Relaciones genéticas del mapuzungun. Aportes para su ubicación dentro del stock Equatorial

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41 Relaciones genéticas del mapuzungun. Aportes para su ubicación dentro del stock Equatorial Antonio E. Díaz-Fernández A. Universidad Nacional de Río Negro Resumen En este trabajo, en primer lugar, se revisan las diferentes hipótesis de parentesco de la lengua mapuche. Se consideran las propuestas de Stark (1970), Hamp (1971), Loos (1973), Key (1978a, 1978b) y Campbell (1993), y se las discute poniendo en evidencia sus fallas, que conducen a invalidarlas. En segundo lugar, se considera el artículo de Payne (1984) y la hipótesis de Croese Mijesen (1999), que proponen una liación genética del mapuzungun con las lenguas de la familia macro Arawak, miembro del stock Equatorial, de acuerdo a la clasicación de Greenberg (1979). Luego se presenta la clasicación de las lenguas Arawak (Fam. Taíno, Fam. Maipure, Fam. Chamicuro, Fam. Morike, Fam. Amuesha, Fam. Apolista y Fam. Uru-Puquina). Se retoma esta última hipótesis, se incrementa el número de cogna- dos entre la lengua mapuche y las lenguas Arawak. Asimismo, se enumeran algunos rasgos de estos idiomas intentando compararlos con el mapuzungun, y se explora en el nivel fonológi- co comparando los sistemas de las lenguas y sus patrones silábicos (C, CV, VC, CVC). Se hace una comparación no solo basada en el léxico, sino teniendo en cuenta la morfología nominal, verbal (ajos que marcan sistema inverso, cambio de valencia. etc.), procesos morfológicos (reduplicación, composición) y sintaxis. Finalmente, se intenta establecer en qué nivel de rela- ción (familia, rama o grupo) se colocaría a la lengua mapuche dentro del stock. Palabras clave: mapuzungun, lengua mapuche, familia Arawak, cognados, relación genética Abstract In the rst place, this paper considers the different hypothesis that tried to establish the genetic relationship for the Mapuche language. Previous hypotheses are analyzed and dis- cussed, such as the works of Stark (1970), Hamp (1971), Loos (1973), Key (1978a, 1978b) and Campbell (1993), in order to nd out their shortcomings to show their unacceptability as a truth. In the second place, Payne’s (1984) and Croese Mijesen’s (1999) hypotheses that intend to establish a genetic relationship for Mapuzungun with the Arawak macro-family, member of the Equatorial stock, according to Greenberg’s clasication de (1987). Then, Arawak language classication is presented (Families: Taíno, Maipure, Chamicuro, Morike,

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Relaciones genéticas del mapuzungun. Aportes para su ubicación dentro del stock Equatorial

Antonio E. Díaz-Fernández A.Universidad Nacional de Río Negro

ResumenEn este trabajo, en primer lugar, se revisan las diferentes hipótesis de parentesco de la lengua mapuche. Se consideran las propuestas de Stark (1970), Hamp (1971), Loos (1973), Key (1978a, 1978b) y Campbell (1993), y se las discute poniendo en evidencia sus fallas, que conducen a invalidarlas. En segundo lugar, se considera el artículo de Payne (1984) y la hipótesis de Croese Mijesen (1999), que proponen una fi liación genética del mapuzungun con las lenguas de la familia macro Arawak, miembro del stock Equatorial, de acuerdo a la clasifi cación de Greenberg (1979). Luego se presenta la clasifi cación de las lenguas Arawak (Fam. Taíno, Fam. Maipure, Fam. Chamicuro, Fam. Morike, Fam. Amuesha, Fam. Apolista y Fam. Uru-Puquina). Se retoma esta última hipótesis, se incrementa el número de cogna-dos entre la lengua mapuche y las lenguas Arawak. Asimismo, se enumeran algunos rasgos de estos idiomas intentando compararlos con el mapuzungun, y se explora en el nivel fonológi-co comparando los sistemas de las lenguas y sus patrones silábicos (C, CV, VC, CVC). Se hace una comparación no solo basada en el léxico, sino teniendo en cuenta la morfología nominal, verbal (afi jos que marcan sistema inverso, cambio de valencia. etc.), procesos morfológicos (reduplicación, composición) y sintaxis. Finalmente, se intenta establecer en qué nivel de rela-ción (familia, rama o grupo) se colocaría a la lengua mapuche dentro del stock.Palabras clave: mapuzungun, lengua mapuche, familia Arawak, cognados, relación genética

AbstractIn the fi rst place, this paper considers the different hypothesis that tried to establish the genetic relationship for the Mapuche language. Previous hypotheses are analyzed and dis-cussed, such as the works of Stark (1970), Hamp (1971), Loos (1973), Key (1978a, 1978b) and Campbell (1993), in order to fi nd out their shortcomings to show their unacceptability as a truth. In the second place, Payne’s (1984) and Croese Mijesen’s (1999) hypotheses that intend to establish a genetic relationship for Mapuzungun with the Arawak macro-family, member of the Equatorial stock, according to Greenberg’s clasifi cation de (1987). Then, Arawak language classifi cation is presented (Families: Taíno, Maipure, Chamicuro, Morike,

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Amuesha, Apolista and Uru-Puquina). This last hypothesis is reconsidered and the number of cognates between Mapuzungun and the Arawak languages is increased. Some linguis-tic features of the languages of the Arawak family are considered in order to establish a comparison with those of Mapuzungun. In this sense, the phonological level and syllabic patterns (C, CV, VC, CVC) of both Mapuzungun and Arawak phonological systems are compared. Not only lexical items are considered, but nominal and verbal morphology (affi xes that mark inverse system, valence change, etc.), morphological procceses (redupli-cation, composition) and syntax as well. inally, the level of relationship (family, branch or group) into which Mapuzungun should be posed within the Arawak stock is sought.Key words: Mapuzungun, Mapuche language, Arawak family, cognates, genetic relationship

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1. IntroducciónEste trabajo pretende hacer aportes hacia una identifi cación de la fi liación genética del mapuzungun. Se reconsideran las hipótesis de Payne (1984) y Croese Mijesen (1999), que proponían establecer una fi liación genética de la lengua mapuche con la familia macro Arawak, miembro del stock Equatorial, de acuerdo a la clasifi cación de Greenberg (1979). Asimismo, se consideran brevemente otras hipótesis de posible fi liación del mapu-zungun propuestas por otros autores y se demuestra su inverosimilitud. Finalmente, se retoma la hipótesis de Croese Mijesen y se intenta deter-minar el lugar que ocuparía la lengua mapuche en relación con esta fami-lia lingüística. Todo el material lingüístico está transcripto con el alfabeto fonético internacional (IPA); de este modo, se han homogeneizado las transcripciones de los diferentes autores.

2. La lengua mapuche El mapuzungun es una lengua aglutinante polisintética hablada por el pue-blo mapuche a ambos lados de la cordillera andina, aunque no se conoce el número de hablantes debido a la falta de censos; especialmente en la Argentina, actualmente experimenta retracción en muchas comunidades.

Según el censo de 1992, la población mapuche de Chile era de 1.200.000 individuos, y se supone que los vernáculo-hablantes rondan al-rededor del 50% de esa cifra, mientras que del lado oriental solo se citan números estimativos. El único censo realizado en Argentina, entre 1966-1967 (CIN 1968), fue parcial y en algunos casos no brinda información sobre los mapuche-hablantes. Actualmente, debido a la retracción que ex-perimenta el mapuzungun en provincias como Chubut, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, el número de hablantes debe ser inferior al de 1968. En 2004-2005 el INDEC realizó la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) con el objetivo de cuantifi car y caracterizar la

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población que se reconoce como perteneciente y/o descendiente de pue-blos originarios. En este caso se contabilizan 113.680 mapuches, de los que el 17,3% sería vernáculo-hablante.

El autoglosónimo que los vernáculo-hablantes utilizan son mapu-zungun ‘lengua de la tierra’, mapuchezungun ‘lengua de la gente de tierra’ o chezungun ‘lengua de la gente’, según las diferentes zonas donde se habla este idioma que se extiende por ambos lados de la cordillera andina (Díaz-Fernández, 2006b; Loncón Antileo, 2000: 30).

3. Primeras hipótesis de parentesco del mapuzungunTradicionalmente se consideraba al mapuzungun como una lengua sin pa-rentesco con el resto de las lenguas america nas (cfr. Castellví y Espinoza, 1958; Ibarra Grasso, 1957; Loukotka, 1968; Müller, 1876-1888; Rivet y Loukotka, 1952; etc.). En la década de 1960 se propone una clasifi ca ción tipológica regional, asignando una serie de características gramaticales y fonológicas comunes a varias lenguas que comparten una misma región (cfr. Tovar, 1961b). Este autor in cluye al mapuzun gun con las familias que chua, aymara, huarpe, lule-tonocoté, chon y yámana en su “grupo an-dino”. A partir de los estudios lingüísticos comienzan las propuestas de re-laciones genéticas para esta lengua. En los párrafos siguientes se discuten y analizan brevemente las diferentes hipótesis que proponen encontrar un parentesco para el mapuzungun, para así determinar su validez o las fallas que conducen a invalidarlas.

