PALABRAS CORDOBESAS

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PALABRAS CORDOBESAS Achuchar: Empujar. Alargar: Que te traigan algo o que te acerquen a algún sitio. Ejemplo ¡Me puedes alagar al centro! Alcandora: Persona con afán de protagonismo, la palabra se cambia de genero según el sexo de la persona en cuestión. Alfiler: Pinza de ropa para tender Ajilar: Empezar a andar.¡Ajila que llegas tarde! Atacarse: Remeter la camisa o camiseta en los pantalones. Avenate: Ataque de locura. Avío: Ingredientes para el cocido o el arroz. Alferesía: Ataque de pánico. Averiguar: Procurar hacer algo. Ajogahillo: Inmersión forzada en el agua de alguien por otra persona. Aliñao: Persona que se siente perdidamente obsesionada por otra. Aturullao: Nervioso, bloqueado. Arrumbiar: Abandonar ¡Esa casa está arrumbiá! Bajío: Que tienes mal cuerpo aunque también se dice para una persona mal encarada. Berrinche: Llanto desconsolado. Bicha: Serpiente Bichear: Voy a mirar a ver si hay algo que me pueda interesar. Borococo: Que alguna cosa tiene un defecto o bulto Burraco: Que algo es muy viejo o antiguo. Bureo: Paseo, fiesta. Bajeras: Blanquear o pintar las parte baja de una fachada o pared. Bocajarro: Dar una noticia bruscamente.

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PALABRAS CORDOBESASAchuchar: Empujar.Alargar: Que te traigan algo o que te acerquen a algún sitio. Ejemplo ¡Me puedes alagar al centro!Alcandora: Persona con afán de protagonismo, la palabra se cambia de genero según el sexo de la persona en cuestión.Alfiler: Pinza de ropa para tenderAjilar: Empezar a andar.¡Ajila que llegas tarde!Atacarse: Remeter la camisa o camiseta en los pantalones.Avenate: Ataque de locura.Avío: Ingredientes para el cocido o el arroz.Alferesía: Ataque de pánico.Averiguar: Procurar hacer algo.Ajogahillo: Inmersión forzada en el agua de alguien por otra persona.Aliñao: Persona que se siente perdidamente obsesionada por otra.Aturullao: Nervioso, bloqueado.Arrumbiar: Abandonar ¡Esa casa está arrumbiá!Bajío: Que tienes mal cuerpo aunque también se dice para una persona mal encarada.Berrinche: Llanto desconsolado.Bicha: SerpienteBichear: Voy a mirar a ver si hay algo que me pueda interesar.Borococo: Que alguna cosa tiene un defecto o bultoBurraco: Que algo es muy viejo o antiguo.Bureo: Paseo, fiesta.Bajeras: Blanquear o pintar las parte baja de una fachada o pared.Bocajarro: Dar una noticia bruscamente.

Bodrío: Cuando una cosa está mal hecha.Borombillas: Sentar a un crío en los hombros.Bujío: Algo pequeño y oscuro.Cardusa: Cuando se ha hecho un esfuerzo muy grande.Cardivache: Normalmente guiso aguado... Aunque se emplea también cuando se habla de mezcla de líquidos.Cachuchear: Llevando y trayendo cosas... Estar hablando de otros... ejemplo: ¡Andan cachucheando todo el día las dos!Cipote: Palabrota que se refiere al miembro viril.Aunque en Córdoba se utiliza para enfatizar algo. Ejemplo: ¡Vaya tío cipote ! ¡Cipote que calor!.Clarillas: Agua preparada con el jabón para fregarlos platos.Chorra: SuerteCucha: Derivada del verbo "escuchar" aunque ha pasado a tener el valor de "mira "Curiana: Cucaracha.Cuchitril: Vivienda demasiado pequeña.Colorao: Cuando nos referimos al color rojo.Charnaque: Chozo, casa pequeña.Chuchurrío: Mustio.Chusnear: Pasar el rato de forma divertida.Ea: Enfatizar una afirmación de algo Ejemplo: ¡¡ Ea, que sigue sin hacerme caso !!Enagüillas: Ropa de mesa.Espetar: Curiosear, estar pendiente de alguien o algo.Escaquearse: Quitarse de en medio para no tener que hacer algo.Enguachirnar: Dejar el suelo más que mojado, también regar una planta más de la cuenta.Esclisáo: Que tienes la mente en otro sitio.Esaborío: Persona antipática.

Encalar: Pintar con cal las paredes.Fartucco: Más que tonto.Farfollas: Persona que es muy desastrosa y descuidada.Fiti-fiti: Mitad de vino negro dulce y vino blanco.Furular: Algo que funciona o que está roto.. Ejemplo:¡¡La radio no furula!!Graílla: Rebate o escalón de la puerta de entrada.Galipuche: Bebida aguada.Guindar: Mirar, ver.Guita: Trozo de cuerda.Guisopo: fregona.Habichuela: AlubiasHabicholilla: Judía verde.Hocicar: Darse de bruces en una caída.Huchear: Exigir algo con mucho apremio.Jardalaso: Una caída fuerteJartá: Mucho de algo. Ejemplo: ¡Que jartá de comer!Jaramago: Malas hierbas.Jarapillo: Resto de camisa que queda fuera de los pantalones o faldasJeringo: Son como las porras para desayunar pero en redondo y antiguamente se ensartaban en juncos del río para poder llevártelas.Jeyondo: Molesto, insufrible.Joyo: Canto de pan que se le quitaba el miajón de dentro y se le agregaba aceite y azúcar.Jugaderas: Artilugio que se utilizaba para que lasenagüillas no se prendieran en el bracero. Antes eran de mimbre, y luego eran de metal. También se utilizaba para secar la ropa.Lapachero: Cuando se derraba agua en el suelo.Layo: Pavura, persona que no se entera de nada ¡Tiene un layo el pobre!.Tambien se utiliza cuando

una fruta no es dulce.Mamarracho: Persona o cosa sin gracia.Marear: Sofreír una cosaMiajón: Miga del pan.Moña: Ramillete de jazmines pinchados en una horquilla, antes se vendía en la calle y las mujeres se la ponían en el pelo.Ozú:Darle enfasis a algo ¡Ozú que calor!Orear: Poner la ropa al sol para que quede más blanca.Paparrucha: Tontería.Pavonearse: Presumir delante de alguien.Pamplinas: Persona muy puntillosa, tiquismiqui.Pejiguera: Persona pesada hasta no poder más.Pego: Chorrada, tontería.Perol: Salir al campo y reunirse con amigos o familia donde se hace un arroz.Perra: Obsesión con algo o alguien.Perrerón: Berrinche o llanto desconsolado.Pizco: Un trozo muy pequeño.Remear: Hacer burla a alguien.Ruilla: Trapo húmedo que sirve para limpiar.Riles: Sinónimo de testículos o vulgarmente “huevos” Ejemplo ¡Hay que echarle riles!Saquito: jerseySaltalindes: Persona sin recursos, vividora.Sarpullío: Erupción cutáneaTrabajoso: Persona muy rebelde en la convivencia.Telera: Pan de tres cantos, doradito por fuera y de miga blanca y esponjosa por dentro. Es fenomenal para el salmorejo y para mojar salsas.Tranquillo: Trozo de madera que se ponía en la entrada de la puerta para que no se cerrara.Vargas: Es un tinto de verano compuesto con vino tinto y gaseosa.Zarcillos: Pendientes.

Zapatiesta: Jaleo, follón, bronca, pelea.Zocato: Zurdo.Zangarrea: Algo que se mueve mucho, Ejemplo: La silla se zangarrea.

El emir Abderramán I " El inmigrado "

Hijo del príncipe Mu'awiya y una concubina bereber de la tribu Nafza, Abderramán nació en Damasco.Cuando el califa Marwan II fue derrotado y muerto en el año750 en Egipto y se instauró la nueva dinastía de los abasíes, el joven omeya no llegaba a los veinte años. Fue uno de los escasos miembros de la dinastía que consiguieronescapar a la matanza de Abú Futrus.Junto con su hermano, Yahya, se refugió con tribus beduinasen el desierto. Los abasidas los persiguieron sin piedad, matando a su hermano, mientras que él se salvó huyendo al

norte de África.

Después de un tiempo Abderramán descubrió que su vida estaba amenazada de nuevo y huyó aún más lejos, refugiándose entre las tribus beréberes de Mauritania (en la tribu de los Nafza a la que pertenecía su madre).Cuenta la leyenda que su tío abuelo Maslama, le profetizó que él restablecería la fortuna de su familia, entrando en una ciudad con un precioso caballo blanco, desposaría a unaconversa, la cual le daría al verdadero heredero para que brillara de nuevo la dinastía y el esplendor Omeya.Así que Abderramán, acompañado por su leal vasallo Badr, marchó en busca de esa profecía hasta llegar a Ceuta, y desde allí envió un agente a la Península Ibérica para buscar apoyos de su la familia, que eran numerosos en la provincia de Elvira, actualmente Granada.El país estaba en un estado de confusión debido al débil liderazgo del Emir Yusef, una simple marioneta en manos de tribus árabes.Esto dió a Abderramán la oportunidad que no había encontrado en África. Bajo invitación de sus partidarios llegó a Nerja, marchando directamente a Granada donde en elcastillo de Turrush, y apoyado por los mozárabes de la fortaleza, reclutó un pequeño ejército con el cual asaltar posteriormente el poder.

Durante un tiempo Abderramán ganó muchas batallas lo que sumayor enemigo, Yusef, comenzó negociaciones con Abderramán,ofreciéndole a una de sus hijas en matrimonio y muchas tierras de dote, siempre y cuando, él le rindiera pleitesía…Pero Abderraman perseguía otro sueño y rechazó las negociaciones pretextando la insolencia de uno de los mensajeros de Yusef, que ultrajó a uno de sus jefes leales a la causa omeya, mofándose de su incapacidad de escribir bien en árabe. A causa de esta provocación Abderramán sacó

su espada y lo mató.Lo que causó de nuevo una guerra con Yusef que terminó con la derrota de éste en Córdoba.Las tropas de Abderramán eran muy débiles ya que él era casi el único que montaba un buen caballo de guerra; no tenía bandera, y se improvisó una con un turbante verde y una lanza.El turbante y la lanza se convirtieron en la bandera de losomeyas españoles...Se proclamó emir independiente de Al-Ándalus entrando triunfante en Córdoba con su espléndido caballo blanco...Inmediatamente después, liberó de la esclavitud a una visigoda llamada Halul conversa al Islam a la que desposó. Ella, fue la madre de Hisham I.A pesar de tener dos hijos legítimos más, que pretendían sucederle, Suleimán y Almondzir. Abderramán tomó la decisión de elegir al hijo de la visigoda, por su enorme parecido que tenía con él y por la profecía que años atrás le habían contado."Su heredero sería hijo de una conversa"

Por lo tanto… La profecía ya estaba cumplida.

Abderramán era alto y delgado, rubio y barbilampiño... Tenía un lunar en la cara y era tuerto. Llevaba dos trenzasque le sujetaba el pelo, vestía siempre de blanco y usaba turbante.Era elocuente, gran orador, buen poeta y de pluma fácil. Actuaba en política con prudencia en un constante tira y afloja, porque era muy precavido y reservado. Era osado y resuelto, pues no vacilaba en ir al encuentro de sus enemigos, incansable e inquieto.En su largo reinado de 32 años transcurrió en una lucha continua para traer a sus anárquicos árabes y beréberes al orden que se resistían a su mandato.También hizo frente a los reinos cristianos, primero

exigiendo tributo al Reino Astu-leonés, que se tuvo que verobligado a pagar al Omeya, ya que se hizo de un gran ejército, compuesto en su mayoría por beréberes.Abderraman cada vez se fue haciendo más duro y cruel con sus enemigos porque sabía que de ello corría su supervivencia.Cuentan que después de aplastar varias rebeliones, a los insurrectos capturados hizo que les cortaran la cabeza llenándolas de sal y alcanfor para luego enviárselas como desafío a otros emires de la región y así hacerlos desistirde sus intenciones de atacar Córdoba.

Pero Abderramán siempre se consideró un extranjero en su propio reino. Por ello, una vez afianzado el emirato, fue la de crearse una residencia que le evocara a su Siria idolatrada y remota, y fundó en la sierra cordobesa, a unos3 km. al norte de la capital, la hermosa finca Al-Rusafa, en la que pretendió reflejar a la de Damasco y desde donde su propia hermana Umm al-Asbag le envió cuantas especies vegetales necesitó para dar realismo a aquel artificioso paraje… Allí pasó gran parte de su vida en sus descansos entre batalla y batalla.

Pero Córdoba iba creciendo y la necesidad de una nueva Mezquita se hacía sentir ya que importantes grupos se aposentaron en la capital e incrementaron de manera notoria, aparte del censo, el número de dignatarios del reino.La antigua aljama ya no tenía capacidad suficiente para albergar a todos, y resultaba muy pequeña.Así que le compró a los mozárabes una basílica visigoda dedicada a San Vicente y decidió aprovecharse del material de ésta, para iniciar la construcción de la mezquita de Córdoba, que había de convertirse en la Gran Aljama del occidente islámico.

