MANEJO INTEGRADO DE MALEZAS - SciELO

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69 PLANTA DANINHA V (2): 69-79, 1982 MANEJO INTEGRADO DE MALEZAS Las plagas de los cultivos : malezas, insectos, hongos, nematodes, vertebrados y otros organismos, están en directa competencia con los mismos por los re- cursos ambientales y energéticos que am- bos necesitan para su propia superviven- cia. Las plagas atentan contra un sistema tecnológico que exige una alta eficiencia en la producción de alimentos y fibra para el consumo humano. Los sistemas de manejo integrado de las plagas tiene su origen en el control de insectos perjudiciales. El uso abusivo e indiscriminado de los pesticidas quími- cos a partir de la segunda guerra mundial creó preocupación debido a sus efectos sobre el ambiente y la salud humana. Los entomólogos a principios de la década del cincuenta fueron los prime- ros en reconocer los problemas derivados del empleo indiscriminado de los insecti- das. El sector agropecuario observe ade- más con preocupación, que el uso rutina- rio de estos productos resultaba en la aparición de poblaciones de insectos re- sistentes a los mismos y de nuevas plagas que antes tenian caracter secundario o se desconocían. La acción residual de los productos empleados se tradujo en mu- chos casos en un agente de contamina- ción ambiental, afectando a las poblacio- nes de otros animales. Estos hechos se tradujeron en un cambio de mentalidad en la aplicación rutinaria de los productos químicos, como medida casi exclusiva para el control de los insectos perjudiciales. Se vió la ne- O. A. FERNÁNDEZ Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida y Departamento de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Sur, 8000 Ba hia Blanca, Argentina. Conferencia pronunciada en el simposio "Mane - jo Integrado de Plantas Daninhas" realizado en ocasión del XIV Congresso Brasileiro de Herbi cidas e Ervas Daninhas e VI Congreso La ti n o-americano de Malezas, Campinas, SP. 1982. cesidad de un enfoque holocenótico para el control de las plagas asociadas al am- biente en que se desarrollan las plantas cultivadas, integrando de maneira razo- nable el uso de los plaguicidas químicos con otras formas de control y sustancial- mente con el estudio de los ciclos de vida y ecologia de las mismas. En 1963 la FAO muestra su interés por los peligros potenciales derivados del uso intensivo de los agroquimicos en el control de plagas, en 1965 se celebra el primer simposio sobre el control integrado de plagas. Diez anos más tarde se rea lize el primer simposio sobre control integrado de malezas (Fryer y Matsunaka, 1977). Actualmente existen numerosos ejem- plos de programas de sistema de manejo integrado de plagas (Van Huis, 1981 ; Blair y Parochetti, 1982), alguns hacien- do énfasis en el control de malezas. MALEZAS Y AGROECOLOGIA Las malezas constituyen un factor a considerar en todo programa de produc- tividade agropecuaria. Las áreas en las cuales causan perjuicios son muy varia- das : cultivos, sistemas de regadio, cam- pos naturales, viveros, bosques, caminos, etc. Las pérdidas económicas más signi- ficativas y los costos más elevados para su control ocurren asociadas a las áreas cultivadas, en donde compiten por nu- trientes, agua, luz y espacio. Asimismo en dichas áreas, entorpecen las tareas de la cosecha, desvalorizan el producto final

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69PLANTA DANINHA V (2): 69-79, 1982

MANEJO INTEGRADO DE MALEZAS

Las plagas de los cultivos : malezas,insectos, hongos, nematodes, vertebradosy otros organismos, están en directacompetencia con los mismos por los re-cursos ambientales y energéticos que am-bos necesitan para su propia superviven-cia. Las plagas atentan contra un sistematecnológico que exige una alta eficienciaen la producción de alimentos y fibra parael consumo humano.

Los sistemas de manejo integrado delas plagas tiene su origen en el controlde insectos perjudiciales. El uso abusivoe indiscriminado de los pesticidas quími-cos a partir de la segunda guerra mundialcreó preocupación debido a sus efectossobre el ambiente y la salud humana.

Los entomólogos a principios de ladécada del cincuenta fueron los prime-ros en reconocer los problemas derivadosdel empleo indiscriminado de los insecti-das. El sector agropecuario observe ade-más con preocupación, que el uso rutina-rio de estos productos resultaba en laaparición de poblaciones de insectos re-sistentes a los mismos y de nuevas plagasque antes tenian caracter secundario ose desconocían. La acción residual de losproductos empleados se tradujo en mu-chos casos en un agente de contamina -ción ambiental, afectando a las poblacio-nes de otros animales.