3.1 Hipótesis de Stark Louise Stark (1970) propone una relación genética entre la lengua mapu-che y la familia Mayance, que incluye unos treinta idiomas (Kaufman 1974: 34-35, 85), y postula diversas correspondencias entre el proto maya y la lengua mapuche, a saber:

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a) Fonológicas (Stark, 1970: 58-63): dice haber encontrado veintinueve casos de correspondencias consonánticas y dieciséis vocálicas, en los que a veces ocurre un fonema homorgánico, por ejemplo *ko ‘stomach’ (proto maya) y kïte ‘intestinos’ (mapuzungun). b) Léxicas: presenta ochenta y cinco pares de cognados (Stark, 1970: 63-66), entre los que aparecen numerosas incoherencias y errores de interpretación de datos. Por ejemplo, postula que tika ‘escribir’, un quechuismo y pel-el- al que glosa como ‘to go see’ (en realidad, ‘mostrar’) sean cognados con *ihb ‘escribir’ y *behj ‘caminar’ del proto maya, respectivamente. Asimismo, aparecen corres-pondencias fortuitas como las que se pueden encontrar entre el mapuzungun y el wichi lhamtes, el zoque o el otomí, etc., y que obviamente no son probatorias.c) Morfosintácticas (Stark, 1970: 66-67): se basa en la lengua quiché para hacer la comparación —que resulta muy débil— con el idioma mapuche. Así, dice que ambas partes tienen tres clases sintácticas “noun, verb and par-ticle”, una afi rmación muy vaga.

3.2. Hipótesis de Hamp Posteriormente, Hamp (1971) retoma la hipótesis de Stark, que considera verosímil, e incluye al Uru-Chipaya del altipano boliviano en la relación maya-mapuzungun, que ya Stark (1970: 67) lo había sugerido e incluso proponiendo al yunga.

El trabajo de Hamp considera aspectos fonológicos, propone co-rrespondencias e intenta establecer un posible sistema consonántico de una protolengua “Maya-Araucanian”, pero advierte que:

At this point of analysis Araucanian seems to share more with Mayan […] than with Uru-Chipayan; but such a resemblance is uncertain, at this stage, and certainly not vey deep. (Hamp, 1971: 158)

Al referirse al sistema vocálico comenta:

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In all of this up to now we see that Mayan is the conservative member, and Araucanian the notable innovator. Since Uru-Chipaya is rather conservative on some counts this may suggest that Araucanian is really closer to Mayan than to U.-Ch. (Hamp, 1971: 156)

En resumen, Hamp (1971) cree ver más semejanzas entre la lengua mapuche y la familia Maya que entre la primera y el grupo Uru-Chipaya. El siguiente esquema muestra la posición que ocuparía el mapuzungun dentro de esta hipótesis, a saber: Maya Proto Maya-Chipaya Uru-ChipayaProto Mayance

Proto Araucano Araucano

Dos décadas después, Lyle Campbell (1993) analiza esta hipótesis y confi rma la relación entre las familias Mayance y Chipaya, pero excluye al mapuzungun de este grupo, hecho que confi rmaría que esta lengua verná-cula sudamericana no se relaciona con esas familias lingüísticas.

3.3. Hipótesis de Loos Loos (1973), intentando establecer la reconstrucción del proto pano, afi rma que:

En el mapuche notamos otras semejanzas: las formas de los pro-nombres de primera y segunda persona se parecen a las formas correspondientes de los idiomas panos, pero tienen una distribu-ción diferente […]. (Loos, 1973: 266)

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Cita como ejemplo las terminaciones verbales de 2ª persona en los tres números en mapuzungun, a los que compara con sus correspondien-tes en capanahua, a saber:

mapuzungun capanahua-mi ‘2ª pers. sg.’ min ‘tú’ (sg.)-mu ‘2ª pers. dl.’-mïn ‘2ª pers. pl.’ man ‘uds’ (pl.)

Cuadro 1.

No obstante, este autor aclara que esas semejanzas son especulativas y que las posibilidades podrían ser “resultado de un capricho, de contacto social, o de herencia común” (Loos, 1973: 266). El parecido fortuito, en este caso, se da con otras lenguas, por ejemplo mi-s ‘tú’ en zoque (Kauf-man, 1974: 113) o ma: ‘tú’, m- 2ª persona en tehuelche (Fernández Garay, 1998: 199-200). Al igual que la hipótesis de Key (véase §3.5.) que pretende establecer la fi liación del mapuzungun con las lenguas pano, se puede ob-servar que no constituyen pruebas sustentables para una hipótesis.

3.4. Inclusión del mapuzungun en la familia penutiana Dixon y Kroeber (1913) encontraron relación entre cinco familias lingüís-ticas de California (Costaño, Maidu, Miwok, Wimtu y Yokuts) basándose en características tipológicas, y constituyeron un grupo al que denomina-ron Core Penutian o Californian Penutian. Posteriormente, otros estudiosos, como Sapir (1929), Whorf (1935), Swadesh (1954), McQuown (1955) y Newman (1964), entre otros, incluyeron más lenguas y familias dentro de este grupo. Whorf (1935) lo denominó fi lum macro-Penutiano y estable-ció sus miembros.

Voegelin y Voegelin (1967) plantean una macrofamilia Penutian en la que incluyen once familias y ocho lenguas. Posteriormente, estos au-tores, aludiendo a los trabajos de Stark (1970) y Hamp (1971), comentan:

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It is the more recent contributors to the hypothesis who have found evidence for and argued for, the PENUTIAN connection of languages spoken in western South America. (Voegelin y Voegelin, 1977: 287-288)

De este modo, el mapuzungun queda incluido dentro de este fílum como una lengua separada, bajo el nombre de Araucanian. A continuación se reproduce la lista de miembros del fi lum Penutiano según estos autores, a saber: 1. Araucanian2. Cayuse3. CHINOOK 4. CHIPAYAN

5. Coos6. Huave7. KALAPUYA

8. Klamath 9. MAIDU

10. MAYAN 11. MIWOK-COSTANO 12. Mólale 13. SHAHAPTIN-NEZ PERCÉ 14. Takelma 15. TOTONACO 16. Tsimshian 17. WINTUN 18. YAKONAN 19. YOKUTS 20. Zuni

Al presentar la lista de lenguas de Chile, Grimes (1978: 48) comenta

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que el mapuzungun es “possible Penutian”, pero en ediciones posteriores de la misma obra (Grimes, 1996) ya no vuelve a tratar la fi liación genética del mapuzungun.

3.5. Hipótesis de KeyKey afi rma que, a partir de sus comparaciones pano-tacanas1 (Key 1978a: 45-46), comenzó a percibir semejanzas entre el mapuzungun y lenguas de estas familias, en la que incluyó otras lenguas. En un trabajo posterior (Key, 1978b), explicita que la lista de cognados propuesta “provides a start towards the reconstruction of a large group of languages which include Tacanan, Pa-noan, Mosetene, Chon and Fueguian” (Key, 1978b: 285). Esta nueva hipótesis de fi liación genética del mapuzungun lo relaciona con familias lingüísticas del cono sur, especialmente del área amazónica, las cuales serían descen-dientes de una protolengua mapuche-tacano-pano-chon, que habría origi-nado cuatro ramas principales: mapuche, yuracare, proto alakaluf-chon y una cuarta, de la que surgiría el mosetén y el proto tacano-pano, que, a su vez, originó proto pano y proto tacano. Por otro lado, esta autora señala que las ramas del diagrama árbol (que a continuación se reproduce) no tienen correlato diacrónico (Key, 1978a: 45; 1978b: 285).

Proto Mapuche-Tacano-Pano-Chon Mapuche Yuracare

Mosetén Proto Alakaluf-Chon

Proto Tacano-Pano

1 Key, M. R. 1968. Comparative Tacanan phonology: with Cavineña phonology and notes on Pano-Tacanan relation-ship. The Hague: Mouton.

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a) La familia Pano, que se extiende por la Amazonía peruana, boliviana y brasileña, incluye unas cuarenta lenguas, entre ellas: arahuaca, capanahua, cashinahua, cashibo, chácobo, culino, marubo, pacahuara, pánobo, remo, shipibo, tushinawa, yaminahua, etc. (Tovar, 1961a: 61-67). b) La familia Tacana, que cubre un área compacta en el ángulo noroeste de Bolivia entre los ríos Madre de Dios y Beni, en los departamentos de Pando y Beni, incluye las lenguas araona, arasa, cavineña, ese’ejja o chama, guarizo, huarayo o tianinangua, mabenaro, reyesano o maropa y sapiboca (Tovar, 1961a: 71). c) Mosetén, lengua hablada hacia la margen derecha del río Beni, departa-mento Beni, Bolivia (Tovar, 1961a: 74).d) Yuracare, lengua hablada en pequeñas áreas al sur del territorio mose-tén, en los departamentos Beni y Cochabamba (Tovar, 1961a: 75-76).e) La familia Chon, cuyas lenguas se hablaron hasta las primeras décadas del siglo XX en la región patagó nica, incluye: aoneko ayen o tehuelche, tewshen, manek’enk o haush y shelk’nam u ona (Fernández Garay, 1992: 8-10; Viegas Barros, 1992: 40).f) La familia qawashkar o alakaluf, de los archipiélagos australes de Chi-le. Según Viegas Barros (2005: 37-44) está conformada por tres lenguas: alakaluf austral, alakaluf central y alakaluf meridional.

