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Valoración de los Programas Sociales para la Integración de los Refugiados en Estados Unidos.
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA
FACULTAD DE ECONOMÍA Y RELACIONES INTERNACIONALES
VALORACIÓN DE LOS PROGRAMAS SOCIALES PARA LA INTEGRACION DE LOS REFUGIADOS EN ESTADOS UNIDOS
Tesis
Que para obtener el grado de
MAESTRO EN ESTUDIOS DEL DESARROLLO GLOBAL
Autor: PAVEL CONSUEGRA MONTES
Tutoras: Dras. LOURDES CAMARENA Y ANDREA SPEARS
TIJUANA, B. C.
2014
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Agradecimientos
Agradezco al hermano pueblo mexicano y al Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología, (Conacyt) México, por tan calurosa acogida y el sustento económico que
me permitió realizar mis estudios. A mis directoras de tesis Dras. Lourdes Camarena y
Andrea Spears: más que estoicismo y apoyo durante mi carrera. Doy gracias a los
profesores del Programa de Maestría y Doctorado en Estudios del Desarrollo Global de
la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de UABC Campus Tijuana,
maestros, creadores, especialmente a la Dra. Ana Bárbara Mungaray Moctezuma, Dr.
Santos López Leyva y Dr. Rafael Velázquez Flores, quienes pusieron más que Fe en
mí.
A mi hijitos, Tanita, Alessita y Pavelito quienes no se cansan de escuchar que a
las estrellas no se llega por caminos fáciles. A mi esposa Carmen, mi ángel, mi amor,
mi todo, maestra, artista del alma. A mis padres Gladys y José Antonio, arquitectos de
lo que soy, que saben que nada es más grande que el amor. A mis otros padres Luz y
Roberto, Mary y Eduardo un eterno agradecimiento por abrirme sus corazones y
depositar en mi tanta confianza. Mi maestro Alberto Medina, pedagogo, romántico
idealista. Mi amigo Sergito Valdés, varón luchador, con coraza de hierro.
A todas las personas que siguen siendo las semillas del mundo, a los refugiados
y desplazados que hoy esperan, viven, sueñan… A los que ya no están.
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Resumen
Cada año, millones de personas se ven forzadas a emigrar de sus países de
origen por cuestiones de índole políticas, religiosas, género o conflictos bélicos,
buscando refugio en naciones vecinas. Diversos autores han coincidido que el proceso
o tránsito de los refugiados en general se da de una manera prioritaria para ser
admitidos en los países desarrollados. De esta manera, algunos investigadores han
encontrado que el ajuste económico de los refugiados ha sido un proceso relativamente
exitoso y rápido en general. Por ende, dentro de los propósitos generales de este
estudio exploratorio se encuentra conocer cuáles son los factores y enfoques que
contribuyen a la autosuficiencia económica de los refugiados. Se utilizaron métodos
cualitativos para obtener información para este estudio, incluyendo una revisión de la
literatura, una propuesta de debates con una muestra del personal y los proveedores
de programas de reasentamiento y visitas de investigación dirigidas a oficinas de las
Agencias Voluntarias sin Fines Lucrativos en el Condado de San Diego.
A pesar del éxito de la Oficina de Reasentamiento (ORR) en ayudar a los
refugiados a obtener empleos en un tiempo relativamente corto, se aprecia una
disminución significativa del empleo y menores tasas de autosuficiencia con respecto a
años anteriores. Estos hallazgos indican que el recibir a un mayor número de
refugiados con menor educación, la incapacidad para hablar inglés o el analfabetismo
pudieran ser los resultados de tener perspectivas menores de empleo y autosuficiencia.
Sin embargo, se señala que, a pesar de los obstáculos que enfrentan, los refugiados
están entrando a la fuerza laboral a un ritmo bastante alto y no hay pruebas de que los
recién llegados generen una dependencia a largo plazo de los programas de asistencia
pública.
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Abstract
Every year, millions of people are forced to emigrate from their home countries
for reasons of political nature, religious, gender or armed conflict, seeking refuge in
neighboring nations. Several authors have agreed that the process or transit of refugees
in general is given a priority for admission to the developed countries. Thus, some
researchers have found that the economic adjustment of refugees has been relatively
successful and faster overall process. Hence, within the general purpose of this
exploratory study is to know the approaches and factors that contribute to the economic
self-sufficiency of refugees. Qualitative methods were used to obtain information for this
study, including a review of the literature, a proposal for discussions with a sample of
staff and resettlement programs providers and research visits aimed at offices of
Voluntary Agencies in San Diego County.
Despite the success of the Office of Resettlement (ORR) in assisting refugees to
obtain jobs in a relatively short time, a significant decline in employment and lower rates
of self-sufficiency is seen over previous years. These findings indicate that receiving a
greater number of refugees with less education, inability to speak English or illiteracy
could be the results of having fewer prospects for employment and self-sufficiency.
However, it is noted that, despite the obstacles they face, refugees are entering the
workforce at a fairly high rate and there is no evidence that newcomers generate a
dependency on long-term public assistance programs.
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Contents
Resumen ..................................................................................................................................................... 3
Abstract ........................................................................................................................................................ 4
Introducción ................................................................................................................................................. 6
CAPÍTULO 1 ............................................................................................................................................. 12
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GLOBAL DE LOS REFUGIADOS ................................................... 12
1.1 Refugiados en África. ........................................................................................................................ 12
1.2 Refugiados en Asia Oriental. ........................................................................................................... 23
1.3 Refugiados en Europa y Asia Central. ........................................................................................... 29
1.4 Refugiados en América Latina y el Caribe. ................................................................................... 34
1.5 Refugiados en el Cercano Oriente y Sur de Asia. ........................................................................ 40
CAPÍTULO 2 ............................................................................................................................................. 53
PROCESO DE ASENTAMIENTO Y UBICACIÓN DE LOS REFUGIADOS ................................... 53
2.1 Liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados:
Rol del Departamento de Estado de Estados Unidos. ....................................................................... 53
2.2 Caracterización del Proceso de Ubicación de los Refugiados en Estados Unidos. ............... 59
CAPÍTULO 3 ............................................................................................................................................. 68
EL REASENTAMIENTO COMO SOLUCIÓN DURADERA GLOBAL AL PROBLEMA DE LOS
REFUGIADOS. ......................................................................................................................................... 68
3.1. Análisis Histórico del Reasentamiento Global: Antecedentes. ................................................. 68
3.2 Programas Sociales en Estados Unidos: Solución Duradera. ................................................... 80
CONCLUSIONES..................................................................................................................................... 94
Bibliografía ................................................................................................................................................ 97
6
Introducción “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo,
y a disfrutar de él, en cualquier país.”
Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 14
Cada año, millones de personas se ven forzadas a emigrar de sus países de
origen por cuestiones de índole políticas, religiosas, género o conflictos bélicos,
buscando refugio en naciones vecinas. La gran mayoría se encuentran focalizados
actualmente en Somalia, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Liberia, Mali, DR Congo, Sur de
Sudán, Siria e Iraq. Superando todas vicisitudes, logran integrarse a los programas
regidos por organismos internaciones que prestan los servicios básicos para garantizar
la protección de cada ser humano.
Dentro de las agencias que ofrecen estos servicios se encuentra la Oficina del
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); establecida el
14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Agencia
tiene la misión de dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y resolver los
problemas de los refugiados en todo el mundo. Su objetivo principal es salvaguardar
los derechos y el bienestar de los refugiados.
¿Qué es un refugiado? Según las Naciones Unidas, “(…) los refugiados son
personas o grupos de personas que han sido forzadas u obligadas a abandonar sus
hogares o lugares de residencia habitual, en particular como resultado de o para evitar
los efectos del conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violaciones de
derechos humanos o desastres naturales o causados por el hombre, y que no han
cruzado fronteras reconocidas internacionalmente (…)” (Naciones Unidas, documento
E/CN.4/1992/23).
Según la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en Estados Unidos (ORR
según sus siglas en inglés) un refugiado es una persona fuera de su propio país que no
pueden o no quieren regresar debido a persecución o a un temor bien fundado de
persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a
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un grupo social particular (ORR, 2007). Para el Comité Internacional de Rescate, (IRC
por sus siglas en inglés) los refugiados, concretando esta idea, son las personas que
huyen de sus hogares a causa de conflictos violentos u otra interrupción en el bienestar
de sus vidas como producto de estos fenómenos. Algunos pasan largos años en
campos de refugiados, separados de la vida normal y pueden experimentar dificultades
físicas y traumas psicológicos.
A pesar de que el concepto de refugiado según el ACNUR no clasifica a los
individuos, para los países receptores es de suma importancia reconocer los subgrupos
que solicitan admisión con el fin de manejar de una mejor manera, los recursos
disponibles. Como consenso general se han categorizado a los siguientes grupos:
Refugiados Primarios, Solicitantes de Asilo y Víctimas de Tráfico Humano. Para el
gobierno de Estados Unidos, se suman otros grupos que son reconocidos como
refugiados: los Inmigrantes Especiales de Iraq y Afganistán, los Asiáticos- Americanos
y los cubanos y haitianos entrantes. (ORR, 2007). En este trabajo se utilizará el término
“refugiado” a todos estos grupos porque todos son elegibles para recibir los servicios
de ORR y que más adelante serán descritos.
Sargent y Moser han coincidido que el proceso o tránsito de los refugiados en
general se da de una manera prioritaria para ser admitidos en los países desarrollados.
(Moser, 1999). Aunque, se observa que los individuos que solicitan refugio por
cuestiones disímiles en países vecinos, no tienen otra opción que poner su vida a
salvo, sobrevivir y luego pensar en emigrar hacia un país que les dé entrada. Aquí, se
presta atención que los países receptores que ofrecen mayor número de visas
humanitarias son Estados Unidos, Canadá, Alemania, Australia, Inglaterra y Francia.
Sin embargo, en el siguiente trabajo se analizará con mayor profundidad este
fenómeno en Estados Unidos.
Por otra parte, se considera de suma importancia profundizar más en el
concepto de integración manejado en esta investigación. Se plantea que la integración
en el país de refugio, es considerado por la Oficina del Alto Comisionado para los
8
Refugiados (UBHCR) como una de las tres posibles soluciones duraderas a los
problemas de los refugiados. Por tanto, puede ser considerado como el objetivo del
proceso de solución: si se logra, el problema de los refugiados puede considerarse
resuelto. Esto hace que sea imperativo definir con rigor suficiente la integración de los
refugiados en los países de refugio para evaluar si un refugiado es verdaderamente
integrado, si la comparación entre grupos permite identificar cuál está más integrado
que otro, y la medición de los avances de la integración en el tiempo.
La mayor parte del interés en la integración de los refugiados proviene de los
profesionales, y pocos intentos se han hecho para definir el término con algún grado de
precisión. Dos ejemplos de la insuficiencia de las definiciones oficiales se citan a
continuación: El Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados define la
integración como “el proceso por el cual se asimila al refugiado en la vida social y la
economía de una nueva comunidad nacional” (Yu, 2007). Esta definición es claramente
insatisfactoria, es tautológica, ya que simplemente reemplaza el término para definir
con una palabra que se presume que es sinónimo. En sociología, el concepto de
integración tiene sus raíces en las ideas de Emile Durkheim sobre cómo una sociedad
se mantiene unida. Estas ideas fueron desarrolladas por Talcott Parsons, cuando se
refiere a que la integración es apreciada cuando se tienen la compatibilidad de los
componentes del sistema, y el mantenimiento de las condiciones de la singularidad del
sistema dentro de sus límites enfrente de su entorno. (Parsons, 1951).
En los estudios de migración, sin embargo, el término no fue utilizado hasta
finales de 1950, en su lugar, los autores hablaron de aculturación. Esta se define como
el cambio de cultura que resulta, de continuo y de primera mano, el contacto entre dos
grupos culturales (Redfield, Linton y Herskovits, 1936), o de adaptación: “la interacción
mutua de los individuos y de las colectividades y su respuesta a determinados entornos
físicos y sociales” (Goldlust & Richmond, 1974). Otros usaron términos como
asimilación o absorción (Eisenstadt, 1954). Estos últimos términos, sin embargo, son
menos neutrales, pues implica que los migrantes son convertidos en una parte
9
indistinguible de la población de acogida. En el debate sobre los procesos de
aculturación, hay tres orientaciones: los que quieren que todos los inmigrantes adopten
la cultura de la mayoría dominante, los defensores de un “melting-pot” (la mezcla de
culturas y razas para producir una nueva cultura nacional), y los que están a favor de
un pluralismo étnico donde las comunidades conservan gran parte de su cultura de
origen y el país se convierte en una federación de nacionalidades (Price, 1969).
De esta manera, se pudiera afirmar que para la gran mayoría de los refugiados
de países en vías de desarrollo, su integración en países donde claman asilo es la
única solución viable con efectos duraderos. En los últimos años se han producido una
serie de estudios empíricos sobre la integración de los refugiados, que han aumentado
paulatinamente el conocimiento de lo que sucede cuando una gran afluencia de
refugiados se lleva a cabo, pero todavía hay una falta de claridad conceptual sobre el
tema. Como ejemplos se citan los estudio de Soojin Yu: “La integración de los
refugiados en Canadá: Un Estudio de la evidencia empírica y servicios existentes”,
2007 y de Hohm y Moser: “Comparación cuantitativa de la efectividad de los programas
de reasentamiento de refugiados públicos y privados: Una Evaluación del Proyecto de
Demostración de San Diego Wilson Fish”, 1999. En la explicación social de este
proceso, las definiciones de integración aparecen incompletas o ausentes por
completo, y ha habido poca reflexión teórica acerca de cómo medir la integración sobre
los factores que la determinan. Por lo tanto, la comprensión del proceso de integración
sigue siendo incompleta. Sin esa comprensión, las valiosas experiencias obtenidas de
la investigación empírica no pueden extrapolarse, ya que cada caso es estudiado en
términos de su configuración específica.
Además, se ha planteado que las condiciones adversas que presentan los
refugiados, a comparación de otros grupos de inmigrantes, impiden su total integración
social y económica. Se pueden citar los factores ocasionados por la experiencia
traumática que sufren estos primeros grupos, el bajo capital humano que poseen estos
grupos, las barreras del idioma, la exposición a nuevas culturas y prácticas religiosas,
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así como los servicios ofrecidos, reducidos a entrenamiento laboral y carentes de un
enfoque para lograr una verdadera experiencia con calidad social.
Existen varias tendencias emergentes que han influido en la conceptualización
de esta investigación. En primer lugar, en sus encuestas anuales de refugiados, la
ORR informó que el ajuste económico de los refugiados a los ESTADOS UNIDOS. ha
sido un proceso relativamente exitoso y rápido en general (ORR, 2007, 2008).
Dependiendo de qué tipo de programa de reasentamiento se involucren los refugiados,
los resultados del empleo del año fiscal 2006 indican que 54 a 83 por ciento de los
refugiados accedieron al empleo. En segundo lugar, la reforma de asistencia social que
promueve la autosuficiencia a través del trabajo ha aumentado la urgencia de examinar
la forma de ayudar a todos los grupos: los inmigrantes y no inmigrantes.
Estos aspectos mencionados anteriormente, llevan a determinar la siguiente
Pregunta de Investigación:
¿Contribuyen los programas sociales ofrecidos a refugiados en el proceso de
integración de los mismos en Estados Unidos?
Para dar respuesta a este planteamiento, se ha diseñado el siguiente Objetivo
General:
Establecer la relación entre la eficacia de los programas sociales ofrecidos a
refugiados y la integración de los mismos en Estados Unidos.
A su vez, se presentan los siguientes Objetivos Específicos:
Analizar el proceso de reasentamiento de los refugiados en Estados Unidos
durante el periodo 2007-2012.
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Caracterizar los programas sociales para refugiados administrados por el sector
público y privado en Estados Unidos con un enfoque comparativo.
Explicar el proceso de integración de los refugiados en Estados Unidos según
las oportunidades económicas, el uso del idioma y educación, servicios de
salud/bienestar, valores cívicos/participación/compromiso, vivienda, conexiones
sociales y pertenencia / seguridad.
El presente trabajo se presenta en tres capítulos. En el primer capítulo se
analiza la situación mundial de los refugiados a través de una exploración a las cifras
que representan este fenómeno, países de orígenes y los receptores. Para este
análisis, se utilizan las variables de libertad religiosa, repatriación voluntaria, integración
local y reasentamiento en terceros países. Así, se explica brevemente cómo se ha
manifestado el proceso de admisión y reasentamiento de estos grupos en el país objeto
de estudio.
En el segundo capítulo se caracteriza el proceso de asentamiento y ubicación de
refugiados, resaltando el liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados y el rol del Departamento de Estado de Estados Unidos en
este proceso. Además, se analizan los procedimientos para la admisión y criterios de
elegibilidad por regiones, así como un bosquejo a los programas de procesamiento en
los países, a través de agencias internacionales.
En el capítulo tercero, se realiza un análisis histórico del reasentamiento global y
sus antecedentes, así como una descripción anecdótica de las entrevistas a expertos
que administran los programas sociales para refugiados, haciendo énfasis en los
proyectos públicos y privados que intervienen en el proceso de entrenamiento de estos
grupos protegidos en Estados Unidos.
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¿Qué diferencia hay para los muertos, los huérfanos y los refugiados que la loca destrucción
venga bajo el nombre del totalitarismo o el sagrado nombre de la libertad y la democracia?
Mahatma Gandhi
CAPÍTULO 1
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GLOBAL DE LOS REFUGIADOS
1.1 Refugiados en África.
Actualmente existen más de 3,3 millones de refugiados en todo el continente
africano, que comprenden aproximadamente el 20 por ciento de la población mundial
de refugiados. Repatriaciones organizadas por la ONU se organizaron durante el año
2012 para permitir el regreso de estos grupos a zonas seguras de Burundi, la
República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Repatriaciones organizadas a
Angola, Liberia, Ruanda se han completado en gran medida, pero las poblaciones de
refugiados residuales permanecen en zonas catalogadas como de altos conflictos. La
oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidades, ACNUR recomendó el cese del
estatuto de refugiado prima facie a los refugiados de Angola y Liberia a partir del 30 de
junio de 2012. Según ACNUR, aún prosiguen los esfuerzos para repatriar a aquellos
que todavía desean regresar y se continúa ofreciendo apoyo para los grupos residuales
que desean integrarse localmente y permanecer en los países donde se ha solicitado
asilo (ACNUR, 2013)
Si bien ha habido una reducción considerable de la población de refugiados de
África en la última década, el conflicto en la República Democrática del Congo (RDC),
Malí, Somalia y Sudán y la represión política en Eritrea resultó en unos 850.000 nuevos
refugiados en 2011 y 2012. Ataques sudaneses en los estados fronterizos disputados a
partir de junio de 2011 han dado lugar a unos 210.000 nuevos refugiados sudaneses
en Sudán del Sur y Etiopía. Los constantes combates en Somalia obligaron a otros
13
400.000 somalíes a huir, con lo que el número de refugiados somalíes ascendió en
total a más de un millón. La intensificación del conflicto en el este de la RDC obligó a
unos 60.000 congoleños a buscar asilo en Uganda y Ruanda y a su vez, estallaron
conflictos armados en el norte de Malí en enero de 2012, generando más de 290.000
refugiados. Por último, los eritreos continuaron buscando asilo en los países vecinos,
debido a las tensiones políticas y el aumento de la represión política, donde más de
2.000 al mes están llegando a Etiopía y Sudán, para así continuar a Europa y al Medio
Oriente en busca de refugio en los países con mejores oportunidades económicas
(ACNUR, 2013).
Es importante señalar que la mayoría de los países africanos enfatizan el
principio de asilo en el primer país donde se solicite. Tradicionalmente, los refugiados
en África han estado autorizados a permanecer en esos primeros países y en muchos
casos, logran integrarse efectivamente a nivel local, hasta que la repatriación voluntaria
sea posible. En la mayoría de los casos, la integración local es de facto, y no incluye la
concesión de la residencia permanente legal o los derechos de voto. Sin embargo,
países como Guinea, Costa de Marfil, Nigeria, Liberia y Sierra Leona han puesto en
marcha programas de legalización de la situación (integración de jure local) de las
poblaciones de refugiados, para aquellos interesados en permanecer en sus territorios.
Tanzania anunció un plan para conceder la ciudadanía a los refugiados de Burundi que
huyeron de su país en 1972. Unas 165.000 han sido naturalizadas, pero no todos
tienen la documentación oficial de su nueva ciudadanía. El ACNUR reconoce que la
falta de apoyo internacional para el establecimiento de los “tanzanos recién
naturalizados” en sus nuevas comunidades podría poner en peligro la continuidad de
estos programas (ACNUR, 2012).
Describiendo el tema de la situación de la libertad religiosa, en África
subsahariana, las personas son generalmente libres de practicar la religión que
deseen. Los gobiernos proporcionan regularmente apoyo y respetan la libertad de
14
religión, aunque en algunos países, como Eritrea y Sudán, la libertad religiosa es
limitada, sobre todo en medio de los conflictos étnicos y otros (ACNUR, 2013).
Según el reporte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos (OACDH, por sus siglas en inglés) en el 2013, el gobierno
de Eritrea fue responsable de graves violaciones de la libertad religiosa en África. En
los últimos años el país ha participado en serias represión religiosa mediante el acoso y
la detención de los miembros de un movimiento de reforma dentro de la Iglesia
Ortodoxa de Eritrea y de grupos evangélicos independientes, incluyendo los
pentecostales y los Testigos de Jehová (quienes perdieron ciertos derechos de
ciudadanía por no participar en el referéndum nacional 1993). Los detenidos han están
recluidos en condiciones duras y algunas han muerto bajo custodia. Se ha señalado
que el gobierno también ha buscado un mayor control sobre los cuatro grupos
religiosos aprobados por el Estado: la Iglesia Ortodoxa de Eritrea, la Iglesia Católica
Romana, la Iglesia Evangélica (Luterana) y la comunidad islámica. El gobierno al
parecer tiene personas que están encarceladas por su afiliación religiosa en diversos
lugares. A menudo los detenidos no están acusados formalmente, por lo que no se les
otorga el debido proceso legal, o no se les permite el acceso a sus familias. Mientras
que muchos están encarcelados supuestamente por evasión del reclutamiento militar.
Durante junio de 2011, la Oficina Internacional de los Testigos de Jehová, informó que
51 conocidos miembros de sus Iglesia fueron detenidos sin acceso a representación
legal, y muchos de ellos no habían sido acusados de un crimen. Al menos tres testigos
de Jehová habían sido detenidos durante 15 años, presuntamente por eludir el servicio
militar obligatorio, un término mucho más allá de la pena legal máxima de dos años por
negarse a cumplir el servicio nacional (OACDH, 2013).
En Sudán, el gobierno continúa imponiendo restricciones a los cristianos.
Aunque no existe una sanción para la conversión de otra religión al Islam, la conversión
del Islam se castiga con la muerte. No hay evidencia de que el actual gobierno ha
impuesto nunca esta pena, pero las autoridades expresan su fuerte prejuicio contra la
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conversión de vez en cuando sometiendo a conversos a un escrutinio intenso, el
ostracismo y la intimidación (ACNUR, 2013).