Estos hechos se tradujeron en uncambio de mentalidad en la aplicaciónrutinaria de los productos químicos, comomedida casi exclusiva para el control delos insectos perjudiciales. Se vió la ne-

O. A. FERNÁNDEZ

Centro de Recursos Natura le s Renovable s dela Zona Semiárida y Departamento de CienciasAgrarias, Universidad Nacional del Sur, 8000Ba hia Blanca, Argentina.

Conferencia pronunciada en el simposio "Mane -jo Integrado de Plantas Daninhas" real izado enocasión de l XIV Congresso Brasileiro deHerbi cidas e Ervas Daninhas e VI CongresoLatin o-americano de Malezas, Campinas, SP. 1982.

cesidad de un enfoque holocenótico parael control de las plagas asociadas al am-biente en que se desarrollan las plantascultivadas, integrando de maneira razo-nable el uso de los plaguicidas químicoscon otras formas de control y sustancial-mente con el estudio de los ciclos de viday ecologia de las mismas.

En 1963 la FAO muestra su interéspor los peligros potenciales derivados deluso intensivo de los agroquimicos en elcontrol de plagas, en 1965 se celebra elprimer simposio sobre el controlintegrado de plagas. Diez anos más tardese realize el primer simposio sobre controlintegrado de malezas (Fryer y Matsunaka,1977).

Actualmente existen numerosos ejem-plos de programas de sistema de manejointegrado de plagas (Van Huis, 1981 ;Blair y Parochetti, 1982), alguns hacien-do énfasis en el control de malezas.

MALEZAS Y AGROECOLOGIA

Las malezas constituyen un factor aconsiderar en todo programa de produc-tividade agropecuaria. Las áreas en lascuales causan perjuicios son muy varia-das : cultivos, sistemas de regadio, cam-pos naturales, viveros, bosques, caminos,etc. Las pérdidas económicas más signi-ficativas y los costos más elevados parasu control ocurren asociadas a las áreascultivadas, en donde compiten por nu-trientes, agua, luz y espacio. Asimismoen dichas áreas, entorpecen las tareas dela cosecha, desvalorizan el producto final

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y lo encarecen dado que para su controldeben invertirse sumas importantes, siendoen consecuencia no solamente un problemapara el productor sino que su presenciaperjudica, en última instancia, alconsumidor. Los métodos que se utilizanpara su control pueden afectar la calidadambiental y son entonces de interés para lasociedad.

Es importante para todo aquel quese encuentra involucrado en los proble -mas derivados de la presencia de malezas ysu manejo, comprender como principiobásico de acción, que las leyes que go-biernan las relaciones entre los cultivoscomo organismos titiles y las malezas comoorganismos indeseables, son las mis-masque gobiernan todos los sistemas ecológicosnaturales. Así, la presencia de una malezase identifica más bien con un fenómenonatural relacionado a la adaptaciónecológica y la evolución de dichosorganismos a ambientes modificados por laactividad humana, y sólo incidental-mentepuede estar vinculada a la consideración deque una especie sea indeseable o no(Harlan y de Wet, 1965 ). Es conoc ida lafrase de Bai ley (1895) quien afirmó que"la Naturaleza no reconoce plantas comomalezas".

Las prácticas agropecuarias ofrecennumerosas oportunidades para las especiescolonizadoras. Por ejemplo, el laboreo delsuelo provee una cama limpia y engeneral el agua y los nutrientes no fal-tan,especialmente durante los primerosestadios del cultivo. Algunas de estas es-pecies son capaces de adaptarse evoluti-vamente a las nuevas situaciones (Fer-nández, 1979 ), convirtiéndose en malezasespecializadas de un cierto cultivo, a talpunto que frecuentemente son desplazadaspor la vegetación nativa del lugar si elcu lt ivo desaparece. Raramente lasplantas cult ivadas se util izan sin quehayan sido sometidas a un proceso de"mejoramiento" y con frecuencia se cultivanen ambientes que se hallan fuera de suóptimo ecológico. Como resultado sonpobres competidores, obteniéndose enlugar de un monocultivo una comuni-dadcompuesta por plantas cul tivadas másmalezas.

La presencia de las malezas es casisiempre una indicación de una etapa desucesión secundaria. La tendencia cons-tante de las áreas cult ivadas de revertira un sistema de vegetación natural, llevaimplícito el principio de que controlar lasmalezas es una tarea inevitable para unaeficiente producción de alimentos.