Posteriormente, Key considera correspondencias fonológicas (1978b: 283-286) y léxicas (1978b: 287-203), pero sus cognados no mues-tran mayor relación, ya que no presentan mínimamente la estructura CV(C). La coincidencia de una consonante no es difícil de encontrar entre lenguas no relacionadas genéticamente. Para Key, tan solo una consonante en común en un par de cognados es sufi ciente para postular la relación ge-nética. Tratar de relacionar genéticamente el mapuzungun con las familias Pano y Tacana y el resto basándose en la ocurrencia de un solo fonema en común entre cognados, que no ocurre en forma sistemática, hace que esta hipótesis sea muy poco sustentable.

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3.4.1. Análisis de la hipótesis de KeyEn los párrafos siguientes se analizan algunas ejemplos de corresponden-cias fonológicas propuestos por Key (1978b), a los efectos de ver el grado de verosimilitud de la misma. Asimismo, se provee de ejemplos en casos donde esta autora no cita un supuesto cognado y se indica la fuente en nota al pie, a saber: a) Key (1978b) observa que la oclusiva velar sorda /n/ del mapuzungun tiene correspondencia en las lenguas Pano y Taca na, ejemplos:

llegar sentarse fuerte pajaMapuzungun akun anïn newen pino2 Proto Tacano - *ani - *notsaTacana kwina aniute3 - eatsi4

Cavineña kwinana5 anibute6 kasada7 jati8Reyesano - - eponeti -Mosetén kaiti bei9 fer taiProto Pano - - - -Chama jeka- - - tanaCashibo - - ai píi

Cuadro 2.

Si bien la nasal alveolar /n/ está en la raíz de estos lexemas en las lenguas de las familias Pano, Tacana y Mosetén, no sucede lo mismo en mapuzungun, ya que -n es la marca de la 1a p. sg. (modo real) y de infi ni-tivo. Por otro lado, la presencia de la nasal no es sistemática en las otras lenguas.

2 Tomado por Key (1978b: 292) de Schuller (1907).3 Armentía (1902: 46).4 ‘pajonal’ (Armentía 1902: 99).5 Armentía (1904: 42).6 Armentía (1904: 34).7 Armentía (1904: 40).8 Armentía (1904: 110).9 Armentía (1903: 67)..

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Contrariamente, hay numerosos casos en donde la nasal alveolar /n/ ocurre en las lenguas Tacana y Pano, pero no en mapuzungun. A modo de ejemplo se presentan algunos lexemas en tres de estas lenguas: tacana (Armentía, 1902), cavineña (Armentía, 1904) y shipibo (Von den Steinen, 1904), a saber:

Cavineña Tacana Shipibo Mapuzungun‘apurar’ venana tipei histo10 matukelïn‘bañar’ nabiti nabi- nai mïetun‘embriagarse’ naxi tsetsexi - oin‘enojarse’ kanaiti duinini sinate akïn‘mojar’ nakataha naja11 wioiki fotolïn

Cuadro 3.

b) Key (1978b) observa que la oclusiva bilabial sorda /p/ del mapuzungun tiene correspondencia en las familias Pano y Taca na y las lenguas mosetén, qawasqar y selk’nam. Ejemplos:

chicha tierra cuello nocheMapuche pulku mapu pel punProtoTacana - - *epiti -Cavineña topari meti12 epiti13 apo-na14 Chama - waapa15 - -Huarayo epoi - - -Reyesano - - - apo-me

10 ‘a prisa’ (Von den Steinen 1904: 6).11 ‘mojarse con la lluvia’.12 ‘arcilla, tierra’ (Armentía 1902: 56).13 Armentía (1902: 80).14 ‘anochecer’.15 ‘barro’.

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Tacana eidi16 medi17 enaja18 apu-daso19

Araona - etimu20 - apo-21

Pacaguara epo22 nepo23 - -Mosetén op24 potso25 tex26 jomoi27

*Proto Pano - *ma(w)i*mapoka28 - -

Amahuaca toko tiimapo29 - tpiYaminahua - bipo30 - -Shipibo paaniti31 timapu32 - jammue33

Qawasqar - papi - -Selk’nam - harwn34 othel, òht35 xèankn36

Cuadro 4.

d) Key (1978b) observa que la oclusiva velar sorda /k/ del mapuzungun tiene correspondencia en las familias Pano y Taca na y las lenguas mosetén, qawasqar y selk’nam. Ejemplos:

16 Armentía (1902: 56).17 Armentía (1902: 66).18 Armentía (1902: 86).19 cfr. apuda ‘oscuro’, apuapu ‘temprano’ (Armentía, 1902: 46).20 Armentía (1903: 8).21 ‘oscurecer’; e-apo-nani ‘está oscureciendo’ (Pitman, 1980: 18).22 ‘bebida’ (Armentía, 1903: 8).23 ‘ceniza’ (Armentía, 1903: 7).24 ‘bebida’ (Armentía, 1903: 86).25 ‘greda’ (Armentía, 1903: 88).26 Armentía (1903: 41).27 Armentía (1903: 59).28 ‘barro’29 ‘cenizas’ (Suárez, 1988b: 61)30 Shell y Wise (1971: 19).31 ‘bebida que emborracha’ (Von den Steinen, 1904: 11).32 ‘ceniza’ (Von den Steinen 1904: 16)33 Suárez (1988a: 63).34 Viegas Barros (2005: 50).35 Najlis (1975: 83).36 Najlis (1975: 95).

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ayudar llegar fuego manoMapuzungun keun akun kïtřal kuwï*Tacana - - *kati *e-meCavineña kware37 kwinana38 etiki39 emetokoChama - jeka- kwaki -Huarayo - - - -Tacana tsawa40 kwina kwati eme41

Araona tsawa42 - kwati43 eme44

Pacaguara - - tii45 mk*Pano - - *ka(a)ro46

*tii *mïi, mïkïnïAmahuaca akin - - -Shipibo akkin ki47 nukuti48 ti49 mueke50

Cashinahua - - - maká51

Caripuna - - - muékana52

Mosetén nuktiti53,etiti54

kaiti-,sokiti55 tsi56 u

Qawasqar al-aq-su - - -

Selk’nam qos exè57 xahwqn, jaukámkn

-

Cuadro 5.

37 ‘ayuda’ (Armentía, 1904: 42).38 Armentía (1904: 42).39 Armentía (1904: 48).40 Armentía (1902: 74).41 Armentía (1902: 96).42 Pitman (1980: 57).43 Pitman (1980: 18).44 Armentía (1903: 7).45 Armentía (1903: 8).46 ‘leña’.47 Von den Steinen (1904: 9).48 Von den Steinen (1904: 46).49 Von den Steinen (1904: 35).50 Von den Steinen (1904: 47).51 Von den Steinen (1904: 34*).52 Von den Steinen (1904: 34*).53 Armentía (1903: 35).54 Suárez (1988b: 62).55 Suárez (1988b: 61).56 Armentía (1903: 49).57 Najlis (1975: 92).

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Entre los cognados que Key (1978b) presenta, aparecen seis que-chuismos adoptados por el mapuzungun, pero que la autora evidentemen-te no los reconoció como tales, y esto debilita aún más esta hipótesis. Algu-nos de estos lexemas del quechua también han sido transferidos a algunas lenguas de las familias Pano, Tacana y Arawak e inclusive al castellano del área andina. A modo de ejemplo, se consideran cuatro de estos quechuismos citados por Key (1978b) —que ella supone cognados— a saber:a) La presencia de oclusiva bilabial sorda /p/ frente a /b/, /p/ y /w/ de sus correspondientes vocablos de lenguas Pano y Tacana:

‘bote, barco’ ‘jefe, cacique’ Quechua wampu Quechua apuMapuzungun wampu Mapuzungun apoTacana kwaba Chama ebiótiiReyesano kwamba Amahuaca ha-jówa-Araona kwamba58 Marinahua ndiepuCavineña kwaba59

Shipibo tappa60

Mosetano kwabaCuadro 6.

La presencia de consonantes homorgánicas entre estos supuestos cognados es fortuita. En xerente, una lengua de la familia Ge (Brasil orien-tal) que posiblemente no haya tenido contacto con la lengua quechua, tam-bién se observa la misma estructura consonántica en ambas sílabas, kuba61 ‘bote’.b) La presencia de oclusiva velar sorda /k/ frente a sus supuestos cogna-dos panos y tacanos, a saber:

58 Armentía (1903: 8).59 Armentía (1903: 8).60 ‘balsa’ (Von den Steinen, 1904: 10).61 De Mattos (1977: 83).

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‘gente’ ‘jugar’Mapuzungun kona awkantunCapanahua nókïCashibo óniMayoruna kidó62

Marinahua joraAmahuaca mkaChama xabekai63

Gününa yajüch kïnnaCuadro 7.

