Un programa de investigación para estudiar América Latina desde la teoría de los sistemas...

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reo de una contemporaneidad shogada p económica sin parangón desde aquél rnart octubre 1929; dolida por el rebrote de fun alismos, aquí nacionalistas, allá religiosos; pas- causa de la recurrente y renovada lógica de ~es y sumida en la incertidumbre de un futuro ~esta más apremiante es la construcción de sen- , renunciar a la complejidad y a la diversidad ~s, el mundo de la academia se debate entre la sión de una realidad inasible y la propuesta de ,es que aspiran a arraigar los escenarios que mal izar. \, los parámetros definidos por la globalización, tracia y la diversidad cobran relevancia ma- ues obligan a detenerse en diversas interro- torno aquéllas que ponen en tela de juicio las lasdel globalization way of life, las que inquie- ~ las complejidades de los procesos de demo- ón o las que problematizan los procesos de 1exclusión tan caros a la pluralidad cultural) que urante la lectura de los materiales que com- \e libro, mismo que recoge la colaboración de I t . ~os cuyas pos uras -no siempre convergen- eden arrojar sin embargo luz sobre las dudas tnteadas así como frente a otras, igualmente derivadas de las realidades teóricas y prácti- realidad contemporánea. 'ización, la democracia y la diversidad son y se- ~ndo pasto de toda clase de análisis, criticas y Isvariopintos. Comprender tal realidad equi- rentar con éxito un entorno de por sí com- an su propia (i)lógica de acción. Si hemos de bon bienestar por estos problemáticos prole- del siglo XXI, más vale que comprendamos glas del juego. Valga este volumen para apor- no de sal al respecto. balización, y la diversidad ISBN 978-607-02-1045-7 il 11 ~IIII r Liwerant, Juan Felipe Pozo Block, Gilda Waldman Mitnick 9 11 786070 11 210457 Coordinadores

Transcript of Un programa de investigación para estudiar América Latina desde la teoría de los sistemas...

reo de una contemporaneidad shogada peconómica sin parangón desde aquél rnart

octubre 1929; dolida por el rebrote de funalismos, aquí nacionalistas, allá religiosos; pas-causa de la recurrente y renovada lógica de

~es y sumida en la incertidumbre de un futuro~estamás apremiante es la construcción de sen-, renunciar a la complejidad y a la diversidad

~s, el mundo de la academia se debate entre la

sión de una realidad inasible y la propuesta de

,es que aspiran a arraigar los escenarios quemal izar.

\, los parámetros definidos por la globalización,tracia y la diversidad cobran relevancia ma-ues obligan a detenerse en diversas interro-

torno aquéllas que ponen en tela de juicio laslas del globalization way of life, las que inquie-

~ las complejidades de los procesos de demo-ón o las que problematizan los procesos de

1exclusión tan caros a la pluralidad cultural) queurante la lectura de los materiales que com-

\e libro, mismo que recoge la colaboración deI t .~os cuyas pos uras -no siempre convergen-eden arrojar sin embargo luz sobre las dudastnteadas así como frente a otras, igualmentederivadas de las realidades teóricas y prácti-realidad contemporánea.

'ización, la democracia y la diversidad son y se-~ndo pasto de toda clase de análisis, criticas y

Isvariopintos. Comprender tal realidad equi-rentar con éxito un entorno de por sí com-

an su propia (i)lógica de acción. Si hemos de

bon bienestar por estos problemáticos prole-del siglo XXI, más vale que comprendamos

glas del juego. Valga este volumen para apor-

no de sal al respecto.

balización,y la diversidad

ISBN 978-607-02-1045-7

il 11 ~IIII r Liwerant, Juan Felipe Pozo Block,Gilda Waldman Mitnick

9 11 786070 11 210457

Coordinadores

Pensar la globalización, la democracia y la diversidad /coord. Judit Bokser Liwerant, Juan Felipe Pozo Block,Gilda Waldman Mitnick. -- México: UNAM, Coordinaciónde Estudios de Posgrado, Programa de Posgrado enCiencias Políticas y Sociales, 2009.156 p. ; 23 cm.Bibliografía: p. 9-10ISBN 978-607-02-0573-6

l. Globalización - Aspectos sociales - América Latina.2. Neoliberalismo 3. Democracia - Aspectos sociales-América Latina. 4. Multiculturalismo - América Latina.1. Bokser Liwerant, Judit. 11.Pozo Block, Juan Felipe.1Il. Waldman Mitnick, Gilda. IV Universidad NacionalAutónoma de México. Coordinación de Estudios de Posgrado.Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales.

303.482098-scdd20 Biblioteca Nacional de México

Primera edición, 22 de noviembre de 2009

D.R. © Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCoordinación de Estudios de PosgradoPrograma de Posgrado en Ciencias Políticas y SocialesCiudad Universitaria, Delagación Coyoacán, CP 04510, México, D.F.

ISBN 978-607-02-1045-7

l'rol1ihld:1 1:1rcproducrion IOI:t1o parcial por cualquier medio',1111.1;\IIIOII¡at'ltlll ('"vlila dcl utulnr delos derechos p:tllillltllll,t1¡·,IIIIJlI('''') 11(·(11111'11Mrvk «

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Índice

//11 I'Od Llcci.ón . . 9

ludit Bokser LiwerantNotas reflexivas sobre los desafíos contemporáneos:globalización, diversidad y democracia 25

Mtchcl Wieviorkal'cnsar globalmente 59

I aura l Icrnández Arteaga1 J 11programa de investigación para estudiar. América Latinadesde la teoría de los sistemas sociales 89

\III'('do Andrade Carreño11':lIl"I()l"l11aciones sociales y teoría social: globalización,dl'l i 1\ H'1':lcin y diversidad como referentes del cambio conceptual1 11 t\11·\I('o. Ilreve revisión hemerográfica 117"1,,.., I lcrunndez Alcántara( 1IIIIIillll('i()11CS teóricas. Del pluralismo político.rl 1'11111'.,,, de gobierno 167

~1.11 lo ~l,":~j(kr1'llllltll',IIl<l y globalización en América Latina 193

""Iltp OvhornId 1IIItI:ld:lIll:1 como consumo o como agencia: comparando1.1'.11'1111111:1"democráticas en Bolivia y Brasil .

(,lId,1 Walduum Mitnick.... 219

111'0111',Jltl'. '.llll1hl"iOS de 1" democracia C11Larinoamérica, o "así piensa111111111111'1111·". RcI!cxiollCS u partir dcl launobarórnerro 2008 243

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j~OI1, Soskio, "I'ómeijjence du uno multiplication d'ossembluIJII~ du hllliloire, d'oulorilés ot de droits", en Michel Wieviorka, ,Aude Deborle y Jccolyne Ohana, LeSciences Sociales en mulation, Auxerre, Editions Sciences Humaines, 2007, pp.211-227.JI: John, Morl de la globalisation, París, Payot, ~0?6 [200?1.~I/tz, Joseph, El malestar en la globalización, Mex/co, Agudar, 2002.rius, Alain, La mondialisalion par le bas, París, Ballond, 2002.ildinqer, Roger y David Fitzgerald, "TransnCltionalism in Question", en Americanvournal of Sociology, vol. 105, núm. 5, mar:t0 de 2004, pp. 1177-1195.~llerstein, Immanuel, Elmoderno sislema mundíd. Tomo2: Elmercantílismo y la con-solidación de la economía-mundo europea, 7600- 1750, México, Siglo VeintiunoEditores, 1984.eviorka, Michel, Aude Debarle y Jocelyne Ol1ana, Les Sciences Sociales en Muta-lion, Auxerre, Editions Sciences Humaines 2007.'gin, Daniel y Joseph Stanislaw, The Com:nonding Heights, Londres, Simon andSchuster, 1997.

In programa de investigación para estudiar.América Latina desde la teoría

de los sistemas sociales

UURA HERNÁNDEZ ARTEAGA.

Ahora sabemos que, en lasciencias humanas, lo "teoría"

no es agregado contingente: esconstitutivo del objeto mismo.

Paul Ricoeur*

programas de investigación

iencia como tal no constituye un sistema cerrado. Por el contrario,n sí misma es expresión de la coexistencia de soberes que, llegados a

un nivel específico de sus interacciones, dan paso a la emergencia deperspectivas de observación que alientan una serie de categorías o[es de distinción. Precisamente la constelación de teorías articula-

das en la expresión "ciencias de la complejidad"1 -como manifes-tación del diálogo entre la biología y la física, las matemáticas y lalógica, la teoría de la información y la psicología, la neurofisiologíay la filosofía- han tomado la forma de teorías en el área de las cien-

Elconflicto de las interpretaciones. Ensayos de hermenéutica, 3 volúmenes: 1.Hermenéuticay psicoanálisis, 1/.Hermenéutica y estructuralismo, 1/1.Introducción a la simbólica del mal,Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003. N.E.

I Vid. Edgar Morin, Introducción al pensamiento comple¡o, Barcelona, Gedisa, 1995, y Cor-los Eduardo Maldonado, "Esbozo de una filosofía de la lógica de lo complejidad", en C.E. Maldonado (ed.), Visiones sobre la comple¡idad, Bogotá, Ediciones El Bosquo, 1999(Colección Filosofía y Ciencia, 1), pp. 9-27.

cias políticas y sociales, cuyo impacto debe ser ponderado a la luztanto de criterios científicos como de sus alcances explicativos.

