Un Día Negro Para El Periodismo Peruano

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Un da negro para el periodismo peruanoHace 40 aos el Gobierno militar de Velasco Alvarado decidi expropiar los diarios Expreso y Extra. Con esa idea public el Decreto-Ley N 18169 en El Peruano, el 4 de marzo de 1970. Pero la accin de expropiacin empez antes que cualquier lector del diario oficial supiera de este decreto: a las cinco de la maana. Como toda dictadura, la oscuridad fue su mejor aliada.

A esa hora, agentes de seguridad del Estado descendieron de silenciosos camiones que se apostaron en la puerta de ingreso del viejo local del jirn Ica, en el centro de Lima, donde funcionaba Expreso. Los pocos empleados de talleres que en ese momento se encontraban no se opusieron al abrupto ingreso de las fuerzas del orden.Ya con la luz del da, a golpe de las seis, llegaron al local de Expreso el director Guillermo Cortez Nez, junto con miembros del directorio, y algunos periodistas como el columnista Manuel DOrnellas. Sin embargo, ninguno pudo ingresar. Un par de horas despus, un notario trado por el Gobierno realiz su hiertica cuenta de enseres.

Domingo Tamariz en su libro Memorias de una pasin. La prensa peruana entre la democracia y el autoritarismo (Tomo II, 1964-1980) cuenta que el suceso gener airadas protestas de muchos medios escritos como la revista Caretas, que compar dicha expropiacin con la confiscacin de La Prensa en 1921.El Comercio inform al da siguiente de manera amplia y equitativa. La portada reseaba los sucesos de la maana anterior, y detallaba la reunin del Frente nico de Trabajadores de Expreso y Extra, en el local de la Federacin Grfica, en el jirn Chota. El resultado fue la designacin del periodista Hernando Aguirre Gamio como director del nuevo Expreso.En esa primera plana, el diario Decano public el indignado comunicado de Editora Nacional S.A., pero tambin las declaraciones del entonces ministro de Economa y Finanzas, Francisco Morales Bermdez, quien admita que se trataba de una medida de carcter poltico tomada por el gobierno. (VerPortada jueves 5 marzo 1970.pdf)

En la pgina 4, adems, se public ntegramente el Decreto-Ley, con sus seis artculos, y las firmas del general Velasco Alvarado y de cada miembro de su gabinete. (ver PDF A4.pdf)Se pronunciaron tambin en las pginas de El Comercio, la Asociacin Nacional de Periodistas del Per, que rechaz la expropiacin indicando que constitua un gravsimo atentado contra la libertad de prensa, y el propietario de los diarios incautados, Manuel Ulloa, quien desde Londres adverta que con esa medida se iniciaba un periodo obscuro y turbulento en el Per.Pero el diario ms antiguo del Per sent su posicin en el lugar indicado: el editorial.Ese jueves 5 de marzo, con el ttulo de La expropiacin de los diarios Expreso y Extra, se expres editorialmente un claro rechazo a la dacin del Decreto-Ley, no solo por su espritu confiscatorio, sino tambin por la ausencia de considerandos, que explicaran tal medida. (Ver Editorial 5:3:1970.pdf)El pas, la opinin pblica consciente y seria de la Repblica, espera que el Gobierno reflexione y comprenda que no se puede ir ahondando las diferencias entre los peruanos, ni seguir el oscuro camino de las restricciones a la libertad de prensa, que es la base de todas las libertades. Finalizaba as el texto.Sin embargo, los nefastos sucesos posteriores rebasaran cualquier ideal democrtico. Cuatro aos despus, en julio de 1974, El Comercio sera tambin atropellado por los militares de turno. Pero esa es otra historia

RECORDANDO A VELASCO Y SUS PERIODISTASMARIANOJDPIMENTE FILOSFICAPUBLICADO: 2011-06-09En la campaa electoral que ha finalizado y aun ahora los periodistas se han encargado de recordarnos lo lamentable que fue el gobierno del general Juan Velasco Alvarado para la libertad de expresin. El temor de que Ollanta Humala implante en el pas medidas similares ha tenido en constante sobresalto a los ms conspicuos miembros de la prensa que con motivos vlidos se aferraron a la candidatura de Fuerza 2011.Sin embargo, me gustara dar mi opinin sobre ese recuerdo de lo que pas en el gobierno de Velasco y la actitud de ciertos periodistas. Si, ya s que no es tico hacer periodismo de periodistas, pero bueno yo soy bloguero, no periodista, asi que no hay problemas en la crtica.Apreciado lector, cuntas veces Ud. escuch o ley durante estos ltimos meses acerca de la amenaza contra la libertad de prensa que poda representar la llegada al poder de Humala y el recuerdo de la confiscacin de diarios, seguro que muchas veces, y de seguro que principalmente leyendo el diario "El Comercio" o escuchando RPP, dos de los medios ms poderosos en el Per.Pero quizs muchos de Uds. nunca se enteraron que los actuales directores de informacin de ambos medios o como se llame el cargo que ocupan , Juan Paredes Castro y Ral Vargas fueron los periodistas designados interventores por el gobierno dictatorial de Juan Velasco Alvarado para confiscar diarios .Lo que yo me pregunto es, con qu catadura moral medios dirigidos por estos personajes que trabajaron abiertamente para esa dictadura, hicieron alusin a la misma dictadura para generar miedo tratando de favorecer una candidatura. Probablemente sea con la misma catadura moral de quienes los dirigen, que en su momento fueron los adulones de las dictadores y hoy se proclaman lderes de la prensa democrtica.Pero Paredes Castro y Vargas no son los nicos que tienen rabo de paja, hay otros nombres de periodistas que se podrn encontrar si se recurre a los archivos del diario el peruano y se busca las resoluciones de esa poca.Muchos periodistas que participaron en el gobierno del general Velasco, cuando lleg la democracia supieron camuflarse bien en distintos medios y como se dice pasaron piola, es de entender entonces por qu estos periodistas interventores de Velasco se sintieron tan cmodos en la poca de Fujimori, lgico, si se trata de dictaduras, ellos ya la conocan.Salvo esos archivos de los 70, es poca la informacin que se tiene de todos los periodistas afines al gobierno de Velasco, una razn debe ser que entre los propios periodistas establecen lo que usualmente se llama "espritu de cuerpo" y tapan sus cochinadas entre ellos.Quizs sea por ello tambin que hay tan buena relacin entre ciertos polticos y directores de la prensa, entre ellos debe haber una especie de silencio implcito en lo que se refiere a recordar pasados vergonzantes.