Tanto Eritrea y Sudán están designados como “países de especial
preocupación” según el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS, por sus
siglas en inglés) por las violaciones graves a la libertad religiosa bajo la Ley de Libertad
Religiosa Internacional de 1998. El programa de admisión de refugiados en Estados
Unidos sigue estando disponible a estas regiones a través del programa de Prioridad 1
para ciertos grupos de refugiados o asilados que tienen miembros de la familia en
Estados Unidos (ACNUR, 2013).
En Somalia, la Carta Federal de Transición establece la libertad religiosa,
aunque en la práctica no ha habido límites en la capacidad del Gobierno Federal de
Transición para hacer cumplir este derecho y la protección legal. El respeto de la
libertad religiosa ha seguido disminuyendo, debido principalmente a las milicias
extremistas y su control sobre importantes territorios en el país. Las milicias, en
particular las relacionadas con la organización terrorista extranjera Al-Qaeda,
conocidas en árabe como Harakat al-Shabaab al-Mujahideen (HSM) o Xarakada
Mujaahidiinta Alshabaab en Somalia (Movimiento de Lucha de la Juventud) a menudo
han impuesto violentamente una interpretación estricta del Islam sobre las
comunidades bajo su control. También ha habido informes de que los individuos no
musulmanes sufren discriminación, la violencia y las detenciones a causa de sus
creencias religiosas (ACNUR, 2013).
Sin embargo, a pesar de la situación de los refugiados en esa región, la
repatriación voluntaria se ha ido observando según se dan las mejoras en las
condiciones en el país de origen. Con la conclusión de diversos acuerdos de paz y el
apoyo del gobierno de Estados Unidos. y de otros donantes, el ACNUR ha hecho
grandes progresos en la promoción y el apoyo a la repatriación y reintegración de
refugiados en África. Durante los últimos 20 años, el número neto de refugiados
16
mundiales ha caído casi a la mitad, de seis millones en la década de 1990 comparado
a 3.3 millones en la actualidad (ACNUR, 2013).
En África occidental, el ACNUR puso en marcha su programa oficial de
repatriación en febrero de 2012 para algunos 67.000 refugiados restantes de Costa de
Marfil que habían huido a Liberia en 2010 y 2011, regresando 5000 hasta la fecha.
Otros de los refugiados de Costa de Marfil 150.000 espontáneamente volvieron a casa
a partir de finales de 2011, tras el cese de las hostilidades posteriores a las elecciones
en ese país. El programa de repatriación del ACNUR en Liberia terminó oficialmente en
junio de 2007, con unos 650.000 liberianos regresando a casa, ya sea
espontáneamente o con la ayuda del ACNUR. En esta dirección, el ACNUR continúa
centrándose en la repatriación y la integración local como solución duradera para unos
60.000 liberianos que permanecen fuera de su país en varios países de África
occidental (ACNUR, 2013).
En África oriental, la repatriación al sur de Sudán, que comenzó en 2005 se
concluyó en gran parte en 2011 con el retorno de más de 370.000 refugiados, más del
80 por ciento de la población original. Sin embargo, debido a la inestabilidad en el sur
de Sudán, el ritmo de los retornos se desaceleró considerablemente en 2012. (ACNUR,
2013). Aproximadamente 80.000 refugiados del sur de Sudán se encuentran
actualmente en los países vecinos, incluyendo 70.000 que huyeron de la guerra civil
anterior y 12.000 que huyeron de los recientes combates en el 2012. Ninguna iniciativa
de repatriación está prevista para la región de Darfur, en Sudán o Somalia, donde el
conflicto sigue impidiendo un retorno con mayor seguridad. Así, aproximadamente un
millón de somalíes han buscado asilo en los países vecinos, la mayoría sin ninguna
perspectiva a corto plazo de retorno a Somalia por la devastación de la guerra. A pesar
de los esfuerzos de algunos países de asilo para repatriar a los refugiados eritreos, al
ACNUR ha desalentado fuertemente a estos grupos a regresar a Eritrea debido a la
represión política en curso y los malos tratos a los que regresan (ACNUR, 2013).
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En África central, la mayoría de las repatriaciones organizadas a Burundi
terminaron en el 2010, con más de 500.000 retornos desde el año 2002, incluyendo
más de 53.000 casos de refugiados de edades avanzadas que decidieron no aceptar
la oferta del Gobierno de la naturalización de Tanzania. La repatriación de los últimos
refugiados de Burundi de la era de 1993 ha comenzado de nuevo. Aunque la mayoría
de los refugiados ruandeses regresó a su casa a finales de 1990, unos 50.000
permanecen en el exilio. Con la solicitud de la cláusula de suspensión de los refugiados
ruandeses el 30 de junio de 2013, los ruandeses restantes estarán obligados a
repatriarse o bien buscar otros medios de permanecer en los países de asilo. La
repatriación a zonas relativamente estables de la RDC terminó en 2011 con la
conclusión de las declaraciones de Zambia y Tanzania a la provincia de Katanga. De
esa manera, las provincias Kivu del Norte y Sur permanecen mayormente demasiadas
inseguras para el retorno de sus refugiados a gran escala, con el desplazamiento
interno y las nuevas corrientes de refugiados en 2012. La violencia étnica que estalló a
fines de 2009 en la provincia de Equateur obligó a unos 200.000 congoleños a huir a la
República Centroafricana (CAR) y la República del Congo. La repatriación organizada
comenzó en mayo del 2012, y el ACNUR esperaba repatriar hasta 25.000 refugiados a
finales de 2012. Además, la amenaza persistente de ataques planeados por el Ejército
de Resistencia del Señor (LRA) en el noreste de República Democrática del Congo, el
sudeste de CAR, y Sudán del Sur, ha contribuido a la inestabilidad en la región,
evitando el retorno de unos 40.000 refugiados desplazados por el LRA en 2011.
En temas de integración local, en una serie de situaciones prolongadas, los
refugiados en esta zona han sido capaces de llegar a ser autosuficientes y se han
integrado efectivamente en las comunidades de acogida, donde el proceso de
asentamiento en los campamentos ha estado marcado por una dinámica organizada.
Este paso de integración se ha producido especialmente para los refugiados que
huyeron durante la década de 1960 hasta principios de 1980 para los países que tenían
tierra disponible para el cultivo, permitiendo a muchos refugiados salir de los
18
campamentos. A pesar de esta integración de facto local, sin embargo, los refugiados
que residen en la población local no necesariamente disfrutan de los derechos o las
oportunidades económicas disponibles para los residentes legales. Como resultado, la
integración local para muchos refugiados africanos se ha dado a menudo provisional,
en lugar de ofrecer una solución duradera.
Más recientemente, sin embargo, varios países africanos han ofrecido una
integración más formal, como una solución duradera para las poblaciones de
refugiados residuales que no quieren o no pueden repatriarse. En conjunción con el
ACNUR, los gobiernos de Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Nigeria y
Sierra Leona iniciaron un programa regional de integración local para refugiados de
Liberia y Sierra Leona en el 2007. Ese programa proporciona oportunidades de
autonomía económica para los refugiados, actividades para mejorar la calidad de su
integración social, y los derechos y documentos legales, incluyendo el acceso a la
ciudadanía en algunos países y la libertad de movimiento en todos los países en virtud
de los protocolos de la Comunidad Económica de los Estados de África.
Senegal ofreció a refugiados mauritanos que deseaban permanecer en Senegal
la opción de convertirse en ciudadanos de Senegal en 2007, pero aún no ha
establecido procedimientos para los refugiados de tomar ventaja de esta opción. Los
gobiernos de Uganda y Zambia han expresado anteriormente su intención de
proporcionar a los refugiados las oportunidades de integración local y la ciudadanía,
pero que aún no han aprobado la legislación necesaria. Como se mencionó
anteriormente, el gobierno de Tanzania acordó proporcionar asentamiento permanente
y la ciudadanía a los más de 200.000 refugiados de Burundi asentados desde el 1972,
de los cuales unos 165.000 aceptaron la oferta y fueron naturalizados colectivamente.
No obstante, no todos han recibido la documentación y todavía se está negociando las
modalidades del proceso de la integración. Aunque no es un programa de integración
formal, Etiopía introdujo una política fuera del campamento para refugiados de Eritrea,
en agosto de 2010. Esta política permite a los eritreos que viven fuera de los
19
campamentos si son capaces de mantenerse a sí mismos, o si tienen a alguien que lo
patrocine económicamente. A pesar de que no le da los refugiados eritreos el derecho
al trabajo, sí ofrece oportunidades educativas adicionales, incluyendo la educación
superior, y puede ser visto como un paso positivo hacia una política de integración
local.
Sobre el reasentamiento en terceros países, dada la volatilidad política y
económica en muchas partes de África, el reasentamiento fuera de la región es una
solución duradera y un elemento esencial de la protección de algunos refugiados. Con
pocas oportunidades para la integración permanente en muchos países de asilo y de la
naturaleza prolongada de algunas situaciones de refugiados, la necesidad de
reasentamiento en terceros países de los refugiados africanos se espera que continúe
a pesar de la disminución general de la población de refugiados en el continente. En los
últimos años, el ACNUR ha visto cada vez más el reasentamiento como una
herramienta importante de la protección de los refugiados en África y ha demostrado un
aumento de las remisiones de reasentamiento desde el 2012. Varios países de
reasentamiento - entre ellos Canadá y Australia - aceptan un número significativo de
refugiados africanos, pero Estados Unidos re-asientan mucho más que cualquier otro
país.
El proceso de admisión de refugiados en Estados Unidos tiene sus fundamentos
en un sistema de prioridades. La Prioridad 1 (P-1) permite la consideración de las
solicitudes de asilo de personas de cualquier nacionalidad, en cualquier lugar, por lo
general con las necesidades de protección, para quienes el reasentamiento parece ser
la solución adecuada y duradera. Los casos P-1 son identificados y referidos al
programa por el ACNUR, la Embajada de los ESTADOS UNIDOS., o una ONG
designada. Históricamente, el ACNUR ha referido la gran mayoría de los casos de esta
prioridad. Algunas organizaciones no gubernamentales que prestan asistencia
humanitaria en lugares donde hay grandes concentraciones de refugiados también han
recibido capacitación por parte de los Programas de Reasentamiento y las Migraciones
20
(PRM) y el Departamento de Seguridad Interna con su oficina de Servicios de
Ciudadanía (DHS/USCIS). En la categoría Prioridad 2 (P-2), se encuentran los grupos
referidos dentro de ciertas nacionalidades, clanes o grupos étnicos, a veces en los
lugares identificados por el Departamento de Estado, en consulta con el DHS/ USCIS,
las ONGs, el ACNUR y otros expertos. Algunos grupos P-2 son procesados en su país
de origen. El proceso de identificar el grupo y sus características incluye la
consideración de si el grupo es de preocupación humanitaria especial a los ESTADOS
UNIDOS. y si los miembros del grupo son probables que sean capaces de calificar para
la admisión como refugiados en virtud de la ley de ESTADOS UNIDOS. Los grupos
pueden ser designados como P-2 a lo largo del año según se presenten las
circunstancias y las necesidades de reasentamiento. Las remisiones del grupo P-2 se
desarrollan típicamente con la participación del ACNUR, los coordinadores de
refugiados, las ONG, los funcionarios del programa PRM, y otros funcionarios del
Departamento de Estado. (USCIS, 2014)
Por otra parte, los grupos de la Prioridad 3 (P-3) son considerados parte del
proceso de reunificación familiar. Ésta categoría proporciona acceso al Programa de
Admisión de Refugiados en Estados Unidos (USRAP, por sus siglas en inglés) a las
personas que tienen familiares inmediatos en los ESTADOS UNIDOS. que inicialmente
entraron al país como refugiados o se les concedió asilo. Al comienzo de cada año
fiscal, el programa de refugiados, en consulta con el DHS / USCIS, establece la lista de
las nacionalidades que pueden acogerse a esta prioridad. La lista podrá ser modificada
por el Subsecretario del programa, en consulta con el DHS / USCIS, durante el año,
pero las adiciones o supresiones se hacen generalmente para coincidir con el año
fiscal. (USCIS, 2014).
De esta manera se observa como el Departamento de Estado de Estados
Unidos autorizó la llegada de 9.500 refugiados africanos en el año fiscal del 2012, cifra
inferior a los 11.000 previstos al comienzo del año, debido a una serie de factores.
Estos incluyeron problemas relacionados con la finalización de las autorizaciones de
21
seguridad individuales, una disminución de las remisiones del ACNUR, la incapacidad
de procesamiento en el campamento de refugiados de Dadaab, en Kenia, y
cancelaciones en Chad y otros lugares en Kenia debido a preocupaciones de
seguridad.
Actualmente, los refugiados de Somalia, Eritrea y la República Democrática del
Congo, constituyen la gran mayoría de los admitidos en Estados Unidos provenientes
de esa región. En África oriental, se siguen procesando somalíes de la prioridad 1 en el
campamento de refugiados de Kakuma. Sin embargo, el tratamiento en Dadaab ha sido
suspendido desde diciembre de 2011, debido al deterioro de la seguridad. A su vez, se
ha estado trabajando para completar las prioridades 2 de los eritreos en el
campamento Shimelba en Etiopía. Así, los procesamiento de refugiados de las
repúblicas centrales de África en el Chad han avanzado pero las entrevistas por parte
del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) fueron
canceladas por razones de seguridad en febrero de 2012 y se retomaron en el
siguiente año fiscal. Se ha visto un aumento en el procesamiento de refugiados de la
República Democrática del Congo (RDC) en Rwanda, y se anticipa un mayor número
de remisiones de los refugiados de la RDC desde Uganda, Ruanda, Tanzania y
Burundi en los próximos cuatro a cinco años como parte de un enfoque regional del
ACNUR para reasentar a todos los 50.000 refugiados de la RDC en el área.
Se completó en gran medida el tratamiento del proceso para los casos de
reunificaciones familiares o P-3 de Liberia y Sierra Leona. Por otra parte, al ponerse fin
a las guerras civiles hace casi diez años, ya no se han recibido muchas remisiones de
reasentamiento de estas poblaciones. Cerca de 500 admisiones de refugiados de
África Central, en su mayoría procesadas en el Chad, se recibieron durante el año
2012. En total, se admitieron refugiados de más de 20 nacionalidades africanas,
procesados en cerca de treinta países durante el año fiscal 2012.
Sin embargo, durante el año fiscal del 2013, el gobierno de Estados Unidos,
propuso ofrecer reasentamiento a 15950 refugiados africanos. Sin embargo, se
22
admitieron 15980 refugiados en total. La mayor admisión se dio con refugiados de
Somalia, reasentando 7608 individuos de ese país, para un 47.60% del total de las
cifras. El Programa de Refugiados y las Migraciones (PRM) participó activamente junto
con las oficinas pertinentes del Departamento de Estado, el ACNUR, la comunidad de
ONGs, y el DHS/ USCIS para determinar el número adecuado de casos para la
consideración de reasentamiento. Como resultado de estas discusiones, PRM identificó
una serie de nacionalidades y grupos para el procesamiento de prioridad durante el año
fiscal 2013.
Desde el este y sur de África, se esperaba la llegada de unas 9.000 admisiones,
principalmente de somalíes en Kenia, Etiopía, Djibouti y Sudáfrica; eritreos en Etiopía y
en Sudán, y pequeñas cantidades adicionales de remisiones de las prioridades P-1 de
diversas nacionalidades en los países antes mencionados, así como en Namibia,
Zambia y Zimbabwe para finales del 2013. Según un estudio realizado por el PRM, el
ACNUR y los países de acogida en los últimos años, ha dado lugar a un plan regional
para referir a un gran número de refugiados congoleños en Uganda, Ruanda, Tanzania
y Burundi al Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP)
durante el próximo cuatro o cinco años. Desde África Occidental y Central, se espera
menos de 500 nuevos residentes. Se anticipó un flujo constante de remisiones de los
refugiados africanos desde la República Centroafricana en el sur de Chad, que
constituyen el grueso de las llegadas de esta zona.
Fuera de África subsahariana, se anticiparon el proceso de unos 1500
refugiados de Sudán. Aunque los refugiados africanos han sido referidos para su
consideración de re-asentamiento en Estados Unidos, en Siria y Yemen, la situación de
seguridad en esos países no permitió procesar las remisiones en todo el año fiscal
2012, con la excepción de un número relativamente pequeño transferido a uno de los
Centros de Tránsito de Emergencia del ACNUR en Europa.
23
1.2 Refugiados en Asia Oriental.
Varios países de Asia oriental albergan grandes y diversas poblaciones de
refugiados. En los últimos años se ha visto avances importantes en estos grupos, sobre
todo relacionados con el uso estratégico del reasentamiento como solución duradera.
Tailandia, Malasia, Bangladesh y la India siguen acogiendo a un gran número de
refugiados birmanos y solicitantes de asilo. El gobierno de ESTADOS UNIDOS. sigue
presionando para la reforma política y democrática significativa y la reconciliación
nacional con grupos de minorías étnicas en Birmania, reconociendo al mismo tiempo
las reformas realizadas en el último año por aliviar las sanciones financieras y de
inversión y el nombramiento del primer embajador de ESTADOS UNIDOS. en Birmania
en 22 años. La comunidad internacional también ha iniciado conversaciones sobre el
retorno voluntario de los refugiados birmanos, pero reconoce que el conflicto en curso y
el largo camino hacia la paz, la reconciliación nacional y el desarrollo hacen retorno a
gran escala de los refugiados en condiciones de seguridad y dignidad de un objetivo a
largo plazo. (ACNUR, 2013)
A mediados del 2012, más de 86, 000 refugiados registrados de Birmania fueron
reconocidos por el ACNUR y el Ministerio del Interior de Tailandia. Residían en nueve
campamentos de refugiados administrados por el gobierno a lo largo de la frontera
entre Tailandia y Birmania. El gobierno tailandés sigue apoyando los esfuerzos de la
24
comunidad internacional para reasentar a un gran número de refugiados de los
campamentos. A pesar del proceso de reasentamiento en curso, la situación de los
birmanos en Tailandia que permanecen mucho tiempo antes de trasladarse a los
campamentos cuando haya espacio disponible, el incremento de refugiados recién
llegados que continúan huyendo del conflicto en Birmania y la búsqueda de servicios
esenciales como la salud y la educación en Tailandia, han impedido una reducción
significativa de la población total en estos campos.
Desde el año 2006, la oficina regional del ACNUR en Malasia ha operado el
segundo mayor programa de determinación de la condición de refugiados en el mundo.
En abril del 2012, había 98.100 personas de interés registrados en el ACNUR en
Malasia, de las cuales 89.900, o el 91 por ciento, eran de Birmania (34.340 Chin,
22.840 Rohingya sin estado desde el norte del estado de Rakhine de Myanmar, 10.510
Rakhines, 10.480 musulmanes de Myanmar, 3780 Lun, 3250 Kachins y otras minorías
étnicas). Además, unos 8.200 solicitantes de asilo y refugiados de varios países,
principalmente Afganistán, Iraq, Somalia y Sri Lanka, están registrados con el ACNUR
en Malasia. Malasia no es parte en la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los
Refugiados y su Protocolo de 1967. El Departamento de Estado de Estados Unidos
apoya los esfuerzos del ACNUR para utilizar el reasentamiento como una herramienta
estratégica para ayudar a los refugiados en Malasia. (DOS, 2013)
En 1992, más de 250.000 birmanos Rohingyas que emigraron desde el norte
del estado de Rakhine a Bangladesh sufrieron las consecuencias de ser apátrida de
jure y de la opresión debido a su fe y etnia musulmana. Durante la década de 1990,
más de 230.000 refugiados Rohingya fueron repatriados voluntariamente desde
Bangladesh, dejando tras de sí más de 29.000 refugiados que permanecen en dos
campos oficiales de refugiados en el sureste de Bangladesh. Una cifra adicional de
9.000 Rohingyas no registrados residen en un asentamiento no oficial de Leda y
aproximadamente 20.000 registrados residen en el campamento improvisado de
Kutupalong. Además, un número desconocido que se había repatriado anteriormente,
25
ha regresado de nuevo a Bangladesh y ahora están viviendo sin la protección del
ACNUR. En total, hay aproximadamente 200.000-500.000 Rohingyas no registrados
que viven fuera de los dos campos oficiales de refugiados del ACNUR en el distrito de
Bazar de Cox. El ACNUR continúa trabajando para mejorar la protección y brindar
mejor dirección para resolver los problemas de seguridad causados por las crecientes
tensiones entre los refugiados Rohingyas registrados y no registrados y los
bangladeshíes locales que viven fuera de los campamentos.
Los casos de más de 500 Rohingyas individuales, incluyendo 281 personas
aprobadas para su reasentamiento en varios países, han estado en suspenso desde
octubre de 2010, cuando el gobierno de Bangladesh suspendió las actividades de
reasentamiento en espera de una revisión de su política de refugiados. Bangladesh
todavía tiene que emitir una decisión formal en una política nacional sobre los
refugiados. El gobierno de Estados Unidos se ha pronunciado a favor de reanudar las
actividades de reasentamiento inmediatamente después de que se tome una decisión
al respecto. (DOS, 2013)
Analizando brevemente otra parte de la región, como se refleja en la Ley de
Derechos Humanos de Corea del Norte, Estados Unidos sigue profundamente
preocupado por la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, tanto dentro
de la República Popular Democrática de Corea y en varios países de la región. Estados
Unidos comenzó el reasentamiento de los refugiados norcoreanos interesados y
elegibles en 2006 y mantiene su compromiso de continuar con este programa.
En cuanto a los temas de libertad religiosa, aunque muchos gobiernos de Asia
oriental no restringen la libertad religiosa, los creyentes se enfrentan a una grave
persecución en varios países. La República Popular Democrática de Corea (RPDC),
China y Birmania son designados por el Departamento de Estado de Estados Unidos
como CPC (países con preocupaciones especiales, por sus siglas en inglés) bajo la
Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 por violaciones sistemáticas,
continuas y flagrantes de la libertad religiosa.
26
La RPDC restringe gravemente la libertad religiosa, incluyendo la actividad
religiosa organizada, la que es supervisada estrictamente por los grupos reconocidos
oficialmente vinculadas al gobierno. Aunque la Constitución de la RPDC prevé “la
libertad de creencia religiosa”, no existe una verdadera libertad religiosa. Poco se sabe
acerca de la vida cotidiana de las personas religiosas en el país. Grupos religiosos y de
derechos humanos fuera del país han dado numerosos informes de que miembros de
las iglesias han sido golpeados, detenidos, torturados o asesinados por sus creencias
religiosas.
Si bien las constituciones de China, Birmania y Vietnam establecen la libertad de
religión, en la práctica, estos gobiernos restringir o reprimir las actividades de algunas
comunidades religiosas. El gobierno chino continúa hostigando e interfiere a los grupos
religiosos no registrados, especialmente las iglesias católicas no oficiales que son
leales a la Santa Sede; “iglesias domésticas”; algunos grupos protestantes;
musulmanes (especialmente los musulmanes Uigur en la Región Autónoma Uigur de
Xinjiang); miembros del Falun Gong y budistas leales al Dalai Lama. Los creyentes
religiosos han sido detenidos, encarcelados, y ha habido denuncias de tortura.