El análisis de estos lexemas permite ver que: a) el morfema ligado -kuna, marcador de plural en quechua, se transformó en un nuevo lexema en mapuzungun con el signifi cado de ‘mozo, peón, guerrero’. Se trata de una adaptación de janakuna ‘siervo, yanacona’; b) el lexema quechua awqaj ‘hostilizar, ser enemigo’ se transformó en awkantun en mapuzungun y re-semantizó en ‘jugar’. Como se ve, no son cognados.

Tal como se ha podido ver, la hipótesis de Key resulta muy poco sustentable frente a lo débil de sus ‘pruebas’. Un análisis exhaustivo de esta hipótesis la desmorona totalmente al igual que a las anteriores más arriba citadas (Hamp, 1971; Loose, 1973; Stark, 1970).

3.5. Hipótesis de Croese MijesenEn 1987, Croese Mijesen postulaba el posible parentesco del mapuzungun con la familia Arawak y planteaba:

Sin embargo, no es nuestra intención afi rmar categóricamente que el mapudungun pertenece a la familia arawak. Lo único que pretendemos postular es que los datos de que disponemos de-muestran un mayor grado de similitud entre el mapudungun y las lenguas de la familia arawak (…). (Croese Mijesen, 1999: 383)

62 Shell y Wise (1971: 19).63 Suárez (1988b: 63).

Relaciones genéticas del mapuzungun...

57

Este autor aclara que tuvo en cuenta que los lexemas seleccio nados como cognados tuvieran por lo menos una secuencia CVC, que el signifi cado fuera equivalente y que no fueran préstamos (Croese Mijesen, 1999: 384).

No obstante ello, se deslizó un quechuis mo entre los cognados de Croese Mijesen, que seguramente no es un préstamo del quechua en las lenguas Arawak, pues sería muy raro que un idioma como el lokkono, ha-blado en Surinam y separado por una gran distancia de la familia quechua, hubiese tomado una transferencia de esta lengua andina, a saber:

‘pasto’

Quechua qatu Mapuzungun katu Apurina katso-ta-tï Ashéninca kesii Arawak karo Lokkono kalhao64

Cuadro 8.

La estructura fonológica de este lexema en las lenguas arawak es simi-lar: a) la primera sílaba está conformada por la oclusiva velar /k/ + vocal; b) la segunda sílaba se compone de fricativa, africada, vibrante o lateral. Es evidente que katu en mapuzungun es un quechuismo, y que el verdadero cognado en la lista debiera ser kaï ‘verde’ y no katu ‘pasto’. Obsérvese que en lokkono kalhao signifi ca tanto ‘verde’ como ‘pasto’, lo cual confi rma lo que postulamos. El parecido con el apuri na es más bien casual.

Asimismo, Croese Mijesen (1999) presenta una serie de cognados morfológicos para justifi car su hipótesis, y al respecto comenta: “Las co-rrespondencias gramaticales constituyen, en nuestra opinión, una eviden-cia aún más convincente para postular una fi liación entre el mapudungun

64 ‘pasto; verde’ (Pet, 1987: 307).

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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y la familia arawak” (Croese Mijesen, 1999: 385). Además, establece un nú-mero de morfemas derivativos y morfemas fl exivos que afectan al verbo, y señala que de “los cincuenta y nueve sufi jos verbales del mapudungun, treinta y seis son similares en pronunciación y signifi cado a los sufi jos de los idiomas de la familia arawak” (Croese Mijesen, 1999: 385). Sin duda que estas correspondencias no son meras coincidencias, sino pruebas con alta posibilidad de ser reales en aras de demostrar esta hipótesis. En §4.2. se los considera en detalles.

Este trabajo es muy breve, incluso más que el manuscrito original leído en el VIII Congreso Internacional de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina, realizado en 1987, ya que la lista de cognados presentados se reduce de veinte a cinco. Probablemente, estas diferencias se deban a la gran dilación de la publicación de esas actas, que vieron la luz doce años después del desarrollo del evento.

4. Reconsideración de la hipótesis de Payne y Croese Mijesen4.1. La familia lingüística ArawakEs la familia lingüística americana de mayor extensión territorial. Se exten-día desde el Norte hasta el extremo meridional de la penín sula de Florida, y por el Sur hasta el naciente del río Ygatimi, afl uente del río Para guay en la actual zona fronteriza paraguayo-brasileña; y desde el río Apurímac, en la Amazonía peruana, por el Oeste hasta la isla de Marajó por el Este, frente al Océano Atlántico.

El primero en reconocer las lenguas Arawak como entidad grupal fue Filippo Salvatore Gilij en 1782 y la denominó familia Maipure, apli-cando el nombre de una lengua local a todo el grupo (Gilij, 1965 [1780-1784]). Posteriormente, Von den Steinen (1886) las rotuló como grupo Nu-Aruac, a partir de la ocurrencia de nu- como posesivo de 1ª persona singular en estas lenguas. Brinton enumera veintitrés lenguas como miem-bros del “sub-stock Arahuaco” (1946 [1891]: 246-247).

Relaciones genéticas del mapuzungun...

59

En el siglo XX, los autores incrementan los miembros de esta fa-milia y realizan clasifi caciones generalmente con una base geográfi ca. Asi-mismo, difi eren en los miembros incluidos. Hay grupos o lenguas que un autor incluye en la familia y que otro los excluye; recién en las últimas décadas se ha logrado mayor consenso en las taxonomías lingüísticas. En los siguientes párrafos, a modo de ejemplo, se citan las principales clasifi -caciones de la familia Arawak.

Rivet (1924: 639-712) presentó la distribución geográfi ca de esta fa-milia, a la que asigna siete grupos:1. Amazonas del norte2. Pre-andino3. Boliviano4. Arauán5. Guayana6. Uru-pukina7. Takana

En 1926, Schmidt constituyó esta familia con siete grupos y, a su vez, subgrupos en casi todos ellos (Noble, 1965: 3-4): 1. Grupo NORTE (4 subgrupos)2. Grupo AMAZONAS NORTE (6 subgrupos)3. Grupo TICUNA

4. Grupo JIVARO

5. Grupo AMAZONAS SUR (3 subgrupos)6. Grupo PUQUINA-URU

7. Grupo SUR (3 subgrupos)En 1935, Loukotka revisó esta familia y tomó una lista de cuarenta

y cinco lexemas para establecer cognados que permitieran ver el grado de fi liación entre estas lenguas; de este modo, estableció trece grupos:

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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1. Grupo INSULAR

2. Grupo GUAYANA

3. Grupo MIXTO ARAWAK-MACU

4. Grupo SUR

5. Grupo PREANDINO

6. Grupo NORTE

7. Grupo BOLIVIANO

8. Grupo CENTRAL 9. Grupo MIXTO (Taruma)10. Grupo MIXTO ARAWAK-TUCANO

11. Grupo MIXTO ARAWAK-PANO

12. Grupo MIXTO (Uru-Chipaya-Puquina)13. Grupo MIXTO ARAWAK-KARIB

Rivet y Loukotka (1952: 1102-1109) revisan y presentan una versión de sus clasifi caciones anteriores, de la cual excluyen el taruma y reubican algunas lenguas moviéndolas de un grupo a otro.

Mason (1950: 208-215) sigue más o menos las clasifi caciones ante-riores, aunque hace algunos cambios y reubica algunas lenguas. Presenta una clasifi cación básicamente geográfi ca que incluye cuatro grandes gru-pos subdivididos en varios sub-grupos; además, un grupo de lenguas de probable fi liación arawak (Mason 1950: 216-221) y otro de posible rela-ción con esta familia (Mason 1950: 221-215). Posteriormente, McQuown (1955) presenta una nueva clasifi cación que prácticamente no hace mayo-res aportes, se trata de una presentación con ordenamiento alfabético de la clasifi cación de Mason.

En 1961, Tovar establece la familia Arawak con cuatro grupos y dos lenguas separadas (1961: 118-133):1. Grupo ARAWAK SEPTENTRIONAL Y DEL NOROESTE

2. Grupo ARAWAK DEL NOROESTE Y CENTRAL

Relaciones genéticas del mapuzungun...