Cuando Abderramán ya contaba unos 54 años de edad, y teniendo pruebas fehacientes que ya había consumido sus energías vitales en su constante lucha por la existencia y el poder, ordenó restaurar el Alcázar e hizo de él su morada habitual hasta el fin de sus días... Donde un mes denoviembre muere en Córdoba aquel que jamás se sintió cordobés a pesar de vivir casi toda su vida aquí... Dejandocomo heredero a Hisham I

El Emir Hisham I

Sucedió a su padre, Abderramán I, en el trono a la edad de 31 años.Como la mayoria de los Omeyas era de tez blanca y pelo rojizo. y se decía de él que era despierto, enérgico, sencillo y piadoso.La sucesión entre los musulmanes no recaía sobre el primogénito, sino sobre el más cualificado...En el caso de Hisham I, que fue elegido por su padre Abd

al-Rahman I para sucederle en el emirato de Córdoba, hijo de una esclava visigoda llamada Halul conversa al Islam a la que desposó su padre.A pesar de tener dos hijos legítimos más, que pretendían sucederle, Suleimán y Almondzir. Abderramán tomó la decisión de elegir al hijo de la visigoda, por su enorme parecido que tenía con él y por la profecía que años atrás le habían contado:

"Su heredero sería hijo de una conversa"

Su medio hermano Suleimán se consideró agraviado por la decisión de su padre ya que él era el primogénito, lo que le hizo rebelarse contra el nuevo Emir, saliendo derrotado en su intento por ocupar el poder.En el emirato de Hisham I apenas se producen revueltas por lo que los ánimos guerreros de parte de la población se dirigieron a luchar contra los cristianos del norte, quienes aprovechando las luchas intestinas de los musulmanes habían ampliado su zona de influencia.Hisham I dirigió continuas campañas contra los reyes asturianos Vermudo I y Alfonso II. Las tierras francas también sufrieron los ataques islámicos, ya que se realizaban en esta estación del año para destruir las cosechas del enemigo.Las tropas andalusíes alcanzaron la región de Aquitania consiguiendo un importante botín, lo que hizo prosperar a la ciudad.La doctrina malikí, versión ortodoxa del Islam hispano, fueintroducida en tiempos de Hishem I.

Hombre muy culto, fomentó los estudios teológicos y jurídicos, protegiendo la escuela que frente a otras escuelas destacaba por su flexibilidad.Continuó con la construcción de la Mezquita que ya había

comenzado su padre, y tuvo el honor de terminarla.Le sucedió su hijo al-Hakem I.

El sanguinario y déspota Alhakém I

Hijo de Hisham I   y de una princesa carolingia, llamada Zuhruf,que significa " Oro".Ésta fue regalada por Carlo Magno, hijo de Pepino" El breve" cuando firmó con Abderraman I una tregua y como compromiso le regaló al principe Hisham futuro sucesor de éste, a la princesa.Al Hakam ben Hixam, (Alhakém I ) fue el tercer Emir de Córdoba y sucedió a su padre cuando tenía 26 años de edad.No era primogénito, por lo tanto en un principio no estaba destinado a reinar, pero su hermano Abd al-Malik fue separado de la línea dinástica por Hisham I a causa de querer atentar contra su padre que lo encarceló durante 17 años hasta su muerte en presidio.Era de tez muy morena, alto y delgado. De carácter duro y presuntuoso, muy cruel y muy despiadado.Su reinado fue uno de los más agitados de la dinastía Omeya, pues tuvo que hacer frente a las conspiraciones de sus tíos Sulaimán y Abdalá y a las sublevaciones de los

muladíes de Toledo, Mérida y Córdoba, brutalmente sofocadas.

De la misma manera que había ocurrido en el emirato de su padre, también se produjeron luchas entre bandos por el poder, que en este caso enfrentaron al nuevo Emir y sus tíos paternos Sulaymán y Abdalá... Aunque la revelión fue rápidamente sofocada cuando él mismo le dió muerte a su tíode más edad, Sulaymán, y entonces encontró el reconocimiento de la autoridad de al-Hakem por parte de su otro tío.Pero los conflictos internos no tardaron en llegar, produciéndose la famosa "Jornada del Foso".Por aquellos tiempos, Toledo era una ciudad sometida al Emir pero con autonomía propia. Los notables toledanos que no admitían la autoridad del nuevo Emir, y Al- Hakem quiso terminar de una vez con la independencia y autonomía de quegozaba la ciudad y dispuso una trampa...Fueron atraídos al castillo del gobernador para presentar sus respetos al heredero. Una vez en el castillo fueron decapitados uno a uno y sus cuerpos arrojados a un foso.De ahí viene la frase “pasar una noche toledana” para indicar que pasaron una mala noche.¡¡ Y tan mala !!De él se decía que era tan dado a la bebida como poco adicto a las costumbres piadosas, y en la mezquita mayor, durante la oración de los viernes, se levantaban voces anónimas que le gritaban:¡Borracho, ven a rezar!.

Su política de mano dura y el incremento de la aplastante presión fiscal sobre los cristianos provocaron el levantamiento de los cordobeses del Arrabal de Córdoba. Losamotinados estuvieron a punto de asaltar el Alcázar, pero una maniobra hábil y rápida de la guardia palatina bajo el mando de Alhakém salvó la situación…Tres días duró la matanza y saqueo en el Arrabal y el enérgico Emir ordenó la crucifixión de trescientos

notables. Todos los habitantes del Arrabal, que fue arrasado, fueron deportados sin ninguna piedad por p

arte de éste.Desde ese momento se le conoció siempre con al Rabadí, es decir, "el del Arrabal", porque la represión terrible que allí mandó hacer fue el hecho más violento y conocido de sureinado.

Su falta de confianza en las gentes de su propio pueblo, quizás motivada por el hecho de la herencia cristiana materna viene a explicar ese gusto por rodearse de cristianos.Es bien conocido que su propio paje, era un cristiano llamado Vicente, que se expresaba con dificultad hablando en árabe; este personaje aparece citado repetidamente en las crónicas como encargado de transmitir las ordenes del soberano.Entre sus gentes de armas, también sus favoritos eran los ciento cincuenta soldados cristianos que habían sido traídos como cautivos.Contó con una guardia palatina de más de dos mil hombres deorigen eslavo, llamados “los silenciosos”, porque no sabíanel árabe ni el romance. Estuvieron en dos cuarteles contiguos al Alcázar y bajo las órdenes del mozárabe Rabí, hijo de Teodulfo, de origen noble fue sin duda lo que le

dio la opción a ocupar este cargo.

Murió a los 53 años dejando un mes antes al mando a su heredero Abd al-Rahman II.Dejó al morir diecinueve hijos varones y veintiuna hijas...Y pasó a la historia como el Emir más sanguinario de los Omeyas.

El Emir Abderramán II

Tenía treinta años de edad cuando accedió al trono como cuartoEmir de Córdoba, y como su padre y su abuelo, tuvo que reprimir las pretensiones al trono de su tío Abd Allah... Se entregó a la tarea de reorganizar administrativamente Al-Andalus.Consciente del poder e influencia de los alfaquíes (jueces)y de las revueltas que había sufrido su padre, ordenó derribar el mercado de vinos de Secunda, cerca de la capital cordobesa, contrario a los preceptos del Corán. Luego, como concesión al populacho, crucificó al responsable de la política fiscal de su padre, un mozárabe llamado Rabí que pagó como cabeza de turco los desmanes del

antiguo Emir Alhakém.

Para poder mantener el lujoso tren de vida de su corte y reprimir el descontento provocado por el régimen despótico,el Emir mantuvo la política militarista de su padre, aumentando el número de cuerpos armados extranjeros, lealestan sólo a su persona, que no se mezclaban con la población.

Recién estrenado su emirato estalló una guerra en la Kora de Tudmir, en el sureste peninsular, entre los clanes de yemeníes y muraditas, tribus árabes enfrentadas.Las tropas de Abderraman destruyeron entonces la ciudad-refugio de los rebeldes… Esto ya hacia prever con la autoridad que iba a llevar su mandatoAbderramán fue el primero de los emires que dio lustre a lamonarquía en Al-Andalus, la revistió con la pompa de la majestad y le confirió carácter reverencial, eligiendo a los hombres para las funciones, haciendo visires a personasperfectamente capaces y nombrando alcaides a paladines probados; en sus días aparecieron excelentes visires y grandes alfaquíes y le vinieron muchos inmigrantes. Sostuvocorrespondencia con soberanos de diversos países, elevó alcázares, hizo obras, construyó puentes, trajo agua dulce hasta su Alcázar desde las cimas de las montañas.Fomentó las ciencias, las artes, la agricultura y la industria. Durante su reinado se introdujo en al-Andalus elsistema de numeración indo-árabe, llamada de posición, con base decimal.Inició, desde antes de ser proclamado Emir, una biblioteca que llegó a ser numerosísima, para lo cuál encargó a personas de alta cualificación que le trajeran los ejemplares más interesantes y de mayor aportación al saber,comenzando de esta forma una buena colección de libros.Atrajo a Córdoba a los más ilustres sabios de su época y cultivó personalmente la poesía. Su brillante corte estuvo

dominada por las figuras como la del músico Ziryab.Fue el primer omeya que acuñó moneda en Córdoba, grabó los dírhemes con su nombre e instituyó una ceca, a cuyo cargo puso alamines. Desde la conquista hasta entonces los habitantes de al-Andalus empleaban los dírhemes y dinares que traían de Oriente.

Construyó espléndidos edificios aprovechando los materialesde la época romana que expolió por doquier, con la intención de dar realce a su gobierno e incluso amplió la Mezquita- Aljama… También sus esposas y concubinas ordenaron construir mezquitas que llevaron sus nombre, sobre todos situadas en la Axérquia ya que el aumento de población impedía que todos pudieran estar en la mezquita principal.

El problema mozárabe estalló nuevamente cuando, en el cursode una conversación, un presbítero cordobés llamado Perfecto declaró que Mahoma era un falso profeta.Perfecto fue llevado a presencia del cadí, condenado a muerte, y decapitado ante una turba enfervorizada... El cruento acontecimiento, aunque tenía varios precedentes, produjo en esta ocasión toda una reacción en cadena en el hastiado pueblo mozárabe: el célebre episodio de los Mártires de Córdoba, en que 48 destacados cristianos desafiaron deliberadamente las leyes contra la blasfemia sabiendo que les esperaba la muerte produciendose una nuevaoleada de mártires entre los que se encuentran las hermanasNunila y Alodia, la monja Cutedara, Santa Flora, y María, hermana del diácono Walaboso.

Abderramán era muy moreno y de nariz aguileña, tenía los ojos grandes y negros y marcadas ojeras. Era alto, corpulento y bien parecido.Su pasión fue su esposa Al-Sifá incluso decian que hasta lamuerte de ésta vivió una autentica luna de miel con ella...

Cuando todavía Abderramán no era emir, acompañaba a su esposo a luchar contra los cristianos en nombre de su padre Alhakem I, pero una de las veces que le acompañaba ella enfermó gravemente. Viendola así Abderramán envió a sus eunucos de confianza para que la trasladaban a Córdoba con sumo cuidado, cuando pasando por Toledo murió en el valle Montealegre y allí fue enterrada. Le dejó un hijo Muhammad.Fué una etapa muy dura para Abderramán aunque dentro de su numeroso harén tenía varias favoritas entre sus concubinas,pero fue Tarub la que conquistó de nuevo el corazón del Emir.Pero el Emir era generoso y para tenerlas contentas, les hizo espléndidos regalos. A su concubina Tarub le regaló unvaliosísimo collar de perlas llamado el Dragón, antaño propiedad de Zobeida, cuando le dio a su hijo Abdallah...Haciendo extensivos los regalos a sus hijos, dándoles salarios fijos y concesiones territoriales magníficas.

Cuando Abderramán II, ya enfermo, se ve obligado a decidir a su sucesor, las conspiraciones cortesanas estaban a la orden del día. Su concubina favorita Tarub, estaba enfadadacon él y cuentan las crónicas, que el Emir hizo levantar ante la puerta de su dormitorio un muro hecho con sacos de monedas de oro que se derramaran a los pies de la concubinacuando ella quisiera abrir la puerta y entrar en sus aposentos. Ya que ella misma organizó la primera conspiración pretendiendo que fuera su hijo Abdallá, un joven al parecer de carácter débil y vicioso, el sucesor del Emir.Pero fue el astuto Muhammad, el hijo de Al- Sifá, quien disfrazado con los vestidos de la nieta favorita de Abderramán II, el que entró en sus habitaciones la noche deantes de su muerte y consiguió ser nombrado Emir, y como testigos del nombramiento estuvieron los eunucos que dieronfe de ello.

La casi proverbial capacidad amatoria de Abderramán II tuvocomo resultado la extraordinaria cantidad de 87 hijos, 45 de ellos fueron varones.Le sucedió Muhammad I

El Emir poeta Muhammad I

Cuando murió Abderramán II, su sucesor Muhammad I tuvo que desbaratar uno más de los complots que había promovido su madrastra Tarub para convertir a su hijo Abd Allah en Emir...¡ Desde luego no era el primero que intentaba !

Hijo de la primera esposa de su padre llamada Al-Sifá, la que murió en los campos de Toledo donde fue enterrada, siendo muy niño Muhammad pero a la que quiso tanto que

cuando sucedió a su padre eximió a los habitantes de ese lugar de los impuestos a cambio de que se dedicasen a cuidar su tumba.

Ocupó el trono a los 29 años de edad. Se dice de él que eraun hombre muy culto y un excelente poeta, a pesar de que sentía un interés especial por las matemáticas... Era juicioso, de hermosas costumbres y dotado de agilidad mental. Todo el que estaba en contacto y dialogaba con él veía que tenía el don de la evidente agilidad en su percepción, sutileza intelectual, finura de inteligencia y sagacidad de opinión.De su aspecto físico se dice que era bajo y rechoncho, con la cabeza pequeña y cuellicorto, abundante barba que teñia con alheña ya que era pelirroja.Se casó con su prima hermana Umm Salama, tal vez, para suavizar los problemas de sucesión con su tio por parte paterna.Como su antecesor, combatió a los cristianos de Asturias y de los Pirineos. Hizo una tregua con el Rey Don Alfonso.Su gobierno fue sometido a constantes revueltas y movimientos separatistas de los muladíes y mozárabes.Los Banu Qasi, aliados de los Arista de Navarra con Musa ibn Musa a la cabeza, se rebelan contra Córdoba y afirman su independencia. Pero Muhammad invadió la región de Navarra arruinando y devastando todo el territorio, haciéndose dueño de varios castillos, entre ellos el de Falah'san (Falces). Así consiguió devolver durante un tiempo a la sumisión a los Banu Qasi.

Remató las obras de la Mezquita-Aljama renovando la parte antigua y afianzando la nueva. Incluso a él se debe que durante el Emirato se declarara el domingo como día festivopara los cristianosMurió a la edad de sesenta y cinco añosSu Emirato duró treinta y cuatro años, diez meses y veinte

días, dejando treinta y tres hijos y veinte hijas

Le sucedió su hijo Al-Mundir.

