“Retórica y estilo” en P. Cavallero et al., Vida de Espiridón. Pp. 63-83. en P. Cavallero et...
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LEONCIO DE NEÁPOLIS
Vida de Espiridón
Edición crítica con traducción, introducción, notas y apéndices
por
Pablo A. Cavallero
Alberto C. Capboscq
Tomás Fernández
José Luis Narvaja
Analía V. Sapere
Soledad Bohdziewicz
Fátima Iribarne
INSTITUTO DE FILOLOGÍA CLÁSICA SECCIÓN DE FILOLOGÍA MEDIEVAL FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Decana Graciela Morgade
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Diseño de tapa: María de las Mercedes Domínguez Valle © Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires - 2014 Puán 480 Ciudad Autónoma de Buenos Aires - República Argentina José Luis Narvaja confeccionó el modelo tipográfico de esta obra, mediante el recurso informático TUSPET. SERIE: REVISTAS ESPECIALIZADAS ISSN: 0325-1721 / ISBN: 978-987-3617-15-7
Cavallero, Pablo Leoncio de Neápolis: Vida de Espiridón / Pablo Cavallero y Leoncio de Neápolis. - 1a ed. -Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires, 2014. 200 p.; 23,5x17,5 cm. - (Textos y estudios / Rodolfo P. Buzón; 16) ISBN 978-987-3617-15-7 1. Literatura Clásica. 2. Estudios Literarios. 3. Enseñanza Universitaria. I. De Neápolis, Leoncio II. Título CDD 801
Fecha de catalogación: 08/04/2014
LEONCIO DE NEÁPOLIS
Vida de Espiridón
Edición crítica con traducción, introducción, notas y apéndices
por
Pablo A. Cavallero
Alberto C. Capboscq
Tomás Fernández
José Luis Narvaja
Analía V. Sapere
Soledad Bohdziewicz
Fátima Iribarne
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES INSTITUTO DE FILOLOGÍA CLÁSICA DIRECTORA Profª. Dra. Alicia Schniebs
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INDICE
Prologo 7
Abreviaturas 8
Introduccion 11
La Vida de Espiridon en la obra de Leoncio 11
La autorıa 15
El hipotexto yambico 18
El personaje protagonico 24
Personajes secundarios o episodicos 40
Chipre y la Iglesia chipriota 49
Lengua 54
Retorica y estilo 63
La cuestion de la autorıa de Leoncio a partir de la retorica y el estilo 83
Tecnica 89
Aspectos de la imagen de Dios en la Vida de Espiridon 102
La figura de Jesus en los textos leoncianos 106
El ıcono de san Espiridon, obispo 116
Tradicion del texto 120
Orthographica 125
Esta edicion 138
Bibliografıa 143
Texto y traduccion 162
Apendices 241
5
Vida de Espiridon
Retorica y estilo1
La Vida de Espiridon responde al modelo tradicional de los textos
hagiograficos, en los que la narracion de los hechos de la vida del santo
esta puesta al servicio de la educacion espiritual de los lectores, en tanto
que debe ser tomada como modelo a imitar2. En este sentido, las estrate-
gias retoricas allı desplegadas tenderan, todas ellas, al cumplimiento de
este objetivo didactico y adquiriran matices particulares dependiendo de
las restricciones que impone la materia a tratar (la fuente de la que se
parte o la figura del santo, por ejemplo) o la intencion concreta del autor
para dicha obra. Nuestro proposito en este apartado es consignar los re-
cursos retoricos empleados en el texto de la Vida de Espiridon, prestando
especial atencion a la forma en que estos contribuyen a la realizacion de
los objetivos que el propio autor nos expone en el prologo, para delinear
en ultima instancia las peculiaridades estilısticas de la obra y del autor, a
la luz de sus otras dos biografıas3.
En primer lugar, podemos reconocer que la vida reproduce mayor-
mente el esquema discursivo de la retorica clasica, ya que cuenta con
cuatro secciones diferenciadas, a saber, a) un prologo, b) una seccion de
transicion que podrıa hacer las veces de propositio, c) la narratio (que con-
tiene tambien la argumentatio) y d) un epılogo4. Analizaremos a continua-
cion cada una de estas partes y su funcionalidad en el armado argumen-
tativo.
1 A cargo de Analıa Sapere.
2 La Vita Antonii y la Vita Symeonis Stylitae prope Antiochiam son los textos arquetıpicos
del genero, en los que encontramos, a su vez, una serie de topoi que apareceran en
sucesivas hagiografıas y que iremos relevando a lo largo de nuestro estudio. Cf.
BOURBOUHAKIS-NILSSON (2010: 269).
3 A pesar de la constriccion generica, las posibilidades literarias y estilısticas de la
hagiografıa son amplias. Dice EFTHYMIADIS (2006: 166): “though ridden with stereo-
types and cliches, hagiography is a genre more open to literary invention and cre-
ative imagination than, say, historiography or court poetry. The personal touch of
the author in achieving an artistic result is more drastic here than in any other
branch of Byzantine literature. Hagiography certainly echoes the voice of society
and is influenced by contemporary trends; yet, this is done differently, case by case,
and not according to literary schools. For instance, five or six vitae of the ninth and
tenth centuries are known to have been produced in the monastic milieu of Stou-
dios, but their style, content and place of action vary considerably”. Y mas adelante
(167): “Unlike theology and historiography, hagiography represents a fluid, flexible
and everchanging format”.
4 La Vida de Simeon el loco y la Vida de Juan el limosnero tambien estan estructuradas
sobre la base de un esquema similar, aunque adaptado a los requerimientos parti-
culares de cada una.
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Leoncio de Neapolis
a) El exordio o proemio es breve (164: 1–164: 12); de manera clara y
simple expresa, por un lado, los objetivos del escrito1 (164: 3s. y 164: 5ss.)
y, por otro, una invocacion al santo, junto con un pedido de ayuda de su
parte en la empresa literaria (164: 1ss.; 164: 9ss.). El primero de los obje-
tivos (164: 3s.) es que la obra sea de provecho para el alma de todos
(cyxvfelhÄw); el segundo (164: 5ss.), que resulte de clara interpretacion (eiÆw
toÁ eÆmfaneÁ w aÆ gageiÄn) incluso para los mas rusticos2, entre los que se incluye
el enunciador (toÁ toyÁ w kat’ eÆmeÁ aÆ groikoteÂroyw3). En efecto, el autor senala
que intentara poner en palabras mas sencillas una vida anterior, compues-
ta por Trifilio, discıpulo de Espiridon, la que, al parecer, estaba escrita en
un estilo erudito y mas sofisticado (se refiere a esta como sofhÁ n syggrafhÁ n
TrifylliÂoy y dice del talento de Trifilio: thÄw yë chlhÄw toyÄ aë giÂoy TrifylliÂoy
dianoiÂaw4). Por otro lado, como dijimos, el autor invoca la figura del santo
para pedir su intercesion (presbeiÂaw aiÆtoyÄmai proÁ w boh ûeian), sobre todo, a la
hora de plasmar en un discurso llano y sencillo (koinoteÂr ìv lo g ìv) las ense-
nanzas que deben ser comprendidas por todos, incluso por los menos
instruidos, con los que se identifica, como ya se menciono (xorhghÄsai moi
thÁ n eÆmfa neian, di’ eÆmoyÄ deÁ toiÄw paÄsi, diaÁ thÁ n tvÄn syÁ n eÆmoiÁ vë w eiÍrhtai aë ploysteÂrvn
oiÆkodomh n) Tanto la actitud suplicante como la identificacion con un
publico de bajo nivel son un constituyente esencial del topico de la humi-
litas5 en la captatio benevolentiae, mediante el que se pretende disponer bien
1 Los objetivos son tambien lo que se conoce como causa scribendi. Para un analisis de
este topico en la literatura hagiografica, Cf. PRATSCH (2005: 34 y ss.).
2 Se observa aquı el papel de ‘educador’ que cumple el hagiografo, quien no solo se
dirige a un grupo reducido como el de las comunidades monasticas, sino al publico
en general, sin instruccion ni preparacion religiosa. Cf. CONSTANTELOS (1993: 111),
COON (1997: 5 y ss.) y KRUEGER (2010: 19).
3 El termino aÍgroikow es empleado mas adelante para describir al mismo Espiridon,
con lo que es evidente que el autor desea tambien identificarse con el santo: OyÎtow
oyËn oë aÏgiow SpyriÂdvn aÍgroikow meÁ n hËn vë w eiÆpeiÄn kataÁ thÁ n aÆ natrofh n.
4 En la Vida de Juan el Limosnero se hace tambien mencion de la fuente que se retoma,
una vida compuesta por Juan Mosco y Sofronio, quienes tambien reciben numerosos
elogios: “varones esforzados y piadosos anteriores a nosotros” (proÁ hë mvÄn filopo nvn
kaiÁ oë siÂvn aÆ ndrvÄn), “verdaderamente poderosos en obra” (dynatoiÁ aÆ lhûvÄw oÍntew eÍrg ìv),
“veneradores de Dios y amantes de la virtud, realmente defensores de la religion”
(oië ûeosebeiÄw kaiÁ fila retoi kaiÁ thÄw eyÆ sebeiÂaw yë peÂrmaxoi), “su sabidurıa dada por Dios”
(ûeodv rhton sofiÂan), “varones de bellos modos” (kallitro pvn aÆ ndrvÄn), “sabios y pode-
rosos en la palabra, estos amantes de las historias pintaron habil y muy elevada-
mente el asunto” (sofoiÁ kaiÁ dynatoiÁ oÍntew eÆ n lo g ìv oië filoiÉstorew oyÎtoi sofvÄw kaiÁ aÆ nvteÂrvw
[kaiÁ] thÁ n yë po ûesin diezvgra fhsan).
5 Dice KRUEGER (2010: 15) acerca de este rasgo de humildad: “Authorial performances
of humility and obedience in particular mark the early Byzantine hagiographer as
an emulator of the saints he describes. Authorial claims to be inadequate to the task
of composition, to be ‘witless and unskilled’ ties the author to the humility of apost-
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Vida de Espiridon
al auditorio1, al presentarle a un narrador / autor implıcito sencillo,
humilde y sin mas pretensiones que las de aprender del santo, al igual que
los lectores2. Esta humildad es, desde luego, afectada, lo que se advierte
por la acumulacion de recursos lingüısticos orientados en esta direccion,
que pueden ser resumidos de la siguiente manera:
* los atributos que se le asignan al narrador (kaÆ moiÁ t ìvÄ aë martvl ìvÄ en
164: 4, toyÁ w kat’ eÆmeÁ aÆ groikoteÂroyw en 164: 8, vë w aë martvlo w en 164: 9),
que lo describen como un rustico y un pecador;
* los verbos y acciones que se vinculan con su imagen, que expresan no
solo una actitud suplicante (aiÆtoyÄmai “pido” en 164: 3, iëketey v
“suplico” en 164: 10) sino tambien una actitud conativa en vez de
activa y resolutiva (peirv menow “intentando” en 164: 2, meÂllv, “me pro-
puse” en 164: 5), poniendo en evidencia ademas su inferioridad inte-
lectual (mhÁ katalamba nein en 164: 8, xorhghÄsai moi thÁ n eÆmfa neian en
164: 10s.)3;
* las caracterısticas de los personajes del santo Espiridon y de Trifilio
(toyÄ trisma karow kaiÁ aÆ oidiÂmoy patroÁ w en 164: 1, eÆpisko poy toyÄ aë giÂoy kaiÁ
ûaymatoyrgoyÄ en 164: 1s., aë giÂoy kaiÁ ûaymatoyrgoyÄ eÆpisko poy TrifylliÂoy
164: 6, thÄw yë chlhÄw toyÄ aë giÂoy TrifylliÂoy dianoiÂaw en 164: 8s., tvÄn yë p’
les as described in Acts 4.13: ‘Now when they saw the boldness of Peter and John
and realized that they were uneducated and unskilled men [aÍnûrvpoi aÆ gra mmatoiÂ
eiÆsin kaiÁ iÆdivÄtai], they were amazed and recognized them as companions of Jesus’”.
1 Asumimos la definicion de ‘auditorio’ (que intercambiaremos con otros terminos
como ‘publico’ o ‘lector’) sugerida por PERELMAN y OLBRECHTS-TYTECA (1958: 55): el
auditorio, desde el punto de vista retorico, puede ser definido como “el conjunto de
aquellos en quienes el orador quiere influir con su argumentacion. Cada orador
piensa, de forma mas o menos consciente, en aquellos a los que intenta persuadir y
que constituyen el auditorio al que se dirigen sus discursos”. Este constituye uno de
los pilares de la argumentacion retorica. Cf. tambien Ar. Rh. 1388b–1391b, Quint.
Inst. 3. 8.
2 Se trata, de acuerdo con la division de Aristoteles, de una persuasion por el hËûow. Cf.
KENNEDY (1981: 25). El concepto de hËûow tambien ha sido retomado en las corrientes
lingüısticas mas modernas: cf. por ejemplo MAINGUENEAU (2002) y AMOSSY (2008 y
2010). Puede ser definido como la representacion que el orador construye de sı
mismo en el desarrollo de su discurso. No es estatico, sino que es construido en la
relacion entre el emisor y su destinatario: a medida que se expresa, el emisor activa
en su destinatario una imagen de sı mismo.