61

3. Dialectos OCCIDENTALES, PRE-ANDINOS Y MERIDIONALES 4. Grupo ARAUA

5. Resígaro6. Apolista

Greenberg, uno de los lingüistas más importantes dedicados a la taxonomía de las vernáculas americanas, presentó una clasifi cación provi-sional en 1956. Posteriormente, reduce todas las lenguas del continente a tres familias: Eskimo-Aleut, Na-Dene y Amerind (Greenberg, 1960). Esta clasifi cación no ha sido muy aceptada, como lo discute Ruhlen (1991: 221-225), quien los considera phyla, a su vez subdivididos en familias, subfa-milias, grupos, ramas, etc. (Ruhlen, 1991: 229). Greenberg presenta di-ferencias entre las clasifi caciones anteriores y la de 1987. En esta última constituye el phylum Amerindio con seis stocks, en el Andean incluye al mapuzungun y en el Equatorial-Tucanoan, la familia Macro Arawakan con siete ramas, y, a su vez, divide a la rama Maipure en ocho grupos (Green-berg, 1987 citado en Ruhlen, 1991: 230, 239-240):- Phylum ESKIMO-ALEUTA

- Phylum NA-DENE

- Phylum AMERINDIO

1. Stock AMERINDIO NORTE

2. Stock AMERINDIO CENTRAL

3. Stock CHIBCHA-PAEZ

4. Stock ANDES 4.1. Rama NORTE

4.2. Rama URARINA-WAORANI

4.3. Rama CAHUAPANA-ZÁPARO

4.4. Rama QUECHUA

4.5. Rama AYMARA

4.6. Rama SUR

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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4.6.1. Familia Puelche 4.6.2. Familia Mapudungu 4.6.3. Familia QAWASQAR-YAMANA 4.6.4. Familia PATAGONIA 5. Stock ECUATORIAL-TUCANO 5.1. Rama MACRO TUCANO 5.2. Rama ECUATORIAL 5.2.1. Cayuvava 5.2.2. Camsa 5.2.3. Taruma 5.2.4. Trumai 5.2.5. Tusha 5.2.6. Yuracare 5.2.7. Taruma 5.2.8. Trumai 5.2.9. Familia PIAROA-SÁLIBA 5.2.10. Familia TIMOTE

5.2.11. Familia PIAROA-SÁLIBA 5.2.12. Familia TIMOTE

5.2.13. Familia JIVARO 5.2.14. Familia ZAMUCO

5.2.15. Familia KARIRI-TUPI

5.2.16. Familia MACRO ARAWAK

5.2.16.1. Kantembri 5.2.16.2. Otomaco 5.2.16.3. TINIGUAN

5.2.16.4. GUAHIBAN

5.2.16.5. ARAWAK (= ARUAK) 5.2.16.5.1. Guamo

Relaciones genéticas del mapuzungun...

63

5.2.16.5.2. Taino 5.2.16.5.3. Chamikuro 5.2.16.5.4. ARAWAK

5.2.16.5.5. CHIPAY

5.2.16.5.6. CHAPAKURA

5.2.16.5.7. MAIPURE

6. Stock GE-PANO-CARIBE

Aikhenvald (1999: 67-71) organiza a las lenguas Arawak en dos ra-mas principales que incluyen varios grupos, a saber.ARAWAK SEPTENTRIONAL

1. Rio Branco (2 lenguas) 2. Palikur (3 lenguas) 3. Arawak sud 4. Caríbico (2 lenguas) 5. Norte de Colombia (5 lenguas) 6. Chamicuro

ARAWAK MERIDIONAL Y SUDOCCIDENTAL

1. Guajibo (5 lenguas) 2. Arauá (8 o 9 lenguas) 3. Maipure (61 lenguas) 3 a. Maipure norte 3 b. Maipure surComo se puede ver, hasta el presente no hay un consenso en cuanto

a la clasifi cación interna de la familia macro Arawak. Esto se debe a que algunas lenguas no han sido sufi cientemente documentadas y descriptas (cfr. Aikhenvald, 1999: 73). Además, otra cuestión a tener en cuenta son los rasgos areales que en zonas multilingües, debido a la vecindad e inten-so contacto, se difunden fácilmente y son problemáticos en la distinción

Antonio E. Díaz-Fernández A.

64

taxonómica de la familia: como lo señala Aikhenvald (1999:74): “Geographi-cal expansion and considerable linguistic diversity within the family pose the problem of distinguishing areal from genetic phenomena”.

4.2. Rasgos de lenguas arawakas comparados con el mapuzungunEn los siguientes apartados se consideran brevemente los rasgos lingüís-ticos más destacados de las lenguas que integran esta familia para compa-rarlos con los propios del mapuzungun.

4.2.1. Fonología 4.2.1.1. FonemasLa mayoría de las lenguas de esta familia, al igual que el mapuzungun, tienen un sistema fonológico constitutivo bastante similar; generalmente, con consonantes sin series aspiradas y glotalizadas, un rasgo típico de len-guas andinas (quechua, aymara, jaqe aru, culli, mochica, etc.) con las que muchos idiomas arawakos comparten el área.

Se han tomado los sistemas fonológicos del amuesha, asháninka,65 baniwa, bauré, garifuna, goajiro, ignaciano, lokkono, machiguenga, nomat-siguenga, piro, trinitario, wapishana, waurá y yavitero (Aikhenvald, 1999: 73; Key, 1997: 181-210; Payne, 1981: 59; Pet, 1979; 1987: 323; Richards, 1977: 28; Shell, 1974; Shell y Wise, 1971: 36-39; Taylor, 1978) para ver sus similitudes con el de la lengua mapuche: a) Las oclusivas son básicamente sordas; poquísimas lenguas tienen sonoras (baniwa, wapishana, lokkono). El inventario por lengua oscila entre tres y siete.b) Las africadas son mayormente alveolares y palatales; en pocos casos hay

65 Bajo el glosónimo/etnónimo ‘asháninka’ se han unifi cado en este trabajo los diversos nombres que aparecen en la bibliografía consultada, ‘ashéninka’, ‘ashíninka’, ‘axíninka’ y ‘campa’.

Relaciones genéticas del mapuzungun...

65

aspiradas (wapishana y asháninka). El inventario por lengua oscila entre uno y cuatro.c) Las fricativas son básicamente sordas; predominan las alveolares y pos-tvelares, mientras que otros puntos de articulación son raros. El inventario por lengua oscila entre uno y cinco.d) Las vibrantes generalmente ocurren una por lengua, pero en el caso del asháninka hay dos (una palatalizada).e) Las laterales básicamente incluyen una alveolar, mientras que las palata-les son más raras. El inventario por lengua oscila entre uno y dos.f) Las nasales son básicamente bilabiales y alveolares, y en pocos casos hay palatales. El inventario por lengua oscila entre dos y cuatro. g) Las vocales oscilan entre tres y seis por lengua, y algunas incluyen la central alta /ï/ (guajiro, piro, wapishana, waurá, lokkono).

Si bien, los sistemas no manifi estan una correspondencia directa con el de la lengua mapuche, hay similitud por la presencia de consonantes con los mismos modos de articulación debido a la predominancia de series simples, ya que básicamente no hay oposición sorda/sonora y por la poca cantidad de fonemas del sistema.

4.2.1.2. Fonotáctica La estructura silábica en la mayoría de los idiomas de esta familia es muy similar a la lengua mapuche. No ocurren dos consonantes contiguas en la misma sílaba. Los patrones silábicos prototípicos son V, CV, VC y CVC, en los que las consonantes fi nales pueden ser semiconsonantes (/j/, /w/), nasales y laterales, y menos frecuentemente, africadas y fricativas en los idiomas arawakos, por ejemplo: kipats ‘tierra’ en ashéninka o campa del Pajonal (diferente del asháninka), wis-hu ‘nosotros’ 1ª persona plural ex-clusivo en palikur; mientras que en mapuzungun las africadas son raras en esta posición, por ejemplo: fotř ‘caramba’.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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4.2.2. Perfi l tipológicoLas lenguas de la familia Arawak, al igual que el mapuzungun, son poli-sintéticas y dominantemente aglutinantes (Salas, 1992: 68-69), pero, a di-ferencia de este, tienen un sistema nominal complejo. Asimismo, al igual que el mapuzungun, la morfología verbal de estas lenguas presenta un alto grado de complejidad (cfr. Aikhenvald, 1999: 80; Key, 1997: 175), que se hace visible en la gran cantidad de morfemas que pueden constituir un sintagma verbal. Ejemplos:

(1) aw-á-júku-t-úa-wi nosotros-CAUS-urucú-CAUS-REFLX-PERF ‘nosotros nos pintamos con urucú’ (waurá, Payne, 1984: 9)

(2) kintu-mamï-kïjaw-no-l-m-i buscar-leña-ASP.-NEG.-MH-2-SG

‘si tú no andas buscando leña’ (mapuzungun)

4.2.2.1. Procesos morfológicosLa mayoría de los idiomas arawakos utilizan sufi jación en el sintagma ver-bal y prefi jación en el caso de los posesivos en el sintagma nominal y de los marcadores de persona en el verbo, a diferencia del mapuzungun, que siempre utiliza la sufi jación. Algunas lenguas de esta familia tienen prefi jos que indican causativos, aplicativos, etc. Aikhenvald (1999: 80) señala que “All types of suffi xes are historically less stable than prefi xes; there is much more diversity even among closely related languages”. Esto nos hace pensar que la dife-rencias entre el mapuzungun y estos idiomas se justifi can por esta misma diversidad y no porque carezcan de relación genética. Además, habría que tener en cuenta el tiempo de separación de ambos a partir de un tronco común.

