ese hecho? ¿La Corte se hace bien a sí misma y al país viendo primero, antes de fallar, de cuántos vo­tos es la diferencia entre los partidos? a Aparte de la movilización de algunos jóve­nes, el Partido Nacional no se ha movilizado contra el fraude.

—La prensa no ha informado lo suficiente. Por eso ahora, desesperadamente, estamos apu­rando la constitución de nuestra editoriaL • No ha existido una actividad tendiente a alertar a vastos sectores de la opmión^ pública,

• legales. —Hay «iue tener en cuenta nuestra estructu­

ra da gran partido. No es fácU organizar juna movilización generaL Ha existido, es cierto, un alud da opiniones «pie nos reprocha inactividad. Pero le reitero que en loda la historU del par­tido no liamos tenida una delegación más fer­vorosa, cuyo trabajo haya sido tan eficaz y so-bia lodo da tanto coraje. • Suponiendo que triunfara el Partido Nacio­nal ihabiia diferencia con el régimen actual des­de d punto de vista de las libertades?

—Para como no. Cst. es al partido de las H-

porqu. iriunío .1 Partido Nacional. Paro daKla ya puedo afirmarle una cosa: los pueblos acep­tan hasta estar maL cuando tienen una espa-

—Usted dirá si ganamos la elección ¡ demos el escrutinio, cuál va a ser nuei Clon respecto al gobierno. Veremos. En polifila.

da caso concreto, posiciones acordes lidad del país. Pero, teniendo en cuenta la res­puesta que di cuando ms planteó qué ocurriría si ganábamos, es lácU descubrir cuáles serán Ua

ropia operación y terminó L

"jS-M ntí iSf ' o; fa del Frenle AmpUo términos: el gobierno dijo: aquí al Partido Na­cional no corre; se enfrentan al Franla Amplio

• Pero hay quienes sostienen que existe con­moción interna, lo que ha llevado a mantea

ner. desde hace tres años, las medidas de segu­ridad.

—Sa ba Uagada a más. El gobierno ha impul­sado al ambianla da pérdida da ráspalo a las normas, qoa sa acradenta día a dia. El datario-ra dead. al ponte da vista da las Bbartadea, dal

- . al data<il>o, aa 1 » ido agravando. Y esa , el ámbito económico.

« P a r t i d a Kae imi ¡ t r a M é>

• Usted condena el cercenamiento de las l i ­bertades. Pero recuerdo que cuando la interpe­lación a Charlone usted indicó la linea política que lleva a ese ataque a las Übertades: cómo la congelación salarial...

d ! : S ^ . ¿ ^ ^ - i ^ t ^ i ¿ y nueva represión y violencia. • Pero esa congelación está indicada por la

receta del Fondo Monetario y a esa receta tam­bién se obUgó el Partido Nacional en cartas da intención. ¿No está implícita en esa política el ataque a las libertades? ¿No está, entre otras cosas, en la congelación, a la que también sa obligó el Partido Nacional, si bien en cierto mo­do no la cumplió tan estrictamente? . . . - -

—Vea que el cierto tiene su importancia. Ademas, todo gobernante que quiera promover el progreso y asegurar la independencia econó­mica tiene que luchar contra la inflación por­que ella impide afirmar la independencia de la república. El problema consiste en saber quién paga el- costo social de la estabiUzación. Ma atrevo a decir que es imposible elu<Ur todo cos­to —y anunciar la felicidad de todos—, pero el esfuerzo deberá hacerlo el país entero y no —como ha sucedido hasta ahora— sólo las cla­ses populares.

a Después del 28 de noviembre ¿cuáles haa sido, a su juicio, los problemas más graves qua han quedado en evidencia?

a ¿A cuánto asciende? —A cincuenta mil millones de ]>esos. En »e-lo lugar, una

cubrir el gas el gasto interno co xterior. Eso tiene una doble _

nde la inflación -total. _ _ la dependencia na-

al: expande la elecciones— y

cionaL ¿En que medida todo ese proceso de deterio-— pohtico que culmina con el fraude está

juicio— con la situación eco-

ya lo dijimos. Toda la

relacionado —a

loestabüización pretende lograr arrugando al país; la injusticia n del ingreso lleva a aumentar

política de seudoestabilización la estabUización ar en la distribución el aparato represivo. No puede mantenerse la fuerza. A su vez el aumenta de la repre­sión genera respuesta y el país sigue en un círcu­lo de nunca acabar.,A todas las causas de la si­tuación económica —a la obsesión del corto pla­zo, que lleva a aumentar el e ^ ' " '

nuevos pozos que cierra agrega el deterioro J

próspera sin clima de y de confian:

Por olra parle, si el Partido a continuar en el poder, posibilidad de echara culpa i de situación, pues, es grave. Pocas veces ae 1 cesUado más decisión y más cabeza fría.

O T R A C L A U S U R A tlruguay— una

r .« :a . . de Dia.

agrega a otras.

^^^€Si';:jj:.irr: i . El camino vUn. de lejos y cont

hSL"'^'"s.Siz*"^::d? d^ qnada. si qasda. al mal recnardo.

TEXTO líNJTEGRO DEL ESCRITO PRESENTADO A LTA JUSTICIA ROR EL RARTJDO NACIONAL-

'.-otos del

LA ESTA • S e p u b í i c o o con t i nuac ión el texto cíe íci d e n u n c i a p re ­

s e n t a d a por d e l e g a d o s de l Par t ido N a c i o n o l ante el ¡uer l e t rado d e ins t rucc ión d e 5 ' T u r n o . D e las octuociorses s u r g i r á , s i n d u d a , fo q u e y a los tes t igos h a n c o n f i r m a d o : el del i to c o m e t i d o por d e l e g a d o s c o l o r a d o s e í n íeg ron tes de la Jurtta, Sjue r e t i r oban — e o m o d e s e c h o s — p a q u e t e s c o n vo tos , o r d « -n c b a n f u e g o ! a sust i tuc ión d e l is tas b l a n c a s p o r colorctdos y los r e i n t e g r a b a n a l C i l i nd ro . Este es el pun to central d e \a i r í ves t igac ión , q u e i nc luye n u m e r o s a s i r r e g u l o r i d a d e s . El d o ­c u m e n t o q u e e n c a b e z a el p r o c e s o cal i f ica a l conjunto d e m a ­n i o b r a s q u e h a n c a r a c t e r i z a d o a es ta e lecc ión c o m o " l a es ta fa del s i g l o " . Lo t r ansc r i b imos í n t e g r a m e n t e , a u n q u e se h a n s u ­pr im ido Jos nombres de los acusados.

• EÑOH .Juez Letrad I ción de 5« Turno.

Venimos a formula s hechos delictivos q

.AntS '. _ : nada, y como pre.5upues-de esta denuncia, queremos sena-

lar al señor juez el hecho público y notorio de que el proceso electoral de 1971 ha sido uno de los más irregu. lares y escandalosos de la historia política de este siglo del país. En efecto, sabrá el señor juez gue el di­rectorio del Partido Nacional ha for­mulado ante la Corte Electoral la de­nuncia de gravísimas irregularidades, en la elección y en el escrutinio de Monte^rideo, tendientes a hacer pre­valecer o hacer triunfar un candidato o lema. Pero además se ha señalado

está debidamente pro-D— en ese documento tiistórico. •e otras cosas gravísimas, el de en buena parte de los circuitos

ntevideo hay más votos que vo­tantes.

Lo que üamaríaH de" com-prends diversc etapas o maniobras que

el "Gran Frau

EL PRECIO DE ^^MARCHA"

• Desde tt próximo viernes 11 de febrero el precio de venta

de MAHCHA subirá di ochenta pesos. El lector

inevitables. El aumeirlo pavoroso de los costos generales —del cual

víctima peni-lo de los cos­

tes en ía industria gráfica para ármenos qne como MAHCHA. no siiEfmtan de préstamos, snisidios

estos meses para desembocar en dt ios diarios, dd 66%. el de el aumento anunciado. Frente al MABCHA sólo alcanza el 32%. lo que no dejará de constitníi nn

para nuestros fieles lec-i eaptriíE comprensivo y de éstos nos encomenda-

sieinpre.

pero que de las que conocemos apar­te de los votos con credenciales de difuntos, la maniobra destinada a beneficiarse con votos dobles a tra­vés de una computación confusa y errónea, la extensión de miles de c.r-edenciales duplicadas <3.200 ciuda­danos, la mitad de los cuales tienen la m;sma determinación inscripcional que la otra mitad, y en su mayoria no votaron observados, todo lo cual íue denunciado por los propios mi­nistros de la Corte Electoral, señores Sigifredo Goñi y Carlos Saráchaga, en el directorio del Partido Nacional en presencia de los delegados parti­darios), las maniobras para validar votos legalmente-nulos, etc., etc., la de mayor gravedad es, indudable­mente, ésta que aquí denunciamos.

Los delegados de! Partido Nacional en el Cilindro, entre los que nos con­tamos, liemos venido señalando, im­pugnando y apelando, con manifiesta denegación de justicia de los órganos jurisdiccionales competentes, ya que éstos taUan . por mayor existencia del fraude '

Y bien, señor juez, venimos a p-re. sentar la denuncia de cómo este as­pecto del croceso fr;iodu!entQ se ha mateiiahzado.

I. Hechos

A ) El dia 29 de novier.bre de ¡97], a la hora 2 y 45 empezaron a llegar al COindro MunlcipaL sede ad-hoc de ia Junta Electoral de Montevideo, ubicado en la avenida Centenario casi esquina Industria, las urnas pro-i'eníentes de las corixsiones recepto-tas de votos de Montevideo. La últi­ma se recibió a la hora 10 y 15 de esa mañana del mismo 29 de no­viembre.

Cumplida esa niisión, el funciona-riado de la Junta Electoral se retiró a la hora I I y 50, salvo el personal supeinor y algunos de los miembros ds la Junta Electoral. E! día siguien­te, 30 de noAdcmbre de 1S71, el per­sonal tuvo franco, como asimismo sucedió en la propia tarde del día 29 de noviembre. El personal recién se reintegró a sus tareas el día 3 ' de diciembre de 1971 s la hora 7.

El Las urnas iban llegando al Ci. iinñro, lacradas y seUadas. Pero su­cedía ciue el personal recibió la or­den de romper la erivoitura de ías urnas, en abJertí

cié Elecciones. Y as!, entonces, que­daron las urnas, sin precintos ni la-ores, con la "boca abieita", sin la cubierta de papel y lacre en la ra­nura, -r con los candados, que con ías llaves que obran aún actualmente c-n poder de un funcionario de nom­bre IN. de R.: la denuncia lo inclu­ye), se abren aun con llaves apropia­das, con pocas de las cuales se abren todas las urnas Con esa violación de la ley ds 1925 quedan desprovistas las turnas de todas las garantías que justamente esa ley trata de proteger, perdiendo así su - - -

ciudadana. De ello surge-sin violen­cia, que las urnas podían ser abiertas

cedía sin que se rompiera un solo la­cre, de muy mala calidad por lo de­más, de! cual, como ya queda dicho, estaban desprovistas y hasta sin si­quiera tener necesidad de abrir esos tristes candados, por el fácil expe. diente de 'introducir votos por las "bocas abiertas". La propia Junta Electoral de Monte-video, en el acta q-üC se hizo el 2S de noviembre al recibir las urnas, deja expresa cons­tancia de esa violación de la ley. Las condiciones de vlolabilidad resulta­ban óptimas.

Pero ocurría un hecho m-ucho más grave. Junto con las urnas, fuera de eUas, venían unos paquetes sellados y lacrados. Según la Ley de Eleccio­nes, nada puede venir fuera de la urna. Pero venían estos paquetes ce­rrados y lacrados fuera de la urna, y las urnas se Uevaban para un lujar y esos paquetes, en grandes monta-uas, se arrojaban a una suerte de fo­sa común —a este colmo se Uegó de aiTOjar parte de la voluntad ciuda­dana a ia basura—, donde ya exis­tían desechos, proveniem coberturas lacradas de las _ _ otra vei en violación de la ley, ha­bían arrancado, y sobrantes de p2j>el y de material; todo ello en gran de. sorden y nuevamente con ^"lolación de la ley. £s más, el desorden, stima-do a todas las violaciones de la lev J^e ^esiruyen las garantías electora

iSaStias' tenido.

C) Sucí

de las

grado más la falta

ue los referidos paque­tes que. en abierta violación de la Ley de Elecciones, estaban en el Ci­lindro, .contenían, entre otras cosas, votos; sí señor jnei, votos. Y esos vo­tos y cuadcmetas de comisiones re­ceptoras, y testimonios de cuartas íctas de escrutínio, se tiraban junto con ios papeles de desecho. Poste-normentc. Ia Junta Electoral, o por su order,. decidió deshacerse de ese

"desecho". Conste que en naTeria) de "desech

-'i.-.neron de

abierta violación ds

estaban votos y ñ.ocumentación de circuitos

Monle-,ideo y los papeles con sus ' • ' ibierta a laí

D) Per,>. -.rasladém.onos a riocali. dad. j n , . . .j aparece materia! llega­do a ilocaUdadJ, el día 2 de dicién-bre, eon crden de "destracción inme-diala". y en ese materia-i, según de­claración del señor ínomhre y apeUi­do], que se acompaña, que manipuló ese material. ah£ había votos, sobres, actas, etcétera.

- Pero queremos señalarle al seüo» Juez que el mismo [fulano de tal! recibió material de idéntica natura ieza, incluso Partido Nacional. Y más, señor ji En la declaración de los señores Lnombres y apellidos], que se acom paña, consta , textualmente: -'En ¡a manipulación de los votos observados cuadernetas y hojas de votación actuaron los señores [dos apellidos] y otro funcionario administrativo, también de filiación colorada"; -A.de-más, nos dicen en esas declaracio nes: "En el recibo de las -ornas v paquetes y en la atención de lo que a ellos se refería, estuvieron presen, les los señores miembros de la junta idos apellidos], en forma permanen. te", ambos electos y proclamados por el Partido Colorado. A los efectos que corresponda digamos que el fun­cionario jefe de los declarantes es tía señor [nombre y apellidol.

E) Otro hecho gravisimo se pro­duce, que viene ahora a engrosar con uno más de similar gravedad en to-. da esta infernal maquinaria fraudu­lenta y que nosotros habíam.os de­tectado no sólo en las irregulaxida. des de todo tipo señaladas, sino ade-, más en la falta de muchas cuader. netas de urnas en las que había más listas de las que figuraban en ¡as ac­tas, en tirillas de un circuito que aparecían en otro, aunque funciona, ron a cerca de 2 km de distancia, de la falta de concordancia entre sobres y tirillas. Como es público y notorio, y está debidamente probado en las actas de la Junta Electoral dei día 31 de diciembre, en esa fecha se comprobó que en el Cilindro habla una puerta que nunca habia estado lacrada, o mejor dicho una abertura, cuyo acceso estaba expedito total­mente. En el último día del año, casi como símbolo, surgió esta grandísima irregularidad. Además de haber "bo­cas abiertas", había puertas abiertas, bien abiertas. Y, como también se de­mostró, esa abertura estaba Ubre des­de que se llevaron las urnas al Ci­lindro: el 28 de noviembre de ma. .¡rugada.

Todo esto, señor juez, agregado a lo que ha de surgir de la investiga­ción, nos lleva a la conclusión ter-.minante de que ésta fue la elección donde campeó el fraude. Aquí está, señor juez, la Estafa del Siglo. Ello surge claramente de la prueba acom. panada y requerida.

Todos los actos señalados son gra. -vlsimos, desde cualquier enfoque.

Existe, en rfcsumen, una verdadera burla a las garantías del proceso elec­toral. Si la misma establece que todo, absolutamente todo, votos simples, votos observados, listas y atm mate, rial de escritorio, debe estar encerra­do en cada urna lacrada, tienen total ilegalidad los paquetes separados de las urnas. Y así lo entendió la Junta Electoral de Montevideo, o alguno de sus miembros en su s-^titución, cuan­do dispuso, i>ero "por ahora", que todo lo que estaba separado se arro­jara al montón de desechos, a la ba­sura, sin participar a nadie, extraño, delegado partidario como lo dicen ¡os testigos. Después, por arte de maffa,

de desecha en nocalid'ad], como pape­les que servirían de materia priinn, y

1 de I tos sujetas puesto, no emitidos po» la legítinsa vo. lunlad ciudadana.

Si la ley electoral determina -:jue XüS urnas deben transportarse en­vueltas, precintadas, cerradas y la­cradas (cuyo material fue enviado por la Junta ElectoraU, carece de to­da justificación y ' legahdad - que, so pretexto de consultarse el nú.iiero del circuito, se altere toda la norma­lidad y se prepare el fraude, rom­piendo las envolturas y los lacres, flejaado las urnas con las '"bocas abiertas", es decir con sus ranuras expeditas- expuestas a toda maniobra, todo sin ningún-lacre de la más baja calidad que encontró la Corte Elec­toral y con innecesarios "candaditos-, propios de una valija o de un g--lli-nero, pero de ninguna manera ne custodia, nada menos, que de la vo­luntad ciudadana en su acto más clo­rado y trascendentfc

Los comparecientes, en el ejerci­cio de su inmerecida delegación del Partido Nacional que los honra, en el Cilindro hemos asistido a nc-to-

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON RICARDO EERRES

' D I O S A N D A D E R E C H O P O R C A M I N O S T O R C I D O S " N o u n a entrevista; é l , sonriente, lo calif ica d e "s i t io" , coma

la heroica P a y s a n d ú " . En cierta med ida t iene r o z ó n : el el que le hicieron

cronista de A A A R C H A lo persiguió var ios días hasta capturar lo en su despacho de "Mo l i nos A r roce ros " ; cord ia l , a p l o m a d o , a ia vez ansioso de comunicar su e x p e ­riencia y reticente en hacer lo "has ta q u e tome distancia; hasta que madure u n a serie d e nuevas Ideas" . Pero en todo caso d i jo una serie d e cosas que vale la pena reproducir :

-le dicho

los pe.

—Bueno, en lo poquísr ya he explicado algo de ( confirmo lo dicho cuando riodistas en Paysandú. • Otro sitio de Paysandú.

—Sí, en la heroica Paysandú. De todas maneras, desearía entrar en algu-

oncretos. Por ejemplo, se ha reducción de peso: ¿la

• Una experiencia del tipo que usted vivió indudablemente tiene que haber sido muy

importante en su vida. ¿Podría decirme qui conclusiones extrajo de ella?

¿De qué hablaba con sus custodios? ¿Oué

—Creo que Di-Ds anda derecho por caminos torcidos. • Con respecto a la forma como usted i« en-

ieró d, U muerte de su hijo, ¿ere, qu. haya sido correcta o no?

—Bueno, ahí... cuando ellos me lo nofL ficaron, diez horas antes de ponerme otra vez en contacto con el aire, me enojé mucho e in­cluso les hice una dura crítica. Hoy entiendo que ellos actuaron bien, aunque sea muy duro decirlo, entiendo que actuaron bien porque me

erdadera

opinión se formó de su ideología, pósitos a través de esas conversad

delaUe*

mida que le daban no era buena? —La comida era normal y s

comidas estaba perfectamente Entonces, ¿a qué se debió descenso de

bajo para que yo no siguiera engordando. Y yo me pasé, tanto en el cambio de dieta como en el régimen de ejercicios. • eQué régimen era ése?

—El que me había enseñado el embajador Jaekson. dicho sea de paso, una gran persona que me ayudó mucho; con quien, diría, nos ayudamos mutuamente.

—Imagínese, una experiencia de esg tipo significa borrar y empezar de nuevo. Era tan despistada la fotografía que yo tenía del mundo uruguayo, que ahora hay que rehacerlo todo. Pero no quiero abundar en e.5to; ahora tengo que actuar en una realidad determinada y ana­lizarla de nuev,o. Hablaremos más extensamente cuando haya madurado mis ideas, cuando haya tomado un poco de distancia de todo esto.

—Hablábamos de todo lo que hablar. En cuanto a su ideología, sus propósitos, eso es clarísimo y no lo t que det-ir yo; basta leer lo gue ellos han bhcado.

hubieran sometido me lo hubieran dicho e desgraciadamente pasaron la» • ¿Cuál fue su reacción al

Iba a «ei liberado? — imagínese usted.' Estar nueve mese

medio encerrado y, de pronto, enterarse lo sueltan: tuve una gran alegría gue se r ció, claro, con la afUcción por la muerte hijo. Pero las cosas son como tienen que el Señor es el dueño de los hijos; él los tra él es dueño de llevarlos.

Se puedo conocer cuáles son • ihoxa, qué se propone hacer

podían —Trabajar con ia gente que ha tenido fe

mí; trabajar con amor pero con realismo. Y beneficio del pai¡-

Usted 1 declarado que

nguna manera.

"ni — Y . . . con ura criterio

mo oligarca. Yo no sabía que ellos me pusieron el sello: soy

empresarial... eo-

rios delic r ejemplo

pocos la denuncia realizada ha-

días, en forma simultánea la comisión escrutadora n? 2 y a

la Corte Electoral, todavía no sus­tanciada, en la cual establecíamos que uno de los integrantes de la co­misión escrutadora n' 2 [nombre y ai>eIlidoI fue sorprendido cortando la tirüla de un sobre de votación obser­vado, ocultándola con el e-«dente y

se", a pretexto de "respetar la volun­tad del votante", al margen de la legislación electoral Ese señor Cfu-lano de tal] era nada menos que integrante de la comisión escruta­dora nó 2, designado por el Partido

: Colorado y, en aceptación de la Cor-' te Electocal fue elevado a una pesi-! ción po' la cual se analizaba la vo-! luntad ciudadana.

Nuevos V voluntarios romnimientos I de tú mas, tendientes a la misma i mani'jbra q;ue se esconde con la in­vocación falaz de la "voluntad del

' votante", fueron realizados por el integrante de la comisión escrutado­ra 3, también de extracción co­lorada, y activa militancia en esc partido rapellidoL quien, en dos oportunidades —tma primero y otra después— con él pleno reconocimien­to da la comisión escrutadora, esta­blecido en la comunicación a la cor­te, separó tirillas de los votos de vo­tación incluidos en los sobres de vo­tos observados. Esa situación, como

la del nombrado íaneiüdo] toda-via se encuentra a estudio de la Corte Elec­toral.

Recientemente, ahora, el 1!> de fe­brero, -vueltos al Cilindro Municipal 5S votos observados rechazados por

mano anónima, que no se ha descu­bierto ni se descubrirá en este escru-finio. Tales votos observados, fue­ron tratados, habiendo sido rechaza­dos y anulados, como "aceptados- y 2S de «Dos fnerc» Incorporados en

eorrespondlente, para su es­

crutadora nó 3 inten/ino el miembro [apellido]).

Saltamos del CUindro. Todo de­muestra la preparación de este sucio acto electoral, del cual el capitulo de la denuncia concreta que formula­mos, es el episodio más trascendente y elocuente de la traición a la vo­luntad ciudadana, tan falazmente invocada.

Por idénticos motivos, los secreta­rios de las comisiones receptoras, de origen teóricamente blanco, fueron designados para actuar no en zonas próximas a su propio circuito, sino en opuestas o antagónicas. Ciudada­nos del Cerro, se vieron designados para actuar en la Unión. Ciudadanos del Centro fueron nombrados para desem.peñarse en La Boyada.

Lo más grave, lo más significati­vo, lo que contraría todos los pre­cedentes, lo q-ae desvirtúa el régi­men democrático y republicano, se opera cuando el presidente de la república postuló ostensiblemente su candidatura y actuó, de manera de­cisiva en el acto electoral ofreciendo su efigie y su apellido, no sólo en las hojas de votación del régimen pro­yectado, sino en las Hstas del régi­men -vigente y permitiendo, sin nin­guna expresión contraria que unas y otras, tuvieran su retrato sino su propio apellido: "Pacheco" (Tistas propias y del señor Bordaberry).

Integra el sucio proceso la manio­bra demmclada, establecida y prepa­rada de los votos múltiples, Que fa­vorecieron al régimen vigente, de la candidatura del señor Bordaberry, puesto que las listas del régimen pro­yectado, felizmente desdeñado por la ciudadanía eran prácticamente igua­les. Con el retrato del presidente de la república, que ntmca pudo exhi­birse en los comicios por expresa v sabia disposición consütuclonal, oon la invocación de su apellido, con la misma numeración ordinal de las lis­tas, todo taeconocible por los dele­gados de otros partidos y hasta por los miembros de comisiones recepto-

balas m.ercenarias por haber defen­dido y seguir defendiendo la liber­tad y la pureza del sufragio. Cómo no recordar el 10 de setiembre de 1904 en que por la defensa de los mismos postulados muere en Maso-Iler Aparicio Saravia. Cómo no evo­car además, señor juez, la memoria de -Washington Beltrán caldo el 2 de abril de 1920 por ejercitar la defen­sa de los mismos postulados que no­sotros hoy invocamos.

Y finalmente con fa Invocación de la libertad poUtica, expresión de la pureza del sufragio ciudadano, cómo no recordar el 30 de juUo de 1916 donde la soberanía popular logró con­sagrar en las urnas, hoy vulneradas y escarnecidas, el triunfo de la li­bertad sobre el despotismo; la vigen­cia y la vivencia de la independen­cia del hombre, bien supremo. Esto es el Partido Nacional.

Por todo esto es que al señor juez, con prof-ando dolor por estas eleccio­nes que lesionan la dignidad nacio­nal venimos a presentar esta denim.-

tro alcance, luego de ejercitar todas las vías a efectos de detener, de fre­nar, de anular el fraude de esta elec­ción, venimos a comprobar este fli-ciío que denunciamos, lo más grave de cuando se ha comprobado. Poroue esto es estafarle la legítima iñctoria al Partido Nacional. Creemos con to­tal sinceridad, gue el triunfo del Par­tido Nacional debe significar la paci­ficación del país, el debido respeto 4 los derechos ciudadanos y un gobier­no fundamenfataiente digno que re­cupere a nuestro país y aliente las ilusiones de los jóvenes, en su ade­cuada exteriorización y canalización. Porque todo esto se pierde si no triunfa el Partido Nacional es que recurrimos ante usted, señor juez, pa­ra gue j-uzgue a los responsables.

