Don Carlos VII y el Arzobispo de Berito: Un episodio del Carlismo en el Perú
2002. Inspiración bíblica y presencia de la antigüedad en el episodio tardogótico valenciano
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ARTURO~zA CATAlÁN
I SPIRA( 10 BIBLI(A Y I'RE5E"lCIA DE LA ANTlGUEDAD EN EL EPISODIOrARDOGOTl(ü VALE CIANO
Las arquitecturas europeas del siglo xv, de apariencia
tan diversa en sus formulaciones, tienen en común una
audaz investigación técnica. Resulta asombroso que de
forma simultánea se estuvieran construyendo en Eu
ropa los conoides de las bóvedas de abanico del Per
pendicular English; las bóvedas reticulares, o las de ner
vios curvos, de complejas geometrías, del Spatgotikgermánico; las bóvedas diamantinas o alveolares, ple
gadas en arista con el criterio de estructura-forma, de
Sajonia, Bohemia, Polonia o Lituania; las bóvedas ga
llanadas, de arista, o de esferas intersectadas del Cuattrocento toscano o romano (sin olvidar los aparejos de
doble hoja autoportantes de Brunelleschi); las bóvedas
de crucería con plementerías caladas, o con rampan
te redondo, del tardogótico hispánico; los cimborrios
de nervios cruzados aragoneses; las bóvedas aristadas
valencianas construidas conforme a la estereotomía mo
derna, o las mismas con ladrillo tabicado'.
Pero igual que se experimentaban nuevos sistemas es
tructurales, se exploraron nuevos lenguajes. La polifo
nía y el maclaje de estilos devinieron una característi
ca del cuatrocientos. o es infrecuente, incluso, que
en los fondos arquitectónicos de la pintura de la épo-
ca se distingan o se combinen (y se contraten) diversos
estilos arquitectónicos'. Al final -la experimentación
rompe el código-- este episodio moriría víctima de su
propio éxito.
Sólo ideas muy poderosas podían motivar tan intensa
búsqueda y catalizar una evolución tan drástica de la
arquitectura. Es sabido cómo la inspiración bíblica y la
nueva mirada a la antigüedad se manifiestan en esta
época, aunque en distinta medida, en los diferentes te
rritorios de la geografía europea. Es razón de estas lí
neas explorar las correspondientes intenciones artísti
cas en el episodio cuatrocentista valenciano.
El FENE5lRA5 OBlIQUA5
La construcción estereotómica en piedra de un vano
atravesando un muro en oblicuo, o en esviaje, era ya
conocida por el mundo romano. Aunque no se han des
crito convenientemente, no pueden olvidarse algunos
espléndidos ejemplos como el llamado arco dei Pantani, perteneciente al muro testero del foro de Augusto
en Roma, o la puerta llamada de Augusto en Perugia.
1. Para consultar una bibliografía que ponga en valor los avances técnicos de la arquitectura del siglo xv y comienzos del siglo IWI, véas.e: Inglalerra: Willis, R<:JIxort."On the Construdion of lhe Vauls o( the Middle Agl...>S". Transactins of the Royal Institule of 8rilish archifoclS, London 1842; Fletcher, Banister. Histori,1 de la Arquilectura por el método comparado, 1.1, Madrid, 1928; Harvcy, John. nJe Perpendicular style. Batsford, London 1978; Heyman, )acques. "Agujas y bóvedas de abanico~ en Teoría, Histori,1 y Restauraci6n de Estructuras de Fábrica, Instituto Juan de Herrera, Madrid, 1995. Área Franco-Borgoñona: Bourg. Alain. Du Moyen Age ala Rcnaissancc, Mcnges, París, 1995; Kurmann, Peter. "Arquitectura del gótico tardío en Francia y Países Bajos", El eótico, Küncmann, K61n, 1999, págs. 156-188.Países Germánicos y Eslavos: Mend, Vadav. Cesk sfrcdoveke klenby, Orbis, Praha, 1974; Bruchcr, GÜnter. Cofische Baukunst in Osterreich, Resindez Verlag, 1990;Radovi, Milada a Oldrich. Kniha o sklípkpvych Klcnbách, Naklada telstvf Praga, 1999; De la Riestra, Pablo. "El gótico en los países de lengua alemana". El CÓlico,Kóncmal1n, K61n, 1999, págs. 190-240. Italia: Partridgc, Loren. The Renaissance in Rom(', Everyman, Londres, 1986; Sanpaolesi, P. La cupola di Sant,1 M,lria delFiorc, Florencia, 1977. Portugal: DIAS, Pedro. A ArquitcCfUf,1 manuelina, Civilizac;:ao, Porto, 1988; Morales y Marín, José Luís. Arte Portugués, Summa Artis, Madrid1989, págs. 165-202; MARTA, Roberto. L'Archiletlura Manuelina, Kappa, Roma, 1998. España: Torres Balbás, Leopoldo. Arquitectura Gótica, Ars Hispaniac, PlusUltra, Madrid, 1952, págs. 258-383; Chueca Goilia, Fernando. Historia de /a arquitectura española. Edad Antigua, Dossat, Madrid, 1965 págs. 577-640; GómezMartínez, Javier. El gótico de fa Edad Moderna. Bóvedas de Crucería. Universidad deValladolid, 1998; Zaragoza Catalán, Arturo. Arquitectur,1 CÓlica Va/enci,lOa,GeneralidadValenciana, 2000. De carácter general: RCfCh, Roland.Auromne el renouveau, 1380-1500, Gallimard, París, 1988; Bialostocki, Jan. L'Art du xv siec/e,des Pdrler fJ Dürer; le li\!re de Poche, librairie Générale franc;:aise, 1993.
2. Dos excelentes ejemplos valencianos, de la segunda mitad del siglo xv, de contraposidón de dos lenguajes son, el primero, en pintura, el retablo de San Lucasdel museo catedralicio de Scgorbe. Este anónimo retablo, presenta, en el compartimento iníeriar de la calle de la izquierda, una escena de la predicación de SanLucas. La escena se ambienta en una igk>sia gótica cubierta con bóveda de crucería, enmarcada con pináculos, todo de cuidadoso dibujo. En la correspondiente escena del lado de la derecha s.e representa una curación milagrosa del mismo sanlo. la escena se localiza en una arquitectura clásica. Post y GómczFrechina han relacionado la elegante ambientación de esle panel con la arquitectura del temprano quattrocenlo florentino.El segundo ejemplo, esta vez de arquitectura, son las dos estancias medievales de la torre de la lonja de Valencia (e. 1492) la estancia de la planla baja se resuelvecon una gótica hóveda de crucería de rampante redondo. La estancia superior s.e cubre con una clásica cúpula gallonada que s.e tiende desde Ix.'chinas esféricas.
hh
INSPIRACIÓN BíBUCAy PRE5ENQA DE LA ANTIGÜEDAD EN El EPISODIOrARDQGÓTlCOVAlENOANO
Arco oblicuo de la Porta Tiburtina del muro de Aureliano de Roma.
Los esviajes en las fábricas romanas de gran aparejo se
resolvían fácilmente con dovelas dispuestas a monta
caballo. Pero el pequeño aparejo surgido en la Edad
Media obligó a desarrollar elaborados despieces acor
des con la geometría del espacio. Durante los siglos del
gótico se evitaron estas complejas construcciones de
cortes de cantería. No obstante, sabemos que la mo
derna montea para la construcción de un arco en es
viaje era ya conocida en el siglo X'" porque aparece expuesta, aunque de forma sumaria, en el llamado
cuaderno de Villard de Honnecourt'.
Los primeros arcos en esviaje aparecen en la arqui
tectura valenciana de la mano de un mismo maestro:
Francesc Baldomar (activo entre 1425 y 1476). Este
prestigioso arquitecto fue el fundador del gremio de
canteros y dirigió en Valencia las obras reales, las dela ciudad y las de la catedral. A partir de 1444 Baldomar parece haber utilizado la construcción del portal de Quart, una de las puertas monumentales de laciudad de Valencia, como banco de pruebas donde experimentar los cortes de cantería que utilizaría en posteriores aplicaciones. En este portal toda la construcción se dispone girada hacia el camino de entrada ala ciudad. Considerando que éste no se entregaba deforma perpendicular a las murallas hubo ocasión (sinduda buscada) de disponer en esviaje todos los arcosdel edificio. El mismo Baldomar construyó, por las mismas fechas en las que levantó el portal de Quart, estavez con un funcionalmente innecesario arco en es
viaje, la portada de la sacristía de la capilla real delconvento de Santo Domingo de Valencia. Esta capilla
J.Bechmann, Roland, Vil/ard de Honnecourt, fa pensée /echnique au xII/e siec/e el SiJ commun;cacion, Picard, 1991 ¡ pág. 169 Y ss.
