Valoración de los Programas Sociales para la Integración de los Refugiados en Estados Unidos.

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1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA FACULTAD DE ECONOMÍA Y RELACIONES INTERNACIONALES VALORACIÓN DE LOS PROGRAMAS SOCIALES PARA LA INTEGRACION DE LOS REFUGIADOS EN ESTADOS UNIDOS Tesis Que para obtener el grado de MAESTRO EN ESTUDIOS DEL DESARROLLO GLOBAL Autor: PAVEL CONSUEGRA MONTES Tutoras: Dras. LOURDES CAMARENA Y ANDREA SPEARS TIJUANA, B. C. 2014

Transcript of Valoración de los Programas Sociales para la Integración de los Refugiados en Estados Unidos.

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

FACULTAD DE ECONOMÍA Y RELACIONES INTERNACIONALES

VALORACIÓN DE LOS PROGRAMAS SOCIALES PARA LA INTEGRACION DE LOS REFUGIADOS EN ESTADOS UNIDOS

Tesis

Que para obtener el grado de

MAESTRO EN ESTUDIOS DEL DESARROLLO GLOBAL

Autor: PAVEL CONSUEGRA MONTES

Tutoras: Dras. LOURDES CAMARENA Y ANDREA SPEARS

TIJUANA, B. C.

2014

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Agradecimientos

Agradezco al hermano pueblo mexicano y al Consejo Nacional de Ciencia y

Tecnología, (Conacyt) México, por tan calurosa acogida y el sustento económico que

me permitió realizar mis estudios. A mis directoras de tesis Dras. Lourdes Camarena y

Andrea Spears: más que estoicismo y apoyo durante mi carrera. Doy gracias a los

profesores del Programa de Maestría y Doctorado en Estudios del Desarrollo Global de

la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales de UABC Campus Tijuana,

maestros, creadores, especialmente a la Dra. Ana Bárbara Mungaray Moctezuma, Dr.

Santos López Leyva y Dr. Rafael Velázquez Flores, quienes pusieron más que Fe en

mí.

A mi hijitos, Tanita, Alessita y Pavelito quienes no se cansan de escuchar que a

las estrellas no se llega por caminos fáciles. A mi esposa Carmen, mi ángel, mi amor,

mi todo, maestra, artista del alma. A mis padres Gladys y José Antonio, arquitectos de

lo que soy, que saben que nada es más grande que el amor. A mis otros padres Luz y

Roberto, Mary y Eduardo un eterno agradecimiento por abrirme sus corazones y

depositar en mi tanta confianza. Mi maestro Alberto Medina, pedagogo, romántico

idealista. Mi amigo Sergito Valdés, varón luchador, con coraza de hierro.

A todas las personas que siguen siendo las semillas del mundo, a los refugiados

y desplazados que hoy esperan, viven, sueñan… A los que ya no están.

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Resumen

Cada año, millones de personas se ven forzadas a emigrar de sus países de

origen por cuestiones de índole políticas, religiosas, género o conflictos bélicos,

buscando refugio en naciones vecinas. Diversos autores han coincidido que el proceso

o tránsito de los refugiados en general se da de una manera prioritaria para ser

admitidos en los países desarrollados. De esta manera, algunos investigadores han

encontrado que el ajuste económico de los refugiados ha sido un proceso relativamente

exitoso y rápido en general. Por ende, dentro de los propósitos generales de este

estudio exploratorio se encuentra conocer cuáles son los factores y enfoques que

contribuyen a la autosuficiencia económica de los refugiados. Se utilizaron métodos

cualitativos para obtener información para este estudio, incluyendo una revisión de la

literatura, una propuesta de debates con una muestra del personal y los proveedores

de programas de reasentamiento y visitas de investigación dirigidas a oficinas de las

Agencias Voluntarias sin Fines Lucrativos en el Condado de San Diego.

A pesar del éxito de la Oficina de Reasentamiento (ORR) en ayudar a los

refugiados a obtener empleos en un tiempo relativamente corto, se aprecia una

disminución significativa del empleo y menores tasas de autosuficiencia con respecto a

años anteriores. Estos hallazgos indican que el recibir a un mayor número de

refugiados con menor educación, la incapacidad para hablar inglés o el analfabetismo

pudieran ser los resultados de tener perspectivas menores de empleo y autosuficiencia.

Sin embargo, se señala que, a pesar de los obstáculos que enfrentan, los refugiados

están entrando a la fuerza laboral a un ritmo bastante alto y no hay pruebas de que los

recién llegados generen una dependencia a largo plazo de los programas de asistencia

pública.

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Abstract

Every year, millions of people are forced to emigrate from their home countries

for reasons of political nature, religious, gender or armed conflict, seeking refuge in

neighboring nations. Several authors have agreed that the process or transit of refugees

in general is given a priority for admission to the developed countries. Thus, some

researchers have found that the economic adjustment of refugees has been relatively

successful and faster overall process. Hence, within the general purpose of this

exploratory study is to know the approaches and factors that contribute to the economic

self-sufficiency of refugees. Qualitative methods were used to obtain information for this

study, including a review of the literature, a proposal for discussions with a sample of

staff and resettlement programs providers and research visits aimed at offices of

Voluntary Agencies in San Diego County.

Despite the success of the Office of Resettlement (ORR) in assisting refugees to

obtain jobs in a relatively short time, a significant decline in employment and lower rates

of self-sufficiency is seen over previous years. These findings indicate that receiving a

greater number of refugees with less education, inability to speak English or illiteracy

could be the results of having fewer prospects for employment and self-sufficiency.

However, it is noted that, despite the obstacles they face, refugees are entering the

workforce at a fairly high rate and there is no evidence that newcomers generate a

dependency on long-term public assistance programs.

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Contents

Resumen ..................................................................................................................................................... 3

Abstract ........................................................................................................................................................ 4

Introducción ................................................................................................................................................. 6

CAPÍTULO 1 ............................................................................................................................................. 12

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GLOBAL DE LOS REFUGIADOS ................................................... 12

1.1 Refugiados en África. ........................................................................................................................ 12

1.2 Refugiados en Asia Oriental. ........................................................................................................... 23

1.3 Refugiados en Europa y Asia Central. ........................................................................................... 29

1.4 Refugiados en América Latina y el Caribe. ................................................................................... 34

1.5 Refugiados en el Cercano Oriente y Sur de Asia. ........................................................................ 40

CAPÍTULO 2 ............................................................................................................................................. 53

PROCESO DE ASENTAMIENTO Y UBICACIÓN DE LOS REFUGIADOS ................................... 53

2.1 Liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados:

Rol del Departamento de Estado de Estados Unidos. ....................................................................... 53

2.2 Caracterización del Proceso de Ubicación de los Refugiados en Estados Unidos. ............... 59

CAPÍTULO 3 ............................................................................................................................................. 68

EL REASENTAMIENTO COMO SOLUCIÓN DURADERA GLOBAL AL PROBLEMA DE LOS

REFUGIADOS. ......................................................................................................................................... 68

3.1. Análisis Histórico del Reasentamiento Global: Antecedentes. ................................................. 68

3.2 Programas Sociales en Estados Unidos: Solución Duradera. ................................................... 80

CONCLUSIONES..................................................................................................................................... 94

Bibliografía ................................................................................................................................................ 97

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Introducción “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo,

y a disfrutar de él, en cualquier país.”

Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 14

Cada año, millones de personas se ven forzadas a emigrar de sus países de

origen por cuestiones de índole políticas, religiosas, género o conflictos bélicos,

buscando refugio en naciones vecinas. La gran mayoría se encuentran focalizados

actualmente en Somalia, Yibuti, Eritrea, Etiopía, Liberia, Mali, DR Congo, Sur de

Sudán, Siria e Iraq. Superando todas vicisitudes, logran integrarse a los programas

regidos por organismos internaciones que prestan los servicios básicos para garantizar

la protección de cada ser humano.

Dentro de las agencias que ofrecen estos servicios se encuentra la Oficina del

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); establecida el

14 de diciembre de 1950 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Agencia

tiene la misión de dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y resolver los

problemas de los refugiados en todo el mundo. Su objetivo principal es salvaguardar

los derechos y el bienestar de los refugiados.

¿Qué es un refugiado? Según las Naciones Unidas, “(…) los refugiados son

personas o grupos de personas que han sido forzadas u obligadas a abandonar sus

hogares o lugares de residencia habitual, en particular como resultado de o para evitar

los efectos del conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violaciones de

derechos humanos o desastres naturales o causados por el hombre, y que no han

cruzado fronteras reconocidas internacionalmente (…)” (Naciones Unidas, documento

E/CN.4/1992/23).

Según la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en Estados Unidos (ORR

según sus siglas en inglés) un refugiado es una persona fuera de su propio país que no

pueden o no quieren regresar debido a persecución o a un temor bien fundado de

persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a

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un grupo social particular (ORR, 2007). Para el Comité Internacional de Rescate, (IRC

por sus siglas en inglés) los refugiados, concretando esta idea, son las personas que

huyen de sus hogares a causa de conflictos violentos u otra interrupción en el bienestar

de sus vidas como producto de estos fenómenos. Algunos pasan largos años en

campos de refugiados, separados de la vida normal y pueden experimentar dificultades

físicas y traumas psicológicos.

A pesar de que el concepto de refugiado según el ACNUR no clasifica a los

individuos, para los países receptores es de suma importancia reconocer los subgrupos

que solicitan admisión con el fin de manejar de una mejor manera, los recursos

disponibles. Como consenso general se han categorizado a los siguientes grupos:

Refugiados Primarios, Solicitantes de Asilo y Víctimas de Tráfico Humano. Para el

gobierno de Estados Unidos, se suman otros grupos que son reconocidos como

refugiados: los Inmigrantes Especiales de Iraq y Afganistán, los Asiáticos- Americanos

y los cubanos y haitianos entrantes. (ORR, 2007). En este trabajo se utilizará el término

“refugiado” a todos estos grupos porque todos son elegibles para recibir los servicios

de ORR y que más adelante serán descritos.

Sargent y Moser han coincidido que el proceso o tránsito de los refugiados en

general se da de una manera prioritaria para ser admitidos en los países desarrollados.

(Moser, 1999). Aunque, se observa que los individuos que solicitan refugio por

cuestiones disímiles en países vecinos, no tienen otra opción que poner su vida a

salvo, sobrevivir y luego pensar en emigrar hacia un país que les dé entrada. Aquí, se

presta atención que los países receptores que ofrecen mayor número de visas

humanitarias son Estados Unidos, Canadá, Alemania, Australia, Inglaterra y Francia.

Sin embargo, en el siguiente trabajo se analizará con mayor profundidad este

fenómeno en Estados Unidos.

Por otra parte, se considera de suma importancia profundizar más en el

concepto de integración manejado en esta investigación. Se plantea que la integración

en el país de refugio, es considerado por la Oficina del Alto Comisionado para los

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Refugiados (UBHCR) como una de las tres posibles soluciones duraderas a los

problemas de los refugiados. Por tanto, puede ser considerado como el objetivo del

proceso de solución: si se logra, el problema de los refugiados puede considerarse

resuelto. Esto hace que sea imperativo definir con rigor suficiente la integración de los

refugiados en los países de refugio para evaluar si un refugiado es verdaderamente

integrado, si la comparación entre grupos permite identificar cuál está más integrado

que otro, y la medición de los avances de la integración en el tiempo.

La mayor parte del interés en la integración de los refugiados proviene de los

profesionales, y pocos intentos se han hecho para definir el término con algún grado de

precisión. Dos ejemplos de la insuficiencia de las definiciones oficiales se citan a

continuación: El Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados define la

integración como “el proceso por el cual se asimila al refugiado en la vida social y la

economía de una nueva comunidad nacional” (Yu, 2007). Esta definición es claramente

insatisfactoria, es tautológica, ya que simplemente reemplaza el término para definir

con una palabra que se presume que es sinónimo. En sociología, el concepto de

integración tiene sus raíces en las ideas de Emile Durkheim sobre cómo una sociedad

se mantiene unida. Estas ideas fueron desarrolladas por Talcott Parsons, cuando se

refiere a que la integración es apreciada cuando se tienen la compatibilidad de los

componentes del sistema, y el mantenimiento de las condiciones de la singularidad del

sistema dentro de sus límites enfrente de su entorno. (Parsons, 1951).

En los estudios de migración, sin embargo, el término no fue utilizado hasta

finales de 1950, en su lugar, los autores hablaron de aculturación. Esta se define como

el cambio de cultura que resulta, de continuo y de primera mano, el contacto entre dos

grupos culturales (Redfield, Linton y Herskovits, 1936), o de adaptación: “la interacción

mutua de los individuos y de las colectividades y su respuesta a determinados entornos

físicos y sociales” (Goldlust & Richmond, 1974). Otros usaron términos como

asimilación o absorción (Eisenstadt, 1954). Estos últimos términos, sin embargo, son

menos neutrales, pues implica que los migrantes son convertidos en una parte

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indistinguible de la población de acogida. En el debate sobre los procesos de

aculturación, hay tres orientaciones: los que quieren que todos los inmigrantes adopten

la cultura de la mayoría dominante, los defensores de un “melting-pot” (la mezcla de

culturas y razas para producir una nueva cultura nacional), y los que están a favor de

un pluralismo étnico donde las comunidades conservan gran parte de su cultura de

origen y el país se convierte en una federación de nacionalidades (Price, 1969).

De esta manera, se pudiera afirmar que para la gran mayoría de los refugiados

de países en vías de desarrollo, su integración en países donde claman asilo es la

única solución viable con efectos duraderos. En los últimos años se han producido una

serie de estudios empíricos sobre la integración de los refugiados, que han aumentado

paulatinamente el conocimiento de lo que sucede cuando una gran afluencia de

refugiados se lleva a cabo, pero todavía hay una falta de claridad conceptual sobre el

tema. Como ejemplos se citan los estudio de Soojin Yu: “La integración de los

refugiados en Canadá: Un Estudio de la evidencia empírica y servicios existentes”,

2007 y de Hohm y Moser: “Comparación cuantitativa de la efectividad de los programas

de reasentamiento de refugiados públicos y privados: Una Evaluación del Proyecto de

Demostración de San Diego Wilson Fish”, 1999. En la explicación social de este

proceso, las definiciones de integración aparecen incompletas o ausentes por

completo, y ha habido poca reflexión teórica acerca de cómo medir la integración sobre

los factores que la determinan. Por lo tanto, la comprensión del proceso de integración

sigue siendo incompleta. Sin esa comprensión, las valiosas experiencias obtenidas de

la investigación empírica no pueden extrapolarse, ya que cada caso es estudiado en

términos de su configuración específica.

Además, se ha planteado que las condiciones adversas que presentan los

refugiados, a comparación de otros grupos de inmigrantes, impiden su total integración

social y económica. Se pueden citar los factores ocasionados por la experiencia

traumática que sufren estos primeros grupos, el bajo capital humano que poseen estos

grupos, las barreras del idioma, la exposición a nuevas culturas y prácticas religiosas,

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así como los servicios ofrecidos, reducidos a entrenamiento laboral y carentes de un

enfoque para lograr una verdadera experiencia con calidad social.

Existen varias tendencias emergentes que han influido en la conceptualización

de esta investigación. En primer lugar, en sus encuestas anuales de refugiados, la

ORR informó que el ajuste económico de los refugiados a los ESTADOS UNIDOS. ha

sido un proceso relativamente exitoso y rápido en general (ORR, 2007, 2008).

Dependiendo de qué tipo de programa de reasentamiento se involucren los refugiados,

los resultados del empleo del año fiscal 2006 indican que 54 a 83 por ciento de los

refugiados accedieron al empleo. En segundo lugar, la reforma de asistencia social que

promueve la autosuficiencia a través del trabajo ha aumentado la urgencia de examinar

la forma de ayudar a todos los grupos: los inmigrantes y no inmigrantes.

Estos aspectos mencionados anteriormente, llevan a determinar la siguiente

Pregunta de Investigación:

¿Contribuyen los programas sociales ofrecidos a refugiados en el proceso de

integración de los mismos en Estados Unidos?

Para dar respuesta a este planteamiento, se ha diseñado el siguiente Objetivo

General:

Establecer la relación entre la eficacia de los programas sociales ofrecidos a

refugiados y la integración de los mismos en Estados Unidos.

A su vez, se presentan los siguientes Objetivos Específicos:

Analizar el proceso de reasentamiento de los refugiados en Estados Unidos

durante el periodo 2007-2012.

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Caracterizar los programas sociales para refugiados administrados por el sector

público y privado en Estados Unidos con un enfoque comparativo.

Explicar el proceso de integración de los refugiados en Estados Unidos según

las oportunidades económicas, el uso del idioma y educación, servicios de

salud/bienestar, valores cívicos/participación/compromiso, vivienda, conexiones

sociales y pertenencia / seguridad.

El presente trabajo se presenta en tres capítulos. En el primer capítulo se

analiza la situación mundial de los refugiados a través de una exploración a las cifras

que representan este fenómeno, países de orígenes y los receptores. Para este

análisis, se utilizan las variables de libertad religiosa, repatriación voluntaria, integración

local y reasentamiento en terceros países. Así, se explica brevemente cómo se ha

manifestado el proceso de admisión y reasentamiento de estos grupos en el país objeto

de estudio.

En el segundo capítulo se caracteriza el proceso de asentamiento y ubicación de

refugiados, resaltando el liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones

Unidas para los Refugiados y el rol del Departamento de Estado de Estados Unidos en

este proceso. Además, se analizan los procedimientos para la admisión y criterios de

elegibilidad por regiones, así como un bosquejo a los programas de procesamiento en

los países, a través de agencias internacionales.

En el capítulo tercero, se realiza un análisis histórico del reasentamiento global y

sus antecedentes, así como una descripción anecdótica de las entrevistas a expertos

que administran los programas sociales para refugiados, haciendo énfasis en los

proyectos públicos y privados que intervienen en el proceso de entrenamiento de estos

grupos protegidos en Estados Unidos.

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¿Qué diferencia hay para los muertos, los huérfanos y los refugiados que la loca destrucción

venga bajo el nombre del totalitarismo o el sagrado nombre de la libertad y la democracia?

Mahatma Gandhi

CAPÍTULO 1

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN GLOBAL DE LOS REFUGIADOS

1.1 Refugiados en África.

Actualmente existen más de 3,3 millones de refugiados en todo el continente

africano, que comprenden aproximadamente el 20 por ciento de la población mundial

de refugiados. Repatriaciones organizadas por la ONU se organizaron durante el año

2012 para permitir el regreso de estos grupos a zonas seguras de Burundi, la

República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Repatriaciones organizadas a

Angola, Liberia, Ruanda se han completado en gran medida, pero las poblaciones de

refugiados residuales permanecen en zonas catalogadas como de altos conflictos. La

oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidades, ACNUR recomendó el cese del

estatuto de refugiado prima facie a los refugiados de Angola y Liberia a partir del 30 de

junio de 2012. Según ACNUR, aún prosiguen los esfuerzos para repatriar a aquellos

que todavía desean regresar y se continúa ofreciendo apoyo para los grupos residuales

que desean integrarse localmente y permanecer en los países donde se ha solicitado

asilo (ACNUR, 2013)

Si bien ha habido una reducción considerable de la población de refugiados de

África en la última década, el conflicto en la República Democrática del Congo (RDC),

Malí, Somalia y Sudán y la represión política en Eritrea resultó en unos 850.000 nuevos

refugiados en 2011 y 2012. Ataques sudaneses en los estados fronterizos disputados a

partir de junio de 2011 han dado lugar a unos 210.000 nuevos refugiados sudaneses

en Sudán del Sur y Etiopía. Los constantes combates en Somalia obligaron a otros

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400.000 somalíes a huir, con lo que el número de refugiados somalíes ascendió en

total a más de un millón. La intensificación del conflicto en el este de la RDC obligó a

unos 60.000 congoleños a buscar asilo en Uganda y Ruanda y a su vez, estallaron

conflictos armados en el norte de Malí en enero de 2012, generando más de 290.000

refugiados. Por último, los eritreos continuaron buscando asilo en los países vecinos,

debido a las tensiones políticas y el aumento de la represión política, donde más de

2.000 al mes están llegando a Etiopía y Sudán, para así continuar a Europa y al Medio

Oriente en busca de refugio en los países con mejores oportunidades económicas

(ACNUR, 2013).

Es importante señalar que la mayoría de los países africanos enfatizan el

principio de asilo en el primer país donde se solicite. Tradicionalmente, los refugiados

en África han estado autorizados a permanecer en esos primeros países y en muchos

casos, logran integrarse efectivamente a nivel local, hasta que la repatriación voluntaria

sea posible. En la mayoría de los casos, la integración local es de facto, y no incluye la

concesión de la residencia permanente legal o los derechos de voto. Sin embargo,

países como Guinea, Costa de Marfil, Nigeria, Liberia y Sierra Leona han puesto en

marcha programas de legalización de la situación (integración de jure local) de las

poblaciones de refugiados, para aquellos interesados en permanecer en sus territorios.

Tanzania anunció un plan para conceder la ciudadanía a los refugiados de Burundi que

huyeron de su país en 1972. Unas 165.000 han sido naturalizadas, pero no todos

tienen la documentación oficial de su nueva ciudadanía. El ACNUR reconoce que la

falta de apoyo internacional para el establecimiento de los “tanzanos recién

naturalizados” en sus nuevas comunidades podría poner en peligro la continuidad de

estos programas (ACNUR, 2012).

Describiendo el tema de la situación de la libertad religiosa, en África

subsahariana, las personas son generalmente libres de practicar la religión que

deseen. Los gobiernos proporcionan regularmente apoyo y respetan la libertad de

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religión, aunque en algunos países, como Eritrea y Sudán, la libertad religiosa es

limitada, sobre todo en medio de los conflictos étnicos y otros (ACNUR, 2013).

Según el reporte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas

para los Derechos Humanos (OACDH, por sus siglas en inglés) en el 2013, el gobierno

de Eritrea fue responsable de graves violaciones de la libertad religiosa en África. En

los últimos años el país ha participado en serias represión religiosa mediante el acoso y

la detención de los miembros de un movimiento de reforma dentro de la Iglesia

Ortodoxa de Eritrea y de grupos evangélicos independientes, incluyendo los

pentecostales y los Testigos de Jehová (quienes perdieron ciertos derechos de

ciudadanía por no participar en el referéndum nacional 1993). Los detenidos han están

recluidos en condiciones duras y algunas han muerto bajo custodia. Se ha señalado

que el gobierno también ha buscado un mayor control sobre los cuatro grupos

religiosos aprobados por el Estado: la Iglesia Ortodoxa de Eritrea, la Iglesia Católica

Romana, la Iglesia Evangélica (Luterana) y la comunidad islámica. El gobierno al

parecer tiene personas que están encarceladas por su afiliación religiosa en diversos

lugares. A menudo los detenidos no están acusados formalmente, por lo que no se les

otorga el debido proceso legal, o no se les permite el acceso a sus familias. Mientras

que muchos están encarcelados supuestamente por evasión del reclutamiento militar.

Durante junio de 2011, la Oficina Internacional de los Testigos de Jehová, informó que

51 conocidos miembros de sus Iglesia fueron detenidos sin acceso a representación

legal, y muchos de ellos no habían sido acusados de un crimen. Al menos tres testigos

de Jehová habían sido detenidos durante 15 años, presuntamente por eludir el servicio

militar obligatorio, un término mucho más allá de la pena legal máxima de dos años por

negarse a cumplir el servicio nacional (OACDH, 2013).