En Birmania, el gobierno promueve activamente el budismo sobre otras
religiones y sigue discriminando a las minorías religiosas, en particular los musulmanes
Rohingyas apátridas. A su vez, las conversiones obtenidas por la fuerza siguen siendo
la principal preocupación de los grupos cristianos en Birmania.
Vietnam y Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre la libertad religiosa en
mayo de 2005, en las que Vietnam se comprometió a mejorar la situación de la libertad
religiosa en Vietnam. Como resultado de la guerra de Vietnam y por progresos
realizados tras la firma de ese acuerdo, el gobierno de los ESTADOS UNIDOS. retiró a
Vietnam de la lista CPC en noviembre del 2006. Desde el 2010, el historial de libertad
religiosa en Vietnam ha sido desigual. Se ha avanzado en lo que respecta al registro/
reconocimiento de los grupos y congregaciones religiosas. Además, los grupos
religiosos han experimentado aumento de la libertad de reunión. Sin embargo, también
27
hay denuncias de acoso en el ámbito local, incluso mediante el uso de las leyes de la
tierra. Por otra parte, el gobierno no ha avanzado en su compromiso de traducir la
Biblia al Hmong moderno y varias congregaciones protestantes en las zonas rurales
siguen denunciando acoso, incluyendo palizas y renuncias forzadas.
Los ciudadanos de Corea del Norte, Vietnam, China, Laos, y Birmania tienen
acceso al Programa de Admisión de Refugiados de los ESTADOS UNIDOS. a través
de la prioridad 1. Un gran número de casos pendientes en Birmania fueron procesados
durante el año fiscal 2012 dentro de la prioridad 2.
Sin embargo, en cuestiones de repatriación voluntaria, aunque el gobierno
birmano ha tomado medidas para aplicar algunas reformas democráticas y políticas, la
lucha sigue en curso entre el ejército birmano y los grupos étnicos minoritarios y, la paz
y reconciliación nacional llevará tiempo, por lo que la repatriación de la mayoría de los
refugiados birmanos en Tailandia, Bangladesh, Malasia, India, y otros países no se ve
por el momento como una solución viable.
A su vez, debido a los temores de un “factor de atracción”, los países de la
región han mostrado tradicionalmente un comportamiento antagónico para integrar a
los refugiados o para concederles asilo. Los esfuerzos de Estados Unidos para reubicar
a un gran número de refugiados de los campamentos a lo largo de la frontera entre
Tailandia y Birmania alentaron al gobierno tailandés para mejorar los medios de
subsistencia de los refugiados que no serán reasentados. Estados Unidos y otros
gobiernos donantes continúan entablando un diálogo estratégico con el gobierno del
Reino de Tailandia sobre el futuro de los nueve campamentos en la frontera entre
Tailandia y Birmania. Se ha reconocido que el gobierno tailandés sigue preocupando
porque el reasentamiento no ha reducido drásticamente la población de los
campamentos. Esto se aprecia por la mezcla de la llegada de nuevos birmanos que
vivían en las afueras de los campamentos y los que están tomando el lugar de los que
se envían a los terceros países. La integración local sigue siendo una opción difícil,
debido a la oposición de los países de acogida, como Tailandia, Bangladesh, Malasia y
28
la India. El ACNUR y la comunidad internacional continúan abogando para hacer
cambios en las políticas relacionadas con los refugiados en estos gobiernos, y para
ampliar la protección humanitaria y el espacio de asistencia a los refugiados y otras
personas de interés.
Estados Unidos siguen liderando los esfuerzos de reasentamiento de terceros
países en la región. Otros países de reasentamiento, incluyendo Australia, Canadá,
Nueva Zelanda y los países nórdicos. En el año fiscal 2012, Estados Unidos procesó
los casos de refugiados de China, Hong Kong, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam
por referencia del ACNUR.
En este mismo eje, el Departamento de Estados de Estados Unidos planeó
admitir hasta 15.000 refugiados procedentes de Asia Oriental en el año fiscal 2012.
Esto incluyó unos 7.000 birmanos de las minorías étnicas (sobre todo Karen, Karenni y
Kachin) que vivían en campamentos a lo largo de la frontera entre Tailandia y Birmania;
unos 8.000 birmanos (de diversas minorías étnicas) desde Malasia, y un pequeño
número de refugiados urbanos de diversas nacionalidades en la región.
Por otra parte, durante el año fiscal 2013, se propuso la admisión de 16500
refugiados procedentes de Asia Oriental en el año fiscal 2013. Sin embargo, como la
Tabla II lo indica, se admitieron 16537 refugiados, la mayoría procedentes de Birmania,
con una cifra de 16299, representando el 98.35% de todas las admisiones. La
propuesta incluía entrevistar a los refugiados birmanos que residían en los nueve
campamentos ubicados en tres provincias de Tailandia y se continuó el procesamiento
en Malasia, con birmanos que formaron parte de la gran mayoría de las 17,000
propuestas de admisiones de refugiados del este de Asia en el año fiscal 2013.
29
1.3 Refugiados en Europa y Asia Central.
Europa sigue acogiendo a grandes poblaciones de refugiados, así como a otras
personas afectadas por conflictos, que, en las últimas dos décadas, se han quedado en
una situación de desplazamiento prolongado, a menudo en condiciones extremas. En
su Llamamiento Mundial de 2011-2012, el ACNUR informó de que habían cerca de 4,4
millones de solicitantes de asilo, refugiados, desplazados internos, apátridas, o de otras
personas “con problemas” en toda Europa y Asia Central. Muchos habían huido de los
conflictos fuera de la región, como en Afganistán, pero las estimaciones también
incluye a las personas que afirman persecución en Eurasia.
Todos los países del sur del Cáucaso, Rusia y Asia Central, excepto Uzbekistán
se han adherido a la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y su
Protocolo de 1967. Sin embargo, el cumplimiento de estos instrumentos sigue siendo
problemática. A pesar de los esfuerzos sostenidos por el ACNUR y otras partes
interesadas para fortalecer la capacidad de protección y contribuir al fortalecimiento de
los sistemas de asilo y las leyes de protección de la región, los resultados hasta ahora
han sido modestos. Muchos de estos países se han mostrado renuentes a reconocer e
integrar a los refugiados y otras personas en situación de riesgo. La protección
30
proporcionada por algunos gobiernos de la región a los refugiados, solicitantes de asilo
y otros migrantes es limitada, y la intolerancia pública, incluyendo los ataques contra
extranjeros no eslavos, es común. Hay casos documentados de devolución. El ACNUR
ha estado trabajando con muchos de estos gobiernos para establecer y reformar los
procedimientos de asilo y las leyes de protección a refugiados.
Con el colapso de la Unión Soviética en 1990, se crearon nuevos estados
independientes con grandes poblaciones de personas apátridas debido a lagunas en
las leyes de nacionalidad y la aplicación inconsistente de las leyes. Como
consecuencia, se ha observado dificultad en el establecimiento de la ciudadanía en el
momento de la sucesión, lo que también ha creado problemas para los niños nacidos
de padres indocumentados. El problema de las personas que no son reconocidas como
ciudadanos de ningún país se mantiene en la región, aunque algunos estados, como
Turkmenistán, han tomado medidas para registrar los apátridas y facilitar la adquisición
de la nacionalidad.
Según el ACNUR, a finales de 2011 existían aproximadamente 440.000
refugiados y desplazados internos en los Balcanes, la mayoría con ese estatuto por
una década o más. Se estima que 210.000 personas de esta población son
desplazadas de Kosovo, la mayoría en Serbia. Se han dado más de 23.000 retornos
voluntarios de las minorías a Kosovo desde el conflicto, de los cuales 42 por ciento han
sido personas de etnia serbia.
Del 2010 al 2012, los países de la región, con la asistencia de la comunidad
internacional, mostraron un progreso significativo hacia la resolución de la situación de
los refugiados derivados de la desintegración de Yugoslavia desde 1991 a 1995. Una
reunión ministerial de noviembre del 2011 en Belgrado, reunió a los ministros de
Asuntos Exteriores de Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina y Montenegro para firmar
una declaración conjunta expresando su voluntad colectiva para resolver la situación
prolongada de refugiados, y comprometieron a sus países a un Programa Regional de
Vivienda (RHP) para los refugiados y los desplazados internos apoyados por donantes
31
internacionales. Una conferencia de donantes en abril de 2012 consiguió recaudar más
de $ 340 millones (€ 260 millones) en fondos internacionales para apoyar la RHP en un
plazo de cinco años. (ACNUR, 2013).
El estado de la libertad religiosa varía ampliamente en Europa y Asia Central.
Grupos religiosos no tradicionales a veces son etiquetados como “sectas” o “cultos” por
sus gobiernos y pueden estar sujetos a un escrutinio especial y privilegios limitados. El
programa de registro general tiene el derecho a alquilar o poseer bienes, celebrar
servicios religiosos, militares y nombrar a los capellanes de prisiones, y recibir
subsidios estatales. La restitución de bienes religiosos es un problema aún que no se
ha resuelto por completo. Uzbekistán es designado por el Departamento de Estado
como un CPC bajo la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 para violaciones
sistemáticas, continuas y flagrantes de la libertad religiosa.
A su vez, las manifestaciones de antisemitismo continúan en toda la región,
incluyendo las manifestaciones de los grupos extremistas, agresiones físicas, y el
vandalismo de los cementerios, sinagogas y monumentos. Aunque la mayoría de los
incidentes se han producido en países del antiguo bloque comunista, una serie de
países de Europa occidental han enfrentado a un preocupante aumento del
antisemitismo, además de la confianza y la islamofobia contra los musulmanes.
El gobierno ruso afirma el control de grupos minoritarios religiosos “no
tradicionales” mediante leyes y extremismos para justificar las redadas, detenciones y
prohibiciones en la literatura religiosa. Los lectores del teólogo musulmán Said Nursi,
los Testigos de Jehová, los cinesiólogos, los seguidores de Falun Gong, y algunos
grupos protestantes han sido blanco especial de estos ataques.
Los objetores de conciencia sobre la base de su fe a veces son detenidos y
procesados por no cumplir con las leyes que ordenan el servicio militar, como ha
ocurrido en Azerbaiyán, Bielorrusia y Turkmenistán.
Los musulmanes en Europa y Asia Central a veces han sido vistos como
amenazas potenciales y acusados de pertenencia a grupos prohibidos
32
internacionalmente. En algunos países existen prohibiciones legales contra el uso del
velo y otros atuendos religiosos en público (Burka, Hijab, Niqab). También hay un
número creciente de países de Europa occidental que tratan de prohibir rituales que
involucren masacres de animales. (ACNUR, 2013).
Las restricciones a la libertad religiosa en Asia Central a menudo se justifican en
nombre de mantener la estabilidad y la lucha contra el terrorismo. Algunos gobiernos
creen que la libertad religiosa se traducirá en centros rivales de poder e influencia, o
abrir la puerta a la violencia extremista, aunque la investigación muestra que la
supresión del gobierno a menudo resulta en un aumento de la violencia y la pérdida de
legitimidad del régimen.
Desde 1989, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos ha
ofrecido la consideración de reasentamiento a las personas de ciertas minorías
religiosas en los países que formaban la antigua Unión Soviética, que también tiene
estrechos lazos familiares en Estados Unidos. Bajo la Enmienda Lautenberg,
establecida en 1989 para facilitar el proceso de refugiados para personas víctimas de
persecución por razones religiosas, judíos, cristianos evangélicos, y algunos miembros
de la Iglesia católica o ucranianos ortodoxos se consideran bajo un criterio probatorio
reducido cuando se considera la condición de refugiado. En los últimos años, un menor
número de nuevas aplicaciones y bajos índices de aprobación han dado lugar a un
menor número de salidas a Estados Unidos. Las personas de todas las nacionalidades
de la región pueden ser referidas para procesamiento de prioridad 1. (USCIS, 2013).
En temas de repatriación voluntaria, la comunidad internacional sigue apoyando
los esfuerzos para crear condiciones favorables para el retorno de las minorías étnicas
a sus hogares en los Balcanes. En junio de 2006, las autoridades de Serbia, Kosovo y
la ONU firmaron el Protocolo sobre el retorno voluntario y sustentable a Kosovo, que
pretendía mejorar las condiciones para el retorno a través de tres elementos: garantizar
la seguridad de los repatriados, restitución de los bienes a los desplazados y la
reconstrucción de sus casas, y la creación de un entorno global sustentable. El
33
financiamiento internacional continúa facilitando y sosteniendo el retorno y la
reintegración de las minorías desplazadas de Kosovo. En 2011, Serbia, Montenegro,
Bosnia y Herzegovina y Croacia acordaron trabajar en conjunto para financiar y poner
en práctica un programa de apoyo internacional para ofrecer soluciones duraderas al
problema de la vivienda a los refugiados más necesitados y desplazados internos que
quedan de la guerra de los Balcanes de la década de 1990. El programa no solo
fomentó la repatriación voluntaria, sino también apoyó la integración local como una
solución duradera.
De esa manera, el ACNUR ha liderado los esfuerzos para crear sistemas viables
de asilo y protección legal efectiva a los refugiados en los Balcanes, la Federación de
Rusia, el Cáucaso Sur y Asia Central. Sin embargo, la aplicación efectiva de estas
leyes, junto con la historia de las animosidades nacionales y la xenofobia en toda la
región, a menudo hace que la integración local eficaz se torne difícil para los refugiados
pertenecientes a minorías étnicas. En Rusia, aún existen una serie de dificultades en el
proceso de adquisición de la ciudadanía para algunos antiguos ciudadanos soviéticos
que residían en ese país antes de 1992. Grupos como los turcos mesjetios no han
podido obtener la ciudadanía rusa y por lo tanto siguen siendo apátridas de facto. En
Montenegro, el camino a la ciudadanía ha sido particularmente lento para los
desplazados de Kosovo. El gobierno de Serbia está llevando a cabo programas de
integración para algunas personas desplazadas de Kosovo.
A su vez, Estados Unidos y otros países que participan en los programas de
reasentamiento siguen aceptando a los refugiados de la región. El ACNUR ha referido
a varios individuos en riesgo que huyen de diversas formas de persecución dentro de la
región a los programas administrados principalmente en Estados Unidos, Canadá y
otros países de reasentamiento. La inmigración judía a Israel continuó para finales del
2011 con 6108 personas de los estados de la antigua Unión Soviética que hicieron uso
del programa de Apelación Israel Unidas. (ACNUR, 2012)
34
En el caso de Estados Unidos, durante el año fiscal 2012 se autorizó el ingreso a
1000 refugiados procedentes de Europa y Asia Central. Las minorías religiosas
procesadas bajo la Enmienda Lautenberg de los países de la antigua Unión Soviética
constituyeron casi la totalidad de todos los casos en ese período. Durante el año fiscal
2012, los solicitantes fueron procesados en Almaty, Baku, Bishkek, Chisinau, Kiev, La
Valeta, Moscú, Timisoara y Tashkent.
A su vez, en el año fiscal 2013 el límite propuesto para los refugiados de Europa
fue de 650. Sin embargo, se recibieron 580 refugiados, la mayoría provenientes de
Ucrania con el 34.92% del total de las admisiones, seguido por individuos de Moldavia
y la Federación Rusa. Los individuos de la prioridad 2 fueron procesados bajo las
directrices de la Enmienda Lautenberg en los estados de la antigua Unión Soviética.
1.4 Refugiados en América Latina y el Caribe.
En 2011, el número de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y
otras personas de interés en América Latina y el Caribe ascendió a más de 4 millones.
El conflicto en Colombia genera el mayor número de refugiados y desplazados internos
en la región. Las estimaciones sobre el número de desplazados internos en Colombia
varían entre 3,6 millones (cifra del gobierno) y 5,2 millones (cifra de las ONGs). Se
pudo apreciar un descenso de los desplazamientos internos en Colombia entre el 2009
y el 2010 al tenerse una mayor presencia del Estado y la mejora de la seguridad en las
ciudades y pueblos. Sin embargo, el desplazamiento se incrementó en el 2011 como
consecuencia de los enfrentamientos entre el Gobierno de Colombia y los grupos
armados, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el
Ejército de Liberación Nacional (ELN), los paramilitares y las redes de criminales
narcotraficantes. Colombia registró 143.116 desplazados internos en el 2011 y cada
año, el total acumulado de los desplazados internos sigue creciendo. En los países
vecinos, entre ellos Ecuador, Venezuela, Costa Rica y Panamá, hay más de 400.000
35
colombianos solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a
refugiado, según el último reporte del ACNUR en el 2013. (ACNUR, 2013)
El número de solicitantes de asilo colombianos, refugiados y personas de interés
en los países vecinos sigue aumentando. Ecuador tiene el mayor número de refugiados
colombianos reconocidos y solicitantes de asilo en América Latina. El gobierno de
Ecuador ha reconocido 56.190 refugiados, y actualmente hay 16.000 solicitudes de
asilo pendientes. El proceso de asilo en Ecuador es lento y de difícil acceso, y la tasa
de aprobación de los refugiados es de alrededor de 30%. En el 2011, el gobierno de
Ecuador añadió una etapa de admisibilidad para la determinación de la condición de
refugiado (DCR), proceso que ha creado más retrasos. Los solicitantes de asilo en
espera de la DCR pueden esperar hasta un año para una decisión y no tienen ningún
derecho legal para trabajar en el ínterin. El ACNUR participa en el proceso de asilo,
aunque ha criticado fuertemente el deterioro en Ecuador de la situación para los
refugiados, citando la explotación laboral, una presencia más activa de los grupos
armados ilegales y bandas criminales, el reclutamiento forzado de menores de edad, y
el aumento de la xenofobia y la discriminación. Otros países de la región, como Costa
Rica, Venezuela, República Dominicana y Panamá, también han establecido los
procedimientos de asilo, pero los procedimientos de registro y la determinación son a
menudo implementados ineficazmente. El ACNUR está trabajando con estos países,
entre ellos Ecuador, para mejorar sus procesos de asilo. En Panamá, existen
aproximadamente 1.400 refugiados reconocidos (principalmente colombianos). En el
2011, el gobierno de Panamá aprobó la Ley 356 que concedía, a más de 900
refugiados colombianos que vivían en la provincia de Darién, el estado de protección
humanitaria temporal y la posibilidad de solicitar la residencia permanente y permiso de
trabajo. En Costa Rica hay aproximadamente 13.000 refugiados reconocidos. Bajo una
nueva ley de migración, Costa Rica volvió a establecer su Departamento de Refugiados
de marzo de 2010. Hay aproximadamente 3.000 refugiados reconocidos en Venezuela,
y el ACNUR estima que hay otras 200.000 personas que viven en una situación similar
36
a los refugiados en el país. En Brasil, hay más de 4.000 refugiados reconocidos de 75
países diferentes, los números más grandes son de Angola y Colombia. (ACNUR,
2013)
En 2002, Estados Unidos comenzó un programa de reasentamiento tipo
prioridad 1 para los refugiados colombianos vulnerables ubicados en Ecuador y Costa
Rica. La mayoría de los refugiados colombianos que huyeron del conflicto armado se
originaron como resultado de la persecución por opinión política, ya sea de guerrillas de
izquierda o de grupos paramilitares de derecha. Los retrasos con el procesamiento de
los refugiados se resolvieron desde finales del año 2007, con la emisión de las
exenciones a individuos que habían prestado “apoyo material” a las FARC, el ELN y las
Autodefensas Unidas de Colombia bajo coacción. A su vez, el gobierno de Estados
Unidos sigue apoyando los esfuerzos del ACNUR para ayudar a los gobiernos en la
dirección de las necesidades de los refugiados y solicitantes de asilo haitianos.
En América Latina, la libertad religiosa es ampliamente reconocida y disfrutada,
sin embargo, en Cuba siguen vigentes ciertas restricciones. Aunque la Constitución
cubana reconoce el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar cualquier credo
religioso dentro del marco del respeto a la ley, el gobierno siguió participando en la
vigilancia activa de las instituciones religiosas. A través de un programa en el país, el
Programa de Admisión de Refugiados de los ESTADOS UNIDOS. ofrece la
oportunidad para la migración legal a Estados Unidos para los cubanos que han sido
perseguidos por una serie de motivos, entre ellos a causa de sus creencias religiosas.
(OACDH, 2013).
Por otra parte, se producen en toda América Latina, en particular en América del
Sur, manifestaciones de antisemitismo. En Venezuela, el antisemitismo es patrocinado,
generalizado por el gobierno y continúa en aumento. Durante del 2012, las
manifestaciones de antisemitismo en Venezuela incluyeron la incitación de los medios
de comunicación del gobierno y líderes del gobierno, incluyendo Hugo Chávez, la
37
incapacidad para importar los alimentos necesarios religiosamente y acosos verbales y
físicos.
En el caso de la repatriación voluntaria, teniendo en cuenta las amenazas y la
violencia en Colombia de los grupos armados ilegales (actores no estatales) y la falta
de presencia del Estado para proporcionar protección completa en algunas zonas, el
ACNUR no promueve activamente la repatriación de los refugiados colombianos.
Los gobiernos de Costa Rica, Ecuador, Panamá y Venezuela han mantenido
políticas que teóricamente permiten a los colombianos en necesidad de protección, a
obtener el asilo y la integración a nivel local, a pesar de que estos procesos suelen ser
lentos y engorrosos. Así, se aprecia como la capacidad de los gobiernos para revisar
las solicitudes y otorgar la condición de refugiado sigue siendo limitada. Incluso los
refugiados registrados con el derecho al trabajo en estos países tienen dificultades para
encontrar un empleo estable y oportunidades de ingresos, compitiendo con el gran
número de pobres en las comunidades de acogida. Los colombianos que buscan
protección a nivel internacional se enfrentan de manera creciente a actos de
discriminación y xenofobia, y la capacidad de integrarse localmente en algunas áreas
es cada vez más difícil. Además, los refugiados no viven en campamentos, sino que la
gran mayoría vive en zonas urbanas. Además, algunas personas colombianas de
interés (incluidos los refugiados y solicitantes de asilo) en Ecuador, Costa Rica y
Venezuela siguen sufriendo acoso por parte de personas vinculadas a grupos armados
colombianos que operan en estos países. El proceso de determinación del estatuto de
refugiado en Costa Rica ha mostrado una cierta mejora en los últimos años, pero aún
existen retrasos en el reconocimiento y la documentación. Para los solicitantes de asilo
en Panamá, la situación se complica, ya que el gobierno sigue mostrándose antagónico
a recibir a los refugiados colombianos ni confiere incluso, una protección mínima. La
seguridad, en este sentido, sigue siendo una preocupación importante para el gobierno
de Panamá.
38
El Departamento de Estado de Estados Unidos está apoyando los esfuerzos del
ACNUR para ayudar a la República Dominicana y otros países del Caribe en el
desarrollo de sistemas para la realización de determinaciones de la condición de
refugiado de los solicitantes de asilo, incluidos los haitianos. La apertura de una oficina
del ACNUR en la República Dominicana en 2010 y la continua presencia del organismo
en Haití han contribuido en gran medida a su capacidad para hacer frente a las
necesidades de protección de los refugiados, solicitantes de asilo y las personas
desplazadas y apátridas en los flujos migratorios mixtos en toda la región. En el año
fiscal 2012, el ACNUR llevó a cabo una iniciativa de cartografía de refugiados a través
del cual la organización identificó 200 familias con 860 solicitantes de asilo y 49 familias
de refugiados que necesitan ayuda en la República Dominicana.
