Capítulo 4 Algunos pensamientos de sistemas

25
Capítulo 4 Algunos pensamientos de sistemas El movimiento de sistemas incluye todos y cada uno de los esfuerzos por resolver las implicaciones que conlleva el uso del concepto de un todo irreductible, "un sistema", en cualquier área de esfuerzo. El valor y las limitaciones del concepto se pueden examinar en virtualmente todas las divisiones arbitrarias del conoci- miento humano, que nosotros conocemos en el presente como disciplinas separadas, de tal forma que vemos que hay científicos de los sistemas de pensa- miento, tecnólogos, ingenieros, economistas, administradores, científicos admi- nistradores, psicólogos, sociólogos, antropólogos, geógrafos, científicos políti- cos, historiadores, filósofos, artistas... y muchos más. Debido a que las ideas de sistemas proporcionan una forma de pensar acerca de cualquier tipo de proble- ma, el pensamiento de sistemas no es en sí una disciplina, a excepción de que habrá algunas personas cuyo asunto profesional se relacione con conceptos de sistemas parecidos. El número de este último grupo, los "teóricos de sistemas generales", probablemente siga siendo pequeño, dada la generalidad completa, y por ello la carencia de contenido específico en ideas de sistemas de este tipo. La actividad de ellos la ha descrito Boulding (1956) bastante bien, como: un nivel de construcción de modelo teórico que yace en algún punto entre las construcciones altamente generalizadas de las matemáticas puras y las teorías específicas de las disciplinas especializadas. V Esta actividad, si es que va a ser útil en cualquier sentido práctico, tendrá que interactuar constantemente con el trabajo de los pensadores de sistemas dentro de disciplinas particulares; y de manera similar los resultados del pensamiento de sistemas en, por ejemplo, la ciencia administrativa, necesita estar a la dispo- sición de los profesionales interesados en disciplinas como la sociología o la ciencia política. Existe por ello la necesidad de un lenguaje básico de ideas de sistemas que sea metadisciplinario; y también, quizá la necesidad de un informe aceptado a todos niveles del mundo en términos de sistemas. Sería ingenuo el imaginar que cualquier lenguaje de éstos o cualquier modelo de sistemas generales como éstos será adoptado conscientemente por los pensadores de sistemas en disciplinas muy diferentes. En vez de eso, después de

Transcript of Capítulo 4 Algunos pensamientos de sistemas

Capítulo 4

Algunos pensamientos de sistemas

El movimiento de sistemas incluye todos y cada uno de los esfuerzos por resolver las implicaciones que conlleva el uso del concepto de un todo irreductible, "un sistema", en cualquier área de esfuerzo. El valor y las limitaciones del concepto se pueden examinar en virtualmente todas las divisiones arbitrarias del conoci­miento humano, que nosotros conocemos en el presente como disciplinas separadas, de tal forma que vemos que hay científicos de los sistemas de pensa­miento, tecnólogos, ingenieros, economistas, administradores, científicos admi­nistradores, psicólogos, sociólogos, antropólogos, geógrafos, científicos políti­cos, historiadores, filósofos, artistas... y muchos más. Debido a que las ideas de sistemas proporcionan una forma de pensar acerca de cualquier tipo de proble­ma, el pensamiento de sistemas no es en sí una disciplina, a excepción de que habrá algunas personas cuyo asunto profesional se relacione con conceptos de sistemas parecidos. El número de este último grupo, los "teóricos de sistemas generales", probablemente siga siendo pequeño, dada la generalidad completa, y por ello la carencia de contenido específico en ideas de sistemas de este tipo. La actividad de ellos la ha descrito Boulding (1956) bastante bien, como:

un nivel de construcción de modelo teórico que yace en algún punto entre las construcciones altamente generalizadas de las matemáticas puras y las teorías específicas de las disciplinas especializadas.

V Esta actividad, si es que va a ser útil en cualquier sentido práctico, tendrá que

interactuar constantemente con el trabajo de los pensadores de sistemas dentro de disciplinas particulares; y de manera similar los resultados del pensamiento de sistemas en, por ejemplo, la ciencia administrativa, necesita estar a la dispo­sición de los profesionales interesados en disciplinas como la sociología o la ciencia política. Existe por ello la necesidad de un lenguaje básico de ideas de sistemas que sea metadisciplinario; y también, quizá la necesidad de un informe aceptado a todos niveles del mundo en términos de sistemas.

Sería ingenuo el imaginar que cualquier lenguaje de éstos o cualquier modelo de sistemas generales como éstos será adoptado conscientemente por los pensadores de sistemas en disciplinas muy diferentes. En vez de eso, después de

Ricardo
Texto escrito a máquina
Del libro: Pensamiento de sistemas, práctica de sistemas Autor: Peter Checkland Editorial: Limusa, Noriega Editores.
Ricardo
Texto escrito a máquina
Ricardo
Texto escrito a máquina
Ricardo
Texto escrito a máquina
Ricardo
Texto escrito a máquina
Ricardo
Texto escrito a máquina
Ricardo
Texto escrito a máquina

120 Pensamiento de sistemas..

un período de tiempo, probablemente emerja poco a poco un consenso sobre las ideas que se consideren útiles y sobre el lenguaje en el cual estén expresadas. Este es un proceso que probablemente no se puede acelerar artificialmente, y yo no debo intentar eso aquí. Lo que sigue en este capítulo es un informe de algunos pensamientos de sistemas muy básicos; en especial incluye los pensamientos de sistemas particulares que yacen detrás de la práctica de sistemas que se descri­birá en la parte 2.

Algunos pensamientos de sistemas básicos

Primero debemos asumir, junto con los realistas, la proposición que los subjetivistas negarían, es decir, que hay fuera de nosotros una realidad que realmente sí existe. Billie Holiday canta: "hasta donde sabemos, esto quizá sea un sueño..." y es difícil comprobar que esté equivocada. Pero cuando yo observo que una hormiga camina sobre el piso, y trepa a una piedra que encuentra en su camino, y cuando el atestiguamiento independiente (con el cual yo no estoy en confabulación) o, en este caso, las cámaras de cine automáticas confirman que la hormiga trepa a la piedra, estoy preparado para aceptar que algo que percibimos como una hormiga y una piedra sí existen.T

Ahora imaginemos a un observador, un supuesto describidor de ese mundo que existe fuera de nosotros. Supongamos que el observador es "un pensador de sistemas". ¿Qué implica eso acerca de su respuesta en relación al problema de proporcionar una descripción del mundo externo?

Él quizá aprecie bien la potencia del dictamen de Descartes; es decir, que todo problema se debe descomponer en todas las partes simples separables como sea posible, y quizá también esté de acuerdo sin chistar con Medawar y Medawar (1977) en que "el análisis reductivo es la técnica explicatoria más exitosa que alguna vez se haya usado en la ciencia". Pero al ser un pensador de sistemas, él también estará consciente de los problemas que el método reduccionista de la ciencia no puede enfrentar, especialmente los problemas del mundo real, en contraposición a los definidos en el laboratorio; y él tomará muy en cuenta los argumentos bosquejados en el capítulo anterior: la naturaleza estará organizada jerárquicamente con propiedades emergentes en distintos niveles de comple­jidad. Por encima de todo, él estará listo para verificar el uso del pensamiento en términos de entidades organizadas coherentemente que no se pueden reducir adecuadamente en un agregado de sus componentes nada más. Él buscará un informe de la estructura de la realidad y de los procesos que se observan en marcha dentro de ella, en términos de entidades enteras ("sistemas") que él definirá.

La estructura de esta imagen básica de una realidad externa y la existencia de un observador-descriptor de ella que formulará su descripción en términos fPopper (1972) proporciona argumentos convincentes para aceptar el realismo más que el subjetivismo.

Algunos pensamientos de sistemas 121

particulares son importantes. Esto enfatiza el estatus de las ideas de sistemas como un lenguaje por medio del cual se puede describir a la realidad. Estos son los albores en el movimiento de sistemas, y en el estadio alcanzado en el movimiento todavía sigue verificando la proposición acerca de que los conceptos de sistemas pueden ser la base de una epistemología fructífera. Eventualmente, quizá alcancemos el estadio en el cual haya ejemplos de "conocimiento público" bien verificado que sea conocimiento de sistemas; conocimiento que bien podría haber sido obtenido sólo mediante el pensamiento de sistemas. Cuando esto suceda, habremos de tener conocimiento de sistemas objetivo en lo que Popper (1972) denomina "Mundo 3" (World 3); el mundo que contiene los productos de la mente humana (en contraposición al "Mundo 1", el mundo físico y "Mundo 2", el mundo de la experiencia o pensamiento en el sentido subjetivo). Cuando se alcance este estadio deberemos tener una epistemología de sistemas reconocida sin una materia de conocimiento, y el obtenerla deberá ser un objetivo primordial del movimiento de sistemas. Es una crítica legítima al movimiento de sistemas de hecho, el decir que demasiado del trabajo dentro de él hasta ahora ha sido un desarrollo indulgente del lenguaje de sistemas holísticos o una elaboración de aseveraciones no verificables. Pero el último objetivo es claro: el alcanzar conocimiento público del tipo que la ciencia acumula, mediante un método científico modificado en el cual una forma de holismo remplace el reduccionismo. Hasta que dicho conocimiento se acumule, nuestro modelo básico tendrá que incluir ambas, una realidad externa y un observador-descriptor que, por sus propios propósitos, utilice el pensamiento de sistemas como un medio para alcanzar su descripción. He ahí el por qué de la frase en cursivas al final del párrafo previo, En el presente estamos bastante lejos de lograr un informe de sistemas aceptado de la realidad, ya que para aplaudir informes de sistemas del mundo debemos conocer el propósito del observador al hacer la descripción.

