Relatos a través de la ventana

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Ésta es la página 1 del libro e irá en blanco MUY IMPORTANTE: LEER ¿Cómo corregir la prueba de galera? La prueba de galera es un borrador del libro en el que usted debe hacer las correcciones del texto que considere necesarias, ya sea de diagramación, tipos de letra, agregado de texto, cambio de páginas, faltas ortográficas y gramaticales, etcétera. Pautas que facilitan nuestra corrección: Corregir siempre con birome roja y con letra IMPRENTA. Hacer una cruz por cada corrección en el margen izquierdo a la altura del renglón co- rrespondiente. Debe entregar para corregir ÚNICAMENTE la última prueba de galera. Debe corregir: Título, subtítulo y nombre y apellido del autor: deben estar igual en: portada, portadilla, cabezales (parte superior de las páginas), tapa, contratapa y lomo. Faltas ortográficas, gramaticales y/o sintácticas. Signos de puntuación. Acentuación (adoptar un criterio homogéneo acerca de la acentuación de las letras ma- yúsculas: colocar tilde a todas o a ninguna. Mantener el mismo criterio para la tapa). Índice (solo en la última prueba de galera, verificar que concuerden los números de páginas con el inicio de cada capítulo). En caso de tener notas al pie, cotejar su ubicación en las respectivas páginas. Si se agrega texto: traer tipeado UNICAMENTE el texto a agregar (en disquete, CD o por mail o en letra clara). En caso de tener que realizar varias correcciones SIEMPRE MÁRQUELAS sobre la prueba de galera. De NINGUNA MANERA realice las correcciones sobre el archivo Word original. En caso de que el libro lleve índice onomástico el mismo debe ser confeccionado por el autor. La corrección del mismo deberá realizarla sobre la última prueba de galera. Para tener en cuenta: Realice las correcciones cuando tenga la prueba de galera en sus manos. Por favor no nos envíe correcciones parciales, ni agregados, marque todos los cambios en ese mo- mento o espere a la próxima prueba de galera. Si su libro contiene fotografías o gráficos con escalas de grises consulte como van a quedar impresos pues los grisados no salen óptimos. No se guíe por la impresión láser o digital de esta prueba de galera. Es conveniente que contrate un pliego aparte para poder imprimirlo con calidad fotográfica y asegurar así su óptima calidad. Tenga en cuenta que la responsabilidad intelectual de la corrección queda en manos del au- tor; la editorial no se responsabiliza por las correcciones que no fueron señaladas por el mismo.

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Ésta es la página 1 del libro e irá en blanco

MUY IMPORTANTE: LEER

¿Cómo corregir la prueba de galera?La prueba de galera es un borrador del libro en el que usted debe hacer las correcciones

del texto que considere necesarias, ya sea de diagramación, tipos de letra, agregado de texto, cambio de páginas, faltas ortográficas y gramaticales, etcétera.

Pautas que facilitan nuestra corrección:Corregir siempre con birome roja y con letra IMPRENTA.Hacer una cruz por cada corrección en el margen izquierdo a la altura del renglón co-rrespondiente. Debe entregar para corregir ÚNICAMENTE la última prueba de galera.

Debe corregir:Título, subtítulo y nombre y apellido del autor: deben estar igual en: portada, portadilla, cabezales (parte superior de las páginas), tapa, contratapa y lomo. Faltas ortográficas, gramaticales y/o sintácticas.Signos de puntuación.Acentuación (adoptar un criterio homogéneo acerca de la acentuación de las letras ma-yúsculas: colocar tilde a todas o a ninguna. Mantener el mismo criterio para la tapa).Índice (solo en la última prueba de galera, verificar que concuerden los números de páginas con el inicio de cada capítulo).En caso de tener notas al pie, cotejar su ubicación en las respectivas páginas.Si se agrega texto: traer tipeado UNICAMENTE el texto a agregar (en disquete, CD o por mail o en letra clara).En caso de tener que realizar varias correcciones SIEMPRE MÁRQUELAS sobre la prueba de galera. De NINGUNA MANERA realice las correcciones sobre el archivo Word original. En caso de que el libro lleve índice onomástico el mismo debe ser confeccionado por el autor. La corrección del mismo deberá realizarla sobre la última prueba de galera.

Para tener en cuenta:Realice las correcciones cuando tenga la prueba de galera en sus manos. Por favor no nos envíe correcciones parciales, ni agregados, marque todos los cambios en ese mo-mento o espere a la próxima prueba de galera.Si su libro contiene fotografías o gráficos con escalas de grises consulte como van a quedar impresos pues los grisados no salen óptimos. No se guíe por la impresión láser o digital de esta prueba de galera. Es conveniente que contrate un pliego aparte para poder imprimirlo con calidad fotográfica y asegurar así su óptima calidad. Tenga en cuenta que la responsabilidad intelectual de la corrección queda en manos del au-

tor; la editorial no se responsabiliza por las correcciones que no fueron señaladas por el mismo.

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AUTORIZACIÓN PARA IMPRESIÓN DEL INTERIOR DEL LIBRO CoMPLETAR SóLo EN LA ÚLTIMA PRUEbA DE GALERA

Fecha: / /

Por la presente autorizo a Editorial Dunken a la impresión del interior del libro, según la presente prueba de galera.

De la misma, he controlado que:

Título, subtítulo y nombre y apellido del autor/es son correctos y están igual en: portada, portadilla, ficha técnica (registro de ISbN), cabezales, tapa, contratapa, solapas y lomo. La acentuación de letras mayúsculas corresponde a un criterio homogéneo (til-dar todas o ninguna) tanto para el interior como para las tapas.En el índice concuerdan los números de páginas con el inicio de cada capítulo o sección, así como también su correcta denominación y ortografía.

Tengo fecha de presentación o evento en el cual necesito tener los ejemplares (si es así, indicar la fecha exacta) No / SI - Fecha: / /

Del mismo se imprimirán .................... ejemplares en papel AHUESADo / bLANCo (tachar el que no corresponda). Esta autorización para publicar es por única vez, perteneciendo los derechos íntegramente al autor.

observaciones:

Título del libro...........................................................................................................................

Nombre y Apellido .................................................................................................................

Tipo y Nº de documento .......................................................................................................

........................................................ ...................................................................... Firma Aclaración

Notas:Tenga en cuenta que si la cantidad de páginas varió con respecto al presupuesto origi-nal, deberá ajustarse el importe según la nueva paginación.Tenga en cuenta que una vez autorizado el interior del libro no será posible realizar cambios ya que es enviado a imprimir.Todos los derechos de autor que surgen en virtud del libro que se imprime corresponden al firmante. El contenido, (textos, dibujos, fotografías, ilustraciones, etc.) incluido en el in-terior son por él proporcionados, garantizando la titularidad de los mismos o teniendo las autorizaciones correspondientes para publicar. El firmante asume plena responsabilidad por cualquier daño o perjuicio que se genere por infracción de esta garantía.Las correcciones y el contenido del libro son responsabilidad exclusiva del autor/es. La edi-torial realizará solamente las correcciones que el firmante indique sobre la prueba de galera.

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Relatos a través de la ventana

Francisco S. Orbegozo

Editorial dunkEnBuenos Aires

2013

Hecho el depósito que prevé la ley 11. 723Impreso en la Argentina© 2013 Francisco S. Orbegozoe-mail: [email protected] en trámite

Impreso por Editorial DunkenAyacucho 357 (C1025AAG) - Capital FederalTel/fax: 4954-7700 / 4954-7300E-mail: [email protected]ágina web: www.dunken.com.ar

Contenido y corrección: Francisco S. Orbegozo

Arte de tapa: Roberto Bravo

PRóLOGO

Antes de empezar…

¿Qué decir de este loco argentino, que no les diga él mismo con una sola mirada a través de sus gafas? Pues muchísimo. Tuve la oportunidad de conocer, por casualidad o por destino, a nuestro querido escritor Francisco Orbegozo, allá por algún septiembre lleno de endechas. Este invento maravi-lloso de algún hereje visionario, llamado internet, fue el móvil de muchas con-versaciones en torno a literatura, música, académicos, vida, muerte y demás asuntos, de los cuales encontrarán mucho en este trozo de alma, hecha papel, que sostienen ahora entre sus manos. No está de más decir que, mientras más conocía a nuestro literato, más temas se discutían, más letras, poemas y música se compartían, revelando a un dramaturgo de aquellos que hilvanan leyendas desde el crisol de la experiencia.

Los cuentos, poemas y frases de Don Francisco son, en lacónico lenguaje, un intento fallido de autobiografía. ¿Y por qué fallido, nos preguntaremos, quizás? Pues bien, no se puede encerrar la vida de este trovador, juglar, aca-démico, lector, escritor y guerrero en un solo libro. Para poder entender, y adentrarse en el corazón de estas vivencias que nos narra el autor, para ma-terializar estos amores y desamores que van pintando paisajes con cada línea de este cariñoso y ferviente trabajo, hay que leer, y sentirse protagonista de cada historia. Habrá, pues, que sentirse Don Gervasio, tendremos que peinar nuestra barba de viejo silbador, viajar al futuro con Volta, y esperar, pacientes, en Lola Café a que pase el 221, y que nos lleve, allá donde queremos ir, allá donde nos secuestran, muy a nuestra voluntad, estos pedacitos de arte, tatua-dos en blancas páginas.

Cada línea de este proemio les quita a vosotros el tiempo de saborear un libro exquisito, muy bien sentido, fruto del esfuerzo de Francisco, de su inspiración cotidiana, que bien nos escribe desde el sillón de su morada, o a bordo del autobús, invitándonos a tomar en cuenta que el estro no depende del

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ambiente que nos rodea, sino de la persona que lo cultiva. ¡Y a qué personaje estamos a punto de leer! La obra de Orbegozo nos invita, desde palabras coti-dianas a lo profundo, nos convida una ojeada a las vivencias de Francisco, de las cuales, algunas, aún están por vivirse.

Joel Tomalá CuenCa

Guayaquil – eCuador

Agradezco a todos los que impulsaron de alguna manera este proyecto, a través del tiempo, son tantos.

Y me agradezco ante todo a mí mismo por permitírmelo.

el auTor

Para sobrellevar el dolor hay que entender lo que sucede, y haber hecho lo suficiente hasta saber que él nos acompañará por siempre quizás.

El dolor permite seguir adelante, el miedo no…

ViCky aGuirre

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LA ventAnA

Estaba sentado tras la pequeña ventana como cada día, como muchas noches, su vida transcurría en ese pequeño cuadrado vacío de nada y lleno de todo, la ventana, unos setenta y cinco centímetros de ancho como mucho y casi noventa de alto, la posibilidad de abrir una de sus dos partes corredizas, la certeza del frió y el viento, por suerte él amaba las dos cosas aunque ya no le hicieran bien, lo cual en su estado era mejor pensaba, tan solo porque aproximaban un final que a su avanzada edad era esperado y necesitado, pero la ventana últimamente le ofrecía un mundo mágico, un mundo lleno y vacío a la vez, alternando como un pequeño y rectangular ying y yang moderno.

Desde hacía un tiempo el pasaba sus días ahí sentado, en su silla de ruedas, un tanto destartalada ya, muy poca movilidad le ofrecía, dependía demasiado de otros y esos otros casi nunca estaban, el mentía poder solo, el esbozaba esa casual sonrisa de, “está todo bien, me las arreglo, no pasa nada”, esa sonrisa que desde chico aprendió a usar para sobrevivir y, tras la ventana rememoraba su vida, su tiempo, lo que fue y lo que no pudo ser, siempre sos-tuvo que es difícil hacer un balance de vida, mitad bueno, mitad malo, o los porcentajes varían, pero es difícil decir, consideraba excelente lo bueno eso si, y lo malo, bueno, eso enseñó para aprovechar lo otro, tal vez era así, tal vez se mentía, pero ahora, al final, solo estaba ese rectángulo como si fuera un virtual TV sin la posibilidad de elegir canal, no muy distinto de la TV real al fin y al cabo.

Ahí, en su asiento no tan cómodo, en ese frío de ventana, al frente de su alta casa, allá arriba, donde el ahora prefería y elegía estar contra todo consejo, estaba al final de su vida, pequeño muestrario de mundo, mundo casi siempre quieto en ese chico pueblo marítimo, a su lado, la bicicleta, que hizo arreglar hacia un tiempo, antes del accidente, igual el casi no podía usarla o no lo deja-ban, por las noches se escapaba en silencio y pedaleaba un rato recordó, como antes, de mas joven salía a trotar cuando su locura y sus pastillas no conse-guían calmarlo, pero ahora estaba ahí, la bici, para colgar cosas, toco la rueda trasera y se sorprendió, estaba aun inflada, buen trabajo hizo el bicicletero, de

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que le servía, solo para entretener su cabeza, maldito cerebro en buen estado que no lo engañaba siquiera con locuras o mentiras de un mundo ficticio.

Hoy, afuera, el clima arreciaba con un viento fuerte, en dirección oeste/este, frío, veloz, ruidoso, de lejos normalmente por las noches escuchaba el mar, ese rugir impetuoso, majestuoso y magnifico, extrañaba verlo, pero lo sentía cerca, sabía que estaba a pocas cuadras, que dolor del alma la inmovili-dad, pero cuando tuvo la posibilidad hizo cada una de las cosas que su cuerpo le permitió, cumplió con la vida a su manera, difícil que alguien le impusiera algo, incluso el mismo, fue duro en eso, dejo de imponerse cosas a mitad de su vida, solo cumplía sus deseos pero eso en estos tiempos a veces se paga caro, se puede pagar con la soledad, con el aislamiento y hasta con un triste y doloroso final, el, como siempre terco y renegado, acepto el reto y vivió como quiso.

Un mate lo acompaña esta noche, por eso quizá el insomnio lo llevará hasta el amanecer, dormir de día o de noche, lo mismo da cuando ya nada hay para hacer, cuando ya no hay futuro y se vive de regalo, lo sabía perfecta-mente, recordó ese día anterior tan lleno de sol, donde cualquiera diría como recordaba que siempre le enseñaron, Dios existe, sino sería imposible esa perfección, ese sol brillante, y mientras los cables de la luz entrecruzados con los de teléfono, televisión, más el farol moderno contrastando con el gris árbol sin hojas, el camino seco y firme al medio, algo barroso en sus lados, el terreno baldío, la escuela al frente allá lejos, pasando la plazas y los juegos, él, solo se preguntó ¿de qué color será Dios? ¿qué forma de nube oscura tendrá? ¿o será un tipo ocupado y preocupado por esta mal formada creación que, aparente-mente, no le salió bien? y se pasará todo el tiempo justificándose por el error, graciosos pensamientos sin sentido que lo acompañaron toda su vida de joven/viejo renegado, al menos entre semana veía el movimiento de esos chicos, nunca le gusto ver tantos niños juntos, demasiado ruido, demasiada energía, demasiada vida que ahora envidiaba también, y los fin de semana solo podía ver padres con sus niños en los juegos, a horas indicadas, muchachos jugando al fútbol, algún señor mayor caminando solo o en pareja, pero si el clima no acompañaba, eran otras sus visiones y por supuesto, otros sus pensamientos, mas grises, como su vida pensó, las nubes eran algodonosas, manchones de un dibujo de jardín de infantes, hoy, la noche era cerrada, no estaba la perfecta y redonda luna de la velada anterior, ni el sol maravilloso del día que apenas, solo apenas alcanzo a calentar su desvencijado cuerpo.

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ACENTUAR "EL"

13RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

La noche cerrada, escondiendo las maravillas del día pasado, los perros que habían corrido cada esporádico vehículo que pasó por el lugar, ellos tam-bién desesperaban de aburrimiento, o por ahí era el viento que enloquece a los animales también, hay quien sostiene la teoría de que el viento fuerte, ruidoso y continuo enloquece, a el eso no le sucedió, el ya nació loco, esa idea lo hizo sonreír, algo que ya no se permitía mucho en soledad, rara vez sonreía veraz-mente, y ahí estaban esos perros si, que por las noches también ladraban las sombras, contagiándose unos a otros, sin dejar dormir a mas de un desvelado.

Llegaron las dos de la noche, madrugada le dicen algunos, el frío aumen-ta, ojala me congelara y dejara de sentir pensó, miro sus inútiles manos, antes al menos algo producían, podían acariciar, entretener, dar placer o trabajar en algo, hoy nada podían dar, sus huesos y articulaciones dolían horrores, pero lo prefería así, porque lo hacían sentir vivo y vaya que lo estaba, aun quería sentirlo aunque su deseo fuese la muerte, el final no llegaba fácilmente no, su mente lúcida y su cuerpo destruido no se complementaban en absoluto, pero de que quejarse cuando él mismo se eligió el lugar donde vivir y donde morir, cuando se vivió a pleno y se decidió cada paso, los humanos no comprenden a veces que todo llega, la muerte es algo absolutamente natural, como envejecer, como enfermarse, asusta claro, totalmente, asusta como la gran siete se dijo, pero comenzar el colegio, la primer mujer, el primer trabajo, los cambios de hogar, de ciudad, los comienzos y mas aun los finales, asustan siempre, como en los estudios, en las mudanzas, las enfermedades, es la vida y por ende, es la muerte, absolutamente lógico y esperable.

Pero esta incomoda quietud obligatoria, escuchando los sonidos del pez, los sonidos que su cabeza eligieron porque hasta eso supo hacer, elegir lo que escuchaba y leía, porque no aceptaba le impusieran nada, viejo maldito y terco le dijeron mil veces, y él siempre decía, si, si, todo eso y mucho mas pero el mejor viejo maldito, ¡¡¡no cualquiera eh!!!

Esos que opinan, aun hoy, esos caminan, el no, ya no, de todas maneras le gustaba esconderse en la quietud de vez en cuando, al menos no tuvo que terminar en un geriátrico, no tuvo que compartir por mas duro que la soledad pudiera ser, siempre le fue mejor con poca gente alrededor, y gente bien ele-gida y si hoy estaba solo eso era bueno, no lo hacía feliz no, pero si aun podía elegir prefería esconder su dolor y estar solo, orgullo dirán algunos, si, puede ser, pero era su orgullo, su elección, su locura, su final, su frío, su ventana, y nadie podría quitarle eso.

14 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Un colectivo retrasado pasó por allá lejos, era el ultimo de la noche, lo sabía, no vería mas nada esa noche, estaba entumecido de frío, no sentía ga-nas de moverse, por ahí quien dice, era la ultima noche, o si el destino quiere lo contrario mañana estaría desecho pero vivo, decidió no despegarse de esa ventana y probar suerte, al fin estar ahí o morir eran sinónimos, ambas parte de la nada, en este momento el mundo estaba quieto, luces a lo lejos entre la neblina, luces de la plaza, nadie en las calles de tierra como corresponde a un buen invierno en Sta. Clara, un árbol que no se dejo arrebatar sus hojas en el otoño, bate las mismas al viento en esta cruda estación, los recuerdos corren mientras él se congela por fuera, su fuego interior está intacto, eso duele pero alegra, como ese árbol, él está muy gris por fuera pero lleno de hojas por dentro, nunca se dejó abatir, un fuego interno lo acompañará hasta el final, los que lo quisieron bien lo saben, jamás se doblegó, jamás renunció a sus principios, de que le sirvió, bueno, eso sería mucho filosofar, absolutamente para nada mas que para elegir donde terminar su camino ¿y eso para que? para estar tras esa ventana solamente, su ventana, la única en todo el universo que puede mostrarle todo eso, lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, la vida misma en su complementario girar, la única ventana del mundo porque él la eligió y porque era la que desde siempre lo esperó, y ahí se quedaría en espera de lo que tuviese que ser, tras el rectángulo, demasiado pequeño, esa, la tal vez incorrecta, un tanto fea, pero muy propia y bien elegida ventana.

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MentiROsAs

A ver si me explico, y espero con fe que alguien me comprenda y se apia-de de mi ser, me es insoportable la maldita situación en la que me veo envuelto así que tomaré medidas drásticas ¿si? no me queda mas remedio que decir lo que me sucede, toda una vida de esconderlo por conveniencia, o por prudencia y educación, porque la sociedad lo indica y las buenas costumbres mandan, pero la mentira es muy grande, muy vasta, ellas, si ellas, me han mentido, toda mi miserable vida me han mentido las mujeres, porque de ellas hablo ¿de quién más sería sino? me han expuesto a sus falacias como si yo fuera un niño tonto y sin cerebro y claro, si bien no puedo aseverar que sean mentirosas en su totalidad pero ¡oh casualidad!, que todas las que conocí, aunque quizás no sean muchas, me han faltado a la verdad, mi madre fue la primera, alguna abuela de vecino y después vinieron otras, creo que hasta mi hermana entró en ese maldito juego…

Los engaños en si fueron muchos y variados, una mentirilla aquí, otra allá, todas sin gran importancia, algunas piadosas y otras propias de la niñez, poco importan esas, seguramente se agarraran de las mismas para comprobar mi supuesta insania, para burlarse y demostrar mi falta de madurez cuando menos, veo como me miran hoy, saben que sospecho, o redundantemente dicho, sospechan que sospecho, cuando en realidad ya tengo la certeza de su complot, de su manera solapada de enloquecerme, como tal vez lo hagan con cada hombre, la mayoría pasa su vida sin darse cuenta, otros enloquecen y ya, algunos luchan y son apartados y abandonados, en cual de estos lugares me pondrán a mi, yo se de su falsedad, de su plan de destrucción mental, del intento de desequilibrio para culparme tarde o temprano de algo, por eso hasta hoy me he manejado con cautela, debo disculparme aquí por la digresión, decía anteriormente a mi apasionado afán por describir la desesperada situación a la que me veo expuesto, que los engaños eran muchos, pero uno en particular es el que las puso al descubierto, por repetitivo por rebuscado, por increíble.

Al fin, quizá deba aceptar la situación, el mundo siempre funcionó de esta manera y quien soy yo para cambiarlo, ya no tengo las energías de la

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juventud para luchar y el haber abierto la boca y opinar sobre esto que a todos les pareció una locura me está llevando a lo inevitable, tal vez, lejos de ellas me encontraré al fin solo, aislado del mundo y de sus perversiones embuste-ras, tal vez, sea yo el faro que ilumine el camino de los jóvenes que detrás mío vienen, quien dice algún revolucionario con fuerzas lea esto algún día y termine con la ficción a la que el hombre se viene viendo expuesto desde los comienzos del tiempo, por eso he aceptado internarme, el Dr. en psiquiatría sabrá escucharme, el entenderá y me alejará de todo esto, por esta razón he decidido finalmente darme por vencido, dejaré mis notas a buen recaudo con mi Doctor de cabecera, el se encargará de guardar mi secreto y de ocuparse de mi traslado, me despido así de mis amigos en silencio para no tener que pasar por la vergüenza de dar explicaciones, les deseo a todos lo mejor y supongo terminaré mis días en paz al menos.

Nota encontrada en un bolsillo del ambo de un practicante del Hospital neurosiquiarico:

“Todo fue inútil, el complot era mas grande de lo que supuse, el medico está de su lado, ahora me atienden enfermeras, mi Dios, estoy perdido, ellas insisten también en la mentira, lo olvidaba, nunca dije cual era la misma, toda la vida han dicho que mientras yo dormía “roncaba”, vaya estupidez, tengo la certeza de que nunca lo he hecho, solo espero confundan mi medicación y me den algo letal, si alguien lee esto por favor trate de que esto suceda, solo deseo mi fin, no puedo seguir mas en… (Aquí la nota se ha humedecido y se torna ilegible).

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ELIMINAR LA COMILLA

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LiteRARiO MetAL iMPeRiAL

Esta letras, que yo intento llamar literatura son para todos aquellos que su-fren, que sufrieron que sufrirán, etc. y ya que he llegado hasta aquí y he podido superar lo malo, lo doloroso y lo escaso, me pregunto, de que me he quejado, el dolor de cada uno es grande porque es de uno, solo por eso, a veces, y otras veces es grande porque lo es en verdad, como sea, a mi me dejó enseñanzas, ya he cansado a muchos con mis historias tal vez, pero otros no las conocen y se pueden sentir identificados o hasta reírse de las mismas, que mas da, yo me mando y sigo haciéndome el escritor, total, lo peor ya pasó ¿o no?

Cuando creí que mas feo no podía ser, cuando pensé que había llegado al final del camino, cuando me pregunté ¿porque a mí, porque a mí? como un bobo llorón, me di cuenta de que todo recién empezaba, no será demasiado.

Me separé como tantos lo hacen, dejando casa y mujer, nada nuevo en eso, salvo que yo me fui cuando debía quedarme, empecé de nuevo cuando ya estaba en edad de asentarme, y me hice el pende y el renegado cuando no me quedaba pila para tanto, tarde me di cuenta, y allá marché con mis dos bolsos de ropa, alguna pilcha, una radio y el celu, a trabajar, trabajar si, yo trabajando es como querer convencer a los callejeros perros que la bolsa de la basura es para que se la lleven los recolectores.

El mar me esperaba, una casita prestada más algunas aventuras y algunas horas de soledad para patear y mirar las olas, leer y escuchar música cuando el clima no acompañara, algo nuevo para mi, si bien es cierto que me críe solo, bastante solo, elección propia, solo de verdad hacia mucho no estaba, quizá nunca lo estuve, era abrumador, el frío, el silencio, el… todo.

Pero me gustó, lo que no me gusto tanto fue trabajar de verdad, en algo para lo que uno no fue enseñado ni diseñado digamos, la construcción pri-mero, cuidador, sereno le dicen, después, bue, varias de esas cosas que son románticas en los libros solamente, pero mi patrón/amigo era un capo, me en-señó, me alentó, me contó mas de una anécdota y también me dijo sin vueltas que yo para laburar, no había nacido, lo cual le agradezco infinitamente, parece que el me conocía mejor que yo a mi mismo, y así fui empezando a amar Santa Clara, lugar donde me asenté en esas épocas.

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ACENTUAR LOS DOS PORQUE DE LA PREGUNTA

18 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Pasó el tiempo, viví en varios lugares, comencé a ponerme huraño, co-mencé a extrañar, a pensar porque me vine, porque dejé todo, pero era inútil, o yo contestaba esas preguntas o nadie lo haría, tardé mucho en darme cuenta que trabajar para otros no es lo mismo que ser dueño de tu vida, que se paga derecho de piso, pero también aprendí que cuando te la bancas y le pones el hombro un tiempo se ven resultados, eso si, hay un punto en la vida, en todo, en donde tenés que marcar territorio, tenés que ponerle los puntos, ponerle y ponerte los puntos, y si hay que ser bravo se hace, y así se llega a algo, a ser dueño al menos de la propia vida, en tu hogar como mínimo.

Todo bien pero, el trayecto de media hora con frío por la ruta en el cole del trabajo a casa y viceversa nada tenía de divertido entre otras cosas, como aguantar 130 clientes diarios todos dependiendo de mi, bueno, eso no era tanto, a cuantos les toca, yo por lo menos tenía el mar a un costado de la ruta, no te quejes me decía, después, bajarse a la media noche, en pleno invierno en la gloriosa y oculta curva, garita nueve, si ahí donde alguna vez estuvo Aero-puerto, ese avión transformado en boliche, ahora no hay nada, un esqueleto horripilante con forma de edificio que asusta en la oscura noche por su extraña forma, pero ahí empieza lo divertido, te bajas, cruzas si no hay trafico, en la neblina, tratando de que algún dormido conductor no te lleve puesto, tratando de no helarte los dedos, te comes unos sándwiches si hubo dinero, te fumas un pucho si lo podes encender, maldito frío amado, no puedo mover los dedos, ah, y juntas algunas piedras por los perros, camina seis largas cuadras oscuras y de tierra (ojala se mantenga lindo el tiempo), y llegas al hogar, seco llegas si no llovió, sino es otro cantar, barro para regalar, y la casita, mas fría que la misma intemperie, la heladera que congelaba hasta la salsa de la pizza, no cortaba el automático, pa q́ue te quejas del frío, ja, ja, el horario y el desconocimiento del lugar que aun no me permitían conseguir la garrafa, calentar el agua con el calefón eléctrico del baño, total, los mates son ricos igual, y a leer un poco a Roberto Arlt, te querés suicidar me decía a mi mismo.

El lugar estaba bueno, sobre todo con unos mates, el metal a full, total vecinos no había, un vino berreta por las noches y una comida caliente, pero yo allí, de verdad, tenia ratas tras las paredes, de las grandes, las que hacen ruido si, el colchón de dos plazas aplastado por mi peso tirado directamente al piso, la falta de calefacción y el frío extremo, el techo sin cielorraso, dejaba ver la luz de la luna entre las formas ondeadas del zinc, el olor de esos bichos es bastante desagradable, mas que eran muchos, andaban por detrás de la cabecera de la inexistente cama, aunque uno después se acostumbra un poco, no tenía muebles, lo poco que había era para la PC, recién llegada compañera

19RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

que, con su música y las escrituras me consolaba y acompañaba, y Racing que no anda, que me da pocas alegría este año, y los malditos bichos estos, algu-nos entraban y me comían todo, colgaba la comida de bolsas y sogas, a una, los anteriores habitantes de la casa le pusieron por nombre Rita, y ella se me aparecía en los tirantes, cara a cara, y me miraba como si fuese la dueña del lugar, al principio me molestó y le tuve algo de miedo, después como todo, me acostumbré también, tiempo después traería un gato blanco para ayudar en la animalezca situación, pero Arlt me salvaba, sus personajes siempre estaban conmigo, yo tenía el celu junto a mí siempre, pero la señal estaba afuera, pero de noche en la helada y aun con lluvia, podía comunicarme con el mundo al lado de los equinos, je je, fue lindo, es lindo recordar, gracias a todos los que estuvieron ahí, personajes extraños la mayoría, aun están, he regresado a la zona, aunque ahora esté acompañado y vivo como un bacán, esa época me obligo a transformarme en escritor a la fuerza, sino lo hacía me mataba creo, pero todo salio de maravillas.

Por eso el refugio que siempre busco en mi club de futbol, La Acadé, y su buena gente que me dio amigos y pasión, no voy a decir que no me importa ganar o perder, pero me es mas importante lo que me da como alimento de la pasión, como la música en sus diversos estilos, el folklore para algunos, el tango para otros, el rock en sus variadas formas, el Metal en particular, me libera, me saca de la pesadez de lo real, me aleja de los miedos, si, si claro, escucho otras cosas, mucha música en general, acá solo expreso de una manera lo que otros sentirán de otra, y si bien es difícil superar el sentir y la pasión de un académico creo, esto es trasladable a todas las pasiones y sentires, no importa el club, el estilo o el arte…

(Bueno, a mí sí me importa en verdad, solo lo dije para que me lean y no ofender).

Y las letras, las que me calman, las que tanto leídas como escritas me sirven de terapia, a otros será el dibujo, la pintura, el tocar un instrumento, pero a mi, que recordando solo una pequeña parte de una de las tantas malas épocas, y sin entrar en exageraciones, alejado de la realidad, dejando lejos el amor físico de una hija maravillosa, dejando el reunirme con grosos amigos, en fin dejando y dejando de todo, estas tres pasiones que en nada me hicie-ron mal me llevaron a, superarme, ser alguien, expresarme adecuadamente, no pegarme un simbólico tiro y entender que a otros a veces les pasan cosas peores, por todo eso hoy digo a todos, que viva el ¡Literario Metal Imperial!

(Día del animal, malditas ratas…).

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ObjetO de inMORtALidAd

Llegue a Colonia, en Republica Oriental del Uruguay una soleada mañana bien temprano, amaneciendo según recuerdo aunque a mi edad la memoria falla, en búsqueda de antigüedades a las que soy adepto desde siempre, cosa que me transmitió mi padrino Don Reinaldo desde mi infancia, tarea difícil esta para mi, por mis dificultades de salud y por la zona elegida para la bús-queda, mas allá de que en esta zona de tradiciones e historias bien respetadas las mismas sobran, el tema era que alguien deseara desprenderse de los objetos en cuestión, los lugareños no lo hacían habitualmente y entre otras cosas ahí estaba yo, un tanto deprimido por el no hacer, por la inacción del que busca y no encuentra, siendo por lo general alguien bastante enfermizo y propenso al decaimiento.

Las imágenes no eran tan positivas como hubiera deseado, venía desde la partida pensando algún tema para escribir un cuento fantástico que se había vuelto esquivo, basándome como suelo hacerlo en las fabulas, leyendas, ha-bladurías y costumbres de los lugares que visito y sus típicos personajes que como todos sabemos, en el campo y los alrededores de todo poblado mesopo-támico los hay y de sobra.

Como les decía, yo, un amante de lo antiguo, y de las tradiciones y, por haber tenido antepasados uruguayos, mi tatarabuelo nació según se dice, frente a las costas de Montevideo, allá en épocas de la colonia, así es como esa mañana recorrí museos y casas de antigüedades varias, tratando de to-mar el paseo como una vacación improvisada, yendo a algunos pintorescos bares ambientados a lo colonial, algo repetido por allí para atraer turistas y mostrar la historia del lugar, debo decir que Colonia es hermoso y acogedor por cierto, en fin, bebiendo un tanto de mas para mi estado de salud diría un personal y ácido amigo, anduve por diversos lugares de la acogedora ciudad sin decidirme que es lo que en realidad quería conseguir o llevar de recuerdo, hasta que decidí hacerme unos kilómetros hasta el Arroyo de las Vacas, tanto por seguir el consejo de un empleado municipal, algo tartamudo el, como por tratar de enterarme si existían historias o anécdotas de algún antepasado mío,

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o pariente lejano al menos ¿a quien no le gusta saber de donde viene y entrar en los vericuetos de la historia familiar? este señor en cuestión, que para mi encanto se hizo entender perfectamente a pesar de su problema de dicción, se ofreció gentilmente a llevarme y presentarme a los lugareños, mas que nada a uno en particular, un verdadero personaje de leyenda según dijo.

Bajo un cielo encapotado y recorriendo el camino de ripio, pensaba en mi infancia, en la calurosa y húmeda Ente Ríos, la lluvia nos acompañó parte del trayecto dando un toque triste a la ya de por si bochornosa tarde, la lluvia y los incansables perros que, ni aun el chubasco era capaz de detener, debo reconocer que una de las razones por las que abandoné la paz del campo que tanto anhelo a veces son ellos, los perros, no me han agradado nunca dema-siado salvo contados especímenes, por eso en mis relatos trato de obviarlos pero, haciendo justicia a tan común y popular animal, ellos siempre estuvieron presentes, y no se preocupe el lector que estoy mas que advertido que son des-agradables mis comentarios, se que el can es muy querido en todo el mundo, pero lo mío es algo casi genético, o psicológico quizás, escucho un ladrido o tan solo el olor al cuadrúpedo en cuestión y se ponen los pelos de punta, acla-rada la situación y teniendo en cuenta desde ya que perros hay en todos lados, sigo con mi, espero, no muy aburrido relato.

Como les decía, cavilaba en mis memorias, que alguna vez intente escribir sin éxito y de repente, ahí, escondido en un recodo del camino bajo una ar-boleda frondosa se levantaba un pequeño y prolijo rancho de adobe y paja, en el que me esperaban, por pura casualidad, unos buenos mates y tortas fritas, costumbre bien del lugar en cada día lluvioso, Don Antonio, su propietario, hombre de pocas palabras al principio me abrió las puertas de su hogar sin reticencias.

El, Don Antonio, fue en sus tiempos mozos, peón de estancia, pero mas que eso, el viejito había recorrido camino siendo en otro tiempo, payador y viajero incansable, se dice que acompañó a un conocido y aguerrido caudillo al que se le atribuían muchas proezas y alguna que otra hazaña un tanto fan-tástica.

No quiso darme datos fehacientes del caudillo con el que, según me contó, se vio envuelto en mas de una revuelta, mas bien pude suponer que era un ma-levo, no voy a decir que todas sus historias me parecieron verosímiles, pero si el lector me permite diré que pude comprobar algunas de las mismas no poco importantes y bastantes fabulosas e inquietantes desde el punto de vista histó-rico y humano, sin darle mas vueltas al asunto, aprovecho a comentar aquí que

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hice una exhaustiva investigación por todo el Uruguay, Entre Ríos y Paraguay, incluso en la mismísima Buenos Aires, entre gente conocedora y respetable, y solo consideré como reales aquellos datos comprobables de alguna manera a pesar del tiempo transcurrido y los relatos de personas confiables y en buen estado mental.

De todo esto deduje que el personaje era nada mas ni nada menos que Don Gregorio Funes, aunque se me complica el explicar como realizo cier-tas proezas en el año 1922, habiendo nacido según se sabe en el año 1835, lo cual lo convertiría en un anciano incapaz de las mismas, pero mas allá de los errores de tipo cronológico está el tema de que en varias ocasiones se lo dio por muerto, oficialmente falleció en “La batalla de Sauce” en 1870, ocurrida a orillas del arroyo donde vivía Don Antonio, combatiendo para el bando revo-lucionario de los Blancos de Timoteo Aparicio, cosa arbitraria ya que no se le conocieron ideologías, seguramente el destino lo llevó allí, de todas maneras, quien sea el de las historias aquí contadas debió ser, o mas bien, debieron ser grandes hombres ya que siempre se ha destacado en los hechos narrados gran valentía y coraje.

Gregorio Funes, según se cuenta, era ambidiestro, manejaba ambas manos con igual capacidad y habilidad inusual, se defendía de manera excelente con cualquier arma, con sus puños era mortal, pero la daga era lo suyo sin duda, moralista al extremo si bien esto en esas épocas era quizás moneda corriente, no creía en nada sobrenatural se decía, no temía la muerte ni el dolor y sus costumbres, aunque parcas, eran bien predecibles, era sistemático y sencillo en todo lo que hacia, eso lo hacia fácil de complacer y acompañar, aunque a veces su carácter fuera hosco, duro, y gustara de la soledad o la mínima compañía.

Se cuenta, cosa que dejo traslucir un par de veces Don Antonio, que tenía un objeto que le permitía vivir mucho tiempo, tal vez hasta hacerlo inmortal dejo entrever el anciano, se trataba de un mate con base de plata que terminaba en tres patas curvas, este objeto era muy bien cuidado y solo utilizado por el, labrado con símbolos extraños, irreproducibles, como una mezcla de letras ma-nuscritas superpuestas dentro de una estrella de mil puntas, así me lo describió el, muchos luego me hablarían de este objeto, pero nadie lo describió tan bien como Don Antonio (aclaro que no pude deducir el estilo ni la procedencia de la simbología del grabado), sabia exactamente a que hora lo preparaba, como lo hacia y todo el ritual, a Don Gregorio no le hacia gracia lo molestaran en esos momentos, el tomaba su mate solo, y alejado, eso lo ayudaba a concentrarse, a empezar bien el día, y solo lo usaba por la mañana, luego si, compartía cual-

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quier otro mate con los demás, de ahí debió nacer el mito, la leyenda, estas y muchas otras cosas formaron la misma.

Tampoco vamos a decir que Don Antonio no era un hombre extraño, na-die sabia su apellido, o donde nació, o que edad tenia, cosas que con evasivas y cambiando de tema, sin que en el momento yo sospechara de nada, el se negó a responder, hoy me arrepiento de no haber indagado mas, han pasado unos años antes de decidirme a publicar estas notas y me encuentro con algunos baches con respecto a él, creí no esto fuera importante en su momento, por ser solo el relator de las historias, como tantos otros, pero me hubiese gustado saber mas del.

Contaba Don Antonio que cierta vez, en una pulpería cerca de las costas orientales en el Uruguay, Gregorio, mientras hacia el deleite de los parroquia-nos con su guitarra e hipnótica voz vio entrar una joven hermosa, de piel mas que blanca, cabello larguísimo y oscuro, rostro firme y un tanto despreciativo en sus gestos, cruzaron sus miradas solo un instante y fue suficiente para el, y como se supo luego ella compartió su sentir, se enamoraron de solo verse, como si dos almas gemelas se hubieran encontrado en el universo, a los minu-tos, Gregorio dejo su guitarra, se aproximo al mostrador y llamando al dueño del lugar le inquirió datos sobre la muchacha, el interpelado se sintió mas que incomodo, era un honor le preguntara por la que era su hija, Margarita, pero le asustaba algo, de todas maneras, luego de una breve charla, ya que los dos hombres no estaban acostumbrados a estos temas y no eran de hablar dema-siado, se pusieron de acuerdo.

Parece ser que de alguna manera Margarita era la prometida, no oficial-mente aun, de un matón del pueblo, un hombre acaudalado y ducho con las armas, esto era de conocimiento de su padre el que temió por lo que pudiera suceder de ahí en mas, cometió el error de callar y permitir la relación sin poner a Gregorio sobre aviso.

Lo inevitable llego una tarde tormentosa, como todas las cosas y suce-sos nefastos, están precedidos por mal tiempo en estos pagos, al menos es lo que se cuenta por aquí, como decía, el encuentro de Rosendo Carvajal, así se llamaba el pretendiente, y Gregorio fue inevitable, este último, a pesar de su valentía y bravura, por primera vez intento esquivar la contienda, nunca había peleado por una dama y eso no formaba parte de sus costumbres, aunque si defender el honor, por prudencia intento ser cauteloso al máximo y no producir mucho daño, creyó que así se ganaría a su amada y ella lo valoraría mas, la lucha se llevó a cabo entre una arboleda, detrás de la pulpería, eran pocos los

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presentes, no se sabe bien quienes eran pero no mas de dos o tres personas, contando a Margarita que acudieron al lugar, la situación según se cuenta fue confusa, Gregorio aguanto con valentía los embates del ofendido amante, vien-do que la cosa venia en serio y decidido a atacar de lleno, don Gregorio miro a Margarita como pidiendo perdón por lo que debía hacer, esa distracción fue su perdición y Rosendo lo ataco a traición casi, clavándole profundamente y de manera mortal el puñal en un costado, Gregorio, apoyado contra un árbol no gritó, no bajo su mirada, primero viendo a su dama, y luego con unos ojos oscuros y tristes a su matador, y ahí sucedió lo increíble, se levanto, ataco de frente y ante la sorpresa de todos degolló a Rosendo, de mas está decir el horror que vivieron ante esta reacción inesperada, lógica pero terrorífica dado el caso, Margarita, sabiendo que había perdido a su amor, y que dos hombres valientes perdieron la vida por ella corrió hacia el caído, le quito el arma y se quito la vida, el tema fue que, Don Gregorio no murió, increíblemente no murió, aun ante una herida como la que había recibido, horas después, no se supo mas de Gregorio, había desaparecido para siempre del lugar.

En otra oportunidad, según cuenta entre mate y mate al amanecer nuestro telúrico personaje, que para ese entonces había entrado en confianza y me invito a quedarme unos días a compartir su rancho, Gregorio Funes, cabal-gando sin rumbo se encuentra a una tropilla desbandada, que en plena carrera amenazaba con caer en un escondido y alto barranco, los peones encargados de llevar la misma eran pocos, estaban desesperados, entre gritos y ordenes, mas bien el desorden era total y la carrera desenfrenada llevó a mas de uno a alcanzar una velocidad peligrosa dirigiéndose directamente al peligroso lugar, Gregorio, fiel a su costumbre de no temer y meterse en lo que no le incumbía, sin previo aviso, espoleó su caballo y salió disparado en dirección al barranco, llegando a medio camino dio un giro y apareo al jinete del caballo desbocado, a fuerza de empujones lo llevo a esquivar el peligro poniéndose el mismo en mala situación, su caballo, por instinto quizás, en el ultimo instante llegando al borde del barranco consiguió frenar en seco, claro que no por esto se salvo Don Funes de volar en caída libre en el nefasto lugar, ya lo lloraban y lamen-taban todos yendo a buscarlo por un recodo del río, para su sorpresa vieron lo que nunca esperaron ver, a Gregorio sentado con algunos pocos rasguños, fumando en espera de su rescate, me duele todo, pero no fue para tanto dijo sonriendo al ver llegar a los extrañados y asustados paisanos, la caída a toda velocidad había sido de siete metros y eso no lo soporta un cuerpo humano normal, ni un hueso roto tenia…

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Por ultimo, y debo decir que me quedo corto ya que fueron muchas y mas fantásticas algunas narraciones sobre el gaucho en cuestión, debo cerrar está reseña con el cuento conocido en la zona como el “Resucitado entre los pumas”, historia común entre los paisanos del campo en toda la mesopotamia y el Uruguay, dice Don Antonio haber estado presente ese día, caía la tarde y los peones de la “Estancia Don Miguel”, en la que el mismo trabajaba, estaban a la expectativa por que se sabía en la zona había aparecido un puma, animal peligroso, tanto para el ganado, que venía diezmando en la ultima semana, como para los niños del patrón que justamente estaban viviendo sus vacacio-nes en el lugar.

De repente, alguien da la alarma, se los había visto en el monte cercano, no era prudente al estar oscureciendo ir en su busca pero quien da la alarma aclara, Funes está solo allá, esta decidido a acabar con la plaga esta misma noche, parecía endemoniado ese loco, dice el peón asustado.