LA ERA DE LOS HERBICIDAS

El descubrimiento a medidas de ladécada del cuarenta de las propiedadesselectivas de los compuestos fenoxiacéti-cos (Marth y Mitchell, 1944; Nutman,et. al., 1945 ; Slade et. al., 1945 ), represen-tó el comienzo de una nueva etapa en losmétodos de control de las malezas. Enpocos anos siguió un desarrollo explosivodel uso de distintos tipos de herbicidas,existiendo en la actualidad más de 400formulaciones que contienen más de 100principios activos que están comercial-mente distribuídos por todo el mundo.El potencial de estos nuevos productosha sido tal que ha significado una res-puesta fácil para muchos de los proble -mas ocasionados por las malezas de loscultivos. Es así que, en el transcurso depocos anos, los sistemas agropecuariosde todo el mundo han dependido más ymás del uso de los herbicidas como es-trategia casi exclusiva para resolver elproblema que representa la presencia delas malezas.

Por otro lado, si bien es cierto queel empleo extensivo de los herbicidas hasignificado el uso de una práctica agro-pecuaria cuyas ventajas están fuera dediscusión, también lo es el que el proble-ma de las malezas no ha desaparecido yen numerosos casos particulares puededecirse que se ha agravado. Además, enforma similar como ha ocurrido anterior-mente con los insecticidas, ha empezado apreocupar el impacto que puede tenersobre el ambiente el uso repetido o in-discriminado de estos productos.

Un número de razones ha traído a unprimer plano de consideración la búsque-da de alternativas más racionales pararesolver el problema que representan lasmalezas de los cultivos, en contraposición

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con una única alternativa, la química,que se ha venido enfatizando durante losúltimos treinta anos. Estas razones pue-den resumirse en 1 os siguientes cuatropuntos principales

a) El uso indiscriminado de los herbici -das puede causar perjuicios e inte-racciones en el mantenimiento de losecosistemas naturales que deben sertomados en consideración y que sehallan muy poco documentados.Las malezas constituyen poblaciones

dinámicas que interaccionan con su me-dio. Como productores primarios jueganun papel significativamente importanteen relación con la fauna, microorganis -mos y otras plantas. Si bien es cierto queconjuntamente con la flora del lugar pue-den hospedar organismos perjudiciales alos cultivos, en otros casos representanuna contribución significativa al mante-nimiento de poblaciones titi les de insec-tos o otros animales (Blair y Parochetti,1982). Pueden ser valiosas por ejemplo,en el mantenimiento de insectos polini-zadores. En determinadas circunstanciassu utilidad podria estar asociada a losmomentos en que el cultivo no se encuen-tra en desarrollo.

Más importante a largo plazo, quizás,es que la aplicación extensiva e indiscri-minada de los herbicidas estaria asocia -da a la destrucción de la reserva de ger-moplasma de la flora nativa de cada re-gión. El potencial del contenido génitode las especies silvestres es muy poco co-nocido. Aún aquellas especies que en estosmomentos carecen de aparente valoreconómico, son depositarias de caracte-rísticas heredables imposibles de recrearuna vez perdidas, y cuya utilidad futura nose puede prever.

b) Un aspecto importante, responsablede la persistencia del problema delas malezas, es el reempleo del tipode malezas como consecuencia deluso de los herbicidas selectivos. Enla literatura existen numerosos ejem-plos (Ennis, 1974, Soerjani, 1977;Böger y Vetter, 1978), en donde lasmalezas susceptibles a los herbicidasson reemplazadas por otras toleran-

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tes y más dificiles de eliminar. Fre-cuentemente sucede en estos casosque un problema que fue razonable-mente simple de corregir por mediosquímicos es reemplazado por otro másdifícil. Plantas que antes eranrepresentantes menores de la floraregional, encuentran condiciones fa-vorables y nichos ecológicos disponi -bles que colonizan con gran rapidez.Frecuentemente pueden evolucionardentro de los mismos dando lugar a laformación de nuevos biotipos(Fernández, 1979).

c) Otro motivo significativo es el costocreciente de los herbicidas, particu-larmente a partir de la denominadacrisis energética de la década del se-tenta. El costo de los productos quí-micos para aplicar en situaciones es-pecíficas de numerosos cultivos noestá al alcance del productor medicode muchas regiones del mundo. Fre-cuentemente las cantidades limitadasque se necesitan de dichos productoshace que no sefabriquen localmente,debiendo en consecuencia serimportados con el consiguiente enca-recimiento de los mismos.

d) A pesar del número elevado de her-bicidas existentes y la tecnologia mo-derna puesta al alcance del produc-tor, el problema de las malezas per-siste. Existen problemas serios a nívelde cada región y otros que puedenconsiderarse de nivel internacional.Una publicación reciente (Holm et.