3 En la Vida de Juan el limosnero Leoncio tambien se adjudica atributos que minimizan
su imagen: “estamos imposibilitados para la virtud” (aÆ dynatoyÄmen proÁ w aÆ reth n); “ınfi-
mos” (oië eÆ la xistoi); “nuestra barata y frıa empresa” (thÁ n hë meteÂran eyÆ telhÄ kaiÁ cyxraÁ n
proûymiÂan); “narremos con el caracter pedestre y sin adorno y humilde, propio de
nosotros” (iÏna t ìvÄ eÆ nypa rxonti hë miÄn pez ìvÄ kaiÁ aÆ kallvpiÂst ìv kaiÁ xamhl ìvÄ xarakthÄri dihgh-
sv meûa), “que pueda ser ayudado por lo dicho tambien el hombre comun e iletrado”
(eiÆw toÁ dy nasûai kaiÁ toÁ n iÆdiv thn kaiÁ aÆ gra mmaton eÆk tvÄn legomeÂnvn vÆ felhûhÄnai).
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Leoncio de Neapolis
ayÆ toyÄ yë chlvÄw eiÆrhmeÂnvn en 164: 10), cuya grandeza, resaltada por
superlativos y figuras retoricas enfaticas y acumulativas hacen, por
contraste, mas pequeno al narrador1.
b) Luego nos encontramos con el segmento que van den Ven deno-
mina “prologo” (164: 14–168: 3), aunque funciona mas bien como una pro-positio, es decir, una especie de resumen de la causa a exponer2. Como esesperable en un texto hagiografico, esta seccion introductoria contiene unabreve presentacion de la vida del santo, un elogio de sus virtudes y unaanticipacion de su benefico accionar. Aquı aparecera una serie de topicosliterarios3 que nos brindaran informacion acerca del nacimiento de Espi-ridon en Asquia, Chipre (164: 15)4; de su interes por la vida tranquila, quelo lleva a ser un eÆrhmopoliÂthw (164: 16)5, de su matrimonio y posterior en-trega al sacerdocio (164: 17s.), de su labor como pastor de ovejas y dehombres (164: 19s.) y de sus caracterısticas sobresalientes (166: 8ss.). Ellector recibe, en estas breves lıneas, un panorama general del contenidocentral del relato, estrategia del docilem parare6.
c) A continuacion se encuentra la narratio (168: 5–236: 17), organizadaen diecisiete capıtulos de corta extension7. Cada capıtulo corresponde a unepisodio de la vida del santo8, por lo general, un hecho milagroso.
1 Para un estudio del proemio puesto en correlacion con el de la Vida de Juan el
limosnero y la Vida de Simeon el loco, Cf. SAPERE-VILLAHOZ (2012).
2 La retorica prescribe que la propositio se ubique luego de la narracion, para recordar
al auditorio lo que acaba de ser expuesto. De todas formas, es posible que se en-
cuentre antes, como una forma de introduccion. Cf. LAUSBERG, ORTON and ANDER-
SON (1998, §§346–347).
3 Se trata de los loci a persona (patria, genus, studia, animi natura), como veremos, pro-
pios de la literatura biografica. Cf. LAUSBERG, ORTON and ANDERSON (1998, §§376 y
ss.).
4 “Gemäß der rhetorischen Vorschriften für das literarische Genus des Enkomions
hatten zu Beginn der Narratio Angaben zur Herkunft und Heimat zu erfolgen. Die
Angabe des Geburtsortes, der Provinz oder Region, des Landstrichs oder der Völ-
kerschaft, der die Familie des Heiligen entstammte, erfolgt dabei meist recht knapp
und stereotyp”. PRATSCH (2005: 56).
5 A partir de aquı se inicia el topico hagiografico de la renuntiatio. Cf. PRATSCH (2005:
118) y BROWNING (2001: 230 ss.).
6 Dispone bien al auditorio saber de antemano de que va a tratar el discurso. Cf. Ar.
Rh. 3.13, 1415a, 12; Quint. Inst. 10.4.48, 4.1.34; Rhet. Her. 1.7.
7 La brevitas es considerada una virtud entre los autores clasicos (Cic. Inv. 1.18, 28
Quint. Inst. 4.2.40, 4.4.43, Rhet. Her. 1.14), porque facilita la comprension y la aten-
cion, a la vez que contribuye con el docilem parare. Cf. tambien RAPP (1998).
8 Los episodios poseen una logica narrativa propia y no tienen conexion entre ellos:
no se hacen alusiones a los capıtulos anteriores ni anticipaciones de lo que vendra
(salvo mınimas), ası como tampoco se observa ningun tipo de evolucion o desa-
rrollo. Por tal motivo, podrıamos modificar el orden en el que aparecen y no se verıa
afectada la totalidad de la narracion. Cf. BOURBOUHAKIS-NILSSON (2010: 269).
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Vida de Espiridon
Comienzan con una breve introduccion de lugar (initium a re) o de per-
sonajes (a persona) y se cierran (en la mayorıa de los casos) con un epifo-
nema o comentario del narrador (retomaremos esto mas adelante). Como
en todos los textos del genero, la narracion se vera entrelazada con la
argumentatio: puesto que los hechos de la vida de Espiridon constituyen en
sı mismos una prueba, pues representan un exemplum1 particular del que
extraer un modelo general de conducta (se trata, en efecto, de persuadir a
traves del razonamiento inductivo), los recursos estilısticos y retoricos
desarrollados en esta seccion estaran en funcion de reforzar su eficacia,
que no es otra cosa que el cumplimiento del objetivo de la obra, esto es,
narrar a los mas simples (los aÆ groikoteÂroyw mencionados en 164: 8) la vida
de Espiridon con un discurso comun (el koinoteÂr ìv lo g ìv de 164: 10) que
sirva de edificacion para todos. En efecto, ese koinoteÂr ìv lo g ìv estara plas-
mado en una retorica de lo sencillo, de lo cotidiano, de lo comprensible,
pero no desprovista de trabajo literario2.
Las figuras de diccion por adicion representan un recurso de persua-
sion imprescindible para el objetivo de la obra, ya que contribuyen a gene-
rar enfasis, de gran efectividad en los textos didacticos. Nuestro autor es
afecto a este recurso3, sobre todo, por medio de las descripciones de los
personajes, pero no porque estas sean extensas y grandilocuentes; por el
contrario, su efectividad radica en la brevedad y en la concision, ya que
adquieren la forma de epitheta ornantia4, sobre la base de adjetivaciones
dobles (ditologıas) o acumulativas (a traves del polisındeton). De este
modo, no se quiebra la narracion de los hechos (principal contenido a
comunicar), sino que, al pasar, Leoncio dedica unas lıneas a presentar los
rasgos clave para conocer al personaje en cuestion5. Esta adjetivacion
1 Para un analisis de la ejemplaridad del santo en la literatura tardoantigua, cf.
BROWN (1983).
2 Dice FISHER (1993: 43) sobre la preocupacion de los hagiografos por las estrategias
retoricas a utilizar de acuerdo con las espectativas de su auditorio: “Rhetoric and
hagiography [...] intertwined inevitably in the Byzantine world, as did rhetoric and
most literary genres. The basic intention of the hagiographer was, after all, to per-
suade, impress, and edify his audience, and the tenets of rhetoric assisted him in
that goal. Since education in Byzantium included at all levels both the theory and
practice of rhetoric, the educated portion of a hagiographer’s audience would expect
him to use the familiar devices of rhetoric and would scorn poorly composed and
incorrectly expressed hagiographic essays, no matter how spiritually beneficial”. Cf.
tambien CONSTANTELOS (1993: 94). Acerca de la educacion en Bizancio y del nivel de
sus textos literarios, cf. MULLET (2010) y SEVCENKO (2001).
3 El enfasis a traves de diversos recursos se observa tambien en la Vida de Simeon el
loco y en la Vida de Juan el Limonsero. Cf. CAVALLERO (2009) y SAPERE (2011).
4 Cf. MORTARA GARAVELLI (1988: 253).
5 Esto es un ejemplo particular de lo que dice PRATSCH (2005: 106) acerca de las
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Leoncio de Neapolis
podra ser repetida a lo largo del episodio (en caso de que el personaje
vuelva a ser mencionado) o a lo largo de toda la obra (en el caso de
Espiridon, por ejemplo), mas de modo espaciado, para no saturar al lector,
pero sı con la firme intencion de dirigir la interpretacion de la figura de la
que se trata. Para dar un ejemplo claro de esta tecnica, tomaremos las
descripciones ditologicas que se hacen de Espiridon, por ser las mas abun-
dantes. Entre las menciones mas significativas del santo a traves de la
ditologıa, se encuentran las casi formulaicas toyÄ trisma karow kaiÁ aÆ oidiÂmoy
patroÁ w (“tres veces bienaventurado y celebrado padre”, en 164: 1), toyÄ
eÆpisko poy toyÄ aë giÂoy kaiÁ ûaymatoyrgoyÄ (“obispo santo y taumaturgo”, en
164: 1s.), oë poimhÁ n kaiÁ dida skalow (“pastor y maestro”, en 168: 6), ky rion kaiÁ
pateÂra (“senor y padre”, en 168: 13), oë pistoÁ w kaiÁ diÂkaiow (“el fiel y justo”, en
182: 14), oë diÂkaiow SpyriÂdvn kaiÁ sofoÁ w (“el justo y sabio Espiridon”, en
230: 2) y oë meÂgaw kaiÁ ûaymastoÁ w eÆkeiÄnow aÆ nh r (“aquel hombre grande y admi-
rable”, en 180: 8). De la misma manera, Leoncio podra recurrir a la dito-
logıa para caracterizar a los personajes incidentales, como es el caso de
Trifilio (toyÄ aë giÂoy kaiÁ ûaymatoyrgoyÄ eÆpisko poy TrifylliÂoy en 164: 5s.; eÆ n ko p ìv
kaiÁ aÆ skh sei en 198: 2, cap. 8), el rico del capıtulo 3 (xrysoÁ n ûeÂlontow toyÄ
ploysiÂoy kaiÁ aÆ posteroyÄntow thÁ n tvÄn penh tvn trofh n en 176: 7s.), el empera-
dor en el capıtulo 8 (aÆ stra ptonta t ìhÄ porfy r ìa kaiÁ liÂûoiw vÏ sper hë li ìv lampo -
menon en 198: 10s.), la mujer del capıtulo 16 (xristofo roy kaiÁ pisthÄw gynaiko w
en 232: 2s.; ÆEkeiÂnh deÁ hë xrhsthÁ kaiÁ makariÂa gynhÁ en 232: 25), o Artemidoro
del capıtulo 9 (thÄw zvhÄw oÍnta dothÄra kaiÁ teÂxnhn eÍxonta kalh n en 206: 2),
poniendo en evidencia, a traves de este tratamiento doble, sus caracterıs-
ticas sobresalientes. La ditologıa es tambien una forma de circunloquio,
del que hablaremos mas adelante.
Emparentado con este recurso hallamos, como ya adelantamos, un
gusto por la enumeracion de adjetivos y el polisındeton, todavıa mas
enfaticos. Refiriendose a Espiridon, dira Leoncio, por ejemplo, oë deÁ prayÉw
kaiÁ meÂgistow kaiÁ oÏsiow poimhÁ n SpyriÂdvn (“el manso y grandısimo y piadoso
pastor Espiridon”, en 212: 17s.), toÁ n fiÂlon kaiÁ sy mponon kaiÁ leitoyrgoÁ n toyÄ
UeoyÄ kaiÁ ayÆ toiÄw toiÄw aÆ ggeÂloiw oë mo tropon iëereÂa (“amigo y companero de fati-
gas y liturgo de Dios y sacerdote de modos iguales a los angeles mismos”,
en 216: 15s.). Sera la divinidad, desde luego, quien reciba, a modo de
diferentes formas de caracterizar a los personajes, que pueden ocupar, a su vez,
distintos lugares dentro de la narracion: “Die Position der Personenbeschreibung
oder einzelner ihrer Elemente (Gestalt, Wesen oder untergeordneter Aspekte dieses
Begriffspaares) innerhalb der Vita scheint nicht eindeutig festzustehen. Sie kann sich
kompakt als Einschub an verschiedenen Stellen der Vita finden, verstreut können
einzelne ihrer Elemente an verschiedenen Stellen der Narratio auftreten oder auch,
als der Rückshau heraus, im Epilog...”.
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Vida de Espiridon
alabanza, la mayor cantidad de atributos acumulados: oë fiÂlow kaiÁ UeoÁ w kaiÁ
Ky riow (“el Amigo y Dios y Senor” en 172: 1s.), pateÂra eÆ nypo staton Ueo n,
yiëoÁ n deÁ oë moiÂvw kaiÁ pneyÄma aÏgion, triÂada oë mooy sion UeoÁ n eÏna kaiÁ mo non (“el
Padre, Dios enhipostatico e igualmente el Hijo y al Espıritu Santo, Trini-
dad coesencial, Dios uno y unico”, en 200: 29s.), t ìvÄ pa nta eÆforvÄnti taÁ kry -
fia Ue ìvÄ kaiÁ aÆ rxhg ìvÄ thÄw pasta dow kaiÁ nymfi ìv ûei ìv thÄw aë giÂaw parûeÂnoy eÆkklh-
siÂaw (“Dios que ve todo lo oculto y es prıncipe de la alcoba nupcial y
divino esposo de la santa Iglesia virgen”, en 220: 7ss.).