Nuestro observador quizá tenga varios motivos para elaborar su descripción de sistemas, y esto último reflejará la naturaleza de su motivación. Quizá esté motivado por la curiosidad, con el objetivo único de observar y describir para así averiguar si son posibles descripciones claras e inteligibles en términos de sistemas. O él, quizá, quiera hacer uso de una descripción de sistemas en algún tipo de solución de problemas, o quizá quiera introducir cambios en una parte de la realidad, su motivo quizá sea entonces de diseño. Estas motivaciones reflejan tres roles diferentes del observador. Quizá sea un "historiador natural", que describa y clasifique, "un administrador" o un "ingeniero".

No podemos decir mucho acerca del observador y su descripción de sistemas que será verdadera no obstante el rol y propósito de éste. Todo lo que podamos decir en este nivel general es que él identificará (o definirá) algunas entidades que son todas coherentes. Percibirá (o inventará) algunos principios de coherencia que hagan que el dibujar un límite alrededor de una entidad tenga sentido, distinguiéndola de su medio; e identificará (o encarará) algún mecanismo de control por medio del cual la entidad-sistema retenga su identidad al menos a corto plazo. La existencia del límite del sistema define como "entradas" o "salidas" cualquier cosa que la cruce y estos flujos podrían ser físicos, por ejemplo

Pensamiento de sistemas..

materiales, gente, máquinas, dinero, o cosas abstractas, por ejemplo informa­ción, energía, influencias. De igual manera, los componentes del sistema en sí quizá sean entidades físicas o abstracciones; en cualquier caso los componentes mostrarán algún grado de organización más allá del que muestra un agregado de componentes al azar. Y finalmente, cualquier todo concebido como "un sistema" es, en general, al menos potencialmente una parte de la jerarquía de tales cosas —quizá contenga "subsistemas" y él mismo sea una parte de "sistemas más grandes". También podemos decir, en general, que el observador-descriptor será capaz de describir el comportamiento del sistema en dos formas. Quizá se concentre exclusivamente en las entradas y salidas, en cuyo caso el sistema es tratado como si fuese una de las llamadas "cajas negras", encarnando un proceso de transformación que convierte a una en la otra. O él quizá describa el estado interno del sistema en términos de variables adecuadas, y la trayectoria de éste desde un estado a otro bajo la influencia de condiciones externas (Ashby, 1956; Klir, 1969, contiene un útil y corto "resumen de intentos por formular la teoría general de sistemas", que describe enfoques al comportamiento de sistemas derivados de ambas, la teoría de la cibernética y la teoría de la circuitería eléctrica generalizada).

Esto es casi todo lo que podemos decir acerca de cada ejemplo del pensa­miento de sistemas. En resumen, habrá un observador que dé un informe del mundo, o parte de éste, en términos de sistemas; que indique su propósito al hacerlo; su definición de sistema o sistemas; el principio que los hace entidades coherentes; los medios y mecanismos por los cuales tienden a mantener su integridad; sus límites, entradas, salidas y componentes; su estructura. Final­mente, sus comportamientos quizá se describan en términos de entradas y salidas o vía descripciones de estado.

Todo esto es lo suficientemente general como para cubrir ejemplos que vayan desde, por decir, sistemas físicos, como relojes de alarma o máquinas para combatir incendios, pasando por sistemas que involucren agentes humanos, por ejemplo un encuentro de fútbol (donde, por ejemplo, el principio de coherencia quizá sea la presteza de los jugadores para soportar las reglas regidoras del juego que algunas veces un arbitro falible administra) y llegando hasta ejemplos completamente abstractos como el informe de Mary Hesse (1976) acerca de la ciencia como proceso de aprendizaje. En casos como éste último (la literatura de la ciencia social rebosa de estos) en el cual la descripción delsistema "está planeada para indicar solamente qué relaciones deben subsistir entre el aprendi­zaje científico y el mundo externo si se va a mantener el carácter empírico y la objetividad de la ciencia", los componentes son abstracciones conectadas lógica­mente y el principio de coherencia no es más que la lealtad del observador-des­criptor hacia el modelo de él o ella. Otros la considerarán útil si aplauden el propósito del observador y encuentran que la formulación de la descripción es defendible, o si se puede resolver algún problema mediante el uso de ella.

Dada una hipótesis de sistemas en que se indique que será provechoso el tomar el universo aparentemente caótico no como un grupo de fenómenos (cuyas leyes se puedan establecer mediante el enfoque experimental reduccionista) sino

Algunos pensamientos de sistemas 123

más bien como un complejo de todos los interactivos denominados "sistemas", no es sorprendente que se hayan hecho un número de intentos generales por describir y clasificar los tipos posibles de sistema: sistemas vivientes y no vivientes, sistemas abstractos y concretos, sistemas cerrados y abiertos, etc. No hay hasta ahora una clasificación generalmente aceptada, y muchas sugerencias reflejan una perspectiva, interés o propósito particular; por ello las listas de tipos de sistema básico con frecuencia mezclan categorías lógicas, algo que quizá no sea de importancia en un área particular de aplicación, pero que invalidará cualquier descripción de sistemas generales del mundo. Jones (1967), por ejem­plo, da una clasificación de sistemas que se dice es útil desde el punto de vista de un ergonomista:

Sistemas hombre-máquina colaborativos, automáticos, mecanizados, ma­nuales, subsistemas mecánicos, sistemas administrativos, voluntarios, de medio, biológicos, físicos y de símbolos. Burton (1968) por otra parte, al escribir sobre un enfoque de sistemas a la

materia de las relaciones internacionales, ofrece un marco de trabajo muy diferente:

Sistemas básico, operativo, de comportamiento, a propósito y de control, junto con sistemas unidos y sistemas administrativos. Estas dos clasificaciones quizá sean útiles dentro desús áreas particulares de

aplicación, pero también ambas conceptualmente son muy confusas como para ofrecer un informe básico del mundo en términos de sistemas. Más útiles a partir de este último punto de vista, son los informes generales de los tipos de sistemas que Boulding (1956) y Jordán (1968) proporcionan. Estos fueron también los puntos de inicio para el desarrollo del pensamiento de sistemas fundamentales (Checkland, 1971) que yace bajo la investigación de sistemas que se describirá en capítulos posteriores.

Una jerarquía de la complejidad de sistemas

El informe de Boulding (1956), 'Teoría general de sistemas: El esqueleto de la ciencia" es muy bien conocido y a menudo es el punto de inicio para la discusión de las ideas sobre sistemas. Es quizá sorprendente que no haya conducido a un trabajo posterior a partir de la base que proporciona —el que no lo haya hecho es una medida de la inmadurez del pensamiento de sistemas¿visto como una área de empeño—. Y es revelador que el problema que plantea no se haya todavía resuelto, como ya veremos.

En el informe Boulding introduce la idea de la Teoría general de sistemas (GST) y argumenta que el interés de ésta no es con una simple "teoría general de prácticamente todo" autónoma; ya que sacrificamos el contenido por la genera-

Pensamiento de sistemas..

lidad, y "todo lo que podemos decir acerca de prácticamente todo es casi nada". Sin embargo, debe haber un nivel en el cual una teoría general de sistemas pueda alcanzar un compromiso entre "el específico que no tiene significado y lo general que no tiene contenido". Dicha teoría podría señalar similitudes entre las cons­trucciones teóricas de disciplinas diferentes, revelar vacíos en el conocimiento empírico, y proporcionar un lenguaje por medio del cual los expertos en diferen­tes disciplinas se pudieran comunicar entre sí. Como evidencia de la necesidad por tales teorías generales metadisciplinarias, Boulding cita la emergencia de un número creciente de disciplinas híbridas de parentaje mezclado como la cibernética, la teoría de la información, la teoría de la organización, y la ciencia de la administración, híbridos que tienen conexiones con muchos campos diferen­tes de estudio. Él sugiere que el enfoque adoptado para el desarrollo de la GST podría ser ya sea para establecer teorías de fenómenos muy generales, por ejemplo el nacimiento-crecimiento-muerte o la interacción de una entidad indivi­dual con un medio, o para

ordenar los campos empíricos en una jerarquía de complejidad de organiza­ción de sus unidades 'individuales' básicas de comportamiento, y para tratar de desarrollar un nivel de abstracción adecuado para cada uno. Él adopta esta última propuesta y presenta una jerarquía preliminar de las

"unidades" individuales localizadas en estudios empíricos del mundo real, la colocación de un ítem en la jerarquía viéndose determinada por su grado de complejidad al juzgársele intuitivamente. La jerarquía se resume en la tabla 2. Boulding señala la ausencia de modelos de sistema adecuados por encima del nivel 4, y sugiere que el uso de la jerarquía está en señalar los vacíos en el conocimiento y en el servir como advertencia de que nunca debemos aceptar como final 'un nivel de análisis teórico que esté debajo del nivel del mundo empírico que estamos investigando'. Finalmente la GST es "el esqueleto de la ciencia" ya que:

tiene como objetivo el proporcionar un marco de trabajo o estructura de sistemas sobre la cual colgar la carne y sangre de disciplinas particulares y materias sustantivas particulares en un corpus coherente y ordenado de conocimiento.