ARTURO ZAJv.,t:joZÁ CATAlÁN
era una importante fundación real de carácter sepulcral. No obstante, los esviajes más notorios los reali
zaría a partir de 1458, al ampliar la nave de la cate
dral de Valencia con la obra nova, que era el tramo que
añadió a los pies. En la nueva crujía construida, la en
trada a la torre campanario se dispuso forzadamente
en ángulo, en una esquina del muro perimetral. Esta
disposición no solo era evitable sino que además era
estructuralmente inadecuada, ya que debilitaba la fá
brica en uno de sus puntos más delicados. Por supuesto
requirió una construcción de novedosa y laboriosa
montea. De forma similar las grandes ventanas del c1a
ristorio del tramo ampliado giran su arcuación, y con
ello todo el molduraje, unos cuarenta y cinco grados
respecto al muro. Esta disposición no puede expli
carse por razones de funcionalidad, de clima, o de ilu
minación, ya que el nada discreto gesto se produce de
forma simétrica respecto al eje del templo en ambos
muros de la nave4.
Los espectaculares y sorprendentes esviajes de los va
nos de la catedral de Valencia constituyeron un mode
lo seguido desde la segunda mitad del siglo xv en el
área valenciana. Cabe citar las ventanas oblícuas que
construyó posteriormente, en la misma catedral, el maes
tro Pere Compte, así como los sorprendentes giros que
adoptan algunos vanos del monasterio de Santa Ma
ría de Valldigna y del monasterio de la Trinidad de Va
lencia (éstos, acaso, del mismo Baldomar).
En los territorios de la Corona de Aragón, asociados a
estilemas góticos y datados a fines del siglo xv o co
mienzos del siglo XVI, pueden verse esviajes en la por-
tada de una sacristía de la catedral de Lérida, en algu
na ventana del Castelnuovo de Nápoles y en un arco
del palacio Abatellis de Palermo. Este último, como ha
propuesto el profesor Marco Nóbi le, construido pro
bablemente por un discípulo de Baldomar. La arqui
tectura tardogótica castellana utilizó, igualmente, a fi
nes del siglo xv, en ocasiones, esta disposición. Cabe
recordar una ventana y una puerta del claustro del mo
nasterio de San Juan de los Reyes en Toledo, una puer
ta lateral de la capilla mayor de la catedral de Palencia,
o uno de 105 portales del pórtico de la entrada y la sa
lida al claustro de la catedral de Oviedo. En el resto de
Europa, aunque tampoco se han descrito, pueden ci
tarse algunos esviajes localizados de forma dispersa en
Borgoña, en Bohemia y en el resto de Italia'.
Con la llegada del léxico renacentista siguió utilizán
dose esta disposición. Ahora, si cabe, con mayor ahín
co. Entre las manifestaciones más tempranas del en
torno valenciano cabe citar 105 vanos laterales de la
capilla de la Resurrección de la catedral de Valencia
y las portadas de las sacristías de las iglesias de San
tiago de Orihuela y de Santiago de Vi llena. El desarro
llo del arte de corte de piedras de la arquitectura es
pañola y de la francesa a partir del siglo XVI, sembró
la geografía europea, y aun la americana, de vanos en
esviaje. Entradas a sacristías, dependencias de iglesias,
monasterios y palacios, así como obras públicas, cons
truyeron 105 esviajes que divulgaban 105 tratados de cor
te de piedras. Más tarde la cultura del barroco acoge
ría con entusiasmo esta idea, llegando a proponer la
oblicuidad a todo el edificio'.
4. Zaragozá Catalán, Arturo. "El arle de carie de piedras en la arquitectura valenciana del cuatrocientos, Francesc Baldomar y el inicio de la estereotomíamoderna". Primer congreso de His/oria del Arlc valenciano. Mayo 1992, págs. 97-104. "Real monasterio de la Trinidad" Valencia. Monumenlos de fa Comunidad Valenciana. Tomo X, págs. 140-149. Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia, 1995. uEI arte de corte de piedras en la arquitectura valenciana delcuatrocientos; Pere Compte y su círculo". XI Congreso C.E.H.A., Valencia, 1996. La capel/" Reia/ d'A/fons en Magnanim de I'amic manes/ir de pff.'dicadorsde Valencia. Conselleri3 de Cultura, Educació i Ciencia. Valencia. "Incensarios y tabernáculos; arquitectura tardogótica e inspiración biblica en la arquitectura valenciana del siglo xv". I congreso inrernaciolJ,,/ C!VITAS EUROPA, Valencia, noviembre 1996 (En prensa). "Juegos matemáticos; aplicaciones geométricas de los maestros del gótico en el episodio valenciano", Actas del Congreso "L' artesa medieval a la Corona d'Arag6", lérida, 1998. Arquitectura Cólica Valenóana, Valencia, 2000.
5. Debo la nOlicia, inédita. sobre el palacio Abatellis de Palermo al profesor Marco R. Nóbile de la Univcrsidad de Palenno.la noticia sobre esviajes en la iglesia de Brou en Borgoña fue facilitada por el profesor Amadeo Serra de la Universidad de Valencia.Una de las portadas de la sala Wladislaw del castillo de Praga, así como otros ejemplos Cfl Kutna Hora, en Bohemia, son igualmente oblicuas.
6. Sobre el episodio valenciano véase Bérchez Gómez, ,Ioaquín, Arquitectura Renacentista Valenciana (I5()()- 1570), Bancaja, Valencia. 1994; Arquirectura BarrocaValenciana, Bancaja, Valencia, 1993; Arquitectura Mexicana de los siglos XVII y XVHl México, 1992, especialmente págs.l B9~228; Bérchez, Joaquín y Gomcz·Ferrer, Mercedes, Arte del Barroco, Historia 16, I 99B, especialmente pág. 5B Y ss.
INSPIRACIÓN BíBUCA y PRESENOA DE LAANTlGÜEDAD EN El EPlSODIOTARDOGÓTICOVALENQANO
Muchos de los arcos oblicuos --<entre ellos sin duda los
de las obras públicas- pueden explicarse por la fun
ción que resuelven. Los puentes del Mar (1591-1596)
Y del Real (1599) en Valencia salvan el cauce del río
Turia mediante bóvedas en esviaje tendidas desde pi
las con tajamares asimétricos. Esta solución, conforme
a la hidraúlica, se adoptó para resolver el trazado de
los puentes que se desvían de la perpendicular al cau
ce al atravesar el río. En otros casos, en los que el ar
co en esviaje es de apariencia innecesaria, puede ha
ber existido el humano deseo de mostrar un alarde
técnico y realizar una exhibición de destacados co
nocimientos de geometría.
No obstante, creo que una razón que pudo impulsar la
construcción de vanos en esviaje en espacios religio
sos (y aun civiles) ya desde los siglos xv Yxvi fue la san
ción divina que les prestaba el hecho de que las ven
tanas del Templo de Jerusalén, fueran descritas como
Fenestras Obliquas en la Biblia Vulgata (Reyes 6,4; Eze
quiel 40, 16 Y 47, 16). Estaríamos así ante un intento de
asimilar la nueva construcción a una arquitectura cu
yo inspirador había sido directamente Dios. Esta re
construcción del Templo de Jerusalén no requería una
fidelidad absoluta al texto sagrado (que, por otra parte,
era de difícil interpretación), ya que podía realizarse a
modo de sinécdoque, es decir, tomando el todo por laspartes. Ello era suficiente para la asimilación simbóli
ca entre el edificio proyectado y la arquitectura descrita
en la Biblia. El edificio podía combinar elementos sim
bólicos de la nueva ley, como la planta de cruz, con
otros del desaparecido templo, aunando así el antiguo
y el nuevo testamento.
El que las versiones modernas de la Biblia, en lengua
vulgar, traduzcan Fenestras obliquas por ventanas as
pilleradas, o por ventanas enrejadas, y no por "venta-
nas oblicuas", es una curiosa historia que parece deri
var de las teorías arquitectónicas de la Edad Moderna.
Las primeras traducciones de la Biblia, en el ámbito his
pánico y dentro de la ortodoxia católica, que esqui
van la obvia traducción de Fenestras obliquas por "ven
tanas oblicuas" o incluso, lo que es más grave, corrigen
la versión latina de la Vulgata, son la monumental Bi
blia Regia o Políglota Antuerpiense del hebraísta y bi
bliotecario del Escorial Benito Arias Montano (Ambe
res, 1569-1572, 8 vals.) y el suntuoso tratado In
Ezequielem Explanationes et Apparatus urbis ac Templi
Hierosolymitani, commentarijs et imaginibus illustra
tus, de los jesuitas Jerónimo de Prado y Juan Bautista Vi
Ilalpando (Roma, 1596-1605, 3 vals.) obra financiada
y dedicada a Felipe 11. Ambas publicaciones, como se
ha señalado, muestran la voluntad de conciliar la Biblia
con la cultura clásica'. La sutil diferencia entre el tex
to latino de la Vulgata, que es la versión oficial de la
iglesia católica y las citadas traducciones (que van acom
pañadas de detalladas ilustraciones del Templo de Je
rusalén) obligaron a explicar a sus autores la interpre
tación clasicista de las referencias arquitectónicas de la
Biblia con puntales (y significativas) anotaciones a pie
de página en los correspondientes párrafos'.
