CARTA DE MIJAIL BAKUNIN A RUBICONE NABRUZZI
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CARTA DE MIJAIL BAKUNIN A RUBICONE NABRUZZI
ALUMNO:
ALICIA ROJAS MATEOS
Trabajo tutorizado por D. /Dña.:
ENCARNACIÓN BARRANQUERO TEIXEIRA
UNIVERSIDAD DE MÁLAGA
Grabado donde se representa la Conferencia de la AIT de 1864
2
Índice:
I. CLASIFICACIÓN ................................................................................................................ 3
1. NATURALEZA DEL TEXTO .................................................................................................. 3
2. CIRCUNSTANCIAS ESPACIO-TEMPORALES ...................................................................... 3
3. AUTOR ............................................................................................................................... 3
4. DESTINATARIO .................................................................................................................. 4
II. ANÁLISIS ............................................................................................................................. 5
III. CONCLUSIONES ........................................................................................................... 7
Apéndice: ................................................................................................................................. 9
Bibliografía: ............................................................................................................................ 13
3
I. CLASIFICACIÓN
1. NATURALEZA DEL TEXTO
En primer lugar hay que decir ante qué tipo de texto nos encontramos, y
este es un texto de naturaleza Histórico-Literaria o de naturaleza subjetiva ya
que este se fundamenta en una carta enviada por el filósofo Mijaíl Bakunin a su
amigo Rubicone Nabruzzi. En esta carta Bakunin pone de manifiesto su
descontento ante la forma de actuar y de pensar de Karl Marx después de la
Primera Internacional del año 1864 o Asociación Internacional de Trabajadores
(AIT), la cual se organizó doctrinal y estratégicamente bajo orientación del
pensador de Tréveris1.
2. CIRCUNSTANCIAS ESPACIO-TEMPORALES
Esta carta fue escrita el 23 de Julio del año 1872. Esta fecha hay que
tenerla muy presente ya que fue tras la Primera Internacional del año 1864,
después que Bakunin acudiese al IV Congreso, celebrado en Basilea en 1869,
adherido a la AIT y tras la expulsión de los bakunistas y Bakunin del V
Congreso de 1872. Lo que explica el tono con el que se expresa Bakunin con
respecto a Marx. En ella podemos ver la manifiesta enemistad entre el
pensador ruso y el pensador alemán, ya que sus pensamientos y formas de
actuar eran muy distintos.
3. AUTOR
Mijaíl Bakunin (Torjok, cerca de Moscú, 1814/Berna, 1876) forma parte
de pensadores del siglo XIX (Stirner, Proudhon, Kropotkin, etc.), posiblemente
el de mayor impacto social, que con sus escritos contribuyeron decisivamente a
la configuración y difusión de la doctrina anarquista.
Noble de origen, fue oficia de artillería, pero la experiencia del
aplastamiento de la insurrección polaca (1832) le llevó a renunciar a la carrera
militar (1834), trasladándose a Moscú, en donde vivió seis años. Allí se entregó
al estudio de la filosofía, comenzando por los enciclopedistas franceses y
continuando con los idealistas alemanes (Hegel).
1 FERNÁNDEZ PÉREZ, Adolfo (1991), Documentos comentados de Historia Contemporánea:
(gráficas, mapas y textos), Akal, Los Berrocales de Jarama, p. 71.
4
En 1840, a los 26 años de edad, se trasladó a San Petersburgo y de allí
a Berlín (1941) con el fin de profundizar en el estudio de la filosofía alemana.
Luego se instaló en París (1842-1847). Fueron estos años fundamentales para
el desenvolvimiento espiritual de Bakunin. Conoció entonces a Herzen, Marx y
Proudhon, y también esboza los principios fundamentales de lo que habría de
constituir su programa revolucionario.
Hombre de todas las revoluciones, como ha sido definido, participó
directamente o no, en las de París y Praga de 1848, en la de Polonia de 1863,
en las de Lyon y Marsella de 1870… Sus ideas y afán combativo le condujeron
a la cárcel en Praga en el año 1849, siendo condenado a muerte y extraditado
primero a Austria y después a Rusia, en donde reparte los años transcurridos
desde 1851 a 1861 entre la cárcel de Pedro y Pablo en San Petersburgo y el
destierro en Siberia.
El último año citado se fugó a Japón, atraviesa Norteamérica y llega a
Londres y después a Suiza, desde donde se desplaza por la mayor parte de
Europa.
Según ya se ha dicho, en julio de 1868 ingresó en la AIT, pero ese
mismo año funda la Alianza de la Democracia Socialista en Ginebra y rompe
definitivamente con el marxismo después de su expulsión de la Internacional en
el Congreso de La Haya (1872).
Entre su copiosa producción literaria destacan Catecismo de un
revolucionario (1869) (en colaboración con Neschaer), Dios y Estado, Los
principios de la revolución y el Estado y la Anarquía (1873). Bakunin fue desde
su juventud u cuidadoso cultivador del sistema epistolar para la expansión y
profundización de su esfera de acción. Lamentablemente, sólo una parte de
sus cartas ha llegado hasta nosotros2.
