PLAN DE RESTAURACIÓN LOMA DE SANTA MARÍA Y ...

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i PLAN DE RESTAURACIÓN LOMA DE SANTA MARÍA Y DEPRESIONES ALEDAÑAS, MPIO. DE MORELIA ABRIL DE 2010

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PLAN DE RESTAURACIÓN LOMA DE SANTA MARÍA Y DEPRESIONES

ALEDAÑAS, MPIO. DE MORELIA

ABRIL DE 2010

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ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………............... 1

1. Justificación y Propuesta Conceptual………………………………………………. 5

1.1 Descripción del Zona de Restauración y Protección Ambiental “Loma de Santa

María y Depresiones Aledañas” ………...……………………………...………………… 5

1.1.1 Antecedentes históricos………………………………………………...……………. 5

Breve historia de ocupación del territorio…………………………........................ 5

Historia de protección de la zona…………………...………………………………. 6

1.1.2 Ubicación geográfica y linderos……………………..……...…………..…………… 8

Localización y extensión…………………………………………………………….. 8

1.1.3 Descripción del área……………..……………………...……………………….…… 9

Orografía………………………………...………………………………………...…… 9

Geología……………………………………………………………………………….. 9

Sistema de Fallas y Fracturas de la Cuenca del Río Chiquito………………….. 14

Suelos……………………………………………………………………….………… 15

Hidrografía………………………………………………………………..…………… 18

Clima……………………………………………………………………………...…… 19

Vegetación……………………………………………......………………………….. 21

1.1.4 Factores de disturbio y amenazas a la integridad del ecosistema……………….. 35

1.2 Necesidades de restauración ecológica de la Zona de Restauración y

Protección Ambiental “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”……………… 37

1.2.1 Justificación de la restauración………………...…………………..………………. 38

1.2.2 Funciones y atributos ecosistémicos que se pretende recuperar o mejorar…… 38

1.2.3 Beneficios económicos………………………….…………………….………………. 42

1.2.4 Beneficios culturales……………....…….. 43

1.3 Descripción de los tipos de ecosistemas o elementos de los mismos a restaurar

en la ZRPA LSM…………………………………………………………….……………….. 43

1.3.1 Descripción general de los objetivos de la restauración dependiendo del tipo de

ecosistema …………………………………..…………………………………………..…… 47

1.3.2 Elementos de la topografía que deben ser intervenidos…………….……...…….. 48

iii

1.3.3 Factores de disturbio que deben de ser controlados y/o manejados…..………. 48

1.3.4 Elementos específicos de la vegetación que deben ser considerados………..... 49

1.3.5 Restricciones del paisaje y propuestas de manejo relacionadas con las mismas 51

1.3.6 Necesidades especiales de equipo, fuentes de germoplasma y permisos……. 52

1.3.7 Cronograma general del proyecto………………..……………...…………………. 54

1.3.8 Manejo post-restauración y medidas de protección………………………………. 57

2. Actividades previas a la implementación del Plan de Restauración…………… 57

2.1 Del o los responsables de la implementación………………………………………… 57

2.2 Obligatoriedad de debida documentación……………………………………………. 58

2.3 Descripción de objetivos……………………………………………………………….. 58

2.4 De los permisos…………………………………………………………………………. 58

2.5 Participación comunitaria…………………………………………………..…………… 59

3. Planeación de medidas de implementación……………………………………….. 59

3.1 Descripción de los tipos de intervención………………….………………………….. 59

3.2 Presentación de estándares de desempeño y protocolos de monitoreo…………. 68

4. Implementación………………………………………….……………………………… 70

4.1 Señalización de las áreas intervenidas……………………….……………………… 70

4.2 Protección de las áreas intervenidas…………….…………………………………… 70

4.3 Manejo post-intervención……………………………………………………………… 71

4.4 Manejo adaptable de la implementación………………………….…………………. 73

5 Evaluación y relaciones públicas……………………………….…………………… 73

5.1 Monitoreo……………………………………………………………………………….. 73

5.2 De la difusión de los resultados……………………………………………….……… 74

Literatura citada…………………………………………………………………………… 75

ANEXO 1. CARTOGRÁFICO……………………………………………………………… 83

ANEXO 2. FOTOGRÁFICO……………………………………….………………………. 87

ANEXO 3. LISTADO FLORÍSTICO……………………………..……………………….. 96

iv

ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

Figura No.1. Carta geológica de la Zona de Morelia. …………………………………… 13

Figura No. 2. Fracción de la Carta Geológica Morelia E14A23, Escala 1:50,000…… 14

Figura No. 3. Fracción de la Carta Edafológica Morelia E14A23, Escala 1:50,000…. 17

Figura No. 4. Perfiles de suelo descritos en el área de estudio……………………….. 18

Figura No. 5. Metodología para los transectos Gentry…………………………………. 22

Figura No. 6. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María.

Plantación de Eucalipto……………………………………………………………………. 31

Figura No. 7. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María.

Matorral Subtropical……………………………………………………..…………………. 32

Figura No. 8. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María.

Encinares con Vegetación secundaria………………………………………….………… 33

Figura No. 9. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María.

Encinares…………………………………………………………………………………….. 34

Figura No.10. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Bosque de

encino………………………………………………………………………………………… 66

Figura No.11. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en la Vegetación

exótica………………………………………………………………………………………... 67

Figura No.12. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Matorral

subtropical……………………………………………………………………………………. 67

Figura No.13. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Bosque de

galería…………............................................................................................................ 68

Tabla No. 1. Datos climatológicos registrados en 3 estaciones meteorológicas…… 20

Tabla No. 2. Vientos dominantes periodo mayo – octubre……………………………... 21

Tabla No. 3. Vientos dominantes noviembre – abril…………………………………….. 21

Tabla No. 4. Estructura representativa de los tipos de vegetación……...……………. 29

Tabla No. 5. Especies arbóreas presentes en el estrato inferior………………………. 30

Tabla No. 6. Interceptación anual en diferentes tipos de vegetación forestal………. 39

v

Tabla No. 7. Interceptación en diferentes tipos de vegetación y condiciones………. 40

Tabla No. 8. Calendarización de actividades del proyecto………….………………….. 55

Tabla No. 9. Calendarización de actividades durante el primer año………………….. 56

Tabla No. 10. Obras recomendadas en zonas de flujo concentrado y cárcavas......... 62

Tabla No 11. Obras para aplicar en zonas de flujo laminar………………………….… 62

1

INTRODUCCIÓN

La Zona de Restauración y Protección Ambiental “Loma de Santa María y Depresiones

Aledañas” (ZRPA LSM) fue declarada en 31 de diciembre del 2009. En la actualidad la zona

cuenta con remanentes de diversos tipos de vegetación que han sufrido el impacto de las

actividades humanas y del crecimiento de la zona urbana de la Ciudad de Morelia. Por lo

anterior, y para preservan el valor ecológico, cultural y estético de la zona es que se elaboró

el presente Plan de Restauración, de acuerdo a lo establecido en la Ley Ambiental y de

Protección del Patrimonio Natural del Estado de Michoacán.

El presente Plan de Restauración fue elaborado con base a los lineamientos establecidos por

la Sociedad para la Restauración Ecológica Internacional (Society for Ecological Restoration

International Science & Policy Working Group. 2004), que define a la restauración ecológica

como: “el proceso de ayudar a la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado,

dañado o destruido.” Cabe aclarar que esta definición difiere de las definiciones que se

propusieron hace varias décadas que consideraban a la restauración ecológica como el

proceso mediante el cual se recuperaba el ecosistema original. Ya han pasado varias

décadas desde que se reconoce que la pretensión de recuperar “ecosistemas originales” es

poco realista por tres razones principales:

a) Carencia de información histórica que impide que se cuente con una descripción detallada

del ecosistema antes del deterioro.

b) Falta de ecosistemas de referencia, que ocurre cuando el daño ambiental ha sido tan

extenso a nivel del paisaje o cuando se han destruido ecosistemas raros de tal forma que ya

no se cuenta con una muestra del ecosistema natural.

c) Cambios radicales en las condiciones ambientales. Puede ocurrir que los cambios a nivel

local y/o regional han sido de tal magnitud que las condiciones abióticas en el presente no

corresponden con las de ningún ecosistema natural de la región (Hobbs et al. 2006).

En el caso de la Loma de Santa María del municipio de Morelia, los tres problemas antes

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mencionados, se han dado en diferente magnitud. Por un lado, aunque se cuenta con una

serie de estudios en la zona, estos trabajos no representan una descripción del desarrollo

histórico de los factores de disturbio en el área, y al que presentar el estado de diferentes

grupos taxonómicos los estudios disponibles no son una descripción de las comunidades

ecológicas detallado al momento en que fueron realizados.

En la Loma de Santa María, los remanentes de vegetación y los trabajos antes mencionados

permiten hacer una propuesta general de tipos de vegetación en el pasado y potencial para

la zona. A la escala de la cuenca del lago de Cuitzeo, en donde se encuentra enclavada la

Loma de Santa María, aun se cuenta con ecosistemas en buen estado de conservación que

representan los tipos principales de vegetación del sitio que nos ocupa: bosque de encino,

matorral subtropical y bosque de galería que en términos generales permiten contar con una

referencia para la restauración de la Loma. Sin embargo, el hecho de que la Loma se

encuentra prácticamente rodeada por la mancha urbana de la ciudad de Morelia, hace que

sea susceptible a cambios en el ambiente abiótico que crean, con mayor o menor intensidad,

condiciones atípicas para el establecimiento y desarrollo de la vegetación.

Un problema serio al que se enfrenta la restauración ecológica en zonas urbanas es la isla

urbana de calor (Gómez et al. 1998, Jenerette et al. 2007), que se genera debido a las

grandes extensiones de superficies obscuras que prevalecen en la ciudades (Zhao et al.

2006), que alteran los patrones de temperatura (Pigeon et al. 2007). Este efecto que fue

propuesto originalmente por Manley (1958) ha sido cuantificado en diversas ciudades (Oke

1973, Arnfield 2003, Stone 2007). La isla urbana de calor de la ciudad de Morelia ha creado

desplazamientos en las condiciones climáticas para la vegetación en el ANP Cerro del

Punhuato (Valle-Díaz et al. 2009), en donde una de las especies más características del

matorral subtropical, el pochote (Ceiba aesculifolia) se puede establecer a través de

reforestación a más de 150 metros por arriba del límite altitudinal de la especie. Cabe

destacar que el Cerro del Punhuato es prácticamente adyacente al extremo este de la Loma

de Santa María.

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El hecho de que la Loma de Santa María este formado por una serie de remanentes de

distintos tipos de vegetación dentro de una zona urbana, la hace susceptible a factores

internos y externos que afectan adversamente a la vegetación y a la fauna silvestre, y que

deben ser considerados para su manejo pero en particular para la restauración de las zonas

dentro de la Loma que requieren de este tipo de intervención (Palmer et al. 1997).

La restauración ecológica en zonas urbanas se enfrenta a barreras y retos que no se

encuentran en sitios en donde el paisaje se encuentra en mejor estado de conservación,

hace 10 años Lindig-Cisneros y Zedler (2000) analizaron tres casos de restauración

ecológica en zonas urbanas y detectaron varias limitantes para la restauración en este

contexto. Por un lado las condiciones abióticas pueden estar severamente alteradas,

incluyendo el clima, como ya mencionó, pero también las relacionadas con el suelo y el

régimen hidrológico. Por otro lado, las condiciones bióticas, que pueden ser alteradas por el

tamaño de las zonas naturales y por la presencia de especies exóticas e invasivas.

En el caso de la Loma de Santa María las condiciones a las que se enfrenta la vegetación

remanente son estresantes principalmente debido a la vecindad con la ciudad de Morelia.

Por un lado, debido a que la conectividad de la Loma es limitada (tanto entre remanentes

dentro del área como con otras áreas cercanas aun dominadas por vegetación natural), es

posible que muchas especies vegetales no puedan colonizar las zonas degradadas de

manera natural porque sus diásporas (semillas u otras estructuras reproductivas) no pueden

llegar. A esto se suma el hecho de la presencia de animales y plantas, exóticos o domésticos,

que pueden evitar el establecimiento y permanencia de especies nativas.

En la mayoría de las zonas urbanas este problema se ve acentuado por la gran cantidad de

especies exóticas que se plantan en los jardines y por la alta densidad de perros y gatos, en

la Loma de Santa María se da el problema adicional de que persiste el sobrepastoreo

principalmente por ganado vacuno.

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Los retos de la conservación y restauración de ecosistemas en zonas urbanas son de tal

magnitud que tan recientemente como septiembre del 2008, Ecological Restoration, la revista

más antigua en la disciplina, dedicó una sección especial a la restauración ecológica urbana.

En este número de Ecological Restoration se reconocen y enumeran en la introducción a la

sección especial las siguientes limitaciones en zonas urbanas (Ingram 2008):

a) Aislamiento de las zonas para restauración por la mancha urbana

b) El impacto negativo de la escorrentía acrecentada por una mayor superficie impermeable

en las zonas urbanas y de las aguas contaminadas.

c) Mayores concentraciones de nutrientes, metales pesados y otras sustancias químicas

dañinas para las comunidades naturales.

d) Alteraciones del suelo y sus procesos.

d) Cambios en el clima, en particular aumentos en la temperatura.

En el caso de la Loma de Santa María un problema adicional es el tamaño y fragmentación

de las comunidades naturales que se encuentran dentro del área. Se ha establecido que el

efecto de la fragmentación es importante para la biodiversidad de los bosques y otros

procesos ecológicos. A lo anterior hay que agregar el efecto de borde, que son los efectos

negativos en el remanente debido a la discontinuidad que causan los tipos de vegetación

adyacentes, en contextos rurales generalmente pastizales, u otros tipos de cobertura, como

la mancha urbana. El efecto de borde se manifiesta de diversas maneras, desde cambios en

el microclima cerca de la interfaz entre el remanente de bosque y los tipos de cobertura

circundantes, hasta alteraciones en las interacciones bióticas como la herbivoría y la

depredación. Aunque no ha sido cuantificado para la Loma de Santa María, es posible que

los efectos de borde sean considerables y que para algunos de los manchones de

vegetación mejor conservados el efecto los afecte en su totalidad debido a la forma elongada

de la zona siguiendo la dirección general este-oeste y su poca anchura.

En consecuencia de lo anterior, el presente Plan de Restauración y Protección Ambiental

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propone, en términos generales, el manejo para la conservación a través de la restauración

de los elementos característicos de los tipos de vegetación actualmente representados en la

Loma de Santa María: bosque de encino, matorral subtropical y bosques de galería, para

incrementar su cobertura en las áreas en donde por las condiciones actuales su

establecimiento sea más probable, para reducir la presión sobre los manchones naturales e

incrementar la conectividad de los elementos naturales de la vegetación dentro de la Loma y

en la medida de lo posible con zonas dominadas por vegetación natural fuera de ésta.

1. Justificación y Propuesta Conceptual

1.1 Descripción del Área de Restauración Loma de Santa María

1.1.1 Antecedentes históricos

Historia de ocupación del territorio

La ocupación del territorio en el área data de tiempos prehispánicos. Distintos hallazgos

arqueológicos muestran que en la región se asentaron los Matlatzincas, grupo étnico a

quienes los purépechas llamaron Pirindas, que significa “los de en medio”. Se ha señalado

que los purépechas les dieron este territorio a los matlatzincas como recompensa por

haberlos ayudado a defender el señorío de Tzintzuntzan contra la agresión de los Tecos.

En el siglo VII de nuestra era, se desarrollaron asentamientos humanos en el valle de

Guayangareo, vinculados con la cultura teotihuacana, esto se sabe debido a los vestigios

que se han encontrado, entre los que destacan estructuras con presencia de talud y tablero,

piedra tallada y figurillas de cerámica, la mayor parte encontrados en la Loma de Santa María

y en las cercanías de la presa de Cointzio.

El antropólogo Efraín Cárdenas, investigador del Colegio de Michoacán, considera que la

Loma de Santa María es de gran importancia cultural, durante 1977 y 1978 se llevaron a

6

cabo exploraciones arqueológicas en las que se encontraron diversos monumentos, que

sugieren que los primeros pobladores se asentaron desde hace 2000 años en la parte baja

de la Loma, se encontraron vestigios de asentamientos como una plaza, canales de riego,

calzada empedrada, restos de escaleras, 43 enterramientos humanos acompañados de

ofrendadas y perros, alfarería, trabajos en concha de mar y con piedras como la turquesa,

cerámicas únicas en la región de la cuenca de Cuitzeo de 1500 años de antigüedad, con

elementos locales combinados con influencia de la región de Teotihuacán, con motivos

zoomorfos. Sin embargo, gran parte de estos restos no se conservaron debido a la poca

importancia recibida por parte de académicos e investigadores que en su momento

permitieron que se perdieran.

La expansión de los asentamientos en la parte alta de la Loma de Santa María empezó hace

apenas 30 años en las inmediaciones de los antiguos asentamientos de Santa María de

Guido y El Durazno, y más recientemente en los alrededores de Jesús del Monte, San José

de Las Torres, y San Miguel del Monte. Lo anterior se relaciona directamente con el

crecimiento de la ciudad de Morelia, misma que en años recientes ha alcanzado tasas

elevadas.