Esta hipótesis sobre el valor simbólico de los vanos obli
cuos tiene como valedor nada menos que al destaca
do tratadista de arquitectura, y arzobispo-obispo de Vi
gevano, Juan Caramuel de Lobkovitz. El autor de
Arquitectura civil recta y oblicua considerada y dibu
jada en el Templo de Jerusalén (Vigevano, 1678), en un
brillante y coherente discurso de ecos cartesianos, par
te del origen divino de la arquitectura oblicua para ir
deduciendo, matemáticamente, en clave barroca, el
conjunto de las reglas de esta arquitectura. Caramuel
señala, explícitamente, que la Vulgata indica que el
7. Ramírez, Juan Antonio (ed.), Dios arquitecto, ed. Siruela, Madrid, 1994. Ramíerz, Juan Antonio. "El sistema d€ los órdenes arquitectónicos o la utopía de la razóny el sueño de la libertad", en Ediciones y sueños, Málag<l, 19B3. Rykwert, Joseph, La casa de AdiÍn en el paraíso, Gustavo Gili, Barcelona, 1974, pág. 129 Yss.
8. Del Prado-Villalpando, en la nota a pie de página comentando el libro de Ezequiel 40,16 llega a trasladar el "oblicuo" de las ventanas (en expresión dela Vulgata) únicamente a la forma de las rejas.El catedrálico Luis Arnaldich en la Biblia Comentada, Texfo de la N.icar-Colunga, Tomo 11, BAC, Madrid, 1961, pág. 386, indica respecto a la traducción delversículo 4 de Reyes 6 "Hizo en la casa ventanas enrejadas~, que en el texto original aparece la palabra shekufim, que deriva de una raíz verbal que significa "mirar desde lo alto". Independientemente de las razones que pueda haber para realizar esta traducción desde la versión original, es evidente que el texlode la Vulgata no lo propicia en absoluto.
I 'J
templo de Salomón (construcción de inspiración divi
na) tenía las ventanas oblicuas y lo demuestra recor
dando las correspondientes citas bíblicas'.
La razón por la que esta disposición pudo tener una es
pecial fortuna en el episodio tardogótico valenciano
puede explicarse por la pronta divulgación de la lec
tura de todo el texto bíblico. Así lo indica el hecho de
que la primera impresión de la Biblia en una lenguavernácula se realizara en Valencia en 1477-1478. Esta
versión de la Biblia había sido traducida al valencia
no entre 1396 y 1402, por Bonifacio Ferrer y debía correr manuscrita desde entonces". Aunque lamentable
mente desconocemos la perdida traducción de esta
"Biblia Valenciana" no es difícil concluir, sin fantase
ar demasiado, que el latín Fenestras obliquas sería tra
ducido al valenciano por {inestres obliqües. La cerca
nía de las dos expresiones, latina y valenciana,
propiciaría en cualquier caso su conocimiento. Apo
ya esta hipotética traducción el hecho de que la úni
ca versión castellana en la que las ventanas del Templo
son "oblicuas" (aunque con la inevitable nota a pie de
página remitiendo esta vez a Villalpando) sea, nueva
mente, la de un valenciano: Felipe Scio de San Mi
guel en la Biblia Vulgata latina traducida en español,(Valencia, 1793)".
Pero las intenciones artísticas no siempre son unívocas;
por el contrario, frecuentemente van asociadas a otras
que las confunden o que las refuerzan. De hecho hay
otra serie de datos que hacen pensar que las arquitec
turas construidas por Francesc Baldomar durante el se
gundo tercio del cuatrocientos están realizando conti
nuas referencias a la antigüedad. Así lo indicarían las
Base de un pilar (Ca. 1459) de la catedral de Valencia, alzado sobreuna losa con una inscripción romana.
lápidas con inscripciones latinas que incluye en sus edi
ficios. Cabe recordar al respecto la lápida todavía exis
tente en el basamento del pilar del lado de la epístola
de la "obra nova" de la catedral de Valencia, o las que
existieron en otros edificios construidos por Baldomar,o en los que él intervino: la capilla real del convento
de Santo Domingo, el almudín y el antiguo ayunta
miento, todos ellos de Valencia".
En este sentido, acaso, el esviaje de las torres de Quart(tan atípico y tan constructivamente incómodo) sea al
go más que un banco de pruebas de cortes de cantería.
9. Véase págs. 3 Y4 de la citada obra.10. Sobre la ~Biblia Valeociana~ véase: Tramoyeres Blasco, Luis. "la Biblia valenciana de BOflifacio Ferrer, una hoja incunable del apocalipsis", Rev. de Archivos,Bibliotecas y Muscos, Madrid, 1910. Careel Ortí. Vicente, en Historia de l.] Iglesia en Valencia, Valencia, 1986, pág. 133 Y SS., indica que la iglesia valenlina tieneuna tradición bíblica antiquísima y que la figura cumbre de la tradición blbfica valentina fue el agustino Jaime Pérez de Valencia, (1408-1491) obispo auxiliarde Rodrigo de Borja. Señalaría igualmente la difusión de la Biblia el hecho transmitido en el Die/ario llamado del Capellán de Alfonso el Magnánimo (1474·1478)de que en 1447 se quemaron veillle Biblias falsas, algunas de gran valor, delante de la catedral.11. También realiza la misma traducción (salvo en el libro de los ReyeslTorresAmat, Félix, en Sagrada Biblia, Godeila, 1981.
12. La lápida romana colocada en el Almudín es citada (y copiada) por Pere Antoni Bcuter en la "Primera part de la historia de Valencia~ en la Crónica, Valencia, 1538. Esta lápida vuelve a citarla Francisco Diago en los Anales del Reyno de Valencia, Valencia, 1613, pág. 83.la lápida romana colocada en la capilla real del convenio de santo Domingo estaba situada en el terrado y es cilada por Gaspar de Escolano en Décadas de faInsigne y Coronada Ciudad y reyno de Valencia, 16 vols., Valencia 1876 (1611), pág. 420.la lápida existente en la casa de la ciudad no puede atribuirse a una actuación de Baldomar ya que era una lápida aprovechada por su parte posteriOf para unanueva inscripción realizada en 1376. Véase Teodoro Uorente, V.lleneia, sus monumentos y arres, su na/uraleZ<1 e historia, Valencia, 1889, T. 11, págs. 82-83.
I~I
INSPIRACiÓN BíBUCA y PRESENOA DE LA ANTlGÚEDAD EN EL EPISODIO TAROOGÓnCOvALENOANO
La oblicuidad del portal de Quart podría hacer refe
rencia a otras antigüedades: las antiguas puertas de
la ciudad de Roma. Aparte de los ya citados arcos romanos en esviaje de las puertas de la ciudad de Pe
rugia en la Umbría, o del arco dei Pantani, en el fo
ro de Augusto en Roma, algunas puertas de esta
ciudad, como la Porta Tiburtina del muro de Aure
liano o la Porta Caelimontana del legendario muro
de Servio Tulio, tenían idéntica disposición que la que
adoptaría la de Valencia. inguna de las dos debía
de ser cosa desconocida para la crecida colonia valenciana cuatrocentista en Roma. Cabe recordar que
el obispo de Valencia Alfonso de Borja, más tarde Calixto 111, residía en Roma desde 1431. La Porta Tiburtina, así llamada en la antigüedad por abrirse al ca
mino que llevaba a Tibur (Tívoli), recibió en la Edad
Media el nombre de "puerta de San Lorenzo", porpermitir el acceso a la cercana basílica del mártir os
cense. Está formada por un poderoso arco pétreo en
esviaje construido bajo Augusto para un acueducto yaprovechado más tarde para construir el muro de Au
reliano (271-275). Como en otras partes de este mu
ro el arco fue acompañado de dos torres redondas de
ladrillo al exterior. Las similitudes con Quart eran,
pues, notables. Ahora su aspecto es muy diferente ya
que las torres redondas fueron sustituidas por otrascuadradas en 1S86"- La Porta Cae/imontana, o Quer
quetulana, o arco de Dolabella, está situada en el
monte Celio y formó parte, igual que la puerta de San
Lorenzo, de un acueducto. Esta puerta estaba situa
da en la Edad Media en el límite del área de la basí
lica de Santi Quattro Coronati. Cabe recordar que
el obispo de Valencia, Alfonso de Borja, fue nombradocardenal de esta basílica en 1444, es decir el mis
mo año que Baldomar comenzó a trabajar en las obras
del portal de Quart".
