Los Vagabundos del Dharma - Proletarios.org

179

Transcript of Los Vagabundos del Dharma - Proletarios.org

LosVagabundosdelDharmaexponeeldeslumbramientoqueelbudismozenprodujoenlosrepresentantesdelaGeneraciónBeat.Suprimeraley,«lavidaessufrimiento»,calzaalaperfecciónconlaépocaenquesuautorsesentíaun fracasadopor noencontrar editor para sus libros.Ademásde relatar labúsquedadelauténticosignificado—elDharma—,porpartedeunosjóvenesdesharrapadosyfebriles,expresalacomuniónconlanaturalezaenlacimadealtasmontañas,lafraternidadylapoesía.KerouacapareceaquícomoRaySmith,aunqueelauténticoprotagonistaeselpoetabudistaGarySnyder,quien figurabajoelnombredeJaphyRyder.Junto a ellos pueden identificarse fácilmente Allen Ginsberg (AlvahGoldbook), Philip Whalen (Warren Coughlin), Kenneth Rexroth (RheinholdCacoethes) y Neal Cassady (Cody Pomeray), entre otros participantes delllamado«renacimientodeSanFrancisco»,retratadoconsumafidelidadenellibro.

www.lectulandia.com-Página2

JackKerouac

LosVagabundosdelDharmaePUBv1.0jugaor16.06.12

www.lectulandia.com-Página3

Títulooriginal:TheDharmaBumsJackKerouac,1958.Traducción:MarianoAntolínRato

Editororiginal:jugaorePubbasev2.0

www.lectulandia.com-Página4

DedicadoaHanChan

www.lectulandia.com-Página5

1

Saltando a un mercancías que iba a Los Ángeles un mediodía de finales deseptiembre de 1955,me instalé en un furgón y, tumbado conmi bolsa del ejércitobajolacabezaylaspiernascruzadas,contemplélasnubesmientrasrodábamoshaciael norte, a Santa Bárbara. Era un tren de cercanías y yo planeaba dormir aquellanocheenlaplayadeSantaBárbarayalamañanasiguientecogerotro,decercaníastambién,hastaSanLuisObispo,osinoelmercancíasdeprimeraclasedirectoaSanFrancisco de las diecinueve. Cerca de Camarillo, donde Charlie Parker se habíavuelto locoy recuperado lacordura,unviejovagabundodelgadoybajo saltóamifurgóncuandonosdirigíamosaunavíamuertaparadejarpasoaotrotren,ypareciósorprendidodeverme.Seinstalóenelotroextremodelfurgónyse tumbófrenteamí, con la cabeza apoyada en su mísero hatillo, y no dijo nada. Al rato pitaron,despuésdequehubierapasadoelmercancíasendirecciónestedejando libre lavíaprincipal,ynosincorporamosporqueelairesehabíaenfriadoylaneblinaseextendíadesdelamarcubriendolosvallesmástempladosdelacosta.Ambos,elvagabundoyyo, tras infructuosos intentosporarrebujarnosconnuestraropasobreelhierrofrío,noslevantamosycaminamosdeprisaysaltamosymovimoslosbrazos,cadaunoensuextremodelfurgón.PocodespuésenfilamosotravíamuertaenunaestaciónmuypequeñaypenséquenecesitabaunbocadoyvinodeTokaypara redondear la fríanochecaminodeSantaBárbara.

—¿Podríaecharleunvistazoamibolsamientrasbajoaconseguirunabotelladevino?

—Puesclaro.Meapeédeunsaltoporunode los ladosyatravesécorriendo laautopista101

hastalatienda,ycompré,ademásdelvino,algodepanyfruta.Volvícorriendoamitren demercancías, que tenía que esperar otro cuarto de hora en aquel sitio ahorasoleado y caliente. Pero empezaba a caer la tarde y haría frío enseguida. Elvagabundoestabasentadoensuextremodelfurgónconlaspiernascruzadasanteunmíserorefrigerioconsistenteenunalatadesardinas.Mediopenayledije:

—¿Quétaluntragodevinoparaentrarencalor?Alomejortambiénquiereunpocodepanyquesoparaacompañarlassardinas.

—Puesclaro.Hablabadesdemuylejos,comodesdeelinteriordeunahumildelaringeasustada

oquenoqueríahacerseoír.YohabíacompradoelquesotresdíasatrásenCiudaddeMéxico, antes del largo y barato viaje en autobús por Zacatecas y Durango yChihuahua,másdetresmilkilómetroshastalafronteradeElPaso.Comióelquesoyelpanybebióelvinoconganasyagradecimientos.Yoestabaencantado.RecordéaquelversículodelSutradelDiamantequedice:

www.lectulandia.com-Página6

«Practicalacaridadsintenerenlamenteideaalgunaacercadelacaridad,pueslacaridad,despuésdetodo,sóloesunapalabra».

Enaquellosdíaseramuydevotoypracticabamisdevocionesreligiosascasialaperfección.Desdeentoncesmehevueltountantohipócritaconrespectoamipiedaddebocaparaafuerayalgocansadoycínico…Peroentoncescreíadeverdaden lacaridad y amabilidad y humildad y celo y tranquilidad y sabiduría y éxtasis, ymecreíaunantiguobhikkhuconropaactualqueerrabaporelmundo(habitualmenteporelinmensoarcotriangulardeNuevaYork,CiudaddeMéxicoySanFrancisco)conelfin de hacer girar la rueda del Significado Auténtico, o Dharma, y hacer méritoscomounfuturoBuda(Iluminado)ycomounfuturoHéroeenelParaíso.TodavíanoconocíaaJaphyRyder—loconoceríaunasemanadespués—,nihabíaoídohablardelos«VagabundosdelDharma»,aunqueyaeraunperfectoVagabundodelDharmaymeconsiderabaunperegrinoreligioso.Elvagabundodelfurgónfortaleciótodasmiscreenciasalentrarencalorconelvinoyhablaryterminarporenseñarmeunpapelitoque conteníaunaoracióndeSantaTeresita en laque anunciabaquedespuésde sumuertevolveríaalaTierrayderramaríasobreellarosas,parasiempre,yparatodoslosseresvivos.

—¿Dóndeconsiguióeso?—lepregunté.—Bueno,lorecortédeunarevistahaceunpardeaños,enLosÁngeles.Siempre

lollevoconmigo.—¿Ysesientaenlosfurgonesylolee?—Casitodoslosdías.Nohablómuchomásdelasunto,nitampocoseextendiósobreSantaTeresita,y

eramuyhumildecon respectoa su religiosidadymehablópocodesuscuestionespersonales. Era el tipo de vagabundo de poca estatura, delgado y tranquilo, al quenadieprestamuchaatenciónnisiquieraenelbarriochino,pornohablardelacalleMayor. Si un policía lo echaba a empujones de algún sitio, no se resistía ydesaparecía, y si los guardas jurados del ferrocarril andaban por allí cerca cuandohabíauntrendemercancíaslistoparasalir,eraprácticamenteimposiblequevieranalhombrecillo escondido entre la maleza y saltando a un vagón desde la sombra.Cuando le conté que planeaba subir la noche siguiente al Silbador, el tren demercancíasdeprimeraclase,dijo:

—¡Ah!¿QuieresdecirelFantasmadeMedianoche?—¿LlamáisasíalSilbador?—Alparecer,hastrabajadoenesalínea.—Sí.FuiguardafrenosenlaSouthernPacific.—Bueno, nosotros, los vagabundos, lo llamamos el Fantasma de Medianoche

porquesecogeenLosÁngelesynadietevehastaquellegasaSanFranciscoporlamañana.Vaasíderápido.

www.lectulandia.com-Página7

—Enlostramosrectosalcanzaloscientotreintakilómetrosporhora,tío.—Sí, pero hace un frío tremendo por la noche cuando enfila la costa norte de

Gaviotaysiguelalíneadelarompiente.—Larompiente,esoes,despuésvienenlasmontañas,unavezpasadaMargarita.—Margarita,esoes;hecogidoeseFantasmadeMedianochemuchasmásveces

delasquepuedorecordar.—¿Cuántosañoshacequenovaporcasa?—Másdelosquepuedorecordar.VivíaenOhio.Peroeltrensepusoenmarcha,elvientovolvióaenfriarseycayólaneblinaotra

vez,ypasamoslahoraymediasiguientehaciendotodoloquepodíamosymásparanocongelarnosydejardecastañeteartanto.Yoestabaacurrucadoenunaesquinaymeditaba sobreel calor, el calordeDios,paracombatir el frío;despuésdi saltitos,movíbrazosypiernasycanté.Sinembargo,elvagabundoteníamáspacienciaqueyoysemanteníatumbadocasitodoelrato,rumiandosuspensamientosydesamparado.Losdientesmecastañeteabanyteníaloslabiosazules.AloscurecervimosaliviadoslasiluetadelasmontañasfamiliaresdeSantaBárbarayenseguidanosdetuvimosynoscalentamosjuntoalasvíasbajolatibianocheestrellada.

DijeadiósalvagabundodeSantaTeresitaenelcruce,dondesaltamosatierra,yme fui a dormir a la arena envuelto en mi manta, lejos de la playa, al pie de unacantilado donde la bofia no pudiera verme y echarme. Calenté unas salchichasclavadasaunospalos reciéncortadosypuestossobreunagranhoguera,y tambiénunalatadejudíasyunademacarronesalqueso,ybebímivinoreciéncompradoydisfruté de una de las noches más agradables de mi vida. Me metí en el agua ychapoteéunpocoyestuvemirandolaesplendorosanocheestrellada,eluniversodiezvecesmaravillosodeoscuridadydiamantesdeAvalokitesvara.

«Bien, Ray—me dije contento—, sólo quedan unos pocos kilómetros. Lo hasconseguidootravez».

Feliz.Soloconmispantalonescortos,descalzo,elpeloalborotado,juntoalfuego,cantando,bebiendovino,escupiendo,saltando,correteando—¡estosíqueesvida!—completamentesoloylibreenlassuavesarenasdelaplayaconlossuspirosdelmarcercaylastitilantesycálidasestrellas,vírgenesdeFalopio,reflejándoseenelvientrefluidodelcanalexterior.Ysilaslatasestánalrojovivoynopuedescogerlasconlamano, usa tus viejos guantes de ferroviario; con eso basta.Dejé que la comida seenfriara un poco para disfrutar un pocomás del vino y demis pensamientos.Mesentéconlaspiernascruzadassobrelaarenaehicebalancedemivida.Bueno,allíestaba,¿yqué?

«¿Quémedepararáelporvenir?»Entonces,elvinoexcitómiapetitoytuvequelanzarmesobrelassalchichas.Las

mordíporunextremosujetándolasconelpaloporelotro,yñamñam,y luegome

www.lectulandia.com-Página8

dediquéalasdossabrosaslatasatacándolasconmiviejacucharaysacandojudíasytrozosdecerdo,odemacarronesysalsapicante,yquizátambiénunpocodearena.

«¿Cuántosgranosdearenahabráenestaplaya?—pensé—.¿Habrátantosgranosde arena como estrellas en el cielo? —ñam, ñam—. Y si es así, ¿cuántos sereshumanos habrán existido? En realidad, ¿cuántos seres vivos habrán existido desdeantesdelcomienzodelostiempossinprincipio?Bueno,creoquehabríaquecalcularelnúmerodegranosdearenadeestaplayayeldelasestrellasdelcielo,encadaunode losdiezmil enormesmacrocosmos, loquedaríaunnúmerodegranosdearenaquenilaIBMnilaBurroughspodríancomputar.¿Ycuántosserán?—tragodevino—;realmenteno losé,peroenesteprecisomomentoesadulceSantaTeresitayelviejovagabundoestánderramandosobremicabezaunpardedocenasdetrillonesdesextillonesdedescreídaseinnumerablesrosasmezcladasconlirios».

Después, terminada lacomida, secados los labiosconmipañuelo rojo, lavé losplatosconaguasalada,dipatadasaunosterronesdearena,anduvedeacáparaallá,sequélosplatos,losguardé,devolvílaviejacucharaalinteriordelsacohúmedoporel aire del mar, y me tendí envuelto en la manta para pasar una buena noche dedescansobienganado.Medespertéenmitaddelanoche.

«¿Dónde estoy? ¿Qué es ese baloncesto de la eternidad que las chicas jueganaquí,amilado,enlaviejacasademivida?¿Estáenllamaslacasa?»

Perosóloeselrumordelasolasqueseacercanmásymásconlamareaaltaamicamademantas.

«Soytanduroytanviejocomounaconcha»,ymevuelvoadormirysueñoquemientrasduermoconsumotresrebanadasdealientodepan…¡Pobrementehumana,y pobre hombre solitario de la playa!, y Dios observándolo mientras sonríe y yodigo…Ysoñéconmicasadehace tanto tiempoenNuevaInglaterraymisgatitostratando de seguirme durante miles de kilómetros por las carreteras que cruzanAmérica, ymimadre llevando un bulto a la espalda, ymi padre corriendo tras elefímero e inalcanzable tren, y soñé yme desperté en un grisáceo amanecer, lo vi,resoplé (porque había visto que todo el horizonte giraba como si un tramoyista sehubieraapresuradoaponerloensusitioyhacermecreerensurealidad),ymevolvíadormir.

«Tododalomismo»,oíquedecíamivozenelvacíoqueseabrazatanfácilmenteduranteelsueño.

www.lectulandia.com-Página9

2

ElvagabundodeSantaTeresita fueelprimerVagabundodelDharmaauténticoqueconocí,yelsegundofueelnúmerounodetodoslosVagabundosdelDharmay,dehecho,fueél,JaphyRyder,quienacuñólafrase.JaphyRydererauntipodelestede Oregón criado con su padre y madre y hermana en una cabaña de troncosescondidaenelbosque:desdeelprincipiofueunhombredelosbosques,unleñador,ungranjero,interesadoporlosanimalesylasabiduríaindia,asíquecuandollegóalauniversidad,quisiéraloélono,estabayabienpreparadoparasusestudios,primerodeantropología,despuésdelosmitosindiosyposteriormentedelostextosauténticosdemitologíaindia.Porúltimo,aprendióchinoyjaponésyseconvirtióenuneruditoencuestionesorientalesydescubrióa losmásgrandesVagabundosdelDharma, a loslunáticos zen de China y Japón. Al mismo tiempo, como era un muchacho delNoroestecontendenciasidealistas,seinteresóporelviejoanarquismodelI.W.W.[1],y aprendió a tocar la guitarra y a cantar antiguas canciones proletarias queacompañabansuinterésporlascancionesindiasysufolklore.LeviporprimeravezcaminandoporunacalledeSanFranciscoa lasemanasiguiente (despuésdehaberhechoautostopdesdeSantaBárbaradeuntiróny,aunquenadielocrea,enelcocheconducido por una chica rubia guapísima vestida sólo con un bañador sin tirantesblanco como la nieve y descalza y con una pulsera de oro en el tobillo, y era unLincoln Mercury último modelo rojo canela, y la chica quería benzedrina paraconducirsinpararhastalaciudadycuandoledijequeteníaunpocoenmibolsadelejércitogritó:«¡Fantástico!»).YviaJaphyquecaminabaconesecuriosopasolargodemontañero,yllevabaunapequeñamochilaalaespaldallenadelibrosycepillosdedientesyasaberquémásporqueerasumochilapequeñapara«bajar-a-la-ciudad»independientedesugranmochilaconelsacodedormir,ponchoycacerolas.Llevabaunapequeñaperillaque ledabaunextrañoaspectoorientalconsusojosverdesuntantooblicuos,peronoparecíaenmodoalgunounbohemio(unparásitodelmundodelarte).Eradelgado,moreno,vigoroso,expansivo,cordialydefácilconversación,y hasta decía hola a los vagabundos de la calle y cuando se le preguntaba algorespondía directamente sin rodeos lo que se le ocurría y siempre de un modochispeanteysuelto.

—¿DóndeconocisteaRaySmith?—lepreguntaronencuantoentramosenThePlace,elbarfavoritodelostiposmáspasadosdelazonadelaplaya.

—Bueno,siempreconozcoamisbodhisattvasenlacalle—respondióagritos,ypidióunascervezas.

Y fue una noche tremenda, una noche histórica en muchos sentidos. Japhy yalgunosotrospoetas(éltambiénescribíapoesíaytraducíaalingléspoemaschinosyjaponeses)habíanorganizadounalecturadepoemasenlaGaleríaSeis,enelcentro

www.lectulandia.com-Página10

delaciudad.Sehabíancitadoenelbaryseestabanponiendoatono.Peromientraslos veía por allí de pie o sentados, comprendí que Japhy era el únicoqueno teníaaspectodepoeta,aunquedehecholofuera.Losotrospoetaseranotíospasadoscongafas de concha y pelo negro alborotado como Alvah Goldbook, o pálidos ydelicados poetas como Ike O’Shay (vestido de traje), o italianos renacentistas deaspectoamabley fueradeestemundocomoFrancisDaPavia (queparecíauncurajoven),oliantesanarquistasdepeloalborotadoychalinacomoRheinholdCacoethes,otiposdegafasytamañoenorme,tranquilosycallados,comoWarrenCoughlin.Ytodoslosdemásprometedorespoetasestabantambiénsentadosporallí,vestidosdemodos distintos, con chaquetas de pana de gastados codos, zapatos estropeados,librosasomándolesporlosbolsillos.Sinembargo,JaphyllevabaunastoscasropasdeobrerocompradasdesegundamanoenelMontedePiedadqueleservíanparatreparalasmontañasyandarporelbosqueyparasentarsedenocheacampoabiertojuntoaunahoguera,oparamoversehaciendoautostop siemprecostaarribaycostaabajo.De hecho, en su pequeñamochila llevaba también un divertido gorro alpino verdequeseponíacuandollegabaalpiedeunamontaña,habitualmentecantando,antesdeiniciar un ascenso de quizámiles demetros. Llevaba unas botas demontañamuycarasqueeransuorgulloysufelicidad,defabricaciónitaliana,conlasqueandabahaciendo ruido por el suelo cubierto de serrín del bar como un antiguomaderero.Japhynoeraalto,sóloalgomásdemetrosetenta,peroerafuerteyágilymusculoso.Surostroeraunamáscaradehuesostristes,perosusojosbrillabancomolosdelosviejossabiosbromistasdeChina,sobrelapequeñaperilla,comoparacompensarellado duro de su agradable cara. Tenía los dientes algo amarillos, debido a sutempranodescuidodelalimpiezaenelbosque,peronosenotabademasiado,aunqueabría mucho la boca para reírse a mandíbula batiente de los chistes. A veces sequedabaquietoycalladoyselimitabaamirartristementeelsuelocomosifueramuytímido. Pero otras veces era muy divertido. Demostraba tenerme simpatía y seinteresó por la historia del vagabundo de Santa Teresita y lo que le conté demisexperiencias en trenes de carga o haciendo autostop o caminando por el bosque.Inmediatamentedecidióqueyoeraungran«bodhisattva»,loquequieredecir«grancriaturasabia»o«granángelsabio»,yqueadornabaestemundoconmisinceridad.Nuestrosantobudistafavoritoeraelmismo:Avalokitesvara,o,enjaponés,Kwannonel de las Once Cabezas. Sabía todo tipo de detalles del budismo tibetano, chino,mahayana,hinayana, japonésyhastabirmano,peroenseguida leadvertíqueme latraíanflojalamitologíaytodosesosnombresyclasesdebudismonacionales,puestoquesólomeinteresabalaprimeradelascuatronoblesverdadesdeSakyamuni:«Todavidaesdolor».Yhastaunciertopuntomeinteresaba,además,latercera:«Esposiblelasupresióndeldolor»,loqueentoncesnocreíaparanadaposible.(Todavíanohabíadigerido elLankavataraSutra que enseñaque finalmente en elmundonohaymás

www.lectulandia.com-Página11

quementey,portanto,todoesposibleincluidalasupresióndeldolor).EltroncodeJaphyerael supraescritoWarrenCoughlin,un tipobonachónycordialconmásdeochenta kilos de carne de poeta encima, de quien Japhy me dijo (al oído) queresultabamásinteresantedeloqueparecía.

—¿Quiénes?—Esmimejoramigodesde los tiemposdeOregón,nosconocemosdesdehace

muchotiempo.Alprincipiounopiensaqueestorpeyestúpido,perolaverdadesqueesundiamantedemuchosquilates.Yaloverás.Nobajeslaguardiaporquetepuedearrinconar.Escapazdehacerquetevuelelacabezasóloconunapalabraoportuna.

—¿Porqué?—Esungranbodhisattvamisteriosoycreoquequizáseauna reencarnaciónde

Asagna,elgransabiomahayanadehacesiglos.—Yyo,¿quiénsoy?—Nolosé,quizálaCabra.—¿LaCabra?—OquizáseasCaradeBarro.—¿QuiénesCaradeBarro?—Cara de Barro es el barro de tu cara de cabra. Qué dirías si a alguien le

preguntaran:«¿ElperrotienelanaturalezadeBuda?»,yrespondiera:«¡Wu!»—Diríaqueeraunmontóndeestúpidobudismozen…—Estoconfundióunpoco

aJaphy—.Escucha,Japhy—ledije—,nosoybudistazen,soyunbudistaserio,soyunsoñadorhinayanadelomásantiguoqueseasustaanteelmahayanismoposterior.—Yasícontinuétodalanoche,manteniendoqueelbudismozennosecentrabatantoen labondadcomoen laconfusióndel intelectoparaqueésteperciba la ilusióndetodas las fuentes de las cosas—. Es mezquino —me quejé—. Todos aquellosmaestroszentirandoasusjóvenesdiscípulosalbarroporquenopuedenresponderasusinocentescuestionesverbales.

—Eraporquequeríanquecomprendieranqueelbarroesmejorquelaspalabras,chico.

Pero no consigo recrear (ni esforzándome) la exacta brillantez de todas lasrespuestasdeJaphyysusobservacionesysalidasquemellevaronamaltraerdurantetodalanocheyqueacabaronporenseñarmealgoquecambiómisplanesdevida.

Encualquiercasoseguíalgrupodepoetasaulladoresa la lecturade laGaleríaSeisdeaquellanoche,quefue,entreotrascosasimportantes,lanochedelcomienzodel Renacimiento Poético de San Francisco. Estaban allí todos. Fue una nocheenloquecida.Yyofuielquepusolascosasatonocuandohiceunacolectaabasedemonedasdediezyveinticincocentavosentreelenvaradoauditorioqueestabadepieen lagaleríayvolvícon tresgarrafasdeborgoñacalifornianodecuatro litroscadauna y todos se animaron, así que hacia las once, cuando Alvah Goldbook leía, o

www.lectulandia.com-Página12

mejor, gemía su poema «¡Aullido!», borracho, con los brazos extendidos, todo elmundo gritaba: «¡Sigue! ¡Sigue! ¡Sigue!» (como en una sesión de jazz) y el viejoRheinholdCacoethes,elpadredelmundillopoéticodeFrisco,llorabadefelicidad.Elpropio Japhy leyó sus delicados poemas sobre Coyote, el dios de los indios de lameseta norteamericana (creo), o por lo menos el dios de los indios del Noroeste,Kwakiutlytodoslosdemás.

—¡Jódete!, dijo Coyote, y se largó —leía Japhy al distinguido auditorio,haciéndolesaullardealegría,pues todo resultabadelicadoy jódeteeraunapalabrasuciaquesevolvíalimpia.Ytambiénestabansustiernosversoslíricos,comolosdelosososcomiendobayas,quedemostrabansuamoralosanimales,ygrandesversosmisteriosos sobre bueyes por los caminos mongoles que demostraban suconocimientodela literaturaoriental, inclusodeHsuanTsung,elgranmonjechinoque anduvo desdeChina al Tíbet, desdeLanchow aKashgar yMongolia llevandounabarritadeinciensoenlamano.Después,Japhydemostrósuhumortabernarioconversos sobre los ligues de Coyote. Y sus ideas anarquistas sobre cómo losnorteamericanos no saben vivir, en versos sobre individuos atrapados en salas deestar hechas con pobres árboles cortados por sierrasmecánicas (demostrando aquí,además,suprocedenciayeducacióncomoleñadorenelNorte).Suvozeraprofundaysonoray,enciertomodo,valiente,comolavozdelosantiguosoradoresyhéroesnorteamericanos.Había algo decidido y enérgico y humanamente esperanzado queme gustaba de él, mientras los otros poetas, o eran demasiado exquisitos con suesteticismo, o demasiado histéricamente cínicos para abrigar ninguna esperanza, odemasiado abstractos o intimistas, o demasiado políticos, o como Coughlindemasiadoincomprensiblesparaqueselesentendiera(elenormeCoughlindiciendocosassobre«procesossinclarificar»,aunquecuandoCoughlindijoquelarevelacióneraunacuestiónpersonaladvertíelpotentebudismoylossentimientosidealistasdeJaphy, que éste había compartido con el bondadoso Coughlin en su época decompañerosdeuniversidad,comoyohabíacompartidomissentimientosconAlvahen elEste y conotrosmenos apocalípticos y directos, pero enningún sentidomássimpáticosylastimeros).

Mientras tanto, montones de personas seguían de pie en la galería a oscurasesforzándosepornoperderpalabradelaasombrosalecturapoéticamientrasyoibade grupo en grupo invitándoles a que echaran un trago o volvía al estrado y mesentaba en la parte derecha soltando gritos de aprobación y hasta frases enterascomentandoalgosinquenadiemeinvitaraaello,perotambiénsinquemolestaraanadie en medio de la alegría general. Fue una gran noche. El delicado FrancisDaPavialeyó,endelicadaspáginasdepapelcebollaamarillo,orosa,quesosteníaensus largos y blancos dedos, unos poemas de su íntimo amigo Altman que habíatomadodemasiadopeyoteenChihuahua(¿omuriódepolio?),peronoleyóninguno

www.lectulandia.com-Página13

de suspropiospoemas:unamaravillosa elegía enmemoriadel jovenpoetamuertocapazdearrancarlágrimasalCervantesdelCapítuloSiete,yleídaconunadelicadavoz inglesa que me hizo llorar de risa para mis adentros aunque luego llegué aconocermejoraFrancisymegustó.

Entre la gente que andaba por allí estaba Rosie Buchanan, una chica de pelocorto,pelirroja,delgada,guapa,unatíaverdaderamentepasadayamigadetodoslosquecontabanenlaPlaya,quehabíasidomodelodepintoryhastaescribíaellamismay vibraba de excitación en aquellos tiempos porque estaba enamorada demi viejotroncoCody.

—Maravilloso,¿eh,Rosie?—legrité,ysemetióunlingotazodevinoymemiróconojosbrillantes.

Codyestabajustodetrásdeellaconlosbrazosagarrándolaporlacintura.Entrelospoetas,RheinholdCacoethes,consuchalinaysuandrajosachaqueta,selevantabade vez en cuando y presentabamedio en broma con su divertida voz de falsete alsiguientepoeta;pero,comodigo,eranlasonceymediacuandosehabíanleídotodoslospoemasy todoelmundoandabadeun ladoparaotropreguntándosequéhabíapasadoallíyqué ibaapasarcon lapoesíanorteamericana,yelviejoCacoethessesecabalaslágrimasconunpañuelo.Ytodos,esdecir lospoetas,nosunimosaélyfuimos en varios coches hastaChinatownpara cenar fabulosamente, con palillos yconversaciones a gritos en plena noche en uno de esos animados y enormesrestauranteschinosdeSanFrancisco.YsucedióqueeraelrestaurantechinofavoritodeJaphy,elNamYuen,ymeenseñóloquedebíapedirycómosecomíaconpalillosymecontóalgunasanécdotasdeloslunáticoszendeOrienteymepusotancontento(tambiénteníamosunabotelladevinodelante)queacabéporlevantarmeymedirigíalviejococineroqueestabaalapuertadelacocinaylepregunté:

—¿PorquévinoelbodhidharmadesdeelOeste?—ElbodhidharmafueelindioquellevóelbudismoalEste,aChina.

—¿Y a mí qué me importa? —respondió el viejo cocinero, con los ojosentornados.

—Unarespuestaperfecta,absolutamenteperfecta.Ahorayasabesloqueentiendoporzen—medijoJaphycuandoseloconté.

Tenía que aprender un montón de cosas más. En especial, cómo tratar a laschicas…,segúnelmodolunáticozendeJaphy,y tuveoportunidaddecomprobarloconmispropiosojoslasemanasiguiente.

www.lectulandia.com-Página14

3

En Berkeley yo estaba viviendo con Alvah Goldbook en su casita cubierta derosasenlapartetraseradeunacasamayordelacalleMilvia.Elviejoycarcomidoporche se inclinaba hacia adelante, hacia el suelo, entre parras, con unamecedorabastante cómoda en la que me sentaba todas las mañanas a leer mi Sutra delDiamante.Elterrenodealrededorestaballenodeplantastomaterascasiensazón,ymenta,menta,todoolíaamenta,yunviejoyhermosoárbolbajoelquemegustabasentarme y meditar en aquellas perfectas y frescas noches estrelladas delincomparableoctubrecaliforniano.Teníamosunapequeñayperfectacocinadegas,perononevera,aunqueesonoimportara.Teníamostambiénunpequeñoyperfectocuartodebañoconbañerayaguacaliente,yunahabitaciónbastantegrandellenadealmohadones y esteras y colchones para dormir, y libros, libros, cientos de libros,desdeCatuloaPoundyBlyth,aálbumesdeBachyBeethoven(yhastaundiscodeswingdeEllaFitzgeraldconunClarkTerrymuyinteresantealatrompeta)yunbuenfonógrafoWebcordetresvelocidadesquesonabalobastantefuertecomoparahacervolareltejado;yestetejadoerademaderacontrachapada,ylasparedestambién,yuna noche en una de nuestras borracheras de lunáticos zen atravesé encantado esapared con el puño y Coughlin me vio y la atravesó con la cabeza lo menos diezcentímetros.

Aunpardekilómetrosdeallí,bajandoMilviayluegosubiendohaciaelcampusdelaUniversidaddeCalifornia,enlapartedeatrásdeotracasaenormedeunacalletranquila (Hillegass), Japhy vivía en su propia cabaña que era infinitamente máspequeñaquelanuestra,aproximadamentedecuatroporcuatro,sinnadaapartedelastípicas pertenencias de Japhy, que mostraba así su creencia en la sencilla vidamonástica—niuna silla, ni siquieraunamecedora sentimental; únicamente esteras—.Enunrincónestabasufamosamochilagrandeconcazosysartenesmuylimpiosencajadosunosdentrodeotrosformandounaunidadcompactaatadaconunpañueloazul.Despuésestabansuszuecosjaponesesdemaderadepata,quenuncausaba,yunpardecalcetinesconlosqueandabasuavementeporencimadesuspreciosasesteras,conelsitiojustoparaloscuatrodedosenunaparteyparaeldedogordoenlaotra.También tenía bastantes cestas de las de naranjas, todas llenas de hermosos librosacadémicos, algunos de ellos en lenguas orientales, todos los grandes sutras,comentariosalossutras,lasobrascompletasdeD.T.Suzukiyunabonitaedicióndehaikusjaponesesencuatrovolúmenes.Tambiénteníaunavaliosacoleccióndepoesíaoccidental. De hecho, si hubiera entrado un ladrón a robar, las únicas cosas quehabría encontrado de auténtico valor hubieran sido los libros. La ropa de Japhyconsistíaenprendasquelehabíanregaladooquehabíacompradodesegundamano,conexpresiónconfusayfeliz,enlosalmacenesdelEjércitodeSalvación:calcetines

www.lectulandia.com-Página15

de lana remendados, camisetas de color, camisas de faena, pantalones vaqueros,mocasinesyunoscuantosjerséisdecuelloaltoqueseponíaunoencimadelotroenlas frías noches de las sierras californianas y en la zona de las cascadas deWashingtonyOregónduranteaquellascaminatas increíblemente largasqueavecesdurabansemanasysemanasconsólounospocoskilosdecomidasecaenlamochila.Unoscuantoscestosdenaranjasservíandemesa,sobrelacual,unasoleadatardeenla que aparecí por allí, humeaba una pacífica taza de té junto a él mientras seinclinaba con aspecto serio encima de los caracteres chinos del poeta Han Chan.CoughlinmehabíadadosudirecciónyalentrarvilabicicletadeJaphyenelcéspeddedelantedelacasamásgrande(dondevivíaladueña)yluegounoscantosrodadosy piedras y unos divertidos árboles enanos que había traído de sus paseos por lamontañaparaprepararsupropio«jardín japonésde té»o«jardínde lacasade té»,conunpinomuyadecuadoquesuspirabasobresunuevoydiminutodomicilio.

Jamáshabíavistounaescenatanpacíficacomocuando,enaquelatardecerrojizo,simplemente abrí la pequeña puerta y miré dentro y le vi al fondo de la cabaña,sentadoenunalmohadónencimade la estera con laspiernas cruzadas,y lasgafaspuestasquelehacíanparecerviejoyestudiosoysabio,conunlibroenelregazoylafina tetera y la taza de porcelana humeando a su lado. Levantó la vistatranquilamente,vioquiéneraydijo:

—Ray,entra.—Yvolvióaclavarlosojosenloscaractereschinos.—¿Quéestáshaciendo?—TraduzcoelgranpoemadeHanChantitulado«MontañaFría»escritohacemil

añosypartedeélgarabateadoenlasparedesdelosriscosacientosdekilómetrosdecualquierotroservivo.

—¡Vaya!—Cuando entres en esta casa debes quitarte los zapatos, puedes estropear las

esterasconellos.—Asíquemequitéloszapatosylosdejécuidadosamentealladodelapuertayélmealcanzóunalmohadónymesentéconlaspiernascruzadasjuntoalapareddemaderaymeofrecióunatazadeté—.¿HasleídoelLibrodelTé?—preguntó.

—No,¿quélibrodices?—Es un tratado muy completo sobre el modo de hacer el té utilizando el

conocimientodedosmilañosdepreparacióndelté.Algunasdelasdescripcionesdelefectodelprimersorbodeté,ydelsegundo,ydeltercero,sonrealmentetremendasymaravillosas.

—Esostipossecolocanconnada,¿verdad?—Bébete el té y verás; es un té verde muy bueno. —Era bueno y me sentí

inmediatamentetranquiloyreconfortado—.¿QuieresqueteleapartesdeestepoemadeHanChan?¿QuieresquetecuentecosasdeHanChan?

www.lectulandia.com-Página16

—¡Claro!—Verás,HanChaneraunsabiochinoquesecansódelaciudadyseescondióen

lamontaña.—¡Hombre!Esosuenaati.—Enaqueltiemposepodíahaceresodeverdad.Vivíaenunacueva,nolejosde

unmonasteriobudistadeldistritoTang-Sing,deTienTai,ysuúnicoamigohumanoeraShi-te,elabsurdolunáticozenquetrabajabaenelmonasterioylobarríaconunaescoba.Shi-teeratambiénpoeta,peronodejónadaescrito.Devezencuando,HanChanbajabadeMontañaFríaconsutrajedecortezasyentrabaenlacocinacalienteyesperabaaqueledierandecomer,peroningunodelosmonjesqueríadarlecomidaporque se negaba a entrar en la orden y atender la campana de lameditación tresvecesaldía.Verásporqué,puesenalgunasdesusmanifestaciones,como…Pero,escucha, miraré aquí y te lo traduciré del chino. —Me incliné por encima de suhombro y observé cómo leía aquellos extraños y enrevesados caracteres chinos—.«TrepandoaMontañaFría,senderoarriba;elsenderoaMontañaFríasubeysube:unlargodesfiladerollenoderocasdeunalud,elanchotorrenteylahierbaempañadadeneblina.Elmusgoesresbaladizo,aunquenohaestadolloviendo,elpinocanta,peronohaceviento,¿quiénescapazderomperlasatadurasdelmundoysentarseconmigoentreblancasnubes?»

—¡Estupendo!—Claro que es mi traducción al inglés. Ves que hay cinco caracteres en cada

verso y tengo que añadir las preposiciones y artículos y demás partículasoccidentales.

—¿Por qué no te limitas a traducirlo tal y como está, es decir, si hay cincocaracteres,ponescincopalabras?¿Quésignificanestoscincoprimeroscaracteres?

—Elcarácterdetrepar,elcarácterdesendero,elcarácterdearriba,elcarácterdemontaña,elcarácterdefrío.

—Muybien,puesentoncestraduce«TreparsenderoarribaMontañaFría».—Sí, pero ¿qué haces con el carácter de largo, el carácter de desfiladero, el

carácterdealud,elcarácterderocasyelcarácterdecaer?—¿Dóndeponeeso?—Eneltercerverso.Habríaqueleer:«Largodesfiladerollenoaludrocas».—Bueno,esotodavíaesmejor.—Sí, ya pensé en ello, pero tengo que someterlo a la aprobación de los

especialistasenchinodelauniversidadyaclararsusentidoeninglés.—¡Chico, esto es magnífico! —dije contemplando la pequeña casa—. Y tú

sentado aquí tan tranquilo a esta hora tan tranquila estudiando solo con las gafaspuestas…

—Ray,loquetienesquehaceressubirconmigoaunamontañaenseguida.¿Qué

www.lectulandia.com-Página17

tepareceríaescalarelMatterhorn?—Muybien.¿Dóndeestáeso?—Arriba, en las Altas Sierras. Podemos ir hasta allí con HenryMorley en su

cocheyllevarlasmochilasyempezarenellago.YopodríallevartodalacomidaymaterialquenecesitamosenlamochilagrandeytúpodríaspediraAlvahsumochilapequeñayllevarcalcetinesycalzadoderepuestoyalgunacosamás.

—¿Quésignificanestoscaracteres?—EstoscaracteressignificanqueHanChanbajódelamontañadespuésdevagar

durantemuchosañosporellaparaverasusamigosdelaciudad,ydice:«HastahacepocovivíenMontañaFría, etcétera,yayervisitéaamigosy familiares;másde lamitad se había ido a losManantialesAmarillos», esto, losManantialesAmarillos,significa la muerte, «ahora por la mañana encaro mi solitaria sombra. No puedoestudiarconlosojosllenosdelágrimas».

—Eslomismoquetú,Japhy,estudiandoconlosojosllenosdelágrimas.—¡Notengolosojosllenosdelágrimas!—¿Nolostendrásdentrodemucho,muchotiempo?—Sindudalostendré,Ray…,ymiraaquí:«Enlamontañahacefrío;siempreha

hecho frío, no sólo este año», fíjate, está alto de verdad, a lo mejor a cuatro milmetros o más, y dice: «Dentadas crestas siempre nevadas, bosques en sombríosbarrancosescupiendonieblaafinalesdejunio,hojasqueempiezanacaeraprimerosdeagosto,yaquíestoytanaltocomosimehubieracolocado…»

—¡Colocado!—Esmitraducción;dehechodicequeestátanaltocomounhombresensualdela

ciudad,peroyohagounatraducciónmodernaypasota.—¡Maravilloso!—YlepreguntéporquéHanChanerasuhéroe.—Porque—respondió— era un poeta, un hombre de lasmontañas, un budista

dedicadoameditarsobrelaesenciadetodaslascosas,ytambién,dichoseadepaso,un vegetariano, aunque yo no lo soy, pues creo que en este mundo moderno servegetarianoespasarsedemasiado,yaque todas lascosasconscientescomenloquepueden.Yademás,eraunhombresolitariocapazdehacérselosoloyvivirconpurezayauténticamenteparasímismo.

—Esotambiénsuenaati.—Ytambiénati,Ray;nosemehaolvidadoloquemecontastedeloquehacías

meditandoenlosbosquesdeCarolinadelNorteytodolodemás.Japhyestabamuytriste,hundido.Nuncalehabíavistotanapagado,melancólico,

pensativo.Suvozeratiernacomoladeunamadre;parecíahablardesdemuylejosaunapobrecriaturaanhelante (yo)quenecesitabaoír sumensaje.Nosecentrabaennada,eracomosiestuvieraentrance.

—¿Hasmeditadohoy?

www.lectulandia.com-Página18

—Sí, lo primero que hago por la mañana es meditar antes del desayuno, ysiempremeditounbuenratoporlatarde,amenosquemeinterrumpan.

—¿Yquiénteinterrumpe?—Bueno,lagente.AvecesCoughlin,yAlvahvinoayer,yRolSturlason,ytengo

aesachicaquevieneajugaralyab-yum.—¿Alyab-yum?¿Yesoquées?—¿Noconoceselyab-yum,Smith?Yatehablarédeélenotraocasión.Parecíademasiadotristeparahablardelyab-yum,delquesupeunpardenoches

mástarde.HablamosunratomásdeHanChanylospoemasdelasrocas,ycuandoyame iba,RolSturlason,un tipoalto, rubioyguapo, llegóparadiscutir suviajeaJapónconél.AesteRolSturlason le interesabamuchoel famoso jardíndepiedrasdel monasterio de Shokokuji, de Kioto, que no es más que viejos cantos rodadossituadosdetalmodo,alparecerdeunmodoestéticoymístico,quehacequetodoslosañosvayanallímilesdeturistasymonjesacontemplarlaspiedrasenlaarenayobtener la paz de espíritu. Jamás había conocido a personas tan serias y al tiempoinquietas.NovolvíaveraRolSturlason;sefueaJapónpocodespués,peronoolvidélo que dijo de las piedras a mi pregunta: «¿Y quién las colocó de ese modo tanmaravilloso?»

—No losabenadie.Quizáunmonjeounosmonjeshacemucho.Perohayunaformadefinida,aunquemisteriosa,enladisposicióndelaspiedras.Sóloatravésdelaformapodremoscomprenderelvacío.

Meenseñóunafotodeloscantosrodadosenlaarenabienrastrilladaqueparecíanislasenunmarque teníaojos (losdeclives)yestaban rodeadasporel claustrodelpatio de unmonasterio. Despuésme enseñó un diagrama de la disposición de laspiedras con una proyección en silueta yme enseñó la lógica geométrica y todo lodemás,ymencionólafrase«individualidadsolitaria»yllamóalaspiedras«choquescontraelespacio»,todohaciendoreferenciaaalgorelacionadoconunkoanquemeinteresabamenosqueélyespecialmentequeelbuenodeJaphyquepreparabamástéen el ruidoso hornillo de petróleo y nos ofreció unas tazas con una reverenciasilenciosacasioriental.Fuealgocompletamentediferentealanochedelalecturadepoemas.

www.lectulandia.com-Página19

4

Sin embargo, a la noche siguiente, hacia las doce,Coughlin yAlvah y yo nosreunimosydecidimoscomprarungarrafóndecuatrolitrosdeborgoñaeirrumpirenlacabañadeJaphy.

—¿Quéestaráhaciendoestanoche?—pregunté.—Bueno—respondióCoughlin—,seguramenteestudiando,vamosaverlo.CompramoselgarrafónenlaavenidaShattuckybajamostodavíamásyvolvía

versupobrebicicletaenelcésped.—JaphysepasaeldíaenteroBerkeleyarribayBerkeleyabajoenbicicletaconla

mochilaa laespalda—dijoCoughlin—.Tambiénsolíahacer lomismoenelReedCollege de Oregón. Allí era toda una institución. Luego montábamos fiestastremendasybebíamosvinoyveníanchicasyterminábamossaltandoporlaventanaygastandobromasatodoelmundo.

—¡Extraño! ¡Muy extraño! —dijo Alvah, poniendo cara de asombro ymordiéndoseellabio.

ElpropioAlvahestudiabaconmuchocuidadoanuestroamigo,alborotadory,altiempo, tranquilo. Llegamos a la puertecita. Japhy levantó la vista del libro queestudiaba,enestaocasiónpoesíanorteamericana,conlaspiernascruzadasylasgafaspuestas,ynodijonadaexcepto«¡ah!»conuntonocuriosamentecivilizado.

Nos quitamos los zapatos y caminamos por los dos metros de estera hastaponernosjuntoaél.Fuielúltimoendescalzarmeyteníaelgarrafónenlamanoyseloenseñédesdeelotroextremodelcuarto,yJaphysinabandonarsupostura,soltó:

—¡Bieeeen!—Ysaltódirectamentehaciamíaterrizandoamispiesenposturadeluchadorquetuvieraunpuñalenlamano.Ydeprontoloteníaytocóelgarrafónconélyelcristalhizo«¡clic!»

Era el salto más extraño que había visto en mi vida, exceptuados los de losacróbatas,algoasícomoeldeunacabramontesa.Tambiénmerecordóaunsamurái,un guerrero japonés: el grito, el salto, la postura y aquella expresión de cómicoenfadoenlosojossaltonesmientrashacíaunamuecadivertida.Mediolaimpresióndeque,dehecho,setratabadeunaquejaporquehabíamosinterrumpidosuestudio,ytambiéncontraelpropiovinoqueloemborracharíayharíaqueecharaaperderunanoche de lectura. Pero sin más alborotos descorchó el garrafón y bebió un tragolarguísimo y todos nos sentamos con las piernas cruzadas y pasamos cuatro horasgritándonoscosasunosaotros,yfueunadelasnochesmásdivertidas.Algunasdelascosasquedijimoserandeestetipo:

JAPHY. Bueno, Coughlin, viejo asqueroso, ¿qué has estado haciendoúltimamente?

COUGHLIN.Nada.

www.lectulandia.com-Página20

ALVAH.¿Quésontodosesoslibrosdeahí?¡Hombre,Pound!¿TegustaPound?JAPHY. Si no fuera porque confundió el nombre de Li Po y le llamó por su

nombre japonés y armó todo aquel lío, está muy bien… de hecho, es mi poetafavorito.

RAY.¿Pound?¿Quiénpuedetenercomopoetafavoritoaeselocopretencioso?JAPHY.Bebeunpocomásdevino,Smith,estásdiciendotonterías.¿Cuálestu

poetafavorito,Alvah?RAY. ¿Por qué nome pregunta nadie amí cuál esmi poeta favorito? Sémás

poesíaquetodosvosotrosjuntos.JAPHY.¿Deverdad?ALVAH.Posiblemente. ¿Nohabéis leído el nuevo librodepoemasdeRayque

acabadeescribirenMéxico:«laruedadelatemblorosaideacarnalgiraenelvacíodespidiendo contracciones, puercoespines, elefantes, personas, polvo de estrellas,locos,insensatez…»?

RAY.¡Noesasí!JAPHY.Hablandodecarne,¿habéisleídoelnuevopoemade…?Etc.,etc.Luego,todoterminódesintegrándoseenunfollóndeconversacionesy

gritos y connosotros revolcándonosde risa por el sueloy finalmente conAlvahyCoughlin y yo subiendo por la silenciosa calle de la facultad cogidos del brazocantando«EliEli»avozengritoydejandocaerelgarrafónvacíoquesehizoañicosa nuestros pies. Pero le habíamos hecho perder su noche de estudio y me sentímolestoporellohastalanochesiguiente,cuandoJaphyaparecióennuestracasaconunachicabastanteguapayentróy ledijoquesedesvistiera;cosaqueellahizodeinmediato.

www.lectulandia.com-Página21

5

EraalgoqueestabadeacuerdoconlasteoríasdeJaphyacercadelasmujeresyeljoder. Seme olvidómencionar que el día en que el artista de las piedras le habíavisitadoaúltimahoradelatarde,aparecióporallípocodespuésunarubiaconbotasde goma y una túnica tibetana con botones de madera, y durante la conversacióngeneralpreguntócosasdenuestroplandeescalarelmonteMatterhornydijo:

—¿Nopodríairconvosotros?—Puesaellatambiénlegustabalamontaña.—Pues claro—respondió Japhy, con aquella voz tan divertida que usaba para

bromear;unavozenérgicayprofunda,imitacióndeladeunmadererodelNoroesteque conocía, dehechounguardabosques, el viejoBurnieByers—;pues claro, venconnosotrosytelameteremostodosatresmilmetrosdealtura.—Ylodijodeunmodotandivertidoeinformaly,dehecho,serio,quelachicanosemolestó,másbienpareció complacida. Y con esemismo espíritu traía ahora a esa chica, Princess, anuestra casa.Era alrededorde lasochode la tardeyhabíaoscurecido.Alvahyyoestábamostomandotranquilamenteeltéyleyendopoemasopasándolosamáquina,ydosbicicletassedetuvieronalaentrada:Japhyenlasuya,Princessenotra.Princesstenía losojosgrisesyelpelomuyrubioyeramuyguapaysólo teníaveinteaños.Debodecirunacosaacercadeella:Princessestaba locaporel sexoy locapor loshombres,asíquenohubodemasiadosproblemasparaconvencerladeque jugaraalyab-yum.

—¿Nosabesloqueeselyab-yum,Smith?—dijoJaphy,consupotentevozarrón,moviéndoseagitadomientrascogíaaPrincessdelamano—.Princessyyotevamosaenseñarloquees.

—Meparecebien—dije—,sealoquesea.YotambiénconocíaaPrincessdeantesyhabíaestadolocoporella,enlaciudad,

aproximadamente un año atrás. Era otra extraña coincidencia que Princess hubieraconocido a Japhy y se enamorara de él, también locamente; y hacía lo que él lemandase. Siempre que venía gente a visitarnos yo ponía un pañuelo rojo sobre lalamparitadelaparedyapagabalaluzdeltechoparaqueelambientefuerafrescoyrojizoyadecuadoparasentarseybebervinoycharlar.Hiceeso,ycuandovolvídelacocina con una botella en lamano no podía creer lo que decíanmis ojos al ver aJaphyyaAlvahqueseestabandesnudandoytirandolaropaencualquier ladoyaPrincess que ya estaba completamente desnuda, con su piel, blanca como la nievecuandoesalcanzadaporelrojosoldelatardecer,alaluzrojadelapared.

—¿Quécoñopasa?—dije.—Aquí tienes el yab-yum, Smith —dijo Japhy, y se sentó con las piernas

cruzadasenunalmohadóndelsueloehizoungestoaPrincessquesesentóencimadeél,dándolelacara,conlosbrazosalrededordelcuello,ysequedaronsentadosasí

www.lectulandia.com-Página22

sindecirnadaduranteunrato.Japhynoestabanadanerviosoyseguíasentadoallídelaformaadecuada,puesasíteníaqueser—.EstoesloquehacenenlostemplosdelTíbet.Esunaceremoniasagradaysellevaacabodelantedemonjesquecantan.Lagente reza y recita OmMani Pahdme Hum, que significa Así Sea el Rayo en elOscuroVacío.YosoyelrayoyPrincesseloscurovacío,¿entiendes?

—Pero¿quépiensaelladeesto?—gritécasidesesperado.¡Habíapensadotantascosasidealistasdeaquellachicaelañoanterior!Yhabíadadomuchísimasvueltasalasuntodesiestababienquemelatirara,porqueeratanjovenytodolodemás.

—¡Oh,esdelicioso!—dijoPrincess—.Venyhazlaprueba.—Peroyonopuedosentarmeasí.—Japhyestabasentadoenlaposicióndelloto,

queescomose llama,con los tobillosencimade losmuslos.Alvahestabasentadosobre el colchón y trataba de hacer lo mismo. Finalmente, las piernas de Japhyempezaron a dolerle y se extendió sobre el colchón donde ambos, él y Alvah,empezaronaexplorarelterritorio.Todavíanopodíacreerlo.

—Quítatelaropayvenaquíconnosotros,Smith.Pero aparte de todosmis sentimientos haciaPrincess, estaba el año de celibato

quehabíapasadocreyendoquelalujuriaeralacausadirectadelnacimiento,queeralacausadirectadelsufrimientoylamuerteynomientosidigoquehabíallegadoaunpuntoenelqueconsiderabalosimpulsossexualesofensivosyhastacrueles.

«Las mujeres guapas cavan las sepulturas», me decía siempre que volvía lacabeza involuntariamente para observar a las incomparables bellezas indias deMéxico.Ylaausenciadeimpulsossexualesactivostambiénmehabíaproporcionadouna nueva vida pacífica con la que disfrutaba muchísimo. Pero aquello erademasiado. Todavía me asustaba tener que desnudarme; además, nunca me habíagustadohacerloantemásdeunapersona,especialmenteconhombresalrededor.PeroaJaphytodoestoselatraíaflojayenseguidaestabahaciéndoselopasaraPrincessabasedebienypronto.LellegóelturnoaAlvah(consusenormesojosfijosenlaluzroja,ytanserioleyendopoemasunminutoantes).Asíquedije:

—¿Quéosparecesimededicoatrabajarleelbrazo?—¡Adelante, muy bien!—Y lo hice, tumbándome en el suelo completamente

vestidoybesándolelamano,luegolamuñeca,luegoseguísubiendoporelbrazo,yella se reía y casi lloraba de gusto con todas las partes de su cuerpo trabajadas afondo.Todoelpacíficocelibatodemibudismoseestabayendoporeldesagüe.

—Smith, desconfío de cualquier tipo de budismo o de cualquier filosofía osistema social que rechace el sexo—dijo Japhy,muy serioy consciente ahoraqueestabasatisfechoysesentabadesnudoyconlaspiernascruzadasenelcolchónyseliabaunpitillodeBullDurham(locualconstituíapartedesuvida«sencilla»).

LacosaterminócontodosdesnudosyhaciendoalegrementecaféenlacocinayPrincess sentada en el suelo con las rodillas cogidas con los brazos sin ningún

www.lectulandia.com-Página23

motivo,sóloporhacerlo;despuésterminamosporbañarnoslosdosjuntosyoíamosaAlvahyaJaphyen laotrahabitacióndiscutiendodeorgías lunáticasdeamor librezen.

—Oye,Princess,deberíamoshacerlotodoslosjuevesporlanoche—gritóJaphy—.Seráunafunciónregular.

—¡Sí,sí!—gritóasuvezPrincessdesdelabañera.Decíaquelegustabamuchohacerloyañadió—:¿Sabes?Mesientocomolamadredetodaslascosasytengoquecuidardemishijitos.

—Tambiéneresunacosamuypreciosa.—Pero soy la viejamadre de la tierra, soy una bodhisattva.—Estaba un poco

chiflada,perocuandolaoídecir«bodhisattva»comprendíquetambiénellaqueríaserunagranbudistacomoJaphy,yalserunamujernoteníaotromododeexpresarloqueasí,conaquelactotradicionalmenteenraizadoenlaceremoniayab-yumdelbudismotibetano.Asíquetodoestababien.

Alvahlohabíapasadomuybienyestabaafavordelaideade«todoslosjuevesporlanoche»,yyolomismo.

—Alvah,Princessdicequeesunabodhisattva.—Claroqueloes.—Dicequeeslamadredetodosnosotros.—LasmujeresbodhisattvasdelTíbetyciertaszonasde laantigua India—dijo

Japhy— eran llevadas y utilizadas como concubinas sagradas de los templos y aveces de cuevas rituales y hacían méritos y meditaban. Todos ellos, hombres ymujeres, meditaban, ayunaban, jodían así, volvían a comer, bebían, hablaban,peregrinaban,vivíanenviharasdurantelaestacióndelaslluviasyalairelibreenlaseca, y no se preguntaban qué hacer con el sexo, que es algo que siempreme hagustadodelasreligionesorientales.Yloquesiempreheintentadosaberdelosindiosdenuestropaís…Sabéis,cuandoeraniñoenOregónnomesentíanorteamericanoenabsoluto, con todos esos ideales de casa en las afueras y represión sexual y esatremendacensuragrisdelaprensadecuantosonvaloreshumanos,ycuandodescubríelbudismode repente sentíquehabíavividootravidaanteriorhacía innumerablesañosyahoradebidoafaltasypecadosdeesavidasemehabíadegradadoauntipodeexistenciamáspenosoymikarmaeranacerenNorteamérica,dondenadiesedivierteni cree en nada, ymenos que nada en la libertad. Por esome gustan siempre losmovimientos libertarios, como el anarquismo delNoroeste, los viejos héroes de laMatanzadeEverettytodos…

La cosa siguió con apasionadas discusiones acerca de todos estos temas yfinalmentePrincesssevistióysefueacasaenbicicletaconJaphy,yAlvahyyonosquedamossentadosunofrentealotrobajolatenueluzroja.

—Yatehabrásdadocuenta,Ray,dequeJaphyesrealmenteagudo…Dehechoes

www.lectulandia.com-Página24

eltíomásagudoyrebeldeylocoqueheconocidonunca.YloquemásmegustadeélesqueeselgranhéroedelaCostaOeste;sabesquellevoaquídosañosynuncahabía conocido a nadie con una inteligencia auténticamente iluminada. Casi habíaperdido las esperanzasen laCostaOeste.Yademás, está su formaciónoriental, suPound;tomapeyoteytienevisiones,subemontañasyesunbhiku…¡Claro!JaphyRyderesungrandeynuevohéroedelaculturanorteamericana.

—¡Está loco! —asentí—. Y otra de las cosas que me gustan de él son esosmomentostranquilosymelancólicosenlosquenohablacasinada…

—Sí,mepreguntoquéserádeélalfinal.—CreoqueterminarácomoHanChanviviendosoloenlamontañayescribiendo

poemas en las paredes de los riscos o recitándoselos a multitudes reunidas a laentradadesucueva.

—OquizávayaaHollywoodyseaunaestrelladecine.¿Sabesloquemedijoelotrodía?«Alvah,yasabesquejamáshepensadoenhacerpelículasyconvertirmeenunaestrella.Puedohacerdetodo,peroesonoloheintentadotodavía».Yyocreoquepuedehacerdetodo.¿TehasfijadoenelmodoenquetieneenrolladaaPrincess?

—Naturalmente.Yesamismanochemástarde,mientrasAlvahdormía,mesentébajoelárbolde

la entrada y miré las estrellas y luego cerré los ojos para meditar tratando detranquilizarmeyvolveramiserhabitual.

Alvahnopodíadormirysalióysetumbóenlahierbamirandoelcielo,ydijo:—Grandesnubesdevaporcruzanlaoscuridad,loquemehacecomprenderque

vivimosenunauténticoplaneta.—Cierralosojosyverásmuchomásqueeso.—¡Vaya,hombre!Noconsigosaberloquequieresdecircontodasesascosas—

añadió,enfadado.Siempre le molestaban mis conferencias sobre el éxtasis Samadhi, que es el

estadoquesealcanzacuandounolodetienetodoydetienelamenteyconlosojoscerradosveunaespeciedeeternatramadeenergíaeléctricaululanteenlugardelastristes imágenesy formasde losobjetos, que son,despuésde todo, imaginarios.Yquiennolocreaquevuelvadentrodeunbillóndeañosyloniegue.

—No te parece—siguióAlvah—que resultamuchomás interesante ser comoJaphyyandarconchicasyestudiarypasarlobienyhaceralgodeverdad,enlugardeestarsentadotontamentedebajodelosárboles.

—Paranada—dije,yestabasegurodeelloysabíaqueJaphyestaríadeacuerdoconmigo—.LoúnicoquehaceJaphyesdivertirseenelvacío.

—Nolocreo.—Teapuestoloquequierasaqueesasí.Lasemanaquevieneleacompañaréala

montañayloaveriguaréytelocontaré.

www.lectulandia.com-Página25

—Muy bien —suspiró—, en cuanto a mí, me limitaré a seguir siendo AlvahGoldbookyaldiablocontodaesamierdabudista.