En Sudán, el gobierno continúa imponiendo restricciones a los cristianos.

Aunque no existe una sanción para la conversión de otra religión al Islam, la conversión

del Islam se castiga con la muerte. No hay evidencia de que el actual gobierno ha

impuesto nunca esta pena, pero las autoridades expresan su fuerte prejuicio contra la

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conversión de vez en cuando sometiendo a conversos a un escrutinio intenso, el

ostracismo y la intimidación (ACNUR, 2013).

Tanto Eritrea y Sudán están designados como “países de especial

preocupación” según el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS, por sus

siglas en inglés) por las violaciones graves a la libertad religiosa bajo la Ley de Libertad

Religiosa Internacional de 1998. El programa de admisión de refugiados en Estados

Unidos sigue estando disponible a estas regiones a través del programa de Prioridad 1

para ciertos grupos de refugiados o asilados que tienen miembros de la familia en

Estados Unidos (ACNUR, 2013).

En Somalia, la Carta Federal de Transición establece la libertad religiosa,

aunque en la práctica no ha habido límites en la capacidad del Gobierno Federal de

Transición para hacer cumplir este derecho y la protección legal. El respeto de la

libertad religiosa ha seguido disminuyendo, debido principalmente a las milicias

extremistas y su control sobre importantes territorios en el país. Las milicias, en

particular las relacionadas con la organización terrorista extranjera Al-Qaeda,

conocidas en árabe como Harakat al-Shabaab al-Mujahideen (HSM) o Xarakada

Mujaahidiinta Alshabaab en Somalia (Movimiento de Lucha de la Juventud) a menudo

han impuesto violentamente una interpretación estricta del Islam sobre las

comunidades bajo su control. También ha habido informes de que los individuos no

musulmanes sufren discriminación, la violencia y las detenciones a causa de sus

creencias religiosas (ACNUR, 2013).

Sin embargo, a pesar de la situación de los refugiados en esa región, la

repatriación voluntaria se ha ido observando según se dan las mejoras en las

condiciones en el país de origen. Con la conclusión de diversos acuerdos de paz y el

apoyo del gobierno de Estados Unidos. y de otros donantes, el ACNUR ha hecho

grandes progresos en la promoción y el apoyo a la repatriación y reintegración de

refugiados en África. Durante los últimos 20 años, el número neto de refugiados

16

mundiales ha caído casi a la mitad, de seis millones en la década de 1990 comparado

a 3.3 millones en la actualidad (ACNUR, 2013).

En África occidental, el ACNUR puso en marcha su programa oficial de

repatriación en febrero de 2012 para algunos 67.000 refugiados restantes de Costa de

Marfil que habían huido a Liberia en 2010 y 2011, regresando 5000 hasta la fecha.

Otros de los refugiados de Costa de Marfil 150.000 espontáneamente volvieron a casa

a partir de finales de 2011, tras el cese de las hostilidades posteriores a las elecciones

en ese país. El programa de repatriación del ACNUR en Liberia terminó oficialmente en

junio de 2007, con unos 650.000 liberianos regresando a casa, ya sea

espontáneamente o con la ayuda del ACNUR. En esta dirección, el ACNUR continúa

centrándose en la repatriación y la integración local como solución duradera para unos

60.000 liberianos que permanecen fuera de su país en varios países de África

occidental (ACNUR, 2013).

En África oriental, la repatriación al sur de Sudán, que comenzó en 2005 se

concluyó en gran parte en 2011 con el retorno de más de 370.000 refugiados, más del

80 por ciento de la población original. Sin embargo, debido a la inestabilidad en el sur

de Sudán, el ritmo de los retornos se desaceleró considerablemente en 2012. (ACNUR,

2013). Aproximadamente 80.000 refugiados del sur de Sudán se encuentran

actualmente en los países vecinos, incluyendo 70.000 que huyeron de la guerra civil

anterior y 12.000 que huyeron de los recientes combates en el 2012. Ninguna iniciativa

de repatriación está prevista para la región de Darfur, en Sudán o Somalia, donde el

conflicto sigue impidiendo un retorno con mayor seguridad. Así, aproximadamente un

millón de somalíes han buscado asilo en los países vecinos, la mayoría sin ninguna

perspectiva a corto plazo de retorno a Somalia por la devastación de la guerra. A pesar

de los esfuerzos de algunos países de asilo para repatriar a los refugiados eritreos, al

ACNUR ha desalentado fuertemente a estos grupos a regresar a Eritrea debido a la

represión política en curso y los malos tratos a los que regresan (ACNUR, 2013).

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En África central, la mayoría de las repatriaciones organizadas a Burundi

terminaron en el 2010, con más de 500.000 retornos desde el año 2002, incluyendo

más de 53.000 casos de refugiados de edades avanzadas que decidieron no aceptar

la oferta del Gobierno de la naturalización de Tanzania. La repatriación de los últimos

refugiados de Burundi de la era de 1993 ha comenzado de nuevo. Aunque la mayoría

de los refugiados ruandeses regresó a su casa a finales de 1990, unos 50.000

permanecen en el exilio. Con la solicitud de la cláusula de suspensión de los refugiados

ruandeses el 30 de junio de 2013, los ruandeses restantes estarán obligados a

repatriarse o bien buscar otros medios de permanecer en los países de asilo. La

repatriación a zonas relativamente estables de la RDC terminó en 2011 con la

conclusión de las declaraciones de Zambia y Tanzania a la provincia de Katanga. De

esa manera, las provincias Kivu del Norte y Sur permanecen mayormente demasiadas

inseguras para el retorno de sus refugiados a gran escala, con el desplazamiento

interno y las nuevas corrientes de refugiados en 2012. La violencia étnica que estalló a

fines de 2009 en la provincia de Equateur obligó a unos 200.000 congoleños a huir a la

República Centroafricana (CAR) y la República del Congo. La repatriación organizada

comenzó en mayo del 2012, y el ACNUR esperaba repatriar hasta 25.000 refugiados a

finales de 2012. Además, la amenaza persistente de ataques planeados por el Ejército

de Resistencia del Señor (LRA) en el noreste de República Democrática del Congo, el

sudeste de CAR, y Sudán del Sur, ha contribuido a la inestabilidad en la región,

evitando el retorno de unos 40.000 refugiados desplazados por el LRA en 2011.

En temas de integración local, en una serie de situaciones prolongadas, los

refugiados en esta zona han sido capaces de llegar a ser autosuficientes y se han

integrado efectivamente en las comunidades de acogida, donde el proceso de

asentamiento en los campamentos ha estado marcado por una dinámica organizada.

Este paso de integración se ha producido especialmente para los refugiados que

huyeron durante la década de 1960 hasta principios de 1980 para los países que tenían

tierra disponible para el cultivo, permitiendo a muchos refugiados salir de los

18

campamentos. A pesar de esta integración de facto local, sin embargo, los refugiados

que residen en la población local no necesariamente disfrutan de los derechos o las

oportunidades económicas disponibles para los residentes legales. Como resultado, la

integración local para muchos refugiados africanos se ha dado a menudo provisional,

en lugar de ofrecer una solución duradera.

Más recientemente, sin embargo, varios países africanos han ofrecido una

integración más formal, como una solución duradera para las poblaciones de

refugiados residuales que no quieren o no pueden repatriarse. En conjunción con el

ACNUR, los gobiernos de Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Liberia, Nigeria y

Sierra Leona iniciaron un programa regional de integración local para refugiados de

Liberia y Sierra Leona en el 2007. Ese programa proporciona oportunidades de

autonomía económica para los refugiados, actividades para mejorar la calidad de su

integración social, y los derechos y documentos legales, incluyendo el acceso a la

ciudadanía en algunos países y la libertad de movimiento en todos los países en virtud

de los protocolos de la Comunidad Económica de los Estados de África.

Senegal ofreció a refugiados mauritanos que deseaban permanecer en Senegal

la opción de convertirse en ciudadanos de Senegal en 2007, pero aún no ha

establecido procedimientos para los refugiados de tomar ventaja de esta opción. Los

gobiernos de Uganda y Zambia han expresado anteriormente su intención de

proporcionar a los refugiados las oportunidades de integración local y la ciudadanía,

pero que aún no han aprobado la legislación necesaria. Como se mencionó

anteriormente, el gobierno de Tanzania acordó proporcionar asentamiento permanente

y la ciudadanía a los más de 200.000 refugiados de Burundi asentados desde el 1972,

de los cuales unos 165.000 aceptaron la oferta y fueron naturalizados colectivamente.

No obstante, no todos han recibido la documentación y todavía se está negociando las

modalidades del proceso de la integración. Aunque no es un programa de integración

formal, Etiopía introdujo una política fuera del campamento para refugiados de Eritrea,

en agosto de 2010. Esta política permite a los eritreos que viven fuera de los

19

campamentos si son capaces de mantenerse a sí mismos, o si tienen a alguien que lo

patrocine económicamente. A pesar de que no le da los refugiados eritreos el derecho

al trabajo, sí ofrece oportunidades educativas adicionales, incluyendo la educación

superior, y puede ser visto como un paso positivo hacia una política de integración

local.

Sobre el reasentamiento en terceros países, dada la volatilidad política y

económica en muchas partes de África, el reasentamiento fuera de la región es una

solución duradera y un elemento esencial de la protección de algunos refugiados. Con

pocas oportunidades para la integración permanente en muchos países de asilo y de la

naturaleza prolongada de algunas situaciones de refugiados, la necesidad de

reasentamiento en terceros países de los refugiados africanos se espera que continúe

a pesar de la disminución general de la población de refugiados en el continente. En los

últimos años, el ACNUR ha visto cada vez más el reasentamiento como una

herramienta importante de la protección de los refugiados en África y ha demostrado un

aumento de las remisiones de reasentamiento desde el 2012. Varios países de

reasentamiento - entre ellos Canadá y Australia - aceptan un número significativo de

refugiados africanos, pero Estados Unidos re-asientan mucho más que cualquier otro

país.

El proceso de admisión de refugiados en Estados Unidos tiene sus fundamentos

en un sistema de prioridades. La Prioridad 1 (P-1) permite la consideración de las

solicitudes de asilo de personas de cualquier nacionalidad, en cualquier lugar, por lo

general con las necesidades de protección, para quienes el reasentamiento parece ser

la solución adecuada y duradera. Los casos P-1 son identificados y referidos al

programa por el ACNUR, la Embajada de los ESTADOS UNIDOS., o una ONG

designada. Históricamente, el ACNUR ha referido la gran mayoría de los casos de esta

prioridad. Algunas organizaciones no gubernamentales que prestan asistencia

humanitaria en lugares donde hay grandes concentraciones de refugiados también han

recibido capacitación por parte de los Programas de Reasentamiento y las Migraciones

20

(PRM) y el Departamento de Seguridad Interna con su oficina de Servicios de

Ciudadanía (DHS/USCIS). En la categoría Prioridad 2 (P-2), se encuentran los grupos

referidos dentro de ciertas nacionalidades, clanes o grupos étnicos, a veces en los

lugares identificados por el Departamento de Estado, en consulta con el DHS/ USCIS,

las ONGs, el ACNUR y otros expertos. Algunos grupos P-2 son procesados en su país

de origen. El proceso de identificar el grupo y sus características incluye la

consideración de si el grupo es de preocupación humanitaria especial a los ESTADOS

UNIDOS. y si los miembros del grupo son probables que sean capaces de calificar para

la admisión como refugiados en virtud de la ley de ESTADOS UNIDOS. Los grupos

pueden ser designados como P-2 a lo largo del año según se presenten las

circunstancias y las necesidades de reasentamiento. Las remisiones del grupo P-2 se

desarrollan típicamente con la participación del ACNUR, los coordinadores de

refugiados, las ONG, los funcionarios del programa PRM, y otros funcionarios del

Departamento de Estado. (USCIS, 2014)

Por otra parte, los grupos de la Prioridad 3 (P-3) son considerados parte del

proceso de reunificación familiar. Ésta categoría proporciona acceso al Programa de

Admisión de Refugiados en Estados Unidos (USRAP, por sus siglas en inglés) a las

personas que tienen familiares inmediatos en los ESTADOS UNIDOS. que inicialmente

entraron al país como refugiados o se les concedió asilo. Al comienzo de cada año

fiscal, el programa de refugiados, en consulta con el DHS / USCIS, establece la lista de

las nacionalidades que pueden acogerse a esta prioridad. La lista podrá ser modificada

por el Subsecretario del programa, en consulta con el DHS / USCIS, durante el año,

pero las adiciones o supresiones se hacen generalmente para coincidir con el año

fiscal. (USCIS, 2014).

De esta manera se observa como el Departamento de Estado de Estados

Unidos autorizó la llegada de 9.500 refugiados africanos en el año fiscal del 2012, cifra

inferior a los 11.000 previstos al comienzo del año, debido a una serie de factores.

Estos incluyeron problemas relacionados con la finalización de las autorizaciones de

21

seguridad individuales, una disminución de las remisiones del ACNUR, la incapacidad

de procesamiento en el campamento de refugiados de Dadaab, en Kenia, y

cancelaciones en Chad y otros lugares en Kenia debido a preocupaciones de

seguridad.

Actualmente, los refugiados de Somalia, Eritrea y la República Democrática del

Congo, constituyen la gran mayoría de los admitidos en Estados Unidos provenientes

de esa región. En África oriental, se siguen procesando somalíes de la prioridad 1 en el

campamento de refugiados de Kakuma. Sin embargo, el tratamiento en Dadaab ha sido

suspendido desde diciembre de 2011, debido al deterioro de la seguridad. A su vez, se

ha estado trabajando para completar las prioridades 2 de los eritreos en el

campamento Shimelba en Etiopía. Así, los procesamiento de refugiados de las

repúblicas centrales de África en el Chad han avanzado pero las entrevistas por parte

del Departamento de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés) fueron

canceladas por razones de seguridad en febrero de 2012 y se retomaron en el

siguiente año fiscal. Se ha visto un aumento en el procesamiento de refugiados de la

República Democrática del Congo (RDC) en Rwanda, y se anticipa un mayor número

de remisiones de los refugiados de la RDC desde Uganda, Ruanda, Tanzania y

Burundi en los próximos cuatro a cinco años como parte de un enfoque regional del

ACNUR para reasentar a todos los 50.000 refugiados de la RDC en el área.

Se completó en gran medida el tratamiento del proceso para los casos de

reunificaciones familiares o P-3 de Liberia y Sierra Leona. Por otra parte, al ponerse fin

a las guerras civiles hace casi diez años, ya no se han recibido muchas remisiones de

reasentamiento de estas poblaciones. Cerca de 500 admisiones de refugiados de

África Central, en su mayoría procesadas en el Chad, se recibieron durante el año

2012. En total, se admitieron refugiados de más de 20 nacionalidades africanas,

procesados en cerca de treinta países durante el año fiscal 2012.

Sin embargo, durante el año fiscal del 2013, el gobierno de Estados Unidos,

propuso ofrecer reasentamiento a 15950 refugiados africanos. Sin embargo, se

22

admitieron 15980 refugiados en total. La mayor admisión se dio con refugiados de

Somalia, reasentando 7608 individuos de ese país, para un 47.60% del total de las

cifras. El Programa de Refugiados y las Migraciones (PRM) participó activamente junto

con las oficinas pertinentes del Departamento de Estado, el ACNUR, la comunidad de

ONGs, y el DHS/ USCIS para determinar el número adecuado de casos para la

consideración de reasentamiento. Como resultado de estas discusiones, PRM identificó

una serie de nacionalidades y grupos para el procesamiento de prioridad durante el año

fiscal 2013.

Desde el este y sur de África, se esperaba la llegada de unas 9.000 admisiones,

principalmente de somalíes en Kenia, Etiopía, Djibouti y Sudáfrica; eritreos en Etiopía y

en Sudán, y pequeñas cantidades adicionales de remisiones de las prioridades P-1 de

diversas nacionalidades en los países antes mencionados, así como en Namibia,

Zambia y Zimbabwe para finales del 2013. Según un estudio realizado por el PRM, el

ACNUR y los países de acogida en los últimos años, ha dado lugar a un plan regional

para referir a un gran número de refugiados congoleños en Uganda, Ruanda, Tanzania

y Burundi al Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP)

durante el próximo cuatro o cinco años. Desde África Occidental y Central, se espera

menos de 500 nuevos residentes. Se anticipó un flujo constante de remisiones de los

refugiados africanos desde la República Centroafricana en el sur de Chad, que

constituyen el grueso de las llegadas de esta zona.

Fuera de África subsahariana, se anticiparon el proceso de unos 1500

refugiados de Sudán. Aunque los refugiados africanos han sido referidos para su

consideración de re-asentamiento en Estados Unidos, en Siria y Yemen, la situación de

seguridad en esos países no permitió procesar las remisiones en todo el año fiscal

2012, con la excepción de un número relativamente pequeño transferido a uno de los

Centros de Tránsito de Emergencia del ACNUR en Europa.

23

1.2 Refugiados en Asia Oriental.

Varios países de Asia oriental albergan grandes y diversas poblaciones de

refugiados. En los últimos años se ha visto avances importantes en estos grupos, sobre

todo relacionados con el uso estratégico del reasentamiento como solución duradera.

Tailandia, Malasia, Bangladesh y la India siguen acogiendo a un gran número de

refugiados birmanos y solicitantes de asilo. El gobierno de ESTADOS UNIDOS. sigue

presionando para la reforma política y democrática significativa y la reconciliación

nacional con grupos de minorías étnicas en Birmania, reconociendo al mismo tiempo

las reformas realizadas en el último año por aliviar las sanciones financieras y de

inversión y el nombramiento del primer embajador de ESTADOS UNIDOS. en Birmania

en 22 años. La comunidad internacional también ha iniciado conversaciones sobre el

retorno voluntario de los refugiados birmanos, pero reconoce que el conflicto en curso y

el largo camino hacia la paz, la reconciliación nacional y el desarrollo hacen retorno a

gran escala de los refugiados en condiciones de seguridad y dignidad de un objetivo a

largo plazo. (ACNUR, 2013)

A mediados del 2012, más de 86, 000 refugiados registrados de Birmania fueron

reconocidos por el ACNUR y el Ministerio del Interior de Tailandia. Residían en nueve

campamentos de refugiados administrados por el gobierno a lo largo de la frontera

entre Tailandia y Birmania. El gobierno tailandés sigue apoyando los esfuerzos de la

24

comunidad internacional para reasentar a un gran número de refugiados de los

campamentos. A pesar del proceso de reasentamiento en curso, la situación de los

birmanos en Tailandia que permanecen mucho tiempo antes de trasladarse a los

campamentos cuando haya espacio disponible, el incremento de refugiados recién

llegados que continúan huyendo del conflicto en Birmania y la búsqueda de servicios

esenciales como la salud y la educación en Tailandia, han impedido una reducción

significativa de la población total en estos campos.

Desde el año 2006, la oficina regional del ACNUR en Malasia ha operado el

segundo mayor programa de determinación de la condición de refugiados en el mundo.

En abril del 2012, había 98.100 personas de interés registrados en el ACNUR en

Malasia, de las cuales 89.900, o el 91 por ciento, eran de Birmania (34.340 Chin,

22.840 Rohingya sin estado desde el norte del estado de Rakhine de Myanmar, 10.510

Rakhines, 10.480 musulmanes de Myanmar, 3780 Lun, 3250 Kachins y otras minorías

étnicas). Además, unos 8.200 solicitantes de asilo y refugiados de varios países,

principalmente Afganistán, Iraq, Somalia y Sri Lanka, están registrados con el ACNUR

en Malasia. Malasia no es parte en la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los

Refugiados y su Protocolo de 1967. El Departamento de Estado de Estados Unidos

apoya los esfuerzos del ACNUR para utilizar el reasentamiento como una herramienta

estratégica para ayudar a los refugiados en Malasia. (DOS, 2013)

En 1992, más de 250.000 birmanos Rohingyas que emigraron desde el norte

del estado de Rakhine a Bangladesh sufrieron las consecuencias de ser apátrida de

jure y de la opresión debido a su fe y etnia musulmana. Durante la década de 1990,

más de 230.000 refugiados Rohingya fueron repatriados voluntariamente desde

Bangladesh, dejando tras de sí más de 29.000 refugiados que permanecen en dos

campos oficiales de refugiados en el sureste de Bangladesh. Una cifra adicional de

9.000 Rohingyas no registrados residen en un asentamiento no oficial de Leda y

aproximadamente 20.000 registrados residen en el campamento improvisado de

Kutupalong. Además, un número desconocido que se había repatriado anteriormente,

25

ha regresado de nuevo a Bangladesh y ahora están viviendo sin la protección del

ACNUR. En total, hay aproximadamente 200.000-500.000 Rohingyas no registrados

que viven fuera de los dos campos oficiales de refugiados del ACNUR en el distrito de

Bazar de Cox. El ACNUR continúa trabajando para mejorar la protección y brindar

mejor dirección para resolver los problemas de seguridad causados por las crecientes

tensiones entre los refugiados Rohingyas registrados y no registrados y los

bangladeshíes locales que viven fuera de los campamentos.

Los casos de más de 500 Rohingyas individuales, incluyendo 281 personas

aprobadas para su reasentamiento en varios países, han estado en suspenso desde

octubre de 2010, cuando el gobierno de Bangladesh suspendió las actividades de

reasentamiento en espera de una revisión de su política de refugiados. Bangladesh

todavía tiene que emitir una decisión formal en una política nacional sobre los

refugiados. El gobierno de Estados Unidos se ha pronunciado a favor de reanudar las

actividades de reasentamiento inmediatamente después de que se tome una decisión

al respecto. (DOS, 2013)

Analizando brevemente otra parte de la región, como se refleja en la Ley de

Derechos Humanos de Corea del Norte, Estados Unidos sigue profundamente

preocupado por la situación de los derechos humanos en Corea del Norte, tanto dentro

de la República Popular Democrática de Corea y en varios países de la región. Estados

Unidos comenzó el reasentamiento de los refugiados norcoreanos interesados y

elegibles en 2006 y mantiene su compromiso de continuar con este programa.

En cuanto a los temas de libertad religiosa, aunque muchos gobiernos de Asia

oriental no restringen la libertad religiosa, los creyentes se enfrentan a una grave

persecución en varios países. La República Popular Democrática de Corea (RPDC),

China y Birmania son designados por el Departamento de Estado de Estados Unidos

como CPC (países con preocupaciones especiales, por sus siglas en inglés) bajo la

Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 por violaciones sistemáticas,

continuas y flagrantes de la libertad religiosa.

26

La RPDC restringe gravemente la libertad religiosa, incluyendo la actividad

religiosa organizada, la que es supervisada estrictamente por los grupos reconocidos

oficialmente vinculadas al gobierno. Aunque la Constitución de la RPDC prevé “la

libertad de creencia religiosa”, no existe una verdadera libertad religiosa. Poco se sabe

acerca de la vida cotidiana de las personas religiosas en el país. Grupos religiosos y de

derechos humanos fuera del país han dado numerosos informes de que miembros de

las iglesias han sido golpeados, detenidos, torturados o asesinados por sus creencias

religiosas.