al., 1977) evalua la distribución mundialde las malezas más importantes y loscultivos que infestan, resume infor-mación biológica sobre las mismas y pro-porcionan un caudal importante de refe-rencias bibliográficas. Agropyron repens,Sorghum halepense, Avena fatua,

Eichornia crassipes, Convulvulusarvensis, Cyperus rotundus, Imperatacylindrica, Solanum elaeagnifo-lium yPotamogeton sp., son algunas de lasmalezas que debido a su capacidad com-petitiva y estrategias de sobrevivenciaconstituyen problemas graves en variaspartes del mundo.

bebido a nuestra incapacidad para

72 O. A. FERNÁNDEZanular la capacidad competitiva de lasmalezas, todos los anos se repiten loscostos elevados necesar ios para su con -trol. Existe coincidencia entre los técni -cos y científicos dedicados al estudio deeste tipo de plantas, que se está aún lejosde una solución definitiva al problema delas malezas de los cultivos en base a lasmetodologias existentes. De allí que unnuevo enfoque hacia tales problemas sehace indispensable.

UN ENFOQUE MODERNO PARA ELCONTROL DE LAS MALEZAS

La presencia de una maleza en uncultivo, en un canal de riego, en una pas-tura, etc., deriva de una serie de aconte -cimientos abióticos y bióticos que debidoa su interdependencia e interacción, pue-den ser vistos como un suceso único. Estaforma de pensar, enfocando como unaunidad una serie compleja de factores yhechos que, en este caso determi-nan laabundancia de una planta inde-seable, hallevado al estudio del manejo de lasmalezas en su medio como un sistema.En última instancia, la presencia de unamaleza en un lugar determinado es unproblema complejo de orden ecológico, yla ecologia se ocupa a muy distintosniveles del estudio de sistemas.

El enfoque del manejo de las malezascomo un sistema, o si se quiere como unsubsistema se se está trabajando en elmarco de un programa de manejo in-tegrado de plagas, puede contribuir no-tablemente al desarrollo de modelos quepermitan más de una estrategia para re-ducir su densidad. Es por su propria idio-sincracia flexible y puede estar sujeto auna permanente evaluación y modifica-ciones.

SISTEMA DE MANEJO INTEGRADODE MALEZAS

Una definición de manejo integrado deplagas es difícil de establecer dado que sufilosofia es amplia y esta en constanteevolución, o bien puede ser distinta paraproblemas diferentes.

Resumiendo los conceptos vertidos

por varios autores (Ennis, 1977; Allen yBath, 1980 ; Baldwin y Santelman, 1980 ;Blair y Parochetti, 1982) y otros enuncia-dos en este trabajo, podemos decir queun Sistema de Manejo Integrado de Ma-lezas (MIM) enfoca el problema utilizan -do en forma compatible con la calidadambiental, todas las técnicas adecuadasy conocimientos existentes para reduciruna población de malezas a niveles talesque los perjuicios económicos que pro-duzcan se hallen por debajo de un um -bral, económico aceptable. En"'ranchos casos puede incorporar métodosfísicos, químicos, mecánicos, biológicos,genéticos, conjuntamente con medidaspreventivas y estudios básicos sobrebiologia y ecologia de Ias malezas, así comoeI entrenamiento de técnicos y extensión anível de los productores. No consiste sim-plesmente en la aplicación de una o dosmedidas de control, sino que incluye elestudio deI problema en forma interdis-cinaria, siendo en consecuencia holocenó-tico por naturaleza.

Es erróneo pensar que el MIM cons-tituye una idea revolucionaria para lossistemas de producción agropecuaria. An-tes dei descubrimiento de los herbicidasmodernos, el productor agropecuario es-taba forzado a un enfoque integrado parael control de las malezas simpl esmentepor el hecho de que ninguna de sus tecno-logias separadamente era suficiente paralograr el control deseado. Partiendo delos métodos más antiguos, todos de na-turaleza no química, tales como : aradas,carpidas, rotaciones, empleo de semillalimpia, fuego, inundación, manejo depastoreo, cultivos de limpieza, época deplantado, uso de variedades resistentes,etc., todos son métodos válidos hoy. Enel control de malezas se puede decir quenunca se llegó a abandonar un métodode combatirlas, simplesmente se hanagregado otros nuevos. El MIM viene aretomar asi un concepto clásico en el queestamos de vuelta como si se cerrara unciclo. Nos vemos obligados a revivirlo,ante el potencial descalabro ecológico quenos enfrenta el uso indiscriminado deproductos químicos y la falta de soluciónal problema de las malezas que persiste.