Con todo, la posible referencia a las puertas de la ciu
dad de Roma, debe entenderse no solo como una alu
sión a la antigüedad clásica sino también al carácter
sacro de esta ciudad. Afortunadamente contamos con
el inestimable testimonio de un valenciano (el lIama
do capellán de Alfonso el Magnánimo) describiendo la
Roma cuatrocentista de la época de Alfonso de Borja,
como ciudad santa y admirable".
"Ans del adveniment de Jhesu Crist OCClll Anys, fon hedi
ficada la sancta dutat de Roma, la qual hedifica Romulus,
e fonch primer rey. la qual dutat es huy mare Esglessia de
cristiandat, e es molt escellentment ennoblida de mol tes in
signes reliquies de Jhesu Crist e de sants e de sanetes, los
quals foren martirizats e morts per la santa fe de nostre Sen
yor Oeu Ihesu Crist; encara molL ennoblida, a moh gran ma
ravella, de molles, insignes e maravelloses esglessies, que es
cosa de gran admiracio, que son en nombre les dites es
glessies de la ciutat de Roma CCClXXII, hon ha tants e in·
numerables perdons e indulgencies, atorgats per los sants pa
res apostolichs, que be saber ni dir no's pot, encara es ornada
a molt gran bellesa e sumptuositat de admirables edifids, de
castels, palaus, cases e hedificis e antiquitats, e de tantes
altres sumptuositats e bellees insignes, de tan gran admira·
cio que dir, ni saber, ni escriure no's poria la tanta prosperi
tal de la dita dUlat de Roma"'.
"En la dutat ha XX Partals, ha castels Vlll'" LXXXX, en lo mur
ha tores principals CCCXXXXVIII, ha VII archs triunfals, ay
mes VII Ponts, ay mes XX. Palaus de molt gran maravella ...".
El carácter de construcción a modo de "sacra antigüe
dad" del portal de Quart acaso quedó reflejado en la
desaparecida tabla del abrazo entre la puerta dorada
de la Colegiata de Xativa. Esta tabla, de un anónimo
pintor valenciano de la segunda mitad del siglo xv,
representa a San Joaquín y a Santa Ana ante la puerta
dorada del templo de Jerusalén. La puerta tiene una no
table similitud con el portal de Quart".
13. Sobre la Porta Tiburtina véase: Vasco Rocca, Sandra, Rione Xv, Esquifino de Cuide Rionali di Roma, 2° ed. Roma, 1997; Pucciareni, Mauro, Cuida Archeologica di Roma, Roma 1974, págs. 25-26.Sobre la Porla Caelimonlana, o QuerquelUlana, véase: Quercioni, Mauro, op. ÓI., pág. 43 Y Pucciareni, Mauro, págs. 21, 22 Y 186. Agradezco a don Federicolborra la noticia sobre esta última puerta y la ayuda a la búsqueda bibliográfica.
14. Careel Ortí, Vicente, op. cit., pág. 119.
15. Dietari del Capellá d'Alfons el Nlagnanim. EdiciÓfl e índices por María Desamparados Cabanes PecOUr1, Zaragoza, 1991, págs. &4-65.
16. Existe un.a fotografía de la tabla desaparecida en el ARXIU MAS, Barcelona, 1932, referencia C·71558.
la ciudad cristiana de Valencia emerge de su condición anterior dispuesta a modo de la Jerusalén celestial -con las columnas Jaquíny Boaz ante sí- gracias al martirio, ya las preces, de los beatos Juande Perusa y Pedro de Saxoferrato. las filacterias repiten versículosdel salmo 86 (87) Sión madre de Jos pueblos. Grabado de Hipólito Rovira sobre dibujo de Gaspar de la Huerta.
La sacralización de la imagen urbana (y no solo de la
del templo) es un tema recurrente en el urbanismo his
tórico. En la misma Valencia puede verse ejemplificado
en un precioso grabado de Hipólito Rovira sobre dibu
jo de G. de la Huerta (S. XVIII). En este grabado la Va
lencia cristiana, presentada como la Jerusalén celestial,
con las columnas del templo ¡aquín y Boaz ante ella,
emerge de la Valencia islámica gracias a las preces de
los mártires Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato".
Pero, como se ha dicho, las intenciones artísticas no
necesariamente son unívocas. Al interés simbólico pue
de añadirse otro científico. Cabe señalar que Baldo
mar parece plantearse problemas de estereotomía muy
diversos para poder resolverlos. La construcción de ar
cos en esviaje plantea problemas de geometría des
criptiva no muy alejados de otra rama de la misma cien
cia: la perspectiva. Ambas disciplinas resuelven la
descripción de un cuerpo en el espacio, la una en tres
dimensiones y la otra en dos. Ambas partieron del co
mún conocimiento del sistema diédrico de represen
tación y las dos tuvieron un desarrollo coetáneo. No
es de extrañar que un mismo interés, de carácter es
peculativo mostrara diferentes caras en distintas orillas
del Mediterráneo: el desarrollo de la perspectiva en la
pintura florentina, los bajorrelieves con tratamiento
perspectivo de Nápoles y de Palermo, o la estereoto
mía moderna en Valencia. Que estas intenciones ya
fueron vistas como tal en otras épocas en Valencia,
17. El grabado aparece reproducido en Carcel Ortí, Vicente, en op. cil. T. 1, lámina lOS. Sobre la historia del hecho que coomcmora véase la misma obra p.ig. 67.Por todo el grabado, dispuestos en filacterias se distribuyen los versículos del salmo 86 (B7).
Sion, omnium popularum mater'Filliis Coreo Psalmus cantid.Fundamenta eius in montibus sanctis;'Diligit Dominus portas Sion super omnia labernacula lacob.'Gloriosa dicta sunl de te, civitas Dei!'Memor ero Rahab et Babylonis, scienlium me;Ecce alienigenae, et Tyrus, el populusAethiopum,Hi fuerunl illie.5Numquid narrabit in scripturis populorum et principum,Horum qui fuerunt in ea.'Sicut laetantium omniumHabitatio est in te.
Sioo, madre de los pueblos.'De fos hijos de Ccxé. Salmo. Cinrico.Su fundación sobre los santos montes'ama Yahvéh:las puertas de S¡ónmás que lodas las moradas de Jacob.'Glorias se dicen en ti,ciudad de Dios:'''Yo cuento a Ráhab y Babelentre los que me conocen.Tiro, Filistea y Etiopía,Fulano nació allí.'Pero a Sión se le dice: "'¡Madre*!\porque todos han nacido en ella·,"Y él mismo la sostiene,el Altísimo, ·Yahvéh.A los pueblos inscribe en el registro·:"'Fulano nació allí",'ya los príncipes entre los danzantes·:todos ponen su mansión en ti·.
INSPIAACIÓN BíBUCA y PRESENCIA DE LA ANTIGÜEDAD EN El EPISODIOTARDOGÓTICO VALENCIANO
lo indica la expresión utilizada por el ilustrado erudi
to Marcos Antonio de Orellana (1731-1813) al decir
que eran "chanfrante óptico" las ventanas en esviaje
de la catedral de Valencia".
LA COLUMNA ENTORCHADA
Como hemos visto, los vanos en esviaje se constituye
ron en una disposición peculiar de la arquitectura tar
dogótica valenciana a partir de los años cuarenta del
siglo xv (y especialmente de la obra de Francesc Bal
domar). De la misma forma, las columnas entorchadas
se convirtieron en un rasgo distintivo de la misma ar
quitectura a partir de los años ochenta del mismo siglo
(y de la arquitectura de Pere Compte y su círculo)".
El edificio más conocido de Valencia por la utilización
de la columna torsa es el salón columnario de la Lonja
de esta ciudad. Ocho grandes columnas entorchadas y
16 pilastras del mismo tipo sustentan las bóvedas. Pe
ro no fue ésta la primera ni la última vez que se empleó
en Valencia. Una cata arqueológica realizada en un mu
ro de la antigua librería de la catedral de Valencia ha
desvelado que Martí L10bet dispuso allí una columna
entorchada de arista viva en la temprana fecha de 1433"'.