Otro proceso muy frecuente en muchas lenguas de esta familia es la reduplicación, que afecta básicamente a las bases verbales, aunque, al igual

Relaciones genéticas del mapuzungun...

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que en mapuzungun, no de forma exclusiva (Aikhenvald, 1999: 80-81). Es un proceso altamente productivo con diferentes funciones morfológicas (indicación de categorías gramaticales), semánticas (indicación de diferen-tes connotaciones) y lexicogenésicas (Díaz-Fernández, 2009).

4.2.3. Sintagma nominalLa morfología nominal es más compleja en las lenguas arawakas que en mapuzungun. Las primeras han desarrollado un sistema de clasifi cadores nominales y de género (cfr. Aikhenvald, 1994: 84-85; Key, 1997: 174-175; Valadares, s/d). A diferencia del mapuzungun, los idiomas de esta familia tienen un sistema de posesión inalienable u obligatoria vs. alienable u op-cional (cfr. Aikhenvald, 1994: 84-85; Richards, 1977: 12), es decir, que los sustantivos [+ inalienable] solo existen con la marca de posesión, por ejem-plo: ninuma ‘mi boca’ (warekena, Nimuendaju, 1932: 594), no existe -numa aislado.

Los adjetivos pueden experimentar categorías verbales, como en guajiro (Aikhenvald, 1999: 81). Asimismo, en mapuzugun los adjetivos son transferidos a la clase del verbo de manera directa o indirecta, es decir, que en algunos casos esta trasferencia de clase sintáctica ocurre sin afi jos derivativos (Díaz-Fernández, 2003: 133, 156).

Respecto del número, al igual que el mapuzungun, el proto arawak distinguía los rasgos [+ animado] y [- animado] en los sustantivos al ser determinados por las marcas de plural. Aikhenvald (1999: 84-85) señala que en las lenguas del grupo Norte, según su clasifi cación, solo los sustan-tivos que van determinados por un clasifi cador nominal se pluralizan, por ejemplo: de:ri-pi-pe (banana-Clas. de objetos largos-Pl.) ‘bananas’. El mor-fema –pe se asemeja morfológicamente a pu, pluralizador de sustantivos [+ animado] en mapuzungun.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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4.2.4. Sintagma verbalLa mayor complejidad morfológica, tanto en mapuzungun como en las lenguas arawakas, está sin dudas en el sintagma verbal. Las formas fi nitas son largas cadenas compuestas de numerosos afi jos que siguen a la raíz para constituir una base compleja, en la que se indexan modos, tiempos, agente, paciente, número, aspectos, etcétera. a) Diferentes afi jos verbales que presentan correspondencia morfológica, fonológica y semántica fueron detectados por Croese Mijesen (1999: 386-387).66 A continuación se citan algunos de sus ejemplos y se agregan otros; en estos casos se indica la fuente:

1) Verbalizador, transitivizador: -tu (mapuzungun), -t (piro), -tu (resígaro).2) Refl exivo, recíproco: -w (mapuzungun), -wa (apurina), -wo (terena), -aw (asháninka, Payne, 1984: 9), -vu (resígaro), -po (bauré, Payne, 1984: 9).3) Direccional: -pa (mapuzungun), -ap (asháninka), -op (terena), -pe (waurá).4) Subordinador, nominalizador: -lu (mapuzungun), -ri (bauré), -re ~ -ro (asháninka), -re ~ -ro (waurá), -re (parecis).5) Pretérito: -pe (pasado reciente, mapuzungun), -pe (perfectivo, apurina), -po (perfectivo, bauré), -pe (pasado remoto, resígaro), -ep (completo, pa-likur), -mi67 (pasado reciente, resígaro, Aikhenvald, 1999: 93). 6) Causativo: -(ü)m (mapuzungun), -imo (bauré), omi- (asháninka, Payne, 1990: 77), mi- (apurina, Payne, 1990: 77).

b) Cambio de valencia: Estas lenguas tienen afi jos que incrementan la valencia, como los aplicativos, transitivadores y causativos (Aikhenvald, 1999: 87-88; Díaz-Fernández, 2002; Wise, 1990: 103-108).c) Agente y paciente son marcados mediante prefi jos y sufi jos en las lenguas

66 En la versión édita (1999) la lista aparece reducida, mientras que en el MS (1987) aparece la lista completa del trabajo original.67 El modo de articulación de la bilabial es posible, por lo que también podrían ser cognados a partir de una proto forma.

Relaciones genéticas del mapuzungun...

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arawakas (Aikhenvald, 1999: 87-89), mientras que el mapuzungun emplea sufi jación para marcar el agente; además desarrolló el sistema inverso, que reúne agente y paciente al fi nal de la base verbal (Díaz-Fernández, 2006a). En algunos idiomas de la familia macro Arawak, el agente se marca con un prefi jo, pero en otras, como en las lenguas del grupo Pre-Andino (piro, mashko, asháninka, machiguenga, etc.), el agente se marca mediante sufi -jos y también prefi jos, aunque la elección entre prefi jos y sufi jos depen-de de funciones gramaticales, aspecto y prominencia del argumento (cfr. Aikhenvald, 1999: 89), etc. Por ejemplo:

Asháninka63 Mapuzungun

1ª sg. poka-a-na ‘yo regresé’ regresar-No fut.-1ª sg.

kïpa-n ‘yo vine’ venir-MR 1ª sg.

2ª sg. poka-i-mi ‘tú regresaste’regresar-No fut.-2ª sg.

kïpa-j-m-i ‘tú viniste’venir-MR-2ª-sg

3ª sg. poka-i ‘él regresó’regresar-No fut.-3ª sg.

kïpa-j ‘él vino’venir-MR 3

Cuadro 9.

Resulta llamativo que los sufi jos que indexan el agente sean muy similares, morfológicamente, a los del mapuzungun, es decir, la presencia de la nasal dentoalveolar para la 1ª persona, la nasal bilabial para la 2ª y la vocal anterior alta para la 3ª. d) Incorporación nominal: es un mecanismo para desfocalizar el objeto primario y se constituye en un fenómeno muy frecuente en el idioma ma-puche. Aikhenvald (1999: 95) afi rma que este proceso ocurre en lenguas como piro, asháninka y guajiro.

68 Payne 1984: 5, 14.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

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4.2.5. SintaxisEn la mayoría de las lenguas de esta familia el orden de los constituyen-tes de la oración “has discourse functions” y la frontalización, un fenómeno muy extendido entre estos idiomas (Aikhenvald, 1999: 98) y también en mapuzungun. En el sintagma nominal el núcleo queda precedido por de-mostrativos y numerales, mientras que los adjetivos se posponen en las lenguas de esta macro familia, pero en mapuzungun todos preceden al núcleo. Quizás el hecho de que haya dos posiciones en los modifi cadores del núcleo represente una innovación en las lenguas arawakas, mientras que el mapuzungun podría ser conservador.

Las construcciones de verbos seriales son frecuentes en algunas lenguas del río Negro, Colombia (Aikhenvald, 1999: 98), fenómeno que también ocurre en mapuzungun (Fernández Graray y Malvestitti, 2009). También la subordinación muestra coincidencia entre ambos grupos, pues se utilizan sufi jos verbales para este fi n.

4.2.6. Coincidencias léxicas Croese Mijesen (1999) presenta veinte juegos de cognados como pruebas de su hipótesis, los cuales no aparecen en la versión édita sino en el MS (1987). Las listas que presentan a continuación incluyen algunos de ellos y se indican con (C). Asimismo, se han incorporado otros cognados to-mados básicamente de Noble (1965), Payne (1991), Nimuendajú (1932), Dall’Igna Rodríguez (1986) y Key (1997), y todos se indican en las listas mediante (N), (P), (Ni), (D), (K), respectivamente. Por razones de espacio, solo se presentan listas de doce juegos, aunque he podido compilar un número mayor. Todos los lexemas citados están transcriptos con el IPA, a saber:

Relaciones genéticas del mapuzungun...

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boca mano rodilla hígadoMapuzungun wïn kuwï luku ke, panaProto Arawak *numa *khapï *khiru *uhbanaFam. TainoFam. Chamikuro awana(C) utixpa(N) ohpána(C)

Fam. Amuesha -noma(P) -ut(N) kjeljo:m(P) pupan(N)

-ohpa:n(C)

Familia

MAIPURE

Grupo

NORTE

Garífuna ĩúma(P) -habu(P) tïrï(P) u-bána(C)

Achagua -núma(P) -káahi(P) -júu(P)

Guajiro -ima(P)

taanïkï(K) -hapï(P) ta-sapain(K) pana(N)

apána:(C)

Lokkono uima(P) -khabo(P) ko(P) bana(P)

Arawak kabi(N) da-bana(N)

bana(C)

Piapoco -nùma(P) -kaapi(P) -uluì(P) ubana(C)

Warekena numa(N) kapi(N) toa-paini(N)

Hohódene numa(N) kapi(N) -ho:i(Ni)

Kuripako -noma(P) -kapi(P) opana(P)

Resígaro noomú(P) kaphí(P) -hodó(P) o-páanú(P)

Tariana numa(P) -kapi(P) -útsiu(P)

Yucuna numa(P) napi-ti(N) iíru(P) paná(C)

Gr.