—Algúndíalolamentarás.Noentiendoporquénoconsiguescomprenderloqueteestoyexplicando:sontusseissentidoslosqueteengañanytehacencreer,nosóloque tienes seis sentidos, sinoademásqueentrasencontactoconelmundoexteriorpormediodeellos.Sinofueraportusojosnomeverías.Sinofueraportusoídosnooiríaseseavión.Sinofueraportunariznooleríasestamentaamedianoche.SinofueraportulenguanoapreciaríasladiferenciadesaborentreAyB.Sinofueraportucuerpo,nosentiríasaPrincess.Nohayyo,niavión,nimente,niPrincess,ninada.¡Por el amor de Dios! ¿Es que quieres vivir engañado todos y cada uno de losmalditosminutosdetuvida?

—Sí,esoesloquequiero,ydoygraciasaDiosporquehayasurgidoalgodelanada.

—Bueno, hay algomás que quiero decirte: se trata del otro aspecto, de que lanadahasurgidodealgo,ydequeesealgoesDharmakaya,elcuerpodelverdaderoSignificado,yqueesanadaesesto,yque todoesconfusiónycharla.Mevoya lacama.

—Bueno,avecesveoun relámpagode iluminaciónen loque intentasexponer,perocréeme,tengomássatorisconPrincessqueconlaspalabras.

—Sonsatorisdetuinsensatacarne,detulujuria.—Séquemiredentorvive.—¿Quéredentoryquévive?—Mira,dejemosestoylimitémonosavivir.—¡Yuncojón!Cuandopensabacomotú,Alvah,eratanmiserableyavarocomo

loerestúahora.Loúnicoquequieresesescaparyponertefeoyquetepeguenytejodanytevolverásviejoyenfermoytezarandearáelsamsaraporqueestásaferradoalajodidacarneeternadelretorno,ylotendrásmerecido,teloaseguro.

—No resulta muy agradable. Todos se angustian y tratan de vivir con lo quetienen.Tubudismotehavueltomiserable,Ray,yhacequetengasmiedoaquitartelaropaparacelebrarunasencillaysanaorgía.

—Bien,pero¿alfinalnolohice?—Sí,perodespuésdemuchosmelindres…Bueno,dejémoslo.Alvah se fue a la cama, sentadoy cerrados losojos, pensé: «Estepensar seha

detenido»,perocomoteníaquepensarennopensarnosedetenía,peromeinvadióunaoleadadealegríaalcomprenderquetodaaquellaperturbaciónerasimplementeunsueñoqueyahabíaterminadoyquenoteníaquepreocuparme,puestoqueyonoera«Yo»yroguéaDios,oTathagata,paraquemeconcediera tiempoysensatezyfuerzassuficientesparasercapazdedecirlealagenteloquesabía(aunquenopuedohacerlo ni siquiera ahora) y así todos se enterarían de lo que sabía y no se

www.lectulandia.com-Página26

desesperaríantanto.Elviejoárbolrumiabasobremí,silenciosocomounacosaviva.Oí aun ratónmoverse entre la hierbadel jardín.Los tejadosdeBerkeleyparecíancomolastimosacarnevivaestremeciéndosequeprotegieraadolientesfantasmasdelaeternidaddeloscielosalosquetemíanmirar.CuandoporfinmefuialacamanomesentíaengañadoporningunaPrincessniporeldeseodeningunanoPrincessynadieestabaendesacuerdoconmigoymesentíalegreydormíbien.

www.lectulandia.com-Página27

6

Y llegó el momento de nuestra gran expedición a la montaña. Japhy vino arecogermealcaerlatardeenbicicleta.CogimoslamochiladeAlvahylapusimosenlacestadelabici.Saquécalcetinesyjerséis.Peronoteníacalzadoadecuadoparaelmonte y lo único que podía servirme eran las playeras de Japhy, viejas peroresistentes.Miszapatoserandemasiadoflexiblesyestabangastados.

—Así serámejor,Ray, con playeras tendrás los pies ligeros y podrás trepar derocaenrocasinproblemas.Claroquenoscambiaremosdecalzadodevezencuandoytal.

—¿Quépasaconlacomida?¿Quéesloquellevas?—Bien, pero antesdehablar de comida,R-a-a-y—avecesme llamabapormi

nombre de pila y cuando lo hacía siempre arrastrabamucho,melancólicamente, laúnicasílaba,«R-a-a-a-y»,comosisepreocuparademibienestar—,tediréquetengotu saco de dormir, no es de plumas de pato como el mío, y por supuesto es máspesado,perovestidoyconunabuenahogueratesentiráscómodoalláarriba.

—Conlaropapuesta,bien,pero¿porquéunbuenfuego?Essólooctubre.—Sí, pero allá arriba se está bajo cero, R-a-a-y, incluso en octubre—me dijo

tristemente.—¿Denoche?—Sí,denoche,ydedíahaceuncaloragradable.Verás,elviejoJohnMuirsolíair

aaquellasmontañassóloconsuviejocapotemilitaryunabolsadepapelllenadepanduro y dormía envuelto en el capote ymojaba el pan seco en agua cuando queríacomer,errabaporallídurantemesesenterosantesdevolveralaciudad.

—¡Diosmío!¡Debíaseruntipoduro!—Encuantoalacomida,hebajadohastalacalledelMercadoyenelPalaciode

Cristal comprémi cereal favorito, bulgur, que es una especie de trigo búlgaro sinrefinar,y lomezclarécontaquitosde tocinoyasí tendremosunaricasopapara lostres,Morleyynosotros.Ytambiénllevoté;unosiempreagradeceunabuenatazadetébiencalientebajoesasfríasestrellas.Yllevounauténticopudíndechocolate,noese pudín instantáneo falsificado sino un auténtico pudín de chocolate quecalentaremosyagitaremosbienenelfuegoyluegolodejaremosenfriarencimadelanieve.

—¡Estupendo,chico!—Asíqueenvezdelarrozquellevosiempre,enestaocasiónharemosesepudín

en tu honor, R-a-a-y, y en el bulgur voy a poner todo tipo de vegetales secos, loscompréen laSkiShop.Comeremosydesayunaremoseso,yencuantoaalimentosquenosdenfuerzallevoestagranbolsadecacahuetesyuvaspasas,yotrabolsaconorejonesyciruelaspasas.—Ymeenseñóeldiminutopaquetequeconteníatodaesta

www.lectulandia.com-Página28

importantecomidaparatreshombreshechosyderechosqueibanapasarveinticuatrohoras o más subiendo a las montañas—. Lo más importante cuando se va a lamontaña es llevar el menor peso posible, los paquetes te impiden moverte concomodidad.

—Peroyocreoqueenesepaquetenohaybastantecomida.—Sílahay,elagualahincha.—¿Llevamosvino?—No,alláarribanovabien,encuantoestásagranalturanosientesnecesidadde

alcohol.Nolecreí,peronodijenada.Pusimosmiscosasenlabicicletayatravesamosel

campus hasta casa de Japhy empujando la bici por la acera. Era un claro y fríoatardecerdelasmilyunanochesylatorredelrelojdelaUniversidaddeCaliforniaeraunalimpiasombraoscuradestacándosesobreunfondodecipresesyeucaliptosytodotipodeárboles;sonabancampanasenalgúnsitio,yelaireerafresco.

—Vaahacerfríoalláarriba—dijoJaphy,peroaquellanochesesentíamuybieny rió cuando le pregunté sobre el jueves siguiente conPrincess—.Mira, yahemospracticadoelyab-yumunpardevecesmásdesdelaotranoche;Princessvieneamicasa en cualquier momento del día o de la noche y, tío, no acepta el no comorespuesta.Asíqueproporcionoenterasatisfacciónalabodhisattva.—YJaphyqueríahablar de todo, de su infancia en Oregón—. Verás, mi madre y mi padre y mihermanallevabanunavidarealmenteprimitivaenaquellacabañadetroncos,yenlasmañanasdeinviernotanfríastodosnosdesvestíamosyvestíamosdelantedelfuego,teníamosquehacerlo,yporesonosoycomotúenesodeldesnudarse,quierodecirquenomedavergüenzaninadahacerlo.

—¿Yquésolíashacercuandofuistealauniversidad?—En verano siempre trabajaba para el gobierno como vigilante contra

incendios…Deberíashaceresoelveranoqueviene,Smith…yeninviernoesquiabamuchoysolíaandarporelcampusmuyorgullosoconmisbastones.Tambiénsubíaunas cuantasmontañas, incluyendouna larga caminataRainier arriba, casi hasta lacima,donde se firma.Por fin,unaño lleguéhasta arribadel todo.Haymuypocasfirmas, sabes. Y subí cumbres de la zona de las Cascadas durante la temporada yfueradeella,ytrabajédemaderero.Smith,tengoquehablartedelasaventurasdelosleñadoresdelNoroeste,megustahacerlo, lomismoque a ti tegustahablarde losferrocarriles;teníasquehabervistoaquellostrenesdevíaestrechadeporallíarribayaquellas fríasmañanasde inviernoconnievey lapanza llenade tortitasysiropeycafénegro;chico,levantaselhachaanteelprimertroncodelamañanaynohaynadacomoeso.

—Es igual que mi sueño de Gran Noroeste. Los indios kwatiutl, la policíamontada…

www.lectulandia.com-Página29

—Bueno,ésossondelCanadá,delaColumbiaBritánica;solíaencontrarmeconellosenlossenderosdelamontaña.

Pasamos empujando la bici por delante de varios edificios y cafeterías de launiversidadymiramosdentrodelRobbieparaver sihabía algúnconocido.EstabaAlvahtrabajandoensuturnodecamarero.Japhyyyoteníamosunaspectocuriosoenel campus connuestra ropa, ydehecho Japhyera consideradoun excéntrico en elcampus, cosa bastante habitual en esos sitios donde se considera raro al hombreauténtico; lasuniversidadesnosonmásquelugaresdondeestáunaclasemediasinningunapersonalidad,quenormalmenteencuentrasuexpresiónmásperfectaen losalrededoresdel campuscon sushilerasdecasasdegenteacomodadaconcéspedyaparatosdetelevisiónentodaslashabitacionesytodosmirandolasmismascosasypensandolomismoalmismotiempomientraslosJaphysdelmundomerodeanporlaespesuraparaoírlavozdeesaespesura,paraencontrareléxtasisdelasestrellas,paraencontrar el oscuro misterio secreto del origen de esta miserable civilización sinexpresión.

—Todaestagente—decíaJaphy—tienecuartosdebañoalicatadosdeblancoyse llenandemierdacomo losososenelmonte,pero todaesamierdasevapor losdesagüesynadiepiensaenellayenquesupropioorigenestáenesamierdayenlaalgaliaylaespumadelamar.Sepasaneldíaenterolavándoselasmanosconjabónperfumado,ydesearíancomérseloescondidosenelcuartodebaño.

Japhy tenía montones de ideas, las tenía todas. Llegamos a su casa cuandoanochecíay sepodíaoler a leñaardiendoyahojasquemadas,y loempaquetamostodoyfuimoscalleabajoparareunirnosconHenryMorleyqueteníacoche.HenryMorley era un tipo de gafas muy informado, aunque también excéntrico; en elcampus resultaba más excéntrico y raro que Japhy. Era bibliotecario, tenía pocosamigosy eramontañero.Sucasitadeuna solahabitaciónenunaapartadacalledeBerkeley estaba llena de libros y fotos demontañismoy había bastantesmochilas,botas de montaña y esquíes. Me asombró oírle hablar, pues hablaba exactamenteigual que Rheinhold Cacoethes, el crítico, y resultó que habían sido muy amigostiempo atrás y habían subido montañas juntos y no podría decir si Morley habíainfluidoenCacoethesoalainversa.MeparecíaqueelquehabíainfluidoeraMorley.Teníanelmismomododehablarbajo, sarcástico, ingeniosoybien formulado, conmiles de imágenes. Cuando Japhy y yo entramos había unos cuantos amigos deMorleyreunidosallí(ungrupoextrañoqueincluíaaunchino,unalemányalgunosotrosestudiantesdeunauotracosa),yMorleydijo:

—Llevarémicolchónneumático.Vosotros,muchachos,podéisdormir,siqueréis,enelduroyfríosuelo,peroyonovoyaprescindirdeestecolchónneumático,gastédieciséisdólaresenél,locompréenlosalmacenesdelejército,enOakland,yanduveporallíeldíaenteropreguntandosiconpatinespodríaconsiderarsetécnicamenteun

www.lectulandia.com-Página30

vehículo.—Ysiguióasíconbromasquemeresultabanincomprensibles(ylomismoalosotros)aunquecasinadieleescuchaba,ysiguióhablandoyhablandocomoparasímismo,peromegustódesdeelprincipio.Suspiramoscuandovimos losenormesmontonesde cosasquequería llevarse almonte: comidaenlatada,y, ademásde sucolchón neumático, insistió en llevar un zapapico y un equipo variadísimo que nonecesitábamos.

—Puedes llevar esa hacha, Morley, aunque no creo que la necesites, pero lacomidaen latanoesmásqueaguaque tienesqueecharte a la espalda, ¿no tedascuentadequehaytodaelaguaquequeramosesperándonosalláarriba?

—Bueno,yopensabaqueunalatadeestechopsueychinoiríabien.—Llevobastantecomidaparatodos.Vámonos.Morleypasómuchoratohablandoyyendodeunladoparaotroyempaquetando

susinverosímilescosas,yporfindijimosadiósasusamigosysubimosalpequeñocoche inglés de Morley y nos pusimos en marcha, hacia las diez, en dirección aTracy; luego subiríamos a Bridgeport, desde donde conduciríamos otros docekilómetroshastaelcomienzodelsenderodellago.

Mesentéenelasientodeatrásyelloshablabaneneldedelante.Morleyeraunauténticolocoqueaparecería(mástarde)conunlitrodebatidoesperandoquemelobebiera,perohicequemellevaraaunatiendadebebidas,aunqueelplanconsistíaenhacer que le acompañara a ver a una chica con la que yo debería actuar comopacificadoroalgoasí:llegamosalapuertadelachica,laabrióy,cuandovioquiénera,cerródeunportazoynosfuimos.

—Pero¿quéesloquepasa?—Es una historia bastante larga —dijo Morley vagamente, y nunca llegué a

enterarmedeloquepasaba.Otravez,yviendoqueAlvahnoteníasomierenlacama,aparecióporcasacomo

un fantasma cuando nos acabábamos de levantar y hacíamos café con un enormesomierdecamadematrimonioque,encuantosefue,nosapresuramosaesconderenel cobertizo. También nos trajo tablas y de todo, incluidas unas inutilizablesestanterías para libros; todo tipo de cosas, como digo, y años después tuve otrasdisparatadasaventurasconélcuandofuimoslosdosasucasadeContraCosta(delaqueerapropietarioyalquilaba)ynospasamostardesincreíblesmientrasmepagabadosdólaresalahoraporsacarcubosdebarrodesusótanoinundado,yélsacabaelbarroamanoyestabanegroycubiertodebarrocomoTartarilouak,elreydelostiposde barro de Paratioalaouakak, y con una extraña mueca de placer en la cara; ydespués, cuando pasábamos por un pueblo y quisimos comprar helados ycaminábamospor lacalleprincipal (habíamoshechoautostopconnuestroscubosyescobas)conlosheladosenlamanoygolpeandoatodoelmundoporlasestrechasaceras, comounaparejadecómicosdeunaviejapelículamudadeHollywood.En

www.lectulandia.com-Página31

todo caso, era una persona muy extraña desde todos los puntos de vista. Ahoraconducía el coche en dirección a Tracy por aquella abarrotada autopista de cuatrocarrilesyhablabasinparar,yporcadacosaquedecíaJaphy,élteníaquedecirdoceylacosaibamásomenosasí:

—PorDios,últimamentemesientomuyestudioso,creoquelasemanaquevieneleeréalgosobreornitología—decíaJaphy,porejemplo.

—¿Quiénnosesienteestudioso—respondíaMorley—cuandonotienealladoaunachicatostadaporelsoldelaRiviera?

SiemprequeJaphydecíaalgosevolvíahaciaélylemirabaysoltabaunadeesastonterías brillantes totalmente serio; no conseguía entender qué tipo de extrañoerudito y secreto payaso lingüístico era bajo estos cielos de California. Si Japhymencionabalossacosdedormir,Morleyreplicabaconcosascomoésta:

—Soyposeedordeunsacodedormirfrancésazulpálido,depocopeso,plumadeganso,unabuenacompra,meparece,loencontréenVancouver,muyadecuadoparaDaisyMae.UntipototalmenteinadecuadoparaCanadá.Todoelmundoquieresabersi su abuelo era el explorador que conoció a un esquimal.Yomismo soy del PoloNorte.

—¿Dequéestáshablando?—preguntabayodesdeelasientodeatrás.YJaphydecía:—Sóloesunacintamagnetofónicainteresante.Lesdijequeteníauncomienzodetromboflebitis,coágulosdesangreenlasvenas

delospies,yqueteníamiedoalaascensióndeldíasiguiente,noporquemeparecieradifícil,sinoporquepodríaencontrarmepeoralregreso.Morleydijo:

—¿Latromboflebitisesunritmoespecialalmear?YcuandodijealgodelostiposdelOeste,merespondió:—Soy un tipo del Oeste bastante idiota… Fíjate en los prejuicios que hemos

llevadoaInglaterra.—Morley,túestásloco.—Nolosé,quizáloesté,perosiloestoydetodasmanerasdejaréuntestamento

maravilloso.—Yluegoañadiósinveniracuento—:Bueno,nosabéislomuchoqueme gusta subirmontañas con dos poetas.Yo también voy a escribir un libro, serásobreRagusa,unaciudadrepúblicamarítimadefinalesdelaEdadMedia,ofrecieronla secretaría a Maquiavelo y resolvieron los problemas de clase y durante unageneracióncontaronconunlenguajequeseimpusoparalasrelacionesdiplomáticasdeLevante.Estofuedebidoalainfluenciadelosturcos,naturalmente.

—Naturalmente—dijimos.Asíquelevantólavozynoshizoestapregunta:—¿Podéis aseguraros una Navidad con una aproximación de sólo dieciocho

millonesdesegundosalaizquierdadelachimenearojaoriginal?

www.lectulandia.com-Página32

—Naturalmente—dijoJaphy,riendo.—Muy bien —dijo Morley, conduciendo el coche por curvas cada vez más

frecuentes—. Están preparando autobuses especiales para los renos que van a laConferenciadelaFelicidadquesecelebradecorazón-a-corazón,antesdeiniciarselatemporada,enlomásprofundodelasierraaexactamentediezmilquinientossesentametros del motel primitivo. Será algo más nuevo que un análisis, y mucho mássencillo.Siunopierdeelbilleteseconvierteengnomo,elequipoesagradableyhayrumores de que las convenciones del Tribunal deActores se están hinchando y sederramaránrebotadasdelaLegión.Detodosmodos,Smith—sevolvióhaciamí—,cuandobusqueselcaminoderegresoa laselvaemocionalrecibirásunregalode…alguien.¿Nocreesqueelsiropedearceteayudaríaasentirtemejor?

—Claroquesí,Henry.Y así era Morley. Entretanto el coche había empezado a subir por las

estribaciones y pasamos por diversos pueblos de aspecto siniestro donde nosdetuvimosaponergasolinaynovimosanadie,exceptoadiversosElvisPresleyenpantalones vaqueros en la carretera, esperando que alguien los animara, pero yallegabahastanosotrosunrumordearroyosysentimosquelasmontañasmásaltasnoestabanlejos.Unanocheagradableypura,yporfinllegamosauncaminoasfaltadomuy estrecho y enfilamos en dirección a las propias montañas. Pinos muy altosempezaronaapareceralosladosdelacarreteraytambiénriscosocasionales.Elaireerapenetranteymaravilloso.Además,eralavísperadelaaperturadelatemporadadecazayenelbardondenosdetuvimosa tomaruntragohabíamuchoscazadorescon gorros rojos y camisas de lana algo borrachos y tontos con todas sus armas ycartuchosenloscochesypreguntándonosinquietossihabíamosvistoaalgúnvenadoono.Desdeluego,habíamosvistoaunvenado,justoantesdellegaralbar.Morleyconducíayhablabaydecía:

—Bueno,Ryder,alomejorereselLordTennysondenuestropequeñoequipodetenisdelaCosta,tellamanelNuevoBohemioytecomparanalosCaballerosdelaTabla Redonda menos Amadís el Grande y los esplendores extraordinarios delpequeñoreinomoroquefuevendidoenbloqueaEtiopíapordiecisietemilcamellosymilseiscientossoldadosdeapiecuandoCésartodavíanohabíasidodestetado.—Y en esto, el venado estaba en la carretera, deslumbrado por nuestros faros,petrificadoantesdesaltaralosmatorralesdeunladodelacarreteraydesaparecerenel repentino y vasto silencio de diamantes del bosque (que percibimos claramenteporqueMorleyhabíaparadoelmotor),yoímoscadavezmás lejosel ruidodesuspezuñascorriendohaciasurefugiodelasnieblasdelasalturas.Estábamosdeverdadenplenomonte;Morleydijoqueaunaalturadeunosmilmetros.Oíamoslosarroyoscorriendomonteabajosaltandoentrerocas iluminadaspor lasestrellas,perono losveíamos.

www.lectulandia.com-Página33

—¡Eh,venadito!—gritéalanimal—.Notepreocupesquenotevamosadisparar.Luegoyaestábamosenelbardondenosdetuvimosantemiinsistencia(«Enestas

cumbrestanfríasdelnorteamedianochenohaynadamejorparaelalmadelhombrequeunbuenvasodeoportoespesocomolosjarabesdesirArthur»)…

—Deacuerdo,Smith—dijoJaphy—,peromeparecequenodeberíamosbeberenunaexcursióncomoésta.

—Pero¿quécoñoimporta?—Bueno,bueno,peropiensaen todoeldineroquehemosahorradocomprando

losalimentossecosmásbaratosparaestefindesemanaycómonoslovamosabeberahoramismo.

—Ésa es la historia de mi vida, rico o pobre, y por lo general, pobre yrequetepobre.

Entramosenelbar,queeraunparadordeestiloalpinojuntoalacarretera,comounchaletsuizo,concabezasdealceygrabadosdevenadosenlasparedesylapropiagenteque estaba en el bar parecíadeun anunciode la temporadade caza, aunquetodos estaban bebidos; era una masa confusa de sombras en el bar en penumbramientras entrábamos y nos sentábamos en tres taburetes y pedíamos el oporto. Eloportoresultabaextrañoenelpaísdelwhiskydeloscazadores,peroelbarmansacóunaviejabotelladeoportoChristianBrothersynossirvióunpardetragosenanchosvasosdevino(Morleyeraabstemio)yJaphyyyobebimosynossentimosmuybien.

—¡Ah!—dijoJaphy,reconfortadoporelvinoylamedianoche—.ProntovolveréalNorteavisitarloshúmedosbosquesdemiinfanciaylasmontañasnebulosasyamis viejos y mordaces amigos intelectuales y a mis viejos amigos leñadores tanborrachos;porDios,Ray,nohabrásvividonadahastaquehayasestadoallíconmigoo sin mí. Y después me iré a Japón y andaré por aquellas montañas en busca deantiguos templos escondidos y olvidados y de viejos sabios de ciento nueve añosrezandoaKwannonencabañasymeditandotantoquecuandosalendelameditaciónse ríen de todo lo que se mueve. Pero eso no quiere decir que no me gusteNorteamérica,porDiosqueno,aunqueodieaestosmalditoscazadorescuyoúnicoafán es coger un arma y apuntar a seres indefensos y matarlos, por cada serconsciente o criatura viva que maten tendrán que renacer mil veces y sufrir loshorroresdelsamsarayselotendránbienmerecido.

—¿Oyeseso,Morley?¿Túquépiensas?—Mibudismonoesmásqueundébilydolienteinterésporalgunodelosdibujos

quehanhecho,aunquedebodecirqueavecesCacoethesalcanzaunaentusiastanotadebudismoensuspoemasdelamontaña,aunquedehechonuncamehayainteresadoelbudismocomocreencia.—Enrealidad,selatraíaflojacualquiertipodediferencia—. Soy neutral—añadió riéndose feliz con una especie de vehemente mirada dereojo,yJaphygritó:

www.lectulandia.com-Página34

—¡Neutralesloqueeselbudismo!—Bueno, ese oporto va a hacerte devolver hasta la primera papilla. Sabes que

estoydecepcionadoa fortioriporquenohay licorbenedictinoni tampoco trapense,sóloaguabenditaylicorChristianBrothers.Noesquemesientamuyexpansivoporestaraquí, enestecuriosobarqueparece la sede socialde losescritorespancistas,almacenistasarmeniostodosellos,yprotestantesbienintencionadosytorpesquevandeexcursiónengrupoyquieren,aunquenosepancómo,evitarlaconcepción.Estostipossontontosdelculo—añadióconunasúbitarevelación—.Lalechedeporaquídebeserbuena,pueshaymásvacasquepersonas.Ahíarribatienequehaberunarazadiferente de anglos, pero no me gusta especialmente su aspecto. Los tipos másrápidos de por aquí deben ir a cincuenta y cinco kilómetros. Bueno, Japhy—dijocomoconclusión—,sialgúndíaconsiguesuncargopúblico,esperoquetecompresun traje enBrooksBrothers.Esperoqueno te enrolles en fiestas de artistas dondequizá…digamos—vioqueentrabanunascuantaschicas—jóvenescazadoras…Poresodeberíanestarabiertoslosjardinesdeinfanciatodoelaño.

Peroa loscazadoresno lesgustóqueestuviésemosallí apartehablandoenvozbajadenuestrosdiversosasuntospersonalesysenosunieronyenseguidahabíaportodo aquel bar oval brillantes arengas sobre los venados de la localidad, sobre losmontesquehabíaquesubir,sobrequéhacer,ycuandooyeronquehabíamosvenidohastaaquí,noamataranimalessinosóloaescalarmontañas,nosconsideraronunosexcéntricossinremedioynosdejaronsolos.JaphyyyohabíamosbebidounpardecopasynossentíamosmuybienyvolvimosalcocheconMorleyy reanudamos lamarcha.Subimosysubimosycadavezlosárboleseranmásaltosyhacíamásfrío,hasta que por fin eran casi las dos de lamadrugada y dijeron que todavía faltabamuchoparallegaraBridgeportyalcomienzodelsendero,asíquelomejoreraquedurmiéramosenaquelbosquemetidosennuestrossacosytermináramoslajornada.

—Noslevantaremosalamanecerynospondremosenmarcha.Tenemosestepanmoreno y este queso—dijo Japhy, sacando el pan moreno y el queso que habíametido en la mochila en el último momento— y tendremos un buen desayuno yguardaremos el bulgur y las demás cosas para nuestro desayuno demañana por lamañanaamásdetresmilmetrosdealtura.

Deacuerdo.Sindejardehablar,Morleycondujoelcocheaunsitioalfombradodepinochabastantedurabajounamplioparquenaturaldepinosyabetos,algunosdetreinta metros de altura. Era un lugar tranquilo iluminado por las estrellas conescarchaenelsueloyunsilenciodemuerte,siseexceptuabanlosocasionalesylevesrumoresenlamalezadondeacasoalgúnconejonosoíapetrificado.Saquémisacodedormiryloextendíymequitéloszapatossuspirandodefelicidad;metílospiesconlos calcetines puestos en el saco y miraba alegremente alrededor a los árbolesenormesypensaba:«¡Quénochedesueñodeliciosovoyatener,yquébienmeditaré

www.lectulandia.com-Página35

enesteintensosilenciodeningunaparte!»—Oye, al parecer el señorMorley ha olvidado su saco de dormir—me gritó

Japhydesdeelcoche.—¿Cómo?Bien,¿yahoraqué?Discutieronelasuntounratomientraspaseabanloshacesdeluzdesuslinternas

sobrelaescarcha,yluegoJaphyvinoymedijo:—Tienesquesalirdeahí,Smith;sólo tenemosdossacosdedormir,asíque los

abriremospor lacremalleray losextenderemosparahacerunamantapara los tres.¡Malditasea!Vayafríoquevamosapasar.

—¿Cómo?¡Elfríosenosmeterápordebajo!—Sí, pero Henry no puede dormir en el coche, se congelaría; no tiene

calefacción.—¡Mecagoenlaputa!¡Yyoqueestabadispuestoadisfrutar tantodeesto!—

gemí saliendo del saco y poniéndome los zapatos y Japhy enseguida unió los dossacosylospusoencimadelosponchosyyasedisponíaadormiryechamosasuertesymetocódormirenelcentroyteníafríoylasestrellaserancarámbanosburlones.

Me tumbé yMorley soplaba como unmaníaco hinchando su ridículo colchónneumáticoparatumbarseamilado,peroencuantolohinchóysetendióencimadeél,empezóaagitarseylevantarseysuspirarysevolvíaaunladoyaotrobajolasgélidas estrellas mientras Japhy roncaba, Japhy que no se enteraba de toda estaagitación. Por fin, Morley vio que no podía dormir y se levantó y fue al cocheprobablemente a decirse esas locuras que solía soltar sin parar y casi me habíadormidocuandoalospocosminutosestabadevuelta,congelado,ysemetióbajolamanta, pero seguía dando vueltas y revueltas y soltando maldiciones de vez encuando, también suspiraba y la cosa siguió así durante lo que me pareció unaeternidadyluegoviqueAuroraestabaempalideciendoelbordeorientaldeAmidayyaestábamostodosdepie.¡AquellocodeMorley!

Y eso fue sólo el comienzo de las desventuras de este curioso tipo (comoenseguida se verá), este hombre curiosísimo que probablemente era el únicomontañeroenlahistoriadelmundoqueolvidósusacodedormir.

«¡Cielos!—pensé—.¿Porquénose lehabráolvidadoelcolchónneumáticoenlugardelsaco?»

www.lectulandia.com-Página36

7

DesdeelmismísimomomentoenquenosreunimosconMorley,ésteemitíasinparar repentinos grititos para estar a tono con nuestra aventura. Eran simples«¡Alaiu!» que intentaban sonar a tiroleses, y los soltaba en las situaciones másextrañas,comocuandotodavíaestabaconsusamigoschinosyalemanes,ycuandodespuésentramosenelcoche«¡Alaiu!»,yluego,cuandonosbajamosyentramosenelbar,«¡Alaiu!»

Ahora,cuandoJaphysedespertóyvioquehabíaamanecidoyselevantóycorrióareunirleñaytiritabaanteuntímidofuego,Morleysedespertódesuinquietosueño,bostezóysoltóun«¡Alaiu!»queelecomultiplicóalolejos.Yomelevantétambién,ytodoloquepodíamoshacerparacalentarnoseradarsaltitosymoverrápidamentelosbrazoslomismoquehabíamoshechoelviejovagabundoyyoenelfurgón,enlacostameridional.PeroJaphyenseguidaconsiguiómásleñayprontochisporroteabaunaespléndidahogueraydeespaldasaellagritábamosyhablábamos.

Eraunahermosamañana.Losrayosdelsol,deunrojoprimigenio,aparecieronsobrelascumbresyatravesabanlaespesuradelbosquecomosipasaranatravésdelosvitralesdeunacatedral,ylaneblinasubíaalencuentrodelsolyportodaspartesllegabahastanosotroselrugidosecretodelostorrentesqueprobablementellevaríanpelículas de hielo arrancadas de sus remansos.Un sitio extraordinario para pescar.Enseguidaestabagritando«¡Alaiu!»yomismo,perocuandoJaphyfueacogermásleñaynolovimosduranteunratoyMorleygritó«¡Alaiu!»,Japhyrespondióconunsimple «¡Jau!» que, según dijo, era el modo en que los indios se llamaban en lamontañayresultabamuchomásbonito;asíqueempecéagritartambién«¡Jau!»

Luego subimos al coche y partimos. Comimos el pan y el queso. No habíadiferenciaentreelMorleydeesamañanayeldelanochepasada,exceptoquesuvoz,con aquel tono divertido y culto, sonaba quizámás de acuerdo con la frescura deaquellamañana,unsonidoquerecordabaaldelosqueselevantanmuypronto,esedejeuntantoroncoyanhelante,comoeldelqueselanzaalnuevodía.Elsolcalentóenseguida. El pan negro estaba bueno, había sido preparado por lamujer de SeanMonahan; Sean que tenía una casa enCorteMadera, donde todos podíamos ir sinpagarningúnalquiler.ElquesoeraunCheddarcurado.Peronomegustódemasiado,y en cuanto estuvimos en pleno campo sin ver casas ni gente empecé a echar demenos un buen desayuno caliente y de pronto, después de haber cruzado unpuentecillo sobre un torrente, vimos un pequeño albergue junto a la carretera bajoimpresionantesenebrosysalíahumoporlachimeneayteníaunanunciodeneónenlapuertayuncartelenlaventanadondedecíaqueservíantortitasycafé.

—¡Vamos a entrar ahí, necesitamos un desayuno de adultos si vamos a estarescalandomonteseldíaentero!

www.lectulandia.com-Página37

Nadieseopusoamiiniciativayentramosynossentamosyunamujeramablenosatendióconesaalegrelocuacidaddelagentequeviveensitiosapartados.

—¡Qué,chicos!Decaza,¿eh?—No—respondióJaphy—.SólovamosasubirelMatterhorn.—¡ElMatterhorn!Yonoloharíaaunquemepagaranmildólares.Entretanto fui al servicio que había en la parte trasera yme lavé con agua del

grifodeliciosamentefríaymehormigueólacara,luegobebíunostragosyfuecomosimeentrarahielolíquidoenelestómagoymesentéallírealmentecontentoybebímás.Unosperrosdelanasladrabanaladoradaluzdelsolquellegabaatravésdelasramasdeabetosypinosdemásdetreintametrosdealtura.Distinguíunascumbrescoronadasdenieveenladistancia.UnadeellaseraelMatterhorn.

Volví a entrar y las tortitas estaban listas, calientes y humeantes, y eché siropesobrelasmantecosastortitasylascortéytomécafécalienteycomí.HenryyJaphyhicieron lo mismo, y por una vez no hablábamos. Luego bebimos aquellaincomparableaguafríamientrasentrabancazadoresconbotasdemontañaycamisasdelana.Peronocazadoresborrachoscomolosdelanocheanterior,sinocazadoresmuyseriosdispuestosaponerseenmarchaencuantodesayunaran.Nadiepensabaenbeberalcoholaquellamañana.

Subimos al coche, cruzamos otro puente sobre un torrente, cruzamos un pradodondehabíaunascuantasvacasycabañasdetroncos,ysalimosaunllanodesdeelquesedistinguíaclaramenteelMatterhornalzándoseporencimadetodaslasdemáscumbres.Eraelmásimpresionantedetodoslosdentadospicosdelapartesur.

—¡Ahí lo tenéis!—dijoMorley auténticamente orgulloso—. ¿No es hermoso?¿NoosrecuerdaalosAlpes?Tengounacoleccióndefotosdemontañascubiertasdenievequeosenseñaréenalgunaocasión.

—Me gustan las cosas reales —dijo Japhy, mirando con seriedad hacia lasmontañas,yenaquellamiradadistante,aquelsuspiroíntimo,viqueseencontrabadenuevoencasa.

Bridgeport es un pequeño pueblo dormido que recuerda curiosamente aNuevaInglaterrayseencuentraenelllano.Dosrestaurantes,dosestacionesdeservicio,unaescuela, todobordeando la carretera395quepasapor allí bajandodesdeBishopyluegosubiendotodoelratohastaCarsonCity,Nevada.

www.lectulandia.com-Página38

8

Entonces tuvo lugar otro increíble retraso, cuando Morley decidió ver siencontrabaalgunatiendaabiertaenBridgeportdondecomprarunsacodedormiro,por lomenos, una lonao tela enceradade alguna claseparadormir a casi tresmilmetrosdealturaaquellanocheque,ajuzgarporlanocheanterioraunosmilmetros,iba a ser bastante fría. Mientras, Japhy y yo esperábamos sentados bajo el ahoracaliente sol de las diez de lamañana sobre la hierba de la escuela, observando elocasional tráfico que pasaba por la cercana y poco concurrida carretera ycontemplandoaunjovenindioquehacíaautostopendirecciónnorte.Hablamosdeélconinterés:

—Esoes loquemegustaríahacer; andarhaciendoautostoppor ahíy sentirmelibre, imaginandoque soy indio y haciendo todo eso.Maldita sea, Smith, vamos ahablarconélydesearlebuenasuerte.

Elindionoeramuycomunicativo,perotampocosemostróesquivoynoscontóqueibademasiadodespacioporla395.Ledeseamossuerte.EntretantoseguíamossinveraMorleyquesehabíaperdidoenaquelpequeñopoblado.

—¿Quéestaráhaciendo?¿Despertandoaldueñodealgunatiendaysacándoledelacama?

Por fin,Morleyvolvióydijoquenohabía encontradonada adecuadoyque laúnicacosaquesepodíahacereraalquilarunpardemantasenelalberguedellago.Subimosalcoche,retrocedimosunoscuantoscientosdemetrosporlacarreteraynosdirigimosalsurhacia lasresplandecientesnievessinhuellaalgunaarribaenelaireazul.PasamosjuntoaloslagosGemelosyllegamosalalbergue,queeraunaenormecasablanca.Morleyentróyentregócincodólaresdedepósitoporelusodeunpardemantasduranteaquellanoche.Unamujerestabadepiealaentradaconlosbrazosenjarras, los perros ladraban. La carretera estaba llena de polvo, una carretera sucia,pero el lago tenía una pureza de cera. En él, los reflejos de los riscos ymontañasaparecíanconclaridad.Peroestabanarreglandolacarreteraypodíamosverunanubede polvo amarillo delante por donde teníamos que caminar un rato mientrasbordeábamosel lagoa lo largodeunarroyopara luegosubirporelmontehastaelcomienzodelsendero.

Aparcamos el coche y sacamos nuestras cosas y nos las repartimos bajo elcaliente sol. Japhy metió algunas cosas en mi mochila y me dijo que tenía quellevarlasoacabaríacayendodecabezaal lago.Lodecíamuyserio,enplanlíder,yesomegustómásquenada.Después,conidénticaseriedadinfantil,seinclinósobreelpolvodelcaminoyconelzapapicoempezóadibujarungrancírculodentrodelquerepresentóvariascosas.

—¿Quéeseso?

www.lectulandia.com-Página39

—Estoy haciendo un mandala mágico que no sólo nos ayudará durante elascenso, sino que además, y después de unas cuantas acciones y cánticos, mepermitirápredecirelfuturo.

—¿Quéesunmandala?—Son los dibujos budistas y siempre son círculos llenos de cosas, el círculo

representaelvacíoylascosaslailusión,¿entiendes?Aveceshaymandalaspintadosenlacabezadeciertosbodhisattvasyestudiándolospuedessabersuhistoria.Sondeorigentibetano.

Llevaba mis playeras y ahora me encasqueté el gorro que Japhy me habíaentregado, y que era una boina francesa negra queme puse ladeada yme eché lamochilaalaespaldayestabaencondicionesdeponermeenmarcha.Conlasplayerasy la boina me sentía más como un pintor bohemio que como un montañero. Sinembargo, Japhy llevaba sus preciosas botas y su pequeño sombrero suizo con unapluma y parecía un elfo algo rudo. Me lo imagino ahora en la montaña, aquellamañana.Éstaeslavisión:esunamañanamuypuraenlaaltaysecasierra,alolejoslosabetosdansombraalasladerasnevadas,algomáscerca,lasformasdelospinos,yallíelpropioJaphyconsusombreritoyunaenormemochilaalaespaldayunaflorenlamanoizquierdaquetieneenganchadaalacorreadelamochilaquelecruzaelpecho; la hierba crece entre los montones de rocas y piedras; distantes jirones deniebla acuchillan los costados de la mañana, y sus ojos brillan alegres. Está encamino,sushéroessonJohnMuir,HanChan,Shin-teyLiPo,JohnBurroughs,PaulBunyanyKropotkin; esbajoy tieneundivertidomodode sacarelvientrecuandocamina,peronoporquetengaelvientregrande,sinoporquesuespinadorsalsecurvaun poco; compensa esto con sus largas zancadas tan vigorosas como las de unhombrealto(comocomprobésiguiéndolesenderoarriba),ysupechoesamplioysushombrosanchos.

—Mesientomuybienestamañana,Japhy—ledijemientrascerrábamoselcocheynosechábamosaandarporelcaminodellagoconnuestrosbultos,ocupandotodoelanchodeladoaladocomosoldadosdeinfanteríauntantodispersos—.¿Noesestoinfinitamentemejor queThePlace?Estarán emborrachándose allí en una deliciosamañana de sábado como ésta, y nosotros aquí junto al purísimo lago caminando atravésdelairefrescoylimpio.¡Deverdadqueestoesunhaiku!

—Lascomparacionessonodiosas,Smith—dijoJaphyponiéndoseamialturaycitandoaCervantesyhaciendounaobservacióndebudistazen—.Noencuentroquesea diferente estar en The Place a subir al Matterhorn, se trata del mismo vacío,joven.

Penséenestoycomprendíque teníarazón,que lascomparacionessonodiosas,que todo es lomismo, aunque estaba segurode sentirmebieny, de repente,medicuentadequeesto(apesardelashinchadasvenasdemipie)mesentaríamuybieny

www.lectulandia.com-Página40

me apartaría de la bebida y quizáme hiciera apreciar unmodo de vida totalmentenuevo.

—Japhy,me alegra haberte conocido.Voy a aprender a llenar lasmochilas y avivirescondidoenestasmontañascuandomecansedelacivilización.Dehecho,doygraciasporhaberteconocido.

—Bueno,Smith, tambiényodoygraciasporhaberteconocidoyporaprenderaescribirespontáneamenteytodoeso.

—Esonoesnada.—Para mí es mucho. Vamos, muchachos, un poco más deprisa, no tenemos

tiempoqueperder.Poco a poco nos fuimos acercando al polvo amarillo donde había máquinas

trabajando y obreros enormes y sudorosos que ni siquiera nos miraron mientrastrabajaban y juraban. Para ellos, escalar el monte hubiera supuesto paga doble ocuádrupleenundíacomohoy:unsábado.

Japhyyyoreímospensandoeneso.Mesentíunpocoincómodoconmiridículaboina,perolosobrerosnonosmiraronyprontolosdejamosatrásynosacercamosala última tienda de troncos al pie del sendero. Era, pues, una cabaña de troncoslevantada al final del lago y estaba dentro de una V de poderosos riscos. Nosdetuvimosydescansamosunratoenlosescalonesdelaentrada.Habíamoscaminadounosseiskilómetros,peroporuncaminollanoyenbuenascondiciones.Entramosycompramos azúcar y galletas y coca-colas y cosas así. Entonces, y de repente,Morley,quenohabíacalladodurante losseiskilómetrosquehabíamoscaminadoyque tenía un aspecto divertido con la enorme mochila donde llevaba el colchónhinchable(ahoradeshinchado)ysinsombreroninadaenlacabeza,asíqueparecíaexactamente lo que parece en la biblioteca, y eso a pesar de aquellos anchospantalonesquellevaba,recordóquesehabíaolvidadodevaciarelcárter.

—Conquetehasolvidadodevaciarelcárter—dijeyoalnotarsuconsternaciónysinsabermuchodecoches—.Conquesetehaolvidadocarteriarelvacier.

—No,no.Esosignificaquesi la temperaturabajadeceroestanoche,el jodidoradiador reventará y no podremos volver a casa y tendremos que caminar veintekilómetroshastaBridgeportynosquedaremoscolgados.

—Bueno,alomejornohacetantofríoestanoche.—No podemos correr ese riesgo —dijo Morley, y por entonces yo estaba

indignadocontraélporquesiempreencontrabamaneradeolvidarcosas,liarlotodo,retrasarnosyhacerqueelitinerariofuerauncírculoviciosoenlugardeunaexcursiónrelativamentesencilla.

—¿Yquévasahacer?¿Quévamosahacer?¿Retrocederlosseiskilómetros?—Sólopodemoshacerunacosa.Vuelvoyosolo,vacíoelcárter,regreso,ysigoel

senderoymereúnoconvosotrosestanoche.

www.lectulandia.com-Página41

—Encenderé un buen fuego —dijo Japhy—, y lo verás desde lejos y podrásalcanzarnos.

—Esfácil.—Perotendrásquedarteprisayllegarjuntoanosotrosalacaídadelatarde.—Loharé,mepondréenmarchaahoramismo.PeroentoncesmediopenaelpobreHenryyledije:—¡Quécoño!¿Quieresdecirquevasaandardetrásdenosotroseldíaentero?¡A

lamierdaconesecárter!Venteconnosotros.—Costarádemasiadodineroarreglarlosisecongela,Smith,esmejorquevuelva.

Puedopensarunmontóndecosasagradablesyenterarmeaproximadamentedeloquehabléisalolargodeldíasimepongoenmarchaahoramismo.Nolancéisrugidosalasabejasynohagáisdañoalperro,ysise juegaunpartidode tenisynadie llevacamisanoabráismucholosojosanteelreflectoroelsolosecharáencimaelculodeunachica,ytambiéngatosycajasdefrutaynaranjasdentro…—Ytrasdeciresto,sinmás rodeosni ceremonias, se fue carretera abajodiciendoadiós con lamanoyfarfullandoalgomás,hablandoconsigomismo,asíquelechillamos:

—Hasta pronto, Henry, date prisa. —Y no respondió y siguió caminandoencogiéndosedehombros.

—Mira—dije—,meparecequenoleimportanada.Lebastaconandarporahíyolvidarselascosas.

—Ydarsepalmadasenlatripayverlascosascomoson,igualqueChuangtsé.Y Japhyyyo soltamosuna carcajadaviendo aHenry alejarsevacilante, soloy

loco,bajandoporlacarreteraqueacabábamosdesubir.—Bien, continuemos—dijo Japhy—.Cuandomepesedemasiado estamochila

tangrandecambiaremosdecarga.—Estoy preparado. Tío, dámela ahora, tengo ganas de llevar algo pesado. No

sabeslobienquemesiento,tío,vamos.—Cambiamos,pues,decargasyseguimos.Los dos nos sentíamosmuy bien y hablamos un largo trecho, de todo tipo de

cosas; literatura, las montañas, chicas, Princess, los poetas japoneses, nuestrasanterioresaventuras,ydeprontomedicuentaqueeraunaauténticabendiciónqueMorley se hubiera olvidadode vaciar el cárter, pues en el caso contrario Japhynohabría podido meter baza en todo el santo día y en cambio ahora yo tenía laoportunidaddeoírle exponer sus ideas.Elmodoque teníadehacer las cosasydecaminarme recordaba aMike, el amigo demi infancia al que también le gustabaabrircamino,aBuckJones, tanserio,con losojosdirigidosa lejanoshorizontes,aNatty Bumppo, haciéndome frecuentes indicaciones: «Por aquí es demasiadoprofundo,bordearemoselarroyohastaquepodamosvadearlo»,o,«haybarroblandoal fondo, será mejor rodear este sitio», y todo lo decía muy en serio. Y me loimaginaba en su infancia en aquellos bosques del este deOregón.Caminaba igual

www.lectulandia.com-Página42

que hablaba, desde detrás podía ver que metía un poco los pies hacia dentro,exactamente como yo; pero cuando llegaba el momento de subir los ponía haciafuera,comoChaplin,paraquesupasofueramásfácilyfirme.

Cruzamos una especie de cauce embarrado con densos matorrales y sauces ysalimosalotroladounpocomojadosyseguimossenderoarriba.Estabaclaramenteseñaladoyhabíasidoreparadorecientementeporpeonescamineros,perollegamosauna zona donde una roca que había caído cerraba el paso. Japhy tomó grandesprecaucionesparaapartarlarocadiciendo:

—Yo trabajabadepeóncaminero,no soportoveruncaminocegadocomoestáéste,Smith.

Según íbamos subiendo el lago aparecía debajo de nosotros y, de pronto, enaquella superficie azul claro vimos los profundos agujeros donde el lago tenía susmanantiales,igualquepozosnegros,ytambiénvimoscardúmenesdepeces.

—¡EstoescomounmañanaenChinayhecumplidoloscincoañoseneltiemposin principio! —exclamé, y sentí ganas de sentarme en el sendero y sacar micuadernoyescribirmisimpresionessobretodoaquello.

—Mira allí—dijo Japhy, entusiasmado también—, chopos amarillos. Esto merecuerdaunhaiku…:«Alhablardelavidaliteraria,loschoposamarillos».

Alcaminarporesosparajessepuedenentenderlasperfectasgemasdeloshaikusquehanescritolospoetasorientales,noseembriagabannuncaenlasmontañas,noseexcitaban, simplemente registraban con alegría infantil lo que veían, sin artificiosliterariosniexpresionesdelicadas.Hicimoshaikusmientrassubíamosserpenteandoporladerascubiertasdematorrales.

—Rocasenelbordedelprecipicio—dije—,¿porquénosecaen?—Eso podría ser un haiku y no serlo—dijo Japhy—, quizá resulte demasiado

complicado.Unauténticohaikutienequesertansimplecomoelpany,sinembargo,hacerteverlascosasreales.Talvezelhaikumásgrandedetodoseselquedice:«Elgorriónsaltaporlagalería,conlaspatasmojadas».EsdeShiki.Vesclaramentelashuellasmojadascomounavisiónentumente,yenesaspocaspalabrastambiénvestodalalluviaquehaestadocayendoesedíaycasihueleslapinochamojada.

—¡Dimeotro!—Trataré de que sea uno mío, vamos a ver: «El lago debajo… los negros

agujeros formanmanantiales». ¡No,estonoesunhaiku! ¡Maldita sea! ¡Unonuncatienesuficientecuidadoconloshaikus!

—¿Quéteparecesiloshacemosalsubirydeunmodoespontáneo?—¡Mira,mira!—gritó feliz—. Flores de lamontaña, fíjate qué delicado color

azul tienen. Y allí arriba, claro, hay amapolas californianas. Todo el prado estátachonadodecolor.Porcierto,alláarribaveounauténticopinoblancodeCalifornia,yanosevenmuchos.

www.lectulandia.com-Página43

—Sabesmuchodepájarosyárbolesytodoeso,¿verdad?—Loheestudiadotodamivida.Luegoseguimossubiendoylaconversaciónsehizomásesporádica,superficialy

risueña.Prontollegamosaunrecododelsenderodondedeprontoéstesehizooscuroyestábamosenlasombradeunarroyoquediscurríacongranfragorentrerocas.Untroncocaídoformabaunpuenteperfectosobrelasagitadasyespumosasaguas,nostendimos encima de él y bajamos la cabeza y nos mojamos el pelo y bebimosmientraselaguanossalpicabalacara;eracomotenerlacabezabajolacorrientedeundique.Mequedéunlargominutoallídisfrutandodelsúbitofrescor.

—¡EstoescomounanunciodelacervezaRainer!—gritóJaphy.—Vamosasentarnosunratoparadisfrutardeestesitio.—Chico,¡nosabeslomuchoquenosquedatodavía!—Esigual,noestoycansado.—Yaloestarás,fiera.

www.lectulandia.com-Página44

9

Seguimos y yo me sentía inmensamente bien ante el aspecto en cierto modoinmortalqueteníaelsendero,ahoraenlasprimerashorasdelatarde,conlasladerascubiertas de hierba que parecían envueltas en nubes de polvo de oro viejo, y losinsectosrevoloteandosobrelaspiedrasyelvientosuspirandoentemblorosasdanzaspor encima de las piedras calientes, y el modo en que de pronto el senderodesembocaba en una zona sombría y fresca con grandes árboles por encima denuestrascabezasyluzmuchomásprofunda.Ytambiénellagoalláabajoconvertidoenunlagodejugueteconaquellosagujerosnegrosperfectamentevisiblestodavíaylas sombras de la nube gigante sobre el lago, y el trágico caminito que se alejabaserpenteanteporelqueelpobreMorleyregresaba.

—¿PuedesveraMorleyalláabajo?Japhymirólargamente.—Veounapequeñanubedepolvo,alomejoresélqueyaestádevuelta.Meparecíaqueyahabíavistoanteselantiguoatardecerdelsendero;losprados,

las rocas y las amapolas de pronto me hacían revivir la rugiente corriente con eltroncoqueservíadepuenteyelverdordelfondo,yhabíaalgoindescriptibleenmicorazón que me hacía pensar que había vivido antes y que en esa vida ya habíarecorridoelsenderoencircunstanciassemejantesacompañadoporotrobodhisattva,aunquequizáse trataradeunviajemás importante,y teníaganasde tendermea laorilladel senderoy recordar todo eso.Losbosquesproduceneso, siempreparecenfamiliares,perdidoshacetiempo,comoelrostrodeunparientemuertohacemucho,comounviejosueño,comounfragmentodeunacanciónolvidadaquesedeslizaporencimadelagua,ymásquenadacomoladoradaeternidaddelainfanciapasadaodelamadurezpasadacontodoelviviryelmorirylatristezadehaceunmillóndeaños,ylasnubesquepasanporarribaparecentestificar(consusolitariafamiliaridad)estesentimiento, casi un éxtasis, con destellos de recuerdos súbitos, y sintiéndomesudorosoysoñolientomedecíaqueseríamuyagradabledormirysoñarenlahierba.Amedidaquesubíamosnossentíamosmáscansados,yahora,comodosauténticosescaladores, ya no hablábamos ni teníamos que hablar y estábamos alegres y, dehecho,Japhylomencionóvolviéndosehaciamítrasmediahoradesilencio:

—Así es comomásmegusta, cuandono se tienenganasnidehablar, comosifuéramosanimalesquesecomunicanporunasilenciosatelepatía.

Y así, entregados a nuestros propios pensamientos, seguimos subiendo; Japhyusandoesepasoqueyahemencionado,yyoconmipropiopaso,queeracorto,lentoypaciente,ymepermitíasubirmontañaarribakilómetroymedioalahora;asíquesiempre iba unos treinta metros detrás de él y cuando se nos ocurría algún haikuahorateníamosquegritárnoslohaciaatrásohaciaadelante.Enseguidallegamosala

www.lectulandia.com-Página45

parte más alta del sendero donde dejaba de haberlo, al incomparable prado deensueñoque teníauna lagunaenel centroydespuésdel cualhabíapiedrasynadamásquepiedras.

—Laúnicaseñalquetenemosahoraparasaberelcaminoquedebemosseguirsonloshitos.

—¿Quéhitos?—¿Vesesaspiedrasdeahí?—¿Esaspiedrasdeahí,dices?¡Pero,hombre,sisóloveokilómetrosdepiedras

quellevanalacima!—¿Vesesemontoncitodepiedrasdeahí,juntoalpino?Setratadeunhitopuesto

por otros escaladores. Hasta podría ser uno que puse yomismo en el cincuenta ycuatro,peronoestoyseguro.Ahorairemosdepiedraenpiedraatentosaloshitosyasísabremosmásomenospordóndeir.Aunque,claroestá,quesabemospordóndeir;esaladeradeahídelante,¿laves?,eslamesetaquedebemosalcanzar.

—¿Meseta?¡Diosmío!¡Yocreíaqueesoeralacimadelamontaña!—Puesnoloes,despuésdeesohayunamesetaydespuésunpedregalydespués

másrocasyluegollegaremosaunlagoalpinonomayorqueestalagunaydespuéstodavíavienelaascensiónfinal,unostrescientosmetroscasienverticalhastalacimadelmundodesdedonde seve todaCaliforniaypartedeNevadaydondeelvientosoplaquetelevanta.

—¡Guau!…¿Ycuántonosllevará?—Lomásquepodemosesperaresestablecernuestrocampamentoen lameseta

estanoche.Lallamomesetaydehechonoloes,essólounaplataformaentreriscos.Peroenelextremofinalmáselevadodelsenderohabíaunlugarbellísimoydije:—Tío,miraeso…—Unpradodeensueño,pinosenunextremo,ylalaguna,el

aire limpio y fresco, las nubes de la tarde corriendo doradas—. ¿Por qué no nosquedamosadormiraquí?Creoquenuncahabíavistounsitiotanhermoso.

—Estonoesnada.Eshermoso,claro,peropodríamosdespertarnosmañanaporlamañanayencontrarnoscontresdocenasdemaestrosquesubieronacaballoyestánfriendo tocino a nuestro lado.En el sitio adondevamosnoverás a nadie, y si hayalguienseráunmontañero,odos,peronolocreoenestaépocadelaño.Puedenevarencualquiermomento.Silohaceestanoche,túyyopodemosdeciradiósalavida.

—Bueno,puesadiós,Japhy.Encualquiercasopodemosdescansarunratoaquíybeberunpocodeaguayadmirarelprado.

Nos sentíamos cansados y bien. Nos tumbamos en la hierba y descansamos eintercambiamos lasmochilas y nos las sujetamos y reanudamos lamarcha.Casi altiempolahierbaseterminóyempezaronlaspiedras;subimosalaprimera,ydesdeentoncestodoconsistióensaltardepiedraenpiedra,ascendiendodemodogradual,subiendoporunvalledepiedrasdeunosochokilómetrosque sehacíamásymás

www.lectulandia.com-Página46

escarpadocon inmensosdespeñaderosaambos ladosque formaban lasparedesdelvalle,hastacercadelriscodondeavanzamoscasigateando.

—¿Yquéhaydetrásdeeserisco?—Hayhierbaalta,matorrales,piedrasdispersas,bellosarroyosconmeandrosque

tienen hielo en los remansos incluso a mediodía, manchas de nieve, árbolestremendosyunarocatangrandecomodoscasasdeAlvahunaencimadelaotraqueseinclinahaciaadelanteyformaunaespeciedeconcavidaddondepodemosacamparyencenderunbuenfuegoquecalientelapareddepiedra.Despuésdeesoseterminalahierbayelbosque.Esoseráaunostresmilmetrosdealtura,másomenos.

Con las playeras me resultaba facilísimo bailar ágilmente de piedra en piedra,peroalcabodeunratonotéqueJaphyhacíalomismoconmuchamásgraciayquese movía sin esfuerzo de piedra en piedra, a veces bailando deliberadamente ycruzando laspiernasde izquierdaaderechaydederechaa izquierda,yyo tratédeseguir suspasosduranteunosmomentos, pero enseguida comprendí que eramejorqueeligieramispropiaspiedrasymededicaraamipropiadanza.

—Elsecretodeestemododeescalar—dijoJaphy—escomoelzen.Nohayquepensar.Hayquelimitarseabailar.Eslacosamásfácildelmundo.Dehechomásfáciltodavía que caminar por terreno llano, que resulta tan monótono. Se presentanpequeños problemas a cada paso y, sin embargo, nunca dudas y te encuentras derepenteencimadeotrapiedraquehaselegidosinningúnmotivoespecial,justocomoenelzen.—Yasíera.