Ahora examinemos este fragmento del pensamiento de sistemas en términos del análisis rudimentario de la sección previa. Boulding es aquí un observador-descriptor cuyo interés son "las relaciones generales del mundo empírico". Su propósito consiste en hacer conexiones entre las áreas diferentes de investiga­ción empírica, y él espera hacer esto mediante la descripción de algunos aspectos de un sistema —uno abstracto— cuya frontera sea la frontera de la investigación empírica del mundo. Dentro de su sistema global hay componentes que son los niveles de complejidad de los estudios empíricos. Él espera perseguir este objetivo de conectar las disciplinas empíricas diferentes al identificar las entida-

Algunos pensamientos de sistemas 125

des que son investigadas en niveles diferentes. Él asume que las entidades estudiadas son en sí mismas sistemas y describe el sistema global al proporcionar principalmente ejemplos concretos en varios niveles. Las entidades que ejemplifican el sistema global son un sistema coherente ante los ojos de Boulding, ya que él las ve como si fueran cosas del mismo tipo (de hecho, "sistemas") clasificadas en orden en una escala que es una medida de la complejidad; esto da al sistema global su estructura. El método de enfoque de Boulding es el comenzar, no a partir de disciplinas del mundo real, sino a partir de una descripción intuitiva de los niveles de complejidad que él subsecuentemente relaciona con las ciencias empíricas diferentes.

Toda la imagen de sistemas que Boulding pinta no es en sí un hallazgo empírico; lo único que podemos preguntarnos acerca de ella es: ¿Es convincente y sí ayuda a resolver los problemas?

Si tomamos primeramente la última pregunta, la jerarquía puede ciertamente ser una fuente de discernimiento. Por ejemplo, proporciona un medio para apreciar la historia de la disciplina híbrida, la ciencia de la administración. El pionero de la "administración científica", F.W.Taylor (reimpresiones 1947) con­sideró a los talleres de ingeniería como sistemas de "nivel 2". Él creyó, mecánica­mente, que un obrero "deliberadamente planea trabajar tan poco como pueda" pero que "estará feliz en trabajar a velocidad máxima por 30-100% más del salario promedio de su oficio". Taylor quiere dar a entender la manera en que se puede obtener la productividad extra que sobrepasará al pago de los salarios extras. Durante y después de la segunda Guerra Mundial, y especialmente después de la publicación del libro de Wiener (1948), el desarrollo de la cibernética puso énfasis en los sistemas de control de retroalimentación "nivel 3". Más recientemente ha habido un intento considerable por introducir la ciencia del comportamiento para así tratar a los problemas de administración en los niveles 7 y 8. Así, el desarrollo histórico de la ciencia de la administración se puede ver como un intento por tratar sus problemas como si fueran los problemas de sistemas aun más complejos. Ésta puede ser una perspectiva útil. Sirve, como recordatorio, por ejemplo, de que un modelo típico de la ciencia de la administración construi­do en términos de múltiples circuitos de retroalimentación interactivos, incluso si es complicado, es simplemente un modelo de nivel 3 y por ello puede cubrir solamente ciertos aspectos de un problema de administración en el nivel 8. Los científicos de la administración se han hecho famosos por pretender más.

Pero la pregunta más interesante es la primera: ¿La jerarquía de Boulding es convincente? Realmente la pregunta más adecuada es: ¿Por qué ésta es tan convincente? He aquí un acertijo interesante que aparentemente ha pasado inadvertido. Todo el mundo está de acuerdo en que la jerarquía es convincente; todo el mundo puede identificar intuitivamente las entidades cuyas propiedades emergentes son señal de un nuevo nivel; pero nadie argumenta que el orden de rango esté equivocado. Aun una unanimidad es en sí problemática, ya que, a más de 20 años de haberse publicado el informe de Boulding, todavía no tenemos una definición de la naturaleza de la escala de "complejidad del sistema"que todo el mundo encuentra tan convincente. Por ello, nosotros todavía no podemos,

Pensamiento de sistemas..

Tabla 2. Una jerarquía intuitiva e informal de la complejidad del mundo real (después de Boulding, 1956).

Nivel Características (concretos o abstractos)

Ejemplos Disciplinas relevantes

1. Estructuras, Marcos

2. Mecanismos de relojería

3. Mecanismos de control

4. Sistemas abiertos

5. Organismos inferiores

6. Animales

7. El hombre

8. Sistemas socioculturales

9. Sistemas trascendentales

Estática

Movimiento predeterminado (quizá exhiba equilibrio) Control de circuito cerrado

Estructuralmen-te de automan-tenimíento Todo organizado con partes funcio­nales, crecimiento "heliográfico", reproducción Un cerebro que guíe el comportamiento total, habilidad para aprender Autoconciencia, conocimiento del conocimiento, lenguaje simbólico Roles, comunicación, trasmisión de valores

"Desconocidos ineludibles"

Estructuras de cristal, puentes

Relojes, máquinas, el sistema solar

Termostatos, mecanismos de homeostasis en organismos Flamas, células biológicas

Plantas

Seres humanos

Familias, los Ni­ños Exploradores, clubes de bebedo­res, naciones.

La idea de Dios

Descripción, verbal o pictórica, de cualquier disciplina. Física, ciencia natural clásica.

Teoría de control, cibernética.

Teoría del metabolismo (teoría de la información).

Botánica.

Pájaros y bestias Zoología.

Biología, psicología.

Historia, sociología, antropología, ciencia del comportamiento.

Notas: (1) Se asume que las propiedades emergentes surgen en cada nivel definido. (2) Del nivel 1 al nivel 9: la complejidad se incrementa; es más difícil para un observador imparcial el predecir el

comportamiento; existe dependencia en incremento sobre precisiones no programadas. (3) Se encuentran sistemas de nivel inferior en sistemas de nivel superior—por ejemplo, el hombre exhibe todas

las propiedades distintivas de los niveles 1-6, y propiedades emergentes en el nivel nuevo.

Algunos pensamientos de sistemas 127

incluso, argumentar con inteligencia acerca de los tamaños relativos de los vacíos entre los niveles.

Inicialmente, un enfoque basado en la identificación del nuevo factor necesi­tado para especificar un sistema (que caracteriza a un nuevo nivel de la jerarquía) es al parecer promisorio. Para especificar una estructura, son necesarios la longitud y quizá la masa; los mecanismos de reloj requieren longitudes, masas y tiempo; la especificación de un termostato requiere longitudes, masas, tiempo y una medida de información. Pero de ahí en adelante, y sin sorprendernos, este enfoque esencialmente reduccionista se colapsa, y el problema sigue siendo que no tenemos una descripción adecuada de la complejidad sistemática. La revela­ción de esta ignorancia es en sí un resultado útil del fragmento del pensamiento de sistemas de Boulding.

Una taxonomía de sistemas

Un segundo ejemplo de pensamiento de sistemas muy general es el intento de Jordán (1968) por construir una taxonomía de sistemas. Descartes habría apro­bado esto, ya que la estrategia de Jordán es la misma encarnada en sus reglas acerca del pensamiento. Descartes quedó muy impresionado con los métodos de razonamiento de la geometría euclidiana; él defendió no sólo la descomposición de los problemas en partes separadas 0a segunda regla reduccionista), sino también el construir después gradualmente a partir de las partes "hasta donde permita el conocimiento de lo más complejo", siguiendo el patrón de "estas... cadenas de razonamiento que los geometristas están acostumbrados a utilizar". Jordán para comenzar, parte de indagaciones intuitivas de tres principios de organización que quizá nos permitan el percibir a un grupo de entidades como si fueran "un sistema". Los principios son razón de cambio, propósito y conectividad. Cada principio define un par de propiedades de sistemas que son opuestos polares, así: la razón de cambio conduce a las propiedades "estruc­tural" (estática) y "funcional" (dinámica); el propósito conduce a la propie­dad "con propósito" y a la de "sin propósito"; y el principio de conectividad conduce a las propiedades de agrupamientos que están conectados densamente ("organísmica") o no conectados densamente ("mecanicista" o "me­cánica"). Existen ocho maneras para seleccionar uno de entre los tres pares de propiedades, proporcionando ocho celdas que son descripciones potenciales de agrupamientos merecedoras del nombre "sistema"; por ejemplo, estructural-con propósito-mecánica, funcional-sin propósito-organísmica, etc. Después de haber construido este marco de trabajo, Jordán ahora busca en el mundo real ejemplos de sistemas que satisfagan los requerimientos de cada celda. Habiéndolos localizado para su satisfacción (véase la tabla 3) él argumenta que al hablar acerca de sistemas debemos utilizar solamente descripciones "di­mensionales" de este tipo, y debemos evitar especialmente frases como "sistema de autoorganización" que no son más que "magia verbal". Él cita la transfe­rencia del concepto de "retroalimentación" en ingeniería de control en la

Pensamiento de sistemas..

descripción de organismos vivientes —con el cerebro como un tipo de servo­mecanismo— como analogía que ha sido causa de confusión conceptual ya que se le ha sobrevalorado, considerándosele de hecho una descripción científica:

La confusión conceptual que acompaña al "sistema de autoorganización" resulta del hecho de que implícitamente y (o) explícitamente el científico al definir este término desea agrupar juntos cierto grupo de sistemas físicos y organismos vivos. Esto no se puede hacer ya que el grupo de sistemas físicos que ellos tienen en mente sólo es superficialmente similar a los organismos vivientes...