Historia de protección del área

Por su importancia ambiental e hidrológica, el área ha sido sujeta a distintos decretos para su

protección por los tres niveles de gobierno: a nivel federal la primer declaratoria como zona

protectora forestal data de 1936, emitida por el General Lázaro Cárdenas; a nivel estatal

cuenta con una declaratoria como zona de preservación ecológica emitida en 1984 por

Cuauhtémoc Cárdenas y otra declaratoria emitida en 1993 por Ausencio Chávez, ambos en

su calidad de Gobernadores en turno. A nivel municipal, en los distintos programas de

desarrollo urbano de la ciudad de Morelia desde 1984 la consideran como una zona de

preservación y reserva ecológica urbana.

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El decreto estatal de 1993 como Zona Sujeta a Preservación Ecológica (ZSPE), es un

instrumento que reconoce la importancia ambiental, hidrológica y geológica de la Loma de

Santa María y el área de los filtros viejos (depresiones aledañas). Además señala la

necesidad de proteger los recursos naturales (agua-bosque-suelos), conservar la

biodiversidad (especies endémicas, amenazadas o en extinción), preservar los monumentos

históricos (vestigios del acueducto y obras hidráulicas), restaurar las áreas deterioradas

ambientalmente y reducir los riesgos geológicos. Bajo esta categoría, para el área se

elaboraron dos Programas de Manejo; el primero elaborado en 1993 por SEDUE y el

segundo del 2004 por el M. C. Xavier Madrigal Sánchez, profesor investigador de la UMSNH.

En el marco del Ordenamiento Ecológico Territorial Regional vigente de la cuenca del Lago

de Cuitzeo, se establece que la zona es de uso forestal con política de conservación,

mientras que el Plan de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Morelia, vigente

desde 2004, define esta parte como parque urbano y zona de preservación ecológica de la

cuenca del río Chiquito.

El último decreto que define el área como Zona de Restauración y Protección Ambiental de la

Loma de Santa María y Depresiones Aledañas, publicado el 31 de diciembre de 2009, en el

Periódico Oficial del Gobierno Constitucional de Michoacán de Ocampo, se llevó a cabo

debido a que el esquema de conservación planteado en 1993, fue rebasado por el acelerado

crecimiento urbano a través de asentamientos irregulares y por el propio deterioro originado

por diferentes factores de degradación de origen humano como incendios, plagas y

sobrepastoreo.

En dicho decreto se hace referencia a que el Artículo 82 de la Ley Ambiental y de Protección

del Patrimonio Natural del Estado de Michoacán de Ocampo establece que: “En aquellas

áreas del territorio del Estado en las que se presenten procesos acelerados de deterioro

ambiental que impliquen niveles de degradación o desertificación, de afectación irreversible

de los ecosistemas o de sus elementos, o bien, sean de interés especial por sus

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características en términos de recarga de acuíferos, la Secretaría de Urbanismo y Medio

Ambiente propondrá al Titular del Poder Ejecutivo del Estado o promoverá ante la Federación

según corresponda, la expedición de la declaratoria de Zona de Restauración o de

Protección Ambiental, según se trate”. Con dicho decreto el Área se redujo de 232.8 a 170.5

hectáreas.

Régimen de propiedad

La propiedad de la tierra en esta área es principalmente ejidal, existiendo además la

propiedad privada y algunos predios propiedad del Gobierno del Estado.

Los ejidos que integran el área son: Santa María y Jesús del Monte.

1.1.2. Ubicación geográfica y linderos

Localización y extensión

El Estado de Michoacán de Ocampo, se sitúa hacia la porción Centro-Oeste de la República

Mexicana, entre las coordenadas 20°23’27’’ y 17°53’50’’ de Latitud Norte y los 100°03’32’’ y

103°44’49’’ de Longitud Oeste. Colinda al norte con los Estados de Jalisco y Guanajuato; al

Noreste con el Estado de Querétaro; al este con los Estados de México y Guerrero; al Oeste

con el Estado de Colima, Jalisco y el Océano Pacífico. El municipio de Morelia, en tanto, se

localiza hacia la parte Centro-Norte del Estado, entre las coordenadas 19º42’ de Latitud

Norte y 101º11’ de Longitud Oeste. Limitando al Norte con los municipios de Tarímbaro,

Copándaro, Chucándiro; al Noroeste con Coeneo y Huaniqueo; al Este con el municipio de

Charo; al Oeste con Quiroga y Lagunillas, al Suroeste con Huiramba y Acuitzio y al Sur con

el municipio de Madero.

Particularmente la Zona de Restauración y Protección Ambiental “Loma de Santa María y

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Depresiones Aledañas” (ZRPA LSM) se ubica al sur de la Ciudad de Morelia en las

coordenadas al centroide del polígono 19° 40’ 10" de latitud Norte y 101° 10' 52" de longitud

Oeste. La superficie total es de 165.8 ha.

Colinda al norte con el fraccionamiento “Club Campestre”, al oeste y suroeste con el Ejido

Santa María y la Universidad Vasco de Quiroga, al Sur y Sureste con propiedades privadas,

al Oriente con el cerro de "La Coronilla Chica". El área forma parte importante de la

microcuenca del Río Chiquito de Morelia, correspondiente a la porción más accidentada y de

menor altitud dentro de la misma

1.1.3 Descripción del área

Orografía

Por ser una zona derivada de procesos de origen volcánico, la topografía que se

observa es muy accidentada, donde la porción sur pertenece a la ladera de los cerros "Pico

Azul", "El Venado" y "La Máscara" con elevación aproximada de 2,500 msnm. Hacia el norte,

la altitud disminuye hasta 1920 msnm en el fraccionamiento "El Campestre"; de esta manera,

la pendiente que se presenta en general llega a 15%, pero en algunas partes, como en los

escarpes generados por la falla de la Loma de Santa María, la pendiente llega hasta el

130%.

Geología

La Cuenca Hidrográfica del Río Chiquito, se encuentra ubicada en la zona Centro-Norte del

Estado de Michoacán, al Sureste de la ciudad de Morelia en el municipio del mismo nombre.

Esta área se localiza dentro y formando parte de la Provincia Fisiográfica denominada

Cinturón Volcánico Mexicano. De acuerdo con Israde-Alcántara y Garduño-Monroy (2004),

esta provincia geológica configura un cinturón donde se ha alojado el vulcanismo más

reciente de México generado hace 12 millones de años por la subducción de la Placa de

Cocos

10

De acuerdo con Maioli et al. 2004, el área de la Loma de Santa María, se localiza dentro del

marco geológico de la región central del Cinturón Volcánico Mexicano, la cual está

constituida por numerosos aparatos volcánicos jóvenes (menores de un millón de años) que

se caracterizan por mostrar aún una estructura completa del cono cinerítico. Los conos

cineríticos pueden ser de tipo monogenético o bien en escudo.

De acuerdo con Israde-Alcántara y Garduño-Monroy (2004), la litología correspondientes a la

ubicación del área pueden ser descritas en tres grandes unidades: un basamento de

productos andesiticos, ignimbríticos y basalticos sucesivos que fueron emitidos entre 32 y 8

millones de años, conformando las denominada de la Sierra de Mil Cumbres, sobre los

cuales descansa un paquete de andesitas y flujos piroclásticos de composición riolítica

denominados “cantera de Morelia”, y sobre estos los depósitos cuaternarios lacustres y

fluviolacustres.

1).- La secuencia volcánica con rocas predominantemente andesíticas, perteneciente a la

serie superior de la Sierra de Mil Cumbres. Es una secuencia constituida por una alternancia

de lavas andesíticas de color verde, brechas volcánicas y flujos de lava e andesíticas-

basálticas de color gris oscuro. Todas estas sub-unidades presentan un intenso

fracturamiento y/o evidencias de actividad hidrotermal relacionada al depósito de cuarzo,

calcita y en ocasiones de calcedonia u otras variedades de sílice. Se considera que esta

secuencia andesítica pudo estar relacionada a una actividad de tipo estromboliana y en base

a algunos fechamientos realizados hasta ahora se asignan edades entre 14 y 17 millones de

años (Mioceno superior; Pasquarè, et al 1991 en Maioli, et al. 2004). Su espesor en la zona

de la Cuenca del Río Chiquito no se conoce con presición, sin embargo en la zona de Tzitzio

se han logrado observar hasta 500 m de secuencia.

La distribución de las secuencias andesíticas a lo largo de la Sierra y en particular en la zona

de estudio, donde se ha observado que infrayacen una brecha co-ignimbritica o flujos

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piroclásticos (Cantera de Morelia), indican que podrían constituir el basamento relativo de

algunos sistemas caldéricos como el Sistema de Atécuaro y La Escalera (Garduño, et al in

prensa, en Maioli, et al. 2004).

2).- La secuencia de ignimbritas de la Piedra de Cantera de Morelia está caracterizada por

una serie de depósitos piroclásticos más o menos soldados que se encuentran distribuidos

en la porción septentrional de la Cuenca del Río Chiquito. En esta área se presentan con un

espesor notable y se apoya directamente sobre la serie de andesitas de Mil Cumbres. En

general su color y su resistencia son variables, en particular la que se encuentra en el área

es más suave con una cierta porosidad y por lo tanto es un material fácilmente erosionable.

La edad de las ignimbritas de Morelia es considerada alrededor de 14 millones de años

(Mioceno superior; Pasquarè, et al 1991 en Maioli et al., 2004).

a) Una co-ignimbrita de color gris claro, bien soldada con bloques angulosos de andesita

verde, embebidos en una matriz de posible material juvenil con estructura de una arena

volcánica. Los bloques de andesitas tienen mayor diámetro hacia la zona suroeste de la

Cuenca del Río Chiquito. En la matriz se distinguen piedras pómez de aspecto vítreo.

b) Sobre los depósitos de co-ignimbritas se encuentran una serie de flujos piroclásticos de

diferentes colores, de composición riolítica. En la cañada del Río Chiquito se observó una

serie de flujos piroclásticos de color blanco, con pómez grandes que toman diferentes

coloraciones rosadas cuando están alteradas. El espesor de este flujo es de

aproximadamente 50 m.

c) Sobre el anterior flujo piroclástico descansa un nivel de flujos mejor soldados de color

rosa, donde los fiammes por alteración toman coloraciones oscuras. Este nivel aflora en

forma más extensa hacia el sector occidental de la Cuenca del Río Chiquito. Los autores

señalan que este flujo por su dureza, controla en gran parte la morfología de las mesas de la

zona de estudio.

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En la base del cerro El Gigante y sobre los depósitos de ignimbritas y de las lavas

andesíticas se observan una serie de depósitos de tipo clástico conocidos en la región como

“tepetates”. Se trata en algunos casos de paleosuelos endurecidos, formados probablemente

por el efecto de un paleoclima más seco del actual; sin embargo, en otros casos se observan

diferentes niveles de flujos piroclásticos, los cuales al ser erosionados, transportados y

redepositados forman secuencias de flujos de lodo, flujos de detritos, etc.

3).- Los depósitos superficiales cuaternarios están representados sobre todo por depósitos

aluviales recientes, depósitos detrítico-coluviales de laderas intercalados con depósitos del

mismo tipo pero más antiguos. Estos depósitos pueden ser de tres tipos: a) sedimentos

derivados del desmantelamiento de las rocas volcánicos principalmente andesíticas e

ignimbríticas; b) bloques de rocas volcánicas de varios litotipos y relacionados al

deslizamiento de masas; y, c) sedimentos formados principalmente de material arenoso y

limoso muy alterado con cantos angulosos, genéticamente relacionados a intensos

escurrimientos superficiales con un fuerte elemento de gravedad que mantienen una gran

fuerza erosiva y que producen una morfología de tipo cárcavas o canales de erosión.

Conforme a la Carta Geológica Morelia E14A23, Escala 1:50,000 las unidades geológicas

presentes en el polígono del área corresponden a toba riolítica (Tr), andesita – brecha

volcánica andesítica (A-Bva) y materiales aluviales hacia la porción norte (Figura No. 2).

13

Figura No.1. Carta geológica de la Zona de Morelia. Tomada de Israde-Alcántara y Garduño-Monroy

(2004).

b)

14

Figura No. 2. Fracción de la Carta Geológica Morelia E14A23, Escala 1:50,000, donde se muestra la zona de trabajo cubierta por Toba riolítica (Tr), Andesita–Brecha volcánica andesítica (A-Bva) y materiales aluviales (al). Sistema de Fallas y Fracturas de la Cuenca del Río Chiquito

Una falla geológica es una línea de fractura a lo largo de la cual una sección de la corteza

terrestre se ha desplazado con respecto a otra (Garduño Monroy y Arreygue, 1999). De

acuerdo con su geometría y su génesis las fallas de la Ciudad de Morelia pueden ser

agrupadas en dos: las fallas geológicas que se han reactivado por la actividad humana y las

fallas que pueden ser clasificadas como sísmicamente activas, las cuales también podrían

15

estar asociadas a hundimientos o bien por su morfología a inestabilidad de taludes (Garduño-

Monroy y Arreygue, 1999). Entre las primeras se cuenta la falla de la Central Camionera, la

de la colonia Chapultepec y la de Torremolinos; la segunda clase está representada por la

falla de La Colina y la de La Paloma.

Por su ubicación, la falla asociada al presente proyecto, es la de La Paloma, misma que

conforme lo señalan Garduño Monroy y Arreygue (1999), se localiza entre la Loma de Santa

María y la depresión de Morelia, donde existe un desnivel de más de 100 m debido

precisamente a la falla de dirección E-W, misma que forma parte del “Sistema activo de fallas

Morelia–Acambay”, responsable de varios sismos que han afectado principalmente los

estados de México y Michoacán.

Suelos

Los estudios necesarios para la implementación de un plan de restauración de ecosistemas

requieren considerar de manera integral el contexto ambiental en el que se desarrollan. Uno

de los componentes clave dentro de este mosaico ambiental es el suelo, debido a que sus

características físicas y químicas limitan en gran medida el desarrollo, crecimiento y

establecimiento de la vegetación, tanto natural como antropizada. Por lo tanto, las

propiedades del suelo determinan gran medida el tipo de especies a establecer y el tipo de

obras construir.

Conforme a la Carta Edafológica Morelia E14A23, escala 1:50,000 (INEGI, 1979), en el área

de estudio se presentan los siguientes tipos de suelo: Luvisol crómico como primario y

Cambisol dístrico como secundario con clase textural fina (Lc+Bd/3); Ranker como primario y

Litosol como secundario con clase textural media (U+I/2) en la mayor parte del área; Feozem

háplico como primario y Vertisol pélico como secundario con clase textural media (Hh+Vp/2)

y Luvisol crómico como primario y Luvisol vertico como secundario con clase textural fina.

Estas dos últimas unidades ocupan una superficie mínima en la porción norte del área,

correspondiente también a la de menor altitud y pendiente.

16

Luvisol.- Suelo bien representado en el área, se caracteriza por su color rojizo o amarillento,

este suelo se usa con fines agrícolas y es de rendimientos moderados, aunque en cultivos

frutales de zonas tropicales y templadas su rendimiento es alto. Dentro de la zona se

distribuye en la porción sur, correspondiente también a la de mayor altitud. Se desarrolla

principalmente sobre ignimbritas. En las inmediaciones del área, así como en el resto de la

cueca del Río Chiquito soporta una vegetación heterogénea aunque con una ligera tendencia

hacia los bosques de pino y de pino-encino, mientras que dentro de ella está cubierto por

pastizales de origen secundario, en zonas de anterior uso agrícola.

La subunidad de este suelo presente en el área es el Luvisol ortico mezclado con cambisol

dístrico (Lo+Bd/3), presenta color rojo o amarillento en el subsuelo y es de fertilidad

moderada. De acuerdo con INEGI (1990), los suelos de tipo Luvisol son altamente erodables

por lo fino de su textura, sin embargo, según lo reportado por Ortega (1996) el riesgo de

erosión para estos tipos de suelo en el área es moderado, menor que el de los del tipo

Andosol, debido a que se encuentra en pendientes moderadas y altitudes menores.

Ranker.- Este tipo de suelo se caracteriza por ser poco profundo (0 a 25 cm.), presenta una

capa superficial oscura y rica en humus, pero ácida e infértil. Su principal uso es el forestal,

su susceptibilidad a la erosión es alta cuando sufren desmonte, ya que generalmente se

encuentra asociado con laderas. Es el suelo predominante en el área y se desarrolla sobre

ignimbritas de composición riolítica asociado a laderas de pendientes fuertes. La baja

fertilidad de este suelo limita el desarrollo de una vegetación exuberante y el uso para

propósitos agrícolas.

La descripción de perfiles en campo y el sondeo de puntos de apoyo confirman la poca

profundidad del suelo en el área, con valores que oscilan entre 6 y 125 cm, aunque en

algunos casos se encuentra ausente, presentándose afloramientos rocosos, como

consecuencia de la erosión severa. La textura es predominantemente arenosa, aunque en

determinadas circunstancias se presentan cuerpos arcillosos dispuestos en forma de

intrusiones discontinuas ubicadas generalmente entre el suelo y el material lítico subyacente,

aunque en ocasiones llega a conformar verdaderas capas de espesor considerable. La

17

disposición de esta capa sugiere que su formación es consecuencia de la acumulación en

microespacios donde la permeabilidad de la roca subyacente es insuficiente para permitir su

traslocación hacia capas más profundas. Sin embargo, su presencia podría afectar

positivamente el crecimiento de la vegetación por su mayor capacidad de retención de

humedad e intercambio de nutrientes.