El capataz de la estancia, con prudencia aconseja armar una cuadrilla de búsqueda, pero con mucho cuidado y respeto, tanto por la bestia como por las conocidas locuras que en esas épocas se le atribuían a Gregorio Funes, no pasa mucho tiempo sin que uno de los adelantados en la pesquisa alerte a los demás, Funes está enredado en lucha franca con facón en mano con una de las bestias, parece que lleva las de perder, cuando llegan al lugar, el mismo está oscuro, se escuchan gruñidos y jadeos, gritos desgarradores y un golpe que otro, sordo sonido de forcejeos y puñetazos, en lo oscuro, se ve el cuerpo tendido de Funes en la tierra seca, el felino sale dando tumbos, sangrando profusamente, no se acerquen ordena el capataz, puede haber otro puma acechando, no se preocupe por eso responde otro que estaba mas adelantado, el otro esta con las tripas al aire ya, Funes ha dado cuenta de uno y no se si el otro llegará lejos, una parti-da se encarga de que no lo haga, el animal, herido casi de muerte es ultimado por ellos, pero, Funes, donde está Funes, su cuerpo en la oscuridad y con la distracción ha desaparecido, un temor invade a todos ¿habrá otro felino que se lo haya llevado? la mañana contará otra historia, Funes aparece desmayado en uno de los establos que ya no se usaban, alejado un tanto de la estancia, lo encuentran muy mal herido y con algunos desgarros importantes en su rostro, las cicatrices quedaría por siempre, igual que la fantástica historia, otra vez venció a la muerte, otra vez Funes se gano el mote de “Inmortal”.

Esta y muchas otras historias me contaron, tal vez en otra ocasión me atreva a relatarlas, me pregunto ¿cuanto de cierto hay en las mismas, me pre-gunto si este Funes es mi famoso tío abuelo del que tanto se nutrió mi madre

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en sus relatos en mi infancia, me pregunto tantas cosas, donde murió, donde nació, si dejó herederos? algunos sospechan que si, en fin, poco importa salvo para aquellos amantes de lo fantástico, para los creyentes de lo sobrenatural, yo no soy de esos, creo…

Lamento que cada mañana pasada en compañía de Don Antonio, yo me haya sentido mal de salud, eso me impedía madrugar, tal vez fue solo una excusa, para no ver, para no saber, quizá… como sea, este simpático anciano siempre desayunaba solo, la ultima mañana lo vi entre los árboles cebándose unos mates, como ensimismado y lejano, no quise molestarlo, en el fondo del rancho su dueño había improvisado una ducha que yo aproveche para refres-carme y comenzar mi tardío día, al salir, no pude encontrar al hombre, solo pude ver un extraño mate con su cebadura intacta y caliente aun, un mate si, recubierto en plata labrada con extraños objetos de los que no hablare aquí, me tomé el atrevimiento de llevármelo, obvio, me recordó el mate de del que tanto se me habló, supuse en todo eso un engaño, quien sabe, tal vez sea ese objeto tan preciado y buscado, algún día lo usaré en su honor, no digo sea ateo pero no creo en nada desde pequeño, aun así, temo a la inmortalidad, temo ceder a la credulidad y caer en otro motivo de depresión a la que soy tan adepto.

Tal vez lo que Don Antonio no quiso contarme es que el siempre supo donde estaba ese objeto de inmortalidad, a veces pienso y divago sobre lo que en sueños he vislumbrado, que Gregorio y Antonio son una misma persona, o que todo fue solo una fabula y quizás, solo quizás, el pudo haberme contado mucho mas…

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YO juGué A LAs bOLitAs

Yo jugué a las bolitas una vez, hace mucho si, en primer grado, en el patio de la escuela, ese lugar nunca me gustó, lo que no recuerdo si jugué porque quise u obligado, tal vez por amenaza o intimidación, y jugué con una japone-sa hermosa, nuevita, todos la querían, era una de las grandes, un bolillón que le dicen, única en su tipo ¿de dónde salió? no se tampoco, no guardo recuerdos detallados de esa época difícil y triste, nunca me agrado la primaria, pero yo jugué si, a las bolitas esa vez, y perdí, porque no sabía, y como haría luego toda mi vida, no medí las consecuencias, yo jugué sin saber jugar, todos a veces lo hacemos, a mi se me va la mano, fue la primera vez esa, mi primer perdida, después la vida me dio y me quitó.

Firme a mi idiosincrasia, seguí jugando a todo o nada, apostando al máximo, y gané a veces y perdí otras claro, ya no soy flaco, ya no soy débil, ni mucho menos tímido, pero a veces, solo a veces, sigo perdiendo.

Igual, le doy gracias a la vida por las veces que gané, que no son pocas.Yo jugué una vez a las bolitas, nunca jamás pude ganar, pero al menos por

una vez, de pequeño, jugué inocentemente.

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AisLAMientO

Hay señales repetidas de que todo puede irse al mismísimo demonio, hay señales repetidas de que todo progresa ¿cuales señales elegir? el entorno a veces es denso y no deja respirar, la sociedad y sus seudo códigos de perfec-ción…

La sociedad lo agobiaba, el pensaba ser nada, era nada y aun no se daba cuenta, veía cosas terribles por momentos, se sentía perseguido, atacado, y eso que lo adulaban mas de una vez, sos un genio, son un buen tipo, etc. etc. no les creía nada, y como la nada que era se sentía, solo que no lo disfrutaba porque esa misma sociedad lo había creado y formado para ser algo ¡vaya si debía ser algo entonces! una inmundicia de persona si se lo presionaba, un genio increíblemente dúctil, maravillosamente perfecto si se le daba la oportunidad, y cada vez menos llegaba esta oportunidad, se le escapaba el momento mágico a cada rato, en cada ocasión se le borraba la sonrisa, y sabia que era su culpa, si es que era necesario indicar un culpable.

Recostado en su cama, moviendo ansiosamente los pies, mordiéndose las uñas, como un desesperado tratando ya no de dormir sino de no ser, la nada, tan ansiada, se le escapaba, porque le enseñaron mal, porque el no la quiso ver cuando se la mostraron, pensó en la existencia, matarse bah…

Y así siguió comiéndose las uñas, hasta el dolor, con espasmos nerviosos en el cuerpo y el cerebro a mil.

Todo le costaba un esfuerzo sobrehumano, le pesaba el cuerpo, ese mismo cuerpo ágil y fuerte de ayer, sería otro vil engaño de la mente, esa mente que últimamente le jugaba malas pasadas y lo atormentaba con problemas no re-sueltos, recuerdos de dolores que se manifestaban en cada nuevo ser, en cada nueva relación, sin sentido y sin orden, tratando de mostrarle las mentiras de lo irreal, matándole ese inútil cerebro y su mal cicatrizado organismo, dejar de existir, pero ¿que, luego que?

Intentó levantarse, darse vuelta al menos ¡por Dios, como le dolía la vida! era inevitable un desenlace doloroso, el lo exigía, así aprendió, de nadie en especial, el mundo, la gente, la sociedad, maldita ella, estaban diseñados para

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provocar dolor, algo de placer y mas dolor, confusión, algo de diversión y el doble de confusión, ni se te ocurra pensar distinto, ni te atrevas a ser especial, no te cofundas (no más de lo que estas), si tratas de ir contra lo establecido te haremos entrar en razón, y tenemos muchas maneras de hacerlo, perfecto idiota.

Y se rio a carcajadas graves y sonoras…Estúpido de mí, pensó ¿acaso creías que eras superior, que con solo de-

searlo o pedirlo te dejaría ser otro que el que ellos indicaban? no, no, nunca hubiese sido posible tal cosa en una sociedad tan perfecta, tan maravillosa, donde se mata, se roba, se engaña, se pierde el valor de la vida y la moral (vaya a saber que cuernos es una moral en estos días y este mundo), pero claro, se puede torturar, exigir, maltratar al ser impersonal, pero si uno es distinto o se sale de la raya, entonces es uno el loco, el que está a contramano, el resto es todo inmaculado ¡perfección pura!

Asco de su situación sintió, luego se le transformó en pena, en autocompa-sión, en dolor como de llaga interna, y todo por tener creencias, intentar tener fe, la fe mueve montañas, si…

Ojo donde pones la fe le dijeron alguna vez, quizá ese era el error, tener fe en si mismo, pero al menos el había completado el camino.

Recordó eso, la frase, el pensamiento egoísta de que al menos había com-pletado el camino ¿que le recordaba, que le decía eso, de donde venía?

Al menos completé el camino ¿cuál camino? claro, luchó, se renegó, se organizó y olvidó su propio ser hasta lograr algún resultado, un éxito, aquel que a los otros no convino ¿de dónde vengo, quién soy? se preguntaba ahora ¿qué lugar es este?

Tomó conciencia de la habitación, si es que eso era el lugar que lo conte-nía ahora, era un lugar un tanto parco, vacío, sin más mueble que el lecho en el que estaba acostado.

El lugar en si no le dijo nada, la poca luz tampoco, la soledad, la soledad le produjo una sensación lejana pero conocida, algo como si…

Y para aumentar su padecimiento recordó, porque hay cosas que es mejor no recordar, es mejor no saber, la mente vacía no sería mente y eso nos deja al desnudo tal cual somos, eso nos hace reales, pero de tan inculcado que tenía el pensar, el razonar de manera absurda, como estúpido humano que era, o que creía ser, el, en absoluta soledad recordó.

Equipo
Nota adhesiva
AGREGAR "N" A PALABRA CONFUNDAS.

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El castigo por revelarse, por ser subversivo, por agredir lo establecido, por ir contra la moral, la ley y las buenas costumbres era el aislamiento en este siglo XXIII, nada demasiado duro si consideramos que siempre hubo injusti-cias y castigos, pero…

Que tal se siente el aislamiento cuando se es infinitamente distinto, cuan-do se debe afrontar esto mas que solo, solo adentro y solo donde sea, cuando no hay oportunidades de perdón, de redención, de entendimiento, cuando después de cien años de encierro uno se encuentra con la nada agradable noticia que lo que sospechó, ambicionó y pidió al destino se ha cumplido y se le ha vuelto en contra, que tal se siente después de cien años de aislamiento y cuando la humanidad se ha autodestruido, acabado, terminado absolutamente y para siempre, que se siente descubrir que…

¡Uno es inmortal!

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LO inesPeRAdO

Trotaba por la desolada costanera como tantas veces, alejándose de la pequeña ciudad, a su lado corría la ruta, del otro lado las playas y el brumoso mar, le fascinaba el ruido del mismo y el sentirse libre, más adelante las pla-yas desaparecían transformándose en altos e irregulares acantilados donde el bravío mar rompía haciendo volar su imaginación.

Amaba este lugar, cuando decidió venir a vivir a la costa fue la primer elección que tomo por sí mismo, para sí mismo, sin pensar en nadie más, ni en su familia, ni en sus amigos, dejaba mucho pero era algo muy pensado ya, años hacía que lo anhelaba, era su sueño secreto y contra las recomendaciones de unos y el aliento de otros acepto el traslado que le ofrecía la empresa.

Su mujer y su hijo lo habían tomado bien, lo apoyaban y era como un nuevo comienzo y el, de a poco se adaptaba al nuevo entorno, le resultaba fácil ya que desde siempre su vida se sucedía rodeada de cambios bruscos de rumbo y compañía.

Había comenzado con las caminatas primero y luego, a correr, eso lo relajaba y alejaba de los problemas, ese día, era igual a otros salvo por el sol, notaba algo extraño en su movimiento como si desapareciera más lento, como si tardara en ocultarse, quizá era la época.

Nada le incomodaba, no importaba lo que hiciera el sol o la naturaleza, él era feliz, hasta con tormentas se aventuraba a salir, a pesar de los tibios repro-ches de su esposa, a los que el respondía con una amplia sonrisa.

Siguió avanzando y no se percató en principio de que estaba oscureciendo ahora sí, de manera repentina, las sombras se formaban de manera antinatural, como deformadas, como en contra de la lógica de la poca luz solar.

De repente cayó en la cuenta de que estaba lejos de la ciudad, se había aventurado demasiado lejos, si bien otras veces lo hizo, ahora no podía recono-cer el lugar, se le hacía extraño, se preocupó sintiéndose como perdido, aunque solo bastaba cambiar de dirección y regresar, regresar, esa palabra a veces le incomodaba, sin sentido le molestaba por alguna razón, pasó gran parte de su

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vida avanzando, yendo ¿hacía donde? a algún lugar más allá siempre, y ahora debía regresar, pero estaba bien, no era necesario divagar y ponerse a filosofar para estar de vuelta en minutos, solo en minutos más o menos, tampoco veía razón para alarmarse, su vida nunca fue tranquila y sus nervios fueron puestos a prueba más de una vez, imprevistos y peligros superó a montones, solo le incomodaba sentirse así, perdido en ese hermoso lugar, no tenía sentido, lo que experimentaba externamente no se condecía con lo interno, y no deseaba regresar a ese maldito stress…

Dio la vuelta y en pocos metros se sintió cansado del trote, decidió cami-nar un poco y recuperarse, la transpiración le bañaba el rostro y le refrescaba el cuerpo, sintió el sabor salado de la misma, esto lo distrajo un instante, la costa le era cada vez más extraña, no conseguía ubicarse, no desesperó pero algo no estaba bien y era inminente encontrar la respuesta, su mujer estaría preocupada ya, estaba oscuro, su hijo lo extrañaría en breve, nunca se acosta-ba sin despedirse, sin contarle un cuento o alguna anécdota, especialmente le gustaban las historias de terror o la ciencia ficción a ese niño tan pequeño aun, la oscuridad lo envolvía ahora cada vez más, la luna emanaba una muy tenue luz, casi imperceptible y las nubes eran muy densas, quizá lloviera, el servicio meteorológico no lo anunciaba pero desde cuando acertaban, del mar venía una bruma cada vez más espesa, parecía momento de preocuparse, o más bien ocuparse como le gustaba decir, llegó a pensar en que iba en dirección contra-ria, pero recordaba bien haber dado la vuelta solo una vez, y el mar estaba a su izquierda, no cabía el error, no el suyo, ahora si el universo decidía hacerle una mala jugada era otra cosa, se rió ante la idea, el universo todo conspirando contra él, esto lo había obsesionado muchas veces, cuando las cosas no salían como esperaba, con los años supo que era solo suerte, el destino, su ineptitud, la de otros o solo el azar.

De repente sucedió lo que temía, la lluvia, no le molestó, adoraba la lluvia aun en circunstancias tan particulares, bajó a la playa, ya no veía los acanti-lados, más bien, ya no veía nada, su situación no era la mejor pero su cuerpo estaba como recuperado por el agua, su espíritu más tranquilo como siempre le pasaba al llover, se acercó al mar, a pesar de no estar del todo calmo se sentía contento por algo, por alguna causa que no podía adivinar.

Las olas lo alcanzaron con su espuma, le mojaron los pies, no le importó, su problema radicaba en regresar y no encontraba la manera, empezaba a parecer un sueño, un sueño y no una pesadilla, en las pesadillas se sufre, se tiene horror o miedo de algún tipo y el no sentía eso, solo le molestaba cierta

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aprehensión por su familia pero empezaba a sentirlo como algo lejano, como algo sin importancia en este momento, casi como ajeno a él, no pensaba más que en encontrar la causa de esta rareza, de los extraños sucesos que le es-taban ocurriendo, mientras, el tiempo transcurría, el tiempo, miró su reloj y su asombro fue esta vez completo, indicaba las tres de la madrugada, y si el aparato no mentía él había corrido por más de siete u ocho horas, imposible, imposible o improbable, como el resplandor que se movía ahora sobre el mar, se detuvo, esa luz nebulosa que desde el mar se acercaba a la playa, porque mentirse, se acercaba a él, lo inundaba como una iridiscencia mágica, mezcla de albor y cerrazón, ya nada podía ver, estaría soñando o sería una experien-cia sobrenatural, hace rato descreía de toda cosa que no pudiese ser probada por la ciencia, pero era tanto lo que la misma debía descubrir, de repente se asustó profundamente, tuvo temor y sintió como un mareo, como si el mundo empezara a dar vueltas, recordó la sensación de miedo que le daba su hermano cuando chico, este le tomaba de los brazos y lo giraba hasta hacerlo gritar de pavor, esto era detenido por los gritos de su madre en cambio esto…

Se dejó llevar por la sensación nauseabunda que le produjo el mareo, se derrumbó no solo físicamente sino mentalmente y se desvaneció en un sueño sin sueños.

Despertó, sin sobresaltos, muy tranquilo, su primera impresión fue la de estar soñando plácidamente en la playa, pero al tomar conciencia de su entorno vio que ya no estaba solo, había gente rodeándolo, primero no los escuchó, como si padeciera de sordera, pero luego lentamente, comenzó a percibir los sonidos, en un instante se dio cuenta que las voces se dirigían a él, a lo lejos sobre la ruta se veían las luces de lo que parecía una ambulancia, algo más alejado se podía distinguir una patrulla.

La mujer le hablaba en tono familiar, repetidamente le llamaba por un nombre que no era el suyo, amor, le decía, no comprendía la situación ni quie-nes eran esas personas, lógico, estaban un agente de la ley, enfermeros y algún curioso, pero ella insistía en tratarlo familiarmente, que estuvieron preocupa-dos estos dos días, que se asustaron mucho, que ya no sabían que decirles a sus dos hijos (recordaba solo tener uno y no con esta mujer claro), como sea, fue teniendo más consciencia a cada minuto y se atrevió a responder a las pregun-tas, respondió con evasivas, se dio cuenta de que si no era una pesadilla ese no era su lugar, esto era extraño a su mundo, de a poco fue aceptando la situación, todo indicaba que, o lo estaban confundiendo, lo que no creía probable, o vivía

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una vida ajena, como en un mundo paralelo, como fuera decidió no enloquecer y para eso tendría que seguirles el juego.

Meses después supo íntimamente que nunca más volvería a su mundo, acostumbrado ya a escuchar a los “suyos” hablar de cómo había perdido la memoria y lo bien que se estaba recuperando.

A veces extrañaba su anterior vida, a pesar de lo difícil que era todo, y también considerando la perfección que aquí imperaba, pero nunca perdió de vista la realidad, a pesar de que cuando se animó a plantear sus dudas insistie-ron en que lo viera un psiquiatra, por esta razón, de a poco prefirió guardarse sus dudas y recuerdos, quizá tenían razón, quizá era solo un sueño, o una extraña patología de doble personalidad.

Casi podía decir que era feliz con su nueva vida, su nuevo y perfecto ho-gar, usurpado quizá, tal vez alguien estaba reemplazándolo en su otro mundo, a pesar de eso cada mañana y contra las recomendaciones de su hermosa es-posa y su médico, el insistía en salir a correr por la costa, casi sin esperanzas buscaba el final de las playas y se aventuraba lejos, por distintos recorridos esperando ver los acantilados de sus sueños, quizá algún día los encontrara y entonces…

Pero jamás regresó.

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AzuLes tuRquesA

Turquesa son tus coloresY por tu ausencia los azulesSe me van transformandoEn grises interminablesLos conozco bien, me gustanAunque no sean felicesMe he acostumbrado a ellosY esta hermosa alma que resplandeceY que ahora me acompañaMe da la paz e inteligenciaPara colorear estos tristes grisesIgual, extraño tus azulesAmiga del alma, porque…Ellos tienen la vida mismaEn su brillante luzSe que pronto completare mi arco irisY tú serás la que pinteY como siempre, la que me ilumine.

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RAdiOLóGicA seducción

Como poderosos rayos tu sentir ha traspasado mis partes blandas y ha dejado tenue imagen en mi petrificado corazón.

Acuso recibo de semejante energía de amor, el mismo mediastino se ve involucrado en este acceso sentimental.

Esta angulación de tu emanación x-radial de afectiva energía aplicada en forma sistémica ha llegado finalmente a mis miembros inferiores, afectando la estructura ósea inferior, y en particular diría que, en verdad, mi hueco poplí-teo temblequea sin poder sostener mi estructura esquelética, con lo cual veo afectado mi equilibrio corporal todo.

Por que no decir también que tu radiológica seducción ha dejado al des-cubierto gran parte de mi interior, mis quiebres, mis dobleces, implantes y desplantes, parte de mi naturaleza primaria y también mis adquisiciones de vida, tanto sea algún metal que se agrego a mi cuerpo en tratamiento de ac-cidentes pasados.

Tu has desenmascarado mis profundos sentires en lo radio opaco de una placa, si, es así, y gran parte de mi sostén esta sobre expuesto cual madera astillada por golpe vital.

Al fin has conseguido que de contra la pared de la vida con mi hueso frontal, y he sentido por primera vez vibrar mi occipital.

Mi maxilar entumecido por el stress generado en el temor de haber sido rechazado, hoy se transforma en el generador de movimiento para que pueda expresarte de una vez mi técnica y lumínica pasión por el ser que habita en ese azulado ambo.

Si, mi querida radióloga, mi patología no es psicológica, más bien es ósea, aunque yo lo llamaría irrefrenable amor, una verdadera y general “pasión radiológica”.

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MiLOnGueRA esPeRAnzA AdORMecidA

Entre dormido enroscado entre las sabanas y golpeado por un knock out de incomoda almohada, allí, donde el sueño y el día se unen pude vislumbrar mi futuro, mi final y lo inútil de desesperar por lo cotidiano…

Al fin, horas después, desperté con un amargo sabor en la boca y sabiendo que aquella sensación temprana sería muy difícil de sostener.

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AcAdeMiA sALvAdORA ¿LA ReAL?

Creo que esta noche una palabra me acecha, si una palabra, de esas que seguro escribí mal en un descuido, no me dejará dormir ¿o será por el maldito insomnio? ¿maldito o bendito? tengo mis dudas sobre eso, pero la palabra en cuestión es el asunto que me ocupa hoy, se que está ahí, en algún lugar del cuarto, en la oscuridad, eso mal escrito, culpar al teclado es la primera op-ción, no es compatible con mis manos, torpes ellas para algo tan moderno, tan estructurado como el formato pequeño de algo plástico, fueron hechas total-mente para otra cosa, las manos de cada ser tienen una o mas particularidades, fueron creadas cada una con un don, el mío no es escribir, quizá mi mente tenga ese don, el de la palabra, pero la mecánica de mis manos no la posee y me mete en estos bretes, en estas insómnicas complicaciones.

Lucho con la almohada, doy una y mil vueltas, mientras me pregunto ¿cuál fue la letra mal ubicada, la desproporción léxica, el horror ortográfico? me voy por las ramas, me olvido de mi miedo y sigo sin dormir, siento de nuevo algo como que me roza en la noche, solo es el aire del ventilador, te-rribles noche de calor y humedad, no ayudan, tengo un escalofrío y culpo al sagrado aparato que salva mis veranos, pero de nuevo estoy intranquilo ya que la calma nada duró, la palabra vuelve a mi mente en una imagen vaga, difusa, se mezclan las letras como en una película, veo letras de un gris negruzco danzando sobre mi lecho y en un atisbo de loca cordura la veo, es la palabra “Confusión”, parece broma, recuerdo que en un apuro la escribí con “c” y no con “s”, no es grave pero no es la primera vez, estoy transformándome en un caso de psiquiatra, o de camisa de fuerza también si.

Dejo ahora que resolví mi pequeño e inútil misterio que se disuelvan las letras en el aire, no encuentro aun el sueño reparador, y es que debo alejar ese temor ¿temor a que? es que las palabras no pueden hacer daño dirán Uds. Ja, ja, que una palabra no puede hacer daño, esa teoría no se mantiene ni un segundo en pié, adoro las letras y con ellas formo esas palabras, pero sé muy bien que cierta combinación simple de la mismas puede destruir momentá-neamente a alguien, puede destruir algo, incluso hay palabras que matan…

39RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Veo un pequeño resplandor tras las cortinas de mi cuarto, la mañana llegará en un rato, no debe ser la solución a mis miedos porque solo estaría posponiendo el problema una noche mas, necesito ir al baño y por eso me incorporo, caminando hacia la puerta tropezando con mis zapatillas me viene la idea salvadora, al fin con el tiempo las palabras mal escritas han ido siendo aceptadas de una u otra manera, si, tarde o temprano todos mis errores dejaran de serlo pues para mal del lenguaje y la cultura tal vez, pero es una bendición de Dios entonces que “ella” sea mi salvadora, perdí una noche, como tantas otras pero nada importa, dormiré en la mañana, el universo perfecto y “ella”, La Academia, cuidan de mi y mis escritos…

(Para vos Antoine, que sabrás encontrar el inevitable oxímoron).

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LOs seRes OLvidAdOs

En mis viajes por zonas de dolor, en tierras yermas con vidas extrañas, pude observar que no todo es como parece, que no todo parece lo que es, y todo a veces es nada en la inmensidad de la desesperación humana, las horas pasan de otro modo para el desesperanzado, para el miserable olvidado sin futuro. Para esos seres, un reloj no debiera tener horas, para otros quizá el tiempo transcurre demasiado lento, y en estos casos, todo es absolutamente irremediable.

Ruego al destino no volver a transitar por esos caminos y no ser nunca jamás uno de ellos, y de tocarme esa desgracia, que la oscuridad me quite el recuerdo y la consciencia.

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de LA MueRte

Buscando un ¿porqué? una razón que me ayude a comprender el inser-vible deseo humano de extender lo inútilmente obvio del destino, porque esforzarse en detener el tiempo y no aceptar la inevitable (y pacifica) muerte.

El tiempo debe hacer su lógico trabajo, entonces ¿a qué oponernos? mas bien, veamos de haber hecho todo lo posible aquí, para descansar luego allá…

Solo la muerte es indolora, la vida siempre duele.

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nOche en LA RAMbLA (Fantasiosas soledades compartidas)

El joven caminaba lento por la Rambla, el sol comenzaba a ocultarse fun-diéndose con el horizonte, con la lejana línea que divide el cielo y el mar, de lejos podía oírse el sonido de los músicos ambulantes, el murmullo de la gente y el ruido de los autos, la vida de la ciudad misma.

Llevaba su cabello largo, bien peinado, vestía jeans y una campera oscura, de seguro el era uno de los tantos músicos que abundan en la ciudad y sueñan con ser reconocidos.

Buscó la galería, abandonado lugar, abandonado de la sociedad y de Dios, sabía bien que a esa hora ese sector era de los “de la calle”, los desamparados, los inadaptados, y los otros, se sentó, cerca de el estaba el viejo, ese anciano que acostumbraba a dormir ahí y por el que siempre se preguntó ¿Por qué, cuál sería su historia, como llego a esa vida? como tantos otros no sabía bien si le agradaba o no, la sensación era ambigua, pero hoy tenía sus propios proble-mas, había discutido con su novia, en el trabajo no estaba contento, sus amigos esta vez no podían escucharlo y el había decidido en su orgullo aguantarse solo, una vez mas la represión interna, aguantarse…

Y esta vez no lo conseguía, no podía contener su desazón, no quería re-gresar a casa, en su divagar se pregunto si sería capaz de vivir como el viejo.

Poco a poco se fue calmando mientras observaba el mar, siempre le daba resultado pero la sensación se iba transformando en profunda melancolía, como si observar el ir y venir de las olas fuera una inmensa visión hipnótica.

La bruma del mar lo envolvía todo por un lado, y por el otro las luces de la hermosa ciudad con su cautivante movimiento, su incesante devenir.

Busco en su mochila y saco un sándwich, sin pensarlo le ofreció otro al anciano, este, sorprendido, se acerco al joven y lo tomo sin dudar.

–Soy Víctor. Se presento el joven, el viejo asintió con la cabeza.¿Acaso le molesto? si es así disculpe pero me agrada el lugar y no tengo

muchos donde ir.

43RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

–Bueno, respondió sin ganas el anciano, llámame como quieras ¡total! acá vivo, es mi lugar pero podes quedarte hoy si, dijo entre dientes mientras daba cuenta del sándwich.

El aspecto del viejo era un tanto lamentable pero aun así tenía algo de dig-nidad en su aspecto, como si no siempre hubiese sido así, se movía algo lento y como si le doliera una pierna, casi rengueando de a ratos, aunque Víctor lo vio mas de una vez ahuyentando los perros con agilidad, porque, al contrario del resto de los habitantes de la calle, el no les tenía demasiada simpatía.

Su cara estaba surcada por las arrugas pero tras la escasa barba y el lar-guísimo y blanco cabello, se adivinaba un rostro amable y con personalidad, a primera vista uno diría que trataba con un enajenado, sus tics nerviosos se multiplicaban si se lo ponía nervioso, el calor era capaz de hacerle fruncir la nariz constantemente como si estuviera metiendo la misma en un basurero, pero era solo el mas pronunciado de sus gestos, solo eso.

–No se ofenda pero quería preguntarle ¿como es que vive acá?El viejo tardo en responder, mascullo unos sonidos para si mismo, y luego

como iluminándosele los ojos, como si descubriera en el joven a un igual o alguien largamente conocido dijo, -larga historia mijo, no siempre fue así, pero no quiero jorobar mmm, con cosas de viejo, eh?

El viejo, al final de cada frase emitía unos gruñidos como si refunfuñara o algo así.

–Faltaba mas, respondió Víctor, estoy un tanto triste y no tengo nada mejor que hacer, cuénteme tal vez me sirva de inspiración para algún tema y quien sabe, algún día pueda devolverle el favor de prestarme atención y dejar-me estar acá, al fin y al cabo ¿esta es su casa, no?

El anciano gris y taciturno por alguna extraña razón le presto atención.–Aha, mmm como decía, mi vida no siempre fue así, yo alguna vez tuve

algo de dinero y casa, familia claro, por allí deben de andar aun.–Cuénteme, de verdad me interesa, dijo el joven sin mucha convicción, le

costaba socializar pero en su estado de animo esta charla le haría bien supuso, y le ayudaría a pasar el tiempo.

–Yo deje mucho, me vine a vivir al campo me acuerdo si, a un lugar con ratas y mucho animal, lindo lugar de día, bravo de noche pero a mi me gusta-ba, me vine con lo puesto a ese lugar abandonado de la mano de Dios, mucho viento ¿le gusta a Ud.? a mi si, era muy distinto de lo que había planeado pero muy completo en soledades y espacios vacíos, me dejó pensar, me enseñó a

44 FRANCISCO S. ORBEGOzO

ser humano, y pude recomenzar, las pasé fieras mas de una vez, escarchas y vientos gélidos, dolores del cuerpo y el alma, trabajos jodidos o que no me convenían, eso si, rodeado de seres magníficos, conocí gente grosa, brava, gen-te libre de ir y venir a placer, y aprendí mucho, a pesar de los dolores físicos, mentales y de los otros.

Mi vida es así, con ciclos buenos y malos alternando sin ton ni son. Un día bien diez mal, ¡ajajajaja!

Alguna vez pensé, mi vida es como una lluvia gris, triste, molesta, de a ratos tibia pero nada buena, a mi solo lo oscuro me mantiene, me es casi imposible vivir lo cotidiano, siempre estoy escapando, no tanto por temor así como por no ser yo mismo, soy como un murciélago, me cuelgo en algún escondrijo, en lo oscuro me atrevo a salir, quizás olvidaron darme las herramientas básicas de la vida al nacer, que se yo, antes de hacer daño prefiero no existir, y al final preferí desaparecer.

El pobre viejo parecía divagar pero no, se dijo Víctor, tan solo eran recuer-dos desordenados aunque si tenían coherencia en algún punto, coherencia con su aspecto, con su entorno, con la vida misma.

–Cuente, cuente nomás, si le sirve contar, de seguro yo me olvidare de mis tontas penas amigo, insistió el chico.

–Amigo, que palabra importante che, yo los tenía, varios tenía, terrible decepción me llevé a veces y otras fue al revés para mi sorpresa pero al final preferí quedarme solo.

–Y si tiene amigos ¿porque no lo ayudan eh, se olvidaron de Ud.? dijo con cierta inocencia adolescente.

–No, no confundas las cosas pibe, yo elegí esto, cansado del mundo de la vida, etc. pero ellos tienen su propia vida y no es bueno andar jodiendo si se me permite la palabra, además a quienes comprenden les tiendo mi mano, y a los otros les exijo me tomen tal cual soy.

–Veo que tuvo cultura y no es cualquiera usted.–Algo tuve, me gustaba la música como a vos, se ve que sos bohemio,

soñador, un artista pareces, ja, ja si, escuchar y soñar, viaje mucho de joven, después estudié, aquí estudié, soy de otra ciudad, de lejos soy, y después de vivir solo mucho tiempo volví a mi pueblo.

– ¿Y como se llama ud?–No me llamo, ja, ja, dijo casi gritando con su ronco vozarrón, me llaman,

mal chiste no, bue… soy José, un nombre común.El muchacho supuso que le mentía, quizá ni el recordara su propio nombre ya.

45RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

– ¿Tenía familia allá?–Si ya te dije que si, tenía, tengo alguno todavía, pero eso es otra historia.–Siga por favor, no lo interrumpo mas, prometido.–Aha, te decía, volví, y después de algunas cagadas y otros aciertos me

junte con una piba joven, tuve una nena, una hermosura, claro los hijos de uno siempre lo son, pero te aseguro, una hermosura, pero el ser humano es jodido por naturaleza y surgieron cosas, fijáte, ella era ambiciosa, yo no, yo siempre fui bohemio, nos mandamos muchos desastres, uno tras otro y al final se fue apagando todo, una lastima pero así tenía que ser, destino le llaman algunos.

– ¿Y a que se dedicaba en esa época?–Un poco de todo, ahhh… sip, de todo hacía, debí escribir antes debí, no

se… Dijo el viejo como divagando nuevamente y entre dientes.–Eh, Víctor, perdona si te tuteo, pero a mi edad podrías ser mi nieto viste,

te decía ¿no tenés casa vos, no te espera alguien?–No se haga drama, estoy libre toda la noche y el clima ayuda, su compa-

ñía me hace bien, se parece a un abuelo sabio Ud.–Ja, ja, abuelo si, sabio no se, bueno, si tenés ganas de escuchar una desas-

trosa historia por ahí aprendes algo y no cometes los errores que yo.–Déle, acá tiene otro sándwich, y algo de gaseosa, si se acaba traigo más

y cuente nomás.–Despacio pibe, te vas a fundir conmigo, gaseosa no, después te hago

unos amargos, vos sabes, ya no puedo comer como antes, me lleno fácil, segu-ro se me achico el estomago, y decir que desde que vivo en la calle se me pasó la acidez, debe ser que esto es mas tranquilo viste, acá no tenés que calentarte con nada, no competís con nadie che.

–Es cierto, es más sencillo pero el frío y el viento, la lluvia y la falta de comodidades deben extrañarse.

–Si, pero son muchas las cosas que se ponen en la balanza al decidir vivir solo en la calle, cada caso es especial, algunos no eligen esto, yo si, soy el único respon-sable de lo que vivo y hago cada día, yo amo el frío y el viento, son mis maestros de vida, yo trabaje de todo mirá, estuve en el sur en las playas, fui vendedor am-bulante más de una vez, estuve en el puerto con los barcos, en mecánica y herrería viste, ayude en una cerrajería, en kioscos, frigoríficos, panaderías, balnearios, de sereno, un montón de veces che, después estuve en hoteles, gastronomía, construc-ción, un tiempo nomás pero fue muy divertido, tenía un patrón que termino siendo

46 FRANCISCO S. ORBEGOzO

mi amigo, de mis pagos era, un loco lindo si, de esos que te dejan enseñanzas de vida, había hecho de todo el tipo, desde motoquero hasta pizzero, de boliches a construir cabañas de troncos pasando por electricista mecánico y carpintero, de ahí aprendí mucho, de todo se aprende, del error mas que nada hijo, si, del error.

Pero bue, yo seguí haciendo cosas, tuve mis propios negocios también, vendía de todo bah, siempre sin mentir mucho supongo y tratando de no em-bromar a nadie viste, después me fui a la Capital, la gran ciudad y vivía en pleno centro, probé de todo en esa época, algún vicio tenía también, si, pero no les veía el sentido y con todo el respeto los deje si.

Hice mucho mas que esto pero ya no recuerdo todo, los años viste, y bue, que se yo que te estaba contando…

–Me decía de su familia, cuénteme mas de ellos, yo con mis padres vivo discutiendo ¿y Ud.?

–Mis padres, mis hermanos, que se yo, todos distintos, a veces coincidía con uno a veces con otro, les echaba la culpa de todo por épocas, otras al país, otras al mundo, al final me di cuenta de que era responsable por mis actos y que echar culpas, aunque me asistiera razón en ello era facilismo de mi parte, así que podes darte cuenta de que al aceptar esa responsabilidad por mi propia vida y al llegar a cierta edad se da esto de borrarme de la sociedad y vivir fren-te al mar, mi primer y mas grande amor, porque el mar te habla pibe, el mar te puede tranquilizar, te puede dar ideas, el mar es un ser vivo, fíjate las olas, su espuma, vos sos vivo, observas todo, yo lo veo si, vos sabes bien de lo que hablo. Si no te avivas terminas como yo y hechas todo a la puta que lo parió…

–Si, eso lo entiendo, el mar está muy vivo para mí también, y es el que más de una vez me ayuda a sobrellevar los problemas cotidianos, cuando no doy mas vengo a la costa, si es de noche y en invierno mejor.

–De noche si, si esta fresco mejor, dijo con la vista perdida.Che Víctor ¿tenés novia vos? porque a tu edad…–Si tengo, debería estar con ella ahora.–Entonces, porque no te vas y la buscas, es con ella que tenés que estar,

no con un viejo payaso que dice mentiras.–Porque estoy como deprimido hoy, Ud. me está levantando el animo, es

como si me enseñara cosas que yo se y olvidé.–Sabemos todo siempre, lo olvidamos si y alguien nos lo recuerda, algu-

nos no, algunos nunca recuerdan su saber y así está el mundo, por eso lo mejor es la soledad, dura y terrible pero definitiva solución…

47RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Mientras así hablaban, la gente, en la Rambla, escuchaba al cantante de turno, que con su elegante sombrero embelesaba a los transeúntes con viejas melodías románticas.

Alrededor del mismo se agolpaba la gente, algunos bailaban, los más adultos, los más atrevidos.

–Es que estoy mas que intrigado por sus historias, aunque son cosas co-munes aun no entiendo su cambio de vida. Y que otras cosas dejó por ahí ¿una hija dijo que tiene no?

–Aha, una hija, pero no me gusta hablar de eso, también una mujer tuve, un gato, grande y gris, casa, un negocio que marchaba a los tumbos, muchas comodidades y un buen nombre, me conocían bien allá, era importante en lo mío, pero ya ves, son vanidades de las que se puede prescindir.

Para que me fumo un cigarro y te cuento.– ¿Como era eso de que ella era ambiciosa y ud. bohemio?–Sos apurado vos che, primero lo primero, te cuento desde el principio y

vas a ir entendiendo, o no, que se yo, lo que para uno es de una manera para otro es distinto, yo al venir a Mardel pensaba estudiar y regresar, pero des-pués de unos años me acostumbre a la soledad, a moverme solo, algo que debí haber observado, yo nací pa´ moverme solo y recién ahora lo asumí, quizás si hubiera encontrado una mujer que me aceptara así como soy, loco mal llevado y ciclotímico, pero bue…

– ¿A si, eso queremos todos no?–Si, si, todos queremos eso y otras cosas, todo el tiempo queremos mas

y mas, pero ya fue para mi, yo por eso no molesto a nadie pero no dejo me molesten tampoco, por eso acostumbrate que cuando yo no quiera no estoy ni para vos, y te vas sin chistar ¿si?

–Obvio amigo, como diga.–Bue, mejor que quede claro porque a veces no estoy de animo, como te

decía entonces, yo vine estudie y al terminar vino lo jodido, tenía que trabajar, encontrar trabajo ya era bravo, tiempos difíciles, pero siempre algún comedi-do te consigue que embromar, ni que estuviera desesperado por trabajar uno, nunca fui muy adepto al laburo yo.

–Raro lo reconozca en un país donde si dice eso queda marginado uno.–País de mentirosos e hipócritas si los hay, yo digo que si sos laburante

bien, todos tenemos que ganarnos el pan claro, pero lo que vale es no arruinarle

48 FRANCISCO S. ORBEGOzO

la vida a nadie, cada uno tiene sus cualidades y se debe saber eso de chico para sacarle provecho, es la única manera de aprovechar al máximo la vida, fijáte que esta vida al menos, esta vida como Víctor, digo, es única y tal vez demasiado corta para desperdiciarla haciendo lo que indica la sociedad, ya sean las religio-nes, legisladores, familiares, amigos, patrones, boludos de turno, etc. uno debe hacer lo que debe en casos extremos pero sino se debe vivir de acuerdo al propio parecer, el limite es el derecho ajeno ¿me entendès?

–Y si, yo pienso así pero si lo digo en mi casa empiezan las discusiones, uno está en democracia hasta que opina distinto.

–Aha, mi reino no admite democracias, soy un rey anarquista en mi mun-do, aun con mi propia vida, yo de joven era debilucho, un flaco muy frágil, solo servia para hablar y sacar cuentas, aparte tímido yo, con los años me volví mas robusto, gordo un poco también, nunca me gusto el deporte salvo para mirar.

Quería navegar, y estuve a punto, después te cuento como trabajé en bar-cos, los aviones me apasionaban, y nunca volé, pero siempre conseguía mas fácil trabajos que no eran para mi, o feos, o con jefes bravos, en fin, me hice cargo de muchas cosas que no debí, de situaciones que no era conveniente meterse ¿viste? pero así es mi carácter, si me trataban mal capaz de no dormir una semana, en cambio las pocas veces que se me ponderaba era el mejor.

Nunca quise hacerme responsable de nada, era un soñador, un bohemio como ya te dije antes, y tal vez un tanto vulnerable a las personas de carácter fuerte, aun tengo algo de eso, como lo de ser tímido viste, uno lo esconde pero uno es como nace, ya sea en amores, proyectos amigos y sociedades me en-tregaba totalmente, deje todo en mis relaciones, y así me fue, pero ya te digo, no me arrepiento, de todo saqué un conocimiento, una enseñanza, una ventaja dijo alguien una vez, soy un agradecido al universo.

– ¿Cree en Dios Ud.?–y como no, yo soy Dios, los otros crearon un ser a mi imagen y semejan-

za, no, no te rías, en serio te digo, ja, ja, ja.Mirá, yo digo que Dios existe, pero vive en la fantasía de habernos creado,

falacia a la que dedica su propia existencia, el es uno mas de nosotros, solo que esta solo, aislado, y empieza a temer por su cordura, juega juegos peligrosos y mal hacemos en consentirlo.

–Yo algún día voy a escribir su historia, dijo el muchacho de la nada, como si el viejo lo hubiera inspirado.

49RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

–Algún día nunca llega pibe, quizás hoy es el momento ¿no te parece? pensá en eso, no dejes pasar tu vida en promesas, si tenés el carácter adecuado el mundo puede ser tuyo, si querés que lo sea es el asunto, y que harías con el es otro tema viste, pero deja nomás, ya estoy divagando de nuevo, vení, vamos y te cebo unos mates cerca del mar, vamos para la escollera, ahí se está mejor ¿no le tenés miedo al frió no? unos mates si, aprendí a cebarlos allá, de donde yo soy se nace sabiendo che.

–Aha, tiene agua caliente acá, pensé que era peor su hotel, dijo en broma Víctor, bue, yo no se, si no le molesta le cuento de mi, pero de ahora, porque ahora tengo el lío en la cabeza, ahora estoy como si no supiera que rumbo tomar vio, acabo de terminar una relación con una chica, duro fue aunque te cause gracia, siempre es duro.

–Y si, siempre si, no es gracioso eso no.–y… bue, no me banco estar solo, y me enredé con otra chica, buena

mina, que se yo, tiene algunas costumbres extrañas y no termino de adaptar-me, como si yo en realidad quisiera estar solo, no se, parece que todo a la vez no se puede ¿me entiende?

–Te entiendo claro, siempre es lo mismo, en eso los humanos somos todos iguales che, contá vos y yo después te digo si.

–A veces me siento como en un infierno, no se, me cuesta estar solo.–No, no, el infierno es la otra gente, dijo Sartre creo, acordate de eso, apren-

der a vivir con uno mismo es un milagro, es algo único, juntar toda esa mierda y convertirla en un solo yo es difícil, pero conocerse y aceptarse es genial, casi nadie lo consigue porque se asustan de ver quienes son de verdad, unas verdade-ras porquerías somos los humanos, dependiendo del tener y del ser social, pero cuando se lo sabe y acepta, ojo, puede ser magnifico, eso te libera.

En eso empieza a rascarse los ojos y estornudar como un loco enfermo, lo que quizá era, y enseguida se apresuró a decir.

–No es nada, es alergia… no se, a veces me destapo y me da fiebre sabes, pero estoy bien, tomo algo y se me pasa.

Delirando un poco el viejo saltaba de un tema a otro sin ton ni son.–Tranquilo amigo, dijo el joven, si quiere me voy a buscarle algo.–Deja nomás, ya se me pasa, sabias que escribí un libro yo, si un libro,

deja que te muestro, queda poco de el y está un tanto maltrecho pero podes leer algo si querés, dijo mientras sacaba un marrón y destrozado libro viejo.

50 FRANCISCO S. ORBEGOzO

El muchacho hojeó el libro un poco, En la tapa rota se podía ver el titulo: “Don David”, en el encontró algunas frases interesantes.

– ¿Me lo prestaría? sabe, yo soy de leer, me gusta cuando se aprende algo y también me entretiene.

–Y claro ¿pa´ que otras cosas va a ser un libro?–Pero, insisto che ¿porque dejó todo? si aptitudes no le faltaban.–Por cagón, pensaran algunos si, no se, ah, mmm, una vez pensé que

me ocultaba del mundo de los “vivos”, dijo con sorna, solo por no ser de las personas que miden todo por el tiempo transcurrido, sin ver que relaciones o historias de mas de 30 años no han sido mas que sumatorias de farsa y dolor, pero fue por cagón si, seguro.