4. DESTINATARIO
Esta carta está dirigida como ya he dicho antes a Rubicone Nabruzzi,
amigo de Bakunin. En ella le cuenta su parecer ideológico con Marx en el
sentido de que ambos quieren el triunfo de la igualdad económica y social; pero
sobre todo le cuenta sus diferencias con el pensador alemán en lo que
2 Ibídem, p. 73.
5
respecta a la dictadura del proletariado y sus manera de actuar en lo que
respecta a las propias formas de gobierno del Estado.
II. ANÁLISIS
El primer lugar hay que decir que todos los antecedentes de esta carta
se encuentran en Inglaterra con la Primera Revolución Industrial de la historia,
donde el sindicalismo obrero fue una de sus consecuencias inevitables3.
Esta carta la podríamos dividir en tres partes:
Una primera donde nos habla de Marx y sus
planteamientos políticos.
Una segunda parte donde nos habla de Bakunin y de sus
planteamientos políticos.
Y una tercera parte donde nos habla de las diferencias
ideológicas entre Bakunin y Marx.
En el primer párrafo de la carta Bakunin habla de Marx como un
personaje comunista autoritario y centralista, durante el siglo XIX aparecieron
varias tendencias dentro del socialismo estas son por una parte el socialismo
utópico, con este los socialistas utópicos intentan partir de la reflexión sobre la
realidad económica y del análisis de la sociedad, a la que consideran injusta y
desigual (…) ante esta situación exponen su pensamiento que tiende, por un
lado, a hacer la crítica y la denuncia del sistema capitalista y de sus defectos y
abusos, y, por otro, proponen una nueva organización económico-social más
justa y equitativa en beneficio de toda la sociedad; y por otra parte tenemos el
socialismo científico, el cual elabora la concepción materialista de la historia:
“Toda la historia anterior había sido la historia de las luchas de clases, y estas
clases sociales, pugnantes entre sí, eran en todas las épocas fruto de las
relaciones de producción y de cambio, es decir, de las relaciones económicas
de su épocas”; y en esta época moderna, “la lucha de clases entre el
proletariado y la burguesía paso a ocupar el primer plano de la historia de los
países europeos más avanzados. De este modelo, el socialismo aparece como
el producto necesario de la lucha entre dos clases formadas históricamente: el
3 PAREDES, Javier (coord.), (1999), Historia universal contemporánea. T.I., De las Revoluciones
Liberales a la Primera Guerra Mundial, Ariel, Barcelona, p. 205.
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proletariado y la burguesía4; y otros distintos movimientos obreros. Marx quería
el triunfo de la igualdad económica y social pero en el Estado y por la fuerza del
Estado, es decir, a través de una dictadura del proletariado. En su obra la
Ideología alemana, Marx criticó el nihilismo de Stirner, el cual rechazaba el
protagonismo revolucionario de las masas. Ya que su objetivo era el
derrocamiento del sistema capitalista a través de la conquista revolucionaria del
poder político para abolir mediante la dictadura del proletariado las clases, y
establecer de esta manera una sociedad socialista5. Algo con lo que Bakunin
no estaba de acuerdo como se verá a continuación. Para Marx por tanto, el
Estado era el propietario del de la tierra y de todos los capitales que aportaba
esta.
Sin embargo, como vemos en el segundo párrafo de la carta para
Bakunin, que estaba de acuerdo con Marx en el triunfo de la igualdad
económica y social por la abolición del Estado no estaba de acuerdo en que
existiera un poder que gobernase sobre otro, este quería la abolición del
Estado, es decir, Bakunin como bien dice el texto no quería el triunfo de
ninguna autoridad, este quería que el poder naciese desde abajo a arriba, a
través de la libre federación de asociaciones obreras emancipadas del Estado.
Para Bakunin, la revolución no dependía de ninguna contradicción, sino del
corazón. Y tampoco compartía la concepción marxista de instaurar, tras el
triunfo de la revolución, una dictadura del proletariado. Bakunin soñaba con la
proliferación de sociedades clandestinas, estrictamente jerarquizadas y unidas
por el principio de fe ciega en sus ideales emancipadores.
Para Bakunin, que detestaba el comunismo marxista porque “concentra
en el Estado todos los poderes de la sociedad (…) mientras que lo que yo
deseo es la abolición del Estado”, Marx era la “cabeza de la escuela alemana
de los comunistas adictos al autoritarismo”6.
En la última parte de la carta vemos como Bakunin expone de nuevo
otra diferencia entre él y el propio Marx, y es que Marx a través del socialismo
4 MARTÍNEZ CARRERAS, José Urbano (1996), Introducción a la Historia Contemporánea: 1770-
1918. Vol.1, La era de las revoluciones, Istmo, Madrid, pp. 325-331. 5 PAREDES, Historia universal contemporánea…, p. 218.