Si bien las constituciones de China, Birmania y Vietnam establecen la libertad de

religión, en la práctica, estos gobiernos restringir o reprimir las actividades de algunas

comunidades religiosas. El gobierno chino continúa hostigando e interfiere a los grupos

religiosos no registrados, especialmente las iglesias católicas no oficiales que son

leales a la Santa Sede; “iglesias domésticas”; algunos grupos protestantes;

musulmanes (especialmente los musulmanes Uigur en la Región Autónoma Uigur de

Xinjiang); miembros del Falun Gong y budistas leales al Dalai Lama. Los creyentes

religiosos han sido detenidos, encarcelados, y ha habido denuncias de tortura.

En Birmania, el gobierno promueve activamente el budismo sobre otras

religiones y sigue discriminando a las minorías religiosas, en particular los musulmanes

Rohingyas apátridas. A su vez, las conversiones obtenidas por la fuerza siguen siendo

la principal preocupación de los grupos cristianos en Birmania.

Vietnam y Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre la libertad religiosa en

mayo de 2005, en las que Vietnam se comprometió a mejorar la situación de la libertad

religiosa en Vietnam. Como resultado de la guerra de Vietnam y por progresos

realizados tras la firma de ese acuerdo, el gobierno de los ESTADOS UNIDOS. retiró a

Vietnam de la lista CPC en noviembre del 2006. Desde el 2010, el historial de libertad

religiosa en Vietnam ha sido desigual. Se ha avanzado en lo que respecta al registro/

reconocimiento de los grupos y congregaciones religiosas. Además, los grupos

religiosos han experimentado aumento de la libertad de reunión. Sin embargo, también

27

hay denuncias de acoso en el ámbito local, incluso mediante el uso de las leyes de la

tierra. Por otra parte, el gobierno no ha avanzado en su compromiso de traducir la

Biblia al Hmong moderno y varias congregaciones protestantes en las zonas rurales

siguen denunciando acoso, incluyendo palizas y renuncias forzadas.

Los ciudadanos de Corea del Norte, Vietnam, China, Laos, y Birmania tienen

acceso al Programa de Admisión de Refugiados de los ESTADOS UNIDOS. a través

de la prioridad 1. Un gran número de casos pendientes en Birmania fueron procesados

durante el año fiscal 2012 dentro de la prioridad 2.

Sin embargo, en cuestiones de repatriación voluntaria, aunque el gobierno

birmano ha tomado medidas para aplicar algunas reformas democráticas y políticas, la

lucha sigue en curso entre el ejército birmano y los grupos étnicos minoritarios y, la paz

y reconciliación nacional llevará tiempo, por lo que la repatriación de la mayoría de los

refugiados birmanos en Tailandia, Bangladesh, Malasia, India, y otros países no se ve

por el momento como una solución viable.

A su vez, debido a los temores de un “factor de atracción”, los países de la

región han mostrado tradicionalmente un comportamiento antagónico para integrar a

los refugiados o para concederles asilo. Los esfuerzos de Estados Unidos para reubicar

a un gran número de refugiados de los campamentos a lo largo de la frontera entre

Tailandia y Birmania alentaron al gobierno tailandés para mejorar los medios de

subsistencia de los refugiados que no serán reasentados. Estados Unidos y otros

gobiernos donantes continúan entablando un diálogo estratégico con el gobierno del

Reino de Tailandia sobre el futuro de los nueve campamentos en la frontera entre

Tailandia y Birmania. Se ha reconocido que el gobierno tailandés sigue preocupando

porque el reasentamiento no ha reducido drásticamente la población de los

campamentos. Esto se aprecia por la mezcla de la llegada de nuevos birmanos que

vivían en las afueras de los campamentos y los que están tomando el lugar de los que

se envían a los terceros países. La integración local sigue siendo una opción difícil,

debido a la oposición de los países de acogida, como Tailandia, Bangladesh, Malasia y

28

la India. El ACNUR y la comunidad internacional continúan abogando para hacer

cambios en las políticas relacionadas con los refugiados en estos gobiernos, y para

ampliar la protección humanitaria y el espacio de asistencia a los refugiados y otras

personas de interés.

Estados Unidos siguen liderando los esfuerzos de reasentamiento de terceros

países en la región. Otros países de reasentamiento, incluyendo Australia, Canadá,

Nueva Zelanda y los países nórdicos. En el año fiscal 2012, Estados Unidos procesó

los casos de refugiados de China, Hong Kong, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam

por referencia del ACNUR.

En este mismo eje, el Departamento de Estados de Estados Unidos planeó

admitir hasta 15.000 refugiados procedentes de Asia Oriental en el año fiscal 2012.

Esto incluyó unos 7.000 birmanos de las minorías étnicas (sobre todo Karen, Karenni y

Kachin) que vivían en campamentos a lo largo de la frontera entre Tailandia y Birmania;

unos 8.000 birmanos (de diversas minorías étnicas) desde Malasia, y un pequeño

número de refugiados urbanos de diversas nacionalidades en la región.

Por otra parte, durante el año fiscal 2013, se propuso la admisión de 16500

refugiados procedentes de Asia Oriental en el año fiscal 2013. Sin embargo, como la

Tabla II lo indica, se admitieron 16537 refugiados, la mayoría procedentes de Birmania,

con una cifra de 16299, representando el 98.35% de todas las admisiones. La

propuesta incluía entrevistar a los refugiados birmanos que residían en los nueve

campamentos ubicados en tres provincias de Tailandia y se continuó el procesamiento

en Malasia, con birmanos que formaron parte de la gran mayoría de las 17,000

propuestas de admisiones de refugiados del este de Asia en el año fiscal 2013.

29

1.3 Refugiados en Europa y Asia Central.

Europa sigue acogiendo a grandes poblaciones de refugiados, así como a otras

personas afectadas por conflictos, que, en las últimas dos décadas, se han quedado en

una situación de desplazamiento prolongado, a menudo en condiciones extremas. En

su Llamamiento Mundial de 2011-2012, el ACNUR informó de que habían cerca de 4,4

millones de solicitantes de asilo, refugiados, desplazados internos, apátridas, o de otras

personas “con problemas” en toda Europa y Asia Central. Muchos habían huido de los

conflictos fuera de la región, como en Afganistán, pero las estimaciones también

incluye a las personas que afirman persecución en Eurasia.

Todos los países del sur del Cáucaso, Rusia y Asia Central, excepto Uzbekistán

se han adherido a la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los Refugiados y su

Protocolo de 1967. Sin embargo, el cumplimiento de estos instrumentos sigue siendo

problemática. A pesar de los esfuerzos sostenidos por el ACNUR y otras partes

interesadas para fortalecer la capacidad de protección y contribuir al fortalecimiento de

los sistemas de asilo y las leyes de protección de la región, los resultados hasta ahora

han sido modestos. Muchos de estos países se han mostrado renuentes a reconocer e

integrar a los refugiados y otras personas en situación de riesgo. La protección

30

proporcionada por algunos gobiernos de la región a los refugiados, solicitantes de asilo

y otros migrantes es limitada, y la intolerancia pública, incluyendo los ataques contra

extranjeros no eslavos, es común. Hay casos documentados de devolución. El ACNUR

ha estado trabajando con muchos de estos gobiernos para establecer y reformar los

procedimientos de asilo y las leyes de protección a refugiados.

Con el colapso de la Unión Soviética en 1990, se crearon nuevos estados

independientes con grandes poblaciones de personas apátridas debido a lagunas en

las leyes de nacionalidad y la aplicación inconsistente de las leyes. Como

consecuencia, se ha observado dificultad en el establecimiento de la ciudadanía en el

momento de la sucesión, lo que también ha creado problemas para los niños nacidos

de padres indocumentados. El problema de las personas que no son reconocidas como

ciudadanos de ningún país se mantiene en la región, aunque algunos estados, como

Turkmenistán, han tomado medidas para registrar los apátridas y facilitar la adquisición

de la nacionalidad.

Según el ACNUR, a finales de 2011 existían aproximadamente 440.000

refugiados y desplazados internos en los Balcanes, la mayoría con ese estatuto por

una década o más. Se estima que 210.000 personas de esta población son

desplazadas de Kosovo, la mayoría en Serbia. Se han dado más de 23.000 retornos

voluntarios de las minorías a Kosovo desde el conflicto, de los cuales 42 por ciento han

sido personas de etnia serbia.

Del 2010 al 2012, los países de la región, con la asistencia de la comunidad

internacional, mostraron un progreso significativo hacia la resolución de la situación de

los refugiados derivados de la desintegración de Yugoslavia desde 1991 a 1995. Una

reunión ministerial de noviembre del 2011 en Belgrado, reunió a los ministros de

Asuntos Exteriores de Serbia, Croacia, Bosnia y Herzegovina y Montenegro para firmar

una declaración conjunta expresando su voluntad colectiva para resolver la situación

prolongada de refugiados, y comprometieron a sus países a un Programa Regional de

Vivienda (RHP) para los refugiados y los desplazados internos apoyados por donantes

31

internacionales. Una conferencia de donantes en abril de 2012 consiguió recaudar más

de $ 340 millones (€ 260 millones) en fondos internacionales para apoyar la RHP en un

plazo de cinco años. (ACNUR, 2013).

El estado de la libertad religiosa varía ampliamente en Europa y Asia Central.

Grupos religiosos no tradicionales a veces son etiquetados como “sectas” o “cultos” por

sus gobiernos y pueden estar sujetos a un escrutinio especial y privilegios limitados. El

programa de registro general tiene el derecho a alquilar o poseer bienes, celebrar

servicios religiosos, militares y nombrar a los capellanes de prisiones, y recibir

subsidios estatales. La restitución de bienes religiosos es un problema aún que no se

ha resuelto por completo. Uzbekistán es designado por el Departamento de Estado

como un CPC bajo la Ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998 para violaciones

sistemáticas, continuas y flagrantes de la libertad religiosa.

A su vez, las manifestaciones de antisemitismo continúan en toda la región,

incluyendo las manifestaciones de los grupos extremistas, agresiones físicas, y el

vandalismo de los cementerios, sinagogas y monumentos. Aunque la mayoría de los

incidentes se han producido en países del antiguo bloque comunista, una serie de

países de Europa occidental han enfrentado a un preocupante aumento del

antisemitismo, además de la confianza y la islamofobia contra los musulmanes.

El gobierno ruso afirma el control de grupos minoritarios religiosos “no

tradicionales” mediante leyes y extremismos para justificar las redadas, detenciones y

prohibiciones en la literatura religiosa. Los lectores del teólogo musulmán Said Nursi,

los Testigos de Jehová, los cinesiólogos, los seguidores de Falun Gong, y algunos

grupos protestantes han sido blanco especial de estos ataques.

Los objetores de conciencia sobre la base de su fe a veces son detenidos y

procesados por no cumplir con las leyes que ordenan el servicio militar, como ha

ocurrido en Azerbaiyán, Bielorrusia y Turkmenistán.

Los musulmanes en Europa y Asia Central a veces han sido vistos como

amenazas potenciales y acusados de pertenencia a grupos prohibidos

32

internacionalmente. En algunos países existen prohibiciones legales contra el uso del

velo y otros atuendos religiosos en público (Burka, Hijab, Niqab). También hay un

número creciente de países de Europa occidental que tratan de prohibir rituales que

involucren masacres de animales. (ACNUR, 2013).

Las restricciones a la libertad religiosa en Asia Central a menudo se justifican en

nombre de mantener la estabilidad y la lucha contra el terrorismo. Algunos gobiernos

creen que la libertad religiosa se traducirá en centros rivales de poder e influencia, o

abrir la puerta a la violencia extremista, aunque la investigación muestra que la

supresión del gobierno a menudo resulta en un aumento de la violencia y la pérdida de

legitimidad del régimen.

Desde 1989, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos ha

ofrecido la consideración de reasentamiento a las personas de ciertas minorías

religiosas en los países que formaban la antigua Unión Soviética, que también tiene

estrechos lazos familiares en Estados Unidos. Bajo la Enmienda Lautenberg,

establecida en 1989 para facilitar el proceso de refugiados para personas víctimas de

persecución por razones religiosas, judíos, cristianos evangélicos, y algunos miembros

de la Iglesia católica o ucranianos ortodoxos se consideran bajo un criterio probatorio

reducido cuando se considera la condición de refugiado. En los últimos años, un menor

número de nuevas aplicaciones y bajos índices de aprobación han dado lugar a un

menor número de salidas a Estados Unidos. Las personas de todas las nacionalidades

de la región pueden ser referidas para procesamiento de prioridad 1. (USCIS, 2013).

En temas de repatriación voluntaria, la comunidad internacional sigue apoyando

los esfuerzos para crear condiciones favorables para el retorno de las minorías étnicas

a sus hogares en los Balcanes. En junio de 2006, las autoridades de Serbia, Kosovo y

la ONU firmaron el Protocolo sobre el retorno voluntario y sustentable a Kosovo, que

pretendía mejorar las condiciones para el retorno a través de tres elementos: garantizar

la seguridad de los repatriados, restitución de los bienes a los desplazados y la

reconstrucción de sus casas, y la creación de un entorno global sustentable. El

33

financiamiento internacional continúa facilitando y sosteniendo el retorno y la

reintegración de las minorías desplazadas de Kosovo. En 2011, Serbia, Montenegro,

Bosnia y Herzegovina y Croacia acordaron trabajar en conjunto para financiar y poner

en práctica un programa de apoyo internacional para ofrecer soluciones duraderas al

problema de la vivienda a los refugiados más necesitados y desplazados internos que

quedan de la guerra de los Balcanes de la década de 1990. El programa no solo

fomentó la repatriación voluntaria, sino también apoyó la integración local como una

solución duradera.

De esa manera, el ACNUR ha liderado los esfuerzos para crear sistemas viables

de asilo y protección legal efectiva a los refugiados en los Balcanes, la Federación de

Rusia, el Cáucaso Sur y Asia Central. Sin embargo, la aplicación efectiva de estas

leyes, junto con la historia de las animosidades nacionales y la xenofobia en toda la

región, a menudo hace que la integración local eficaz se torne difícil para los refugiados

pertenecientes a minorías étnicas. En Rusia, aún existen una serie de dificultades en el

proceso de adquisición de la ciudadanía para algunos antiguos ciudadanos soviéticos

que residían en ese país antes de 1992. Grupos como los turcos mesjetios no han

podido obtener la ciudadanía rusa y por lo tanto siguen siendo apátridas de facto. En

Montenegro, el camino a la ciudadanía ha sido particularmente lento para los

desplazados de Kosovo. El gobierno de Serbia está llevando a cabo programas de

integración para algunas personas desplazadas de Kosovo.

A su vez, Estados Unidos y otros países que participan en los programas de

reasentamiento siguen aceptando a los refugiados de la región. El ACNUR ha referido

a varios individuos en riesgo que huyen de diversas formas de persecución dentro de la

región a los programas administrados principalmente en Estados Unidos, Canadá y

otros países de reasentamiento. La inmigración judía a Israel continuó para finales del

2011 con 6108 personas de los estados de la antigua Unión Soviética que hicieron uso

del programa de Apelación Israel Unidas. (ACNUR, 2012)

34

En el caso de Estados Unidos, durante el año fiscal 2012 se autorizó el ingreso a

1000 refugiados procedentes de Europa y Asia Central. Las minorías religiosas

procesadas bajo la Enmienda Lautenberg de los países de la antigua Unión Soviética

constituyeron casi la totalidad de todos los casos en ese período. Durante el año fiscal

2012, los solicitantes fueron procesados en Almaty, Baku, Bishkek, Chisinau, Kiev, La

Valeta, Moscú, Timisoara y Tashkent.

A su vez, en el año fiscal 2013 el límite propuesto para los refugiados de Europa

fue de 650. Sin embargo, se recibieron 580 refugiados, la mayoría provenientes de

Ucrania con el 34.92% del total de las admisiones, seguido por individuos de Moldavia

y la Federación Rusa. Los individuos de la prioridad 2 fueron procesados bajo las

directrices de la Enmienda Lautenberg en los estados de la antigua Unión Soviética.

1.4 Refugiados en América Latina y el Caribe.

En 2011, el número de refugiados, solicitantes de asilo, desplazados internos y

otras personas de interés en América Latina y el Caribe ascendió a más de 4 millones.

El conflicto en Colombia genera el mayor número de refugiados y desplazados internos

en la región. Las estimaciones sobre el número de desplazados internos en Colombia

varían entre 3,6 millones (cifra del gobierno) y 5,2 millones (cifra de las ONGs). Se

pudo apreciar un descenso de los desplazamientos internos en Colombia entre el 2009

y el 2010 al tenerse una mayor presencia del Estado y la mejora de la seguridad en las

ciudades y pueblos. Sin embargo, el desplazamiento se incrementó en el 2011 como

consecuencia de los enfrentamientos entre el Gobierno de Colombia y los grupos

armados, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el

Ejército de Liberación Nacional (ELN), los paramilitares y las redes de criminales

narcotraficantes. Colombia registró 143.116 desplazados internos en el 2011 y cada

año, el total acumulado de los desplazados internos sigue creciendo. En los países

vecinos, entre ellos Ecuador, Venezuela, Costa Rica y Panamá, hay más de 400.000

35

colombianos solicitantes de asilo, refugiados y personas en situación similar a

refugiado, según el último reporte del ACNUR en el 2013. (ACNUR, 2013)

El número de solicitantes de asilo colombianos, refugiados y personas de interés

en los países vecinos sigue aumentando. Ecuador tiene el mayor número de refugiados

colombianos reconocidos y solicitantes de asilo en América Latina. El gobierno de

Ecuador ha reconocido 56.190 refugiados, y actualmente hay 16.000 solicitudes de

asilo pendientes. El proceso de asilo en Ecuador es lento y de difícil acceso, y la tasa

de aprobación de los refugiados es de alrededor de 30%. En el 2011, el gobierno de

Ecuador añadió una etapa de admisibilidad para la determinación de la condición de

refugiado (DCR), proceso que ha creado más retrasos. Los solicitantes de asilo en

espera de la DCR pueden esperar hasta un año para una decisión y no tienen ningún

derecho legal para trabajar en el ínterin. El ACNUR participa en el proceso de asilo,

aunque ha criticado fuertemente el deterioro en Ecuador de la situación para los

refugiados, citando la explotación laboral, una presencia más activa de los grupos

armados ilegales y bandas criminales, el reclutamiento forzado de menores de edad, y

el aumento de la xenofobia y la discriminación. Otros países de la región, como Costa

Rica, Venezuela, República Dominicana y Panamá, también han establecido los

procedimientos de asilo, pero los procedimientos de registro y la determinación son a

menudo implementados ineficazmente. El ACNUR está trabajando con estos países,

entre ellos Ecuador, para mejorar sus procesos de asilo. En Panamá, existen

aproximadamente 1.400 refugiados reconocidos (principalmente colombianos). En el

2011, el gobierno de Panamá aprobó la Ley 356 que concedía, a más de 900

refugiados colombianos que vivían en la provincia de Darién, el estado de protección

humanitaria temporal y la posibilidad de solicitar la residencia permanente y permiso de

trabajo. En Costa Rica hay aproximadamente 13.000 refugiados reconocidos. Bajo una

nueva ley de migración, Costa Rica volvió a establecer su Departamento de Refugiados

de marzo de 2010. Hay aproximadamente 3.000 refugiados reconocidos en Venezuela,

y el ACNUR estima que hay otras 200.000 personas que viven en una situación similar

36

a los refugiados en el país. En Brasil, hay más de 4.000 refugiados reconocidos de 75

países diferentes, los números más grandes son de Angola y Colombia. (ACNUR,

2013)

En 2002, Estados Unidos comenzó un programa de reasentamiento tipo

prioridad 1 para los refugiados colombianos vulnerables ubicados en Ecuador y Costa

Rica. La mayoría de los refugiados colombianos que huyeron del conflicto armado se

originaron como resultado de la persecución por opinión política, ya sea de guerrillas de

izquierda o de grupos paramilitares de derecha. Los retrasos con el procesamiento de

los refugiados se resolvieron desde finales del año 2007, con la emisión de las

exenciones a individuos que habían prestado “apoyo material” a las FARC, el ELN y las

Autodefensas Unidas de Colombia bajo coacción. A su vez, el gobierno de Estados

Unidos sigue apoyando los esfuerzos del ACNUR para ayudar a los gobiernos en la

dirección de las necesidades de los refugiados y solicitantes de asilo haitianos.

En América Latina, la libertad religiosa es ampliamente reconocida y disfrutada,

sin embargo, en Cuba siguen vigentes ciertas restricciones. Aunque la Constitución

cubana reconoce el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar cualquier credo

religioso dentro del marco del respeto a la ley, el gobierno siguió participando en la

vigilancia activa de las instituciones religiosas. A través de un programa en el país, el

Programa de Admisión de Refugiados de los ESTADOS UNIDOS. ofrece la

oportunidad para la migración legal a Estados Unidos para los cubanos que han sido

perseguidos por una serie de motivos, entre ellos a causa de sus creencias religiosas.

(OACDH, 2013).

Por otra parte, se producen en toda América Latina, en particular en América del

Sur, manifestaciones de antisemitismo. En Venezuela, el antisemitismo es patrocinado,

generalizado por el gobierno y continúa en aumento. Durante del 2012, las

manifestaciones de antisemitismo en Venezuela incluyeron la incitación de los medios

de comunicación del gobierno y líderes del gobierno, incluyendo Hugo Chávez, la

37

incapacidad para importar los alimentos necesarios religiosamente y acosos verbales y

físicos.

En el caso de la repatriación voluntaria, teniendo en cuenta las amenazas y la

violencia en Colombia de los grupos armados ilegales (actores no estatales) y la falta

de presencia del Estado para proporcionar protección completa en algunas zonas, el

ACNUR no promueve activamente la repatriación de los refugiados colombianos.

Los gobiernos de Costa Rica, Ecuador, Panamá y Venezuela han mantenido

políticas que teóricamente permiten a los colombianos en necesidad de protección, a

obtener el asilo y la integración a nivel local, a pesar de que estos procesos suelen ser

lentos y engorrosos. Así, se aprecia como la capacidad de los gobiernos para revisar

las solicitudes y otorgar la condición de refugiado sigue siendo limitada. Incluso los

refugiados registrados con el derecho al trabajo en estos países tienen dificultades para

encontrar un empleo estable y oportunidades de ingresos, compitiendo con el gran

número de pobres en las comunidades de acogida. Los colombianos que buscan

protección a nivel internacional se enfrentan de manera creciente a actos de

discriminación y xenofobia, y la capacidad de integrarse localmente en algunas áreas

es cada vez más difícil. Además, los refugiados no viven en campamentos, sino que la

gran mayoría vive en zonas urbanas. Además, algunas personas colombianas de

interés (incluidos los refugiados y solicitantes de asilo) en Ecuador, Costa Rica y

Venezuela siguen sufriendo acoso por parte de personas vinculadas a grupos armados

colombianos que operan en estos países. El proceso de determinación del estatuto de

refugiado en Costa Rica ha mostrado una cierta mejora en los últimos años, pero aún

existen retrasos en el reconocimiento y la documentación. Para los solicitantes de asilo

en Panamá, la situación se complica, ya que el gobierno sigue mostrándose antagónico

a recibir a los refugiados colombianos ni confiere incluso, una protección mínima. La

seguridad, en este sentido, sigue siendo una preocupación importante para el gobierno

de Panamá.