Figura No. 3. Imagen de una fracción de la Carta Edafológica Morelia E14A23, Escala 1:50,000 donde se aprecia la zona del proyecto ocupada por las unidades edafológicas correspondientes a suelos del tipo de los, Ranker, Feozem háplico, Cambisoles, Litosoles y Vertisoles.

18

Figura No. 4. Perfiles de suelo descritos en el área de estudio.

Hidrografía

La Loma de Santa María pertenece a la Región Hidrológica No. 12 Lerma-Chapala-Santiago

y forma parte del escurrimiento que drena hacia la cuenca endorréica de Cuitzeo, a través

del Río Chiquito, que en su porción distal noroeste se une al Río Grande de Morelia.

La hidrología de la “Loma de Santa María”, está ligada en especial a la de la cuenca del Río

Chiquito, por encontrarse en su parte más baja. El régimen hídrico de la cuenca es de

primera importancia, por su trascendencia tanto en la alimentación de agua de uso doméstico

de la ciudad de Morelia, como por la preservación de niveles freáticos en un subsuelo de

arcilla. La curva masa de aportaciones hídricas, obtenida con base en la precipitación y

evapotranspiración, asciende a un promedio de 2,309, 320.00 m3 anuales.

19

Esta zona se encuentra cubierta por una capa vegetal que sugiere gran importancia

hidrológica, ya que su cobertura permite un escurrimiento lento del agua de lluvia y genera

una infiltración que contribuye a la recarga de acuíferos. Sin embargo, en ciertas áreas se

observa durante la época de lluvias, escurrimiento subsuperficial que aflora en la zona de

contacto lítico-edáfico y ocurre generalmente en aquellos sitios donde el suelo es de espesor

reducido o incluso ausente, como consecuencia de la perdida de capas superiores por

erosión, con una cubierta vegetal frecuentemente dominada por especies exóticas

(eucaliptos).

Clima

De acuerdo con la clasificación de Köppen modificada por García (Carta Estatal de Climas,

INEGI, 1985) el área presenta un clima templado subhúmedo con lluvias en verano, la

precipitación promedio anual varía de unos 750 a unos 1,100 mm, se presenta una época

seca de noviembre a abril y la de mayor precipitación de mayo a octubre. La precipitación

invernal es menor del 5 %, intermedio en cuanto a humedad.

Con base en los registros de las 3 estaciones meteorológicas más cercanas al área (Tabla 1),

el clima de la zona de acuerdo con el sistema de Köppen, es del tipo Cwbg, que corresponde

a templado lluvioso con lluvias en verano, templado y con un régimen de temperatura tipo

Ganges.

La temperatura media anual, se encuentra entre 15.7 y 17.7ºC, la del mes más caliente varía

de 19.1 a 20.9º y la del mes más frío de 13 a 14.5ºC.

Las heladas ocurren durante los meses secos y en las estaciones mencionadas se registran

en promedio de 6 a 30 días por año. Las heladas ocurren en los meses de noviembre a

febrero con frecuencia de 1 a 9 eventos por año para ese periodo y más de 9 en los meses

de diciembre y enero (INEGI 1998). La incidencia de granizadas es en promedio de 3 a 4

días por año.

20

Tabla No. 1. Datos climatológicos registrados en 3 estaciones meteorológicas.

ESTACIÓN METEOROLÓGICA

ALTITUD (msnm)

AÑOS DE OBSERVACIÓN

TEMPERATURA MEDIA ANUAL

PRECIPITACIÓN MEDIA ANUAL

CLIMA

Morelia 1,950 50 (1940-1990)

17.7OC

768.4 mm

Cwbg

Jesús del Monte 2,050 49 (1941-1990)

16.9OC

783.2 mm

Cwbg

San Miguel del Monte 2,150 15

(1967-1982)

15.7OC

1,096.5 mm

Cwbg

Maioli et al. 2004, efectuaron una compilación de datos de las estaciones meteorológicas que

tienen una cierta influencia para el área, mismas que están ubicadas en la 21ª Zona Militar,

en Jesús del Monte, en San Miguel del Monte y en Morelia en inmediaciones del Tecnológico.

Con la información obtenida, estos autores calcularon las precipitaciones totales anuales, en

las que se pudo observar la variación de las lluvias en el curso de los años. En la estación

cercana al Tecnológico de Morelia se observa que los años más secos fueron 1969 y 1970,

donde se registraron lluvias con precipitaciones de 507.0 mm y 446.1 mm respectivamente.

Las lluvias máximas se registraron en los años 1925 con 1,053.8 mm y 1976 con 1,053.0

mm. En la estación de la Zona Militar los años más secos fueron 1984 con 331.9 mm y 1985

con 314.0 mm y el año más lluvioso fue 1980 con 1,151.0 mm. En la estación de Jesús del

Monte se registraron dos años de sequía 1949 y 1957, con 399.5 mm y 401.8 mm de

precipitación total respectivamente, en cambio, el año más lluvioso fue 1992 con 1,517.6 mm.

Finalmente, en la estación de San Miguel del Monte se tuvo un mínimo en el año 1979 con

570.3 mm y un máximo en el año 1967 con 2,000.5 mm.

El periodo más lluvioso se tiene en los meses de junio a septiembre y el periodo menos

lluvioso de octubre a mayo, con precipitaciones promedio de 756.87 mm y 1,152.79 mm para

Morelia y San Miguel del Monte, respectivamente, este ultimo localizado en la parte alta de la

cuenca.

21

Los vientos dominantes superficiales en la ciudad de Morelia, en el periodo mayo-octubre

son los siguientes:

Tabla No. 2. Vientos dominantes periodo mayo – octubre.

DIRECCIÓN FRECUENCIA

Este 25 %

Sureste 25 %

Sur 10 %

Suroeste 15 %

Así mismo, para el periodo noviembre – abril, se presenta la siguiente dominancia:

Tabla No. 3. Vientos dominantes noviembre – abril.

DIRECCIÓN FRECUENCIA Este 25 % Sureste 15 % Sur 10 % Suroeste 17.5 %

Vegetación

Trabajo de campo. Muestreo de la vegetación mediante Transectos de Gentry

Esta metodología se utiliza para determinar la riqueza de especies de plantas leñosas y

suministra información de la estructura de la vegetación. Fue propuesta por A. Gentry (1982)

y ha sido ampliamente utilizada en el Neotrópico, lo que permite realizar buenas

comparaciones. Este método consiste en censar, en un área de 0.1 ha, todas los individuos

cuyo tallo tenga un diámetro a la altura del pecho (DAP medido a 1.3 m desde la superficie

del suelo) mayor o igual a 5 cm.

22

Figura No. 5. Metodología para los transectos Gentry.

Se realizan transectos de 50 x 2 m los cuales se pueden distribuir al azar u ordenadamente,

deben estar distanciados uno del otro máximo por 20 m, no se pueden interceptar y en lo

posible se deben concentrar en un solo tipo de hábitat o unidad de paisaje. Cada transecto

de 50 x 2 m se traza con una cuerda, y con una regla de 1 m se establece la distancia a cada

lado de la cuerda. Se censan todos los individuos con DAP mayor o igual a 5 cm que se

encuentren dentro del área de muestreo, se colectan muestras de herbario para su

identificación, se mide su DAP, se estima su altura, se registra su hábito de crecimiento y

todas las características que permitan reconocerlos posteriormente (si es posible se

identifican en campo).

Análisis de datos

Para estimar los valores de los parámetros descriptivos del estrato arbóreo fue necesario

determinar los valores de densidad, densidad relativa, dominancia, dominancia relativa,

frecuencia, frecuencia relativa y valor de importancia (Barbour et al. 1987 y Cox 1978). Los

parámetros mencionados se definen como sigue:

Densidad: número de individuos por unidad de área muestreada.

23

Densidad relativa: densidad de una especie como parte del porcentaje total del número de

individuos muestreados por unidad de área.

Dominancia: medida de la densidad relativa al porcentaje de terreno cubierto por una planta

ya sea en función del área basal o de la cobertura de la copa.

Dominancia relativa: cobertura de una especie en particular como parte del porcentaje total

de cobertura del sitio.

Frecuencia: número de muestras en las que se encuentra una especie dada.

Frecuencia relativa: es la frecuencia de una especie referida a la frecuencia total de todas las

especies.

Valor de Importancia (IVI): se refiere a la contribución relativa de una especie con respecto a

la comunidad total; se expresa como la suma de los valores relativos de densidad,

dominancia y frecuencia de una especie determinada. Proporciona información de la

influencia de dicha especie dentro de la comunidad vegetal arbórea del sitio, la cual varía

entre 0 y 3. Es muy importante tener claro que la importancia que refleja este valor es desde

el punto de visto ecológico y no tiene absolutamente nada que ver con importancia

económica o para la conservación.

RESULTADOS Se realizaron 26 transectos de Gentry en toda la ZRPA LSM. Doce fueron realizados en

encinares con elementos de vegetación exótica, 2 en fragmentos de vegetación exótica con

algunos encinos presentes, 4 en fragmentos de vegetación exótica en masas puras, 4 en

vegetación secundaria, 2 en matorral subtropical y 2 en bosque de galería. Siendo estos los

tipos de asociaciones vegetales que se pueden distinguir en la ZRPA LSM.

La vegetación de la ZRPA LSM muestra una alta complejidad; por un lado es común observar

mezclas de especies nativas e introducidas en prácticamente todo el polígono, también

existen zonas con una elevada presencia y dominancia de especies arbóreas introducidas

mediante reforestaciones en décadas pasadas (eucaliptos, cedro blanco y algunas

24

casuarinas), sin embargo también se conservan fragmentos con especies nativas relevantes

por presentar distribución geográfica restringida como el otate (Otatea acuminata), por ser

carismáticas o inclusive porque algunas están bajo alguna categoría de riesgo en la NOM-

059-SEMARNAT-2001 como el sirimo, el nogalillo y el colorín (Tilia mexicana, Cedrela

dugesii y Erythrina corralloides respectivamente)

De acuerdo a la información recabada durante los recorridos de campo en la ZRPA LSM se

registraron las siguientes tipos de vegetación o unidades ambientales;

• VEGETACIÓN EXÓTICA; es representada por plantaciones de especies arbóreas

como eucalipto (Eucaliptus camaldulensis, E. globulus), pino (Pinus greggii) casuarina

(Casuarina equisetifolia) álamo (Populus tremuloides), pirul (Schinus molle) y cedro

blanco (Cupressus lindleyi). Las casuarinas y los álamos están restringidos a las

inmediaciones del Bosque Lázaro Cárdenas, mientras que el resto de las especies

pueden ser observadas en varias zonas de la ZRPA LSM (especialmente eucaliptos y

cedro blanco). Varias especies de compuestas y leguminosas son comunes en los

estratos inferiores (Verbesina sp., Stevia sp., Acacia sp., Eysenhardtia sp.) y la

regeneración natural de especies arbóreas nativas es casi nula.

De los resultados del muestreo de dicha comunidad se desprende que E.

camaldulensis es la especie más dominante e importante pero dichas plantaciones

presentan bajas densidades, que el estrato inferior está dominado por arbustos de

leguminosas y que se registraron leves indicios de regeneración del encinar en el

estrato inferior (Tablas 4 y 5, Figuras 6 y 8).

• MATORRAL SUBTROPICAL; De acuerdo a Rzedowski (1987) es una comunidad

vegetal de amplia distribución en el Bajío mexicano y según dicho autor se establece

como una comunidad sucesional posterior a la destrucción del bosque tropical

25

caducifolio que existía en dicha región y que para 1987 estaba reducido a menos del

1% de su extensión original. En la ZRPA LSM aparece desde las partes más bajas del

polígono en el acceso a la “cañada de los filtros viejos” (1940 msnm

aproximadamente) y se muestra como la comunidad vegetal dominante en amplias

superficies del polígono, sobre todo en laderas con exposición sur o en casi cualquier

zona notoriamente degradada y con altitudes menores a los 2100 msnm. Las especies

más comunes se presentan como arboles de tamaño reducido (2-5 metros) y

corresponden a Eysenhardtia polystachya, Acacia pennatula, Opuntia sp., y son

abundantes especies de gramíneas y compuestas en los estratos inferiores. También

se pueden observar algunos individuos arbóreos menos relacionados con la

perturbación como Bursera cuneata (copal), Bursera fagaroides (papelillo), Condalia

velutina (granjeno), Ehretia latifolia (capulín blanco), Casimiroa edulis (zapote blanco),

Erythrina corraloides (colorín) y Cedrela dugesii (nogalillo), estas dos últimas

registradas en la NOM 059-SEMARNAT-2001 en las categorías amenazada y sujeta a protección especial, respectivamente.

Esta comunidad vegetal se caracterizó por la importancia del palo dulce (Eysenhardtia

polystachya) ya que es la especie más abundante en el arbolado adulto (Tablas 4 y 5)

y también en la regeneración del sotobosque lo que evidencia el alto nivel de

perturbación que presenta esta comunidad, ya que E. polystachya es una especie

característica de sitios abiertos en bosques transicionales y puede ser útil como

nodriza para incrementar el establecimiento natural o inducido de algunas especies

nativas (Vazquez-Yanes et al. 1999; Encino Ruiz 2010).

• BOSQUE DE ENCINO; es un género muy común y abundante en la ZRPA LSM y en

muchos de estos sitios tendría que ser la vegetación original junto con algunos pinos

(especialmente P. lawsonii). Dentro de la ZRPA LSM se ubica en toda la ladera con

exposición norte que se puede observar desde la avenida Camelinas aunque se

26

encuentra mezclado con eucaliptos y una cantidad considerable de individuos de

cedro blanco en diferentes proporciones, siendo en algunos fragmentos más

dominante el encino y en otros las especies exóticas. Solo en la parte sur del polígono

se observaron algunos fragmentos de encinar sin especies exóticas intercaladas. Las

especies de encino más comunes y dominantes son Quercus castanea y Quercus

obtusata, aunque también se registró durante los recorridos a Q, crassifolia, Q.

glaucoides, Q. desertícola, Q. magnoliifolia, Q. crassipes y Q. scitophylla.

Del muestreo en dicha comunidad vegetal se desprende que las especies exóticas

establecidas mediante reforestaciones casi siempre representan del 20 al 50% de la

densidad total de árboles en encinares y en solo un transecto de Gentry (de un total

de 11 transectos realizados en esta unidad ambiental) no se registró presencia de

especies exóticas. La regeneración natural del bosque de encino aparenta realizarse

sin mucha dificultad ya que los individuos juveniles del bosque de encino obtuvieron

valores de entre 0 a 60%, siendo debajo de los fragmentos más densos de cedro

blanco donde menos regeneración de encino se registró (Tablas 4 y 5, figuras 8 y 9).

Aparentemente el reclutamiento de dichos juveniles a arbolado adulto es el que se ve

fuertemente afectado probablemente por incendios y el pastoreo.

En los fragmentos de encino sin especies exóticas fue donde se registró mayor

riqueza de especies arbóreas en los transectos, siendo parte importante de la

comunidad especies como capulín y madroño (Prunus serótina y Arbutus xalapensis,

respectivamente).

• VEGETACIÓN SECUNDARIA Y PASTIZAL INDUCIDO; Se presenta en áreas abiertas

con cobertura arbórea escasa o nula y en las cuales se pudieron observar problemas

de erosión severos. Los arbustos de Acacia pennatula, Eysenhardtia polystachya,

varias especies de Opuntia, condalia velutina y crotón adspersus son la cobertura más

27

común en sitios abiertos junto con los pastos anuales Rhynchelytrum repens,

Paspalum nutatum Sporolobus indicus, Aristida schiedeana, Axonoponus arsenei,

Bouteloa curtipendula y Eleusine multiflora.

• BOSQUE DE GALERÍA. Con el nombre de “Bosques de galería” se conocen las

agrupaciones arbóreas que se desarrollan a lo largo de corrientes de agua más o

menos permanentes (Rzedowski 1978). Dichos bosques juegan un papel importante

en el reciclaje de nutrientes ya que retienen parte del nitrógeno y fosforo transportados

por la escorrentía desde las zonas de cultivo a los cuerpos de agua. Además la

creación de corredores vegetales a lo largo de los ríos es uno de los medios que

permiten restaurar la calidad de las aguas superficiales (Granados-Sánchez et al.

2006). Las zonas de vegetación de galería proveen un refugio decisivo para la

mayoría de los mamíferos no voladores y también son áreas importantes como sitios

de reposo para especies migratorias independientemente del tamaño y grado de

aislamiento o conectividad en relación con otros fragmentos del bosque.

En la ZRPA LSM se encuentra presente a lo largo de la “Cañada de los filtros viejos” y

se caracteriza por ser una comunidad vegetal distribuida en una angosta franja con

árboles de hasta 12 metros de altura. Las especies arbóreas más comunes son Salix

bonplandiana (sauce), Salix aeruginosa (sauce), Alnus acuminata (aile), Fraxinus

uhdei (fresno). También es posible observar pero de manera aislada y poco frecuente

a Tilia mexicana (sirimo), Phoebe arsenei (la primera enlistada en la NOM-059-

SEMARNAT-2001 bajo la categoría de en peligro de extinción).