Muchas veces, el enfasis descriptivo se logra a partir de la sustantiva-
cion de adjetivos (fenomeno que se conoce como metabasis del adjetivo),
de modo tal que aparecen en posicion destacada, pues se transforman en
conceptos abstractos que son el nucleo del sintagma. Ası, por ejemplo
cuando se hace una referencia a “la simpleza del santo” (aë plo thtow toyÄ
dikaiÂoy), queda claro que rasgo de su personalidad le interesa a Leoncio
resaltar (cf. 210: 5 y 210: 25).
Otro recurso utilizado por nuestro autor para reafirmar las descripcio-
nes de los personajes es la hipalage: en 228: 4 y en 228: 6, por ejemplo, se
alude al engano de la esposa a traves del sintagma “lecho ilegal”
(para nomon koiÂthn); en 178: 19 se habla del “deposito injusto” (aÍdikow aÆ po-
ûh kh) para hacer referencia al personaje del rico, que se comporta injus-
tamente.
Las acumulaciones o adiciones enfaticas se pueden observar tambien
en el nivel de las figuras de pensamiento, como la commoratio, cuyo ejem-
plo mas llamativo en el texto es el de la parafrasis interpretativa, en los
casos en los que el narrador, por necesidad de especificar y comunicar
claramente su ensenanza, agrega, luego de un termino, una explicacion
adicional. De este modo, el lector no tendra dudas respecto de como inter-
pretar los conceptos fundamentales que se quieren transmitir. Ası, en
166: 11s., la interpretatio apunta a explicar con claridad un concepto teo-
logico, como el de la “trıada de las virtudes” thÁ n tria da deÁ tvÄn aÆ retvÄn hÏtiw
yë pa rxei piÂstiw, eÆ lpiÂw, aÆ ga ph: “la trıada de las virtudes, que es fe, esperanza y
caridad” (166: 11s.), algo similar a lo que leemos en 190: 6ss., donde
explica en que consisten los carismas (taÁ xariÂsmata. ÊA kaiÁ yë pa rxei no moy kaiÁ
profhtvÄn plhrv mata toyÄt’ eÍstin piÂstiw eÆ lpiÁw aÆ ga ph, hÏtiw eÆstiÁn gnvÄsiw UeoyÄ kaiÁ
pa ntvn aÆ rxhÁ tvÄn kalvÄn: “carismas, que son cumplimiento de la ley de los
profetas, esto es fe, esperanza, caridad, que es conocimiento de Dios y
principio de todos los bienes”). En el capıtulo 14, en el que Trifilio se ve
tentado por el deseo de posesiones terrenales, este recurso aparece rei-
terado, de lo que podemos colegir que nuestro autor estaba particular-
mente interesado en que su auditorio comprendiera a la perfeccion el
episodio, para que la ensenanza que se desprende de el resultara efectiva.
69
Leoncio de Neapolis
De este modo, a traves de la parafrasis interpretativa especifica concreta-
mente en que consistıa el “deseo” inapropiado de Trifilio (Trify lliow eÆpiûy-
miÂan toyÄ to poy, vë w ûeÂlvn thÁ n kthÄsin toy tvn eÍxein eÆ n t ìhÄ iÆdi ìa po lei: “el biena-
venturado Trifilio sintio en su alma un deseo por el lugar, queriendo tener
la posesion de estas cosas en su propia ciudad” en 224: 4s.) y cual es el
deseo que deberıa tener en su lugar (eÍxeiw, eiÆ ûeÂleiw, aÊ krateiÄn se eÆ stin diÂkaion´
taÁ w ûeiÂaw toyÄ svthÄrow hë mvÄn eÆ ntola w: “Tienes, si quieres, lo que es justo que tu
poseas: los divinos mandamientos de nuestro Salvador”, en 224: 12s.; iÏna
ûana toy pay s ìh toÁ n maûhthÁ n kaiÁ zvhÄw toy t ìv parasx ìhÄ eÆpiûymiÂan, eÍxein meÂrimnan
mhÁ tvÄn parerxomeÂnvn aÆ llaÁ tvÄn mello ntvn kaiÁ synteloy ntvn hë miÄn proÁ w thÁ n
aiÆvniÂan zvh n: “procurar a este [Trifilio] el deseo de la vida, el tener pre-
ocupacion no de las cosas que pasan sino de las venideras y las que nos
hacen llegar a la vida eterna”, en 226: 22ss.)1.
Tambien dentro de las figuras de pensamiento, y en conexion con las
perıfrasis interpretativas, se encuentran las definiciones, que tienden
igualmente a limitar y especificar lo que debe entender el lector. Aparecen
en la mayorıa de los casos en el cierre de los episodios, donde el narrador
suele demostrar su erudicion con una retorica mas elaborada, para dar su
interpretacion del capıtulo o conmover al lector por medio de comentarios
lıricos, sobre todo de alabanza. Por ejemplo, como epılogo del capıtulo 7,
cuyo hecho principal es el perdon de los pecados de la prostituta, el narra-
dor proveera, precisamente, una definicion de ‘pecado’ aplicable al con-
texto (Ti deÁ aÍra eÆstiÁn toÁ pleiÄon tay thw thÄw aë martiÂaw; aÍvrow ûa natow aÆ sy ggnvs-
tow, aÆ neleh w, oyÆ k eÍxvn meta noian. TayÄta toyÄ mega loy iÆatroyÄ kaiÁ oÍntvw toÁ n de-
spo thn mimoymeÂnoy taÁ svth ria fa rmaka “¿Que cosa es entonces mas que este
pecado? La muerte a deshora, inexorable, incompasiva, sin tener conver-
sion. Estos son los remedios salvadores del gran medico y realmente imi-
tador del Amo”). No hace falta que nos detengamos en explicar el peso
argumentativo de este recurso, que resulta evidente.
Las aclaraciones incidentales que hace el narrador estan relacionadas
con este recurso estilıstico, pues consisten, precisamente, en retomar una
palabra o frase que puede resultar, en principio, de oscura comprension,
para especificar su significado. Ası, en el comienzo de la obra, la primera
1 Muchos ejemplos se arman a partir de participios, que, a modo parentetico, aclaran
o restringen el sentido de lo dicho. Cf. 198: 4, donde se explica el simbolismo evan-
gelico de la actitud de “poner la otra mejilla” KaiÁ prvÄton meÁ n eyÆ ûyÁ w ty ptetai para tinow
thÁ n siago na kaiÁ streÂcaw thÁ n aÍllhn plhrvÄn thÁ n eyÆ aggelikhÁ n eÆ ntolhÁ n eÆdiÂdasken eÍrg ìv mhÁ ty p-
tein aÆ diÂkvw toÁ n diÂkaion o 204: 16, donde el autor recurre a la perıfrasis para explicar en
que consiste la “lucha” de Artemidoro, como si no quisiera que al lector se le esca-
para la comprension de la metafora (ÆArtemiÂdvron lego menon diakonoyÄnta XristoyÄ toiÄw
palaiÂsmasin pa ny eÆ na reton politeiÂan eÍxonta).
70
Vida de Espiridon
vez que Leoncio se refiere a Espiridon por medio de un extenso circun-
loquio (toyÄ trisma karow kaiÁ aÆ oidiÂmoy patroÁ w hë mvÄn toyÄ eÆpisko poy toyÄ aë giÂoy kaiÁ
ûaymatoyrgoyÄ, en 164: 1s.), necesita cerciorarse de que el lector comprenda
sin duda de quien se trata, y explica leÂgv SpyriÂdvnow. El uso mas notable
de estas aclaraciones se da junto con aquellas metaforas cuya decodifica-
cion pudiera resultar dificultosa para el publico: en 200: 2, Leoncio en-
cuentra necesario esclarecer en que consiste la “vajilla de arcilla” toÁ skeyÄow
toÁ ph linon toÁ toyÄ basileÂvw leÂgv svÄma: “la vajilla de arcilla (me refiero al
cuerpo del emperador)”; en 200: 23s. debe explicar la metafora de la sal-
vacion bebaiÂan svthriÂan laboyÄsan paraÁ UeoyÄ, thÁ n iÍasin leÂgv: “segura sal-
vacion, tomada de parte de Dios (me refiero a la curacion)”, y en 226: 4s.,
necesita hacer explıcita la identificacion de la vida con el conocimiento
divino thÁ n zvhÁ n paÄsin aÆ nûrv poiw, hÏnper kaiÁ eÍdvken hë miÄn thÁ n gnvÄsin leÂgv thÁ n
ûeiÈkh n: “la vida a todos los hombres, la que tambien nos dio a nosotros (me
refiero al conocimiento divino)”. Otras veces, las aclaraciones sirven para
desarrollar una alusion a las Escrituras que, de otro modo, hubiera sido
elıptica, como en 234: 22s. (toÁ thÄw grafhÄw eÆ nnoh saw toÁ mhÁ aÆ podido nai leÂgv
kakoÁ n aÆ ntiÁ kakoyÄ: “al comprender lo de la Escritura –me refiero a no devol-
ver mal por mal”).
La correctio en sus formas de contraposicion (no p, sino q, en griego
oyÆ ... aÆ lla ) y superacion (‘p’ o mas bien ‘q’, en griego maÄllon) constituyen
otro ejemplo de estas figuras de pensamiento que trabajan por adicion y
que sirven, como hemos dicho, para poner enfasis en las ensenanzas que
se desean comunicar. En su mayorıa, las contraposiciones estan dispuestas
estrategicamente con el fin de engrandecer la figura del santo y a la divi-
nidad, acentuando sus atributos y buenas obras, en paralelo con ejemplos
contrarios. En las citas que exponemos a continuacion veremos la con-
traposicion tiranıa / salvacion, remedios humanos / salvacion y curacion
de la gracia celestial, artificio humano / gracia, engano, risa inoportuna y
enojo / gracias y merced:
oyÆ gaÁ r tyranniÁw hËlûen aÆ ll’ eÆpiÁ svthriÂaw, oyÆ deÁ teÂxnhw syneÂrgeia di’ aÆ nûrv-
piÂnvn farma kvn, aÆ ll’ hËlûen eyÆ ûeÂvw oyÆ raniÂa xa riw thÁ n svthriÂan kaiÁ thÁ n
iÍasin t ìvÄ pa ûei pareÂxoysa: “Pues no vino como una tiranıa, sino parasalvacion, ni como colaboracion del arte mediante remedios huma-nos, sino que vino enseguida la gracia celestial, proveyendo al pade-cimiento la salvacion y la curacion” (200: 10ss., cap. 8).
vË boylhÁ UeoyÄ no mow yë pa rxoysa oyÆ teÂxnhn aÆ nûrvpiÂnhn eÍxoysa aÆ llaÁ xa rin,
oyÆ lo gon eÍxvn aÆ rgoÁ n oyÍte deÁ po non bary n (pa nta gaÁ r ayÆ t ìvÄ eÆ lafraÁ eÆ deiÂ-
knyon aië proÁ w toÁ n UeoÁ n eÆ lpiÂdew) oyÆ k aÆ potomiÂan eÍxvn vÏ sper rë omfaiÂan aÍxrh-
ston, aÆ ll’ oyÍte glykostomvÄn proÁ w aÆ pa thn tvÄn aÆ koyo ntvn, oyÆ k aÍkairon
geÂlvta oyÆ deÁ oÆ rghÁ n aÍlogon, aÆ llaÁ xaiÂrvn didoyÁ w paÄsin xariÂsmata, dvreaÁ n
71
Leoncio de Neapolis
eÍxvn paraÁ UeoyÄ kaiÁ dvreaÁ n toiÄw aiÆtoyÄsi dvroy menow: “¡Oh, designio deDios existente como ley sin tener artificio humano sino gracia, sintener [el santo] palabra ineficaz ni fatiga pesada (pues las esperanzasrespecto de Dios le mostraban faciles todas las cosas), sin tener filocomo una espada sin uso pero sin ser tampoco de dulce boca paraengano de los que escuchan, sin risa inoportuna ni enojo sin razon,sino otorgando gozoso gracias a todos, teniendo merced de parte deDios y concediendo merced a los que la piden!” (218: 1ss., cap. 12)1
Lo mismo ocurre con las superaciones; en las siguientes citas, veremos
que se oponen dinero / voluntad de Cristo, dinero / regalo de fe, pose-
siones inutiles / posesiones eternas:
xrysiÂoy oyÆ k eÍsti toÁ praÄgma deo menon, oyÆ deÁ gaÁ r yë pa rxei xrh masin aÆ gora sai
toyÄto, iÏna kaiÁ xrysoyÄ geÂnhtai paiÂgnion. XristoyÄ deÁ maÄllon ûeÂlontow plhsi-
a zei soi hë zvh : “No es oro la cosa que falta, pues ni siquiera es posiblecomprar esto con dinero, como para que se torne del oro un juguete.Mas bien, queriendolo Cristo, la vida se acerca a ti” (206: 21ss.).