–No le creo eso de ser miedoso, quizás alguna vez lo fue, pero hay que tener huevos para aislarse de todo y vivir así, usted es de pensar por lo que veo ¿porque no uso esos pensamientos, su inteligencia para triunfar?

–Triunfar ¡triunfar! ¿de qué boludez me hablas? pensar es la acción mis-ma, el pensamiento es el mismo acontecimiento, pensás y sos, lo dijo un griego así que ha de ser verdad, ja, ja ¿algo así era no?…

–De verdad cree que es así, digo lo del pensar, yo diferencio el pensa-miento de la acción.

–Vos podes decir y creer lo que quieras claro, pero acordate lo que te digo, la acción está primero diseñada en tu cabeza, tu cabeza depende de tu corazón, funciona impulsado por el, tu corazón es la vida misma, bombea sangre, san-gre es vida, y no todo lo que se ve es real, lo real es lo que vos interpretas de los hechos, es posible que todo lo que te conté no sea mas que una fábula, es posible que hoy estemos aquí y en realidad no existamos, todo es posible si tu corazón lo quiere, si tu mente lo permite, si vivís tu vida a tu manera, alguna vez recordaras esta noche y para vos siempre será real ¿me esperas un poquito que tiro la yerba al mar y vuelvo?

–Pero claro, lo espero si.Y el anciano fue hacia la punta de la escollera, la bruma y la espuma de

las olas no dejaban ver bien el final de la misma, por un instante, Víctor lo perdió de vista, y lo esperó, lo esperó demasiado, hasta desesperar, y comenzó a dudar de su espera, de la existencia del viejo, de su pensamiento y sentir, y comprendió, mucho mas aun, todo había sido un sueño, o no, pero entonces ¿de donde salió ese libro viejo y ajado que tenía en su mano? camino hasta el final de la escollera y supo que nada encontraría, supo que tenía un secreto

51RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

que a nadie podría contar, que alguien siempre lo esperaba, que la soledad era su refugio pero que debía aprender a convivir, y supo que la realidad y el conocimiento son relativos, que todo puede ser, sobre todo, en una noche en la rambla…

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AL fin Y AL cAbO…

Como Borges prefiero no creer en un mas allá, otra vez llegué a un vacío insalvable que no tiene salida, un gran agujero gris oscuro como torbellino de mareas con oleaje circular cual Maelstrom que me empuja a descender en mi animo diezmado, que me sumerge en una nada inconciente, y sin fuerzas para luchar, no porque a mi cuerpo le falten, no porque mi mente no tenga ideas o sepa como hacerlo, me sobra todo eso, es que no quiero, no quiero vivir en un mundo tan lleno de oscuras luces si se me permite el oxímoron, donde todo es ficticio e ilusorio, donde la verdad y el sentir deben ser probados día a día, donde lo bueno no cuenta, donde nadie se conforma con poco, donde el oleaje del mar y el suave roce de una piel valen menos que la palabra de un político.

Y aquí estoy arrojando párrafos en vano a este papel que espera ser llena-do ¿para qué, es mi terapia quizá? siempre lo fue y aunque cada día me cuesta mas creer en lo que digo y cada vez me es mas difícil rescatar al ser humano que llevo dentro, insisto en explayarme sobre la inmundicia humana y el dolor interno inconfesable que alguna vez me provocó la especie.

Hoy veo con desprecio de mi persona que soy parte del hedor de esa espe-cie, hoy no puedo culpar a otros y aun así no veo la salida, me pregunto ¿para qué seguir, para que vivo, para que nací?

Al fin y al cabo ¿fue real lo sucedido, era para tanto…?

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victORiA en 3 de febReRO

Alejado de las batallas por propia decisión y tal vez por hartazgo me ha-llaba frente al espumoso oleaje de un mar embravecido intentando tomar un rumbo y decidir mi inevitable futuro frente a los últimos sucesos.

Perdido en el gris cotidiano, lo rutinario y la ruidosa multitud la conocí, su presencia me inquietó y me provocó ternura desde la primera mirada, cosas que sentimos sin saber porque aun después de pasado el tiempo y a las cuales le buscamos inútil explicación ya que forman parte de los arcanos del destino.

A pesar de esta imagen que sacudía mi ser de pies a cabeza, me negaba a cambiar mi recién adquirida vida en solitario.

Me decidí al fin no sin cierta inquietud por conocer este nuevo ser que se aproximaba a mi vida de manera inusual, no era valentía ni falso arrojo, lo hacía más bien por sentir tocado mi centro vital por tan juvenil impulso y quizá por el revolverse de mi alma inquieta por naturaleza.

Así fue que retorné a las luchas, arduas estas pero no prolongadas, com-batimos en España varias veces, en Asís, siempre inspirados por el andante y loco caballero…

Pude ver que ella era fuerte y persistente, tenaz y obcecada a veces, ardo-rosa otras, como lo fuera la ira de Dios1 en el salvaje Amazonas…

Inevitable fue una caída pero los triunfos la superaron en número, al fin, la Victoria llegó en el épico 3 de Febrero.

Hoy gozo en el orbe de mi pequeño reino floreciente del amor soñado, y la paz lentamente va retornando gracias a la compañía de mi guerrera y sobe-rana, los sueños resurgen lentamente, solo espero que kronos se complote con el destino y me conceda en esta vida el centenario.

Hoy las batallas son otras, pequeñas y simples, ya no cuentan y no pueden empañar lo conseguido.

Descansa en paz alma soñadora, y disfruta de la eternidad que siempre fue tuya.

1 Hace referencia al film "Aguirre, la ira de Dios", del cineasta alemán Werner Hertzog en el Amazonas peruano.

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eL ObseRvAdOR

Se detuvo en el espejo, observo el rostro viejo y cansado como si le fuera ajeno, ahí estaban su pasado de complejos recuerdos, su inestable presente y el futuro incierto, mas aún, su dudoso final. Se fundió con el tiempo y por un segundo lo fue todo y pudo sentir la triste y oscura nada…

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MueRtO eL ReLOj

Al caer el reloj, como si de su muerte se tratara, las horas se rompieron, el tiempo se detuvo un instante y la vida misma se desparramó sobre la superficie inestable de este planeta oxidado, donde por costumbre todos, absolutamente todos, miran mecánicamente la pared o sus muñecas en un vano intento de medir lo inconmensurable y atrapar lo inasible, con un dejo de idiotez típico del adormecido terrícola promedio.

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AL MenOs

En un intento de escapar del pequeño dios del centro gris generado por el que tantas veces nos llevo a un abismo sombrío pseudo interno, me encuentro soportando/disfrutando de un lejano e interno dolor de cabeza.

Lo siento fuera, aunque dentro parece estar, taladra mi áspero cerebro pero no la mente, ella es libre, mi preciado dios/demonio.

No puedes tenerme mientras estoy en mi refugio del amor/imaginación.Tendrás que ceder y marchar a tu inevitable destino de destrucción.Al menos, mientras yo te este iluminando.

Equipo
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ESTÉ CON ACENTO EN LA "E" FINAL

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AnóniMA e inMORtAL PAsión 5 variantes

1

¿Quisiera saber de que manera puedo conocerte? conocerte de verdad, por dentro, por fuera, llegar a ser uno contigo, entender tus locuras, tus silencios y poder amarte toda una eternidad, aunque tu nunca lo sepas, aunque tu nunca te enteres.

Mi silencioso sentir será tu gloria, hermoso ícono de mi desinteresado, y para algunos, incomprensible pasión.

Descansa en paz, de alguna manera te alcanzare.

2

¿Como pudiera saber quien eres, en lo profundo de ti? convertirme en tu mismo ser, comprenderte totalmente, valorarte en tu totalidad, y aún en tu ignorancia amarte por siempre.

Te elevaré a los cielos guardando mi sentir, serás un ángel venerado, por que solo eso deseo, venerarte de loca y apasionada manera.

Que repose tu cuerpo terrenal, yo sabré llegar a ti, siempre.

3

¿Podré algún día descifrarte, en tu interior y que seamos un mismo ser?Tener la sabiduría de interpretar tu mundo, en tus momentos, ya sean

malos o buenos, y entregarte de manera oculta mi amor y mi pasión.Brillarás en mi corazón y serás la diosa de mis sueños, y mientras la ma-

teria deja libre tu blanca alma, yo en mi locura de amor, encontraré el camino hacia tu espíritu.

58 FRANCISCO S. ORBEGOzO

4

Descubrir tus misterios, unificarme contigo, llegar a ser omnisapiente para inmortalmente adorarte, para bien o mal, sin importar…

Tu serás la luminaria que me guíe y sin saberlo, la Musa inspiradora de mis mas profundos sentimientos de amor.

Y así quizá, vencer la muerte para estar contigo.

5

Adentrarme en lo inconmensurable de tu ser, entender la llama que te impulsa, saber ¿los qué y los cómo? de tu grandioso corazón, sin importar el resultado, sin importar lo que pueda hallar.

Exaltaré tu divinidad, y tu luz como un faro que conduce mi barco, me llevará más allá de los mares del sentir, más allá de la vida.

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cOMO un fénix

Como oleadas vuelvo a sentir el profundo dolor y angustia en mi alma, como si alguien se hubiera propuesto destruirme desde mi nacimiento, como si mi existencia y presencia fueran molestas e innecesarias.

Sensación de desolación y desesperada necesidad de tener aquello que al-guna vez formo parte de mi vida, aquello que con incomprensión me quitaron, mi familia, mi historia mis pertenencias y hasta mis hermanos.

Y esa redonda carita de mi niña, la que alimenté, enseñé y crié como una madre, la que me hizo enojar y sonreír, la que me dio fuerza y me ayudo a soportar momentos de soledad cuando aún no era capaz de manejar mi vida.

Tanto en sus travesuras como en su rápido aprendizaje dejé una marca imborrable, y ella hizo algo similar en mí.

Fue mi sol, y me lo arrebataron porque si, y la extraño, como tantas otras cosas, y aunque hoy mi vida sea distinta a veces sufro, por no tener, por no encontrar, por los recuerdos, los buenos recuerdos, y los otros…

El tiempo calmara esta sed de abrazarla y acariciarla, este incontenible vacío que por instantes me devora desde dentro, pero nunca olvidaré esos días, y sus gestos de criatura inocente que de a ratos se me desdibujan, nunca jamás olvidaré, o si…

Y a pesar de todo esto, a pesar de verla en las niñas que me cruzo cada día, de imaginarla en sueños, duros sueños, siempre sabré amar, porque esa es mi naturaleza simple, amar sin razón y entregarme totalmente.

Sepan pues que nadie ni nada hará que reniegue de la vida porque sé, de seguro sé, que la misma me depara grandes cosas, por eso te agradezco tu existencia, hermana mía, en tu ignorancia inocente, y en la ignorancia culpable de otros, yo se que puedo, y siempre resurgiré, como un Fénix.

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vez PRiMeRA

La primera vez que la vi no comprendí lo que sentí, pero de seguro no observé detalles, estaba terriblemente cansado y algo asustado si, también debo decir con una profunda preocupación por el gran cambio que, suponía, se observaría en mi vida desde aquel caluroso y extraordinario momento.

Si, esa primera vez no me fije demasiado en detalles…No me detuve a ver si era hermosa o poco linda, si podría ser buena al

crecer, si seria especial de algún modo, fuerte de carácter o siquiera inteli-gente.

Lo que si sentí de seguro fue la ineludible certeza de que era mía, alguien profundamente propio, todo mis pensamientos y mi confuso sentir apuntaron al hecho de que pertenecía a mi ser, era parte de mí aunque no lo hubiese deseado, y seria así por siempre, y en eso basé mis acciones posteriores, acer-tadas tal vez, erradas otras quizás, pero en eso me centre, confiando en eso la eduqué y le transmití mi escaso y oscuro conocimiento y amor.

Y hoy la extraño a cada momento pero soy feliz porque me siento entero, y se que aun somos uno, y eso es un hecho, somos algo indisoluble aunque nuestras uniones sean invisibles.

Entonces ¿puedo decir que está todo más que bien?Yo, estoy en paz.

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OLAs

Voluptuosidad del mar manifestada en olas cual turgentes senos que in-vitan al placer del espíritu. Déjame yacer en tus playas nocturnas donde anida el rugido de Eolo…

Cobíjame en tus frías soledades de invierno.Déjame fundirme con el amanecer en tus rocas, venciendo todo dolor,

superando el temor a ser, solo ser…

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etéReO es

En un momento tu corazón querrá salir de tu cuerpo…se volverá etéreo para que puedas subsistir y entonces, descubrirá que no tiene ataduras ni fron-teras y volará junto a mí, donde podrá ser feliz por siempre.

Equipo
Nota adhesiva
REEMPLAZAR LOS SUSPENSIVOS POR UNA COMA Y ESPACIO CORRESPONDIENTE.

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2068 - eL fenóMenO vOLtA

Una gran manifestación de energía.…comienzos del mes de marzo del año 2068:Su nombre era Dan, al menos así lo llamaban todos, eso recordaba desde

siempre, aquella mañana despertó temprano, como todos los días desde que dormía en la plaza principal, frente al municipio, entre desconocidos o no tanto ya, el viento era tan solo algo más que una brisa fresca, a él le dolía algo la ca-beza, pero estaba acostumbrado, tomo sus píldoras, esas que le conseguía ella de contrabando, como casi todo lo que se conseguía por esos días, recordarla puso una grotesca mueca en su rostro, ya no era adepto a las sonrisas y esa era su manera de sonreír en estos tiempos.

Salió de la tienda de campaña, tenía los ojos irritados, la alergia de siem-pre, estaba acostumbrado a sufrir, nada nuevo entonces, el dolor de cabeza fue disminuyendo con los movimientos ¿o era el efecto analgésico? lo mismo da, él estaba allí por alguna razón pensó, como le decía su amigo El Alemán, su inseparable amigo que lo rescató de las ruinas de un derrumbe, de la muerte quizá, eso era otra historia, hoy, él estaba allí…

De alguna manera era parte de lo que sucedía, de forma inconsciente pero junto a sus compañeros de lucha, esa lucha que había empezado hace cuánto tiempo ya, ni lo recordaba, más de un año quizá, por lo que en un principio le pareció justo, luego… no alcanzaba a recordar porque lo hacía, solo sabía que no tenía hogar como muchos otros, ni comida, como la mayoría, ni historia casi, pero allí en el frente, viviendo en carpas y comiendo en el fogón y la olla comunitarios había aprendido a compartir, aunque muchas veces no supiera de dónde provenía la comida, porque eran provistos por ellos, los más activos, los que a veces se retiraban a realizar tareas especiales, todo se confundía, eventos deportivos, política, conmemoraciones, de un lado y del otro, desde ochenta años atrás venían sucediendo estas cosas, ahora como siempre, el periodismo manejaba más que bastante la situación, desde las pantallas gigantes que se ubicaban en las esquinas, el oficialismo proclamaba sus grandezas y denun-ciaba a sus opositores, y regalaban gratis las actividades que desde siempre

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entretuvieron al pueblo, deportes, bailes, competencias varias, y ellos, los “pesados” de su movimiento estaban en esas imágenes, infiltrados pensaba, o quizá grandes mentirosos, pero quien era el para despotricar o dudar de los hechos si ni siquiera recordaba su lucha, ni quien era o porque estaba ahí, cla-ro, la comida, el sentido de pertenecer a un grupo, estaba por muchas razones, donde dormir y hasta por ayudar a alguien, esa manifestación que comenzó como una zoncera, ya era reconocida a nivel mundial, y se repetía en cada capital del ahora casi absoluto tercermundismo, a su alrededor, los inmensos rascacielos de una era de ficción, todo contrastaba, ya no había villas, solo edificios, barrios residenciales con chalets mas que suntuosos, y los barrios pobres, conglomerados que de tanto en tanto eran desalojados, algunos trasla-dados, los mas se amontonaban frente al a plaza adhiriendo a la movilización, sin movimiento ya, y otros no se sabía ¿o sí?

Ahí en la calle, en esa lucha sin sentido a veces, había recuperado su sa-lud, les debía mucho a ellos, por eso ayudaba, y también porque le sucedían cosas, cosas como que conoció una joven, Eliana, ella le servía la comida a veces, veintitrés años tendría, no mas, lo suficiente para sentirse adulta e in-sertada en el revuelto y complicado mundo de la calle y el dolor, el trataba de que fuera ella siempre quien le acercaba el sustento diario, era una atracción natural, con tanto tiempo ahí todo se volvía natural en la manifestación de los desamparados, de los sin trabajo, de los sin techo, de los… de los otros ¿cuáles otros se preguntó? sacudió la cabeza y siguió su camino sin pensar más en esto, no era la primera vez que una idea se le iba, que un pensamiento se le es-capaba, la terapia de shock le habían dicho un par de artistas del lugar, cuando te detuvieron algo te hicieron, a todos nos ha pasado, tu memoria jamás será la misma pero zafaste a tiempo, el igualmente no alcanzaba a comprender de lo que le hablaban.

Se detuvo en una esquina, la voz de un científico sonaba por los alto-parlantes y su imagen se veía nítida en la pantalla, redondos lentes bajo una amplia frente que subía por su media calvicie, desde la zona superior de su cabeza hacia atrás, una larga y lacia cabellera no tan prolija, era un rostro mezcla de dulzura y locos gestos apasionados, difícil de entender aunque no tanto de describir, y hablaba apasionadamente de manera eufórica y concisa, sin dejar lugar a dudas, frente a un entrevistador intentando parecer serio sin conseguirlo, tratando de ocultar su poca sapiencia en una sonrisa boba, los periodistas de esta época continuaron con la permanente decadencia del rubro y estaban llegando a lo tontería constante en sus programas, ya nada era serio para ellos y aun los especializados y reconocidos debían hacer uso del humor y

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la chanza para tener rating y ahí estaban los dos, entrevistador y entrevistado, en la pública pantalla, gracias a la tecnología estos aparatos ya no podían ser destruidos y servían muy bien al fin de formar opiniones, por eso ellos, los manifestantes desarrollaron un sistema de inmunidad a lo que se veía y escu-chaba del periodismo, salvo cuando… salvo cuando jugaba su equipo favorito, o la correspondiente selección nacional, fuera el deporte que fuera ¡ah! y los ídolos, cuando ellos estaban en la TV, no existía otras cosa, aunque fueran drogadictos, mentirosos, criminales o pobres tontos, esto era la atracción de todos, las pantallas, se habían puesto de moda después del intento de ley anti celular, aquella que intentó prohibir el uso de los mismos y regular de cierta forma el acceso a la red internetica, como siempre se trataba del poder, solo los elegidos podrían hacerlo, se realizaron pruebas piloto en las provincias pero todo se tornó un caos, revueltas y protestas constantes, falta de información, problemas en los sistemas bancarios, atentados de todo tipo, etc. que hicieron desistir a los mandatarios, empresarios y demás nefastos involucrados, todo este asunto, sus consecuencias y otras ocultas razones dieron por resultado el traslado temporal de la capital del país a la costa atlántica, cincuenta años hacía ya de esto pero parte del poder quedó allá, en la vieja, gris y semi des-truida gran ciudad.

Alguien le palmeó la espalda, era El Alemán, el eterno pacificador, el cu-randero le decían los menos entendidos, él, solo se consideraba un ser humano en medio del caos, aunque para todos no era un terrícola, algunos le decían Ángel, otros marciano, otros santo, algunos no lo aceptaban ni querían como sucede con lo distinto o fuera de lo común, pero era respetado absolutamente por la totalidad, y temido por más de uno, aun en su aura de paz tenía algo de majestuoso, de terrible casi, se decía que alguna vez fue entrevistado por el presidente, se decía, entre otras asombrosas cosas.

Nadie como él podía calmar la histeria, dar paz, dar amor y comprensión como le gustaba pregonar, tenía el carácter ideal para predicar pero solo cal-maba los ánimos y dolores ya fuera con la palabra, que evitaba lo más posible, con la imposición de sus manos o tan solo su presencia, poseía un gran humor, sencillo y agradable siempre, él de seguro, no encajaba en ese mundo, pero ahí estaba, en medio de los grandes inventos, justo en medio de todo, entre el poder y la escondida pobreza que desde siempre acompañó al mundo, entre el conocimiento y la incultura que hace un siglo avanzaba, entre el placer y él dolor que ya eran uno en la gente, era la única persona en quien Dan confiaba totalmente, y con un gesto sonriente le estaba señalando la imagen en la súper pantalla, algo había en él, algo había que lo hacía distinto.

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Allá en las imágenes, en la inalcanzable pantalla, el científico sostenía, más bien aseguraba con números, gráficos y demás símbolos de inteligencia pura, que el mundo corría serio peligro en ese año 2068, hacia años lo de-nunciaba, llevaba más de doce años de estudio en el asunto y no cejaba en su empeño de despertar la conciencia de los poderosos y los otros, él, era el Licenciado en ingeniería energética D. Volta, ya conocido mundialmente por su afán en asustar a todos con sus cálculos sobre materialización de energía convectiva aleatoria y excedente en el cosmos, y marcaba los errores absolutos en manipulación de bioquímicos de acción spultrante, un verdadero jeroglífico en información era el Sr. Volta, también sostenía que dado los errores humanos en el tratado de tóxicos, químicos, energías procyanicas y otros asuntos incom-prensibles para el hombre común, toda esta energía acumulada y aumentada más sus nocivas consecuencias, estaban descendiendo sobre el planeta ame-nazando con destruir primero, los ecosistemas, más adelante contaminando directamente el agua y los alimentos de consumo diario, luego vendrían las fallas tecnológicas, el decaer de las energías convencionales donde los inge-nieros y demás involucrados comenzarían a dudar sobre sabotajes y disturbios de los sistemas primarios sin acertar a la causa del mal, lo que llevaría a pér-didas de tiempo con respecto a tomas de medidas y por consiguiente la falta de previsión y tiempo para solventar una posible solución aunque para él, la misma ya era impracticable, y solo quería preparar a la turba y minimizar los daños de ser esto posible, al final, como consecuencia inevitable, hablaba del tan mentado desabastecimiento de alimentos, salud y demás que ya de por si eran causa de dolor y sufrimiento en todo el mundo.

Dan, lo escuchó fascinado, mas por la imagen y las grandilocuentes pa-labras que por entender algo del tema, básicamente no comprendía nada que fuera más allá de su vida actual en ese preciso lugar y momento, sus deseos eran básicos, como sus necesidades y eso era el centro de su mundo, y nada salía de ahí, esa era su mente limitada y nunca tuvo ni tendría intención y ca-pacidad para el cambio, a eso había llegado, eso es lo que la sociedad le obligo a ser y aceptar de su vida, y no se quejaba, mientras pudiera dormir un rato, comer algo y tener entre sus brazos a Eliana, o quizá algo más si todo iba bien.

Caminaron entre las pancartas y banderas de raída tela, con inscripciones que a ellos nada les decían ya, era un adorno más de la farsa de su callejero mundo de protesta trasladado en el tiempo.

En la esquina, totalmente fuera de lugar, se promocionaba un recital de metal pesado absolutamente pasado de moda, un perro se olfateaba y lamía a

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sí mismo, un niño empezando esto de ser humano, corría detrás de un gatito negro para luego chocar con la humanidad de un señor gordo y fastidioso, la madre, pareciendo menos humana pero sin dejar de serlo también, llega detrás chillando de horrenda manera, gritaba algo imposible de comprender mientras miraba con cara de reproche al hombre obeso, el niño lloraba a gritos quizá por el choque o quizá por su gato, o más bien por miedo de los que lo rodeaban, esos humanos distintos si, mientras media cuadra más allá, unos obreros, esos seres también humanos pero más sencillos, sobre un edificio en construcción y creyéndose ingeniosos, decían obscenidades en forma de verso a un par de bellas adolescentes que, livianas de ropa y tal vez también de espíritu, pasaban moviendo voluptuosamente sus caderas sin siquiera sonrojarse ¿demasiado humanas tal vez? un conductor le hacía señas nada educadas a otro que se cruzó la luz roja del semáforo, un colectivo se detenía sobre la descolorida senda peatonal, luego de rozar el cordón lleno de agua estancada y salpicar por media cuadra la vereda y los transeúntes enardecidos por ello, en la esquina, otros ciudadanos esperaban el cambio de color del instantáneo y a veces inútil semáforo para largar una humanísima y veloz carrera a ningún lugar, o tan solo hasta la próxima luz roja, una anciana, al final de su ya sufriente y vacía humanidad, revuelve sin cuidado la basura, tres canes comen lo que cae, uno ladra incansablemente a otro cachorro lanudo que es llevado por histérica y no tan humana señora, que en su apuro va casi ahorcando a su mascota, tres hombres de traje interrumpen de forma nada respetuosa el apurado paso de la gente mientras se entretienen en una sonora charla con ampulosos gestos, como si a toda la calle les interesara lo que dicen, como si fuesen los únicos que existen, un hombre alto maldice con elevado humanismo y fervor ¿la cau-sa? se golpeó con una demasiado baja sombrilla puesta en medio de la vereda para proteger a los humanoides sentados en una mesa de café, el dolor debe ser fuerte, se toma el ojo y decide seguir su camino, los sentados a la mesa lo miran como si fuera un loco, alguien duerme en la puerta de un hotel, alguna vez perteneció a la raza humana si, tres magníficos autos se detienen frente al mismo, el botones saca apurado al indigente adormecido, bajan ejecutivos y elegantes señoritas con modos educados y miradas de desprecio, desprecio por el mundo todo, casi por la vida misma, que viva el ego, solo nosotros existi-mos, y son humanos también, unos muchachotes, se burlan de otros y escriben las paredes de un blanco garaje con mofas hacia el club contrario, arruinando humanamente otro espacio prolijo, como si importara hoy, gracioso ver esto en estos tiempos donde los de abajo están arriba, donde los grandes descienden, donde algunas viejas glorias intentan revivir el pasado pero ya sin la esencia

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misma del honor, porque el honor es también algo humano, y este espécimen pareciera estar en extinción.

Comenzó a sonar una alarma en un vehículo, el dueño no aparece, le taladraba los nervios el sonido, y el mundo continuaba girando, las motos aceleraban ruidosas, sin escape el sonido a veces es insoportable, poco cambia en cincuenta años el mundo, los mismos ruidos, la misma escoria, la misma farsa humana, pasan varios muchachos de los escasos barrios bajos, con su pobre e inventado lenguaje, y sus ridículas vestimentas, uniformes de pobreza, de pobreza de espíritu, subhumanos diría él en tono de burla pero siempre por lo bajo, no sea que lo acusen de racista, al fin y al cabo, odiaba todo por igual, eso era algo constante, el odio por la estupidez humana, los que no dejaban vivir a los demás, los que se creen más fuertes, más poderosos, mejores, y los otros, los que por estar abajo pueden arruinar el mundo y la vida de alguien en segundos, solo porque si, por dolor y disconformidad, estos chicos mal ves-tidos y sus amiguitas ruidosas, sus repetitivas malas palabras, las únicas que se les entiende en su lunfardo naciente (no le daba para comprender porque).

Y el, ¿a qué mundo pertenecía? no encajaba en estos dos y no era alguien común, ni vulgar, ni especial, un perfecto y hasta ahora inútil intermedio, eso era, eso se sentía.

Algo hicieron los de esta banda, su instinto le hizo observar un lujoso y plateado auto deportivo que se detuvo de pronto en la esquina, alguien del asiento trasero se baja mientras pasa un patrullero en sentido prohibido si-guiendo a los revoltosos y nada confiables jóvenes, supo enseguida que algo andaba mal, el recién descendido del auto fue al baúl del mismo y sacó una escopeta recortada, no tuvo tiempo de sobresaltarse, desde que lo vio bajar supo que era un agente de civil, algo estaba por suceder, el personaje con sus estudiados modos de matón se sube al vehículo y este toma gran velocidad doblando en la esquina siguiente, la banda estaría rodeada y lo que sucediera después a él no le incumbía, al menos los damnificados, ya fueran dueños de una vidriera rota, un auto rayado, o algún celular sustraído estarían conformes por una vez con el accionar de la ley, ¡¡¡LA LEY!!! En fin…

Dan, que nunca se sintió muy humano, ve todo este caos, es lo normal, o más bien lo cotidiano, le da un poco de asco, no comprende, aun su cabeza no analiza ni es tan filosófica para tener una comprensión del porqué de todo esto, y mejor así porque no lo hay, no puede haber un porque a la inmensa, gigantesca, destructiva, sin sentido y aunque suene extraño, maravillosa e insuperable estupidez humana.

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Y viendo este circo que llaman ciudad, observando la TV, ese hombre desesperado, entusiasmado también y obsesionado en salvar o prevenir al mundo alcanzó a percibir algo, como un pequeño vislumbre de lo que es el mismo, la vida, el ser, descubrió que aparentemente todos estaban demasiado ocupados convenciendo a sus oponentes de que eran escoria humana, de que debían convertirse, de que tenían que desistir en sus absurdas intenciones, todos menos el tranquilo Alemán, él estaba más allá de todo eso, le resbala-ba (pareces un Buda, le decía el a veces en tono de burla, te falta la pancita nomás), pero el resto no, por eso no se ocupaban más que por arriba del tema que el Ingeniero D. Volta les planteaba, cosa extraña esta, ya que el mismo ingeniero era uno de los más reconocidos científicos por sus descubrimientos y el trabajo realizado en solitario, en los lugares más alejados y extraños del planeta, eso jamás consiguió llevarlo al nivel de ídolo popular, más bien era el orate del pueblo, el mismo que se atrevió a rechazar el premio Novel por parecerle una gran farsa que solo servía para distraer, algo político y oneroso, claro que esta actitud ayudo a que muchos le prestaran atención, pero no lo suficiente, y el mal llamado “Fenómeno Volta” se acercaba, era 1º de enero del año 2068 y se suponía que la debacle podía suceder entre el 28 de marzo y el 5 de abril, luego, más adelante con los hechos sucedidos se sabría que la fecha fatídica sería el 31 de marzo, fecha de su cumpleaños, magro y obscuro regalo le daría la vida.

Cavilaba sus escasas ideas sobre lo que veía cuando escucho que era llamado por Eliana,

–Dan, que te pasa, hasta parece que estuvieras pensando dijo la muchacha.–Nada, nada, dijo el, solo miraba y no comprendo nada, no sé cuándo

acabará esto ¿y donde iré si acaba?Ella lo rodeo con su brazo y le propuso algo más interesante que hacer,

mientras un gran movimiento se daba en el centro de la plaza, alguien prepa-raba algo, se estaba gestando algo distinto, sonó una sirena de llamada, era la señal que usaban cuando algo importante sucedía o cuando algún dirigente estaba por dar un discurso, esta vez era mitad y mitad, un discurso que incluía un comunicado de aceptación de condiciones por parte de algunos gobernantes que se comprometían a dar trabajo y techo a muchos bajo condiciones míni-mas, y a los otros, los privilegiados de siempre, les darían cargos etc. etc.

Por supuesto, esto era una repetición de noticias y sucesos, algunos creían y aceptaban por conveniencia o cansancio, o por no saber, o solo por no discu-tir, pero los otros se enardecían y exigían más, porque si algunos, con conven-

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cimiento en sus pareceres otros y los más, llevados por la energía acumulada en la inacción y el embrutecimiento que provoca el estar siempre abajo, mal alimentado y sin posibilidades de futuro viendo como los poderosos siguen progresando y llenándose las panzas.

Oscurecía lentamente, una neblina cubría todo, tal vez al amanecer ne-vara, era raro pero a veces sucedía, el clima cambió mucho en los últimos 20 años, los sonidos de una revuelta se aproximaban, estaba por suceder algo importante o era de nuevo una falsa alarma.

En soledad vio como El Alemán se esfumaba en la neblina, no sabía dónde dormía, o si en verdad lo hacía, solo sabía que cuando se lo necesitaba el estaba.

Recordó la noche que llegó a la plaza, todo era caos, recibió más de un golpe de la policía montada, el nada había hecho pero bueno, sería la última vez que no hiciera nada, esos primeros meses fueron de revueltas y luchas callejeras, destruir la propiedad privada y agredir se transformó en su pasión, al fin y al cabo había sido golpeado por la ley, por lo tanto, como el no mere-cía eso no respetaría más la supuesta ley y como su inteligencia no podía ir mas allá de ese razonamiento fue precursor de daños irreparables a veces en nombre de justas causas.

Y no es que esto lo pusiera orgulloso, no se vanagloriaba, solo hacia lo que le enseñaba la sociedad, ojo por ojo, sangre con sangre, defendía su co-mida, su único hábitat, pero por suerte las luchas se habían detenido cuando llegó la fuerza especial de contraataque, una división que no se sabía bien a quien respondía, si al gobierno nacional, la intendencia, la policía federal, la gendarmería, o más bien lo que muchos suponían, a empresas y poderes de-masiado impersonales como para ser atacadas o reconocidas.

El daño producido por estas fuerzas de ataque, formadas por seres de poca conciencia social (no tan distinta al fin del común de la gente en esta época según venimos observando), la desmedida libertad y terrible contundencia con la que actuaban, basada en su poderoso armamento moderno, mas el temor que producían por su fama y aspecto, llevaron al cese de acciones entre los manifestantes, que en su mayoría, sin conocimientos ni cultura, sin armas y logística adecuada, y dominados totalmente por sus dirigentes no se daban cuenta de que podrían haber sido aniquilados si toda esta parafernalia hecha movilización y protesta no fuera conveniente a todas las partes, casi un nego-cio entre gobernantes, gobernados y empresas inmiscuidas en asuntos que les eran ajenos, al menos en apariencia.

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Como otras tantas veces Dan tomo un caño de casi un metro de largo, tomado antaño de una construcción y que solía usar a manera de garrote y salió a ver que sucedía, otra vez dejo su caliente lecho en su pequeña carpa para luchar aunque sin muchas esperanzas, era de los pocos que aún se atrevía, no más de diez eran, siempre los mismos locos y despreocupados que iban al frente, no por maldad, solo porque no había más que hacer allí y tenían capacidad de lucha y así debía ser, pero otra vez nada sucedería, hasta que los más jóvenes tomaran las riendas de las protestas, y estas fueran lógicas y justificadas no volvería a haber violencia en las calles, a nadie le convenía, así estaba todo bajo control y se podía manejar el pueblo fácilmente, un excelente tira y afloje casi, casi democrático y estúpido.

Regreso a su lugar, Eliana lo esperaba, lo miro diciéndole, -que ganas de gastar energías tenés, él se rió, entre ellos rara vez había palabras, las caricias y los besos unas veces y el sexo las más eran su lenguaje, y el resto como esto, era acción, comer, ayudar, trabajar en lo poco que hiciera falta, curar a alguien, o cargar algo, o dormir, no más que eso, vivir tan solo, si es que eso era vivir.

Así pasó el día de manera intrascendente como los más, a veces sucedían cosas simples que lo entretenían, nada especial, solo lo cotidiano, de ahí que no entendiera como todo esto aún no terminaba, ya la lucha se diluía, era más bien una actuación de seres que perdían el rumbo y hasta su vida en esta interminable manifestación sin sentido, no se confiaba tanto en los dirigentes, los que iniciaron la movilización fueron uno a uno desapareciendo, por salud, fallecimientos, dudas, y también estaban los que fueron comprados, se sabía poco y se sospechaba mucho de eso, pero sin dudas era real, por esta causa se estaba mas en la plaza por un sentimiento de incerteza, una mezcla de no saber qué hacer, donde ir, las pseudo viviendas que antes habitaban los que las tenían ya no estaban en su mayoría, los otros, los sin techo, a ellos les convenía seguir ahí, se comía, se estaba seguro, era una mini civilización del subdesarrollo como gustaban decir los decadentes, repetitivos y mercenarios periodistas.

Y otra vez la mañana, los ruidos del amanecer, una mezcla de bronca por no poder seguir durmiendo y esperanza por ver qué sucede, que cambia ¿qué hacer hoy? y ahí entre todos su extraño amigo, dando consuelo a algún enfermo, se volvió hacía él y lo miró fijamente, era difícil sostenerle la mirada, como si pudiera ver en nuestro interior se sentía, que raro pensó ¿quién será en realidad? a veces parece un santo y otras…

Las físicamente pesadas y hacendosas mujeres preparando la comida, las jóvenes coqueteando, los más pequeños corriendo, esa desagradable y popular

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música sonando por doquier sin tempo, sin lenguaje conocido, sin acordes adecuados, sin un ¿porque? ¿desde cuándo y de donde era tan delicado con la música? lo demás pasaba, todo, aguantaba lo que fuera, mala comida, mala conversación, trabajo duro, gritos, ruidos, pero tenía algo con la música, en eso era como el científico Volta, una vez lo escucho decir que la decadencia musical y artística del pueblo era equivalente a la involución mental del mismo, no entendió del todo pero sabía a lo que se refería, también había dicho que un pueblo sin cultura y educación no era nada, solo un conjunto de seres bestiales manifestándose de manera animal, etc. etc. no cabía duda, Volta era su otro yo con educación, su alter ego, ese pensamiento lo divertía, saber que tenía algo en común con un personaje inteligente.

Había entendido que la música era la mejor expresión, por calidad y can-tidad de la cultura del hombre, y si bien se entendía que lo popular no siempre era lo mejor, todo tenía un límite, esa frase se la robo para siempre al científi-co, todo tiene un límite…

Limites, eso era algo que podía entender, limite al hambre, limite al do-lor, a la enfermedad, al poder, a la mentira, pero era tan difícil deducir donde estaba el límite de cada cosa.

Los demás, muchachones sin trabajo, vagos, drogadictos algunos, otros no, algunos gordos y otros flacos, recostados en una baranda improvisada, ahí mismo los vehículos de moda, pequeños y súper veloces scooters alemanes, reemplazaron a los japonesas motos de otras épocas, era una de las pocas, valga la expresión, manifestaciones de lujo, otras eran los video celulares con su impresionante sistema de sonido incorporado, contradicciones o no, ellos eran los dueños de la calle, nadie lo discutía ¿pero no hubiese sido más simple darles trabajo? se preguntó Dan, darles educación, o todo lo contrario, como en ciertos países y algunas veces en este, desaparecerlos.

Feos pensamientos eran esos, pero para una poca razonadora mente y de escasa moral como la suya, la simpleza de pensamientos prevalecía, así debió haber sido en los tiempos duros, los malos ordenaban y los escasos de mente actuaban sin moral, algo repetitivo en cada país del mundo, sin importar la cultura que tuviesen, ni la historia, alguien le contó una vez que el filosofo del siglo XX Krishnamurti, una vez había dicho, “Si algo he aprendido en mis viajes por el mundo es que el humano es igual en todas partes”.

Se le dibujo una sonrisa al ver pasar con gesto preocupado a Eliana, otra vez lo pescaba divagando, concentró su atención en los niños, jugaban juegos extraños, mas allá, los adultos, jefes del grupo debatían, nunca se acercaba a

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73RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

menos que lo llamaran, no entendía de palabras y no quería entender, era me-jor así, que otros decidieran, menos responsabilidad y algo más de paz, algo más de tiempo para… ¿para qué? no sabía, no tenía idea ( ¿o no recordaba?) y mientras ella seguía su camino cargando cosas, trabajando, luchando de alguna manera, encendió un cigarrillo, aspiro el toxico un par de veces y lo tiró, ya no los disfrutaba, solo era una asquerosa costumbre que algún día dejaría.

Era 30 de febrero ya, si, aunque suene raro, sucede que el planeta tierra sufrió un desbalance en su eje y por esta causa el giro alrededor del sol se hizo unos segundos más lentos lo que llevo a que tardara dos días más en completar su ciclo, que en la actualidad era de 367 días y 3 horas al año más o menos según explicaban los que creían saber del tema, resultado, el segundo mes del año recupero los días perdidos, por info que circulaba, se sabía que ya era oficial el levantamiento de las manifestaciones y asentamientos en todo el país, para bien o para mal así sucedería, hoy se daría a conocer y en una semana se desconcentrarían todos, le habían prometido un hogar, a él, por los servicios prestados (…), y por los que de seguro prestaría, ya le tenían trabajo, acorde a sus condiciones le habían dicho, Eliana no se mostraba alegre desde estos sucesos, y menos con la pacifica aceptación que el mostraba ante los nuevos acontecimientos, ella, por dentro era la más aguerrida revolucionaria y escondía una inteligencia superior a la media, que sacaba a relucir cuando se la necesitaba, actuaba con el cómo enojada, como si no pudiera explicarle lo que sobrevendría de estos nuevos acontecimientos, en absoluto se rendiría a esta farsa, pero él, él no pensaba, solo sentía cansancio y deseaba todo terminara de una buena vez, y tal vez ya no tuviese conciencia, jamás la había necesitado.

El Alemán en cambio, no parecía darle importancia a los cambios, más de lo mismo decía, aquí o allá, es igual, es la vida, es el hoy, lo único que cuenta es el presente, hacer es ser, ser es hacer, lo mismo estés donde estés, no hay diferencia, yo siempre estoy bien, porque acepto lo que soy, quien soy, siem-pre listo para vivir, por algo sucede todo, lo que hoy te parece malo o injusto, mañana tendrá una razón, porque el hoy, el ayer y el mañana son uno, solo vive y no te enredes, le decía siempre, toma todo de manera positiva, de todas formas las cosas suceden exactamente como deben, así que deja de pensar y los demás deberían planear que hacer en vez de quejarse todo el día, pero su limitada mente no entendía un comino, comprendía sin razonar que su amigo tenía razón, porque si, porque lo sentía simplemente en lo profundo de su co-razón, o lo que fuera que él tenía dentro de su pecho, porque confiaba.

74 FRANCISCO S. ORBEGOzO

De que se trataba esto, un nuevo comienzo, el fin de los amaneceres rui-dosos, de la ruidosa música, del olor rancio, de la mugre cotidiana, la enferme-dad por doquier, volver a ser alguien si es que alguna vez fue eso, trabajar en blanco, una rareza en estos tiempos, dejar de comer guisos escasos, pucheros pobres, carnes recalentadas y de extraña procedencia, fideos de mala calidad o arroz pegoteado y seco, o tal vez un comienzo viendo lo positivo, casa limpia y cómoda, cama acorde a su corpulencia, toda la tecnología y el confort a su plena disposición, alimentos con un perfecto balance de nutrientes y ropa ade-cuada a lo indicado por la sociedad, de todas maneras le gustaba tener perfil bajo, le recomendaron tener perfil bajo, su trabajo lo requeriría ¿que sería ese trabajo? no importaba mucho aun, para nada importaba, el tema era mante-nerse ocupado, pagar las cuentas, pasar desapercibido y vivir en las sombras como siempre decía le gustaba vivir.

Mientras el cambio se preparaba, algunos morían en la calle, otros cobra-ban dinero mal habido a escondidas, como siempre unos se enriquecían, otros sobrevivían y los más se convertían en bestias humanoides sin más propiedad que sus sucias prendas, la dura calle y un más que incierto futuro, desastroso futuro, aunque tal vez, solo tal vez el universo emparejara las cosas para abajo en esta ocasión.

10 de marzo, un tiroteo persistente se mantuvo entre algunos supuestos vándalos que intentaron penetrar el viejo municipio por la fuerza a la dos y media de la madrugada, antes de poder siquiera acercarse a su objetivo fueron repelidos por las fuerzas de seguridad siendo apresado por las mismas sin mayores novedades, eso decían en la radio esa mañana del 10, pero la realidad era otra, las manchas, charcos de sangre y cinco cuerpos rápidamente retirados indicaban otra cosa absolutamente distinta, rabia, dolor, impotencia, pero nada puede hacerse cuando se está en inferioridad y los que mandan piden calma, todo se arreglaba en 5 días como máximo, dijeron los de arriba y estos pibes la arruinaron, ellos cometieron un error, desobedecieron las ordenes y la tregua y así se termina cuando se juega duro, mentira tras mentira como siempre, imbéciles unos, imbéciles otros, todos juntos no sirven para hacer un solo humano normal se dijo Dan, paciencia, aguanta un poco y terminará la locura.

Continuó escuchando la radio, la emisora alternativa que alguna vez ofrecía la posibilidad de saber algo, algo de verdad, las publicidades se suce-dían como siempre, tontas maneras de vender, excelentes combinaciones de palabras que nos meten por las orejas productos de relativa calidad y nos dejan satisfechos solo por ser conocidos y promocionados constantemente en el éter,

75RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

“¿Amargos y dulces sinsabores? tome yerba ¡Mil Amores!”, “Comunícate bien, anticipa el siglo XXII con Floxtel, date el gusto de ser moderno, de lo demás nos encargamos nosotros, Floxtel, preparando el siglo XXII ¿y vos, qué esperas?” un montón de basura comercial quemando las cabezas de los que supuestamente piensan, o al menos tienen el dinero y los hace creerse mejores.

15 de marzo, el movimiento de reorganización social estaba en marcha, la gente, los afortunados, tenían un hogar y algunos eran reubicados y los otros bueno, de muchos no se tenía noticias, como dicen algunos, desaparecieron… una vieja costumbre americana, más bien sudamericana de los viejos tiempos del siglo XX, nadie se daba cuenta, a nadie le importaba, eran los indigentes, los inservibles, el si lo notaba porque siempre trataba con los pobres, los des-validos, los distintos, eran más fácil de entender, de tratar, tenían en común el alma, eran su improvisada familia, su alma era como la de ellos en parte, aunque su cuerpo no lo mostrara.