El Emir Al-Mundhir

Nació en Córdoba y a pesar de nacer sietemesino era tan fuerte como la esperanza de su madre Ailo, una cristiana esclava del haren, de verle algún día ocupando el trono del Emirato cordobés.Y así fue, llegando a ser el sexto Emir independiente de Al-Andalus.Sucedió en el trono a su padreMuhammad I, reinando solo dosaños a causa de su prematura muerte en Bobastro, producida por envenenamiento…Sobre Abdalá hermano de padre e hijo de otra de las

esclavas del harem, recayó la sospecha del asesinato... De la pócima se culpa al médico de la Corte, que participando en las intrigas de Abdalá por el poder, lo sangró con una lanceta envenenada.Mundhir era moreno de piel, ojos negros y de pelo ensortijado y muy guapo a pesar de que en su edad adulta surostro estuvo marcado por cicatrices y fue famoso por su valentia y arrojo.

Durante el reinado de su padre, recibió de éste el mando enlas operaciones militares contra cristianos y muladíes rebeldes. Dirigió una operación en el valle del Duero contra Ordoño I que fracasó parcialmente.De regreso a Córdoba derrotó en Burgos a Rodrigo, conde de Castilla, lo que hizo retroceder las fronteras cristianas hacia el norte.Intentó conquistar León y Astorga pero Alfonso III le venció en Valdemora... Llevó a cabo una expedición contra los Banu Qasi y Alfonso III pero fue derrotado, sin embargo, tuvo éxito en la expulsión de Ibn Marwan de Badajoz.

En los años de su reinado se concentró en combatir sin éxito al rebelde Ibn Hafsun.Le sucedió su hermanastro Abdalá, el que después sería el abuelo del primer Califa cordobés

Abdalhá I, el intrigante abuelo del primer califa

En el harén del EmirMuhammad I, dos esclavas, una cristianallamada Ailo y otra vascona, llamada Ushar, coincidirían quizá por los caprichos divinos en estar encinta.Ailo “la cristiana” fue la primera en parir una criatura prematura a la que impusieron el nombre de Al-Mundhir.El niño nació sietemesino lo que hacia mermar el privilegiode Ushar “la vascona” en convertirse en la madre del heredero desatando la ira de ésta que veía peligrar su posición en el harén y a los ojos del Emir, aunque manteníala esperanza que ese niño no sobreviviera en los primeros meses de vida.Pero el príncipe que nació prematuro era tan fuerte como laesperanza de Ailo de verle algún día ocupando el trono del Emirato cordobés.

La otra esclava, Ushar, tuvo dos meses después a su hijo alque le impusieron de nombre Abú Muhammad Ábd Allah, hijo deMuhammad, pasando a la posteridad como Abdaláel último Emir.Ambos niños crecieron, al igual que los otros 32 príncipes

y sus 23 hermanas entre las mujeres del Alcázar. Lo que conllevaba ser influenciados desde muy pequeños por las tramas y las ansias de poder de sus madres en el harén.Los niños fueron diferentes tanto en su forma de vida como en su aspecto físico, mientras que Mundhir era moreno de piel, ojos negros y de pelo ensortijado y muy guapo a pesarde que en su edad adulta su rostro estuvo marcado por la viruela.Abdalá era sin embargo de piel blanca y pecosa, de cabellosrubios y con grandes ojos azules.Mientras que Mundhir, desde muy pequeño, fue educado y formado para gobernar y capitanear los ejércitos de su padre contra los insurrectos, como verdadero heredero del Emir.Abdalá se trasladaba a vivir entregándose a otros placeres en la finca Almunia de la Noria. Y es que el oscurantismo marcó muchos sucesos de la vida de éste.El entorno de la quinta, levantada por él, se convirtió pronto en un vergel hermoso, ampliamente delineado que pobló de árboles y plantas y luego de embellecerla y delimitarla, proclamó públicamente su compra y tomó posesión de ella.

Cuando el 4 de agosto del 886 murió el Emir Muhammad I, el hermano de Abdalá, Al- Mundhir, se encontraba en las mismaspuertas de Bobastro, la atalaya malagueña inexpugnable del rebelde Umar ben Hafsún, donde recibió la noticia de la muerte de su padre, volviendo a Córdoba para darle sepultura al Emir en la Rawda, el panteón de sus mayores y tomar posesión de su Emirato.Su reinado fue escaso ya que duró dos años, los mismos que dedicó a combatir sin éxito al insurrecto caudillo muladí.Al Mundhir encontró la muerte el 29 de junio de 888 en Bobastro, producida por envenenamiento…Sobre Abdalá recayó la sospecha del asesinato de su hermano. De la pócima se culpa al médico de la Corte, que

participando en las intrigas de Abdalá por el poder, lo sangró con una lanceta envenenada.Abdalá, de la misma edad que su hermano, 44 años, y preocupado porque pudieran heredar el trono sus sobrinos, actuó con la piedad y discreción que regía su vida pública.Marchó a Bobastro, y después de hacer jurar fidelidad a losvisires y oficiales, se escandalizó "con una indignación muy bien representada" de la muerte del Emir, trayendo el cuerpo de su “querido” hermano a Córdoba, donde se ocupó dela oración fúnebre al pie del panteón de los Omeyas levantado junto al Alcázar, y ocupó el trono con el nombre de Abdalá I.

Pero a pesar del deseo de poder no supo reinar y su gobierno se vio alterado por las constantes guerras entre tribus árabes, beréberes y muladíes. Su poder como Emir se limitó a las tierras cordobesas, pues el resto de provincias estaban gobernadas por familias rebeldes que no acataban su autoridad.

Aunque dejó fama de creyente fervoroso, atento con el pueblo y los mandatarios, fiel cumplidor de las cinco oraciones diarias y asiduo de la Mezquita.Los intentos de dejar su imagen pública impoluta, no le eximieron de quedar en la Historia como un Emir de cuya debilidad y cobardía murmuraban las tropas: a los soldados no se les pagaba, las provincias no mandaban contribuciones, el Tesoro estaba tan vacío como los zocos, y el pan se había convertido casi en un lujo.Con el temible Ben Hafsún a las puertas de Córdoba (sus tropas estaban en Écija) el Emir rogaba la paz y, en lugar de las armas, se recluía en sus estancias escribiendo versos como estos:

"Todas las cosas de este mundo son transitorias, (…) Dentro de poco estarás en la caja y echarán tierra húmeda sobre ese rostro tan hermoso".

Mientras, se temían las revueltas dentro y fuera de la acosada Córdoba.Sin embargo y tal vez por su papel diplomático, quedó como unificador por la gloria del Califato, gracias, en parte, auna de sus esposas, Oneca Fortúnez, hija del rey de Navarra, a la que le dió el nombre de Durr que significa "perla" quien le dio el hijo llamado a sucederlo, Muhammad,asesinado por su hermanastro Mutarrif, hijo de la princesa Guizlan de sangre real y que aspiraba tambien al poder.La víctima dejó un primogénito llamado Abderramán de veintiun días, que la mala conciencia del Emir había convertido en su protegido y, por su carácter y formación, contó pronto con el beneplácito de la Corte y del pueblo.Abdalá I tuvo también 10 hijos y 13 hijas, además del infortunado Muhammad, padre del primer califa de Córdoba.

El último emir de Córdoba murió con 68 años y 24 de reinadodejando como heredero a Abderramán III, destinado a ser reyde las tres cuartas partes de la Península, tras suceder a su abuelo.

Abderramán III, El Califa cruel.

"...Y en todo este tiempo, he contado los días de pura y genuina felicidad que hevivido: montan un total de catorce... No cifréis por tanto vuestras esperanzas enlas cosas de este mundo."Abderramán III.

Hijo de Muzayna, que puede traducirse por Lluvia, una esclava de posible origen vascón y de Muhammad, el primogénito de Abd Allah Ibn al-Mundir, quinto de los Emires Omeya reinantes en Córdoba, independientes del Califato Abbasí de Bagdad.Nació en el Alcázar de la capital Emiral un jueves de enero, veintiún días antes de la trágica muerte de su padre, asesinado por su hermanastro al-Mutarrif a golpes por orden del padre de ambos, Abd Allah, entonces Emir reinante en Córdoba, y a causa de ciertas intrigas palaciegas.Su abuela paterna fue Onneca (Iñiga) llamada por su abuelo Durr ( que significa Perla), princesa hispana hija de Fortún Garcés, apodado el Tuerto, tercer monarca cristiano de Navarra y bisnieta de Iñigo de Arista, el iniciador de la estirpe.

Quizá por estos ascendientes femeninos, a los que hay que añadir los de su abuelo Abd Allah, nacido de una esclava deorigen franco, no deba extrañarnos que su aspecto personal no fuese precisamente el de un árabe típico, pues su piel era clara, sus ojos azules oscuros y su cabello rubio tirando a pelirrojo que intentaba ocultar usando tintes de alheña para ennegrecerlo.De corta estatura y complexión fuerte tenía, un aspecto atractivo, señorial y majestuoso que destacaba, sobre todo,cuando iba a lomos de su caballo, a pesar de que los estribos no bajaban un palmo de la silla debido a la reducida longitud de sus piernas, sin embargo, cuando iba apie resultaba bajo para la talla media de los de su raza.

La primera infancia de Abderramán III transcurrió en el harén de su abuelo conviviendo con su madre y sus tíos menores de edad, con las esposas y concubinas de su abuelo y con un buen número de servidores, esclavas, amas de cría,comadronas y eunucos.Al frente del harén estaba su tía, llamada al-Sayyida, es decir, la Señora. Era hermana uterina del infante Mutarrif,el asesino de su padre.Ésta se encargó de la crianza y educación del niño; lo trató con bastante rigor llegando a maltratarlo... Lo que nunca llegó a olvidar, ya que Abderraman, cuando sucedió a su abuelo la expulsó del Alcázar y la princesa tuvo de refugiarse en la casa noble de los Banu Hudayr, visires delemirato... Muriendo dieciocho años después de la entronización de su sobrino y sin ser reconocida como partede la corte.

Desde joven demostró poseer la constancia y astucia propia de los Omeya, junto al valor personal y acertado sentido dela realidad que, sin duda, le venía de su ascendencia vascona.

Poseía además de una inteligencia ágil, aguda perspicacia yun carácter cortés y benevolente, una elocuencia oratoria poco común, así como excelentes dotes para la composición poética.Criado muy cerca de su abuelo que, probablemente, acuciado por problemas de conciencia por la muerte de su padre, le tomó un especial aprecio y no ocultó a los ojos de los demás, pronto aquel niño fue el nieto preferido del Emir, al que llegada su adolescencia y mediante gestos tales comoel que en alguna fiesta le hiciera sentar en el trono mientras él ocupaba un estrado a su lado, o que a la vista de todos se quitase su anillo para ponerlo en el dedo del nieto, destinó a que fuera su sucesor.El joven Abd al-Rahman, que siempre vivió en la corte cordobesa, situación que no gozaron los propios hijos de suabuelo, tuvo una esmerada educación que asimiló con solturadada sus ya comentadas cualidades personales y su indudableinclinación al conocimiento de las materias que entonces seconsideraban imprescindibles en la formación de un hombre, que como él, estaba llamado a ocupar el más alto puesto en la sociedad en la que había nacido.

Sucedió a su abuelo, a la edad de veinte años. Heredando un

Emirato más nominal que real ya que a lo largo y ancho de Al-Andalus la desunión de los señores locales que controlaban las ciudades reducían el control efectivo del Emir a los territorios aledaños de Córdoba.Durante los primeros años de su gobierno, Abderramán III sededicó a sofocar todas las rebeldías y a unificar los territorios andalusíes bajo su mando. Quizás sus más importantes logros fueron la sumisión de Toledo y la derrota de Omar al Hafsún, señor de gran parte de la Andalucía Oriental. Así formó un autentico Califato.Una vez asentado su reino y su poder, quizá como desquite ala austeridad de la juventud junto a su tía, relajó sus costumbres.Entregado al vino y los placeres, su crueldad y prepotenciase acrecentaron, haciéndole protagonista de sucesos deleznables...

Bajo su mandato, la ciudad de Córdoba alcanzó el millón de habitantes, disponía de mil seiscientas mezquitas, trescientas mil viviendas, ochenta mil tiendas, innumerables baños públicos, setenta bibliotecas, una universidad, una escuela de Medicina y otra de traductores.Amplió la Mezquita –Aljama incluida la reconstrucción del alminar y ordeno edificar la ciudad palatina más bella del mundo... Madinat

Al   Zahra

Su gestión había recaído ya en Alhakem II, su hijo y de la esclava cristianaMaryam , una de sus esposas, elegida entre las más de 6.000 de su harén.Cuentan que por alguna de ellas, sintió tal ardor que "abandonaba la batalla para correr a sus brazos".Así sucedió con la primera, Fátima al-Qurasiyya, hija de sutío abuelo el Emiral-Mundir... La cual, debido a su rango llevaba el título de al-Sayyida al-Kubra, "la Gran Señora".Hasta una noche en que la solicitó y Maryam le compró la visita a las estancias... Apareció bajo los velos, procurándole tal agrado al Califa, que cuando descubrió el engaño en lugar de castigarla, la convirtió en su favorita.Hasta que llegó Mustaq, que fue la favorita del Califa en los últimos años de su vida y le dio el último de sus hijos, al-Mughira.