Jordán concluye que las descripciones de sistemas deben ser escuetas, si es que se desea evitar la magia verbal:

Las únicas cosas que necesitan ser comunes a todos los sistemas son entidades identificables y conexiones identificables entre ellas. En todos los otros aspectos, los sistemas pueden variar sin límite.

Esta es una advertencia necesaria la cual ha sido poco atendida en el movimiento de sistemas. La advertencia es paralela al reclamo justificado de Berlinski (1976) acerca del uso puramente "ceremonial" de las matemáticas que los teóricos de sistemas generales hacen.

El argumento global del documento de Jordán es que existe un significado núcleo en la palabra "sistema" que hace adecuado el que se le conecte con muchas cosas diferentes que se perciben en el mundo real, fuera de nosotros mismos. (Él comienza por citar 15 definiciones de diccionario diferentes de esta palabra.) El significado núcleo, argumenta él, incluye un grupo de entidades y conexiones entre ellas; sus tres "dimensiones bipolares" describen la informa­ción necesaria para especificar el ejemplo dado de un sistema. Las tres secciones precedentes del documento discuten la cognición. En ellas se argumenta que tenemos la habilidad para distinguir una figura y un plano de fondo, y para segregar "algunas figuras diferentes y planos de fondo dependiendo de, entre otras cosas (nuestros) intereses". Dada esta identificación de la necesidad de un observador con un interés particular, es sorprendente que la parte más débil del argumento de Jordán sea aquélla en que se describe a los sistemas como "con propósito" o "sin propósito". De manera sorprendente, Jordán omite al observa­dor-descriptor de un sistema y atribuye el propósito, o carencia de éste, al siste­ma en sí. Por ejemplo, se dice acerca de una red de camino, un espécimen de sistema de celda 1 (estructural, con propósito, mecánica), que "ella tiene un propósito obvio". Lo que es al contrario obvio, es que los diseñadores, construc­tores y usuarios potenciales de la red de camino tenían un propósito. La red de camino en sí, hasta donde concierne al propósito intrínseco, es similar a una cordillera montañosa, el ejemplo de celda 3 (estructural, sin propósito, mecáni­ca). La diferencia importante aquí es que un sistema satisface el propósito de un

Tabla 3. Taxonomía de sistemas basada en dimensión (después de Jordán, 1968). Tres principios conducen a tres pares de propiedades:

(1) Razón de cambio Estructural (Estática) Funcional (Dinámica)

(2) Propósito Con propósito Sin propósito

(3) Conectividad Mecanístico (o "mecánica") Organísmica

En (3), en un sistema mecanístico los elementos remanentes no cambian cuando algunos elementos (o las conexiones entre ellos) se cambian, se remueven o destruyen. En un sistema organísmico, un cambio en uno afecta a todos.

Las tres '"dimensiones" 'bipolares™ generan ocho celdas:

Celda Ejemplo

1. Estructural Una red de caminos. Con propósito Mecánica

2. Estructural Un puente de suspensión. Con propósito Organísmico

3. Estructural Una cordillera montañosa. Sin propósito Mecánica

4. Estructural Una burbuja (o cualquier sistema físico en equilibrio). Sin propósito Organísmico

5. Funcional Una línea de producción (un colapso en una máquina no Con propósito afecta a otras máquinas). Mecánica

6. Funcional Organismos vivos ("La forma más parsimoniosa para Con propósito entender la vida en todos sus niveles... es por medio del Organísmico propósito").

7. Funcional El flujo cambiante de agua como resultado de un cambio Sin propósito en el lecho del río (o, quizá el patrón de sombras que Mecánica proyecta un árbol sobre un césped).

8. Funcional El continuo espacio-tiempo. Sin propósito OrganÍFínico

129

130 Pensamiento de sistemas..

diseñador, el otro es un sistema sin propósito, un sistema natural que, como tal, no podría ser diferente de lo que es.T

La consideración de la taxonomía de Jordán reenfatiza la necesidad, en descripciones de sistemas del mundo, por comenzar a partir de un observa­dor-descriptor, y también enfoca la atención hacia la distinción entre sistemas naturales y diseñados. Ésta, al parecer, fue una distinción importante en el pensamiento de sistemas que yace debajo de la investigación de sistemas que se describirá posteriormente.

Una tipología de sistemas

La intención de la investigación fue el examinar la aplicabilidad de las ideas de sistemas dentro de todas las áreas que se describieron en el capítulo previo como problemas que están más allá de la envergadura del método de la ciencia, en otras palabras, la complejidad, la extensión de la ciencia para cubrir fenómenos sociales, y el problema de la metodología científica en problemas del mundo real, más que en aquellos que el científico puede por sí mismo definir en un laboratorio. La intención era el examinar problemas de "administración", vaga­mente definidos.

De acuerdo con la jerarquía de Boulding, tales problemas serán inevitable­mente de complejidad inmensa, establecidos en "sistemas socioculturales" de nivel 8. En términos de las dimensiones del sistema de Jordán, cualquier pro­blema que se perciba en el mundo real, hará eso en situaciones que sólo se pueden describir como funcionales (multi-), con propósito, y organísmicas. Una vez más, la complejidad se enfatiza; el ejemplo de Jordán para esta celda es un organis­mo viviente, pero bien pudo haber sido una cultura. Ningún ejemplo del pensa­miento de sistemas proporciona alguna pauta directa para esta investigación, aunque la advertencia de Boulding, de que nunca debemos aceptar el análisis en un nivel inferior al del problema encarado, sea útil en un sentido negativo. Similarmente, la taxonomía de Jordán, aun sin ser directamente provechosa, proporciona una lección útil para darnos cuenta de que su omisión del observador humano le condujo a implicar —de manera falsa en mi opinión— que "con propósito", significando "sirve a un propósito", es lo mismo que "a propósito", significando "de acuerdo con un acto de la voluntad". La importancia de esta distinción de hecho se vio que era crucial.

Si aceptamos que como resultado del proceso de la evolución, ambos, inorgánico y orgánico, el universo contiene algunas entidades que muestran propiedades emergentes, y por ello son todos integrales más que simples agregados de componentes, entonces es razonable el buscar diferentes clases de entidad dependiendo de sus orígenes. Esto se hizo inicialmente al desarrollarse

T Esto podría ser más magia verbal, en el cual añado a Jordán a la cadena, para aclamar que la cordillera montañosa sirva al propósito de algún ser sobrenatural.

Algunos pensamientos de sistemas 131

una idea de Blair y Whitston (1971) quienes, en un libro de ingeniería industrial, proyectan algunos sistemas físicos que al parecer existen en el mundo. El enfoque, al igual que los de Boulding y Jordán, es intuitivo en el núcleo, partiendo de una descripción sobre "cómo es el mundo", cosa que parece convencer al observador humano o al experimentador.

Clases de sistemas

Comencemos con los sistemas físicos que aparentemente maquillan al universo. Éstos van desde los sistemas subatómicos de núcleos atómicos (como los que describe la física), pasando por el marco físico de éste y otros planetas y los sistemas vivientes observados en la Tierra, hasta sistemas galácticos en el otro extremo. Todos estos son sistemas naturales, sistemas cuyos orígenes están en el origen del universo y que son resultado de las fuerzas y procesos que caracteri­zan a este universo. Son sistemas que no pueden ser distintos a lo que son, dado un universo cuyos patrones y leyes no son caprichosos.

Existen también muchas otras entidades observadas que son similares a los sistemas naturales en aspectos diferentes a éste último: ellos podrían ser diferen­tes de lo que son. Estos son los sistemas que son el resultado de un diseño consciente. Ellos son los sistemas físicos diseñados que el hombre ha hecho, su clase va desde los martillos vía tranvías hasta cohetes espaciales. Ellos son diseñados como resultado de algún propósito humano, que es su origen, y existen para servir a un propósito, incluso aunque, como en el caso de la pintura de u n artista, por ejemplo, sea difícil de definir explícitamente cuál es el propósito.

