DERECHO, SOCIEDAD Y RIESGOS:
La sociedad contemporânea vista a través
de Sa idea de riesgo
Rede Latinoamericana y Europea
sobre Gobierno de los Riesgos
D598 Derecho, sociedad y riesgos: Ia sociedad contemporânea vista a través de la idea de riesgo : Rede Latinoamericanay Europea sobre Gobierno de los Riesgos / organizador Marcelo Dias Varella. - Brasília: UniCEUB, UNITAR, 2007. 528 p.
ISBN: 978-85-89833-88-2
I. Sociologia 2. Sociedade-risco I. Varella, Marcelo Dias
CDU 316.334.55
Ficha catalográfica elaborada por Eunice de Olivera CRB - 10/1491
Sumario
Introduction - Marcelo Dias Varella 07
CAPÍTULO I Fundación Jurídica de una Sociedad de Ias Ciências y de Ia Técnica a
través de ias Crisis y los Riesgos Marie-Angèle Hermitte ' 3
CAPÍTULO 2 La Diferencia Riesgo/Peligro
José Luís Serrano • °->
CAPÍTULO 3 Riesgo y Contingência
Fran Josef Brüseke • ° '
CAPÍTULO 4 Contrariedades e Incertidumbres del JUS Internacional paraGobernar
los Riesgos de una Nueva Civilización Heber Arbuet-Vignali • 21
CAPÍTULO 5 Para una Protección dei Emisor de Alerta
Christine Noiville ' 4 I
CAPÍTULO 6 Los dos Grandes Desafios que Ia Seguridad Alimentaria Representa para
el Derecho Internacional Ana Flávia Barros Platiau I 77
TIERNEY, K. "Toward a Critical Sociology of Risk" Sociological Forum, vol. 14, n. 2, junho 1999, p. 215-242.
VARELLA, M (org.) Governo dos Riscos, Brasília: Pallotti, 2005, UniCEUB, UNITAR, ALFA, 298 p.
WEID, von der, J-M. 'Transgênicos, por que não?" Revista Sempre Brasil. Revista Brasileira de Desenvolvimento Sustentável, Fundação Getúlio Vargas, ano 4, n°. 15, p. 34-37.
WILD, R "What is the Trouble with International Law?" American Political Science Review, vol. 32, n. 3, junho 1938, p. 478-94.
200
Capítulo 7: Riesgo en Ia Política, Las Intituciones en Juego
Luiz Eduardo Abreu*
El partido del Presidente de Ia República fue acusado de sobornar a los diputados a cambio dei voto favorable para proyectos con interés para Ia administración. El dinero habría sido transportado en maletas de vários tipos y tamahos y distribuído por figuras oscuras, operando a Ia sombra de Ia política. El sistema de distribución habría sido elaborado e implementado por Ia dirección dei partido dei Presidente, y ei dinero recaudado de una gran variedad de fuentes, inclusive de órganos de Ia propia administración, a partir de operaciones fraudulentas o mediante malversación de dinero publico. En líneas generales, estas fueron Ias acusaciones. Los acusados, claro, negaron Io que fue posible negar. El Presidente de Ia Republica, por ejemplo, dijo en diversas ocasiones que no sabia nada sobre aquello y, en algunas entrevistas llegó incluso a dudar de su existência. Esos eventos están relacionados a un conjunto de riesgos que afectan a Ias sociedades modernas, riesgos que están asociados a! concepto "corrupción". Se presentan aqui, vários problemas que van desde Ia definición de Io que sea corrupción, pasando por Ia adecuación de los mecanismos jurídicos y gubernamentales capaces de lidiar con ella, hasta Ia relación de Ia corrupción con Ia ineficácia de Ia administración de Ias políticas públicas. No obstante, de todas estas cuestiones, estoy interesado en una que me parece logicamente anterior: dcómo una institución regulada por un conjunto de normas jurídicas, e inmersaen un contexto
* Profesor dei Centro Universitário de Brasilia, Brasil
social recrea, en sus prácticas cotidianas, ai mismo tiempo, sus propios
riesgos y los mecanismos sociológicos para controlados'?
Y mi punto es que, sin un conocimiento más próximo dei
cotidiano de una institución, de los dilemas y Ias alternativas abiertas a
los agentes, a los valores, categorias y conceptos que dan sentido a Ia
acción, Ias relaciones y Ias normas, Ia propuesta de mecanismos jurí
dicos e institucionales para lidiar, sea con Ia corrupción, sea con
cualquier otro problema considerado relevante, corre el riesgo de
ser inócua. El texto se divide en três partes. La primera construye
una narración de los eventos citados arriba. La segunda examina los
valores e ideas a partir de los cuales, Ia política, ei papel dei político,
ei indivíduo y Ia norma jurídica van a ser percibidos, y ei argumento
es que, esta manera de ver ei mundo implica una forma de posicionarse
en relación a él - lo que, a su vez, constituye un conjunto de riesgos
muy particular. La tercera examina los mecanismos sociológicos
creados para lidiar con estos riesgos.
I . La crônica de una crisis
Toda narración tiene un comienzo, pero todo comienzo es
arbitrário, porque implica una manera de ver los acontecimientos,
una elección. Y, si estuviésemos en ei final de este texto ciertamente
tomaríamos otras decisiones. Sin embargo, si precisamos de una fe
cha cualquiera, mismo bajo ei riesgo de tener que cambiaria después,
esta seria ei 6 de Junio de 2005, un lunes, díageneralmente de poças
1 El supuesto en ei que esta propuesta se basa forma parte de, digamos, Ia manera de ver ei mundo dei antropólogo. Pero quien lo represento de manera sistemática fueron Mary Douglas y Wildavsky (1982): ei riesgo, dicen ellos, es una construcción, es decir, cada sociedad particular selecciona un conjunto de posibilidades que considera "preocupantes" y de Ias cuales intenta protegerse. Lo mismo - defiendo - se aplica a Ias instituciones.
202
pretensiones en Ia política de Brasilia. Y, si es preciso nombrar un
responsable, porque algunas cosas no acontecen por generación
espontânea, mismo sabiendo que, ai final, descubriremos como son
de efímeras estas elecciones, ei nombre seria el dei entonces diputado
Roberto Jefferson (también Presidente dei Partido Trabalhista Brasi
leiro, elegido en representación de Rio de Janeiro, PTB-RJ). Fue en ei
periódico Folha de Sao Paulo, de 6 de junio, que Jefferson ofreció una
entrevista en Ia cual acusaba a Ia administración dei partido dei Presi
dente de Ia Republica, Luís Inácio Lula da Silva, de pagar ei "mensalão",
un soborno de 30 mil reales a diputados de Ia base aliada, especial
mente de! Partido Popular (PP) y dei Partido Liberal (PL) (Lo Prete
and Scolese, 2005). Sus motivos parecen claros: Jefferson acreditaba
ser ei objetivo de una conspiración por parte dei gobierno como él
mismo, varias veces, había declarado. Todo habría comenzado un
mes antes. El 14 de mayo de aquel mismo afio, Ia revista Veja había
publicado un reportaje basado en un video grabado a escondidas en
ei cual Maurício Marinho, jefe dei departamento de contratación y
administración de Correos, afirmaba, entre otras perlas, que "se puede
robar de todo en los correos" y que ei diputado Roberto Jefferson le
"daria cobertura"; más tarde Marinho negaria que estuviese diciendo
la verdad y Jefferson acusaria ai entonces Ministro de Ia Casa Civil,
considerado el hombre fuerte de Ia administración, José Dirceu (dei
Partido dos Trabalhadores, electo por Sao Paulo, PT-SR dispensado
de Ia Câmara de los Diputados para asumir el ministério), de haber
utilizado a Ia Agência Brasileira de Informação (Agencia Brasilena de
Información) (ABIN) para realizar Iagrabación.
Sea como fuere, Ia entrevista de Jefferson precipito los hechos
de una crisis que, si - hasta entonces - parecia apuntar apenas para el
PTB, acabo por volverse contra Ia administración y el partido dei
Presidente. El 8 de junio, el presidente del PL, el diputado Valdemar
Costa Neto, realizo el pedido de casación dei mandato de Roberto
203
Jefferson, argumentando que la denuncia del "mensalão" constituiria
"quiebra del decoro parlamentado". De acuerdo ai regiamente dei
parlamento, un político (diputado o senador) que fuera condenado
por quiebra dei decoro parlamentario perderia su mandato y los
derechos políticos durante 8 anos, pero, antes de que Ia petición sea
registrada en ei Conselho de Ética da Câmara dos Deputados .(Consejo
de Ética de Ia Câmara de los Diputados), ei parlamentario puede re
nunciar a su mandato, hipótesis a través de Ia cual evita Ias eventuales
sanciones y, en Ia práctica, puede presentarse como candidato a Ia
próxima elección. Con el pedido de casación registrado, Jefferson no
disponía más de Ia opción de Ia renuncia y tendría que hacer frente ai
proceso hasta ei final. El dia 9 de junio, a pesar de Ia agitación dei
gobierno, y también, por Ias declaraciones de Jefferson a Ia Folha, se
creó Ia Comissão Parlamentar Mista de Inquérito (Comisión
Parlamentaria Mixta de Investigación) (CPMI), formada por senado
res y diputados, para investigar Ia corrupción en Correos. EI domin
go siguiente, 12 de junio, en otra entrevista a Ia Folha, Jefferson va
más lejos en sus acusaciones. Según él, ei responsable por ei "mensãlao"
seria ei secretario general dei PT, Silvio Pereira; Ias negociaciones
acontecieron en ei gabinete dei Presidente de Ia Republica, y ei ejecutor
seria Marcos Valerio, "publicitário", originário dei estado de Minas
Gerais, no afiliado a ningún partido político - pero como se descubrió
después, con muchos amigos en todas partes.
Gradas a la confusion, poços testimonios de los diputados
acusados fueron seguidos con tanta atención. El dia 14 de junio,
miércoles, Jefferson acudió a! consejo de ética a presentar su defensa,
testimonio que fue televisado a todo ei país. Fue un espectáculo
impresionante: ei teatro, Ias palabras, Ia interpretación y, hasta e!
mismo contenido; es difícil exagerar su impacto. Jefferson agradeció,
varias veces, ai diputado Costa Neto, por haberie dado Ia oportunidad
de manifestar en público, Io que él -Jefferson - había declarado. Entre
204
otras cosas, manifesto "Dirceu, si no usted no sale de ahí [Casa Civil]
rápido va a implicar a un hombre inocente, que es ei presidente Lula.