Apasionado por el lujo y la pompa, fue censurado públicamente por el Cadí porque dejó de cumplir sus deberesreligiosos en la Mezquita Aljama tres viernes seguidos cuando dirigía con entusiasmo las obras del «Gran Salón delCalifato» en Medina Azahara, cuyos muros quiso revestir de

oro y plata.Cuentan que para alimentar a toda la gente que vivía en el Alcázar se necesitaban trece mil libras de carne diarias, además de aves, pescados, cereales, hortalizas, frutas, etc...Que llegaban a palacio en hileras de animales de carga que medían varios kilómetros.El harén del Califa llegó a albergar seis mil trescientas mujeres y se calcula que el número de intelectuales protegidos por el Califa estuvo entre tres mil y ocho mil.Se cuenta de él la siguiente anécdota:Unos embajadores francos llegaron a la corte de Córdoba a fin de lograr una alianza con el Califa. Son citados al díasiguiente para visitar a Abd al-Rahmán en el palacio de Madinat al-Zahra.Al salir el sol los francos son conducidos a la puerta de Córdoba, donde arranca la carretera de cinco kilómetros hasta Madinat al-Zhara, ven como una alfombra de tapices cubre toda la distancia; a ambos lados, hombro con hombro, quince mil bereberes escogidos, con sus alfanjes extendidossobre sus cabezas, tienden una bóveda de espadas, bajo la que caminan los atemorizados franceses.Cada cien metros aparecen chambelanes ricamente vestidos, sentados en sillones de oro y plata. Los francos se postranante ellos, creyendo estar ante el Califa, pero los chambelanes les decían:"Seguid, yo sólo soy un humilde esclavo de mi señor".Después de dos horas de recorrido, llegaron a un salón con suelo de tierra y sin ninguna decoración, en el cual había un hombre sentado en el suelo, vestido con un traje raído, mirando distraídamente a un alfange, una hoguera y un ejemplar del Corán que tenía frente a sí.A los francos les dijeron al oído: "Ése sí que es el Califa", y rápidamente se postraron ante él. Abderramán levantó la cabeza y, antes de que ellos dijeran nada, les habló secamente: "Cuando vosotros permitáis en vuestro reino esto

(señaló el Corán) como yo permito en el mío vuestros librossantos, yo enterraré mi espada (dijo mientras la enterraba en la arena) y alimentaré todos los días la hoguera de la amistad (echó un leño al fuego)".Les mandó salir sin dejarles hablar... ¡ Jamás volvieron !.Si la anécdota es cierta, lo del traje harapiento fue sin duda una broma del Califa, pues tenía el Monopolio del Estado para la Fabricación de Trajes Suntuosos, y debía de ser el hombre más ricamente vestido durante siglos.

Pero Abderramán era impulsivo y cuando tenía un capricho nole importaba pisotear los derechos de sus súbditos:Una vez, quiso comprar un terreno para una de sus favoritas, paseando le gustó la casa que habían heredado unos niños huérfanos, que como tales estaban bajo la tutoría del Cadí.Abderramán ordenó al albacea que se la valorase a la baja.Cuando se enteró el Cadí, contestó al Califa que la venta de los bienes de los huérfanos sólo era posible por tres motivos:Por necesidad, por ruina grave o para obtener un beneficio para los niños.Como ninguna de estas tres condiciones se cumplían y conociendo como conocía al Califa, ordenó derribar la casa y obtuvo por el material de derribo más de lo que ofrecía el Omeya.

Era famoso por su crueldad, ya que podía ser sanguinario más allá de todo límite. Quiso ver con sus propios ojos la muerte de su hijo sublevado Abd Allah, y lo mandó ejecutar en el salón del trono, en presencia de todos los dignatarios de la corte, para escarmiento general.Según Ibn Hayyan (Historiador Omeya) , llegó a hacer colgara los hijos de unos negros en la noria de su palacio como si fueran arcaduces hasta que murieron ahogados.Cuentan algunos escritos de la época que el Califa

utilizaba los leones que le habían regalado unos nobles africanos para castigar con más saña a los condenados a muerte.Y esa crueldad no solo se quedaba en la batalla o para escarmiento... Su brutalidad con las mujeres del harén era notoria...Estando borracho un día, a solas con una de sus favoritas de extraordinaria hermosura en los jardines de Medina Azahara, quiso besarla y morderla, pero ella se mostró esquiva e hizo un mal gesto, el Califa montó en cólera y mandó llamar a los eunucos para que la sujetaran y quemaranla cara, de modo que perdiera su belleza.

Durante sus últimos años Abd al-Rahman permaneció recluido en su ciudad dorada de Madinat al-Zahra, en su estancia favorita, aquella con el suelo cubierto de arena en que tuvo lugar la novelesca audiencia a la embajada franca... Allí permanecía la mayor parte del día y sólo un contado número de personas tenían libre acceso.Entre los escasos privilegiados estaba Hasday Ibn Saprut, su médico personal, quizá el único hombre que jamás le tuvomiedo, posiblemente porque conocía su más profundo y bien guardado secreto: El obsesivo terror que sentía a morir envenenado a causa de la mordedura de una serpiente...Algo que quedó grabado en sus ojos y su mente desde los años de su infancia, cuando mientras jugaba en los jardinesdel Alcázar de su abuelo, uno de sus hermanos resultó mordido por una víbora, muriendo poco después, entre estremecedores llantos, a la vista de él y de los otros niños que les acompañaban en sus juegos.

En la primavera de 961, el frío de la sierra cordobesa en Madinat al-Zahra hizo enfermar al Califa... Se temió que fuera una pulmonía, pero una vez más Hasday consiguió una curación sorprendente, no obstante, el médico sabía que aquella mejoría del malgastado organismo del Califa no

sería muy prolongada, pero llegó el verano y con el buen tiempo el régimen de vida y audiencias de Abd al-Rahman volvieron a su ritmo normal.Sin embargo, con el retorno de los frescos otoñales la salud de anciano monarca empeoró nuevamente y en esta ocasión el judío sabía que, ni su depurada ciencia podía hacer nada por él.Así, un martes de octubre del año 961, tras cincuenta años en el poder y a los setenta de edad, dejando en el mundo once hijos, dieciséis hijas, la ciudad más hermosa y rica del mundo y la primera Facultad de Medicina que existió en Europa, Abd al-Rahman III murió pasando con todo merecimiento a figurar en las inmortales páginas de la Historia.Pero Abderramán III, a pesar de tener todo Al- Andalus en sus manos no fue muy feliz y cuenta la historia que tenia una especie de diario en el que hacía constar los días felices y placenteros marcando el día, mes y año.De los 70 años que vivió, de ellos 50 reinando, tan sólo quedaron reflejados en ese diario catorce días felices.

Al - Hakem II, el Califa cuyo mayor tesoro eran los libros

El símbolo de esa cultura andalusí, pluralista y tolerante es, sin duda, Al Haken II.Hijo de una cristiana llamada Maryam y del primer Califa cordobés, Abderramán III.Con la muerte de su padre, Al Hakem II ocupó el trono, tenía ya 46 años.Hasta entonces, y pese a su unión con la bellísima Radhia, no tuvo hijos...Sus gustos se inclinaban mucho más a los efebos, es decir que le gustaba más los chicos jóvenes que su propia esposa y concubinas.Hasta entonces, y aunque los comentarios sobre su orientación, corrían por todo el Al- Andalus no había sido primordial que tuviera descendencia, ya que su padre aún

ostentaba el poder. Pero al llegar al trono la descendenciase hacía necesaria y Al Hakem desconfiaba de conseguirla...Tras la muerte de su primogénito, logró dársela una concubina esclava, de origen vascongado llamada Subh, ( la Aurora), a quien significativamente Al Hakem dio el nombre masculino de Chafar, nombrandola madre del sucesor, Hixen II, al que el pueblo lo llamó "el Niño Califa " ya que además de ser esperado, fue deseado y adorado por Al Hakem que siempre había visto lejos tener un sucesor de su propiasangre.Cometiendo el gran error de no nombrar a un sucesor capacitado y eficaz aunque no fuera de su propia sangre, yaque su hijo, seria una marioneta utilizada con astucia por Almanzor.

Nunca tuvo buena salud Al Hakem, ni tampoco una gran belleza... Era rubio, como casi todos los Omeyas, pero tirando a pelirrojo, con grandes ojos negros, nariz aguileña, paticorto y enfermizo, sólo escapó del más común en la Córdoba de entonces: El alcoholismo.Tanto se preocupó por esta costumbre que concibió la peregrina idea de implantar la Ley Seca de raíz, esto es, arrancando todos los viñedos de Al Andalus.Menos mal que sus consejeros le convencieron de dos cosas: el aguardiente de higos emborrachaba más y las uvas eran necesarias para hacer las pasas que se distribuían para la comida entre las tropas así que abandonó la idea.

Promovió la ampliación de la Mezquita en lo que hoy es su cuerpo central y terminó las obras de Medina Azahara.En lo político, pretendía vivir en paz con los cristianos del Norte, pero estos que conocían esa idea, tuvieron la osadía de negarse a entregar ciertas fortalezas y a pagar los tributos acordados con Abderramán III, su padre.Al Hakem entabló entonces una guerra en la que brilló el liberto Gálib. Que no era otro más que un esclavo liberado

que llegó a ser el mayor jefe militar de Al- Andalus.El éxito fue tan contundente que ya no volvieron a la armasmientras vivió Al Hakem II.Al Hakem sufrió un ataque de hemiplejía del que nunca se recuperó y la mitad de su cuerpo se quedó paralizado.

Viviendo en paz con sus enemigos, se dedicó a preparar el tránsito emancipando un centenar de esclavos, rebajando unasexta parte los impuestos y garantizando la existencia de los maestros de las 25 escuelas para niños pobres que habíacreado en Córdoba.Pero sobre todo, visitaba el que, aparte de la Mezquita, era su templo favorito: la inmensa Biblioteca que desde sustiempos de príncipe había creado...

Allí funcionaba un taller de copistas, encuadernadores y miniaturistas. Tenía agentes para ojear y comprar libros enEl Cairo, Bagdad, Damasco y Alejandría.Y tenia a una mujer como directora de ésta, cosa que en aquellos tiempos era impensable y que fue en contra de todos sus consejeros.Desde la biblioteca subvencionaba no sólo a los escritores y estudiosos de Al Andalus sino de todo el mundo. Cuando supo que Abu el-Faraj Isfahani había comenzado su célebre antología de poesía y canción árabes le envió mil monedas de oro para tener una copia. El Isfahani le envió una especial, con la genealogía de los Omeyas.Fue un califa inteligente, ilustrado, sensible y extremadamente piadoso...Y es que Al Hakem II, leyó y anotó muchos de los miles de libros de su biblioteca era un genealogista consumado, el más importante que haya tenido esa disciplina.

Todavía hoy es la máxima autoridad y pasaron siglos antes de que se reuniera en España una biblioteca como la suya, sólo porque escribía, perdonaba, protegía a los filósofos y

poetas para ellos pudieran escribir.El 1 de octubre de 976 murió en brazos de Fagil y Djahad, sus eunucos, Al Hakem II, el califa bibliotecario al que sucedió Hisham II el niño califa.

Hisham II, el Califa inútil

Al morir el califa Al-Hakam II, la sucesión al frente del Califato recayó sobre su hijo de tan solo 11 años de edad de nombre Hisham II, tercer Califa de Córdoba aunque nunca llegó a reinar.La guardia de palacio, comprada por su tío Al-Mugirah intentaron atentar contra el niño-califa y sustituir en el trono a Al-Mugira, pero en los apoyos que tenía Hisham se encontraban poderosos personajes de la corte entre los que destacaban su propia madre, la concubina vascona Subh, el chamberlán Jaffa al-Mushafi y su tutor Al-Mansur Ibn Abr Amir (Almanzor), los cuales hicieron fracasar la conjura alconseguir eliminar al pretendiente al trono.

Almanzor rodeó el palacete de al-Mugirá con un destacamentode cien soldados de origen eslavo, irrumpió en él y notificó al infante la muerte del Califa y la coronación deHixem II.Ante las dudas que tenia de Almanzor, el hayib al-Mushafi exigió el cumplimiento de lo acordado, con lo que el desgraciado al-Mugirá fue estrangulado delante de sus mujeres y colgado de una viga de la techumbre, como si se hubiera suicidado. Como jefe de policía, Almanzor se apresuró a ocultar el crimen y ordenó que su víctima fuera enterrada allí misma.

La minoría de edad del Califa propició que este trío conformaran un consejo de regencia y recluyen a Hixem en palacio donde, aunque figura como gobernante, carecerá de cualquier influencia política.Del Califa se dijo que era un pobre niño obligado por Almanzor a vivir en completa soledad, lo cuál, con el tiempo, habría perjudicado su salud mental...Otros mencionan su frágil constitución, su carácter iracundo, su evidente incapacidad para desempeñar el cargo de Califa o sus diversos defectos celosamente guardados.Tambien se dice que Hisham creció sufriendo problemas motrices y que tenía la parte izquierda del rostro paralizada y que había ido perdiendo capacidad intelectual según se fue haciendo mayor.La cuestión es que Hisham sufrió un progresivo aturdimientoa causa del tipo de vida que le impuso Almanzor, y por eso éste pudo instaurar una nueva forma de gobierno aprovechando las limitaciones físicas y mentales que padecía el Califa.

La figura de Almanzor empieza a crecer en popularidad al tomar medidas como la abolición de impuestos mediante campañas militares exitosas que le aseguran el apoyo del ejército.

Entonces comienza a maquinar para hacerse con el poder absoluto, para lo cual debe deshacerse del Al-Mushafi.Confabulado con Subh, convertida en su amante, y apoyándoseen los beréberes, atrae a su circulo al famoso general eslavo Galib para lo cual se casa con su hija para tenerlo bien cerca y, elimina al chamberlan acusándolo de traición y ejecutándolo junto a sus hijos...Tras hacerse con el cargo de chamberlán, iniciará el periodo conocido como la dictadura amirí.El siguiente movimiento realizado por Almanzor para consolidar su incipiente poder fue eliminar al general Galib, su suegro, que era defensor de la legitimidad de Hixem II, y hasta entonces aliado pero que se entreveía como su único posible rival.Lo eliminó acusandolo de traición, cortandole la cabeza y exponiendola a las puertas del palacio de Córdoba...Almanzor, consigue que Hixem II declare públicamente que deja las tareas de gobierno en sus manos, es un auténtico golpe de estado.Y despejado el camino de posibles rivales adoptó el título de Al-Mansur bi-llah y gobernará de forma absoluta hasta sumuerte veinte años más tarde.

Al infeliz Hisham sólo le permitia que saliera del Alcázar disfrazado de mujer y mezclado con damas de su harén, para pasear por calles desalojadas.Medidas como estas parecen encaminadas a suprimir toda imagen pública del califa, tanto más cuanto que su precariaintegridad física y mental podía poner en peligro su continuidad en el trono, de la que dependía el poder de Almanzor

A la muerte del dictador es su hijo Abd al-Malik al-Muzaffar (el primogenito y predilecto) el que le sucede en el poder a pesar de que el verdadero califa Hisham II ya contaba con treinta y siete años de edad, siguió estando

apartado de cualquier decisión política o de gobierno.