Durante el muestreo se registró a Alnus acuminata y Salix bonplandiana como las

especies que dominan en proporciones similares de densidad y área basal la

estructura arbórea del bosque de galería (Tablas 4 y 5). Aparentemente Alnus

acuminata presenta mayor regeneración que Salix bonplandiana y resultaría

28

necesario determinar el significado de este cambio en la estructura de la comunidad

pues podría indicar cambios en las variables fisicoquímicas del medio.

• OTATAL; en las inmediaciones de la cañada de los filtros viejos, específicamente en

los ecotonos de encinar con elementos de bosque tropical caducifolio se presenta una

comunidad vegetal de baja altura (2 a 3 metros) donde la especie dominante es

Otatea acuminata conocido localmente como bambú u otate.

29

Tabla No. 4. Estructura representativa de los tipos de vegetación.

ESPECIE NUMERO DE INDIVIDUOS

DENSIDAD ABSOLUTA

(ind/ha)

DENSIDADRELATIVA

DOMINANCIA ABSOLUTA

(cm2/ha)

DOMINANCIA RELATIVA

FRECUENCIA RELATIVA IVI

Estructura representativa de la unidad ambiental plantaciones de eucalipto Acacia penatula 1 100 0.20 415.5 0.07 0.2 0.47 Eucalyptus globulus 1 100 0.20 7.1 0.00 0.2 0.40 Eucalyptus camaldulensis 3 300 0.60 5414.5 0.93 0.6 2.13

TOTAL 5 500 1.00 5837.1 1.00 1 3.00 Estructura representativa de la unidad ambiental Matorral Subtropical Bursera cuneata 1 100 0.09 176.7 0.09 0.11 0.29 Bursera fagaroides 2 200 0.18 255.3 0.13 0.22 0.53 Eysenhardtia polystachya 7 700 0.64 1522.9 0.77 0.56 1.97 Quercus obtusata 1 100 0.09 12.6 0.01 0.11 0.21 TOTAL 11 1100 1.00 1967.4 1.00 1.00 3.00 Estructura representativa de la unidad ambiental encinares con vegetación introducida Cupresus lindleyi 4 400 0.44 800.3 0.09 0.38 0.91 Quercus castanea 3 300 0.33 3180.9 0.36 0.38 1.07 Quercus obtusata 2 200 0.22 4790.9 0.55 0.25 1.02 TOTAL 9 900 1.00 8772.1 1.00 1.00 3.00 Estructura representativa de la unidad ambiental Bosque de galería Alnus acuminata 5 500 0.45 9545.7 0.48 0.45 1.39 Salix aeruginosa 1 100 0.09 314.2 0.02 0.09 0.20 Salix bonplandiana 5 500 0.45 9873.2 0.50 0.45 1.41

TOTAL 11 1100 1.00 19733.1 1.00 1.00 3.00 Estructura representativa de la unidad ambiental Bosque de encino Prunus serótina 1 100 0.11 7.07 0.00 0.11 0.22

Arbutus xalapensis 2 200 0.22 1259.78 0.26 0.22 0.71 Pinus lawsonii 1 100 0.11 176.70 0.04 0.11 0.26 Quercus castanea 1 100 0.11 615.75 0.13 0.11 0.35 Quercus obtusata 4 400 0.44 2709.62 0.57 0.44 1.46

TOTAL 9 900 1.00 4768.92 1.00 1.00 3.00

30

Tabla No. 5. Especies arbóreas presentes en el estrato inferior.

ESPECIE NÚMERO DE INDIVIDUOS

DENSIDAD ABSOLUTA (ind/ha) DENSIDAD RELATIVA

Especies arbóreas presentes en el estrato inferior de las plantaciones de eucalipto Acacia angustissima 1 100 0.09 Acacia farnesiana 3 300 0.27 Eucalyptus globulus 1 100 0.09 Eysenhardtia polystachya 2 200 0.18 Solanaceae 1 100 0.09 Quercus deserticola 3 300 0.27 TOTAL 11 1100 1.00 Especies arbóreas presentes en el estrato inferior del Matorral subtropical Bursera cuneata 1 100 0.13 Bursera fagaroides 1 100 0.13 Cedrela dugesii 1 100 0.13 Eysenhardtia polystachya 4 400 0.50 Forestiera phillyreoides 1 100 0.13 TOTAL 8 800 1.00 Especies arbóreas presentes en el estrato inferior de bosque de encino con vegetación introducida Cupresus lindleyi 1 100 0.5 Fraxinus sp 1 100 0.5 TOTAL 200 1 Especies arbóreas presentes en el estrato inferior del Bosque de galería Alnus acuminata 5 500 1.00 TOTAL 500 Especies arbóreas presentes en el estrato inferior del Bosque de encino Prunus serótina 2 200 0.12 Forestiera phillyreoides 5 500 0.29 Arbutus xalapensis 2 200 0.12 Phoebe arsenei 1 100 0.06 Quercus castanea 3 300 0.18 Quercus deserticola 1 100 0.06 Quercus magnoliifolia 1 100 0.06 Quercus obtusata 2 200 0.12 TOTAL 17 1700 1.00

31

ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN ARBÓREA EN LA ZRPA LOMA DE SANTAMARIA .Plantaciones de Eucalipto

Eucalyptus camaldulensisAcacia pennatulaEucalyptus globulus

Diagrama en planta (vista aérea)

20 m.

2m.

10 m. 30 m. 40 m. 50 m.0 m.

25 m

.

Diagrama en perfil (vista lateral)

E. c

A. p.

E. g

E. cE. c

Figura No. 6. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María. Plantación de Eucalipto.

32

ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN ARBÓREA EN LA ZRPA LOMA DE SANTAMARIA .Matorral Subtropical

Quercus obtusataEysenhardtia polystachyaBursera cuneataBursera fagaroides

Diagrama en planta (vista aérea)

20 m.

2m.

10 m. 30 m. 40 m. 50 m.0 m.

25 m

.

Diagrama en perfil (vista lateral)

Q. o.

E. p.

B. f.

E. p.

E. p.

B. c.

B. f.

Figura No. 7. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María. Matorral Subtropical.

33

ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN ARBÓREA EN LA ZRPA LOMA DE SANTAMARIA .Encinares con vegetación introducida

Cupressus lindleyiQuercus obtusataQuercus castanea

Diagrama en planta (vista aérea)

20 m.

2m.

10 m. 30 m. 40 m. 50 m.0 m.

25 m

.

Diagrama en perfil (vista lateral)

Q. c.

Q. c.

C. l.

C. l. C. l.

C. l.

Q.  c.Q.  o.

Q.  o.

Figura No. 8. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María. Encinares con Vegetación secundaria.

34

ESTRUCTURA DE LA VEGETACIÓN ARBÓREA EN LA ZRPA LOMA DE SANTAMARIA .Encinares

Arbutus xalapensisQuercus obtusataPinus lawsoniiPrunus serotinaQuercus castanea

Diagrama en planta (vista aérea)

20 m.

2m.

10 m. 30 m. 40 m. 50 m.0 m.

25 m

.

Diagrama en perfil (vista lateral)

Q. o.

A. x.

A. x.

P. s.

Q. o.

P. l.

Q.  c.

Q.  o.

Q.  o.

Figura No. 9. Estructura de la vegetación arbórea en la ZRPA Loma de Santa María. Encinares.

35

1.1.4 Factores de disturbio y amenazas a la integridad del ecosistema

En algunos tipos de bosques y bajo ciertas circunstancias la estrategia de mínima

intervención ha resultado exitosa para su restauración. Esta estrategia incluye prácticas de

manejo tales como el control de incendios accidentales y la exclusión de ganado de las áreas

protegidas. Estas prácticas han sido muy exitosas en los bosques de podocarpáceas en

Nueva Zelanda, en donde ha permitido la regeneración natural de la vegetación (Wilson

1994).

Una de las principales fuerzas que ayudan a la transformación de los ecosistemas terrestres

es la conversión de la cobertura del terreno. La expansión de la ciudad de Morelia coincide

con dos momentos de cambio; el cambio de un entorno de haciendas y ranchos por otro

predominantemente ejidal (hecho que sucedió con el reparto agrario en la década de los

30’s) y la urbanización de zonas ejidales registrada a partir de los 60’s. La urbanización en

tierra ejidal en la ciudad de Morelia se inicia en 1964 con la expropiación de ejidos en la parte

sur de la ciudad; Jesús del Monte, Santa María de Guido y San José del Cerrito

Por lo anterior, la Loma de Santa María ha sido una zona que a pesar de la vulnerabilidad

que presenta por la presencia de fallas geológicas ha sufrido paulatinamente el embate de la

urbanización progresiva, siendo este uno de los riesgos más importantes a controlar para

preservar la integridad de la zona. Sin embargo la expedición de decretos como área natural

protegida en 1993 y posteriormente como zona de restauración y protección ambiental

(2009) debería controlar las amenazas a la integridad del área provenientes del crecimiento

urbano.

Además del crecimiento urbano, se pueden enlistar otras amenazas a la integridad de la

ZRPA LSM; uno de dichos factores es la prevalencia del pastoreo pues dentro de la ZRPA

LSM, sobre la cañada de los filtros viejos, existe un hato de aproximadamente 35 vacas y

becerros los cuales pastan libremente con el consecuente efecto negativo en la

36

compactación del suelo, incremento en la erosión por la existencia de múltiples pasos y

veredas que el ganado usa y continúa degradando, daños en la regeneración del bosque por

el pisoteo y ramoneo de plántulas, juveniles y adultos (Steinfeld et al. 2009).

Otro factor de disturbio en el área es la ocurrencia de incendios forestales, los cuales afectan

directamente la cobertura vegetal e impiden o disminuyen el proceso de regeneración de los

bosques de la Loma de Santa María. Especialmente en la ZRPA LSM, ha sido frecuente la

ocurrencia de incendios debido a la cada vez más prolongada y severa sequía que se

presenta en gran parte de nuestro país con el consiguiente incremento en la disponibilidad de

combustible para dichos incendios. Por lo tanto se hace indispensable ejecutar en la ZRPA

LSM acciones preventivas contra incendios (creación y mantenimiento de guardarayas,

inspección y vigilancia en la zona y extracción de arbolado muerto).

La introducción gradual de especies exóticas, entre las que destacan jacarandas y laurel de

la india, que se ha ido realizando en la cañada de los filtros viejos es un factor que debe

controlarse, pues aunque dicha actividad ha sido llevada a cabo con la intención de mejorar

la imagen del lugar, claramente contraviene las disposiciones acerca de la introducción de

especies no nativas en las áreas naturales protegidas del estado de Michoacán (Ley

Ambiental y de Protección del Patrimonio Natural del estado de Michoacán de Ocampo,

2007), categoría que antes poseía la Loma de Santa María.

Por otra parte, con el incremento de la urbanización en la parte alta de la Loma de Santa

María, y la existencia de campos de cultivo a lo largo de los arroyos tributarios, se puede

provocar un deterioro en la calidad del agua que circula por el Río Chiquito. Los bosques de

galería que se ubican sobre los arroyos de la cuenca alta del Río Chiquito juegan un papel

importante en el reciclaje de nutrientes ya que retienen parte del nitrógeno y fosforo

transportados por la escorrentía desde las zonas de cultivo a los cuerpos de agua. Se hace

necesario por lo tanto evaluar a detalle la calidad del agua tanto en aspectos químicos,

físicos y biológicos.

37

1.2 Necesidades de restauración ecológica del Área de Restauración Loma de Santa María

El trabajo de campo realizado para el presente plan de restauración permite identificar las

necesidades de restauración ecológica para la ZRPA Loma de Santa María. Estas acciones

deben de permitir la persistencia de los elementos nativos de la flora, que son sustento para

la fauna, a la vez que garantizar los procesos que permitan la adaptación de la misma a los

cambios que se esperan como consecuencia del crecimiento de la mancha urbana y del

cambio climático. Las necesidades se pueden agrupar de la siguiente manera:

a) Control de los factores de disturbio antrópico: incendios, pastoreo, y otras actividades

recreativas e zonas sensibles

b) Control de la erosión y pérdida del suelo

c) Control y reemplazo gradual de las especies exóticas

d) Restablecimiento de una cobertura vegetal con especies nativas en las zonas dominadas

por pastos

e) Enriquecimiento del dosel vegetal con especies nativas en donde la cobertura es baja y

por lo tanto está en riesgo la integridad del suelo

f) Monitoreo de las poblaciones de especies enlistadas en la norma y, en su caso,

enriquecimiento de las poblaciones para garantizar tamaños viables de población

El control de los factores de disturbio es un paso indispensable para evitar un mayor

deterioro del área y a la vez crear las condiciones para la implementación de las demás

medidas. Este control, sumado a las medidas necesarias para reducir la erosión y la pérdida

de suelo, establecen las condiciones para iniciar el restablecimiento de la vegetación y las

demás medias tendientes a conservarla en donde se encuentra en buen estado. En diversas

áreas de la ZRPA Loma de Santa María, es necesaria la reintroducción activa de individuos

de las diversas especies nativas que se encuentran en el área. En la medida de lo posible,

los individuos que se introduzcan deben de derivarse de semillas o partes (por ejemplo

estacas) de individuos dentro de la zona. Las especies enlistadas en la norma requieren de

38

monitoreo especial para su persistencia en la zona, es posible que algunas de estas

especies se encuentren representadas por un número de individuos debajo del tamaño viable

de población, en cuyo caso incrementar los tamaños poblacionales sería una medida urgente

de restauración.

1.2.1 Justificación de la restauración

La ZRPA Loma de Santa María representa un mosaico con manchones de vegetación en

diversos estados de conservación que van desde áreas bien conservadas, considerando el

ambiente urbano en el que se encuentra inmersa la zona, hasta áreas que muestras niveles

de deterioro considerable y que representan una amenaza potencial para las mejor

conservadas. Desde el punto de vista ecosistémico, la Loma de Santa María representa una

serie de remanentes de vegetación más o menos aislados por áreas dominadas por

vegetación exótica. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo esfuerzos de restauración

ecológica para garantizar la persistencia de la vegetación nativa a largo plazo, incrementar la

conectividad de los remanentes de vegetación restaurando las áreas degradadas, eliminar

los factores de disturbio que evitan que se dé una regeneración natural de la vegetación

nativa y crear las condiciones para evitar la pérdida de funciones ecosistémicas que la zona

proporciona a la Ciudad de Morelia.

1.2.2 Funciones y atributos ecosistémicos que se pretende recuperar o mejorar

La función hidrológica

Durante el ciclo hidrológico el agua de lluvia es interceptada por diferentes elementos en su

paso hacia los acuíferos subterráneos o hacia los océanos. En cada uno de estos

elementos el agua puede ser retenida a diferentes tiempos o desplazarse en el espacio,

como en el curso de los ríos. En el bosque los árboles funcionan como un compartimento de

agua, almacenándola temporalmente en la superficie de las hojas y dentro de la planta

misma, en un proceso denominado interceptación, retornando a la atmósfera a través de la

39

evapotranspiración (Ramos, 2003).

El paradigma hidrológico del bosque, establece que estos tienen la capacidad de reducir los

picos de escurrimiento, sobre todo en regiones donde las pendientes son pronunciadas, y

regular el flujo de los arroyos y manantiales (Messerli et al., 2003). Sin embargo, distintos

estudios han demostrado que la capacidad de interceptación de una cubierta vegetal,

depende no sólo de factores intrínsecos (arquitectura, estructura, dimensiones etc.) sino de

la condición de conservación.

Eddleman y Miller (1991), mencionan que la pérdida total o roza excesiva de la vegetación

modifica el ciclo normal del agua, transitando de una condición de alta infiltración y la

recarga de acuíferos a otra donde predominan los escurrimientos pluviales, que llegan a los

ríos y arroyos casi de inmediato, ocasionando problemas relacionados con las

inundaciones.

Calder 1990, Hall et al. 1992, IH, 1998 en Ward y Robinson (2000), en un estudio sobre

interceptación en diferentes tipos de vegetación, obtienen valores que van de 5 a 35 % y

concluyen que de los tipos de cobertura evaluados, las coníferas son más efectivas que el

resto, mientras que los eucaliptos presentan la menor eficiencia (Tabla No. 6).

Tabla No. 6. Interceptación anual en diferentes tipos de vegetación forestal.

TIPO DE VEGETACIÓN

INTERCEPTACIÓN

ANUAL (%)

Coníferas 30 – 35

Árboles de hoja ancha

15 - 25

Bosque Tropical 10 – 15

Eucalyptus 5 - 15

40

La interceptación también varía internamente entre los componentes de una misma unidad

de cobertura vegetal dependiendo de características intrínsecas como la arquitectura de los

componentes vegetales, y factores extrínsecos como la época del año y la forma de

precipitación.

Zinke en Black (1996), publica en el libro Watershed Hidrology, algunos datos de 39 estudios

de interceptación por diferentes tipos de vegetación en diferentes estaciones (Tabla No. 7).

Oyarzún y Huber (1999), estudiando el balance hídrico en plantaciones jóvenes de

Eucaliptus globulus y Pinus radiata en el sur de Chile, concluyen que el aporte de agua por

escurrimiento fustal fue mayor en Pinus radiata. En ambas plantaciones la

evapotranspiración aumentó de un 30% a un 58%.

Tabla No. 7. Interceptación en diferentes tipos de vegetación y condiciones.