As su vez, en el pasado, la integración local había sido la solución más
adecuada a los problemas de refugiados regionales en América Latina. En los últimos
años, sin embargo, el reasentamiento en terceros países se ha convertido en una
importante alternativa para aquellos que se enfrentan a riesgos físicos y tienen
necesidades urgentes de protección. Canadá y Estados Unidos ofrecen reasentamiento
a los refugiados colombianos en situación de riesgo. En la actualidad, Estados Unidos
aceptan remisiones del ACNUR y las embajadas de la región y procesa estos casos,
principalmente en Ecuador y Costa Rica, con casos ocasionales en Panamá y otros
países de la región. En el marco del “Programa de Reasentamiento Solidario”, un
componente del Plan de Acción de México que buscaba soluciones regionales a la
cuestión de los refugiados colombianos, los países de la región, incluyendo Argentina,
Brasil, Chile y Uruguay están trabajando con el ACNUR para reasentar a un número
limitado de refugiados colombianos. Como se señaló anteriormente, el Departamento
de Estado está brindando apoyo técnico para reforzar el programa de reasentamiento
de Uruguay.
También, se ha facilitado el reasentamiento en terceros países de personas
interceptadas por la Guardia Costera de ESTADOS UNIDOS. o que ingresan
39
directamente a la estación naval de Guantánamo. Estos casos son monitoreados por el
departamento de seguridad interna donde, junto a la oficina de ciudadanía, se
entrevistan a los solicitantes de asilo que tienen temor fundado de persecución o que
temen ser sometidos a torturas si son repatriados a su país de origen. De 1996 a 2012,
358 personas dentro de esta categoría de protegidas han sido reasentadas en 20
países en todo el mundo. Veintisiete fueron reasentadas en el año fiscal 2012 (al 31 de
mayo).
El gobierno de ESTADOS UNIDOS. continúa operando un programa de
reasentamiento de refugiados en el país en Cuba. El número de personas en busca de
reasentamiento de refugiados sigue siendo alto y hay una acumulación considerable de
casos pendientes de revisión, un número desconocido de los cuales probablemente no
sean elegibles para el programa. Desafortunadamente, el gobierno cubano interfiere
con las comunicaciones del programa de las migraciones, causando retrasos,
malentendidos o desinformación. Algunos refugiados aprobados no tienen fondos
suficientes para pagar los exámenes médicos, pasaportes y permisos de salida
necesarios para abandonar Cuba. A otros se les negaron el permiso de salida por el
gobierno cubano. (DOS, 2013)
Actualmente, los cubanos elegible para solicitar la admisión a Estados Unidos a
través del programa en el país son los siguientes: los ex presos políticos; miembros de
las minorías religiosas perseguidas; activistas de derechos humanos; conscriptos a
trabajo forzoso durante el período de 1965-1968 y por último la personas privadas de
sus credenciales profesionales o sometidas a otro tratamiento sumamente desfavorable
o discriminatorio como resultado de sus creencias políticas o religiosas, ya sean
percibidas o reales.
En el caso de las admisiones a Estados Unidos de América durante el año fiscal
2012, según el programa de las migraciones, se anticipó la admisión a cerca de 5500
refugiados de América Latina y el Caribe durante el año fiscal 2012. Sin embargo,
según la oficina de población de Estados Unidos, se admitieron 2078 refugiados de la
40
región en el 2012. Los cubanos comprendieron la inmensa mayoría de los refugiados
reasentados en la región, con 1948 admisiones, para un 93.74% del total.
Históricamente, la mayoría de los refugiados cubanos eran ex presos políticos y
conscriptos de trabajos forzados. El programa se amplió en 1991 para incluir a
activistas de derechos humanos, profesionales y otras personas desplazadas, con los
reclamos de la persecución, que constituyen actualmente la mayoría de las admisiones.
Así, para el caso de los refugiados colombianos, fueron admitidos 126 casos en
Estados Unidos durante el año fiscal 2012.
Para el año fiscal 2013, inicialmente se propuso un límite de admisión de 4400
casos de refugiados para América Latina y el Caribe durante el año 2013, incluyendo
refugiados cubanos elegibles para el programa de prioridad 2 en el país. Sin embargo,
como las cifras indican, se reasentaron 4439 refugiados de la región. Los casos
procesados en Cuba llegaron a representar el 94.73% de todos, seguidos por Colombia
y Venezuela con 230 y 3 casos respectivamente.
1.5 Refugiados en el Cercano Oriente y Sur de Asia.
La región del Cercano Oriente/ Asia del Sur sigue acogiendo a millones de
refugiados, principalmente iraquíes, palestinos, afganos, iraníes, los tibetanos, algunos
casos de Sri Lanka, Bután, y en los últimos meses a desplazados de Siria. Pocos
países de la región son parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los
Refugiados y/ o su Protocolo de 1967. No obstante, muchos gobiernos anfitriones
toleran la presencia de los refugiados dentro de sus fronteras.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el Comité
Internacional de la Cruz Roja, la Organización Internacional para las Migraciones, el
Programa Mundial de Alimentos, la Agencia de Naciones Unidas de Obras Públicas y
Socorro a los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, y otras organizaciones
41
humanitarias trabajan con refugiados en la región. Algunos países han ofrecido
protección a largo plazo y / o de asilo, sobre todo a los tibetanos, butaneses, Sri Lanka,
los palestinos, los afganos, somalíes, y a otras nacionalidades. Los refugiados
identificados por el ACNUR para el reasentamiento en terceros países son la mayoría
los iraquíes en Jordania, Siria, Turquía, Líbano, Egipto, Yemen y los Estados del Golfo;
butaneses en Nepal; afganos en Pakistán, Irán, Turquía, Siria y la India, y los iraníes en
Turquía. (ACNUR, 2013)
Al 31 de mayo del 2012, se registraron 150.766 refugiados iraquíes con el
ACNUR. No existe todavía un número definitivo de los refugiados iraquíes y
desplazados internos debido al hecho de que no todos están registrados con el ACNUR
y que están dispersos por toda la región. El ACNUR informa de que aproximadamente
1,3 millones de iraquíes desplazados por la violencia sectaria tras el atentado a la
mezquita de Samarra en febrero de 2006 siguen desplazados internamente.
Aproximadamente 35.300 refugiados (incluidos palestinos e iraníes kurdos) y 4.300
solicitantes de asilo permanecen en Iraq, así como una alta cifra adicional de 13.587
desplazados sirios y kurdos sirios.
La situación en Siria sigue siendo tensa. A partir del 9 de agosto de 2012
existían aproximadamente 140.000 desplazados a Turquía, Jordania, Líbano e Iraq. La
situación actual de la violencia en Siria está causando el desplazamiento continuo,
tanto a nivel interno, así como a los países vecinos. El gobierno de Estados Unidos
está proporcionando asistencia a los desplazados sirios en toda la región a través del
apoyo a las organizaciones internacionales, como el ACNUR, el Comité Internacional
de la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos, así como a través de
organizaciones no gubernamentales, que están ofreciendo asistencia en aspectos
críticos, como alimentos, vivienda agua y atención médica. Desde la citada fecha, el
gobierno de Estados Unidos ha proporcionado más de $ 76 millones en asistencia
humanitaria crítica. (DOS, 2013)
42
A pesar de la repatriación voluntaria de más de 5,7 millones de refugiados
afganos desde 2002, Pakistán e Irán siguen acogiendo, aproximadamente 1,7 millones
y un millón respectivamente de afganos registrados, muchos de los cuales han vivido
en estos países desde hace décadas. El mantenimiento del asilo y el espacio de
protección para los refugiados que aún no pueden regresar a Afganistán, sin dejar de
apoyar la repatriación voluntaria, es una prioridad para el gobierno de los ESTADOS
UNIDOS. y para el ACNUR. Además de los refugiados afganos, se cree que algunos 2-
3 millones de afganos viven y trabajan en Pakistán e Irán como inmigrantes
económicos sin documentación. Más de 10.000 refugiados y solicitantes de asilo
afganos también están registrados con el ACNUR en la India. La identificación de
soluciones duraderas sigue siendo un componente importante de la estrategia del
ACNUR en India. La integración local sigue siendo una opción difícil, debido a la
oposición de los países de acogida, como Bangladesh, Malasia y la India. (ACNUR,
2013)
En otra parte de la región, miles de butaneses de origen nepalí fueron
expulsados de Bután a principios de 1990 como resultado de la política del gobierno
butanés de “una nación y un pueblo” (también denominado "Bhutanization"). A pesar de
15 rondas de negociaciones formales entre Bután y Nepal, y la presión de Estados
Unidos y otros gobiernos para resolver el asunto y garantizar el derecho al retorno de
los ciudadanos butaneses auténticos, hasta la fecha no han sido autorizados a
regresar. Gracias a los esfuerzos concertados de reasentamiento que comenzó en
2008 por Estados Unidos y otros países de reasentamiento, más de 65.000 de la
población original de 108.000 refugiados butaneses en Nepal han salido después de
pasar dos décadas en campamentos en el este de Nepal. (USRMP, 2013)
En temas de libertad religiosa, la persecución de grupos religiosos es común en
algunos países de Oriente Medio y Asia del Sur. Las respuestas de los gobiernos
estatales y locales a la violencia contra grupos religiosos, particularmente los
musulmanes y los cristianos, son a menudo insuficientes. En Afganistán, para citar
43
unos de los casos más violentos, la libertad religiosa es limitada debido a las
contradicciones constitucionales, la ambigüedad legislativa, y de la interpretación de la
ley islámica que castigan a la apostasía y la blasfemia. (ACNUR, 2012)
En la India, cinco de los 28 gobiernos de los estados tienen leyes contra la
conversión que afectan negativamente a las minorías religiosas. Además, ha habido
casos en los que la policía local y las fuerzas no se han hecho esperar para
contrarrestar los ataques comunes contra las minorías religiosas.
En Pakistán, el Código Penal incluye las leyes sobre la blasfemia que van desde
la cárcel a la pena de muerte. Abusos frecuentes de estas leyes afectan negativamente
a las minorías religiosas, los musulmanes y los no musulmanes. A principios de 2011,
dos altos funcionarios del gobierno fueron asesinados después de hablar en contra de
los abusos de las leyes sobre la blasfemia contra las minorías y otros permanecen bajo
la amenaza de los extremistas violentos. (ACNUR, 2013)
En Maldivas, la libertad religiosa está severamente restringida por el gobierno.
Los ciudadanos tienen prohibido practicar cualquier religión distinta del Islam. Ha
habido un aumento en el uso de la retórica política, incluyendo las declaraciones
antisemitas por parte de algunos líderes políticos, y hay preocupación por el aumento
del extremismo religioso.
En Sri Lanka, las tensiones religiosas siguen siendo un problema, y
musulmanes, hindúes, budistas y las comunidades a menudo desconfían unos de
otros. Los incidentes como ataques esporádicos contra la comunidad cristiana, y la
destrucción de un santuario musulmán por los monjes budistas a finales de 2011,
exacerban estas tensiones.
En Irán, tanto los grupos religiosos musulmanes chiitas como sunitas, bahaíes,
sufíes, judíos, zoroastrianos y cristianos, siguen enfrentándose a la discriminación, el
acoso y detención. Los miembros de la comunidad chií que expresan puntos de vista
religiosos distintos a los del gobierno también son objeto de acoso e intimidación.
44
En algunos países de la región, sobre todo Afganistán, Irán, Arabia Saudí,
Pakistán y Egipto, la blasfemia, la apostasía y la difamación de las leyes religiosas se
han utilizado para restringir la libertad religiosa, restringir los derechos de las minorías
religiosas, y el límite de la libertad de expresión y los acusados se enfrentan a
amenazas de violencia social. En la interpretación de la ley islámica de estos
gobiernos, los responsables pueden ser privados de sus derechos civiles si algún
miembro de la sociedad presenta una demanda en su contra. Tribunales islámicos
deciden los casos de estatus personal en la mayoría de los países de la región. En
Irán, los jueces de estos tribunales suelen fallar en contra de los conversos y los
miembros de grupos religiosos minoritarios, anulando los matrimonios, la transferencia
de custodia de los hijos, transmitir los derechos de propiedad a los miembros de la
familia musulmanes, privando a los individuos de sus derechos civiles y declararlos
bajo la tutela del Estado sin ninguna identidad religiosa. Irán y Arabia Saudita son
designados por el Departamento de Estado como CPC bajo la Ley de Libertad
Religiosa Internacional de 1998 por violaciones sistemática, continua y flagrante de la
libertad religiosa. (DOS, 2013)
Uno de los mayores impactos de la violencia en Iraq se ha observado en
pequeñas comunidades de minorías religiosas. Estas minorías, incluidos los cristianos,
yezidis, Sabean-mandeos, y otros, han experimentado el desplazamiento a gran escala
- en algunos casos, que afectan hasta un 90 por ciento de su población en los últimos
ocho años. Alrededor del 20 por ciento de los refugiados iraquíes registrados son
miembros de las minorías religiosas, una cifra sensiblemente superior a su porcentaje
de la población iraquí en general. Como resultado, algunas de estas comunidades
religiosas, con sus lenguas y costumbres antiguas, están a punto de desaparecer.
En Bután, el budismo es “patrimonio espiritual” del Estado, aunque en las zonas
del sur muchos ciudadanos practican abiertamente el hinduismo. Mientras permanecen
la presión sutil en los no budistas para respetar los valores tradicionales budistas y
algunas limitaciones en la construcción de edificios religiosos no budistas, el gobierno
45
ha tomado medidas para mejorar la libertad religiosa en el país. Algunas presiones
sociales hacia los no budistas se reflejan en los esfuerzos oficiales y no oficiales para
defender el “patrimonio espiritual” (budismo) del país.
El programa de las migraciones de Estados Unidos proporciona acceso al
reasentamiento a los refugiados que sufren persecución religiosa de diversas maneras.
En virtud de la enmienda Specter, las minorías religiosas iraníes designadas como
miembros de la categoría de la prioridad 2, se consideran bajo un criterio probatorio
reducido dado a un temor fundado de persecución. Refugiados iraníes también han
accedido al programa a través de la prioridad 3.
Después de la caída de los talibanes, la repatriación voluntaria a Afganistán
procedió a gran escala durante varios años, con y sin la asistencia del ACNUR. Desde
2002, más de 5,7 millones de refugiados afganos han regresado, sobre todo de
Pakistán e Irán. Se estima que 4,4 millones fueron asistidos por el ACNUR en la mayor
operación de repatriación en la historia de esta entidad hasta finales del 2009. Sin
embargo, la era de los retornos masivos ha terminado en gran parte, con cerca de
112.000 que esperaban regresar en 2010 y 68.000 en el 2011. La repatriación
sustancial representa aproximadamente un aumento del 20 por ciento en el total de la
población de Afganistán y ha agravado la capacidad del país para absorber refugiados
adicionales.
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, es poco probable que los
restantes 2,7 millones de afganos registrados en Pakistán e Irán sean repatriados. El
ACNUR informó de que sólo 13.295 afganos se repatriaron par afínales de mayo del
2012. Por otra parte, algunos reportes del ACNUR y de la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM) es que, la continua migración de los afganos en ambas
direcciones a través de la frontera entre Afganistán y Pakistán es parte de un proceso
más amplio de la migración económica y social que se viene produciendo desde hace
siglos. Muchos de los afganos eligen quedarse en Pakistán ya no están en busca de
refugio por la violencia o la persecución. Están, más bien, en busca de oportunidades
46
económicas, huyendo de la pobreza, como visita familiar, o tratan de permanecer en
ese lugar hasta que la capacidad de absorción de los repatriados a Afganistán mejora.
El ACNUR está trabajando con los gobiernos de Pakistán y Afganistán y la comunidad
internacional para desarrollar políticas y programas para apoyar el retorno voluntario.
Desde 2008, más de 978.000 desplazados internos y refugiados han regresado
a sus hogares en Iraq, constituyendo los primeros la gran mayoría de estos retornos.
El ACNUR evalúa que, las condiciones para promover el retorno a gran escala de
refugiados a Iraq en condiciones de seguridad y dignidad, aún no están en su lugar. El
ACNUR está trabajando con algunos iraquíes en los países vecinos de forma individual
para facilitar el retorno voluntario a Iraq. En 2011, unos 67.000 refugiados iraquíes
regresaron a Iraq y se registrados para recibir asistencia a través del gobierno iraquí o
el ACNUR. Hasta junio de 2012, 23.000 refugiados han regresado de Siria y 39.650
refugiados han regresado a Iraq desde otros lugares. (ACNUR, 2013)
Estados Unidos continúa trabajando con otros gobiernos interesados para instar
al gobierno de Bután para permitir la repatriación voluntaria de los refugiados de Bután
en términos y condiciones aceptables. En otra parte de la región, con el fin del conflicto
en Sri Lanka, se visto un crecimiento del número de tamiles que buscan regresar a sus
hogares. En el primer trimestre de 2012, el ACNUR brindó asistencia en proceso de
retorno voluntario a 408 tamiles de Sri Lanka. (ACNUR, 2013)
Pocos países de la región ofrecen la integración local de los refugiados. El
ACNUR, junto con los gobiernos de Afganistán, Pakistán e Irán acordaron una
estrategia para alcanzar una solución duradera a los refugiados afganos y apoyar la
repatriación voluntaria, reintegración sostenible y la asistencia a los países. En marzo
del 2010, el gobierno de Pakistán aprobó la Estrategia de Gestión de Afganistán, un
programa que permitió a los afganos titulares de tarjetas de registro (POR) a
permanecer oficialmente en Pakistán durante el 2012. Pakistán no ha indicado qué
ocurrirá cuando las tarjetas POR expiren, pero los ESTADOS UNIDOS. ha seguido
buscando oportunidades para promover opciones de integración local. En colaboración
47
con el gobierno de Pakistán y el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), el ACNUR lanzó una iniciativa en las zonas afectadas (RAHA) para los
refugiados para promover la tolerancia hacia Afganos en Pakistán; mejorar la cohesión
social para suscitar la convivencia y proporcionar a los afganos medios predecible de
estancia temporal. Su objetivo es eliminar gradualmente la asistencia humanitaria
individual y fortalecer el desarrollo mientras que se va dando una integración de forma
simultánea en los programas nacionales del Gobierno. La iniciativa RAHA es
ampliamente considerada como un éxito y se expandió en las áreas tribales bajo los
programas de administración federal en el 2012 en Estados Unidos.
La estabilización de la población afgana desplazada, la reintegración de los
refugiados que regresan y los desplazados internos, son aspectos fundamentales para
la estabilidad regional, así como hacer frente a la migración irregular, conservando el
espacio de asilo para los refugiados en los países vecinos. A través de un proceso
consultivo único, la República Islámica del Afganistán, Irán y Pakistán y el ACNUR han
acordado una estrategia regional de varios años, respaldado por la comunidad
internacional en mayo de 2012 para abordar la asistencia a los refugiados afganos y los
repatriados, haciendo hincapié en los vínculos transfronterizos.
Siria recibió cerca de 90.000 refugiados iraquíes registrados en el ACNUR al 31
de mayo de 2012. Los iraquíes no necesitan un visado para entrar en Siria. Ellos
reciben un sello de la entrada, lo que les permite seis meses de residencia y debe ser
renovada en las oficinas del gobierno local. Debido a la continua violencia en Siria,
muchos iraquíes han huido del país. El gobierno de Jordania requiere visas para los
iraquíes y ha instituido una nueva categoría de visa para los iraquíes al llegar a
Jordania desde que estallaron los disturbios en Siria en 2011. Pocos iraquíes están
recibiendo estas visas, pero sin embargo, el ACNUR informa de algunas llegadas
iraquíes de Siria. El gobierno de Jordania sigue acogiéndolos como primera región de
asilo y les proporciona el espacio de protección a estos refugiados del país vecino y
sigue siendo un anfitrión generoso.
48
Los iraquíes en Siria y Jordania no se definen legalmente como refugiados, sino
como personas. Ambos gobiernos permiten a las oficinas regionales del ACNUR
registrar a los iraquíes en la zona como categoría en protección. Con la ayuda de la
comunidad internacional, los gobiernos de Siria y Jordania han permitido a los
estudiantes iraquíes inscribirse en las escuelas públicas. Sin embargo, la matrícula de
ambos países ha sido inferior a lo previsto. Recientemente, los escolares iraquíes en
Siria se han convertido en objeto de acoso. En Siria y Jordania, los refugiados iraquíes
tienen acceso a los sistemas públicos de salud. Aunque el gobierno de Jordania ha
concedido el acceso a los iraquíes en varios sectores laborales legales, pocos han
obtenido permisos de trabajo. Los iraquíes no tienen acceso al mercado de trabajo
legal en Siria. (IRC, 2013)
El ACNUR y otros organismos internacionales también están tratando de apoyar
la integración local como una opción viable para los desplazados internos, pero señalan
que, además de la subvención de la integración, será importante que los iraquíes
desplazados puedan acceder a los servicios en sus áreas de desplazamiento.
Mientras que Turquía ratificó la Convención sobre los Refugiados de 1951 y se
adhirió a su Protocolo de 1967, el gobierno de Turquía se adhirió al Protocolo con una
limitación geográfica reconociendo los refugiados sólo de Europa. Aunque la mayoría
de los solicitantes de asilo no son considerados refugiados bajo la ley turca, el gobierno
turco concede refugio temporal y las posibilidades de integración local temporal a los
refugiados reconocidos por el ACNUR, por lo general en espera de su envío a un país
de reasentamiento. En febrero de 2012, habían 25.220 personas registradas en el
ACNUR en Turquía, la mayor parte de Iraq (10.863) e Irán (5488). Además de la
afluencia de Siria a Turquía el año pasado, Turquía también ha sido testigo de del
aumento de las llegadas de iraquíes e iraníes. Los refugiados reconocidos por el
ACNUR y los solicitantes de asilo en Turquía son asignados a una de las 51 ciudades
satélites. Los gobiernos provinciales son responsables de cubrir sus necesidades
49
básicas, incluso facilitando el acceso al empleo, la salud y la educación aunque el
apoyo varía de un lugar a otro.
En el caso de la India, por otra parte, no se tiene una política nacional clara para
el tratamiento de los refugiados y el ACNUR no tiene carácter oficial en el país, a pesar
del cada vez mayor número de solicitantes de asilo y refugiados. En Nueva Delhi, los
refugiados urbanos se enfrentan a condiciones difíciles, como la discriminación y el
acoso por parte de la población local, lo que limita sus perspectivas de integración
local. India reconoce y ayuda a determinados grupos, entre ellos los tamiles de Sri
Lanka y los tibetanos en los 115 asentamientos de Sri Lanka y 39 asentamientos para
los tibetanos en todo el país. A un gran número de tibetanos y los tamiles de Sri Lanka
en la India se les permiten algunas oportunidades de trabajo dentro de la economía
informal y reciben algunos beneficios sociales. La India también permite el ACNUR
ayude a otros refugiados en las zonas urbanas en Nueva Delhi, principalmente
birmanos, afganos y somalíes.