MANEJO INTEGRADO DE MALEZAS

En el futuro, será necesario tomar lomucho de favorable que ofrece el controlquímico adaptándolo a los requerimien-tos de preservación ambiental y compa-tibil izarlo con las necesidades del pro-ductor.

Enfoque integrado horizontal yvertical

Un análisis rápido de la complejidaddel MIM nuestra las ventajas de evaluar-lo desde dos niveles de acción distintos,que han sido denominados "enfoque in-tegrado horizontal" y "enroque integradovertical" (Soerjani, 1977). (Fig. 1).

Figura 1. Enfoque Horizontal y Vertical de unSistema de Manejo Integrado de Ma-lezas. (Adaptado de Soerjani, 1977).

El punto de vista de integración ho-rizontal abarca las relaciones interdisci-plinarias inherentes a la presencia de laplaga y su manejo. Considera a la male -za en su interrelación con otros compo-nentes del ecosistema y las consecuenciasque pueden derivar de cualquier acciónsobre el mismo. Un sistema de MIM en-fatiza un enfoque holistico del problema.Así, si una práctica de control de male -zas afecta a los insectos, a los microorga-nismos del suelo, a la fauna del lugar oal ser humano, este efecto debería serevaluado y si es posible cuantificado, pa-sando a ser parte de la información delprograma de manejo integrado. Por otrolado, si una práctica de manejo agrope-cuario para controlar una enfermedad o

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insectos perjudiciales afecta a las male-zas, esta influencia también debería serconocida y evaluada. Los trabajos de in-vestigación pueden encontrar solucionespara una plaga, sin embargo limitacionesde orden institucional o sociales puedenimpedir su implementación.

El punto de vista de manejo integradovertical se relaciona con todo tipo deactividades que directamente pueden con-tribuir a reducir la densidad de una po-blación de malezas a niveles por debajo delos cuales se considera que sus perjuicioseconómicos son tolerables. Significa eluso de todas las combinaciones apro-priadas y tecnologicamente compatiblespara el control de malezas. Asímismo,como se propone en este trabajo, abarca-ria todos los estudios de caracter básicosobre la biologia y la ecologia de las ma-lezas que tienden a producir informaciónútil havia el objetivo fundamental de sucontrol.

La necesidad de una integración ho-rizontal y vertical en un programa demanejo integrado de plagas ha sido enfa-tizada por otros autores (Allen y Bath,1980 ).

FASES DE DESARROLLO DE UNSISTEMA DE MIM

Un sistema de MIM es en general unlargo camino a recorrer, que debe serprogramado cuidadosamente para evitardilapidaciones de esfuerzos y tiempo. Unprincipio fundamental que debe ser ob-servado por los técnicos responsables, esel de definir los objetivos de su programa ydiseñar sus experimientos y tareas aejecutar, con miras a alcanzar dichosobjetivos en forma sistemática y al menortosto posible.

Un programa de este tipo depende depoder realizar decisiones de manejo ycontrol entre varios cursos de acciónposible. El cúmulo de información que seposea dará mayor o menor riqueza alnúmero de posibles alternativas o vias deaccíon.

Resulta prácticamente imposible dia-gramar con detalle o dar normas de tra-

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bajo fijas, para el desarrollo de un pro-grama de MIM que cubra todas las situa-ciones en que las malezas se hacen pre-sentes causando perjuicios. Depende deltipo de problema, de los objetivos desea-dos, de la disponibilidad de medios y enúltima instancia de los conocimientos yvisión de los responsables de su ejecu -ción.

La Figura 2 pretende delinear a gran-des rasgos las fases principales sobre lascuales puede enfocarse el desarrollo deun sistema de MIM. En los tí tu los si -guientes se dan fundamentos básicos so-bre cada una de ellas.

Análisis e identificación delproblema

Es importante tener una idea lo másexacta posible del problema derivado dela presencia de una o más malezas. Ladefinición correcta del mismo evita erro-

res Gostosos y la pérdida de tiempo muyvalioso. A veces, en un estado inicial deuna actividad agropecuaria puede redu-cirse el impacto de las malezas mediantemedidas preventivas imediatas o otrasdecisiones tempranas de manejo.

El conocimiento de la forma en quese realiza el perjuicio puede dar indiciosimportantes para la reducción del mismo ydebe formar parte del análisis inicial.Por ejemplo en un programa de MIM demalezas en los canales de desague de lazona de regadio del Valle inferior del RioColorado al sur de la Provincia de Bue -nos Aires ( Lat. 62°37'O Long. 39°23'S ), elproblema principal se identificó como laobstaculización del flujo de agua de dre-naje de tierras de cultivo que se traduceen su inutilización por salinización de lossuelos. La causa de dicho problema seidentificó por la presencia de dos espe -cies acuáticas sumergidas, Potamogetonstr iatus y Ch ara sp . Otras veces la causadel perjuicio es por competencia por re-cursos del medio, por producción de ale-loquímicos o de sustancias tóxicas paramamíferos, por actuar como reservoriode organismos que afectan los cult ivos,etc.