Como siempre, se enfocó en lo simple, decidió no pensar y seguir con el rebaño, y allá fue a presentarse a su nuevo oficio, no le agradaba pero era sencillo, las fuerzas de choque lo esperaban, aprobó los exámenes físicos y no le pidieron más, era un “recomendado”, eso era palabra santa en estos tiempos y el no sería quien lo pusiera en duda, un trabajo es un trabajo ¿sí? eso quiso creer, pero luego…

Los del camión de servicios eléctricos lo arrimaron a su nueva casa, su nuevo hogar, uno de los pocos que tuvo y el mejor en cuanto a calidad, se des-pidió con un gesto de su mano, introdujo la llave magnética en la cerradura, esta se abrió sin sonidos, nada parecía normal en este mundo tan futuresco, de que sirve toda esta payasada de la tecnología cuando uno es tan incivilizado, tan tosco, tan básico, tan brutal, solo para ser una farsa mas, cambiar de ropa, de casa, de costumbres y relaciones, eso no lo hace a uno distinto de la mañana a la noche, ni siquiera en mil años se puede cambiar la esencia de ciertos seres, de otros tal vez, de esos otros, pero no de él.

Dejo su mochila y su abrigo sobre la cama, amplia cama, cómoda, se dirigió a la cocina, metió los sobres congelados de comida condensada en la cocina micro ondas con re hidratador, antes de encender el aparato siguiendo las simples indicaciones bajo la botonera leyó el paquete del alimento y leyó: milanesa napolitana con puré y agregados nutritivos de acuerdo a lo estable-cido por la ley de alimentos etc. etc. …coloque el contenido del paquete sin quitar el envoltorio interior del mismo dentro del procesador micro ondas o re hidratador, indique diez minutos de cocción en el timer, accione el encendido

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automático y luego seleccione la opción 5 de cocción, en diez minutos tendrá la más sabrosa comida en su plato, y no deje de probar nuestros variados y exquisitos sabores, etc. etc.

Luego de comer y beber un gran vaso de buen whisky, gusto que pocas veces en su vida se había podido dar, se recostó en su cama de dos plazas y media, se durmió profundamente, y soñó, soñó lo que no quería soñar, cosas horribles y la sensación de soledad volvió, y luego de la pesadilla la realidad, no recordaba bien el sueño pero, bañado en sudor, jadeante y con el clásico y cotidiano dolor de cabeza, se levantó sabiendo que lo que había soñado era malo, y tenía que ver con él, con su futuro y con mucho más que eso, le había sucedido otras veces, como pesadillas premonitorias, solo que esta vez no alcanzaba a recordar absolutamente nada, se desvistió y se metió en la ducha, accionó un par de botones para la temperatura, encendió la música desde un interruptor en el mismo baño y por el momento, solo por un instante, se olvidó del mundo.

Al día siguiente fue de compras, le dieron un vehículo para que se tras-ladara, le dieron a elegir y fiel a sus extraños y anticuados gustos eligió una vieja, incomoda y difícil de conducir Harley Davidson color azul metalizado, de gran cilindrada y consumo, algo que soñó solo por haberla visto en una antigua revista del ambiente motor cuando era niño en alguno de los tantos consultorios de los psicólogos a los que fue llevado en esa época, de la que muy pocos recuerdos tenía.

Encendió la vieja y otrora poderosa máquina y con un ronco sonido salió a la nueva autopista con rumbo al centro de la ciudad, era como algo venido de otra época, como un dinosaurio suelto en la feria de ciencias, todo el mundo circulaba tranquilo ahora, todo parecía estar en calma, todo pero no, el perci-bía siempre más allá, algo no encajaba, era el mundo, la ciudad, la gente o tan solo era el, que había nacido en el tiempo equivocado, quizá el destino erró la época, y fallo por más de cincuenta años pensó mientras sonreía y aceleraba a fondo haciendo rugir la motocicleta.

Recorrió algunos negocios y se aburrió, compró algo de lo que necesitaba, lo de primera necesidad se podría decir, luego se encaminó por la vieja costa-nera hacia el puerto, no le agradó demasiado en lo que se estaba transformando la ciudad, su amada ciudad, marcho más lejos, hacia los acantilados, pensar que de joven iba a esos lugares en colectivo y hasta caminando, horas vagó por las rutas, de lado a lado, termino en la zona opuesta donde comenzó su paseo, estaba en la zona más deshabitada de la costa, lugares familiares para

77RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

él, viento fuerte, cortante, el frío corría por la costa, estacionó entre una du-nas, en un lugar escondido, bajó a la playa, una de las pocas que por su forma e inaccesibilidad no había sido comercializada, aún no había y ojala nunca hubiera un balneario allí, miro el mar, se sentó con la piernas cruzadas y tuvo en el mar, en el viento, uno de sus últimos momentos tranquilos, más bien, con certeza digamos que fue el último y definitivo momento da paz y felicidad, si bien no sabía que entender por felicidad en su escaso lenguaje.

Horas después, más tranquilo y planeando repetir estas escapadas soli-tarias, cosa que no volvería a suceder, regresó a su casa, pensaba en Eliana, debía encontrarla ¿pero dónde? y ¿ella lo recibiría? algo se había roto, alguna incomprensión se interponía entre ellos, por decirlo de algún modo.

Días después de concurrir a los sanatorios y consultorios médicos, los exámenes estaban aprobados, todo en regla le dijeron, la prueba ergométrica, los análisis totales, las pruebas de fuerza, resistencia y habilidad, su pasado absolutamente investigado, el entrenamiento comenzaba esa semana, solo sería un repaso de tácticas y aceptación de ordenes le dijeron, trabajaban directa-mente sobre el cerebro, educando la mente consciente y redireccionando el inconsciente, algo grande se preparaba y debían estar listos, era 19 de marzo ya y como todos los años, los disturbios del 24, fecha que los manifestantes aprovechaban cualquiera fuera la agrupación, pensamiento o lucha, para tra-tar de desestabilizar la democracia como le gustaba decir y proclamar a toda voz a los oficialistas de turno (en este caso eran 21 años de la misma política apoyada por los grupos empresarios de poder).

Al volver decidió preguntar entre los conocidos por sus viejas relaciones, más bien por Eliana y El Alemán, pero no solo encontró muy pocos conocidos, sino que los que estaban, no parecían dispuestos a hablar con él, todos lo eva-dían, incluso los pocos que se dirigieron sinceramente no tenían idea de dónde encontrarlos, solo sabían que algo raro sucedía, que algo grande se preparaba pero no ¿que era, o donde, o porque? lo de siempre, malditos seres humanos, empezaba a preferir los animales.

Regreso de noche y cansado, le habían aplicado la cuarta inyección obli-gatoria de una serie de siete, según le informaron los doctores de la clínica laboral, eran para fortalecer su sistema inmune evitando así enfermedades, y prevenir desequilibrios (jamás le sucedió en toda su vida pasada ni lo uno ni lo otro), miro su muñeca, el reloj cronometro de alta precisión con GPS incor-porado no le sentaba en absoluto, demasiado moderno para su vestir y actuar tan clásico en todo sentido, quedaba como venía sucediéndole con todo, fuera

78 FRANCISCO S. ORBEGOzO

de lugar en su ascético cuerpo, eran las 23hs. de un fresco viernes 23 de marzo del año 2068, entró a su casa, encendió la luz, cosa que por costumbre no hacía ya que amaba la oscuridad, la misma oscuridad en la que creció, y acostum-brado a ser cuidadoso, porque en lo oscuro uno puede ocultarse, mas él, ya que particularmente le resultaba fácil manejarse en la misma, como si fuera una víbora, eso es, un maldito reptil pensó, de donde le venía la idea, claro, ella le había llamado así, o algo parecido, su enojo era real ¿porque Eliana estaba en su contra hoy, porqué lo abandonaba cuando todo iba bien, por su trabajo, por su ideología, que sabía el de eso? solo aprendió a defenderse y compartir con los más raros lo que tenía, por naturaleza desconfiado y solitario, parecía el prototipo del ancestral súper héroe del siglo XX.

En cambio a El Alemán, a él le perdonaba todo, pero claro, era muy dis-tinto, le dio algo de rabia, no celos, no, solo rabia de no saber por qué, de no entender a la mujer, solo eso, un instante nada más y luego lo olvidó, como todo siempre, olvidó…

Madrugada del 24, dos grados bajo cero de sensación térmica, no nevó nunca a pesar de los anuncios, fallas que tiene la ciencia meteorológica, la división marcha a pié, a buen ritmo sobre la avenida principal, viento frío co-rre por las calles, se escucha el rumor de sus 90 pasos acompasados, unos 45 aguerridos, bien armados y súper entrenados efectivos están preparándose para la acción, acercándose a la acción, con armadura de aleaciones y polímeros resistentes a proyectiles de alto poder, cascos de PC/ABS diseñados en china y perfeccionados para las fuerzas europeas, etc. etc. lo que una vez más de-mostraba que para ciertas cosas hay dinero, para ciertos temas el presupuesto alcanza o hay alguien más detrás de todo esto.

Rato antes, en el desayuno, un magro café con tostadas, todos intentaban mantenerse alegres, no demostrar tensión, solo él estaba tranquilo, los demás vivían la farsa de estar bien, el no, aun no caía en la cuenta de lo que podía suceder, de lo que estaba por hacer, continuaba esa tendencia de no pensar inútilmente.

Mientras por un lado la fuerza avanza, a diez cuadras de allí se podían ver activistas de izquierda, manifestantes derechistas no alineados, centristas opositores acérrimos al gobierno de turno, ambientalistas agresivos, los pa-cíficos (ya no tanto como solían serlo), guerreros de la ex Greenpeace, y toda esa extraña mezcla de indigentes habitantes de la calle, que ya eran mayoría, los sin techo, que cumplían ya como agrupación más de resistencia, y los que siempre están en todos lados, esos oscuros seres de camperas pesadas, armas

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tradicionales, negros o espejados lentes que están siempre en actividades depor-tivas, manifestaciones políticas, movilizaciones, desalojos, aprietes varios, etc.

Hasta ella, Eliana, estaba, sus amigos estarían ahí, sus sentimientos co-menzaron a ser encontrados, no era lógico, ellos no debieran estar, pero nada sucedería como siempre, la razón de la fuerza y el sentido común imperarían, tomaron posiciones y casi se diría que esto pudiera ser una fiesta, maldita y alegre fiesta, recordó el viejo clásico, “maldición, va a ser un día hermoso”, una tontería le había parecido siempre pero hoy algún sentido le encontraba, su cabeza no era una luminaria claro, pero estos lentos y desengranados pen-samientos le hicieron sonreír, si El Alemán viera esto, donde se habrá metido, desde la desconcentración que no lo veía, sentía el aroma de los pucheros y comidas de siempre, no sintió hambre, ahora… el… era… un caballero de la elite, que diablos significa eso, que no paso hambre y listo, que tengo techo y se acabó, y los demás, bien si, que se mueran, si él consiguió eso es porque lo merecía, algo bien hizo entonces, o no…

Y ellos, los demás, sus antiguos camaradas ¿qué hicieron? algo habrán hecho, retumbo la frase en su cabeza, otra de las cosas viejas que rebotaban en su infantil cerebro, a lo que hubiera llegado el sí entendiese más, si se hubiera cultivado más, si no se hubiera embrutecido con las directivas sociales, con el maldito sistema marginador, pero era de otro modo la vida para él, esa era la vida que le tocó en suerte, la acepto y se dedicó a no entender, que es lo mejor que hacen los inocentes.

Entre cánticos, corridas de adolescentes, discursos y otros asuntos meno-res, el día transcurrió tranquilo, el tema preocupante para las autoridades ahora era que el permiso de reunión caducaba a la medianoche, claro, con el lógico margen de disolución de masas y concentraciones nocturno, pero si al otro día aún estaban todos ahí, como amenazaban muchos, ¿qué iban a hacer? no tomar medidas era ser débil, tomar medidas a medias extendía interminablemente el asunto y debilita el poder, tomar medidas extremas acababa la paz obtenida aunque era el mal menor para sus aspiraciones de gobierno, en fin, mañana se verá, con algún margen de tiempo y palabras de convencimiento psicológico, y provocando algo de temor e intranquilidad quizá se arreglara el asunto.

Tres días transcurrieron entre diálogos, se repetía la historia, indecisiones, escaramuzas etc. Todo inútil para todos, a nadie hacía bien la situación pero todos y cada uno crecieron en ese sistema y se sentían cómodos en él.

28 de marzo, otro día sin novedad, solo mentiras hasta el momento.

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Engañados, todos engañados, el pueblo, los trabajadores, los pobres, los comerciantes, fueron todos engañados y se los llevo a la fiesta con invitación especial diría un periodista, estaban en la plaza central todos, hasta Volta, maldito loco, El Alemán, no era sorpresa ya, sus ex camaradas, lo opositores, si algo explotaba se vería de qué lado estaba cada uno, pero, cuál era su lado, la mayoría tenía por seguro que su lado era solo salvarse a sí mismo, salvar el pellejo, lo demás no importaba, todos engañados y el también, maldita cosa pensó, algo en su atrofiado cerebro se encendió apenas, muy levemente, algo no estaba bien ¿pero qué?

Comenzó a llover, las caras eran serias de un lado, recias las otras, la de él y sus peligrosos compañeros, deseó por primera vez no estar allí, pero nunca se echaba atrás en lo que hacía y no sería esa la primera vez.

El mal clima calmo los ánimos, el 29 amaneció nublado y con cero gra-dos, el 30 el clima estaba intentando mejorar, quizá salga el sol, para todos, o para el país quizá, deseos casi cumplidos.

Mediodía del 31 de marzo de 2068, muchos recordarían el día, o mejor dicho pocos, los pocos que podrían hacerlo.

13hs, comenzaron las corridas, los jóvenes de siempre, imposible domi-narlos a esa edad, todo energía de adolescentes, ideales inútiles y mal encami-nados, los pseudo anarquistas, al son de tambores y gritos destemplados co-menzaron a arrojar proyectiles sobre los efectivos de la ley, la tontería mayor, se ganarían un buen premio, paz absoluta y un hermoso lugar bajo tierra, que estupidez se dijo Dan, comenzaban a desoxidarse los engranajes de su cerebro, no tenía ningún sentido que atacaran lo más fuerte de la oposición, no servía de nada, nada se conseguía, lo lógico era atacar y no siempre físicamente al gobierno y sus representantes, representantes bah, otra farsa, pero no viene al caso, él no estaba del otro lado para detenerlos, estaba de este lado, y precisa-mente para detenerlos pero no con justas, tiernas y elegantes palabras no, no, solo con duros y penetrantes proyectiles más que mortales, y eso no le gustaba nada ¿comienzas a comprender ahora maldito estúpido? se preguntó.

Junto a la multitud en segundo plano estaban más de un conocido de antaño, ella, el, todos, maldita sea se dijo, ni con el casco y la máscara podía sentirse seguro, lo suyo era la inseguridad de haber elegido mal, prefería mil veces estar muerto del otro lado pero aun así se resistió a pensar, por algo debe ser se dijo mientras veía como algunos de entre la turba iban armados y comenzaban un ataque más frontal y peligroso, el asunto comenzaba a compli-carse más de lo debido, ellos debían responder y vaya si lo hicieron, ráfagas de

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acero al rojo volaron hacia la primer línea de ataque, los cuerpos comenzaron a caer como moscas, esto era el siglo XXI, esto era la potencia de los pode-rosos, contra ellos nada se podía hacer, cae un joven, demasiado joven para estar allí, El Alemán, como siempre lo hizo protegido por su destino, corría en auxilio del pequeño y desvalido muchacho, casi un niño era, no debía estar ahí, ninguno de ellos, detrás iban tres o cuatro más, Eliana esperaba y gritaba algo, Dan no podía escuchar que, supuso que se pedía un alto el fuego, no fue así, todo se transformó en una vorágine que se aceleraba y aunque en su visión parecía suceder en cámara lenta pronto se dio cuenta de la irreversibilidad de la situación, dejo su puesto, fue directo en ayuda de El Alemán, no pudo lle-gar a tiempo, los otros se llevaban al pequeño y flaco muchacho, él se quedó con su amigo en brazos, sin vida, el único ser que de verdad merecía vivir, estaba sin vida, sintió enloquecer, arrodillado en la sangre de El Alemán, lo tuvo en brazos, gritó, fue derribado por un golpe, nunca pudo saber que fue o de donde vino, cargo a su amigo, se quitó el casco y corrió como el monstruo físico que era, lo llevo hasta donde estaban sus ex camaradas, les entregó su cuerpo y regresó a la lucha, esta vez del lado correcto, o no, depende el punto de vista y el resultado que se quisiera obtener, todo depende en la lucha, todo depende en la vida…

Horas de muerte se sucedieron, seres inocentes y no tanto perecieron inútilmente, todo por nada, la ciudad toda se obscureció por el humo y las explosiones, entre el caos y la muerte sobrevino lo inesperado, lo que nadie tuvo en cuenta, lo que el loco científico, el ingeniero D. Volta predijo tanto tiempo atrás, primero se escuchó un rumor sordo, como un gruñido saliendo de la tierra y reverberando en la atmósfera, como un temblor sónico casi, el epicentro era el planeta todo, pero lejos de las construcciones la sensación era como de terremoto, luego, un instante de vacío, como si el tiempo se detuvie-ra, incluso algo de eso debía haber porque dejaron de funcionar los relojes y teléfonos celulares entre otros aparatos tecnológicos, un vacío interno sintió la mayoría, como una gran bajada de presión recordaría Dan luego de todo lo sucedido, la mayoría estaban paralizados, otros se quedaban sin oxígeno, imposible saber determinar las causas de los hechos y sensaciones, solo se las puede describir juntando lo poco que se recordó entre los sobrevivientes, un destello mil veces superior al producido por un rayo se manifestó frente al municipio, toda la ciudad se vio iluminada, todo parecía fluorescente, esplen-día hubiese dicho cierto oscuro personaje, las cosas no estaban en su lugar, algunas habían desaparecido, otras se transformaron en extrañas formas, al-gunas estaban intactas, incluso todo lo de metálico y electrónico estaba como

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quemado, pero no era así, solo el aspecto era el de que se hubiesen chamuscado por un ardor de alto horno.

De repente todo explotó, no de la manera acostumbrada, tampoco como algo atómico, fue una explosión lumínica, una explosión de energía muda, destruyendo cerebros, destruyendo vidas, transformando todo, y a todos, era el caos total…

Muy pocos no afectados de manera grave (y hasta benéfica en algunos ra-ros casos), recordarían todo como un sueño, distintas versiones de lo sucedido sobrevendrían, el Científico Volta estaba con vida, pero parecía más viejo e irrazonable que de costumbre, él, Dan, estaba sentado al pié del monumento de la rotonda en la avenida central, alrededor suyo había tres o cuatro cuerpos flotando en el agua marina que por alguna razón, en algún momento llegó hasta allí, tenía un fuerte color verde flúor la misma, y el, el tenía un increíble dolor de cabeza.

El mundo como se lo conocía parecía haber desaparecido, lo que se veía y quedaba con vida no era para nada alentador, tal vez un nuevo orden se impondría, ya no había comunicaciones, extraños seres deambulaban por la persistente neblina, imposible saber cuánto tiempo transcurrió desde el suceso, pero su instinto le decía que era más de un par de días, la búsqueda de seres vivos, y la misma búsqueda de refugio se imponía en su cabeza, extrañamente, podía pensar con absoluta claridad, y comenzó a entender, él era fuerte, estaba vivo, de él dependía su entorno, como siempre de alguna manera había sido, y sin pensar como su extinto amigo, acepto la responsabilidad, quien dice, tal vez ella este viva en algún lugar, tal vez algo se pueda reconstruir, a lo lejos se oían ruidos como de olas y el tronar de los edificios cayéndose aun, como si el fenómeno estuviera vivo, que día será se preguntaba, como si leyera su mente, D. Volta le respondió, 5 de abril del año 2068, comienza la nueva era, como lo sabes le pregunto al extraño anciano loco, porque nunca deje de estar consciente, soy el único ser, de pocos vivos que quedan que vio todo el horror, y Dan supo en ese momento que debían estar juntos, que solo no era nada, que juntos podrían ayudarse, defenderse, encontrar otros iguales, sobrevivientes no afectados como ellos y quizá, formar un nuevo ser, un cuerpo cuya cabeza sin duda era el ingeniero Volta, y los brazos por ahora eran el mismo, sí, eso pensó en su nueva y fresca mente, y por eso se levantó, y como tantas veces en su vida, se puso en marcha.

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tRiste finAL

A veces la extraño, solo a veces porque mi cerebro ya no es el mismo desde entonces, me pregunto en esos momentos ¿por qué la deje ir? o más bien ¿por qué la empuje a marcharse?

El dolor, de a ratos se vuelve intenso, puedo soportarlo, lo conozco de antes, pero aun así es agudo y sin pausas cuando llega, como una oleada gi-gante de dolor.

Fue una elección del momento, como suelo ser yo, espero con paciencia ciertas cosas, y luego de repente tomo una alocada decisión, como hoy.

Que puedo decir, que no soportaba mas discutir, que no quería eso de nuevo, ahora, no sé si quiero esto que me toca en suerte, igual ya elegí, no hay vuelta atrás.

Ella, no se, debe estar pensando lo mismo en este instante quizá, o tal vez no, como saberlo, tal vez se arrepiente de algo, de cosas, y tal vez se felicite por otras, por ejemplo, el haberse animado a marchar y no mirar atrás, aguan-tar el dolor que yo nunca creí soportaría y buscar su destino, aun le queda mucho por recorrer,

de todos modos, solo pienso en un momento de lucidez, que es cuando mas me duele, pronto acabará, todo acabará, no será un final de película, no uno feliz, pero es un final al menos, y eso es suficiente para mi, eso me basta…

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sin fin

Y me rascaba las plantas de los pies y creía que eran hongos… (Y mi error me dio más dolor).

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indestRuctibLes MetALes

A través de años circulando por rutas diversas intento escapar, si, digo intento porque mientras la carne y los huesos se sacudan y mi tortuosa mente genere expectativas lo seguiré intentando.

Escapar decía, disculpen la digresión, de la tumultuosa maraña social que nos describen como civilización, esa con leyes incumplidas, con sueños rotos, con limites solo para los mas, no, no quiero estar del otro lado, no quiero ser de los menos, solo intento ser de los nada, ser solo yo y escapar de verdad, sin destruir en mi marcha, solo transitar adonde la lógica sea lógica, donde el si-lencio se escuche como tal, y el sonido sea agradable sorpresa, mientras tanto, mientras divago dentro de mi propia mente como una ruta cerebral intransita-ble, descubro que siempre he estado atado por oxidadas y ruinosas cadenas de indestructible metal, fuertes como ninguna otra cadena lo ha sido, me sujetan los pies a la tierra, mi cuerpo a diversas necesidades, la mente a una supuesta moral, mis brazos a una inútil ley, y descubro que de estar sujetado viene mi sufrir, porque alguien cometió el error de recordarme que nací libre, y el ser humano civilizado lo que menos conoce es la libertad en su vida, aun así de a poco, aprendo a escaparme unos metros, las cadenas a veces me lo permiten y es cuando mi cuerpo se adormece y mi mente divaga entre sonidos y letras, tal vez, quien dice, tal vez un día me despierte sin nada más que me sujete, como personaje quejoso que soy quizá no me guste la libertad tampoco ¿pero cómo saberlo? mientras, sigo buscando el camino de escape tratando de dejar atrás estos indestructibles metales.

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86 FRANCISCO S. ORBEGOzO

unA PLAcenteRA sOMbRA de GRis

Soy tan solo una placentera sombra de gris que de a poco ha penetrado en tu vida.

Sin extremos, sin blancos ni negros, tratando de alimentar tu alma inmor-tal, que por un tiempo ha desesperado en búsqueda de un igual.

No se si soy lo que deseabas, pero por las estrellas juro que yo si deseo serlo.

Tendrás en mí la tenue luz de los grises, más sombras que brillo, pero con certezas y verdades, y al fin podrás confiar y creer en alguien.

Yo te daré mi fuerza que no es mucha pero si constante, seré tu conexión entre lo etéreo y lo material.

Solo eso seré, y te amare, por siempre.

87RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

tu PAisAje

Me pregunto en que vida te conocí hermosa compañera, si es que existen otras vidas, veo aquí en la nieve el reflejo de nuestro puro y sincero amor.

En este desolado lugar al que solo seres privilegiados podrán llegar, y si un día te perdiera, sé que allí te encontrare, bajo esa luna que da luz a nuestra vida, y las estrellas que son la guía de nuestros actos.

Veo el árbol, el tuyo, triste hoy por el invierno tan hermoso, que será el combustible, el fuego…

Ese fuego que también está en el interior de nuestros corazones.Y ese cielo negro que representa lo profundo de mis pensamientos hacia

ti, y de seguro sé, que sientes lo mismo amada mía.

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221 - necROPAtíA AsintOMáticA

Observando vivo, no me canso, mientras transito el agridulce recorrido nocturno de la línea de ómnibus.

Veo rostros repetidos, casi adivino sus historias; pero ¿están estos seres vivos?Pareciera que son espectros dentro de mi sueño de vida y yo ¿quién, o que

soy? demasiadas preguntas o solo una ¿soy real? o soy tan solo un gastado holograma del pensamiento de un pequeño maldito dios.

Volviendo al tema, son muchos los que transitan por aquí, y se un poco de todos, de cada uno tengo algo.

Ellos tienen un destino que crean día a día sin pensarlo ni detenerse a ver lo inútil de sus esfuerzos.

Conciben ideas y proyectos que, es gracioso, todos sabemos que no serán cumplidos casi en ningún caso.

¿Y qué hay de mí? mis sueños fueron destrozados de un plumazo a esca-sos metros de ser cumplidos, y esto dicen, me llevo a la locura.

La locura…Esa que me asusta cada noche de ratas y sonidos.En la fría y oscura casa, o en aquel solitario y tortuoso camino de tierra,

en este sitio abandonado y árido donde imagino tramas proyectando un in-cierto futuro.

Esa locura que me trajo al medio del camino en este ómnibus fantasma que le digo ¿y si en verdad fuera así, y si fuera todo irreal y yo ya estoy tan muerto como todos estos seres y sus sueños?

¿Y si todo es una farsa o una enfermedad de una mente fenecida hace tiempo?Poco importa porque yo empiezo ya a vislumbrar el éxito de maneras

impensadas en el pasado.Y mientras tanto aquí voy nuevamente en la ruta con mis desconocidos

amigos que ni se enteran de que los observo y conozco, más de lo que quisieran.¿Cual será el nombre de mi enfermedad?Quizás sea una, necropatía asintomática.

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Mi ánGeL PeRsOnAL

La esperanza se me presentó en forma extraña un día cuando yo estaba descreído del amor, de lo sobrenatural y de la vida misma.

Estando yo durmiendo luego de una de mis trasnochadas veladas soli-tarias se me apareció una imagen, aun dudo si fue sueño, aunque más bien prefiero pensar que fue real.

La imagen borrosa, lo que atribuí a mi reciente despertar, y mi escasa visión matutina, se parecía a una bruja medieval, me observo con torvos ojos grises y luego dirigiéndose a mi, ya que nadie más había en mi cuarto, me dijo: pronto llegará aquel ángel que tanto ansías, ese ser especial que tanto buscas y ya no confías encontrar, será en parte como alguna vez deseaste, y en parte también como necesitas que sea, aunque no siempre has comprendido bien tus propias necesidades.

Por otra parte, él te dará paz si se lo permites, y no solo eso te dará, algún día te sorprenderás de lo que tu ser le pide a la vida, pero sin dudas este es tu ángel y deberás cuidarlo para que pueda subsistir en este mundo cruel de hombres y farsa.

Si, eso dijo la bruja, detalles me dio, me refirió como se aproximaría en forma de pequeña mujer, ella estaría frente a mí y aun así yo dudaría un tiem-po, y un buen día, si mi corazón lo permitía, pasaría a ser parte de mi mismo para borrar esa sensación de soledad que siempre me ha acompañado.

Fue todo tan extraño que no creí en este semi sueño-aparición.Hoy puedo afirmar que los sucesos de los últimos tiempos muestran que

los vaticinios de la bruja eran verdad.Quizás algún escéptico no pueda aceptarlo, poco importa, si bien, pueda

ser compleja la vida con un ángel…Recordemos que esta fuera de su hábitat natural y debe adaptarse y apren-

der los códigos humanos, intrincados y sin sentido.A veces pienso que es difícil enseñarle y mostrarle todo, pero vale la pena,

ya no estoy solo y estoy en paz y quizá, solo quizá, algún día cercano traigamos su cielo a esta tierra, aunque más no sea para tenerlo encerrado en nuestro hogar.

Si, quisiera vivir el cielo en la tierra, y compartirlo con mi ángel personal.

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ActO de LOcuRA (Basado en hecho reales de un duro día)

La mañana comenzó soleada, algo húmeda, se sentía cierta pesadez en el aire, pero el pronóstico indicaba que todo estaba como en mi vida, con pano-rama obscurecido, sería un día de esos, complicado.

Yo, Paola, madre, esposa e hincha académica tenia un situación difícil hoy, mi hermano debía someterse a una biopsia, en su cabezota, todo sería sencillo, yo ya tenía alguna experiencia en estas temas, me tome unos mates y hacia allá salí, a combatir en la jungla de cemento, como todos los días lo hacemos con mi marido y familia, como todos en nuestra querida y a veces dolorosa Buenos Aires, y porque no Argentina.

Tome el primer colectivo hacia donde estaba Carlos, mi hermano mayor, el necesitaba de mi y ahí estaría, iba en camino a la estación de Merlo, luego en tren hasta Liniers, de ahí el 221 hasta Gral. Paz y Constituyentes, buen rato para pensar, aunque no quiera, buen rato para rabiar ¿porque siempre pasan estas cosas? de ahí solo faltaba tomar el de la línea 140 que me dejaría en la puerta del Sanatorio Independencia, lugar extraño, feo se podría decir, rodeado de villas.

Todo el camino tratando de no darme manija, casi un imposible para mí, el carácter me domina la mas de las veces, aun así intentaba estar tranquila, algo que solo conseguía con la ayuda de los amigos del grupo, los del FACE, todos hinchas del mismo club, todos con la misma pasión, el Racing de Avella-neda, se sabe que el fútbol en nuestro país despierta pasiones, pero este grupo que se fue armando en la cancha, en el FACE, en familia, en la vida, es mucho mas fuerte que todo lo que se ve normalmente, ellos me apoyaron y distrajeron de la locura que rondaba mi cabeza, intentaban alejar los peores pensamientos, me ayudaron solo un momento, casi nada, pero bueno, el viaje larguísimo se hizo más llevadero, luego todo sería distinto.

Las nubes comenzaban a asomar, un clima denso y húmedo se esparcía sobre Buenos Aires, me baje en la parada frente al Sanatorio y con la sangre que me bullía en el cuerpo, los nervios de punta y tratando de fingir que todo iba bien ingresé en el mismo…

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91RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Recorrí los innumerables pasillos, me guié por lo que conocía del lugar o preguntando, llegue al fin a donde iba y entre en la habitación de mi querido hermano, ahora mas que nervios tenía un susto regular yo, lo disimulé como se hace con los problemas familiares graves, algunos podemos otros no, la vida me enseñó a poder, mas de una vez, aun sigue dándome lecciones ¿como que no fue suficiente ya? le pregunté ¿cómo estaba, cuanto duraría la operación? me di cuenta que no tenía idea de nada, o solo estaba mal informado, quizá era mejor, quizá…

Mi cuñada repetía la misma info, algo ocultaba tal vez, yo pensaba ¿se puede ser tan tonto en un momento así? no parecía estar muy despierta ella, pero dada la situación traté de comprenderla, no sirvo para la comprensión en momentos normales, pero este no era el caso.

Ahí fue que decidí llamar a la vieja, ella no había podido ir por su salud y por la distancia, Merlo está lejos, a veces está lejos de muchos lugares.

Al llevar a Carlos en la ambulancia, mi vieja le dijo, que Dios te acom-pañe, a mi me salió el humor acostumbrado y les pregunte ¿quién de Uds. es Dios? los de la ambulancia sonrieron, están acostumbrados a la situación y les vino bien algo de ese humor casi oscuro que llevo dentro.

Ya estamos en el baile, bailemos entonces pensé, solo que el bailarín era mi hermanito esta vez, entrando al quirófano Carlos me dice te amo, le respon-do tratando de sortear el momento emotivo, Carlín, en un rato nos vemos, el aun pensaba que entraba y salía y esa noche estaría en su casa, yo por dentro era una mezcla de impotencia, rabia y lagrimas contenidas.

Me entretuve observando enredador, tratando de que pasara el tiempo, la sala de espera era un hervidero, entraban y salían personas todo el tiempo, muchos partos ese día, muchas caras felices, yo con la preocupación y tristeza, el contraste era grande, casi cruel, pasaron tres horas, cada tanto bajaba a fu-mar y seguía haciéndome la cabeza, me preocupaba la tardanza, el resultado, todo, mi cuñada no parecía preocuparse, observándola, parecía un tanto ida, no entiendo a esa gente que no se le nota lo que le pasa o no reacciona, cada uno es como es, decido encarar una enfermera y le explico la situación, que necesito información, etc. me responde que ese tipo de biopsias lleva tiempo a veces mas de cuatro horas, daba la impresión de que todos tenían miedo, solo yo intentaba estar informada, creo que los demás intentaban no pensar, como que no reaccionaban.

Rato después llega Liliana otra de mis hermanas mayores, una madre para mi, vino derecho del laburo a hacer el aguante, ahí pude estar mas tranqui,

92 FRANCISCO S. ORBEGOzO

ya llevábamos un atado de cigarrillos cada una, pero al menos teníamos con quien hablar y reír.

Fuimos al kiosco de la esquina, a buscar mas cigarrillos y algo de tomar, seis horas ya y ni noticias, mi cuñada, estaqueada en el mismo lugar, yo in-quieta al principio, aunque mas acostumbrada a las operaciones, ocho tengo ya en esta vida, mas de un sufrimiento me dio este cuerpo, pero uno aprende a como debe moverse en estas situaciones, en estos lugares, aun así es duro cuando es alguien cercano, cuando no es uno parece peor.

Regresamos dentro del sanatorio y veo un camillero conocido y le pre-gunto, me dice que toque timbre en una ventanita y pregunte, esa ventanita, que estuvo enfrente mío todo el tiempo, la miro casi con bronca, voy hacia ella decidida a saber ¿que haces me dice mi cuñada? son muchas horas no te parece, le respondo algo cansada ya de su postura, sale una enfermera joven, casi una niña y le pregunto ¿está aún en cirugía? si sucede algo le decimos, me responde atenta, siete horas ya, cuando terminará el suplicio.

Liliana, vamos al kiosco, le digo a mi hermana que callada me banca, ba-jamos y prendemos un cigarrillo, no pasa mucho tiempo y me suena el celular, mi cuñada llorando era, corto y subo corriendo, todo parecía pasar en cámara lenta, cada escalera, cada pasillo, no avanzaba, no llegaba, desesperación mezclada con ansiedad, al fin llego a la sala y veo como si fuera una película, todos felices con sus recién nacidos y en contraste mi cuñada tomándose el rostro y llorando junto a la entrada de terapia ¿qué pasó? le grito, justo en ese momento salen médicos de la sala de terapia e imagino son los que operaron a mi hermano, respiro hondo y trato de parecer fría.

Me dan el parte por favor, les digo, ellos sin mucho nervio como todo profesional me cuentan que hicieron la biopsia y encontraron un tumor muy grande en el lado frontal izquierdo del cerebro, jodida zona esta, se teme que en un 90% sea maligno y hay que esperar los resultados de las muestras ex-traídas, solo resta esperar y rezar para aquel que crea.

Ahí recién empiezo a caer en la cuenta de lo que en verdad sucedía, mi hermano que confiado entro riendo, pensando que en un rato salía de una re-visión de rutina y ahora esto ¡más de siete horas para esto!

No me detuve a observar lo que produjo en mi hermana y cuñada la noticia, era un balde de agua mas que helada, llamé a mamá enseguida, no necesité hablar, se dio cuenta como buena madre que todo andaba mal, rompió en llanto, fiel a mi carácter y a la situación, le grité que se calmara, que tenga fuerzas, ahora Carlos la necesitaba más que nunca.

93RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Mi hermano Darío, el gordo, que vive con mi madre, agarra el teléfono y me dice, salgo para allá, un viaje en taxi lo dejaría en la lona, como $200 le va a costar pensé yo, pero en un momento así el gasto se hace, el llegaría a la 22:30hs con suerte.

Luego llamé a otra hermana con la que no tenemos tan buena relación, le cuento y desde el otro lado me llega un seco y tonto OK chau…

Mi cuñada llorando, repitiendo ¿qué voy a hacer? loca, te vas a poner las pilas le digo, lo vas a acompañar como yo, nunca los voy a dejar solos ¿entendés?

Ya mi bronca, rabia, dolor, incredulidad crecían y se volvían gigantes, desmedidas, seguía viendo a gente feliz en la sala mientras a nosotros se nos desmoronaba el mundo, encontré un rinconcito, me tiré al piso y me largue a llorar, mucho, de verdad, y llame a Seba, mi marido y le decía ¿que hago bebé, Carlín entró caminando, y ahora que hago?

En eso Lili me levanta y me lleva la fuerza a fumar afuera, el cielo estaba cubierto, comenzaba a lloviznar, había oscurecido ya, pareciera que después de estar todo el día en mala situación y en mal lugar se fuera armando una especie de tribu de sufridos, entre ellos un viejito, unos 80 y tantos, quizá 90 años tendría, parecía el peladito de Benny Hill, esos que inspiran risa y ternura alternativamente, el también aguardaba la operación de su mujer, matrimonio de años, estaba afuera con sus tres hijos en otra dolorosa situación, con un morral a la espalda, fumando también, se acerca a ofrecernos fuego y me dice ¡fuerza nena eh!

Lo miro y le doy las gracias, Ud. también le digo, ud. también.La clínica había cerrado sus puertas principales ya, cerradas las cortinas,

zona jodida me dijeron, solo quedaba abierta la entrada de guardia con cuatro empleados de seguridad, la entrada en cuestión daba a la esquina donde nos sentamos a fumar y esperar la llegada de Darío.

Durante el día pude observar un trapito cuida coches como les llaman, alto, flaco, desaliñado, al que se le notaba de lejos que le faltaban algunos jugadores en el mate… tal vez por la falopa, tal vez por los golpes o por vivir en la calle, cada uno tiene su historia.

De repente el trapito viene corriendo y gritando enloquecido ¡no me pegues, no me pegues! dejenmé, fue todo muy rápido, se toma del palo que sostiene los carteles indicadores de las calles y cae al suelo, dos tipos, de mus-

Francisco
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94 FRANCISCO S. ORBEGOzO

culosa violeta uno, alto y flaco, remera sin mangas blanca el otro, comienzan a golpearlo en la panza, la cabeza etc. por donde podían le daban de golpes.

éramos unos diez viendo eso, nos sorprendió de repente el espectáculo desagradable y de manera impulsiva corrí en ayuda del muchacho, quizá la carga emocional del día, la situación, el que le pegaran en la cabeza a un pobre chico quizá enfermo, como enfermo estaba mi querido hermano, no se lo que fue, pero los agarre a las piñas, al que estaba agachado juntando las monedas que se quería robar, alcance a darle un rodillazo en la cara haciendo que retro-ceda un poco, el otro aprovecha a darle una patada en la cabeza al pibe, que estaba hecho un ovillo tirado en el suelo, me recupero enseguida y le doy una trompada al agresor, mientras el otro, cobarde se alejaba, retrocedo y escucho, cuidado que tiene un cuchillo papá vení, se escucha detrás de mí, era el viejito que quería entrar en defensa también del trapito y mía, sus hijos le gritaban que no se metiera, el viejito mientras, metía la mano en su morral y gritaba, te voy a cagar a tiros sinvergüenza, cuidado dice uno de sus hijos, el de violeta volvía a la carga a darle otra patada en la cabeza al aun caído muchacho, yo lo empujo para frenarlo, el otro aprovecha mi distracción y se agacha y le dice, toma hijo de puta, me doy cuenta y lo empujo para sacárselo de encima, el viejito queda entre los dos, el cuida coches sale corriendo, y el de blanco me decía, te voy matar flaca, mostrándome la cuchilla y retrocediendo, ciega por la furia le digo yo, vení cagòn, puto, le pegas a un pibe en el suelo, a todo esto mi cuñada llama a los de seguridad y vienen todos corriendo, mas un par de médicos, después nos enteramos que alcanzaron a tajearlo al pibe, que huyó despavorido y ni cuenta se dio de la gravedad de la herida, y como los médicos ya lo conocían fueron en su búsqueda.

Sin darme cuenta lo había hecho retroceder mas de media cuadra de don-de todo empezó, el maldito seguía agitando el cuchillo mientras retrocedía, yo lo acompañaba gritándole, volvè si sos macho, en eso ve que vienen los de seguridad del hospital, yo continuaba gritando ¡¡¡cagón!!! uno de seguridad me pregunta si estaba bien.

A esa altura, temblando, totalmente sacada, me acerco al viejito que me felicita, nena, tenés que pensar mas en vos, yo de los nervios no pude sacar el arma, me dice.

Uno de sus hijos me dijo que estaba loca yo, a lo que le respondo, vos es-tabas viendo lo mismo que yo, no puedo dejar que alguien maltrate ni mucho menos mate a una persona delante de mí ¿entendès? valiente tu viejo con sus 80 le respondí, y me fui…

95RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Mi hermana temblaba mal del susto, le pedí se calmara, tenia miedo volvieran pero por fortuna vino un patrullero, tarde pero seguro, les conté a grandes rasgos lo sucedido y marcharon a buscarlos.

No habían pasado más que unos minutos de todo el lío y aparece mi her-mano en un remisse, junto con familiares, y se encuentra la escena de todos amontonados en la esquina, patrullero vecinos, curiosos y demás, hasta el kiosquero, en ese momento Darío pensó lo peor.

Calmados los ánimos, decidimos esperar y descansar un poco mientras hablábamos entre los parientes contándonos los nada agradables sucesos del día.

Ya eran las 03:00 de la noche, tiempo de entrar en terapia, al fin poder ver a Carlitos, momento de tensión y miedo, ahora éramos más y eso ayudaba, creo (por suerte hicieron una excepción y nos dejaron verlo fuera de horario), luego decidimos que una parte de la familia regresara en el remisse de un amigo y vecino, mientras el resto esperaba que volviera a buscarnos, una hora interminable de espera mas otra de viaje, Darío, una sobrina y yo nos sentamos en la vereda…

06:00hs, amaneciendo, el clima no mejora, pero de regreso en mi hogar, unos mates tranquilizadores con Seba, mi amor, mi compañero, daban la im-presión que algo malo aflojaba, que daba un respiro, aunque sabía muy bien que lo mas difícil recién empezaba, no estaba en mis planes hablar de nada que no fuera mi hermano pero ve mis nudillos y la rodilla pelada y me pregunta, en ese momento pasó a ser lo gracioso del día, día mas que duro.

Tiempo después vuelvo a ver al pibe cuida coches, me impresionó el tajo que le hicieron en el cuello, diez puntos le hicieron, se salvo porque no fue mas profundo, en verdad intentaron matarlo, matarlo por nada, pasé a su lado y no me reconoció, mejor así…

La lucha aun continua, y otras nuevas y muy duras comienzan o se renue-van, mi vida es esta, como mis pasiones, mis hijos, mi pareja, mi infaltable Racing Club, sufrir, parir, luchar, gozar, discutir, festejar, volver a sufrir, y de nuevo a empezar, caer y levantarse, cada día, siempre a todo o nada, como con la Acade, mi vida se parece tanto a mis pasiones, mi lucha cotidiana, pero que bueno tener familia, tener amigos, tener pasiones y estar vivo, y poder en un acto de locura, transmitir algo a los vivos.

A lA memoriA de CArlín

en ColAborACión Con PAolA bAmbA

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eL LAdO suR deL cieLO

Soy el que viene desde el lado sur del cielo, caminando sobre olas a veces y otras cabalgando en el viento, tratando de alcanzarte con mi luz, que noche tras noche crece en mi almohada solitaria, esperándote compañera, para que alimentes mi espíritu y mi ego, y que al fin podamos ver juntos las frías estre-llas del gris y el azul oscuro que tanto amamos.

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MALditA AsPiRAdORA

Despertó de su siesta con la dulce y suave música que producía el Fonoalarm.Miró la fecha, 7 de febrero del 2068.Su máxima preocupación hoy era en que ocupar su tiempo libre.La ciencia de hoy aplicada a lo cotidiano se encargaba de todo para su

bienestar, se sirvió un café del extraño aparato que lo mantenía caliente y con el porcentaje justo de edulcorante natural de acuerdo a la programación que el mismo tenía, otra de las ventajas de vivir en lo que sus abuelos habrían llamado incierto futuro.

Luego, colocó las compactas y pequeñas Hamburgo/pastillas en el poli funcional micro ondas cibernético, programó cuatro porciones para la hora de la cena, el aparato se encargaría de hidratar las mismas transformándolas en jugosas hamburguesas bajas en calorías y con excelentes proteínas, también las cocinaría a la hora exacta y en el punto justo, parecía broma de ciencia ficción, hasta hacía unos pocos años esto parecía imposible, ahora se podía comprar pizza envasada.

Con solo poner el contenido del paquete de Fast Pizza en una fuente y co-locarla luego en el micro-ondas, se separaban sus componentes por un sistema de decantación térmico, la misma se hacía en pocos minutos y salía como una verdadera muzza italiana.