TIPO DE VEGETACIÓN CONDICIONES ESPECIALES

RANGO (mm)

Coníferas Lluvia 0.25 – 7.62

Nieve 0.51 – 9.14

Maderas Duras Verano 0.51 – 1.27

Invierno 0.25 – 0.76

Arbustos Lluvia 0.25 – 1.78

Pastos Lluvia 1.02 – 1.52

Mantillo Forestal Lluvia 0.51 – 11.18

Brooks et al., (1991), mencionan que el mantillo de bosques de confieras puede almacenar

una cantidad de agua equivalente al doble de su peso, mientras que Díaz (2005), registro

interceptación del 82% para este componente de bosques de coníferas en la cuenca de

Cointzio, municipio de Morelia.

41

Zepeda (2008), en estudio sobre la erosión y cubierta vegetal en cárcavas de la cuenca de

Cuitzeo, menciona que en comunidades de arbustos, bosque y reforestaciones de pino no

se registró escurrimiento superficial, debido a la interceptación de la lluvia tanto en el estrato

arbóreo como en el mantillo.

La interceptación afecta positivamente el suelo reduciendo el proceso de erosión, debido a

que el agua en escurrimiento constituye el principal agente de desprendimiento y transporte

del suelo en los ecosistemas. En distintas áreas de la Loma de santa María presentan

evidencias de escorrentía y erosión severa, sobre todo aquellas donde la vegetación

presenta mayor degradación (Mapa No. 4. grado de erosión y escorrentía en la zona). Este

proceso es particularmente intenso en superficies con reforestación de eucaliptos, así como

en matorrales y encinares bajo pastoreo extensivo, donde los estratos inferiores de la

vegetación están severamente afectados.

El escurrimiento hídrico y la erosión del suelo, así como la descarga de sus productos

directamente a los cauces naturales se ve favorecido por la presencia de elementos lineales

del paisaje y la conectividad entre ellos y las áreas de aportación (donde se genera la

escorrentía y/o erosión) (cita). Bajo circunstancias favorables (sustrato erodable), el flujo

concentrado que ocurre en estos sitios puede desencadenar procesos de erosión acelerada,

que en muchos casos resultan en la formación de cárcavas, aun bajo cobertura vegetal

conservada.

En la ZRPA Loma de Santa María, estos elementos lineales del paisaje los constituyen los

caminos y veredas por donde transitan personas y ganado y su distribución no corresponde

con el patrón de degradación de la misma, por lo que su presencia ocurre aun bajo el dosel

de vegetación densa y conservada.

Por lo anterior, uno de los atributos del ecosistema que requiere ser recuperado en algunas

áreas es la cobertura de los distintos estratos de la vegetación, que permita a su vez

recuperar la función hidrológica de los ecosistemas.

42

Con las acciones de restauración ecológica en la Loma de Santa María se pretende

incrementar la cobertura forestal nativa en detrimento de las áreas degradadas por erosión y

establecimiento de especies arbóreas exóticas. Específicamente se buscará la recuperación

de la integridad del bosque de galería que se ubica a lo largo de la cañada de los filtros viejos

ya que dichos bosques juegan un papel importante en el reciclaje de nutrientes al retener

parte del nitrógeno y fosforo transportados por la escorrentía desde las zonas de cultivo a los

cuerpos de agua. Además la creación de corredores vegetales a lo largo de los ríos es uno

de los medios que permiten restaurar la calidad de las aguas superficiales (Granados-

Sánchez et al. 2006). Las zonas de vegetación de galería proveen un refugio decisivo para la

mayoría de los mamíferos no voladores y también son áreas importantes como sitios de

reposo para especies migratorias independientemente del tamaño y grado de aislamiento o

conectividad en relación con otros fragmentos del bosque.

También se persigue recuperar poblaciones de especies vegetales raras o de distribución

restringida tales como el otate (Otatea acuminata), por ser carismáticas o inclusive porque

algunas están bajo alguna categoría de riesgo en la NOM-059-SEMARNAT-2001 como el

sirimo, el nogalillo y el colorín (Tilia mexicana, Cedrela dugesii y Erythrina corralloides

respectivamente). Se pretende también que a mediano y largo plazo se incremente aún más

la calidad de los beneficios estéticos y paisajísticos que proporciona la ZRPA a sus visitantes

(vista panorámica de la ciudad de Morelia, presencia de cuerpos de agua limpios,

disminución en la cantidad de paisajes degradados, etc.).

1.2.3. Beneficios económicos

Los beneficios económicos son difíciles de cuantificar debido a las múltiples funciones del

ZRPA Loma de Santa María, entre las que destacan control de inundaciones, el efecto en el

clima de una importante zona de la ciudad de Morelia, infiltración de agua, entre otros. Sin

embargo, es de esperarse que estos beneficios se vuelvan más importantes dadas las

consecuencias del cambio climático. Estudios detallados sobre los servicios ecosistémicos

43

que proporciona la ZRPA Loma de Santa María son necesarios para contar con datos

concretos sobre los beneficios económicos que proporciona.

1.2.4. Beneficios culturales

Los beneficios culturales que proporciona la ZRPA Loma de Santa María son múltiples, pues

representa uno de los pocos espacios cubiertos por vegetación de la ciudad de Morelia. El

área es utilizada por un número considerable de visitantes, particularmente los fines de

semana, además de que es punto de reunión para estudiantes de diversos niveles en donde

se llevan a cabo prácticas escolares. El potencial de la zona para llevar a cabo proyectos de

investigación que aporten información valiosa para su manejo y el manejo de ecosistemas

similares es muy alto.

1.1 Descripción de los tipos de ecosistemas o elementos de los mismos a restaurar en la

Zona de Restauración y Protección Ambiental Loma de Santa María y Depresiones Aledañas

El nivel de degradación determina los métodos a utilizar en una restauración. Tanto la

duración como la intensidad del uso anterior de área afectan el estado de deterioro (Nepstad

et al. 1991), y aunque no son independientes, estos factores determinan de manera diferente

cual es la estrategia de restauración más adecuada. Por ejemplo, en áreas con intensidades

relativamente bajas de uso (como puede ser el efecto de los visitantes en un parque

nacional), si este ha ocurrido por largos períodos de tiempo es posible que el banco de

semillas haya perdido especies susceptibles y que las propiedades físicas y químicas del

suelo se encuentren alteradas (Zabinski et al. 2000 Jim 1998).

Como ya se mencionó, en las zonas urbanas o su periferia la presencia de los elementos

característicos de una ciudad altera el clima a nivel local, o regional, lo que influye

directamente en la vegetación. Todos estos factores deben considerarse para determinar los

tipos de ecosistemas que se pueden restaurar en un sitio en particular. La ZRPA Loma de

44

Santa María, debido a su posición con respecto a la ciudad de Morelia y a los vientos

dominantes, no recibe de manera directa todo el impacto del área urbana, en particular de la

isla de calor urbano. Además, la persistencia de áreas con vegetación natural buen

conservada permiten considerar la restauración de al menos los elementos más importantes

de los ecosistemas que se encuentran representados en ella.

Los tipos de vegetación a restaurar en la ZRPA son los siguientes;

• Bosque de encino. Será la comunidad vegetal a restaurar en las partes altas de la

ZRPA (tanto zonas de encinar que se encuentran mezcladas en diferentes

proporciones con especies exóticas, como zonas donde las especies exóticas forman

la cobertura vegetal dominante. En todas estas zonas se intentará establecer las ocho

especies de encinos registradas así como un grupo adicional de especies arbórea

típicas de estos bosques y que fueron registradas en los fragmentos de encinares mas

conservados; Prunus serótina (capulín), Crataegus mexicana (tejocote), Arbutus

xalapensis (madroño), Condalia velutina (granjeno), Forestiera phillyreoides (olivo u

acibuche). También se intentará establecer en estos mismos sitios a la única especie

de conífera registrada durante los recorridos (Pinus lawsonii) y que con certeza se

puede afirmar que formaba parte de la comunidad original (Bosque de encino-pino),

dicha especie será establecida en bajas proporciones.

De manera general, se intentará establecer una comunidad de 5 a 12 m de alto, la

cual es típica de los encinares más bajos de la cuenca del Río Chiquito y donde las

especies más abundantes serán Quercus obtusata y Quercus castanea, además del

resto de las especies de encinos registradas en los recorridos. Siguiendo los principios

de la restauración adaptable (Zedler 2004), se utilizarán individuos de las especies de

encino presentes en la zona que se sabe son más resistentes a las condiciones de

sequía y altas temperaturas que se esperan como consecuencia del cambio climático,

esto con la intención de lograr la persistencia de este tipo de vegetación al largo plazo

aunque se pierdan las especies de afinidad más templada, debido a que en el futuro la

45

Loma de Santa María quedará fuera del rango altitudinal en el que podrán sobrevivir y

establecer poblaciones persistentes.

• Bosque Tropical Caducifolio. En la cañada del Río Chiquito, mejor conocido como

zona de los filtros viejos, se realizarán acciones para restaurar un bosque tropical

caducifolio sobre ambas laderas (toda la ladera con exposición oeste y sur-oeste, así

como la parte baja de la ladera con exposición este y noreste), (Anexo cartográfico

Mapa No. 6).

Son comunidades relativamente bajas, que en condiciones poco alteradas suelen ser

densas con árboles de hasta 15 m de alto, más frecuentemente entre 8 a 12 m.

Pueden presentar colores llamativos y pierden las hojas en forma casi total durante un

lapso de 5 a 8 meses del año debido a la alta adaptabilidad que presentan sus

especies bajo condiciones de sequía. Este tipo de vegetación es propio de la vertiente

del Pacífico, sin embargo en la región conocida como el Bajío Mexicano y en laderas

secas del municipio de Morelia se podían observar grandes extensiones de bosque

tropical caducifolio en el pasado, pero en la actualidad solo existen algunos pequeños

fragmentos de lo que fue este tipo de vegetación, los cuales son importantes ya que

en ellos se encuentran los últimos ecotipos de una gran variedad de especies de

plantas.

La comunidad vegetal que se restaurará incluirá algunas especies que ya existen en la

zona; Bursera cuneata (copal), Bursera fagaroides (papelillo), Forestiera phillyreoides

(olivo u acibuche), Condalia velutina (granjeno), Ehretia latifolia (capulín blanco),

Casimiroa edulis (zapote blanco), Erythrina corraloides (colorín) y Cedrela dugesii

(nogalillo), estas dos últimas registradas en la NOM 059-SEMARNAT-2001 en las

categorías amenazada y sujeta a protección especial, respectivamente.

Se intentará el establecimiento de otras especies que actualmente no se registran en

46

la zona pero que son componentes originales del bosque tropical caducifolio del Bajío

como Albizia plurijuga (parotilla) que se está enlistada en la NOM-059-SEMARNAT-

2001 bajo la categoría de amenazada, ceiba aesculifolia (pochote) y Celtis caudata

(cuáquil), algunas de las cuales ya han sido introducidas con resultados alentadores

en un proyecto de restauración ecológica en el Cerro Punhuato, a unos cuantos

cientos de metros la ZRPA Loma de Santa María. (Valle-Díaz et al. 2009, Encino-Ruiz

2010).

• Bosque de galería. El bosque de galería de la ZRPA presenta un nivel menor de

degradación en comparación con los encinares o el matorral subtropical, sin embargo

en este documento se proponen algunas acciones para incrementar las poblaciones

de especies arbóreas que en este momento son escasas en la zona, pero que se

asume tuvieron mayor presencia en el pasado (Tilia mexicana, Phoebe arsenei, Ilex

brandengeana). También se realizaran acciones para incrementar la cobertura

espacial de las especies más comunes en el bosque de galería (Salix bonplandiana,

Salix aeruginosa y Alnus acuminata) a través de reforestaciones en sitios con

condiciones adecuadas para albergar a este tipo de especies (suelos aluviales más o

menos profundos, con alto contenido de materia orgánica y sujetos a regímenes de

circulación permanente de agua).

• Rehabilitación de zonas altamente degradadas. Para algunas zonas que están

desprovistas de vegetación arbórea y/o que sufren graves procesos de erosión se

propone iniciar el establecimiento de especies arbustivas y herbáceas que formen

una cobertura vegetal con rapidez, retengan el suelo que aún queda y sirvan como

micrositios para el establecimiento posterior de especies arbóreas. Se intentará la

hidrosiembra de especies de leguminosas y compuestas con acompañamiento de

sustratos adecuados.

47

1.3.1 Descripción general de los objetivos de la restauración dependiendo del tipo de

ecosistema

Los objetivos dependen del tipo de vegetación a intervenir y dependen sobre todo del nivel

de degradación que presentan los sitios en donde se encuentran. Se enlistan a continuación:

• Bosque de encino.- restauración de la asociación vegetal con la finalidad de permitir la

regeneración natural de las especies características. Reemplazo gradual de las

especies exóticas por especies nativas con especial énfasis en aquellas que estén

representadas por pocos individuos o que tengan características que les permitan

tolerar los efectos del cambio climático.

• Bosque tropical caducifolio. Restauración de la asociación vegetal a través del

reemplazo gradual de los individuos de especies exóticas por especies nativas con

énfasis en aquellas que se encuentren representadas por pocos individuos y a través

de la introducción de especies características de este tipo de vegetación en la cuenca

y que en la actualidad ya no se encuentran representadas en la ZRPA Loma de Santa

María.

• Bosque de galería. Restauración de los elementos característicos de este tipo de

vegetación para mejorar las condiciones del cauce a través de la remoción de

nutrientes y la creación de un microclima adecuado para la vida acuática.

• Zonas degradadas. Rehabilitación del suelo a través de obras de control de la erosión

y el posterior desarrollo de una de cobertura vegetal con especies nativas resistentes

a las condiciones adversas que presentan estas áreas. Al mediano y largo plazo

establecer elementos de los tipos de vegetación nativa que mejor se puedan

establecer en estas áreas dependiendo de sus características físicas y el estado que

se logre como resultado de la rehabilitación.

48

1.3.2 Elementos de la topografía que deben ser intervenidos

Los elementos topográficos que requieren intervención en el área son escasos. Incluyen los

taludes y la base de los elementos lineales del paisaje formados por efecto de los siguientes

factores:

1) El tránsito de personas sobre los caminos y veredas, ubicados principalmente en la

cañada de los filtros viejos y zonas aledañas, así como en las inmediaciones del

Bosque Lázaro Cárdenas.

2) El transito y pastoreo del ganado, cuya actividad ha resultado en la formación de

pequeñas cárcavas y escarpes erosivos, principalmente a espaldas de las

instalaciones de la Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente.

3) La construcción de obras hidráulicas.

1.3.3 Factores de disturbio que deben de ser controlados y/o manejados

En la sección 1.1.4 se explicaron los factores de disturbio que deben ser controlados;

• Exclusión de ganado de libre pastoreo en la ZRPA

• Invasión del polígono de la ZRPA para uso habitacional o actividades productivas

(Agricultura, ganadería, fruticultura)

• Incidencia de incendios forestales (combate y actividades preventivas)

• Introducción de especies de ornato exóticas mediante reforestaciones

• Compactación del suelo e incremento del riesgo de erosión por el acceso de visitantes

a todas las áreas

• Acumulación de basura que puede dar una imagen de descuido del área lo que

redundaría en deterioro constante de la integridad de la ZRPA.

49

1.3.4 Elementos específicos de la vegetación que deben ser considerados.

Especies exóticas. Se debe poner especial énfasis a la extracción paulatina de especies

exóticas (eucaliptos) para comenzar a establecer especies nativas. Ya se ha demostrado la

alta competitividad de los eucaliptos ante la vegetación nativa debido a producción de

sustancias alelopáticas que inhiben el establecimiento de la vegetación nativa, además de su

efecto en la química del suelo al solubilizar el aluminio e incrementar la acidez del suelo

(Espinoza-García 1996). Debido a la alta densidad de eucaliptos en algunas zonas de la

ZRPA LSM, se propone la extracción gradual ya que de otro modo podría provocarse una

mayor erosión debido a la ausencia total de cobertura arbórea que disminuya la energía

cinética de las gotas de lluvia.

Para algunas áreas de la ladera norte de la ZRPA LSM en donde se presenta cobertura de

encinares mezclados con vegetación exótica se propone extraer con mayor rapidez a estas

especies ya que las especies remanentes protegerán el suelo.

Para otras especies exóticas como Pinus greggi, Cupresus lindleyi y Schinus molle se

propone sean sujetas a extracciones en etapas posteriores, cuando la vegetación establecida

mediante reforestaciones represente más para la estructura de la comunidad, debido a que

dichas especies no están reportadas como causantes de daños a los ecosistemas como lo

hacen los eucaliptos.

La extracción de especies exóticas no se realizará durante la época lluviosa ya que los

eucaliptos pueden ser más difíciles de manipular en esas fechas debido al mayor peso que

tienen por la humedad del ambiente y las lluvias, a la mayor prevalencia de vientos y a la

fragilidad de sus ramas y troncos.

Especies prioritarias. Se colectarán y propagaran especies arbóreas que se encuentran

bajo algún estatus de protección por las leyes mexicanas y que se ha documentado su

presencia en la ZRPA LSM en bajas densidades. Tal es el caso de Cedrela dugessii,

50

Erythrina coralloides, Tilia mexicana que están enlistadas en la NOM-059-SEMARNAT-2001,

dicha norma contiene la lista de especies de flora y fauna de nuestro país que están bajo

algún riesgo de conservación. Dichas especies están enlistadas en las categorías de sujeta a

protección especial, amenazada y en peligro de extinción, respectivamente. C. dugessii y E.

coralloides serán establecidas en las áreas de bosque tropical caducifolio como vegetación

potencial, mientras que T. mexicana será establecida en el bosque de galería.