Salga rápido para no hacer mal a un hombre del que me enorgullezco
de haber apretado Ia mano" - y, efectivãmente, dos dias después,
José Dirceu, dejó Ia Casa Civil, reasumiendo su mandato como
diputado federal. Jefferson también declaro que había mencionado Ia
existência dei mensalão a vários miembros de laadministración, inclu
sive ai Presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT-SP) y "Ia reacción dei
presidente fue como una punalada en las costillas. Las lágrimas caían
de sus ojos: se levanto, me dio un abrazo y se marcho. Y sé que,
desde entonces hasta ahora Ia fuente se seco, porque los pajaritos
están todos ahí con el piquito abierto. Y Ias cosas [votaciones] se
pararon aqui en esta Casa, es e! síndrome de abstinência. El presiden
te Lula es inocente en eso, su reacción es Ia reacción de alguien
traicionado", dijo Jefferson y completo: "vi a un hombre honrado
desmoronarse ante una muralla que construyeron alrededor suya"2.
Aún hizo otras afirmaciones más detalladas sobre qué diputados
recibían ei "mensalão" que no vamos areproducir aqui. Pero, Io im
portante para nuestro asunto, es que Jefferson no presentó pruebas -
documentos, cintas grabadas, papeles de cualquier suerte -, sino su
testimonio de los acontecimientos. De esta forma, él marco dos
posiciones: aquel era un fórum político, sometido, por tanto, a
condiciones y critérios de otro orden, diferentes de aquellos
establecidos por Ias regias jurídicas (por ejemplo, los que definen Ias
pruebas aceptables en un proceso penal); y, como fórum político, Ia
dimension central, fundamental, eran sus palabras, no apenas Io que él
decía, ei contenido y Ia referencia en ei mundo de su discurso, sino
también, qué, como, donde, decía. De acusado, Jefferson se convirtió
2 BRAGON, Ranier, Fábio Zanini, and Silvio Navarro. Se Dirceu não sair, vai fazer Lula Yirar réu, diz Jefferson. Folha de São Paulo, Jun 15, 2005, A6.
205
en acusador. Ei gobíerno parecia estar contra Ias cuerdas. El impacto
de Ia comparecencia fue - no hay como enfatizado bastante -
extraordinário.
La característica que más ilamaba Ia atención de toda esa crisis
era su velocidad. Las versiones eran mantenidas por los integrantes de Ia
administración y del Partido dos Trabalhadores, o bien, otros acusados y,
a veces, ai díasiguiente desmontadas con testimonios o pruebas cabales,
como los asientos de los movimientos bancários. Más allá de José Dir
ceu, perdieron sus empleos, vários directores de organismo estatales
(entre otros, de los Correos, de los institutos de Reaseguros de Brasil)
y toda Ia cúpula dei PT. El mandato de Jefferson fue anulado por Ia Câma
ra, como también Io seria ei de José Dirceu algún tiempo después, y más
de 13 diputados de vários partidos se enfrentaron a procesos de casación,
como ei ex-presidente de Ia Câmara, João Paulo Cunha (PT-SP). Más allá
de eso, vários diputados renunciaron para evitar ei proceso de casación,
entre ellos Severino Cavalcanti (dei PR electo por Pernambuco, PP—PE)
entonces Presidente de ia Câmara y ei diputado Costa Neto, autor de!
proceso contrajefferson en ei Conselho de Ética. La administración daba
Ia impresión de estar totalmente perdida en la crisis, por Io menos hasta
septiembre. En este período, en algunos momentos, se llego a dudar de
Ia capacidad dei Presidente Lula para conseguir permanecer en ei cargo
hasta el fin del ano. Todos estos eventos, por si solos ya eran desoladores.
Pero aún hay un detalle que los torna peores: ei discurso dei Partido dos
Trabalhadores mantenido desde su fundación, que sobre ei punto de
vista de Ias posiciones políticas dei partido, pretendia distinguirlo de los
otros, convirtiéndolo en una caso único de Ia política brasilena. Me refiero
a Ia repetición constante e indignada dei discurso basado en una ética
absoluta, ética asociada ai buen trato hacia Ia cosa publica y Ia atención ai
interés colectivo, y dentro de este, con mas atención a lasituacíón de los
mas desfavorecidos que ei PT mediante Ia palabra, ei teatro, Ia
interpretación, "afirmaba" incorporar.
206
El dia 2 de Agosto de 2005, mattes, el ya ex -Ministro, José
Dirceu compareció ante ei Consehlo de Ética. Formalmente, se trataba
dei proceso por quiebradel decoro parlamentario de Jefferson, pero,
en realidad, era Dirceu quien se defendia de Ias acusaciones que, en sus
palabras, pretendían transformarlo "en un jefe de cuadrilla o del mayor
esquema de corrupción dei país o en ei articulador y organizador dei
"mensãlao""2. Y no deja de ser una extrana ironia, la inversion del, por
asídecirlo, "orden natural de un proceso": José Dirceu, ei compareciente,
era, de hecho, ei acusado y ei acusado asumía ei papel de acusacion. En
Ia primera fila, con Ia mirada burlona de una ironia calculada, se sentaba
Roberto Jefferson. Deacuerdo ai régimen establecido, é! seria ei tercero
en hablar (después dei declarante y ei informador). Fue un enfrentamiento
acompanado seguido con gran atención y expectación, televisado
integramente en abierto por algunos canales de television. Dirceu nego
enfaticamente todas Ias acusaciones, manteniendo que no había organi
zado, que no era jefe y que "jamás permitiria compra de votos y pagos
a parlamentados". Pero ei punto que quiero resaltar es que todas su
defensa se basó en argumentos normativos. De Hecho, él no seria
responsable "porque yo no era miembro de Ia dirección dei PT, [y
consecuentemente] no participaba de Ias decisiones" (cursiva dei autor
dei texto). Y, más enfático, afirmo que "no acompanaba, no autorizaba,
no participaba de los acuerdos (...)No era mi función. Yo era miembro
de Ia Casa Civil, Jefe de Ia Casa Civil" (cursiva dei autor). Y, como él era
"absolutamente republicano" y "absolutamente obediente a Ia jerarquía,
a Ias estructuras", "Yo nunca me excedi de mis funciones". Y fue exac-
tamente este ei punto que, Roberto Jefferson, en tono de burla, senaló"
3 Los fragmentos se retiraron todos de Ia redacción final dei texto elaborado por ei Deparatmento de Taquigrafia (Departamento de Taquigrafía), Revisão e Redação da Câmara dos Deputados. Audiência Pública da Comissão de Ética e Decoro Parlamentar da Câmara dos Deputados, n° 1049/05. Depoente/convidado: José Dirceu, diputado federal. Fecha: 2 de agosto de 2005
207
Y él no sabia nada de eso (...) iUsted que está en casa, se cree eso?". El
argumento de Jefferson puede ser resumido en una breve afirmación:
"José Genoino [entonces Presidente dei PT] era el Vice-Presidente dei
PT. El Presidente de hecho era José Dirceu".
Era evidente, Dirceu sabia que su declaración seria utilizada
posteriormente contra él, era perfectamente consciente de la crisis
que se había abatido sobre laadministración; ai final, su dimisión había
sido un desdoblamiento de la misma confusion que él había sufrido
personalmente. Por Io tanto, su testimonio fue, ciertamente dirigido a
maximizar Ias posibilidades futuras de su defensa en un eventual proceso
de casación. Por otro lado, sus interlocutores, los diputados, tenian un
conocimiento de primera mano de Ias antiguas relaciones que él, como
Ministro de ia Casa Civil, había mantenido con los parlamentarios, de
forma que, posiblemente, estuviese siendo juzgado por actitudes y
acciones que no fueron siquiera mencionadas aquel dia. Sea como fuere,
ei punto que me interesa, es precisamente estaoposición entre, por un
lado, una, digamos, "justificativa de institución", justificativa que recurrió
a Ia norma jurídica, a Ias funciones que legalmente eran competência de
Ia Casa Civil, funciones que por definición restringían ei conjunto de
acciones posibles; y, por otro, ei argumento de como Ias cosas, de
hecho, acontecen, argumento que supone justamente Io contrario: Io
que pasa en Ia acción y en Ias relaciones políticas traspasa muchas veces
aquello que Ia norma establece.
2. El mundo dividido
Con el paso del tíempo tal vez sea difícil para ei lector que
nos mira a distancia comprender Ias impresiones de aquel momento
y Ia manera en que los acontecimientos afectan Ia existência. Parecia
uno de aquelios desastres naturales de proporciones cataclísmicas,
un tornado tropical que, sin aviso se abatió sobre el paisaje político
208
de Brasilia. Desde donde yo escribo, no sabemos aun como termina
Ia historia. No es dei todo imposible que ei tiempo nos depare otras
sorpresas. Si puedo utilizar una palabra para evocar los sentimientos
que todo ei embrollo causo, por Io menos hasta septiembre de 2006,
esta seria perplejidad. Una manera de expresarla es usar Ias palabras
de! ex - Presidente Fernado Henrique Cardoso: "Todo eso generó
una desilusión curiosa, de quien nunca se había hecho ilusiones (...)
Hoy estamos todos, incluso los que no tenian ilusión, desenganados
con una gran desmoralización respecto a todo. EI respeto es esencial.
El Pt no tiene hoy más condiciones de gobernar en ei sentido más
profundo. Nadie cree más, ni siquiera ellos mismos"4. No creo que
Cardoso, tenga, por decirlo así, las "Haves" que permitan entender
los hechos. Hace mucho ei dejo de ser sociólogo para convertirse en
político, quiero decir que, sus palabras no contienen apenas Ia
descripción de algo que acontece; sino que son también - y tal vez
principalmente - un acto político, una acción en ei mundo de Ia política.
Sea como fuere, propongo observar en Ia perplejidad arriba
mencionada un dato que debe ser integrado en nuestra manera de
verei problema.
El punto es que esa perplejidad y Ia indignación que Ia acompana
tienen un caracter colectivo. Ejemplos para eso no faltan. Diputados
del propio PT llorando por los pasillos dei Congreso después de que
Duda Mendoça, ei publicitário victorioso de Ia elección presidencial,
afirmara en Ia CPI dei Correos, haber recibido ei equivalente, en dó
lares a 10 millones de reales como pago por Ias campanas dei Pts en
una cuenta bancaria en ei exterior. La mirada de perplejidad de aquelios
que votaron ai PT en Ias últimas elecciones o que siempre les votaron.