38

El Departamento de Estado de Estados Unidos está apoyando los esfuerzos del

ACNUR para ayudar a la República Dominicana y otros países del Caribe en el

desarrollo de sistemas para la realización de determinaciones de la condición de

refugiado de los solicitantes de asilo, incluidos los haitianos. La apertura de una oficina

del ACNUR en la República Dominicana en 2010 y la continua presencia del organismo

en Haití han contribuido en gran medida a su capacidad para hacer frente a las

necesidades de protección de los refugiados, solicitantes de asilo y las personas

desplazadas y apátridas en los flujos migratorios mixtos en toda la región. En el año

fiscal 2012, el ACNUR llevó a cabo una iniciativa de cartografía de refugiados a través

del cual la organización identificó 200 familias con 860 solicitantes de asilo y 49 familias

de refugiados que necesitan ayuda en la República Dominicana.

As su vez, en el pasado, la integración local había sido la solución más

adecuada a los problemas de refugiados regionales en América Latina. En los últimos

años, sin embargo, el reasentamiento en terceros países se ha convertido en una

importante alternativa para aquellos que se enfrentan a riesgos físicos y tienen

necesidades urgentes de protección. Canadá y Estados Unidos ofrecen reasentamiento

a los refugiados colombianos en situación de riesgo. En la actualidad, Estados Unidos

aceptan remisiones del ACNUR y las embajadas de la región y procesa estos casos,

principalmente en Ecuador y Costa Rica, con casos ocasionales en Panamá y otros

países de la región. En el marco del “Programa de Reasentamiento Solidario”, un

componente del Plan de Acción de México que buscaba soluciones regionales a la

cuestión de los refugiados colombianos, los países de la región, incluyendo Argentina,

Brasil, Chile y Uruguay están trabajando con el ACNUR para reasentar a un número

limitado de refugiados colombianos. Como se señaló anteriormente, el Departamento

de Estado está brindando apoyo técnico para reforzar el programa de reasentamiento

de Uruguay.

También, se ha facilitado el reasentamiento en terceros países de personas

interceptadas por la Guardia Costera de ESTADOS UNIDOS. o que ingresan

39

directamente a la estación naval de Guantánamo. Estos casos son monitoreados por el

departamento de seguridad interna donde, junto a la oficina de ciudadanía, se

entrevistan a los solicitantes de asilo que tienen temor fundado de persecución o que

temen ser sometidos a torturas si son repatriados a su país de origen. De 1996 a 2012,

358 personas dentro de esta categoría de protegidas han sido reasentadas en 20

países en todo el mundo. Veintisiete fueron reasentadas en el año fiscal 2012 (al 31 de

mayo).

El gobierno de ESTADOS UNIDOS. continúa operando un programa de

reasentamiento de refugiados en el país en Cuba. El número de personas en busca de

reasentamiento de refugiados sigue siendo alto y hay una acumulación considerable de

casos pendientes de revisión, un número desconocido de los cuales probablemente no

sean elegibles para el programa. Desafortunadamente, el gobierno cubano interfiere

con las comunicaciones del programa de las migraciones, causando retrasos,

malentendidos o desinformación. Algunos refugiados aprobados no tienen fondos

suficientes para pagar los exámenes médicos, pasaportes y permisos de salida

necesarios para abandonar Cuba. A otros se les negaron el permiso de salida por el

gobierno cubano. (DOS, 2013)

Actualmente, los cubanos elegible para solicitar la admisión a Estados Unidos a

través del programa en el país son los siguientes: los ex presos políticos; miembros de

las minorías religiosas perseguidas; activistas de derechos humanos; conscriptos a

trabajo forzoso durante el período de 1965-1968 y por último la personas privadas de

sus credenciales profesionales o sometidas a otro tratamiento sumamente desfavorable

o discriminatorio como resultado de sus creencias políticas o religiosas, ya sean

percibidas o reales.

En el caso de las admisiones a Estados Unidos de América durante el año fiscal

2012, según el programa de las migraciones, se anticipó la admisión a cerca de 5500

refugiados de América Latina y el Caribe durante el año fiscal 2012. Sin embargo,

según la oficina de población de Estados Unidos, se admitieron 2078 refugiados de la

40

región en el 2012. Los cubanos comprendieron la inmensa mayoría de los refugiados

reasentados en la región, con 1948 admisiones, para un 93.74% del total.

Históricamente, la mayoría de los refugiados cubanos eran ex presos políticos y

conscriptos de trabajos forzados. El programa se amplió en 1991 para incluir a

activistas de derechos humanos, profesionales y otras personas desplazadas, con los

reclamos de la persecución, que constituyen actualmente la mayoría de las admisiones.

Así, para el caso de los refugiados colombianos, fueron admitidos 126 casos en

Estados Unidos durante el año fiscal 2012.

Para el año fiscal 2013, inicialmente se propuso un límite de admisión de 4400

casos de refugiados para América Latina y el Caribe durante el año 2013, incluyendo

refugiados cubanos elegibles para el programa de prioridad 2 en el país. Sin embargo,

como las cifras indican, se reasentaron 4439 refugiados de la región. Los casos

procesados en Cuba llegaron a representar el 94.73% de todos, seguidos por Colombia

y Venezuela con 230 y 3 casos respectivamente.

1.5 Refugiados en el Cercano Oriente y Sur de Asia.

La región del Cercano Oriente/ Asia del Sur sigue acogiendo a millones de

refugiados, principalmente iraquíes, palestinos, afganos, iraníes, los tibetanos, algunos

casos de Sri Lanka, Bután, y en los últimos meses a desplazados de Siria. Pocos

países de la región son parte de la Convención de 1951 sobre el Estatuto de los

Refugiados y/ o su Protocolo de 1967. No obstante, muchos gobiernos anfitriones

toleran la presencia de los refugiados dentro de sus fronteras.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el Comité

Internacional de la Cruz Roja, la Organización Internacional para las Migraciones, el

Programa Mundial de Alimentos, la Agencia de Naciones Unidas de Obras Públicas y

Socorro a los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, y otras organizaciones

41

humanitarias trabajan con refugiados en la región. Algunos países han ofrecido

protección a largo plazo y / o de asilo, sobre todo a los tibetanos, butaneses, Sri Lanka,

los palestinos, los afganos, somalíes, y a otras nacionalidades. Los refugiados

identificados por el ACNUR para el reasentamiento en terceros países son la mayoría

los iraquíes en Jordania, Siria, Turquía, Líbano, Egipto, Yemen y los Estados del Golfo;

butaneses en Nepal; afganos en Pakistán, Irán, Turquía, Siria y la India, y los iraníes en

Turquía. (ACNUR, 2013)

Al 31 de mayo del 2012, se registraron 150.766 refugiados iraquíes con el

ACNUR. No existe todavía un número definitivo de los refugiados iraquíes y

desplazados internos debido al hecho de que no todos están registrados con el ACNUR

y que están dispersos por toda la región. El ACNUR informa de que aproximadamente

1,3 millones de iraquíes desplazados por la violencia sectaria tras el atentado a la

mezquita de Samarra en febrero de 2006 siguen desplazados internamente.

Aproximadamente 35.300 refugiados (incluidos palestinos e iraníes kurdos) y 4.300

solicitantes de asilo permanecen en Iraq, así como una alta cifra adicional de 13.587

desplazados sirios y kurdos sirios.

La situación en Siria sigue siendo tensa. A partir del 9 de agosto de 2012

existían aproximadamente 140.000 desplazados a Turquía, Jordania, Líbano e Iraq. La

situación actual de la violencia en Siria está causando el desplazamiento continuo,

tanto a nivel interno, así como a los países vecinos. El gobierno de Estados Unidos

está proporcionando asistencia a los desplazados sirios en toda la región a través del

apoyo a las organizaciones internacionales, como el ACNUR, el Comité Internacional

de la Cruz Roja y el Programa Mundial de Alimentos, así como a través de

organizaciones no gubernamentales, que están ofreciendo asistencia en aspectos

críticos, como alimentos, vivienda agua y atención médica. Desde la citada fecha, el

gobierno de Estados Unidos ha proporcionado más de $ 76 millones en asistencia

humanitaria crítica. (DOS, 2013)

42

A pesar de la repatriación voluntaria de más de 5,7 millones de refugiados

afganos desde 2002, Pakistán e Irán siguen acogiendo, aproximadamente 1,7 millones

y un millón respectivamente de afganos registrados, muchos de los cuales han vivido

en estos países desde hace décadas. El mantenimiento del asilo y el espacio de

protección para los refugiados que aún no pueden regresar a Afganistán, sin dejar de

apoyar la repatriación voluntaria, es una prioridad para el gobierno de los ESTADOS

UNIDOS. y para el ACNUR. Además de los refugiados afganos, se cree que algunos 2-

3 millones de afganos viven y trabajan en Pakistán e Irán como inmigrantes

económicos sin documentación. Más de 10.000 refugiados y solicitantes de asilo

afganos también están registrados con el ACNUR en la India. La identificación de

soluciones duraderas sigue siendo un componente importante de la estrategia del

ACNUR en India. La integración local sigue siendo una opción difícil, debido a la

oposición de los países de acogida, como Bangladesh, Malasia y la India. (ACNUR,

2013)

En otra parte de la región, miles de butaneses de origen nepalí fueron

expulsados de Bután a principios de 1990 como resultado de la política del gobierno

butanés de “una nación y un pueblo” (también denominado "Bhutanization"). A pesar de

15 rondas de negociaciones formales entre Bután y Nepal, y la presión de Estados

Unidos y otros gobiernos para resolver el asunto y garantizar el derecho al retorno de

los ciudadanos butaneses auténticos, hasta la fecha no han sido autorizados a

regresar. Gracias a los esfuerzos concertados de reasentamiento que comenzó en

2008 por Estados Unidos y otros países de reasentamiento, más de 65.000 de la

población original de 108.000 refugiados butaneses en Nepal han salido después de

pasar dos décadas en campamentos en el este de Nepal. (USRMP, 2013)

En temas de libertad religiosa, la persecución de grupos religiosos es común en

algunos países de Oriente Medio y Asia del Sur. Las respuestas de los gobiernos

estatales y locales a la violencia contra grupos religiosos, particularmente los

musulmanes y los cristianos, son a menudo insuficientes. En Afganistán, para citar

43

unos de los casos más violentos, la libertad religiosa es limitada debido a las

contradicciones constitucionales, la ambigüedad legislativa, y de la interpretación de la

ley islámica que castigan a la apostasía y la blasfemia. (ACNUR, 2012)

En la India, cinco de los 28 gobiernos de los estados tienen leyes contra la

conversión que afectan negativamente a las minorías religiosas. Además, ha habido

casos en los que la policía local y las fuerzas no se han hecho esperar para

contrarrestar los ataques comunes contra las minorías religiosas.

En Pakistán, el Código Penal incluye las leyes sobre la blasfemia que van desde

la cárcel a la pena de muerte. Abusos frecuentes de estas leyes afectan negativamente

a las minorías religiosas, los musulmanes y los no musulmanes. A principios de 2011,

dos altos funcionarios del gobierno fueron asesinados después de hablar en contra de

los abusos de las leyes sobre la blasfemia contra las minorías y otros permanecen bajo

la amenaza de los extremistas violentos. (ACNUR, 2013)

En Maldivas, la libertad religiosa está severamente restringida por el gobierno.

Los ciudadanos tienen prohibido practicar cualquier religión distinta del Islam. Ha

habido un aumento en el uso de la retórica política, incluyendo las declaraciones

antisemitas por parte de algunos líderes políticos, y hay preocupación por el aumento

del extremismo religioso.

En Sri Lanka, las tensiones religiosas siguen siendo un problema, y

musulmanes, hindúes, budistas y las comunidades a menudo desconfían unos de

otros. Los incidentes como ataques esporádicos contra la comunidad cristiana, y la

destrucción de un santuario musulmán por los monjes budistas a finales de 2011,

exacerban estas tensiones.

En Irán, tanto los grupos religiosos musulmanes chiitas como sunitas, bahaíes,

sufíes, judíos, zoroastrianos y cristianos, siguen enfrentándose a la discriminación, el

acoso y detención. Los miembros de la comunidad chií que expresan puntos de vista

religiosos distintos a los del gobierno también son objeto de acoso e intimidación.

44

En algunos países de la región, sobre todo Afganistán, Irán, Arabia Saudí,

Pakistán y Egipto, la blasfemia, la apostasía y la difamación de las leyes religiosas se

han utilizado para restringir la libertad religiosa, restringir los derechos de las minorías

religiosas, y el límite de la libertad de expresión y los acusados se enfrentan a

amenazas de violencia social. En la interpretación de la ley islámica de estos

gobiernos, los responsables pueden ser privados de sus derechos civiles si algún

miembro de la sociedad presenta una demanda en su contra. Tribunales islámicos

deciden los casos de estatus personal en la mayoría de los países de la región. En

Irán, los jueces de estos tribunales suelen fallar en contra de los conversos y los

miembros de grupos religiosos minoritarios, anulando los matrimonios, la transferencia

de custodia de los hijos, transmitir los derechos de propiedad a los miembros de la

familia musulmanes, privando a los individuos de sus derechos civiles y declararlos

bajo la tutela del Estado sin ninguna identidad religiosa. Irán y Arabia Saudita son

designados por el Departamento de Estado como CPC bajo la Ley de Libertad

Religiosa Internacional de 1998 por violaciones sistemática, continua y flagrante de la

libertad religiosa. (DOS, 2013)

Uno de los mayores impactos de la violencia en Iraq se ha observado en

pequeñas comunidades de minorías religiosas. Estas minorías, incluidos los cristianos,

yezidis, Sabean-mandeos, y otros, han experimentado el desplazamiento a gran escala

- en algunos casos, que afectan hasta un 90 por ciento de su población en los últimos

ocho años. Alrededor del 20 por ciento de los refugiados iraquíes registrados son

miembros de las minorías religiosas, una cifra sensiblemente superior a su porcentaje

de la población iraquí en general. Como resultado, algunas de estas comunidades

religiosas, con sus lenguas y costumbres antiguas, están a punto de desaparecer.

En Bután, el budismo es “patrimonio espiritual” del Estado, aunque en las zonas

del sur muchos ciudadanos practican abiertamente el hinduismo. Mientras permanecen

la presión sutil en los no budistas para respetar los valores tradicionales budistas y

algunas limitaciones en la construcción de edificios religiosos no budistas, el gobierno

45

ha tomado medidas para mejorar la libertad religiosa en el país. Algunas presiones

sociales hacia los no budistas se reflejan en los esfuerzos oficiales y no oficiales para

defender el “patrimonio espiritual” (budismo) del país.

El programa de las migraciones de Estados Unidos proporciona acceso al

reasentamiento a los refugiados que sufren persecución religiosa de diversas maneras.

En virtud de la enmienda Specter, las minorías religiosas iraníes designadas como

miembros de la categoría de la prioridad 2, se consideran bajo un criterio probatorio

reducido dado a un temor fundado de persecución. Refugiados iraníes también han

accedido al programa a través de la prioridad 3.

Después de la caída de los talibanes, la repatriación voluntaria a Afganistán

procedió a gran escala durante varios años, con y sin la asistencia del ACNUR. Desde

2002, más de 5,7 millones de refugiados afganos han regresado, sobre todo de

Pakistán e Irán. Se estima que 4,4 millones fueron asistidos por el ACNUR en la mayor

operación de repatriación en la historia de esta entidad hasta finales del 2009. Sin

embargo, la era de los retornos masivos ha terminado en gran parte, con cerca de

112.000 que esperaban regresar en 2010 y 68.000 en el 2011. La repatriación

sustancial representa aproximadamente un aumento del 20 por ciento en el total de la

población de Afganistán y ha agravado la capacidad del país para absorber refugiados

adicionales.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, es poco probable que los

restantes 2,7 millones de afganos registrados en Pakistán e Irán sean repatriados. El

ACNUR informó de que sólo 13.295 afganos se repatriaron par afínales de mayo del

2012. Por otra parte, algunos reportes del ACNUR y de la Organización Internacional

para las Migraciones (OIM) es que, la continua migración de los afganos en ambas

direcciones a través de la frontera entre Afganistán y Pakistán es parte de un proceso

más amplio de la migración económica y social que se viene produciendo desde hace

siglos. Muchos de los afganos eligen quedarse en Pakistán ya no están en busca de

refugio por la violencia o la persecución. Están, más bien, en busca de oportunidades

46

económicas, huyendo de la pobreza, como visita familiar, o tratan de permanecer en

ese lugar hasta que la capacidad de absorción de los repatriados a Afganistán mejora.

El ACNUR está trabajando con los gobiernos de Pakistán y Afganistán y la comunidad

internacional para desarrollar políticas y programas para apoyar el retorno voluntario.

Desde 2008, más de 978.000 desplazados internos y refugiados han regresado

a sus hogares en Iraq, constituyendo los primeros la gran mayoría de estos retornos.

El ACNUR evalúa que, las condiciones para promover el retorno a gran escala de

refugiados a Iraq en condiciones de seguridad y dignidad, aún no están en su lugar. El

ACNUR está trabajando con algunos iraquíes en los países vecinos de forma individual

para facilitar el retorno voluntario a Iraq. En 2011, unos 67.000 refugiados iraquíes

regresaron a Iraq y se registrados para recibir asistencia a través del gobierno iraquí o

el ACNUR. Hasta junio de 2012, 23.000 refugiados han regresado de Siria y 39.650

refugiados han regresado a Iraq desde otros lugares. (ACNUR, 2013)

Estados Unidos continúa trabajando con otros gobiernos interesados para instar

al gobierno de Bután para permitir la repatriación voluntaria de los refugiados de Bután

en términos y condiciones aceptables. En otra parte de la región, con el fin del conflicto

en Sri Lanka, se visto un crecimiento del número de tamiles que buscan regresar a sus

hogares. En el primer trimestre de 2012, el ACNUR brindó asistencia en proceso de

retorno voluntario a 408 tamiles de Sri Lanka. (ACNUR, 2013)

Pocos países de la región ofrecen la integración local de los refugiados. El

ACNUR, junto con los gobiernos de Afganistán, Pakistán e Irán acordaron una

estrategia para alcanzar una solución duradera a los refugiados afganos y apoyar la

repatriación voluntaria, reintegración sostenible y la asistencia a los países. En marzo

del 2010, el gobierno de Pakistán aprobó la Estrategia de Gestión de Afganistán, un

programa que permitió a los afganos titulares de tarjetas de registro (POR) a

permanecer oficialmente en Pakistán durante el 2012. Pakistán no ha indicado qué

ocurrirá cuando las tarjetas POR expiren, pero los ESTADOS UNIDOS. ha seguido

buscando oportunidades para promover opciones de integración local. En colaboración

47

con el gobierno de Pakistán y el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo

(PNUD), el ACNUR lanzó una iniciativa en las zonas afectadas (RAHA) para los

refugiados para promover la tolerancia hacia Afganos en Pakistán; mejorar la cohesión

social para suscitar la convivencia y proporcionar a los afganos medios predecible de

estancia temporal. Su objetivo es eliminar gradualmente la asistencia humanitaria

individual y fortalecer el desarrollo mientras que se va dando una integración de forma

simultánea en los programas nacionales del Gobierno. La iniciativa RAHA es

ampliamente considerada como un éxito y se expandió en las áreas tribales bajo los

programas de administración federal en el 2012 en Estados Unidos.

La estabilización de la población afgana desplazada, la reintegración de los

refugiados que regresan y los desplazados internos, son aspectos fundamentales para

la estabilidad regional, así como hacer frente a la migración irregular, conservando el

espacio de asilo para los refugiados en los países vecinos. A través de un proceso

consultivo único, la República Islámica del Afganistán, Irán y Pakistán y el ACNUR han

acordado una estrategia regional de varios años, respaldado por la comunidad

internacional en mayo de 2012 para abordar la asistencia a los refugiados afganos y los

repatriados, haciendo hincapié en los vínculos transfronterizos.

Siria recibió cerca de 90.000 refugiados iraquíes registrados en el ACNUR al 31

de mayo de 2012. Los iraquíes no necesitan un visado para entrar en Siria. Ellos

reciben un sello de la entrada, lo que les permite seis meses de residencia y debe ser

renovada en las oficinas del gobierno local. Debido a la continua violencia en Siria,

muchos iraquíes han huido del país. El gobierno de Jordania requiere visas para los

iraquíes y ha instituido una nueva categoría de visa para los iraquíes al llegar a

Jordania desde que estallaron los disturbios en Siria en 2011. Pocos iraquíes están

recibiendo estas visas, pero sin embargo, el ACNUR informa de algunas llegadas

iraquíes de Siria. El gobierno de Jordania sigue acogiéndolos como primera región de

asilo y les proporciona el espacio de protección a estos refugiados del país vecino y

sigue siendo un anfitrión generoso.

48

Los iraquíes en Siria y Jordania no se definen legalmente como refugiados, sino

como personas. Ambos gobiernos permiten a las oficinas regionales del ACNUR

registrar a los iraquíes en la zona como categoría en protección. Con la ayuda de la

comunidad internacional, los gobiernos de Siria y Jordania han permitido a los

estudiantes iraquíes inscribirse en las escuelas públicas. Sin embargo, la matrícula de

ambos países ha sido inferior a lo previsto. Recientemente, los escolares iraquíes en

Siria se han convertido en objeto de acoso. En Siria y Jordania, los refugiados iraquíes

tienen acceso a los sistemas públicos de salud. Aunque el gobierno de Jordania ha

concedido el acceso a los iraquíes en varios sectores laborales legales, pocos han

obtenido permisos de trabajo. Los iraquíes no tienen acceso al mercado de trabajo

legal en Siria. (IRC, 2013)

El ACNUR y otros organismos internacionales también están tratando de apoyar

la integración local como una opción viable para los desplazados internos, pero señalan

que, además de la subvención de la integración, será importante que los iraquíes

desplazados puedan acceder a los servicios en sus áreas de desplazamiento.

Mientras que Turquía ratificó la Convención sobre los Refugiados de 1951 y se

adhirió a su Protocolo de 1967, el gobierno de Turquía se adhirió al Protocolo con una

limitación geográfica reconociendo los refugiados sólo de Europa. Aunque la mayoría

de los solicitantes de asilo no son considerados refugiados bajo la ley turca, el gobierno

turco concede refugio temporal y las posibilidades de integración local temporal a los

refugiados reconocidos por el ACNUR, por lo general en espera de su envío a un país

de reasentamiento. En febrero de 2012, habían 25.220 personas registradas en el

ACNUR en Turquía, la mayor parte de Iraq (10.863) e Irán (5488). Además de la

afluencia de Siria a Turquía el año pasado, Turquía también ha sido testigo de del

aumento de las llegadas de iraquíes e iraníes. Los refugiados reconocidos por el

ACNUR y los solicitantes de asilo en Turquía son asignados a una de las 51 ciudades

satélites. Los gobiernos provinciales son responsables de cubrir sus necesidades

49

básicas, incluso facilitando el acceso al empleo, la salud y la educación aunque el

apoyo varía de un lugar a otro.