Especies con potencial de atracción de fauna (interacciones bióticas). Tanto la

conservación como la restauración ecológica plantean la necesidad de utilizar especies

nativas, debido al valor que tienen para la biodiversidad y los servicios que proporcionan

(González-Zertuche et al., 2000). Además, es de vital importancia tomar en cuenta especies

de las distintas capas verticales, que conforman la estructura de las comunidades, es decir,

tomar en cuenta las especies de plantas que conforman el sotobosque, tanto herbáceas

como arbustivas, por lo que se plantea la necesidad de restablecer a las comunidades con

especies que provean beneficios para el desarrollo de la cobertura vegetal y a largo plazo de

los servicios ecosistémicos.

Se enlistan algunas especies pueden contribuir de manera importante para restablecer parte

de las interacciones en las comunidades biológicas.

Cosmos bipinnatus, Crataegus pubescens, Tithonia tubiformis, Ehretia latifolia, Montanoa tomentosa, Arbutus xalapensis, Verbesina oncophora, Styrax argenteus, Crotalaria pumila, Garrya laurifolia, Crotaria rotundifolia, Albizia plurijuga, Rhus trilobata, Eysenhrdtia polystachya, Cornus excelsa, Cedrela dugesii, Monnina ciliolata Alnus acuminata, Forestiera phillyreoides, Fraxinus uhdei, Condalia velutina, Tilia mexicana

51

Es importante tomar en cuenta que las especies sean resistentes a las condiciones que

actualmente prevalecen el sitio de estudio, además de prever los cambios que se

presentarán ante el cambio climático global. Como objetivo general, se espera el

enriquecimiento de las comunidades con la presencia de especies resistentes como Cosmos

bipinnatus y Tithonia tubiformis.

Especies clave para catalizar la recuperación de zonas altamente degradadas. Por otra

parte se consideran también especies que pueden mejorar las condiciones edáficas y

microambientales para el establecimiento futuro de otras especies nativas, o mejor

desempeño de las ya existentes, es decir, que tengan la capacidad de contribuir con la

dinámica de ciclos biogeoquímicos como fijación de nitrógeno, como en el caso de las

leguminosas tanto herbáceas, arbustivas o arbóreas como pueden ser: Crotalaria pumila,

Crotaria rotundifolia y Eysenhardtia polystachya. También puede considerarse la importancia

para la conservación de especies catalogadas en la NOM-059 como Albizia plurijuga o

Cedrela dugesii para contribuir con su recuperación; o en otro sentido, que presenten

estructuras ramificadas para disminuir el impacto de las gotas de lluvia en el suelo y por lo

tanto, evitar erosión como en el caso de especies de la familia Asteraceae, plantas arbustivas

como Montanoa tomentosa y Verbesina oncophora. Otro atributo es que puedan funcionar

como especies atractivas para las aves u otros organismos que contribuyan a la dispersión

de semillas como es el caso de Rhus trilobata, Ehretia latifolia, Condalia velutina y Monnina

ciliolata o de mamíferos como Crataegus pubescens. En el caso de sitio más húmedos,

podrían utilizarse algunas especies como Cornus excelsa, Cedrela dugesii, Alnus acuminata,

Fraxinus uhdei y Tilia mexicana.

1.3.5 Restricciones del paisaje y propuestas de manejo relacionadas con las mismas.

Las principales restricciones a nivel del paisaje se relacionan con el carácter urbano que

rodea a la ZRPA Loma de Santa María. Por un lado, la totalidad de la mancha urbana altera

52

las condiciones del clima de la zona incluyendo la calidad del aire. En las inmediaciones de la

Loma, es de particular importancia considerar los efectos de la urbanización en las partes

altas colindantes, pues es de esperarse que, al menos que se tomen medidas para controlar

el tipo de urbanización en las áreas autorizadas para este fin fuera de la ZRPA LSM, se

incremente la escorrentía al incrementarse las áreas cubiertas con superficies impermeables

(como construcciones y calles). Además, la calidad del agua de escorrentía puede también

reducir su calidad al incrementarse las cargas de contaminantes. Experiencias en otras áreas

de restauración en zonas urbanas afectadas por el crecimiento de la mancha urbana (Zedler

2004), indican que la mejor opción es adaptar las metas de la restauración a las nuevas

condiciones, en particular si no se puede influir en el desarrollo de la zona urbana

circundante. En el caso de la Loma de Santa María, debido a los tipos de vegetación que en

ella se encuentran representados, es posible que el más vulnerable sea el bosque de galería.

Lograr la conectividad con zonas bien conservadas en las partes más altas de la cuenca

puede mitigar, al menos parcialmente, los efectos negativos del crecimiento urbano.

1.3.6 Necesidades especiales de equipo, fuentes de germoplasma y permisos

Extracción de especies exóticas. Para obtener el permiso para la extracción de especies

exóticas debe contarse con un programa de manejo donde se contemple dicha actividad

(etapas, costos, especies a extraer, etc.). El presente Programa de Restauración fungirá

como documento rector para dicha actividad. El permiso será gestionado ante la SEMARNAT

por ser una zona forestal e implicar el derribo de más de 30 árboles (competencia municipal).

Equipo de seguridad para la brigada de poda El responsable del derribo de árboles deberá ser mayor de edad y demostrar experiencia en

el desempeño de la actividad. El personal debe estar asegurado por la empresa o la

institución que lo contrata.

Para promover una práctica segura de la actividad el equipo necesario es: Casco con visera,

pantalla o gafas de seguridad y conchas acústicas, botas con casquillo, que sujeten bien el

53

pie y el tobillo, con dibujo antideslizante y que no acumule barro; guantes resistentes y que

se adapten bien a las manos; ropa ceñida al cuerpo, que no estorbe o pueda atorarse con

ramas o con la propia herramienta, de color visible y reforzada con protección anticorte, tanto

pantalones como camisola.

Es indispensable tener una relación del personal y las alergias que pueda presentar, así

como tener un botiquín de campo y trabajar en equipos de 3 personas.

Respecto al ritmo y planeación del derribo, Se debe evitar desarrollar las tareas de manera

rápida o bajo destajo, así como elaborar un plan de intervención por área, rutas de acceso,

teléfonos de emergencia y referencias cercanas. Éstas se informarán a un responsable

externo a la cuadrilla para que pueda mandar a los equipos de emergencia, en caso de ser

necesario.

Equipo de seguridad para derribo y troceo Equipo de seguridad completo para derribadores: casco sencillo, guantes y gafas para

troceadotes; vehículo, gasolina; equipo de comunicación, cuñas, limas, motosierra y

refacciones, aceite, grasa, lubricante, mezcla correcta de combustible; cuerdas y cables,

ganchos y palancas, astilladora de ramas; cinta de seguridad, conos, señalización colorida,

silbato, machetes, cinturón para protección de espalda baja (fajas), impermeables, chaleco

reflejante.

Equipo de seguridad para obras de contención de suelo Equipo de seguridad: guantes, gafas, fajas, casco sencillo, chaleco reflejante, impermeables;

machetes, palas, talachos, martillo, hacha-azada Pulaski, bieldos, rastrillos, extintor,

tiroleadora, tambos 200 litros, licuadora industrial.

Permisos de colecta. El germoplasma de la mayoría de las especies arbóreas que se

producirán en vivero serán colectadas en la misma ZRPA LSM (tal es el caso de Quercus

spp, Tilia mexicana, Alnus acuminata, Salix bomplandiana, salix aeruginosa, Prunus serótina

y Crataegus mexicana, ya que para todas ellas se han localizado poblaciones adultas con

54

potencial de alta producción de semilla. Para las especies que están enlistadas en la NOM-

059 se necesitará cumplir con requisitos más detallados (un proyecto por cada especie),

mientras que para las especies que no están en la NOM-059 se deben acreditar los

siguientes requisitos ante la Dirección General de Vida Silvestre de la SEMARNAT.

• Copia de la identificación oficial o del acta constitutiva en caso de personas morales

• Resumen curricular del interesado

• Resumen ejecutivo del proyecto que incluya:

• Título del Proyecto

• Nombre de los responsables y colaboradores e instituciones participantes

• Objetivo y justificación del proyecto

• Listado de las especies, géneros y familias que se pretende colectar y cantidad

aproximada de ejemplares, partes o derivados

• Descripción de la metodología, técnicas de la colecta científica y destino del material

biológico colectado.

1.3.7 Cronograma general del proyecto

A continuación se presentan dos cuadros relacionados con los plazos de ejecución de las

acciones de restauración; el primero contiene los tiempos de ejecución de todo el proyecto

de restauración ecológica (Tabla No. 8), mientras que el segundo sólo incluye las actividades

a realizar en los meses restantes del presente año (Tabla No. 9).

55

Tabla No. 8. Calendarización para la ejecución de actividades

ACTIVIDADES TIEMPO DE EJECUCIÓN

OBSERVACIONES CORTO PLAZO

MEDIANO PLAZO

LARGO PLAZO

Elaboración del Reglamento de la ZRPA LSM

X Se considera prioritario elaborar una lista de actividades permitidas y no permitidas en la ZRPA LSM, las cuales deben estar disponibles para los visitantes ya sea mediante señalización y/o folletos.

Eliminación de agentes de disturbio

X

Estas acciones deben ser prioritarias en la ZRPA LSM. Este apartado incluye desde el control del pastoreo (ya sea mediante estabulación en el sitio o su remoción del mismo), el control eficiente de incendios, hasta planear las rutas de tránsito de personas que recorren la zona a pie, a caballo, bicicleta y motocicleta.

Señalización X

La difusión y señalización del proyecto será indispensable para que la sociedad civil conozca, apropie y vaya siendo participe de los objetivos de la ZRPA LSM

Sustitución de especies exóticas X X

La extracción de especies exóticas debe iniciarse a la brevedad pero será realizada de manera gradual para no dejar sin cobertura arbórea los fragmentos que contienen sólo eucaliptos u otra especie introducida.

Colecta de germoplasma

X X

A corto plazo se realizará la colecta del germoplasma que debe ser producido en vivero para todas las zonas de la ZRPA LSM. A mediano plazo se dará más énfasis en la colecta y propagación de especies prioritarias, carismáticas o que estén bajo alguna categoría de riesgo.

Protección de sustrato X X Es indispensable iniciar a la brevedad las obras de protección de suelos, sobre todo ante la proximidad de la estación lluviosa.

Actividades preventivas contra incendios

X X X

Se realizarán acciones permanentes para prevenir y combatir incendios. La presencia de personal de protección de suelos y extracción de especies exóticas permitirá realizar esta actividad de manera más eficiente. En la realización de brechas cortafuego se dará a prioridad a los fragmentos con vegetación nativa.

Reforestación X X X

Se realizaran actividades permanentes de reforestación y diversificación de las comunidades vegetales. Estas acciones se realizarán al inicio de la época lluviosa.

Vigilancia X X X Será una actividad permanente para coadyuvar a la disminución de agentes de disturbio.

Monitoreo X X X Deberán establecerse protocolos de muestreo permanentes lo que permitirá

56

evaluar la efectividad de las acciones realizadas.

Tabla No. 9. Calendarización para la ejecución de actividades durante el primer año

ACTIVIDADES MESES

1 2 3 4 5 6 7 8

Reglamento ZRPA LSM X

Eliminación de agentes de

disturbio X X

Señalización X X

Sustitución de especies

exóticas X X X X

Colecta de germoplasma X X X X X X X X

Protección de sustrato X X

Brechas cortafuegos X X

Reforestación X X

Vigilancia X X X X X X X X

Evaluación X

57

1.3.8 Manejo post-restauración y medidas de protección

En las zonas intervenidas, será necesario establecer un programa de manejo que

permita su conservación. En particular, es necesaria la implementación de un plan

permanente de control de incendios que incluya el mantenimiento de la

infraestructura necesaria. Además, es necesario establecer zonas de veda en las

que se evite la circulación de personas, estas zonas se deben definir en función de

las características topográficas y de la vegetación. Su establecimiento permitirá

conservar las áreas más sensibles a la erosión y que, principalmente por presentar

pendientes pronunciadas, pueden representar un riesgo para los visitantes.

La vigilancia de la zona es necesaria para evitar el daño causado por la

reintroducción de ganado que podría darse una vez concluida la intervención de

restauración. Además, es necesario establecer veredas bien delimitadas que

permitan la circulación de los visitantes evitando las áreas más sensibles. El

monitoreo de las poblaciones de las especies enlistadas en la norma debe

implementarse no sólo durante la restauración sino como una estrategia de largo

plazo de conservación.

2. Actividades previas a la implementación del Plan de Restauración

2.1 Del o los responsables de la implementación

Para que el Plan de Restauración logre cumplir con las metas en el establecidas

es necesario que la autoridad correspondiente asigne las tareas a personas físicas

o morales, u otros tipos de organizaciones, con probada experiencia en las

actividades que realizarán. En el caso de quienes se encarguen de los aspectos

directamente relacionados con la manipulación de la biota deben de contar con

experiencia en proyectos de restauración.

58

Para esto, la SUMA deberá contratar un equipo de trabajo que ejecute las

acciones programadas. Este equipo estará integrado por: un coordinador y

distintas brigadas de técnicos de campo.

2.2 Obligatoriedad de debida documentación

Quien implemente medidas de restauración se obliga a documentar, con el auxilio

del presente Plan, las condiciones iniciales de los sitios en los que intervenga así

como de las condiciones una vez terminada la intervención. El registro debe

ajustarse a los estándares científicos para la descripción de especies de flora y

fauna, así como otros estándares aplicables. La información será pública una vez

que se concluya el trabajo o, en caso de proyectos vinculados a investigación y

docencia, una vez que sean publicados o transcurra un período de un año

calendario, lo que ocurra primero.

2.3 Descripción de objetivos

Quien implemente medidas de restauración deberá establecer objetivos que

permitan cumplir con las metas específicas que se relacionen con la intervención

planeada. Entre los objetivos se pueden incluir ensayos piloto para evaluar la

factibilidad de las metas en sitios específicos. Los objetivos deben de ser

evaluables a través de verificación empírica cuantitativa y por lo tanto ser

compatibles con el inciso 2.2. Cuando sea pertinente, se deben de incluir objetivos

culturales, los que serán evaluados dependiendo de la naturaleza de los mismos.

2.4 De los permisos

Quién implemente medidas de restauración será responsable de obtener los

permisos necesarios para el cumplimiento de los objetivos propuestos, con

59

excepción de aquellos que sean competencia exclusiva de la SUMA. La SUMA se

compromete a facilitar toda la información necesaria y coadyuvar en la medida de

sus atribuciones para la obtención de los permisos requeridos.

2.5 Participación comunitaria

En la medida de lo posible, quien implemente medidas de restauración se

compromete a involucrar a la sociedad en las labores de restauración que realice.

Esto incluye lo previsto en el inciso 2.2 para que la SUMA esté en posibilidades de

hacer campañas de información sobre los avances del proceso de restauración.

Será conveniente implementar estrategias de participación como la adopción de

áreas o individuos por parte de personas físicas, instituciones educativas, ONG´s,

Empresas con certificación como socialmente responsables o cualquier otro tipo

de congregación social.

3. Planeación de medidas de implementación

3.1 Descripción de los tipos de intervención

Quien implemente medidas de restauración presentará los tipos de intervención

que planea llevar a cabo para cumplir con los objetivos propuestos. Las

intervenciones deben de seguir los lineamientos generales del Plan de

Restauración de la Loma de Santa María, y no afectar o comprometer otros

objetivos del proyecto, ya sea que estén cumplidos o no. En el caso de que se

requiera de mantenimiento a lo largo del período de implementación este deberá

de estar contemplado e incluido en la descripción de los tipos de intervención (por

ejemplo control temporal de la erosión, riegos de auxilio, entre otros).

60

1. Eliminación de factores de disturbio Uno de los pasos iniciales en un programa de restauración consiste en la

eliminación de los agentes de disturbio, sobre todo cuando estos son de origen

antrópico. En el área se han identificado como agentes de perturbación antrópica,

el pastoreo de ganado bovino, el tránsito de personas, los incendios y la fauna

doméstica o feral.

Para la eliminación del disturbio debido al pastoreo, deberá implementarse un

programa de estabulación del ganado, el cual requerirá del trabajo coordinado

entre la SUMA como institución responsable de administrar el área y SAGARPA y

SEDRU como instituciones responsables del sector pecuario a nivel federal y

estatal, respectivamente.

El tránsito de personas deberá ser regulado mediante la ordenación,

acondicionamiento y acotamiento de senderos, así como de la implementación de

un reglamento y un programa de vigilancia permanente, con personal capacitado

para orientar a los paseantes en el uso correcto del área, y evitar el tránsito por los

espacios no permitidos. Así mismo, se deberá implementar un programa de

erradicación de fauna feral y control de la fauna doméstica.

La prevención de incendios requerirá de la construcción y mantenimiento de

brechas cortafuego, así como del apoyo en el programa de vigilancia permanente

para detección y combate de incendios.