Un ejemplo de las posibilidades cognoscitivas que estas teoríasofrecen a las ciencias sociales se puede apreciar en la teoría de lossistemas sociales y del sistema sociedad formulada por Niklas Luh-mann. La construcción teórica del sociólogo alemán participa del es-píritu de las ciencias contemporáneas a través de la incorporación deteorías e hipótesis propias de las disciplinas mencionadas, a la espe-cificidad de las ciencias de la sociedad, permitiéndole trascender unaconcepción dualista del conocimiento y una perspectiva decimonónicade la ciencia. Su cosmología social, que parte del principio de la di-ferencia y del carácter autoimplicante de la teoría, tardó en estructu-rarse aproximadamente cuatro décadas y ha devenido en una de laspropuestas más completas en el campo de las ciencias sociales.

La recepción de su obra y la reflexión sobre ella han sido más fuer-tes, como es de esperarse, en Alemania y en Europa, empero ha exten-dido su radio de influencia a Estados Unidos y América Latina. Si bienpredominan escritos de y sobre Luhmann en habla alemana e inglesa,también es significativa su presencia en español.2 Precisamente la re-cepción de Luhmann en América Latina ha sido diferenciada tantogeográfica, como temporalmente. De hecho, la teoría de los sistemassociales autorreferentes y autopoiéticos se está posicionando, cada vemás, como un programa de investigación de las ciencias sociales en la

región latinoamericana.Para dar cuenta de este proceso tomamos, como recurso teórico"

interpretativo, el concepto de programa de investigación formuladopor Imre Lakatos. Este programa es un conglomerado de teorías quse caracterizan por exhibir una continuidad reconocible que relacionoa sus miembros y permite identificarlos como versiones modificadas dun plan inicial cornún.P Este físico húngaro sostiene que los grando!ilogros científicos no derivan de teorías e hipótesis aisladas sino d:programas de lnvesfiqcción" que consisten en diversas reglas meto

2 Luis González Orquendo, "Niklas Luhmann en el Sociological Abstracts (1991·2001)", 1'"Revista de Ciencias Sociales, vol. IX, núm. 3, septiembre.diciembre de 2003, pp. 391 tlD·1

3 Imre Lakatos, Escritos Filosóficos 1. La metodología de los programas de investirClC 11111científica, Madrid, Alianza Editorial, 2007, p. 67,

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dológicas: unas indican las rutas de investigación que deben ser evi-tadas (y que Lakatos denomina heurística negativaL y otras conducenpor los caminos que deben seguirse (llamada heurística positiva).5

La heurística negativa del programa impide que apliquemos el modus tol/ens aeste 'núcleo firme'. Por el contrario, debemos utilizar nuestra inteligencia paraincorporar e incluso inventar hipótesis auxiliares que formen un cinturón protec-tor en torno a ese centro [ ... ] El cinturón protector de hipótesis auxiliares deberecibir los impactos de las contrastaciones y para defender al núcleo firme, seráajustado y reajustado e incluso completamente sustituido, un programa de inves-tigación tiene éxito si ello conduce a un cambio progresivo de problemática;fracasa, si conduce a un cambio reqresivo.?

ICl heurística positiva, por su parte, implica la construcción del'cintu-rón protector' y la autonomía relativa de la ciencia teórica. Nos dice

lo autor que la heurística positiva consiste en un conjunto, parcial-monte estructurado, de sugerencias o pistas sobre cómo cambiar y de-

11 rollar las "versiones refutables" del programa de investigación, sobre"lino modificar y complicar el cinturón protector refutable. "La heurís-

11.11 positiva del programa impide que el científico se pierda en el océa-1., do anomalías." Agrega Lakatos que "la atención del científico semcontro en la construcción de sus modelos según las instruccioneskrblecidcs en la parte positiva de su programa'? La heurística posi-

11VII os más flexible que la heurística negativa, avanza casi sin tener en""lita las refutaciones. Cuando un programa de investigación entra" uno fase regresiva, una pequeña revolución o un cambio creativo dehuuristico positiva pueden impulsarlo de nuevo hacia odelonte."

11111"lluroma de investigación consta, primariamente, de dos elementos esenciales: el núcleo1, IIIIur6n de protección. Eneste último se encuentran las hipótesis auxiliares que traducen

I ,,,,,ltl! heurística del programa en predicciones de hechos nuevos; mediante éstas, se pue-l. VMIillcor el progreso o el estancamiento del programa de investigación. El cinturón pro-

lo 1111e¡hipótesis auxiliares debe recibir los impactos de las contrastaciones.I 11I~IIIIl!l, op. cit., p. 67.

/11/. 11 tJ9./ lit' 10, 71. Como lo ha expresado Ruy P6r07 Tomayo: "Para un morfólogo, el esque-Ullllllltll do Lokotos os porticularmonto ClII(1(IIvo, po.quo postula una estructura casi tri-,.mllllllll p<llCl sus 'pIO¡jl(llTl((~ clOllltfltm dlllllVlI~II!ltJ( 1611'.En efecto, cada uno de esos

111111'11',1(1101111(1(10pOI 11m(eq )el~111111"11111,,1\ 1/" ,,"lItI(I(los diolóctlccs: 1) 01núcleo

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Un programa de investigación progresa si, 01 oxomlnor una suce-sión histórica de variantes teóricas originadas a partir de un mismonúcleo original, encontramos que las versiones más recientes dan cuen-ta de lo que las teorías antecedentes explicaban y, además, han antici-pado hechos nuevos; si algunos de aquellos hechos predichos por lateoría se encuentran corroborados empíricamente. El progreso empí-rico radica en que lo preanunciado por la teoría se cumple, en algu-na instancia temporal posterior, en el sector de la realidad al que elprograma alude y, en ese caso, "lo único que necesitamos es que,ocasionalmente se aprecie retrospectivamente que el incremento decontenido ha sido corroborcdo"."

La historia de la ciencia, dice Lakatos, ha sido y es la historia delos programas de investigación científica que compiten y no una suce-sión de periodos de ciencia normal, como lo estableció Thomas Kuhn.Lakatos considera que sólo existen dos clases de programas científi-cos de investigación: los progresistas y los rezagados. lO

La teoría de sistemas sociales como programa científico

El pensamiento de Niklas Luhmann puede ser visto como una obramonumental conformada por una estructura teórica coherente y com-pleja; también se puede estudiar como un proceso evolutivo de estruc-

central, que reúne los supuestos básicos y esenciales del programa, o sea todo aquello quees fundamental para su existencia; 2) este núcleo central está celosamente protegido de las

peligrosas avanzadas de la falsificación por un cinturón protector llamado heurística negativo,un principio metodológico que estipula que los componentes del núcleo central no deben

abandonarse a pesar de las anomalías, constituido por múltiples elementos variables, comohipótesis auxiliares, hipótesis observacionales, diferentes condiciones experimentales, elc.;

3) la capa más externa del programa científico de investigación se conoce como heurísticapositivo y está representada por directivas generales para explicar fenómenos ya conocidoso para predecir nuevos fenómenos." Ruy Pérez Tamayo, ¿Existe el método científico? His-toria y realidad, 3º edición, México, Secretaría de Educación Pública, Fondo de CulturaEconómica, 2003 (Colección La Ciencia Para Todos), p. 226.

9 1. Lakatos, op. cit., p. 68.

10 "Se dice que un programa de investigación es progresista siempre que su crecimiento teó-

rico anticipe su crecimiento empírico, o sea, mientras continúe prediciendo hechos nuevos con

cierto éxito ('cambio progresivo del problema'); se considera que el programa está estan-

cado cuando su crecimiento teórico está rezagado en relación con su crecimiento empírico,o sea, mientras sólo ofrezca explicaciones post hoc, sea de descubrimientos accidentales o

de hechos predichos por otro programa rival ('cambio degenerativo del programa'). Cuando

11 do uno loor let 'I!)( 1< d , "11 111"Ior ",IOflOS científicas, rnedionte unLl'ltClmicnto a los influlm y IJIPIH'Io!. opistémicos que convergen en" I onforrncción y de cómo óstos enriquecen y modifican las presun-IUl1lJSteóricas orig ino les.

I n la primera línea de aproximación, la obra de Luhmann (a través1" leI cual se cuestiona sobre las condiciones de posibilidad del cono-Irnionto y la legalidad epistémica del mismo) es francamente colosal:

"11 so limita a estudios sobre la sociología y las ciencias sociales enfloral, también están sus monografías sobre sistemas específicos de

1" sociedod: el amor, la economía, la educación, el derecho, la poli-tic el, la religión, el arte y, por supuesto, su teoría de la sociedad.

Desde la segunda perspectiva, abordar el pensamiento del de Lune-bUlgo como producto de un proceso de diálogo consigo mismo y conJI\ciplinas distintas a las ciencias sociales (a la sociología en particu-101), posibilita una óptica de estudio en la que el lector va descubriendoI/)\ principales influjos de su pensamiento y sus presupuestos teóricosII~tintivos.

Abordar al sociólogo alemán implica, aparentemente, la decisiónpnr seguir una u otra perspectiva. Sin embargo, él mismo negaba que1" opción fuese una disyuntiva. En su prefacio a La sociedad de la 50-",rlad manifiesta que su propuesta de una teoría de los sistemas socia-I.~y una teoría de la sociedad se fue construyendo desde el momento" que ingresó como profesor a la Universidad de Bielefeld11 en 1967

Iy concluyó con su muerte en 1998).12 Las distintas teorías específicas

1111 programa de investigación explica progresivamente más que otro rival, lo supera y, enton-I ns, el rival puede eliminarse (o, si se prefiere, almacenarse)." R. Pérez Tamayo, op. cit.,11 228.