En el caso de la India, por otra parte, no se tiene una política nacional clara para

el tratamiento de los refugiados y el ACNUR no tiene carácter oficial en el país, a pesar

del cada vez mayor número de solicitantes de asilo y refugiados. En Nueva Delhi, los

refugiados urbanos se enfrentan a condiciones difíciles, como la discriminación y el

acoso por parte de la población local, lo que limita sus perspectivas de integración

local. India reconoce y ayuda a determinados grupos, entre ellos los tamiles de Sri

Lanka y los tibetanos en los 115 asentamientos de Sri Lanka y 39 asentamientos para

los tibetanos en todo el país. A un gran número de tibetanos y los tamiles de Sri Lanka

en la India se les permiten algunas oportunidades de trabajo dentro de la economía

informal y reciben algunos beneficios sociales. La India también permite el ACNUR

ayude a otros refugiados en las zonas urbanas en Nueva Delhi, principalmente

birmanos, afganos y somalíes.

El ACNUR ha negociado un acuerdo con el Gobierno de la India por lo que este

país facilitaría el acceso a la ciudadanía para los hindúes y refugiados sijs afganos que

cumplan con los criterios estándar para la adquisición de la ciudadanía india, mientras

que el ACNUR aprovechar las oportunidades de reasentamiento para otros grupos

étnicos de refugiados afganos. Se establecieron centros de naturalización para apoyar

el proceso de ciudadanía para los hindúes y sij afganos, y el ACNUR intensificó sus

esfuerzos para garantizar que todos los refugiados elegibles habían presentado

solicitudes de ciudadanía india el 31 de diciembre de 2009. Como resultado, unos 600

afganos están naturalizados, con otros 2.000-3.000 actualmente en el proceso.

Estados Unidos reconocen que la posibilidad de reasentamiento en terceros

países debe estar disponible para los refugiados iraquíes más vulnerables, y de esa

manera se han apoyado los proyectos de apertura de las instalaciones de

procesamiento de casos en Ammán, Bagdad, Beirut, El Cairo, Damasco y Estambul.

50

Mientras que la mayoría de los iraquíes acceden al Programa de Admisión de

Refugiados de Estados Unidos a través de recomendaciones del ACNUR, el

Departamento de Estado ha facilitado a estos grupos vulnerables el acceso directo a

este programa a los ciudadanos con vínculos familiares directos en Estados Unidos en

esos lugares de procesamiento donde los gobiernos lo permiten. Con la aprobación de

la ley de crisis de refugiados de Iraq, promulgada el 28 de enero de 2008, se crearon

nuevas categorías de iraquíes que son elegibles para el acceso directo bajo la prioridad

2, tanto dentro como fuera de Iraq. Actualmente, los beneficiarios de la prioridad 2

que pueden solicitar el acceso en Jordania, Egipto e Iraq son: los iraquíes que

trabajan/ trabajaron en una base a tiempo completo como intérpretes/ traductores para

el gobierno de los ESTADOS UNIDOS, la fuerza multinacional en Iraq, o Fuerzas de

ESTADOS UNIDOS. e Iraq; los iraquíes que están/ estaban empleados por el gobierno

de ESTADOS UNIDOS. en Iraq; los iraquíes que están/ estaban empleados por una

organización o entidad estrechamente relacionada con la misión de ESTADOS

UNIDOS. en Iraq, que ha recibido financiamiento del gobierno de ESTADOS UNIDOS.

a través de un contrato oficial y documentado o un acuerdo de cooperación; los

iraquíes que están/ estaban empleados en Iraq por un medio de comunicación con

sede o no gubernamental; cónyuges, hijos, hijas, padres y hermanos de las personas

descritas en las cuatro categorías anteriores, o de un individuo elegible para una visa

de inmigrante especial como resultado de su empleo por o en nombre del gobierno de

los ESTADOS UNIDOS. en Iraq, incluyendo si el individuo ya no está vivo, siempre y

cuando se verifica la relación y por último los iraquíes que son los esposos, hijos, hijas,

padres, hermanos o hermanas de un ciudadano de Estados Unidos, o que son los

cónyuges o hijos o hijas solteros de un residente permanente de Estados Unidos,

según lo establecido por su ser o convertirse en beneficiarios aprobados de la I-130

“Peticiones de Visas de Inmigrante basadas en la familia”. (DOS, 2013- USCIS, 2013)

Estados Unidos ha aumentado su capacidad de procesamiento en el país cerca

de 200 por ciento desde el establecimiento de un centro de asistencia de

51

reasentamiento en Bagdad en el año fiscal 2008 y espera seguir ampliando esa

capacidad en el año fiscal 2012 y el año fiscal 2013. Si bien la seguridad y los

problemas logísticos asociados con la operación de un centro de este tipo en Iraq

limitan la capacidad de procesamiento en el país, es probable que las admisiones de

refugiados de Iraq pronto superen los de algunos países vecinos. El procesamiento de

refugiados en Iraq es una alta prioridad para Estados Unidos, ya que beneficia

directamente a los iraquíes asociados con los esfuerzos de Estados Unidos en Iraq. El

Departamento de Seguridad Interna sigue dedicando importantes recursos para el

procesamiento de refugiados iraquíes y mantiene un programa de entrevistas sólida en

la región.

Los refugiados del sur de Asia en la mayor parte de Europa y Oriente Medio se

valen de los sistemas de asilo de los países en los que se ubican. En Viena, sin

embargo, ciertas minorías religiosas iraníes (bahaíes, zoroastrianos, judíos y cristianos,

mandeos) pueden ser procesados para su reasentamiento en ESTADOS UNIDOS.

utilizando procedimientos especiales autorizados por el gobierno de Austria. La

legislación Lautenberg fue posteriormente re-autorizada en diciembre de 2011, lo que

permitió procesar nuevas aplicaciones que se presentaron y se adjudicaron con arreglo

a las directrices Lautenberg.

El procesamiento de reasentamiento para los refugiados butaneses en Nepal

continúa sin problemas y Estados Unidos han seguido comprometido a tener en cuenta

para el reasentamiento a tantos refugiados que expresen su interés como sea posible.

En abril de 2012, el ACNUR había referido a más de 90.000 refugiados de Bután para

el reasentamiento a una serie de países y más de 65.000 de estos refugiados

butaneses han sido reasentados en Estados Unidos y en otros países desde 2008.

Aunque la tramitación del reasentamiento a los ESTADOS UNIDOS. en Pakistán

se reanudó en el 2009, el número de refugiados afganos que se refieren a la oficina

regional del ACNUR permanece bajo, debido al impacto de la situación de seguridad

incierta. Actualmente, el ACNUR refiere a unas 400 personas al año en la India,

52

dando prioridad a aquellos que consideren más vulnerable. La mayoría de las

remisiones son birmanos.

El Departamento de Estado de Estados Unidos estimó el ingreso de

aproximadamente 35.500 refugiados de la región en el año 2012. Sin embargo, las

cifras actuales reflejaron que la admisión fue otorgada a 30.057 refugiados

provenientes de los siguientes países: 15.070 butaneses, 12.163 iraquíes, 1758 iraníes

y 481 afganos, incluyendo un pequeño grupo de mujeres que habían estado viviendo

en Irán procesadas a través del Centro de Tránsito de Emergencia del ACNUR en

Eslovaquia.

Así, el límite máximo regional propuesto para los refugiados del Cercano Oriente

y Asia del Sur para el año fiscal 2013 fue de 32.400, incluidos los iraquíes vulnerables,

butaneses, iraníes, paquistaníes y afganos. Se realizaron remisiones individuales por

parte del ACNUR de los distintos grupos religiosos y étnicos en la región, como los

asirios, los mandeos y kurdos iraníes. Además, se incluyeron los musulmanes Ahmadi

en muchos lugares y afganos en la antigua Unión Soviética, Pakistán, India y otros

países. Un pequeño número de grupos de refugiados iraquíes y otros que huyeron de

Libia también se programaron para su procesamiento. Las cifras actuales reflejaron una

llegada de 32.390 de refugiados, la mayoría procedentes de Iraq, para un 60.16% del

total de la región. Seguidos arribaron 9134 butaneses y 2578 iraníes. El resto de las

cuotas se distribuyeron en los restantes 13 países.

53

CAPÍTULO 2

PROCESO DE ASENTAMIENTO Y UBICACIÓN DE LOS REFUGIADOS

2.1 Liderazgo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas

para los Refugiados: Rol del Departamento de Estado de Estados Unidos.

A finales de 2011, el estimado de población de refugiados en todo el mundo se

situó en 15.4 millones. De estos, 10.4 millones recibieron protección o asistencia de la

Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Estados Unidos han liderado activamente los esfuerzos para brindar protección,

asistencia y soluciones duraderas para los refugiados, pues estas medidas cumplen

con su labor humanitaria, los principios de su política exterior y sus intereses de

seguridad nacional. Bajo la autoridad de la Ley de Migración y Asistencia a los

Refugiados de 1962, según enmendada, Estados Unidos contribuyen a los programas

del ACNUR, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Organización Internacional para

las Migraciones (OIM), la Agencia de Naciones Unidas y el Organismo de Obras

Públicas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, y otras

organizaciones internacionales y no gubernamentales que brindan protección y

asistencia a los refugiados, las personas desplazadas internamente (PDI), las víctimas

de conflictos y otros migrantes vulnerables. Estas contribuciones se utilizan para

atender las necesidades de protección jurídica y física de los refugiados y de

proporcionar ayuda básica, como agua, saneamiento, alimentos, salud, vivienda,

educación, y otros servicios. Estados Unidos supervisan estos programas para

asegurar el uso más eficaz de los recursos, maximizando el impacto humanitario de los

beneficiarios.

Estados Unidos y el ACNUR reconocen que la mayoría de los refugiados ven el

retorno voluntario a su país de origen como la solución preferida. Durante el año fiscal

54

2012, Estados Unidos apoyaron los programas de repatriación voluntaria de todo el

mundo. Las operaciones de repatriación de refugiados retornaron a refugiados de

Afganistán, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo (RDC), y Sri Lanka.

Estas operaciones se llevaron a cabo para proteger a los refugiados que regresan, así

como para ayudar a contribuir a la estabilización, la reconstrucción y el desarrollo de

sus países de origen. Cuando las oportunidades de retorno se tornan difíciles, los

países receptores de refugiados contribuyen con la autosuficiencia y el proceso de

integración temporal, indefinida o permanente en los países de asilo. El Departamento

de Estado (DOS) en EUA insta a los gobiernos anfitriones para proteger a los

refugiados a través de una serie de programas dirigidos a la integración de estas

nuevas poblaciones en las comunidades locales. A su vez, promueve una mayor

integración mediante el financiamiento de programas para mejorar la autosuficiencia de

los refugiados y el apoyo de servicios sociales de la comunidad. Muestra de estos

esfuerzos son palpables en los grupos de refugiados afganos en la India, burundeses

en Tanzania, eritreos en Sudán, liberianos y sierra leoneses en siete países de África

Occidental, y los colombianos en Ecuador, Costa Rica, Panamá y Venezuela.

Por otra parte, el ACNUR estima que hay 12 millones de personas en el mundo

que no se reconocen como nacionales de cualquier Estado y, por lo tanto, legalmente

se convierten en personas sin estado, apátridas de hecho (Stateless) (ACNUR 2012).

Existen muchos refugiados apátridas en situaciones similares, que no poseen una

ciudadanía reconocida por ningún país y que no pueden reclamar sus derechos y se

les niega incluso las protecciones humanas más básicas. Estados Unidos ha apoyado

los esfuerzos del ACNUR para prevenir y reducir esta condición de las personas sin

estados, incluso abogando por justicia dentro del sistema de las leyes de ciudadanía y

la promoción de una aplicación justa de las mismas. Las contribuciones de EUA a los

esfuerzos de apoyo al presupuesto básico del ACNUR han sido sustanciosos con el fin

de prevenir y combatir éste fenómeno en Birmania, Kuwait, Nepal, Sudáfrica, Sudán del

Sur, Turkmenistán, y en otros lugares, entre otros programas. Además, el

55

Departamento de Estado busca apoyo del Programa de Admisión de Refugiados de

Estados Unidos (USRAP, por sus siglas en inglés) para demostrar su liderazgo,

mientras que se alientan a otros países a hacer más para ayudar a las personas sin

estado y refugiados asidos en situaciones prolongadas. Este enfoque se refleja en el

reasentamiento actual de refugiados de la región de Rohingya de Birmania, así como

en materia de reasentamiento de meskhetian turcos. A su vez, la Oficina de Población,

Refugiados y Migraciones de Estados Unidos (PRM por sus siglas en inglés) también

utiliza la diplomacia para movilizar a otros gobiernos para prevenir y resolver

situaciones de con estos grupos más vulnerables. Por ejemplo, durante el año 2011 la

PRM llevó a cabo misiones sobre el terreno y supervisó las situaciones que enfrentan

los refugiados sin estado en Birmania, Kuwait y Nepal. Los esfuerzos diplomáticos

incluyen el patrocinio en junio del 2012 del Consejo de las Naciones Unidas para los

Derechos Humanos; aportando una tangente resolución sobre la mujer y los derechos

del niño a tener una nacionalidad reconocida, así como la Iniciativa de Nacionalidad de

la Mujer de la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton. (DOS, 2013)

El gobierno de Estados Unidos y el ACNUR también reconoce el reasentamiento

en terceros países como una herramienta vital para proporcionar protección a

refugiados y como mecanismo de soluciones duraderas en algunos casos

especialmente difíciles. Para algunos refugiados, el reasentamiento es la mejor, y

quizás la única alternativa. Por ejemplo, Estados Unidos alientan el ACNUR a promover

el reasentamiento de los refugiados que no poseen un estado que los respalde cuando

otras soluciones duraderas no son posibles, incluso, si se encuentran en su país de

residencia habitual.

El gobierno de ESTADOS UNIDOS. desde hace más de una década ha

brindado apoyo financiero para ampliar y mejorar la capacidad de reasentamiento del

ACNUR, principalmente aportando personal capacitado para laborar en los campos de

refugiados supervisados por esta agencia internacional, así como cooperando en la

construcción de instalaciones. Como resultado de esta iniciativa, el ACNUR ha

56

aumentado considerablemente las remisiones a Estados Unidos y en otros países de

reasentamiento. En el año 2011, esta agencia refirió a los refugiados a 25 países para

su consideración el reasentamiento. (ACNUR, 2013)

De estas cifras, más del 90 por ciento se refiere a Estados Unidos, Canadá y

Australia. Un número menor de remisiones se hicieron a Argentina, Bélgica, Brasil,

Chile, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Japón,

Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Paraguay, Portugal, República de Corea,

España, Suecia, Suiza, Uruguay y el Reino Unido.

Mientras que el número total de refugiados referidos por el ACNUR y el

porcentaje de reasentados en varios países fluctúan de año en año, Estados Unidos

tiene por objetivo garantizar al menos el 50 por ciento de todos los refugiados remitidos

por el ACNUR, en función de disponibilidad de fondos. Como muestra se tiene que en

el 2011, alrededor del 70 por ciento de refugiados que fueron reasentados por el

ACNUR, fueron reasentados en Estados Unidos. Esto representó una disminución del

74 por ciento en 2010.

La política exterior y los intereses humanitarios de Estados Unidos

históricamente han tomado la delantera al abordar el problema de los refugiados y los

países de reasentamiento. En algunos casos, el gobierno de Estados Unidos ha sido

capaz de utilizar su posición de liderazgo en el reasentamiento para promover y

asegurar otras soluciones duraderas para los refugiados o avanzar en materia de

derechos humanos con los objetivos de su política exterior. Estados Unidos ha sido uno

de los mayores donantes del ACNUR, proporcionando cerca de $ 700 millones de

dólares durante el año fiscal 2011. Durante los últimos años, los esfuerzos de

reasentamiento de Estados Unidos en África, Oriente Medio y Asia han ayudado a

dinamizar los esfuerzos del ACNUR y de otros países para asegurar que se mantenga

el derecho a asilo en el primer país que los refugiados los solicitan, así como la

integración local o reasentamiento en un tercer país, cuando estas sean las únicas

opciones que se ofrezcan a quienes la necesitan. En ciertos lugares, la pronta

57

reubicación de los casos políticamente sensibles ha ayudado a reducir las tensiones

regionales. En el caso de los refugiados que huyen de los combates en Libia, Estados

Unidos estuvieron dispuestos a reasentar a los refugiados que habían huido a Túnez y

Egipto. Esta acción ayudó a mantener las fronteras abiertas a los refugiados y ayudó a

aliviar la presión sobre estos dos países durante los períodos de cambio político.

(ACNUR 2012)

Por otro lado, durante su historia, el Programa de Admisión de Refugiados de

Estados Unidos ha respondido a las circunstancias cambiantes. Incluso antes de los

acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el fin de la Guerra Fría alteró

radicalmente el contexto en el que ésta agencia operaba. El programa cambió su

enfoque lejos de los grandes grupos concentrados en unos pocos lugares

(principalmente refugiados de Vietnam, la antigua Unión Soviética y la antigua

Yugoslavia) y empezó a admitir a los refugiados que representaron más de 50

nacionalidades al año. A menudo se realizan entrevistas a los refugiados por parte de

funcionarios estadounidenses y están dirigidas a las poblaciones más necesitadas de

oportunidades de reasentamiento en terceros países.

Los refugiados reasentados en Estados Unidos han enriquecido históricamente

esa nación. El Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos se basa en la

idea de que los refugiados deben ser económicamente autosuficientes lo antes posible.

El Departamento de Estado trabaja de cerca con las agencias que participan en la

recepción y el programa de Colocación (R&P) para asegurar que los refugiados reciban

servicios en los primeros treinta a noventa días después de la llegada, según en

conformidad con las normas establecidas. Durante y después del período inicial de

reasentamiento, el Departamento de Salud y Servicios a los Humanos (HHSS, por sus

siglas en inglés) ofrece liderazgo, asistencia técnica y fondos a los estados, el Distrito

de Columbia, y organizaciones sin fines de lucro para ayudar a los refugiados a ser

autosuficientes e integrarse en la sociedad. Los programas financiados por la Oficina

de Reasentamiento de Refugiados (ORR) utilizan métodos como la aplicación de la

58

fórmula y subvenciones discrecionales para proporcionar programas efectivos de

capacitación y asistencia médica, servicios de búsqueda de empleo y otros servicios a

los refugiados recién llegados. (Moser, 2006).

Una serie de factores crea desafíos para las agencias de reasentamiento que se

esfuerzan por satisfacer las necesidades de los refugiados en el programa. La

población de refugiados es cada vez más diversa lingüísticamente, con historias

educativas y laborales de gran alcance. Para preparar mejor a los refugiados a su

llegada a Estados Unidos, el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos

sigue mejorando los temas de orientaciones culturales en el extranjero, incluyendo la

revisión de los planes de estudio y la formación del profesorado. En el año fiscal 2011,

se introdujeron programas de enseñanza del idioma inglés algunos refugiados en

Kenia, Tailandia y Nepal. Al introducir estos tipos de programas en el extranjero, se

logra así proporcionar las competencias básicas lingüísticas y promover el aprendizaje

de idiomas, dándole continuidad después de la llegada de los refugiados a Estados

Unidos.

Otra de las barreas más visibles es la escasez y disponibilidad de viviendas de

bajos recursos en muchas ciudades y pueblos de Estados Unidos. Así, se suma las

altas tasas de desempleo de Estados Unidos, siendo este indicador un reto para el

éxito del reasentamiento de los refugiados. Los Departamentos de Estado y de Salud y

Servicios Humanos están trabajando en estrecha colaboración con los Estados, las

agencias de reasentamiento, las ONG y los proveedores de servicios en más ajustes

para ayudar a los refugiados en este proceso.

59

2.2 Caracterización del Proceso de Ubicación de los Refugiados en

Estados Unidos.

Algunos refugiados son considerados para el reasentamiento a través de

programas en los países. En general, para ser considerado un refugiado, la persona

debe estar fuera de su país de nacionalidad o, si fueren apátridas, fuera de su país de

la última residencia habitual. En virtud de la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) §

101 (a) (42) (B), sin embargo, el Presidente puede especificar las circunstancias bajo

las cuales las personas que están dentro de su país de nacionalidad o de última

residencia habitual puede ser considerado un refugiado a efectos de admisión a

Estados Unidos. La propuesta fiscal 2013 recomendó continuar dicho tratamiento en el

país de los grupos especificados en Iraq, Cuba, y Eurasia y los países bálticos. Las

personas para quienes el reasentamiento se solicita por un embajador de ESTADOS

UNIDOS. en cualquier lugar del mundo también pueden ser consideradas.

La Oficina de Población, Refugiados y Migraciones (PRM) de Estados

Unidos es responsable de coordinar y gestionar el Programa de Admisión de

Refugiados de Estados Unidos. Una parte crítica de esta responsabilidad es determinar

qué personas o grupos de entre los millones de refugiados en todo el mundo tendrán

acceso a la consideración de reasentamiento en los ESTADOS UNIDOS. La Sección

207 (a) (3) de la INA afirma que el Programa de Admisión de Refugiados a los

ESTADOS UNIDOS. destinará los ingresos entre los refugiados “de índole humanitaria

especial” a Estados Unidos en conformidad con la resolución dictada por el Presidente

después de consultar debidamente qué personas son “de preocupación humanitaria

especial” a Estados Unidos, con el propósito de considerar el reasentamiento de

refugiados, se determina a través de la admisión de refugiados el sistema de

prioridades del programa en los ESTADOS UNIDOS. Actualmente hay tres prioridades

60

o categorías de casos: Prioridad 1 - Los casos individuales que se refieren al programa

en virtud de sus circunstancias y la aparente necesidad de reasentamiento; Prioridad 2

- Grupos de casos designados a tener acceso al programa en virtud de sus

circunstancias y la aparente necesidad de reasentamiento; Prioridad 3 - Los casos

individuales de nacionalidades designadas que se les ha concedido acceso a los

efectos de la reunificación con miembros de la familia que ya están en Estados Unidos.

El acceso al programa, en una de las prioridades de procesamiento

mencionados anteriormente, no significa que el solicitante cumple con la definición

legal de “refugiado” o es admisible en Estados Unidos bajo el INA. La determinación

final de si un solicitante puede ser admitido como refugiado es hecha por el

Departamento de Seguridad Interna (DHS) de acuerdo con los criterios establecidos en

el INA y varios protocolos de seguridad. Los solicitantes que reúnen los requisitos para

el acceso a las prioridades establecidas se presentan frente a los oficiales de esta

agencia gubernamental para la entrevista.

Aunque las categorías de acceso al Programa de Admisión de Refugiados de

Estados Unidos se conocen como “prioridades de procesamiento”, es importante tener

en cuenta que entrar en el programa bajo una cierta prioridad no establece

precedencia, en el orden en que se procesan los casos. Una vez que los casos se

establecen como requisitos para acceder a una de las tres prioridades de

procesamiento, todos pasan por los mismos pasos de procesamiento.

Así, el caso prioridad 1 (P-1) permite la consideración de solicitudes de asilo de

personas de cualquier nacionalidad, por lo general con las necesidades apremiantes de

protección, para quienes el reasentamiento parece ser la solución adecuada y

duradera. Los casos de prioridad 1 son identificados y referidos al programa por el

ACNUR, la embajada de ESTADOS UNIDOS., o una ONG designada. El ACNUR, que

tiene el mandato internacional para proporcionar protección a los refugiados, ha

referido históricamente a la gran mayoría de los casos de esta prioridad. Algunas

organizaciones no gubernamentales que prestan asistencia humanitaria en lugares

61

donde hay grandes concentraciones de refugiados también han recibido una formación

de PRM y DHS / USCIS y han sido designados elegibles para proveer remisiones de

prioridad 1.