Muerto Abd al-Malik en extrañas circunstancias (envenenado por su propio hermano) y reinando todavía nominalmente Hisam II, el segundo hijo de Almanzor, Abd al-Rahman con elsobrenombre de Sanchuelo por ser nieto de Sancho Garcés II de Pamplona por vía materna, se hizo cargo del poder.Su intento de que Hisham II le nombrara su sucesor como Califa provocó que se produjera un levantamiento popular encabezado por Muhammad II al-Mahdi que tras destrozar Al-zahira (La ciudad de Almanzor) se dirigió al Alcázar en busca del Califa, de aquél que había traicionado a su propia dinastía.Omeya contra Omeya, le exigió que abdicara en su nombre, y se convirtió así en el cuarto Califa.Hisham II quedó prisionero, el nuevo Califa no se atrevió amatarlo y Muhammad II anunció la muerte de Hisham II mostrando el cadáver de un judío que se parecía mucho al Omeya, al que enterró con todos los honores.La treta levantó inmediatamente las sospechas de algunos familiares Omeyas, por lo que Muhammad se vio obligado a encarcelar a algunos de sus propios parientes para cortar de raíz todo tipo de murmuraciones o sospechas.

Tras un periodo convulso en el se produjeron varios cambiosen el poderentre Muhammad y Silayman por la guerra entre beréberes y árabes, fue repuesto en el trono por tropas mercenarias eslavas al mando de al-Wahdid que paso a ser elhombre fuerte del régimen aunque nunca pudo ganarse el control de las tropas beréberes lo que contribuyó a un mandato muy corto.Parece ser que, de nuevo en la cárcel, Hisham II fue estrangulado por iniciativa del hijo de Sulayman, desapareciendo así el que sin duda alguna fue el peor gobernante de toda la historia del Califato andalusí.

Muhammad II " El Califa insensato "

Muhammad II al-Mahdi, cuarto Califa de al-Andalus y bisnieto del primer Califa OmeyaAbderraman III.Su breve reinado, ocupado por dos cortos espacio de tiempo,apenas unos meses, estuvo marcado por terribles enfrentamientos entre árabes, beréberes y eslavos.Fue él quien, al mando de una gran ejército, puso fin a la dictadura impuesta por Abd al-Rahman Sanchuelo, hijo de Almanzor y último representante de la dinastía amirí.

Cuando mataron a su padre, Hisham ben Abd al-Chabbar, máximo líder de una revuelta cuyo propósito era poner fin ala dictadura de los amiríes y deponer al títere Hisham II, Muhammad se convirtió en el pretendiente oficioso para el trono califal que proponían los Omeyas descontentos.Dos años más tarde, Abd al-Malik, murió envenenado, parece ser a manos de su ambicioso hermanastro Abd al-Rahman

Sanchuelo, que le sustituyó en el poder absoluto de al-Andalus.

El libertinaje, el desorden y la dejadez en los asuntos de Estado en el que cayó el califato bajo la autoridad de Sanchuelo fue de tal calibre que alarmó e irritó sobremanera a los cordobeses.Al saberse que Sanchuelo abrigaba intenciones de ser nombrado sucesor al trono por el propio Hisham II, los diferentes pretendientes Omeyas cerraron filas entre sí y se prestaron a reclamar sus derechos al trono, apoyados porla resentida madre de Abd al-Malik, llamada al-Dhalfa, que acusaba directamente a Sanchuelo de la muerte de su hijo.

Las circunstancias se mostraron favorables a los intereses de los sublevados, ya que cuando Muhammad se disponía a emprender una marcha contra Córdoba para derrocar al amirí,éste se hallaba haciendo la guerra contra los reinos cristianos del norte.Así pues, Muhammad se hizo dueño de Córdoba y del Alcázar sin problema alguno...Obligó al títere Califa a que renunciara al trono en su favor, a lo que éste no opuso resistencia alguna y, seguidamente, se autoproclamó al-Mahdí bi-llah ( El bien guiado por Alá)A continuación, permitió a sus tropas, compuestas de la gente más vulgar que pudo encontrar, someter a Al-Zahira (La residencia de Almanzor) a un terrible saqueo quela dejó prácticamente diezmada... Y cuentan, que cuando ya no quedaba nada que llevarse, Muhammad "ordenó" demoler completamente la ciudad en el menor plazo posible.

Enterado de los sucesos, Sanchuelo regresó precipitadamentea Córdoba con intenciones de recuperar el poder pero, antesde llegar a Córdoba, fue sorprendido por las tropas del nuevo califa, que le estaban esperando... Y la cabeza de

Sanchuelo fue cortada, expuesta y paseada en un pica por toda la capital.Sólo a partir de ese momento, Muhammad II comenzó a ser considerado como el nuevo califa de al-Andalus, y como tal,a recibir las correspondientes adhesiones y juramentos de fidelidad de los gobernadores de las marcas y provincias del califato, entre ellos el del poderoso esclavo Wadih, comandante que fué de Almanzor.

Pero, a pesar de la gran oportunidad que tuvo para hacerse querer y consolidar su autoridad en el trono, el nuevo califa demostró ser tan imprudente o más que el propio Sanchuelo.Se rodeó de una corte de visires incapaces y sin preparación alguna, escogidos todos ellos de entre el populacho más ruin y de sus amigotes de fiestas y francachelas, y empezó a vivir con un lujo desordenado...A todo esto, mantenía oculto al destronado califa Hisham II, fuertemente vigilado y privado de todos los placeres delos que tenía costumbre, sin tener valor para asesinarle, ante las posibles represalias que pudiera suscitar el regicidio.Muhammad II anunció la muerte de Hisham II mostrando el cadáver de un judío que se parecía mucho al Omeya, al que enterró con todos los honores...La treta levantó inmediatamente las sospechas de algunos familiares Omeyas, por lo que Muhammad se vio obligado a encarcelar a algunos de sus propios parientes para cortar de raíz todo tipo de murmuraciones o sospechas.

Uno de esos parientes encarcelados, Sulayman, también bisnieto del gran Abd al-Rahman III, aprovechó la rebelión de los beréberes contra Muhammad II para que éstos le nombraran pretendiente al trono califal.A tal propósito, los beréberes no dudaron en firmar un tratado de alianza con el conde castellano Sancho García,

ambos ejércitos vencieron a las tropas de Muhammad II en labatalla de Alcolea.Muhammad II no pudo evitar la entrada triunfal de Sulayman en Córdoba, pero intentó un último recurso sacando a la luzal cautivo Hisham II, al que la gran mayoría suponía ya muerto. En vista de que su estratagema no había tenido éxito, Muhammad II huyó precipitadamente a Toledo, donde aún mantenía fuertes alianzas y fidelidades...Sulayman se autonombró nuevo califa con el título de al-Mustain bi-llah (El que busca el auxilio de Alá).En su provisional destierro toledano, Muhammad II consiguiólevantar un ejército de unos cuarenta mil hombres, en su mayoría eslavos adeptos al general Wadih; además, contó conla colaboración de importantes contingentes catalanes al mando de los condes Ramón Borrell III de Barcelona y Armengol de Urgel.Con una tropa tan impresionante, Muhammad II tuvo pocos problemas para derrotar a Sulayman en una cruenta batalla, contienda que le permitió adueñarse, por segunda vez, del trono califal.Pero, al mes siguiente, Muhammad II se vio obligado a contestar a los ataques del derrocado Sulayman en la serranía de Ronda, campaña que se saldó con el fracaso absoluto del califa, donde perdió la mayor parte de sus mejores hombres.

De regreso a Córdoba para reorganizar a sus maltrechas tropas, los catalanes se negaron a prestar de nuevo su apoyo militar a Muhammad II, quien no tuvo más remedio que resignarse a su suerte y esperar en Córdoba a que las tropas de Sulayman aprestasen el golpe final.Durante la espera, Muhammad II manifestó su disoluto carácter, pues fue incapaza de organizar la ciudad para afrontar convenientemente los ataques del rebelde, por lo que el general Wadih, harto de un hombre tan falto de inteligencia como sobrado de vicios, resolvió asesinarle y

reponer en el trono al títere Hisham II.Así que Muhammad II fue ajusticiado por uno de los oficiales de Wadih en presencia del no menos inepto Hisham II.

Sulayman al-Musta'in

Quinto Califa cordobés y bisnieto de Abd al-Rahman III, nacido en Córdoba y muertoen la misma ciudad, asesinado por orden del nuevo Califa Ibn Hammud.

Durante su tumultuoso reinado se intensificó notablemente la fitna o guerra civil entre las tres etnias dominante en al-Andalus:Beréberes, árabes y eslavos.Excelente poeta y hombre muy culto, Sulayman se alzó contrasu pariente Muhammad II, apoyado por el importante sector beréber, que padecía una persecución sistemática por orden expresa de Muhammad II.

Fracasada la primera intentona golpista, Sulayman se refugió junto con sus adeptos en las riberas del río Guadalmellato... Desde allí y después de apoderarse de las plazas de Calatrava y Guadalajara sin apenas oposición, Sulayman sufrió un serio contratiempo en las inmediaciones de Medinaceli, en cuya batalla sus tropas fueron diezmadas por las del excelente general eslavo Wadih, que se había

convertido en el único sostén que tenía Muhammad II para seguir como Califa.

Sulayman comprendió que para conquistar el Califato necesitaba ayuda militar urgente, por lo que pidió la ayudadel conde castellano Sancho García, a cambio de la concesión en plena potestad de varias plazas fuertes situadas en la frontera del valle del Duero, las cuales serían entregadas al conde una vez que Sulayman se sentase en el trono de los Omeyas.

Seguidamente, Sulayman invitó al eslavo Wadih a que se uniera a su causa y traicionase a Muhammad II, petición queel eslavo rechazó de plano, lo cual reforzó aún más toda lalínea fronteriza de la Marca Media. El encuentro irreversible entre ambas fuerzas se produjo en las inmediaciones de la actual Alcalá de Henares y se saldó conuna victoria sin paliativos de las tropas coaligadas, lo cual permitió a Sulayman avanzar sin oposición alguna en dirección a Córdoba.Así pues, Sulayman hizo su entrada triunfal en Córdoba sin que Muhammad II pudiera evitarlo, a pesar de que en un intento desesperado sacó a la luz al depuesto  Califa Hisham II, al que todos ya creían muerto y enterrado.Muhammad II logró esconderse en un lugar seguro de la ciudad hasta que pudo escapar a Toledo, ciudad en la que todavía mantenía un grupo importante de adeptos, con los que al poco tiempo volvería a reclamar el trono omeya que consideraba suyo legítimamente.

Sulayman fue confirmado Califa de Al-Andalus con el título o laqab de al-Mustain bi-llah (el que busca el auxilio de Alá).El nuevo Califa instaló a las tropas beréberes en el magnífico palacio que mandó construir Abd al-Rahman III, Medina al-Zahara, mientras que el conde castellano hizo lo

propio en una suntuosa Almunia de la capital.Pronto se confirmó un hecho gravísimo para los intereses deSulayman: Su total dependencia de las tropas beréberes que le habían aupado hasta el trono califal, las cuales, en venganza por las humillaciones y persecuciones sufridas durante el reinado de Muhammad II, se entregaron al saqueo,incendios y toda clase de matanzas, con la total aquiescencia del califa. El antagonismo de los cordobeses hacia los beréberes y Sulayman alcanzó su punto más alto cuando este nombró a su hijo como sucesor, maniobra que hizo que sus días en el trono cordobés estuvieran contados.

La reacción de Muhammad II no se hizo esperar... De nuevo, con la inestimable ayuda de Wadih, pudo reunir un impresionante ejército en Toledo, al que se unieron un buennúmero de contingentes cristianos al mando de los condes catalanes Ramón Borrell III de Barcelona y Armengol de Urgel. La coalición militar impidió a Sulayman cumplir lo pactado con el conde castellano, puesto que en esos precisos momentos se vio incapaz de entregarle las plazas prometidas; la reacción del conde castellano fue dejar soloal califa y retirar todas sus tropas de la capital Califal.

Sin más apoyo que los beréberes, Sulayman se dispuso, en una acción bastante suicida y a la desesperada, a hacer frente al avance coaligado, pero fue derrotado por las fuerzas de Muhammad II, quien se apresuró a tomar por segunda vez el trono cordobés, al mismo tiempo que sus tropas repetían los mismo desmanes de matanzas que anteriormente había realizado los beréberes.Un mes más tarde, las tropas beréberes de Sulayman devolvieron el ataque en las inmediaciones del valle alto del Guadiana, donde aniquilaron a más de tres mil hombres de Muhammad II, en su mayor parte catalanes.Muhammad II huyó a la desesperada a Córdoba mientras los condes catalanes rompían la alianza militar.

Una vez en Córdoba, Muhammad II se mostró incapaz de ofrecer protección a los habitantes de la capital, por lo que Wadih, harto de tanta incompetencia por parte del omeya, resolvió matarle y reponer en el trono califal al títere Hisham II.Wadih, en un intento por llegar a un acuerdo con Sulayman, envió la cabeza del depuesto califa al pretendiente y sus seguidores beréberes, e instó a Sulayman a abandonar la actitud revolucionaria y a que todos jurasen fidelidad al legítimo califa.

Sulayman tomó al asalto Medina al-Zahara y puso cerco a la capital, mientras que otro contingente de sus partidarios se dedicaba a reconquistar paulatinamente las principales ciudades andalusíes...Sulayman sometió a Córdoba a un durísimo asedio y bloqueo que surtió efecto en cuanto la sed, el hambre y la peste seensañaron de la ciudad.El general Wadih intentó huir en medio del desorden generalizado, pero fue asesinado por los líderes cordobeses, quienes se apresuraron a reafirmar en el trono al inepto Hisham II, presa fácil para cualquiera que albergase ambiciones políticas.

Finalmente, una agotada Córdoba se rindió ante la evidente fuerza militar de Sulayman, acción que por lo menos evitó el más que probable saqueo de la capital.Nada más hacer posesión, por segunda vez del Alcázar, Sulayman mandó apresar a Hisham II y se intituló como Califa.Parece ser que, una vez en la cárcel, Hisham II fue estrangulado por iniciativa propia del hijo de Sulayman, Muhammad, desapareciendo así el que sin duda alguna fue el peor gobernante de toda la historia del emirato y califato andalusí.