Por lo expuesto al señor juez, pe-

Por

le se presentan domicilio;

ía denuncia los testigos constituido

19 Se acompaña la declaiación de los señores [se determinan nombres y apellidos] e indi-.ddualizada con la letra Az

29 Se acompaña la dedaracióa de los señores [varios nombres y ape­llidos] Cletra B, 2 fojas).

39 Se acompaña la declaración de [nombres y apellidos] certificada nor escribano (letra C, 2 fojas);

49 Se acompaña un paquete con sobres de votación algunos conte­niendo Ustas obtenidos por [nombres

pellldoEj según

29 Se autorice a la Oficina Ac-tuaria para gue por mandato verbal del señor juez reciba las deposicio­nes de los testigos mencionados en los numerales 19, 29 y 39 del capítu­lo de prueba de este escrito, quie­nes además ratificarán las declara­ciones que se acompañan, y serán recibidos a efectos de su deposición en cualQuier tiempo:

3° Se cite de igual forma pudiendo declarar ea cualquier tiempo al se­ñor eseilbano [fulano de tal];

49 Se ordene una inspección ocu­lar en la [. . . ] de la ciudad, inspec­ción gne se habrá de efectuar con 1» presencia y asistencia del testigo [nombre y apellido] a quien igual­mente se le citará a declarax.

Euego al señor juez proveer de conformidad.

bres, hojas de votación, tirinas, sobres rotos, correspondienáo n distintos circuito», hojas de vota­ción registradas en algún circuito, y

fueron entregados por « señor y iqpenido] a los denuncia»-

1 del señor Oro Cion pi (hijo) también actuante en «3 asiE to de U comlstSn escrutadora n» S, pudo fmpefir la consumación de tm nuevo fraude (en dicha comisión es-

Cómo no recordar el 10 de enero de 1875 cuando Frandsao Lavandefra ea I . Plaza Matri» m actíbülado por

^ EL P O P U L A R " I f f - o . ^ s ^ j ^ - ' ^ ^

mm fUCNWAl CODRDtMADfiR ML APOYO A lA REVÍLIÍCION CUBANA

"SOLIDAJtro.UD CtJBA -

S?? SS¿-¿'r^T^P'^n¿l¿'^VÍrir^'^ ..vialidad logran

AUAiCA FRAWESA U WWTEVBEC

Inscripciones para todos los cursos

Del 16 í< 29 lÍB frtfero: ¿i S í 11 j 30 lis.

D€l 1t. »J 11 líe Biífzo: líe S i 11 y 30 fis. j

de 15 I U r 30 h$.

IRKtACHM SE CURSOS:

Liffies 13 de marzo tmm E INSCRiPCMNES: SaRUNO 1180

TELÉFONOS: 8 80 84 88958

N u e s t r a e d i c i ó n d e h o y

e s m e j o r q u e l a d e a y e r . . .

. . . p e r o t o d a v í a n o t a n b u e n a

c o m o l a d e m a ñ a n a .

Sin e m b a r g o , h a y una constante

•sencio l : ayer , hoy y m a ñ a n a ,

• ' l iMÉ-M d i c e L A V E R D A D , T O D A

) A D Y N / í V E R D ^ N A D A ^ . M A S Q U E L A V E R D A D

T o d o s j o s d i a s , ••IIKJÉ'M u n d i a r i o p a r a l a m a y o r í a

i INCIDENTES

E L Y

C O R R E O S U Z A R

• Ciento tremta funcionario» de la Dirección NracionaJ

S t m ^ r í l Í 9 ™ N N ' c l ? d t r ¿ contratados por el término d» 30 días. La mestable situación, laboral de estos trabaj adore» _no contemplada por las dij-posiciones legales vigentes y creada por un simple decreto— permite al director Raymundo Abella desprenderse de aquello» que se adhieran a las resolucio. nes de la organización gi-emiaL a la VEZ que cumplir con íu« compromisos poUticos median, to la designación y renovación <Je contrato de los recomenda­dos de sus correligionario» (mientras sigan siéndolo, y » que hace poco quedó sin tra. bajo un empleado que habi. Bido nombrado por influencia de un caudillo reeleccic por la única razón de íe se pasé Jlelorma")

^ pasó a filas de dad 7

La dores del servicio eupreso . funcionarios— se encuentran sn esta precaria situación. La gre. mial que agrupa a los trabaja­dores postales sostiene AUE. más alU del propósito anuncia­do por el doctor Abella al po­ner eu funcionamiento el ser-

ción de las em-particulares

cumplimiento ( políticos e inte de dii'isióB

gremio. Lo innegable, • un afio y medio de cread»

qire laa compañías privadas íprincipaL mente "ONDE", propiedad dei reeleccionista Méidco Ca.-n. blor), trabajan cada vez más y la repartición del correo, cada rez menos (actualmente reparta unas 300 cartas por día, lo que

ptrtl^ íribuüO.

El doctor .Abella no ciimpliíw pues, con lo que públicameT te habla prometido, ni por me.

la promoción de ua diojie

poco través

?£ainclbi, por el sendcia ... mes de efieien.

eia Se preocupó. «1. por dotar

hasta a veces hay agentes que nos hacen la ve. nía", comentó a MARCHA ua funcionariol. pero en cambia

las 30 motos previa, lo se creó el servicio, ne los treinta funcio-

rios esi>ecializados en la cla­sificación de corretón dcK da

Todo -de que todas laa

cartas sean distribuidas en 2< horas (muy frecuentemer.te de­moran hasta el triple) y. eonsi-íuicntemente, la preferencia da

mS r Tel^ c ^ Í c h S E ^ , Abella, aunque «1 costo sea doble y los mensajeros r.o nen­ian umformes.

sualidad que'' eS° iSe^or da Correos le fue encomendada la

. efectos.de, permitir « djsmbución de eoirespont proveniente actuación al frente del oísanls-mo garantizaba al Ejecutiva que su conducta seria la qua se necesitaba para tales funcio­nes. La persecución a la orga. nizacióa gremial de los fun­cionarios fundada hace -i' años, »e ha concretado incluso me.

INCIDENTES Y PERSPECTIVAS • INCIDENTES Y PERSPECTIVAS

La manifestación d e esta tarde • Hoy. a partir de las 19 y 30 horas, el

Frenle Amplio desfilará desde ol Obelisco hasta el monumento al Gaucho. La gran concenlración previa a la mani­festación será en los alrededores del Obe­lisco Y estará dispuesta en tres grandes núcleos. El núcleo n? 1 se ubicará en 13 y A<:evedo Díaz —hacia Bulevar A r t i g a s -encabezado por el plenario nacional y la mesa ejecutiva del Frente. Inmedialamen-le. a la altura de Duvimioso Terra se ubi­carán las subcolumnas de las coordinado­ras B. A , C y D. Y desde Duvimioso Terra las que corresponden a las coordinadoras E. N . J. U y los comités de profesionalM y docentes universitarios, de arlistas, ins­titutos de enseñanza y residentes del in­terior.

L a coordinadora B se concentrará, a las

19, en Juan Paullier y Maldonado y ea Brandzen y Acevedo Díaz, antes de su co-Iccación en la columna respectiva sobra 13 de Julio.

La coordinadora N se concenliará a las 18 y 30 en 8 do Octubre y Sanguinelfl; marchará en camiones por 8 de Octubre. Centenario. Urquiía, Jaime Cibils. 8 da Octubre y Bulevar Artigas hasta el Oba-lisco.

El núcleo n' 2 se ubicará en B. Artigas, desde ©1 Obelisco hacia Hivera y se inta-grará con las subcolumnas de las coordi­nadoras K. L Y M. L a coordinadora M lla­gará manifestando desde Bivera y Soca, donde se concentrará a las 18 y 30. mar­chando por Bivera y Bulevar ha<:ia el Obelisco.

El núcleo n? 3 sc situará sobre el lado

norte de B. Artigas hacia Avda. Ilalia y aa integrará con los contingentes de las coor­dinadoras F. S, O, L G, P y H.

La subcolumna de la coordinadora P hará su concentración previa en Míllán T Baffo. a las 19 y 30, marchando por Millán. Bvar. Artigas, hasta 18 de Julio.

En el acto final hablarán representan­tes de organizaciones del Frente, el doctor Juan José Croltogini y el general Liber" Seregni.

La nueva fuerza ganará la calle para reafirmar su lucha por las libertades, con­tra la represión, conira la ola inflacionaria que —^pasada la elección— el gobierno h a impulsado nuevamente sobre el país. De­mostrará la decisión popular de combatir por la independencia nacional y la cons­trucción de un Uruguay libre.

en los pagos; a través ncionarios de investiga-distribuidos estratégica-

el edif¡<

Sn ellos

.lucíones gremiales y el moi dé una red de delatores ciertos fimcionarios,

S?d?¿ite°'la^°lntimidación con armas en. plena caUc y por sumarios contra empleados ore-supuestados y no recontrata­ciones de funcionarios preca­rios, por haber cumpUdo lo re­suelto por el gremio.

El doctor Eavmundo Abella ha manifestado públicamente que su principal preocupación es la áe mantener la disciplina dentro del instituto; otras dos resoluciones denunciadas por la gremial permiten completar .la imagen de lo que el director entiende por ese concepto: des­titución de un funcionario del Ser-ricio Expreso que faltó un día porque su madre debía ser operada, y de otro porque se

'Fonne.*po%'ue lo había dejado para lavar.

Mientras se pretende impo­ner esta "disciplim

lo _de

'cónoíido dirigente cSSiiá logno. quien recibió varias idas en el rostro y resulttó

la remisión a ía"cárcel de en admitió ser el causante

L Ricardo Mar hijo de

Salto. La gresca fue de tal entidad

que indujo a vecinos y poücias a creer que el local de la JUP habla sido "copado" por alguna organización de acción directa de izquierda. Efectivos de las ahora llamadas "fuerzas con. juntas" rodearon el edificio y

Son*¿^^dTH?go°^¿aíSii^¿lí;s y de inspeccionar el local se convencieron de

' ^ E Í

to permitid instrucción . _-5 e ^ r ¿ o ' T p S c ¿ ^ ¿ m i 5 S se manifestó autor de las mis. 1^^ _lo que dirigentes de la

todo momento, seguramente pa­ra impedir que trascendiera un

• rliteTa daníinTe pTo! cilismo de la orga-rechista. ^

.^"CuesMr?: Los electos del estallido alcanza a vanas fincas próximas la mayor parte de las ventanas de los tres pisos de un editicio ubicado frente a la imprenta.

En otro de los at zos de vidrios s

i almohada.

ron murales del

incluyó

pegadores da

sólo se de luchas "Stestú

espectacular procediraíen

B O M B A S Y

A T - R O P E L - L O S • Cinco atentados con bom­

bas reiteraron —en la ma­drugada del jueves— la pre­sencia e impunidad de las ban­das fascistas. Aunque la pren­sa del oficialismo habló sólo de grupos terforistas —sin iden-tificar. además, la orientación de quienes habitan en los do-

abeza de un niño.

Todas las evidencias indican a un mismo grupo como autor de los atentados, dos de los cuales se cometieron contra docentes de Secimdaria. Con objetiva in-gemúdad. un diarlo oficialista confirma que las pesquisas —que califica de febriles— no han sido positivas.

Las bombas —lenguaje utili­zado contra militar

detenidos, colocados i

maltratado: represión.

—en Meló, a partir del 12 da enero efectivos del ejércit».

S f p ^ 2 c t S o \ S n % O Í ^ s ' S S Í namicnfos en domicüios de mi-btantes del Frente Amplio, pr».

y pase a ¿ jíSticL de IM'¿3»? mos. En todos los casos —coa excepción del que motivó «t comunicado conjunto n' 4 da los ministro " i de Interior :

la "huuedfat

cionariado pleados de füiaclón reelec-

iscales. i cargos en el

escalafón; cómo un jornalero btiene licen-

: 'áe iS^elec^ iones, para trabajar por la andidatura de Porras Lairal-e; cómo se incumplen disposi-

intemaciona-

cxtraordúia

les sobre manejo de correspon­dencia provenien de

I destinadas a análisis en laboratorios; cómo se les obliga a trabajar en lo-

D I A L - O G O E I M 1 _ A J U P

• 5 ; \ ? r s s r ¿ e ? ^ s % i ^ den a la "Juventud Uruguaya de Me" ei por lo menos dos grandes sectores — relativas al grado de autonomía a otorgar I la ffiial morrtevj^ma^, m

dominio de la organización de-

lunes - - - I j e ^ e ^ ^ e ^ e i a l

Erante la cual varios hideron ostentación

en la sede de do Juüo. d-orant,

O T R O A X A Q U E

der Ejecutivo

de Justicia responda-en el correr de la sa­liente mensaje del Po-

A L _ A J U S T I C I A cativo, si lo que lealm

.procedente, titud del Eiecutivo de perma-

erigirse pode

juez de Jueces, quívocada

encabezamiento, ya que íue dirigida al mi­nistro Siemens Amaro como presidente de la

ilmente ocupa

ni lo

T a S T r l E S

tinados —según se confiesa— a "hacer ciencia en la población" y otro que, visto, se reconoce sólo servían para

IS'd-ar^SlLTvSiS, " pétente. Por ejemplo, el relativo caclón de los i -

!gún el Ejecutivo nada por el magistrado y nc éste que las autoridades po! porqué siquiera conocer.)

legislación y por quienes deben aplicarla y que no constituyen, para todo el mundo, otra cosa que los marcos legales. Primero, por­que si la legislación penal es insuficiente co­rresponde al propio Ejecutivo, en tanto co­legislador, proponer su modifieaeión por las vías pertinentes. Y segundo, porque si a su criterio los jueces se equivocan^ lo_ que le

'5é\ir£tizTirZ""'' ni lo otro? Quizás, sus asesores sostenj tívas^ Per? seguSmente saben, también que nuestra legislación penal en materia de ac-ti-vidades llamadas "subversivas" no puede ser calificada precisamente como benévola y que por lo tanto seria improbable su modiflca-eión Cuna comisión de juristas que recien-

elaboró un anteproyecto que modi-

^cambio alguno en dichas y les consta, además, que r

públicamente sm

s— resultaría

ef'S''etoS Corte de Justicia solicitó in­

ductor Marabotto. lo que

Hica, indet

dolé.

desprestigiar nu í la opinión

irapedir que la justicia actúe en la

1 cada .

„ desconfianza ¿obre su actuación. Sin

rri^do"?"S* soUtítu™ ¿te 'alSnainiento de una Iglesia porque en sus paredes ejctenores existían leyendas "subversivas", ya que el resto del — - - ¿ « ^ ^ 1 , ^ ^ - ^

teria sobre " de le S^^Se"*c(^^^onalmenfe la oral la

<porque

que' los -las), en fin. por proclamar una vez más, que el único poder que sirve y que actúa bien es el Ejecutivo.

La respuesta del máximo órgano judicial -que-se producirá previo dlctáuen del fis­cal de corte interino, doctor Femando Ba-yardo Bengoa— indicará al Ejecutivo las vias que debe seguir y constítulrá, seguramente, como en anterior oportunidad, una demostra­ción más de la ilegalidad e inconstrtuclooa-lidad que preside los actos de este eóbiem«L

Dos veces crió tí camino

"defemX^'^^ELO^^^fe^miS les declaraciones, por no EN-

bSte4'^'l inba5¿"d EFERAÍL

Uberado el texto de entreg la de Identidad

5, a pr». la cédu-

nuevamente al cusurtel " dS 8» de Caballería: el viernes sa

de hoy, la mesa ejecutiva del Frenta. su oresidente. AUredo Borrea-ni.

para informarse sobre : ción de s _ también fueron detenidos, jefatura de Canelones ordena se pasara a todos a Juez, qulea de inmediato ordenó la liber-

El Frente denunció estos ha-' ¿ ? f f ^ ^ ¿ " " d e í i ? o ° ^ í ? S personas más que llevaban col­chones y alimentos l temdos: tres que no están

tas seis personas íner radas luego. "

^ u n e s s

Y i ^ e i 4 d e f e b r e t » ^ , 1 ? 7 2

e plante lido de '

LA MAR EN COCHE

C E S A R D! C A N D f A

V E N I R A H A C E R T U R I S M O ES U N A F O R M A D E H E R O Í S M O

• i m g w M J i i

cicoFi i r i i i Muchas, y no inmerecidas, son las críticas que ha recogido en su

Comisión de Productividad, Precios e Ingresos, más conocida por su nombre de guerra, Coprin La Regalona, pero nadie habrá que se permita dudar de su escrupulosidad admi­nistrativa. Su "Resolución Ordinaria N? 237", del 29 de diciembre de 1971, es un ejemplo Inmejo­rable: "VISTO: los disantos planteamientos lea-lisados ante esta Comisión de Productividad, Pre­cios e Ingresos, relativos a productividad, salarios y/o precios de bienes r servicios" Ivale decir, re­lativos a productividad, precios e ingresos y no » la inestabiUdad del chma, un suponer]; "ATEN­TO: I) a los mformes de las Asesorías Técnicas de las Sub-Comisiones que al efecto funcionan en la órbita de esta Comisión" ly no en la órbita de la Asociación Uruguaya de FúttxJl; siempre con­viene aclararl; "ID a lo dispuesto por U. Ley 13-720, de 16 de diciembre de 1968. LA COMI­SIÓN DE PRODUCTIVIDAD. PRECIOS E I N ­GRESOS resuelve: 1«) Aprobar las disposiciones T lechas de vigencia de las resoluciones referen­tes a precios de bienes y servicios, salarios y/o productividad, adoptadas en el periodo 8 de oc­tubre de 1971 al 29 de diciembre de 1971. inclu­sives, identificados a cfectoj de U notificación a los interesados con las siguientes carscteriilicas:".

' palabras- luego de ^'Vistos" npletamente redundantes. Comi-

Y para qu respecto de la circular lo aclaró .

mente: se trata de la "Homologación de 1 nes Adoptadas por la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos". Mucho nos tememos -cue. pa­ra sacudir la modorra del verano, los aindliares cuartos del engendro sc vean obligados s pasar en mimeógrafo otra clrcTilax: la que informe de la Resolución Ordinaria 238, •aue posiblemente homologará lo resuelto en la 237.

áuruTirmo» iuuist«i> En la edición del 31 de CIEUTIÍIGDS MmAIOS diciembre último del se­manario "Tiempo" se publica uo artículo sobre el desarrollo de la computación en Alemania Eederal. donde puede leerse: "Los conorirmentos

^ i ^ i i ^ ' ^ e m i n c í Trí tajan 'M n^HsS^¿ts d 90% de los científicos que jamás han vivido". Ayudados de tanto en lauto, claro, por el 13% de los gue ya se murieron.

Es ta temporada parece, más que

nunca, propicia para el macaneo perezos.) desde el dolce íar niente de l>unta del Este. Un cronista de La Mañana QT de enero) se entregó a la apa­sionante tarea de dilucidar si la Punta es un bal­neario para la mersa, para La .clase media o para Tnillonarios, hasta llegar a la conclusi'n .de que,

' " ' patria, es para todos. Al descubrir va hasta la Barra del Ar-oyo Mal-mot de cineo lamiUas" advirtió que

I disposición del -millón r me-

1/ PWirA i£S o SE HACE?

al revés de

el bahieario está =

sedicente «izquierdas procomunista". La clase me­dia, por su parte, "puede plantar una tienda de

dormir dentro del automóvil C . .1 y londe se puede dormir a pre-s pesos locos por dos metros

cuadrados de arena, "Y en cnanto a comer, está probado que «1 iodo del mar y de las algas [cor­tado con femet es riquísimo), el soL sus radiacio­nes, y los ejercicios físicos íviaelta y vuelta], son eon un poco jamón y queso, y una Coca Cola, un alimento «on el que se puede pasar «1 dia." Eoñoso «a muchacho. Pero están también "los de

diblemente argentina, -loman srtddcr". Sea fuere, en la Punta "nadie sa oliBgado a kaeer la ^ñda que na la sasta". St nsted quiere chafar, bien; si no, -fiana loa pesqnaiea, qae la hacen po-aada dUmlar d d sOaneio da los pecas taon M a al maoólasa afrenta al mar... franla a IMosa'. También le «oeda la altematíva de char-larcon el cnniste de I * .MaÉaiia, q « « no es mude pero tampoco dec iiad«.

HAItCHA • 14. • ,

•JURISTA yanqui en trance de visitar =. Uru-I guay: Buenous días mañanas, cabellc'-..>u sir­

viente de olicinou. ¡Aquí ser o estar hsber o existir expendedero de informaciones tiji-ísticas acerca del lurugüey, pequeño país de South Ame­rica cuna de gauchos salvajes dei'orradores de chenchoUnous de vacas?

Empicado de oficina turística (cortándose gra­ciosamente las uñas con un aUcate): SI se.ñor.

Señora de turista Ca marido): Permite a mi exphcar yo al señor cabellerou. Mi dominar -mojor españolo básico. CA empleado); Nosotros viniéra­mos o viniésemos a pidir folletinous sobre vuestro pais de vosotros o ustedes. Querremos visitarlo

o pronto. Empleado: Un momeutito que voy a nreparar

el mate y enseguida vuelvo. Turista (señalando inmensa foto en la pared):

Ese debe ser el Presidente de lurugüey. Raro que no ser General.

Señara de turista Qeyendo la mscripción de la foto): ¿Y por qué le dirrán a él "El zorzal criollo"?

De modo que los señores buscaban informaciíB turística sobre Uruguay. Muy bien.. .

Señora de turista (palideciendo): ¡Chupa hler-bajos húmedos eon cervatanal

Turista: No asustar gue es peor, Caroüne Jane Eleanor, mi protegerr. <A empleado): ¿Podría ex­phcar a nosotros cómo es el lurugüey?

Empleado: Las únicas fotos que tengo son la» de este almanaque viejo. Sí gustan mirar...

Señora de turista: Mucho bonitou... No acer­car cervatana, por favor. . . ¿Y en cuanto a co­modidades?

Empleado: Bueno, hay algunos Inconveniente» pero de poca monta. Van a tener que conocer todo a pie porque hay escasez de nafta.

Turista: ¿Gasclino? Empleado: Eso es. Nosotros recomendamos a

los viajeros que se lleven unas bolsitas de nylon eon nafta dentro de la maleta.

Señora de turista; iGasolino en maleto? Empleado: Sí, qué tiene de particular. Tienen

que lle-var también azúcar, fiambre, arroz, aceite, fósforos, manteca, carne de cerdo, queso, toda cla­se de enlatados, pollos, huevos, jabón. . .

Turisla (amoratado y echando extraños espu­marajos por las comisuras): ¿Todo eso?

Señora de turista Ccon la peluca ladeada y to­talmente estrábica): ¡Pero al menos poderr comerr

mos beefsteacks, como dicir... cha-

Empleadc: Nada de eso. En Montevideo no hay un gramo de carne. Y tampoco hay pan, para quí los voy a engañar, la casa es seria.

Turisla (sintiendo los primeros síntomas del mal de Parünson): ¿Y tragous? ¿Habrá al me-

us?

R E P O R T A J E S A L A R E A L I D A D

o: No hay bebidas alcohólicas. La ANCAP no entrega.

Señora de turista (con las convulsiones, siente que se le ina cayendo la ropa interior): ¡Mi ser abstemia! lEeberr bebidos sin alcohol!

Empleado: Menos que menos. Hay escasez ab­soluta de bebidas refrescantes.

T-urista (de la impresión se ha vuelto primero albino, después caucásico y luego eslavo): ¡No haberr ni de comerr ni de beberr!

Empleado: No hay que exagerar tampoco. Pueden hacer Bndos paseos a pie por los alrede­dores de su alojamiento, pero les recomieEdo que se aten con una piola larga a la nuerta del hotel porque si los agarra un apagón no van a poder

Turista (entre estertores): ¡No

Señora de turista (cantando y bailando pletamente trastornada): iLa cuearracha, la

DOfM V E R Í D I C O

E l e c c i o n e s m u y p e l e a d a s

El presidente del Clú, Inocento Suma, supo morir de un ataque de bocha mal dirigida, el dia que un contrario apuntó pa bochar y en lugar de cerrar un ojo cerró los de*. Se la colocó en la frente.

—¿Rayada la bocha?

r.o había sñ miraba ds

había entregado — Al Clú no sé, pero que sa la entregó

a la bocha se la entregó. Dispués del entierro, se fueron todos pal

boUche El Resorte, pa la cusHón de elegir las nuevas auloridade. porque como dijo la Duvija. un Clú sin priesidenle es como im jardín sin flores. Entre vino y vino, salieron dos candi­datos; Ologio Bobeto y Segundo Primo. El

ni pa un caldo. El gcnierío se .jo. disconfiado. Por cualquier

echar mano, pus-ieroa en el boliche. Lata e con un taio arriba. A! qne diba

a votar se le daba un papel y lapí. escrcbía el nombre del candidato, doblaba el papel y lo eneaiaba en la lata. La cusHón era los gue no sabían escrebir. Se aregló asi: voto pa Dlogio Eobüto. una crui: voto pa Segundo P-imo una raya.

Pa la nochecita, latan lodos mamados por unanimidá y pal festeje, porque los doa decían que no podían perder ni alados. Vino la cosa de abrir la lata y buscaron a uno epte supiera corlar,- Cristalino-Tú. hombre de Segundo Pri­mo. Arriba « l "

' " IX '^on*^ Votos

Ulogio, y dijo: —Cuando sea priesident. de -Arrimal. con

ternura", voy a ripaxür la cancha « bochas en­tre los <itie U trabajan, y el qae me derre más de un ojo pa bochar no me denlra i

. escrito, dias. 1 de Segundo, escrito, qvin-

ee. "¡Don Segundo pa todo el mundo y venga a veri" gritaba el genterío y dale al vino.

Pero dentraron a contar Jos otros, los de : pa ^nogio. Veinte. Hayas "iCañó Ulogio que no ni

no!-. Ama corría el Pero Cristalino paró el

H U G O A L P A R O

liquidación de saldos y retazos

sus roUos y los señores sus barrigas. Los apelli­dos de seis cifras forman un cinturón de cola-ciíatas en la Interbalnearia rumbo a Punta del E íte, huyendo de los "grasas" vernáculos para ir a codearse con los "grasas" porteños, y desde el Chuy a Ramírez la costa es un alboroto de niños > bañistas. Hay feria judicial, horario de verano, l..t£rías de fin de año y Reyes, se juega la final de la "Libertadores", se corre en Maroñas el Gran Fremio "José Pedro Ramírez" y en medio de la expectativa nacional se eUge a "Miss Punta dsl Este". La vida es hermosa. Para, no seas gU, ya hablaremos en-marzo, ¡qué -te vas a amargar!

Es el lento spiedo nacional en que todos nos vamos tostando al sol que más calienta, que es el de la evasión.