Yacasinohablábamos.Losmúsculosdelaspiernassecansaban.Pasamoshoras,quizátres,subiendoporaquelvalletanlargo.Porentoncesllegóelatardecerylaluzseibaponiendocolorámbarylassombrascaíansiniestrassobreelvalledepiedrasyeso,enlugardeasustarte,teproporcionabaunanuevasensacióndeinmortalidad.Loshitosestabandispuestosdeformaqueseveíanconfacilidad:tesubíasaunarocaymirabashaciaadelantey localizabasunhito (normalmenteerandospiedrasplanas,unaencimadeotra,yavecesotramásredondaencimacomoadorno)ytedirigíasensu dirección.El objetivo de estos hitos, dispuestos así por escaladores previos, eraahorrar un par de kilómetros omás andando de un lado a otro del inmenso valle.Entretanto, nuestro torrente rugía por allí cerca, aunque ahora era más fino ytranquilo, procedente de la propia cara del risco, en aquel momento distante unkilómetro ymedio valle arriba, brotando de unamancha negra que distinguí en larocagris.

Saltardepiedraenpiedraysincaernunca,conunamochilaalaespalda,esmásfácildeloqueparece;esimposiblecaersecuandosesigueelritmodeladanza.Mirévalleabajovariasvecesymesorprendiócomprobarloaltosqueestábamosyvermáslejos aún horizontes de nuevas montañas. Nuestro hermoso valle en lo alto delsenderoeracomounpequeñocalveroenelbosquedeArden.Luegolarutasehizo

www.lectulandia.com-Página47

másempinada,elsolsepusomásrojo,ymuyprontoempecéavermanchasdenieveenlasombradealgunasrocas.Llegamosaunlugardondeelriscodeenfrenteparecíaechársenosencima.EnesemomentoviqueJaphydejabaaunladosumochilaymeacerquéaél.

—Bien,dejaremosnuestracargaaquíysubiremosesospocosmetrosporlaladerade este paredón, por aquel sitio que parece más accesible. Encontraremos el sitiodondeacampar.Lorecuerdobien.Enrealidad,puedesquedarteporaquíydescansaromeneártelamientrasdoyunavuelta.Megustaandarsolo.

De acuerdo. Me senté y me cambié los calcetines mojados y la camisetaempapadaporprendassecasycrucélaspiernasydescanséysilbéduranteunamediahora;unaocupaciónrealmenteagradable,yJaphyvolvióydijoquehabíaencontradoel sitio. Yo creía que sólo quedaba un breve paseo hasta el lugar dondedescansaríamos,perocasinosllevóotrahoratreparunaspiedrasysaltarporencimadeotrashastallegaralplanodelaplataforma,yallí,sobreunazonadehierbamásomenos llana, caminarunosdoscientosmetroshastadondehabíaunagran rocagrisrodeadadepinos.Ellugareraesplendoroso:nieveenelsuelo,manchasblancasenlahierba, y murmurantes arroyos y las enormes y silenciosas montañas de piedra aamboslados,yelvientosoplandoyelolorabrezos.Vadeamosunadorablearroyuelodeunpalmodeprofundidad,aguatransparenteconpurezadeperla,yllegamosalaenormeroca.Habíatroncoscarbonizadosdeotrosmontañerosquehabíanacampadoallí.

—¿DóndeestáelMatterhorn?—Desdeaquínosepuedever,aunque…—señalóunagranplataformalejanay

unacañadaconmalezaquedoblabaaladerecha—…dandolavueltaporallí,unpardekilómetrosoasímásallá,nosencontraremosalpiedelMattherhorn.

—¡Coño,tío!¡Esonosvaallevarotrodíaentero!—Nocuandoseviajaconmigo,Smith.—Bien,Ryderito,meparecebien.—De acuerdo, Smithito, y ahora vamos a descansar y disfrutar de todo esto y

prepararemoslacenayesperaremosalviejoMorleyto.Asíqueabrimoslasmochilasysacamoslascosasyfumamosylopasamosbien.

Ahoralasmontañasteníanunmatizrosado.Quierodecirlasrocas,porquesólohabíarocas sólidas cubiertas por los átomos de polvo acumulados desde el tiempo sinprincipio.Dehechomeasustabanaquellasdentadasmonstruosidadesque teníamosalrededoryporencima.

—¡Quésilencio!—Sí, tío, ¿sabes?, para mí una montaña es un Buda. Piensa en su paciencia;

cientos demiles de años inmóvil aquí en un perfecto silencio y como rezandoportodoslosseresvivosesperandoqueseterminennuestrasagitacionesylocuras.

www.lectulandia.com-Página48

Japhysacóelté,untéchino,yechóunpocoenunbotedehojalata,yelfuegosehabíaavivadoentretanto,aunque todavíaerapequeñoporquenosehabíapuestoelsol, y clavóun largopalo entre unas rocas y colgóde él la tetera y el aguahirvióenseguidaylavertióenelbotedehojalataytomamosnuestrotéenvasosdeestaño.Yomismohabíatraídoelaguadeunarroyo,yeraunaguafríaypuracomolanieveycomolosojosconpárpadosdecristaldelcielo.Ynuestrotéeracongrandiferenciaelmáspuroytonificantequehabíatomadoentodamividaydabaganasdetomarmásymásynosquitólased,y,desdeluego,nosproporcionóundeliciosocalorenelestómago.

—Ahora entenderás la pasión oriental por el té—dijo Japhy—. Recuerda eselibrodelquetehablésobreelprimersorboqueesalegría,elsegundogoce,elterceroserenidad,elcuartolocura,elquintoéxtasis.

—Sí,esunbuencompañero.La roca junto a la que habíamos acampado era unamaravilla. Tenía unos diez

metros de alto por otros diez de base, un cuadrado casi perfecto, y unos árbolesretorcidos inclinándose sobre ella y comomirándonos desde arriba.Desde la baseavanzaba hacia adelante formando una concavidad, así que si llovía estaríamosparcialmentecubiertos.

—¿Cómollegaríaestainmensahijadeputahastaaquí?—Probablementefuedejadaporelglaciarenretirada.¿Vesaquelcampodenieve

deallí?—Sí.—Esloquequedadelglaciar.Nosepuedecomprendersicayóhastaaquídesde

montañas prehistóricas inconcebibles, o si aterrizó aquí cuando la Tierra estallóduranteellevantamientodeljurásico.Ray,estaraquínoescomoestarsentadoenunsalón de té de Berkeley. Esto es el comienzo y el fin del mundo. Fíjate en estospacientesbudasmirándonossindecirnada.

—Yvinisteaquítotalmentesolo…—Anduveporaquísemanasinterminables,justocomoJohnMuir,ibadeunlado

para otro siguiendo las vetas de cuarcita o recogiendo amapolas, o simplementecaminandosinparar,cantando,desnudoypreparandolacomidayriendo.

—Japhy, tengo que decírtelo; me pareces el tipo más feliz del mundo y eresgrande, te lo aseguro.Me alegra tanto aprender tantas cosas…Este sitio, además,hacequesientaunaprofundadevoción.¿Sabesquehiceunaoración?

—¿Cuál?—Me siento y digo… bueno, paso revista a todos mis amigos y parientes y

enemigosunoauno,sinalimentarodiooagradecimientoalguno,ydigoalgocomo:«Japhy Ryder, igualmente vacío, igualmente digno de ser amado, igualmente unpróximoBuda»,luegosigoydigo:«DavidO.Selznick,igualmentevacío,igualmente

www.lectulandia.com-Página49

digno de ser amado, igualmente un próximo Buda», aunque la verdad es que noutilizonombres comoDavidO.Selznick, sólo losde la genteque conozcoporquecuandodigolaspalabras:«IgualmenteunpróximoBuda»,quieropensarenlosojos,como en los de Morley, esos ojos azules tras las gafas, y cuando uno piensa«igualmente un próximo Buda», piensa en esos ojos y de hecho de pronto ve elauténtico secreto de la serenidad y la verdad de su próxima budeidad. Luego, unopiensaenlosojosdelenemigo.

—Eso es estupendo, Ray.—Y Japhy sacó su cuaderno de notas y escribió laoración ymovió la cabeza admirado—. Es realmente estupendo, voy a enseñarlesesta oración a todos losmonjes que conozca en el Japón.Todo te vabien,Ray, elúnicoproblemaquetienesesquenuncaaprendisteavenirasitioscomoésteydejasqueelmundoteahogueensumierdayhassidoultrajado…,aunquecomodigolascomparacionessonodiosas,loqueahoradecimosescierto.

Sacóelbulgur,trigosinrefinardesmenuzado,ylomezclóconunpardepaquetesdelegumbresyvegetalessecosylopusotodoenlacacerolaparaqueestuvierabiencocidoalcaerlatarde.EmpezamosaescuchartratandodeoírlosgritosdeMorley,quenollegaban.Comenzamosapreocuparnosporél.

—Elproblemaesque,joder,sisehacaídodeunapiedrayseharotounapierna,nadiepodráayudarle.Espeligroso…Yohehechoestecaminosolo,pero soymuybuenoescalando,soycomounacabramontesa.

—Tengohambre.—Yotambién,joder,quisieraquellegaraenseguida.Vamosapasearunpocopor

ahí,comeremosbolasdenieveybeberemosaguayesperaremos.Hicimoseso, explorandoel extremo superiorde la lisaplataforma,yvolvimos.

Porentonceselsolyasehabíapuestodetrásdelaparedoccidentaldenuestrovalle,yoscurecía,ytodosevolvíamásrojo,másfrío,ysurgíanhacespúrpuradetrásdelasdentadas cumbres. El cielo era profundo. Incluso empezamos a ver unas pálidasestrellas,porlomenosunaodos.Derepenteoímosundistante«¡Alaiu!»yJaphysepusoenpiedeunsaltoysubióaunapiedraygritó:«¡Ju!¡Ju!¡Ju!»

Llegóotro«¡Alaiu!»—¿Estámuylejos?—¡Diosmío!Porel sonidosediríaqueni siquierahaempezado.Noestánial

comienzodelvalledepiedras.Nopuedepasarporallídenoche.—¿Quépodemoshacer?—Vamoshastaelbordedelriscoynossentaremosallíyle llamaremosdurante

una hora. Llevaremos los cacahuetes y las pasas y comeremos eso mientrasesperamos.Quizánoestétanlejoscomopienso.

Subimos al promontorio desde donde podíamos ver el valle entero y Japhy sesentóen laposturadel lotocon laspiernascruzadasencimadeuna rocay sacó su

www.lectulandia.com-Página50

rosariodemaderay rezó.Esdecir, simplementemantuvo lascuentasen lasmanospuestas hacia abajo y los pulgares juntos. Y se quedó mirando hacia adelante sinmover ni un solo músculo. Me senté lo mejor que pude encima de una roca yestuvimos así sin decir nada y meditando. Sólo que yo meditaba con los ojoscerrados. El silencio era un inmenso ruido. Desde donde estábamos, el rumor delarroyo, el gorgoteo y parloteo del arroyo, llegaba bloqueado por las rocas. Oímosalgunos «Alaius»melancólicosmás, pero parecía que se alejabanmás ymás cadavez.Cuandoabrílosojoselrosaeramuchomáspúrpura.Lasestrellasempezaronabrillar.Caíenunaprofundameditación, sintiendoque lasmontañaseran realmentebudasyamigasnuestrasy tuve laextrañasensacióndequehabíaalgo raroenquesólo hubiera tres hombres en todo aquel inmenso valle: el místico número tres.Nirmanakaya,SambhogakayayDharmakaya.PedílasalvaciónylafelicidadeternaparaelpobreMorley.Enunaocasiónabrí losojosyvia Japhysentadoallí rígidocomo una piedra y sentí ganas de reír porqueme pareciómuy divertido. Pero lasmontañaseranpoderosasysolemnes,ylomismoJaphy,ydebidoaeso,dehecho,larisatendríaquesersolemne.

Eraalgohermoso.Los tintes rosados sedesvanecieronyentonces todoeraunaoscuridadpúrpurayelrumordelsilencioeracomountorrentedeolasdediamanteque atravesaran los pórticos líquidos de nuestros oídos y fueran capaces detranquilizaraunhombredurantemilaños.PedíporJaphy,porsufuturasalvaciónyfelicidad y eventual budeidad. Todo era completamente serio, completamentealucinante,completamentefeliz.

«Las rocas sonespacio—pensé—,y el espacio es ilusión».Tuveunmillóndepensamientos.Japhyhacíalomismo.Meextrañabaelmodoenquemeditabaconlosojosabiertos.Yantetodoestabahumanamenteasombradodequeesemuchachoqueestudiabacontantaintensidadpoesíaorientalyantropologíayornitologíaytodaslasdemáscosasyqueeraunrecioaventureroensenderosymontañastambiénsacaraderepente su enternecedor y hermoso rosario demadera y se pusiera a rezar allí consolemnidad, como un viejo santo del desierto, aunque resultara tan curioso enNorteamérica,conlosaltoshornosylosaeropuertos.ElmundonodebesertanmalocuandoproducíatiposcomoJaphy,pensé,ymesentícontento.Eldolordetodosmismúsculos y el hambre eran bastante desagradables, y las oscuras rocas que nosrodeaban, el hecho de que no hubiera nadie que te calmara con besos y palabrassuaves, de que estuviera allí sentadomeditando y pidiendo por elmundo con otrojovenvehemente…eraalgobuenohabernacidoparamorir,aunquesólofueraparaeso,comonosocurríaanosotros.Algosaldrádetodoesto,amigosmíos,enlasVíasLácteasdelaeternidaddesplegándoseantenuestrosmágicosojossinenvidia.TuveganasdecontarleaJaphytodoloquepensaba,perocomprendíquenoimportabayademás,encualquiercaso,élyalosabía,yelsilencioeslamontañadeoro.

www.lectulandia.com-Página51

—¡Alaiu!—gritabaMorley,yahoraeradenoche,yJaphydijo:—Bueno, parece que todo indica que todavía está lejos. Creo que tendrá la

suficiente cordura comopara instalar supropio campamentopor ahí abajo, así queregresemosalnuestroypreparemoslacena.

—Deacuerdo.—Ygritamos«¡Ju!»unpardevecespara tranquilizaraMorley.Sabíamosquetendríalacorduraprecisa.

Y así fue, como luego supimos.Acampó y se envolvió en las dosmantas quehabía alquilado, encima de su cama neumática, y durmió la noche entera en aquelincomparable prado con la laguna y los pinos, según nos contaría al reunirse connosotrosaldíasiguiente.

www.lectulandia.com-Página52

10

Anduve por allí cerca y cogí pequeños palos que sirvieran de astillas para lahoguera y después fui a reunir trozos mayores y, por fin, cogí troncos bastantegrandes:resultabanfácilesdeencontrarporallí.TeníamosunahogueraqueMorleyhabríavistoaochokilómetrosdedistanciasinohubieraestadoescondidadetrásdelrisco, fuerade suvista.Lahogueraenviabacontra lapareddepiedraelcalor,y lapared lo absorbía y lo devolvía, así que estábamos en una habitación calienteexceptuadas las puntas de nuestras narices que se enfriaban cuando dejábamos ellugar para traer leñay agua. Japhypuso el bulgur en la olla con aguay empezó ahervirloy lo revolvióconunpalomientrasestabaocupadopreparandoelpudíndechocolateyloponíaacalentarenotraollaquesacódemimochila.Tambiénpreparómás té.Luegosacóun juegodobledepalillosyenseguida teníamos lacena listaynosreímos.Fuelacenamásdeliciosadetodamivida.Arriba,másalládelresplandoranaranjadodenuestrahoguera,seveían inmensossistemasde incontablesestrellas,comoresplandoresindividualesocomoguirnaldasdeVenusoenormesVíasLácteasinconmensurables para el entendimiento humano, todo frío, azul, plata, aunquenuestra hoguera y nuestra comida eran rosas y apetitosas. Y tal y como habíapredichoJaphy,notuvelasmenoresganasdebeberalcohol,mehabíaolvidadodeél,laalturaeraexcesiva,elejercicioduro,elairedemasiadovivoybastabaconélparaponerte borracho comouna cuba.Fueuna cena estupenda; siempre se comemejorcuandosetomanpequeñostrozosconlospalillos,sintragardemasiadacantidad,porestemotivolaleydelasupervivenciadeDarwintienemejoraplicaciónenChina:siuno no sabe manejar los palillos y conseguir igualar a los más hábiles en la ollafamiliar, semueredehambre.Encualquiercaso, terminéayudándomeconeldedoíndice.

Terminadalacena,Japhyrestregócuidadosamenteloscacharrosconunestropajometálico yme hizo traer agua. La cogí en una lata vacía que habían dejado otrosmontañeros,ytrasllenarlaenunestanquedeestrellas,volvíconellayunaboladenieve,yJaphylavólosplatosconaguapreviamentehervida.

—Normalmentenolavolosplatos,sólolosatoconmipañueloazul,porqueesascosasrealmentenoimportan…,aunqueseguroqueestetipodeconocimientosnolosapreciaríanesosdeledificiodeMadisonAvenue,¿cómosellaman?…,esaempresainglesa, ¿cómo se llama?Creo queUrber andUrber, ¡a lamierda!Y ahora voy asacarmimapadelfirmamentoyvercómoandanlascosasestanoche.Lasestrellasson mucho más numerosas que todos tus famosos sutras Surangamy. —Así quedesplegósumapadelfirmamentoylohizogirarunpoco,yloajustóymiróydijo—:Sonexactamentelasochocuarentayocho.

—¿Cómolosabes?

www.lectulandia.com-Página53

—Sirionoestaríadondeestásinofueranlasochocuarentayocho…¿Sabesloquemegustade ti,Ray?Evocasenmíelauténtico lenguajedeestepaísqueesellenguaje de los obreros, de los ferroviarios, de los leñadores. ¿Les has oídohablaralgunavez?

—Pues claro. Conocí a un tipo, un conductor de un camión cisterna lleno depetróleo, que me recogió en Houston, Texas, una medianoche después de que unmarica dueño de un motel, que se llamaba muy adecuadamente el Albergue delDandy,meecharaymedijeraquesinoconseguíaquemerecogieraalguiendormiríaal sereno; así que esperé como una hora en la carretera totalmente desierta y deprontollegóuncamiónconducidoporuncherokeequemedijoqueloera,aunquesellamabaJohnsonoAllyReynoldsoalgoparecido,yempezóahablarmásomenosasí:«Mira,chaval,yosalídedebajodelasfaldasdemamáantesdequetúllegarasaolerelríoyvinealOesteparaconducircomounlocoporloscampospetrolíferosdeTexas…»,y siguióconunaespeciedecharla rítmicay seocupabade todo tipodecosas siguiendo el ritmo de los acelerones y frenazos y cambios de velocidad delcamión y éste rodaba amás de cien por hora y su relato iba igual de rápido, algomagnífico,esoesloqueyollamopoesía.

—Eso quería decir. Deberías oír al viejo Burnie Byers hablar de esa mismamaneraenlazonadelSkagit.Ray,tienesqueirallí.

—Deacuerdo,iré.Japhy, arrodillado sobre el mapa, estudiaba el firmamento, inclinado un poco

hacia adelante para mirar a través de las ramas de los árboles, que enmarcabannuestraspiedras,consuperillaytodo,yconaquellapoderosarocagrisáceadetrásdeél,igual,exactamenteigualquelavisiónqueyohabíatenidodelosviejosmaestroszendeChinaenla inmensidad.Estabadobladounpocohaciaadelante,derodillas,comosituvieraunsutrasagradoenlamano.Peroenseguidasedirigióalamanchadenieveyvolvióconelpudíndechocolatequeahoraestabaheladoydeliciosoamásnopoder.Nosechamosencimadeél.

—QuizádeberíamosdejarunpocoparaMorley.—Noseconservará,elsoldelamañanalodesharía.La hoguera dejó de crepitar y sólo quedaron enormes brasas, pero enormes de

verdad, de dos metros de largo. La noche imponía cada vezmás su sensación degélidocristal,yelolordeloshumeantesleñoseratandeliciosocomoeldelpudíndechocolate.Fuiunratoadarunpaseojuntoalarroyocasiheladoymesentéameditarjunto a un tronco caído y las enormes paredes de lasmontañas a ambos lados denuestrovalleeranmasassilenciosas.Hacíademasiadofríoparaquedarseallímásdeunminuto.CuandoregresénuestrahogueracolornaranjareflejabasuresplandorenlaenormerocayJaphy,arrodilladoycontemplandoelfirmamentoamásdetresmilmetrosporencimadel rechinantemundo,era la imagenmismade lapazyelbuen

www.lectulandia.com-Página54

sentido.HabíaotroaspectodeJaphyquemeasombraba:supoderosoytiernosentidode la caridad. Siempre estaba regalando cosas, siempre practicando lo que losbudistasllamanelParamitadeDana,laperfeccióndelacaridad.

Cuandovolvíymesentéjuntoalfuego,dijo:—Bueno,Smith,yaeshoradequetengasunrosariodecuentasdejuju,asíque

quédate con éste. —Y me entregó las cuentas de madera oscura unidas por unacuerdanegraybrillanteconunbellolazoenelextremo.

—Nopuedesregalarmeunacosaasí.ProcededeJapón,¿no?—Tengootrojuegodecuentasnegras.Smith,laoraciónquemeenseñasteantes

mereceunrosariodecuentasdejujucomoéste.Encualquiercaso,estuyo.Minutos después liquidamos el resto del pudín de chocolate, aunque Japhy

consiguió que yo tomara la parte mayor. Luego, cuando extendió ramas sobre lapiedrayencimadelponcho,seaseguróquesusacodedormirestuvieramásalejadodelfuegoqueelmíoparaqueyoestuvierabiencaliente.Siempreestabapracticandola caridad. De hecho me la enseñó cuando una semana más tarde le regalé unasagradables camisetas quehabía encontrado en los almacenes delMonte dePiedad.Correspondióaesteregalodándomeunrecipientedeplásticoparaguardaralimentos.Enbroma, leregaléunaflormuygrandedel jardíndeAlvah.UndíamástardemetrajosolemnementeunpequeñoramodefloresrecogidasenlosjardinespúblicosdeBerkeley.

—Ypuedesquedarteconlasplayeras,además—dijo—.Tengootroparmásviejoqueése,peroigualdebuenas.

—Mira,nopuedoaceptartodoesto.—Smith,¿notedascuentadequeesunprivilegioregalarcosasalosdemás?—Y

lohacíadeunmodomuyagradable.Nohabíanadadenavideñonideostentoso,sinoalgocasitriste,yenocasionessusregaloserancosasviejasqueteníanelencantodeloútilylomelancólico.

Nosmetimosenlossacosdedormir,yahacíaunfríogélido,eraalrededordelasonce, y hablamos un ratomás antes de que uno de los dos dejara de responder yenseguida nos dormimos. Mientras Japhy roncaba me desperté y seguí tumbadomirandoalasestrellasydandograciasaDiosporhabersubidoaestamontaña.Mispiernas estaban mejor, todo el cuerpo revigorizado. Los crujidos de los troncosapagándoseerancomoJaphyhaciendocomentarios sobremi felicidad.Lemiré, sucabezaestabametidaenelsacodeplumasdepato.Suformaacurrucadaeralaúnicacosaquesepodíaverenmuchoskilómetrosdeoscuridadsaturadayconcentradadedeseos de ser buena. Pensé: «¡Qué cosamás extraña es el hombre! Como dice laBiblia: “¿Quién conoce el espíritu del hombre que mira a lo alto?”. Este pobremuchachodiezañosmásjovenqueyohaciéndomeparecerunidiotaqueolvidatodoslos ideales y la alegría que tenía antes, en mis recientes años de bebedor

www.lectulandia.com-Página55

decepcionado.¿Yquéleimportanotenerdinero?Nonecesitaeldinero,loúnicoquenecesitaessumochilaconesasbolsitasdecomidasecayunbuenpardezapatos,yallásevaadisfrutardelosprivilegiosdeunmillonarioensitioscomoéste.¿Yquémillonariocongotapodríallegarhastaestaroca?Noshallevadoundíaenterollegarhastaaquí».Ymeprometíqueiniciaríaunanuevavida.«PortodoelOesteyporlasmontañasdelEste,ytambiénporeldesierto,vagabundearéconunamochila,seguiréel camino puro».Yme dormí tras hundir la nariz dentro del saco de dormir ymedespertéhaciaelalbatemblando;elsuelohúmedohabíaatravesadoelimpermeableyel saco, y mis costillas estaban sobre un suelo más húmedo que el de una camamojada.Elalientomehumeaba.Mevolvísobreelotroladoyvolvíadormirme:missueños fueron puros sueños fríos como agua helada, pero sueños felices, nopesadillas.

Cuandomedespertédenuevoylaluzdelsoleradeunprimigeniocolornaranjaquellegabaatravésdelosriscosdelesteybajabaporentrenuestrasfragantesramasdepino,mesentícomocuandoeraniñoyhabíallegadoelmomentodejugareldíaenteroporqueerasábado.Japhyyaestabalevantadoycantabayhaciendoaireconlasmanos avivaba un pequeño rescoldo. El suelo tenía escarcha blanca. Se alejócorriendoygritó:«¡Alaiu!»,y,¡Diosmío!,deprontooímosqueMorleycontestabamuchomáscercaquelanocheanterior.

—Yasehapuestoencamino.Despierta,Smith,ytomaunatazadeté,tesentarábien,yaverás.

Melevantéypesquélasplayerasdentrodelsacodedormirdondelashabíatenidotodalanocheparaquesecalentaranymelaspuse,ytambiénmepuselaboinaydiunsaltoycorríunoscuantosmetrosporlahierba.Elarroyoestabahelado,exceptopor el centro, donde las burbujas se alejaban tintineando.Me tumbé boca abajo ytoméunprofundo trago,mojándome la cara.Nohay sensaciónmejor enelmundoquelavarselacaraenelaguafríaunamañanaenlamontaña.DespuésvolvíyJaphyestaba calentando los restos de la cena de la noche anterior que estaba todavíabastante rica. Luegome acerqué al borde del risco y gritamos haciaMorley, y derepente lo vimos a lo lejos. Una delgada figura dos o tres kilómetros valle abajomoviéndosecomounserenanoanimadoenelinmensovacío.

—Esapequeñamanchade allí abajo esnuestroocurrente amigoMorley—dijoJaphy,consucuriosavozpotentedeleñador.

Unasdoshorasdespués,Morleyestabaaunadistanciadesdelaquepodíahablarmientras saltaba las piedras finales en dirección a nosotros que lo esperábamossentadosenunarocaalsol,queyacalentaba.

—LaAsociaciónFemeninadeAyudadicequedebopresentarmeaquíparaversiavosotros,muchachos,osgusta llevarcintasazulescosidasa lacamisa,dicenquequeda mucha limonada rosa y que lord Mountbatten se está impacientando. Me

www.lectulandia.com-Página56

parecequeestánestudiandoelorigendeeserecienteconflictoenelOrienteMedio,opreferirán tomar café. En mi opinión deberían tener más cuidado con un par deliteratoscomovosotros…—Ysiguióasí, sinparary sin razónalguna,parloteandobajoelfelizcieloazuldelamañanaconsuapagadasonrisa,sudandounpocodebidoalprolongadoesfuerzomatutino.

—Bueno,Morley,¿estáspreparadoparasubiralMatterhorn?—Loestaréencuantomecambieestoscalcetinesmojados.

www.lectulandia.com-Página57

11

Hacia mediodía nos pusimos en marcha dejando nuestras mochilas en elcampamentoalqueprobablementenadiellegaríahastaporlomenoselañopróximo,yseguimosvallearribaconsólounpocodecomidayunequipodeprimerosauxilios.Elvalleeramáslargodeloqueparecía.Casiinmediatamenteeranlasdosdelatardeyelsolseestabaponiendomásdoradoyselevantóvientoyempecéapensar:«¡Diosmío,vamosatenerquesubiraesamontañadenoche!»

—Tienes razón, tenemos que darnos prisa —dijo Japhy, después de que lecomunicaramistemores.

—¿Porquénolodejamosyvolvemosacasa?—Vamos,vamos,fiera,subiremoscorriendoaesamontañayluegovolveremosa

casa.Elvalleeralargo,largo,largo.Ensuextremosuperiorsehizomuyescarpadoy

empecé a tener miedo de caerme; las piedras eran pequeñas y resbaladizas y medolían los tobillosdebidoalesfuerzomusculardeldíaanterior.PeroMorleyseguíacaminando y hablando yme di cuenta de que tenía una gran resistencia. Japhy sequitó los pantalonesyparecíaun indio; quierodecir que sequedó enpelotas si seexceptúauntaparrabos,yavanzabacasiquinientosmetrospordelantedenosotros;aveces nos esperaba un poco para darnos tiempo a que le alcanzáramos, y luegoseguía, moviéndose más deprisa, esperando escalar la montaña ese mismo día.Morleyibaelsegundo,todoeltiempo,unoscincuentametrospordelantedemí.Yonoteníaprisa.Luego,cuandolatardeavanzó,decidíadelantaraMorleyyreunirmeconJaphy.AhoraestábamosaunostresmilquinientosmetrosdealturayhacíafríoyhabíamuchanieveyhaciaelesteveíamosinmensasmontañascoronadasdenieveyvastasextensionesdevalleasuspiesyprácticamentenosencontrábamosenlacimadeCalifornia.Enundeterminadomomentotuvequegatear,lomismoquelosotros,por un estrecho lecho de roca, alrededor de una piedra saliente, y me asusté deverdad: la caída era de unos treinta metros, lo bastante como para romperme lacrisma,encimadeotropequeñolechoderocadonderebotaríacomopreparaciónparauna segunda caída, la definitiva, de unos trescientos metros. Ahora el vientoarreciaba. Sin embargo, toda esa tarde, en un grado inclusomayor que la anterior,estuvo llena de premoniciones o recuerdos, como si hubiera estado allí antes,trepandoporaquellas rocas, conobjetivosmásantiguos,más serios,más sencillos.PorfinllegamosalpiedelMatterhorndondehabíaunabellísimalagunadesconocidaparalamayoríadeloshombresdeestemundo,contempladasóloporunpuñadodemontañeros,unalagunaamásdetresmilquinientosmetrosdealturaconnieveenlasorillasybellasfloresybellahierba,unpradoalpino,llanoydeensueño,sobreelquemetumbéenseguidaquitándomeloszapatos.Japhy,queyallevabaallímediahora,

www.lectulandia.com-Página58

se había vestido otra vez porque hacía frío. Morley subía detrás de nosotrossonriendo.NossentamosallíobservandolainminenteescarpaduratanempinadaqueconstituíaeltramofinaldelMatterhorn.

—Nopareceexcesivamentedifícil—dije,animado—,llegaremosenseguida.—No,Ray,esmuchomásdeloqueparece.¿Notedascuentadequesonunos

trescientosmetrosmás?—¿Tanto?—Amenosquenosdemosprisaymarchemosdosvecesmás rápidoquehasta

ahora,noconseguiremosregresaranuestrocampamentoantesdequecaigalanocheynollegaremosalcoche,allí,alladodelacabañadetroncos,antesdemañanaporlamañana.

—¡Vaya!—Estoycansado—dijoMorley—,nopiensointentarelascenso.—Meparecemuybien—respondí—.Lafinalidaddelmontañeronoesdemostrar

quepuedellegaralacimadeunamontaña,sinoencontrarseenunlugarsalvaje.—Bueno,puesyosubiré—dijoJaphy.—Puessitúsubes,yoirécontigo.—¿Ytú,Morley?—Nocreoqueloconsiguiera.Esperaréaquí.El viento era muy fuerte, y pensaba que en cuanto subiéramos unos cuantos

metrosporlaladeraestorbaríanuestraascensión.Japhycogióunpequeñopaquetedecacahuetesyuvaspasasydijo:—Éstaseránuestragasolina,chico.Ray,¿estásdispuestoaireldoblededeprisa?—Lo estoy. ¿Qué dirían los de The Place si supieran que he hecho todo este

caminopararajarmeenelúltimominuto?—Es tarde, démonos prisa.—Y Japhy empezó a caminarmuy deprisa y hasta

corría a veces cuando había que ir hacia la derecha o la izquierda por aristas depedregales. Un pedregal es un derrumbe de piedras y arena y es muy difícil deescalar,puessiempreseproducenpequeñosaludes.Bastabanunospocospasosparaquenosparecieraquesubíamosmásymáscomoenun terroríficoascensor,y tuveque tragar saliva cuando me volví a mirar hacia abajo y vi todo el estado deCalifornia, o así parecía, extendiéndose en tres direcciones bajo los amplios cielosazules con impresionantes nubes del espacio planetario e inmensas perspectivas devalles distantes y hastamesetas, y si nome equivocaba todo el estado deNevadaestabatambiénallí,antemivista.EraaterradormirarhaciaabajoyveraMorley,unpunto soñador que nos estaba esperando junto al lago. «¿Por qué no me habréquedado con el viejoHenry?», pensé.Y ahora empecé a tenermiedo a subirmás,miedoaestardemasiadoarriba.Tambiénempecéatemerqueelvientomebarriera.Todaslaspesadillasquehabíatenidosobrecaídasdeunamontaña,porunprecipicio

www.lectulandia.com-Página59

odesdeunpisoaltomepasaronporlacabezaconperfectaclaridad.Y,encima,cadadocepasosquedábamos,nossentíamosexhaustos.

—Eso es por la altura, Ray —dijo Japhy, sentándose a mi lado, jadeante—.Tomaremosunaspasasyunoscacahuetesyyaveráslafuerzaquetedan.

Y cada vez que tomábamos aquel tremendo vigorizante, ambos trepábamos sindecirnadaotrosveinteotreintapasos.Entoncesnossentábamosdenuevo,sudandoen el viento frío, jadeando, en el techo delmundo, sorbiéndonos losmocos comochavales jugando a últimahorade la tardeun sábadode invierno.Ahora el vientoempezó a aullar como en las películas de LaMortaja del Tíbet. La pendiente erademasiado para mí; ahora tenía miedo a mirar hacia abajo; lo hice: ni siquieraconseguídistinguiraMorleyjuntoalalaguna.

—¡Date prisa!—gritó Japhy, desde unos treinta metros más arriba—. Se estáhaciendotardísimo.

Miréhacialacumbre.Estabaallímismo.Llegaríaaellaencincominutos.—Sólonosquedamediahora—gritóJaphy.Nopodíacreerlo.Trascincominutos

de rabiosa ascensión, me dejé caer y miré hacia arriba y la cumbre seguía dondeantes. Lo que menos me gustaba de aquella cumbre era que todas las nubes delmundopasabanatravésdeellacomosifueranniebla.

—Enrealidadyonotengonadaquehacerallíarriba—murmuré—.¿Porquémedejaríaenrollarenesto?

Japhyibaahoramuchomásadelante,mehabíadejadolaspasasyloscacahuetesy,conunaespeciedesolemnidadsolitaria,habíadecididollegaralacumbre,aunquemurieraenelempeño.Novolvióasentarse.Prontoestabatodouncampodefútbol,unoscienmetros,pordelantedemí;cadavezeramáspequeño.VolvílacabezacomolamujerdeLoth.

—¡Estádemasiadoalto!—aulléendirecciónaJaphy,dominadoporelpánico.No me oyó. Avancé unos cuantos pasos más y caí exhausto panza abajo,

resbalandounpoco.—¡Estádemasiadoalto!—volvíagritarauténticamenteasustado.¿Qué pasaría si no podía evitar el seguir deslizándome hacia abajo por el

pedregal?EsamalditacabramontesadeJaphyseguíasaltandoporentrelahierba,allídelante,derocaenroca,cadavezmásarriba.Sólodistinguíaelbrillodesussuelas.

—¿Cómovoyaseguiraunlococomoése?Pero como un demente, como un desesperado, le seguí. Por fin llegué a una

especiedesalientedondepudesentarmeenunplanohorizontalenlugardetenerqueagarrarmeaalgoparanocaerhaciaabajo,ymeacurruquéallíparaqueelvientonomearrastraraymiréhaciaabajoyalrededorytoméunadecisión.

—¡Mequedoaquí!—legritéaJaphy.—Vamos,Smith,sóloquedanotroscincominutos.¡Estoya treintametrosdela

www.lectulandia.com-Página60

cumbre!—¡Mequedoaquí!¡Estádemasiadoalto!No dijo nada y siguió.Vi que se caía y resoplaba y volvía a ponerse en pie y

reanudabalamarcha.Meacurruquétodavíamásenelsalienteycerrélosojosypensé:«¡Malditavida

esta!¿Porquétenemosquenacerysóloporesonuestrapobrecarnequedasometidaaunoshorrores tan terriblescomolasenormesmontañasy las rocasy losespaciosabiertos?»,yrecordéaterrorizadoelfamosodichozen:«Cuandolleguesalacumbredeunamontaña,siguesubiendo».Ysemepusieronlospelosdepunta.

¡Y me había parecido un poemamaravilloso sentado en las esteras de Alvah!Ahoramehacíalatirmásdeprisaelcorazónydesearnohabernacido.

«Dehecho, cuando Japhy lleguea la cimade esa cumbre, seguirá subiendo, lomismoqueelvientoquesopla.Peroesteviejofilósofosequedaráaquí.—Ycerrélosojos—.Además—pensé—,descansaynoteinquietes,notienesquedemostrarnadaanadie».

Y de repente, oí en el viento un hermoso grito entrecortado de una extrañamusicalidad y mística intensidad, y miré hacia arriba, y allí estaba Japhy de pieencimadelacumbredelMatterhornlanzandosugritoalegredeconquistadordelascumbresydeBudaazotede lamontaña.Eraalgohermoso.Ytambiéneracómico,allí arriba, en aquella no tan cómica cima de California, entre toda aquella nieblaveloz.Peroteníaquereconocerlesuvalor,elesfuerzo,elsudoryaquelgritohumanodetriunfo:nataenloaltodeunhelado.Notuvefuerzasuficientepararesponderasugrito.Anduvodeunladoparaotroinvestigandofuerademivistaelpequeñoterrenollano(segúndijo)queseextendíaunoscuantosmetroshaciaeloesteyquedespuéscaía quizá hasta los propios suelos cubiertos de serrín de Virginia City. Era unalocura.Leoíagritarme,peromeacurruquétodavíamásenmirincónprotector.MiréabajohaciaelpequeñolagodondeMorleyestabatumbadoconunahierbaenlabocaydijeenvozalta:

—Aquítenemoselkarmadeestostreshombres:JaphyRyderselanzatriunfantehacialacumbreyllegaaella;yocasillego,peromerajoyquedoacurrucadoenestemalditoagujero.Sinembargo,elmáslistodelostres,elpoetadepoetas,sequedaahítumbadoconunarodillasobreotra,mirandoelcieloymordisqueandounaflorenunadeliciosaensoñaciónjuntoaladeliciosaplage.¡Malditasea!Novolveránatraermeaquíarriba.

www.lectulandia.com-Página61

12

Ahora estaba realmente asombrado ante la sabiduría deMorley: «¡Y con todasaquellasjodidasfotografíasdelosAlpesSuizos!»,pensé.

Entonces, de repente, todo era justo igual que en el jazz: sucedió en un locosegundooasí:miréhaciaarribayviaJaphycorriendomontañaabajo;dabasaltostremendosdecincometros,corría,brincaba,aterrizabacongranhabilidadsobrelostacones de sus botas, lanzaba entonces otro largo y enloquecido alarido mientrasbajaba por las laderas del mundo, y en ese súbito relámpago comprendí que esimposiblecaersedeunamontaña,idiotademí,ylanzandounalaridomepuseenpiederepenteyempecéacorrermontañaabajodetrásdeéldandotambiénunospasosenormes, saltando y corriendo fantásticamente como él, y en cincominutosmás omenos,JaphyRyderyyo(conmisplayeras,clavandolostaconesdelasplayerasenlaarena,enlaspiedras,enlasrocas,sinpreocuparmedadoloansiosoquemesentíaporbajardeallí)bajamosygritamoscomocabrasmontesaso,comoyodigo,igualquelunáticoschinosdehacemilaños,detalmaneraquepusimoslospelosdepuntaalmeditabundoMorley,queseguíajuntoallagoyquedijoquelevantólavistaynosviovolandomontañaabajoynopodíacreerloqueledecíansusojos.Dehecho,enuno demismayores saltos ymás feroces alaridos de alegría, llegué volando justohasta laorilladel lagoyclavé los taconesdemisplayerasenelbarroymequedésentadoallí,encantadodelavida.Japhyyaseestabaquitandolasbotasysacandodesuinteriorarenayguijarros.Eramaravilloso.Mequitélasplayerasysaquédeellasunpardecubosdepolvodelava,ydije:

—¡Ah,Japhy,mehasenseñadolaúltimaleccióndetodas:unonopuedecaersedeunamontaña!

—Esoesloquequieredecireldicho:«Cuandolleguesalacimadeunamontaña,siguesubiendo,Smith».

—¡Joder, tío!Aquel grito de triunfo que lanzaste fue la cosamás bella que heoídoentodamivida.Mehabríagustadotenerunmagnetófonoparagrabarlo.

—Esas cosas no son para que las oiga la gente de por ahí abajo—dijo Japhy,mortalmenteserio.

—Sí,tienestodalarazón.Esosvagabundossedentariossentadosenalmohadonesnomerecenoírelgritodeltriunfanteazotedelamontaña.Perocuandomiréytevicorriendoporesamontañaabajoderepente,loentendítodo.

—Vaya, Smith, así que hoy has tenido un pequeño satori, ¿no es así? —dijoMorley.

—¿Ytúquéhashechoporaquíabajo?—Dormircasitodoeltiempo.—Bien,malditasea,nolleguéalacumbre.Ahorameavergüenzodemímismo

www.lectulandia.com-Página62

porque al saber cómo se baja de una montaña sé cómo se sube a ella y que esimposiblecaerse,peroyaesdemasiadotarde.

—Volveremoselveranoqueviene,Ray,ysubiremos.¿Esquenotedascuentadeque ésta es la primera vez que has subido a lamontaña y que dejaste al veteranoMorleyaquíabajo,muypordetrásdeti?

—Claro—dijoMorley—.¿NocreesquedeberíanconcederleaSmitheltítulodefieraporloquehahechohoy?

—Claroquesí—dijoJaphy,ymesentíorgullosodeverdad.Eraunfiera.—Bien,joder,lapróximavezquevengamosseréunauténticoleón.—Vámonosdeaquí,tíos,ahoranosquedaunlargotrecho,todavíatenemosque

bajar por el valle de piedras y después tomar ese sendero del lago. Dudo quepodamoshacertodoesecaminoantesdequeseanochecerrada.

—Vamos.—Nospusimosdepieeiniciamoselregreso.Estavez,cuandolleguéaaquellechodepiedraquemehabíaasustado,actuécongransolturaysaltéybailéalo largo de él, pues había aprendido de verdad que uno no puede caerse de unamontaña. Si uno puede caerse o no de una montaña, eso no lo sé, pero yo habíaaprendidoquenosepuede.Yasíloacepté.

Mealegró,contodo,encontrarmeenelvalleyperderdevistatodoaquelespaciodecieloabiertoy,porfin,hacia lascinco,cuandoyaatardecía, ibaunoscientosdemetros detrás de los otros dos y caminaba solo, siguiendo el camino que meseñalabanlasnegrascagarrutasdelosvenados;cantabaypensaba,nadameesperabaniteníanadadequépreocuparme,sóloseguirlascagarrutasdelosvenadosconlosojosclavadosenelsueloydisfrutardelavida.EnundeterminadomomentomiréyviallocodeJaphyquehabíatrepadoparadivertirsealacimadeunaladeranevadayse dejaba resbalar, unos cuantos cientos demetros, tumbado de espaldas, gritandoencantado. Y no sólo eso: se había vuelto a quitar los pantalones y los llevabaenrollados alrededordel cuello.Hacía esto sólopor comodidad, loquees cierto, yporquenadiepodíaverloentonces,aunquemeimaginoperfectamentequesifueraalamontañaconchicasharíalomismo.PodíaoírqueMorleylehablabaenelgrandeysolitariovalle:inclusotapadoporlasrocassabíaqueerasuvoz.Terminéporseguirel sendero de los venados de un modo tan constante que me encontré bajandosenderosy subiendo riscos totalmente fuerade lavistade losotros, aunque seguíaoyéndolos; pero confiaba tanto en el instinto del dulce y milenario venado que,justamentecuandosehacíadenoche,suantiguosenderomellevódirectamentealaorilladelarroyofamiliar(dondelosvenadosllevabanbebiendolosúltimoscincomilaños)yvidesdeallíelresplandordelahogueradeJaphyquedabatonosanaranjadosyvivosalaenormeroca.Lalunabrillabamuyaltaenelcielo.

—Bueno,esa lunaseránuestrasalvación, todavía tenemosqueandarunosdocekilómetroscuestaabajo.

www.lectulandia.com-Página63

Comimos un poco y tomamosmucho té y preparamos las mochilas con todasnuestrascosas.Nuncahabíapasadomomentosmás felicesenmividaqueaquellossolitariosinstantesenlosquebajabaporelsenderodevenados,ycuandocargamoslas mochilas, me volví y lancé una última mirada en aquella dirección. Ya habíaoscurecidoytuvelaesperanzadeveralgunodelosvenados,peronohabíanadaalavistaysentíunagrangratitudportodoaquello.Habíasidocomocuandounoesniñoy ha pasado el día entero correteando por bosques y prados y vuelve a casa alatardecerconlosojosclavadosenelsuelo,arrastrandolospies,pensandoysilbando,talycomodebíandesentirselosniñosindioscuandoseguíanasuspadresdesdeelríoRussianalShastadoscientosañosatrás,ycomolosniñosárabesquesiguenasuspadres, lashuellasdesuspadres;eraunsonsonetedegozosasoledad,sorbiéndomelosmocoscomounaniñallevandoacasaasuhermanitoenel trineoylosdosvancantando aires imaginarios y hacen muecas al suelo y son ellos mismos antes deentrarenlacocinayponerlacaraseriadelmundodelosmayores.Pero¿puedehaberalgomásserioqueseguirelrastrodeunosvenadoshastaencontrarelagua?

Llegamosa laescarpaduraybajamosporelvalledepiedrasduranteunosochokilómetrosalaclaraluzdelaluna,loquehacíafácilsaltardepiedraenpiedra,unaspiedrasahorablancas,conmanchasdenegrasombra.Todoeralimpioyclaroybelloa la luzde la luna.Aveces seveíael relámpagodeplatadeunarroyo.Másabajoestabanlospinosyelpradoylalaguna.

Enesto,mispiessenegaronaseguir.LlaméaJaphyypedídisculpas.Nopodíaseguir saltando.Teníaampollas,nosóloen lasplantas, sinoa los ladosde lospiesquecarecíandeprotección.Asíquehizouncambioconmigoymedejósusbotas.

Conaquellasbotasfuertes, ligerasyprotectoras,sabíaquepodríacaminarbien.Fueunamagníficasensaciónnuevasercapazdesaltarderocaenrocasinsentireldoloratravésdelasfinasplayeras.Porotraparte,tambiénfueunalivioparaJaphysentir de repente su ligereza y disfrutó de ella.Nos apresuramos valle abajo. Perosegún íbamos avanzando nos inclinábamos más y más: estábamos realmentecansados. Con las pesadas mochilas resultaba difícil controlar los músculosnecesariosparaseguirmontañaabajo,loqueenocasionesesmásdifícilquesubirla.Yhabíatodasaquellasrocasalasqueteníamosquesubirysaltardeunaaotra;yaveces, tras haber caminado por arena, debíamos escalar o bordear algún risco.También nos encontrábamos a veces bloqueados pormalezas infranqueables y eraprecisorodearlasoabrirnospasoaplastándolasyenocasionessemeenganchabalamochilaenesasmalezasymequedabadesenredándolamientrasmaldecíaysoltabatacos bajo la luz de la luna. Ninguno de nosotros hablaba. Yo también estabaenfadadoporqueJaphyyMorleytemíandetenerseadescansar,decíanqueresultabapeligroso.

—Pero¿porqué?Hayluna,hastapodríamosdormirporaquí.

www.lectulandia.com-Página64

—No,tenemosquellegaralcocheestamismanoche.—Bueno,peroparemosaquíunminuto.Laspiernasyanomesostienen.—Deacuerdo,perosólounminuto.Peronuncadescansabanlosuficienteymeparecióqueibaaponermehistérico.

Inclusoempecéamaldecirlesy,enundeterminadomomento,legritéaJaphy:—¿Qué sentido tienematarse de estemodo? ¿Llamasdivertirse a esto?—(Tus

ideassonestupideces,añadíparamisadentros).Unpocodecansanciocambiamuchascosas.Eternidadesderocasiluminadaspor

lalunaymatorralesyrocasehitosyaquelterroríficovalleconlasdosmurallasdemonteyfinalmenteparecíaquetodohabíaterminado,peronada,todavíaquedaba…Ymispiernaspedían agritosun alto, yyomaldecíaydabapatadas a las ramasyacabétirándomealsueloparadescansarunminuto.

—Vamos,Ray,que todotermina.—Dehechocomprendíque loquemefaltabaeran ánimos, y que lo sabía desde hacía tiempo. Pero estaba gozoso. Y cuandollegamosalpradoalpinometumbébocaabajoybebíaguaydisfrutépacíficamenteensilenciomientrasJaphyyMorleyhablabanysepreocupabanporrecorrerelrestodelcaminoatiempo.

—Noospreocupéisdeeso,esunanochehermosísimayhemoscaminadomucho.Bebed un poco de agua y tumbaos por aquí unos cinco o diezminutos, y todo searreglaráporsímismo.

Ahora el filósofo era yo. Y de hecho, Japhy semostró de acuerdo conmigo ydescansamospacíficamente.Aquel largoymaravillosodescansoproporcionóamishuesoslaseguridaddequemellevaríanperfectamentehastaellago.Eramaravillosobajarporel sendero.La luzde la lunase filtrabaa travésdel follajeymoteaba lasespaldasdeJaphyyMorleyquecaminabandelantedemí.Adoptamosconnuestrasmochilas unabuenamarcha rítmicaydisfrutábamosmientras bajábamos en zigzagpor el sendero, siempre con una marcha rítmica. Y aquel rumoroso arroyo erabellísimoa la luzde la luna,aquellosdestellosde lunaenelagua,aquellaespumablancacomolanieve,aquellosárbolesnegrísimos,propiosdeunparaísomágicodesombrayluna.Elaireempezóasermáscálidoyagradableydehechopenséqueyapodíaolerdenuevoasereshumanos.Sentíamosyaelagradableyrancioolordelasaguasdel lago,yde las flores,ydelpolvoblandodel llano.Allí arriba sóloolíaanieveyahieloyarocamuerta.Aquí,encambio,estabaeloloramaderacalentadapor el sol, a polvo soleado que descansaba a la luz de la luna, a barro del lago, aflores, a paja, a todas esas cosas buenas de la tierra. Era agradable bajar por elsendero.Hubounmomentoenquemesentímáscansadoquenunca,muchomásqueenaquel interminablevalledepiedra,peroyasepodíaverallíabajoel refugiodellago, una agradable luz, y por lo tanto ya nome importaba nada.Morley y Japhyhablabansinpararysólonosquedaballegarhastaelcoche.Depronto,comoenun

www.lectulandia.com-Página65

sueño agradable, despertando súbitamente de una pesadilla interminable que seacabó, estábamos caminando por la carretera y había casas y había automóvilesaparcadosbajolosárbolesyelcochedeMorleyestabatambiénallí.

—Porlatibiezadelaire—dijoMorley,inclinándosesobreelcocheunavezquedejamoslasmochilasenelsuelo—,deduzcoquelanochepasadanohahelado.Volvíavaciarelcárterparanada.

—Bueno,alomejorheló…Morley entró en el albergue a comprar aceite y le dijeron que no había helado

nada,quehabíasidounadelasnochesmáscalientesdelaño.—Tantamolestiaparanada—dije.Peroyanonospreocupabanada.Estábamos

hambrientos y añadí—: Vayamos hasta Bridgeport y tomemos una buenahamburguesaconpatatasfritasycafémuycalienteencualquiersitio.

Seguimoslapolvorientacarreteraquebordeabaellagobajolaluzdelaluna,nosparamosenelalbergueyMorleydevolviólasmantas,yllegamosaunpueblecitoyaparcamos. ¡Pobre Japhy! Fue entonces cuando descubrí su talón deAquiles. Estehombreduroypequeñoquenoseasustabadenadaypodíaandarsoloporelmontedurantesemanasenterasydominarmontañas,teníamiedoaentrarenunrestauranteporquelagentequehabíadentroibademasiadobienvestida.Morleyyyonosreímosydijimos:

—¿Quéimportaeso?Vamosaentrarycomeremosahí.PeroJaphypensabaqueelsitioquehabíamoselegidoparecíademasiadoburgués

einsistióenquefuéramosaunrestauranteconpintaproletariaquehabíaalotroladode la carretera. Entramos allí y resultó ser un lugar improvisado con camarerasperezosasquetardaronmásdecincominutosenveniraatendernos.Meenfadéydije:

—Vamosalotrositio.¿Dequétienesmiedo,Japhy?¿Quémásteda?Quizásepasmuchascosasdelasmontañas,perodecomernotienesniidea.

De hecho nos sentimos mutuamente un tanto molestos y me sentí mal. Peroentramosenelotrositio,queeraelmejorrestaurantedelosdos,conunabarraaunladoymuchoscazadoresbebiendoa la tenue luzdel salón,yhabíamuchasmesascon familias enteras alrededor comiendo tras haber elegido de entre una granvariedad de platos. Elmenú era amplio y apetitoso: había trucha de río y todo.AJaphy,medicuenta, leasustabaademásgastardiezcentavosdemásenunabuenacomida.Fuialabarraypedíunacopadeoportoylatrajehastadondenoshabíamossentado(yJaphy:«Ray,¿estássegurodequepuedespermitirteestelujo?»)yyomeburléunpocodeél.Ahorasesentíamejor.

—¿Quépasacontigo,Japhy?Alomejoresqueeresunviejoanarquistaalqueleasustalasociedad.¿Quépuedeimportartetodoesto?Lascomparacionessonodiosas.

—Bien,Smith,sólomeparecióqueestesitioestaballenodeasquerososricachosde lamierda y que los precios serían demasiado altos.Te lo reconozco,me asusta

www.lectulandia.com-Página66

todoestebienestarnorteamericano.Sólosoyunviejobhikkhuynotengonadaqueverconesteniveldevidatanelevado,¡malditasea!,todamividahesidopobreynoconsigoacostumbrarmeaciertascosas.

—Estupendo,tusdebilidadessonadmirables.Telascompro.Ycenamosmuybienconpatatasalhornoychuletasdecerdoyensaladaybollos

ypasteldeframbuesayguarnición.Teníamosunhambretanhonradaqueaquellonofue una diversión, sino una necesidad. Después de cenar fuimos a una tienda debebidasycompramosunabotellademoscatelyelviejopropietarioyunamigosuyoqueestabaallínosmiraronydijeron:

—¿Dóndehabéisestado,muchachos?—Hemos subidoalMatterhorn,hasta arribadel todo—dijeorgullosamente.Se

limitaron a observarnos atentamente, boquiabiertos. Me sentía muy orgulloso ycompréunpuroyañadí—:Amásdetresmilquinientosmetros,sí,señor,yhemosvuelto con tanta hambre y sintiéndonos tan bien que este vino nos va a venir deperlas.

Seguían boquiabiertos. Los tres estábamos quemados por el sol y sucios y conpintamontaraz.Nodijeronnadapensandoqueestábamoslocos.

Subimos al coche y nos dirigimos a San Francisco bebiendo y riéndonos ycontando largas historias y Morley conducía realmente bien aquella noche yrodábamos en silencio y atravesamos las calles de Berkeley grises al amanecermientras Japhy y yo dormíamos como troncos en el asiento de atrás. En undeterminadomomentomedespertécomounniñoymedijeronqueestabaencasaymeapeédelcochetambaleanteycrucélahierbadelaentradayabrímismantasymeacurruqué y quedé dormido hasta muy avanzada la tarde con sueños muy bellos.Cuando me desperté al día siguiente, las venas de los pies estaban totalmentedeshinchadas.Habíaeliminadoloscoágulosdesangre.Mesentímuyfeliz.

www.lectulandia.com-Página67

13

CuandomelevantéaldíasiguientenopudeevitarelsonreírpensandoenJaphyencogidodelantedeaquelllamativorestaurantepreguntándosesinosdejaríanentrarono.Eralaprimeravezquelohabíavistoasustadodealgo.Penséhablarledeesascosasaquellamismanoche.Peroaquellanochepasódetodo.Enprimerlugar,Alvahhabía salido por unas horas y yo estaba solo leyendo cuando de repente oí unabicicletadelantedelacasaymiréyviqueeraPrincess.

—¿Dóndeestánlosdemás?—preguntó.—¿Cuántopuedesquedarte?—Tengoqueirmeahoramismo,anoserquetelefoneeamimadre.—Vamosallamarla.—Muybien.Fuimos al teléfono público de la estación de servicio de la esquina y dijo a su

madrequevolveríadentrodeunpardehoras,ycuandocaminábamosporlaaceralepaséelbrazoporlacintura,peroapretándoleconlamanoelvientre,yellaexclamó:

—¡Oohh!Nopuedoresistirlo.—Ycasinoscaemosde laaceraymemordió lacamisa justo cuando pasaba junto a nosotros una vieja que nos riñó enfadada ydespuésdequesealejasenosdimosunlarguísimoylocobesoapasionadobajolosárboles del atardecer. Corrimos a casa donde ella se pasó una hora literalmenteretorciéndose entremisbrazosyAlvah entró enmediodenuestros ritos finales debodhisattvas.Tomamos el habitual baño juntos.Era estupendo estar sentados en labañera llena de agua caliente charlando y enjabonándonos mutuamente. ¡PobrePrincess!Erasinceraentodoloquedecía.Megustabadeverdadymeenternecíayhastalleguéaadvertirle:

—No seas tan lanzada y evita las orgías con quince tipos en la cima de unamontaña.

Japhyllegódespuésdequesefueraella,ytambiénvinoCoughliny,derepente(teníamos vino), se inició una fiesta enloquecida. Las cosas empezaron cuandoCoughlin y yo, que ya estábamos borrachos, paseamos por una concurrida callecogidosdelbrazollevandoenormesfloresquehabíamosencontradoenunjardín,ycon una nueva garrafa de vino, soltando haikus y saludos y satoris a todo el queveíamosporlacalleytodoelmundonossonreía.

—Caminamosdiezkilómetrosllevandounaflorenorme—gritabaCoughlin.Yoibaencantadoconél.Parecíaunaratadebibliotecaoungordoareventar,pero

eraunhombredeverdad.FuimosavisitaraunprofesordelDepartamentodeInglésdelaUniversidaddeCaliforniaalqueconocíamosyCoughlindejóloszapatosenlapuertayentróbailandoencasadelatónitoprofesor,asustándolounpoco,aunquedehechoporentoncesCoughlinyaeraunpoetabastanteconocido.Después,descalzos

www.lectulandia.com-Página68

yconnuestrasenormesfloresynuestrogarrafón,volvimosacasahacialasdiezdelanoche.Yoacababaderecibirungiropostalaquelmismodía,unabecadetrescientosdólares,yledijeaJaphy:

—Bueno, ahora ya lo he aprendido todo, estoy preparado. ¿Por qué no meacompañasmañanaaOaklandymeayudasacomprarunamochilayútilesyequipoparaquepuedairmealdesierto?