La primera medida que tomó Sulayman al recuperar el poder, fue la de hacer un llamamiento a la calma en todas las provincias y distribuir el gobierno de algunas entre los líderes de las principales familias aliadas, medida que provocó la aparición de una nueva realidad política que acabaría imponiéndose una vez que la institución califal desapareciera para siempre, los reinos de taifas, ya que enrealidad el poder efectivo de Sulayman no iba más allá de los límites territoriales de Córdoba.El segundo período califal de Sulayman tampoco proporcionó la paz, y sus tres años de reinados acentuaron todavía más las tensiones sociales en vez de mejorarlas.Su total dependencia hacia los beréberes y el favoritismo que les mostró enardeció los ánimos de las elites cordobesas e incluso de gran parte de sus antiguos colaboradores. Ambos grupos reclamaron la vuelta del depuesto Hisham II sin sospechar que éste había sido asesinado anteriormente.El portavoz de la disidencia fue Alí ibn Hammud, gobernadorde Ceuta por imposición del propio Sulayman, quien, reclamóel trono cordobés pretextando haber sido el depositario delcalifato en nombre del depuesto Hisham II, quien según él seguía todavía vivo y oculto, atacando Córdoba.

Sulayman fue hecho prisionero cuando intentaba escapar... Ysin más remedio y destronado el Omeya, Ibn Hammud hizo su entrada victoriosa en Córdoba, pidiendo a Sulayman a que leentregara, vivo o muerto, al infeliz Hisham II.Una vez que se supo el trágico final del Omeya, Sulayman fue ejecutado en el acto por el propio Ibn Hammud, quien sehizo proclamar legítimo Califa con el título de al-Nasir li-din Allah ('el que combate victorioso por la religión deAlá').

Abderramán IV al-Murtada

De nombre completo Abd al-Rahman ben Muhammad ben Abd al-Malik, séptimo califa cordobés de al-Andalus.Era hijo de Muhammad y nieto de Abd al-Malik, uno de los hijos de Abd al-Rahman III. Por tanto, era bisnieto del célebre primer Califa.Nació en Córdoba aunque la fecha está sin determinar.Al iniciarse las luchas por el poder en tiempos del CalifaHisham II, se retiró de la corte cordobesa.El príncipe Omeya fue rescatado de su dorado exilio valenciano por Jayran de Almería y por el tuchibí Mundhir ben Yahya de Zaragoza, los cuales le pusieron a la cabeza de los ejércitos sublevados del este peninsular con el objetivo de derrocar a la dinastía hammudí reinante en Córdoba.Abd al-Rahman también contó con la colaboración de un importante contingente de tropas aportadas por el conde de

Barcelona.Las fuerzas rebeldes se concentraron en Játiva, lugar al que acudió el pretendiente omeya para encabezar el grueso del ejército que debía dirigirse a Córdoba, pasando primeropor Jaén para conquistarla y establecer una cabeza de puente que controlara los accesos y rutas hacia el sur.

Al frente de un poderoso ejército, cuando Abderramán se disponía a marchar contra Córdoba, tras haber conquistado Jaén, conoció la noticia de que Alí ben Hamud había sido asesinado y que sus partidarios habían reclamado al hermanode este, que ejercía de gobernador de Sevilla, para que ocupara el trono vacante.Los seguidores de los Omeyas reaccionaron, proclamando a Abderramán como Califa, que adoptó el título de al-Murtada (El que goza de la satisfacción divina).

Abderramán no resultó ser, sin embargo, el gobernante manejable que sus patrocinadores habían creído...Proclamado califa nominal no llegó a reinar de hecho al serasesinado por los mismos que le habían encumbrado, que aprovechando el ataque que las tropas Omeyas realizaban contra Guadix, fue traicionado, y tras ser derrotado en el campo de batalla, asesinado.

Al Murtada es alabado en las fuentes por sus virtudes, comoejemplo de su austeridad, se dice que nunca vistió de seda.De su familia se conocen dos hermanos, al Hakam, el ciego y Hisam III. Este último, después de la batalla de Granada,en la que también participó, se refugió en Alpuente, donde residió acogido por el emir Abd Allah ibn Qasim hasta 1029,aunque en 1027 había sido proclamado califa con el nombre de al Mutadd.

Abderramán V " El breve "

Séptimo Califa cordobés de al-Andalus, hermano de Muhammad II al-Mahdi y bisnieto del gran Califa Abd al-Rahman III, tuvo el honor de restaurar en el Califato a la dinastía Omeya, aunque su reinado fue el más corto -tan sólo de cuarenta y siete días- de toda la historia de al-Andalus.

Tras la expulsión del califa hammudí al-Qasim ibn Hammud, los cordobeses decidieron confiar de nuevo sus destinos en un príncipe de origen Omeya.Así que se procedió a la elección de califa entre los tres candidatos posibles, todos ellos descendientes directos de Abd al-Rahman III:-Sulayman, hijo del malogrado califa Abd al-Rahman IV al-Murtada. 

-Muhammad ben al-Iraqi-Abd al-Rahman ben Hisham ben Abd al-Chabbar.

Cuando todo hacía prever que la elección recaería sobre el primero de ellos, Abd al-Rahman hizo una entrada de fuerza espectacular en la Mezquita Aljama, acompañado de un impresionante aparato militar, acto con el que se impuso a la multitud allí congregada.El pretendiente fue inmediatamente reconocido por todos y entronizado como Califa con el título o laqab de al-Mustazhir bi-llah (El que implora el socorro de Alá).

A pesar de tener cierta capacidad para la política y de poseer una gran cultura y sensibilidad artística, su corta edad (Veintitres años) e inexperiencia en los asuntos de Estado, además de su falta de autoridad para imponerse en un período de crisis tan acuciante como el que le tocó en suerte provocaron su rápida defenestración.Y aunque supo rodearse de consejeros de valía, como Abu Amir ben Shuhayd, Abd al-Wahhub ben Hazam y el gran escritor Ali Ibn Hazam, le faltó tiempo para restaurar la tradición de los grandes Emires y Califas de su dinastía, tal como era su propósito.

Abd al-Rahman V heredó una califato con el Tesoro Público totalmente esquilmado...Las escasas rentas que pudo recabar apenas llegaban para pagar a la mitad de todos los funcionarios que había reclutado.Semejante panorama le indujo, en contra de sus principios yvoluntad, a iniciar una serie de expediciones ilegales pararecabar dinero, lo que le granjeó la enemistad de la pequeña burguesía y de los estamentos más bajos de Córdoba,grupos ambos que fueron los más perjudicados. Asimismo, como también carecía de un ejército medianamente competentepara afrontar cualquier tipo de ataque exterior, el nuevo

califa acogió con muestras de alegría a un escuadrón beréber que llegó a Córdoba a ofrecerle sus servicios.Semejante imprudencia bastó para desencadenar un violento motín en Córdoba.La población acorraló a los odiados norteafricanos para, acto seguido, invadir el palacio Califal.

Abderraman V al ver que la plebe enloquecida había entrado en palacio, se escondió en el depósito de leña destinado a los baños reales.En el fragor de la revuelta, los amotinados encontraron en palacio a otro miembro de la familia Omeya, también bisnieto de Abd al-Rahman III, llamado Muhammad ben Abd al-Rahman ben Ubayd Allah, el cual se había escondido temiendopor su propia vida.Sin tan siguiera pedirle su parecer, los amotinados aclamaron al Omeya como nuevo Califa y le coronaron ese mismo día.Abderramán V murió en la ciudad ajusticiado por su primo y sucesor Muhammad III.

Muhammad III " El cobarde "

Décimo primer califa cordobés de al-Andalus y padre de la famosa poetisa Wallada, solo estuvo poco más de un año en el poder.Bisnieto del fundador del califato Abderramán III, nacido en Córdoba era hijo de una esclava llamada Hawra y del malocrado Abderramán ben Abd Allah que fue asesinado por mandato de Almanzor.A causa de unas revueltas que hubo en la ciudad de Córdoba contra Abderramán V, por engrosar de tropas bereberes el ejercito califal...La turba ciudadana que invadió el palacio lo encontró escondido en una de las dependencias del edificio temeroso por su vida.

Después de ejecutar al califa y sin pedirle su parecer, fuenombrado Califa por unanimidad, a la edad de treinta y ochoaños, aunque Muhammad jamás estuvo a la altura de las circustancias...De naturaleza débil y vida libertina, desde el primer

momento desató una desenfrenada venganza contra todos sus enemigos políticos, a los que eliminó sin más, como a su primo Ibn al-Iraqi, al que mandó estrangular después de haberle nombrado su heredero.A otros los encarceló, caso de gran escritor y poeta Ibn Hazam.Muhammad III empeoró más la situación al rodearse en la Corte de personas groseras, sin preparación ni escrúpulos para enderezar un reino que naufragaba por todas partes.El año y medio largo que estuvo en el trono, en medio de grandes desórdenes, se abandonó a la disipación, a la bebida, a la comida y a todo tipo de placeres sexuales, incapaz de hacerse respetar por el pueblo, el cual se mofaba impunemente de él llamándole "miedecillo" o "barriguita", a causa de su conocida cobardía y de su impresionante obesidad.Semejante acto de depravación e insensatez provocó las irasde los notables de la ciudad, en principio favorables a la dinastía de los Omeyas, pero que, paulatinamente, fueron separándose del califa hasta que cayeron en los brazos del depuesto Califa hammudí Yahya ben Ali ben Hammud, que estaba refugiado en Málaga.

Ante la amenaza del hammudí y en vista de que la agitación social era cada vez más fuerte, el pusilánime califa decidió huir antes de ser destronado, ya que lo último equivaldría a una muerte segura y aprovechando los tumultosque padecía la ciudad por el asedio al que la tenía sometida Yahya, Muhammad III logró escapar cubierto con un velo y disfrazado de cantora... Unas semanas más tarde fue asesinado por un miembro de su guardia personal cerca de Uclés (Cuenca).Muhammad III pasó a la historia como el último Califa Omeyade Córdoba.Convirtiendo la ciudad de Córdoba en una Taifa más, dejandode ser codiciable por todos.

El mediocre Hisam III al-Mu'tadd

Último califa cordobés de al-Andalus, hermano mayor del malogrado califa Abd al-Rahman IV al-Murtada, nacido en Córdoba y muerto en Lérida.Exiliado de Córdoba y refugiado en la corte del reyezuelo de la ciudad, Sulayman ben Hud.Su reinado coincidió con el final de la institución Califalen al-Andalus, que dio paso al período conocido como el de los reyes de taifas (muluk al-tawaif).

Tras la expulsión de Córdoba del último califa hammudí, Yahya ben Ali ben Hammud, gracias a la colaboración de los reyezuelos de Almería y Denia, Jayran y Muchahid, respectivamente, la nobleza cordobesa, liderada por un

miembro de la vieja familia de los Banu Abda, Abu al-Hazam Yahwar, intentó por última vez restaurar el Califato en la persona de un miembro de la dinastía Omeya.Los notables cordobeses acordaron como requisito para entronizar al candidato que éste fuera reconocido por los numerosos jefecillos y señores eslavos y andalusíes independientes que pululaban por todo al-Andalus, con el fin de presentarlo como una especie de aglutinador o campeón nacional en la lucha contra el enemigo común, los beréberes, considerados como la única fuente de todos los males que venía sufriendo al-Andalus desde la caída de los amiríes .

Tras una exhaustiva búsqueda de casi un año, se encontró alcandidato perfecto... Se trataba de Hisham ben Muhammad benAbd al-Malik, hermano mayor de Abd al-Rahman IV al-Murtada,el desgraciado héroe de la malograda aventura granadina.El candidato, que vivía desde los primeros tiempos de la fitna (guerra civil) en el castillo de Alpuente, al noroeste de Valencia, hospedado por el señor de la fortaleza, Abd Allah ben Qasim al-Fihri, no manifestó ninguna prisa por tomar posesión de un trono tan peligroso y problemático como era el cordobés.

Córdoba había dejado de ser una presa codiciable para cualquier príncipe, Omeya o no, que aspirase a un trono vacante.Todo aquel que se instalaba en el Alcázar de los descendientes del Inmigrado, sabía de sobra que exponía su propia vida por un título despojado de toda su gloria y esplendor del pasado, así como un territorio sobre el que reinar que se extendía un poco más allá de la urde de Córdoba, ya que todas las provincias califales (Sevilla, Granada, Jaén, Elvira, etc), hacía ya mucho tiempo que se habían desentendido de la autoridad Califal, gobernadas porsus respectivas dinastías locales.

De todos modos, Hisham III accedió al requerimiento que se le hacía y fue proclamado Califa con el título o laqab de al-Mutadd bi-llah (El que confía en Alá), aunque continuó viviendo en Alpuente, mientras esperaba que se desvanecieran por completo las susceptibilidades que su nombramiento había suscitado en Córdoba.

Al cabo de dos años y medio de su proclamación, Hisham III hizo su aparición en Córdoba, a la cabeza de un pequeño y anodino séquito, y se instaló en el imponente Alcázar heredado de sus mayores. La impresión que causó a sus nuevos súbditos, que no pudo ser más decepcionante, preludiaba lo que habría de ser su reinado.

Tal como sospecharon todos los cordobeses, el nuevo Califa no se quedó atrás, en cuanto a mediocridad e incapacidad para gobernar, respecto de sus inmediatos predecesores.Hisham III, recordando los tiempos del califato de Hisham II, delegó el gobierno en su primer ministro, Hakam ben Said, un advenedizo intrigante y antiguo tejedor, al que confirió plenos poderes, mientras que él se preocupaba únicamente de disfrutar con todos los lujos posibles la dorada existencia que le habían procurado los cordobeses.Hakam asumió el verdadero mando de la nave del Estado, con una actitud arrogante que desembocó en una sucesión interminable de abusos de todo tipo, sobre todo económicos,hasta el punto de que el Tesoro Público fue sangrado hasta su último dinar...Hakam despidió a casi todos los funcionarios de la Corte, cuyos puestos cubrió con jóvenes libertinos menos escrupulosos si cabe que el visir y el califa, atentos sóloa su medro personal. Para paliar la ausencia del dinero en las arcas públicas, Hakam impuso una serie de impuestos contrarios a la ley coránica con los que pudo recabar el dinero suficiente para cubrir los gastos derrochadores de

una Corte abandonada por completo a la lujuria constante y a la deriva administrativa y política.Ante las lógicas protestas de los juristas coránicos, Hisham III y Hakam amenazaron a éstos con iniciar una represión sangrienta en contra de todo aquel que osara enfrentarse al poder del Califa y al de su visir.Semejante episodio colmó la paciencia de la aristocracia cordobesa y selló el principio del fin, tanto del reinado de Hisham III como de la propia institución del Califato enal-Andalus.