El primitivo Hospital General de Valencia fue un nota
ble edificio desaparecido dado a conocer por la profe
sora Mercedes Gómez Ferrer. La construcción inicial
se perdió tras un pavoroso incendio en 1542, siendo
sustituido por la construcción renacentista que hoy es
tá destinada a biblioteca. Las obras habían comenza
do a finales del siglo xv y continuado con lentitud. En
1513-1517 se contrataron con el maestro Miguel Ma
ganya la construcción de columnas entorchadas (di
seño que, acaso, estaba previsto con anterioridad) pa
ra los pabellones del crucero. Como ha indicado la
citada investigadora, este edificio confirma la tesis de
que las columnas de la Lonja no son un episodio ais
lado en la arquitectura de la ciudad sino que, por el
contrario, constituyeron una tradición que arraigó pro
fundamente. Todavía en 1542 el maestro Joan Batiste
Corbera concertaba la ejecución de nuevas columnas
entorchadas en el Hospital". Distribuidas por la ciudad
y por su entorno pueden verse todavía algunas colum
nas entorchadas. Podemos recordar dos trasladadas im
propiamente a los jardines del real procedentes, la pri
mera, de una demolida casa gremial, y la segunda del
Hospital General. Se conserva también otra columna
entorchada en el palacio señorial de Benissanó. Tam
bién puede rastrearse su presencia a través de la pin
tura y de la escultura de esta época.
Especial interés por el protagonismo que adquieren, tie
nen los pilares torsos de la iglesia de Santiago deVillena.
En esta iglesia los entorchados son de arista viva y ban
da de remate a modo de capitel, disposición similar a
la columna de la librería de la catedral de Valencia. El
trazado hel icoidal se prolonga por los nervios sogueados
de la bóveda de crucería, que es de rampante redondo.
La liberación, todavía inacabada, del revestimiento cla
sicista que enmascaraba la fábrica medieval de la igle
sia de Santa María de Onteniente, ha revelado un in
esperado panorama. Los dos últimos tramos de la amplia
nave de este templo están construidos con pilastras en
torchadas. Estas alternan la arista viva (como en Ville
na y en Benissanó) y la baquetonada (como en la Lon
ja y en el Hospital General de Valencia).
Paralelamente a la fortuna de la columna torsa en el
episodio tardogótico valenciano se detecta su uso en
otros focos, dispersos y alejados entre sí, de la geo
grafía europea.
La iglesia de Santa Magdalena de Olivenza es un es
pléndido ejemplo de arte manuelino que guarda curio
sos paralelismos con la iglesia de Santiago de Vi llena.
18. Orel1ana, Marcos Antonio. Biografía Pictórica Valentina, 2~ edición, Ayuntamiento de Valencia, Valencia. 1967, pág. 19.
19. Zaragozá Catalán, Arturo. Arquitectura GÓlica Valenciana, pág. 161 Y ss.
20. Tolosa Robledo, Luisa y Vcdreño Alba, MaCarmen. "la biblioteca de la Seo de Valencia" . La Ciudad de la Memori,1. Los códices de la caredral de Valencia,septiembre-noviembre 1997 Museo BS.AA. Valencia, págs. 239-285.
21. Gómez Ferrer lozano, Mercedes; Arquitectura en la Valencia de' siglo XVI. El Hospital General y sus arlí;ices. Albatros, Valencia, 1998.
ARTURO ZJ..AAGOZÁ CATALÁN
Aunque el trazado del entorchado es muy diferente, 10
que indica su falta de conexión formal, ambas dan es
pecial protagonismo a las columnas torsas. Para ello am
bas fueron construidas con tres naves, disposición for
zada que obligó a eliminar en una, ya reducir en la otra,
las capillas laterales. A la peculiar complejidad de las
bóvedas y de las portadas, en ambos templos debe aña
dirse que las dos iglesias se completaron, ya en el si
glo XVI, y con temprana utilización del léxico renacen
tista, con elementos de arquitectura oblicua. Son éstos
la portada de los pies en Olivenza y la portada de la sa
cristía en Villena. La iglesia de Olivenza no es un unieum en el arte portugués. Otras construcciones en las
que las columnas entorchadas adquieren un especial
protagonismo en la arquitectura manuelina son la igle
sia del convento de Jesús de Setúbal y la sala capitulardel monasterio de Flor da Rosa.
Una tercera iglesia que puede relacionarse finalmente
con las de Villena y Olivenza y que sin embargo está
situada en la baja Sajonia, casi en el extremo opuesto
de Europa, es la catedral de Brunswick. La antigua ca
tedral románica de San Bias se amplió hacia 1469, con
una doble nave que parece pensada para exhibir las
siete columnas entorchadas desde las que se tienden
las bóvedas nervadas dispuestas a modo de palmeras.
La construcción tardogótica de Brunswick ha sido aso
ciada con la figura del arquitecto Arnold Van Westfa
len cuya obra, como veremos, guarda una sorprendente
relación formal con los abovedamientos que por las
mismas fechas construían Francesc Baldomar y Fran
cesc Martí "Biulaigua" en Valencia 22. Las columnas en
torchadas de Brunswick parecen ser la cabeza de una
serie de columnas de este tipo en Alemania entre las
que cabe citar las del antiguo ayuntamiento de Leipzig,
el patio del castillo de Neuburg y la capilla de la Tri
nidad de Nuremberg.
Destacada utilización de la columna torsa, aunque úni
camente en claustros, es la que se realizó en Castilla.
Deben citarse en este caso los claustros, de recargado
ornato, del colegio de San Gregorio deValladolid y del
Palacio del Infantado de Guadalajara, o el más modesto
de la casa señorial de "Los del Río" en Segovia.
El destacado protagonismo arquitectónico de la co
lumna entorchada a fines del siglo xv y comienzos del
siglo XVI, así como la función estructural de la misma,
caracterizan las arquitecturas descritas. Aunque la co
lumna entorchada había sido utilizada por la arquitec
tura románica, la utilización estructural de la misma no
tendría paralelo ni siquiera en una época, como el ba
rroco, en que esta columna desató entusiasmo. Es evi
dente que los ejemplos expuestos, que surgen al mis
mo tiempo, en diferentes regiones de Europa, y sin
conexión entre sí, responden a un mismo modelo.
El referente no es otro que una venerable reliquia: las
columnas del templo de Salomón llevadas a Roma en
el siglo IV por Santa Elena y que entonces se custo
diaban en el altar de la confesión de la basílica de San
Pedro del Vaticano. Como ha recordado el profesor
Juan Antonio Ramírez al estudiar las mencionadas co
lumnas "el altar de la antigua basílica vaticana esta
ba construido con estas reliquias, indicando así des
de la época paleocristiana como la nueva iglesia se
levantaba sobre el antiguo Templo. Numerosos fustes
retorcidos del periodo medieval pueden considerar
se, en consecuencia, como variaciones de este pres
tigioso modelo arquitectónico". Una de estas colum
nas, llamada la Columna Santa, era especialmente
venerada, ya que según la tradición se había apoya
do en ella el Señor cuando predicaba en el pórtico del
Templo. La veneración de estas reliquias parecen ha
ber tenido un momento álgido en el siglo xv y co
mienzos del S. XVI. El pétreo cerco que protegía la Co
lumna Santa (hasta hace poco en la capilla de la pietáy ahora en el "tesoro de San Pedro") fue construido
en el siglo xv. El mismo profesor Ramírez ha subra
yado que entre las numerosas ilustraciones de los fus
tes vaticanos realizados por Jean Fouquet, artista que
trabaja en Roma en 1445 acabando las puertas de
22. Radova Stikova, Milada. "O rozwoju twórcosz¡ architecklonicznej Amolda z Westfal¡¡". Studia z historii architecktury. Warszawa, 1980.
INSPIRACIÓN BÍBUCAy PRESENOA DE lA ANTIGÜEDAD EN EL EPISODIO TARDOGÓTICOVALENClANO
Columnas entorchadas de la iglesia de Santa María de Olivenza.
bronce de San Pedro, está la miniatura "Profanacióndel Templo por las tropas romanas". Esta ilustraciónrepresenta el Sancta Sanctorum del Templo de Jerusalén con la misma apariencia con la que se mostra
ba el cancel con columnas torsas en el antiguo altarde la basílica constantiniana de San Pedro.
Sinécdoque del Templo, tal como calificó a la columna torsa el citado profesor Ramírez, nos encontramos nuevamente con una forma de representar o
reconstruir el todo desde uno de los componentesque lo identifican".
No obstante, la dimensión simbólica de la columnaentorchada podía evocar no solo al Templo de Jeru
salén sino también a otro prestigioso edificio construido por Salomón: su propio palacio, o "casa delBosque del Líbano". Éste, según la Biblia, fue construido junto al Templo y está descrito en el Libro de
los Reyes 7, 1-12. Es oportuno recordar como la literatura medieval cita con frecuencia (y con entusiasmo) los palacios de Salomón. El poeta valenciano Jaume Roig en su obra Spill (1460) pone en boca del
propio Salomón los siguientes versos.
u ... cosa mirable
tantes hostilles, torques, manilles,
collás, vestits, tants lIits fomits,orfebreries, tapisseries!
no's pot asmar, menys estimar
los artificis, ni'ls edificis
deis meus palaus"
Apoya también la posibilidad de que se hayan tomadocomo referente los palacios de Salomón un difundidotexto medieval. Los comentarios de la Biblia del teólo
go Nicolás de Lira (1270-1349) constituyeron una obrade enorme reputación de la Edad Media. Con varioscentenares de copias manuscritas, la autoridad disfru
tada por esa exégesis bíblica era tal que fue la primera obra de este género en imprimirse (Roma, 14711472), contando con numerosas reediciones, inclúso
23. Ramírez, Juan Antonio, op. cit. Nota 19, véase también "Arquitectura y lugar imaginario {El Templo de Jerusalén en la pintura antigua)", Construcciones ilusorias, arquitecturas descritas, arquitecturas pinradas. Alianza forma, Madrid, 1983, espe<ialmente pág. 139 Yss.