—Muybien,conseguiréelcochedeMorleyyvendréportiaprimerahoradelamañana;peroahora,¿quétalseguirconestevino?

Puse el pañuelo rojo en la bombilla y bebimos vino y estuvimos allí sentadoscharlando.Fueunagrannochedeconversacionesmuy interesantes.Primero,Japhycontó sus últimas aventuras, cuando había sido marino mercante en el puerto deNuevaYork,en1948,yandabaconunanavajaenelbolsillo,cosaquenossorprendiómuchoaAlvahyamí,ydespuéshablódeunachicadelaqueestuvoenamoradoyconlaquehabíavividoenCalifornia.

—Meteníasalidoatodashoras,joder.Entonces,Coughlindijo:—CuéntaleslodelGranCiruelo,Japhy.Yalinstante,Japhydijo:—GranCiruelo,elmaestrozen,fueinterrogado.Selepreguntócuáleraelgran

significado del budismo, y él dijo que flores de junco, tallos de sauce, agujas debambú,hilosdelino,enotraspalabras,agárrate,muchacho,eléxtasisesgeneral,esoes loquesignifica,eléxtasisde lamente,elmundonoessinomente,y¿quées lamente?Lamentenoes sinoelmundo, joder.Entoncesel antepasadoCaballodijo:«EsamenteesBuda».Tambiéndijo:«NingunamenteesBuda».Luego,hablandodeGranCiruelo,añadió:«Laciruelaestámadura».

—Bueno, todo eso es muy interesante—observó Alvah—. Pero «Où sont lesneigesd’antan?»

—Bueno,enparteestoydeacuerdocontigoporqueelproblemaesqueesagenteveíalasflorescomosiestuvieransoñando,aunque,joder,elmundoesreal.SmithyGooldbook y todos viven como si fuera un sueño, mierda, como si ellos mismosfueransueñosopuntos.Eldoloroelamoroelpeligrotehacenrealdenuevo.¿Noesasí,Ray,comolosentistecuandoestabastanasustadoenaquelsaliente?

—Todoerareal,escierto.—Por eso loshombresde la frontera son siemprehéroesy siempre fueronmis

héroesysiempre loserán.Estánconstantementealertaante larealidadde lascosasquepuedeserrealytambiénirreal,nolesimporta.ElSutradelDiamantedice:«Notengasideaspreconcebidassobrelarealidaddelaexistencianisobrelairrealidaddela existencia», o algo así. Los grilletes se ablandarán y las porras caerán al suelo.Seamoslibresencualquiercaso.

www.lectulandia.com-Página69

—ElpresidentedeEstadosUnidosdeprontoestábizcoysevavolando—grito.—¡Ylasanchoasseránpolvo!—gritaCoughlin.—ElGoldenGatecrujeconelóxidodelponiente—diceAlvah.—¡Ylasanchoasseránpolvo!—insisteCoughlin.—Dameotrotragodelagarrafa.¡Jo!¡Jo!¡Jo!—Japhyseponeenpiedeunsalto

—. He estado leyendo a Whitman, oíd lo que dice: «Alzaos, esclavos, y hacedtemblaraldéspotaextranjero».SeñalaasílaactituddelBardo,delbardolunáticozendelosviejossenderosdeldesiertoquevequeelmundoenteroesunacosallenadegentequeandadeunladoparaotrocargadaconmochilas,VagabundosdelDharmanegándose a seguir la demanda general de la producción de que consuman y, portanto, de que trabajen para tener el privilegio de consumir toda esamierda que enrealidad no necesitan, como refrigeradores, aparatos de televisión, coches, cochesnuevos y llamativos, brillantina para el pelo de una determinada marca ydesodorantesyporqueríaengeneralquesiempreterminaenelcubodelabasuraunasemanadespués; todosellospresosenunsistemade trabajo,producción,consumo,trabajo,producción,consumo…Tengolavisióndeunagranrevolucióndemochilas,demilesyhastademillonesdejóvenesnorteamericanosconmochilasysubiendoalas montañas a rezar, haciendo que los niños rían y que se alegren los ancianos,haciendoque laschicas sean felicesy también las señorasmayores,que seránmásfelicestodavía,todoselloslunáticoszenqueandanescribiendopoemasquesurgendesus cabezas sin motivo y siendo amables y realizando actos extraños queproporcionanvisionesdelibertadeternaatodoelmundoyatodaslascriaturasvivas;esoesloquemegustadevosotrosdos,GoldbookySmith,quesoisdostiposdelaCostaEstealaquecreíamuerta.

—¡YnosotrosquepensábamosquelamuertaeralaCostaOeste!—Habéis traídohasta aquí unviento refrescante.Pensad en el granito purodel

jurásicodeSierraNevadaconlasdispersasyaltasconíferasdelaúltimaeraglacialyloslagosqueacabamosdeveryquesonunadelasmásgrandesexpresionesdeestatierra;pensadenloauténticamentegrandeylosabiaqueseráestaAmérica,contodaesaenergíayexuberanciayespaciocentradoenelDharma.

—¡Vaya!—diceAlvah—.¡JoderconeseviejoycansadoDharma!—¡Sí!Loquenecesitamosesunzendoflotantedondeunviejobodhisattvapueda

irdeunsitioaotroyestarsiempresegurodeencontrarsitiodondedormiryamigosycomida.

—«LosjóvenesestabanalegresyesperabanalgomásyJackpreparólacomida,enhonordelamuerta»—recité.

—¿Quéeseso?—Esun poema que he escrito. «Los jóvenes estaban sentados en una arboleda

escuchandoalAmigoqueleshablabadelasllaves.Muchachos,dijoéste,elDharma

www.lectulandia.com-Página70

esunapuerta…Veamos…Chicos, os hablode las llavesporquehaymontonesdellaves, pero sólo una puerta, una colmena para las abejas. Así que escuchadme ytratarédecontároslotodotalycomolooíhacetiempoenlaCasadelaTierraPura.Avosotros,muchachoscondientesempapadosdevinoquenoentendéisestaspalabras,osloexplicarédeunmodomássencillo,comounabotelladevinoyunbuenfuego,bajo las divinas estrellas. Y ahora escuchadme, y cuando hayáis comprendido elDharma de los antiguos budas y deseado sentaros con la verdad bajo un árbolsolitario, en Yuma, Arizona, o dondequiera que estéis, nome deis las gracias porhaberoscontadoloqueamímehancontado.Asíeslaruedaquehagogirar,ésaeslarazóndequeyoexista: laMenteeselHacedor, sinmotivoalguno,porque todo locreadohasidocreadoparadesaparecer».

—Esoesdemasiadopesimistaycomounmalsueño—dijoAlvah—,aunqueelsentidoespuro,comoeldeMelville.

—TendremosunzendoflotanteparalosjóvenesdelAmigoempapadosenvino.VendránaélyseinstalarányaprenderánatomareltélomismoqueaprendióRay,ytambiénameditarcomodeberíahacerloAlvah,yyoseréelmonjequeestáalfrentedelzendoconunagrantinajallenadegrillos.

—¿Grillos?—Eso es, una serie demonasterios para que vayan los amigos y se recluyany

mediten dentro de ellos, podemos instalar grupos de cabañas en la Sierra o en lasAltasCascadasocomodiceRayalláenMéxicoytenerenormesgruposdehombressantosypurosquesereúnenparabeberyhablaryrezarypensarenquelasondasdelasalvación fluyenennochescomoésta,yademás tenermujeres,pequeñaschozasconfamiliasreligiosas,comoenlosviejostiemposdelospuritanos.¿Quiéndicequelapolicíanorteamericanaylosrepublicanosylosdemócratastienenquedecirnosloquetenemosquehacer?

—¿Yquépasaconlosgrillos?—Unagrantinajallenadegrillos,dameotrotrago,Coughlin,grillosdeunparde

milímetrosdelargocongrandesantenasblancasalosquecriaréyomismo;pequeñosseressensiblesdentrodeunabotellaquecantaránrealmentebienencuantocrezcan.Quiero nadar en los ríos y beber leche de cabra y hablar con monjes y leerúnicamentelibroschinosydeambularporlosvalleshablandoconloscampesinosysus hijos. Tenemos que organizar semanas de recogimiento colectivo en nuestroszendos donde nuestras mentes traten de volar y salir despedidas como resortes yentonces como buenos soldados volveremos a reunirlo todo con los ojos cerrados,exceptuando,claro,loqueestáequivocado.¿Hasoídomiúltimopoema,Goldbook?

—No,¿cómoes?—«Madredehijos,hermana,hijadelancianoenfermo,virgen,tublusaestárota,

ytieneshambreyestásdesnuda,yotambiéntengohambre,tomaestospoemas».

www.lectulandia.com-Página71

—Bonito,bonito…—Quiero ir en bicicleta bajo el calor de la tarde, llevar sandalias de cuero del

Pakistán,hablar envozalta amonjeszenamigosenvueltosendelgadas túnicasdeveranoyconlacabezarapada.Quierovivirentemplosdeoro,bebercerveza,deciradiós,iraYokohama,altumultuosopuertodeAsiallenodesiervosybajeles,esperar,trabajar,regresar,ir,iraJapón,volveraEstadosUnidos,leeraHakuin,limpiarmelosdientes con arena y disciplinarme todo el tiempomientras sigo sin llegar a ningúnsitio, y aprender así… aprender que mi cuerpo y todo se cansa y enferma ydesapareceyasíaveriguartodaslascosasdeHakuyu.

—¿QuiénesHakuyu?—SunombresignificaBlancaOscuridad,sunombresignificaelqueviveenlas

montañasde regresodelAguaBlancadelNorteadonde irécaminando, ¡porDios!,tienequeestarllenodeempinadasgargantascubiertasdepinosyvallesdebambúyriscos.

—¡Irécontigo!—(Erayo).—Quiero leer cosas sobre Hakuin que fue a ver al anciano que vivía en una

cueva,dormíaconciervosycomíacastañas,yelviejoledijoquedejasedemeditarydejasedepensar en los koans, comoRaydice, y que en lugar de eso aprendiera adormirydespertar, ledijo,ycuando teacuestesdebesdoblar laspiernasy respirarprofundamenteydespuésconcentrarlamenteenunpuntoqueestécincocentímetrospor debajo del ombligo hasta que te sientas como una bola de energía y entoncesempiezas a respirar desde los talones y te concentras diciéndote que el centro estájustoaquí,yeslaTierraPuradeAmida,elcentrodelamente,ycuandodespiertasdebesempezararespirarconscientementeyestirarteunpocoypensarenlomismoelrestodeltiempo.

—Mira, eso me gusta —dice Alvah—, esas señales indicadoras que llevan aalgunaparte.¿Yquémás?

—El resto del tiempo, le dijo, no debes esforzarte por pensar en nada,simplementecomebien,nodemasiado,yduermebien,y elviejoHakuyudijoqueentonces tenía trescientos años y que imaginaba que viviría otros quinientos más.¡Oye! Eso me hace pensar que a lo mejor anda todavía por allí, si es que quedaalguien.

—¡Oelpastorlediounapatadaasuperro!—cortóCoughlin.—EsperoencontraresacuevaenJapón.—Nosepuedevivirenestemundo,peronohayotrositioadondeir—dijoriendo

Coughlin.—¿Quésignificaeso?—pregunté.—Significaquelasilladondeestoysentadoeseltronodeunleónyqueelleónse

mueve,ruge.

www.lectulandia.com-Página72

—¿Yquédice?—Dice:«¡Rajula!¡Rajula!¡CaradelaGloria!¡Universomasticadoytragado!»—¡Valientechorrada!—protestéyo.—Me voy a Marin County dentro de unas semanas —dijo Japhy—. Pasaré

cientos de veces alrededor delTamalpais y contribuiré a purificar la atmósfera y aquelosespírituslocalesseacostumbrenalsonidodeunsutra.¿Quépiensasdeeso,Alvah?

—Piensoqueesunaalucinaciónmaravillosayquemegustanesascosas.—Elproblemacontigo,Alvah,esquenohacesbastantezazenpor lanoche,en

especialcuandohacefríoafuera,queescuandosientamejor,ademásdeberíascasarteytenerhijosmestizos,manuscritos,mantashechasencasaylechematernasobreelsuelofelizdeunacasacomoésta.Consígueteunacabañaquenoestéexcesivamentelejos de la ciudad, vivemodestamente, vete a ligar a los bares de vez en cuando,escribe y piensa encima de las colinas y aprende a cortar leña y a hablar con lasabuelas,tontodelculo,cogecargasdeleñaydáselas,batepalmas,consiguefavoressobrenaturales,aprendeelartedelasfloresycultivacrisantemosjuntoalapuerta,ycásate, por el amor deDios, consíguete una chica sensible y lista quemande a lamierdalosmartinisytodasesasestupidecesdelacocina.

—¡Hombre!—diceAlvah,sentándosemuyderechoyalegre—,¿yquémás?—Piensaenlasgolondrinasyenlaschotacabrasquellenanloscampos.¿Sabes,

Ray?Ayer traduje otra estrofa deHanChan, escucha: «Montaña Fría es una casa,carece de vigas y paredes, a derecha e izquierda están abiertas las seis puertas, elvestíbuloesel cieloazul, lashabitacionesestándesocupadasyvacías, lapareddelestechocacontraladeloeste,enelcentronohaynada.Nadiemeinquieta,cuandohace frío, enciendo una pequeña hoguera, cuando tengo hambre preparo unasverduras,nadatengoqueverconelkulak,consugraneroysuspastizales…levantaunaprisiónpara símismoyunavezdentrode ella, nopuede salir, piensa en ello,podríasucederteati».

Después,Japhycogiósuguitarraysepusoacantar,finalmentetambiényocogíla guitarra y compuse una canción a partir de las notas que obtenía pulsando lascuerdas con los dedos, rasgueándolas, dram, dram, dram, y canté la canción delFantasmadeMedianoche,eltrendemercancías.

—Cuando hablas del Fantasma de Medianoche de California, ¿sabes en quépienso,Smith?Encalor,muchocalor,yenbambúcreciendomásdediezmetrosybalanceándoseen labrisaymáscaloryunmontóndemonjesalborotandoconsusflautas en algún sitio y cuando recitan sutras con redobles de tambor y ruido decampanillas y ruido de bastones es como oír a un enorme coyote prehistóricocantando…Lascosasqueresidenenvosotros,locos,seremontanalosdíasenqueloshombressecasabanconososyhablabanalbúfaloanteDios.Pásameotrotrago.

www.lectulandia.com-Página73

Tenedsiempreloscalcetinesremendadosylasbotasengrasadas.Perocomosiesonofuerabastante,Coughlindicecontodatranquilidad:—Sacadpuntaavuestroslápices,arreglaoslacorbata,sacadbrilloaloszapatosy

cerraoslabragueta,limpiaoslosdientes,peinaos,fregadelsuelo,comedpastelesdefresa,abridlosojos…

—Peinad el suelo y comed los ojos, eso está bien—diceAlvah, pellizcándosemuyserioellabiodeabajo.

—Recordando todo el tiempo en que he hecho cuanto he podido, pero elrododendrosóloestáiluminadoamedias,ylashormigasylasabejassoncomunistasylostranvíasestánaburridos.

—YjaponesitoseneltrenFcantando«InkyDinkyParlyVu»—gritéyo.—Y las montañas viven en la ignorancia total así que por eso abandono; por

tanto, quitaos los zapatos y metéoslos en el bolsillo. Acabo de contestar a todasvuestraspreguntas,vengauntrago,mauvaissujet.

—Nopisesaltontodelculo—gritéborracho.—Tratadehacerlosinpisaralarmadillo—diceCoughlin—.Noseasmamóntoda

lavida,estúpidodemierda.¿Novesloquequierodecir?Mileónhacomidobastanteyyoduermoalladodeél.

—¡Oh!—diceAlvah—.Megustaríaentendertodoeso.Yyoestabaasombrado,MUYasombrado,porelrápidomaravillosogolpeteoen

micerebrodormido.Todosestábamossuperpasadosyborrachos.Fueunanocheloca.TerminóconCoughlinyyopeleándonosyhaciendoagujerosenlasparedesyapuntodederribarlacasa:Alvahestabamuyenfadadoaldíasiguiente.Durantelaluchacasile rompo la pierna al pobre Coughlin; incluso yo mismo terminé con una astillaclavadavarioscentímetrosenlapielquesólosaldríacasiunañodespués.Entretanto,endeterminadomomento,Morleyaparecióen lapuertacomounespectro llevandounpardelitrosdeyogurypreguntandosiqueríamosunpoco.Japhysefuealasdosdelamadrugadadiciendoquevendríaarecogermeporlamañanaparainiciarelgrandíadestinadoalacomprademiequipo.Todoanduvomuybienconloslunáticoszen;elfurgóndelmanicomioestabademasiadolejosparaoírnos.Perohayunaenseñanzaentodoesto,comosecompruebaalpaseardenocheporunacalledelosalrededoresyhayunacasayotraaambosladosdelacalle,todasellasconlalámparadelcuartode estar encendida y dentro el cuadrado azulado de la televisión, cada familiaconcentrandosuatenciónenelmismoespectáculoynadiehabla;silenciotambiénenlos alrededores; perros que te ladran porque pasas sobre pies humanos y no sobreruedas.Secomprendeloquequierodecir:unoempiezaaparecerseatodoelmundoypiensatambiéncomotodos,yloslunáticoszenhacetiempoquehanvueltoalpolvo,con la risaenelpolvodesus labios.Sólosepuededecirunacosade lagentequemiralatelevisión,delosmillonesymillonesclavadosenelOjoúnico:nohacendaño

www.lectulandia.com-Página74

anadiemientrasestánahísentadosdelantedelOjo.PerotampocohacedañoJaphy…loveoen losañosvenideroscaminandosigilosamentecon lamochilaa laespalda,porcallesde lasafueras,pasando juntoa lasazulesventanasde la televisión, solo,dueñodelosúnicospensamientosnoelectrificadosporelAmodelaConexión.Enloqueamírespecta,quizálarespuestaestéenmipoemadelAmigoquedice:

«¿Quién gastó esta broma cruel a uno tras otro, escapándose como una rata aldesiertotanllano?—preguntóMontanaSlim,gesticulandohaciaél,elamigodeloshombres,ensucubildeleón—.¿SevolviólocoDios,comoaquelindioqueeraundadorconmásvueltasqueelmismorío?¿Porquénosdioaqueljardín,unparaíso,para inundárnoslo luego todovengativo?Dinos,buenamigo, loquesepas;HarryyDick quieren saber ese truco y por qué es tan bajo y tan mezquino el EternoEscenario.¿Dóndeestáelsentidodetantacomedia?»

YpenséquequizápudierasaberloconestosVagabundosdelDharma.

www.lectulandia.com-Página75

14

Peroyo teníamispropiosplanesyéstosno teníannadaqueverconelaspecto«lunático» de todo esto. Quería hacerme con un equipo completo, con todo lonecesario para dormir, abrigarme, cocinar, comer, es decir, con una cocina y undormitorio portátiles, y largarme a alguna parte y encontrar la soledad perfecta ycontemplarelvacíoperfectodemimenteysercompletamenteneutralconrespectoatodasycadaunademisideas.Tambiénqueríarezar,dedicarmesóloaeso;rezarportodas las criaturas vivas; consideraba que ésa era la única actividad decente quequedaba en el mundo. Estar en alguna apartada orilla, o en el desierto, o en lamontaña,oenunacabañadeMéxicoodeAdirondack,ydescansaryestartranquiloynohacernadamás;practicar loque los chinos llaman«hacer-nada».Dehecho,noqueríatenernadaqueverniconlasideasdeJaphyacercadelasociedad(amijuicioeramejorevitarla,rodearla),niconningunadelasideasdeAlvahsobresacarlealavidatodoloquesepuedaporquesutristezaesmuydulceyunomoriráalgúndía.

Cuando Japhy vino a recogerme a lamañana siguiente, yo estaba pensando entodoesto.Él,AlvahyyofuimosaOaklandenelcochedeMorleyyestuvimosenlosalmacenesdelMontedePiedadydelEjércitodeSalvacióncomprandocamisasdefranela (a cincuenta centavos cada una) y camisetas. Todos habíamos elegidocamisetas de color, y sólo unminuto después, cuando cruzábamos la calle bajo ellimpiosoldelamañana,Japhydijo:

—Fijaos,laTierraesunplanetafrescoylozano,¿porquépreocuparsedenada?—(locualescierto).

Luego,enlastiendasderopadesegundamano,revolvimostodotipodecajonesyestantes polvorientos llenos de camisas lavadas y remendadas de todos losvagabundos del universo. Compré calcetines, un par de medias de lana escocesasmuylargasquemellegabanporencimadelarodillaymeresultaríanmuyútilesenlas noches frías cuandomeditara bajo la helada.Y compréunabonita chaqueta delonaconcremallerapornoventacentavos.

Luego fuimos al enorme almacén del ejército de Oakland y al fondo habíacolgados sacos de dormir y toda clase de equipamiento, incluidos colchonesneumáticos como el deMorley, cantimploras, linternas, tiendas de campaña, rifles,botasdeagua,ylosmásinverosímilesobjetosparacazadoresypescadores.Detodoaquello,Japhyyyoelegimosunmontóndecosasútilesparalosbhikkhus.Élcompróuna especie de parrilla de aluminio yme la regaló; como es de aluminio nunca seestropeaypermitecalentarcualquiertipodecacharroencimadeunahoguera.Eligióun excelente saco de dormir usado de pluma de pato; antes abrió la cremallera yexaminó el interior. Luego unamochila completamente nueva, de la queme sentímuyorgulloso.

www.lectulandia.com-Página76

—Teregalarémifundaparalabolsadedormir—dijoJaphy.Luego decidí comprar unos vasos de plástico blanco, y unos guantes de

ferroviarionuevos.ConsideréqueteníaunasbotasbastantenuevasenelEste,adondeiríaporNavidades,aunquetambiénpenséencomprarmeunpardebotasdemontañaitalianascomolasdeJaphy.

Volvimos a Berkeley y fuimos al Ski Shop, y cuando entramos y el empleadovinoaatendernos,Japhydijoconsuvozdeleñador:

—AquíequipandoaunosamigosparaelApocalipsis.Ymellevóalapartetraseradelatiendaycogióunaespeciedeimpermeablede

nailon con capucha, que se puede poner por encima cubriendo incluso lamochila(dandoelaspectodeunmonjejorobado)yqueteprotegeporcompletodelalluvia.Tambiénpuedehacerseconélunapequeñatiendadecampañayusarlocomoaislantedelsuelocolocadodebajodelsacodedormir.Compréunbotedeplásticoblandocontapa de rosca que podía utilizarse (me dije) para llevar miel al monte. Peroposteriormente lo usé para llevar vino más que para otra cosa, y más tarde aún,cuando hice algún dinero, para llevar whisky. También compré una batidora deplásticoquemeresultómuyútil,puesconsólounacucharadadelecheenpolvoyunpocodeaguadeunarroyopermitíaprepararunvasodeleche.Compréunjuegodebolsas para comida como el de Japhy. Quedé verdaderamente equipado para elApocalipsis, y no estoy bromeando; si cayera una bomba atómica sobre SanFranciscoaquellamismanoche todo loque teníaquehacerera largarmedeallí, lomáslejosposible,conmicomidaempaquetadaymidormitorioymicocinaencima,sin ningún problema en el mundo. La gran adquisición final fue una batería decocina:doscacharrosgrandesmetidosunodentrodeotro,conunatapaderaqueeratambién sartén, y vasos de estaño y unos pequeños cubiertos de aluminio queencajabanunosenotros.Japhymeregalóotracosadesupropioequipo:unacucharanormalycorriente.Perosacóunosalicatesyladoblóporelmango,ydijo:

—¿Ves?Cuandotengasquesacaruncacharrodeunahoguerademasiadogrande,notienesmásqueusaresto.

Ymesentíunhombrenuevo.

www.lectulandia.com-Página77

15

Mepuselacamisadefranelanuevayloscalcetinesyunacamisetadelasreciénadquiridas,yunospantalonesvaqueros,preparélamochilacontodaslascosasmuybienguardadasdentrodeella,melaechéalaespaldaymefuiaquellamismanocheaSanFranciscosóloconobjetodecallejearporlaciudadcontodoelequipoencima.Bajé por la calle Mission cantando alegremente. Fui a la calle Tercera del barriochino para degustar mis donuts favoritos y café, y los vagabundos de por allí sequedaronfascinadosyqueríansabersiandababuscandouranio.Noqueríaponermeasoltar discursos sobre lo que me proponía encontrar y que era infinitamente másvaliosoparalahumanidadquecualquiermineral,ydejéquedijeran:

—Chico,todoloquetienesquehaceresiraColoradoyandarporallíconunodeesospequeñoscontadoresGeigeryteharásmillonario.

Enelbarriochinotodoelmundoquieresermillonario.—Gracias,muchachos—respondí—,alomejorlohago.—TambiénhaymontonesdeuranioenlaregióndelYukón.—YenChihuahua—dijounviejo—.ApostaríaloquefueraaqueenChihuahua

hayuranio.MealejéypaseéporSanFranciscoconmienormemochila,feliz.Fuihastacasa

de Rosie para verla a ella y a Cody. Quedé muy asombrado cuando la vi. Habíacambiadoderepente.Estabadelgadísima,erapurohueso,y tenía losojosdilatadosdemiedoysaliéndoseledelasórbitas.

—¿Quéesloquelepasa?Codymellevóalaotrahabitaciónymedijoquenohablaraconella.—Sehapuestoasíenlasúltimascuarentayochohoras.—Pero¿quélepasa?—Dice que escribió una lista con todos nuestros nombres y todos nuestros

pecados,oesodice,yluegotratódetirarlaporelretretedelsitiodondetrabaja,ylalistaeratangrandequeatascóelretreteytuvieronquellamaraalguiendesanidadparaquelodesatascarayaseguraqueeltipollevabauniformeyqueeradelabofiayquesellevólalistaalacomisaríayquenosvanadeteneratodos.Haflipado,esoestodo.—CodyeraunviejoamigomíoquehabíavividoconmigoenaquellabuhardilladeSanFranciscoañosatrás.Unbuenamigodeverdad—.¿Ynotehasfijadoenlasseñalesquetieneenlosbrazos?

—Sí.—Habíavistosusbrazos,queestabantodosllenosdecortes.—Intentócortarselasvenasconunviejocuchilloquenocortababien.Estoymuy

preocupadoporella.¿Podríasquedarteahacerlecompañíamientrasvoyatrabajar?—Verás,tío…—Hombre,noseasasí.YasabesloquedicelaBiblia:«Hastaelmáspequeñode

www.lectulandia.com-Página78

estos…»—Sí,muybien,peroplaneabadivertirmeunpocoestanoche.—No todoesdiversiónen lavida.Avecesuno tieneciertas responsabilidades,

¿noteparece?NoibaatenerocasióndelucirminuevoequipoenThePlace.Codymellevóen

cochehastalacafeteríadeVanNess,dondeconeldineroquemedio,lecompréunpardebocadillosaRosieyvolvísoloy tratédequecomiera.Estabasentadaen lacocinaymemirabafijamente.

—Pero¿esquenotedascuentadeloquesignifica?—repetía—.Ahoralosabentododeti.

—¿Dequién?—Deti.—¿Demí?—Deti,ydeAlvahydeCody,ydeeseJaphyRyder,detodosvosotros,ydemí.

Detodos losqueandanporThePlace.Nosvanadetenera todosmañana,sinoesantes.—Ymirabaalapuertaaterrorizada.

—¿Porquéintentastecortartelasvenas?¿Noeslopeorqueunopuedehacerseasímismo?

—Porqueyanoquierovivir.Teestoydiciendoquevaahaberunagranredadadelapolicía.

—No, lo que va a haber es una gran revolución demochilas—dije riendo sindarmecuentadelogravequeeralasituación;dehecho,Codyyyoninoshabíamosenterado, aunque debiéramos habernos dado cuenta viendo los cortes que se habíahechodelolejosquequeríair—.Escúchame—empecé,peronomeescuchaba.

—¿Esqueno te das cuentade loque está pasando?—gritaba ella,mirándomeconojosdesorbitadosysinceros,tratandodeque,porunalocatelepatía,creyeraquetodoloquedecíaeraverdad.Depie,enlacocinadelpequeñoapartamento,conlosesqueléticos brazos levantados suplicando y tratando de explicarse, las piernasrígidas,elrojocabelloencrespado,temblabayseestremecíaysellevabalasmanosalacabezadevezencuando.

—¡Todoesoesundisparate!—legrité,ydeprontosentí loquesiempresientocuandotratodeexplicarelDharmaalagente,aAlvah,amimadre,amisparientes,amisnovias,atodoelmundo:nuncaescuchan,siemprequierenqueyolesescucheaellos, porque ellos saben y yo no sé nada, sólo soy un inútil y un idiota que noentiendeelauténticosignificadoylagranimportanciadeestemundotanreal.

—Lapolicíavaahacerunaredadaynosdetendránatodos,ynosóloeso,sinoquenosvanainterrogarsemanasysemanasyquizáhastaañosparaqueconfesemostodos los delitos y pecados que hemos cometido, es una red, se extiende en todasdirecciones,terminaránpordeteneratodoslosdeNorthBeachyhastaatodoslosde

www.lectulandia.com-Página79

GreenwichVillage,yllegaránaParísyalfinalelmundoenteroestaráenlacárcel,¿no te das cuenta de que esto es sólo el comienzo?—Saltaba ante cualquier ruidopensandoqueeralapasmaqueveníaadetenernos.

—¿Por qué nome escuchas?—repetía yo, pero cada vez que lo decía ellamehipnotizabaconsusojosdesorbitados,yestuvoapuntodehacermecreerenloqueellacreíaafuerzadeentregarseporcompletoalaslocaslucubracionesdesumente—.Rosie,estáscreandotodasesasideasapartirdenada,¿acasonotedascuentadequeestavidaessólounsueño?¿PorquénotecalmasydisfrutasdelamordeDios?¡Dioserestú,maniática!

—Oh, van a destruirte, Ray, lo veo perfectamente, van a perseguir también atodos los grupos religiosos y acabarán con ellos. Es sólo el comienzo. Todo estárelacionadoconRusia,peronolodirán…yhayalgoqueoídelosrayosdelsolydealgoquepasamientrasseduerme.¡Ray,elmundonovolveráaserelmismo!

—¿Quémundo? ¿Qué te importa todo eso?Haz el favor de callarte,me estásasustando.¡No!PorDios,nomeestásasustandoynoquieroseguirescuchándote.—Mefuimuyenfadado,compréunabotelladevinoycorríenbuscadeCowboyydeotrosmúsicosyregresécontodoelgrupoparaseguircuidándola—.Tomaunpocodevino,esoteharásersensata.

—No,nobeberéalcohol,todoesevinoquebebéisesveneno,quemaelestómagoyembotaelcerebro.¿Quéesloquenotefuncionabien?¿Notedascuentadeloqueestápasando?

—Vamos,vamos.—EsmiúltimanocheenlaTierra—añadió.LosmúsicosyyobebimoselvinoyhablamoshastacercademedianocheyRosie

parecíaestarmejor, tendidaenelsofá,hablando,inclusoriendounpoco,comiendolosbocadillosybebiendoeltéquelepreparé.Losmúsicossefueronyyomequedédormidosobreelsuelodelacocinametidoenmisacodedormirnuevo.PerocuandoCodyvolvióaquellanocheyyomehabía idoya,Rosiesubióal tejadomientrasélestabadurmiendoyrompióel tragaluzparatenerunostrozosdecristalconlosquecortarselasvenas,yallíestabasentadadesangrándosealamanecercuandolaviounvecinoyllamóalapolicíaycuandolapasmasubióaltejadoparaayudarlapasóloqueteníaquepasar:Rosievioalosdelabofiaycreyendoqueibanadetenernosatodos,echóacorrerporelbordedeltejado.Unjovenagenteirlandésselanzócomounjugadorderugbyparasujetarlayconsiguióagarrarlaporlabata,peroellasesoltóycayódesnudaalaacera,seispisosdebajo.Losmúsicosquevivíanenelpisobajoyque habían pasado la noche entera hablando y poniendo discos, oyeron el golpesordo.Miraronporlaventanayvieronunespectáculohorrible.

—Tío,nosdejódestrozados,novamosapodertocarestanoche,Ray.Corrieronlascortinasdelaventanatemblorosos.Codyseguíadormido…Cuando

www.lectulandia.com-Página80

melocontaronaldíasiguiente,cuandovienelperiódicounaXseñalandoelsitiodelaaceradondehabíacaído,pensé:«¿Porquénoquisoescucharme?¿Acasoleestabadiciendotonterías?¿Esquemis ideassonestúpidase infantiles?¿Noesyahoradequeempieceaseguirloqueséqueesverdadero?»

Y eso hice. La semana siguiente recogí mis cosas decidido a lanzarme a lacarreterayadejarestaciudaddelaignoranciaqueeslaciudadmoderna.DijeadiósaJaphyyalosdemás,ysaltéamitrendecargaendirecciónalacosta,aLosÁngeles.¡PobreRosie!Estabaabsolutamenteseguradequeelmundoerarealyqueelmiedoerareal,y¿quéesreal?

«Porlomenos—pensé—estáenelCielo,ylosabe».

www.lectulandia.com-Página81

16

Yestofueloquemedije:«AhorasigoelcaminoquellevaalCielo».De pronto,me di cuenta de que tendría que enseñar unmontón de cosas en el

transcurso de mi vida. Como digo, estuve con Japhy antes de irme, paseamostristemente por el parque de Chinatown, comimos en el Nan Yuen, salimos, nossentamosen lahierba, eradomingo,y súbitamentehabíaungrupodepredicadoresnegrosquesedirigíanagruposdispersosdefamiliaschinasquenomostrabanningúninteréshacialoquedecíandejandoquesushijoscorretearanporlahierba,ytambiéna vagabundos que no se preocupaban de esos predicadores mucho más que loschinos.Unamujer grande y gorda, comoMaRainey, soltaba un sermón a voz engrito, con las piernasmuy abiertas y fijas en el suelo, y tan pronto hablaba comocantaba un blues. Era hermoso y el motivo por el que esta mujer, que era unamagnífica predicadora, no estuviera predicando en una iglesia, era que de vez encuandoteníaquedespejarselagargantay,¡splash!,escupíacontodasufuerzacontralahierba.

—Yos digo que el Señor cuida de vosotros si reconocéis que tenéis un nuevopaís…Sí.—Ylanzabaunescupitajoacincometrosdedistancia.

—¿Loves?—ledijeaJaphy—.Esonolopodríahacerdentrodeunaiglesia,pero¿hasoídoalgunavezaunpredicadormejor?

—Tienes razón—dice Japhy—. Pero no me gustan todas esas cosas que estácontandodeJesucristo.

—¿QuéhaydemaloenJesucristo?¿AcasonohablódelCielo?¿EsqueelCielonoeslomismoqueelNirvanadeBuda?

—Eso,segúntuinterpretación,Smith.—Japhy, había cosas que traté de contarle a Rosie y encontré que no podía

decírselas debido al cisma que separa el budismo del cristianismo, Oriente deOccidente.¿Quécoñoimportaeso?¿NoestamosahoratodosenelCielo?

—¿Quiéndijoeso?—¿Esestoelnirvanaono?—Ahoraestamostantoenelnirvanacomoenelsamsara.—Palabras, palabras, ¿qué hay en una palabra? Nirvana. Y, además, ¿no oyes

cómo te llama esamujer y te dice que tienes una nueva patria, un nuevo país deBuda?—Japhyparecíacontentoysonrió—.Paísesbudistasentodaspartesparacadaunodenosotros,yRosieeraunaflorydejamosquesemarchitara.

—Nuncahasdichonadamáscierto,Ray.Lamujersenosacercó,ysefijóennosotros,además,ydemodoespecialenmí.

Hastamellamóquerido.—Puedo ver en tus ojos que entiendes todo lo que estoy diciendo, querido.

www.lectulandia.com-Página82

Quieroque sepasquequieroquevayas alCieloy seas feliz.Quieroque entiendastodaslascosasqueestoydiciendo.

—Oigoyentiendo.Alotroladodelacalleestabaelnuevotemplobudistaquetratabandeconstruir

unoscuantosjóvenesdelaCámaradeComercioChinadeChinatown,yunanocheyohabíapasadoporallíy,borracho,mehabíaunidoaellosytransportadoarenaenunacarretilla.EranjóvenesSinclairLewisidealistasylanzadosquevivíanenbuenascasasyseponíanpantalonesvaquerosparatrabajarenlaconstruccióndelaiglesia,delmismomodoquehacenen las ciudadesdelMedioOeste los chicosdelMedioOesteconunRichardNixonderostroradiantecomocapatazylapraderaalrededor.Aquí,enelcorazóndelapequeñaysofisticadazonadeSanFranciscoconocidaporChinatown,hacíanlomismoaunquesuiglesiafueraladeBuda.Eraextraño,peroaJaphynoleinteresabaelbudismodeChinatownporqueeraunbudismotradicional,ypreferíaelbudismointelectualyartísticodelzen—yesoqueyointentabaconseguirquevieraqueeranlamismacosa—.Enelrestaurantehabíamoscomidoconpalillosynosgustó.Ahoramedespedíaynosabíacuándolovolveríaaver.

Detrás de la mujer negra había un predicador que se balanceaba con los ojoscerradosdiciendo:

—Asíes,asíes.Ellanosdijo:—QueDiososbendiga,muchachos,porescucharloqueostengoquedecir.No

olvidéisque,paraelqueamaaDios,todaslascosassejuntanenelbien,paraquienessonllamadosdeacuerdoconSusobjetivos.Romanos,ocho,dieciocho,chicos.Yhayunanuevapatriaesperándoos,yestadsegurosdemantenerosalaalturadevuestrasobligaciones.¿Meoís?

—Sí,señora,estamosatentos.DijeadiósaJaphy.Pasé unos cuantos días en casa de Cody, en las colinas. Cody estaba

tremendamenteimpresionadoporelsuicidiodeRosieydecíasinpararqueteníaquerezarporellanocheydíaenunmomentotanconcretocomoéstecuando,comosehabíasuicidado,sualmaandabaenpenaporlasuperficiedelaTierraesperandoiralinfiernooalpurgatorio.

—Tenemosquemeterlaenelpurgatorio,tío.Así que le ayudé a rezar cuando dormía por las noches sobre el césped de la

entradadentrodeminuevosacodedormir.Duranteesosdíasrecogíenmilibretadenotaslospoemitasquemerecitabanlosniños:

—Aa…quevengoya…Ii…tequieroati…Uu…elcieloesazul…soymásaltoquetú…tuturú.

Mientras,Codydecía:

www.lectulandia.com-Página83

—Nobebastantodeesevinoañejo.AúltimahoradelatardedellunesestabaenlasvíasdelaestacióndeSanJoséy

esperabaalSilbadordelatarde.PeroaqueldíanopasabaytuvequeesperarporelFantasmadeMedianochedelassietetreinta.Encuantosehizodenoche,calentéunalatademacarronesenunapequeñahoguerade ramasqueencendíentre losdensosmatorralesdealladodelasvías,ycomí.ElFantasmallegaba.Unguardagujasamigomedijoqueeramejorquenosubieraal trenporqueenelcrucehabíaunvigilantesiniestroconunaenormelinternaquemirabasihabíaalguiensubidoalosvagonesysiloencontrabatelefoneabaaWatsonvilleparaqueloecharan.

—Ahora, en invierno —me dijo—, hay gente que abre los vagones cerradosrompiendolasventanillasydejabotellasporelsuelo,jodiendotodoeltren.

Medeslicéhastaelextremoestedelaestaciónconlamochilaacuestas,ycogíelFantasmacasicuandoyasalía,másalládelcrucedondeestabaelvigilante,yextendíelsacodedormirymequitéloszapatos,lospusebajomichaquetadoblada,memetíen el saco y dormí espléndidamente todo el trayecto hastaWatsonville donde meescondíentrelamalezahastaqueeltrensepusoenmarchadenuevo,subíotravezydormí entonces el restode lanochemientrasvolabahacia la increíble costay ¡oh,Buda! ¡Tu luz de la luna! ¡Oh, Cristo! ¡Tu resplandor en el mar! El mar, Surf,Tangair,Gaviota,eltrenibaacientotreintakilómetrosporhorayyocalentitodentrodelsacodedormirvolandohaciaelSur,caminodecasaapasar lasNavidades.Dehecho, no me desperté hasta las siete de la mañana cuando el tren disminuía lamarchaalentrarenLosÁngelesyloprimeroquevi,cuandomeestabaponiendoloszapatos y preparandomis cosas para bajar enmarcha, fue a un ferroviario quemesaludabadiciendo:

—¡BienvenidoaLosÁngeles!Peroteníaquesalirdeallíenseguida.Elsmogeraespeso,losojosmelloraban,el

sol calentaba, el aire apestaba, LosÁngeles es un infierno. Los hijos deCodymehabían contagiado un resfriado y tenía ese viejo virus de California y me sentíabastantemal. Con el agua que goteaba de un vagón frigorífico y que recogí en elcuenco de lasmanos,me lavé la cara y los dientes yme peiné yme dirigí a LosÁngeles para esperar hasta las siete ymedia de la tarde en que planeaba coger elmercancíasdeprimeraclase,elSilbador,hastaYuma,Arizona.Fueunhorribledíadeespera.Tomécaféenloscafetinesdelbarriochino,enlacalleMayordelaparteSur,adiecisietecentavoscadauno.

Alanochecermepusealacechodel tren.Unvagabundoestabasentado juntoaunapuertaobservándomeconespecial interés.Meacerquéahablarle.Medijoquehabíasidomarine,queeradePatterson,NuevaJersey,ydespuésdeunratosacóunpapel que a veces leía en los trenes de carga. Lo miré. Era una cita de la DighaNikaya,laspalabrasdeBuda.

www.lectulandia.com-Página84

Sonreí; no dije nada. Era un vagabundo muy hablador que no bebía, unvagabundoidealistaydijo:

—Esoes todoymegustahacerlo.Saltoa los trenesdemercancíasyrecorroelpaísypreparolacomida,quesonlatasquecalientoenhogueras.Yprefieroesoaserricoytenercasaytrabajo.Estoyencantado.Teníaartritis,yasabes,paséañosenelhospital.Encontréunmododecurarmeyentoncesmelancéalacarreterayllevoenelladesdeentonces.

—¿Quéhicisteparacurartelaartritis?Yotengotromboflebitis.—¿Deverdad?Bueno,tambiénfuncionarácontigo.Limítateaestarcabezaabajo

tresminutos al día o quizá cincominutos.Todas lasmañanas, cuandome levanto,estéenlaorilladeunríooenuntrenenmarcha,odondesea,mepongocabezaabajoycuentohastaquinientos.Son tresminutos,¿no?—Lepreocupabamuchosabersicontarhastaquinientoscostaba tresminutos.Era raro.Me figuréqueen la escuelasusnotasdearitméticanodebierondesermuybuenas.

—Sí,pocomásomenos.—Hazesotodoslosdíasytedesaparecerálaflebitislomismoqueamílaartritis.

Tengoyacuarentaaños.Tambiénteirábientomarlechecalienteymielalacostarte,yosiemprellevountarrodemiel—sacóunodesuhatillo—,ypongolalecheylamielenunalataylacaliento,ylabebo.Conesasdoscosasbasta.

—Deacuerdo—respondíprometiéndomeseguirsuconsejo,puestoqueeraBuda.El resultado fue que unos tres meses después me desapareció la flebitis y no

volvió amanifestarse nuncamás, algo realmente raro.En realidad, desde entoncessiemprequeintentocontárseloalosmédicosnomedejanseguirporquepiensanqueestoy loco.Vagabundo delDharma,Vagabundo delDharma.Nunca olvidé a aquelinteligenteexmarinejudíodePatterson,NuevaJersey,quienquieraquefuese,consupapel que leía por la noche junto a las rezumantes plataformas de los complejosindustrialesdeunaNorteaméricaquetodavíaeslaNorteaméricamágica.

AlassieteymediallegómiSilbadorylosguardagujaslorevisabancuandomeescondí en unos matorrales para subirme a él, parcialmente oculto tras un postetelefónico.El tren se puso enmarcha sorprendentemente deprisa, enmi opinión, ycargadoconlosveintitantoskilosdemochila,corrítrasélhastaqueviunaagradablebarraymeagarréaellaysalté.Subíhastaeltechodelfurgónparatenerunabuenavistadeltrenenteroyverdóndeestabaelvagónplataforma.Sagradohumoychispascelestiales;peroencuantoeltrenadquiríavelocidadysalíadelaestaciónviquesetrataba de un hijoputamercancías con dieciocho vagones cerrados. Íbamos a unostreintakilómetrosporhorayteníaquesaltarojugarmelavidaporquedentrodeunmomentoeltreniríaporlomenosacientotreintaytendríaquemantenermesujetoaloquefuera(algoimposibleenel techodeunfurgóncerrado),asíquebajépor lasbarras metálicas, después de haber soltado la hebilla de mi correa que se había

www.lectulandia.com-Página85

enganchado en el techo, yme encontré agarrado a la barramásbaja y dispuesto asaltar…, pero el tren iba demasiado deprisa. Puse a un lado lamochila y la sujetétranquilamente con lamanoy luego tomé la loca decisión de saltar esperando quetodosalierabienymetambaleéunoscuantospasosymeencontrésanoysalvoenelsuelo.

PeroahoraestabacincokilómetrosdentrodelajunglaindustrialdeLosÁngelesenmediodeunanochedominadaporelsmogquemeahogabayprovocabanáuseasytuvequedormirtodalanochejuntoaunacercadealambredeespino,enunazanjapróximaalasvías,despertándomecadapocoelfollónquearmabanlosguardagujasdel Southern Pacific y Santa Fe que andaban por allí, hasta que el ambiente sedespejóamedianocheyempecéarespirarmejor(pensabayrezabadentrodelsacodedormir).Peroenseguidavolvieronlanieblayelsmogy,alamanecer,unaespantosanube húmedamuy blanca, y hacía demasiado calor para dormir dentro del saco yfueraresultabamuydesagradable;lanocheentera,pues,fuehorrible,siseexceptúaelamanecerenqueunpájaromebendijoconsustrinos.

Lo único que podía hacer era largarme de Los Ángeles. De acuerdo con lasinstrucciones demi amigo estuve cabeza abajo, apoyado contra una valla para nocaerme.Esohizoquemejorarademi resfriado.Luegocaminéhasta la estacióndeautobuses(cruzandovíasycallesapartadas)ycogíunautobúsbaratoparahacerloscuarenta kilómetros hasta Riverside. Unos de la pasma miraron recelosamente lamochila que llevaba a la espalda.Todo quedaba lejísimos de la cómoda pureza deestarconJaphyRyderenaquelpradode lamontañabajo laspacíficasycantarinasestrellas.

www.lectulandia.com-Página86

17

MellevócuarentakilómetrosjustossalirdelsmogdeLosÁngeles;enRiversideelsolbrillabalimpioyclaro.Meanimóverunhermososaucesecoconarenablancay un hilo de río en el medio cuando pasábamos por el puente a la entrada deRiverside.Estababuscandomiprimeraoportunidaddepasarlanochealairelibreyponerapruebamisnuevasideas.Peroenlacalurosaestacióndeautobusesmeviounnegro y se fijó en la mochila y se me acercó y dijo que en parte era mohawk, ycuandolerespondídiciéndolequepensabavolverporlacarreteraparadormirenellechosecodelrío,dijo:

—No,señor,nopuedehacerlo,lospolicíasdeestesitiosonlospeoresdetodoelestado. Si te ven allí abajo te encerrarán,muchacho—siguió—, también amímegustaríadormiralairelibre,peroesilegal.

—EstonoeslaIndia—ledijepicado,ymealejédispuestoaintentarlo.Eracomoel vigilante de la estación de San José; pero aunque fuera ilegal y trataran dedetenerme, lo único que podía hacer era intentarlo y mantenerme oculto. Me reípensandoenloquesucederíasiyofueraFuke,elsabiochinodelsiglonovenoqueandaba por China agitando sin parar una campanilla. La única alternativa que sepresentabadedormiralairelibre,cogertrenesdemercancíasyhacerloquemedieralagana,locomprendíperfectamente,erasentarmejuntoconotrasmilesdepersonasdelantedeunaparatodetelevisiónenunacasadelocos,dondeseríamos«vigilados».Entréenunsupermercadoycompréjugoconcentradodenaranjayquesocremosoypan blanco, con lo que pensaba alimentarme hasta el día siguiente en que haríaautostopdesdeelotroextremodelaciudad.Vimuchoscochespatrulladelapasmaycómo me miraban con recelo: policías delgados, bien pagados y alimentados, encochesúltimomodelocontodosaquellosequiposderadiotancarosevitandoquelosbhikkhusdurmieranensuterritorioaquellanoche.

En el bosque que había junto a la autopista lancé una mirada atenta paraasegurarmedequenohabíacochespatrullaa lavistaymemetídecididoentre losárboles.Habíamuchamalezasecaycaminéaplastándolasinmolestarmeenbuscarelsendero. Me dirigí decidido hacia las doradas arenas del lecho seco del río quedistinguíaallídelante.Elpuenteestabatendidosobrelamalezaynadiemepodíaveramenosquesepararaymirarahaciaabajo.Comouncriminalmeabrípasoentrelafrágilmaleza y salí sudando de allí ymemetí hasta el tobillo en zanjas llenas deagua, y luego, cuando encontré un sitio despejado, entré en una especie debosquecillo de bambúes; dudé y no encendí una pequeña hoguera hasta queanocheció y nadie podía ver el humo, y tuve cuidado de que no hubiera muchasllamas.Extendímiimpermeableconelsacodedormirencima,ytodosobreunlechodehojassecasybambúes.Losálamosamarillosllenabanelairedelatardedehumo

www.lectulandia.com-Página87

doradohaciendoquemeparpadearanlosojos.Eraunsitioagradablesiseexceptúaelrugidodeloscamionesquepasabanporencimadelpuente.Memolestabanbastantela cabeza y los senos nasales y estuve cabeza abajo unos cinco minutos. Me reí:«¿Quépensaríalagentesimeviera?»

Peroaquellonoteníanadadecómico,mesentíatriste,realmentetriste,comolanocheanteriorenaquelhorribleparaje llenodenieblade lazona industrialdeLosÁngeles, cuando de hecho había llegado a llorar un poco. Después de todo, unhombresinhogartienederechoallorar,puestodaslascosasdelmundoselevantancontraél.

Oscureció.Saquéuna tarteray fui a buscar agua, pero tuveque atravesar tantamaleza que cuando volví a donde había acampado la mayoría del agua se habíaderramado.Mezclé enmi nueva batidora de plástico el agua con zumo de naranjaconcentradoymepreparéunanaranjadafría, luegoextendíelquesosobreelpanycomíencantado.

«Esta noche—pensé— dormiré mucho y rezaré bajo las estrellas para que elSeñor me conceda la Budeidad una vez que mi trabajo de Buda esté terminado,amén».

YcomoeranlasNavidades,añadí:«Que elSeñor os bendiga a todosyhagadescender una tiernay felizNavidad

sobre vuestros techos y espero que los ángeles se sienten en ellos la noche de lagrandeyauténticaEstrella,amén».

Y más tarde, metido en el saco de dormir, pensé mientras fumaba: «Todo esposible.YosoyDios,soyBuda,soyunRaySmithimperfecto,todoalmismotiempo,soyunespaciovacío,soytodaslascosas.Tengotodoeltiempodelmundodevidaavida para hacer lo que hay que hacer, para hacer lo que está hecho, para hacer lohecho sin tiempo, un tiempo que por dentro es infinitamente perfecto. ¿Para quéllorar?¿Paraquépreocuparse?Perfectocomolaesenciadelamenteylasmentesdelascáscarasdeplátano».

YañadíesoriendoalrecordaramispoéticosamigoslunáticoszenVagabundosdelDharmadeSanFranciscoalosqueempezabaaechardemenos.YtambiénañadíunabreveoraciónporRosie.

«Sivivierapodríahabervenidoconmigoaquí,quizáhubierapodidodecirlealgo,hacerquevieralascosasdemododiferente.Alomejorsólohubierahechoelamorconellasindecirlenada».

Pasélargoratomeditandoconlaspiernascruzadas,peroelruidodeloscamionesmemolestaba.Prontosalieronlasestrellasymipequeñahogueralesmandóunpocodehumo.Medeslicédentrodelsacohacialasonceydormíbien,salvoporlostrozosdebambúquehabíadejadodelashojasyquemehicierondarvueltasdurantetodalanoche.

www.lectulandia.com-Página88

«Esmejor dormir en una cama incómoda libre que dormir sin libertad en unacamacómoda».

Pensabaentodotipodecosassegúnibapasandoeltiempo.Habíaempezadounanuevavidaconminuevoequipo:eraunDonQuijotetierno.Porlamañanamesentíabienyloprimeroquehicefuemeditaryrezarunpoco:

«Bendigo todas las cosas vivas. Os bendigo en el presente interminable, osbendigoenelfuturointerminable,amén».Yestabreveoraciónhizoquemesintierabienyasíseguíacuandoempaquetétodasmiscosasyfuiatrompiconeshastaelaguaquebajabadeunarocaalotroladodelaautopista.Unaguademanantialdeliciosacon la que me lavé la cara y los dientes y bebí. Entonces estaba preparado pararecorrer haciendo autostop los cerca de cinco mil kilómetros hasta RockyMount,CarolinadelNorte,dondemeesperabamimadre,seguramentelavandolosplatosensuqueridaypobrecocina.

www.lectulandia.com-Página89

18

La canción que estaba de moda por entonces era una de Roy Hamilton:«Everybody’s Got a Home but Me» («Todos tienen casa menos yo»). Yo ibacantándolamientrasatravesabaRiverside.Enelotroextremode laciudadmesituéen la autopista y me recogió una pareja de jóvenes que me llevaron hasta unaeropuertoqueestabaaunosochokilómetros,ydesdeallí fuiconun tipobastantecalladohastaBeaumont,California,peromedejóaunosseisosietekilómetrosdelcentro, en una autopista de dos direcciones donde nadie se paraba, así que decidícaminar en aquel aire hermoso y resplandeciente. En Beaumont comí perritoscalientes,hamburguesasyunabolsadepatatasfritasybebíunbatidodefresaentrejóvenesestudiantes.Luego,enelotroextremodelaciudad,merecogióunmexicanoquesellamabaJaimyyquemedijoqueerahijodelgobernadordeBajaCalifornia,México,peronolecreí.Eraunborrachuzoyquisoquelecompraravinoqueterminóvomitandoporlaventanillasindejardeconducir:untriste,hundidoydesamparadojoven de ojos melancólicos y muy bonitos, algo loco. Se dirigía a Mexicali quequedabaunpocoapartadodemicamino,aunqueestabalobastantecercadeArizonacomoparaquemevinierabien.

EnCalexicolagenteandabahaciendolascomprasdeNavidadporlacalleMayoryhabíaincreíblesbellezasmexicanasasombrosamenteperfectasqueibanmejorandotantoquecuandolasprimerasvolvíanapasarhabíanquedadoborradasenmimente.Yoandabaporallímirándolotodo,tomandounhelado,yesperandoaJaimyquedijoque tenía que hacer una gestión y que luegome recogería de nuevo yme llevaríapersonalmente a Mexicali, México, donde me presentaría a sus amigos. PlaneabacenarbienybaratoaquellanocheenMéxico,yluegoseguirviaje.Jaimynovolvióaaparecer, claro. Crucé la frontera andando y doblé a la derecha por una callejaestrecha para evitar la calle de los vendedores ambulantes, y fui inmediatamente acambiarelaguaalcanarioenunaobra,perounvigilantemexicanolococonuniformeconsideróqueaquelloeraunagraninfracciónymedijoalgo,ycuandoledije«Nosé»(enespañol),respondió:«Nosabes,¿policía?»(tambiénencastellano);¡yeltipoamenazabaconavisaralapasmasóloporqueyohabíameadoenaquellosescombros!Peroluegomedicuenta,ymeentristeció,dequehabíameadojustoenelsitiodondeélsolíahacerfuegoporlanoche:habíarestosdemaderacarbonizados.Seguíporlacalle embarrada sintiéndome realmente mal y triste, con la enorme mochila a laespalda,mientraselvigilantememirabaconexpresióntristísima.

Lleguéaunacolinayvigrandescaucesllenosdebarro,conhedoresycharcosyespantosossenderosconmujeresyburrosrenqueandoalatardecer;unviejomendigochinomexicanome llamólaatenciónynosdetuvimosacharlar,ycuando lecontéque quería dormir por allí (de hecho estaba pensando en ir un pocomás allá, a la

www.lectulandia.com-Página90

laderadelasmontañas),memiróhorrorizadoy,comoerasordomudo,hizogestosdequepodíanrobarmelamochilaymatarmesi lohacía,ymedicuentaenseguidadequeteníarazón.YanoestabaenNorteamérica.Aunouotroladodelafrontera,encualquierpartedondemetieralasnarices,unhombresinhogarestabaconelaguaalcuello. ¿Dónde encontraría un bosquecillo tranquilo en el quemeditar y vivir parasiempre? Después de que el viejo intentara contarme su vida por señas, me alejéagitandolamanoysonriendoycrucélallanurayunestrechopuentesobrelasaguasamarillentas y llegué al barrio pobre de casas de adobe deMexicali, donde comosiempre la alegríamexicaname encantó, y comí una deliciosa cazuela de sopa decocido con trozos de cabeza y cebolla cruda, pues en la frontera había cambiadoveinticinco centavos por tres pesos en billetes y unmontón demonedas enormes.Mientrascomíaenelpequeñomostradordebarrodelacalle,observéalagente,losperrosmiserables,lascantinas,lasputas,oílamúsica,pasabantiposindolentesporlaestrechacarreterayalotroladodelacallehabíauninolvidableSalóndeBellezaconunespejosinmarcoenunaparedvacíaysillasyunabellezadediecisieteañosconelpeloconrulossoñandodelantedelespejo,peroteníaalladounviejobustodeyesoconunapeluca,ydetrásuntipoenormeconbigoteyunjerseydeesquíhurgándoselosdientesyunchavaldelantedelespejodelasilladealladocomiendounplátano,yen la acera había unos cuantos niños reunidos como delante de un cine y pensé:«Vaya,Mexicali enteroun sábadopor la tarde.Gracias,Señor, por devolverme lasganas de vivir, por tus formas siempre recurrentes en Tu Vientre de FertilidadExuberante».