La indignación de aquelios que nunca les votaron, una indignación, a
4HAMU, Mariangela. Entrevista Fernando Henrique Cardoso, ex-presidente da República. O Estado de Sâo Paulo, Aug 28th, 2005, A8-A9.
209
pesar de todo, dolorida, disfrazada - a veces - con el tono de Ia ironia
o dei escárnio. El silencio de los intelectuales "orgânicos", el silencio
de los periódicos, de Ias discusiones, e incluso de los almuerzos, un
silencio de mirada cabizbaja, por los rincones, sueito en el mundo,
como si nada de aquello fuera asunto de su importância - de ahora en
adelante Io importante es Ia existência pequena y fragmentada de cada
uno, porque como me dijo uno de ellos, "el sueno acabo". El resulta
do de toda esta situación, para alguno de los más implicados, ha sido
el diván, el desconsuelo, y los medicamentos. Mediante un extrano
cambio, esta indignación es algo que nos une, genera el sentimiento
de compartir, de pertenecer a algo en común, aunque este sea un
lugar en Ia falta, en Ia ausência, en Ia desesperación. Por tanto, no se
trata aqui de colocamos en el diván dei psicoanalista; sino en Ia
encrucijada que vivimos en cuanto coíectividad, dilema cuya debida
apreciación solo puede ser sociológica.
El hecho curioso, en relación ai cual, acredito, que nuestra
indignación asume una dimension más apropiada, es que nosotros ya Io
sabíamos casi todo. No en detalle, pero, si con certeza en su aspecto
más general. Por ejemplo, Ia necesidad de dinero para Ia elección ya fue
expresada por otras figuras sombrias de Ia republica, figuras que por
una extrana coincidência también perdieron su posición e influencia
cuando su nombre su pronunciado a Ia luz dei dia - caso típico de PC
Farias, en Ia administración de Collor. Pero claro, no es esto Io que
sabíamos: e! hecho de que Ias cuentas de campana presentadas antes Ia
justícia electoral no correspondieran a Ia recaudación efectiva es un
viejo amigo de! sentido común (con boca pequena, se comenta en el
Congreso - y ya escuche esto de varias fuentes, incluso de una ex-
diputada de izquierdas - que una campana para diputado puede costar
de 2 a 5 millones de reales. Mas allá de eso, no creo que nadie pueda
afirmar que no supiera (o por Io menos desconfiara) que Ias decisiones
para cargos en Ia administración directa o indirecta envolvieran intereses
210
respecto a Ia recaudación de fondos para campanas electorales y/o Ia
prestación de "servidos" que beneficiaran los intereses dei padrino.
Todo esto, forma parte dei conocimiento "tradicional de Ia política
brasilena. Tampoco seria posíble afirmar completa ignorância sobre
aquello que los periódicos anduvieron publicando, en relación ai PT. En
el comienzo de la actual administración, ya venía figurando en Ia prensa
escrita el caso de Waldomiro Diniz que era el principal asesor dei
entonces Ministro de Ia Casa Civil, Jose Dirceu, y que fue filmando
extorsionando a un empresário dei bingo para conseguir dinero para Ia
campana. En el dia de Ia elección para Presidente de Ia Câmara, en el
comienzo de 2005, antes de Ias denuncias de! diputado Roberto
Jefferson, mientras recorria los pasillos dei Congreso, varias veces oi
hablar de maletines de dinero usados por e! PT o bajo el mando de este
para garantizar el voto de Io mas reticentes o - Io que en este caso, da
Io mismo- o de los más ambiciosos. Es evidente que, el "conocimiento
de Ias cosas" depende de Ia inserción social y tal vez para alguien "más
próximo" a Ia política estas informaciones sean más coloridas, Ilenas
de detalles, mejores y más profundas. Pero, con Ia excepción dei
dato etnográfico tomado en el dia de Ia elección dei presidente de Ia
Câmara, Severino Cavalcanti (PP-PE), todas Ias otras informaciones
son genéricas y Io suficientemente distantes como para ser de
conocimiento general, y Ias dos primera representan casi una espécie
de sabiduría popular, nuestro sentido común cunado se trata de polí
tica. Entonces como puede suceder que estemos indignados y
perplejos por algo que ya sabíamos?
Hace algún tiempo me encontre cono un fragmento de
Nathaniel Left, norteamericano con orígenes en Brasilia, que expresaba
una perplejidad diferente en todo a Ia nuestra. "A partir de entrevistas
con oficiales dei gobierno, grupos de interese e industrials - escribía -
"se puede percibir que Ia cultura política brasilefía adopta una perspec
tiva orgânica de Ia sociedad brasilena y de Ia política con un fuerte sabor
211
rousseauniano. Solo se acredita en las políticas en nombre del "interés
general", de la noción considerada como un todo" (cursiva del autor).
De esta forma declaraba atônito: "no seria una gran exageración decir
que, dentro de esta perspectiva, los esfuerzos de los intereses priva
dos para influenciar políticas publicas son considerados intrínsecamente
corruptos". Lacuestión paraél, es "esa filosofia política [brasilena] con
trasta vivamente, está claro, con Ia doctrina en Estados Unidos que
considera que el interés publico es bien servido por Ia participación de
los grupos privados; y, que Ia influencia de los grupos privados en el
proceso de decision gubernamental es Ia esencia de Ia democracia'5 (cursiva
dei autor). La perplejidad de Leff no propone una teoria, ni tampoco
una hipótesis; es mucho más, Ia declaración de quien se encuentra con
Ia alteridad que percibe Ia radicalidad de esta diferencia, pero no tiene
instrumentos para lidiar con ella.
Las propias formulas legales nos ofrecen un vasto conjunto de
ejernplos que corroboran Ias observaciones de Leff. No tengo tiempo
para explorar largamente estas semejanzas; por este motivo, me voy a
limitar a un ejemplo; accidentalmente, el más apropiado para nuestro
asunto. El Código de Ética dos Deputados ( Código de Ética de los
Diputados), que "establece los princípios éticos y Ias regias básicas dei
decoro ", prescribe que e! diputado debe "encaminar todas laspropuestas
sometidas a su apreciación y voto bajo Ia óptica dei interés publico",
afirmación que se encuentra en el capítulo llamado "de los deberes
fundamentales" (párrafo 4, del art. 3 del Código de Ética e Decoro
Parlamentar da Câmara dos Deputados [ Código de Ética y Decoro
Parlamentario de Ia Câmara de los Diputados], 2001) (cursiva dei au
tor). Resulta evidente que el Código de Ética dice muy poço de Io que
los diputados hacen de hecho; pero - puedo argumentar - dice mucho
5 LEFF, N H. Economic policy-making and development in Brazil, 1947-1964. New York: John Wiley & Sons, Inc, 1968, p. I I 2
212
de la manera como consideran el papel de la actividad política y su relación con la sociedad, o, utilizando una version cínica del mismo argumento, el Código afirma y recoge aquello que los diputados creen que les gustaría oír a sus lectores. Probablemente es un poco de las dos cosas. No obstante, cualquiera que sea la respuesta, para el argumento de este texto da Io mismo: el dato etnográfico muestra, como poco, Ia fuerza de esta idea. Y esto es Io que nos interesa: las ideas tienen fuerza y no podemos ignorarlas impunemente, porque independientemente de nuestra voluntad, ellas continuaran, en cierto sentido, dominando nuestra existência, ejerciendo sobre nosotros su temible materialidad, su inexorable precision.
Para nosotros, el indivíduo en cuanto tal no es Ia fuerza motriz de Ia sociedad, Ia base sobre Ia cual se construyen Ias instituciones o el "lugar" de donde se espera que surjan Ias soluciones que nos van a guiar individual o colectivamente (para una comparación con el caso francês6. De hecho - muy por el contrario -, el indivíduo debe ser reprimido, contenido, limitado, recolocado en su lugar colectivo. En cierto sentido, nuestra ideologia dice Io siguiente; no somos indivíduos, sino personas caracterizadas por nuestras relaciones7: Todo el problema consiste en que, para nosotros, el responsable por esta represión dei indivíduo es justamente, el domínio político. Y Io que el Código de Ética declara es que participar de este domínio, exige una transformación: el agente debe dejar de lado Ias características en cuanto que indivíduo, sus intereses en el mundo, e incorporar, investirse de Ia cualidad de representar, pensar, actuar por el todo. Resulta evidente, Ia ideologia política brasilena no predica Ia destrucción de Ia sociedad civil, sino su subordination a Io político (la idea de
6 Vide GAUCHET, Marcel. La religion dans Ia democratie. Parcours de Ia laícité, Collection Folio Essais. Paris: Gallimard, 1998 7 DA MATTA, Roberto. Carnavais, Malandros e Heróis - para uma sociologia do dilema brasileiro. 6a ed. Rio de Janeiro: Zahar Editores. Original edition, 1979.
213
subordinación aqui representa un papel importante, compárese con Dumont, 1985). En otras palabras, ei domínio político debería estar contenido en ei domínio político y por tanto, limitado por él. El problema es que esta manera de ver ei mundo es contraria a Ia realidad objetiva dei Brasil de hoy (tal vez dei Brasil de siempre) que es ei de ser también y, principalmente una sociedad de intereses. Por consiguiente, tanto ei hombre concreto que incorpora completamente Io que prescribe esta ideologia política destruye ei dominio econômico, como ei hombre político que asume completamente los valores dei hombre econômico torna completamente inviable su ideologia política, convirtiéndolaen ficción, ilusióny desvarió.
Eso explica ei caracter contradictorio de Ia política en nuestro imaginário social. Para nosotros, Ia política es ei lugar de donde deberían surgir Ias soluciones para Brasil: Ia política debería encontrar e! buen camino colectivo, aquel que nosotros como sociedad, deberíamos seguir. Pero, por todos los lados encontramos una profunda desconfianza, de los políticos y de sus intenciones; se llega incluso a decir que "ei país no avanza porque los políticos solo quieren saber de Io suyo"- Io que significa, en este contexto, que ellos están allí para resolver sus intereses individuates, egoístas, en vez de cuidar de los intereses dei país, de pensar en ei bien de todos. Estas - es preciso resaitar - son dos facetas de Ia misma moneda: solamente frente a Ia importância y Ia centralidad de Ia política, es que cobra sentido tamana decepción con los indivíduos que Ia practican. Aquellos que no tienen expectativas están libres de decepciones. No obstante, una contracción de esta naturaleza no puede ser exclusiva dei dominio político, sino que debe corresponder a una sociedad mas amplia de Ia cual, además, Ia política haga parte - o, como diria Aragão8, "todas Ias cosas se encuentran conectadas en algún lugar".