2. Sustitución de especies exóticas. Para algunas áreas de la ladera norte

de la ZRPA LSM en donde se presenta cobertura de encinares mezclados con

vegetación exótica se propone extraer con mayor rapidez a estas especies ya que

las especies remanentes protegerán el suelo.

61

Para otras especies exóticas como Pinus greggi, Cupresus lindleyi y Schinus molle

se propone sean sujetas a extracciones en etapas posteriores, cuando la

vegetación establecida mediante reforestaciones represente más para la

estructura de la comunidad, debido a que dichas especies no están reportadas

que causen daños a los ecosistemas como lo hacen los eucaliptos.

Dicha actividad de extracción de especies exóticas no se realizará durante la

época lluviosa ya que los eucaliptos pueden ser más difíciles de manipular en

esas fechas debido al mayor peso que tienen por la humedad del ambiente y las

lluvias, a la mayor prevalencia de vientos y a la fragilidad de sus ramas y troncos.

3. Obras de protección del sustrato. Con el propósito de asistir la

recuperación de funciones ecosistémicas como la infiltración y el control de la

erosión, se efectuará un tratamiento con distintas obras de protección del suelo.

Las necesidades de este tipo de intervención se ubican en áreas con problemas

erosión y/o escorrentía señaladas en el mapa No. 4 del anexo cartográfico.

Las obras recomendadas provienen del Manual de Obras y Prácticas de

Protección, restauración y conservación de suelos forestales de la Comisión

Nacional Forestal (Cardoza et al., 2007), y fueron elegidas en función de la

necesidad y factibilidad de aplicación, con base en características del terreno

como: el tipo de degradación, la disponibilidad de materiales para su construcción

y el costo estimado.

La erosión hídrica del suelo es un proceso que depende de la escorrentía, por lo

que el control de esta última constituye la clave para frenar ambos procesos. De

esta manera, las obras recomendadas están diseñadas para reducir el

escurrimiento en sus dos formas principales. Los detalles descriptivos de cada una

de ellas y del proceso construcción deberán consultarse en el citado manual.

62

Tabla No. 10. Obras recomendadas para aplicar en zonas de flujo concentrado y

cárcavas.

ZONA TIPO DE OBRA COSTO UNITARIO

SUPERFCICIE DE

APLICACIÓN

PRESAS DE MORILLOS $114/pz 10.6

PRESAS DE RAMA $32.5/m lineal

ZANJAS DERIVADORAS $422/c 100m lineales

Tabla No 11. Obras para aplicar en zonas de flujo laminar.

ZONA TIPO DE OBRA COSTO UNITARIO

SUPERFCICIE DE

APLICACION

TERRAZAS SUCESIVAS $443/c 100m lineales 28.69

ZANJAS TRINCHERA $7.7/pz

Para la construcción de estas obras se aprovecharán al máximo los residuos

vegetales provenientes de la extracción de especies exóticas, incendios forestales

y residuos de material muerto.

4. Colecta de germoplasma. La colecta de germoplasma se realizará en la

misma ZRPA LSM, ya que ahí se han localizado poblaciones viables de varias de

las especies. El germoplasma que no pueda ser colectado en la ZRPA LSM se

localizará lo más cerca posible para garantizar una mayor adaptabilidad de los

propágulos a las condiciones de la zona lo que redundaría en una mayor

supervivencia de las reforestaciones. Es importante señalar que las especies que

aquí se proponen para ser usadas en la restauración de la Loma de Santa María

son conocidas, presentan poblaciones dentro o cerca de la ZRPA LSM y ya se

tienen ubicados los periodos de colecta de semilla para la mayoría de ellas.

5. Señalización. Los elementos de señalización a instalar en las áreas de la

ZRPA LSM tendrán la función de comunicar y delimitar zonas de intervención,

63

áreas de interés ambiental o bajo restauración ecológica y regular las actividades

a realizar en la zona.

Para ello se han identificado tres tipos de señales: Informativas, Direccionales y

Reguladoras.

• Señales informativas: Describirán e identificarán los diferentes tipos de

intervención a realizar en la zona, de áreas o especies de interés ambiental.

• Señales direccionales: Buscan orientar y guiar la circulación del visitante

mediante flechas y postes con distancias, sitios de interés o de origen y destino.

• Señales reguladoras: Invitarán a los visitantes a colaborar con la

conservación del sitio. No busca ser una señal prohibitiva, sino una que oriente las

actividades de los visitantes para que su visita no genere perturbaciones al

sistema.

Las señales y los elementos de montaje se podrán establecer de manera

individual o combinada, dependiendo de las características y necesidades del sitio.

Los elementos de montaje deberán ser modulares y modificables que permitan su

adecuación a las necesidades del sitio a lo largo del tiempo. El material debe ser

adecuado para estar expuesto a la intemperie, principalmente al sol y que sea

resistente al vandalismo. Tanto el diseño como la instalación deberán realizarse

por diseñadores en el primer caso y/ o personal que tenga nociones de diseño en

el segundo caso y deberán seguir los lineamientos de la imagen institucional de

SUMA y/o de la ZRPA Loma de Santa María y deberá estar adecuada al contexto

en el que planea instalar.

6. Reforestación con especies nativas. Para los distintas comunidades

vegetales a restaurar se contemplaran a las siguientes especies:

BOSQUE DE GALERÍA. Alnus acuminata, Salix bonplandiana, Cornus excelsa,

Salix aeruginosa, Tilia mexicana, Phoebe arsenei (la penúltima se encuentra en la

64

NOM 059- SEMARNAT-2001).

BOSQUE DE ENCINO. Quercus castanea, Q. obtusata, Q. desertícola, Q.

glaucoides, Q. magnoliifolia, Q. crassipes, Arbutus xalapensis, Prunus serótina,

Crataegus mexicana.

BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO: Ceiba aesculifolia, Cedrela dugesii (en la

NOM 059-SEMARNAT-2001), Casimiroa edulis, Albizia plurijuga, Condalia

velutina, Celtis caudata, Morus celtidifolia y Erethia latifolia.

Para las zonas deforestadas, con altos niveles de insolación y problemas de

erosión, se propone iniciar revegetación con: Acacia pennatula, Eysenhartdia

polystachya.

7. Hidrosiembra. Es una técnica de revegetación que consiste en aplicar

sobre el terreno, mediante una manguera a presión, una mezcla de semillas,

nutrientes químicos y orgánicos, microorganismos del suelo y sustancias

aglutinadoras, suspendida en un medio acuoso, para facilitar la germinación, el

arraigo y desarrollo de las plantas (Martínez y Fernández, 2001).

Con su aplicación se pretende, no tanto la introducción de especies nuevas, como

el hecho de que el desarrollo de éstas controle la erosión desde los primeros

estadíos de la sucesión, facilitando el crecimiento posterior de las especies

autóctonas, gracias a los aportes de materia orgánica y al enriquecimiento en

nitrógeno de los suelos.

Como sustrato de la mezcla se sugiere utilizar una pasta de papel elaborada con

cartón reciclado, y enriquecerla con alguna enmienda orgánica. Estos insumos son

ampliamente utilizados en hidrosiembras, han mostrado buen desempeño y son

de bajo costo e impacto ambiental.

65

Para seleccionar la mezcla de especies es importante tomar en cuenta que las

especies sean resistes a las condiciones que actualmente prevalecen el sitio de

estudio, además de prever los cambios que se presentarán ante el cambio

climático global. Por otra parte se consideran también especies que pueden

mejorar las condiciones edáficas y microambientales para el establecimiento futuro

de otras, o mejor desempeño de las ya existentes, es decir, que tengan la

capacidad de contribuir con la dinámica de ciclos biogeoquímicos como fijación de

nitrógeno o que presenten estructuras ramificadas para disminuir el impacto de las

gotas de lluvia en el suelo y por lo tanto evitar erosión. Otro atributo es que

puedan funcionar como especies atrayentes de aves u otros organismos que

contribuyan a la dispersión de semillas. Entre las posibles candidatas a tomar en

cuenta se encuentran Cosmos bipinnatus, Tithonia tubiformis, Montanoa

tomentosa, Verbesina oncophora, Crotalaria pumila, Crotlaria rotundifolia, Rhus

trilobata, Paspalum nutatum, Sporobolus indicus, Mimosa albida y Mimosa

biuncifera.

La forma más común de efectuar una hidrosiembra es con el uso de una máquina

hidrosembradora, sin embargo, su uso puede verse limitado por la indisponibilidad

de este tipo de máquinas en la región y por las múltiples restricciones de acceso al

terreno. Como alternativa se sugieren efectuar la aplicación utilizando “aplicadoras

de tirol” (comúnmente usadas en albañilería), por su bajo costo, disponibilidad y

maniobrabilidad.

Esta técnica se empleará únicamente en sitios con suelo desnudo, donde el

establecimiento de la vegetación presenta severas dificultades (ver mapa de

intervención de suelos).

A continuación se muestran cuatro diagramas de flujo que ilustran de manera

conceptual las acciones necesarias para restaurar tipos de vegetación nativa en la

ZRPA Loma de Santa María. Cada diagrama corresponde a un tipo de cobertura

actual en la zona (matorral subtropical, bosque de encino, fragmentos de

66

vegetación exótica y bosque de galería) y se señalan las acciones y rutas en las

que se debe trabajar. Por ejemplo, para el matorral subtropical y el bosque de

galería se proponen menos acciones que para los encinares y los fragmentos con

vegetación exótica debido a que los dos primeros no precisan de acciones

urgentes de protección suelo, por lo que con acciones de regulación de pastoreo y

de visitantes además de la reforestación con especies nativas podría ser suficiente

para que mejorar su estructura y composición (Figuras 10,11, 12 y 13).

Figura No.10. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Bosque de encino.

BOSQUE DE ENCINO

ENCINARES ALTAMENTE DEGRADADOS

OBRAS DE PROTECCIÓN

DE SUELO

SUSTITUCIÓN DE ESPECIES EXÓTICAS

ENRIQUECIMIENTO CON ESPECIES ARBUSTIVAS

ATRAYENTES DE FAUNA MO

NIT

OR

EO Y

RES

TAU

RA

CIÓ

N A

DA

PTA

BLE

TIEM

PO

EXCLUSIÓN DE GANADO Y

ORDENACIÓN DE TRÁNSITO DE PERSONAS

ENCINARES CON NIVEL INTERMEDIO DE DEGRADACIÓN

REFORESTACIÓN CON ESPECIES NATIVAS

REFORESTACIÓN CON ESPECIES NATIVAS

USO DE ESPECIES ARBUSTIVAS Y HERBÁCEAS PARA FORMAR

COBERTURA VEGETAL

67

Figura No.11. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en la Vegetación exótica. Figura No. 12. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Matorral subtropical. M

ON

ITO

REO

Y R

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UR

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IÓN

AD

APT

AB

LE MATORRAL

SUBTROPICAL REFORESTACIÓN

CON ESPECIES NATIVAS

SUSTITUCIÓN DE ESPECIES

EXÓTICAS ENRIQUECIMIENTO CON ESPECIES ARBUSTIVAS

ATRAYENTES DE FAUNA

TIEMPO

EXCLUSIÓN DE GANADO

VEGETACIÓN EXÓTICA

REFORESTACIÓN CON ESPECIES NATIVAS

OBRAS DE PROTECCION DEL SUELO

SUSTITUCIÓN GRADUAL DE

ESPECIES EXÓTICAS

USO DE ESPECIES ARBUSTIVAS Y HERBÁCEAS PARA FORMAR

COBERTURA VEGETAL

MO

NIT

OR

EO Y

RES

TAU

RA

CIÓ

N A

DA

PTA

BLE

TIEM

PO

EXCLUSIÓN DE GANADO

68

Figura No. 13. Diagrama de flujo de las acciones de restauración en el Bosque de

galería.

3.2 Presentación de estándares de desempeño y protocolos de monitoreo para los

objetivos.

Quien implemente medidas de restauración presentará estándares de desempeño y

protocolos de monitoreo para cada uno de los objetivos que busque cumplir. Estos

estándares y protocolos serán previamente aprobados por la SUMA y en ellos se

basará la evaluación de las labores realizadas, los datos derivados de ellos serán parte

de la información requerida en el inciso 2.2.

En términos generales, el seguimiento podría basarse en la evaluación de los

siguientes parámetros:

BOSQUE DE GALERÍA

REFORESTACIÓN CON ESPECIES

NATIVAS

ENRIQUECIMIENTO CON ESPECIES ARBUSTIVAS

ATRAYENTES DE FAUNA

MO

NIT

OR

EO Y

RES

TAU

RA

CIÓ

N A

DA

PTA

BLE

TIEM

PO

EXCLUSIÓN DE GANADO Y

ORDENACIÓN DE TRÁNSITO

DE VISITANTES

69

- Conductividad hidráulica saturada

- Porcentaje total de precipitación interceptada

- Porcentaje de precipitación interceptada en cada estrato de la vegetación

- Porcentaje de escurrimiento

- Tasa de erosión

- Integridad del perfil

- Densidad aparente

- Estabilidad de agregados

- Contenido de materia orgánica y carbono orgánico

- Relación carbono: nitrógeno

- Contenido de nutrimentos: P, N, K, Mg, Ca y Na.

Vegetación (Ferris et al. 1996)

- Porcentaje de cobertura vegetal por especie

- Porcentaje de cobertura vegetal total (sumando la cobertura de todas las especies)

- Porcentaje de cobertura total del suelo (vegetación + mantillo + rocas)

- Porcentaje de suelo desnudo

- Densidad de herbáceas

- Densidad de arbustos

- Composición florística

- Abundancia de especies particulares (raras, amenazadas, invasoras, etc.)

- Diversidad

- Proporción de especies nativas y exóticas

- Tasas de crecimiento y supervivencia de especies establecidas mediante reforestación

- Reclutamiento de especies nativas

70

Fauna - Diversidad

- Composición faunística

- Abundancia de especies indicadoras (aves)

- Riqueza de especies

- Estructuras poblacionales

Agentes de disturbio - Numero de cabezas de ganado

Estas variables deben evaluarse con los métodos convencionales y periódicamente al menos

dos veces por año (aguas y secas) durante cinco años como mínimo. Este es el tiempo

esperado para que la estructura y función de los ecosistemas restaurados se restablezca

completamente (Mitsch and Wilson 1996).

4. Implementación 4.1 Señalización de las áreas intervenidas

Quien lleve a cabo medidas de restauración se obliga a marcar de manera clara la o las

zonas bajo intervención. Se debe incluir información para el público en general sobre las

medidas que se llevan a cabo y su relevancia en el contexto del Plan de Restauración de la

Loma de Santa María.

4.2 Protección de las áreas intervenidas

Todas las áreas intervenidas deberán de contar con protección en contra de actos de

vandalismo y herbivoría, y para la protección del público cuando las características de la

intervención puedan representar un riesgo.

71

4.3 Manejo post-intervención

Es responsabilidad de quien implemente medidas de restauración incluir en su propuesta las

medidas de manejo necesarias para la conservación del área que intervenga, aunque la

implementación del manejo a que este inciso se refiere será responsabilidad de la SUMA o

de quien sea responsable del ZRPA Loma de Santa María y Depresiones Aledañas.

Dentro del manejo post-intervención, se deben tomar en cuenta los siguientes puntos para

garantizar a largo plazo, el buen mantenimiento de las acciones realizadas durante la etapa

de intervención.

Como punto de partida, se considera necesaria la elaboración de un reglamento del sitio,

que se encuentre enfocado principalmente a regular el acceso del público a La Loma de

Santa María. Por un lado, se ha observado en las imágenes de satélite, los diversos

senderos de los cuales han hecho uso los vecinos del área. Una de las acciones

consideradas en este sentido, es mejorar las rutas de acceso que más convenientes,

impidiendo así, el paso en senderos que no quedarán en uso. Por lo tanto, los senderos se

tendrían que mantener en buen estado. En otro sentido, estudiantes universitarios

anualmente acuden a la cañada de los filtros viejos con la finalidad de realizar sus prácticas

de campo, lo cual se considera importante para su formación profesional. La contraparte es

que en un lapso de una semana podría presentarse hasta alrededor de 300 estudiantes en el

área ya mencionada; como consecuencia, esta actividad podría afectar el reclutamiento,

además de la supervivencia y desempeño de las especies como resultado del pisoteo. Sin

embargo, es importante que se realicen investigaciones en el área de estudio, en este

sentido, podrían establecerse los lineamientos que permitieran el acceso seguro por parte de

estudiantes e investigadores al sitio. Es por ello que urge la implementación de un

reglamento que considere el acceso regulado que garantice el efecto de las acciones

implementadas.

Por otra parte, se sabe que los incendios y las quemas tienen impactos sobre diferentes

72

fases del ambiente. Se reconoce el impacto del fuego sobre aspectos del medio ambiente

como: La calidad del aire, la fauna silvestre, el suelo y la biota edáfica, el crecimiento de los

árboles, la exclusión del fuego mediante reglamentación legal y los bosques naturales. El

impacto del fuego en el medio ambiente muestra que los daños más destacados, son la

erosión de suelos (Ladrach 2009).

En este sentido, una de las acciones que sin duda será de vital importancia, es el mantenimiento de brechas cortafuego, ya que su efecto podría representar el mantener a

las comunidades ausentes de esta perturbación y por lo tanto, la recuperación de funciones

ecosistémicas como consecuencia de la recuperación de cobertura vegetal. Con la presencia

de incendios, las comunidades pueden quedar desprovistas de propágulos viables, si se

elimina este factor de disturbio, la capacidad de regeneración puede verse favorecida en

gran medida.