Todasmislágrimasnoeranenvano.Alfintodofuncionaba.Despuéscallejeéycompréunaespeciederosquillacaliente,luegodosnaranjasa

unachica,yvolvíacruzarelpuentealcaerlatardeymedirigícontentoalafrontera.Pero allí me detuvieron tres desagradables guardias norteamericanos y registraronhoscostodalamochila.

—¿QuéhacompradoenMéxico?—Nada.No me creían. Siguieron registrando. Después de manosear los paquetes de

patatasfritasdeBeaumontquemehabíansobradoylasuvaspasasyloscacahuetesylaszanahorias,ylaslatasdecerdoyjudíascompradasparaelcamino,ylosbollosdepan integral, seasquearonymedejaronseguir.Eradivertido,deverdad;esperabanencontrar una mochila llena de opio de Sinaloa, seguro, o yerba de Mazatlán, oheroína de Panamá. A lo mejor creían que venía caminando desde Panamá. Noconseguíansituarme.

FuialaestacióndelosautobusesGreyhoundycompréunbilletehastaElCentroy laautopistaprincipal.PensabacogerelFantasmadeMedianocheparaArizonayestar enYuma aquellamismanoche y dormir en el cauce delColorado, que hacía

www.lectulandia.com-Página91

tiempoquemeatraía.Perolascosasseestropearon;enElCentrofuialaestaciónyanduveporallí,yporfinhabléconunmaquinistaquehacíaseñalesaunamáquinaenmaniobras.

—¿DóndeestáelSilbador?—NopasaporElCentro.Mesorprendiómiestupidez.—ElúnicomercancíasquepuedescogerpasaantesporMéxico,luegoporYuma,

peroteencontrarányteecharánapatadasyterminarásenuncalabozomexicano,tío.—YatengobastantedeMéxico,gracias.Asíquemefuialcrucedelpueblodondeloscochesdoblanhaciaeleste,camino

deYuma,yempecéahacerautostop.Duranteunahoranotuvesuerte.Derepente,ungrancamiónseparóallado;elchófersebajóysepusoarebuscarenunamaleta.

—¿Vahaciaeleste?—pregunté.—EncuantomediviertaunpocoenMexicali.¿ConocesalgodeMéxico?—Vivíallíaños.Memiróde arriba abajo.Eraunbuen tipo,gordo, alegre,delMedioOeste.Le

gusté.—¿Qué teparece simeenseñasalgodeMexicali estanochey luego te llevoa

Tucson?—¡Estupendo!Subimos al camión y volvimos directamente a Mexicali por la carretera que

acababaderecorrerenautobús.PeromerecíalapenallegarhastaTucson.Aparcamosel camión en Calexico, que ahora estaba tranquilo, eran las once, y pasamos aMexicaliy leapartéde lascasasdeputaspara turistasy le llevéa losauténticosyviejossalonesmexicanosdondehabíachicasquebailabanporunpesoy tequiladeverdad y diversión amontones. Fue una noche estupenda; el camionero bailó y sedivirtió, se hizo una foto con una chica y se bebió unos veinte tequilas. En undeterminadomomentode lanochesenosunióun tíodecolorqueeraalgomaricapero terriblemente divertido y nos llevó a una casa de putas, y luego, cuandosalíamos,unpolicíamexicanolequitósunavajaautomática.

—Eslaterceranavajaqueestoshijoputasmequitanestemes—dijo.Por lamañana, Beaudry (el camionero) y yo volvimos al camión con los ojos

hinchadosyresacayélnoperdiótiempoysedirigiódirectamenteaYumasinvolveraElCentropor la estupendaautopista98 sin tráficoy rectadurantemásdecientocincuenta kilómetros llegando a Gray Wells a ciento treinta por hora. EnseguidallegaríamosaTucson.HabíamostomadounalmuerzoligeroenlasafuerasdeYumayahoradecíaqueteníaganasdeunabuenachuleta.

—Lo malo es que en estos sitios para camioneros nunca tienen las grandeschuletasqueamímegustan.

www.lectulandia.com-Página92

—Bueno, pues sólo tienes que aparcar el camión delante de uno de esossupermercadosdeTucsonquehay junto a la autopista y te comprouna chuleta decincocentímetrosdegrosorynosparamoseneldesiertoyenciendounahogueraytepreparolamejorchuletadetuvida.

Nomecreía,peroasílohice.DejadasatráslaslucesdeTucsonenunatardecerrojofuegosobreeldesierto,sedetuvoyencendíunahogueraconramasdemezquite,añadiendoramasmayoresyluegotroncossegúnseibahaciendodenoche,ycuandolasbrasasestuvieronlistastratédeponerlacarneencimasujetaenunespetón,peroéstesequemó,asíquefreílasenormeschuletasensupropiagrasaenmimaravillosasarténnuevaylediminavajayselazampabadiciendo:

—Ñam,ñam,eslamejorchuletaquehecomidoenmivida.Tambiénhabíacompradoleche,asíque teníamossólochuletasy leche,ungran

banquete de proteínas, sentados allí en la arena mientras los coches pasabanzumbandoporlaautopistajuntoanuestrapequeñahoguera.

—¿Dónde aprendiste todas estas cosas tan divertidas? —me dijo, riendo—.Bueno, ya sabes que cuando digo divertidas no las desprecio para nada, sé lo quevalen.Aquíme tienesmatándomeconeste trastoyendoyviniendodeOhio aLosÁngelesyganomásdeloquetúhastenidoentodatuvidadevagabundo,peroereselúnicoquedisfrutalavida.Y,nosóloeso,ademáslohacessintrabajarninecesitarunmontóndedinero.Vamosaver,¿quiénesmáslisto,túoyo?

YteníaunapreciosacasaenOhio,ymujer,hija,árboldeNavidad,doscoches,garaje,césped,cortadoradecésped,peronopodíadisfrutardenadadeesoporquedehechonoera libre.Era la tristeverdad.Noquierodecirqueyofueramejorqueél,nadadeeso,erauntipoestupendoyyolegustabayélmegustabaydijo:

—Bien,voyadecirteunacosa,¿quéteparecesitellevohastaOhio?—¡Estupendo! Así casi me dejarás en casa. Voy al sur de allí, a Carolina del

Norte.—Alprincipiodudabaenproponértelopor los tiposdel seguroMarkell, ¿sabes

quesiteencuentranviajandoconmigoperderémiempleo?—Vaya,coño…Esalgorealmentejodido.—Sin duda lo es, pero te digo una cosa, después de esta chuleta que me has

preparado,aunquehayatenidoquepagarlayo,peroquetúhascocinadoyaquíestáslavandolosplatosconarena,sólopuedodecirtequesemetanelempleoenelculo,puesahoraeresmiamigoytengoderechoallevaraunamigoenelcamión.

—De acuerdo—dije—, y rezaré para que no nos paren esos tipos del seguroMarkell.

—Si tenemos buena suerte no lo harán, pues ahora es sábado y estaremos enSpringfield,Ohio,haciaelamanecerdelmartessipisoa fondoeste trastoyesoesmásomenosloquedurasufindesemana.

www.lectulandia.com-Página93

¡Yvayasipisóafondoel trasto!DesdeaqueldesiertodeArizonazumbamosatravésdeNuevoMéxico, tomamoselatajoquellevadeLasCrucesaAlamogordo,donde hicieron explotar la primera bomba atómica y donde yo tuve una extrañavisión cuando pasábamos a toda velocidad: al ver las nubes por encima de lasmontañas de Alamogordo parecía que tenían impresas en el cielo estas palabras:«EstoeslaImposibilidaddelaexistenciadetodo».

¡Extrañolugarparaaquellavisiónrealmenteextraña!Yluegoselanzóatravésdela hermosa comarca india deAtascadero, en las alturas deNuevoMéxico, y habíahermosos valles verdes y pinos y ondulados prados como en Nueva Inglaterra, yluegobajamosaOklahoma(enlasafuerasdeBowie,Arizona,echamosunsueñecitoalamanecer,élenelcamión,yoenmisacodedormirsobrelafríaarcillarojasinmástechoqueelbrillodelasestrellasyalrededorelsilencioyenladistanciauncoyote),y enseguida atravesamos Arkansas y devoramos ese estado en una tarde y luegoMissouriySanLuis,ypor finel lunespor lanocheatravesamos Illinoise IndianacomounaexhalaciónyentramosenelqueridoynevadoOhiocontodaslaslucesdeNavidadenlasventanasdeviejasgranjasquellenaronmicorazóndealegría.

«Uf—pensé—.Todoel largocaminodesde loscálidosbrazosde laschicasdeMexicalihastalasnievesnavideñasdeOhiodeuntirón».

Beaudry teníauna radioenel salpicaderoy la tuvo funcionandoa topedurantetodoelviajetambién.Nohablamosmucho,devezencuandoélgritabacontándomeuna anécdota, y tenía una voz tan potente que llegó a perforarme el tímpano (elizquierdo)ymedolió,haciéndomepegarunsaltodemediometroenelasiento.Erafabuloso. Hicimos un montón de buenas comidas también en varios de susrestaurantes favoritos de la carretera, una de ellas en Oklahoma, donde comimoscerdo al horno y boniatos dignos de la propia cocina de mi madre, comimos ycomimos,élsiempreteníahambre,yyotambién,estábamoseninviernoyhacíafríoyeraNavidadenloscamposylacomidaerabuena.

En Independence, Missouri, hicimos nuestra única parada para dormir en unahabitación;eraunhoteldecasicincodólaresporpersona,loqueresultabaunrobo,peroélnecesitabadormiryyonopodíaesperarleenelcamiónbajocero.Cuandomedespertéporlamañana,miréafuerayviatodoslosjóvenesambiciososcontrajequeiban a trabajar a las compañías de seguros esperando llegar a ser algún día comoHarry Truman. Hacia el amanecer del martes Beaudry me dejó en las afueras deSpringfield,Ohio,enmediodeunaterribleoladefrío,ynosdijimosadiósuntantotristes.

Fui a un bar, tomé un té, hice balance, fui a un hotel y dormí profundamenteagotado. Después adquirí un billete para RockyMount, puesto que era imposiblehacer autostopdeOhioaCarolinadelNortepor todaaquella regiónmontañosaeninviernoatravesandoBlueRidgeytodo.Peromeimpacientéydecidíhacerautostop

www.lectulandia.com-Página94

de cualquier forma y pedí al autobús que se detuviera en las afueras y volvícaminandoalaestacióndeautobusesparaquemedevolvieranelimportedelbillete.Noquisierondarmeeldinero.LaconclusióndemilocaimpacienciafuequetuvequeesperarmásdeochohoraselsiguienteautobúsaCharleston,eneloestedeVirginia.EmpecéhaciendoautostopenlasafuerasdeSpringfieldesperandocogerelautobúsenunpueblodemásadelante, era sóloparadivertirme,pero semecongelaron lospiesy lasmanosesperandodepieenpequeñospueblosmelancólicosalponerseeldía.Unvehículomellevóaunpueblecitoyallímequedéesperandojuntoalaoficinadetelégrafosquetambiénhacíadeestación,hastaquellegómiautobús.ResultóqueelautobúsibaabarrotadoymarchólentamenteporlazonamontañosadurantetodalanocheyalamanecersubióalasalturasdeBlueRidge,unabellaregiónconmuchosárboles entonces bajo la nieve; luego, tras un día entero de detenerse y seguir,detenerse y seguir, bajamos lasmontañas hastaMount Airy, y por fin, al cabo desiglos, llegamos a Raleigh donde cambié a mi autobús local y di instrucciones alconductordequemedejara enuna carreterade segundoordenque serpenteaunoscinco kilómetros a través de bosques de pinos hasta la casa de mi madre en BigEasonburgWoods,queesuncrucecercanoaRockyMount.

MedejóallíhacialasochodelatardeyanduveloscincokilómetrosporlaheladaysilenciosacarreteradeCarolinabajolaluna,observandoaunreactorquepasóporencima, su esteladerivóa travésde la carade la lunay cortó endos el círculodenieve. Era maravilloso haber vuelto al Este con nieve, en Navidad, con lucecitasocasionalesenlasventanasdelasgranjas,losbosquessilenciosos,loscalverosdelospinares tan desnudos y lúgubres, la vía del tren alejándose entre los bosques grisazuladohaciamisueño.

A las nueve en punto cruzaba tambaleante con todomi equipo el patio demimadreyallíestabaellajuntoalfregaderodeazulejosblancosdelacocina,fregandolosplatosyesperándomeconexpresiónacongojada(llegabaconretraso),preocupadaporsillegaríaalgunavezyprobablementepensando:

«PobreRaymond,¿porquétienequeandarsiempreporahíhaciendoautostopypreocupándometanto?¿Porquénoescomolasdemáspersonas?»

YyopensabaenJaphymientrasestabaallídepieenelfríopatiomirándolaymedecía:

«¿Por qué le molestan tanto a Japhy los azulejos blancos del fregadero y los“aparatosdecocina”comoéllosllama?Lagentetienebuencorazón,tantosivivencomo Vagabundos del Dharma como si no. La compasión es el corazón delbudismo».

Detrásde la casahabíaungranbosquedepinosdondepodríapasarme todoelinviernoylaprimaverameditandobajolosárbolesydescubriendopormímismolaverdaddetodaslascosas.Eramuyfeliz.Anduvealrededordelacasaymiréelárbol

www.lectulandia.com-Página95

deNavidadjuntoalaventana.Aunoscienmetroscarreteraabajo,lasdostiendasdelpueblo constituían una brillante y cálida escena en el, por lo demás, frío vacío delbosque. Fui hasta la caseta del perro y me encontré al viejo Bob temblando yresoplando de frío. Lloriqueó de alegría al verme. Lo desaté y ladró y saltó a mialrededoryentróconmigoenlacasadondeabracéamimadreenlacalientecocinaymihermanaymicuñadovinierondelcuartodeestarymedieronlabienvenida,ymisobrinitoLoutambién,yestabaencasadenuevo.

www.lectulandia.com-Página96

19

Todosqueríanquedurmiera en el sofádel cuartode estar junto a la acogedoraestufadepetróleo,peroyoinsistíenquequeríaquemicuartofuera(comoantes)elporche traseroconsusseisventanasdandoa losyermoscampos invernalesya lospinares demás allá, dejando todas las ventanas abiertas y extendiendomi queridosacodedormirsobreelsofáquehabíaallíparadormirsumidoenelsueñopurodelasnoches de invierno con la cabeza hundida dentro del suave calor del nailon y lasplumasdepato.Cuandoseacostaron,mepuselachaquetayelgorroconorejerasylosguantesdeferroviario,yencimadetodoesomiimpermeabledenailon,ypaseébajolaluzdelalunaporloscamposdealgodóncomounmonjeamortajado.Elsueloestaba cubierto de escarcha. El viejo cementerio, carretera abajo, brillaba con laescarcha.Los tejados de las granjas cercanas eran comoblancos paneles de nieve.Atravesé los surcos de los campos de algodón seguido porBob, un buen perro decaza, ypor el pequeñoSandy,quepertenecía a los Joyner, nuestrosvecinos, yporunos cuantos perros vagabundos más (todos los perros me quieren), y llegué allindero del bosque. Allí, la primavera pasada, había trazado un pequeño senderocuandoibaameditarbajomijovenpinofavorito.Elsenderoseguíaallí.Mientradaoficialalbosquelaconstituíanunpardepinosjóvenesquehacíandepuerta.SiemprehacíaunareverenciaallíyjuntabalasmanosydabalasgraciasaAvalokitesvaraporlamaravilladelbosque.Luegoentré,precedidoporlablancuralunardeBob,caminodemipino,dondemiviejolechodepajaseguíaestandoalpiedelárbol.Arreglémiimpermeableymispiernasymesentéameditar.

Los perros también meditaban. Todos estábamos absolutamente quietos. Elcampoenteroestabaheladoysilenciosoalaluzdelaluna,nohabíanisiquieraloslevesruidosdelosconejosolosmapaches.Unfríosilencioabsoluto.QuizáunperroladrabaaunosochokilómetroshaciaSandyCross.Sólollegabaeldébil,debilísimoruidodeenormescamionesrodandoenlanocheporla301,aunosveintekilómetros,yporsupuestoelrumorocasionaldelasmáquinasdieseldelaAtlanticCoastLine,conpasajerosomercancías,yendohaciaelnorteyel sur,aNuevaYorkyFlorida.Unanochebendita.Inmediatamentecaíenuntrancecarentedepensamientosdondedenuevosemereveló:«Estepensarhacesado».

Ysuspiréporqueyanoteníaquepensarysentíquetodomicuerposesumergíaenunabienaventuranzaenlaquenopodíadejardecreer,completamenterelajadoyen paz con todo el efímeromundo del sueño y del que sueña y del propio soñar.Acudíanademásamítodotipodepensamientos,como:«Unhombrequepracticalabondadenelcampomerecetodoslostemplosquelevantaestemundo».

YalarguélamanoyacariciéalviejoBob,quememirócontento.«Todaslascosasvivasymuertascomoestosperrosyyovanyvienensinninguna

www.lectulandia.com-Página97

duraciónosustanciapropia,Diosmío,ycontodo,posiblementeniexistamos.¡Quéextraño,quévalioso,québuenoparanosotros!¡Quéhorrorsielmundohubierasidoreal,porquesifuerareal,seríainmortal!»

Miimpermeabledenailonmeprotegíadelfrío,comounatiendadecampañaalamedida, y me quedé mucho tiempo allí sentado, con las piernas cruzadas, en losbosques invernalesdemedianoche,por lomenosunahora.Luegovolvíacasa,mecalentéconelfuegodelcuartodeestarmientraslosdemásdormían,despuésmemetíenelsacoqueestabaenelporcheymequedédormido.

LanochesiguienteeraNochebuenaylapaséconunabotelladevinodelantedelatelevisión disfrutando del programa y de la misa de gallo de la catedral de SanPatricio, en Nueva York, con obispos oficiando, y ceremonias resplandecientes yfieles;lossacerdotesconsusvestidurasdeencajeblancocomolanieveantegrandesaltaresquenoerannilamitaddegrandesquemilechodepajadedebajodelpequeñopino,me imaginé.Luego, amedianoche,muy silenciosos, lospequeñospadres,mihermana y mi cuñado, pusieron los regalos bajo el árbol, y aquello resultó másgloriosoquetodoslosGloriainExcelsisDeodelaIglesiadeRomaydetodossusobispos.

«Pues, después de todo —pensé—, Agustín era un eunuco y Francisco mihermanoidiota».

MigatoDavey,derepente,mebendijo,dulcegato,alsaltaramiregazo.CogílaBibliayleíunpocodeSanPablojuntoalaestufacalienteylaslucesdelárbol:

«Dejadquesevuelvanecioparaquepuedavolversesabio».YpenséenelbuenodeJaphyydeseéqueestuvieradisfrutandodelaNochebuena

conmigo.«Ahora ya estáis colmados—diceSanPablo—, ya os habéis vuelto ricos.Los

santosjuzgaránelmundo».Luego,enunaexplosióndehermosapoesía,máshermosaquetodaslaslecturas

depoesíadetodoslosRenacimientosdeSanFrancisco,añade:«Alimentosparaelvientre,yelvientreparalosalimentos;peroDiosreduciráa

nadaaambos».«Sí—pensé—.Sepagaconelhocicoloquetieneunavidatancorta…»Esasemanamequedésoloencasa,puesmimadretuvoqueiraNuevaYorkaun

funeral y los otros trabajaban. Todas las tardes iba al pinar con los perros, y leía,estudiaba,meditababajoelcálidosoldelinviernosureño,yluegovolvíaypreparabalacenaparatodosalatardecer.Además,instaléunacestaypracticabaelbaloncestoalapuestadelsol.Porlanoche,unavezquesehabíanacostado,volvíaalbosquebajola luz de las estrellas e incluso bajo la lluvia conmi impermeable. El bosquemeaceptaba.MedivertíaescribiendopoemasalestilodeEmilyDickinson,como:

«Enciende una hoguera, combate a los mentirosos. ¿Qué diferencia hay en la

www.lectulandia.com-Página98

existencia?» O: «Una semilla de sandía produce una necesidad, grande y jugosa,igual que la autocracia». «Que todo florezca y haya bienaventuranza por siemprejamás», rezaba en el bosque por la noche. Seguía componiendo nuevas ymejoresoraciones.Ymáspoemas,comocuandocaelanieve:

«Nofrecuente,lasagradanieve,tansuave,lasagradafuente».Yenciertaocasiónescribí: «Los Cuatro Inevitables: 1. Libros Mohosos. 2. Naturaleza sin Interés. 3.ExistenciaInsulsa.4.NirvanaVacío;¡cómpralos,muchacho!»

Oescribíaentardesaburridascuandonielbudismonilapoesíanielvinonilasoledadnielbaloncestoconseguíandominarmiperezosaperoinquietacarne:

«Nadaquehacer,¡oh,vaya!Prácticamentesólotristeza».Unatardecontemplabaalospatosenlazonadeloscerdosdelotroladodelacarretera,yeradomingo,ylospredicadoresgritabanpor radioCarolinay escribí: «Imaginaos a todos losgusanoseternosvivosymuertosylospatosseloscomen…,ahítenéiselsermóndelaescueladominical».

Enunsueñooíalaspalabras:«El dolor no es sino el soplo de una concubina». Pero en Shakespeare eso se

diría:«¡Ay,afemíaquesuenademasiadofrío!»Yentonces,derepente,unanochedespuésdecenar,cuandopaseabaporlafríay

ventosaoscuridaddelpatio,mesentítremendamentedeprimidoymetiréalsueloygrité:«¡Voyamorir!»porquenohabíanadamásquehacerenlafríasoledaddeestadura tierra inhóspita,yalmomento la suavebendiciónde la iluminación fuecomoleche en mis párpados y me sentí confortado. Y me di cuenta de que ésta era laverdadqueRosieconocía,ytambiéntodoslosdemásmuertos,mipadremuertoymihermanomuertoy los tíosy tíasyprimosmuertos, laverdadque se realizaen loshuesosdelmuertoyqueestámásalládelÁrboldeBudaydelaCruzdeJesús.Creequeelmundoesunafloretéreayvive.¡Yosabíaesto!Tambiénsabíaqueyoeraelpeorvagabundodelmundo.Laluzdeldiamanteestabaenmisojos.

Migatomaullójuntoalanevera,ansiosodeverquémaravillosodeleitecontenía.Ledidecomer.

www.lectulandia.com-Página99

20

Con el tiempomismeditaciones y estudios empezaron a dar fruto. La cosa enrealidad empezó a finales de enero, una noche muy fría en el silencio mortal delbosquecuandocasimeparecióoírunaspalabrasquedecían:«Todoestámuybien,porsiempreysiempreysiempre».

Soltéuntremendogrito,eralaunadelamadrugada,ylosperrosdieronunsaltoysemovieronalegres.Mesentícomoaullandoalasestrellas.Unílasmanosyrecé:

—¡Oh,sabioyserenoespíritudelaIluminación!Todoestámuybienporsiempreysiempreysiempreytedoylasgracias,todasmisgracias,amén.

¿Quémeimportabalatorredelosvampirosyelsemenyloshuesosyelpolvo?Mesentíalibrey,porlotanto,eralibre.

De pronto, tuve ganas de escribir aWarren Coughlin, en quien ahora pensabaintensamente,yrecordabasuhumildadysilencioentrelosinútilesgritosdeAlvahyJaphyydemímismo:

—Sí, Coughlin, ahora es reluciente y lo hemos conseguido. Hemos llevado aAméricacomounamantabrillantehastaesemásbrillanteYadeningunaparte—dije.

Enfebreroempezóahacermenosfríoyelsueloempezóaablandarseunpocoylasnochesenelbosquefueronmástibiasymissueñosenelporchemásagradables.Lasestrellasparecíanhacersemáshúmedasenelcielo,ymayores.Bajolasestrellasyodormitabaconlaspiernascruzadasjuntoamiárbolyenmiduermevelameestabadiciendo:«¿Moab?¿QuiénesMoab?»,ymedespertéconunmechóndepeloenlamano,unmechónarrancadoaunode losperros.Así,despierto, tuvepensamientoscomo:

«Todo son apariencias diferentes de lomismo,mi amodorramiento, elmechón,Moab,todounsueñoefímero.Todopertenecealmismovacío.¡Benditosea!»

Luegohicequeestaspalabrascircularanpormimenteparaadiestrarme:«Yosoyvacío,nosoydiferentedelvacío,nielvacíoesdiferenteamí,puesel

vacíosoyyo».Habíauncharcoconunaestrellabrillandoenél.Escupíenelcharco,laestrella

desaparecióyyodije:—¿Esrealesaestrella?No era inconsciente del hecho de que había un buen fuego esperando a que

volvieradeestasmeditacionesdemedianoche;meloproporcionabaamablementemicuñadoqueestabaunpocomolestoycansadodevermeporallísintrabajar.Unavezlerecitéunversodealguiensobrecómosecrececonelsufrimiento,ydijo:

—Sitúcrecesconelsufrimiento,yoyadeberíasertangrandecomoestacasa.Cuando iba a la tienda a comprar pan y leche, los tipos que estaban allí entre

cañasdepescarybarrilesdemelazamedecían:

www.lectulandia.com-Página100

—¿Quécoñohacesenelbosque?—Bueno,voyallíaestudiar.—¿Noeresyaalgomayorparaserestudiante?—Bueno,avecessólovoyallíaecharunsueñecito.Peroyolesveíaandarporelcampoeldíaenterobuscandoalgoquehacerpara

que susmujeres creyeran que eran unos hombresmuy ocupados y que trabajabanduro,ynomepodíanengañar.Sabíaqueensecretoloquequeríanerairadormiralbosque, o simplemente sentarse sin hacer nada, como hacía yo sin que me dieravergüenza. Nunca me molestaron. ¿Cómo iba a contarles que mi sabiduría era elconocimientodequelasustanciademishuesosydelossuyosydeloshuesosdelosmuertos en la tierra, que la lluvia por la noche es la sustancia común individual,perdurablemente tranquilaybendita?Que locreyeranono tampocome importaba.Una noche con mi impermeable, sentado bajo un fuerte chaparrón, compuse unacancioncillaparaacompañarelsonidodelalluviaenmicapuchadegoma:

—Las gotas de lluvia son éxtasis, las gotas de lluvia no son diferentes que eléxtasis,nieléxtasisesdiferentequelasgotasdelluvia,sí,eléxtasiseslasgotasdelluvia.¡Siguelloviendo,oh,nube!

Asíquecómopodía importarme loque losviejosmasticadoresde tabacode latiendadelcrucedijeransobremimortalexcentricidad;todosnosconvertimosenlomismoenlasepultura,además.Hastameemborrachéunpococonunodeesosviejosen una ocasión y anduvimos en coche por las carreteras de la zona y de hecho leexpliquécómomesentabaenaquellosbosquesameditaryélloentendiódeverdadydijoquelegustaríahacerlapruebasituvieratiempooconsiguierareunirelsuficientevalor,yhabíaalgodelúgubreenvidiaensuvoz.Todoelmundolosabetodo.

www.lectulandia.com-Página101

21

Llegó la primavera después de intensas lluvias que lo barrieron todo; habíacharcos marrones por todas partes en los húmedos y marchitos campos. Fuertesvientoscalientesempujaronnubesblancascomolanievepordelantedelsolyelsecoaire.Erandíasdoradosconunahermosa lunapor lanoche;hacía caloryuna ranavaliente croaba a las once de la noche en el Arroyo del Buda, donde yo habíainstaladominuevo lechodepajadebajodeunpardeárboles retorcidos juntoaunclarodelpinaryunaextensióndehierbasecayundelgadoarroyuelo.Allí,undía,misobrinito Lou me acompañó y yo cogí un objeto del suelo y lo alcé en silencio,sentadodebajodelárbol,yLou,mirándome,preguntó:

—¿Quéeseso?—Eso—lerespondíy,conunmovimientoniveladordelamano,dije—:Tathata.

—Repitiendo—:Eso…esEso.Ysólocuandoledijequeeraunapiñaconsiguióformarselaideaimaginariadela

palabra «piña», pues, de hecho, como se dice en el sutra: «La Vacuidad esDiscriminación».

Yéldijo:—Lacabezamesaltóylossesossemeretorcieronyluegolosojosempezarona

parecerpepinosyelpelounremolinoyel remolinomelamió labarbilla.—Luegoañadió—:¿Porquénohagounpoema?—Queríacelebraraquelmomento.

—Muybien,perohazloenseguida,altiempoquecaminas.—Deacuerdo…«Lospinosondulan,elvientotratadesusurraralgo,lospájaros

dicenpío,pío,pío,yloshalconesvuelanjark-jark-jark»…—¡Oye!¡Estamosenpeligro!—¿Porqué?—Elhalcón…¡jark,jark,jark!—¿Yqué?—¡Jark!¡Jark!…Nada.Tiré de mi silenciosa pipa, en paz y calma el corazón. Llamaba a mi nueva

arboleda «La arboleda del árbol gemelo», debido a los dos troncos en los quemeapoyabayqueseenredabanunoenotro;unabetoblancobrillandoporlanocheyquememostrabaamásdecienmetrosdedistanciaelsitioadonde iba,aunqueelviejoBob me mostraba el camino con su blancura a lo largo del oscuro sendero. Unsenderoenelqueunanocheperdí el rosarioquemehabía regalado Japhy,pero loencontréaldíasiguientejustoenelsendero,imaginándome:«ElDharmanosepuedeperder,nadasepuedeperderenunsenderotransitado».Entoncesyahabíamañanasde primavera con los perros felices, y yo olvidando la Senda del Budismo ylimitándomeaestarcontento;observabarevolotearalosnuevospajarillostodavíasin

www.lectulandia.com-Página102

elgrosordelverano; losperrosbostezandoycasi tragándosemiDharma; lahierbameciéndose, las gallinas cloqueando. Noches de primavera practicando el Dhyanabajolanebulosaluna.Veolaverdad:

«Aquí,esto,esEso.Elmundo,talcuales,eselCielo,yandobuscandounCielofuera de lo que hay, y sólo este mundo mezquino es el Cielo. ¡Ah, si pudieracomprender!¡Siconsiguieraolvidarmedemímismoyencaminarmismeditacionesala liberación, al despertar y a la bendición de todas las criaturas vivas, me daríacuentadequeloquehayentodasparteseséxtasis!»

Tardes que se alargaban y yo simplemente sentado en la paja hasta que mecansabade«pensarennada»ymeibaadormiryteníafugacessueñoscomoaqueltanraroquetuveunavezenqueestabaenunaespeciedeáticofantasmalygrisáceoarrastrando maletas de carne gris que me entregaba mi madre y yo me quejabaimpaciente:«¡Noquierovolverabajar!»(ahaceresetrabajomundano).Ysentíaqueentonceseraunservacíollamadoadisfrutardeléxtasisdelauténticocuerposinfin.

Díasqueseguíanadías,yyoenmono,sinpeinarme,casisinafeitar,acompañadoúnicamentedeperrosygatos,viviendootravez la felicidadde laniñez.Entretantosolicité y obtuve un puesto de vigilante de incendios para el verano en el ServicioForestal,enelpicode laDesolación,en lasAltasCascadas,estadodeWashington.AsíquedecidíqueenmarzomeinstalaríaenlacabañadeJaphyparaestarmáscercadeWashingtoncuandollegaseelverano.

Los domingos por la tardemi familia quería que fuera de paseo en coche conellos,peroyopreferíaquedarmeencasasolo,yellosseenfadabanydecían:

—Pero¿quéesloquetepasa?Ylosoíadiscutiren lacocinasobre la inutilidaddemibudismo,y luego todos

subían al coche y semarchaban y yo iba a la cocina y cantaba: «Lasmesas estánvacías, todossehan ido»,con lamúsicade«You’reLearning theBlues»,deFrankSinatra.

Mesentíalocoderemateydelomásfeliz.Losdomingosporlatarde,pues,ibaamibosqueconlosperrosymesentabayponíalaspalmasdelamanohaciaarribayrecibíapuñadosdeardientesolenellas.

«Elnirvanaeslapataquesemueve»,decía,alverlaprimeracosaquevicuandoabrí losojosdespuésde lameditación,yqueera lapatadeBobmoviéndoseen lahierbamientraselperrosoñaba.Despuésvolvíacasapormiclaro,puro,transitadosendero, esperando la noche en la que vería de nuevo a los innumerables budasocultosenelairealaluzdelaluna.

Pero mi serenidad quedó definitivamente interrumpida debido a una curiosadiscusiónconmicuñado;empezóaquejarsedequedesatabaaBobymelollevabaalbosque.

—Hegastadodemasiadodineroeneseperroparaqueahoravengasylosueltes.

www.lectulandia.com-Página103

—¿Te gustaría a ti estar sujeto a una cadena el día entero y llorar como esteperro?—ledije.

—Amínomemolesta—respondió.—Yamínomeimporta—añadiómihermana.Meenfadétantoquemelarguéalbosque,yeraundomingoporlatardeydecidí

quedarmesentadoallísincenarhastamedianoche,yentoncesvolveryrecogermiscosasymarcharme.Peroalaspocashorasmimadreyameestaballamandodesdeelporchetraseroparaquefueraacenar,yonoqueríairy,porfin,elpequeñoLouvinohastamiárbolymepidióquevolviera.

Enelarroyohabíaranasquecroabanenlosmomentosmásrarosinterrumpiendomimeditación como a propósito, y una vez en plenomediodía una rana croó tresvecesysequedóensilencioelrestodeldía,comotratandodeexplicarmeLaTripleVía.Ahoralaranacroóunavez.SentíqueeraunaseñalquesignificabalaúnicaVíade la Compasión, y volví decidido a olvidar todo el asunto; hastami pena por elperro. ¡Qué sueño tan triste e inútil!Denuevo en el bosque aquellamismanoche,pasandolascuentasdelrosario,formuléoracionescuriosascomoéstas:

«Mi orgullo ha sido herido, eso es vacuidad; mi interés es el Dharma, eso esvacuidad;mesientoorgullosodemiafectoporlosanimales,esoesvacuidad;miideadelacadena,esoesvacuidad;lacompasióndeAnanda,hastaesoesvacuidad».

Quizásihubieraestadoporallíunviejomaestrozenlehabríadadounapatadaalperro encadenado para que todos tuvieran un súbito atisbo de iluminación. Meesforzabapor librarmede la idea de personas y perros, y demímismo.Me sentíaprofundamente dolido debido almolesto asunto aquel de intentar negar lo que eraevidente.Encualquiercaso,fueuntiernoylevedramadedomingoenelcampo.

«Raymondnoquiereencadenaralperro».Yentonces,derepente,bajoelárbol,de noche, tuve una idea asombrosa. «¡Todo está vacío, pero iluminado! Las cosasestánvacíaseneltiempo,elespacioylamente».

Loconcretétodo,yaldíasiguiente,sintiéndomemuyalegre,consideréquehabíallegadoelmomentodeexplicárselotodoamifamilia.Serieronmásqueotracosa.

—¡Pero escuchad! ¡No! ¡Mirad! Si esmuy fácil, dejad que os lo explique delmodomássencilloyconcisoquepueda.Todaslascosasestánvacías,¿noesasí?

—¿Quéquieresdecirconvacías?¿Acasonotengoestanaranjaenlamano?—Está vacía, todo está vacío, las cosas vienen pero para irse, todas las cosas

hechas tienen que deshacerse, y tienen que deshacerse simplemente porque fueronhechas.

Nisiquieraadmitióestonadie.—TúytuBuda,¿porquénosigueslareligiónconlaquenaciste?—dijeronmi

madreymihermana.—Todoseva,sehaidoya,yahavenidoysehaido—grité—.¡Ah!—mealejé

www.lectulandia.com-Página104

unospasos,regresandoenseguida—,ylascosasestánvacíasporquesemanifiestan,¿noesasí?Lasveis,peroestánhechasdeátomosquenosepuedenmedirnipesarnicoger;hastaloscientíficosmástontoslosabenahora.Nohaynadaqueencontrarenlosátomosmáslejanos,lascosassólosondisposicionesdealgoqueparecesólidoalaparecerenelespacio,nisonverdaderasnifalsas,sonpuraysimplementefantasmas.

—¡Fantasmas!—gritóasombradoelpequeñoLou.Estabadeacuerdoconmigodeverdad,peroleasustabamiinsistenciaenlos«fantasmas».

—Mira—dijomi cuñado—, si las cosas están vacías, ¿cómopuedo sentir estanaranja?Lasaboreoylatrago,¿noesasí?Respóndemeaeso.

—Tumentecrealanaranjaalverla,oírla,tocarla,olerla,gustarlaypensarenella,perosinesamente,comotúlallamas,lanaranjanoseríavista,nioída,nigustadanitan siquiera mentalmente apreciada, porque de hecho ¡esa naranja depende de tumente para existir! ¿No lo ves? Por símisma es una no-cosa, en realidad es algomental,sólolavetumente.Enotraspalabras:estávacíaydespierta.

—Bien,aunsiendoasí,siguesininteresarme.Volvíaquellanochealbosquellenodeentusiasmoypensé:«¿Quésignificaque

meencuentreenestemundosinfin,pensandoenquesoyunhombresentadobajolasestrellaseneltechodelmundoy,sinembargo,enrealidadvacíoyalertaenmediodelavacuidadeiluminacióndetodo?Significaqueestoyvacíoeiluminado,queséqueestoyvacío, iluminado,yquenohaydiferenciaentreyoy todo lodemás.Enotraspalabras, significaquemeheconvertidoen lomismoque todo lodemás.SignificaquemeheconvertidoenunBuda».

Lo sentí de verdad y creí en ello y me regocijé pensando en que tenía quecontárseloaJaphyencuantovolvieraaCalifornia.

—Por lomenos,meescuchará—murmuréysentíaunagrancompasiónpor losárboles: éramos lamisma cosa; acaricié a los perros quenuncadiscutían conmigo.TodoslosperrosamanaDios.Sonmáslistosquesusamos.Selodijea losperrostambién,ymeescuchabanconlasorejastiesasylamiéndomelacara.Lesdabaigualunacosaqueotracontaldequeyosiguieraallí.SanRamóndelosPerros,esoesloquefuiaquelaño,anoserquefueranadieonada.

A veces en el bosque me limitaba a sentarme y a mirar las cosas tratando deadivinar el secreto de la existencia. Miraba los santos, los largos, los amarilloshierbajosdobladosqueantemíconstituíanunaesteradehierbaSededelTathagatadelaPurezamientrasseñalabanentodaslasdireccionesycharlabanvolublescuandoelviento dictaba Ta, Ta, Ta, en grupos chismosos con algunos de estos hierbajossolitarios orgullosos demostrarse aparte, o enfermos ymediomuertos y caídos, laentera congregación de los hierbajos vivos al viento de pronto sonando comocampanasysaltandoexcitadosytodoamarilloypegadoalatierraypiensoEstoes.

—Rop rop rop —grito a los hierbajos, y se muestran a barlovento alargando

www.lectulandia.com-Página105

sondas inteligentes para señalar y tentar y engañar; algunos introduciendo en laflorecida imaginación la perturbadora idea, húmeda de tierra, de que habíanconvertidoenkarmasuspropiasraícesytallos…Eramágico.Meduermoysueñolaspalabras:«Graciasaestasenseñanzas,laTierrallegaráasufin»,ysueñoquemamáasiente solemnemente con toda la cabeza, ejem, y los ojos cerrados. ¿Qué meimportabantodasaquellasmolestasheridasyaburridasinquietudesdelmundo?Loshuesoshumanosnosonmásquevanaslíneasquesedesvanecen,eluniversoenterounvacíomoldedeestrellas.

«SoyunaRataBhikkhuVacía»,soñé.¿Qué me importaba el graznido del pequeño uno mismo que vaga por todas

partes? Me ocupaba de la manifestación, desasimiento, separación, surgimiento,aparición,rechazo,inanidad,alejamiento,extincióndelrompimientocontodo,fuera,fuera,atrás,chas,chas.

«El polvo de mi pensamiento reunido dentro de un globo—pensé—, en estasoledadsintiempo»,yenrealidadsonreíporquealfinestabaviendolablancaluzentodaspartes,entodaslascosas.

El viento cálido hizo hablar profundamente a los pinos una noche en queempezaba a experimentar lo que se llama «Samapatti», que en sánscrito significaVisitasTrascendentales.Teníalamenteuntantoadormecida,perofísicamenteestabadespiertodel todoallí sentadoderechobajomi árbol cuando,de repente, vi flores,montañas de ellas color rosa, rosa salmón, en el chisss del silencioso bosque(conseguir el nirvana es como localizar el silencio) y vi una antigua visión delDipankara Buda que era el Buda que nunca decía nada, a Dipankara como unaenormeynevadaPirámideBudaconespesasynegrascejasenmarañadas,igualqueJohn L. Levis, y una mirada terrible, todo en un sitio antiguo, un campo antiguonevadocomoAlban(«Unnuevocampo»,habíagritadolapredicadoranegra),todalavisiónerizándomeelpelo.Recuerdoelextrañoymágicogritofinalqueevocóenmí,signifiqueloquesignifique:Colyalcolor.Yaquélla, lavisión,estabadesprovistadecualquier sensación de ser yomismo, era pura ausencia de ego, simplemente unasactividades etéreas e indómitas desprovistas de cualquier predicado dañino…desprovistasdeesfuerzo,desprovistasdeerror.

«Todo es perfecto—pensé—.La forma es vacuidad y la vacuidad es forma, yestamosaquíparasiempreenunauotraforma,queesvacía.Loquelosmuertoshanconseguido:estericomurmullosilenciosodelaPuraTierraIluminada».

TuveganasdegritarporencimadelosbosquesylostechosdeCarolinadelNorteanunciandolaverdadsimpleygloriosa.Luegodije:

—Tengolamochilapreparadayesprimavera,voyairalSudoeste,alastierrassecas, a la extensa y solitaria región de Texas y Chihuahua y a las alegres callesnocturnas de México, con música saliendo por las puertas, chicas, vino, yerba,

www.lectulandia.com-Página106

grandessombreros,¡viva!¿Quéimporta?Comolashormigas,quenotienennadaquehacerysepasaneldíaenteroatareadas,yonotengoquehacernadamásqueloquequierayseramabley,con todo,mantenermesin influenciasde lasconsideracionesimaginariasyrezarporlaluz.

Sentado,pues,enmiárbol-Buda,enaquel«colyalcolor»defloresrosasyrojasyblanco marfil, entre bandadas de mágicas aves trascendentes reconociendo lailuminacióndemimenteconsuavesymisteriososcantos(laalondrasinrumbo),enelperfumeetéreo,misteriosamenteantiguo,ylabeatituddeloscampos-Buda,viquemi vida era una resplandeciente página en blanco y que podía hacer todo lo quequisiera.

Algo extraño sucedió al día siguiente que ilustró el auténtico poder que habíaobtenidodeestasmágicasvisiones.Mimadrellevabacincodíastosiendoylanarizlechorreaba y ahora empezaba a dolerle la garganta tanto que sus toses resultabanpenosas y me sonaban muy mal. Decidí sumirme en un profundo trance yautohipnotizarme, recordándome: «Todo está vacío e iluminado», para averiguar elorigenycurarlaenfermedaddemimadre.Alinstante,enmisojoscerrados,tuvelavisión de una botella de brandy que luego vi que era Heet, unmedicamento parafriegas,yencimadeeso,superpuestocomoenunfundidocinematográfico,distinguíclaramenteuncuadrodeunasflorecillasblancas,redondas,depétalospequeños.Alinstantemelevanté,eramedianoche,mimadretosíaenlacama,ysalíycogívariosflorerosconcapullosquemihermanahabíacolocadoporlacasalasemanaanteriorylossaquéfuera.LuegocogíunpocodeHeetdelarmariodelasmedicinasyledijeami madre que se frotara la garganta. Al día siguiente la tos había desaparecido.Posteriormente,cuandoyamehabía idoalOestehaciendoautostop,unaenfermeraamiganuestraoyólahistoriaydijo:

—Sí,esosuenacomoaalergiaalasflores.Durante esa visión y esas actividades comprendí demodo perfectamente claro

que la gente enferma al utilizar las coyunturas físicas para castigarse a sí misma,debido a su naturaleza autorreguladora de Dios, o su naturaleza de Buda, o sunaturaleza de Alá, o de cualquier nombre que se quiera dar a Dios, y que todofunciona automáticamente de esa manera. Éste fue el primer y último «milagro»porquetemí interesarmedemasiadoporestascosasyenvanecerme.Tambiénestabaunpocoasustadodetantaresponsabilidad.

Todoslosdemifamiliaseenterarondemivisiónydeloquehabíahecho,peronoparecióinteresarlesdemasiado;dehecho,tampocomeinteresóamí.Yesoestababien. Ahora era muy rico, un supermultimillonario en gracias trascendentalesSamapatti, a causa de un karma bueno y humilde, quizá porque me habíacompadecidodel perro y perdonado a los hombres.Pero también sabía que era unheredero bienaventurado, y que el pecado final, el peor, es la integridad. Así que

www.lectulandia.com-Página107

terminaríaconaquelloymelanzaríaalacarreteraeiríaaveraJaphy.«Nodejesquelas penas te vuelvan malo», canta Frank Sinatra. Durante mi última noche en elbosque,lavísperademimarchaadedo,oílapalabra«cuerpoastral»,quesereferíaaquelascosasnodebenhacersedesaparecer,sinoquedebehacersequedespiertenasu auténtico cuerpo, a su cuerpo astral, supremamente puro. Vi que no había quehacer nada porque nunca pasa nada ni nunca pasará nada: todas las cosas son luzvacía.Asíquemefuimuyfortalecido,conmimochila,dandounbesodeadiósamimadre.Sehabíagastadocincodólaresenponerunasmediassuelasnuevasdegomacon refuerzo a mis viejas botas y ahora estaba perfectamente preparado para eltrabajodelpróximoveranoenlamontaña.NuestroviejoamigoTom,eltendero,unauténticopersonaje,mellevóensuvehículohastalaautopista64yallánosdijimosadiósconlamanoyempecéahacerautostoppararecorrerloscincomilkilómetrosdevueltaaCalifornia.RegresaríadenuevoacasalaspróximasNavidades.

www.lectulandia.com-Página108

22

Entretanto,JaphyestabaesperándomeensuagradableypequeñacabañadeCorteMadera,California.SehabíainstaladoenlafincadeSeanMonahan,enunacabañade troncos construida detrás de una hilera de cipreses sobre una escarpada colinacubierta de hierba, y también de eucaliptos y pinos, detrás de la casa principal deSean.La cabaña había sido levantada por un viejo paramorir dentro de ella, añosatrás.Estababienconstruida.Fuiinvitadoairavivirallíyquedarmetodoeltiempoquequisiera,y sinpagar alquiler.Lacabaña lahabíahechohabitable, tras añosdeabandono, Whitey Jones, cuñado de Sean Monahan, un tipo joven y muy buencarpintero,quehabíapuestoarpilleracubriendolasparedesdemaderaeinstaladounabuenaestufade leñayuna lámparadepetróleoy luegonuncavivióallí,pues tuvoqueirsea trabajar lejosdelpueblo.ConqueJaphyse trasladóallípara terminarsusestudios y llevar una maravillosa vida solitaria. Si alguien quería verlo, tenía quesubirlaempinadapendiente.EnelsuelohabíaesterasdeespartoyJaphymedijoenunacarta:

«Mesientoyfumounapipaytomotéyoigoalvientoazotarlasdelgadasramasdeloseucaliptossemejantesalátigos,yrugiralashilerasdecipreses».

Sequedabaallíhastael15demayo,fechaenquezarparíaparaJapón,dondelehabíainvitadounafundaciónnorteamericanaparaqueestuvieraenunmonasterioyestudiaraconunmaestro.

«Entretanto—escribíaJaphy—,puedesveniracompartirlalóbregacabañadeunsalvaje,convino,ychicaslosfinesdesemanaybuenacomidayunfuegodeleña.Monahan nos dará dinero para comer a cambio de que le cortemos unos cuantosárbolesdesucercadoyhagamosleñaconellosyteenseñaréaserleñador».

Durante aquel invierno, Japhy había ido en autostop a su pueblo natal delNoroeste; había atravesado la nieve Portland arriba, más allá de la zona de losglaciares azules, y finalmente estuvo en la granja de un amigo, en el norte deWashington,unsitio llamadoNooksackValley,dondesequedóunasemanaenunadestartaladacabañaderecogedordefresasescalando,además,algunosdelosmontespróximos. Nombres como «Nooksack» y «Parque Nacional del Monte Baker»,excitabanmi imaginación al evocar las hermosas y cristalinas visiones de nieve yhieloypinosdel lejanoNortedemis sueños infantiles…Peroahora estabaallí depie,enunacarreterabajoelcalordeabril,enCarolinadelNorte,esperandoquemecogieraalguien.EnseguidapasóunestudiantequemellevóhastaunpueblollamadoNashville,enplenocampo,dondemeaséalsoldurantemediahoraantesdequemerecogierauntaciturno,aunqueamable,oficialdelejércitoquemellevódirectamentehasta Greenville, en Carolina del Sur. Tras todo aquel invierno y parte de laprimaveradeincreíblepazdurmiendoenelporcheydescansandoenelbosque,las

www.lectulandia.com-Página109

molestias del autostop me resultaban peores que nunca, un auténtico infierno. Dehecho, en Greenville tuve que caminar inútilmente unos cinco kilómetros bajo elardientesol,perdidoenunlaberintodecalles,buscandounadeterminadaautopista,ypasé delante de una especie de fragua donde había tipos de color muy negros ysudorososycubiertosdecarbón,ygrité:«¡Derepenteestoyotravezenelinfierno!»cuandonotélaoleadadecalor.

Peroen lacarreteraempezóa llovery trasunascuantasetapasmeencontré,enplenanochedelluvia,enGeorgia,dondedescansésentadoencimadelamochilabajoel alero de unos viejos almacenes y bebí media botella de vino. Era una nochelluviosa,nadiemerecogió.CuandoaparecióelautobúsGreyhound,loparéyfuienélhastaGainesville.EnGainesvillepensédormir juntoa lavíadel trenun rato,peroestabaacasidoskilómetros,y justocuandodecidídormiren laestación,pasóunacuadrilladeferroviarioscaminodeltrabajoymevieron,asíquemeretiréaunsitioapartado de las vías, pero el coche de la policía andaba por allí (probablemente lehabíanhabladodemílosferroviarios,onolehabíanhablado),ytuvequeirme;encualquiercasohabíamuchosmosquitos,yvolvíalaciudadymequedéesperandoaqueme recogiera alguien a las lucesbrillantesde los restaurantesdel centro, y lospolicíassindudameveíanysinembargonomehicieronpreguntasnimemolestaron.

Peronadiemecogía,ycomoempezabaaamanecer,mefuiadormirporcuatrodólares a un hotel y me duché y descansé. Pero ¡otra vez sentí la sensación deabandonoysoledadquetuveenNavidadesdurantemiviajedevueltaalEste!Deloúnico que estaba de verdad orgulloso era de mis nuevas medias suelas y de mimochila. Por la mañana, después de desayunar en un siniestro restaurante conventiladoreseneltechoymuchasmoscas,medirigíalaardientecarreterayconseguíqueuncamioneromellevaraaFloweryBranch,Georgia;unoscuantosviajesmásmellevaronatravésdeAtlantahastaunpueblecitollamadoStonewall,dondemerecogióunsureñoenormeymuygordoconsombrerodealaanchaqueapestabaawhiskyytodoel tiempocontaba chistesy sevolvía amirarmeparaver sime reía,mientraslanzabaelcochecontra losblandos terraplenesquebordeaban lacarreteraydejabagrandesnubesdepolvoanuestraespalda,asíquebastanteantesdequellegaraasudestino,leroguéquepararayledijequequeríabajarmeacomeralgo.

—Estupendo,muchacho, comeré algo también y luego otra vez enmarcha.—Estababorrachoyconducíamuydeprisa.

—Bien,tengoqueiralretrete—dijearrastrandolaspalabras.Laexperienciamehabía jodido, asíquedecidímandar a lamierdael autostop.

TeníabastantedineroparacogerunautobúshastaElPaso,ydesdeallímededicaríaasaltar a los mercancías de la Southern Pacific que son diez veces más seguros.Además,laideadeirdirectamentehastaElPaso,Texas,bajolosclaroscielosazulesdelsecoSudoesteylosinterminablesdesiertosdondedormir,sinbofia,medecidió.

www.lectulandia.com-Página110

EstabaansiosoporencontrarmelejosdelSur,lejosdeaquellaGeorgiadeesclavos.ElautobúsllegóalascuatroenpuntoyestábamosenBirmingham,Alabama,en

plenanoche,yallíesperéelpróximoautobúsenunbancotratandodedormirconlosbrazos apoyados en la mochila, pero permanecí despierto contemplando cómopululaban lospálidos fantasmasde lasestacionesdeautobusesnorteamericanas:dehecho,unamujerpasóamiladocomounavolutadehumo,yquedédefinitivamentesegurodequenoexistía.Enlacarase lereflejaba lafefantasmalen loqueestabahaciendo… Y en la mía, por la misma razón, también. Después de Birmingham,enseguida se hallaba Luisiana y luego los campos petrolíferos del este de Texas,luegoDallas, luego un día entero de viaje en un autobús abarrotado de reclutas através de la inmensa extensión de Texas hasta El Paso, adonde llegamos haciamedianoche,yporentoncesyoestabatanagotadoqueloúnicoquequeríaeradormir.Pero no fui a un hotel, tenía que mirar por el dinero, y me eché la mochila a laespaldaymedirigídirectamentehacialaestacióndeferrocarrilparaextendermisacode dormir en algún sitio cerca de las vías. Fue entonces, aquella noche, cuandocomprendíelsueñoquemehabíahechocomprarlamochilatotalmenteequipada.

Fueunanochemaravillosaytuveelsueñomásmaravillosodemivida.Primerofuihastalasvíasyanduveporallícautelosamente,detrásdelashilerasdevagones,yal llegar al extremo oeste de la estación seguí caminando porque, de pronto, en laoscuridad, vi un desierto allí delante. Distinguía rocas, arbustos secos, montañascercanas;todovagoalaluzdelasestrellas.

«¿Porquéandarporviaductosyraíles?—pensé—.Loúnicoquetengoquehacerescaminarunpocoyestaréfueradelalcancedelosvigilantesdelaestacióny,porlomismo,delosvagabundos».

Seguí caminando por la senda principal unos cuantos kilómetros y enseguidaestuve a campo abierto en pleno desierto. Mis gruesas botas eran perfectas paracaminar entre maleza y piedras. Era cerca de la una de la madrugada y deseabadormir para dejar atrás el largo viaje desde Carolina. Por fin vi unamontaña a laderechaymegustó,despuésdehaberpasadoporunlargovalleconmuchasluces,sindudaunacárcelopenal.«Noteacerquesporahí,chaval»,pensé,yluegosubíporelcaucesecodeunarroyo;a la luzde lasestrellas, laarenay las rocaseranblancas.Subíysubí.

Depronto,mesentíencantadoaldarmecuentadequeestabacompletamentesoloy a salvo y de que nadie me iba a despertar en toda la noche. ¡Una revelaciónasombrosa!Yademás,en lamochila tenía todo loquenecesitaba;había llenadodeagua frescamibotelladeplásticoen laestacióndeautobusesantesdeponermeenmarcha.Seguí subiendopor el cauce, así que cuandoal finmedi la vueltaymiréhacia atrás, distinguí todoMéxico, todoChihuahua, el reluciente desierto de arenabrillandobajounalunaqueseponíayqueeraenormeybrillabajustoencimadelas

www.lectulandia.com-Página111

montañas de Chihuahua. Las vías de la Southern Pacific corren paralelas al RíoGrande hasta más allá de El Paso, así que desde donde estaba, en el ladonorteamericano,distinguía justohastaelríoquesepara losdospaíses.Laarenadelarroyo era suave y sedosa.Despleguémi saco de dormir yme descalcé y bebí untrago de agua y encendí la pipa yme crucé de piernas yme sentí contento.Ni elmenor sonido; en el desierto todavía era invierno. Muy lejos, sólo el ruido de laestación donde maniobraban con los vagones haciendo tremendos poms quedespertaban a todoEl Paso, pero no amí.Mi única compañía era aquella luna deChihuahuaqueseibahundiendomásymássegúnlamiraba,perdiendosublancaluzy poniéndose más y más amarilla. Sin embargo, cuando me di la vuelta paradormirme,brillabacomounfocoenlacaraytuvequeesconderlaparapoderdormir.Siguiendo con mi costumbre de poner nombre a los sitios, llamé «Quebrada delapache»aéste.Dehecho,dormíbien.

Por lamañanadescubrí el rastrodeuna serpientedecascabel en la arena,peropodríaserdelveranoanterior.Habíabastantespisadasdebotasdecazador.Elcieloeradeunazulresplandecienteaquellamañana,elsolcalentaba,habíamuchasramassecas para encender una hoguera. Tenía latas de cerdo y judías en mi espaciosamochila.Desayunécomounduque.Elúnicoproblemaeraelagua,pensé,puesmelahabíabebidotodayelsolcalentabayteníased.Subíporelsecoarroyoarribaparaexplorarloylleguéhastasunacimiento,unasólidaparedderocaacuyopielaarenaera todavía más blanda y suave que la de la noche anterior. Decidí acampar allíaquellanoche,despuésdeundíamuyagradableenelviejoJuárezdisfrutandoconlasiglesiasylascallesylacomidamexicana.Duranteunratopenséendejarlamochilaescondidaentre laspiedras,peroaunsiendopocoprobable,podíapasarporallíunviejovagabundoouncazadoryencontrarla,asíquemelaechéa laespaldaybajépor el cauce secodel arroyohasta la senday caminépor ella los cincokilómetroshastaElPaso,ydejélamochilaporveinticincocentavosenlaconsignadelaestacióndelferrocarril.Luegocrucélaciudadcaminandoylleguéalafrontera,paguéveintecentavosypaséalotrolado.

Terminóporserundíaenloquecido,aunqueempezódeunmodobastantesensatoenlaiglesiadeSantaMaríadeGuadalupe,luegodiunpaseoporelmercadoindioyme senté en los bancos del parque entre los alegres e infantiles mexicanos, perodespués vinieron los bares y unas cuantas copas de más y grité en español a losbigotudospeonesmexicanos:

—¡TodaslasgranasdearenadeldesiertodeChihuahuasonvacuidad!Yfinalmentemeuníaungrupodesiniestrosapachesmexicanosmuyrarosque

mellevaronasuchurretosachaboladepiedraymepasabanyerbaa la luzdeunasvelaseinvitaronasusamigosytodoeraunmontóndecabezasdifuminadasporlaluz de las velas y el humo.De hechome desagradó el sitio y recordémi perfecta

www.lectulandia.com-Página112

quebradadearenablancayelsitiodondedormiríaaquellanocheymedespedí.Peronoqueríanquemefuera.Unodeellosmerobóunascuantascosasdemibolsadelacompra, pero nome importó.Uno de los chicosmexicanos eramarica y se habíaenamorado demí y quería acompañarme aCalifornia. En Juárez ya era de noche;todoslosclubsnocturnosresonaban.Fuimosatomarunacervezaaunodondesólohabíasoldadosnegrosdespatarradosconchicasensusrodillas,unbardemencial,conrockandrollenlamáquinadediscos,algoasícomounparaíso.Elchicomexicanoqueríaquesaliéramosalacalleychistaraaloschavalesnorteamericanosylesdijeraquesabíadóndehabíachicas.