8 ARAGÃO, Luiz Tarlei. Mãe preta, tristeza branca. In Clínica Social: Ensaios, L. T., 1991, p. 37.
214
En palabras de este último, en un texto que, personalmente,
considero un pequeno clásico dei pensamiento brasileno, encontra
mos Ia hipótesís interpretativa que coloca Ia doble negación sobre
una perspectiva más amplia. Según Aragão, estaríamos ante "una
sociedad, o un sistema social, que ha probado, historicamente, su
incapacidad de producir una estructuración de Ias diferencias, y, como
corolário, una totalización de Io social", Ia cual, en Io que interesa a
este texto, produce una division, entre, por un lado, Ias ideologias
políticas, y por otro, el ser en ei mundo. La razón seria que "ei siste
ma social ha vivido esa separación congênita entre poder (Ia autoridad,
el derecho) y propiedad (Ia inmanencia, Ia practica)"9. Más aún, el
resultado de esta separación seria, respecto aaquello que nos interesa,
Ia licencia. La imposibilidad de constituímos como unos acabaria ex
pulsando algunas regiones de Ia existência "para Ia marginalidad de Io
social, para el espacio donde va a imperar Ia licencia. Aqui es preciso
avanzar con cuidado. Forma parte dei conocimiento antropológico Ia
comprobación de que todas Ias sociedades tendrían, por así decir,
"zonas" abiertas para Ia licencia de un desahogo normativo autoriza
do para ciertas personas en ciertos lugares; pero que se encuentran
en contraposición - y solo a partir de esta relación es que adquieren
sentido - con Ia organización social, como el mundo de Ias regias.
Ahora bien, "Io que ocurre con las elites tradicionales brasilenas, y
con sus altos estratos de clase media, es que en segmentos extensos
dei comportamiento no se visualizan contrapuntos para Ia licencia.
Esta se constituye, ella misma, en un punto auto-referido a partir dei
cual se organiza toda una vision del mundo, un ethos propio de esta
sociedad. Existen siempre grados considerables de licencio en los que
se toman en cuenta Ia "realidad", los otros, y la ley. Mejordicho, en
'ARAGÃO, Luiz Tarlei. Mãe preta, tristeza branca. In Clínica Social: Ensaios, L. T , 1991, p. 35.
215
Brasil se puede pensar que la ley seria mucho más Ia excepción a Io
licencia que Io contrario"l0(cursiva dei autor)
Es interesante comparar lasemejanzade todo ello, con el hecho
con el cual comenzamos esta investigación. Percibo ahora que hemos
circulado alrededor de aporías que tienen un aire familiar y que se
desdoblan en planos distintos: nuestra perplejidad era contradictoria
con nuestro conocimiento deslucido sobre ei funcionamiento de Ia
política; de Ia misma forma, aquello que exigimos de Ia política, quiero
decir, Ia forma como pensamos en su papel en relación ai resto de Ia
sociedad, es contradictoria con nuestra existência social; y, finalmente,
ei papel que Ia mujer o ei hombre político deben incorporar es
contradictorio con su ser en ei mundo. De ahí, surgen dos problemas:
ei primero que no tengo tiempo de desarrollar en este texto, son Ias
consecuencias para Ia cuestión de Ia legitimidad de nuestras instituciones:
tal vez estemos ante una sociedad donde Ias bases de Ia legitimidad no
sean Ias dei convencimiento racional, Ia razón iluministao laacción co-
municativa, sino ei ritual, Ia repetición de Ias formulas tradicionales, Ia
reafirmación de nuestra ideologia política y, considerando todo eso, Ia
permanência "[de] esa separación entre ei poder (Ia autoridad, ei
derecho) y Ia propiedad (Ia inmanencia, Ia practica)" - para usar, una
vez más, Ia expresión de Aragão. La segunda cuestión es justamente Ia
imposibilidad de todo esto, quiero decir, Ia necesidad de Ia acción deli
berada, por parte de aquellos que habitan ei mundo de Ia política, para
mantener esta separación congênita.
Basándonos en todo Io dicho hasta ahora, podemos argu
mentar que nuestro espíritu tiene cierta tendência a crear fórmulas
que nos permitan, mantenerlas, adaptarlas a situaciones nuevas e
imprevisibles. Una de ellas es - acredito - Ia condena que ei sentido
10 ARAGÃO, Luiz Tarlei. Mãe preta, tristeza branca. In Clínica Social: Ensaios, L T., 1991, p. 31
216
común produce de forma sistemática de los políticos y dei modo en
que Ia política es practicada. En Ia medida en que Ia condena se realiza
a partir de Ia ideologia política mencionada anteriormente(o algo
semejante a ella), Ia condena es, una realidad, una confirmación de Ia
ideologia, en ei fondo, ei sentido común se dice a si mismo: "si todos
actuaran de acuerdo con aquello que es correcto (portanto confor
me ai ideal), todo estaria bien". Estagran condena no se convierte en
ei reconocimiento de Ias aporías de nuestra experiência, sino en Ia
condena vigorosa de otro - ei de! otro situado a distancia. De esta
forma, nuestro pensamiento es dirigido por las contradicciones que
vivimos en nuestro cotidiano hacia un espejo que construímos lejano,
irreal, sucio, en ei cual podemos, en cierto sentido, vernos anosotros
mismos en una imagen que no reconocemos como nuestro reflejo.
Así se puede percibir cuan seductor resultó ei discurso de Ia
ética tal y como fue utilizado por ei PT, un discurso que se situa como
oposición a Ia practica y a los grandes políticos condenados por ei
sentido común. No me parece un discurso de gran originalidad, in
cluso porque Ia investigación nos lleva a concluir que deriva de aquello
que es Io más tradicional. Pero tiene un componente nuevo: curiosa
mente, Ia ética absoluta dirige a Ia ideologia política a Ias ultimas
consecuencias ai prometer superar Ias aporías, es decir Ia promesa
de aquello de Io que no fuimos capaces hasta ahora en cuanto sociedad:
Ia articulación de Ias diferencias, latotalización de Io social que afirma
producirse en ei plano de Ia experiência y en ella reproduce la inclusion
del hombre de intereses en ei hombre ético. Todo eso mereceria,
por cierto, un examen más cuidadoso, pero es preciso continuar,
avanzar en otradirección. Incluso siendo estas formulas ingeniosas,
ellas por si solas no son suficientes para, garantizar Ia separación de
estos âmbitos, en Ia política. Al contrario, es preciso, suponer Ia
existência de mecanismos sociológicos, situados en el plano de Ia
organización social, que sean capaces de mantener Ia separación en-
217
tre, para utilizar una expresión metafórica, el ritual y sus resquícios y conjurar los peligros y riesgos de una contaminación.
3. Los mecanismos sociológicos
La gran separación que nuestra ideologia política instauro se
elabora, en Ia política dei Congreso Nacional, en dos lenguajes distin
tos - y distintos porque, en otro caso, ei uso de Ias palabras obedece
a regias diferentes". De un lado, ei "lenguaje reglamentario", cuyos
efectos en ei proceso legislativo son regulados por ei reglamento
interno y por algunas regias no tan explícitas, como llamar a Ias auto
ridades de Su Excelênciay a un ciudadano de Su Senoría. Aqui, incluyo
también aquello de Io que se habla publicamente, en Ias situaciones
rituales y formalizadas, donde Io que estaen juego son Ias instituciones,
sea en Ia norma jurídica, sea en aquello que se dice en nombre dei
país, dei interés publico, de la colectividad con autoria reconocida,
recogida en los registros dei parlamento, publicada por Ia prensa,
filmada por la television. De otro lado, ei "lenguaje entre bastidores"
donde encontramos ei saber desencantado de Ia política, ei
conocimiento de aquello que se dice estar aconteciendo, de Ias cosas
de Ias que "todo el mundo" oyó hablar.
En los bastidores, operan dos sistemas de circulación de
palabras. Uno "abierto" que corresponde a aquello que todos repiten,
todos saben, pero nadie sabe muy bien de donde proviene, cuál es su
autoria. Es un comentário que surge en el espacio de los pasillos, de los
interstícios, entre lugares, los lugares de pasada, en grados variables de
sigilo y dirección, sobre aquello que, a veces, se dice en voz baja para
"ABREU, Luiz Eduardo Lacerda. A troca das palavras e a troca das coisas. Política e linguagem no Congresso Nacional. Mana — Estudos de Antropologia Social I I (2):329-356,2005.
238
que todo el mundo oiga. Pero más allá de esto, hay un sistema cerrado
de circulación de palabras, donde se hallan los acuerdos, Ias
negociaciones, donde se invierte la formalidad del lenguaje reglado, y
Ias palabras y Ias relaciones se revisten, aunque en ello no haya más que
mentira e hipocresía social, dei caracter de relaciones personales,
basadas en el imperativo de Ia reciprocidad, en relaciones de cambio
entendidas según el modelo de Ia dádiva, en Ias cuales se mezclan el
"aparente" desinterés con Ia obligación de Ia retribución y Ias estratégias,
o Ia lucha y Ia bataila por Ia ocupación y Ia defensa de posiciones dentro
dei campo político (el texto en que se fundamenta Ia discusión sobre Ia
dádiva es de Mauss, 1968). En el sistema cerrado, Ias palabras,
recubiertas de secreto, circulan por redes cuyas posiciones son desig
nadas y se organizan por un orden de preeminencia (aunque esta orden
pueda variar de acuerdo con el contexto). Hablar de los mecanismos
sociológicos que actúan en los bastidores requiere, no obstante, de
algunos cuidados. Resulta evidente, que los bastidores delimitan una
region de Ia práctica social de Ia cual, salvo casos excepcionales, el
antropólogo queda excluído. Este es el lugar de hacer política y no de
examinar sus regias. Por tanto, en esta narrativa hay mucho de
especulación, cuando no de mera suposición.