Las remisiones de los casos de prioridad 1 del ACNUR y las ONG suelen

presentarse al Coordinador Regional de Refugiados, que envía las remisiones

apropiadas al Centro de Reasentamiento y Apoyo (RSC) para la tramitación de los

casos y la programación de la entrevista con el DHS / USCIS.

Un embajador de ESTADOS UNIDOS. puede referir en caso de prioridad 1, a las

personas aún en su país de origen, si el embajador determina que estos casos están

en necesidad de un trato excepcional y los Departamentos de Estado y Seguridad

Nacional estén de acuerdo. En algunas instancias, el Departamento de Estado remite

casos de “beneficio significativo público” o Parole como una opción más apropiada.

Los casos de prioridad 2 (P-2) incluyen grupos específicos (dentro de ciertas

nacionalidades, clanes o grupos étnicos, a veces en lugares específicos) identificados

por el Departamento de Estado, en consulta con el DHS / USCIS, las ONG, el ACNUR

y otros expertos según la necesidad de reasentamiento. Algunos grupos prioritarios son

procesados en su país de origen. El proceso de identificar el grupo y sus características

incluye la consideración de si el grupo es de preocupación humanitaria especial a

Estados Unidos y si los miembros del grupo probablemente serán capaces de calificar

para la admisión como refugiados en virtud de la ley de los ESTADOS UNIDOS. Los

grupos pueden ser designados como prioridad 2 en el transcurso del año, según se den

las circunstancias y la necesidad de reasentamiento.

Existen dos modelos distintos de acceso al programa de prioridad 2: el acceso

abierto y acceso al grupo predefinido, normalmente por recomendación del ACNUR. En

ambos modelos, las designaciones de los casos de la prioridad 2 se basan en las

características comunes que definen el grupo. En general, la posesión de estas

características es la razón por la que el grupo ha sido perseguido en el pasado o se

enfrenta a la persecución en el futuro.

62

El modelo de acceso abierto para las remisiones de grupo de la prioridad 2

permite a las personas a buscar el acceso al programa sobre la base de los criterios

designados para reuniones. Para crear un grupo de libre acceso prioritario 2, el

Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos, en consulta con el DHS /

USCIS, y (en su caso) con el ACNUR y otros, define los criterios específicos de acceso.

Una vez que la denominación está en su lugar, los solicitantes pueden acercarse al

programa en cualquiera de los lugares de procesamiento especificados como

disponibles para el grupo para iniciar el proceso de solicitud. Los solicitantes deben

demostrar que cumplen con criterios específicos para establecer la elegibilidad para la

inclusión.

El modelo de acceso abierto ha funcionado bien en los programas en los países,

incluidos los programas en Eurasia y los países bálticos, y en Cuba. También se utilizó

con éxito en Vietnam durante casi treinta años (1980-2009), los refugiados bosnios

durante la década de 1990, y ahora está en uso para las minorías religiosas iraníes e

iraquíes con vínculos con Estados Unidos. (DOS, 2013)

El Centro de Apoyo de Reasentamiento (RSC) es responsable de la gestión de

acceso abierto de las aplicaciones dentro de la prioridad 2, trabajando bajo la dirección

del PRM, realiza una determinación preliminar en cuanto a si los solicitantes reúnen los

requisitos para el acceso y deben presentarse al DHS / USCIS para la entrevista. Los

solicitantes que claramente no cumplen con los requisitos de acceso son “descartados”

antes de la entrevista.

En contraste con un grupo de acceso abierto, una designación de grupo

predefinido normalmente se basa en una recomendación del ACNUR que establece los

criterios de elegibilidad que deben aplicarse a las personas en un lugar determinado.

Una vez que el programa ha establecido los criterios de elegibilidad para el acceso al

grupo, en consulta con el DHS / USCIS, la entidad de referencia (normalmente

ACNUR) proporciona los datos biográficos de los candidatos elegibles para el

procesamiento de la categoría de refugiados. Este tipo de referencia del grupo es

63

ventajoso en situaciones en las que la mano de obra necesaria para generar

derivaciones individuales sería impracticable, potencialmente perjudicial para los

solicitantes debido a retrasos o contraproducente. A menudo, los grupos predefinidos

se componen de personas con reclamos similares de persecución. El proceso de

remisión de los grupos predefinidos ahorra pasos y puede conservar los escasos

recursos, en particular para el ACNUR. Las remisiones de grupos predefinidos, con los

criterios de elegibilidad bien definidos y métodos claros para la verificación de la

pertenencia a un grupo, puede servir como elemento de disuasión contra el fraude, así,

evitar que los miembros del grupo no puedan acceder al Programa de Admisión de

Refugiados de Estados Unidos alegando falsamente la pertenencia al grupo. También

puede acelerar el proceso de reasentamiento en los casos en que las preocupaciones

inmediatas de protección están presentes.

En el caso de estudio de la Prioridad 3 (P-3) Categoría USRAP, permite el

acceso a los miembros de las nacionalidades designadas que tienen familiares directos

en Estados Unidos, que inicialmente entraron en calidad de refugiados o se les

concedió asilo. Al comienzo de cada año fiscal, se establece la lista de las

nacionalidades elegibles para el procesamiento de esta prioridad. El Subsecretario del

Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP por sus siglas en

inglés) puede modificar la lista durante el año, en consulta con el DHS / USCIS, pero

las adiciones o supresiones se hacen generalmente para coincidir con el año fiscal.

La inclusión en la lista de P-3 representa un pronunciamiento de USRAP que la

nacionalidad es motivo de preocupación humanitaria especial a Estados Unidos con el

propósito de procesamiento de refugiados de reunificación familiar. Las nacionalidades

elegibles son seleccionadas después de un examen cuidadoso de varios factores.

Evaluación anual del ACNUR a los refugiados que necesitan reasentamiento da una

idea de las situaciones de refugiados en curso, lo que podría crear la necesidad de

procesamiento de reunificación familiar. Además, los esfuerzos de repatriación

64

potenciales o en curso y los intereses de política exterior de Estados Unidos deben son

tomados en cuenta para determinar qué nacionalidades deben ser elegibles.

Anteriormente, con el fin de calificar para el acceso a los procedimientos P-3, el

solicitante debe haber estado fuera de su país de origen, haber tenido una Declaración

Jurada de Parentesco (AOR) presentada a su nombre por el familiar elegible en

Estados Unidos durante un período en que la nacionalidad se incluye en la lista de

elegibilidad, y se han aprobado para procesamiento posterior por el DHS / USCIS y el

Programa de Acceso y Verificación de la Unidad de Refugiados.

Los miembros familiares que realizan la petición y son clasificados para la

inclusión en el procedimiento son los siguientes: cónyuges, hijos solteros menores de

21 años y / o padres. Es importante aclarar que los familiares que realizan la petición y

que califican son personas que ingresaron a Estados Unidos como refugiados o se les

concedió asilo, incluidas las personas que son residentes legales permanentes o

ciudadanos estadounidenses que inicialmente ingresaron a Estados Unidos como

refugiados o se les concedió asilo.

Además de los miembros de la familia que califican con base en la lista anterior,

se pueden analizar otros individuos de una forma casos por casos en otras bases. Por

ejemplo, un individuo puede ser añadido a un caso de P-3 si esa persona:

1) vivían en el mismo hogar que el miembro de la familia de calificación en el

país de su nacionalidad o, si fueren apátridas en su última residencia habitual;

2) era parte de la misma unidad económica, miembro de la familia de calificación

en el país de su nacionalidad o, si fueren apátridas en si última residencia habitual, y

3) demuestre circunstancias humanitarias excepcionales y apremiantes que

justifican su inclusión en el caso del miembro de la familia que califica.

Estas personas no son cónyuges o hijos, bajo la ley INA 207 (c) (2) (A) y por lo

tanto no pueden obtener la condición de refugiados del solicitante principal. Deben, por

lo tanto, probar que ellos califican como refugiados de forma independiente.

65

En marzo de 2008, en consulta con el DHS / USCIS, la Oficina de Población,

Refugiados y Migración (PRM por sus siglas en inglés) suspendió el procesamiento P-3

y dictó una moratoria de las entradas autorizadas de P-3 desde ciertos lugares de

procesamiento debido a los indicios extremadamente altos de tasas de fraude

identificados a través de pruebas pilotos de ADN, principalmente refugiados

procedentes de Somalia y Eritrea. Además, en octubre de 2008, PRM suspendió la

aceptación de todas las nacionalidades, mientras PRM y DHS / USCIS examinaron si

los procedimientos adicionales podrían ser incorporados en los procesamientos P-3

para detectar y prevenir el fraude en el futuro. (DOS, 2012).

En el año fiscal 2013, se reanudó el proceso P-3 con un sistema aprobado de

Declaración Jurada de Relación (AOR por sus siglas en inglés), a través de la forma del

Departamento de Estado de Estados Unidos (DS-7656). Este nuevo procedimiento

contiene nuevas leyes sobre las sanciones por la comisión de fraude, y alerta a los

contribuyentes que las pruebas de ADN para establecer parentesco biológico se

requieren para acceder a la entrevista de USCIS para la admisión de refugiados a

Estados Unidos a través del programa P-3. PRM y USCIS han trabajado en estrecha

colaboración con las agencias de reasentamientos para asegurarse de que los

aspirantes están conscientes de los cambios en la forma y el programa P-3, y han

proporcionado formación para que puedan educar a su propio personal afiliado. Del

mismo modo, se trabajó en estrecha colaboración con los Centros de Soporte de

Reasentamiento (RSC, por sus siglas en inglés) en el extranjero para garantizar una

recolección rigurosa de ADN y la protección de esos centros.

En cuanto a los programas de procesamiento en los países de origen, se

observa que existen algunas naciones donde los individuos continúan teniendo acceso

a los servicios en el marco de las designaciones de los grupos de a Prioridad 2. Para la

región de Eurasia y los países bálticos, esta prioridad se aplica a los Judíos, cristianos

evangélicos y los ucranianos practicante de las religiones católicas y ortodoxos

identificados en la Enmienda Lautenberg, Ley Pública N º 101-167, § 599D, 103 Stat.

66

1261 (1989), en su versión modificada ("Enmienda Lautenberg"). Con la renovación

anual de la Enmienda Lautenberg estos individuos son considerados minorías dentro

de un estándar probatorio reducido para establecer un temor de persecución fundado.

Además, se incluyen en este programa de Prioridad 2 a Cuba. De esa manera

califican los activistas de derechos humanos, miembros de minorías religiosas

perseguidas, ex presos políticos, conscriptos de trabajos forzados (durante 1965-1968),

las personas privadas de sus credenciales profesionales o sometido a otro tratamiento

sumamente desfavorable o discriminatorio derivado de su percepción o creencias

actuales políticas o religiosas o actividades, y las personas que han sufrido daño o

miedo a causa de su relación (familiar o social) a alguien que entre en una de las

categorías anteriores.

En otro análisis, se aprobaron a los Iraquíes Asociado con Estados Unidos

(SIVs, por sus siglas en inglés que se refiere a Visas para Emigrantes Especiales). Bajo

diversas denominaciones de la Prioridad 2, incluidos los establecidos en la crisis de

refugiados en la Ley de Iraq, los empleados del gobierno de los ESTADOS UNIDOS.,

un contratista o concesionario de los ESTADOS UNIDOS. financiado por el gobierno,

los medios o las ONG que trabajan en Iraq, y algunos de los familiares de dichas

personas, así como los beneficiarios de la I-130 (visa de inmigrante) con peticiones

aprobadas, fueron elegibles para el procesamiento de refugiados en Iraq. Este

programa ha operado en Jordania y Egipto, además del programa en el país en Iraq.

Existen además otros grupos de interés humanitario fuera de sus países de

origen. Aquí se encuentran las minorías étnicas y otros grupos de Birmania en los

campamentos de Tailandia. Bajo esta designación, las personas que han huido de

Birmania y que están registradas en nueve campos de refugiados a lo largo de la

frontera entre Tailandia/ Birmania y que se identifican por el ACNUR como en

necesidad de reasentamiento son elegibles para su procesamiento. Las minorías

étnicas de Birmania en Malasia que son reconocidas por el ACNUR como refugiados

en Malasia e identificadas como en necesidad de reasentamiento son elegibles para su

67

procesamiento. Así, los refugiados butaneses registrados por el ACNUR en los

campamentos de Nepal e identificados como en necesidad de reasentamiento son

elegibles para su procesamiento.

Los grupos Iraníes de ciertas minorías religiosas tienen derecho a este

tratamiento y son considerados minorías de un estándar probatorio reducido para el

establecimiento de un temor fundado de persecución, de acuerdo a la renovación anual

de la Enmienda Lautenberg modificada en 2004 por la Sección. 213, División E, de la

Ley de Asignaciones Consolidadas de 2004, PL 108-199 ("la enmienda de Specter").

68

CAPÍTULO 3

EL REASENTAMIENTO COMO SOLUCIÓN DURADERA GLOBAL AL

PROBLEMA DE LOS REFUGIADOS.

3.1. Análisis Histórico del Reasentamiento Global: Antecedentes.

Desde hace muchos años, la migración irregular y de solicitantes de asilo han

dominado el discurso sobre refugiados dentro y entre los gobiernos. En virtud de todo,

relativamente en raras ocasiones, la discusión acerca de los refugiados se desvía más

allá de este enfoque que casi siempre ha estado en el tema de la integración,

especialmente en los países desarrollados que se enfrentan a la necesidad de dar

respuesta a su población cada vez más diversa. Mientras tanto, otras áreas de

actividades relacionadas con los refugiados han ignorado este asunto en gran medida.

Una de esas áreas es el reasentamiento. Es lamentable que este sea el caso,

como el reasentamiento no es sólo acerca de dar a los refugiados vulnerables la

oportunidad de una nueva vida, como se explicará más adelante, tiene una variedad de

otros usos que tienen una aplicación mucho más amplia que la simple asistencia a los

reasentados.

En el año 2002, Garry Troeller, un alto funcionario del Alto Comisionado de las

Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), escribió un artículo en el que expone

la historia del reasentamiento y reflexionó sobre la forma en que se estaba utilizando la

protección en ese momento dentro del marco más amplio de los refugiados. Desde

entonces, con la excepción de algunos documentos de circulación producidos

limitadamente por el ACNUR, lo escrito sobre esta materia ha sido escaso y en la

mayoría de los casos, las referencias al reasentamiento han sido, ya sea a una

determinada situación específica o secundaria, y no al foco principal de este fenómeno.

.

69

El reasentamiento es un tema que merece ser tomado en serio por los

encargados de dar forma a su política y las personas que dirigen estos programas. Por

lo tanto, es el momento para darle continuidad a lo iniciado por Troeller en 2002. La

investigación anterior fue una instantánea sobre el reasentamiento en el momento

cuando el ACNUR estaba celebrando su 50 aniversario. Este autor analizó la evolución

del reasentamiento y en los problemas y desafíos de la época. En este capítulo se va a

profundizar en éste análisis. Se comenzará repasando los momentos clave en la

historia del uso del ACNUR en el programa de reasentamiento, aunque en este caso

centrándose particularmente en los acontecimientos de la década transcurrida. Del

mismo modo se distinguirán los temas que están actualmente en la agenda de los que

participan en la ejecución del programa de reasentamiento del ACNUR. De este modo,

se busca fomentar el debate y mejorar la eficacia del uso del reasentamiento como

instrumento de protección, como una solución duradera y como expresión tangible de

la solidaridad donde el ACNUR se mueve hacia a su séptima década.

De esa manera, se argumenta sobre el concepto propiamente elaborado donde

se explica que el reasentamiento implica la selección y transferencia de refugiados

desde un estado a un segundo o tercer estado en el que se ha buscado protección y

que ha aceptado admitir a las personas como refugiados con la condición de residente

permanente. El estado siempre asegura la protección contra la devolución y

proporciona a un refugiado reasentado y a su familia o dependientes con acceso a los

derechos similares a las de los nacionales.

El reasentamiento, según el ACNUR, también trae consigo la oportunidad de

convertirse eventualmente en un ciudadano naturalizado de los países de

reasentamiento. La anterior definición de reasentamiento, presentada en el recién

publicado Manual de Reasentamiento del ACNUR, es consistente con la mayoría de los

puntos de vista de los practicantes en cuanto al significado del término. Deja en claro

que el reasentamiento es el acto de identificación y selección de un refugiado

vulnerable para la reubicación en un tercer país a efectos de garantizar la protección y

70

dar refugio a su familia con el fin de garantizarles un futuro seguro (ACNUR, 2013). Lo

que la definición no hace, sin embargo, es dar alguna idea de la complejidad del

concepto y sus múltiples aplicaciones.

El reasentamiento ha sido una herramienta importante usada por el ACNUR

desde que la agencia fue fundada hace 60 años. Es coherente con su mandato básico

en tanto, ya que es un medio por el cual el ACNUR puede asegurar la protección y las

soluciones duraderas para los refugiados. Como se estudiará en la siguiente sección, la

forma en que se ha utilizado y la importancia que se da al mismo según el ACNUR, han

variado mucho con el tiempo. Como punto de partida, es relevante observar cómo el

ACNUR explica las funciones de reasentamiento a través de tres aspectos igualmente

importantes. En primer lugar, se trata de una herramienta para proporcionar protección

internacional y satisfacer las necesidades específicas de los refugiados individuales

cuya vida, la libertad, la seguridad, la salud y otros derechos fundamentales están en

riesgo en el país donde buscaron refugio. En segundo lugar se trata de una solución

duradera para los números más grandes o grupos de refugiados, junto con las otras

soluciones duraderas de repatriación voluntaria y la integración local en terceros

países. Esto puede ser una expresión tangible de la solidaridad internacional y un

mecanismo de reparto de responsabilidades, que permite a los estados ayudar a

compartir la responsabilidad para la protección de los refugiados, y reducir los

problemas que afectan al país de asilo. (ACNUR, 2013).

Sin pretender impugnar deferencias, no sería correcto ver éstas como las únicas

formas en las que el reasentamiento puede ser utilizado para promover el mandato del

ACNUR. Cuando se utiliza estratégicamente, el reasentamiento no sólo tiene muchas

otras funciones, pero también tiene la capacidad de influir en muchas más vidas, y no

solamente en las de los refugiados seleccionados para la reubicación.

El reasentamiento ha sido utilizado para realizar una gama muy amplia de

funciones, incluyendo, entre otros aspectos, actuar como un incentivo para que los

estados de acogida entablen un diálogo con el ACNUR y otros actores claves;

71

fortalecer la participación de la sociedad civil y la capacidad en el ámbito de la

protección de los refugiados; proporcionando un incentivo ofrecido a los países de

primer asilo para mantener abiertas sus fronteras en situaciones de afluencia masiva,

evitando el retorno forzado de personas o grupos y como un incentivo para disuadir a

los países a no devolver a los refugiados; ayudando a descongestionar y/o a consolidar

los campamentos y así mejorar las condiciones de vida de los que se quedan; reducir

los movimientos de población en el país, como los de los campamentos a las zonas

urbanas; promover esta política en los estados anfitriones para abrir el acceso a las

oportunidades de subsistencia, la salud, la educación, el empleo y otros derechos en

los países de primer asilo (Brick, 2010).

Además, se proporciona una solución para grupos enteros de refugiados para

quienes ni la devolución y la integración local son opciones; aumentar la autosuficiencia

de los refugiados y el bienestar a través de la recepción de las remesas de familiares y

amigos reasentados; reunir a las familias separadas por la guerra y el desplazamiento;

influir en el comportamiento y las actitudes de los refugiados, por ejemplo a través de la

disminución de la violencia sexual y de género, el aumento de la matrícula en la

educación y la formación profesional, la reducción de la dependencia y fomentar la

participación en medios de subsistencia; el fomento de la cohesión comunitaria y

proporcionar oportunidades para los servicios que antes se prestaban sólo a los

refugiados; el fortalecimiento de la movilización y la participación en las iniciativas de

construcción de paz de los refugiados y finalmente, brindar oportunidades para que los

refugiados adquieran destrezas, educación y experiencia en los países de

reasentamiento que pueden contribuir a la reconstrucción de su país de origen cuando

la situación lo permita (Brick, 2010).

Cada una de las funciones anteriores de reasentamiento se centra

principalmente en el país de primer asilo y de los refugiados en ese contexto. Hay, sin

embargo, otros beneficios que se derivan del uso estratégico del reasentamiento que

tienen un rango geográfico más amplio.

72

En un contexto regional, el reasentamiento puede ayudar a equilibrar las cargas

y las responsabilidades de los países de acogida, fomentar el diálogo abierto sobre la

manera de fortalecer la protección de refugiados y reducir la influencia de tráfico de

personas y la trata de personas. También puede contribuir a la reducción de la

influencia de algunos de los factores push-pull en las migraciones que participan en los

movimientos de refugiados. Los programas de reasentamiento se han mostrado en

beneficio de los países receptores de muchas maneras. Los que vienen, traen consigo

muchas habilidades y atributos que contribuyen no sólo a la economía sino también a

la estructura social y cultural del país. Por otra parte, los programas de apoyo puestos

en marcha para reasentamiento de los refugiados contribuyen a fomentar actitudes

positivas hacia los refugiados y a influir sobre los efectos en términos de apoyo a los

solicitantes de asilo.

Además, es pertinente señalar que han existido casos, aunque poco frecuentes,

cuando el reasentamiento ha contribuido a la intermediación de los dividendos de

protección en el país de origen. En general, esto sólo sería posible si el país tiene un

gobierno relativamente estable que se ha preparado (por lo general bajo presión

sostenida de otros estados) para participar en las discusiones multilaterales. La

participación del Gobierno de Vietnam, por ejemplo, fue fundamental para las

conciliaciones del Plan General de Acción para los Refugiados de Indochina 1989-1996

(Hohm y Moser, 1999).

Como se discutirá más adelante, el uso del reasentamiento como una

herramienta de protección para cualquiera de las otras funciones descritas

anteriormente, ha sido fuertemente influido con el tiempo por una variedad de factores.

Mientras que el conflicto y el desplazamiento crean la necesidad de plazas de

reasentamiento, estos elementos no son los principales determinantes.

Para comprender mejor este proceso, es importante retomar algunos de los

orígenes históricos de este fenómeno. Mientras que las personas se han trasladado de

un lugar a otro en busca de protección desde tiempos inmemoriales, la reubicación

73

sistemática y organizada de la gente sólo comenzó a surgir como una herramienta de

protección en el período entre las dos guerras mundiales. A principios de la década de

1920 unos 45.000 rusos que habían huido a China después de la Revolución Rusa

fueron asistidos para relocalizarse cuando el dominio emergente del régimen comunista

amenazó su residencia permanente en esa región (Holman, 1996). Una década más

tarde, una serie de organizaciones internacionales fueron acusadas de ayudar a los

judíos y otros que enfrentaban la persecución a manos del Partido Nacional Socialista

(nazi), por trasladarse a un lugar seguro (Holman, 1996). No fue sino hasta después de

la Segunda Guerra Mundial, que el reasentamiento entró en su balance como se

conoce hoy.