Pero Arturo Recalde, el obrero que murió ba­leado al cabo de una refriega entre la policia y los mmucipales en conflicto, inaugura en enero del 69 los veranos caüentés de otro modo. Es que ^.innos perdiendo —a duras penas, a veces muy duras— las buenas maneras. En el mura-Uón de Pocitos, próximo a TrouvHle, un gran letrero informa: "Señor turista, está en su casa. -Aquí también hay gorilas." Y en el Cilindro Mu­nicipal donde se realiza el último escnitimo de las recientes elecciones, blancos y colorados, en nombre de la democracia, dejan en cueros el gran mito uruguayo de la pureza del sufragio. Aparecen puertas secretas, urnas sin custodia, sin lacre y sin precinto, hasta urnas sin votos, y urnas opulentas luciendo votos dobles que favo­recen, «h, sorpresa, al canadato oflciallsta. Y también aparecen los famosos votos "arreglados en el dub", democracia para todo servicio. No sé trata de una revelación üicómoda, que rubo­rice o inhiba a sus autores. EUos lo explican con todo desparpajo. La elección es dttícn y comple­ja, sc presta a errores, dicen; pero el buen ciu­dadano, el demócrata, él patriota, no debe preo­cuparse: en el dub le entregamos el voto enso­brado, una lista para el régimen vigente y otra para el proyectado. A la medianoche del 28 de noviembre —listas casi iguales, delegados can­sados— es lácü pasar gatos por liebres, en nú­mero estimado de 35.000 gue favorecoi, oh, presa, al candidato oficialista, cuya ventaj:

- - • • , generales aún parciales. . lío lo dice solamente la

davia en pleno escrutinio, quien acu.-a es Wil­son Ferreira Aldunate. candidato del Partido Na­cional cuyas posibiUdades de salir presidente siguen siendo dertas: "La Junta Electora] ha dejado de actuar como órgano jurisdiccional, para transformarse en un comité poUtico del Partido Colorado".

Son otras zancadillas, otras apuestas, otro punto y banca. - Sobre todo otra banca, banca privada, primero vaciada y después nacionalizada, los últimos disfraces de un "estado de derecho" que se rompe a pedazos. Prohibido informar so­bre conflictos gremiales <u otros hechos innom­brables, de los cuales sólo se ptiede hablar así. entre paréntesis y entrelineas). Pero el señor Mo­laguero paga costosos remitidos a la prensa para dar su versión de despótico patrón en el confUc-

los "juristas" del gobierno. Los mismos que una semana antes habían clausurado a "El Eco" por "una incesante y empeñosa prédica dirigida a mi­nar el prestigio de las instituciones repubUcanas y democráticas que rigen en la nación"... Es mejor asL El rostro sin afeites, el rostro verda­dero; Es a la busca solidaria del lado sufriente de ese rostro —la otra cara del verano— que ahora me encamino. Año nuevo, -(Tida nueva. La ocasión es buena para ver qué pasó mientras tan­to, qué no jiasó, con aquellos y aqueUo que vo mismo traje al primer -.jlano de estas notas.

Miño ea el Cuadro Bajo

¿Qué será de : vida de Rubén? Rubén —los - es Rubén Omar Bentancor,

el niño de doce, ahora trece años, que encontré en julio en él C-jadro Bajo del Vüardebó, some­tido, a electrosocks, chaleco de fuerza v tremen­tina. ¿Qué será de su vida? Todavía está ánS. Mejor dicho, siguen estando allí: Rubén, el doc­tor Barindelli, la trementlca, la promiscuidad, los asaltos entre homosexuales. De éstos va quedan­do constancia —primero azulada, después cárdena, violeta, amariUenta hasta desaparecer, pero el cido recomicEza una y otra vez— en las trom- -jMdas, los puntapiés y los mordiscos ¡iue Rubén recibe y propina a diesta y siniestra, en el doro comercio sexual con los otros enfermos. jEs po­sible que el Consejo del íHño aún no haya en-«mtrado algo mejor para « T Repugna esta cons-pfración d « silencio en qna todos, argomentando

dnco o seis mil votos. :

Saehetti' dejó !a adr.ilnístractóri del Vilardebó, bs-jo la presión de los funcionarios organizados; el doctor Tobler dejó la dirección del mismo hos­pital y tiene nn sumarlo pendiente en el Sindi­cato Médico por (hasta la fecha, presimtas) fal­tas a la ética profesional, y el doctor BarindeRÍ estaría por dejar la dirección del Cuadro Bajo^ el verdadero sueño de un demente. A todo esto, Rubén ha recibido alguna instrucción escolar en estos meses y demostró ser medianamente recep­tivo. No es pues (todavía) el irrecuperable qua, lavándose las manos, pretenden sus verdugos ds hecho. El castigado, el negado, quiere levantai su eabecita por sobre el estiércol, mientras sus jueces se hunden más.

A la sombra de Baflle ao otra vez el 5 a es-

General Flores y Cu-doy con el

chiqul-

quinta BatUe son

Vieme* 4 de febrero ác 197Z

El 31 de diciembre t tación Manga, me bajo . chilla Grande y tantean cantegril de Campamento y 17 Me fondos de la quinta de Batlle. Las cuatn linas, de entre tres y diez años, que tr atrás habían tenido que vivir y dormir tres días y tres noches en campo raso al ser desalojadas y quedar sin techo, jugaban en cuclillas sobre d cordón de la vereda. Me paré Junto a ellas, pero siguieron levantando sus castUIos de tierra. En cuanto advirtieron, sin embargo, que rumbrabs a su casa, dejaron todo y (curiosas, avergonza­das y sonrientes) me siguieron. La señora, qu« no terminaba de reconocerme, pensaría que es­taba ante un loco, un ladrón, un homicida poten­cial, porque yo no dejaba de nítrar alternativa­mente hacia eUas y hacía la choza en que vivían. Muchas veces había (juerldo m.emorizar, después de mi primera visita, las dimensiones reales ds la vivienda. La Imaginaba por momentos tan chi­ca como ima casa de muñecas (muñecas desnu­tridas, harapientas y sucias) en la que no cabria ni Raquel, la más chiquita de las cuatro niñas. No era tan chica, ahora la tengo delante. Unos 3 x 2 , seis metros cuadrados para cinco persona». Ambiente, uno solo: dormitorio, cocina, baño y estar, lo que se dice una familia unida. El banco ya avisó que hay que irse de esos terrenos; lea avisaron que van a ser vendidos. Habrá facilida­des en las cuotas para los actuales moradores, si es que tienen interés ("interés tenemos; pero, ¿y la plata?"). Si no, hay que irse. ¿Adonde» Los fondos d. ' silencio.

—^Pcro, señora... Perdone que me meta ea esto. ¡ Y su marido, el padre de estas chicas» Tendría que ayudarlas. . .

La mujer tiene una mirada ausente, como sf la pregunta renovara en ella un -viejo cansancio.

—Gano 25 mU pesos en el Hfiínsterio da O'OTOJI Público». E.Í él el qae está cobrando ía que dan por las nenas. Hace meses que lo re~

qne m-e lo van fiestas. Pero hasta

—¿Y tiene guien se ocupe de apiuar el trá­mite?

—¿Qiíién más que una? ta, se le va en ómnibus las cha total pa'qué? ios porteros slem-pre le dicen que falta una firma. Debe ser nalfabeto el que folla, ns sabrá firmar.

La mayorclta corre a la calle por donde pasa un hombre discretainente arreglado. Lo aborda con una sonrisa zalamera, pidiéndole seguramen­te plata- El hombre se detiene, la nüra. algo saca de su bolsillo y se lo da. Le acaricia la cabeza y sigue-

Regreso entre dos luces por 17 Metros, y tras caminar unas cuatio cuadras por Cuchilla Grande, desemboco en una escena de esas qua en los sueños le hacen a uno exclamar: esto lo vi antes, estoy seguro de que ya lo vi. Y en efec­to: en el portal inconcluso de la Biblioteca "Batlle", sigue sentada la pareja de viejifos en-" cargada de custodiar el mausoleo. Excepto la 1-ua del día q.ue huye, todo es igual a la tarde.aque­lla de nóinembre: el ajetreo callejero, el corpu­lento ombú que impone un límite rnvisible pera exacto al bullicio: y más atrás, a su sombra, su humedad, su tiranía, los viejitos silenciosos,

• • más joven), mi-neridiaiio de Cu­

chilla Grande. No sin asombro (dada la condlcióii botánica, casi mineral que les asigno) ad-vierto que él me reconoce, esboza ima sonrisa, se le-•vanta y viene a saludarme. ¡<5ué agradable sor­presa! ¡Feliz ano nuevo! ¿Y ayer no sacó la grande? Déjeme, qué Via sacar si no jugué. Ha­biendo salud. . . Eso si, ¿se acuerda que le dije mi edad?; 8.5 años, ¿a qué no me los daba? No me cuesta nada asombrarme por segunda vez. Qué se los iba a dar, si está hecho un potrillo. Y dué tal las obras, ¿siguen igual? Igualito, ea an ser. Menos mal que ustedes... A i , sí, techo

« . Y aquf don Maldonado quizás por la bra Se U hora o lo propicio del día sa

echó a cantar las mflongas tristes de su vida: —TOehenta y cinco años! SI usted supiera...

Ahora kí< ve así. Nosotros teníamos campo, -rnts-eho campo, ¿ramos 1» Tienrumos —si, no se sor­prenda. IS—, vero Twr gucdoroa chácaras p « r «

• 15 • MARCHA

• Del 18 «1 21 de noviembre próximo pasado se realizó en Nueva York la segunda conferencia interuacional organizada por Te los" ,

la revista de los estudiantes de filosofía de la Universidad de Nueva Tork. Esta conferencia, que reunía representantes de las nuevas izquier­das norteamericana, italiana, francesa, alemana, etc., se esforzó por de-jJmitar y profundizar los problemas que plantea la construcción de un movimiento revolucionario (estudio de las organizaciones leyoluciona-rias de base, estructura del partido revolucionaiio, burocracia y pro­blemas po.st-revolucjonarios. . . ) . En esta oca.sión, Robert Peccond en­trevistó a! prcle.sor Herbert Marcuse, conocido autor de "El hombre ticidimensionar', "Eros y civilización", "El marxismo soviético" y otros.

M A R C U S E R E S P O N D E A

1 L A N U E V A í I Z Q U I E R D A

^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ E U R O P E A

3 n ^ ROBERX

PECCOUD

ROBERT PECCOUD: Varios inte­lectuales franceses, reflexio­nando sobre los problemas de

la nueva Izquierda en Europa y en Estados Unidos, han desarrollado una tesis que se puede ' ' '

poderosa y organizada en Estados Uiñdos ha sido considerada durante mucho tiempo como un defecto. Sin embargo, con la integración progre­siva de los aparatos comunistas eu­ropeos en el sistema político bur­gués y el Eurginüento de una nueva problemática revolucionarla de los países industrializados, lo que era una carencia se convierte en una rentaja.1

En otras palabras, Uberada del pe­lo de la tradición teórica estaHnista y de la influencia conservadora de sn aparato poderoso, la nue-va Iz-tuierda norteamericana está en me-tores condiciones para definir y apH-

Uevaila

estrategia apropiada nueva situación. ¿Cuál es su opinión?

HERBERT SIAHCUSE: - Una lesU similar había sido propuesta a pro­pósito de la Alemania imperial: 2 ha­biendo «Icansado tardíamente la in-duslrialisación, habia sobrepasado rá­pidamente el nivel de productividad de las otras naaones industriales, beneficiándose de una infraestnictu-

•jemplo, <iue Inglaterra, qne ••de?JÍ

R costosa a fin de rentabüixar su pro-«ucción.

La valides de esta teoría ha sido

mo en Alemania. Sin embargo, es imposible aplicarla a la realidad po­Utica norteamericana. Y ello por una razón esencial. Sea cnal sea sn grado de inlegraeJón al sistema poUaco bnr-«u«s. el Partida Comunista ha sido iíompre la vanguardia de la lucha EOnlra el fascismo. Permanece como

^ S ^ ^ T E I : ^

italiano serian capaces de a cabo: es más, estarían

acerlo, y esto es mu­cho más importante <iue el retraso ideológico o la pesada organiíación que impone su presencia a la nneva Izquierda. No se puede hablar de una ventaja, pero quizás sí, de nn ade­lanto.

B. P.: Usted hace en este caso una elección en virtud de una urgencia. ¿Cree entonces que un movimiento fascista tenga serias posibilidades de desarrollarse en Estados Unidos en un futuro cercano?

H. M.: La prosperidad económica que reposa sobre la hegemonía nor. teamericana a escala mundial, muy pronto ha de alcaniar su fin. Y por -muy pronto" quiero decir en los pró­ximos diei o veinte años. En ese mo­mento, las condidones económicas necesarias para una Tadicaliíadón de los trabajadores norteamericanos se habrán dado. La aHemaliva socialis­mo-fascismo se planteará entonces

trabajadoras norteameric""" régimen previsible. Así lo demostró la recien­te elecdón del alcalde de FiladeWa. quien, luego de haberse presentado como el pollda más duro de la re­gión, fue elegido por un electorado compuesto en su mayoría por obre, ros. Las tendencias están a la vista y, a menos que la izquierda logre de­tenerlas ahora, continuaTán su desa­rroUo sin que sea posible bloquear­las. La histeria nos muestra que en ningún caso nn régimen fascista ha sido vcnddo desde adentro y que ha sido necesaria una guerra para darle fin.

H. P.: Insistiendo sobre la resisten­cia al fascismo y sobre la ausencia de una fuerza perdural:'.emente orga-

el. Partido Comunista

norteamericanos convocando a una Iiuelga generaL Estoy convencido qua tent» al Partido Comunisla francés

1 Estados Unidos, me pare­ce que usted minimiza la importan­cia de la nueva izquierda norteame­ricana, que, desde hace unos años, ha dado nrueba de una gran capacidad moviHzadora por sus iniciativas en la lucha antimperíallsta. En síntesis.

tendencia al masoquis-

ogio

jBo tendría tenSeBcSa usted a Á M » -tar, con cierta ligereza, í l fracaso de ia nueva izquierda y en especial del movimiento estudianül?

H. M.: Ho creo haber hablado ja­más, a propósito del ludiantil, de fracaso, existe, en miento, un mo frente ^ do los sindicaíoi. Masoquis.-no prove­niente muy a menudo do un senti­miento de culpabilidad por no porte, necer a la clase obieía. Masoquismo sin ningún tipo do fundamento rí

fúnebre "del "movimiento es por tres lEsones: primero, se encuentra en un período de repliegue, de reagrupa-miento, de redefinición esiratégica. Estos cambios en la siluación política provienen de las propias victorias del nroylmiento y sobre lodo de la vio­lencia de la represión que se ha des­cargado sobre él. y bastan para expli­car un repliegue que no significa en ibsolulo una desaparición. Segundo, el movimiento estudiantil es uno de los principales agentes de oposición radi­cal en este país, y negar su existen­cia es negar una parle importante de la rebellón en Estados Unidos. Por último, sería insultar la memoria de los estudiantes de Kenl Slaíe y de todos los que. en este momento, se encuentran en la primer - " "

el sisten en Estados Unidos sino en el resto del mundo.

H. P.: Usted habla de masoquismo, de sentimiento de culpabilidad fren­te a la clase obrera. Esta culpablU-dad es mucho más fuerte en Francia y en Italia, donde los partidos comu­nistas se benefician de una base obrera real y al tiempo son deposita-ríos de una tradición antimperialista. Esta culpabiUdad se traduce en una desesperación profunda ante la vo­luntad de reproducir en el mismo se­no del movimiento tanto las estruc­turas como las prácticas estaUnistas. He confirmado en cierta medida la existencia de tales fenómenos en Es­tados Unidos; usted en cambio acaba de sostener el irracíonalismo. ¿Por qué-?

H. M.: Si se quiere comprender la situación de la nueya izquierda y las perspectivas que se le ofrecen, es ne­cesario darse cuenta que hemos en-liado en un período de contrarrevo­lución preventiva. Un periodo en que el capitalismo monopolista, con el fin de perpetuarse, ha organizado a es­cala global un sistema de regímenes conliazievolucionarios.

La represión es preventiva, pues hasta el momento no ha habido nin­guna revoludón victoriosa en ningún país del Oeste. En estas condiciones, los modelos tradicionales de organiza, cion revolucionaria se han -vuelto ca­ducos. En Estados Unidos la toma del poder del estado organiíado por un movimiento de masas aUamente cen-

actualmenle viable. Y

este país.

traUzado esto por cuatro

Primero porque, ci hay en la actualidad Clonarías: segundo, porque jamás un gobierno ha tenido en sus manos nn poder polidaco-militai similar, un instinmenlo de represión igual: ter­cero, poique el alto grado de integra-Clon de «sta sociedad no es superH-

JSeSa -pr ,SSn:fp-qu' 'Í !"a%?^ do su gran complejidad la adminis­tración y las instancias de e.-»- - ™ funcionan todavía muy bien.

Son estos fi cho caducos

acn. Pero frente a esta

de las lasas del beneficio, una rest -lencia de los sindicatos y de algunos capitalismos extranjeros. ^

Estos procesos se expresan a tra­vés de tres grandes tendencias del capilahsmo monopolista: primero es el sometinnento de lodos los capita. les particulares al inferes general del cap^l en su toiaEdad y a su estada, lend«,cia que corresponde al surgi­miento de una fuerza de trabajo glo-tal ^ e quiebra la reladón tradicio-

Ml »n^« bivorslén tn«TÍdtt,5 y H -

La segunda tendencia se liadu» «tt la extensión do ia base d, .xplí lación, « . decir por un « « ¡ ¿ S S l do la parlo del trabajo improduSv» (en el sentido clásico). L T O M M S estadísticas del trabajo del «Werf! federal noríeamciicano estima qu, ,f 1980 cerca do siele a ocho iiahljid* res sobre diez estarán empleados .n el sector terciario, lo quo sianlfic» i, decünación no sólo numérica d."iS trabajadores de overol", de lo, rederos del proletariado marxista, no lambién la caída de los seelorei mas o menos independientes do la clase media bajo la oxplotacfín 4 ! recta del capilal. El mismo Marx pre­dijo estos cambios estructurales del capitalismo cuando definió, on una primera versión del segundo volumen do El capital el concepto de "com"

(fuerza de trabajo ned lat :ompleia) quo a rabajo producliv

leicoia tendencia de estos pío-es la concentración dé los con;

les y de los poderes poU. troles ticos, con lo cual os:

poU: onón cadencia del pirlamonlarisn Iccimíento del ejecutivo, concentra, ción acelerada de los capitales, nue. va poiaica comercial, etc.

R. P.: Usted ha insistido sobre el hecho de que estos cambios estruc­turales han tenido lugar en el marco

de producción capi-

volucíona H. M.: Hemos entrado en una fase

en que el sistema capilaUsta mono-polista engendra un excedente de trabajo. Es decir quo se produce una cantidad de trabajo superior a la re. cesarla para la reproducción male-lial do la población. Marx, una ves más. habla previsto con una aguda clarividencia esta fase del capitalis­mo monopoUsta. pues afirmaba que al término de estos cambios estiuc. turalcs la revolución en los países in­dustriales avanzados no i

til de una situación en necesidades materiales esenciales ds la mayoría de la población estaiÍM satisfechas.

Es en ese ne el cambio decisivo de la problemátiea Esta definidón so efectúa siempre « partir de necesidades vitales que el sistema, en la porsislonda de sus re­laciones de producción, es incapaz d< satisfacer. Necesidades vitales do au­todeterminación, abolidón del traba-jo enajenado, nuevas reladones ontis los seros humanos, entro los sexos, entro el hombre y la naturales». En una palabra, en el surgimiento de necesidades morales y estéticas, en la definidón de Una nu

lan ya, hoy.én el movimienlo por mejorar la ecología, por una nueva moral y el dé liberación de la mu­jer, a condidón de que se conTÍerfa en un verdadero movimiento de H-beración.

social que marque i do los prindpios de funcionami.nío T de los valores de la sociedad captla-

de ana nueva

o primera consecuonda. una le-ñón de la productividad, de 1« hoy un gran porcentaje osJá de­

dicado n cambio y una transforma-las necesidades vítalos con­

ducirían a una reorienladón de 1» prodncdón hada objetivos difeieides y nuevas prioridades. Sólo una dase obrera quo experimentara estas nae-

B. P,: Parecería que usted acaba ae entunerar tres importantes LES-tricciones. Ante todo, ha expresado

cuanto al mo-vünienti

miento"? También usted ignora la existencia del movimiento de las co­munidades que es signiticaUvo del surgimiento de la nueva sensibilidad, puesto que ataca prácticamente el problema de la calidad de la vida. Por último, usted no menciona el fe­nómeno jipi y la noción de "contra-cultura".

H. M.: En lo que concierne al mo­vimiento jipi, os imposible hablar de contiac-ultura, teniendo en cuenta la lapides sorprendente con que el mo­vimiento ha sido recuperado burguesía. El concepto de stock Kation" ha cstaUado como una pompa de jabón y Abble Hoffman se

En el caso de las comunidades la siluadón os mucho más ambivalen-le. La tentativa de retiro fuera del sistema burgués y la adopción de una vida campesina en un terreno que s»

mente una evasión, una experiencia personal, y por lo tanto sin interés político.

Puede ser también una experiencia social emprendida conscientemente con el fin de intentar establecer en el seno de una comunidad relaciones no

no están determinadas por los crUe-rios del sistema dominante. Hay pues dos posibilidades: o la experiencia in­dividual, evidenle, por ejemplo, en el empleo de la droga, o la posibili­dad de una experiencia social. He dicho "vivir fuera del sistema"; pien­so que ninguno de nosotros puedo vi­vir fuera del sistema. Incluso en la Luna, hoy, deben encontrarse bote­llas de Coca.Cola.

H. P.: Si entiendo bien, ¿usted acepta reconocer en la existencia de las comunidades una significación en cuanto al surgimiento de la, nueva sensibilidad, pero se resiste a reco­nocerles una eficacia política, aun cuando planteen el problema de la producción y del intercambio por la adopción de un modo de producción neo-arcaico basado en la agricultura y el neo-artesanado?

H M.: En efedo, aun cuando sean muy. Interesantes sus lerJalivas a ni-vel de un estudio antropológico, es imposible encarar un retorno masivo a un estado arcaico teniendo on cuen­ta la inlraestiuctura económica ac­tual y el grado de adelanto do la tec­nología.

La nueva sensibilidad deberá de­finir un nuevo uso da la ciencia e incluso construir una nueva dancia. En ningún caso puede ignorarla, re­

de liberación do las mujeres, he sido acusada varias veces de "chovinista" masculino. Esta acusadón ha sido siempre vaga y sin fundamentos se­rios por la sencilla razón de que ja­más he formulado un ataque directo contra el movimienlo do las mujeres. Más aun. he señalado en muchas oportunidades que el ungimiento de la nueva sensibiUdad correspondia a una ospode de -fominizadón" del hombre. Por "feminizadón" quiero dedr i^o todos los valores tradido-nalcs que so -vinculan a! ser biológi­co y sodal de la mujer o al monos que le han sido otorgados — recepti­vidad, no agresividad, lores fundamentales y

enlo de la

que usted R. P.: "An Essay on Liberation" en cuando escribía: "-Las nuevas nece­sidades no podrán surgir más que paso a paso, en la práctica colecti-va de un nuevo ambiente de la produc­ción intelectual y material.

hombre, en armonía con la concien­cia de la libertad, lucharán por la pacificación del hombre y de la na­turaleza".

H. M-: Tendría necesidad de re­leerlo, pero me parece joslo.

Rechazo de la _ de la violenda como instiumenlo comunicadón usuaL etc. La sode-

TOable qne «1 recnaso «e la socleoau capitalista pase por un rechazo de Sos valores paternales y de un modelo de la famiha dominada por una ima­gen agresiva del padre.

R. P.: Sin embargo, las mujeres parecen más bien rechazar estos va­lores que han sido vinculados a xu imagen.

H. M.: Ésa es precisamente la con-Síadicción en que so encuentra el movimiento de llberadón de las mu­jeres. Rechazan los valores Iradicio-nalmente vinculados a la imagen do la mujer, porque hasta el piesenlo

i sigr i de hecho inferioridad;

TI reccpnvloao, no «gresivioaa, pasi­vidad, significaban una dominación inevitable en una sociedad no libera­da, no sisníiican necesariamente lo mismo en una sociedad liberada. Esto ea exactamente lo que quería decir cuando empleé la expresión "a con­dición de que se convieria en un mo-vimiento de liberación".

El movimiento do las mujeres no será un movimiento de liberación en tanto no se oriente en la dirección do una defensa de osios valores de par, inscribiéndose por este camino, so­cialmente. en un movimiento más g«-

z.as mujeres no . _ _ minadón de los hombres . participen en el ataque general con­lra el sistema de explotación, cuyi necesidad agresiva y destructora en­gendra y perpetúa esa dominadSo. La liberación de las mujeres Sa afee-tuará con la liberación de lo. hom. bros al poner fin a las relaeioJkt enajenadas impuestas por un sistema cuya lógica reposa necesariamente so­bro dicha enajenación.

íeral hada sibilidad.

para muchas

^ preguntas... E X I S T E U N R E V E S T I M I E N T O P A R A I N T E R I O R E S C A P A Z D E S A T I S F A C E R , S I M U L T Á N E A M E N T E ,

E X I G E N C I A S T É C N I C A S , D E C O N F O R T Y D E C O R A T I V A S ?

S E A H O R R A T I E M P O E N S U C O L O C A C I Ó N ?

E L I M I N A LOS G A S T O S D E M A N T E N I M I E N T O ?

E S P O S I B L E S U A P L I C A C I Ó N D I R E C T A , P R E S C I N D I E N D O D E R E V O Q U E S ?

A T I E N D E LA N E C E S I D A D D E " R E S P I R A R " , DEL M U R O ?

S U C O M P O R T A M I E N T O A C Ú S T I C O E S A D E C U A D O ?

A C T Ú A C O M O R E G U L A D O R D E LA H U M E D A D A M B I E N T A L ?

H A Y V A R I E D A D D E C O L O R E S Y T E X T U R A S ?

A R M O N I Z A C O N O T R O S M A T E R I A L E S ?

S U A C A B A D O E S A G R A D A B L E A LA V I S T A ?

A D Q U I E R E A S P E C T O S V A R I A D O S S E G Ú N LA F O R M A D E I L U M I N A C I Ó N DEL A M B I E N T E ?

una sola respuesta

A P O R T E E l A L P L A N N A L . D E V I V I E N D A S

i A R Q E Q U E I R O L O V Á R E L A exposic ión y ventas : c u f r e 2320 t e l . 2 3 8 6 4

triarcal y lo ha sido siempre. Es ine-

T E L E M U N D O • T E L E M U N D O • T E L E M U N D O • T E L E M U N D O

BiRASIL.: LOS MASONES Y EL PODER

lo-man parte de la Logia Ma­sónica. El ^Pf_^«J en°'BrSi/una

les dirigentes del regimer litar a la multisecular log es puesta en duda m

cayin-a

se creó Bahia una scucursal que inspiró la. célebre •cons­piración de los AUaiates".