1 ,
ARTURO ZArw:;oZÁ CATAlÁN
Planta y alzado de la casa del bosque dellíbano, ° palacio de Salomón. Ilustración de las P05lillae perpetuae super totam bibliam deNicolás de lira, edición de' 493.
en pleno siglo XVII (París, 1660). En Valencia debía de
ser una obra fácil de encontrar ya que está documen
tada en varias bibliotecas. En 1455 Alfonso el Mag
nánimo solicitó, por carta, desde Nápoles, un ejem
plar a Valencia. Estas Postillae Perpetuae super totam
Bibliam divulgaron interesantes reconstrucciones grá-
oOOOOOOOOOOOOOO
OOOOOOOOOOOOOOO
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ficas del Templo y de la Casa del bosque del Líbano.En los grabados más antiguos el palacio de Salomónaparece como un edificio gótico formado por una genérica sala columnaria en planta baja (lo que hacíareferencia a su denominación) y un piso superior con
una galería de ventanas coronada con almenas y flan
queada por esculturadas gárgolas". Algunos de losedificios civiles del episodio tardogótico valenciano,como la Lonja de Valencia y el Consulado del Mar,podrían hacer referencia al palacio de Salomón másque al Templo.
El valor simbólico de la columna entorchada se vio limitado a partir del renacimiento. La enorme dificultad de integrar la columna salomónica en el sistemaclásico (problema que ya se había presentado con elarte oblicuo), junto con la imposibilidad de ignorar laexistencia de las columnas vaticanas, hizo que los tratadistas derivaran, a partir del siglo XVI, la columna entorchada hacia un orden peculiar, de inconcreto origen "mosaico". Tomás Vicente Tosca en el Tratadode arquitectura civil, montea y cantería y reloxes (Valencia, 1712) indica su origen (siguiendo a otros tratadistas como Caramuel) señalando que "El orden llamado Mosaico solo tiene especial las colunas, queson las que suben en forma de llamas, y van haciendo ondas, revolviéndose a manera de espira, por loqual el P. Milliet las llama flexuosas. No conocieroneste género de colunas los Griegos y Romanos antiguos; sus inventores fueron sin duda los Judíos, y poreso se llaman Mosaycas ó Salomónicas, tomando elnombre del Legislador Moysés, y del Sabio Rey Salomón. o conviene se use de ellas en corredores óen fabricas que hayan de sustentar peso, por ser depoca firmeza; pero su fábrica es ingeniosa, y bienlabradas parecen bien a la vista".
No obstante, en contradicción con el sistema clásico y olvidadas en las reconstrucciones gráficas y des-
24. Martínez, Antonio "Exégesis escrita y explanación dibujada de la arquitectura bíblica en N. De lira"', en Dios Arquitecto, op. cit. págs. 86-89.
la noticia sobre la petición a Valencia de Alfonso el Magnánimo de la citada obra de Nicolás de Lira puede verse en Sanchis Sivera, José, Bibliografía valenc;an,l medieval, Valencia, en 1401 (pág. 23) etc., igualmente en Fcrrer Gimeno, M~ Rosario "la Biblioteca del canónigo Matíes Mercader (+ 1489)", fslUdisCaslcllonencs, nO 4, 1987-88, págs. 441-469, se cita otro ejemplar impreso perteneciente a este canónigo.
lo
INSPIRACiÓN BIBLlCA y PRESENCIA DE LA. ANTIGÜEDAD EN EL EPISODIOTARDOGÓTICOVALENCIANO
mo
t
Ventana del "estudi" de una casa señorial de Sant Mateu de fines del siglo XV y montea para el trazado de la columna entorchada según Josep Gelabert en L'art del Picapedrer (1653).
criptivas del Templo de Jerusalén, quedó diluido el
prestigioso origen, de inspiración divina, de la co
lumna entorchada. No es de extrañar que ésta des
apareciera como elemento estructural, incluso a lo
largo de la cultura del barroco en la que la columna
salomónica gozó de una inmensa popularidad y de
una entusiasta utilización.
Fenómeno curioso, que no puede dejar de reseñarse,
es la tendencia a extender el movimiento de la co
lumna entorchada a otros puntos del edificio. El tra-
ARTURO ZARAGOZÁ CATALÁN
zado de la columna torsa medieval es conocido gra
cias al cuaderno de trazas llamado Oe ¡'art de Pica
pedrer del maestro cantero mallorquín Josep Gela
bert (1653)". De hecho, la primera traducción de la
columna salomónica al hispánico arte de corte de
piedra se había realizado en la sala columnaria de la
Lonja de Mallorca (1423-1447) construida por Gui
Ilem Sagrera. En la isla de Mallorca el entorchado go
zó de una gran fortuna repitiéndose, con el mismo
trazado medieval hasta el siglo XVII. El citado trazado
de la columna torsa está formado por un hexágono,
de lados cóncavos, que gira a la vez que asciende for
mando un helicoide. Durante los últimos años de la
Edad Media determinados trazados de ménsulas, im
postas, cornisas, e incluso cuerpos de fábrica (co
mo el conocido revellín del Castelnuovo de Nápoles
levantado por el mismo Sagrera) muestran la exten
sión del trazado de la estrella de lados cóncavos a to
da suerte de elementos. Capiteles, remates, pinácu
los y otros elementos formados por polígonos de lados
cóncavos son frecuentes en la arquitectura valencia
na de finales del siglo xv y particularmente en la obra
de Pere Compte. Esta operación compositiva, repe
tidamente estudiada por el profesor Bérchez en la cul
tura del barroco, prefigura en el tardogótico a la in
tentada en el seiscientos por Fr. Juan Ricci con el
"orden salomónico entero", o por Guarino Guarini
con el Ordine Corintio Terzo. Su conclusión era lle
var el movimiento de la columna salomónica a to
do el edificio".
No obstante, la disolución del carácter simbólico de
la columna entorchada no fue exclusivamente un fe
nómeno nacido con el clasicismo. No puede afirmarse
que quienes las emplearon tuvieron siempre plena
conciencia de su origen. Creo que el fenómeno re
señado en el párrafo anterior puede encuadrase en la
tendencia compositiva general, a fines del siglo xv, a
dar movimiento a todas las formas. La generalización
de entorchados en rejerías, orfebrerías y elementos
decorativos muestran que, en muchos casos, habíaperdido el original sentido simbólico, derivando en
puro juego geométrico.
LA TIENDA DE lA REUNiÓN
Muestra de una audaz experimentación técnica que
caracteriza la arquitectura de Baldomar y de la ar
quitectura tardogótica valenciana en general, junto
con los vanos en esviaje, son las bóvedas de cantería aristadas. El abovedamiento de la tribuna del por
tal de Quart de las murallas de la ciudad de Valen
cia, la espléndida bóveda de la capilla real del
convento de Santo Domingo, y el abovedamiento del
paso a la torre campanario de la catedral de Valen
cia, son otros tantos hitos que señalan el inicio de
la estereotomía moderna. Estas bóvedas, en las que
se suprimen los nervios, no sólo obligaron a modifi
car la organización de la obra tal como se llevaba en
los obradores del gótico clásico, sino que, a la vez,
formularon nuevos presupuestos estéticos. Frente a
las compartimentadas y estructuradas bóvedas de cru
cería, la bóveda de la capilla real ha sido descrita " ...
como un delicado velamen extendido que viene a
morir en la limpieza vertical del muro"". Estos abo
vedamientos poseen, por lo tanto, uno de los rasgos
distintivos del último gótico: la tendencia a la apa
riencia de desmaterialización de las bóvedas y la
adopción de símiles textiles.
El giro impulsado en la arquitectura valenciana a partir
de los años ochenta del siglo xv por Pere Compte y su cír
culo hacen derivar los abovedamientos hacia el rampante
redondo y a la geometría de la esfera. Los nervios se la
bran con perfil sogueado buscando la imagen de una red
de cuerdas sobre la que se tiende un velamen. Los ner-
25, Existe edición facsímil publicada por la Diputación Provincial de Baleares, Palma de Mallorca, 1977.
26. Agradezco al profesor Bérchez las numerosas noticias sobre el episodio citado y las sugerencias sobre su interpretación. Véase también Ramírez, Juan Anto~
nio "Guarino Guarini, Fray Juan Ricci y el orden salomónico entero". Goya, n° 160, 1981.