Cuando terminó la guerra, había 21 millones de personas desplazadas en toda

Europa. La entonces recientemente creada Naciones Unidas creó la Organización

Internacional de Refugiados, OIR (IRO por sus siglas en inglés) para hacer frente a la

situación (Holman, 1996). Al principio, la repatriación fue vista como la respuesta, pero

rápidamente se hizo evidente que muchos de los desplazados tenían razones válidas,

incluyendo miedo a la persecución, a no volver a casa y así se buscaron otras

soluciones. Entre 1947 y 1951, la OIR presidió el reasentamiento de más de 1 millón de

refugiados (80% a destinos fuera de Europa) y, al mismo tiempo, menos de 75.000

personas fueron repatriados bajo los auspicios del OIR (Holman, 1996).

Por el momento la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los

Refugiados (ACNUR) se estableció en 1951, el reasentamiento se estableció

firmemente como una herramienta de protección y, la naciente organización, no sólo se

hizo cargo de la IRO para encontrar soluciones duraderas para los desplazados por la

guerra. Pronto se encontró a sí misma utilizando un sistema similar para ayudar a los

desplazados como la Unión Soviética trató de aumentar su control sobre Europa del

Este en los años 1950 y 1960.

Una serie de factores condujo a la habilidad con la que el reasentamiento pudo

ser empleado. Entre las más destacadas se encontraba el ambiente político de la

74

época. Estas personas estaban huyendo de los regímenes comunistas y la política de

la Guerra Fría dictaba que no era aceptable enviarlos a casa. De haberlo hecho, habría

socavado los programas internacionales y nacionales de los prominentes estados

occidentales. Oportunamente también, se tenía una época de rápido crecimiento

económico en el Nuevo Mundo y países como Estados Unidos, Canadá y Australia

vieron el restablecer a los refugiados como una manera de reponer fuerzas, tanto de

mano de obra que se habían empobrecido por la guerra y alcanzar la meta de

crecimiento.

La década de 1970 fue la década en la que el reasentamiento se alejó de ser

visto como una solución justa para los europeos. Primero fue la necesidad de

responder a la expulsión de los asiáticos de Uganda en 1972 y luego a los

desplazamientos que siguieron al golpe de Estado en Chile en 1973. En ambos casos,

un número significativo de países, tanto dentro de la región afectada y en otros lugares

han respondido ofreciendo plazas de reasentamiento a unos 45.000 personas (Boas,

2007. Estos fueron, sin embargo, los compromisos de una sola vez y en pocos casos ni

los estados que reciben refugiados piensan en esto como un precursor de un

compromiso continuo.

Como esto sucedía, otro progreso se desarrollaba en otra región que tendría un

impacto mucho más profundo en la forma en que se ve el reasentamiento y como se

utilizaría en lo sucesivo. El imperativo de responder a un éxodo masivo que siguió a la

consolidación del poder dentro de la República Socialista de Vietnam, a lo que Troeller

refirió como “(..) el reasentamiento de inmigración mecanizada y orientada a un marco

de acuerdos multilaterales (…)” (Troeller, 9, 2002).

En el caso de Vietnam en realidad existieron dos acuerdos separados. El

primero se alcanzó en la Conferencia Internacional sobre los Refugiados de Indochina

en Ginebra en el 1979. En esencia, se trataba de un acuerdo quid pro quo entre los

gobiernos occidentales y del sudeste asiático por el que los estados occidentales

acordaron reubicar a los refugiados a cambio de garantías de los gobiernos del sudeste

75

asiático que iban a concederles su entrada. Como resultado, más de 1 millón de

refugiados indochinos se les dio asilo temporal en el sudeste asiático y luego fueron

reubicados en Occidente entre 1979 y 1988. El reconocimiento de las deficiencias

inherentes a este acuerdo, aunque no menos importante, fue el hecho de que cada vez

más muchos de los que huían de Indochina lo hacían con la esperanza de buscar

mejorías económicas y no cumplían con la definición de refugiado. Esto originó al

desarrollo de un segundo y más sustantivo acuerdo, el Plan General de Acción de

Indochina (CPA), que fue adoptado en 1989.

A diferencia del acuerdo anterior, el CPA se involucró caso por caso, en la

determinación del estatuto y el acuerdo de los países de origen para facilitar el retorno

seguro y digno de los que se encuentran en la categoría de no refugiados. Mientras

tanto, los países de primer asilo en la región se re-comprometieron con el principio de

otorgar asilo temporal y los que se encontraban en la condición como refugiados serían

reasentados en otros lugares y países de reasentamiento que se comprometían a

reubicarlos. Además, Vietnam acordó no sólo facilitar el regreso de los que se

encontraban inelegible para el estatuto de refugiados, sino también para introducir un

programa de salida ordenada de los que huyen del país. En ese tiempo, en el CPA se

registraron oficialmente más de medio millón de personas hasta el 30 de junio de 1996

(Troeller, 2002)

Mientras que otros grupos de refugiados fueron reasentados en la época del

éxodo indochino, es justo decir que ninguno tenía el mismo impacto en las actitudes

hacia el reasentamiento y su relación con las otras soluciones duraderas.

En el momento de la Conferencia de 1979 sobre los Refugiados de Indochina, el

reasentamiento fue visto como una solución duradera para el 5% de la población

mundial de refugiados. La integración local también fue una opción preferida y

alcanzable, especialmente para los refugiados en África y América Latina. A medida

que los años pasaban y los barcos seguían llegando, todo esto cambió. La creciente

preocupación y el reconocimiento de las motivaciones detrás del éxodo de Vietnam fue

76

traducido como factores de atracción asociados con la oferta de plazas de

reasentamiento y el cinismo sobre el uso del reasentamiento para la protección.

A finales de 1990, sólo cerca del uno por ciento de la población mundial de

refugiados tenía acceso al re-asentamiento y para cuando la CPA culminó sus

funciones, esta proporción había bajado aún más hasta la cuarta parte de lo proyectado

anteriormente. Del mismo modo, el éxodo de Indochina tuvo un impacto en la manera

que la integración local se percibía. La intransigencia del sureste de Asia declara en

relación con su negativa al permitir la integración local y contribuyó a legitimar la idea

de que los estados pueden negarse a ofrecer una solución duradera a los que buscan

refugio en su territorio.

Es injusto, sin embargo, culpar a Indochina de la situación de las actitudes

cambiantes hacia el reasentamiento y la integración local en esa área. Los

acontecimientos políticos y económicos globales también jugaron un papel importante.

El fin de la Guerra Fría acabó con las motivaciones políticas que habían sustentado

hasta el momento una gran cantidad de pensamientos en torno a la política de

refugiados y también significó que la condición de refugiado se concediera ya

automáticamente de acuerdo con los estereotipos políticos. Además, la década de

1990 fue también una época en la que el crecimiento económico se estancó y el

reasentamiento ya no era el incentivo para que los estados mirasen a los refugiados

como una solución para cubrir la escasez de mano de obra.

Por lo tanto, se hizo necesario centrarse en la repatriación voluntaria y la década

de 1990 se declaró como el decenio de la repatriación. Otros eventos en muchas

partes del mundo permitieron a varios retornar a sus países de origen en grandes

escalas. No existía un optimismo inicial de que el fin de la Guerra Fría también

significaría el fin de lo negro y a lo que Betts se refirió como el ciclo de refugiado (el

ciclo de la violencia, la persecución y la huida). La atención se centró en gran medida a

la repatriación, tanto en el debate político y también en el nivel de ejecución de los

programas (Betts, 2006).

77

Es importante señalar que en Indochina la CPA no fue el único acuerdo

multilateral sustantiva negociado en 1989. El otro fue el “Plan de Acción Concertado”

(CIREFCA). CIREFCA es el acrónimo español para la Conferencia Internacional sobre

Refugiados Centroamericanos y en esta conferencia, Belice, Costa Rica, El Salvador,

Guatemala, Honduras, México y Nicaragua adoptaron lo que eventualmente se

convirtió en un acuerdo de cinco años para encontrar soluciones a los problemas de las

poblaciones desarraigadas en las regiones devastadas por el conflicto (1989-1994). El

caso de la CIREFCA no se está discutiendo en este contexto, ya que, a diferencia de la

CPA, la atención se centró en la repatriación y la integración local, el reasentamiento

sólo juega un papel menor. De esa manera, las cifras del número de refugiados

indochinos reasentados variaron considerablemente.

A finales del año 1990, el ACNUR registró 46.755 salidas a los 10 países

tradicionales de reasentamiento más 5.240 salidas especiales, teniendo un total de

aproximadamente 52.000 salidas (que equivale al uno por ciento de la población

mundial de refugiados en ese momento). Así, el ACNUR registró 27.000 salidas de

reasentamiento en 1996. Por ejemplo, entre 1992 y 1996, 2,7 millones de refugiados

regresaron a Afganistán y 1,7 millones de refugiados regresaron a Mozambique, y

existieron otros retornos considerables durante este período para Etiopía y Eritrea (1

millón) y Camboya (370,000). En total, unos 9 millones de personas regresaron a su

tierra natal durante este periodo de seis años (Betts, 2006).

La falta de interés político en el reasentamiento significaba que ya éste no era

una prioridad para el ACNUR. Esto a su vez conduce a una reducción de la capacidad

interna del ACNUR para identificar a los refugiados para su reasentamiento, que a su

vez condujo a la reducción de los números que representaban a las poblaciones

reasentadas. Como se mencionó anteriormente, en 1979 fueron reasentados

aproximadamente 1 de cada 20 refugiados. En 1990 se redujo a 1 de cada 100 y en

1996 era de 1 en 400. Además, la reducción de las cuotas de los principales países de

reasentamiento ocasionó, comparativamente, poco debate o preocupación.

78

A finales de la década de 1990, el reasentamiento fue visto como la “tercera”

solución duradera, la que sólo tenía relevancia cuando ni la repatriación ni la

integración en el país de primer asilo era una opción.

Esto no quiere decir que las entidades no estaban evolucionado en el ámbito del

reasentamiento, aunque en gran medida en el nivel administrativo. A mediados de la

década de 1990, se creó el Grupo de Trabajo sobre Reasentamiento. Este fue un grupo

consultivo compuesto por representantes del ACNUR y funcionarios de los gobiernos

de los países que se asociaron con el ACNUR para ofrecer plazas de reasentamiento.

Actualmente, se reúnen tres veces al año para discutir las nuevas orientaciones de la

política sobre reasentamiento y dirigir los esfuerzos de las agencias para mejorar el uso

del reasentamiento como instrumento de protección internacional, una solución

duradera, un compromiso y un mecanismo de reparto de las responsabilidades.

Sería deshonesto no reconocer que algunos de esos asuntos administrativos

eran de hecho muy valiosos, como el desarrollo de la metodología de procesamiento

de grupo que simplificó los trámites y niveló el camino para aumentar la capacidad de

reasentamiento.

Por otra parte, se creó la conferencia Internacional sobre la Acogida e

Integración de Refugiados Reasentados, otro programa que tuvo poco impacto en los

debates más amplios de refugiados de la época. Con el inicio del siglo XXI, se vinieron

una serie de iniciativas que a la vez trajeron al reasentamiento de nuevo en el centro de

atención, pero que también, sin darse cuenta, sirvieron para empañar aún más su

imagen.

A finales del 2000, el ACNUR inició las Consultas Mundiales sobre la Protección

Internacional, en un intento de revitalizar el régimen internacional de los refugiados,

reuniendo a los estados del Norte y del Sur para encontrar alguna forma de

convergencia entre las necesidades de protección de los refugiados y de los intereses

de los mismos. Las consultas se prolongaron durante dos años y dio lugar a dos

importantes resultados: la Declaración de 2001 de los estados que reafirmó el mandato

79

del ACNUR y el Programa de Protección que fueron aprobados por la Asamblea

General de la ONU en 2002.

El Programa de Protección pidió una acción específica a los estados, el ACNUR

y las organizaciones no gubernamentales para mejorar el respeto a los principios de la

Convención de 1951, respondiendo a las implicaciones de seguridad de los

movimientos de refugiados, mejorar la distribución de la carga con los países de primer

asilo, para encontrar soluciones duraderas más previsible, y atender las necesidades

específicas de protección de las mujeres y los niños refugiados. Con respecto al

reasentamiento, el Programa de Protección solicitó a los estados aumentar su número

de reasentamiento; diversificar los tipos de grupos de refugiados aceptados para su

reasentamiento; introducir criterios más flexibles con el fin de conseguir más opciones

para soluciones duraderas, en especial para los refugiados con situaciones

prolongadas; y un mayor énfasis en las necesidades de protección en materias de

género (además de los programas de las mujeres en situación de riesgo) dentro de los

programas de reasentamiento.

Mientras que se intentaba un alcance amplio, el Programa de Protección no

logró los resultados deseados. Fue tal vez demasiado ambicioso para su época,

tratando de abordar demasiadas cuestiones. Además, al ser una aspiración más que

un documento vinculante, necesitaba promotores con el fin de suscitar y animar a los

agentes pertinentes a participar en lo llamad buena fe. Lamentablemente se carecía de

éstos, incluso dentro del ACNUR.

Al igual que los anteriores acuerdos, se buscaba un enfoque multifacético para

hacer frente a una situación particular. La inclusión de reasentamiento dentro de dichos

acuerdos era de esperar, pero también era estratégica. Fue visto como una manera de

atraer a nuevos estados de reasentamiento y restablecer el reasentamiento como

solución duradera válida.

El país seleccionado como eje para el modelo renovado CPA era Somalia y los

esfuerzos para negociar un acuerdo continuaron a lo largo de 2004 y 2005. Sin

80

embargo, el programa piloto CPA en Somalia no fue un éxito. Fracasó por un número

de razones, incluyendo pero no limitado a la ausencia de un gobierno central en

Somalia con el que negociar, la falta de compromiso por parte del personal de alto nivel

dentro del ACNUR en los momentos cruciales, motivaciones mixtas de los donantes

(muchos de los cuales estaban principalmente preocupados por detener el movimiento

irregular) y, finalmente, la pérdida de confianza por todas las partes en el proceso.

3.2 Programas Sociales en Estados Unidos: Solución Duradera.

Estados Unidos han mostrado históricamente que su política para admitir a los

refugiados tiene una connotación humanitaria de mucho alcance, reflejando sus

valores y tradiciones. (ORR, 2007). Por lo tanto, los refugiados reasentados en Estados

Unidos se les dan estatus migratorio legal, reconociéndoles su condición de residente

legal permanente después de 1 año y se les brindan asistencia pública con los

fundamentos básicos para reconstruir sus vidas, con la asistencia de la Oficina de

Reasentamiento de Refugiados (ORR), el Departamento de Salud y Servicios Humano

y la Administración para Niños y Familias. A los refugiados se les ofrecen dinero en

efectivo, asistencia médica y los servicios sociales como los servicios de empleo, por

un período de tiempo limitado. Este tipo de asistencia, que no se proporciona a todos

los inmigrantes, está diseñado para que los refugiados puedan conseguir empleo y

llegar a ser económicamente autosuficiente, tan pronto como sea posible después de

su llegada y apoyar su integración social en este país (ORR, 2007).

Desde 1975, se han reasentado unos 2.6 millones de refugiados en Estados

Unidos (ORR, 2008), aunque estas cifras disminuyeron inmediatamente después de los

ataques del 9/11; cuando la nueva legislación contra el terrorismo contribuyó a este

descenso. En el año 2006, 41.150 personas fueron admitidas como refugiados y

26.113 recibieron asilo, y en 2007, 48.217 refugiados fueron admitidos y 25.270 se les

81

otorgó el estatus asilados (DHS, 2006, 2007, 2008). Cabe explicar que la diferencia

entre refugiados y asilados radica en que estos primeros son procesados para su

admisión en las oficinas consulares establecidas fuera de Estados Unidos y los

asilados son personas que solicitan protección en las fronteras de Estados Unidos con

Canadá o México o ya se encuentran dentro del país y realizan los trámites frente a un

juez u oficial de inmigración asignado por el Departamento de Seguridad Interna (DHS,

por sus siglas en Inglés).

Según Newland, la composición de los refugiados ha cambiado en los

últimos años, en paralelo con la evolución de las crisis humanitarias en todo el mundo y

reflejando las prioridades de la política exterior estadounidense (Newland, 2007). A

partir del 1983, la ORR comenzó a llevar registros de llegadas de refugiados donde

procedentes de cinco países han representado el 75 por ciento de todas las llegadas: la

antigua Unión Soviética con un 25%, Vietnam 23%, Cuba 13%, la ex Yugoslavia 8% y

Laos 6% (ORR, 2008). Más recientemente, en 2006, los principales países de origen

de los refugiados admitidos en los ESTADOS UNIDOS. fueron Somalia, Rusia y Cuba y

para las personas que se les concedió asilo fueron China, Haití y Colombia (DHS,

2006, 2007, 2008).

De esta manera, algunos investigadores han encontrado que el ajuste

económico de los refugiados ha sido un proceso relativamente exitoso y rápido en

general. Por ende, dentro de los propósitos generales de este estudio exploratorio se

encuentra conocer cuáles son los factores y enfoques que contribuyen a la

autosuficiencia económica de los refugiados y el éxito de la ORR en lograr el empleo

para los refugiados. Se emplearon métodos cualitativos para obtener información para

este estudio, incluyendo una revisión de la literatura, una propuesta de debates con

una muestra del personal y los proveedores de programas de reasentamiento y visitas

de investigación dirigidas a oficinas de las Agencias Voluntarias sin Fines Lucrativos

(Non-Profit VOLAGS por sus siglas en Inglés) en el Condado de San Diego tales como

Catholic Charities Refugee Services (CCDSD), Jewish Family Services (JFS) y The

82

International Rescue Committee (The IRC). Estas agencias son encargadas de

administrar y los fondos de los programas de reasentamiento para los refugiados y a su

vez, proveen servicios de empleo a través del programa Wilson Fish de la ORR. (ORR,

2007).

A pesar del éxito de la ORR en ayudar a los refugiados a obtener empleos en un

tiempo relativamente corto, los resultados de una encuesta aplicada en el 2005 por la

ORR a refugiados en los ESTADOS UNIDOS, revelaron una disminución significativa

del empleo y menores tasas de autosuficiencia con respecto a años anteriores. Estos

hallazgos indican que el recibir a un mayor número de refugiados con menor

educación, la incapacidad para hablar inglés o el analfabetismo pudieran ser los

resultados de tener perspectivas menores de empleo y autosuficiencia. Sin embargo,

en las notas de la ORR se señala que, a pesar de los obstáculos que enfrentan, los

refugiados están entrando a la fuerza laboral a un ritmo bastante alto y no hay pruebas

de que los recién llegados generen una dependencia a largo plazo de los programas de

asistencia pública.

Por otra parte, revisando estos informes, los resultados indicaron que los

factores demográficos tuvieron una gran influencia en la condición económica del

refugiado, por ejemplo, la composición del hogar, sexo, edad, educación y etnia. Otros

factores que contribuyen al empleo exitoso incluyó el nivel de dominio del idioma inglés,

el apoyo social de redes religiosas, políticas y sociales, el acceso y uso de los servicios

de empleo y sociales proporcionados por las oficinas de reasentamiento y organismos

de carácter general, el tiempo de residencia, y el obtener la ciudadanía en Estados

Unidos.

Además, se observa que los resultados de varias evaluaciones de programas de

la ORR, incluyendo a los Programas de Servicios Sociales a Refugiados, el Proyecto

Wilson Fish y los programas de subvención a Matching Grant, encontraron tasas

positivas de empleo y también identificaron las mejores prácticas y los principios que

contribuyeron al éxito de estos programas. Por ejemplo, la estrategia de fuente múltiple

83

de salarios, una fuerte coordinación entre los proveedores de servicios de refugiados y

la comunidad, la competencia cultural del personal y el uso de incentivos financieros

fueron los factores clave que contribuyen al empleo con éxito en los programas de la

ORR.

Personal de la ORR y los proveedores de programas de refugiados identificaron

los factores administrativos y programáticos que se perciben como más importantes

para el éxito de empleo de los refugiados en un corto plazo. Estos factores se refieren a

la aplicación de programas como el Wilson Fish y Matching Grant que en la mayoría de

los estados son administrados por los gobiernos estatales, a excepción del Condado de

San Diego donde son manejados por las Caridades Católicas y sus sub-contratistas.

Además, el programa de Subvenciones Alternativas Compartidas es un programa

discrecional que existe en la mayoría de los estados y complementa los programas

administrados por el Estado. Las familias elegibles para Asistencia Temporal para

Familias Necesitadas (TANF por sus siglas en inglés) de su estado no son elegibles

para participar en un programa administrado por el mismo estado, pero pueden estar

inscritos en la Subvención Compartida o programas seleccionados como el Wilson-

Fish. Sin embargo, un refugiado puede estar inscrito en sólo uno de los programas de

asistencia en efectivo administrado por la ORR. Los beneficios y servicios que un

refugiado reciba dependerá del estado en que resida, así como cuál es el programa

que él / ella está inscrito. Las familias de refugiados con hijos menores de 18 años

están inscritas en el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas

(TANF), si cumplen los requisitos de estas categorías de elegibilidad del programa, por

ejemplo, en cuanto a ingresos y activos. Estos refugiados reciben asistencia en efectivo

bajo la cobertura de salud TANF y Medicaid y debe cumplir con los requisitos de

trabajo. Otros refugiados, como personas individuales, parejas sin hijos, y algunas

familias biparentales en ciertos estados con programas restrictivos de TANF, que

cumplan con los ingresos y las normas de elegibilidad de los recursos, puede recibir

beneficios de los programas administrados por el Estado bajo el programa especial de

84

Asistencia Monetaria para Refugiados (RCA) y Programas de Asistencia Médica para

Refugiados (RMA).

En los programas administrados por el Estado, la elegibilidad para los

programas especiales de RCA y programas de RMA se limita a los primeros ocho

meses en los ESTADOS UNIDOS. Los programas estatales administrados que utilizan

un modelo de administración pública deben seguir las regulaciones de los estados

TANF en lo que respecta a las cantidades de pago en efectivo de asistencia

proporcionado a aquellos que no cumplen con los estándares de elegibilidad de

ingresos, la familia y los recursos del programa TANF. Dependiendo de su preparación

para el empleo en 4-6 meses, algunos TANF elegibles, así como a otros refugiados

están inscritos en el programa de Subvención Compartida, estas personas y las

familias también reciben dinero y prestaciones médicas durante 4-6 meses.

Las familias de refugiados que reciben asistencia TANF no se limitan a los ocho

meses de efectivo y la asistencia médica, sino que es elegible para TANF durante el

tiempo establecido en el Plan de TANF de cada estado. El plazo federal para TANF es

de 48 meses, pero los estados pueden establecer plazos más breves. No hay límite de

tiempo para Medicaid siempre y cuando una familia reúna los requisitos del estado de

elegibilidad de Medicaid. Además, una familia cuyo ingreso ganado supera el límite de

elegibilidad de Medicaid pueden recibir “Medicaid de transición” hasta por un año

después del empleo. Los refugiados que no se conviertan en ciudadanos americanos

dentro de 7 años ya no son elegibles para Medicaid.

Estos programas de subsidios proveen servicios básicos a los refugiados

a su llegada, por ejemplo, la asistencia de dinero en efectivo, asistencia médica,

manejo de casos, capacitación del idioma inglés, programas de empleo y los servicios

sociales. Así, resaltan los siguientes factores que incluyen los servicios de pre-y pos-

empleo; servicios individualizados con un enfoque orientado a metas con los clientes,

con un personal culturalmente diverso (a menudo antiguos refugiados) que están

“impulsados por una misión” donde los nuevos clientes pueden desarrollar una buena

85

relación con ellos y a su vez, responder a las necesidades culturales y lingüísticas de

los mismos; programas con enfoque a refugiados clasificados como sobrevivientes a

torturas; mensajes claros sobre la misión primaria de la ORR del empleo temprano

enviados por todos los componentes del programa y por último la coordinación a

niveles de sistemas entre los refugiados y los proveedores de programas de refugiados

y de servicios.