OyÆ ga r eÆsti xrhma tvn hë aiÍthsiw, aÆ llaÁ maÄllon piÂstevw toÁ xa risma: “Pues elpedido no es cosa de dinero, sino mas bien el regalo es cosa de la fe”(208: 1s.).
MhkeÂti, vË teÂknon, eÆ n t ìhÄ dianoi ìa soy eÍxe tvÄn aÆ rgvÄn kthma tvn deinhÁ n eÆpi-
ûymiÂan tvÄn mhÁ dynameÂnvn aÆ koloyûhÄsai soi eÆ n t ìvÄ meÂllonti, aÆ llaÁ proskaiÂrvn
oÍntvn´ eÆkeiÂnvn deÁ maÄllon eÆrasthÁ w giÂnoy tvÄn syÁ n hë miÄn aÆ perxomeÂnvn kaiÁ
aiÆvniÂvn oÍntvn: “Ya no mantengas en tu pensamiento, hijo, el tremendodeseo de posesiones inutiles que no pueden acompanarte en lo veni-dero, sino que son temporarias; mas bien, vuelvete un enamorado deaquellas que se van con nosotros y son eternas” (226: 14ss.).
Los tropos empleados en el texto tambien sirven como refuerzo de las
buenas acciones del santo. Pero ninguno de estos recursos esta utilizado
por el autor con la intencion de sorprender al lector por lo ingenioso de la
asociacion de los conceptos o la elaborada riqueza lingüıstica, sino mas
bien con el interes de evocar imagenes familiares, conocidas y que
encarnan un codigo cultural compartido con el lector2.
1 Cf. tambien 174: 9s., 184: 7s. y 190: 1s.
2 De este modo, se liga aun mas la relacion del autor con su auditorio, ya que se
aprecia un vınculo basado en valores compartidos. Esta identificacion es fundamen-
tal como estrategia argumentativa basada en el ethos, ya que genera un sentimiento
de pertenencia que suscita la simpatıa del destinatario, en el sentido etimologico de
“sentir con”. Cf. AMOSSY (2008: 118–119). Dice CONSTANTELOS (1993: 93) acerca de
los valores que se encuentran en los relatos hagiograficos : “Life of saints were writ-
ten by people from the people for the people. Some were written by highly educated
persons from upper strata of society who, however, wrote for the edification of the
72
Vida de Espiridon
Ya hemos mencionado el empleo de uno de los tropos, el circunloquio,
como recurso para describir a los personajes mediante la ditologıa; debe-
rıamos mencionar ahora sus posibilidades estructurales en tanto sintag-
mas nominales conformados por nucleos y complementos1, con la misma
funcionalidad enfatica, desde luego. El circunloquio adopta en muchos
casos la forma de la antonomasia, sobre todo aplicado a Espiridon, quien
es oë ka llistow eÆrga thw (“el buenısimo operario”, en 206: 14), oë meÂgaw kaiÁ
ûaymastoÁ w eÆkeiÄnow aÆ nh r (“aquel hombre grande y admirable”, en 180: 8), t ìvÄ
fiÂl ìv ayÆ toyÄ kaiÁ ûera ponti (“su amigo y servidor”, en 172: 2), entre muchos
otros2, y tambien aplicado a Dios (oë tvÄn oÏlvn UeoÁ w kaiÁ despo thw, en 174: 6;
toÁ n pareÂxonta thÁ n zvh n, en 206: 5; toÁ n tvÄn aë pa ntvn despo thn, en 226: 3). Mas
alla de su expresividad enfatica, el circunloquio tiende a la alabanza
mediante formulas reconocibles por el publico, lo que aporta tambien un
efecto persuasivo.
Como mas ejemplos dentro de los tropos, hallaremos en el texto meta-
foras, que son practicamente topicos, porque el autor pretende que sean
facilmente comprendidas por el lector3. Encontramos, por ejemplo, la ana-
logıa de la comida para referirse a las ensenanzas de Dios4 y la luz para
aludir a la divinidad (taÁ toyÄ fvtoÁ w thÄw ûeognvsiÂaw pareÂxvn eÆdeÂsmata: “la
comida de la luz”, en 166: 5s.; thÁ n aÆ ktiÄna thÄw ûeognvsiÂaw: “rayo del cono-
ordinary folk. Lives of saints have been characterized as demotic, some others as
encomiastic and rhetorical, and several more as liturgical. Whether written in demo-
tic or high-style Greek, all constitute a mirror of the values the people cherished,
and all reflect a thought-world”.
1 El circunloquio puede estar formado, ademas de por adjetivos dobles, por un solo
adjetivo, sustantivo o participio nucleo de un sintagma, del que dependen a su vez
complementos (atributos, objetos directos, circunstanciales, etc.). Por ejemplo: ayÆ toÁ n
aÆ stra ptonta t ìhÄ porfy r ìa kaiÁ liÂûoiw vÏ sper hë li ìv lampo menon (“aquel que refulgıa por la
purpura y brillaba con piedras como sol”, en 198: 10s.), eÆkeiÄnon toÁ n fiÂlon toÁ n met’ ayÆ toyÄ
dia konon (“aquel amigo diacono que estaba con el”, en 206: 15), etc.
2 La antonomasia sin circunloquio es tambien frecuente aplicada a Espiridon, men-
cionado como oë diÂkaiow, oë aÏgiow, oë oÏsiow poimhÁ n, oë kaloÁ w poimhÁ n, etc.
3 Cf. mas arriba lo dicho acerca de las aclaraciones. Como senalan LAKOFF y JOHNSON
(1980), las metaforas no pertenecen al terreno exclusivo de la poesıa o la literatura
elevada, sino que estan presentes en la vida cotidiana y forman parte de nuestro
universo conceptual, pues a traves de ellas pensamos y elaboramos razonamientos
cotidianamente. Por tal motivo, la fuerza argumentativa de las metaforas no radica
exclusivamente en su creatividad y astucia, sino en las posibilidades que estas brin-
dan a la hora de estructurar nuestro sistema de pensamiento. Cf. tambien PERELMAN
y OLBRECHTS-TYTECA (1958: 569 y ss.; 610 y ss.). En el caso de la Vida de Espiridon, el
uso convencional de la metafora esta al servicio de reforzar una serie de imagenes
tıpicas del pensamiento cristiano, como veremos.
4 Acerca de la metafora del alimento en la literatura bizantina, cf. CUNNINGHAM
(2007).
73
Leoncio de Neapolis
cimiento de Dios”, en 166: 10), la muerte para aludir al mal (eÆ n ayÆ t ìhÄ ûana-
thfo row zvhÁ xrysoÁ n ûeÂlontow toyÄ ploysiÂoy: “la mortıfera vida del rico que
querıa oro”, en 176: 7s., cap. 3), el calor para aludir a las pasiones (oë deÁ
eiËpen proÁ w ayÆ toÁ n zeÂvn t ìvÄ pney mati: “El, hirviendo en su espıritu, le dijo”, en
174: 19 y diployÄn deÁ kayÄma toyÄ leÂgontow hë gnv mh: “era doble quemazon la
intencion del que hablaba”, en 212: 8), entre otros1.
Las comparaciones tambien son topicas, tal como la del santo y el
pastor (eiËpen tayÄta t ìvÄ sof ìvÄ patriÁ stygnoÁ w và n vë w poimeÂni proba tvn: “le dijo
esas cosas al sabio padre como a pastor de ovejas” en 174: 18; toyÄton oë
oÏsiow poimhÁ n vë w aÆ rniÂon eÆk ly koy ûeÂlvn rë y sasûai: “El piadoso pastor, querien-
do proteger a este como a un cordero del lobo”, en 186: 3s., cap. 5), las
palabras vanas comparadas con instrumentos musicales disonantes (oyÏtv
kaiÁ oë diÂkaiow oyÆ polylogiÂaw hËn oÍrganon vÏ sper ky mbalon hÆ xvÄn hà xalko w: “Ası
tambien el justo no era instrumento de palabrerıo, como un cımbalo o un
bronce que resuena”, en 212: 26s.), o las palabras efectivas comparadas
con una espada (ËV lo gow oÍntvw vë w ma xaira diÂstomow: “Oh, palabra real-
mente como espada de doble filo” en 230: 21)2. Pero este tipo de analogıas,
simples y hasta podrıamos decir trilladas, tienen, al igual que los demas
tropos, la funcion primordial de ser enfaticas, por lo que se veran refor-
zadas, a su vez, por recurrencias o isotopıas lexicas diseminadas por toda
la obra, con la intencion de destacar temas centrales del pensamiento cris-
tiano mediante imagenes y sımbolos3, tales como:
a) la servidumbre a Dios:
* t ìvÄ fiÂl ìv ayÆ toyÄ kaiÁ ûera ponti pareÂsxen thÁ n aiÍthsin: “accedio a la peti-
1 La sinestesia, considerada un tipo de metafora, no esta ausente en nuestro texto. Cf.
por ejemplo: iÏna profh toy ûea shtai kaiÁ dikaiÂoy lo gon: “para contemplar la palabra del
profeta y justo” (176: 16, cap. 3).
2 Hay un grupo de comparaciones que intenta trazar un vınculo con las Sagradas
Escrituras, lo que implica, tal como dijimos, reforzar el codigo cultural compartido
con el lector: OyÆ xro non eÍsxen hë xa riw oyÆ deÁ ûo rybon, vÏ w pote eÆpoiÂhsen oë ûesbiÂthw ëHliÂaw eÍxvn
thÁ n proÁ w UeoÁ n filiÂan: “La gracia no tuvo dilacion ni hizo alharaca, como sı, alguna
vez, el tesbita Elıas en amistad con Dios” (174: 9s. Cf. 1 Reyes 17: 1); kaiÁ gaÁ r toiÄw
ponhroiÄw tvÄn po nvn kaiÁ tvÄn plhgvÄn aÆ nvfelhÁ w giÂnetai hë ba sanow, vÏ sper kaiÁ t ìvÄ Fara ìv : “el
tormento de las penas y las plagas queda sin provecho para los perversos, como
tambien para el Faraon” (178: 21. Cf. Exodo 7: 8 – 12: 42.). No olvidemos que las
comparaciones con personajes bıblicos tambien funcionan para asimilar al santo con
otros modelos a imitar. Cf. KRUEGER (2010b).
3 Este es un elemento importante en la estructuracion de la biografıa, ya que nos
acerca al paradigma cultural del autor y su publico. Como senala COON (1997: 5) “In
the past few decades [...] intellectual and cultural historians have transformed the
study of saintly narrative by focusing not only on the scant biographical information
that can be gleaned from a text but also on the cultural paradigms transmitted to
medieval audiences through the symbolic lives of the saints”.
74
Vida de Espiridon
cion de su amigo y servidor” (172: 2)
* toiÄw aiÆth sasi doy loiw taÁ proÁ w zvhÁ n para sxoy aiÆth mata: “provee a los
esclavos que te hacen peticiones” (174: 1s.)
* ayÆ toÁ w vë w ûera pvn paraÁ UeoyÄ eÆkomiÂsv: “tu, como servidor, trajiste de
parte de Dios” (200: 24s., cap. 8)
* vë w toyÄ ktiÂsantow pisto tatow oiÆkeÂthw: “¡que fidelısimo sirviente del
Creador!” (212: 22s., cap. 11)
* metaÁ toyÄ aÆ jiÂoy ayÆ toyÄ doy loy: “junto con su mismo digno esclavo”
(214: 12s., cap. 12)
* thÁ n toyÄ ûera pontow toyÄ XristoyÄ aÆ mnhsiÂkakon proaiÂresin vë w aÆ lhûvÄw
yë phreÂtoy UeoyÄ kaiÁ tvÄn ûeiÂvn eÆ ntolvÄn plhrvtoyÄ: “admirar la decision
no rencorosa del servidor de Cristo como un verdadero sirviente
de Dios y cumplidor de los divinos mandamientos” (236: 7ss.,
cap. 17)
* gnh sion toyÄ UeoyÄ ûera ponta: “legıtimo servidor de Dios” (238: 12,
cap. 17)
b) heridas y enfermedades del alma:
* Prosh negkaw toÁ n kaysthÄra, sthÄso n moy thÁ n shpedo na: “Aportaste el
cauterio; aplıcalo a mi putrefaccion” (192: 2s., cap. 7)
* TayÄta toyÄ mega loy iÆatroyÄ kaiÁ oÍntvw toÁ n despo thn mimoymeÂnoy taÁ svth -
ria fa rmaka: “Estos son los remedios salvadores del gran medico
y realmente imitador del Amo” (194: 1s.)1
* ËV thÄw fy sevw tvÄn aÆ nûrv pvn iÆatro w, vË farma kvn eiËdow dideiÄn tvÄn
paûvÄn lyth rion: “¡Oh, medico de la naturaleza de los hombres!; ¡oh
imagen de los remedios para dar solucion a las pasiones!”