El ACNUR ha negociado un acuerdo con el Gobierno de la India por lo que este
país facilitaría el acceso a la ciudadanía para los hindúes y refugiados sijs afganos que
cumplan con los criterios estándar para la adquisición de la ciudadanía india, mientras
que el ACNUR aprovechar las oportunidades de reasentamiento para otros grupos
étnicos de refugiados afganos. Se establecieron centros de naturalización para apoyar
el proceso de ciudadanía para los hindúes y sij afganos, y el ACNUR intensificó sus
esfuerzos para garantizar que todos los refugiados elegibles habían presentado
solicitudes de ciudadanía india el 31 de diciembre de 2009. Como resultado, unos 600
afganos están naturalizados, con otros 2.000-3.000 actualmente en el proceso.
Estados Unidos reconocen que la posibilidad de reasentamiento en terceros
países debe estar disponible para los refugiados iraquíes más vulnerables, y de esa
manera se han apoyado los proyectos de apertura de las instalaciones de
procesamiento de casos en Ammán, Bagdad, Beirut, El Cairo, Damasco y Estambul.
50
Mientras que la mayoría de los iraquíes acceden al Programa de Admisión de
Refugiados de Estados Unidos a través de recomendaciones del ACNUR, el
Departamento de Estado ha facilitado a estos grupos vulnerables el acceso directo a
este programa a los ciudadanos con vínculos familiares directos en Estados Unidos en
esos lugares de procesamiento donde los gobiernos lo permiten. Con la aprobación de
la ley de crisis de refugiados de Iraq, promulgada el 28 de enero de 2008, se crearon
nuevas categorías de iraquíes que son elegibles para el acceso directo bajo la prioridad
2, tanto dentro como fuera de Iraq. Actualmente, los beneficiarios de la prioridad 2
que pueden solicitar el acceso en Jordania, Egipto e Iraq son: los iraquíes que
trabajan/ trabajaron en una base a tiempo completo como intérpretes/ traductores para
el gobierno de los ESTADOS UNIDOS, la fuerza multinacional en Iraq, o Fuerzas de
ESTADOS UNIDOS. e Iraq; los iraquíes que están/ estaban empleados por el gobierno
de ESTADOS UNIDOS. en Iraq; los iraquíes que están/ estaban empleados por una
organización o entidad estrechamente relacionada con la misión de ESTADOS
UNIDOS. en Iraq, que ha recibido financiamiento del gobierno de ESTADOS UNIDOS.
a través de un contrato oficial y documentado o un acuerdo de cooperación; los
iraquíes que están/ estaban empleados en Iraq por un medio de comunicación con
sede o no gubernamental; cónyuges, hijos, hijas, padres y hermanos de las personas
descritas en las cuatro categorías anteriores, o de un individuo elegible para una visa
de inmigrante especial como resultado de su empleo por o en nombre del gobierno de
los ESTADOS UNIDOS. en Iraq, incluyendo si el individuo ya no está vivo, siempre y
cuando se verifica la relación y por último los iraquíes que son los esposos, hijos, hijas,
padres, hermanos o hermanas de un ciudadano de Estados Unidos, o que son los
cónyuges o hijos o hijas solteros de un residente permanente de Estados Unidos,
según lo establecido por su ser o convertirse en beneficiarios aprobados de la I-130
“Peticiones de Visas de Inmigrante basadas en la familia”. (DOS, 2013- USCIS, 2013)
Estados Unidos ha aumentado su capacidad de procesamiento en el país cerca
de 200 por ciento desde el establecimiento de un centro de asistencia de
51
reasentamiento en Bagdad en el año fiscal 2008 y espera seguir ampliando esa
capacidad en el año fiscal 2012 y el año fiscal 2013. Si bien la seguridad y los
problemas logísticos asociados con la operación de un centro de este tipo en Iraq
limitan la capacidad de procesamiento en el país, es probable que las admisiones de
refugiados de Iraq pronto superen los de algunos países vecinos. El procesamiento de
refugiados en Iraq es una alta prioridad para Estados Unidos, ya que beneficia
directamente a los iraquíes asociados con los esfuerzos de Estados Unidos en Iraq. El
Departamento de Seguridad Interna sigue dedicando importantes recursos para el
procesamiento de refugiados iraquíes y mantiene un programa de entrevistas sólida en
la región.
Los refugiados del sur de Asia en la mayor parte de Europa y Oriente Medio se
valen de los sistemas de asilo de los países en los que se ubican. En Viena, sin
embargo, ciertas minorías religiosas iraníes (bahaíes, zoroastrianos, judíos y cristianos,
mandeos) pueden ser procesados para su reasentamiento en ESTADOS UNIDOS.
utilizando procedimientos especiales autorizados por el gobierno de Austria. La
legislación Lautenberg fue posteriormente re-autorizada en diciembre de 2011, lo que
permitió procesar nuevas aplicaciones que se presentaron y se adjudicaron con arreglo
a las directrices Lautenberg.
El procesamiento de reasentamiento para los refugiados butaneses en Nepal
continúa sin problemas y Estados Unidos han seguido comprometido a tener en cuenta
para el reasentamiento a tantos refugiados que expresen su interés como sea posible.
En abril de 2012, el ACNUR había referido a más de 90.000 refugiados de Bután para
el reasentamiento a una serie de países y más de 65.000 de estos refugiados
butaneses han sido reasentados en Estados Unidos y en otros países desde 2008.
Aunque la tramitación del reasentamiento a los ESTADOS UNIDOS. en Pakistán
se reanudó en el 2009, el número de refugiados afganos que se refieren a la oficina
regional del ACNUR permanece bajo, debido al impacto de la situación de seguridad
incierta. Actualmente, el ACNUR refiere a unas 400 personas al año en la India,
52
dando prioridad a aquellos que consideren más vulnerable. La mayoría de las
remisiones son birmanos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos estimó el ingreso de
aproximadamente 35.500 refugiados de la región en el año 2012. Sin embargo, las
cifras actuales reflejaron que la admisión fue otorgada a 30.057 refugiados
provenientes de los siguientes países: 15.070 butaneses, 12.163 iraquíes, 1758 iraníes
y 481 afganos, incluyendo un pequeño grupo de mujeres que habían estado viviendo
en Irán procesadas a través del Centro de Tránsito de Emergencia del ACNUR en
Eslovaquia.
Así, el límite máximo regional propuesto para los refugiados del Cercano Oriente
y Asia del Sur para el año fiscal 2013 fue de 32.400, incluidos los iraquíes vulnerables,
butaneses, iraníes, paquistaníes y afganos. Se realizaron remisiones individuales por
parte del ACNUR de los distintos grupos religiosos y étnicos en la región, como los
asirios, los mandeos y kurdos iraníes. Además, se incluyeron los musulmanes Ahmadi
en muchos lugares y afganos en la antigua Unión Soviética, Pakistán, India y otros
países. Un pequeño número de grupos de refugiados iraquíes y otros que huyeron de
Libia también se programaron para su procesamiento. Las cifras actuales reflejaron una
llegada de 32.390 de refugiados, la mayoría procedentes de Iraq, para un 60.16% del
total de la región. Seguidos arribaron 9134 butaneses y 2578 iraníes. El resto de las
cuotas se distribuyeron en los restantes 13 países.
53
CAPÍTULO 2
PROCESO DE ASENTAMIENTO Y UBICACIÓN DE LOS REFUGIADOS
2.1 Liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados: Rol del Departamento de Estado de Estados Unidos.
A finales de 2011, el estimado de población de refugiados en todo el mundo se
situó en 15.4 millones. De estos, 10.4 millones recibieron protección o asistencia de la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Estados Unidos han liderado activamente los esfuerzos para brindar protección,
asistencia y soluciones duraderas para los refugiados, pues estas medidas cumplen
con su labor humanitaria, los principios de su política exterior y sus intereses de
seguridad nacional. Bajo la autoridad de la Ley de Migración y Asistencia a los
Refugiados de 1962, según enmendada, Estados Unidos contribuyen a los programas
del ACNUR, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Organización Internacional para
las Migraciones (OIM), la Agencia de Naciones Unidas y el Organismo de Obras
Públicas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, y otras
organizaciones internacionales y no gubernamentales que brindan protección y
asistencia a los refugiados, las personas desplazadas internamente (PDI), las víctimas
de conflictos y otros migrantes vulnerables. Estas contribuciones se utilizan para
atender las necesidades de protección jurídica y física de los refugiados y de
proporcionar ayuda básica, como agua, saneamiento, alimentos, salud, vivienda,
educación, y otros servicios. Estados Unidos supervisan estos programas para
asegurar el uso más eficaz de los recursos, maximizando el impacto humanitario de los
beneficiarios.
Estados Unidos y el ACNUR reconocen que la mayoría de los refugiados ven el
retorno voluntario a su país de origen como la solución preferida. Durante el año fiscal
54
2012, Estados Unidos apoyaron los programas de repatriación voluntaria de todo el
mundo. Las operaciones de repatriación de refugiados retornaron a refugiados de
Afganistán, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo (RDC), y Sri Lanka.
Estas operaciones se llevaron a cabo para proteger a los refugiados que regresan, así
como para ayudar a contribuir a la estabilización, la reconstrucción y el desarrollo de
sus países de origen. Cuando las oportunidades de retorno se tornan difíciles, los
países receptores de refugiados contribuyen con la autosuficiencia y el proceso de
integración temporal, indefinida o permanente en los países de asilo. El Departamento
de Estado (DOS) en EUA insta a los gobiernos anfitriones para proteger a los
refugiados a través de una serie de programas dirigidos a la integración de estas
nuevas poblaciones en las comunidades locales. A su vez, promueve una mayor
integración mediante el financiamiento de programas para mejorar la autosuficiencia de
los refugiados y el apoyo de servicios sociales de la comunidad. Muestra de estos
esfuerzos son palpables en los grupos de refugiados afganos en la India, burundeses
en Tanzania, eritreos en Sudán, liberianos y sierra leoneses en siete países de África
Occidental, y los colombianos en Ecuador, Costa Rica, Panamá y Venezuela.
Por otra parte, el ACNUR estima que hay 12 millones de personas en el mundo
que no se reconocen como nacionales de cualquier Estado y, por lo tanto, legalmente
se convierten en personas sin estado, apátridas de hecho (Stateless) (ACNUR 2012).
Existen muchos refugiados apátridas en situaciones similares, que no poseen una
ciudadanía reconocida por ningún país y que no pueden reclamar sus derechos y se
les niega incluso las protecciones humanas más básicas. Estados Unidos ha apoyado
los esfuerzos del ACNUR para prevenir y reducir esta condición de las personas sin
estados, incluso abogando por justicia dentro del sistema de las leyes de ciudadanía y
la promoción de una aplicación justa de las mismas. Las contribuciones de EUA a los
esfuerzos de apoyo al presupuesto básico del ACNUR han sido sustanciosos con el fin
de prevenir y combatir éste fenómeno en Birmania, Kuwait, Nepal, Sudáfrica, Sudán del
Sur, Turkmenistán, y en otros lugares, entre otros programas. Además, el
55
Departamento de Estado busca apoyo del Programa de Admisión de Refugiados de
Estados Unidos (USRAP, por sus siglas en inglés) para demostrar su liderazgo,
mientras que se alientan a otros países a hacer más para ayudar a las personas sin
estado y refugiados asidos en situaciones prolongadas. Este enfoque se refleja en el
reasentamiento actual de refugiados de la región de Rohingya de Birmania, así como
en materia de reasentamiento de meskhetian turcos. A su vez, la Oficina de Población,
Refugiados y Migraciones de Estados Unidos (PRM por sus siglas en inglés) también
utiliza la diplomacia para movilizar a otros gobiernos para prevenir y resolver
situaciones de con estos grupos más vulnerables. Por ejemplo, durante el año 2011 la
PRM llevó a cabo misiones sobre el terreno y supervisó las situaciones que enfrentan
los refugiados sin estado en Birmania, Kuwait y Nepal. Los esfuerzos diplomáticos
incluyen el patrocinio en junio del 2012 del Consejo de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos; aportando una tangente resolución sobre la mujer y los derechos
del niño a tener una nacionalidad reconocida, así como la Iniciativa de Nacionalidad de
la Mujer de la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton. (DOS, 2013)
El gobierno de Estados Unidos y el ACNUR también reconoce el reasentamiento
en terceros países como una herramienta vital para proporcionar protección a
refugiados y como mecanismo de soluciones duraderas en algunos casos
especialmente difíciles. Para algunos refugiados, el reasentamiento es la mejor, y
quizás la única alternativa. Por ejemplo, Estados Unidos alientan el ACNUR a promover
el reasentamiento de los refugiados que no poseen un estado que los respalde cuando
otras soluciones duraderas no son posibles, incluso, si se encuentran en su país de
residencia habitual.
El gobierno de ESTADOS UNIDOS. desde hace más de una década ha
brindado apoyo financiero para ampliar y mejorar la capacidad de reasentamiento del
ACNUR, principalmente aportando personal capacitado para laborar en los campos de
refugiados supervisados por esta agencia internacional, así como cooperando en la
construcción de instalaciones. Como resultado de esta iniciativa, el ACNUR ha
56
aumentado considerablemente las remisiones a Estados Unidos y en otros países de
reasentamiento. En el año 2011, esta agencia refirió a los refugiados a 25 países para
su consideración el reasentamiento. (ACNUR, 2013)
De estas cifras, más del 90 por ciento se refiere a Estados Unidos, Canadá y
Australia. Un número menor de remisiones se hicieron a Argentina, Bélgica, Brasil,
Chile, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Japón,
Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Paraguay, Portugal, República de Corea,
España, Suecia, Suiza, Uruguay y el Reino Unido.
Mientras que el número total de refugiados referidos por el ACNUR y el
porcentaje de reasentados en varios países fluctúan de año en año, Estados Unidos
tiene por objetivo garantizar al menos el 50 por ciento de todos los refugiados remitidos
por el ACNUR, en función de disponibilidad de fondos. Como muestra se tiene que en
el 2011, alrededor del 70 por ciento de refugiados que fueron reasentados por el
ACNUR, fueron reasentados en Estados Unidos. Esto representó una disminución del
74 por ciento en 2010.
La política exterior y los intereses humanitarios de Estados Unidos
históricamente han tomado la delantera al abordar el problema de los refugiados y los
países de reasentamiento. En algunos casos, el gobierno de Estados Unidos ha sido
capaz de utilizar su posición de liderazgo en el reasentamiento para promover y
asegurar otras soluciones duraderas para los refugiados o avanzar en materia de
derechos humanos con los objetivos de su política exterior. Estados Unidos ha sido uno
de los mayores donantes del ACNUR, proporcionando cerca de $ 700 millones de
dólares durante el año fiscal 2011. Durante los últimos años, los esfuerzos de
reasentamiento de Estados Unidos en África, Oriente Medio y Asia han ayudado a
dinamizar los esfuerzos del ACNUR y de otros países para asegurar que se mantenga
el derecho a asilo en el primer país que los refugiados los solicitan, así como la
integración local o reasentamiento en un tercer país, cuando estas sean las únicas
opciones que se ofrezcan a quienes la necesitan. En ciertos lugares, la pronta
57
reubicación de los casos políticamente sensibles ha ayudado a reducir las tensiones
regionales. En el caso de los refugiados que huyen de los combates en Libia, Estados
Unidos estuvieron dispuestos a reasentar a los refugiados que habían huido a Túnez y
Egipto. Esta acción ayudó a mantener las fronteras abiertas a los refugiados y ayudó a
aliviar la presión sobre estos dos países durante los períodos de cambio político.
(ACNUR 2012)
Por otro lado, durante su historia, el Programa de Admisión de Refugiados de
Estados Unidos ha respondido a las circunstancias cambiantes. Incluso antes de los
acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el fin de la Guerra Fría alteró
radicalmente el contexto en el que ésta agencia operaba. El programa cambió su
enfoque lejos de los grandes grupos concentrados en unos pocos lugares
(principalmente refugiados de Vietnam, la antigua Unión Soviética y la antigua
Yugoslavia) y empezó a admitir a los refugiados que representaron más de 50
nacionalidades al año. A menudo se realizan entrevistas a los refugiados por parte de
funcionarios estadounidenses y están dirigidas a las poblaciones más necesitadas de
oportunidades de reasentamiento en terceros países.
Los refugiados reasentados en Estados Unidos han enriquecido históricamente
esa nación. El Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos se basa en la
idea de que los refugiados deben ser económicamente autosuficientes lo antes posible.
El Departamento de Estado trabaja de cerca con las agencias que participan en la
recepción y el programa de Colocación (R&P) para asegurar que los refugiados reciban
servicios en los primeros treinta a noventa días después de la llegada, según en
conformidad con las normas establecidas. Durante y después del período inicial de
reasentamiento, el Departamento de Salud y Servicios a los Humanos (HHSS, por sus
siglas en inglés) ofrece liderazgo, asistencia técnica y fondos a los estados, el Distrito
de Columbia, y organizaciones sin fines de lucro para ayudar a los refugiados a ser
autosuficientes e integrarse en la sociedad. Los programas financiados por la Oficina
de Reasentamiento de Refugiados (ORR) utilizan métodos como la aplicación de la
58
fórmula y subvenciones discrecionales para proporcionar programas efectivos de
capacitación y asistencia médica, servicios de búsqueda de empleo y otros servicios a
los refugiados recién llegados. (Moser, 2006).
Una serie de factores crea desafíos para las agencias de reasentamiento que se
esfuerzan por satisfacer las necesidades de los refugiados en el programa. La
población de refugiados es cada vez más diversa lingüísticamente, con historias
educativas y laborales de gran alcance. Para preparar mejor a los refugiados a su
llegada a Estados Unidos, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos
sigue mejorando los temas de orientaciones culturales en el extranjero, incluyendo la
revisión de los planes de estudio y la formación del profesorado. En el año fiscal 2011,
se introdujeron programas de enseñanza del idioma inglés algunos refugiados en
Kenia, Tailandia y Nepal. Al introducir estos tipos de programas en el extranjero, se
logra así proporcionar las competencias básicas lingüísticas y promover el aprendizaje
de idiomas, dándole continuidad después de la llegada de los refugiados a Estados
Unidos.
Otra de las barreas más visibles es la escasez y disponibilidad de viviendas de
bajos recursos en muchas ciudades y pueblos de Estados Unidos. Así, se suma las
altas tasas de desempleo de Estados Unidos, siendo este indicador un reto para el
éxito del reasentamiento de los refugiados. Los Departamentos de Estado y de Salud y
Servicios Humanos están trabajando en estrecha colaboración con los Estados, las
agencias de reasentamiento, las ONG y los proveedores de servicios en más ajustes
para ayudar a los refugiados en este proceso.
59
2.2 Caracterización del Proceso de Ubicación de los Refugiados en
Estados Unidos.
Algunos refugiados son considerados para el reasentamiento a través de
programas en los países. En general, para ser considerado un refugiado, la persona
debe estar fuera de su país de nacionalidad o, si fueren apátridas, fuera de su país de
la última residencia habitual. En virtud de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) §
101 (a) (42) (B), sin embargo, el Presidente puede especificar las circunstancias bajo
las cuales las personas que están dentro de su país de nacionalidad o de última
residencia habitual puede ser considerado un refugiado a efectos de admisión a
Estados Unidos. La propuesta fiscal 2013 recomendó continuar dicho tratamiento en el
país de los grupos especificados en Iraq, Cuba, y Eurasia y los países bálticos. Las
personas para quienes el reasentamiento se solicita por un embajador de ESTADOS
UNIDOS. en cualquier lugar del mundo también pueden ser consideradas.
La Oficina de Población, Refugiados y Migraciones (PRM) de Estados
Unidos es responsable de coordinar y gestionar el Programa de Admisión de
Refugiados de Estados Unidos. Una parte crítica de esta responsabilidad es determinar
qué personas o grupos de entre los millones de refugiados en todo el mundo tendrán
acceso a la consideración de reasentamiento en los ESTADOS UNIDOS. La Sección
207 (a) (3) de la INA afirma que el Programa de Admisión de Refugiados a los
ESTADOS UNIDOS. destinará los ingresos entre los refugiados “de índole humanitaria
especial” a Estados Unidos en conformidad con la resolución dictada por el Presidente
después de consultar debidamente qué personas son “de preocupación humanitaria
especial” a Estados Unidos, con el propósito de considerar el reasentamiento de
refugiados, se determina a través de la admisión de refugiados el sistema de
prioridades del programa en los ESTADOS UNIDOS. Actualmente hay tres prioridades
60
o categorías de casos: Prioridad 1 - Los casos individuales que se refieren al programa
en virtud de sus circunstancias y la aparente necesidad de reasentamiento; Prioridad 2
- Grupos de casos designados a tener acceso al programa en virtud de sus
circunstancias y la aparente necesidad de reasentamiento; Prioridad 3 - Los casos
individuales de nacionalidades designadas que se les ha concedido acceso a los
efectos de la reunificación con miembros de la familia que ya están en Estados Unidos.
El acceso al programa, en una de las prioridades de procesamiento
mencionados anteriormente, no significa que el solicitante cumple con la definición
legal de “refugiado” o es admisible en Estados Unidos bajo el INA. La determinación
final de si un solicitante puede ser admitido como refugiado es hecha por el
Departamento de Seguridad Interna (DHS) de acuerdo con los criterios establecidos en
el INA y varios protocolos de seguridad. Los solicitantes que reúnen los requisitos para
el acceso a las prioridades establecidas se presentan frente a los oficiales de esta
agencia gubernamental para la entrevista.
Aunque las categorías de acceso al Programa de Admisión de Refugiados de
Estados Unidos se conocen como “prioridades de procesamiento”, es importante tener
en cuenta que entrar en el programa bajo una cierta prioridad no establece
precedencia, en el orden en que se procesan los casos. Una vez que los casos se
establecen como requisitos para acceder a una de las tres prioridades de
procesamiento, todos pasan por los mismos pasos de procesamiento.
Así, el caso prioridad 1 (P-1) permite la consideración de solicitudes de asilo de
personas de cualquier nacionalidad, por lo general con las necesidades apremiantes de
protección, para quienes el reasentamiento parece ser la solución adecuada y
duradera. Los casos de prioridad 1 son identificados y referidos al programa por el
ACNUR, la embajada de ESTADOS UNIDOS., o una ONG designada. El ACNUR, que
tiene el mandato internacional para proporcionar protección a los refugiados, ha
referido históricamente a la gran mayoría de los casos de esta prioridad. Algunas
organizaciones no gubernamentales que prestan asistencia humanitaria en lugares
61
donde hay grandes concentraciones de refugiados también han recibido una formación
de PRM y DHS / USCIS y han sido designados elegibles para proveer remisiones de
prioridad 1.
Las remisiones de los casos de prioridad 1 del ACNUR y las ONG suelen
presentarse al Coordinador Regional de Refugiados, que envía las remisiones
apropiadas al Centro de Reasentamiento y Apoyo (RSC) para la tramitación de los
casos y la programación de la entrevista con el DHS / USCIS.