La aristocracia cordobesa resolvió deshacerse de semejante pelele. Para ello provocaron un levantamiento de la población, liderado por otro familiar de la dinastía Omeya,Umayya ben Abd al-Rahman ben Hisham ben Sulayman, al que laaristocracia cordobesa prometió el trono si asesinaba al odiado visir Hakam.La promesa como tal no era cierta, ya que los notables cordobeses, con Abu al-Hazam a la cabeza, habían decidido de antemano prescindir definitivamente del Califato como forma de gobierno, dignidad ficticia que ya no correspondíaa ninguna realidad, ni temporal ni espiritual, y sustituirlo por un Consejo de Notables que se encargaría deadministrar la ciudad y el poco territorio que dependía de ella.

Umayya cumplió con su palabra... Reunió a un nutrido grupo de partidarios descontentos y se apostó con ellos en la calle por la que de ordinario pasaba el visir para ir a palacio. Hakam fue literalmente despedazado, mientras que su cabeza era paseada por la ciudad en el extremo de una pica ante la general alegría de todos los cordobeses.

Una vez calmados los ánimos, el infeliz Umayya fue "invitado" a abandonar la ciudad lo antes posibles, bajo pena de muerte.

Hisham III, al darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, se refugió, muerto de miedo, en una dependencia de la Mezquita, aprovechando un pasadizo que unía ésta con el Alcázar.Reunido el Consejo de Notables, el veredicto de la asambleafue la pena del destierro para el califa destronado. AunqueHisham III se atrevió todavía a protestar dicha decisión, en el fondo se felicitó por haber podido salvar la vida, cuando la tónica general ante semejante situación no era otra que la pena de muerte o la ejecución inmediata.Hisham III se exilió en Lérida, donde encontró asilo político bajo la protección de su reyezuelo, Sulayman ben Hud. Muriendo en aquellas tierras, de manera oscura y sin aclarar.

Con este lejano y poco glorioso descendiente de Abd al-Rahman I el Inmigrado, finalizó para siempre la larga nómina de príncipes andalusíes que reinaron en al-Andalus.

Sin duda alguna, el antaño esplendoroso Emirato y Califato cordobés no merecía un final tan triste y patético como el que tuvo, proceso iniciado desde el reinado del cautivo Hisham II y que, en tan sólo un cuarto de siglo, sederrumbó como si de un castillo de naipes se tratase.Desaparecida la institución Califal, hizo su aparición el período de los reyes de taifas.

Almanzor: El Caudillo andalusí

Su verdadero nombre fue Abu Amir Muhammad ibn Abi Amir al-Mansur. Descendiente de una familia árabe del Yemen establecida en la región de Algeciras.Nació en el seno de una familia de noble origen pero reducido patrimonio. Su padre Abd Allah había servido a lasórdenes de Abd al-Rahman III, y su madre Boraiha pertenecíaa una de las más ilustres familias de Al-Andalus. Estudió derecho en Córdoba y, durante el califato de Alhakén II, ocupó importantes cargos administrativos, como los de director de la ceca o intendente del ejército del general Galib.Era extraordinariamente apuesto, muy vehemente y gran seductor, herramientas para una ambición sin límites. Tuvo la suerte de que lo echaran de su primer empleo cuando Al

Hakem II buscaba un administrador de los bienes de su heredero Abderramán y concertó una entrevista con su madre la Sayyida o señora Suhb, la esclava vascongada Aurora convertida en Princesa Favorita, que quedó fascinada por Ibn abi-Amir. El propio califa se asombraba del éxito que aquel joven galán de 24 años había adquirido sobre Sohb y todo su harén.Se convirtió en intendente del príncipe Abderramán, hijo y heredero del califa Alhakén II y de su favorita, la vasconaSubh, con la cual estableció una relación privilegiada sumamente beneficiosa para su carrera. Fue nombrado tesorero del califa, y a la muerte de Abderramán, pasa a ser el administrador del joven heredero, Hisham II.Un niño de tan sólo once años, circunstancia que aprovechó Almanzor, hombre decidido y ambicioso, para hacerse con lasriendas del poder.

Aquel mismo año fue designado tutor del joven califa, con la ayuda de la madre de éste, Subh de la que probablemente era su amante.Comenzó a llenar sus bolsillos con el dinero de las arcas reales, siendo acusado de malversación. Sin embargo, gracias a sus contactos, fue capaz de maquillar las cuentasy salir no ya impune, sino beneficiado del proceso. Así, Almanzor recibió una disculpa oficial y obtuvo el mando de la shurta media (policía).Su matrimonio con Ismá es felicísimo, aunque pronto se haceamante de la cristiana Elvira, y comparte a Subh con el cadí Ibn as-Salim. Su poder crece tanto, que los faquíes empiezan a poner en duda su fe.Dos años más tarde, ya tras haber convertido a Hisham II enuna marioneta política y postergado a personajes tan influyentes como al-Mushafí y Galib, Almanzor se hizo nombrar hayib, una especie de primer ministro, dignidad quele permitió ejercer una autoridad absoluta sobre todo el territorio.

Su primera decisión fue expulsar del ejército califal a la mayor parte de los mercenarios eslavos –los cuales, con el paso del tiempo, habían llegado a constituir una verdadera casta de privilegiados en la corte cordobesa y sustituirlospor unos 20.000 beréberes, reclutados por él mismo en el norte de África, medida que le proporcionó una enorme popularidad. Así mismo, emprendió una profunda reestructuración de sus tropas con el propósito de acabar con la organización tribal de éstas, lo que era fuente de continuos conflictos, dispersando en diferentes unidades a los miembros más destacados de cada familia.En 989 se enfrenta a una conspiración de su hijo Abdallah, -al que no consideraba legítimamente suyo- con el tuchibí Motarrif de Zaragoza y Abdallah Piedra Seca de Toledo. Los separa y vence con facilidad. Su hijo huye a Castilla y Almanzor la arrasa durante un año hasta que García Fernández tiene que devolvérselo y lo hace matar a correazosDotado de una personalidad carismática y de un gran talentomilitar, llevó a cabo un total de 56 campañas en tierras cristianas sin conocer la derrota, razón por la cual recibió el sobrenombre de al-Mansur (el Victorioso), con elque pasaría a la historia.La ampliación de Almanzor de la Gran Mezquita de Córdoba fue la más grande, aunque no la más bella, y le sirvió parademostrar su poder.Para financiar este trabajo, y otros proyectos como el palacio en Madinat al-Zahira con la que quería eclipsar a la que edificó Abderramán, Madinat al Zahrá.

Se cree que fue edificada al este de Córdoba y según algunos autores, en el meandro del Guadalquivir del Polígono de El Granadal y huertas colindantes. De esta suntuosa ciudad no queda nada ya que a los pocos años fue saqueada y destruida.

Con las campañas militares con las que llenó las arcas con tributos de los reinos cristianos del norte. En una de esascampañas, Almanzor saqueó la catedral de Santiago y esclavos cristianos acarrearon sus campanas hasta Córdoba. Cuando el rey Fernando conquistó la ciudad en 1236, ordenó su inmediata devolución.

La ampliación de la Mezquita trajo muchos quebraderos de cabeza a Almanzor, ya que hasta ahora, lo normal era derribar siempre el muro del Quibla para ampliar las once naves del templo hacia el sur, pero esta fórmula ya no era posible ante el desnivel del terreno y la cercanía del lecho del río Guadalquivir, por lo que fue necesario buscarotra solución; afortunadamente gracias a ello la gran obra de Al-Hakam II se ha conservado.Pero se dieron cuenta que hacia el lado occidental no podíacrecer el edificio pues junto a la vía pública se hallaba el palacio califal y en su parte norte se encontraba el patio, por lo que finalmente sólo quedó la opción de aumentar el edificio hacia el este, a pesar de encontrarse allí casas y calles. Fuentes escritas nos hablan de todo ello e incluso relatan preciosas anécdotas. Por ejemplo, entre las múltiples casas que hubo que expropiar, el cronista del siglo XII, Ibn Bashkuwal, relata cómo una señora se negó a dejar su vivienda hasta que se le diera otra que tuviese en su patio una palmera, al igual que la suya, condición a la que finalmente accedió Almanzor.Las obras de ampliación consistieron en añadir ocho naves al este de la sala de oración, en toda su longitud, así como en aumentar en igual anchura el patio. El mihrab, en consecuencia, queda descentrado y la mezquita adquiere su planta definitiva.En 1002 emprende la última contra Castilla y arrasa su templo sagrado, San Millán de la Cogolla. Atacado en Cervera, cerca de Calatañazor, está a punto de perder la

vida. Postrado en un carro es llevado a Medinaceli, donde fallece.Su epitafio dice así: «Por Allah que jamás los tiempos traerán otro que se le parezca ni que como él defienda nuestras fronteras».Un monje cristiano fue más conciso. «En el año 1002 murió Almanzor y fue enterrado en los infiernos». Ambas frases estaban justificadas.

Adal-Malik al-Muzaffar, el primogenito de Almanzor

Primogenito e hijo preferido de Almanzor y de al-Dhalfa, la hija del famoso general eslavo Galib.Llegó al poder con treinta años, después de los funerales de su padre, fue organizar una cruenta operación de castigosobre los reinos cristianos.

Era casi tan buen general como Almanzor, muchísimo más cruento, pero no tenía el mismo carisma y aunque siguió conla misma política de su padre con respecto a los reinos

cristianos del norte, realizando habituales campañas que ahora encontraban mayores resistencias... Y ya empezaba a notarse el descontento de algunos sectores de la ciudad, sobretodo de la aristocracia árabe y de los eslavos, ante la importancia social que van adquiriendo los beréberes.

Tuvo que sofocar una revuelta dirigida por los fieles al califa, Hixem II, que trataron de derribarlo pero Abd al Malik salió victorioso.Estaba claro que para mantener el liderato había que recurrir a una constante actividad militar y Abd al-Malik forzó la máquina de guerra para conseguir importantes victorias. Gracias a una de estas recibía el titulo de “al-Muzaffar”, el victorioso o el vencedor.No pudo disfrutar mucho de su título ya que al año siguiente fallecería en extrañas circunstancias, especulándose sobre un posible envenenamiento a manos de suhermanastro Sanchuelo, quién se convertirá en su sucesor.Cuentan que el propio hermanastro envenenó la hoja de un cuchillo con el que Abd al Malik partió una manzana para comérsela... al morderla cayendo muerto al instante.Su muerte y la sucesión de su incompetente hermanastro Abderramán Sanchueloprovocó la ruina de la dinastía amirí y el estallido de la fitna o guerra civil, con el consiguiente desmembramiento del Califato.

El caudillo, Abderramán Sanchuelo

Abd al-Rahman Ibn Sanchul llamado Sanchuelo. Caudillo amirídel Califato de Córdoba y valido deHisham II.Sanchuelo era hijo de Almanzor y Abda, nombre árabe que adoptó una de las esposas del caudillo amirí, hija de Sancho Garcés II de Pamplona. Se dice que el parecido físico con su abuelo cristiano hizo que le denominaran Sanchuelo.De hecho el monarca navarro anunció una visita oficial a suyerno, Almanzor. Y tras un largo viaje, fue recibido en al-Zahira, burda imitación de la ciudad palantina de los Omeya, con gran pompa militar tuvo ocasión de conocer a su nieto al que al parecer besó los pies en señal de lo que podía llegar a ser.

En un principio no le pertenecía el cargo de su padre ya que éste le pertenecía al primogénito Abd al-Malik al-Muzaffar hijo de Asma, la hija del general Ghalib, y con laque su padre se había casado para afianzar su posición.A la muerte de su medio hermano de la que se sospechó podíahaber sido el causante, pues la versión que contaba el populacho es que Sanchuelo había envenenado un cuchillo conel que al-Malik partió una manzana de la que comió.

Le sucedió en el poder que venían ejerciendo los descendientes de Almanzor. Las tremendas tensiones internasdentro del Califato entre beréberes y árabes, la suplantación del poder califal por los amiríes y la escasa capacidad de Sanchuelo para el gobierno provocaron un periodo de anarquía y revueltas que finalizó con una guerracivil por la cual desapareció el Califato de Córdoba y el poder se disolvió entre los reinos de taifas.Durante el escaso tiempo en que gozó del título de hachyb se desentendió del gobierno y se comportó de manera excéntrica.

Se hizo muy amigo de Hisham II, éste siempre entre algodones, y se dedicó al igual que el Califa a la vida de placeres y lujos sin preocupación.En Córdoba no tardaron en correr los rumores sobre su desmedida afición al vino y las mujeres... Poco después se hizo nombrar heredero legítimo de Hisham II, contraviniendola política de sus antecesores que habían tenido siempre elmáximo tacto y respeto por esta figura aunque detentaran elpoder en exclusiva.El cambio dinástico que esto suponía soliviantó a los elementos árabes tradicionalistas y menospreciados bajo losamiríes, y eslavos, siempre fieles a los Omeyas.

Su fin se gestó cuando se puso al frente de una campaña militar, tal vez para ganar algo del prestigio que como

militares tuvieron su padre y su medio hermano... Para ellono se le ocurrió mejor momento que el invierno y aunque todos sus consejeros le advirtieron de que no era el mejor momento desoyó sus palabras y se dirigió al norte.Para colmo, poco antes de marchar a la frontera dictó normas afrentosas para buena parte de la corte por las que deberían dejar de utilizar el bonete árabe y vestir a la berberisca.