—Yentonces,yomelosllevoamihabitación,chisss,¡ynadadechicas!—dijoelmexicano.

Nopudedeshacermedeélhastalafrontera.Nosdijimosadiós.Peroaquéllaeralaciudaddelmalyyoteníaamisantodesiertoesperándome.

CrucélafronteracaminandoansiosamenteyatraveséElPasoyfuialaestacióndeferrocarril,recogílamochila,lancéungransuspiro,yanduvesinpausaaquelloscincokilómetros hasta el arroyo, que era bastante fácil de reconocer a la luz de laluna,ysubí,mispieshaciendoaquelsolitariozuapzuapdelasbotasdeJaphy,ymedicuentaquesindudahabíaaprendidodeJaphyelmododeexpulsaralosdemoniosdelmundoylaciudadydeencontrarmialmaauténticaypura,siemprequetuvieraunamochiladecentealaespalda.Volvíamicampamentoyextendíelsacodedormiry di las gracias al Señor por todo lo queme estaba dando. En aquelmomento, elrecuerdodetodaaquellalargaysiniestratardefumandomarihuanaconmexicanosdesombreroladeadoenunsórdidocuartoalaluzdeunasvelaseracomounsueño,unmalsueño,igualqueunodemissueñossobrelapajaenelArroyodelBuda,CarolinadelNorte.Meditéyrecé.Noexisteenelmundoningúnlugardondesepuedadormirtan bien como de noche en el desierto, en invierno, provisto de un buen saco dedormircalientedeplumadepato.Elsilencioestanintensoqueunopuedeoírrugirasu propia sangre en los oídos, aunque más fuerte que eso, y con mucho, es elmisteriosoruidoqueyosiempreidentificoconelruidodeldiamantedelasabiduría,elmisteriososonidodelpropiosilencioqueesungranChsssssssquerecuerdaalgoque parece haberse olvidado a causa de la tensión, algo que remite a los días delnacimiento. Me gustaría poder explicárselo a las personas a quienes quiero, a mimadre,aJaphy,peronoexistenpalabrasquedescribansunadaysupureza.

«¿Existeunaverdadindudableydefinidaquesepuedaenseñaratodoslosseresvivos?»,eralapreguntaqueprobablementesehacíaDipankara,eldegrandescejasnevadas,ysurespuestaeraelrumorososilenciodeldiamante.

www.lectulandia.com-Página113

23

Porlamañanateníaquelanzarmea lacarreteraonuncallegaríaa laacogedoracabaña de California.Me quedaban unos ocho dólares del dinero enmetálico quellevabaconmigo.Bajéhastalaautopistayempecéahacerautostop,esperandotenersuerteenseguida.Merecogióunviajante.Dijo:

—Aquí,enElPaso,tenemostrescientossesentadíasalañodeunsolmagníficoymimujerseacabadecomprarunaparatoparasecarlaropa.

Me llevó hasta Las Cruces, NuevoMéxico, y allí crucé caminando el pueblo,siguiendolaautopista,ylleguéalotroextremoyviunviejoyhermosoárbolenormeydecidítumbarmeallíadescansar.

«Dadoquesetratadeunsueñoqueyahaterminado,hellegadoyaaCalifornia;por tanto,decidodescansardebajodeesteárbolhastaelmediodía»,cosaquehice,tumbado;hastaechéunasiestecita;muyagradabletodo.

Despuésmelevantéyfuihastaelpuentedeltren,yjustoentoncesmeviountipoydijo:

—¿Le gustaría ganar un par de dólares a la hora ayudándome a transportar unpiano?

Necesitaba el dinero y dije que sí. Dejamos mi mochila en su depósito demudanzasy fuimoscon sucamionetahastaunacasade las afuerasdeLasCruces,dondehabíaungrupodepersonasbastanteagradablesdeclasemediacharlandoenelporche,yel tipoyyonosbajamosde lacamionetacon lacarretillademanoy lasalmohadillasysacamoselpiano,tambiénunmontóndemuebles,yluegolollevamostodoasunuevacasaylometimosdentroyesofuetodo.Doshoras,mediocuatrodólaresyfuiaunrestaurantedecamionerosycenécomounduqueytodoestababienporaquellatardeyaquellanoche.Justoentoncessedetuvouncoche,conducidoporunenormetejanoconsombrero,conunajovenparejamexicanaconpintadepobresenelasientodeatrás,lachicateníaunniñoenbrazos,ymeofrecióllevarmehastaLosÁngelespordiezdólares.

—Ledarétodoloquetengo,quesonsólocuatrodólares—ledije.—Bueno,malditasea,subadetodosmodos.HablabayhablabaycondujotodalanocheatravésdeArizonayeldesiertode

CaliforniaymedejóalaentradadeLosÁngelesauntirodepiedradelaestacióndeltrenalasnueveenpuntodelamañana,yelúnicodesastreconsistióenqueaquellapobremujermexicana tiró algo de la comida del niño encima demimochila queestaba en el suelo del coche y tuve que limpiarla enfadado. Pero había sido gentebastanteagradable.Dehecho,mientrasatravesábamosArizonalesexpliquéalgodebudismo, en especial les hablé del karma, la reencarnación, y todos parecíanencantadosdeoírme.

www.lectulandia.com-Página114

—O sea, ¿que hay posibilidad de volver a intentarlo de nuevo?—preguntó elpobremexicanitoqueestaba todovendadodebidoaunapeleaquehabía tenidoenJuárezlanocheanterior.

—Esoesloquedicen.—Muybien,malditasea,lapróximavezquenazcaesperonoserelmismoque

ahora.Yencuantoalenorme tejano, sihabíaalguienquenecesitaraotraoportunidad,

ese alguien era él: sus historias duraron toda la noche y siempre eran sobre cómohabíazurradoatalocualporestoolootro.Porloquecontó,habíadejadofueradecombate a tipos suficientes como para formar un vengativo ejército de fantasmasafligidos que arrasara Texas. Perome di cuenta de quemás que otra cosa era unmentirosoynocreínilamitaddelascosasquecontabayhaciamedianochedejédeescucharle.Ahora,alasnuevedelamañana,enLosÁngeles,medirigícaminandoalaestación,desayunédonutsycaféenunbarsentadoenlabarra,mientrascharlabaconel encargado,un italianoquequería saber loqueandabahaciendoporallí conaquellamochilatangrande,luegofuialaestaciónymesentéenlahierbamirandocómoformabanlostrenes.

Orgulloso porque en otro tiempo había sido guardafrenos, cometí el error deandar junto a las vías con lamochila a la espalda charlando con los guardagujas,informándome del próximo tren de cercanías, cuando de repente llegó un guardiaenormeymuyjovenymuyaltoconunapistolaalacadera,balanceándosedentrodeuna cartuchera, como el sheriff de Cochise y Wyatt Earp de la televisión, ymirándome fríamentedesdedetrás de susgafasde solmeordenó apartarmede lasvías.Volvíalacarreteramientrasélmeseguíaconlamiradaconlosbrazosenjarras.Cabreado,seguícarreteraabajoysaltédenuevolavalladelaestaciónymequedétumbado un rato en la hierba. Luego me senté, mordisqueé una hierbecita, perosiempremanteniéndomeagachadoyalaespera.Enseguidaoíunospitidosagudosysupequeeltrenestabalistoysaltéporencimadeunosvagonesllegandoaltrenquemeinteresaba.Subíaltren,queyaseponíaenmarcha,ylaestacióndeLosÁngelesiba quedando atrás y yo permanecía tumbado allí con la hierbecilla en la boca,siemprebajolainolvidablemiradadelvigilante,queahorateníatambiénlosbrazosenjarras,peroporunmotivodiferente.Dehecho,hastaserascólacabeza.

ElcercaníasibaaSantaBárbaradondefuialaplaya,nadéunpocoycalentéalgodecomidaenunahogueraquehiceenlaarena,regresandoalaestacióncontiempodesobraparacogerElFantasmadeMedianoche.ElFantasmadeMedianocheestácompuestobásicamenteporvagonesdescubiertosconremolquesdecamiónsujetosaellosconcablesdeacero.Lasenormesruedasdelosremolquesquedanencajadasenbloques demadera.Como siempre apoyo la cabeza en estos bloques, diría adiós aRaysiseprodujeraunchoque.ConsideréquesimidestinoeramorirenelFantasma

www.lectulandia.com-Página115

deMedianoche,noporesodejaríadesermidestino.Consideré tambiénquehabíaunascuantascosasqueDiosqueríaquehicieratodavía.ElFantasmallegóalahorajustaysaltéaunodelosvagones,meinstalédebajodeunremolque,extendímisacodedormir,metílasbotasentrelachaquetaenrolladaquemeservíadealmohada,merelajé y suspiré. Zum, estábamos en marcha. Y entonces entendí por qué losvagabundos lo llaman el Fantasma de Medianoche, pues, agotado, en contra decualquierconsejo,mequedédormidoysólodespertébajoelresplandordelaslucesde laoficinade la estacióndeSanLuisObispo,una situación realmentepeligrosa,pueseltrensehabíaparadoenelpeorsitio.Peronohabíaniunalmaalavista,eraplena noche, y además precisamente entonces, cuandome desperté demi perfectosueño,seoyeronpitidosrepetidosdelanteyyanosalejábamosdeallí,exactamenteigualquefantasmas.YnomedespertéhastacasiSanFrancisco,yapor lamañana.MequedabaundólaryJaphymeestabaesperandoenlacabaña.Elviajeenterohabíasidorápidoyesclarecedorcomounsueño,yestabaderegreso.

www.lectulandia.com-Página116

24

SilosVagabundosdelDharmalleganateneralgunavezaquí,enNorteamérica,hermanos legosque llevenvidasnormalesconsusmujeresysushijosysuscasas,seráncomoSeanMonahan.

Seaneraunjovencarpinteroquevivíaenunaviejacasademaderadeloaltodelcaminoforestalquepartíade lasamontonadascasasdeCorteMadera;conducíaunviejotrasto,habíaañadidoélsolounporchealacasaparaquesirvieradecuartodejugarasushijos,yhabíaelegidounamujerqueestabadeacuerdoconélentodoslosdetalles acerca de cómo disfrutar de la vida con poco dinero. A Sean le gustabatomarse días libres y dejar el trabajo sólo para subir a la cabaña de la colina, quepertenecíaalafincaqueteníaarrendada,ypasarseeldíameditandoyestudiandolossutrasbudistasytomandotazasdetéydurmiendolasiesta.SumujereraChristine,una chicamuy guapa, con un pelo rubio como la miel que le caía encima de loshombros,queandabadescalzaporlacasayelterrenotendiendolaropaycociendosu propio pan y pasteles. Era experta en preparar una comida con nada. El añoanterior, Japhy le había regalado por su cumpleaños una bolsa de cinco kilos deharina,y lesencantóel regalo.Enrealidad,Seaneraunpatriarcade laantigüedad;aunquesóloteníaveintidósaños,llevabaunalargabarbacomoladeSanJosé,yentreellapodíanvérselesusblancosdientesdeperlacuandosonreía,ybrillarsusjóvenesojos azules.Ya tenían dos hijitas, que también andaban descalzas por la casa y elterrenoyempezabanasabercuidardesímismas.LacasadeSean teníaesterasdeespartopor el suelo, y también se rogabaal que entraba en ellaque sedescalzase.Teníamontonesdelibrosysuúnicolujoeraunaparatodealtafidelidaddondeponíasuexcelentecoleccióndediscosindiosydeflamencoydejazz.Teníahastadiscoschinosyjaponeses.Lamesaparacomererabaja,lacadaennegro,unamesadeestilojaponés,yparacomerencasadeSeanunonosóloteníaquequedarseencalcetines,tambiéndebíasentarseenlasesterascomopudiera.Christineerabuenísimahaciendosopasybizcochosdeliciosos.

Cuando llegué allí aquelmediodía, después de apearme del autobús y de subircomounpardekilómetrosporlacuestadealquitrán,Christinemeobligóasentarmeinmediatamente delante de una sopa caliente y un pan también caliente conmantequilla.Eraunacriaturaadorable.

—SeanyJaphyestántrabajandoenSausalito.Volveránacasahacialascinco.—Voyasubiralacabañayecharunaojeadayesperaréallí.—Bueno,perosiquierespuedesquedarteaquíyponereltocadiscos.—Temoestorbarte.—Nomeestorbarás, todoloquetengoquehaceres tenderestaropaypreparar

algodepanparaestanocheyremendarunascuantascosas.

www.lectulandia.com-Página117

Conunamujercomoésta,Sean,quesólotrabajabaocasionalmentedecarpintero,habíaconseguidoreunirunoscuantosmilesdedólaresenelbanco.Y,lomismoqueunpatriarcadelaantigüedad,erageneroso,siempreinsistiendoendartedecomer,ysihabíadocepersonasenlacasa,organizabaunbanquete(sencilloperodelicioso)enla mesa de fuera, y siempre con un garrafón de vino tinto. Sin embargo, era unarreglocolectivo;eramuyestrictoconrespectoaeso;hacíaunacolectaparaelvino,ysiveníagente,comosiempresucedía,apasarunlargofindesemana,seesperabaquetrajerancomidaodineroparacomida.Luego,porlanoche,bajolosárbolesylasestrellas de su terreno, con todo elmundo bien alimentado y bebiendo vino tinto,Sean sacaba su guitarra y cantaba canciones folk. Cuandome cansaba de aquello,subíaalacolinaymeibaadormir.

DespuésdealmorzaryhablarunratoconChristine,subía lacolina.Laladera,muyempinada,seiniciabacasienlamismapuertadeatrás.Habíagrandesabetosyotras clases de pinos, y en la finca pegada a la deSean, un pradode ensueño confloressilvestresydoshermososbayoscuyosesbeltoscuellosseinclinabansobrelajugosahierbabajoelcalientesol.

«¡Muchacho,estovaasertodavíamejorqueelbosquedeCarolinadelNorte!»,pensé, empezando a subir. En la ladera era dondeSean y Japhy habían talado treseucaliptos enormes y los habían cortado (excepto los troncos) con una sierramecánica.Ahoralostroncosestabanpreparadosyviquehabíanempezadoapartirlosconcuñasymazasyhachasdedoblefilo.Lapequeñasendaquesubíaalacolinaeratanempinadaquecasi habíaquedoblarsehaciadelantey caminar comounmono.Luegoseguíaunahileradecipresesplantadosporelancianoquehabíamuertoenlacolinaañosatrás.Estahileraprotegíadelosvientosfríosydelasnieblasprocedentesdelocéanoqueazotabanlafinca.Laascensiónsehacíaentresetapas:primeroestabala cerca trasera de Sean; luego, otra cerca, que formaba un pequeño parque devenadosdondeenrealidadunanochevivenados,cinco,descansando(lazonaenteraera una reserva de caza mayor); y después, la cerca final y la cima de la colinacubiertadehierbaconunabruscahondonadaaladerechadondelacabañaresultabadifícilmentevisiblebajolosárbolesylosarbustosfloridos.Detrásdelacabaña,unaconstrucciónsólidadetresgrandeshabitacionesdelasqueJaphysóloocupabauna,había mucha leña, un caballete para serrar y hachas y un retrete sin techo,simplementeunagujeroenelsueloyunas tablas.Eracomolaprimeramañanadelmundoenunsitiomaravilloso,conelsolfiltrándoseatravésdeldensomardehojas,ypájarosymariposasrevoloteando,calorysuavidad,elolordelosbrezosylasfloresdemásalládelacercadealambredeespinoquellevabahastalacimadelamontañaymostrabaunpanoramadetodalazonadeMarinCounty.Entréenlacabaña.

Encima de la puerta había una tabla con caracteres chinos; nunca supe lo quedecía;probablemente:«¡Mara,fueradeaquí!»(MaraelTentador).Dentroadmiréla

www.lectulandia.com-Página118

hermosasimplicidaddelmododevivirdeJaphy,limpio,sensible,extrañamentericosin haber gastado nada en la decoración. Viejos floreros de barro estallaban deramilletes de flores cogidas en el terreno de alrededor. Sus libros ordenadamentedispuestosen lascestasdenaranjas.Elsuelocubiertoporesterasmuybaratas.Lasparedes, como dije, recubiertas de arpillera, que es uno de los mejores papelespintadosquesepuedenencontrar,muyatractivoydeoloragradable.Encimade laestera de Japhyhabía undelgado colchón conun chal de lana escocesadePaisleytapándolo, y sobre todo eso, cuidadosamente enrollado durante el día, su saco dedormir.Detrásdeunacortinadearpillera,enunarmario,estabansumochilayotrostrastos,fueradelavista.Delaarpilleradelaparedcolgabanhermososgrabadosdeantiguas pinturas chinas sobre seda, y mapas deMarin County y del noroeste deWashingtonyvariospoemasescritosporJaphyysujetosconchinchetasparaquelosleyeratodoelquequisiera.Elúltimopoemasuperpuestoencimadelosdemásdecía:

«Justo acaba de empezar con un colibrí deteniéndose encima del porche dosmetrosmásalládelapuertaabierta.Luegosefue,interrumpiendomiestudio,yvielviejo poste de pino inclinado sobre el suelo, enredado en el gran arbusto de floresamarillas,másaltoqueyo,quetengoqueapartarcadavezqueentro.Elsolformandouna telarañadesombrasalatravesarsus ramas.Losgorrionescoronadosdeblancocantan incesantesen losárboles;ungallo,alláabajoenelvalle,cacareaycacarea.SeanMonahan,ahí fuera,amisespaldas, leeelSutradelDiamantealsol.Ayer leíMigracióndelasaves.LadoradaavefríaylagolondrinadelÁrticosonhoyesagranabstracción ami puerta, porque los jilgueros y petirrojos pronto se irán y los quecogennidossellevarántodalanidada,ypronto,undíabrumosodeabril,llegaráelcalor a la colina, y sin ningún libro, sabré que las aves marinas persiguen laprimavera hacia el norte a lo largo de la costa: anidarán enAlaska dentro de seissemanas».Ylofirmaba:«JaphetM.Ryder,CabañadelosCipreses,18,III,56».

Noquisetocarnadadelacasahastaqueélvolvieradeltrabajo,asíquesalíymetumbéal sol sobre laverdehierba tanaltayesperé toda la tarde fantaseando.Peroluegosemeocurrió:«PodríaprepararleaJaphyunabuenacena».Ybajélacolinaysiguiendocarreteraabajofuialatiendaycompréjudías,cerdosaladoyalgunascosasmás,yvolvíyencendíelfuegoypreparéunguisodeNuevaInglaterraconmelazaycebollas. Me asombró el modo en que Japhy guardaba la comida: simplementeencimadeunestante:doscebollas,unanaranja,unabolsadegermendetrigo,latasdecurryenpolvo,arroz,trozosmisteriososdealgassecaschinas,unabotelladesalsade soja (para preparar susmisteriosos platos chinos). La sal y la pimienta estabanguardadasenpequeñasbolsasdeplásticocerradasconunagomaelástica.NohabíaenelmundonadaqueJaphydespreciaraoperdiera.Ahorayointroducíaensucocinaaquelsustanciosoguisodejudíasycerdo,yquizánolegustara.También,teníaporallí unbuen trozodel panmorenodeChristine, y el cuchillopara cortarlo erauna

www.lectulandia.com-Página119

simplenavajaclavadaenunatabla.Oscureció y esperé fuera, dejando la tartera de judías en el fuego para que se

mantuvieracaliente.Cortéunpocodeleñaylaañadíalmontóndedetrásdelfogón.Llegaban viento y niebla del Pacífico, los árboles se doblaban profundamente ybramaban.Desde la cimade la colinano seveíanadaexceptoárboles, árboles,unmar rugiente de árboles. Era el paraíso. Como había refrescado,memetí dentro yavivéelfuego,cantando,ycerrélasventanas.LasventanaseransencillamenteunasplacasdeplásticoopacodequitayponfabricadashábilmenteporWhiteyJones,elhermanodeChristine,quedejabanentrarlaluz,aunquedesdeelinteriornoseveíanada, y protegían del viento frío. Pronto hizo calor en la acogedora cabaña. Depronto,oíun«¡Ooh!»queprocedíadelrugientemardeárbolesdefuera.EraJaphyquevolvía.

Salíasuencuentro.Veníapor laaltahierba,cansadodel trabajo,conelpesadoandardesusbotas,lachaquetaechadasobreloshombros.

—Bueno,Smith,yaestásaquí.—Tehepreparadounbuenplatodejudías.—¿Deverdad?—Estabainmensamenteagradecido—.Chico,quéaliviovolvera

casadeltrabajoynotenerquehacerselacena.Estoyagotado.—Atacólasjudíasconpanyelcaféqueyohabíahechoenuncacharro,alestilofrancés, removiendoconunacuchara.Fueunacenaestupendayluegoencendimosnuestraspipasyhablamosmientraslasllamascrepitaban—.Ray,vasapasarunveranomaravillosoenelpicodelaDesolación.Tehablarédeél.

—Tambiénpiensopasarunaprimaveraestupendaaquí,enestacabaña.—Esperaunpoco,loprimeroquevamosahaceresinvitarestefindesemanaa

dos chicasnuevasbastanteguapas,PsycheyPollyWhitmore; esperaunmomento.¡Joder!…No puedo invitarlas a las dos porque las dos están enamoradas demí ytendráncelos.Detodosmodos,celebramosgrandesfiestastodoslosfinesdesemana,empezamosabajo,encasadeSean,yterminamosaquí.Ymañananotrabajo,asíquelecortaréaSeanunpocodeleña.Estodoloquetienesquehacer,nopidemás.PerosiquierestrabajarconnosotrosenSausalitolasemanaqueviene,puedesganardiezdólaresdiarios.

—Estupendo…conesocompraremosjudíasycerdoyvino.Japhysacóunbonitodibujodeunamontaña.—Aquí tienes lamontañaqueverásalzarseante ti, elHozomeen.Yomismo la

dibujéhacedosveranosdesdeelpicoCráter.EnelcincuentaydosfuiporprimeravezaesazonadelSkagit,haciendoautostopdesdeFriscoaSeattle,yluego,unavezallí,conunabarbaincipienteylacabezatotalmenteafeitada…

—¡Conlacabezaafeitadadeltodo!¿Yporqué?—Paraserigualqueunbhikkhu,yasabesloquedicenlossutras.

www.lectulandia.com-Página120

—Pero¿quépensabalagentealvertehaciendoautostopconlacabezaafeitada?—Pensaban que estaba loco, pero todo el mundo me cogía y yo explicaba el

Dharma,chico,ylosdejabailuminados.—Me parece que también yo hice algo de eso cuando venía en autostop hacia

aquí…Tehablarédemiarroyoenlasmontañasdeldesierto.—Esperaunpoco.MepusierondevigilanteenlamontañadelCráter,perocomo

aquel año había tanta nieve en la cima de las montañas, tuve que trabajar antesduranteunmesenunapistaqueestabanhaciendoenlagargantadelGraniteCreek.Ya verás todos esos sitios. Luego, con una reata de mulas, cubrimos los diezkilómetrosfinalesporunasinuosasendatibetana,porencimadelalíneadeárboles,sobrelaszonasnevadashastalasescarpadascumbresdelfinal,yluegotrepéporlosriscos en medio de una tormenta de nieve y abrí la cabaña y preparé mi primeracomidaallímientrasaullabaelvientoyelhieloseacumulabaenlasdosparedescaraalviento.Chico,esperahastaqueestésalláarriba.Aquelaño,miamigoJackJosephestabaenelDesolación,dondevasaestartú.

—¡Vaya nombre! ¡Desolación! ¡Joder! ¡Sí que es un nombre raro! ¡De verdadque…!

—Fui el primer vigilante de incendios que subió. Lo escuché por la radio encuantolaencendíytodoslosvigilantesmedabanlabienvenida.Luegomepuseencontactoconotrasmontañas,tambiéntedaránunemisor-receptor;escasiunritoquetodos losvigilantes charlende losososquehanvistoyhasta te piden la recetadebollosuotracosayasí todoel rato.Estábamosen lacimadelmundohablándonostodos por medio de una red de radio separados unos de otros por cientos dekilómetros.Esunazonamuyprimitivalaquevasaconocer,chico.Desdelacabañaveía las luces del Desolación una vez que había oscurecido. Jack Joseph leía suslibros de geología y durante el día nos comunicábamos pormedio de espejos paraalinearlosprismáticosenbuscadeincendiossegúnlaposicióndelabrújula.

—Puesvaya,jamásconseguiréaprendereso,sólosoyunpoetavagabundo.—Ya verás como aprendes, el polo magnético, la estrella polar y la aurora

boreal… Jack Joseph y yo hablábamos todas las noches. Un día se le metió unenjambre demariposas en la atalaya que había encima del tejado y el depósito deagua quedó lleno de ellas. Otro día fue a dar un paseo por los alrededores y seencontróconunosodormido.

—¡Vaya!Creoqueesesitioesmuyagreste.—Yesonoesnada…ycuandoseleechabaencimaunatormentaeléctrica,me

llamabaparadecirquedesaparecíadelasondas,pueslatormentaestabademasiadocercaparaquesuradiofuncionara,ydejabadeoírseleybailaban losrayos.Peroamedidaqueavanzabaelverano,elDesolaciónsesecabayteníafloresyelambienteeradeéglogayJackandabapor losriscosyyoseguíaenlamontañadelCráteren

www.lectulandia.com-Página121

taparrabosybotasbuscandonidosdechochasporpuraysimplecuriosidad,trepandoymetiendolasnaricesentodo,haciendoquemepicaranlasavispas…ElDesolación,Ray, está ahí arriba, a unosdosmilmetrosde altitud endirección alCanadáy lasalturasdeChelan,ylasierradePickett,conmontescomoelRetador,elTerror,Furia,Desesperación… y tu propia cordillera se llama la sierra del Hambre, y la zonamontañosadelpicoBostonyelpicoBucknerseextiendehaciaelsur,sonmilesdekilómetros de montañas, venados, osos, conejos, halcones, truchas, ardillas. Tegustarámuchísimo,Ray,yaverás.

—Esperoqueseaasí.Yquenomepiquenlasavispasporque…Luegosacósus librosy leyóun rato,yyo también leí, cadaunoa la luzdesu

propialámparadepetróleo.Fueunaveladamuytranquilaencasamientrasnoscubríala niebla y rugía el viento en los árboles de fuera, y por el valle, una mula ibaquejándoseconlosgritosmásterriblesquehabíaoídojamás.

—Cuandounamulaselamentadeesemodo—dijoJaphy—,meentranganasderezar por todos los seres vivos. —Luego meditó durante un rato, inmóvil, en laposturadelloto,ydespuésdijo—:Horadeacostarse.—Peroyoqueríacontarletodaslascosasquehabíadescubiertoaquel inviernomeditandoenelbosque—.Sonsólopalabras —dijo tristemente, sorprendiéndome—. No quiero oír todas tusdescripcionesconpalabrasypalabrasypalabrasdeloquehicisteporelinvierno,tío,quieroentenderlascosasatravésdelaacción.

Japhyhabíacambiadodesdeelañoanterior.Yanoteníaperilla,perdiendoasílaexpresión divertida y risueña de su rostro, y ahora parecía más flaco y como depiedra.Tambiénsehabíacortadoelpeloalcepilloyparecíaunalemán,serioy,porencimadetodo,triste.Ahoraensucaraparecíahaberalgoasícomodecepción,ylahabía, indudablemente, en su alma, y no quería escuchar mis vehementesexplicacionesdequetodoestababienporsiemprejamás.Derepente,medijo:

—Creoquevoyacasarmepronto,estoycansadodeandarporahídeun ladoaotro.

—Peroyocreíaquehabíasdescubiertoelidealdepobrezaylibertadzen.—Talvezmeestécansandodetodoeso.Cuandovuelvadelmonasteriojaponés

probablemente estaré harto de todo.A lomejorme hago rico y trabajo y junto unmontóndedineroyvivoenunacasamuygrande.—Perounminutodespuésañadió—:Pero¿quiénquerríaesclavizarseatodasesascosas?Yono,Smith,loquepasaesqueestoydeprimidoyloquemecuentas,todavíamedeprimemás.Mihermanahavueltoalaciudad,¿sabes?

—¿Quién?—Rhoda,mihermana.MecriéconellaenlosbosquesdeOregón.Vaacasarse

conun tipomuy ricodeChicago,unauténtico«estrecho».Mipadre también tieneproblemasconsuhermana,mitíaNoss.Esunaverdaderabruja.

www.lectulandia.com-Página122

—Nodeberíasdehaberteafeitadolaperilla,conellateníasaspectodesabiofeliz.—Bueno,yanosoyunsabiofeliz,yestoycansado.Estabaagotadotrasunlargodíadetrabajo.Decidimosirnosadormiryolvidarlo

todo.Dehechoestábamosalgotristesymutuamentemolestos.Duranteeldíahabíaencontrado un sitio cerca de un rosal silvestre donde pensaba instalar mi saco dedormir. Lo había cubierto con una capa de hierba recién cortada. Ahora, con milinterna y mi botella de agua fría, fui allí y me sumergí en un hermoso descansonocturnobajolosárbolesquesollozaban.Antesmeditéunpoco,puesdentronopodíameditartalycomoJaphyhabíahecho.Despuésdetodo,aquelinviernoenelbosquepor la noche necesitaba oír el sonido de animales y pájaros y notar que la tierrasuspiraba debajo para poder sentirmi afinidad con todos los seres vivos, vacíos eiluminados y ya salvados para siempre. Pedí por Japhy: me parecía que estabacambiandoynoparabien.Alamanecerllovióunpocoylalluviarepiqueteabaenmisacodedormiryentoncesmeechéelimpermeableporencimaenvezdepordebajo,soltéuntaco,yseguídurmiendo.Alassiete,elsolyahabíasalidoylasmariposasseposabanenlasrosasjuntoamicabezayuncolibríselanzóenpicadoporencimademí, silbando y se marchó rápidamente encantado. Pero estaba equivocado conrespectoaJaphyysucambio.Aquéllafueunadelasmañanasmásmaravillosasdenuestravida.Allíestabadelantedelapuertadelacabañaconunasarténmuygrandeenlamanohaciendoruidoyentonando:

—Budamsaranamgochami…Dhammamsaranamgochami…Sangamsaranamgochami… —Y gritando—: Vamos, muchacho, ¡las tortitas están listas! ¡Venga,levántate!¡Bang,bang,bang!

Y el sol naranja penetraba entre los pinos y todo volvía a sermaravilloso. Dehecho,JaphyhabíameditadoaquellanocheydecidióqueteníarazónenaferrarmealviejoybuenDharma.

www.lectulandia.com-Página123

25

Japhy había preparado unas estupendas tortitas de harina de trigo moreno yteníamossiropecaseroparaacompañarlasyunpocodemantequilla.Lepreguntéquésignificabaaquellacancióndel«Gochami».

—Es un cántico que entonan antes de cada una de las tres comidas en losmonasterios budistas japoneses. «Budam Saranam Gochami» significa encuentrorefugioenBuda;«Sangam»,encuentrorefugioeneltemplo;«Dhammam»,encuentrorefugio en el Dharma, la verdad. Mañana por la mañana te prepararé otro buendesayuno, un slumgullion. ¿Es que nunca tomaste un rico y antiguo slumgullion?Pueschico,noesmásquehuevosrevueltosypatatas,todomezclado.

—¿Esunacomidadeleñador?—Allí arriba no hay leñadores, eso es una expresión del Este. Allí los llaman

hacheros. Ven a tomar tus tortitas y luego bajaremos y cortaremos troncos, yo teenseñaréamanejarunhachadedosfilos.—Cogióelhacha,laafilóymeenseñóaafilarla—.Yjamásutilicesestahachaconuntroncoqueestéenelsuelo,daríasalaspiedrasylaembotarías,utilizasiempreotrotroncooalgoasídetajador.

Fuialretrete,yalvolver,queriendosorprenderaJaphyconuntrucozen,tiréelrollo de papel higiénico por la ventana abierta y él soltó un alarido de samurái yapareció por la ventana en botas y pantalones cortos con un puñal en la mano, ydandounsaltodecasicincometros,llegóhastaelcercadodondeestabanlostroncos.Eraunalocura.Empezamosabajarsintiéndonosaltos.Todoslostroncosalosqueleshabíaquitadolasramasteníanuncortemásomenosgrande,dondeunopodíametermás omenos la pesada cuña de hierro, y luego, levantando unamaza de casi treskilosporencimade lacabeza, teapartabasunpocoparanoalcanzarteel tobillo,yasestabasungolpea lacuñaypartíasel tronco limpiamenteendos.Luego,poníascadaunadeestasmitadeseneltajador,yconungolpedelhachadedoblefilo,unahermosahachamuylarga,afiladacomounanavajadeafeitar,teníaseltroncopartidoen cuatro.Luego cogías el cuarto de tronco y lo cortabas en dos partes. Japhymeenseñóamanejarelmazoyelhachasindemasiadaenergía,perocuandoseanimaba,me di cuenta de que también manejaba el hacha con toda su fuerza, lanzando sufamosogritoosoltandomaldiciones.Prontocogíeltranquilloyhacíaaquellocomosilohubieraestadohaciendotodalavida.

Christinesalióamirarnosynosdijo:—Osvoyaprepararunbuenalmuerzo.—Estupendo.—JaphyyChristineerancomohermanos.Partimos un montón de troncos. Resultaba muy enrollante dejar caer el mazo

encimadelacuñaynotarqueeltroncocedía,sinoalaprimera,alasegundavez.Eloloraserrín,pinos,labrisadelmarsoplandoporencimadelasplácidasmontañas,el

www.lectulandia.com-Página124

canto de las alondras, lasmariposas revoloteando por la hierba, todo era perfecto.Luego entramos y tomamos un buen almuerzo: perritos calientes y arroz y sopa yvinotintoylosbizcochosreciénhechosporChristine,ynosquedamossentadosallícruzadosdepiernasydescalzosmanoseandolavastabibliotecadeSean.

—¿Oíste hablar de aquel discípulo que preguntó a sumaestro zen: «Qué es elBuda»?

—No.¿Qué?—«ElBudaesunzurullodemierdaseca»,fuelarespuesta.Yeldiscípulotuvo

unailuminaciónsúbita.—Puramierda—dije.—¿Nosabesloqueeslailuminaciónsúbita?Undiscípuloacudióaunmaestroy

respondió a su koan y el maestro le pegó con un palo y lo tiró por encima de laverandaaunbarrizalqueestabaacincometros.Eldiscípuloselevantóyseechóareír. Luego se convirtió enmaestro.No tuvo la iluminación gracias a las palabras,sinoaaquelsaludableempujónqueloechófueradelporche.

«Rebozado en el barro para demostrar la cristalina verdad de la compasión»,pensé.Bien,nolevolveríaasoltarmis«palabras»aJaphynuncamás.

—¡Oye!—gritó, tirándome una flor a la cabeza—. ¿Sabes cómo se convirtióKasyapa en el primer patriarca? El Buda iba a empezar a exponer un sutra ydoscientos cincuenta bhikkhus estaban esperando con sus mantos en orden y laspiernascruzadas,yloúnicoquehizoelBudafuelevantarunaflor.Todosquedaronperplejos.ElBudanodecíanada.SóloKasyapasonreía.AsífuecomoelBudaeligióaKasyapa.Esloquesellamaelsermóndelaflor,chico.

Fuialacocinaycogíunplátanoysalíydije:—Bien,tevoyadecirloqueeselnirvana.—¿Elqué?Mecomíelplátanoytirélacáscaraynodijenada.—Ahítienes—concluí—,elsermóndelplátano.—¡Vaya!—gritóJaphy—.¿HasoídohablaralgunavezdelViejoHombreCoyote

yde cómoél yZorroPlateado iniciaronelmundoal caminarpor el espaciovacíohasta que apareció un poco de suelo bajo sus pies?Mira este cuadro, a propósito.AquítienesalosfamososToros.

Era una antigua historieta china que mostraba primero a un joven que iba albosqueconunbastónyunhatillo,comounvagabundonorteamericanode1905,yenlasviñetassiguientesseencuentraconun toro, tratadedomarlo, tratademontarlo,por fin lo doma y lo monta, pero luego se aleja del toro y se limita a sentarse ameditar a la luz de la luna, y, finalmente, podía vérsele bajar de lamontaña de lailuminación y, a continuación, en la siguiente viñeta no hay nada en absoluto, yseguíaunaviñetaconunárbolenflor,luegoenlaúltimaviñetasevequeeljovenes

www.lectulandia.com-Página125

unbrujoviejoygordoqueseríellevandounaenormebolsaalaespaldacaminodelaciudad donde va a emborracharse con los carniceros, iluminado ya, mientras otrojovennuevoempiezaasubirlamontañaconunhatilloyunbastón.

—Yasísigueysigue,losdiscípulosylosmaestrospasanporlomismo.Primerotienenqueencontrarydomareltorodesuesenciamental,yluegodejarlo,despuéslleganporfinalanada,representadaaquíporestaviñetavacía,yluego,trasllegaralanada,loconsiguentodo,quesonestosbrotesdelárbol,asíqueyapuedenvolveralaciudadyemborracharseconloscarniceros,comohacíaLiPo.

Era,sinduda,unahistorietamuyprofundaquemerecordómipropiaexperiencia,tratandodedomarlamenteenelbosque,luegocomprendiendoquetodoestabavacíoeiluminadoyquenoteníanadaquehacer,yahoraemborrachándomeconJaphy,elcarnicerodelpueblo.Pusimosdiscosynosquedamosallítumbadosfumandoyluegosalimosacortarmásleña.

Cuando a la caída de la tarde refrescó, subimos a la cabaña y nos lavamos yvestimosparalagranfiestadelanochedelsábado.Duranteeldía,JaphysubióybajóalacolinaporlomenosdiezvecesparallamarporteléfonoyhablarconChristineyconseguirpany traersábanas limpiasparasuchicadeaquellanoche(cuando teníauna chica ponía sábanas limpias a su delgado colchón de encima de las esteras depaja:unrito).Encambio,yomelimitéaestarsentadoenlahierbasinhacernada,oescribiendohaikus,omirandoalviejobuitrequerevoloteabasobrelacolina.

«Debedehaberalgunacarroñaporaquí»,meimaginé.—¿Quéhacesahísentadoeldíaentero?—mepreguntóJaphy.—Practicolano-acción.—¿Y qué diferencia hay? A lamierda, mi budismo es actividad—dijo Japhy,

lanzándosedenuevocolinaabajo.Entonces oí que estaba serrando y silbando a lo lejos. No podía pararse ni un

minuto.Susmeditacionesconsistíanenhacerlascosasnormales,asudebidotiempo.Meditó por primera vez al despertar por la mañana, luego tuvo su meditación demediatarde,desólotresminutos,luegomeditaríaantesdeacostarse,yesoeratodo.Sin embargo, yo andaba por allí y dejaba vagar la imaginación todo el tiempo.Éramosdosmonjes extrañamente distintos en lamisma senda.Con todo, cogí unapala y nivelé el suelode junto al rosal, justodonde estabami lechodehierba: erademasiadoirregularpararesultarcómodo:lodejébienalisadoyaquellanochedormíperfectamentedespuésdelagranfiestaydetodoelvino.

Aquellagranfiestafueunalocura.Japhyteníaaunachica,PollyWhitmore,quehabíavenidoaverle.Unamorenitaguapaconpeinadoalaespañolayojososcuros,dehechounaauténticabelleza,yademásmontañera.AcababadedivorciarseyvivíasolaenMillbrae.YelhermanodeChristine,WhiteyJones,trajoasunoviaPatsy.Y,naturalmente,estabaSean,quevolvióacasadespuésdeltrabajoyselavóyarregló

www.lectulandia.com-Página126

paralafiesta.Vinootrochicoapasarelfindesemana:unrubioenormellamadoBudDiefendorf que trabajaba de bedel en la Asociación Budista para pagarse elalojamientoyasistiralasclasesgratis.UnaespeciedeenormeBudafumadordepipacon todo tipo de extrañas ideas. Me gustó Bud, era inteligente, y me gustó quehubieraempezadoaestudiarmedicinaenlaUniversidaddeChicagoyluegolodejaraporlafilosofíay,finalmente,siguieraaBuda,elgranasesinodetodafilosofía.Dijo:

—Unavezsoñéqueestabasentadodebajodeunárboltocandoellaúdycantando«Notengoninombre».Eraelbhikkhusinnombre.

Resultabarealmenteagradablereunirsecontantosbudistasdespuésdelduroviajehaciendoautostop.

Sean era un místico y extraño budista con la mente llena de supersticiones ypremoniciones.

—Creoenlosdemonios—dijo.—Bueno—lerespondíacariciandoelpelodesuhijita—,todos losniñossaben

que todo el mundo va al Cielo. —A lo que asintió suavemente con una tristeinclinacióndecabeza.

Eramuyagradableytodoeltiempodecía«Sí,sí,sí»,ysepasabalargashorasensuviejobotefondeadoenlabahíaquesehundíacuandohabíatormentayteníamosque sacarlo a fuerza de remos y achicar el agua bajo la fría niebla. Era sólo undesastredebotedemenosdecuatrometrosdeeslora,sincabinaquemerecieraesenombre,unaruinaflotandoenelaguaalrededordeunaoxidadaancla.

WhiteyJones,elhermanodeChristine,eraunmuchachoamabledeveinteañosquenuncadecíanadayselimitabaasonreíryaceptabalasbromassinprotestar.Porejemplo, lafiestaterminódeunmododementeylastresparejassedesnudarondeltodoybailaronunaespeciedepolkacogidosdelamanoalrededordelcuartodeestar,mientraslasniñasdormíanensuscunas.EsoniamíniaBudnosmolestóparanada,yseguimosfumandonuestraspipasydiscutiendodebudismoenunrincón:lomejorque podíamos hacer, pues no había chicas para nosotros. Y delante teníamos unhermoso trío de ninfas bailando. Pero Japhy ySean llevaron a Patsy al dormitoriohaciendocomoqueselaibanajoder,sóloparagastarleunabromaaWhitey,quesepusotodocolorado,yhuborisasycarrerasportodalacasa.

Budyyoseguíamossentadosallícruzadosdepiernasconunaschicasdesnudasbailandodelanteyreímosdándonoscuentadequeeraunasituaciónfamiliar.

—Escomoenunavidaanterior,Ray—dijoBud—,túyyoéramosmonjesenunmonasteriodelTíbetylaschicasbailabanparanosotrosantesdelyab-yum.

—Sí, y éramos unosmonjes viejos a quienes ya no les interesaba el sexo. Encambio,SeanyJaphyyWhiteyeranunosmonjes jóvenesy todavíaestaban llenosdelfuegodelmalyteníanunmontóndecosasqueaprender.

Decuandoencuando,Budyyomirábamostodaaquellacarneynosrelamíamos

www.lectulandia.com-Página127

ensecreto.Perolamayorpartedeltiempo,dehecho,durantecasitodoaqueljolgorio,mantuvelosojoscerradosescuchandolamúsica:tratabasinceramentedemantenereldeseofuerademimenteafuerzadevoluntadyapretandolosdientes.Yparaeso,lomejor era tener los ojos cerrados. A pesar de las desnudeces y todo lo demás, enrealidad fue una agradable fiesta familiar y todo elmundo empezó a bostezar conganasdeirsealacama.WhiteysefueconPatsy,JaphysubióalacolinaconPollyylassábanaslimpias,yyodesenrollémisacodedormirjuntoalrosalymedormí.BudtambiénhabíatraídosusacodedormiryloextendiósobrelasesterasdelsuelodelasaladeestardeSean.

Por lamañana,Bud subióyencendió lapipay se sentóen lahierbacharlandoconmigomientrasme frotaba los ojos para despertar del todo.Durante ese día, eldomingo,vinogentedetodasclasespreguntandoporlosMonahan,ylamitaddeesagentesubióalacolinaparaverlacabañayalosdosfamososylocosbhikkhus:JaphyyRay.Entreellos,estabanAlvah,PrincessyWarrenCoughlin.SeanpreparólamesadedelantedelacasaypusovinoyhamburguesasencimayencendióunahogueraysacósusdosguitarrasyeraunmodomagníficodevivirenlasoleadaCalifornia—comprendí enseguida— con todo aquel agradable Dharma y aquel montañismorelacionadoconél.Todosteníansacosdedormirymochilasyalgunosdeellosibanahacer una excursión al día siguiente por las sendas deMarin County que son tanbonitas.Lospresentessedividieron,pues,entresgrupos:losqueestabanenelcuartode estar oyendo discos y hojeando los libros; los de la entrada que comían yescuchabanaSeantocandolaguitarra;ylosdelacimadelacolinaquebebíantéysesentaban con las piernas cruzadas discutiendode poesía y otras cosas, delDharmatambién,osepaseabanporelpradoviendocómohacíanvolarlascometaslosniños,o las mujeres montando a caballo. Todos los fines de semana se desarrollaba lamismajiracampestre,unaescenaclásicadeángelesymuñecaspasandounashorasenunvacíoigualalvacíodelahistorietadelosTorosylaramaflorida.

Budyyoestábamossentadosenlacolinamirandolascometas.—Esacometanosubirábastante,tienelacolademasiadocorta—dije.—Oye—dijoBud—,eso estámuybien,me recuerda el problemaprincipal de

mismeditaciones.Elmotivoporelquenopuedoalcanzarelnirvana: simplementeporquemicolanoeslobastantelarga.—Aspiróelhumoyconsideróseriamenteloqueacababadedecir.

Eraeltipomásseriodelmundo.Consideróaquellotodalanocheyalamañanasiguientemedijo:

—Lanochepasadamevicomosifueraunpezquenadabaenelvacíodelmar,yendoaderechaeizquierdasinconocerelsignificadodederechaydeizquierda,sólograciasamialetacaudal,estoes,alacolademicometa.AsíquesoyunpezBudaymialetacaudalesmisabiduría.

www.lectulandia.com-Página128

—Esinfinitadeverdadesacometa—dije.Duranteesasfiestassiempremeeclipsabaunratoparaecharunasiestabajolos

eucaliptos, en vez de junto a mi rosal donde por el día hacía demasiado calor, ydescansabamuybienalasombradelosárboles.Unatarde,cuandocontemplabalasramasmásaltasdeestosárbolesinmensamentealtos,empecéanotarquelasramitasy lashojasdesuscopaseranfelicesdanzarinas líricascontentasdeque leshubieratocadoestarallíarriba,contodoaquelmurmullodelárbolbalanceándosedebajodeellas, un árbol que bailaba y se mecía en un movimiento enorme y comunal ymisteriosamentenecesario,yasíflotabanallíenelvacíoexpresandoconelbaileelsignificadodelárbol.Notéquelashojasparecíancasihumanasporelmodoenquesedoblaban y luego se alzaban y luego iban de un lado a otro líricamente. Fue unavisióndisparatada,perohermosa.Otravez,debajodeesosárboles,soñéqueveíauntronopúrpuratodocubiertodeoro,conunaespeciedePapaoPatriarcaEternoenél,yRosie por allí cerca, y en esemomentoCody estaba en la cabaña charlando conunos amigos y parecía que se encontraba a la izquierda de esta visión como unaespeciedearcángel,ycuandoabrílosojos,viquesetratabasimplementedelsolquemedabaenlospárpados.Ycomodecía,estabaaquelcolibrí,unhermosocolibríazulbastantepequeño,nomayorqueunalibélula,queselanzabaenpicadosilbandosobremí,diciéndomesindudahola,todoslosdías,normalmenteporlamañana,ysiemprele contestaba conungritodevolviéndole el saludo.Finalmente empezó a asomarsepor la ventana abierta de la cabaña, piando y zumbando con sus frenéticas alas,mirándomeconunosojillosredondos,yluego,zas,seiba.¡Aquelcolibrí!¡Unamigocaliforniano…!

Con todo,aveces teníamiedodequese lanzaradirectamentecontramicabezaconsupicotanlargocomounalfilerdesombrero.Tambiénestabaaquellaviejaratamerodeandoporelsótanodedebajodelacabaña,yeraconvenientetenerlapuertacerradapor lanoche.Misotrosamigoseran lashormigas,unacoloniadeellasquequeríanentrarenlacabañayllegarhastalamiel(«Llamandoatodaslashormigas,llamandoatodaslashormigas.Hayqueentraryconseguirlamiel»,cantóunniñoenlacabañaunodeaquellosdías),asíquefuihastaelhormigueroehiceuncaminodemiel que se dirigía al jardín de atrás y durante una semana disfrutaron de aquellanueva veta. Incluso me arrodillaba y hablaba con ellas. Había flores muy bonitasalrededordelacabaña,rojas,púrpura,rosa,yhacíamosramilletesconellas,peroelmásbonitodetodosfueelquehizounavezJaphysóloconpiñasyagujasdepino.Teníaaquellasencillezquecaracterizabatodasuvida.Aveces,entrabaruidosamenteenlacabañaconlasierray,viéndomeallísentado,decía:

—¿Porquétepasassentadoeldíaentero?—PorquesoyelBudaconocidoporelDesocupado.YentonceseracuandolacaradeJaphysearrugabaconaquelladivertidarisatan

www.lectulandia.com-Página129

suyadeniño,igualqueunmuchachochinoriéndose,conpatasdegalloapareciendoa los lados de sus ojos y su larga boca muy abierta. A veces se entusiasmabaconmigo.

TodosqueríanaJaphy.PollyyPrincess,yhastaChristine,queestabacasada,sehabíanenamoradolocamentedeél,ysecretamente todas teníancelosde lafavoritade Japhy, Psyche, que apareció el fin de semana siguiente realmente guapa conpantalonesvaquerosyuncuelloblancosobresujerseydecuellovueltoyunacarayuncuerpomuydelicados.Japhymeconfesóqueestabaalgoenamoradodeella.Perolecostótrabajoconvencerladequeparahacerelamorteníaqueemborracharseantes,puesunavezqueempezabaabeber,Psycheyanopodíaparar.Esefindesemanaenquevino,Japhypreparóslumgullionparalostresenlacabaña,yluegoSeannosdejósuviejococheyfuimosunoscientocincuentakilómetroscostaarribahastaunaplayasolitariadondecogimosmejillonesdelasrocasbatidasporelmarylosahumamosenunagranhogueradeleñacubiertadealgas.Teníamosvinoypanyqueso,yPsychesepasóeldíaenterotumbadabocaabajoconlosvaquerosyeljerseypuestossindecirnada.Peroenunaocasiónlevantósuspequeñosojosazulesydijo:

—¡Quéoraleres,Smith,siempreestáscomiendoybebiendo!—SoyBudaCome-vacío—dije.—¿Noesguapadeverdad?—preguntóJaphy.—Psyche —dije—, este mundo es la película de todo lo que existe, es una

películahechadelmismomaterialentodaspartesynoperteneceanadie,yestodoloqueexiste.

—¡Tonterías!Corrimosporlaplaya.EnunaocasiónenqueJaphyyPsychesealejaronmucho

yyoibacaminandosolosilbando«Stella»,deStanGetz,unaparejadechicasmuyguapasqueestabaconunosamigosmeoyeronyunadeellassevolvióydijo:

—¡Swing!Habíagrutasnaturalesen lamismaplayadonde Japhyhabíacelebradograndes

fiestasyorganizadobailescontodosdesnudosalrededordeunahoguera.Luego llegaban los días de labor y se terminaban las fiestas y Japhy y yo

barríamos la cabaña como viejos vagabundos limpiando el polvo de pequeñostemplos.Todavíamequedaba algodemi pensióndel últimootoño, en cheques deviaje,ycogíunoyfuialsupermercadoautopistaabajoycompréharinadetrigoydemaíz,azúcar,melaza,miel,sal,pimienta,cebollas,arroz,lecheenpolvo,pan,judías,guisantes,patatas,zanahorias,repollo,lechuga,café,cerillasdemaderamuygrandesparaencenderlalumbreyvolvítambaleándomeporlaladerahastalacolinacontodoaquello y un par de litros de oporto. El pulcro y pequeño anaquel donde Japhyguardabalasreservasdealimentos,derepentequedóllenodemuchísimacomida.

—¿Qué vamos a hacer con todo esto? Tenemos que alimentar a tantos

www.lectulandia.com-Página130

bhikkhus…A su debido tiempo tuvimos a más bhikkhus de los que podíamos atender: el

pobreborrachodeJoeMahoney,unamigomíodelañoanterior,aparecióydurmiótres días seguidos para recuperarse de otro pasón enNorthBeachyThePlace.Lellevéeldesayunoalacama.Losfinesdesemanaaveceshabíahastadoceamigosenlacabaña,todosdiscutiendoydandovocesyyocogíaharinademaízylamezclabaconcebollapicaday salyaguayechabacucharadasde lamezclaenunasarténalfuego(conaceite)proporcionandoatodoelgrupotortasdeliciosasparaacompañarelté.EnelLibrodelosCambioschinounañoanteshabíaechadounpardemonedasparavercuáleralaprediccióndemifuturo,yelresultadohabíasido:«Alimentarásalosdemás».

Y,dehecho,mepasabacasitodoeltiempodepiedelantedelfogón.—¿Quésignificaqueesosárbolesymontañasdeahífueranoseanmágicossino

reales?—¿Cómo?—decían.—Significaqueesosárbolesymontañasdeahífueranosonmágicossinoreales.—¿Deverdad?—¿Quésignificaqueesosárbolesymontañasdeahí fueranoseanenabsoluto

reales,sinomágicos?—seguíayo.—Bueno,vengaya…—Significaqueesosárbolesymontañasnosonenabsolutoreales,sinomágicos.—Bueno,¿yquépasaconeso?¡Malditasea!—Pasaquevosotrospreguntáis¿yquépasaconeso?¡Malditasea!—grité.—¿Yqué?—Significaquepreguntáis¿yquépasaconeso?¡Malditasea!—Vamos,tío,¿porquénometeslacabezaenelsacodedormirymetraescafé?Siempreestabapreparandocaféenelfogón.—¡Cortaya!—gritóWarrenCoughlin—.Nohayquienteaguante.Unatardeestabasentadoconunosniñosenlahierbaymepreguntaron:—¿Porquéesazulelcielo?—Porqueelcieloesazul.—Quierosaberporquéesazulelcielo.—Elcieloesazulporquequieressaberporquéesazulelcielo.—¡Tonterías!—dijeron.Tambiénhabíaunoscuantoschavalesquerondabanporallíy tirabanpiedrasal

tejadodelacabaña,creyendoqueestabaabandonada.Unatarde,enlaépocaenqueJaphy y yo teníamos un gatito negro, se acercaron sigilosamente a la puerta paramirardentro.Justocuandosedisponíanaabrirlapuerta,laabríyoconelgatonegroenbrazosydijeenvozmuyalta:

www.lectulandia.com-Página131

—¡Soyunfantasma!Seatragantaronymemiraronymecreyeronydijeron:—Sí.Enseguida estaban al otro lado de la colina. Nunca volvieron a tirar piedras.

Seguroquecreyeronqueyoeraunbrujo.

www.lectulandia.com-Página132

26

Se hacían planes para una gran fiesta de despedida a Japhy, unos cuantos díasantesdequesubarcozarpararumboaJapón.Pensabahacerelviajeenunmercantejaponés.Ibaaserlafiestamayordetodas,yseextenderíadesdeeltocadiscosdelasaladeestardeSean,hastalahogueradelpatio,lacimadelacolinaytodavíamáslejos. Japhy y yo estábamos cansados de fiestas y no nos seducía la idea. Peropensabavenirtodoelmundo:todaslaschicas,incluidaPsyche,yelpoetaCacoethes,y Coughlin, y Alvah, y Princess, y su nuevo novio, y hasta el director de laAsociación Budista, Arthur Whane, con su mujer e hijos, y también el padre deJaphy,yporsupuestoBud,yparejassinespecificardetodaspartesquetraeríanvinoycomidayguitarras.Japhydijo:

—Estoycansadodeestas fiestas. ¿Qué tal si túyyonosvamosa laspistasdeMarinCountydespuésdelafiesta?Pasaremosunoscuantosdías.PodemoscogerlasmochilasydirigirnosalazonadePotreroMeadowsoaLaurelDell.

—¡Estupendo!En esto, de repente una tarde apareció Rhoda, la hermana de Japhy, con su

prometido.IbaacasarseenlacasadelpadredeJaphy,enMillValley,conunagranrecepciónytodo.Japhyyyoestábamossentadosenlacabañaunatardebochornosa,ydepronto,ellaestabaenlapuerta,delgadayrubiaypreciosa,consuelegantenoviodeChicago,unhombremuyguapo.

—¡Caramba! —gritó Japhy, levantándose de un salto y besándola con unapasionadoabrazo,queellaledevolviódetodocorazón.¡Ycómohablaron!

—Oye,¿creesqueresultaráunbuenmarido?—Loserá,loheescogidoconmuchocuidado,protestón.—Serámejorqueloseaoselastendráqueverconmigo.Luego,enplandealarde,encendióungranfuegoydijo:—AsíescomohacemoslascosasenesosmontesdeverdaddelNorte.Luego echó demasiado petróleo al fuego y se apartó; esperó como un niño

travieso y ¡bruuum!: se oyó una gran explosión en el interior de la estufa y sentíclaramente lasacudidaalotro ladode lahabitación.Estuvoapuntode irse todoalcarajo.Luegolepreguntóalpobrenovio:

—Verás,¿conocesalgunasbuenasposturasparalanochedebodas?ElpobretipoacababadehacerelserviciomilitarenBirmaniayqueríahablarde

esepaís,peronoconsiguiómeterbaza.Japhyestabamásenloquecidoquenuncayauténticamenteceloso.Leinvitaronalaeleganterecepciónydijo:

—¿Podríapresentarmeenpelotas?—Hazloquequieras,peroven.—Puedo imaginármelo todo, la coctelera y todas las señoras con sus elegantes

www.lectulandia.com-Página133

sombrerosylosguaperasdestrozandocorazonesymúsicadeórganoytodoelmundosecándoselosojosporquelanoviaestanguapay…¿Porquéquieresentraraformarpartedelaclasemedia,Rhoda?

—¿Yquémeimporta?—dijoella—.Quieroempezaravivir.Sunovioteníamuchodinero.Enrealidaderauntipoagradableysentíquetuviera

queaguantartodoaquelloconunasonrisa.Despuésdequesefueron,Japhydijo:—No aguantará a su ladomás de seismeses. Rhoda es una chicamuy loca y

prefiere los pantalones vaqueros y andar por ahí a quedarse encerrada en unapartamentodeChicago.