De cualquier forma, hay dos posibiiidades de contaminación:
o, para utilizar un lenguaje metafórico, el ritual contamina los bastido
res o a Ia inversa12. Pero, de acuerdo a nuestra percepción, existe una
12 No nos interesan Iso riesgos involucrados en el hacer politico en cuanto ellos se refieren exclusivamente a Ia posicion en el juego de cualquiera de los agentes (tales como: quedarse solo, comprometerse sin necesídad, calcular mal, conseguir mantener una promesa hecha por otro que si fue mantenida, perder los electores, equivocarse en Ia estratégia, no saber Io suficiente, tomar una decision equivocada, hablar demás y por ahí fuera). Tal y como Io veo, esos riesgos son buenos, y Ia actividad dei político implica correr riesgos. Uno de los riesgos más fundamentales que corre el político, riesgo que convive cotidianamente y le preocupa desde los primeros dias en el cargo, es el riesgo de no ser reelegido. Ese riesgo implica Ia competición por el voto y Ia
219
asimetría entre Ias dos. La contaminación de los bastidores por ei lenguaje
de Ias situaciones públicas, de los momentos rituales, no nos parece
terrible - muy por ei contrario, según nuestra percepción, es "buena".
El discurso de Ia ética absoluta dei PT es un ejemplo de ello. Pero es
posible recoger declaraciones en Ias cuales podemos hailar algo
semejante, cuando, por ejemplo, un diputado afirma que Ia política Io
dejó más pobre o cuenta una historia donde él rechazó indignado una
propuesta indecente que provenía de alguien de otro partido. Situadas
en ei contexto, no obstante, estas "declaraciones" nos pueden decir
cosas totalmente diferentes de aquello que, a primera vista, aparentaban
significar. Por ejemplo, pueden servir para presentar una imagen, Ia
ficción que ei político construyó de si mismo; confirmar Ia propia
honestidad y, tal vez, Ia sabiduría política acumulada trás largos anos;
reflejar una historia, quién sabe con qué propósitos, tal vez una
maledicencia - quién sabe - de un amigo o un aliado; mostrar que alguien
está bien informado o que influyó decisivamente en aquel evento; cons
truir Ia reputación; convencer a alguien de Ia capacidad que tal o cual
político posee y utiliza eficientemente en los pasillos, Ias palabras de
otro mundo; afirmar que, en determinada situación, tal o cual político
fue ei vencedor. Las posibilidades no tienen fin. Sin embargo, estos
discursos son, claramente insuficientes: son hechos que pueden o no
haber ocurrido de aquella manera; ser, puray simplemente, invenciones
- su "propósito" no es, necesariamente, describir Io que sucedió, sino
el de constituir una acción en el mundo de Ia política. Más allá de eso,
hay un tipo de situaciones donde los argumentos de Ia institución y de
Ias regias son utilizados con frecuencia en los pasillos. La situación puede
necesidad de que el político tenga siempre Ia atención puesta en su elector. Pero Ia discusión de ese problema se escapa de nuestro asunto. Nuestra cuestión es un poço diferente. Lo que nos interesa son los riesgos de una institución política vinculados a Ia gran separación sobre Ia cual reflexionamos anteriormente. Será solamente en ese sentido que examinaremos Ias regias no dichas de Ia actividad política.
220
presentarse a través de una de Ias máximas dei folclore brasileno, el
dicho "para los amigos todo, para los enemigos la ley". En este caso, se
trata de negarse a hacer algo por alguien, a cumplir una petición, a
entrar en un ciclo de intercâmbios. Esta situación, con todo, no implica
ninguna contaminación, sino que, porei contrario, forma parte de Ias
regias dei juego: Ia norma jurídica aqui, tiene solamente el papel de
instrumento, cuyo propósito es destacar Ia falta de una alianza13. Pero
los ejemplos arriba mencionados tienen algunas características en común:
son siempre individualizados, específicos, localizados, puntualesy, en
consecuencia, no parecen operar en red.
La importância de estas características resulta más clara si Ias
comparamos con lo que ocurre en Ia situación inversa: ia contaminación
de! espacio de Ia institución por los bastidores. En nuestro ejemplo se
trata, justamente, de Ia presente confusion que sufre Ia administración
del PT. Aqui, el riesgo está en que Ia contaminación adquiera caracter
colectivo: no solamente tal o cual indivíduo, sino ei indivíduo aliado a
otros agentes que, en mayor o menos medida, participan por acción u
omisión; o, que se benefician de él directa o indirectamente. Y ello
tiene sentido si lo consideramos desde el punto de vista de Ia estructura
social: Ia política se hace con companeros, con aliados, es una actitud
colectiva, y por tanto, exige Ia construcción de redes de alíanzas y
cooperación. Es posible especular, por analogia, que Ia financiación de
Ias campanas funcione también de manera semejante, principalmente
en Ias elecciones mayoritarias para los gobiernos estaduales y Ias
prefecturas de Ias grandes ciudades. Intuitivamente, serían campanas
más caras, que mueven más recursos provenientes de diversas fuentes,
y muchas veces, están sometidas a Ia posibilidad de un control más
riguroso. El actual presidente dei Senado (Partido do Movimento De-
13 LEAL, Victor Nunes. Coronelismo, enxada e voto. 0 município e o regime representativo no Brasil. Ia ed. Rio de Janeiro: Edição Revista Forense, 1948
221
mocrático Brasileiro, [Partido dei Movimiento Democrático Brasileno],
eiecto por Alagoas, PMDB—AL) declaro, recientemente, que "no es
posible que una campana paragobernador continue costando 40 millones
de reaies. O dentro de algunos anos estaremos realizando otras CPIs
como Ias actuales". Así, en un escândalo, por ejemplo, buena parte de
ia estratégia política de todas Ias administraciones, cuando Ia investigación
ias alcanza, es evitar iacontaminación de otros puestos de ia red, quiero
decir, impedir que Ias palabras de los implicados puedan implicar a
otros miembros de laadministración y, en ei limite, ai propio Presiden
te de ia República.
En suma, podríamos formular Ia asimetría entre Ias dos
posibilidades de Ia siguiente forma. En ei caso de Ia contaminación de
los pasillos por ei discurso de Ia institución, hasta donde sabemos (y no
sabemos mucho) no parece haber necesidad de construir mecanis
mos sociológicos específicos, en Ia medida en que ei propio sistema de
bastidores se encarga de eliminar o contener Ia contaminación sin mucho
esfuerzo. No ocurre Io mismo en ei caso inverso. Aqueilo que Roberto
Jefferson dijo en Ia entrevista de Ia Folha de Sao Paulo - en ei âmbito
reguíado por nuestra ideologia política, âmbito donde se espera que Ias
acciones sean, por Io menos en apariencia, sometidas a normas jurídi
cas - no produciría espanto, de cara a nuestro conocimiento desencan
tado de ia política. El problema no es que se hayan pronunciado en voz
alta ias palabras que se repetían en los corredores, de procedência e
intenciones dudosas, en ei sistema abierto de circulación de palabras;
sino que, aqueilo que se decía en ei sistema cerrado, donde Ias opiniones
son expuestas, y sus miembros nombrados. Una contaminación de
este orden es potencialmente catastrófica. Y ei objetivo de este texto
es ei siguiente: en su aspecto más elemental y, ai mismo tiempo, más
visible, se trata dei riesgo de Ias palabras.
Y aqui, con ia finalidad de avanzar en nuestra interpretación,
es preciso examinar Io que Ias palabras difieren en uno u otro caso.
222
iSerá que Ia diferencia no está de alguna forma, inscrita en ia, por así
decir, manera de estar en ei mundo de Ias palabras? En ei sistema
abierto de circulación de palabras, no es posible tener certeza de si
aqueilo que otros dicen corresponde con Io que de hecho acontece.
El sentido aqui, no es construído en Ia relación de Ias palabras con Ias
cosas, sino, ai contrario, en Ia relación de Ias palabras con ellas mismas;
dicho de otra forma, Ias palabras no se refieren ai mundo, sino Ias
unas a ias otras. En ei sistema cerrado ya no solo circulan palabras,
sino también elementos o cosas como cargos, Ia puesta a disposición
de los presupuestos para Ias enmiendas parlamentarias,
demostraciones publicas de consideración y confianza, visitas a Ias
bases electorales, dinero para Ia campana, "mensaião", etc... Así, es
preciso determinar alguna certeza, certeza que se basa en Ia palabra
dada, en ia promesa, en ei decir. En este contexto, ei decir, no puede
desligarse dei mundo, referirse solamente a Ias palabras de ios otros,
sino que debe relacionar, en alguna medida Ias palabras a Ias cosas.
Dicho de otro modo, en cuanto ei sistema abierto de circulación de
palabras, que opera entre bastidores, disociael significante dei signi
ficado ei sistema cerrado los asocia. Y esto nos hace volver a Ias
palabras de Jefferson. Ahora me parece claro, que ei unió, en ei dominio
público dei lenguaje regulado, Ias paiabras y Ias cosas, ei Io restauro
en sus referencias: ei sentido de sus palabras también estaba en Ias
cosas a Ias que Ias palabras se referían en e! mundo.
Por Io tanto, podemos reformular Ia cuestión original: icuáles
son los mecanismos sociológicos que impiden que ei secreto se haga
público, que mantiene ai significante lejos dei significado? La cuestión
de desdobla, en ei plano de iaacción de los agentes, iqué razón tienen
los agentes para guardar silencio?, ipor qué es mejor permanecer
cailado? Lo interesante de esta situación en Ia que se encuentra ei PT
- interesante desde ei punto de vista de Ia investigación, sea bien en
tendido - es que estos mecanismo fallaron, y justamente, a causa de
223
esto, sus contornos aparecen, para los que estamos situados fuerade
Ia política profesional, un poço más delineados. Voy a examinar estos
mecanismos partiendo de los liderazgos de los partidos en ei Congreso
Nacional, por motivos que - espero - queden claros más adelante.
Los líderes son mecanismos formales en ei sentido propio
dei termino, quiero decir, los regímenes internos de Ias dos Casas
establecen que los grupos parlamentarios deben escoger un líder.