Todo era así en el nuevo mundo, todo sencillo y fácil, atrás quedaban las his-torias de la abuela con sus días sufridos y sus guisos caseros y difíciles de preparar.

Ni hablar de la limpieza, no era necesario ningún personal molesto, salvo para aquellos que tenían poca movilidad, los robots se encargaban de todo, y la suciedad había sido, digamos, abolida de este mundo perfecto digno de Huxley.

Solo algo la ponía intranquila, era como un zumbido en sus oídos, lo sen-tía cada vez mas fuerte, un ruido detestable que iba en aumento, de verdad le molestaba, le recordaba algo muy desagradable y no podía recodar que.

Extraño en su mundo de ensueño que algo la sacará de quicio pero esto se estaba transformando en algo insoportable ¿que era ese ruido? parecía como si…

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98 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Y despertó de su sueño y ahí estaba, acostada en un roñoso y viejo sofá, era el año 2009 y lo que escuchaba era el único producto de lujo de la casa, esa maldita y antigua aspiradora que tanto odiaba, regalo del inútil de su marido que para congraciarse con ella luego de una de sus nefastas borracheras se la había comprado en un negocio de segunda mano.

Y entonces se dejó caer en el sillón y comenzó a sollozar.

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inceRtiduMbRe

Definitivamente estoy decidido a terminar con esto, no me dejas otra salida, tus actitudes me han llevado al límite, no acostumbro normalmente a tomar decisiones así pero no me dejas alternativa.

Ya no escuchas, me provocas, no te interesas en mí, es increíble lo poco que te importan mis asuntos y deseos.

No se en que momento esto comenzó a complicarse ni como pude permi-tir tanto tiempo esta desidia.

Estoy en un permanente estado de incertidumbre lo que me produce mil dolores de cabeza e incluso he comenzado con insomnio y ataques de pánico.

Esto me esta destruyendo y no puedo permitirlo, no puedo permitírtelo…Durante mucho tiempo pensé que eras el ideal de pareja, que esto duraría

eternamente, que iluso, pobre de mí, debí saber que escondías algo.Así se vuelve difícil creer en el ser humano, prefieres el silencio a conver-

sar o tan solo discutir, el compartir es algo que necesito con furia, no, mejor sería decir con pasión, la furia es otra cosa…

Furia es lo que estoy sintiendo ahora que no me prestas atención ¿pero qué te has creído? esto se vuelve insostenible ¿lo ves? ahora tampoco escuchas, hace tiempo no lo haces, yo mismo te abriré la puerta, vete… pero… ¿puedes mirarme siquiera cuando hablo? date la vuelta ¡oh, no! no tienes rostro, que es lo que sucede, no pretenderás hacerme creer que no existes, siempre fuiste muy real para mí, no te hagas la tonta ¿pero qué pasa? es como si estuvieras diluyéndote, volviéndote invisible, espera, no me dejes, piensa en lo nuestro.

Tantos años, tantas vivencias, tienes que ser real, no podría soportar que todo haya sido un sueño.

¡Oh, Dios! ¿Incluso mi imaginación ha sido capaz de crear un amor tan perfecto que me hace sufrir y luego al final me ignora y abandona?

Soy un perfecto estúpido.Quizás yo tampoco sea real, no lo merezco…

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GLORiOsA MujeR

Gloriosa mujer, te falta el color intermedio, la escala de grises tan amplia que confunde y complica.

No creas en la simplificación del “todo es blanco o negro”El gris también existe.

Es lo que te hace sufrir o te da momentos de respiro, con el que fluyes o te pones indecisa, y sabes bien que toda tu gloria se basa en simplezas de extremos irreconciliables.

Observa el medio, justo el gris medio de la vida misma. Descubrirás nue-vas verdades, y ¡vive! deja ya el inútil juzgar.

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heRMOsA AMiGA

No te atrevas a dejar de recordarmeHermosa amiga que la vida me entregóTe amo, y no sé cómo seríaLa existencia sin tu luz y compañíaQuizá no sea yo el más buenoNi el más recto, ni el más cauto, pero…Sabes bien que yo te llevo.En lo más escondido de mí pechoY si hay dolor en el, o sufrimientoSolo es por ver que no estarásAquí por siempre y es que crecesY tus alas, son gigantes, como tu almaHermoso ángel, amiga de mis sueños.

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PUNTOS FINALES EN TODAS LAS LINEAS

102 FRANCISCO S. ORBEGOzO

eL LOGROt

Se despertó tarde, había sido una de esas largas noches de trabajo y su ánimo seguía igual desde que decidió terminar con su novia.

La situación se había vuelto insostenible, después de un corto tiempo de romance habían pasado a la rutina y como muchas veces sucede descubrió que no conocía a quien tanto había amado, una lastima, ella se lo perdía pero…

…el estaba momentáneamente destrozado psíquica y físicamente.Las noches de insomnio habían sido muchas y el cuerpo lo pagaba con

creces, incluso los días que no trabajaba se la pasaba trasnochando, bebiendo y fumando a veces con amigos y otras en superfluos encuentros casuales con alguna amiga que venia en su rescate.

Al final su estado era lamentable y mas aun si observáramos su pequeño y otrora acogedor hogar.

El caos era total, cosa rara en un ser ordenado como solía ser en sus bue-nos tiempos.

Esta y otras razones lo llevaron a observar su hogar con desden, e incluso su pequeño jardín estaba irreconocible, de las plantas nada quedaba, era casi una impenetrable mini jungla casera.

Al despertar ese mediodía sintió que se le revolvía el estómago, algo ex-traño sucedía, salió directo a la parte exterior de su casa para ver la maleza que ahora habitaba su patio, fue un acto inconsciente, y si bien era desagradable la suciedad y el descuido que vio no debería haberse sorprendido ya que esto no se produjo en un instante, hacia tiempo se veía venir esto de cortar el césped y sacarse la basura y demás desechos de encima.

Sin embargo hoy sucedía algo distinto, era como si algo o alguien lo ob-servara, algo maligno nacido en ese sucio patio.

Lo presintió y aun así no tomó ninguna decisión, nada que hiciera cambia-ría las cosas y su depresión era tal que en verdad creyó no importarle.

103RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Al llegar la tarde lo visitó un amigo y si bien le hizo un comentario al respecto del mal estado del lugar, el no se percato de su aspecto intranquilo hasta que la visita se marchó.

Durante la hora y quizás algo mas que duró la visita filosofaron de la vida y los amores perdidos, y también de los nuevos y futuros que de seguro les deparaba el destino.

Y disfrutando así de la buena compañía se le pasó la tarde hasta que la agradable compañía decidió marcharse.

Se quedó solo, y al no poder razonar bien sus impresiones y sensaciones del día se recostó a escuchar algo de música y así se quedó dormido en su sillón preferido.

Soñó cosas monstruosas, era perseguido en un bosque oscuro por un ser ex-traño y como en toda manifestación onírica, la irrealidad era tal que saltaba de un lugar a otro y de una imagen a otra con facilidad increíble y de manera inconexa.

En un momento estaba corriendo en pleno escape del ser oscuro y de re-pente volvía a las imágenes de la tarde con su amigo y el mismo explicándole que el monstruoso ser que habitaba en su patio era un “Logrot”, extraña criatura de las profundidades del abismo infernal que eran atraídas por sitios pequeños con maleza y en especial por personas con trastornos depresivos e insomnes…

Despertó totalmente transpirado, sintiendo demasiado real su sueño, lo que consiguió hacerlo reaccionar.

Escuchó ruidos extraños y algo así como rasguños en el exterior y como en su vida acostumbraba a encarar los peligros y situaciones salió al exterior.

Le costaba respirar, decidió por enésima vez dejar ese inútil vicio.Al salir al patio lo que vio no fue muy agradable, estaba oscuro y la visión

se hacia muy difícil ya que los vecinos estaban quemando el pasto de un sitio abandonado que había cerca.

Esta oscuridad y el humo-niebla le dejaron ver como a través de una cor-tina dos terroríficos ojos rojos, y también algo así como una cabeza gigantesca peluda que se movía de un lado al otro.

Se le erizó hasta el último rincón de su cuerpo, como si lo recorriera un sudor frío.

Dios, dijo en voz alta e inmediatamente la expresión le produjo una risa nerviosa ya que no estaba seguro de creer en un dios o algo parecido.

Francisco
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104 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Mientras el Logrot, ya que así decidió llamar lo que se le aparecía, se levantaba dando una imagen horrorosa a sus ojos, su aliento nauseabundo recordaba el hedor de la carne corrupta.

Al estar hipnotizado por la imagen tenía paralizado el cuerpo, sin embar-go su mente comenzó a razonar de una manera rápida y sagaz.

Esto le permitió darse cuenta de varias cosas, una, si era su imaginación no tenia de que preocuparse, dos, si el ser era real ¿qué tan demoníaco podía ser?

Al fin y al cabo su mente estaba intacta y podía razonar que si el no creía en un dios era inútil creer en demonios, entonces ¿qué extraña cosa resultaba ser el Logrot o como diablos se llamara eso?

No encontró motivos para temer y avanzó sobre el sorprendido ser que no encontrando espacio donde esconderse retrocedió agachándose en la escasa maleza y temblando de miedo se acurrucó con toda su desagradable fealdad y comenzó a gemir de una asquerosa manera.

De mas esta decir que este sorprendente cambio de situación lo desubicó totalmente, no estaba acostumbrado a generar temor, menos a un pseudo de-monio, y sintió lastima por la criatura dándose cuenta de lo que puede producir el temor a algo desconocido y empezó a sentirse identificado con la situación.

Su lastima se transformó en vivo interés por este ser, que quien sabe desde cuando vivía en su patio y decidió hacerse cargo definitivamente del asunto.

Se hizo cargo de sus sentimientos, de sus decisiones y su vida, comen-zando a ser el mismo otra vez, limpió su patio arregló su casa, volvió a viejos buenos hábitos que lo hacían feliz y se preguntaran Uds. ¿que fue del Logrot?

Sencillamente lo domesticó…

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esPeRAndO en LOLA cAfé

Estoy aquí, en un solitario fondo de salmón y cañas,Sostenido en este mundo tan solo por un hilo de cordura razonable que

me llega del recuerdo de una espera anterior.Quizás hoy pueda esta ser superada ampliamente, por el amor intangible

que a veces me rodea al compartir con este dúo de seres que, sin saber la cau-sa, amo más que nada en este inconmensurable, fantástico y hasta milagroso universo, a veces…

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eL hORROR bAjO sus Pies

La pareja se sentó en el banco de madera, la idea era disfrutar de la vista del mar bajo las estrellas nocturnas, bajo ellos, las tablas de madera que for-maban el piso resultaban extrañas comparadas con las rocas naturales donde las olas rompían en forma espumosa.

Los skaters y paseantes iban de un lado al otro formando un monótono pero entretenido espectáculo.

El estaba feliz, ella lo amaba y se lo demostraba de mil maneras, ese era su lugar de descanso y paseo preferidos.

Pero esa noche, algo comenzó a intranquilizarlo, algo que sentía en sus vísceras, profundo y oscuro, entonces decidió comentárselo a su amada.

Ella rió diciéndole que era un loco ¿que podría estar mal allí? claro, era cierto, que locura, que puede haber de raro entre las ranuras de una viejas maderas, que cosa pudiera haber debajo de ellas.

Ella se sentó en sus piernas, el se revolvió entre inquieto y contento, ella le hizo cosquillas y el rió de manera grave, luego le devolvió las cosquillas y los dos rieron hasta la locura, era un juego tonto que los divertía como si fueran niños aun, pero…

El fue el primero en darse cuenta que sus risas eran casi alaridos y eso produjo un temor que le brotaba de la misma medula, de repente supo que el sonido de sus juegos estaba atrayendo algo innombrable, observo por sobre el hombro de su amada y vio como una tenue niebla gris subía de entre las maderas y lo supo, sin querer habían invocado con sus sonidos y risas algo que estaba mas allá de toda imaginación humana, algo viscoso de maldad que se gestaba en las profundidades del lugar.

Ella también percibió algo, lo sintió terrible en la boca del estomago, vio el rostro de el transformado en una mueca de preocupación y se dio vuelta para ver.

Francisco
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ACENTUAR QUE

107RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

La niebla los cubrió en un instante, comenzó a transformarse en un ser mas corpóreo, en un ser oscuro, gris opaco, de ojos negros profundos con extraña luz, algo como una boca apareció en lo que quizás podríamos llamar rostro.

El terror se apodero de ellos, incluso se puede decir que varios de los que estaban en el lugar intentaron huir pero el pánico los domino, aun los que bajo los efectos de la hierba, muy común en el lugar, estaban en su “elevado” mun-do… también sintieron el horror de la oscura y asquerosa presencia.

Todo duró solo un instante y como sucede a veces con los humanos en situaciones limites, todos actuaron del mismo modo como si se hubieran puesto de acuerdo.

Comenzaron a gritar desaforadamente, como si el diablo mismo los per-siguiera, y así era en verdad solo que…

La espantosa forma comenzó a retorcerse bajo el ruido que producían es-tos gritos, parecía explotar dentro de sí misma, y poco a poco se fue diluyendo más rápido aun de lo que se había formado.

Y desapareció velozmente por las hendijas del antiguo piso de madera.Nadie hablo del tema, era demasiado escabroso decir o contar aun entre

ellos lo que vieron, y nadie quería recordar el temor que el hecho les produjo.Siguieron ahí como si nada hubiera ocurrido sabiendo que ya nunca nada

les sucedería, conocían el antídoto al mal que habitaba en lo profundo.Y no tendríamos conocimiento de esta historia si yo, el tonto y risueño

amante, no la hubiera utilizado para cumplir con mis exigentes editores en un doloroso lapso de nula creatividad.

Francisco
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ACENTUAR APODERO
Francisco
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ACENTO EN DOMINÓ
Francisco
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ACENTUAR PRIMERA "I" DE LIMITES

108

cuRvA cieGA

¿Cómo se siente cuando la vida entra en una curva ciega?¿Cómo se siente el temor cuando no sabes que hay detrás de ella?Esa curva que te toca recorrer y no te muestra que hay más allá, que es-

conde en sus entrañas.No sabes si es amplia, si viene algo de frente o si tan solo el mismísimo

abismo te espera detrás de ella.Dime ¿cómo sientes esto si, después de todo el largo camino recorrido y

toda tu seudo experiencia, la vida actúa como si nada supieras, como si fueras un niño que recién comienza?

¿Sentirías como si esa curva te hablara de lo inútil que es a veces apren-der, o tal vez de lo tonto que es creer que todo lo puedes controlar?

Casi como si intentaras retener un puñado de líquido entre tus dedos.Tu vida toda puede irse hoy en esa curva.Tomar la decisión correcta, acertar la acción justa, las palabras a decir en

este instante.Te juegas todo y sabes bien que si fallas te espera el abismo de lo desco-

nocido, la desolación o la muerte en vida.¿Cómo se siente entonces después de dejar media vida detrás, con muchas

energías gastadas ya, con el cuerpo no tan joven y la mente cansada, tomar esta extraña curva?

Pero, dime ¿qué otra opción te queda?Debes encarar ese giro sino, nada habrá valido la pena.Es la culminación de otra etapa, otra de tantas…Te juegas todo y allá vas, si tienes éxito serás uno con Dios por un instante

y solo tu sabrás del horroroso temor que te invadió.Y si equivocas el ángulo, si yerras por un centímetro el camino, si no

aciertas, ni el diablo podrá ayudarte.

109RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Y, de tus dolorosos pensamientos y miserias en las que muchas noches te revolcaste, nadie sabrá nunca.

Y solo de nuevo estarás, como tantas veces, como tantos humanos.Aquí voy de nuevo curva ciega de la vida.Que el destino decida.

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¿cuántOs seReMOs?

Infinidad de seres bajo un mismo cielo azul.Todos en soledad sin poder comprenderse.Desencontrados en el impiadoso mundo.Buscando solo una nada de felicidad.¿Cuántos son? en la borrascosa noche de las almas.Perdiendo precioso tiempo, desgastando hasta el último aliento.Violencia inútil que destroza el corazón y nubla la menteEspacios llenos de vanidad, deseos insatisfechos, sueños incumplidos.Vislumbres de verdad que no es ¿cuantos seremos ya?Siempre a destiempo, nunca encontrando.Buscando un porque continuar, el fuego ideal.El abrazo infinito hace tiempo perdido.Maldita alma en pena, expectante y aborrecible.Que nunca dejará fluir la emoción de amar…Ya no destruyas con tus tangentes la vida misma de quien te pertenece.No acabes con el etéreo arte del sensible y leve ser a quien impulsas.Estallidos de imágenes en mi mente enferma.Quien pudiera detener la cadena eterna de incontenibles pensamientos

que me alejan.Tormentosa alucinación, descontrol sin razón, incredulidad de seres en-

fermizos.Espuma mental cegadora, engaño del placer que no alcanza.Y cuando todo llega a su fin, solo es un nuevo inicio de la rueda incesante.¿Cuantos seremos ya?

Equipo
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ACENTUAR CUANTOS

111

díA de MiéRcOLes

El muchacho trabajaba en un edificio perteneciente a una empresa del es-tado, día a día pasaba su rutinaria vida ahí, no era un mal empleo, atendía los teléfonos recibiendo quejas de los usuarios de la empresa, si algo andaba mal había muchos llamados, sino el tiempo le sobraba y eso podía ser bueno o malo dependiendo de la compañía que le tocara en su turno, que casi siempre era nocturno, estas tareas eran algo impersonal si se tenía el carácter apropiado, si bien era cansador, se trataba de una buena manera de ganarse la vida, tenia sus días claro, pero el problema en si no radicaba en el trabajo, sino mas bien en los seres que lo rodeaban, sus compañeros.

Su vida desde que comenzó en la empresa se complicaba cada vez mas, nadie lo percibía, el, antes de esa época, vivía encerrado con su anciana madre y si bien se había dedicado a los estudios esto era tiempo pasado ya, ahora, solo disfrutaba sus días libres, los feriados y domingos le gustaba quedarse encerrado o salir de noche, o en tardes grises, para no encontrarse con mucha gente, frecuentaba plazas, paseos, galerías vacías de la gran Capital, además, aprovechando su generoso sueldo y mas siendo solo, le alcanzaba y sobraba para sus libros, el cine, lo paseos y otros placeres ocultos.

Al poco tiempo de conseguir este empleo se había ido de la casa materna a vivir aislado en un pequeño departamento cerca del centro, pequeño y algo viejo, pero lo suficientemente acogedor para su gris y apocada persona.

El, no tenía buena relación con sus compañeros de trabajo, aunque algu-nos creyeran lo contrario, por fingir el cierta amistad con algunos solo por no ser mal visto, en realidad, desde que se mudó de barrio no tenía verdaderas relaciones, salvo ese karmico e inevitable contacto con su madre, sus pocos y extraños amigos habían seguido con sus vidas o estaban lejos y ocupados.

Nunca tuvo trato con mujer alguna, por falta de interés o quizá por inca-pacidad para relacionarse con el sexo opuesto, como sea, su vida, que el inten-taba hacer fácil, no lo era en absoluto, los miedos lo perseguían donde fuera, solo con el almacenero tenia alguna conversación coherente o más o menos interesante pero en la empresa, que era donde mas contacto humano tenía, se

112 FRANCISCO S. ORBEGOzO

volvían a repetir los viejos problemas del colegio, aumentados por la edad y el hartazgo, era el centro de la burlas y bromas de todos, por su aspecto, por su sumisión, por su débil carácter y mal vestir, su timidez, lo que fuera, todo era broma para ellos, y el, medio paranoico ya, lo sublimaba todo.

De pequeño soñaba eternas y terroríficas venganzas, desde siempre in-tentó sin éxito desquitarse de los adolescentes, ya mas grande fue olvidando esto, pero al comenzar de nuevo el escarnio en esta, su nueva vida de adulto, algo en su interior comenzó a revelarse pero de una forma distinta, levemente al principio, mas fuerte con los meses, hasta transformarse en poco tiempo en algo insoportable que pugnaba por salir de su interior, una sed de venganza desmesurada en contra de la sociedad, la suciedad como el la llamaba, pero en especial contra los que cada jornada le arruinaban la existencia, sus estúpidos, malditos e inservibles compañeros de trabajo.

Y al fin planeo la venganza, no cualquier venganza, sino “La Venganza”, y durante una semana y media calculo el momento, la forma y la acción pre-cisa para llevarla a cabo, pidió un día libre, cosa que extrañó a todos, ya que el jamás lo hacía, luego consiguió todo lo necesario para el hecho que se pro-ponía, estudió como conseguir un turno diurno ese miércoles, que debiera ser fatal para ellos y épico para el sin importar consecuencias, el desquite estaba programado para el miércoles en el momento del desayuno, en el trabajo acos-tumbraban parar un rato la actividades, con el visto bueno de los supervisores, a eso de las 9hs de la mañana para tomar un café o conversar unos minutos, mas bien para molestarme pensó para sus adentros el muchacho al recordar, y ese sería el momento propicio, cuando todos estuvieran juntos, pero para evitar problemas ese día el iría no en la bicicleta, otro motivo de burla, se tomaría el micro hasta dos cuadras del edificio, de allí se dirigiría a la parte posterior y, sabiendo que temprano el custodio o bien dormitaba un poco, o bien estaba en el baño conversando con algún compañero o fumando, la entrada en cuestión estaba libre y podría ingresar tranquilamente sin que nadie sospechara nada, porque su rostro ya denotaría que algo andaba mal, horrorosamente mal, si, el tenía todos los detalles planeados, no podrían escapar a su macabra broma final, y las consecuencias poco importaban, su vida no cambiaria demasiado, si seguía aun teniendo una vida luego de esto, seria feliz por lo hecho y quizás hasta se sintiera mejor con las mismísimas consecuencias.

Ese miércoles llegó al fin, se levantó de la cama como nunca, con ganas, se vistió con lo mas común de sus ropas, algo sencillo, desayunó rápido, tenía el tiempo justo, por alguna extraña razón había dormido bien, algo que nunca

113RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

conseguía, juntó sus cosas, que esta vez no eran las del trabajo ni su merienda, solo un simple y pesado paquete con cuatro objetos de diferente tamaño y salió a la calle, camino tres cuadras hasta la parada del ómnibus, se subió inme-diatamente ya que este llegó enseguida, buen augurio se dijo, y fue mirando el paisaje distraídamente, ese paisaje que tanto extrañaría luego, pensó en ese momento, y disfrutó el paseo.

Llegado ya donde debía bajarse, descendió del autobús y como no era lejos, hizo la cuadra y media que lo separaba del edifico de la empresa, entro por la parte trasera, tal como esperaba no había nadie allí vigilando, se quedó en el pasillo, encendió un cigarrillo, hacía tres años lo había dejado pero…

Un poco extrañado por el silencio no se percató del vacío que imperaba en el edificio, solo se escuchaba una radio encendida y pensó, deben estar encerrados por el frío desayunando ya en alguna oficina, al fin y al cabo, el nunca iba de día y las costumbres podrían haber variado un poco, busco en el gran salón de los teléfonos y no encontró a nadie, se extrañó pero siguió cami-nando, escuchando esa radio que le taladraba los oídos pero aun sin prestarle demasiada atención, fue de oficina en oficina y nada, ni nadie, esto no tenía mucho sentido pero sus planes ya no podía abortarse, lo que había que hacer se haría donde y cuando tuviera que hacerse.

Al llegar a la ultima oficina, un tanto contrariado ya y comenzando a preocuparse se dio cuenta de que de ahí surgía el sonido de la radio, ahí deben estar todos pensó, mejor así, todos juntos y de una sola vez…

Saco dos pistolas con sus cargadores llenos, antes, se percató de que su gran cuchilla y su pequeño garrote de metal estuvieran en su cintura y se dis-puso a la carnicería que tanto planeó, entro de improviso gritando como un condenado a la oficina y cual no fue su sorpresa al encontrarla vacía también, la radio era lo único con vida ahí, recién en ese decepcionante momento presto atención a la misma, a lo que estaban emitiendo, hablaban de terrorismo, de bomba en edificio del estado, en una empresa de reclamos del centro, de que el edificio había sido evacuado completamente, de que no parecía ser una falsa alarma y que aun no llegaban los encargados de desarmar bombas etc. etc.

Su desconcierto lo paralizó, sintió un extraño sonido y supo, en un ins-tante sin tiempo supo, que era su fin, y de alguna manera sería noticia, en este día de miércoles.

114

de ALMAnAque

Si, como dijera esa vez Migliavacca, fuera verdad que “la felicidad son solo relámpagos que iluminan brevemente el cielo oscuro de nuestra vida”, yo podría responder sin temor que “la tristeza son solo nubes que oscurecen el claro día de nuestro efímero transitar por la misma”, y todo esto al terminar la existencia solo serán palabras vanas, que algunos tontos usarán para rellenar algún publicitario almanaque, burdo lugar donde a veces terminan las letras ajenas…

en ColAborACión Con eugeniA migliAvACCA

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dOn dAvid

Razones de un literario plagio:

Movilizado por el ocio y el hastío, en una casual tarea casi arqueológica, me reencuentro con los amarillentos papeles que alguna vez pareciera ser, a lo largo de mi vida fui acumulando.

He aprovechando la visita de un amigo y compañero de tantos momentos, quien ayudo a impulsar mi espíritu creativo, para repasar estos escritos.

Así encuentro un recurrente personaje en mis notas que, por el trafago diario y las diversas ocupaciones a las que en vida me he dedicado, había olvidado completamente.

Don David, personaje principal de la narrativa en cuestión, a quien tuve oportunidad de conocer bastante, no tanto así al autor de esta obra quien des-apareció de manera misteriosa allá por los años ochenta.

Este hallazgo me despabilo de manera inusual, y el entusiasmo nos lleva hoy a publicar su historia basada en notas y recopilaciones, sin que estas sean absolutamente verídicas, ni tampoco totalmente producto de la imaginación.

Todo esto nos condujo (ya que mi amigo decidió participar de esta pu-blicación, tanto económica como artísticamente) a darle un final hipotético ó mas bien sospechado.

Seguramente he omitido alguna anécdota, por olvido o por alguna que otra oscura razón, o no, cumplo hoy con el que fue sin duda, no siendo su intención, mi primer fuente de inspiración literaria.

Por un justo final:Se despertó bañado en sudor, respiraba con dificultad lo cual le extrañó,

era invierno y esa noche en particular, el frío, se sentía en los huesos.La pequeña habitación estaba obscura, como si una densa niebla hubiese

penetrado en la misma, poco a poco la opresión que sentía en el pecho iba

Equipo
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ACENTUAR DESPABILÓ

116 FRANCISCO S. ORBEGOzO

cediendo, frunció el ceño tratando de observar eso, si eso, ese algo que había en el borde derecho de la cama, junto a sus pies.

Una figura sentada en mi lecho, no tiene sentido se dijo, o mis ojos ven mal, o es un particular sueño.

Como por diversión le habló, como hacemos todos en soledad, al no sen-tirnos observados.

– ¿Que haces ahí? le dijo a la presencia, haciendo un vano intento por desvanecer el supuesto sueño.

–Vengo por ti, le respondió la extraña y difusa figura.Algo sorprendido pero aun temiendo estar ridículamente dormido, nuestro

personaje continuó.–No es gracioso y no se quien eres, aunque lo supongo por tu aspecto.–Sabes muy bien quien soy, siempre me has imaginado de esta manera y

hoy es la hora, estimado amigo, la clepsidra no deja dudas al respecto.–Y si te dijera que no estoy listo…–Por favor, no comiences con eso, lo interrumpió el visitante, todos de

manera recurrente me dicen (y con voz aflautada imitó), no estoy listo, aun no quiero marchar ¿no ves que es solo temor? otro de los tantos que los terrícolas sienten, humanos y animales, aunque los últimos no chillan tanto.

– ¿Y que otra cosa quieres que sientan ante la muerte, ante tu arrogante figura, amigable parca?

–Ja, ja, amigable parca, esa está buena, no me habían llamado así en mis eternos e incontables años, creo que será bueno dialogar contigo en tu camino final, y lo de arrogante figura, es un poco osado de tu parte llamarme así, pero dada la situación…

–Veo que insistes en llevarme, pero tengo mis razones para detener esta partida y debo rogarte me des un tiempo mas, a cualquier precio.

–Ya basta mi querido Sr. estoy harto de escuchar mortales ¿es que nadie se da cuenta de lo aburridos que son gimiendo y pidiendo, acaso no ven que yo deseo morir y ser llevado también de una vez por todas? agotado estoy de una vida eterna de suplicas vanas y de conversaciones vacías, espero mas de ti y supongo no me defraudaras ya que como anciano escritor que eres tendrás mas de una palabra inteligente para alegrar mi oscura vida, quizás hasta alguna solución para mi dilema tengas también.

Equipo
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Francisco
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ACENTUAR QUE
Francisco
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ACENTUAR QUE

117RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

–Me has llamado escritor, pues eso me sorprende y es también lo que me detiene, debo terminar con esta historia, es una promesa y mi alma depende de eso, no, no, no pienses que hablo de tratos con el diablo, prometí a un ser querido, sabes bien de quien hablo, que terminaría la historia de Don David, es casi una biografía, al 90% verídica mi oscura y amigable parca, dijo sonriendo ahora al repetir la expresión.

–Viendo que insistes en halagarme y que no huyes de tus mortales obliga-ciones te daré un mes, y no intentes trucos para escapar, es inútil y doloroso, mas bien piensa ¿te gustaría reemplazarme en mis tareas? eso sería un negocio para ambos, bueno, este es otro tema y en fin, te dejo con lo tuyo, entiendo que un pedido de alguien querido se debe cumplir, hasta la muerte tiene moral y honor, entiendo de estas cosas, éxitos y haz lo mejor que puedas. Ve, ve y escribe lo que surja de tu interior y di solo la verdad, a alguien le servirá, y al menos seremos tres los agradecidos si el resultado es bueno.

Desapareció instantáneamente la obscura aparición y dudando de lo real del suceso, el escritor puso manos a la obra…

De su personalidad:

Don David, aquel que se atrevía a plantear cosas tales como que a una rosa se le podía atribuir valor romántico tan solo si esta era hurtada de su ori-ginario rosal, y que la importancia del significado amoroso de la misma era proporcional a la dificultad de obtenerla y el sufrimiento causado en el acto (ya sea infringido por sus espinas o por algún garronero y canino custodio ocasional), era un personaje cuanto menos extraño o raro.

Nacido de una familia típica de Avellaneda en los años 40, pasaba de joven sus vacaciones en un campo entrerriano de sus tíos en los veranos, y los cortos y fríos inviernos, en casa de su abuela en Mar del plata, lugar que lo cobijaría desde joven.

Su padre Don Juan Dalqhuist, descendiente de suecos y su madre An-gélica Aguirre, una vasca arraigada a sus vivencias en los campos del litoral argentino fueron sus primeros ejemplos, no tenía hermanos pero si muchos tíos y parientes, gente de campo y cercana a la política del país, que no olvida-ron dejar su impronta en el joven David, tan variada y libre fue su educación en lo social que no se pueden atribuir sus pensamientos a alguno de ellos en especial, aun así creció bajo cierta disciplina típica de la época.

Francisco
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"P" DE PLATA MAYUSCULA

118 FRANCISCO S. ORBEGOzO

De ahí surgen historias muy divertidas asociadas a las costumbres y el modo de expresarse y relacionarse de los provincianos.

Era de modos circunspectos y educado en extremo a veces, pero una vez en confianza y tocado su carácter, ya fuera por el humor o el enojo, salían de su boca expresiones muy paisanas y dichos de campo, también se le podía oír en estos casos un cambio de tonada que variaba desde la porteña hasta el canto típico de los entrerrianos.

Otras veces pasaba de ser alguien tímido, cauto y precavido en sus deci-res, para luego en un instante mostrar sus conocimientos idiomáticos frente a cualquier interlocutor que se le mostrara en la ocasión.

De niño, a pesar de su timidez y poca sociabilidad, pasaba tardes enteras en el club Albión, lugar que frecuentaban algunos tíos suyos y razón por la cual su madre lo enviaba para que hiciera algún deporte, “así no te arruinas la cabeza con pavadas”, como cariñosamente solía decirle.

Particulares creencias corporales:

Desde la adolescencia este urbano personaje acosaba a quien se pusiera a su alcance con las mas disparatadas ideas, por citar una, sostenía la extra-ña idea de que los dolores humanos del cuerpo eran todos solo uno, y que el mismo tiene la capacidad de auto dividirse en varios dolores menores y se cambiaba de lugar a gusto y placer sin razón lógica aparente.

Extraer este único dolor del cuerpo era la solución suprema del ser huma-no, aunque esto a veces solo se conseguía en la hora de la muerte.

En otra ocasión hablando de las caries dijo, son estas provocadas por bacterias inteligentes, dado que un buen ciudadano limpio y prolijo en su vivir se lava la dentadura siempre a las mismas horas, las bacterias anteriormente mencionadas, en su microscópica inteligencia deciden actuar en horarios contrarios a la higiene en cuestión, por lo que la carie, seria inevitable o mas bien cosa del destino.

Le gustaba mostrar sus habilidades mentales especialmente a los amigos cercanos, a quienes maravillaba fácilmente con su gran memoria, cierta vez fue capaz de memorizar más de 30 palabras al azar, y aún muchos años des-pués recordaba las mismas en orden y sin error, lo que daba pie para sacar a relucir jugosas anécdotas de estudiantes y aventuras de adolescentes.

119RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

A través de toda su vida se negó enfáticamente a esquivar las situaciones problemáticas, no las buscaba, pero si las enfrentaba llegado el caso, ya que eran todo un desafío y no era de hombres escapar o querer esconderse.

El amor es otra cosa:

Don David, era un sabio en lo que a cuestiones amorosas se refiere, opi-naba que el arte de amar se basaba en hacer feliz al afortunado de turno, de a ratos al menos, sin por esto destruirse a si mismo del todo. Era exacto en sus consejos sobre el tema pero no tanto en sus vivencias personales lo cual hacia de el un buen teórico del romance.

Ya en sus primeras relaciones amorosas mostró su dificultad de comu-nicarse de manera sencilla, a un arrebato verborragico de su joven novia el respondía con razonamientos lógicos, típico caso aquel en que ella le dijo mientras iban de la mano en un paseo por plaza Colón en el centro de “La Fe-liz”, “te quiero mucho mi David”, a lo que el respondió con certeza científica, “querer me podrás querer si, pero amar es otra cosa Clarita”.

Justificaba estos rebuscados pensamientos con ejemplos tales como la obvia relación entre la humedad del rocío y las extensas aguas del océano, la naturaleza de ambas era la misma, pero mientras la primera solo hace lo mejor que sabe, humedecer suavemente, las aguas oceánicas nos mojan con total desparpajo hasta sumergirnos y rodearnos con su inmensidad.

Contradictorio esto que expresaba ya que se enredaba en las mas kármicas de las relaciones y era capaz de sostenerlas a rajatabla, porque también era su pensar que no importaba el dolor, el sufrimiento y el engaño, ya fuera propio o ajeno, mientras que se cumpliera con la premisa de permanecer, durar o continuar hasta las ultimas consecuencias con la relación en cuestión.

Su especialidad, de todo un poco:

Cierta vez dijo frente a costumbres discutibles de ciertos personajillos intolerantes, “sobre gustos esta todo escrito… y aun así jamás nos pondremos de acuerdo”.

Era una persona por lo general tranquila pero a veces, solo a veces, mos-traba un carácter terrible frente a ciertas injusticias o a situaciones que para cualquiera serian normales.

120 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Recuerdo una vez en una quinta en Victoria a orillas del Paraná, de visita en casa de tía Claudina, se enfureció frente al intento de ser fotografiado por su familia.

Su enojo era real pero rayaba en lo ridículo, el sostenía que uno pierde energía vital al ser retratado salvo en caso de que sea una pintura etc. etc. decía algo así como que la energía vital disminuía con cada foto que a uno le tomaban, pudiendo esto llevarlo a uno a la muerte, este tema, el de la muerte sería algo recurrente a lo largo de toda su vida, incluyendo una supuesta visita de la misma parca en persona, tema del que nos ocuparemos mas adelante.

En otra ocasión se retiro ofuscado de una cena navideña ante las constan-tes criticas familiares sobre sus preferencias culinarias, todo lo que pasaba por su plato se transformaba en sándwich, ya fuera ensalada, arroz o fideos, tanto dulce como salado, tenia la manía de poner todo entre dos panes y no permitía se opinara sobre sus intimas y cotidianas costumbres.

Este tipo de comportamiento le valió el mote de loco cuando menos en esa litoraleña provincia.

Imaginó viajes a Europa e incluso a distintas partes del país, los mismos nunca se concretaron ya que las molestias que los mismos le hubieran oca-sionado eran incontables, recuerdo de viajes de joven eran su apoyo en esta tesis, los niños gritando y llorando en el ómnibus, las valijas pesadas, casi imposibles de transportar, las mismas que podrían extraviarse, los cambios de clima y las enfermedades típicas de cada lugar, el extrañar sus pertenencias y los cambios horarios, en fin, un sinnúmero de situaciones y hechos que solo existían en su frondosa imaginación evitaron que volviera a salir de su adorada Mar del Plata desde sus 21 años.

En todos los temas que se le plantearan siempre tenía algo para aportar, ya fuera conocimientos, vivencias, opiniones y en algunos casos hasta dudas que confundían a su interlocutor. De alguna manera siempre pasaba a ser el centro de atención, no soportaba ser solo un oyente o mero espectador de las charlas y discusiones. Era un verdadero especialista en “cosas”, diría su más entrañable amigo.

Pero al final, ¿Dios existe?:

Jamás paso desapercibido aun queriéndolo, sabio por decisión propia y mas aun por necesidad, todo esto le franqueo muchas y jugosas amistades, las que mayormente poco le duraban, entre las mas prolongadas se encuentra su

121RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

consejero y mejor amigo, Don Cosme, que si bien era mucho mayor que el, compartía rarezas y alguna que otra discusión filosófica.

Don Cosme Segundo Tartaglia era su nombre completo, y fue durante mucho tiempo dueño de un exitoso almacén de barrio y gran jugador de tru-co, ajedrez y bochas llegado el caso, “El Altísimo” le decían en los bares del puerto que solía frecuentar, quizá por sus alusiones a Dios mismo, quizá por su inteligencia y experiencia, o tan solo por su gran estatura.

De el adopto la idea de que si un pensamiento doloroso o problema grave es compartido con un congénere o mascota de turno, aunque mas no sea de palabra, el mismo disminuye en lo que respecta a sufrimiento mental o psicológico.

En otras cosas sus ideas eran irreconciliables con el pensar de Don Cos-me, por ej. David jamás acepto la existencia de Dios, y no por llevar la contra o por maldad pura, tan solo creía en su mente científica que ningún todopode-roso podía crear semejante despropósito de universo.

De allí que al escuchar de sus pares la frase “si Dios quiere” el decía, “ ¡querer va a querer, el tema es que exista!”.

¿Y cómo va a querer si no existe pues? replicaba Don Cosme, a lo que el respondía, de existir va a querer porque por fuerza seria bueno, si te creó y deja vivir es bueno ¿entiende amigo? el tema que aunque quiera yo insisto en la inutilidad del sentir ya que no hay Dios, fíjese nomás como viven a su alrededor, una cosa de locos el mundo, no es posible exista nada superior, sino arreglaría semejante desorden ¿no?

A esto Cosme le retrucaba con un supuesto milagro que había presenciado y una extraña conversación con la Divina presencia…

Aparentemente, según decía el respetable anciano, le fue otorgada una gracia del Altísimo en momento difícil de su vida, nunca aclaro cual fue la misma pero se ve que si bien era un verdadero milagro Don Cosme se engolo-sinó y osó pedir un poco mas por lo que la voz del todopoderoso se hizo sentir y según textuales palabras le dijo: “No mijo, una gracia a la vez, aquí arriba no estamos de oferta ni lo he creado pa´ pedigüeño vio…”

Nunca se supo de la veracidad de la historia aunque hay quienes juran haber estado en momento y lugar oportuno para confirmar la misma.

A pesar de este supuesto ateísmo de nuestro personaje en cuestión se le atri-buyen varios escritos casi religiosos que no es momento ni lugar de citar, salvo por aquel un tanto ingenuo y gracioso que contaremos a continuación.

Francisco
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ACENTO EN EL

122 FRANCISCO S. ORBEGOzO

“Dicen que en los limites entre el paraíso y el infierno se celebraban cada cinco años grandes festejos y reuniones entre los seres celestiales y los habitantes del averno, claro está que esto sucede con la venia del Altísimo y el mismísimo Satán, la intención de esta cena ó almuerzo, depende quien iniciara la gestión, era la de una posible reconciliación y terminar así, asado por medio con las diferencias que tanto daño, temor y sufrimiento causan a todo los humanos y habitantes del universo entero.

Como siempre el cordero era llevado por los partidarios del santísimo pa-dre y los encargados del fueguito y la cocción del animal eran los seguidores de Belcebú…

Todo marchaba bien en principio y mientras Dios y Lucifer se apartan un poco del grupo para organizar la reconciliación, los demás degustando ya sea un vino de misa aquí y otras bebidas por allá, copa va, copa viene, y entre alcoholes infernales y bendecidos néctares prohibidos metidos a escondidas en el ágape, empiezan a reñir y faltarse el respeto mutuamente.

Como es de esperarse todo termina en un pandemonium y entre las re-plicas de ambos jefes, los reproches de Satán que no consigue educar a sus embrutecidos súbditos y las risas de Dios padre que siempre comprensivo trata de justificar y perdonar sus desviados hijos, el festín termina y el mundo todo sigue su curso tal cual lo conocemos hoy.

Quizás la próxima, dice el Padre a su otrora derrotada creación, en un lustro lo intentaremos de nuevo y veremos si conseguimos que la fiesta ter-mine bien.

“Y yo ruego que allá abajo no se enteren, responde el diablo preocupado…”

De grisáceos y celestiales asuntos:

A Don Cosme le encantaban sus historias, y le pedía a su joven amigo se las relatara una y otra vez, en cambio, Don David gustaba de las pasajeras frases sobre romances y relaciones humanas que Don Cosme tenía siempre a la mano, su favorita era la expresión: “Mi vida a estado compuesta de días grises, celestiales mujeres y algunas personas poco claras, mas todas las com-binaciones posibles entre si…”

Podemos decir con certeza que Don David era llamativo al hablar en confian-za, pero por lo demás hacía todo lo posible por pasar desapercibido.

123RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

De esto dio muestras en lo de abuela Gertrudis a sus 12 años en una va-cación de invierno.

Abuela y varios tíos lo llevan a comer a un restaurante céntrico, cosa que el adoraba y disfrutaba de verdad pero al ver ocupadas todas las sillas del lado de la pared y viendo que quedaría de espaldas a la gente que almorzaba en el lugar se puso serio y de un humor de perros y no accedió a sentarse hasta se le diera un lugar escondido de la gente o al menos donde pudiera observar los comensales sin tener la sensación de ser observado por detrás.

Don David trabajó un tiempo en el tema de la salud, en un público sana-torio de los que abundan en el país.

En su ambiente laboral era estimado por algunos y por eso, frente a injus-ticias tomaba partido y le daba por comunicarse de manera sentida, ampulosa y ambivalente, cierta vez frente a una situación limite vivida por compañeros suyos, quienes corrían serio riesgo de perder su trabajo, y sin poder ayudarlos demasiado ni apoyarlos de manera directa decidió enviar una nota a sus supe-riores tratando de dispersar las causas de divisiones internas y responsabili-dades por supuestos errores cometidos por sus camaradas.

En la misma se leía algo así como:

“Sinceramente y sin dudar, opino que, la situación resultante de las accio-nes operadas por el nuevo personal, en lo referente a pautas laborales, sistemas protocolares, técnicas rehabilitantes y demás yerbas… es todo un absoluto absurdo e inútil impostura que, de alguna manera, trata de ocultar el trasfon-do de la verdadera realidad de la empresa, la ciudad, el país, el continente, el planeta y es mas, me atrevo a decir, el universo todo.

Si bien nunca se entendió bien lo que quiso decir, las interpretaciones fueron muchas y variadas, lo que llevo a varios sucesos no todos del agrado del joven, y que nada tuvieron que ver con los asuntos aquí tratados.

Científico, esotérico y otras yerbas:

En las pocas reuniones a las que asistía trataba primero de escabullirse sin ser visto y como casi nunca conseguía esto volcaba el tema de conversación a su conveniencia.

Francisco
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DIÓ ACENTUADO EN LA O
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LIMITE, ACENTO EN LA PRIEMR "I"

124 FRANCISCO S. ORBEGOzO

La mayoría de las veces obligaba a sus interlocutores a temas muy com-plejos como el de la diferencia de conceptos en lo que refiere a pensamientos personales y ó compartidos.

Planteaba que ya sea en el pensar o en una conversación no se podía confiar demasiado en lo que se interpretaba del asunto, ya que si bien uno da por sentado que entiende lo que dice o piensa, es muy posible que los demás estén entendiendo o pensando algo muy distinto, aun en los casos donde se está totalmente de acuerdo.

Otras veces pedía a los presentes que dejaran su firma en un pequeño anotador que siempre llevaba con el, la idea era tener su firma para interpretar grafológicamente la misma, y así generar un tema de conversación comentán-doles a los firmantes, a manera de horóscopo casi, su personalidad y futuro.

