La arqueometría en Argentina y Latinoamerica
1La arqueometría en Argentina y Latinoamérica2010: xxx-xxx ISBN 978-950-33-0849-3
¿PUNTAS DE PROYECTIL O CUCHILLOS? MULTIPLES TÉCNICAS ANALÍTICAS PARA UNA CARACTERIZACIÓN FUNCIONAL DE
ARTEFACTOS ARQUEOLÓGICOS
Pilar Babot1, Roxana G. Cattáneo2 y Salomón Hocsman1
1Instituto Superior de Estudios Sociales, Centro Científico Tecnológico Tucumán, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – Instituto de Arqueología y Museo,
Facultad de Ciencias Naturales e IML, Universidad Nacional de Tucumán. Argentina. [email protected], 2Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas. Argentina. [email protected]
Resumen
En este trabajo se evalúan hipótesis sobre la función e identidad de artefactos líticos con características particulares, correspondientes a cazadores-recolectores del Holoceno Medio (ca. 5000-4500 años AP) de la Puna Meridional Argentina. Estas piezas constituyen un conjunto acotado de instrumentos procedentes del sitio Quebrada Seca 3 -QS3- (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) que, desde un punto de vista tipológico, han sido descriptos como puntas de proyectil con pedúnculo esbozado de limbo asimétrico, correspondiendo a puntas de proyectil o cuchillos, o bien, a puntas que tuvieron un uso alternante o consecutivo como cuchillos enmangados [1, 2]. Con el objetivo de caracterizar funcionalmente a estos artefactos se llevó a cabo un diseño que involucra múltiples técnicas analíticas para el estudio de distintos indicadores de uso presentes en los limbos: a) Microscopia óptica de luz reflejada y transmitida para la caracterización del desgaste por uso y residuos de uso y b) Cromatografía Gaseosa-Espectrometría de Masas (CG-EM) para la identificación de residuos químicos adsorbidos procedentes del uso. Estas líneas de evidencia se suman a las expectativas generadas a partir de la morfología descriptiva macroscópica de las piezas. De este modo, la utilización exclusiva como puntas de proyectil debería remitir a rastros y residuos de uso relacionados con actividades extractivas -la caza de animales-; mientras que el empleo alternante o consecutivo como puntas y cuchillos podría implicar tareas de procesamiento de elementos de origen animal, vegetal y/o mineral.
Palabras clave: múltiples técnicas, análisis funcional, metodología, Antofagasta de la Sierra.
Las puntas de proyectil con pedúnculo esbozado o destacado y limbo triangular de los niveles 2b A 2b5 de quebrada seca 3
El diseño de punta de proyectil en estudio ha sido denominado como “Tipo Morfológico Quebrada Seca F” (TM QSF) por Hocsman [2], encontrándose en contextos con cronologías que van de los 5500 a los 3000 años AP. La muestra aquí considerada procede de los niveles 2b2 a 2b5 del sitio Quebrada Seca 3, fechados entre los 5000 y los 4500 años AP.
Las piezas en cuestión se definen como puntas de proyectil con pedúnculo destacado y hombros
o bien con pedúnculo esbozado; siendo esta última alternativa la más frecuente (Figura 1). El limbo es triangular de bordes rectos. El pedúnculo presenta dos variantes: a) con bordes del pedúnculo convergentes rectos y forma de la base del pedúnculo convexilínea semicircular y b) con bordes del pedúnculo convergentes convexos semicirculares y forma de la base del pedúnculo convexilínea semicircular. Parte de la variabilidad de los pedúnculos se debe a tareas de refacción por roturas del extremo basal del pedúnculo, pudiendo distinguirse una “base” convexilínea o rectilínea y “bordes” siempre convexilíneos. Lo cierto es que, desde un punto de vista tipológico,
P. Babot et al.
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también pueden ser definidas como cuchillos de filo retocado convergentes con ápice activo o romo, pedunculados.
En cuanto a sus dimensiones, son instrumentos que tienen, en promedio, 60 mm de largo, 33 mm de ancho y 10 mm de espesor, lo cual implica artefactos de tamaño considerable.
Las piezas enteras o con fracturas que afectan parcialmente el l imbo presentan un fuerte mantenimiento del limbo, evidenciado por patrón escamoso escalonado o irregular, asimetría en norma frontal, irregularidad de los bordes, acortamiento de la longitud del limbo y un marcado punto de inflexión entre el pedúnculo y el limbo. Evidentemente, los limbos triangulares son resultado de dicho proceso de reactivación, por lo que dichas piezas corresponden a diseños transformados [3].
Desafortunadamente, en Quebrada Seca 3 no hay casos que den cuenta del diseño básico [3]. Aschero [4], sostiene que los diseños básicos pudieron ser formas lanceoladas de considerable tamaño. Sin
embargo, a partir de la pieza Nº 292 (Figura 1), el diseño básico podría tener, en cambio, un pedúnculo destacado, aunque no se puede establecer a ciencia cierta la presencia de aletas, así como su tipo, ya que la pieza en cuestión posee hombros. Sin embargo, hallazgos superficiales de distintos sitios de Antofagasta de la Sierra, así como de otras áreas de la Puna argentina, como el caso del sitio Río Grande, en la zona de El Aguilar -Puna de Jujuy- [5], permiten sostener que el diseño básico contaba con pedúnculo destacado y aletas entrantes rectas u obtusas y el limbo era triangular de lados convexos o rectos (Figura 1).
