ETAPAS FENOLÓGICAS DEL CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO
El transplante de las plántulas se realiza cuatro (4) ó cinco
(5) semanas después de haber sembrado las semillas en las
bandejas, siempre y cuando el suelo presente buena humedad.
Cuando la flor está totalmente desarrollada, luego de la
fecundación y la polinización, el tiempo requerido desde el
cuajamiento del fruto hasta que éste se desarrolla
completamente oscila entre siete y nueve semanas dependiendo
de la variedad cultivada y las condiciones ambientales. En
la Tabla siguiente se muestran las diferentes etapas en el
cultivo de tomate bajo invernadero.
MARCO DE PLANTACIÓN
La densidad de siembra varía de acuerdo con el material que
se escoja, las condiciones climáticas de la zona, el tipo de
estructura que se utilice y el manejo del cultivo. Existen
dos formas de ubicar las plantas en el invernadero. La
primera es mediante surcos individuales con una distancia de
1 a 1.4 m entre surcos y de 30 a 50 cm entre plantas. La
segunda es el trasplante en surcos dobles la cual requiere
elaborar camas con una distancia de 50 a 60 cm entre los dos
surcos de la cama y de 40 a 50 cm entre las plantas a lo
largo del surco. La distancia de las camas varía de 1.40 a
1.60 m dejando caminos de 0.8 a 1.0 m de ancho. La densidad
de siembra adecuada está entre 2.4 y 2.8 plantas/m2 ó 24.000 a
28.000 plantas/ha
Siembra en surco doble.
FERTIRRIGACION
La fertirrigación es el suministro de nutrientes a la planta
mediante el agua de riego; los objetivos de la fertirrigación
son disminuir la pérdida de los nutrientes, incrementar la
absorción de los mismos y aumentar la producción y la
rentabilidad.
Los niveles de requerimientos nutricionales del tomate bajo
cubierta que se han utilizado en Colombia se basan en
investigaciones hechas por el Ministerio de Agricultura
Holandés
(1990); estos niveles fueron adaptados a nuestras condiciones
por el Laboratorio de Fertilidad de Suelos del Centro de
Investigaciones y Asesorías Agroindustriales de la
Universidad Jorge
Tadeo Lozano, ubicado en la Sabana de Bogotá. Además H.R.I.
Little-Hampton, Sonneveld y Straver (1994) citados por
Urresstarazu, M. (2004), quienes han trabajado en el ámbito
europeo en concentraciones para hidroponía, presentan
marcadas diferencias con la tabla de requerimientos anterior.
La Tabla siguiente muestra los elementos y la concentración
de las soluciones que recomiendan estos autores.
Tabla: Soluciones nutritivas estándar para tomate bajo
invernadero.
Fuentes: FUBJTL, CIAA (2001) y Urrestarazu, M. (2004).
Otro de los criterios para la determinación de las soluciones
nutritivas son los niveles de requerimientos de nutrientes de
acuerdo con varias fuentes como Corresponsal Internacional
Agrícola -CIA- (1987), Freid y Broeshart (1967), IFA (1992) e
ICA (1994). Esta última fuente hace referencia a
recomendaciones que se deben aplicar de acuerdo con el
análisis de suelo realizado previamente a la siembra del
cultivo. La Tabla siguiente muestra dichas recomendaciones.
Tabla: Niveles de requerimientos o recomendaciones
nutricionales para tomate según los autores citados (kg/ha).
*Valores de recomendación deben ajustarse de acuerdo con el análisis de suelo.
Fuentes de los fertilizantes para fertirrigación
Las principales fuentes que generalmente se tienen en cuenta
para la fertirrigación se presentan en la Tabla.
Tabla. Fuentes de fertirrigación más comúnmente usadas.
Fuente: SCCS (1997).
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