I "Al incorporarme a la apenas fundada universidad de Bielefeld, me encontré con la exigen-

I,j(1 de nombrar el proyecto de investigación en el que trabajaba. Desde entonces, y hasta

nhorc. mi proyecto ha sido el de una teoría de la sociedad: tiempo estimado, 30 años;1 osto del proyecto, ninguno. En lo referente a la duración, las dificuliades del proyecto fue-

1011 estimadas realistamente. En ese tiempo, en la sociología, la situación de la literatura apropósito ofrecía muy pocos puntos de referencia para estimar un proyecto de esa naturale-

(l como algo posible. [.,.]" Niklas Luhmann, La sociedad de la Sociedad, México, Herder,007, p. 1.

( on ello se relativiza la interpretación de Gumbrecht, para quien los discípulos y seguido-

lOS de Luhmann han intentado dar homogeneidad a las preocupaciones y el pensamiento

dol maestro, aduciendo la existencia de un completo y complejo proyecto intelectual queonsiste en la construcción de una teoría de la observación. Ello reside, nos dice, en una

relecfuro de los libros y ensayos del sajón guiada por el supuesto de una existencia de tales

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que fluyen en su propuesta están articuladas autológicamente en la

propia teoría de los sistemas sociales.Las superteorías, dice Luhmann, "son teorías con pretensiones uni-

versalistas (lo cual quiere decir que incluyen tanto a sus adversarioscomo a sí mismas). Las diferencias directrices son distinciones quguían las posibilidades del procesamiento de la información de la tearía. Estas diferencias directrices pueden adquirir la cualidad de unparadigma dominante, si llegan a organizar de tal manera la super

teoría que todo el procesamiento de información se haga conforme (,1

lo que ellas establecen". Así, para este autor, "cuando una superteorioalcanza un grado muy alto de caracterización de la diferencia, entonces es posible un cambio de paradigma".13

El trabajo sobre la recepción que esta teoría ha tenido en AméricoLatina nos conduce a integrar esta supuesta doble vía de ocercorniento. Para lograr tal propósito, se toma como eje de análisis el programode investigación, cuyas características han sido expuestas previamentDesde esta perspectiva, no se trata de optar por una exposición de UII"Luhmann contra Luhmann" sino de inscribir la teoría de sistemas sciales autopoiéticos y autorreferentes en un proceso de cornuniccciónbajo el código de la ciencia. Así, el propósito planteado supone qUIen las comunidades opistérniccs!" de la región que se han interesodo por el estudio y análisis de esta teoría existe una semántica qu:comparte el 'núcleo duro' de la teoría. Por lo cual, está ernerqiend«un programa de investigación de la teoría de los sistemas social

autorreferentes y autopoiéticos.

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.5!r:::.-·0~ fines cognoscitivos desde el inicio de su carrera como investigador. Hans Ulrich Gumblflllil'§ "How is Our Future Contingent? Reading Luhmann against Luhmann", en Theory, Cuuu«:E Society, vol. 18, núm. 1, 2001, pp. 49-58.~ 13 N. Luhmann, Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, México, Univol~ltI'l'¡a Iberoamericana/Alianza Editorial, 1991, p. 28.~ 14 Para los propósitos de este trabajo, se han revisado artículos, capítulos en libro, introdlH' It~ nes, libros y entrevistas de autores de Brasil, Chile, Colombia y México, principal mento, 1"111

una expresión de los registros de cómo se ha abordado la teoría de sistemas socktlm ;1

'4 Luhmann en la región.

":s.

pectos centrales de la teoría de sistemas

luhmann rompe con toda una tradición que considera que la ciencia 15I conocimiento como tal, no sólo tienen implicaciones prácticas sino

ue, además, pueden ser vistas 'desde fuera'. Esta teoría parte de laleo de la autoimplicación y la autorreflexión. En este sentido, nos110el sajón, "no podemos ocuparnos de la sociedad, en calidad dec.iólogos, como si ésta pudiera observarse desde fuera. Los sistemas

onciencia pueden indudablemente observar la sociedad desde.Inla; pero socialmente esto queda sin consecuencias si no se comu-It el, es decir, si la observación no es efectuada dentro del sistema de

ociedad".16 Desde la perspectiva de la observación de segundoIdon, "el observador del sistema observante opera desde fuera yal1~lTlotiempo desde dentro". 17II 'núcleo duro' de la teoría luhmanniana se constituye alrededornos teorías básicas: la de los sistemas, la de la evolución y la de laIIl1tnicación. En relación con la primera, el discípulo de Talcott Par-11', destaca el gira de la teoría tradicional de sistemas abiertos que,lflliL.a los influjos del exterior, como algo que existe fuera del sistema1111)os diferente de él, a los sistemas con clausura operacional queIlwloran como condición de posibilidad la existencia del entornoI!I donde todo influjo externo es procesado internamente mediante

,11ucturas y elementos propios del sistema. 18Los sistemas con clau-1 operocionol contienen dos postulados teóricos: la autopoiesis y

I "" 11{lode la ciencia está conformado por los valores verdad/no verdad, la verdad es1" 1111leido del código, no el valor superior, incluso "en caso de que la designación fuera.1." IlIdovía podría ser tomada en cuenta". Para el alemán, la vetdad "permanece comoIldn" ioquloñvo con el fin de facilitar el camino de la aproximación, aunque ésta no sea

IIIJIIIIOblotivo práctico y alcanzable del sistema. Esto exige la introducción de la limitacio-1"/,,,/ Lomo si esta hipótesis ya estuviera preconstituida." N. Luhmann, Laciencia de la,,,,/,,eI, M6xico, Universidad Iberoamericana, 1996, pp. 277 Y 284, respec.1""111111111,"El sistema como diferencia", en Introducción a la teoría de sistemas, México,

II,dwllberoamericana, 2002, pp. 77-98 (p. 96).11111111111111,Lo ciencia de la sociedad ... op. cit., p. 262.[Iu uluutnción 'hay sistemas', sólo quiere decir que hay objetos de investigación con ta-"," 1"li'tIic'(JSque justifican el empleo del concepto de sistema. Así como al contrario:", ",'111el" sisromo nos sirve para abshaor do hochos que SO" comparables entre sí,., 11111111I11,t1l11C1dodo hechos de corócror di~lilltt) hojo 01mpl\! tll 'flIIClI/desigual." N.11111.',,,tl""tI.~.Ior/nlos .... oro cit., p. 76

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la autorreferencia. Esta última, se expresa en el hecho de que los sis-temas son "objetos" que generan y regulan sus propias relaciones deauto implicoción.'" Con la incorporación del concepto de autopiesis?OLuhmann plantea que los sistemas sociales se observan mediante ladistinción directriz, sistema/entorno. La distinción sistema/entorno nosindica siempre el sistema de referencia, pues cada sistema observael entorno en forma diversa. No hay observador privilegiado, ni super

observador."La teoría de la evolución remite el problema al tiempo e intenta

explicar cómo es posible que algunas estructuras cargadas cada vezmás de presupuestos -es decir, cada vez más improbables- surjany luego se mantengan como normales."21 Si bien parte de los presu-puestos de Darwin, el que fuera editor del Zeitschrift für Soziologiese separa del naturalista al no orientar su análisis hacia la selecciónnatural, sino hacia la coevolución de los sistemas autopoiéticos. Deesta manera Luhmann la incorpora como una teoría propia de los sis-temas sociales autopoiéticos y autorreferentes. Al respecto nos dice,"la evolución no significa otra cosa sino cambios de estructura, y dadoque éstos sólo pueden efectuarse en el sistema [de modo autopoiéti-co], no están a discreción del sistema, sino que deben afirmarse en unentorno que el sistema mismo no puede sondear ni, a fin de cuentas,puede incluir en sí mismo a través de la planificación. La diversificaciónevolutiva y el incremento de los sistemas son al mismo tiempo diversificación e incremento de los entornos. Sólo la diferencia de sistema yentorno hace posible la evolución".22 La evolución, continúa nuestrautor, "es una teoría autorreferencial no sólo en sus postulados ccerco

,

19 N. Luhmann, The Differentiation of Society, Nueva York, Columbia University Press, 190p.258.

20 El problema central que Luhmann atribuye a la noción de autopaiesis formulada por Mtllll

rana es, pese a todo, su arraigo en una perspectiva de la observación como externa 01 ,,1,servador y sobredeterminada por un concepto de conocimiento biológico o psicológico, PIII"una postura crítica veáse, Bernd R. Hornung, "Structural Caupling and Concepts of Dolo 1111,1

Information Exchange: Integrating Luhmann into Information Scionce", en Journal of 51H ,"

cybernetics, vol. 2, núm. 2,2001/2, pp, 1·1?,21 N, Luhmann, La sociedad de la Sociodorl.., 01' 1/1, 11 :1~6,2? Ibid" p, 31\ 1,

11:51.

de los orígenes, sino también en su estructura conceptual general. Esuna teoría acerca de la evolución de la evolución".23