Pero la capacidad de diseño del hombre no está restringida a la construcción de artefactos físicos. También vemos en el mundo un gran número de lo que se podría describir como sistemas abstractos diseñados como la matemática o los poemas, o las filosofías. Ellos representan el producto consciente ordenado de la mente humana. Son en sí mismos sistemas abstractos, aunque gracias a una actividad de diseño exitosa previa, ahora se pueden capturar en sistemas físicos diseñados como libros, filmes, grabaciones, heliografías. Una vez más existirán como resultado de un acto positivo relacionado con algún objetivo—la elucidación, quizá, o el engrandecimiento del conocimiento, o una urgencia inherente por expresar lo inexpresable.

El acto humano de diseño es en sí un ejemplo de una cuarta clase de sistema posible: el sistema de actividad humana. Éstos son sistemas menos tangibles que los sistemas naturales y diseñados. Sin embargo, se pueden observar claramente en el mundo innumerables grupos de actividades humanas ordenadas más o menos conscientemente en todos, como resultado de algún propósito o misión fundamental. En un extremo hay un sistema que consiste en un nombre que empuña un martillo, en el otro los sistemas de política internacional necesarios si es que la vida debe seguir siendo tolerable para la raza humana en este pequeño planeta. El rango cubierto por esta clase de sistemas es muy grande en verdad. Lo que cada miembro de la clase tiene en común es que consiste en un número

Pensamiento de sistemas..

de actividades conectadas como resultado de algún principio de coherencia. Éste consistirá, como mínimo, del interés del observador por ver al grupo como un todo. Por ejemplo, un dietista quizá estudie el sistema de actividad humana que consista en "los hábitos alimenticios de los octogenarios de Basingstoke", en cuyo caso, la gente cuyos hábitos se estudien probablemente no estén conscien­tes de su involucramiento con este sistema. O un observador quizá tome como sistema un equipo de fútbol que busca ganar un campeonato; aquí los miembros del equipo sabrán que su involucramiento es crucial en el propósito del sistema, y de hecho tendrán sus propias definiciones del propósito o misión que ayude a las actividades del sistema y marque los límites de éste. Los compo­nentes de todos estos sistemas yo asumo que son actividades humanas. En la versión inicial de la tipología (Checkland, 1971) éstas estaban combinadas con los sistemas naturales y diseñados que inevitablemente estarán unidos a la actividad humana descrita —por ejemplo, un "sistema de placer" consistirá en actividades humanas que involucren distintos sistemas naturales y de diseño físico y (o) sistemas abstractos como los campos de juego, los bastones de cricket, las reglas de juego, etc.—. Sin embargo, el trabajo de investigación ha mostrado que es mejor el restringir la definición del sistema de actividad humana a las actividades mismas, nombrando y describiendo otros sistemas asociados si es adecuado en ese momento.

Más allá de los sistemas de actividad humana de diseño abstracto, diseño físico, o natural, debe haber una categoría que incluya a los sistemas más allá del conocimiento. Siguiendo a Boulding podríamos denominar a éstos como sistemas trascendentales.

Esto da fin a un mapa de sistemas simples del universo que, hasta donde concierne a las clases de sistema, es en sí completo. Está resumido en la figura 4. Cualquier entidad, todo lo que un observador vea como una figura contra el plano de fondo del resto de la realidad, se podría describir ya sea como un sistema de una de estas cinco clases o como una combinación de sistemas seleccionados de entre los cinco. La persecución del pensamiento de sistemas se vuelve un asunto de averiguar las propiedades de sistemas de cada clase, y la manera en la cual ellos se combinan e interactúan para formar sistemas más grandes que muestren propiedades emergentes. El programa a largo plazo del movimiento de sistemas podría considerarse que es la búsqueda de condiciones que gobiernen la existen­cia de propiedades emergentes y una explicación detallada de la relación entre tales propiedades y los todos que las exhiben.

Sistemas naturales

Nuestra experiencia del mundo natural nos proporciona una profunda creencia del sentido de organización de éste. El sol siempre sale por el oriente, los colores del arco iris siempre aparecen en el mismo patrón. Si no creyéramos que este universo no es caprichoso, la investigación científica sería una empresa sin sentido. Con la creencia, podríamos sensiblemente intentar clasificar los siste-

Algunos pensamientos de sistemas 133

Figura 4. Cinco clases de sistema que componen un mapa de sistemas del universo. Nosotros podríamos —investigar, describir, aprender de, sistemas naturales—crear y utilizar sistemas di­señados —tratar de utilizar la ingeniería en los sistemas de actividad humana.

mas del mundo natural, sabiendo que todos los miembros de un grupo tendrán propiedades similares, y seguirán siendo miembros de dicho grupo.

Comenzando con los núcleos atómicos, existe una jerarquía obvia que va de los átomos a las moléculas. Las moléculas en combinación entonces dan lugar a una jerarquía ramificada. En una rama tenemos cristales inorgánicos, rocas, minerales, el mundo no viviente; en la otra rama están los todos moleculares especiales que llamamos "cosas vivientes". Ahora se conoce lo suficiente acerca de su organización molecular como para hacer posible el disputar precisamente dónde comienza esta rama, pero ciertamente ésta abarcará una jerarquía que incluye criaturas unicelulares, los reinos animal y vegetal por completo, y los sistemas ecológicos. Un observador también podría incluir aquí sistemas de comportamiento animal, por ejemplo exhibiciones de cortejo y sistemas de comunicación animal; y debido a que esta rama también incluye a los seres humanos, podríamos argumentar a partir de esto que los "sistemas de compor­tamiento humano" también se deberían incluir. Esto es razonable hasta el punto en que el hombre es "un simio desnudo"; pero se argumentará después que el hecho de que el hombre es más que un simio desnudo, lo que hace necesario el crear diferentes tipos de sistemas más allá de aquellos que son naturales. Estos últimos sistemas son sistemas que podrían ser distintos de lo que son, mientras

Pensamiento de sistemas..

que la característica distintiva de los sistemas naturales es que ellos podrían ser solamente lo que son, dados sus orígenes en un universo racionalmente inteligible.

En esta tipología de sistemas yo solamente estoy afirmando que los sistemas naturales son los todos irreductibles, hechos por la evolución, que un observador puede observar y describir como tales, resultado de la agrupación de otras entidades que tienen relaciones mutuas. Son "irreductibles" en el sentido de que se pueden hacer afirmaciones con significado acerca de ellos como todos, y esto sigue siendo verdad incluso si podemos describir sus componentes y las relacio­nes entre los componentes con una cierta precisión. El bióxido de carbono no es reducible, en este sentido, a carbono y oxígeno, ya que no obstante cuanto sepamos acerca de las distancias interatómicas y ángulos de enlace, el bióxido de carbono sigue siendo un todo de nivel superior, que tiene propiedades exclusivas de sí.

(Éstas son afirmaciones limitadas, deliberadamente se evitan las afirmacio­nes generales difíciles de defender que algunas veces se hacen. Laszlo (1972a, véase también 1972b), por ejemplo, describe a los sistemas naturales no sólo como todos con propiedades irreductibles, sino que prosigue y agrega otras características: que estos sistemas se mantienen a sí mismos dentro de un medio cambiante, "se crean a sí mismos en respuesta al desafío del medio" y son "interfaces coordinadas en la jerarquía de la naturaleza". Tales afirmacio­nes es mejor considerarlas como hipótesis que necesitan expandirse en declara­ciones que se puedan verificar empíricamente. Mi interés aquí es sólo por el número y nombre de las clases de sistema necesarias para describir al universo.)

Muchas de las entidades que aparecen en una jerarquía de sistemas naturales son por supuesto la materia sustantiva de disciplinas científicas. Aunque el ideal último de su filosofía práctica es la explicación reduccionista, la mayoría del trabajo científico toma como ya existentes los todos que existen en algún nivel de la jerarquía natural e intenta describirlos, así como a las leyes que gobiernan sus comportamientos. La mayoría de la ciencia está por ello concentrada en el com­portamiento de sistemas particulares, incluso aunque mi interés no esté enfoca­do generalmente en las jerarquías de sistema o en la propiedad de la "integridad". Tampoco la mayoría de la ciencia utiliza un lenguaje de sistemas; pero alguna parte sí lo hace.