¿Puntas de proyectil o cuchillos enmangados?
Diversos trabajos han planteado la posibilidad de que las piezas analizadas, en vez de puntas de proyectil, sean cuchillos enmangados [1, 4, 6]. Como puntas de proyectil fueron definidas por Martínez [7], más específicamente, lanzas de mano arrojadas a corta distancia.
En los trabajos de Aschero y colaboradores está
Figura 1. a. Pieza Nº 508, procedente del nivel 2b3 de Quebrada Seca 3 (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) -izquierda- correspondiente al diseño transformado de artefactos similares a los procedentes del sitio Río Grande (El Aguilar, Jujuy) [5] -derecha-. b. Pieza Nº 292, procedente del nivel 2b3 de Quebrada Seca 3 (Antofagasta de la Sierra, Catamarca) -
a.
b.
La arqueometría en Argentina y Latinoamerica
3
presente la idea de una transformación, donde el mantenimiento habría operado sobre una forma originalmente lanceolada [4] o pedunculada de base convexa [6], siendo los diseños recuperados en QS3, una resultante de dicha reactivación. Cabe destacar que estos importantísimos cambios morfológicos, para estos autores serían independientes del hecho de que “(…) podría tratarse de puntas de lanzas o cabezales de armas de impulsión manual o bien de instrumentos tipo cuchillo con alto grado de mantenimiento y utilizados enmangados (…)” [4:12]. Es decir, su definición como punta de proyectil o cuchillo no es vinculada por ellos con la presencia de mantenimiento.
Se debe considerar, también, la posibilidad de un uso combinado -como punta de proyectil y cuchillo-, ya que las puntas de proyectil enmangadas en intermediarios apropiados pueden ser usadas efectivamente como cuchillos [8], a modo de uso secundario, o desempeñando múltiples tareas [9]. En suma, puede tratarse de armas de función única, especializada, pero también podrían ser objetos multipropósito.
En este marco, a dichos instrumentos se los puede considerar en términos de su historia de vida en dos sentidos:a) en un sentido diacrónico y secuencial: primero, como puntas de proyectil (con un diseño básico específico), que por la reactivación intensiva, y mediando reciclaje, de los filos del limbo pasan a ser otra cosa; en este caso, cuchillos de filo retocado que, por contar con un pedúnculo (que corresponde al diseño previo) en uso, implican un enmangue.
b) en un sentido diacrónico y alternante, en el cual se debe discutir el hecho de que las puntas de proyectil hayan sido utilizadas, a la vez, por ejemplo, como cuchillos enmangados.
Desde un punto de vista morfológico-descriptivo y siguiendo las pautas de Aschero [10], cumplen con los requerimientos del grupo tipológico cuchillo de filo retocado, es decir, que presentan filos largos, con biseles simétricos y menores a 50º (de acuerdo con los ángulos estimados de las piezas), debiéndose caracterizar a los limbos como cuchillos de filo retocado convergentes en ápice romo o activo. Esto estaría en consonancia con la posibilidad “a”.
Metodología
De un total de trece ejemplares recuperados en QS3, en este trabajo se consideran diez que corresponden a los niveles 2b2 a 2b4 -ca. 5000-4500 años AP- (Tabla 1).
Los fragmentos con presencia de limbo fueron analizados mediante Microscopia óptica de luz reflejada para la caracterización del desgaste por uso y la observación in situ de sustancias adheridas. Los fragmentos de pedúnculo también fueron inspeccionados con esta técnica para recuperar datos funcionales referidos a enmangue o cinemática (Tabla 1). [11]
Mediante Microscopia óptica de luz transmitida se caracterizaron las asociaciones de microfósiles, atribuibles a residuos de uso y sustancias adheridas en limbos y pedúnculos. Se siguió un protocolo para extracción de muestras en seco en sectores seleccionados de las piezas [12], reservándose posibles muestras macroscópicas de adhesivos para su posterior análisis [13] -datos no incluidos en este trabajo-. Es importante destacar que el uso de implementos metálicos durante el muestreo pudo ser identificado durante el análisis funcional, como rastros característicos producto del desgaste del metal al contacto con la roca. Los preparados se montaron en aceite de inmersión y fueron
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Tabla 1. Características de los artefactos analizados y técnicas analíticas aplicadas en cada caso. Referencias: MO-r, Microscopia óptica de luz reflejada; MO-t, Microscopia óptica de luz transmitida;CG-EM, Cromatografía Gaseosa-Espectrometría de Masas.
P. Babot et al.
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P. Babot et al.
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escaneados en su totalidad entre 100-400X registrándose las observaciones realizadas [12]. Se tuvo en cuenta la presencia de: granos de almidón, silicofitolitos, cristales de calcio, diatomeas, tejido vegetal deshidratado y carbonizado, posible tejido de origen animal y agregados de apariencia resinosa.