Más allá de eso, los líderes poseen ciertos privilégios reglamentarios,
tales como: indicar dentro de Ias cotas dei partido, según ei critério
de proporcionalidad partidária, los miembros de todas Ias comisiones,
sean ellas temporárias o permanentes, intervenir en determinados
momentos para orientar los votos dei grupo parlamentario, ser oído
en Ia junta de lideres (ei regiamente establece que cabe decidir ai
presidente ei orden dei dia, "oído en Ia junta de lideres"), etc. Y Ias
prerrogativas son instrumentos que ei líder usa conforme a sus tácti-
cas y estratégias políticas - que, evidentemente, varían según ei con
texto. Uno de los papeles más importantes de los líderes es ei de
conseguir orientar los votos de su grupo parlamentario, de acuerdo a
una posición política, sea ella favorable o contraria a Ia administración.
Por Io tanto, los procedimientos reglamentarios no son suficientes.
La capacidad de articulación dei líder depende de su habilidad de
manejarse en este mundo de bastidores donde, como ellos mismos
dicen "está Ia política de verdad". En suma, los liderazgos ejercen un
papel central, porque ellos recortan y traspasan los dos universos
distintos y excluyentes que nosotros denominamos como "lenguaje
reglamentario" y "lenguaje de los bastidores", de forma que construyan
síntesis imposibles entre âmbitos que se niegan mutuamente.
El principio sociológico sobre ei cua! los liderazgos se
organizan es ei de crearre/ac/ones de dependência. Tomo aqui presta
da la idea de Elias, a quien parafraseo: cada persona (diria Elias), cada
líder y cada político (diríamos nosotros) vive "en una red de
224
dependências que no le es posible modificar o romper por el simple
giro de un aniilo mágico" o con un simple acto de una voluntad que se
considera soberana, "pero solamente hasta donde Ia propiaestructura
de esas dependências Io permitan". El punto es que, si por un lado,
ello limita su acción, por otro, este "tejido de relaciones móviles" es
también lacondición necesariaparasu acción14. Voyarecurriraalgunos
ejempios, basados en dos de ias, digamos, más evidentes "monedas"
de Ia práctica política: cargos en Ia administración y retirada de Ias
enmiedas parlamentarias. Resulta evidente que no vamos a ser capaces
de huir de una narrativa un tanto esquemática, visto que Ias relaciones
expuestas abajo son mucho más complejas. Más allá de eso, restringiré
mis ejempios a Ia Câmara de los Diputados. El Senado tiene una
dinâmica un poço diferente, por vários motivos que en este texto no
tenemos tiempo de explorar.
Un político puede tener más de 100 personas trabajando con
él, personas en Ias que él confia para desemperrar Ias tareas que exige
su actividad política y, a veces, su vida personal (Ia distinción entre los
dos en Brasil es complicada). Son jefes electorales, correligionários,
amigos más nuevos y más antiguos, asesores, consultores jurídicos,
algunos parientes, etc. Y emplearles es una forma de mantenerles
cerca, con voluntad de ayudar, un empleo crea una dependência fuerte,
en Ia medida en que Ia permanência está vinculada a Ia continua buena
voluntad de un político. Claro, un empleo es apenas un tipo de
prestación (o contraprestación), pero es una posibilidad muy impor
tante, porque, para integrarse completamente en Ia política, es
necesaria ia garantia de que Ia supervivencia material estará asegurada.
14 ELIAS, Norbert. 1994. A sociedade dos indivíduos. Translated by V Ribeiro. Edited by M. Schrõter. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor. Original edition, Die Gesellshaft der Individuen, 1987. e ELIAS, N. 2001. Sociedade de Corte. Investigação sobre a sociologia da realeza e da autocracia de corte. Translated by R Süssekind. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed. Original edition, Die hõfische Gesellschaft, 1969.
225
Caso de que sea elegido diputado, por ejemplo, ei político puede
contratar a alguno de ellos(o a alguien indicado por ellos) para su
gabinete. Conforme ei diputado gana influencia o posiciones de fuerza,
él va siendo capaz de indicar nombres de su preferencia y de Ia órbita
de sus relaciones para cargos más altos de Ia administración. En uno y
en otro caso, funciona ei principio de dependência, aunque vaganando
matices diferentes, complejidades. El diputado depende de sus
correligionários para su reelección: ellos le prestan fidelidad, prestan
servidos, hacen reverências, influencian votos; de Ia misma forma,
los correligionários dependen dei diputado para empleos, favores,
prestigio social, protección, etc. De forma parecida, ei funcionário
de Ia alta administración depende de Ia "fuerza" dei diputado para
continuar en ei cargo, ai mismo tiempo, ei diputado necesita ai
funcionário para influir en el gobierno y poder prestar servidos, sea a
sus bases electorates, sea a sus aliados, sea a los compaheros de par
tido, sea a quien le busca con intereses específicos. Estas relaciones
son percibidas por Ias personas envueitas en ellas como relaciones de
intercâmbio, como prestaciones y contraprestaciones (como también
en muchas esquinas de Brasil de manera bastante explícita, Ia relación
dei político con su elector15,16,17,18)
15 ABREU, Luiz Eduardo Lacerda. A lei, o poder e a lógica: estudo antropológico do universo político de Corte de Pedra, povoado do interior da Bahia. Dissertação de mestrado, Departamento de Antropologia, Universidade de São Paulo, São Paulo, 1993. 16 CHAVES, Christini Alencar. Eleições em Buritis: a pessoa política. In Antropologia, voto e representação política, edited by PALMEIRA, M.; GOLDMAN, M. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria, 1996. I7KUSCHNIR, Karina. 0 cotidiano da política. Edited by G. Velho, Antropologia Social. Rio de janeiro: Jorge Zahar Editor, 2000 18 PALMEIRA, Moacir. Política, facções e voto. In Antropologia, voto e representação política, edited by PALMEIRA, M.; GOLDMAN, M.. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria, 1996.
226
Algo semejante ocurre con Ias enmiendas parlamentarias.
Diputados y senadores tienen, gracias a un acuerdo entre Ia
administración y ei Congreso, laposibilidad de proponer enmiendas
para Ias propuestas presupuestarias de la Union que beneficien sus
intereses. Cada uno posee una cota, pero Ia distribuye entre sus
enmiendas según su propio critério. Estos recursos, muchas veces,
no son analizados en ei âmbito dei Gobierno Federal, pero son trans
feridos para Estados y Municípios según instrumentos legales, como
ei convênio. El problema es que el Presupuesto una vez aprobado no
es prescriptible sino autorizable. Lo que significa que ei Ejecutivo
tiene una autorización para gastar ese valor de aquella forma, pero ei
puede o no hacerio. Por lo tanto, una de Ias tareas a Ias que ei político
electo se dedica es, justamente, a conseguir Ia liberación efectiva de
estos recursos. Para ello, depende de Ia buena voluntad de Ia
administración, pero, ai mismo tiempo, Ia administración depende de
Ia actuación dei político en ei Congreso. Está claro que esta es una
relación de asimetría, porque en Ia mayoría de los casos, ei político,
individualmente, depende mucho más de Ia administración que ai con
trario; pero es posible que, conforme ai contexto, Ia actuación de un
político en particular sea, finalmente, decisiva; por Ias regias propias
de este mundo, en este caso, Ia asimetría puede disminuir y, en casos
extremos (y, posiblemente, raros admitámoslo), hasta mismo
invertirse. Pero, k|ué tiene que ver ei líder con todo esto?
Los líderes son, por así decir, los nudos de este sistema de
dependências. No son los únicos, pero están entre los más importan
tes. El líder conoce los intereses de los diputados de su partido, es
decir, sus secretos, lo que se está intercambiando o Ias posibilidades
abiertas en ei intercâmbio en un determinado contexto. El diputado
açude ai líder, narra su historia y le pide ei favor de ayudarle a resolverlo
(o lo que quiera que esto signifique). El líder puede decir que si, que
le va a ayudar, que le va a hacer ese favor y, en estos casos da su
227
palabra. En parte, el valor de un líder viene dado por su palabra: en un
mundo en el que todo puede cambiar de una hora para otra, donde
un acuerdo hecho hoy ya no parece un buen negocio manana, tener la
certeza de que la palabra será cumpíida es un capital político
formidable. Hasta el dia hoy, el diputado Luís Eduardo Magalhães
(del Partido da Frente Liberal [Partido de! Frente Liberal], electo por
Bahia, PFL—BA), ex-presidente de Ia Câmara y fallecido por paro
cardíaco durante ei gobierno de Cardoso, de quien fue un excepcio
nai operador político, es recordado por su palabra: se decía que su
promesa de hoy correspondia siempre a Ia palabra cumpíida de
manana. Está claro que no es posible separar Ia realidad dei comentário
y no sabemos si él era de hecho así, de todas formas, e! hecho de
que Ia historia incremente Ia leyenda de los políticos ya nos dice algo
sobre como opera ei sistema. El problema es que gracias a Ia propia
dinâmica dei funcionamiento de Ia política, es muy difícil, a veces,
imposible, mantener todas Ias promesas, mantener Ias palabras con
tra los cambio de humores políticos, de Ia marea de Ias palabras
ajenas. Pero prometer ei favor no es Ia única cosa que ei líder puede
hacer; puede, por ei contrario, ser duro, por ejemplo, reclamando
que ei diputado no ha ayudado ai grupo parlamentario, no ha votado
junto ai líder, tomo una decision que fue negativa desde ei punto de
vista de Ia estratégia política dei partido, Io traicionó, etc. También
aqui ias posibilidades son muchas.
La relación entre ei líder y su diputado es una relación com
plicada justamente por los perfiles que Ias relaciones de dependência
toman en este caso. Ei diputado en estas circunstancias no consigue
hacer nada o hace muy poço solo y, muchas veces, su principal
compaííero es ei líder de su partido. Lo diputados dependen de sus
lideres para conseguir llevar a cabo algunos de sus intereses: tramitar
una proposición, participar de Ia Comisión Permanente que más le
interesa, conseguir liberar los presupuestos de sus enmiendas, con-
228
seguir Ia indicación para un cargo, conseguir conversar con el Presi
dente de Ia República, participar de una CPI etc. El líder, por su parte,
usa ei peso de su grupo parlamentario para negociar con Ia
administración y, dependiendo dei tamano dei grupo, Ias posibilidades
de conseguirlo son infinitamente mayores que Ias de un diputado solo.