El ideario liberal de la bur. guesía europea parece habei penetrado en Brasil a través de la masonería de los ••ierm."!. nos" portugueses que (aiugra-ban a América del Sur huyen­do de las persecuciones Inqui-tiíoriales^ Los masones llegaron

hijo de Juan VI, que había si­do el más feroz perseguidor de

Oriente d, . vio- E3 decir, regresó al mun­do de sombras y ocultamiento» que parece serle propio, sm perder nada su iníluencia, 242 caiácter de circulo cerrado en el que s, encontraban lo» miem­bros más ilustres de l^s cha­ses dominantes. Así. ei mton-ees gran maestre general de la época, el mariscal Deodoro da Fons¿ca resultó el encar­gado de proclamar el fin del imperio y el establecimiento de la república brasileña. ,

Entre los proceres brasile­ños, muy pocos no tueron ma­sones. Los logistas mas conoci­dos son el marqués de Abrau-tes el -vizconde de Río Braiico. An'tonio Carlos HibeEio de -An-drada, Benjamín C^teivij^C|-^

5uIio'°'BibeSo!'"Adolío .osCdoPatrocmio.

Sil-

de'igS

mi'SiilSos: 'de la log i^ empe­zando- por el mariscal Humber­to Cas«elo Branco y Alíooco de Alburquerqile Lima.

" " I n ^ S ' polemizó pú-

.. „ través de soíici-los diarios, con un

LA GUERRA COLONÍAL

LA soberanía sobií Irlanda.

Hg(OTLI1GUILF° ló^ BIGTE"lí

irucílí«r03, o / ejercer FEAI-

giíieron, pero los iilands.Oí han dejado de ejercer

desde entonces una bldedi-naile re»5«lencia. D ^ e ia plena Edad Media hasta el día de hoy. el enfrentainíejí

ido «.fíciente tiem-

> británico tabia > ^ domingo últi

1 Londonberry. Las de ocupación de Ir

anda del Norte hicieror

3fia1"a^'!ri^dlla = propio IHA ("Irish tionary Army") dura:

biítinicas, un carácter ir. landesameníe fogoso y un catolicismo que no le impide procrear con orgullo sin ha­ber p^ado por el Registro Civil! abofeteó, arañó y tiró de loi pelos al míiñstio dei Int^ior Reginald Maiidling en plena Cámara d. los Co-

honl, de AFP, testigo de lo da la crisis irlandesa y d-esta misma matanra, cable

^i'ííísta aycr'*pod¡a'du^' se de qne la organizació-clandestina tu-iriera el sosfcr. casi unánime de los católi cos del Norte, hoy la dudí ha desaparecido".

poder "de lí"' '!. BimbóUca ReuniSo". sucursal "Gran Oriente de Prancia", se transformó en factor determi­nante y decisivo de la vida po­lítica brasileña. Los la masonería aristocracia ini do el país y en sus sesiones secretas parece haberse anuda­do históricamente la- suerte de la burguesía industrial y del ejército, cuya unión es el ras­go dominante del actual estado brasileño. La independencia de Brasil fue planeada ^ ejecu tadi sin duda alguna en la.-sesiones secretas de la masone­ría: el primer gabinete del Imperio no incluía a un solo Integrarte que no perteneciera a la logia.

Formalmente con la decla­ración de la independencia, la sucursal brasileña del "Gran

gran quie» disputaba el control de un ramal de la logia.

La masonería, que se defme a si misma como una institu­ción ' esencialmente filosófica, cn'todo BrLil'US RÍCL'dé obSs filantrópicas sostenidas por los diversas rainales de la logia.

, ; ai

hasta los barrios eleg B-o y San Pai-lo-

El "Gran Oriente" r-iantiene casi un centenar de establcci-

S ^ ° p ó b r i ^ hasta colegios %-cundaríos y universitarios, d o -de asilos para ancianos hast.í casas Je refugio para madr.íf solteras. Pese a este despliegue público, la esencia de la maso­nería sigue estando tan rodea da de misterio como en la. Edad Media. Las sesiones secretas, que se efectúan cada quince días tienen a mcmiao eomo te­mas'los problemas más agudos de la vida social- y política, de' Brasü, pero ni ana sola pa--labra que se pronuncia alh Uega jamás al público. Se sabe, eso s!. qne la rn-discrecióa es castigada duramenlc oor las le-

didc

Un eandidTto*í logia debe ser propuesto par algún miembro de la orden- la cual examina la vida privada y pública, la honorabilidad y SUÉNELA del^^candidato. Si es

"Cañ<4dato*? 2 hiz'-.'ir f ¡ ^ de trece sesiones preparatorias, ingresará como aprendiz y li-palmente. medíante una sesión secreta de todos los miembros

tU' ••cTm paie'/o ? I f tS^ título a que puede aspirar es el de "maestre", pero deberá

d"e la creación de la gia. en

; .-nasóni-^siglo,^^el

as^por k.s^ revoluc nuestro apoyo incondicional lodo lo qne busque el bienes­tar del pueblo."

elaciones de la logia Hila Católica son, difíciles, peio^ infi

años- La peor fase de estas re­laciones se registró bajo ei papado de Pío IX. que exc.-.. mulgó a todos los masones. D"s obispos brasileños, los de OUti-de y Par-á. intentaron aplicar

esta sanción en vizconde de Rio

carcelán dolos por largos años En 1963. la poHtica ecume.

nlsta de Juan XXIII hizo qiie estas relaciones mejoraran rá­pidamente: en ese año, oor pri­mera vez en la historia de Bra­sü un obispo —el de Aracajü, Luciano Cabral Duarte— pri nuncio una conferencia dedi-

los antuvo rdiales relacK

n o v e d a d e s

YEN ( i b r e r t ' a £P||

££NTRO lUHUO-VISUAL

Cursos intensivos de francés

UBORATORie OE fiNHIAS

1 CASMA PARA CAOA ALUMNO

I N S C R I P C I O N E S

deJ 16 of 2 9 d « feb re ro i da 9 a 1 1 . 3 0 h * .

de l V AI 11 d « rr.orzo-. de 9 o 1 1 . 3 0 h s .

de 1 5 a 1 8 . 3 0 h s .

ALIANZA FRANCESA

SoriM 1180 - Teléfonos: 8 80 84 - 8SI5t

agua. íueao y tierra, destinadas a que pudie­ra mostrar su temple, su va­lentía. Ahora, en cambio, en lugar de sufrir torhii-as. el candidato es vapuleado un po­co en una sesión secreta, a la íiue concurre con los ojos ven­dados- Luego, cuando se con-

SFS ^^L^^LF OÍL! suelo y ha comnrobado a RON­de su fragilidad en el mundo. Ia venda cae y ios hermanos

" y ' d e í l

formado en un riiiticomunismo, del ejemplo da pruebas el actual gran maestre de ia orden, Moaeir Arbex Dina-marco. Comentando el triunf.T del masón Salvador Allende en Chile, el gran maestro dijo que "el marxismo y el matci-ia-Usmo nada tienen, que ver con la logia. Si dependiese de-mi, ei presidente de Chile no ocr-

Euesira orden: por

-E.\^S.4YO DE HISTORI-4. DE L A E C O ­N O M Í A . DE L-A. URSS, A. Podjcol^in - Es­tudio sobre la economía de la URSS, que parte de la economía de Rusia en el período de) feudalismo hasta nuestros días, inclu­yendo ei plan quinquenal 1971-75

HI.STORlfV Y EL CXJMUNISMO, M . Kim- La historia y la actualidad. Su corre-1.-1 ción. La experiencia histórica. La perspec-li-.-a histórica

— K \ ? , , DEMOCR.VCL\ Y S O C I A L I S M O , B. Schetinin. - Interrelación de la paz, el .socialismo y la democracia en ¡a vida de la sociedad contemporánea

RFÍCL-PÍS, -„ ^mastert ' l t^&if*' R remos ajenos al progreso áe I la nación y ai bienestar del

V i e r a * . * d e í c b r e r o d e 1972

GREGORIO SELSER

¿ Q U F P A S A

C O N EL

r í o U r u g u a y ?

verano, aparecí:

60%

LA Cámara Gremial Argentina de Arena y Pie­dra está algo más que preocupada, histérica si cabe. Ha "denunciado" gue actuahnente se

registra en el río Uruguay tma bajante de cida en los últimos treinta años. Comenzó nitestarse a fines del -ño pasado, y en la Udad la situación se mantiene igual, con ui menos del cauda] de agua normal.

La mei-ma afecta a la industria nacional del canto rodado, que "afronta un siniestro sin pre­cedentes", según lo informó el .^residente de la cámara gremial indicada, señor Jiian Carlos A. Salvia. Desde las costas de Entre Ríos, en la zona del Pahnai, que es el lugar de extracción de la materia prima, el rio se está prácticamente se­cando, imposibüitandu la navegación de chatas y remolcadores de poco calado que transportan ese material. Las consecuencias no se circunscriben solo a esa industria, sino que afectan a pueblos enteros de la costa, comprometiendo la fuente de trabajo de miles de obreros dependientes de la extracción de arena y piedra. La producción total, calculada en tmas 300.000 a 350.000 tone­ladas mensuales, se orienta en un «Cü al alias-lecrmiento de Buenos Aires y su zona suburbana. Esa producción ya ha mermado, i apuntadas, en un 50%. comenzando a hacerse sentir esa falta en el sector de la construcción. La falta de agua perjudica obviamente la na­vegación de la flota fluvial dei estaio. la de los barcos frigorificos, petroleros y de carga general

La pregunta-queja de la Cámara Gremial .Ar­gentina de -Arena y Piedra está referida a las pre-suntas causas de esa merma de caudal. ¿Se deberfa al desvío de aguas producidas por las obras hidráulicas que se efectúan en el sur bra­sileño? iSe están reorientando en sentido este los cursos de agua que afluyen habituabnente al no Uruguay siguiendo la dh-ección sudoeste"? ¿O la retención de caudales para formar espejos de agua artiriciales —lagos, presas, embalses— está ya sustrayendo de los cursos habituales miUones de metros cúbicos de uso —teórico— intema-

mo complejo de Jupiá-Ilha Solteira, previsto co­mo uno de los mayores del mundo, con una producción a pleno estimada en 4.600.000 quilo­vatios, o sea la mitad de lo que producen todas las "usinas" brasileñas en su conjunto. El punto de arranque básico es el río Tieté, que desem-traca en el Paraná casi en la frontera de los es­tados de San Pablo, Mato Grosso y Minas Gerais. A mediados de 1968, y sobre todo después de anuncios públicos hechos por el ah-nirante Isaac F. Hojas, ex-vicepresidente de la nación, se re­lacionó ima bajante no-able del Paraná con pre­suntas retenciones de agua destinadas al comple­jo Urubupungá. Voceros oficiales de Itamaratl re­chazaron la acusación como disparatada. Un edi­torial de Jornal do Brasü ("Alianca intrigada". 20/ IX'68) apoyó aquel rechazo, alegando que como el caudal de agua mínimo registrado en los últi­mos 42 años fue de 1.300 metros cúbicos de agua por segundo, y siendo que el funcionamiento de las compuertas de la represa regulará la descar­ga sobre la base de 2.600 metros cúbicos, o sea ea doble, estará garantizada la navegación del Paraná, que además estará protegida por un sis­tema de esclusas.

Si fueron entonces tan enfáticas las declara-. si se vieron acompañadas del

más absoluto silencio de parte de las autoridades argentinas, cabe colegir que las comprobaciones técnicas pri-varon sobre las políticas Argentina, en efecto, a través de la Comisión Nacional de la Cuenca del Plata, es periódicamente invitada a visitar las obras de Urubupungá, v no seria licito suponer que los especialistas en recursos hidiicos pasen por alto o silencien potenciales peligros pa­ra su país. En lecha reciente, un autorizado fun­cionario del Ministerio de Obras y Servicios Pú­blicos nos expresó que existía j i todo el mundo una especie de "recesión hídiica" de la cual po­drían ser ejemplos próximos la notable escasez de lluvia registrada, en todo Chile de tres años

consecuencia de la falta de >s í-uTTihres andinas, y un fe­

nómeno similar gue aüecta sobre todo a la pM vincia de San Juan. Esa recesión es geológica : puede prolongarse por decenas de años, sin ^ para eUo tenga que ver de modo alguno la m« dificación de la ecología por la mano

En Brasü, sin embargo, se está actualmente el agotamiento de los . . . ^ importantes del estado de Mmas Gerais. prind-pahnente el del río San Francisco: en ¿ste caaa se comprobó que en tanto a fines del siglo pa­sado el nivel medio era de 2.800 metros c ú b S í por segundo, en abril de 1971 el registro no llert a los 200 metros cúbicos. Como consecuencia, M paralizó la navegación en los 1.317 quilómetro» de su ctu-so, puesto que la mínima requerida de 550 metros por segundo. Aquí sí, el homtara es responsable por la alteración de la eco­logía. Los bosques tienen influencia defin¡ti-ir« sobre el régimen de los ríos, pues controlan la temperatura ambiente, evitando que ésta se eleva demasiado. Cuando el promedio de territorio cu­bierto por bosques es inferior al 25% Cen Minan Gerais la mano del hombre lo ha reducido a menos del 10%), la temperatura ambiente se elei-va absorbiendo la humedad del suelo. La apari­ción del dinamic cold (enfriamiento del aire) pro. duce las lluvias torrenciales. Este régimen de Uu-vlas torrenciales provoca las crecidas y acelera la erosión del suelo, no permitiendo que el agua sa mllltre para ahmentar las napas subterráneas. Al ao ser abastecidas estas napas por las Uuvias, no están en condiciones de simllr los cursos H» ! « . ríos en épocas la sequía y el desají .regular. Ése es el fenómeno que ha producido, en el tan ejemphlicado Nordeste brasileño, la exis­tencia de ríos completamente secos en invierno y con arroUadoras crecientes en verano. Las mu­taciones en el régimen de los cursos de agua sa producen, de tal modo, en función de las alto, raciones producidas por el hombre en la super­ficie terrestre. Asi, otro rio de Minas Gerais, ÉL Das Velhas, que hacia 1880 era perfectamente navegable, apenas alcanza hoy para proporcionar agua —por cierto gue contaminada— para coa­sumo de la población de Belo Horizonte.

Y aquí viene lo increíble. NI siquiera la pre­sencia en ese estado del mayor número de repre­sas hidroeléctricas, eomo la de Tres Marías —abastecida por el San Francisco— que contie­ne un volumen de agua varias veces superior al . de la había de Guanabara, es garantía de per­manencia de agua en los afluentes que la nu­tren. El ciclo se ve en peligro de interrupción porque es lünitado en uno de sus polos, el gene­rador de agua. Si cotejamos, pues, esa situación de riesgo potencial con el ejemplo del compleja de Urubupungá, llegaremos a la conclusión da gue el Paraná corre el riesgo de quedar paula­tinamente seco, no tanto por la retención de mi­llones de metros cúbicos de agua en su curso su­perior, en territorio brasileño, para obras hidroe­léctricas, sino por la alteración del medio am­biente jránitivQ, natural El culSvc intensiva del algodón y el azúcar destruyó en su tiempo las reservas naturales del Nordeste brasüeño. H cullivo de café dejó a sus espaldas tierras yer-

en el las tierras yi

La tala y^^trucclón da

hume^ad^í'l

bosques y florestas cobra, a la larga, sa tributo. <auizás el rio Uruguay comienza a padecer la

experiencia del San Francisco, en Minas Geraia. Sin que tenga nada que ver, para EUO, la cons­trucción de hipotética» represas hldrotíéctricaa en Río Grande del Sur. Y aquí si, taiporta mu­cho más la intervención de la Comisión Nacional Argentina de la Cuenca del Plata, para prevenir, con sus similares brasDefia. paraguaya, boliviail» y uruguaya, el avance dei Dro<-e-'> '»"T«r»dador^

El 3ufa rgumento de 1: fsilta de agua en las como valedero. Y, sin embargo, no debe ser des-cuiaado- El régimen -iel rio Uruguay guarda es trecha relación con las precipitaciones plu-i-iales de la regiín donde nace —anorte del estado de Santa Catharina, en la Sierra iel Mar— en Jr confluencia de los ríos Peixe y Pelotas, a tmo-32S quilómetros al oeste de la ciudad atlántle-ae FlonanópoUs. Agosto es el mes que present,-ba: antes -eícUcas en los cursos de Peixe —2.=;' su.'ometros— y Pelotas —350 quilómetros—, pe ro entre noviembre y mayo toda la cuenca de Uruguay y por lo tanto también los 1790 quilo metros de su curso por territorio argentino desdf que recibe el río Penirl-Guazá, presentan un­íase de franca creciente. Esta vez, sin embargc hubo gran sequía en diciembre en los estados su reno- del Brasil <PaTaná. Santa Cathsrina y R-Grande del Sur <véase Jornal do Brasa "Um anc de boas safras", 23/1/1972). con lo cual quedó al terado el ciclo norm.al de crecientes.

Pero, aduce la cámara, jpor qué precisamente ahora se registra la bajante máxima de los ú' timos treinta años? ¿Por qué ahora, amando tanto se habla de las grandes construcciones de repre­sas hidroeléctricas en el Brasil, que requieren la captación y retención de ingentes masas de agna?

Sin entrar a discutir la razonabflidad misma del argumento, sospechamos que la cámara «re mial está confundiendo las cuencas, atribuyendo

APARECIÓ EL No. 13

la del Urug uguay lo que correspcmlOTa al Paia-e sabe, entre éste y el próximo afio

está calculada la habilitación del complejo Mdro-íléctrico -de Urubupungá, también conocido ec-

V i e m e s 4 d « : í < ^ r e r o . d e 197Z,

PRDimiARlO DE BOBDASERRY.

A LOS BIANCES. FRAIM V PA16S.

ATROPEUDS A LOS PRESOS POLÍTICOS.

LOS ENSAYOS DE "lA SOBERANA" Y

"ARACA U CANA"

• 19 « MARCHA

L I Q U I D A C I Ó N : . . (VieTie Se la página 15) todos. ¡Mire oue ciTicíié yo ee. la mía, cerca di Fray Marcos! Y durante nntt puma de años nos dio para, vivir: a mi mujer la finada (mira de reojo hacia el fondo, donde la aue no es finada nos ha estado otasen^ando), a mis cinco hijos y a mi. Después, eom-o desde eí SO pare ítdeloaíe.

venimos a Montevideo. Perdí todo. ~T a mi edad, después de haber trabajado toda la vida, no tengo jubilación. ¿Sabe cuánto me dan por la pensión a la vejez? Dos mil doscientos pesos mensuales, con el último revalúo. Diga que tengo esto (y sin mirar, señala el ruedo sombrío del ombú). flíic-atras no se termina la obra, estoy tranquilo.

eflexioné como para m£ mismo, pero en vor alta:

—Pensar que ha

°demc

! añares que este hombre es-sa de Batlle. Sí Don Pepe -acia que él soñó. . .

¡HOY VIERNES A 18 ! PERO Si £S EL MiERG0l£5; ¿Necesita uti cottolengo? tSe le termino el tetrsctoruro?

I RECURRA fl M8SIA DURA j

Í3 íifffla humorística más antigua is plaza.

Atemlicla por sus propios iueños.

Aceptamos créditos de todas las cooperativas.

SALÍMOS CON " E L POPULAR"

i

PARA QUE ASIGNACIONES FAMILIARES CUMPLA

¡USTED TIENE QUE CUMPLIR!

LOS COMPROMISOS DE ASISTENCIA Y SEGURIDAD SOCIAL QUE TIE­NE A SU CARGO ASIGNACIONES F^AMILIARES BENEFICIAN A 3 4 5 . 0 0 0 NIÑOS.

TJO ES POSIBLE QUE EL INCUMPLIMIENTO DE ESAS OBLIGACIONES POR PARTE CÍE EMPRESAS CONTRIBUYENTES LLEVE A ESOS MILES DE HOGARES LA INQUIETUD Y LA PENURIA.

POR LO TANTO EL CONSEJO CENTRAL DE ASIGNACIONES FAMILIA­RES, QUE BUSCÓ EMPEÑOSAMENTE Y LOGRÓ FA­CILITARLES EL CUMPLIMIENTO DE ESOS COMPRO­MISOS, ESTÁ DISPUESTO TAMBIÉN A UTILIZAR TODO E! RIGOR DE LA LEY PARA HACERLOS EFECTIVOS.

COBRO COMPULSIVO, RECARGOS, INTERESES, Y MULTAS DE HASTA 2 0 O . O 0 0 PESOS, SERÁN APLICADOS a LOS MOROSOS QUE DESA­TIENDAN SUS OLALIGACIONES.

i)71. do y e

A la

El hombre recoge las palabras al vuelo: —^Pero este paf» es una dernocractn, fsiocfe»

(el mocito, sin duda, soy yo, no hay otro pa. aUÍ; y el país debe de ser éste, también).

—Sí, don Maldonado... pero fíjese en usted. ¿Le parece justo lo que le pasa, a sus años?

—No confunda, tsas sor. picardías de los i» la Caja de Jubilaciones. Pero este pais et iftm

"va no i os veíamos, casi, en lá oscuridad. £/ agua y el fuego

Todos dijeron que se trataba de los más gi-an-des calores del siglo: 429 a la intemperie, iS9 sobre el pavimento y 47° sobre la arena, a 1 » dos de la tarde del 29 de diciembre. La ciudad consumió ese día 386 mil metros cúbicos de agtüai —el récor- y agotó las existencias de refrescos. Prejuiciada como es, la población vio sin asom­bro, en zonas no balnearias, las piernas velludas, arqueadas y huesudas de seiñores respetables que sin abandonar su aire circunspecto salieron de short a la vereda: y de noche las playas se lle­naron de bañistas, bajo la luz lunar. Las pau­ladas durante esos cuatro días, los últimos de

efrigerador fue el mueble más que-ás requerido.

ma hora, tres mil alienados carecían jtalmente de agua en la Colonia Etohepare. La ilonia es limítrofe con el rio Santa Lucía cuyo

- audal, adecuadamente procesado, colma las ne-•Bídades de más de un millón d¿ usuarios. Pero

los alienados "se morían" de sed. Hubo que traer de la vecina localidad de Santa Lucía el agua que atendiera los req,uerim.ientos más urgentes. Pero en ese orden de prioridades, la sed era lo primero; y la higiene (higiene de los enfermos y del establecimiento) lo segundo, lo último, lo condenado a descartar. Por supuesto, esa agua traída "de lástima" sólo alcanzó —del mal, el menos— para saciar la sed. Y los enfermos —esoe tres mil enfermos hundidos en el abandono— chapalearon más que nunca, durante días y día» de canícula y bochorno, en los baños inmundo» (las tazas colmadas, las cisternas resecas y por las dudas rotas, y las pituitarias del ministro apuntando a otro lado). No lo olvides, lector; no puedes olvidarlo. El problema no es nuevo. Todos los años se presenta, puntual como el calor. Loe médicos reiteran en octubre y noviembre los ries­gos inminentes, pero diciembre y enero siempre encuentran a los jerarcas —ellos también, cabe-citas locas— totalmente desprevenidos. TJno esta­ría dispuesto a sugerir, tímidamente, que se co­loquen depósitos de almacenamiento de agua en cada pabellón, para arbitrar al menos solucione» que aun siendo precarias permitirían salir dd paso. Cuestan además una miseria, pero.. . "no hay recursos", "no hay rubro". Aj'er el señor Pa­checo autorizó una partida de un millón de peso» ( í l.COfl.OOO) para restaurar la sede de Cine Club del Uruguay, y otra de tres mUlones ($ 3.000 000) para financiar la exposición surreaUsta del Mu­seo de Bellas Artes-

Pero la del agua —dramática y todo, hasU la desesperación— es una carencia digamos, za­fra!. En cambio durante todo el año hubo penu­rias de psicofármacos, antibióticos v antiepilép-tlcos, de prescripción diaria y masiva. - Hace un ntes falleció una internada en sala de auxilios, víctima de tma hemorragia digestiva. No debió morir, era un caso perfectamente tratable. Pero ocurre que el mayor centro hospitalario del pafs carece de un banco de sangre y plasma. Y lo que en cualquier parte del mundo (del Primero, del Segundo o del Tercer M-ondo), aunque grave sería un caso de rutina, se convierte en Colonia Etchepare en un caso fatal. Sí = no se puede o no se quiere instalar ese banco ahora —pero el, a veces, espléndido Poder Ejecutivo puede y'debe hacerles hay soluciones de emergencia: comprar una heladera y unos frascos de plasma para ir tirando, en lugar de tirar -vidas humanas. Cada frasco sale poco más de mil pesos y la heladera se puede pagar en cuotas. Cuarenta v ocho horas después de las elecciones, es decir, cuando se ini­ciaba el escrutmio, el señor Pacheco decretó que los mmisfros de la Corte Electoral (tribunal su­premo del comicio) dispondrán de franquicia» para hnportar automó-vües, y de facilidades para obtener préstamos de hasta un nullón de peso» en la Caja Nacional. Las taijetas mensuales con que se estimula a los enfermos de la colonia que realizan laborterapia, siguen teniendo un valor promedia! de entre S 15 y S 30 (un café cuesta hoy $ 45). No se busca acti-rar al enfermo sino hacerlo rendir, en un régimen esclavista de tra-oa os forzados. Una mayoria suficiente de legü-jadores colorados v blancos acaba de votar las remuneraciones para el próximo nerfodo parla­mentario: 415 mil pesos por mes. El Mmisterio de. Salud PúbUca, ante ciertas gestiones, entien­de innecesario aumentar el valor de esas tarjeta» de estímulo, alegando que el tabaco que se dis--tntjuye (con a-raricia) entre los enfermos "cali­ficados", ya es bastante compensación Tiene que sab«se; repítelo, lector. Hoy, 13 de enero de 1972, Wiedó oficialmente comprobado el fraude electo-

En el próximo número: 1 — Los e3><de-mtas; i ~ Sola de Maternidad del "Pereira RosseW; 3 — Hombres del bosurol; 4 — Lac­tantes del "Pedro Visca".

VEL-ASCO (BARRA

N O a IOS

l i d e r a z g o s

jandro Lanusse T José María Vcluco Úiwtra «.dieron ir mucho más aUá d. lo protocolar, opina I B mayoría de lo» observadore» político» d« esta du­dad. Según lo» análiais no están dadas, ni en lo eco-a^mico ni en lo político, condiciones plenas para »6-Hdo» acuerdos entre Arsenüna y Ecuador.