Como ejemplo de una ciencia natural que describe un tipo particular de sistema es ilustrador el tomar un ejemplo de la termodinámica química. La pregunta principal que la química encara es: ¿A reacciona con B? En general, el mundo natural contendrá en proximidad cercana únicamente las sustancias que no reaccionan juntas bajo condiciones normales. El aire no podría contener oxígeno y nitrógeno si éstos reaccionaran fácilmente uno con otro. Las playas no existirían si el agua salada reaccionara con la arena. Por otra parte el zinc y el ácido hidroclorídrico, si se juntan a temperatura ambiente, sí reaccionan ex-pontáneamente, produciendo gas hidrógeno. La ciencia de la química enfrenta el problema: en un sistema que consiste de sustancias A y B, ¿qué decide si éstas reaccionan o no reaccionan para producir C? La termodinámica ha respondido esta pregunta. Inicialmente se podría haber pensado que tal sistema sufriría un

Algunos pensamientos de sistemas 135

cambio espontáneo si el producto de la reacción C, representaba un estado de energía inferior. Ésta es una buena vía hacia el encuentro de la respuesta, de hecho, ya que en muchísimas ocasiones A reacciona con B para dar un producto de reacción y para liberar energía bajo la forma de calor. Pero ésta no puede ser toda la respuesta, ya que en algunos casos acompaña a una reacción espontánea la absorción de calor. El yodo y el cloro forman el cloruro de yodo, por ejemplo, en una reacción de este tipo. Ahora se sabe que el comportamiento de un sistema que consiste de A + B, en lo que se refiere a su propensión a generar C, se ve determinado por una combinación tanto de consideraciones de energía y de entropía (ésta última es una medida del grado de desorden en un sistema). El comportamiento del sistema se describe, con belleza sucinta, mediante una ecuación ahora muy bien verificada:

AG = AH — TAS donde AG mide la propensión por reaccionar, AH es el cambio en calor dentro de la reacción, Tes la temperatura, y AS es el cambio de entropía en la reacción. Si AG es negativo para el sistema, entonces A + B reaccionarán para formar C. (Otras consideraciones físico-químicas, ignoradas aquí, determinan la razón a la cual C se formará.) La ecuación anterior (en sí misma, literalmente, un sistema abstracto diseñado) es una descripción del comportamiento de un sistema natural que consiste en las sustancias A, B y C en proximidad cercana. La termodinámica química es una ciencia de sistemas de este tipo particular, aunque no se le reconoce a menudo como tal.

Como ejemplo de una ciencia que ahora hace un uso explícito tanto de las ideas de sistemas como del lenguaje de sistemas, podríamos tomar a la geografía física. Ha habido discusión en incremento acerca de las ideas de sistemas en la geografía en años recientes (por ejemplo, Harvey, 1969; Chorley y Kennedy, 1971; Davies, 1972; Wilson, 1973; Chisholm, 1975; Chapman, 1977; Bennett y Chorley, 1978). De acuerdo con Harvey

La historia del pensamiento de sistemas en la geografía está relacionada muy de cerca con el enfoque funcional, con la analogía organísmica, con el concepto de regiones consideradas como todos interrelacionados comple­jos, y con el enfoque ecológico a la geografía.... De la misma manera en que las consideraciones de lógica en el análisis funcional (y análisis de causa-y-efecto) conducen al concepto de sistema, igual, al parecer, los distintos senderos dei pensamiento geográfico conducen inevitablemente a el pensa­miento de sistemas. Si nos concentramos en la geogfaf ía física, más que en la humana y económica

(las cuales involucrarían algo más que sistemas naturales), encontramos un ejemplo interesante del pensamiento de sistemas proporcionado por Chorley y Kennedy (1971). Ellos consideran que la geografía física se interesa principalmen­te en cuatro tipos de sistemas: sistemas morfológicos (por ejemplo, una playa);

Pensamiento de sistemas..

sistemas en cascada, compuestos de subsistemas "conectados por una cascada de masa o energía" (por ejemplo, cascadas de corrosión y desgaste en las cuales los constituyentes químicos y biológicos se filtran a través del suelo y capas de roca); sistemas de proceso-respuesta, que "representan la unión de al menos un sistema morfológico y uno en cascada" (por ejemplo, el sistema en el cual los guijarros se acumulan a los pies de un risco); y finalmente "sistemas de control", que son "sistemas de proceso-respuesta en los cuales los componentes claves se controlan mediante alguna inteligencia" (por ejemplo, cambios inducidos por el hombre en el movimiento de la arena en una playa como resultado de la construcción de rompeolas). Ellos examinan las estructuras y procesos de estos sistemas, y determinan su comportamiento en términos de variables medibles. Este es un ejemplo particularmente claro de una disciplina científica que estudia algunos sistemas naturales y, por supuesto, la ecología proporciona un ejemplo similar.

En todos estos casos en los cuales el objeto de estudio es un sistema natural, el científico, no en menor grado que cuando él estudia un fenómeno natural como el magnetismo, está en la posición de un observador externo. Él espera proporcionar una descripción convincente del objeto de estudio que se pueda verificar experimentalmente y que otros observadores puedan repetir, convir­tiendo así su descripción en conocimiento público. Sin embargo, existe una situación muy diferente cuando el objeto de estudio del observador es un sistema (por ejemplo, un sistema de actividad humana) que pudiera ser distinto de lo que es; aquí toda la cuestión acerca del establecimiento del conocimiento público es mucho más compleja.

Sistemas de actividad humana

Nosotros vemos en el mundo muchos ejemplos de grupos de actividades huma­nas relacionadas unas con otras de tal forma que se pueden considerar como un todo. A menudo, el hecho de que ellas forman una entidad lo enf atiza la existencia de otros sistemas (generalmente, sistemas diseñados) que están asociados con ellas: las actividades que hacen de los ferrocarriles británicos un sistema de actividad humana, por ejemplo, están asociadas con el sistema físico diseñado que es la red de vías de tren, con sus estaciones, vías, depósitos de máquinas, etc. Incluso, aunque no haya sistemas asociados cercanamente que enfaticen el agrupamiento de las actividades, como en el ejemplo anterior de "los hábitos alimenticios de los octogenarios en Basingstoke", es difícil el negar el derecho que tiene un observador de elegir si quiere ver un grupo de actividades como si fuesen un sistema, si es que así lo desea. Lo que es menos obvio, y necesita argumentarse, quizá, es que los sistemas de actividad humana (y, por esa razón, los sistemas diseñados) son fundamentalmente diferentes en tipo a los sistemas naturales.

La diferencia reside en el hecho de que tales sistemas podrían ser muy diferentes de lo que son ahora, mientras que los sistemas naturales, sin interven-

Algunos pensamientos de sistemas 137

ción humana, no podrían. Y el origen de esta diferencia son las características especiales que distinguen al ser humano de otros sistemas naturales.

Existen muchas ideas diferentes acerca de lo que hace al hombre un animal único. A los ingenieros, por ejemplo, les gusta ver al hombre, como un constructor de herramientas; los expertos en comunicación citan la sofisticación del lenguaje del hombre como característica distintiva, y existen muchas otras posibilidades que incluyen a la conciencia religiosa y a la actividad artística. Pero, en contra de la visión del hombre como un constructor de herramientas, podríamos citar el ejemplo de los pinzones pájaros carpinteros que utilizan espinas de cactus como herramientas para picotear en las grietas de la corteza de los árboles, y así sacar los insectos de los que se alimentan. Y en contra de la imagen del hombre-creador-del-lenguaje podríamos enfocar la atención en la sofisticación del lengua­je de la danza de las abejas, por medio del cual la abeja que regresa puede indicar la dirección, distancia y calidad de una fuente de comida. Thorpe (1974) incluso argumenta a partir de evidencia experimental que el canto del pájaro no es al azar, sino que indica los vislumbres de una conciencia artística. Probablemente no haya un consenso acerca del grado de importancia que damos a las distintas formas por las cuales el hombre difiere claramente de otros animales, al menos en grado. Pero probablemente todos los argumentos diferentes que defienden la calidad única del hombre incluyen el mismo factor común: autoconciencia. En el informe bien documentado de Thorpe acerca de la evidencia experimental que sustenta la diferencia entre la "naturaleza animal" y la "naturaleza humana" (1974), él no sólo enfatiza la importancia de la autoconciencia como una caracte­rística distintiva del animal humano, sino que también trata acerca de una consecuencia de la autoconciencia que es extremadamente importante para el entendimiento de la naturaleza de los sistemas de actividad humana y justifica la posición especial de estos en esta tipología de sistemas. La consecuencia de la autoconciencia es que el ser humano es irreductiblemente libre; él tiene genuina libertad de elección al decidir sus acciones. Para esto, Thorpe esta­blece argumentos que deriva de Popper (quien dice que "incluso una computadora de capacidad ilimitada no sería por completo capaz de predecir el futuro de un sistema físico del cual fue ella misma una parte") y, especialmente, MacKay (1967,1970). Los argumentos ya se han mencionado brevemente en el capítulo 3, ya que son pertinentes para las dificultades especiales que encara la ciencia social si trata de igualar los métodos de la ciencia natural; pero aún a riesgo de ser repetitivos, vale la pena trabajar más que cuidadosamente con una parte del argumento que en mi experiencia encuentro difícil.