Claro que la mayoría de los datos, sobre todo los mas íntimos y jugosos, que aseguraba el obtenía de la rubrica en cuestión, se los guardaba para pro-vecho propio sabiendo así por ejemplo a quien jamás le prestaría un peso o a quien no recomendaría ni a su hermana.

Era capaz de ver las vetas artísticas de la escritura y a veces el carácter romántico de las mismas, ayudándolo a seleccionar sus amistades, relaciones y por que no hasta alguna dulce señorita.

Cualquiera podría decir que era un precoz grafólogo aunque su técnica era extraña y única y solo era capaz de analizar firmas.

En otras ocasiones divirtió a quien lo escuchaba con ocurrencias tales como las que planteaban la no existencia del tiempo, la vigilia constante que rayaba en una paranoia mundial, donde defendía a rajatabla la idea de que el jamás había dormido y considerando que el tiempo era relativo todo se trataba de un complot para hacerle creer en el sueño… (Incluía esto el adelantamiento de relojes y posicionamiento del sol).

En ocasiones comentaba la fantasía de un posible daltonismo humano generalizado, donde todos veríamos los colores de distinta forma creyendo ver lo mismo, en otras, la Dolinesca idea de no ser mas que un reflejo de los verdaderos seres que habitan los espejos, etc. etc.

La suerte viene y va, o viceversa:

Don David, frecuentaba la amistad de Emilio Razzoni, hombre detallista si los hay, quien fue en comienzo, su profesor de guitarra y luego con el tiempo

Francisco
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ACENTO EN EL

125RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

se transformo en su mentor en cuanto a desconfiar de los pensamientos y es-cuelas filosóficas. Este notó desde su infancia que el tiempo parecía detenerse ante el más mínimo detalle de una situación que no cuadraba, consiguió con sus dudas y cuestionamientos despertar el interés de David y lo llevo a oponer-se fuertemente a las doctrinas e incluso costumbres cotidianas preestablecidas en el folklore de nuestro país.

¡Ay Emilio! le decía cierta vez Don David a su casi amigo ya, no tengo suerte en el amor.

No me hable de suerte, más bien habrá destino, es que la suerte va y viene, decía Emilio, como la señal en la radio, como los colectivos…

Describía así su pensar sobre el azar, todo debía por fuerza tener un porque, científico o al menos de determinación divina aunque a Emilio no le cuadraba demasiado lo religioso.

Uno hace su destino, aunque no le guste y no siempre se haga bien, pero eso si, si la cosa no es lógica, si se sale de la raya o es un absurdo, entonces el tiempo se para y hay un instante… instante santo le han llamado en oriente, vacuidad de tiempo en occidente, como sea, el tiempo se detiene un instante y es posible reparar lo hecho, o no… o tan solo observarlo inútilmente desde un contemplativo ángulo.

Emilio, insistía mucho y con énfasis, que el hombre tenía el derecho y mas aún, la obligación de ser feo, y feo con ganas, fiero al decir de sus no tan cultos amigos.

Esta idea le venía de razonar concienzudamente sobre el tema, por ejem-plo, tenemos que ser lo suficientemente feos para saber que estas delicadas criaturas se fijarían en nosotros por amor, y no por un deslumbre momentáneo, cosa que a los hombres nos sucede constantemente.

En contrapunto a esta idea, los tipos agraciados o pintones seguramente, debían estar acompañados en su mayoría de mujeres que solo admiraban su exterior y por un corto plazo.

Emilio exponía intrincados pensamientos sobre su propia psicología, por ejemplo, decía que podía ver de manera grafica y textual en su mente las palabras e ideas manifestadas por sus semejantes, lo que le generaba un gran conflicto a su imaginativa y conflictuada cabeza, de repente al escuchar una frase el mundo se le volvía absurdo y grotesco, otras oportunidades todo era divertido y alegre, etc. etc.

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ACENTO EN PORQUE
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ACENTUAR GRAFICA

126 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Daba numerosos ejemplos de estos momentos por ej. el momento de ob-tener su primer trabajo, con la suerte de que era un trabajo que le agradaba y próximo a su hogar, ese día su vida era color de rosa, veía el mundo como un lugar exitoso y mas que amigable, parecida cosa le pasó cuando concretó su primer noviazgo y, sin entrar en detalles diremos que caso contrario le sucede el día que su querido Banfield desciende en 1972, Razzoni se dedicó a cualquier cosa que lo alejara del fútbol ya que lo relacionado con el hecho y ese deporte lo dejaba lleno de imágenes mentales oscuras y dolorosas, aun mas que si hubiera fallecido alguien cercano, lo cual le parecía injusto y sin sentido, pero inevitable para su cabeza, años después, David, oculto fanático de la Academia, entendería por primera vez lo que su amigo sintió ese día…

Conexiones invisibles y extraterrenas costumbres:

Volviendo al tema que le inquiriera Emilio sobre formas y costumbres del planeta antes citado, Don David contaba que su extraterreno amigo Adrio, era de un planeta llamado Karzyón, un lugar lúgubre de aspecto, donde el aire por los días era rosa, las noches eran de quince horas y la luz duraba cinco, los pensamientos podían verse, y si uno se entrenaba y esforzaba, a veces se podía flotar a diez centímetros del suelo y aun trasladarse así un par de cuadras.

Vaya a saber uno la veracidad de estos y otros dichos, y la utilidad de estas características planetarias, pero suponemos que el amigo, aunque terrí-cola quizá, existía, y que al menos un par de ideas extrañas y conocimientos avanzados de David provenían de esa “inagotable fuente de sabiduría” como le llamaba el a veces.

En contrapartida, Emilio, sostenía unas ideas un tanto graciosas como la de la conexión etérea entre su bolsillo, y una innombrable y poco soleada parte posterior de su anatomía.

Fácilmente se puede deducir que cada vez que le pedían dinero o lo gastaba contra su voluntad, sentía una sensación en su cuerpo del todo desagradable.

Impaciencia patológica:

Otra vez, frente a una molesta y pertinaz impaciencia, Don David pidió consejo a Emilio y este inmediatamente le recomendó a su medico de cabe-cera, que decía era hombre de ciencias completo. Escuchando el consejo Don David, ni lerdo ni perezoso, más cargado de la impaciencia que lo apuraba,

127RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

marcho inmediatamente a lo del facultativo, sin prestar atención en lo más mínimo la hora ni el día que estaba transcurriendo, así de impaciente y espon-táneo se mostraba la mayoría de las veces.

Era un domingo a las tres de la madrugada y por eso al llegar al consulto-rio le costo ubicar la entrada del mismo, y para su sorpresa no fue en principio del todo bien recibido, mas viendo el medico en cuestión que parecía ser algo de urgencia decidió atenderlo.

El primer pensamiento de Don David al ver una similar impaciencia en quien lo atendía fue el de salir de allí sin mas, pero ya que había ido se quedo, cosas de su mente practica quizá, aunque pudiera esto parecer falta de criterio de nuestro querido personaje, no era mas que otro síntoma de la particular patología.

–Buenas noches dijo el doctor–no tan buenas aunque quisiera así fuera, respondió David, me envía un

amigo al ver mi estado y me convenció de que solo ud. puede ayudarme dado sus elevados conocimientos.

– ¿Que le sucede, a estas horas digo?, ¿a de ser grave lo suyo?–Y… grave es doctor, mi impaciencia es tal que no puedo esperar a con-

tarle vió…–Ya que se tomo la molestia de venir a estas horas cuente con calma no-

más, dijo con cierta ironía y tal vez algo de sueño el medico.Dándose cuenta recién de lo inoportuno de su visita, pero importándole

más su problema, Don David le cuenta que siempre había sido una persona tranquila y con alto grado de paciencia y que de repente en estas ultimas sema-nas su ansiedad iba en aumento y su tranquilidad disminuía proporcionalmen-te, hasta llegar a hoy que le daba por apurarse incluso a vivir el día siguiente sin que esta hubiese llegado.

El medico no estaba muy feliz con la situación, y al escuchar las razones de la visita, le planteo que lo mejor era que intentara dormir, seguramente se-ria eso que los médicos modernos llamaban estrés o quizás y casi casi seguro algún virus de esos que andan sueltos y que el cuerpo solito se encargaría de expulsar, que con un tilo acompañado de aspirinas y un buen descanso todo se solucionaría.

Don David resopló fuertemente y ante el asombro del medico comenzó a despotricar en contra de aquellos que con tantos estudios y pestañas quemadas solo daban respuestas de viejas matronas como solución a graves patologías y entre rezongos, palabras graves y algún improperio se retiro raudamente del

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ACENTO EN MARCHO
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ACENTO EN MEDICO
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ACENTITO EN QUEDO
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ELIMINAR COMA
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ACENTO MEDICO
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ACENTO...

128 FRANCISCO S. ORBEGOzO

consultorio del abrumado galeno, azotando la puerta y pateando varias cosas que estaban a su paso, ya en la calle se le escucho gritar, “y después dicen que no tengo paciencia… han sido los cinco minutos mas largos e inútiles de toda mi vida”.

Creencias de sus amistades, “dime con quien andas…”:

Volviendo a su relación con Emilio, en aquellas tardes de bochorno ve-raniego que tan pesadas le caían a David, mate va, mate viene, proyectaron días de treinta horas, semanas de diez días, meses de treinta y pico con años de solo diez meses. Era todo un proyecto científico lleno de conveniencias para la humanidad, cansada de agotadores doce meses y veinticuatro horas constantes, lo que no se sabe a quien sería presentado el proyecto, quizá al mismo Dios que negaban.

Sabiendo la estrecha relación divina de la que alardeaba Don Cosme y teniéndolo por consejero en sus proyectos, le llevaron el mismo, y para llamar su atención hicieron hincapié en las ventajas del mismo, por ejemplo, le de-mostraron como de este modo se podría vivir mas años, descansar y disfrutar mas de la vida, cosas que al viejo amigo le interesaban sobremanera.

Era gracioso ver como se entusiasmaba Don Cosme con estos delirios, mas divertido aun era ver a Doña Elena, su consorte, que por extraño que pa-rezca no era muy devota, ni de la religión, ni de su matrimonio, más bien pre-fería el juego de azar, las apuestas y el escolazo en general, entre otras cosas.

Siempre prefirió criar hijos ajenos, y quizá esto fue causa de que no tuvie-ra propios, o tal vez no, existe la posibilidad de que fuera su descreimiento en Dios lo que la privó de los mismos como suponía su marido.

Su delirio por el juego era tal que apostaba a todo, ruleta, quiniela, truco ocasional y hasta a la payana misma si este juego se le cruzaba en la esquina, principalmente porque veía en el mayores posibilidades de triunfo. Alguna vez, durante un apagón general, aposto con vecinos cuanto duraría el corte de luz, y cosas por el estilo la volvieron muy famosa en el barrio.

Todo esto del juego seguramente le venía de su infancia en el viejo conti-nente, ya que vivió en ciudades famosas por sus casinos y familiares adeptos a la apuesta o trabajadores del juego.

Su padre Carlos, procedía de una familia marroquí, y se cuenta que al ve-nir a vivir al país se radico en un bohemio y oscuro barrio capitalino, habitado

129RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

por descendientes del África negra como le gustaba decir, barrio oscuro como su misma piel era este, y a raíz de lo cual contaba siempre una anécdota un tanto graciosa, decía que en la oscuridad del barrio que de por si tenía mucha vida nocturna, ya sea por sus bohemios habitantes, ya por otras actividades como juego clandestino, etc. la gente para evitar chocarse y no entrar en conflictos ni malentendidos, acostumbraban llevar en su boca cigarros muy grandes y así se podían ver luces incandescentes moviéndose aquí y allá, será por esto que Carlos cargaba con el apelativo de Negro Tizón.

Doña Elena echaba culpas al nacimiento de las personas la desgracia de las mismas, algo así como que si uno nacía con ciertos condicionamientos o defectos, los mismos determinaban la vida toda del ser. Contaba que ella había nacido con cinco kilogramos y medio de peso, y que ese era exactamente el exceso de peso que aun debería soportar su cuerpo y que kg. más kg. menos, ese seria su sobrepeso de por vida.

Conociendo las historias de cuando David era pequeño, sabía que al nacer había llorado y berreado como una verdadera bestia y por eso le atribuía a su nacimiento lo quejoso y rebuscado de nuestro querido personaje.

Contaba como ejemplo el caso de Juan, un sobrino que nació con el cue-llo demasiado rígido, y no con la flacidez habitual de los infantes, esto hacia que hasta estos días Juan sufriera de horribles dolores de cervical y le costara girar su cabeza hacia los lados, y así interminables historias con respecto a ese absurdo tema.

Misterioso final para un sabio callejero:

Doña Elena fue la que alentó, de alguna manera, a David a dejar sus ocu-paciones laborales y dedicarse a consejero y casi curandero del vecindario.

Su éxito fue tal que comenzaron en poco tiempo a venir gentes de todos los puntos de la ciudad y hasta de otros lugares del país, su fama fue corriendo de boca en boca, Don David era muy practico, versátil en sus conocimientos y tratamientos de los problemas y estos, los problemas que la gente le plantea-ban, eran mas disímiles y ocurrentes aun.

No pasaba día sin que recibiera un par de decenas de seres que se arri-maban a su hogar ya sea con enfermedades, consultas por negocios, pareja, pronósticos deportivos, búsqueda de personas desaparecidas, etc. etc.

Francisco
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ACEDNTO EN LA A DE PRACTICO

130 FRANCISCO S. ORBEGOzO

El, dentro de lo posible y sin mentirles les daba animo, soluciones y con-sejos, y vaya a saber uno porque nadie se iba descontento aun si el problema no era resuelto o la respuesta no agradaba del todo, todos quedaban felices y conformes y le dejaban ya sea dinero, comida, prendas y regalos desde los mas comunes como un libro o un gato siamés hasta un calefón y un búho (conste que estos dos seres, el búho y el gato siamés lo acompañaron muchos años llegando a creer la gente del lugar que eran seres mágicos…)

Así fue transcurriendo su vida Don David, entre una personalidad sen-cilla, situaciones poco comunes y pensamientos geniales, cambiante fue su vida y quizá no dejo mucha enseñanza, pero quienes lo trataron o llegaron a escucharlo dicen que les enseño el verdadero sentido de la vida.

Extrañas fueron sus creencias, extraño a veces su proceder, pero se lo podía ver hasta su desaparición sentado junto a una vidriera de almacén por el barrio La Perla, donde se cruzan 3 de Febrero e Irigoyen en las bochornosas tardes de verano, y aun en las frías siestas invernales, mate en mano y presto a largar un refrán, una historia, un consejo, a quien lo pidiera.

Un día se lo dejó de ver por allí, de a poco la gente se fue olvidando de el, su presencia fue reemplazada en las mentes del barrio por cosas nuevas, mas modernas, mas concretas, tal vez se esfumo de las mentes a la par que del recuerdo callejero, supo dar consejos, buenos o malos no sé, pero ruego a Dios o a quien corresponda no se cometa el error de creer que nunca existió, que nunca fue.

No queda nadie vivo de los nombrados en esta historia, quizás Razzoni o alguno por ahí anden, derrochando sabiduría propia o prestada, quien sabe, pero me niego a pensar que seres así deban ser olvidados, y si he cometido el error de asegurar su existencia, si solo estuvo vivo en mi imaginación, pues bienvenido sea desde ese lugar, por sus locuras, por permitirse existir en mi mente y la de otros, y eso es lo bueno de estar complicado.

Don David, el loco que todos de alguna manera llevamos dentro, vivirá sencillamente en estas paginas, o no…

Epílogo

Tiempo después el escritor esperaba con ansias la aparición de alguien en un pequeño cafetín de una oscura ciudad de campo en provincia de Bue-nos Aires, el instinto lo llevo allí, miraba sin preocupación pero de manera insistente hacia la puerta, el lugar era viejo y sucio, no amerita descripciones,

Francisco
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ACENTUAR PAGINAS

131RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

una vaso de whisky barato le mantenía el animo, el clima era el adecuado, tormentoso y gris.

Llegada la noche y tras un par de horas de espera y lectura, el escritor ve a su tan esperado invitado entrar y dirigirse, primero a la barra para pedir su bebida, luego a su mesa balanceándose pero caminando recto, vestía un traje oscuro de estricto corte italiano, sombrero al tono, indumentaria un tanto anticuada pensó el poeta.

Algo entrado en copas se presta la situación a dudar si hay realidad en el relato o solo alucinación, preferimos creer en lo primero.

–Y aquí estamos dijo la parca, pues era ella la obscura y bien trajeada figura.

–Así es, respondió el escritor, y con movimientos cansinos saco un pa-quete de debajo de la mesa, esta es su copia del libro, agregó y le entregó un pequeño volumen de tapas de un profundo azul Francia.

–Entonces ¿acepta el reto de la inmortalidad? dijo la innombrable figura con rasposa y apagada voz.

Aquí está el contrato, aclaró, véalo y firme si está de acuerdo.–Firmo si, dijo como apurado y cansado de la situación. Se nos hace tarde

y ya no importa, será lo que deba ser…Quien fuera improvisado poeta en vida, hoy devenido en novel adminis-

trador de tiempos, aceptando finalmente su designio y practicando desde el comienzo sus actos con la frialdad y prontitud natural que debía caracterizar-lo de ahora en mas, rubricó la transacción, se levanto extendiendo su mano, estrechó un segundo las frías y lánguidas falanges de su interlocutor, termino de un trago su bebida, dio media vuelta y se marchó.

…nadie lo vio salir, y nadie lo ha vuelto a ver.

en ColAborACión Con PAblo Sternhein

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UN, NO UNA...
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ACENTO EN A DE ANIMO
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ACENTUAR LEVANTÓ

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MíniMAs difeRenciAs

Cuando ella escucha que él le dice, eres inigualable, en realidad, el le ha dicho inaguantable…

Cuando el escucha que ella le dice, sos imponente, en verdad le ha dicho, sos impotente…

Y en esas mínimas diferencias, basan toda su relación.

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PAstiLLAs dR. AndRéu

He llegado a mi limpio y seguro hogar, y, al entrar en cama, sintiendo que el día ha sido terriblemente duro, me dispongo a una noche de reposo que tanto necesito.

Pero temo lo de tantas noches, dos o mas horas tosiendo, sofocándome, sin poder conciliar el sueño, me he pasado el día respirando las toxinas de este, nuestro presente/futuro otrora tan lejano, mi garganta irritada al calor de la cama, se ve acometida por fuertes accesos de tos, yo conozco el peligro, debe-ré prevenirme contra esto, se que tengo siempre a mano las famosas pastillas del Dr. Andréu2, aquellas del siglo XX, formula reciclada tan solo 200 años después, ya no hay muchos químicos, todo se ha ido al demonio y hemos vuel-to a los viejos e inútiles remedios caseros de antaño, estas pastillas son muy eficaces de todas maneras, son para toda clase e tos, cada noche al acostarme pienso tomar una, pero me digo ¿para que? si igual el insomnio no me dejará dormir, hoy pienso distinto, por primera vez las probaré, dicen que son únicas,

Se disuelve lentamente en mi boca, no se trata de no salir en el día ni usar mascaras incomodas, los tóxicos están por doquier, tengo mucho apego a la calle, no puedo vivir sin ella, como un vicio, como un cigarrillo para mis antepasados, pero debo al fin una vez dormir si no quiero enloquecer, debo prevenirme, racionalmente contra esta tos.

Hoy, lo he hecho pero… recién ahora me doy cuenta que no he leído el prospecto, si uno es alérgico el riesgo es mortal, y la tos me sofoca peor que antes, y mi garganta se cierra, y no puedo respirar y, por Dios, es mi fin…

2 Leído en un cuadro de antigua publicidad en consultorio médico.

Francisco
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ACENTO EN QUE

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Ahí dOnde se OcuLtA eL sOL

Si me escapo algún día de tu mundo, si desaparezco físicamente sea del modo que sea, de tu entorno, puedes saber con certeza que estaré donde se oculta el sol, escapando a sus luminosos rayos, ya que nunca más me internaré en el otro lado, jamás volveré a la absoluta oscuridad, te advierto no lo dudes, estaré ahí, para que sepas que no te he dejado, que no te he olvidado, que solo me escondo y tapo mis ojos para no ver más, bien recordaras mi fobia a la luz, bien conoces mis trampas para no soportarla, para esquivarla en las mañanas, pero repito, no dudes un instante, me extenderé como una ínfima vida eterica, ahí, donde comienza la soledad, donde las ramas pierden sus hojas, donde el ser presiente algo de paz, lejos del mundanal ruido como varios con mis genes tanto desearon, si, justo ahí, donde se oculta el sol.

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bOusquet Y sus sueñOs (O ¡ni dormido te dejo en paz!)

Hoy volví a soñar con Ud. me dijo el muchacho, un nadador y amigo, retor-cida mente la suya pensé yo, soñar conmigo es caer un poco bajo en estos tiem-pos, claro que he influido a veces en la gente pero estar en su sueño ¡mi Dios!

En fin, pasó a relatar lo soñado por el susodicho y hosco personaje:

Sueño 1

Es una noche lluviosa, estoy en camino a visitarte en el pueblo, con un amigo, mas precisamente el Chuky, íbamos en un auto pequeño, bastante vie-jo, el viento nos hacia sentir su rigor. Una vez llegados a tu casa, estas con tu hija haciendo unas pizzas, nos dices que te olvidaste de comprar algo y con el Chuky te seguimos. Vamos en el mismo auto, pero ahora eres tu quien maneja, nos comentas, a mi hija le encanta cocinar, lo hace mejor sola que con nuestra compañía, así que es mejor dejarla ahí.

La lluvia frena y la luna se ve tan grande que solo puede tomar esa forma en un sueño. En el barranco que nos detenemos, hay unas ruinas griegas o romanas…

Nos cuentas una historia sobre su origen, pero con el hambre que tenia, no te presto atención en absoluto. Volvemos al auto y de regreso a tu casa, tu hija esta con tu mujer, no se dirigen la palabra, cada una haciendo lo suyo en silencio y sin mirarse. Nos sentamos a comer y tu hija me pregunta ¿cuándo te vas a la guerra? yo le respondo que en una hora…

Seguimos comiendo y esta vez me llevas tu solo en el auto, hasta un ae-ropuerto, me das un abrazo y dices, cuídate pedazo de bo… te ríes, y yo como que me angustio.

En ese instante me despierto…

136 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Sueño 2

Estoy en un torneo de natación, por el ambiente y la gente hablando por-tugués, todo me indica que me encuentro en Brasil, lugar que conozco sobra-damente ya, tú me pasas a buscar en un auto y nos vamos lejos.

Hay un sol radiante, pero contrasta con la autopista que está vacía, el mar celeste y lleno de pureza, rodeado de mucho verde me recuerdan a Florianó-polis, y es ahí donde nos encontramos en el sueño, la hermosa Florianópolis, de inmediato aparecen unos autos de la nada en contra mano y tu aceleras para esquivarlos a toda velocidad, obviamente no salió bien y nos caemos por un barranco.

Me dices que esté tranquilo, que es normal, que “siempre te pasa”. Me or-denas que trabe con los brazos la puerta, como si hiciera esos duros ejercicios de gimnasio ¿dominadas se llaman? de esa forma, mientras el auto vuelca y da infinidad de giros, nosotros nos mantenemos intactos y controlados, cuando el auto destrozado se detiene, nos bajamos y me dices lo ves, estaré loco pero de vez en cuando tengo razón, yo sonrío y me voy caminando para el hotel, una vez ahí no te veo más.

En el hotel donde supuestamente nos alojamos, me encuentro con dos personas, una chica y otro muchacho flaco, ambos de mi edad.

El lugar es muy tétrico, lleno de grises y marrones viejos, estas dos personas, no recuerdo sus nombres pero sus rostros me son muy familiares, seguramente hayan sido compañeros míos en el tiempo que viví en Brasil.

Luego tú llegas al hotel y me apuras, me recuerdas que pronto tengo las finales de un torneo y tenemos que ir a pie, ya que CULPA MIA el auto esta arruinado. Te miro como sin entender de lo que hablas, nos matamos de la risa y marchamos bajo la noche calurosa, yo con mi bolso y tú con una planilla (al parecer eres mi entrenador, o algo así…) Y vamos derechito para la pileta.

Y ahí me despierto…

en ColAborACión Con mArtín di mAnChe bouSquet

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esAs 3 vueLtAs inteRMediAs

La noche fría y la soledad lo invitaban a la rebelión interna, algo que de a ratos le agradaba, el frío y a veces la rebelión también ¿porque no? no era sociable mas que con íntimos o través de un teléfono celular o la PC, por eso, sus mejores momentos eran con sus seres mas cercanos o estando en soledad, esa noche en particular, 3º Celsius dentro y fuera de la casa y su nerviosismo acostumbrado lo predisponían a un trote por la improvisada pista de atletismo frente al baldío de su agradable hogar.

Vivía en un lugar pequeño pero acogedor, un tanto gélido y húmedo en invierno, lo primero no le molestaba demasiado, lo segundo era algo pasajero y solucionable, su estado de nervios pocas veces controlado por los ansiolíti-cos necesitaba una descarga, trotar unos quince minutos lo calmaría y podría disfrutar de su tiempo libre luego y estar en paz como tanto decía esperaba de su vida.

Con lo puesto, un viejo jogging de entre casa, una vieja remera, el gorro con los celestes y blancos colores de su pasión y una campera que soportara la humedad se aventuró a la intemperie, llovía poco pero sabía por la temperatu-ra reinante y la baja neblina que la precipitación no duraría mucho, encendió el cronometro de su celular y comenzó a trotar entre el barro y las pequeñas piedras del camino, los perros del barrio lo conocían y ya solo lo seguían con la mirada, ni un ladrido salió de sus gargantas, un búho sobre la pared que mediaba entre su casa y la nueva iglesia lo miraba fijamente, buena suerte se dijo y hasta se permitió una sonrisa, a un cuadra estaba el circuito de un piso blancuzco, firme y pedregoso como su alma, entró en el mismo y recorrió la primera de sus vueltas, a los aproximadamente cuatrocientos metros del mismo su cabeza se liberó, dejo de pensar un instante, lo suficiente para sentir en todo su cuerpo el frío extremo, la humedad, la locura de lo que tanto le gustaba hacer, unos usan el yoga en lugar templado, yo el trote en un clima frío y extremo, cada uno en su elemento.

Y comenzó a funcionar de nuevo su cerebro y con el vinieron las imáge-nes de sus seres queridos, los que compartían sus días por entonces, un amigo

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ACENTO EN PORQUE

138 FRANCISCO S. ORBEGOzO

del cual esperaba la llamada cotidiana, su mujer de la cual esperaba un mensaje tardío y su llegada mas tardía aun, seguramente él les contaría no sin cierto placer, que corría con frío y lluvia sabiendo los reproches y recomendaciones de uno y otro, las bromas de uno y los consejos de no meterse en problemas, en valorar lo que se tiene, cuidar la compañera y los sueños de ella y las ganas de hacer, que en él eran intermitentes, a veces porque ya no era lo mismo, a veces porque era inútil hacer y otras solo por necedad, pero así estaban las cosas, la suerte de su lado, tenia sus amores, su tiempo empezaba a aparecer, algún sueño cumplido, el búho como buen presagio, el respeto de los canes del barrio y ya la segunda vuelta esta-ba a su fin, el circuito era combado en su superficie hacia dentro, con una pequeña caída, algo de piedras en la parte interna de las curvas, esto hacia que alguna veces tomara las rectas por el medio y si aun no estaba cansado, en las primeras vueltas exagerara las curvas, luego, con el paso de las mismas se cerraba en las curvas a riesgo de pisar pozos, piedras y alguna canaleta, pero su giro avanzaba con un trote lento, en una elipse oval de forma cambiante.

En la tercera, pensaba en su libro, sus libros decía ahora, usando el plural, porque ya tenia decidido que al menos serían dos, era lo que le gustaba, saber, leer, enseñar, comunicar, escribir, su vida, que fue tan mal encaminada profe-sionalmente, por arte del destino llegaba en un momento algo tardío a darle la posibilidad de encauzarla y realizar proyectos nunca imaginados pero siempre soñados en la inverosimilitud de su perversa, extraña, compleja y ciclotímica cabeza de provinciano viajero.

Terminando la cuarta vuelta, sentía alegría, comodidad en su respiración, nada de frío, o si pero lo disfrutaba, sabía de antemano que después de la ter-cera su cuerpo estaba en calor y en la cuarta ya con la energía al máximo, y esto duraría dos o tres mas, al menos para su trote suave y cómodo de cuaren-tón que nunca practico aeróbicos, en realidad esto era para él como escribir, terapia pura, nada de deporte, solo vida en movimiento.

En la quinta vuelta recordó que debía escribirle a su hija, llamar a sus pa-dres, compartir algunas cosas con sus sobrinos preferidos, cada vez eran mas, cada uno tenía algo, y su hermano, bueno, el no necesitaba le contara mucho, los sobrinos seguro se encargaban de pasarle las noticias, los trabajos, hoy no eran importantes, se había reído en una recta de alguna discusión con los del trabajo o el club, pero ahora estaba en la quinta, esta la dedicó plenamente, casi trescientos metros o más a su hija, que pensaría ella de este loco corredor de utopías y de su cambiante vida, mentalmente le mando un abrazo, la cosa que mejor podía darle, ese abrazo que esperaba por meses y luego nunca olvi-

139RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

daba, visto hasta aquí, su vida era una maravilla, mas allá de enfermedades, discusiones, economías precarias, cansancio cotidiano, la gente estúpida que intentaba sin conseguirlo ser más de lo que en verdad eran, en fin, se le iba la quinta vuelta y en la sexta, esa de las ideas geniales a veces, la que mejor daba, la que mas disfrutaba, su pensamiento voló hacia un futuro, futuro que imaginaba cercano, su proyectado hijo, ya tenía el nombre si era varón, dos nombres y bien pensados, decididos por el y su amor, y si era mujer…

Sexta vuelta, toda la energía, su cabeza imaginando el proceso de ver un abdomen crecer y dar vida y soñar aun con todo lo que pudiese ser el futuro, dis-frutando todo lo que hoy podía hacer y que mañana valdría la pena dejar de lado, ese ser que llegaría y crecería y sería un copia de él y de ese mundo proyectado en parte que lo rodearía, ese niño, que se formaría en sus propios principios y luego seguramente le daría orgullo, ese pequeñín que hoy soñaba y que sabía, con claridad sabia que tendría autonomía y valor, que lo superaría ampliamente como humano y al que le dedicaría todo su conocimiento y amor, lo vio correr por ahí, lo vio jugar a la pelota, sonreírle y hacer alguna travesura, decir algo magnifico, e inventarse mundos y juegos, como cuando él era pequeño, su imaginación viajó como nunca en esa sexta vuelta, y ni que hablar de la séptima que la dio en un pique continuo, contra las indicaciones del medico y de su pareja, es que la ima-gen de ese ser que pudiera ser y que se volvería real un día lo impulsaron, en la octava se dio cuenta de su aceleración física y mental, estaba dominado por los sentimientos, tenia una vuelta para cada amor, y había tenido dos, y ahora era tres ya para alguien que solo existía en su sentir, en su mente, en sus sueños venideros pero posibles, absolutamente concretos y necesariamente realizables.

La novena, cargado de emociones lo devolvió al presente, su energía estaba por agotarse, su celular sonaría muy pronto, recibiría el mensaje de su amada que regresaba a compartir lo alternativamente malo y bueno que se tiene en la convivencia, a compartir una cena tardía hoy quizá, pero caliente como sus corazones, y la llamada final del día de su nuevo/viejo amigo, y se reirían y les contaría sus anécdotas, y ellos las suyas, a veces escuchándose y otras sin prestarse atención unos a otros, como a todos les sucede, pero secre-tamente felices de estar unidos por mas de una pasión.

Y la décima y ultima vuelta, ya cansado, pensando mas en llegar y darse una ducha, escondiendo y callando todo lo pensado en esas tres vueltas inter-medias, quizá su secretito a medias, que después de este escrito, ya no será tan secreto, porque al fin y al cabo los secretos internos, los del sentir, son para ser revelados, aunque a veces a uno le cueste mostrar su interior.

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de LA MueRte ii

Si quitamos toda esa absurda maraña mental producida por los inventos y mentiras de las sociedades tales como sistemas políticos, religiosos y edu-cativos, nefastos en sí mismos desde su nacimiento, que solo promueven el miedo para así solventar el poder ¿qué nos queda? el humano al desnudo, con su salvaje mente y su instinto de supervivencia animal, y es justo ahí donde se manifiestan los miedos, los mas primitivos temores provocados por la falta de fe en sí mismo, porque quien cree en sí mismo, en su propia fuerza y conoci-miento interior y no en algo externo, puede ser alguien, algo, ser de verdad, y vivir plenamente y con valor aceptar en paz la inevitable muerte.

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cuentAn, O dicen…

Dicen que el invidente llegó al pueblo una mañana de llovizna, tendría unos cuarenta años como mucho, vestía ropas oscuras y poco abrigo a pesar del frio y el viento reinante, ni bien bajó del colectivo se fue a escuchar el mar, sin mucho movimiento, sin alarde de nada, y luego, cansado por el viaje, marchó con su bastón y su mochila, únicas pertenencias, y se instaló en el hotelucho.

Cuentan también que solo traía lo necesario, el así lo aseveraba, solo se movía con lo que necesitaba.

Se llamaba Valentino, y era de otro lugar, de otras historias…Ella, según se comentaba en el lugar, llegó un año antes, aun mantenía en

secreto de donde venía y su historia, nadie sospechaba nada raro pero ella era básicamente, a pesar de su juventud, una mujer misteriosa.

A los meses de estar en el lugar instaló una compra venta de libros y se dedicó a ese magro negocio quizá solo por ocuparse en algo, al menos es lo que cuentan.

Hermosa y sobria a la vez, con sus veinte y pico de años, de piel extrema-damente blanca, ojos café, como dicen en las películas, su larguísimo cabello lacio, tirando a ondulado a veces, castaño muy oscuro, seria y dulce a la vez, cuando sonreía, para muchos el mundo se detenía, todo lo demás aparte de su ser, dejaba de existir.

Ariana se llamaba, y dicen que todos en el pequeño poblado costero la amaban, muchos se enamoraron de ella y de su forma de ser, nadie tampoco sabía mucho de Ariana, algo escondía, alguna tristeza traía junto con su ju-ventud, pero no mucho más.

Se conocieron en el almacén, único en el lugar, un clásico negocio de ramos generales, el no podía encontrar algo en particular y ella lo ayudo, entablaron conversación, mas porque él hablaba de manera fluida y distinta a los del pueblo, a ella eso le gustó según dicen, su manera de hablar, en cambio él, reacio, y sin posibilidad de ver, sintió que Ariana era alguien distinto, una

Francisco
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ACENTUAR FRIO
Francisco
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ACENTO EN AYUDO

142 FRANCISCO S. ORBEGOzO

presencia casi angelical, belleza por fuera para otros, belleza interna para él, se conectaron inmediatamente y dados ciertos gustos en común fue obvio comenzara una rápida y apasionada relación, antes del mes estaban alquilando juntos una cabaña cercana a los acantilados desde donde podían sentir el mar, y escucharlo por las noches, una de sus tantos gustos en común.

Al comienzo según cuentan, se habló bastante mal de la relación en el pueblo, muchos se sintieron ofendidos, quizá por ser ella tan bella persona y habiendo tantos que la pretendían, los celos y las malas lenguas actuaron, se dijeron algunas barbaridades pero después todo se calmó, solo fue chusmerío barato y más adelante se acostumbraron a la felicidad de los dos extraños seres, que de alguna manera se hicieron del lugar.

Se dedicaron el uno al otro como si cada uno de ellos dos fuera lo único de valor o más bien, como si fueran lo único en el mundo, en los atardeceres y noches calmas se los veía pasear tomados de la mano por la playa, ella se quedaba largo rato mirando las olas y sus ondulantes movimientos como si estuviera hipnotizada, el a su vez repartía su atención entre el mar y su propia mujer, muy en lo profundo daba gracias al universo cada día de haberla en-contrado, y con ese pensamiento, la abrazaba mas fuerte hasta hacerla sonreír o casi llorar de felicidad.

Paso el tiempo, quizá unos años, quizá solo fueron meses, hay diferencias en esto según dicen, y llegó al pueblo un representante de la ley, nuevamente comenzaron las habladurías típicas de vieja chusma, y si, era obvio, venían por él, algo raro tenía Valentino si, aun así, y a pesar de los celos que aun persistían en muchos, los protegieron, mas por ella que por él, pero guardaron silencio sin dar datos al agente de justicia, de todos modos se decían ¿que podría esconder de malo un respetuoso y tranquilo cieguito?

Pero como todo tiene un tiempo y dicen que en un lugar tan chico es im-posible ocultar secretos, el personaje en cuestión se encontró con Valentino, lo que nadie sabía es que el mismo Valentino esperó el momento oportuno para aparecer en escena, e incluso eligió el lugar donde reunirse, pareciera ser que había alguna deuda pendiente con la ley, y aun así se notaba como un cierto conocimiento y respeto del uno con el otro, casi como una tácita amistad.

él, café de por medio, le contó al agente lo que nadie sabía y que muchos sospechaban según comentaron por ahí, le refirió que ya no quería ni valía la pena para un ciego como el seguir escapando, pero que necesitaba un tiempo ¿por qué? ella tenía poco tiempo de vida, una rara enfermedad la consumía y esa era la razón de que se hubiera aislado en secreto en el pueblo.

143RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

El agente lo comprendió, le dijo que esperaría, tanto llevaba buscándolo que lo tomaría como una vacación en el mar.

Valentino se cuidó mucho de contarle algo de esto a Ariana, ella había comenzado a sentirse mal últimamente, y era el momento de dedicarle su tiempo a ella totalmente.

La seguía a todos lados, la cuidaba y abrazaba todo el tiempo, de algún lugar rescató miles de sonrisas y bromas, y tal vez como cuentan por ahí, de cariños y caricias como nunca fueron dadas antes a un ser humano.

Meses después, según me relató un conocido que pasó una temporada de verano en el lugar, ella se marchó una noche de tormenta, rayos y truenos mas una torrencial lluvia acompañaron su marcha, él, desolado pero aceptando lo inevitable, la abrazó hasta el último instante, llegado el momento se despidió con un beso, tan largo y profundo como su dolor, mas tarde, cuando hubo contenido sus lagrimas y emociones, juntó fuerzas, le dejó encargado todos los detalles de qué hacer con el funeral, con sus pertenencias y demás a una vieja vecina que siempre se mantuvo al margen de las habladurías y a la que le habían tomado cariño.

Valentino, sin mucho más que hacer, pensó un rato como proseguir, le había prometido a Ariana marchar con ella donde fuera, y tenía esa otra pro-mesa con la ley.

El, sonrió sin gracia, otros cuentan que se rió con una desagradable car-cajada, quizá se rio del destino…

Algunos lo vieron marchar hacía los acantilados bajo el viento y la lluvia, con lo único necesario como siempre lo hacía, llevaba dentro de su corazón, su amor eterno por Ariana.

Nadie puede asegurar si fue así en verdad, desapareció esa noche, aun esperan que su cuerpo aparezca en alguna playa, el policía, al enterarse de los sucesos y la desaparición no se inmutó, era como si lo esperara, junto sus co-sas y sin despedirse se marchó, todo quedó como antes, como si esos dos años o más nunca hubieran transcurrido, como si los tres personajes nunca hubiesen existido, todavía se cuenta que en las noches de tormenta se ven sombras en los acantilados, luces extrañas sobre el mar y ruidos en la vieja cabaña, ahora abandonada, cuentan que son los fantasmas de la pareja que intentan ser re-cordados como ejemplo de amor y que juntos recorren su morada en los días de mal clima.

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did

Did, lo llamaban, desconocían su verdadero nombre, también su proce-dencia, el tenía una historia seguro, eso se notaba al escucharlo, hablaba poco, pero cuando lo hacía siempre dejaba mella en sus oyentes, si hablaba decía algo interesante, enseñaba algo, dejaba pensando al menos.

Era poco expresivo en palabras como decía anteriormente, aun así, estaba lleno de anécdotas que dosificaba según la ocasión, prefería escuchar a los demás y le gustaba compartir, andar ayudando con una sonrisa todo el tiempo, pero más que nada escuchando, esa era su gran cualidad, silenciosa cualidad pero que luego de un tiempo se notaba y valoraba sobremanera.

Se contaba que su nombre lo había tomado del extraño objeto que llevaba consigo siempre y en todo momento, era un tubo de madera, como una corteza de árbol, Didgeridoo contaba el que se llamaba, ese nombre y otros le dieron los primeros en conocer o fabricar el raro objeto, era un instrumento musical poco común les decía, con facultades únicas, maravillosas, pero jamás lo tocaba y prefería no dirigir su atención al mismo, a veces, cuando le insistían hablaba de sus leyendas, nacidas en lugares lejanos, decía que tenía un soni-do relacionado con la creación, que los aborígenes australianos, sus posibles descubridores, hablaban de que el Didgeridoo los conectaba con el universo, con Dios, etc.

Según cuenta un personaje que lo conoció, de los pocos que aún viven, él le relató personalmente que el instrumento se lo había regalado un aborigen posiblemente australiano, que por alguna razón apareció en el Perú en la época en que viajaba a pie por el norte de Sud América.

Did, se ganaba la vida arreglando cosas, solucionando problemas ajenos, dando consejitos simples o limpiando y cocinando para los ancianos o madres ocupadas por su gran prole, también hacia mandados y tareas de diversa ín-dole, todo le daba igual, su sonrisa era continua, parecía el hombre más feliz del mundo y quizá lo era…

Se cuenta que por las noches en las playas se escuchaba un sonido profundo, extraño pero hermoso, que quien lo escuchaba se veía transportado a situaciones y

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visiones de extrema paz y sabiduría, todo eso se decía, pero nadie podía asegurar con certeza si esto es cierto o si era Did y su instrumento.

Así pasaron unos años, todos lo querían mucho y más de uno le debía algo, a modo de pago siempre le dieron de comer, donde cobijarse y alguna prenda.

Y fue un verano caluroso por demás, que una peste, o enfermedad muy contagiosa y mortal comenzó a devastar la zona, en el pueblo hubo temor, perdieron la fe en la vida que de algún modo, el lugar, la naturaleza y luego el, les inculcó, se produjeron un par de muertes de ancianos y el temor aumentó, fue cuando Did les propuso solucionar todo, pero esta vez sería a cambio de algo, ellos aceptaron con tal de que el dolor y el azote terminara, que el temor se fuera y la peste se olvidara, pero ¿Qué les pediría a cambio?

Nada muy importante les expresó, las fuerzas de la naturaleza actuarán, la peste se marchará, pero a cambio nunca más me volverán a ver, y que mi ausencia sea el recordatorio de su falta de fe en la vida, para que nuca mas declinen, para que la recuperen por siempre y sean sus propios creadores, ellos sin comprender en principio muy bien lo que les decía, aceptaron el trato un tanto dolidos pero apremiados por la situación, entonces el tomo sus escasas pertenencias y se retiró hacia a las rocas de la playa más cercana, y al crepús-culo y por primera y última vez, hizo sonar el fantástico Didgeridoo de manera continua toda la noche, se escucho un sonido admirable y perpetuo, como si el cosmos se expresara a través de la dupla unificada que formaban Did y el instrumento mágico, todos se adormecieron con el sonido, unos antes, otros después, solo algunos chiquillos afortunados lo vieron partir, hablaron de una luz imposible que lo rodeaba, otros dicen que marcho caminando por la playa en dirección al exótico Ecuador, algunos más opinan que se introdujo en el mar, como sea, el lugar y su gente nuca más volvieron a ser los mismos, para fortuna de ellos.

Francisco
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QUE CON Q MINUSCULA

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dOn GeRvAsiO

Las paredes solían volverse grises y aunque fuera algo anormal se acos-tumbro rápidamente a eso, a veces se oscurecía el día como si viniera la noche, duraba unos escasos segundos, otras se apagaban las luces de noche y retorna-ban a encenderse o tan solo bajaba diez o veinte segundos la tensión eléctrica, también eso podía soportarlo, ya era costumbre no pensar tal vez, los sonidos de niñas cantando, una música lejana y repetitiva, golpes en el armario, todo era algo ya común para él, tantas cosas vio en su vida, tantos sucesos que al fin no eran nada, o si lo eran poco efecto tenían en su vida real ¿a qué hacerse problema pues?

Todo eso al fin y al cabo eran su compañía en la desolada estancia que le mandaron cuidar y mantener, este, era un casco de estancia viejo y pequeño de siglos pasados, allá en la provincia de Entre Ríos, donde nació después de que sus antepasados directos llegaran de España.

Todos lo conocían, si es que alguien en verdad pudiera conocerlo, como Don Gervasio, claro está, el vivía solo hace mucho tiempo ya y por eso lo eli-gieron, aparte de las referencias y sus pocas pretensiones, en un principio se intranquilizo un poco, pero al mes de estar se había acostumbrado a las rarezas del lugar, antes ya le había sucedido cosas parecidas y ya no le generaban apre-hensión en absoluto, ni siquiera los susurros al oído que a veces conseguían despertarlo de sus siestas, típicas de la zona, ni el soplo de viento repentino en su rostro a mitad de la noche, cosa que sucedía aun a puertas cerradas, nada de esto conseguía ocupar su mente demasiado tiempo, lo que más le molestaba si, era el sonido tras la pared, justo en la cabecera de la cama y a veces, las menos, en los techos, ratas, se decía a sí mismo, pero bien sabía que no lo eran, con certeza era otra cosa, algo mas rebuscado y oscuro si…

Esa mañana como de costumbre, tomo sus mates en la galería, limpió luego su habitación, desarmo su antigua pistola, cosa que hacia seguido por gusto, o por mantenerla limpia quizá, no sentía hambre así que se entretuvo en volver a armarla luego de limpiarla y engrasarla debidamente.