Velasco y la Libertad de PrensaSbado, 20 Octubre 2012 12:48 tamao de la fuente Imprimir Email Medios

Ms sobre:Especial Pirmide de alimentos para adultos mayores Encuentre botica saludable y econmica en el mercadoValorar 1 2 3 4 5(0 votos)Los tirantes das tras la promulgacin del Estatuto sobre el temaHoy hacemos entrega del undcimo captulo de una larga serie de episodios inditos sobre lo que se denomin la Primera Fase del Gobierno de la Fuerza Armada. Todos los antecedentes, entretelones y hechos histricos que marcaron la Revolucin Peruana liderada por el general Juan Velasco Alvarado y que enfil contra todos los males sempiternos de nuestra nacin con el fin de romper el espinazo de la oligarquaYa el da 8 de enero de 1970 el gobierno emiti uncomunicadofechado el 7, en el que responde a los ataques vertidos contra el Estatuto de la Libertad de Prensa. Sus fundamentos centrales fueron:a) La Constitucin nogarantizala irrestricta libertad de prensa sino, por el contrario, la condiciona a la responsabilidad que establece la Ley. En efecto, el Art. 63 de la Constitucin dice: El Estado garantiza la libertad de prensa. Todos tienen el derecho de emitir libremente sus ideas y sus opiniones por medio de la imprenta o cualquier otro medio de difusin bajo la responsabilidad que establece la Ley, y, precisamente, el Estatuto de Libertad de Prensa, es la ley que regula dicha responsabilidad, sin coactar la libertad, toda vez que su Art.3 prescribe que las autoridades no podrn por ningn motivo exigir que los rganos de expresin consulten sus artculos antes de publicarlos, ni tampoco podrn censurarlos, salvo en caso de guerra.b) No es cierta la afirmacin hecha en el sentido de que se pretende reprimir la crtica contra el gobierno, lo que el Estatuto reprime es el atentar contra el honor y la reputacin personal. En efecto, el inciso c) del Art.27, del Estatuto establece que es delito de libertad de prensa atribuir a una persona natural o jurdica, un hecho, unacualidado una conducta que perjudique el honor o la reputacin de la primera o de las personas que componen o representan a la segunda. El mismo inciso indica que constituye circunstancia agravante si el perjudicado es autoridad, entidad pblica o institucin pblica, salvo que el director o autor compruebe a plenitud la veracidad de su dicho, caso en el que estara exento de pena. Esto significa que el Estatuto s permite criticar y acusar a las autoridades, entidades pblicas o instituciones oficiales y hasta atribuirles un hecho, una cualidad o una conducta contra su honor y su reputacin, siempre que el director o el autor posea las pruebas que demuestren la exactitud de su afirmacin. Cabe aclarar adems que este inciso no hace otra cosa que ampliar al mbito periodstico el delito de difamacin contemplado en el Art. 187 del Cdigo Penal, lo que ya, en forma general inclua el Art.6 de la Ley de Imprenta 10309 que hoy las empresas periodsticas invocan.c) El Estatuto slo permite la publicacin de cartas cuya identificacin del firmante ha sido debidamente comprobada, eliminando la posibilidad de fraguarlas o de amparar el annimo. En lo referente a la identidad del anunciante o remitente del asunto de inters pblico y cartas por publicar, segn el Estatuto, bastar la presentacin de un instrumento identificatorio como la LibretaElectoralu otro documento oficial.d) El Estatuto garantiza a cualquier persona que se considere agraviada por una publicacin, el derecho de aclaracin o rectificacin para defenderse utilizando el mismo rgano informativo. Los rganos de expresin no pueden atribuirse el privilegio de decidir por s mismos si publican o no una aclaracin o rectificacin, si la recortan o responden en la misma edicin con comentarios y apostillas. El Estatuto dispone que las aclaraciones o rectificaciones estn redactadas en lenguaje conveniente y circunscritas al motivo del agravio, lo que queda garantizado por la accin de la justicia.Guerra a la SIPDe inmediato responde la Federacin de Periodistas del Per y la Asociacin Nacional de Periodistas al comunicado del Gobierno Revolucionario deplorando que ste insista en el mantenimiento de un instrumento represario de la libertad de prensa.El 24 de enero de 1970, se anunci que el Gobierno encarga al abogado Alfonso Benavides Correa la defensa del Estatuto de la Libertad de Prensa ante la Corte Suprema de Justicia, en el recurso de Hbeas Corpus presentado por los periodistas.El presidente Velasco responde el 27 a la comunicacin de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP): la dacin del Estatuto es un acto soberano del cual el gobierno no tiene que dar explicaciones a ningn organismo forneo y menos a la Sociedad Interamericana de Prensa, por ser sta una entidad defensora de los intereses de las empresas y no de la genuina libertad de expresin, que es como la consideran las clases populares.Serios problemas para el gobierno se han derivado a lo largo de los aos que suceden a la dacin del Estatuto de la Libertad de Prensa y del nuevo Estatuto, con el que se quiso perfeccionar el primero.Tampoco la promulgacin de la Ley de Periodista (dada el 6 de febrero de 1970, DL 18139), con sus normas respecto a la estabilidad laboral, pudo contener el ala adversa.Marchas y huelgasFebrero de 1970 estuvo marcado por movimientos estudiantiles y por huelgas, como la de los obreros de las minas de Chiapi, y la de los trabajadores de la Compaa Embotelladora Leopoldo Barton S.A.La polmica sobre el Estatuto de la Libertad de Prensa con debates televisados entre el poltico y periodista aprista Enrique Chirinos Soto y el lder de la Democracia Cristiana, Hctor Cornejo Chvez continuaron. El primero la impugna, el segundo la defiende y seala que slo es necesario perfeccionarlo.Regresa al Per despus de su deportacin en 1969, el secretario general del Partido Accin Popular, Jos Mara de la Jara.El 21 de febrero se realiza el mitin aprista por el cumpleaos de su lder, Vctor Ral Haya de la Torre. ste reclama de la Junta una apertura al dilogo. Sobre el particular ha de responder das despus el ministro de Energa y Minas, general Fernndez Maldonado, sealando que el gobierno no dialoga con enemigos de la revolucin.Una historia jams contada en detalle:

Los Diarios ConfiscadosTodos los detalles de cmo se realiz la confiscacin de los grandes diarios peruanos bajo la dictadura de Juan Velasco Alvarado, y de quienes intervinieron en ese abusivo episodio que inici la debacle de la prensa peruana.Nota del Editor:El autor de este artculo, Bernardino Rodrguez C., es un periodista de la vieja escuela, apasionado y tremendamente dinmico, dirigente y promotor de muchos proyectos periodsticos, y adems histrico protagonista de enormes jornadas profesionales tanto en su suelo natal Arequipa (en realidad Mollendo), como en Lima. El ao pasado coincidimos en el rescate del olvido de la revista Primera Plana, rgano oficial de la Federacin de Periodistas del Per. All, ambos coincidimos, con la aprobacin de Pablo Truel Uribe, entonces Presidente de la FPP, en la inclusin de este artculo, que por primera vez resea los entretelones de este episodio del cual todos hablan, pero que muchos han empezado a olvidar, por interesada amnesia o realmente por el paso del tiempo.Por Bernardino Rodrguez C. Recuerdan los periodistas que cubranPalacio en 1968, que a poco de asumir el poder mediante un golpe militar, al general Juan Velasco Alvarado le preguntaron si respetara la libertad de prensa. Con su estilo spero ypopulachero respondi con una sola palabra: Depende. Efectivamente, no haba pasado un mes del derrocamiento del gobierno constitucional de Fernando Belande, perpetrado en la oscura madrugada del jueves 3 de octubre, cuando el primero de noviembredispuso la clausura de los diarios Expreso, Extra, y La Tribuna, la revista Caretas, el semanarioUnidad y Radio Continente. Tenan distinto matiz poltico, pero a la dictadura no le gustaba sus opiniones divergentes. La reaccin de la Federacin de Periodistas del Per fue contundente: Una huelga de diarios y noticieros, sin precedentes en el pas. Velasco escucha a algn asesor que este hecho perjudica su imagen externa, en instantes en que numerosos gobiernos an se resistan a reconocerlo por el hecho de haber eliminado por la armasel orden democrtico. De modo que, astuto como ms tarde demostrara serlo,levanta la orden de clausura. Lo suyo era un paso atrs, al estilo de la concepcin leninista, para dar dos adelante, como ocurriraen los aos siguientes en que dio un salto felino sobre la libertad de expresin y tom para s todos los diarios. Despus de la expulsin dela IPCde Talara y los yacimientos petrolferos del norte, el 9 de octubre,fueron expropiadas dieciocho haciendas dedicadas a la ganadera, propiedad de la empresa minera norteamericana Cerro de Pasco Corporation el 10 de diciembre. Ya en la vspera del nuevo ao, 31 de diciembre, fue expulsado el capital extranjero de la propiedad de los bancos comerciales peruanos. El pas asista por primera vez a una dictadura de orientacin izquierdista y estatista. No era, despus de todo, un caso excepcional en Amrica Latina, porque habaentonces regmenesmilitarescon esa tendencia, alinflujo del modelo cubano.Ya se hablaba de una revolucin caliente de coroneles de corte nasserista que fueron los que dieron el golpe con Velasco, los mismos que con el nuevo rgimen comenzaban a pasar a la jerarqua de generales. Pero a la vez que avanzaban estos cambios sociales, el asedio a la prensa persista. Se comprobaba que el militarismo peruano podr ser de izquierda o derecha, pero igualmente no soporta se discuta sus determinaciones. En efecto,este mismo mes fue prohibida de ingresar al Per la revista Visin y se decret un Estatuto dela Libertadde Prensa, cuyo contenido otorgaba beneficios econmicos al profesional de la prensa, pero a la vez tipificaba infracciones y estableca sanciones en el ejercicio periodstico, prohiba la presencia de extranjeros en los medios de prensa, Le pona, en suma,parmetros a la libre expresin, por decirlo con un trmino que us su mentor el lder democristiano Hctor Cornejo. Chvez Velasco provena de familia modesta,haba sido soldado raso para luego llegar a la condicin de oficial. Naci en Castilla, en el interior de Piura, pero no existen referencias sobre una inclinacin socialista durante su vida castrense. Ascendi por su disciplina y dedicacin, pero no precisamente por su cultura. No poda pronunciar un discurso, sino lea el que le haban preparado. Y los lea mal. Tena una tos crnica que le haca interrumpir bruscamente la lectura. Es probable que su audacia golpista haya sido ms bien insinuada y alentada por subordinados con ideas progresistas y que luego gobernaron con l. Si fue as, no se equivocaron porque convertido en jefe de gobierno prob tener coraje para romper lanzas contra la oligarqua y asumir para s el rol de redentor de los desposedos. Cuando hablaba usabaun lenguaje virulento y ofensivo contra quienes se le oponan: peruanos indignos, traidores, miserables, sinvergenzas,etc. y no cesaba de quejase de que los grandes diarios ocultaban lo bueno que haca `por el pueblo. A su juicio el mundo lo aplauda, pero los peridicos criollos, serviles y vende patria,ocultan estos hechosal pueblo. El ao de 1970comienza con malos presagios para la prensa. Para entonces el gobierno ya tena asesores comunista principalmente, democristianos y algunos de procedencia aprista que entendan estaba ejecutndose la transformacin social que su partido no haba concretado. Muchos de ellos provenan de las aulas universitarias, donde haba una acendrada difusin del marxismo. Ellos haban hecho entender al lder de la Revolucin Peruana que la prensa que no lo apoyaba incondicionalmente, era parte de una montada campaa de la contrarrevolucin y voceros de la oligarqua. Ergo, eran sus enemigos. Entonces, siendo esta una guerra, haba que destruirlos. El 2 de enero es embargada La Tribuna, diario aprista,por una serie de deudas al Banco dela Nacin. Noresultaba circunstancial lo ocurrido, porque el peridico en verdad fue estrangulado al reprimirse va fiscalizacin tributaria a los anunciantes publicitarios.El asalto de Expreso El 4 de marzo, con fuerte dotacin policial,asalta el gobiernolos diarios Expreso y Extrade propiedad de Manuel Ulloa que estaba en el exilio, para entregarlos a un sector de sus trabajadores identificados con la poltica revolucionaria, stos seorganizan apresuradamente en una cooperativa, mientras muchos otros son