El argumento tomado como un todo se basa en los hallazgos experimentales de los neurofisiólogos, es decir, que toda la actividad y experiencia humana consciente, incluyendo la "creencia", tiene una correlacionan actividad eléctrica dentro del cerebro. Esto pudo haberse pensado que indicaba que el hombre es una máquina, ya que en principio sería posible el describir precisamente el estado eléctrico del cerebro y por ello, dadas las relaciones entre el estado del cerebro, el contenido de la conciencia y las acciones consecutivas, el hacer predic­ciones sobre las cuales el individuo no tiene elección, sino que debe llevarlas

Pensamiento de sistemas..

a cabo. Irónicamente, si se sigue de cerca todo el argumento se prueba lo inverso de esto: que el individuo es libre de elegir sus acciones.

MacKay analiza el caso de un observador, y obtiene una descripción exacta del estado del cerebro de un sujeto de nombre Joe. (Nunca piense que esto no es practicable en el presente. Éste es un argumento acerca de lo que es posible en principio. Para ser tan justo como sea posible con aquellos que piensan que los seres humanos no son sino máquinas, asumir esto como posible.) Suponga que el observador utiliza esta descripción para predecir la siguiente acción de Joe. Si antes de hacer la acción, Joe confirma que la descripción está correcta, entonces, claramente la descripción ahora no es de interés, ya que la creencia de Joe en la corrección de la descripción habrá cambiado el estado de su cerebro, y habrá hecho la descripción del observador obsoleta. Pero, ¿qué hay del caso en el cual las predicciones del observador se mantienen en secreto? MacKay (1970) escribe:

Para verificar la fuerza del argumento, tomemos el caso más favorable; imaginado por el determinismo. Suponga que a partir de nuestras observacio­nes del cerebro de Joe y su medio podemos escribir, muy de antemano, una serie completa de predicciones que no dejamos de mantener en secreto sino hasta ocurridos los sucesos, y después triunfantemente se le muestran a Joe como prueba de nuestro éxito... lo convencemos sin lugar a duda de que nuestra teoría mecanística de su cerebro está correcta. ¿No mostraría esto... que él estaba equivocado al creer que se encontraba encarando genuinamen-te posibilidades abiertas?

No lo mostraría. Sí lo mostraría, por supuesto, que el resultado lo podíamos predecir nosotros lo que no mostraría es que esto era inevitable para él. No puede hacer esto, ya que no puede generar una especificación del resul­tado que Joe habría aceptado incondicionalmente como correcta antes de tomar una decisión. En este sentido, no importa cuántos observa­dores imparciales podrían predecir el resultado, Joe —y usted y yo— somos libres al elegir. Es esta última parte del argumento la que ocasiona dificultad, que vale la pena

amplificar. Imagine que dos grupos de observadores examinan, con un espíritu científi­

co, dos experimentos. El primer grupo se encuentra mirando un experimento de la física elemental. Ellos observan que cuando los dos polos que apuntan al norte de dos imanes se ponen muy juntos, se repelen el uno del otro. Este es el hallazgo repetible, y por supuesto cualquier observador puede verificarlo por sí mismo. Para nuestros propósitos presentes, el aspecto importante es que no existe absolutamente alguna restricción de cualquier tipo sobre el grupo de observa­dores. La observación de que los dos polos que apuntan hacia el norte se repelen entre sí en principio la pudo hacer cualquier persona, por ello alcanza el estatus de hecho científico. Ésta es una parte de la definición misma de lo que queremos decir con "hecho científico".

Algunos pensamientos de sistemas 139

El segundo grupo se encuentra observando las acciones de una máquina increíble que mide el estado eléctrico preciso del cerebro de Joe, y por ello, a partir de relaciones conocidas entre el estado del cerebro y la conciencia, predice la siguiente acción de Joe. Ellos observan que cada vez que se hace una predicción, Joe de hecho hace lo que la máquina predijo. (Recuerde que asumi­mos que esto es posible en la práctica para así crear "el caso más favorable que se puede imaginar" para el determinismo.) Aquí también tenemos un hallazgo repetible que los observadores en el grupo pueden verificar al hacer funcionar la maquina por sí mismos. Suponga que ellos hacen esto, y confirman que pueden sin ninguna falla predecir la siguiente acción de Joe. ¿Es esta situación similar a la primera? No lo es, por la razón de que esta vez hay una restricción sobre los miembros del grupo de observadores. Joe mismo no puede formar parte del grupo. Si él lo hiciese continuamente arruinaría el experimento. Cada vez que él conociera el informe del contenido de su cerebro, sobre el cual se basa la predicción, podría hacer que la descripción no tuviera valor ya que ahora sería obsoleta. Incluso, aunque la máquina fuera tan sofisticada como para incluir el conocimiento de Joe de la descripción como parte de la descripción misma, al saber Joe acerca de este conocimiento de la descripción antes de llevar a cabo la acción, haría otra vez que esta descripción aumentada fuese obsoleta. La predic­ción mecanística de la acción de Joe será inaccesible siempre para él. Él nunca podrá unirse al grupo de observadores, y no tiene otra alternativa sino realizar su acción siguiente en un estado de libertad de elección: la predicibilidad de ésta por parte de los observadores no lo hace inevitable para él ya que él, por siempre, no podrá unirse al grupo de observadores.

Ambos resultados de este "experimento del pensamiento" sobre la hipótesis de que los seres humanos quizá sean simplemente máquinas ultrasofisticadas, son de extrema importancia para el pensamiento de sistemas. En primera, la restricción sobre los requisitos para ser parte del grupo de los observadores de las acciones de Joe, significa que no importa lo que ellos observen, esto no adquirirá el estatus completo de conocimiento público. Por ello, no puede haber en principio una ciencia estricta de la actividad humana, exactamente similar a una ciencia de un fenómeno natural como el magnetismo. En segunda, la li­bertad irreductible del actor humano Joe (y de cualquier otro) significa que nunca podrá haber informes de sistemas de actividad humana similares a (y que tengan el mismo estatus lógico que) los informes de sistemas naturales.

Estas diferencias entre los sistemas de actividad natural y humana justifican la separación de los mismos en la tipología de sistemas. Distintos tipos de investigación serán los apropiados para los dos tipos de sistemas. Los métodos bien establecidos de la ciencia serán adecuados por completo para el estudio de sistemas naturales, quizá con la adición de intentos por generalizar informes de ejemplos específicos mediante el uso de terminología de sistemas. En el caso de los sistemas de actividad humana la manera en que se debe proceder es menos obvia. La investigación sobre la solución de problemas del mundo real a describirse posteriormente (que se ha ocupado mucho de los sistemas de este tipo) sugiere que siempre es esencial el incluir con una descripción del sistema

Pensamiento de sistemas..

de actividad humana un informe del observador y el punto de vista desde el cual se hacen las observaciones de éste. Los observadores de los fenómenos del mundo real generalmente se pueden tomar como seguros, aunque esto no es con mu­cho el caso con los sistemas que podrían ser diferentes de lo que son, por ejem­plo los sistemas de actividad humana, como veremos en capítulos posteriores que describen la investigación.

Sistemas diseñados

Nosotros podríamos, si así los deseásemos, utilizar un pedazo de roca (un sistema natural) para empujar algunos clavos en pedazos de madera y así hacer un gallinero. Pero podríamos desempeñar mejor la tarea si utilizáramos un martillo, un sistema físico diseñado con aptitud con propósito en mente. Claramente, una vez que ha sido diseñado y construido, el martillo tiene mucho en común con los sistemas naturales: él simplemente existe, sin discusión. Pero a pesar de esta simi­litud se justifica el hacer la distinción entre sistemas físicos diseñados y los sistemas naturales, debido a sus orígenes diferentes y debido a que los martillos pueden existir en muchas formas diferentes que se pueden cambiar a voluntad, dependiendo de las intenciones precisas del diseñador. Los sistemas físicos diseñados existen debido a que se ha identificado la necesidad de los mismos en algún sistema de actividad humana (por ejemplo, la construcción de gallineros). El hombre como diseñador puede crear artefactos físicos que satisfagan propó­sitos definidos particulares. Y de manera similar, él podría crear grupos de pensamientos estructurados, los denominados "sistemas abstractos diseñados".

El hombre, como diseñador, es un ser teleológico, capaz de crear medios para hacer posibles los fines a perseguir, y de hacer eso sobre la base de selección consciente entre alternativas. Es adecuado el restringir el uso de la palabra "teleológico" en este sentido: utilizarlo cuando se involucre la voluntad humana, y no aplicarlo vagamente a sistemas naturales. Por supuesto, muchos sistemas naturales están "diseñados" aparentemente para satisfacer un propósito de ma­nera eficiente, pero el "diseño" es aquí el resultado de la operación de fuerzas de evolución ciegas durante largos períodos de tiempo, y se le debe distin­guir del diseño a propósito que ha hecho el ser humano. La palabra neutral basada en la noción de "servir a un propósito" es la "teleonomía"; es una lásti­ma que a la "teleología", con sus tintes metafísicos, se le confunda a menudo con ella en la literatura de sistemas.