No tardó en estallar la revuelta aprovechando su marcha y la de los bereberes que aún eran fieles a la estirpe de Almanzor y Muhammad ibn Hisham, biznieto de Abderraman III,canalizó el descontento de los cordobeses...Primero se vengó de los "usurpadores" amiríes y arrasó el complejo de al-Zahira donde estos residían y habían organizado una corte alternativa...Acto seguido se hizo con el control de Córdoba, entró en palacio y obligó a Hisham II a abdicar en su favor.¡ De este modo se proclamó califa con el nombre de MuhammadII !Enterado de los sucesos, Sanchuelo regresó precipitadamentea Córdoba con intenciones de recuperar el poder pero, antesde llegar a Córdoba, fue sorprendido por las tropas del nuevo Califa, que le estaban esperando...Lo mataron y su cuerpo lo trajeron hacia Córdoba entrándoloa la ciudad por la puerta del hierro, sobre un mulo, desnudo boca abajo mientras al paso la plebe le escupía...Entonces Muhammad ordenó que el cadáver fuera destripado y luego rellenado con plantas aromáticas y que fuera clavado en una cruz en la puerta de la Corte.De esta triste manera la dictadura amirí desapareció como si nunca hubiera existido.

Ali ibn Hammud al Nasir " El pretendido descendiente del Profeta "

Ali ibn Hammud, pretendidodescendiente del Profeta a través de los Idrisíes... Su padre fue un notable de la zona de Arcila, de una preclara familia árabe fuertemente berberizada. Su madre se llamaba Bayda (Blanca) al Quraysiyya, hija del tío paterno de su esposo.

Ali, era un hombre ambicioso y no se contentaba con una taifa más, sino con el Califato de Córdoba...Y allá fue, con el auxilio del eslavo Jayran de Almería y con la ayuda del bereber Habus de Granada, ocupó Córdoba, entrando en la antigua y decaída capital gorbenada en ese momento por Suleyman.Al no encontrar vivo a Hisam II, acusó a Suleyman de su asesinato, lo ejecutó y se hizo proclamar Califa.

Cuando la dinastía hammudí decide luchar contra el califa de Córdoba al Mustain, lo primero que conquista es la

ciudad de Málaga, que se convirtió en la base de operaciones de Ali ibn Hammud, junto con Algeciras.Por primera vez, al Andalus dejaba de tener Omeyas en el poder…Ali ibn Hammud fue el fundador de la nueva dinastía de los Hammudíes como Califas de Córdoba, pretextando tener una carta de Hisam II nombrándole su heredero legítimo.

Se tituló al Nasir, y aunque empezó con mesura su gobierno,controlando a los beréberes, pronto se tornó a ellos.Gozó de su apoyo durante dos años, que fue el tiempo que gobernó. Esta pasiva actitud le costó la vida siendo asesinado por tres eslavos domésticos del Alcázar (Munyib, Labib y Ayib) mientras tomaba un baño fue apuñalado y fueron sus mujeres inquetas por su tardanza, las que descubrieron su cadáver nadando en un charco de sangre.Y aunque el califa asesinado había designado previamente como sucesor a su hijo Yahya, que se encontraba en Ceuta, sus partidarios avisaron a su hermano que estaba de gobernador en Sevilla.Éste, en un principio, temió que fuera un ardid contra él yenvió a quien verificara la veracidad de los hechos; sólo entonces Qasim ibn Ammud se desplazó a Córdoba, sacaron el cuerpo de su hermano, hizo los rezos preceptivos por él y envió su féretro a la ciudad de Ceuta, donde fueron enterrados.Dos de los asesinos parace que fueron hallados y crucificados en el puente de Córdoba. Los bereberes se apresuraron a proclamar califa a Qasim ibn Ammud tres días después de la muerte de su hermano

Qasim ibn Hammud

En Córdoba se proclama califa a un hermano de Ali ibn Hammud, llamado Qasim, que se tituló al Mamun, que por dos veces ejerció, primero durante tres años y después durante siete meses.Fue desposeído por su sobrino Yahya ibn Ali del Califato deCórdoba, mientras Qasim, ejercía de califa en Sevilla.Aunque recuperó de nuevo la capital, en una sublevación delpueblo cordobés le obligó a abandonar definitivamente la capital en ese mismo año.Para frenar la indisciplina reinante en el ejército, introdujo en al Andalus milicias de raza negra.Pero aunque su califato duró cinco años... Los cordobeses ysevillanos deciden librarse de los hammudíes. Una serie de circunstancias imprevistas elevó al califato a otro omeya: Abderramán V, hermano de Muhammad al Madhi.En Córdoba se vuelve a entronizar a los Omeyas, por un tiempo, mientras Sevilla comenzaba su autonomía taifa.

Yahya ibn Ali ibn Hammud

Sucesor de Muhammad III al Mustakfi.Sobrino de Qasim ibn Hammud, al que usurpó temporalmente eltrono.Hijo de Alí ibn Hammud y de Labbuna de origen beréber y conascendencia árabe.Tuvo un hermano, Idris, y una hermana cuyo nombre se desconoce y que casó con Muhammad, hijo de al-Qasim.Yahya fue designado heredero del califato, pero a la muertede Alí, su tío al-Qasim se apresuró a viajar de Sevilla a Córdoba para ser proclamado califa, vulnerando así la herencia de Yahya.No obstante le nombró su heredero y le entregó a su hija Fátima como esposa; de ella tuvo dos hijos: Hassan e IdrisEn principio Yahya no se enfrentó a su tío y prefirió

asegurarse el gobierno de Málaga y de las plazas africanas,trasladándose de Ceuta a la capital andaluza y nombrando sulugarteniente en Marruecos a su hermano y hombre de confianza Idris, esperando ambos la ocasión propicia para derrocar a al-Qasim.Si en un principio la conspiración de Yahya contra su tío mantuvo un carácter secreto, poco a poco se fueron conociendo sus intenciones y fue ganando adeptos entre los beréberes de la corte cordobesa.

Pasando un tiempo se sublevó en Málaga contra al-Qasim y tomó el camino de Córdoba. Al-Qasim, que se sintió desamparado por sus súbditos, abandonó la capital califal yse estableció en Sevilla, dejando libre la entrada a Córdoba a Yahya programandose califa por los dos partidos, andalusíes y beréberes, adoptando el título de al-Mutali bi-llah.Mientras tanto al-Qasim había sido jurado como califa en Sevilla, lo que dio lugar a la existencia de dos califas simultáneos en ambas capitales andaluzas

Yahya convirtió su corte en una constante reunión de literatos y hombres de ciencia y fue generoso con todos aquellos que se acercaron a él, especialmente con los poetas que le dedicaron grandes alabanzas.Esta actitud hizo que los mismos beréberes que lo habían entronizado lo derrocaran violentamente y nombraran de nuevo califa a al-Qasim, que viajó desde Sevilla para recibir el juramento de los cordobeses

Yahya se estableció en Málaga y su feudo ocupaba casi toda la parte meridional de la Península, desde Málaga hasta Jerez, con unas rentas abundantes y saneadas.Pero de nuevo fue derrocado su tio al-Qasim y el califato pasó al Omeya Abd al-Rahman al-Mustazhir. Yahya persiguió asu tío al-Qasim y lo capturó en Jerez, donde éste se había

refugiado. Lo trasladó a Málaga y lo mantuvo preso en el alcázar, hasta que, muerto Yahya, fue mandado asesinar por su sucesor, Idris.Aquel fue el momento del nacimiento de la taifa de Málaga

Abu al Hazm ibn Yahwar ibn Muhammad

LosYahwar eran una importante familia de origen árabe, llegados a al Andalus en la primera mitad del siglo VIII.Ya instalados en Córdoba, sus primeros miembros fueron visires de los Omeyas, y así siguieron sobresaliendo hasta el siglo XI.Cuando el último CalifaHisham III al Mutadd fue destituido... La Asamblea de notables cordobeses decidió encomendar el gobierno a Abu al Hazm ibn Yahwar ibn Muhammad, el más destacado entre ellos por situación familiar y conducta política, demostrando gran habilidad durante los últimos y revueltos tiempos.

Abu I Hazm Yahwar llenó con sus buenas intenciones el vacíode poder Califal recién suprimido. Para alejarse de los recuerdos califales imprimió a su autoridad política la

apariencia de una república burguesa.Cuentan que era un hombre ingenioso, reservado y con solidez de juicio... Tuvo el acierto de colocarse tan sólo como depositario del cargo, en tanto apareciese alguien al que unánimemente dieran todos el poder, cuidó el Alcázar Califal, pero no se trasladó a vivir a él.Y organizó una milicia ciudadana, distribuyendo armas a loscomerciantes, procurando la defensa del orden continuamente.

Su política fue conciliadora entre otras taifas, siendo notable el papel arbitral que ejerció acogiendo a los los señores de otras taifas, principalmente desplazados por la expansión de los Abbadíes de Sevilla.Yahwar, consecuente con su forma de entender el poder, no nombró sucesor, pero el peso de las circunstancias hizo quele sucediera su hijo Muhammad, que ya adoptó el título honorífico de al Rasid.

Abu al Walid Muhammad inb Yahwar al Rasid

Abu al Walid tuvo una educación muy esmerada con algunos de los principales maestros de Al Andalus y secundó la actividad de su padre, Abu al Hazm ibn Yahwar, cuando éste accedió al poderen Córdoba.

Durante su gobierno no adoptó título soberano alguno, siguiendo en esto a su padre y mantuvo su condición de hayib y su residencia particular, sin tomar posesión del Alcázar Omeya. También mantuvo los esfuerzos iniciados por su padre para mediar en las disputas de los reyes de taifas, especialmente entre al Mutadid de Sevilla y al Muaffar de Badajoz; finalmente consiguió establecer la paz entre ellos, aunque tras una larga guerra.

Al Rasid acogió en Córdoba a distintos reyes destronados deal Andalus, generalmente víctimas del expansivo reino de Sevilla.Todos ellos recibieron asilo en Córdoba tras perder sus reinos. Abu al Walid levantó la confiscación de los bienes de los personajes huídos de la guerra civil, devolviéndoselos a sus dueños; también redujo el poder de los jefes de policía.

La seguridad interior y exterior de Córdoba fueron las principales preocupaciones de Abu al Walid, que hubo de enfrentarse a intentos de partidarios de los Omeyas de restaurar el Califato y las apetencias expansivas de los reinos de Sevilla y de Toledo.Sin embargo, un delicado equilibrio, en el que enfrentaba unos con otros, le permitió mantener la independencia durante unas décadas más hasta que la descuidada actuación de su hijo Abb al Malik dieron al traste con su política.

Al Rasid protegió a algunas de las figuras intelectuales más destacadas de su tiempo, en especial hay que agradecerle el nombramiento del historiador Ibn Hayyan paraun puesto en la cancillería, con lo que éste no sólo dispuso de medios económicos para vivir, sino también el acceso a los documentos con los que redactó gran parte de sus obras, fundamentales para el conocimiento de la historia de al Andalus.

La quebradiza salud de al Rasid le condujo a delegar buena parte de sus funciones en un primer ministro, Ibn al Saqqa,y tras la caída en desgracia y el asesinato de éste a manosdel hijo de al Rasid, llamado Abd al Malik, éste asumió la mayoría de las funciones hasta que su padre delegó en él elgobierno de Córdoba.Se desconoce la fecha exacta de su defunción... Sus últimosdías conocieron los enfrentamientos entre sus hijos por el poder.Abd al Malik, el más violento de los hermanos, heredó la taifa.

Abd al Malik Ibn Muhammad Al Mansur y como perdió Córdoba

Su acceso al poder se produjo de la mano de su padre, Abu al Walib segundo soberano de la dinastía, quien a causa de su debil salud elevó a sus dos hijos, Abderramán y Abd al Malik, para ayudarse de ellos en las tareas de gobierno.

Sin embargo movido por su ambición, Abd al Malik apartó a su hermano Abderramán del poder y lo recluyó en su casa, convirtiéndose en el hombre fuerte del régimen.

A diferencia de sus dos antecesores, su padre y su abuelo, cuya actuación se había caracterizado por una actitud prudente y conciliadora... Su ambición le llevó a tratar deemular a los antiguos Califas, adoptando títulos como “ El de las dos soberanías”, o “El victorioso por Dios” y rezabaen el recinto especial de la masura de la Mezquita de Córdoba reservada a los soberanos Omeya.Comenzando a dar pruebas de su conducta tiránica y depravada y añadió un ejercicio autoritario del poder, acompañado de confiscaciones de bienes.

Pese a su impopularidad, el fin de Abd al Malik y de la dinastía Yahwarí no vino de los cordobeses, sino de fuera...La ocasión vino dada por el ataque de Al Mamun de Toledo que cercó la ciudad, mientras Abd al Malik enfrentaba los asuntos de gobierno con necedad y descuido.Viendo la cercania de Al-Mamun y no contar con más que con 200 jinetes para defender la ciudad, pidió auxilio al señorde Sevilla, el cual envió un contingente con mil trescientos caballeros, que desde luego alejaron al invasortoledano, pero que acabaron destituyendo a los Ibn Yahwar.

Abd al Malik, trató de refugiarse en el Alcázar, donde fue cercado rindiendose sin mucha resistencia, mientras su padre, al Rasid, quien, al parecer se encontraba enfermo dehemiplejía, se escondió con sus hijas en la masura de la Mezquita, siendo capturado por las fuerzas cristianas que actuaban al servicio de los abbadíes, quienes los despojaron de sus bienes.

En 1070, al Mutamid de Sevilla tomó posesión de Córdoba y,

encantado, cantó en sus excelentes versos, sus desposorios con la bella ciudad, que aún perdió brevemente por el levantamiento allí de un tal Ibn Ukasa, que proclamó soberano a al Mamun de Toledo, el cual tomó posesión de su anhelada presa y allí murió probablemente envenenado, a losseis meses.

Al Mutamid de Sevilla recuperó Córdoba, designó gobernador a su hijo Faht, que murió combatiendo contra los Almorávides... Su viuda huyó a refugiarse junto a Alfonso VI, que tuvo con ella a su hijo Sancho.La belleza de esta mujer y las relaciones que mantuvo con el rey castellano dieron origen a la leyenda de la denominada "Mora Zaida".