La teoría de la comunicación, por su parte, también es autorreflexi-va, nos permite, a su vez, exponer la teoría de la sociedad del otroraatedrático de la Universidad de Münster. La tesis central es que nohay un punto en la sociedad de la sociedad que pueda ser observadon su totalidad, porque "la descripción del sistema es parte del sistema

y puede existir un gran número de descripciones."24 Una teoría de laociedad con tales características está fincada en presupuestos anti-humanistas y constructivistas. También están presentes las exigenciasutomplicantes y autológicas que Luhmann le imprime a la teoría deistemas, en ese contexto está circunscrita la afirmación de que "laleorio de la sociedad debe formularse dentro de la sociedcd.P

La sociedad es concebida como un sistema autopoiético y, como tal,distingue de su entorno que es la comunicación. La sociedad, nos

[ice el crítico de Jürgen Habermas, es un sistema comunicativamenterrcdo: produce comunicación mediante comunicación. Esta perspec-

11'111 supone un rompimiento con la concepción de la comunicaciónlimo transmisión pues no es el ser humano el que puede divulgar,

lo la comunicación puede comunicar".26 Si bien la conciencia esnlorno de la sociedad, es la condición de posibilidad para la comu-l' ución, "el hecho de que los sistemas de comunicación se acoplen a

lu. sisterncs de conciencia [así como los sistemas de conciencia a loscomunicación] a través del lenguaje, tiene consecuencias de gran ;:S

1, once para la construcción estructural de los sistemas correspondien- -~decir, para su morfogénesis, para su evolución". Nos dice Luh- ;

11111 que mientras que los sistemas de conciencia pueden percibir c:IIMlI ialmente, los sistemas de comunicación sólo pyeden afectarse a -~vta~de la conciencic.V c:31(1 comunicación, por tanto, detona una red comunicativo cuyo ~,lIlldo es totalmente contingente. La distinción binaria sí/no posibi- ~1'10 la selección de un lado de la forma sea lo que es, pero deja ~

::E~0::0:::~o0::0:::"'-==

11I11I1IClIln, The Differentiation of Society". op. cit., p. 259.IIIIHIIIIIII1, la sociedad de la Sociedad". op. cit., p., 10.

101 p ')1,

10/ ., P /6,¡ti, p H:I

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97

abierta la posibilidad a que pudiera haber sido de otra manera. Pre-cisamente sobre esta cadena recursiva de contingencias es que elteórico de los sistemas sociales formula su hipótesis de los medios decomunicación simbólicamente generalizados y con ello da cuenta delsurgimiento y estabilización de códigos específicos en sociedadeslo suficientemente grandes y complejas. "Los medios simbólicamentegeneralizados transforman [ ... ] las probabilidades del no en proba-bilidades del sí; por ejemplo, ofrecer pagos por bienes o servicios quese desean obtener. Son 'simbólicos' en cuanto utilizan la comunica-ción para producir el acuerdo que de por sí es improbable."28

Los medios de comunicación, simbólicamente generalizados, ha-cen que la comunicación se sintonice a condiciones tales que elevanlas expectativas de aceptación aún en el caso de tratarse de comu-nicaciones 'incómodas'. De tal suerte en el sistema de la economía,el dinero como medio permite que uno se deshaga de un bien o presteun servicio cuando (y sólo cuando) se le paga por ello. Y en la políti-ca, cuyo medio es el poder, se obedecen las órdenes estatales por-que se amenaza con el empleo de la fuerza pública y porque sesabe que dicha amenaza está legitimada conforme a derecho en la

sociedad.La moneda es el medio de comunicación de la economía y el poder

lo es de la política; el sistema de la economía sólo puede comunicar--.::1 se económicamente y la política, políticamente; no hay un punto privi-e~ legiado de observación de la sociedad, ni un observador externo a~ la misma o un sistema que lo regule y lo oriente. No al menos, cabe:. decir, en la lógica de una diferenciación funcional de la sociedad. Sí,.§ en cambio, en sociedades estato-céntricas como la latinoamericana,eg como se desarrollará más adelante.l Uno de los principales logros de la teoría de sistemas, según apuntac~ Luhmann, ha sido la reelaboración de un esquema general dentro delc:::g cual existe una distinción sistema/entorno que puede ser replicodo.; en el entorno interno del sistema. La diferenciación, es concebida com~ la reproducción, al interior del sistema, de la diferencia primaria si

tema/entorno. "La diferenciación del sistema genera entornos intor...5!•...~c::(1)Q..

~8 28 ¡bid., p. 248.

..nos en el sistema." En esta perspectiva, si una forma logra regularlas posibilidades de realización de otra, se está ante una forma dediferenciación que priva por sobre otras. Luhmann desarrolla cuatroformas de diferenciación: a) diferenciación segmentaria, caracterizadapor la igualdad de los sistemas parciales; éstos se distinguen o a par-tir de la descendencia o a partir de las comunidades habitacionaleso combinando ambos criterios; b) la diferenciación centro y periferia,que supone el principio de la segmentación y prevé una pluralidadde segmentos; c) la diferenciación estratificatoria, la cual se caracte-riza por la desigualdad de rango de los sistemas parciales y d) la di-ferenciación funcional, "caracterizada tanto por la desigualdad comopor la igualdad de los sistemas parciales."29

La diferenciación por funciones es la forma de diferenciación porantonomasia de la sociedad moderna y corresponde al estadio evo-lutivo de mayor complejidad de la sociedad. Esta forma de diferen- g,

eiación organiza los procesos de comunicación alrededor de tareas ~speciales que deben ser cumplidas a nivel social y, desde el momen- ..§

lo en que su cumplimiento es necesario para el sistema, la sociedad -~no puede conceder primacía absoluta a ninguna de ellas, a no ser que ~

instaure un nivel secundario en la formación de los sistemas para ~e

rnstituir el predominio de funciones específicas limitadas a un conjunto -:11) relaciones especiales sistema/entorno. En este punto radica la dile- ;2rnncio fundamental entre las sociedades funcional mente diferenciadas :sy uquellos estratificadas en las que hay un sistema que sobredetermi- ;::¡nu y cohesiona a la sociedad. -i

Mediante la diferenciación funcional, la sociedad puede multipli- :...:Ir la especificidad de las relaciones funcionales y, al mismo tiempo, ~

1" uperturo de sus entornos internos de modo que los sistemas puedan -~'-'ompeñar sus funciones. Por medio de la especificidad y de la insti- <3

¡onalización, la sociedad incremento su interdependencia interna, tD:>

ti vez, mantiene la autonomía de los sistemas específicos que surgen ===lile) producto de la autoreproducción de la diferenciación sistémica. ~1110 se ha mencionado, en las sociedades con primacía de dife- ~iución la regulación de las relaciones de inclusión/exclusión pasa ~

Q..

==ioncir: do /0 sor /1It /1/'/ "/" 11 , l' 911 99

a los sistemas funcionales: ya no existe instancia control alguna, polí-tica, económica, religiosa o moral que regule o supervise a los siste-mas parciales. "Si el individuo quiere saber si dispone de dinero, y decuánto, es algo que se decide en el sistema económico. Qué exigen-cias jurídicas y con qué éxito se pueden validar, es asunto del sistemadel derecho. Qué se toma como obra de arte, se decide en el siste-ma del arte; y el sistema de la religión establece las condiciones bajolas cuales el individuo puede resumirse como religioso [ ... ]"30

Primado funcional no implica imposibilidad de coexistencia deotras formas de diferenciación de manera simultánea. Dice Luhmannque la diferenciación funcional depende, en muchos de sus aspectos,de la diferenciación segmentaria que coexistente dentro de los pro-pios sistemas funcionales. Para ilustrar esta situación, el autor de in-troducción a la teoría de sistemas recurre al sistema político y afirmaque incluso a nivel del sistema global de la sociedad mundial todavíano cambia el hecho de que la política necesita una base territorialpara la elaboración de sus decisiones, especialmente si esto suponemaximizar el consenso y el gobierno democrático. En esta perspec-tiva, el sistema político de la sociedad mundial se divide en Estadosno sólo en el sentido de residuo histórico más o menos obsoleto, sinotambién como un requisito para la diferenciación funcionol.P'

eee¡;:;a;>e:2

Teoría de sistemas en América Latina, una aproximación

En el marco de lo antedicho, partimos de la idea de que la teoría deg sistemas es un programa científic032 que consta de una serie de comu-

~sa:;e:2

~e:::!:;:::>:::>:;,:2e:!!a:;L..

30 Ibid., p. 499.31 N. Luhmann, The Differentiation of Society ... op. cit., p. 241.32 Para Niklas Luhmann, la ciencia es un sistema social con un código de comunicación espe

cífico: verdadero/falso, mismo que define la unidad del sistema. Mientras que los progromas son estructuras que en ocasiones pueden ser aplicados a la operación del sistema yenotras no; pueden cambiar mediante operaciones del sistema. N. Luhmann, Laciencia de lasociedad ... op. cit., p. 289; Marcelo Arnold, "Introducción a las epistemologías sistémicoconstructivista", en Fernando Osorio (ed.), Ensayos sobre socioautopoiesis yepistemologf(lconstructivista, Santiago de Chile, Ediciones Mad., 2004, pp. 7-15.