Francisco
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ACOSTUMBRÓ ACENTUADA EN LA O

147RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Y se ve que aburrido de todo esto no tuvo mejor idea que pegarse un tiro en la sien.

Días después hallaron a Don Gervasio ahí, tirado en el piso en posición extraña con una sonrisa en el rostro.

Se dice por ahí que le habían avisado que el lugar tenía mala fama, le di-jeron también que se fuera, que estaba viejo para eso, no respondía él, viejos son los trapos, intentaron disuadirlo de mil maneras, nadie le daba la edad real que tenia, porque se supo luego que justo ese 9 de junio en que se quitó la vida cumplía sus 88 años.

Al fin el se decía que era un hombre solo y duro ya, a que temerle si en el paraje no habían nada ni nadie.

Claro está que el lugar luego del suceso quedó vacío para siempre, nadie se atrevió a habitarlo nuevamente, si Ud. Anda por la zona, pasando el Bañado de Hugo, verá la soledad, la desolación y ruinas que aún quedan a medias entre la tierra y las piedras, ya casi ni se ven y la gente con el tiempo se ha olvidado de la historia, pero le aconsejo mejor no ir, se cuentan cosas extrañas, y es mejor hacer caso, no es que uno sea supersticioso ni crea en apariciones ¿no?

Francisco
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ANDA CON MINUSCULA

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Mi OscuRidAd

Aparecen recuerdos de mi mismo de los que ya no tenía memoria, olvida-dos o solo escondidos en mi retorcida mente, por sórdidos o tal vez por casua-lidad solamente, obscuros relatos me inspiran, burdas obscenidades, dolores y sufrimientos indescriptibles e inútiles, provocadas por seres intolerantes pero también quizás inimputables, vergüenzas personales en lugares corrientes, pecados imperdonables y hechos non sanctos en zonas sagradas o espacios maravillosamente naturales y comunes a la vez.

La vida mía, contada tal cual es sin esconder la miseria humana que encierra.

Como un Sade moderno que desprecia incluso la métrica y el buen gusto literario.

De eso es que me he escondido y hoy esbozo estas palabras de redención o en busca de castigo, no ya divino porque soy aun un descreído, pero si el castigo publico del masoquista.

Plasmar el horror/error que es la vida en esos momentos solitarios, maldi-tos e inútiles, plagados de puercos pensamientos y dolencias juveniles.

Placeres morbosos disfrutados a medias por la culpa, siempre la culpa, ya sea esta religiosa, moral, ética o simplemente estúpida.

Falta de conocimiento de la vida y una complexión no acorde con los acontecimientos y la época, en resumen, con el entorno.

Una mente intrincada e inquisidora, crueldad pura de la existencia que nos lleva al suicidio mental primero, sentimental luego y físico después, pero sin concretar nunca el hecho de la propia autodestrucción, solo un fallido intento de desaparición metafórica en esencia, que nada nos deja sino un sabor amargo por falta de entendimiento aun en conocimiento de las causas, ya que en la adultez uno sabe, niega saberlo, pero sabe a ciencia cierta en que se falló, pero es irremediable, el daño está hecho y es tonto e inservible echar culpas a otros de lo que uno supo concretar o disfrutar, ellos, si ellos tampoco lo supieron hacer y por eso nos trasladaron este dolor, para mantener el sistema destructivo

149RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

funcionando y dar sentido a la estupidez social y humana por los siglos de los siglos y poder fingir una realización y felicidad inexistentes.

A veces me pregunto si ¿seremos capaces de cortar esta vorágine de maldad que nos brota de la incapacidad de aceptar una vida vacía sin hacér-sela mas vacía aun a quienes vienen detrás, o a quienes les toca en desgracia acompañarnos en este camino de desdicha?

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jueGO de LAs sOMbRAs

Sistemáticamente jugó el juego de las sombras, algo que se repitió y se repitió en sus noches de insomnio, pero antes de seguir, ubiquémonos en si-tuación.

El, estaba solo, absolutamente solo, ella, ya se ha ido, lo abandonó o quizá el dejo que se marche para inventarse un pretexto, un abandono inspirativo, se fue si, lo dejó, por justas razones, puede ser si…

No, no es que no la amara, no crean que no sentía nada por ella no, solo que no comprendía sus maneras, no soportaba sus acciones, no quería fingir mas que era feliz, cuando el sentimiento solo afloraba en escasos momentos, mas figurativos que reales, era una imagen más que un hecho concreto, en eso basaba su pasión, poca cosa.

Jamás pudieron congeniar del todo, el equívoco cotidiano desgastó hasta el último aliento de sensaciones, hasta la última gota de vida o de ganas de vivir, el error perpetuo en cada acto del día, los arruinó.

Lo que fue alguna vez afecto se transformó en puro dolor, en violencia incontenible, en reprimidas miradas de odio se que escapaban a hurtadillas, en sesgos corporales y rostros que giraban en el momento oportuno, para no reconocer un fracaso, “el fracaso”.

Resultado final, la soledad nocturna, el aislamiento perpetuo, el repetitivo insomnio minando sus fuerzas, acabando con su energía vital, destruyendo su espíritu, y los días si, los implacables días perturbándolo todo, y el apurando los mismos para volver en una perversa, destructiva y sádica soledad inútil y vacua, soledad de noches con sombras, crueles sombras de ocaso mentalmente perpetuo.

Como un estúpido yacía allí en su cama, impensada situación ¿hace cuánto? un par de semanas atrás nada mas, eso jamás debió ser, pero era y lo asumía como un muerto en vida, lo sostenían las perpetuas sombras que de a poco se iban transformando en un juego, su juego, el monótono y embaucador gran “Juego de las Sombras”…

151RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Un juego especial, propio, que solo él conocía, que solo él sabía jugar, quien lo viera por las noches, lo creería loco, quien lo observara no compren-dería, era su necesidad de catarsis, era suyo, su gran momento, para el este jue-go está fuera de su ser, pero en realidad todo se producía dentro, lo proyectaba como en un cine en las juguetonas sombras de la pared, allá arriba, cerca del techo, desde su cama ahí las veía moverse, al principio le habían dado temor, luego se acostumbro a ellas, mas adelante las nombró y las ayudo a existir, desde ahí todo cambió, esperaba ansioso cada noche para proyectar su irre-frenable dolor en esas imágenes invertidas, negro sobre claro, como siempre son las sombras, o negro sobre gris como sucedía a veces, era su juego de las sombras y nadie más lo conocía, pero a él lo mantenía vivo.

Reflejos de luces constantes, extraños dibujos en la pared, oscuridades infinitas, algún brillo a veces, efímeros unos casi definidos otros, imaginarios casi todos…

Aun hoy, solo espera la noche para sobrevivir, si el día es gris mejor, si es soleado que pase rápido, trabajando u ocupado, que llegue la noche rápido y de vuelta a su solitaria cama esperando el lúdico momento, el momento de paz, juega así cada noche, cada oscuridad, como un niño grande, al eterno y aunque no quiera reconocerlo, terrorífico juego.

De a poco, su desvariada mente fue cayendo en el abismo que el propio juego le propuso, hoy el solo es una sombra mas, tal vez la sombra del juego de otro ser, de otro humano sufriente que descubrió el mágico, y trágico a la vez, “Juego de las Sombras”.

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Mi cORAzón RezOnGón

De puro pensar en el arrítmico bombearEsta aliteración con avidezPudiera ser sin intenciónPura y verdadera estupidezPero aquí la cuento sin inventoCon gutural bramido animalComo un fantasma sumido en el miasmaAspiro y espiro entrecortado, como con asmaMientras me escurro como un susurro en el vientoComo si tan solo fuera un leve alientoDel tiempo, y por eso hoy enfermo me sientoY mi corazón rezongón que late a puro dislateEn un sincopado ritmo elevadoMas de un susto en silencio reservadoRecuerdo si lo pienso, el me ha dadoTemor al dolor no tengo y lo sostengoPero al fin la vida para todos, acabará…Y debo prepararme para no desesperarmeAun siento el vislumbre de tantas cosasAlgunas sublimes y otras borrascosasY aquí estoy listo porque aun hoy, tan solo existo…

Francisco
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PUNTOS FINALES A TODAS LAS LINEAS

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Lu9jAv

Muchas veces me pregunté de donde me viene esto de comunicarme por la web, radio, celular, etc. por donde sea.

Yo, soy sociable por naturaleza, hablador sí, pero en el fondo tengo un dejo de timidez que me viene de chico, y no soporto tanto como parece al ser humano en directo, un tanto fóbico soy, lo mío es el papel, el micrófono.

La escritura en el ciberespacio y la telefonía me vino de perillas, palabra esta que tiene mucho que ver con lo que hoy cuento, perillas, las que tocaba mi viejo en sus grandes equipos armados por el mismo en los comienzos, esas radios con lámparas gigantes y agujas indicadoras de vaya a saber que, las radios, pero no de las que usamos comúnmente para escuchar música, noticias o fútbol, sino los radiotransmisores, esos que usaban los casi, y sin ofender, pasados de moda pero con mayúsculas, RADIO-AFICIONADOS, (ahora que ya no pueden aportar más cosas a las comunicaciones los llaman radio conversadores muchos…), el sí debió traer el gen de la transmisión, de la comunicación que tanto me ha llegado y corre por mis venas.

El, desde pequeño, creo a los doce años ya, tenía el hobbie de comunicar-se, sea por código Morse o por micrófono y voz a través de estos extraños y magníficos aparatos, lo hizo por sesenta años con miles de personas de todo el mundo, sin ver la cara ni saber quien estaba al otro lado, lo hizo en diversos idiomas, mezclando los mismos en más de una ocasión, una vez le pregunte ¿cómo se entendían? y, un poco de inglés, italiano, alguna palabra en francés, español o lo que sea, el radio aficionado tiene su propio código e idioma tam-bién, su “lenguaje”, hasta con un japonés habló, quizá esa fue su transmisión más lejana, con el mismo se carteaban, enviándose cada uno en su idioma los lenguajes, escrituras y formas de la transmisión básica, esa relación de amis-tad/enseñanza duró mucho tiempo.

Corría el año 1984, recuerdo que vi de chico en el puerto de Mardel la construcción de la balsa Atlantis, esa que atravesó el atlántico emulando a los antiguos viajeros en una balsa de troncos como en los tiempos incivilizados habrán hecho tantos, el se comunico luego en plena travesía con ellos, lo con-

Francisco
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COMUNICO CON ACENTO

154 FRANCISCO S. ORBEGOzO

siguió gracias a su perseverancia y picardía, busco hasta encontrar esperando pacientemente una comunicación de la misma, copió la frecuencia y horarios en que ellos se comunicarían con sus familias y se les adelantó unos minutos, se presentó y ellos, ávidos de hablar con un ser humano lo aceptaron gratamen-te, luego de unos días los dejó en paz para que se comunicaran con sus seres queridos, años después vería la balsa nuevamente en El Torreón del Monje en Mar del Plata, hasta que en el año 2000 la balsa fue llevada a un museo en Dolores según tengo entendido.

A veces me han tratado de loco o extraño porque hablo con gente que no conozco por redes sociales etc. creo que ellos en esa época hacían lo mismo, algunos radioaficionados de este país llegó a conocerlos, varios claro, uno en especial con el que tengo recuerdos al venir de muy joven yo a vivir a mar del Plata fue Antonio Ferreyra, de 9 de Julio era, vivía con su esposa aquí y apro-vechábamos con mis padres cuando venían a verme cada tanto desde Guale-guay, para visitarlos y relacionarnos más, aun así en esa época no comprendía a mi padre, él quiso en varias ocasiones mostrarme todo eso, ese mundo tan suyo, y yo no lo comprendí, ahora después de mucho entiendo que somos muy parecidos y que solo nos diferencian las tecnologías, cosas de la época claro, y tan solo usamos medios diferentes.

Un detalle pintoresco creo yo, es que en la adolescencia conoció a mi ma-dre en el colegio, en sus primeros amoríos no podían esperar salir de la escuela para ir a sus casas a comunicarse por radio, a pesar de vivir en un pequeño pueblo y las distancias ser pequeñas, él le había armado un equipo para que se comunicaran evitando los trastornos e interferencias de sus mayores, que así no sospecharían tanto de su tiempo compartido.

Otra anécdota, un ruso, que en vez de hablar e intercambiar unas pocas palabras y los datos básicos en inglés, lo entretuvo más de quince minutos y mi padre sin saber que decir ya en su básico inglés, al despedirse, el ruso le dice, “hasta luego Hugo”, sorprendido mi padre le pregunta ¿porque sabiendo español lo hizo hablar tanto en inglés? “para que practicaras el idioma”, fue la ocurrente respuesta…

En esas épocas una comunicación telefónica entre el interior del país y capital por ejemplo, se debía primero llamar a la central telefónica, pedir una conferencia con el numero en cuestión y de allí se calculaba la demora de la comunicación, que podía ser de media hora hasta medio día en algunos casos, dado esto era más fácil usar el radio transmisor.

Francisco
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MAR CON MAYUSCULA

155RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Llegada la ocasión de un aniversario del Radio Club Gualeguay, en la provincia de Entre Ríos, donde vivía mi padre, el mismo se entera de que ha-bría, a modo de festejo y conmemoración, una comunicación extraordinaria pautada entre el Radio club y la base Vice Comodoro Marambio en la Antár-tida, como siempre atento anoto los datos y frecuencias y los adelantó unos minutos, un As en eso de atrapar información en el aire y utilizarla para estar un paso adelante siempre, fue la única manera de que los de la Base antártica lo escucharan ya que, al escuchar un comunicado de la ciudad en cuestión y a pocos minutos de lo pautado se conectaron enseguida, luego de aclarada la situación se llevo a cabo la comunicación oficial pero a esta altura una épica transmisión mas había llevado a cabo el Sr. Hugo de la licencia “LU9JAV”: Lima Universidad 9, Japón América Victoria, o Latinoamérica unida 9, Julius Alfa Víctor, palabras con las que crecí en mi infancia sin valorar lo que me marcarían de por vida.

Francisco
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ACENTO EN ANOTO
Francisco
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UNIDA CON MAYUSCULA...

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Y hAbLAndO de Mí

Estoy esperando el premio si, si sos bueno ¿porque no hay un premio eh? si vences las tentaciones y haces las cosas bien ¿que hay a cambio?

Soy una maravillosa y perfectísima porquería de ser humano si, así me siento muchas veces, casi siempre bah…

Pero no le miento al mundo diciendo otra cosa, falseando realidades, in-ventándome excusas, quienes están muy cerca mío y me conocen me aceptan tal cual soy, muchos me aceptan si, por eso me digo, no es necesario perder tiempo en críticas, ya que conozco todos y cada uno de mis horrorosos de-fectos antes de que me los nombren y no tengo miedo a ser quien soy ¿si me siento orgulloso de ser eso? no sé, pero tampoco sé cuántos pueden confesar lo que son con absoluta sinceridad.

Francisco
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PORQUE CON ACENTO
Francisco
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QUE, ACENTO TAMBIEN

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sOLO “seR”

Miro el desolado paisaje, llevaba largo tiempo caminando, recorriendo mundo bajo malignos y destemplados climas, conoció el sol ardiente, la her-mosa playa, la tormenta tropical, el huracanado viento de los polos, valles y montañas, mares y planicies, humedad irrespirable y lo seco del desierto, todo tipo de formas geográficas divisó él y siguió, ni el mal tiempo, ni la belleza lo retuvieron en su búsqueda, en su incansable andar.

El largo transitar por tortuosos e intransitables senderos no lo amilanó en lo más mínimo, el pasar por vías casi inexistentes no lo frenó para nada, nunca lo pensó siquiera, su meta era llegar, su impulso era alcanzar eso…

Cumplir su cometido, en eso se transformó su vida, empardar esa línea final que llamó alguna vez destino, hoy ya no le da un nombre, es solo búsque-da, final ¿autoconocimiento? hogar, descanso, para el ya sinónimos sin sentido.

Y los dolores, ya no se dejaban sentir, no tanto porque no estuviera da-ñado su cuerpo, otrora joven, fornido y mas que robusto, sino mas bien por haberlo acostumbrado al sufrimiento y al desaliño, y ahí estaba su meta, su final de camino, alcanzada con esfuerzo sobrehumano y mucho esmero men-tal, desesperado esmero del que sabe debe cumplir lo inevitable, su única y particular misión, para saber después de tanto dudar, para conocer después de tantos miedos y peripecias, para terminar de una vez con la incógnita, ese in-terrogante de vida, de su vida y su ser, por fin él podría comprobar en primera persona y con sus propios sentidos ¿por qué existía, para que fue creado? su razón de ser, como inevitable ser humano que era.

Observó el lugar, un sitio cualquiera para alguien común, para alguien que jamás busco nada, un sitio especial para él aunque no se distinguiera por ninguna razón en especial, por nada en particular, lo supo sencillamente, era el lugar indicado y esto lo supo mas por instinto que por certeza razonada, supo también que ese era su sitio final, que la pseudo búsqueda terminaba allí.

Una vida le había llevado recorrer ese camino, ese largo trecho hacia el hogar sin hogar, desde pequeño emprendió el viaje, y ahora en la conclusión de todo, cobraba sentido en la vista del árido y desolado paisaje común a tantos

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ACENTO
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ACENTO EN QUE

158 FRANCISCO S. ORBEGOzO

otros, lo sabía con certeza absoluta, nunca hubo nada que buscar, nada que saber, ningún lugar que conocer ni dónde ir, porque veía al fin que todo eso estaba dentro suyo, el camino en sí mismo, su ruta de vida, todos los paisajes vistos, su increíble imaginación, sus conocimientos, lo que él era, se resumía a una palabra, “vida” dirían algunos, que se puede vivir quieto o andando, “amor” dirán otros, que se puede expresar hacia otros, ya sea seres, objetos animados o inanimados, o a sí mismo, o al sol y la luna, amor a la noche o el día, a la claridad y el calor, o a la oscuridad, a sombras y noches sin fin, a la lluvia y la montaña, al mar y el hielo, a la playa y el llano, a cualquier cosa, todo era solo vida y/o amor, llámala como quieras se dijo internamente, la búsqueda no existe, la búsqueda soy yo mismo, como ser indómito que soy ¡viva como viva, ame como ame!

Todo esto le devolvió la paz, que en algún lugar de su ser estuvo esperan-do, que siempre lo acompañó, y su supuesto fin, se transformó en su comienzo, y pudo Ser, solo Ser…

159

MujeR de LAs AGuAs

Mujer de los ríos, de los soles fuertes, de tormentas sin tregua.De donde vienen tus bríos, en el aire inerte, recorriendo leguas.Pescadora de piezas que placer te han dadoIntentando pescar hasta humanas almas.Siempre te quedaste con algún pescado.En mediterráneas tierras, en la densa calma.Ninguna laguna te dejó sin presa.Y ningún curso de agua tu caña vacía.Quien sabe tu historia esto te confiesa.Incluso el odioso de la leyenda se fía.Recorriendo caminos a la par de tu hombre.Quien en mil dilemas nunca te abandonó.De este ser precioso no hay nada que asombre.Gigante camino se hicieron los dos.Ni el fastuoso dorado, ni el esquivo pejerrey.Faltaron jamás a tu exquisita colecta.Cual manjares divinos ofrecidos a un Rey.Dicen hasta las rayas eran más que perfectas.Siempre de tu lado estuvo la suerte, se escucha.Pero quien no sabe hacer, no la tiene tanta.Tal vez un Rosario, para lo que sos muy ducha.Te ayudo alguna vez, y hasta la Virgen Santa.Historias reales con más de mil variantes.Contadas al sol o a la luna en la orilla.Serán casi tan épicas como la de Cervantes.

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PUNTO FINAL EN ESTA LINEA

160 FRANCISCO S. ORBEGOzO

Conocidas en el mundo del palacio a la villa.No podré darte en vida de manera sincera.A vos madre lo mucho que me has enseñado.Tal vez este corto escrito sea una sonsera.Mas te aseguro que nada de ti será olvidado.Te dedicaste a la vida y a la naturaleza.Con todo el esmero y eso bien se ha visto.Fuiste pescadora entre otras cosas, con destreza.Y con el solo esfuerzo te ganaste a Cristo.¡Quizá un día te recuerden por tus triunfos, trofeos y andar!Serán aquellos que observen tu vida viajera, formidable y sin lugar.

161

PORque POdíA

¿Porque eligió el camino de la muerte? porque era el único sendero que le dejaron libre ¿porque mató y destruyó lo más que pudo? porque se dio cuenta que esos seres no merecían se fuera de este mundo sin producir antes el mayor daño posible.

¿Por qué sobrevivió y aun así continuo destruyendo? bien, eso es algo más complejo de responder.

La respuesta principal a todos los interrogantes y sobre todo al último es: “Porque podía”, porque el poder y la fuerza, la ley misma de la época se lo permitían, es más, se lo exigían, demasiado se tiro del cordel, demasiado se lo ajustaron al cuello, demasiado se burlaron, lo subestimaron desde el comienzo, lo trataron como a un niño tonto, y de repente desato un caos incomprensible, aun así todos, absolutamente todos creyeron que lo detendrían inmediatamen-te, cuando vieron que era imposible, pensaron, se agotará, se detendrá en algún momento o cometerá un error, no sucedió así tampoco, entonces apelaron a su corazón, el solo tenía corazón para una sola cosa, y no era para ellos.

Paso el tiempo y las cosas siguieron igual o peor, cuando vieron que no decaía intentaron razonar con él, ofrecerle algo, pero él lo quería todo, y no porque lo necesitara o deseara, solo “porque podía” obtenerlo y lo merecía por todo el sufrimiento y siguió si, la bestia en que se transformó continuó destrozando, derramando sangre, destruyendo vidas y construcciones, devo-rando ya sea con su arma poderosa, con su mandíbula o con fuego todo lo que encontraba a su paso, ahogando también, desangrando y haciendo sufrir de mil maneras, no se privó de placer, solo por ver sufrir si, “porque podía”, una máquina de destrozar seres, cosas y lugares, nada quedó a su paso, lo que efímeramente quedó a su alrededor estaba ya sin alma, irrecuperable, un maldito dios/demonio humano fue su ser, y todo por la suma de dolores y pasiones contenidas durante cinco largos años, nadie sospechó que fuera capaz de soportar tanto sin caerse, beber agua salada de mar, vivir de la san-gre misma, como el grotesco Han de Víctor Hugo, así como lo hizo antes de

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PORQUE LLEVA ACENTO, PORQUE???
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LO MISMO, EL ACENTO

162 FRANCISCO S. ORBEGOzO

gusanos, viviendo de basura y migajas, esos fueron sus alimentos de odio, y sus alimentos de espíritu.

Venció el dolor, venció el temor, venció todo lo que se le opuso y cuan-do se dio cuenta de su enorme poder, como quien se levanta una mañana cualquiera para las tareas cotidianas, él, se preparó para la guerra, su guerra personal, y la llevó a cabo con destreza, precisión y astucia, y todo esto como siempre, “porque podía”, solo permitió la vida de unos pocos, para dejarles ver como se apoderaba de todo y hacerles sentir el yugo en carne propia, aun así, esto no le satisfizo, siguió y siguió hasta el final y luego, cuando nada le quedó por hacer ya, cuando nada por vengar, destruir, robar, violar, matar, recuperar o quemar tuvo, se sentó frente al mar, abrazo a su amada y en una gesto grotesco alzó su cabeza y aulló como un lobo salvaje, luego del triunfal sonido que se oyó en toda la costa, comenzó a reír como un loco, se rió de manera malsana, a carcajadas imposibles y bestiales, el loco maldito en un solo instante odió, rió y amó, y así, de esta brutal manera, se mostró por una vez en su vida tal cual era…

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un sueñO tAL vez

Cuenta la historia que Funes, el hombre que escribía de la vida, caminaba ese día al sol, disfrutaba del aire fresco proveniente del valle, la ciudad sure-ña, antigua, pequeña, turística mas por su historia que por su posibilidad de ofrecer cosas lo había fascinado desde que oyó hablar de ella, un lugar cerca de la montaña, con arroyos que descendían de la misma, y pasaban como hilos de agua clara por el centro, con pequeños puentes de hierro labrado, como las rejas de las casas, con hermosos adornos a la europea, un transitado centro este, alegre de día, extraño y bohemio de noche le habían dicho, llena de ca-llejones la ciudad, en el centro de la misma que geográficamente estaba sobre un costado del viejo pueblucho, recostada sobre el valle en esa zona, dejaba oír algunos débiles aullidos y sonidos de animales nocturnos, los búhos, los lobos, o quien sabe que mas, pero allí no había lugar para el horror, ni para el miedo, era más bien un lugar ameno, pacifico, fresco, natural, y el paseaba buscando el porque estaba ahí, porque lo había atraído así la comarca, si era el paisaje, lo que le contaron o algo mas y pronto lo supo, siempre fue un buscador de sorpresas, de rarezas, de antigüedades y leyendas, aquí se encontraría con algo muy especial y sin buscarlo.

De repente ingresó en una galería abierta tipo callejón, le parecía ya haber pasado por ahí, más bien estaba seguro pero veía en una vidriera de un nego-cio cerrado y con poca luz, un cuadro que antes no vio, observó su belleza, era un castillo azul quizá, más bien como un faro antiguo en tono de azul si, iluminando su alrededor con potencia sobre un fondo de rocas y mar en un maravilloso atardecer, cuando giró la vista vio, no en azul pero si en estruc-tura, la misma edificación al fondo del pasadizo, todo el escenario cambiaba constantemente, o estaba muy distraído y veía las cosas a destiempo supuso en ese momento, imaginó un error en sus cálculos o un paseo muy extenso y se creyó perdido, en principio suponía el mar al otro extremo del terreno lo que por lógica no daba lugar a un faro en ese punto…

Continuó avanzando hacia el reciente descubrimiento y apareció de pronto una callejuela lateral un tanto en sombras que tampoco reconoció ni recordó

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ACENTO

164 FRANCISCO S. ORBEGOzO

haber visto en su paseo el día antes cuando llegara, ingresó en ella y vio que el cielo se nublaba, está más fresco aun pensó, mejor así, y continuó distraído por la arquitectónica del lugar, fuera de contexto ya que si bien el pueblo era antiguo, las construcciones eran aún más viejas, demasiado descoloridas, con lo colorido de lo visto del hasta ahora tranquilo paseo, todos los negocios permanecían cerrados pero cuál fue su sorpresa, estaba frente a una impre-sionante galería de estilo francés, alguien la había comentado de una gran galería de arte que creía estaba en esa ciudad y que le parecía fuera de lugar por lo pequeña de la misma, luego el mismo personaje que se lo comentara se desdijo aduciendo confundir ese viaje con otro, un mal momento de su vieja memoria que comparando bellezas y países le hacia esas jugarretas, pero la galería estaba ahí, no cabía duda, no era un sueño, las luces estaban encendi-das, luces de faroles antiquísimos a gas, y entonces se entretuvo fácilmente unas tres horas recorriendo y mirando cada detalle, cada cuadro escondido en las sombras, cada joya dorada, cada arma y escudo, algunas estatuas que no reconoció ni en época ni en estilo, lamentándose no poder ingresar en los locales, absolutamente cerrados.

Avanzó luego de largo tiempo hacia unas sombras que creyó interesantes, encontró una escalera circular que descendía, a su entrada en vez de cartel vio un gran espejo oval, no recuerda hoy si percibió su reflejo o no pero no le pareció un objeto muy normal y decidió investigar las profundidades hacia donde lo llevarían esos peldaños.

El aun joven Funes descendió fácilmente dos pisos, aunque bien no lo recuerda, se encontró en una calle a oscuras con paredes blancas, muy limpias como pintadas a la cal, siguió a lo largo de la misma vereda sin animarse a bajar a la calle de adoquines maravillosa por su brillo y prolijidad, iba es-quivando unas macetas con plantas simples sin flores, caminó sin pensar y sin darse cuenta que estaba a la luz de la luna menguante y de noche cuando solo tres horas antes era el mediodía, vio gente al final de la calle, algunos conversando animadamente, avanzó hacia ellos lentamente, cansado un poco por las sorpresas y el caminar, al llegar a la esquina un perro lo distrajo, se volvió para verlo, era un hermoso espécimen del tipo esquimal que se perdió entre las rendijas de una vieja reja verde, imposible seguirlo ni ver donde fue en la oscuridad, cuando giró de nuevo la cabeza, solo un instante después, ya no había nadie en la calle y tomando la calle lateral avanzó un tanto intrigado, no toleraba esos cambios de escenario, y de tiempo, todo muy extraño se dijo, ahora era el silencio quien lo acompañaba, llegó al final de la calle que tenía

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ACENTO
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ACENTO EN U DE AUN
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ACENTO

165RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

un edificio de pared altísima y con almenas en su parte superior, dobló a la izquierda y vio a poco metros el mar.

A la mañana aun recordaba que mojó sus pies en el mar, que se encontró con una bella mujer de pelo oscuro y piel muy pálida que de la nada comenzó a caminar a su lado chapoteando en la espuma marina, con una cruz de Malta en su cuello, una antigüedad sin duda, que a pesar de su serio rostro esbozo una sonrisa, supo que solo a él sonreiría, supo que solo esa noche podría verla, que ella solo existiría para él, por una noche, por un momento, en sus recuerdos, muy frondosos ellos, cuenta que disfrutó junto a esa belleza lo que nunca imaginó, que las horas fueron años, que las delicias que antes conoció perdieron el brillo, que quizás nunca vivió hasta esa noche, que se durmió en su regazo, que sus cabellos cubrieron su rostro…

Pero al fin despertó en el cuarto del hospedaje, Funes, pidió el desayuno y preguntó cómo había llegado allí, si alguien vio a la mujer, le respondieron que alguien lo trajo, no supieron o no quisieron dar detalles, luego del desayuno fue a asearse y al mirarse frente al inexorable espejo vio no sin sorpresa que de su cuello pendía en un cordel negro, la cruz de Malta.

El día siguiente partió y supo que nunca regresaría, antes de marcharse usó su ultimo día buscando la galería, el pasadizo, los callejones, construc-ciones etc. sabiendo que nada encontraría, muchos años después alguien muy anciano, en una biblioteca de las que solía frecuentar, le regaló un libro con la leyenda de un lugar como aquel, con las calles, las obras de arte, las intrinca-das callejuelas, incluso con los cambios de tiempo y clima, todo en su lugar, para nada se nombraba a la hermosa dama, pero en medio el libro tenía una lamina con el faro iluminando una noche y a su frente, recostada en las rocas estaba esa figura única e incomparable, supo entonces que lo suyo no fue un sueño, que nombre darle, poco importaba, era su historia, su leyenda y nadie jamás podría negarla o quitársela, solo en su lecho de muerte transmitió esta historia a su hijo Valentino, acaso el la escribiera, o no…

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ACENTO
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CAMBIAR VIO POR observó
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ACENTITO

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estAnisLAO

Callado por lo general, como pensativo siempre, lo que no quita que hable cuando lo considera preciso, solo para decir algo, se coincida o no, no recuerdo escucharlo abrir la boca para pavear, su voz con clásico canto entrerriano, im-posible no reconocerlo por ella, de mirada un tanto esquiva, como desconfiada, y de frente a los ojos cuando la situación lo amerita, jamás gasta palabras, no miente, no se exalta fácil pero cuando su paciencia se ve superada y la solución práctica a la que se acostumbró hace mucho no llega, es bravo, a su manera.

Yo me digo, vive a los tirones desde chico, todos pretendían llevarlo hacia el club de sus amores, que Boca, River y Racing y al final un día decidió solo, que suerte para él aprender temprano a elegir solo, eligió una Academia, la del Negro no la mía, pero respetuoso y compañero como es a veces siento que hincha un poquito por la gloriosa de la familia, yo también, no sé por qué miro los partidos de su equipo, debe ser porque se formó un afecto, sin saberlo y sin pedirlo de mi parte, el un día en un cumpleaños vino a mi casa y se instaló respetuosamente tratando de ganarse un lugar, al principio no lo note, no lo entendía, parecía incluso me admiraba, algo sin sentido luego dado su creci-miento como persona, me sentía halagado igualmente por su respeto y presen-cia, nunca se lo dije, aprovecho el momento, y muy pronto lo consiguió claro, se ganó ese lugar y vaya si lo ocupó, lo consiguió en base a estar, a respetar, a dar consejos o más bien opiniones justas y crudas, a compartir gustos, a ser un amigo más que un sobrino, a ser persistente, algo que se ve poco, compartimos mi lugar de trabajo, me ayudó o al menos acompañó a superar épocas flojas de mi vida, me prestó sus amistades, se ocupo de mis cosas más queridas, una semanita de vacaciones que se arrimó con mi hija, pequeña en esos tiempos, me levantó el ánimo y selló esa amistad que traspasa lo familiar.

Luego, alguna cena, conversaciones de colectivo, el whisky compañero de charlas, encuentros esporádicos para reuniones familiares, la comunicación a la distancia que siempre fue certera, un tipo justo, sin desperdicio, a veces piensa distinto si, pero es de los que se los respeta y acepta la diferencia, se lo ganó sobradamente, estudioso, metódico, medido para repartir sus tiempos,

167RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

parece lento en muchas cosas pero sus cálculos siempre aciertan, sabe más de lo que muestra, es mas hombre de lo que aparenta, es un ser humano sin vueltas y no un bobo de los que tanto andan sueltos, claro, no podía ser de otra manera, con semejante nombre…

Por esto, por lo dicho aquí, por lo no dicho pero bien sabido igualmente, te digo que desearía nuestros caminos se cruzaran más seguido, y quisiera verte pronto por estos lados, por lo que hoy somos, por lo que hemos vivido.

Dedicado a vos sobrino/amigo, mi querido Estanislao.

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sin RetORnO

Cargo la pistola, miro el arma en su mano como sin comprender porque estaba allí, en la cercana costa la marea subía y el mar rugía con las olas em-bravecidas, se le ocurrió pensar como sucedían estas cosas…

¿Sería esto lo correcto? al menos seguro era lo justo, si al fin todo estaba mal, la sociedad que lo llevó al abismo sin retorno, la dolorosa soledad mental, era inútil resistirse.

Busco sin ganas ni esfuerzo una opción, una excusa, claro que veía cien-tos de salidas, aunque ninguna lo convencía, no más que sus tristes motivos.

Pensó en aquellos que peleaban a diario por su vida, enfermos quizás y sin esa oportunidad de elegir, se disculpo mentalmente con ellos, el no sentía el valor de esos luchadores.

Se le ocurrió que podría vivir aun siendo malvado, un vengador resentido, o sino intentar ser un buen hombre, aunque fuera en contra de lo que le indi-caba su esencia dañada o sea, no ser él mismo.

Al fin y al cabo nadie lo recordaría en unos días, o tal vez sí.Eso le dio temor, por primera vez en la encrucijada sintió miedo, inme-

diatamente levanto la pistola……y apretó el gatillo.

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ACENTO

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POcO tieMPO

Reventando el lomo, destartalando la osamenta, secando al sol mi ya inútil cerebro, esperando la refrescante lluvia que lave las grietas que son mis llagas, sabiendo a ciencia cierta que a nadie le importa mi sangrante estado, inmune a las mentiras y promesas de progreso, se revuelve el estómago en esta lucha de explotación que por nacer abajo me ha tocado en mal, renegando en silencio a punto de actuar porque nunca se está muerto aun fallecido, esperando el momento oportuno, el de tomar revancha, y ya llega, muy pronto llega, si se me quita esta parálisis mental, si se me quita el miedo que me contagian unos, que me inculcan otros, los de arriba, los que mandan por solo ser de arriba si, llegará el golpe, llegará la justicia, es solo decidirme, allá voy con mis últimas fuerzas, quizá no llegue, quizá ya lo he intentado y solo desvarío, quizá…

No sé si estoy vivo o ya fui, no sé, quien siga mis pasos, no repita mis errores, no sea sumiso, no se deje atrapar, quien me siga por favor, viva la vida por sí mismo, viva de verdad, es un muerto el que le habla, un muerto lleno de venganzas a medias, palabras vacías y poco tiempo para explicar los porque.

Francisco
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ACENTO EN LA E

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sOLO esPeRO…

Como enroscado en una intrincada elipse de curvos escalones me encuen-tro hoy intentando avanzar, entre atascado e indeciso, resurgiendo por enésima vez desde lo profundo del subsuelo diario que la vida propone que es donde mejor me muevo, tal vez por costumbre o por algunos rastreros métodos y conocimientos que el trajín me enseñó y que uso porque si, con desdén y sin hacer alarde, como verán, soy muy común, pero en esa sencillez oscura y tosca aun hay algo de divino, de un dios universal que habita en mi como en infinita supervivencia, esa esencia gris, pequeña y escondida en algún rinconcito mal oxigenado de mi ser me recuerda mi responsabilidad, no, no social, sino mas ancestral, vista desde lo humano, y me propone la tarea de enmendar errores, de ayudar a sobrellevar dificultades y de impulsar a quien o quienes por equis motivo olvidé dependían de mi, en mi bestialidad humana, en mi dejadez ani-malesca, pero miro hacia lo superior de la escalera y veo una mínima luz, un ínfimo espacio por donde subir, trabajosa proposición del destino.

Hoy, no lo pienso dos veces y marcho a lo inesperado, algo allá arriba habrá para dar, para brindar, solo espero no asustar al destinatario con mis locuras, mis modos, mis torpezas de ser dormido y mal acostumbrado, solo espero…

Me perdones.

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enAMORAdO en su díA

Y le declaró su amor de mil maneras, a la mañana en su silencioso des-pertar, para no molestar su sueño, mas luego en su dejar todo en orden, para ahorrarle trabajo, también en dedicarle alguna solución a sus pequeños y cotidianos problemas, porque no una broma para alegrar su día, después en el perpetuo compartir de una cena, de un gusto en común, de otro no tan en común que con el tiempo se hizo interesante tan solo por costumbre, en fin de mil maneras la amó, ni que decir de la delicadeza o fuerza que le imprimió a su cuerpo en cada encuentro intimo, enseñando, dando todo de sí, tomándose su tiempo, dejándose llevar, escuchando el sentir de su amada, pero aun así, necesitó de una fecha, de un regalo, para sellar de alguna manera ese senti-miento con una rúbrica propia, enamorados en su día, como si todos no fueran sus días, pero en esa fecha especial el también le recordó con un presente todo lo que momento a momento tal vez, solo tal vez, pasó desapercibido…

14 de febrero del Año 2013eSe díA que llAmAn SAn vAlentín

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GRisáceA visión

Y ahí sentado de la nada apareciste, no sé por qué no te vi antes, seguro ya estabas como parte del paisaje vacuo.

Blanco grisáceo, nada absoluta detrás de ti, como una pared de infinito vacío.

Te faltó crearte un mundo en derredor se diría, o no.Te quedaste sentado allí, como formando parte del espectáculo, estanco

espectáculo para mi imaginativa visión. Un mural surrealista en tu siesta ca-lurosa y repetitiva mi viejo silencioso.

Dude si era un espejismo, dude de tu realidad pero tanto tiempo estuviste, horas, días y meses, tal vez años, no se…

Viejo solitario y silencioso, en tu puerta que imagino a ningún lugar con-duce te recuestas esperando el fin, o la nada, misma cosa casi.

Y si digo que a ningún lugar te lleva el hueco en ese gris blancuzco es porque ya tienes todos tus caminos recorridos y sé que ya llegaste a todos lados, no te queda adonde caminar, ni lo puedes hacer posiblemente.

Así estas en mis retinas incrustado y de seguro quedaras por siempre reflejado en esa imagen.

Es posible que pronto ya no estés y te fundas con la nada de ese cuadro, pero yo te recordaré así.

Surgiendo del simulacro de color ficticio que hace tiempo te rodea, y te recordaré para que jamás dejes de existir, al menos en esta soñadora y absurda parte de mi mente.

Francisco
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ACENTO EN DUDÉ
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ACENTO EN DUDÉ
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ACENTO

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LetRAs OxidAdAs

Me estremezco siempre con cada madrugada.Cuando veo el césped y toda la tierra mojada.Al sentir duras y rígidas mis extremidades.Espero sea la quietud y no una cuestión de edades.Salto en pensamientos tratando de aquietarme.Y salgo de la cama, pero tratando de quedarme.No tengo razones para esquivar diría.Aun así yo sufro, cada comienzo de día.Las noches son distintas, siempre entretenidas.Con un amor a cuestas, situaciones divertidas.El temor se desvanece, como si rejuveneciera.Y mi cuerpo se porta, tal un joven cualquiera.Y hay mañanas y noches sin ninguna solución.Solo en mi mente reproches y ninguna absolución.Son aquellas en que rescato las palabras olvidadas.En las que me refugio, mis terribles, “letras oxidadas”.

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LA bARbA deL viejO siLbAdOR

Dicen que así como así, un día, el viejo se dejó la barba, esta empezó a crecer y no se detuvo hasta hoy, anda por las rodillas y su cabello por abajo de la cintura, nunca le había gustado la barba no, pero por alguna extraña razón tiró ese día la afeitadora y dejó que el bello se manifestara en su rostro.

Muchos pensaron que era para llamar la atención, otros que se la dejaba crecer para tapar una cicatriz de una supuesta operación o lesión etc.

La mayoría directamente lo acusaban de viejo renegado de la vida y la sociedad, estaban en lo cierto sí pero la crecida barba en ese tema no tenían que ver según otros.

Eso sí, siempre limpio su cuerpo y pulcra su vestimenta llevaba, lo lla-maban con mil sobrenombres en el pueblo, no se sabe si era él o la gente pero se podría decir que se esquivaban mutuamente, tomaban distintos caminos suavizaba él…

Hablaba con muy pocos pero lo mínimo necesario nomás, se le daba por desaparecer por semanas, meses en otras ocasiones, pero siempre retornaba cuando todos lo habían olvidado, rondaban mil leyendas y cuentos ya, mucho chusmerío barato y chisme de gente aburrida como suele suceder donde nada sucede y todos se conocen.

Cuando cada tanto se dejaba ver, aparecía cada vez más crecida la barba, no por eso menos prolija claro, sus ojos, como molestos por la luz, semicerra-dos todo el tiempo, no hablaba casi ya, más bien producía sonidos animalescos como graznidos o gruñidos guturales si estaba de mal humor, poco de humano parecía quedarle, como he dicho, aparecía y sin previo aviso dejaba de estar, como un fantasma se comportaba y ya a nadie importaba, se las arreglaba bien solo, se veía que ya no amaba la vida como antes, o al menos no le producía nada especial existir,.

Por todo esto y las historias a su alrededor, sumado a los malévolos datos de la viejas chismosas de turno, es que decidí acercarme a su casa, aclaro, yo no lo conocía personalmente, jamás le había hablado, a lo sumo lo tenía visto

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ELIMINAR COMA

175RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

de lejos un par de veces, entonces como decía, pasé por su casa, un pequeño chalecito destruido por el tiempo venido mas a rancho que a mansión, y como quien no quiere la cosa me arrime a la que antaño fue una puerta de garage para escuchar sorprendido el más hermoso y variado trinar de pájaros que es-cuché en mi vida, maravillado por el sonido me asomé imaginando que raros y profusos especímenes habitarían ese andrajoso lugar, sorpresa la mía, estaba el viejo sentado cómodamente con el mate en una mano, produciendo de su boca los más dulces sonidos cual si tuviera aves incrustadas en su arrugada boca o garganta, salían de el sonidos como si un millón de criaturas voladoras habitaran en su ser, más extraño el cuadro aun, lo acompañaban dos lechuzas, o serían búhos como me enteraría luego les gustaba llamarlos el anciano, uno acurrucada en su hombro izquierdo, el otra en un tirante del desvencijado techo, el primero de un color marrón grisáceo casi sucio mas bien, el otra gran-de, blanco, limpio, imperial, absolutamente dueño de la situación y el lugar, como expectante de los sucesos, me impresionó como un magnifico e inteli-gente animal, al ver la escena, sentí vergüenza de mirar a escondidas y decidí darme a conocer carraspeando con mi garganta seca, contra lo que esperaba, el viejo personaje levanto una mano, la que tenía el mate, y me invitó a pasar y a sentarme convidándome con un amargo al mismo tiempo, me ofreció un viejo taburete de gastada y sucia madera, cómodo igualmente para la ocasión.

Sin que yo nada le dijera o preguntara el comenzó a hablar, lo hizo como según el mismo me dijo, hacia años no lo hacía, se le trababa la lengua a veces, las oraciones salían a borbotones como atropellándose y tratando de ganar tiempo, aun así se hizo entender, y me contó de su vida, su juventud, sus anhelos, sus amores, sus viajes y pasiones, su locura, sus seres que ya no estaban su vejez dolorosa, su soledad que lo acosaba, también me hablo de cómo esperaba la muerte, con paz en su corazón, paz que se había ganado de no sé qué manera, sus palabras de a ratos se me escapaban, supongo él quería que eso sucediera y que yo solo me fijara en lo importante, en lo que para él era importante, que de seguro no coincidía con mis pensamientos, aun así me decía que sufría horrores la soledad, y solo la amenguaban un poco la compa-ñía de esos dos extraños seres, siempre le gustaron algunos pocos bichos, me dijo, con los años se hizo más intolerante y solo amaba los búhos, el chiquito lo domestico él, el blanco era un ser imperial, un verdadero guardián que tenía otra historia, era capaz de atacar a quien pusiera en peligro su vida, el extraño animal por alguna razón lo protegía, solo a él y a su pequeña compañera.