impedidos de ingresar a su trabajo. Destacados periodistas como Guillermo cuatacho CortezNez, Luis Loli Roca, Gerardo Caldern, Jos Mujica Mlaga, quedaban fuera. Hernando Aguirre Gamio, asumi la direccin, debutando con un titular de primera que deca Expreso ya es del pueblo. Rafael Roncagiolo, Efran Ruiz Caro (luego director), Francisco Landa, Juan Gargurevich, Francisco Moncloa, se encargaran de disparar fuego graneado todos los das contra la prensa reaccionaria y defender la revolucin.Aos ms tarde, Velasco, ya retirado del gobierno, siempre con su tosquedad para expresarse, dijo que les dio ese peridico a aquellos colegas izquierdistas para usarlos comomastines. Ya a mitad del setenta, mientras el pas entero estaba atento a la participacin del equipo peruano de ftbol en el Mundial de Mxico,el denominado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas arremete contra el llamado Imperio Pradoque al perder sus propiedades tambin deja de ser dueodel tradicional diario La Crnica que pasa a manos del Estado. Caa el ao cuando en diciembre, una nuevaLey de Radio y Televisinconvierte al Estado en propietario del 51 por ciento de las acciones de las principales cadenas nacionales. Para entonces el gremio periodstico haba dejado de estar slidamente unido, por una acalorada discrepancia respecto a la orientacin socialista del gobierno militar.El Congreso de la FPP en Huancayo eligi presidente a Carlos Paz Cafferata, pero la entidad sufri una grave escisin liderada por su fundador Genaro Carnero Checa que reclamaba para s la condicin de presidente. Zimmermann, jefe de prensa de Palacio,no ocultaba su apoyo a la faccin revolucionaria. La sede de la FPP llega a ser asaltado por la faccin de Carnero. As lleg 1974, entre el asedio oficial a la prensa opositora, presiones va la justicia sometida al gobierno, deportaciones, autocensura para evitarse problemasy permanentes puyazos entre medios de comunicacin adictos y adversos. En marzo fue creado el Sistema Nacional de Informacin (SINADI) a cargo de un general. Su funcin, deca la norma legal, consista en coordinar la comunicacin de los medios de comunicacin del Sector Pblico Nacional. En la prctica era algo ms, presionaba a los medios privados y, segn se deca, sugera qu periodista debera ser deportado.La noche negra de la prensa Pero lo del 27 de julio, fue un hecho sin precedentes en la historia poltica peruana. En las primeras horas del nuevo da, mediante un decreto que recin ese mismo da publicara El Peruano, el gobierno toma para s los diarios de Lima. Comits directivos nombrados oficialmente asumen la administracin en reemplazode los dueos que son despojados de sus empresas, apoyados por las fuerzas policiales en un gran despliegue de seguridad. No fue aquella, sin embargo,una medida sorpresiva. Desde inicios de mes, Expreso haba iniciado una agresiva campaa acusando a la prensa no adicta al rgimen de estar conjurando contra aquel. La prueba, segn el peridico, era un almuerzo que haban tenido los seores Mir Quesada, Beltrn, Agois, etc. en el comedor del piso 10 dela FPPinvitados por esta institucin gremialen una actividad que, explicaron luego sus dirigentes, solo tena propsitos de relaciones pblicas tanto as que convocaron a la prensa para que cubra informacin de una reunin social sin precedentes. De nada vali la opinin irnica del Ministro de Marina Luis Vargas Caballero, que replic a nadie se le puede ocurrir conjurar al medio da, en lugar pblico y luego publicar una fotografa de la reuninen los diarios. El propsito de tomar de unaveztodala prensa, provena de tiempo atrs por parte de algunos sectores de la revolucin, idealizando una prensa sin patrones ni mordaza y una autntica libertad de expresin Para animar al general Velasco a tomar la medida, resultaba excelente demostrarle cmo los propietarios de esta prensa se reunan como nunca antes lo haban hecho para emprender luego una escalada contra la revolucin. El plantuvo un traspis, sin embargo, con las expresiones discrepantes de Vargas Caballero, a la sazn Comandante General dela Armada. Velascolo relev y pas al retiro imponiendo a un oficial dela Armadaa quien no le corresponda el cargo por lnea de carrera.La Juntade Almirantes respald inicialmente a Vargas Caballero y los buques de guerra se hicieron a la mar en seal de enfrentamiento. Se produjo una grave crisis institucional que luego fue superada cuandola Juntaacept la imposicin de Velasco. . Estaba anunciada la visita de Ral Castro Ruz, hermano de Fidel Castro, para los das de Fiestas Patrias. Este hecho jugaba a favor de quienes presionaban para una intervencin de la prensa, si acaso la visita no haba sido coordinada con este objetivo.Se coment mucho por entoncesque el mismo visitante, ya en Lima, habra transmitidoa Velasco mensaje de Fidel:. No hayrevolucin con prensa independiente le habra dicho. Ya trabajaba para entonces una comisin presidida por Cornejo Chvez el plan para la nueva prensa nacional y de su existencia se saba porque estaba anunciado por los diarios. Nadie saba en qu consistira este cambio aunque se presuma que sus propietarios quedaran reducidos en su poder real. Visit Lima, das antes de Ral Castro,el Presidente de Mxico Luis EchevarraNo se dio por enterado este conspicuo hombre del PRI, del grave peligro que corra la libertad de prensa en el Per y tras ser condecorado, habl de fortalecer nuestras afinidades esenciales en beneficio de nuestros compatriotas En la misma pgina de La Prensa del 16 de julio, en la que aparece el demcrata Echevarra exhibiendo el galardn,rodeado de uniformes militares, se publicatambin una declaracin dela Federacinde Periodistas del Per, que remarca sus aejos principios: Las objetivos y finalidades del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, al margen de su justicia o necesidad histrica, no pueden ni deben recortar o condicionar la libertad de expresin que son inherentes a la dignidad humana.Luego aade, no importa quien sea el propietario de las empresasperiodsticas, lo que importa es que el pueblo peruano disponga de una gama de informacin y opinin que le permita escoger libremente su publicacin.Pero, ya nada poda detener la decisin. En la madrugada del 27 de julio, se consum el asalto. Fue una noche para la