Los programas de la ciencia formulan conclusiones de lo correcto, a su vez, se diferencian en teoría y métodos. Por ello, Luhmann afirma que las "reglas de las decisiones correetos en la comunicación científica son o teóricas o metódicas. La ventaja de este tipo dot)

lIieqcianes vinculadas con 1111 flnll(liil

uvo de otras teorías. COIT1!l 111' "P'IIl/Uell) observación de S081111dll 111'/''11

Para analizar la roro!'e le111, ellllI ••i,.I,,., y 1"11./111 11/'11 el,

1l1C1 en las ciencias socicilo» c/n 1\1111111« u 11/111111, ',11 , IUllu d,,1 '01'111111

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de que si bien esta teoría esto ill!,OI/Cl 0/1 ul hOI izonto do una ¡'OCIUC/{H Ifllabal, también está preñada por las propias realidades de la región.Parafraseando a Humberto Maturana, las ciencias sociales en Lati-noamérica "son un observador que lleva un mundo de la mano". Elloncierra una paradoja, pues las ciencias sociales de nuestra región par-

ticipan del espíritu de la ciencia que le es contemporánea, de sus gran-des debates teóricos epistemológicos34 y, a su vez, éstas son mediadaspor lógicas históricas específicas, de tal forma que los procesos demodernización de la región han impactado en los programas científi-os. La mayor producción de ensayos y libros de y sobre luhmann en

países como México, Brasil, Argentina y Chile se circunscriben en unapoca en la que priva un pluralismo teórico y metodológico comoI que se ha registrado con la caída de los regímenes militares y au-

toritarios y el ascenso de la democracia como forma de gobierno pre-dominante en la región.35

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desdoblamiento está a la vista: estos dos tipos de programas pueden de manera arbitrariay pasajera introducir limitaciones en la operación, ya que cada limitación puede ser puestaen cuestión por la otra parte de la distinción y en caso dado cambiarlo [ ... ] Las teorías y losmétodos pueden ser introducidos de manera contingente y lo único que es necesario es queen cada situación pueda haber una conexión entre métodos y teorías [ ... ] sólo es necesariosaber, en la selección de los métodos, cuál es el programa teórico de investigación y, a suvez, qué método es el que se ha empleado cuando se pregunta por la teoría que ha condu-cido la investigación." N. Luhmann, La ciencia de la sociedad ... op. cit., p. 290

'1 Conviene recordar que un observador de primer orden es capaz de hacer distinciones perono puede ver la distinción sobre la cual está basada su observación. Esta situación se cons-tituye en una poradoja que sólo puede revertirse con la observación de,segundo orden que,por su naturaleza, es autorreferencial. Sobre este aspecto, vid., Niels Akerstn2JmAndersen,"Niklas Luhmann's Systems Theory", en Discursive Analytical Strategies. Understanding Fou-cault, Koselleck, Luhmann. Bristol, The Policy Press, 2003, pp. 63-91 (p. 68)Alfredo Andrade Carreño, Lasociología en México: temas, campos científicos y tradición dis-ciplinaria, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Polí-ticas y Sociales, 1998.

\ Norberto Bobbio nos ha recordado que en la "edad contemporánea, los países que tuvie-ron gobiernos dictatoriales son los países en los cuales las ciencias sociales no se desa-rrollaron o, incluso allí donde ya habían nacido, su desarrollo se detuvo." N. Bobbio,"Democracia y conocimiento", en Michelangelo Bovero (ed.), Teoríageneral de la política,Madrid, Trotta, 2003, pp. 418-431 (p. 424).

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101

Las formas de comunicación científica do os lo ¡>IIIU'UlTla teóricose pueden colegir en dos formas: una, mediante la Iouncción de lasredes de conocimiento que impactan en la incorporación del pro-grama de la teoría de los sistemas sociales en la región; la otra, através del análisis de la producción científica por medio de libros yartículos especializados. En lo que se refiere al primer aspecto, des-de fines de los años 70 varios jóvenes académicos latinoamericanosviajaron a Alemania para realizar estudios de doctorado bajo el in-flujo de la obra de Luhmann. En la Universidad Católica de Chile, elprofesor Luis Schertz, quien realizó su doctorado bajo la supervisiónde Helmut Schelsky, alentó a sus alumnos Carlos Cousiño y EugenioSolminihace a realizar estudios en ese país. El primero los hizo en Er-langen (Baviera) y el segundo en Bielefeld (Westfalia). A su retorno aChile, este grupo impulsó a otros jóvenes sociólogos a proseguir susestudios de posgrado en Alemania. Hacia mediados de los ochentay los noventa, Marcelo Arnold y Aldo Mascareño fueron a Bielefeld,Pedro Guell a Erlangen y Jorge Yergara a Berlín.36

En Brasil, ha destacado la figura de Marcelo da Costa PintoNeves quien, a mediados de los años 80, realizó su doctorado enderecho en la Universidad de Francfort, Alemania, bajo la supervi-sión de Karl-Heinz Ladeur y de Niklas Luhmann. Su producción no seha limitado a la teoría en cuestión, también ha abrevado de otras pers-pectivas teóricas, por ejemplo la de Habermas, como da cuenta su libroEntre Témis e Leviatá: uma relocáo difícil. O Estado democrático dedireito a partir e além de Luhmann e Habermas (S60 Paulo, MartinsFontes, 2006).31 El propio Niklas viajó varias veces a Brasil dondeen la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, "las profesorasClarissa Eckert Baeta Neves, Eva Machado Barboso Samios y ElidaLiecke, han desarrollado un importante trabajo de discusión de la teo-

ría luhmanniana". 38

36 Javier Torres Nafarrate y Darío Rodríguez Mansilla, "La recepción del pensamiento de Ni·klas Luhmann en América Latina", en Ignacio Farías y José Ossandon (comps.) ObservandoSistemas. Nuevas apropiaciones y usos de la teoría de Niklas Luhmann, Santiago de Chile,Ril Editores y Fundación Soles, 2006, pp. 55-68 (p. 59).

37 Obra publicada originalmente en alemán: Zwischen Themis und Leviathan: Eine SchwierigoBeziehung. Eine Rekonstruktion des demokratischen Rechtsstaates inAuseinandersetzung milLuhmann und Habermas, Baden-Baden, Nomos, 2000. N.E.

38 J. Torres Nafarrate y D. Rodríguez Mansilla, op. cit., p. 58.

Iornbión 011 lo 1)(11Ir' ".111./,,1 (11111111111110,on Paraguay, v.~cente So-IlIl>bi Laldívar roolizo CI'IItHlll)"l.tlllllJhrnann en Bielefeld entre los años1983 y 1986. Al IOU'()!o(1I ti su país de origen, Sarubbi trabajó en'.10 teoría y en 1996 50 publicó su célebre libro.P?

En México, a principio de los años noventa, Luhmann impartió unaI ie de conferencias sobre sociología del derecho en la Facultad de

Cioncias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónomalo México (donde Raffaele de Giorgi,40 de la Universidad de Lecce,!tulia, fue luego invitado a impartir el curso "Teoría de la sociedadmoderna"). Le siguieron sus estancias en los años 1991 y 1993 paraIrecer cursos y seminarios sobre la teoría general de los sistemas

iales41 y para dar a conocer la publicación en español de su libroistemos sociales. A su vez, Silvia Molino y Javier Torres Nafarrate,f1 la UNAM y la Universidad Iberoamericana, respectivamente, impar-

tlon cursos sobre la teoría de sistemas sociales.Desde fines de los años ochenta, pero sobre todo en los noventa,

registró una mayor difusión de la obra del alemán en México. Des-loca la labor de traducción al español de su obra más importante porluvier Torres Nafarrate y su equipo de colaboradores. La traducción111 libros tales como, Sistemas sociales. Lineamientos para una teo-

l/el general; Teoría de la sociedad; Poder (México, Anthropos, 1995); •'ganización y decisión. Autopoiesis, acción y entendimiento comu- ;2

nicativo (Barcelona, Anthropos, Universidad Iberoamericana, Univer- :5ldod Católica de Chile, 1997); La realidad de los medios de masas ~(Bwcelona, Anthropos, Universidad Iberoamericana, 2000). El dere- .~110 de la sociedad (México, Herder, 2005); El arte de la sociedad :

(Móxico, Herder, 2005) y La sociedad de la Sociedad, abrieron cc- ~O a la producción luhmanniana para quienes no dominaban el ale- .~

mon. Estas traducciones se acompañaron de escritos introductorios a ~¡:=V">u..o>-Z

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IJn sistema de educación superior para el Paraguay democrático, Asunción, CIDSEP/UC.,1~95.

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( ooutor con Luhman de Teoría de la sociedad, México, Triana, Universidad Iberoameri-r uno, ITESO, 1998. N.E.

• l lnc descripción de lo expuesto en estos cursos se puede leer en Gonzalo Varela Petito,'Niklcs Luhmann en México", en Estudias Sociológicos, vol. 10, núm. 30, pp., 1992, pp.)9·782 Y en Javier Torres Nafarrate y Guillermo Zermeño Padilla, "Entrevisto a Niklas

luhmann", en Estudios Sociológicos, vol. 10, núm. 30, septiembre-diciembre de 1992, pp.H9·808. 103

la obra de Luhmann, destacando su itinerario illlulm IlJ{J!, rolovcncioy principales referencias conceptuales.

Esta ardua tarea de traducción alcanzó un momento sígnificativoen 2007 con la celebración del Congreso "Luhmann: la sociedadcomo pcsión", marco en el que se dieron cita estudiosos de loteoríade sistemas de Alemania, Italia, España y América Latina y se dio aconocer la publicación al español de la magna obra La sociedad dela Sociedad, editada en lengua clemcno=? diez años antes.