—Laquieres,¿verdad?—Ynosabescuánto…Deberíacasarmeconella.—¡Perosiestuhermana!—Yquécojonesimporta.Necesitaaunhombredeverdadcomoyo.Nosabeslo

salvajequees,notecriasteconellaenlosbosques.Rhodaerarealmenteguapaylamentéquesehubierapresentadoconsunovio.En

todoaquel tumultodemujeres todavíanomehabíaconseguidounaparamí.Noesque pusiera demasiado interés, pero a veces me sentía solo viéndolos a todosemparejadosypasándolotanbienyentoncestodoloquepodíahacererametermeenelsacodedormirjuntoalrosalysuspirarydecirbah.Paramítodosereducíaasabordevinotintoenlabocayaunmontóndeleña.

Peroporentoncesencontréalgoparecidoauncuervomuertoenelcercadodelosvenadosypensé:«Bonitoespectáculoparalosojosdeunapersonasensible,ytodoprovienedelsexo».

Así que aparté el sexode nuevodemi cabeza.Mientras el sol brillara y luegoparpadearayvolviera abrillar,mebastaba.Seríabuenoy seguiría solo, no tendríaaventuras,mequedaríatranquiloyseríabueno.

«La compasión es la estrella que guía —dijo Buda—. No discutas con lasautoridadesoconmujeres.Suplica.Séhumilde».

Escribí un poemita dedicado a cuantos venían a la fiesta: «Hay en vuestrospárpadosguerras,yseda…,perolossantossehanido,idotodos,libresdetodoeso».

Enrealidadmecreíaunaespeciedesantodemente.Yesosebasabaenquemedecía:«Ray,nocorrasdetrásdelalcoholylasmujeresylacompañía,quédateenlacabañaydisfrutadelarelaciónnaturalconlascosastalycomoson».

Pero resultaba difícil vivir allí arriba con todas aquellas rubias que venían losfinesdesemanaytambiénalgunaqueotranoche.Unavez,unamorenitamuyguapaaceptósubirconmigoalacolinayestábamosallíenlaoscuridadencimadelcolchóncuando, de repente, se abrió la puerta y entraron Sean y JoeMahoney bailando yriéndose, tratandodeliberadamentedequemeenfadara…ano serquecreyerande

www.lectulandia.com-Página134

verdadenmisesfuerzosascéticosyfueranángelesqueveníanaalejarmedelamalamujer.Cosaquehicieronenelacto.Aveces,cuandoestabamuyborrachoycolocadoy sentado de piernas cruzadas en medio de una de las enloquecidas fiestas, teníaauténticasvisionesdeunasantanieblavacíaenlospárpadosycuandoabríalosojosveía que todos aquellos buenos amigos estaban sentados ami alrededor esperandoque me explicara; y nadie consideraba mi conducta extraña, sino perfectamentenaturalentrebudistas;ytantosialabrirlosojosexplicabaalgocomosino,quedabansatisfechos.Durantetodaesaépoca,enrealidad,sentíaundeseoirresistibledecerrarlosojoscuandoestabaacompañado.Creoquealaschicaslesasustaba.

—¿Aquésedebequeestésiempresentadoconlosojoscerrados?LapequeñaPrajna,lahijitadedosañosdeSean,seacercabaymeponíaundedo

enlospárpadosydecía:—¡Buba!¡Buba!Avecespreferíallevarladelamanoadarpequeñospaseosmágicosporeljardín,

enlugardequedarmesentadoocharlandoenelcuartodeestar.EncuantoaJaphy,legustabatodoloqueyohacíasiemprequeprocuraraquela

lámparadepetróleonohumearayquenoafilaraelhachademododesigual.Eramuyestrictoparaestascosas.

—Tienesqueaprender—decía—.Malditasea.Sihayalgoquenopuedoaguantaresquelascosasnosehaganbien.

Eraasombrosoladecomidasquesabíaprepararconlosproductosdesuanaquel.Tenía todo tipo de algas y raíces secas compradas enChinatown, y preparaba unamezcladeaquelloconsalsadesojaylaechabaencimadearrozhervidoyresultabadeliciosocomidoconpalillos.Yallísentadosalanochecer,conlosárbolesrugiendoy las ventanas todavía abiertas, con frío, comíamos ñam ñam aquellas deliciosascomidas chinas de fabricación casera. Japhy sabíamanejar los palillosmuy bien ycomíarápidamente.Luegoavecesyolavabalosplatosyluegosalíaameditarunratosobremilechodebajodeloseucaliptos,yporlaventanadelacabañaveíaelpardoresplandordelalámparadepetróleodeJaphymientrasestabasentadohurgándoselosdientes.Avecessalíaalapuertadelacabañaygritaba:

—¡Ooooh!—Yonolecontestabayleoíamurmurar—:¿Dóndecoñoestará?—Yleveíaescudriñarlaoscuridadenbuscadesubhikkhu.

Unanocheestabasentadomeditando,cuandoamiizquierdaoíunfuertecrujido.Miréyeraunvenadoqueveníaavisitarsuantiguamoradayamordisquearunpocodefollaje.Atravésdelvallesumergidoenelcrepúsculolaviejamulaseguíaconsugimiente:«¡Ji jo! ¡Ji jo!», comounentrecortadocanto tirolés enel aire: comounatrompeta tocada por un ángel terriblemente triste: como un aviso a la gente quecenabaensuscasasdequenotodoestabatanbiencomocreían.Y,sinembargo,eraungritodeamorhaciaotramula.Peroésaeralarazóndeque…

www.lectulandia.com-Página135

Unanochemeditabaentanperfectaquietudquellegarondosmosquitosysemeposaronenunadelasmejillasysequedaronallímuchotiemposinpicarmeyluegosemarcharon,ynomehabíanpicado.

www.lectulandia.com-Página136

27

Pocosdíasantesdelagranfiestadedespedida,Japhyyyodiscutimos.BajamosaSanFranciscoparadejarsubicicletaenelmercanteatracadoenelpuerto,ydespuésfuimosalbarriochinobajolalloviznaaquenoscortaranelpelopormuypocodineroen la escuela de peluqueros. Finalmente, pensábamos buscar en los almacenes delEjército de Salvación y del Monte de Piedad algo de ropa interior y cosas así.Mientras caminábamos bajo la llovizna por las concurridas calles («¡Esto merecuerda a Seattle!», gritó), tuve unas ganas invencibles de emborracharme paraponermebien.CompréunabotelladeoportoylodestapéyllevéaJaphyaunacallejaybebimos.

—Serámejorquenobebasdemasiado—medijo—.YasabesquedespuésvamosairaBerkeleyaunaconferenciayuncoloquioenelCentroBudista.

—Notengoganasdeir,loúnicoquequieroesbeberenlascallejas.—Teestánesperando;elañopasadolesleítodostuspoemas.—Nomeimporta.Miraesanieblaquehayahíarribayluegomiraesteoportotan

cálido,¿notehacensentirquecantasalviento?—No,nodemasiado.Ray,yasabesqueCacoethesdicequebebesdemasiado.—¡Que se ocupe de su úlcera! ¿Por qué crees que tiene úlcera? Porque bebe

demasiado.¿Tengoyounaúlcera?¡Nuncaenlavida!¡Beboparaalegrarme!Sinotegustaquebeba,puedesirtúsoloalaconferencia.TeesperaréencasadeCoughlin.

—Pero¿esquevasaperdértelasóloporunpocodevino?—Lasabiduríatambiénestáenelvino,¡malditasea!—grité—.¡Tomauntrago!—¡Noquiero!—Bueno,entoncesbeberéyo.YterminélabotellayvolvimosalacalleSexta,dondeinmediatamenteentréen

lamismatiendaycompréotra.Ahorameencontrababien.Japhyestabatristeydecepcionado.—¡Cómo esperas convertirte en un bhikkhu bondadoso o en un bodhisattva

mahasattvasiteemborrachascontinuamente!—¿HasolvidadolaúltimaviñetadelosTorosdondeelviejoseemborrachacon

loscarniceros?—¿Y qué? ¿Cómo vas a entender tu propia esenciamental con la cabeza toda

embotadaylosdientesmanchadosyllenodenáuseas?—Notengonáuseas,meencuentrobien.Podríaflotarenesanieblagrisyvolar

porencimadeSanFranciscocomounagaviota.¿Tecontéalgunavez lodelbarriochinoeste?Vivíporaquí…

—TambiényohevividoenelbarriochinodeSeattle,yséperfectamenteloquepasaenesossitios.

www.lectulandia.com-Página137

Losneonesdetiendasybaresresplandecíanenelgrisdelanochelluviosa.Mesentíamaravillosamente bien. Después de cortarnos el pelo fuimos al almacén delMonte de Piedad y anduvimos de pesca en los cajones. Compramos calcetines ycamisetas, cinturones y otras prendas viejas por muy poco. Yo seguía pegándolebesosalvino:mehabíacolgadolabotelladelcinturón.Japhyestabaenfadado.LuegosubimosalcocheyfuimosaBerkeleycruzandoelpuentebajolalluviaysiguiendohastalasafuerasdeOakland,yluegohastaelcentro,dondeJaphyesperabaencontrarunos vaqueros de mi talla. Nos habíamos pasado el día entero mirando vaquerosusadosparaversimeservían.SeguípegándolealvinoyalfinJaphycedióybebióunpocoymeenseñóelpoemaquehabíaescritomientrasmecortabanelpeloenelbarriochino:«¡Modernaescueladepeluquería!Smith,ojoscerrados,padeceuncortedepelotemiendolafealdad.50centavos.Unestudiantedepeluquerocetrino,Garcíaensubata,doschicosrubios,unoconcaraasustadaygrandesorejas.Mirandodesdelosasientos,dile:“Eresmuyfeoytieneslasorejasgrandes”.Lloraráysufrirásinquenisiquieraseacierto.Elotro,decaradelgada,concentrado,vaquerosremendadosyzapatosrotosmemiradelicadamente.Chicodolientequesevolveráduroyavaroenlapubertad;Rayyyoconunabotelladeoportopordentroenestedía lluviosodemayoynohaylevisusadosdenuestratallaenlaciudadyelestudiantedepeluquerocorta el pelo a lo barrio chino y el alumno maduro empieza su carrera en plenafloración».

—¿Ves?—dije—.Nohubierasescritoesepoemasinelvinoquetepusoatono.—Lohabría escrito en cualquier caso.Tú eres el que bebes demasiado todo el

tiempo, no sé cómo vas a llegar a la iluminación ni arreglártelas para estar en lasmontañas, andas todoel ratocolinaabajogastandoeldinerode las judíasenvino.Acabarás tirado en la calle, lloviéndote encima, borracho perdido, y te llevarán acualquier sitio.Entonces renaceráscomoencargadodebarabstemioparapurgar tukarma.—Hablabaenserioyestabapreocupadopormí,peroseguíbebiendo.

Cuando llegamos a casa deAlvah, ya era hora de salir para la conferencia delCentroBudista.Dije:

—Mequedaréaquíemborrachándomeyosesperaré.—Muybien—dijoJaphy,mirándomesombríamente—.Estuvida.Estuvofueraunasdoshoras.Mesentíatristeybebídemasiadoyestabamareado.

PerohabíadecididonodejarmevencerporelalcoholyresistirydemostrarlealgoaJaphy.Depronto,alanochecer,Japhyentrócorriendoenlacasaborrachoperdidoygritando:

—¿Sabes lo que pasó, Smith? Fui a la conferencia budista y todos estabanbebiendo sakeen tazasde téy todos se emborracharon. ¡Tenías razón! ¡Es todo lomismo!¡Todosborrachosydiscutiendodelprajna!—YdespuésdeesoJaphyyyonuncavolvimosareñir.

www.lectulandia.com-Página138

28

Llegó la noche de la gran fiesta. Prácticamente podía oírse el ajetreo de lapreparacióncolinaabajo,ymesentídeprimido.

«¡Oh, Dios mío! La sociabilidad no es más que una gran sonrisa y una gransonrisanoesmásquedientes.Megustaríaquedarmeaquíydescansaryserbueno».Peroalguientrajovinoymepusoenmarcha.

Esanocheelvinocorriócolinaabajocomounrío.Seanhabíareunidounmontóndetroncosgrandesparahacerunahoguerainmensadelantedelacasa.Eraunanochedemayo clara, estrellada, templada y agradable.Vino todo elmundo. La fiesta sedividióenseguidaenlastrespartesdesiempre.Pasélamayorpartedeltiempoenelcuarto de estar donde ponían discos de Cal Tjader y había un montón de chicasbailandomientrasBudySeanyavecesAlvahysunuevotronco,George,tocabanelbongoenlataspuestasbocaabajo.

Fuera,laescenaeramástranquila,conelresplandordelfuegoygentesentadaenlos largos troncosqueSeanhabíasituadoalrededorde lahoguera,yen lamesaunbanquetedignodeunreyydesuhambrientoséquito.Aquí,juntoalahoguera,lejosdelfrenesídelosbongosdelcuartodeestar,Cacoethesllevabalabatutadiscutiendodepoesíaconloslistoslocales,entérminoscomoéstos:

—MarshallDashiellestádemasiadoocupadocuidándoselabarbayconduciendosuMercedesBenzdecóctelencóctelporChevyChaseylaagujadeCleopatra;O.O.DowlersepaseaenlimusinaporLongIslandypasalosveranoschillandoenlaPlazadeSanMarcos;yelapodadoPequeñaCamisaRecia,quéqueréis,selasarreglamuybienporSavileRow,conbombínychaleco;yManuelDrubbingesunculoinquietoquemirasinpararlasrevistasminoritariasparaveraquiéncitan;ydeOmarTottnotengonadaquedecir.AlbertLawLivingstonestámuyocupadofirmandoejemplaresde sus novelas ymandando felicitaciones deNavidad a SarahVaughan; aAriadneJones le molesta la compañía Ford; LeontineMcGee dice que es vieja. Entonces,¿quiénqueda?

—RonaldFirbank—dijoCoughlin.—Creoquelosúnicospoetasauténticosdeestepaís,fueradelaórbitadelosque

estamosaquí,sonelDoctorMusial,queprobablementeestémurmurandodetrásdelascortinasde sucuartodeestarenestemismomomento,yDeeSampson,queesdemasiadorico.EsohacequenosquedeelqueridoJaphy,quesenosvaaJapón,ynuestro llorón preferido, el amigo Goldbook, y el señor Coughlin que tiene unalenguaviperina.¡Diosmío,elúnicobuenoquequedasoyyo!Porlomenostengounhonradotrasfondoanarquista.Porlomenostengoheladalanariz,botasenlospies,yprotestasenlaboca.—Seretorcióelbigote.

—¿YquépasaconSmith?

www.lectulandia.com-Página139

—Bueno,supongoqueensuaspectomás terribleesunbodhisattva.Es todo loquepuedodecirdeél.—Aparte,añadiómedioenbroma—:Sepasaborrachoeldíaentero.

Esanoche tambiénvinoHenryMorley,pero sóloun rato,y secomportódeunmodomuyrarosentadoalfondoleyendolashistorietasdeMadyesanuevarevistallamadaHip.Sefuepronto,despuésdeobservar:

—Lassalchichassondemasiadodelgadas,¿creéisqueesunsignodelostiempos,oesqueArmourySwiftusanmexicanosdescarriados?

Nadiehablóconél,exceptoJaphyyyo.Meentristecióverle irse tantemprano;erainvisiblecomounfantasma,igualquesiempre.Contodo,estrenóuntrajemarrónnuevoparalaocasión,yderepenteyanoestaba.

Entretanto,enlacolina,dondelasestrellasparpadeabanentre losárboles,habíaparejasocasionalesqueserevolcabanporlahierbaohabíansubidovinoyguitarrasycelebrabanfiestasporsucuentadentrode lacabaña.Fueunanocheestupenda.PorfinllegóelpadredeJaphy,alsalirdesutrabajo;erauntipomenudo,delgado,duro,justo igual que Japhy, un poco calvo, pero tan enérgico y loco como su hijo.Enseguida se puso a bailar mambos con las chicas mientras yo golpeabafrenéticamenteunalata.

—¡Sigue,tío!—gritaba.Nunca había visto a un bailarínmás frenético.Movía las caderas delante de la

chicahastacasicaerse,ysudaba,hacíavisajes,seagitaba,sereía:eraelpadremáslocoquehabíavistoenmivida.Hacíapoco,enlabodadesuhija,habíadisueltolarecepción al irrumpir a cuatro patas con una piel de tigre encima ymordiendo lostobillosdelasseñorasyrugiendo.Ahorahabíacogidoaunachicamuyalta,decasiunmetroochenta, llamadaJane, lahacíagirarenelaireycasi laestrellacontra labiblioteca. Japhy andabade un ladopara otro conungarrafón en lamano, la cararesplandecientedefelicidad.Durantealgúntiempoelfollóndelcuartodeestarcasidejóvacíalazonadealrededordelahoguera,yPsycheyJaphybailaroncomolocos;luego Sean dio un salto e hizo girar por el aire a Psyche y ésta pareció perder elequilibrioycayójustoentreBudyyoqueestábamossentadosenelsuelotocandolapercusión(Budyyonunca teníamoschicasyestábamosajenosa todo)ysequedóallítirada,dormidaennuestroregazoduranteunsegundo.Tiramosdenuestraspipasy seguimos tocando. Polly Whitmore andaba trajinando por la cocina, ayudaba aChristine y hasta hizo unos bollos riquísimos.Me di cuenta de que se sentía solaporquePsycheandabaporallíyJaphyyanoestabaconella,asíquemeacerquéylacogí por la cintura, pero me miró con tal miedo que no hice nada. Parecíaterriblementeasustadademí.Princessandabatambiénporallíconsunovionuevo,yparecíamolesta.

—¿Quélesdasatodaséstas?—preguntéaJaphy—.¿Nomepuedespasaruna?

www.lectulandia.com-Página140

—Cogealaquequieras.Estanochenomeimporta.SalíalahogueraparaescucharlasúltimasagudezasdeCacoethes.ArthurWhane

estaba sentado en un tronco, bien vestido, traje y corbata, yme acerqué a él y lepregunté:

—Bien,¿yquéeselbudismo?¿Esimaginaciónfantástica?¿Magiadelrayo?¿Esteatro,sueño?¿Onisiquierateatro,sólosueño?

—No,paramíelbudismoesconoceralamayorcantidaddegenteposible.Yporallíandaba,realmenteafable,dandolamanoatodoelmundoycharlando

como si se tratara de un cóctel. Dentro, la fiesta se volvía más y más frenética.Empecéabailarconaquellachicatanalta.Eraunafiera.Quisellevármelaalacimade la colina con una garrafa de vino, pero su marido andaba por allí. Esa mismanoche,peromástarde,aparecióunnegroyempezóatocarelbongoensucabezaymejillasybocaypecho,yalgolpearseobteníasonidosrealmentepotentes,yteníaunritmotremendo.Todoelmundoestabaencantadoydijeronqueeraunbodhisattva.

Llegabagentedetodasclasesdesdelaciudad,dondelasnoticiasdelagranfiestacorrían de bar en bar. De pronto, levanté la vista y Alvah y George se estabanpaseandodesnudos.

—¿Quéestáishaciendo?—Bueno,decidimosquitarnoslaropa.A nadie parecía importarle. De hecho vi que Cacoethes y Arthur Whane,

perfectamente vestidos, mantenían una conversación muy seria con aquel par delocosdesnudos.Finalmente,Japhysedesnudótambiényandabadeunladoparaotroconsugarrafa.Cadavezquealgunadelaschicaslemiraba,soltabaunpotenterugidoyseechabaencimadeella,queseapresurabaasalircorriendodelacasa,mientrasgritaba.Estabaloco.Mepreguntabaloquepasaríasi lapolicíadeCorteMaderaseolíaloqueestabapasandoysubíabramandoensuscochespatrulla.Lahogueraeragrandísima y desde la carretera todo el mundo podía ver lo que estaba pasandodelantedelacasa.Sinembargo,ydemodoextraño,nadaquedabafueradelugar:lahoguera, la comida en la mesa, los que tocaban la guitarra, la espesa arboledabalanceándosealvientoyunoscuantostiposdesnudos…Todoresultabanatural.

MedirigíalpadredeJaphyyledije:—¿QuépiensadeJaphyandandodesnudoporahí?—Meimportauncarajo.Japh,porloqueamírespecta,puedehacertodoloque

ledélagana.Oye,¿dóndeestáesachicatanaltaconlaqueestababailando?EraunperfectopadredeVagabundodelDharma.Habíapasadoañosdifícilesen

sujuventudcuandovivíaenlosbosquesdeOregón,cuidandodetodasufamiliaenaquellacabañaquehabíaconstruidoélmismoycontodoslosproblemasquepresentacultivar cualquier cosa en una tierra dura de inviernos tan fríos. Ahora tenía unaempresadepinturayganabamucho.Eradueñodeunade lascasasmásbonitasde

www.lectulandia.com-Página141

MillValley,quesehabíaencargadodeconstruir,yteníaasuhermanaasucargo.LamadredeJaphyvivíasolaenelNorte,enunacasadehuéspedes.JaphyseocuparíadeellacuandovolvieradeJapón.Yohabíaleídounatristecartadeesamujer.Japhyme contó que sus padres se habían separado de modo definitivo y que cuandovolviera del monasterio vería lo que podía hacer por ella. A Japhy no le gustabahablardeesascosas,ysupadre,desdeluego,jamáslamencionaba.Peromegustabael padre de Japhy,me gustaba elmodo en que bailaba sudando y enloquecido; elmodoqueteníadedejarquetodoshicieranloquelesapeteciera,ydevolverasucasaa medianoche bailando bajo una lluvia de flores hasta su coche aparcado en lacarretera.

AlLarkeraotradelaspersonasagradablesqueestabanporallí,ysequedótodoel rato sentado rasgueando su guitarra, tocando acordes de blues y a veces deflamenco,ymirandoalvacío;ycuandoterminólafiestaalastresdelamadrugadasefueconsumujeralapartedeatrásysetumbarondentrodeunossacosdedormirylosoícharlarenlahierba.

—Vamosabailar—decíaella.—¡Oh,no,duérmetedeunavez!—decíaél.PsycheyJaphyestabanenfadadosyaquellanocheellanoqueríasubiralacolina

yhacerhonoralasnuevassábanasblancas.SealejómuyseriayviqueJaphysubíasolo,dandotumbos,borrachoperdido.Lafiestahabíaterminado.

AcompañéaPsychehastasucocheyledije:—¡Vamos,guapa!¿PorquéledasestedisgustoaJaphylanochedesudespedida?—Hasidomuymaloconmigo,¡quesevayaalamierda!—Mira,Psyche,nadietevaacomerallíarriba.—Medalomismo,vuelvoalaciudad.—Bueno, pero no está nada bien lo que haces y, además, Japhyme contó que

estabaenamoradodeti.—Nolocreo.—Asíeslavida—dijemientrasmealejabaconungrangarrafóndevinocolgado

deundedo.Inicié la ascensión y oí quePsyche trataba de darmarcha atrás con el coche y

girarenlaestrechacarretera.LapartetraseradelcochesehundióenlacunetaynopodíasacarloyterminódurmiendoencasadeChristine,tendidaenelsuelo.

Entretanto, Bud y Coughlin y Alvah y George habían subido a la cabaña yestaban tumbadosporallícondiversasmantasysacosdedormir.Coloquémisacoencima de la suave hierba yme sentí elmás afortunado de todos. La fiesta habíaterminado y también los gritos, pero ¿qué habíamos conseguido?Empecé a cantarentretragoytrago.Lasestrellasteníanunbrilloenceguecedor.

—¡Un mosquito tan grande como el monte Meru es mucho mayor de lo que

www.lectulandia.com-Página142

crees!—gritóCoughlindentrodelacabañaaloírmecantar.Amivez,grité:—¡Elcascodeuncaballoesmásdelicadodeloqueparece!Alvah salió corriendoen ropa interiorybailó locamentey aulló largospoemas

tendidoenlahierba.PorfinconseguimosqueBudselevantaraysepusieraahablarsin parar de sus últimas ocurrencias. Celebramos una especie de nueva fiesta allíarriba.

—¡Vamosabajoavercuántaschicassehanquedado!Bajé la ladera rodando lamitaddelcaminoy tratédequePsychesubiera,pero

estabafueradecombatetumbadaenelsuelo.Lasbrasasdelagranhogueratodavíaestabanalrojoydabanmuchocalor.Seanroncabaeneldormitoriodesumujer.Cogíalgo de pan de la mesa y lo unté de queso fresco; lo comí y bebí vino. Estabatotalmentesolojuntoalfuegoyhaciaelesteempezabaaclarear.

—¡Québorrachoestoy!—dije—.¡Despertad!¡Despertad!¡Despertad!—grité—.¡Lacabradeldíaestáempujandolamañana!¡Nadadeperos!¡Bang!¡Venid,chicas!¡Lisiados!¡Golfos!¡Ladrones!¡Chulos!¡Verdugos!¡Fuera!

Enesto tuveunapoderosa sensación: sentí unagranpiedadpor todos los sereshumanos,fueranquienesfueran.Visuscaras,susbocasafligidas,suspersonalidades,sus intentos por estar alegres, supetulancia, su sensacióndepérdida, sus agudezasvacíasytorpesenseguidaolvidadas.Ytodo,¿paraqué?Comprendíqueelruidodelsilencio estaba en todas partes, y que, sin embargo, todo y en todas partes erasilencio.¿Quépasaríasiderepentenosdespertáramosycomprendiéramosqueloquepensábamos que era esto y aquello no fuera ni esto ni aquello para nada? Subítambaleándome a la colina, saludado por los pájaros, y contemplé a las figurasacurrucadasquedormíanenelsuelo.¿Quiéneseran todosestosextrañosfantasmasenraizadosconmigoa la tonta e insignificante aventura terrestre? ¿Yquiénerayo?¡Pobre Japhy!A las ocho de lamañana se levantó y golpeó su sartén y entonó el«Gochami»ynosllamóparadesayunartortitas.

www.lectulandia.com-Página143

29

Lafiestaduróvariosdías;lamañanadeltercerdíalagenteseguíadesperdigadaporlahierbacuandoJaphyyyosacamossigilosamentenuestrasmochilas,conunosvíveresadecuados,ynosfuimoscarreteraabajoconlasprimeraslucesanaranjadasdeunodelosdoradosdíasdeCalifornia.

Ibaaserundíamaravilloso,estábamosdenuevoennuestroelemento:laspistasforestales.

Japhyestabamuyanimado.—¡Maldita sea! Sientamuy bien dejar atrás tanta pasada y largarse al bosque.

Cuando vuelva de Japón,Ray, y haga realmente frío, nos pondremos ropa interiorcalienteyrecorreremoselpaíshaciendoautostop.Piensaenelocéano,lasmontañas,Alaska,Klamath…,undensobosquedeabetosadecuadoparaunbhikkhu,un lagoconunmillóndepatos.¡Estupendo!¡Wu!Oye,¿sabesloquesignificawuenchino?

—¿Qué?—Niebla.Estos bosques deMarin sonmaravillosos; hoy te enseñaré el bosque

Muir,aunquealláenelNorteestétodaesaauténticazonamontañosadelPacífico,elfuturohogardelaencarnacióndelDharma.¿Sabesloquevoyahacer?Escribiréunpoemamuylargoquesetitule«Ríosymontañassinfin»,y loescribiré todoenunrollo que se desenrollará sin parar lleno de nuevas sorpresas con las que se olvidetotalmenteloquehayescritoantes,algoasícomounrío,¿entiendes?Ocomounadeesaspinturaschinasensedatanlargasconunpardehombrecillosquecaminanporunpaisajesinfinconviejosárbolesretorcidosymontañastanaltasquesefundenconla niebla del vacío de la parte superior de la seda. Me pasaré tres mil añosescribiéndolo;contendráinformaciónsobrelaconservacióndelsuelo,lasautoridadesforestales del valle del Tennessee, la astronomía, la geología, los viajes de HsuanTsung,lateoríadelapinturachina,larepoblaciónforestal,laecologíaoceánicaylascadenasdesupermercados.

—Adelante,chico.Como siempre, yo iba detrás de él y, cuando empezamos a escalar con las

mochilas bien sujetas a la espalda como si fuéramos animales de carga y no nosencontráramosbiensinllevarpeso,denuevoempezóelviejoysolitarioyagradablezapzapporelsendero,muydespacio,aunkilómetroypicoporhora.Llegamosalfinaldeunacarreteraempinadadondetuvimosquepasarpordelantedeunascuantascasasqueselevantabanjuntoaunosfarallonescubiertosdemontebajoconcascadasque se dividían en hilos de agua. Subimos luego por un empinado prado lleno demariposasyhenoyunpocoderocío:eranlassietedelamañana.Luegobajamosporunacarreterapolvorienta,ydespués,alfinaldeestapolvorientacarreteraquesubíaysubía, divisamos un hermoso panorama: Corte Madera y Mill Valley estaban allá

www.lectulandia.com-Página144

lejosy,alfondo,distinguimoslarojapartealtadelpuentedeGoldenGate.—Mañanaporlatarde,cuandovayamoscaminodeStimsonBeach—dijoJaphy

—,verástodalablancaciudaddeSanFranciscoamuchoskilómetrosdedistancia,enlabahíaazul.Ray,porDios,ennuestravidafuturatendremosunahermosatribulibre en estos montes californianos, con mujeres y docenas de radiantes hijosiluminados;viviremoscomolosindios,entiendas,ycomeremosbayasybrotes.

—¿Yjudíasno?—Escribiremos poemas, tendremos una imprenta y publicaremos nuestros

propiospoemas;serálaEditorialDharma.Lopoetizaremostodoyharemosunlibromuygordodebombasheladasparalagenteignorante.

—No.Lagentenoestátanmal,tambiénsufren.Siempreestamosleyendoquesequemó una chabola en algún lugar del Medio Oeste y que murieron tres niñospequeñosyhayfotosde lospadres llorando.Hastasequemóelgato.Japhy,¿creesqueDioscreóelmundoparadivertirseundíaenqueestabaaburrido?Porquesifueraasí,seríaunsermezquino.

—Pero¿quéentiendestúporDios?—SimplementeTathagata,siquieres.—Bueno,puesenlossutrasdicequeDios,oTathagata,nocreóelmundoapartir

desusentrañas,sinoqueapareciódebidoalaignoranciadelosseresvivos.—Pero él también creó a esos seres vivos y a su ignorancia.Es unapena todo

esto.Nodescansaréhastaqueaverigüeporqué,Japhy,porqué.—¡Oye! ¡No inquietes tanto la esencia de tu mente! Recuerda que en la pura

esencia mental, Tathagata nunca se hace la pregunta por qué; ni tan siquiera leproporcionasentido.

—Bien,entoncesenrealidadnuncapasanada.Metiróunpaloymedioenunpie.—Bien,esonohapasado—dije.—En realidad, no lo sé,Ray, pero comprendoque te entristezca elmundo.Sin

dudaesmuytriste.Fíjateenlafiestadelaotranoche.Todosqueríanpasarlobienehicieronesfuerzosparaconseguirlo,y,sinembargo,aldíasiguientenosdespertamosbastantetristesyalejadosunosdeotros.¿Quépiensasdelamuerte,Ray?

—Creoquelamuerteesnuestrarecompensa.CuandounomuerevadirectamentealCielodelnirvana,yseacabóloquesedaba.

—Perosupónquerenacierasenelinfiernoyquelosdemoniostemetenbolasdeaceroalrojovivoporlaboca.

—Lavidayamehametidomuchoaceroporlaboca.Perocreoqueesosóloesunsueñopreparadopor unos cuantosmonjes histéricos queno entendían la serenidaddelBuda bajo elÁrbolBo, o ni siquiera la deCristomirando desde lo alto a sustorturadoresyperdonándolos.

www.lectulandia.com-Página145

—¿DeverdadquetegustaCristo?—Claro que sí. Y, a fin de cuentas, hay unmontón de gente que dice que es

Maitreya, elBuda que se había profetizado que aparecería después de Sakyamuni.¿Sabes?Maitreya en sánscrito significa «Amor», yCristo todo el tiempo habla deamor.

—¡No empieces a predicar el cristianismo! Ya te estoy viendo en tu lecho demuertebesandouncrucifijolomismoqueelviejoKaramazovocomonuestroviejoamigoDwightGoddardquefuebudistatodasuvidayderepente,ensusúltimosdías,volvióalcristianismo. ¡Nuncamepasaráunacosaasí!Quieroestar todas lashorasdeldíaenuntemplosolitariomeditandodelantedeunaestatuadeKwannonqueestáencerrada porque no la puede ver nadie: es demasiado poderosa. ¡Dale duro, viejodiamante!

—Yaverásloquepasacuandobajelamarea.—¿TeacuerdasdeRolSturlason,aquelamigomíoquefueaJapónaestudiarlas

rocasdeRyoanji?FueenunmercantequesellamabaSerpienteMarina,asíquepintóunaserpientemarinaconsirenasenunamamparadelcomedorylatripulaciónquedóencantaday todosquerían convertirse enVagabundosdelDharma inmediatamente.AhoraandasubiendoelsagradomonteHiei,deKioto,seguramenteconmediometrode nieve, pero sigue sin desviarse por donde no hay senderos, paso a paso,atravesando espesos bambúes y pinos retorcidos como los de los dibujos.Los pieshúmedosysinacordarsedecomer.Asíescomohayqueescalar.

—Porcierto,¿quéropavasallevarenelmonasterio?—¡Hombre!Loadecuado.PrendasalestilodelaDinastíaTang.Unlargohábito

negroconampliasmangasyextrañospliegues.Parasentirmeasíorientaldeverdad.—Alvah dice que mientras hay gente como nosotros que anda muy excitada

queriendoparecerorientales,ahoralosorientalessededicanaleeralossurrealistasyaCharlesDarwin,yqueestánlocosporvestirsealamodaoccidental.

—En cualquier caso, Oriente se funde con Occidente. Piensa en la granrevoluciónmundial que se producirá cuando elOriente se funda de verdad con elOccidente.Y son los tipos comonosotros losque inicianelproceso.Piensa en losmillonesdetiposdelmundoenteroqueandanporahíconmochilasalaespaldaensitiosapartados,oviajandoenautostop.

—EsosuenaalosprimerosdíasdelasCruzadas,conWalterelMendigoyPedroelErmitañoencabezandogruposharapientosdecreyentescaminodeTierraSanta.

—Sí, pero aquello tenía la siniestrez y miseria europeas. Quiero que misVagabundosdelDharmallevenlaprimaveraenelcorazóncontodoélflorecidoylospájarosdejandocaersuspequeñosexcrementosysorprendiendoalosgatosquehaceunmomentoqueríancomerlos.

—¿Enquéestáspensando?

www.lectulandia.com-Página146

—Melimitoahacerpoemasmentalesmientras trepohaciaelmonteTamalpais.Miraallíarriba,esunmontemaravilloso,elmáshermosodelmundo.¡Quéformatanbella!Me gusta el Tamalpais de verdad. Dormiremos allí esta noche. Nos llevaráhastaúltimahoradelatardealcanzarlo.

La zona deMarin eramuchomás frondosa y amena que la áspera zona de lasierra por donde trepamos el otoño anterior: todo eran flores, árboles, matorrales,peroalladodelasendatambiénhabíagrancantidaddeortigas.Cuandollegamosalfinaldelaltocaminopolvoriento,derepentenosencontramosenundensobosquedepinosy seguimosunoleoductoa travésde laespesura, tanumbríaqueel solde lamañana penetraba con dificultad y hacía fresco y estaba húmedo. Pero el olor erapuro:apinosymaderahúmeda.Japhynoparódehablarentodalamañana.Ahoraqueestabaunavezmásenplenomonte,secomportabacomounchiquillo.

—Loúnicomalodeeseasuntodelmonasteriojaponésesque,apesardetodasuinteligenciaysusbuenasintenciones,losnorteamericanosdeallísabenmuypocodeloquepasaenNorteaméricaydelosqueestudiamosbudismoporaquí.Y,además,nolesinteresalapoesía.

—¿Quiénesdices?—Pues los que me mandan allí y pagan los gastos. Gastan mucho dinero

preparandoelegantesescenasdejardinesyeditandolibrosdearquitecturajaponesa,ytodaesaporqueríaquenolegustaanadieyquesólolesresultaútilalasdivorciadasnorteamericanasricasengiraturísticaporJapón.Enrealidad,loquedebíandehacereraconstruirocomprarunaviejacasajaponesaytenerunahuertayunsitiodondeestaryserbudista,esdecir,algoauténticoynounodeesosbodrioshabitualesparalaclasemedianorteamericanaconpretensiones.Detodosmodos,tengomuchasganasdeencontrarmeallí.Chico,hastamepuedoverpor lamañanasentadoen laesteraconunamesabajaallado,escribiendoenmimáquinaportátil,yconelhibachicercayuncacharrodeaguacalienteytodosmispapelesymapas,lapipaylalinterna,todomuyordenado;yafueraciruelosypinosconnieveen las ramas,yarribaelmonteHeizanconlanieveespesándose,ysugiehinokialrededor,ylospinos,chico,yloscedros…Templos escondidos que se encuentran al bajar por senderos pedregosos;sitios fríos muy antiguos conmusgo donde croan las ranas, y dentro estatuillas ylámparascolgantesylotosdoradosypinturasyolorainciensoyarconeslacadosconestatuas.—Su barco zarpaba dentro de un par de días—. Pero me da pena dejarCalifornia…alomejorporesoquieroecharleunaojeadafinalhoy,Ray.

Desdeelumbríobosquedepinossubimosauncaminodondehabíaunrefugiodemontaña.Luegocruzamoselcamino,ydespuésdeandarentremalezacuestaabajo,llegamos a un sendero que probablemente no conocía nadie, a excepción de unoscuantos montañeros y, de pronto, ya estábamos en los bosques del Muir. Era unextensovallequeseabríavarioskilómetrosantenosotros.Seguimostreskilómetros

www.lectulandia.com-Página147

porunaviejapistaforestalyentoncesJaphysubióporlaladerahastaotrapistaquenadiehabríaimaginadoqueseencontrabaallí.Seguimosporella,subiendoybajandoalolargodeuntorrentecontroncoscaídosquenospermitíancruzarloy,devezencuando, puentes que, según Japhy, habían construido losboys scouts: eran árbolesserradospor lamitadconlaparteplanahaciaarribasobre laquesepodíacaminar.Luegotrepamosporunaempinadaladeracubiertadepinosysalimosalacarretera.Subimosunalomaconhierbaysalimosaunaespeciedeanfiteatrodeestilogriegoconasientosdepiedraalrededordealgoparecidoaunescenario tambiéndepiedradispuesto como para hacer representaciones tetra dimensionales de Esquilo ySófocles.Bebimosaguaynossentamosynosquitamoslasbotasycontemplamoslasilenciosaobradeteatrodesdelosasientosdepiedra.Alolejos,seveíaelpuentedelGoldenGateySanFranciscotodoblanco.

Japhysepusoagritarysilbarycantar,llenodealegría.Nadieleoía.—AsíestarásenlacimadelmontedelaDesolaciónesteverano,Ray.—Cantarécontodasmisfuerzasporprimeravezenlavida.—Sóloteoiránlosconejos,oquizásunosoconsentidocrítico.Ray,esazonadel

Skagit adonde vas a ir es el sitio mejor de Norteamérica. Ese río que serpenteacorriendoysaltandoentregargantascaminodelvalledespoblado…Montesnevadosque se desvanecen entre los pinos… Y valles profundos y húmedos… como BigBeaveryLittleBeaver,algunosde losmejoresbosquesvírgenesdecedro rojoquequedanenelmundo.Meacuerdomuchasvecesdemicasaabandonadadelaatalayadel monte Cráter, y yo allí sentado, sólo con los conejos y el viento que aúlla,envejeciendo mientras los conejos, agazapados en sus acogedoras madrigueras dedebajodelaspiedras,calientes,comensemillasoloquecomanlosconejos.Cuantomásteacercasalaauténticamateria,alapiedrayalaireyalfuegoyalamadera,muchacho, el mundo resulta más espiritual. Toda esa gente que se consideramaterialistaaultranzanosabenadadeeso.Seconsiderangenteprácticaytienenlacabezallenadeideasynocionesconfusas.—Levantólamano—.Escuchaesaardilla.

—MepreguntoquéestaránhaciendoencasadeSean.—Seguramente se acaban de levantar y están empezando a beber ese vino tan

agriosentadosporallídiciendotonterías.Deberíandehabervenidoconnosotros,asíaprenderíanalgo.

Cogiósumochilaysepusoenmarcha.Alamediahoraestábamosenunhermosoprado, después de seguir por una polvorienta senda a lo largo de arroyos pocoprofundos,yporfinllegamosalazonadePotreroMeadows.EraunParqueForestalNacional con un hogar de piedra ymesas paramerendar y todo lo necesario paraacampar;peronovendríanadiehastaelfindesemana.Unoscuantoskilómetrosmásallá,noscontemplaba la atalayade la cimadelTamalpais.Abrimos lasmochilasypasamosunatardemuytranquiladormitandoalsoloconJaphydeunladoparaotro

www.lectulandia.com-Página148

mirandolasmariposasylospájarosytomandonotasensucuaderno,yyomepaseésoloporelotroextremo,alnorte,dondeunadesoladamontañaderocamuyparecidaalasdelasSierrasseextendíahaciaelmar.

Al anochecer, Japhy encendió una gran hoguera y se puso a preparar la cena.Estábamoscansadosyfelices.Aquellanochehicimosunasopaquenoolvidaréjamásy,dehecho,fuelamejorsopaquetomédesdelaépocaenqueeraunjovenyfamosoescritorenNuevaYorkycomíaenelChambordoenHenriCru.Consistióenunpardepaquetesdeguisantessecosechadosenuncacharrodeaguahirviendocontocinofrito. Lo revolvimos hasta que volvió a hervir. Estaba rico y sabía de verdad aguisantes,yatocinoahumado;loadecuadoparatomaralanochecercuandoempiezaahacerfríojuntoaunacrepitantehoguera.Además,mientraspululabaporallí,Japhyhabía encontrado bejines, unas setas silvestres, pero no de las de sombrilla, sinoredondas,deltamañodepomelosydecarnetersayblanca.Lascortóylasfrióenlagrasa del tocino y nos las tomamos aparte con arroz frito. Fue una cena deliciosa.Lavamos los cacharros en el bullicioso arroyo. La crepitante hoguera manteníaalejados a los mosquitos. La luna asomaba entre las ramas de los pinos.Desenrollamos los sacos de dormir encima de la hierba y nos acostamos pronto.Estábamosmuycansados.

—Bien,Ray—dijoJaphy—,dentrodemuypocoestarémuylejos,maradentro,y tú haciendo autostop costa arriba hacia Seattle, y luego camino de la zona delSkagit.Mepreguntoquéserádenosotros.

Nosdormimospensandoenesto.Durantelanochetuveunsueñomuyvivo,unode los sueños más claros que había tenido nunca. Vi claramente un abarrotadomercado chino, sucio y lleno de humo, conmendigos y vendedores y animales decargaybarroycacharroshumeandoymontonesdebasurayverdurasquesevendíanmetidasensuciosrecipientesdemetalpuestosenelsuelo,yderepente,unmendigoharapiento había bajado de las montañas; un mendigo chino inimaginable,insignificante, que estaba en un extremo del mercado contemplándolo todo conexpresióndivertida.Erabajo,fuerte,conelrostrocurtidoporelsoldeldesiertoylamontaña;vestíaunoscuantosharapos; llevabaunhatillodecueroa la espalda; ibadescalzo.Yohabíavistotiposcomoaquélconpocafrecuencia,ysóloenMéxico.Aveces aparecían porMonterrey salidos de aquellasmontañas rocosas; seguramentemendigosquevivíanencuevas.Peroeldeahoraeraunchinoeldobledepobre,eldoblededuro;unvagabundoinfinitamentemásmisterioso;ysindudasetratabadeJaphy. Tenía su misma boca grande, sus mismos ojos chispeantes, su misma caraangulosa(unacaracomoladelamascarillamortuoriadeDostoievski,conpómulosprominentes y cabeza cuadrada); y era bajo y fornido como Japhy.Me desperté alamanecer, pensando: «¡Vaya! ¿Le va a pasar eso a Japhy? A lo mejor deja elmonasterio y desaparecey no lo vuelvo a ver nuncamás.Será el espectro deHan

www.lectulandia.com-Página149

Chan de las montañas orientales, y hasta los mismos chinos le tendrán miedoviéndolotanharapientoyderrotado».

SelocontéaJaphy.Yaestabapreparandoelfuegoysilbando.—Bueno,notequedesahímetidoenelsacodedormir.Levántateytraeunpoco

de agua. ¡Yodelayji, ju! Ray, te traeré unas barritas de incienso del templo deKiyomizu.Lasiréponiendounaaunaenungranincensariodebronceyharéelritualadecuado.¿Quéopinasdeeso?Sóloesunsueñoquetuviste.Sieltipoerayo,puesbien,erayo,¿yqué?Siemprequejándome,siemprejoven,¡viva!—Sacósupequeñahacha de la mochila y anduvo a hachazo limpio entre los arbustos y preparó unabuenahoguera.Habíaneblinaenlosárbolesynieblaenelsuelo—.Vamosarecogerlas cosas. Iremos hasta Laurel Dell. Luego seguiremos por las pistas forestales ybajaremoshastaelmarparanadarunpoco.

—Maravilloso.Paraaquellaexcursión,Japhyhabíatraídounamezcladeliciosaymuyenergética;

galletasRy-Krisp,unquesoCheddarcuradoyunsalchichón.Desayunamostodoesocontéreciénhechoynossentimosmaravillosamentebien.Doshombrespuedenvivirdurantedosdíasabasedepanconcentradoysalchichón(carneconcentrada)yqueso,yelconjuntonopesamásdekiloymedio.Japhyestaballenodeideasdeesetipo.¡Qué esperanza, qué energía humana, qué auténtico optimismo norteamericanoencerrabasupequeñaestructurafísica!Allíibadelantedemíporlasendaysevolvíaygritaba:

—Intentameditarmientrascaminas.Limítateaandarmirandoalsueloysinmiraraloslados,yabandónatemientraselsuelodesfilaatuspies.

Llegamos a Laurel Dell hacia las diez. También había allí hogares de piedras,parrillas y mesas, pero los alrededores eran infinitamente más hermosos que enPotreroMeadows.Habíaauténticosprados.Unabellezadeensueñoconsuavehierbaalrededoryun lindede frondososárboles.Hierbaondulanteyarroyosynadiea lavista.

—Dios mío, voy a volver aquí y traeré comida y gasolina y un hornillo yprepararé la comida sin hacer humo y así los del Servicio Forestal no vendrán amolestarme.

—Sí,perositeencuentrancocinandofueradeestoshogaresteecharán,Smith.—Pero¿quévoyahacersinolosfinesdesemana?¿Unirmealosquevienende

excursión?Meesconderéporahí,juntoaesehermosoprado.Mequedaréaquíparasiempre.

—Y sólo hay tres kilómetros cuesta abajo hasta StimsonBeach y la tienda decomestiblesquehayallí.

A mediodía nos pusimos en marcha hacia la playa. Fue una marchatremendamenteagotadora.Subimoshastalospradosmásaltos,desdedondepudimos

www.lectulandia.com-Página150

ver otra vez San Francisco en la lejanía, y luego bajamos por una senda muyempinadaqueparecíacaerdirectamenteenelmar;aveceshabíaquebajarcorriendoy, en una ocasión, casi sentados de culo. Un torrente de agua corría al lado de lasenda.AdelantéaJaphyy,mientrascantabaalegremente,empecéabajartandeprisaporlasenda,quelodejécasiunpardekilómetrosatrásytuvequeesperarlealpiedelacuesta.Japhyselotomabaconmáscalmadisfrutandodeloshelechosylasflores.Dejamos lasmochilas encima de unas hojas secas que había junto a los árboles ycaminamos libresdelpesohasta lospradosquecaíansobreelmarpasando juntoavariasgranjasconvacaspastando.Llegamosalpueblodondecompramosvinoenlatienda, y enseguida estábamos en la arena y entre las olas. Era un día fresco conmomentosocasionalesdesol.Perononosimportaba.Nostiramosalaguaynadamosenérgicamenteunratoy luegosalimosysacamoselsalchichónylosRy-Krispyelqueso, lo pusimos todo encima de un papel y, sentados en la arena, comimos ybebimosvinoycharlamos.Hastameechéunasiestecita.Japhysesentíamuybien.

—¡Maldita sea, Ray! Nunca sabrás lo contento que estoy de haber decididopasarnosestosdosdíasenelmonte.Mesientocomonuevo.¡Séquedeestotienequesaliralgobueno!

—¿Deesto?—Bueno,deloquesea,nolosé…Delmodoenqueaceptamosnuestrasvidas.Ni

túniyovamosaromperlelacaraanadieniaahogaraningunapersona,ensentidoeconómico.Nos dedicamos a rezar por todos los seres vivos, y cuando seamos lobastante fuertes seremos capaces de hacer las cosas de verdad, como los antiguossantos.¿Quiénsabe?ElmundopodríadespertarseyabrirseportodaspartesenunahermosaflordelDharma.

Dormitóunpoco,sedespertóymiróydijo:—FíjateentodaesaextensióndeaguaquellegahastaJapón.Cadavezsesentíamástristeportenerquemarcharse.

www.lectulandia.com-Página151

30

Iniciamos el regreso y recogimos lasmochilas y seguimos subiendo por aquelsendero que casi llegaba hasta el nivel del mar. Fue una ascensión difícil,ayudándonosconlasmanosentrerocasyarbustos,ynosdejóexhaustos,peroalfinalllegamos a un hermoso prado desde el que vimos de nuevo San Francisco en ladistancia.

—JackLondonsolíaandarporestesendero—dijoJaphy.Seguimospor la laderasurdeunahermosamontañadesdedonde,a lo largode

kilómetrosydurantehoras,tuvimosvistasconstantesdelGoldenGate,einclusodeOakland.Habíabellosparquesnaturalesderoblesserenos,todosdoradosyverdesalcaerlatarde,ymuchasfloressilvestres.Unavezvimosauncervatilloencimadeunmontículocubiertodehierbaquenosmirabaasombrado.Bajamosporelpradohastaun bosque de pinos y luego subimos y subimos por una cuesta tan empinada queempezamos amaldecir y a sudar entre el polvo.Las sendas son así: uno se sienteflotar en el paraíso shakespearianodeArdeny creequeva a ver ninfasypastorestocando el camarillo, cuando de repente se encuentra bajo un sol abrasador en uninfiernodepolvoyespinosyortigas…,exactamenteigualquelavida.

—El mal karma produce automáticamente buen karma—dijo Japhy—. No tequejestantoysigue,prontoestaremoscómodamentesentadosenunacumbrellana.

Losúltimostreskilómetrosdelmontefueronterriblesydije:—Japhy,hayunacosaqueenestemomentodeseomásquecualquierotraenel

mundo…,másquecualquierade lasquehedeseadoen todamivida.—Soplabaelfrío viento del atardecer y apresurábamos el paso inclinados bajo lasmochilas poraquelsenderointerminable.

—¿Cuál?—Una de esas tabletas de chocolate Hershey tan maravillosas. Hasta me

contentaríaconunadelasmáspequeñas.Porelmotivoquesea,unadeesastabletasseríamisalvaciónenesteprecisoinstante.

—Esoestubudismo,unatabletadechocolateHershey.¿Quétepareceríaestaralaluzdelaluna,bajounnaranjo,conunheladodevainilla?

—Demasiado frío. Lo que necesito, anhelo, pido, ansío…por lo queme estoymuriendo,esporunatableta…

Estábamos muy cansados y no dejábamos de caminar en dirección a casamientrashablábamoscomoniños.Yoseguíarepitiendoyrepitiendolonecesarioqueme resultaba una tableta de chocolate. Lo decía de verdad. Necesitaba reponerfuerzas. Me sentía mareado y necesitaba azúcar, pero pensar en chocolate ycacahuetesdeshaciéndosemeenlabocaconaquelairefríoeraexcesivo.

Prontoestábamossaltandolavalladelcorralquellevabaalpradodeloscaballos

www.lectulandia.com-Página152

de encima de nuestra cabaña. Luego asaltamos la alambrada de nuestro terreno yanduvimoslossieteuochometrosdehierbaalta,unavezpasadomilechojuntoalrosal,yllegamosalapuertadenuestraviejacabañita.Eralaúltimanochejuntosenaquellacasa.Nossentamostristementeenlacabañaaoscuras,quitándonoslasbotasysuspirando.Nopodíahacerotracosaquesentarmesobremispies.Sentarseencimadelospiespropioseliminaeldolor.

—Paramísehanacabadolascaminatas—dije.—Bueno,todavíatenemosqueconseguiralgoquecenar—dijoJaphy—.Veoque

este fin de semana lo terminamos todo. Voy a bajar hasta el supermercado de lacarreteraacompraralgo.

—Pero, tío, ¿es que no estás cansado? Vámonos a la cama, ya comeremosmañana.

Pero volvió a calzarse las botas y salió. Todo elmundo se había ido, la fiestahabía terminado en cuanto se dieron cuenta de que Japhy y yo habíamosdesaparecido.Encendílalumbreymetumbéyhastadormíunrato,ydeprontoerade noche y Japhy volvía y encendía la lámpara de petróleo y colocaba la comidaencimadelamesa,yademás,traíatrestabletasdechocolateHersheysóloparamí.FueronlasmejorestabletasHersheyquecomínunca.Tambiénhabíatraídomivinofavorito,oporto,sóloparamí.

—Mevoy,Ray,ymeimaginéquedebíamoscelebrarlo…Suvozsearrastraballenadetristezaycansancio.CuandoJaphyestabacansado,y

a veces quedaba completamente agotado después de caminar o trabajar, su vozsonabalejanaydébil.Peroenseguidareuniófuerzasyempezóaprepararlacenayacantardelantedelhornillocomounmillonario,haciendoruidoconlasbotassobreelsuelodemaderadelacabaña,preparandojarronesdeflores,calentandoaguaparaelté,rasgueandosuguitarraytratandodeanimarme,mientrasyo,tendidoallí,mirabatristementeeltechodearpillera.Eranuestraúltimanoche,amboslonotábamos.

—Mepreguntocuáldelosdosmoriráantes—murmuréenvozalta—.Seaelquesea,vuelve,fantasma,yentrégalelallave.

—¡Ja!—Metrajolacenaycomimosconlaspiernascruzadascomotantasotrasnoches:oyendosóloelvientoenfurecidoenelocéanodeárbolesyanuestrosdienteshaciendoñamñamalcomernuestrossencillosalimentosdebhikkhu.

—Piensa,Ray—dijoJaphy—,encómoseríaestemontedeencimadelacabañahacetreintamilaños,enlaépocadelhombredeNeanderthal.¿Tedascuentadequeenaqueltiempo,segúnlossutras,yahabíaunBuda,Dipankara?

—¿Elquenuncadijonada?—Imagínate a todos aquellos hombres-mono iluminados sentados alrededor de

unahogueraentornoasuBudaquenodecíanadaylosabíatodo.Aquellamismanoche,perounpocomástarde,subióSeanysesentócruzadode

www.lectulandia.com-Página153

piernasyhablóbrevey tristemente con Japhy.Todohabía terminado.Luego subióChristineconlasdosniñasenbrazos;eraunachicafuerteypodíasubirpendientespronunciadas con pesadas cargas. Aquella noche fui a dormir enmi saco junto alrosalylamentélarepentinayfríaoscuridadquehabíacaídosobrelacabaña.

EsomerecordóunodelosprimeroscapítulosdelavidadeBudacuandodecidiódejar elpalacio,ya suafligidaesposaya suhijoya supobrepadre,y sealejóalomosdeuncaballoblancopara iralbosqueacortarsesupelorubioydevolvióelcaballo con un criado que lloraba, embarcándose en un difícil viaje a través delbosqueenposdelaverdadeterna.

«Como los pájaros que se congregan en los árboles al atardecer y luegodesaparecen al caer la noche, así son las separaciones del mundo», escribióAshvhaghoshahacecasidosmilaños.

Al día siguiente pensé en hacerle un regalo de despedida, pero como no teníamuchodineroni ideasal respecto,cogíun trozodepapelnomayorqueunauñayescribí cuidadosamente en él: «¡Ojalá utilices el cortador de diamante de lamisericordia!»YcuandodijeadiósaJaphyenelpuertoseloentregué.Loleyó,selometióenelbolsilloynodijonada.

Y lo último que pasó en San Francisco fue que al fin Psyche se ablandó y leescribióunanotaquedecía:

«Mereunirécontigoentucamaroteytedaréloquequieres»,oalgoparecido,yporesoningunodenosotrossubióalbarcoparadespedirsedeélenelcamarote.

Psyche le estaba esperando allí para una escena de apasionado amor. Sólodejamos a Sean que subiera a bordo para ver si necesitaba algo de última hora.Conque una vez que todos le dijimos adiós y nos fuimos, Japhy y Psycheprobablemente hicieron el amor en el camarote y entonces ella se echó a llorar einsistió en que también quería ir a Japón y el capitán mandó que desembarcarantodos,peroellanoqueríaylacosaterminóasí:

ElbarcoempezóasepararsedelmuelleyJaphyaparecióencubiertaconPsycheenbrazos,ysindudarlo,latiróalmuelle—eralobastantefuertecomoparaarrojaraunachicaatresmetrosdedistancia—,dondeSeanpudorecogerlajustoatiempo.Yaunqueesonoseatuvoexactamentealcortadordediamantede lamisericordia,noestuvonadamal;Japhyqueríallegaralaotraorillaydedicarseasuscosas.SuscosasqueseconcretabanenelDharma.YelmercantezarpóydejóatráselGoldenGateyse perdió en las procelosas inmensidades del gris Pacífico, rumbo al oeste. Psychelloraba.Seanlloraba.Todosestábamostristes.

—Esunapena—dijoWarrenCoughlin—,lomásprobableesquedesaparezcaenelAsiaCentralmientrasrealizaunviajetranquilo,perosinpausas,desdeKashgaraLanchow, víaLhasa, con una recua de yacs tibetanosmientras vende palomitas demaíz,alfileresehilodecoserdevarioscoloresyescaladecuandoencuandoalgún

www.lectulandia.com-Página154

Himalaya, y terminará iluminando al Dalai Lama y a todo el que se encuentre avarioskilómetrosalaredondaynovolveremosaoírnadadeél.

—No,noharáeso—dije—.Nosquieremucho.—Detodasformas—añadióAlvah—,todoterminasiempreenlágrimas.

www.lectulandia.com-Página155

31

Entonces,ycomosieldedode Japhyme indicaraelcamino, iniciémimarchahaciaelnorte,caminodelamontaña.

Eralamañanadel18dejuniode1956.BajéydijeadiósaChristineyledi lasgracias por todo y seguí carretera abajo. Me despidió agitando la mano desde laentradadelacasa.

—Nos vamos a sentir muy solos por aquí ahora que todos se han ido y nocelebraremosfiestaslosfinesdesemana—habíadicho.

Disfrutódeverdadcontodoloquehabíapasado.Allísequedójuntoalapuerta,descalzaconlapequeñaPrajnaallado,tambiéndescalza,mientrasmealejabaporelpradodeloscaballos.