historia, pues los periodistas masivamente esperaban en sus diarios este instante para protestar como ocurri principalmente en La Prensa y ltima Hora o para celebrar como fue en el caso de los trabajadores sindicalizados del diario El Comercio. Los diarios quedaron en manos del Estado bajo la administracin de comits directivosydirectores periodsticos nombrados por el gobierno. En los comits directivos figuraron dos periodistas que, suponemos, hoy quisieran olvidar aquella tarea cumplida para la dictadura, Ral Vargas y Juan Paredes Castro. Tambin tuvo aquella misin Rafael Roncagliolo, luego en democracia Secretario del Acuerdo Nacional, algo as como promotor del entendimiento. Entre los directores estuvieron el mentor de este plan de socializacin de la prensa Cornejo Chvez, (El Comercio),Hugo Neira Samanez, (Correo); Augusto Rzuri Seminario (Ojo);Walter Pealoza, (La Prensa) Ismael Fras (ltima Hora). Lo inesperado para la gente de Expreso fue que el gobierno los incluyera en la intervencin. Lacooperativade los trabajadores fieles a la revolucin, tambin fue intervenida juntamente con la contrarrevolucin y nadie protest. Al contrario, en la edicin siguiente, aplaudieron su intervencin. En el caso de Correo, no solo fue intervenido el diario que se editaba en Lima, sino las filiales deArequipa, Tacna, Huancayo y Piura. La Crnica y La Tercera ya desde antes estaban en manos del Estado. Zimmermann, consumado el asalto masivo de diarios, se dirigi a El Comercio, su ex casa donde haba trabajado al servicio de los Mir Quesada hasta que Velasco, su amigo de tiempo atrs, lo llev a Palacio. Fue aplaudido por los trabajadores de talleres. All revel que este cambio en la propiedad de los diarios, estaba considerado en el Plan Inca, desde inicios de gobierno. No resultaba creble esto. El referido plan parece fue elaborado muchos aos despus del golpe, cuando el rgimen comenz a encaminarse de sunacionalismo puro a un corte socialista. Velasco presenci el desfile militar del 29 acompaado de un sonriente Ral Castro. El Per exhibi poderoso armamento ruso. Esa misma noche en Miraflores hubo serios disturbios con un saldo de 400 detenidos, nada menos. El grito era Libertad, Libertad!.La CGTPcontrolada por el comunismo moscovitareplic con una marcha de apoyo a la confiscacin, delante de Palacio. Afuera del pas, puso el grito en el cielola Sociedad Interamericanade Prensa y varios diarios importantes de Latinoamrica editorializaron censurando la medida. Deca la disposicin del gobierno que solamente durara un ao la intervencin de la gran prensa peruana, a travs de los comits directivos. Luegopasara, se anunci, a los sectores debidamente organizados de la poblacin. Era visible, sin embargo, la improvisacin de la medida.El Comercio,diario de gran aceptacin en los estratos altos, sera de los campesinos. Ojo, gritn y sensacionalista, sera de los intelectuales y los artistas.La CadenaCorreo, formada por cinco diarios y que tena llegada fuerte en provincias, estaba asignada enteramentea los profesionales. En Arequipa,el ciudadano Adolfo Eguiluz Solari haba pedido a su amigo el general Gmez Becerra,jefe militar de la regin, interceda para que lo nombren administrador de Correos y Telecomunicaciones. Grande fue su sorpresa cuando lo nombraron director del diario Correo.Razzia en las redacciones El primer efecto interno de la incautacin, fue una razzia principalmente de la plana mayor de los medios intervenidos, editores, jefes de redaccin, jefes de informaciones y tambin redactores y reporteros. Externamente esto repercuti en una prdida de calidad periodstica de los diarios y a la larga en una disminucin del nivel profesional; los periodistas jvenes haban perdido a sus maestros. Las publicaciones se empeaban en sostener que ahora s haba libertad de expresin. Pero era imposible aceptarlo, porque los peridicos estaban uniformizados en noticias. Todo era ditirambos al rgimen y voces de aliento a la continuaciny profundizacin de la revolucin. Era vox ppuli que los directores eran llamado al SINADI para coordinar acciones y hasta para llamarles la atencin. Rpidamente descendi la circulacinde la prensa. Los tirajes de 100 mil, 80 mil, 60 mil ejemplares diarios, pasaron a 40 mil, 30, 20 mil y hasta menos. Se haba perdido la credibilidad y Lima se convirti en la ciudad de los rumores polticos. Caretas se convirti en un dolor de cabeza para el Gobierno Revolucionario, porque elevaba su tiraje y se agotaba y hasta se revenda a mayor precio, gracias a su independencia. Con sus directores Doris Gibson y Enrique Zileri, bati el record de clausuras. Un grupo de ex periodistas de La Prensa y Ultima Hora,desafiaron al rgimen editando el semanario Opinin Libre; con escasas pginas y mayor precio venda ms que los diarios incautados. EnPalacio no soportaron la afrenta y los deportaron en masa: Guido Chirinos, Arturo Salazar Larran, Mario Castro Arenas,.Oscar Daz Bravo, entre otros. Oiga de Francisco Igartua, aplaudi el golpe, apoy las medidas estatistas y el cambio social, tena a cambio avisaje del Estado; pero al producirse la intervencin de los diarios, discrep. Tampoco le perdonaron la discrepancia, fue detenido, metido a un avin y echado del pas.El Limazo del 5 de febrero Cosas que tienen el manejo de la opinin pblica. Velasco acusaba a la prensa de serle adversa y limitar el avance de su revolucin. Cuando la tuvo toda en sus manos, se debilit su gobierno. El 5 de febrero de1975, araz de una huelga de efectivos dela Guardia Civil, se desat la violencia en las calles de Lima y la turba incendi los talleres de Correo y Ojo entre otros edificios como el Crculo Militar, Centro Cvico, etc. Antes en el Cusco, el pueblo incendi el SINAMOS.La dictadura peruana de izquierda estaba herida. Entonces, prximo al 28 de julio y debilitado el rgimen en respaldo poltico, resolvi prorrogar la transferencia de los diarios a los sectores organizados para seguir usndola como arma de defensa. No se supo de discrepancia alguna con la medida por parte de quienes a diario desde sus pginas alentaban esa transferencia. Se dice, no sin razn, que Velasco no hubiera cado el 29 de agosto siguiente, si no hubiera tomado para s todos los diarios un ao atrs. Es posible.-----------------------------------