La publicación en español de libros y artículos de Luhmann enrevistas de Paraguay (Revista Paraguaya de Sociología),-Chile (Estu-dios Sociales; Persona y Sociedad; Cinta Moebio, Revista Electrónicade Epistemología de Ciencias Sociales) y México (Acta Sociológica,Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, Revista Mexicanade Sociología, Estudios Sociológicos; Fractal; Sociológica), constituyeparte del material mediante el cual este escrito explora este programade investigación en México y América Latina.

La literatura especializada, señalada en la bibliografía al final deeste trabajo, está ordenada considerando primero aquellos trabajosque exponen los contornos de lo que hemos llamado "el programacientífico denominado teoría general de sistemas sociales". En una pers-pectiva similar, se ubican artículos que partiendo de los presupuestosde esta teoría formulan aspectos teórico metodológicos alrededor dela cibernética de segundo orden e incluso metodologías y técnicas de in-vestigación específicas. También hay materiales sobre la teoría de lacomunicación en Luhmann y su tratamiento sobre la interacción y la so-ciedad; le siguen artículos y capítulos en libro sobre la teoría de ladiferenciación funcional y sus particularidades en América Latina yMéxico.

En esta última línea de desarrollo, se ubican los debates sobre la di-ferenciación concéntrica, la desdiferenciación y la coordinación social.A la luz de las experiencias históricas de la región, estas reflexionesponen sobre el tintero los problemas a los que se ven confrontados lospresupuestos teóricos de la teoría de la sociedad y, en particular, la

42 Die Gesellschaft der Gesellschaft, Frankfurt am Main, Suhrkamp Verlag, 1997 (SuhrkampTaschenbuch Wissenschaft), 2 vols. N.E.

''''111(1 do la clifololle 1(l11e"1 11111111111111 '1"11 I1U ~igue los ccrninps 'prlsti-11m' expuestos en los IIC tI)( l/m dI! 11111111"'111. Esta discusión ha sido rnon-'""ido por investigadol(J'¡ dn Móxico, Chile y Brasil, principalmente.

especificidades sistémicas en América Latina:problemas con la autonomía?

r I mundo es el horizonte de sentido y como operación histórica im-plica selecciones al mismo tiempo que apertura de poslbilídodes.é"upone, por tanto, una relación de simultaneidad con los procesos delílorencioción social. Así, en los procesos comunicativos mundialeslo podemos ser una sociedad del mundo.v' la cual está permanen-mente en una actualización de su horizonte de sentido por la exis-ncic simultánea de sistemas de función parciales cuyos procesosmunicacionales no determinan la primacía de uno de ellos. Es por

110 que, en el marco de una teoría de la sociedad autorreferente ywtopoiética, el eje de observación no es un sistema global de socie-Ides regionales sino el de una sociedad del rnundo+" cuyos límites)11 comunicacionales y de sentido.

En esta lógica teórica, el horizonte de sentido de América Latinah" dado paso a conformaciones sistémicas cuyas características ope-ilivcs, cognitivas y normativas no corresponden de manera isornór-

flr.o con las de la modernidad europea. Las sociedades que describelu leo ría luhmanniana son sociedades en las que no hay un centro que

luhmcnn señala que en una teoría de la sociedad como la que él postula, el concepto deuntido (sinn) es central, pues "sin hacer uso del sentido ninguna operación de la sociedad -5puode surgir." N. Luhmann, La sociedad de la Sociedad ... r op. cit., p. 27. ~N. Luhmann, "Globalization or World Society: How To Conceive of Modern Society?", en ~¡IItornational Review of Sociology, vol. 7, núm. 1, marzo de 1997, pp. 67-79, (p. 70) :fl111exposición que hace Luhmann sobre la sociedad del mundo dista de ser equiparable con S;I concepto de sistema-mundo, formulado'por Immanuel Wallerstein que tiene sus onclojes

'n6ricos en varias dimensiones del capitalismo moderno y donde la perspectiva territorial fin-IlIda en el Estado mantiene relevancia analítica. El sociólogo norteamericano parte en su111161isisde la existencia de relaciones desiguales entre las naciones como modo de expli-IIH la historia moderna. Por otro lado, un ejercicio intelectual interesante que combina louplicoción de la teoría del sistema mundo de Wallerstein y la teoría de los sistemas autorre-lerentes de Luhmann, es el que realiza Augusto de Venanzi (Globalización y corporación,Madrid, Anthropos, 2002) para analizar la dinámica de las grandes corporaciones trans-nocionoles, mediante su propuesta de una "teoría corporativa del sistema mundo."

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105

las dirija, son policéntricas, mientras que en Latinoamérica se puedeobservar la primacía y centralidad de sistemas parciales de la socie-dad. La lógica mcdemidod/rnodernizociórr" en América Latina seha caracterizado por lo que podríamos denominar déficits sistémicos,relacionados con los problemas de institucionalización política, eco-nómica y de predominio del Estado de derecho. Ello implica que seproducen traslapes en los códigos de los sistemas, la economía se po-litiza, el derecho se politiza, la política se judicializa. Parafraseando aLuhmann, el trazo mediante el cual los sistemas parciales en AméricaLatina han marcado sus límites (o no) determina el tipo de sociedady el grado de complejidad que ha olconzcdo.V

La sociedad moderna latinoamericana se ha conformado con unaprimacía funcional, pero sin las características de autonomía y auto-rreferencialidad propias de sociedades modernas en las que privansubsistemas autónomos y con funciones especificas. Esto implica queen la región priva un proceso de desdiferenciación sistémica medianteel cual una función de la sociedad, la política, y una organizaciónde ésta, el Estado, controla el flujo informativo de sistema a sistemaperturbándolos y pervirtiendo sus propios códigos; el poder impactoen la economía, en el derecho, en la educación, para referirlos sóloa titulo ejemplar.

Estos órdenes no se dan en contexto de sociedades tradicionalesjerarquizadas, se dan en procesos evolutivos simultáneos a los órde-nes policéntricos, es decir, en el contexto de una sociedad modernapero con especificidades en el despliegue de la especialización fun-cional mediante un control externo que limita su proceso de dife-renciación.

46 "[ ... ] Para esto la semántica de modernidad/modernización es uno de los indicadores m(1decisivos -no como tesis de convergencia, sino precisamente porque permite represenlcua las regiones de la sociedad del mundo como más o menos modernizadas (desarrolladm)y hacer de esa distinción una descripción total con referencias variables. Nada deja de 5111moderno o es menos moderno. Y si la sociedad está constituida por la totalidad de todas 111comunicaciones, el resto del mundo está condenado a permanecer sin palabra. Se retiru ulsilencio; aunque ni siquiera éste es un concepto adecuado porque sólo puede perrnonor eten silencio quien puede comunicar." N. Luhmann, La sociedad de la Sociedad ... op. 111pp. 118-119.

47 N. Luhman, Die Politike der GesselschaFt, Frankfurl am Main, Suhrkamp Vorlag, 2000, "146.

e.

Tomando como referencia el concepto de forma de diferenciaciol1de Luhmann, Mascareño plantea que un orden concéntrico implicouna representación jerárquica de la sociedad:

Sin embargo, América Latina no es hoy un modelo estratificado de sociedad, me-nos una sociedad tradicional; es un orden donde prima la diferenciación funcio-nal de sistemas, como priva en el resto de la sociedad mundial. Su particularidadestá en su trayectoria concéntrico, que es paralela a la trayectoria predominan-temente policéntrica europea o norteamericana, pero esa trayectoria policéntricano es su horizonte, al modo en que la civilización era el horizonte de la barba-rie y el desarrollo el horizonte del subdesarrollo. Al entender a América Latinade este modo, podemos situarla en el marco de una sociedad mundial con com-binaciones desiguales de orientaciones policéntricas y concéntricas.48

Ius sociedades latinoamericanas se caracterizan por estar estructura-los en torno a un sistema dominante, la político. Con ello, el desorro-l/o autónomo de cada esfera social se hizo dependiente del sistemaI I1I1tral y los acoplamientos entre ellos se transformaron en procesosdI, desdiferenciación que dificultaron el despliegue de la especializa-• lón de funciones.s?

Como se puede colegir, la desdiferenciación50 es resultado de unp,ocoso de asimetría en el cual un sistema ejerce la primacía funcional,

por ello que en las sociedades concéntricas, las posibilidades delección de los sistemas circundantes a la órbita del sistema predo-

I\ldo Mascareño y Daniel Enrique Chernilo Steiner, "Universalismo, particularismo y socie-dllll mundial: obstáculos y perspectivas de la sociología en América Latina", en Persona y"" todad, vol. XIX, núm.3, 2005, p. 30.

11 MClScareño, "Diferenciación funcional en América Latina: los contornos de una sociedadOIlIlltl1lrica y los dilemas de su transformación", en Persona y SOcie.dad, vol. XIV, núm. 1,000, pp. 187-207 (p. 190); "Teoría de sistemas en América Latina. Conceptos fundamen-

1011",puro la descripción de una diferenciación funcional concéntrico", en Persona y Socie-11/1/. vol. XVII, núm. 2, agosto de 2003, pp. 9-26 (p. 9).