Or.

Palikur bija(P) kehapi(N) -pani(P)

Waura -numa(P) -kapï(P) tjetu(K) ana(N

Gr.

B-Y69

Baniwa -numa(N) nu-kapi(K) hnuahi(K) nopane(N)

Yavitero numa(P) kahahi(K) sítu(P) hane(P)

Gr.Paresi-Sarav.

Paresis ekanátse(P) kahí(P) ekawli(P)

Cabishi numa(P) kaapi(1) utju(P) upana(P)

Wapishana dakhu(N) -khaï(P) khuduru(K) khïbaa(K)

Mandawaka numa(K) kahi(N) a:na(N)

Gr.

S.O.

Ashéninka paante(P)

waante(C) jere(P) -pana(P)

ira:-pana(C)

Machiguenga bagan-te(P)

waanti(C) gjere(P) irirapana/(N)

-pana-(P)

Piro nama(P) mjo(K) soxi(K) hopna(C)

upana(N)

Apurina -nama(P) piu(D) -pana(P)

Pre

Andino

Bauré -noki(K) -wo-(K) nitoekos(K) epeon(K)

Moxo paho(N) vou(1) taupono(N)

Tereno pa:ho(C) vou(D)

Trinitario -haka(K) -wupe(K) -pujusi(K) -topono(K)

Ignaciano haka(K) -wau(K) -puju(K) úpana(P)

Fam. MorikeFam. Arauá(na) axale(N) ikubuti(N)

Fam. Apolista atau(N)

Cuadro 10.

69 Grupo Baniwa-Yavitero.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

72

1) Los cognados de /wïn/ ‘boca’ tienen la bilabial /w/, como en chamiku-ro, ashéninka y machiguenga, mientras que en otras lenguas se observa la presencia de una bilabial pero de otros modos de articulación, a saber: /m/ como en las lenguas de las familias Maipure (grupos Norte, Orien-tal, Baniwa-Yavitero, Paresi-Saraveca) y Amuesha; y /p/, como en lenguas Maipure grupo Pre-andino. En pocos casos han evolucionado de una ma-nera divergente respecto de su proto forma. 2) La mayoría de los cognados de kuwï ‘mano’ mantienen la estructura bisilábica, donde la primer consonante es una oclusiva velar, mientras que en la segunda la bilabial se realiza diferente. Esta estructura del lexema se mantiene en la mayoría de los idiomas de la familia Maipure, mientras que en otros la oclusiva velar ha evolucionado en una fricativa velar /h/, como en garífuna y guajiro, y en otros casos se ha producido una metáte-sis, ya que la bilabial pasó a la primera sílaba y la segunda consonante se transformó en otra (//, /p/), como en el caso de las lenguas del grupo Pre-Andino.3) Los cognados de luku ‘rodilla’ son menos sistemáticos; se observan casos de metátesis como en amuesha, lokkono y paresis, pérdida de la pri-mera consonante como en piapoco. En otros casos parece haber ocurrido metátesis y luego aféresis. 4) Los cognados de pana ‘hígado’ son bastante regulares, mantienen casi toda la estructura bisilábica con las dos consonantes, oclusiva bilabial y la nasal; en pocos casos se observa aféresis o algún tipo de evolución fono-lógica.

Relaciones genéticas del mapuzungun...

73

bueno cielo lago caminoMapuzungun kïme wenu lafken rïpïProto Arawak *kheime *jenuh *kaïle *apïFam. TainoFam. Chamikuro onóh-ko(C) tin(N)

Fam. Amuesha eno(C) tun(N)

Familia

MAIPURE

Grupo

NORTE

Garífuna heme-(P) ĩu /(P) abu(P)

Achagua kalí[sa](P) áb[aa](P)

Guajiro heme-(P) aituu(K) opú(P)

Lokkono seme-(P) ajo-mïn(P) koli[sa](P) abo(P)

Arawak Piapoco tenu(P) kalì[sa](P) apu(P)

Warekena nõ(Ni)

HohódeneKuripako ma(P) jeno(P) kalii[ta](P)

Resígaro hamee(P)70 ts-eni(C) áp[u](P)

Tariana ma(P) kali[tsa](P)

Yucuna jenú(P) kari[sa](P)

Gr.

Or.

Palikur kabaj(C) inu-(P) ahina(P)

Waura eno-taku(C) apu(P)

Gr.B-Y

Baniwa no(Ni) barita(K) tenepu(N)

Yavitero enu(K) hu(P)

Gr.Paresi-Sarav.

Paresis éno-koa(C) [ha]kairi(P) áho-ti(P)

Cabishi kali[ta](P) apu(P)

tané(P)

Wapishana khaiman(C) aukhai(K) kheri[a](P) jïn(P)

MandawakaGr.

S.O.

Ashéninka kameétha(C) heno-ki(C) [in]kaare(P) awo-tsi(P)

Machiguenga kame(P) heno-kï(P) [in]gaare(P) abo-tsi(P)

Piro t-eno(C) hapo(P)

Apurina t-ano-tii(C) apo-rï(P)

Pre

Andino

Bauré ani-ye(C) aki(K) anó(P)

MoxoTereno wánu-ke(C) [u]kure(P) eene(P)

Trinitario komesa(C) anumo(C) koure(K)

Ignaciano anuma(K) [ka]kiure(P) atene(P)

Fam. MorikeFam. Arauá(na)Fam. Apolista tenio(N)

Cuadro 11.

70 ‘correcto’.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

74

1) Los cognados de kïme ‘bueno’ mantienen la nasal bilabial de la segunda sílaba, mientras que en la primera permanece la oclusiva, como en palikur, wapishana y ashéninka, y en otros evolucionó en una fricativa (/s/, /h/), como en las lenguas maipure del grupo norte. 2) En los cognados de wenu ‘cielo’ se mantiene la nasal de la segunda sílaba en casi todos los idiomas de esta macro familia, mientras que en la primera ocurre aféresis o mutación fonética.3) Con respecto a lafken ‘lago’, se ve claramente que ocurrió una metátesis en mapuzungun, respecto de una protoforma y que la lateral se mantuvo o evolucionó en una vibrante o fricativa en algunas de las lenguas. 4) Los cognados de ïpï ‘camino’ en la mayoría de las lenguas mantienen la oclusiva bilabial, en pocos casos evolucionó en otra diferente, mientras que en la primera sílaba ocurre mayor divergencia.

Relaciones genéticas del mapuzungun...

75

rojo negro piedra dormirMapuzungun kelï kïï kewpï umaProto Arawak *kïra *khuere *khiba *imakaFam. Taino siba(N)

Fam. Chamikuro kosé-wa(C) pi-máki(C)

-mak(P)

Fam. Amuesha kjelj-we(C) -ma(P)

Familia

MAIPURE

Grupo

NORTE

Garífuna urí(P) -muga(P)

Achagua kíia(P) íiba(P) -máa(P)

Guajiro hipá(P) -nkaa(P)

Lokkono kolhen71 khare-me-n(C) siba(P) nka-(P)

Arawak kore-n(C) iba(N)

Piapoco ki:reri(C) kúwlí-(C) íba(P) ma:ka(C)

Warekena kitati(Ni) kibhati(Ni) ipa(N) -maka-(Ni)

Hohódene iřaipai(Ni) itapai(Ni) hipada(N) -maka-(Ni)

Kuripako hiipa(P) -imaa(P)

Resígaro kedá-víí(C) -ímú(P)

Tariana hir(P) hipá(P) -maka-(P)

Yucuna kera-ni(C) ka(P) híipa(P)

Gr.Or.

Palikur tipa(P) hi-maka(C

imák(P)

Waura kïa-ga(C) ixula(C) tïpa(P) -ïmaka(P)

Gr.B-Y

Baniwa iralí(Ni) rrí(Ni) ipa(N) -ma-(Ni)

Yavitero sita(P) siha(P) -ima(P)

Gr.Paresi-Sarav.

Paresis kíja(P)

kije-re(C) tseha(P) ti-maga(C)

maka(P)

Cabishi kiira(P) kewere(P) ipa(P)

Wapishana wïa-(P) khïba(P)72 daawïn(K)

Mandawaka iha(D)

Gr.

S.O.

Ashéninka kiraa-ri(C) kisa:-ri(C) ma(C)

Machiguenga kjiraa-ri(C) -mag-(P)

Piro ksa-xi(C) sotlï(K) hi-maka(C)

Apurina kai(D) maka(C)

Pre

Andino

Bauré séro-(P) -imoko(P)

Moxo -moko(N)

Tereno haara-(P) h a : r a - ko (C)

hja(P)mongo-ti(C)

imóko(P)

Trinitario imko(K)

Ignaciano kiso-(C) mari-hai(K) imaka(P)

Fam. MorikeFam. Arauá(na) tsiba(N)

Fam. ApolistaCuadro 12.