Artculos de FondoDictadurasDictaduras las de mis abuelos

El concepto de dictadura, segn precisa en sus diferentes acepciones la Real Academia de la Lengua Espaola, "es el gobierno con facultades extraordinarias, como las del dictador romano, es decir, era elegido por los cnsules romanos en poca de emergencia y de peligro en su territorio o pas". Otra acepcin precisa que "es el gobierno que, invocando el inters pblico, se ejerce fuera de las leyes constitucionales del pas". A este respecto, tambin queremos dar a conocer el significado de golpe de Estado: "medida grave y violenta que extrema uno de los poderes del Estado usurpando las atribuciones del otro". Asimismo tampoco podemos dejar en el aire el significado de democracia: "doctrina poltica favorable a la intervencin del pueblo en el gobierno. Es decir, es el predominio del pueblo en el gobierno poltico de un Estado".

El presente informe constituye un apretado resumen de los principales episodios que le ha tocado transitar al pas, en relacin a los gobiernos de facto. En ese sentido, intentamos dar estos alcances, especialmente a nuestra juventud que, sin proponrselo y mal aconsejado por sus familiares, quienes no les cuentan lo que vivieron en esas dictaduras, sirviendo esto para que sean engaados y manipulados, equivoca la conceptualizacin especfica del trmino "dictadura". Como podrn analizar lneas adelante, las principales dictaduras que se implantaron en nuestro pas fueron seis, de las cuales cinco fueron de tendencia derechista, como las de Augusto B. Legua, Luis Snchez Cerro, Manuel A. Odra, Ricardo Prez Godoy, Nicols Lindley y Francisco Morales Bermdez. La de Juan Velasco Alvarado fue una dictadura impregnada de tendencias prosoviticas, mereciendo ser conocido como el gobierno dictatorial Velasco-comunista.

Pues bien, le invitamos a recorrer esos caminos que registra nuestra historia, para conocerla ms de cerca.

Con don Augusto B. LeguaEn las elecciones presidenciales de 1919, Augusto B. Legua fue el legtimo ganador. Sin embargo, faltando pocos das para su asuncin al mando, encabez un golpe de Estado, argumentando que el presidente Jos Pardo y el civilismo intentaban impedir su llegada al poder. De este modo, pretendi convertirse en el intrprete del cansancio de muchos sectores ante el monopolio poltico que haba ejercido el Partido Civil desde finales del siglo XIX. El caudillo fue un hombre esencialmente pragmtico, no un doctrinario, con mentalidad empresarial para hacer poltica, con una clara tendencia al autoritarismo, que supo aprovechar el desgaste de los viejos partidos.

Nace el "Wiracocha"Legua, tras reconocer y legalizar la propiedad de las comunidades indgenas, comenz a ser considerado el nuevo "Wiracocha" en algunas poblaciones andinas. Le gust el nombrecito, y as se autotitul, y en sus presentaciones pronunciaba discursos en quechua, lengua que adems desconoca. Pero all no queda la cosa, pues los incondicionales del "Oncenio", hablaron del "Siglo de Legua", del "Jpiter Presidente", del "Nuevo Mesas", comparando al fundador de la "Patria Nueva", con Alejandro Magno, Julio Csar, Napolen y Bolvar.

El "Oncenio" desmantel polticamente al civilismo (exili a sus principales lderes e intimid a sus rganos de prensa). Realiz, eso s, numerosas e importantes obras pblicas y permiti el surgimiento de nuevos grupos sociales y polticos. Pero cay en los mismos vicios del clientelismo, del paternalismo, del autoritarismo, de la corrupcin y de la demagogia. La tarea de construir un Estado ms representativo y nacional qued an pendiente.

Pero, como no hay mal que dure cien aos ni cuerpo que lo resista, a principios de 1928 aparecen los signos finales del declive. Para remate, empiezan a caer los precios de las exportaciones (cobre, lanas, algodn y azcar) y, con la crisis econmica, desciende el favor de la opinin pblica.

Finalmente el "Wiracocha" es convertido en "el tirano" a secas.

Joven dictadorEs en esas circunstancias que surge la figura del comandante Luis Snchez Cerro, quien en Arequipa lider un levantamiento en 1930. Legua es apresado en Lima y recluido en la Penitenciera. Vctima de una penosa enfermedad, el presidente que ms aos gobern el Per falleci (segn se dice, en la pobreza) en el hospital Naval del Callao el 6 de febrero e 1932, cinco meses despus de su derrocamiento.

El mayor mrito de Snchez Cerro fue el de haber acabado con el "tirano" que gobern al pas durante once aos. Fue invitado a formar parte del exclusivo Club Nacional y la oligarqua percibi que poda contar con un candidato apoyado por las masas y respaldado por el Ejrcito.

Sin embargo, se registraron disturbios obreros y universitarios, as como alzamientos militares en Arequipa y el Callao. La situacin se puso tan crtica que Snchez Cerro tuvo que dimitir ante una junta de notables (marzo de 1931) presidida por Leoncio Elas.

Vuelve la democraciaLos desrdenes se sucedieron ininterrumpidamente, terminando la banda presidencial en manos de David Samanez Ocampo, quien convoc a elecciones generales.

Entre los principales candidatos se presentaron Luis Snchez Cerro, por el Partido de la Unin Revolucionaria (UR) y Vctor Ral Haya de la Torre, por el APRA. La contienda electoral tuvo un legtimo dueo: Snchez Cerro con 152,000 votos. En tanto, Haya de la Torre consigui 106,000.

En la tempestad de la violenciaUna vez que asumi el mando, el Apra inici una feroz campaa de oposicin y violencia, hasta prcticamente desembocar en una guerra civil. Los sucesos fueron desencadenndose en forma dramtica. Pronto circularon rumores de conspiraciones e intentos de asesinatos. El Congreso aprob una Ley de Emergencia destinada a reprimir cualquier desmn que pudiera cometer el Apra, que se convierte en feroz organizacin de choque que arrasaba con la tranquilidad pblica, desatndose un clima de violencia permanente. Se cerraron los locales apristas, se clausur su rgano periodstico La Tribuna y el 18 de febrero de 1932 fueron desaforados y luego deportados los parlamentarios de la oposicin.

"El ao de la barbarie"Haya de la Torre fue recluido en la isla del Frontn. Surge entonces aquella relacin basada en el terror, entre el Apra y el Ejrcito cuyos signos fueron: la sublevacin de la marinera aprista en el Callao (7 de mayo de 1932), la sangrienta revolucin aprista de Trujillo que se inici con la masacre de varios oficiales del ejrcito en el cuartel O'Donovan y termin con la ejecucin masiva de sus lderes y seguidores en los muros de la ciudadela de Chan Chan (7 de julio de 1932), la rebelin de Huaraz (13 de julio de 1932), que dej una cruenta estela de sangre y dolor entre los peruanos.