I11111conjunto dichas estructuras y formas de coordinación han configurado una particular'''111111do 'diferenciación/desdiferenciación' que coexiste al interior de los órdenes sociales1.lllllIoi6n, generando definiciones homogéneas y abarcantes que obstaculizan el desplie-UIt y 1unsolidcción de la autonomía sistémica, toda vez que los acoplamientos se transformanI,II"II!~OS de desdiferenciación al ser reemplazados por sustitutos funcionales y fórmulas111111f1l1lll11dimiento(relaciones clientelares, caudillismo), que dificultan el despliegue de la

,•• , l'III1(lcI6n do funciones y de la operatividad do la democracia." Michele Carducci,1I11'II1pdCldInslilucional y ausencia do moccllllmlOrl do modlaclón en América Latino", en/PIIIIJ' COIl.\IiIIlCionalos do la C610clltl I 1fIIl/lllm ¡l/lió ('/lIla/, núm, 38/39, 2002, pp.

11 (¡I "'1)

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==107

rente son perturbadas e inhiben el potencial desarrollo de los me-)s simbólicos de los otros sistemas ubicados en el entorno, con lo cualpiden el despliegue en el tiempo de la autorreferencia de cada sis-no parcial, más aún, limitan sus tránsito a una clausura autopoiética.I virtud de ello, en este tipo de sociedades no hay una universaliza-ón del criterio de inclusión de la población a todos los sistemas, laobrezo impide que quienes no tengan dinero se incorporen al códi-o comunicativo de la economía; el predomino de cacicazgos, por suarte, pervierte los códigos de la política. En suma, los procesos evo-rtivos de la política, la economía y el derecho en los países de Américaatina lo han hecho en coexistencia con la desigualdad imperante.

Con base en estos presupuestos conceptuales, surge, así, la cues-ión central sobre los contornos analíticos que nos permiten describir larorrno en que opera la política en la periferia de la modernidod.v'

La forma de constitución de la política en América Latina, ha sidomediante un proceso de emergencia de una forma de diferenciaciónsocial en la que confluyen aspectos propios del orden social de la Eu-ropa contemporánea al descubrimiento de América en 1492 y la orga-nización social de los territorios americanos; los particulares procesosde constitución de los Estados nación en España y Portugal y sus for-mas de mantener el control de sus áreas de influencia en el nuevo mun-do; los procesos de independencia de la América española de lasmetrópolis y las particularidades en la constitución de órdenes polí-ticos centralizados, a saber los Estados y, más recientemente, la inser-ción de la región en los procesos de globalización.

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51 "Entendemos por periferia de la sociedad moderna el tipo de orden social cuya caracteríslica central es la estratificación (es decir, sus formas operativas se encuentran más en el campode la organización) y donde, evidentemente, su sentido de operación tiende a la estratificación social y no a la diferenciación. La modernidad construye una imagen de sí misma ylo que no entra en esta imagen se considera como su periferia, lo cual no significa, en ninguno de los casos, que en este tipo de diferenciación la periferia sea menos importante quoel centro. Ello equivaldría a aprehender esta forma de diferenciación de manera falsa,según el modelo de relación por rangos jerárquicos." N. Luhmann, "Cosuolitó nel Sud", enGiancarlo Corsi y Raffaele de Giorgi, Ridescrivere la questione meridionale, Lecce, PenS(1Editore, 1998. Citado por Michele Carducci, "Complejidad institucional y ausencia de meCCInismos de mediación en América Latina", en Cuadernos Constitucionales de la CátediuFadrique FurióCeriol, núm, 38/39, 2002, pp. 17·33 (p. 21). Como se puede colegir, pocotienen que ver con las teorías Cepalina y de la Dependencia que centran su análisis en 111

8 economía.

I:n Iberoamor IUI, /,r 1111"'", y IlIflllCJwnÓr ica, después, la interralaciónC111 la metrópoli y 1<1'. IlJrrllCl~ do dominio político de la corona espo-

f\olo y portuguesa fuoron mediadas por las propias características deIratificación social y de atomización territorial imperantes. El asen-

lumiento del dominio metropolitano se superpuso sobre las formasrnanizativas de tipo señorial que privaban en la región, "la socie-lnd colonial se organizó en forma corporativa; las corporaciones másImportantes eran la iglesia, los cabildos, los consulados y gremios,II)~ militares, el ayuntamiento, las haciendas y los pueblos indios. l/52

on las reformas borbónicas -y, con posterioridad, con los pro-os de independencia de las colonias- emergieron en la región

I"'inoamericana formas de integración social y de organización polí-"cCJS características de las sociedades modernas. Ello, sin embargo, se

plegó en arenas en las que la amalgama social, económica y poií-'le el resentía tendencias desintegradoras y anárquicas. Frente a el/o,1", "Iites políticas que comandaban el proceso de constitución de unII"VO orden (imbuidos de los valores y efectos de las revoluciones fran-o y estadounidense), si bien se inclinaban por la forma republicana¡obierno, "velen con realismo las tendencias desintegradoras y

II(lIquicas que actuaban en la sociedad; [y] advertían que latinoa-r lea no tenía una base social, económica y política suficientemente"ul/,53 por lo que los pactos constitucionales a los que se dieronrpo perfilaron la existencia de un poder fuerte en detrimento de losImos legislativos y iudicial. "Lo ciudadanía quedó severamenteIrlllgida de manera que sólo los hombres alfabetizados y con pro-

I.dodes [las elites o la 'nobleza' criol/a] podían votar y Ocupar cor-restauraron privilegios corporativos, el eiército y la Iglesia

11 olevados virtualmente al cuarto y quinto poder, con vastas ywles responsabilidades. l/54

I 11l1goentonces, como parte del proceso que da~forma a los Esta-11 los diversos países de la -región, la forma de gobierno presi-

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Wlllrl j, Wiarda, "Determinantes históricas del Estado latinoamericano: la transición bu.,("" o'patrimonialista, el corporativismo, el centralismo y el autoritarismo,", en Menno

"1111/11 [coord.], El cambio del papel del Estado en América Latina, México, Siglo Veintiu-dil'1I0S, 1997, p. 55.,.60

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dencial se posicionó como aquella opción que permitía reducir lastendencias entrópicas55 y evitar situaciones de mayor fragmentaciónque atentaran contra su propia supervivencia como territorios con fron-teras delimitadas. Por tanto, la forma de gobierno presidencial, porelección indirecta,56 posibilitó la generación de los mecanismos depoder que permitieron conciliar los intereses de las élites políticas yeconómicas de las distintas regiones ya sea mediante la forma de

pactos federales o centralistas.Cabe subrayar, en la región latinoamericana la función vincula-

toria de la política adquiere una forma peculiar que se expresa en elentrelazamiento entre centralización política (condición sine qua nonde un orden político moderno, con monopolio del uso de la fuerza) yforma de gobierno presidencial. Desde ahí parece estar configurán-dose una de las estructuras distintivas de la modernidad céntrica y deprocesos de desdiferenciación, a saber, la simbiosis entre el orden

funcional y el orden organizacional.En esta dirección del análisis, se perfila formular una pregunta

desde una modalidad que recuerda el tipo ideal weberiano: ¿si en lafase de asentamiento de los Estados nación latinoamericanos, las élitespolíticas hubiesen seleccionado una forma de gobierno parlamenta-ria, el futuro abierto con esta decisión hubiera dado paso a gobiernosmás estables que los experimentados con sistemas presidenciales? Lasrespuestas a tal cuestionamiento quedan abiertas como parte de las re-flexiones que suscita la modernidad política latinoamericana.

Por su parte, la centralización política se profundiza durante la pri-mera mitad del siglo xx y coexiste con un Estado que juega un papolrelevante en la integración social y en el desarrollo económico. Cabseñalar que desde los años treinta del siglo veinte, el contexto lnteinacional, los efectos de la crisis de económica de 1929, la iniluenci«

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56,En relación a los planteamientos de Norbert Wiener, Daría Rodríguez y Marcelo Arnuld(Sociedad y teoría de sistemas, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1991, p. 1\ 1)señalan que, a pesar de esta tendencia entrópica global, hay puntos dentro del universo 1111los cuales la tendencia entrópica parece revertirse pues en ellos parecen aumentar la 01\1'1

nización y la diferenciación.La elección del presidonto os do monoro indirecta por un congreso compuosto por 01011<111

qua roprosontan lo~ Intol (\'0' 1ulllollldm

,

de modelos de economías tuteladas como en la Unión Soviéricc'" yuna política externa de tipo aislacionista favorecieron la adopciónde políticas de gobierno tendientes a una mayor participación delstado en distintas áreas del orden social; y se reforzaron los meca-

nismos políticos y económicos orientados a regular y limitar los pro-sos de poder de carácter centrifugo. En este contexto, adquiere un

primado organizativo y decisiona/la presidencia de la república porncima de los demás poderes.