La identificación taxonómica correc tade la especie ó especies porblemasjuega un papel importante en el análisisde un programa de este tipo. Es curiosoel número de veces que se realizan trata-mientos de control de malezas sin un co-nocimiento exacto de lo que se trata. Unamala identificación puede resultar en unasubestimación del problema o en el usode medidas de control equivocadas.

Estudios sobre biologia, ecologia yselección de métodos de control

Una de las limitaciones mayores queexisten para llevar a cabo un programade manejo integrado, es la falta de cono-cimientos sobre la biologia y ecologia demalezas. La investigación básica es la quepuede proveer de la información necesa-ria sobre las razones de la presencia delas malezas, contribuyendo al hallazgo delas estrategias adecuadas para su control.

Los estudios sobre biologia y ecolo-

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gía, dirigidos a aquellos aspectos quehacen al objetivo final del manejo de laplaga en relación al cultivo y a las medi-das de control apropiadas, deben ser unaparte fundamental del enfoque verticaldel MIM. Estudios tales como : longevi-dad y mecanismos de dormición de lassemillas o outros diséminulos, tostoenergético de la reproducción competiti-va, dinámica de poblaciones, genecología,mecanismos de invasión, etc., se encuen-tran dentro de este carácter. Se requieremás información sobre los estadios feno-lógicos de las malezas y su susceptibil i-dad en los mismos a determinadas medi-das de control.

Si nuestro conocimiento sobre lasplantas perjudiciales se acercara al queexiste sobre las plantas de cultivo, seriaposible establecer métodos de controlmás racionales. Por ejemplo, sin preten-der entrar en mayores detalles, es impor-tante un mejor conocimiento de los fac-tores que determinan el fenómeno de dor-mición y su interrupción para las semillasalmacenadas en el suelo, esto podríallevarnos a prácticas de manejo o trata-mientos que indujeran a que todas o lamayoría de las semillas germinaram aun mismo tiempo, o bien que impidieranla germinación de las mismas.

Cada componente ecológico deberiaser considerado en un proyecto del MIM.Por ejemplo, la estrateg ia del contro l(Ennis, 1974, 1977 ), puede incluir el aná-lisis de las condiciones ambientales deequilibrio que proveen nichos ecológicospara ser colonizados por estas plantas, labúsqueda de métodos capaces de dismi-nuir la producción de propágulos o bienlimitar o interrumpir el flujo de los mis-mos de un lugar a otro.

En la práctica suele ocurrir que larápida aparición de una maleza sea debi-da a un cambio climático o a una medidade manejo dentro del agroecosistema.Los estudios sobre ecologia de las male-zas son importantes para establecer losfactores claves o críticos del ambiente ode manejo que pueden afectar la tasa decrecimiento de una población. Interesaconocer tanto aquellos cuya existência

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puede significar un aumento, el algunoscasos de caracter explosivo, como los quetienden a disminuirla. Ligeras variacio-nesambientales dentro del ecosistema puedenser la causa de que ocurra uno o otrofenómeno.

Cada tipo de maleza puede constituirun problema independiente, que puedevariar con la región y del cultivo que setrate, a través de la aparición de biotipos.De allí que, los hallazgos y conclusionespara una región frecuentemente no sontransferibles a otras, haciendo que difi-cilmente se pueda suplir la experiencialocal en el manejo de las malezas.

Otro componente mayor, que puedeactuar como limitante principal, para en-carar un programa de MIM, es la falta deconocimiento sobre los métodos de controly la opción más adecuada para cadacircunstancia, lo que hace necesario larealización de pruebas piloto en escalalimitada. Los requerimientos para la apli-cación más eficiente de los herbicidas nose conocen bien ; por ejemplo, el modelode distribución de un herbicida sobre laplanta o el suelo son factores críticos parael buen éxito de un tratamiento. Lapreparación de las formulaciones de estoscompuestos ofrece numerosas variables,capaces de modificar la actividad biológicade un producto químico con respecto asusceptibilidad, persistencia y modo deacción. Una extraordinaria can-tidad deesfuerzos están volcados hacia estostemas, en forma tal que los cambiostecnológicos sobre uso y aplicación de losherbicidas y métodos de control, se su-ceden aceleradamente en forma inin-terrumpida (Hay, 1980 ).