Un embajador de ESTADOS UNIDOS. puede referir en caso de prioridad 1, a las
personas aún en su país de origen, si el embajador determina que estos casos están
en necesidad de un trato excepcional y los Departamentos de Estado y Seguridad
Nacional estén de acuerdo. En algunas instancias, el Departamento de Estado remite
casos de “beneficio significativo público” o Parole como una opción más apropiada.
Los casos de prioridad 2 (P-2) incluyen grupos específicos (dentro de ciertas
nacionalidades, clanes o grupos étnicos, a veces en lugares específicos) identificados
por el Departamento de Estado, en consulta con el DHS / USCIS, las ONG, el ACNUR
y otros expertos según la necesidad de reasentamiento. Algunos grupos prioritarios son
procesados en su país de origen. El proceso de identificar el grupo y sus características
incluye la consideración de si el grupo es de preocupación humanitaria especial a
Estados Unidos y si los miembros del grupo probablemente serán capaces de calificar
para la admisión como refugiados en virtud de la ley de los ESTADOS UNIDOS. Los
grupos pueden ser designados como prioridad 2 en el transcurso del año, según se den
las circunstancias y la necesidad de reasentamiento.
Existen dos modelos distintos de acceso al programa de prioridad 2: el acceso
abierto y acceso al grupo predefinido, normalmente por recomendación del ACNUR. En
ambos modelos, las designaciones de los casos de la prioridad 2 se basan en las
características comunes que definen el grupo. En general, la posesión de estas
características es la razón por la que el grupo ha sido perseguido en el pasado o se
enfrenta a la persecución en el futuro.
62
El modelo de acceso abierto para las remisiones de grupo de la prioridad 2
permite a las personas a buscar el acceso al programa sobre la base de los criterios
designados para reuniones. Para crear un grupo de libre acceso prioritario 2, el
Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos, en consulta con el DHS /
USCIS, y (en su caso) con el ACNUR y otros, define los criterios específicos de acceso.
Una vez que la denominación está en su lugar, los solicitantes pueden acercarse al
programa en cualquiera de los lugares de procesamiento especificados como
disponibles para el grupo para iniciar el proceso de solicitud. Los solicitantes deben
demostrar que cumplen con criterios específicos para establecer la elegibilidad para la
inclusión.
El modelo de acceso abierto ha funcionado bien en los programas en los países,
incluidos los programas en Eurasia y los países bálticos, y en Cuba. También se utilizó
con éxito en Vietnam durante casi treinta años (1980-2009), los refugiados bosnios
durante la década de 1990, y ahora está en uso para las minorías religiosas iraníes e
iraquíes con vínculos con Estados Unidos. (DOS, 2013)
El Centro de Apoyo de Reasentamiento (RSC) es responsable de la gestión de
acceso abierto de las aplicaciones dentro de la prioridad 2, trabajando bajo la dirección
del PRM, realiza una determinación preliminar en cuanto a si los solicitantes reúnen los
requisitos para el acceso y deben presentarse al DHS / USCIS para la entrevista. Los
solicitantes que claramente no cumplen con los requisitos de acceso son “descartados”
antes de la entrevista.
En contraste con un grupo de acceso abierto, una designación de grupo
predefinido normalmente se basa en una recomendación del ACNUR que establece los
criterios de elegibilidad que deben aplicarse a las personas en un lugar determinado.
Una vez que el programa ha establecido los criterios de elegibilidad para el acceso al
grupo, en consulta con el DHS / USCIS, la entidad de referencia (normalmente
ACNUR) proporciona los datos biográficos de los candidatos elegibles para el
procesamiento de la categoría de refugiados. Este tipo de referencia del grupo es
63
ventajoso en situaciones en las que la mano de obra necesaria para generar
derivaciones individuales sería impracticable, potencialmente perjudicial para los
solicitantes debido a retrasos o contraproducente. A menudo, los grupos predefinidos
se componen de personas con reclamos similares de persecución. El proceso de
remisión de los grupos predefinidos ahorra pasos y puede conservar los escasos
recursos, en particular para el ACNUR. Las remisiones de grupos predefinidos, con los
criterios de elegibilidad bien definidos y métodos claros para la verificación de la
pertenencia a un grupo, puede servir como elemento de disuasión contra el fraude, así,
evitar que los miembros del grupo no puedan acceder al Programa de Admisión de
Refugiados de Estados Unidos alegando falsamente la pertenencia al grupo. También
puede acelerar el proceso de reasentamiento en los casos en que las preocupaciones
inmediatas de protección están presentes.
En el caso de estudio de la Prioridad 3 (P-3) Categoría USRAP, permite el
acceso a los miembros de las nacionalidades designadas que tienen familiares directos
en Estados Unidos, que inicialmente entraron en calidad de refugiados o se les
concedió asilo. Al comienzo de cada año fiscal, se establece la lista de las
nacionalidades elegibles para el procesamiento de esta prioridad. El Subsecretario del
Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP por sus siglas en
inglés) puede modificar la lista durante el año, en consulta con el DHS / USCIS, pero
las adiciones o supresiones se hacen generalmente para coincidir con el año fiscal.
La inclusión en la lista de P-3 representa un pronunciamiento de USRAP que la
nacionalidad es motivo de preocupación humanitaria especial a Estados Unidos con el
propósito de procesamiento de refugiados de reunificación familiar. Las nacionalidades
elegibles son seleccionadas después de un examen cuidadoso de varios factores.
Evaluación anual del ACNUR a los refugiados que necesitan reasentamiento da una
idea de las situaciones de refugiados en curso, lo que podría crear la necesidad de
procesamiento de reunificación familiar. Además, los esfuerzos de repatriación
64
potenciales o en curso y los intereses de política exterior de Estados Unidos deben son
tomados en cuenta para determinar qué nacionalidades deben ser elegibles.
Anteriormente, con el fin de calificar para el acceso a los procedimientos P-3, el
solicitante debe haber estado fuera de su país de origen, haber tenido una Declaración
Jurada de Parentesco (AOR) presentada a su nombre por el familiar elegible en
Estados Unidos durante un período en que la nacionalidad se incluye en la lista de
elegibilidad, y se han aprobado para procesamiento posterior por el DHS / USCIS y el
Programa de Acceso y Verificación de la Unidad de Refugiados.
Los miembros familiares que realizan la petición y son clasificados para la
inclusión en el procedimiento son los siguientes: cónyuges, hijos solteros menores de
21 años y / o padres. Es importante aclarar que los familiares que realizan la petición y
que califican son personas que ingresaron a Estados Unidos como refugiados o se les
concedió asilo, incluidas las personas que son residentes legales permanentes o
ciudadanos estadounidenses que inicialmente ingresaron a Estados Unidos como
refugiados o se les concedió asilo.
Además de los miembros de la familia que califican con base en la lista anterior,
se pueden analizar otros individuos de una forma casos por casos en otras bases. Por
ejemplo, un individuo puede ser añadido a un caso de P-3 si esa persona:
1) vivían en el mismo hogar que el miembro de la familia de calificación en el
país de su nacionalidad o, si fueren apátridas en su última residencia habitual;
2) era parte de la misma unidad económica, miembro de la familia de calificación
en el país de su nacionalidad o, si fueren apátridas en si última residencia habitual, y
3) demuestre circunstancias humanitarias excepcionales y apremiantes que
justifican su inclusión en el caso del miembro de la familia que califica.
Estas personas no son cónyuges o hijos, bajo la ley INA 207 (c) (2) (A) y por lo
tanto no pueden obtener la condición de refugiados del solicitante principal. Deben, por
lo tanto, probar que ellos califican como refugiados de forma independiente.
65
En marzo de 2008, en consulta con el DHS / USCIS, la Oficina de Población,
Refugiados y Migración (PRM por sus siglas en inglés) suspendió el procesamiento P-3
y dictó una moratoria de las entradas autorizadas de P-3 desde ciertos lugares de
procesamiento debido a los indicios extremadamente altos de tasas de fraude
identificados a través de pruebas pilotos de ADN, principalmente refugiados
procedentes de Somalia y Eritrea. Además, en octubre de 2008, PRM suspendió la
aceptación de todas las nacionalidades, mientras PRM y DHS / USCIS examinaron si
los procedimientos adicionales podrían ser incorporados en los procesamientos P-3
para detectar y prevenir el fraude en el futuro. (DOS, 2012).
En el año fiscal 2013, se reanudó el proceso P-3 con un sistema aprobado de
Declaración Jurada de Relación (AOR por sus siglas en inglés), a través de la forma del
Departamento de Estado de Estados Unidos (DS-7656). Este nuevo procedimiento
contiene nuevas leyes sobre las sanciones por la comisión de fraude, y alerta a los
contribuyentes que las pruebas de ADN para establecer parentesco biológico se
requieren para acceder a la entrevista de USCIS para la admisión de refugiados a
Estados Unidos a través del programa P-3. PRM y USCIS han trabajado en estrecha
colaboración con las agencias de reasentamientos para asegurarse de que los
aspirantes están conscientes de los cambios en la forma y el programa P-3, y han
proporcionado formación para que puedan educar a su propio personal afiliado. Del
mismo modo, se trabajó en estrecha colaboración con los Centros de Soporte de
Reasentamiento (RSC, por sus siglas en inglés) en el extranjero para garantizar una
recolección rigurosa de ADN y la protección de esos centros.
En cuanto a los programas de procesamiento en los países de origen, se
observa que existen algunas naciones donde los individuos continúan teniendo acceso
a los servicios en el marco de las designaciones de los grupos de a Prioridad 2. Para la
región de Eurasia y los países bálticos, esta prioridad se aplica a los Judíos, cristianos
evangélicos y los ucranianos practicante de las religiones católicas y ortodoxos
identificados en la Enmienda Lautenberg, Ley Pública N º 101-167, § 599D, 103 Stat.
66
1261 (1989), en su versión modificada ("Enmienda Lautenberg"). Con la renovación
anual de la Enmienda Lautenberg estos individuos son considerados minorías dentro
de un estándar probatorio reducido para establecer un temor de persecución fundado.
Además, se incluyen en este programa de Prioridad 2 a Cuba. De esa manera
califican los activistas de derechos humanos, miembros de minorías religiosas
perseguidas, ex presos políticos, conscriptos de trabajos forzados (durante 1965-1968),
las personas privadas de sus credenciales profesionales o sometido a otro tratamiento
sumamente desfavorable o discriminatorio derivado de su percepción o creencias
actuales políticas o religiosas o actividades, y las personas que han sufrido daño o
miedo a causa de su relación (familiar o social) a alguien que entre en una de las
categorías anteriores.
En otro análisis, se aprobaron a los Iraquíes Asociado con Estados Unidos
(SIVs, por sus siglas en inglés que se refiere a Visas para Emigrantes Especiales). Bajo
diversas denominaciones de la Prioridad 2, incluidos los establecidos en la crisis de
refugiados en la Ley de Iraq, los empleados del gobierno de los ESTADOS UNIDOS.,
un contratista o concesionario de los ESTADOS UNIDOS. financiado por el gobierno,
los medios o las ONG que trabajan en Iraq, y algunos de los familiares de dichas
personas, así como los beneficiarios de la I-130 (visa de inmigrante) con peticiones
aprobadas, fueron elegibles para el procesamiento de refugiados en Iraq. Este
programa ha operado en Jordania y Egipto, además del programa en el país en Iraq.
Existen además otros grupos de interés humanitario fuera de sus países de
origen. Aquí se encuentran las minorías étnicas y otros grupos de Birmania en los
campamentos de Tailandia. Bajo esta designación, las personas que han huido de
Birmania y que están registradas en nueve campos de refugiados a lo largo de la
frontera entre Tailandia/ Birmania y que se identifican por el ACNUR como en
necesidad de reasentamiento son elegibles para su procesamiento. Las minorías
étnicas de Birmania en Malasia que son reconocidas por el ACNUR como refugiados
en Malasia e identificadas como en necesidad de reasentamiento son elegibles para su
67
procesamiento. Así, los refugiados butaneses registrados por el ACNUR en los
campamentos de Nepal e identificados como en necesidad de reasentamiento son
elegibles para su procesamiento.
Los grupos Iraníes de ciertas minorías religiosas tienen derecho a este
tratamiento y son considerados minorías de un estándar probatorio reducido para el
establecimiento de un temor fundado de persecución, de acuerdo a la renovación anual
de la Enmienda Lautenberg modificada en 2004 por la Sección. 213, División E, de la
Ley de Asignaciones Consolidadas de 2004, PL 108-199 ("la enmienda de Specter").
68
CAPÍTULO 3
EL REASENTAMIENTO COMO SOLUCIÓN DURADERA GLOBAL AL
PROBLEMA DE LOS REFUGIADOS.
3.1. Análisis Histórico del Reasentamiento Global: Antecedentes.
Desde hace muchos años, la migración irregular y de solicitantes de asilo han
dominado el discurso sobre refugiados dentro y entre los gobiernos. En virtud de todo,
relativamente en raras ocasiones, la discusión acerca de los refugiados se desvía más
allá de este enfoque que casi siempre ha estado en el tema de la integración,
especialmente en los países desarrollados que se enfrentan a la necesidad de dar
respuesta a su población cada vez más diversa. Mientras tanto, otras áreas de
actividades relacionadas con los refugiados han ignorado este asunto en gran medida.
Una de esas áreas es el reasentamiento. Es lamentable que este sea el caso,
como el reasentamiento no es sólo acerca de dar a los refugiados vulnerables la
oportunidad de una nueva vida, como se explicará más adelante, tiene una variedad de
otros usos que tienen una aplicación mucho más amplia que la simple asistencia a los
reasentados.
En el año 2002, Garry Troeller, un alto funcionario del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), escribió un artículo en el que expone
la historia del reasentamiento y reflexionó sobre la forma en que se estaba utilizando la
protección en ese momento dentro del marco más amplio de los refugiados. Desde
entonces, con la excepción de algunos documentos de circulación producidos
limitadamente por el ACNUR, lo escrito sobre esta materia ha sido escaso y en la
mayoría de los casos, las referencias al reasentamiento han sido, ya sea a una
determinada situación específica o secundaria, y no al foco principal de este fenómeno.
.
69
El reasentamiento es un tema que merece ser tomado en serio por los
encargados de dar forma a su política y las personas que dirigen estos programas. Por
lo tanto, es el momento para darle continuidad a lo iniciado por Troeller en 2002. La
investigación anterior fue una instantánea sobre el reasentamiento en el momento
cuando el ACNUR estaba celebrando su 50 aniversario. Este autor analizó la evolución
del reasentamiento y en los problemas y desafíos de la época. En este capítulo se va a
profundizar en éste análisis. Se comenzará repasando los momentos clave en la
historia del uso del ACNUR en el programa de reasentamiento, aunque en este caso
centrándose particularmente en los acontecimientos de la década transcurrida. Del
mismo modo se distinguirán los temas que están actualmente en la agenda de los que
participan en la ejecución del programa de reasentamiento del ACNUR. De este modo,
se busca fomentar el debate y mejorar la eficacia del uso del reasentamiento como
instrumento de protección, como una solución duradera y como expresión tangible de
la solidaridad donde el ACNUR se mueve hacia a su séptima década.
De esa manera, se argumenta sobre el concepto propiamente elaborado donde
se explica que el reasentamiento implica la selección y transferencia de refugiados
desde un estado a un segundo o tercer estado en el que se ha buscado protección y
que ha aceptado admitir a las personas como refugiados con la condición de residente
permanente. El estado siempre asegura la protección contra la devolución y
proporciona a un refugiado reasentado y a su familia o dependientes con acceso a los
derechos similares a las de los nacionales.
El reasentamiento, según el ACNUR, también trae consigo la oportunidad de
convertirse eventualmente en un ciudadano naturalizado de los países de
reasentamiento. La anterior definición de reasentamiento, presentada en el recién
publicado Manual de Reasentamiento del ACNUR, es consistente con la mayoría de los
puntos de vista de los practicantes en cuanto al significado del término. Deja en claro
que el reasentamiento es el acto de identificación y selección de un refugiado
vulnerable para la reubicación en un tercer país a efectos de garantizar la protección y
70
dar refugio a su familia con el fin de garantizarles un futuro seguro (ACNUR, 2013). Lo
que la definición no hace, sin embargo, es dar alguna idea de la complejidad del
concepto y sus múltiples aplicaciones.
El reasentamiento ha sido una herramienta importante usada por el ACNUR
desde que la agencia fue fundada hace 60 años. Es coherente con su mandato básico
en tanto, ya que es un medio por el cual el ACNUR puede asegurar la protección y las
soluciones duraderas para los refugiados. Como se estudiará en la siguiente sección, la
forma en que se ha utilizado y la importancia que se da al mismo según el ACNUR, han
variado mucho con el tiempo. Como punto de partida, es relevante observar cómo el
ACNUR explica las funciones de reasentamiento a través de tres aspectos igualmente
importantes. En primer lugar, se trata de una herramienta para proporcionar protección
internacional y satisfacer las necesidades específicas de los refugiados individuales
cuya vida, la libertad, la seguridad, la salud y otros derechos fundamentales están en
riesgo en el país donde buscaron refugio. En segundo lugar se trata de una solución
duradera para los números más grandes o grupos de refugiados, junto con las otras
soluciones duraderas de repatriación voluntaria y la integración local en terceros
países. Esto puede ser una expresión tangible de la solidaridad internacional y un
mecanismo de reparto de responsabilidades, que permite a los estados ayudar a
compartir la responsabilidad para la protección de los refugiados, y reducir los
problemas que afectan al país de asilo. (ACNUR, 2013).
Sin pretender impugnar deferencias, no sería correcto ver éstas como las únicas
formas en las que el reasentamiento puede ser utilizado para promover el mandato del
ACNUR. Cuando se utiliza estratégicamente, el reasentamiento no sólo tiene muchas
otras funciones, pero también tiene la capacidad de influir en muchas más vidas, y no
solamente en las de los refugiados seleccionados para la reubicación.
El reasentamiento ha sido utilizado para realizar una gama muy amplia de
funciones, incluyendo, entre otros aspectos, actuar como un incentivo para que los
estados de acogida entablen un diálogo con el ACNUR y otros actores claves;
71
fortalecer la participación de la sociedad civil y la capacidad en el ámbito de la
protección de los refugiados; proporcionando un incentivo ofrecido a los países de
primer asilo para mantener abiertas sus fronteras en situaciones de afluencia masiva,
evitando el retorno forzado de personas o grupos y como un incentivo para disuadir a
los países a no devolver a los refugiados; ayudando a descongestionar y/o a consolidar
los campamentos y así mejorar las condiciones de vida de los que se quedan; reducir
los movimientos de población en el país, como los de los campamentos a las zonas
urbanas; promover esta política en los estados anfitriones para abrir el acceso a las
oportunidades de subsistencia, la salud, la educación, el empleo y otros derechos en
los países de primer asilo (Brick, 2010).
Además, se proporciona una solución para grupos enteros de refugiados para
quienes ni la devolución y la integración local son opciones; aumentar la autosuficiencia
de los refugiados y el bienestar a través de la recepción de las remesas de familiares y
amigos reasentados; reunir a las familias separadas por la guerra y el desplazamiento;
influir en el comportamiento y las actitudes de los refugiados, por ejemplo a través de la
disminución de la violencia sexual y de género, el aumento de la matrícula en la
educación y la formación profesional, la reducción de la dependencia y fomentar la
participación en medios de subsistencia; el fomento de la cohesión comunitaria y
proporcionar oportunidades para los servicios que antes se prestaban sólo a los
refugiados; el fortalecimiento de la movilización y la participación en las iniciativas de
construcción de paz de los refugiados y finalmente, brindar oportunidades para que los
refugiados adquieran destrezas, educación y experiencia en los países de
reasentamiento que pueden contribuir a la reconstrucción de su país de origen cuando
la situación lo permita (Brick, 2010).
Cada una de las funciones anteriores de reasentamiento se centra
principalmente en el país de primer asilo y de los refugiados en ese contexto. Hay, sin
embargo, otros beneficios que se derivan del uso estratégico del reasentamiento que
tienen un rango geográfico más amplio.
72
En un contexto regional, el reasentamiento puede ayudar a equilibrar las cargas
y las responsabilidades de los países de acogida, fomentar el diálogo abierto sobre la
manera de fortalecer la protección de refugiados y reducir la influencia de tráfico de
personas y la trata de personas. También puede contribuir a la reducción de la
influencia de algunos de los factores push-pull en las migraciones que participan en los
movimientos de refugiados. Los programas de reasentamiento se han mostrado en
beneficio de los países receptores de muchas maneras. Los que vienen, traen consigo
muchas habilidades y atributos que contribuyen no sólo a la economía sino también a
la estructura social y cultural del país. Por otra parte, los programas de apoyo puestos
en marcha para reasentamiento de los refugiados contribuyen a fomentar actitudes
positivas hacia los refugiados y a influir sobre los efectos en términos de apoyo a los
solicitantes de asilo.
Además, es pertinente señalar que han existido casos, aunque poco frecuentes,
cuando el reasentamiento ha contribuido a la intermediación de los dividendos de
protección en el país de origen. En general, esto sólo sería posible si el país tiene un
gobierno relativamente estable que se ha preparado (por lo general bajo presión
sostenida de otros estados) para participar en las discusiones multilaterales. La
participación del Gobierno de Vietnam, por ejemplo, fue fundamental para las
conciliaciones del Plan General de Acción para los Refugiados de Indochina 1989-1996
(Hohm y Moser, 1999).
Como se discutirá más adelante, el uso del reasentamiento como una
herramienta de protección para cualquiera de las otras funciones descritas
anteriormente, ha sido fuertemente influido con el tiempo por una variedad de factores.
Mientras que el conflicto y el desplazamiento crean la necesidad de plazas de
reasentamiento, estos elementos no son los principales determinantes.
Para comprender mejor este proceso, es importante retomar algunos de los
orígenes históricos de este fenómeno. Mientras que las personas se han trasladado de
un lugar a otro en busca de protección desde tiempos inmemoriales, la reubicación
73
sistemática y organizada de la gente sólo comenzó a surgir como una herramienta de
protección en el período entre las dos guerras mundiales. A principios de la década de
1920 unos 45.000 rusos que habían huido a China después de la Revolución Rusa
fueron asistidos para relocalizarse cuando el dominio emergente del régimen comunista
amenazó su residencia permanente en esa región (Holman, 1996). Una década más
tarde, una serie de organizaciones internacionales fueron acusadas de ayudar a los
judíos y otros que enfrentaban la persecución a manos del Partido Nacional Socialista
(nazi), por trasladarse a un lugar seguro (Holman, 1996). No fue sino hasta después de
la Segunda Guerra Mundial, que el reasentamiento entró en su balance como se
conoce hoy.
Cuando terminó la guerra, había 21 millones de personas desplazadas en toda
Europa. La entonces recientemente creada Naciones Unidas creó la Organización
Internacional de Refugiados, OIR (IRO por sus siglas en inglés) para hacer frente a la
situación (Holman, 1996). Al principio, la repatriación fue vista como la respuesta, pero
rápidamente se hizo evidente que muchos de los desplazados tenían razones válidas,
incluyendo miedo a la persecución, a no volver a casa y así se buscaron otras
soluciones. Entre 1947 y 1951, la OIR presidió el reasentamiento de más de 1 millón de
refugiados (80% a destinos fuera de Europa) y, al mismo tiempo, menos de 75.000
personas fueron repatriados bajo los auspicios del OIR (Holman, 1996).