6 Ibídem, p. 222.
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exponía sus teorías, sin embargo, Bakunin proponía que cada cual siguiese y
propagase las suyas. Termina la carta diciendo que Marx es un personaje
vanidoso y celoso, mostrando de nuevo la enemistad existente entre el propio
Bakunin y Marx.
III. CONCLUSIONES
En esta carta enviada de Bakunin a su amigo Rubicone Nabruzzi vemos
como trata de explicarle de alguna manera su posición frente a la de su antiguo
amigo Marx -por el que aún guarda cierto cariño- ya que este establecía que el
nuevo poder debería estar en manos del proletariado y sin embargo Bakunin
establecía que este debía de estar en manos de cada uno y nacer este desde
las clases más bajas, es decir, que no hubiese un poder que gobernase por
encima de otro. Los inicios de todo esto como he dicho antes estuvieron en la
revolución industrial con el Trade-Unionismo inglés. La Revolución Industrial
había creado una clase de grandes fabricantes capitalistas, pero había creado
también otra, mucho más numerosa, de obreros fabriles. El rápido crecimiento
del maquinismo, el “factory system” y una severa legislación imponen al
proletariado inglés duras condiciones de existencia (…) Ante la evidencia de
estas realidades económicas y sociales, se produce el surgimiento y la
evolución de las ideas sociales7. El proletariado surge como consecuencia
social de la revolución industrial. Las condiciones de trabajo en la industria son
extremas: jornadas laborales de 12 horas o más, en fábricas y minas
insalubres, con trabajo de mujeres y niños, con una legislación insuficiente y sin
ningún tipo de seguridad laboral ni social, ni jornadas de descanso, con salarios
muy bajos y faltos de estabilidad, y sometidos a arbitrarios despidos y paros. Y
las condiciones de vida tampoco eran mucho mejores8. Esto dio lugar a la
Primera Internacional o la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) se
gestó en Francia y nació en Inglaterra en 1864. El llamamiento final de Marx y
Engels en el Manifiesto comunista, <<Proletarios de todos los países, uníos>>,
no era sólo una frase lapidaria, sino que reflejaba una aspiración del incipiente
7 MARTÍNEZ CARRERAS, Introducción a la Historia Contemporánea: 1770-1918…, p. 325.
8 Ibídem, pp. 336-337.
8
movimiento obrero occidental9. Entre la delegación alemana estaba Marx, el
cual se encargó de dirigir el comité y redactar un Manifiesto inaugural.
El Manifiesto de la AIT trataba de evidenciar el contraste entre la miseria
en que vivía la clase trabajadora desde el fracaso de las revoluciones de 1848
y la etapa de desarrollo económico Avanzado el tiempo ya en el I Congreso
celebrado en Ginebra en 1866 se abrió paso el principio de “los tres ochos”, es
decir, la distribución de la jornada en ocho horas de trabajo, ocho de
esparcimiento y ocho de descanso. Por otra parte la corriente bakunista puso
en evidencia, al sacar adelante la resolución de declarar la propiedad colectiva
de la tierra y la abolición de la herencia, el influjo del anarquismo en el
movimiento obrero, que dejó a los marxistas en minoría en el seno de este
congreso de Ginebra del año 1867 lo que representa el principio del fin de la
Internacional. Bakunin soñaba con la proliferación de sociedades clandestinas,
estrictamente jerarquizadas y unidas por el principio de fe ciega en sus ideales
emancipadores. A la dura represión que experimentaron sus miembros en
Francia, donde el gobierno republicano acabó con la Comuna de París, se vino
a añadir el enfrentamiento entre Marx y Bakunin, que ya no se podían ni ver.
Consumada la ruptura, Marx instó al consejo general a trasladar su sed a
Nueva York, donde, si ningún contacto con la realidad del movimiento obrero
occidental en 1876 se acordó “suspender por tiempo indefinido” la AIT10.
9 PAREDES, Historia universal contemporánea…, p. 218.
10 Ibídem, pp. 219-223.
9
Apéndice:
1) Pirámide con las tres clases sociales durante la Primera Revolución
Industrial
2) Niños trabajadores de una fábrica
10
3) Países en los que se produjeron las dos Internacionales
4) Pasquín dirigido a los obreros de Liverpool
13
Bibliografía:
FERNÁNDEZ, Adolfo (1991), Documentos comentados de Historia
Contemporánea: (gráficas, mapas y textos), Akal, Los Berrocales de Jarama.
MARTÍNEZ CARRERAS, José Urbano (1996), Introducción a la Historia
Contemporánea: 1770-1918. Vol.1, La era de las revoluciones, Istmo, Madrid.
PAREDES, Javier (1999), Historia universal contemporánea. T.I., De las
Revoluciones Liberales a la Primera Guerra Mundial, Ariel, Barcelona.