Esta distinción sugiere que en un nivel de discurso más cotidiano, existe también una necesidad por distinguir cuidadosamente entre las actividades (o sistemas) que simplemente sirven para un propósito y las actividades (o siste­mas) que son el resultado de la elección por voluntad de los seres humanos. En este punto los diccionarios y el uso común no proporcionan fácilmente una solución, pero en este libro yo utilizo la palabra "purposive": "con propósito" cuando el significado es el "servir para un propósito" neutral, y "purposeful": "a propósito" cuando se involucra acción humana consciente. Así, el escape

Algunos pensamientos de sistemas 141

es un sistema con propósito de un reloj; y el decir la hora al leer la carátula de un reloj es una acción a propósito que realiza un ser humano. Y así son también todas las acciones involucradas en el monitoreo y registro de nuestra activi­dad mental, permitiendo que los planes se puedan discutir, comunicar, recha­zar, llevar a cabo, subvertir y (o) modificar en una tendencia a propósito por grupos de seres humanos. Esta actividad a propósito distingue a nuestra espe­cie del comportamiento meramente con propósito, provocado por estímulos y que busca una meta, de otros animales.

Sistemas sociales

Existe un problema para el mapa tipológico, cuya discusión proporciona una útil indicación de algunas de las dificultades probables en la investigación de siste­mas de actividad humana; esto se resume en la pregunta: ¿Cuáles de las clases de sistemas contienen "sistemas sociales"?

En el lenguaje de todos los días a los sistemas sociales con seguridad se les considera como agrupamientos de gente que está consciente de, y se reconoce como miembro del grupo. Ellos aceptan responsabilidades distintas como resul­tado de formar parte del grupo y esperan ciertas cosas de los otros miembros. Esto abarca un amplio rango de tales "sistemas", desde grupos étnicos y familias hasta clubes de bebedores, niñas exploradoras, partidos políticos, sindicatos y empresas industriales. Mucho de lo que experimentamos como miembros ordi­narios de la sociedad es producto de nuestra intromisión como miembros en muchos de esos grupos. Si aceptamos esta definición coloquial de lo que es un sistema social, entonces claramente podríamos esperar que a cada una de estas agrupaciones la caracterice un grupo particular de actividades humanas. Esto aparentemente haría que tales "sistemas" se pudieran describir como sistemas de actividad humana en el sentido en el cual yo estoy utilizando el nombre aquí. Por otra parte, de lo que estamos más conscientes durante nuestra intromisión diaria en los "sistemas sociales", es de la textura de las relaciones interpersonales involucradas, el punto hasta el cual nuestra intromisión en un grupo compromete nuestras emociones como personalidades individuales. Esto es más marcado en una agrupación como lo es la familia, y menos marcado en asociaciones en las cuales entramos voluntariamente, por ejemplo, una empresa industrial. Pero in­cluso en tal contexto profesional, cualquiera que haya trabajado en una fábrica, una escuela o una oficina sabrá que dichas agrupaciones desarrollan algunas de las características de la familia: las tensiones se desarrollan, las alianzas se forman y se vuelven a formar, y las emociones colorean lo que en principio pudieron ser relaciones profesionales objetivas. Ahora que, estas características, típicas de la tribu y de la familia, presumiblemente tienen su origen en la naturaleza del hombre como animal gregario, uno que tiene una necesidad básica de apoyo que le proporcionan sus compañeros en la comunidad. De ahí se podría argumentar que nuestros "sistemas sociales" de vida cotidiana se clasifican adecuadamente dentro de la tipología como sistemas naturales.

Pensamiento de sistemas..

En el primer reporte de este mapa de sistemas, sugerí que los sistemas sociales se deberían colocar a caballo en los límites entre la actividad humana y los sistemas naturales, para marcar su naturaleza equívoca. Estas actividades asociadas con un sistema social, y las conexiones entre ellas ciertamente están sujetas al diseño racional; pero cualquier manifestación verdadera de tal sistema que involucre a un grupo de personas reales exhibirá propiedades atribuibles a las características naturales del hombre, el animal social. Subsecuentemente, descubrí en el trabajo del sociólogo Ferdinand Tónnies una brillante expresión de la distinción que yo estaba buscando a tientas.

Tónnies, al escribir hacia fines del siglo XIX, se interesaba principalmente por el problema que era "la verdadera raison d'etre de la emergencia de la sociología: en otras palabras la disrupción del orden tradicional antiguo de la sociedad y el desarrollo explosivo de un nuevo comercialismoy capitalismo industrial" (Fletcher, 1971b). Su enfoque consistía en construir una tipología para usarla como herra­mienta analítica para iluminar y entender la transformación más importante de la sociedad a la cual Fletcher se refiere. El trabajo principal de Tónnies, publicado en 1887, es Gemeinschaft und Gesellschaft, traducido (Loomis, 1955) como Comu­nidad y asociación; en ella, Tónnies presenta modelos de dos tipos de sistema social: "Gemeinschaft" (comunidad), que es natural, y "Gesellschaft" (sociedad, o asociación) que es ideada. Los dos tipos se basan en el tipo de voluntad, elección, o deliberación que caracteriza las relaciones humanas en los dos tipos de sistema social. Fletcher, al argumentar que "comunidad" y "sociedad" son la mejor traducción de las palabras alemanas, describe la distinción así:

...nos consideramos a nosotros (y a otros) miembros de un orden natural de relaciones —como miembros de una familia, parientes entre paisanos, veci­nos en un área particular... (y) a veces consideramos que nosotros mismos (y otros), por algunos propósitos particulares, tenemos que asociarnos formalmente con otros— no en cuerpo y alma sino parcialmente, para así lograr cierto fin.

En las propias palabras de Tónnies "toda vida común en privacidad íntima y exclusiva se entiende como vida en la Gemeinschaft (comunidad). Gesellschaft (la sociedad) es la vida pública. En la Gemeinschaft con la familia propia, uno vive desde el nacimiento en los límites de la buena y mala fortuna. Uno entra a la Gesellschaft de la manera en que uno entra en un país extranjero."

Esta distinción es con mucho la que yo estuve tratando de encontrar al argumentar que cualquier sistema social verdadero observado en el mundo sería una mezcla de ensamblado racional de actividades unidas (un sistema de activi­dad humana) y un grupo de relaciones como las que se establecen en una comunidad (por ejemplo, un sistema natural). Durante el trabajo práctico en el mundo real será necesario tomar en cuenta ambos aspectos. Un enfoque pura­mente de comportamiento, con base en la idea del hombre como animal gregario, negará el poder e influencia del diseño racional; pero un enfoque que asuma que

Algunos pensamientos de sistemas 143

los seres humanos son autómatas razónales e ignore la dimensión cultural, tampoco prestará atención a los problemas.

Pensamiento básico de sistemas: conclusión

Parte de un sistema de pensamiento muy rudimentario se ha expuesto. Tal pensa­miento parte de un observador-descriptor del mundo fuera de nosotros mis­mos, quien por alguna razón personal desea describirlo "holísticamente", esto es, en términos de entidades "todo" unidas en jerarquías con otros todos. Esto conduce a la prescripción más básica de lo que la descripción del observa­dor deberá contener: el propósito del observador, el (los) sistema(s) seleccionado(s), y varias propiedades de los sistemas como límites, entradas y salidas, componentes, estructura, los medios por los cuales el sistema retiene su integridad, y el principio de coherencia que lo hace defendible al describir al sistema como un sistema.

La jerarquía de Boulding y la taxonomía de Jordán son ejemplos de intentos enormes por reportar el todo del mundo real en términos de sistemas, y el mapa tipológico similarmente proporciona conceptos por medio de los cuales se podría iniciar el análisis holístico. En el último caso la intención era el proporcio­nar una base en el pensamiento de sistemas para el trabajo de investigación que pretendía averiguar si y (o) cómo las ideas de sistema podrían ayudar para enfrentar el tipo de problemas del mundo real no estructurados que derrotan al reduccionismo del método científico.

El mapa de sistemas sugiere que el número mínimo absoluto de clases de sistemas necesarias para describir el todo de la realidad es de cuatro: sistemas de actividad humana, de diseño abstracto, de diseño físico y natural. Algunas propiedades de las cuatro clases ya se han discutido.

Es importante observar que el mapa tipológico es en sí mismo un sistema abstracto diseñado. Proporciona no tanto como un reporte de la realidad, sino más bien un grupo de tipos conceptuales a emplearse en las descripciones de la realidad con base en sistemas. Quizá no haya en la práctica un argumento acerca de que una dedalera sea un sistema natural; y pocos disputarían que un gallinero es un sistema físico diseñado (más que ser útil para hacer que sea eso). Pero el caso de lo que en el lenguaje de todos los días se denomina "sistemas sociales" demuestra que entidades del mundo real quizá no se ajusten fácilmente dentro de una clase; en particular quizá no sea fácil obtener descripciones sobre las cuales todos los observadores estén de acuerdo. Sin embargo, el desarrollo gradual de modelos conceptuales verificados de las cuatro clases de sistemas, con los vínculos lógicos, estructurales y regulatorios ya resueltos, debe hacer más simple la interpretación y el análisis holístico de la realidad compleja.