La interrelación existente entre loscompartimientos de "Estudios Sobre Bio-logia y Ecologia" y "Selección de Métodosde Control" de la Fig. 2 es muy estrecha,ambos se hallan a un nivel paralelo deejecución. A medida que se va producien-do nueva información científica y técnicaen cada uno de los mismos, dicha infor-mación debe ser evaluada en términos deposibilidades de su empleo para el de-sarrollo de estrategias de control, siendoel flujo de información entre ambas li-

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neas de trabajo fundamental para la to-ma de decisiones con un criterio lógico.Por ejemplo, conociendo que uno de losmétodos de contro l promisor io es me -diante el empleo de un determinado pro-ducto químico, es importante la informa-ción que pueda recogerse a través del es-tudio de la correlación : producto-fenolo-gía de la maleza, para identificar los es-tadios de su mayor susceptibilidad. Si loque se desea es inhibir la formación depropágulos subterráneos, es deseable elconocimiento del momento en que se for-

man y cuando debe hacerse un tratamien-to para inhibir dicho proceso. Viceversa,si se conote el tipo de propágulos queproduce una maleza y algo sobre su bio-logia, se sabe donde ir a buscarlos y elcomportamiento que se espera de ellos,las medidas de control pueden tomar Bi-chos conocimientos como base de suacción. Es indudable, que los métodos decontrol de malezas deben adaptarse a lascaracterísticas biológicas de estas y solocircunstancialmente puede ocurrir locontrario.

Figura 3. Enfoque interdisciplinario utilizado para la selección de métodos decontrol de Potamogeton striatus en canales de desague.

La Fig. 3 muestra el enfoque inter-disciplinario que se le dio para esta fasede un programa de MIM por parte de laUniversidad Nacional del Sur, la Comi -sión de Investigaciones Científicas de laProvincia de Buenos Aires y la Corpora-ción de Fomento del Valle Inferior delColorado, en una acción común para li-}

mitar los perjuicios causados por Pota-mogeton striatus y Chara sp., en la zonade regadio del sur de la Provincia deBuenos Aires mencionada anteriormente.

El resultado luego de cinco anos detrabajo es un valioso caudal de informa-ción sobre la biologia y la ecofisiología

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de las especies en estudio, y una serie derecomendaciones prácticas sobre manejoy control.

Implementación de l control ysu evaluación

La selección de los métodos de con -trol y su implementación, es el resultadode la información recogida en la etapaanterior. Es una situación dinámica quepuede ir cambiando a medida que el flujode conocimientos va creando nuevas po-sibilidades y alternativas. Los métodosque resulten más aconsejables deberánser aceptables del punto de vista econó-mico y de la preservación de los equili -brios ecológicos.

Frecuentemente dependerá de la pre-paración e ingenio del técnico, elaborarun programa experimental de manejo ysu evaluación con un criterio razonable,basado en la información experimental asu alcance y la que se va produciendo amedida que se avanza en el programa.Esta forma de actuar es muy distinta dela empírica de probar y ver que ocurre,desafortunadamente tan frecuentementeensayada, con el consiguiente saldo defracasos, pérdidas de dinero, tiempo yperjuicios sobre otros organismos.

Para cada situación en que una ma-leza se hace presente existe en el concep-to de MIM, un ni ve l de to leranc ia dedensidad de plantas, basado en los per-juicios económicos mínimos aceptadospor el producto r. En esta fase de de -sarrollo de un sistema de MIM es aconse-jable aunque no siempre factible, definirlos umbrales críticos tolerables de densi-dad de malezas, asi como los factoresclaves del agroecosistema capaces de mo-dificar la tasa de crescimiento de la po-blación. Esto facilita actuar con medidasde control en momentos oportunos y po-siblemente hacer predicciones a corto omediano plazo sobre la dinámica de lapoblación en cuestión. El mantenimientode una densidad de individuos por deba -jo de márgenes aceptables, es un esfuer-zo permanente en un programa de estetipo.

Una de las etapas más importantes

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reside en el análisis y evaluación perió -dica de las medidas que se utilizan y lasconsecuencias que estas pueden tener so-bre el ecosistema. La elección del métodousado para evaluar el control de las ma-lezas está gobernado por um número defactores relacionado con la clase de per-juicio, el tipo de maleza, los métodos em-pleados para su control y los objetivosdeseados. Es imposible dar directivas fi jas o determinar un método de evalua -ción o vigilancia que cubra todas las cir-cunstancias en que estas plantas causanproblemas, cada caso puede ser distinto ensi mismo.