Por el momento la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) se estableció en 1951, el reasentamiento se estableció
firmemente como una herramienta de protección y, la naciente organización, no sólo se
hizo cargo de la IRO para encontrar soluciones duraderas para los desplazados por la
guerra. Pronto se encontró a sí misma utilizando un sistema similar para ayudar a los
desplazados como la Unión Soviética trató de aumentar su control sobre Europa del
Este en los años 1950 y 1960.
Una serie de factores condujo a la habilidad con la que el reasentamiento pudo
ser empleado. Entre las más destacadas se encontraba el ambiente político de la
74
época. Estas personas estaban huyendo de los regímenes comunistas y la política de
la Guerra Fría dictaba que no era aceptable enviarlos a casa. De haberlo hecho, habría
socavado los programas internacionales y nacionales de los prominentes estados
occidentales. Oportunamente también, se tenía una época de rápido crecimiento
económico en el Nuevo Mundo y países como Estados Unidos, Canadá y Australia
vieron el restablecer a los refugiados como una manera de reponer fuerzas, tanto de
mano de obra que se habían empobrecido por la guerra y alcanzar la meta de
crecimiento.
La década de 1970 fue la década en la que el reasentamiento se alejó de ser
visto como una solución justa para los europeos. Primero fue la necesidad de
responder a la expulsión de los asiáticos de Uganda en 1972 y luego a los
desplazamientos que siguieron al golpe de Estado en Chile en 1973. En ambos casos,
un número significativo de países, tanto dentro de la región afectada y en otros lugares
han respondido ofreciendo plazas de reasentamiento a unos 45.000 personas (Boas,
2007. Estos fueron, sin embargo, los compromisos de una sola vez y en pocos casos ni
los estados que reciben refugiados piensan en esto como un precursor de un
compromiso continuo.
Como esto sucedía, otro progreso se desarrollaba en otra región que tendría un
impacto mucho más profundo en la forma en que se ve el reasentamiento y como se
utilizaría en lo sucesivo. El imperativo de responder a un éxodo masivo que siguió a la
consolidación del poder dentro de la República Socialista de Vietnam, a lo que Troeller
refirió como “(..) el reasentamiento de inmigración mecanizada y orientada a un marco
de acuerdos multilaterales (…)” (Troeller, 9, 2002).
En el caso de Vietnam en realidad existieron dos acuerdos separados. El
primero se alcanzó en la Conferencia Internacional sobre los Refugiados de Indochina
en Ginebra en el 1979. En esencia, se trataba de un acuerdo quid pro quo entre los
gobiernos occidentales y del sudeste asiático por el que los estados occidentales
acordaron reubicar a los refugiados a cambio de garantías de los gobiernos del sudeste
75
asiático que iban a concederles su entrada. Como resultado, más de 1 millón de
refugiados indochinos se les dio asilo temporal en el sudeste asiático y luego fueron
reubicados en Occidente entre 1979 y 1988. El reconocimiento de las deficiencias
inherentes a este acuerdo, aunque no menos importante, fue el hecho de que cada vez
más muchos de los que huían de Indochina lo hacían con la esperanza de buscar
mejorías económicas y no cumplían con la definición de refugiado. Esto originó al
desarrollo de un segundo y más sustantivo acuerdo, el Plan General de Acción de
Indochina (CPA), que fue adoptado en 1989.
A diferencia del acuerdo anterior, el CPA se involucró caso por caso, en la
determinación del estatuto y el acuerdo de los países de origen para facilitar el retorno
seguro y digno de los que se encuentran en la categoría de no refugiados. Mientras
tanto, los países de primer asilo en la región se re-comprometieron con el principio de
otorgar asilo temporal y los que se encontraban en la condición como refugiados serían
reasentados en otros lugares y países de reasentamiento que se comprometían a
reubicarlos. Además, Vietnam acordó no sólo facilitar el regreso de los que se
encontraban inelegible para el estatuto de refugiados, sino también para introducir un
programa de salida ordenada de los que huyen del país. En ese tiempo, en el CPA se
registraron oficialmente más de medio millón de personas hasta el 30 de junio de 1996
(Troeller, 2002)
Mientras que otros grupos de refugiados fueron reasentados en la época del
éxodo indochino, es justo decir que ninguno tenía el mismo impacto en las actitudes
hacia el reasentamiento y su relación con las otras soluciones duraderas.
En el momento de la Conferencia de 1979 sobre los Refugiados de Indochina, el
reasentamiento fue visto como una solución duradera para el 5% de la población
mundial de refugiados. La integración local también fue una opción preferida y
alcanzable, especialmente para los refugiados en África y América Latina. A medida
que los años pasaban y los barcos seguían llegando, todo esto cambió. La creciente
preocupación y el reconocimiento de las motivaciones detrás del éxodo de Vietnam fue
76
traducido como factores de atracción asociados con la oferta de plazas de
reasentamiento y el cinismo sobre el uso del reasentamiento para la protección.
A finales de 1990, sólo cerca del uno por ciento de la población mundial de
refugiados tenía acceso al re-asentamiento y para cuando la CPA culminó sus
funciones, esta proporción había bajado aún más hasta la cuarta parte de lo proyectado
anteriormente. Del mismo modo, el éxodo de Indochina tuvo un impacto en la manera
que la integración local se percibía. La intransigencia del sureste de Asia declara en
relación con su negativa al permitir la integración local y contribuyó a legitimar la idea
de que los estados pueden negarse a ofrecer una solución duradera a los que buscan
refugio en su territorio.
Es injusto, sin embargo, culpar a Indochina de la situación de las actitudes
cambiantes hacia el reasentamiento y la integración local en esa área. Los
acontecimientos políticos y económicos globales también jugaron un papel importante.
El fin de la Guerra Fría acabó con las motivaciones políticas que habían sustentado
hasta el momento una gran cantidad de pensamientos en torno a la política de
refugiados y también significó que la condición de refugiado se concediera ya
automáticamente de acuerdo con los estereotipos políticos. Además, la década de
1990 fue también una época en la que el crecimiento económico se estancó y el
reasentamiento ya no era el incentivo para que los estados mirasen a los refugiados
como una solución para cubrir la escasez de mano de obra.
Por lo tanto, se hizo necesario centrarse en la repatriación voluntaria y la década
de 1990 se declaró como el decenio de la repatriación. Otros eventos en muchas
partes del mundo permitieron a varios retornar a sus países de origen en grandes
escalas. No existía un optimismo inicial de que el fin de la Guerra Fría también
significaría el fin de lo negro y a lo que Betts se refirió como el ciclo de refugiado (el
ciclo de la violencia, la persecución y la huida). La atención se centró en gran medida a
la repatriación, tanto en el debate político y también en el nivel de ejecución de los
programas (Betts, 2006).
77
Es importante señalar que en Indochina la CPA no fue el único acuerdo
multilateral sustantiva negociado en 1989. El otro fue el “Plan de Acción Concertado”
(CIREFCA). CIREFCA es el acrónimo español para la Conferencia Internacional sobre
Refugiados Centroamericanos y en esta conferencia, Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México y Nicaragua adoptaron lo que eventualmente se
convirtió en un acuerdo de cinco años para encontrar soluciones a los problemas de las
poblaciones desarraigadas en las regiones devastadas por el conflicto (1989-1994). El
caso de la CIREFCA no se está discutiendo en este contexto, ya que, a diferencia de la
CPA, la atención se centró en la repatriación y la integración local, el reasentamiento
sólo juega un papel menor. De esa manera, las cifras del número de refugiados
indochinos reasentados variaron considerablemente.
A finales del año 1990, el ACNUR registró 46.755 salidas a los 10 países
tradicionales de reasentamiento más 5.240 salidas especiales, teniendo un total de
aproximadamente 52.000 salidas (que equivale al uno por ciento de la población
mundial de refugiados en ese momento). Así, el ACNUR registró 27.000 salidas de
reasentamiento en 1996. Por ejemplo, entre 1992 y 1996, 2,7 millones de refugiados
regresaron a Afganistán y 1,7 millones de refugiados regresaron a Mozambique, y
existieron otros retornos considerables durante este período para Etiopía y Eritrea (1
millón) y Camboya (370,000). En total, unos 9 millones de personas regresaron a su
tierra natal durante este periodo de seis años (Betts, 2006).
La falta de interés político en el reasentamiento significaba que ya éste no era
una prioridad para el ACNUR. Esto a su vez conduce a una reducción de la capacidad
interna del ACNUR para identificar a los refugiados para su reasentamiento, que a su
vez condujo a la reducción de los números que representaban a las poblaciones
reasentadas. Como se mencionó anteriormente, en 1979 fueron reasentados
aproximadamente 1 de cada 20 refugiados. En 1990 se redujo a 1 de cada 100 y en
1996 era de 1 en 400. Además, la reducción de las cuotas de los principales países de
reasentamiento ocasionó, comparativamente, poco debate o preocupación.
78
A finales de la década de 1990, el reasentamiento fue visto como la “tercera”
solución duradera, la que sólo tenía relevancia cuando ni la repatriación ni la
integración en el país de primer asilo era una opción.
Esto no quiere decir que las entidades no estaban evolucionado en el ámbito del
reasentamiento, aunque en gran medida en el nivel administrativo. A mediados de la
década de 1990, se creó el Grupo de Trabajo sobre Reasentamiento. Este fue un grupo
consultivo compuesto por representantes del ACNUR y funcionarios de los gobiernos
de los países que se asociaron con el ACNUR para ofrecer plazas de reasentamiento.
Actualmente, se reúnen tres veces al año para discutir las nuevas orientaciones de la
política sobre reasentamiento y dirigir los esfuerzos de las agencias para mejorar el uso
del reasentamiento como instrumento de protección internacional, una solución
duradera, un compromiso y un mecanismo de reparto de las responsabilidades.
Sería deshonesto no reconocer que algunos de esos asuntos administrativos
eran de hecho muy valiosos, como el desarrollo de la metodología de procesamiento
de grupo que simplificó los trámites y niveló el camino para aumentar la capacidad de
reasentamiento.
Por otra parte, se creó la conferencia Internacional sobre la Acogida e
Integración de Refugiados Reasentados, otro programa que tuvo poco impacto en los
debates más amplios de refugiados de la época. Con el inicio del siglo XXI, se vinieron
una serie de iniciativas que a la vez trajeron al reasentamiento de nuevo en el centro de
atención, pero que también, sin darse cuenta, sirvieron para empañar aún más su
imagen.
A finales del 2000, el ACNUR inició las Consultas Mundiales sobre la Protección
Internacional, en un intento de revitalizar el régimen internacional de los refugiados,
reuniendo a los estados del Norte y del Sur para encontrar alguna forma de
convergencia entre las necesidades de protección de los refugiados y de los intereses
de los mismos. Las consultas se prolongaron durante dos años y dio lugar a dos
importantes resultados: la Declaración de 2001 de los estados que reafirmó el mandato
79
del ACNUR y el Programa de Protección que fueron aprobados por la Asamblea
General de la ONU en 2002.
El Programa de Protección pidió una acción específica a los estados, el ACNUR
y las organizaciones no gubernamentales para mejorar el respeto a los principios de la
Convención de 1951, respondiendo a las implicaciones de seguridad de los
movimientos de refugiados, mejorar la distribución de la carga con los países de primer
asilo, para encontrar soluciones duraderas más previsible, y atender las necesidades
específicas de protección de las mujeres y los niños refugiados. Con respecto al
reasentamiento, el Programa de Protección solicitó a los estados aumentar su número
de reasentamiento; diversificar los tipos de grupos de refugiados aceptados para su
reasentamiento; introducir criterios más flexibles con el fin de conseguir más opciones
para soluciones duraderas, en especial para los refugiados con situaciones
prolongadas; y un mayor énfasis en las necesidades de protección en materias de
género (además de los programas de las mujeres en situación de riesgo) dentro de los
programas de reasentamiento.
Mientras que se intentaba un alcance amplio, el Programa de Protección no
logró los resultados deseados. Fue tal vez demasiado ambicioso para su época,
tratando de abordar demasiadas cuestiones. Además, al ser una aspiración más que
un documento vinculante, necesitaba promotores con el fin de suscitar y animar a los
agentes pertinentes a participar en lo llamad buena fe. Lamentablemente se carecía de
éstos, incluso dentro del ACNUR.
Al igual que los anteriores acuerdos, se buscaba un enfoque multifacético para
hacer frente a una situación particular. La inclusión de reasentamiento dentro de dichos
acuerdos era de esperar, pero también era estratégica. Fue visto como una manera de
atraer a nuevos estados de reasentamiento y restablecer el reasentamiento como
solución duradera válida.
El país seleccionado como eje para el modelo renovado CPA era Somalia y los
esfuerzos para negociar un acuerdo continuaron a lo largo de 2004 y 2005. Sin
80
embargo, el programa piloto CPA en Somalia no fue un éxito. Fracasó por un número
de razones, incluyendo pero no limitado a la ausencia de un gobierno central en
Somalia con el que negociar, la falta de compromiso por parte del personal de alto nivel
dentro del ACNUR en los momentos cruciales, motivaciones mixtas de los donantes
(muchos de los cuales estaban principalmente preocupados por detener el movimiento
irregular) y, finalmente, la pérdida de confianza por todas las partes en el proceso.
3.2 Programas Sociales en Estados Unidos: Solución Duradera.
Estados Unidos han mostrado históricamente que su política para admitir a los
refugiados tiene una connotación humanitaria de mucho alcance, reflejando sus
valores y tradiciones. (ORR, 2007). Por lo tanto, los refugiados reasentados en Estados
Unidos se les dan estatus migratorio legal, reconociéndoles su condición de residente
legal permanente después de 1 año y se les brindan asistencia pública con los
fundamentos básicos para reconstruir sus vidas, con la asistencia de la Oficina de
Reasentamiento de Refugiados (ORR), el Departamento de Salud y Servicios Humano
y la Administración para Niños y Familias. A los refugiados se les ofrecen dinero en
efectivo, asistencia médica y los servicios sociales como los servicios de empleo, por
un período de tiempo limitado. Este tipo de asistencia, que no se proporciona a todos
los inmigrantes, está diseñado para que los refugiados puedan conseguir empleo y
llegar a ser económicamente autosuficiente, tan pronto como sea posible después de
su llegada y apoyar su integración social en este país (ORR, 2007).
Desde 1975, se han reasentado unos 2.6 millones de refugiados en Estados
Unidos (ORR, 2008), aunque estas cifras disminuyeron inmediatamente después de los
ataques del 9/11; cuando la nueva legislación contra el terrorismo contribuyó a este
descenso. En el año 2006, 41.150 personas fueron admitidas como refugiados y
26.113 recibieron asilo, y en 2007, 48.217 refugiados fueron admitidos y 25.270 se les
81
otorgó el estatus asilados (DHS, 2006, 2007, 2008). Cabe explicar que la diferencia
entre refugiados y asilados radica en que estos primeros son procesados para su
admisión en las oficinas consulares establecidas fuera de Estados Unidos y los
asilados son personas que solicitan protección en las fronteras de Estados Unidos con
Canadá o México o ya se encuentran dentro del país y realizan los trámites frente a un
juez u oficial de inmigración asignado por el Departamento de Seguridad Interna (DHS,
por sus siglas en Inglés).
Según Newland, la composición de los refugiados ha cambiado en los
últimos años, en paralelo con la evolución de las crisis humanitarias en todo el mundo y
reflejando las prioridades de la política exterior estadounidense (Newland, 2007). A
partir del 1983, la ORR comenzó a llevar registros de llegadas de refugiados donde
procedentes de cinco países han representado el 75 por ciento de todas las llegadas: la
antigua Unión Soviética con un 25%, Vietnam 23%, Cuba 13%, la ex Yugoslavia 8% y
Laos 6% (ORR, 2008). Más recientemente, en 2006, los principales países de origen
de los refugiados admitidos en los ESTADOS UNIDOS. fueron Somalia, Rusia y Cuba y
para las personas que se les concedió asilo fueron China, Haití y Colombia (DHS,
2006, 2007, 2008).
De esta manera, algunos investigadores han encontrado que el ajuste
económico de los refugiados ha sido un proceso relativamente exitoso y rápido en
general. Por ende, dentro de los propósitos generales de este estudio exploratorio se
encuentra conocer cuáles son los factores y enfoques que contribuyen a la
autosuficiencia económica de los refugiados y el éxito de la ORR en lograr el empleo
para los refugiados. Se emplearon métodos cualitativos para obtener información para
este estudio, incluyendo una revisión de la literatura, una propuesta de debates con
una muestra del personal y los proveedores de programas de reasentamiento y visitas
de investigación dirigidas a oficinas de las Agencias Voluntarias sin Fines Lucrativos
(Non-Profit VOLAGS por sus siglas en Inglés) en el Condado de San Diego tales como
Catholic Charities Refugee Services (CCDSD), Jewish Family Services (JFS) y The
82
International Rescue Committee (The IRC). Estas agencias son encargadas de
administrar y los fondos de los programas de reasentamiento para los refugiados y a su
vez, proveen servicios de empleo a través del programa Wilson Fish de la ORR. (ORR,
2007).
A pesar del éxito de la ORR en ayudar a los refugiados a obtener empleos en un
tiempo relativamente corto, los resultados de una encuesta aplicada en el 2005 por la
ORR a refugiados en los ESTADOS UNIDOS, revelaron una disminución significativa
del empleo y menores tasas de autosuficiencia con respecto a años anteriores. Estos
hallazgos indican que el recibir a un mayor número de refugiados con menor
educación, la incapacidad para hablar inglés o el analfabetismo pudieran ser los
resultados de tener perspectivas menores de empleo y autosuficiencia. Sin embargo,
en las notas de la ORR se señala que, a pesar de los obstáculos que enfrentan, los
refugiados están entrando a la fuerza laboral a un ritmo bastante alto y no hay pruebas
de que los recién llegados generen una dependencia a largo plazo de los programas de
asistencia pública.
Por otra parte, revisando estos informes, los resultados indicaron que los
factores demográficos tuvieron una gran influencia en la condición económica del
refugiado, por ejemplo, la composición del hogar, sexo, edad, educación y etnia. Otros
factores que contribuyen al empleo exitoso incluyó el nivel de dominio del idioma inglés,
el apoyo social de redes religiosas, políticas y sociales, el acceso y uso de los servicios
de empleo y sociales proporcionados por las oficinas de reasentamiento y organismos
de carácter general, el tiempo de residencia, y el obtener la ciudadanía en Estados
Unidos.
Además, se observa que los resultados de varias evaluaciones de programas de
la ORR, incluyendo a los Programas de Servicios Sociales a Refugiados, el Proyecto
Wilson Fish y los programas de subvención a Matching Grant, encontraron tasas
positivas de empleo y también identificaron las mejores prácticas y los principios que
contribuyeron al éxito de estos programas. Por ejemplo, la estrategia de fuente múltiple
83
de salarios, una fuerte coordinación entre los proveedores de servicios de refugiados y
la comunidad, la competencia cultural del personal y el uso de incentivos financieros
fueron los factores clave que contribuyen al empleo con éxito en los programas de la
ORR.
Personal de la ORR y los proveedores de programas de refugiados identificaron
los factores administrativos y programáticos que se perciben como más importantes
para el éxito de empleo de los refugiados en un corto plazo. Estos factores se refieren a
la aplicación de programas como el Wilson Fish y Matching Grant que en la mayoría de
los estados son administrados por los gobiernos estatales, a excepción del Condado de
San Diego donde son manejados por las Caridades Católicas y sus sub-contratistas.
Además, el programa de Subvenciones Alternativas Compartidas es un programa
discrecional que existe en la mayoría de los estados y complementa los programas
administrados por el Estado. Las familias elegibles para Asistencia Temporal para
Familias Necesitadas (TANF por sus siglas en inglés) de su estado no son elegibles
para participar en un programa administrado por el mismo estado, pero pueden estar
inscritos en la Subvención Compartida o programas seleccionados como el Wilson-
Fish. Sin embargo, un refugiado puede estar inscrito en sólo uno de los programas de
asistencia en efectivo administrado por la ORR. Los beneficios y servicios que un
refugiado reciba dependerá del estado en que resida, así como cuál es el programa
que él / ella está inscrito. Las familias de refugiados con hijos menores de 18 años
están inscritas en el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas
(TANF), si cumplen los requisitos de estas categorías de elegibilidad del programa, por
ejemplo, en cuanto a ingresos y activos. Estos refugiados reciben asistencia en efectivo
bajo la cobertura de salud TANF y Medicaid y debe cumplir con los requisitos de
trabajo. Otros refugiados, como personas individuales, parejas sin hijos, y algunas
familias biparentales en ciertos estados con programas restrictivos de TANF, que
cumplan con los ingresos y las normas de elegibilidad de los recursos, puede recibir
beneficios de los programas administrados por el Estado bajo el programa especial de
84
Asistencia Monetaria para Refugiados (RCA) y Programas de Asistencia Médica para
Refugiados (RMA).
En los programas administrados por el Estado, la elegibilidad para los
programas especiales de RCA y programas de RMA se limita a los primeros ocho
meses en los ESTADOS UNIDOS. Los programas estatales administrados que utilizan
un modelo de administración pública deben seguir las regulaciones de los estados
TANF en lo que respecta a las cantidades de pago en efectivo de asistencia
proporcionado a aquellos que no cumplen con los estándares de elegibilidad de
ingresos, la familia y los recursos del programa TANF. Dependiendo de su preparación
para el empleo en 4-6 meses, algunos TANF elegibles, así como a otros refugiados
están inscritos en el programa de Subvención Compartida, estas personas y las
familias también reciben dinero y prestaciones médicas durante 4-6 meses.
Las familias de refugiados que reciben asistencia TANF no se limitan a los ocho
meses de efectivo y la asistencia médica, sino que es elegible para TANF durante el
tiempo establecido en el Plan de TANF de cada estado. El plazo federal para TANF es
de 48 meses, pero los estados pueden establecer plazos más breves. No hay límite de
tiempo para Medicaid siempre y cuando una familia reúna los requisitos del estado de
elegibilidad de Medicaid. Además, una familia cuyo ingreso ganado supera el límite de
elegibilidad de Medicaid pueden recibir “Medicaid de transición” hasta por un año
después del empleo. Los refugiados que no se conviertan en ciudadanos americanos
dentro de 7 años ya no son elegibles para Medicaid.
Estos programas de subsidios proveen servicios básicos a los refugiados
a su llegada, por ejemplo, la asistencia de dinero en efectivo, asistencia médica,
manejo de casos, capacitación del idioma inglés, programas de empleo y los servicios
sociales. Así, resaltan los siguientes factores que incluyen los servicios de pre-y pos-
empleo; servicios individualizados con un enfoque orientado a metas con los clientes,
con un personal culturalmente diverso (a menudo antiguos refugiados) que están
“impulsados por una misión” donde los nuevos clientes pueden desarrollar una buena
85
relación con ellos y a su vez, responder a las necesidades culturales y lingüísticas de
los mismos; programas con enfoque a refugiados clasificados como sobrevivientes a
torturas; mensajes claros sobre la misión primaria de la ORR del empleo temprano
enviados por todos los componentes del programa y por último la coordinación a
niveles de sistemas entre los refugiados y los proveedores de programas de refugiados
y de servicios.