27. Simó, Trinidad, Valencia, centro hístÓrico. Guía urbana y de arquitectura, Valencia, 1983.
INSPIRACIÓN BíBLICA Y PRESENCIA DE LA ANTIGÜEDAD EN EL EPISODIOTARDOGÓTICOVALENClANO
vios sogueados de la Lonja de Valencia se recogen en claves que simulan ser metálicas anillas donde se anudan
las cuerdas. La abombada bóveda del crucero de la ca
tedral de Orihuela aparenta el mismo símil textil de una
carpa o tienda de campaña sustentada por cuerdas.
Las bóvedas de ladrillo cortado y de ladrillo tabicado
que pueden verse en el convento de la Trinidad de Va
lencia (bóveda llamada del paraguas), en 105 monaste
rios de San Jerónimo de Cotalba y del Corpus Christide Luchente (bóveda del coro alto), o en la cartuja de
Portaceli (claustrillo de la recordación) detrás de 105
cuales cabe ver la mano del mes/re d' obra de Vila Fran
cesc Martí "Biulaigua", continuan una misma estética
de limpias y ligeras velas aristadas".
La apariencia desmaterializadora y la imagen textil no se
limitó a las bóvedas. En el episodio valenciano cabe re
cordar el gusto por las pinturas murales de draps de pinzello imitación de telas, de lo que nos ha llegado repetida noticia documentaP9. No es de extrañar que en este
ambiente el maestro de obras Francesc Baldomar se ocu
pe en el montaje de los túmulos funerarios reales en la
catedral de Valencia -un enorme paño mortuorio de te
la negra dispuesto a modo de "papalló", o pabellón, si
tuado en el crucero de la iglesia- o en la construcción de
la tienda de campaña del rey Alfonso el Magnánimo.
El mismo fenómeno de intención desmaterializadora
de los abovedamientos se produce en muy diversas re
giones de Europa sin especial relación entre sí. La di
versidad de las tradiciones vernáculas puestas a dis
posición de una misma intención artística, produjo
uno de 105 desarrollos de las técnicas constructivas,
más variados y más brillantes de la cultura europea.
El análisis de cada uno de estos episodios requeriría
un extenso estudio aparte. Pero deben citarse, al me
nos, los que guardan cierto parentesco formal con las
soluciones valencianas.
En la arquitectura manuelina vuelven a aparecer 105
nervios sogueados dispuestos a modo de cuerdas anu
dadas. Acaso el ejemplo más conocido corresponde ala bóveda -llamada de nudos- de la Seo de Viseu'c. Es
ta disposición no es única en la arquitectura portugue
sa. Pueden verse otros ejemplos en las bóvedas del ca
pítulo del convento de Cristo de Tomar y en la capilla
mayor de la iglesia de la Magdalena de Olivenza.
Entre los interesantes -y faltos de un adecuado estudio
técnico- abovedamientos tardogóticos castellanos de
ben citarse las bóvedas "conopiales" de la cartuja del
Paular en Segovia. Cabe recordar que conopial, eti
mológicamente, significa tienda de campaña. La torpe
y reciente eliminación del enlucido de la plementería
no pueden evitar la apariencia texti I de la bóveda, que
adopta la forma de un pabellón o tienda de campaña,disposición expresiva pero estructuralmente absurda
para una bóveda de fábrica.
Abundando en el carácter textil de la arquitectura tar
dogótica castellana el profesor Chueca ha indicado que:
"en los fastuosos ropajes que visten estatuas, como los
sepulcros de la capilla de Miraflores, podemos hallar el se
creto y el porqué de algunas fachadas isabelinas, que pa
recen añorar un imposible aderezo de joyas. Como si se
tratara de pedrería, los muros salpican las conchas, pi
cos, bolas, clavos y otros motivos que producen la expre
sión de abullonamiento y gravidez que caracterizan el ar
te borgoñón".
A esta cita podríamos añadir los tratamientos con es
grafiados de 105 muros de los palacios de Segovia, yde las fachadas de las iglesias o colegios de Vallado
lid, o de Salamanca, que el citado profesor Chueca ha
llamado fachadas-tapiz o fachadas-estandarte".
Las bóvedas llamadas alveoladas, cristalinas, o dia
mantinas, de Sajonia, Bohemia, y Polonia y Lituania
guardan una curiosa apariencia formal que las acer-
28. Zaragozá Catalán, Arturo. Arquitectura Gótica Valenciana. Valencia, 2000
29. Cabe poner como ejemplo que en 1446 los pagos realizados en la desaparecida iglesia de San Jaime de Villarreal" ... Per pintar los cortinons de pinzell queson sfades (etes per ennoblir lo cap de la sglesia", véase Donafe Sebastiá, J. M·, "Retrato arqueológico de una iglesia desaparecida" B.S.C.C., T. LVII (1901).
30. OlAS, Pedro, op. cit. pág. 159.
31. Chueca Goifia, Fernando, Historia de fa arquitectura espar"iola, Dossal, Madrid, 1965, pág. 563.
ARTURO ZARAGOZÁ CATALÁN
ca a las bóvedas aristadas valencianas. Estos above
damientos aparecen por primera vez en 105 años se
tenta del siglo xv en el castillo-palacio de 105 prínci
pes de Mei55en, en Sajonia, de la mano del arquitecto
Arnold Van Westfalen. Desde allí se expanden por una
ampl ia área del centro y norte de Europa que va des
de Alemania hasta Ucrania. Abovedamientos cons
truidos siempre con ladrillo y con una geometría que
procede de las bóvedas reticuladas alemanas, susti
tuyen 105 nervios por aristas, produciendo una ima
gen similar a las de las bóvedas valencianas de Bal
domar y de Biulaigua". Significativa imagen de
referencia textil en algunas iglesias de Bohemia es la
producida por lo que la historiografía checa, aten
diendo a la forma que adoptan 105 tejados ha llama
do cubiertas-tienda por su similitud con las tiendas de
campaña. Debe de citarse entre ellas la espléndida
cubierta de la catedral de Kutna-Hora.
Ante estos abovedamientos, cubiertas y fábricas que
sugieren símiles textiles y que surgen de forma coe
tánea en distintos lugares de Europa, sin conexión en
tre sí, nos encontramos, creo, ante una nueva evoca
ción bíblica.
El Templo de Jerusalén, y con él la iglesia cristiana, se
percibían como derivaciones -construidas con mate
riales duraderos- del tabernáculo de Moisés. Este últi
mo era una tienda levantada con velas o toldos, sus
tentada por postes o columnas y decorada con
enramados y guirnaldas. Su forma y su construcción
vienen detalladas en el libro del Exodo, 25-40, y reci
bió por nombre la Tienda de la Reunión.
Esta forma de concebir la iglesia cristiana es sugerida
por un texto de extraordinaria difusión en la Edad Me
dia y cuya presencia en Valencia está ampliamente
documentada: el Rationale Oivinorum Officiorum
(c.1295) de Guillielmus Durandus". Esta obra sobre
las reglas del oficio divino ha sido considerada como
la más completa síntesis de lo que la Edad Media hi
zo en Liturgia. El Rationale debió de difundirse ex
traordinariamente en el siglo xv ya que fue uno de 105
primeros libros impresos en el mundo (Maguncia
1459). En él se declara explícitamente que la forma
material de la iglesia deriva tanto del Templo de Jeru
salén como del Tabernáculo del desierto. En el capí
tulo correspondiente a "la iglesia y sus partes", Du
rando dice que la iglesia:
"A veces recibe el nombre de "tabernáculo" de Dios, pues
to que la vida presente es una peregrina que camina hacia la
patria, como se dirá más adelante, o incluso se la llama ta
bernáculo como queriendo significar tienda de Dios[. .. ] En
realidad la disposición del edificio del oratorio o iglesia no
es algo nuevo pues el Señor ordenó a Moisés en el monte Si
naí que construyese un tabernáculo de cortinas de la mejor
calidad[ ...1Cuando este tabernáculo desapareció, con el pa
so de los años, el Señor ordenó que se erigiese un templo,
que edificó Salomón con una arquitectura maravillosa[... ] de
uno y otro, del tabernáculo y del templo, toma su forma nues
tra iglesia material [...1Claramente el tabernáculo representa
la figura de la iglesia militante que no posee un asenlamien
to estable en esta vida, sino que busca la futura, y por eso se
le llama tabernáculo, tienda, pues las tiendas las utilizan los
ejércitos en campaña".