Acusan al ApraEl gobierno culp a la dirigencia aprista de instigar o participar directamente en todos estos acontecimientos. Snchez Cerro sufre un atentado contra su vida. Un joven aprista le dispar por la espalda y milagrosamente salva la vida. Pero, en un segundo atentado, consiguen su cometido: el militar es asesinado.

Presidente de emergenciaCon su muerte, el Congreso decide nombrar como presidente de la Repblica para completar el perodo del difunto gobernante, al general Oscar R. Benavides, en abierta violacin constitucional, pero se invoc la situacin de emergencia en 1939. Las elecciones fueron ganadas por Manuel Prado, quien fue bautizado con el nombre de "el dictadorcillo". l puso mano fuerte contra el Apra y a pesar de ser un civil y de haber ganado unas elecciones democrticas actu como un dictador en se su primer gobierno.

La dictadura de OdraEl 27 de octubre de 1948, cuando era presidente constitucional Jos Luis Bustamante y Rivero, se subleva la guarnicin de Arequipa al mando del general Manuel A. Odra, quien declara fuera de la ley al Apra y al comunismo. Prescindiendo de un Congreso, Odra gobern dictatorialmente con el apoyo de la oligarqua exportadora. Pudo superar parcialmente la crisis econmica, eliminando el control de cambios e incrementando la produccin algodonera y minera orientada a la exportacin. Sus obras lo llevaron a un real incremento de su popularidad. Esto llev a Odra a "renunciar" a su mandato en 1950 y convocar a elecciones en las que fue candidato nico. Quera convertirse en presidente constitucional y lo logra cindose la banda presidencial el 28 de julio de 1950. Manda a apresar a su nico candidato opositor. Sin embargo, las caractersticas polticas y econmicas del rgimen seran las mismas. Tras decretar la suspensin de garantas individuales mediante la ley de seguridad interior, le fue posible controlar y reprimir a los principales partidos con influencia en las organizaciones sindicales y populares y a otros sectores de oposicin a su gobierno.

El crecimientoDurante su gobierno logra el crecimiento econmico debido a una poltica de libre cambio, apoyado tambin con un nuevo producto de exportacin: la harina de pescado, que convirti al Per en la primera potencia pesquera del mundo.

En 1956 se realizan los comicios para cambiar de gobierno. Manuel Prado Ugarteche se alza con el triunfo seguido de un emergente Fernando Belande Terry.

Vctor Ral Haya de la Torre, candidato de la Alianza Democrtica, obtuvo el mayor respaldo electoral en los comicios generales de 1962. Sin embargo, al no haber alcanzado el tercio de los votos necesarios, se reserv la eleccin al Congreso de la Repblica. Fue en ese contexto que afloraron las acusaciones de fraude electoral, que precipitaron el golpe militar del 18 de julio de 1962. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas presiona al Jurado Nacional de Elecciones para que declare nulas las elecciones aduciendo errores en los padrones, un alto ausentismo, la existencia de libretas electorales duplicadas. En la madrugada del da siguiente, Prado es derrocado, formndose una junta militar de gobierno. De esta manera se instal el primer gobierno institucional de las Fuerzas Armadas.

La junta militar de gobierno estaba compuesta por el presidente del comando conjunto y los tres comandantes generales de las Fuerzas Armadas. Estos eran el general Ricardo Prez Godoy, quien la presida, el general Nicols Lindley, el teniente general FAP Pedro Vargas Prada y el contralmirante Francisco Torres Matos. La junta implementa medidas reformistas, pero reprimi el movimiento campesino, a los sindicatos y a la izquierda.

Detienen polticosEl 5 de enero de 1963 cayeron en una redada unos 1,500 dirigentes polticos, sindicales y campesinos, quienes fueron enviados a las crceles de El Frontn y el Sepa. En marzo de 1963 Prez Godoy fue reemplazado por el general Lindley, al parecer por haber mostrado sus intenciones de perpetuarse en el poder.

La junta militar cumpli con convocar a nuevas elecciones en 1963, en las cuales sali elegido Fernando Belande Terry.

Velasco y su revolucinEl 3 de octubre de 1968, el general Juan Velasco Alvarado encabez una junta militar que depuso en el gobierno a Belande Terry iniciando un monopolio estatal en varios sectores productivos, entre otras medidas de fuerza.

Los medios de comunicacinEntre los primeros sectores afectados por las medidas del gobierno estuvieron los periodistas y los medios de prensa. Los diarios Expreso y Extra (ambos de propiedad de Manuel Ulloa Elas) y la revista Caretas fueron clausurados en noviembre de 1968.

Para enfrentar a los medios de prensa opositores al gobierno, en marzo de 1969 se crea la todopoderosa Oficina Central de Informacin (OCI). En marzo de 1970 se concreta la expropiacin de Expreso y Extra. En abril es declarada en quiebra y clausurada La Tribuna, vocero del Apra. Asimismo con el 85% de acciones del Banco Popular, el gobierno de facto obtuvo el diario La Crnica. En noviembre de 1971 se decreta la compra por parte del Estado del 51% de las acciones de los canales de televisin privada, con lo que asumi su control. Las empresas de radio y televisin productoras de programas continuaron en manos de sus propietarios, el Estado cre Telecentro, una empresa mixta con los antiguos dueos. En la madrugada del 27 de julio de 1974 las sedes de los diarios La Prensa y "Ultima Hora" (de propiedad de Pedro Beltrn), El Comercio (de la familia Mir Quesada); Correo y Ojo (de propiedad del empresario pesquero Luis Banchero Rossi), fueron ocupadas, dictndose esa misma maana un decreto por el cual se confiscaran. En adelante, el gobierno nombrara a los directores y a los gerentes de las empresas editoras. Segn el decreto, el gobierno no asumira directamente el control de los diarios sino que estos seran transferidos a los sectores organizados de la sociedad: El Comercio fue entregado a los campesinos, La Prensa a las comunidades laborales, Expreso y Extra a la comunidad educativa, Correo a los profesionales, Ultima Hora a los trabajadores de servicios y Ojo a los intelectuales.La Crnica dependera directamente de la presidencia de la Repblica.

En este estado de cosas, la OCI se constituy en una suerte de auscultadora de todas las informaciones que publicaban estos medios. La libertad de prensa fue totalmente conculcada y bajo ningn punto de vista se permiti la libre expresin de los periodistas.