El presidente ]:.ana»»e ha intentado poner en prác-de l . ' ^ t a u d paüta» renovado

• I Pacifico" y la caiKdlleria de Bueno» Aires calificó como "eliminaron de las frontera» ideológicas- Esta doble operación le permitió estrechar en 1971 los Uzoii con gobiernos como lo» de ChUe y Perú, ubica­do» en Uneas contrarias a U orientación conservadora de la junta militar que impera

^ e , desde sus intenta imponer Sólo un vuelco

Atlántico, tuertes posiciones sobr» el J al continente el gobierno de hada el área del Pacífico p

que integran el Pacto Andino. La mayoría de estas nadones

fianza los planes

Pero este esquema, que aparece com de la política exterior del gobierno de Buenos Aires, no siempre ha podido apUcarse en plenitud.

Lo» analistas computan, en ese sentido.

Uno de esos problemat bOitadón diplomática de Cuba. Restablecidas ya las reladones entre el gobierno de Cuba y Chile, naffie duda <iue en el curso de este año, por una vía T por otra. Perú y Ecuador seguirán también ese rumbo. En Lima no es un secreto <tue el gobierno militar

ViérÁcs 4 di ícbrero de 1972

nadonaEsla «ene decidida' esa poIÍHca sea por medio del logro del levantamiento de las sanciones que dis­pusiera la OEA cor.íia Cuba, sea por un acto unilateral.

Las perspectivas de Ecuador marchan en la misma dirección y se vieron leforsadas durante la entrevista que mantuvo Velasco Ibarra con Fidel Caslro en Guayaquil.

Sin embargo, para Lanusse no resulta fácil con->rencer a sus propias bases militares de que este paso deberá darse en 1972.

En consecuencia, Lanusse preferiría que el reco­nocimiento de Cuba quedara para 1973, y en este sen­tido dialogó con Velasco Ibarra, procurando después convencer también a Velasco Alvarado. Pero la opo­sición a las relaciones con Cuba tiene un líder natu­ral —Brasil— y si Argentina desea encarnar una alter­nativa distinta, también en este campo deberá oire-:£i una posición contraria, no la misma. Aparente­mente. Lanusse no puede hacerlo en este momento, de manera que se encontrará, cuando las reladones eon Cuba se conviertan en un hecho, a regañadientes, junio con Brasil que no desea reanudarlas, o a re­molque ds Perú, que en lodo caso habrá ganado la

La élite de jóvenes oficiales que respalda actual­mente la gestión del veterano presidente está dis-p-jesla a oriental la acción gubernamental dentro de los marcos del "modelo peruano", al que ven como una garantía para uri desarroUo económico indepen­diente. En esa linea —robustecida últimamente por el descubrimiento de ricos yacimiento» petrolíferos que pueden cambiar la vida ecuatoriana— el mantcni-mianto de una política exterior

Ibarra y Lanusse se inscribe en esa perspectiva. 1 electo, en ella se reivindica el principio de no inte vención, la aceptación del pluralismo político con

potencia, el derecho . aprovecha-naturales, el principio de la

niversalidad de las Nadones Unid.», reafirmado por

y^e"í\ el prind

presentía en su de China Popuh

todos los presidente» que entrevistó ÚIH-

Chína Pop-alar a la ONU íue uno de ellos. Tras comprometer a au gobierno, en un documento que firmó el titular del gobierno de Perú, a impulsar la presencU del régimen de Mao en la organización mundial, mi delegado argentino en las Naciones Unidas recibió, en •! mismo momento de votar, instrucciones de la cancillería que rectifi­caban esa posición y que ordenaban sufragar de la misma manera qu. la delegación norteamericana. Ello, según se dijo, por preñones mtUtaza».

Con respecto al caso de Cub». el margan de ma­niobra del presidente Lanua»» • « aun menor, dada la irrUadón que al solo nombr» d» Fld»l Castro pro­duce en los cuadros militare» araanfino». Fr»nle a la decidida actitud de gobierno» eomo lo» de Perú y Ecuador, Lahusse habría pedido a »u» presidentes moderación en cuanto al problema cubano: de hecho, la Argentina está totalmente impedida, por la: de política interna, de intentar el más mínimo camiento con La Habana.

Entre la definida actitud da Perú, por cj y la de Brasil, en el otro extremo, la posición argen-fina padece, según los observadora», de una incurable ambigüedad que -ra más aUá de la» intenciones del

respaldo polifieo,

lo» fruto» de la» T Valaaco Ibarra. aaí

entre empresarios argentino» y ecuatorianos no pueden ser todavía computados como brillantes. Los fabricantes argentino»

¡Ecuador la creadón de c< de acuerdo con el sistema de joint

instalar empresas dedicada» e»pedalm

ARCA/72

O m MÍDANTE: POR «A VITAU

Después de diez años ce üencio, M a Vitaje oírece su arte poético, riguroso y lúcido, en un libro esencial.

alta propordón de piezas importadas Aires, hasta ir logrando paulatinamente irtidpadón de la industria ecuatoriana.

LOS PAPOES SALVAJES

POR MAROSA DI m m

Va acontecimiento: .sus cinco libros edites, mas dos inéditos, por primera vez reunidos, componen las creacio­nes íantásticas más li­bres de Jas letras uru­guayas.

r A PROPssira-. EN U HISMA COUCCM

POESW POR IDEA mm

La obra de una gran poetisa de Latinoamé­rica, ahora cronológi­camente ordenada, de IS-il a 1967, en im solo volumen.

mayor partidpadón ; Ulan cuenta con un inconi

disponibilidad de capilale» gentina en esle momento. Ese mismo planteó con respecto a la posibilidad de don en el rubro del petróleo

Los fundonarios estatales argentinos ofrederon sus colegas ecuatorianos la constitudón de una com pañía mixta para la exploradón y expl mineral en la que partidparían capitales

presenda de "sodos extranjeros", que también aportarían capitaL La propuesta no paredó tener mucho éxito y los acuerdos sólo aliaicaron al­gunas formas de aástenda técnica.

EX camino de apertura argentina bac» el Pad-j —vaticinan lo» expertos— tiene grandes dificul­

tades para ser recorrido y esas dificultades serán ma-

CAMBIAR LA VtOA POR MATÓN %ILLLI»

Una poesía revolucio­naria aplicada a la traaisfoTmación de la realidad ur-aguaya.

FaJIOOS: CaONIA 1263

TEL « 3 2 0 0

é -2 í - M A R C H A

CHILE : : L A C R I S Í S R O L I X I C A ¡ n

C O N H E R N Á N D E L C A N T O , N U E V O M I N I S T R O D E L I N T E R I O R

• Tiene treinta y dos años recién cumplidos y desde, los diecisiete —cuando asumió el cargo de secretario de la juventud socialista de la sección de Quinfa Normal—

mUita en el P S . Cuando Allende lo llamó para ocupar la cartera del Interior se desem­peñaba como secretario general de la Central tínica de Trabajadores ( C U T ) , organismo gremial que tiene un mülón cien mil aullados. En cierlos círculos periodísticos se ex­presaron reparos a su designación como jefe de gabinete y vicepresidente de la repti-blica: "Es muy joven y el Ministerio del Interior exige mucha experiencia". Otros co-menlarislas, por el contrarío, aseguraron que tiene energía y lucidez suficientes como pa­ra soportar las peores tormentas parlamenlarias y las siluaciones más difíciles. A fines de diciembre, cuando conversamos con Hernán del Canto, nos pareció un hombre sen­cillo, acostumbrado a la oraloria de las asambleas y de planteos muy sólidos. Habla­mos entonces del congreso de la C U T . realizado entre el 8 y el 12 de diciembre.

Las preguntas y respuestas que siguen son una síntesis de nuestra conversación de varias horas.

• Sin duda que los dirigentes obreros que per­tenecen a los partidos de la Unidad Popular

respaldan el proceso revolucionario chileno. Este

modo que ei gobierno pueda planificar mejor ei desarrollo económico. Esto puede suponer que en determinado momerrto dirigentes democratacris-tianos planteen rei-ffiadicaciones económicas —es-tlmxilando el economicismo de ciertos sectores la­borales— muy por encima de las reivindicaciones que se consideran adecuadas. ¿I3e qué manera esto puede influir sobre el movimiento sindical? ¿Puede significar un crecimiento de Ja DC en el movimiento sindical?

—Nosotros. pensamos que en ChUe los traba-' ' la CTJT tienen conciencia

; ifiviendo. Los grupos que

cambio de gobierno, no hemos i •idente por otro presidente; aqui estamos empe. - • • revolucionaria que sij-

más o un paso menos, se trata de defender el poder que hemos alcanzado y conquistar el po. der que nos falta y construir el socialismo. Ésta es una tarea placada de dificultades, llena de es.

dase trabajadora. Y

la comprensión sino el esfuerso. el sacrificio para encarar los problemas que se le plantean a la so­ciedad, al sindicato y al trabajador. Entendemos que la lucha de clases no ha terminado en Chile,

no sólo en SlucionaBdad chaena. La lucha de clases conti-

el gobierno popula

modo quo aquí no se trata de luchar por un poso

No se debe negar, sin embargo, que esas ten. dencias demagógicas subsisten en el movimiento sindical e incluso s

r de la correlación de fuerzas que hay en este momento en el país. No se trata de hacer la re. volución de la noche a la mañana, porque nin. guna revolución se ha hecho de la noche a la mañana. No se trata de decir "hay que dar este paso" porque a mi, aüebradamente, sc me ocurrió que hay que darlo. Para ello hay que estudiar la correlación de fuerzas, analizar la acumulación de fueria que han hecho los trabajadores y de. eidir sólo entonces si ese paso se puede dar o no. • Ese planteo que usted hace supone un grado

de conciencia grande en la clase trabajadora. Son conocidos, por ejemplo, los problemas que surgieron entre algunos obreros del cobre, quie.

lantearon un conflicto al gobierno popular fueron contemplaaas sus reivindicacio-'as. ¿En qué medida ese nroblema pue­

de existir, de manera consideraba, en la clase trabajadora y cómo solucionarlo?

—Como le decia anteriormente, las tendencias demagógicas y divisionistas que aún subsisten en el movimiento sindical son minoritarias. NaturaL mente no las des-ralorizamos ni decimos que no existen. Pero, a nuestro juicio, la mayoría de la clase obrera tiene conciencia da cuál es el pro-

que estamos viviendo. La existencia de esos claridad sobre el pro-

porqu

deberá

GUITARRA CLASICA Profesor Rícariki Leite

A L U M N O DE L C S M.AESTROS

Ó S C A R C^CERES Y O R I B E

D O R R E G O

no de. mejorar las condiciones de vida. En Chu-quicamata. por ejemplo, los trabajadores tienen dinero en el bolsOlo. pero hay vivien bles, no hay casas de recreación, pocas c> cultura, liay malas condiciones de salud.

1678

i d * 9 a 1 2 y d « 2 0 a 2 2 r

denies, y para ello es qus los salarios estén vinculado» ai aumento de la producción asi como al dcsarroHo tecnoló^oa da laa empresas. Pera loa trabajadores deben ver eambioa en U condnodón da la entesa. d e W Iz adquiriendo poder aa la conducción de la em. proa, porqna si esto n cobra t » podrán eomp trascendencia, al proceso chileno. ITsled sabe qaa a mediados d . dldembr. s. dedfió qu. al •ajo da administración da " "

gra eon siete íiabajadoies elegidos y con otros siete trabajadores de la propia empresa designa­dos por el estado. Quiere decir que los trabaja­dores dirigirán Chuquicamata. y entonces noso­tros creemos que serán superadas definitivamenla las tendencias eeonomicistas y demagógicas, o Usted sabe que la oposición plantea lo que

ban dado en llamar "empresas de los trafaa-iadores". Es decir, en respuesta a la vía chilena hacia el socialismo se propone la creación de em­presas que pertenezcan a los trabajadores que

CUT de

a pertene I eUas, y que las ganancii

entre esos trabajadores. ¿Qué opina este proyecto?

—Nosotros estamos en contra definitivament. de ese proyecto. Las razones son muy simples. Partimos de la gran concepción, por la cual han luchado generaciones y generaciones de trabaja­dores chUenos, de construir una nueva sociedad, de construir el socialismo. Desde su nacimiento, la COT se ha planteado la lucha por cl socialis­mo. De manera que no se trata de construir una sociedad en la cual los obreros sean accionistas o T>ropieiarios de la empresa en que trabajan; por

derecha ialista y

ble.

el contrario, se trata de levantar una so la cual los medios de producción estén de toda la sociedad. El proyecto de lí significa no construir una sociedad socialis¡ no planiticar la economía. ¿Cree usted razón por ejemplo, que los trabajadores del cobre dueños de esas empresas, cuando éstas pertene. cen a todos los chilenos? Fomentaríamos nuevos ricos en un sector de la clase trabajadora, en perjuicio del resto de la población. Es absurdo, es poco serio, es demagógico.

En reaUdad, ésta es una preocupación de ÚL limo momento: cuando el PDC gobernaba el país, ya por entonces había varias decenas de empre. sas estatales, y iam.ás los democralacristianos su­girieron que un trabajador se incorporara al db rectorio de esas empresas en representación da su clase. • Hay una polémica dentro del socialismo acer­

ca de los estímulos morales y materiales. ¿Esto se ha planteado en la CUT? ¿Cuál es su punto de vista personal en esta polémica?

—Ésta es una discusión que tiene ya muchos años. Yo le contestaría con la respuesta que nos dio Fidel Castro cuando le preguntamos su opL nión: "No se planteen el problema de los estí­mulos en esta etapa que están viviendo. En la etapa de transición de una sociedad capitalista a una socialista, es equivocado plantearse el pro­blema de los estímulos." Yo comparto este punto de vista. Claro que a esa respuesta podríamos" ha­cerle un agregado. En una etapa de transición quizá lo justo es combinar ambos estímulos y en cierta medida nosotros estamos haciendo esa ex­periencia. ¿Por qué vía; Por la del trabajo vo­luntario. Los trabajadores están aumentando la producción con trabajo voluntario. Y eso significa

actitud. distinta. Por-parle, cuando decimos que es preciso la producción y que ese aumento, de alguna ma­nera, tiene que reflejarse en el bolsiUo del tra­bajador (más remuneración, bonificaciones por producción) estamos recurriendo a los estímulos materiales. Ahora bien, no podamos aplicar una poliiica rígida. La nueva conciencia supone Hem-

• La participación popular es un problema que preocupa a quienes están observando, desde

toda América Latina, el proceso chileno. Yo quL siera qne usted, comoañero Del Canto, me ex­plicara cuál es e! grado de participación de los trabajadores en el camino revolucionario de CWle.

—Pienso que los trabajadores más comprome­tidos son los de las empresas del área social, don­de se han constituido los consejos de administra­ción de esas empresas y donde los trabajadores han elegido directamente ¡

problemas de la empresa que antes aparen­temente no eran de su incumbencia (la poUHca de inverrión, la racionalización de la empresa, el mantemmiento de los equipos, etcj. Hay además un cambio general, pues hoy los trabajadores son consultados sobre todos los problemas que se plantean en el pais. Claro que nosotros queremos que sean aun más consultados, deseamos que ca-

problema alingenle rahajadores sea dis-

también importante decir que los trabaja-estan partidpando más en el ingreso na-

1; asimismo, en materia educadonal los hi­jos de los. obrero» están participando más «est. ano se lian aumentado en doscientas mü las ma-tncalas de U enseñanza media). • Una última pregunta, sobre el acuerdo fir­

mado entre la Central única de Trabajadores (CÜD y el gobierno- ¿Be qué manera el acuerdo contribuye a la revolución chilenaj

—Creo qne toda lo qua U ha ficho es parte 4.1 acuerdo ClIT-goKe¿¿. JU»ra los I r a b ^ X -rM opman sobre el nivel de salarios, pazo ade-

^ p i , ^ i n S i ^ ^ c i i / l ^ f ^ ^ á s » ampresas^eamo sa dd>a distribiñi .1 crMÜo, qué

* 2 ^ « * a para al fandonamiento da la tacUa ebilena. J O A Q U I M A N O R A D E

CHILE: LA CRJSIS POLÍTICA íiU L Í O A Q U 1 ^ 4 A N D R A l

ministerio y polémica LUEGO de vai-ios días de silenci

sos movimientos el presider Salvador Allende dio

la integración del nuevo gabinete. Si bien la mayoría de los ministros permanecen sin cambio, el despla­zamiento de algunas figuras y el in­greso de otras ha dado pie para abundantes conjeturas en los medios políticos de Santiago.

El nuevo ministro del Interior, Hernán del Canto, es un joven de militaneia socialista y de extracción obrera que cuenta con la confian­za de todos los partidos .de. la Uni­dad Popular. Secretario general de la Central única de Trabajadores, el nuevo ministro apoya resueltamente el programa de la UP y la estrategia de esta coalición. En ef reportaje que acompaña esta nota se observa­rá que del Canto tiene notorias di­ferencias con lo que en Chile se ha dado en llamar la "ultraizqui.erda".

¿Respaldo milifar?

¡levante para el £ la reincorporación de

Tohá como ministro de Defensa. To­há. como se sabe, ocupó desde el comienzo del gobierno de Allende la cartera del Interior. A fines de di­ciembre la mayoría opositora en la cámara de diputados planteó una acusación contra el jefe del gabinete y Tohá debió abandonar el Ministe­rio del Interior. El presidente lo de­signó de inmediato ministro de De­fensa, cargo que desempeñó duran­te algunos días y luego renunció. Entretanto los tribunales de justicia fallaron asegurando que ninguna responsabilidad penal recaía sobre este colaborador del presidente -Allende. En el nuevo gabinete, pa­ra sorpresa de los observadores, Jo­sé Tohá se ha reincorporado al Mi­nisterio de Defensa.

dir quién quedaría nisterio -que los coi to que

oda: : del

Si es maiiifesta-la persona

ble pensar,

Tras este breve relato, q xentemente no expresa otra i los manejos políticos entre 1 la oposición, se esconderían sm em­bargo algunas puntas de madeja que no se deben descuidar.

Para muchos analistas, en efecto,

Defensa, indicaría que los altos mandos militares estarían tácita­mente respaldando al presidente Allende en sus más recientes en-frentamientos con la derecha. El mi­nistro de Defensa, se dice, suele ser designado luego de consultas infor­males con los mandos militares. No significa esto intromisión de los uni­formados en el ámbito político sino respeto de una costumbre destina­da a evitar roces y dificultades en el futuro. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que José Tohá fue acu­sado hace apenas ün mes por el Partido Demócrata Cristiano y el Partido Nacional de violar la consti­tución como ministro de] Interior. Que Allende haya decidido, de in­mediato, confiarle la cartera de De­fensa se explica fácihnente: era la natural reacción política de la UP ante el ataque político de la oposi­ción. Cuando pocos días después José Tohá renunció, este hecho pa­reció confirmar que su designación en Defensa habia sido una maniobra elegante del gobierno para salir del

Pero, coi estructuración José Tohá vuelve al Ministerio de Defensa. ¿No es razo­nable pensar —se pregimtan los ob­servadores— que en esta semana que el gobierno dedicó a la reestruc­turación del gabinete, se consultó a ios mandos militares antes de •deei-

les consultó acuerdo en torno

de Tohá. ¿no es razo asimismo, que el aval al ex minis tro del Interior cuestionado por el parlamento, significa por elevación un aval al presidente Allende?

De. ser correcto este planteo, razo­nes tienen las fuerzas de oposición —y particularmente aquellos secto­res ultraderechistas que propugnan una salida golpista— para sentirse desalentadas.

Bl ingreso dei P/fl

Por último, el otro hecho desta-cable en esta reestructuración mi­nisterial es el ingreso del Partido de-Izquierda Radical al gabinete. A mediados del año pasado, como se sabe, los radicales se dividieron en dos bandos. Callos Morales, presi­dente deí paitido e inclinado a los planteos más izquierdistas (al punto que sus opositores dentro del radi-

encontró con una falange esmhriada cuando los senadores Bossay y Bal-tra, junto con varios parlamentarios más, abandonaron al PR. Desde en­tonces, los escindidos apoyaron «1 gobierno pero sin formar parte del mismo y formaron el PIK, un nuevo partido. En más de una oportunidad Salvador -íUlende trató de incorporar el PIB a la Unidad Popular, pero se enconiró siempre eon la resistencia de los radicales de Carlos Morales: "Si el PIB se incorpora nosotros nos vamos", amenazaba el PE.

El 28 de noviembre, sin embargo, Ailende anunció que las carteras de Justicia y Minería quedarían a car­go de militantes del PIK y que el Partido Radical (antes con tres mi­nisterios) conservaiía sólo dos: Edu­cación y Vivienda. Parecería que el reordenamiento corresponde al ver­dadero poderío de ambas colectivi­dades políticas- Voceros de la UP manifestaron a este corresponsal que el pra tiene cierta fuerza entre los comerciantes, industriales y produc­tores rurales de pequeño o m-ediano respaldo económico.

En algunos círculos se expresó cierta decepción al analizar el nue­vo gabinete. El vespertino "última Hora", por ejemplo, de orientación socialista, editorializó señalando que con la reestructuración se fortalecía la tendencia socialdemócrata dentro del gabinete. La preocupación de "tjitima Hora'-' se motivaba funda­mentalmente por la incorporación del PIH. pai-tido que agrupa a los políticos- más "tibios" del radicalis­mo clüleno. Para la mayoría de la Unidad Popular, por el contrario, el nuevo gabinete refuerza a la coali­ción de gobierno en la medida que engloba a las distintas tendencias-del viejo Partido Radical.

Relaciones con el MIR

Resuelto ei problema del gabinete, la Unidad Popular se abocó el lunes 31 a la discusión de algmos temas candentes; la situación económica, ia participación de los trabajadores y los cambios en ios cuadros admams-trativos medios. Pero.eso no es toao.

chagua se inició una polémica entre el Partido Comunista y el MIK (Movimiento de Izquierda Revolu­cionaria) que ha ido subiendo de tono. Muchos pasos se habían dado durante 1971 para zanjar las dife­rencias entre el PC y la ultraiz-quierda. Luego del viaje de Fidel Castro a Chile era criterio genera­lizado que en los meses siguientes se apreciarla un acercamiento MIR-UP. Pero la elección de Linares vino a desmentir esa creencia.

En Linares se disputaba una ban­ca en la Cámara de Diputados y la UP enií-entó a Sergio Diez (candi­dato del Partido Nacional y la De­mocracia Cristiana) con María Elia­na Mary, una cristiana de izquierda de tendencias moderadas. Poco an­tes de la elección, sin embargo, ss publicó la "Declaración de Linares" signada por el MIR y la UP (aunque ciertas fuerzas poliücas de la coali­ción de gobierno no ocultaran sus reparos). La "Declaración de Lina­res" iba mucho más alU que el pro­grama de la UP: se objetaba la dis­posición legal que obliga a otorgar Sfl hectáreas de reserva al dueño del fundo ex:propiado y se cuestionaba la indemnización a los propietarios' rui-ales. Sergio Diez, candidato de la derecha, puso todo su empeño en sacar partido político de la "Declaración de Lanares" y atemo­rizar a los pequeños y medianos productores.

Conocidos los resultados de la elección (Diez ganó por 9 mU votos a la candidatura de la izquierda), el Partido Comunista " MIH del la UP en relación de abril de 1971. La polémica se extendió rápidamente.

ias capas medias

-enero, es la poUtica a seguir res­pecto a las capas medias. Indirec­tamente están en tela de juicio las relaciones entre la izquieida y el

Para el MIR, "los trabajadores sólo pueden ganarse a las capas medias si son fuertes, si están unidos y avan-ran firmemente defendiendo los in­tereses de todo el pueblo, si avan-

decididos golpeando a sus ene-de clase, a los enemigos de

trabajadores". En conse­cuencia, la ultraizqulerda rechaza todo contacto con el PDC —partido que califican de fascista— pues ex­presa los intereses del imperialismo y de la oligarquía chUena.

El Partido Comunista, por su par­le, opina en el matutino "El Siglo" que los planteos del MIH alejan a las capas medias de las fuerzas de

-izquierda y las vuelcan, atemoriza­das, en manos de la derecha. Reco­noce, además, que el PDC tiene con­siderable influencia en la clase me­dia y distingue entre la ultradere­cha fascista (el Partido Nacional, el gi-upúscido Patria y Libertad, etcé­tera), con la cual no_ se puede ni se debe mantener ningún v-inculo. y el Partido Demócrata Cristiano. Dice -El Siglo-

electoral de

¿PDC o no PDC?

ultraderecha y el PDC son d. cosas distintas. Para el MIR, por contrario, todos los partidos opoa tores están encabezadas por el PD y no es posible hacer distingos pu. no hay grados dentro del fascism

Este esquema inicial, aplicado la elección de Linares, permite :

dicalmente distintas. Para él MOL el triunfo de Sergio Diez sobre Ma­ría EUana Mery significa que "una

.1. "Ésta no es ta es un política

dri P C " Sin tomar en cuenta el resultado elee-r^en^L^es^^^^CSUS. ee objetivo de la izquierda".

la prensa, quede fisicamcnte

_ _ relaciones entre !a Unidad Popular y la ultraizquierda. Algunos hccaios, ocurridos en los últimos días, permiten pensar que esa información es correcta.

En verdad, luego de las elecciones de Linares y de O'Higgins y Coi-

lodos los coma-Chile. Y

que el PDC no es partida­rio de esa salida. Fasrfstas son los que en (Hule apoyan al gozila Ban­zer. Y el PDC no lo liace. Tascisfas son los criminales de Patria y L>- raienza bertad. los terratenientes que ase- saber

PDC lo deseara, »1 par­

la elección de Linares ac hay tal tiacaso de una estrategia para loa comentaristas del diario "El Siglo", smo un pequeño descenso en el res­paldo, lo que indica la necesidad da re-idsar la poUtica de la XSF para laa capas medias. Como la democracia cristiana expresa en buena medida a esos secforeís medios, es preciso acercarla a la coalición de gobierno y, por lo tanto, distanciarla de los sectores de ultraderecha. El fascis­mo chileno, desprovisto de base po­pular, sólo puede hacer pie en la masa a través del Partido Demó­crata Cristiano. Esto es lo que deba ei-iíarse. Se apKca de esta manera, dice "El Siglo", él viejo principio da aislar al enemigo principsL

Todo indica que la brecha entra el MIR y la Unidad Popular co-

a ensancharse. Queda por ún, cómo definirá Je Unidad

Popular sus relaciones con la ultra-izquierda, luego de los últimos acon­tecimientos.