La restauración ecológica implica un conjunto de mecanismos aplicables según se trate de

suelos degradados por la pérdida de la cobertura vegetal o la simplificación de un sistema

por la pérdida de ciertos componentes de la flora o de la fauna. La aplicación de los

mecanismos está en función de varios elementos entre los que deben considerarse: las

características particulares del sistema a restaurar, la intensidad del deterioro, el objetivo del

área, las especies involucradas, los resultados esperados, entre otros (Gálvez 2002). Por

ello, el mantenimiento de obras de protección de suelo, se tiene considerado, sobre todo

para garantizar el establecimiento de las especies que se establezcan en una segunda

etapa, mismas que a su vez en un mediano plazo, puedan contribuir a la retención de suelo,

aumento de la infiltración de agua y consecuentemente la disminución de escorrentía en las

capas superficiales de suelo para llevar a cabo la conservación del ciclo hidrológico. Se sabe

que el suelo conforma la base de todos los ecosistemas terrestres, representa el medio de

soporte para el crecimiento vegetal, constituye un ambiente único para una gran variedad de

organismos, los cuales, a su vez, influyen notablemente en su formación y estructura. Por

otro lado, la erosión es el resultado de perturbaciones naturales o causadas por la acción

73

humana como el cultivo excesivo, el pastoreo excesivo y la deforestación (Nebel et al. 1999).

El agua erosiona al suelo de dos formas: por el impacto de las gotas de lluvia y por la fricción

del escurrimiento superficial (Medina, 2002). Cuando se plantea un proyecto de restauración

ecológica, es importante tomar en cuenta el medio de soporte para las comunidades

vegetales, de modo que es indispensable centrar la atención en ello. Los suelos protegidos

por vegetación mantienen su integridad. La vegetación minimiza la acción del viento y

dispersa las gotas de lluvia, reduciendo su fuerza erosiva, por lo tanto ayuda a la

conservación y formación del suelo (Smith et al. 2000).

La vigilancia, será indispensable para garantizar todas las acciones anteriormente

realizadas. Se plantea la necesidad de que esta sea constante y continua para evitar el robo

de anuncios, incendios, o cualquier uso inadecuado del área.

4.4 Manejo adaptable de la implementación

En reconocimiento a causas de fuerzas mayor, quien implemente medidas de restauración

podrá proponer medidas correctivas e incluso replantear los objetivos basado en la

información derivada del inciso 3.2. La SUMA se compromete a dar una respuesta en no más

de 30 días naturales, en caso de que la respuesta no se dé, se asumirá el principio de

afirmativa ficta.

5. Evaluación y relaciones públicas 5.1 Monitoreo

Los resultados del monitoreo deben de ser presentados por escrito al finalizar una

intervención ante la SUMA para que ésta pueda determinar el cumplimiento de los objetivos

comprometidos o de sus modificaciones en caso pertinente. El informe debe de incluir,

además de los análisis y síntesis necesarios, los datos originales derivados del monitoreo y

de una evaluación final de la intervención. En el caso de que la intervención sea llevada

74

como parte de actividades de investigación o docencia la SUMA se compromete a conservar

el carácter confidencial de los datos originales hasta que se dé la publicación de los mismos

o pase un año calendario, lo que ocurra primero, de acuerdo al inciso 2.2.

5.2 De la difusión de los resultados

Quien realice intervenciones de restauración en la ZRPA LSM autoriza a la SUMA, o quien

sea responsable del manejo del área, a difundir a través de cualquier medio los resultados a

que se refiere el inciso anterior incluyendo cualquier material gráfico, por su parte SUMA se

compromete a dar los créditos correspondientes.

75

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83

ANEXO 1. CARTOGRÁFICO Mapa No.1. Macro localización de la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán.

84

Mapa No.2. Micro localización de la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán

Mapa No. 3. Mapa de coberturas de la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán.

85

Mapa No. 4. Áreas que requieren asistencia para la protección del suelo y la recuperación de la función hidrológica de los ecosistemas en la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán.

86

Mapa No.5. Intensidad de extracción de especies exóticas en la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán.

Mapa No.6. Escenario probable de restauración (cobertura potencial) de la ZRPA “Loma de Santa María y Depresiones Aledañas”, municipio de Morelia, Michoacán.

87

ANEXO 2. FOTOGRÁFICO

Vegetación de la ladera que se encuentra a espaldas de SUMA y en la parte alta en la bandera

monumental.

Vistas panorámicas de la plantación de eucalipto en la parte más alta del polígono.

88

Vista de los Bosques de encino al sur del polígono de la ZRPA LSM.

89

En las imágenes se observan daños por erosión a causa del tránsito de personas y ganado en diferentes áreas de la ZRPA LSM.

Plantación de eucalipto en la ZRPA LSM, se observan individuos derribados probablemente por incendios y vientos.

Confluencia del Bosque de encino y una plantación de eucalipto en sur del polígono de la ZRPA LSM.

90

Se aprecia el Bosque de encino a la izquierda, el Matorral subtropical en la parte baja y la plantación de eucalipto en la parte alta de la ladera.

Bosques de encino con elementos de matorral subtropical (Bursera spp.) al sur del polígono de la ZRPA LSM.

Bosques de encino en el extremo sur de la ZRPA LSM.

91

Izquierda; elementos del Matorral subtropical con encinos. Derecha; plantación de eucalipto.

Matorral subtropical en la cañada de los filtros viejos.

92

En estas imágenes se observa el Bosque de encino en la parte alta de la cañada de los filtros viejos.

Ganado dentro de la ZRPA LSM.

93

Izquierda; imagen del Matorral subtropical en los filtros viejos. A la derecha; imagen de la cañada de los filtros viejos y el Bosque de galería.

Se muestra una jacaranda y cedro blanco introducidos con fines de reforestación.

94

95

96

ANEXO 3. LISTADO FLORÍSTICO DE LA LOMA DE SANTA MARÍA Y DEPRESIONES ALEDAÑAS Gimnospermas

Angiospermas

FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN FORMABIOLÓGICA

OBSERVACIONES

CUPRESSACEAE Cupressus lindleyi Klotzsch Cedro blanco árbol PINACEAE Pinus greggi árbol Pinus lawsonii Roezl Pino ortiguillo árbol Pinus michoacana Martinez. Pino lacio árbol Pinus oocarpa Schiede. árbol Pinus pringlei Shaw. árbol

FAMILIA NOMBRE CIENTÍFICO NOMBRE COMÚN FORMABIOLÓGICA

OBSERVACIONES

ACANTHACEAE Dicliptera peduncularis Nees. Herbácea AMARYLLIDACEAE Agave inaequidens K. Koch Maguey Arbusto Arbusto En forma de roseta AMARANTHACEAE Amaranthus hybridus L.

= A. hypocondriacus L. Quelite, Quintonil Herbácea

Gomphrena decumbens Jacq. Cabezona, siempreviva

Herbácea

ANACARDIACEAE Rhus radicans L. = R. toxicodendrom L.

Bembericua, Bemberecua

Arbusto

Rhus trilobataNutt. Arbusto Schinus molle L. pirul Árbol AQUIFOLIACEAE Ilex tolucana Hemsl. Aceitunillo Árbol ASCLEPIADACEAE Asclepia linaria Cav. Romerillo, venenillo Arbusto ASTERACEAE Aster moranensis HBK. Herbácea Baccharis conferta HBK. Hierba del carbonero Arbusto

97

Baccharis microphylla Arbusto Baccharis salicifolia (Ruiz & Pavón)

Pers. Jara brava Arbusto Vegetación riparia

Bidens odorata Cav. Aceitilla blanca Herbácea Veg. Sec. Ruderal, Arvense

Brickellia secundiflora (Lag.) Gray Prodigiosa Arbusto Cosmos bipinnatus Vav. Mirasol Herbácea Desmodium tortuosum (Sw.) DC. Herbácea Erigeron delphinifolius Willd. Arnica blanca Herbácea Veg.Sec., Ruderal,

Arvense Eupatorium collinum DC.

Hierba del ángel, Y. del burro

Herbácea perenne

Eupatorium pazcuarense HBK.

Flor de cedazo

Herbácea perenne

Eupatorium petiolare Moc. ex DC. Hierba del ángel Herbácea Gnaphalium attenuatum DC. Gordolobo

Herbácea perenne

Gnaphalium oxyphyllum DC.

Gordolobo

Herbácea perenne

Gnaphalium viscosum HBK. Gordolobo Herbácea Jaegeria hirta (Lag.) Less. Panalillo Herbácea Montanoa tomentosa Cerv. Zopastle Arbusto Porophyllum coloratum (HBK.) DC.

Pápalo, papaloquelite

Herbácea perenne

Porophyllum viridiflorum (HBK.) DC.

Hierba del venado

Herbácea perenne

Stevia salicifolia Cav.

Hierba de San Nicolás, jarilla

Herbácea perenne

Taraxacum officinali Weber Diente de León Herbácea Tithonia tubiformis Girasol silvestre Arbusto Verbesina oncophora B.L.Rob. &

Seaton Memelilla, apapatlaco

Herbácea perene

Viguiera budleiiformis (DC.) Hemsl. Vara amarilla Herbácea Zinnia angustifolia HBK. Herbácea perene BETULACEAE

Alnus acuminata ssp. arguta (Schltd.) Furlow = A. arguta (Schltd.) Spach

Aile Arbol Bosque de pino-encino

Arbol Bosque de pino-encino

Alnus jorullensis HBK. Aile, Ilite Arbol Bosque de pino-encinoBIGNONIACEAE Jacaranda mimosaefolia jacaranda Arbol Tecoma stans (L.) Juss. ex HBK. Cameri, Retama Arbusto Planta común, de

amplia distribución

98

BOMBACACEAE Ehretia latifolia A. DC. Capulin cimarron, Tepoyan

Arbol

BROMELIACEAE Tillandsia prodigiosa (Lem.) Baker Tecomelé Herbácea Epifita, Bosque de pino y de encino

BURSERACEAE Bursera cuneata (Schltdl.) Engl. Copal Árbol B. Tropical Caducifolio Bursera fagaroides (H.B.K.) Engl. papelillo Árbol B. Tropical Caducifolio CAMPANULACEAE Lobelia cardinalis L.

= L. fulgens Willd. Cardenal Herbácea

CACTACEAE Opuntia fuliginosa nopal Arbusto Opuntia ioconostle joconol Arbusto CASUARINACEAE Casuarina equisetifolia L. Árbol COMMELINACEAE Commelina coelestris Wild. quesadilla Herbácea CONVOLVULACEAE Cuscuta mitraeformis Engelm. Tripa de pollo Herbácea Parásita Ipomea murucoides Roem. & Schult. Casahuate Árbol Ipomea puspurea (L.) Roth. Manto de la Virgen Herbácea CORNACEAE Cornus disciflora Sessé&Moc. Ex DC. Arbusto Cornus excelsa HBK. Arbusto CUCURBITACEAE Cucurbita pepo L., C. máxima Duch. calabaza Rastrera CYPERACEAE Cyperus seslerioides HBK. Tulillo Herbácea Perenne Eleicharis dombeyana Kunth. Herbácea ERICACEAE Arbutus xalapensis HBK. madroño Árbol EUPHORBIACEAE Croton adspersus Benth. Herbácea Croton calvescens S. Watson. Sunujkura Arbusto Ricinus comunis L. Higuerilla Arbusto FABACEAE Acacia anguatissima Árbol Acacia farnesiana Huizache Árbol Acacia pennatula Tepame Árbol Calliandra grandiflora (L´Hér.)Benth. Arbusto Crotalaria pumila Ort. Herbácea Crotalaria rotundifolia (Walt.)Gmelin Herbácea Dalea clifortiana Herbácea Dalea foliosa(Ait.)Bameby Herbácea Dalea serícea Lag. Herbácea Erythrina coralloides DC. colorín Árbol Eysenhardtia polystachya (Ort.) Sarg. Palo dulce Árbol Macroptilium gibbosifolium (Ort.)A.

Delgado herbácea

Marina nutans (Cav.) Barneby Herbácea Mimosa albida H.&B. Arbusto Mimosa biuncifera Benth. Arbusto

99

Phaseolus coccineus L. Trepadora Phaseolus vulgaris L. Frijol silvestre Rrastrera Prosopis laevigata H.&B.Johnst. mezquite Árbol Senna multiglandulosa (Jacq.)Irwin

&Berneby Arbusto

Senna septentrionalis (Viviani) Trifolium repens L. Trébol trébol Herbácea FAGACEAE

Quercus castanea Née = Q. rossii Trel

Encino chaparro, Encino prieto, Roble

Árbol Bosque de encino y Matorrales

Quercus crassifolia Humb. & Bonpl. Encino aile Árbol Bosque de encino Quercus crassipes Humb. & Bonpl.

= Q. mexicana Trel. Encino l Árbol

Quercus deserticola Trel. Encino Árbol Bosque de encino Quercus glaucoides Mat & Gal. Encino Árbol Bosque de encino Quercus magnolifolia Née Encino Árbol Bosque de encino Quercus obtusata H. & B. Encino Árbol Bosque de encino Quercus scitophylla Liebm. Encino blanco, encino

prieto, encino rosillo Árbol Vegetación riparia

GARRYACEAE Garrya laurifolia Hartw. Árbol HYDROPHYLLACEAE Wigandia urens (Ruiz&Pavón)HBK Arbusto Phacelia platycarpa (Cav.) Spreng. Herbácea LABIATAE Agastache mexicana (HBK.) Lint &

Epling Toronjil Herbácea

Prunella vulgaris L. Herbácea Salvia hispanica L. Chia Herbácea Con frecuencia

cultivada Salvia polystachya Ort. Herbácea LAMIACEAE Leonotis nepetifolia (L.)R. Brown. Molinhillo, Castillo Herbácea LYTHRACEAE Heimia salicifolia (HBK)Link Escoba de arroyo,Itzu

tarimo, Jara Arbusto

MAGNOLIACEAE Malva parviflora L. Juriata eranchi,Malva, Quesitos

Herbácea

Sida rhombifolia L. Huinar Arbusto MELIACEAE Cedrela digesii S. Wats. Árbol MYRTACEAE Eucalyptus camaldulencis Eucalyptus globolus OLEACEAE Forestiera phillyreoides (Benth). Pico de pájaro Arbusto Matorral subtropical Fraxinus uhdei (Wenzig) Lingelsh Fresno Árbol ONAGRACEAE Lopezia racemosa Cav. Perita, Aretillo Herbácea

100

= Lopezia mexicana Jacq. OROBANCHACEAE

Conopholis alpina Liebm. = Conopholis mexicana A. Gray ex S. Watson

Elotillo Herbácea Parásita de raíces de encino

OXALIDACEAE Oxalis albicans H.B.K Herbácea PAPAVERACEAE Argemone ochroleuca Chicalote Herbácea POACEAE Aristida schiedeana Trin. & Rupr. Herbácea Axonopus arsenei Swallen Herbácea Bouteloua cutipendula (Michx) Torr. Herbácea Brachiaria meziana Hitchc. Herbácea Bromus dilichocarpus Wagnon Herbácea Cynodon dactylon (L.)Pers. Herbácea Digitaria ternata (Rich.) Stapf Herbácea Eleusine multiflora Hochst. Herbácea Hilaria cenhroides HBK. Herbácea Lycurus phalaroides HBK. Herbácea Otatea acuminata bambú Herbácea Paspalum notatum Flügge Herbácea Rhynchelytrum repens (Wild.) Herbácea Sporobolus indicus (L.) R. Brown Herbácea POLEMONIACEAE Loeselia mexicana (Lam.) Brand Espinosilla Herbácea POLYGALACEAE Monnina ciliolata D.C. Árbol POLYGONACEAE Rumex crispus L. Lengua de vaca Herbácea RHAMNACEAE Condalia velutina I. M. Johnst. Granjeno ROSACEAE Crataegus pubescens (HBK.) Steud. Tejocote Árbol Prunus serotina ssp. Capuli (Cav.)

McVaugh = Prunus capuli Cav.

Capulín Árbol

RUBIACEAE Mitracarpus hirtus ( L.) DC. Herbácea RUTACEAE Casimiroa edulis LaLlave & Lex. Zapote blanco Árbol SALICACEAE Salix bonplandiana H.B.K. Árbol Vegetación riparia Salix aeruginosa Árbol Vegetación riparia SCROPHULARIACEAE Castilleja arvensis Cham. & Schltdl. Cresta de gallo Herbácea Penstemon sp. Herbácea SOLANACEAE Cestrum fulvescens Fernald Arbusto Cestrum lanatum Mart & Gal. Arbusto Jaltomata procumbens (Cav.) L. Jaltomate Arbusto Nicotiana glauca Graham Tabaquillo Arbusto Physalis chenopodiifolia Tomatillo Herbácea Solanum dulcamaroides Dunal Gloria, Ma. Luisa Herbácea Trepadora

101

= Solanum macrantherum Dunal Solanum nigricans M. Martens &

Galeotti = Solanum brachystachys Dunal

Arbusto

STYRACACEAE Styrax argenteus Presl. Árbol TILIACEAE Tilia mexicana Schl. Tilia Árbol VERBENACEAE Lantana camara Arbusto