En el caso de las estrategias federales utilizadas para promover el empleo, la

ORR y el personal de la agencia de reasentamiento identifican muchos enfoques

innovadores que contribuyen a un exitoso empleo e integración económica. Estas

estrategias involucran gestiones administrativas, tales como los Centros One-Stop de

servicios de empleos para refugiados, el apoyo de voluntarios, manejo de casos, las

estrategias relacionadas con el empleo, la formación lingüística del inglés, el uso de las

comunidades étnicas y organizaciones de autoayuda, y la educación financiera. La

mayoría de estas estrategias están relacionadas con el empleo, donde se les prestan

mucha atención a lo que se conoce como el enfoque de calidad de vida, que será

discutido más adelante en los capítulos de la investigación, confrontándolo con el

enfoque de calidad social. Por ejemplo, en el área de desarrollo laboral, se utilizan

muchas de las estrategias de difusión, tales como folletos ofrecidos a asesores

empresariales que ofrecen información acerca de los refugiados y los servicios de

reasentamiento. En el área de capacitación laboral, hay varios ejemplos de la

colaboración entre los especialistas en empleo de refugiados, los empleadores y los

colegios comunitarios que participan en el diseño de corto plazo, capacitación o

formación profesional.

Por otra parte, se señala que una estrategia muy útil para los programas de

subvención como el Wilson-Fish con sus programas públicos y privados es el uso de la

administración de casos con un paradigma arraigado a la práctica de la competencia

cultural. En estos programas, el administrador de casos y/o especialista en empleo

determina la elegibilidad del refugiado para asistencia de dinero en efectivo, y en

86

muchos casos, el refugiado recibe la asistencia en efectivo en la misma agencia que

labora el gerente de caso/ especialista de empleo. Como resultado de esta efectiva

prestación de servicios, estos administradores tienen control sobre la participación de

los refugiados en el empleo y otras actividades de reasentamiento (ORR, 2007). Otro

enfoque mencionado es la utilización de voluntarios para apoyar la gestión de los

casos, las actividades de empleo y los componentes de la enseñanza del idioma inglés

en los programas de refugiados, por ejemplo, emparejar cada familia de refugiados con

un voluntario/mentor que trabaja con ellos en una relación uno a uno.

Además de los programas que prestan servicios básicos por un período de ocho

meses desde el momento de la determinación de la elegibilidad de un refugiado y para

un máximo de 5 años para algunos servicios, los fondos de la ORR se emplean en

proyectos de subvenciones que ofrecen oportunidades innovadoras para mejorar la

autosuficiencia. El programa de Desarrollo de Cuenta Individual ofrece al refugiado

acceso a una cuenta de ahorro que promueve el ahorro para la compra de activos a

largo plazo para fomentar la autosuficiencia y la integración del mismo en la sociedad.

El Programa de Desarrollo de la Microempresa ayuda a los refugiados que pueden

carecer de los recursos financieros o el historial de crédito para iniciar pequeños

negocios. El Programa de la Asociación Agrícola a Refugiados ofrece nuevas

oportunidades para mejorar los medios de vida de las familias de refugiados en la

agricultura y las empresas del sector alimentario a través de alianzas con

organizaciones públicas y privadas.

Aunque los refugiados han tenido éxito en la obtención de empleo, existen

aspectos durante su integración que son fundamentales. Algunos de estos retos son

similares a los que se enfrentan los individuos de bajos ingresos y las familias que

participan en los programas sociales generales. Los problemas más frecuentes giran

en torno a los problemas de recursos, el transporte, las barreras lingüísticas y clientes

difíciles de servir. Los recursos no son siempre adecuados para proporcionar servicios

intensivos para el creciente número de refugiados que llegan con poca educación y

87

capacitación laboral. Los sistemas de transporte en las comunidades no siempre

existen o son inadecuado para las necesidades de los refugiados, donde los

administradores de casos deben encontrar soluciones inmediatas, como utilizar

vehículos compartidos o contratar servicios de a una micro-bus. Por último, las actuales

poblaciones de refugiados son difíciles de servir, porque muchos de ellos han estado

en campamentos de refugiados durante años, sufrieron algún tipo de trauma, tienen

problemas de salud, y/o son analfabetos.

La ORR fue fundada en la creencia de que las poblaciones recién llegadas

tienen capacidades inherentes cuando se les da oportunidades, y su objetivo es ayudar

a los refugiados a obtener autosuficiencia económica y social tan pronto como sea

posible después de su llegada a Estados Unidos. La Ley de Refugiados de 1980

identifica claramente la autosuficiencia económica como uno de los resultados más

importantes que se esperan en los esfuerzos de reasentamiento de refugiados, y esta

preocupación ha impulsado el movimiento de reasentamiento de los refugiados y de las

iniciativas de financiación principales (ORR, 2007). La autosuficiencia económica en el

programa de la ORR se define en las regulaciones federales como “un ingreso familiar

total en un nivel que permite que una unidad familiar pueda sostenerse sin la recepción

de una subvención de asistencia en efectivo”. (45 CFR 400.2) Por otra parte, los

servicios de entrenamiento de empleo se especifican en este reglamento (CFR 45

400.154) como “servicios de empleo, incluyendo el desarrollo de un plan de

autosuficiencia individual y de la familia, la orientación laboral, clubes de empleo,

talleres de empleo, desarrollo de empleo, la remisión a las oportunidades de empleo,

búsqueda de empleo y colocación laboral y el seguimiento; servicios de evaluación,

incluyendo pruebas de aptitud y habilidades en el puesto de trabajo. Además, la

enseñanza del idioma Inglés, con énfasis a lo que se refiera a la obtención y

retenimiento de un empleo; formación profesional, incluida la educación vial;

recertificación de competencias; guardería para los niños cuando sea necesario para la

participación en un servicio de inserción profesional; transporte; traducción e intérprete

88

de los servicios; servicios de manejo de casos, y asistencia para obtener documentos

de Autorización de Empleo (EAD).

Durante el 2006, para ayudar a apoyar el objetivo de la autosuficiencia

económica, la ORR estableció el Grupo de Trabajo de Autosuficiencia Económica

(ORR, 2007).

El trabajo de este grupo dio lugar a la revisión del informe sobre el rendimiento

de la ORR que se requiere en programas que reciben fondos de servicios sociales para

refugiados. La ORR, reconoce que la autosuficiencia depende de un número de

factores distintos de los ingresos familiares. Estos factores incluyen la integración de

los recién llegados en la comunidad junto con la acogida que esta comunidad ofrece a

los recién llegados. Por lo tanto, en 2006, la ORR formó el Grupo de Trabajo de

Integración para definir la integración, la identificación de indicadores de integración y

formular recomendaciones para apoyar el proceso de integración. La formación de este

grupo coincidió con la Orden Ejecutiva del Presidente Bush (# 13404) titulado, Grupo

de Trabajo sobre Nuevos Americanos, cuyo objetivo fue fortalecer los esfuerzos de las

agencias federales, estatales y locales para ayudar a los inmigrantes legales a abrazar

el tronco común de la cultura cívica del país, aprender inglés y convertirse

completamente en americanos. Una definición de la integración fue desarrollada por

este grupo donde se describe al proceso de integración como un mecanismo

intencionalmente dinámico, con un enfoque multidireccional en el que los refugiados y

las comunidades que brindan acogida deben trabajar juntos, sobre la base de un

compromiso compartido con la tolerancia y un alto sentido de justicia, para conformar

un ambiente seguro y placentero en sociedad. El Grupo de Trabajo encontró que ocho

áreas eran comunes a varias listas de indicadores de integración, y tres de estas áreas

son fundamentales para la autosuficiencia económica: oportunidad económica, idioma

y educación. Las otras cinco áreas son servicios de salud/bienestar, valores

cívicos/participación/compromiso, vivienda, conexiones sociales y pertenencia /

seguridad (ORR, 2007).

89

Varias de las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Integración

involucraban la autosuficiencia económica. Se recomendó centrarse en la integración

en las áreas básicas de empleo, así como la adquisición de idioma inglés, el

compromiso de la salud, la vivienda y la cívica. Además, se identificó el empleo y el

logro de la autosuficiencia económica, la adquisición del idioma Inglés, y la educación

como áreas a ser examinadas. También recomendaron el desarrollo de una iniciativa

para apoyar la recertificación profesional y la acreditación de las personas calificadas.

En los acuerdos con la ORR y agencias voluntarias, los estados deciden si

participar como un programa de refugiados administrados por el Estado o de participar

en el programa alternativo de Wilson-Fish. Éste puede ser operado ya sea por el

Estado o una organización sin fines de lucro.

Durante el transcurso de las conversaciones con expertos en las agencias de

reasentamiento, principalmente con los supervisores de los programas de Wilson- Fish

y Matching Grant, se les pidió abundar sobre los principales desafíos que enfrentan los

programas de la ORR en lo que respecta a los refugiados la autosuficiencia económica.

Los proveedores de asistencia técnica de las agencias abordaron áreas clave

como la protección de la infancia, la ciudadanía y la participación cívica, el desarrollo

económico, el empleo, la enseñanza de idiomas Inglés, organizaciones de autoayuda

de la comunidad étnica, la vivienda, la salud mental, la tortura, el Programa de Wilson-

Fish, y el Programa de Comunidades preferidos.

El personal de la agencia de reasentamiento describe el trabajo con un mayor

número de refugiados difíciles de servir y culturalmente diversos, que son procedentes

de diferentes países y culturas. Como resultado, la gestión de casos y el personal

especialista de empleo indican la necesidad de mayores recursos a fin de proporcionar

servicios más intensivos, así como lingüística y culturalmente apropiados para estos

clientes. Además, se indicó que los recursos adicionales serían útiles para contratar

personal altamente calificado, reducir el número de casos, y ofrecer servicios

adicionales.

90

A su vez, se mencionó que la búsqueda de un transporte adecuado para los

refugiados para llegar desde y hacia su sitio de trabajo era un problema. A su vez, se

indicó que los sistemas de transporte en sus comunidades carecían o eran

inadecuados, por ejemplo, la falta de servicio de autobús o la falta de un sistema de

transporte regional, constituía una barrera. Los problemas se agudizan, según plantean

los expertos, cuando el refugiado trabajaba los fines de semana o por la noche en

turnos o si el lugar de empleo se encuentra fuera de la ciudad. Se mencionaron

diferentes enfoques para encontrar transporte, tales como el pago por el uso pool vans

de la ciudad para el transporte de los refugiados, un refugiado con un coche

transportando a otros, o clientes que obtengan su licencia de conducir dentro de los

primeros seis meses de llegada al país.

En cuanto a las barreras del idioma, los entrevistados indicaron que los

refugiados con bajos niveles de alfabetización eran difíciles de servir, pues éstos

requieren un esfuerzo adicional en términos de la enseñanza de idiomas inglés y un

trabajo más intensivo que debe ser práctico; por ejemplo, el personal de la agencia

debe acompañar a los refugiados en el transporte público para familiarizarse con este

medio de transporte. Por otra parte, la capacidad limitada del idioma puede hacer más

difícil el encontrar empleo a los refugiados. Uno de los entrevistados señaló que los

refugiados tienden a desertar de las clases de inglés cuando encuentran un puesto de

trabajo; por lo tanto, sugirió que las agencias de proveedores ofrezcan capacitaciones

accesibles de inglés durante un período de tiempo más largo para los refugiados

empleados. Sin embargo, los entrevistados también señalaron que los refugiados

pueden utilizar los recursos basados en la comunidad para la formación adicional.

Los refugiados calificados como los más difíciles de servir a menudo sufren las

consecuencias de un des- servicio. La ORR y el personal proveedor indican que las

poblaciones de refugiados actuales son más difíciles de servir en varios aspectos. El

principal motivo se centra en que los grupos admitidos entre los años 2007 y 2013

procedentes de Birmania, Nepal, Bután e Iraq han estado en campos de refugiados

91

desde hace años, sufrieron un trauma como la tortura o la violación, tiene problemas de

salud, son discapacitados o son analfabetos. Como resultado, pueden carecer de

habilidades cotidianas; por ejemplo, la forma de pago de la renta o buscar un empleo.

Además, algunos de estos refugiados no están familiarizados con el tipo de trabajo

realizado en los ESTADOS UNIDOS., como en hoteles o fábrica de trabajo o incluso

trabajar regularmente en cualquier trabajo. Por ejemplo, un refugiado que ha sido un

agricultor de subsistencia puede necesitar desarrollar habilidades transferibles y deben

ser entrenados para otro tipo de trabajo. Debido a estos retos, los refugiados difíciles

de servir necesitan servicios de más largo plazo, una administración de casos más

intensivo y amplia formación de la enseñanza de la lengua inglesa. Sin embargo, se

proporcionan pocos incentivos para agencias de proveedores para este trabajo con

este grupo.

En otro aspecto, se indicó que algunos refugiados creen que el gobierno de

Estados Unidos tiene la responsabilidad de reasentarlos a ellos, y que no deberían

tener que trabajar y que tienen derecho a diversas prestaciones y servicios. Otros que

son educados y / o tienen antecedentes profesionales pueden no querer aceptar

empleos de nivel inferior. Algunos pueden desear tomar seis meses de clases de inglés

antes de encontrar un puesto de trabajo, o la esposa de un refugiado pueden no querer

trabajar debido a factores culturales o de otro. En respuesta a estas actitudes, el

personal del proveedor señaló que deben educar y motivar a los refugiados con

respecto a las expectativas del programa de la ORR y el mundo de trabajo en Estados

Unidos.

Se observa como una inquietud para estas agencias que algunos de los

participantes desean estar más tiempo en los programas administrados por el Estado

(ocho meses) y el Programa de Subvenciones Compartidas (cuatro a seis meses) con

el fin de acceder a puestos de trabajo y aprender el idioma, especialmente aquellos

refugiados con alguna de las barreras mencionadas anteriormente. Si bien el énfasis de

la ORR en el empleo temprano puede resultar en la colocación de los refugiados en los

92

puestos de entrada en el corto plazo, se necesita investigación adicional para

determinar los resultados del empleo a largo plazo ofrecen mayor estabilidad.

En cuanto a la diversidad de los refugiados, se indicó que los refugiados están

entrando ahora en los ESTADOS UNIDOS. de muchos países diferentes; por tanto,

una agencia proveedora puede recibir personas de muchos países. Esto es diferente a

la ola de refugiados de años anteriores, cuando los que entraban a los ESTADOS

UNIDOS. venían de sólo unos pocos países, y las agencias proveedoras recibiría un

grupo de refugiados de uno o dos países. La recepción de un grupo más variado de los

refugiados hace que sea más difícil encontrar personal adecuado que entienden sus

culturas y que pueden comunicarse en sus diversos idiomas con ellos.

Cuando se amplía en las condiciones de empleo locales, los proveedores de

estos programas ofrecen ejemplos de cómo las condiciones locales de empleo pueden

plantear desafíos para el empleo temprano. Por ejemplo, un área puede tener puestos

de trabajo con salarios bajos en su mayoría orientadas a servicios y algunas posiciones

de fabricación. O bien, en ciertas áreas a lo largo de la frontera Sur de Estados Unidos,

existe una amplia competencia con otros grupos que están buscando trabajo; por

ejemplo, los trabajadores hispanos. Además, algunas áreas tienen un alto costo de

vida, incluyendo los costos de vivienda caros.

Se mencionaron además, los desafíos culturales; por ejemplo, muchos

refugiados bantúes somalíes antes de entrar en los ESTADOS UNIDOS. habían estado

viviendo en grandes campamentos en chozas de barro sin agua corriente, y sólo un

pequeño porcentaje tenían algún tipo de educación formal. Muchos nunca accionaron

un interruptor de la luz, utilizaron una estufa, o abrieron una cuenta bancaria. Por lo

tanto, requieren una orientación intensiva a la llegada, así como la formación en

finanzas y presupuestos. Además, los refugiados pueden tener que desaprenderse de

comportamientos que tienen significados diferentes en nuestra cultura; por ejemplo, en

algunas culturas de Asia oriental, el contacto visual directo es considerado como una

falta de respeto, grosero o agresivo, mientras que los estadounidenses adultos pueden

93

considerar a alguien que no se ve en su ojo como no fiable. Este comportamiento se

vuelve importante cuando los refugiados participan en entrevistas de trabajo con los

empleadores. Para hacer frente a una variedad de temas culturales, los entrevistados

del estudio que trabajan en agencias de proveedores informaron que están

involucrados en la provisión de capacitación en competencia cultural para los

empleadores y / o de otras agencias de servicios sociales que ayudan a los refugiados.

Así, varios funcionarios de empleo señalaron que largas aplicaciones en línea

que consumen mucho tiempo de trabajo a menudo se requieren para los puestos de

entrada. Con el fin de completar estas aplicaciones, el refugiado debe tener dominio de

la lengua y cierta alfabetización informática. Si el solicitante aún no tiene estas

habilidades, el administrador de caso o consejero de empleo deben pasar tiempo

ayudando con este proceso, que es muy lento. Además, el personal laboral indicó que

esta forma de solicitud de empleo puede significar que no hay posibilidad de que el

refugiado tenga una reunión cara a cara con el empleador.

Por último, se mencionó que era un reto la aplicación de los servicios más

duraderos, como la asistencia a los clientes, actualizaciones de empleo, incluyendo la

formación, recertificación y la formación adicional. Los refugiados son elegibles para el

empleo y los servicios sociales para los cinco años; Sin embargo, por lo general los

servicios se orientan a los recién llegados en sus primeros ochos meses en los

ESTADOS UNIDOS., y los contactos con los refugiados se pierden después de este

período. Los servicios de seguimiento adicionales se proporcionan, pero principalmente

a aquellos que están motivados e iniciar el contacto por su cuenta.

Debido a que los refugiados están “automáticamente” autorizados para trabajar

cuando llegan a los ESTADOS UNIDOS., no necesitan un Documento de Autorización

de Empleo (EAD), sin embargo algunos de ellos quieren obtener este documento para

facilitar su búsqueda de empleo. Los participantes haitianos y cubanos, por el contrario,

están obligados a obtener este documento. Algunos entrevistados también señalaron

las dificultades en la obtención de la tarjeta de documentación por reemplazo para el

94

EAD, así como los retrasos en la obtención de la tarjeta de Seguro Social, el formulario

I-94 (documento de inmigración con número de extranjero), y la identificación del

Estado.

Algunos desafíos adicionales fueron mencionados. Ejemplos de algunos de

éstos se dieron en la comunicación con las comunidades locales de acogida. Algunas

comunidades han experimentado una afluencia repentina de refugiados (por ejemplo, el

reasentamiento inicial, migración secundaria) que pueden agravar ciertos servicios de

la ciudad, escuelas y programas locales de asistencia social. Si las agencias de

reasentamiento no hacen un trabajo adecuado de consulta con estas comunidades y

sus líderes, los residentes de la comunidad pueden ser displicente hacia los refugiados,

y pueden surgir relaciones conflictivas entre los miembros de la comunidad y los

refugiados.

CONCLUSIONES

El reasentamiento de refugiados es complejo y, si no se maneja

adecuadamente, el programa puede afectar negativamente tanto a los refugiados y las

comunidades receptoras. El reasentamiento requiere la integración de varios niveles de

apoyo para hacer frente a los desafíos que surgen después de la llegada de refugiados,

tales como las barreras del idioma, la búsqueda de empleo y la integración en la cultura

americana. Sin embargo, a menudo los refugiados se enfrentan a empleos de baja

remuneración en vecindarios plagados de delincuencia para apoyar a su familia. Este

ciclo de la pobreza niega el retorno de los contribuyentes estadounidenses en lo

llamado la inversión en el capital humano de los refugiados reasentados.

95

Los temas centrales que alteran el funcionamiento del programa son la

coordinación, la prestación de servicios y la evaluación. Estos grandes desafíos crean

un sistema de lagunas y servicios duplicados. Entre las deficiencias en el servicio en el

programa se encuentran la falta de servicios de salud mental, las habilidades para

enseñar el idioma Inglés, cuidado de niños, las oportunidades educativas y la

validación de credenciales extranjeras de los profesionales recién llegados.

Además, las asignaciones per cápita previstas por la Oficina de Asentamiento a

los Refugiados para las Agencias Voluntarias de servicios a refugiados son a menudo

insuficientes para satisfacer todas las necesidades que los refugiados requieren. Como

resultado, los refugiados son referidos a las agencias que reciben fondos en forma

intensiva. Así, los refugiados se quedan atrapados en un ciclo de referencia de un

organismo a otro en busca de servicios.

Desde su creación, el programa de reasentamiento de refugiados de Estados

Unidos ha seguido una tipología que hace hincapié en los dos grandes volúmenes de

admisión de refugiados, así como la adaptación económica. En este orden de ideas, se

proporcionan servicios y prestaciones en sólo una base a corto plazo.

El objetivo final de los servicios y prestaciones es promover la autosuficiencia de

los recién llegados. Cualquier servicio que no esté relacionada con el empleo o el

mercado de trabajo se ve como una distracción del refugiado para lograr la auto-

suficiencia y convertirse en un miembro productivo de la sociedad.

En el sistema actual, la consideración de la adquisición cultural y la adquisición

del lenguaje se consideran secundarias en cuanto a la meta de obtener un empleo. El

sistema de reasentamiento supone que tales necesidades serán adquiridas en el lugar

de trabajo a través de las interacciones con los colegas y compañeros. En otras

palabras, el desarrollo de habilidades lingüísticas y adaptación cultural se llevará a

cabo en el curso de otras actividades remuneradas.

Las políticas actuales de reasentamiento de refugiados tienen que cambiar más

hacia un largo plazo y a un modelo sostenible con el fin de maximizar los recursos

96

disponibles. En lugar de financiar los servicios y programas que hacen hincapié en la

integración a corto plazo de los recién llegados, las políticas deben orientarse hacia el

pensamiento en términos de los objetivos a largo plazo de los refugiados. Estos

objetivos a largo plazo incluyen aquellos tales como la adquisición del lenguaje y el

ajuste cultural. Mientras que el logro del empleo sigue siendo importante, se debería

hacer más para que coincidan los trabajos con las habilidades y destrezas de los

refugiados. Además, las políticas deben reconocer que a veces el mejor interés de los

refugiados se sirve elevando su nivel escolar o profesional antes de entrar en el

mercado de trabajo. Por lo tanto, en lugar de la meta de la autosuficiencia, el objetivo

de aprovechar el potencial humano de los recién llegados sería más eficaz.

De esa misma manera, se constató en esta investigación que los programas

sociales ofrecidos a refugiados durante el proceso de integración de los mismos en

Estados Unidos son efectivos. Así, se logró establecer una relación entre la eficacia de

los programas y la integración en las ciudades de acogida en los Estados receptores.

Sin embargo, la discusión profundizó en las necesidades actuales de encontrar una

solución duradera a los problemas en las comunidades de primer asilo, los campos de

refugiados e implementar nuevas políticas de manejo de casos en las regiones pre-

reasentamiento.

97

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