"EATRO ISABEL GlUBERT

S I N R E M A T A R L A S U E R T E íigue marcando a importa precisar el

Pinle'r L a ^ ' a el .

estrecha amistad ju-rcnil qu sn su madures, y poc : de intimidad que pud

desdo lungo es un bocado

miento de la personalidad imada. Tales serían líneas de ar.ión psicológica qu. entrclasa Ha: Pmler en Oíd Times, due en la -versión de F Boero y Mario Morgan litulida Tiempos idos a-i­ba de estrenar la Compañía de los Cint

aque! viejo dble. tin5>l» Ja nada lácil lealida

,a- acaecidos —iO no? Kpiesfe

Ido liiviale» igniíici, Pintor

pasado-presente

an larga conTJi ujer, reaparecida

los roductos-refugi

es subyaceníea

des-fijaciones de cada uno de ellos, tuación planteada, la atmósíe-

suelte dramálicamenl

en sus escudriñamientos, e parecer abusiro. Pintor :

bigüeda

sutil.sa ritmos, 1< labor más redonda y convincente es

gestira: figura, geflo, acfiiudes, miradas. Con la sugestión que taml

íaSÓ. "d-el-aVL -sSLTl'o'do't'inor «ignilicaclón, al repetir una pregunla. Aun co: esmeros profesionales de ambas adrices, la gestión de «sa presenc:

de í algún

Anna.Kale es un desdo-personahdad? ;Anna es imagen de personalidad de Kate? Las frustra-

iriz de difcr¿nle cionalidad escondite.

tizada (obvia es intención

jueg

T O L A INVERNIZZI : P I N T U R A Y A C C I Ó N hecho meramer otros recursos: 1 pequeña frase,

bicho puíl^cor

plástico, «ino c salabra escrita, r: a puteada, que

ad de las

serie de gra dicha exposición; en ella prs 3nle la casi te------ - - — -ejecutadas en ese lisia cincuentón, i cundo, y a pesar por ello, de exce, dicado en PiíiápoUs desde rios años, militanle de izquierda, tra bajador de la construcción, es cono, sido y querido por muchos como Tola.

el hecho humano, y el destino ai! xplicar la pinlaia

casos está el e]f,n d. un hombre. Je prometido no sólo

medio, sino con en la posibilidad hombre. Es dilícU , d. Tola sin expHci

fuía para orientarnos trente a esa •bra rica, como decíamos, ya no sólo |>or comprometida (combatiente en .1 nás profundo sentido), sino por estar trmada sobre valores verdaderos, so­br* los grandes lemas: miedos o ::la-duras que aprisionan al hombre qu« la convierten, del .1 que ha nacido Biiserable a veces, queñecido

Nos encontramos así, en las obras

T.Í' verdlr/os idX°al as,lL°t.n íl; gor desconcertanl- y dichas en un lenguaje despojado lasla sus últimos lerminos. En ellas, figuras desmsm. bradas, flechas indicando dir -ciones o relaciones, pequeñas manchas de

sillas, vasos, engra.

"°^un míído

do. hacia el cuchillo, el lelo arran­cado, el despojo. La pinlura de Tola, en definitiva, reniega y lucha conlra el silencio espiritual en que es ence­rrado el hombr^ Y^°b'' capitalismo. HeLiega y lucha * ontra la humiUaCión y la venta de tantos para el goio y los privilegios de tan pocos.

humana, olro de

' - " J S r ^ a f a

ilustiados-

najes, se rt Nos dejan enfren dond. .1 hombre

ciso char, donde

do grabados y en algunas piezas, tam. bien grabados, sueltos. En ellos esle lenguaje (gue en los cuadros se vuel.

reidor sus dime'nsiones o su ejécu. ción aparenlemenl. desprolija e ina. catada), en eUos. en los grabados, se nos hace más accesible. Nos acerca­mos a ellos con más naturalidad, lal ves por estar más familiarizados con el hecho giálico que el plástico, por estar más desposeídos de prejuicios

y" di' ísrS eTgran'aie íin íuli el gran culpable. La gran rosca que ha estrangulado, retaceado y |erse-

"Marque la respuesl ro según sea sí o no: la miseria atan hier

Sfusti^fflxitL en eí es casual. / Alguien los crímenes que se los pueblos. / Hay fieren que la hum; antes de perder sus privilegios, egoísmo la maldad la explotación la esencia del régimen capitalist Los que explotan la sociedad caí bsta saben que a pesar de la pn ganda y la fuerza el negocio está dido. / Lleno de podredumbre el pitalis-- Resultado:

al mu ibarde

ci/n\f°c'ÍÍ.' inmoviliza.

guido a la cultu:

Je-i ircion'a'rfos: ultur

; — Lucha lo. / 5 puntos — Ere

No iay dos ^op3on«."'"Tol4 no'' i« epite. nos lo descubre también aili. Iesde s-u pinluia, desde sí mismo.

o y de manera especial en Imérica la pobre.

EL PROCESO DE B A R B A R I Z A C I O N • Continúa Biblioteca Racional

para el teatro uruguayo, y laleraU mente también a la radio y la lele-

los señores mi-

ptmtes podríar

poco podríamos gurativas (Forma viva, bre^to jnuerte^de ^ ^

amos en ismos, -pexo ló que su. as .1 descubrimiento, la bús­

queda y la uHlisación de un lengua-3, cada vez más personal, despojado

nistros deí Interior, Nacional y de Economía y Finanzas, el señor presidente de la república don Jorge Pacheco Areco dicló el si­guiente decreto,

Montevideo. 26 d. enero de 1972. Visto: los artículos 42 incisa b) y

« de la ley 9739 de 17 de diciembre

Resultando: que por el

cación. ejecución, difusión, reprodae^ ción, etcétera, d« toda obra que cai­ga »n el dominio púbUco deberá ser hecha con fidelidad, poniéndose a caigo del Consejo de los Derechos de Autor U vigilaiña d, dich to. sin perjuicio de permitir quier ciudadano, por el artículo «S.

Ko y lo qua es dacic Mirar se va haciendo tlamieilte « a esa realidad, qu* aa aaealrm zMlldad r a l . eud ya n. basta aludir —la] Tea porqu. >¿ bu.-

M A R C E i A . « .

nes teatrales de obras pública, s. ha violado t te aqu.lla nonha iurídicar

Considerando: I) que d Pod.r Eje-

laces que pretenden desfigurar obras culturales de alcance universal, con el aparente propósito de su aclaaü-lacron y vitalización, pero con el ver­dadero designio de introducir en di­chas obras, pensamientos, ideas, figu­ras, letras, sonidos yjo música absolu-

5e^; V^ot^ ' 3) que para la defensa legitima de

ten relevantes valorea culturales »1 Poder Ejecutivo debe dictar aquellas normas que reglamenten las diaposL

Atento: a lo preceptuado por el ar-

^presidente d. la «pública, de-

TaSsi: %r.^i^u¡^^T¿^ duscan, adapten, reproduzcan, etc. yjo se mspiíen en obras d. dominio pá-

cho. d . Autor, antes d« su pubUea.

^ í: f^T^^. i-.-i Snf-dirc'oS*. " "'--'"" al autor un eompr

clén'al autor parí'.l registre d. la

alguna, po.

p =

S-n' Artículo 3? _ Ningún

tral ni artístico de clase drá realizar y|o ejecutar Clones, en cualquier sitio territorio nacional de obras de auto, res cuyo registro no estuviera auto, rizado conforme al artículo 1?.

Idéntica prohibición alcanza a los empresarios teatrales y a los titula­r a de los eslabletímienlos públicos, en que aquellas representaciones i . realizan, y a las empresas difusoraí de radiotelefonía y televisión que

E no autorizadas según

olo _ La los artículos preceden,

te. ..rá sancionada con la sSÍpensión d. los autores para pubUcar obras.

"j,^" »"^'*=°* r de las em-SrS,ót^~ ^radiotelefonía ,

Jaculo _ El control y áulica. « « • d. las diaposidones del :

auícal. « • — La »ir.eciém S.

quedar* ^ ^ lert. de Educadón y Cultura, pu-

>- - j,Ci^ferio d.I

CINE

el artista * * * * M l £ R T E EM VENECIA ^^°^'u%^^''t Venice, ItaUa 1971, 18 de Julio, miércoles 26). E¿ este último fUme de Luehino Visconii ocurre exactamente lo contrario de la habitual norma que rige las adaptaciones cinematográficas de prestigiosos originales literarios. Por lo gene­ral sucede que, en el afán de reconstruir la anécdota en imágenes, la adaptación pierda de vista, confunda o. lisa y llanamente, traidone la real naturaleza del libro, su esencia misma. Dada la peculiar sensibilidad de Viscontí y to­mada debida cuenta de sus antecedentes, re­sultaba fácil prever el ejercicio eslclizante, la delectación por un mundo perdido, la visión nostálgica y suntuosa que forra en terciopelos, deslumhra con porcelanas y diluye entre bru­mas posrománticas el filo escabroso de una his­toria ajena. Como siempre Viscontí es también eso pero, afortunadamente, mucho más que eso. Quienes sólo vean aquí la crónica de una per­versión sexual reprimida no verán, en realidad, nada. Y no entenderán cuál es el verdadero sentido de esta biografía intelectual de un ar-íUta, del artista. Ésa es, quizás, la raíz común entre Thomas Mann. que escribió el relato en 1911-12. y esta adaptadón de 1971. Y a esa rara comunión me refería al comienzo, com­prensión mutua por sobre el tiempo, que ex­cluye, ciertamente, los mélodcs de expresión, las formulaciones estéticas de una misma ale-

^°^úando digo "biografía intelectual" para referirme al fUme y al libro que lo inspira, despojo al adjetivo de lodo sentido peyorativo. Quiero decir que se trata de una biografia in­terior, puramente simbólica, secuela de viven­cias mas que de hechos materiales, sensaciones antes que personajes. Y esa condidón que Mann apenas sugería en las entrelineas de su novela (concebida sobre fundamentos de sólido realismo) es la que Visconti rescata y desa­rroUa hasta sus últimas consecuendas.

El protagonista es un compositor y director musicaL Hombre de fama, su obra es toda pez-fecdón, equilibrio, y proyecta la má sión académica que puede deparar gués. Esa óptica balanceada, esa rigurosa pie-scrvadón de un lugar privilegiado en la socie­dad, ese orden vital trabajosamente adquirido en muchos años de melódico aprendizaje (tan­tos que la juventud ya se bate en retirada) es de pronto arrasado, demolido y aventado por un factor exterior ínfimo, episódico, que. desde el punto de -vista radonaL no alcanza siquiera categoría de suceso. No es casual que el pro- da; condenad

arte bur-

Aci-Trezza. que signa ideológicamente su hoy casi legendaria La térra trema. En obras mu­cho más recientes el medio sigue pesando, car­gado de afectividad, sobre personajes y con­flictos: en El Gatopardo es Sicilia y su clima que contribuyen en buena medida a la desin­tegración del clan do los Salina; en Sandra la mUenarfa Volterra. hundiéndose lentamente, comenta con elocuencia la crisis de la famiUa Wald-Lurzata: hasta el sol y la arena geUa son mucho más homicidas que el Meursault de El extranjero.

La Venecia de hoy es bien aquella nocturnal y cómplice d« que asomaba en Livia. Aquí apa y malsana, son lóbreg

CARLOS TROIMGONE

redimido bien maldad, sufrimiento, humillación. Si «1 ideal de belleza aparece aquí encarnado en al rostro de un adolescente es, en consecuencia, más por razones tácticas que sensuales. Par­que si una defensa quedaba todavía a la con­cepción burguesa del arte era su moral, última tabla de salvadón. Con aquel dato hasta eUa ha sido aniquUada. Es significativo que en al relato de Mann. cuando el protagonista, deses­perado, toma verdadeta conciencia de su al-tuadón. apela a las bases mismas de la cultura burguesa, a la tradición helénica, a los mitos socráticos, a eso» ideales de belleza como últi­ma tentativa de refugio frente a la autocon-dena moraL Viseonfi apenas alude a esa zona de la novela en una breve toma del Joven Tad-zio ¡unto al mar. vestido con una túnica o bata vagamente griega. Pero ni esos justificativos en el Ubro, ni las reminiscencias personales de Aschenbach en el filme (su esposa, su hijita muerta, su fallida visita a un prostíbulo, que expUcan objetivamente la frustración afectiva) sirven para aplacar la conciencia del inlclec-tuaL Ella será la que. en definitiva, terminará por aniquilarlo, en su impotencia para afron­tar una revolución que pulveriza su elaborada vida y su rígida moral sin sustituirlas, en cam­bio, por una nue-va escala de valores. Como el Franz Mahler de Livia. Aschenbach agota su vitalidad en una experiencia que descubre es­téril en el momento supremo, y Visconti sabe enriquecer esa zona subjetiva del relato con algunos toques de enorme sulUeza. Las ino­centes miradas y enigmáticas sonrisa» del mu­chacho, por ejemplo, son quizás mensajes en­viados no "por" él sino "a través" de él: por lo menos sus gestos nunca se corresponden con lo» del protagonista y suelen aparecer espon­táneamente, sin la articuladón da un lenguaje

los

siluc el realizador de toda afectadón) sea de paso por Veneda. ni que el "acddenie" ten-

rostro casi inmaterial de adolescente unilateral

propio

ferente de

espectral peste, sus calles

abundante basura y olor a fenol; tiene toda la capacidad de simuladón que supone el celesHnaje de una relación im­posible. Pero es, al mismo tiempo, el escenario ideal para dar en dave simbóKca el tema de

a,.clase sodal ciega, sorda y. en consecuen-i/'condenada (por el cólera, por la primera

guerra) a desaparecer históricamente más allá del lujo y las reverendas.

Por todo ello, si algo presiente y evita el artista Aschenbach a lo largo d«

No sé si será exceso de perspicacia, pero la última escena en que el cadáver de Aschen­bach es retirado de la playa está encuadrada y compuesta para una loma general que repite casi exactamente la ejecución final de Pranz Mahler en Livia. La césaara ocupa el centro

, amplio espacio, al-pro gunas figuras comprueban

tagonisla. el cuerpo es transportado en diago­nal por la derecha, mientras que sobre el án­gulo inferior izquierdo comienzan a aparecer los títulos sobreimpresos La verdad es que entre ambos personajes hay marcado paralelismo en

' valor correlativo para eoyun-- i desenlace co-

1 mismo destino de dos

ajenos cuyo orde:

criatura» y paisaje». Esa dinámica Uegó a adqui­rir caracteres de verdadera "coro griego" (si los lugares pudieran cumpUr esa función dramá­tica) cuya influencia genera, comenta y pred-

que acecha. Hasta cuando deambula por las caUes, entre restos de verduras y frutas podridas, tra» el inasible rostro de la purezat o cuando se sien-

- do y enfermo, junto a una fuente de-. reírse de »u propio destino, el per-tiene clara concienda de

s. el gesto supremo da la costa y la arena ha­

da una región de pureza infinita que • • simbolismo en la

nbach (forzada a gi

U^ím mediocridad que lo el de quien se resiste a

dar esa imager. no es sólo el retomo triunfal del ideal román­tico, como y . se ha afirmado. Es, ante todo (r

baudeleriana. JmpBca tam- proceso

d» que el arte, siempre U beUeza. cualquiera sea la i

complejidad de

LA MUERTE ES UNA MUJER N O D E L I R A R E N V A N O

„- - - para terminar de aflojarle los tomillos a su amante Franco Ñero, pintor no figurativo <Jo sí?) que, en i-eaUdad, no las tenia todas consigo ya mucho antes de empezar la peh- personajes, cula. A esa altura, le ha dado por con que él fihne bajar el rendimiento, negarse a cum- nirrattvos viejos > plir con la clientela y pedir ' m lugar lacio en que se si tranqrúlo en el campe" —según re- peripecia, za d título original— donde trabajar a gusto. Lo consigue, después de mu­cho insistir, y por partida doble, por que el libreto no aclara si - -la -Tula abandonada que — ^ 3a muchacha o el sanatorio de eníer- rátula de im mos mentales adonde van a dar sus huesos ya que, daro está, después de aflojarle los tornClos era previsible cue terminaran por apretarle las cla­vijas, mientras la chica juega con

del protagonista, el_

cual se siente justamen se sabe si por acción de las ahnas en pena, los visitantes misteriosos

pede de diversión macabra en la que pudieran superponer todas las li-

trafa de cendas narrati-ras que

lidad huidiza, cuyos datos y sólo se completan al cabo de alu­viones sucesivos, hasta desembocar en una reveladón paradoja!. El esquema

credulidad actuaba con moderada eficada (ma­yor, sin duda, que aquí) en Aun ma-kno» a la a^gua o en Investigadón d. un dudadano. Pero ahora, más que nunca, esas trampas no acechan a los personajes stno que se le tienden, ale-

' espectador, y lo que : pretende i de modes

: del mu

cidad ecfara un codazo de complí- laborioso, repetit ,

Pe.-o el libreto vincente cuanto menos espontáneo. " " ' ' recordar como Ca-

„ _i agoniza fantepasa-tnevltable), se vaKa de los Hpo»

^: TJ-'^r S ^ S n f ó s " J-e Charles Boyer contra la -vulnerable

lado y pone el No hay mas que l evo en otro, espera que la platea kor en La luz qu. sa su apuesta para jngax él as - -

a <me se reservaba. Después jugar de todo, allí está el bDo conducto '

Inmigrante sueca de para sacar todo el que el género . producto que alca gente sobredosis otras drogas.

A diferencia del robusto melodrama Victoriano que se proponía ser aquel modelo, Petri se enfrasca en un denso ejerdcio de caligrafía -risual. Tan ela­boradas como los episodios resultan las Imágenes. - Una cámara sensual examina los escenarios, detalle por detaUe, sin conferirle, no obstante, m cada imo, otra cosa que im oniform» resplandor helado que apaga toda la vibradón de maleficio. Todo supuesto

queda neutralizado por ese e de estetidsmo trivial en qne

se ceba el realizador. La luz que ago­niza aquí es muy otra: la fatuidad d« un cine que encubre su vado sus­tancial con un tapiz de opulenda y morbo. Las invendones del Ubreto es­tán tan lejos de Poe, como los alam­bicados juegos de mano de Petil d» la creación.

Y d ¡

toda la'obra del reaHzador: una

V i e r n e s 4 áe febrero de 1972 25 • M A R C H A

Vicrae» 4 de íehtetu de 1972

Atahualpa "i upan s del Río de la P O cree que TA CAÍ

vidia

ses que esie reportaje podia publicarse. Fue gra-setiembre del 71 r aunque la presentación le sobre, obligado a agregarle este prólogo. Hoy por ho-y. es uno de los más controvertidos creadores popu-

. Porque vive en París, porque está viejo, porque i y que cambian los demás". Lo mismo que seria

ria da sus "renun-•divismo", tan larga

REPORTAJE EXCLUSIVO

ya reit. nej orada detr de ayer hoy, nc ha bastado para abrir siquiera una fisura en la integridad

de su bien ganada fama mundial y permanente. La fama, ese sujeto cbai-Után y vulg-ar, que se hace amigo de cualquiera, en el caso de don Atahualpa .barca otros significados más hondos, sobrevive a innumerables conlingen. cias a lo largo de cincuenta años de canto y guitarra campesinos, que ocupa •n S-.1 voi r por gracia de su sensibilidad casi todo lo que ' ' ' '

Ahora

íenlidos. Don pálmente por imoking y anima

"VT-DS-si solo. Le faltan.

sabido erar. No nació pa ecibir aplausos. No gosa

mildad y obsHnación; para elegir ítles. la má> bella, la más lionda

lya. Pero animó la fiesta. obU-o faltábamos todos los de hoy. y lo injuriac. fugaces ternuras, hasta .1

posibles, i

le artista y lot que «iempre vai peronista, un mal poeta, un comunis* puedan despreciar, odiar u olvidar « n íios culpables de su soledad. Hoy. al jabaUos d. andar, lejas del piano que : .borrecer y que le ayudamos a tejer e. lio seco, apena» iraílúcido.

»OR :peto que fue difícü copiar

reportaje textuahncnte y reducir-sphra.

lue admiramos su integridad n cl payador perseguido un

ecato. especialmente los cantores, so-i en París, lejos de su hijo, de sus ipo tener, esa soledad qu. él no pudo

Bhi en Paiis. Sé que alguien le al-c-anzará este ejemplar de MAHCHA. Afortunadamente para nosotros, los

esencias conservando íl estilo del prosador. Ocupaba trem-ta carillas que hubo que reducu a •a mitad, v sí vale como documento humano, acaso como entretenimiento, t-Lindaméntalmente conlleva la nota ée --U dramática sinceridad.

El Atahualpa de hoy, difícilmente hablará bien de nadie o de sí mismo. Estará siempre a la defensiva. Incu­rrirá en vanidad o será injusto, aun hablando de la justicia o de la va­nidad, esa deformación. Se sentirá burlado, avasallado, herido o,^'^^-

tódo. aquí sobre esta tierra, que nos ama. Se Eota en las arrugas del cuello de su camisa, en su forma de cortar la car&e, en esa manera de

s&lo y morir asi, separado, para bien de los árboles, cabaUos, hombres y

viaja : en sus canciones.

do y . siempre igual.

corta, cuyo sentido es claro, muchas veces mordaz, siempre sentenciosa, s veces amable pero impersonal. Y será

ipático para el quí el adulón:

profúndame lo envidie <

i-locu el

" siem.pre, buscará atención sotare -si mismo

V soiirellevará con tozudez de indio puro el esoleador del que brille más Pero ra a ser difícil, siempre, ganar­la la carrera. Ningún cantor o poeta ciue anda cerca pasará por su con­versación sin un sambenito, con todc s-t. nombre y apellido, no. importa quién esté delante. Se cuidará sola­mente de "los más" o de "lo sagrado", para medir, en su lengua, la reali­dad, que él como nadie sabe dura, rechinante y toniadha, más obstina-da aun que sus abuelos, siempre en­cubierta por palabras, en ese mundo donde le tocó vivir. No obstante, su sinceridad no se resigna a la ponde­ración. Su instinto de lo necesario, no cede a lo conveniente, lo mismo ote su creatividad, mientras la sole­dad no terminó por rodearlo comple­tamente, no se resignó jamás a su.'! carencias técnicas o físicas. Nuncs cantó "bien" ni tocó "bien" la guita, na- Va para sesenta años.

Eo esta nota, salvo el de juien es­cribe y el de Mercedes Sosa, se han sustituido los nombres de las persona. reales por oíros, ficticios. Futra ¿e que sus alusiones a personas verda­deras son tan frecuentes come- ine­ludibles, no quise eliminar .del texto

peculiar forma de existir y juzgar, lo cual significa jnKcho más que cantar y componer, infinitamente más de lo que yo sé decir. .Antes de entregarla para su publicación, pensé enviársela para que la revisara. Pero opté por no hacerlo. Así pues, asumo por en­tero la responsabilidad, al tiempo que lo aclaro en su descargo. Porque Tu-panqui co habla de las personas, ha­bla de sus imágenes, de esa "proyec­ción". Y es fundamenfai comprender eso para comprender al hombre ac­tual, xl arüsta, ya inmóvil en

^sSod' aoE Ata y feliz eumpleafioa,

MARgHA, a 2 6 a.

— . . . y ahí va la cosa... Es una cuestión de conducta, no sé como ca­lificarla. Es muy deUcao cantar, pai­sano- Porque mal se pueden cantar cauciones con sentido social, si en el

Mercedes Benz.. . ¿No ve que hay al­go falso ahí?... Es más honorable el ciego que vende lápices en una es­quina, que el cantor que anda por

nado mucho. ¿Yaravíes del Pe­rú? Me antoiaria a jugarle a un hombre del Cuzco, a un indio del Cuzco, quién sabe más yaravíes, si él o yo. . . He vi-vldo en Cuzco y me he metido, he vivido con el indio, en Bolí\-ia, he arao la Uerra con él y sé lo que es trabajar, lo que es Uorar y lo que es rezar... He visto muchos rituales que no conoce la gente... El hombre que vive con una planta de maíz como si fuera una hembra: eso lo he visto yo. - . Y el indio sabe que yo lo he visto y me ha contado poi qué lo hace- No es el hecho de aprender--- en un disco, cuatro zam­bas, tres chacareras, once milongas y salir '"fulano de tal, lolclorista".. . Eso da risa... a veces, otras veces da lástima, según cómo rumbeen laa cosas. Por ejemplo, hay un rio en su tierra que a mí me gus'-a mucho

TV: .. .en Cuba no la dirige ^ Che. En Cuba la dirigen los cubanoa y además ni siquiera es guerrilla, ea guerra directamente.

T V : ^ t o " es aJi"* * Van los perio­distas a un lado. Se sabe dónde est» el ejército. No es guerrilla, es gue-

Yupanqui: Y ade: terlo que todavía i cue usted lo debe misterio en todo es

TV; No le entiendo lo de Guan-

"miSe^

lo Y i

zco. . . Hay nbién lo he

che. iHky ambia el

ligo : juegos yo man del Carnegie Hall, ahora que se hs puesto de moda, o de Nueva York, y van todos, los de izquierda, los de derecha, los del centro.-- Yo no vov ni mainao a Nueva YotI;:. mu­cho menos consciente... Porque soy y seré profundamente antiyanqui, n^ientras Estados Unidos entretenga gente matando a medio Oriente y ac­tuando como actúa . . . jugando a la anfidemocracia total y tratándonos a

esclavos; no a mi per-• pueblo.

los eci-

San Fran­cisco, a Chicago, a Washington... porque entonces, ;.qué soy yo? Cuando el juicio final, cuando el exa­men del juicio final, ¿qué cuento pue­do contar?. - . Ahí está la cosa . . . Hay que tener mucho cuidao paisano-..

—íDsled loca la guitarra todos los áias maestro?

—^Nc, -sunca.. - muy pocas veces; oo todos los días- Leo todos los días pero no, DO toco la guitarra. Porque me di cuenta que no voy a aprender más de lo que he aprendido, jKir los anos que tengo, tengo mis manos en­durecidas, tengo vma técnica muy de­fectuosa, un montón de defectos gtd-tarrísticos... En cambio me hace mucha falta aprender de la vida, co­sas.. - Entonces prefiero más leer que tocar la guitarra.

—¿Aprendió con algún ntaestroí

aacedero

decidor.

Todavia-

adizales

dos. ¿no? andao mucho, desde el Cerro Chato lo'andao h: hasta la barra, que en Durazno busca la barra y sale qu'es donde está el campo de Martínez Oyauguren... y del MacieJ para allá. . . Pero hay un río en su tierra que a mi me gusta mucho porque fundo... está Ueno de cru cha -víbora brava.. - pero que. - - que dice muchas ce ti<me mucho misterio-, so lo he oído cantar a nadie el mis­terio que tiene-. . Es el Olimar. - - El rio el OUmar, que está de Treinta y Tres adentro, así, a unos catorce qui­lómetros ahi empieza a nacer el arro-yito, de cuatro vertientes - . . y se em­pieza a ensanchar y agarra ceibales grandes, unos sar preciosos... Y por abí anda junto que se Uama "Xos Sureños",

— Es muy bueno, y al Olimar...