La alusión a la Tienda del desierto no era, en el oto
ño de la Edad Media, ninguna referencia oscura y le
jana. Un libro de espiritualidad de la época tan ex
tendido como la Imitación de Cristo de Tomás de
Kempis en el capítulo XXXVIII expone la siguiente
meditación:
"Si en cualquier acontecimiento estás firme, y no juzgas de él
según la apariencia exterior, ni miras con la vista del sentido
32. Kutal, Albert. L'Art Cothique de Boheme. Ed. Art et cercle d'art, Praga, 1971, en la pág. 162 indica "Es por esta iglesia (Bechyne) por la que podemos empezar a hablar del final de la bóveda de crucería gótica. La superficie de la bóveda se descompone en formaciones cristalinas en la que los plementos con inclinación variada hacen nacer un juego de luces y sombras perturbando la materialidad de la bóveda", véase también. Mencl, Václav, Ceské Stredoveké Klenby, Orbis,Praha, 1971.
33. Existe traducción española en el apéndice documental de Sebastián, Santiago, Mensaje del arte medieval, ed. Escudero, Córdoba, 1978.Sobre su presencia en la Valencia del siglo xv pueden verse ejemplares reseñados en la biblioteca de la catedral en Sanchis Sívera. op. cit. Nota 24. en 1406 (pág.58) Y1496 (pág. 51), así como en la biblioteca del canónigo Malies Mercader; Ferrer Gimeno, op. cit. Nota 24, pág. 451.
1111)
INSPIRACiÓN BíBLICA Y PRESENCIA DE LA ANTIGÜEDAD EN EL EPISODIOTARDOGÓTICOYALENCIANO
lo que oyes y ves; antes luego por cualquier causa entras a lo
interior, como Moisés en el tabernáculo, a pedir consejo al
Señor, oirás algunas veces la respuesta divina y volverás ins
truido de muchas cosas presentes y venideras. Pues siempre
recurrió Moisés al tabernáculo, para determinar las dudas ydificultades, y tomó el auxilio de la oración para librar de los
peligros y maldades a los hombres".
En realidad no era necesaria la sugerencia del Ratio
nale, o la del del Kempis, la Biblia está llena de citas
que invitan a la construcción de las arquitecturas ex
puestas. El mismo evangelio de San Juan comienza di
ciendo, en su versión textual, que "El verbo se hizo
carne y acampó entre nosotros" y en el libro de Números 24,5 el autor del texto sagrado exclama "iQué
bellas son tus tiendas, oh Jacobl iQue bellos tus ta
bernáculos, Israel !"34.
PORTADAS CORTINA
Durante los últimos años del siglo xv y los primeros
del siglo XVI se construyeron en el área valenciana un
numeroso grupo de portadas de discreta dimensión pe
ro de gran elaboración formal. Encuadradas bajo un
guardapolvo moldurado dispuesto a modo de alfiz, es
tán formadas por un arco mixtilíneo con variados seg
mentos de curvas y contracurvas que recuerdan los lla
mados arcos de cortina. Acaso de la que tenemos
noticia documental más antigua sea de la existente en
la sala capitular de la catedral de Valencia, y que da
ba acceso a la antigua librería (que estaba construida
con columnas entorchadas). En 1497 el escultor Johan
de Kassel labraba una elegante sa/utació, o anuncia
ción, de alabastro para las enjutas del arco de la por
tada. Estas portadas, por su tamaño, fueron frecuentes
en sacristías (iglesia del convento de dominicos de
L1ombay, iglesia de la Sangre de Cristo de Benigánim),
monasterios (portada de la escalera del monasterio de
San Jerónimo de Cotalba) y edificios públicos (porta
das del palacio de la Generalidad, Lonja de Valencia)
aunque el mayor número se encuentran en casas se
ñoriales como los castillos-palacios de Argelita, Be
nisanó, Sot de Ferrer, Onteniente, Oliva, o el de los Es
crivá en Valencia.
Construcciones similares se realizaron en el resto de Eu
ropa. Las portadas de Cotalba tienen su paralelo en las
portadas del hospital real de Santiago de Compostela,
obra de Enrique Egas, o en las portadas manuelinas de
Olivenza. Pueden recordarse como construcciones aná
logas el arco festoneado de la iglesia de la Magdalena
de esta última ciudad, o las llamadas ventanas cortina
del castillo palacio de Meissen en Sajonia.
La evidente referencia textil de su denominación per
m ite repeti r para portadas y ventanas lo dicho en el
punto anterior para las bóvedas, reforzando las dis
persas referencias bíblicas. Es significativo que muchas
de estas portadas lleven asociadas columnas o nervios
entorchados (Cota Iba, catedral de Valencia, Benissa
nó), o arquitectura oblicua (portada del antic estudivers la pla~a, en el palacio de la Generalidad de Va
lencia). Significativa imagen del sentido de estas por
tadas la da una anónima tabla de comienzos del siglo
XVI, que se custodia en el museo de BB.AA. de Valen
cia, y que muestra la presentación de la Virgen en el
Templo. La portada del Templo, en la que los sacer
dotes reciben a la Virgen niña, es una portada cortina
como las descritas.
El desaparecido palacio de Mossén Sorell en Valencia
(datable en la segunda mitad del siglo xv) tenía una por-
34. Una reciente traducción del evangelio según San Juan indica en una anotación correspondiente al versículo "Y habitó entre nosotros·' que "El verbo griegoque emplea San Juan correspondiente a "habitó·' significa etimológicamente "plantar la tienda de campaña" y, de ahí, habitar en un lugar. El lector atento de laEscritura recuerda espontáneamente eltabemáculo de los tiempos de la salida de Egipto, en el que Yahweh mostraba su presencia en medio del pueblo deIsrael mediante ciertos signos de su gloria, como )a nube posada sobre la tienda (cfr p. ej. Ex 25,8; 40,34-35). En multitud de pasajes del Antiguo testamento seanuncia que Dios "habitará en mL"ílio del pueblo" cfr p. ej. ler 7,3; Ez 43,9; Ecc1i 24,8). A las seriales de la presencia de Dios, primero en la Tienda del santuarioperegrinante en el desierto y después en el Templo de Jerusalén, sigue la prodigiosa presencia de Dios entre nosotros", Citado de: Sagrada Biblia, traducida yanotada por la facultad de Teología de la Universidad de Navarra. Evangelio de San Juan, Pamplona, 1980.
101
ARTURO ZARAGOZÁ CATALÁN
Presentación de la Virgen en el Templo. Tabla anónima del siglo XVI. Museo de BS.AA. de Valencia.
INSPIRACIÓN BíBUCAY PRESENCIA DE LA ANTIGÜEDAD EN EL EPISODIO TARDOGÓTICO VALENCIANO
tada formada por un arco conopial enmarcado por un
baquetón dispuesto a modo de alfiz, siguiendo en su
conjunto una forma similar a las portadas cortina. Los
muros interiores quedaban cubiertos de tapices, o pin
tados imitando draps de pinzefl. La gran sala del pala
cio, en la que había otra portada de las mismas carac
terísticas, se cubría con un artesonado que acogía
préstamos de la cultura italiana ligados a otros de la tra
dición hispanomusulmana. Bajo este artesonado corría
una leyenda que decía: "Qué fábrica pueden mis ma
nos facer que no faga curso según lo pasado". Ante la
leyenda de este salón cabe preguntarse, ¡a qué pasado
se refería ésta si no era a una buscada e indefinida y
versátil antigüedad mosaica?35.
La torre de la Lonja de Valencia está formada por dos
estancias abovedadas de planta cuadrada super
puestas. La situada en la planta baja (que ocupó la
capilla) se cubre con una bóveda de crucería reba
jada, de nueve claves, con disposición llamada en
tonces "a la moderna", de rampante redondo. La es
tancia superior se cubre con una bóveda gallonada
sobre pechinas, con disposición llamada entonces "a
la italiana", o Ila la antigua", de asombrosa, elegan
te y perfecta montea. La búsqueda de una antigüe
dad formalmente desconocida llevó a concentrar en
la bóveda de esta estancia todo el d.esarrollo del pen
samiento técnico de la estereotomía de la piedra de
la siguiente centuria.
Elementos dispuestos a modo de sinécdoque, auténti
cas paráfrasis del Templo o del palacio de Salomón, alu
siones a la santa ciudad de Roma, simples citas o cui
tas guiños destinados a un atento y culto espectador,
(aunque en ocasiones empleó formulario de una com
posición arquitectónica sin plena conciencia de su ori
gen), el episodio tardogótico valenciano, y acaso to
do el europeo, aparecen como un reiterado intento
de evocación de una perdida antigüedad mosaica. Es
ta antigüedad estaba descrita literariamente en la Bi
blia, pero de ella se carecía de imágenes precisas. Lo
paradójico del intento es que la nueva formulación
de la antigüedad bíblica produjera tanta variedad for
mal y tan asombroso desarrollo técnico.
35. Bérchez Joaquín y Zaragozá, Arturo. "En torno al legado hispanomusulmán en el ámbito arquitectónico valenciano". El mudéjar Iberoamericano, Lunwergeditores, '995.
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