Por ellos dos es que seguía aun en pié y comentó que le dolía no poder imitarlos, su habilidad estaba en algún escaso sonido y en un millar de silbidos

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ACENTO
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OTRO NO OTRA...
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DOMESTICÓ CON ACENTO FINAL

176 FRANCISCO S. ORBEGOzO

de tonos, variantes y graduaciones distintas, no conocía a ningún pájaro de los que imitaba, solo le resultó desde siempre fácil silbar como ellos, copiarse de esa parte de la naturaleza, pero ni sus nombres conocía.

Me contó mucho, más cosas de las que yo puedo recordar, algunas que me hizo jurar que no contaría, otras que me he olvidado en verdad, y algunas terribles que mejor…

Pero entre fragmentos de su charla me viene a la mente ahora que me largo un, no pregunte, yo le cuento, pero si, una pregunta le dejo hacerme, dí-game, hágame una pregunta, y yo inocente y sorprendido le pregunte ¿porque dejó crecer su barba y cabellos?

El me explico entonces que en esas finas hebras de barba y cabello ha-bitaban todos sus escritos, todas sus palabras, que mientras el pudiera con-servarlos largos nunca se perdería todo lo que escribió ya que en un ataque de furia, alguien los destruyó para siempre, los quemó, el me dijo también, te deje entrar porque te reconocí escritor como yo y de los pacientes, de los que no les importa a donde van sus letras mientras queden, mientras alguien las recoja alguna vez, pero cuando destruyeron todo eso, que era lo único que me quedaba, lo consideré maldad innecesaria me dijo, y que realizó un hechizo que mando todas sus letras, su imaginación y su memoria a sus cabellos, más que nada a su blanquísima barba.

No digo que me convenciera, ni que estuviera cuerdo, pero si hubiesen estado ahí lo entenderían, me cambió la vida, me mostró en pocas frases y ejemplos, que siempre en algún lugar las creaciones perduran, se esconden, que es inútil, por mas maldad que haya en el mundo, el ser humano valiente e inteligente encuentra una salida, que aun en la soledad se pueden brindar cosas, y que brindar a veces es recibir, y que alejarse es volver, y que la muerte es un nuevo nacimiento, de todo eso me habló el anciano barbudo ¿si le creí? en ese momento si, hoy ya no, porque hoy el anciano soy yo, y estoy pensan-do seriamente alejarme un poco del mundo, conseguirme un par de bichos y dejarme crecer la barba, ojo, todo parecido con la realidad es su pura fantasía mi querido lector.

Francisco
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Francisco
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Francisco
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ACENTO

177

de LA sOLedAd

De la soledad de estar inútilmente triste, de sentirse despreciado y de-fraudado.

De eso escribo hoy, de la constante repetición del círculo de torpeza hu-mana, si es que así puedo llamarla.

El dolor interno, ese que me hace desear un cigarrillo, como mínimo, o desaparecer…

Más bien el no existir.Presión del universo todo, sobre mi viejo y maltratado cuerpo, porque si

de amor se trata ya he dado lo mejor que tenía, pareciera no ser mucho ya que no soy comprendido en mi dolor/soledad.

Este abandono no es físico, es mas, lo físico no importa, el abandono es espiritual y allí la emoción revienta, la revolución interna es intolerable y explotar en violencia ya sabemos… No nos sirve.

Es un rojo total que proviene de un oscuro y depresivo negro.Entonces solo queda permanecer en ese viejo y conocido gris de turbias

sensaciones, ese gris opaco insoportable.Ah si, un cigarrillo, o quizás un trago…Calma la cosa un instante, y aun así preguntan ¿qué tiene de bueno ese

asqueroso vicio?De todas maneras moriré algún día y, a veces, se muere en vida antes, en

silencio y sin que nadie lo sepa.He muerto muchas veces ya, y otras tantas he vuelto a renacer, pero quizá

esta pudiera ser la vez final, la última y definitiva ¿quién lo sabe?Mientras tanto descansaré en mi viejo y conocido gris, ni blanco ni negro,

solo un opaco gris de soledad.

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juntAndO LetRAs

Comenzando a juntar letras en mi mente, las ordeno un poquito y las dejo salir, que fluyan sin presión y se me viene una de altibajos y ciclotímico mar-char, en una vida sin parar, porque ella no se detiene ni en dolor ni en placer, sino que los mezcla a su gusto, plagada esta la misma de silencios, escalas ascendentes, magníficos armónicos que se transforman en su clímax en caída libre, no detenida por red protectora, ni siquiera por esporádicos momentos de euforia.

Triunfales momentos son, de esos a los que se les arrebata el suelo y volver a descender a los infiernos y rebotar como pelota gigante chocando en cuerpo y alma, lo que nos vuelve por pequeños instantes a la realidad ruti-naria, mas después, derrapar en curvas que el camino cotidiano nos revela y salir airosos y más confiados para, oh tonto de mi, estrellarme contra el muro de su devenir pasajero, ¡oh vida mía! que me sacudes de un lado a otro como epiléptica marioneta.

En medio de este ida y vuelta, de esta maraña de sensaciones opuestas y casi sin sentido me pregunto ¿qué es lo real y que no, vale la pena sufrir por algo que pasará, vale alegrarse por lo que será pasado?

Observo el instante, lo digiero, lo vivo y solo entonces sonrío y sé que podré continuar, vuelvo pues a mi realidad cotidiana y rutinaria de siempre y dejo de divagar, justo ahí, exactamente ahí donde las palabras se detienen, y por un momento al menos, dejan de ser escritas.

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Y AhORA ¿qué hAGO?

Voy al fin, en búsqueda de mi castillo rusticoMorada final que me he elegidoNo me fijo en dolores menos en inconvenientesSolo lo considero un viaje místicoHablo solo rumiando necedadesY algunas verdades que por serlo no mientenLos engranajes de mí oxidada cabezaDolorosamente crujen al son de mis pasosQue de lentos ni se sientenY en esta noche aciaga, me he idoMientras una nube cubre mi marchaComo si necesariamente debiera ser esta gris y gélidaFormando a mí pasar una gruesa y persistente escarchaAzotan horribles recuerdos mentales y me abandonan a mi sinoDuelen los pies, sufre la espaldaMostrándome el sendero a recorrer ¿llegaré? me preguntoSoslayo lo inevitable para que emprenderlo si noLa pregunta es retórica solo por decirTodos mis yerros y mis aciertosHoy rodeándome, acechándomeNo dejando ver la realidad, de repente despierto…Era solo un obscuro sueño, no pesadillaPero si sueño duro, frio, gris y dolorosoComo la rutina ¡estoy vivo! y ahora…¿Qué hago?

Francisco
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PUNTOS FINALES EN TODAS LAS LINEAS
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ACENTO EN RUSTICO
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tAntO LiO POR un vinO

Yo vi que él entró entusiasmado, las cosas no estaban funcionando bien entre nosotros no, pero hoy el traía un vino, símbolo de paz será, veremos.

Ese sábado me quedé para estar un poco, como a él le gusta hacer sus cosas, estar con sus amigos a veces, pocas veces le digo yo, y no salir sino mas bien meterse en la PC o en la TV, o en la música y los libros, como sea, él traía un vino y algo para picar, buen vino, se ve que anda de humor, o con dinero extra, por el gasto digo, yo lista como para salir aunque nuca lo haga, me gusta estar así, producida, impecable, soy así y al que no le guste que no mire, justo llaman a la puerta, es el pende del laburo, es un nene, pero tan rubio, tan alto, tan, tan nene claro, me siento media madre con él, creo que está un poquito ca-liente conmigo, no lo voy a negar, eso me gusta, me hace sentir linda no se…

Me quedé hablando afuera un rato, solo un ratito, aunque después me dijera él en su calentura que fue más de cuarenta minutos, claro, yo perdí la noción del tiempo, conversábamos de muchas cosas, estábamos en sábado y me entretiene conversar y no estar encerrada.

Entré con una sonrisa y el estaba encabronado, no te calientes le digo, estábamos charlando, el me responde, y, no estarían (…) en medio de la ca-lle supongo, me causó gracia y no me daba cuenta que el estaba enojado de verdad, en realidad a veces me gustaba hacerlo enojar, no sé porque ya que después me enloquecía ¿que te pasa? le pregunto, y que va a ser, traigo un vino pa compartir, una picadita, estoy de humor la vez que te dignas quedarte, trato de mejorar esta p… relación y vos te vas una hora afuera a hablar con el pende calentón ese, ah pensé… ya empezó, eran cuarenta minutos y ahora es una hora, en un rato serán meses.

Como sea, tanto lio por un vino, lo tomamos ahora y ya está, es qué ya me tome más de media botella solo de la calentura, por no salir y matarlos a los dos me dice el mas enojado aun, pero para che, no te hagas tanta historia, celoso de mie… ya pasó ¿estoy acá no? ¡ah! te aviso, me invito a bailar esta noche ¿no te enojas no?

Francisco
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ACENTO

181RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

No sé muy bien que sucedió después, algo me tiró, unas palabrotas de esas irrepetibles en un tono muy feo y bestial me dijo, un día de estos me voy, o lo denuncio que se yo, es un tarado, la verdad, no lo entiendo, tanto lio por un vino…

182

qué MAneRA de escAPAR

¡Ay Dios! que manera de escapar, como fue que llegué a esta situación, y que manera de escapar, por nada esquivé la cana, en otras épocas lo hacía por motivos más loables, cosas de ideologías y pasión nacionalista o por de-fender el derecho de alguien, o solo por llevarle la contra a algún autoritario uniformado, ahora el caso era que la tentación era otra, el asunto era más di-recto, menos profundo o bohemio, la tentación era el hambre, el apriete de la sociedad inmunda, vulgar lugar este lleno de gente/maquinaria como los llamo siempre que se me permite abrir la boca en filosóficas charlas, como decía, era otro el caso, otro el ímpetu que me movía a escapar o más bien a cometer el delito por el cual huía.

Sin pasión, sin amor que me acompañe ya, sin riesgos, eso fue si, el ries-go, el sentirse vivo a través de sentir riesgo, eso me tentó, el superar algún límite impuesto, aparte del clásico y continuo enojo, el hambre si, el dinero, mucho dinero fácil, pero quien fue el hijo de una mala madre que me delató, ya me voy a enterar, si me escapo este no se salva pedazo de rata asquerosa.

Enfilé para la ruta de los acantilados, altos acantilados, lugar obviamente cercano al mar, aceleré sintiendo las sirenas cerca, me taladraban las sienes, balas surcan el aire, mucho viento, y yo firme al volante, cada segundo es preciso como preciso son los movimientos de mis pies y manos para llevar la coupe hacia los lados en la autopista a altísima velocidad, las balas zumban cerca del vehículo, de mi cabeza, penetran en el coche, no sé si le dan a algo dentro de el pero se sienten los impactos y el clásico silbido de los proyecti-les, y vos yuta, no vas a poder, no te dejo, no sabes tirar, no sabes manejar y no estas preparada para un loco, aun así, es un momento de locura, eso me estimula más aun, doy un volantazo y cambio de carril, freno de repente al tiempo que se aproxima una patrulla y nos apareamos, ahí nomas le doblo encima tocando su parte posterior y se va alejando de mi, dando vueltas como un trompo de juguete, uno menos que molesta, y sigo acelerando nuevamente de 140 a 160 km/h y mas…

183RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

El coche da un brinco, excedido de velocidad en un terreno no muy pa-rejo, salta, vuela, cae, sigue firme por la locura que le impongo, que manera de escapar sí.

Me corro al medio de la autopista para tener más opciones, de repente me veo cercado, de donde salió tanta ley, nunca están y hoy se pusieron de acuerdo, será de Dios…

Pensé ¿cómo mierda llegue hasta acá, para que esto? las preguntas que siempre me hacia fuera lo que fuera lo que hubiese hecho.

No importaba si era algo bueno o malo, me pregunto para qué y porque, nada nunca tuvo sentido, mucho menos desde que ella se fue.

Entonces me di cuenta, quería morir, pero no de fácil manera, no de forma vulgar, sino de la forma más épica.

No llevaba el dinero conmigo, estaba a buen resguardo y seria aprovecha-do por quien lo merecía más que yo, tampoco llevaba el arma, error fatal pero ya estaba hecho, a la distancia, los polis acribillaban el vehículo y entonces se me ocurrió algo, tenía una opción.

Se acercaban rápidamente, mire hacia la vía de escape, la que ellos espe-raban tomase, y supe que todo estaba bien planeado como siempre, había sido prolijo como siempre también, pero había un cambio de plan, no escaparía así porque si, porque ya no había porque vivir, entonces, contra todo lo esperado, cambie de dirección y me lance al mar, directo a los acantilados y de allí a las profundidades llenas de puntiagudas y durísimas rocas, y el mar…

Mi último pensamiento no lo sabrán, seguramente fue para mi amor que me espera si hay un más allá se dirán, de eso seguro se hablara mucho pero no lo sabrán, nunca jamás, porque eso lo guardé para mí.

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AGREGAR SIGNOS INTERROGATORIOS DESDE PARA HASTA POR QUE
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SEPARAR POR-QUE
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LOs dedOs tORcidOs

Vaya un tipejo complicado soy sí, se miró los dedos torcidos, más o menos como su mente pensó, menos que más seguro…

Sentado en la sombra nocturna que le proveen dos árboles frondosos bien cuidados, no como su cuerpo se dijo, algo incomodo por el borde la vidriera en el que a medias se había acomodado.

Hacia unos meses lo pensaba, terminar de una vez con el trabajo que le encargaron, se lo habían encomendado tiempo atrás, pero por quien sabe qué razón especifica no lo termino de manera adecuada, solo le dio un susto a la víctima, o al personaje en cuestión como prefieran, no entendía porque pero lo hizo así, un susto nomas, y lo dejo ir.

En la noche se hizo en las patas el hombre aquella vez, y seguro sirvió, pero ellos querían más.

Ni lo había visto a él así que para que pensar más, seguía en el anonimato, una incógnita que cada tanto daba que hablar a un vecindario o a la ley.

Pero ayer, maldito día, todo cambió ayer si, por tomar ese micro, las cartas del destino claro, así debía ser seguro, y el hombre estaba ahí y lo vio, y por la cara de susto y el gesto arremangado lo reconoció seguro, todo era distinto ahora, se sellaba el destino de la víctima, por una tontería, cruzarse en el bondi, no aguantar un gesto de miedo, vaya uno a saber los mecanismos o engranajes del destino y el universo, vaya a saber…

Como sea pensaba él, de un lado están enojados conmigo y no se van a calmar por esto, haga lo que haga, pero es ley que uno debe cumplir y si cae, cae con la conciencia tranquila del deber cumplido ¿conciencia? bah… que se yo, es la regla, ser el mejor al menos en lo malo si es necesario, es ley si, la ley del sicario.

Por otro lado si este guacho me reconoció hay que terminar con él, él trabajo se cumplirá y que se arregle con su destino, yo solo cumplo con el mío.

Siguió sentado, no pensando ya sino esperando, a las tres pasa por acá dijo a media voz, su voz era ronca, baja, y aunque hubiese hablado en voz alta

185RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

nadie lo hubiera escuchado tampoco, vacío estaba el lugar como siempre en el invierno.

A las tres, por esa esquina, persistente y tonto a la vez este hombre, en-contrar su destino donde ya lo halló una vez, tonto de él, y bue… mala pata será, lo tendré que despachar nomas.

Afilaba el gran cuchillo esta vez, nada de garrote pal susto ni armas rui-dosas.

Mierda que pasa rápido el tiempo, son las tres casi ya, se paró, encaró para la esquina en cuestión y al cruzarlo el desconocido abrió grandes los ojos, muy grandes si, vio relucir la hoja del arma a la poca luz de la calle y solo atinó a preguntar ¿por qué?

Porque así debe ser, dijo el matador mientras le enterraba hasta el fondo la hoja reluciente y filosa en el flaco vientre de la víctima, es tu destino como el mío es matarte, esas son las cartas.

Luego, sin demasiado apuro ni gestos innecesarios, limpió el cuchillo en las ropas del muerto y se marcho calle abajo pensando en las palabras que había pronunciado.

Nunca lo pensó así antes, era el destino y no había nada que hacerle, pen-samiento torcido se dijo, como sus dedos, como su mente…

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que Más deciR, Así es LA vidA

En estos pagos el hombre, joven aun, elige a su pareja por estéticas ra-zones, solo lo reconoce entre sus amigotes, por eso ella deberá tener una más que excelente cola, muy buen cuerpo en general, con curvas y movimientos voluptuosos y un cabello largo y cuidado, hermosa cara y gestos gatunos en lo posible.

Y ella, la chica elije al tipo de sus amores quizá por motivos un tanto distintos, esto puede variar de mil maneras y hasta funcionar a veces, pero en verdad ella lo eligió por su robusta y deportiva motocicleta.

Acostumbra luego a ir sentada en lo más alto de ella abrazadisima y pe-gada al cuerpo de él, como si fuera el preliminar de hacer el amor, mientras van aun sobre el bólido de dos ruedas en movimiento.

Ella adopta una postura de pequeña cintura quebrada tratando de exagerar lo que es ya inexagerable por ser absolutamente innecesario.

El en cambio, en una postura entre James Dean, el famoso y fallecido joven actor que dijera “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”, y otra postura un tanto más Argentina de macho dominante como en las viejas y olvidadas Pampas…

Hombre algo musculoso él, en un estilo muy particular de metro sexual criollo, hombre de ciudad y de cierta cultura que se mezcla fácilmente con el perfil del obrero y paisano de solo unos veinte o treinta años atrás, lo que da algo muy pintoresco y casi, casi agradable, eso sí, no lo hagan hablar mucho, su léxico no es amplio, su tonada a veces desentona un tanto y su cantito lito-raleño tan apreciado por muchos lo saca de escena.

En esto de hablar ella se maneja mejor (mejor que no hable que así es mas linda, dijo uno por ahí sin ánimos de ofender), su voz, dulce y suave, al menos en sociedad, dicen que en su casa es un tanto gritona, caprichosa e histérica, pero no me dejaré llevar por lo que dicen, solo por lo que veo y escucho de vía directa, y bueno, el léxico bien, por ahí digamos como que le faltan ideas, y no es poca cosa…

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CAMBIAR J DE ELIGE POR G...

187RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Y ahí van los dos montados en esa tercera belleza potente y mecánica, que sin más, emula a los dos, por sus formas, su brillo, su poder, su potencia y curvas, su reacción instantánea propia de los jóvenes, se diría que el vehículo es un clon de ambos mezclados.

En la historia del pueblo no pocas de estas parejas se han casado, otras no, la mayoría, las que lo consiguieron tienen hijos también a veces, si la relación dura lo suficiente, hermosos, propio de la combinación de genéticas, perfectos, aunque no tanto, no demasiado cuando consideramos la vida de esos padres, forzada, basada en nimiedades, en lo externo, quien no pasó por eso, es muy común al latino, al humano ¿porque no?

Este no es el caso no, ellos no se casaron por una más que buena razón, circulan por las calles principales escapando rara vez a esa vuelta del perro que le llaman en los pueblos, a veces una picada, a veces ir a la ruta a ver que se siente del viento y la máxima velocidad, mas de una vez poniendo en riesgo la vida.

Ellos tres, que ya forman una extraña unidad, disfrutan su cuarto de hora (parafraseando a Warhol), y son criticados en la envidia por muchos, pondera-dos sinceramente por algunos pocos que desean con fervor ese ideal y siguen su vuelta por la noche como cada fin de semana, como muchos otros días, pero hoy sucede algo distinto.

Sin previo aviso, en un momento de velocidad siempre permitido por el poco transito en esa zona algo más lejana al céntrico bullicio, el destino les juega una mala pasada, la peor que pudiera ser, un camión de dimensiones importantes y a demasiada velocidad para circular en ciudad se los lleva ab-solutamente por delante, destrozando ahí nomas en esa esquina vacía, toda esa vida y todas las esperanzas de sus familias, los sentimientos de sus amigos, y hasta provocando la vergüenza de sus envidiosos detractores.

No quedó nada de ellos, nada bello al menos, que mas decir, así es la vida…

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Mi AMiGO AbeL

Acomodó los paquetes por décima vez, estaba todo bien, igual que siem-pre, limpio y pulcro en el pequeño hogar pegadito al mar, ahí estaban, el pa-quete de azúcar, la lata de arvejas, las otras tres de paté, por si venía el amigo, olvide comprar pan pensó, y bue, después le digo que se haga una escapadita, está brava la noche, viento, frio y llovizna, pero a él le gusta eso, como a mí, pan y cebollas faltan si, y me quedan solo $6 con ochenta centavos ¿qué ma-laria no? y encima mañana voy a Mardel a cobrar, ahí estará todo bien, espero tenga un mango este loco para el pasaje del 221, sino, de nuevo madrugar como cuando estaba en Santa Elena, ahí sí que era bravo de verdad, levantarse a las 4 de la mañana, o de la noche como prefieran, calentar el cuerpo con un café y algo de pan con queso, y salir a la ruta antes que amanezca, en unas cuantas horas de buen ritmo llegar al centro, agarrar un buen lugar en el cajero, primero si es posible y después si, el desayuno o almuerzo en serio y hasta la próxima malaria, nunca olvidar llevarle el alimentos a los hijos, los gatitos, mas humanos que muchos si…

Mira los gatos, sus compañeros de toda una vida ya, esos no engañan, no traicionan no, los ama más que a cualquiera y tiene sus poderosas razones.

Basta de divagar se dice, algo común cuando se vive hace mucho solo, no pienses en mañana, más vale deja todo listo antes que llegue, porque seguro viene, es un presentimiento, acá lo importante es pasarla lo mejor posible con lo poco que hay, lo demás es cuento, lo mejor, las charlas de la vida, de su compañera, el laburo, mis anécdotas de años de andar, nuestras pasiones, que son muchas y compartidas, un mate o un café de por medio, un poco de paté con pan o galletitas y ya está, una noche más para recordar en la costa, pegadito al mar mismo de Santa Clara, en otras ocasiones no tan pobres había un trago de vino con un buen guiso, o un fernet, o cuando anda con guita trae unos sanguches y yo convido con un whisky si…

Esos eran los buenos tiempos, buenos dentro de la malaria, el que los ha vivido sabe lo que vale ese momento compartido con o sin nada, miro de nuevo la mesa y si, estaba también el medio kg. de yerba, algo de arroz, un

189RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

buen paquete de fideos, aceite y sal nunca faltaban, digamos que con un poco de imaginación tiramos una semana más pensó mientras se reía, los gatos lo miraban, acostumbrados ya a sus palabras al aire y sus risas.

Le voy a mandar un mensaje pa´ que traiga unos huevos, pero ¿y si anda corto como yo, si no cobró aun? mejor lo dejo en paz y nos arreglamos así, total es lo mismo, nunca se queja, este finde lo invito con algo rico y de paso escuchamos el partido de nuestra ¡Acadé! que ojalá nos dé una alegría, y el viento, la lluvia, el mar, todo bravo acá, como la economía, y hay algunos que no saben cómo llegaron a vivir así, yo sí, yo elegí mi camino, y no me quejo, se donde voy, de donde vengo, y que todo cambia.

Miró que todo esté en orden, el piso limpio, los gatos alimentados, ordeno de nuevo los paquetes, el de azúcar contra la pared, abrió el de yerba y se puso a preparar los mates, encendió el fuego y la radio, y como supuso sucedería, escucho los golpes en la puerta, se sonrió de nuevo mientras un gato se despe-rezaba, y con la sonrisa bien grande fue a atender la puerta…

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eL PRiMeR besO

Como la primera vez el estaba ahí, observando la plaza, observando las imágenes que se formaban en su mente, fueran fidedignas estas o no, el re-cordó…

Se sentó a esperarla en la parte más alta de la costanera, un lugar perfec-to para abarcar el mar, la ciudad y la plaza, no sabía cómo iba a ser, muchas experiencias en la vida no sirven de nada a veces, porque al fin siempre que se comienza algo, se lo comienza por primera vez.

Hacia frio y estaba algo gris de a ratos, como a él le gustaba, de ella aun sabia muy poco aunque creía saber mucho y ella, ella llegó a la plaza donde se citaron esa primera vez, seria, como siempre, sin denotar lo que pensaba o sentía, era alguien difícil de adivinar, la plaza era la única cosa que estaba tranquila en ese momento.

Se sentaron en el césped verde, en frente cruzando la calle, estaba el mar, trataron de atrapar esos pequeños rayos de sol para calentar sus cuerpos.

Duro era comenzar el dialogo, difíciles palabras brotaban de el tratando de agradar y no agredir su rara personalidad, ella, mas callada, apenas decía cosa, amor incipiente, abrazos tímidos, simples caricias, cuidadosas, como si algo pudiese romperse, como si el momento pudiera astillarse y el enten-dimiento, dos personas sufriendo que buscaban su otro yo, y el primer beso, dulce, suave, medido, dudoso, el primero de verdad para ella, el primero por especial para él, el del retorno al amor, aquel sentimiento del que había inten-tado alejarse y descreer.

Un hecho, un lugar y un momento inolvidables, pero el tiempo pasa y en-tonces un día él se preguntó cómo hacer para mantener grabado ese momento en su mente, ese maravilloso e irrepetible instante, ese beso único en todo el universo que se dieron esas dos personas que ya no son las mismas…

Dos seres que fueron creciendo y cambiando, pero de seguro ya no son iguales a ese momento y su visión del momento mismo pudo variar, en su recuerdo, y pensar que ese beso maravilloso fue el comienzo de un camino de

191RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

amor, y si, el sabia como mantener la llama viva, y ella no necesitaba tal cosa, ella era el amor mismo, entonces quizá no era necesario hacer nada, no era necesario más que recordar, y eso era lo que a él le preocupaba.

El tiempo pasó rápido y ellos continuaban juntos, sintió que era la última vez que pensaría en como atrapar el momento mágico, el beso aquel, si cada uno lo sentía a su manera, cada año lo recordaba distinto, cada vez con nuevos o variados detalles, poco importaba, se levanto del lugar desde donde observó la plaza por horas como si aun fuera la primera vez y se marcho rápidamente y muy decidido a darle el mejor beso a su amor, y al llegar a su hogar lo hizo.

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cuARtO vAciO

La puerta estaba frente suyo, perfectamente cerrada como ellos la dejaron al salir, no sabía cómo abrirla claro, entonces se arrimo una de las dos sillas que había en el lugar y se sentó.

Lo habían encerrado por gusto, como un juego perverso, una burla quizá a su persona no muy querida en la zona, más bien nada apreciada en esos parajes.

Se contaban cosas muy feas del cuarto aquel, historias espeluznantes, en el primer instante en que despertó en el mismo, tirado en el piso, observo rápidamente sus formas, objetos, y posibilidades, como haciendo un sumario estadístico del lugar, la ventana tapiada con grandes maderos y largos clavos, unido a su falta de herramientas le quitaba una posibilidad, más allá de que esta estuviera suspendida cuatro pisos arriba en el antiguo y extraño edificio.

La luz, solo una lámpara grande a kerosene que podría durar con suerte un par de noches más un día si estuviera oscuro el mismo, no le ocupaban la cabeza las habladurías de fantasmas y muerte o el terror del que se decía emanaba el lugar, sino más bien lo ocupaba totalmente la pérdida de tiempo que le estaban ocasionando con esa estúpida broma.

Desde las posición que asumió en la silla se limitó a grabar en su mente lo que veía de aquella puerta, era su sistema, ya antes había estado atrapado y escapado con éxito la mas de las veces en otros lugares similares o no tanto y, por supuesto pensó, este también tendría sus fallas, poco importaba por el mo-mento, su mente trabajaba de extraña manera, se aislaba en un hecho o cues-tión y el mundo dejaba de existir a su alrededor, después de horas de vigilia en pleno proceso de razonamiento y observación, al fin decidió recostarse en el suelo del cuarto, durmió y soñó cosas muy raras, sin llegar a ser pesadillas, se levantó y volvió a ocupar el lugar en la silla, no se escuchaban sonidos en la habitación, los de afuera, los que lo encerraron se fueron a dormir, menos uno, el de la idea, el mismo que hecho llave a la puerta y puso los candados, excitado por lo hecho, si bien parecía una tontería lo mantenía despierto y luego algo intranquilo también.

A la madrugada, el mismo imbécil que tuvo la estúpida idea, ya no tan feliz, despertó al resto del grupo, algunos se intranquilizaron también, los

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193RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

menos, otros lo tomaron a broma, que necesidad de madrugar en vacaciones por ese personaje, que podría suceder en una noche de encierro, pero llego el momento de abrir nuevamente la puerta, para colmo de males la llave se trabo por un rato, hubo algunos forcejeos hasta que alguien con calma pudo girarla como si nada, los candados viejos dieron su trabajo, al fin la puerta se abrió, una espesa niebla flotaba en el lugar y eso produjo un silencio sepulcral en los invitados a la escena, ellos esperaban encontrarlo durmiendo, otros pensaron que saldría aterrado del lugar, como sea, lo que menos se imaginaron era encontrar el lugar absolutamente vacio, revisaron en su sorpresa la ventana, debajo de la gran cama, el armario y nada, imposible se escucho susurrar detrás, era la voz del dueño anciano que había despertado y observaba, imposible repitió, no de nuevo, no otra vez, le preguntaban a que se refería a lo respondió con un gesto de fastidio, y comenzó a dar órdenes a troche y moche, la búsqueda siguió, se levantaron los pisos de madera, se golpeo la pared y muebles buscando lugares escondidos, puertas trampa, en fin, se busco por toda la campiña y nada, abso-lutamente nada…

Al fin, el anciano ordenó después de tres días de búsqueda, demoler to-talmente el cuarto y unirlo con los dos de sus costados haciendo así un salón gigante, abriendo las ventanas, pintando y cambiando el decorado, eso fue como borrar la imagen de lo sucedido para él y dio órdenes estrictas de hablar lo menos posible sobre el tema evadiendo los datos y posibilidades del caso.

La demolición y reforma no fue tanto en búsqueda del muchacho, sino mas bien para terminar de una vez con el maleficio y la superchería si es que algo de esto existía, de él, nunca más se supo nada y en unos escasos años fue olvidado el hecho y más que nada su persona, algunos lo relacionaban con una leyenda urbana mas, algunos con el tiempo arriesgaron que el hecho nunca sucedió, otros más atrevidos que la historia estaba mal contada y que abundaba en errores, y alguno otros, los menos, que ningún personaje de la misma existió jamás y que el paraje no es real y nada tiene que ver esa vieja casa de campo con supuestos hechos sobrenaturales.

Pero yo, yo sí, les aseguro que la historia es veraz, porque fui yo sí, el mis-mo que lo encerró, el maldito que lo hizo, y no he vuelto a conciliar un sueño tranquilo en toda mi vida, y no he podido encontrar descanso en el tiempo, nunca jamás, hasta hoy que he tomado la determinación, cobarde determina-ción de dejar este mundo, tal vez mi muerte para los demás no signifique nada, pero para mí será la respuesta a mis búsquedas, la puerta a una certeza, porque de seguro podré hallarlo en el infierno, maldito bastardo, y hacia allá voy.

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LO de sieMPRe

El amargado conductor tomo la curva de la esquina violentamente, en un giro abrupto y luego se detuvo de golpe, los frenos chirriaron de manera alarmante, un olor a liquido aceitoso se levanto en el ambiente, los pasajeros subieron lentamente como sin ganas, el conductor no los miraba, con cara agria pregunto el destino al de turno, otro, más atrás, esperaba con un billete en la mano, el chofer no le prestó atención, solo al rato al verlo indeciso le dijo, no tiene monedas, esto se paga con bono o monedas, no sabía dijo el asustado pasajero, el chofer a desgano le dio unas cuantas monedas a cambio del billete mientras el resto mirábamos fastidiados y esperábamos nuestro turno, el co-lectivo arranco de golpe dejando a más de uno a punto de irse al piso, pasamos la máquina expendedora de boletos y entre rezongos me dirigí al fondo, donde me puse los auriculares y comencé a imaginarme otra historia, más alegre que esta seguro, por el espejo podía ver el enojo que emanaba ese hombre de cara avinagrada y ceño fruncido, alguna vez yo he sido así me dije y deje de culpar-lo por un momento al menos, en camino a la ciudad, pleno campo, se ve venir un hombre corriendo por el costado del camino, se detiene del lado más cerca-no de la calle de tierra, el chofer decide que hoy respetara todas las reglas, esas que jamás respeta, y se estaciona del otro lado de la bocacalle, haciendo que el hombre ya cansado por la corrida tenga que volver sobre sus pasos, embarrarse un poco y aun así se disculpa, el chofer de cara agria ni se inmuta, avanza so-bre la ruta como dueño y señor, ahora lentamente, respetando el horario, solo hubo un momento de buen rostro y respeto, fue cuando en una parada subió el inspector, intercambio de palabras vanas, vacías, y el saludo cordial, y el retorno del gesto ácido en el semblante, entrando en la ciudad ya se detiene donde siempre bajan todos, cerca del centro, y por supuesto en su impaciencia arranca antes de que el pie del último pasajero haya salido de los límites del transporte, justo a tiempo, no sucede nada pero el rostro no cambia, el mal trato o destrato a los pasajeros tampoco, me toca bajarme y lo hago pensando que le sucederá para tener tan mal día, el chofer sigue manejando como si yo o el resto jamás existieran, es él y su máquina, él y su poder, el y su estricto reglamento, y así llega después de mucho más que se pierde en ese negro día

195RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

nefasto, a su empresa, ya ha dado todas las vueltas correspondientes al día, ha culminado su trabajo, entrega su vehículo, sin novedades dice en la oficina y deja ordenados y en regla sus papeles.

Amargado como todo el día emprende el regreso a su casa, al llegar a la misma y sin haber reflexionado en absoluto en el camino se detiene de golpe, la observa, a su casa digo, y le cambia el rostro, la ve distinta, hacia mucho no le prestaba atención, y le vienen a la mente su vida, su trabajo rutinario, los descuentos en el sueldo, los maltratos del patrón, la falsedad del inspector y algunos de sus compañeros, los mas amigos ya renunciaron o se jubilaron, vuelve a mirar la puerta de su casa como si jamás la hubiera visto, y recuerda entonces los sucesos del día anterior, todavía frescos en su mente, sin digerir aun, su visita el médico, lo directo que este fue, es algo terminal fue lo que dijo al final, no hay nada que podamos hacer ¿tiempo? tres o cuatro meses no más ¿dolor? si, pero eso se puede arreglar y de ultima…

No importaba esa parte, pensó en su mujer, la de todos los días los últimos treintaicinco años, su vida con ella, su hogar, su refugio de siempre, respiro hondo, esbozo una sonrisa no tan forzada y entró.

Ella lo recibió como siempre con el beso y abrazo acostumbrado, el lo extendió un poco más de la cuenta esta vez, con un poco mas de cariño como cuando era una fecha especial o más aun, como queriendo sentir cada cosa que se le pudo haber escapado de esos maravillosos momentos rutinarios.

Cuando ella le pregunto - ¿Que tal tu día? el respondió como si nada -normal amor, lo de siempre.

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ALGuien MuY PARticuLAR

No se me malinterprete cuando digo que el, se dedico un tiempo a vagar de calle en calle, de casa en casa, esto puede ser mal entendido si uno no se ubica en el típico pueblo de provincia donde abundan los amigotes, de los buenos y los otros, y no se tiene mucho que hacer luego del estudio en la ado-lescencia, y a veces un poco después también.

De a ratos se enfrascaba en el olor de los libros, en el volar de la música y el filosofar común del provinciano inteligente, digo inteligente en esa mezcla de inteligencia del estudioso del libro y la otra de la calle y del paisano tan común en esas épocas aun.

De esta variedad de estímulos y la no identificación con lo común y lo vulgar, fue como formo su propio pequeño gran mundo, y planificó su futuro en la pequeña city, o al menos así lo creyó.

Tiempo después paso enredado entre cables, micrófonos, comunicaciones radiofónicas, y aun así seguía en su personal búsqueda ¿de qué?.

Intento emigrar, para eso aprendió idiomas claro, se mantenía igualmente aprendiendo, constantemente aprendiendo y haciendo, a veces mezclado con maderas, con conectores, parlantes, bafles, equipo de todo tipo, la técnica y electrónica invadía su vida como la carpintería lo acercaba al arte sin llegar a ser un técnico ni un artista al fin, o quizá si.

Y todo esto lo fue arrimando como sin querer a otro tipo de energía, más sutil, si es que energía puede llamársele a lo inconmensurable, a lo que proviene del todo y es de todos, se arrimó como decía, a algo más real, mas suyo, profundo y abierto a la vez, y se conoció a si mismo mucho más de lo que el promedio de los humanos llegan a conocerse, se entero de su esencia y por supuesto a los saltos entre vegetales y asados amistosos también intento volverse famoso atrapando seres mitológicos, ruidosos y extraños Bolidros Micala, legendarias y épicas aves inconcebibles de la Mesopotamia, de nada le sirvió, la fama le vino por otros lados, al fin fue de la buena y sin quererla él, cosa que cuesta en los pueblos, hacerse buena fama digo, de la otra…

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197RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

Y si, al fin se abocó a lo que su destino mandó desde su nacimiento, des-de siempre, conocedor de la materia como nadie, y de la energía más que en forma suficiente superó ambas, y pasó a un ámbito más etéreo.

Así fue como conoció el cielo en la tierra, y se hizo un dios humano para algunos (o por lo menos para quien lo cuenta hoy), o no…

Nota del autor: No faltó quien dijera que aparte de inútil tarea, la única posibilidad de atrapar un Bolidro Micala era buscando una hembra de la espe-cia cuando estuviera en estado de celo, pero todos sabemos que el sonido que emiten en ese estado precisamente es algo insoportable para el oído humano… (Los conocedores de verdad tienen otras teorías de como atraparlo, pregunten si no, eso sí, encontrar uno se complica en estos tiempos).

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LA PARAdA

Primer día:

El llegó corriendo a la parada, la mujer ya estaba ahí de antes, en la deso-lada esquina gris y mojada, esperando el colectivo.

Se miraron y algo pasó, lo supo ella primero, algo especial acababa de suceder, el un instante después, más práctico, menos romántico, pero supo dos cosas, que ella hacía mucho esperaba ahí y que al verla la deseó con locura, tal vez porque la consideró hermosa, demasiado hermosa, o al menos eso le pareció.

Luego de una hora:

Ya conversaban como viejos amigos, lo que produce la espera y los in-sultos al transporte público ¿no? aun así, los dos estaban conformes con la situación.

Día dos:

Era extraño pero ninguno tenía ganas de dejarse ni separarse, ahora que se habían encontrado y de alguna manera conocido un poco, nunca les suce-dió antes que en dos días el colectivo no llegara pero acompañados y ya casi enamorados, no lo sufrían en absoluto.

Semana más tarde:

De noche, cálida y seca noche, se abrazaban y besaban apasionadamente, desesperados por sentirse uno, y al fin un árbol fue testigo de su placer, de su gozar uniendo sus cuerpos, bajo la sombra nocturna que les proporcionaba el amigable eucalipto, y en la vía pública, lo que no les producía más que exci-

199RELATOS A TRAVéS DE LA VENTANA

tación, sumado a otras razones los llevó a hacer el amor con furia y pasión repetidas veces, hasta quedar al extremo agotados.

Un mes después:

El tener sexo por las noches se volvió para la pareja tan normal como las charlas matutinas o la certeza de saberse absolutamente enamorados, perdida-mente enamorados, y el colectivo no llegaba y la espera continuaba…

Cinco meses ya:

Ella mostraba ya un abdomen prominente, que anunciaba algo más que bello e importante, aun así se cuidaban de nombrar el hecho y solo se inter-cambiaban algunas sonrisas al respecto.

Estaban felices y solo a veces algo los inquietaba ¿que sucedería cuando llegara el inevitable colectivo?

Con seguridad, más de nueve meses después:Ya eran tres, Con la novedad el buen clima había llegado como si quisiera

acompañar los hechos, seguían felices claro y aceptaban su extraño e impro-visado hogar.

Y luego de un tiempo prolongado:

Vieron a lo lejos venir las luces inconfundibles del transporte tan espe-rado, el niño no comprendió pero estaba atento a los sucesos, ellos dos, sus padres, se miraron, sonrieron y no necesitaron palabras, juntaron sus cosas de mutuo acuerdo y junto al niño, marcharon lo más rápidamente posible, se escapaban diríamos, antes que el colectivo les arruinara su felicidad autentica.

Final:

Y ya nunca más regresaron a esa parada…

Francisco
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ESTA LINEA VA COMO SUBTITULO EN NEGRITA

200

A veces…

Y ocurre a veces, que de sentirme tan solo, llego a creer que ni me tengo a mí mismo…

201

que Me LLeves tú

Y que me lleves tú, al descanso eterno si es que es esto posible, y que me olviden los cuerdos, me envidien los genios y me reciten los locos, que me desvanezca en palabras por mas horrorosas que están puedan ser, que sea arro-jado al viento y me pierda en celestiales colores luego de arder a un millón de grados, para que a nadie quede duda que jamás, nunca jamás volveré a escribir una sola línea, ni otra estúpida frase...

índice

Prólogo ............................................................................................................ 7La ventana ......................................................................................................11Mentirosas ..................................................................................................... 15Literario metal imperial .................................................................................17Objeto de inmortalidad ................................................................................. 20Yo jugué a las bolitas .................................................................................... 27Aislamiento ................................................................................................... 28Lo inesperado ................................................................................................31Azules turquesa ............................................................................................ 35Radiológica seducción .................................................................................. 36Milonguera esperanza adormecida ............................................................... 37Academia salvadora ¿la real? ........................................................................ 38Los seres olvidados ....................................................................................... 40De la muerte ...................................................................................................41Noche en la rambla (fantasiosas soledades compartidas) ............................. 42Al fin y al cabo… .......................................................................................... 52Victoria en 3 de Febrero ................................................................................ 53El observador ................................................................................................ 54Muerto el reloj ............................................................................................... 55Al menos ....................................................................................................... 56Anónima e inmortal pasión. 5 variantes ....................................................... 57Como un fénix .............................................................................................. 59Vez primera ................................................................................................... 60Olas ............................................................................................................... 61Etéreo es ........................................................................................................ 622068 - El fenómeno Volta ............................................................................. 63Triste final ..................................................................................................... 83Sin fin ............................................................................................................ 84Indestructibles metales ................................................................................. 85Una placentera sombra de gris ...................................................................... 86

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Tu paisaje ...................................................................................................... 87221 - Necropatía asintomática ....................................................................... 88Mi ángel personal .......................................................................................... 89Acto de locura (basado en hecho reales de un duro día) .............................. 90El lado sur del cielo ....................................................................................... 96Maldita aspiradora ........................................................................................ 97Incertidumbre................................................................................................ 99Gloriosa mujer ............................................................................................. 100Hermosa amiga ............................................................................................101El logrot....................................................................................................... 102Esperando en lola café ................................................................................ 105El horror bajo sus pies ................................................................................. 106Curva ciega ................................................................................................. 108¿Cuántos seremos? .......................................................................................110Día de miércoles ..........................................................................................111De almanaque ..............................................................................................114Don David ....................................................................................................115Mínimas diferencias ....................................................................................132Pastillas Dr. Andréu .....................................................................................133Ahí donde se oculta el sol ........................................................................... 134Bousquet y sus sueños (o ¡ni dormido te dejo en paz!)................................135Esas 3 vueltas intermedias ...........................................................................137De la muerte II ............................................................................................ 140Cuentan, o dicen… ......................................................................................141Did ............................................................................................................... 144Don gervasio ............................................................................................... 146Mi oscuridad ................................................................................................148Juego de las sombras ................................................................................... 150Mi corazón rezongón ...................................................................................152Lu9jav ..........................................................................................................153Y hablando de mí ........................................................................................ 156Solo “ser” .....................................................................................................157Mujer de las aguas .......................................................................................159Porque podía ................................................................................................161Un sueño tal vez ...........................................................................................163Estanislao .....................................................................................................166Sin retorno....................................................................................................168Poco tiempo .................................................................................................169

Francisco
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SI ES POSIBLE TODO EL TITULO EN MAYUSCULA - LU9JAV, ES UNA CARACTERISTICA DE RADIOAFICIONADO DEL VIEJO...

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Solo espero… ...............................................................................................170Enamorado en su día ....................................................................................171Grisácea visión .............................................................................................172Letras oxidadas ............................................................................................173La barba del viejo silbador ...........................................................................174De la soledad ................................................................................................177Juntando letras .............................................................................................178Y ahora ¿qué hago? ......................................................................................179Tanto lio por un vino ....................................................................................180Qué manera de escapar ................................................................................182Los dedos torcidos ...................................................................................... 184Que más decir, así es la vida ........................................................................186Mi amigo Abel .............................................................................................188El primer beso ............................................................................................. 190Cuarto vacio ................................................................................................ 192Lo de siempre .............................................................................................. 194Alguien muy particular ............................................................................... 196La parada .................................................................................................... 198A veces… .................................................................................................... 200Que me lleves tú ........................................................................................ 201-

Francisco
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QUEDO PERFECTO HASTA EL GUIONCITO... JAJAJA

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Telefax: 4954-7700 / 4954-7300E-mail: [email protected]

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