En el caso de las estrategias federales utilizadas para promover el empleo, la
ORR y el personal de la agencia de reasentamiento identifican muchos enfoques
innovadores que contribuyen a un exitoso empleo e integración económica. Estas
estrategias involucran gestiones administrativas, tales como los Centros One-Stop de
servicios de empleos para refugiados, el apoyo de voluntarios, manejo de casos, las
estrategias relacionadas con el empleo, la formación lingüística del inglés, el uso de las
comunidades étnicas y organizaciones de autoayuda, y la educación financiera. La
mayoría de estas estrategias están relacionadas con el empleo, donde se les prestan
mucha atención a lo que se conoce como el enfoque de calidad de vida, que será
discutido más adelante en los capítulos de la investigación, confrontándolo con el
enfoque de calidad social. Por ejemplo, en el área de desarrollo laboral, se utilizan
muchas de las estrategias de difusión, tales como folletos ofrecidos a asesores
empresariales que ofrecen información acerca de los refugiados y los servicios de
reasentamiento. En el área de capacitación laboral, hay varios ejemplos de la
colaboración entre los especialistas en empleo de refugiados, los empleadores y los
colegios comunitarios que participan en el diseño de corto plazo, capacitación o
formación profesional.
Por otra parte, se señala que una estrategia muy útil para los programas de
subvención como el Wilson-Fish con sus programas públicos y privados es el uso de la
administración de casos con un paradigma arraigado a la práctica de la competencia
cultural. En estos programas, el administrador de casos y/o especialista en empleo
determina la elegibilidad del refugiado para asistencia de dinero en efectivo, y en
86
muchos casos, el refugiado recibe la asistencia en efectivo en la misma agencia que
labora el gerente de caso/ especialista de empleo. Como resultado de esta efectiva
prestación de servicios, estos administradores tienen control sobre la participación de
los refugiados en el empleo y otras actividades de reasentamiento (ORR, 2007). Otro
enfoque mencionado es la utilización de voluntarios para apoyar la gestión de los
casos, las actividades de empleo y los componentes de la enseñanza del idioma inglés
en los programas de refugiados, por ejemplo, emparejar cada familia de refugiados con
un voluntario/mentor que trabaja con ellos en una relación uno a uno.
Además de los programas que prestan servicios básicos por un período de ocho
meses desde el momento de la determinación de la elegibilidad de un refugiado y para
un máximo de 5 años para algunos servicios, los fondos de la ORR se emplean en
proyectos de subvenciones que ofrecen oportunidades innovadoras para mejorar la
autosuficiencia. El programa de Desarrollo de Cuenta Individual ofrece al refugiado
acceso a una cuenta de ahorro que promueve el ahorro para la compra de activos a
largo plazo para fomentar la autosuficiencia y la integración del mismo en la sociedad.
El Programa de Desarrollo de la Microempresa ayuda a los refugiados que pueden
carecer de los recursos financieros o el historial de crédito para iniciar pequeños
negocios. El Programa de la Asociación Agrícola a Refugiados ofrece nuevas
oportunidades para mejorar los medios de vida de las familias de refugiados en la
agricultura y las empresas del sector alimentario a través de alianzas con
organizaciones públicas y privadas.
Aunque los refugiados han tenido éxito en la obtención de empleo, existen
aspectos durante su integración que son fundamentales. Algunos de estos retos son
similares a los que se enfrentan los individuos de bajos ingresos y las familias que
participan en los programas sociales generales. Los problemas más frecuentes giran
en torno a los problemas de recursos, el transporte, las barreras lingüísticas y clientes
difíciles de servir. Los recursos no son siempre adecuados para proporcionar servicios
intensivos para el creciente número de refugiados que llegan con poca educación y
87
capacitación laboral. Los sistemas de transporte en las comunidades no siempre
existen o son inadecuado para las necesidades de los refugiados, donde los
administradores de casos deben encontrar soluciones inmediatas, como utilizar
vehículos compartidos o contratar servicios de a una micro-bus. Por último, las actuales
poblaciones de refugiados son difíciles de servir, porque muchos de ellos han estado
en campamentos de refugiados durante años, sufrieron algún tipo de trauma, tienen
problemas de salud, y/o son analfabetos.
La ORR fue fundada en la creencia de que las poblaciones recién llegadas
tienen capacidades inherentes cuando se les da oportunidades, y su objetivo es ayudar
a los refugiados a obtener autosuficiencia económica y social tan pronto como sea
posible después de su llegada a Estados Unidos. La Ley de Refugiados de 1980
identifica claramente la autosuficiencia económica como uno de los resultados más
importantes que se esperan en los esfuerzos de reasentamiento de refugiados, y esta
preocupación ha impulsado el movimiento de reasentamiento de los refugiados y de las
iniciativas de financiación principales (ORR, 2007). La autosuficiencia económica en el
programa de la ORR se define en las regulaciones federales como “un ingreso familiar
total en un nivel que permite que una unidad familiar pueda sostenerse sin la recepción
de una subvención de asistencia en efectivo”. (45 CFR 400.2) Por otra parte, los
servicios de entrenamiento de empleo se especifican en este reglamento (CFR 45
400.154) como “servicios de empleo, incluyendo el desarrollo de un plan de
autosuficiencia individual y de la familia, la orientación laboral, clubes de empleo,
talleres de empleo, desarrollo de empleo, la remisión a las oportunidades de empleo,
búsqueda de empleo y colocación laboral y el seguimiento; servicios de evaluación,
incluyendo pruebas de aptitud y habilidades en el puesto de trabajo. Además, la
enseñanza del idioma Inglés, con énfasis a lo que se refiera a la obtención y
retenimiento de un empleo; formación profesional, incluida la educación vial;
recertificación de competencias; guardería para los niños cuando sea necesario para la
participación en un servicio de inserción profesional; transporte; traducción e intérprete
88
de los servicios; servicios de manejo de casos, y asistencia para obtener documentos
de Autorización de Empleo (EAD).
Durante el 2006, para ayudar a apoyar el objetivo de la autosuficiencia
económica, la ORR estableció el Grupo de Trabajo de Autosuficiencia Económica
(ORR, 2007).
El trabajo de este grupo dio lugar a la revisión del informe sobre el rendimiento
de la ORR que se requiere en programas que reciben fondos de servicios sociales para
refugiados. La ORR, reconoce que la autosuficiencia depende de un número de
factores distintos de los ingresos familiares. Estos factores incluyen la integración de
los recién llegados en la comunidad junto con la acogida que esta comunidad ofrece a
los recién llegados. Por lo tanto, en 2006, la ORR formó el Grupo de Trabajo de
Integración para definir la integración, la identificación de indicadores de integración y
formular recomendaciones para apoyar el proceso de integración. La formación de este
grupo coincidió con la Orden Ejecutiva del Presidente Bush (# 13404) titulado, Grupo
de Trabajo sobre Nuevos Americanos, cuyo objetivo fue fortalecer los esfuerzos de las
agencias federales, estatales y locales para ayudar a los inmigrantes legales a abrazar
el tronco común de la cultura cívica del país, aprender inglés y convertirse
completamente en americanos. Una definición de la integración fue desarrollada por
este grupo donde se describe al proceso de integración como un mecanismo
intencionalmente dinámico, con un enfoque multidireccional en el que los refugiados y
las comunidades que brindan acogida deben trabajar juntos, sobre la base de un
compromiso compartido con la tolerancia y un alto sentido de justicia, para conformar
un ambiente seguro y placentero en sociedad. El Grupo de Trabajo encontró que ocho
áreas eran comunes a varias listas de indicadores de integración, y tres de estas áreas
son fundamentales para la autosuficiencia económica: oportunidad económica, idioma
y educación. Las otras cinco áreas son servicios de salud/bienestar, valores
cívicos/participación/compromiso, vivienda, conexiones sociales y pertenencia /
seguridad (ORR, 2007).
89
Varias de las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Integración
involucraban la autosuficiencia económica. Se recomendó centrarse en la integración
en las áreas básicas de empleo, así como la adquisición de idioma inglés, el
compromiso de la salud, la vivienda y la cívica. Además, se identificó el empleo y el
logro de la autosuficiencia económica, la adquisición del idioma Inglés, y la educación
como áreas a ser examinadas. También recomendaron el desarrollo de una iniciativa
para apoyar la recertificación profesional y la acreditación de las personas calificadas.
En los acuerdos con la ORR y agencias voluntarias, los estados deciden si
participar como un programa de refugiados administrados por el Estado o de participar
en el programa alternativo de Wilson-Fish. Éste puede ser operado ya sea por el
Estado o una organización sin fines de lucro.
Durante el transcurso de las conversaciones con expertos en las agencias de
reasentamiento, principalmente con los supervisores de los programas de Wilson- Fish
y Matching Grant, se les pidió abundar sobre los principales desafíos que enfrentan los
programas de la ORR en lo que respecta a los refugiados la autosuficiencia económica.
Los proveedores de asistencia técnica de las agencias abordaron áreas clave
como la protección de la infancia, la ciudadanía y la participación cívica, el desarrollo
económico, el empleo, la enseñanza de idiomas Inglés, organizaciones de autoayuda
de la comunidad étnica, la vivienda, la salud mental, la tortura, el Programa de Wilson-
Fish, y el Programa de Comunidades preferidos.
El personal de la agencia de reasentamiento describe el trabajo con un mayor
número de refugiados difíciles de servir y culturalmente diversos, que son procedentes
de diferentes países y culturas. Como resultado, la gestión de casos y el personal
especialista de empleo indican la necesidad de mayores recursos a fin de proporcionar
servicios más intensivos, así como lingüística y culturalmente apropiados para estos
clientes. Además, se indicó que los recursos adicionales serían útiles para contratar
personal altamente calificado, reducir el número de casos, y ofrecer servicios
adicionales.
90
A su vez, se mencionó que la búsqueda de un transporte adecuado para los
refugiados para llegar desde y hacia su sitio de trabajo era un problema. A su vez, se
indicó que los sistemas de transporte en sus comunidades carecían o eran
inadecuados, por ejemplo, la falta de servicio de autobús o la falta de un sistema de
transporte regional, constituía una barrera. Los problemas se agudizan, según plantean
los expertos, cuando el refugiado trabajaba los fines de semana o por la noche en
turnos o si el lugar de empleo se encuentra fuera de la ciudad. Se mencionaron
diferentes enfoques para encontrar transporte, tales como el pago por el uso pool vans
de la ciudad para el transporte de los refugiados, un refugiado con un coche
transportando a otros, o clientes que obtengan su licencia de conducir dentro de los
primeros seis meses de llegada al país.
En cuanto a las barreras del idioma, los entrevistados indicaron que los
refugiados con bajos niveles de alfabetización eran difíciles de servir, pues éstos
requieren un esfuerzo adicional en términos de la enseñanza de idiomas inglés y un
trabajo más intensivo que debe ser práctico; por ejemplo, el personal de la agencia
debe acompañar a los refugiados en el transporte público para familiarizarse con este
medio de transporte. Por otra parte, la capacidad limitada del idioma puede hacer más
difícil el encontrar empleo a los refugiados. Uno de los entrevistados señaló que los
refugiados tienden a desertar de las clases de inglés cuando encuentran un puesto de
trabajo; por lo tanto, sugirió que las agencias de proveedores ofrezcan capacitaciones
accesibles de inglés durante un período de tiempo más largo para los refugiados
empleados. Sin embargo, los entrevistados también señalaron que los refugiados
pueden utilizar los recursos basados en la comunidad para la formación adicional.
Los refugiados calificados como los más difíciles de servir a menudo sufren las
consecuencias de un des- servicio. La ORR y el personal proveedor indican que las
poblaciones de refugiados actuales son más difíciles de servir en varios aspectos. El
principal motivo se centra en que los grupos admitidos entre los años 2007 y 2013
procedentes de Birmania, Nepal, Bután e Iraq han estado en campos de refugiados
91
desde hace años, sufrieron un trauma como la tortura o la violación, tiene problemas de
salud, son discapacitados o son analfabetos. Como resultado, pueden carecer de
habilidades cotidianas; por ejemplo, la forma de pago de la renta o buscar un empleo.
Además, algunos de estos refugiados no están familiarizados con el tipo de trabajo
realizado en los ESTADOS UNIDOS., como en hoteles o fábrica de trabajo o incluso
trabajar regularmente en cualquier trabajo. Por ejemplo, un refugiado que ha sido un
agricultor de subsistencia puede necesitar desarrollar habilidades transferibles y deben
ser entrenados para otro tipo de trabajo. Debido a estos retos, los refugiados difíciles
de servir necesitan servicios de más largo plazo, una administración de casos más
intensivo y amplia formación de la enseñanza de la lengua inglesa. Sin embargo, se
proporcionan pocos incentivos para agencias de proveedores para este trabajo con
este grupo.
En otro aspecto, se indicó que algunos refugiados creen que el gobierno de
Estados Unidos tiene la responsabilidad de reasentarlos a ellos, y que no deberían
tener que trabajar y que tienen derecho a diversas prestaciones y servicios. Otros que
son educados y / o tienen antecedentes profesionales pueden no querer aceptar
empleos de nivel inferior. Algunos pueden desear tomar seis meses de clases de inglés
antes de encontrar un puesto de trabajo, o la esposa de un refugiado pueden no querer
trabajar debido a factores culturales o de otro. En respuesta a estas actitudes, el
personal del proveedor señaló que deben educar y motivar a los refugiados con
respecto a las expectativas del programa de la ORR y el mundo de trabajo en Estados
Unidos.
Se observa como una inquietud para estas agencias que algunos de los
participantes desean estar más tiempo en los programas administrados por el Estado
(ocho meses) y el Programa de Subvenciones Compartidas (cuatro a seis meses) con
el fin de acceder a puestos de trabajo y aprender el idioma, especialmente aquellos
refugiados con alguna de las barreras mencionadas anteriormente. Si bien el énfasis de
la ORR en el empleo temprano puede resultar en la colocación de los refugiados en los
92
puestos de entrada en el corto plazo, se necesita investigación adicional para
determinar los resultados del empleo a largo plazo ofrecen mayor estabilidad.
En cuanto a la diversidad de los refugiados, se indicó que los refugiados están
entrando ahora en los ESTADOS UNIDOS. de muchos países diferentes; por tanto,
una agencia proveedora puede recibir personas de muchos países. Esto es diferente a
la ola de refugiados de años anteriores, cuando los que entraban a los ESTADOS
UNIDOS. venían de sólo unos pocos países, y las agencias proveedoras recibiría un
grupo de refugiados de uno o dos países. La recepción de un grupo más variado de los
refugiados hace que sea más difícil encontrar personal adecuado que entienden sus
culturas y que pueden comunicarse en sus diversos idiomas con ellos.
Cuando se amplía en las condiciones de empleo locales, los proveedores de
estos programas ofrecen ejemplos de cómo las condiciones locales de empleo pueden
plantear desafíos para el empleo temprano. Por ejemplo, un área puede tener puestos
de trabajo con salarios bajos en su mayoría orientadas a servicios y algunas posiciones
de fabricación. O bien, en ciertas áreas a lo largo de la frontera Sur de Estados Unidos,
existe una amplia competencia con otros grupos que están buscando trabajo; por
ejemplo, los trabajadores hispanos. Además, algunas áreas tienen un alto costo de
vida, incluyendo los costos de vivienda caros.
Se mencionaron además, los desafíos culturales; por ejemplo, muchos
refugiados bantúes somalíes antes de entrar en los ESTADOS UNIDOS. habían estado
viviendo en grandes campamentos en chozas de barro sin agua corriente, y sólo un
pequeño porcentaje tenían algún tipo de educación formal. Muchos nunca accionaron
un interruptor de la luz, utilizaron una estufa, o abrieron una cuenta bancaria. Por lo
tanto, requieren una orientación intensiva a la llegada, así como la formación en
finanzas y presupuestos. Además, los refugiados pueden tener que desaprenderse de
comportamientos que tienen significados diferentes en nuestra cultura; por ejemplo, en
algunas culturas de Asia oriental, el contacto visual directo es considerado como una
falta de respeto, grosero o agresivo, mientras que los estadounidenses adultos pueden
93
considerar a alguien que no se ve en su ojo como no fiable. Este comportamiento se
vuelve importante cuando los refugiados participan en entrevistas de trabajo con los
empleadores. Para hacer frente a una variedad de temas culturales, los entrevistados
del estudio que trabajan en agencias de proveedores informaron que están
involucrados en la provisión de capacitación en competencia cultural para los
empleadores y / o de otras agencias de servicios sociales que ayudan a los refugiados.
Así, varios funcionarios de empleo señalaron que largas aplicaciones en línea
que consumen mucho tiempo de trabajo a menudo se requieren para los puestos de
entrada. Con el fin de completar estas aplicaciones, el refugiado debe tener dominio de
la lengua y cierta alfabetización informática. Si el solicitante aún no tiene estas
habilidades, el administrador de caso o consejero de empleo deben pasar tiempo
ayudando con este proceso, que es muy lento. Además, el personal laboral indicó que
esta forma de solicitud de empleo puede significar que no hay posibilidad de que el
refugiado tenga una reunión cara a cara con el empleador.
Por último, se mencionó que era un reto la aplicación de los servicios más
duraderos, como la asistencia a los clientes, actualizaciones de empleo, incluyendo la
formación, recertificación y la formación adicional. Los refugiados son elegibles para el
empleo y los servicios sociales para los cinco años; Sin embargo, por lo general los
servicios se orientan a los recién llegados en sus primeros ochos meses en los
ESTADOS UNIDOS., y los contactos con los refugiados se pierden después de este
período. Los servicios de seguimiento adicionales se proporcionan, pero principalmente
a aquellos que están motivados e iniciar el contacto por su cuenta.
Debido a que los refugiados están “automáticamente” autorizados para trabajar
cuando llegan a los ESTADOS UNIDOS., no necesitan un Documento de Autorización
de Empleo (EAD), sin embargo algunos de ellos quieren obtener este documento para
facilitar su búsqueda de empleo. Los participantes haitianos y cubanos, por el contrario,
están obligados a obtener este documento. Algunos entrevistados también señalaron
las dificultades en la obtención de la tarjeta de documentación por reemplazo para el
94
EAD, así como los retrasos en la obtención de la tarjeta de Seguro Social, el formulario
I-94 (documento de inmigración con número de extranjero), y la identificación del
Estado.
Algunos desafíos adicionales fueron mencionados. Ejemplos de algunos de
éstos se dieron en la comunicación con las comunidades locales de acogida. Algunas
comunidades han experimentado una afluencia repentina de refugiados (por ejemplo, el
reasentamiento inicial, migración secundaria) que pueden agravar ciertos servicios de
la ciudad, escuelas y programas locales de asistencia social. Si las agencias de
reasentamiento no hacen un trabajo adecuado de consulta con estas comunidades y
sus líderes, los residentes de la comunidad pueden ser displicente hacia los refugiados,
y pueden surgir relaciones conflictivas entre los miembros de la comunidad y los
refugiados.
CONCLUSIONES
El reasentamiento de refugiados es complejo y, si no se maneja
adecuadamente, el programa puede afectar negativamente tanto a los refugiados y las
comunidades receptoras. El reasentamiento requiere la integración de varios niveles de
apoyo para hacer frente a los desafíos que surgen después de la llegada de refugiados,
tales como las barreras del idioma, la búsqueda de empleo y la integración en la cultura
americana. Sin embargo, a menudo los refugiados se enfrentan a empleos de baja
remuneración en vecindarios plagados de delincuencia para apoyar a su familia. Este
ciclo de la pobreza niega el retorno de los contribuyentes estadounidenses en lo
llamado la inversión en el capital humano de los refugiados reasentados.
95
Los temas centrales que alteran el funcionamiento del programa son la
coordinación, la prestación de servicios y la evaluación. Estos grandes desafíos crean
un sistema de lagunas y servicios duplicados. Entre las deficiencias en el servicio en el
programa se encuentran la falta de servicios de salud mental, las habilidades para
enseñar el idioma Inglés, cuidado de niños, las oportunidades educativas y la
validación de credenciales extranjeras de los profesionales recién llegados.
Además, las asignaciones per cápita previstas por la Oficina de Asentamiento a
los Refugiados para las Agencias Voluntarias de servicios a refugiados son a menudo
insuficientes para satisfacer todas las necesidades que los refugiados requieren. Como
resultado, los refugiados son referidos a las agencias que reciben fondos en forma
intensiva. Así, los refugiados se quedan atrapados en un ciclo de referencia de un
organismo a otro en busca de servicios.
Desde su creación, el programa de reasentamiento de refugiados de Estados
Unidos ha seguido una tipología que hace hincapié en los dos grandes volúmenes de
admisión de refugiados, así como la adaptación económica. En este orden de ideas, se
proporcionan servicios y prestaciones en sólo una base a corto plazo.
El objetivo final de los servicios y prestaciones es promover la autosuficiencia de
los recién llegados. Cualquier servicio que no esté relacionada con el empleo o el
mercado de trabajo se ve como una distracción del refugiado para lograr la auto-
suficiencia y convertirse en un miembro productivo de la sociedad.
En el sistema actual, la consideración de la adquisición cultural y la adquisición
del lenguaje se consideran secundarias en cuanto a la meta de obtener un empleo. El
sistema de reasentamiento supone que tales necesidades serán adquiridas en el lugar
de trabajo a través de las interacciones con los colegas y compañeros. En otras
palabras, el desarrollo de habilidades lingüísticas y adaptación cultural se llevará a
cabo en el curso de otras actividades remuneradas.
Las políticas actuales de reasentamiento de refugiados tienen que cambiar más
hacia un largo plazo y a un modelo sostenible con el fin de maximizar los recursos
96
disponibles. En lugar de financiar los servicios y programas que hacen hincapié en la
integración a corto plazo de los recién llegados, las políticas deben orientarse hacia el
pensamiento en términos de los objetivos a largo plazo de los refugiados. Estos
objetivos a largo plazo incluyen aquellos tales como la adquisición del lenguaje y el
ajuste cultural. Mientras que el logro del empleo sigue siendo importante, se debería
hacer más para que coincidan los trabajos con las habilidades y destrezas de los
refugiados. Además, las políticas deben reconocer que a veces el mejor interés de los
refugiados se sirve elevando su nivel escolar o profesional antes de entrar en el
mercado de trabajo. Por lo tanto, en lugar de la meta de la autosuficiencia, el objetivo
de aprovechar el potencial humano de los recién llegados sería más eficaz.
De esa misma manera, se constató en esta investigación que los programas
sociales ofrecidos a refugiados durante el proceso de integración de los mismos en
Estados Unidos son efectivos. Así, se logró establecer una relación entre la eficacia de
los programas y la integración en las ciudades de acogida en los Estados receptores.
Sin embargo, la discusión profundizó en las necesidades actuales de encontrar una
solución duradera a los problemas en las comunidades de primer asilo, los campos de
refugiados e implementar nuevas políticas de manejo de casos en las regiones pre-
reasentamiento.
97
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