(212: 21s., cap. 11)
* ÎVn kaiÁ hë meiÄw oië aë martvloiÁ taiÄw ayÆ toyÄ iëkesiÂaiw meÂtoxoi genv meûa,
xr ìh zontew eÆk thÄw pollhÄw aÍgan rë ìaûymiÂaw thÄw iÆatreiÂaw tvÄn te cyxvÄn kaiÁ
svma tvn: “Entre ellos tambien nosotros, los pecadores, hagamonos
partıcipes de sus suplicas, necesitando la curacion de almas y
cuerpos por nuestra muy excesiva indolencia” (238: 10ss., cap. 17)
c) la esclavitud del pecado:
* kaiÁ gaÁ r lanûa noysi pa lin toÁ n po non thÄw dianoiÂaw ayÆ tvÄn t ìhÄ filargyriÂa
dedoylvmeÂnoi kaiÁ gaÁ r ûeÂloysi doy loyw eÍxein toyÁ w eÆ leyûeÂroyw, aÆ paitoyÄn-
tew keÂrdh parano mvw yë peÁr toyÁ w no moyw: “Pues, esclavizados por su
amor al dinero, olvidan de nuevo el esfuerzo de su pensamiento y
quieren tener como esclavos a los libres, reclamando ganancias
ilegalmente, mas alla de las leyes” (180: 1ss., cap. 4)
1 El uso de esta imagen aquı, al final del capıtulo 7, es anticipatorio del capıtulo que
viene a continuacion, en el que se trata la enfermedad del emperador.
75
Leoncio de Neapolis
* oë aÍplhstow ploy siow t ìhÄ filoxrhmati ìa dedoylvmeÂnow: “el rico insacia-
ble, esclavizado por el amor a la riqueza” (180: 19, cap. 4)
* SpyriÂdvn ly ei taxeÂvw t ìhÄ iÆdi ìa presbei ìa toÁ n eÆk parakohÄw gegono ta de-
smv thn: “el pastor Espiridon libera velozmente con su intercesion
al que se habıa hecho prisionero por la desobediencia” (212: 17s.,
cap. 11)
d) la lucha y el combate1:
* vË belvÄn iÆsxyÁ w poleÂmoy hë merinoyÄ: “oh, fuerza de los dardos de una
lucha diaria” (178: 6s., cap. 3)
* aÍndra tinaÁ ÆArtemiÂdvron lego menon diakonoyÄnta XristoyÄ toiÄw palaiÂ-
smasin: “Artemidoro, que servıa a Cristo con sus luchas”2
(204: 16s., cap. 9)
* ÆIdvÁ n deÁ tay thn bovÄsan oë diÂkaiow kaiÁ toiÄw keÂrasi polemoyÄsan t ìhÄ bi ìa “El
justo, al ver a esta gritar y guerrear fuertemente con los cuernos”
(210: 18s., cap. 10)
e) la amistad con Dios y entre los hombres3:
* EyÆ ûeÂvw deÁ oë fiÂlow kaiÁ UeoÁ w kaiÁ Ky riow t ìvÄ fiÂl ìv ayÆ toyÄ kaiÁ ûera ponti
pareÂsxen thÁ n aiÍthsin: “Enseguida, el Amigo y Dios y Senor accedio
a la peticion de su amigo y servidor” (172: 1s.)
* oë ûesbiÂthw ëHliÂaw eÍxvn thÁ n proÁ w UeoÁ n filiÂan: “el tesbita Elıas en
amistad con Dios” (174: 10s.)
* ËV filiÂaw bohûoÁ w: “¡Oh, ayuda de la amistad!” (178: 5, cap. 3)
* vË pvÄw hÍkoysen oë UeoÁ w stena zontow toyÄ fiÂloy: “oh, como escucho Dios
al amigo que se lamentaba” (178: 7, cap. 3)
* ËHn de tiw aÍllow gnh siow toyÄ oë siÂoy fiÂlow: “Habıa otro, amigo sincero
del piadoso” (178: 17, cap. 4)
* keÂkthmai fiÂlon aÆ gaûoÁ n kaiÁ ploy sion dideiÄn ûeÂlonta pa nta toiÄw eyÆ gnv -
mosi fiÂloiw, eÆkeiÂnvn pa lin aÆ podidoy ntvn ayÆ t ìvÄ toÁ xreÂow´ oë poiÄon oyËn ûeÂlei
eiËdow oë ponhroÁ w ploy siow, toyÄto poih sei oë hë meÂterow fiÂlow: “poseo un
Amigo bueno y rico, que quiere dar todo a los amigos bieninten-
cionados, devolviendole estos, a su vez, lo debido. En efecto,
cualquier especie [en oro] que el rico perverso quiere, esa la hara
nuestro Amigo” (180: 10ss., cap. 4)
* oë toyÄ UeoyÄ fiÂlow SpyriÂdvn: “Espiridon, amigo de Dios” (180: 15,
cap. 4)
* toÁ n toyÄ UeoyÄ fiÂlon: “el amigo de Dios” (182: 8, cap. 4)
1 Acerca de esta metafora, Cf. nota correspondiente en el capıtulo 9 de nuestra tra-
duccion.
2 Aquı se reproduce el topico hagiografico del miles Christi.
3 Acerca del tema de la amistad, cf. nota correspondiente en el capıtulo 2 de nuestra
traduccion. Es evidente, por su recurrencia, que es una imagen poderosa en el texto.
76
Vida de Espiridon
* ma ûe fiÂlon toÁ n mo non yë pa rxonta aÆ gaûoÁ n UeoÁ n kaiÁ eyÍsplagxnon: “ente-
rate de que el unico amigo es el Dios bueno y de entranas mise-
ricordiosas” (182: 11s., cap. 4)
* filikvÄn eÆdesma tvn: “amistosas comidas” (184: 5s. **110: 4, cap. 4)
* iÏna t ìvÄ eÆm ìvÄ fiÂl ìv thÁ n ly trvsin aÆ noiÂsv: “para que yo aporte a mi
amigo el rescate” (186: 8, cap. 5)
* kaiÁ ma lista thÁ n filiÂan eÍxvn soyÄ: “mas aun con la amistad tuya”
(188: 8, cap. 5)
* kaiÁ tim ìaÄ se vë w fiÂlon: “te honra como a un amigo” (188: 11s., cap. 5)
* ëO deÁ diÂkaiow eÆpeyja menow toy t ìv aÆ nexv rhsen eÍxvn meû’ eëaytoyÄ toÁ n
lytrvûeÂnta fiÂlon: “El justo, tras rogar por este, se alejo teniendo
consigo al amigo rescatado” (188: 13s., cap. 5)
* kaiÁ gaÁ r eÆpiÁ toiÄw fiÂloiw toyÄ UeoyÄ pleiÂv taÁ xariÂsmata: “pues en los
amigos de Dios tambien hay muchos carismas” (190: 6, cap. 6)
* EiËpen deÁ pa lin proÁ w eÆkeiÄnon toÁ n fiÂlon toÁ n met’ ayÆ toyÄ dia konon´ ËV fiÂlvn
moi prosfileÂstate kaiÁ tvÄn ûeiÂvn koinvneÁ mysthriÂvn: “Dijo de nuevo a
aquel amigo diacono que estaba con el: – Oh el mas querido de
mis amigos y partıcipe de los divinos misterios” (206: 15ss., cap. 9)
* diaÁ oiÆkeiÂvn fiÂlvn eÆ nergvÄn taÁ ûay mata, kaiÁ martyreiÄ toy toiw toÁ jeÂnon
ûayÄma oÏper nyÄn hÍkoysaw, vË fiÂle thÄw piÂstevw: “por medio de sus pro-
pios amigos; y testimonia con aquellas cosas el extrano milagro
que ahora escuchaste, oh amigo de la fe” (222: 13s., cap. 13)
* ËV thÄw toyÄ despo toy filiÂaw, pvÄw toiÄw gnhsiÂoiw fiÂloiw thÁ n gnvÄsin diÂdvsi
tvÄn kekrymmeÂnvn: “¡Oh, amistad del Amo, como da a los legıtimos
amigos el conocimiento de las cosas ocultas!” (226: 17s., cap. 14)
* toyÄ mhny ontow makro ûen taÁ pra gmata aÆ ndra si fiÂloiw: “quien de lejos
informa de las cosas a los amigos” (232: 21, cap. 16).
Es posible concluir que aquı se desarrolla un procedimiento retorico
similar al que analizamos para las descripciones: los terminos y las meta-
foras que conforman estas imagenes estan ubicados estrategicamente a
traves de la narracion, de modo que se le presenten al lector de manera
dispersa y gradual. No pierden su fuerza expresiva, dado que el enfasis
esta, precisamente, en la repeticion paulatina de estas imagenes.
Tambien aparecen en el texto figuras de pensamiento por sustitucion.
Una de ellas es el procedimiento de la personificacion, entrelazado gene-
ralmente con un hecho milagroso, para reforzar ası su funcionalidad dra-
matica. En el comienzo del capıtulo 5 (186: 7ss.), por ejemplo, el santo de
dirige a las aguas para pedirles que suspendan su flujo y estas, luego de
escucharlo, obedecen el pedido. En el capıtulo 10 (210: 13ss.), por su parte,
una cabra que habıa sido robada le habla al malhechor para hacerle enten-
der lo incorrecto de su accion y lograr ası su arrepentimiento. Tambien
77
Leoncio de Neapolis
hay personificaciones de situaciones negativas, como el hambre (170: 5,
172: 1, 176: 5) y la pobreza (180: 9).
Otra de las figuras de pensamiento por sustitucion es la alusion,
empleada sobre todo con las citas de las Sagradas Escrituras, que no dejan
de ser argumentos de autoridad que refrendan las ensenanzas que el autor
desea transmitir (cf. 166: 3, 182: 15s., 222: 1ss., 236: 8ss., etc.)1.
Hemos mencionado mas arriba que la narracion episodica se cierra
con un epifonema. Este cierre constituye uno de los momentos de mayor
elaboracion retorica, puesto que es de interes para el autor destacar el
didactismo de los ejemplos de la vida del santo mediante un desarrollo
argumentativo y, a la vez, mover los sentimientos del lector mediante la
alabanza y la exclamacion. En definitiva, se recurre a la persuasion por el
lo gow y a la persuasion por el pa ûow. Como ejemplo de persuasion por el
lo gow exhibiremos una cita del final del capıtulo 3, donde el narrador,
luego de referir como las aguas, por accion divina, han arruinado las
posesiones del rico codicioso y usurero, explica el porque de lo ocurrido:
ToyÄto deÁ geÂgonen, UeoyÄ ûelh santow, oÏpvw geÂnhtai toiÄw peÂnhsin eyÆ vxiÂa kaiÁ
toiÄw oiÆkeiÂoiw pla smasin taÁ proÁ w toÁ zhÄn xorhghûeiÂh kaiÁ pa ntew la bvsin aÆ fûo -
nvw eÏkastow oÏson xr ìh zei xvriÁw toyÄ pikroyÄ kaiÁ dysseboyÄw kaiÁ parano moy
to koy: “Esto ocurrio por voluntad de Dios, para que tuviesen abun-dancia los pobres y para que lo necesario para la vida fuese procu-rado para sus creaturas; y para que todos tomasen sin envidia cuantocada uno necesita sin el pago extra, amargo e impıo e ilegal”(178: 12ss., cap. 3)
y pone de relieve los conceptos que se deben desprender del relato, tales
como la voluntad de Dios (UeoyÄ ûelh santow), la ayuda desinteresada
(aÆ ûo nvw) y la condena a la usura (xvriÁw toyÄ pikroyÄ kaiÁ dysseboyÄw kaiÁ para-
no moy to koy). De la misma manera, como cierre del capıtulo 13, dira:
OyÏtvw oyËn kaÆ keiÄnow oë oÏsiow pathÁ r profhtikoÁ n kekthmeÂnow xa risma thÁ n
oë moiÂan di’ eyÆ xhÄw kateploy tei xa rin, kaiÁ gaÁ r hËn oë ayÆ toÁ w UeoÁ w kaiÁ eÆ n ÆElissai ìv
kaiÁ eÆ n toy t ìv vë w diaÁ oiÆkeiÂvn fiÂlvn eÆ nergvÄn taÁ ûay mata, kaiÁ martyreiÄ toy toiw
toÁ jeÂnon ûayÄma oÏper nyÄn hÍkoysaw, vË fiÂle thÄw piÂstevw: “Ası, en efecto,aquel padre piadoso, poseyendo carisma profetico, enriquecıa con lasimilar gracia a traves de la oracion, pues estaba tambien el mismoDios no solo en Eliseo sino tambien en este, operando los milagrospor medio de sus propios amigos; y testimonia con aquellas cosas elextrano milagro que ahora escuchaste, oh amigo de la fe” (222: 11ss.)
para resignificar lo ocurrido en terminos teologicos (profhtikoÁ n xa risma, di’
eyÆ xhÄw, xa rin, ûay mata) y destacar el paralelo (kaiÁ eÆ n ÆElissai ìv kaiÁ eÆ n toy t ìv)
1 Cf. DELOUIS (2002).
78
Vida de Espiridon
entre el milagro de Espiridon en favor de la viuda y el episodio bıblico
aludido (2 Reyes 4: 1–7)1.