—Pero cantarle al Olimar es u s otra... Porque

Olimar es freno... El Oli­mar es como.. . como cincha pa'un caballo... El Olimar le aconseja al caballo, cuando está muy ctnchao el hombre "por ahí no, por ahi s f . . . Ahí está, ése es el misterio qae «ene el Olimar- No es cuestión de que por-

mos cerca del Olünar nos lar-y tenemos once canciones p'al

Olimar, una de amor, otra de nos­talgia, otra de machlsmo, otra de gau­cho, otra de tm potro que se tiró al agua. Hay otro misterio: "por ahi no, por ahi sí.. . por ahi si, por ahi n o . . . " El freno que da el paisaje al hombre, que a veces lo ancha flojo

Yupanqul: Ahi está, porqu misterio, paisano... Es el nuestro con las Malvinas.

TV; Claro que, ¿cómo saca usted a Guantánamo?

Yupanqui; ¿Yo? l.A balazos! TV; No puede. iNo puede declarar

a los norteamericanos.. .! -li; Y entonces me las

arreglo. Arreglitos, jugan-

o, no. Yo no creo gue sea ua

aui: Lo mismo

que

ola. ¿Cómo le saca usted las Malvi. ñas a los ingleses; cómo les saca us­ted Guantánamo a los norteamerica­nos? No, yo no creo que sea un m i » ferio don Ata . . .

Yupanqul: [inurmura algo, indesci-frable en el grabador].

TV: Yo sé por qué los chinos n« echan a los ingleses de Hong Kong Yo. . . Hay que ir a Hong Kong pan darse cuenta...

Yupanqul: ¡Yo también estuve e» Hong Kong!

TV: Ca mil ¿"Vos sabes que el agu» que toman en Hong .Kong es de uní usina de la China continental?

Yupanqui: . . . y cuando pasó ea ^ M o estaba en Kiu Siu, estabs.

TV: ¿EÜ'ia misma época? Yupanqui: En la misma época. Y*

vi-ví allá un año y pico. Usted pasj a Tokio y se fue a Nara. De Nar» se fue a Kioto. Y vo estnve en K5» Siu, estuve en Okamato. después crtt-cé ya p'al pequeño continente, qus es la isla grande y tomé el camÜM de Osaka- Y en OsaSa me dijeron "Acaba de pasar fulano..

T V : Claro, anduve con muchos mtl-

^g^ope° cha fuerte pa'que •Jen'

vece» lo Yupanqui: Yo no;

— í T esos dos mn temas folelórieo. qu. usted dice?

—-Ali. ésr« los tengo acá se señala la csb-'-i . . les publirsTe alguna »es. Ha ylvláo muclio, he ean»i-

•V/^UPANQUI está T ra de una gra

•AKQUI está aguardando la ho- Wo bástante d Japonés. ' ^ ' do, no sé si lo conoce...

TV: Sé quién es. Y-upanquí: Ese muchacho mWo,

que toca el cMo. Tocaba en la Hn-

y i e m e » , 4 de í ebrero de 1972

A A T A H U A L R A Y U P A N O U I

gracias, don ata

ALFREDO ZITARROSA

yo. TV: ¿Vive _ , ... Yo los autógrafos míos

en cl Japón, los firmo en japonés.. . ¿Usted cree que yo firmo Yupanqul? No; yo firmo en japonés y con el sistema kata-kana, de arriba para abajo.

TV; Es increíble... ¿Y habla Ja- do

—Si. . . y está el que "vio 1; o el que tiene voz ronca... o aquel saUda d que le dice: "porque yo tengo mis co- sé. . . sitas, ¿sabe?" Ésos son los plores, los falsos modestos, que tienen todo me-

íar perdiendo al tiempo. anli^MÓlroí"" " ' « " « ^ mañana,

—Canta Mercedes Sosa también... Ella canta en la segunda parte, y yo entro... termino la primera parte... Es mi últLmo asuntó éste..

—iRegresa el lunw a FranciaT ^ M e voy, si. Hasta abril ya no

vuelvo. ELevanta el vaso.1 :Buenc,

•^"llSa^esS^T-—No es la caña del Fmi-Fun... —...pero es un vlnito lindo...

ce?e<írcia"*DTRJS'o,"íes^eU^ lidades, hace comparaciones. El tiem­po transcurre de prisa para mí. Su

queda ahí al lado y sé que no aerlo más allá de que me dedico a

escucharlo; —. . .As í es can la lucha, amigo...

m a r c h a siempre ha tenido una po­sición bastante vahen te en general Ha sido un semanario que he visto siempre con mucha súnpatía. . . Hay etapas, etapas, paUdeces, como todo, empahdecido a veces, otras veces re­punta. En años; yo le hablo de mu-cnos años... Pero siempre Quijano ba peleado... Yo sabia ir con Raúl Capurro a la casa de Quijano. . Aho­ra hace tiempo que no leemos MAH­CHA del Uruguay... La bus-amos la encontramos a- veces y otras ve- ees me la alcanzan... Porque ya no se compra así como antes, en deter­minado lugar. Es como si estuviera

por Francia, sino a la -. Da la impresión, no

a.'°E?

vían en La

alguno* D los v e o . . . Ahora, nunca les he pra, guntado ni me atrevería a pieguita

' qué es la revolución para eUo% 1 no quisiera que me mmtieran, io que la revolución para ellos

^LE"SLJÓ"RSI¿rr^MS^a,'í& nado el asunto em.pezaron a cortaría las barbas... j Y por qué hicieron eso? Porque se encontraron con ' - - 20 mü jóvenes que vi-

Habana, con unas ira­das barbas... Y entonces les eav-

pezaron a Uamar los "blandos" a lo» que SE dejaban la barba... los mu­chachos "duros" que venían de allá arriba y eran un puñao... Bueno, París, como Buenos .Aires que usted los verá, como Montevideo, está lle­ne de "blandos", de mucha barba v poco concepto. Hay muchos que tie­nen la forma externa de Sierra Maes­tra, todos son un poco Che Guevara; pero ninguno se anhna a jugarse por una verdad. A la verdad la meditan mal. . . Y el gesto dispUcente, la re­

lio. hay grupos quo

tros que nc. . . Y arlistico, al modo:

Hay grupos que sí, se juegan. . . Hay o en cuanto al modo artística artístico de hacer. . . ie nc „ la palanca de Arqulmedes que es la que mueve el mundo, hay mucha trampa, mucha trampa... Hav tam­bién mucha gente valiente, pero para ganarse la vida, pa'salir de pobre, co­sa que es muy natural. . . y es sa-

Lo sagrado tiene que ver

—A mí me sorprendió su memoria el otro dia cuando recordó que ha­bíamos estado

— Y . . . yo he dao la vuelta tres veces... pero hay

que. naturaleza se va

ellos... Yupanqui: Conozco cada región y

conozco las sesenta y dos canciones de cuna. Cada provincia tiene una canción de cuna diferente. No es el arrorró -para todos... Cuando ttraron la bomba en Hiroshima, las madres se pusieron de acuerdo y anularon du­rante mucho tiempo su canción pro­vincial, comarcana, para cantar sola­mente la canción de Hiroshima, la canción de cuna de homenaje a dos­cientos mil niños muertos... Y hay una especie de bomba atómica que parece im toldo Indio, hecha de ce­mento, con unos cuarenta mU alam­bres colgados, alambrecltos.. y una vez por año. en el mes de agosto, to­dos los niños de la nueva Hiroshima, que es una gran ciudad, con bancos, tiendas, galerías y todo lo demás, una

ahí un autito, de esos que valen dos cuarenta, una confitura, para los otros niños, que están en el cíelo... Un homenaje de los niños vivos, para kw niños muertos que se lueran al

ando, ubicando; eso lo hace también la vida paisana, sabe, el paisano es muy socarrón, siempre tiene algún rlnconclto en la memoria guardao, pa cuando... por cualquier

—^Y otros van nomás... O ahora con el asunto del mensaje... Gabriel Moro da su mensaje, lebruna da su mensaje..

—Me contaron qu. una res Labru-na lo fue A visitar cuando grabó...

—SI, a grabó... Grabó y me Ua-mó por teléfono apenas había termi­nado de grabar... Es un zonzo el hombre, no es mal muchacho. Él se cree muy v i v o . . . Apenas grabó me llamó por teléfono, me habló de la grabadora: "¡Acabo de grabar...!" Y le digo: "¿Quién lo autorizó?" . . Me dir un gran favor." "Cómo no, cómo dice: "No, n o . . . » "¿Quiere que le pida un favor?", le digo. "Le viá pe­n o . . . " Nunca más me grabe nada. Le quedaré muy reconocido. ." Eso

ne unas ciertas cosas que solamen-quien las ha vivido las debe can-, no diré grabar... Cuando habla e se quema la del lazo, cuando el Tillo le robó el lazo y al pasar por mano lo quemó... y habla de la

Las canciones populares mano que hay que curarse meándo-

ciélo en el 45. TV: Ca ma TJna cosa que tendrías

que ver vos es un libro, muy inte­resante, que tiene

Que allá usa el ti las puso en cuartetas, en cojías, y me las regaló.. . Lo hizo en no­venta días, trabajando por la noche.. . Me dijo, ¿cuántos días se va a que­d a r ? . E n noventa días va a ser mí regalo... Y me lo escribió, el único ejemplar, le puso "ejemplar número

para un cebador de mate", por-le enseñé a tomar mate...

Ajustó ^ o 5^

verdad: lo demás es imitación . . Transcurren algunos minutos en

los que la conversación languidece y yo me aplico a describirle cómo, dón­de y desde cuándo canto, además de pedirle que me aconseje si debo se­guir cantando. Él me escucha mien­tras la radio difunde un tango, y cuan­do estoy empezando a

rnibéciL Yupanqui indica el lugar

fritas con

—¿usted vive allá con toda la fa-mi.Ua?

—^No, no. Porque yo tengo un chan­go que está estudiando en La facul­tad y hay que ayudarlo a él. . Yo me largo solo... Pa'padecer prefiero _ ^ . siempre he padecido

—No sé si lo interpreto bien, maes­tro, pero, ¿usted ha estado siempre separado de los grandes contratos, ésos que se estüan ahora, por gran-

—Toda la "vida.. . Toda la vida. . . —Tal ves ahora esté recogiendo el

fruto de sus años.. . —^No, pa'recogerlo tengo que an­

dar muy lejos, si es recoger Re­coger fruto se Uama "consideración popular", eso, ésa es la ganancia, mi ganancia es ésa, y es una ganan­cia... Lmdo caballo pa-correr carre-

FASAKDSRV'RSÍÍTOR-^ ^ —No; ésa la hizo mi mama. La hi­

ce un poco yo pero más mi mama, una vasca. Ha puesto muchas mone-ditas ahí, mucha pobreza... Y yo lo hice prohibido, al contrario, yo e pecé mi casa cuando empezaron _ prohibirme con la dictadura de Pe­rón... Cuando acá no tenía nada hacer, ¿a dónde me iba a ir? A l dio'el campo... Agua Escondida es un campo, y una casa que está he­cha de piedra, con piedra del lugar... Y a eso yo he ayudao, he sido pión de mi propia casa y lo he becho sin un centavo, al contrario, prohibido y perseguido

—íY esa casa existe todavía, maes­tra?

—SI, todavia existe. —¿Su familia esté allír —Va a veces... Mi familia está

acá, a cien metros... Dos o tres ve­ces por año se acercan, patairar los caballos " "

:ión" cación, no con la

Y buen decía >7lvir mejor

no me acuerdo quién: "Aspñ-., a vi-mejor, aspirar a vivir como un

burgués no es lo malo; lo himoral es pensar como un burgués", pensar en dólares, pensar como un dói^r, co­mo una moneda. . . Un obrer- qui­siera tener una motocicleta y si pue-

lugar re andar -lo atrás de lo»

. . - lo Ueven , traba­jar, al Cerro o La Teja.. . As.oirar a invn- mejor no es ningún peccdo... Y en eso cada uno tiene que ser cri. tico, cada uno es el autor de su pro^ pia obra...

—¿Y cómo piensa usted ieden reunir esas voluntad pueden reunir esas v,

"vocaciones" de los humildes, en la reivindicación revolu-

mentaUdad de sus dirigentes, haca rato... y los dirigentes no se dan cuenta de eso.. .

—¿Usted die. en América Latinat —Si. en general le hablo de Amé­

rica Latina, países jóvenes, más nuevos, donde la vida

No caballos

hombre No naipes... No .Mi vicio

donde^v.

aceite de mazóla»

una piedra TO en la riber

HEMOS -riajado en un taxi. Los ruidos del motor y la radio del auto interfieren la grabación de

ana charla, de la cual rescato lo mis •iteli^ble:

—¿üsled dKia que su papá decia ma BAR artistas qne se bacen axü».

cosa muy SPT^ute/ maestro, y yo

S ' S : S I A ? . - . . t ^ . ' T S ^ D R -

tina desde París? — Y . . . yo no sé cómo la verán los

demás, ¿no7 Hay gente que la ve a través de las patatas y las barbas. En París hay muchísimos

- la francés, «no

guay? —Muy poquito; por los dianos no-

más... Un panorama, por los perió­dicos, quga veces me parece desola-doT.. otras veces me dice la genta que el pueblo, que mucho sector do la población es indiferente a lo quo esta pasando, que siguen viviendo^ que siguen abiertos los negocios... Ineluso de un restaurante me han que­rido contratar, donde estuvo Suma Paz, donde cantó fulano, y vo dijo pero, ¿cómo voy a ir a un lugar don. de está el pueblo sojuzgado, busca­do, desconfiado: "Arriba las manoa; papeles, documentos».. ? Yo no pue-do cantar en paz para esa gente. No por miedo, porque yo tengo m.is do­cumentos y jnl conciencia. Sino lo cfao.-. donde la mayoria de If- genU está un poquito privada de su h-ber-tad. "ligeramente demorada"

del Uruguay, de Chile, del Perú, eso ~Yo no sé por qné astadas, los « » -que se Dama Hispanoamérica... Se guayos, siaade iaa poqidtoa, no aa dieea r^olucionarios y andan Ju- ponen de acnorda para hacer da wm

" . ^TNS -^^la^^^a » ~ * « -

Viernes 4 de f ebréto d * 1972 • 27 • MARCHA

G R A C I A S , D O N A T A (Viene de la pág. aoíericT!

íhas^veíes hky"Q'ue''dfscutii''''la3 eo. sas. . . El ponerse de acuerdo nc- sig­nifica que se der un abrazo las ul-traderechas con las ultraizquierdas . . . El ponerse de acuerdo significa que.. . el natural sentido democrá­tico de la clíise obrera, trabajadora y

levadura democrática sea ta.i superior, que la derecha, que es pequeña y minoritaria, ;no se atre-

para mí ponerse de acuerdo... Pero en uu lugar donde están los coloraos con la 14. la 15. la 9, la 3. ia 11. y son. todos coloraos. . . después jwr el otro lao estén la 75, la 86, la N N . . . y son todos blancos. Y entonees por ahí hay otro sector, que n% tiene nu-merito y se Dama Juan Pueblo; no tienen número; solamente les ponen número cuando %dene el proceso, cuando están nresos. ¡ahí le ponen aúmero recién!

—Yo no quiero que le haga mal la comida, don Atahualpa, pero...

—;No! ¡Si no me hace mal. . . ! enu uilad de los tupa-

—^No los conozco. . . No los ce eo, y además hay tma cosa: j ; he leído tma declaración de pr

queremos esto... pero a lo largo tículos uno, dos, tres, cuatro. . . una carta orgánica. Si es que son un par­tido político, sí es una agrupación revolucionaria, de qué tendencia, con qué fines, por qué, para qué, ¡per

cia según las regiones... Cada cin­cuenta legu:.s cambia de modo la milonga; no de ritmo, cambia de mo­do, de trampita, cada cincuenta le­guas . . . La jnílonga de Bahía Klanca es distinta a la milonga de Santa Ee, la de Tandil es diferente a la de Treinta y Tres. . .

—¿Treinta y Tres de la Banda Oriental?

—Sí, de su tierra. . . Sí usté agarra p'al lao de Aiguá o de Lascare, por ese lao es distinto... Si usté va a las costas del Oiimar le cambia la milonga y sí se mete pa' Cerro Cha­to, en las nacederas del Yi, le cam­bia la milonga; sí se mete al Chuy le cambia, si va pa' Durazno, p'al lao de Sarandí, le cambia la milonga; se mete a Paysandú, al valle Edén, a l'acuarembó. le cambia la milonga, le

cito, la trampa, le cam-

—Por allá en el 46 por ahi. . . Ha­ce Vil ii:uc-hos años... Me quedé sin guitarra y entonces la casa Núnez: me hizo, con el resto, con algunos restitos que quedaron, del mástil, por ejem.plo, me hicieron esta guitarra... Salió bastante simpática de sonido, salió seria, media gravecita, me gus­tó y la uso...

—¿Usted fue domador, don Ata, en la Banda Oriental?

—Una vez fuimos a jinetear al de­partamento de Soriano, un pueblo que se llamaba Las Latas, cerca de

cambia el : bia la bordo knga, un ^poco negroide

ifro-brasil que se ha metido, y si usted se mete en los lla­nos de Venezuela es el joropo, es el canto llanero... El "Campesino", esa

ajiro, pero el punto guaji

—¿Usted diiia qu» es un género madre?

— Y cómo no, porque ahí se jún­anos . . . Hubo un tiempo en el pasado que los paisanos la bai-, y la bailaban entre hombres :es. . . La milonga es más anti-jue el sacrificio, vea . . . Iicen que la milonga ««ne as-

clarito...! Y que la geni, ;A.já! ¡Estoy de acuerdo!, o "no es­toy de acuerdo"... Hasta ahora, he visto que hay un conjunto de volun­tades, de gente de gran sagacidad, muy vaüentes, se han jugado la vida, hay muchos muertos, hay tinos cuan­tos muertos, hay héroes, héroes de tipo popular... Ahora, razones fun­daméntale» [subrayado en la locu­ción!, o de orden político-social, or­gánicas, no he leído nunca nada; asi que no podría decir cómo son.

—Como usted »sbe. en el Uruguay toda información e»lá censurada, es­pecialmente lo referente a los lupa-

—: si- Pero, ¿usted sabe cómo lo prohibieron a Mao Tse-tung? ¿En aquel tiempo que estaba Chiang Kal-shek? Bueno, íguaL Sin embargo se sabia a dónde Iba y qué es lo que quería... Ahi está la cosa...

MI casetle se iiabía agotado y hu­be de darla vuelta, grabando encuna de lo que fue el co­

mienzo del reportaje. Todo ese trozo, en consecuencia, se perdió, r no me atrevo a reconstruirlo de memoria, sin apuntes, a varios meses de dis­tancia. Lo que sigue, a causa de ese "corte", queda necesariamente des-vmculado del diálogo anterior.

—Maestro, ¿usted qué piensa de

—Folclore es lo general, ls cosa, plural, anórñma, lo que ha hecho la gente a través de muchos años, una cosa decantada. Es la habilidad de var pueblo "para darse vuelta" (?). un lazo, un poncho, una empanada, una manera de hacer la comida, con más o menos picante, según las regiones da que se llama viandas folclóricas). son las maldiciones, las supersticio­nes, un chiste, una manera de ser.. .

reldría" a sSJ."'-— Y nada, no son ni cerca, no son

nada folclóricas... Y o ese asunto lo conozco porque lo he estudiado y lo he TOdoo. Yo, además de ías can-cioncitas mías, que son un punao, co­nozco ias cosas anónimas. — mtschas. porque así me enseñaron, de chlc-o, mis tíos, mi padre, las peonadas en lo» galpones de las estancias. Mu­chas, más de dos mil me conozco. Y lo» baaes crioHos todos, además. Yo no soy bailarín, pero yo sé baílaT todos los bailes crioDos.

—¿Qué m» dice de la rnüonga. den Ata?

— L * mlJollga es itc pretexto del es UE ritmo que se diferea-

No se olvide que hace quiníi años que Uegaron los gallegos, y des­pués, al año de estar, las nostalgias que sentirían... ¿Se imagina la nos­talgia en gente sensible, en el simple soldado, el que-traía la vihuela de cinco cuerdas?

—¿Y la zamba, maestro? —La zamb:; también viene de las

bulerías. Se tocó en forma de mari­nera en el Perú, en forma de cueca en Chile. Y aqui. como aquí no vino mucho andaluz, se hizo muv sobria, más castellana, más adusta.'más se­na, menos firulete.. . La milonga uruguaya es más bordada ti-nbién, que la milonga argentina... Es muy bordada, tiene una forma de ser de pueblo chico: "pueblo chico y chiri­pá florido"... Usté se ha fijado en el chiripá del paisano de acá, es un chiripá liso, y allá lo llenan con ro­sas, oros, laureles, iniciales. . . chiri­pá y blusa florida dan también un tono de milongueo florido... Son muy punteádores de milonga los tu:u-guayos, muv punteádores, tal como es su ropa, yo diría, en buen español, algo "osada": así como es o=ado su traje de gaucho, que es medio flo­rido, medio pechador, así es su mi­longa, muy florida también. . La nuestra no, la nuestra es milonga'e pobre... ¿qué paisano de .acá va a andar con flores en el chiripá? ¡Nin­guno!... Y entonces, asi la milonga "íln-tun-tin-tun", de ahí no saUan, el "túndete", como decía mi padre, puchero y himba; mi abuelo decía así: puchéroytúmba tmnbá.vpuché-To.. . En cambio ustedes, "tatatiro tatatiro", claro. Ueno'e flores, un pa­go Undo. con mucha agua, cí>n mu­cha costa de mar. . . Nosotros de a ó onde costa si éram.os pura nampa, unos arroyos sucios, color chocola­te . . . no teníamos ningún adorno, y

en la músi-

cuénien rra. de ésa que usted dice que es la que tiene más deudas.

— Ésa ha caminao mucho conmigo por todos lados. . . Me la hicieron acá en la casa Núñez.. . A mí me

guitarra, viniendi "

vida en el Uruguay. Toa al Uruguay, cantaba y volvía acá, con mis chiro-litas... Y' en una de ésas, en la adua­na me la hicieron pedazos a pata-

Mercedes... Y . . . era do era muchacho, ade livianitc. más Uviano que

yo ,

Yo

-iba. . . Uevaba unos qué rica está la

go muy seguido por

—Yo me compré una guitarra Fle­ta en Barcelona. .

—¿Ah sí? Yo no. . . no puüe. Nun­ca me alcanzó la plata...

—Me pasé dos años pagándola. . . —Me imagino... Yo no, yo no he

podido nunca... Y lo conozco a Fle­ta, vive en la eaUe Del Ángel núme-

guitárreria... He tocado 'en una Fle­ta que me prestó un amigo en Pa­rís. . . Pero no, nunca he tenido... las guitarras mías son de cuatro pe­sos no más. de dos vintenes, como se dice.. . Cantú tiene una Fleta...

—Disculpe que le cambie de con­versación, don Ala. pero si usted vi­viera en un pais socialista, ¿en cuál viviría?

— Y . . . en un país sociaUsta. —¿Socialista, eh? ¿No recuerda

ninguno? —Yo no tengo por qué nombrarlo.

Los conozco todos los países socia­listas. Yo le hablo el rumano, le ha­blo el húngaro un poco, el búlgaro muy poco. . . Una vez estuve en Pa­rís y me invitaron, me regalaron un biUete para ir a Sofía, a Bulgaria... Yo conozco Praga chica, Praga vie­j a . . . ahi hay un castiUo donde -vivía Jorge Amado, yo he vivido ahí un mes.. . y entonces pregunté- ¿por qué, si está Bumania tan cerca, me mandan a Bulgaria que está tan le­jos y es tan balcánica? Me dicen: porque Bulgaria está más sovietiza-da que Rumania, y dada tu menta-hdaa individualista te conviene ir primero a Bulgaria y después venir a Rumania.

— ¿ Y de los paíseí capitalistas? —i Y esto qué es?.. . Yo vivo en

el mundo. . . Ahora, a donde nunca

es*'a Estados Unidos. Yo no creo en la gente de izquierda que va a Es­tados TJnidos, no creo en el Carnegle HaU.. .

Uegará a ser — ¿ Y usted cree que copropietario, don Ala?

— ¡Ja! ¿Pero copropietario con quién? ¡Con trescientos millones de SOCIOS! ¡aie va a agarrar a mí . . . !

—¿Qué canciones eslá haciendo ahora, maestro?

—^Hace tm par de meses, más o menos, he terminao una... seis poe­mas, para una cantata que se está ensayando acá por un coro.. . Se va a estrenar en Buenos Aires y des­pués se van a Alemania, van a hacer una gira por Europa. . . Sobre el sa­crificio de Túpac Amaru. que lo es­tiraron con los caballos, ¿se acuerda? Tupam.aro. Túpac Amaru... Se Ua­ma "El sacrificio de Túpac Ama-

" ^ I Y la música... —La música, yo algo metí la pata,

y después Kaúl Maldonado otro poco y ahí va saliendo. La están ensavan-do en el sótano del Teatro Colón... usan oboe, clarinete, quenas, tambo­res, no tambores indios sino timba­les, porque el timbal tiene sonoridad particular; el otro es ruido, el otro parece sopapo'e barro nomás...

— tfsted en sus recitales europeos.

—Sólito. Yo solo con mJ guita­rra... Y" canto de todo, cante lo ar­gentino, lo crioUo, lo tradicional, la baguala, la _ zamba de Vargas, la Huanchaquena, todos esos temas an­tiguos, y canto canciones mías algu­nas, y canto canciones de protesta

que le Uai

-¿En qué año lue

tro? — Y ahí tiene, por ejemplo, un mo­

zo que se llama Ángel Pan-a, que ha grabado im disco de canciones de protesta mias... Paco Ibáñez ha gra­

bado un disco de protesta mío. . , -Los Chacos-', un conjunto francés ha grabado, en francés y en español.

Yo sticía

llamado a arre da, porque no soy político... Yo no serviría, seguramente no serviría pa­ra político, pero cuando hay un ba­che, cuando hay un agujero en ls calle y veo que se rompen las ruedas de los autos, es como quien va y l¡e dice al intendente, vea que se están

ahí'... —¿Cuánlos años piensa que Ta »

vivir todavía, don Ata?

creo que llegue al año... Por'¿so ti apuro mío por cumplir algimas dili­gencias que necesito cumplir, en cuanto a trabajo. . . Estoy pubUean-do una antología de mis cosas, tengo otro Ubro que se Uama "La tierra hechizada", que también va a saUr.. . Trabajo mucho, en literatura trabajo mucho, trabajo todo lo que puedo;

giistaría Atahualpa... y b le un consejo. . .

— Y , conmigo c

amigo, don

de vez en cuando.. .

le voy a dejar mis señas... Lo que no me la certifique porque me va a hacer caminar veinte cuadras... Porque aUá las certificadas hay qu» irlas a buscar al correo, que qued» en la loma'el pino... En cambio sim­ples, me Uegan, me las ponen en un buzoncito. . . es más cómodo pa'mí...