La OCI se constituy en la entidad intermediaria entre el Ejecutivo que elaboraba los informes y todo tipo de noticias para los diarios conculcados. Por su parte, las revistas se las revisaba al dedillo y la parte editorial deba pasar por varias manos militares antes de ser publicada. Tras las consabidas aprobaciones, recin era posible publicar dicho texto. Esa era la forma en que la libertad de expresin fue pisoteada en toda su verdadera magnitud, como caracterstica principal de la dictadura militar.

Masacre totalPor otro lado, una fecha que quedara marcada en las retinas de los peruanos de ese entonces, fue cuando el 5 de febrero de 1975, la ciudad de Lima qued desguarnecida al decretarse una huelga de la Guardia Civil, producindose el robo y saqueo de numerosas tiendas del centro de Lima, as como el ataque a diarios de filiacin gobiernista como Correo. Desde Palacio de Gobierno se ordena la salida de las tropas de la Segunda Regin Militar a cargo del general Leonidas Rodrguez Figueroa, que reprimen a sangre y fuego tanto a los saqueadores como a los manifestantes.

El saldo oficial de esta intervencin fue de 86 muertos, 155 heridos, 1,012 detenidos y 53 policas enjuiciados, segn datos de Aldo Panfichi y Dirk Kruijt. El gobierno acus oficialmente al PAP de alentar los disturbios y protestas, cosa que ste siempre neg.

El "Tacnazo"Al medioda del 29 de agosto de 1975, Velasco Alvarado abandona Palacio de Gobierno, tras el golpe militar promovido desde Tacna por el general Francisco Morales Bermdez. La presin sindical no se deja esperar. Al ao siguiente, el gobierno militar declara en emergencia los sectores minero y pesquero. Convoca a elecciones para la Asamblea Constituyente el 18 de junio de 1978, como preludio del regreso a la civilidad a travs de elecciones generales convocadas para mayo del ao siguiente, concluyendo as una etapa de dictadura militar que dur 12 aos.

Sin embargo, la libertad de prensa, continu embargada. Toda la informacin era digitada por Palacio de Gobierno a travs de la cada vez ms omnipotente OCI. El periodismo libre tuvo que ser defenestrado de su pedestal nuevamente. Esto se vio agudizado en 1977 con la deportacin de 16 dirigentes sindicales y polticos de izquierda, de generales velasquistas en retiro y del director de la revista El Tiempo, el periodista y ahora congresista de la Repblica Alfonso Baella Tuesta, entre otros colegas quienes vieron peligrar su vida ante lo desconocido del rumbo hacia donde se dirigan. Felizmente regresaron con vida tras experimentar una serie de vicisitudes propias del encierro, la incertidumbre y la tortura sicolgica a que fueron sometidos cada uno de ellos.

El autogolpeSiendo presidente de la Repblica el ingeniero Alberto Fujimori, anuncia el establecimiento de un gobierno de emergencia y reconstruccin nacional, la disolucin del Congreso, del Tribunal de Garantas Constitucionales, del Consejo Nacional de la Magistratura y de los gobiernos Regionales y anuncia la realizacin de un plebiscito para aprobar la nueva Constitucin. Convoca a nuevas elecciones generales democrticas donde logra obtener el 64.42 por ciento de los votos frente a su ms cercano competidor Javier Prez de Cullar, quien slo obtiene el 21.8 por ciento.

DiferenciasDurante los diez aos de gobierno del presidente Alberto Fujimori, a comparacin de lo que sealan ciertas voces al tratar de ubicarlos en una atmsfera eminentemente dictatorial, sencillamente se equivocan teniendo en cuenta el reinado de la libertad de expresin que, como se puede apreciar, llega inclusive al libertinaje. Podemos citar como ejemplo los famosos diarios "chicha", cuyo mensaje, sea a favor del gobierno o en contra, se hace muy popular y discutido. Basta dar una mirada a los quioscos de venta de peridicos y podremos fcilmente identificarlos.

Durante la dura poca velasquista jams habran tenido ni un segundo de existencia. Y qu decir de todo lo que sealan en denuncias sin pruebas determinados personajes del actual periodismo nacional.Tampoco olvidemos expresiones como las del ex decano del Colegio de Abogados de Lima, Vladimir Paz de la Barra, quien hizo famoso su odio a Fujimori con un grotesco: "Fuera chino de mierda!". En tiempos de la dictadura militar jams se le habra permitido y en una verdadera dictadura, ya habra sido deportado en cuerpo y alma. Es que la juventud universitaria actual no ha tenido oportunidad de conocer, por ejemplo, cuando la revista "Caretas" durante la poca militar public una cartula aludiendo en la foto al general Armando Artola, a la sazn ministro del Interior, y colocando en titular "Mamita Artola", que le vali la inmediata deportacin a Enrique Zileri Gibson y un nuevo cierre de este semanario poltico. Esos eran tiempos de dictadura, en las que el ciudadano peruano no tena ninguna opcin de demostrar la libertad de sus pensamientos ni de su accin. Ahora pueden decir de todo y hasta poner de cartula un montaje en el que el presidente sale de un wter. Dictadura?

Respecto al gobierno actual, podemos sealar que el pas tiene una inflacin del tres por ciento anual, que contrasta con el 4,600 por ciento que dej la administracin aprista. El presupuesto general de la Repblica est equilibrado. Estamos dentro del sistema financiero mundial y somos sujeto de crdito interno y externo. Estamos al da en el pago de la deuda externa y hay reservas monetarias que han permitido sortear, con xito, las crisis financieras que han conmovido a la economa mundial en los ltimos aos.

Adems el viejo problema del terrorismo est solucionado. El Per goza de paz interna. Los problemas limtrofes pendientes con Ecuador y Chile han sido resueltos con el beneplcito de la comunidad mundial, consolidando la tranquilidad en el frente externo.

La situacin poltica tiene algunos aspectos notables. No hay deportados por razn de sus ideas, ni presos polticos, ni partidos fuera de la ley.

Existe plena libertad de expresin. Los problemas surgidos entre los accionistas de algunos canales de televisin o la crisis financiera de algunas empresas son debido a un exceso de impuestos y cargas que los hacen inmanejables y los tienen con el "cuco" de la Sunat, que nosotros hemos denunciado varias veces. Esto tiene que cambiar, sin lugar a dudas.

En ese sentido, la juventud peruana tiene la obligacin de conocer su historia, tal cual es, con el fin de que haga su propio anlisis para el bien suyo y de la comunidad que representa y evitar as que se le engae y manipule.