Es interesante mencionar que los razonamientos deductivos han que-
dado confinados casi exclusivamente a estos cierres de episodio. Toma-
remos como ejemplo el siguiente entimema:
ÆEsteÂnajen deÁ eÆ n proseyx ìhÄ pollaÁ kaiÁ breÂxei thÁ n ghÄn toiÄw tvÄn oÆ mma tvn
da krysi. Toy toiw gaÁ r xaiÂrei Ueo w´ oÏpoy gaÁ r eÍsti kardiÂa kaûara , toÁ kaûa r-
sion eÆkeiÄ tvÄn dakry vn yë pa rxei: “Comienza a lamentarse mucho en ora-cion y moja la tierra con las lagrimas de sus ojos, pues con estas segoza Dios, pues donde hay corazon puro, allı hay purificacion por laslagrimas” (206: 8ss., cap. 9).
La premisa omitida −por obvia– serıa “el santo tiene corazon puro”.
En el ejemplo que ofrecemos a continuacion, la premisa ausente, tambien
obvia, podrıa ser parafraseada “Dios ayuda a quien tiene fe”:
ëVw deÁ tayÄta metaÁ piÂstevw eiËpen, pay ei eyÆ ûyÁ w loipoÁ n oë tvÄn oÏlvn UeoÁ w kaiÁ
despo thw toÁ n oÍmbron: “Como dijo esto con fe, enseguida el Dios y amodel universo hace cesar de ahı en mas la lluvia” (174: 5s.).
Como vemos, incluso en los momentos en los que el discurso pare-
cerıa volverse mas elaborado, se mantiene como prioridad que sea com-
prensible para el lector: se apela a razonamientos logicos, pero su inter-
pretacion no reviste complejidad. Por tal motivo tendra mayor peso en los
cierres de las narraciones episodicas un tipo de persuasion mas directa, a
traves del pa ûow, adoptando mayoritariamente la forma de la exclamacion.
La estructura de las exclamaciones es invariable: comienzan con la inter-
jeccion exclamativa vË 2 seguida del elemento del relato o el concepto que se
quiere destacar, funcionando ası como repaso y refuerzo para el lector.
Puede adoptar la forma de la anafora, cuando se repite la interjeccion vË
acompanada de diferentes nucleos semanticos (cf. 178: 5ss.). En 168: 15ss.,
por ejemplo, la exclamacion resalta la figura de Espiridon y de su hija
muerta, mediante la que acaba de realizar el milagro (ËV nekraÄw eyÆ gnv monow
kaiÁ zv shw t ìhÄ xa riti, vË eÍrgon parûeneiÂaw niÂkhw yë pa rxon sy mbolon, vË patroÁ w
aë gnoyÄ kaiÁ ûygatroÁ w aÆ fûo roy); en 174: 8, luego de mencionar la gracia divina
y la amistad (ËV ûeiÂa xa riw, vË filiÂaw synûh kh), resume el milagro de la
contencion de las aguas (vË pvÄw oë poimhÁ n eÍdhsen lo g ìv toÁ n oyÆ ranoÁ n kaiÁ eÍpaysen
thÁ n aÍmetron rë y sin tvÄn yë da tvn: “¡oh, como obligo el pastor al cielo con la
palabra e hizo cesar el desmedido fluir de las aguas!”). Hacia el final del
capıtulo 14, en el que el santo pone en evidencia los deseos ocultos de
1 Este tipo de explicaciones tambien esta presente en la Vida de Simeon el loco y la Vida
de Juan el limosnero. Cf. CAVALLERO (2009: 10, 11).
2 Algunas veces, se complementa con un pronombre exclamativo (pvÄw, por ejemplo).
79
Leoncio de Neapolis
Trifilio por las posesiones materiales, la exclamacion da cuenta, primero,
de la asombrosa revelacion de esos deseos ocultos (ËV thÄw toyÄ despo toy
filiÂaw, pvÄw toiÄw gnhsiÂoiw fiÂloiw thÁ n gnvÄsin diÂdvsi tvÄn kekrymmeÂnvn: “¡Oh, amis-
tad del Amo, como da a los legıtimos amigos el conocimiento de las cosas
ocultas!” en 226: 17s.) y luego resume el contenido principal de lo ya
narrado:
pvÄw gaÁ r boylh sei toyÄ despo toy t ìvÄ pney mati t ìvÄ aë gi ìv eÆfanerv ûh t ìvÄ dikai ìv
aÏper eÆ n t ìvÄ krypt ìvÄ eÆ nnoh saw oë Trify lliow eiËxen aÆ nûrv poiw mhÁ ginvsko mena,
mo n ìv deÁ t ìvÄ ûeofo r ìv kaiÁ oë si ìv SpyriÂdvni vë w UeoyÄ ûera ponti ginvsko mena,
iÏna ûana toy pay s ìh toÁ n maûhthÁ n kaiÁ zvhÄw toy t ìv parasx ìhÄ eÆpiûymiÂan, eÍxein
meÂrimnan mhÁ tvÄn parerxomeÂnvn aÆ llaÁ tvÄn mello ntvn kaiÁ synteloy ntvn hë miÄn
proÁ w thÁ n aiÆvniÂan zvh n: “¡Pues como por la voluntad del Amo fue mani-festado por el Espıritu Santo al justo lo que Trifilio, pensando ocul-tamente, mantenıa no conocido para los hombres mas tan solo cono-cido para el portador de Dios y piadoso Espiridon, como servidor deDios, para apartar de la muerte al discıpulo y procurar a este el deseode la vida, el tener preocupacion no de las cosas que pasan sino de lasvenideras y las que nos hacen llegar a la vida eterna!” (226: 19ss.).
Pensemos que, en definitiva, estos cierres funcionan como una pero-
ratio, de modo que los procedimientos que encontramos en ellos no son
mas que una muestra de lo que es deseable en la finalizacion de cualquier
discurso: mover los sentimientos del publico, hacer una breve recapitu-
lacion de los hechos o elementos clave y exponer con precision las pruebas
mas importantes1. Con el fin de citar un ejemplo mas elaborado, nos remi-
tiremos al final del capıtulo 11 (212: 21s.), en donde se destaca una acu-
mulacion de atributos del santo (ËV thÄw fy sevw tvÄn aÆ nûrv pvn iÆatro w, vË
farma kvn eiËdow dideiÄn tvÄn paûvÄn lyth rion: “¡Oh, medico de la naturaleza de
los hombres!; ¡oh imagen de los remedios para dar solucion a las pasio-
nes!”) y luego se explica el milagro recien operado (el castigo de la falta de
voz al diacono desobediente) de una manera poetica, metaforica y erudita,
entrelazando allı una cita de las Escrituras:
vë w toyÄ ktiÂsantow pisto tatow oiÆkeÂthw kaiÁ vë w pistikoÁ w UeoyÄ taÁ w kleiÄw kateÂxvn
kaiÁ ly vn kaiÁ desmey vn taÁ pra gmata´ kaiÁ gaÁ r thÁ n proÁ w toÁ n UeoÁ n s ìv zvn
aÆ ga phn, vë w eiËpen oë Ky riow ÆIhsoyÄw´ “MeiÂnate eÆ n t ìhÄ aÆ ga p ìh t ìhÄ eÆm ìhÄ kaiÁ bebai-
v sate thÁ n toyÄ patro w moy eÆ ntolh n”, oyÏtv kaiÁ oë diÂkaiow oyÆ polylogiÂaw hËn
oÍrganon vÏ sper ky mbalon hÆ xvÄn hà xalko w, aÆ ll’ eÍxvn, vë w eiÍrhtai, thÁ n ûeiÂan
aÆ ga phn aÆ ntiÁ lo gvn eÍrg ìv eÆpeteÂlei tvÄn shmeiÂvn thÁ n dy namin: “... ¡que fidelı-simo sirviente del Creador y que fiel al retener las llaves de Dios y alliberar y aprisionar las cosas, salvando pues tambien el amor a Dios
1 En terminos de la retorica clasica, nos referimos al affectus, recapitulatio y conquestio.
Cf. LAUSBERG, ORTON and ANDERSON (1998, §§431–442).
80
Vida de Espiridon
como dijo el Senor Jesus, ‘Permanezcan en mi amor y confirmen elmandamiento de mi Padre’. Ası tambien el justo no era instrumentode palabrerıo, como un cımbalo o un bronce que resuena, sino que–como se ha dicho– teniendo el divino amor con obra en vez depalabras, llevaba a cabo la potencia de los signos” (212: 22ss.)1.
Vinculadas con las exclamaciones estan las interrogaciones, como una
forma de dirigirse directamente al publico y captar ası su atencion. Algu-
nas veces, con la forma de la dubitatio, como en 192: 6, donde el narrador
pedira ayuda para decidir la gravedad del pecado mencionado previa-
mente en el episodio (Ti deÁ aÍra eÆstiÁn toÁ pleiÄon tay thw thÄw aë martiÂaw) y luego
introducira la respuesta (aÍvrow ûa natow aÆ sy ggnvstow, aÆ neleh w, oyÆ k eÍxvn meta -
noian), poniendo en evidencia el artilugio. Otras veces recurrira a la pre-
gunta retorica que, al no esperar verdaderamente una respuesta, deja en
manos del destinatario la tarea de reflexionar al respecto, lo que es de gran
utilidad aplicado al final de los episodios, pues permite que el lector ela-
bore sus propias conclusiones. Ası, en el final del capıtulo 3, leemos:
TiÂw tvÄn nefvÄn hÍgeiren thÁ n toiay thn syndromh n, tiÂw deÁ tvÄn brontvÄn eÆkiÂnhsen
toÁ n toioyÄton co fon, tiÂw deÁ taÁ w aÆ strapaÁ w eÆ jeÂlamcen toiÄw aÆ nûrv poiw, oÏpvw toÁ
thÄw aÆ dikiÂaw peplhrvmeÂnon peÂs ìh dvma tion; “¿Quien reunio tal concurren-cia de nubes; quien movio tal fragor de los truenos; quien hizo reful-gir los relampagos para los hombres, para que caiga la morada que sehabıa llenado de injusticia?” (178: 8ss.).
Nuestro autor tambien emplea preguntas retoricas y exclamaciones
para generar dramatismo en el medio del relato. Aparecen, sobre todo, en
los pasajes dialogicos, a los que les imprimen emocionalidad y energıa,
dado que significan una modificacion en la linealidad tonal del relato (cf.
178: 5ss., 184: 5ss., 202: 3ss. 1).
d) Nos ocuparemos ahora del epılogo (238: 2–238: 17). Este se inicia
con un pasaje metaliterario (238: 2s.), en el que el autor se pregunta que
mas debe agregar como contribucion al encomio del santo (KaiÁ ti eÍti proÁ w
eÆ gkvmiÂvn eiÆsforaÁ n toiÄw toyÄ aë giÂoy katorûv masin eÆpeneÂgkvmen; “¿Y que apor-
taremos todavıa como contribucion a los encomios de las rectas acciones
del santo?”), pregunta que tendra su respuesta inmediata: no es necesario
decir nada mas que la exposicion de los milagros y la familiaridad con
Dios (tvÄn oiÆkeiÂvn ûayma tvn hë eÆ nerghÁ w aÆ po deijiw kaiÁ hë proÁ w UeoÁ n parrhsiÂa:
“Pues le basta a cambio de todo encomio la eficaz exposicion de sus
milagros y su familiaridad con Dios”). Acaso mediante este breve comen-
tario el autor confiesa que no le ha interesado un exhaustivo trabajo reto-
rico, porque la narracion de la vida de un hombre tan extraordinario es
1 Aquı se observa tambien, dentro de la exclamacion, el recurso del apostrofe.
81
Leoncio de Neapolis
suficiente para lograr la persuasion, sin mas adornos que los hechos mis-
mos. Concatenada con esta idea, se aludira a continuacion a la muerte de
Espiridon, a traves de perıfrasis y metaforas (toÁ n t ìhÄde aÆ polipvÁ n eyÆ sebvÄw biÂon
kaiÁ taiÄw ûeiÂaiw nyÄn eÆpifoitvÄn skhnaiÄw “incluso al abandonar aquı piadosa-
mente la vida y frecuentar ahora las divinas tiendas” en 238: 4s.; ayÆ toyÄ tvÄn
leica nvn ûh khw “la colocacion de sus despojos” en 238: 9s.; eÍti zvÄnta oyÏtv
kaiÁ poll ìvÄ pleÂon tvÄn t ìhÄde metasta nta “todavıa viviente tanto y mucho mas
que los de aquı, al pasar a la otra vida” en 238: 13s.). El objetivo del
epılogo es un pedido de curacion (rë ìaûymiÂaw thÄw iÆatreiÂaw tvÄn te cyxvÄn kaiÁ
svma tvn “la curacion de almas y cuerpos por nuestra muy excesiva indo-
lencia”) y de favores (taÁ xariÂsmata). El argumento que subyace a dicha
suplica es: si el santo al que acabamos de honrar mediante esta biografıa
tiene familiaridad con Dios (proÁ w UeoÁ n parrhsiÂa), que sirva de intermedia-
rio para nuestro pedido. Aparecera a continuacion la alabanza con la que
finaliza el relato (toyÄ KyriÂoy hë mvÄn ÆIhsoyÄ XristoyÄ, meû’ oyÎ t ìvÄ PatriÁ do ja timhÁ
kra tow syÁ n t ìvÄ aë gi ìv kaiÁ zvopoi ìvÄ Pney mati proÁ pantoÁ w toyÄ aiÆvÄnow kaiÁ nyÄn kaiÁ aÆ eiÁ
kaiÁ eiÆw toyÄw aiÆvÄnaw tvÄn aiÆv nvn. ÆAmh n. “de Nuestro Senor Jesucristo, con elCual tenga el Padre gloria, honra, poder, junto con el santo y vivificanteEspıritu, por toda la eternidad y ahora y siempre, por los siglos de lossiglos. Amen”), que sigue un esquema mas o menos convencional.