Los restos del churrasco se han en­friado hace rato. Don Atahualpa acepta que el mozo le envuelva lo»

zas" que tiene, y yo siento que nues­tra conversación está por finalizar. Él prosigue:

—Yo no tengo un concepto forma­do de usted... " . . .

muchacho inquieto cuentro que

rro? Y además siento i eso es halagador... Siento que e» sincero... incluso en sus propias du­das. . . Lo único que le puedo acon­sejar: sea prudente... no se embaís-» muy seguido, no se apure... no sa apure... Déjelo a EUzalde, que siga

K | A R G H A , . 2S

¡'adelante y se ahorque perdices en los alambrados, o a Nés­tor Gutiérrez... son buena gente... déjelos... usted lea, piense, medite y cuando saque, saque una cosa que la gente diga; ¡Aja!. . . Porque usted viene de una tierra de poetas, viene de.la tierra de Yamandú, de EomUdo, viene de la tierra del Viejo Pancho, de MorosoU, de Santiago Dosetü. d* Javier de Viana, viene de la tierra de Regales... Entonces usted no puede olvidar eso. . . Si usted olvida eso es porque está negando a su tie­rra... Usted no puede olvidar qu» antes que usted hay cuarenta nota­bilísimos poetas Criollos que han es­crito una verdad profunda del Uru­guay... Así, unos han tenido estan­cia y otros no . . . Pero que han dicho d -la tierra, del pasto, del agua, áéí

: íTandí, de la soledad, de la noche, del cabaUo cansao... pero lo han di­cho mucho mejor que usted... Dos estrofas de Yamandú son toda un» generación de Zltarrosas... que no han dicho nada... No se oMde d« eso... No pretenda que porque us­ted esté cerca del disco "epatar", esa error de Fagúndez -^.yala.. . Aquí es­toy yo ccn mi 1904. . . y el ofro lo vi-v-ió, y éste no, la guerra grande... Entonces cuidao, cuidao... ¡A leerí A leer y a meditar y a cantar trova» hechas por otros... hasta que a us­ted se le prenda la ve la . . . Pero que la vela que se le prenda sea »u-lie-rra. . . No un sentimiento de amo*-por la chica que vino, que salió, que quién sabe, que volveré mañana, si la luna se asoma... ¡A la mierda con eso...! i C . . . ! y que Dios la ayu­de. . . Pero no le cante ni le grabe. . . No le cante ni le grabe, porque -va a estar cometiendo ana traición con 1« tierra... ¡A la luna le han cantao to­dos los poetas... ninguno se la ca­lió! ¡Ninguno se la culió! Porque ers la cosa inasible... Por ese Iso crc-s yo, paisano... ¿eh? ¿Vamos diendo • dormJr?

—Vamos diendo.

yiearnes 4 d « febrezo de 1972

Un 5 de febrero se reunieron al llai la patria...

el FRENTE se hizo grande en un año

de UNIDAD M A N I F E S T A C I Ó N H O Y D E S D E E L O B E L l C H O

Viernes 4" d ^ ícfcrero d i

WASHiNGTOIM BENÍAVIDES

p o e s í a

d e l 7 1

> Acnugar: CON BIGOTS aire de pobre tipo / con ganas de de-5TE. Montevideo. Bando Oricn- cir no. . ." , en "Tarea" donde el poe­

ta analiza "su mundo" y fustiga su apartarse del mundo de los otros, de esa caUe donde pasan tantas cosas terribles; y en uno de los mejores

s* u acereari • ec madre / y eon eambk. «B relacian EON gui Instrumentos mellados la arráncala la El sótano y otros poemas 186$ y nw-matris. / pafs asfixiante, frontera de ye 1968. Para A . Patemain (Cap. alambre» de púa», / y «n la tibU idio- Oriental N » 39) en la poesía do & -toa del monodia, iiepará / a U mira- trázulas «ra visible la "comprobación

X X V I I U del pasno, perplejidad ante la ñocha, tema azoramiento y agojiía. Su voz empieza Otra constan!

femenino, acá jo, y el mun

. CPoem el lib: iriant. . _ dio. Podemos insi- desgas

ie todo lo señalado concurre Sus to tar esta poesía de gueto, da dulaciones tien ón manifestada en múltiples j>, . „ mundo pánico, drogas, sexo, cía

LS^t de las cosa» y los hombre»

aliena forma: ra, soledad y al cabo: muerte. Dos cosas queremos anotar sobre este pri­mer hbro de GuIUermo Chaparro: una, que sus mejores logros parece­rían los poemas sobre el mundo he­breo, con excelentes poemas como

- "Retorno de Kafka" o "Lucy Golde"

n ecos de bandoneón, íada brOla, todo pa-una disolución agria,

respiran tm aire hjl-rece destinado Sus dos Ubro medo, y sus espacios están habitado» por criaturas extrañas, inmóviles, CO-

bio extraña espera

iempo es notorio: el insistencia sobre la

gran parta

Oriental.

• ^É^O^'"^^SNsí^.''úon^^. video. Alfa. 1971. • Enrtqiie Elissalde: LA IRA VENI­DERA. Montevideo, Al]a. 1971. • Enrique Estriarlas: CAJA DE

TIEMPO. Montevideo. Banda Oriental. 1071.

poemas del libro, "Es que habla" perfecta -dor estudiantil, de su jugarse entero. Dentro que caracteriza a Coi vaivén de la nostalgia ción, del aUenado

muchacho en

valentía y su de ese vaivén bigote Irisle.

mas judíos fradía: "Ps velista'

poemas penetrar

arroja y 1 la efica-"sus poe-

Ofra: los poemas de co­

jean Genet

EN estos cinco Ubros de poesía ur guaya que reseñaremos, paree rían definirse las principales :

neas y urgencias de los jóvenes ere dores, lo que realmente los incita quema, sus motivaciones personales - ..m^t ^ universales. En Con bigote triste de ñala el aspecto primordi Hugo Achugar. evidentemente se la pre

SSIC¿i^cív-DEMÍ^ml^e'^^^li,^) ^fsToní^

hallamos un hbro logrado adelante de Hugo Achugar poeta.

El primer hbro de Rolando Faget, Poemas del río marrón, ofrece una característica común a otras prime­ras experiencias poéticas: el libro- '^'l?;''^"' poema, más que un libro de poemas. P°^'*- , . . . . . . . Estrázulas, en el prólogo

-.Js tantas- ° « Montevideo "palé

el cuaderno de 'Mirando las sirvientas de

pónimo (poema

tema erótico fecundación) del libro. Pero lo erótico más aUá de una situación personal, se vuelve un panerotismo como en E3 poema inicial^ "Fecundación" dond»

"Oigo lamer la noche boca arriba y su terso pubis, silenciosamente". E»-trázulas logra notas de originalidad

rótico

E D U A R D O g a l _ e : a j s i o

del Ubro, y no a su inclusión fuer cofradía. Toda la noche de WUconsin es un libro desparejo, sorpresivo, ofensivo, de un seguro y prometedor

^ „ _ "Ifa se dora y rechina tensión tremenda brasas/ el paso que daré, mi

justificar S"» oue^a ^ ya mi apetite huele >n •II lot rin pan. X:

su fiesta breve, vino J llega / mi nuevo semen, fó»-

ioro. nostalgia / para estirar la muer-

entre dos tentativa de partir". Faget intenta —a lio Paehe- veces lo logra— hacernos sentír, me-

' ° ; Ser fronterizo o, como dice el jor que hacemos ver, ese real cordón Bilsmo Achugar: "La ambigüedad, el umbilical que liga al hombre con su ler disociado, el marginado en esta habitat, con su entorno No describe locledad podrida y en la futura con y creo que es un acierto, a su ciudad' lU segura existencia de trabajo, de y su rio, trabaja en base a alusiones, lusencia de egoísmos y enfermizos a resonancias afectivas: "Calles ine-tadividuaUsmos, son rasgos deflnlto- vitables / las Uneas de mi mano ". Sos de nií y de otros muchos que Pero lo que valoriza este primer "in-

. medida, tentó poéüco de Eaget, es su tono sin empaque, sin Uteratura, y dentro de

- postura contenldista, el damos, t sefiala :reacic

La palabra "nostalgia" del poema se proyectará én una larga serie d» Imanaciones en el Ubro. relacionada ;on la presencia numerosa de la Hu­rta que, como en la poesia clásica :hina es un símbolo de la añoranza r atmósfera de insatisfacción erótl-;a. En este Ubro la lluvia cae en "Do

paso", "Llega Ignacio Suárez", "Oigo

que el 1 los poe >n bigote trist

totalidad del U- verdaderamente, lo alude a un como el tiempo real de EUssalde ,

dorar

luchan ¿En qué

estimular.

liro. Desde el t istado de ánlm _

ie sus nu- 70, su atmósfera enrarecida. Sefiala-1 serosos acápites, vaya uno —el pri- remos como dos logros, dentro del «»ero— eomo ejemplo: "No es un pequeño Ubro, los poemas "Hay ra-lombre, es una contradicción en pie" bias como alcohol ante sensata muer-« m amigo): y la dedicatoria, r todo te" dedicado a E. V Haedo con su «N proceso que se encamina directa- verdad emocional, su sabor de testi-• lente al compromiso y que m.anifies- monio de un alma dolida y "Afirma-t m los poemas. Desde el inicial "Poe- ré que tuve determinada abuela" A A del que se va" que. aparte de de- londe Faget por un momento llm-

la situación personal, marca -pia la pesadumbre general del libro ^ íia dado < sferible situación generado- para jugarse con sabrosa h-onla sobre idiomáti ' • , ante la pérdida de antepasados y otros lastres. "

1 ira venidera de Enrique volvemos a la poesía de

:oncíencia, mejor dicho a la poesía "pistola en mano", al poeta que maneja su Ubro con la seguridad de que no son sólo poemas su contenido. En entrevista de 26 de noviembre en MARCHA, reaUzada por Jorge Ruffi- _ neUi, EUssalde contestaba sobre los llover abrU' alcances de la poesía y su u-'-esunfo la desesperación, al par papel profétíco: "Me aburren los pro- predommante en Caja d foias sociales, sobre todo si son poe- color amariOo en "Cielo amarillo" ta». En mi caso, más quo una profecía "Sueña el olfato", "Memorial", etcé: es una certeza, una comprobación ob- tera. La añoranza que hemos mencio-jeliva: estamos en marcha hacia el nado en Estrázulas se concentra en proceso liberador del-pais: anundar alguno de sus más logrados poemas «ras», es simplemente asumir un como "Evocan los lagartos" y "Alta puesto de lucha en tal proceso." fideUdad", donde un decir conversa-En otro pasaje de dicüa entrevista cional, una sustu-rada confesión nos

"la poesía puede lo suyo, por ejemplo:

alentar a los que

Uega,

nedida este Ubro logra los propósitos de su a.utor: in-

ámioamente las dos temá-erior producción: lo

t«dos (o casi todos) los valores, ante In nac

i v pll ZA» y A viejos desflecados en las ca-NEI / no quiero volver me voy / como m simple egoísta me voy / como rala me Toy / A paise» lejano» de otros DIA -.1. . .1". Este poema pertenece a la priKiera parte del Ubro, denominada *Antes del viaje". En la segunda, "El Tiaje", el hombre ae refugia —¿será ésta la palabra justa?— en el amor y él sexo. La grata compañía, el paisaje tranquilo, morosamente transcurre en •Deslumbramiento" I y n ..."y ad­quiero ent - -

actual DE EUssalde. Nos referimos

^ O N Toda la noche de •Wiscon.in ^ de Guillermo Chaparro, él cam­

bio es violento, podemos decir que es el otro extremo del dial de la poesía. Chaparro, en una entre-ris-ta de MARCHA, habló de -una "nece­sidad vital", explicando las razones de por qué se escribe. En esa misma entrevista se le preguntaba la causa áe la numerosa presencia de la muer­te en su libro, y él poeta contestó:

i»mo que dirige toda» la» del hombre, es .1 qu. lo

^DT^-

l ^ t . r 1 S n ' = S > a s ' ^ T l € Í que sean asimiladas por el que las recibe, es decir que no sean .jn sim­ple reflejo o eco, sino c _ _ mtegrada. La poesía de Schinca

i esta espléncüda posesión: "De pron-' e» el »Uencio el minuto de la i M -

Cha-forno a

uerte sí, como ya se señaló, pero acaso con mayor insistencia domina la aliena­ción, el sin sentido de la existencia y principalmente el miedo. Toda la noche de Wisconsin es la poesía del

•namorada t.. .1". Pero el fronterizo, el ser entre dos aguas, •Ivlda su dilema, y en pleno amor plantea o replantea su valor, su real •alor, o sea el terrible trance de "yo j - d mundo- en tí poema "Tanto vale vale tanto": "Tanto val. val. tanto / donadas

. la gnite visión.

UA TUYA miedo, tina hombre dos los poemas,

predominante en todo el Ubro. T el miedo Se

que las imágenes Ubros demasiado

ietengan o desvíen el fluir del poema. Pero lo mejor del ubro s< encuentra en la parte final titulad» " Y todavía puedas" con un acápite de un fragmento de poema de Circí Maia. En esta parte de su Ubro, sin impostar la voz, sin declamar su ra­bia y su esperanza, Estrázulas parti­cipa de los feroces dias que vivimo»; como él lo dice, asmrie su responsa-bihdad y ya es tiempo de "salir dd agujero". Todo el conjunto de poemas se sostiene con una fuerza y ima in­tegridad poco comunes, podíamos des­tacar, forzando . predilecciones, " A la conciencia": " . . . Y o sé que ciertas manos trabajan mientra» duermo y purgándome la^culpa y sin rendirme cuentas / manos que están alerta VE-ladoías en

_ ' — - su íiaternldad-hecha poesia hacia ttr de Poemas sex ofrece maneras el humilde en "El analfábSo"- "Luz muy propias y detectables: su despar- a . farol / ^ e ^ a ^ o c o v i c í " SS'o„^?FÍ?SR' stn asco donde soñé y no pudo, donde ^ o y

g | ^ j ¿ r d S . ^ ¿ k % ^ . ISSR^- I^^RBRTVR^- -^ I I : I ? t^ ' ; ^D.^ - . -o^^ -¿RSI -P- . -

V^^a^^^^^t^o^^^^STt- de -olver jadeante de cerrazón y sus pñ-añas" y de mejor manera en ronco, con mst... > »,r,™»v, / "Si pierdes un brazo toma dos panes". En otras situaciones del libro, encon­tramos como dos voces que se yirx-taponeu y en algunos casos se mo­lestan, como si convivieran en el l i -

^ S e r í o ^ r T l a " » íct^S, 5 " ^ - l . ^ ' - ^ - ^ ^ " ^ « 1=

L 11 ^ « ^ a 4Je S i f fSÍ a ^ «í^""?" ^ « • infante dave^

roto DE balas

nwdo en d fondo d. Ia celda / eo. su costilla bajo las culata»

" ^ ha de

S?udos ^ r o ' - S S it ™ S . R D ^ R A ^ ^ c u ^ 1 . f l 2 t ^ : ^ - ^ ^ «^XE ^ ^Ss S S S S * a S ití tt "C™'^»: mtirna del lih™ E l l s ^ e ^ f í ^ . ^ , d '

rogas, d alcohol, directamente men " ^ ^ " ^ ^ " ...r^c^.r^ -t^==,„<, -i ^ « " - S » " » ^ «1 presentes -EN la extrañi

el escorzo Inesperado que

inflará cu pulmóa

problema generacional, la famEla. d p»J». Hempo de Enrique Estrá-- - _ . _ „ „ padre, la madre, la compañera, en ^ulas es el natural crecimiento de uno

DESPLEGADA / EN bandera» / EN GRITO» Chaparro dT a sus creadÓn« P o ^ intento generoso de poner al dia ^e los primeros poetas de sn genem-T alduya.". Y también reaparcc¿i las de ásesionis t^nhiSiTS e ^ d ^ t l d ^ cuentas de un uruguayo. Cono- f m u e s t r a de la poesía del 71, ttrgenda» de su tiempo como en -Te complejo ed fo l^m¿l l»¿S ,mSe «te ^ Enrique EUssalde no duda- tadudablemente señala lo comproba-

tarde- h e ^ s a y tensa re- 1 « ^ a T ^ L v S e e s t ^ 5 ^ r f o í 22 ! . i n t e n c i ó n de su Hbro: « e d « d e la "generación de la crisis": estudlantn y Tendrán a Uhora^^dellé " « ^ « n e r , estimular, alentar a loa qne ^ Jóvenes ^ t a s tnrugnayos salen

PARA M.c«id«r/ TA cólera VOEUFA-' ™ * todos" SE creadón exclusivamente sob-- . _ - ^ a .'-eTioÍ^ MURIRS«: ^ metapoesfa " ^ o l a ^ ^ - ^ . tadlviduallsta hacia d n » , elenel» j otra, soledades- y es en ZADE d ÁRIDO VIENTRE d. »U m.dr- R ^ mano". d é l a caHe; con sus muy

VE: 4E:2UE:í_A

t o u r i s t g u i d e

memoracfón dd su combate nerm: I»rte d d libro S« titula "Mala con-

T^^Z^A^T^' *^ ««to^.áHsis de en el derruido hotd de la pUya 7 en- / ^ A J A DEL TIEMPO, tercer libro ^ S T ! ^ d'Síít'^™" ^ ^ t . ^

MARCífA. 30 .

EN la otra costa del lago, en Maracaibo, el ar­zobispo clama: "¡Una malffición se abalan­za sobre la ciudad!", denuncia: "¡Los hijos

reniegan de los padres!" Dos generales acom­pañan al arzobispo hasta el aeropuerto, y en la sala de espera una mujer le tironea la túnica: le pide la bendición, padre, que las iguanas se vayan dd techo de mi casa y los dolores se va­yan de mi cuerpo. Los fotógrafos de los diarios rodean al arzobispo, el arzobispo transpira, el bonete se le tambalea sobre la cabeza.

Desde esta costa, vacia, alzo la mirada y veo d avión; el arzobispo atraviesa las nubes y se pierde en d cido. A mis espaldas, en el lago, junto a las infinitas torres de hierro, ar­den las llamas de los mechunios y los balan­cines continúan su cabeceo de siempre; los ca­bles cuelgan de los picos de los balancines co­mo babas de petróleo. Aquí el .sol arde con ru­na y arranca a la tierra una niebla de aceite y humo, cada vez más espesa y más difícil de atravesar. Eu este desierto negro, brilloso de petróleo, no crece d pasto, ni crece nada, nada queda: las sudas de las botas se me pegotean al sudo, pero las huellas de los pasos se borran, comidas por d petróleo, antes de imprimirse. Hay algunos cartdes rotos, restos de letras que han dicho: "Cuidado. No pase. Perros bravos', han dicho: "Se proibe votar basura", han di­cho: P i e r i a Negra reclama El Prometido".

no cantan: se quejan. Unos sin moverse, en los charcos

pantanosos. Los cuervos son lo único \uvo que les queda a las palmeras.

YA estoy cumpliendo noventa y siete. Ya es­toy ahí cerquita, pero voy a ver, ¿no?, si hablo con d Señor para que me de mas

Cómo no me voy a acordar de cuando Uega­ron las compañías. Ahí fue que empezó a co­rrer la plata. Los vivientes de aquí todavia tra­bajaban la tierra, en agueUos años, me se ol­vidan las fechas, pero esto era muy bomto los hombres pescaban en d lago y dd lago bebían d agua. En aqueUa época habla capitanes y doctores. Allá eñ la ciénaga comíamos huevos de caimán-; matábamos el caimán, l o salábamos

bre, peor. Pero todos teníamos vida propia y habla mucha unión. Atora d agua esrtá enve-

vtvlmos acorralados entre la zanja y

crié y aquí estoy, siempre vendiendo mam en el establecimiento "La mano de Dios", como lo ves, que antes era una tiendedta para comer y que la gente bailara sus bailecitos. Aquí me quedo. Mi hija se fue, eUa sí, y es muy sobrada mi hija, me escribió un verso que dice: "Es

• - eUgencla, y mis improvisaciones, 1 las regiones, azules dd firma-

„ _ está en Caracas. ¿Por qué no? Es que cada tmo vive la capacidad de cada

preguntes más, porque '

que

de sólo

N I siquiera hay cerdos escarbando el sudo hinchado de basura. Me acosan las mos­cas, borrachas de calor, zumbando fuerte;

las moscas me golpean la cara, se me pegotean a la piel aceitosa de sudor. Gotas gordas de sudor me cudgan de las pestañas Me dejo guiar por el olfato. Estas ruinas exhalan un anento de moribundo; los olores, cada vez mas agrios.

Kieroe* 4 «k Ubect» de 1972

EL dique. La aquL Los muchadio» saliendo. .

Irme, yo no me voy. Yo nací aouu aqui m*

uiui.L.u, uv., JS agrí, „ A-an anundando, mareadores, d lugar don d primer chorro de petróleo broto hace sesen.a años: d agujero. Parece que hubieran transcu­rrido siglos desde que se escucho por aquí el rumor de los últimos pasos de un hombre y ahora sólo persisten los sonidos de la demoli­ción, el desmoronamiento de todas las cosas, d rodar de piedras de la caída, pero lenta, lenu-sima. el moribundo está roncando y se oye tm siseo de dientes de ratas que serruchan las ma­deras y los muros, lepia que avanza, lepra dd tiempo: d zumbido de las moscas y el borboteo del sol que fríe la basura y hace hervir los.char-, eos de petróleo, d estaUido de las burbujas de petróleo hinchándose y reventando en estas mar­mitas y alrededor de los charcos de sopa negra d crujido de la tierra que se raja, en grietas abiertas nor d calor, como arrugas, a lo largo y a ^ a^ho y hasia d hueso de la cara de

EL chorro habia brotado hasta las nubes y d viento hizo Oover petróleo sobre tooa la co­marca. Caía el petróleo sobre las techum-

SÍFDOF^^/fe FIÍDT^S y^!o^^L^:^rJ -gabán en petróleo, atónitos, de las órbitas, porque nunca s """í^iSotente^dd oriente, d d sur y dd é l i ­tro. Los CAMPESINO, arrojaban » I^ Í J^ I J^

S Í D montTa^evestar los bosques a,«oipes S ^ a ^ a y MACHETE, y 1. culebra giay»can y - I

aho­gos fuera

que aque-

paludísmo los devastaban a ellos; Tos de la i-j: Margarita se rompían los pulmones atando i-, ñerías en el fondo del lago.

Hombres de todos los colores y de todos !< Idiomas asomaban desde el mar en buques RI gros, de proas de hierro. Aparecieron las üí: quinas, de ruedas dentadas y cuchiUas lusti-í sas, mejores que los hombre-s para resistir i. mordeduras de serpiente y las fiebres. Las torr. eran de madera y después eran de hierro brotaban una al lado de la otra. También tr: jeron automóviles, gramófonos, mesas de par verde y mujeres capaces de hacer el amor di rante todo el día y toda la noche: ellas se 11 maban Llavefija, Rompeguayas, Sieteválvuls Tubería. Después de la guerra los bares aba; donaron Tasajeias y se trasladaron a -Alta Gi-cia, luego llamada Corea, más allá de Lagur lias. Ahí se trasladaron los bares, enormes, ahi están; parecen prisiones o fortalezas. Cu=¡! do cayó Pérez Jiménez, surgieron las juntas pr mejoras y las juntas pro-desanollo y los smi! catos estaban en auge. Una había sabido ser dama de alt la Monosabia, organizó una ¡ cerradas. Las muchachas rei' rec-ho de cobrarles a los americanos 'una suma tija, mensual, aunque los dueños de los bares no querían. Ellas triunfaron.

SE desprendió y se quebró y se precipitó al vacío. Éstos son los pedazos de una única cosa, hoy rota, pero que íue. (Había haoido

entusiasmó y pelea, vida viva.) Los restos: co­mo un arrepentimiento:

dientes de grúas forrados de herrumbre, ca­dáveres de automóviles, envases de leche_ tn poU'O Milk, acdte Diana, mata-cucarachas Efe-tan, jugo de naranja EUa. montañas de envases, los harapos de un vestido de fiesta colgando de un clavo, cabinas de camlone' una espuma

) vuelo en Qii luelga de piei indicaban el

perdía . sobre los trabajo que han

los dedos, neumáticos raídos, el cable y la cap­sula de un aparato de venoelisis, zapatos aho­gados en el barro, huesos de gallinas y ce ye­rros, jeringas, un cádillac reducido a moho, cas­caras de coco, jirones de impermeables, un au-tob-ús sin ruedas ni guardabarros hundido con­tra un arbusto y que ahora forma parte del ar­busto con los tirantes del techo al aire co.-no vértebras o ramas secas, elásticos de siUones, botellas con sus picos en astillas, chafaría de cabrias y de balancines, monstruos en cartón piedra que antes fueron cajones de Veuve Cuc-quot o de Y e Monks y ahora tienen mandib..iia3 y brazos y están encogidos y al acecho, hilos >ie-gros de cascaras de bananas, vegetación podrida, pieles de vacas sin vacas, acometidas por ejér­citos de -moscas, -taladros abandonados, con ,us bases de cemento como ruinas indígenas des­pués de -un incendio, las hordas de gusanos a.so-mando por debajo de cada cosa, un letrero de Cafenol, el camello de Camel, la moldura de escayola de un fi-ontispicio con ti-es dedos -Je una mano y la boca de una cara, pilares de manipostería, un muro de-sheeho dd que cu-el-ga ima lengua de papd floreado; un busto oe maniquí erguido sobre los escombros, alzándose, diosa de yeso, sin brazos ni piernas, mueca de despecho y sus pocos cabellos pegoteados al cráneo: día sonríe.

Es una trampa, pienso. Ya no me mu toy rodeado de basura por el norte y . la basura me asdfa desde oeste. Es la basura la que avanza, no yo, o -un zas son los hedores a fermentos y tripas e: descomposición que me acometen y me van . n cerrando para asfixiarme y yo pienso que e una celada, el primer pozo de petiolco no :: existido jamás, nunca hubo, nunca podre sah: no sé por dónde he venido y no hay esta-ella para guiarme. Me dejo caer bajo d sol en llama y, con la cabeza apretada entre las rodíDas, rué go que caigan la noche o la lluvia.

todavía

ste V desde el

E^uela de pitarra í Ramón Ayestarán

G U I T A R R A C L Á S X A

olfeo en tonodo . r i tmo, historia. G r u p o exper imental de música d e cámara con guitarros.

Inscripciones | cvsos todo el año, los «artes le 15 a 21 hs.

} íiieves de 9 a 12 I dt 15 a 21 KKOMayiStt 400 - TttEf ONi 31.19.96