Elviajehaciaelnortefuefácil,comosimeacompañaranlosbuenosdeseosdeJaphydeque llegaraa lamontañaqueseríamíaparasiempre.En la101mecogióinmediatamenteunprofesordesociología,originariodeBoston,quesolíacantarenCapeCodyqueeldíaanteriorsehabíadesmayadoenlabodadeunamigoporquellevabaalgúntiempoayunando.CuandomedejóenCloverdalecomprévíveresparael camino: un salchichón, un trozo de queso Cheddar, Ry-Krisp y unos dátiles depostre,todocuidadosamentemetidoenmisbolsasparacomidadentrodelamochila.Todavíamequedabancacahuetesyuvaspasasde laúltimaexcursión. Japhyhabíadicho:

—Nonecesitaréesoscacahuetesyuvaspasasenelmercante.Lorecordéconalgodetristeza,ytambiéncómoeradecuidadosoJaphyenloque

se refiere a la comida y yo deseé que todo el mundo se ocupara en serio de lascuestiones alimenticias en lugar de fabricar cohetes y aparatos y explosivos,utilizando el dinero de la comida de todo elmundo en hacerlo saltar todo por losaires.

Anduvecomounpardekilómetrosdespuésdecomerenlapartedeatrásdeungaraje, y llegué a un puente del río Russian, donde quedé atascado bajo una luzgrisácea lo menos durante tres horas. Pero, de repente, me recogió para hacer untrayectoinesperadamentecortoungranjeroconunticenlacaraqueibaconsumujerehijohastaunpueblecito,Preston,dondeuncamioneroseofrecióallevarmehastaEureka(«¡Eureka!»,grité)yenseguidasepusoahablarconmigoymedijo:

—¡Maldita sea!No sabes lo solo queme siento en este trasto.Me gusta teneralguienconquienhablarporlanoche.SiquierestellevaréhastaCrescentCity.

Quedabaunpocoapartadodemicamino,algomásalnortedeEureka,perodijequemuybien.EltiposellamabaRayBretonymellevóunoscuatrocientoscincuentakilómetrosbajolalluvia,hablandosinparartodalanochedesuvida,sushermanos,susmujeres,hijos,padre,yenHumboldtRedwoodForest,enunrestaurantellamado

www.lectulandia.com-Página156

ElBosquedeArden,cenamosmaravillosamentebienmariscosypastelde fresasyheladodevainilladepostre.Tomamosmuchocaféylopagótodoél.ConseguíquedejaradehablardesusproblemasyempezamosahablardelasCosasImportantes,ydijo:

—Sí, los que son buenos van al Cielo porque han estado en el Cielo desde elprincipio.—Loquemepareciómuyjusto.

ViajamostodalanochebajolalluviayllegamosaCrescentCityalamanecer.Eraunpueblojuntoalmaryhabíaniebla.Aparcóelcamiónenlaarena,juntoalaorilla,y dormimos una hora. Luego se fue después de invitarme a desayunar: tortitas yhuevos. Probablemente se había cansado de pagarme la comida. Entonces anduvehasta las afueras de Crescent City y seguí por una carretera hacia el este. Era laautopista199yporellavolvíala99quemellevaríaaPortlandySeattlemásdeprisaquelapintoresca,peromáslenta,carreteradelacosta.

Derepentemesentítanlibrequeempecéacaminarporelladoequivocadodelacarretera y hacía señales con el dedo andando como un santo chino que no va aningunapartemientrasmedirigíaalmontedemialegría. ¡Pobremundoangelical!Depronto,tododejódeimportarme.Ibaacaminarsindetenerme.Peroprecisamenteporque ibabailandoporel ladoerróneode lacarreteraynome importaba, todoelmundoempezóacogerme.Primerofueunbuscadordeoroconunpequeñotractor,yhablamoslargamentedelosbosques,delosmontesSiskiyou(queatravesábamosendirecciónaGrantsPass,Oregón),decómosepreparaunbuenpescadoalhorno.Medijo que para eso bastaba con encender una hoguera en la arena amarilla de unarroyo,yentoncesenterrarelpescadoenlaarenacalienteunascuantashoras,sacarloyquitarlelaarena.Seinteresómuchopormimochilaymisplanes.

Medejóa laentradadeunpueblode lasmontañasmuyparecidoaBridgeport,California, donde Japhy y yo habíamos estado sentados al sol. Caminé un par dekilómetrosyechéunasiestaenelbosque,justoenelcorazóndelasierradeSiskiyou.Me desperté sintiéndomemuy raro enmedio de aquella desconocida niebla china.Seguí andando por el lado equivocado de la carretera y en Kerby me cogió unvendedordecochesusados,untiporubioquemedejóenGrantsPass,yallí,despuésdequeungruesovaqueroconuncamióndegravatrataradeliberadamentedepasarporencimademimochila,conseguíqueunmelancólicoleñadorqueteníauncascoen la cabezame llevaramuydeprisa, subiendo y bajando por un valle de ensueñohasta Canyonville, donde, como entre sueños, se detuvo un tipo demente con uncamión llenodeguantes,y el conductor,ErnestPetersen,medijoque subieray sepusoahablarinsistiendoenquemesentaraenelasientodecaraaél(conloqueibaatodavelocidaddeespaldasalacarretera),ymedejóenEugene,Oregón.Hablabasinpararydetodotipodecosasycomprócervezayhastaseparóenvariasestacionesdeservicioparaenseñarlosguantes.Dijo:

www.lectulandia.com-Página157

—Mipadreeraunhombreestupendoquesiempredecía:«Enelmundohaymásgrupasdecaballosquecaballos».Eraungranaficionadoalosdeportesyacudíaalaspruebasdeatletismoconuncronómetroyconducíadeunmodotemerarioyerauntipoindependientequeseresistíaaafiliarsealossindicatos.

NosdespedimosenelrojoatardecerjuntoaunalagunadelasafuerasdeEugene.Pensabapasarlanocheallí.Extendímisacodedormirdebajodeunpinojuntoaunespesomatorral que estaba al ladode la carretera, unpoco alejadode las casasdecampo desde las que ni podían ni querían verme porque todo elmundomiraba latelevisión, y cené y dormí doce horasmetido en el saco. Sólome desperté en unaocasiónenmediodelanocheparauntarmedelociónantimosquitos.

PorlamañanadivisélasimpresionantesestribacionesdelacordilleradeCascade,encuyoextremomásseptentrional,aunosseiscientoskilómetros,casienlafronteraconCanadá, estabamimontaña. Por lamañana el arroyo estaba sucio a causa delaserraderoquehabíaalotroladodelacarretera.Melavéenelarroyoymepuseenmarcha tras una breve oración con el rosario que Japhy me había regalado en elMatterhorn.

—AdorolavacuidaddeladivinacuentadelrosariodelBuda.Merecogieroninmediatamenteunparderudosjóvenesquemellevaronhastalas

afueras de Junction City donde tomé café y anduve tres kilómetros hasta unrestaurantedecarreteraquemeparecióbienytométortitasyluegoseguícaminandopor la carretera y pasaban coches zumbando y me preguntaba cómo conseguiríallegar hasta Portland, por no hablar de Seattle. Me cogió un divertido pintor debrochagordacon loszapatossalpicadosdepinturaycuatro latasdemedio litrodecerveza fría, que enseguida se detuvo en un bar de la carretera para comprarmáscerveza,yporfinestábamosenPortlandcruzandopuentescolganteseternosquesealzabandespuésdequelospasáramosparadarpasoagrúasflotantesquebajabanporaquelríotansuciorodeadodepinares.EnelcentrodePortlandtoméunautobúsquepor veinticinco centavos me llevó a Vancouver, Washington, donde comí unahamburguesaConey Island, luego salí a la autopista99yme recogióunagradableokie,joven,amableybigotudo,unauténticobodhisattva,quemedijo:

—Estoymuyorgullosodehabertecogidoyteneralguienconquienhablar.Nos parábamos continuamente a tomar café y entonces él jugaba a lamáquina

muyenserioy,además,cogíaatodoslosautostopistasdelacarretera;primeroauntipoenorme,otrookiedeAlabama,yluegoaunenloquecidomarinerodeMontanaque habló por los codos y dijo cosas inteligentes; y fuimos como balas hastaOlympia,Washington, amásde ciento treintakilómetrosporhoraporuna sinuosacarretera que atravesaba los bosques y llegamos a la Base Naval de Bremerton,Washington,dondeuntransbordadorquecostabacincuentacentavoseratodoloquemeseparabadeSeattle.

www.lectulandia.com-Página158

Nosdespedimosyelvagabundookieyyosubimosaltransbordador.Lepaguéelbilleteagradecidoporlaterriblesuertequehabíatenidoenlacarreterayhastaledicacahuetes y pasas que devoró hambriento, por lo que también le di salchichón yqueso.

Luego, mientras él se quedaba sentado en la sala principal, subí a cubiertamientraseltransbordadoremproabalafríalloviznaparadisfrutardelcanaldePugetSound.ElviajehastaelpuertodeSeattledurabaunahorayencontréunabotelladevodka encajada en la barandilla dentro de un ejemplar de la revista Time. Bebítranquilamenteyabrí lamochilaysaquémi jerseygruesoyme lopusedebajodelimpermeable y anduve por la cubierta vacía debido al frío y la niebla sintiéndomesalvaje y lírico. Y, de repente, vi que el Noroeste era muchísimo más de lo queimaginaba a partir de los relatos de Japhy. Había kilómetros y kilómetros demontañasincreíblesqueseelevabanentodosloshorizontesentrejironesdenubes;elmonteOlympusyelmonteBaker,unagigantesca franja anaranjadaen lososcuroscielosdelazonadelPacíficoquellevaba,losabía,hacialasdesolacionessiberianasdeHokkaido.Mearriméa lacabinadelpuenteoyendodentro laconversacióna loMarkTwain quemantenían el patrón y el timonel.En la densa y oscura niebla dedelante unas grandes luces de neón rojas decían: PUERTO DE SEATTLE. Y depronto, todo lo que Japhy me había contado de Seattle empezó a colarse en miinteriorcomolluviafría.Podíanotarloyverlo,ynosóloimaginarlo.Eraexactamentecomo él había dicho: húmedo, inmenso, cubierto de bosques, montañoso, frío,estimulante,desafiante.EltransbordadorenfilóhaciaelmuelleenAlaskaWay,yvideinmediatolostótemsdelosviejosalmacenesylaviejalocomotoraestilo1880consoñolientosfogonerosqueibaclongclogalolargodelmalecóncomoenunaescenademis sueños.Eraunavieja locomotoranorteamericanaCaseyJones, laúnicaquehabíavisto,apartedelasdelaspelículasdevaqueros.Peroéstafuncionabadeverdadytirabadelosvagonesbajolatenueluzdelaciudadmágica.

Medirigídeinmediatoaunagradablehotelbastantelimpiodelazonadelpuerto,elHotelStevens,cogíunahabitaciónporundólarsetentaycincolanoche,toméunbaño caliente y dormí muy bien, y por la mañana me afeité y salí a la PrimeraAvenida y encontré casualmente unos almacenes delMonte de Piedad con jerséismaravillosos y ropa interior de color y desayuné estupendamente con café a cincocentavosenelmercadoabarrotadoaaquellahoradelamañanayconelcieloazulylasnubesquepasabanmuyrápidoporencimaylasaguasdelcanaldePugetSoundbrillandoybailandobajolosviejosmalecones.EraelauténticoNoroeste.Amediodíadejé el hotel conmis nuevos calcetines de lana y demás prendas bien guardadas ycaminandome dirigí encantado a la 99, que estaba a unos pocos kilómetros de laciudad,ymerecogieronenseguida.Siemprebrevestrayectos.

AhoraempezabaadistinguirlasCascadasenelhorizonte,alnordeste;increíbles

www.lectulandia.com-Página159

inmensidadesy rocasaserradasycubiertasdenieveque tehacían tragar saliva.Lacarretera corríapor los fértilesvallesdelStilaquamishy elSkagit: unosvalles congranjas y vacas pastando ante aquel telón de fondo de cimas cubiertas de nieve.Cuantomásalnorteiba,mayoreseranlasmontañas,hastaqueempecéatenermiedo.Merecogióunindividuoqueparecíaunpulcroabogadocongafasenuncochemuyserio,peroqueresultóserelfamosoBatLindstrom,elcampeóndeautomovilismo,ysu coche tan serio tenía el motor preparado y podía llegar a doscientos ochentakilómetros por hora. Y se puso a demostrármelo lanzando el coche como unaexhalaciónparaquepudieraoíraquelpoderosorugido.Luegomecogióunmadereroquedijoqueconocíaalosguardasforestalesdelsitioadondeyoiba,yañadió:

—ElvalledelSkagitsiguealdelNiloenfertilidad.Medejóen la1-G,que llevabaa la17-A, lacualsemetíaenelcorazónde las

montañas, y, de hecho, terminaba en un camino de tierra, en la presa del Diablo.Ahoraestabadeverdaden lazonamontañosa.Losquemecogíaneranmadereros,buscadoresdeuranio,granjeros,ymellevaronhastaelúltimopueblograndedelvalledelSkagit,Sedro-Woolley,unpuebloconunimportantemercado,yluegoseguíporuna carretera que cada vez era más estrecha y con más curvas, siempre entreescarpadurasyelríoSkagit,quecuandolocruzamosporla99,eraunríodeensueñoconpradosaamboslados,yahoraerauntorrentedenievefundidaquecorríarápidoentreorillascubiertasdebarro.Empezaronaapareceracantiladosaamboslados.Lasmontañascubiertasdenievehabíandesaparecido,yanopodíaverlasaunquesentíasupresencia;ymásymáscadavez.

www.lectulandia.com-Página160

32

Enunaviejatabernaviaunviejodecrépitoquecasinopodíamoversedetrásdelmostradorcuandolepedíunacerveza.

«Prefiero morir en una cueva glacial a pasar una tarde eterna en un sitiopolvorientocomoéste»,pensé.

UnaparejamuyamarteladamedejójuntoaunatiendadecomestiblesdeSaukyallí hice el trayecto final con un chuleta de largas patillas morenas, un loco yborracho guitarrista del valle del Skagit que conducía como un demonio y que sedetuvo entre una nube de polvo delante de la Estación Forestal deMarblemount.Estabaencasa.

Elayudantedelguardabosquesestabadepiemirándonos.—¿EsustedSmith?—Sí.—¿Yése?¿Esamigosuyo?—No,sólomerecogióymetrajohastaaquí.—¿Quién se cree usted que es para andar a esa velocidad por propiedades del

gobierno?Traguésaliva,habíadejadodeserunbhikkhulibre.Nolovolveríaaserhastaque

meencontraraenmimontañalasemanapróxima.TeníaquepasarunasemanaenteraenlaEscueladeVigilantesdeIncendiosconunmontóndejóvenes, todos llevandocascos; unos lo llevaban muy derecho, y otros, como yo, ladeado. Abrimoscortafuegos en el bosque o talamos árboles o provocamos pequeños incendiosexperimentales.Y allí conocí al antiguo guardabosques y leñadorBurnieByers, el«hachero»alqueJaphyimitabasiempreconsuvozprofundayextraña.

BurnieyyonosinstalábamosenelbosquedentrodesucamiónyhablábamosdeJaphy.

—EsunavergüenzaqueJaphynohayavueltoesteaño.Eraelmejorvigilantedeincendiosquehetenidonuncay,además,elmejormontañeroquehevistoenlavida.Siempredispuestoasubir,deseandollegara lascumbres.Sindudaelmejorchavalqueheconocidonunca.Noleteníamiedoanadieysiempredabasuopinión.Esoeraloquemásmegustabadeél.Sillegaunmomentoenqueunonopuededecirloquepiensa,entoncesdebeperderseenlomásprofundodelbosqueydejarsemorirenunachoza.YunacosamássobreJaphy:estédondeesté,entodoloquelequedadevidaypormuyviejoquesea,siemprelopasarábien.

Burnie teníaunos sesentaycincoañosydehechohablabaen tonopaternaldeJaphy.Algunosdelosotroschicoslerecordabantambiénymepreguntaroncuándovolvería.Aquellanoche, comoera el cuarenta aniversariodeBurnie enelServicioForestal,losdemásguardabosqueslehicieronunregalo,queconsistíaenuncinturón

www.lectulandia.com-Página161

de acero. Burnie siempre tenía problemas con los cinturones y en aquella épocallevabaunacuerdasujetándolelospantalones.Asíquesepusoelcinturónydijoalgodivertidodequelomejorseríaquenocomieramucho,ytodosaplaudieronyrieron.Me dije que Burnie y Japhy probablemente eran las dos personas mejores y mástrabajadorasdetodoestepaís.

DespuésdelcursilloenlaescuelapaséciertotiemposubiendoalasmontañasquehabíadetrásdelpuestoforestalosimplementesentadoaorillasdelSkagitconlapipaenlabocayunabotelladevinoentrelaspiernas;tardesynochesenterasalaluzdela luna, mientras los otros se iban a beber cerveza al pueblo. El río Skagit, enMarblemount,eraunclaroarroyodenievelíquidadeunverdepurísimo;arriba,lospinosdelnoroesteseamortajabanentrenubes;ymásallá,habíacumbresconnubesdesfilandopordelantedeellasqueavecesdejabanpasar losrayosdelsol.Eraunacreacióndelastranquilasmontañas;sindudaloeraestetorrentedepurezaqueteníaa los pies. El sol brillaba en los tablones y algunos troncos hacían frente a lacorriente.Lospájaros revoloteabanporencimadel agua,buscandoa los sonrientespecesescondidosquesólomuyraramentedabanunsaltofueradelagua,arqueadossus lomos, y caían de nuevo al agua, que borraba toda huella y seguía corriendo.Troncos y tocones pasaban flotando a cuarenta kilómetros por hora. Supuse que sitratabadecruzarelríonadando,aunquefueratanestrecho,noalcanzaríalaotraorillahasta un kilómetro más abajo. Era un río maravilloso con un vacío de eternidaddorada,oloramusgoycortezay ramasybarro, todohaciendodesfilarmisteriosasvisiones antemisojosy, sin embargo, tranquiloyperennecomo los árbolesde lasladerasyel solquebailaba.Cuandomirabahacia lasnubes,éstasadquirían, segúnmedije,rostrosdeeremitas.Lasramasdelospinosparecíancontentasbañándoseenelagua.Lascopasdelosárbolesparecíanencantadasdequelasnubeslessirvierande sudario. Las hojas acariciadas por el viento del nordeste y besadas por el solparecíanhechasparaelgoce.Lasnievesde lasalturasdelhorizonte, libresde todasenda, parecían acogedoras y cálidas.Todoparecía libre para siempre y agradable;todomásalládelaverdad,másalládelazuldelespaciovacío.

—Lasmontañassonpoderosamentepacientes,hombre-Buda—dijeenvozaltaytoméuntrago.

Hacíafrío,perocuandoelsolalcanzabaeltroncoenelqueestabasentado,ésteseconvertíaenunhornoalrojovivo.Cuandovolvíabajolaluzdelalunaaeseviejotronco, elmundoera comoun sueño, comoun fantasma, comounaburbuja, comounasombra,comoelrocíoqueseevapora,comoelresplandordeunrelámpago.

Porfinhabíallegadoelmomentodeprepararmeparasubiralamontaña.Comprécomida a crédito por valor de cuarenta y cinco dólares en la pequeña tienda deMarblemountylocargamostodoenelcamión—Happyelmuleroyyo—,yfuimoscuestaarribahastalapresadelDiablo.Amedidaqueavanzábamos,elSkagitsehacía

www.lectulandia.com-Página162

másestrechoymásparecidoaun torrentey, finalmente, empezóa saltar sobre lasrocas alimentado por cascadas que caían de las boscosas paredes de piedra que loflanqueaban,ycadavez sehacíamáspeñascosoy salvaje.Habían represadoel ríoSkagitenNewhalem,ytambiénenlapresadelDiablo,dondeungigantescoascensorestiloPittsburghtellevabahastaunaplataformaalniveldellagodelDiablo.Cuandohacia 1890 la fiebre del oro llegó a esta región, los buscadores construyeron unsenderoentrelosriscosdesólidarocadelagargantaqueibadeNewhalemhastaloqueeshoyel lagoRoss,dondeestabalaúltimapresa,yhabíanllenadolosarroyosRuby, Granite y Canyon de yacimientos que nunca merecieron la pena. Ahora lamayor parte de esta senda quedaba debajo del agua. En 1919 un incendio habíadevastado la región alta del Skagit, y toda la zona que rodeaba Desolación, mimontaña, había ardido y ardido durante dos meses, llenando el cielo de la parteseptentrionaldeWashingtonylaColumbiaBritánicadehumoqueocultabaelsol.Elgobiernointentócombatirloenviandomilhombresconrecuasdemulasquetardaronen llegar tres semanasdesdeMarblemount,asíquesólo las lluviaspudieronconelincendioyapagaron las llamas,aunque,segúnmedijeron, todavíaseveían troncoscarbonizados en el picode laDesolacióny en algunosvalles.Ésa era la razóndelnombre:Desolación.

—Chico —dijo el viejo y pintoresco Happy, que todavía llevaba un viejosombrero de vaquero de su época deWyomingy se liaba sus propios cigarrillos ygastababromastodoeltiempo—,aversinoerescomoeltipoquetuvimoshaceunoscuantosañosenelDesolación.Losubimoshastaallíyeraeltipomásinútilquehevisto nunca; lometí en la atalaya y quiso freírse un huevopara cenar y rompió lacáscaray se leescapóde la sartényel fogóny fueapararencimade subota.Nosabía si cagarse omearse, ¡vaya tío!Y encima, cuandome fui y le dije que no seenfadara demasiado consigo mismo, el mamón va y me contesta: «Sí, señor, sí,señor».

—Eso no me preocupa, lo único que quiero es estar allí arriba solo todo esteverano.

—Ahoradiceseso,peroyaveráscómocambiasdecoplaenseguida.Todossonasídevalientes.Peroluegoempiezanahablarsolos.Yesonoeslomalo,lopeorescuandoempiezasaresponderte.

ElviejoHappyllevabalasmulasdecargaporelsenderodelagarganta,mientrasyo ibaenelbotedesde lapresadelDiablohastaelpiede lapresadeRoss,desdedondeseveíaninmensasextensioneshastaelmonteBakerylasotrasmontañasdelServicioForestalenunampliopanoramaque,desdelosalrededoresdellagoRoss,seextendíabrillandoalsolhastaelmismoCanadá.EnlapresadeRoss,lasbalsasdelServicioForestalestabanamarradasunpocoapartadasdelaescarpadaorillacubiertadeárboles.Resultababastantedurodormirenaquellasliteras,sebalanceabanconla

www.lectulandia.com-Página163

balsa y los troncos y las olas combinadas, y hacían un ruido que te manteníadespierto.

Lanocheenquedormíallíhabíalunallenaquebailabasobrelasaguas.Unodelosvigilantesdijo:

—Lalunaestájustoencimadelamontaña,ycuandoveoesosiempremeimaginoqueestoyviendolasiluetadeuncoyote.

Al fin había llegado el día lluvioso y gris de mi partida para el pico de laDesolación.Unode losguardas forestales estaba connosotros, y los tres íbamos asubirynoibaasernadaagradablecabalgareldíaenterobajoaqueldiluvio.

—Chico,debistehaberincluidounpardebotellasdebrandyentrelosvíveres,vasanecesitarlasallíarribapara lucharcontrael frío—dijoHappy,mirándomeconsugrannarizotaroja.

Estábamos de pie junto al corral; Happy daba de comer a los caballossujetándoles sacos de pienso alrededor del cuello: los animales comían sinimportarleslalluvia.Fuimospesadamentehastalapuertadetroncosylaabrimosydimos un rodeo bajo los inmensos sudarios de losmontes Sourdough yRuby.Lasolaschocabancontralalanchaynossalpicaban.Entramosenlacabinadelpilotoyéstenospreparóunatazadecafé.Losabetosdelaorilla,escasamentevisibles,erancomo filas de fantasmas entre la neblina del lago. Aquello era el auténtico rostroamargoyceñudoymiserabledelNoroeste.

—¿DóndeestáelDesolación?—pregunté.—Hoynoloveráshastaqueestemosprácticamenteensucima—dijoHappy—,

yentoncesnotevaagustardemasiado.Ahoraallíarribaestánevandoygranizando.Chico,¿estássegurodequenotienesescondidaunabotellitadebrandyenalgúnsitiodelamochila?

YanoshabíamosliquidadounabotelladevinodemorasqueélhabíacompradoenMarblemount.

—Happy, cuando en septiembre baje de esamontaña, te invitaré a un litro dewhiskyescocés.

Meibanapagarbienporestarenelmontequebuscaba.—Lohasprometido,noteolvidesdeello.JaphymehabíacontadounmontóndecosasdeHappyelEmpaquetador,comole

llamaban.Happy era unbuenhombre; él y el viejoBurnieByers eran losmejoresveteranosdeaquelsitio.Conocían lamontañaysabíancargara losanimalesy,sinembargo,noambicionabanconvertirseeninspectoresforestales.

HappytambiénrecordabaaJaphyconnostalgia.—Ese chico sabía unmontónde cancionesmuydivertidas ymuchas cosas así.

Fíjatequehastalegustabahacersendas.EnunaocasióntuvounanoviachinaalláenSeattle.Lavienlahabitacióndesuhotel;tedigoqueeseJaphyeraunafieraconlas

www.lectulandia.com-Página164

mujeres.Casi podía oír la voz de Japhy cantando alegres canciones con su guitarra

mientras el viento aullaba en torno a la lancha y las olas grisáceas salpicaban lasventanasdelacabinadelpiloto.

«Yéste es el lagode Japhy,y ahí están lasmontañasde Japhy»,pensé,y tuvemuchasganasdequeJaphyestuvieraaquíydequemevierahacerloqueélqueríaquehiciera.

Doshorasdespuésnosacercamosalaorillaescarpadayfrondosadellago,unosdoce kilómetros o así más arriba. Desembarcamos y amarramos la lancha a unostoconesyHappylediounpaloalaprimeramulaqueselanzóbosquearribaconsucargaacuestasytrepóporlaresbaladizaorilla,conlaspataspocofirmesyapuntodecaerseallagocontodamicomida,perosiguiótrepandoentrelaneblinahastaunsendero donde se paró a esperar a su amo. Luego las otras mulas, cargadas conbateríasyotroequipovariado,lasiguieron,ydespuésHappy,quesepusoencabezasobre su caballo, y luego yo en Mabel, la yegua, y finalmente Wally, el guardaforestal.

Dijimosadiósconlamanoaltipodelremolcadoreiniciamosunatristejornadabajo la lluvia, trepando por aquella zona ártica entre neblina y lluvia siguiendoestrechossenderosderocaconárbolesymatorralesquenoscalabanhastaloshuesoscuandolosrozábamos.Yollevabamiimpermeabledenailonatadoalpomodelasillademontaryenseguidamelopuse:unmonjeamortajadoacaballo.HappyyWallynose taparon con nada y se limitaron a cabalgar empapados y con la cabeza baja.Elcaballoavecesresbalabaenlaspiedrasdelsendero.Seguimosyseguimos,siempremásymás arriba, ypor fin encontramosun troncoquehabía caído atravesandoelsendero y Happy desmontó y sacó su hacha de doble filo y empezó a golpearmaldiciendo y sudando hasta que consiguió abrir una nueva senda que rodeaba alárbolcaído.TodoconayudadeWally,mientrasamísemeencomendabalatareadevigilar a los animales, cosaquehice sentadocómodamentedebajodeunarbustoyliandounpitillo.Lasmulasseasustaronanteloescarpadoyestrechodelasendaquehabíanhecho,yHappymedijoenfadado:

—¡Maldita sea, agárralaspor las crinesy llévatelasde aquí!—Luego, como laasustadaeralayegua,añadió—:¡Agarrabienesajodidayegua,cojones!¿Esquevoyatenerquehacerloyotodo?

Por fin, conseguimos seguir y trepamos y trepamos, y enseguida dejamos elmonte bajo y entramos en nuevas cimas alpinas con prados pedregosos llenos dealtramucesazulesyamapolasrojasqueatravesabanlaneblinagrisáceaconuncolordesvaídomientraselvientosoplabamuyfuerteyahoraconaguanieve.

—¡Milquinientosmetrosya!—gritóHappy,desdedelante,dándoselavueltaconsuviejosombreroagitadoporelvientomientrasseliabauncigarrillo,cómodamente

www.lectulandia.com-Página165

instaladoenlasillacontodalaexperienciadeunavidaacaballo.Los prados de brezos florecidos subían y subían entre la niebla y nosotros

seguíamoslasendaenzigzagconelvientosoplandocadavezmásfuerte,hastaqueporfinHappyvolvióagritar:

—¿Vesesaenormerocadeahídelante?—Miréyentrelanieblaviunarocagrissemejanteaunamortajaallímismodelantedenosotros.Happydijoentonces—:Estáamásdetrescientosmetros,aunquecreasquepuedestocarlaya.Cuandolleguemosallícasihabremosterminado.Sóloquedaráotramediahora.

Unminutodespuésmegritó:—¿Estássegurodequenotehastraídounabotellitaextradebrandy,muchacho?Estabaempapadoyhechounapena,peronoleimportabaypudeoírlecantaren

el viento.Poco apoco íbamos subiendoprácticamentepor encimadel nivel de losárboles;elpradodejópasoarocasy,depronto,enelsuelohabíanieveaderechaeizquierdayloscaballoshundíanlaspatasenellacasihastaelcorvejón.Podíanverselosagujerosconaguaquedejabansuscascos.Dehecho,yaestábamosmuyarriba.Con todo, alrededor no conseguía distinguir nada, excepto niebla y blanca nieve yjirones de neblina que pasaban rápidamente. En un día despejado habría visto losprofundosprecipiciosaunodelosladosdelsenderoysindudamehabríaasustadotemiendoqueelcaballoresbalaraycayera.Peroahoraloúnicoqueveíaabajoeranlevessugerenciasdecopasdeárbolesqueparecíanmatasdearbustos.

«¡Oh,Japhy!—pensé—.¡Ytúsurcandoelocéanoenunbarcoseguro,calienteentucamarote,escribiendocartasaPsyche,aSeanyaChristine!»

La nieve se hizo más profunda y el granizo empezó a azotar nuestros rostrosenrojecidosporlaintemperie,yporfinHappygritódesdeadelante:

—¡Yacasihemosllegado!Yoteníafríoyestabacalado.Mebajédelayeguaymelimitéaconducirlaporla

sendamientraselanimallanzabaunaespeciedegruñidodealivioalsentirseliberadodelacargaymeseguíaobedientemente.Aunsinmí,ibabastantecargado.

—¡Ahíestá!—gritóHappy,yentrelanieblaquesearremolinabaenaqueltechodelmundo,viunacuriosacabañacon tejadoenpunta,deaspectocasichino,entrepuntiagudosabetosyrocas,encimadeunagranpiedradesnudayrodeadadecamposnevadosymanchasdehierbaempapadaydeflorecillas.

Traguésaliva.Resultabademasiadolóbregoytristeparaquemegustara.—¿Vaaserestomicasayrefugiodurantetodoelverano?Avanzamostrabajosamentehastaelcorraldetroncosconstruidoporalgúnviejo

vigilantedelosañostreintayatamosalosanimalesydescargamoslosbultos.Happysubióyquitólapuertaprotectoraysacólasllavesyabrió;dentroestabaoscuro,yelsuelocubiertodebarroylasparedeshúmedasyenunsiniestrocamastrodemaderahabíaunsomierhechodecuerda(asínoatraíalosrayos)ylasventanaseranopacasa

www.lectulandia.com-Página166

causadelpolvo,ylopeordetodo,elsueloestabacubiertoderevistasrotasyroídaspor los ratones y de restos de comida también y de innumerables bolitas de lascagadasdelosratones.

—Bien—dijoWally, enseñando sus grandes dientes—, te va a llevar bastantetiempolimpiartodoesto,¿verdad?Puedesempezarahoramismoretirandotodasesaslatas viejas del estante y pasando una bayeta mojada por encima para quitar lasuciedad.

Ylohice,yteníaquehacerlo,estabaasueldo.PeroelbuenodeHappyencendióunalegrefuegoenlarechonchaestufaypuso

sobreellauncacharroconaguayechódentromedialatadecaféygritó:—Nohaynadacomouncafé realmente fuerte.Enesta región,chico,nosgusta

queelcafépongalospelosdepunta.Miréporlaventana:niebla.—¿Aquéalturaestamos?—Adosmilmetros,másomenos.—¿Ycómovoyadistinguirlosincendios?Ahífuerasólohayniebla.—Dentrodeunpardedíaslabarreráelvientoypodrásvercientosdekilómetros,

notepreocupes.Peronolecreí.RecordéaHanChanhablandodelaniebladeMontañaFría,una

nieblaquenuncase iba;empecéaapreciar laosadíadeHanChan.HappyyWallysalieron conmigo y pasamos cierto tiempo colocando el mástil del anemómetro yhaciendo otras tareas. Luego Happy entró y preparó una cena estupenda en elhornillo:jamónyhuevos,acompañadosdeuncafémuyfuerte.Wallydesempaquetóelaparatoderadioreceptor-emisorquefuncionabaconbateríasdecocheysepusoencontacto con las balsas del Ross. Después, desenrollaron sus sacos de dormirdisponiéndoseapasarlanocheenelsuelo,mientrasyodormíenelhúmedocamastrometidoenmipropiosaco.

Porlamañanatodavíanosrodeabaunanieblagrisyhacíaviento.Prepararonlosanimalesyantesdeirsesevolvieronymedijeron:

—Bien,¿quétepareceelpicodelaDesolación?Happyañadió:—Noolvidesloquetedijederesponderatuspropiaspreguntas.Ysiseacercaun

osoymiraporlaventana,limítateacerrarlosojos.Lasventanasaullabanmientrassealejabanfuerademivistaentrelanieblaylos

retorcidosárbolesdelacumbre,yenseguidadejédeverlosyyaestabasoloenelpicode la Desolación, y me parecía que por toda la eternidad, convencido de que nosaldríavivodeallí.Tratabadédistinguir lasmontañas,pero losocasionaleshuecosqueseabríanentrelanieblasólorevelabanunasformasvagasydistantes.Renunciéavernadayentréymepaséeldíaenterolimpiandolacabaña.

www.lectulandia.com-Página167

Porlanochemepuseelimpermeableencimadelachaquetaylaropadeabrigoysalí a meditar en el brumoso techo del mundo. Aquí estaba la Gran Nube de laVerdad,Dharmamega, el finúltimo.Empecéavermiprimera estrella a esode lasdiez; de pronto se disipó parte de la niebla y creí ver montañas, inmensas eimponentesformasquecerrabanelpaso,negrasyblancasconnieveenlacimay,tancercaquecasidiunsalto.Alasoncepudeverel lucerodela tardeporencimadelCanadá,haciaelnorte,ycreídistinguirunafranjanaranjadepuestadesoldetrásdela niebla, pero todo esto seme fue de la cabeza ante el ruido que hacían las ratasarañando la puerta del sótano. En el desván, los ratones corrían sobre sus patitasnegrasentregranosdearenayarrozytrastosdejadosallíporgeneracionesenterasdeperdedoresdelDesolación.

«Vaya,vaya—pensé—,¿conseguiréquemellegueagustar?Ysino,¿cómomelasarreglaréparalargarme?»

Lomejorseríairsealacamayhundirlacabezadentrodelsaco.Enmitaddelanoche,mientrasestabamediodormido,abrílosojosunpoco,yde

repente me desperté con los pelos de punta: acababa de ver un enormemonstruonegro ante mi ventana. Lo miré y vi que tenía una estrella encima. Era el monteHozomeenqueestabaamuchoskilómetrosdedistancia,enelCanadá,yseinclinabasobre mi cabaña para atisbar por la ventana. La niebla había desaparecido porcompletoyeraunanocheestrellada. ¡Jodercon lamontaña!Tenía lamismaformainolvidabledeuna torredebrujasqueJaphy lehabíadadoconsupincelcuando ladibujóenaquelcuadroquecolgabade laarpillerade lasparedesdeCorteMadera.Eraunaelevaciónde rocasquedabanvueltasyvueltasenespiralhastaalcanzar lacumbredondeunaperfecta torre debrujas terminada enpunta señalaba al infinito.Hozomeen, Hozomeen, lamontañamás siniestra que había visto nunca. Y lamáshermosa también en cuanto llegué a conocerla bien y vi detrás de ella la AuroraBorealreflejándoseentodoelhielodelPoloNortedesdeelotroladodelmundo.

www.lectulandia.com-Página168

33

Asíqueporlamañanamedespertéconelsolbrillandoenunhermosocieloazul.Salíalaentradademicabaña,yallíestabatodoloqueJaphymehabíadicho:cientosdekilómetrosdepuras rocascubiertasdenievey lagosvírgenesyaltosbosques,ydebajo,enlugardelmundo,unmardenubescolormalvavisco,unmarplanocomountechoqueseextendíakilómetrosykilómetrosentodasdirecciones,cubriendodenata todos losvalles; eran loque se suelen llamarnubesbajas, queparamí, sobreaquelpináculoadosmilmetrosdealtura,quedabanmuypordebajo.Preparécaféenel hornillo y salí y calentémis huesos empapados de niebla al sol, sentado en losescalonesdemadera.

—Ti,ti—dijeaunconejopeludo,yelanimalitodisfrutóduranteunminutojuntoamídelmardenubes.Freíjamónyhuevos,excavéunagujeroparalabasuraaunoscienmetros senda abajo, cogí leña e identifiqué los lugares conmis prismáticos ypuse nombres a todas las rocas cortadas ymágicas, nombres que Japhyme habíacantado tanamenudo:monteJack,montedelTerror,montede laFuria,montedelDesafío,monte de laDesesperación, el Cuerno deOro, el Plantón, picoCráter, elRubí, el monte Baker, mayor que el mundo en la distancia, al oeste, monte delGarañón,elpicodelPulgarDoblado,ylosfabulososnombresdelosarroyos:losTresLocos,elCanela,elConfusión,elRayoyelCongelador.Ytodoaquelloeramío,nohabía ningún otro par de ojos contemplando ese inmenso universo panorámico demateria.Tuveuna tremendasensacióndeensueñoquenomedejaríaen todoaquelveranoyque, dehecho, sehizomayor, en especial cuandomeponía cabeza abajoparaquemecircularalasangre,enlomásaltodelamontaña,utilizandounsacoparaapoyar la cabeza, y entonces las montañas parecían burbujas en el vacío visto alrevés.¡Enrealidadmedicuentadequeestabancabezaabajolomismoqueyo!Nohabíadudaalgunadequelagravedadnosmantieneatodosintactosycabezaabajocontralasuperficiedelgloboterrestreenuninfinitoespaciovacío.Ydepronto,medicuenta tambiéndequeestabasolodeverdadyno teníanadaquehacer,exceptocomerydescansarydivertirme,yquenadiepodríacriticarme.Lasflorecillascrecíanpor todas partes, entre las rocas, y nadie les había pedido que crecieran, comotampocoamí.

Por la tarde, elmardenubesmalvavisco sedisipóparcialmenteyel lagoRossapareció ante mi vista. Un bello estanque cerúleo allá abajo con las pequeñasembarcaciones de juguete de los excursionistas, unas embarcaciones que quedabandemasiado lejos como para que las viera, pero que dejaban pequeñas estelas en elespejodel lago.Podíanversepinos reflejadoscabezaabajoenel lagoseñalandoalinfinito.Esamismatardemetumbéenlahierbacontodaaquellagloriaantemíymesentíunpocoaburridoypensé:

www.lectulandia.com-Página169

«Ahínohaynadaporquenomeimportanada».Yluegomepuseenpiedeunsaltoyempecéacantaryabailaryasilbar,ylos

fuertes silbidos atravesaban la Garganta del Rayo porque aquello era demasiadoinmensoparaqueseprodujeraeco.Detrásdelacabañahabíaungrancamponevadoquemeproporcionaríaaguafrescaparabeberhastaseptiembre;bastaríaconuncuboaldíaquesefundiríaenelinterior,yluegometeríaunvasodeestañoyasísiempretendríaaguamuyfría.Empezabaasentirmemáscontentodeloquemehabíasentidoduranteañosyaños,desdelainfancia;sí,mesentíalibreyalegreysolitario.

—Buddy-o,tralará,lará,la—cantémientrasmepaseabaentrelasrocas.Luego llegó la primera puesta de sol y resultó increíble.Lasmontañas estaban

cubiertas de niebla rosa, las nubes quedaban lejos y rizadas y parecían antiguasciudadesremotasconelesplendordelatierradelBuda.Elvientosoplabaincesante,fssssh, fssssh, sacudiendo ocasionalmentemi barco. El disco de la luna nueva eraprognáticoyresultabasecretamentecómicoenlapálidatablaazuladadeencimadelosmonstruososhombrosdenieblaquesealzabandellagoRoss.Cumbresdentadassurgían como de golpe por detrás de las laderas, semejantes a las montañas quedibujabadeniño.Parecíaqueenalgunaparteseestabacelebrandounfestivaldorado.Escribíenmidiario:

«¡Oh, qué feliz soy!», pues en los picos, al terminar el día, veía la esperanza.Japhyteníarazón.

La oscuridad iba envolviendo mi montaña y pronto sería otra vez de noche yhabríaestrellasyelAbominableHombredelasNievesmerodearíaporelHozomeen.Encendíunbuenfuegoenelhornilloymepreparéunosdeliciososbollosdecentenoyunestofadodecarne.Un fuertevientodeloestebatía la cabaña,queestababienconstruida con varillas de acero que se hundían en hormigón: no sería arrancada.Estaba satisfecho.Siemprequemirabapor la ventanaveía abetos alpinos sobreunfondo de cumbres nevadas, nieblas cegadoras o, allá abajo, el lago todo rizado eiluminadoporlalunacomounlagodejuguete.Mehiceunramilletedealtramucesyamapolasylopuseenuncacharroconagua.LacumbredelmonteJackestabahechadenubesplateadas.Avecesveíaelresplandorderelámpagosalolejosiluminandosúbitamentelosincreíbleshorizontes.Algunasmañanashabíaniebla,ymisierra,lasierradelHambre,quedabacompletamenteenvueltaenleche.

El domingo siguiente, justo como el primero, el amanecer reveló un mar debrillantesnubesplanasaunostrescientosmetrospordebajodemí.Siemprequemesentía aburridome liaba otro pitillo con el tabacoPrinceAlbert de la lata; no haynada mejor en el mundo que un pitillo recién liado que se disfruta sin prisa. Mepaseabaenlaquietuddebrillanteplataconhorizontesrosadosaloeste,y todoslosinsectosseaquietabanenhonordelaluna.

Había días calurosos y desagradables con plagas de langosta y otros insectos,

www.lectulandia.com-Página170

calor,nadadeaire,ningunanube,enlosquenoconseguíaentenderquehicieratantocalor en una montaña del Norte. A mediodía lo único que se oía era el zumbidosinfónicodeunmillóndeinsectos,misamigos.Perollegabalanochey,conella,lalunadelmonte,lalunaquerielabaenellago,yyosalíaymesentabaenlahierbaymeditabacaraaloestedeseandoquehubieraunDiospersonalen todaestamateriaimpersonal.Ibaamicampodenieve,sacabaunajarradejaleapúrpuraymirabalalunaatravésdeella.Veíaqueelmundorodabahacialaluna.Porlanoche,mientrasestabadentrodelsaco,elvenadosubíadesdelosbosquesymordisqueabalosrestosdecomidaquequedabanenlosplatosdeestañoquesiempredejabaalapuertadelacabaña;machoscongrandescuernos,hembras,ycervatillospreciososqueparecíanmamíferosdelotromundo,deotroplaneta,contodasaquellasrocasiluminadasporlalunadetrás.

Luegopodía llegaruna turbulenta lluvia líricadel sur traídaporelviento,yyodecía:

—Elsabordelalluvia,¿porquéarrodillarse?—Ytambién—:Eselmomentodetomaruncafécalientey fumarunpitillo,chicos—dirigiéndomeamis imaginariosbhikkhus.

LalunasepusollenayconellallególaAuroraBorealsobreelmonteHozomeen(«Mira el vacío y la quietud es todavía mayor», había dicho Han Chan en latraduccióndeJaphy);ydehechotodoestabatanquieto,queloúnicoqueteníaquehacereravariarlaposicióndemispiernascruzadassobrelahierbaalpinaparaoírlaspezuñasde losvenadosquehuíanasustados.Cabezaabajoantesde irmea lacamaencima de aquel techo de roca iluminado por la luna, podía ver claramente que latierraestabaenrealidadcabezaabajoyqueelhombreeraunbichoraroyvanollenodeideasextrañasquecaminabaalrevéspresumiendo,ycomprendíaqueelhombrerecordaba por qué este sueño de planetas y plantas y Plantagenets había sidoconstruidodemateriaprimordial.Avecesmeenfadabaporquelascosasnomesalíanbien:cuandosemequemabaunatortaoresbalabaenelcampodenievealirabuscaragua,olavezenquelapalasemecayóalbarranco;ymeenfadabatantoquequeríamorder las cumbres de lasmontañas, y entonces entraba en la cabaña y daba unapatadaalamesaymehacíadañoenundedo.Perolamentedebeestarvigilante,yeso aunque la carne sufra: las circunstancias de la existencia son plenamentegloriosas.

Todoloqueteníaquehacereramirardevezencuandoelhorizonteenbuscadehumoymantenerfuncionandoelaparatoderadioemisor-receptorybarrerelsuelo.Laradionomedabamuchotrabajo;nohuboincendiostancercanoscomoparaquetuviera que dar cuenta de ellos y no participé en las charlas de los vigilantes.Melanzaron en paracaídas un par de baterías nuevas, aunque las que tenía seguían enbuenestado.

www.lectulandia.com-Página171

Una noche, en una visión mientras meditaba, Avalokitesvara, el que Oía yRespondíalasOraciones,medijo:

—Tienespoderpararecordara todoelmundoquesonpersonascompletamentelibres.

Mepuselamanoencimapararecordármeloenprimerlugaramímismo,yluego,sintiéndomealegre,grité:

—Ta—yabrílosojosyviunaestrellafugaz.LosmundosinnumerablesdelaVíaLáctea,palabras.Tomélasopaenunatacita

ymesupomuchomejorque tomadaenunagransopera…,misopadeguisantesytocinoaloJaphy.Dormíasiestasdeunpardehorastodaslastardes,medespertabaycomprendíaque«nadadeestosucediónunca»almirarlasmontañasdemialrededor.Elmundoestabacabezaabajocolgandoenunocéanodeespaciosinfinyaquíestabatoda esa gente sentada en el cine viendo películas, allí, abajo, en elmundo al quevolvería…Mepaseabaporlaentradadelacabañaalanochecerycantaba«Ah,lashoras pequeñas», y cuando llegué a las palabras «cuando el mundo entero estéprofundamentedormido»,semellenaronlosojosdelágrimas.

—Muybien,mundo—dije—,teamaré.Por la noche, en la cama, caliente y feliz dentro del saco sobre el acogedor

camastrodemadera,veíamimesaymiropaalaluzdelalunaypensaba:«¡PobreRaymond!, su día es tan triste y con tantas inquietudes, sus impulsos son tanefímeros,¡estancomplicadoymolestotenerquevivir!»,yluegomedormíacomouncorderito.¿Somosángelescaídosquenosnegamosacreerquenadaesnaday,portanto,nacemosparaperderalosqueamamosyanuestrosamigosmásqueridosunoauno,ydespuésnuestrapropiavida,paraprobarnos?…PerovolvíalafríamañanaconnubesquesurgíandelaGargantadelRayocomohumogigantesco,conellagoabajosiemprecerúleoyneutro,yconelvacíoespacioigualquesiempre.¡Oh,rechinantesdientesdelatierra!¿Adóndellevatodoestosinoesaunadulceydoradaeternidadparademostrarquetodoestáequivocado,parademostrarquelapropiademostracióncarecedesentido…?

www.lectulandia.com-Página172

34

Al fin llegóagosto con ráfagasque sacudieronmi cabañay auguraronpocodeaugusto.Hicemermeladadeframbuesasdecolorrubíalponerseelsol.Puestasdesolenfurecidas que lanzaban espumosos mares de nubes a través de cortadasinimaginables,contodoslosmaticesrosadosdelaesperanzadetrás,yyomesentíajusto como ellas, brillante y lúgubre más allá de las palabras. Por todas partesterriblescamposdehieloydenieve;unabriznadehierbabailandoenlosvientosdela infinitud,ancladaaunaroca.Haciaelesteestabagris;haciaelnorte,espantoso;hacia el oeste, en enloquecido furor, dementes frenéticos luchaban en siniestralobreguez;haciael sur, laneblinademipadre.ElmonteJack,consusombrerodetrescientosmetrosderocadominandouncentenardecamposdefútbolnevados.ElarroyoCanelaeraunafantasíadenieblaescocesa.ElShullseperdíaentreelCuernoDorado.Milámparadepetróleoardíaenelinfinito.

«Pobrecarnetandébil—medije—,nohaysolución».Yanosabíanadadenadaytampocomeimportabanadaenabsoluto,yderepente

me sentía auténticamente libre. Luego llegaron las mañanas realmente frías ycrepitaba el fuego y cortaba leña con el hacha y la gorra puesta (una gorra conorejeras),ymesentíamaravillosamentebienyperezosoenel interiordelacabaña,empujadodentroporlasnubesheladas.Lluvia,truenosenlasmontañas,perodelantedelaestufaleíamisrevistasilustradasoccidentales.Portodaspartesairedenieveyhumode leña.Finalmente llegó lanieveenunremolinoamortajadoprocedentedelHozomeen,juntoalCanadá.Llegótempestuosaenviandoblancosheraldosradiantesa través de los quemiraba, lo vi perfectamente, el ángel de la luz.Y el viento selevantóysealzaronoscurasnubescomosiprocedierandeunafragua.Canadáeraunmardenieblasinsentido.Yaquellollegóenunataqueenabanicoanunciadoporelcantardeltubodemiestufa,yavanzóimpetuosoysetragómiviejocieloazulquehabía estado lleno de nubes doradas; a lo lejos, el retumbar de los truenoscanadienses;yhacia el surotra tormentamayorymásnegra cerrándose comounapinza. Pero el Hozomeen se mantenía firme rechazando el ataque con un hoscosilencio.Ynadapodríainduciralosalegreshorizontesdoradosdelnordeste,dondenohabía tormenta, a cambiar su puesto con elDesolación.Depronto, un arco irisverdeyrosadosesituójustoencimadelasierradelHambreamenosdetrescientosmetros demi puerta, como una centella, como una columna; viniendo entre nubesarremolinadasysolanaranjadoytumultuoso.

¿Quéesunarcoiris,Señor?Uncollarparaloshumildes.

www.lectulandia.com-Página173

YseencajójustoenelarroyodelRayo,ylluviaynievecayeronsimultáneamenteyellagoeradeunblancodelechedoskilómetrosmásabajoytodoeraunaauténticalocura.Salíyde repentemisombra fue rodeadaporelarco irismientrascaminabaporlacimayunmisterioconhalohizoquedeseararezar.

—¡Oh,Ray,eltranscursodetuvidaescomounagotadelluviadentrodelocéanoilimitadoqueeseldespertareterno!¿Porquéseguirpreocupado?EscribeaJaphyycuéntaselotodo.

Latormentapasóysefuetanrápidamentecomohabíallegado,yalcaerlatarde,ellagobrillócegadoramente.Lacaídadelatardeymiestropajosecándoseencimadelaroca.Lacaídadelatardeymiespaldaheladamientrasenlacimadelmundollenodenievemicubo.Lacaídadelatarde,yerayoynoelvacíoloquehabíacambiado.Unanochecercálidoyrosadoyyomeditandobajolamedialunaamarilladeagosto.Siempre que oía el trueno en las montañas era como la plancha del amor de mimadre.

—¡Truenoynieve!¿Cómoseguiremoshaciaadelante?—canté.Y de pronto, habían llegado las lluvias torrenciales, noches enteras lloviendo,

millonesdehectáreasdeárboles lavadosy lavados,yeneldesvánratasmilenariasdurmiendosabiamente.

Lamañana.Llegaba laclarasensacióndelotoño, llegabael finaldemi trabajo.Ahora losdíaseranventososyconrápidasnubes:unclaroaspectodoradoentre labrumadelmediodía.Lanoche, preparar chocolate calientey cantar junto al fuego.LlamabaaHanChanporlosmontes:noobtuverespuesta.LlamabaaHanChanenlaniebladelamañana:silencio,semedijo.Llamaba:Dipankarameinstruíasindecirnada.Nieblasquedesfilanalvientoyyocierrolosojosyhablóelhornillo.

—¡Wuu!—grité,yelaveenperfectoequilibriosobrelacopadelabetoselimitóamover la cola; luego se fue y la distancia se hizo inmensamente blanca.Nochesnegrasconseñalesdeosos:allíabajo,enelagujeroparalabasura,lasoxidadaslatasde leche agria y solidificada y evaporada mordidas y destrozadas por poderosasgarras: Avalokitesvara el Oso. Nieblas gélidas con terribles agujeros. En micalendarioarranquéeldíacincuentaycinco.

Mipelohabíacrecido,misojoserandeunazulpuroenelespejo,mipielestabatostada. Otra vez temporales de lluvia la noche entera, las lluvias del otoño, y yocalientecomounatostadadentrodelsacodedormirsoñandoconmovimientosdelainfanteríaqueexplorabalasmontañas;fríasydurasmañanasconviento,ráfagasdeniebla,ráfagasdenubes,súbitossolesresplandecientes,laprístinaluzenlasladerasytresleñoscrepitandoenelfuegomientrasyo,exultante,oíaaBurnieByersdecirporla radio que todos los vigilantes bajaran aquelmismo día. La temporada se habíaterminado.Paseépor losalrededoresde lacabañaconunatazadecafécolgadadelpulgarcantando:

www.lectulandia.com-Página174

—Montaña,montañita,enlahierbaestálaardillita.Yallíestabamiardilla,enelairebrillanteyclaroysoleado,depieencimadeuna

piedra, muy derecha, juntaba las manos con un grano de avena entre ellas. Lomordisqueó y se marchó: era la pequeña deuda de todo lo que allí había. Alanochecerseacercóporelnorteunagranpareddenubes.

—Brrrr —dije. Y canté—: Sí, sí, pero ella estuvo aquí. —Y me refería a micabañayacómoelvientonopudoconella,yseguí—:Pasa,pasa,pasa,túquepasasatravésdetodo.

Encimadelamontañaperpendicularhabíavistoelgirocompletodesesentasoles.La visión de la libertad eterna eramía para siempre.La ardilla se perdió entre lasrocasysurgióunamariposa.Asídesencilloera.Lospájarosrevoloteabanalegresporencimade lacabaña;contabanconuncaminodedoskilómetrosdemorashasta lalíneadebosques.Fuiporúltimavezhastaelbordede laGargantadelRayo.Aquí,sentadoeldíaenteroalolargodesesentadías,entrelanieblaoalaluzdelalunaodel solo, en laoscuridadde lanoche,habíacontemplado los retorcidosynudososarbolillosqueparecíancrecerenelaire,enlapuraroca.

Ydepronto,meparecióveraaquel inimaginablevagabundochinoallímismo,entrelaniebla,conaquelhumorinexpresableensurostroarrugado.NoeraelJaphydelavidareal,eldelasmochilasyelestudiodelbudismoylasenloquecidasfiestasdeCorteMadera,eraelJaphymásrealquelavida,elJaphydemissueños,yestabaallísindecirnada.

—¡Fuera de aquí, ladrones de lamente!—gritó hacia abajo, en dirección a lasoquedadesdelasincreíblesCascadas.

Era el Japhyquemehabía aconsejado subir aquíyque ahora, aunque estaba amásdediezmilkilómetrosdedistancia,enJapón,respondiendoalacampanilladelameditación (una campanilla que más tarde mandaría por correo a mi madre,simplementeporqueeramimadreyqueríahacerleun regalo),aparecíaencimadelpico de la Desolación junto a los retorcidos árboles de las rocas certificando yjustificandotodoloqueallíhabía.

—Japhy —dije en voz alta—, no sé cuándo nos volveremos a ver o lo quesucederáenelporvenir,peroelDesolación,elDesolación…¡NosabesloquedeboalDesolación!Gracias,teestaréagradecidosiempreporguiarmehastaestelugardondeloheaprendidotodo.Ahorahallegadoeltristemomentodevolveralasciudadesysoy un par de meses más viejo y existe toda esa humanidad y los bares y losespectáculosyelamorvaliente,todocabezaabajoenelvacío.¡Dioslobendigatodo!PeroJaphy,túyyolosabemosparasiempre.¡Oh,juventudeterna!¡Oh,eternollorar!—Abajo, enel lago, aparecieron reflejos rosadosdevaporcelestialydije—: ¡Diosmío, te amo!—Y volví la vista al cielo y sentí de verdad lo que decía—.Me heenamoradodeti,Diosmío.Cuidadetodosnosotros.Noimportacomosea.

www.lectulandia.com-Página175

Alosniñosylosinocentestodolesdaigual.Y siguiendo la costumbre de Japhy de doblar una rodilla y dedicar una breve

oraciónallugarquedejaba,comocuandodejólasierra,yenMarin,ycuandoofrecióunaoracióndegratitudaldejarlacabañadeSeaneldíaenqueibaaembarcarse,delmismomodo yo, al bajar de lamontaña con lamochila a cuestas,me volví ymearrodilléenelsenderoydije:

—Gracias,cabaña.—Yenseguidaañadí—:¡Bah!—haciendounamueca,porquesabíaqueaquellacabañayaquellamontañacomprenderíanloquequeríadecir.

Despuésdilavueltayseguísenderoabajodevueltaaestemundo.

*

www.lectulandia.com-Página176

JACK KEROUAC nació en Lowell (Massachusetts) en 1922, en el seno de unafamiliadeorigen franco-canadiense.Estudióenescuelascatólicasyposteriormenteen la Universidad de Columbia, aunque no llegó a graduarse. Recorrió EstadosUnidos trabajando en múltiples empleos. Influido por las lecturas de London,Hemingway, Saroyan, Wolfe y Joyce, publicó su primera novela, La ciudad y elcampo,en1950,convirtiéndoseenunodelospatriarcasdelaGeneraciónBeat,juntoaBurroughsyGinsberg.Entresusobrasmásimportantesestán:Enelcamino(1957),Lossubterráneos(1958),LosvagabundosdelDharma(1958),DoctorSax (1959)yBigSur (1962).Despuésdealcanzarelreconocimientoliterario,seretiróasunatalLowell, se casó y abandonó toda actividad pública. Murió en 1969 debido a underrameinterno,productodelacirrosis.

www.lectulandia.com-Página177

Nota

www.lectulandia.com-Página178

[1]IndustrialWorkersoftheWorld(ObrerosIndustrialesdelMundo).(N.delT.)<<

www.lectulandia.com-Página179