Como conclusion de lo expuesto podemos afirmar que hemos vistocumplidos los objetivos planteados en el proemio. En primer lugar, com-probamos que ese “discurso comun” con el que se anunciaba que iba a sernarrada la Vida (el koinoÁ w lo gow mencionado en 164: 10) adopto la forma deuna narracion simple, esto es, una serie de breves episodios milagrososconcatenados, que tienen la fuerza argumentativa del ejemplo, pues ellossolos bastan para transmitir apropiadamente la ensenanza a los lectores. Aeste entramado narrativo se le anade un trabajo retorico que sigue siendokoino w, pues no pretende llamar la atencion por su sofisticacion sino servirde refuerzo de las ensenanzas antes mencionadas1. Por tal motivo, las
1 En efecto, no se espera que el hagiografo se esfuerce por hacer alarde de sus dotes
literarias. Dice EFTHYMIADIS (2006: 168): “it is plausible as a general rule that the
more literary a vita is the more we should suspect a saint to have been fictitious or,
more accurately, that he was shaped by the hagiographer’s creative imagination. No
matter whether he was a humble monk or a Church Father, we Byzantinists have
blamed this author for being submissive to rhetorical convention or, worse, a sinis-
ter figure prompt to literary manipulation, manoeuvrings and mannerism. He has
never received our appraisal, not to say our attention, as an attractive story-teller, a
master of style and language, or as challenging established narrative practices. As
we know, hagiography was not an art served by big name but mostly by many
anonymous, humble and ‘single-work’ (hapax!) authors whose qualities in several
instances betray a literary gift and talent. Yet all talent requires good material ; in this
case, an engaging hero and a colourful setting”.
82
Vida de Espiridon
estrategias argumentativas apuntan a afianzar las caracterısticas del
modelo de santidad, mediante 1) el enfasis que se logra en la adjetivacion
(ditologıas, enumeraciones, polisındeton, hendıadis, etc.); 2) la claridad
conceptual, lograda por medio de simples argumentos logicos, explicacio-
nes, definiciones, reiteraciones, parafrasis y otras figuras de pensamiento;
3) la apelacion a un repertorio doxologico plasmado en imagenes y meta-
foras, entre otros tropos que evocan en el lector un mundo conocido de
valores religiosos y culturales, y finalmente, 4) el dramatismo que se le
confiere a la narracion a traves de pasajes exclamativos, lıricos y dialogi-
cos. En definitiva, es este conjunto de procedimientos literarios el que
determina que el texto sea eÆmfaneÁ w (164: 7) y, por consiguiente, cyxvfelhÁ w
(164: 3) para todos (toiÄw paÄsi: 164: 11). Ahora bien, nada de esto resultarıa
posible sin la fuerte presencia de la voz del narrador, que, como vimos,
actua como garante en el proceso persuasivo, en la medida en la que se
dirige al lector como a un igual y lo incluye en su universo de valores y
saberes. De este modo, su funcion didactica no es percibida en principio
como tal, ya que establece con su auditorio un vınculo que no esta basado
en la asimetrıa intelectual de un sofo w, sino en la familiaridad propia de la
filiÂa.
La cuestion de la autorıa de Leoncio
a partir de la retorica y el estilo1
a. Caracterizacion del estilo leonciano
Nos proponemos a continuacion hacer un comentario acerca del estilo
de la presente obra en comparacion con el de la Vida de Simeon el loco y el
de la Vida de Juan el limosnero, a fin de contribuir con los argumentos en
favor de la autorıa de Leoncio. Nos centraremos en detectar las coinciden-
cias estilısticas que, a pesar de no ser determinantes, nos aportan un indi-
cio posible de autorıa comun.
En primer lugar, es importante senalar una evidente correspondencia
de estilo que se observa en las tres obras, esto es, la intencion estetica (y
explıcita) de combinar una retorica elevada, destinada a agradar a un
publico culto, pero que a la vez sea sencilla, de modo que sea compren-
dida tambien por el publico amplio2. En este sentido, encontraremos en las
tres obras recursos persuasivos afines a esta intencionalidad3. Para no ser
1 A cargo de Analıa Sapere.
2 En efecto, en los tres Prologos se manifiesta dicha intencionalidad, asociada desde
luego a la importancia de la edificacion moral para todos (cf. VJ, Prol. 61–69, VS
122:4 ss., VE 166: 9ss.).
83
Leoncio de Neapolis
reiterativos, remitimos al lector a los estudios puntuales acerca de la reto-
rica en las otras Vidas1, en donde vera ejemplificado de manera exhaustiva
lo que aquı mencionaremos. Mostraremos simplemente algunos ejemplos,
que intentaran probar nuestro planteo.
Como vimos en el apartado dedicado a la retorica y al estilo, es fre-
cuente en la Vida de Espiridon el uso de figuras de diccion por adicion,
entre las que encontramos la ditologıa, el polisındeton y la parafrasis,
rasgo de estilo que comparte con la Vida de Juan y la Vida de Simeon. Ası,
un epıteto perifrastico aplicado al santo tal como oë poimhÁ n kaiÁ dida skalow
(“el pastor y maestro”, en 168: 7), nos remite inmediatamente –por su
estructura ditologica y enfatica pero tambien por su semantica– a epıtetos
de las otras Vidas de Leoncio, referidos a los otros santos, como oë sofoÁ w
iÆatroÁ w kaiÁ dida skalow (“el sabio medico y maestro”, en VS en 129.15) o
sofoÁ w kaiÁ aÆ lhûinoÁ w dida skalow (“sabio y verdadero maestro”, en VJ Prol.
72). Entre ellos podrıamos citar muchos mas, aplicados a los personajes
principales y como alabanza a la divinidad2, lo que nos sugiere que hay unpatron comun en la caracterizacion de los personajes, indicio de que talvez tengan origen, todos ellos, en la inventiva de Leoncio. Como ya se haanalizado oportunamente, las enumeraciones y ditologıas se aplican tam-bien en la narracion, generando un efecto de amplificacion tanto en la Vidade Espiridon como en las biografıas de autorıa probada. A la hora dedescribir situaciones, Leoncio prefiere, pues, el tratamiento dual y hastapleonastico, de claro tono didactico3 (aiÆtoyÄntew ayÆ toÁ n eyÆ ûeÂvw kaiÁ aÆ nyperûeÂ-
tvw, “pidiendole enseguida y sin dilacion”, en VS 129: 20; EiÆ eÆ nnooyÄmen kaiÁ
eÆ logizo meûa: “Si pensaramos y calcularamos”, en VJ 43: 1; eyÆ ûh nhsan kaiÁ
eÆplhûy nûhsan: “florecieron y se acrecentaron” en VJ 3: 9; peinvÄn kaiÁ limv ttvn
“estando necesitado y hambriento” en VE 174: 14). Este gusto por laamplificacion a traves de la coordinacion doble (sobre todo) y multiple deadjetivos, verbos u otros vocablos no puede escapar a la mirada de ningunlector de las tres hagiografıas.
3 Somos conscientes del hecho de que se trata tambien de un rasgo generico, pero
intentaremos mostrar que la forma en la que los recursos literarios se combinan es lo
que marca el estilo leonciano.
1 Cf. CAVALLERO (2009) y CAVALLERO-FERNANDEZ-LASTRA (2009: 49–57), SAPERE en
CAVALLERO-UBIERNA et alii (2011), SAPERE (2011) y SAPERE-VILLAHOZ (2012).
2 Ademas de las descripciones y epıtetos ya mencionados para VE, cf. VS 123: 20
(paraÁ ûeoyÄ timhûeÂnta kaiÁ yë cvûeÂnta: “honrado y glorificado por Dios”), 125: 18 (aÆ ndriÁ
ûaymast ìvÄ kaiÁ eÆ naret ìvÄ : “varon admirable y virtuoso”), 126: 23 (katala mpvn kaiÁ... yë poÁ
ûeoyÄ tetimhmeÂnow: “brillando y honrado por Dios”), 129: 24 (sofv terow kaiÁ gnvÄsin pleiÂ-
ona kekthmeÂnow: “mas sabio y dueno de mayor conocimiento”), 130: 24 (sofoÁ w kaiÁ
sympaûeÂstatow...: “el sabio y muy compadecido...”) y los citados en SAPERE en CAVA-
LLERO-UBIERNA et alii (2011: 83) en referencia a la VJ.
3 Cf. SAPERE en CAVALLERO-UBIERNA et alii (2011: 84–7).
84
Vida de Espiridon
A su vez, las figuras de pensamiento (definiciones, contraposiciones,
superaciones) tienen en las tres obras el rol fundamental de transmitir al
auditorio (de manera enfatica o aclaratoria) las ensenanzas que se des-
prenden de los hechos de la vida del santo. Las contraposiciones y supe-
raciones son las mas apreciadas por el autor, pues son numerosas en el
relato. Algunos ejemplos son tiÂ... vÆ felhÄsai... hÆ dy nato... aÆ llaÁ maÄllon kaiÁ bla -
cai; (“¿En que podrıan favorecernos... sino mas bien danarnos?”, en VS
126: 5), iÆdoyÁ lo goi saloyÄ, maÄllon deÁ sofoyÄ (“He ahı las palabras del loco, mas
bien del sabio”, en VS 160: 19), eiÆw ayÆ toÁ n aë marthÄsai, maÄllon deÁ eiÆw ûeo n
(“habıa pecado por ignorancia contra el, y mas aun contra Dios”, en VJ 23:
65), OyÆ ga r eÆsti xrhma tvn hë aiÍthsiw, aÆ llaÁ maÄllon piÂstevw toÁ xa risma (“Pues el
pedido no es cosa de dinero, sino mas bien el regalo es cosa de la fe”, en
VE 208: 1s.)1. El recurso es lo suficientemente marcado, tanto en la Vida de
Espiridon como en las otras dos obras, lo que nos hace pensar en la deli-
berada intencion retorica (y didactica) de un mismo autor.
Otro rasgo de estilo que asemeja las tres obras es el recurso de la
immutatio de la estructura sintactica, representado por los pasajes lıricos o
exclamativos y por las preguntas retoricas y dirigidas al lector2. Obser-
vamos aquı tambien un patron, que consiste en reservar este recurso pri-
mordialmente para el final de los episodios o en momentos de tension
narrativa. De este modo, Leoncio produce un cambio en el tono del relato,
llamando ası la atencion del lector, ya sea porque lo inspira a la alabanza
hacia Dios o a reflexionar sobre lo narrado (pongamos en paralelo, por
ejemplo, los pasajes de VS 145: 5 ss., VJ 56: 1 y VE 238: 2s.). La similitud en
el empleo del recurso nos invita a conjeturar, nuevamente, un rasgo pro-
pio del autor.
Pero tal vez sea en el ambito de los tropos (circunloquios, metaforas,
imagenes, comparaciones, etc.) donde se evidencie mas claramente un
estilo comun, al punto de que podrıamos intercambiarlos en las diferentes
obras y no notarıamos la diferencia, pues todos ellos se valen de imagenes
simples, conocidas y hasta cristalizadas, que constituyen campos seman-
ticos e isotopıas que recurren en las tres Vidas. Las mas destacadas son las
imagenes y comparaciones creadas a partir de la idea de lucha y de com-
bate (cf. VS 123: 5 ss. y 19 ss., 127: 22 ss.; VJ 1: 16; 32[33]: 5 y 7, 46 [48]: 17
ss.; VE 178: 6; 204: 13; 210: 19;), calor y fuego (VS 127: 7 ss.; 130: 17, 134: 15
ss., 135: 4; VJ 13: 30 ss., 40[41]: 22; VE 174: 19, 212: 8), luz (VS, 126: 22, VJ
271: 71, 27: 47–8, 24: 35, 45: 9–10; VE 166: 10), alimento (VS 121: 22 ss., VJ
1 Como complemento de lo ya expresado acerca de este recurso en Espiridon, cf.
CAVALLERO (2009 b: 54) sobre VS y SAPERE en CAVALLERO-UBIERNA et alii (2011:
87–89) sobre VJ.