Las piezas enteras y aquellas fracturadas que presentaban una importante representación de limbo, fueron seleccionadas para su estudio mediante
cromatografía gaseosa acoplada a espectrometría de masas (CG-EM) para la identificación de residuos químicos adsorbidos procedentes del uso. Para ello, se siguieron pautas metodológicas establecidas por Babot [14]. Las extracciones sólido-líquidas se efectuaron con cloroformo tridestilado en baño de ultrasonidos, en el cual se sumergió la parte activa (limbo) de las piezas. Estos extractos fueron filtrados las veces necesarias para obtener las muestras limpias que fueron corridas [14]. Las partículas
Figura 2. Imágenes de análisis microscópico por luz reflejada. A. superficie de la roca sin modificar por uso, Pieza 283, QS3-2b2: Estrías sobre cortante, a 200X., micropulido en área de enmangue, 200X y residuo de resina adherido sobre la arista. B. Pieza 292, QS3-2b3: micropulido y estrías a 200x cerca del ápice romo y campo de estriaciones en otro sector. C. Pieza 292, QS3-2b3: sustancias adheridas sobre arista, 200X y campo de estriaciones con desarrollo de micropulidos en el limbo, cara b. D. Pieza 506, QS3-2b3: Microdesgaste por acción sobre material vegetal leñoso, a 200X y micropulido debajo del espolón a 400X. E. Pieza 510. QS3-2b3: Micropulido diagnóstico del trabajo de hueso, sobre arista del limbo, a 200X. Pieza 109 QS3-2b4, cara a, sustancia adherida. F. Pieza 320 QS3, 2b4: Microdesgaste sobre área de enmangue, en pedúnculo, a 200X. G. Pieza 58 QS32b4: Residuo sobre arista con desarrollo de micropulido a 200X.
La arqueometría en Argentina y Latinoamerica
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retenidas durante los filtrados, se sumaron al estudio de microfósiles.
En los casos posibles, se siguió el siguiente orden para preservar la integridad de los residuos y huellas en los artefactos: 1) observación de las piezas mediante microscopia óptica de luz reflejada para localizar sectores con presencia de residuos y sustancias adheridas in situ; 2) extracción en seco de muestras de microfósiles en limbos y sustancias adheridas en pedúnculo en sectores seleccionados y registro de los loci para su posterior identificación; 3) extracción sólido-líquida de residuos químicos en limbos con solventes orgánicos y recuperación de filtrados para análisis de microfósiles; 4) limpieza de limbos y pedúnculos para la observación del desgaste por uso. Si bien se considera que esta es la secuencia ideal de pasos a seguir al combinar las técnicas analíticas seleccionadas en este estudio, es importante señalar que aún es posible observar y recuperar residuos de uso microscópicos y sustancias adheridas a posteriori de las extracciones citadas en el paso “3” y de las limpiezas mencionadas en “4”.
Resultados y discusión
La Tabla 2 resume los datos obtenidos para cada pieza a partir de las líneas de evidencia analizadas. Estos indican una variedad de situaciones de uso dadas por diferentes combinaciones de indicadores presentes en los artefactos. Tales situaciones incluyen, por un lado, tareas extractivas (caza) y de procesamiento animal, dadas por evidencias de penetración y corte (micropulidos debidos al contacto con hueso, cuero y carne), marcadores moleculares de probable origen animal (Ácidos esteárico y pentadecílico [16, 17]) y restos microscópicos que podrían corresponder a piel y/o hueso. Por otro lado, se han registrado tareas de procesamiento vegetal inferidas a partir de micropulidos por trabajo de plantas, microfósiles de epidermis vegetal y otros asignados a tubérculos/raíces con posible presencia de tostado o rostizado (tejido quemado y microcarbones). Este último tipo de uso de las puntas-cuchillo es particularmente significativo para el conocimiento de los cazadores-recolectores del Holoceno Medio en la Puna argentina, y su relación con los recursos vegetales. Los artefactos se emplearon en tareas que se relacionan con la identidad de las piezas como cuchillos y/o como puntas de proyectil, es decir que se comportaron como artefactos multipropósito, pero ambos usos no ocurrieron simultáneamente, al menos en el caso de los diseños transformados.
La evidencia funcional indica, en la mayoría de los casos, que el diseño transformado presente en QS3 fue usado en última instancia sólo como cuchillo. En un único caso se ha podido constatar la sucesión de usos desde el diseño básico o en los inicios de su transformación, como punta de proyectil hasta un diseño transformado como cuchillo.
Finalmente, evidencias de la zona de prensión de las piezas (enmangue/desenmangue) indican que las mismas fueron utilizadas enmangadas en elementos de sujeción de origen vegetal (intermediario y/o enmangue) con el aditamento de adhesivos naturales, independientemente de su uso como puntas y/o cuchillos y de la tarea específica realizada con ellas.
Agradecimientos: Este trabajo se realizó en el marco de los Proyectos FONCYT-PICT N° 38127, PIP-CONICET Nº 6398 y CIUNT 26/G404, dirigidos por Carlos Aschero, y FONCYT-PICT N° 2264, dirigido por María del Pilar Babot.
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