71 Pet (1987: 317).72 ‘piedra de afi lar’.

Antonio E. Díaz-Fernández A.

76

1) En los cognados de kelï ‘rojo’ se observa que se mantiene la oclusiva velar en la mayoría de las lenguas y en pocas casos evolucionó en una fri-cativa, como en bauré y tereno, o bien ocurre aféresis, como en baniwa. Respecto de la segunda sílaba, la vibrante se mantiene en la mayoría de los idiomas o bien evolucionó en oclusiva, como en yavitero y warekena. 2) En los cognados de kuï ‘negro’ se observa que se mantiene la oclusiva velar en la mayoría de las lenguas y en pocas casos evolucionó en una fri-cativa, como en baniwa y tereno, o bien ocurre aféresis como en garífuna. La vibrante de la segunda sílaba se mantiene en la mayoría de las lenguas, pero en algunos casos evolucionó en diferentes consonantes.3) En cuanto a kewpï ‘piedra silícea’, se mantiene la oclusiva bilabial, sor-da en unos casos y sonora en otros, mientras que la primera consonante evolucionó diferente respecto de una protoforma, a la que le fueron fi el el wapishana y el mapuzungun. 4) En los cognados de uma- ‘dormir’ se mantiene la sílaba ma en la mayo-ría de las lenguas, pero en el resto del lexema se observa diferentes cam-bios evolutivos a partir de la protoforma.

4.3. Pruebas no lingüísticasAdemás de las pruebas lingüísticas para tratar de relacionar la lengua ma-puche con una macro familia lingüística de la Amazonía, la arqueología parece confi rmar, en primer lugar, una derivación cisandina del pueblo mapuche y, en segundo lugar, un origen amazónico de esta etnia, tal como lo sugieren algunos autores.

G. Mostny (1992), en coincidencia con otros autores, relaciona al pueblo mapuche con las etnias del noroeste argentino, conocidas a través de sus restos arqueológicos, a saber:

[…] parece que las primeras manifestaciones agroalfareras estaban en íntimo contacto con los acontecimientos de los Valles Transver-

Relaciones genéticas del mapuzungun...

77

sales como la cultura de El Molle y, a través de ella, con las culturas tempranas del noroeste argentino […] (Mostny, 1992: 149-150)

A su vez, estas culturas cisandinas tendrían una fi liación de origen amazónico, como la cultura Candelaria, que se desarrolló entre el año 100 a.C. y el 1000.

Otros autores explicitan que el pueblo mapuche tiene un origen amazónico, y comparan elementos culturales de esa región y de la etnia mapuche. Stewart (1974) señala algunos elementos —como la ruka ‘casa’ de paja— aún en uso en la región de la Araucanía y otros que posiblemen-te ya no tienen vigencia en el seno de la sociedad mapuche, como pruebas de esta relación:

[…] the Arauca nians had such Tropical Forest elements as thatched houses, mortars, digout canoes, urn burial […] The socio-political and religious pat-terns of all these tribes [Mapuche and related dialect groups], however were essentially of Tropical Forest types. (Stewart, 1974: 17)

Osvaldo Menghin (1962) afi rma que el pueblo mapuche original-mente era una rama de los pueblos amazónicos —sin especifi car de cuá-les—, evidentemente pensando desde un esquema de área cultural sin tener en cuenta lo lingüístico. De todos modos, debe haber elementos culturales comunes a diferentes familias etnolingüísticas de esa vasta re-gión y, en tal caso, a los grupos que constituyen esa macro familia. Así, este autor afi rma:

El carácter básicamente amazónico de la cultura araucana sugiere la idea que originalmente tal vez formaban un subgrupo de la raza amazónica […] desde el punto de vista arqueológico, existen muy signifi cativas relaciones entre los Arauca nos y los grandes pueblos amazónicos […]. (Menghin, 1962: 11-12)

Antonio E. Díaz-Fernández A.

78

Finalmente, Aldunate del Solar (1978) traza un origen amazónico para el pueblo mapuche y con las culturas agroalfareras del Noroeste ar-gentino como un estadio intermedio, a saber:

[…] la cultura mapuche debe ser entendida como una derivación de las primitivas manifes taciones agroalfa reras del centro-sur de Chile, cuyo centro de difusión estuvo en el denomi nado Norte Chico y cuyo origen más remoto hay que rastrear en el noroeste argentino y las tierras amazónicas orientales. (Aldunate del Solar, 1978: 9)

Estas afi rmaciones desde otra disciplina no deben ser ignoradas y, en todo caso, habrá que profundizarlas como una prueba más para esta hipótesis.

5. Conclusiones A esta altura ya no se puede sostener que el mapuzungun sea una lengua aislada. Todas las hipótesis anteriores, excepto una —que intentó empa-rentar genéticamente al mapuzungun—, evidenciaron sus fallas, como se ha discutido más arriba. De todas las propuestas, la más convincente es la de Croese Mijesen, que fue formulada en 1987, pero posteriormente no fue profundizada y ni siquiera bien editada. El análisis de esta hipótesis frente a nuevos datos permite ver que su autor estaba bien orientado, pero dejó el trabajo truncado.

Los cognados encontrados entre el mapuzungun y las lenguas de esta macro familia presentan una correspondencia asombrosa, práctica-mente se puede observar que las estructuras fónicas (considerando la evo-lución propia de cada lengua) se mantienen en dos sílabas contiguas, lo que demuestra un origen común, a diferencia de las otras hipótesis que pretendían una relación genética basada en la presencia de una consonan-

Relaciones genéticas del mapuzungun...

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te en común, real o supuesta. Asimismo, hay que tener en cuenta que las correspondencias son sistemáticas y no al azar, porque no se dan entre el mapuzungun y una lengua, sino entre aquella y varias. En algunos casos, un signifi cado presenta dos series cognadas porque evolucionaron de dos bases diferentes, como en ‘boca’ y ‘camino’ (véanse cuadros 10 y 11) que, tal vez, originalmente hayan implicado connotaciones semánticas diferentes.

La presencia de correspondencias tan regulares y sistemáticas en un vocabulario común demuestra la credibilidad de esta hipótesis. Lenguas que comparten un mismo territorio, o por lo menos existen en espacios físicos muy próximos, presentan un vocabulario común debido a las trans-ferencias continuas, como ocurre entre el quechua y el aymara. Pero cuan-do esa similitud ocurre con lenguas que no están en contacto espacial, o por lo menos desde hace más de mil años, sería muy difícil pensar en transferencias. Esa similitud se explica a partir de una relación genética, como en el caso que se considera en este trabajo.

Además de las similitudes léxicas entre ambos grupos, las corres-pondencias gramaticales, que se observan en diferentes morfemas que determinan las bases verbales y sustantivas, el parecido en los inventarios fonológicos y la tipología lingüística como idiomas polisintéticos, etc. se constituyen en pruebas contundentes para sostener esta hipótesis.

Asimismo, las pruebas no lingüísticas que aportan la arqueología y la etnografía, al mostrar rasgos amazónidos en los elementos cultura-les mapuches, como lo afi rman Stewart (1974 [1947]), Aldunate del Solar (1978), Mostny (1992), entre otros, ayudan a sostener esta hipótesis, que pensamos seguir profundizando a partir de una tarea analítica más porme-norizada y extensiva.

Queda pendiente una cuestión importante: la ubicación del mapu-zungun dentro de esta macro familia: como ya lo sostenía Croese Mijesen (1999: 386): “La ubicación exacta del mapudungun y los idiomas de la

Antonio E. Díaz-Fernández A.

80

familia arawak, si pertenece a esta familia, tendría que esperar una clasi-fi cación defi nitiva de las lenguas ya reconocidas, como arawak”. Green-berg (1987) y Ruhlen (1991) no incluyeron al mapuzungun con las lenguas arawakas sino en su stock ANDES junto a otras lenguas de Patagonia y a otras muy distantes, como las de la familia chibcha y las lenguas urarina, záparo, quechua, aymara, etc., con las que no parece presentar afi nidades, a diferencia de las lenguas de la familia macro Arawak, del stock ECUATO-RIAL-TUCANO (véase §4.1.), con las que las semejanzas son notables.

Debido a que las formas mapuches presentan mayor corresponden-cia con las proto formas maipure, lo cual permite ver cómo evolucionaron las otras lenguas o familias, proponemos que el idioma mapuche debe constituirse en otra familia componente de la macro familia Arawak, y no dentro de la familia Maipure, a saber:1. AMUESHA

2. TAINO

3. CHAMICURO

4. MAIPURE

5. MORIKE

6. ARAWAN

7. APOLISTA

8. MAPUCHE

Finalmente, habría que hacer cálculos lexicoestadísticos para pensar en el tiempo de separación de ambos grupos a partir de un tronco en común y explorar más detalladamente la morfología de las lengas involu-cradas, lo que será motivo de un futuro estudio.

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