Un sistema de evaluación, que permitael seguimiento de la dinámica poblacionalo el estado de salud de las malezas enrelación a una medida de manejo ocontrol, es una herramienta importanteen un programa de manejo integrado. Enlas condiciones más favorables, la den-sidad de estas en áreas sujetas a estudiopuede ser realizada por el contacto direc -to de las plantas, o bien estimada por elmuestreo representativo. Otras vetes elpeso fresco o seco de las malezas o el cul-tivo puede tener alta relevancia comoevaluación en aquellos casos en que semide competencia. Muchos otros tipos deevaluaciones pueden hacerse en base arespuestas cuantitativas, como ser, el nú-mero de semillas producidas por las ma-lezas, la inhibición del crecimiento, nú-mero de macollos por plantas, etc. Fre-cuentemente se emplean métodos que nocomprenden mediciones en un sentidoconvencional, como ser el de realizar es-calas subjetivas de puntos, por ejemplode 0 a 10, que para ser titiles deben ex-presar en forma adecuada lo que se ob-serva a campo como resultado de losmétodos empleados. En estos casos la re-lación respuesta-punto debe ser cuidado-samente definida.

Manejo de malezas a largo plazo

Un sistema de MIM a largo repre-senta un esfuerzo de caracter permanente.Es un proceso en que interactúan unnúmero grande de disciplinas y puedenpar ticipar : biólogos, ecólogos, agróno-mos, genetistas, químicos, físicos, inge-

10O. A. FERNÁNDEZnieros, etc., que en colaboración con ex-

tensionistas son los encargados de pre-parar paquetes tecnológicos que son pro-vistos al productor agropecuario. Unprograma de esto tipo tiende a modificarlos sistemas actuales de productividadagropecuaria, permitiendo visualizar mé-todos de control de malezas más eficien -tes, más económicos y ecológicamenteaceptables por la sociedad.

El diseñno de un MIM a largo plazovariará sustancialmente según el enfo -que y el objetivo final perseguido. Las si-tuaciones serán muy distintas según quese pretenda desarrollar sistemas de con-trol mediante agentes biológicos, que seacepten en los cultivos un cierto nivel deperjuicio, que se deban erradicar las male-zas por tratarse de cultivos intensivos dealto valor económico, que se trate de ma-lezas tóxicas para el panado, o bien queel problema que las mismas representanse halle asociado a su capacidad de actuarcomo reservorio de otros organismospatógenos. Frecuentemente será necesa -rio el desarrollo de nuevo conceptos ysistemas de manejo, que deberán ser en-sayados en pruebas piloto.

Un manejo equivocado, por error odesconocimiento, puede traducirse en elrecrudecimiento de los perjuicios ocasio-nados por las malezas. El programa decontrol elaborado presenta en dichas cir-cunstancias "falias" que deben ser iden-tificadas y reparadas (Soerjani, 1977).Puede ser necesario en estos casos volvera ias fuentes y revisar el sistema de ma-nejo desde un principio, como lo señalanias flechas hacia arriba de la Fig. 2.

Las ventajas económicas son una deias razones mayores por ias cuales losproductores agropecuarios están dispues-tos a aceptar los criterios impuestos enun sistema de MIM a largo plazo. La par-ticipación del productor en la elaboraciónde proyectos y en ensayos pilotos es muyrecomendable, dado que crea concienciaen la sociedad de la complejidad del pro-blema, da confianza en los resultados ob-tenidos, y contribuye a un entrenamientotécnico facilitando la util ización de nue -vos métodos en gran escala.

La existencia de nuevas tecnologias, elcúmulo de conocimientos básicos sobrebiologia y ecologia de las malezas, la com-putación, el entrenamiento de técnicos, yla conciencia en el ser humano sobre lanecesidad de actuar con prudencia en lossistemas de control de plagas, en formaque sean aceptables del punto de vistade la preservación de los equilibrios eco-lógicos sobre la tierra, son algunas de lasbases fundamentales sobre las que seasienta el éxito de un programa de MIM.Obviamente, la aplicación práctica de losprincipios involucrados en un sistema deeste tipo no es fácil de llevar a cabo. Sinembargo, se puede decir que existe en es-tos momentos como nunca ocurrió ante-riormente, un potencial de condicionesfavorables y una base de sustentacióncientífica de la que se carecia en el pasado,como para afrontar la complejidad deun estudio de esta naturaleza.

AGRADECIMIENTOEl autor desea expresar su agradeci-

miento a la Sociedade Brasileira de Her-bic idas e Ervas Daninhas por la invita -ción de dicha Sociedad, que le permitióparticipar en el XIV Congreso Brasileirode Herbicidas e Ervas Daninhas e VICongreso Latinoamericano de Malezas.

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