No obstante, Ias promesas que hace a Ia administración, o incluso ei
mantener una posición "fuerte" como oposición dependen de Ia buena
voluntad de los diputados a Ia hora de seguir su orientación, orientación
que incluso puede ser orientada caso a caso. De acuerdo con el
asunto, el diputado puede presionar ai líder por los favores aún no
realizados e incluso por otros nuevos. Muchas veces, ei diputado
entra en conflicto con Ia posición de líder, manifiesta que no está de
acuerdo o que todavia lo esta reflexionando; tal vez sea, porque en
aquel asunto específico, su fidelidad está en otro lugar, en su conciencia
(caso de Ia legalización dei aborto), en su propia reelección (no es
razonable pedir a un diputado que fue elegido por ei voto de los
jubilados que vote una reforma que perjudique los intereses de este
colectivo), etc; pero quizás Ia oposición presentada este motivada
en conseguir otros segmentos institucionales, o incluso, atención y
cariho (caso dei diputado que se siente rechazado por ei líder),
situación ejemplificada por Ia máxima política de "crear dificultades
para vender facilidades". Esta es, en suma, una relación marcada por
laalianzay ei conflicto, ei intercâmbio, Ia palabra dada, y Ia modificación
de contexto; Ia construcción de un discurso de institución yel interés.
La mayor parte de esas relaciones son percibidas por los
profesionales de Ia política como relaciones de intercâmbio: son,
integramente, prestaciones y contraprestaciones19. En otras palabras,
"ABREU, L. E .Os labirintos do Mínotauro. Troca, política e linguagem, tese de doutorado, Departamento de Antropologia, Universidade de Brasília, Brasília, 1999. e ABREU, L. E. A troca das palavras e a troca das coisas. Política e linguagem no Congresso Nacional. Mana — Estudos de Antropologia Social 11 (2):329-356, 2005.
229
los intereses de los líderes y de sus liderados son "negociados" a
partir del lenguaje de Ia dádiva, de Ia personalidad, de todas Ias
demostraciones explícitas de aprecio y consideración tan típicas de
nuestrasociedad (para un examen de Ias relaciones personales en Ia
política brasilena20,21,22) lenguaje que también posee una fuerza, una
materialidad, y más que eso, una papel central en este mecanismo -
es preciso, por tanto, saber dominaria, utilizaria, o bien defenderse
en estas situaciones tan particulares donde, a veces, parece que ei
mundo dei sujeto esta total e integramente en "juego". Nadie dijo que
Ia vida de! líder seria fácil. Y toda Ia dificultad parece estar relacionada
a una de Ias características estructurales dei sistema: está organizado
a partir dei contexto, es decir, Ias alianzas, Ias prestaciones y
contraprestaciones, Ia importância relativa de cada político, cada
posición política, los movimientos tácticos, Ias estratégias, tienen que
ser replanteados, renegociados conforme muda ei contexto político
- y muda todo ei tiempo23.
Hay muchas semejanzas entre los líderes del "gobierno" y de
Ia "oposición". Entre ellas, ei lenguaje que ei líder utiliza para dialogar
20 BEZERRA, Marcos Otávio. Corrupção. Um estudo sobre poder público e relações pessoais no Brasil. Rio de Janeiro: Relume-Dumará, 1995. 21 BEZERRA, Marcos Otávio.Em nome das "bases". Política, favor e dependência pessoal. Edited by M. Palmeira, M. G. S. Peirano, C. Barreira and J. S. L. Lopes, Coleção Antropologia da Política. Rio de Janeiro: Relume Dumará; Núcleo de Antropologia da Política, 1999. 22 ABREU. Luiz Eduardo Lacerda A corrupção, a relação pessoal e a prática política. Review of Bezerra, M.O. (1995). Corrupção - Um estudo sobre poder público e relações pessoais no Brasil. Rio de Janeiro: Relume-Dumará. Anuário Antropológico 95:239-264, 1996 23 Encontramos aqui, como Bourdie (1980), un sistema de dominación que, en cierto sentido, utiliza ei lenguaje dei intercâmbio, de Ia reciprocidad, para negarse en cuanto sistema de dominación. Con todo, creo que justamente por la preeminencia del contexto, gana contornos un poço diferentes de otros más tradicionales, basados en Ia propiedad de Ia tierra. Infelizmente, no tenemos aqui tiempo para explorar este asunto
230
con su grupo parlamentario, como los políticos de otros partidos,
como los líderes de los partidos que apoyan a Ia administración e
incluso como Ia propia administración. Pero no solo eso. Los
parlamentarios de Ia oposición también tienen enmiendas ai
presupuesto, enmiendas que quieren que sean desbloqueadas. Pero
este es apenas ei ejemplo más prosaico. No es de ningún modo ei
único. Los partidos de Ia oposición pueden tener gobernadores y/o
prefectos que dependen de presupuestos federales y de programas
relacionados a Ias políticas publicas en vários ministérios (educación,
salud, transporte, etc.) o puede representar sectores específicos,
como intereses en fondos gubernamentales, como ei Fondo de Am
paro ai Trabajador (FAT) que tiene una relación estrechacon los sindi
catos. No nos enganemos, incluso los discursos mas acalorados que
se plantan contra Ia política de Ia administración expresan una actitud
que no se repite necesariamente entre batidores, en Io que vengo
llamando de "sistema cerrado de circulación de palabras". De esta
forma, ei líder de un partido puede negociar con Ia administración Ia
designación de un miembro menos exaltado de su partido para una
determinada CPI. Un diputado puede decir horrores de una
proposición sometida a voto en una comisión, votar en contra y per
der, pero no pide Ia verificación dei quorum aunque sea evidente Ia
insuficiência de Ia cantidad de parlamentarios en aquella sesión. Sin
contar, claro, con Ia posibilidad de alianzas entre partidos del gobierno
y de Ia oposición contra personas, propuestas u otro partido. Obser
vamos pues, que Ia clasificación entre partidos de situación y de
oposición no cuenta toda Ia historia. Si ella es operativa en determina
dos contextos, en otros no tiene tanto sentido. La regia general, es
que Ias relaciones son, ai mismo tiempo, relaciones de alianza y
conflicto que trascienden los vários planos vistos hasta aqui: Ia relación
de los diputados entre si, de los diputados con los líderes, de Io líde
res entre si, de los líderes con Ia administración..
231
Sea como fuere el sistema de dependências mantiene Ia acción
dentro de ciertos limites. Esto vale tanto para los parlamentarios como
para Ia administración. Los díputados precisan, en grados variables,
de los líderes para mantener la cohesion de su grupo, de Ias personas
más directamente ligadas a su posibilidad de reelección; así como,
para realizar algunos de sus otros intereses. Los líderes precisan que
los diputados voten de acuerdo a una estratégia colectiva; ellos también
precisan otros liderazgos y de Ia administración para satisfacer a su
grupo parlamentario. La administración, a su vez, depende dei
liderazgo para, entre otros motivos, construir mayorías, saber en
que proposiciones se arriesga a perder, vigilar a los adversários, etc.
Todos pueden, pero también, de forma diferente, dependen. De esta
forma, ei sistema limita Ias posibilidades de acción de todos los lados.
Las tentativas de escapar llevan, muy probablemente, a Ia tragédia
individual, y en algunos casos, ai desastre colectivo.
De esa forma ei sistema construye un cierto orden, o sea,
transforma situaciones potencialmente caóticas en contextos con cierto
grado de prevision. Como todos están vinculados a un tejido urdido
por relaciones de dependências reciprocas, Ia realización de los intereses
está vinculada a su acción en esta red - y, en ultima instância, son Ia
existência y ei funcionamiento de la red según ciertas regias los que
construyen la prevision y ei calculo de Ia acción. Es posible causar
modificaciones, mudanzas, realizar intereses, pero, parafraseando a Elias,
solo hasta donde la red, en su inevitable materíaiidad, Io permite. Justa
mente, por eso, Ia característica central dei sistema, tal como se configu
ra hoy, parece ser Ia precedência de Ia relaciones sobre Ia preeminencia
de los intereses, es decir, ei énfasis se haya en el intercâmbio, en Ia
personalidad, en Ia reciprocidad y no en Ia acción dei indivíduo egoísta
racional - y es interesante destacar que, como ya mostraba Mauss, Ia
ambigüedad entre interés y desinterés es justamente Ia característica
central de Ia dádiva. Mi argumento no es que los agentes no piensen en
232
sus intereses, ni actúen en base a un cálculo racional, sino que, en los
bastidores predomina el intercâmbio como valor.
De acuerdo ai tema que nos interesa es fácil percibir que una
de Ias consecuencias dei sistema es justamente el control de Ias
palabras y de su riesgo: evita contaminaciones, protege el significante
dei significado, mantiene el secreto donde debe permanecer, en Ia
sombra. El resultado global es por una parte, contener ei son de Ias
cacofonías, creada por las multiples voces que hablan en el parlamen
to, incluso en Io que respecta a sus demandas más preeminentes que,
desde el punto de vista de un discurso institucional. Según los moldes
de nuestras ideologias políticas, no sonarían bien: cargos paraparientes,
pork barrel, afirmaciones voluntaristas, etc. Y, ai mismo tiempo,
construye un discurso institucional, es decir, un conjunto de justifica
tivas que se refieren ai gobierno, a Io que es bueno para Ia colectividad,
para Ias cuestiones institucionales, para Ias regias, etc - un discurso
que coloniza Ia pluralidad de las voces (la idea de colonización dei
discurso surgió en otro trabajo sobre el Consejo Nacional de Salud24.