De los años 30 a principios de los ochenta del pasado siglo, Amé-neo Latina fue el escenario del Estado promotor del desarrollo eco-nómico y cuyo papel era central en la cohesión del orden social. UnIstcdo cada vez más activo en ámbitos que no son exclusivos dellsterno político, convirtieron a la política económica en uno de los vec-

ICltOS para el fortalecimiento del aparato estatal; como consecuenciaIn ello, se produjo una centralización administrativa y un debilita-/llIunto de la administración municlpol.é'' En estas condiciones no sólohubo un Estado fuerte y activo en los distintos órdenes sociales, sino1"11 el gobierno presidencial centralizó cada vez más poder. En pala-III'I~,de Carmagnani, "Tanto en las repúblicas federales como en lasutlurics la centralización política acabará entonces por dar origen

1"" ideologías totalitarias suministran las bases a los gobiernos y a la opinión pública para1IIIIIIIfcstar su descontento frente al orden internacional. Se procede entonces a fusionar la11'It lón y el Estado, convertidos en una realidad política e institucional única, ya que dichas1," hlnos ofrecen los instrumentos estratégicos para crear y propagar la imagen del Estado"IIt! representante por excelencia de la fuerza y vitalidad de la nación. Todo ello se tro-

1111" no una ampliación desmedida de las facultades y competencias de la presidencia de1" '''publica, lo que permitirá corporativizar a los grupos de interés y transformarlos en orqo-1111'tonos que sostienen y dialogan directamente con el poder ejecutivo." Marcelo Corrnoq-

111111,11 otro Occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globalización,l. o, Fondo de Cultura Económica, 20Cl4, pp. 281·282

1,,, uunvcs fuerzas centralizadoras se consolidaron en todos los Estados latinoamericanos,1'dll 011las repúblicas unitarias como en los países federales, e impulsaron entre 1930IW,() 11110constante reducción de la esfera de competencia de los gobiernos regionales yII,u, nclomós de una creciente subordinación de éstos a la capital y al poder de la presi-

11.111.In la república. En los países con gobierno unitario se acentuaba el control central,111111111unsformación de la preexistente organización territorial que se subordinaba al

1111los municipios se subordinan así a los intendentes nombrados por el ministerio del1111,111,cuales ejercen un control directo sobre la actividad de los alcaldes y regidores,Inllo/O de osto manera la autol101T11c1político,odministrativo de los municipios en las""""Im y noutrclizcndo 01colltllll 011,111i",I"lm pOI peuto do los cociques."(Ibid., p.,

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al presidencialismo populista", "[ ... ] el presidente se va convirtiendoen el portavoz de la nación mientras se va creando un vasto con-senso popular en torno a la figura y a la institución presidencial,considerada como un superpares que detenta el rol dominante en elsistema politico.">?

Visto desde la lógica conceptual que se formula en este trabajo,la política adquiere su forma y unidad propiamente dicha superpo-niendo la función sistémica de la política (tomar decisiones colecti-vamente vinculantes) con una organización del sistema político (elEstado) y, al mismo tiempo, con un elemento de la administración, asaber, la Presidencia de la República. Así, el que en América Latina elEstado haya sido un factor detonante de la cohesión del orden social,impactó en la conformación de procesos de des diferenciación sisté-mica impidiendo la emergencia de sistemas parciales autónomos. Adecir de Cousiño y Valenzuela, "10 política pretendió absorber todaaquella complejidad y resolver el proceso de diferenciación social,vale decir, se situó en sí misma en el punto de vista de la totalidad".60El que el Estado se autodescribiera como el representante de toda lasociedad posibilitó la subordinación de los códigos operativos de lossistemas de la economía y del derecho al de la política. Ello produjo,a su vez, 'bloqueos' de códigos relativos a otros sistemas funcionalestales como el derecho, la economía e incluso la educación.

Así, como consecuencia del papel central del Estado en los procsos de constitución social, la evolución y constitución autónoma de 1(1economía y del derecho no han seguido, como se ha señalado ant

>- riormente, la forma de las sociedades policéntricas. Desde la lóqicu5 de la clausura operativo del sistema del derecho, éste se rige por (\1'"~ código lícito-ilícito. Sin embargo, cuando a este código le son SUpOI~ puestos otros tantos pertenecientes a lógicas operativas de diferenl:_ sistemas funcionales, se transgrede el principio de clausura con 1II

g cual la autopoiesis ya no es más su distintivo. Marcelo Neves formlllt Ic§ esta tesis al señalar que en los países latinoamericanos, el derecho 111'coC,52

se rige por el principio teórico de la autopoiesis sino su conn nr in, 11,o/opoiesis

61debido a que "Ios agentes del sistema jurídico u:.tt 111"

ponen de lado el código-diferencia lícito-ilícito y los respectivos Plll

gramos y criterios, conduciéndose u orientándose principal y frecuonlamente basándose en prescripciones directas de la economía, delpoder, de las relaciones familiares. "62

El carácter difuso de los límites sistémicos y de los códigos funciona-S en los países latinoamericanos, como se ha afirmado previamente,resultado de los procesos de integración social de estos países en

I contexto de la sociedad mundial, integración mediante exclusiónporque ha privado una desigualdad económica en el desarrollo inte-r,ogional con "consecuencias significativas en la reproducción de to-los los sistema sociales, principalmente en el político y el jurídico".63

Precisamente en el marco de la sociedad mundial, desde los años( hento del siglo xx, el sistema de la economía ha acentuado su carác-, globalizado sin reconocer límites geográficos ni fronteras territoria-

l", Aun cuando la política sigue operando con referentes territoriales,,trllvés de las organizaciones estatales, la región ha transitado haciaprcwosos de diferenciación con una mayor autonomía de los sistemas

,ifóricos a la política. No obstante, perviven relaciones asimétri-'" que impactan en la operación de los códigos funcionales -por1"'111'10, el código del poder impacto en los de legalidad/ilegalidadI clorecho-, incluso se dan traslapes de códigos, criterios y pro-'"lC.S; la corrupción en los países de América Latina es un factor aIIIUI on cuenta en los procesos de institucionalización de una políti-

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1•• ,dllpoiesis afecta a la autorreferencia de base o elemental (legoliead), a la reflexividadl·1I1"lIlllcionalidad) y a la reflexión (legitimación) como momentos constitutivos de la repro-

l•• 1"'11 operativamente cerrada del sistemá jurídico. Alcanza también a la heterorreferencia,•• (1 lo función ya las prestaciones del Derecho. [ ... ] En ese coso, las fronteras entre

''''',,1 /111ídico y medio social no sólo se debilitan, sino que desaparecen." Marcelo Neves,1•• 'III/opoiesis a la alopoiesis del derecho", en Doxa. Cuadernos de Filosofía del Dere.111/11119, 1996, pp. 416.417.l' 1116.

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59 Ibid., pp, 384·385.60 Carlos Cousiño y Eduardo Valenzuolo, Po/i/iIod6n y mono/arizaci6n en América IU/IIIII

Santiago de Chile, Cucdoi nos dol hnllli,to "11 !Iflllnlo{flcl do Ir, Pontificio Univorsidwl ( '1/,lico do Chllo, 19911, p. 13')2

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a democrática: cómo aplicar las leyes y hacer valer las constitucio-nes en países donde el dinero es capaz de inhibir la aplicación de unasanción por parte de los tribunales, de orientar una elección políticae incluso de facilitar un trámite administrativo.

Es así que, precisamente, en las sociedades latinoamericanas con-temporáneas en las que conviven gobiernos democráticos con pro-blemas de pobreza, la construcción de límites al ejercicio del poderpasa por la construcción de instituciones sólidas, una de ellas es laiuridicidad. El fortalecimiento del Estado de derecho es una manifes-tación de que la constitución, como expresión del acoplamiento estruc-tural entre política y derecho, limita a la política, sobre todo la que seejerce sin mediaciones ni contenciones. Por lo cual, coincidimos conel planteamiento de Marcelo Neves para quien esto:

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[... ] no significa la negación de la autonomía e identidad de los sistemas políticoy jurídico, sino la sensibilidad jurídica de la política y la sensibilidad política delderecho. El tratamiento igual! desigual, entonces, no se subordina inmediatamentea los criterios de la política, habiendo de ser jurídicamente consistente, sino quedebe ser complejamente adecuado a las exigencias de la política democrática,para promover la justicia como igualdad compleja, que asume en tal caso laforma de justicia política. Así es como, basándose en la Constitución y mediantela jurisdicción constitucional, una decisión parlamentaria mayoritaria puedeconsiderarse jurídicamente inválida, en especial cuando contradice los criteriosjurídicos del tratamiento igual! desigual atentando de ese modo contra la justiciacomo igualdad.64

>-

Como se puede colegir de lo expuesto en este artículo, las posibilidodes cognoscitivas de una teoría como la que nos ocupa en este trabajono la hacen la mejor de todas, pero nos abre una ventana de posibilidades a recursos teóricos e instrumentos analíticos para reolizctestudios especializados sobre América Latina y focalizar procesoshistóricos específicos con una perspectiva de análisis que trasciendlos enfoques formulados por la teoría social y política tradicionales.

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Transformaciones sociales y teoría social:globalización, democracia y diversidadcomo referentes del cambio conceptualen México. Breve revisión hemerográfica

ALFREDO ANDRADE CARREÑO

Introducción

los temas globalización, democracia y diversidad, han devenido enntrales en las ciencias sociales contemporáneas. En el presente tra-

bu]o, estas temáticas son asumidas como referentes para analizar lalor ma en que las ciencias sociales abordan los procesos de transfor-mución de la sociedad contemporánea. Para tal propósito, hago unarovisión hemerográfica de los conceptos relacionados con los tópicosJludidos a fin de identificar la forma en que las ciencias sociales los hanbordado .

La información empleada es producto de la revisión de los artículosubliccdos entre 1980 y 2007 en las siguientes r~vistas nacionales

xioloqio y de ciencias socioles: Revista Mexicana de Sociología delInltltlJto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autó-

rno de México (UNAM);Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Socia-, Acta Sociológica, Estudios Latinoamericanos y Estudios Políticosdefocultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM; Estudios So-

icos de El Colegio de México; Sociológica de la Universidadlino Metropolitana (uAM)-Unidad Azcapotzalco; Relaciones, Argu-