2 Cf. SAPERE en CAVALLERO-UBIERNA et alii (2011: 95–100).
85
Leoncio de Neapolis
Prol. 81, VE 166: 6), familia (VS 134: 22; VJ 6: 8, 33: 2–4, 60: 46–7, VE 226: 2),
pastor y ovejas (VS 133: 15; 134: 23; VJ 2: 14 ss., 5: 29, 12: 19 ss. y 45 ss., 45:
9 ss.; 33: 11 ss., VE 174: 18, 186: 4), enfermedad (VS 145: 10, 156: 8; VJ
40[41]: 9; 41 [42]: 22, 42[43]: 20, VE 194: 2, 212: 22s., 238: 8ss.), esfuerzo y
sacrificio (VS 128: 5 ss. y 24 ss., 134: 27; VJ Prol. 24 ss. y 34 ss.; VE 180: 2,
188: 22), esclavitud y servidumbre (VS 123: 23 ss., 128: 14, 134: 20, 135: 8;
VJ 23: 90; VE 180: 2s., 180: 19), dinero y valores (VS 134: 14 ss.; VJ Prol. 48
y 57; VE 178: 19s., 208: 2), entre otros ejemplos1. La aparicion de estas
imagenes en la VE, en la medida en que se hallan tambien en las otras dos
hagiografıas, evocan un mismo universo conceptual, lo que a nuestro
entender es un argumento de peso para sostener la autorıa de Leoncio: si
la VJ y la VS comparten este campo de ideas afın al que emerge en la VE
es porque existe, evidentemente, una fuerte cohesion lexica, semantica e
ideologica2, que se explica –teniendo en cuenta ademas las otras estrate-
gias analizadas– a partir de una genesis comun.
Los recursos mencionados actuan, pues, de manera conjunta, con un
claro resultado: el lector que tiene ante sus ojos la Vida de Espiridon y que
conoce el estilo de la Vida de Juan y de la Vida de Simeon advierte una
notoria familiaridad en el tratamiento de la materia literaria, que no es
otra cosa, segun intentamos mostrar aquı, que el estilo del autor, que se
manifiesta inevitablemente en cada uno de sus escritos.
b. La figura autoral en las tres hagiografıas
Por ultimo, no queremos pasar por alto la importancia que tiene para
nuestro estudio estilıstico la figura del narrador, puesto que es quien
encarna la voz autoral que sustenta el entramado narrativo y argumen-
tativo. Diremos entonces unas palabras acerca del ethos del narrador en la
Vida de Simeon y la Vida de Juan que nos permitan reflexionar acerca de las
caracterısticas compartidas con la Vida de Espiridon y sus rasgos distinti-
vos. Este emerge con mayor fuerza en los prologos, que seran la base de
nuestro analisis3.
La Vida de Simeon nos ha llamado poderosamente la atencion, a causa
del tono apologetico que adopta el narrador; en el prologo Leoncio se
esfuerza por justificar su funcion en tanto hagiografo y por defender la
eleccion de su materia literaria. En este sentido, resulta elocuente la can-
1 Cf. CAVALLERO (2009: 15) y SAPERE en CAVALLERO-UBIERNA et alii (2011: 101–105).
2 Con esto queremos decir que mas alla de las particularidades de cada uno de los
santos, se evidencia un interes por transmitir, por ejemplo, la importancia de llevar
una vida de esfuerzos, sacrificios y luchas, la servidumbre hacia Dios, el abandono
de los valores materiales, la felicidad de la luz y el alimento divinos, entre otros
conceptos que son sugeridos por las imagenes mencionadas.
3 Cf. SAPERE-VILLAHOZ (2012).
86
Vida de Espiridon
tidad de lıneas que dedica el narrador a reflexionar en un estilo objetivo y
cuasi solemne acerca de la tarea didactica de la hagiografıa (121: 1 y ss.);
para ello, apela al borramiento de la primera persona1, a oraciones enun-
ciativas y de tono sentencioso, giros impersonales, citas de autoridad y un
uso insistente de conectores logicos, que conforman un estilo erudito y
distante (distante, al menos, comparado con el prologo de las otras dos
hagiografıas)2. Adoptando un tono completamente polemico, Leoncio cri-
ticara a los “pasionales y mundanos” (toiÄw eÆmpaûesteÂroiw kaiÁ sarkvdesteÂroiw,
en 122: 18), y a “los insensatos y los despreciativos” (toiÄw aÆ fronesteÂroiw kaiÁ
katafronhtaiÄw, en 122: 28), que pueden interpretar erroneamente la bio-
grafıa de Simeon, acaso por las caracterısticas peculiares de la vida del
santo (signada fundamentalmente por la locura3). Es posible conjeturar
que este empeno de autojustificacion se deba a que podrıa tratarse de la
primera de las hagiografıas del autor, inexperto, dudoso y cuidadoso de
como sera interpretado su texto. En la peroratio vuelve a surgir esta actitud
de autojustificacion, con lo que confirmamos su preeminencia en el plan-
teo leonciano4.
Nada de esto encontramos en el prologo de la Vida de Espiridon, cuyo
tono, como vimos, es llano, amistoso y no busca la confrontacion, sino el
acercamiento con su publico. Esto podrıa ser un indicio de que estamos en
presencia de un autor consolidado, que no necesita polemizar con even-
tuales detractores para defender su trabajo literario; por el contrario,
afianzado en su rol de hagiografo, apela a un universo de valores com-
partido con su auditorio, que lo situan en un plano de cercanıa y familia-
ridad.
1 Con el uso del plural mayestatico, por ejemplo (aÆ dynatoyÄmen (121: 19), hë miÄn (122: 26)).
Cf. lo dicho por AMOSSY (op. cit., p. 110–122) acerca del borramiento de la primera
persona.
2 Como ejemplo de oraciones enunciativas y de estilo sentencioso podemos senalar:
aÍrtow meÁ n gaÁ r toÁ svÄma sthriÂzei, lo gow deÁ ûeoyÄ thÁ n cyxhÁ n proÁ w aÆ rethÁ n spoydaiÂvw polla kiw
diegeiÂrei (121: 22), KaiÁ oÏti aÆ lhûeÁ w toÁ lego menon eÆ leÂgxoysin hë maÄw aÏpantew meÁ n oië aÆ p’ aiÆvÄnow
aÍnûrvpoi oië t ìvÄ Ue ìvÄ eyÆ aresth santew (122: 13). Entre los conectores logicos y ordena-
dores de discurso, se encuentran: dioÁ , gaÁ r, oyËn. Las expresiones impersonales mas
destacadas son: aÆ na gkh, eÆf’ hë miÄn eÆstin, aÆ nagkaiÄon. Por ultimo, mencionamos algunas
de las citas de autoridad: oyÏtvw lamca tv toÁ fvÄw eÍmprosûen tvÄn aÆ nûrv pvn (121: 4), toyÄto
gaÁ r kaiÁ PayÄlow toÁ meÂga skeyÄow thÄw eÆkloghÄw eÆpiplh ttvn toiÄw ëRvmaiÂoiw eÍgrafen oyÏtvw leÂgvn
‘eiËta oë dida skvn eÏteron seaytoÁ n oyÆ dida skeiw;’ (121: 15).
3 Acerca de las caracterısticas poco convencionales de Simeon cf., por ejemplo, KRU-
EGER (1996). Pensemos, ademas, que es el primer “loco por causa de Cristo” al que
se le dedica una biografıa independiente. Cf. SYRKIN (1982).
4 Para un estudio mas profundo del estilo de la Vida de Simeon, cf. CAVALLERO (2009).
87
Leoncio de Neapolis
Lo mismo podemos afirmar de la Vida de Juan el limosnero1, donde
Leoncio declara explıcitamente que recurrira a un estilo “pedestre” (pez ìvÄ ),
“sin adorno” (aÆ kallvpiÂst ìv) y “humilde” (xamhl ìvÄ ), lo que inmediatamente
nos remite al koinoÁ w lo gow que caracteriza la Vida de Espiridon2. Mas alla de
las divergencias esperables, es claro que Leoncio mantiene en ambas obras
(en contraste con lo que ocurre en la Vida de Simeon) el mismo interes por
identificarse con su publico sobre la base de la humilitas: en ambas nos
encontramos con una declaracion de inferioridad respecto de los prede-
cesores (Trifilio en el caso de la Vida de Espiridon, Juan Mosco y Sofronio en
la Vida de Juan3) y, de la mano de esto, una confesion de la propia impe-
ricia literaria. En consonancia con esta estrategia, en las dos obras se
advierte que el narrador pretende establecer un paralelo con algunos atri-
butos del santo que va a retratar (la humildad en el caso de Juan, la
rusticidad en el caso de Espiridon4) aunque no puede dejar de mencionar
la distancia que existe entre este y su propia persona (que es tambien un
rasgo de humildad, desde luego). Por ultimo, y mas importante para lo
que intentamos probar, es de notar en ambas obras el intento visible del
narrador por aproximarse a su destinatario, al asignarle las mismas carac-
terısticas que se adscribe a sı mismo5.
En la Vida de Simeon hay un intento similar de identificacion con el
lector, pero este cumple, nuevamente, una funcion apologetica, porque es
un procedimiento usado de manera ostensible para justificar la escritura
de la hagiografıa: Leoncio se presenta a sı mismo como uno mas del
publico, que ha aprendido tras conocer la vida y las obras de Simeon,
colocandose ası como garantıa de su propio texto y poniendo en relieve el
1 Para un analisis de la retorica y el estilo de la Vida de Juan el limosnero, cf. SAPERE
(2011).
2 De hecho, el mismo Leoncio dice en la Vida de Juan que ese estilo humilde caracte-
riza tambien la vida de Espiridon: toyÄto [i. e.: el estilo literario pedestre, accesible a
todo publico] gaÁ r hÍdh kaiÁ eÆ n t ìvÄ toyÄ trisma karow patroÁ w hë mvÄn SpyriÂdvnow bi ìv keleysûeÂntew
kaûaÁ kaiÁ nyÄn yë poÁ toyÄ aÆ rxipoimeÂnow kaiÁ patroÁ w tvÄn pateÂrvn kaiÁ aÆ rxiereÂvn sofoyÄ kaiÁ aÆ lh-
ûinoyÄ didaska loy pepoih kamen (Prol. 70 ss.).
3 Cf. mas arriba el analisis del prologo.
4 En efecto, el personaje de Juan es descripto a lo largo de toda la obra como
“humilde” (tapeino w) y Espiridon es presentado como aÍgroikow.
5 En la Vida de Espiridon Leoncio habla de un auditorio de rusticos (aÆ groikoteÂroyw) y
simples (aÆ ploysteÂrvn) y explicita con claridad que el posee las mismas caracterısticas
(kat’ eÆmeÁ y di’ eÆmoyÄ). En la Vida de Juan el limosnero Leoncio describe a su auditorio
como iletrado, comun y necesitado de ensenanzas (eiÆw toÁ dy nasûai kaiÁ toÁ n iÆdiv thn kaiÁ
aÆ gra mmaton eÆk tvÄn legomeÂnvn vÆ felhûhÄnai), atributos que el tambien posee, lo que
demuestra en numerosos pasajes (oië eÆ la xistoi, aÆ dynatoyÄmen proÁ w aÆ reth n, iÏna t ìvÄ eÆ nypa r-
xonti hë miÄn pez ìvÄ kaiÁ aÆ kallvpiÂst ìv kaiÁ xamhl ìvÄ xarakthÄri dihghsv meûa, vë sper nh pioi aÆ maûeiÄw
kaiÁ aÆ paiÂdeytoi, etc.).
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Vida de Espiridon
potencial didactico de la vida del santo. A diferencia de la Vida de Juan y
de Espiridon, donde la humilitas esta en consonancia con un tono afable, en
la Vida de Simeon esta utilizada como un tipo de argumentacion racional
para probar la utilidad de la obra.
En suma, el estudio de la figura del narrador en las tres obras nos
permite concluir que existe una transformacion en el tratamiento que hace
Leoncio de los textos hagiograficos de su autorıa. En primer lugar, un
tratamiento apologetico para la Vida de Simeon el loco: si especulamos con
que se trata de la primera vida de las tres, tiene sentido el tono mas
distante con el que el autor encara la relacion con su “nuevo” auditorio.
Luego, un tratamiento familiar para la Vida de Espiridon y la Vida de Juan el
limosnero, mas acorde con un autor ya formado en el genero, que no nece-
sita defender su escrito ante posibles crıticas, sino consolidar la relacion
con su destinatario apelando a la palabra amistosa. Desde luego que las
tres obras comparten la prioridad de que el trabajo retorico este al servicio
de una paideıa dirigida a todo publico a traves de los patrones estilısticos
ya analizados, pero es imposible no advertir las diferencias.
Por ultimo, se puede anadir una explicacion complementaria y con-
siderar que ese tratamiento diferenciado encuentra su justificacion en los
rasgos distintivos de cada uno de los santos presentados1: mientras que la
vida de un humilde pastor que deviene santo y la de un obispo compasivo
y generoso constituyen una materia literaria facilmente maleable a la hora
de cautivar al publico, la vida de un santo salo w con conductas poco
convencionales requiere, tal vez, un esfuerzo persuasivo mayor, que se
refleja en un estilo apologetico y polemico, vehiculizado por una figura
autoral mas distante, neutral e impersonal, compensando de este modo la
extraneza que a primera vista pudiera generar el personaje. Si esto es ası,
se refuerza aun mas la idea de que sea Leoncio autor de las tres obras,
pues conserva en todas ellas los rasgos estilısticos esenciales, pero la
figura autoral adopta una actitud distinta frente a los distintos personajes
presentados.
Tecnica2
Como vemos en el estudio del estilo y la retorica, estructuralmente, el
relato hagiografico tiene cuatro partes:
1. Prologo.
2. Propositio.
1 Cf. SAPERE-VILLAHOZ (2012).
2 A cargo de Pablo Cavallero.
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