La hipótesis que este texto propone, es, en resumen, Ia
siguiente: gracias a Ias estratégias adoptadas por el PT como partido
y como administración, el resultado fue Ia desarticulación dei siste
ma, dei mecanismo sociológico que, justamente exorcizaba los riesgos
de una contaminación. Podemos citar algunos. El "mensalão", que
quiere decir, Ia compra de votos (o dinero para Ias deudas de Ia
campana como pretenden los acusados) minimizo el efecto de Ias
prestaciones y contraprestaciones, dei papel de reciprocidad dei sis
tema, y, ai mismo tiempo, aparto a los líderes de su papel de media
dores de los intercâmbios y Ias dependências. Al mismo tiempo Ia
24 ABREU, Luiz Eduardo Lacerda; DA SILVA, Frederico Augusto Barbosa. "Saúde: capacidade de luta" - A experiência do Conselho Nacional de Saúde. Texto para Discussão do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada - IPEA 933:7-55, 2002.
ocupación de cargos de confianza casi exclusivamente por miembros
dei partido, disminuyó Ia capacidad operacional dei gobernó y Ias
relaciones de dependência que los parlamentarios adquirían por indi
car a Ias personas de su entorno para posiciones dentro de Ia maqui
naria publica. La falta de palabra, es decir, ei hecho de que Ias promesas,
los acuerdos no fueran cumplidos por ia administración, reclamación
casi unânime de los políticos dei Congreso, disminuyó Ia confianza, ei
capital simbólico de los operadores políticos del gobierno, y como
resultado, aumento Ia inestabilidad dei sistema. La interferência de Ias
relaciones y de los conflictos partidários en asuntos ministeriales
quebro Ia jerarquía administrativa, hasta ei punto de que ei secreta-
rio-ejecutivo de un ministério fijara una reunion con los otros
secretários que respondían ante él y que nadie apareciera; ei resulta
do fue que se sumió a Ia administración en Ia más completa confusion
operacional, disminuyendo ,aún mas, Ia capacidad de administrar po
líticas publicas y - Io más importante para nuestro asunto- minimizo
sensiblemente Ia capacidad de un funcionário de otro partido (un mi
nistro, por ejemplo) de influenciar los votos de su grupo parlamentario.
Desde esta perspectiva, Ia cuestión no es si era posible o no evitar Ia
contaminación, sino por que demoro tanto tiempo.
Observemos atentamente laactitud dei ex-diputado Roberto
Jefferson. Su actitud es todavia más increíble si Ia comparamos con el
comportamiento de otros personajes en situación semejante. En Ia
historia reciente de este país, aquel que es acusado de corrupción
generalmente calla: dice Io mínimo posible, evita comprometer a los
otros, companeros e incluso adversários. Tal vez podamos explicar ei
silencio por ei hecho de que, aunque ei acusado se halle bajo Ia atención
de los focos, él aún, y de alguna forma, está vinculado ai sistema de
dependências, y, si hay algunos que dependen de su silencio, él guarda,
en este caso, ei capital de Ias palabras no dichas. Esto significa que él
todavia puede, aunque de forma limitada, utilizar Ias relaciones de
234
dependência como una red de protección, protección que él instrumentaliza en ei mundo dei secreto y que se torna más eficaz después de que ei asunto abandonara Ias primeras páginas de los periódicos y se confino en los largos, refinados y esotéricos laberintos de Ia Justicia. Es posible sugerir que con Roberto Jefferson ocurrió Io contrario: como él tenia certeza de que no podría utilizar el sistema de dependências para protegerse en el silencio, Ia mejor estratégia era hablar. Podemos ir un poço mas allá y sugerir una hipótesis secundaria, que por Io menos, para quien vive en estos tiempos turbulentos, parece ser importante. No se entiende de Io dicho hasta aqui que el sistema de dependências, conlleve, en su centro, acciones corruptas (tomando aqui como "corrupción" los crímenes tipificados en el Código Penal, en el capitulo de "crímenes contra Ia administración publica"); además, por protección él puede muy bien hacer justamente Io contrario: si los puntos centrales del sistema lidian apenas con cantidades institucionales, ellos desplazan el resto (Ia recaudación de Ia campana y Ia "caja dos", por ejemplo) hacia los márgenes. Siguiendo esta misma línea, es fácil observar que una red que lidie directamente con el dinero, como aquella que el PT fue acusado de montar, es tanto más sofisticada cuanto mas difícil resulta nombrarla, quiero decir, cuantos más intermediários hubiera entre sus dos extremos y cuanto menos conocidos fueran: Io que presenta el beneficio adicional de minimizar los riesgos, desde el punto de vista de los agentes es decir, de contaminar el centro en el caso de que uno de los extremos sea comprometido.
4 . Referencias bibliográficas
ABREU, Luiz Eduardo Lacerda. A lei, o poder e a lógica: estudo antro
pológico do universo político de Corte de Pedra, povoado do interi
or da Bahia. Dissertação de mestrado, Departamento de Antropolo
gia, Universidade de São Paulo, São Paulo, 1993.
235
A corrupção, a relação pessoal e a prática política. Review of Bezerra, M.O. (1995). Corrupção - Um estudo sobre poder público e relações pessoais no Brasil. Rio de Janeiro: Relume-Dumará. Anuá-rio Antropológico 95:239-264, 1996.
.Os labirintos do Minotauro. Troca, política e linguagem, tese de doutorado, Departamento de Antropologia, Universidade de Brasília, Brasília, 1999.
.A troca das palavras e a troca das coisas. Política e linguagem no Congresso Nacional. Mana — Estudos de Antropologia Social I I (2):329-356, 2005.
ABREU, Luiz Eduardo Lacerda; DA SILVA, Frederico Augusto Barbosa. "Saúde: capacidade de luta" - A experiência do Conselho Nacional de Saúde. Texto para Discussão do Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada - IPEA 933:7-55, 2002.
ARAGÃO, Luiz Tarlei. Mãe preta, tristeza branca. In Clínica Social: Ensaios, L. T., 1991.
Aragão, C Cailigaris; COSTA, J. R; SOUZA, O. São Paulo: Escuta Editora. Edição original Mere noire, tristesse blanche, I 990.
BEZERRA, Marcos Otávio. Corrupção. Um estudo sobre poder público e relações pessoais no Brasil. Rio de Janeiro: Relume-Dumará, 1995.
.Em nome das "bases". Política, favor e dependência pessoal. Edited by M. Palmeira, M. G. S. Peirano, C. Barreira and J. S. L. Lopes, Coleção Antropologia da Política. Rio de Janeiro: Relume Dumará; Núcleo de Antropologia da Política, 1999.
BOURDIEU, PierreLe sens pratique, Le Sens Commun. Paris: Les Editions de Minuit, 1980.
BRAGON, Ranier, Fábio Zanini, and Sílvio Navarro. Se Dirceu não sair, vai fazer Lula virar réu, diz Jefferson. Folha de São Paulo, Jun 15, 2005, A6.
236
BRASIL. Câmara dos Deputados. Código de Ética e Decoro Parlamen
tar da Câmara dos Deputados. Resolução n° 25, 2001.
CHAVES, Christini Alencar. Eleições em Buritis: a pessoa política. In Antropologia, voto e representação política, edited by PALMEIRA, M.; GOLDMAN, M. Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria, 1996.
DA MATTA, Roberto. Carnavais, Malandros e Heróis-para uma soci
ologia do dilema brasileiro. 6a ed. Rio de Janeiro: Zahar Editores. Ori
ginal edition, 1979.
DOUGLAS, Mary, and Aaron Wildavsky. Risk and culture. An essay on
the selection of technological and environmental dangers. Berkeley:
University of California Press, 1982.
DUMONT, Louis. 1985. Homo Aequalis, l. Genèse et épanouissement
de 1'idéologie économique, Bibliothèque des sciences humaines. Paris:
Editions Gallimard. Original edition, 1977.
ELIAS, Norbert. 1994. A sociedade dos indivíduos. Translated by V.
Ribeiro. Edited by M. Schrõter. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor.
Original edition, Die Gesellshaft der Individuen, 1987.
. 2001. Sociedade de Corte. Investigação sobre a sociologia da
realeza e da aritocracia de corte. Translated by R Süssekind. Rio de
Janeiro: Jorge Zahar Ed. Original edition, Die hõfische Gesellschaft,
1969.
FEUERWERKER, Alon, and Rudolfo Lago. A reforma da discórdia.
Correio Brasiliense, Oct, 4th, 7, 2005.
GAUCHET, Marcel. La religion dans la democratie. Parcours de la la'i-
cité, Collection Folio Essais. Paris: Gallimard, 1998.
HAMU, Mariangela. Entrevista Fernando Henrique Cardoso, ex-pre-
sidente da República. O Estado de São Paulo, Aug 28th, 2005, A8-A9.
237
KUSCHNIR, Karina. O cotidiano da política. Edited by G. Velho, An
tropologia Social. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor, 2000.
LEAL, Victor Nunes. Coronelismo, enxada e voto. O município e o regime representativo no Brasil. Ia ed. Rio de Janeiro: Edição Revista Forense, 1948.
LEFF, N H. Economic policy-making and development in Brazil, 1947-
1964. New York: John Wiley & Sons, Inc, 1968.
LO PRETE, Renata; SCOLESE, Eduardo. Jefferson afirma que foi "informando a todos do governo' sobre a mesada a deputados paga por Delúbio e que Lula chorou ao saber do caso. Folha de S. Paulo, Jun 6, 2005, A5.
MAUSS, Marcel. 1968. Essai sur le don forme et raison de 1'échange dans les sociétés archaíques. In Sociologie et anthropologic. Paris: Presses Universitaires de France. Original edition, 1923/1924.
PALMEIRA, Moacir. Política, facções e voto. In Antropologia, voto e
representação política, edited by PALMEIRA, M.; GOLDMAN, M..
Rio de Janeiro: Contra Capa Livraria, 1996.
238
Capítulo 8: Golpes de Suerte: Políticas Culturales y Ia
Idea de Riesgo Frederico Barbosa*
Luiz Patury
En este artículo no pretendemos utilizar Ias referencias conceptuales que hoy se traducen en Ias diversas teorias de los riesgos para desarrollar argumentos ai respecto de Ia legitimidad y relevância de Ias políticas públicas relacionadas con Ia cultura. Por ahora, no tenemos nada de relevante que anadir a los trabajos de inteiectuales dei porte de Luhman, Douglas y Beck, que tratan cuestiones sobre ei diagrama conceptual del riesgo, y sin duda, vienen permitiendo análisis originales acerca de los nuevos desafios que se configuran en Ias complejas relaciones entre Estados, mercados y sociedad civil.
Lo que intentamos aqui es más modesto. Queremos reco ntextualizar Ias narrativas de Ias políticas sociales publicas, especialmente de Ias políticas culturales en ei Brasil reciente, probando nuestra capacidad de utilizar algunas ideas y ampliar Ia comprensión de algunos elementos que influencian e! diseno de aquellas políticas. Las políticas culturales brasilenas constituyen nuestro punto de partida debido a nuestro seguimiento regular de Ias acciones en este campo.
Partimos de Ia premisa de que el lenguaje de los riesgos sirve para Ia construcción de narrativas utiles para tratar Ias políticas públicas sociales y sus desarrollos. Seguros y seguridad social son comprendidos en este contexto. Corresponden a los más variados
* Profesor dei Centro Universitário de Brasilia
Top Related